¡Proletarios de todos los países, uníos!

5 documentos

en defensa de la guerra popular como «la única, completa y verdadera

doctrina militar proletaria y forma principal de lucha

con la cual hemos de barrer al imperialismo y a la reacción de la faz de la Tierra» (PCP, 1986)

Núm. 1

Apoyando el llamamiento del PCP por una

Conferencia Internacional Ampliada del MRI para

un balance de la aplicación del maoísmo y la experiencia del proletariado internacional,

en la lucha contra el nuevo revisionismo.

Por entronizar, encarnar firmemente el maoísmo,

y con guerras populares dirigidas por Partidos Comunistas

marchar a la guerra popular mundial.

Movimiento de Apoyo A la Guerra Popular en el Perú.

España. Agosto 2011.

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Los 5 documentos

Nº 1

(1995) La validez universal de la guerra popular. No hay dos caminos para dos tipos de

países, el llamado "camino de octubre" para los países imperialistas y capitalistas y el camino de la guerra popular para los países del tercer mundo. No hay dos marxismos para dos tipos de países, un leninismo para los países avanzados y un maoísmo para

los países atrasados.

Nº 2 (Octubre 2009)

Para preparar la guerra popular, no hay un modelo o camino particular en los países imperialistas y capitalistas. En todos los países, del primer, segundo o tercer mundo,

hay que buscar un Ayacucho o un Bogside…

Nº 3 (Mayo 2010)

No se puede buscar ese Ayacucho o Bogside desde un caballo al trote, hay que desmontar para estudiar las flores. Es necesario investigar las condiciones concretas

en una u otra parte de cada país.

Nº 4 (Setiembre 2010)

Es necesario desmontar del caballo, pero hay que hacerlo sin la actitud de los "enviados imperiales". Tenemos que estar dispuestos a aprender y sacar lecciones de la

experiencia de la lucha de clases y lucha de dos líneas en el país.

Nº 5 (Diciembre 2010)

Si un partido comunista se propone “iniciar” (la guerra popular) para cumplir esa “ley universal para tomar el poder”, su proceso de constitución o reconstitución tiene

que ser, en síntesis, un proceso de preparar la “gran ruptura”. Por tanto, es un proceso de rupturas, progresivamente y por saltos, hasta la “gran ruptura”. Rehuir en

ese proceso las rupturas, las dificultades y complicaciones, acomodarse en unas determinadas formas de trabajo de masas, dejando «con plena tranquilidad al

porvenir» los problemas concretos que va a plantear la guerra popular en el país, es una forma de cretinismo parlamentario, la forma más oculta, la que engarza la

cadena de las diversas formas al fondo, a la raíz, a una guerra popular prometida y nunca iniciada.

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¡Proletarios de todos los países, uníos! 1995

EN LA CAMPAÑA AUNADA «DEFENDER LA VIDA

DEL PRESIDENTE GONZALO» Y

« ¡VIVA EL MAOISMO! » (1994-1995)

ORGANIZADA POR EL MOVIMIENTO POPULAR PERU

Como Movimiento de Apoyo a la Guerra Popular en el Perú:

Saludamos fervorosamente al "hombre más grande de la presente época", al Presidente Gonzalo, en su luminosa trinchera de combate.

Índice

La Comuna de París será eternamente ensalzada como "heraldo glorioso de una nueva sociedad". El proletariado de París intentó tomar "el cielo por asalto". Y su intento no fue vano. La clase ha ido escalando cumbres cada vez más altas desde la Revolución de Octubre hasta la Gran Revolución Cultural Proletaria. Ahora, el proletariado peruano se apresta a tomar la siguiente cumbre, más alta todavía. Marcha al encuentro del mismo sol.

Un águila de las montañas lo lleva audazmente hacia adelante. Está en las mazmorras de la reacción. Pero qué luminosa es la trinchera de combate que hoy ocupa. Qué cariño despierta en el proletariado internacional y los pueblos del mundo, que luchan por defender su vida. La vida del Jefe de la Contraofensiva marxista-leninista-maoísta, la vida de un Jefe destinado a ocupar el lugar que el Presidente Mao Tsetung ocupó en su día: Jefe del proletariado internacional y del Movimiento Comunista Internacional.

PROFUNDAMENTE AGRADECIDOS al Presidente Gonzalo, al Partido Comunista del Perú y al proletariado y pueblo peruanos, nos juramentamos ante el proletariado internacional en la consecuente defensa de la vida del más grande marxista-leninista-maoísta viviente, gran estratega político y militar, filósofo, maestro de comunistas. La historia del proletariado español en este siglo XX nos enseña que olvidar ese juramento es condenarnos a nosotros mismos a más derrotas, es condenar al proletariado y el pueblo a entregar generosamente la vida de sus mejores hijos para que con ellas trafique el

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revisionismo. Aplicando el marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, el Presidente Gonzalo nos ha abierto luminosas perspectivas a los comunistas, al proletariado y a los pueblos del mundo. Sirviendo a la revolución mundial, en el Perú se crecen las llamas de la antorcha que va resplandeciendo por toda la Tierra. Sirviendo a la revolución mundial, los comunistas tenemos que combatir a todos los que en nuestras filas se empeñen en cerrar los ojos para no ver la necesidad de encarnar el maoísmo, reconstituir partidos comunistas y dirigir la nueva gran ola de la revolución proletaria mundial.

Saludamos también al Partido Comunista del Perú, "heroico combatiente" que dirige la guerra popular en el Perú, gran epopeya que como los cañonazos del "Aurora" desencadenará "esa gran ola de la Revolución Proletaria Mundial que se nos viene". "Heroico combatiente" que ha sabido hacer frente al recodo de estos años, aplastar la línea oportunista de derechas, liquidacionista, derrotar los planes del imperialismo y la reacción y desarrollar el equilibrio estratégico. Construido sobre firmes cimientos por un "maestro de maestros, grande entre los grandes", el heroico Partido está condenado a vencer esas dificultades y todas las que se le vengan encima hasta el comunismo. Ese heroico Partido, ese Ejército Popular de Liberación, ese nuevo estado que sigue floreciendo en el Perú es contundente realidad que nunca podrá aplastar el imperialismo y la reacción porque es fuerza material donde está encarnada el todopoderoso marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento gonzalo.

Saludamos también al Movimiento Popular Perú, organismo generado por el Partido Comunista del Perú. Gracias a su labor se ha podido desplegar esta campaña aunada a través de 5 Conferencias.

Ellos son parte del Perú, de ese ayacuchano palpitar de esperanzas que en las próximas décadas se transformará en la voz de orden para todos los pueblos: seguir el camino de los peruanos.

Ayacuchano palpitar por las arterias andinas, roja sangre campesina que en río fertiliza el país desde la sierra a la costa. Ayacuchano palpitar que por las masas tectónicas se propaga por el planeta y que en las próximas décadas sacudirá en terremotos el orbe entero, se abrirá en volcanes, se desbordará en masas de lava quemante cubriendo esta Pompeya imperialista en sus últimos días. Ayacuchano palpitar que podemos detectar con nuestros dedos palpando el pulso de lo más pobre, de lo hondo y profundo. Ayacuchano palpitar en defender la vida del Presidente Gonzalo y encarnar el maoísmo.

Rendimos homenaje y tributo a todos los héroes del pueblo español, a los incontables mártires revolucionarios, que han caído a lo largo de este siglo en la lucha por el poder para el proletariado con la mirada puesta en el dorado y resplandeciente horizonte comunista. Ellos con su sangre han nutrido ese río de sangre que atraviesa la historia de España en este siglo XX, en torno a la guerra civil revolucionaria de 1936. Antes de la guerra, fueron levantamientos e intentos. Después, el reorganizarse y rearmarse para continuar la guerra. Han pasado cerca de 60 años y todavía la burguesía y el revisionismo no han

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conseguido acallar las armas en manos del pueblo, apagar esa llama siempre-ardiente, ese rayo que no cesa, de la lucha armada en España. El Presidente Mao nos enseñó que "conmueve hasta el canto y las lágrimas" contemplar a todos los que han luchado y entregado sus vidas por servir al pueblo; que a los comunistas "se nos llena de dolor el corazón cada vez que les recordamos". Muchos han caído traicionados por el revisionismo o bajo banderas no-proletarias. Algunos siguen cayendo. Hoy, en las cárceles de nuestro país hay muchos presos políticos por la lucha armada que todavía se mantiene en España. Ante la memoria de los héroes caídos tenemos que juramentarnos, aprendiendo de su experiencia, izar la bandera roja del partido para que nunca jamás sea arriada, para avivar en guerra popular esa llama siempre-ardiente de la lucha armada en España, para que ese rayo que no cesa de la lucha armada en España desencadene a través de la guerra popular la tormenta revolucionaria que nos lleve a la conquista del poder, al aplastamiento de la restauración y a la dorada y resplandeciente meta del comunismo.

En este informe queremos explicar la defensa que hemos hecho del maoísmo frente al revisionismo de UL1

El libro de la RAF (Fracción del Ejército Rojo de Alemania) "El moderno estado capitalista y la estrategia de la lucha armada" es una muestra de la manera en que en los 70 también se utilizaba esa cita para negar la lucha armada en Europa. Frente a esa cita la RAF se siente como gato acorralado y no encuentra otra escapatoria que plantear, en una larga nota a pie de página, que en esa cita el Presidente Mao no adoptó una posición de principio, sino una

1 en el punto en que ésta planteaba la cuestión de "los dos caminos" de la revolución mundial.

En 1987, UL reconocía de palabra el marxismo-leninismo-maoísmo y

negaba la validez universal de la guerra popular, repitiendo, además, una cita del Presidente Mao Tsetung, extraída del artículo "Problemas de la guerra y la estrategia" (6 de noviembre de 1938):

«...la tarea del partido del proletariado en los países capitalistas consiste en educar a los obreros, acumular fuerzas a través de un largo período de lucha legal, y prepararse así para el derrocamiento final del capitalismo. Allí la cuestión es sostener una larga lucha legal, utilizar el parlamento como tribuna, recurrir a las huelgas económicas y políticas, organizar sindicatos y educar a los obreros. Allí las formas de organización son legales, y las formas de lucha, incruentas (no de guerra).

[...] El caso de China es diferente.... En China, la forma principal de

lucha es la guerra, y la forma principal de organización, el ejército».

Apoyándose en esta cita, UL repetía una y otra vez: para los países imperialistas y capitalistas, el camino de Octubre; para los países semifeudales y semicoloniales, el camino de la guerra popular.

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posición oportunista: preocupado solamente por defender "el carácter peculiar de la revolución china", dejó en una tesis "un poco abstracta" la cuestión de la lucha armada en los países capitalistas.

También UL esperaba que con esa cita nos iba a dejar como gato acorralado. Pero habíamos aprendido que los comunistas tienen que vincular la teoría revolucionaria al movimiento revolucionario, la conciencia revolucionaria a la espontaneidad de las masas, el pensamiento revolucionario al sentimiento revolucionario, porque, como había señalado Lenin, el elemento espontáneo "no es sino la forma embrionaria de lo consciente" (¿Qué hacer?).

Cuando los revisionistas utilizan citas para negar el movimiento, los comunistas tenemos que demostrar que son unos tergiversadores, unos falsarios,... No podemos permitir que el movimiento revolucionario sea negado con citas del marxismo, que los revisionistas enarbolen citas contra la revolución y los revolucionarios se queden sin argumentos para defenderse.

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Índice

1. Aplicar el Materialismo Histórico ................................................................................ 81.1. "Análisis concreto de la situación concreta" ......................................................... 81.2 La época del imperialismo y cambios en el proceso del imperialismo. ............... 111.3. El desplazamiento hacia el Oriente del centro de la revolución mundial y el modelo alemán... ......................................................................................................... 16

2. Los cambios que hacen necesario e inevitable el camino de la guerra popular ......... 24

2.1 El fascismo y el "excepcional encarnizamiento" de la represión. ........................ 252.2 Fascismo y revisionismo ...................................................................................... 342.3 Los prejuicios legalistas, constitucionalistas y democrático-burgueses. .............. 402.4 El problema del subjetivismo y el estilo de trabajo .............................................. 432.5 Temor a la revolución, filisteísmo, idealismo y metafísica .................................. 50

3. En realidad, ¿qué era el "camino de octubre" de la revisionista UL? ................... 58

3.1 El Camino de Octubre no es esperar a ganar con la propaganda y la agitación la simpatía y el apoyo de la mayoría de las masas para después tomar las armas y conquistar el poder. ..................................................................................................... 623.2 Después de la Revolución Octubre, ningún partido comunista ha podido alcanzar el apoyo electoral que tuvieron los bolcheviques en noviembre de 1917 sin haber pasado antes por una guerra. Alcanzado ese apoyo, si no se atrevieron a tomar las armas para conquistar el poder degeneraron en partidos revisionistas. .................... 713.3 La huelga y la insurrección. .................................................................................. 723.4 El nuevo poder: los soviets. .................................................................................. 803.5 Las centurias negras, la monarquía centurionegrista y pogromista. ..................... 853.6 La guerra de guerrillas. ......................................................................................... 873.7 ¿Qué particularidades de la insurrección de octubre de 1917 la han hecho irrepetible? .................................................................................................................. 90

4. Nota final (agosto 2011) ............................................................................................. 93

Notas finales ............................................................................................................... 94

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1. Aplicar el Materialismo Histórico

Lin Piao se opuso a continuar la lucha de clases, la revolución cultural, bajo la dictadura del proletariado; planeó un golpe de estado contrarrevolucionario y el 8 de septiembre de 1971 llevó sus planes a la práctica intentando asesinar al Presidente Mao y fracasando; con una política de doble cara alabó como un "genio" al Presidente Mao mientras le ponía sus manos asesinas a la espalda; y en su intento de restaurar el capitalismo siguió los pasos de Confucio y abogó por "el retorno a los ritos" y la doctrina del "justo punto medio".

Lin Piao daba "vivas" al maoísmo y alababa al Presidente Mao como un "genio". En setiembre de 1971, el Presidente Mao aclaró que:

«La cuestión del genio es una cuestión teórica. Su teoría era el apriorismo idealista. Alguien ha dicho que oponerse al genio es oponerse a mí. Pero yo no soy un genio. (...) el genio no depende de una sola persona o de unas cuantas. Depende de un partido, el partido que es la vanguardia del proletariado. El genio depende de la línea de masas, de la sabiduría colectiva».

En agosto de 1970, en el Pleno del Comité Central en Lushan, se decidió

un "movimiento de masas para el estudio de la filosofía", apuntando contra el apriorismo idealista y el formalismo dogmático de Lin Piao. En ese movimiento uno de los libros para estudiar era el libro de Engels "Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana".

Engels en ese libro explica que el problema cardinal de toda la filosofía es el problema de la relación entre el pensar y el ser, que el materialismo toma el ser como lo primario y que la dialéctica materialista fue descubierta por Marx y Engels en un proceso de desarrollo histórico donde la lucha de clases fue barriendo el sistema idealista de Hegel y las abstracciones de Feuerbach, hasta que "brotó" como un producto histórico la corriente que "va asociada primordialmente al nombre de Marx".

«Y, cosa notable, esta dialéctica materialista, que era desde hacía varios años nuestro mejor instrumento de trabajo y nuestra arma más afilada, no fue descubierta solamente por nosotros, sino también, independientemente de nosotros y hasta independientemente del propio Hegel, por un obrero alemán: Joseph Dietzgen».

1.1. "Análisis concreto de la situación concreta"

El Presidente Mao Tsetung en el libro "Sobre la contradicción" nos enseña que "tengamos siempre presentes las palabras de Lenin: análisis

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concreto de la situación concreta" y nos muestra como modelo de análisis concreto el libro de Stalin "Los fundamentos del leninismo" (1924).

«Lo particular y lo universal están unidos, y no solamente la particularidad sino también la universalidad de la contradicción son inherentes a toda cosa: la universalidad reside en la particularidad; por eso, al estudiar una cosa determinada, debemos tratar de descubrir estos dos lados y su interconexión, y de descubrir las interconexiones entre dicha cosa y las numerosas cosas exteriores a ella. Stalin, al explicar las raíces históricas del leninismo en su famosa obra "Los fundamentos del leninismo", analizó la situación internacional en que nació el leninismo, analizó las distintas contradicciones del capitalismo, llegadas a su grado extremo bajo las condiciones del imperialismo, y mostró cómo ellas hicieron de la revolución proletaria una cuestión práctica inmediata y crearon condiciones favorables para el asalto directo al capitalismo. Además, analizó por qué Rusia fue la patria del leninismo, por qué la Rusia zarista constituía el punto de convergencia de todas las contradicciones del imperialismo y por qué el proletariado ruso se convirtió en la vanguardia del proletariado revolucionario internacional. De esta manera, Stalin analizó lo universal de las contradicciones del imperialismo, demostrando que el leninismo es el marxismo de la época del imperialismo y de la revolución proletaria, y, al mismo tiempo, analizó lo que de particular tenían estas contradicciones generales en el caso del imperialismo de la Rusia zarista, explicando por qué Rusia llegó a ser la cuna de la teoría y las tácticas de la revolución proletaria y cómo dicha particularidad encerraba la universalidad de la contradicción. Este análisis de Stalin nos ofrece un modelo para comprender la particularidad y la universalidad de la contradicción y su interconexión.

Al referirse a la aplicación de la dialéctica al estudio de los fenómenos objetivos, Marx y Engels, así como Lenin y Stalin, han enseñado siempre que es preciso deshacerse de todo subjetivismo y arbitrariedad y partir de las condiciones concretas del movimiento objetivo real para descubrir las contradicciones concretas de estos fenómenos, la posición concreta de cada uno de los aspectos de cada contradicción y las interrelaciones concretas de las contradicciones. A nuestros dogmáticos les falta esta actitud en el estudio y, por lo tanto, yerran en todo» (Presidente Mao Tsetung. Sobre la contradicción. OE. 1, pág. 352.)

Stalin rebatió a los que sólo veían en el leninismo "la aplicación del

marxismo a las condiciones peculiares de la situación rusa" y afirmó, frente a ello, que "el leninismo es un fenómeno internacional, que radica en todo el desarrollo internacional, y no un fenómeno exclusivamente ruso".

Stalin analiza "la situación internacional que ha engendrado al leninismo", explica que el imperialismo con sus contradicciones ha hecho

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inevitable la revolución, y se pregunta: «…¿qué tiene que ver esto con Rusia, que no era ni podía ser el país clásico del imperialismo?. ¿Qué tiene que ver esto con Lenin, que actuó ante todo en Rusia y para Rusia?. ¿Por qué fue precisamente Rusia el hogar del leninismo, la cuna de la teoría y de la táctica de la revolución proletaria?»

Respondiendo el mismo Stalin:

«Porque Rusia era el punto de convergencia de todas estas contradicciones del imperialismo.

Porque en Rusia se estaba gestando la revolución más que en ningún otro país del mundo, lo que hacía que sólo ella se hallase en condiciones de resolver estas contradicciones por vía revolucionaria».

Stalin explica las condiciones históricas que convirtieron a Rusia "en el

hogar del leninismo, y [a] Lenin, en su creador", explica que al desplazarse "el centro del movimiento revolucionario" desde Alemania hasta Rusia

«…no tiene nada de asombroso que el país que ha llevado a cabo semejante revolución y que cuenta con semejante proletariado haya sido la cuna de la teoría y la táctica de la revolución proletaria.

No tiene nada de asombroso que el jefe de ese proletariado, Lenin, haya sido, a la par, el creador de esta teoría y de esta táctica y el jefe del proletariado internacional».

Si la oportunista UL reconoce el maoísmo como tercera etapa en el desarrollo del marxismo y no quiere presentarlo como el producto de "un genio", tiene que aplicar el materialismo dialéctico para explicar el maoísmo, siguiendo la lección de Engels cuando explicó cómo había surgido la nueva concepción del mundo de Marx y siguiendo la lección de Stalin cuando explicó que el leninismo "no sólo resucitó el marxismo, sino que dio un paso más hacia adelante, prosiguiendo el desarrollo del marxismo bajo las nuevas condiciones del capitalismo y de la lucha de clases del proletariado". ("Fundamentos de Leninismo").

Si la oportunista UL no quiere seguir los pasos de Lin Piao, tiene que seguir los pasos de Stalin y explicar:

1 Cómo el maoísmo es un fenómeno internacional, que radica en

todo el desarrollo internacional, y no un fenómeno exclusivamente chino.

2 Por qué China fue el punto de convergencia de las contradicciones del imperialismo en el período en que se desarrolló la revolución china.

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1.2 La época del imperialismo y cambios en el proceso del imperialismo.

UL insiste en que «todavía es la época del imperialismo y la revolución proletaria», con su insistencia pretende forzar una puerta abierta. No se discute eso.

Stalin rebatió a los que sólo veían en el leninismo la resurrección del "contenido revolucionario del marxismo, enterrado por los oportunistas de la Segunda Internacional" y afirmó, frente a ello, que el leninismo "no sólo resucitó el marxismo, sino que dio un paso más hacia adelante, prosiguiendo el desarrollo del marxismo bajo las nuevas condiciones del capitalismo y de la lucha de clases del proletariado". (Subrayado nuestro).

Esas "nuevas condiciones" son las del imperialismo y, por eso, "el leninismo es el marxismo de la época del imperialismo y de la revolución proletaria", "la teoría y la táctica de la revolución proletaria en general, la teoría y la táctica de la dictadura del proletariado en particular".

Marx y Engels actuaron en un período «en que aún no existía un imperialismo desarrollado, en un período de preparación de los proletarios para la revolución, en un período en que la revolución proletaria no era aún directa y prácticamente inevitable". En cambio, Lenin actuó en el período del "imperialismo desarrollado, en el período en que se despliega la revolución proletaria, cuando la revolución proletaria ha triunfado ya en un país, ha destruido la democracia burguesa y ha inaugurado la era de la democracia proletaria, la era de los Soviets».

«He aquí por qué es un desarrollo del marxismo». [Subrayado nuestro].

En esta línea Stalin explica que en estas "nuevas condiciones" de la lucha

de clases "Lenin sacó a la luz las geniales ideas de Marx y Engels sobre táctica y estrategia, archivadas por los oportunistas de la Segunda Internacional" y las "desarrolló, completándolas con nuevas ideas y principios y reuniendo todo esto en un sistema de reglas y principios orientadores para la dirección de la lucha de clases del proletariado".

«La estrategia y la táctica del leninismo son la ciencia de la dirección de la lucha revolucionaria del proletariado».

Si la oportunista UL no quiere seguir los pasos de Lin Piao, tiene que

seguir los pasos del camarada Stalin y explicar que:

El Presidente Mao no sólo defendió el marxismo-leninismo contra el revisionismo moderno, sino que además en las nuevas condiciones del imperialismo y la revolución proletaria desarrolló el marxismo dando "un paso más hacia adelante".

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El razonamiento de la oportunista UL es simple: estamos en la época del

imperialismo, "la teoría leninista del imperialismo" define 2 tipos de países y, por tanto, para un tipo de países, el "camino de octubre", y para otro tipo de países, "el camino general que forjó Mao Tsetung en China".

Es un razonamiento muy simple, no hace falta pensar. Clavando 3 clavos se cierra el debate, sólo hace falta tener a mano frases sobre el limpiaoísmo para clavar los 3 clavos:

1º clavo estamos en la época del imperialismo "en oposición a la idea limpiaoísta de que hemos entrado en una nueva época";

2º clavo hay que distinguir entre los 2 tipos de países, frente a Lin Piao que "da a entender que a partir de 1949" esta distinción "ya ha caducado y debe ser olvidada";

3º clavo entre esos 2 tipos de países hay "diferencias fundamentales" para determinar "la estrategia, táctica y acumulación de fuerzas y formas de lucha armada"; el revisionismo limpiaoísta niega estas diferencias pretendiendo aplicar la guerra popular a los países capitalistas y negando, por lo tanto, el "camino de octubre".

Con 3 clavos y un martillo, la oportunista UL parece seguir cierto consejo

de Lin Piao de que el pensamiento Mao Tsetung debía "ser puesto en práctica tanto cuando lo comprendemos, como cuando temporalmente no lo comprendemos". UL parece empeñada en hablar de leninismo y de maoísmo, cuando no lo comprende y se empeña en no querer comprenderlo.

Bajen de las nubes del idealismo y la metafísica y comprendan que hay que "buscar la verdad en los hechos". No se discute si estamos o no en "una nueva época", pueden dejar de aporrear esa puerta, pasen para dentro, no se queden en el umbral. Lo que se discute es si dentro de esta misma época del imperialismo y la revolución proletaria:

1 han cambiado las condiciones de la lucha de clases desde 1917; 2 si hay "nuevas condiciones" que hayan engendrado el maoísmo

como un fenómeno internacional; 3 si las contradicciones del imperialismo en estas "nuevas

condiciones" tuvieron en China "el punto de convergencia", situando a China en "el centro del movimiento revolucionario"; y

4 si en esas "nuevas condiciones" el Presidente Mao no sólo defendió el marxismo-leninismo sino que además dio "Un paso más hacia adelante" desarrollando el marxismo a una nueva, tercera y superior etapa.

La misma UL para aporrear esta puerta sobre la "nueva época" cita el

Informe ante el X Congreso del PC Chino (1973): «…desde la muerte de Lenin la situación mundial ha experimentado

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grandes cambios, pero no ha cambiado la época. Los principios fundamentales del leninismo no se han quedado anticuados, siguen siendo

Pero en 3 años, de 1946 a 1949, los planes norteamericanos sufrieron su primera gran derrota ante la grande y victoriosa Guerra Popular de Liberación que dirigió el Partido Comunista, una guerra popular sin precedentes en la historia, que fue el punto de viraje en la política mundial: China, el centro de gravedad de Asia, se incorporó con sus 475 millones de habitantes al campo

la base teórica que guía hoy nuestro pensamiento". [Subrayado nuestro].

Muy bien, de acuerdo, crucemos el umbral y veamos en concreto cuáles

son esos grandes cambios. Podemos utilizar como guía teórica 3 textos del Partido Comunista de China: La "Propuesta de Línea General para el MCI" (1963), "Una vez más sobre las divergencias entre el camarada Togliatti y nosotros" (1963) y "La Revolución Proletaria y el revisionismo de Jruschov" (1964).

Después de la Segunda Guerra Mundial las condiciones históricas sufrieron un cambio fundamental en la correlación de fuerzas entre el socialismo y el imperialismo:

1º.- Surgió un campo socialista agrupando a 12 países con una población total de 1.000 millones de habitantes. "Esto ha alterado en lo fundamental la correlación de fuerzas en el plano mundial".

2º.- Las luchas de los pueblos de Asia, África y América Latina se desarrollaron hasta cercar a los países imperialistas de Europa y de América, constituyendo el foco de las contradicciones mundiales, las zonas donde convergen las contradicciones en el mundo contemporáneo, los centros de la tempestad de la revolución mundial.

3º.- Se ha registrado un nuevo auge de los movimientos de masas en los países capitalistas de Europa y América del Norte.

4º.- Un gran desarrollo del Movimiento Comunista Internacional.

Tras la Segunda Guerra Mundial, el imperialismo norteamericano ocupó el lugar de los fascistas alemanes, italianos y japoneses y trató de fundar un gran imperio mundial sin precedentes en la historia.

Su política de agresión apuntó a varios blancos, pero principalmente a Europa, Asia y América. En primer lugar, estaba Asia y en Asia, China, a la que trataron de convertir en una colonia norteamericana.

«China es el centro de gravedad de Asia, es un gran país con una población de 475 millones de habitantes; al apoderarse de China, los EEUU se adueñarían de toda Asia. Consolidado su frente asiático, el imperialismo norteamericano podría concentrar sus fuerzas para atacar a Europa. En cuanto a su frente en América, lo considera relativamente sólido». (P. Mao. "¡ Adiós, Leighton Stuart!". Agosto 1949.)

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socialista multiplicando por dos la fuerza y la influencia de dicho campo.

«La guerra revolucionaria del pueblo chino ha llegado ahora a un punto de viraje: el Ejército Popular de Liberación de China ha rechazado la ofensiva de varios millones de hombres de las tropas reaccionarias de Chiang Kai-shek, lacayo de los EEUU, y ha pasado a la ofensiva. [....] Esto señala un viraje en la historia. Viraje en que la dominación contrarrevolucionaria de Chiang Kai-shek, que dura ya veinte años, pasa de la expansión a la liquidación. Viraje en que la dominación imperialista en China, ya más que centenaria, pasa de la expansión a la liquidación. Se trata de un acontecimiento trascendental. Trascendental, porque ocurre en un país con 475 millones de habitantes y, una vez ocurrido, culminará inevitablemente con la victoria en todo el país. Trascendental

«Luego del término de la Segunda Guerra Mundial, el camarada Mao Tse-tung señaló varias veces que la correlación de fuerzas del mundo era ventajosa para nosotros y no para el enemigo, y que esta nueva situación "ha abierto posibilidades aún más amplias y caminos aún más efectivos para la liberación de la clase obrera y de los pueblos oprimidos del mundo"

, además, porque ocurre en Oriente, donde más de 1.000 millones de personas, la mitad de la humanidad, sufren la opresión imperialista" [Subrayados nuestros]. (Presidente Mao. "La situación actual y nuestras tareas". dic. 1947. OE. 4, pp. 159-160)

Tras la victoria de la revolución china en 1949, el imperialismo

norteamericano volvió a ser derrotado en su guerra de agresión sobre Corea (1950-53) y el imperialismo francés fue derrotado en Vietnam (1946-54). La llamarada que se encendió en Asia se extendió a los mismos pies del imperialismo norteamericano (Cuba, 1959) y a África (Argelia, 1956-62). Con Cuba, Argelia y la guerra de Vietnam, el mundo entró en los agitados 60, prendiendo también explosivas luchas de masas en Europa y Estados Unidos.

22.» (PCCh. La revolución proletaria y el revisionismo de Jruschov).

«Después de la Segunda Guerra Mundial, se ha operado un

cambio fundamental

El campo socialista es producto de la lucha del proletariado internacional y de los demás trabajadores. Pertenece no sólo a los pueblos de los países socialistas, sino también al proletariado internacional y a todos los trabajadores.» [Subrayado nuestro] (PCCh.

en la correlación de fuerzas entre el imperialismo y el socialismo. El rasgo característico principal de este cambio radica en que ya existe en el mundo, en vez de uno solo, una serie de países socialistas, que forman un poderoso campo socialista, y que los pueblos que han emprendido el camino del socialismo ya tienen, en vez de cerca de doscientos millones, mil millones de habitantes, o sea, una tercera parte de la población mundial.

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Proposición acerca de la línea general del Movimiento Comunista Internacional. 25 puntos de Pekín).

«Después de la Segunda Guerra Mundial, se ha registrado un

cambio radical en la correlación de las fuerzas de clase internacionales. El socialismo ha triunfado en una serie de países y se ha formado un campo socialista. El movimiento de liberación nacional se ha desarrollado más que nunca y han aparecido una serie de países nacionalistas que han logrado recientemente la independencia política. Se ha debilitado grandemente la fuerza del campo imperialista y se agudizan de día en día las contradicciones entre los países imperialistas.» [Subrayado nuestro] (PCCh. Dos políticas de coexistencia pacífica diametralmente opuestas).

«La actual situación mundial es excelente en su conjunto. El

movimiento comunista internacional ha conseguido brillantes victorias, produciendo un cambio fundamental

Así pues, es cierto lo que dice la oportunista UL: seguimos estando en la época del imperialismo y la revolución proletaria, "no ha cambiado la época" (IX Congreso del PCCh). Pero, precisamente, lo que no quiere comprender es que estando en esa época, tras la Segunda Guerra Mundial hubo GRANDES CAMBIOS, grandes cambios que desembocaron en la Gran Revolución Cultural Proletaria en China. Si no se hubiesen producido esos grandes cambios en la revolución proletaria mundial, ¿cómo explicaríamos la Revolución Cultural? ¿como un problema particular chino fruto de luchas palaciegas tal y como lo

en la correlación de las fuerzas de clases en escala mundial. En el presente, el movimiento comunista internacional sufre los ataques de la contracorriente: el revisionismo y el escisionismo; este fenómeno corresponde a la ley del desarrollo de la historia.» [Subrayado nuestro]. (PCCh. Los dirigentes del PCUS son los mayores escisionistas de nuestra época).

Ante el avance del socialismo, la reacción levantó el palo del chantaje

nuclear (en la guerra de Corea) y ofreció la zanahoria del soborno (como en el caso del Plan Marshall en Europa). El revisionismo moderno fue un producto del imperialismo con los Estados Unidos a la cabeza y de la burguesía monopolista internacional. Aterrorizados por la política de chantaje nuclear y encandilados por la política de soborno, los revisionistas, capitaneados por Jruschov y por la puerta abierta del XX Congreso del PCUS (1956), acabaron capitulando ante la presión imperialista exterior y aceptando la influencia burguesa interna.

Frente al revisionismo moderno se levantó en magistral polémica el Presidente Mao y en un momento en que la lucha entre la revolución y la restauración removió al campo socialista y a la política mundial, dirigió la Gran Revolución Cultural Proletaria (1966-76).

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han planteado los revisionistas modernos desde Brezhnev hasta Enver Hoxha? Nos convertiríamos en idealistas históricos y reaccionarios si no somos capaces de comprender esa Gran Revolución en el proceso de desarrollo de la revolución proletaria mundial, la relación entre la revolución china y esa Gran Revolución Cultural.

Veamos cómo esos GRANDES CAMBIOS suponen un cambio cualitativo y qué tipo de cambio cualitativo.

1.3. El desplazamiento hacia el Oriente del centro de la revolución mundial y el modelo alemán...

En 1920, Lenin comienza su famosa obra "El `izquierdismo', enfermedad infantil del comunismo" respondiendo a la pregunta "¿En qué sentido podemos hablar de la importancia internacional de la revolución rusa?".

Contra el parecer de que «la enorme diferencia entre la Rusia atrasada y los países avanzados de Europa occidental conduciría a que la revolución proletaria en estos últimos países fuera muy poco parecida a la nuestra», Lenin plantea:

«Hoy tenemos ya una experiencia internacional muy considerable, que demuestra con absoluta claridad que algunos de los rasgos fundamentales de nuestra revolución tienen una importancia que no es local, o específicamente nacional, o sólo rusa, sino internacional».

«...entendiendo por importancia internacional la validez internacional o la inevitabilidad histórica de una repetición, en escala internacional, de lo ocurrido en nuestro país. Hay que reconocer que algunos rasgos fundamentales de nuestra revolución tienen esa importancia».

«Sería erróneo asimismo perder de vista el hecho de que poco después de la victoria de la revolución proletaria, por lo menos en uno de los países avanzados, habrá de producirse seguramente un cambio radical: Rusia dejará de ser el modelo....»

«En el actual momento histórico, sin embargo, es el modelo ruso el que revela a todos los países algo -y algo muy importante- de su futuro próximo e inevitable. Los obreros avanzados de todos los países hace ya tiempo que lo han comprendido; muy a menudo, más que comprenderlo, lo han captado con su instinto de clase revolucionaria. En ello reside la "importancia" internacional (...) del poder soviético y de los fundamentos de la teoría y la táctica bolcheviques. Esto no lo han comprendido los dirigentes "revolucionarios" de la II Internacional... motivo por el cual se han convertido en reaccionarios, en defensores del peor tipo de oportunismo y de socialtraición».

Lenin lo plantea con rotunda claridad:

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1 los que en 1920 se negaban a comprender que tras la revolución

rusa todos los países tenían que seguir el "modelo ruso" son los dirigentes oportunistas y por no querer comprenderlo "se han convertido en reaccionarios", han mostrado "todo el abismo de su estupidez, pedantería, bajeza y traición a los intereses de la clase obrera";

2 después de la victoria de la revolución proletaria en otro país o países, "habrá de producirse seguramente un cambio radical: Rusia dejará de ser el modelo".

Lenin remacha estas ideas citando al propio Kautsky "en tiempos bien

lejanos, cuando Kaustky todavía era un marxista y no un renegado, al ocuparse del problema como historiador, previó la posibilidad de que surgiera una situación en la cual el espíritu revolucionario del proletariado ruso proporcionaría un modelo para Europa occidental". Lenin cita un artículo de Kautsky, escrito por éste en 1902 para la "Iskra", bajo el título de "Los eslavos y la revolución", y publicado el 10 de marzo de 1902 en el núm. 18 de "Iskra".

«En la actualidad [a diferencia de 1848] parecería que los eslavos no sólo se ha incorporado a las filas de las naciones revolucionarias, sino que el centro del pensamiento revolucionario y de la acción revolucionaria se desplaza cada día más hacia los eslavos. El centro revolucionario se está desplazando de occidente a oriente. En la primera mitad del siglo XIX estaba localizado en Francia y, en algunos momentos, en Inglaterra. En 1848, también Alemania se incorporó a las filas de las naciones revolucionarias... El nuevo siglo ha comenzado con acontecimientos que sugieren la idea de que nos aproximamos a un nuevo desplazamiento del centro revolucionario, a saber: hacia Rusia...»

En 1902, el alemán Kautsky preveía que el centro de la revolución

mundial se desplazaba de Alemania a Rusia. En 1920, Lenin lo cita para explicar que había sido así: Rusia se había convertido en el modelo para la revolución proletaria en todos los países.

¿Atisbó Lenin que el centro de la revolución proletaria mundial se iba a desplazar hacia el Oriente?

Hemos visto en la cita de Lenin que éste en 1920 preveía que después de Rusia la revolución proletaria se iba a producir "por lo menos en uno de los países avanzados”. Pero en la experiencia de la revolución mundial entre 1920 y 1923, el mismo Lenin atisbó que la revolución se iba a desplazar hacia el Oriente. Veamos.

En 1920, en el II Congreso de la Internacional Comunista, respondiendo a un dirigente oportunista alemán, Lenin decía:

«…la aristocracia obrera surgió al ayudar a "su" propia burguesía a conquistar y estrangular a todo el mundo con métodos imperialistas,

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para asegurarse con eso un salario mejor. Y si ahora los obreros alemanes quieren hacer la revolución, deben hacer sacrificios y no asustarse por ello.

En un sentido general e histórico mundial, es verdad que en los países atrasados, un coolie chino no puede producir una revolución proletaria, pero en los pocos países más ricos, donde gracias al saqueo imperialista se vive más desahogadamente, decir a los obreros que deben temer un empobrecimiento "demasiado grande" es contrarrevolucionario. Es preciso decirles lo contrario. La aristocracia obrera, que teme los sacrificios, que siente recelos de un empobrecimiento "demasiado grande" durante la lucha revolucionaria, no puede pertenecer al partido. De otro modo, la dictadura es imposible, sobre todo en los países de Europa occidental.» (Lenin. OC. 33, pp. 371-372.)

La revolución proletaria en Europea tropezó con "una resistencia y una

oposición incomparablemente mayores que en Rusia"33. La capa de obreros aburguesados o la "aristocracia obrera", se desveló como «el principal apoyo social (no militar) de la burguesía», «verdaderos agentes de la burguesía dentro del movimiento obrero, lugartenientes obreros de la clase capitalista, verdaderos vehículos del reformismo y el chovinismo4

Marx en 1856 había atisbado que «todo el asunto dependerá en Alemania de la posibilidad de respaldar la revolución proletaria con una segunda edición de la guerra campesina»

4.»

5

La causa fundamental de esta tremenda aceleración del desarrollo mundial es que nuevos centenares de millones de personas se han

5. Una de las condiciones específicas de la victoria de la revolución de octubre fue la alianza del proletariado con el campesinado, el respaldo de la revolución proletaria con la guerra campesina por la tierra. La revolución proletaria que no pudo desarrollarse en Alemania, sí lo pudo hacer en China, en el Oriente. Lenin ya atisbó este nuevo rumbo:

«La marcha del desarrollo social de los últimos cinco años ha sido en verdad vertiginosa, si la medimos con la vieja medida, la medida de los filisteos europeos como los héroes de la II Internacional y de la Internacional II ½. Esos filisteos civilizados están acostumbrados a considerar "natural" una situación en que centenares de millones de personas (más de mil millones, para ser exactos) en las colonias, en los países semidependientes y pobres, toleran un trato como el que se da a los hindúes y chinos, soportan una explotación inaudita, un franco despojo, hambre, violencia y escarnio; todo para que los hombres "civilizados" puedan resolver "libremente", "democráticamente" y "parlamentariamente" si se dividirán en paz el botín o si exterminarán a otras decenas de millones de hombres en este reparto del botín imperialista, ayer entre Alemania e Inglaterra, mañana entre Japón y Norteamérica (con Inglaterra y Francia participando en una manera u otra).

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incorporado a él. La vieja Europa burguesa e imperialista, habituada a considerarse el ombligo del mundo se pudrió y reventó en la primera matanza imperialista como una úlcera putrefacta. Por mucho que giman los Splengler 6

Les es por completo ajena la idea de que dentro de las leyes

6 y todos los pequeños burgueses cultos capaces de admirar a Splengler (o de estudiarlo), la decadencia de la vieja Europa no es más que un episodio en la historia del ocaso de la burguesía mundial, que está ahíta por la rapiña imperialista y la opresión de la mayor parte de la población del mundo.

Esa mayoría ha despertado e iniciado un movimiento que hasta las potencias más fuertes y "poderosas" no pueden detener. ¡No tienen salida! Los actuales "vencedores" de la primera matanza imperialista no tienen fuerza para vencer a la pequeña -minúscula, diría- Irlanda, ni para salir victoriosos del embrollo financiero y de divisas que existe entre ellos mismos. Mientras tanto, India y China están en ebullición. Representan más de 700 millones de personas, y junto con los países asiáticos vecinos, que son en todo sentido similares, más de la mitad de los habitantes del mundo. Allí se aproxima inconteniblemente y con impulso creciente su 1905, con la importante y esencial diferencia de que la revolución rusa de 1905 todavía tenía lugar aislada (por lo menos al principio), es decir, que no arrastró inmediatamente otros países. Pero las revoluciones que maduran en India y China son arrastradas ahora (ya han sido arrastradas) a la lucha revolucionaria, al movimiento revolucionario, a la revolución mundial.» (Lenin. En el décimo aniversario de Pravda. 2 de mayo de 1922. OC. 36, pp. 325-330.)

Los revisionistas de la II Internacional habían visto «un camino

determinado de desarrollo del capitalismo y de la democracia burguesa en Europa Occidental»: "el modelo alemán". Y no concebían "la menor desviación del modelo alemán".

«Salta a la vista sobre todo (su) pedantería... su imitación servil del pasado.

Todos ellos se llaman a sí mismos marxistas, pero su concepción del marxismo es insoportablemente pedante. No han comprendido lo decisivo en el marxismo: su dialéctica revolucionaria. Incluso las claras indicaciones de Marx de que durante la revolución es necesario ser flexibles al máximo no las han comprendido en absoluto, e incluso les han pasado inadvertidas, por ejemplo, las manifestaciones de Marx en su correspondencia --creo que fue en 1856-- cuando expresa la esperanza de que una guerra campesina en Alemania, capaz de crear una situación revolucionaria, se combine con el movimiento obrero. Llegan a eludir esta clara indicación y dan vueltas alrededor de ella como un gato en torno de un tazón de leche caliente.

Su conducta es la de cobardes reformistas que temen apartarse de la burguesía; más aun, romper con ella; y al mismo tiempo cubren su cobardía con la más desenfrenada fraseología y jactancia. (...)

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generales del desarrollo de la historia mundial no quedan de manera alguna excluidos, sino por el contrario, presupuestos, ciertos períodos peculiares de desarrollo, tanto en lo que hace a la forma como al orden de sucesión de ese desarrollo. Por ejemplo, no se les ocurre siquiera que Rusia, que se encuentra en la línea divisoria entre los países civilizados y los países que por primera vez son arrastrados de modo definitivo, por esta guerra, a la civilización -todos los países orientales, no europeos-, que Rusia debía manifestar ciertos rasgos distintivos, aunque acordes, claro está, con la línea general del desarrollo mundial, pero que diferencian su revolución de todas las que se produjeron en los países de Europa occidental e introducen algunas innovaciones parciales al desplazarse la revolución a los países de Oriente.

Nuestros filisteos europeos nunca soñaron siquiera que las futuras revoluciones en los países orientales, que poseen una población mucho más vasta y una diversidad mucho más vasta de condiciones sociales, presentarán sin duda rasgos aun más particulares que la revolución rusa.

No es necesario decir que el manual escrito siguiendo a Kautsky fue muy útil en su época. Pero ya es tiempo de renunciar a la idea de que en él se habían previsto todas las formas del desarrollo de la subsiguiente historia mundial. Y sería oportuno decir que quienes piensan de tal modo son simplemente tontos.» (Lenin. Nuestra Revolución (A propósito de las notas de N. Sujánov). 16 y 17 de enero de 1923. OC. 36, pp. 504-508.)

«...debido a su victoria varios Estados, los más antiguos de

occidente, están en condiciones de hacer algunas concesiones insignificantes a sus clases oprimidas, concesiones que retardan el movimiento revolucionario en esos países y crean una apariencia de "paz social".

Al mismo tiempo, muchos otros países de Oriente: India, China, etc., también a causa de la última guerra imperialista, se ven apartados por completo de sus cauces normales. Su desarrollo se ha orientado definitivamente por la línea general capitalista europea. En ellos ha comenzado la efervescencia que es general en Europa. Y para todo el mundo es claro ahora que han sido involucrados en un desarrollo que conducirá a una crisis en todo el capitalismo mundial.

(....) El desenlace de la lucha depende, en definitiva, de que Rusia,

India, China, etc., constituyen la inmensa mayoría de la población del globo. Y esta mayoría es la que se va incorporando en los últimos años, con extraordinaria rapidez, a la lucha por su liberación, de modo que en este sentido no puede haber la menor duda sobre cuál será la solución definitiva de la lucha mundial. En este sentido, la victoria definitiva del socialismo está plena y absolutamente asegurada.» (Lenin. Más vale poco y bueno. 2 de marzo 1923. OC. 36, pp. 533-537.)

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El desenlace de la lucha venía a depender del mísero "coolie chino", del atrasado campesino chino aplastado por el imperialismo y el feudalismo.

En 1926, en la lucha contra el trotskismo, el camarada Stalin planteó en la Comisión China del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista:

«Lenin decía que los chinos tendrían en un futuro próximo su año 1905 (...) Lenin no dijo en absoluto que la revolución china sería una copia

«Todos los pueblos del mundo saben que este imperialismo es la fuente de todas las guerras. Están contra él, incluyendo el pueblo norteamericano. [...] En el momento actual hay una corriente antichina en muchos lugares, lo que da la impresión de que estamos aislados. En efecto, los antichinos lo son porque temen la influencia de China y de la Revolución Cultural. Combaten a China para mantener la opresión de sus pueblos y para desviar el descontento popular. La oposición a China es efectuada por el imperialismo norteamericano y el revisionismo soviético. Esto prueba que no estamos aislados sino que nuestra influencia a través del mundo ha aumentado considerablemente. Mientras más se oponen a China, más estimulan las revoluciones

de la revolución de 1905 en Rusia. (....) lo cual quiere decir que, además de los rasgos generales de aquella revolución, la china tendrá sus peculiaridades específicas, que deberían imprimir su propio sello a la revolución China». [Subrayado nuestro]

La revolución china siguió los rasgos generales de la revolución rusa,

pero además tuvo sus "peculiaridades específicas". Una vez que la revolución china se situó en el centro de la revolución mundial, lógicamente las peculiaridades o rasgos generales de la revolución china adquirieron una importancia internacional en la misma medida en que la situación internacional convertía el "modelo chino" en la solución para los problemas de la revolución en todos los países.

Fue el mismo Presidente Mao Tsetung el que plantea a principios de la década de los 60:

«En el plano de la historia de las revoluciones, el centro revolucionario se desplaza del Oeste hacia el Este. A fines del siglo XVIII, ese centro se situaba en Francia. En esa época, Francia era el centro de la vida política mundial. A mediados del siglo XIX, el centro revolucionario se desplazó hacia Alemania. El proletariado entraba en la escena política; nacía el marxismo. A comienzos del siglo XX, el centro de la revolución se desplazó hacia Rusia y nacía el leninismo, desarrollo del marxismo. Sin el leninismo, no habría habido victoria de la revolución rusa. A mediados del siglo XX, el centro de la revolución mundial se sitúa en China.» (Presidente Mao. "Notas de lecturas del Manual de economía política de la URSS, 1960".

Y en plena revolución cultural china, en julio de 1967, el Presidente Mao plantea:

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populares: los pueblos de estos países comprenden que la vía china es el camino de la liberación. China no sólo debe ser el centro político de la revolución mundial. También debe convertirse en el centro militar y técnico

La oportunista UL, aplicando el idealismo histórico, habla de "marxismo-leninismo-maoísmo", pero niega la validez universal de la guerra popular, uno de los rasgos fundamentales de la revolución china, y, por tanto, plantea que el modelo chino no es válido para todos los países, sino solamente para los países atrasados, porque para los países avanzados sigue siendo válido

.» [Subrayados nuestros]

El Presidente Gonzalo sigue a Lenin y al Presidente Mao cuando explica el CONTEXTO histórico "en que se desenvolvió el Presidente Mao Tsetung y se forjó el maoísmo":

«…internacionalmente sobre la base del imperialismo, guerras mundiales, movimiento proletario internacional, movimiento de liberación nacional, lucha entre marxismo y revisionismo y restauración del capitalismo en la URSS, tres grandes hitos históricos cabe destacar en el presente siglo: primero, la revolución de Octubre, 1917, que abre la era de la revolución proletaria mundial; segundo, triunfo de la revolución china, 1949, cambiando la correlación de fuerzas a favor del socialismo; y tercero, gran revolución cultural proletaria, iniciada el 66, como continuación de la revolución bajo la dictadura del proletariado para mantener el rumbo hacia el comunismo. Baste resaltar que el Presidente Mao dirigió dos de estos gloriosos hechos históricos.

Y en China, donde como centro de la revolución mundial se concretó el maoísmo, dentro de la más compleja convergencia de contradicciones, intensa y cruenta lucha de clases signada por las pretensiones de las potencias imperialistas de despedazar y repartirse China, el derrumbe del imperio manchú (1911), el movimiento antiimperialista del 19, las rebeliones del inmenso campesinado, los veintidós años de lucha armada de la revolución democrática, la gran contienda por la construcción y desarrollo del socialismo y los diez años de tormenta revolucionaria por llevar adelante la revolución cultural, en medio de la más aguda lucha de dos líneas en el P.C.Ch especialmente contra el revisionismo, y todo enmarcado en el panorama internacional descrito.»

Así pues, los GRANDES CAMBIOS tras la Segunda Guerra Mundial fueron la causa de un desplazamiento del centro de la revolución mundial desde Rusia a China: un CAMBIO CUALITATIVO por el que se desplazó el "centro del pensamiento revolucionario y de la acción revolucionaria", desde el leninismo al maoísmo, desde la revolución rusa a la revolución china y la Gran Revolución Cultural Proletaria.

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el "modelo ruso". La oportunista UL, aplicando el idealismo histórico, comete la estupidez de seguir a los Kautsky cuando en 1920 se empeñaron en no comprender que para los países avanzados ya no era válido "el modelo alemán" y que se había producido un "cambio radical" por el cual el modelo ruso no sólo era válido para los países atrasados, sino para todos los países.

Por empeñarse en no comprender el maoísmo como "nueva, tercera y superior etapa", la validez universal del marxismo-leninismo-maoísmo, principalmente maoísmo, la estúpida UL acabó en la bancarrota total y completa en 1990.

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2. Los cambios que hacen necesario e inevitable el camino de la guerra popular

Hemos explicado que: 1.- en el proceso de desarrollo de la revolución proletaria mundial, de

la lucha de clases del proletariado por el poder, se va desplazando "el centro del pensamiento revolucionario y de la acción revolucionaria" de un país a otro en la misma medida que un país determinado se convierte en "el punto de convergencia" de todas las contradicciones del capitalismo en un momento dado.

2.- es toda la situación internacional en su particular desarrollo en ese "punto de convergencia" la que desplaza el centro de la revolución mundial y, por tanto, la que engendra un salto cualitativo en el pensamiento revolucionario, una nueva y superior etapa en el marxismo.

3.- La validez universal del "pensamiento revolucionario" del Presidente Mao Tsetung, del maoísmo, implica, contiene, lleva en sí, la validez universal de la "acción revolucionaria" en China, del modelo chino, del camino de la guerra popular.

Pero al explicar esto no hemos hecho más que socavar los cimientos

teóricos, la base filosófica, en que se apoya la oportunista UL para plantear los dos caminos. Socavados los cimientos corresponde pasar al asalto de la fortaleza mostrando cómo la oportunista UL, al utilizar la cita de "Problemas de la guerra y de la estrategia", ha tergiversado al Presidente Mao y ha falsificado su pensamiento para defender sus posiciones oportunistas.

La oportunista UL repitió muchas veces esa cita pero siempre amputándole la primera parte:

«En los países capitalistas, cuando éstos no son fascistas ni están en guerra, las condiciones son las siguientes: en lo interno, no existe el sistema feudal, sino la democracia burguesa; en lo externo, esos países no sufren la opresión nacional, sino que ellos mismos oprimen a otras naciones. Debido a estas características

La oportunista UL le amputaba a esta cita lo que decía el Presidente Mao Tsetung sobre qué condiciones y qué características tenía que tener la lucha de clases en los países capitalistas para que hubiese que "acumular fuerzas a través de un largo período de lucha legal". El Presidente Mao Tsetung señala

, la tarea del partido del proletariado en los países capitalistas consiste en educar a los obreros, acumular fuerzas a través de un largo período de lucha legal, y prepararse así para el derrocamiento final del capitalismo». [Subrayados nuestros]. (Presidente Mao Tsetung. OE. 2, pp. 225.)

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claramente que son las condiciones y las características de esos países cuando "no son fascistas ni están en guerra".

Entonces veamos las condiciones de la lucha de clases en los países capitalistas tras la revolución de octubre y a lo largo de este siglo XX.

2.1 El fascismo y el "excepcional encarnizamiento" de la represión.

Tratando sobre el contenido y los métodos de trabajo de los comunistas, Lenin señaló en el IV Congreso de la Internacional Comunista que:

«Es posible que los fascistas de Italia, por ejemplo, nos presten un gran servicio si hacen ver a los italianos que no son aún suficientemente cultos, y que su país no tiene aún ninguna garantía contra las centurias negras. Quizá sea muy útil." [Subrayados nuestros] (Lenin. noviembre de 1922. OC. 36, pp. 426-428.)

Y realmente fue muy útil. El fascismo en Europa demostró que la vieja,

culta y civilizada Europa no estaba a salvo de la barbarie, de la propia barbarie que el imperialismo apoya y desarrolla en los países atrasados de Asia, África y América Latina. El fascismo en Europa demostró que la vieja, culta y civilizada Europa tenía que aprender del Oriente, de China, tenía que aprender a desarrollar la lucha armada como forma principal de lucha y el ejército como forma principal de organización, tenía que aprender la dialéctica revolucionaria en su etapa superior de desarrollo, tenía que aprender a desarrollar la lucha en el frente ideológico y cultural para ir combatiendo la ideología y el estilo de trabajo burgués enraizados en más de 300 años de dominio burgués. Así se desenvolvió dialécticamente la historia: el civilizado y culto obrero europeo tiene que aprender del "coolie chino".

En 1935, en el VII Congreso de la Internacional Comunista estaban representados 76 partidos, sólo 22 eran legales.

La derrota de la revolución en Alemania en los años 30, a manos del fascismo, fue decisiva. Ante el peligro fascista se planteó el problema de las alianzas, del Frente Popular Antifascista. Pero el fascismo lleva la lucha de clases hasta la dictadura sangrienta de la burguesía, hasta la lucha armada. Allí donde el Frente Popular Antifascista pudo cuajar y llegar al gobierno, sin poder, al mismo tiempo, contener la lucha extraparlamentaria, ilegal, de las masas, era inevitable la guerra; como la guerra en España entre 1936 y 1939. En la guerra el problema se planteaba claramente: quién dirigía los fusiles, quién dirigía el ejército. El problema ya no era de unas combinaciones electorales y parlamentarias para establecer unas alianzas, el problema era que la victoria dependía de que el Partido Comunista dirigiera el ejército con una línea militar correcta.

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En noviembre de 1926, en lucha contra la pedantería trotskista, Stalin analizó "Las Perspectivas de la revolución en China" en la Comisión China del Comité Ejecutivo de la Internacional Comunista

«Lenin decía que los chinos tendrían en un futuro próximo su año 1905 (...) Lenin no dijo en absoluto que la revolución china sería una copia de la revolución de 1905 en Rusia. (....) lo cual quiere decir que, además de los rasgos generales de aquella revolución, la china tendrá sus peculiaridades específicas, que deberían imprimir su propio sello a la revolución China».

«Antes, en los siglos XVIII y XIX, las revoluciones comenzaban, por lo general, con un alzamiento del pueblo, en su mayor parte sin armas o mal armado, que chocaba con el ejército del viejo régimen, al que procuraba descomponer o, al menos, atraer parcialmente a su lado. Esta es la forma típica de las explosiones revolucionarias en el pasado. Lo mismo ocurrió en Rusia en 1905. En China, las cosas han tomado otro cariz. En China no se enfrenta a las tropas del viejo gobierno un pueblo desarmado, sino un pueblo armado, es decir, el ejército revolucionario. En China, la revolución armada combate a la contrarrevolución armada. Tal es una de las peculiaridades y una de las ventajas de la revolución china. En ello estriba el particular significado del ejército revolucionario en China.» [ Subrayado nuestro] (Stalin. OC. 8, pp. 377-383.)

"El excepcional encarnizamiento con que los enemigos reprimen

la revolución china, hace indispensable que las fuerzas revolucionarias se templen y pongan en pleno juego su tenacidad para poder mantener firmemente sus posiciones y tomar las del enemigo. Por ello, es incorrecto pensar que en China las fuerzas revolucionarias pueden formarse en un abrir y cerrar de ojos y que la lucha revolucionaria china puede triunfar de la noche a la mañana.

Frente a tales enemigos, el método principal de la revolución china, su forma principal, no puede ser la lucha pacífica

«En los países capitalistas, cuando éstos no son fascistas ni están en guerra, las condiciones» exigen desarrollar la lucha armada en la forma en que se hizo en la Revolución de Octubre. El partido del proletariado debe «educar a los obreros, acumular fuerzas a través de un largo período de lucha legal, y prepararse así para el derrocamiento final del capitalismo», mediante la

, sino que tiene que ser la lucha armada, ya que ellos, al privar al pueblo chino de toda libertad y derecho político, le hacen imposible toda actuación pacífica. Stalin dice: "En China, la revolución armada combate a la contrarrevolución armada. Tal es una de las peculiaridades y una de las ventajas de la revolución china". Esta formulación es del todo justa. Por eso, es incorrecto menospreciar la lucha armada, la guerra revolucionaria, la guerra de guerrillas y el trabajo en el ejército." [Subrayados nuestros]. (P. Mao. "La revolución china y el Partido Comunista de China". diciembre de 1939. OE. 2, pp. 327).

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insurrección armada y la guerra civil. «El caso de China es diferente. La particularidad de China es que

no es un país independiente y democrático, sino semicolonial y semifeudal, (...) Por lo tanto, no tenemos parlamento que utilizar, ni derecho legal de organizar a los obreros para realizar huelgas».

Las distintas guerras desde 1924 muestran «la diferencia entre China y los países capitalistas. En China, la forma principal de lucha es la guerra, y la forma principal de organización, el ejército».

«Las tesis de que la guerra revolucionaria `es una de las peculiaridades y una de las ventajas de la revolución china' concuerda perfectamente con las condiciones de China.»

«En China, sin lucha armada no habría lugar para el proletariado y el Partido Comunista, ni podrían éstos realizar ninguna tarea revolucionaria». [Subrayados nuestros] (P. Mao. Problemas de la guerra y de la estrategia. 6 de noviembre de 1938. OE. 1, pp. 225-226)

El fascismo dejó al proletariado sin parlamento que utilizar, ni derecho

legal de organizar a los obreros para realizar huelgas. Si el proletariado quería conquistar un lugar en la vida política del país y realizar sus tareas revolucionarias tenía que hacerlo mediante la lucha armada. En 1938 el Presidente Mao indicó con claridad meridiana:

«Hoy podemos decir con seguridad que, en las luchas de los

últimos diecisiete años, el Partido Comunista de China ha forjado no solamente una firme línea política marxista, sino también una firme línea militar marxista. Hemos aprendido a emplear el marxismo para solucionar tanto los problemas políticos como los de la guerra. (...) Estos logros son la flor de la revolución, regada con la sangre generosa de innumerables mártires, gloria que no sólo pertenece al Partido Comunista de China y al pueblo chino, sino también a los Partidos Comunistas y a los pueblos del mundo entero. Hasta hoy, en el mundo sólo hay tres ejércitos que pertenecen al proletariado y al pueblo trabajador: los dirigidos, respectivamente, por los Partidos Comunistas de la Unión Soviética, China y España; los Partidos Comunistas de los demás países no tienen aún experiencia militar. Por lo tanto, nuestro ejército y nuestra experiencia militar tienen un valor especial.» (P. Mao. Problemas de la guerra y de la estrategia. 6 de noviembre de 1938. OE. 1, pp. 233.)

Si el proletariado sufrió una derrota en España en 1936-48, primero en la

guerra regular, después en la guerra de guerrillas, el proletariado triunfó en China en 1937-49. Si en 1945 el proletariado en Francia y en Italia, siguiendo las órdenes de los dirigentes revisionistas, entregó los fusiles y vio cómo los frutos de la victoria en la guerra antifascista se los apropiaba la burguesía; en 1945, el proletariado en China no entregó los fusiles y desarrolló la guerra popular hasta la conquista del poder en 1949.

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La pedantería revisionista de los que de palabra reconocen el maoísmo,

pero en la práctica lo niegan, se expresa claramente en esta cuestión: dicen que está bien la guerra popular, pero para los países semifeudales y semicoloniales, para los coolies del Asia, África y América Latina, pues para los países capitalistas, para los cultos y civilizados países capitalistas, no valen esos "logros" de la revolución china, no tiene ningún "valor especial" la experiencia militar de la revolución china.

¿Qué ha demostrado la experiencia de los últimos 25 años en los países imperialistas y capitalistas? Que el proletariado y el Partido Comunista no han tenido un lugar en la vida política de esos países. Hay parlamentos, pero no han podido llegar a ellos. Se reconoce el derecho legal de organizar a los obreros para realizar huelgas, pero no han podido organizar sindicatos rojos. Han intentado tanto una cosa como otra, pero han fracasado y se han hundido en el revisionismo. Los que han podido llegar a la tribuna parlamentaria, los que han podido organizar sindicatos, han sido los revisionistas, ellos han contado con las libertades para hacerlo.

Hubo momentos en que el proletariado se hizo sentir en la vida política, enmudeciendo a los revisionistas y sus sindicatos. Han sido esos momentos simbolizados por el mayo del 68 en Francia. Las masas, desmoralizadas por el parlamentarismo y el sindicalismo, recobraron por un momento su energía e iniciativa, la recobraron mediante la violencia revolucionaria en la calle, mediante la lucha ilegal que yendo más allá de los límites constitucionales tambaleaba al propio gobierno. Pasado el mayo del 68, ¿qué hicieron los maoístas que destacaron en aquel París rojo como el principal enemigo del gobierno y la burguesía? Intentaron desarrollar la lucha armada. Fracasaron, pero no fracasaron porque el camino fuese erróneo, sino porque no lo tomaron con la suficiente energía en unas condiciones sumamente difíciles. El 68 europeo generó en los países donde el fascismo o la herencia fascista pesaba más, en España, en Alemania y en Italia, organizaciones armadas. Los pedantes revisionistas los ven como locos, el problema era que su "locura" era poca. Si a nivel político dieron un paso para adelante, a nivel ideológico se quedaron enredados en el filisteísmo revisionista. No asumieron el marxismo-leninismo-maoísmo y su radicalismo se les fue en una fraseología y una actividad semi-anarquista.

La democracia burguesa posterior a la Segunda Guerra Mundial no renunció a la "caza de brujas" fascista, sino que combinó el método fascista de "caza de brujas" con el método socialdemócrata del soborno, el palo con la zanahoria. Entre 1789 y 1871 fue la época del auge de la burguesía, de su completa victoria. Entre 1871 y 1914 fue la época del completo dominio y la declinación de la burguesía, "una época de transición de la burguesía progresista al reaccionario, incluso el más reaccionario, capital financiero". Es la época de la II Internacional, del "modelo alemán", "en la cual una nueva clase (el proletariado) prepara y reúne lentamente fuerzas". A partir de 1914 es la época del imperialismo y la revolución proletaria, la época del "más reaccionario,

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anticuado y agonizante capital financiero, que va de cabeza a su ruina"7

«Los sistemas de gobierno de tiempos de guerra pueden dividirse generalmente en dos tipos: uno es el centralismo democrático, el otro, el centralismo absoluto, según lo determine la naturaleza de la guerra. Todas las guerras en la historia pueden dividirse, de acuerdo con su naturaleza, en dos categorías: guerras justas y guerras injustas. Por ejemplo, la Guerra Europea que estalló hace más de veinte años fue una guerra injusta, imperialista. Los gobiernos de los países imperialistas de entonces forzaron a los pueblos a combatir por los intereses del imperialismo, yendo así contra los intereses del pueblo; estas circunstancias requerían gobiernos como el de Lloyd George en Inglaterra. Lloyd George reprimió al pueblo inglés, prohibiéndole hablar contra la guerra imperialista y proscribiendo toda organización o reunión que expresara la opinión popular contra la guerra; aunque subsistía el Parlamento, éste era simplemente órgano de un grupo de imperialistas y no servía sino para votar dócilmente el presupuesto de guerra. La ausencia de unidad entre gobierno y pueblo en la guerra da

7. Tras la Revolución de Octubre, ese capital financiero que "va de cabeza a su ruina" generó el fascismo. Tras la Segunda Guerra Mundial, en el campo imperialista y antidemocrático, formado por los imperialistas norteamericanos juntando "las fuerzas reaccionarias de los distintos países, la hez repudiada por sus pueblos", ¿se volvió para atrás, a la época de 1871 a 1914, a la época del "modelo alemán"?. Eso desearían los pedantes revisionistas, que la historia no avance, que no se desenvuelva la lucha de clases, que reine la pacífica rutina en que se embute cada día el burócrata sindical o el cretino parlamentario. Que desaparezca la dialéctica de la historia y hasta de la naturaleza, que si las estrellas tienen que nacer explosivamente que lo hagan como fruto de una casualidad, del azar, del destino, de un milagro divino, de una primera explosión en la noche de los tiempos. Nunca como expresión del salto dialéctico, de ley eterna de la materia eterna. ¡Oh si el rumbo de las estrellas se pudiese establecer por ley parlamentaria, mediante un consenso parlamentario! ¡Qué felicidad para nuestro cretino revisionista! Pero en contra de los deseos del revisionismo, la historia avanza y tras la Segunda Guerra Mundial, el capital financiero combinó el método fascista de la "caza de brujas" con el método socialdemócrata del soborno.

«El revisionismo contemporáneo es un producto de la política del imperialismo con los Estados Unidos a la cabeza y de la burguesía monopolista internacional. Aterrorizados por la política de chantaje nuclear y encandilados por la política de soborno, los revisionistas contemporáneos actúan como peones antirrevolucionarios del imperialismo norteamericano y sus lacayos.» (PCCh. “La Revolución Proletaria y el revisionismo de Jruschov”. 1964.)

El 25 de octubre de 1937, en la "Entrevista con el periodista inglés James Bertram":

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origen a un gobierno de centralismo absoluto, que necesita sólo centralismo y no democracia. Pero, en la historia, también ha habido guerras revolucionarias, como la de Francia, la de Rusia y, actualmente, la de España. En tales guerras, el gobierno no teme la desaprobación del pueblo, porque es éste el que más desea sostener esa clase de guerra; basándose en el apoyo voluntario del pueblo, el gobierno, lejos de temer a éste, se esfuerza por despertarlo y lo orienta a expresar sus puntos de vista, de modo que participe activamente en la guerra. La guerra de liberación nacional de China goza de la plena aprobación del pueblo y no puede triunfar sin su participación; por eso, el centralismo democrático se ha convertido en una necesidad. En China, la victoria de la Expedición al Norte de 1926 a 1927 se logró igualmente gracias al centralismo democrático. Se ve así que, cuando los objetivos de una guerra reflejan directamente los intereses del pueblo, cuanto más democrático es el gobierno, más eficazmente puede llevar adelante la guerra. Tal gobierno no tiene razón alguna para temer que el pueblo se oponga a la guerra y, en cambio, lo que debe inquietarle es que el pueblo vaya a permanecer inactivo o indiferente ante ella. La naturaleza de la guerra determina las relaciones entre el gobierno y el pueblo. Esta es una ley de la historia.» (P. Mao. OE. 2, pp. 52-53.)

El 1º setiembre de 1939, en «Entrevista sobre la nueva situación internacional con un corresponsal del diario “Nueva China”»

«En el presente, Chamberlain y Daladier, tras las huellas de Alemania e Italia, se vuelven cada vez más reaccionarios y aprovechan la movilización bélica para fascistizar el aparato estatal de sus países y militarizar su economía.» (P. Mao. OE. 2, p. 271.)

En enero de 1940, en "Sobre la Nueva Democracia",

«En la actualidad, después del estallido de la Segunda Guerra imperialista, ya no queda rastro de democracia en muchos países capitalistas, transformados o en vías de transformarse en Estados donde la burguesía ejerce una sangrienta dictadura militar». (P. Mao. OE. 2, pp. 365)

En agosto de 1946, cuando el imperialismo norteamericano estaba

iniciando la propaganda sobre una guerra anti-soviética, el Presidente Mao Tsetung señalaba:

«Hitler y sus socios, los militaristas japoneses, utilizaron durante largo tiempo consignas antisoviéticas como pretexto para esclavizar a los pueblos de sus propios países y agredir otros países. Los reaccionarios norteamericanos actúan ahora exactamente de la misma manera. Para iniciar una guerra, los reaccionarios de los EEUU tienen que atacar primero al pueblo norteamericano. Ya lo están haciendo: oprimen políticamente y económicamente a los obreros y a los elementos

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democráticos y se preparan para imponer el fascismo en su país" [Subrayado nuestro]. (Presidente Mao. Conversación con Anna Louise Strong. OE. 4, pag. 96-7.)

En agosto de 1949, tras la victoria de la revolución china sobre Chiang

Kai-shek, "títere de los colonialistas norteamericanos", el Presidente Mao Tsetung señalaba que "después de la caída de los gobiernos fascistas de Alemania, Italia y Japón", el Gobierno de los EE.UU. ocupaba el primer lugar entre los gobiernos reaccionarios.

«Gobiernos como los de EE.UU. e Inglaterra son gobiernos por los cuales una sola clase, la burguesía, ejerce la dictadura sobre el pueblo. Contrario en todo sentido al gobierno popular, este tipo de gobierno practica la llamada democracia para la burguesía, pero ejerce la dictadura sobre el pueblo. Los gobiernos de Hitler, Mussolini, Tojo, Franco y Chiang Kai-shek desecharon el velo de la democracia burguesa, o simplemente no lo usaron, porque en sus países la lucha de clases era extremadamente intensa y encontraron más ventajoso desechar o simplemente no usar este velo, por miedo de que el pueblo también lo utilizara para sus propios fines. El Gobierno de EE.UU. todavía tiene un velo de democracia, pero éste ha sido cortado y reducido por los reaccionarios norteamericanos a un minúsculo retazo, ya muy descolorido, lejos de lo que era en los tiempos de Washington, Jefferson y Lincoln. La razón reside en que la lucha de clases se ha vuelto más intensa. Cuando la lucha de clases se haga más intensa aún, el velo de democracia de los EE.UU. será inevitablemente arrojado a los cuatro vientos." [Subrayados nuestros]. (P. Mao. "Por qué es necesario discutir el libro blanco". OC. 4, pág. 461-2.)

El 8 de agosto de 1963, el Presidente Mao Tsetung hizo una declaración

en apoyo de los negros norteamericanos en su justa lucha contra la discriminación racial por parte del imperialismo norteamericano.

«Las atrocidades fascistas

"El imperialismo norteamericano masacra a poblaciones de otros países y también masacra a blancos y negros de su propio país. Las

del imperialismo norteamericano contra los negros han revelado la esencia de la llamada democracia y libertad en los Estados Unidos y han puesto al desnudo la concatenación interna entre la política reaccionaria que aplica en el país el gobierno norteamericano y la política de agresión que sigue en el extranjero.» [Subrayado nuestro]. (P. Mao. Extraído de "Política Exterior de China Popular", pág. 177-178).

El 20 de mayo de 1970, el Presidente Mao Tsetung hizo una declaración

en apoyo de la lucha de los pueblos del mundo contra el imperialismo norteamericano.

atrocidades fascistas de Nixon han encendido ardientes llamas del movimiento revolucionario de masas en los EE.UU.. El pueblo chino

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apoya resueltamente la lucha revolucionaria del pueblo norteamericano. Estoy convencido de que el pueblo norteamericano, que combate con valentía, triunfará por fin y de que la dominación fascista

«El poderío económico del imperialismo norteamericano, que creció durante la Segunda Guerra Mundial, tropieza con mercados interiores y exteriores inestables y cada vez más reducidos. La ulterior reducción de dichos mercados provocará crisis económicas. La repentina prosperidad de los EE.UU. originada por la guerra fue nada más que momentánea. El poderío de los EE.UU. es sólo superficial y transitorio. Inconciliables contradicciones, internas y externas, amenazan diariamente, como un volcán, al imperialismo norteamericano. Y sobre este volcán se halla sentado el imperialismo de los EE.UU. Tal situación ha empujado a los imperialistas norteamericanos a elaborar un plan para esclavizar al mundo; a correr desesperados, como fieras, por Europa, Asia y otras partes del mundo; a juntar las fuerzas reaccionarias de los distintos países, la hez repudiada por sus pueblos, para formar un campo imperialista y antidemocrático contra todas las fuerzas democráticas encabezadas por la Unión Soviética, y a preparar la guerra, con la esperanza de que en el futuro, en un tiempo distante, algún día puedan iniciar una tercera guerra mundial y derrotar las fuerzas democráticas. Este es un plan insensato.» (P. Mao. La situación actual y nuestras tareas.

en los EE.UU. fracasará ineluctablemente" [Subrayados nuestros] (P. Mao. Extraído de "Política Exterior de China Popular", pág. 186).

Esa situación de la lucha de clases en EEUU era producto del

imperialismo norteamericano y, al mismo tiempo, era el necesario sostén interno de ese imperialismo.

«Los imperialistas norteamericanos, aprovechando las condiciones surgidas después de la Segunda Guerra Mundial, han ocupado el lugar de los fascistas alemanes, italianos y japoneses, y han venido tratando de fundar un gran imperio mundial sin precedentes en la historia. El objetivo estratégico del imperialismo norteamericano consiste siempre en agredir y controlar la zona intermedia que se extiende entre los Estados Unidos y el campo socialista, sofocar las revoluciones de los pueblos y naciones oprimidos y, luego, destruir a los países socialistas, y someter así a los pueblos y países del mundo entero, incluidos los países aliados de los Estados Unidos, a la esclavitud y control del capital monopolista norteamericano.» (PCCh. 25 puntos de Pekín.)

¿Cómo intentaron fundar un gran imperio mundial sin precedentes en la historia? Juntando en un campo imperialista y anti-democrático "las fuerzas reaccionarias de los distintos países, la hez repudiada por sus pueblos".

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25 diciembre 1947. OE. 4, pp. 176). Como producto de esos planes imperialistas

«Los dos hechos destacados de la postguerra son: los imperialistas y reaccionarios en todas partes refuerzan su aparato de violencia y reprimen cruelmente a las masas populares; los imperialistas, con EE.UU. a la cabeza, perpetran intervenciones armadas contrarrevolucionarias en todo el mundo». (PCCh. La revolución proletaria y el revisionismo de Jruschov).

"Intervenciones armadas contrarrevolucionarias" para sostener a las

fuerzas reaccionarias locales y reforzar el "aparato de violencia" con que reprimen cruelmente a las masas populares.

La dominación reaccionaria que sostenían en otros países los imperialistas, con EE.UU. a la cabeza, era al mismo tiempo el sostén interno de los imperialistas en sus propios países. La misma cadena que arrojaban al cuello de otros pueblos, tenían que atar de pies y manos a sus propios pueblos.

Frente al "excepcional encarnizamiento" de los enemigos del pueblo: el método principal de la revolución, su forma principal, pasó a ser la lucha armada.

Cuando el método del "excepcional encarnizamiento" se combinó con el método de convertir a los revisionistas contemporáneos en "peones antirrevolucionarios" del imperialismo norteamericano y sus lacayos, las fuerzas revolucionarias tenían que hacer de la lucha armada el método principal, la forma principal, templándose y poniendo "en pleno juego su tenacidad para mantener firmemente sus posiciones y tomar las del enemigo"; porque las condiciones impedían que las fuerzas revolucionarias pudiesen "formarse en un abrir y cerrar de ojos" y que la lucha revolucionaria pudiese "triunfar de la noche a la mañana" (P. Mao. "La revolución china y el PCCh.)

Cuando los revisionistas convirtieron la URSS en una superpotencia imperialista y un estado fascista, imponiendo la dominación fascista en los estados lacayos que cayeron bajo su bastón de mando tras la restauración capitalista: el método principal de la revolución, su forma principal, pasó a ser la lucha armada.

«Después que el proletariado asume el Poder y durante todo el período histórico del socialismo, existe la lucha entre el proletariado que se empeña en consolidar su dictadura y la burguesía que trata de derrocarla. En su intento de derribar la dictadura del proletariado, la burguesía siempre trata desesperadamente de apoderarse de las armas a través de sus representantes infiltrados en el Partido Comunista. En la Unión Soviética, la camarilla revisionista jruschovista usurpó el poder militar y protagonizó un golpe de Estado contrarrevolucionario. Esta es una seria lección. En China, el máximo de los elementos con poder seguidores del camino capitalista dentro del Partido se confabuló

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durante 17 años con los grandes conspiradores, arribistas y caudillos militares Peng Te-juai y Lou Rui-ching a fin de realizar la restauración del capitalismo. Se entregaron a frenéticas actividades solapadas para usurpar la dirección del ejército, en un vano intento de convertir a nuestro ejército popular en su instrumento para una restauración contrarrevolucionaria. Los imperialistas, encabezados por los EE.UU., intentaron invadir y subvertir a los países socialistas. En vista de ello, los pueblos revolucionarios de los países socialistas deben estudiar también a conciencia la teoría del Presidente Mao sobre la guerra popular y empuñar hábilmente esta arma ideológica extremadamente afilada

2.2 Fascismo y revisionismo

a fin de destrozar los planes para la restauración capitalista y consolidar la dictadura del proletariado. Deben mantenerse vigilantes en todo momento contra la agresión armada del imperialismo y sus cómplices, asegurar que las armas están firme y seguramente en manos del proletariado y prevenir que los revisionistas usurpen el poder militar o cambien la naturaleza del ejército del proletariado. Este es el factor vital para impedir la restauración del capitalismo.» (PCCh. En el 40º aniversario del Ejército Popular de Liberación de China. 1967.)

Y donde no hubo lucha armada, no hubo nada. Ni el proletariado ni su

partido tuvieron un lugar ni pudieron realizar tarea revolucionaria alguna.

En España, tras la muerte de Franco, hubo un cambio en la forma de

dominación, en el sistema de gobierno: de una forma fascista a una democrático-burguesa, de un sistema de gobierno fascista a un sistema de gobierno democrático-burgués. Pero había unos hechos a considerar: después de 1978 el proletariado y su partido no habían conquistado el lugar que habían ocupado en los años 30, en la experiencia del trabajo de masas en 1987-89 se demostraba que ese lugar no se podía ocupar sin la guerra popular. Lo que había sido aplastado por las armas en 1939, levantado tenía que ser por las armas (el partido, el movimiento, los sindicatos rojos, la prensa obrera,....). Y en base a esos hechos añadimos: la historia avanza hacia adelante, no marcha para atrás, a los años 30. Bajo la democracia-burguesa hay un proceso de reaccionarización, un proceso de corporativización, encabezado por los propios revisionistas, ese proceso levanta muros a la propaganda y agitación comunista y, en la práctica, nos deja "sin parlamento que utilizar, ni derecho legal de organizar a los obreros para realizar huelgas" (P. Mao. Problemas de la guerra y de la estrategia.)

Sabemos que en la España de la década de los 80, bajo un gobierno socialdemócrata, no era fácil comprender esa cuestión. Pero bastaba ir al trabajo de masas aplicando la táctica leninista para empezar a comprenderlo, comprendiendo con ello un poco más el modelo chino, o más exactamente, la

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relación entre la guerra popular en la revolución china y la Gran Revolución Cultural Proletaria. Veamos ahora esta cuestión.

Empecemos otra vez por Kautsky, por aquel Kautsky de 1902 que citaba Lenin en 1920, en "El `izquierdismo', enfermedad infantil del comunismo". Cuando en 1902, Kautsky atisbaba un "nuevo desplazamiento de centro revolucionario... hacia Rusia", explicaba así las condiciones que lo hacían necesario e inevitable.

«Rusia, que ha recibido tanta iniciativa revolucionaria de occidente, quizá esté hoy preparada para servir a occidente de fuente de energía revolucionaria. Es posible que el creciente movimiento revolucionario ruso sea el medio más poderoso para conjurar el espíritu de filisteísmo endeble y de fríos cálculos políticos que empieza a difundirse en nuestras filas, y haga surgir de nuevo el espíritu de lucha y la abnegación apasionada respecto de nuestros grandes ideales. Hace ya mucho que Rusia ha dejado de ser para Europa occidental un baluarte de la reacción y del absolutismo. Creo que hoy es cierto lo contrario. Europa occidental se está convirtiendo en el baluarte de la reacción y del absolutismo en Rusia... Es posible que los revolucionarios rusos hubieran acabado hace ya mucho con el zar si no se hubiesen visto obligados a luchar al mismo tiempo contra su aliado, el capital europeo. Esperemos que esta vez logren vencer a ambos enemigos y que la nueva "santa alianza" se derrumbe más pronto que sus antecesoras. Pero sea cual fuere el resultado de la lucha actual en Rusia, la sangre y los sufrimientos de los mártires que, por desgracia, engendrará esta lucha en cantidad demasiado grande, no serán en vano. Nutrirán los brotes de la revolución social en todo el mundo civilizado y los harán crecer con mayor exuberancia y rapidez. En 1848, los eslavos fueron la helada mortífera que marchitó las flores de la primavera de los pueblos. Quizá su destino sea convertirse en la tormenta que rompa el hielo de la reacción y traiga consigo irresistiblemente una nueva y feliz primavera para las naciones». (Kautsky citado por Lenin. OC. 33, p. 127.)

16 años más tarde, en 1918, el renegado Kautsky seguía considerando el

problema de "conjurar el espíritu de filisteísmo endeble y de fríos cálculos políticos" que se había difundido en las filas del movimiento obrero alemán.

«Allí donde el proletariado se encuentra falto de derechos no puede desarrollar organizaciones de masas y, en tiempos normales, no puede dirigir luchas de masas; allí sólo puede actuar una élite de osados combatientes que se encuentra en constante oposición contra el régimen dominante. Pero a esa élite se le señala día tras día la necesidad --es más, hasta es empujada literalmente a ella-- de acabar radicalmente con todo el sistema. Imperturbable, movido por las pequeñas necesidades de la vida política cotidiana, el espíritu es llevado únicamente hacia los grandes problemas y es ejercitado continuamente en el análisis de los grandes nexos causales sociales y políticos....

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[La militancia revolucionaria] se ve movida por altos intereses teóricos y por ese entusiasmo que sólo pueden despertar elevadas metas.

En forma completamente distinta actúa la democracia sobre los proletarios... La democracia desarrolla organizaciones de masas con un masivo trabajo administrativo; exhorta a los ciudadanos a discutir y a solucionar numerosas cuestiones de la vida cotidiana, a menudo de carácter muy pequeño. Todo el tiempo libre de los proletarios se ve cada vez más ocupado por el «trabajo pequeño», cada vez se dedica más a los pequeños éxitos del momento. Pero en estrechos círculos se limita el sentido. Falta de comprensión por la teoría --sí, hasta desprecio por ella-- y el oportunismo, en lugar de los grandes principios, se tornan lo dominante. Si en sus tiempos Marx y Engels pudieron alabar el espíritu teórico de los obreros alemanes con respecto a los de Europa Occidental y América, hoy, en lo que se refiere a los intereses teóricos, encontrarían la misma superioridad teórica entre los obreros rusos con respecto a los alemanes.» (Kautsky. La dictadura del proletariado. 1918).

El renegado Kautsky seguía considerando el mismo problema, pero con

una diferencia importante: 1 en 1902 planteaba que "el creciente movimiento revolucionario

ruso (es) el medio más poderoso" para conjurar el filisteísmo y que surja "el espíritu de lucha y la abnegación apasionada respecto de nuestros grandes ideales", que la tormenta de la revolución rusa iba a romper el hielo de la reacción y a nutrir "los brotes de la revolución social en todo el mundo civilizado"

2 en 1918 planteaba el renegado que el medio no era la revolución rusa sino la democracia burguesa: "Cuanto más actúe la democracia para que sea acortada la jornada de trabajo, tanto mayor será la cantidad de tiempo libre de que dispondrá el obrero, y tanto más será la parte de ésta que le dedique, junto al indispensable pequeño trabajo de sus labores, a los grandes y amplios problemas". Han pasado más de 70 años y la historia ha desmentido a Kautsky: el acortamiento de la jornada laboral en los países imperialistas no ha ido acompañada de un resurgir del espíritu revolucionario, al contrario, de una mayor esclavización ideológica y cultural (las llamadas "cultura del ocio" e "industria del ocio").

En 1920, Lenin escribió "El `izquierdismo', enfermedad infantil del comunismo": «conforme al plan general... que tiene por objeto aplicar a Europa occidental todo lo que, en líneas generales, en la historia y la táctica actual del bolchevismo es universalmente aplicable, importante e indispensable».

Aplicando a Europa occidental lo universalmente aplicable de la historia y táctica bolchevique, Lenin plantea:

1 «La vanguardia proletaria ha sido conquistada ideológicamente.

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Esto es lo principal. Sin ello es imposible dar ni siquiera el primer paso hacia la victoria. Pero de esto a la victoria falta todavía un buen trecho. No se puede obtener la victoria con la vanguardia sola». Hace falta ganar a las amplias masas, pero para ello, «no bastan la propaganda y la agitación, por sí solas», «las masas deben hacer su propia experiencia política».

2.- Por tanto, «el objetivo inmediato de la vanguardia con conciencia de clase.... consiste en saber conducir a las amplias masas a su nueva posición....» «Hay que concentrar ahora todos los esfuerzos y toda la atención en el paso siguiente, que puede parecer -y desde cierto punto de vista en realidad lo es- menos fundamental, pero que, por otra parte, está en realidad más cerca de la solución práctica de la tarea, es decir: buscar las formas de la transición o del acceso a la revolución proletaria». «En tanto que el primer objetivo histórico (el de ganar para el poder soviético y para la dictadura de la clase obrera a la vanguardia con conciencia de clase del proletariado) no podía alcanzarse sin una victoria ideológica y política completa sobre el oportunismo y el socialchovinismo, el objetivo segundo e inmediato, que consiste en saber conducir a las masas a una nueva posición, que asegure el triunfo de la vanguardia en la revolución, no puede alcanzarse sin la liquidación del doctrinarismo de izquierda, sin la eliminación total de sus errores».

3.- Para desarrollar la táctica y alcanzar el objetivo inmediato de ganar a las amplias masas, «la clase revolucionaria, para realizar su misión, debe aprender a dominar todas las formas o aspectos de la actividad social sin excepción» y «estar preparada para la más rápida y brusca sustitución de una forma por otra», pues «un ejército que no se prepara para manejar todas las armas, todos los medios y métodos de lucha que el enemigo posee o puede poseer, se comporta de un modo insensato y hasta criminal. Esto se aplica más aun a la política que al arte militar». «Tenemos que empeñarnos en realizar tareas prácticas, cada vez más variadas, cada vez más estrechamente vinculadas a todos los aspectos de la vida social, arrebatando a la burguesía sector tras sector, esfera tras esfera». Empeñados en esas tareas prácticas debemos «indagar, investigar, prever, captar lo que es nacionalmente específico y nacionalmente particular en la forma concreta en que cada país debe abordar una tarea internacional única: la victoria sobre el oportunismo y el doctrinarismo de izquierda dentro del movimiento obrero; el derrocamiento de la burguesía; la instauración de una república soviética y de una dictadura proletaria; esa es la tarea fundamental del período histórico que atraviesan todos los países avanzados (y no sólo ellos)». Trabajo práctico y análisis concreto de la realidad concreta para buscar las formas nacionales porque «Falta sólo una cosa para que podamos

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marchar hacia la victoria con más firmeza y seguridad: la comprensión universal y completa por parte de todos los comunistas de todos los países, de la necesidad de exhibir la máxima flexibilidad en nuestra táctica. El movimiento comunista, que se desarrolla en forma magnífica, hoy carece, sobre todo en los países adelantados, de esta comprensión y de la capacidad de aplicarla en la práctica».

«Podría (y debería) ser una lección útil lo que les ocurrió a dirigentes de la II Internacional, a marxistas tan eruditos fieles al socialismo como Kautsky, Otto Bauer y otros. Comprendían perfectamente la necesidad de una táctica flexible; habían comprendido la dialéctica de Marx y la enseñaban a otros (y mucho de lo que hicieron en ese terreno será considerado siempre como una valiosa contribución a la literatura socialista); sin embargo, en la aplicación de esa dialéctica demostraron ser en la práctica tan poco dialécticos, tan incapaces de tener en cuenta los rápidos cambios de forma y la rápida adquisición de un nuevo contenido por las antiguas formas, que su suerte no es mucho más envidiable que la de Hyndman, Guesde y Plejánov. La causa fundamental de su fracaso fue que estaban "hipnotizados" por una forma determinada de crecimiento del movimiento obrero y del socialismo, olvidaron todo lo relativo al carácter unilateral de esa forma, temieron ver la brusca ruptura que las circunstancias objetivas hacen inevitable y continuaron repitiendo axiomas simples y a primera vista indiscutibles que habían aprendido de memoria, como: tres son más que dos. Pero la política se parece más al álgebra que a la aritmética, y todavía más a las matemáticas superiores que a las matemáticas elementales. En realidad, todas las formas antiguas del movimiento socialista han adquirido un nuevo contenido, y por consiguiente, delante de todas las cifras ha aparecido un signo nuevo, el signo "menos"; nuestros sabihondos, sin embargo, siguieron (y siguen) obstinadamente tratando de persuadirse y de persuadir a otros de que "menos tres" es más que "menos dos".

...debemos procurar que un error similar, sólo que cometido en sentido contrario por los comunistas "de izquierda", sea corregido lo antes posible y eliminado con la mayor rapidez y lo menos dolorosamente posible. No sólo el doctrinarismo de derecha constituye un error; también es un error el doctrinarismo de izquierda. Naturalmente, el error del doctrinarismo de izquierda en el comunismo es en la actualidad mil veces menos peligroso y menos serio que el doctrinarismo de derecha (es decir, el socialchovinismo y el kautskismo); pero, después de todo, esto sólo se debe a que el comunismo de izquierda es una tendencia muy nueva, acaba de nacer. Es sólo por ello que, en ciertas condiciones, la enfermedad puede ser fácilmente curada y debemos ponernos a la obra, con la mayor energía, a fin de curarla.

Las antiguas formas estallaron en pedazos, pues resultó que su

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nuevo contenido -antiproletario, reaccionario- ha adquirido un desarrollo desmesurado. Desde el punto de vista del desarrollo del comunismo internacional nuestra labor tiene hoy un contenido tan sólido y poderoso (en favor del poder soviético y de la dictadura del proletariado), que puede y debe manifestarse en cualquier forma, tanto antigua como nueva; que puede y debe reformar, vencer y someter a todas las formas, no sólo las nuevas, sino también las antiguas, no con el fin de conciliar con lo viejo, sino con el fin de convertir a todas y cada una de las formas -nuevas y viejas-, en un arma de la victoria completa y definitiva, decisiva e irreversible del comunismo.

[....] El doctrinarismo de derecha se obstinaba en no admitir más que las formas antiguas, y fracasó por completo, pues no advirtió el nuevo contenido. El doctrinarismo de izquierda se obstina en el rechazo incondicional de determinadas formas antiguas, sin alcanzar a ver que el nuevo contenido se abre paso a través de todas y cada una de las formas, que nuestro deber de comunistas consiste en dominar todas las formas, en aprender a complementar una forma con otra, a remplazar una por otra con la máxima rapidez, y en adaptar nuestra táctica a cada uno de esos cambios que no han sido provocados por nuestra clase ni por nuestros esfuerzos.

La revolución universal ha sido estimulada y acelerada tan poderosamente por los horrores, la ruindad y las abominaciones de la guerra imperialista mundial y por la situación sin salida creada por ella; esta revolución se desarrolla en extensión y profundidad con una rapidez tan extraordinaria, con una variedad tan magnífica de formas sucesivas, con una refutación práctica tan instructiva de todo doctrinarismo, que existen todas las razones para esperar que el movimiento comunista internacional se restablecerá rápidamente y por completo de la enfermedad infantil del comunismo "de izquierda".» (P. Mao. OC. 33, pp. 209-211.)

Repasemos lo más importante. En Europa occidental, los comunistas

deben: 1 Empeñarse «en realizar tareas prácticas, cada vez más variadas,....» 2 Tienen que «usar la cabeza para orientarse en cada caso

particular», indagando, investigando, captando «lo que es nacionalmente específico y nacionalmente particular en la forma concreta en que cada país debe abordar una tarea internacional única». Pues «una teoría revolucionaria acertada... adquiere su forma definitiva sólo en estrecha vinculación con la actividad práctica de un movimiento verdaderamente de masas y verdaderamente revolucionario»

3 Deben combatir todo doctrinarismo y estudiar y aplicar la dialéctica revolucionaria en la lucha de clases desarrollando una táctica flexible.

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Es sencillo, muy sencillo, pero la solución fue dada por un país atrasado,

más atrasado que Rusia. La solución la aportó el "coolie chino" a través de la experiencia práctica de 22 años de guerra popular: mostrando la forma en que se llevan a la práctica esas instrucciones de Lenin. Porque en Europa occidental resultó difícil, sumamente difícil.

Esa solución no sólo está contenida en las tesis filosóficas del Presidente

Mao Tsetung sobre la práctica y sobre la contradicción en lucha contra el dogmatismo y en las campañas de rectificación del estilo de trabajo durante la guerra popular prolongada, sino que además y, sobre todo, está contenida en la Gran Revolución Cultural Proletaria, la transformación más avanzada hecha por la humanidad hasta ahora y en el país más avanzado del mundo en aquel momento. La Revolución Cultural tenía como tarea principal la lucha contra los dirigentes seguidores del camino capitalista, pero su meta era resolver el problema de la concepción del mundo, extirpar las raíces del revisionismo luchando porfiadamente y sin desmayo contra «la vieja ideología, cultura, hábitos y costumbres dejados a lo largo de miles de años por todas las clases explotadoras».

2.3 Los prejuicios legalistas, constitucionalistas y democrático-burgueses.

Veamos más en detalle cómo planteaba Lenin el problema en 1920, en el libro sobre el "El `izquierdismo', enfermedad infantil del comunismo", el problema de los prejuicios legalistas, constitucionalistas y democrático-burgueses.

«…en Europa occidental, las masas atrasadas de obreros y -aun en mayor grado- de pequeños campesinos están mucho más imbuidas de prejuicios democrático-burgueses y parlamentarios de lo que estaban en Rusia…» (Lenin. OC. 33, pp. 170.)

«El más desvergonzado arribismo, la utilización burguesa de las

bancas parlamentarias, la flagrante desnaturalización reformista de la labor parlamentaria y el vulgar espíritu conservador pequeñoburgués, son todos, indudablemente, rasgos corrientes y predominantes engendrados en todas partes por el capitalismo, no sólo fuera, sino dentro del movimiento obrero. Pero el capitalismo y el ambiente burgués que él crea (que desaparece muy lentamente, incluso después del derrocamiento de la burguesía, puesto que el campesinado origina sin cesar burguesía) producen, en todas las esferas de la actividad y de la vida, lo que es en esencia el mismo arribismo burgués, el chovinismo nacional, la vulgaridad pequeñoburguesa, etc., con insignificantes

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variedades de forma.» (Lenin. OC. 33, pp. 222-223.)

«...bajo el dominio de la burguesía es muy "difícil" eliminar las costumbres burguesas de nuestro propio partido.... fue difícil en Rusia y es muchísimo más difícil en Europa occidental y en América, donde la burguesía es mucho más fuerte, donde las tradiciones democrático-burguesas son más fuertes, etc.

[...] Hasta que la burguesía haya sido derrocada y, después de ello,

hasta que hayan desaparecido por completo la economía en pequeña escala y la pequeña producción mercantil, el ambiente burgués, los hábitos de propietario y las tradiciones pequeñoburguesas estorbarán la labor proletaria, tanto fuera como dentro del movimiento obrero, no únicamente en una sola esfera de actividad -la parlamentaria-, sino inevitablemente en todas y cada una de las esferas de la actividad social, en todos los terrenos culturales y políticos sin excepción. Y es un profundo error, que con toda seguridad habrá que pagar más tarde, intentar desentenderse, apartarse de uno de los problemas o dificultades "desagradables" en alguna esfera de actividad. Tenemos que aprender a dominar todas las esferas de trabajo y de actividad, sin excepción, a vencer todas las dificultades y a eliminar todos los hábitos, costumbres y tradiciones burguesas en todas partes. Cualquier otra forma de plantear el problema es simplemente falta de seriedad y mera puerilidad.» (Lenin. OC. 33, pp. 224-5.)

«En países más adelantados que Rusia se manifestó, y tenía que

manifestarse, inevitablemente, en medida mucho mayor que en nuestro país, un cierto espíritu reaccionario en los sindicatos. Nuestros mencheviques encontraron apoyo en los sindicatos (y hasta cierto punto todavía lo encuentran en un pequeño número de sindicatos), debido a esa estrechez de miras gremial, a ese egoísmo gremial y al oportunismo. Los mencheviques de occidente se han "instalado" mucho más sólidamente en los sindicatos; ha surgido allí, con mucha más fuerza que en nuestro país, una capa de "aristocracia obrera" cerrada, mezquina, egoísta, insensible, codiciosa y pequeñoburguesa, con mentalidad imperialista y corrompida por el imperialismo. Esto es indiscutible. La lucha.... en Europa occidental, es mucho más difícil que la lucha contra nuestros mencheviques...» (Lenin. OC. 33, pp. 156-157.)

El problema de los prejuicios legalistas, constitucionalistas y democrático-burgueses para desarrollar el trabajo de masas.

Esos dirigentes oportunistas en los sindicatos "recurrirán sin duda a todos los artificios de la diplomacia burguesa y a la ayuda de los gobiernos burgueses, del clero, de la policía y de la justicia para mantener a los comunistas fuera de los sindicatos, para expulsarlos de

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ellos por todos los medios y hacer lo más desagradable posible su trabajo en los sindicatos, para ofenderlos, acosarlos y perseguirlos. Hay que saber hacer frente a todo eso, estar dispuestos a todos los sacrificios, e incluso -en caso de necesidad- recurrir a diversas estratagemas, astucias y procedimientos ilegales, evasivas y subterfugios con tal de entrar en los sindicatos, permanecer en ellos y realizar allí, cueste lo que cueste, un trabajo comunista. Bajo el zarismo no tuvimos ninguna "posibilidad legal" hasta 1905; pero cuando el agente de la policía secreta, Zubátov, organizó sus asambleas obreras y asociaciones de trabajadores centurionegristas con el objeto de atrapar a revolucionarios y de luchar contra ellos, enviamos a miembros de nuestro partido a esas asambleas y a esas asociaciones (recuerdo a uno de ellos, el camarada Babushkin, destacado obrero de Petersburgo, fusilado en 1906 por orden de los generales zaristas). Establecieron contacto con las masas, lograron realizar su agitación y arrancar a los obreros de la influencia de los agentes de Zubátov8

«…los partidos comunistas deben lanzar sus consignas; los verdaderos proletarios, con ayuda de la gente pobre no organizada y oprimida, deben distribuir volantes,... en las viviendas de los obreros y en las chozas de los proletarios rurales y de los campesinos que viven en aldeas remotas (...); deben concurrir a las tabernas, introducirse en las asociaciones, sociedades y reuniones accidentales de gente sencilla, y hablar a la gente, no en un lenguaje erudito.... tratar, en todas partes, de lograr que la gente piense, arrastrar a las masas a la lucha,... Es muy difícil hacer esto en Europa occidental y en extremo difícil hacerlo en

8. Naturalmente, esto es más difícil de lograr en Europa occidental, imbuida de los más arraigados prejuicios legalistas, constitucionalistas y democraticoburgueses. No obstante, ello se puede y se debe hacer, y en forma sistemática. (Lenin. OC. 33, pp. 159-160.)

NOTA ACLARATORIA: Hoy ya no es necesario ir a los sindicatos

reformistas a "arrancar a los obreros" de la influencia del oportunismo, porque las masas obreras ya han abandonado esos sindicatos y los afiliados que quedan en esos sindicatos sólo pueden ser arrancados de la influencia del oportunismo por otra táctica: desarrollar las luchas obreras a través de los organismos generados por el partido. La táctica ha cambiado pero no ha acabado la lucha contra "los más arraigados prejuicios legalistas, constitucionalistas y democraticoburgueses".

Siguiendo con el problema de los prejuicios legalistas, constitucionalistas y democrático-burgueses para desarrollar el trabajo de masas.

Lenin explica, con ocasión de las campañas electorales, los métodos "rusos", "bolcheviques", en el trabajo político. Métodos para "transformar en toda la línea, en todos los aspectos de la vida, el viejo estilo de trabajo socialista, tradeunionista, sindicalista y parlamentario, en un nuevo tipo de trabajo comunista":

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América, pero puede y debe hacerse, pues sin esfuerzo no se pueden lograr los objetivos del comunismo. Tenemos que empeñarnos en realizar tareas prácticas, cada vez más variadas, cada vez más estrechamente vinculadas a todos los aspectos de la vida social, arrebatando a la burguesía sector tras sector, esfera tras esfera».

2.4 El problema del subjetivismo y el estilo de trabajo

«En Alemania, como en otros países europeos, la gente está demasiado habituada a la legalidad, a la elección libre y normal de "dirigentes" en congresos de partidos regulares, al cómodo método de comprobar la composición de clase de los partidos por medio de las elecciones parlamentarias, actos de masas, la prensa, el estado de ánimo de los sindicatos y otras asociaciones, etc. Cuando, debido al desarrollo tempestuoso de la revolución y al desarrollo de la guerra civil, en lugar de este procedimiento rutinario se hizo necesario pasar rápidamente de la legalidad a la ilegalidad, combinar ambas, y adoptar métodos "incómodos", "antidemocráticos", para designar, formar o conservar "grupos dirigentes", la gente perdió la cabeza...» (Lenin. OC. 33, pp. 146-147.)

«Es evidente que los de "izquierda" de Alemania han confundido

su deseo, su actitud político-ideológica con la realidad objetiva. Este es un error muy peligroso para los revolucionarios. En Rusia, donde el yugo en extremo brutal y salvaje del zarismo engendró, durante un período particularmente prolongado y en formas particularmente variadas, revolucionarios de diversos matices, revolucionarios que dieron prueba de una abnegación, un entusiasmo, un heroísmo y una fuerza de voluntad asombrosos, en Rusia hemos observado muy de cerca ese error de los revolucionarios; lo hemos estudiado con suma atención y lo hemos conocido directamente; es por ello que podemos también verlo con especial claridad en otros. [...] No hay que descender al nivel de las masas, al nivel de los sectores atrasados de la clase. Esto es indiscutible. Hay que decirles la amarga verdad; es obligatorio llamar a los prejuicios democraticoburgueses y parlamentarios por su nombre: prejuicios. Pero al mismo tiempo hay que seguir con serenidad el estado real de conciencia de clase y de preparación de toda la clase (y no sólo de su vanguardia comunista), de todos los trabajadores (y no sólo de sus elementos avanzados).» (Lenin. OC. 33, pp. 163.)

«En muchos países de Europa occidental, puede decirse que el

estado de ánimo revolucionario es actualmente una "novedad" o una "rareza", vana e impacientemente esperada durante demasiado tiempo.

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Quizá sea por ello que la gente se deja llevar con tanta facilidad por ese estado de ánimo. Por cierto, sin un estado de ánimo revolucionario en las masas y sin condiciones que favorezcan el desarrollo de ese estado de ánimo, la táctica revolucionaria no se transformará en acción. En Rusia, sin embargo, una experiencia muy larga, dura y sangrienta nos ha enseñado la verdad de que no es posible construir la táctica revolucionaria sobre el estado de ánimo revolucionario solamente. La táctica debe basarse en una apreciación serena y estrictamente objetiva de todas las fuerzas de clase de un Estado determinado (y de los Estados que lo rodean, y de todos los Estados del mundo), así como de la experiencia de los movimientos revolucionarios.» (Lenin. OC. 33, pp. 168.)

«En Inglaterra, el estado de ánimo y el punto de vista de los

comunistas jóvenes, de los obreros de base que sólo comienzan a aceptar el comunismo, "es altamente satisfactorio y valioso; debemos aprender a apreciarlo y apoyarlo, porque, de no existir, sería inútil esperar la victoria de la revolución proletaria en Inglaterra (o en cualquier otro país). Hay que valorar y ayudar con toda solicitud a los hombres que pueden expresar ese estado de ánimo de las masas y saben suscitar ese estado de ánimo (que muy a menudo está adormecido, inconsciente) entre las masas. Al mismo tiempo, debemos decirles franca y sinceramente que ese estado de ánimo por sí solo es insuficiente para dirigir a las masas en la gran lucha revolucionaria, y que la causa de la revolución puede ser perjudicada por determinados errores en que pueden incurrir o incurren los hombres más fieles a la causa de la revolución. La carta del camarada Gallacher revela, indudablemente, el germen de todos los errores que cometen los comunistas "de izquierda" alemanes y que cometieron los bolcheviques "de izquierda" rusos en 1908 y 1918.

El autor de la carta está imbuido del más noble odio proletario a los "políticos de clase" de la burguesía (odio que comprenden y comparten, por otra parte, no sólo los proletarios, sino todos los trabajadores, toda la "pequeña gente", para emplear la expresión alemana). Este odio en un representante de las masas oprimidas y explotadas es, en realidad, el "comienzo de toda sabiduría", la base de todo movimiento socialista y comunista y de sus éxitos. Pero el autor parece haber perdido de vista el hecho de que la política es una ciencia y un arte que no caen del cielo ni se logran en forma gratuita, y que, si quiere vencer a la burguesía, el proletariado debe formar sus propios "políticos de clase", de un tipo en nada inferiores a los políticos burgueses.» (Lenin. OC. 33, pp. 184-186.)

Es el Presidente Mao Tsetung quién desarrollando la dialéctica

revolucionaria resuelve el problema de la lucha contra el subjetivismo.

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Esto planteaba Lenin en 1920, veamos ahora para terminar, lo que se plantea entre 1921 y 1922.

En el III Congreso de la Internacional Comunista se sintetizaron los métodos "rusos", "bolcheviques", del trabajo partidario en las "Tesis sobre la estructura, los métodos y la acción de los partidos comunistas". En dichas tesis se trata sobre la necesidad del trabajo político cotidiano y del trabajo de masas.

«El partido comunista debe ser una escuela de trabajo del marxismo revolucionario. Es mediante el trabajo cotidiano común en las organizaciones del Partido como se reafirman los vínculos entre los diferentes grupos y afiliados.

En los partidos comunistas legales no existe aún en la actualidad la participación regular de la mayoría de los miembros en el trabajo político cotidiano. Ese es su mayor defecto y la causa de una perpetua incertidumbre en su desarrollo.

El peligro que siempre amenaza a un Partido obrero que da sus primeros pasos hacia la transformación comunista es el de conformarse con la aceptación de un programa comunista.... pues la primera condición de una realización consciente de este programa es la movilización de todos los afiliados en el trabajo cotidiano permanente.

[...] Nuestra tarea más importante antes de la insurrección

revolucionaria declarada es la propaganda y la agitación revolucionaria. En su mayor parte, esta actividad y su organización aún es llevada a cabo con frecuencia a la antigua usanza formalista, mediante manifestaciones ocasionales, mediante reuniones de masas y sin preocuparse del contenido revolucionario concreto de los discursos y de los escritos.

La propaganda y la agitación comunista debe, ante todo, arraigarse en los medios más profundos del proletariado. Debe ser engendrada por la vida concreta de los obreros, por sus intereses comunes, particularmente por sus luchas y esfuerzos.

[...] Las formas principales de propaganda y de agitación comunistas

son: entrevistas personales verbales, participación en los combates de los movimientos obreros sindicales y políticos, acción ejercida por la prensa y la literatura del partido. Cada miembro de un partido legal o ilegal debe, de una forma u otra, participar regularmente en esta actividad.

La propaganda personal verbal debe ser llevada a cabo en primer lugar a modo de agitación casa por casa, organizada sistemáticamente y confiada a grupos constituidos especialmente con ese objeto. Ni una sola casa, situada en la esfera de influencia de la organización local del partido, debe quedar al margen de esta agitación. En las ciudades más importantes, una agitación callejera, especialmente organizada mediante carteles y volantes, puede lograr buenos resultados. Además, en las fábricas y los talleres es necesario organizar una agitación personal

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regular, llevada a cabo por las células o fracciones de partido y acompañada de distribución de literatura».

Un año más tarde, en el IV Congreso de la Internacional Comunista,

Lenin decía de las Tesis aprobadas en el III Congreso, referentes a "la estructura, los métodos y la acción de los partidos comunistas":

«…la resolución está magníficamente redactada, y estoy dispuesto a suscribir cada uno de sus 50 o más puntos. Pero no hemos aprendido cómo presentar nuestra experiencia a los extranjeros. [...] Creo que después de cinco años de la revolución rusa, lo más importante para todos nosotros, tanto para los rusos como para los camaradas extranjeros, es sentarnos a estudiar. Sólo ahora tenemos la posibilidad de hacerlo. No sé cuánto tiempo durará esta posibilidad. No sé por cuánto tiempo nos concederán las potencias capitalistas la posibilidad de estudiar con tranquilidad. Pero cada momento libre que nos deje la lucha, la guerra, debemos aprovecharlo para estudiar, y para estudiar desde el principio. [...] También deben estudiar nuestros camaradas extranjeros, en primer lugar, entre otras cosas, deben aprender a comprender lo que hemos escrito sobre la estructura orgánica de los partidos comunistas, y que los camaradas extranjeros han firmado sin leerlo, sin comprenderlo. Esta debe ser su tarea primordial. Es preciso que esa resolución se cumpla. No se puede cumplir de la noche a la mañana; eso es absolutamente imposible. La resolución es demasiado rusa, refleja la experiencia rusa. Por eso los extranjeros no la comprenden, y no pueden conformarse con colgarla en un rincón como un icono y rezar ante él. Así nada se conseguirá. Deben asimilar parte de la experiencia rusa. Cómo lo harán, no lo sé. Es posible que los fascistas de Italia, por ejemplo, nos presten un gran servicio si hacen ver a los italianos que no son aún suficientemente cultos, y que su país no tiene aún ninguna garantía contra las centurias negras. [...] deben estudiar en sentido particular, para que comprendan realmente la organización, estructura, método y contenido de la labor revolucionaria. Si lo hacen, estoy seguro de que las perspectivas de la revolución mundial serán no sólo buenas, sino excelentes.»

En el mismo año de 1922, Lenin plantea en "Notas de un publicista":

«El proceso de transformación de un partido europeo del viejo tipo, parlamentario, reformista en los hechos y apenas teñido con colores revolucionarios, en un partido de nuevo tipo, en un partido auténticamente revolucionario, auténticamente comunista, es un proceso extraordinariamente arduo. Quizá el ejemplo de Francia es el que lo muestre más claramente. El proceso de modificar el tipo de trabajo partidario en la vida diaria, de romper con la rutina; el proceso de convertir al partido en la vanguardia del proletariado revolucionario, sin permitir que se aleje de las masas, sino, por el contrario, vinculándolo

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cada vez más estrechamente con ellas, elevándolas hasta que adquieran conciencia revolucionaria, incorporándolas a la lucha revolucionaria, es un proceso muy difícil, pero el más importante. Sería el más grave de los crímenes que los comunistas europeos no aprovecharan los intervalos (muy breves sin duda) entre los períodos de particular agudización de las batallas revolucionarias, como los que tuvieron lugar en muchos países capitalistas de Europa y América en 1921 y principios de 1922, para realizar esta profunda y radical reorganización interna de toda la estructura y el trabajo partidarios.»

Lenin plantea la necesidad del partido de nuevo tipo. El Presidente Mao

Tsetung resuelve que la construcción del partido de nuevo tipo tiene que ser en torno al fusil. El Presidente Gonzalo da un paso más y resuelve que la construcción tiene que ser concéntricamente de los 3 instrumentos en la militarización del partido para la guerra popular.

En "Los fundamentos del leninismo" y tras explicar las raíces históricas del leninismo, Stalin explica el método leninista.

Describe los métodos de trabajo que se desarrollaron en la Segunda Internacional, en "un período de desarrollo relativamente pacífico del capitalismo... en que las contradicciones catastróficas del imperialismo no se revelaban aún con plena evidencia":

1.- "En vez de una teoría revolucionaria completa, tesis teóricas contradictorias y fragmentos de teorías, apartados de la lucha revolucionaria viva de las masas y convertidos en dogmas caducos. Para guardar las apariencias, se recordaba, naturalmente, la teoría de Marx, pero era con el fin de despojarla de su espíritu revolucionario vivo."

2.- "En vez de una política revolucionaria, un filisteísmo fláccido y una politiquería de temperancia; diplomacia parlamentaria y combinaciones parlamentarias. Para guardar las apariencias, se adoptaban, naturalmente, acuerdos y consignas "revolucionarios", pero con el único fin de archivarlos."

3.- "En vez de educar al partido y de enseñarle una táctica revolucionaria acertada a base de sus propios errores, se esquivaban cuidadosamente los problemas espinosos, se los disimulaba y se los encubría. Para guardar las apariencias, no se negaban, naturalmente, a hablar a veces de estos problemas punzantes, pero era con el fin de terminar el asunto con una resolución "elástica" cualquiera."

Pero cuando se acercó «un nuevo período de guerras imperialistas y de

luchas revolucionarias del proletariado. Los antiguos métodos de lucha resultaban, evidentemente, ineficaces e impotentes ante la omnipotencia del capital financiero»:

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«Era necesario revisar toda la labor de la Segunda Internacional, todos sus métodos de trabajo, acabando con el filisteísmo, la estrechez mental, la politiquería, el espíritu de renegación, el socialchovinismo y el socialpacifismo. Era necesario revisar todo el arsenal de la Segunda Internacional, extirpar lo herrumbroso y caduco, forjar nuevos tipos de armas. Sin esta labor previa, no había que pensar en lanzarse a la guerra contra el capitalismo. Sin esto, el proletariado corría el riesgo de encontrarse mal armado o incluso totalmente desarmado frente a las nuevas batallas revolucionarias.

Correspondió al leninismo el honor de llevar a cabo esta revisión general y esta limpieza general de los establos de Augías de la Segunda Internacional.

Tales fueron las circunstancias en que nació y se forjó el método del leninismo.

¿En qué estriban las exigencias de este método? Primero: en la revisión de los dogmas teóricos de la Segunda

Internacional bajo el fuego de la lucha revolucionaria de masas, bajo el fuego de la práctica viva; es decir, en restablecer la unidad rota entre la teoría y la práctica, en liquidar el divorcio existente entre ellas, pues sólo así se puede crear un partido verdaderamente proletario, pertrechado con una teoría revolucionaria.

Segundo: en la revisión de la política de los partidos de la Segunda Internacional, no atendiendo a sus consignas y a sus resoluciones (a las que no se puede dar ningún crédito), sino a sus hechos, a sus actos, pues sólo así se puede conquistar y merecer la confianza de las masas proletarias.

Tercero: en la reorganización de toda la labor del Partido sobre una base revolucionaria nueva, en el sentido de educar y preparar a las masas para la lucha revolucionaria, pues sólo así se puede preparar a las masas para la revolución proletaria.

Cuarto: en la autocrítica de los partidos proletarios, en su instrucción y educación sobre la base de sus errores; sólo así se pueden formar los verdaderos cuadros y los verdaderos dirigentes del Partido.

Tales son los fundamentos y la esencia del método del leninismo.»

Esos fundamentos del método leninista se corresponden con los 3 aspectos del estilo de trabajo maoísta:

1.- la unidad teoría-práctica en el estilo de trabajo maoísta se corresponden con las dos primeras exigencias del método leninista: 1.- revisión de los dogmas teóricos... bajo el fuego de la

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práctica viva; 2.- revisión de la política... atendiendo... a sus hechos, a sus

actos. 2.- la unidad con las masas en el estilo de trabajo maoísta se

corresponde con la tercera exigencia del método leninista: reorganizar toda la labor del Partido para educar y preparar a las masas para la lucha revolucionaria

3.- la unidad en el partido en el estilo de trabajo maoísta se corresponde con la cuarta exigencia del método leninista: practicar la autocrítica en el partido, instruirse y educarse sobre la base de los errores.

En "El `izquierdismo', enfermedad infantil del comunismo", Lenin señala que la unidad del partido alcanzada en 1917-1920, "en condiciones de una gravedad inaudita", permitió llevar adelante "la centralización más severa y una disciplina férrea" centralización y disciplinas necesarias en aquellas condiciones para poder retener el poder.

"Los bolcheviques no habrían podido retener el poder, no ya dos años y medio, sino ni siquiera dos meses y medio, sin la disciplina en extremo rigurosa y verdaderamente férrea de nuestro partido, y sin el apoyo total e incondicional de toda la masa de la clase obrera".

"Lo repito, la experiencia de la victoriosa dictadura del proletariado en Rusia ha demostrado claramente, incluso a aquellos que son incapaces de pensar o no han tenido ocasión de reflexionar sobre el problema, que la centralización absoluta y la estricta disciplina del proletariado son condiciones esenciales de la victoria sobre la burguesía".

¿Por qué pudo en 1917-1920 forjarse esa unidad en el partido?

«Como corriente del pensamiento político y como partido político, el bolchevismo existe desde 1903. Sólo la historia del bolchevismo durante todo el período de su existencia puede explicar en forma satisfactoria por qué pudo forjar y mantener, en las condiciones más difíciles, la férrea disciplina necesaria para la victoria del proletariado. 1.- De una parte, el bolchevismo surgió en 1903, sobre la más sólida

base de la teoría del marxismo9

2.- De otra parte, el bolchevismo, surgido sobre esta base teórica granítica, tuvo una historia práctica de 15 años (1903-1917) que, por la riqueza de la experiencia que representa, no puede ser comparada a ninguna otra en el mundo»

9 [.....].

1

Es decir, sobre la base de la unidad teoría-práctica, aplicando el marxismo en Rusia, se desarrolló la unidad con las masas durante esos quince años de historia práctica, y con esa unidad teoría-práctica y esa unidad con las

100.

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masas, se desarrolló la unidad del partido.

2.5 Temor a la revolución, filisteísmo, idealismo y metafísica

El temor a la revolución y el filisteísmo, el idealismo y la metafísica fueron pesadas losas ideológicas sobre la revolución en Europa Occidental. Temor a la revolución:

«…la aristocracia obrera surgió al ayudar a "su" propia burguesía a conquistar y estrangular a todo el mundo con métodos imperialistas, para asegurarse con eso un salario mejor. Y si ahora los obreros alemanes quieren hacer la revolución, deben hacer sacrificios y no asustarse por ello.

En un sentido general e histórico mundial, es verdad que en los países atrasados, un coolie chino no puede producir una revolución proletaria, pero en los pocos países más ricos, donde gracias al saqueo imperialista se vive más desahogadamente, decir a los obreros que deben temer un empobrecimiento "demasiado grande" es contrarrevolucionario. Es preciso decirles lo contrario. La aristocracia obrera, que teme los sacrificios, que siente recelos de un empobrecimiento "demasiado grande" durante la lucha revolucionaria, no puede pertenecer al partido. De otro modo, la dictadura es imposible, sobre todo en los países de Europa occidental.» (Lenin. En el II Congreso de la I.C. OC. 33, pp. 371-372.)

«Siempre hemos dicho -en el II Congreso también lo dijimos-, que

la revolución requiere sacrificios. Algunos camaradas argumentan, en su propaganda, del siguiente modo: estamos preparados para hacer la revolución, pero no debe ser demasiado dura.... Si todo esto es verdad, debo decir que semejante agitación no es comunista ni revolucionaria. Naturalmente, cada revolución impone enormes sacrificios para la clase que la lleva a cabo. La revolución difiere de la lucha corriente porque diez, y hasta cien veces más personas toman parte en ella. Por esto cada revolución impone sacrificios, no sólo a unos pocos, sino a toda una clase. La dictadura del proletariado en Rusia ha impuesto a la clase dominante, el proletariado, sacrificios, necesidades y privaciones como jamás conoció la historia, y es muy probable que en cualquier país se repetirá el mismo proceso.» (Lenin. Informe sobre la táctica del PCR en el III Congreso de la I.C. OC. 35, pp. 390-391)

En 1958, en los apuntes sobre el libro del camarada Stalin "Problemas

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económicos del socialismo en la URSS", el Presidente Mao hizo la siguiente anotación sobre las dificultades de hacer la revolución en los países occidentales:

«Es muy difícil hacer la revolución y construir el socialismo en los países occidentales, porque en esos países la influencia perniciosa de la burguesía es muy profunda y ya se infiltró por doquier. En China la burguesía sólo existe desde hace tres generaciones, mientras que en países como Inglaterra y Francia existe desde hace decenas de generaciones. En estos países la burguesía tiene una historia de 250 a 260 años y hasta de más de 300 años, la ideología y el estilo de trabajo burgués tienen influencias por doquier y en todos los estratos sociales. Por eso la clase obrera inglesa no sigue al Partido Comunista, sino al Partido Laborista.

Lenin dijo: "Cuanto más atrasado es un país, tanto más difícil es su paso del capitalismo al socialismo". Vista desde hoy, esta tesis no es correcta. En realidad, cuanto más económicamente atrasado es un país, tanto más fácil -y no difícil- resulta su paso del capitalismo al socialismo. Cuanto más pobre es un hombre, tanto más quiere la revolución. En los países capitalistas occidentales, el nivel de empleo y el índice salarial son más elevados, y la influencia de la burguesía sobre los trabajadores más profunda. En esos países, la transformación socialista resulta menos fácil de lo que se cree. El grado de mecanización de esos países es muy elevado. Después de la victoria de la revolución, una intensificación de la mecanización no plantea muchos problemas. La cuestión importante es la transformación de los hombres. En Oriente, los países como Rusia y China eran originariamente países atrasados y pobres. Pero ahora no sólo el sistema social de esos países es mucho más avanzado que el de los países occidentales, sino que su índice de desarrollo de las fuerzas de producción resulta, además, mucho más elevado.»

Para vencer el temor a la revolución y el filisteísmo, lucha contra el revisionismo, contra la profunda influencia burguesa penetrada por doquier. Desarrollando la lucha contra el revisionismo en medio de la guerra popular se va construyendo el partido de nuevo tipo y se va transformando la ideología y el estilo de trabajo.

Cuanto más encarnizada se hace la lucha de clases, cuanto más compleja y difícil son las condiciones, más necesaria se hace la dialéctica revolucionaria para vislumbrar el luminoso porvenir entre las más negras sombras. Veamos el ejemplo de la revolución china.

«En el pasado, durante la revolución democrática, sufrimos por largo tiempo las consecuencias del subjetivismo y lo pagamos caro, con la pérdida de casi todas las bases de apoyo y de más del 90 por ciento de las fuerzas revolucionarias. No fue sino en ese momento cuando empezamos a tomar conciencia. Este problema sólo se esclareció a través

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de la campaña de rectificación en Yenán, en la que acentuamos la necesidad de investigar y estudiar y de basarse en la realidad. Es imperativo integrar la verdad universal del marxismo con la práctica concreta de la revolución china; sin esta integración, no llegaremos a ninguna parte. Es decir, hay que lograr la unidad de la teoría y la práctica. Esta unidad constituye uno de los principios más fundamentales del marxismo. De acuerdo con el materialismo dialéctico, las ideas deben reflejar la realidad objetiva, ser sometidas a prueba en la práctica objetiva y demostrar que son verdad, antes de que sean consideradas como tal; de lo contrario, no pueden ser consideradas como verdad.» [Subrayado nuestro]. (Presidente Mao. Fortalecer la unidad del partido, continuar sus tradiciones. 30 de agosto de 1956. OE. 5, pp. 343-4)

En 1934-35, el Partido Comunista de China pagó caro los errores de

subjetivismo: "sufrimos un severo escarmiento de significación histórica". Se perdió aproximadamente un 90% de los militantes del Partido Comunista, de los efectivos del Ejército Rojo y del territorio de las bases de apoyo del Ejército Rojo; decenas de millones de personas en las bases de apoyo revolucionarias fueron sometidas a la cruel represión del Kuomintang.

«…se perdieron todas las bases de apoyo revolucionarias, salvo la Región Fronteriza de Shensí-Kansú, los efectivos del Ejército Rojo se redujeron de 300.000 a unas pocas decenas de miles, los afiliados del Partido Comunista de China también disminuyeron de 300.000 a unas pocas decenas de miles y casi todas las organizaciones del Partido en las regiones del Koumintang fueron destruidas. En suma, sufrimos un severo escarmiento de significación histórica. Esas personas (los oportunistas que dirigieron el partido en 1934) se consideraban marxista-leninistas, pero, en realidad, no habían aprendido nada de marxismo-leninismo. Lenin dice que la esencia misma, el alma viva del marxismo, es el análisis concreto de la situación concreta1

Pero en 1941-1942, los militaristas japoneses agruparon sus fuerzas principales alrededor de las bases de apoyo, dirigidas por el Partido Comunista, emprendieron sucesivas operaciones de "limpieza" y pusieron en práctica la atroz política de "incendiarlo todo, matar a todos y saquearlo todo", concentrando sus ataques sobre el Partido. Las bases de apoyo se redujeron, la población descendió a menos de 50 millones, los efectivos del VIII Ejército

111. Esto es precisamente lo que habían olvidado estos camaradas nuestros.» (Presidente Mao. Problemas estratégicos de la guerra revolucionaria de China. Diciembre de 1936. OE. 1, pp. 210-211.)

De 1937 son los dos escritos del Presidente Mao Tsetung sobre la práctica

y sobre la contradicción para educar al partido en el materialismo dialéctico. En 1937-40 los militaristas japoneses lanzaron sus fuerzas principales

sobre el Kuomintang y "prestaron poca atención a las bases de apoyo antijaponesas, dirigidas por el Partido Comunista, creyendo que no había más que un puñado de comunistas empeñados en acciones guerrilleras".

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disminuyeron a poco más de 300.000, la pérdida de cuadros fue muy grande, y las finanzas y economía atravesaron extremas dificultades.

«Mientras tanto, el Kuomintang, creyéndose ya con las manos libres, recurrió a todos los medios para combatir a nuestro Partido, desplegó la segunda campaña anticomunista y nos atacó en coordinación con los imperialistas japoneses.

Sin embargo, esa situación difícil nos educó a los comunistas y nos hizo aprender muchas cosas. Aprendimos cómo enfrentar operaciones de "limpieza" del enemigo, sus campañas por el "reforzamiento de la seguridad pública"1

"Durante la campaña de rectificación en Yenán, aparecieron ya algunos dazibao; sin embargo, en ese entonces no promovimos su empleo. Tampoco lo adoptamos en el posterior movimiento de "tres verificaciones y tres rectificaciones". En los períodos de guerra revolucionaria, como no recibíamos paga de nadie ni teníamos fábricas de armamentos, nuestro Partido y nuestro Ejército se sustentaban en los propios soldados y en la población civil de distintos lugares, o sea, en las masas. Es así como se ha formado un estilo democrático de trabajo en el

122, su política de "incendiarlo todo, matar a todos y saquearlo todo", así como su política de arrancar a los nuestros retractaciones políticas; aprendimos o empezamos a aprender cómo aplicar el "sistema de los tres tercios" en los órganos del Poder del Frente Único, cómo llevar a cabo la política agraria, la campaña por la rectificación de los 3 estilos (el de estudio, el de relaciones del Partido y el literario), la política de "menos pero mejores tropas y una administración más simple", la política de la dirección unificada, la campaña de apoyar al gobierno y amar al pueblo, así como la campaña por el desarrollo de la producción. Superamos numerosos defectos, incluidos el engreimiento y la presunción de que padecían muchos de nuestros camaradas en la primera etapa (de la guerra de resistencia contra el Japón, 1937-1940)» (Presidente Mao. Nuestro estudio y la situación actual. 12 de abril de 1944. OE. 3.)

Es en esta situación encarnizada de la lucha de clases donde se desarrolló

la campaña de rectificación de 1942, la campaña de rectificación de Yenán. Las campañas de rectificación se siguieron realizando periódicamente.

En 1948, en la Guerra Popular de Liberación contra el imperialismo norteamericano y su lacayo Chiang Kai-shek, se desarrolló el movimiento de las "tres verificaciones y tres rectificaciones". En 1952, desarrollando la política de represión de los contrarrevolucionarios y haciendo frente a la agresión norteamericana en Corea, se desarrolló el movimiento contra los "tres males" y los "cinco males".

En 1957, en la lucha contra el revisionismo moderno, que había saltado a escena en el XX Congreso del PCUS (febrero de 1956), se desarrolló la campaña de las "100 flores..." y una campaña de rectificación en el Partido. Durante esta campaña aparecieron los dazibaos o cartelones de grandes caracteres que se hicieron famosos con la Gran Revolución Cultural Proletaria.

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transcurso de largos años. No obstante, por ese tiempo no existía nada igual a la presente forma de gran competencia de ideas, gran apertura de opiniones, gran debate y dazibao. ¿Por qué? Porque en una época de guerra como aquélla, con los tambores y clarines llamando al combate y la lucha de clases enardeciéndose, habría sido perjudicial levantar un gran revuelo en nuestras filas. Ahora, la situación es distinta, pues la guerra ha concluido y todo el país, excepto la provincia de Taiwán, está liberado. Es en estas circunstancias en las que ha surgido una forma nueva como la mencionada. Un contenido revolucionario nuevo tiene que encontrar para sí una forma nueva. La actual revolución, que es una revolución socialista y que está llamada a construir un país socialista, ha encontrado para sí esta forma nueva. Ella puede ser popularizada con mucha rapidez...." (Subrayado nuestro)

Presidente Mao. Confiar firmemente en la gran mayoría de las masas.

13 de octubre de 1957. OE. 5, pp. 543.

«Este año, las masas han creado una forma revolucionaria, una

forma de lucha de masas que consiste en la gran competencia de ideas, la gran apertura de opiniones, el gran debate y el empleo del dazibao. La revolución actual ha encontrado una forma que se ajusta muy bien a su contenido. [.....] Esta forma de gran competencia, gran apertura, gran debate y dazibao es la que más favorece el despliegue de la iniciativa de las masas y la elevación de su sentido de responsabilidad.

Nuestro Partido posee una tradición democrática. Sin ella, le sería imposible aceptar esta forma de gran competencia, gran apertura, gran debate y dazibao. Cuando la campaña de rectificación en Yenán, todos tomaban notas, hacían autocríticas y se ayudaban mutuamente; esto se hizo en grupos de siete u ocho y duró varios meses. Todos aquellos con quienes he tenido contacto están agradecidos a esa campaña de rectificación y dicen que fue entonces cuando empezaron a corregir el subjetivismo. Luego, en el curso de la reforma agraria, al surgir problemas, hablábamos con las masas a fin de esclarecer ideas. En nuestro ejército, los jefes de compañía se preocupaban de abrigar a los soldados mal cobijados en sus horas de sueño y conversaban con ellos amistosamente y de igual a igual. Toda una variedad de formas de democracia se pueden hallar en la campaña de rectificación en Yenán, en la reforma agraria, en la vida democrática del ejército, en las "tres verificaciones y tres rectificaciones", así como en las posteriores campañas contra los "tres males" y contra los "cinco males" y en el proceso de transformación ideológica de los intelectuales. Pero sólo en el presente momento ha podido surgir esta forma de gran competencia de ideas, gran apertura de opiniones, gran discusión y gran debate, seguida de consultas y de educación inductiva, que se efectúan con la suavidad de una brisa. El hallazgo de esta forma traerá muchos beneficios a

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nuestra causa, pues ella facilitará la superación del subjetivismo, el burocratismo y el autoritarismo (lo que entendemos por autoritarismo es el hábito de recurrir a los golpes, los insultos y la coacción), así como la fusión de los cuadros de dirección con las masas.

En el presente año, nuestra tradición democrática ha cobrado gran desarrollo; debemos transmitir a las futuras generaciones esta forma de gran competencia de ideas, gran apertura de opiniones, gran debate y dazibao.» (Subrayados y remarcados nuestro)

Presidente Mao. Ser promotores de la revolución.

9 de octubre de 1957. OE,5 pag. 528-29.

Esa forma nueva se desarrolló y a las generaciones futuras les fue

transmitido el gran ejemplo de la GRAN REVOLUCION CULTURAL PROLETARIA, la más alta cumbre que hasta ahora ha alcanzado la forma superior de la materia, el hombre consciente, la historia. Una gran nación que apenas unas cuantas décadas antes estaba sumida en la más brutal opresión y la más cruenta lucha, se movilizó en una gran campaña de "gran competencia de ideas, gran apertura de opiniones, gran debate y dazibao", una campaña en que las masas se armaron ideológicamente para extirpar las raíces más profundas del revisionismo, las raíces más profundas de miles de años de sociedad de clases, de miles de años de "viejas ideas, cultura, hábitos y costumbres". 120 años desde el MANIFIESTO COMUNISTA y en una gran nación, centro de gravedad de Asia, se hacía realidad el programa comunista en la cuestión de romper de "la manera más radical con las ideas tradicionales":

"La revolución comunista es la ruptura más radical con las relaciones de propiedad tradicionales; nada de extraño tiene que en el curso de su desarrollo rompa de la manera más radical con las ideas tradicionales".

Los esclavos coloniales de Asia, África y América Latina desencadenaban

movimientos revolucionarios desconocidos hasta entonces en la historia, millones de esclavos coloniales hasta entonces sumisos se erguían en toda su estatura con fusiles en la mano, haciendo temblar a los altivos amos imperialistas. La contienda entre el revisionismo moderno y el marxismo-leninismo recorría todos los continentes. Y en el centro de la tormenta, en el punto de convergencia de las contradicciones, en el foco de la hoguera de la revolución mundial: LA GRAN REVOLUCION CULTURAL PROLETARIA.

En conclusión, frente al problema planteado en Europa Occidental sobre la lucha contra el revisionismo, sobre la lucha contra esa perniciosa influencia burguesa que está penetrada por doquier, sobre la construcción del partido de nuevo tipo, sobre el desarrollo de un estilo de trabajo comunista y sobre el desarrollo de la filosofía marxista, materialista dialéctica, los comunistas propugnan la transformación ideológica a través

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1.- de las campañas de rectificación como forma de desarrollar la lucha de líneas bajo los preparativos de la guerra popular, bajo la guerra popular para la conquista del poder y bajo la guerra popular tras la conquista del poder

2.- de las revoluciones culturales como forma de desarrollar la lucha de clases bajo la dictadura del proletariado.

Ahora, volvamos a repasar lo que planteaba Lenin en "El `izquierdismo', enfermedad....". En Europa occidental, los comunistas deben:

1 Empeñarse "en realizar tareas prácticas, cada vez más variadas,....". Esa transformación ideológica es para desarrollar un

"nuevo estilo de trabajo, que consiste principalmente en integrar la teoría con la práctica, forjar estrechos vínculos con las masas populares y practicar la autocrítica" (P. Mao. OE. 3, pp. 273). Contra el estilo de vida pequeñoburgués y el estilo de trabajo rutinario de la aristocracia obrera, el estilo maoísta de vida sencilla y lucha dura y el método de choque del estilo de trabajo marxista-leninista-maoísta, pensamiento gonzalo.

2 Tienen que "usar la cabeza para orientarse en cada caso particular", indagando, investigando, captando "lo que es nacionalmente específico y nacionalmente particular en la forma concreta en que cada país debe abordar una tarea internacional única". Pues "una teoría revolucionaria acertada... adquiere su forma definitiva sólo en estrecha vinculación con la actividad práctica de un movimiento verdaderamente de masas y verdaderamente revolucionario"

"Como marxistas, los comunistas somos internacionalistas; pero sólo podremos poner en práctica el marxismo integrándolo con las características específicas de nuestro país e imprimiéndole una forma nacional. La gran fuerza del marxismo-leninismo está precisamente en su vinculación con la práctica revolucionaria concreta de cada país. Si los comunistas chinos, que son parte de la gran nación china, carne de su carne y sangre de su sangre, hablasen del marxismo separándolo de las características de China, su marxismo no pasaría de ser abstracto y vacío" (P. Mao. OE. 2, pp. 216). "Cada revolución debe especificar su pensamiento guía sino no hay aplicación del marxismo-leninismo-maoísmo ni desarrollo de una revolución", el pensamiento guía es "indispensable para alcanzar la victoria y conquistar el Poder y, más aún, para continuar la revolución y mantener el rumbo siempre hacia la única grandiosa meta, el comunismo" (P. Gonzalo).

3 Deben combatir todo doctrinarismo y estudiar y aplicar la dialéctica revolucionaria en la lucha de clases desarrollando una táctica flexible.

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"¿Cómo unir la teoría marxista-leninista con la práctica de la revolución china?. Dicho en lenguaje corriente, esto se logra "disparando la flecha al blanco". [...] La flecha del marxismo-leninismo tiene que ser disparada al blanco de la revolución china. Si este punto no es aclarado, el nivel teórico de nuestro Partido nunca se elevará y la revolución china jamás triunfará" (P. Mao. OE. 3, pp. 39). "¿Cuáles son las características del actual movimiento? ¿Cuáles son sus leyes? ¿Cómo dirigirlo? Todos éstos son problemas prácticos.... El movimiento se desarrolla, y surgirán ante nosotros nuevas cosas; lo nuevo nace sin cesar. Estudiar este movimiento en su integridad y en su desarrollo es una gran tarea que requiere nuestra constante atención. No es marxista quien se niega a estudiar estos problemas seria y cuidadosamente" (P. Mao. OE. 2, pp. 216-7). "La política siempre debe estar al mando y es nuestro punto fuerte" (P. Gonzalo).

En 1967, en el 40 aniversario del Ejército Popular, durante la Gran Revolución Cultural Proletaria se planteó:

«…los pueblos revolucionarios de los países socialistas deben estudiar también a conciencia la teoría del Presidente Mao sobre la guerra popular y empuñar hábilmente esta arma ideológica extremadamente afilada a fin de destrozar los planes para la restauración capitalista y consolidar la dictadura del proletariado.»

Cuanta "estupidez, pedantería, bajeza y traición a los intereses de la clase

obrera" había en esa oportunista UL cuando no quería aprender de la Gran Revolución Cultural Proletaria para decir

…en los países imperialistas y capitalistas debemos estudiar a conciencia la teoría del Presidente Mao sobre la guerra popular y empuñar hábilmente esta arma ideológica extremadamente afilada a fin de luchar contra el revisionismo y preparar la revolución.

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3. En realidad, ¿qué era el "camino de octubre" de la revisionista UL?

En los años 60, el revisionista Jruschov intentó promover la vía pacífica al socialismo, es decir, el camino parlamentario de los viejos revisionistas. Promoviendo el camino parlamentario se negaba el Camino de Octubre y se abría la puerta a las llamadas "vías nacionales" al socialismo, es decir, al oportunismo principalmente electoralero. Abanderado de ese oportunismo fue el revisionista Togliatti.

«Parece que Togliatti y otros camaradas intentan no sólo imponer el "camino italiano" a la clase obrera y otros trabajadores de Italia, sino imponérselo también a los pueblos de todo el mundo capitalista. Porque consideran que el llamado "camino italiano" propuesto por ellos es el "camino de avance hacia el socialismo" para todo el mundo capitalista en la actualidad, y pareciera ser el único y solo camino. Togliatti y algunos otros camaradas del PCI son muy presuntuosos.» (PCCh. Una vez más sobre las divergencias entre el c. Togliatti y nosotros. Marzo de 1963.)

«Después de Marx y Engels, Lenin esclareció reiteradamente la

experiencia de la Comuna de París, estimando siempre que ésta es una experiencia universalmente válida para el proletariado de todos los países del mundo. Lenin no separó la experiencia de la revolución rusa de la de la Comuna de París, sino que consideró la primera como la continuación y el desarrollo de la segunda. Estimó que los Soviets "reproducen aquel tipo de Estado que iba formando la Comuna de París"1133, consideró que en la destrucción de la antigua máquina estatal, la Comuna de París "dio el primer paso de alcance histórico universal por este camino; el poder soviético ha dado el segundo"1

El camarada Togliatti dice: "No se plantea hoy a los obreros italianos el problema de hacer lo que se hizo en Rusia."

144. Negando la experiencia de la Comuna de París, el camarada

Togliatti coloca inevitablemente sus ideas en oposición directa al marxismo-leninismo, repudia sin rodeos la experiencia de la Revolución de Octubre, así como la experiencia de las revoluciones populares habidas en diversos países después de la Revolución de Octubre, contraponiendo el llamado "camino italiano" al camino común del proletariado internacional.

1155 He aquí la esencia del problema.» (PCCh. Una vez más sobre las divergencias entre el c. Togliatti y nosotros. Marzo de 1963.)

Destaquemos lo siguiente:

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1.- «Lenin no separó la experiencia de la revolución rusa de la de la Comuna de París, sino que consideró la primera como la continuación y el desarrollo de la segunda.»

El Presidente Mao Tsetung tampoco separó el "camino de los rusos" de la experiencia de la revolución china, consideró la revolución china como "la continuación y el desarrollo" del camino de octubre.

Sólo hay un camino común del proletariado internacional ese camino común se va desarrollando por etapas: el camino de octubre fue continuación y desarrollo del de la Comuna de París, el camino de la guerra popular fue continuación y desarrollo del camino de octubre.

2.- El revisionista Togliatti «repudia sin rodeos la experiencia de la Revolución de Octubre.... contraponiendo el llamado "camino italiano" al camino común del proletariado internacional».

La revisionista UL repudiaba sin rodeos la experiencia de la Revolución China, contraponiendo su llamado "camino de octubre" al camino común del proletariado internacional.

El llamado "camino de octubre" de la revisionista UL era el camino

parlamentario de Bernstein, Kautsky, Jruschov, Teng siao-ping y Enver Hoxha.

Cuando UL hablaba de "camino de octubre" estaba envolviendo con ese rótulo el modelo alemán de 1895-1914. Concebía el camino de octubre a la manera del modelo alemán de 1895-1914.

1.- Sin “leyes de excepción” contra los comunistas, como en la Alemania de 1878-1890

2.- Sin explosiones e insurrecciones revolucionarias, como las de 1905-1907 en Rusia;

3.- Sin guerra de guerrillas en situaciones como las que se dieron en Rusia durante y después de la insurrección de diciembre de 1905;...

4.- Sin el encarcelamiento de los diputados comunistas, como en 1914 en Rusia;

5.- Sin una constante lucha contra la censura, como "Pravda" de 1912-19141

«En la cuestión del boicot [a las elecciones a la Duma], la diferencia principal entre la socialdemocracia revolucionaria y la

166; en realidad es llamar camino de octubre al modelo alemán de 1895-1914.

En Rusia, al organizar la "Iskra" tomaron el modelo alemán, la experiencia alemana de 1878-1890. Pero en el curso de la primera revolución rusa, el modelo alemán, la experiencia posterior a 1895, sirvió a los mencheviques en su lucha contra los bolcheviques.

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socialdemocracia oportunista es la siguiente: los oportunistas se limitan a aplicar en todos los casos un método estereotipado de la historia del socialismo alemán. Debemos utilizar las instituciones representativas; la Duma es una institución representativa; por lo tanto, el boicot es una medida anarquista, y nosotros debemos entrar en la Duma. Todos los razonamientos de nuestros mencheviques, y de Plejánov en particular, sobre este tema, podrían reducirse a ese simple y pueril silogismo. La resolución de los mencheviques sobre la importancia de las instituciones representativas en un período revolucionario (...) revela extraordinariamente el carácter estereotipado, antihistórico, de sus razonamientos.

Los socialdemócratas revolucionarios, por el contrario, centran precisamente su atención en el examen cuidadoso de la situación política concreta. No se pueden abordar las tareas de la época revolucionaria en Rusia copiando unilateralmente uno de los modelos alemanes de los últimos tiempos, olvidando las enseñanzas de los años 1847-1848. No podremos comprender nada de la marcha de nuestra revolución si nos limitamos a oponer pura y exclusivamente el boicot "anarquista" a la participación socialdemócrata en las elecciones. ¡Aprendan de la historia de la revolución rusa, señores!» [Subrayados nuestros] (Lenin. El boicot. Agosto 1906)

En 1906, los mencheviques rusos habían tomado "uno de los modelos

alemanes", el modelo posterior a 1895, y con unos razonamientos estereotipados, antihistóricos, aplicaban "un método estereotipado de la historia del socialismo alemán" al análisis de la situación rusa del modelo. Lejos, por tanto, de centrar "su atención en el examen cuidadoso de la situación concreta" en Rusia, no queriendo aprender de "la historia de la revolución rusa".

UL fue a la cola de los mencheviques rusos: tomó "uno de los modelos alemanes", el modelo de 1895-1914, lo llamó "camino de octubre", y con unos razonamientos estereotipados, antihistóricos, se negó al "examen cuidadoso" de la experiencia posterior a 1917, no quiso aprender de la historia de la revolución proletaria mundial.

Es decir, cuando ahora los mencheviques actuales plantean un debate entre "camino de octubre" y camino de la guerra popular, en sus cabezas domina el siguiente estereotipo: Por un lado, el camino de ir acumulando fuerzas por métodos pacíficos en una labor tranquila, prolongada,... hasta una lejana insurrección; por otro lado, el camino sangriento, desesperado, impetuoso,... de la guerra.

El Kautsky de 1902 todavía no difundía ese estereotipo cuando escribía que "...La futura revolución... se parecerá menos a una insurrección por sorpresa contra el gobierno que a una guerra civil prolongada". El Kautsky de 1906 seguía sin difundir ese estereotipo cuando tras la insurrección de Moscú de diciembre de 1905 escribía que Moscú había hecho aparecer una "nueva táctica de barricadas"...

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Hoy sabemos que la revolución es "una guerra civil prolongada", una guerra popular prolongada (civil, de liberación nacional,...). Eso lo podía vislumbrar el mismo Kautsky en 1902.

[En la primera revolución rusa de 1905-1907] «Cuanto más ascendía la oleada del movimiento, tanto mayores eran la energía y el ánimo con que se armaban las fuerzas reaccionarias para luchar contra la revolución. La revolución rusa de 1905 justificó las palabras escritas por Kautsky en 1902 (cuando, por cierto, todavía era marxista revolucionario, y no como ahora, defensor de los socialpatriotas y oportunistas) en su libro La revolución social. He aquí lo que decía Kautsky:

"...La futura revolución... se parecerá menos a una insurrección por sorpresa contra el gobierno que a una guerra civil prolongada".

¡Así sucedió! ¡Indudablemente, así sucederá también en la futura revolución europea!» [Subrayados nuestros] (Lenin. Informe sobre la revolución de 1905. Diciembre 1916).

«Kautsky tenía razón cuando escribía que ya es hora, después de

Moscú, de revisar las conclusiones de Engels, y que Moscú ha hecho aparecer una "nueva táctica de barricadas". Esta táctica es la táctica de las guerrillas. La organización que dicha táctica supone son los destacamentos móviles y pequeñísimos: grupos de diez, de tres, incluso de dos. Entre nosotros se puede encontrar ahora con frecuencia a socialdemócratas que se ríen burlonamente cuando se habla de esos grupos de cinco o de tres. Pero las risas burlonas no son más que un medio barato de cerrar los ojos ante nueva cuestión de la táctica y de la organización reclamadas por el combate de calle, dada la técnica militar moderna. Lean atentamente el relato de la insurrección de Moscú, señores, y comprenderán la relación existente entre los "grupos de cinco" y el problema de la "nueva táctica de barricadas".» [Subrayado nuestro] (Lenin. Las enseñanzas de la insurrección de Moscú. Agosto 1906).

No hablemos del gran Lenin, veamos simplemente al pequeño Kautsky.

Antes de 1905, sólo en el "marxismo" de los Bernstein cabía ese estereotipo menchevique porque Bernstein había confesado abiertamente que quería marchar por la vía parlamentaria, pacífica... Los Kautsky, que no se atrevieron a tanto antes de 1914, mostraban que sus razonamientos no estaban todavía estereotipados en esta cuestión, todavía les cabía admitir que una revolución europea podía ser "una guerra civil prolongada", con una "nueva táctica de barricadas",...

Lo que UL denomina "camino de octubre" poco o nada tiene que ver con las experiencias de las dos revoluciones rusas (1905 y 1917).

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3.1 El Camino de Octubre no es esperar a ganar con la propaganda y la agitación la simpatía y el apoyo de la mayoría de las masas para después tomar las armas y conquistar el poder.

Cuando los bolcheviques tomaron el poder en octubre de 1917 contaban con la simpatía y el apoyo de una cuarta parte de la población. Cuando en diciembre de 1905 tomaron las armas en Moscú, los efectivos de las milicias obreras eran de unos 2000 («Durante nueve días, unos cuantos miles de obreros armados mantuvieron una lucha heroica.» Stalin)

Pasado medio mes de la revolución de octubre de 1917, con el poder en sus manos, los bolcheviques sólo alcanzaron el 25% de los votos en las elecciones a la Asamblea Constituyente. Para conquistar el poder no necesitaron esperar a lograr la mayoría electoral. Esperar era lo que había hecho la socialdemocracia alemana, degenerando en un partido obrero burgués.

«El sufragio universal es "el índice de la madurez de la clase obrera. No puede llegar ni llegará nunca a más en el Estado actual" (Engels)»

[Pero en la revolución rusa] «Los Soviets son, por cierto, una forma y un tipo muy superiores de democracia porque, al aunar e incorporar a la política a la masa de obreros y campesinos, son el barómetro más próximo al "pueblo" (en el sentido en que Marx hablaba en 1871 de verdadera revolución popular)1177, el barómetro más sensible del desarrollo y aumento de la madurez política y de clase de las masas

«El 3 (16) de junio de 1917, se reunió el I Congreso de los Soviets de toda Rusia. Los bolcheviques estaban aún en minoría dentro de los Soviets; en este Congreso, contaban con poco más de 100 delegados, contra 700 a 800 que tenían los mencheviques, socialrevolucionarios y

.» (Lenin. La revolución proletaria y el renegado Kautsky. Noviembre 1918).

Para la insurrección de octubre de 1917, para conquistar el poder, los

bolcheviques no esperaron a ganar la mayoría en unas elecciones, esperaron a ganar la mayoría entre el proletariado, en los soviets, en los órganos de la insurrección.

«En marzo, abril y mayo de 1917, [los bolcheviques] solíamos tener en las conferencias y en los congresos una décima parte de los votos. En el I Congreso de los Soviets de toda Rusia, en junio de 1917, tuvimos nada más que un 13 por ciento de los votos». (Lenin. Discurso en el Congreso de Obreros y Empleados de la producción de cueros. 2 octubre 1920. OC. 41, p. 332)

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otros partidos» «El 21 de octubre [de 1917], los bolcheviques enviaron a todas las

unidades revolucionarias de tropas comisarios del Comité Militar Revolucionario. Durante los días que precedieron a la insurrección, se desarrolló una enérgica labor preparatoria de la lucha en el seno de las unidades militares y en las fábricas y empresas industriales.»

«En la noche del 24 de octubre, Lenin se trasladó al Smolny, para hacerse cargo personalmente de la dirección del movimiento. Durante toda la noche, no cesaron de llegar al Smolny unidades revolucionarias de tropas y destacamentos de guardias rojos. Los bolcheviques los enviaban al centro de la ciudad, a cercar el Palacio de Invierno, donde se había atrincherado el gobierno provisional.

El 25 de octubre (7 de noviembre), la Guardia Roja y las tropas revolucionarias tomaron las estaciones de ferrocarril, las centrales de Correos y Telégrafos, los Ministerios y el Banco de Estado. [...] Con el estruendo de sus cañones, enfilados sobre el Palacio de Invierno, el crucero "Aurora" anunció, el 25 de octubre, el comienzo de la nueva era, la era de la Gran Revolución Socialista.

El 25 de octubre (7 de noviembre) se publicó un llamamiento del Partido bolchevique "A los ciudadanos de Rusia". En él se decía que el Gobierno provisional burgués había sido derribado y que el Poder había pasado a manos de los Soviets.

El Gobierno provisional se había refugiado en el Palacio de Invierno, bajo la protección de los junkers y de los batallones de choque. En la noche del 25 al 26 de octubre, los obreros, soldados y marinos revolucionarios tomaron por asalto el Palacio de Invierno y detuvieron al Gobierno provisional.

La insurrección armada en Petrogrado había vencido. El Congreso de los Soviets de toda Rusia abrió sus sesiones en el

Smolny a las 10 y 45 minutos de la noche del 25 de octubre (7 de noviembre) de 1917, cuando se hallaba en todo su apogeo la insurrección triunfante en Petrogrado, y el Poder, en la capital, había pasado ya, de hecho, a manos del Soviet de la ciudad.

Los bolcheviques obtuvieron en este Congreso una aplastante mayoría. Los mencheviques, los delegados del "Bund" y los socialrevolucionarios de derecha, viendo que ya no tenían nada que hacer allí, se retiraron del Congreso, no sin antes declarar que renunciaban a tomar parte en sus tareas. En esta declaración hecha pública en el Congreso de los Soviets, calificaban como una "conspiración militar" la Revolución de Octubre. El Congreso puso en la picota a los mencheviques y socialrevolucionarios, manifestando que no sólo no lamentaba su retirada, sino que se congratulaba de ella, ya que, gracias a la retirada de los traidores, el Congreso se convertía en un verdadero Congreso revolucionario de diputados obreros y soldados.

En nombre del Congreso, fué proclamado el paso de todo el Poder a manos de los Soviets.» (Stalin. Historia del PC(b) de la URSS).

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Los bolcheviques esperaron a alcanzar la mayoría en los Soviets. Pero no

esperaron a confirmar esa mayoría en una votación. Lanzaron la insurrección y el II Congreso de los Soviets inició sus sesiones en el momento en que «se hallaba en todo su apogeo la insurrección triunfante en Petrogrado, y el Poder, en la capital, había pasado ya, de hecho, a manos del Soviet de la ciudad.»

Los mencheviques calificaron la acción de una "conspiración militar". Pues los bolcheviques habían tomado el poder sin esperar a una votación en el Congreso de los Soviets que los autorizase para la insurrección.

En 1905, las huelgas condujeron a los soviets y los soviets se convirtieron en órganos de la insurrección.

Teniendo la mayoría en los soviets, los bolcheviques conquistaron el poder, transformando a los soviets en órganos de poder. Con un ejército rojo y con soviets, los comunistas rusos conquistaron el apoyo de la mayoría de los trabajadores a través de la defensa del nuevo poder, a través de la guerra civil.

«Bien utilizados y bien leídos, los resultados de las elecciones a la Asamblea Constituyente nos muestran una y otra vez las verdades fundamentales de la doctrina marxista de la lucha de clases.» (Lenin. Las elecciones a la Asamblea Constituyente y la Dictadura del Proletariado. Diciembre 1919).

«¿Cómo pudo ocurrir un milagro así? ¿Cómo pudieron los bolcheviques, que habían obtenido ¼ parte de los votos, lograr la victoria sobre los demócratas pequeñoburgueses, que habían formado una alianza (coalición) con la burguesía y que, junto con la burguesía, obtuvieron las ¾ partes de los votos?» (Lenin)1

Los bolcheviques tenían «una aplastante superioridad de fuerzas en el momento decisivo y en el lugar decisivo»: en las dos capitales de Rusia, en Petrogrado y en Moscú, «los bolcheviques tuvieron una superioridad de fuerzas aplastante, decisiva.» En las dos ciudades, los bolcheviques obtuvieron el 47,4 % de los votos; los revisionistas (mencheviques), un 3 %; el partido de la burguesía (kadete), un 29,2 %; y el partido de los demócratas pequeñoburgueses (eseristas), un 12,3 %. «Allí nuestras fuerzas eran casi cuatro veces superiores a las de los eseristas. Allí teníamos más fuerzas que los eseristas y los kadetes juntos. Además, nuestros enemigos estaban resquebrajados, pues la "coalición" de los kadetes con los eseristas y los mencheviques (…) estaba totalmente desacreditada entre los trabajadores. En octubre-noviembre de 1917 estábamos seguros de que triunfaríamos en las capitales, porque contábamos

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«En noviembre de 1917 los bolcheviques tenían tras de sí a la inmensa mayoría del proletariado. En esa época, el partido que competía con los bolcheviques dentro del proletariado, el partido menchevique, fue completamente derrotado (9.000.000 de votos contra 1.400.000)»

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con una aplastante superioridad de fuerzas y con la más sólida preparación política, tanto en lo que se refiere a la aglutinación, concentración, preparación, experimentación y temple de los "ejércitos" bolcheviques, como a la desorganización, agotamiento, división y desmoralización de los "ejércitos" del adversario.»

Las elecciones en el seno del ejército mostraron que «ya en octubre-noviembre de 1917 la mitad del ejército era bolchevique». «Obtuvimos casi la mitad de los votos del conjunto del ejército, pero además tuvimos una aplastante mayoría en los frentes más cercanos a las capitales y, en general, en los no muy alejados. Si dejamos de lado el frente del Cáucaso, los bolcheviques lograron, en conjunto, mayoría sobre los eseristas. Y si tomamos los frentes Norte y Occidental, los votos obtenidos por los bolcheviques suman más de un millón contra 420.000 de los eseristas.» (Lenin. Las elecciones a la Asamblea Constituyente y la Dictadura del Proletariado. Diciembre 1919).

«Sobre la base de los resultados de las elecciones a la Asamblea Constituyente, hemos estudiado las tres condiciones que determinaron la victoria del bolchevismo: 1) una aplastante mayoría entre el proletariado; 2) casi la mitad en el ejército; 3) una aplastante superioridad de fuerzas en el momento decisivo y en los lugares decisivos, o sea: en las capitales y en los frentes de guerra cercanos al centro.

Pero estas condiciones sólo habrían asegurado una victoria breve y muy precaria, si los bolcheviques no hubieran sido capaces de ganarse a la mayoría de las masas trabajadoras no proletarias, arrancárselas a los eseristas y demás partidos pequeñoburgueses.»

«Inmediatamente, pocas horas después de haber conquistado el poder estatal, el proletariado ruso declaró disuelto el viejo aparato del Estado (…) y entregó todo el poder a los Soviets. Y sólo se admitía en los Soviets a los trabajadores y explotados; los explotadores de cualquier tipo quedaron excluidos. De ese modo, el proletariado, en seguida, de golpe, inmediatamente después de haber conquistado el poder estatal, arrebata a la burguesía una masa inmensa de sus partidarios en los partidos pequeñoburgueses y "socialistas", ya que esa masa de trabajadores y explotados, que habían sido engañados por la burguesía (y por sus turiferarios, los Chernov, Kautsky, Mártov y Cía.), al obtener el Poder soviético obtiene, por primera vez, un instrumento para la lucha de masas por sus intereses contra la burguesía.

En segundo lugar, el proletariado puede y debe arrebatar en seguida, o en todo caso, muy rápidamente, a la burguesía y a los demócratas pequeñoburgueses "sus" masas, es decir, las masas que los siguen, y arrebatárselas satisfaciendo sus más urgentes necesidades económicas en forma revolucionaria, expropiando a los terratenientes y a la burguesía.

[…] En efecto, pocas horas después de su victoria sobre la burguesía en Petrogrado, el proletariado victorioso promulgó un "decreto sobre la tierra", y con ese decreto satisfizo íntegra e inmediatamente, con rapidez, energía y celo revolucionarios, todas las más urgentes necesidades económicas de la mayoría

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de los campesinos, expropió totalmente y sin indemnización a los terratenientes.» (Lenin. Las elecciones a la Asamblea Constituyente y la Dictadura del Proletariado. Diciembre 1919).

«Los traidores, mentecatos y pedantes de la II Internacional jamás pudieron comprender esta dialéctica: el proletariado no puede lograr la victoria si no conquista a la mayoría de la población. Pero limitar o supeditar esta conquista a la obtención de la mayoría de votos en las elecciones realizadas bajo el dominio de la burguesía es la mayor de las necedades, o un simple engaño a los obreros. A fin de conquistar a la mayoría de la población, el proletariado debe, en primer lugar, derrocar a la burguesía y tomar el poder del Estado; en segundo lugar, debe implantar el Poder soviético y destruir completamente el viejo aparato de Estado, con lo cual socava inmediatamente el dominio, el prestigio y la influencia de la burguesía y de los conciliadores pequeñoburgueses sobre las masas trabajadoras no proletarias. En tercer lugar, debe destruir completamente la influencia de la burguesía y los conciliadores pequeñoburgueses sobre la mayoría de las masas trabajadoras no proletarias, satisfaciendo sus necesidades económicas en forma revolucionaria a c o s t a d e l o s e x p l o t a d o r e s .» (Lenin. Las elecciones a la Asamblea Constituyente y la Dictadura del Proletariado. Diciembre 1919).

Es decir, por el camino de octubre los bolcheviques tomaron primero el

poder, contando con el apoyo de la mayoría del proletariado, y después se ganaron a la mayoría de la población. No esperaron a ganar a la mayoría de la población a través de elecciones.

«La revolución proletaria es imposible sin la simpatía y el apoyo de la inmensa mayoría de los trabajadores hacia su vanguardia: hacia el proletariado»1

Para ganar el apoyo de las grandes masas «la propaganda y la agitación son insuficientes de por sí. Para ello es imprescindible la propia experiencia política de las masas. Tal es la ley fundamental de todas las grandes revoluciones, confirmada hoy con fuerza y realce sorprendentes tanto por Rusia como por Alemania. Para que las masas incultas, en muchos casos analfabetas, de Rusia, y las masas de Alemania, muy cultas, sin un solo analfabeto, se orientaran resueltamente hacia el comunismo, necesitaron sentir en su propia carne toda la impotencia, toda la pusilanimidad, toda la flaqueza, todo el servilismo ante la burguesía, toda la infamia del gobierno de los caballeros de la II

199.

¿Por qué medio la vanguardia gana o puede ganar “la simpatía y el apoyo de la inmensa mayoría de los trabajadores”?

«Con la vanguardia sola es imposible triunfar.»

67

Internacional y toda la ineluctabilidad de la dictadura de los ultrarreaccionarios (Kornílov en Rusia2200, Kapp y Cía. en Alemania2

En octubre de 1917, en el II Congreso de los Soviets, los bolcheviques reunieron «una aplastante superioridad de fuerzas en el momento decisivo y en el lugar decisivo»

211) como única alternativa frente a la dictadura del proletariado.» (Lenin. La enfermedad infantil del "izquierdismo" en el comunismo. Junio 1920).

“La propaganda y la agitación son insuficientes de por sí”. Las palabras

no bastan, las masas tienen que vivir “en su propia carne” el fracaso de todo intento de buscar una vía intermedia entre la dictadura de los ultrarreaccionarios y la dictadura del proletariado.

Fue la conquista del poder en octubre de 1917, cuando los comunistas rusos sólo tenían la mayoría en los soviets, lo que generó "la contrarrevolución cerrada y potente" de la intervención extranjera y la guerra civil. Y fue en la experiencia política de esa guerra civil entre "la dictadura de los ultrarreaccionarios" y "la dictadura del proletariado" cuando la mayoría del campesinado, viviendo la diferencia entre una y otra dictadura, apoyaron el poder de los soviets.

La teoría de la guerra popular aplica esta "ley fundamental de todas las grandes revoluciones". Cuando ya las elecciones han dejado de ser «el índice de madurez de la clase obrera», los propios revisionistas apenas pueden hacer llegar al parlamento a sus representantes... si en una determinada zona de un país hay condiciones para organizar soviets, es decir, las bases de apoyo, el nuevo poder, iniciemos la guerra popular en ese punto, creemos el nuevo poder, y la guerra popular en su desarrollo irá abriéndose camino a través de la experiencia política de las masas ante la alternativa entre el viejo poder que se irá desmoronando, carcomido de contradicciones, y el nuevo poder que se irá extendiendo a través de la fluidez de la guerra.

Este es el camino de octubre, el desarrollo del camino de octubre a las nuevas condiciones que se plantearon tras la Segunda Guerra Mundial. El camino de octubre no es el camino de ganar la simpatía y el apoyo de la mayoría de los trabajadores a través de la propaganda y la agitación sin guerras, pacíficamente, por vías legales,...

2

Los problemas políticos importantes no se resuelven con votaciones, «se resuelven en realidad con la guerra civil, y la experiencia de las masas

222: en las dos capitales de Rusia, en Petrogrado y en Moscú. La insurrección permitió conquistar el poder en esas dos capitales que se

convirtió en bases de apoyo del nuevo poder, en bases desde donde convocar, a través de las leyes del nuevo gobierno, a la conquista del poder en todo el país.

No contaban con el apoyo de la mayoría de los trabajadores, pero con el poder en sus manos pudieron «satisfacer las necesidades económicas de la mayoría de los trabajadores a costa de los explotadores» y pudieron ofrecer al pueblo la experiencia de la guerra civil, experiencia que puso a su lado a la aplastante mayoría de la población. Sin ese apoyo los bolcheviques no hubiesen podido retener en sus manos el poder conquistado.

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trabajadoras no proletarias (en primer lugar, de los campesinos), la experiencia que les permite comparar, confrontar el poder del proletariado con el poder de la burguesía.»2

«Las derechas, desde el Parlamento y desde el Gobierno, prepararon una nueva ley de Asociaciones y dejaron en suspenso de hecho la existente, y con ello hicieron más difícil la defensa de los obreros. Anularon la ley de Términos municipales, dando rienda suelta a los patronos para servirse de mano de obra barata de forasteros, dejando en la miseria, en el paro y sin jornal a los obreros de las localidades. Prepararon una nueva ley de Jurados mixtos, anulando de hecho la anterior y con eso facilitaron a los patronos la posibilidad de disponer a su antojo de la vida y la suerte de los obreros. En consecuencia, las bases de trabajo elaboradas en 1932 por las organizaciones obreras fueron destrozadas… Las represalias contra los obreros organizados no cesaron»

233

En España, la insurrección de octubre de 1934 engendró una represión que preparó la victoria electoral de febrero de 1936; la victoria electoral alentó la revolución y llevó a la reacción al golpe de estado del 18 de julio; el golpe de estado fascista desencadenó una insurrección armada que desencadenó una guerra civil; guerra civil que puso en manos del partido la posibilidad de formar su ejército para la conquista del poder… Si no se hubiesen tomado las armas en octubre de 1934, no hubiese habido febrero de 1936 ni julio de 1936 ni guerra civil... Tal y como explica José Díaz, la insurrección de octubre de 1934 convocó una contrarrevolución cerrada y potente que preparó la victoria electoral de febrero de 1936.

Desde octubre de 1934 hasta febrero de 1936, «los dos años del Gobierno radicalcedista se caracterizaron por su permanente estado de excepción. Todas las conquistas de los obreros y campesinos les fueron arrebatadas. Las huelgas y movimientos de los obreros y campesinos por reivindicaciones y mejoras inmediatas fueron bárbaramente sofocados y aplastados. Las agresiones y los asesinatos de obreros por parte de las bandas fascistas protegidas por el Gobierno, eran un fenómeno “normal” y cotidiano en España. Persecución y clausura de los centros y organizaciones obreros. Suspensión de la prensa obrera. Prohibición de reuniones y mítines obreros. La ferocidad y barbarie de los gobernantes llegaron a su punto máximo después de la derrota del movimiento insurreccional de octubre de 1934.»

Más de 100 condenados a muerte, más de 5.000 muertos, 30.000 presos y

torturados, millares y millares de represaliados (desterrados,…) Desde octubre de 1934 hasta junio de 1935, el gobierno mantuvo el estado de guerra.

«Toda España se había convertido en un cementerio, en una prisión… No había una sola casa obrera o campesina en España que no tuviese al padre, al marido, al hermano o al hijo muerto, asesinado, preso o torturado y vejado.»

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«La poca autonomía que había sido otorgada a Cataluña por las Cortes Constituyentes fue abolida y anulada… Los Ayuntamientos vascos fueron destituidos y procesados.»

«Las amenazas de las derechas, en caso de triunfar, aumentaron. ABC, el órgano de los monárquicos, anunciaba una lista de 1.500 dirigentes comunistas, socialistas y republicanos de izquierda a quienes, en caso de triunfar las derechas, se debía eliminar para asegurar “la tranquilidad de España”. Velarde [verdugo mayor de Asturias], en el banquete ya mencionado [13/02/36], declaró que “la primera obligación de las próximas Cortes era declarar fuera de la ley a todos los partidos marxistas españoles”. Las mismas declaraciones hizo Gil Robles en todos los mítines.»

«…ambiente de terror en los pueblos, bandas de pistoleros organizados de Falange Española y de la J.A.P. (Juventudes de Gil Robles); detenciones y amenazas de muerte contra los propagandistas y candidatos de izquierdas (detención de Pasionaria, de Uribe, comunistas, de Medrano, joven comunista, de Rufilanchas, y otros socialistas y republicanos de izquierda). El día de las elecciones, la mayoría de los pueblos estaban tomados militarmente por la guardia civil, que impedía el acceso a las urnas a los electores izquierdistas y a los interventores del Frente Popular que iban a controlar la marcha de las votaciones»; «detenciones en masa de los fijadores y repartidores de propaganda del Frente Popular en Madrid y otras provincias»; «la detención de decenas de interventores del Frente Popular en la provincia de Córdoba u otras provincias, en la noche de la víspera del 16 de febrero»; «Incluso en la misma noche del 16 de febrero, al conocerse los primeros resultados favorables para el Frente Popular, el señor Portela, jefe del Gobierno, anunció por radio que el resultado de las elecciones era notoriamente, decididamente favorable para las fuerzas de centro­derecha. Este anuncio «oficial» tenía como fin sembrar el pesimismo y el desconcierto entre las masas de izquierda, a fin de evitar que esas masas se lanzasen a la calle a impedir que las derechas falsificasen las cifras y los resultados de las votaciones, como generalmente hacen, cuando el resultado en las urnas no les es favorable. Gracias al llamamiento enérgico hecho a las masas por el Frente Popular y a la actividad sin igual desplegada por el Partido Comunista en todas partes de España; gracias a las grandes manifestaciones que se formaron en Madrid y en todas las ciudades la misma noche del 16 de febrero y en los días posteriores, fue posible cortar y desbaratar las maniobras de las derechas, deshacer sus intentos de falsificar las actas y asegurar que el resultado de las urnas fuese respetado. Sólo en las provincias donde la vigilancia de las masas fue, por diversas razones (persecuciones, terror, deportaciones, amenazas, etcétera) insuficiente, pudieron las fuerzas de la reacción confeccionar un resultado favorable para ellas. Tal fue el caso en las provincias de Orense, Toledo, Baleares, Salamanca, etcétera…» (José Díaz. Alcance del triunfo popular del 16 de febrero. Marzo-abril 1936).

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Hoy en el Perú, como en 1917-1919 en Rusia o en 1927-1945 en China, es

en la experiencia de la guerra que la mayoría del pueblo forja su conciencia revolucionaria.

Si los bolcheviques no hubiesen tomado las armas en el momento

decisivo de octubre de 1917, si los comunistas chinos, tras el Levantamiento de la Cosecha de Otoño en 1927, no se hubiesen dirigido hacia las montañas Chingkang para establecer el poder rojo, si los comunistas peruanos no hubiesen aprovechado el vacío de poder para construir el nuevo poder…

Por tanto, al debatir la cuestión de “la acumulación de fuerzas” hay que concretar ¿cómo concentrar «una aplastante superioridad de fuerzas en el momento decisivo y en el lugar decisivo» para tomar el poder en un ciudad o en una aldea?

“La propaganda y la agitación son insuficientes de por sí”. Las palabras no bastan, las masas tienen que vivir “en su propia carne” el fracaso de todo intento de buscar una vía intermedia entre la dictadura de los ultrarreaccionarios y la dictadura del proletariado.

Una campaña electoral, un debate en tribuna parlamentaria, como una campaña con prensa, charlas, carteles, octavillas,… de denuncia o reivindicación política o económica, es propaganda y agitación: es “insuficiente de por sí”.

Coronar una campaña de prensa, charlas, carteles, octavillas,… con manifestaciones o demostraciones en la calle, con paros o huelgas,… que no desbordan los cauces legales, que discurren pacíficamente aunque no cumplan con la legalidad o que, aún siendo sazonadas con “brotes” de violencia, sofrenan a las masas para desarrollar la violencia revolucionaria en las calles,… es “insuficiente de por sí”.

Se recurre a los llamados "elementos lúdicos", a la imaginación, a lo variopinto,... intentando atrapar la atención de las masas,... pero es "insuficiente de por sí".

En "El imperialismo y la revolución", en contra de la guerra popular, Hoxha planteaba la propaganda como «un poderoso medio… para preparar a las masas para la revolución»: «La propaganda misma es eficaz y hace mella cuando es acompañada de la acción revolucionaria». Pero Hoxha es incapaz de concretar cualquier forma o procedimiento de “acción revolucionaria”…

Habría que estudiar la gradación en la lucha política entre la agitación y propaganda y la acción armada y la guerra popular2244. Paros, huelgas, manifestaciones… lucha de calles. La intervención del ejército contra huelgas o levantamientos…

Argentina nos muestra que las puebladas (levantamientos) y la lucha armada pueden ayudar a voltear a uno u otro gobierno, a uno u otro sistema de gobierno, pero no el sistema de estado, no a la clase o clases reaccionarias en el poder…

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3.2 Después de la Revolución Octubre, ningún partido comunista ha podido alcanzar el apoyo electoral que tuvieron los bolcheviques en noviembre de 1917 sin haber pasado antes por una guerra. Alcanzado ese apoyo, si no se atrevieron a tomar las armas para conquistar el poder degeneraron en partidos revisionistas.

Pasado medio mes de la revolución de octubre de 1917, los bolcheviques sólo alcanzaron el 25% de los votos en las elecciones a la Asamblea Constituyente. Para conquistar el poder no necesitaron esperar a lograr la mayoría electoral2

En mayo de 1958, el PCF, con 150 escaños en el parlamento, no hizo nada frente al golpe de estado fascista. El ministro del interior en ese momento, Jules Moch, describe "el miedo... a causa del equilibrio de fuerzas… los desórdenes, si explotaran, beneficiarían exclusivamente a los comunistas. Praga en 1948 estaba

255. Esperar era lo que había hecho la socialdemocracia alemana, degenerando en un partido obrero burgués.

Después de la revolución de octubre, ¿qué partidos comunistas rondaron o superaron un 25% de votos en unas elecciones bajo dominación de la burguesía? ¿cómo lograron ese apoyo electoral? ¿qué hicieron con el apoyo logrado?

No podemos contar entre estos casos a aquellos países de Europa que fueron liberados por el Ejército Rojo y las guerrillas antifascistas de la ocupación del fascismo alemán y que después formaron parte del campo socialista, pues en estos casos los partidos comunistas no tuvieron que enfrentar a un ejército de la burguesía (propia o extranjera).

En Alemania, en las elecciones parlamentarias, el Partido Comunista tenía un 10,6 % de votos en 1928 y 16,8 % en 1932…

Tras la Segunda Guerra Mundial, los Partidos Comunistas de Francia e Italia lograron entre un 26 y un 18 % de votos en las elecciones a la Asamblea Constituyente. En las posteriores elecciones parlamentarias alcanzaron hasta el 29 y el 22 %

¿Cómo alcanzaron esas altas cotas electorales? ¿Por qué no se atrevieron a tomar el poder? De haberse atrevido, ¿qué problemas hubiesen tenido que enfrentar? De haberse enfrentado ante esos problemas, ¿hubiesen podido evitar una guerra prolongada?

En Italia, el imperialismo norteamericano hubiese enfrentado la Italia del Sur contra la Italia del Norte, hubiese tomado las ciudades del norte,… y la guerra de guerrillas hubiese tenido que extenderse al sur para evitar ser cercada en ciertas zonas del norte.

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en mi mente en las noches de insomnio tanto como Madrid en 1936”.2

3.3 La huelga y la insurrección.

266 De haber tomado las armas, no hubiese podido tomar el poder en ese

momento, pero hubiese acelerado la situación revolucionaria que había generado la guerra colonial… La guerra civil hubiese impedido a De Gaulle una “transición pacífica” de la IV a la V República y hubiese forzado a un sistema de gobierno abiertamente fascista… Los comunistas se hubiesen quedado sin parlamento que utilizar. Pero, ¿para qué utilizaron el parlamento después de 1958? ¿de qué les sirvió la utilización del parlamento o los intentos de utilizar el parlamento?

En China «no tenemos parlamento que utilizar, ni derecho legal de organizar a los obreros para realizar huelgas» «En China, la forma principal de lucha es la guerra, y la forma principal de organización, el ejército.» (P. Mao)

En los años 30, el fascismo impidió a los comunistas utilizar el parlamento y el derecho a organizar huelgas. ¿Cómo lo vencieron? A través de la guerra, II Guerra Mundial de la que formaron parte la guerra de guerrillas en países como Yugoslavia, Francia, Italia, Grecia… y China. Donde la guerra no lo barrió, como fue el caso de España, el fascismo no fue vencido. En este país bajo el franquismo, el revisionismo plasmó la «vía pacífica» en un llamamiento a la «huelga general revolucionaria». Fue la lucha armada de ETA y, en menor medida, del FRAP, la que puso en marcha la oleada de huelgas, manifestaciones,… que puso fin al franquismo, pero, a falta de más lucha armada, el fascismo transitó pacíficamente hacia la democracia burguesa… sirviendo como modelo de “transición pacífica” a la Argentina de Videla, al Chile de Pinochet,…

En los años 80, no había fascismo que persiguiese, por medios policiales y judiciales, la organización de los obreros para realizar huelgas. Era el revisionismo el que impedía, por medios ideológicos y políticos, que los comunistas organizasen a los obreros para realizar huelgas.

Esa experiencia nos dice que frente al fascismo, hay que organizar la lucha armada, específicamente la guerra popular como en China. En los años 80, ¿qué se podía hacer para enfrentar al revisionismo? Organizar la lucha armada, la guerra popular,...

«Las brutales formas de explotación de los obreros en las empresas, unidas al insoportable régimen policíaco de los esbirros zaristas, daban a cualquier huelga un poco seria un carácter político. Y este entrelazamiento de la lucha política con la lucha económica infundía a las huelgas de masas una fuerza especialmente revolucionaria.» (Stalin)2

«…la experiencia de 1905 ha creado una profunda y gran tradición

277

73

de huelgas de masas. Y no hay que olvidar adónde conducen estas huelgas en Rusia. Las empecinadas huelgas de masas están inseparablemente unidas, en nuestro país, a la insurrección armada.» (Lenin)2

«La revolución rusa es la primera gran revolución de la historia mundial... en que la huelga política de masas ha desempeñado un papel extraordinario. Se puede incluso afirmar que es imposible comprender los acontecimientos de la revolución rusa y la sucesión de sus formas políticas si no se estudia el fondo de esos acontecimientos y de esa sucesión de formas a través de la estadística de las huelgas.» (Lenin)

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2

¿Cómo creció la insurrección en 1905? En primer lugar, huelgas de masas, manifestaciones y mítines hicieron más frecuentes los choques del pueblo con la policía y el ejército. En segundo lugar, las huelgas de masas levantaron al campesinado para emprender una serie de insurrecciones parciales, fraccionadas, semiespontáneas. En tercer lugar, las huelgas de masas se propagaron con suma rapidez al ejército y a la armada y provocaron choques en el terreno económico ("motines de los guisantes" y otras "revueltas") y luego las insurrecciones. En cuarto lugar, la propia contrarrevolución comenzó la guerra civil con pogromos, con la violencia

299

La revolución rusa de 1905 «mostró por vez primera la combinación de la huelga económica y la huelga política, con la transformación de esta última en insurrección armada, así como el nacimiento de una nueva forma de lucha de masas y de organización masiva de las clases oprimidas por el capitalismo: los Soviets. Las revoluciones de Febrero y Octubre de 1917 condujeron al desarrollo multilateral de los Soviets en todo el país y, luego, a su victoria… Y menos de dos años después se manifestaron el carácter internacional de los Soviets, la extensión de esta forma de lucha y de organización al movimiento obrero mundial.» (Lenin. La enfermedad infantil del "izquierdismo" en el comunismo. 1920).

«…el proletariado… arrastra a las masas a la huelga revolucionaria, que vincula indisolublemente la lucha política con la lucha económica, que conquista el apoyo de las capas más rezagadas gracias al éxito de la lucha por la mejora inmediata de la vida de los obreros y que, al mismo tiempo, levanta al pueblo contra la monarquía zarista.

Sí, la experiencia de 1905 ha creado una profunda y gran tradición de huelgas de masas. Y no hay que olvidar adónde conducen estas huelgas en Rusia. Las empecinadas huelgas de masas están inseparablemente unidas, en nuestro país, a la insurrección armada.

Que no se tergiversen estas palabras. No se trata en absoluto de un llamamiento a la insurrección. Tal llamamiento sería en extremo insensato en el momento presente. Se trata de establecer la vinculación entre la huelga y la insurrección en Rusia.

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contra demócratas, etc. La revolución de 1905 culminó en una derrota, pero de modo

alguno porque hubiera ido "demasiado lejos", porque la insurrección de diciembre hubiese sido ''artificial'', como piensan los renegados entre los liberales, etc. Por el contrario, la causa de la derrota consistió en que la insurrección no fue lo bastante lejos, en que la comprensión de su necesidad no fue difundida con bastante amplitud y asimilada con suficiente firmeza por las clases revolucionarias; en que la insurrección no fue unánime, decidida, organizada, simultánea y ofensiva.» (Lenin. El ascenso revolucionario. Junio de 1912. OC. 21, p. 372-375).

«Las huelgas de masas en las épocas revolucionarias tienen su

lógica objetiva. Lanzan centenares de miles y millones de chispas en todas direcciones, en tanto que alrededor hay un material inflamable de extrema sensibilidad: las torturas sin precedentes que causa el hambre, la ilimitada arbitrariedad, el escarnio desvergonzado y cínico al "pobre", al "mujik", al soldado raso. Añádase a esto la campaña antisemita de persecuciones y de pogromos que practican las centurias negras, desenfrenada a más no poder y solapadamente nutrida y dirigida por la pandilla de cortesanos del obtuso y sanguinario Nicolás Románov... "Así fue y así será"3

En Rusia, en 1905, ¿por qué “métodos y caminos” unos “centenares de organizadores revolucionarios” pudieron “poner en movimiento a las masas” para desarrollar el movimiento revolucionario hasta la insurrección armada y la toma del poder

300: ¡estas palabras fatídicas fueron pronunciadas por el ministro Makárov, para desgracia suya, de su clase y de su zar terrateniente!»

«Para apoyar y ampliar el movimiento de las masas necesitamos organización y organización. Sin un partido ilegal no es posible realizar este trabajo, y no tiene sentido hablar en vano de ello. Al apoyar y ampliar la ofensiva de las masas, se debe tener en cuenta con cuidado la experiencia de 1905 y, al explicar la necesidad e inevitabilidad de la insurrección, prevenir y contener los intentos prematuros de este género. El crecimiento de las huelgas de masas, la incorporación de otras clases a la lucha, el estado de las organizaciones, el ánimo de las masas: todo esto señalará por sí mismo el momento en que todas las fuerzas deberán unirse en el embate unánime, decidido, ofensivo, intrépido y abnegado de la revolución contra la monarquía zarista.» (Lenin. El ascenso revolucionario. Junio de 1912. OC. 21, p. 372-375).

3

El ensayo general de la revolución rusa de 1917 fue la revolución de 1905. En ese año de 1905, en Rusia, los bolcheviques no tenían parlamento que utilizar, ni derecho legal de organizar a los obreros para realizar huelgas. Al

311? En 1905, la huelga de masas fue el medio o forma principal.

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estallar la guerra imperialista en 1914, el periódico legal “Pravda” fue clausurado, los diputados bolcheviques del parlamento fueron condenados por “alta traición” y deportados a la Siberia oriental… Es decir, en febrero de 1917, los bolcheviques tampoco podían utilizar el parlamento, ni derecho legal de organizar a los obreros para realizar huelgas.

UL en España ha convertido el «camino de octubre» en una especie de «paradigma» sobre la acumulación de fuerzas «a través de un largo período de lucha legal». Paradójicamente, en la Rusia de 1905 el proletariado estaba tan carente de derechos legales que los marxistas tenían que editar la mayor parte de la propaganda en el extranjero y hacerla llegar a «Rusia de contrabando, después de vencer increíbles dificultades y a costa de muchos sacrificios». Tomemos ese simple hecho para comparar la época del “¿Qué hacer?” de Lenin y la época del “quehacerismo” de UL,…

En un Informe sobre la revolución de 1905, presentado en enero de 1917, Lenin explica:

Antes del 22 de enero de 1905, los partidos revolucionarios y, en primer término, la socialdemocracia revolucionaria, no contaban más que con «varios centenares de organizadores revolucionarios, unos cuantos miles de afiliados a las organizaciones locales, media docena de hojas revolucionarias, que no salían arriba de una vez al mes, se editaban sobre todo en el extranjero y llegaban a Rusia de contrabando, después de vencer increíbles dificultades y a costa de muchos sacrificios.»

Pero en el curso de unos meses: «Los centenares de socialdemócratas revolucionarios se transformaron "de pronto" en millares, los millares se convirtieron en jefes de dos o tres millones de proletarios. La lucha proletaria suscitó una gran efervescencia, que en parte fue movimiento revolucionario, en el seno de una masa campesina de cincuenta a cien millones de personas; el movimiento campesino repercutió en el ejército y provocó insurrecciones de soldados, choques armados de una parte del ejército con otra. Así pues, un país enorme, de 130.000.000 de habitantes, se lanzó a la revolución; así pues, la Rusia aletargada se convirtió en la Rusia del proletariado revolucionario y del pueblo revolucionario.»

¿Cómo se dio ese salto «en el curso de unos meses» desde unos «centenares de organizadores revolucionarios» hasta millares dirigiendo a dos o tres millones de proletarios?

«Es necesario estudiar esta transición, comprender cómo se hizo posible, cuáles fueron, por así decirlo, sus métodos y caminos. El medio principal de esta transición fue la huelga de masas. […] el medio específicamente proletario de lucha, la huelga, fue el medio principal para poner en movimiento a las masas y el fenómeno más característico del desarrollo, en oleadas crecientes, de los acontecimientos decisivos.

La revolución rusa es la primera gran revolución de la historia mundial... en que la huelga política de masas ha desempeñado un papel

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extraordinario. Se puede incluso afirmar que es imposible comprender los acontecimientos de la revolución rusa y la sucesión de sus formas políticas si no se estudia el fondo de esos acontecimientos y de esa sucesión de formas a través de la estadística de las huelgas.

[…] En ningún país capitalista del mundo, ni siquiera en los países más avanzados, como Inglaterra, Estados Unidos y Alemania, se ha visto un movimiento huelguístico tan grandioso como el de 1905 en Rusia.»

Extraordinario por su peculiaridad fue el entrelazamiento de las huelgas económicas y políticas en el período de la revolución. Está fuera de toda duda que sólo la ligazón más estrecha entre estas dos formas de huelga fue lo que aseguró la gran fuerza del movimiento. Si las grandes masas de los explotados no hubieran visto ante sí ejemplos diarios de cómo los obreros asalariados de las diferentes ramas de la industria obligaban a los capitalistas a mejorar de un modo directo e inmediato su situación, no habría sido posible en modo alguno atraerlas al movimiento revolucionario. Gracias a esta lucha, un nuevo espíritu alentó al pueblo ruso en su conjunto. Y fue sólo entonces cuando la Rusia feudal, sumida en un sueño letárgico, la Rusia patriarcal, devota y sumisa, se despidió del Adán bíblico; sólo entonces tuvo el pueblo ruso una educación verdaderamente democrática, verdaderamente revolucionaria.

[…] El comienzo de 1905 trajo la primera gran ola del movimiento huelguístico que se extendió por todo el país. En la primavera de ese mismo año observamos ya el despertar del primer gran movimiento campesino, no sólo económico, sino también político, habido en Rusia. Para comprender la importancia de ese hecho, que representa un viraje en la historia, hay que recordar que los campesinos no se emanciparon en Rusia de la más penosa dependencia feudal hasta 1861… Rusia vio por primera vez un movimiento revolucionario contra el zarismo en 1825, pero ese movimiento fue casi exclusivamente cosa de la nobleza. Desde entonces y hasta 1881, año en que Alejandro II es muerto por los terroristas, se encontraron al frente del movimiento intelectuales salidos de las capas medias, quienes dieron pruebas del más grande espíritu de sacrificio, suscitando con su heroico método terrorista de lucha el asombro del mundo entero. […] Sin embargo, no alcanzaron ni podían alcanzar su objetivo inmediato: despertar la revolución popular.

Esto lo consiguió sólo la lucha revolucionaria del proletariado. Sólo la oleada de huelgas de masas, extendida por todo el país a consecuencia de las duras lecciones de la guerra imperialista ruso-japonesa, despertó a las grandes masas campesinas de su sueño letárgico. La palabra "huelguista" adquirió para los campesinos un sentido completamente nuevo, viniendo a ser algo así como rebelde o revolucionario, conceptos que antes se expresaban con la palabra "estudiante". Pero como el "estudiante" pertenecía a las capas medias, a la "gente de letras", a los "señores", era extraño al pueblo. El "huelguista", por el contrario, había salido del pueblo, él mismo figuraba entre los explotados. Cuando lo desterraban de Petersburgo, muy a menudo

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retornaba al campo y hablaba a sus compañeros de la aldea del incendio que envolvía a las ciudades y que debía eliminar a los capitalistas y a los nobles. En la aldea rusa apareció un tipo nuevo: el joven campesino consciente. Este mantenía relaciones con los "huelguistas", leía periódicos, refería a los campesinos los acontecimientos que se producían en las ciudades, explicaba a sus compañeros del lugar la significación de las reivindicaciones políticas y los llamaba a la lucha contra los grandes terratenientes-nobles, contra los curas y los funcionarios.

Los campesinos se reunían en grupos, hablaban de su situación y poco a poco se iban incorporando a la lucha: se lanzaban en masa contra los grandes terratenientes, prendían fuego a sus palacios y fincas o se incautaban de sus reservas, se apropiaban del trigo y de otros víveres, mataban a los policías y exigían que se entregara al pueblo la tierra de las inmensas posesiones de la nobleza.

En la primavera de 1905 el movimiento campesino estaba aún en germen y abarcaba sólo una pequeña parte de los distritos, la séptima parte aproximadamente.

Pero la unión de la huelga proletaria de masas en las ciudades con el movimiento campesino en las aldeas fue suficiente para tambalear el último y más "firme" sostén del zarismo. Me refiero al ejército.

Comienza un período de insurrecciones militares en la marina y en el ejército. Cada ascenso en la oleada del movimiento huelguístico y campesino durante la revolución va acompañado de insurrecciones de soldados en toda Rusia.

[…] La efervescencia revolucionaria reinante en el pueblo no podía dejar de extenderse al ejército. Es característico que los jefes del movimiento surgieran de los elementos de la marina y del ejército que antes habían sido principalmente obreros industriales…» (Lenin. Informe sobre la revolución de 1905. enero 1917)

¿Cuál fue la forma principal de lucha para poner «en movimiento a las

masas»? La huelga de masas. Huelgas económicas que se van entrelazando con huelgas políticas que, al llegar a determinado nivel, se transforman en insurrección armada (diciembre 1905). La oleada de huelgas «despertó a las grandes masas campesinas de su sueño letárgico» La unión de la huelga proletaria de masas en las ciudades con el movimiento campesino en las aldeas generó las insurrecciones militares en la marina y en el ejército.

La revolución rusa de 1905 fue por su contenido social una revolución democrático-burguesa. Puso en movimiento a masas muy oprimidas y desató la energía latente acumulada. A la cabeza del movimiento estaban los obreros metalúrgicos, la capa superior de la clase obrera, «los proletarios mejor retribuidos, los más conscientes y más cultos».

«Los metalúrgicos son en Rusia… el destacamento de vanguardia del proletariado. Y a este respecto observamos el siguiente hecho instructivo: por cada 100 obreros fabriles hubo en 1905 en Rusia 160

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huelguistas; mientras que a cada 100 metalúrgicos correspondían ese mismo año ¡320 huelguistas! Se ha calculado que cada obrero fabril ruso perdió en 1905, a consecuencia de las huelgas, un promedio de 10 rublos… dinero que, por así decirlo, entregó para la lucha. Pero si tomamos sólo a los metalúrgicos, obtendremos una cantidad ¡tres veces mayor! Delante iban los mejores elementos de la clase obrera, arrastrando tras de sí a los vacilantes, despertando a los dormidos y animando a los débiles. […] Las huelgas sostenidas por los metalúrgicos durante todo el año 1905 nos dan un mayor número de acciones políticas que económicas. […] Cierto, para eso era necesario que el destacamento de vanguardia de los obreros no entendiera por lucha de clases la lucha por los intereses de una pequeña capa superior, como con harta frecuencia han tratado de hacer creer a los obreros los reformistas, sino que los proletarios actuaran realmente como vanguardia de la mayoría de los explotados, incorporaran esa mayoría a la lucha…»

«La historia de la revolución rusa nos muestra que quien luchó con la mayor tenacidad y la mayor abnegación fue la vanguardia, fueron los elementos selectos de los obreros asalariados. Cuanto más grandes eran las fábricas, más porfiadas eran las huelgas, mayor era la frecuencia con que se repetían en un mismo año. Cuanto más grande era la ciudad, más importante era el papel del proletariado en la lucha.» (Lenin. Informe sobre la revolución de 1905. enero 1917).

La opresión feudal había acumulado mucha energía latente, mucha leña

seca, y los obreros «más conscientes y más cultos», en las fábricas más grandes, en las ciudades más grandes, prendieron la chispa para el incendio.

El desarrollo del imperialismo ha generado aburguesamiento en las capas superiores de la clase obrera.

Por tanto, para desarrollar el mismo proceso de huelgas económicas que se van entrelazando con huelgas políticas, que preparan y desembocan en insurrección armada, hace falta primeramente barrer el montón colosal de basura que pesa sobre esas capas superiores de la clase obrera. Es decir, barrer a las organizaciones políticas, sindicales,… revisionistas y oportunistas que controlan en mayor o menor medida a esas capas de la clase obrera.

Tras la II Guerra Mundial, la derrota ideológica y política del revisionismo y el oportunismo ¿se puede conseguir por métodos pacíficos, a través de la propaganda y la agitación?

En la España de 1936, el movimiento obrero estaba dividido entre la UGT del PSOE3322 y la CNT anarquista. La guerra barrió con la socialdemocracia y el anarquismo. En los años 60, los comunistas organizaron las comisiones obreras (CCOO). No había UGT ni CNT, eran comisiones obreras. El revisionismo transformó comisiones obreras en un sindicato socialdemócrata y, con ello, abrió la puerta a la reconstitución del sindicalismo socialdemócrata (UGT) y del sindicalismo anarquista (CNT, CGT,...)

79

Una guerra fue necesaria para barrer el sindicalismo socialdemócrata y anarquista. Otra guerra será necesaria para volver a barrerlo.

La guerra popular es la escoba de hierro que permitirá barrer al revisionismo y al oportunismo de todo pelaje, tal y como lo demuestra la guerra popular en el Perú. El paro armado se ha constituido en una forma de la guerra popular, forma que sirve para preparar la insurrección en las ciudades.

«Marx nos decía en el siglo pasado, los sindicatos al comienzo han sido simple agremiación para defenderse económicamente, ése es su pasado; su presente es ya organizarse más y desarrollarse políticamente y su futuro servir a la conquista del Poder. Eso ya nos dijo Marx; entonces el problema cuál es, cómo combinamos las dos luchas, la lucha por la reivindicación que es una guerra de guerrillas como nos dijo el propio Marx: la lucha por el salario, por la jornada, las condiciones de trabajo y otros derechos que desarrolla la clase, el proletariado y el pueblo y se lanza a una huelga es una guerra de guerrillas en la cual no solamente lucha por una cuestión concreta económica o política, si es de interés general, sino que se está preparando para los grandes momentos por venir y ésa es su esencia histórica fundamental

...la cosa es clara, el centro está en el campo pero para la insurrección se cambia el centro, el centro pasa a ser la ciudad y para eso incluso así como al comienzo se desplaza combatientes y comunistas de las ciudades al campo, después hay que desplazar del campo a la ciudad; también se da y así vamos traspasando el peso y preparando la insurrección. Tenemos que ir viendo condiciones para que converjan la acción del Ejército Guerrillero Popular con la acción insurreccional en las

; entonces nuestro problema cuál es, compaginar la lucha reivindicativa con la conquista del Poder, a eso le llamamos desarrollar el trabajo de masas en y para la guerra popular.» [Subrayados nuestros] (Presidente Gonzalo. Entrevista 1988).

«…nuestro proceso de la guerra popular tiene que llevarnos al auge, en consecuencia tenemos que preparar la insurrección que viene a ser, en síntesis, la toma de las ciudades. Nosotros pensamos y preparamos la insurrección porque es una necesidad, sino no podríamos triunfar en todo el país. [...] Pensamos que nuestra acción en las ciudades es indispensable y tiene que impulsarse cada vez más y más porque ahí está concentrado el proletariado y no podemos dejarlo en manos del revisionismo ni del oportunismo.

En las ciudades, existen las barriadas, las inmensas masas barriales. Nosotros desde el año 76 tenemos una directriz para el trabajo en las ciudades. Tomar barrios y barriadas como base y proletariado como dirigente, ésa es nuestra directriz y la seguiremos practicando, ahora en condiciones de guerra popular. [...]

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ciudades, o en una o en varias. Eso es lo que necesitamos. La insurrección apunta a la captura de las ciudades para rematar

la guerra popular en todo el país...» (Presidente Gonzalo. Entrevista 1988).

Es decir, la insurrección es necesaria para rematar la guerra popular, sea

en un país del tercer mundo, en que el camino de la revolución va del campo a la ciudad, o sea en un país imperialista, en que la revolución tiene su centro en las ciudades. La «esencia histórica fundamental» de la huelga es precisamente preparar la insurrección.

Este es el camino de octubre, el desarrollo del camino de octubre a las nuevas condiciones que se plantearon tras la Segunda Guerra Mundial. El camino de octubre no es el camino de trabajar en los sindicatos y organizar huelgas económicas para ir ganando a la mayoría del proletariado a través de la propaganda y la agitación sin guerras, pacíficamente, por vías legales,...

El camino de octubre es la estrecha vinculación entre la huelga económica y la huelga política con la mira puesta en la futura insurrección.

Por tanto, el camino de la guerra popular es la continuación y desarrollo del camino de octubre.

3.4 El nuevo poder: los soviets.

«La esencia auténtica de la Comuna no está donde la buscan habitualmente los burgueses, sino en la creación de un Estado de tipo especial. ¡Y ese Estado ha nacido ya en Rusia, son precisamente los Soviets de diputados obreros y soldados!» (Lenin)3

«El "Poder soviético" es el segundo paso, o la segunda etapa, de trascendencia histórica mundial, en el desarrollo de la dictadura del proletariado. El primer paso fue la Comuna de París. El análisis genial del contenido e importancia de la Comuna, hecho por Marx en su obra La guerra civil en Francia, demostró que la Comuna había creado un nuevo tipo de Estado, el Estado proletario.» (Lenin)

333.

3

«…el movimiento soviético, que se extiende a todo el mundo, lleva adelante a la vista de todos la causa de la Comuna» (Lenin)

344.

3

En 1871, el proletariado de París nos dio a conocer la Comuna como «la forma política al fin descubierta» de la dictadura del proletariado. La revolución rusa nos dio a conocer los Soviets o Consejos como forma de lucha y de organización

355.

3366 de los obreros armados que se transforma en un Estado tipo Comuna, «órganos de la insurrección armada y, al mismo tiempo, el germen del nuevo Poder, del Poder revolucionario»3377. La revolución china nos dio a conocer la guerra popular como forma principal de lucha que crea esos soviets

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o consejos como bases de apoyo, formando con el partido y el ejército los tres instrumentos de la revolución. La revolución peruana nos está dando a conocer la militarización del partido y la construcción concéntrica de los tres instrumentos de la revolución para iniciar y desarrollar la guerra popular. Un largo proceso de lucha y conocimiento acrisolado en el marxismo-leninismo-maoísmo, pensamiento Gonzalo.

Lo fundamental del maoísmo es el poder. Nos encontramos ante la

cuestión fundamental del camino al poder: la formación de los soviets, la formación del nuevo poder.

«Los Soviets de diputados obreros son órganos de la lucha directa de las masas. Surgieron como órganos de la lucha huelguística. Por el peso de las circunstancias se convirtieron muy pronto en órganos de la lucha general revolucionaria contra el Gobierno. Y, en virtud del desarrollo de los acontecimientos y del paso de la huelga a la insurrección, se convirtieron inconteniblemente en órganos de la insurrección. […] No fue ninguna teoría, ni tampoco ningún llamamiento […], ni la táctica que alguien pudiera haber inventado, ni la doctrina de un partido, sino el peso de las circunstancias lo que condujo a esos órganos apartidistas, de masas, a comprender la necesidad de la insurrección y los convirtió en órganos de la insurrección.» (La Disolución de la Duma y las tareas del proletariado. OC. 13, p. 344)

Es decir, los soviets nacieron como «órganos de la lucha directa de las

masas», como «órganos de la lucha huelguística» (asambleas de delegados de todas las fábricas); se desarrollaron como «órganos de la lucha general revolucionario contra el Gobierno»; maduraron como «órganos de la insurrección»; para consolidarse, tras la victoria de la insurrección y la conquista del poder, como órganos del nuevo poder. Veamos.

En Rusia, en 1905, «En el fragor de la lucha se formó una organización de masas original: los célebres Soviets de Diputados Obreros, asambleas de delegados de todas las fábricas. Estos Soviets de Diputados Obreros comenzaron a desempeñar, cada vez más, en algunas ciudades de Rusia, el papel de gobierno provisional revolucionario, el papel de órganos y de dirigentes de las insurrecciones. Se hicieron tentativas de organizar Soviets de Diputados Soldados y Marineros y de unificarlos con los Soviets de Diputados Obreros.

Ciertas ciudades de Rusia vivieron en aquellos días un período de pequeñas "repúblicas" locales, donde las autoridades habían sido destituidas y el Soviet de Diputados Obreros desempeñaba realmente la función de nuevo poder público. Esos períodos fueron, por desgracia, demasiado breves, las "victorias" fueron demasiado débiles, demasiado aisladas.»

«Octubre y diciembre de 1905 son los meses que marcan el punto culminante en el ascenso de la revolución rusa. […]

La huelga general de ferroviarios interrumpió en toda Rusia el tráfico y

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paralizó del modo más rotundo las fuerzas del Gobierno. Se abrieron las puertas de las universidades, y las aulas… se transformaron en lugar de reunión de miles y miles de obreros, artesanos y empleados, que discutían abierta y libremente los problemas políticos.

Se conquistó la libertad de prensa. La censura fue simplemente eliminada. Ningún editor se atrevía a presentar a las autoridades el ejemplar obligatorio, ni las autoridades se atrevían a adoptar medida alguna contra ello. Por primera vez en la historia de Rusia aparecieron libremente en Petersburgo y en otras ciudades periódicos revolucionarios. Sólo en Petersburgo se publicaban tres diarios socialdemócratas con una tirada de 50.000 a 100.000 ejemplares.

El proletariado marchaba a la cabeza del movimiento. Su objetivo era conquistar la jornada de 8 horas por vía revolucionaria. La consigna de lucha del proletariado de Petersburgo era: "¡Jornada de 8 horas y armas!" Para una masa cada vez mayor de obreros se hizo evidente que la suerte de la revolución podía decidirse, y que en efecto se decidiría, sólo por la lucha armada.» (Lenin. Informe sobre la revolución de 1905. Enero 1917. OC. 30, p. 327-329)

Un ejemplo puede servir para comparar esa situación de Rusia y la situación en Alemania. Por ejemplo, en Berlín, el 9 de noviembre de 1918, queriendo repetir la experiencia de Varsovia de 1905, el grupo Espartaco, liderado por Karl Liebknecht y Rosa Luxemburg, ocupó un periódico para publicar "Bandera Roja", pero la ocupación no pudo hacerse efectiva, de tal manera que entre el boicot de los impresores, las reclamaciones de los propietarios y el apoyo del gobierno a éstos, el grupo Espartaco tuvo que buscar el 18 de noviembre un editor mediante contrato comercial.

Es decir, en la atrasada Rusia, las brutales formas de explotación de los obreros, el insoportable régimen policíaco, el incipiente desarrollo del revisionismo, permitieron esa explosión revolucionaria en que nacieron y se formaron los soviets.

«El curso y las formas de lucha… determinan las formas de dictadura» (Lenin)3

Si en la Alemania de 1919-1933 no se pudo desarrollar la lucha huelguística como en la Rusia de 1905-1917, tampoco se pudieron desarrollar los soviets, tampoco pudo vencer la insurrección. Si el revisionismo controla los sindicatos o la mayoría de los obreros organizados «el curso y las formas de lucha» ya no se corresponden con los de la Rusia de 1905-1917, ya es necesaria la guerra popular que cree el nuevo poder en los Ayacucho o los Bogside

388

3

«Las revoluciones de Febrero y Octubre de 1917 condujeron al desarrollo multilateral de los Soviets en todo el país y, luego, a su victoria en la revolución proletaria, socialista. Y menos de dos años

399 y con el nuevo poder ir expandiéndose barriendo el montón colosal de basura (el revisionismo y el oportunismo) en el movimiento obrero.

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después se manifestaron el carácter internacional de los Soviets, la extensión de esta forma de lucha y de organización al movimiento obrero mundial, el destino histórico de los Soviets de ser los sepultureros, herederos y sucesores del parlamentarismo burgués, de la democracia burguesa en general.» (Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo. OC. 41, p. 78)

Los mencheviques «fracasaron por no haber sabido comprender el papel

y la importancia de los mismos [los Soviets]», «los viejos "héroes" de la II Internacional fracasan también en todas partes por no haber sabido comprender, igual que nuestros mencheviques, el papel y la importancia de los Soviets.» (Lenin)4

¿Cuál es la composición de clase de este otro Gobierno? El proletariado y los campesinos (estos últimos con uniforme de soldado). ¿Cuál es el carácter político de este Gobierno? Es una dictadura revolucionaria, es decir, un poder que se apoya directamente en la conquista revolucionaria, en la iniciativa directa de las masas populares desde abajo, y no en la ley promulgada por el poder centralizado del Estado. Es un poder completamente diferente del de la república parlamentaria democrático-burguesa del tipo general que impera hasta ahora en los países avanzados de Europa y América. Esta circunstancia

400.

Los mencheviques de 1960-1980 fracasaron por no haber sabido comprender el papel e importancia de la guerra popular y, especialmente, de la construcción del nuevo poder en el curso de la guerra popular. Los mencheviques de 1980 en adelante han ido fracasando y fracasarán por no haber sabido comprender el papel e importancia de la guerra popular y, especialmente, de la construcción del nuevo poder aplicando la tesis del Presidente Gonzalo de militarización del partido y construcción concéntrica de los tres instrumentos de la revolución.

«El problema del poder del Estado es el fundamental en toda revolución. Sin comprenderlo claramente no puede ni pensarse en participar de modo consciente en la revolución y mucho menos en dirigirla.

Una particularidad notable en grado sumo de nuestra revolución consiste en que ha engendrado una dualidad de poderes. Es necesario, ante todo, explicarse este hecho, pues sin ello será imposible seguir adelante. Es menester saber completar y corregir las viejas "fórmulas", por ejemplo, las del bolchevismo, acertadas en general, como se ha demostrado, pero cuya realización concreta ha resultado ser diferente. Nadie pensaba ni podía pensar antes en la dualidad de poderes.

¿En qué consiste la dualidad de poderes? En que junto al Gobierno Provisional, Gobierno de la burguesía, se ha formado otro Gobierno, débil aún, embrionario, pero existente sin duda alguna y en vías de desarrollo: los Soviets de diputados obreros y soldados.

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se olvida con frecuencia, no se medita sobre ella, a pesar de que en ella reside toda la esencia del problema. Este poder es un poder del mismo tipo que la Comuna de París de 1871. Los rasgos fundamentales de este tipo de poder son: 1) la fuente del poder no está en una ley, previamente discutida y aprobada por el Parlamento, sino en la iniciativa directa de las masas populares desde abajo y en cada lugar, en la "conquista" directa del poder, para emplear un término en boga; 2) sustitución de la policía y del ejército, como instituciones desvinculadas del pueblo y contrapuestas a él, por el armamento directo de todo el pueblo; con este poder guardan el orden público los propios obreros y campesinos armados, el propio pueblo en armas; 3) los funcionarios y la burocracia son sustituidos también por el poder directo del pueblo o, al menos, sometidos a un control especial, se transforman en simples mandatarios no sólo elegibles, sino amovibles en todo momento, en cuanto el pueblo lo exija; se transforman de casta privilegiada, con una elevada retribución, con una retribución burguesa, de sus "puestecitos", en obreros de un "arma" especial, cuya remuneración no excede del salario corriente de un obrero cualificado.

En esto, sólo en esto, radica la esencia de la Comuna de París como tipo especial de Estado. Y esta esencia es la que han olvidado y desfigurado los señores Plejánov (los chovinistas manifiestos que han traicionado el marxismo), los señores Kautsky (los "centristas", es decir, los que vacilan entre el chovinismo y el marxismo) y, en general, todos los socialdemócratas, socialistas revolucionarios, etc., que dominan hoy día.

Salen del paso con frases, se refugian en el silencio, escurren el bulto, se felicitan mutuamente una y mil veces por la revolución y no quieren reflexionar en qué son los Soviets de diputados obreros y soldados. No quieren ver la verdad manifiesta de que en la medida en que esos Soviets existen, en la medida en que son un poder, existe en Rusia un Estado del tipo de la Comuna de París.

Subrayo "en la medida", pues sólo se trata de un poder en estado embrionario. Este poder, pactando directa y voluntariamente con el Gobierno Provisional burgués y haciendo una serie de concesiones efectivas, ha cedido y cede sus posiciones a la burguesía.» (Lenin. La dualidad de poderes. Abril 1917. OC. 31, p. 153-155)

En la revolución rusa se planteó por primera vez la cuestión de la

"dualidad de poderes". En la China de 1927-1949 hubo una "dualidad de poderes": junto al viejo estado se fue construyendo parte por parte otro nuevo estado. En el Perú otro tanto se está haciendo. En Irlanda del Norte, en 1969-1972, se mostró que también en Europa, en las ciudades, es posible una "dualidad de poderes".

«Con arreglo al viejo estilo resulta que tras el dominio de la burguesía puede y debe llegar el dominio del proletariado y del

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campesinado, su dictadura. Pero en la vida real las cosas han resultado ya de o t r o m o d o : ha

resultado un entrelazamiento de lo uno y de lo otro en forma extraordinariamente original, nueva e inaudita. Existen paralelamente, juntos, simultáneamente, tanto el dominio de la burguesía (Gobierno de Lvov y Guchkov) como la dictadura democrática revolucionaria del proletariado y de los campesinos, que v o l u n t a r i a m e n t e entrega el poder a la burguesía, convirtiéndose voluntariamente en apéndice suyo.

Pues no se debe olvidar que, de hecho, en Petrogrado el poder está en manos de los obreros y soldados; el nuevo Gobierno no ejerce, ni puede ejercer, violencia alguna contra ellos, puesto que no existe policía, ni ejército desvinculado del pueblo, ni burocracia que se sitúe de un modo omnipotente por encima del pueblo. Esto es un hecho. Este es precisamente el hecho característico de un Estado del tipo de la Comuna de París. Este hecho no encaja en los esquemas antiguos. Es necesario saber adaptar los esquemas a la vida…» (Lenin. Cartas sobre táctica. Abril 1917. OC. 31, p. 142).

Los hechos nuevos de la lucha de clases no encajan en los esquemas

antiguos. Es necesario saber adaptar los esquemas a la vida. La vida ha demostrado que después de 1917, las organizaciones que se

han creado a la manera de los soviets o consejos, es decir, como asambleas de delegados de fábrica, barrio,... han degenerado cuando no se organizaban bajo la dirección del partido comunista y en la punta de los fusiles de un ejército dirigido por el partido.

Pensemos en la Alemania de noviembre de 1918 cuando el gobierno de los traidores socialdemócratas se colocó el rótulo soviético en la frente. Pensemos en el Chile de 1970-1973, todas las organizaciones creadas bajo el rótulo de "poder popular" y que fueron reducidas a la impotencia por el revisionismo. El lema "El pueblo unido jamás será vencido" devino "El pueblo armado jamás será aplastado". Pero sin partido comunista, sin ejército de nuevo tipo y sin nuevo poder, "el pueblo armado" será dividido por el imperialismo, el revisionismo y la reacción4

3.5 Las centurias negras, la monarquía centurionegrista y pogromista.

411. La insurrección de octubre mostró que primero el ejército tomó el poder

y después se abrieron las sesiones del II Congreso de los Soviets.

En la revolución de 1905, el estado zarista llegó «hasta los procedimientos más crueles y extremos de lucha, hasta los últimos imaginables: hasta la lucha armada de una parte de la población contra otra. La burguesía y los terratenientes se enfurecieron y

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ensañaron.» (Lenin)4422

Ante la dificultad que se presentó para aplicar los métodos de trabajo bolcheviques en Europa, Lenin, en noviembre de 1922, ve que el fascismo, que en aquel momento aparece en Italia, puede prestar «un gran servicio» si hace ver a los camaradas italianos, europeos, «que no son aún suficientemente cultos, y que su país no tiene aún ninguna garantía contra las centurias negras» (IV Congreso de la IC).

El fascismo enfrentó masas contra masas «hasta la lucha armada de una parte de la población contra otra». La estrategia contrarrevolucionaria de imperialistas y reaccionarios contra todo tipo de luchas y guerras revolucionarias incluye la formación de tropas títeres, grupos paramilitares, rondas, mafias,... para enfrentar armadamente a «una parte de la población contra otra».

Es decir, actualmente, en ningún país hay garantía contra las centurias negras. En todos los comunistas tienen oportunidad de ver «que no son aún suficientemente cultos» y que, por tanto, tienen condiciones para asimilar los métodos de trabajo bolcheviques.

«¿Cómo creció la insurrección en 1905? En primer lugar, huelgas de masas, manifestaciones y mítines hicieron más frecuentes los choques del pueblo con la policía y el ejército. En segundo lugar, las huelgas de masas levantaron al campesinado para emprender una serie de insurrecciones parciales, fraccionadas, semiespontáneas. En tercer lugar, las huelgas de masas se propagaron con suma rapidez al ejército y a la armada y provocaron choques en el terreno económico ("motines de los guisantes" y otras "revueltas") y luego las insurrecciones. En cuarto lugar, la propia contrarrevolución comenzó la guerra civil con pogromos

«¿Por qué la lucha por la república es una condición real indispensable para conquistar la libertad en Rusia? Porque la

, con la violencia contra demócratas, etc.» [Subrayado nuestro] (Lenin. El ascenso revolucionario. junio de 1912. OC. 21, p. 372-375).

Durante la revolución de 1905-1907: «El zarismo descargó su odio sobre todo contra los hebreos. De una parte, éstos daban un porcentaje especialmente elevado de dirigentes del movimiento revolucionario (considerando el total de la población hebrea)… De otro lado, el zarismo supo aprovechar muy bien los abominables prejuicios de las capas más ignorantes de la población contra los hebreos. Así se produjeron los pogromos apoyados en la mayoría de los casos por la policía cuando no dirigidos por ella de manera inmediata, esos monstruosos apaleamientos de hebreos pacíficos, de sus esposas y sus hijos -en 100 ciudades se registraron durante ese período más de 4.000 muertos y más de 10.000 mutilados-,…» (Lenin. Informe sobre la revolución de 1905. Diciembre 1916).

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experiencia, la grande e inolvidable experiencia de una de las más grandes décadas de la historia de Rusia, a saber, la primera década del siglo XX, nos dice, con incontrovertible claridad y certeza, que nuestra monarquía es incompatible con las garantías elementales de libertad política, sean cuales fueren. La historia de Rusia, la historia multisecular del zarismo ha hecho que, a comienzos del siglo XX, no haya ni pueda haber para nosotros otra monarquía que no sea la monarquía centurionegrista­pogromista. La monarquía rusa, con la situación social y las relaciones de clase existentes, no puede hacer otra cosa que organizar bandas de asesinos para matar a traición a nuestros diputados liberales y democráticos o incendiar las casas en que se reúnen los demócratas. La monarquía rusa no puede dar más respuestas a las manifestaciones del pueblo en favor de la libertad que organizar destacamentos de hombres que tomen por las piernas a los niños judíos y les destrocen la cabeza contra las piedras, de hombres que violen a las mujeres judías y georgianas y destripen a los ancianos.

Los simplones liberales no cesan de hablar del ejemplo de monarquía constitucional al estilo de la de Inglaterra. Pero si en un país tan civilizado como Inglaterra, que jamás conoció el yugo mongol, la opresión de la burocracia ni el desenfreno de la casta militar, hubo que cortarle la cabeza a un bandido coronado para enseñar a los reyes a ser monarcas "constitucionales", en Rusia habría que decapitar a unos cien Románov, por lo menos, para que sus sucesores pierdan la costumbre de organizar centurias negras dedicadas a perpetrar asesinatos y pogromos antisemitas.» (Lenin. Las consignas y la organización del trabajo socialdemócrata. Diciembre 1911. OC. 21, p. 18-19)

3.6 La guerra de guerrillas.

«Así pues, nada más miope que el punto de vista de Plejánov, que hacen suyo todos los oportunistas, de que no se debió emprender esta huelga inoportuna, de que "no se debía haber tomado las armas" [en diciembre de 1905]. Por el contrario, lo que se debió hacer fue tomar las armas con más resolución, con más energía y mayor acometividad; lo que se debió hacer fue explicar a las masas la imposibilidad de una huelga puramente pacífica y la necesidad de una lucha armada denodada e implacable. Y hoy debemos, en fin, reconocer públicamente, y proclamar bien alto, la insuficiencia de las huelgas políticas; debemos llevar a cabo la agitación entre las más grandes masas a favor de la insurrección armada, sin disimular esta cuestión mediante ningún "grado preliminar", sin cubrirla con ningún velo. Ocultar a las masas la necesidad de una guerra encarnizada, sangrienta y exterminadora como tarea inmediata de la acción próxima es engañarse a sí mismo y engañar al pueblo.» (Lenin. Las enseñanzas de la insurrección de Moscú. Agosto 1906).

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Tras la derrota de la insurrección de diciembre de 1905, Lenin planteó que aún no se podía descartar la insurrección y que la guerra de guerrillas era la forma de preparar una futura insurrección. Derrotada la insurrección de 1905, Lenin no plantea un repliegue a las formas pacíficas, sino potenciar las formas violentas, la guerra de guerrillas, para preparar la insurrección. Aquí se puede comprender que no hay esos “dos caminos” en los que tanto se empeñó UL en España. En el camino de octubre si se llega a una situación como la de Rusia en 1906 se hace necesario recurrir a la guerra de guerrillas.

La insurrección había sido aplastada, pero la situación seguía siendo revolucionaria:

«Descartar la insurrección significa, en rigor, dar por terminado el período revolucionario y abierto el período "constitucional" de la revolución democrática, esto es, equiparar, pongamos por caso, el aplastamiento de las insurrecciones de diciembre en Rusia con el aplastamiento de las insurrecciones de 1849 en Alemania. Desde luego, tal desenlace de nuestra revolución no es imposible, y teniendo en cuenta el momento actual, en el que la reacción despliega todas sus fuerzas, es fácil darlo ya por empezado. Tampoco cabe duda de que es más razonable abandonar por completo la idea de la insurrección, si las condiciones objetivas la han hecho imposible, que gastar fuerzas en nuevos intentos infructuosos.

Pero eso es apresurarse demasiado a generalizar el estado de cosas en este momento y elevarlo a la categoría de ley para todo un período. ¿No hemos visto acaso a la reacción desatar todo su furor después de casi cada paso adelante dado por la revolución? ¿Y acaso a pesar de esa reacción no se ha vuelto a levantar el movimiento con más vigor aún al cabo de un tiempo? La autocracia no ha cedido ante las inevitables demandas de todo el desarrollo social; por el contrario, la autocracia va hacia atrás y ya provoca protestas entre la propia burguesía, que aplaudió el aplastamiento de la insurrección. Las fuerzas de las clases revolucionarias, el proletariado y el campesinado, distan mucho de estar agotadas. La crisis económica y el desajuste financiero más que atenuarse se amplían y ahondan. La probabilidad de un nuevo estallido ya ahora, cuando aún no ha terminado el aplastamiento de la primera insurrección, es admitida hasta por la prensa de la burguesía "defensora del orden", absolutamente hostil a la insurrección4433. El carácter de farsa de la Duma

Veamos un ejemplo, situando a la Francia de 1968 en el cuadro del mundo. Nos derrotaron en 1968, cierto. Pero los viejos estados de dictadura burguesa “van hacia atrás” en su proceso de reaccionarización. “El carácter de

se perfila cada vez con mayor claridad, como es cada vez más indudable el fracaso que sufriría un intento del Partido de participar en las elecciones.

Sería miopía, sería prosternarnos ante la situación de este momento el que, en estas circunstancias, descartáramos la insurrección.» [Subrayados nuestros] (Lenin. Las enseñanzas de la insurrección de Moscú. Agosto 1906).

Lenin no se deja llevar por “el estado de cosas en ese momento”, por lo

que Bernstein definiría como “hechos establecidos empíricamente”. No. Lo que hace Lenin es analizar la situación objetiva en su conjunto.

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farsa” del parlamento “se perfila cada vez con más claridad”. Las fuerzas de la clase y el pueblo “distan mucho de estar agotadas” como lo demostraron en Francia en 1986 y en otras ocasiones4444. Las crisis económicas y los desajustes financieros “más que atenuarse se amplían y ahondan”. La misma prensa burguesa alerta de los potenciales peligros… Ante este cuadro de la situación, Lenin plantea: potenciar la lucha armada en guerra de guerrillas para preparar la futura insurrección. Es decir, el leninismo hoy es guerra popular. Los que hablan de “camino de octubre” para defender el camino parlamentario, están tergiversando el verdadero Camino de Octubre, lo que en realidad están defendiendo es la versión revisionista del llamado “modelo alemán”, el que siguió la socialdemocracia alemana entre 1890 y 1914.

«No, no tenemos razones para descartar la insurrección… Debemos recoger la experiencia de las insurrecciones de Moscú, del Donets, de Rostov y otras, difundir el conocimiento de las mismas, preparar tenaz y pacientemente las nuevas fuerzas de combate, adiestrarlas y templarlas en una serie de operaciones de guerrilla. El nuevo estallido quizá no llegue a producirse en primavera, pero se aproxima y, según todas las probabilidades, no está muy lejos. Debemos acogerlo armados, organizados en forma militar y capaces de desplegar resueltas operaciones ofensivas.»

«Las operaciones guerrilleras de los destacamentos de combate preparan de modo directo dirigentes combativos de las masas. Las operaciones guerrilleras de los destacamentos de combate, lejos de ser fruto de la desconfianza en la insurrección o de la imposibilidad de ésta, son por el contrario parte integrante indispensable de la insurrección en curso. Es claro que siempre y en todo se puede cometer errores, puede haber inoportunos conatos de intempestivas insurrecciones; puede haber arrebatos y excesos, que son siempre e incuestionablemente nocivos y capaces de perjudicar la mejor de las tácticas. Pero el hecho es que hasta ahora, en la mayoría de los centros netamente rusos, adolecemos del otro extremo

«…crear bases de apoyo, establecer el Poder de manera sistemática, realizar en profundidad la revolución agraria, engrosar las fuerzas armadas populares siguiendo el proceso de formar primero destacamentos cantonales de guardias rojos, luego territoriales, después distritales, posteriormente fuerzas locales del Ejército Rojo y, por último, un Ejército Rojo regular, y extender el Poder a modo de oleadas, etc. Sólo así se puede infundir fe a las masas revolucionarias de todo el país, tal como lo hace la Unión Soviética respecto al mundo entero. Sólo así se puede ocasionar inmensas dificultades a las clases dominantes

, es decir, de insuficiente iniciativa por parte de nuestros destacamentos de combate, de su insuficiente experiencia de combate y de poca decisión en sus operaciones.» [Subrayados nuestros] (Lenin. La situación actual de Rusia y la táctica del partido obrero. Febrero 1906).

En el mundo la situación revolucionaria en desarrollo desigual es cada

vez más evidente. Las condiciones están dadas. Pero "adolecemos del otro extremo", de la insuficiente iniciativa, por tanto, es necesaria la guerra popular para desarrollar esa iniciativa.

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reaccionarias, sacudir sus cimientos y precipitar su desintegración interna. Y sólo así se puede crear efectivamente un Ejército Rojo, que servirá de instrumento principal para la gran revolución venidera. En una palabra, sólo así se puede promover el auge de la revolución.» (Presidente Mao. Una sola chispa puede incendiar la pradera. Enero 1930).

En China, hubo insurrecciones, fracasaron, como fracasó la insurrección

de Moscú de 1905 y en una situación similar a la de Rusia en 1906, siguiendo la misma lógica: iniciaron la guerra de guerrillas en el campo. Es decir, en China al iniciar la guerra popular prolongada aplicaron la misma lógica leninista en las dos revoluciones rusas.

Crear bases de apoyo, establecer el Poder de manera sistemática, realizar en profundidad las tareas revolucionarias, engrosar las fuerzas armadas... y extender el Poder a modo de oleadas, «sólo así se puede promover el auge de la revolución», infundir fe a las masas, socavar el poder reaccionario.

¿Cómo crear bases de apoyo, establecer el Poder de manera sistemática, realizar en profundidad las tareas revolucionarias,...? Con guerra de guerrillas.

3.7 ¿Qué particularidades de la insurrección de octubre de 1917 la han hecho irrepetible?

La insurrección de octubre de 1917 resultó victoriosa sin necesidad de ser preparada por una guerra de guerrillas. En España, la insurrección de julio de 1936 fue preparada por la insurrección de octubre de 1934, pero la insurrección de julio de 1936 no dio el poder al proletariado y en marzo de 1939, el golpe de estado anticomunista encabezado por Casado planteó a los comunistas una situación similar a la que se dio en China en 1927, cuando el Ejército Rojo nació en el Levantamiento de la Cosecha de Otoño.

Esas y otras experiencias demuestran que después de octubre de 1917 ninguna insurrección puede dar el poder al proletariado sin haber sido preparada por una prolongada guerra de guerrillas. Al soñar con una preparación de la insurrección por la propaganda y la agitación, sin guerra de guerrillas, se cierra los ojos a la propia experiencia de la revolución rusa, a las particularidades que hicieron posible en aquel momento una insurrección victoriosa sin haber sido preparada por la guerra de guerrillas. 1 Enfrentarse a «un enemigo tan relativamente débil, tan mal organizado y

tan inexperto políticamente, como la burguesía rusa». A 80 años de la Revolución de Octubre, en los países imperialistas

¿hay una burguesía tan mal organizada y tan inexperta políticamente como la burguesía rusa de 1917?

2 Hacerlo en un momento en que una guerra imperialista mundial «estaba aún en su apogeo» y las potencias imperialistas no podían intervenir

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contra la revolución. Cuando terminada la guerra, las potencias imperialistas se unieron para aplastar la revolución era ya demasiado tarde: los comunistas llevaban más de un año en el poder.

Actualmente, habría que esperar a la III Guerra Mundial para poder encontrar una situación semejante. Y confiando en que pudiese darse la primera condición: una burguesía inexperta.

3 Una guerra imperialista en que el ejército zarista «sufría derrota tras derrota» y en que el «abastecimiento de productos alimenticios, de materias primas y combustibles» llegó a una situación catastrófica en la retaguardia. El desabastecimiento y el hambre en el frente y la retaguardia agudizó la situación. La cuestión de la guerra y la paz pasó a ser la cuestión principal. En 1917, la cuestión de la guerra y la paz pasó a ser la cuestión principal. “Todo el poder a los Soviets” significaba la paz. El apoyo al gobierno provisional burgués significaba la continuación de la guerra imperialista. La revolución de febrero de 1917 «triunfó, porque se puso al frente de ella la clase obrera, acaudillando el movimiento de masas de millones de campesinos vestidos de uniforme militar "por la paz, por el pan y por la libertad".» «El pueblo armado —los obreros y soldados—, al enviar sus representantes al Soviet, veían en él el órgano del Poder popular. Consideraban y creían que el Soviet de diputados obreros y soldados daría satisfacción a todas las reivindicaciones del pueblo revolucionario y que su primer acto sería concertar la paz.» (Stalin. Historia del PC(b) de la URSS).

En una III Guerra Imperialista Mundial se darán situaciones más críticas de desastres militares, destrucciones masivas, hambrunas,... pero sin que la clase obrera pueda acaudillar el movimiento de masas sin que una guerra popular prolongada le haya permitido levantar un ejército rojo.

4 Un partido que se había forjado en la clandestinidad... Actualmente, en Europa, para poder forjarse en la clandestinidad

tiene que ser un partido para preparar, iniciar y desarrollar la guerra popular....

5 Un revisionismo que no pudo organizarse como en Alemania. A los mencheviques rusos «la historia les ha jugado una mala pasada, obligando a los oportunistas de un país atrasado a adelantarse a los oportunistas de una serie de países avanzados» (Lenin)4455 cuando tras la revolución rusa de febrero de 1917 entraron en los gobiernos burgueses4

«La Revolución de Octubre se enfrentó con un enemigo tan relativamente débil, tan mal organizado y tan inexperto políticamente, como la burguesía rusa» y en un momento en que el imperialismo no podía venir en su ayuda, pues la revolución «estalló en un momento en que la guerra imperialista estaba aún en su apogeo, en que los

466. Actualmente, el revisionismo, a través de sus crisis y bancarrotas,

ha tenido un desarrollo multilateral, multifacético,...

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principales Estados burgueses se hallaban escindidos en dos campos enemigos, en que estos Estados,… no podían inmiscuirse de manera efectiva en los "asuntos de Rusia" interviniendo activamente contra la Revolución de Octubre.» (Historia del PC(b). Stalin, OC. 14, p. 270-272)

Cuando terminada la guerra, esos estados imperialistas se unieron para

intervenir en Rusia, ya era demasiado tarde para aplastar la revolución: los bolcheviques llevaban más de un año en el poder…

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4. Nota final (agosto 2011)

Hace 3 décadas que UL dejó de existir. El revisionismo actual en el Movimiento Comunista Internacional ha dejado de defender esa tesis de los dos caminos de la revolución y de palabra reconoce la necesidad de la guerra popular. Puede parecer que ya no es necesario tratar lo aquí expuesto.

Pero su reconocimiento de la guerra popular no pasa de ser verbal precisamente porque sigue pesando en su pensamiento los viejos estereotipos que llevaron a UL a defender su "camino de octubre". Por ejemplo, cuando algunos plantean que en los países imperialistas y capitalistas la preparación de la guerra popular tiene que ser por un camino diferente al del tercer mundo, lo que hacen, objetivamente, es desarrollar, adaptar, las viejas posiciones sobre "los dos caminos" a la nueva situación en que el reconocimiento de la guerra popular se ha ido generalizando.

Aunque nuestros conocimientos sobre los diversos planteamientos en torno a la guerra popular sean limitados, nos parece que hay bastante confusión. Es necesario seguir el hilo, los eslabones de la cadena. Aquí hemos visto el primer eslabón.

Sería necesario desarrollar más lo que aquí está expuesto en el punto 3. Ese era nuestro propósito. Pero no hemos podido.

POR EL MAOISMO, POR DEFENDER LA VIDA DEL PRESIDENTE GONZALO,

POR EL PENSAMIENTO GONZALO, POR APLICAR EL MAOISMO

PREPARANDO LA GUERRA POPULAR EN ESPAÑA, NOS SUMAMOS

AL LLAMAMIENTO DEL PCP DE UNA

Conferencia Internacional Ampliada del MRI

Movimiento de Apoyo

a la Guerra Popular en el Perú. España.

Agosto 2011.

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Notas finales 11 Unión de Lucha Marxista-Leninista. 22 "¡Fuerzas revolucionarias del mundo, uníos, luchad contra la agresión imperialista!", Obras Escogidas de Mao Tse-tung, t. IV, pág. 294, versión española. 33 Lenin. A los trabajadores de la educación y la cultura. 31 de julio 1919. OC. 31, pp. 408-409. 44 Lenin. Prólogo a las ediciones francesa y alemana, en 1920, de "El imperialismo, etapa superior del capitalismo". OC. 23, pp. 309. 55 De su correspondencia con Engels. 66 Oswald Splengler (1880-1936): Filósofo idealista alemán, precursor ideológico del fascismo germano. En sus obras idealiza la monarquía feudal militarista prusiana. "El ocaso de Europa", "El hombre y la técnica",... 77 Lenin. "Bajo una bandera ajena". 1915. OC. 22, pp. 240-241. 88 Los Gompers, los Henderson, los Jouhaux y los Legien no son más que unos Zubátov, que se distinguen de nuestro Zubátov sólo por su indumentaria y su cultura europeas, y por la manera civilizada, refinada y democráticamente cortés de realizar su despreciable política. 99 «De una parte, el bolchevismo surgió en 1903, sobre la más sólida base de la teoría del marxismo. Y que esta teoría revolucionaria es justa -y que es la única justa- ha sido demostrado, no sólo por la experiencia internacional de todo el siglo XIX, sino también, en particular, por la experiencia de las desviaciones, los titubeos, los errores y los desengaños del pensamiento revolucionario en Rusia. En el transcurso de casi medio siglo, aproximadamente de 1840 a 1890, el pensamiento avanzado en Rusia, bajo el yugo del despotismo inaudito del zarismo salvaje y reaccionario, buscaba ávidamente una teoría revolucionaria justa, siguiendo con un celo y una atención admirables cada "última palabra" de Europa y América en este terreno. Rusia hizo suya la única teoría revolucionaria justa, el marxismo, en medio siglo de torturas y de sacrificios inauditos, de heroísmo revolucionario nunca visto, de energía increíble y de investigación abnegada, de estudio, de experimentación en la práctica, de desengaños, de comprobación, de comparación con la experiencia de Europa. Gracias a la emigración provocada por el zarismo, la Rusia revolucionaria de la segunda mitad del siglo XIX contaba con una riqueza de relaciones internacionales, con un conocimiento tan excelente de todas las formas y teorías del movimiento revolucionario mundial como ningún otro país del mundo.» (Lenin. La enfermedad infantil del "izquierdismo" en el comunismo. 1920) 1100 «Por otra parte, el bolchevismo, que había surgido sobre esta base teórica granítica, pasó por quince años de historia práctica (1903-1917), sin parangón en el mundo por su riqueza de experiencias. Durante esos quince años, ningún otro país conoció nada siquiera parecido a esa experiencia revolucionaria, a esa rápida y variada sucesión de distintas formas de movimiento, legal e ilegal, pacífica y violenta, clandestina y abierta, círculos locales y movimientos de masas, y formas parlamentarias y terroristas. En ningún país se concentró, en un tiempo tan breve, tal riqueza de formas, matices y métodos de luchas de todas las clases de la sociedad moderna, lucha que, debido al atraso del país y al rigor del yugo zarista, maduró con excepcional rapidez y asimiló con particular ansiedad y eficacia la "última palabra" de la experiencia política americana y europea». (Lenin. La enfermedad infantil del "izquierdismo" en el comunismo. 1920) 1111 Véase V. I. Lenin, "Comunismo", en el que, al criticar al comunista húngaro Bela Kun, Lenin dice que éste "olvida lo que es la esencia misma, el alma viva del marxismo: el análisis concreto de la situación concreta". 1122 Política de "masas contra masas". 1133 V. I. Lenin, Obras Escogidas en Dos Tomos, t. II pág. 29, versión española. 1144 V. I. Lenin, Obras Completas, t. XXVIII, pág. 443, versión china. 1155 Véase Informe de Togliatti al X Congreso del PCI. 1166 «"Pravda" atrajo al bolchevismo a las grandes masas de la clase obrera. En una situación como aquélla, de incesantes persecuciones policiacas, de multas y de recogidas del periódico por

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la publicación de artículos y correspondencias que no agradaban a la censura, "Pravda" sólo podía sostenerse gracias al apoyo activo de decenas de miles de obreros avanzados. Únicamente las grandes colectas hechas entre los obreros le permitían hacer frente a las enormes multas que se le imponían. No pocas veces, una parte considerable de la tirada de los números mandados a recoger llegaba, a pesar de todo, a sus lectores, gracias a que los obreros más conscientes se presentaban ya por la noche en la imprenta y sacaban los paquetes del periódico.

En dos años y medio, el gobierno zarista suspendió por ocho veces la publicación de "Pravda", pero ésta, con el apoyo de los obreros, reaparecía siempre con un nuevo título, semejante al prohibido, por ejemplo: "Sa Pravdu" ("Por la Verdad"), "Put Pravdi" ("El Camino de la Verdad"), "Trudovaia Pravda" ("La Verdad del trabajador").

Mientras que "Pravda" vendía, por término medio, 40.000 ejemplares diarios, la tirada del diario menchevique "Luch" ("El Rayo") no pasaba de 15 a 16.000.

Los obreros consideraban "Pravda" como algo propio, tenían gran fe en ella y escuchaban atentamente su voz. Cada ejemplar de "Pravda", pasando de mano en mano, servía para decenas de lectores, formaba su conciencia de clase, los educaba, los organizaba, los llamaba a la lucha.» (Stalin. Historia del PC(b) de la URSS). 1177 Véase la carta de C. Marx a L. Kugelmann del 12 de abril de 1871 (C. Marx y F. Engels. Obras, t. 33, pág. 172). 1188 Lenin. Las elecciones a la Asamblea Constituyente y la Dictadura del Proletariado. Diciembre 1919. 1199 Saludo a los comunistas italianos, franceses y alemanes. 10.X.1919. OC. 39, p. 221-232 2200 Trátase de la asonada contrarrevolucionaria de la burguesía y los terratenientes en agosto de 1917 encabezada por Kornílov, general zarista, jefe supremo del ejército. Los conspiradores se proponían apoderarse de Petrogrado, aniquilar el Partido Bolchevique, disolver los Soviets, implantar la dictadura militar en el país y preparar la restauración de la monarquía.

El levantamiento comenzó el 25 de agosto (7 de septiembre). Kornílov lanzó sobre Petrogrado el 3er Cuerpo de Caballería. En la capital misma se preparaban para el pronunciamiento las organizaciones contrarrevolucionarias kornilovianas.

La sedición de Kornílov fue aplastada por los obreros y los campesinos con el Partido Bolchevique al frente. Bajo la presión de las masas, el Gobierno Provisional se vio forzado a disponer la prisión de Kornílov y sus cómplices y procesarlo. 2211 Trátase del golpe de Estado monárquico militar, el llamado "putch de Kapp" llevado a cabo por la camarilla militar reaccionaria alemana. Los organizadores del putch eran los monárquicos: Kapp, terrateniente, y los generales Ludendorff, Sekt y Lüttwitz. Los conspiradores prepararon el golpe con la evidente connivencia del Gobierno socialdemócrata. El 13 de marzo de 1920 los generales facciosos lanzaron sobre Berlín sus unidades militares y, sin oposición del Gobierno, proclamaron la dictadura militar. Los obreros de Alemania contestaron al golpe con una huelga general. Bajo el embate del proletariado, el Gobierno de Kapp cayó el 17 de marzo; volvieron al poder los socialdemócratas. 2222 Lenin. Las elecciones a la Asamblea Constituyente y la dictadura del proletariado, 16.XII.1919, OC. 40, p. 1-25. 2233 Lenin. Las elecciones a la Asamblea Constituyente y la dictadura del proletariado, 16.XII.1919, OC. 40, p. 1-25. 2244 Recordar en Lenin, en "La guerra de guerrillas", el desarrollo histórico de las formas de lucha en la revolución rusa de 1905 (OC. 14, p. 3 ). 2255 Tener en cuenta que antes de la conquista del poder y de los decretos sobre la paz, la tierra,... aprobados en el II Congreso de los Soviets (26 de octubre de 1917), los bolcheviques contarían con menos apoyo que lo que refleja ese 25% de votos en las elecciones a la Asamblea Constituyente. 2266 Citado en el libro de J. J. Linz "La quiebra de las democracias", págs. 133-4. 2277 Stalin. Historia del Partido Comunista (bolchevique) de la URSS. 2288 Lenin. El ascenso revolucionario. junio de 1912. 2299 Lenin. Informe sobre la revolución de 1905. Enero de 1917. 3300 134 "Así fue y así será": palabras de Makárov, ministro del Interior pronunciadas en la reunión de la Duma de Estado el 11 (24) de abril de 1912 en su respuesta a la interpelación de la minoría socialdemócrata con motivo de la matanza del Lena.- 374. 3311 Lenin. Informe sobre la revolución de 1905. Enero 1917.

«Hasta el 22 de enero (el 9 según el viejo calendario) de 1905, el partido revolucionario de Rusia lo formaba un pequeño grupo de personas. Los reformistas de entonces (exactamente

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como los de ahora) se burlaban de nosotros tildándonos de "secta". Varios centenares de organizadores revolucionarios, unos cuantos miles de afiliados a las organizaciones locales, media docena de hojas revolucionarias, que no salían arriba de una vez al mes, se editaban sobre todo en el extranjero y llegaban a Rusia de contrabando, después de vencer increíbles dificultades y a costa de muchos sacrificios: así eran en Rusia, antes del 22 de enero de 1905, los partidos revolucionarios y, en primer término, la socialdemocracia revolucionaria. Esta circunstancia autorizaba formalmente a los obtusos y altaneros reformistas a afirmar que en Rusia no había aún un pueblo revolucionario.

No obstante, el panorama cambió por completo en el curso de unos meses. Los centenares de socialdemócratas revolucionarios se transformaron "de pronto" en millares, los millares se convirtieron en jefes de dos o tres millones de proletarios. La lucha proletaria suscitó una gran efervescencia, que en parte fue movimiento revolucionario, en el seno de una masa campesina de cincuenta a cien millones de personas; el movimiento campesino repercutió en el ejército y provocó insurrecciones de soldados, choques armados de una parte del ejército con otra. Así pues, un país enorme, de 130.000.000 de habitantes, se lanzó a la revolución; así pues, la Rusia aletargada se convirtió en la Rusia del proletariado revolucionario y del pueblo revolucionario.»

3322 En la que el PCE trabajaba también. 3333 Lenin. Cartas sobre táctica. Abril 1917. OC. 31, p. 142. 3344 Lenin. Carta a los obreros de Europa y América. OC. 37, p. 471. 3355 Lenin. Tesis sobre la democracia burguesa y la dictadura del proletariado. 4 marzo 1919. I Congreso de la Internacional Comunista. OC. 37, p. 511. 3366 «…nueva forma de lucha de masas y de organización masiva de las clases oprimidas por el capitalismo: los Soviets”; “menos de dos años después [de 1917] se manifestaron el carácter internacional de los Soviets, la extensión de esta forma de lucha y de organización al movimiento obrero mundial.» (Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo. 1920) 3377 «La revolución de 1905 había revelado que los Soviets son los órganos de la insurrección armada y, al mismo tiempo, el germen del nuevo Poder, del Poder revolucionario». (Stalin. Historia del Partido Bolchevique de la URSS. OC. 14, p. 225-226) 3388 Lenin. La revolución proletaria y el renegado Kautsky. OC. 37, p. 292. 3399 Barrio de Irlanda del Norte. 4400 Lenin. La enfermedad infantil del “izquierdismo” en el comunismo. 4411 Pensemos en la Argentina posterior a diciembre de 2001. La "toma de fábricas", los intentos de organizar la supervivencia, el movimiento piquetero,... ¿en que ha devenido todo ese movimiento? 4422 Lenin. “La II Duma y la segunda ola revolucionaria”. Febrero 1907. 4433 He aquí, por ejemplo, lo que dice Slovo (núm. . 364, del 25 de enero), periódico burgués conservador: "Entre los partidarios más convencidos del centro se oyen voces cada vez mas frecuentes, si bien todavía tímidas e inseguras, de que, sin un nuevo estallido preparado por los partidos revolucionarios, la reforma no podrá ser realizada con la necesaria amplitud e integridad... Ahora casi no caben esperanzas en que las reformas puedan ser realizadas desde arriba por vía pacífica". 4444 Como hemos podido comprobar, posteriormente, en 2005. 4455 Lenin. La enfermedad infantil del "izquierdismo" en el comunismo. 1920 4466 «La historia ha hecho esta jugarreta: los Soviets nacieron en Rusia en 1905, fueron falsificados de febrero a octubre de 1917 por los mencheviques que fracasaron por no haber sabido comprender el papel y la importancia de los mismos, y hoy ha surgido en el mundo entero la idea del Poder de los Soviets, una idea que se extiende con rapidez inusitada entre el proletariado de todos los países. Mientras tanto, los viejos "héroes" de la II Internacional fracasan también en todas partes por no haber sabido comprender, igual que nuestros mencheviques, el papel y la importancia de los Soviets. La experiencia ha demostrado que, en algunas cuestiones muy esenciales de la revolución proletaria, todos los países pasarán inevitablemente por lo mismo que ha pasado Rusia.» (Lenin. La enfermedad infantil del "izquierdismo" en el comunismo. 1920).