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Un barveño Héroe Nacional

Desde la batalla del 22 de diciembre, la hazaña de Nicolás Aguilar Murillo fue olvidada entre 1856 y 1894, año en el

cual recibió los honores como héroe. Después, una segunda fase de olvido ocurre en el perio-do 1940 a 1990 cuando la Unión Cantonal de Asociaciones de Desarrollo de Barva inicia el rescate desde el olvido colectivo. Y luego, vuel-ve a emerger la figura del Zapador, del Héroe Nacional, ante el pueblo de Costa Rica.

Miguel Rodríguez Ruiz MQCCoMpiladoR

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Nicolás Aguilar Murillo


DEDICATORIA AL PUEBLO DE BARVAPor Miguel Rodríguez Ruiz M.Q.C., compilador

A la Unión Cantonal de Barva, quien defendió en momentos críticos, la salud humana

(sentencia 339-2005 Tribunal de Justicia de Heredia) y ambiental

(Movimiento Regional en Defensa de las Montañas al Norte de Heredia, su Recurso Hídrico y sus Eco Sistemas).

6 | Nicolás Aguilar Murillo, un barveño héroe nacional

972.86R6962n Rodríguez Ruiz, Miguel Nicolás Aguilar Murillo... un barveño héroe nacional / Miguel Rodríguez Ruiz. –1 ed. – San José, C.R. : Ediciones Didácticas Nexo, 2013. 80 p. ; 22 X 14 cm. ISBN: 978-9968-557-16-0

1. Aguilar Murillo, Nicolás, 1834-1898. 2. Costa Rica – Héroes I. 3. Costa Rica – Historia – Campaña Nacional.I. Título.

Dr. Miguel Rodríguez RuizEl doctor Miguel Rodríguez Ruiz es el autor de la investigación y sistema-tización contenida en este libro.

Durante veinte años ha venido rescatando, formal e informalmente, datos acerca del héroe nacional olvidado.

El doctor Rodríguez es descendiente del tronco familiar Murillo Gutiérrez, mismo tronco genealógico al que perteneció el Coronel Nicolás Aguilar Murillo y su esposa María del Rosario Murillo Polanco; quienes a su vez eran primos hermanos; único matrimonio de don Nicolás y el segundo de doña María del Rosario, cuarta abuela del doctor Rodríguez.

Esta es una publicación de la Unión Cantonal de Asociaciones de Desarrollo de Barva (UCABARVA)

Coordinación general: Rafael López Alfaro, presidente de UCABARVACoordinación editorial y producción general: Héctor Ferlini-SalazarInvestigación y textos: Miguel Rodríguez RuizEditora: María José Ferlini CartínDiseño y artes finales: Fernando FranciaImpresión: Arado

Impreso en Costa Rica, septiembre del 2013.

En distintos documentos históricos la palabra Barva aparece escrita “Barba”, lo cual se respeta.

Nicolás Aguilar Murillo, un barveño héroe nacional | 7

Introducción 8

Un barveño héroe nacional 9

Un barveño que es ejemplo para todo el país 13

El discurso del Zapador 19

Batallas en las que sobresalió 41

Secuencia de honores 59

Héroe de Vía del Tránsito 67

Índice


Introducción

Para el MOVIMIENTO COMUNAL DE BARVA es de gran importancia rescatar la identidad que nos legaron nuestros antepasados, la cual ha sufrido un gran deterio-ro. Por ello buscamos resaltar la figura del Coronel Nicolás Aguilar Murillo y con ello propiciar que no se vea como una simple recolección de datos, sino llamar a reflexionar y buscar en nuestro interior los altos deseos de reconquistar los valores y principios que nos unen… y que la historia parece reclamar hoy en la figura del Coronel.

lic. Rafael E. lópez.presidente de la Unión Cantonal de Barva


Es importante tener en con-sideración los años transcu-rridos desde la Batalla de la Trinidad el 22 de diciembre de 1856, a las fechas en que se comenzó a distinguir y a

NICOLÁS AGUILAR MURILLOun barveño Héroe Nacional


dar por hechos probados, -con extensas investigaciones, que el señor Nicolás Aguilar Murillo se distinguió en la Defensa Nacional. Esto lo ratificó el Congreso Nacional de la República de Costa Rica, valorados en los años de 1885, 1886, 1892, 1894, el Congreso lo destacó con honores de héroe nacional.

Desde la batalla del 22 de diciembre, la hazaña de Nicolás Aguilar Murillo fue olvidada entre 1856 a 1894, año en el cual recibió los honores como héroe. Luego, una segunda fase de olvido ocurre en el periodo 1940 a 1990, cuando la Unión Cantonal de Asociaciones de Desarrollo de Barva, apoyó el rescate desde el olvido colectivo. Y emerge nueva-mente la figura del Zapador, del Héroe Nacional.

Foto Placa de Heredia13

placa conmemorativa del centenario de la Batalla de la Trinidad en el parque de Heredia. Su texto dice: “Centenario de la Batalla de la Trinidad Honor al Héroe Nicolás aguilar Murillo 1856 – 22 dic. – 1956”


Más adelante en esta publicación, se presenta breve-mente los principales hechos cronológicos en los cuales intervino directamente el Congreso Constitucional de la República de Costa Rica.

la Casa Comunal de Barva, adquirida en el 2005, lleva el nom-bre del héroe barveño Nicolás aguilar Murillo.


Don Nicolás Aguilar Murillo pertenece al grupo de solda-dos costarricenses que se dis-tinguieron en la Campaña Nacional. Fue el señor Agui-lar el héroe de la histórica

NICOLÁS AGUILAR MURILLOun barveño que es ejemplo para todo el país


jornada del 22 de diciembre de 1856, en el célebre asal-to en que la tropa costarricense se apoderó de la artille-ría Filibustera.

Don Nicolás Aguilar Murillo nació en Barva de Here-dia el 10 de setiembre de 1834, según la información que siempre se ha manejado. No obstante, la constancia

acta de bautizo.


emitida por la Curia Metropolitana (Arquidiócesis de San José), señala que el señor Aguilar fue bautizado en octubre de 1833 en la “Parroquia de Barba de Heredia” por el Padre José María Andrade.

Procede de la familia Murillo Gutiérrez, cuyo tronco genealógico es importante para la historia de Barva y de Costa Rica, ya que dicha genealogía nace con los conquistadores y fundadores de nuestro país, como por ejemplo, Juan Vásquez de Coronado; siendo ésta una de las muchas líneas filogenéticas que hay en Costa Rica y donde destacan figuras de importancia nacional.

Sus padres fueron don Agustín Aguilar Gutiérrez y doña Margarita Murillo Gutiérrez, casados en Barva el día 2 de diciembre de 1820.

Su madre Margarita, fue hermana de don Pío Murillo Gutiérrez, quien se destacó en varias funciones de nues-tro país, siendo miembro de las primeras Juntas Gu-bernativas de Costa Rica. Su padre, don Agustín, fue miembro destacado de la comunidad, ocupando varias veces la alcaldía (1833, 1834 y 1836).

Don Nicolás Aguilar Murillo se casó en Barva el 29 de octubre del 1857 con su pariente doña María Rosario Murillo Polanco, hija de don Pío Murillo Gutiérrez y doña Josefa Polanco Alfaro. De este enlace no hubo des-cendencia. La señora Rosario había enviudado anterior-mente de don Gregorio Gutiérrez Ramos.


Don Nicolás en su lugar natal, prestó servicios públicos muy importantes a la localidad.

Según su acta de defunción, don Nicolás fallece, pro-ducto de la neumonía, a los sesenta y cinco años de edad, el 2 de abril de 1898, al ser las 3:30 p.m. Fue se-pultado en el cementerio de la Villa, “distrito del cantón de Barba” de la provincia de Heredia.

acta de defunción.


lápidas y nicho en cementerio de la Villa.


El Congreso de la República en mérito a su actuación patriótica, decretó una condecoración, un premio en dinero, el grado de Coronel de las Milicias Nacionales y una pensión vitalicia. El sentido poeta herediano don Luis R. Flores dedicó a tan denodado costarricense la siguiente estrofa:

Juan Santamaría y Nicolás AguilarLos dos eran colosos.Ambos dieron el triunfo a nuestras armas.¡Mancebos generosos,para salvar la patria,uno se arroja al turbulento ríodesafiando la muerte en una balsa!EL otro en el fragor de la pelea,con su tea incendiaria,cayó como Ricaurteenvuelto en el sudario de las llamas.

publicado en el folleto Benefactores de Heredia, 1930


El perfil de nuestros abue-los defensores de Centroa-mérica, héroes de verdadero arraigo nacional, hacían pre-sente su fortaleza, patriotis-mo y amor por su familia.

EL DISCURSO DEL ZAPADOR(Zapador: militar que avanza amparado por las trincheras que ellos mismos abrían).


De ahí emerge el instinto de conservación, dando paso al coraje y abnegación.

Se forma así el grupo de vanguardia llamado “Los Za-padores”, del cual formó parte don Nicolás Aguilar Mu-rillo.

Medalla la patria agradecida a Nicolás aguilar Murillo.


Dicho grupo llevaría a cabo la acción militar más im-portante y decisiva en la guerra contra el invasor filibus-tero: LA TOMA DE LA VIA DE TRÁNSITO. Estos héroes irían hasta la “Trinidad”, lugar llamado así según parece, por un nicaragüense quien fuera dueño de la finca llamado José Trinidad Muñoz.

Como se aprecia en el texto de la placa, la Batalla de la Vía del Tránsito, se considera la más importante y decisiva en la defen-sa de nuestro país.

“Los Zapadores” fueron escogidos por su juventud, for-taleza y firmeza en misiones difíciles. Dicho grupo ve-nía en esos momentos trágicos para nuestros abuelos y abuelas quienes se enfrentaron la cruel guerra invisible, la guerra bacteriológica ocasionada por el cólera morbus, enfermedad que ocasionó la muerte al 10% de nuestra población, donde familias enteras desaparecieron. Esta


peste dejó a cientos de huérfanos; el terror se apoderó de nuestros antepasados, los muertos se contaban por miles y se depositaban en zanjas comunes.

Ante este panorama de desolación emocional y física, los zapadores partieron para la frontera Norte por la vía de San Carlos, al mando del Sargento Mayor don Máximo Blanco, haciendo suyas las estrofas de nuestro Himno Nacional:Cuando alguno prentenda,Tu gloria manchar, verás aTu pueblo valiente y viril.

De este modo, la defensa nacional fue la más gloriosa de la historia del istmo centroamericano, pues no sólo se defendió la soberanía de Costa Rica, sino también la de toda Centroamérica.

Las batallas al Norte, en la frontera con Nicaragua y en las que se libraron en el Río San Juan se destacó el joven sargento, Nicolás Aguilar Murillo, quien se distinguió por el amor a la patria, participando en 5 batallas me-dulares para la victoria nacional.

Fue figura sobresaliente de heroísmo, donde se destacó en la toma de cuatro barcos en el puerto de San Juan del Norte, pertenecientes a los filibusteros, en el asalto y ocupación del Fuerte San Carlos, también en Castillo Viejo y en la frontera Costa Rica - Nicaragua.

Sin embargo, la batalla más sobresaliente del zapador fue la “Batalla de la Trinidad”, ‘La Vía del Transito” la de


más trascendencia en el triunfo de Costa Rica contra el invasor y en donde se coaguló el flujo de abastecimiento militar, pertrechos, comida, llegadas de efectivos a for-talecer a los invasores. La toma de la artillería enemiga fue punto clave en esta acción patriótica.

En la Trinidad el sargento saltó de la trinchera, enfrentó al enemigo cuerpo a cuerpo y a bayoneta calada venció al artillero principal, también al comandante del con-tingente filibustero y sostuvo solo el combate mientras llegaba el resto de la vanguardia.

El propio Coronel Aguilar describe en sus declaraciones ante las autoridades en 1885:

“EI 3 de diciembre de 1856, ingresé como zapador en la vanguardia que a las órdenes del entonces sar-gento don Máximo Blanco marchaba ese mismo día a nuestras fronteras del norte por la vía de San Car-los a combatir gloriosamente por la más noble y san-ta de las causas: por la independencia y autonomía de nuestra patria y a la vez que por la autonomía e independencia de toda Centro América. Componían la pequeña vanguardia 200 hombres, nos embarca-mos en el San Carlos a las 11 de la mañana del 14 de diciembre citado. Nuestras embarcaciones impro-visadas por el capitán don Francisco Alvarado con-sistían en balsas y en lanchas groseramente labradas.

En la difícil navegación del San Carlos, perdimos la poca artillería de que disponíamos pues la balsa que la conducía fue arrebatada por una violenta tempes-


tad donde quedó aislada y en tierra con 70 hombres y sin poder avisamos de ese percance.

Llegamos a la boca del citado río sin que tuviésemos conocimiento de lo ocurrido; dejamos allí considera-ble número de enfermos y continuamos la marcha en número como de 70 hombres, con la dirección a la Trinidad, punto que nos proponíamos atacar... dueños los filibusteros del Río San Juan y del Lago de Nicaragua, el buen éxito de la campaña dependía de que nos apoderáramos de esas vías de comunica-ción… que son llave de Centroamérica y por donde únicamente recibían aquellos, recursos y auxilios de tropas que necesitasen.

La empresa parecía temeraria, nuestros enemigos eran numerosos, ocupaban puestos estratégicos casi inexpugnables, como Castillo, el Puerto San Carlos y la Trinidad defendido por cañones de que nosotros carecíamos; tenían a su disposición en el río y en el Lago de Nicaragua, buques armados de guerra y estaban en fin bien provistos de abundantes y mag-níficos pertrechos.

Nosotros por el contrario, inferiores en número, exte-nuados por la fatiga y penosas marchas por entre ríos peligrosos y montañas inaccesibles, desnudos y ham-brientos, sin armas unos y otros mal armados. Sólo contamos para el triunfo con la justicia de nuestra causa y con el valor indomable de nuestros soldados a quienes animaba el digno padre Brenes con su ejem-plo y patrióticas exhortaciones”.


Por otra parte y haciendo alusión a este crucial momen-to de la historia, según lo señalado en el libro de me-morias del general Máximo Blanco, el 21 de diciembre reunió a los soldados y anunció el ofrecimiento hecho por don Joaquín Fernández, en el que: a nombre de la República, se ofrecía la cantidad de 500 pesos al que más se distinguiera por su valor:

“Al partir al asalto, don Joaquín Fernández dijo: Al que cometa la acción de mayor valor le daré qui-nientos pesos… y fue un Aguilar, de Barba, cabo, el primero que saltó sobre la trinchera, levantó en la bayoneta al centinela del cañón. La matanza siguió a la bayoneta”.

Así mismo, el Coronel Aguilar señala: “por ese sagrado sentimiento de amor a la patria que más se agranda y aviva cuando mayor sean sus des-gracias y peligros que los asedian, yo formaba parte de la columna del centro... quise ser el primero entre mis heroicos compañeros que ofrecieron su vida en holocausto a nuestra amada patria.

Así fue pues, que dada la orden de ataque y resuel-to a triunfar o rendir la vida, me adelante a mis valientes camaradas dispuestos también como yo al sacrificio. Avancé sobre la fuerza de artillería que estaba frente al cuartel principal del enemigo y que a no haber impedido había causado inmensos estragos entre los nuestros; me apoderé de ella matando al ar-tillero principal en el momento en que disponía éste a disparar la mortífera arma, herí a muchos de ellos, entre ellos al comandante Thompson a quien dejé


por muerto y por algunos momentos sostuve solo y a la bayoneta el combate contra más de 25 filibusteros que me acometían y habría sucumbido indudable-mente en la refriega de tiempo si no hubiesen llegado mis compañeros, que en unión mía, continuaron el


ataque hasta casi completo exterminio de los enemi-gos que prefirieron morir a entregarse...

Después del combate el mayor Blanco me hizo el ho-nor de declarar públicamente que yo me había hecho merecedor del premio ofrecido”.

Los compañeros que estuvieron junto con don Nicolás Aguilar Murillo en la batalla de la Trinidad y que testi-ficaron en la investigación de 1886 fueron: don Ramón Prendas y su hijo Bernabé Prendas de la Villa de Bar-va; don Juan Varela Barquero de Santa Lucía de Barva; Carlos García de la Villa de Barva; Santos González del Cantón Central de Heredia e Ignacio Vásquez de San Ramón de Alajuela.

Su esfuerzo quedó olvidado durante treinta años, hasta que en el año 1886, ante el Congreso Nacional se pre-senta el reclamo tardío pero efectivo de su premio. (ver decreto en página 26)

Después de sus condecoraciones, fallece en 1898.


La tumba del zapador con su columna truncada, símbo-lo de valor, patriotismo y heroísmo emerge en el campo santo de su tierra natal, solitaria, descuidada por mu-chos, muchísimos años.

Pero allí en el silencio del tiempo, está la semilla de nuestro origen, de un pueblo amante de la paz social… de la libertad.


El Coronel no necesita honores, ni reconocimientos fas-tuosos, él cumplió con la Patria. Pero nosotros sí necesi-tamos recobrar los valores y principios de nuestros ante-pasados, es necesario levantar del pesado fardo del olvido colectivo, que nuevos zapadores rescaten y nos defiendan del filibusterismo económico, de este capitalismo salvaje, turbo capitalismo, con que los nuevos invasores han ro-bado la paz de una Costa Rica que brilló por su democra-cia nativa, ya hace también muchos años atrás.

Que la gesta del Coronel nos mueva a reflexionar, a de-fender el legado histórico que corre por nuestras venas y luchar por el bien común.

En 1892 a Don Nicolás Aguilar Murillo después de 30 años en que no le reconocieron el hecho histórico y he-roico, la patria lo condecoró con los honores de Héroe Nacional.

Lo anterior gracias a que en ese mismo año, los vecinos de Barva apoyan el proyecto del señor diputado Astúa Aguilar y solicitan al Congreso Constitucional que se haga justicia y se decrete una pensión vitalicia a favor de don Nicolás Aguilar Murillo, por su conducta heroica en la guerra de 1856-1857, así como que se le otorga-ra un grado militar en correspondencia con la hazaña efectuada por el señor Aguilar en la Campaña Nacional.

Los barbeños en su petición al Congreso Nacional, se-ñalaron que el hecho llevado a cabo por Aguilar en el combate de la “Trinidad” lo constituye en émulo de Juan Santa María.


De este modo afirman que: “(…) La información segui-da para probar el hecho (…) se encuentra en el archivo del Congreso y sirvió de base para que ese Alto Cuerpo dictara el decreto No. 53 del 27 de julio de 1886”.

Además exponen:“Nuestro héroe se encuentra hoy pobre, casi imposi-bilitado para el trabajo por su avanzada edad y es el caso de que se le asigne una pensión para que atienda a su subsistencia en los años que aún le restan de vida (…)”. “(…) Pedimos a ese Alto Cuerpo se digne atender nuestra solicitud por ser de justicia”.Barba, 6 de julio de 1892.

(Tomado del documento de don José astua aguilar, pag. 53 li-bro El Combate de la Trinidad y la acción Heroica de Nicolás aguilar Murillo).


Solicitud de barveños hecha a Congreso Constitucional


Firmas de la solicitud de barveños hecha a Congreso Constitucional


Gracias a las atinadas peticiones de los barbeños, el Congreso Constitucional decreta el 14 de julio de 1892:Conferir al señor don Nicolás Aguilar Murillo el grado de Coronel del Ejército Nacional y asignarle una pen-sión vitalicia de 60 pesos mensuales.

La condecoración con una medalla de oro que tendría la siguiente leyenda: En el anverso: A Nicolás Aguilar y Murillo. La patria agradecida por su heroísmo.En el reverso: República de Costa Rica – Campaña Na-cional de 1856 – 1857.

Por cuenta del Tesoro Público, se mandaría a hacer el retrato de Aguilar, para ser entregado a la Municipali-dad de la Villa de Barba para ser colocado en el Salón de Sesiones.

Lo solicitado en su momento por los vecinos del cantón de Barva confirma aún más el estado de abandono en que se encontraba don Nicolás Aguilar Murillo, por la falta de atención, no sólo del Estado, sino de todos los que por responsabilidad correspondía.


Después de recibir su merecida retribución, cuando le correspondió hacer su discurso como elegido por sus hazañas, “el héroe de la Campaña del Río” se puso en pie, sus pensamientos se ahogaron en su garganta y de su boca no salió palabra alguna y cual niño que abraza a su madre protectora, el zapador corrió, se abrazó al Pabellón Nacional y lloró… lloró el Coronel, el Héroe de la Trinidad; su discurso lejos de la demagogia fueron sus lágrimas que humedecieron y se sumergieron en los tiernos brazos del Emblema Nacional.

La patria guardó silencio… el discurso del Coronel voló hasta las entrañas del patriotismo y se sublimó en el co-razón esperanzado de los que hoy anhelamos la apari-ción de nuevos zapadores, que rescaten para nuestras generaciones presentes y futuras los valores y principios que nos legaron nuestros antepasados.

Miguel Rodríguez Ruiz M.Q.C.Miembro de la Unión Cantonal de Barva.


Documentos relativos a las condecoraciones he-chas por el Estado de Cos-ta Rica por la labor eman-cipatoria de Nicolás Agui-lar Murillo que sustentan la necesidad de ratificarlo como Héroe Nacional.

NICOLÁS AGUILAR MURILLObatallas en las que sobresalióel sargento

(1856-1857) documentación sobre la vida de un héroe.


DECRETO Nº LIII. (1886).

Manda pagar quinientos pesos al Tesoro Nacional a don Nicolás Aguilar, por su conducta heroica en la guerra de 1856 y 1857.

EL CONGRESO NACIONAL DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA

En consideración con el heroico rasgo de valor ejecu-tado por el señor don Nicolás Aguilar y Murillo en el combate de la “Trinidad” librado por el Ejército Nacio-

la Trinidad, 22 de diciembre de 1856 San Juan del Norte, 23 de diciembre de 1856 Castillo Viejo Fuerte de San Carlos


nal contra las huestes filibusteras, el 22 de diciembre de 1856; y en satisfacción de una deuda justa contraída en su favor por la Nación en aquel memorable día,

Decreta:

Art. Único. –El Poder Ejecutivo mandará pagar del Te-soro Público al expresado señor Aguilar Murillo, la can-tidad de quinientos pesos.Al Poder Ejecutivo. –Dado en el salón de sesiones del Palacio Nacional, en San José, a los veintisiete días del mes de julio de mil ochocientos ochenta y seis. - A. Es-

Elaboró esta información: Percy RodríguezDibujo de: Mauricio Zamora


quivel, Presidente. –A. Venegas, Secretario. –Máximo Fernández, Secretario. –Palacio Presidencial. –San José, a veintiocho de julio de mil ochocientos ochenta y seis. –Ejecútese. –Bernardo Soto. – El Secretario de Estado en el despacho de la Guerra, -Santiago de la Guardia.

DECRETO Nº XXXVIII. (1892).

(de 15 de julio.)

Concede una pensión vitalicia y decreta varios honores para un servidor público.

EL CONGRESO CONSTITUCIONAL DE LA RE-PÚBLICA DE COSTA RICA

Teniendo en cuenta los méritos del señor don Nicolás Aguilar y Murillo, vecino de Barva, adquirido por su valor y heroísmo en las gloriosas jornadas de la Cam-paña Nacional de 1856 a 1857; y en razón también a su avanzada edad, pobreza e inhabilidad para el trabajo,

Decreta:

Artículo I. –Confiérase al señor don Nicolás Aguilar y Murillo el grado de Coronel del Ejército Nacional y asígnesele una pensión vitalicia de sesenta pesos men-suales, que se le pagarán del Tesoro Público.

Artículo II. –Condecóresele a dicho señor Aguilar y Mu-rillo con una medalla de oro que tendrá la leyenda si-guiente: (en el anverso) “A Nicolás Aguilar y Murillo. La patria agradecida por su heroísmo. (En el reverso.) Repú-


blica de Costa Rica. Campaña Nacional de 1856-1857.”

Artículo III. –Por cuenta del Tesoro Público se mandará hacer el retrato de Aguilar, el cual se entregará a la Mu-nicipalidad de la Villa de Barba para que le coloque en el Salón de Sesiones.

Artículo IV. –Una copia auténtica del presente Decreto, sancionado ya por el Poder Ejecutivo, será puesto en manos del agraciado, en sesión ordinaria, por el señor Presidente del Congreso Nacional.

Al Poder Ejecutivo.

Dado en el Salón de Sesiones del Palacio Nacional, en San José, a los catorce días del mes de julio de mil ocho-cientos noventa y dos. –Carlos Durán. –F. Aguilar B., Secretario. –José Joaquín Trejos, Secretario.

Casa Presidencial. –San José, a quince de julio de mil ochocientos noventa y dos. –Ejecútese. –José J. Rodrí-guez.

El Secretario de Estado en el Despacho de Guerra, -R. Iglesias.ACUERDO Nº 73. (1894).(de 22 de mayo.)

Acuerda honores en favor de don Nicolás Aguilar Mu-rillo.

SECRETARÍA DE GUERRA

Palacio Nacional.San José, 22 de mayo de 1894.


Habiéndose señalado por el Congreso Constitucional el día 3 de junio próximo para hacer entrega a don Nicolás Aguilar Murillo de la copia del Decreto nº 38 de 14 de julio de 1892, por el cual se le confirió el grado de Co-ronel efectivo de las Milicias Nacionales, y para mejor solemnizar este acto, el Presidente de la RepúblicaAcuerda:Que la oficialidad en servicio activo de esta Plaza y una compañía de infantería, con la bandera nacional, hagan durante aquel acto al señor Aguilar Murillo los honores de su grado. –Comuníquense y publíquense. –Rubrica-do por el señor Presidente Quirós.

Nº9 (1918).

La Cámara de Diputados de la República de Costa Ricaen uso de las facultades que le confiere la Constitución de la República, y considerando:

.I.Que es justo acreedor a la solicitud de los vecinos de El Tigre del cantón de Montes de Oro de la provincia de Puntarenas, sobre cambio de denominación de su dis-trito;

.II.Que a fin de honrar una vez más la memoria del Co-ronel don Nicolás Aguilar y Murillo, uno de los más valientes soldados de la Campaña Nacional de 1856 y 1857, condecorado por su heroísmo según Decreto Legislativo de 15 de julio de 1992, será grato para el vecindario dicho y a la Nación que se adopte su primer


apellido como nombre del lugar indicado;por tanto,decreta:

Artículo único. –El hasta ahora llamado distrito de “El Tigre” del cantón de Montes de Oro, de la provincia de Puntarenas, seguirá denominándose distrito de “Agui-lar”.al Poder Ejecutivo.Dado en el Salón de Sesiones –Palacio Nacional- San José, a los cinco días del mes de junio de mil novecien-tos diez y ocho.(Firmas ilegibles)

Nº39 (1934).

EL CONGRESO CONSTITUCIONAL DE LA RE-PÚBLICA DE COSTA RICA

Considerando:Que el 10 de setiembre próximo se cumple el centena-rio del nacimiento del Coronel Nicolás Aguilar Muri-llo, héroe del Combate de La Trinidad, en la Campaña Nacional de 1856-1857; que es un deber cívico rendir tributo a quienes han conquistado la gratitud de la pa-tria por sus hechos y sus virtudes,Decreta:Artículo 1º. –Las escuelas públicas del país dedicarán sus labores del 10 de setiembre próximo a exaltar la me-moria del Coronel Nicolás Aguilar Murillo y la de los otros héroes de la Campaña Nacional de 1856-1857.Artículo 2º. –La Secretaría de Seguridad Pública hará


fundir en bronce una placa conmemorativa de la acción heroica del Coronel Aguilar Murillo, que obsequiará a la Municipalidad del cantón de Barba para que sea co-locada en el lugar que ese ayuntamiento designe. Con ese objeto se amplía en doscientos cincuenta colones el presupuesto vigente a la cartera indicada.Artículo 3º. –La Secretaría de Fomento procederá a re-parar, por cuenta del erario público, la calle “Nicolás Aguilar Murillo” de la ciudad de Barba.

Comuníquense al Poder Ejecutivo

Dado en el Salón de Sesiones del Congreso. –Palacio Nacional. –San José, a los cinco días del mes de junio de mil novecientos treinta y cuatro.

Arturo VolioPresidente

Luis D. Tinoco H. A. BaltodanoPrimer Secretario Segundo SecretarioCasa Presidencial. –San José, a los siete días del mes de julio de mil novecientos treinta y cuatro.EjecúteseRicardo JiménezEl Secretario de Estado en elDespacho de Hacienda y Comercio,Carlos Brenes


Toca a las generaciones ac-tuales la misión de honrar la memoria de quienes em-peñaron sus esfuerzos en le-garnos una patria indepen-diente, atenta a empuñar el

NICOLÁS AGUILAR MURILLOHomenajes para un héroe

Mensajes de nuestros antepasados. (1933)


arma en defensa de la justicia, del progreso y de la li-bertad. Si la sangre de nuestros padres tiñó el suelo de nuestro terruño por garantizarnos el disfrute de los be-neficios del trabajo y del bienestar social, debemos no-sotros de conservar incorruptos esos propósitos, como manifestación de que sabemos apreciar en su merecido valor los sacrificios de nuestros padres, poniendo así en práctica la más sagrada virtud de un buen ciudadano: la gratitud filial.

Cuando vemos en los momentos de peligro en que la patria llama a sus huestes libertadoras, alistarse en sus filas gentes sencillas del pueblo que no vacilan en sacri-ficar las comodidades domésticas y su propia vida por conservar sin mancilla la Bandera de nuestra indepen-dencia, no dudamos en afirmar: ¡Costa Rica merece ser libre porque cuenta para conservar su autonomía con la sangre valerosa de sus Nicolás Aguilar y sus Juan Santa-maría, soldados que transitan a nuestro lado anónimos y que sólo se destacan cuando el peligro los reclama.

Heredia, Octubre 12 de 1933.

“Comentario final a su estudio sobre el combate de La Trinidad”.

Tomado de El Combate de La Trinidad, texto de Tran-quilino Sáenz, escrito el 12 octubre de 1933; publicado en el libro de Luis Dobles Segreda, La Provincia de He-redia. 1934


HIMNO A NICOLÁS AGUILAR MURILLOLetra: don Luis R. FloresMúsica: don Juan R. Alfaro

Vives en nuestras almasy en nuestra patria histórica.Hoy en tu apoteosiste canta el corazón.Con tu briosa falangellevaste a la victoriael alma de la patriaradiante en su corazón.

Llegaste con los tuyosal campo de batalla;al pie de la trincheralos intrusos están.La indignación estalla,rabiosa por la lucha,;en sangre se tiñeronlas aguas del San Juan.

Con sin igual audaciasoltaste la trinchera,mataste al artilleroy tuyo fue el cañón.Tu espada fue una hoguera;huyen los bucanerosturbas de malandrinessin Dios ni religión.


Salvada Costa Rica,a paso de patriotasde audaces vencedores,regresa tu legión.Con tus sandalias rotas,Trajiste enardecido,el alma de la patriagloriosa en su pendón.

Monografía del Cantón de Barva, Diario La Tribuna, noviembre, 1934.


Elogio del Héroe al pueblo de Barba

Rojo clarín de batalladame tu canto sonoroy en la apoteosis del Héroehazte, clarín, hazte de oro.Los halcones desatadosquerían hacer presa ricay ya clavaban sus garrasen suelo de Costa Rica.Eran halcones hambrientos


que daban funestos gritospresagiando sufrimientosde esclavitud, infinitos.Tenían uñas afiladasy picos como el aceroy poblaban nuestras selvascon sus gritos agoreros.Centro América, indefensatemblaba en aquella horatrascendental, mas vibrabaya la fuerte voz de Mora.Y frente a la banda oscurade los fieros invasores,de nuestras altas montañasvolaron bravos cóndores.Pelea digna de hombres libresque con victoria asombrosa,riega la sangre en los campossagrados de Santa Rosa.Y que en Rivas, desatadacomo tempestad bravía,se corona con el rayode luz de Santa María.Pelea que en la Trinidadlos peligros ya no adviertey en que el héroe desafíaa pecho limpio la muerte.¡Rojo clarín de batalladame tu sonoro acentoy en la apoteosis del héroedianas de gloria da al viento!¡Labriego entre labriegos,


fue del pueblo su bravura,del pueblo libre que luchapor su amada tierra oscura,por tener bajo los cieloshogar y paz y amistady, libre de oprobio y amocantar a la libertad!Entre todos los valientes,en la acción, él fue el primero:cierra la boca al cañón,queda muerto el artillero;su sable de Coronelbrilla con luz de victoria,y ante la muerte, en su frente,enciende luces de gloria.Esta es la hazaña soberbiade gallardía singularque hizo en las lides de antañoel Coronel Aguilar.Salud, Coronel labriego.¡Desplegada la banderate saluda a son de gloriaen tu día la patria entera!¡Rojo clarín de batallacon tu acento de metalsalud al héroe barbeñoen su gloria inmortal

Carlos Luis SáenzHeredia, 10 de setiembre de 1934.Incluido en Monografía del Cantón de Barva, diario La Tribuna, noviembre, 1934.


Siluetas de Antaño:Nicolás Aguilar Murillo(Para Abraham Molina Ulate, buen maestro, buen ciu-dadano y buen amigo)

I

La hazaña de la Trinidad

Amparado y seguro en la trincherael enemigo audaz se guarecía,y terrible el cañón su boca abríacomo el hórrido hocico de una fiera.

¡Momento de emoción! La lucha erapara ti, decisiva, ¡Patria mía!Y ansiabas de saber si al fin seríavencida o vencedora tu bandera

De pronto de los nuestros, uno avanza…heroico salta y el cañón alcanzay oyes ¡oh patria!, el grito de victoria

Nicolás Aguilar fue aquel valiente.La fama colocó en su heroica frenteel lauro inmarcable de la Gloria.


II

La condecoración del Héroe (*)

Es tanta la emoción, que el alma embota.La muchedumbre, entera, toda calla,la patria va a poner una medallaen el pecho viril del gran patriota.

De entusiasmo sentido el alma explotay el aplauso sonoro presto estalla.De todo corazón un ¡viva!, brota,al más bravo soldado en la batalla.

El Héroe quiso hablar pero no pudo…¡Patria! dijo no más y quedó mudola tricolor bandera contemplando.

¡Oh sublime expresión, la más sincera!se lanzó repentino a la banderay como un niño la abrazó llorando.

Víctor Manuel Elizondo10 de Setiembre de 1934.

(*) Histórico: Cuando a Aguilar le fue entregado en el Congreso por el presidente de la Cámara su grado de Coronel, no pudo contestar a las frases de ofrecimiento y entonces se abrazó llorando al pabellón nacional.Incluido en Monografía del Cantón de Barva, Diario La Tribuna, noviembre, 1934.


Nicolás Aguilar Murillo re-cibió una serie de honores que se detallan a continua-ción.

NICOLÁS AGUILAR MURILLOsecuencia de honores

Extractos. Selección realizada por Miguel Rodríguez Ruiz.


* Decreto Nº LIII (Congreso Constitucional de la Re-pública de Costa Rica, “Manda pagar 500 pesos del Te-soro Nacional a don Nicolás Aguilar Murillo, por su conducta heroica de 1856 – 1857. 28 de julio de 1886.

* Decreto Nº XXXVIII (15 de julio de 1892)

“El Congreso de la República de Costa Rica “concede una pensión vitalicia y decreta varios honores…”

Teniendo en cuenta los méritos del señor don Nicolás Aguilar Murillo, vecino de Barva adquirido por su valor y heroísmo en las gloriosas jornadas de la Campaña Na-cional de 1856 – 1857…”

* Decreta:

Art. 1: Confiere al señor Don Nicolás Aguilar Murillo el grado de Coronel del Ejército Nacional y asignándole pensión vitalicia de 60 pesos mensuales…

Art. 2: Condecórese a dicho señor Aguilar y Murillo con 1 medalla de oro que tendrá la leyenda siguiente: (en el anverso) “A Nicolás Aguilar y Murillo la patria agradecida por su heroísmo (en el reverso) República de Costa Rica Compaña Nacional de 1856 – 1857”.

Art. 3: “Por cuenta del Tesoro Público se mandará hacer el retrato de Aguilar el cual se entregará a la municipali-dad de la Villa de Barva (14 de julio de 1892).


* Se presenta una ampliación propuesta por el diputado Iglesias.

* Acuerdo Nº 73 del veintidós de mayo de 1894, Secre-taria de Guerra Palacio Municipal “acuerda honores a favor de Don Nicolás Aguilar Murillo”.

“Habiéndose señalado por el Congreso Constitucional el día 3 de junio próximo, para hacer entrega a Don Nicolás Aguilar y Murillo de la copia del decreto Nº 38 del 14 de julio de 1892 por el cual se confirió el grado de Coronel Efectivo de las Milicias Nacionales y para solemnizar el acto el presidente de la República acuer-da “que la oficialidad en servicio activo de esta Plaza y una compañía de infantería con la Bandera Nacional le hagan durante aquel acto al señor Aguilar Murillo los honores de su grado”.


* La Cámara de diputados de la República de Costa Rica decreta, artículo único: “el hasta ahora llamado el distrito el Tigre del cantón de Montes de Oro de la pro-vincia de Puntarenas seguirá denominándose distrito de Aguilar”. San José 5 de junio de 1918.


* El Congreso Nacional de la República de Costa Rica, considerando: “que el 10 de septiembre próximo se cumple el centenario del nacimiento del Coronel Ni-colás Aguilar Murillo, héroe del combate de la Trinidad en la Campaña Nacional de 1856 – 1857, que es deber cívico rendir tributo a quienes han conquistado la gra-titud de la patria, por sus hechos y virtudes. Decreta:

Art. 1: “Las escuela públicas del país dedicaran sus labo-res del 10 de septiembre próximo a exaltar la memoria del Coronel Nicolás Aguilar Murillo y la de los otros héroes…”


Art. 2:”La Secretaría de Seguridad Pública hará fundir en bronce una placa conmemorativa de la acción heroi-ca del Coronel… que obsequiará a la Municipalidad del Cantón de Barva”.

Art. 3: “La Secretaría de Fomento procederá a reparar por cuenta del erario público la calle Nicolás Aguilar Murillo de la ciudad de Barva, 05 de junio de 1934”.Declaratoria de Héroe Nacional y Defensor de la Li-bertad

Las diputadas Marielos Alfaro, Siany Villalobos, Yolan-da Acuña; los diputados Víctor Hugo Víquez y Claudio Monge; la Asociación de Historia de Heredia respaldan el proyecto de ley: Declaratoria de Héroe Nacional y Defensor de la Libertad al Coronel Nicolás Aguilar Mu-rillo. El proyecto se encuentra en trámite en la Asamblea Legislativa, actualmente en el plenario de la misma.Nicolás Aguilar Murillo: El Héroe Nacional del Mo-vimiento Comunal.


La Municipalidad de Sara-piquí celebra todos los 22 de diciembre de cada año y de manera religiosa, la gesta heroica de la batalla la Tri-nidad del 22 de diciembre

NICOLÁS AGUILAR MURILLOhéroe de Vía del Tránsito

Sarapiquí no olvida a los héroes de la Vía del Tránsito


de 1856. Es el rescatar una fecha de nuestros libertado-res y el significado que tiene en vida patria.

También el dar a conocer a los habitantes del país, no sólo el hecho histórico, sino el hacer conciencia entre la ciudadanía la importancia y relevancia del simbolismo del combate de la Trinidad, rescatando a nuestros héroes silenciosos que a través del tiempo van sobresaliendo en la historiografía nacional.

Es de suma importancia reconocer la valentía de don Nicolás Aguilar, héroe del Combate de la Trinidad y de dos humildes campesinos de Sarapiquí que participaron en estos combates como fueron Salvador Durán Ocam-po y Silvestre Durán Calvo.

Para los vecinos y vecinas del cantón de Sarapiquí, es importante dignificar los hechos históricos que com-prendió la Campaña Nacional, donde se defendió con


orgullo y valentía la soberanía nacional. Los habitantes de Sarapiquí se deben sentir muy orgullosos que su her-moso río y sus riberas fueron escenarios donde costarri-censes con hidalguía de servir a la patria, defendieron con sumo patriotismo la libertad y soberanía del pueblo costarricense y la dignidad de Centroamérica.

Texto procesado por Rafael lópez alfaro, con base en elemen-tos que se encuentran en la página en internet de la Municipa-lidad de Sarapiquí.


Festejos en el centenario del nacimiento del héroe barveño Nicolás Aguilar Murillo 1834 – 10 de setiembre – 1934En la celebración del 10 de setiembre de 1934, partici-paron activamente estudiantes de la Escuela Normal y de escuelas de la provincia de Heredia.

Información publicada en Monografía del Cantón de Barva, Diario La Tribu-na, noviembre, 1934.


DATOS DE INTERÉS

-Costa Rica para esta guerra compró a Inglaterra 2500 fusiles, los cuales eran de dos marcas: Beiker, que carga-ban por la culata, sin estrías en el cañón llamado “anima lisa” de balas redondas. Era muy impreciso, se disper-saba mucho en el blanco y la marca Ensfeld, 1853 con estrías en el interior del cañón, llamada “anima rayada”, de bala cónica con alcance de 400 metros. La bala daba mejor en el blanco, se cargaba por el cañón.

El alcance de las armas de los filibusteros era de 200 metros.

*Datos ofrecidos por el historiador Raúl Arias.


El tronco genealógico materno común de Nicolás Aguilar Murillo fue la familia Murillo Gutiérrez, formada por don José Murillo Hernández y doña Encarnación Gutiérrez Vi-llarhervia a finales del siglo XVII. Sus hijos e hijas fueron Pío, Margarita, Josefa, Guadalupe, Santos, Bartolo y Pedro.

-Hermanos (as) de Nicolás Aguilar Murillo:Petronila, Alcántara, Soledad, Juana, María, Jesús, Lu-cía, José Agustín, Ramona, Fermina, Esprítu Santo, Ca-simira, María Manuela.Tíos maternos (don Nicolás y doña María eran primos hermanos):José Bartolo, Lorenzo, Santos, Pedro, Vicente, José, Pas-cual, Pío, Nicolás, Carlos, Josefa, Guadalupe.

-Abuelos paternos:Don José Florentino Aguilar Umaña y doña María An-tonia Gutiérrez Villarhervia o Villarevia, casados en Barva el 1 de enero de 1795, -Abuelos maternos: Don José Murillo Hernández y doña María Gutiérrez Villarhervia.

-Los bisabuelos paternos:Don Juan Francisco Aguilar y doña Manuela Cayetana Umaña. -Bisabuelos maternos:Don José Hermenegildo Gutiérrez y doña Antonia Vi-llarhevia.

*Datos proporcionados por don Miguel Ángel Rodrí-guez Ruíz.


Lo expuesto destaca el gran valor patrio y las caracterís-ticas más nobles del perfil de nuestros abuelos y abuelas:Ø LealtadØ HonestidadØ HonradezØ SolidaridadØ RespetoØ CompromisoØ ResponsabilidadØ SinceridadØ CaridadØ AmistadØ DeberØ PatriotismoØ Valor

Éste fue el ejército espiritual y moral con que se en-frentaron al filibustero, principios y valores que los y las enaltecían, en el caso concreto, los de la vanguardia nacional del 2 de diciembre de 1856 (Los Zapadores).

Tanto heroísmo mostrado en la época de la guerra por todos (as) los costarricenses, parece declinar con el tiem-po, cuando al recoger algunas ideas posteriores, se nos presenta una realidad objetiva y poco esperada. Es así que, en la obra de William Walker “La Guerra de Ni-caragua” en la traducción de Ricardo Fernández Guar-dia, apunta en su introducción y en la de un escritor norteamericano (James Jeffrey Roche), The Story of the Filibusters, Londres, 1894, “el filibustero a modo de Walker, ha sido suplantado por el especulador, sin que se note que la moral del mundo haya ganado nada con el cambio”.

“Esta frase lapidaria entraña una advertencia que tene-mos que tener presente, ya que indica con claridad el


nuevo peligro que nos amenaza: la esclavitud económi-ca”.

Como consecuencia, otras ideas al respecto se dan en 1929, cuando en uno de los gobiernos de don Cleto González Víquez, con el objetivo de rescatar y reafirmar nuestra identidad pacífica y democrática… inaugura el monumento a don Juan Mora Porras, con la presencia de delegaciones nacionales y extranjeras y algunos so-brevivientes de la guerra contra los filibusteros.

El entonces vicepresidente del Congreso don Francisco Mayorga Rivas, expresa en su elocución:

“Niños aprended esta hermosa lección.”

“Jóvenes imitad a los que defendieron a nuestra in-dependencia.”

“Costarricenses, prometed no entregar nunca al ex-tranjero el honor de la patria ni el más leve jirón de su soberanía.”

La Vanguardia Nacional con su perfil apuntado ante-riormente de valores patrios y principios morales clama por su resurrección hoy más que nunca.

datos proporcionados por el dr. Miguel Rodríguez Ruiz. *Es importante resaltar que algunos de los datos proporciona-dos en este libro, provienen del archivo Histórico arquidioce-sano, del archivo Nacional, del archivo de la asamblea legisla-tiva, y de los protocolos Coloniales de Heredia.

En este sitio estuvo el muelle de San Carlos, de donde los zapa-dores salieron hacia la batalla.

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Desde la batalla del 22 de diciembre, la hazaña de Nicolás Aguilar Murillo fue olvidada entre 1856 y 1894, año en el

cual recibió los honores como héroe. Después, una segunda fase de olvido ocurre en el perio-do 1940 a 1990 cuando la Unión Cantonal de Asociaciones de Desarrollo de Barva inicia el rescate desde el olvido colectivo. Y luego, vuel-ve a emerger la figura del Zapador, del Héroe Nacional, ante el pueblo de Costa Rica.


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