ni ingenuos, ni sofistas

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Ni ingenuos, ni puristas, mucho menos dinosaurios. Con profunda tristeza y bronca me toco leer la que parece una respuesta del compañero Juan Ignacio Mareque a la declaración difundida por la Juventud Socialista para la Victoria en referencia al ballotage porteño que se efectuó hace solo algunos días. Digo tristeza y bronca por lo injusto que es el compañero cuando no respeta a los “muchachas y muchachos de la juventud” en su necesaria y fundante libertad para reunirse, pensar, debatir y tomar la decisión conjunta de dar a conocer su parecer. Tanto en el modo, como en el contenido de su respuesta, descalifica a los compañeros de la juventud, los considera incapaces de por sí mismos tomar una posición política e invoca una supuesta necesidad de contentar a compañeros a los que califica irrespetuosamente de periféricos; pero lo que resulta aun peor: acaba por solicitar al compañero Jorge Rivas la inmediata convocatoria a un plenario de la Ciudad de Buenos Aires para organizar el trabajo en nuestra ciudad, seguramente para llamar al orden a los compañeros cuestionados. La actitud es cobarde y a contratiempo de la historia, quizás el compañero fue víctima (al igual que muchos de nosotros) de la censura y el ejercicio de una disciplina partidaria que no era más que una manera de enmascarar altos niveles de autoritarismo frente a los grupos de juventud disidentes. No admite la existencia de jóvenes que no solo hagan ruido en las marchas, realicen fiestas y den clases de apoyo escolar sino que se organicen sin padres, tutores u encargados; que puedan repensar la historia política de nuestro país y nuestro partido. Que se animen a salirse del lugar de expendedoras automáticas de volantes, que no sean parte de una secta sino que den una mano en la comuna o barrio que haga falta, que tengan círculos de lectura y que al mismo tiempo tengan la capacidad, la sensibilidad de ver en el arte y la creatividad un modo de contribuir a la transformación social. Estas muchachas y muchachos desviados son los que dan vida a nuestra organización, son los que aportan nuevas ideas, son los que pusieron de pie a la casa del pueblo para que sea un centro cultural incorporado a la realidad del barrio en que se encuentra y por ese motivo ser perseguidos por la maquinaria macrista de clausurar cultura. Son los muchachos

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Realidad politica Argentina

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Page 1: Ni Ingenuos, ni sofistas

Ni ingenuos, ni puristas, mucho menos dinosaurios.

Con profunda tristeza y bronca me toco leer la que parece una respuesta del compañero Juan Ignacio Mareque a la declaración difundida por la Juventud Socialista para la Victoria en referencia al ballotage porteño que se efectuó hace solo algunos días. Digo tristeza y bronca por lo injusto que es el compañero cuando no respeta a los “muchachas y muchachos de la juventud” en su necesaria y fundante libertad para reunirse, pensar, debatir y tomar la decisión conjunta de dar a conocer su parecer. Tanto en el modo, como en el contenido de su respuesta, descalifica a los compañeros de la juventud, los considera incapaces de por sí mismos tomar una posición política e invoca una supuesta necesidad de contentar a compañeros a los que califica irrespetuosamente de periféricos; pero lo que resulta aun peor: acaba por solicitar al compañero Jorge Rivas la inmediata convocatoria a un plenario de la Ciudad de Buenos Aires para organizar el trabajo en nuestra ciudad, seguramente para llamar al orden a los compañeros cuestionados. La actitud es cobarde y a contratiempo de la historia, quizás el compañero fue víctima (al igual que muchos de nosotros) de la censura y el ejercicio de una disciplina partidaria que no era más que una manera de enmascarar altos niveles de autoritarismo frente a los grupos de juventud disidentes. No admite la existencia de jóvenes que no solo hagan ruido en las marchas, realicen fiestas y den clases de apoyo escolar sino que se organicen sin padres, tutores u encargados; que puedan repensar la historia política de nuestro país y nuestro partido. Que se animen a salirse del lugar de expendedoras automáticas de volantes, que no sean parte de una secta sino que den una mano en la comuna o barrio que haga falta, que tengan círculos de lectura y que al mismo tiempo tengan la capacidad, la sensibilidad de ver en el arte y la creatividad un modo de contribuir a la transformación social. Estas muchachas y muchachos desviados son los que dan vida a nuestra organización, son los que aportan nuevas ideas, son los que pusieron de pie a la casa del pueblo para que sea un centro cultural incorporado a la realidad del barrio en que se encuentra y por ese motivo ser perseguidos por la maquinaria macrista de clausurar cultura. Son los muchachos y muchachas que lograron dejar atrás ese edificio pálido, gris con escritorios y teléfonos destinado a tareas exclusivamente administrativas o de rosca política que el compañero parece añorar. Estos muchachos y muchachas para los que el compañero pide un escarmiento, fueron a Rosario y en un acto de fuerte valor simbólico pudieron escribir, como grito, lo que demasiados no pudimos, no nos animamos o no nos convenía gritar que “Binner no es Socialista”. Sin embargo, esos muchachos y muchachas ya sufrieron un escarmiento: estuvieron varias horas detenidos y con una causa penal ridícula, que avergüenza en una ciudad gobernada por el socialismo oficial al que muchos pertenecieron y con demasiado entusiasmo. Insisto, da bronca, porque mientras algunos en minoría y soledad advertíamos por aquellos últimos noventas y primeros dos mil que clase de socialismo se estaba gestando, otros compañeros, igual de jóvenes aplaudían y ya también acostumbraban a pedir escarmientos, si eran jóvenes pero aprendices de dinosaurios que no se animaban a dar un paso sin la mirada de aprobación del Gran Hermano de turno. O peor aún, hacían demasiados cálculos antes de expresarse, casi como teniendo algún otro objetivo superador más que su visión ideológica del partido. Estos muchachos y muchachas hoy cuestionados, pueden y deben darse la estrategia que quieran para abrir más casas del pueblo, podrá ser discutible el modo; pero jamás habrá lugar a duda que cada fin de semana de campaña,

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cada actividad que desarrollen en las casas y cada declaración política que realicen lo harán con las remeras de color rojo puestas , con nuestras banderas rojas en alto, con su puños izquierdos alzados para contarles a los ciudadanos de nuestra ciudad que hay otro socialismo. Un socialismo que para acompañar al proyecto nacional, popular y latinoamericano no resigna su ideario, sus colores, sus luchas y sus banderas. Estos muchachos y muchachas entendieron que no se milita por un cargo por mas merecido que lo tengan, y que ningún apoyo puede aplastar el pensamiento crítico. Estos muchachos y muchachas entendieron, lo que vos y muchos otros no. Estos muchachos y muchachas se animaron a escribir y difundir, lo que vos y muchos otros compañeros jamás se animarían a hacer sin el permiso de una autoridad. Estos muchachos y muchachas entendieron, lo mismo que el 22 % del padrón de la ciudad de buenos aires que voto en primera vuelta al FPV; algo que vos y otros compañeros aun no entendieron, y según parece jamás entenderán, sencillamente porque todavía piensan que todo pasado siempre fue mejor.

“Let it be”, compañero Mareque. Déjelos ser.