4 LA MEMORIA DEL PROFESOR CÉSAR SEPúLVEDA

Lic. Antonio CANCHOLA CASTRO ' Ha partido un gran liombre.. . Quienes le conocimos deploramos

con hondura su muerte. Es cierto que fue una vida plena en lo fami- liar y en lo profesional, llena de logros, pero siempre la pérdida de un profesor, respetado y admirado, y en especial un amigo, es un momen- to doloroso e irreparable para los individuos que dedicamos tiempo a las labores docentes y de investigación, y que en un sentido o en otro fuimos objeto de su apoyo y de su uitica. Nada más lejano del maestro Sepúlveda que los elogios fáciles y mucho menos falsos. Riguroso con- sigo mismo y con los demis, se imponia a orientar sus comentarios en el sentido de la superación y del empeño. A su juicio todo podia ha- cerse mejor. Ha partido un hombre hecho de esfuerzo.. .

Dotado de un caricter enérgico, el maestro Sepúlveda destacó desde joven en el ejercicio de su profesión. Poseedor de atributos que deben vestir al abogado: austeridad. honestidad y conocimiento. se hizo fama de hombre prudente.

Cursó estudios en la Facultad de Derecho de la UNAM y obtuvo el grado de lice~iciado en derecho, con menci6n honorífica, en 1944. Es innegable la influencia que pudiera haber tenido el entorno en la for- mación del futuro diplomático. Eran tiempos decisivos para los perfi- les del derecho internacional contemporineo. La guerra terminaba y con seguridad, el ambiente vibraba influido por debates sobre la rees- tructuración institucional y normativa del sistema internacional, tema que el profesor Sepúlveda conmi6 bien y en el que pudo formular propuestas de alcance global.

En su vmaci6n internacionalista y en la construcci6n de muchos con- ceptos básicos, como el de soberanía, mucho influyó la figura del pro- fesor español, radicado en Mbxico, don Manuel Pedroso.

Para culminar su carrera eligió el tema de la responsabilidad inter- nacional, asunto espinoso si los hay, y redactó sobre él su tesis profesio-

Director

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na1.I Complica el tratamiento del tema de la responsabilidad, la iiece- sidad de vincular la existencia de derechos y obligaciones de los esta- dos a la previa explicación de la existencia de un sistema jurídico que les confiera validez. Gran parte de la historia de la ciencia del derecho internacional desde los antecesores inmediatos de Vitoria hasta las concepciones contemporineas han centrado su atención en este profun- do problema.

En ese trabajo, y posteriormente en otros, estudió la denominada cláusula Calvo y su importancia en la lucha por evitar la intervención extranjera en la forma de interposición diplomática, desden de los tri- bunales internos. en los asuntos de los Estados con el pretexto de so- lucionar controver~ias.~ En virtud de su dominio acerca de la obra de Carlos Calvo obtuvo una beca otorgada por la Embajada argentina en Mexico para realizar un viaje de estudios a Argentina pero que por diversas circunstancias personales declinó la honrosa invitación.

Desde muy joven Sepúlveda se enfrentó a las corrientes que sugerían un estudio aseptico de los fenómenos internacionales, a quienesvelan en la materia un cuasiderecho o bien que ante manifestaciones de incum- plimiento de las normas hacían gala de una visión descarnada.3 Fue un diplomática y un acadkmico que siempre tuvo una: posición clara: defensa de la autodeterminación y de la soberanía y respeto allas nor- mas del derecho internacional. ,.. , , . . . . ,

Enamorado de la historia fue tambien profesor, por oposición, de Historia Universal, en la Escuela Nacional Preparatoria.. Atraído por la vida académica, ocupó puestos en la UNAIvl donde fungi6 como Directo* General de Servicios Escola~es, Secretario de la Escuela.Nacio-

1 SEP*LV~A, C., La ~e~pon~ab i l idad i>tte>nacionol dcl E.stado y la iiolider de I.1 ciduriila Caiuo, tesis profesional, 1944.

2 .Cfr. por ejemplo, "Las reclaoiacionesinternacionales y la cliirspla Cdrr~". rri El Fqro, drgano, de la Barra de Abogadas, @m. 11-2, enero-junio. 1956. pp. 177.201. Puede verse tadibieti C: Sepiilveda. "Presencia viviente >- taci4n de mear en un sistema juridico inkcaóado ni puede resistir la atracciún, por otra parte, de referir el derecho internacional. inconscieqtrmcnte, al modeb ya co. nocid?, ;más faniiliar, mis fácil, del derecho interno ptatal". Dei-rcho inre>>iwiiotial, MexiCo, Potriia, 1981, pp. 99 y si*.

4 Esnibib. varias obras de carActer histdrico."Una de ellas sobre la coitrirertidk figura de don José Femando Ramirez. Vease SEP~LVFDA, C&r, losé Fernando Ratni- rez. Estancia y miicrt.e en Aonn. 1867-1871, México, Poiriia, 1990, 81 p p

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nal Preparatoria, Director del otrora Instituto de Derecho Comparado ahora de Investigaciones Jurídicas-, y Director de la Facultad de Dere- d io entre 1962 y 1966.3

Como Director de la Facultad de Derecho, sin duda uno de los mis altos honores para un abogado, su labor fue ardua, dificil, fmstrinea. Preocupado por el nivel acadbmico y por la buena marcha de la Fa- cultad, asumió su cargo con un enfoque que rebasaba el ámbito del mero cumplimiento para entrar en el del compromiso y la entrega con la elocuencia de los hechos. No lo hizo por cierto para ser aceptado o alabado. Promovió y organizó cursos de formación de profesores cuyos beneficiarios son ahora academicos reconocidos con su universidad por la oportunidad de formarse, y muchos de ellos han destacado en diver- sas disciplinas jurídicas. Su presencia al frente de la Facultad concluy6 de manera abrupta y aciaga en episodios que esperemos nuestra Casa de Estudios no vea repetirse nunca y que culminaron con la defenestra- rión, casi literal del rector Ignacio Chávez, con quien tuvo una entra- ñable relaci6n. Como ocurre ron los que viven convencidos de su mi- sión y la asumen con cabalidad, el transcurrir de cinco lustros no logró disipar cierta amargura, pero tampoco se abatió. Ha partido un hom- bre ,diente y digno.. .

Por sus merecimientos académicos, fue profesor visitante en la Uni- versidad española de Zaragoza y del Instituto de Cultura Hispinica, donde impulsó con su característica perseverancia las actividades ibero- americanas relacionadas con el derecho internacional. De aquellos años provienen participaciones en las que el maestro desarrolló sus ideas en tomo al papel de la ONU y de la OEA en la solución de contro- berda~ internaciona1es.e El profesor Sepúlveda conoció a fondo la pro- blemática de la OEA. No sólo escribió al respecto, sino que dictó un curso en la Academia de Derecho Internacional de La Haya sobre las posibles reformas que podían incluirse al sistema interamericano.' En

. s pueden .consultai3e algunos artículos relacionados con aspectos universitarios, por ejemplo, SEP~LVEDA, C., ''Pressures on the Latin Amcrican University" en Thc Univ¿rsity and tlic Bo* Polific", Tbe Universit" of Michigan, An Arbor. 1967. pp. 95.101 "Student Participation in University Affairs. the Mexican Eirperience", en Aoiericon Journql of Conzparative Law, vol. 17, nUm. 13, 1969, pp. 384-389.

o SEP~~LVEDA, C., Coordinncidn dc lar medida coerciliunr para lo sqlucidn de con- flhtos internaCzbrullcs en lar Naciones U n i d a y m la O~gagoniraeidn de los Estados Antericanos, ponencia presentada en el V Congreso del IHLADI, 1966.

?Existe una publicación dc este Nrso en: Holanda. Recueil des mun. vol. 111. 1973; pp. 85-140. Se pueden consultar adwás S&rvwA. C., El sistema intrramcri cano, gdncsis, inlcgrocidn y decadencia, Mhim, Parnia, 1974.

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la existencia de la Organización de los Estados Americanos, el profesor Sqpúlveda reconoce virtudes tkcnicas. pero señala errores y liniitacio- nes en ámbitos definidos: infraestructura, teleologia,. competencia y otro^.^. En los tiempos que corren, y .en lo8 que se impone una ~evisibn profunda de la OEA y del sistema interamericqo, sin duda su obra servirá para aportar elementos que permitan que el estudio ,de dicha organizaci6n revista rasgos objetivos y no este expuesta a los tumbos del. tornadizo enfoque ideológico ora para incensarla, ora para Qenos- tarla. , ,

Fue profesor huésped de la Escuela de Derecho de la Universidad de Michigan; en Ann Arbor, y del Instituto de Derecho Comparado de Estrasburgo, en varias sesiones, y participó como miembro de plena derecho en multitud de sociedades cientificas y profesionales mexica- nas y extranjeras.

Toda esa actividad le hizo merecedor de sendos doctorados honoris causa otorgados por la Universidad de Nuevo Mexico y por la Univer- sidad Autúnoma de Querétaro, casa de estudios esta última que siem- pre fue cálida y receptiva a cursos y conferencias que el maestro, a pesar de la edad, organizó y presidió cop envidiable lucidez. Por su sencillez un poco hosca y por la seguridad que ,le conferian los cono- cimientos adquiridos, luego de una práctica constante o de estudios propios, prefería que se le otorgara el tratamiento de licenciado o de antiguo profesor a pesar de las condecoraciones y premios.*

Hombre disciplinado, trabajó solo, organizando su tiempo de tal ma- nera.que sus notas y sus lecturas se tradujeron por obra de la constan- cia y del .magnífico apoyo que tuvo en todos quienes le rodeaban, en obras históricas y jurídicas exitosas, aparecidas a lo largo de m i s de cincuenta años de trabajo ininterrumpido. Atento al dewrroiio del derecho internacional, adquiría con sumo interes, obras de autores ex. tanjeros, las leía y luego escribía notas respecto a sus apreciaciones, mismas que resultan muy útiles para el estudio y para la actualización.

Su trayectoria en responsabilidades oficiales fue grande. Ocupó pues- tos directivos en 4reas relacionadas con la propiedad industrial, materia que conocía muy bien y sobre la cual public6 en 1981 la obra El sistema mexicano de Propiedad industrial.

t 'r~fesando un enorme cariño al derecho internacional -(pues quién que anhele. influir en su disciplina, no establece con ella una relaci6n

8 Cfr. SEP~LVEDA, C., Derecha interncicianal, Mdxim, Pemla. 1991, pp. 367 y yu. o Entre las pafpei que lo candecorason RE& Espaiia, Gran Bntaka, Hondubs.

Italia y l a R c p q l i y Fedetal, dr Alna i i i a . , . . . . . ,

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Con la ventaja que ofrece el estudio en la temprana percepción y solución de problemas ingentes, el profesor Sepúlveda, desde los años 70, se preocupó de conocer el impacto en la legislación ambiental de las relaciones fronterizas.11 Los derechos humanos fueron también obje- t o de estudio y motivo de lucha en tiempos ásperos por las polaridades de la escena internacional.12

Como jurista siempre buscó llevar a cabo un sólido trabajo inter- disciplinario, ya que sabía del valor de la historia, de la ciencia polí- tica y de las relaciones internacionales en el análisis e interpretación de los grandes movimientos jurídicos internacionales. Tal proyección lo llevó a escribir y actualizar casi anualmente el libro Derecho inter- nacional, mismo que ha servido de libro de texto de la materia de derechointernacional público. El libro puede ser empleado en labores de mucha mayor envergadura que la clase diaria. Contiene abundante

'bibliografia comentada y dividida por cap!tulos que permite al estu- dioso una referencia rápida en la búsqueda de la información. El maestro, dada su participación en revistas extranjeras, tuvo acceso a materiales de primera mano, indispensablespara el trabajo internacio- nal, lo que confirió original a su obra y al resto de los libros escritos por él. En ellos supo comprender la posición de Mkxico, y ewgeneral, de todos aquellos pa~sespequeños y medianos que por su desarrollo económico y su situacidn geogáfica s610 cuentan con el derecho inter-

""nacional para orientar sus relaciones y para preservar su autodetermi- haci6n en un clima de paz y de,respeto.

-. . , ' ' Conciente, codo hemos dejado' kcríto lineas atrás, d e la importancia

"'del estudio de las relaaones internaciona1es.y de la lucha p o r l a igual- . . . . . ,,, . ,

>,, . , :11 Cfr: SEP~L-A, C. , "Mexicai American International. Walter Qualitp Problema: Pr~spect $"d.,. penpectives". Polktion and International Boundaries, Unjve~ity of Nou Mexico, 1,973. p. 8: "Mkt@os intergubernamentales viables para la ~ & ~ e r a c i 6 n . ,, en el wntrol YelÍnítiaci6n de 12 contaminación del aire a lo largo de la frontera

L ' M k x i ~ - n ~ r t e a m e r i ~ a n ~ " en Contorninondn del aire a lo forgo de 6n frontera Mdxico- .. utadounidcnrc, Univenity of Texas, El Paso. 1974, p p 131-196; "La contaminaci6n

de los ti- intepacionales y el Cqlorado, 1961-1973. y sus lecciones", en Anuario en ' Derecho Intmocionnl de' la Universidad de Navarra, Pamplona, núm. 1, 1974, pp.

' . 309-316. ,, . . l a Pueden consultarse entre otros muchos, rus trabajos: S ~ ~ L V W A , C., "El panora-

p a de los derechos humanos en la Amkica Latina. Actualidad y perspectiva", Bo- ' ' lctin Mexicano de Derecho Comparado, UNAM-Instituto de Investigaciones Jurldicas,

h m . 45, septiembrr-diciembre de 1982, pp. 1053-1061; "La internacionalización de ..los derechos del hombre: expansi6n y movimiento. Alwnos obstáculos para su pm- p", ibidcm, n6m. 61, enereabril, 1989, pp. 295-316; y el m2s reciente "La pro- teccdn internacional de los derechos humanos" en El p p c l de los abogados, Mexi. co. CNDH, "Clhsicos mexicanos de los derechos humanos". t. 11, pp. 525-534.

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dad, concepto casi inasible, Sepúlveda fue uno de los promotores de la Carta de derecl~os y deberes económicos de los Estados, docuniento que faciliti, a nuestro país participar con indudable liderazgo a nivel internacional en la formulación de propuestas.

Dotado de un fuerte espíritu critico abogó por la reestructuración del (des)orden internacional y por el respeto de los derechos humanos sin sucumbir a las tentaciones del intervencionismo. No lo hizo, por cierto, desde una tribuna inflamada o desde la perspectiva de la pro- paganda, sino con el rigor y seriedad que requiere la labor acadkmica. Sil obra constituye por el metodo empleado, por la temática y por la extensión, una aportación significativa al derecho internacional públi- co, que merece ser estudiada y retomada dentro del rico contexto inte- grado por la obra de internacionalistas mexicanos.

Ha partido un gran jurista.. . Queda su obra y su ejemplo.

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