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    Revista Electrnica Teora de la Educacin.Educacin y Cultura en la Sociedad de la Informacin.

    http://www.usal.es/teoriaeducacion Vol. 8. N1. Mayo 2007

    SOBRE LA INTENCIN DE LA ETNOGRAFA VIRTUAL.

    Qu mueve a un etngrafo a iniciar una investigacin cuyo objeto de estudio reside en

    Internet y cules son las claves del mtodo etnogrfico cuando el desarrollo de la accinse traslada al ciberespacio, son algunas de las preguntas que este artculo trata de abar-car. Siguiendo el enfoque wolcottiano consistente en hacer una revisin inversa de lasestrategias metodolgicas y los objetos de investigacin ms habituales, el texto analizaaquello que constituye el ncleo de la etnografa virtual, tratando de integrarlo en unasntesis global que dote de sentido y diferencie a este tipo de investigacin del resto demtodos de corte cualitativo. A modo de discusin, en el artculo se afronta la dialcticaentre el enfoque cualitativo aplicado a los estudios de/en Internet y la aproximacinespecficamente etnogrfica en ese mismo escenario.

    Palabras clave: etnografa virtual, investigacin cualitativa, ciberespacio, trabajo decampo, comunidades virtuales.

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    Revista Electrnica Teora de la Educacin.Educacin y Cultura en la Sociedad de la Informacin.

    http://www.usal.es/teoriaeducacion Vol. 8. N1. Mayo 2007

    ON VIRTUAL ETHNOGRAPHY INTENT.

    What moves to an ethnographer to initiate a survey on Internet object and which are the

    keys of the ethnographic method when the development of combat operations is trans-ferred to the cyberspace. These are some of the questions that this article tries to in-clude. I come from the wolcottian approach for making an inverse revision of the meth-odological strategies and the more habitual objects of investigation. The text analyzeswhat it constitutes the nucleus of the virtual ethnography, and it tries to integrate this ina global synthesis for making sense and set the differences between this type of investi-gation and the rest of qualitative methods. As a discussion, this article includes a dialec-tic process between the qualitative approach in the Internet research and the specificallyethnographic approach in that same scene.

    Key words: virtual ethnography, qualitative research, cyberspace, field work, virtualcommunities.

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    http://www.usal.es/teoriaeducacion Vol. 8. N1. Mayo 2007

    SUR L'INTENTION DE L'ETNOGRAFA VIRTUELLE.

    Que dplace un ethnographier entamer une recherche dont objet d'tude elle rsidedans Internet et quelles sont les cls de la mthode ethnographique quand le dvelop-pement de l'action sera transfr au cyberespace, ils sont certains des questions que cetarticle essaye de comprendre. En suivant l'analyse wolcottiano consistante en faire unervision inverse des stratgies mthodologiques et les objets de recherche les plus habi-tuels, le texte analyse cela qui constitue le noyau de l'ethnographie virtuelle, en essayantde l'intgrer dans une synthse globale ce qui dote de sens et diffrencie ce type derecherche du reste de mthodes de coupe qualitative. Comme discussion, dans l'articleon affronte ce qui est dialectique entre l'analyse qualitative applique aux tudesde/dans Internet et le rapprochement spcifiquement ethnographique dans cette mmescne.

    Mots clefs: ethnographie virtuelle, recherche qualitative, cyberespace, travail de do-

    maine, communauts virtuelles.

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    Revista Electrnica Teora de la Educacin.Educacin y Cultura en la Sociedad de la Informacin.

    http://www.usal.es/teoriaeducacion Vol. 8. N1. Mayo 2007

    SOBRE LA INTENCIN DE LA ETNOGRAFA VIRTUAL.

    Daniel Domnguez [email protected]

    UNED

    1.- SOBRE LAS MOTIVACIONES

    Qu pretende un etngrafo cuando investiga los videos de Air humping en YouTu-be[1]? El hecho de que la investigacin valla a tener lugar en el ciberespacio, suponeun cambio en el mtodo etnogrfico tal y como se plantea en el espacio fsico? Condu-cen las adaptaciones metodolgicas asociadas al espacio virtual a reconfigurar los su-

    puestos epistemolgicos de la etnografa convencional, o son solo variaciones formalesde sta? Es Internet un gnero dentro de los estudios etnogrficos, o bien, son los fe-

    nmenos y escenarios concretos dentro de la Red los que constituyen casos de estudiocon entidad propia?

    En esencia, el motivo de este artculo es el de encontrar respuestas para este tipo decuestiones. La intencin es la de introducir en el debate cientfico una visin que clarifi-que la esencia de la investigacin etnogrfica en Internet, toda vez que la idiosincrasiadel enfoque cualitativo impide plantear respuestas cerradas y vlidas para todos los con-textos. No es tampoco esa la intencin del texto.

    Las preguntas del comienzo estn flotando en el terreno de la ciencia social cualitativadesde que Internet apareciera como fenmeno de estudio hace ya casi veinte aos. Son

    muchos los autores que han profundizado en el estudio del ciberespacio y sus derivadasdesde entonces. Muchos de ellos tambin han estudiado los mtodos que permiten ana-lizar y tener una visin cualitativa de esa realidad. Y entre todos los mtodos, la etno-grafa es de largo el preferido en el campo de estudio de la Red.

    Como etngrafo, los intereses del investigador que analiza el fenmeno del Air hum-ping en YouTube sern los de describir los fenmenos y prcticas sociales, conocer elpor qu del comportamiento de los protagonistas, cmo se integra la necesidad delper-formance en su esquema de valores culturales, qu clase de recompensa sociocultural

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    mailto:[email protected]:[email protected]
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    esperan conseguir (directa o indirectamente, consciente o inconscientemente), qu lgi-cas estn detrs de los comportamientos, qu anclajes tienen en otras formas de hacer

    performance, el proceso mismo de produccin de un video y cmo se salvan las dificul-tades encontradas, porqu se elige como plataforma de expresin YouTube y no otroservicio de videos, etc. Estos principios son bsicos en cualquier aproximacin etnogr-fica y no parecen diferentes para los casos en que las prcticas sociales tengan lugar encontextos fsicos o virtuales. En esencia, la etnografa se ocupara de conocer los signi-ficados culturales de las acciones emprendidas por la gente que protagoniza videos desimulaciones y los coloca en un servidor en Internet abierto a todos los internautas. Lointeresante pues, desde los puntos de vista social y antropolgico, es acceder a los es-quemas de significado que estn detrs de los comportamientos para poder as com-

    prender el mundo de esas personas. Todo eso puede hacerlo la investigacin cualitativaya que su foco de inters son precisamente los elementos que estn detrs de las practi-

    cas, los smbolos y sus interacciones con los comportamientos sociales y lo hace, ade-ms, desde enfoques abiertos, inductivos y no lineales. Dentro de los mtodos cualitati-vos, la etnografa es especialmente adecuada para el estudio de las prcticas en la red

    puesto que trata de argumentar y contextualizar los comportamientos sociales de acuer-do a esquemas culturales, describir los procesos de negociacin, el dilogo, y la cons-truccin de significados en un escenario dado.

    Es posible hablar de mtodos y sus variaciones como algo cerrado cuando esta re-flexin se produce en un contexto paradigmtico cualitativo? Pueden validarse proce-sos de indagacin que son generativos y novedosos en cada caso y, por definicin, so-metidos a cambio y variacin? Importan, por consiguiente, las variaciones en el mto-

    do etnogrfico, cuando la investigacin cualitativa es abierta y generativa? Son esasposibles variaciones estables o es su enfoque concreto funcin de cada realidad estudia-da? Con el fin de abrir nuevas vas para el estudio de estas cuestiones, tomaremos comoreferencia el enfoque claramente pedaggico seguido por Wolcott (1985) para reflexio-nar sobre la intencin etnogrfica. Siguiendo el enfoque de Wolcott, este artculo anali-zar lo que es la etnografa virtual en sentido inverso, es decir, definiendo lo que no es

    para conocer aquello que la caracteriza. Segn Wolcott, la etnografa no es (slo) unatcnica de campo, no es (slo) pasar mucho tiempo en el campo, no es simplemente una

    buena descripcin, ni tampoco se genera (slo) creando y manteniendo una relacin conlos sujetos. La etnografa es todo eso y algo ms. Algo que tiene que ver con el concep-to de cultura y con un modo particular de hacer. Tambin es un mtodo desvinculado de

    los particularismos, de los enfoques micro de la realidad. Su situacin es equidistantedel estudio de un caso particular y de la generalizacin de teoras que tienen por basecomportamientos coyunturales.

    Qu componentes son significativos en el estudio de la etnografa virtual, cuando pare-ce haber consenso en que el hacer etnogrfico no vara significativamente en los escena-rios fsicos, virtuales y conectados tecnolgicamente? Los siguientes son temas clave enla formulacin de la etnografa virtual. Su anlisis inverso permite apreciar la disparidadde criterios en torno a este mtodo y a su forma de aplicacin en la prctica:

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    # la etnografa virtual no trabaja (slo) con comunidades virtuales;# no busca (slo) grupos ms o menos homogneos (con caractersticas comu-nes) estn o no ubicados en contextos espaciales euclidianos;# su campo de estudio no es (slo) el ciberespacio;# los temas que estudia no son (slo) los temas de los que tratan las comunidadesvirtuales;# su mtodo de estudio no consiste (slo) en analizar las comunicaciones en unespacio virtual.

    2.- SOBRE LAS VARIACIONES EN EL ENFOQUE

    El planteamiento de este artculo estuvo sometido a cambios y variaciones que afectaron

    a todo el proceso de realizacin. Las variaciones en el enfoque alcanzaron a la propiavisin y a la intencionalidad del autor en relacin al texto. Fuero las condiciones querodearon al trabajo, en un entorno de apertura a enfoques cualitativos de corte fenome-nolgico y, especialmente, performativos, las que justifican esos cambios[2]. Lo cuali-tativo entr de lleno en la fase argumental. La esencia de los cualitativo, el hecho de nodar por cerrado el conocimiento sobre los fenmenos, partir de suposiciones subjetivasno contrastadas empricamente e interpretar los acontecimientos desde un prisma abiertoque permite mltiples miradas, motivaron cambios de postura sobre el sentido del texto.En ocasiones, el paradigma cualitativo se contrapone a la etnografa como mtodo aso-ciado. De alguna manera, las reflexiones a las que hacemos referencia sobre la dialcti-ca entre investigacin cualitativa e investigacin etnogrfica son equivalentes a las plan-

    teadas por Agar (2006, prr.18), cuando apunta:

    Es la investigacin cualitativa realmente etnografa? No necesariamente, quiz ni si-quiera lo es la mayora del tiempo. Lo que est claro es que el trmino [cualitativo] obs-taculiza ms que ayuda a responder la cuestin de cmo puedes decir si algo es etnogra-fa real.

    El punto de partida de este trabajo es el de la investigacin cualitativa, el conocimientocualitativo de/en Internet, lo que de cultural tienen las prcticas en su seno y las deriva-das sociales de los intercambios dentro-fuera de lo virtual. El investigador que aplicauna visin cualitativa tambin est interesado por las preguntas formuladas anteriormen-

    te sobre los videos en Youtube; cmo afrontarlas y cmo obtener respuestas significati-vas culturalmente. La etnografa es un mtodo adecuado a esos fines, pero puede llegara ser secundario si su papel se reduce solo al de mtodo de estudio. Cuando la etnogra-fa se reduce a un marco estructural para el anlisis y la interpretacin, entonces, correel riesgo de convertirse en banal para el estudio y la comprensin de Internet y de lo queocurre en su interior.

    Roth (2006, prr.7), en su rplica a Agar, trata de ampliar las fronteras de los mtodoscualitativos y se interesa por abrir la investigacin social a diversas corrientes no con-taminadas [3]:

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    Para ser respetable y respetado, uno necesita estar dentro de las fronteras de aquelloque distingue a la etnografa real de lo que est fuera y que, por tanto, no pertenece alclub. Esta frontera es mvil, como cualquier academia, disciplina y frontera nacional; se

    hacen guerras en torno a ellas precisamente cuando las fronteras deberan ser movidas, yquienes se apropian de la frontera dejan completamente de lado esa cuestin.

    Este artculo puede tomarse como una sntesis de posiciones como las de Roth y Agar.Ese es el objetivo de centrarse en lo que no slo es etnografa virtual. Ya que esaaproximacin incluye tambin aquello que se est matizando.

    De otro lado, este texto responde a la necesidad de determinar lo que no es etnografavirtual a propsito de las tensiones entre el mtodo etnogrfico en Internet y otrasaproximaciones asociadas lateralmente al mbito de lo etnogrfico. Mtodos como lainvestigacin accin participativa, los estudios de casos, la observacin participante, la

    entrevista en profundidad, los grupos de discusin, o la misma intervencin social, seemplean dndoles un sentido etnogrfico que consiste, bsicamente, en la presencia delinvestigador en el campo durante un tiempo y la descripcin posterior de sus experien-cias.

    Todos esos mtodos son un avance en la investigacin social, permiten separar el objetode estudio de lo estrictamente mesurable y acercarlo al terreno de las experiencias per-sonales y los significados atribuidos a esas experiencias, en lo que se ha llamado la rup-tura con el positivismo. La etnografa tambin recurre a muchos de los mtodos de in-vestigacin para construir su corpus.

    Lo que ocurre es que todos ellos, tomados independientemente, no forman una etnogra-fa. La etnografa no pretende transformar el mundo ni el empoderamiento de los colec-tivos. Tampoco pretende conocer a alguien a travs de sus vivencias o estudiar un caso.Si hace esas cosas es para comprender los procesos que estn detrs de los hechos. Deun modo equivalente, Wolcott (1985, p.202) se haca estas mismas reflexiones al refe-rirse a la intencionalidad de la etnografa educativa:

    Los etngrafos tienen su cometido y su genuina contribucin que hacer dentro de lacomunidad educativa. Ese cometido no consiste en la tcnicaper se, ni en el tiempo quese pasa en el campo, ni en la descripcin pura o completa; tampoco consiste en con-seguir una relacin social o en un desarrollar una multitud de procedimientos de trabajode campo. Consiste en llevar a cabo la interpretacin cultural. Su contribucin radica enayudar a los educadores a entender mejor las pequeas tradiciones de la escuela y lasgrandes tradiciones de la sociedad ms amplia. Est claro que no todos los educadoresbuscan ese tipo de entendimiento; pero muchos lo hacen[4].

    Este texto es una invitacin a ver qu hay ms all en la etnografa y, tambin, qu hayms all en el terreno de la investigacin cualitativa. No pretende decir lo que es acep-table y lo que no lo es en el campo de la etnografa virtual. Ms bien, pretende iniciaruna reflexin sobre las bases para hablar de etnografa en relacin a otras prcticas de

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    investigacin en el ciberespacio. Cuando se abre el campo de estudio a lo cualitativo,el centro de inters se sita en lo que se pretende averiguar y deja de lado el cmo. Elcmo es abierto y sometido a variacin durante el proceso. Una observacin participan-te puede acabar en etnografa y una pretendida etnografa puede terminar siendo unainvestigacin accin con propsitos de transformacin social. Eso es justamente lo dis-tintivo de este paradigma en relacin al del positivismo, preocupado por medir, validar,garantizar independencia, obtener representatividad Lo que importa es el qu (qusignificados, qu cultura, qu comportamientos y por qu, cmo hacer para mejorar o

    para evitar, etc.). Esas son las preguntas que mueven a los investigadores sociales cuali-tativos.

    3.- LA ETNOGRAFA VIRTUAL NO TRABAJA (SLO) CON COMUNIDADESVIRTUALES

    Un lugar comn en los estudios sobre Internet afecta a la nocin de comunidad. En elciberespacio la comunidad ya no remite al sentido clsico que la ubica en algn lugar ytiempo determinado. Una (ciber)comunidad puede ser vista como una comunidad deintereses, de manera que aquello que identifica a los grupos caractersticos (comunida-des virtuales) son precisamente determinados parmetros tomados en el sentido analti-co como caractersticas comunes. La pregunta es: es esto importante para la etnogra-fa?

    Barry Wellman et al. (2006), en su informe para el Pew Internet & American Life Pro-ject, The Strength of Internet Ties: The internet and email aid users in maintaining

    their social networks and provide pathways to help when people face big decisions,mantienen que la sociabilidad en la red va ms all de las interacciones virtuales y seproyecta en un entorno afectivo fsico (de lazos afectivos en sentido amplio, personales,de amistad, amorosos, etc.), de manera que los sujetos ms conectados virtualmentetambin lo son en la vida fsica. Qu es primero, si Internet y luego las relaciones per-sonales, o si el xito social y luego la proyeccin virtual, es algo que an est por averi-guar. Pero, en el estado actual de las cosas, la investigacin de Wellman et al. ya permi-te validar una teora que no pasa desapercibida para la etnografa: entre los virtualmenteconectados se ha alcanzado un tercer nivel en el trnsito histrico de los modelos desociabilidad, desde el predominio de las relaciones primarias encarnadas en la familiay la comunidad fsica hacia el de las relaciones secundarias encarnadas en la asocia-

    cin. Lo que el Informe Pew Internet ha validado es la vieja teora de Wellman (2001),segn la cual ahora el patrn social actual se constituye en torno a las relaciones tercia-rias, encarnadas en redes centradas en el yo. Es ms, su definicin de comunidad co-mo una red de lazos interpersonales que proporciona sociabilidad, apoyo, informacin,un sentimiento de pertenencia y una identidad social (Wellman, 2001), adquiere ahoracarta de naturaleza.

    An es posible dar otra vuelta al clsico postulado de la comunidad de intereses en lared como eje de los anlisis etnogrficos. El anlisis sociolgico de Welman est solo a

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    un paso del anlisis filosfico-antropolgico de Bruno Latour. Latour (2005) profundizaen la teora del actor-red hasta plantear cinco incertidumbres que dan paso a una redefi-nicin de lo social: (1) no existe un solo grupo de pertenencia, sino que las situaciones

    personales son en s referidas a mltiples formaciones grupales; (2) las acciones se en-tienden en el contexto de mltiples interacciones, hasta el punto de que no es sujetoquien inicia la accin sino que es diana de otras muchas interactuando a su alrededor;(3) las acciones no son solo construcciones humanas, tambin comprenden lo material,de manera que los objetos (y no solo los sujetos) influyen de forma determinante en eldevenir personal; (4) los hechos fcticos, dados a priori, son tambin construccionessociales; (5) la construccin de textos que reflejan situaciones (des un punto de vistaemprico) se basa igualmente en la descripcin de la red de mediaciones en torno a unacontecimiento. Lo social, al fin, es definido como una asociacin momentnea quese deduce interpretando las formas de agrupacin de los actores.

    Si bien no es posible obtener un correlato metodolgico de la teora del actor-red, supotencial interpretativo es incuestionable. De sus postulados se deriva que los anlisisetnogrficos en el ciberespacio desbordan las comunidades virtuales al uso, puestoque los artefactos estn implicados en la prctica totalidad de las relaciones entre huma-nos. Esto ya lo explicaban muy bien Domnech y Tirado (2002) cuando decan, apo-yndose en Latour (2001), que lo que est presente en las interacciones entre personasson:

    ciertos medios prcticos extrasomticos que enmarcan y puntan la interaccin: textos,productos tecnolgicos, arquitectura, instrumentos de medicin, banderas... () la so-

    ciedad humana se sostiene gracias a elementos no humanos () Lo que nos sostieneunidos es lo que est ms all de nuestra carne, mezclado con lo lingstico, con lo pol-tico e ideolgico... En otras palabras, lo social no es lo que nos sostiene juntos, sino loque es sostenido. Y la tecnologa juega un papel primordial en ese ejercicio. En definiti-va, tecnologa y sociedad no son esferas separadas, sino algo mutuamente constitutivo ydefinitorio.

    En suma, no es posible entender como elementos separados lo tecnolgico de lo social.La etnografa se ocupa de lo social, lo cultural y lo antropolgico que hay detrs de so-ciedades y sujetos, y lo hace refirindose a marcos estructurales que permitan explicar

    procesos (an sin necesidad de contrastarlos como en los positivismos). Es por ello queuna etnografa virtual (o, desde este punto de vista, digital?) que slo se ocupe, o biende las comunidades virtuales basadas en intereses e interactuando a travs de mensajerainstantnea, blogs, o toda la parafernalia de la Web 2.0, o bien slo de lo tecnolgico,las aplicaciones y el software que soporta la interaccin social, no sera tal.

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    4.- LA ETNOGRAFA VIRTUAL NO BUSCA (SLO) GRUPOS MS O ME-NOS HOMOGNEOS, ESTN O NO UBICADOS EN CONTEXTOS ESPACIA-LES EUCLIDIANOS...

    Esta sentencia es otro de los territorios comunes cuando se habla de etnografa virtual.Su desarrollo viene a decir algo as:

    En la red podemos encontrar grupos con intereses similares, es decir con caractersticashomogneas que van mas all de la cultura nacional o local. Estos grupos se congreganen una comunidad virtual y establecen colectividades con formas especficas de ver y dehacer. Para realizar etnografa convencional es necesario identificar un contexto etno-grfico, y para hacer etnografa virtual habr que tratar el espacio virtual como contextode anlisis y las comunidades como congregaciones humanas. La etnografa virtual debetratar al ciberespacio como una realidad etnogrfica.

    En efecto, la etnografa debe tomar el ciberespacio como una realidad en la que se pue-den construir significados, generar identidades y establecer agrupaciones ms o menosestables y con intereses compartidos. Pero, acaso no es esto as, lo quiera o no la etno-grafa o cualquier otro mtodo? Centrar el estudio etnogrfico slo en esos aspectosconlleva dejar de lado la visin constructivista de la sociedad, segn la cual los objetosque encontramos y describimos son nuestras propias construcciones de construccionesanteriores.

    Esa asuncin del constructivismo social se ha visto reforzada tras la superacin de latriple crisis de la etnografa (de la representacin, la legitimacin y la praxis) (Denzin,

    1996). Rebasar esa crisis ha supuesto una serie de consecuencias que la etnografa vir-tual ha asumido ampliamente, entre otras: la no presencia continuada del investigadoren el campo de estudio, el replanteamiento de la metodologa de la entrevista, el papelde las notas de campo o la representacin de los datos (todas ellas avanzadas ya porHine (2002) en sus primeros trabajos). Pero ello no quiere decir que el etngrafo debaatender especialmente como tema etnogrfico un grupo cultural o sociedad de peque-a escala que interactan en un mbito como ciberespacio.

    Algunos principios de Hine (2002) se mantienen en la actualidad; otros han cado ya.Uno de los inmanentes es el que afirma:

    Los lmites no son asunciones a priori, sino que se exploran en el curso de la etnogra-fa. El reto de la etnografa virtual consiste en examinar cmo se configuran los lmitesy las conexiones, especialmente, entre lo virtual y lo real. [Y] este problema arrastraconsigo la cuestin de saber cundo detenerse, o hasta dnde llegar (p.81).

    Internet es artefacto cultural, pero tambin es cultura; un tipo de cultura con mltiplesestratos, con capas y trazas abiertas, que van ms all de lo virtual y penetran amplia-mente en lo fsico. La construccin del objeto etnogrfico en el entorno de Internet esigual de amplia y de cerrada que lo es en las fronteras fsicas. Sus objetos y campos

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    pueden ser igualmente sustantivados tal y como se hace desde las aproximaciones mssociolgicas cuando estudian las plazas, los cines, un hogar, etc. Para el estudio de esoscontextos desde un enfoque naturalista se cuenta con el referente de la estructura so-ciocultural que los abriga. A partir de ella (y en dilogo con ella) el investigador planteasus construcciones y significaciones. Obviar esto mismo en las etnografas virtualesconllevara dejar de lado muchas de las razones que explican construcciones sociales yculturales del objeto de estudio.

    5.- EL CAMPO DE ESTUDIO DE LA ETNOGRAFA VIRTUAL NO ES (SLO)EL CIBERESPACIO...

    La divisin entre la cultura de Internet e Internet como artefacto cultural puede lle-

    var a confusin en algunas ocasiones. Esto ocurre especialmente cuando el campo deestudio se proyecta a todo el hacer etnogrfico. Es decir, cuando se habla de hacer etno-grafa virtual en sentido lato.

    La nocin de campo en la etnografa virtual es un componente en evolucin. Los prime-ros tericos se negaban asumir la red como contexto etnogrfico. Sencillamente no ad-mitan el carcter cultural de Internet. Tras superar esa visin y pasar por una fase bal-

    buceante, el momento actual parece dominado por la idea de mediacin (Beaulieu,2004). Aplicado a la nocin de campo, el planteamiento de la mediacin se aleja de lasdefiniciones basadas en conceptos geoespaciales o reticulares y se centra en los hechosy fenmenos socio-culturales posibilitados por los artefactos tecnolgicos en dilogo

    con los humanos.

    Una vez asumido que Internet puede ser un campo de estudio como cualquier otro(Hine, 2002), se tratara ahora de determinar los posibles contextos donde llevar a cabouna etnografa virtual. Para ello, es clarificadora la afirmacin de Hammersley y Atkin-son (1994) sobre la localizacin de la etnografa:

    La etnografa puede y tiene lugar en una amplia variedad de lugares: pueblos, ciuda-des, vecindarios de la ciudad, fbricas, minas, granjas, tiendas, oficinas de negocios detodo tipo, hospitales, teatros de operaciones, prisiones, bares, iglesias, escuelas, institu-tos, universidades, agencias tribunales, tribunales de justicia, tanatorios, capillas funera-

    rias, etc. (p.97).

    Pues bien, si se aade la sentencia en Internet a continuacin de cada lugar citado, seobtendrn otros tantos campos de trabajo para la etnografa virtual. La distincin para laetnografa virtual estar, ms bien, en el trabajo de campo y no en el campo en s, queya ha sido definido como virtual y aceptado como territorio susceptible de acoger y ge-nerar elementos culturales. Es decir, las distinciones principales remiten al terreno de laaccin antes que a la localizacin. Al fin y al cabo la etnografa no (slo) es descripcin,sino comprensin. No es (slo) relato, sino dilogo. Y no es (slo) presencia, sino cono-cimiento profundo. El etngrafo lleva a cabo un proceso singular cuando trabaja en el

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    terreno virtual con el fin de descubrir y elicitarvalores y prcticas culturales profundasque son propias de los individuos o grupos sociales que habitan el campo.

    Pero, volviendo a la sentencia que encabeza este apartado, el siguiente es un argumentoque se suele emplear al hablar de etnografa virtual:

    Las nuevas formas de comunicacin permiten nuevas puestas en escena de interesescomunes. Este escenario es el de Internet, el ciberespacio. Para realizar etnografa con-vencional es necesario identificar un contexto etnogrfico. En este sentido debemos tra-tar al espacio virtual como nuestro contexto de anlisis. La etnografa virtual debe trataral ciberespacio como una realidad etnogrfica.

    Esta sentencia puede analizarse al menos desde dos ngulos. La nocin de captura yla nocin comparativa. Junto a la mediacin, Beaulieu (2004) introduce el componen-

    te de captura para referirse a aquellos extractos conversacionales susceptibles de consi-deracin para la etnografa. Estas capturas pueden ser textos, imgenes, o videos, tal ycomo refleja en su artculo.

    Con todo, lo esencial aqu es la renuncia a la consideracin holstica de la red, como untodo. Del mismo modo que la etnografa clsica se ocupa de una escuela y no de todaslas escuelas de un pas o del sistema educativo entero, la etnografa virtual no puedetomar el ciberespacio entero como su campo de trabajo. Empleando una argumentacin

    particular, Miller y Slater (2000) aaden:

    () para nosotros una aproximacin etnogrfica a Internet es la que ve la red como in-crustada en un lugar especfico que est igualmente en transformacin () nuestraaproximacin es etnogrfica en tanto que usa la inmersin en un caso particular comobase para la generalizacin a travs de anlisis comparativos () una aproximacin et-nogrfica tambin es aquella que est basada en un compromiso a largo plazo y multi-factico con un escenario social. En ese sentido, somos relativamente conservadores ennuestra defensa de los cnones tradicionales de la investigacin etnogrfica. Esto es par-ticularmente importante en la actualidad, cuando el trmino etnografa se ha converti-do en algo fascinante para muchas disciplinas (p.14).

    Poco que aadir. Si acaso retomar sus reflexiones posteriores acerca de los usos forza-dos de lo etnogrfico: en los estudios culturales, en ocasiones la etnografa se emplea

    para realizar simples anlisis textuales o para estudiar comunidades virtuales.

    Por consiguiente, la idea de lo multi-situado o lo multi-local (Marcus, 2001), trabajandoel campo en mltiples situaciones y localizaciones (fsicas y virtuales), cobra fuerzacuando el espacio analizado es un espacio fluido (Castells, 2000). Pero, dejando de ladola presencia del investigador (ahora innecesaria de forma permanente), los rasgos idio-sincrsicos de la red no deberan hacer olvidar el clsico mtodo etnogrfico en cons-truccin.

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    6.- LA ETNOGRAFA VIRTUAL NO ESTUDIA (SLO) LOS TEMAS DE LOSQUE TRATAN LAS COMUNIDADES VIRTUALES...

    Existe una tendencia a aceptar acrticamente planteamientos sobre la etnografa virtualde este tipo:

    La mayora de las comunidades virtuales se desarrollan alrededor de un tema. En estesentido, las comunidades virtuales varan de acuerdo a lo que se dice y a las formas dedecir lo que se dice. La comunidad virtual es comparable con la nocin de campo; uncampo limitado por el tema alrededor del cual se estructura la comunidad. La etnografavirtual se encarga de estudiar esos temas de los que tratan las comunidades virtuales.

    Esa es una visin limitada que reduce las posibilidades del estudio cualitativo de la vir-tualidad. Por supuesto, el estudio de los temas que tratan las comunidades virtuales es

    apasionante[5], pero ese no es el nico objeto de la etnografa virtual.

    Puede que el cambio de enfoque sea una cuestin de tiempo. Kuhn (1962) apunta que senecesita cierto tiempo para que las nuevas corrientes tericas cristalicen y desplacen alos paradigmas establecidos. Ese proceso es dinmico y se da de forma constante, perohay perodos de estabilidad en los que un paradigma es dominante. Si hay algn rasgoque caracteriza el momento actual es el de la fluidez, lo lquido, lo evanescente, lo ines-table (Verd, 2003). El cambio determina el devenir de los acontecimientos. La innova-cin est en la base de la sociedad de la informacin, de la que Internet es su materia

    prima (Castells, 2000). Eso hace que, en esta etapa, y especialmente en el rea de laciencia que estudia los fenmenos ms vinculados a la innovacin (social, tecnolgica,metodolgica), los paradigmas transcurran en perodos de tiempo ms cortos. Un para-digma que vea (slo o muy especialmente) el interior de Internet como objeto de estu-dio especfico (la cultura de/en Internet e Internet como cultura en s misma), con untipo de estructura propia, integrada por comunidades estables, donde las personas com-

    parten hbitos de comportamientos susceptibles de ser estudiados de forma particular,est dejando paso a otro caracterizado por una visin de la Red y el ciberespacio comoun fenmeno cultural complejo (Internet como artefacto cultural). En esta concepcin lacultura de/en Internet se entrelaza con la de la sociedad fsica, donde una de las claveses la mediacin, que puede ser estudiada desde mltiples aproximaciones, porque en suinterior hay lugar para otros tantos fenmenos, compuestos, complejos, indefinidos y

    fluidos. Lo central aqu no es definir el mtodo, explicar los principios epistemolgicosque hacen su estudio diferencial, o atender a las cuestiones de validez en el contexto dela ciencia social, sino averiguar los significados con los que se construyen las relacio-nes, encontrar sentido a los comportamientos, describir procesos, analizar trasformacio-nes y representar los datos de forma apropiada al medio y los elementos que han ocupa-do el campo de investigacin.

    En estos momentos se est produciendo esa transicin. El cambio que a falta de unrelato generacional, es ms de facto que justificado, o fruto de la reflexin y del con-senso est dejando de lado las figuras que fueron ascendentes en el paradigma anterior.

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    La madurez de Internet y la actual realidad del ciberespacio hacen que algunos estudiosclsicos que han sido clave en el anlisis de la cibercultura por citar solo tres significa-tivos, Turkle (1995), Agre y Schuler (1997) o el ms reciente de Wilson y Peterson(2002) sean vistos hoy en da con cierta distancia. Los mismos Rheingold (1993),Smith y Kollock (1997) ste, si exceptuamos el captulo de Wellman y Gulia (1997) yJones (1998), por citar a los autores ms destacados, tambin corresponden a otro para-digma anterior. Esto no quiere decir que esas visiones no sean centrales y lo sigan sien-do en el futuro. Son referencias cientficas y entre ellas y los mtodos actuales se danmltiples conexiones. Por ejemplo, la visin literaria de Gibson (1984) no es puesta enduda como metfora del ciberespacio. O, desde la ciencia, las aproximaciones de Esco-

    bar (1994), Castells (2000) o Hine (2000) son hoy por hoy plenamente vigentes. Basansu actualidad en el lenguaje que emplean, el lenguaje de la ciencia bsica; en estos ca-sos, el de la antropologa y la sociologa. Es decir, hablan de desde territorios estables,

    esenciales. Estos y otros autores han puesto las bases de lo que hoy en da son los estu-dios sociales, culturales, econmicos, educativos, etc., basados en mtodos cualitati-vos[6].

    Pero esa visin se torna hoy distinta. Los textos de los autores de referencia no puedenser analizados del mismo modo que lo eran hace tres o cuatro aos. Ahora las bases sehan movido, porque la superficie sobre la que descansan es, por definicin, inestable ycompleja. En los ochenta no exista Google y no es hasta 2005 que se habla de la Web2.0. Solo esos dos artefactos tecnolgicos han dado lugar a cambios culturales tan pro-fundos cambios culturales en el sentido dado, entre otros, por Latour (1987) que re-quieren de nuevos horizontes epistemolgicos para ser interpretados.

    Para finalizar este punto, citar un trabajo en la lnea de los enfoques contemporneos,basados en las corrientes cientficas clsicas y que recurren a autores del pasado paraplanear nuevas aproximaciones. Ese enfoque no desecha las contribuciones clsicas,sino que les da una vuelta ms para adaptarlas al actual contexto.

    Para Budka y Kremser (2004) la (ciber)antropologa, o la antropologa de la cibercultu-ra, trata sobre:

    las tecnologas y cmo stas son construidas e implementadas en la sociedad y la cultu-ra. En ese sentido, la ciberanptropologa no es completamente nueva. Desde 1950, los

    antroplogos han investigado de forma creciente las tecnologas y sus particulares im-pactos en las culturas no-occidentales. Uno de los ejemplos ms conocidos es el trabajode Maurice Godelier (1971) sobre los efectos de la introduccin de hachas de acero engrupos indgenas de Papua Nueva guinea y Australia, pero como anota Escobar (1994),entre otros (por ejemplo, Pfaffenbenger, 1992), uno no puede adaptar esas aproximacio-nes al altamente complejo sistema tecnolgico en las sociedades y culturas modernas(p.214).

    Ese puede ser un punto de partida para las etnografas virtuales: las aproximacionesesenciales a la antropologa. Pero, tras de esa sentencia, es igualmente preciso anotar

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    objetos y mbitos para el estudio. Budka y Kremser (2004, p.215) proponen los siguien-tes mbitos para la etnografa, entre los que se incluyen, como no, las comunidades vir-tuales (el apartado donde incluyen esas referencias se titula Los dominios etnogrficosde la ciberantropologa, lo que en s constituye una declaracin de intenciones):

    (a) Quizs el dominio ms obvio para la investigacin etnogrfica puede situarse alldonde las TICs son producidas y usadas: desde laboratorios informticos y empresas,proveedores de servicios de Internet (ISPs) y centros de diseo de realidad virtual, hastahogares, escuelas y lugares de trabajo como reas de recepcin y consumo.(b) Un segundo dominio est formado por el uso de TICs, como Internet, que conecta amillones de ordenadores y a sus usuarios. () [Dentro de las comunidades virtuales]Los etngrafos pueden estudiar las diversas relaciones entre lenguaje, estructura social eidentidad cultural que son producidas por la comunicacin MEDIADA [n.d.t. subrayadonuestro] por ordenador.

    (3) La economa poltica de la cibercultura es otro de campo para el estudio etnogr-fico; ste investiga las relaciones entre informacin y capital, as como las dinmicaspolticas y culturales que la informacin pone en movimiento.

    Budka y Kremser (2004) citan masivamente a Escobar (1994) y tambin a Daniel Millery Don Slater (2000), dos de los pioneros-actualizados. En este trabajo apuntan solounos pocos casos de estudio etnogrfico. Las posibilidades de hallar otros son tan am-

    plias como la realidad sociocultural de Internet y sus aledaos. El campo de trabajo et-nogrfico es, pues, amplio y va ms all de las comunidades virtuales.

    7.- EL MTODO DE LA ETNOGRAFA VIRTUAL NO CONSISTE (SLO) ENANALIZAR LAS COMUNICACIONES EN UN ESPACIO VIRTUAL...

    El mtodo etnogrfico ha sufrido numerosas modificaciones a lo largo del tiempo.Cuestiones como la permanencia en el campo, las tcnicas de investigacin o la tica,directamente vinculada a la observacin participante, han tomado valores diferentes conel paso de los aos y a medida que han variado los contextos, preceptos epistemolgicoso los marcos interpretativos en la investigacin cualitativa. Ahora, con la etnografavirtual, hay una tendencia a asumir algunos principios metodolgicos como preestable-cidos. Ese es el caso de un postulado que viene a decir:

    La etnografa virtual asume una serie de estrategias de investigacin, siendo la msempleada la aproximarse a la comunidad desde la perspectiva etnogrfica de la comuni-cacin (por ejemplo, la aproximacin etnogrfica sociolingstica) para situar las reglasy regularidades que limitan el espacio del campo.

    A partir de ah o para llegar ah tambin se suelen asumir regularidades que van, des-de acudir a las FAQ (preguntas frecuentes) de la comunidad virtual o recopilar los men-sajes publicados en los foros, hasta realizar encuestas electrnicas o entrevista a travsde correo electrnico. Ese es un tipo de investigacin muy interesante desde el punto devista social y cultural, ya que permite conocer la evolucin y el estado actual de una

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    comunidad virtual determinada. Desde ese enfoque, la comunidad virtual se toma comoel campo de observacin en el sentido bourdieuano[7], es decir, se trata de un espaciode juego determinado mediante regularidades de conducta y reglas aceptadas. A travsdel rastreo de los mensajes y conociendo las reglas que regulan la comunidad, el inves-tigador puede acceder al comportamiento y la temtica de esa comunidad virtual, a suvisin, a las peculiaridades que la definen y la diferencian del resto. Igualmente, apli-cando la perspectiva de Hymes (1971) es posible determinar las principales regularida-des sociolingsticas que, desde un punto de vista cultural, son bsicas para explicar loscomportamientos en comunidades virtuales basadas en el intercambio de mensajes sim-

    blicos en formato texto.

    Esas estrategias son muy prcticas cuando se trata de hacer etnografa virtual, etnografadel ciberespacio. Sin embargo todas ellas pueden ser ampliadas de un modo ms abierto

    cuando hablamos de hacer etnografa en/desde/con/entre Internet. Considerar Internet enun sentido etnogrfico supone igualmente problematizar la tecnologa que la soporta yhacerlo en el contexto de la sociedad donde se ha creado. Para Latour (2001), estamosviviendo en un mundo donde los vnculos sociales se establecen por medio de los signi-ficados que posibilitan artefactos construidos de forma artificial. Problematizar y mos-trar extraamiento ante la tecnologa de Internet puede ayudar a convertir los mtodoscualitativos de la entrevista y la observacin en elementos centrales de una etnografaen/de Internet y sus fenmenos asociados. El objetivo entonces ser el de gestionar lasanomalas (Werner y Schoepfle, 1987) de Internet en su conjunto durante el perodode investigacin para hacer, a continuacin, un anlisis del contenido de los datos y re-

    presentarlos de modo etnogrfico. Y para ello ser necesario emplear nuevos mtodos

    adecuados a un campo as definido.

    Es claro que la etnografa no consiste en una suma de mtodos cualitativos, sino en lacomprensin de una cultura haciendo uso de esos mtodos de forma sistemtica (cient-fica). En el terreno metodolgico, al etnografa virtual tambin necesita replantearse lacrisis del mtodo, pero de una forma especfica. Puede que visitar foros, preguntar alos participantes y analizar listados de FAQs no sea suficiente para acceder a los cdi-gos culturales de una determinada comunidad. Igualmente un tipo de anlisis del conte-nido textual (el producto cultural de la comunidad) basado nicamente en la codifica-cin y categorizacin, puede no ser del todo eficaz para comprender el sentido profundode las comunicaciones. Del mismo modo que el cognitivismo y la etnologa ayudaron

    en los aos sesenta a la superacin de la crisis del mtodo en la etnografa, en la actuali-dad son otras los recursos metodolgicos a disposicin de los investigadores para acce-der a las formas culturales vinculadas a la red. La crisis de los sesenta se apoy en laetnologa para ayudar al investigador a adquirir un conocimiento de la cultura que esta-

    ba estudiando para poder as intercambiar significados a sus interlocutores. Entonces setrataba de que ambos, investigador e investigado, compartieran los mismos cdigos cul-turales para que entre ambos se pudiera dar un dilogo significativo para la investiga-cin.

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    Pero, cmo conocer ms profundamente una comunidad virtual, o una comunidad for-mada por personas que interactan en el terreno de Internet y trasladas sus accionestambin al campo de accin fsico (como ocurre, por ejemplo, con la mayora de comu-nidades de blogers). El constructivismo social (Gergen y Gergen, 2003) y la cienciasocial preformativa (Jones, 2006), pueden introducir alguna respuestas epistemolgicasy tericas en ese sentido. En el terreno especficamente metodolgico, el anlisis deredes sociales tambin puede ser un enfoque de amplio recorrido para la etnografaen/de Internet.

    Un ejemplo en ese sentido, extrado del trabajo de campo en comunidades virtuales confinalidades formativas en torno a foros virtuales, es el trabajo de Domnguez y Alonso(2005), donde comentbamos que:

    Determinados comportamientos con escaso potencial formativo en situaciones off-line,demuestran ser decisivos para articular gran parte del conocimiento generado en un forovirtual. En nuestras observaciones hemos visto con frecuencia mensajes con un conteni-do irrelevante desde el punto de vista pedaggico que, sin embargo, adquirieren una im-portancia central dentro del foro, agrupando comunicaciones y generando debate y re-flexin en torno a ellos. () la explicacin a esas desviaciones en las contingencias yreciprocidades comunicativas en el ciberespacio y otras encontradas en foros educati-vos, como la ausencia de relacin entre nmero de mensajes emitidos y respuestas obte-nidas o entre la tipologa del discurso, ms o menos estructurada, y la resolucin de du-das en el grupo no son resueltas adecuadamente en las [actuales] investigaciones decorte etnogrfico, lo que lleva a buscar otros enfoques complementarios que permitanenriquecer el estudio pedaggico de las comunidades virtuales.

    El anlisis de redes sociales (ARS) est en condiciones de rellenar esa clase de lagunas.Fuera de los razonamientos positivistas, los mtodos estructurales y de ARS permitenexplicar en trminos relacionales el peso de un mensaje dentro de la red de comunica-cin establecida en un foro virtual. Y tambin, considerando los atributos personales delos participantes, el ARS aporta claves relevantes que pueden explicar los procesos desocializacin en una determinada comunidad. Tomados como nodos dentro de una redde comunicacin, algunos mensajes en foros virtuales pueden analizarse por su conteni-do empleando tcnicas de anlisis de datos cualitativos blandos, pero su relevanciacomo parte de la matriz relacional de todos los mensajes al foro posee adems una justi-ficacin en trminos de centralidad, conectividad o grado de intermediacin de ese nodocon los dems de la red. En ese sentido, al ARS no viene a interponerse a los mtodos

    cualitativos clsicos, simplemente enriquece el anlisis aportando informaciones sobreel estado de la cuestin que permiten reflexionar nuevamente acerca de los procesos sociales o de aprendizaje que tienen lugar en el seno del grupo (p.385).

    Esta aproximacin tambin es citada por Anne Beaulieu (2004) en referencia a la no-subjetividad del etngrafo. Beaulieu menciona el trabajo de Howard (2002), basado enel mtodo de la etnografa reticular, que emplea el ARS para estudiar el cmo y lostrminos de las organizaciones hypermedia. Integrado en la etnografa, este mtodohace posible que, por un lado el etngrafo identifique los comportamientos ms prxi-

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    mos en el conjunto de relaciones reticulares y, adems, permite acceder a la distribucinde las relaciones en el conjunto de la red.

    El objeto del estudio [de Howard] se produjo aqu por abstraccin de ciertos compor-tamientos o funciones individuales, y la representacin de esos comportamientos en elcampo es determinante. Los elementos de la interaccin con los actores son modeladospor la identificacin de sitios de trabajo de campo a travs del uso de procesos automa-tizados (Beaulieu, 2004, p.149).

    Estos enfoques novedosos aplicados a la etnografa virtual hacen que el centro de aten-cin pase de la comunicacin a la intermediacin, y del anlisis holstico del contenidoa mediaciones concretas, como las que posibilitan procesos situados que dan lugar aconstrucciones sociales localizadas. En ese sentido, la etnografa virtual podra enten-derse como una etnografa estructurada en torno a casos concretos dentro y fuera de la

    red, vinculados entre s por medio de complejas relaciones mediadas por artefactos tec-nolgicos, de los que Internet solo sera uno ms de ellos. Por consiguiente, resolver lanueva crisis del mtodo etnogrfico cuando entran en juego factores tecnolgicos digita-les, tendra que ver con afrontar y resolver con el uso de mtodos de penetracin, anli-sis y representacin, la complejidad del entramado relacional que est implicando a su-

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  • 7/27/2019 n8 01 Dominguez Figaredo

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    Notas:

    [1] Idea tomada de Gmez (2006).[2] Este artculo est basado en el trabajo de campo durante una estancia de investigacin en el Centro deInvestigacin Cualitativa de la Universidad de Bournemouth (Inglaterra) en el verano de 2006. Para unarevisin de las anotaciones del investigador, vase http://cibercampo.blogspot.com/

    [3] De hecho, Wolff-Michael Roth critica de forma radical el planteamiento de Michael Agar (2006)sobre la etnografa. Lo rechaza de plano por considerar que est empleando mtodos dentro de la etnogra-fa para explicar lo que la etnografa es, con lo cual est ya tomando partido por una postura y dejando delado el resto.[4] Traduccin de M. Lourdes Soto Prez, de la versin en castellano: Wolcott, Harry F. (1993). Sobre laintencin etnogrfica. En Honorio M. Velasco, Javier Garca y ngel Daz (Eds.).Lecturas de antropolo-ga para educadores. Madrid: Trotta, 127-144.[5] Para un buen ejemplo de un estudio de caso de corte etnogrfico sobre una comunidad virtual, vaseAceros (2006). Aceros ha seguido los pasos de hackers en el ciberespacio y ms all del ciberespacio,analizando una de sus comunidades estructurada en torno a la idea de proyecto.[6] Por ejemplo, en el terreno socio-educativo, la aproximacin de Pierre Lvy a la cibercultra (Lvy,1998), lo virtual (Lvy, 1995) y sus transferencias a lo educativo (Lvy, 1997), contina siendo referen-tes.

    [7] Vase Bourdieu y Wacquant (1995).

    Para citar este artculo puede utilizar la siguiente referencia.

    DOMNGUEZ FIGAREDO, Daniel (2007): Sobre la intencin de la etnografa vir-tual. SNCHEZ GOMEZ, M Cruz & REVUELTA DOMNGUEZ, F. I. (Coords.)Metodologa de Investigacin Cualitativa en Internet [monogrfico en lnea]. RevistaElectrnica de la Educacin: Educacin y Cultura en la Sociedad de la Informacin.Vol. 8, n1. Universidad de Salamanca [Fecha de consulta: dd/mm/aaaa]

    ISSN 1138-9737

    63Daniel Domnguez Figaredo

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