nº13 · julio / diciembre / 2014

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a cción motriz tu revista científica digital Nº13 · JULIO / DICIEMBRE / 2014 PERIODICIDAD SEMESTRAL EDITA: Asociación Científico Cultural en Actividad Física y Deporte (ACCAFIDE) LAS PALMAS DE GRAN CANARIA Acción Motriz ISSN: 1989 - 2837

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acciónmotriztu revista científica digital

Nº13 · JULIO / DICIEMBRE / 2014

PERIODICIDAD SEMESTRALEDITA:Asociación Científico Cultural en Actividad Física y Deporte (ACCAFIDE)LAS PALMAS DE GRAN CANARIA

Acción MotrizISSN: 1989 - 2837

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Directores:

Dr. Antonio González Molina · Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. EspañaDr. José Hernández Moreno · Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. España

consejo eDitorial:

Editor Jefe: Dr. José Hernández Moreno · Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. EspañaSecretario: Dr. Juan Pedro Rodríguez Ribas · Universidad de Gales Málaga. España

Vicesecretaria: Dra. Patricia Pintor Díaz · Universidad de La Laguna. España

responsables De áreas:

Praxiología MotrizDr. Raúl Martínez de Santos · IVEF de Vitoria. España

Dr. Francisco Jiménez Jiménez · Universidad de La Laguna. España

Educación FísicaDr. Arturo Díaz Suárez · Universidad de Murcia. España

Dr. Antonio Gómez Rijo · Universidad de La laguna. España

Entrenamiento DeportivoDr. Francisco Argudo Iturriaga · Universidad Autónoma de Madrid. España

Dr. Carlos Lago Peñas · Universidad de Vigo. España

Ocio Activo y Actividades Físicas en la NaturalezaDr. Quim de Marimón i Vilalta · Laboratorio de Praxiología motriz.INEF de Lléida

Roberto Reboredo Rodríguez · Departamento de Educación Física. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria

DeportesDra. Miriam Quiroga Escudero.Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. España

Dr. Mario Lloret riera. INEF de Barcelona. España

Juegos MotoresDr. Ulises Castro Núñez · Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. España

Dr. Vicente Navarro Adelantado · Universidad de La Laguna. España

Expresión Motriz y ArtísticaDra. Elena Sierra Palmeira · Facultad de Deportes.Univarsidad da Coruña

Dra. Marta Bobo Arce · Facultad de Deportes.Univarsidad da Coruña

Introyección MotrizDr. Francisco Lagardera Otero · INEF de Lléida. Unniversidad de Lléida

Dra. Glòria Rovira Bahillo · EUSES, Salt. Universidad de Girona

Contenidos AfinesDr. Ramón F. Alonso López · Centro Universitário Euro-Americano. Universidade Paulista. Brasilia. Brasil

Dr. Antonio Ramos Gordillo · Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. España

MieMbros:

Ángela Aiensstein · Universidad de Buenos Aires. ArgentinaEloy Altuve · Universidad de Maracaibo. Venezuela

Dr. Ali Alloumi · Université Sport SFAX. TúnezSandor Balsamo · Centro Universitário Euro americano de Brasilia. Brasil

Dra. Geraldine Mary Boylan · Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. EspañaDr. Luc Collard · Université de Caen. Francia

Lidia Cruz Jerónimo Arango · Universidad de Los Llanos. ColombiaDra. Rosa López de D’Amico · Universidad Pedagógica Experimental Libertador. Maracay. Venezuela

Dr. Bertand During · Paris Descartes. Sorbonne. FranciaEnrico Ferratti · Haute Ecole Pédagogique de Locarno. Ticino-Suisse

Dr. Juan García Manso · Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. EspañaRaúl H. Gómez · Universidad de La Plata. Argentina

Dr. Adelto Hernández Álvarez · Universidad de La Laguna. EspañaDra. Hélène Joncheray · GEPECS. Université París Descartes. Sorbonne. FranciaDr. Julio Martínez Morilla · Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. España

Dr. Napoleón Murcia · Universidad de Manizales. Caldas. ColombiaDr. Manuel Navarro Valdivielso · Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. España

Dra. Bárbara Paz-Sánchez Rodríguez · Facultad de ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo” CubaVíctor Pavía · Universidad Nacional del Comahue. Argentina

Dr. Aldo Pérez Sánchez · Facultad de ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo” CubaDra. Miriam Quiroga Escudero · Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. España

José David Rufino · Universidad de Tucumán. ArgentinaDra. Artemis Soares · Universidadde Federal do Amazonas. Brasil

Dr. Roberto Stahringer · Universidad de Cuyo. ArgentinaDr. Guillermo Suárez Lamí · Accafide. España

Dra. Haifa Tlili · Université R Descartes. GEPCS-TEC. Paris. Francia

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consejo científico:

Dr. Pierre Parlebas · Universidad de la Sorbonne. Paris V .FranciaDr. Domingo Blázquez Sánchez · INEF de Barcelona .España

Dr. Alfredo Carralero Velázquez · Universidad de Ciego de Ávila. CubaDr. Julen Castellano Pauli · Universidad del País Vasco. España

Dr. Mikel Chivite Izco · Universidad de Zaragoza. EspañaDr. Marco A. Coelho Bortoleto · Universidad do Campinas. Brasil

Dr. José Devis Devis · Universidad de Valencia. EspañaDr. Rogelio Delgado Montero · Instituto Superior de Cultura Física “Manuel Fajardo” Cuba

Dr. Joseba Etxebeste Otegi · Universidad del País Vasco. EspañaDr. Juan Antón García · Universidad de Granada. España

Dr. Julio Garganta · Universidad de Porto. PortugalDr. Félix Guillén García · Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. España

Dr. Sergio Ibáñez Godoy · Universidad de Extremadura. EspañaDra. Gladys Jiménez Alvarado · Pontificia Universidad Católica de Valparaíso. Chile

Dr. Francisco Lagardera Otero · Universidad de Lleida. EspañaDr. Pere Lavega Burgués · Universidad de Lleida. España

Dr. Daniel Linares Girela · Universidad de Granada. EspañaDr. Alejandro López Rodríguez · Facultad de ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo”. Cuba

Dr. Rafael Martín Acero · Universidad de A Coruña. EspañaDr. Juan J. Molina Martín · Universidad Europea de Madrid. España

Dr. Javier Sampedro Molinuevo · INEF de Madrid. EspañaDra Angels Soler Vila · IES de Alella. Barcelona. EspañaDr. Fernando Tavares · Universidad de Porto. Portugal

Dra Maria Angélica · Vergara Tapia. Universidad Mayor de Santiago. ChileDr. Manuel Vizuete Carrizosa · Universidad de Extremadura. España

revisores externos:

Antonio Ardá Suárez · Universidad de A Coruña. EspañaAlberto Areces Gayo · Universidad de A Coruña. España

Julia Blández Àngel · Universidad Complutense de Madrid. EspañaMarta Bobo Aroe · INEF Coruña. España

Mario Carossio · Universidad Nacional de Cuyo. ArgentinaMarcela Cena · IPEF de Córdoba. Argentina

Daniel Cinta Bravo · Escuela Superior de Educación Física, D.F. MéxicoPaulo Coelho de Araujo · Universidad de Coimbra. Portugal

Gonzalo Cuadrado Sáenz · Universidad de León. EspañaMaria Jesús Cuellar Moreno · Universidad de La laguna. España

Jorge Dopico Calvo · INEF de A Coruña. EspañaMiguel Fernández Cabrera · Universidad de La Laguna. España

Roberto Fernández Díaz · Universidad de Lléida. EspañaGemma Filella · Universidad de Lléida. España

Feliu Funollet · INEF de Barcelona. EspañaMaría Elena García Montes · Univ. Murcia. España

Miguel González Valeiro · INEF de A Coruña. EspañaJoaquín Gómez Valera · INEF A Coruña. España

Vicente Gómez Encina · INEF de Madrid. EspañaMisael González Rodríguez · Universidad de Santi Espíritu. Cuba

Maria Teresa Gómez López · Universidad Europea de Madrid. EspañaAntonio Hernández Mendo · Universidad de Málaga. España

Ana Rosa Jaqueira · Universidad de Coimbra. PortugalGerard Lasierra · INEF de Lleida. España

Francisco León Guzmán · Universidad. de Extremadura. EspañaAlfredo López de Sosoaga · INEF de Vitoria. España

Eligio López · Universidad de Cienfuegos. CubaJoão Magno Ribas · Universidad Federal de Santa Maria. Brasil

Juan Carlos Martín Nicolás · Universidad de León. España Antonio Méndez Jiménez · Universidad de Oviedo. España

Fernando Navarro Valdivielso · Facultad de EF de Toledo. EspañaJosé Palacios Aguilar · INEF de A Coruña. España

Carlos Plana Galindo · Universidad de Zaragoza. EspañaAntonio Palomino Martín · Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. España

Vicente Romo · Universidad de Vigo. EspañaGuillermo Ruiz Llamas · Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. España

Jorge Saravi · Universidad de La Plata. ArgentinaMiguel Ángel Sierra Zamorano · Universidad Complutense de Madrid. España

Jordi Ticó Marsellés · INEF de Lérida. EspañaCarmen Triguero Cervantes · Universidad de Granada. España

Jaime Sampaio · Universidad de Tras-os-Montes e Alto Douro. PortugalJosé Tuimil López · INEF de A Coruña. España

Clara Urdangarín · Universidad del País Vasco. España

Diseño y Maquetación:Jorge Vega

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REVISTA Nº13PERIODICIDAD SEMESTRAL

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Página 4

ÍNDICE

EDItorIal

Marta Bobo Arce y Elena Sierra Palmeiro - Profesoras Facultad de Ciencias del Deporte Universidade Da Coruña. ESPAÑA

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .5

aCCIÓN MotrIZ Y aDUlto MaYor: aProXIMaCIoNES tEorICo-PraCtICaS DESDE la PSICoMotrICIDaDMotor aCtIoN aND tHE ElDErlY: tHEorIC-PraCtICal aProXIMatIoNS FroM PSYCHoMotrICItY

Elkin González Ulloa (Colombia) - Licenciado en Educación Física y Deporte. Estudiante de la Especialización en Acción Motriz, e Integrante del

grupo de investigación “Juego, Cuerpo y Motricidad” de la Universidad de los Llanos, Colombia.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .7

ratINg Elo EN la lUCHa CaNarIaElo ratINg aPPlIED to CaNarIaN wrEStlINg

Miguel Pic Aguilar (España) - Doctorando en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte - Profesor de enseñanza secundariaPedro Ruymán García Díaz (España) - Doctor en Ciencias Matemáticas - Profesor de enseñanza secundaria

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

PraXIologÍa MotrIZ Y FENÓMENo DEPortIVo EN El SIglo XXIPraXEologIE MotrICE Et PHENoMENE SPortIF aU XXIEME SIEClE

Pierre PARLEBAS (Francia). - Facultad de Ciencias Humanas y Sociales – Sorbona.Ponencia Inaugural del I Congreso Internacional de Praxiologia Motriz celebrado en Manaus (Brasil), Mayo de 2014.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21

aCtItUD HaCIa la PrÁCtICa DEPortIVa Y tIEMPo lIBrE.UN EStUDIo Para la MEJora DE la CalIDaD DE VIDa EN la CoMUNa DE aNCUD, CHIloÉ, CHIlE.attItUDE towarDS SPort PraCtICE aND lEISUrE. a StUDY to IMProVE QUalItY oF lIFE IN aNCUD CoMMUNE, CHIloE, CHIlE

Alejandro López Rodríguez (Cuba) - Doctor en Ciencias Pedagógicas y Licenciado en Cultura Física.Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo”.Viviana Lázara González Maura (Cuba). - Doctora en Ciencias Psicológicas y Licenciada en Psicología.Universidad de La Habana.Jaime Márquez Altamirano (Chile) - Licenciado en Filosofía e Historia.Representante Legal de Huillinco Consultores Ltda. Chiloé, Chile.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35

PartICIPaCIÓN DE aDUltoS EN aCtIVIDaDES rECrEatIVaS Y DE oCIo EN UN rESort EN El aMaZoNaS. UN aNÁlISIS a PartIr DE la

PraXIologÍa MotrIZ

a PartICIPaÇÃo DE aDUltoS EM atIVIDaDES rECrEatIVaS E DE laZEr EM UM rESort No aMaZoNaS – UMa aNÁlISE a PartIr Da

PraXIologIa MotrIZ

aDUlt PartICIPatIoN IN rECrEatIoNal aND lEISUrE aCtIVItIES IN a rESort IN tHE aMaZoN – aN aNalYSIS BaSED oN Motor PraXEologY

JOISE SIMAS DE SOUZA (Brasil) - Bacharela em Educação Física – Promoção em Saúde e Lazer; Mestranda de Sociedade e Cultura na Amazônia da Universidade Federal do Amazonas (Manaus-AM, Brasil).GLÁUCIO CAMPOS GOMES DE MATOS (Brasil) - Professor Doutor do Programa de Pós-graduação em Sociedade e Cultura na Amazônia e da Facul-dade de Educação Física e Fisioterapia – Universidade Federal do Amazonas (Manaus-AM, Brasil).

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55

INDICIoS DE aUtoorgaNIZaCIÓN EN El BaloNCESto ProFESIoNal NBaSElF-orgaNIZatIoN SINgS IN NBa ProFESSIoNal BaSkEtBall

Yves de Saá Guerra (España). - Doctor en educación física. Departmento de Educación Física. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.Juan Manuel Martín González (España). - Doctor en física. Departmento de Física. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Juan Manuel García Manso (España). - Doctor en educación física. Departmento de Educación Física. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

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EDItorIal

NUEVo MoDElo DE CoMPEtICIoN EN gIMNaSIa rItMICa: El rEtorNo al artE DEl MoVIMIENto

Marta Bobo ArceElena Sierra PalmeiroProfesoras Facultad de Ciencias del Deporte Universidade Da Coruña. ESPAÑA

La Gimnasia Rítmica es un deporte sometido a innumerables cambios en su Código de Puntación, que representa el reglamento y los criterios de éxito, y por lo tanto en su lógica interna y en su estructura funcional en los últimos 15 años. Son numerosos los estudiosos de la Praxiología motriz que consideran que uno de los rasgos pertinentes intrínsecos al concepto deporte es la compe-tición. Para que exista competición debe existir un “sistema de equilibración praxiomotriz” (Rodríguez Ribas, 1997) y la elaboración de este sistema sólo es factible a partir de la existencia de reglas o estatutos praxiomotores que puedan limitar las posibilidades de comparar, registrar y valorar praxis motrices en base a sus comportamientos motores. Aunque no todas las consecuencias práxicas en la Gimnasia Rítmica puedan definirse por los aspectos que aparecen regulados en el código de puntuación, si son mayoría las normas de este que resultan significativas de cara a determinar las diferentes categorías de la lógica interna de la misma. Esta lógica interna, de naturaleza técnico-artística, ha de responder a reglas praxiomórficas (de foma y contenido) pero también de significación práxica (de comunicación).

Frontera entre arte y deporte, la gimnasia rítmica a través de la perfección corporal y con el aparato busca la comunicación de un mensaje de naturaleza emotiva en la que los valores artísticos de unidad, musicalidad, expresividad y originalidad conforman el rendimiento.

En los últimos 15 años se han producido 7 cambios de codigo de puntuacion que han derivado en 7 formas de hacer gimnasia, suponiendo muchas de las veces este cambio un retroceso respecto a la versión anterior y dando como consecuencia un modelo competitivo más mecanicista, reiterativo, poco artístico y muy aburrido.

La búsqueda de un modelo competitivo específico de la modalidad y a la vez atractivo para el público ha obligado a la Federación Internacional de Gimnasia a conjugar dos conceptos íntimamente ligados a la Gimnasia Rítmica: Deporte y Arte. Todo ello buscan-do además un sistema equimotriz objetivo que minimice las influencias personales y la parcialidad de los jueces de la competición. La gimnasia se ha configurado como una práctica deportiva y también como una práctica expresiva ya que los objetivos internos que la definen sen encuadran en ambos entornos de significación práxica.

Este nuevo modelo intenta hacer compatibles el carácter isomotriz de la Gimnasia Rítmica como practica motriz cuyo objetivo es la reproducción y creación de modelos motrices que tengan valor en el código de puntuación y la capacidad de generar gracias a su desarrollo práxico y mediante esa reproducción el simbolismo, el mensaje y el carácter estético propias de las prácticas motrices artísticas y expresivas. Las gimnastas actuales son verdaderas “intérpretes” que utilizando su cuerpo, el aparato y la música trans-miten y expresan una variable gama de sentimientos.

La consideración de la Gimnasia Rítmica como práctica isomotriz obliga a las gimnastas a realizar acciones motrices cada vez más complejas, técnica y físicamente, tanto con el cuerpo (isomorfomotricidad) como la relación música movimiento (isocronomo-tricidad) y del el aparato (isomotricidad de objetos). Sin embargo los deportes caracterizados por la reproducción de un modelo ideal cuya ejecución es valorada cualitativamente, basan también esta valoración en la forma de combinar esos modelos que debe ser lo más original, creativa y novedosa posible. Además aparece otro objetivo motor, la creación de nuevas acciones o formas de movimiento no conocidas o de nuevas formas de ejecutar acciones ya conocidas. La creatividad motriz aparece reconocida y con un valor definido en los reglamentos de las disciplinas deportivas de carácter morfocinético como la Gimnasia Rítmica

La consideración de la Gimnasia Rítmica como práctica expresiva implica que la eficacia práctica estará condicionada por la capa-cidad y la eficacia expresiva de las acciones efectuadas por las gimnastas. El condicionante expresivo esta presente en el Código de Puntuación con un valor que se traduce en un componente de la puntuación y por lo tanto permite a las gimnastas mejorar su rendimiento en competición.

El condicionante isomotriz forma parte importante del entrenamiento de las gimnastas y tradicionalmente se dedica gran parte del entrenamiento a desarrollarlo mediante el aprendizaje y optimización de los modelos elegidos para los ejercicios de compe-ticion.

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Y que pasa con el condicionante expresivo? El nuevo modelo de competición trae como consecuencia cambios en el modelo de entrenamiento que debe de incorporar también el aprendizaje expresivo tanto de forma global como incorporando a las praxis motrices competitivas el factor expresivo.

Los nuevos modelos de competicion exigen nuevas soluciones desde la perspectiva del entrenamiento y desde la praxiologia contextual podemos encontrar modelos de entrenamiento que den respuesta a ambas necesidades la energetica y la simbólica y que al mismo tiempo permitan adaptar los postulados de las praxis motrices a las características particulares de esta modalidad gimnástica y de cada gimnasta. La concepción mecanicista, tan clásica en este deporte debe de ser superada por su carácter reduc-cionista y abordar la practica competitiva en gimnasia ritmica en todos sus niveles, incluido y de forma fundamental, la iniciación deportiva centrandonos mas en el estudio de las conductas artístico-motrices especificas de la Gimnasia Ritmica y su estructura funcional.

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aCCIÓN MotrIZ Y aDUlto MaYor: aProXIMaCIoNES tEorICo-PraCtICaS DESDE la PSICoMotrICIDaD

Motor aCtIoN aND tHE ElDErlY: tHEorIC-PraCtICal aProXIMatIoNS FroM PSYCHo-MotrICItY

Elkin González Ulloa (Colombia)Licenciado en Educación Física y Deporte. Estudiante de la Especialización en Acción Motriz, e Integrante del grupo de investiga-ción “Juego, Cuerpo y Motricidad” de la Universidad de los Llanos, Colombia.

Fecha recepción: 7-3-14Fecha aceptación: 10-6-14

“Una educación física es hoy más necesaria que en cualquier otro tiempo, al menos desde que Jean Ballexserd acuñara este ape-lativo en 1762 hasta el momento actual. Se necesita formar a personas especialistas, tales como orientadores físicos, preparadores personales, pedagogos de las conductas motrices...., con formación superior (universitaria), capaz de evaluar la biografía motriz de una persona para aconsejarle determinada práctica, y no sólo asesorarle, sino controlarle, evaluarle, animarle o hacer un segui-miento de su proceso de evolución personal”.

F. Lagardera (2009, 07)

rESUMEN

Hablar de acción motriz implica abordar múltiples formas de movimiento, (Parlebas, 2008) a veces consciente, a veces no, en todo caso, y para lo que aquí interesa, esta postura auténticamente parlebasiana sobrepasa los límites de lo que –generalmente- se concibe, por un lado, y, por otro, cobija sectores diversos tales como el del ejercicio físico para la salud enfocado a adultos mayores, u otras dimensiones, puesto que como bien aducen Hernández y Rodríguez (2009, 20), “…la Praxiomotricidad implica disciplinar-mente, entonces, a la Antropología, la Sociología, la Psicología, la Fisiología, entre muchas otras posibles…”. De este modo, referir la complejidad con la que la acción motriz interviene en el terreno de la actividad física sistemática orientada particularmente a población adulta mayor, o en otras manifestaciones propias del campo disciplinar en discusión, infiere, de una forma entre muchas, una integralidad que trastoca el desarrollo de la persona como individuo. Obliga, entonces, reducir la noción absoluta a psicomo-tricidad, un aspecto que dedica su atención en el sujeto –único- y enfatiza la importancia de la vivencia y la toma de conciencia corporal y de interacción personal con el entorno (Menéndez, 1989).

PalaBraS ClaVE: Acción Motriz, Actividad Física para el Adulto Mayor, Psicomotricidad.

aBStraCt

Talking about motor action implies to address multiple forms of movement, “sometimes aware, sometimes unaware”, in any case and for what concerns here, this authentic parlebasiana posture goes beyond the limits of what generally its conceive, on one side, and, on the other side covers several sectors such as the physical exercise for the health oriented to senior citizens, or other dimensions, as stated by Hernández y Rodríguez (2009, 20), generically “…The praxiology implies disciplinarily the Anthropology, Sociology, Psychology, Physiology, among others…”. So, refer to the complexity with the one that the motor action intervenes in the terrain of the systematic physical activity oriented specifically to senior citizens, or other manifestations that belong to the disciplinary field in discussion, infers, in one way among many, an integrity that changes the development of a person as an indi-vidual. Forces, so, reducing the absolute notion to Psychomotricity, an aspect the dedicates its attention to the subject –unique- and emphasizes the importance of the experience and the corporal awareness of the personal interaction with the surrounding (Menéndez, 1989).

kEYworDS: Motor Action, Physical Activity for Older Adults, Psychomotricity.

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Ejercicio físico por parejas en colchoneta. Villavicencio, Colombia.

aCCIÓN MotrIZ Y SU aMPlIo CaMPo DE aBorDaJE

Una corta recapitulación puede dar cuenta de la evolución de la educación física. Nos muestra, pues, que bajo premisas anato-mo-fisiológicas se marcó el inicio de su recorrido. El reconocimiento científico dio fundamento teórico a lo que se denominó como gimnástica y, más tarde, entrenamiento deportivo. Sin embargo, la misma evolución ha llevado a la educación física a situarse en el mundo de las ciencias sociales, incorporando aspectos de interés social y cultural.

Como aluden Navarro y Jiménez (2009, 29), el transcurrir de la educación física fue “…originalmente una decantación de conoci-mientos residentes en las disciplinas biológicas y sus métodos provenían de saberes gimnásticos y pedagógicos”; ya después, se vieron incorporadas otras interpretaciones que llegaron de la mano del aprendizaje motor y de la psicomotricidad.

En la misma línea, se puede decir que la educación física, aun en nuestros tiempos, presenta cierta inmadurez frente a la adopción de teorías sólidas para la puesta en marcha o resolución de necesidades prácticas que rodean este campo. Con facilidad, los practi-cantes del área disciplinar abrazan modelos para la ejecución de sus clases a través de métodos o propuestas tales como educación física y salud, juegos alternativos, juegos cooperativos, educación física adaptada y diversos estilos de enseñanza (Navarro y Jimé-nez, 2009). Así y todo, los nuevos postulados son difícilmente comprendidos o asimilados. Esto merece una reflexión que genere la unificación de tratados y permita identificar al educador físico como actor fundamental en el proceso de enseñanza-aprendizaje de todo cuanto rodea la educación física, el deporte, el ejercicio físico y un largo etcétera de movimientos con claros propósitos: educativos y/o terapéuticos.

A la par de ello, la educación física acudió a múltiples objetos para su desarrollo. En ejemplo, podemos apreciar los más relevantes: hombre en movimiento (Cagigal, 1968), educación corporal (Gruppe, 1976), modificación de la conducta motriz (Vigarello, 1978), o una teoría psicomotricista (Le Boulch, 1991), o una teoría praxiológica (Parlebas, 2001).

Como se ve, es en la última década que adquiere gran importancia teorías tanto del orden de la psicomotricidad, como de la pra-xiología. Dichas posturas conciben a la educación física como una práctica pedagógica que se apoya en el conocimiento científico, cuyo enfoque está centrado en el movimiento y la interacción; en donde lo significativo de las prácticas se centrará en las manifes-taciones observables del comportamiento motor, así como en el sentido relacional y táctico de las conductas que se presentan en el desarrollo de las actividades.

Sobre la primera, sostiene Le Boulch (1991, 88):

“… ha de concentrarse en una educación general basada en la actividad corporal, que desarrolla aspectos fundamentales de la per-sonalidad del niño. La educación psicomotriz constituye un medio que favorece la evolución del esquema corporal, organización perceptiva, espacio-temporal y habilidades físicas. Y tiene por objetivo ofrecer el soporte que facilite al niño adquirir percepciones y sensaciones que le permitan conocer y controlar su cuerpo y, a través de él, conocer el mundo que le rodea”.

Frente a la segunda, afirma Parlebas (2001, 41):

“... es la acción motriz el común denominador que da identidad, unidad y especificidad a la educación física, cuya práctica enmarca toda una gama de actividades entre las que se consideran: el deporte y los juegos tradicionales, los ejercicios gimnásticos y las actividades libres entre otras”.

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Y plantea como objetivos propios de su ciencia, (Parlebas, 2001) coadyuvar a la formación de la personalidad del sujeto mediante el desarrollo de la inteligencia motriz y la interactividad, a través de la actividad física. Acentuando en propósitos específicos, como:

• Coadyuvar al desarrollo de la personalidad del sujeto • Desarrollar sus capacidades motrices y emocionales • Utilizar la acción motriz para promover la interactividad en los sujetos • Desarrollar en el sujeto el gusto por la práctica de la actividad física

Bien pareciera por lo anterior que la acción motriz, aquella amplia posibilidad que abarca múltiples manifestaciones de movimien-to, con especial atención en el ámbito de las conductas motrices, franquea la comprensión de una educación física sin reducciones. Se torna, tras discusiones de orden epistémico, como en una base sólida de fundamento y soporte teórico, puesto que Lagardera (2009, 11) afirma que:

“… hasta el día de la fecha esta área del saber ha sido la única capaz de construir una región epistemológica, una parcela del mundo cuyo estudio y tutela científica pertenece a los científicos y profesionales de la práctica motriz. Cuando se hace referencia a movi-miento, con toda la coherencia y rigor que se quiera”.

Es posible que la praxiología motriz aún no ostente hoy en día el estatus científico necesario como para constituirse en la ciencia de la actividad física y el deporte por antonomasia, pero de momento se conforma con ser la ciencia de la acción motriz. Es cuestión de tiempo y madurez académica y popular, pero no se puede ni se debe hacer populismo de la ciencia, sino que es con el debate, la crítica y la reflexión que las producciones científicas se afinan y consolidan. Lo mismo ha de ocurrir con la ciencia de la acción motriz. De momento aquí se considera que no existe ahora mismo en la literatura científica área de conocimiento alguna que logre definir un ámbito específico tan claramente determinado como lo hace la teoría de la acción motriz (Lagardera, 2009).

aCtIVIDaD FÍSICa Para la SalUD (aFPS) EN El aDUlto-MaYor, DESDE la aCCIÓN MotrIZ

En este apartado, vale la pena detenernos y atender –y entender- la forma en cómo la intervención que efectúa la acción motriz en el abanico de la actividad física sistemática, no precisamente deviene a través de la praxiología misma, sino más bien, se basa en su fundamento como estructura teórica para justificar el análisis de la acción motriz desarrollada en el contexto de la actividades, cualquiera con intencionalidad. La acción motriz, en esta medida, sobreviene compleja por cuanto inyecta cierta dosis de valor social. Refiriéndonos a Lagardera (2009, 28), “la intervención sobre las personas (escolares, practicantes de fittnes, grupo deportivo) necesariamente ha de contener un valor social”. Es decir, la intervención de nuestro interés posee atributos de la motricidad y atri-butos sociales, porque es un objetivo de la educación física incorporar valor a la práctica de la actividad física en la transformación de la persona (Lagardera, 2009).

Elongación muscular. Villavicencio, Colombia.

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Es así cómo intervenir en el cosmos del sujeto a través del ejercicio físico, implica simultáneamente, afectar su mundo, su compren-sión, el reconocerse a sí mismo, su personalidad. Dicho de otro modo”. (Lagardera, 2009, 11):

“La ejecución de movimientos con clara intención, pone en marcha un complejo dispositivo biológico, psicológico y social que se expresa a través de una conducta motriz (constructo aportado por la praxiología motriz), y el conjunto de éstas va destilando una auténtica biografía, un itinerario en el que se forjan improntas personales, experiencias únicas, afectos, gustos, y miedos, que queda impresa en la piel, en los músculos, en los huesos, en los órganos”.

De esta circunstancia nace el hecho de que, como en cualquier movimiento ejecutado y comprendido en el marco de la conducta motriz, el ejercicio físico para la salud, cuyo concepto deriva un amplio beneficio a nivel físico, psicológico y social, enfatiza su apli-cabilidad en población adulta, pero sobre todo adulta mayor, quienes por su natural condición de decadencia motora, requieren de intervención a través de programaciones activas de ejercicio que mitiguen y/o contribuyan a la disminución de padecimientos o enfermedades, primero de orden orgánico, que van desde cardiopatías coronarias, hipertensión, accidentes cerebrovasculares, diabetes de tipo dos (2), cáncer de colon, cáncer de mama, funciones cardiorespiratorias y musculares, hasta la composición de masa corporal sana o mejora de salud ósea.

Si echamos un vistazo al sinnúmero de beneficios que prodiga la actividad física a la salud y, sobre todo, al bienestar mental del sujeto, podemos encontrar evidencia clara de que la actividad física está asociada a una mejor funcionalidad del individuo, a un menor riesgo de dolencias físicas y a una mejora de las funciones cognitivas. Hay evidencia, basada en observaciones, de que los adultos de todas las edades que realizan actividad física con regularidad presentan un riesgo reducido de limitaciones moderadas y severas y de limitaciones en su desenvolvimiento. “En adultos de mayor edad con limitaciones funcionales, hay evidencia sufi-ciente clara de que la actividad física regular es inocua y beneficiosa para su capacidad funcional” (OMS (2010, 29).

La actividad física para esta población consiste en la práctica de ejercicio durante el tiempo libre o los desplazamientos (por ejem-plo, mediante paseos a pie o en bicicleta), actividades ocupacionales (cuando la persona desempeña todavía una actividad laboral), tareas domésticas, juegos, deportes o ejercicios programados, en el contexto de las actividades diarias, familiares y comunitarias.

A este respecto, la acción motriz resulta oportuna. Los conceptos de sistema praxiológico, de lógica interna, de acción motriz o de conducta motriz resultan tan originales como necesarios y eficaces para comprender con solvencia y rigor el funcionamiento de los procesos práxicos que se desencadenan cuando se practica un deporte, se realiza un ejercicio, un juego tradicional o una danza. Cuando el comportamiento motor se presenta provisto de datos observables y dota en sí algún sentido, se halla de pleno en el campo de la acción motriz, caso de las diversas modalidades de ejercicio físico: de los juegos motores o del fitness.

Al término de este punto, podría decirse que la conducta motriz es perceptible de acuerdo a los objetivos y las pautas que marque la sociedad como prioritarios. Varían según criterios, valores e ideologías dominantes, llevando a cabo prácticas adecuadas para generar mejoras y realizarse en diferentes momentos de la vida: infancia, juventud, madurez o senectud, en la práctica deportiva de más alto nivel de exigencia, en un taller de wellness, en sesiones permanentes que procuren mejorar la salud o en simples actividades antiestrés.

En correspondencia con el argumento aquí presentado, la literatura de nuestro campo clasifica o enmarca la categoría de AFPS en el terreno de lo terapéutico, mayormente. No obstante, si se va más allá, sería común que en esta metodología de trabajo, la asistencia y participación de personas de tercera edad fuera dominante; personas cuyos años oscilan entre los 45 y los 90 años.

Dichas definiciones son más bien teóricas, puesto que el envejecimiento es individual y afecta de diferente forma a cada persona. Como se sabe, trae inconvenientes profundos en la modificación del esquema corporal, como sistema y función, pero más que un problema, es una condición humana ineludible. De aquí que aparezcan, como decíamos arriba, ciertas decadencias: perdida de funciones del cuerpo como medio de acción, inconvenientes fisiológicos, entre otras. En fin, un conjunto de falencias que se reflejan en malestares objetivos y subjetivos. Podríamos acordar en este punto que la vejez es más un proceso que un estado, el envejecimiento como modificación de la condición de la existencia, es un proceso normal de la vida, que se caracteriza por modi-ficaciones involutivas de orden anatómico, fisiológico, neurológico y psíquico.

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Día Mundial de la Actividad Física en Villavicencio, Colombia.

Conviene advertir, sin embargo, que la vejez es llevadera en la medida de una cotidianidad activa y cuidadosamente programada; se debe mantener un estado saludable tanto en el cuerpo como en la mente para favorecer de esta forma un envejecimiento sa-ludable. La importancia de la puesta en marcha de ciertas actividades que reduzcan problemas de los que ya hemos hablado, se ven reflejadas en la sensación de bienestar, en la mejora tanto física como psicológica, en el mantenimiento de un estilo de vida independiente y en la reducción de alteraciones cardiacas o de hipertensión, entre otras. En términos generales, el ejercicio físico moderado no comporta riesgos a las personas mayores; el problema reside en realizarlo con moderación, considerando nuestras capacidades, etc.

Lo que importa observar aquí es cómo el proceso de envejecimiento se torna en una amplia posibilidad para el pleno desenvolvi-miento desde una dimensión integral, donde lo emocional y lo físico, a través del movimiento converjan y resulten en una digna calidad de vida.

DISCUSIÓN, a ProPÓSIto DE PSICoMotrICIDaD EN El aDUlto MaYor

Con lo dicho hasta aquí, y sumadas aquellas digresiones, la psicomotricidad guarda estrecha relación e irrumpe con lo arriba seña-lado, en tanto contiene el prefijo psico que da cuenta de una actividad mental, y el sustantivo motricidad que alude a lo motor o a lo que produce movimiento, un movimiento cargado de significado. Es decir, se trataría de la unión entre lo motor y lo psíquico o lo que es lo mismo, producir modificaciones en la actividad psíquica a través del movimiento. “La psicomotricidad es una disciplina que tiende a favorecer por el dominio del movimiento corporal la relación y la comunicación que el sujeto va a establecer con el mundo que le rodea” (Ministerio de Sanidad y Política Social de España, 2009, 5).

Dicha relación -entre AFPS y psicomotricidad-, que involucra el movimiento, así como el estado psicológico y mental del sujeto, en función del bienestar integral, son preconcebidos por autores tales como Spinoza (S. XIX) quien propone una teoría de lo somáti-co, con ocasión de sus trabajos sobre el niño salvaje de Aveyron. Establece a su vez una relación entre cuerpo físico e inteligencia sensoriomotriz. Por otro lado, C. Wernicke quien fue un psiquiatra alemán iniciador de la sensoriomotricidad en el adulto, y Dupré quien figura como iniciador de la psicometría infantil, describe el síndrome de debilidad motora, donde advierte una estrecha relación entre anomalías psíquicas y anomalías motrices e introdujo por primera vez el concepto Psicomotricidad. Entre los que más aportaron a este campo se destacan Wallon y Piaget, quienes contribuyeron a la psicología del desarrollo, a través de la cual se muestra el papel esencial que tiene el movimiento en el desenvolvimiento del niño. Diferentes ángulos favorecieron el desarrollo de esta reconocida teoría, la cual goza actualmente de una gran acogida, particularmente por los profesionales de la educación física y áreas afines. La psicomotricidad como técnica de intervención a través del cuerpo toma auge a partir de los años 60 fruto de la evolución de planteamientos de la educación física y nuevas tendencias como la pedagogía, unida a avances de la psiquiatría infantil y aportaciones de la psicología. Sus aplicaciones prácticas son diversas, se aplica en la escuela, en reeducación de sujetos con discapacidades psíquicas o sensoriales, allí donde surja el interés por comportamientos motores.

En lo particular, la psicomotricidad (Ministerio de Sanidad y Política Social de España, 2009, 7), “tiene por objeto el estudio de la conducta motriz y su repercusión en el comportamiento de la persona, así como los factores que inciden en el movimiento y que condicionan su evolución”. Podemos entender la Psicomotricidad, entonces, como una técnica corporal con aportaciones de varias disciplinas, caracterizada por una metodología que enfatiza la importancia de la vivencia y toma de conciencia corporal de aspec-tos relacionados con aspectos básicos de la conciencia corporal y de la interacción personal con el entorno, para lograr conseguir unas metas educativas o terapéuticas. (Menéndez, 1989).

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De manera tal, la psicomotricidad, como aquel complejo escenario a través del cual la intervención se hace integra y cuya fun-cionalidad, tiende a favorecer el dominio del movimiento corporal y la comunicación que el sujeto va a establecer con el mundo que le rodea y genera en forma simultánea algunos beneficios enlistados en programas para población adulta mayor (Menéndez, 1989, 10):

· “Propiciar la reelaboración constante del esquema corporal y ajustarse a los cambios constantes que se producen en el cuerpo, para que la persona pueda atender a las nuevas demandas de su entorno.

· Favorecer la comunicación interpersonal entre aquellos sujetos que puedan sentirse insatisfechos con su cuerpo.

· Ayudarles a tomar conciencia de su propio cuerpo, que sean conscientes de sus posibilidades”.

Todo ello parece confirmar la inexcusable relación dada entre acción motriz y AFPS, puesto que, como lo corrobora el ilustrado referente bibliográfico de autoría parlebasiana (2001) Juegos, Deporte y Sociedades. Léxico de Praxiología Motriz, la psicomotri-cidad, aunque confusa y, como dijere Monique Vial (1972, 33), “científicamente no definida”, establece multitud de situaciones motrices cotidianas, entre ellas el ocio y un sinfín de actividades espontáneas y sin reglas objetivas concretas, existiendo, por su-puesto, prácticas más o menos elaboradas. Esto dice, entre aceptadas interpretaciones, que el ejercicio físico para el adulto mayor, siendo un acto definido e intencionado con propósitos fundamentalmente terapéuticos y de mejoramiento, o estabilización, de la buena salud, cabe en la comprensión absoluta y en el sentido teórico-práctico de la acción motriz por cuanto se ha señalado y, muy seguramente, por cuanto resta explorar.

BIBlIograFÍa

Cagigal, J. M. (1968). Sugerencias para la Década del 70 en Educación Física. Revista Citius, altius, fortius, 13: 413-434.

Grupe, O. (1976). Teoría pedagógica de la Educación Física. Madrid: Editorial INEF.

Hernández, J, y Rodríguez, J. (2009). Una praxiología, es decir... (sobre los conocimientos de la ciencia de la acción motriz y su orga-nización). Revista Acción Motriz.3: 16-24.

Lagardera, F. (2009). El Área de Conocimiento de la Acción Motriz. Revista Acción Motriz. 3: 5-15.

Le Boulch, J. (1991). Hacia una ciencia del movimiento humano. Buenos Aires: Paidós.

Menéndez, M. (1989). La Actividad Física y la Motricidad en Personas Mayores. Textos & Contextos, 10 (1), 179–192.

Navarro, V, y Jiménez, F. (2009). El Conocimiento Práctico de la Educación Física desde una Visión Epistemológica Actual. Revista Acción Motriz, 3: 25-32.

Parlebas, P. (2001). Juegos, deporte y sociedades: Léxico de Praxiología motriz. Barcelona: Paidotribo.

Piaget, J. (1977). Seis estudios de psicología. Barcelona: Seix Barral.

Ministerio de Sanidad y Política Social de España (2009). Psicomotricidad y ejercicio físico para mayores. Disponible en: http://fiapam.org/wp-content/uploads/2013/07/Psicomotricidad-y-ejercicio-f%C3%ADsico.pdf

OMS (2010). Recomendaciones mundiales sobre actividad física para la salud. Organización Mundial de la Salud Disponible en: http://whqlibdoc.who.int/publications/2010/9789243599977_spa.pdf

Sergio, M. (1987). Para uma epistemología da motricidade humana. Lisboa: Compendium.

Vial, M. (1972). Reflexions sur la notion de psycho-motricité, en la motricité chez l’enfant de la naissance `a 6 ans. París: INSEP.

Vigarello, G. (1978). Une epistemologie... c´est à dire? EPS, 151, suplemento.

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ratINg Elo EN la lUCHa CaNarIa

Elo ratINg aPPlIED to CaNarIaN wrEStlINg

Miguel Pic Aguilar (España)Doctorando en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte Profesor de enseñanza secundaria

Pedro Ruymán García Díaz (España)Doctor en Ciencias MatemáticasProfesor de enseñanza secundaria

Fecha recepción 7-4-14Fecha aceptación: 24-6-14

rESUMEN

Este escrito explora la posible necesidad de presentar un sistema de ranking alternativo para ser aplicado a la lucha canaria. La uni-dad muestral se compuso de los resultados de la primera categoría provincial de lucha canaria en Tenerife (Islas Canarias), durante el temporada 2012/13. El ranking toma forma a partir de la probabilidad de alcanzar el éxito de los rivales enfrentados, de acuerdo con el sistema elo, superando así un ranking “igualitario”.

A partir de un análisis de la lógica de la lucha canaria y asistidos por procedimientos praxiológicos y matemáticos, contribuimos a reducir la dispersión relativa entre los equipos y alcanzar una mayor igualdad, por tanto un torneo más espectacular.

PalaBraS ClaVE: Ranking, Rating, Elo, Lucha Canaria, Praxiología

aBStraCt

This paper explores the possible need to present an alternative ranking system to be applied to canarian wrestling. The sample consisted of the results of the first provincial category of canarian wrestling in Tenerife (Canary Islands) during the 2012/13 sea-son. The ranking is based on the probability of success of the rivals, according to the elo system, thus overcoming an “egalitarian” ranking.

From an analysis of the logic of canarian wrestling and by applying mathematical and praxeological procedures, we help to reduce the relative divergence among the teams is made. This way, greater equality is achieved and the tournament becomes more spec-tacular and exciting.

kEY worDS: Ranking, Rating, Elo, Canarian Wrestling, Praxeology

INtroDUCCIÓN

El deporte utiliza generalmente un ranking que ordena a sus practicantes de mayor a menor destreza o habilidad. Sin embargo, esta aparente afirmación anterior puede no resultar tan sencilla cuando nos preguntamos a qué obedecen los rankings aplicados al mundo del deporte.

Nuestra propuesta analizará el ranking utilizado por la lucha canaria, para proponer un sistema de clasificación alternativo, partien-do para ello de la amplia amalgama de rankings conocidos, como parte de su lógica externa (Parlebas, 2001).

Refiriéndonos más bien al sistema de tanteo (Parlebas, 2001) a nadie escapa que un jugador de tenis puede obtener más puntos que el adversario y perder el encuentro. El ranking ATP toma el balance del último año junto a la actuación del tenista para hallar su puntuación en el ranking. Atendiendo a deportes como el fútbol o la lucha canaria, la victoria supone obtener tres puntos en la clasificación, mientras que empatando ganarían un punto y cero puntos en caso de derrota.

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Por tanto, nuestro punto de salida para tratar de encarar un ranking alternativo de aplicación a la lucha canaria, no es otro que el profesor Arrow, a propósito de su libro Social Choice and Individual Values publicado en 1963. Nos valemos de esta base teórica para exponer un sistema de clasificación de los equipos de lucha canaria conscientes de las posibles interpretaciones a que esta particular visión de un ranking diera lugar. Tanto es así que, no podemos estar más de acuerdo con Arrow al considerar injusta cualquier aproximación a un sistema de clasificación o ranking.

MarCo tEÓrICo

Desde un análisis praxiológico de la lucha canaria (Hernández, Navarro, Castro y Jiménez 2007; Amador, 1994) podemos convenir que tratamos un deporte de oposición entre dos adversarios con incertidumbre proveniente del adversario (Parlebas, 2001). Las luchadas suelen organizarse entre equipos compuestos por 12 luchadores. Para que un luchador gane un enfrentamiento directo sobre un rival necesita ganar al menos en dos enfrentamientos consecutivos o alternativos, de tres intentos posibles. El luchador que pierde quedaría eliminado del equipo del que forma parte. Así, vendría a organizarse sucintamente el suprajuego (Parlebas, 2001) de la lucha canaria. Para profundizar en las reglas que rigen la lucha canaria sugerimos consulten el reglamento citado en las referencias.

Ya Parlebas (2001), muestra que la procedencia de incertidumbre es una variable de lógica interna de imperiosa pertinencia para clasificar las prácticas motrices. El citado autor y más al hilo de las clasificaciones, remarca que la utilización de rankings en el mundo del deporte se relacionarían mayormente con praxis motrices estereotipadas en medio altamente estandarizado o do-mesticado. Se facilita así la aplicación de procedimientos que posibiliten la matematización motriz, incluso al intentar ordenar diferentes generaciones de deportistas. Las carreras de velocidad en pista vendrían a constituir un ejemplo de la idea mencionada anteriormente.

En el otro extremo situaríamos las praxis motrices que deben necesariamente adaptarse a la gran incertidumbre del medio, llegan-do a tener gran relevancia el azar y haciéndose imposible así, la comparación de distintas generaciones de jugadores. En muchos de estos casos, el resultado es eventual y, por ejemplo, el esquí de montaña resultaría aclaratorio.

Partiendo de un universal como el sistema de tanteo, en íntima relación con el ranking, diríamos que el sistema de tanteo es el recuerdo numérico o gráfico de los enfrentamientos, mientras que el ranking sería la acumulación de recuerdos procedentes de los tanteos acontecidos.

Bajo el plano teórico anterior, nos disponemos a explicar los procedimientos matemáticos utilizados para progresar en la cons-trucción de un sistema alternativo para la clasificación de la lucha canaria, intentando igualar el punto de partida de los equipos de acuerdo con los resultados obtenidos pero sobre todo, en relación con la calidad de los adversarios y la estimación de victoria, derrota o empate hallada por el sistema que se trata de pormenorizar.

SIStEMaS DE ratINg EN El aJEDrEZ

Las primeras referencias que apuntan a la utilización de un sistema de ranking numérico se remontan a 1933 con la CCLA (Corres-pondence Chess League of America), siendo posterior el sistema Ingo (Hoesslinger, 1948) el primer sistema internacionalmente conocido. En 1949 la USCF (United States Chess Federation) y un poco más tarde la BCF (British Chess Federation) comenzaron a usar un sistema de ranking ideado por K. Harkness que lleva su nombre (Harkness, 1956). En el sistema Harkness los jugadores te-nían un rating que oscilaba entre 0 y 3000 puntos, estableciendo categorías diferenciadas en 200 puntos. Tras un enfrentamiento entre dos jugadores, los puntos obtenidos o perdidos, dependen de la calidad del rival medida a través de su rating.

En 1960, Arpad Elo diseñó un nuevo y revolucionario sistema de rating que fue adoptado por la USCF, que trataba de ser más preciso que los anteriores. En aras de la tradición, Elo mantuvo intactas dos partes importantes del sistema Harkness: la escala de puntuación y las categorías de clase en dicha escala. Una década más tarde, en 1970, la federación internacional de ajedrez, más conocida como FIDE (Fédération Internationale des Échecs), también puso en práctica el sistema elo para registrar la fuerza relativa de los maestros de todo el mundo.

Hoy en día, más de medio siglo después de su comienzo, el sistema elo se asemeja muchísimo a su forma original. Además, ha sido aplicado a muchas otras formas de competición por parejas, como el Scrabble, los juegos de rol de participación masiva por internet como League of Legends, World of Warcraft y otros juegos de tablero como el Go y el Othello.

En general, la mayoría de estos sistemas de ordenación asocian la fortaleza de un jugador a un número alto, mientras que a un jugador débil le correspondería una numeración baja. El rating de los jugadores aumenta si sus actuaciones van siendo mejor de lo esperadas, sin embargo, disminuirían en caso contrario. En cualquier caso, la magnitud de estas fluctuaciones depende de la calidad de los contendientes.

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El SIStEMa Elo

Desde la experiencia general en los deportes sabemos que no siempre los jugadores o equipos más fuertes derrotan a los más débiles. Los jugadores tienen días buenos y malos, torneos o competiciones mejores y peores. Mirando a largo plazo y cuando un jugador tiene un número suficiente de partidas podemos hacernos una idea intuitiva de la fortaleza del jugador. Está claro que su nivel puede fluctuar pero a largo plazo estas oscilaciones se moderan y no suelen ser demasiado grandes. Esta idea junto con algunas investigaciones (Elo, 1965) condujeron a Elo a establecer la hipótesis básica de su sistema de ranking:

La fortaleza de un jugador está normalmente distribuida.

Concretamente, la media de esta distribución deberá ser el rating del jugador y la desviación típica es 200 puntos, es decir, una clase según Harkness.

Dado un jugador con rating r, su nuevo rating tras una partida, r’, viene dado por la fórmula r’=r+K(S-E) que pasamos a describir:

K es una constante que depende de la importancia de la partida. Si K es grande, la variación en el rating será mucho mayor que para una K pequeña. De hecho, K es el máximo valor posible de oscilación. De manera estándar, la USCF establece tres niveles de K: 32, 24 y 18, mientras que la FIDE establece los niveles: 30, 15 y 10.

S refleja el resultado obtenido en la partida. Los valores posibles son 1, 0.5 ó 0 si el jugador ganó, empató o perdió, res-pectivamente.

E es la probabilidad teórica de victoria. Una de las características novedosas del sistema elo es que se puede estimar la probabilidad con la que un jugador derrotará a otro en función de sus ratings. En efecto, si pensamos en un enfrentamiento entre un jugador i con ranking r_i y un jugador j con ranking r_j y designamos sus fortalezas como las variables aleatoria X_i y X_j, éstas satisfacen X_i~N(r_i,200) y X_j~N(r_j,200), respectivamente. Este enfrentamiento está modelado por una variable aleatoria, X_ij, que tiene una función de distribución normal, con media la diferencia entre los ratings y una desviación típica que es igual a la raíz cuadrada de la suma de los cuadrados de las desviaciones típicas de cada jugador. Por tanto, X_ij~N(r_i-r_j,282.84) y la probabili-dad de que el jugador i derrote al jugador j viene dada por P(X_i-X_j>0)=P(Z>((r_i-r_j)/282.84)), siendo Z la normal tipificada que se encuentra habitualmente tabulada.

A modo de ejemplo, supongamos que se enfrentan dos jugadores con ratings r_i=1600 y r_j=1440. La probabilidad teórica de victoria para el jugador i sobre el jugador j es E_ij=P(Z>((1440-1600)/282.84))=0.7143 y la del jugador j sobre el jugador i es E_ji=P(Z>((1600-1440)/282.84))=0.2857. Tomando K=32, los tres posibles escenarios son:

Gana el jugador i: Rating jugador i: r’=1600+32·(1-0.7143)=1609Rating jugador j: r’=1440+32·(0-0.2857)=1431

Gana el jugador j: Rating jugador i: r’=1600+32·(0-0.7143)=1577Rating jugador j: r’=1440+32·(1-0.2857)=1453

Tablas: Rating jugador i: r’=1600+32·(0.5-0.7143)=1593Rating jugador j: r’=1440+32·(0.5-0.2857)=1447

Como vemos, el funcionamiento del sistema elo se basa en una predicción teórica (E) que se compara con un resultado real (S). Tras analizar la diferencia entre dichos valores, ésta se ve magnificada por una constante prefijada (K), que corrige el rating del jugador en función de los hechos acontecidos. Además, la suma de la variación de los ratings es cero por lo que en un sistema de jugadores que juegan entre sí, la suma total de los ratings permanecerá constante.

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Estudios posteriores (Glickman y Jones, 1999) han mostrado que es más conveniente usar la distribución logística para el cálculo pues la expectativa de victoria de los jugadores débiles es mayor que lo que el modelo normal predice. Además, la distribución logística proporciona resultados más precisos debido a su formulación y es más fácilmente computable. La probabilidad según el modelo logístico de que el jugador i con rating r_i venza al jugador j con rating r_j, viene dada por

E_ij=1/(1+[10]^((r_j-r_i)/400) )

El SIStEMa Elo EN la lUCHa CaNarIa

Como mencionamos al principio, el sistema de rating Elo ha sido adaptado a multitud de juegos y deportes (Mocholí y Sala, 2012). Dichas adaptaciones tienen en cuenta la lógica del deporte en cuestión. Por ejemplo, en el fútbol de selecciones, se considera un K variable que depende del tipo de competición en la que se dispute el encuentro y que además se ve amplificada dependiendo de la diferencia de goles.

Para la lucha canaria hemos realizado las siguientes consideraciones:

· La distribución que modeliza el rating de cada equipo es logística.

· Tomaremos K=20 para todos los partidos.

· El valor de S será de 1, 1/3 y 0, para la victoria, empate y derrota, respectivamente.

El rating inicial de cada equipo es 1000. En la primera jornada de liga se tendrá en cuenta las diferencias de rating en la clasificación final de la liga anterior. Si no se dispone de los ratings de la liga pasada o es la primera vez que se realiza el cálculo aplicaremos el algoritmo de 400 (Elo, 1978, sec. 1.81), donde el rating de cada equipo sería calculado a partir de las luchadas ganadas y perdidas en la temporada anterior siguiendo la fórmula:

r=1000+(400·(W-L))/N

donde W es el número de victorias, L es el número de derrotas y N es el número total de luchadas disputadas.

En el caso de que se incorporen nuevos equipos a la competición en detrimento de otros, se tomará como elo inicial para todos ellos la media aritmética de los ratings de los equipos menos valorados de la liga pasada o de los que indique el sistema anterior.

El reparto de puntos elo referido a las luchadas se hace acorde a la fórmula

(t+1)/(T+2)

siendo t el número de luchas del equipo y T el número total de luchas. El uso de esta fórmula está motivado por la Regla de Suce-sión de Laplace (Feller, 1968).

El valor teórico de victoria que proporciona el modelo, E, se compará con el valor S y el valor anterior referido a la diferencia de luchas de cada equipo al 80 y 20 por ciento, respectivamente.

Con todas estas consideraciones, la fórmula de trabajo es

r^’=r+K(0.8·S+0.2·(t+1)/(T+2)-E)

Ejemplo. Supongamos que se enfrentan un equipo i de rating r_i=1100 con otro equipo j de rating r_j=940, con un resultado de 12-9 a favor del equipo i.

r_i^’=1100+20(0.8·1+0.2·13/23-0.7153)=1104r_j^’=940+20(0.8·0+0.2·10/23-0.2847)=936

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lIga rEgIoNal DE la ProVINCIa DE S/C DE tENErIFE

Hemos analizado la temporada 2012/13 de la liga provincial de Santa Cruz de Tenerife, formada por 12 equipos de lucha, extra-yendo los datos de la web www.origencanario.com. Para el rating inicial, hemos aplicado el algoritmo de 400 para los equipos de la temporada anterior. De esta forma se da respuesta a la problemática surgida en torno a la inclusión de nuevos equipos en la categoría.

Tabla 1: Ranking de los equipos de lucha canaria de la temporada 2011/12 mediante el algoritmo de 400.

Analizando la tabla comprobamos cómo la forma tradicional de clasificar a los equipos (segunda columna) de lucha canaria no coincide con la propuesta realizada. Si vamos al detalle comprobaremos que el primer clasificado con el método de la federación ocuparía el segundo o tercer puesto, haciendo uso de la puntuación elo. Mientras que el segundo clasificado con el método elo ocuparía el primer puesto para la federación de lucha canaria.

El resto de equipos vienen a coincidir al ser utilizados ambos métodos, es decir el ranking permanece invariable, sin embargo pro-fundizaremos más adelante sobre los valores que distinguen ambos métodos como sería la dispersión relativa, incluso la mayor dificultad del sistema elo para empatar las puntuaciones de los equipos.

En la liga 2012/13, desaparecieron de la primera categoría los clubes de lucha Llano del Moro y Benchomo en detrimento de los clubes Araya y Rápido de Ravelo.

Tras la primera jornada, el elo de cada equipo quedaría configurado como viene en la tabla 2, haciéndose necesario definir el sig-nificado de los epígrafes de la citada tabla:

- elo anterior: tiene que ver con el rating de la jornada anterior, aunque en este caso tiene relación con la ordenación propuesta y mencionada anteriormente.

- S: es el sistema de tanteo obtenido al finalizar la luchada. Utilizamos 1 para la victoria, 0 para la derrota y 0,333 para el empate.

- t: es el registro del número de enfrentamientos ganados por los componentes de los equipos, siguiendo el reglamento (artículo 7º) de lucha canaria “tres las dos mejores”.

- T: número total de puntos en la luchada.

- Dif. de rating: es la predicción que hace el sistema elo de alcanzar la victoria para los equipos dependiendo fundamentalmente de las calidades de los equipos contendientes.

- K: número fijo que amplifica o reduce las consecuencias fruto de la ponderación de los indicadores seleccionados.

- Equipos: el nombre del equipo de lucha canaria inscrito en la temporada 2012/13.

- Elo nuevo: resultado obtenido tras realizar las operaciones matemáticas citadas en el apartado anterior.

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Tabla 2: Ranking propuesto para la primera jornada de los equipos de lucha canaria durante la temporada 2012/13.

Tabla 3: Ranking propuesto para la jornada número 11 de los equipos de lucha canaria durante la temporada 2012/13.

Tras considerar los indicadores explicados se comprueba que el empate es un hecho poco común. Éste es uno de los rasgos más diferenciadores del sistema propuesto.

Tabla 4: Ranking propuesto para la última jornada de los equipos de lucha canaria durante la temporada 2012/13.

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La última jornada de la temporada 2012/13 deja ante nosotros la posibilidad de comparar el sistema propuesto con el método utilizado por la federación canaria de lucha canaria. Así, desde la interpretación federativa, el empate aparece en cuatro ocasiones. Los equipos US Guamasa, CL Rápido de Ravelo y CL Tegueste con 33 puntos están empatados, otros dos equipos reflejan empate en el ranking con 22 puntos, concretamente los equipos CL Tijarafe-Guanche y CL Brisas del Teide. Sin embargo, el sistema elo no ofrece empate entre alguno de los equipos de lucha.

Otra diferencia entre ambas modalidades de ranking gira alrededor de la dispersión relativa entre las puntuaciones obtenidas. En el sistema tradicional, para el coeficiente de variación de Pearson se obtiene un valor de 0,5228 por 0,0678881 del sistema elo propuesto.

Por último, también debemos resaltar que no todos los puestos alcanzados en la última jornada se han mantenido idénticos para ambos métodos. Para el sistema elo el 5º y 6º puesto se reservaría para los equipos CL Rápido de Ravelo con 1021 puntos de rating y CL Tegueste con 1001 puntos de rating respectivamente, mientras que la US Guamasa ocuparía el 7º lugar con 993 puntos elo.

El equipo CL Tijarafe-Guanche y el equipo CL Brisas del Teide obtienen el 8º y 9º lugar en la clasificación elo con 952 y 933 respec-tivamente, aunque permanezcan empatados a 22 puntos con 8º y 9º, según el método usado por la federación, es decir idéntica posición que el método propuesto.

Otra diferencia de posición en el ranking final parte el equipo CL Araya que obtiene el puesto 11º para el sistema elo, cuando ocupa el último lugar para el sistema tradicional.

El gráfico de la figura 5 se organiza en torno a dos ejes graduados. Por una parte, el eje horizontal se corresponde con la puntua-ción tradicional mientras que el eje vertical muestra las puntuaciones del sistema elo. Esencialmente, se pone de manifiesto cierto equilibrio entre las dos posibles interpretaciones de ranking; existiendo una correlación lineal fuerte (R^2=0.978) entre las dos modalidades. También se muestra la recta de regresión que interpola la nube de puntos de coordenadas las puntuaciones de cada método.

Figura 1: Curva de regresión considerando puntuación tradicional y puntuación elo para la última jornada de los equipos de lucha canaria durante la temporada 2012/13.

DISCUSIÓN

Si el concepto de etnomotricidad (Parlebas, 2001) nos remite a mirar hacia la cultura de referencia de una práctica motriz, debe-mos señalar que los indicadores para conformar la clasificación de un juego deportivo podrían fluctuar de acuerdo con el modelo de sociedad pretendido. A nuestro modo de ver, éste es un punto delicado y no abordado suficientemente desde presupuestos educativos, aunque se necesitaría un conocimiento profundo de la práctica motriz a tratar, es decir, tanto desde la lógica interna como desde su lógica externa. No acertamos a explicar el porqué los rankings utilizados en la iniciación deportiva vienen a repro-ducir literalmente un modelo profesional cuyos objetivos se alejan bastante de los fines perseguidos desde la necesaria y popular iniciación deportiva.

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Trasladar un tanteo o resultado a una clasificación lo entendemos como un ejercicio de lógica externa, mientras que ir aderezando un resultado a través de logros parciales sería entendido como un indicador de lógica interna, cuyas consecuencias deben ser reflejadas por el sistema de tanteo. Otorgando una ponderación positiva a un luchador que desempeñe fundamentalmente un rol de ataque podría servir como ejemplo para entender que el sistema de tanteo no refleja numérica y necesariamente toda la riqueza de las distintas prácticas motrices. El intento de ejecutar distintas mañas podría ser valorado al alza y la pasividad a la baja, más allá de las tradicionales amonestaciones.

CoNClUSIoNES

No es novedoso aplicar la fórmula que magnifica el modelo deporte, tratando de igualar los enfrentamientos. Sin embargo, esa construcción equilibradora de fuerzas de partida parece ser sinónimo de espectáculo y éxito, al menos desde la eclosión del de-porte moderno.

Se construye un instrumento para rankear a los equipos de lucha canaria, alternativo al método empleado por la federación insular. Se incluye la calidad del adversario como elemento a partir del cuál construir un ranking alternativo al sistema tradicional, sin pasar por alto la importancia otorgada a las luchas ganadas, empatadas o perdidas en cada luchada.

La disminución de la dispersión relativa de los resultados del ranking propuesto frente al sistema convencional, abre la puerta a la posibilidad de incrementar la espectacularidad de los encuentros, dado que los equipos cercanos a los primeros puestos podrían disminuir su puntuación considerablemente en caso de perder, mientras que los equipos que ocupan los últimos puestos podrían incrementar sus puntuaciones elo en mayor medida.

Partiendo de la imposibilidad de encarar la justicia en la ordenación de series, también aplicado al mundo del deporte, hemos pro-puesto la mejora de un método tradicional de clasificación de equipos de lucha canaria, susceptible de ser aderezado por futuras investigaciones mediante indicadores de lógica interna.

rEFErENCIaS

Amador, F. (1994). Estudio praxiológico de los deportes de lucha. Análisis de la acción de brega en la Lucha Canaria. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria. Las Palmas de Gran Canaria. Tesis doctoral

Arrow, K (1963). Social choice and individual values. New Haven: Yale University Press

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Feller, W. (1968). An Introduction to Probability Theory and its applications, vol. 1, New York: Jhon Wiley.

Glickman, M. y Jones, A. (1999). Rating the chess rating system, Chance, 12 (2), 21-28.

Harkness, K. (1956). Official Blue Book and Encyclopedia of Chess. New York: Mckay.

Hernández Moreno, J., Navarro, V., Castro, U. y Jiménez, F. (2007). Catálogo de los deportes y juegos motores canarios de adultos. Barcelona: Inde.

Hoesslinger, A. (1948). Ingo system. Bayerischen Schachnachrichten.

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Parlebas, P. (2001). Juegos, deportes y sociedades. Léxico de Praxiología motriz. Barcelona: Paidotribo.

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PraXIologÍa MotrIZ Y FENÓMENo DE-PortIVo EN El SIglo XXI

Pierre PARLEBAS (Francia).Facultad de Ciencias Humanas y Sociales – Sorbona.

Ponencia Inaugural del I Congreso Internacional de Praxiolo-gia Motriz celebrado en Manaus (Brasil), Mayo de 2014.

rESUMEN

Las actividades físicas y deportivas tienen grandes dificulta-des de encontrar su lugar en el mundo científico y universi-tario. De manera tradicional, toman sus referencias de forma casi exclusiva en un campo disciplinario clásico, esencialmen-te las ciencias biológicas. ¿No es deseable que el ámbito de las actividades físicas y del deporte se libere de las tutelas exteriores y defina su propia identidad?

Este problema epistemológico es capital para el futuro cientí-fico de las actividades físicas y deportivas: entabla un debate relativo al planteamiento multidisciplinar, a la opción inter-disciplinar y a la postura indisciplinar. Resulta que de estas confrontaciones puede avanzarse un nuevo objeto científi-co: la acción motriz, que representa el denominador común de todas las actividades lúdico-deportivas. Se define así una ciencia de la acción motriz o Praxiología Motriz, que se con-vierte en la punta de lanza de las técnicas del cuerpo. Cono-ciendo una nueva juventud, los trabajos de investigación y los programas de formación de los Institutos Superiores de Educación Física y Deporte pueden ahora inscribirse con provecho en el marco coherente y unitario de la Praxiología Motriz.

PalaBraS ClaVE: Acción motriz, Epistemología, Praxiología motriz, Pluridisciplinar, Interdisciplinar, Indisciplinar, Bi-disci-plinar, Monodisciplinar.

Siempre es delicado introducir una nueva forma de ver las cosas en un universo que ya está bien constituido y seguro de sus bases. Sin embargo, este es el camino que ha elegido la Praxiología Motriz, trastornando el orden establecido en el ámbito de las actividades físicas y deportivas durante nume-rosos siglos.

UNa “CIENCIa DEl MoVIMIENto” INCIErta

Se ha convertido en un clásico explicar las prácticas corpo-rales y el deporte apoyándose en conocimientos proporcio-nados por las ciencias biológicas, y más recientemente, en adquisiciones propuestas por las ciencias humanas y socia-les. Estos conocimientos son llamados fundamentales por ser considerados como el fundamento de la educación física y deportiva. La referencia básica, alegada permanentemente desde la antigüedad es la noción de movimiento. Recorde-

PraXEologIE MotrICE Et PHENoMENE SPortIF aU XXIEME SIEClE

Pierre PARLEBAS (France).Faculté des Sciences Humaines et Sociales – Sorbonne.

Conférence inaugural : I Congrès International de Praxéologie motrice qui s’est tenue à Manaus (Brésil), mai 2014.

rÉSUMÉ

Les activités physiques et sportives éprouvent de grandes difficultés à trouver leur place dans le monde scientifique et universitaire. De façon traditionnelle, elles prennent leurs ré-férences de façon quasi- exclusive dans un champ disciplinai-re classique, essentiellement les sciences biologiques. N’est-il pas souhaitable que le domaine des activités physiques et du sport s’affranchisse des tutelles extérieures et définisse sa propre identité ?

Ce problème épistémologique est capital pour l’avenir scien-tifique des activités physiques et sportives : il engage un débat relatif à la démarche multidisciplinaire, à l’option in-terdisciplinaire et à la posture indisciplinaire. Il ressort de ces confrontations que l’on peut avancer un nouvel objet scienti-fique : l’action motrice, qui représente le dénominateur com-mun de toutes les activités ludosportives. On définit ainsi une science de l’action motrice ou Praxéologie motrice, qui devient le fer de lance des techniques du corps. Connaissant une nouvelle jeunesse, les travaux de recherche et les pro-grammes de formation de nos Instituts Supérieurs peuvent alors s’inscrire avec profit dans le cadre cohérent et unitaire de la Praxéologie motrice.

MotS-ClEFS: action motrice, épistémologie, praxéologie motrice, pluridisciplinaire, interdisciplinaire, indisciplinaire.

Il est toujours délicat d’introduire une nouvelle façon de voir les choses dans un univers déjà bien constitué et sûr de ses assises. C’est pourtant la voie qu’a choisie la Praxéologie Mo-trice en bousculant l’ordre établi au cours de nombreux siè-cles, dans le domaine des activités physiques et sportives.

UNE « SCIENCE DU MoUVEMENt » INCErtaINE

Il est devenu classique d’expliquer les pratiques corporelles et le sport en s’appuyant sur des connaissances fournies par les sciences biologiques, et plus récemment sur des acquis proposés par les sciences humaines et sociales. Ces connais-sances sont dites « fondamentales », c’est-à-dire sont censées être au fondement de l’éducation physique et sportive. La référence basique, invoquée en permanence dès l’Antiquité est la notion de « mouvement ». Que l’on songe qu’en 1857 a été écrit un très savant ouvrage de 825 pages, dû à Mon-sieur Dally (1857), qui avait pour titre « Cinésiologie ou scien-

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mos que en 1857 Sr. N. Dally escribió una docta obra de 825 páginas, que tenía por título Cinesiología o ciencia del movi-miento. ¡Hoy día, un siglo y medio más tarde, esta ciencia del movimiento es aún la que se reivindica en la mayoría de Insti-tutos Superiores del deporte y la educación física! Al estudiar la educación, la higiene y la terapia bajo la base fundadora del movimiento, Sr Dally tenía la ambición de tratar todas las actividades que componen el ejercicio del cuerpo y del espí-ritu, según decía él. ¿Tan poco se ha progresado desde estas investigaciones que datan de siglos pasados?

A lo largo de los trabajos que se han ido realizando desde entonces, esta ciencia del movimiento se ha aferrado a la concepción de un cuerpo-máquina, de un cuerpo percibido como un sistema de engranajes y palancas movilizadoras. La sumisión mecanicista al concepto de “movimiento” ha trans-formado la teoría de la educación física en una descripción de ejercicios gestuales, en un catálogo de técnicas higiénicas y deportivas: los ejercicios de gimnasia y de mantenimiento, las técnicas de lanzamiento de peso, de la barra fija, del judo, del baloncesto..., con el objetivo final, habitualmente, de lo-grar una marca cifrada.

Sin embargo, las certezas de antaño generalmente se ponen en entredicho hoy día y la coraza biológica comienza a agrie-tarse seriamente. La educación física está en crisis. Como saben, actualmente la educación física y, en un sentido más amplio, el estudio de las actividades lúdico deportivas, pasa actualmente por un cuestionamiento y rechazo general en el conjunto del planeta. Las reivindicaciones brotan en un asombroso desorden, los métodos proliferan con una dispa-ridad que confunde, las posiciones teóricas se presentan sin ninguna armonía. En varios países, las actividades físicas y de-portivas han conseguido tener un lugar en la universidad, sin embargo, esta posición parece ilusoria bajo el ángulo cientí-fico, ya que permanece sujeta a los conceptos, resultados y aprobación de disciplinas externas.

Ante este desmigajamiento de conocimientos y en respuesta a esta dependencia en relación a las disciplinas consagradas, profesores e investigadores de distintos países han reaccio-nado y comenzado a participar en la refundación del campo de las actividades físicas y deportivas. Su trabajo se apoya en la realidad sobre el terreno, es decir, en la práctica. Sin embar-go, si la práctica no se fundamenta en una concepción teórica sólida, permanece incierta, frágil y condenada a desaparecer. Esta constatación de insuficiencia fue la causa de la creación de la Praxiología Motriz, que se ha desarrollado desde hace varias décadas en varios continentes.

¿la ProMESa DE UN rENaCIMIENto?

Este Congreso internacional que hoy nos reúne en este an-fiteatro de Manaus, es la brillante demostración de este re-nacimiento del pensamiento y la acción que se realiza en el ámbito de la educación física y el deporte. La importancia de los trabajos de tipo praxiológico que se han llevado a cabo en España, Francia, África y América, pone de relieve que

ce du mouvement ». Aujourd’hui encore, un siècle et demi plus tard, c’est encore cette « science du mouvement » qui est revendiquée dans la plupart de nos Instituts Supérieurs du sport et de l’éducation physique ! En étudiant « l’éducation, l’hygiène et la thérapie » sur la base fondatrice du « mouve-ment », Mr Dally avait l’ambition de traiter toutes les activi-tés qui « composent, disait-il, l’exercice du corps et celui de l’esprit ». N’aurions-nous pas progressé depuis ces recherches qui datent des siècles passés ?

Au fil des travaux qui se sont depuis succédé, cette science du mouvement s’est complu dans la conception d’un corps-ma-chine, d’un corps perçu comme un système d’engrenages et de leviers mobilisateurs. La soumission mécaniste au concept de « mouvement » a transformé la théorie de l’éducation physique en une description d’exercices gestuels, en un ca-talogue de techniques hygiéniques et sportives : les exercices de gymnastique et de maintien, les techniques de lancer de poids, de la barre fixe, du judo, du basket-ball… avec souvent l’objectif final d’une performance chiffrée.

Cependant, aujourd’hui, les certitudes d’antan sont sou-vent remises en cause et la cuirasse biologique commence sérieusement à se fissurer. L’éducation physique est en crise. Ainsi que vous le savez, l’éducation physique et, d’une façon plus générale, l’étude des activités ludosportives traverse ac-tuellement une remise en question commune à l’ensemble de la planète. Les revendications jaillissent en un étonnant désordre, les méthodes prolifèrent selon une disparité con-fondante, les positions théoriques se télescopent sans aucu-ne harmonie. Dans plusieurs pays, les activités physiques et sportives ont réussi à obtenir une place à l’Université ; cette position apparaît cependant illusoire sous l’angle scientifi-que, car elle reste soumise aux concepts, aux résultats et à l’approbation de disciplines extérieures.

Face à cet émiettement de savoirs et en réponse à cette dépendance à l’égard des disciplines consacrées, des en-seignants et des chercheurs de différents pays ont réagi et ont entrepris de participer à une refondation du champ des activités physiques et sportives. Leur travail s’est appuyé sur les réalités du terrain, c’est-à-dire sur la pratique. Cependant, si la pratique ne se fonde pas sur une conception théorique solide, elle reste incertaine, fragile et vouée à disparaître. Ce constat d’insuffisance fut à l’origine de la création de la Praxéologie motrice qui s’est développée depuis plusieurs décennies sur plusieurs continents.

la ProMESSE D’UN rENoUVEaU ?

Ce Congrès international qui nous réunit aujourd’hui dans cet amphithéâtre de Manaus est l’éclatante démonstration de ce renouveau de la pensée et de l’action qui s’accomplit dans le domaine de l’éducation physique et du sport. L’impor-tance des travaux de type praxéologique qui ont été menés à bien en Espagne, en France, en Afrique et en Amérique, sou-ligne qu’aujourd’hui ce qu’on appelle la « masse critique » est atteinte. La tenue de ce Congrès au Brésil devant une assem-

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lo que hoy día se llama la “masa crítica” se ha alcanzado. La celebración de este Congreso en Brasil ante una asamblea internacional, es la señal de que la Praxiología Motriz ha con-seguido hacer su entrada en el mundo científico. Pero esto es sólo el principio. Habrá que multiplicar las experiencias sobre el terreno, precisar los conceptos, cuestionar las afirmaciones arriesgadas, proponer líneas de formación apropiadas. Algu-nos esfuerzos aunque ingratos, son indispensables.

Una entrada auténtica en el universo científico, sólo puede hacerse después de una clarificación teórica estricta. Es nece-sario situar a la Praxiología Motriz en relación con otras ramas de conocimiento. ¿En qué se distingue de las demás? ¿Cuál es su aportación específica? ¿Se ha construido un campo de conocimiento con un objeto que sea propio? ¿Qué relaciones interdisciplinares puede mantener con las otras ramas de co-nocimiento? Este tipo de reflexión epistemológica, no puede esquivarse si se pretende asumir un estatuto científico que legitime los resultados obtenidos y que, a su vez, favorezca sus aplicaciones institucionales.

Un tema inevitable, y por otra parte de plena actualidad, es el referido a los aspectos pluridisciplinares e interdisciplinares del campo lúdico deportivo. En nuestras Escuelas e Institutos Superiores de Educación Física y Deporte, se escucha repetir constantemente que el ámbito del deporte es multidiscipli-nar, o más aún, que el conocimiento de las actividades físicas y deportivas se basa en investigaciones interdisciplinares. Este es el argumento, considerado capital, que pretende jus-tificar la soberanía de las disciplinas científicas tradicionales en el marco de las Ciencias y Técnicas de las actividades físi-cas y deportivas. Las actividades físicas y deportivas parecen estar legitimadas por la pluridisciplinariedad y la interdisci-plinariedad, que han establecido sus pretendidas propieta-rias, lo que se constata y observa en todos los países. Tales afirmaciones se repiten con aplomo, incluso con arrogancia, como dándolas por sentado. ¿Qué decir? Se intuye que aquí, en estas afirmaciones que esconden realidades complejas, molestas y no formuladas, reside el cuestionamiento crucial. ¿En qué consisten estos aspectos pluri e interdisciplinares? ¿Permiten poner en evidencia un objeto científico original y la eclosión de un cuerpo de conocimientos autónomo? Pode-mos preguntarnos sobre el significado de la Praxiología Mo-triz: ¿Cómo se sitúa este nuevo enfoque ante las propuestas pluridisciplinares e interdisciplinares?

Se comprende que la Praxiología Motriz se juega su destino científico y universitario en este análisis epistemológico. Esta reflexión es abstracta, delicada y salpicada de obstáculos, pero hay que abordarla con toda claridad. Según la respuesta establecida, las actividades físicas y deportivas están inclui-das en el ámbito tecnológico o bien en el científico. ¿Cómo se sitúa la Praxiología Motriz en este amplio debate sobre la pluridisciplinariedad y la interdisciplinariedad?

blée internationale est le signe que la praxéologie motrice a réussi à faire son entrée dans le monde scientifique. Mais ce n’est qu’un début. Il conviendra de multiplier les expériences de terrain, d’affiner les concepts, de remettre en question les affirmations hasardeuses, de proposer des filières de forma-tion bien appropriées. Certains efforts sont ingrats, mais ils sont indispensables.

Une entrée authentique dans l’univers scientifique ne peut se faire qu’après une stricte clarification théorique. Il est né-cessaire de situer la praxéologie motrice relativement aux autres branches de connaissance : en quoi se distingue-t-elle des autres ? Quel est son apport spécifique ? S’est-elle cons-truit un champ de savoirs, un « objet » qui lui appartienne en propre ? Quels rapports interdisciplinaires peut-elle entrete-nir avec les autres branches de connaissance ? Ce type de ré-flexion épistémologique ne peut être esquivé si l’on prétend assumer un statut scientifique qui légitimera les résultats ob-tenus et qui, par contrecoup, favorisera leurs mises en œuvre institutionnelles.

Un thème inévitable, d’ailleurs en pleine actualité, se rappor-te aux aspects pluridisciplinaires et interdisciplinaires du champ ludosportif. Dans nos Ecoles Supérieures de l’Educa-tion Physique et du Sport, on entend constamment répéter que le domaine du sport est multidisciplinaire, ou encore que la connaissance des activités physiques et sportives repose sur des recherches interdisciplinaires. Voilà l’argument, censé être capital, qui prétend justifier la domination des discipli-nes scientifiques traditionnelles dans le cadre des Sciences et Techniques des activités physiques et sportives. Le même constat est observable dans tous les pays : les activités phy-siques et sportives sont légitimées par leurs prétendues pro-priétés instaurant la pluridisciplinarité et l’interdisciplinarité. De telles affirmations sont répétées avec aplomb sinon avec arrogance, comme allant de soi. Qu’est-ce à dire ? On devine que c’est là, dans ces affirmations masquant des réalités com-plexes, gênantes et informulées, que réside le questionne-ment crucial. En quoi consistent ces aspects pluri et interdis-ciplinaires ? Permettent-ils de dégager un objet scientifique original et l’éclosion d’un corps de connaissances autonome ? On s’interroge alors sur la signification de la praxéologie mo-trice : comment cette nouvelle approche se situe-t-elle par rapport aux aspects pluridisciplinaires et interdisciplinaires ?

On comprend que c’est dans cette analyse épistémologi-que que se joue le destin scientifique et universitaire de la praxéologie motrice. Une telle réflexion est abstraite, délicate et parsemée d’embûches, mais nous devons l’aborder en tou-te clarté. Selon la réponse apportée, les activités physiques et sportives relèveront soit du domaine technologique, soit du domaine scientifique. Comment se situe donc la praxéologie motrice dans ce vaste débat sur la pluridisciplinarité et l’inter-disciplinarité ?

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la SEDUCtora CoNCEPCIÓN PlUrIDISCIPlINar: UN Ca-llEJÓN SIN SalIDa

La solución que parece incuestionable a primera vista, adoptada en el conjunto de los países, es el planteamiento multidisciplinar. Las actividades corporales y el deporte son abordados por cada una de las disciplinas universitarias exis-tentes, según la pertinencia específica de cada una de ellas. Indudablemente, el capital de conocimientos se enriquece por esta acumulación de datos de procedencias múltiples. Todavía por ello, el programa de formación de nuestros es-tudiantes implica una sucesión interminable de horas de clase en anatomía, fisiología, psicología, sociología o histo-ria, entre otras. Cada disciplina trata el deporte y las prácticas corporales desde el punto de vista de su propia pertinencia: las movilizaciones osteo-musculares, el gasto energético, la motivación, las clases sociales, los ritos deportivos... Para los profesores es la vía de la facilidad, la vía de la reproducción de los conocimientos ya establecidos. Estas aportaciones presentan indudablemente un gran interés en ellas mismas, pero: ¿Cómo se integran en un plan de estudios previsto para formar, no a médicos o sociólogos, sino a profesores e inves-tigadores en educación física y deporte?

Se constata que se está en presencia de una yuxtaposición de puntos de vista heterogéneos, con profundas diferencias en-tre unos y otros. En nuestros centros superiores de formación, la enseñanza se concibe como un traje de Arlequín, como un mosaico que ofrece un grupo de conocimientos abigarrados, concebidos separadamente en sectores estancos. Si cada disciplina mantiene su propia lógica ¿Cómo conectar los me-canismos energéticos del VO2 máx. con la secreción de los neurotransmisores, con la emergencia de la autoestima, con la aparición de un espíritu de equipo o con el entusiasmo de los brasileños por el fútbol? ¿Cómo pueden los estudiantes conseguir una síntesis de estos conocimientos, si sus profeso-res están colocados en un dispositivo pluridisciplinar que les incapacita realizarla? Finalmente: ¿Para qué sirven los centros superiores de formación deportiva si se limitan a yuxtaponer enseñanzas que no son más que la recuperación debilitada de contenidos fundamentales tomados prestados de otros departamentos científicos sin grandes modificaciones? ¡Si se desea obtener una buena formación en fisiología o sociolo-gía, lo mejor, seguramente, sea dirigirse a los Institutos cuya primera vocación sea esa!

En el caso de una concepción pluridisciplinar, los Institutos Superiores se convierten en anexos de las Universidades de las ciencias de la vida o de las ciencias humanas. Entonces, las actividades físicas y deportivas representan un simple campo de aplicación de conocimientos concebidos para otro objeto. No tienen realidad propia ya que están al servicio de discipli-nas existentes a las que a menudo sirven de ilustración, por eso proliferan obras de elocuente título: “Biología” de los ejer-cicios físicos, “Psicología” de los deportes, “Sociología” de las actividades deportivas... En el plano estrictamente científico, las Escuelas Superiores Universitarias apenas tienen razón de ser, pues están condenadas a convertirse en Institutos de tecnología deportiva, lo que les aleja de una concepción ca-paz de ofrecer la base indispensable para una teoría científica unitaria y coherente.

la CoNCEPtIoN PlUrIDISCIPlINaIrE : UNE IMPaSSE SÉ-DUISaNtE

La solution qui paraît à première vue indiscutable, et qui a été adoptée dans l’ensemble des pays, est la démarche multidis-ciplinaire. Les activités corporelles, le sport sont abordés par chacune des disciplines universitaires en place selon la perti-nence de chacune d’entre elles. Le capital des connaissances est indiscutablement enrichi par cette accumulation de don-nées de provenances multiples. C’est ainsi que le programme de formation de nos étudiants comporte une succession in-terminable d’heures de cours en anatomie, physiologie, psy-chologie, sociologie, histoire parmi d’autres encore. Chaque discipline traite du sport et des pratiques corporelles sous l’angle de sa propre pertinence : les mobilisations ostéo-mus-culaires, la dépense énergétique, la motivation, les classes sociales, les rites sportifs… Pour les enseignants, c’est la voie de la reproduction des connaissances déjà établies, la voie de la facilité. Ces apports présentent indiscutablement un grand intérêt en eux-mêmes, mais comment s’intègrent-ils dans un cursus prévu pour former, non pas des médecins ou des sociologues, mais pour former des enseignants et des cher-cheurs en éducation physique et en sport ?

On constate que l’on est en présence d’une juxtaposition de points de vue hétérogènes, en profond décalage les uns vis-à-vis des autres. Dans nos Instituts de formation, l’enseigne-ment est conçu comme un habit d’Arlequin, comme une mo-saïque qui offre un assortiment de connaissances bariolées, conçues séparément dans des secteurs étanches. En restant dans la logique propre à chaque discipline, comment relier les mécanismes énergétiques de la VO2 max. ou la sécrétion des neuro-transmetteurs à l’émergence de l’estime de soi, à l’apparition d’un esprit d’équipe ou à l’engouement des Bré-siliens en faveur du football ? Comment les étudiants pou-rraient-ils réussir une synthèse de ces connaissances, alors que leurs professeurs sont eux-mêmes placés dans un dispo-sitif polydisciplinaire qui les rend incapables de la réaliser ? Finalement, à quoi servent nos Instituts de formation sportifs s’ils se contentent de juxtaposer des enseignements qui ne sont que la reprise affaiblie de contenus fondamentaux em-pruntés sans grande modification aux autres départements scientifiques ? Si l’on souhaite bénéficier de bonne physiolo-gie ou de bonne sociologie, il vaut sans doute mieux s’adres-ser aux Instituts dont c’est la vocation première !

Dans le cas d’une conception pluridisciplinaire, nos Instituts Supérieurs deviennent des annexes des Universités des sciences de la vie ou des sciences humaines. Les activités phy-siques et sportives représentent alors un simple champ d’ « application » de connaissances conçues pour un autre objet. Elles n’ont pas de réalité propre ; elles sont au service des disci-plines en place auxquelles elles servent souvent d’illustration : c’est ainsi que prolifèrent les ouvrages au titre révélateur : « Biologie » des exercices physiques, « Psychologie » des sports, « Sociologie » des activités sportives… Sur le plan strictement scientifique, nos Ecoles Supérieures Universitaires n’ont alors guère de raison d’être ; elles sont vouées à devenir des Insti-tuts de technologie sportive, ce qui les éloignerait d’une con-ception de fond susceptible d’offrir le socle indispensable à une théorie scientifique unitaire et cohérente.

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La concepción pluridisciplinar presentada como una teo-ría de base es un cajón de sastre, en apariencia halagadora, puesto que se adorna del prestigio de disciplinas consagra-das, pero un cajón de sastre suicida, ya que implica el aban-dono del punto de vista específico de las actividades físicas que concedería a éstas una identidad distintiva. Al reivindicar una pertinencia original, la Praxiología Motriz toma un cami-no en sentido opuesto a este planteamiento multidisciplinar. Según ella, el problema no consiste en amontonar conoci-mientos heteróclitos de aquí y de allí, sino en reconsiderar la pluralidad de los fenómenos corporales bajo un punto de vista unitario.

la BI-DISCIPlINarIEDaD INVaSora: UNa IlUSIÓN

Durante mucho tiempo, se ha extendido la idea de que el campo de las actividades físicas y deportivas era auténtica-mente científico gracias a la colaboración entre dos discipli-nas: por una parte, una disciplina clásica (fisiología, psicolo-gía...) y por otra, las distintas prácticas deportivas (atletismo, natación, deportes colectivos...). La disciplina de referencia fue la biología hasta el final del Siglo XX. De manera fructífera, los conocimientos fisiológicos se aplicaban a las actividades deportivas y a los ejercicios de gimnasia construida: se daba cuenta de las técnicas del salto de altura, natación o gimnasia sueca con un gran despliegue de datos extraídos de la anato-mía funcional y la biomecánica. A partir de la segunda mitad del Siglo XIX, los trabajos de Marey y Demeny en Francia y de Muybridge en los Estados Unidos, especialmente gracias a la invención de la cronofotografía, permitieron medir y visuali-zar de manera notable las características de los movimientos del individuo que camina, que corre, que salta, que lanza o que lucha.

Hasta finales del Siglo XX, tal y como ya se ha indicado, las investigaciones sobre las actividades físicas y deportivas se han referido esencialmente al concepto de movimiento. In-cluso en 1971, uno de los grandes autores de la educación física en Francia, el Dr. Jean Le Boulch publicaba una obra que quería ser un libro de base, titulado de manera significativa: Hacia una ciencia del movimiento humano. La acción motriz del individuo era finalmente percibida como un conjunto de movimientos, como un desplazamiento más o menos rápido de segmentos corporales en el espacio. Los cursos teóricos de los estudiantes de educación física y el contenido de sus exámenes, se apoyaban fundamentalmente en una multipli-cidad de aportaciones anatómico-fisiológicas de estos movi-mientos y de las conductas humanas correspondientes, de las que debían dar cuenta con rigor.

Las ciencias biológicas que reinaron en el ámbito de las ac-tividades físicas y deportivas comenzaron a perder su casi monopolio durante las últimas décadas del Siglo XX. Nume-rosos autores, como Pierre de Coubertin por ejemplo, ha-bían percibido el interés de los aspectos psicológicos, pero se habían quedado en un nivel esencialmente especulativo. Acompañando la estruendosa intrusión de las ciencias hu-manas y sociales en el campo universitario después de la se-

La conception pluridisciplinaire présentée comme une théo-rie de base est un fourre-tout, flatteur dans les apparences car elle se pare du prestige des disciplines consacrées, mais un fourre-tout suicidaire, car elle correspond à l’abandon du point de vue spécifique des activités physiques qui accorde-rait à celles-ci une identité distinctive. En revendiquant une pertinence originale, la Praxéologie motrice va prendre le contre-pied de la démarche multidisciplinaire. A ses yeux, le problème n’est pas d’entasser de bric et de broc des con-naissances hétéroclites, mais de repenser la pluralité des phé-nomènes corporels sous un point de vue unitaire.

la BI-DISCIPlINarItÉ : UNE IllUSIoN ENVaHISSaNtE

Pendant longtemps, l’idée s’est répandue que le champ des activités physiques et sportives était authentiquement scien-tifique grâce à la collaboration entre deux disciplines : d’une part, une discipline classique (physiologie, psychologie…) et d’autre part, les différentes pratiques sportives (athlétisme, natation, sports collectifs…). La discipline de référence a été la biologie jusqu’à la fin du XXème siècle. De façon fructueu-se, les connaissances physiologiques étaient appliquées aux activités sportives et aux exercices de gymnastique construi-te : on rendait compte des techniques du saut en hauteur, de la natation ou de la gymnastique suédoise à grand renfort de données issues de l’anatomie fonctionnelle et de la bioméca-nique. Dès la seconde partie du XIXème siècle, les travaux de Marey et de Demeny en France et de Muybridge aux Etats-Unis, grâce notamment à l’invention de la chronophotogra-phie, avaient permis de mesurer et de visualiser de façon re-marquable les caractéristiques des mouvements de l’individu qui marche, qui court, qui saute, qui lance ou qui lutte.

Jusqu’à la fin du XXème siècle, ainsi que nous l’avons déjà sig-nalé, l’essentiel des recherches sur les activités physiques et sportives ont porté sur la notion de « mouvement ». Même en 1971, l’un des grands auteurs de l’éducation physique en France, le Docteur Jean Le Boulch publiait un ouvrage qui se voulait un livre de base, intitulé de façon significative : « Vers une science du mouvement humain ». L’action motrice de l’individu était finalement perçue comme un ensemble de mouvements, comme un déplacement plus ou moins rapide de segments corporels dans l’espace. Les cours théoriques des étudiants en éducation physique et le contenu de leurs examens, reposaient fondamentalement sur une multiplicité d’apports anatomo-physiologiques qui étaient censés ren-dre compte avec rigueur de ces mouvements et des condui-tes humaines correspondantes.

Les sciences biologiques qui régnèrent sur les activités phy-siques et sportives commencèrent à perdre leur quasi-mo-nopole au cours des dernières décennies du XXème siècle. De nombreux auteurs, tel Pierre de Coubertin par exemple, avaient bien perçu l’intérêt des données psychologiques, mais ils en étaient restés au niveau essentiellement spécula-tif. Accompagnant l’intrusion fracassante des sciences humai-nes et sociales dans le champ universitaire après la seconde guerre mondiale, les démarches de la psychologie et de la

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gunda Guerra Mundial, los planteamientos de la psicología y la sociología de tipo científico comenzaron a penetrar en el ámbito de los juegos y los deportes. Esta auténtica irrupción académica concedió una gran ventaja al psicoanálisis, a la psi-cología cognitiva, a la sociología, a la historia, a la etnología...

En una perspectiva bi-disciplinar, cada disciplina era convo-cada para dar cuenta de las actividades físicas y deportivas. Se trataba, se decía, de la “aplicación” de tal o cual ciencia a las distintas prácticas lúdico deportivas. La legitimación universitaria de la educación física y su etiqueta científica parecían ipso facto certificadas por esta alianza denomina-da bi-disciplinar. Esta tentativa es interesante puesto que indudablemente revela algunos aspectos importantes de las actividades físicas. No se limita a administrar conocimientos especulativos generales, ya que observa, descompone, anali-za, vuelve a poner en contexto las prácticas corporales; pero lo hace siempre, por supuesto, bajo la perspectiva consus-tancial a cada rama disciplinaria (y se incorpora aquí, por la yuxtaposición de las aportaciones de las distintas ramas, a la perspectiva pluridisciplinar). La fisiología del movimiento, es fisiología y no un estudio de la actividad deportiva; una psi-cología del deporte, al igual que una psicología de la familia o una psicología de la empresa, es siempre psicología, y no un estudio del deporte como tal.

Vayamos un poco más lejos: ¡Para fundamentar un trabajo bi-disciplinar, es necesario ser al menos dos! Ahora bien, en nuestro caso, sólo hay una disciplina: la biología, la psicología o la historia, por ejemplo, que se aplica, se dice, a las activi-dades físicas y deportivas, pero: ¡No se puede pretender que estas actividades: gimnasia, atletismo o natación..., constitu-yan la segunda disciplina científica! Realmente se trata de un estudio monodisciplinar. La pretensión de carácter científico de las investigaciones propias en deporte, como se puede comprobar, apunta más a la retórica que al análisis epistemo-lógico.

La ambición de bi-disciplinariedad es encomiable, pero ali-menta la ilusión de un carácter científico autónomo. En este caso, esta bi-disciplinariedad no es más que la puesta en de-pendencia científica de las actividades físicas y deportivas bajo la etiqueta de una ciencia exógena.

la INDISCIPlINarIEDaD: UNa rEBElIÓN NECESarIa

Todo comienza por la indisciplinariedad. Es decir, por la ne-gativa a aceptar el sometimiento de la comprensión del fenó-meno lúdico deportivo a una única disciplina académica pro-clamada arbitrariamente como fundamental; lo que implica rechazar la multiplicación pluridisciplinar.

Recordemos este hecho masivo: en el ámbito deportivo, fue mucho tiempo dominante la explicación anatómico-fisioló-gica con orientación biomecánica. El cuerpo se consideraba como una máquina y la conducta motriz de la persona ac-tuante se reducía a los movimientos de este cuerpo y a téc-nicas de actualización gestual. Numerosos autores, brillantes

sociologie de type scientifique commencèrent à pénétrer le domaine des jeux et des sports. Et ce fut un véritable dé-ferlement qui accorda une part belle à la psychanalyse, à la psychologie cognitive, à la sociologie, à l’histoire, à l’ethno-logie…

Dans une perspective bi-disciplinaire, chaque discipline était convoquée pour rendre compte des activités physiques et sportives. Il s’agissait, disait-on, de « l’application » de telle ou telle science aux différentes pratiques ludosportives. La lé-gitimation universitaire de l’éducation physique et son label scientifique semblaient ipso facto attestés par cette alliance dite « bi-disciplinaire ». Cette tentative est intéressante car elle dévoile indiscutablement certains aspects importants des activités physiques. Elle ne se contente pas d’adminis-trer des connaissances spéculatives générales ; elle observe, décompose, analyse, remet en contexte les pratiques corpo-relles ; mais elle le fait toujours, bien entendu, sous la pers-pective propre à chaque branche disciplinaire (et l’on rejoint ici, par la juxtaposition des apports des différentes branches, la perspective pluridisciplinaire). La physiologie du mouve-ment, c’est de la physiologie et non pas une étude de l’ac-tivité sportive ; une psychologie du sport, tout comme une psychologie de la famille ou une psychologie de l’entreprise, c’est toujours de la psychologie, et non une étude du sport en tant que tel.

Poussons un peu plus loin : pour fonder un travail bi-discipli-naire, il faut être au moins deux ! Or, dans notre cas, il n’y a qu’une discipline (la biologie, la psychologie ou l’histoire par exemple) que l’on « applique », dit-on, aux activités physiques et sportives ; mais l’on ne peut prétendre que ces activités (gymnastique, athlétisme, natation…) constituent la seconde discipline scientifique ! Il s’agit donc en réalité d’une étude monodisciplinaire. On le voit, la prétention à la scientificité des recherches propres en sport relèvent ici davantage de la rhétorique que de l’analyse épistémologique.

L’ambition de la bi-disciplinarité est louable, mais elle nourrit l’illusion d’une scientificité autonome. En l’occurrence, cette bi-disciplinarité n’est que la mise en dépendance scientifique des activités physiques et sportives sous le label d’une scien-ce exogène.

l’INDISCIPlINarItÉ : UNE rÉBEllIoN NÉCESSaIrE

Tout commence par l’indisciplinarité. C’est-à-dire par le refus de soumettre la compréhension du phénomène ludosportif à une seule discipline académique proclamée arbitrairement « fondamentale » ; mais en refusant tout autant la multiplica-tion pluridisciplinaire.

Rappelons ce fait massif : dans le domaine sportif, a été lon-gtemps dominante l’explication anatomo-physiologique à orientation biomécanique. Le corps était considéré comme une machine et la conduite motrice de la personne agissante était réduite aux mouvements de ce corps et à des techniques d’actualisation gestuelle. De nombreux auteurs, brillants par

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por otra parte, desde el coronel Amorós al Dr. Le Boulch, fun-damentaban sus trabajos, tal y como se ha comentado, sobre una ciencia del movimiento. Se había hecho el paso obligado.

La rebelión era imprescindible: había que dar prueba de in-disciplina y alejarse absolutamente de esta concepción orga-nicista, por muy prestigiosa que fuese, adoptando otro punto de vista. Ello, no obstante, a condición de no volver a caer en una trampa del mismo tipo, a saber, la sumisión a otra disci-plina existente, procedente de las ciencias humanas y socia-les, por ejemplo. Querer dar cuenta del hecho lúdico depor-tivo apoyándose básicamente en el concepto sociológico de clase social, sería reductor igualmente. Sería ir “de Guatemala a Guatepeor”. La fascinación de las disciplinas académicas tra-dicionales es tan fuerte, que los investigadores en actividad física y deportiva tienen serias dificultades para desprenderse de ellas. Hay que cambiar de paradigma y eso requiere pre-pararse un poco.

La indisciplinariedad que innova trastornando los puntos de vista establecidos, genera mucho malestar en el contexto académico. Antes, este no-respeto a las creencias consagra-das se castigaba severamente: un disidente llamado Giorda-no Bruno fue quemado vivo en lugar público y Galileo Galilei terminó su vida tristemente en custodia vigilada. En la ac-tualidad, obviamente, las sanciones son menos severas, pero pueden condenar al audaz a encontrar grandes dificultades en el desarrollo de su carrera o en sus posibilidades de publi-cación, financiación y promoción. El enfrentamiento a estos obstáculos incita más o menos conscientemente a numero-sos investigadores a renunciar salir del capullo habitual y a negarse a correr el riesgo de la rebelión.

Las oposiciones al cambio de paradigma no proceden esen-cialmente de los representantes de otras disciplinas, lo que puede parecer paradójico, sino que provienen de los especia-listas de las actividades físicas y deportivas, y en particular de los más veteranos que se niegan a salir de los caminos pre-trazados y a enfrentarse a puntos de vista originales menos oficiales; en definitiva, estos defensores de una perspectiva conservadora, no se deciden a trabajar con audacia su campo de intervención.

Puede observarse, mientras tanto, que la Praxiología Motriz no se opone en ningún caso a las disciplinas existentes; al contrario, destaca su fecundidad y el carácter indispensable de su presencia, indicando al mismo tiempo que otra perti-nencia es posible, pertinencia central e innovadora, que res-ponde a una nueva manera de considerar las prácticas cor-porales. Conviene alejarse de las disciplinas académicas, pero esta indisciplina no implica ningún caos en el campo científi-co. En cambio, detrás de la estela de la Praxiología Motriz, se sugiere un nuevo paradigma que confiere a las actividades físicas y deportivas una identidad original, no reducible a las convenciones habituales.

ailleurs, du colonel Amorós au Docteur Le Boulch, fondaient leurs travaux, ainsi que nous l’avons précédemment noté, sur une « science du mouvement ». C’était devenu le passage obligé.

La rébellion était impérative : il fallait absolument faire preu-ve d’indiscipline et s’extraire de cette conception organicis-te, fût-elle prestigieuse, en adoptant un autre point de vue. A condition toutefois de ne pas retomber dans un piège de même type : la soumission à une autre discipline en place, issue par exemple des sciences humaines et sociales. Vouloir par exemple rendre compte du fait ludosportif en s’appu-yant fondamentalement sur la notion sociologique de « clas-se sociale », serait tout aussi réducteur. Ce serait tomber de Charybde en Scylla. La fascination des disciplines académi-ques est si forte que les chercheurs en activité physique et sportive éprouvent de sérieuses difficultés à s’en déprendre. Il y faut changer de paradigme et cela nécessite d’y être quel-que peu préparé.

L’indisciplinarité qui innove en bousculant les points de vue établis, indispose fortement le contexte académique. Jadis, ce non-respect des croyances consacrées était sévèrement puni : un dissident tel Giordano Bruno fut brûlé vif en place publique et Galilée terminera sa vie tristement en résidence surveillée. Aujourd’hui, les sanctions sont évidemment bien moins sévères, mais elles peuvent condamner l’audacieux à rencontrer de grandes difficultés dans le déroulement de sa carrière, dans ses possibilités de publication, de financement et de promotion. L’affrontement de ces obstacles incite plus ou moins consciemment de nombreux chercheurs à renon-cer à sortir du cocon habituel et à refuser de courir le risque de la rébellion.

Ce qui peut paraître paradoxal, c’est que les oppositions au changement de paradigme ne proviennent pas pour l’essen-tiel des représentants des autres disciplines, mais plutôt des spécialistes des activités physiques et sportives, et notam-ment des anciens qui refusent de sortir des chemins pré-tra-cés, de se confronter à des points de vue originaux moins officiels ; finalement, ces tenants d’une perspective conser-vatrice, ne se décident pas à retravailler avec hardiesse leur champ d’intervention.

Remarquons cependant que la Praxéologie motrice ne s’oppose aucunement aux disciplines en place ; bien au contraire, elle souligne leur fécondité et le caractère indis-pensable de leur présence, tout en indiquant qu’une autre pertinence est possible, pertinence centrale et innovante qui répond à une nouvelle façon de considérer les pratiques cor-porelles. Il convient de s’extraire des disciplines académiques, mais cette indiscipline n’entraîne aucun chaos dans le champ scientifique. En revanche, dans le sillage de la Praxéologie motrice, elle suggère un nouveau paradigme qui confère aux activités physiques et sportives une identité originale, non réductible aux conventions habituelles.

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la INtErDISCIPlINarIEDaD: la DIVISIÓN INElUDIBlE

Si la pluridisciplinariedad y su componente bidisciplinar, re-presentan callejones sin salida, entonces: ¿Qué solución se ofrece al motricista, especialista de las actividades corpora-les?

Pensamos que tomando una necesaria perspectiva, puede decirse que toda disciplina científica, cualquiera que sea, es necesariamente interdisciplinaria. Es decir, no existe plantea-miento disciplinario depurado, libre de toda relación con otro punto de vista; no existe enfoque completamente autónomo que podría ignorar algunas contribuciones de otros plan-teamientos. Si consideramos las ciencias biológicas hoy día: ¿Qué serían sin la química? ¿Sin la física? ¿Sin la informática y sus programas informáticos?

Un ejemplo espectacular de esta interrelación es el propor-cionado por la neuropsicología. El cartel es seductor; una coo-peración fecunda se desarrolla entre estos dos planteamien-tos que interfieren en beneficio de cada una de ellas: puesta en evidencia de interconexiones y circuitos de activación insospechados, de localizaciones cerebrales dominantes, de reacciones comportamentales reveladoras, de correlaciones sugestivas entre secreciones de endorfinas y conductas de las personas. Sin embargo, surge frecuentemente un proble-ma: ¿Esta connivencia no corre el riesgo de convertirse en una anexión? Con la ayuda de su instrumentación perfeccio-nada, gracias especialmente a las técnicas de imágenes por resonancia magnética funcional, la neurología penetra en el ámbito psicológico, planta sus electrodos, determina los tra-yectos y los lugares de comando de las reacciones comporta-mentales del que practica. La interdisciplinariedad psicofisio-lógica tiende a transformarse poco a poco en una fagocitosis de la psicología por la neurología. Los fisiólogos actuales reinventan la psicología, y se constata que las neurociencias están colonizando las ciencias humanas, y que al final de la carrera, la psicología corre el riesgo de perder su identidad.

De forma constitutiva, toda disciplina es imperialista. Está en su lógica extender su pertinencia sobre todo lo que le rodea e inclinar la balanza a su favor. Finalmente, surge una asom-brosa paradoja: ¡La interdisciplinariedad que triunfa, logra reforzar la monodisciplinariedad! Al pretender realizar una síntesis, la interdisciplinariedad se condena a una ilusión: por construcción propia, dos pertinencias científicas se afirman distintivas y en consecuencia en oposición. ¿Qué síntesis en un único fenómeno unitario e inteligible podría producir la asociación de los mecanismos de la transmisión sináptica con el significado del complejo de Edipo?

Para cada disciplina, la buena estrategia consistirá en inspi-rarse de manera beneficiosa de los conceptos, métodos, re-sultados y ángulos originales de disciplinas que se revelan estimulantes, aunque exógenas, adaptándolas a su punto de vista particular, pero sin fijarlas como tales sobre sus propias realidades. Con tal planteamiento impregnado de lucidez, la interdisciplinariedad puede ser fuente de avances e innova-

l’INtErDISCIPlINarItÉ : lE PartagE INÉlUCtaBlE

Si la multidisciplinarité et sa composante bidisciplinaire re-présentent des impasses, quelle solution s’offre alors au mo-tricien, spécialiste des activités corporelles ?

En prenant le recul nécessaire, nous pensons que l’on peut dire que toute discipline scientifique, quelle qu’elle soit, est nécessairement interdisciplinaire. Autrement dit, il n’existe pas de démarche disciplinaire épurée, exempte de toute re-lation avec un autre point de vue ; il n’existe pas d’approche totalement autonome qui pourrait ignorer certains apports d’autres démarches. Si l’on considère les sciences biologiques aujourd’hui que seraient-elles sans la chimie ? Sans la physi-que ? Sans l’informatique et ses logiciels ?

Un exemple spectaculaire de cette interrelation est fourni par la neuro-psychologie. L’affiche est séduisante ; une coopé-ration féconde se développe entre ces deux démarches qui interfèrent au bénéfice de chacune d’elles : mise en évidence d’interconnexions et de circuits d’activation insoupçonnés, de localisations cérébrales dominantes, de réactions com-portementales révélatrices, de corrélations suggestives entre sécrétions d’endomorphines et conduites des personnes. Ce-pendant, un problème surgit fréquemment : cette conniven-ce ne risque-t-elle pas de se transformer en une annexion ? A l’aide de son instrumentation perfectionnée, notamment grâce aux techniques d’Imagerie par résonance magnétique fonctionnelle, la neurologie investit le domaine psycholo-gique, y plante ses électrodes, y détermine les trajets et les lieux de commande des réactions comportementales du pra-tiquant. L’interdisciplinarité psycho-physiologique tend à se transformer peu à peu en une phagocytose de la psychologie par la neurologie. Les physiologistes actuels réinventent la psychologie, et l’on constate que les neurosciences sont en train de coloniser les sciences humaines, et qu’en bout de course, la psychologie risque d’y perdre son identité.

De façon constitutive, toute discipline est impérialiste. Il est dans sa logique d’étendre sa pertinence sur tout ce qui l’en-toure et de tirer la couverture à elle. Finalement, surgit un étonnant paradoxe : l’interdisciplinarité qui réussit, aboutit à renforcer la monodisciplinarité! En prétendant accomplir une synthèse, l’interdisciplinarité est condamnée à une illu-sion : par construction même, deux pertinences scientifiques s’affirment distinctives et donc en opposition. Quelle synthè-se en un seul phénomène unitaire et intelligible pourrait pro-duire l’association des mécanismes de la transmission synap-tique avec la signification du complexe d’Œdipe ?

Pour chaque discipline, la bonne stratégie sera de s’inspirer avec profit des concepts, des méthodes, des résultats et des angles d’attaque originaux de disciplines qui se révèlent sti-mulantes bien qu’exogènes, en les adaptant à son point de vue particulier mais sans les plaquer tels quels sur ses pro-pres réalités. Dans une telle démarche empreinte de lucidité, l’interdisciplinarité peut être la source d’avancées et d’inno-vations fort intéressantes, éventuellement d’ailleurs pour les

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ciones muy interesantes, si se da el caso para las dos discipli-nas en interrelación. Sin embargo, en el caso de las activida-des físicas y deportivas, siempre se ha tratado de un vasallaje: las “disciplinas” deportivas sólo han representado un campo de ilustración y aplicación de conocimientos exógenos, que tienen el reconocimiento de ser las únicas que ostentan no-bleza universitaria.

En los trabajos de Norbert Elias, uno de los grandes sociólo-gos del Siglo XX, se ilustra un ejemplo espectacular de inter-disciplinariedad exitosa. Al estudiar la pacificación de las cos-tumbres por el control de las emociones y la violencia en la Francia de Luis XIV, relaciona continuamente hechos de tipo histórico con procesos de tipo sociológico. Se está aquí en presencia de una interdisciplinariedad beneficiosa para am-bas partes ya que cada uno de los puntos de vista se enrique-ce, guardando al mismo tiempo su especificidad. El ejemplo es alentador. Sin embargo, se constata que los múltiples es-tudios que Elias ha dedicado al deporte y al juego no aportan ningún dato interesante relativo a las conductas deportivas de los jugadores o a los comportamientos concretos de ju-gadores y equipos. Como técnicas del cuerpo que ponen en juego las conductas motrices de los jugadores, el deporte apenas forma parte de la pertinencia otorgada por Elias. Lo que es fundamental para la Praxiología Motriz sigue siendo secundario para la sociología o la historia. Es ahí donde uno se da cuenta del papel decisivo de la pertinencia, puesto que al igual que los filtros fotográficos que sólo dejan pasar un color, los filtros disciplinarios sólo dan acceso a algunos as-pectos de la realidad lúdico deportiva.

La identidad de una disciplina se afirma en relación con las disciplinas que la rodean y se define por sus diferencias en el seno del conjunto que constituye el sistema. Si esta distinción entre disciplinas se debilita y desaparece, hay fusión, o más bien: ¡Corre el riesgo de confusión! La psicología existe por aquello en lo que se distingue de la fisiología. Para afirmar la realidad de la sociología, Emile Durkheim se las ingenió para clamar: ¡La total incompatibilidad de esta materia con la psicología! Buscar una síntesis ecuménica entre las distintas disciplinas es un señuelo.

La interdisciplinariedad es un juego sutil y delicado donde cada disciplina busca una renovación de sus ideas en sus in-teracciones con otros sectores, preservando al mismo tiem-po su propia identidad. Por ejemplo, el estudio del esfuerzo deportivo, puede enriquecer a la vez el conocimiento de los procesos fisiológicos y de las conductas motrices de fuerte compromiso individual. Intercambios profundos pueden es-timular la reflexión, hacer surgir nuevas pistas, ofrecer metá-foras sugestivas. La apertura a otras disciplinas es indispen-sable y evita encerrarse en un gueto teórico. Un investigador en actividad física y deportiva tiene gran interés en conocer bien las disciplinas vecinas, para abrirse a sus conceptos y a sus planteamientos, pero a condición de mantener su rumbo disciplinario.

deux disciplines en interrelation. Cependant, dans le cas des activités physiques et sportives, il s’est toujours agi d’une vas-salisation : les « disciplines » sportives n’ont représenté qu’un champ d’illustration et d’application de connaissances exo-gènes, réputées les seules détentrices de la noblesse univer-sitaire.

Un exemple spectaculaire d’interdisciplinarité réussi est illus-tré dans les travaux de l’un des grands sociologues du XXème siècle, Norbert Elias. En étudiant la pacification des mœurs par la maîtrise des émotions et de la violence dans la Fran-ce de Louis XIV, N. Elias entrelace continûment des faits de type historique à des processus de type sociologique. On est en présence d’une interdisciplinarité gagnant/gagnant car chacun des points de vue y gagne en enrichissement, mais tout en gardant sa spécificité. L’exemple est encourageant. Cependant, on constate que les multiples études que Elias a consacrées au sport et au jeu n’apportent aucune donnée intéressante relative aux conduites sportives des pratiquants du terrain, aux comportements concrets des joueurs et des équipes. En tant que techniques du corps mettant en jeu les conduites motrices des joueurs, le sport n’entre guère dans la pertinence d’Elias. Ce qui est fondamental pour la Praxéo-logie motrice reste secondaire pour la sociologie ou l’histoi-re. C’est là où l’on s’aperçoit du rôle décisif de la pertinence : tout comme les filtres photographiques qui ne laissent passer qu’une couleur, les filtres disciplinaires ne donnent accès qu’à certains aspects de la réalité ludosportive.

L’identité d’une discipline s’affirme par rapport aux discipli-nes qui l’entourent ; elle se définit par ses différences au sein de l’ensemble qui fait système. Si cette distinction entre dis-ciplines s’affaiblit et disparaît, il y a fusion, ou plutôt risque de confusion ! La psychologie existe en ce qu’elle se distingue de la physiologie. Pour affirmer la réalité de la sociologie, Emile Durkheim s’est ingénié à clamer la totale incompatibilité de cette matière avec la psychologie ! Chercher une synthèse œcuménique entre les différentes disciplines est donc un leurre.

L’interdisciplinarité est un jeu subtil et délicat où chaque dis-cipline cherche un renouvellement de ses idées dans ses inte-ractions avec d’autres secteurs, tout en préservant sa propre identité. L’étude de « l’effort sportif » par exemple peut enri-chir à la fois la connaissance des processus physiologiques et celle des conduites motrices à fort engagement individuel. Des échanges approfondis peuvent stimuler la réflexion, faire surgir de nouvelles pistes, offrir des métaphores suggestives. L’ouverture aux autres disciplines est indispensable et évite de s’enfermer dans un ghetto théorique. Un chercheur en ac-tivité physique et sportive a grand intérêt à bien connaître les disciplines voisines, à s’ouvrir à leurs concepts et à leurs démarches, mais à condition de garder son cap disciplinaire.

Le partage interdisciplinaire apparaît donc une condition de vitalité, d’enrichissement et de renouvellement ; cependant cette mutualisation ne doit pas être un abandon de son iden-tité. Pour que les activités physiques et sportives prétendent

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Parece que la división interdisciplinaria es una condición de vitalidad, enriquecimiento y renovación; sin embargo esta mutualización no debe ser un abandono de su identidad. Para que las actividades físicas y deportivas aspiren a la inter-disciplinariedad, se impone una premisa: ¡Que ellas mismas se constituyan como una disciplina autónoma! Si no, el pre-fijo “inter” pierde todo su sentido. ¿Se verifica esta exigencia de especificidad en el campo de las actividades físicas y de-portivas?

la traNSDISCIPlINarIEDaD: UN rEBaSaMIENto EStI-MUlaNtE

El conocimiento sofisticado de los mecanismos físicos de la luz y los mecanismos fisiológicos de la visión, no es suficiente para apreciar la calidad estética de los cuadros de los maes-tros Velázquez o Botero, por ejemplo. Cada disciplina aporta una cosecha de informaciones, pero éstas permanecen con-finadas en su marco explicativo propio que sólo va dirigido a una forma particular y sectorial de considerar el fenómeno estudiado.

El especialista de las actividades físicas y deportivas que ha adquirido sólidos conocimientos en las distintas ramas cien-tíficas que tratan de su ámbito, se desilusiona al final de la carrera, ya que por mucho interés que presentan estos cono-cimientos, olvidan el análisis de la lógica interna de las situa-ciones motrices que está en el centro de la realización motriz. La especificidad de las prácticas lúdicodeportivas escapa a las disciplinas existentes. No se les puede reprochar dado que tal análisis no está en su proyecto de identidad. Corresponde al motricista cruzar el campo de los conocimientos estable-cidos e ir más allá de las fronteras académicas. Tal transdisci-plinariedad supone una iniciación seria, previa en los cono-cimientos científicos clásicos, con el fin de poder apoyarse en su preciosa e indispensable aportación, pero eso supone también un rechazo a la sumisión disciplinaria. Es necesario sumergirse en un territorio en parte desconocido, tolerar y corregir errores inevitables, y tener presente que la mayoría de las teorías científicas se crearon enfrentándose a la hosti-lidad del entorno.

¿Quién se atrevería a afirmar que los datos fisiológicos no constituyen la especificidad de las actividades físicas y de-portivas? Oímos afirmar a veces en tono arrogante. ¡No hay que vacilar para oponerse a tales tópicos! El ejemplo de la lin-güística es elocuente: ¿Cómo se podría utilizar el lenguaje sin referirse a los órganos de la palabra? En realidad, la lingüística en ningún caso se apoya en la anatomía o la fisiología de los músculos, cartílagos o cuerdas vocales. Tal y como lo reveló el Círculo de Praga, depende de mecanismos fonológicos de comunicación, culturalmente codificados, que se basan en estructuras originales que fueron más allá de lo que habían propuesto la fisiología, la acústica, la filología o filosofía.

Esta transdisciplinariedad es una tentativa de ir más allá de los conocimientos clásicos, no con la idea de una superiori-dad sino de una novedad que debe descubrirse. Así como lo

à l’interdisciplinarité, s’impose un préalable : qu’elles consti-tuent elles-mêmes un partenaire autonome ! Sinon, le préfixe « inter » perd tout son sens. Cette exigence de spécificité est-elle vérifiée dans le champ des activités physiques et sporti-ves ?

la traNSDISCIPlINarItÉ : UN DÉPaSSEMENt StIMU-laNt

La connaissance sophistiquée des mécanismes physiques de la lumière et des mécanismes physiologiques de la vision n’est pas suffisante pour apprécier la qualité esthétique des tableaux de maîtres, de Velázquez ou de Botero par exemple. Chaque discipline apporte une moisson d’informations, mais celles-ci restent cantonnées dans leur cadre explicatif pro-pre qui ne s’adresse qu’à une façon particulière et sectorielle d’envisager le phénomène étudié.

Le spécialiste des activités physiques et sportives qui a acquis de solides connaissances dans les différentes branches scien-tifiques traitant de son domaine, déchante en fin de course : quelque intérêt que présentent ces savoirs, ils délaissent l’analyse de la logique interne des situations motrices qui est au cœur de l’accomplissement moteur. La spécificité des pra-tiques ludosportives échappe aux disciplines en place. On ne peut leur en faire reproche : une telle analyse n’est pas dans leur projet identitaire. Il revient au motricien de traverser le champ des connaissances établies, d’aller au-delà des fron-tières académiques. Une telle transdisciplinarité suppose une initiation sérieuse préalable aux savoirs scientifiques classi-ques afin de pouvoir s’appuyer sur leur apport précieux et in-dispensable, mais cela suppose aussi un refus de l’inféodation disciplinaire. Il faut accepter de plonger dans un territoire en partie inconnu, tolérer et corriger des erreurs inévitables, et avoir à l’esprit que la plupart des théories scientifiques ont été créées en affrontant l’hostilité de l’entourage.

Qui oserait prétendre que les données physiologiques ne constituent pas la spécificité des activités physiques et sporti-ves ? entendons-nous affirmer parfois d’un ton arrogant. Il ne faut pas hésiter à s’opposer à de tels lieux communs ! L’exem-ple de la linguistique est éloquent : comment pourrait-on utiliser le langage sans en référer aux « organes » de la parole ? En réalité, la linguistique ne repose aucunement sur l’ana-tomie ou la physiologie des muscles, des cartilages ou des cordes vocales ; ainsi que l’a révélé le Cercle de Prague, elle relève de mécanismes de communication phonologiques culturellement codés reposant sur des structures originales qui sont allées au-delà de ce qu’avaient proposé la physiolo-gie, l’acoustique, la philologie ou la philosophie.

Cette transdisciplinarité est une tentative de dépassement des savoirs classiques, avec l’idée non pas d’une supériorité mais d’une nouveauté à découvrir. Ainsi que l’a écrit Marcel Mauss (1966) dans « Les techniques du corps » : « l’inconnu se trouve aux frontières des sciences »; et il ajoutait : « c’est là qu’il faut pénétrer. On est sûr que c’est là qu’il y a des vérités à trouver ». C’est dans cet espace intersticiel que se glissera la

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escribió Marcel Mauss en Las técnicas del cuerpo: “lo desco-nocido se encuentra en las fronteras de las ciencias”; y añadía: “allí es necesario penetrar. Estoy seguro que allí hay verdades que encontrar”. En este espacio intersticial se deslizará la ca-pacidad creativa del investigador que sabrá explorar el linde de las fronteras disciplinarias, valorando su propio territorio. El motricista debe ir más allá de las disciplinas clásicas, in-troducirse en un recorrido transdisciplinario que le invita a cruzar las disciplinas convenidas para desembocar en un es-pacio en el que, tal y como señala M. Mauss: “hay verdades que encontrar”.

Sólo un rebasamiento así, que vaya más allá de las fronteras disciplinarias generalmente admitidas, permite elaborar un cuerpo de conocimientos originales, susceptible de funda-mentar procesos pedagógicos y programas de enseñanza renovados en los Institutos Superiores de Educación Física y Deporte.

FINalMENtE, UNa DISCIPlINa aUtÓNoMa

Es sorprendente constatar como existe la costumbre de considerar que, el juego y el deporte, son prácticas de bajo nivel que no movilizan las calidades nobles del individuo. Es-tos prejuicios persistentes invitan a percibir las técnicas del cuerpo como simples actividades de liberación pueril y en-tretenimiento frívolo. Ahora bien, todo investigador que haya estudiado las actividades físicas sabe que no es así. La perso-na que actúa es tan compleja como la persona que piensa; máxime cuando para actuar, ya es necesario pensar.

Rechazar estos prejuicios desfavorables y proponer un nuevo punto de vista impone un acto de indisciplina. Es necesario tener la audacia para salir de los senderos trillados cuando éstos no conducen al lugar deseado. En este sentido los mo-tricistas, reconociendo al mismo tiempo el interés innegable de las aportaciones interdisciplinarias de las ciencias clási-cas, pusieron al descubierto un nuevo objeto que se impone como el denominador común de todas las actividades físicas y de todos los deportes. Se trata “de la acción motriz” que ig-nora la fractura entre el cuerpo y el espíritu. Este objeto tiene en cuenta la totalidad de la persona actuante que se expresa por medio de sus conductas motrices, solicitando de manera combinada las diferentes dimensiones orgánica, emocional, cognitiva o relacional. Por ello se creó la ciencia de la acción motriz o Praxiología Motriz, que se ha desarrollado desde hace casi medio siglo en Europa, África y América.

Este objeto propio, esta pertinencia nueva, la acción motriz, que no es reivindicada por ninguna otra disciplina, da a la Praxiología Motriz la especificidad que le permite garantizar su estatuto y autonomía científicos. La identidad y la unidad de este nuevo campo disciplinario se adquieren mediante la acción motriz, tal y como se ha constatado, pues de manera indiscutible es el denominador común de todas las activida-des físicas, se trate de la gimnasia, del salto con pértiga, del esquí, del ciclismo, de la natación o del fútbol. Si se añade a esto el carácter científico, esta nueva manera de plantear el

capacité créatrice du chercheur qui saura explorer la lisière des frontières disciplinaires en valorisant son propre territoi-re. Le motricien doit aller au-delà des disciplines classiques, engager un parcours transdisciplinaire qui l’invite à traverser les disciplines convenues pour déboucher sur un espace où, ainsi que le souligne M. Mauss « il y a des vérités à trouver ».

Seul un tel dépassement, allant au-delà des frontières dis-ciplinaires couramment admises, permettra d’élaborer un corps de connaissances originales susceptible de fonder des démarches pédagogiques et des programmes d’enseigne-ment renouvelés dans nos Instituts Supérieurs d’Education Physique et de Sport.

UNE DISCIPlINE ENFIN aUtoNoME

Il est frappant de constater combien l’on a l’habitude de con-sidérer que le jeu et le sport sont des pratiques de bas niveau qui ne mobilisent pas les qualités nobles de l’individu. Ces préjugés persistants invitent à percevoir les techniques du corps comme de simples activités de défoulement puéril et de divertissement frivole. Or, tout chercheur qui s’est penché sur les activités physiques sait bien qu’il n’en est rien. La per-sonne qui agit est aussi complexe que la personne qui pense ; et cela d’autant plus que pour agir, il faut déjà penser.

Rejeter ces préjugés défavorables et proposer un point de vue nouveau impose un acte d’indiscipline. Il faut avoir l’au-dace de sortir des sentiers battus quand ceux-ci ne mènent pas au lieu désirable. C’est en ce sens que les motriciens, tout en reconnaissant l’intérêt incontestable des apports interdis-ciplinaires des sciences classiques, ont mis à découvert un nouvel objet qui s’impose comme le dénominateur commun de toutes les activités physiques et de tous les sports. Il s’agit de « l’action motrice » qui ignore la fracture entre le corps et l’esprit. Cet objet prend en compte la totalité de la personne agissante qui s’exprime par la voie de ses conduites motrices, sollicitant de façon conjuguée les différentes dimensions or-ganique, affective, cognitive ou relationnelle. C’est ainsi qu’a été créée la science de l’action motrice ou Praxéologie mo-trice, qui s’est développée depuis bientôt un demi-siècle en Europe, en Afrique et en Amérique.

Cet objet propre, cette pertinence nouvelle, « l’action motri-ce » qui n’est revendiquée par aucune autre discipline, dote la Praxéologie motrice de la spécificité qui va lui permettre d’assurer son statut et son autonomie scientifiques. L’identité et l’unité de ce nouveau champ disciplinaire sont ainsi acqui-ses : l’action motrice, nous l’avons constaté, est bel et bien le dénominateur commun de toutes les activités physiques, qu’il s’agisse de la gymnastique, du saut à la perche, du ski, du vélo, de la natation ou du football. Ajoutons-y la scientifi-cité, car cette nouvelle façon de poser le problème est plei-nement compatible avec la démarche scientifique classique qui permet de conjuguer les données objectives aux apports cliniques et subjectifs : observation des comportements mo-teurs, hypothèses et expérimentations, enquêtes, entretiens, modélisation des situations, validations des résultats et in-

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problema es plenamente compatible con el planteamiento científico clásico, pues permite conjugar los datos objetivos con las aportaciones clínicas y subjetivas, como la observa-ción de los comportamientos motores, las hipótesis y expe-rimentaciones, las encuestas, las entrevistas, la modelización de las situaciones o la validación de los resultados e interpre-taciones en relación con las teorías subyacentes. La Praxio-logía Motriz ofrece un inmenso campo de investigaciones y experimentaciones potenciales.

Se sabe que, durante las últimas décadas y en numerosos paí-ses, se han llevado a cabo una multitud de trabajos teóricos y experimentales de envergadura, tratando de temas praxio-lógicos muy variados, como son los juegos tradicionales de distintas culturas, el aprendizaje de las técnicas motrices, el impacto de las actividades lúdico deportivas en las reaccio-nes emocionales, los rasgos práxicos originales de múltiples especialidades como la natación, los deportes colectivos, los deportes en la naturaleza... La reciente publicación en la re-vista brasileña “Movimento” de la investigación del profesor Pere Lavega y de su equipo, referente a la vivencia emotiva causada por la cooperación motriz, es una brillante ilustra-ción. Tales estudios, teóricos y prácticos, se han multiplicado, gracias particularmente a las tesis de nuestros doctorandos; ellas confirman que la “masa crítica” que entroniza la presen-cia de la Praxiología Motriz en el universo científico ya ha sido lograda.

Las bases epistemológicas están aseguradas, las investigacio-nes de profundización se imponen, aunque todavía estemos en los inicios, pues casi todo queda por hacer. Conviene mul-tiplicar los trabajos y poner a punto en los Institutos Superio-res de Educación Física y el Deporte programas de formación que estén en armonía con las exigencias científicas y las posi-ciones praxiológicas. Es necesario volver a dar a la educación física y al deporte su identidad original, y asignarles el esta-tuto legítimo al que tienen derecho. Es la tarea que corres-ponde a las jóvenes generaciones que suben. Estoy seguro que tendrán éxito y pienso que la organización de este Con-greso Internacional, debido al mérito de la Profesora Artemis Soares y su equipo, participará con brío en esta refundación del campo de las actividades físicas y del deporte.

terprétations en liaison avec les théories sous-jacentes. La praxéologie motrice offre un immense champ de recherches et d’expérimentations potentielles.

On sait qu’au cours des dernières décennies et dans de nom-breux pays, une foule de travaux théoriques et expérimen-taux d’envergure ont été menés à bien, traitant de sujets praxéologiques très variés : les jeux traditionnels de différen-tes cultures, l’apprentissage des techniques motrices, l’im-pact des activités ludosportives sur les relations affectives, les traits praxiques originaux de multiples spécialités telles que la natation, les sports collectifs, les sports de pleine nature… La récente parution dans la revue brésilienne « Movimento » de la recherche du Professeur Père Lavega (2014) et de son équipe, portant sur le vécu émotif provoqué par la coopé-ration motrice en est une brillante illustration. De telles étu-des, théoriques et pratiques, se sont multipliées, notamment grâce aux thèses de nos doctorants; elles confirment que la « masse critique » intronisant la présence de la Praxéologie motrice dans l’univers scientifique est désormais atteinte.

Les bases épistémologiques étant assurées, les recherches d’approfondissement s’imposent car nous n’en sommes qu’aux prémices : presque tout reste à faire. Il convient de multiplier les travaux et de mettre au point dans nos Instituts Supérieurs de l’Education Physique et du Sport des program-mes de formation qui soient en harmonie avec les exigences scientifiques et les positions praxéologiques. Il faut redonner à l’éducation physique et au sport leur identité originale, et leur attribuer le statut légitime auquel ils ont droit. C’est la tâche qui revient aux jeunes générations montantes. Je suis sûr qu’elles réussiront et je pense que l’organisation de ce Congrès International, dû au mérite de la Professeure Artemis Soares et de son équipe, participera avec brio à cette refon-dation du champ des activités physiques et du sport.

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BIBlIograFÍa

Collard, L. (2014). The taste of risk in sportspeople: how do they play a “Chickie-run” game? En V. Mariann (Ed.), Playing fields: power, practice and passion in Sport. Pp. 163-178. Reno: University of Nevada.

Dally, N. (1857). Cinésiologie ou Science du Mouvement (dans ses rapports avec l’éducation, l’hygiène et la thérapie). Paris: Librairie Centrale des Sciences.

During, B. (1981). La crisis de las pedagogías corporales. Málaga: Unisport.

Durkheim, E. (1947). Les règles de la méthode sociologique. Paris: PUF.

Elias, N. (1973). La civilisation des mœurs. Paris: Calmann-Lévy.

Hernández Moreno, J. (1994). Análisis de las estructuras del juego deportivo. Barcelona: INDE Publicaciones.

Lagardera, F. y Lavega, P. (2004) (Eds.). La ciencia de la accion motriz. Lleida: Edicions de la Universitat de Lleida.

Lavega, P. y col. (2014). Efecto de la cooperacion motriz en la vivencia emocional positiva; perspectiva de género. Movimento, 20 (2), 593-618.

Le Boulch, J. (1971). Vers une science du mouvement humain. Introduction à la psychocinétique. Paris: Les Editions ESF.

Mauss, M. (1966). Les techniques du corps. In M. Mauss (Ed.), Sociologie et Anthropologie. (pp. 365–386). Paris: PUF.

Parlebas, P. (1971). Pour une épistémologie de l’éducation physique. Education Physique et Sport, 110, 15-22.

Parlebas, P. (2014). Motor Praxeology: a new scientific paradigm. En V. Mariann (Ed.), Playing fields: power, practice and passion in Sport. Pp. 127-144. Reno: University of Nevada.

BIBlIograPHIE

Collard, L. (2014). The taste of risk in sportspeople: how do they play a “Chickie-run” game? En V. Mariann (Ed.), Playing fields: power, practice and passion in Sport. Pp. 163-178. Reno: University of Nevada.

Dally, N. (1857). Cinésiologie ou Science du Mouvement (dans ses rapports avec l’éducation, l’hygiène et la thérapie). Paris: Librairie Centrale des Sciences.

During, B. (1981). La crisis de las pedagogías corporales. Málaga: Unisport.

Durkheim, E. (1947). Les règles de la méthode sociologique. Paris: PUF.

Elias, N. (1973). La civilisation des mœurs. Paris: Calmann-Lévy.

Hernández Moreno, J. (1994). Análisis de las estructuras del juego deportivo. Barcelona: INDE Publicaciones.

Lagardera, F. y Lavega, P. (2004) (Eds.). La ciencia de la accion motriz. Lleida: Edicions de la Universitat de Lleida.

Lavega, P. y col. (2014). Efecto de la cooperacion motriz en la vivencia emocional positiva; perspectiva de género. Movimento, 20 (2), 593-618.

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Le Boulch, J. (1971). Vers une science du mouvement humain. Introduction à la psychocinétique. Paris: Les Editions ESF.

Mauss, M. (1966). Les techniques du corps. In M. Mauss (Ed.), Sociologie et Anthropologie. (pp. 365–386). Paris: PUF.

Parlebas, P. (1971). Pour une épistémologie de l’éducation physique. Education Physique et Sport, 110, 15-22.

Parlebas, P. (2014). Motor Praxeology: a new scientific paradigm. En V. Mariann (Ed.), Playing fields: power, practice and passion in Sport. Pp. 127-144. Reno: University of Nevada.

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aCtItUD HaCIa la PrÁCtICa DEPortIVa Y tIEMPo lIBrE.UN EStUDIo Para la MEJora DE la CalIDaD DE VIDa EN la CoMUNa DE aNCUD, CHIloÉ, CHIlE.

attItUDE towarDS SPort PraCtICE aND lEISUrE. a StUDY to IMProVE QUalItY oF lIFE IN aNCUD CoMMUNE, CHIloE, CHIlE

Alejandro López Rodríguez (Cuba)Doctor en Ciencias Pedagógicas y Licenciado en Cultura Física.Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo”.

Viviana Lázara González Maura (Cuba). Doctora en Ciencias Psicológicas y Licenciada en Psicología.Universidad de La Habana.

Jaime Márquez Altamirano (Chile)Licenciado en Filosofía e Historia.Representante Legal de Huillinco Consultores Ltda. Chiloé, Chile.

Fecha recepción: 11-5-14Fecha aceptación: 24-6-14

rESUMEN

El objetivo del artículo es analizar la actitud hacia la práctica deportiva y la utilización del tiempo libre con un enfoque de salud, en una muestra representativa de la población mayor de 16 años de la comuna de Ancud, en Chiloé, Chile. Se aplicó el cuestionario “Hábitos deportivos de los habitantes d el Municipio Ingenio”, de Amador, Romero, y Castellano (2009) adaptado al estudio de las actitudes. Los resultados evidencian que, en general, existe una actitud positiva hacia la práctica deportiva como fuente de salud; sin embargo, esta actitud positiva no logra movilizar suficientemente la conducta para una práctica deportiva sistemática ajustada al tiempo libre. La práctica deportiva no sistemática se expresa de manera más acentuada en la población mayor de 25 años y en la mujer. Los resultados obtenidos constituyeron un punto de partida necesario para el diseño de políticas comunales orientadas a la mejora de la calidad de vida y la salud de la población de Ancud.

PalaBraS ClaVE: Calidad de vida, Actitud, Práctica deportiva, Tiempo Libre.

aBStraCt

The article main goal is to analyze the attitude towards sport practice and the use of leisure focused on health, in a representative sample of over 16 years population from Ancud commune in Chiloe, Chile. It was applied “Inhabitants´ Sport Habits from Ingenio municipality” questionnaire from Amador, Romero and Castellano (2009) adapted to attitudes. Results evidence that exist, in gene-ral, a positive attitude towards the sport practice as a source of health; however, this positive attitude does not get to move enough the behavior for a systematically sport practice fitted the leisure. The irregular sport practice is expressed more emphasized in women and men over 25 years. The results represented a starting point necessary for designing of communal policies oriented to improvement of quality of life and the population health from Ancud.

kEYworDS: quality of life, attitude, sport practice, leisure

INtroDUCCIÓN

Incrementar la actividad física de la población, y el deporte para todos, relacionados con la mejora y mantenimiento de la condi-ción física con un enfoque de salud constituye hoy en día una necesidad social apremiante ante flagelos marcados por la inacti-vidad, la vida sedentaria, la obesidad infantil, el consumo de alcohol, tabaco y drogas y el uso pasivo del tiempo libre por grandes grupos poblacionales. En este empeño corresponde un papel importante a la actitud que asumen las personas hacia la práctica deportiva en tanto le permitan orientar su conducta hacia la práctica sistemática de actividades físicas como estrategia para la mejora de su salud y calidad de vida.

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El propósito del artículo es analizar la actitud hacia la práctica deportiva en su relación con la realización de actividades físicas y deportivas y la utilización del tiempo libre con un enfoque de salud, en una muestra representativa de la población mayor de 16 años de la comuna de Ancud, en Chile.

Los resultados que se analizan son parte de un estudio diagnóstico realizado en el 2013 a través del Proyecto de investigación “Calidad de vida, actividad física y salud. Gestión de políticas comunales integrales para el desarrollo de modelos de vida saluda-ble” que abarcó las comunas de Ancud, Quellón, Quemchi y Quinchao. Dicho proyecto es una iniciativa de Huillinco Consultores Ltda. y de la Universidad de Ciencias de la Cultura Física y el Deporte “Manuel Fajardo” de La Habana que responde a necesidades apremiantes de amplias capas de la población en Chile, desde la niñez hasta la tercera edad, las cuales presentan altos índices de obesidad infantil, uso pasivo del tiempo libre, alto sedentarismo e inactividad en la población adulta, etc., (SIMCE, 2013) (Chilede-portes, 2007) (IMO, 2009) con un mensaje de práctica deportiva, recreación física y promoción de salud que contribuya a mejorar la calidad de vida y el bienestar de los ciudadanos, en sentido general.

aCtItUD HaCIa la PrÁCtICa DEPortIVa, CalIDaD DE VIDa Y SalUD.

El estudio de la actitud que asumen las personas hacia la práctica deportiva constituye un factor esencial en la prevención y man-tenimiento de su salud y, por tanto, de su calidad de vida.

Durante muchos años en la práctica médica predominó un enfoque dicotómico y reduccionista en la concepción de la salud y la enfermedad. La salud era entendida como “ausencia de enfermedad”, por su parte la enfermedad se explicaba como resultado de problemas que tienen lugar en procesos fisiológicos al margen de factores de índole psicológico o social. Salud y enfermedad eran, por tanto, entes independientes y de origen biológico.

El desarrollo de la Medicina en el siglo XX trajo consigo un cambio en la visión de la relación salud-enfermedad y de la participa-ción de los factores psicológicos y sociales en su prevención, tratamiento y cura, dando lugar al surgimiento del enfoque bio-psi-co-social en la comprensión de la salud y la enfermedad en virtud del cual la salud y la enfermedad son concebidas como polos de un continuo en el que participan, desde un enfoque integral, factores biológicos, psicológicos y sociales.

La concepción bio-psico-social de la salud proclamada por la OMS (1948) entendida como el estado completo de bienestar físico, mental y social y no la ausencia de enfermedad, trasladó el centro de atención de la curación con un enfoque biomédico a la pre-vención con un enfoque social, educativo y multidisciplinario que privilegia el papel protagónico de las personas en la puesta en práctica de estrategias de afrontamiento a los problemas que ponen en riesgo su salud, entre las que ocupan un lugar importante la actividad física y el deporte.

Importante resulta para la comprensión del enfoque bio-psico-social de la salud el énfasis en el estudio de las potencialidades de autodesarrollo del ser humano como expresión de “salud psíquica” especialmente marcado por la Psicología Humanista; “el funcionamiento pleno de las personas” (Rogers, 1961), “las personas sanas y la autorrealización” (Maslow, 1974). Sustentado en la Psicología Humanista, se desarrolla a fines del siglo pasado un grupo de investigaciones acerca del bienestar psíquico, la resiliencia, la creatividad, la inteligencia emocional desde un enfoque denominado por algunos autores “enfoque salugénico en Psicología” (Gancedo, 2006, 2008) que cristaliza en la denominada Psicología Positiva (Seligman, Steen, Park & Peterson, 2005; Seligman, 2011; Vázquez, 2009). La esencia de la Psicología Positiva, refiere Seligman, es el estudio del bienestar humano y la mejora de la calidad de vida desde una perspectiva científica que centra la atención en la identificación y estimulación de potencialidades humanas orientadas a alcanzar estados físicos y psíquicos óptimos de salud.

Lo anterior nos permite comprender la necesidad de identificar y estimular en las personas el desarrollo de actitudes positivas hacia la realización de actividades físicas y deportivas como vías para el mantenimiento de su salud física y emocional y la mejora de su calidad de vida.

la NatUralEZa CoMPlEJa Y SoCIal DE la aCtItUD.

En la investigación se parte del reconocimiento de la naturaleza compleja y social de la actitud entendida como tendencia o dis-posición adquirida a evaluar de un modo determinado un objeto, hecho, persona o situación y actuar en consonancia con dicha evaluación y que se expresa a través de la integración de 3 componentes: cognitivo, motivacional-afectivo y conductual. (Coll, Pozo, Sarabia y Valls, 1994)

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El componente cognitivo se refiere a las creencias, representaciones, valoraciones que tiene la persona respecto al objeto al que se orienta la actitud. El componente motivacional-afectivo se refiere a los motivos que orientan el comportamiento, mientras que el componente conductual se expresa en las acciones manifiestas en correspondencia con las valoraciones y motivos que orientan la conducta.

La necesidad de reconocer la complejidad de las actitudes y no reducirla sólo a factores cognitivos o afectivos es destacada tem-pranamente en la Psicología Social en los trabajos de Thurstone (1931) al relacionar la actitud con el pensamiento y las emociones y de Allport (1935) al destacar el componente conductual de la actitud en tanto predisposición mental para la acción y, más re-cientemente, en autores como Bohner y Wanke (2002) y Johnson, Maio y Smith-McLallen (2005).

El reconocimiento de la naturaleza compleja de la actitud y, por tanto, de la necesaria interrelación entre sus 3 componentes es esencial para la comprensión del carácter orientador de la actitud en la conducta. No obstante, es interesante señalar que inde-pendientemente de la comprensión de su naturaleza compleja, en muchas investigaciones realizadas acerca de las actitudes hacia la práctica deportiva predomina el énfasis en el estudio de su componente motivacional (Castro Girona, Pierón y González Valeiro, 2006; Fernández Moyano, Ruiz Tendero, Martínez Ballesteros, Rivas Galán y Casado Manzano, 2013; Frayle y de Diego, 2006; Gutié-rrez Sanmartin y Pilsa Domenech, 2006; Lorenzo Caminero y Ayllón López, 2002; Moreno, Rodríguez y Gutiérrez, 2003).

Por otra parte, asumir la naturaleza social de la actitud nos permite comprender la importancia de realizar acciones educativas para potenciar su desarrollo (Castillo, Balaguer y García Merita, 2007; Pérez y Delgado, 2003).

la aCtItUD HaCIa la aCtIVIDaD FÍSICa CoMo PrÁCtICa SalUDaBlE.

Es necesario que desde las edades tempranas se promuevan actitudes favorables hacia la actividad física como práctica saludable, para ello las actividades físicas y deportivas escolares y extraescolares deben concebirse como actividades educativas que propi-cien el desarrollo de hábitos saludables para toda la vida. (Fraile y de Diego, 2005)

Para promover actitudes favorables hacia la actividad física como práctica saludable es necesario educar a las personas desde edades tempranas en la práctica sistemática de actividades físicas y deportivas que propicien el desarrollo de motivaciones, há-bitos, habilidades para el desarrollo de un estilo de vida activo como alternativa para evitar el sedentarismo y sus consecuencias negativas para la salud tales como el riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes, envejecimiento prematuro, entre otras.

MEtoDologÍa UtIlIZaDa EN El DIagNÓStICo DE la aCtItUD HaCIa la PrÁCtICa DEPortIVa Y El tIEMPo lIBrE.

El estudio diagnóstico se realizó desde un enfoque cuantitativo-cualitativo. El cuestionario utilizado fue “Hábitos deportivos de los habitantes del Municipio Ingenio”, de Amador, Romero, y Castellano (2009) el cual se basa en el cuestionario de García Ferrando (2006) para el estudio de los Hábitos deportivos de los españoles 2005, ambos suficientemente contrastados y validados. El referi-do cuestionario ha sido utilizado también por Romero y Amador (2008) en el estudio de los Hábitos deportivos de los universitarios colombianos. El cuestionario fue adaptado por el autor principal de este artículo para el estudio de la actitud hacia la práctica deportiva.

En este artículo se presentan algunos de los resultados obtenidos en la aplicación de dicho cuestionario en la comuna de Ancud para argumentar la relación encontrada entre actitud hacia la práctica deportiva y tiempo libre.

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Las preguntas del cuestionario que serán analizadas se presentan en la tabla 1.

Tabla 1. Preguntas del cuestionario que se toman del cuestionario para este artículo

En Ancud se determinaron poblaciones específicas por conglomerados de escuelas urbanas, de nivel básico y medio, y a partir de éstas, conglomerados de apoderados (padres, abuelos, etc.) y los listados respectivos. Se calculó el tamaño de la muestra total, utilizando la siguiente ecuación, tomando los niveles de confianza de 95%, con un margen de error del 5%, siendo la muestra de 245 sujetos.

No=(Z^2 x p x q)/e^2

Dónde:

Z = 1.96 Ordenada correspondiente al 95% en la distribución normal.e = 5 % Porcentaje de error que se está dispuesto a aceptarp = 50% Probabilidad de encontrar un practicante de algún deporteq = 50% Probabilidad de no encontrar un practicante de algún deporteNo = Tamaño de la muestra para poblaciones desconocidas

No=(No x N)/(No+(N-1))

Dónde:

No = Tamaño de la muestra para poblaciones de tamaño desconocidoN = Tamaño de la muestra para poblaciones de tamaño conocido

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Posteriormente, mediante el análisis de proporciones se determinó el tamaño muestral estratificado por género y grupos etarios, como se puede apreciar a continuación. Tabla 2

Tabla 2. Muestra estratificada por sexo y grupos etarios

Grupos etarios Total

16-24 25-34 35-44 45-54 55 o más

Masculino 78 12 23 14 6 133

Femenino 23 19 41 19 10 112

Total 101 31 64 33 16 245

La prueba de Chi-cuadrado evidenció un nivel de significación de ,000.

Dentro de cada género y grupo de edades se determinaron los casos por muestreo aleatorio simple, hasta completar el número de sujetos de la muestra.

Para tratar de superar la dificultad que presenta la prueba de Chi-cuadrado cuando se encuentran frecuencias inferiores a 5, se fusionaron los 5 grupos etarios iníciales en sólo 2. Estos son: 16-24 años y 25 o más. Esta fusión se fundamenta en una realidad que muchos reconocen y es que las personas, por lo general, una vez que egresan de centros de enseñanza media, institutos y universidades e ingresan al mundo laboral, abandonan la práctica deportiva y se convierten en sedentarios, lo que se asocia a la falta de tiempo libre, exceso de estudio o trabajo u obligaciones familiares y sociales. (Chiledeportes, 2007), (IMO, 2009) Tabla 3.

Tabla 3. Muestra ajustada a dos grupos etarios.

Grupos de edades Total

16 -24 años 25 o más

Sexo Masculino Recuento 78 55 133

% del total 31,8% 22,4% 54,3%

Femenino Recuento 23 89 112

% del total 9,4% 36,3% 45,7%

Total Recuento 101 144 245

% del total 41,2% 58,8% 100,0%

La base de datos se procesó con el SPSS 11.5 para obtener estadísticos descriptivos de análisis de frecuencias, tablas de contingen-cia y la prueba de Chi-cuadrado.

Dicha prueba de Chi-cuadrado contrasta la hipótesis de independencia entre las dos variables que se tomaron en la tabla de con-tingencia, partiendo del supuesto de que ambas variables son independientes. Si Ho > 0.05, las variables son independientes, es decir, no hay asociación. Pero si ocurre lo contrario, o sea, que la probabilidad H1< 0.05, no podemos aceptar Ho y decimos que la prueba es significativa o que se encontró una situación significativamente diferente a la que se supone en la hipótesis de indepen-dencia y por tanto, hay asociación entre las variables.

El análisis y discusión de los resultados se realiza comparándolos esencialmente con el estudio de Amador et al. (2009) teniendo en cuenta que la municipalidad de Ingenio, Las Palmas de Gran Canarias, donde estos autores realizaron su investigación, tiene características insulares como Ancud, en Chiloé, Chile y, que en ambos estudios, se utilizó el mismo cuestionario y las muestras fueron estratificadas. También se presentan en la discusión, datos de estudios precedentes realizados en Chile entre 2007 y 2009, que favorecen la comprensión y el alcance de los resultados que se muestran en este artículo.

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aNÁlISIS DE loS rESUltaDoS

Al presentar los resultados se hace analizando primero los tres componentes de la actitud en el siguiente orden: conductual (pre-guntas 5 y 6) cognitivo (preguntas 1 y 4.1) y motivacional-afectivo (preguntas 2) seguido de las preguntas relativas a la disponibi-lidad de tiempo libre (preguntas 22, 23)

la PrÁCtICa DEPortIVa. SU CoMPortaMIENto.

Tabla 4. ¿Practica usted, actualmente algún tipo de actividad física o deporte? * Sexo

P5 / Sexo Sexo TotalMasculino Femenino

¿Practica usted, actualmente algún tipo de actividad física o deporte?

Ninguno Recuento 28 68 96% del total 11,4% 27,8% 39,2%

Un deporte Recuento 23 25 48% del total 9,4% 10,2% 19,6%

Dos deportes Recuento 8 3 11% del total 3,3% 1,2% 4,5%

Varios deportes Recuento 16 1 17% del total 6,5% ,4% 6,9%

Actividad física y un deporte

Recuento 50 13 63% del total 20,4% 5,3% 25,7%

Actividad física y dos deportes

Recuento 8 2 10% del total 3,3% ,8% 4,1%

Total Recuento 133 112 245% del total 54,3% 45,7% 100,0%

Como se puede apreciar en la tabla 4, gráfico 1, de 245 casos estudiados, 96, el 39,2% no práctica ningún deporte; mientras que 144, el 61%, si practica algún deporte o actividad física, lo que significa que casi 2 de cada 3 encuestados, práctica actividad física o deportes. Esto evidencia una tendencia favorable a la práctica deportiva en la muestra estudiada. Al comparar estos resultados con el estudio de Amador et al. (2009, p. 84) en la municipalidad de Ingenio, Las Palmas de Gran Canarias, con una muestra de 358 sujetos, 133, el 37,1% no practican ningún deporte, porcentaje similar al de Ancud.

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En relación con el género, de los 96 de ambos sexos que no practican ningún deporte en Ancud, el 70,8% son mujeres, lo que significa que la mayor cantidad de no practicantes son del sexo femenino; mientras que en las mujeres de Ingenio, de 133 no prac-ticantes de ambos sexos, 81, el 60,9%, son mujeres, porcentaje inferior al de las mujeres de Ancud en 10 puntos porcentuales. No obstante, estos porcentajes evidencian que en ambos estudios las mujeres son las que menos practican deporte.

En cuanto a los que si practican deportes, los más altos porcentajes de práctica se observan en actividad física y un deporte, 20,4% los hombres y 5,3% las mujeres y, en segundo lugar, un deporte, 9,4% hombres y 10,2% las mujeres. Esta regularidad en cuanto al predominio de práctica en actividad física y un deporte y sólo en un deporte, en ambos sexos, también se aprecia en el estudio antes mencionado de Amador et al. (2009).

Tabla 5. ¿Practica usted, actualmente algún tipo de actividad física o deporte? * Grupos de edades

P5 – Grupos etarios Grupos de edades Total16 -24 años 25 o más

¿Practica usted, actualmente algún tipo de actividad física o deporte?

Ninguno Recuento 11 85 96% del total 4,5% 34,7% 39,2%

Un deporte Recuento 14 34 48% del total 5,7% 13,9% 19,6%

Dos deportes Recuento 5 6 11% del total 2,0% 2,4% 4,5%

Varios deportes Recuento 11 6 17% del total 4,5% 2,4% 6,9%

Actividad física y un deporte

Recuento 50 13 63% del total 20,4% 5,3% 25,7%

Actividad física y dos deportes

Recuento 10 0 10% del total 4,1% ,0% 4,1%

Total Recuento 101 144 245% del total 41,2% 58,8% 100,0%

En relación con los grupos de edades, tabla 5, gráfico 2, las diferencias son aún más significativas: De 96 que en Ancud no practican ningún deporte, 85, el 88,5%, tienen 25 o más años y sólo el 11,5% entre 16 - 24 años. En el referido estudio de Amador et al. (2009) el 15% entre 16 - 24 años no práctica ningún deporte, por lo que Ancud presenta mejor porcentaje en estas edades, aunque no es significativo.

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FrECUENCIa DE PrÁCtICa DEPortIVa.

Tabla 6. Frecuencia semanal de práctica deportiva * Sexo

P6 - Sexo Sexo Total

Masculino Femenino

Frecuencia sema-nal de practica deportiva

No hace actividad física

Recuento 27 64 91

% del total 11,0% 26,1% 37,1%

Un día a la semana Recuento 25 19 44

% del total 10,2% 7,8% 18,0%

Dos días a la semana

Recuento 38 11 49

% del total 15,5% 4,5% 20,0%

Tres días a la semana

Recuento 35 8 43

% del total 14,3% 3,3% 17,6%

Cuatro días a la semana

Recuento 5 3 8

% del total 2,0% 1,2% 3,3%

Cinco días a la semana

Recuento 2 2 4

% del total ,8% ,8% 1,6%

Diaria Recuento 1 5 6

% del total ,4% 2,0% 2,4%

Total Recuento 133 112 245

% del total 54,3% 45,7% 100,0%

Como se puede apreciar en la tabla 6, gráfico 3, los resultados se expresan por cantidad y porcentaje de práctica de días a la se-mana. Según Amador et al. (2009 p. 86) se consideran “esporádicos o intermitentes”, los que realizan la práctica uno o dos días a la semana, mientras se consideran “regulares o consolidados” lo que realizan la práctica tres o más días a la semana. No se consideran sedentarias “las personas que practican deporte y actividad física con una frecuencia de 3 o más veces a la semana, en sesiones de 30 minutos cada vez, de forma alternada” (Chiledeportes, 2007, p. 19).

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En Ancud los “esporádicos o intermitentes”,44 sujetos, el 18%, y 49, el 20% con un día o dos de práctica a la semana, respectiva-mente, sumados a los “no practicantes o inactivos” 91, el 37,1%, hace evidente un elevado nivel de sedentarismo en la comuna de Ancud, que, en general, representa el 75% de la muestra; ello equivale a decir que 3 de cada 4 tienen una tendencia sedentaria y por lo tanto, su conducta cotidiana no es reflejo de un estilo de vida saludable.

En el referido estudio en la municipalidad de Ingenio, entre los hombres, como “esporádicos o intermitentes”, se registraron 13,2% que realizan la práctica deportiva un día a la semana y 10,2% dos días la semana, porcentajes inferiores a los de Ancud, que deno-tan un más bajo nivel de sedentarismo.

Por otra parte, entre los “regulares o consolidados” que realizan la práctica tres o más días a la semana en Ancud, los hombres presentan mejores porcentajes, con diferencias significativas en relación con las mujeres, como se aprecia en la tabla 6, gráfico3.

CoMPoNENtE CogNItIVo DE la aCtItUD HaCIa la PrÁCtICa DEPortIVa

Tabla 7. Lugar que considera debe ocupar el deporte en la vida de las personas * Sexo

P1 - Sexo Sexo TotalMasculino Femenino

Lugar que conside-ra debe ocupar el deporte en la vida de las personas

Muy importante Recuento 108 72 180% del total 44,1% 29,4% 73,5%

Importante Recuento 25 38 63% del total 10,2% 15,5% 25,7%

Poco importante Recuento 0 2 2% del total ,0% ,8% ,8%

Total Recuento 133 112 245% del total 54,3% 45,7% 100,0%

En contraste con el bajo nivel de práctica deportiva sistemática (3 o más veces por semana) en la comuna de Ancud, anteriormente analizado, resulta significativo que de 245 sujetos de ambos sexos, 180, el 73,5% y 63, el 25,7% valoren de muy importante e im-portante, respectivamente, el lugar que deben ocupar la actividad física y el deporte en la vida de las personas y sólo 2, el 0,8% del sexo femenino, la considera poco importante y ningún sujeto nada importante, se aprecia en la tabla 7, gráfico 4.

Al comparar estos datos con el estudio de Amador et al. (2009, p. 77) sus encuestados estuvieron totalmente de acuerdo, 76,2% o bastante de acuerdo, 21,8%, con que el deporte permite estar en buena forma y es fuente de salud, lo que denota coincidencia en ambos estudios de una muy elevada valoración del lugar que el deporte debe ocupar en la vida de las personas.

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A nivel de género, es significativa la diferencia entre hombres y mujeres en Ancud, en cuanto a la valoración de muy importante del deporte, con un 44,1% contra un 29,4%, respectivamente; no obstante, la mayoría de las mujeres lo consideran importante. La prueba de Chi-cuadrado corrobora la asociación que existe entre estas variables a un nivel de ,006. Este resultado contrasta con el obtenido por Amador et al. (2009, p. 77) donde no se apreciaron diferencias significativas de género en el referido estudio de hábitos deportivos del municipio de Ingenio, a la hora de valorar de muy importante el deporte: 56% los hombres y el 55,2% las mujeres.

Tabla 8. El deporte es fuente de salud * Grupos de edades

P4.1 – Grupos de edades Grupos de edades Total

16 -24 años 25 o más

Hacer deporte permite estar en buena forma, el deporte es fuente de salud

No responde Recuento 2 9 11

% del total ,8% 3,7% 4,5%

Totalmente Recuento 95 124 219

% del total 38,8% 50,6% 89,4%

Bastante Recuento 4 11 15

% del total 1,6% 4,5% 6,1%

Total Recuento 101 144 245

% del total 41,2% 58,8% 100,0%

Como se puede apreciar en la tabla 8, gráfico 5, el 89,4% de los encuestados está totalmente de acuerdo en que el deporte permite estar en buena forma y es fuente de salud, predominando en esta valoración en las edades de 25 o más años con respecto a los más jóvenes.

Estos resultados muestran que la actitud de las personas hacia la práctica deportiva a nivel cognoscitivo, es muy favorable aunque no la realicen de manera sistemática. No obstante, la prueba de Chi-cuadrado no evidenció asociación entre estas variables.

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CoMPoNENtE MotIVaCIoNal - aFECtIVo DE la aCtItUD HaCIa la PrÁCtICa DEPortIVa

Tabla 9. Interés por el deporte y su nivel de practica * Sexo

P2 - Sexo Sexo Total

Masculino FemeninoSu interés por el deporte y su nivel de practica

Le interesa y lo practica suficiente-mente

Recuento 38 21 59% del total 15,5% 8,6% 24,1%

Le interesa y lo ha practicado, pero ya no lo practica

Recuento 23 34 57% del total 9,4% 13,9% 23,3%

Le interesa pero no lo practica tanto como quisiera

Recuento 64 44 108% del total 26,1% 18,0% 44,1%

Nunca ha practica-do pero le gustaría hacerlo

Recuento 4 12 16% del total 1,6% 4,9% 6,5%

No le interesa pero lo practica por obligación

Recuento 4 0 4% del total 1,6% ,0% 1,6%

No lo ha practicado y/o no le interesa

Recuento 0 1 1% del total ,0% ,4% ,4%

Total Recuento 133 112 245% del total 54,3% 45,7% 100,0%

El componente motivacional-afectivo, es lo que más destaca en la tabla 9, gráfico 6, toda vez que 108 sujetos, el 44% de ambos sexos, les interesa el deporte pero no lo practican tanto como quisieran, en comparación con los otros ítems de la pregunta. Al comparar este resultado con el de Amador et al. (2009, p. 79) el 39,7% de la muestra de la municipalidad de Ingenio seleccionó este ítems, lo que denota una diferencia porcentual mínima a favor de Ancud.

Por otra parte, también resulta interesante, los que refieren en Ancud que “les interesa y lo han practicado pero ya no lo practican”, 9,4% hombres y 13,9% mujeres, lo que denota abandono deportivo, siendo este mayoritario en el sexo femenino. En la municipa-lidad de Ingenio, los porcentajes fueron mayores, con un 20,7% los hombres y 23,8% las mujeres.

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tIEMPo lIBrE

Tabla 10. ¿Dispone de tiempo libre? * Sexo

P22- Sexo Sexo Total

Masculino Femenino

¿Dispone de tiem-po libre?

No responde Recuento 5 7 12

% del total 2,0% 2,9% 4,9%

Bastante Recuento 10 13 23

% del total 4,1% 5,3% 9,4%

Poco Recuento 88 63 151

% del total 35,9% 25,7% 61,6%

Casi nada Recuento 23 19 42

% del total 9,4% 7,8% 17,1%

Nada Recuento 7 10 17

% del total 2,9% 4,1% 6,9%

Total Recuento 133 112 245

% del total 54,3% 45,7% 100,0%

Como se puede apreciar en la tabla 10, gráfico 7, 151 sujetos de un total de 245, el 61,6% dice disponer de “poco” tiempo, seguido de “casi nada”: 42 sujetos, el 17,1%, los que sumados representan la gran mayoría. Sin embargo, en relación con el género, son los hombres, el 35,9% contra un 25,7% las mujeres los que señalan disponer de “poco” tiempo libre y de igual forma, “casi nada”: 9,4%y 7,8%, respectivamente. En este resultado, la prueba Chi-Cuadrado no muestra asociación.

Sin embargo, en el estudio de la municipalidad de Ingenio, “más de la mitad de los encuestados afirman disponer de “poco” tiem-po libre (51,9%) con una variación de 10,6 puntos porcentuales en contra de las mujeres, es decir, 46,4% los hombres y el 57% las mujeres” Amador y otros (2009, p. 111) lo que constituye una tendencia inversa a la encontrada en Ancud.

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Tabla 11. ¿Dispone de tiempo libre? * Grupos de edades

P22 – Grupos de edades Grupos de edades Total

16 -24 años 25 o más

¿Dispone de tiem-po libre?

No responde Recuento 1 11 12

% del total ,4% 4,5% 4,9%

Bastante Recuento 9 14 23

% del total 3,7% 5,7% 9,4%

Poco Recuento 74 77 151

% del total 30,2% 31,4% 61,6%

Casi nada Recuento 15 27 42

% del total 6,1% 11,0% 17,1%

Nada Recuento 2 15 17

% del total ,8% 6,1% 6,9%

Total Recuento 101 144 245

% del total 41,2% 58,8% 100,0%

En relación con los grupos etarios, tabla 11, gráfico 8, predominan en Ancud igualmente los que dicen disponer de poco tiempo libre pero sin diferencias significativas entre los dos grupos de edades: 30,2% entre 16-24 años y 31,4%, los de 25 o más, aunque este último grupo etario, tienen más altos porcentajes al percibir no poseer “casi nada” de tiempo libre 11% o “nada” 6,1% de tiem-po libre.

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Tabla 12. Disposición de tiempo libre diariamente * Sexo

P23 - Sexo Sexo Total

Masculino Femenino

¿Cuál es su dispo-sición de tiempo libre diariamente?

No responde Recuento 37 37 74

% del total 15,1% 15,1% 30,2%

No tengo tiempo Recuento 14 19 33

% del total 5,7% 7,8% 13,5%

Entre 1 y 2 horas Recuento 64 34 98

% del total 26,1% 13,9% 40,0%

Entre 3 y 4 horas Recuento 14 18 32

% del total 5,7% 7,3% 13,1%

Más de 4 horas Recuento 4 4 8

% del total 1,6% 1,6% 3,3%

Total Recuento 133 112 245

% del total 54,3% 45,7% 100,0%

Obsérvese en la tabla 12, gráfico 9 como predomina la disposición de “1 - 2 horas” diarias de tiempo libre, de 245 sujetos, 98 su-jetos, el 40%, seguido de “no tengo tiempo”, 33 sujetos, 13,5%. Ambos representan más del 50% por lo que resulta evidente que es muy poca la disposición general de tiempo libre que perciben las personas encuestadas de ambos sexos, teniendo en cuenta además el alto abstencionismo en la respuesta a esta pregunta, 74 sujetos, el 30,2%. Al comparar estos datos con los de la munici-palidad de Ingenio (Amador et al., 2009, p 113) el 47,8% dice disponer de “1-2 horas” diarias de tiempo libre, superior al de Ancud en 7,8 puntos porcentuales.

En relación con el género y los que dicen disponer de “1-2 horas” de tiempo libre diariamente, son los hombres de Ancud, los de mayor porcentaje, con el 26,1%.

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Tabla 13. Tiempo libre diariamente * Grupos de edades

P23 – Geupos de edades Grupos de edades Total

16 -24 años 25 o más

¿Cuál es su dispo-sición de tiempo libre diariamente?

No responde Recuento 24 50 74

% del total 9,8% 20,4% 30,2%

No tengo tiempo Recuento 7 26 33

% del total 2,9% 10,6% 13,5%

Entre 1 y 2 horas Recuento 55 43 98

% del total 22,4% 17,6% 40,0%

Entre 3 y 4 horas Recuento 13 19 32

% del total 5,3% 7,8% 13,1%

Más de 4 horas Recuento 2 6 8

% del total ,8% 2,4% 3,3%

Total Recuento 101 144 245

% del total 41,2% 58,8% 100,0%

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En relación con los grupos de edad, como se aprecia en la tabla 13, gráfico 10, en las edades entre 16 – 24 años, el 22,4% dicen disponer de “1-2 horas” diarias, mientras los de 25 o más, representan el 17,6%.

Tabla 14. Práctica deportiva - Tiempo libre

P5 – P22 ¿Dispone de tiempo libre? Total

No respon-de

Bastante Poco Casi nada

Nada

¿Practica usted, actual-mente algún tipo de acti-vidad física o deporte?

Ninguno Recuen-to

8 9 52 17 10 96

% 66,7% 39,1% 34,4% 40,5% 58,8% 39,2%

Un deporte Recuen-to

2 3 31 7 5 48

% 16,7% 13,0% 20,5% 16,7% 29,4% 19,6%

Dos deportes Recuen-to

0 3 6 2 0 11

% ,0% 13,0% 4,0% 4,8% ,0% 4,5%

Varios depor-tes

Recuen-to

1 0 13 2 1 17

% 8,3% ,0% 8,6% 4,8% 5,9% 6,9%

Actividad física y un deporte

Recuen-to

1 7 41 13 1 63

% 8,3% 30,4% 27,2% 31,0% 5,9% 25,7%

Actividad física y dos deportes

Recuen-to

0 1 8 1 0 10

% ,0% 4,3% 5,3% 2,4% ,0% 4,1%

Total Recuen-to

12 23 151 42 17 245

% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0% 100,0%

Como se puede apreciar en la tabla 14, los que perciben tener “poco”, “casi nada” o “nada” de tiempo libre, buscan el tiempo o lo administran de tal manera que les permita prácticas actividades físicas y deportivas. Obsérvese el predominio de práctica de acti-vidad física y un deporte o sólo un deporte, al igual que en las tablas 4 y 5. No obstante, la prueba de Chi-cuadrado no evidenció asociación entre estas dos variables.

DISCUSIÓN

El estudio realizado permitió constatar que existe, en general, una actitud positiva hacia la práctica deportiva como fuente de salud en la muestra estudiada, toda vez que se aprecia una valoración favorable de su importancia (componente cognitivo) al mismo tiempo que se muestra interés en su realización y manifestaciones de insatisfacción por no poder realizarla de modo sistemático (componente motivacional-afectivo). Sin embargo, esta disposición favorable a la realización de actividades físicas y deportivas no logra movilizar suficientemente la conducta para una práctica deportiva sistemática 3 días alternos a la semana (componente conductual).

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El insuficiente desarrollo del componente conductual de la actitud y la práctica deportiva no sistemática se expresa de manera más acentuada en la mujer y en la población mayor de 25 años en las que se observa una tendencia hacia una práctica deportiva con una frecuencia esporádica e intermitente.

Todo lo anterior nos permite afirmar que existe una tendencia marcada al sedentarismo superior a las dos terceras partes de la muestra estudiada, lo que nos indica que no se logra un estilo de vida saludable en relación con la práctica de la actividad física y el deporte.

Por otra parte, las dos terceras partes de la muestra estudiada perciben que el tiempo libre del que disponen es poco; sin embargo, de manera general, refieren disponer de 1-2 horas diarias de tiempo libre. Esta situación es interesante si tenemos en cuenta que 30 minutos de práctica deportiva 3 veces por semana, en días alternos, es suficiente para lograr un estilo de vida saludable. El proble-ma no está en la cantidad de tiempo libre de que dispone la persona sino en cómo lo utiliza. La situación constatada nos reafirma la necesidad de educar a la población en el uso del tiempo libre para lograr estilos de vida saludables.

Educar a la población de Ancud en el uso del tiempo libre para un estilo de vida saludable que permita combatir el sedentarismo es una necesidad si tenemos en cuenta que en investigaciones precedentes en el contexto chileno se observan índices elevados de sedentarismo. La Encuesta nacional de hábitos de actividad física y deportiva en la población chilena igual o mayor de 18 años, reveló que “…el 87,2% de la población es sedentaria en Chile (…) de cada 10 personas, casi 9 de ellas son sedentarias” (…), (Chile-deportes, 2007, p. 19)

Por otra parte, el estudio internacional: “El tiempo libre de los mexicanos en un estudio comparado con otros países”, que abarcó 34 naciones y 49,729 personas, de las cuales, 1,505 fueron chilenos y chilenas, reafirma que “los países latinoamericanos (Chile, México, Uruguay y República Dominicana) ocupan los primeros lugares de relevancia en la falta de tiempo libre como causa que les impide llevar a cabo las actividades recreativas” (IMO, 2009, p.48). En el caso específico de Chile, éste ocupó el lugar 3 entre 34 países de los que demandan mayor tiempo para actividades recreativas. Respecto a la práctica de deportes o actividades físicas, el 10,4% de los chilenos encuestados dijo realizarlas a diario y el 16,9% varias veces a la semana, en contraste con el 47,8% que dijo no realizarlas nunca, ocupando el lugar 24 en este aspecto.(IMO, 2009).

Los resultados del estudio realizado en la Comuna de Ancud muestran algunas similitudes a los obtenidos en la Municipalidad de Ingenio (Amador et al., 2009) tanto en la manifestación de los componentes de la actitud hacia la práctica deportiva como en la utilización del tiempo libre. Se observan coincidencias en cuanto a la valoración de la importancia de la práctica deportiva para la salud, la insatisfacción por no poder practicar el deporte tanto como quisieran, así como en la tendencia de los mayores de 25 años hacia una práctica deportiva esporádica e intermitente y la percepción de disponer de poco tiempo libre.

Consideramos que el estudio realizado confirma la necesidad de tener en cuenta la naturaleza compleja y social de las actitudes hacia la práctica deportiva que asumen las personas si pretendemos diseñar políticas y programas educativos orientados a lograr en la población estilos de vida saludables.

CoNClUSIoNES

En el estudio diagnóstico realizado en la comuna de Ancud si bien se constató la tendencia a la manifestación de una actitud favo-rable hacia la actividad física y la práctica deportiva como fuente de salud a partir del interés y el reconocimiento de su importancia por la población estudiada, se observan limitaciones en la sistematicidad de la realización de actividades físicas y deportivas y el uso adecuado del tiempo libre con un enfoque de salud.

Los resultados obtenidos constituyen un punto de partida necesario para el diseño de políticas comunales orientadas a la mejora de la calidad de vida y la salud de la población.

A partir de los resultados de este estudio se recomienda que tanto las políticas comunales para el desarrollo de una vida sana di-rigidas desde la municipalidad para la población en general, y empresariales para sus trabajadores, en particular, deben dirigirse prioritariamente al fortalecimiento de la participación de la mujer y la población mayor de 25 años en actividades físicas y depor-tivas, creando las condiciones y espacios necesarios para su realización.

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Al mismo tiempo, resulta indispensable desarrollar campañas de comunicación y programas específicos bien pensados y con los aseguramientos requeridos que aprovechen los fines de semana con actividades atractivas para la población donde la familia disfrute colectivamente en un ambiente de socialización y con un enfoque de “Deporte para Todos”. Ello contribuiría a potenciar el desarrollo de actitudes positivas de los ciudadanos hacia la práctica sistemática de actividades físicas y deportivas con la consi-guiente mejorar de los niveles de salud y de calidad de vida de la población.

Teniendo en cuenta lo anteriormente expresado y como resultado del estudio diagnóstico, realizado, se creó en la municipalidad de Ancud una “Mesa de Trabajo Comunal” con la participación de autoridades y especialistas del deporte, educación y salud, para la elaboración de un “Plan de Desarrollo Deportivo Comunal” que contempla ejes estratégicos y líneas de acción para el desarrollo de Programas y Proyectos específicos orientados a incrementar la práctica masiva de actividades físicas y deportivas, una mayor incorporación de la mujer y del adulto mayor en estas actividades, así como el uso activo del tiempo libre por niños, adolescentes y jóvenes.

Este Plan de Desarrollo Deportivo Comunal permitirá resolver a corto y mediano plazo los problemas detectados en el estudio diagnóstico.

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PartICIPaCIÓN DE aDUltoS EN aCtIVIDaDES rECrEatIVaS Y DE oCIo EN UN rESort EN El aMaZoNaS. UN aNÁlISIS a PartIr DE la PraXIologÍa MotrIZ

a PartICIPaÇÃo DE aDUltoS EM atIVIDaDES rECrEatIVaS E DE laZEr EM UM rESort No aMaZoNaS – UMa aNÁlISE a PartIr Da PraXIologIa MotrIZ

aDUlt PartICIPatIoN IN rECrEatIoNal aND lEISUrE aCtIVItIES IN a rESort IN tHE aMaZoN – aN aNalYSIS BaSED oN Motor PraXEoloGY

JOISE SIMAS DE SOUZA (Brasil)Bacharela em Educação Física – Promoção em Saúde e Lazer; Mestranda de Sociedade e Cultura na Amazônia da Universidade Federal do Amazonas (Manaus-AM, Brasil).

GLÁUCIO CAMPOS GOMES DE MATOS (Brasil)Professor Doutor do Programa de Pós-graduação em Sociedade e Cultura na Amazônia e da Faculdade de Educação Física e Fisio-terapia – Universidade Federal do Amazonas (Manaus-AM, Brasil).

Fecha recepción: 19-5-15Fecha aceptación: 6-7-14

rESUMEN: Las personas sienten la necesidad de abandonar sus rutinas con el fin de llenar su tiempo libre en espacios diferentes. Entre ellos destacamos un complejo hotelero en el Amazonas – Brasil, donde es posible realizar actividades recreativas y de ocio. Este espacio ha sido estudiado con los objetivos de: resaltar la práctica de ocio en un hotel resort en Amazonas; destacar las ac-tividades recreativas y espacios destinados al ocio de los huéspedes; identificar la razón de su elección a través de la Praxiología motriz mediante la participación de los huéspedes en las actividades y su permanencia en los espacios. Este es un estudio de caso, investigación de campo y observación participante. Los cuestionarios se aplicaron a 51 personas (±39,6 años) que participaron en las actividades propuestas por el resort. Entre los resultados destaca la preferencia por las actividades que implican emociones diferenciadas a fin de promover la sociabilidad y la competencia entre los participantes considerando criterios y categorías de lógica interna desde la Praxiología Motriz.

PalaBraS ClaVE: Praxiología motriz, resort, ocio, recreación.

rESUMo: As pessoas sentem a necessidade de sair de suas rotinas a fim de preencher seu tempo livre em diferentes espaços. Dentre estes, destacamos um hotel resort no Amazonas – Brasil. Este espaço foi estudado com os objetivos de: Evidenciar a prática do lazer em um hotel resort no Amazonas; Destacar as atividades recreativas e espaços destinados ao lazer para os hóspedes; Identificar, através da participação de hóspedes nas atividades e sua permanência em espaços, o motivo de suas escolhas através da praxiologia motriz. Trata-se de um estudo de caso, de pesquisa de campo e observação participante. Foram aplicados questio-nários com 51 hóspedes (±39,6 anos) que participaram de atividades propostas pelo resort. Dentre os resultados destaca-se a pre-ferência por atividades que envolvam emoções diferenciadas e que promovam a sociabilidade e competição entre os participantes partindo de critérios e categorias da lógica interna da Praxiologia Motriz.

PalaVraS-CHaVE: Praxiologia motriz; Resort; Lazer; Recreação.

aBStraCt: People feel the necessity to leave their routines in order to fill their free time in different spaces. Among these, we put in evidence a resort hotel in Amazonas – Brazil. This space has been studied with the follow objectives: To demonstrate the practice of leisure at a resort hotel in the Amazon; To underscore the spaces for recreational activities and leisure for guests; Identify, throu-gh the participation in the activities of guests and their stay in space, the motive of their choices by Motor Praxiology. This is a case study, field research and participant observation. Questionnaires with 51 guests (± 39.6 years) who participated in the activities proposed by the resort were applied. Among the results stands out preference for activities involving different emotions and that promote sociability and competition among participants starting criteria and categories of the internal logic of Motor Praxeology.

kEY worDS: Motor Praxiology, resort, leisure, recreation.

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1. INtroDUÇÃo

As pessoas sentem cada vez mais a necessidade de sair de suas rotinas impostas pelos compromissos profissionais e buscam por espaços e atividades para desta forma usufruírem seu tempo livre com lazer e atividades recreativas. São diversas as opções: bares, praças, shopping, hotéis de selva, restaurantes, parques entre outros espaços. Dentre estes, não acessível a todos, encontra-se um dos meios de hospedagem classificado como hotel do tipo resort para golfe, nosso objeto de estudo.

Abre-se um parêntese para a Sauá (2010) que define a palavra resort a partir de seu sentido etimológico (do francês Ressor tir), como uma amplitude de opções, sendo um empreendimento do ramo hoteleiro de alto padrão voltado para o lazer, conforto e descanso, além disso, de acordo com Pimentel (2003), é possível o contato direto com a natureza, segurança e possibilidade de usufruir várias opções de entretenimento e aprendizagem cultural para todas as idades.

A abordagem de alguns conceitos relacionados ao lazer e as atividades recreativas (trabalho, tempo livre, lazer, recreação e pra-xiologia motriz) se faz necessária para chegarmos a análise de nossos resultados para enfim apresentarmos a congruência entre trabalho empírico – de campo – e teoria.

1.1. traBalHo E tEMPo lIVrE

Nas sociedades contemporâneas a cobrança pela produtividade induz as famílias a exigirem de seus membros uma postura com-petitiva na qual o indivíduo deve ser aquele que não pode perder tempo com bobagem, ou seja, tudo o que for realizado deve resultar em algo palpável advindo daquilo que se denomina trabalho.

Em paralelo segue o que se denomina de não trabalho, o ócio. Aqueles que vivem uma vida ociosa, de certa forma, são considera-dos um peso social por não proporcionarem resultados visíveis através do trabalho. O indivíduo ocioso não merece apoio e corre o risco do “desprezo” social.

Elias e Dunning (1992) afirmam que, de acordo com a tradição, o trabalho é classificado em um nível superior, como um dever moral e com um fim em si mesmo, quando comparado com o lazer, que é tido como um nível inferior e uma forma de preguiça e indulgência.

No percurso histórico, um movimento social a partir da Revolução Industrial, ocorreu em função de diminuir a jornada de trabalho nas indústrias que chegava aos limites da capacidade humana e apesar de conquistado este direito e o lazer estar presente na Declaração dos Direitos Humanos da Organização Mundial das Nações Unidas, através da Resolução 217 de 1948, Artigo 24, (“todo homem tem direito a repouso e lazer, à limitação razoável das horas de trabalho e a férias remuneradas periódicas”) o aumento do tempo livre não quer dizer que as pessoas o usufruam para o lazer, elas parecem não se satisfazerem em trabalhar somente para ter o necessário para viver, pois optam por outro trabalho para ganhar mais dinheiro ou buscam outras ocupações, incluindo aquelas enquadradas em ajudar outros indivíduos, seguindo assim a lógica do capitalismo.

Este tempo livre, para Camargo (1998), é uma conquista das lutas sindicais, caracterizado pelo tempo que sobra das obrigações profissionais, escolares e familiares, englobando qualquer atividade de livre vontade, entre as quais está o lazer, que é uma forma a preencher este tempo livre.

Marcellino (2008, p.34) fala que tempo livre é “o tempo em que as pessoas estão libertas das atividades obrigatórias que não são exercidas por opção, mas por necessidade”. Segundo o autor, neste tempo as pessoas encontram-se livres para fazerem o que qui-serem, dentre elas: atividade de lazer, de cultura, esporte ou descanso, turismo, ócio ou contemplação.

Bruhns (2004) aponta que o termo tempo livre encerra uma ideia de democracia realizável, além de se ter uma forma determinada de calcular o tempo, a concepção de tempo como produtividade nos fez desprezar a dimensão afetiva e emocional nas relações humanas, justificando-nos de não termos tempo a perder.

Para Elias e Dunning (1992), o tempo livre, de acordo com a linguística, é todo o tempo liberto das ocupações de trabalho e somen-te uma parte dele pode ser dedicada ao lazer.

Diferentemente como apresentado por Marcellino, Elias e Dunning (1992) propõem cinco esferas distintas de atividades execu-tadas quando livres do trabalho ocupacional obrigatório, esboçando um modelo denominado Espectro do Tempo Livre, com categorias diferentes de atividades realizadas durante o tempo livre, que ao serem analisadas, observa-se que parte desse tempo livre acaba em outras ocupações: trabalho privado e administração familiar, repouso, provimento das necessidades biológicas, sociabilidade, atividades miméticas ou jogo.

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1.2. laZEr

Dentre as atividades miméticas ou jogo listadas acima estão as atividades de lazer. Lazer é uma palavra originada na forma infini-tiva latina de licere, que significa permitido. Loisir, palavra francesa, originou a palavra inglesa leisure que é utilizada para designar tempo livre. Já na língua espanhola, não se encontra a palavra lazer, mas ócio ou tempo livre.

A palavra grega para designar lazer é o antepassado direto da nossa palavra escola. É schole, que podia se referir também, às ocupações dos homens de lazer. De Grazia (1966), ao consultar Aristóteles, fala que a raiz da palavra schole significava parar ou cessar, de onde vem o ter repouso ou paz. Mais tarde significou ter tempo desocupado ou tempo para mim mesmo. Na sequência o oposto de schole, o termo ascholia que exprime ausência de ócio, devido ao prefixo a-, que denota falta, tendo o sentido de trabalho, ocupação.

Um dos influenciadores da concepção brasileira de lazer foi o sociólogo francês Dumazedier (1973) que conceitua lazer como um conjunto de ocupações onde o indivíduo pode se entregar de livre vontade (após livrar-se das obrigações profissionais, familiares e sociais) para descansar, divertir-se, recrear-se ou entreter-se ou ainda para desenvolver sua informação ou formação desinteres-sada.

Dumazedier (1975) citado em Delgado (2003) diz que o lazer possui conteúdos culturais que são divididos em cinco áreas de interesses: manuais, intelectuais, sociais, físico-esportivos e artísticos, sendo que Camargo (1998) acrescenta um sexto conteúdo, o interesse turístico, no qual se busca a quebra da rotina temporal ou espacial, além do contato com novas paisagens e culturas.

Elias e Dunning (1992) concebem o lazer como a busca de um descontrole controlado das emoções, uma ocupação escolhida li-vremente no seu tempo livre e não remunerada, escolhida, sobretudo, porque é agradável a si mesmo e desobstruída de obrigato-riedade. Para estes autores, “todas as atividades de lazer são atividades de tempo livre, mas nem todas as atividades de tempo livre são de lazer” (Elias e Dunning, 1992, p. 145). Nessas atividades o indivíduo tem em si mesmo a referência, proporcionando, dentro de certos limites, emoções e estas são agradavelmente estimuladas em certo período de tempo, uma divertida excitação que pode ser experimentada em público, partilhada com outros e desfrutada com aprovação social e boa consciência.

Elias e Dunning (1992) citam a esfera mimética, à qual pertencem as atividades associadas ao lazer, como um espaço onde a so-ciedade pode experimentar em público a explosão de fortes emoções, um tipo de excitação que não abala a ordem social se não perder o controle.

Bruhns (2004) aproxima o lazer de um estado de tranquilidade e serenidade que não pode ser realizado num determinado tempo, seria fazer poucas coisas, distanciando-se de coisas desagradáveis e sem ultrapassar seus limites, implicando até em renúncias para se ter sossego, paz e tranquilidade.

Uma das opções realizadas no tempo livre é viajar. A busca por resorts é algo crescente, para quem tem a possibilidade de pagar. De acordo com Silva e Gonçalves (2010) as famílias costumam planejar um período de suas férias para hotéis e resorts, buscando por entretenimento, descanso e refúgio da vida conturbada dos centros urbanos. Tal mobilidade física representa uma das di-mensões do lazer, realizando o turismo, funções fundamentais destacadas por Dumazedier (1979) citado em Bacal (2003) como: descanso, divertimento, recreação, entretenimento e desenvolvimento.

As concepções dos autores convergem para a ocupação do tempo livre com atividades realizadas de livre e espontânea vontade, que não são remuneradas e proporcionam excitação agradável, gerando tensões diferenciadas daquelas vividas na rotina do não lazer.

1.3. rECrEaÇÃo

Etimologicamente, Recreação vem do latim “recreare” e quer dizer restaurar, renovar, reanimar. A recreação, “é atividade de natu-reza diversa que proporciona prazer, divertimento, entretenimento etc.[] A recreação envolve atividade lúdica como brincadeiras, jogos e divertimentos” (Barbanti, 2003, citado em Silva e Gonçalves, 2010, p.23).

Segundo Marcellino (2006) lazer e recreação ainda são encarados como sinônimos, mas Silva e Gonçalves (2010) ilustram a di-ferença entre elas: viajar a um hotel seria lazer e participar das atividades no hotel, recreação. Enquanto o lazer é uma forma de entretenimento ou descanso, a recreação exige empenho em atividades de forma a se obter diversão.

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Reforça Bruhns (2004), que atividades recreativas traduzem a agradável sensação de sair do cansaço e da tensão, como também o alívio causado pelo estresse do trabalho ou por um trabalho opressivo, diferentemente do lazer.

Para Cavallari e Zacharias (2001), a recreação é escolhida espontaneamente pelo indivíduo através da qual satisfaz suas vontades e anseios ligados ao seu lazer, entendida como uma situação que proporciona alegria e prazer.

1.4. PraXIologIa MotrIZ

Apesar de ter sido elaborada como prática pedagógica da Educação Física, a Praxiologia Motriz ou ciência da ação motora se de-bruça no mundo dos jogos (brincadeiras, esportes, exercícios etc.) a partir de regras das atividades, sobretudo da compreensão do estudo e compreensão da lógica interna, o que faria da Educação Física uma pedagogia das condutas motrizes.

A concepção do termo “comportamento motor” tira de foco a noção de movimento e centraliza-se no indivíduo e o coloca no centro da cena, sendo as modalidades motoras capazes de expressar sua personalidade tal como a dimensão biomecânica, afetiva, relacional, cognitiva e expressiva. Para Parlebas (1987, p.11) “o conceito de conduta motora representa o denominador comum de todas as atividades físicas e desportivas e permite analisar todas as práticas corporais”.

Expor a lógica interna de cada situação motora é um dos primeiros objetivos da Praxiologia Motriz. Parlebas (1987) evidencia três critérios de lógica interna das práticas motoras: 1) a relação do praticante com o meio físico (I), com presença ou ausência de in-certeza devido ao meio físico; 2) a interação motriz de cooperação (C), com presença ou ausência de companheiro; 3) a interação motriz de oposição (A), com presença ou ausência de adversários.

Além disso, Parlebas classifica as práticas motoras em quatro grandes categorias, sendo a primeira uma situação psicomotora e as demais, situações sociomotoras: 1) as práticas desprovidas de interação motora: onde não há interação com o outro, mas há uma profunda interação com o meio é onde de definem as situações psicomotoras; 2) as práticas nas quais as interações motoras entre os adversários são exclusivamente antagônicas: há um duelo entre os indivíduos; 3) as práticas em que a interação entre companheiros é exclusivamente cooperativa; e 4) as práticas onde a interação conjuga a oposição e a cooperação: como é o caso das atividades coletivas.

Rodrigues (2004) nos apresenta tais critérios e categorias onde com a combinação dos três critérios (CAI) é possível caracterizar qualquer situação motora em oito categorias ou domínios diferentes – com a ausência de um dos três critérios – em qualquer jogo ou esporte. É pertinente destacar que estas situações possuem um conjunto de obrigações, criados por regras previamente criadas e aceitas pelos participantes, todos tem que respeitar dentro dos limites apesar de possuírem, muitas das vezes, aparências lúdicas.

Apesar de a literatura apresentar um crescimento no âmbito do lazer, poucos ainda são os trabalhos relacionados ao tema envol-vendo resorts, principalmente em na Região Amazônica. Além disto, uma análise da participação em atividades recreativas e de lazer se faz necessária através da praxiologia motriz tendo como fio condutor os objetivos: a) Evidenciar a prática do lazer em um hotel resort no Amazonas; b) Destacar, em um resort no Amazonas, as atividades recreativas e espaços destinados ao lazer para os hóspedes; c) Identificar, através da participação de hóspedes nas atividades e sua permanência em espaços, o motivo de suas escolhas através da praxiologia motriz.

2. MÉtoDoS

Para cumprirmos os objetivos deste trabalho, realizamos um estudo de caso com ênfase na pesquisa de campo de abordagem quali-quantitativa, com observação participante, entrevistas e questionário misto envolvendo cinco questões. Esta fase foi possível através do Estágio Curricular Supervisionado do curso de bacharelado em Educação Física da Universidade Federal do Amazonas, no seguimento Gestão do Lazer com 105 horas, que foi realizado em um hotel de lazer ou resort para golfe no Amazonas com o consentimento da direção do estabelecimento para realização da coleta de dados.

Foram observadas e analisadas as atividades do resort destinadas aos adultos durante os finais de semana e feriados pela progra-mação do setor de esporte e lazer, elas são: caminhada na trilha, hidroginástica recreativa, futebol, tênis de mesa, alongamento, mini-golfe, dinâmicas e Cooper. As atividades eram realizadas e, no encerramento, os hóspedes que delas participavam, eram convidados a responder ao questionário.

Fizeram parte da pesquisa 28 homens e 23 mulheres (ver Tabela 1), entre 23 e 60 anos, tendo uma média de idade ±39,6 anos. Convém ressaltar que cada hóspede respondeu a um único questionário, não o repetindo se participasse de outra atividade.

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Tabela 1 – Sujeitos

Sujeitos Participantes Idade

Feminino 23 (45%) 39,6±9,7

Masculino 28 (55%) 39,1±9,5

Esta amostra apresenta-se com um N estatisticamente não significativo diante do número total de hóspedes, diferenciando-se no que diz respeito a quantidade de participantes nas atividades analisadas e dentre outros fatores como o período de baixa tempo-rada associada ao período chuvoso na região que afasta pessoas que buscam atividades ao ar livre.

As respostas dos questionários foram tabuladas no programa Excel e geradas tabelas com percentuais para a análise descritiva, apresentas nos resultados e discussão dos dados.

3. rESUltaDoS E DISCUSSÃo

Foi possível verificar que apesar das atividades sugeridas no resort serem encaradas como lazer por parte dos hóspedes, estas apresentam conotação recreativa conforme observado em Silva e Gonçalves (2010), pois envolvem atividades orientadas por um recreador/monitor como jogos, brincadeiras e divertimentos, não se enquadrando aos conceitos de lazer aqui postos. As ativida-des têm cunho de interesses socioculturais do lazer e atividades por modalidades, dividindo as atividades em esportivas, artísticas e ambientais, todas com ênfase recreativa.

Levando em consideração que o resort é um hotel em que as pessoas vão para relaxar ou se divertir, retomam-se os conceitos de lazer, mencionados anteriormente, ao observar pessoas em volta da piscina, na área de convivência do hotel e nas varandas que são convidativas a tal comportamento, quando as redes atadas são ocupadas por corpos em estado de ócio a contemplar a brisa que vem da mata, caracterizando-se como um lazer contemplativo.

Além de suítes, salões para eventos e espaços voltados a gastronomia, este resort estudado possui áreas destinadas à prática do esporte e lazer como sala de jogos, academia de musculação, campo de futebol, campo de mini-golfe, pista de Cooper, piscina para adultos e infantos, trilha ecológica, área para a prática de arco e flecha e campo de golfe de tamanho oficial, totalizando aproxima-damente vinte milhões de metros quadrados em plena floresta amazônica.

Um ponto a se considerar a respeito da participação dos hóspedes nas atividades propostas é a atenção aos horários das atividades destinadas a estes, levando em consideração a predisposição dessas pessoas, visto que buscam o hotel sem uma preocupação rígida na participação das atividades e no cumprimento de tempo, é o que alerta Pina (2007).

Através dos critérios e categorias propostas por Parlebas (1987) podemos fazer uma análise destas atividades a partir da partici-pação dos hóspedes adultos nas atividades como podemos observar seu percentual na tabela 2.

Tabela 2 – Participação dos hóspedes nas atividades

Atividades Participantes

Caminhada 15 (29%)

Hidroginástica 15 (29%)

Futebol 12 (24%)

Outras atividades 9 (18%)

Neste momento de análise dos dados, podemos identificar o predomínio de atividades psicomotoras e sociomotoras como e ainda algumas das oito combinações possíveis da lógica interna com base em Parlebas (1987) e Rodrigues (2004) nas quais, o grifo abaixo da letra indica ausência.

A categoria CAI que há ausência de companheiros e adversários e há a presença da incerteza do meio físico, engloba a caminhada na trilha. Esta atividade pertence a classe das situações psicomotoras na qual o hóspede interage profundamente com o meio

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onde ele precisa atentar-se mais ao espaço por onde anda e render-se à contemplação, uma vez que, o ambiente é incerto e tudo é novo aos olhares dele. Julga-se a maior preferência por esta atividade (29%) devida a essa acentuação das emoções diferenciadas, pois no lazer a incerteza é dos elementos que proporciona as emoções.

Quanto à Hidroginástica recreativa, enquadra-se na categoria CAI, na qual não há nem companheiros, nem adversários e nem in-certeza do meio físico. O hóspede está familiarizado já com o ambiente domesticado que é a piscina e não necessita do outro para realizar a atividade, muito menos para competir, necessitando apenas de um monitor que o instrua na atividade. Além disto, os movimentos realizados pelo recreador/monitor, realizado pelo hóspede em “atividades psicomotoras quando praticadas em meio estável gera situações de automatização de estereótipos motores” (Rodrigues, 2004, p.4), mas no lazer isto é breve e não segue é rotineiro para o indivíduo.

Já o Futebol, detentor de 24% de participantes é realizado sem incerteza do meio físico, mas para se ter jogo, mesmo que recrea-tivo, são necessários companheiros e adversários, enquadrando-se na categoria CAI. Ao se tratar das concepções de lazer, o indiví-duo vai à busca de emoções, podendo se apropriar de espaços, diferentemente daqueles destinados ao desporto que apresentam incerteza do meio. Além do mais, o futebol enquadra-se dentro da classe das situações sociomotoras havendo interação com o outro e na perspectiva do lazer, esta atividade proporciona maior liberdade de organização por parte dos hóspedes, sem que haja uma intervenção organizacional dos recreadores, mas com regras estabelecidas e aceitas previamente pelos participantes.

As demais atividades como Tênis de Mesa, Alongamento, Mini-golfe, Dinâmica e Cooper tiveram poucos participantes e foram agrupadas em Outras Atividades. Classificando-as de acordo com os critérios verificamos sua relação com baixa escolha pela ativi-dade, uma vez que o tênis de mesa enquadra-se tanto na categoria CAI (com ausência de companheiro e sem incerteza do meio físico) – pois é preciso um adversário para um ser o sacador e o outro o recebedor – quanto na CAI (com a presença de companhei-ros e adversários e sem incerteza devido ao meio físico) – quando se trata do jogo em dupla e este esporte é pouco praticado e nas observações percebeu-se a pouca destreza dos hóspedes que chegavam a desistir da atividade, direcionando-se a outras. O Alon-gamento e o Cooper, ambos classificados como atividade física, pode-se dizer, segundo os critérios, que se enquadram na catego-ria CAI (com ausência de companheiros, sem adversários e sem incerteza do meio) e a Dinâmica encaixa-se na CAI (com ausência de companheiros) e o mini-golfe na CAI (com ausência de companheiros e adversários) ou CAI (sem a presença de companheiros).

Percebe-se aqui que a presença de companheiros ou adversários com atividades sociomotoras talvez estimulassem mais a parti-cipação dos hóspedes já que a espontaneidade, a liberdade, a busca por emoções, a sociabilidade, a quebra da rotina e a busca por atividades físico-esportivas são qualidades intrínsecas ao lazer (Camargo, 1998; Delgado, 2003; Elias e Dunning, 1992; Silva e Gonçalves, 2010).

Através dos dados da tabela 3, observamos as atividades que mais agradam aos hóspedes, atividades estas já mostradas na tabela 2, porém, sofreu uma inversão dos dados entre Hidroginástica e Caminhada, que apesar de terem o mesmo número de participan-tes, foram citadas por hóspedes participantes de outra atividade.

Tabela 3. Atividades propostas pelo hotel que mais agradam

Atividades agradáveis Participantes

Hidroginástica 23 (45%)

Caminhada 11 (22%)

Futebol 9 (18%)

Outras atividades 8 (16%)

As atividades apresentadas, com seus critérios baseados na lógica interna, se enquadram, de acordo com Dumazedier citado em Delgado (2003), na área cultural físico-esportivo e social, uma vez que através das atividades eles têm a oportunidade de exerci-tar-se fisicamente e também interagir com outros hóspedes, tornando o ambiente agradável a eles, visto que, um dos aspectos do lazer, segundo Elias e Dunning (1992) é a sociabilidade e esta se faz muito presente na análise dos dados em nosso estudo.

Do ponto de vista da Praxiologia, observamos que a lógica interna é o que permite o conhecimento prévio de uma determinada atividade. Sem dúvida, isso de alguma forma estaria ligado à preferência de hóspedes por certas atividades que, além disso, estaria centralizada na busca de emoções diferenciadas das vividas na rotina diária.

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A presença de regras em um jogo acaba criando um conjunto de obrigações a quem joga, e se a Praxiologia caminha na ideia de se-guir essas regras, no lazer não pode ser diferente. Mas isso parece não importar muito aos hóspedes, mas o excesso de regras pode baixar o nível de excitação durante uma atividade seja ela recreativa ou de jogo. Na perspectiva do lazer, através desta excitação, o indivíduo pode viver o descontrole controlado das emoções compartilhado com outros e com aprovação social.

As tabelas 2 e 3 se fortalecem ao nos depararmos com a tabela 4, pois ela nos aponta como espaço do resort que mais sentem emoções intrínsecas ao lazer é a piscina. Com 80% de preferência pelos hóspedes, ela é um espaço onde as pessoas frequentam sem a necessidade de intervenção do recreador configurando como lazer, conforme Elias e Dunning (1992), ao se apropriar do tempo livre demonstrando que a hidroginástica recreativa é na maioria das vezes uma consequência do momento de lazer vivido pelos hóspedes.

Tabela 4. Espaços oferecidos pelo hotel que promovem prazerosas emoções

Espaços Participantes

Piscina 41 (80%)

Trilha 6 (12%)

Outros espaços 4 (8%)

A argumentação anterior é fortalecida por de Pina (2007) ao nos dizer que o conjunto aquático é a mais importante de uma insta-lação de lazer devido a preferência das pessoas pela combinação de água e sol. Para ele, o solário é também imprescindível para pessoas que apreciam o banho de sol como também autoafirmação estética ou demonstração de consumo.

Por se tratar de um trabalho em um espaço destinado ao entretenimento, diante destas categorias, é perfeitamente aceitável que a apropriação do tempo livre se envolva com lazer e atividades recreativas com um forte apelo dos adultos para atividades socio-motoras.

Por fim, a pesquisa de campo nos colocou na posição de ouvir e dar voz ao agente da história. O lazer foi observado durante a prática de campo, assim como as atividades recreativas que contam com um número bastante discreto de hóspedes adultos, re-metendo-nos a dados de outras literaturas sobre a busca deste espaço para o descanso e contato com a natureza.

4. CoNSIDEraÇõES FINaIS

A partir dos dados analisados, a observação em campo e os objetivos aqui propostos é pertinente afirmar que a prática do lazer neste resort é fortalecido por atividades que mexem com a emoção dos hóspedes, uma vez que eles vão a este lugar em busca de lazer, diversão e descanso, dado à rotina vivida nos centros urbanizados e o estresse por ele causado.

Ao percebermos a baixa adesão dos hóspedes nas atividades e por meio de sugestões, se faz importante reforçar ao máximo a divulgação das atividades e sempre renovar visando a melhora nas atividades que tem um público maior. Como contribuição ao objeto estudado sugerimos a gerência do setor de esporte e lazer, com base em uma pesquisa de opinião, o desenvolvimento de outras atividades sociomotoras e outras que mexam com “a adrenalina” dos hóspedes, por exemplo: o arborismo, bike cross, rapel, trilha suspensa já que se tem espaço para isso.

O hotel resort, identificado aqui, é um espaço de recreação e lazer não acessível a todos, portanto é elitizado, no qual o lazer con-figura-se como bem de consumo. Dadas às exigências dos hóspedes, faz-se necessário um cuidado especial na forma, maneiras, atitudes e comportamentos dos administradores do hotel, assim como todos os outros profissionais que o compõem.

Levando em consideração os anseios apresentados pelos hóspedes, as atividades dirigidas de cunho recreativo assumem im-portante papel na programação do hotel, denotando a relevância de profissionais especializados na realização de atividades de caráter físico-esportivos, cabendo a estes a responsabilidade de dinamizarem, criarem e as recriarem com o objetivo de não as tornarem rotineiras para quem frequenta o hotel por mais de uma vez.

Por fim, atingimos nossos objetivos com a evidência da prática do lazer neste resort através de atividades recreativas e de lazer pelos hóspedes e ainda identificar a escolha da atividade através da preferência por atividades que mexem com as emoções e com forte apelo para a sociabilidade, seja com colegas ou adversários em um jogo previsível ou não, partindo de uma lógica interna baseados na Praxiologia Motriz.

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5. rEFErêNCIaS

Bacal, S. (2003). Lazer e o Universo dos Possíveis. São Paulo: Aleph.

Bruhns, H. (2004). Explorando o lazer contemporâneo: entre a razão e a emoção. Movimento, 10 (2), 93-104.

Camargo, L. O. L. (1998). Educação para o lazer. São Paulo: Moderna.

Cavallari, V. R.; Zacharias, V. (2001). Trabalhando com Recreação. (5ª edição). São Paulo: Ícone.

De Grazia, S. (1966). Tiempo, trabajo y ócio. Madrid: Editorial Tecnos.

Delgado, M. (2003). Conteúdos culturais do lazer: presença e aplicabilidade na hotelaria. (Dissertação de Mestrado). Faculdade de Educação Física, Universidade Estadual de Campinas, Campinas.

Dumazedier, J. (1973). Lazer e cultura popular. São Paulo: Perspectiva.

Elias, N. e Dunning, E. (1992). A busca da excitação. Lisboa: Difusão Editorial Ltda.

Marcellino, N. C. (2006). Estudos do Lazer: uma introdução. (4ª edição). Campinas: Autores Associados.

Marcellino, N. C. (2008). Lazer e Sociedade: múltiplas relações. Campinas: Editora Alínea.

Parlebas, P. (1987). Perspectivas para una educación física moderna. Málaga: UNISPORT.

Pimentel, G. G. A. (2003). Lazer: Fundamentos, Estratégias e Atuação Profissional. Jundiaí: Editora Fontoura.

Pina, L. W. (2007). Lazer e recreação na hotelaria. São Paulo: Editora SENAC São Paulo.

Rodrigues, L. A. F. B. (2004). Praxiologia motora e efeitos educativos. Disponível em: http://www.efdeportes.com/efd79/prax.htm

Sauá, H. F. (2010). Club Med Rio Das Pedras - RJ: Um Estudo de Caso Sobre as Vertentes do Lazer e a Participação do Gentil Organi-zador como Animador Sócio Cultural. (Trabalho de Conclusão de Curso Graduação em Educação Física). Faculdade de Educação Física, Universidade Estadual de Campinas, Campinas.

Silva, T. A. C. e Gonçalves, K. G. F. (2010). Manual de Lazer e Recreação: o mundo lúdico ao alcance de todos. São Paulo: Phorte.

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INDICIoS DE aUtoorgaNIZaCIÓN EN El BaloNCESto ProFESIoNal NBa

SElF-orgaNIZatIoN SINgS IN NBa ProFESSIoNal BaSkEtBall

Yves de Saá Guerra (España).Doctor en educación física. Departmento de Educación Física. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Juan Manuel Martín González (España).Doctor en física. Departmento de Física. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Juan Manuel García Manso (España).Doctor en educación física. Departmento de Educación Física. Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Fecha recepción: 29-5-14Fecha aceptación: 29-6-14

rESUMEN

El flujo de juego en un partido de baloncesto y el diseño de su estructura puede ser descrito como en otros fenómenos naturales. La forma y funcionalidad de un equipo están estrechamente relacionadas con el rendimiento. El baloncesto es un deporte de cooperación -oposición. Los jugadores de un mismo equipo colaboran entre sí, y a su vez se oponen a los contrincantes. Estos procesos tienen lugar de manera simultánea y continua durante todo el partido. Los jugadores son capaces de resolver la situación mediante interacciones locales. Estas interacciones son no lineales principalmente y están estrechamente relacionadas con un pa-rámetro de orden: el marcador. Los equipos son capaces de modificar su flujo interno para ganar el partido. Resuelven la situación con sólo unos pasos (red de mundo pequeño), pero si la situación se vuelve crítica, modifican el flujo de juego en forma de red libre de escala. Por ello pueden considerarse sistemas autoorganizados.

PalaBraS ClaVE: Baloncesto, NBA, autoorganización, red mundo pequeño, red libre de escala

aBStraCt

The game flow in a basketball game and the design of its structure can be described as in many others natural systems. The shape and functionality of a team are closely related to performance in several sports. Basketball is a collaboration-opposition sport. During a basketball game we can witness how players of the same team collaborate with each other, and in turn compete against the opposing players. These processes take place simultaneously and continuously during game time. Players are able to resolve the situation through local interactions. These interactions are mainly nonlinear and are closely related to an order parameter: the score. Teams are able to modify their game flow in order to win the game. Teams resolve the game situation with only a few steps (Small-World Network), but if the situation becomes more critical, they seem to modify the game flow into a Scale-free network. Therefore teams would be considered as self-organizing systems.

kEY worDS: Basketball, NBA, self-organization, Small-World Network, Scale Free Network.

INtroDUCCIÓN

Hemos querido realizar una aproximación a la dinámica interna de un equipo de baloncesto. Nuestra intención ha sido tratar de averiguar los procesos internos que tienen lugar en un equipo de baloncesto durante un partido real de baloncesto. El flujo y el di-seño de su estructura puede ser descrito como en otros muchos fenómenos naturales (Adrian Bejan & Lorente, 2011; Adrian Bejan & Zane, 2013; Newman, 2001). Podemos observar cómo estructura y funcionalidad están estrechamente relacionadas en muchos sistemas deportivos (Adrian Bejan, Jones, & Charles, 2010; Charles & Bejan, 2009; García Manso et al., 2008; Ribeiro, Mendes, Mala-carne, Jr, & Santoro, 2010; Yarrow, Brown, & Krakauer, 2009).

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El baloncesto se puede describir como un deporte de cooperación-oposición (Hernández Moreno, 1994; Knapp, 1981; Ruiz, 1999). Esto significa que durante el tiempo reglamentario en el que transcurre un partido de baloncesto, y siguiendo el reglamento, los jugadores tratan de derrotar al oponente colaborando entre sí para conseguir anotar (u otra ventaja como por ejemplo una falta personal) y oponiéndose al equipo contrario (evitar que el adversario anote). Puede parecer algo evidente. Pero mucho más com-plejo de lo que parece a priori.

Supongamos que el jugador es nuestra unidad básica en este deporte, como la célula en el cuerpo humano, es decir la base con la que se construye todo un universo en baloncesto. Un jugador puede mostrar dos propiedades o comportamientos bajo esta óptica. Pueden colaborar entre sí y pueden oponerse entre ellos.

La colaboración entre compañeros de equipo permite al conjunto competir contra otros equipos para conseguir victorias (luchar por conseguir recursos, ya que un equipo ganador tiene más posibilidades de sobrevivir en la competición). Pero al mismo tiempo la confrontación entre compañeros por un puesto en el equipo crea una situación crítica que permite a los jugadores mejorar su rendimiento individual. Lo que es clave si el equipo quiere incrementar su rendimiento global. De esta manera podemos observar como un mismo elemento puede presentar dos cualidades diferentes con resultados diversos. Y por ello hemos de tener muy presentes estos mecanismos internos a la hora de planificar y planear la estrategia de cara a una competición. Tanto es así que, como ya sabemos, la elección de la plantilla, cuerpo técnico, personal, etc., por parte de los clubes es un elemento primordial (por ejemplo la combinación de jugadores jóvenes con jugadores veteranos).

De hecho desde hace muchos años un problema muy presente en las ciencias biológicas y sociales es el entendimiento de las condiciones que se requieren para la emergencia (aparición) y mantenimiento de la cooperación en poblaciones evolutivas (Gui-mera, Uzzi, Spiro, & Amaral, 2005; Riolo, Cohen, & Axelrod, 2001). El objetivo debe ser la cooperación sin reciprocidad, en ausencia de egoísmo. Como Phill Jackson dijo: poner el “yo” al servicio del “nosotros” (Jackson & Delehanty, 2006).

Pero el problema no finaliza aquí. Hemos de tener en mente que el baloncesto se desarrolla siguiendo unas reglas establecidas de antemano, como por ejemplo la regla de posesión de 24 segundos que obliga a los equipos a lanzar a canasta. De esta manera podemos inducir que existe una estrecha relación entre el equipo y el medio circundante: tiempo y anotación (de Saá Guerra et al., 2013).

De ahí que es posible observar como el entorno influye sobre los jugadores y los jugadores tratan de dominar la situación. Por esta razón las acciones de los jugadores nos proveen de pistas acerca de sus interacciones reales. Y por ende el marcador refleja si han tenido éxito o no. Las acciones de los jugadores contienen información como, por ejemplo, indicaciones de los entrenadores, jugadas pre-establecidas, estrategia, etc. Estas nos brindan algunos indicios sobre el perfil de cada equipo y de cómo se enfrentan a diferentes situaciones de juego.

Por lo tanto, nosotros proponemos el uso de la teoría de redes como medio para averiguar las características del equipo de ba-loncesto, entendido como una red de jugadores. Esta metodología nos puede proporcionar la oportunidad de descubrir cómo funciona un equipo de baloncesto a través del comportamiento de los jugadores a través de sus interacciones reales.

La mayoría de los estudios frente a este fenómeno en lo que respecta a los aspectos externos, por ejemplo, la inclusión de un juga-dor en un equipo o una liga o un torneo. Hemos querido abordar el problema desde un punto de vista de colaboración y desde el proceso interno y no desde aspectos externos.

MEtoDologÍa

La teoría de redes se aplica en diversos campos del conocimiento y de estudio como la biología, matemáticas, economía, ecología, física, sociología, ingeniería, y como no, en las ciencias del deporte. El primer antecedente del que se tiene constancia en el campo científico es el famoso problema de los siete puentes de Königsberg, planteado por el matemático Leonhard Euler en 1736. Euler describió matemáticamente los vértices y conexiones necesarias para resolver el problema, de manera que se estableció la teoría de grafos, una rama de las matemáticas que estudia las propiedades de las estructuras de red.

En una época más reciente cabe destacar el trabajo de Jacob Moreno, un discípulo de Sigmund Freud que en los años 20 rompió con las ideas de su mentor acerca de los problemas socio-emocionales del individuo. Él creía que estos tenían relación con las relaciones actuales con la familia, amigos, conocidos, compañeros de trabajo, etc. Para estudiar estas relaciones desarrolló los sociogramas y utilizó conceptos como centralidad y aislamiento.

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Otro de los trabajos relevantes en este campo, y quizás uno de los más famosos, fue el realizado en 1967 por el psicólogo estadou-nidense Stanley Milgram. Milgram ideó una teoría a la que denominó “Teoría del mundo pequeño”, la cual captó el interés de mu-chos investigadores. La conclusión general de los trabajos de Milgram fue que una red de mundo pequeño presenta un alto grado de agrupamiento y longitudes de conexión cortas. En promedio, cualquier persona en el mundo está separada de cualquier otra por tan solo seis intermediarios o seis grados de separación. Además, encontró un dato curioso: la mayor parte de las trasmisiones que estudió pasaban por las mismas cuatro personas. Este tipo de estructuras fomenta la creatividad y la colaboración, dado que la información fluye a través de numerosos nodos muy separados en muy pocos pasos (Fleming & Marx, 2006; Uzzi & Spiro, 2005).

En lo referente al estudio de redes, otro hallazgo relevante se produjo cuando en 1960 Paul Erdos y Alfréd Rényi publicaron su teoría de grafos aleatorios (Erdös & Rényi, 1960). Ellos estudiaron como la topología de la red cambia en función del número de co-nexiones. Cuando el número de conexiones (m) es pequeño, la red parece fragmentada en pequeñas agrupaciones o nodos, a los que ellos llamaron componentes (n). A medida que el número de conexiones aumenta, sucederá que nodos aislados comenzarán a conectarse y más adelante nodos que ya estaban conectados se conecten a otros que no lo estaban. Una transición de fase se produce cuando m4n/2, donde muchos de estos grupos de entrecruzamiento se unen espontáneamente para formar un compo-nente único gigante. Esta teoría ha sido estudiada en profundidad por otros matemáticos y científicos de otras áreas. También han servido como arquetipo de acoplamiento para los modelos dinámicos de las redes de genes, los ecosistemas y la propagación de enfermedades infecciosas y virus informáticos (Kauffman, 1995; May, 2001; Strogatz, 2001)

Otro avance significativo en el estudio de la topología de las redes, se produjo cuando Duncan Watts modelizó matemáticamente las redes de mundo pequeño. Este modelo se conoce como modelo Watts-Strogatz en honor a Duncan J. Watts y Steven Strogatz (Watts & Strogatz, 1998). Fue diseñado como el modelo más simple posible que aborda algunas limitaciones del modelo de Er-dos-Rényi. Por ejemplo, el modelo Erdos-Rényi establece una probabilidad constante, aleatoria e independiente de que dos nodos sean conectados, y además, tienen un coeficiente de agrupación bajo. Mientras que el modelo Watts-Strogatz establece distancias medias pequeñas y valores altos del coeficiente de agrupamiento (clustering coefficient). También se diferencia en que el modelo de Erdos-Renyi sigue un grado de distribución de tipo Poisson, en lugar de una ley de potencia como se observa en la mayor parte de redes reales.

En 1999 se introdujo el concepto de red libre de escala (scale-free network) propuesta por Albert-László Barabási y Reka Albert, al cual se le conoce como el modelo Barabási–Albert (Barabási & Albert, 1999). Este modelo explica cómo se forman al azar redes li-bres de escala mediante un mecanismo denominado ventaja acumulativa (preferential attachment). Las redes libres de escala son ampliamente observadas en los sistemas naturales; y provocadas por el hombre, incluido Internet, las redes de citas bibliográficas y algunas redes sociales.

Pero por qué es tan importante conocer la topología de una red. Simplemente porque la estructura afecta a la función (Amaral & Ottino, 2004; Montoya Terán, Solé, & Rodríguez Fernández, 2001; Solé, 2009; Strogatz, 2001). Como vemos, las redes se manifiestan en muchos contextos biológicos y tecnológicos, indicando la universalidad de ciertos principios funcionales y organizativos en los sistemas (Montoya Terán et al., 2001; Solé & Goodwin, 2002). Por lo tanto, nosotros proponemos el uso de la teoría de redes como medio para averiguar las características del equipo de baloncesto, entendido como una red de jugadores. Esta metodología nos puede proporcionar la oportunidad de descubrir cómo funciona un equipo de baloncesto a través del comportamiento de los jugadores, a través de sus interacciones reales.

aPlICaCIÓN al DEPortE

No son muchos los ejemplos de la aplicación del estudio de redes en el deporte. Esto es debido quizás a que es un campo de aplicación en el que esta metodología es bastante reciente. Lo importante es definir el nivel que se estudia, ya que no es lo mismo estudiar el comportamiento de los jugadores de un equipo, como la dinámica de los equipos en una liga.

Por ejemplo, Bejan y Haynsworth (A. Bejan & Haynsworth, 2012) estudiaron el diseño natural del ranking de baloncesto universi-tario norteamericano y su relación con los logros académicos. Ambos presentan una estructura jerárquica pero son flujos inde-pendientes porque no hay correlación entre las dos clasificaciones. Los desplazamientos de los jugadores de baloncesto desde el instituto hacia el nivel profesional es un flujo con su propia arquitectura.

Park y Newman (Park & Newman, 2005) nos proponen un sistema de clasificación basado en una red para el fútbol americano universitario (Figura 1). El método tiene un parámetro libre y han dado evidencia empírica indicando el rango típico de los mejores valores para este parámetro y un método para elegir un valor en cualquier caso particular.

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Figura 1. Representación gráfica del calendario de la temporada regular de los equipos de la División IA en 2004 propuesta por Park y Newman (2005). Los equipos están divididos por conferencia (A = Costa Atlántica, E = Big East, Big Ten X =, B = Gran XII, C = Con-ferencia de EE.UU., M = Mid-American, P = Pac Ten, W = oeste de la montaña, S = Southeastern, U = Sun Belt, T = Western Athletic, I = Independiente). Las flechas dirigidas señalan de los ganadores a los perdedores.

Este tipo de análisis no es exclusivo de deportes colectivos, aunque si es verdad que quizás es más sencillo a la hora de visualizar algunos conceptos. Se puede realizar un análisis de redes desde una perspectiva histórica (Figura 2), es decir, añadiendo el factor tiempo a la ecuación, para tratar de dilucidar la calidad de los integrantes de un torneo (Radicchi, 2011):

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Figura 2. Red de contactos propuesta por Radicchi (2011), la cual representa sólo a aquellos jugadores que han sido número uno en el ranking ATP. Las intensidades y anchos son proporcionales al logaritmo del la intensidad soportado por cada flecha.

En la figura 2, propuesta por Radicchi (2011), está representada la red de contactos de jugadores profesionales clasificados en la Asociación Tenista Profesional (ATP). Esta se limita sólo a los 24 jugadores después de haber sido el número uno en el ranking ATP oficial. Además Radicchi señala que, en general, las redes obtenidas a partir de la agregación de un número suficientemente alto de coincidencias tienen características topológicas complejas consistentes con la mayoría de los sistemas de red sociales estudiados hasta ahora en la literatura (Albert & Barabási, 2002; Newman, 2003).

Otro ejemplo interesante es el estudio de los jugadores como red social, entendiendo a los clubes deportivos como las estructuras que contienen a los jugadores, es decir, desde donde parten hasta donde se dirigen, pudiendo así calcular las inclusiones de los jugadores en un mismo club o la permanencia de estos en un mismo club. Un buen ejemplo es el descrito por Onody y de Castro (Onody & de Castro, 2004), quienes estudiaron la red de jugadores brasileños de 32 ediciones del campeonato de fútbol brasileño (Figura 3). Ellos apuntan que existe un patrón segregacionista creciente, donde la transferencia de jugadores se produce, prefe-rentemente, entre los equipos del mismo tamaño. Y que además, los valores medios de longitud de las trayectorias más cortas pueden sugerir que es independiente del tamaño, pero también mencionan que esta conclusión no está clara debido a que son relativamente pocas generaciones de jugadores brasileños las que han estudiado.

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Figura 3. Onody y de Castro (2004) mencionan que la probabilidad P (N) que un jugador ha trabajado para N clubes se corresponde con la curva ajustada P(N) 10−0.38N. Por lo tanto, es 190 veces más probable encontrar a alguien quien ha jugado para los dos únicos clubes que para los ocho clubes. El recuadro superior representa el grado de distribución P (S) para los clubes.

La figura 3 (Onody & de Castro, 2004) indica las distribuciones de grado para cada tipo de vértice de la red: los jugadores y los clu-bes. La probabilidad jugador P (N) muestra un decaimiento exponencial con el jugador grado N, donde N corresponde al número de clubes en los que un jugador ha trabajado alguna vez.

Otro nivel en el estudio de redes deportivas es el que se refiere al partido en sí. En este caso existen diferentes maneras de abordar el problema. En fútbol, por ejemplo, se puede estudiar el flujo del juego a través de los jugadores (Brillinger, 2007; Hughes & Franks, 2005).

Nosotros proponemos una óptica un tanto diferente. En nuestro caso no estudiamos las trayectorias de los jugadores en el campo, sino el flujo de los jugadores en cuanto sus interacciones en el campo en relación al juego.

rESUltaDoS Y DISCUSIÓN. aPlICaCIÓN al BaloNCESto

Como objeto de estudio, tomamos el último partido de la final de la conferencia Este de la NBA de la temporada 2011, que enfrentó a Chicago Bulls y a Miami Heat. Definimos como variables de estudio la interacción de los jugadores en la cancha, es por eso que medimos, como medio de comunicación de los jugadores en la cancha y como indicador del flujo de juego, el número de pases, los bloqueos y las creaciones de espacio para cada jugada.

Los pases representan el ejemplo más claro de la interacción de los jugadores en la cancha, porque el hecho de pasar el balón a un compañero de equipo permite crear una situación de tiro u otra situación favorable. Los bloqueos también representan un ejemplo interesante de la interacción de los jugadores porque el objetivo de un bloqueo es neutralizar a un defensor y/o buscar una situación de superioridad tras el bloqueo, tal como una penetración clara hacia canasta, un tiro claro, un aclarado, etc. Este parámetro está relacionado con el siguiente.

La creación de espacio representa también la interacción entre jugadores. Un buen ejemplo de este fenómeno es la situación de pick and roll (bloqueo y continuación), donde un jugador bloquea al defensor de un compañero, e inmediatamente, tras el blo-queo, avanza hacia la canasta (por ejemplo, el famoso corte UCLA).

Aquí están representadas las gráficas de los pases, bloqueos y creaciones de espacio para ambos equipos:

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Figura 4. Histogramas de pases, bloqueos y creaciones de espacio de Chicago respectivamente. El eje X representa el número de eventos del parámetro y el eje Y el número de jugadas que han tenido lugar con esa cantidad de eventos. La distribución no es uniforme. El histograma muestra que a mayor número de eventos, menor número de jugadas con esa cantidad de situaciones. Cuando realizamos un gráfico log-log (recuadro superior de cada histograma respectivamente) se observa que hay un punto de inflexión en todos los parámetros analizados. Lo que indica varias leyes de potencia truncadas.

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Figura 5. El mismo análisis para el caso de Miami; pases, bloqueos y creaciones de espacio respectivamente. No hay grandes dife-rencias entre el número de pases. La distribución siempre disminuye pero en el gráfico log-log (panel superior de cada histograma) señala un corte más allá de tres pases. El número de jugadas con un solo bloqueo son más numerosas que el resto. Esto es intere-sante porque el gráfico log-log señala tres áreas diferentes. La distribución de creación de espacio es similar a la de los bloqueos. El número de jugadas con una creación de espacio es mayor que el resto. Otro tipo de dinámica está dada por las diferentes regiones, como podemos ver cuando tomamos el gráfico log-log (panel superior).

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Las figuras 4 y 5 representan el histograma del número de pases, bloqueos y creaciones de espacio respectivamente. El eje X re-presenta el número de eventos y el eje Y representa el número de partidos con el número de eventos sucedido. Podemos observar como las distribuciones no son uniformes.

Chicago, en este partido, realiza jugadas de hasta ocho pases, mientras que Miami sólo alcanza jugadas con cinco pases como máximo. Incluso las diferencias de valor de Miami son inferiores a Chicago, en general. Ambos paneles superiores representan el doble logaritmo (gráfico log-log) de la distribución. Distinguimos que el corte de Chicago se encuentra en jugadas de cuatro pa-ses, pero para Miami está situado en jugadas con tres pases. La presencia de leyes de potencia truncadas o Power Laws truncadas, señala diferentes dinámicas en relación a los pases. Para ambos equipos, una vez que alcanzan el punto de inflexión, la dinámica de pases cambia sustancialmente.

En cuanto a los bloqueos, el histograma de Chicago decae siempre, mientras que la situación predominante en Miami es jugadas con un solo bloqueo. Por otra parte, en ocasiones Chicago realiza jugadas con hasta 5 bloqueos, uno más que Miami. Cuando rea-lizamos un gráfico log -log para ambos histogramas (paneles superiores), los resultados señalaron un corte a partir de jugadas con dos bloqueos para Chicago y algo curioso pasó en Miami. No existe un solo corte, sino dos. El primero situado en jugadas con un bloqueo y el segundo situado en jugadas con tres bloqueos. Es notable que en Miami aparezcan dos puntos de corte diferentes. Este hecho nos da una gran cantidad de información sobre el estilo de juego de Miami. La principal opción de Miami es jugadas con un solo bloqueo, o sin bloqueos. Si no son capaces de resolver la situación, su dinámica de bloqueos cambia, apareciendo dos o tres bloqueos en la misma jugada. Y cuando las situaciones se complican, alcanzan hasta cuatro bloqueos, pero esta situación es muy rara en comparación con la anterior. Chicago, por otro lado presenta un comportamiento homogéneo con cero, uno o dos bloqueos por jugada. Una vez llegado a este punto, el perfil del equipo de Chicago, señala que la dinámica interna se ha modifica-do y se puede dar hasta cinco bloqueos en la misma jugada.

Como se puede observar en las figuras 4 y 5, Chicago y Miami muestran diferentes perfiles en cuanto a las creaciones de espacio. Chicago parece mostrar una región homogénea desde cero a dos creaciones del espacio por jugada, y los valores decaen a partir de este punto. En contraste, Miami muestra un predominio de una creación de espacio por jugada, a pesar de que los valores de las creaciones de espacio cero son similares. El gráfico log-log (paneles superiores) revela dos áreas diferentes en Chicago y tres en Miami.

Este análisis revela la presencia de varias Power Laws truncadas (diferentes para cada caso). Algunos autores (Bittner, Nußbaumer, Janke, & Weigel, 2009; Greenhough, Birch, Chapman, & Rowlands, 2001; Heuer, Mueller, & Rubner, 2010; Malacarne & Mendes, 2000; Mendes, Malacarne, & Anteneodo, 2007) enfatizan la presencia de Power Laws truncadas, las cuales se asocian con numerosos fenómenos naturales. Este tipo de distribuciones, las leyes de potencia o Power Laws, están vinculadas a ideas provenientes de la física estadística y los sistemas complejos, tales como la autoorganización y dinámicas no lineales (Bourbousson, Sève, & McGarry, 2010; Malacarne & Mendes, 2000; McGarry, Anderson, Wallace, Hughes, & Franks, 2002).

La presencia de estos puntos críticos sugiere que la dinámica interna de juego varía significativamente y sustancialmente. La ano-tación en baloncesto presenta una naturaleza no linear (de Saá Guerra et al., 2013). Las diferentes acciones y comportamientos resultantes del enfrentamiento entre los equipos, queda manifiesta en la manera en la que el marcador evoluciona. Por consiguien-te, es necesario estudiar el sistema integrado en su propio entorno. Las siguientes figuras representan la evolución del marcador frente a los parámetros medidos.

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Figura 6. El eje X muestra el tiempo de juego. El eje Y muestra la diferencia de puntos: positivo para Chicago, negativo para Miami. La línea azul corresponde a la diferencia de puntos en el tiempo de juego. La línea verde representa los pases, la negra los bloqueos y la amarilla las creaciones de espacio. En la parte superior, los puntos azules representan las sustituciones de jugadores. Destaca que la frecuencia de estos fenómenos coincida con algunas situaciones clave de juego y algunos parciales de anotación. En el caso de Chicago, se puede observar que en las situaciones de desventaja y/o después de parciales de anotación negativos, la frecuencia de pases, bloqueos y creaciones espacio por jugada aumentan (por ejemplo, minuto cinco, catorce, veinte, cuarenta y dos, cua-renta y cinco, etc.), y la situación inversa: cuando Chicago toma la ventaja, las frecuencias de los pases, bloqueos y creaciones de espacio tienden a estabilizarse (valores bajos).

Figura 7. El eje X muestra el tiempo de juego. El eje Y muestra la diferencia de puntos: positivo para Chicago, negativo para Miami. La línea azul corresponde a la diferencia de puntos en el tiempo de juego. La línea verde representa los pases, la negra los bloqueos y la amarilla las creaciones de espacio. En la parte superior, los puntos azules representan las sustituciones de jugadores. Al igual que en el caso anterior, destaca que las frecuencias de los pases, bloqueos y creaciones de espacio coincidan con algunas situa-ciones claves del juego y algunos parciales de anotación. En el caso de Miami, podemos observar que la mayor parte del juego se encuentra en una situación de desventaja, por lo que las frecuencias son altas. Pero en alguna ocasión, como en el minuto las cinco, catorce, veinte, cuarenta y cinco, etc. los valores son bajos (frecuencias más bajas) y coinciden con una puntuación o parcial positivo.

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Los resultados (Figuras 6 y 7) muestran que la frecuencia de pases, bloqueos y creaciones de espacio no permanecen estables, sino que varían en función de la situación del partido (evolución del marcador). Los equipos modifican su estructura de red en base a la situación a la que se enfrentan en una misma jugada o durante el partido, tal y como muestra la presencia de leyes de potencia truncadas. Estos puntos de inflexión coinciden perfectamente con situaciones bien definidas del partido, lo que sugiere procesos de autoorganización.

Lograr dar un pase no es tan fácil. El objetivo de la defensa es evitar el progreso de la pelota o de los jugadores rivales hacia la ca-nasta. Es similar a los modelos bloques deslizantes de los terremotos donde elementos tratan de luchar por un espacio a través de las interacciones locales y por lo tanto debe mostrar la autoorganización. En baloncesto se puede pensar que el número de pases puede estar restringido por la defensa, lo que induce a pensar algo similar a la teoría de placas deslizantes. De hecho, el éxito del equipo (ataque o defensa) depende de las secuencias de acción.

Las figuras 4 y 5 nos muestran que hay algunas leyes potencias truncada con respecto a las interacciones de los jugadores (pases, bloqueos y creaciones de espacio). Si entendemos el equipo como una red de jugadores, se puede deducir que si el equipo se mantiene en la primera parte de la Ley de potencia (antes del primer punto de inflexión) el equipo se comporta como una red de mundo pequeño.

La estructura de mundo pequeño facilita la transmisión de información entre sus componentes, porque todos los nodos se co-nectan en muy pocos pasos. Esta alta velocidad en la transmisión de información a través de los nodos facilita cualquier proceso dinámico, tales como la sincronización y la autoorganización, la cual requiere una coordinación y flujo de información. Existen numerosos ejemplos: redes metabólicas (Jeong, Tombor, Albert, Oltvai, & Barabási, 2000), colaboraciones científicas (Newman, 2001), internet (Adamic, 1999), etc.

Además, gracias a esta topología las redes de mundo pequeño pueden preservar su estructura inherente a pesar de un importante número de perturbaciones o ataques (Uzzi, Amaral, & Reed-tsochas, 2007). Esto puede interpretarse como que, en efecto, cuando el equipo está en una situación estable, sufre constantemente ataques por parte del otro equipo, pero mantiene su estructura a lo largo del juego, lo que le permite sobreponerse a estos ataques.

Por otro lado, cuando el equipo rebasa el punto de inflexión (Figuras 4 y 5), la aparición de leyes de potencia, trasladadas al ámbito deportivo, indica que hay nodos con más conexiones que otros. De esta manera el flujo de juego se focaliza en algunos jugadores. El equipo pasa de un flujo difuso a un flujo concentrado, incluso jerárquico. Al comportarse en forma de ley de potencia significa que algunos jugadores absorben más juego que otros.

Figura 8. Representación de la evolución de los equipos de red de mundo pequeño a red libre de escala. Los equipos resuelven la situación de juego con sólo unos pocos pasos, pero si la situación se hace más crítica, modifican el flujo de juego a una red libre de escala. Cada parámetro se jerarquiza.

Esto no significa necesariamente que el jugador en el que se centra el juego realice todos los lanzamientos a canasta. Puede ser también un distribuidor o creador de juego. O una emergencia causada por el tiempo (fin de la posesión) o una situación específica del juego (Figura 8). Dado el alto grado de aleatoriedad que existe en la mayor parte de los partidos con una diferencia de puntos menor a 11 puntos, podemos suponer que la mayoría de partidos presentan un alto grado de incertidumbre. Por ello es muy complicado conocer con anterioridad cómo se comportarán los jugadores. Pero observamos como existen patrones que surgen de manera espontánea respondiendo a necesidades tácticas o de supervivencia en el juego.

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CoNClUSIoNES

En conclusión, podemos decir que algunos parámetros, tales como pases, bloqueos y creaciones de espacio, pueden ser interpre-tados como interacciones entre los jugadores. Además, se pueden utilizar con el fin de analizar la dinámica y el ritmo del juego en un partido de baloncesto real, entendida como una red dinámica.

Un equipo de baloncesto puede ser considerado como un buen ejemplo de autoorganización. Los defensores colaboran con el fin de obstaculizar el flujo de los atacantes. Pero al mismo tiempo los atacantes tratan de superar esta oposición a través de sus habilidades como equipo. Es un deporte de colaboración-oposición. Las múltiples interacciones locales entre los compañeros de equipo y oponentes (principalmente de tipo no lineal) se influencian de manera mutua y confiere al juego un perfil crítico. Por otra parte, los equipos aprenden. Ellos exhiben los procesos de memoria. Esta habilidad permite a los equipos superar las tácticas del oponente, “reparar” y modificar sus estructuras y comportamientos defensivos y de ataque con el fin de marcar o evitar que anoten. Todos estos procesos tienen lugar simultáneamente y de forma continua durante el tiempo de juego. Es por ello que el sistema se comporta como un sistema auto-organizado.

De hecho, eso es lo que hace atractivo al deporte para los aficionados y los medios de comunicación, permitiéndoles sobrevivir y mejorar la capacidad de los equipos para que surjan nuevos comportamientos.

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