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En los primeros días de septiembre visitó La Habana una delegación deCatholic Relief Service (CRS), agencia caritativa de la Conferencia de Obisposde los Estados Unidos. El grupo estuvo encabezado por el Presidente deCRS y Obispo de Saint Petersburg, Monseñor Robert Nugent Lynch, y porKenneth Hackett, Director Ejecutivo de CRS.

Durante un afectuoso encuentro en la sede del Secretariado de la Conferen-cia de Obispos Católicos de Cuba (COCC), en el que participaron el CardenalJaime Ortega, Presidente de la COCC, y Monseñor Emilio Aranguren, Secre-tario Ejecutivo de la COCC, la Directora de Cáritas Cuba, Maritza Sánchez,así como un nutrido grupo de religiosos y laicos que trabajan en la pastoralasistencial, Monseñor Lynch expresó que el motivo de la visita era intercam-biar con la parte cubana “preocupaciones y experiencias pastorales” y mani-festar las “relaciones especiales de solidaridad y servicio entre la Iglesia cató-lica de los Estados Unidos y la de Cuba”. Las relaciones de CRS y CáritasCuba en beneficio del pueblo cubano comenzaron hace 10 años, tiempo enque las ayudas en medicina, alimentos y equipos médicos han alcanzado unvalor de 20 millones de dólares. Monseñor Lynch añadió que los esfuerzos nohan sido sólo en ayuda directa, pues CRS se ha comprometido también en lamejora de las relaciones entre los dos países.

La delegación de CRS se reunió también con la Caridad Diego, Jefa de laOficina de Atención a Asuntos Religiosos, así como con representante desMinisterio para la Inversión y la Colaboración Extranjeras.

Orlando Márquez

VISITA DE CRS

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Como colofón a la Novena a la Virgen de la Caridad, la parroquia de San Francisco Javier, de Marianao (LosQuemados), el primer templo del Occidente cubano donde se rindió culto a la Santa Patrona, celebró la noche del 7de septiembre una Velada cultural que contó con la presencia de conocidísimos artistas (Rosita Fornés, CelinaGonzález, Luis Carbonell, Lázaro Ross, Alfredito Rodríguez, Lucy Provedo, Marianita Morejón, Pura Ortiz, LázaroReutilio y Lisette Vila, quienes en compañía de cientos de feligreses se congregaron a los pies de la Virgen paraescuchar a la escritora Natalia Bolívar desplegar una apasionada exposición acerca de la Virgen de la Caridad y de lasincrética Ochún, que desbordó los cauces académicos para tornarse bellísima ofrenda poética.

El amplio patio parroquial resultó pequeño en esta ocasión para el entusiasmo de quienes compartimos esta veladaecuménica. Al concluir, tanto Alfredito como Rosita y Celina dedicaron cálidas palabras de sincero fervor a laPatrona de Cuba. Con su proverbial y cubanísima franqueza, la Reina del Punto Cubano confesó: “Tengo hechoSanto hace cuarenta y cinco años, pero soy católica católica, como lo fueron mi madre y mi abuela.”

La nutrida concurrencia que en la mañana del domingo 8 acudió al templo para disfrutar de las “mañanitas” y otrasjoyas musicales que los Violines del cabaret Tropicana le tributaron a la Caridad del Cobre, demostró la aprobaciónde los marianenses a este acto de genuina evangelización popular. Como expresara uno de los documentos delENEC: “Lo que no es asumido no puede ser redimido.”

Las celebraciones en honor a la Virgen concluyeron en horas de la tarde con una fiesta para los niños, amenizadapor la trovadora Teresita Fernández.

Rogelio Fabio Hurtado

VELADA CULTURAL EN LA PARROQUIA DE SAN FRANCISCO JAVIER

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En la edición anterior publicamos un trabajo intitulado “La libertad del hombre desde una antropología cristiana”,del Licenciado Roberto Veiga González. El autor estima necesario aclarar -para evitar una posible confusión teológicaque pueda rozar con el panteísmo-, que al esbozar el proceso de evolución del planeta y del hombre, según elpensamiento del sacerdote jesuita Teilhard de Chardin, no especificó que alfa es, en materia de evolución, para estemístico católico, sólo el punto inicial del desarrollo de un mundo creado por Dios y, por supuesto, no Dios mismo,que la evolución puede emerger de un centro denominado alfa, pero no del Creador.

NOTA DE LA REDACCIÓN

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El pasado 20 de septiembre celebró sus Bodas de Oro sacerdotales el PadreRafael Giordano, salesiano. De esos 50 años el Padre Giordano ha permanecido 45en Cuba y, de ellos, 38 en la Arquidiócesis de La Habana.

El Padre Giordano nació en Nápoles, Italia, en 1924. Hizo su primera profesiónreligiosa al término de su noviciado y en 1947 fue enviado a Cuba. Dos añosdespués viajó a la Argentina para cursar estudios de Teología. Recibió el OrdenSacerdotal el 20 de septiembre de 1952. Al mes siguiente regresó a Cuba dondepermaneció hasta 1961. En 1966, tan pronto las circunstancias se lo permitieron,regresó a Cuba donde ha permanecido al servicio de su Congregación y de laIglesia cubana.

El Padre Giordano fue director del Aspirantado Salesiano de Arroyo Naranjo, maes-tro de novicios en el Noviciado de La Víbora, profesor del Seminario San Carlos y SanAmbrosio, juez del Tribunal Eclesiástico, Delegado Provincial de los Salesianos y, pormuchos años, párroco de la iglesia San Juan Bosco, de La Víbora. Actualmente ejercesu ministerio pastoral en la parroquia de Nuestra Señora del Carmen, de Santa Clara,hasta donde le hacemos llegar nuestra felicitación por tantos años de fecunda laborsacerdotal.

Germán Bello

PADRE RAFAEL GIORDANO, SDB 50 AÑOS DE MINISTERIO SACERDOTAL

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Engalanada con el traje confeccionado por las Madres Carmelitas de clau-sura, el pasado 16 de Julio recorrió las calles del pueblo de Casablanca laimagen de Nuestra Señora del Carmen. La procesión que se celebra por terceraño consecutivo, estuvo acompañada por cientos de fieles que se habían con-gregado en el templo para la Eucaristía que celebró la Patrona; a los que sesumó un numeroso público que participaba de las fiestas populares. La imagende la Virgen, Patrona de pescadores y marineros, fue bellamente adornada conflores que formaban un ancla de barco como símbolo de devoción de loscasablan-queños. Cantos y vítores a la Estrella de la Mar se fundieron con lasplegarias espontáneas que se elevaban al cielo al paso de la imagen. MonseñorJorge Serpa, Vicario Episcopal del Este presidió las celebraciones acompañadopor el Diácono Juan Ríos responsable de la Comunidad. Participaron tambiéncasablanqueños residentes en el exterior que contribuyeron con donativos parael mejoramiento del audio y la adquisición de una organeta para la Comunidad.

Raúl León

PROCESIÓN EN CASABLANCA

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N O TICIA SDespués de dos meses de vacaciones reabre sus puer-

tas el Seminario San Carlos y San Ambrosio de La Haba-na. Monseñor Juan F. Vega, Rector, los presbíterosOrlando Ramírez, Vicerrector, y José Miguel González,Prefecto de Estudios, junto a Monseñor Jorge Serpa,Administrador General, presidieron la reunión de profe-sores el lunes 9 en horas de la mañana, donde se evaluóel curso anterior y se dio la información sobre el nuevoaño académico.

El Seminario de La Habana inicia el curso 2002-2003con 79 alumnos, de ellos 54 se preparan para el sacerdociodiocesano y 25 pertenecen a distintas congregacionesreligiosas. El Cardenal Jaime Ortega, Arzobispo de LaHabana, presidió en la S.M.I. Catedral la Misa inaugural,el viernes 13 a las 8:00 p.m.

Orlando Márquez.

NUEVO CURSO DEL SEMINARIO

Claustro de profesores delSeminario San Carlos y San Ambrosio

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O PINIÓN

LA FORMA EN QUE 23 JÓVENES CATÓLICOScubanos se convirtieron en emigrantes mientras participabanen la XVII Jornada Mundial de la Juventud en Canadá, al me-nos considerando las declaraciones posteriores de algunos deellos, manifiesta que faltó honestidad en la comunicación quemantenían con sus Obispos y/o párrocos, durante el periodoanterior a la partida. Algunos dirán que ellos, como otros antesy después, no hicieron otra cosa que “aprovechar la oportuni-dad”, pero este argumento precisamente confirma la comuni-cación irreal o deficiente. De oportunidad viene oportunismo,y se puede también ser oportunista sin salir de Cuba. Si antedeterminada oportunidad se manifiesta en nosotros otrapersonalidad que permaneció escondida de modoconciente, esperando la ocasión para actuar de maneracontraria a como lo habíamos hecho hasta ese momento,aunque otros no se enteren, se evidencia que antes repre-sentábamos un personaje no auténtico.

Hay ocasiones en la historia del hombre en que la falsedad,el oportunismo, el doble discurso, jugar doble o en dos ban-dos a la vez, la doble moral como se suele llamar hoy, mani-fiestan la lucha por la supervivencia, ya sea como una res-puesta a la violencia contra la libertad individual, o como unacomodarse a las reglas del juego, cuando no hay juego lim-pio, sin embargo la justificación de la conservación enmas-cara, mas no borra la mentira. Creo que algo de esto hayentre nosotros, conformando, en buena medida, una especiede pecado social.

Recuerdo mi primera lección ideológica. Fue en Ciudad Li-bertad, Primer grado, poco menos de cinco años de edad. Enuna planilla me preguntaban si quería ser pionero, marqué “No”,más por imitación a un estudiante mayor que por convicción.Mi maestra “makarenko”, de quien recuerdo mucho más quesu nombre y apellidos, gritando me repitió la pregunta delantede todos en el aula: “¡¿Tu no quieres ser pionero?!” Aterradoy sorprendido por sus gritos, sin saber nada de causas yefectos, volví a responder que no. Pero un fuerte golpe en laspalmas de las manos con cinco o siete reglas de madera meayudaron a comprender el error: “¡¿Tu no quieres ser pione-ro?!”, repitió, “Sí” le dije, y claro que lloré, y ella me enseñó ano hablar de aquello en casa. Es verdad que los “makarenkos”duraron poco -y demasiado-, pero aquella me forzó a decir loque ella esperaba oír, no lo que yo quería decir. Yo mentí, yella se mintió a sí misma, y a los superiores también, pero yatodos sus alumnos eran pioneros. Hoy ya ni siquiera se hacela pregunta: todos los niños cubanos son “pioneros por elcomunismo”, aunque mañana sus vidas tomen otro rumbo.

PECADO SOCIALpor Orlando MÁRQUEZ

A mediados de los años 90s llegué una noche a Santiagode Cuba y en el aeropuerto alquilé un “botero” para ir alCobre. El conductor del estridente Moskvich tenía deseosde hablar y yo también. Como el derecho a comprarMoskvich, Ladas o Fiats había sido concedido a los médi-cos internacionalistas, profesionales u obreros destacados,entre otros, le pregunté al conductor cuál era su profe-sión. “Machetero”, me dijo. Había participado en muchaszafras y así compró el carro, y como machetero destaca-do se había ganado también el derecho a comprar el acon-dicionador de aire, a adquirir una casa, el televisor, la lava-dora y el refrigerador. Era la primera vez que tenía ante mía un machetero “millonario”, y lo felicité por ello, puesimaginaba lo duro que debía ser ese trabajo durante mesesy años. Aún hoy no sé qué lo animó a revelarme el secretode sus millones: cortaba mucho, pero no tanto como seescribía en el papel. Ganaba por arrobas de caña cortadasbastante dinero, más que el Jefe de la Brigada, entonces éldaba dinero al Jefe, y éste le aumentaba los números con-virtiéndolo en “millonario”, el aval necesario para salir vic-torioso en las asambleas donde se otorgaban los derechosde compras.

Hace unas semanas leí en Juventud Rebelde (Domini-cal, 18-8-2002) el patético testimonio de un joven que lu-chaba por dejar las drogas. La marihuana, después la co-caína y el crack le habían llevado al límite de su existencia.Hoy sabemos que las terribles drogas duras (cocaína ycrack) se consumen entre nosotros de forma ilegal peroextendida y articulada, en las calles, en centros recreati-vos, en no pocas escuelas de régimen interno que conoce-mos como “becas”, pero lo que revelaba el trabajoejemplarizante del diario Juventud Rebelde es que la drogafuerte comenzó su estrago hace muchos años, mientrasoíamos insistentemente que nuestra juventud y nuestro paísestaban libres de drogas. El joven del texto había llegado ala cocaína a comienzos de los 80s.

Todos estos casos, aislados en el tiempo pero no en elespacio, reflejan una crisis de comunicación y por tantode las relaciones sociales. Todos los niños no han sidomaltratados ni todos los maestros han presionado de for-ma violenta, pues hubo otros métodos más sutiles como laterrible frase dicha a tantos padres: “al niño no le convie-ne...”; no todos los macheteros han inflado sus cortes ymuchos hicieron su trabajo, y lo hacen, convencidos desu aporte social. Pero la necesidad de la unidad, de quetodos los niños sean pioneros o que todos los macheteros

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emulen por el primer lugar, estimularon el engaño, la si-mulación, la comunicación falsa. Estoy convencido quelos oportunistas al cien por ciento, o los falsos al cien porciento, son una minoría en el ámbito social, pero una mi-noría que puede ser generada por cómplices activos -losque compulsan- y a su vez generar una mayoría de cóm-plices pasivos, que puede convertirse también en activa.Es lo que se manifiesta cuando justificamos nuestras vio-laciones, contra las leyes o contra nuestra conciencia, confrases como “luchando...”, “imagínate, ¿qué voy a hacer?”,“yo no quisiera pero si no lo hago...”

Creo que mucho ha influido el paradigma idealizado has-ta grados superlativos del hombre-nuevo-revolucionario yel empeño por divulgarlo como ejemplo mejor -único- através de aquellos que han sintetizado en sí virtudes hu-manas y han elegido la única opción política que rige entrenosotros. El deseo de forzar la unidad en aquel hombreideal, apelando a todos los recursos disponibles, incluidoslos medios de comunicación, y considerando toda otramanifestación como despreciable o débil, se convierte porfuerza en la meta social, en unidad de medida regentepero alterando la comunicación y la convivencia huma-nas, si interpretamos los hechos sociales como signos dela comunicación. Según el caso expuesto en JuventudRebelde, ¿qué pensaría el joven drogadicto ya hace másde veinte años, sus amigos o su médico, cada vez queescuchaban en la radio o leían en la prensa que Cuba eraun país libre de drogas?

Pero como en realidad todos los hombres no son iguales, laacción desmesurada sobre las personas, en nombre del con-sumo o la ideología, produce una reacción de rechazo o ale-jamiento necesario para sobrevivir o poder regresar y con-tactar. Abraham Moles, especialista en comunicación, lo ex-plica muy bien: “El individuo sólo acepta verdaderamente a lasociedad en la medida en que es capaz de rechazarla; si no esasí, si se ve forzado a llevar una vida demasiado socializada,sin poder escapar a la comunidad entera para encontrarseconsigo mismo en el espejo de su medio familiar, aquel quereflejan los self media (los medios de comunicación propios),entonces no rechazará a la sociedad y la sufrirá desarrollandosu agresividad y siendo su mal de vida”.

La agresividad, creciente, merecería un análisis apar-te. El mal de vida se traduce en doble moral y engaño,en el escape externo o interno. Si digo sólo lo que missuperiores esperan que diga para ser aceptado, si cum-plo con todas las tareas asignadas para que me dejentranquilo y obtener a escondidas beneficios ilegales, silas diferencias ideológicas me permiten dialogar conunos y cerrar la puerta a otros, etc., introduzco unadicotomía en mi vida difícil de manejar y de esconder,que me impedirá mantener una comunicación sana conotros. También los honestos se verán afectados por elvirus de la doblez, pues una conciencia recta no puedeevitar sufrir ante un mal social que no puede remediar...

Pero mientras tengamos honestos, tendremos lámparasencendidas.

Mas los pecados, tanto personales como sociales tienenredención. Creo, como San Agustín, que no somos per-sonas malas, aunque participemos, paradójicamente demodo solidario, en un mal social. Más bien padecemos deun error de perspectiva, de una errada interpretación de lanaturaleza humana. Sólo existen hombres y mujeres quereúnen a la vez virtudes y faltas, deseo y voluntad, y asídan cuerpo a la sociedad, crean, conforman y deformanlas instituciones.

Pienso, como el santo de Hipona, que Dios creó el bien,no el mal. Lo que se ha corrompido con el mal, antes fuebueno y puede volver a ser bueno. Si somos solidarios enla falta, porque la compartimos al compartir la sociedad,podemos ser solidarios en la redención. Las institucionespolíticas y sociales, las familias y la Iglesia tienen una res-ponsabilidad común. Estoy convencido de la misión in-transferible del Estado, y de su grave responsabilidad, enmuchos renglones de la vida social, uno de ellos es, preci-samente, encauzar las diferencias de los ciudadanos, nonegarlas, y estimular y garantizar la participación de to-dos. La familia ha sido nuestro refugio, donde escucha-mos o repetimos aquello de “esto no se puede hablar en lacalle”; pero es también en la familia donde se debe y puedelograr mejor respuesta a este mal: es necesario jerarquizarla verdad responsable, y expresarla no sólo como un dere-cho, sino como un deber en las relaciones interpersonales ysociales; y saber escuchar la verdad de otros, que es tambiénderecho y deber. La Iglesia debe enseñar una y otra vez a losfieles, y a todos sus miembros, que la mentira es contraria aCristo, que la conversión auténtica exige un propósito de re-visión y perfección constante de la propia vida o no es tal. Talvez este pecado social no desaparezca totalmente, pero estoayudaría a entender la mentira como contravalor que debeser sustituido a nivel de conciencia y de vida, individual ysocial, por la verdad como valor auténtico y necesario.

Lo que está en juego no es una unidad edificada sobre elsupuesto que nos considera a todos iguales, pues ello po-dría provocar la continuidad de este mal si se desconocela maravillosa subjetividad humana.

Lo que está en juego, como demuestra el caso de losjóvenes cubanos en Canadá y otros ejemplos de oportunis-mo interno, es la salud social: el rescate y permanencia de laverdad y la honestidad como valores trascendentes, pilaresindispensables de toda sociedad sana en la que sus habitan-tes aspiren compartir un e spacio de unidad en la diversi-dad, en el respeto, en un ideal posible, uno sólo, que nosuna como pueblo y como nación. Y este ideal no se alcanzacon valores económicos ni políticos, sino humanos: por lacerteza de que hemos nacido para el bien, que es posible daral otro lo bueno que tenemos a la vez que esperamos otrotanto sin dejar de ser nosotros, convencidos que juntos de-bemos forjar el bien común.

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R ELIGIÓN

Festividad de

LLLLLa Virgende la

aridadCCCCCfotos: Orlando MÁRQUEZ

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AL PASO DE LA VIRGEN...Este año el 8 de septiembre fue domin-

go: día en que el Hijo de María venció ala muerte y los habaneros acompañamosen su recorrido habitual por las calles deCentro Habana a la Madre de Jesucristo,en su advocación de la Virgen de la Cari-dad, Madre, Patrona de todos los cuba-nos; o Reina de Cuba, como la llamara elPapa Juan Pablo II, en la histórica Misacelebrada en Santiago de Cuba el sába-do 24 de enero de 1998, donde coronó aMaría de la Caridad.

La Virgen de la Caridad congrega: hom-bres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños,católicos, agnósticos y personas de unafe más popular, pero no menos devotas.Y todo porque la Virgen de la Caridad escubanía absoluta: cada año en su paseopor las calles de esta ciudad no puedeprescindir de la bandera cubana, del pue-blo humilde y sencillo, al que protege, sushijos, quienes la cuidan con celo y totalveneración y respeto.

Nunca antes un atascamiento del trans-porte público había sido tan placenterocomo el del “camello” que se vio imposi-bilitado de continuar viaje frente a la Pro-cesión que avanzaba por la ancha aveni-da de Reina. En esos instantes: breves,emocionantes e intensos, los viajerostrocaron el hacinamiento, el intenso ca-lor y el tiempo, siempre veloz, en fervory alegría reinantes junto al júbilo espon-táneo del pueblo en las calles, aceras,portales y balcones.

Minutos después, ya en el SantuarioDiocesano de Nuestra Señora de la Cari-dad, el Cardenal Jaime Ortega, Arzobis-po de La Habana, presidía la Eucaristía,en la que tuvo palabras de elogio para lamisión de la mujer en la reconciliación fa-miliar, a la vez que llamó la atención so-bre la veracidad y la sinceridad como va-lores ausentes en la sociedad cubana ac-tual. “Es difícil enseñar valores sin unaformación religiosa”, señaló finalmente elArzobispo de La Habana, para luego en-comendar a la Virgen la protección deesta Iglesia misionera.

Emilio Barreto

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COMO PRESIDENTE DE LA COMISIÓN DE JÓVENES DE LA CONFERENCIA DEObispos Católicos de Cuba (COCC) agradezco a la hermana Iglesia de Canadá, a su Conferen-cia Episcopal, a los sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos, la acogida manifestada duranteaquellos días en que nos permitieron disfrutar de su hospitalidad y conocer la generosidad delpueblo canadiense.

Agradezco también a las autoridades de Cuba y Canadá las facilidades y buena voluntad quemanifestaron desde los primeros momentos para garantizar la asistencia de nuestra delegación aesta cita mundial con el Papa en Toronto.Tal como informó la COCC, en nota emitida el día 31 dejulio pasado, hasta esa fecha 22 jóvenes se habían separado de nuestra delegación con intencionesde no regresar a Cuba. Ellos debían volver con el primer grupo, que llegó a Cuba el día 30 de julio.Un segundo grupo, por razones del cronograma de vuelo, debió permanecer en Canadá tres díasmás y llegó a La Habana el 2 de agosto. El 1° de agosto, en Toronto, un joven de La Habana seseparó de este grupo, con intenciones similares a las de los otros ya mencionados. Del total de 200personas que viajamos a Canadá, 23 jóvenes decidieron no regresar a Cuba.

En varias ocasiones, de manera conjunta o aislada, los Obispos cubanos nos hemos referido altema de la emigración. La Iglesia respeta las opciones en asuntos tan personales como el detomar la decisión de emigrar, pero no puede dejar de manifestar su pesar por esta situación queafecta a nuestras familias, a toda la sociedad y a la misma Iglesia, máxime cuando se produceen circunstancias como éstas.

Varias decenas de jóvenes de otros países del llamado Tercer Mundo tomaron una decisiónsimilar. La particular difusión que ha tenido el caso de los cubanos indica que un evento religiosocomo éste, y la decisión de emigrar de quienes buscan ciertas oportunidades que no se encuentranen el propio país, pueden ser aprovechados por quienes defienden determinados intereses políti-cos. Si bien es cierto que estos jóvenes tienen la edad suficiente para ser responsables de susactos, desde nuestros primeros días en Canadá fue notable el esfuerzo de algunas personas resi-dentes allí, ajenas a la naturaleza del evento, exhortando a los cubanos a no regresar a su País.Nunca antes una delegación de la Iglesia se vio envuelta en una situación similar.

A nosotros nos corresponde afirmar que la mayoría de los jóvenes, ahora en Cuba, compartenya sus ricas experiencias de esta Jornada Mundial de la Juventud, que los anima en su compro-miso con su Iglesia y enriquece su testimonio de fe y esperanza en aquellos lugares dondeestudian o trabajan, a pesar de las dificultades que, como cualquier cristiano y cubano, puedanencontrar en nuestro país. Sus propios testimonios, después de su regreso, expresados en susrespectivas diócesis, revelan la alegría y los frutos producidos en ellos por esta Jornada.

La Habana, 6 de agosto de 2002

Monseñor Carlos Baladrón ValdésObispo de Guantánamo-BaracoaPresidente de la Comisión de Jóvenes de la Conferencia de Obispos Católicos de Cuba

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Aileem Lorenzo Del Rió, Parro-quia de Jesús del Monte: “Como per-sona me enriqueció mucho la experien-cia que viví con la delegación cubanay sentí que somos una Iglesia que ac-túa como Comunidad y me impresio-nó que todos los días compartíamoslo que teníamos y nadie tenía nada pro-pio y todo estaba en función del gru-po. Eso me ha fortalecido y siento queel Señor me llama a comprometermemás y a aumentar mi fe. Del Papa tepodré decir que es un viejito con espí-ritu joven y es genial que siendo tanmayor, tan enfermo, tan cansado, to-davía tenga fuerzas para decirnos dis-cursos como los que dijo. Nos decíaque la felicidad no estaba en las cosasmateriales y lo decía en un país delprimer mundo con un desarrollo evi-dente y el Papa nos llamaba bienaven-turados a los pobres y nos llamaba aser luz del mundo.”

Encuentro inolvidable por Raúl LEÓN Testimonios de cuatro cubanos que participaron en la XVII Jornada Mundial de la Juventud, en Toronto.

José Luis Torres Escobar: “Laexperiencia fue menos fuerte quela de Roma, pues aquella coinci-dió con el Jubileo. Toronto es unaciudad moderna que no dice mu-cho en el plano de la fe. Por esaparte eso fue lo que distinguió estaJornada; el carácter misionero querevestía nuestra presencia, el pe-regrinar de los jóvenes a Torontofue Misión. Fuimos a dar testimo-nio de que ser joven y ser cristia-no no es nada extraño aunque paraellos sí lo sea. Infundimos alegría,entusiasmo, a una Iglesia que ge-neralmente está compuesta porpersonas mayores.”

Presbítero Ariel Suárez, Ase-sor de la Pastoral Juvenil en laArquidiócesis:

“Fue una experiencia de univer-salidad, de alegría que se fuecreando y al paso de los jóvenesmuchos sonaban el claxon de losautomóviles y bajaban las venta-nillas para decir adiós. La presen-cia del Papa, sus palabras, su per-sona, son fuente de inspiración eneste trabajo Pastoral de la Iglesiay es por eso que un grupo de losjóvenes que estuvieron allá, a suregreso, fueron a hacer misión ala Isla de la Juventud y otros fue-ron a sus Convivencias, Campa-mentos.”

Julio Martínez, de la iglesia Nuestra Señora de la Caridad, de Arroyo Apolo:“Para mí esto fue importante pues temía que nos dispersáramos en otrascosas, pero no fue así y noté que se vivió intensamente cada momento espi-ritual. Tuvimos tiempo de conversar en una especie de Feria o exposición querealizaron las distintas órdenes religiosas y misioneras. Vivimos una experien-cia parecida a Pentecostés. A pesar de la diferencia de idiomas todos noshablamos y nos entendimos... Siento que se han movido cosas en mí y me hevuelto más sensible ante Dios y mi fe se ha fortalecido. En momentos dedudas pienso que sólo Dios puede mover los corazones de tanta gente.”

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EN EL CONCILIO VATICANO II LA IGLESIA NOsólo se preocupó de sí misma y de su relación con Dios,sino del ser humano tal cual hoy en realidad se presenta.En esa preocupación hay cómo tres referencias que abrendistintos horizontes: “la Iglesia se siente íntima y real-mente solidaria del género humano y de su historia”;“nada hay verdaderamente humano que no encuentreeco en su corazón”; cree que “Jesucristo manifiestaplenamente el hombre al propio hombre y le descubrela sublimidad de su vocación”.

La solidaridad se inicia con el sentimiento de quienpiensa no sólo y tanto qué será de mí sino qué será delotro especialmente cuando está desvalido e indefenso.Como la Iglesia es una entidad referencial que sólotiene sentido en función del reino de Dios o comunidadfraterna de todos los seres humanos, a la esencia de lacomunidad cristiana pertenece la escucha, y el desve-lo por todo lo que ocurra en la historia humana: “gozosy esperanzas, tristezas y angustias, sobre todo de lospobres y de cuantos sufren” Ella misma es parte de esahumanidad cuya suerte también corre; por su mismanaturaleza es contemporánea de la humanidad y suelepagar muy caro su anacronismo.

No resulta fácil definir qué es lo verdaderamente huma-no; sencillamente porque la humanidad se va desvelandoen la historia cambiante; un libro siempre abierto dondevamos descubriendo nuestra propia verdad. En el siglopasado se hicieron declaraciones solemnes sobre dere-chos humanos; ellas son como aspiraciones comunes defuturo; nuevas metas que se van logrando; pero lo huma-no sigue siendo todavía objeto de nuestra búsqueda, y hande venir nuevas declaraciones. Podríamos estar de acuer-do en que lo verdaderamente humano significa todo aque-llo que nos trae la felicidad, pero ¿cómo entender ese lo-gro? Uno dice ser feliz abusando de los más débiles, mien-tras una madre, por ejemplo, encuentra la felicidad entre-gando la propia vida por su hijo. Por lo demás, mientrasnos hacemos yendo de camino, la felicidad conseguida esmuy precaria, como fragmentos de luz entre la oscuridadque siempre nos estrecha. Lo “verdaderamente humano”tiene que ver aquí con las metas logradas, los fracasos

40 años del Concilio Vaticano II

por Fray Jesús ESPEJA, O.P.*

sufridos, los empeños reiterados y los sufrimientos anejosque hombres y mujeres vamos tejiendo en la búsqueda defelicidad mientras vamos de camino. Todo lo que pertenece ala verdadera condición del ser humano y de su historia ten-drá eco y será llamada saludable para la Iglesia.

La Iglesia cree que “Jesucristo manifiesta el hombre alpropio hombre y le descubre la sublimidad de su voca-ción”. Hay en esta frase nueva pretensión: ofrecer unainterpretación nueva sobre la identidad o verdad de lohumano. Para ello remite a la conducta de Jesús quevivió y murió con amor por los otros. Esa conducta es labuena noticia para la humanidad.

El evangelio de Jesucristo no es una antropología filosó-fica o teoría sobre lo humano con las solas luces de la ra-zón. Su mensaje aporta una clave nueva no demostrableracionalmente, tampoco verificable inmediatamente, aun-que sí convincente por las consecuencias que uno percibea la larga: “el que con amor pierde la vida por el otro, lagana”. Dada la inclinación natural que todos tenemos mar-cados por el principio de conservación, eso de “perder lavida” no entra en nuestros proyectos; lo que inmediatamen-te da fruto palpable no es entregar al otro la propia, sinoapropiarse de la vida del otro. Sin embargo, a la larga, pode-mos comprobar que por ahí debe ir el camino de la verda-dera humanización: estamos viendo cómo la ley del másfuerte y la lógica de dominación acaban siempre generandouna sociedad injusta y un mundo inhabitable para todos.

Leyendo la historia de nuestra humanidad hay demasia-dos crímenes y atropellos para dar un juicio positivo y paramirar confiadamente al porvenir. Hoy mismo el panoramaes muy sombrío y a veces la esperanza se nos muere entrelas manos. Pero también aquí los cristianos debemos con-cretar nuestra fe como discípulos de Jesucristo y miem-bros de la comunidad cristiana: ¿nos sentimos íntima y real-mente solidarios del género humano y de su historia? Algu-nas frases del Concilio pueden animar este sentimiento ysuscitar en nosotros una conducta evangélica: “el Hijo deDios en su encarnación trabajó con manos de hombre,pensó con inteligencia de hombre, obró con voluntad dehombre, amó con corazón de hombre”. En esa forma devivir, siendo más humano que nosotros pues nunca su-cumbió al pecado que deshumaniza, “se ha unido en ciertomodo con todo hombre”; “al hombre entero, cuerpo y alma,corazón y conciencia, inteligencia y voluntad”. Según estavisión y dando a la encarnación del Hijo todo su realismo,bien podemos proclamar y celebrar que todo lo verdade-ramente humano avanza ya en los brazos de Dios. La fecristiana dilata nuestra mirada para que vislumbremoscon gratitud esta presencia, y avivemos nuestra espe-ranza de más humanidad.* Sacerdote dominico, español. Licenciado en Teología. Director del

Centro Fray Bartolomé de las Casas, del Convento San Juan de Letrán.

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Es por esto que el 13 de julio último,a las 4.00 p.m., se unió a familiares,amigos y otras trescientas personas enel pequeño atrio para celebrar, con gua-teque y misa, la bendición del templonuevo. A la gente de Capellanía y susacerdote, el Padre Gabriel Torres, seunieron otros de Ceiba del Agua, Ve-reda Nueva, Alquízar y la Ciudad deLa Habana. Poco antes de las seis dela tarde llegaría el Cardenal Jaime Or-tega, Arzobispo de La Habana, parabendecir el templo y presidir la misa.También estuvieron Monseñor CarlosManuel de Céspedes, Vicario del Oes-te de La Habana, Monseñor RamónSuárez Polcari, Canciller de laArquidiócesis, y los sacerdotes ArielSuárez y Mario Delgado.

“Al fin fue recuperada / la Iglesia deCapellanía / que fue por la alevosía /de alguna mano golpeada”... La niñaIdalmis Amador declamaba las déci-mas que compuso Octavio Valdés parala especial ocasión. “...Después deaquella taimada / mano que la destru-yó / nuevamente renació / a la luz dela alborada...” Los fieles de VeredaNueva cantaron, los adolescentes deAlquízar cantaron y actuaron, con ellosvino un trío de señoras que hizo chis-tes y varios decimistas fabulosos im-provisaron a la Virgen, al Papa, a Cris-to, a Cuba, a Antonio, al Cardenal, alos niños, a Capellanía y a todo lo bue-no que hubo aquella tarde. Fue unafiesta esperada y por ello más disfru-tada, aunque el sol fue implacable.

VENTURAS Y DESVENTURASDE UN TEMPLO

Es que la memoria de Capellaníaconserva la historia de su capilla, unahistoria de esfuerzos y amarguras,hasta ese día. Todo comenzó, me

texto y fotos: Orlando MÁRQUEZ

L DOCTOR ANTONIO MARRERO SABE QUE,en este mundo, la felicidad auténtica se puede tan sólopalpar con los “dedos” del espíritu, pero no retener.E

Sin embargo, él puede evocar momentos de felicidad si miraal pasado: una vida dedicada al trabajo honesto, cincuentaaños de matrimonio junto a Gladys, ya fallecida, ocho hijosy diecisiete nietos... Pero el Doctor Marrero, el “dentista delos curas”, sentía que podía hacer más, como ayudar a re-construir la deteriorada capilla de Nuestra Señora de la Cari-dad ubicada frente a la pequeña finca de descanso que con-serva, en Capellanía, pequeño poblado ubicado al oeste ycentro de La Habana.

El Doctor Antonio Marrero y el Cardenal Jaime Ortega saludan a un grupo defeligreses reunidos en el atrio de la iglesia de Capellanía.

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cuenta días después el DoctorMarrero en la tranquilidad de su casa,por una iniciativa popular, como sonlas auténticas iniciativas.

La gente de Capellanía deseaba supropio templo católico y a inicios de1953, Evangelina Arocha cedió partede los terrenos de su finca para estepropósito. Un grupo entusiasta de jó-venes comienzan la ardua tarea de en-contrar los fondos para la nueva obra.Las donaciones lle-gan de los mismoshabitantes, de propie-tarios de fincas en lazona, de pueblos ve-cinos. El ánimo porcompletar la obra losllevó a colocar, cadadomingo, una barre-ra en la carretera,frente al terreno queocuparía la Iglesia, ycomunicarle a loschoferes y acompa-ñantes la necesidadde su colaboración:dio resultados.

A lo anterior habríaque añadir los esfuer-zos del Padre CalixtoPerdomo, GladysFigueroa, esposa deAntonio, del cons-tructor, GeroncioGil, y un animadogrupo de fieles, puesentre todos hicieronposible que en agosto de 1953 se in-augurara la pequeña iglesia de Nues-tra Señora de la Caridad de Capellanía.

Como en cualquier otro templo, elde Capellanía tuvo sus misas, bauti-zos, bodas. Con la crisis sacerdotal delos años 60s y 70s, el pequeño temploapenas recibía la visita de un sacerdo-te y los fieles acudían a los templos deCeiba o Alquízar. Un día los vecinosvieron que el templo era ocupado yconvertido en almacén de materialesde construcción. La poca imagineríareligiosa se perdió, la imagen de la Vir-gen de la Caridad, donada en su mo-mento por la señora Estela Plasencia,

fue encontrada a orillas de la carrete-ra; rescatada después por un vecino yel dominico Aurelio Quesada, terminóen un templo de Matanzas. Poco pu-dieron salvar los fieles de lo que per-teneció a su Iglesia.

El templo convertido en almacén fuedestinado a vivienda a fines de los 70s.Varias familias ocuparon el inmueble,aumentando su deterioro y despoján-dolo de los últimos vestigios internos

de su sagrado propósito. Sólo el ex-terior seguía gritando que aquella pe-queña edificación originalmente te-nía otra función.

EL RESCATE Y LA NUEVA OBRAEn 1991, me cuenta Antonio

Marrero, “el Párroco entonces de SanAntonio, Mario Delgado, había comen-zado a hacer gestiones para recupe-rarla, hasta que la devolvieron. Vino anosotros un sábado y nos dijo ‘vamosa celebrar misa esta tarde’, y así comoestaba, en aquella casa destruida cele-bramos misa, pues nos habían dichoque esa noche otras personas se iban

a meter. Pusimos una imagen y cele-bramos la misa. Ya el Padre Mariohabía gestionado para el campesinoque vivía allí, una casa de las que seconstruían en el pueblo nuevo”.

Fue Gladys, la esposa de Antonio,quien tuvo la idea de trabajar por larestauración del templo, para ella se-ría una buena forma de celebrar, en1998, cincuenta años de matrimonio.Pero los permisos de obra demora-

ron algunos años, hastadespués de la visita delPapa. Gladys moriríameses después, en fe-brero de 1999.

El mal estado de la edi-ficación fue un buen pre-texto para cambiar todoel diseño. En realidad laIglesia se levantó nuevadesde los pisos hasta eltecho, y se le añadió unproporcionado campana-rio, dando a la fábricamayor prestancia y dig-nidad. Buscar fondosplanteaba un reto distin-to, pues a diferencia de1953, los habitantes deCapellanía o de lugarescercanos no están hoy encondiciones de haceraportes económicos. Y lamagnífica idea que tuvie-ron entonces de detenerlos vehículos en la carre-tera para recaudar dine-

ro, hoy hubiera sido una locura.Adveniat, la institución de la Iglesiaalemana de ayuda a la Iglesia en Amé-rica Latina fue una puerta dónde acu-dir, con la mediación del Arzobispa-do de La Habana.

Pero Antonio Marrero tocó otraspuertas. El y su esposa habían perte-necido en Cuba a la Agrupación Cató-lica Universitaria (ACU), y el PadreArmando Llorente s.j. fue siempre uncercano amigo. En una visita a Miami,el antiguo agrupado buscó al ancianosacerdote y le solicitó ayuda: “El medijo que tenían allá una fundación queayudaba con techos para Iglesias,

Vista del interior del templodurante la Misa de inauguración

que presidió el Cardenal Jaime Ortega.El nuevo Presbiterio de Capellanía

se destaca por la abundanciade pinturas murales.

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vinculada al Arquitecto Cabarrocas, ymandó mil dólares al Arzobispado deLa Habana para la iglesia de Capellanía.Después mandaron otros quinientos.Mil quinientos dólares vinieron deMiami”. Otros quinientos dólares fue-ron remitidos desde la Arquidiócesisde Camagüey por el Arzobispo, Adol-fo Rodríguez. Y el mismo Antonioaportó de sus fondos personales. Elcompró la madera empleada en el pres-biterio -que recuerda el interior de unbohío cubano- y se encargó de lossalarios de los constructores.

En un año y cinco meses tres hom-bres, vecinos de Capellanía, levanta-ron la iglesia, sólo se añadieron otrostrabajadores durante la “fundición” dela losa del techo. El cedro lo compróAntonio por tres mil ochocientos pe-sos (unos $152.00) a un campesinodel lugar; los pisos fueron construi-dos por otro habitante de la zona; laoscura piedra que cubre el campana-rio se recogió en aquellos lugares; lasreligiosas Siervas de María regalaronel Via Crucis. Así se construyó el tem-plo actual. Sin olvidar, claro está, elespíritu que animó toda aquella obra:el de Antonio Marrero, su familia y loshabitantes de Capellanía.

Destacan en la obra las pinturas in-teriores, ejecutadas por José CarlosChateloin. “Una vez que mi señoramurió, yo tuve la idea de pintar aque-llos óleos” me dice Antonio Marrero.“Mi idea era hacer una sala cubanacon tres óleos grandes. Uno es la Na-tividad; otro la Crucifixión, y porúltimo la Ascensión”. En las pare-des ubicadas a los lados del presbi-terio se aprecian La Ultima Cena, ala derecha, y retratos del Papa y losObispos cubanos, a la izquierda. Losrostros de algunos miembros de sufamilia, y de otros habitantes deCapellanía, quedaron grabados enaquellas pinturas.

SATISFECHOSAntonio me cuenta que el mismo

Delegado del Poder Popular (Gobier-no local) le comentó su agrado por laobra. Lo mismo han expresado los

vecinos de Capellanía, Ceiba, Caimito.En su homilía, el Cardenal Ortega

expresó su deseo de que la Iglesia deCapellanía “sea de verdad, como debeser la Iglesia, la casa del pueblo. No-sotros no tenemos un registro de per-sonas -añadió-, los bautizados y losno bautizados son hijos de Dios”. Enotro momento explicó a los presentesel sentido de la liturgia del día: “He-mos rociado los muros de la Iglesiaindicando que este lugar queda con-sagrado a Dios, pero también el aguabendita ha caído sobre nosotros por-que nosotros somos también esa Igle-sia viva, que tiene que estar purificadaen el mundo”. Terminó manifestandosu esperanza en que toda la comuni-dad de Capellanía renueve su corazón,del mismo modo que ha sido renova-do su templo.

También Antonio Marrero, al finalde la misa manifestó su alegría porla obra terminada, y agradeció a to-dos los que ayudaron, incluidos losmiembros de su familia, quienes leacompañaron en la ardua empresa,de modo especial a Gladys, a quienllamó su “eterna novia”.

Al terminar la celebración conocí aCira, una mujer de Capellanía. El ros-tro de Cira González quedó grabadoen una de las pinturas. Cira tiene ochen-ta años y nunca dejó de asistir a misa.“Esto es una maravilla” me dice, “delo que teníamos nosotros a esto hayuna gran diferencia”. Ella recuerdaaquellos años en que el templo estuvoocupado y el sacerdote daba misas enlos portales de las casas. Por eso pien-sa que “hay que darle las gracias aDios, pero también a Marrero y a to-dos los que ayudaron para que tuvié-ramos esta iglesia”.

La de Capellanía es una verdaderaexperiencia eclesial. Con su deseo, suánimo y voluntad, Antonio Marrerodemostró que el celo por la Iglesia esasunto de todos, también de los fieles,“iglesia viva”, como dijera el CardenalOrtega en su homilía. Pero el hechode que se recibiera ayuda de fuentestan variadas como Alemania,Camagüey, Miami o La Habana, esuna prueba de la convocación de Diospara la que siempre habrá gente dis-puesta a responder, porque ante Éltodos somos iguales.

Vista general de la iglesia de Nuestra Señora de la Caridad,de Capellanía, con su nuevo campanario.

Grupos de fieles provenientes de Caimito, Bauta, Ceiba del Agua,Quivicán y Ciudad de La Habana

compartieron con los habitantes del puebloen esta fiesta especial.

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por Padre Marciano GARCÍA, O.C.D.

Luego se supo que la tierra es redonda y está fija enmedio de la bóveda celeste, el sol y los planetas (estre-llas errantes) giran a su alrededor, mientras que las otrasestrellas permanecen fijas clavadas en la bóveda celes-te. Esta imagen del mundo, más o menos perfilada porel astrónomo egipcio Claudio Ptolomeo en el siglo II denuestra era, fue asumida luego por los doctores cristia-nos y duró hasta el siglo XVI.

Después de amargas discusiones y tristes sucesos, seadmitió que el sol está en el centro y la tierra gira a sualrededor. Todo lo demás siguió igual en las grandes lí-neas. Fue un cambio muy importante desde el punto devista de la simbología. Pero los hombres siguieron miran-do al cielo y cada día fabricaban instrumentos capaces dever cada vez más lejos en el espacio.

Como consecuencia de la ley universal de la gravitación,establecida por Newton, se formó la imagen del universoestático infinito, pensado conforme a la geometría deEuclides: la materia se extiende por espacios y tiempos sintérmino, de modo que el número de las estrellas es real-mente infinito. Así se entiende que no esté toda reunida enun punto central conforme a las leyes de la gravitaciónuniversal. Fue la apoteosis del materialismo.

Ya en el siglo XX, a partir del genio renovador de A.Einstein, se conforma una imanen nueva del universo, noestático, sino en movimiento, concebido conforme a lageometría de Riemann, por lo tanto, esférico, de diámetrofinito. Es la imagen comúnmente aceptada hoy por la ma-yoría de los expertos en la materia.

Los hombres primitivos atribuyeron especial personali-dad al sol, la luna y las estrellas, las adoraron como a dio-ses y diosas, seres vivientes, divinos, poderosos. Creye-ron que ellos determinaban conscientemente la vida de loshumanos y surgió la astrología. Aquellos hombres teníansus razones para tales creencias. Nosotros sabemos hoyque las estrellas, como el sol, nuestro centro, son enor-mes hornos quemando básicamente hidrógeno. No sonseres vivos ni conscientes, carecen de toda inteligencia yvoluntad. Son eso, hornos de gases ardiendo a temperatu-ras que pueden llegar a muchos millones de grados. Laastrología no tiene ninguna razón.

La segunda concepción del mundo, más reflexiva, llevóa Aristóteles a la afirmación de la existencia de un motorinmóvil que impulsara el gran mecanismo del universo,

A PRIMERA IDEA QUE ELser humano tuvo de cómo era elmundo fue la que se obtiene nor-malmente mirando hacia delante

Ly hacia arriba: una llanura máso menos amplia, con una bóve-da azul cubriéndola y cerrándo-la en el horizonte. Por encimade la tierra se mueven el sol yla luna. Es un misterio incom-prensible cómo el sol sale otravez cada mañana. Aquellos pri-meros observadores del univer-so buscaron el modo de expli-carlo. Las más antiguas culturasnos han dejado testimonios deeste esfuerzo de comprensión.

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situado fuera de él. Una idea cercana a esta concepcióntuvo el pueblo de la Biblia, con la particularidad de que eseser que pone en marcha el cielo y la tierra, entra en rela-ción con algunos hombres muy especialmente. El pueblohebreo lo ha reconocido y lo ha elegido como su Dios.Saben que está por encima de todo lo que existe.

La tercera imagen del mundo no cambia gran cosa lapercepción del universo, pero supuso un cambio muy sen-sible de creencias y símbolos. Quizá no haya tenido tantaimportancia como se le dio. Que el hombre dejó de ser elcentro del universo porque la tierra no lo es, no es unaverdad en ningún sentido. Lo central del hombre no es suposición espacial, sino existencial, él señala una forma deexistencia del todo única, la del único ser conocido capazde contemplar ese mismo universo, esa es la razón de sulugar central en el cosmos.

La cuarta imagen del mundo fundamenta el materia-lismo mecanicista y así se convierte en el fundamentodel ateísmo. Si se atribuyen a la materia propiedadesdivinas, como la infinitud, la condición de absoluto, nohay que buscar otro dios fuera de ella. Muchos pensa-dores europeos, científicos, especialmente astrónomos,tuvieron esta visión como auténticamente científica,demostrada, a pesar de la famosa paradoja de Olbers: Siel número de las estrellas es infinito y brillan durantetiempo infinito, ¿por qué la noche es oscura?

La quinta percepción del universo, la del cosmos en ex-pansión, lleva lógicamente a un inicio, un momento deltodo singular en que comenzó dicha expansión. Se calculaque esto sucedió hace cerca de catorce mil millones deaños. Los científicos materialistas, incluso contra las pro-pias evidencias, se niegan a darle una total aceptación.

Para el creyente ese momento en que todo comienzase identificaría con el momento de la creación. Las vi-siones a que da origen esta concepción, según los co-nocimientos actuales, son muy profundas y sorpren-dentes. Todo deberá ser pensado de nuevo. La obra crea-dora de Dios puede ser pensada como una acción infi-nitamente poderosa en todas las direcciones. Hoy seestá en condiciones de contemplar racionalmente la in-finita sabiduría con que ha sido creado el universo ensu conjunto y en cada uno de sus detalles.

Este trabajo de renovación de las grandes visiones, lo co-menzó un hombre que reunía en sí la mentalidad del científi-co y el poder intuitivo del místico, Teilhard de Chardin. Latarea es tan ingente que pocos pensadores cristianos se hansentido capaces de continuar el esfuerzo para pensar de nue-vo el universo y su historia, fundamentalmente la humana.Algunas formulaciones se han hecho tan ajustadas al contex-to de un universo estático, que resulta difícil pensarlas en elcontexto del universo evolutivo.

El signo de este universo en expansión es la evolución,el hecho de una continuidad progresiva que va poderosa-mente desde simples fundamentos a realizaciones supe-

riores paso a paso. Lo que está en el inicio casi no seve, pero es potente. En una marcha continua irá sacan-do de sus potencialidades las nuevas realidades, desdela energía primitiva, a las formas más elementales demateria, de éstas a los cuerpos macrocósmicos, a lasestrellas, a los planetas, a la tierra, a la vida, a los vege-tales, a los animales, al hombre, que puede volverse,mirar hacia atrás y contemplar esta fascinante historia,de la que él mismo es el resumen.

La visión filosófica de esta concepción del universo esde una belleza incomparable, de una armonía absoluta. Enla primera millonésima de segundo de la gran explosión,todo era energía, elevada a una temperatura apenas imagi-nable, nada permanecía estable, luego se hizo la luz, exis-tieron los fotones en las más altas temperaturas posibles;después, según se fue expandiendo y enfriando aquellaprimitiva masa cósmica, surgieron las otras partículaselementales. Según se iba expandiendo aquel globo pri-mitivo su temperatura descendía y fueron posibles losnúcleos de hidrógeno, se fueron formando gases máspesados, hasta que el globo primigenio estalló en milesde millones de fragmentos, que contenían la materia delas que se formaron las galaxias. Se estima que estosucedió hace diez mil millones de años.

En una de estas galaxias, una estrella situada en susarrabales, se rodeó de diversos planetas que giran en suentorno. El tercero desde ella se llama Tierra y ha sidoel lugar donde el universo tiene quien lo contemple y semaraville de su grandeza.

La visión teológica es magnífica, perfectamente con-gruente con la eterna sabiduría y el absoluto poder de Dios.En el acto primero de la creación puso toda la historia paraque los siglos la fueran desgranando como las cuentas deun rosario. No hay sorpresas para Dios, en las primitivasformas de energía estaban ya las oraciones de los santos.El tiempo es ese realizador imperturbable de los designiosdel Creador: todas las cosas, dadas ya en su origen, vancamino de su destino, vuelven a su Creador hechas almas.

Es obvio que la formulación de los dogmas cristianosha tenido como telón de fondo una concepción del mundono evolutiva, sino fixista. En ella, la creación se conci-be como perfectamente acabada en su origen y el tiem-po es sólo su devastador y destructor.

La tarea de los teólogos y pensadores religiosos que ra-zonen en los tiempos nuevos sobre estas cosas, será la deredactar estos dogmas en los términos de esta nueva vi-sión del tiempo, no como corruptor de lo creado, sinocomo constructor de la historia, en la que lo valioso estásiempre en el mañana. Todo estaba ya en el pasado, peronada era mejor allí, lo mejor pertenece enteramente al fu-turo. Esta es la esperanza del hombre, del creyente sobretodo, porque este viejo cielo y esta vieja tierra se verántrasformadas en cielos y tierra nuevos. Así decimos de unmodo completamente real: ¡Ven, Señor Jesús!

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El acontecimiento tuvo lugar en unabella y emotiva ceremonia eucarísticaque se extendió por cerca de tres horas.Participaron todos los Obispos de Cuba;el Nuncio Apostólico; el CardenalBernard Law, de Boston; MonseñorRoberto González, Arzobispo de SanJuan; Monseñor Thomas Wenski, Obis-po Auxiliar de Miami; sacerdotes,diáconos, religiosos (as) y laicos en re-presentación de toda Cuba. Tambiénestuvieron presentes representantes deotras iglesias cristianas y de las autori-dades civiles del País. El recién restau-rado templo catedralicio se mantuvoabarrotado con la presencia de fielesque vinieron a acompañar a sus pas-tores, desde toda la arquidiócesiscamagüeyana.

La procesión sacerdotal fue recibidacon aplausos que se continuaron escu-chando en varios momentos. La homi-lía estuvo a cargo de Monseñor AdolfoRodríguez, quien pasó a ser ArzobispoEmérito de este territorio eclesiástico,según lo estipula el Código de DerechoCanónico. La Misa fue también una ac-ción de gracias por los años en queMonseñor Adolfo, permaneció al frentede esta iglesia local.

En sus palabras, el Arzobispo Eméri-to se refirió a labor desplegada durantesu episcopado. Mencionó lo que él con-sideraba los aspectos positivos en estetiempo, y también a las “lagunas”, queno pudo llenar y que ahora quedan paraesta nueva etapa. Caracterizó lo que debey lo que no debe ser la labor pastoral dela Iglesia, la que debe evitar el hiperac-tivismo. También se refirió a las carac-terísticas del nuevo Arzobispo del quedijo sus preferencias son los pecadores,los pobres y los enfermos, las mismaspreferencias de Jesucristo. Dejó bien cla-ro que la Iglesia no debe estar separadade la sociedad. Deseó que las relacio-nes Iglesia-Estado continúen mejoran-do, para poder lograr un país y una so-ciedad de donde los cubanos no se quie-ran marchar. En varios momentos desu homilía manifestó que no dimite paradescansar, sino que continuará laboran-do allí donde lo determine el nuevo Ar-zobispo, de acuerdo con las limitacio-

por JoaquínESTRADA MONTALVÁN*

En la cálida y soleada mañana del sábado 24 de agosto, se efectuóen la Catedral Metropolitana de Camagüey la toma de posesiónde Monseñor Juan García, como segundo Arzobispo de Camagüeyy quinto Obispo titular desde la creación de esta diócesis, en elaño 1912 por el Papa San Pio X.

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MonseñorAdolfo Rodríguez

(derecha),Arzobispo Emérito

de Camagüey,hace entrega

del báculoal nuevo Pastor

de la Arquidiócesis,Monseñor

Juan García(izquierda).

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nes propias de su edad. Las palabras deMonseñor Adolfo, fueron interrumpidasen varias ocasiones por los aplausos opor las risas producto del fino y agudosentido del humor al que nos tiene acos-tumbrado.

La lectura de la Bula Papal que comu-nica la designación del nuevo Arzobispocamagüeyano fue leída por el Padre Er-nesto Pacheco, Vicario General. El paliole fue impuesto a Monseñor Juan Garcíapor Monseñor Luis Robles Díaz, NuncioApostólico de Su Santidad en Cuba. Elnuevo Pastor arquidiocesano recibió elbáculo de manos de Monseñor Adolfo.

Monseñor Juan García, luego de re-cibir estos signos de su nueva dignidadarzobispal y los saludos de los obisposy representantes de la diócesis cama-güeyana y las sufragáneas de Ciego deAvila, Santa Clara y Cienfuegos, dirigiósu saludo y agradecimiento a todos lospresentes y a los que de alguna manerale han acompañado y apoyado durantesu vida, especialmente durante susacerdocio en las parroquias de Morón,Chambas, Ciego de Avila, Jatibonico,Florida, Santa Ana y el Cristo. Asimis-mo agradeció la asistencia de los repre-sentantes de las autoridades civiles al ma-nifestar que su “presencia pudiera serun signo de una mayor disponibilidadpara que la Iglesia pueda cumplir, sin

obstáculos, la misión que Cristo le haencomendado”.

Las palabras del nuevo Arzobispo in-cluyeron las prioridades pastorales queguiarán su gobierno pastoral, las quedefinió como continuidad, unidad, vidade oración, la misión a todos los hom-bres, la formación, la opción preferen-cial por los más necesitados, y la iglesiacomo “puente”, entre todos los ambien-tes de la sociedad civil y religiosa. Pun-tualizó además: “¿qué vamos a hacertodos juntos?. Lo que han hecho el Pa-dre. Félix Varela, el Padre Valencia, elPadre Olallo, San Antonio María Claret,los Obispos de Camagüey, ValentínZubizarreta, Enrique Pérez Serantes,Carlos Riu Anglés, y su primer Arzo-bispo Monseñor Adolfo”.

Más adelante enumeró de manera claray sencilla: “-) tener un solo corazón yuna sola alma, -) rezar todas las maña-nas, todas las tardes, todas las noches,-) predicar el evangelio a todos los pue-blos, -) evangelizar a los pobres, -) per-donar a los pecadores, acompañarles yenseñarles el nuevo camino, -) formarde tal manera que los que van a recibirlos sacramentos vivan todos sus díasen la Iglesia Católica, -) defender la vidadesde su concepción hasta el último díaterreno, -) promover la dignidad huma-na para que todos los que vivan sean

tratados como lo que son: hijos de Diosy hermanos de todos, -) dar de comer alhambriento, dar de beber al sediento,vestir al desnudo, hospedar a los que notienen techo, visitar, consolar y ayudaral enfermo y al preso, -) tender puentesduraderos, como el del callejón de santaBárbara, entre los católicos separados ydivididos por susceptibilidades y rivali-dades tontas, para que se den nueva-mente las manos y caminen juntos, -)tender puentes permanentes, como el delArroyo las Jatas, entre los cristianos dediferentes denominaciones para que mi-remos más lo que une que lo que nossepara, -) tender puentes sólidos, comoel que hizo el franciscano Padre Valen-cia al final del leprosorio, entre los cu-banos que piensan distinto sobre puntosvitales de Cuba para conversar, dialo-gar, y encontrar caminos de felicidadpara todos y para el bien de todos, -)confiar en el Espíritu Santo, sabiendoque Él es el principal agente de la Evan-gelización”.

Con un alegre y movido canto de sa-lida se dio punto final a la Eucaristía.Entre aplausos y saludos, salió la proce-sión sacerdotal del templo.

Camagüey, la Iglesia y nuestra patriatienen la gracia y el don de un nuevopastor a su servicio. Camagüey, la Igle-sia y nuestra patria tienen el privilegio detener entre sus hijos a Monseñor Adol-fo, el Obispo mas joven del mundo en elmomento de su designación y en estosmomentos el decano de los Obispos cu-banos, y sobre todo el padre del quehemos aprendido, y al que hemos acu-dido cuando ha hecho falta el consejo ouna palabra de aliento. El hombre inser-to en su tiempo, pero con una confianzay una fe inconmovible en la eternidad.

Gracias Monseñor Adolfo, por la en-trega de tu vida. Gracias Monseñor Juanpor tu fidelidad y generosidad. Graciasa Dios por derramar tantos talentos ennuestra Iglesia cubana.

* Licenciado en Historia del Arte. SecretarioEjecutivo de la Comisión Nacional de Pastoralde Cultura de la COCC. Miembro del Secreta-riado de Pastoral de Cultura y de la RevistaENFOQUE de Camagüey. Miembro deUCLAP-CUBA.

Procesión de entrada del clero de la Arquidiócesis de Camagüeya la Ecuaristía de toma de posesión de Monseñor Juan García.

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S O C I E DA D

EL DESEO DE ANEXAR CUBA A ESTADOS UNIDOSha estado presente –de una manera o de otra, con muchafuerza en algunos momentos y con menos intensidad enotros– a lo largo de toda nuestra historia. Hoy no faltan,todo parece indicar que pueden abundar, los que opinan deesa forma. Muchos de los que aceptan esta opción lo hacenpor razones meramente superficiales y por tanto fáciles decorregir, pero otros se inspiran en sentimientos y criterioselaborados que procuran presentar esta alternativa como laúnica saludable para la Isla. Se escuchan comentarios favo-rables al respecto tanto por parte de naturales que viven enCuba como en el extranjero. También se pueden leer publi-caciones escritas por cubanos, editadas fuera del País que,explotando la actual crisis nacional, intentan preparar lasmentes y predisponer los sentimientos a favor de esta pro-puesta. Y lo más preocupante: no cesa de aumentar la fragi-lidad moral colectiva y no se recuperan los debilitados ele-mentos sociológicos llamados a sostener la identidad nacio-nal, creciendo así las posibilidades proselitistas de losideólogos del neo-anexionismo.

El movimiento en la Isla a favor de la anexión con la Federa-ción de Estados norteamericanos comenzó en 1810 y hasta laguerra de secesión estadounidense estuvo vinculado fundamen-talmente al intento de mantener el sistema esclavista cubano,aunque no faltaban otros argumentos, como el de la presuntaincapacidad de los criollos para autogobernarse. La abolición dela esclavitud en el vecino país anglosajón hizo disminuir la fuerzade este movimiento durante el resto del siglo XIX y lo obligó avariar sus argumentos, elevando a un primer plano los criteriosrelacionados con el presunto egoísmo del cubano, su complejode inferioridad, el miedo al sacrificio, la carencia de virtudescívicas, su incapacidad para gobernarse y la supuesta inviabilidaddel ideal cubano; sustentado todo en una tendencia antinacionalde frustración. Durante el finalizado siglo XX se mantuvo débil lacorriente anexionista, aunque continuó latente. No es posibleasegurar que fueron actitudes motivadas en su esencia por inte-reses anexionistas los que hicieron posible la influencia –muchasveces poco sana– que en dicha época logró poseer el vecino delNorte sobre la Isla y el encanto que ello le producía a un númerode cubanos que –con actitudes, en algunos casos, puramente

egoístas y sin compromiso con la Nación– hacían todo lo posi-ble por facilitarlo; sin negar, por supuesto, que en varias perso-nas, a ambos lados del Estrecho de La Florida, podían estarpresentes estos sentimientos.

Los vínculos y el entramado social que se iba generandoentre las dos naciones a partir de intercambios unas vecespositivos y otras negativos, cambió de forma –en mi opi-nión para potenciarse– con el triunfo de los rebeldes en1959. Con la llegada de la Revolución se generó una rela-ción –especial e intensa– de confrontación entre los go-biernos de Cuba y de Estados Unidos. Ambos Estadoscomenzaron a expresarse signos de agravio. Los liderescubanos, por su parte, se declararon enemigos de oficiode los políticos de la Unión, no procuraron encausar unasnuevas relaciones políticas y diplomáticas, y expulsaronde la Isla los intereses económicos que provenían de ese

por Roberto VEIGAGONZÁLEZ.

General Narciso López(1797-1851),

defensordel anexionismo.

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país. No obstante, la nueva política del gobierno cubano –considero– desencadenó un amplio proceso de acercamien-to hacía la Nación norteña.

Las autoridades cubanas, una vez desatada la batalla en-tre los dos Estados, lucha que, en gran medida, se ha cons-tituido en elemento esencial y condicionante de toda lapolítica nacional, comenzaron a esgrimir el argumento deque en Estados Unidos está la causa de todo fracaso inter-no y que este poderoso país es el patrón y cómplice prin-cipal de todos aquellos que, de una manera u otra, discre-pen del gobierno revolucionario. De esta manera EstadosUnidos se comenzaba a reafirmar, en la sicología de mu-chos cubanos, como el vecino potente, capaz de decidirnuestro futuro y por otra parte empezaba a ser visto, tam-bién, como el país, indudablemente próspero, que estabadispuesto a recibirlos cuando huían de su país bien porconflictos políticos o por penurias económicas.

Las buenas oportunidades que encontraron los cuba-nos al llegar a Estados Unidos les deparó éxito social yeconómico y, como consecuencia, creció dentro de laIsla –mientras aumentaba vertiginosamente el deterioro enla economía y en otros ámbitos de la vida social– el esti-mulo a emigrar. Esta ha sido la causa de un éxodo cons-tante de cubanos, que se han establecido en ese territoriode manera “definitiva”. Los pequeños y los más jóvenesfueron creciendo y constituyeron familias, procrearon hi-jos, y estos a su vez tienen o tendrán los suyos. Comoresultado, actualmente existe un número elevado de cuba-nos que residen en los Estados Unidos de América y otrabuena cantidad de norteamericanos que son familia denosotros, los cubanos. Hoy, como nunca, lazos sanguí-neos acercan las dos naciones; y a esto hay que sumar-le la dependencia económica, pues desde allá los cuba-nos envían una buena parte del sustento material de los

que viven aquí, y sobre todo una sustancial suma dedinero que constituye, según algunos especialistas, unade las principales fuentes –o quizá la principal– de in-gresos del Estado cubano.

Mientras esto ha ido ocurriendo, la situación interna hacontinuado deteriorándose. La crisis material no ha dejadode ser seria, y se ha ahondado el deterioro espiritual entodos los ámbitos de la vida. La crisis que hemos estadoviviendo no es sólo económica, o una combinación de di-ficultad económica, social, política, incluso moral; es tam-bién de identidad nacional. Esto ha reforzado el deseo deabandonar el País para establecerse fundamentalmente enEstados Unidos, y ha convertido este empeño, para mu-chos, en la única esperanza de tranquilidad y prosperidadindividual y familiar independientemente de la existencia ono de filiación política, y ha contribuido, también, a forta-lecer los argumentos de aquellos que opinan que el Estadonorteamericano es la única opción, a la que debemos apos-tar, para lograr nuestra salvación colectiva. Aunque este cri-terio, gracias a Dios, no se puede afirmar que es general ytiene tantos matices como seguidores, posee un elemento encomún, que a su vez está presente en un sector más ampliode la sociedad: una especie de desconfianza en la capacidadnacional y un escaso compromiso comunitario. Esto puedeponer en peligro la marcha hacia el futuro y el logro de undiseño ético de las relaciones entre los dos países.

Para lograr hacer un análisis objetivo de la debilidad ac-tual de nuestra identidad nacional es imprescindible cono-cer una correcta definición de Nación, y la diferencia y larelación que puede poseer con otros conceptos, como porejemplo: los de Patria y Estado. Según el criterio, amplia-mente aceptado, de algunos pensadores: La Patria es launidad afectiva de la sociedad, o sea, el amor al suelo y alos antepasados, la fuerza y el calor capaz de instalar yenraizar a las familias como la familia instala y provee deraíces a cada miembro. La Nación es la unidad moral deesa sociedad, es decir, el aspecto interiorizado y reflexio-nado de la unidad afectiva desde el momento en que ad-quiere un determinado espíritu, capaz de definir a la ge-neralidad de la sociedad, cohesionarla y comprometerlacon el pasado, con el presente y con el futuro; la nación esla solidaridad en el tiempo tanto como el pueblo es lasolidaridad en el espacio. El Estado es la organizaciónpolítica de la sociedad y el orden que ésta establece paragarantizar la unidad afectiva y la moral.

Esa interiorización y reflexión de la unidad espiritual, soli-daria y afectiva en el presente y para con el pasado y el futurose encuentra lesionada en estos momentos. Se ha roto conuna amplia porción de nuestra historia; se han presentadocomo valederos sólo los sucesos históricos anteriores a 1959que pueden ayudar a fundamentar, en alguna medida, el pro-ceso socialista. Del futuro nos hemos distanciado; cada vezaumenta el empeño por detenernos en un presente perpetuo,que se nutre fundamentalmente de criterios ideológicos y de

EN ESTE MUNDO QUE SE GLOBALIZA,ENTRE LOS INTERESES ESTATALES

DE LOS PAÍSES PODEROSOSNO CUENTA LA ANEXIÓN.

ELLOS, A TRAVÉSDE LA INTEGRACIÓN MUNDIAL

QUE SE VA DANDO,HAN IDO OBTENIENDO

LA SUPREMACÍA QUE DESEANSOBRE EL RESTO DEL MUNDO,

SIN TENER, A SU VEZ,LA RESPONSABILIDAD DE CARGAR

CON PAÍSES ATRASADOSY EN CONFLICTO.

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intereses políticos particulares. Y esa unidad solidaria, alejadade su pasado y del futuro, también sufre en su presente;estamos desintegrados por criterios políticos e ideológicos,rupturas y lejanías familiares, el enorme éxodo de cubanos, laimposibilidad de poseer recursos para garantizar la vida y lacarencia, incluso, de los medios más imprescindibles de sub-sistencia que provoca actitudes depredadoras y hasta la faltadel arraigo material capaz de comprometer al hombre paracon el terruño que le ofrece la prosperidad. Todo esto, porsólo citar algunos ejemplos, forman parte del conjunto derealidades internas que ahondan nuestra debilidad comonación y provocan el desarraigo y la falta de compromiso.

Los seguidores del neo-anexionismo y de otras corrien-tes políticas similares, intentan, y en mi opinión en el futu-ro mediato intentarán con más empuje, aprovechar la si-tuación nacional para procurar sacar ventaja a sus intere-ses. Para ello explotaran, cada vez más, la angustia políti-ca y la necesidad económica, el presunto deseo de pros-perar sin esfuerzo y la falta de fe de algunos en el destinocubano, promoverán el sentimiento paternalista colectivoy presentarán a Estados Unidos como la única opción parabuscar un mundo nuevo y feliz. Estas ideas siempre po-drán encontrar adeptos, pues no es difícil ofrecer cual-quier esperanza a los infelices y libertad cómoda a los dé-biles. Y es aquí, precisamente, donde hay que trabajar paraque cada día sean menos los infelices y los débiles, paraque la fortaleza de cada cubano y de la comunidad en ge-neral se sustente en fuertes valores y en una identidad na-cional cada vez más sólida, capaz de promover la inclu-sión de todos y el compromiso de elevar la cubanía desdesus más auténticas raíces y lograr, a su vez, una arraiganteprosperidad espiritual y material.

La negativa de anexarnos a Estados Unidos o de crear untipo relación parecida, no debe estar sustentada en ningúnrechazo a lo norteamericano, entre otras cosas porque seríafalso: ese rechazo no existe. La necesidad de mantenernosindependientes radica en una cuestión fundamentalmentenatural y cultural: dos culturas tan distintas no pueden fun-dirse, prevalecería una y esa sería la anglosajona. Con laanexión, nuestra cultura se debilitaría y la lesionada nacio-nalidad cubana entraría en su última fase de existencia. ¿Quénecesidad hay de esto? ¿Por qué Cuba no puede aspirar acrecer y tener una vida propia feliz?

Otra cosa es que, la Isla, para existir necesita relacionarseactivamente con el concierto de las naciones y tener unvinculo especial con el vecino del norte, pero nunca aceptarlazos de dependencia. Lo cual no implica dejar de trabajarpor una justa articulación entre varios o todos los países delplaneta, y en este esfuerzo aceptar, cuando sea menester, laintegración económica, la jurídica, y hasta la política. Perotodo esto deberá ser sólo en su momento oportuno y, preci-samente, para que sea armonización y no absorción.

Cuba necesita relacionarse activamente con todo el mun-do y muy especialmente con Estados Unidos pero, en es-

tos momentos, no está en condiciones de articularse nieconómicamente; es imprescindible lograr primero un de-sarrollo macro y micro-económico adecuado. Muchasmenos condiciones existen para intentarlo en el terrenopolítico. No es posible hacerlo en el estado en que se en-cuentra Cuba como nación, ello sólo podrá serauténticamente ventajoso si es el producto de una necesi-dad natural que parta de una nación sólida y madura, ricaen valores, con una economía próspera, un Estado fuertey estable políticamente.

Es hora de reforzar el trabajo para lograr el progreso eco-nómico y espiritual del cubano, su crecimiento moral, larecuperación y consolidación de la identidad nacional, conuna perspectiva de articulación con el mundo entero y dis-puestos, incluso, a vincularnos estrechamente a EstadosUnidos, pero evitando cualquier tipo de absorción o relaciónque ponga en peligro la existencia de la cubanía, y muchomenos ponerla en riesgo por comodidad o egoísmo.

Hoy, en este mundo que se globaliza, entre los interesesestatales de los países poderosos no cuenta la anexión.Ellos, a través de la integración mundial que se va dando,han ido obteniendo la supremacía que desean sobre el res-to del mundo, sin tener, a su vez, la responsabilidad decargar con países atrasados y en conflicto. El mismo Es-tado norteamericano ha brindado al pueblo puertorrique-ño, en varias ocasiones, la posibilidad de refrendar su in-dependencia y esto lo hace porque no tiene un interés mar-cado en mantenerlo con el status actual.

Los que habitamos en países pobres y con una débilconciencia colectiva, tenemos la responsabilidad de ha-cerlos madurar y progresar e integrarlos dignamente a esteplaneta que se mundializa. No tenemos derecho a desearlea nuestras naciones lo que triste e irresponsablementemuchas veces procuramos como individuos: esforzarnospoco por crecer, para que otros, los grandes, nos “man-tengan, guíen y protejan”. Esto, además de indigno, espoco práctico, pues los fuertes nos estimarán por lo quesomos y como consecuencia se servirán de nosotros yquizá seremos retribuidos, pero nos despreciarán, con to-das las consecuencias que esto conlleva.

No debe ser cuestionado el derecho que decida ejer-cer cualquiera para soñar con la anexión y tampocoponer en duda la honradez de su criterio, pero sí es-tamos obligados a rectificar sus argumentos y pre-tender que no logren confundir a un conjunto ampliode cubanos. Es imposible sustentar esta opción polí-tica y bastante incauto acogerla con esperanza. Elúnico proyecto serio de salvación que podemos asu-mir los nacidos en la Isla es pensar con realismo ydisponernos a encontrar la Cuba incluyente, humilde,generosa, inteligente y emprendedora que proyecta-ron sus fundadores, hacerla madurar, y convertirlaen parte del alma, y en la fuente principal de prospe-ridad, de cada uno y de todos los cubanos.

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por FranciscoALMAGRO DOMÍNGUEZ

IAQUEL TRÁGICO 11 DE SEPTIEMBRE DEL 2001

varios jovenes de salud física y mental aparente, sin ante-cedentes criminales en su mayoría y con talento para apren-der el complejo mundo de la navegación área, tomaroncomo armas letales grandes aviones de pasajeros repletosde gasolina y los estrellaron contra edificios donde, a esahora, había miles de inocentes. El mundo se paralizó; con-tuvo la respiración por un momento; todos nos pregunta-mos desde entonces: ¿de qué no sería capaz el hombre,alucinado por una idea?

Sin embargo, los precursores de la catástrofe estaban a lavista desde hacía un buen rato. No se pudo hacer nada porimpedirlo. O se subestimaron las potencialidades de la perso-na humana, capaz de las más bellas obras y en esa mismamedida, de la más horrenda crueldad. En 1995 un cochebomba había explotado frente al edificio federal “Alfred P.Murrah” en la ciudad de Oklahoma. El victimario, un vetera-no de la Guerra del Golfo llamado Timothy Mc Veigh, fuellevado a juicio (quince millones al contribuyente), halladoculpable y ejecutado en Terra Haute, Indiana, el 11 de juniodel pasado año. Ni en los momentos finales de su vida, elmagnicida (168 muertes, varias decenas de niños) mostróarrepentimiento. Mc Veigh, en cambio, hizo declaracionesespeluznantes: lamentaba no haber ocasionado más daño, envenganza y entre muchas otras cosas, por los sucesos deWaco, Texas.

Se refería a David Koresh, un “iluminado” que se autotitulaba“Mesías” y a sus seguidores, la Secta de los Davidianos, quie-nes en 1993 negados a entregar uno de sus miembros, se refu-

giaron en un rancho de esa localidad y resistieron el cerco delFBI por cincuenta y un días. No ha quedado claro el papel delas autoridades en los incidentes. Parece confirmarse la idea deque Koresh y los davidianos prefirieron morir antes de entre-garse a la Justicia.

Semejantes actos de inmolación y sacrificio de personassimples tiene lugar todos los días en Tierra Santa. La “tácticade resistencia” usada por algunos palestinos ha sido colocar-se bombas en el cuerpo y hacerlas estallar, casi siempre, enlugares donde concurren niños y mujeres judías: cafeterías,escuelas y supermercados. Estos “combates contra el ocu-pante sionista” han costado la vida de más de 300 inocentes,pues es rara la ocasión en que resultan lesionados los solda-dos sionistas. El perfil de un suicida con bomba es un hom-bre entre 17 y 22 años, soltero, fanáticamente religioso. Unamujer casada, excelente estudiante, recién graduada y de 18

“No es tampoco verdadero altar, mi Elpidio,el que sólo se erige para ser profanado yen vez de recibir las puras ofrendas de la virtudy de la paz, sólo recibe los funestos donescon que el crimen siempre astuto fomenta la discordia”.Padre Félix Varela.Sobre la Superstición. Cartas a Elpidio

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años, Ayat Akhras, rompió este pronóstico en Marzo 29: sehizo explotar en un mercado de Jerusalén y provocó dosmuertes más. Después de ella otras chicas palestinas la hanimitado. Es preciso decir que los jóvenes suicidas recibenpropaganda y honores por grupos extremistas árabes; se ha-bla hasta de compensaciones monetarias a las familias deesas “bombas humanas”. Mientras, la Autoridad Palestina hacondenado explicitamente los hechos.

Detrás de semejantes conductas, ciegas acciones contraindividuos ajenos al conflicto, hay personas que en otras cir-cunstancias serían amables, honestas, incapaces de matar uninsecto. ¿Qué sucede entonces? ¿Cómo se puede cambiartanto? ¿Existe defensa contra ese “cambio inducido”?

IIHablamos de lo que Edward Hunter publicó en Vanguard

Press, Nueva York, en 1951. En un artículo sobre eladoctrinamiento ideológico en la China de Mao, utilizó la ima-gen del “Lavado de Cerebro” (Brain washing) para ilustrarcómo se cambiaba radicalmente la forma de pensar y de sen-tir de la gente. Después ese término sería usado para los pro-cederes del Gulag estalinista, los campos de exterminionazifascistas, y las experiencias de los prisioneros norteame-ricanos de la Guerra de Corea. Fue en este último episodio,que los científicos sociales, psicólogos y psiquiatras comen-zaron a investigar con seriedad los métodos de reaprendizaje,reprogramación, reestructuración o reordenamiento cognitivo,como se le conoce en medios académicos al “Lavado deCerebro”.

Hoy podemos decir, tras años de estudio y práctica, que noexiste una sola persona invulnerable a la manipulación de sumente. Los recursos de la reprogramación cognitiva sonempleados en el mercado, en la política, en las religiones, enlos sindicatos y las sociedades civiles, en las familias y lasparejas. En cuanto a la primacía de maoístas o bolcheviquesen el lavatorio mental habría que disentir del señor Hunter. ElPoder ilegítimo, por su propia esencia fraudulenta, siempreha tenido necesidad de “fregarle” las entenderas a sus subditosdesde la más remota antigüedad. En ello el Gran Timonel notiene preponderancia alguna salvo una muy singular perversi-dad como la de echarle la culpa de la hambruna generalizadaa los pacíficos gorriones chinos.

El “lavado” es un proceso simple. Su complejidad radica enlos actores y el contexto, es decir el momento y dónde se llevaa cabo. Se reconocen varias fases. En la primera de ellas, lla-mado “asalto a la identidad”, se busca que la persona comiencea dudar de sí mismo; que su Yo se diluya en el grupo. Ellopuede lograrse por varias vías, dependiendo de los objetivosdel “reprogramador”. En el caso de prisioneros, secuestradosy en el maltrato doméstico, al individuo no se le llama por sunombre sino por un número o un calificativo denigrante. Per-der el nombre es el primer paso para deshacer lo que somos.En las sectas políticas o religiosas la persona cambia su nom-bre por un seudónimo, a menudo esotérico o heroico.

En la siguiente etapa, decisiva en el proceso, se implanta laculpa. El “programado” debe sentir que las cosas están asígracias a él, pero puede y debe cambiarlas y hacerlas distin-tas. Para tener éxito son imprescindibles dos condiciones:aislar al individuo de su medio habitual y hacer una inunda-ción (flooding) informativa. El aislamiento busca que la per-sona no pueda comparar o verificar lo que hay de verdad yde mentira en lo que dice el “Maestro”. Sólo debe existir uncanal de información, que, al mismo tiempo, desborda al pro-gramado con informaciones ambigüas y subliminares -a tra-vés de accesos inconscientes-, y además usa mensajes di-rectos, con gran enjundia afectiva. Los informes se repitenminuto a minuto, hora tras hora, día tras día, hasta provocarsaturación de la mente. No importa que sean noticias absur-das e incluso falaces para el destinatario -a veces, mientrasmás disparatados, mejor- porque la simple repetición terminadándole rango si no de credibilidad, al menos de aceptaciónparcial. Finalmente, el individuo admite su error, y está dis-puesto a lo que sea necesario para lavar la terrible culpa quepesa sobre su juicio.

En los casos de prisioneros y de mujeres maltratadas quese resisten a asumir la falta, el programador crea condicioneshumillantes para su dignidad como usar ropas sucias y rotas,poner temperaturas extremas en la habitación, alterar los ci-clos del sueño, ruidos fuertes o silencio absoluto, exceso deiluminación, ausencia de luz. El objetivo es doblegar la con-dición humana de la existencia.

En una fase más avanzada, el programador hace que laspersonas “participen” en su propio lavado mental. Para elloutiliza la persuasión, en contraste con otras etapas. Ahoraaparece como el “bueno” o “lo máximo”; pide, como indiciode lealtad, la donación de los ahorros, o la entrega en calidadde usufructo de parte de su familia “a la causa”. A menudo el

EL “LAVADO” ES UN PROCESO SIMPLE.SU COMPLEJIDAD RADICA

EN LOS ACTORES Y EL CONTEXTO,ES DECIR EL MOMENTO

Y DÓNDE SE LLEVA A CABO.SE RECONOCEN VARIAS FASES.

EN LA PRIMERA DE ELLAS,LLAMADO “ASALTO A LA IDENTIDAD”,

SE BUSCA QUE LA PERSONACOMIENCE A DUDAR DE SÍ MISMO;

QUE SU YO SE DILUYA EN EL GRUPO.ELLO PUEDE LOGRARSE POR VARIAS

VÍAS, DEPENDIENDO DE LOS OBJETIVOSDEL “REPROGRAMADOR”.

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“candidato” es puesto a prueba mediante “pasos” que in-cluyen, desde la eliminación física de otro miembro, hastaofrendar su vida. Son las llamadas “iniciaciones”: más es-pinoso el exámen en tanto más irracional y ofensivo sea elpropósito del grupo.

Pero el “cambiador de mentes” no estará seguro hastaobservar cómo el mecanismo opera con cierta autonomía;es decir, cómo los hombres “reprogramados” se convier-ten en eficientes y crueles reprogramadores de otros indi-viduos. Intervienen entonces fenómenos de grupo (pre-sión de otros miembros, compulsión social). Miles de au-tómatas no se percataran de vivir o haber vivido una gi-gante tintorería encefálica: el enjuague ha sido tan eficazque no queda ni el más mínimo recuerdo.

IIISe calcula que solo en Estados Unidos hay más de un millar

de sectas o grupos cuyos miembros serían capaces de emu-lar con Mc Veigh, los davidianos de Koresh y aún con lossuicidas del día 11. Farber y colaboradores publicaron untrabajo en la decada del 50 donde hablan del síndrome D.D.T:debilidad, dependencia y temor. Eran las condiciones queapreciaban en chicos y chicas captados por los extremistas.

Aunque en buena lid toda persona es susceptible de sermodificada en sus ideas y afectos, algunas condicionesresultan más propicias que otras. Por ejemplo, las perso-nalidades inmaduras, privadas del cariño y el amor de lafamilia, se acercan a estos grupos en busca de seguridad ycalor humano. Es uno de los artificios del “programador”para persuadir: es en el grupo, y no en la familia o la es-cuela, donde hallará realización personal. No hay necesi-dad de la familia, dice el lavador de cerebros, “estos” son“tus nuevos y verdaderos hermanos”.

La pregunta adecuada sería por qué en una sociedad tanpróspera en lo material como la norteamericana proliferangrupos extremistas. La respuesta no es sencilla ni única.Pero vamos a intentarla: los extremismos abundan dondeno hay verdadera libertad. La libertad no es poder cargarun arma, viajar a cualquier país sin necesidad de visado,rodar un auto del último año, o pagar para ver por cable lapelea donde dos mujeres se matan a golpes. La libertad es,primero que todo, respeto y amor al prójimo; por ello,compromiso y responsabilidad. No hay libertad sin res-ponsabilidad pues no se es dueño de lo esencial: responderpor las consecuencias de las decisiones propias.

Todo grupo humano sin compromiso o responsabilidades un conjunto carente de libertades; consecuentemente,crea de manera inconsciente grupos y personas que seotorgan el derecho de poseer los atributos en falta. Si elmatrimonio, la familia, el grupo o el país han estado some-tidos a hostigamiento, vejaciones y fracaso perpetuo, losextremistas triunfan porque los demás necesitan la seguri-dad perdida, la “mano fuerte”, los “programas” y “progra-madores” que consoliden su futuro.

Una disección de los sistemas totalitarios instaurados aprincipios del XX en Europa muestra que el denominadorsociológico común fue la frustración del sentido de identi-dad, la independencia mutilada, coartada su libertadfundacional. Allí donde los ciudadanos no vieron edificarseun país sólido y coherente, apelaron a sus “programado-res”. Todavía causa escalofrío ver el documental del Führervisitando las trincheras donde niños alemanes estaban dis-puestos a morir por el Tercer Reich. Sólo unos días mástarde ese mismo hombre daría órdenes de inundar el me-tro de la ciudad (había hospitales, mujeres, niños y ancia-nos) para impedir el avance de sus enemigos. Cuando losoficiales objetaron la decisión, dijo que un pueblo comoese “no merecía vivir para ver la derrota”.

IVNo hay “receta” para escapar a la manipulación de la men-

te. Pero el Cristianismo no fanático, ese que incluye y noexcluye, que suma y no resta, que multiplica y no divide a sushermanos, es excelente antídoto para luchar contra ciertosreordenamientos de las ideas y los afectos que nada tienenque ver con la felicidad y la paz entre las personas.

La religión misma, ya fue mencionado, puede llegar a ser,en manos inescrupulosas y deshonestas, un vehículo para‘lavarle el coco a la gente”. Bastaría, como lo hace cualquiersistema de pensamiento con poder absoluto, debilitar la vo-luntad del individuo a base de hambruna y carencias espiri-tuales, de culpas pasadas asumidas en el presente, de prome-sas de recompensas futuras y entregas inmediatas. Una reli-gión que “lava el cerebro” pide para ella todo lo posible y loimposible, todo lo que es de este mundo y del otro. Pide todoel corazón, y hasta su sangre.

Pero, y esta es una diferencia al conocer a Jesús, aquí el“programa” es no tener programa alguno. Todo camino sehace en el camino mismo, ayudando a tu hermano en cuyorostro está Dios. El Cristianismo no difumina la personalidadde cada hombre, como falsamente se ha propalado. Todo locontrario: lo refuerza para que no sea “la masa” ciega y enar-decida, capaz de lapidar una mujer, de rechazar lo distinto delpublicano y del leproso, de aniquilar el adversario en el huertode Getsemaní. Jesucristo pide nuestro corazón para que seacompartido con el otro; lo inflama no para encayecerlo, sinopara que en sus dilatadas paredes quepa mucho más amor.

Hoy, cuando en los templos cubanos aumentan los jóvenesy los niños, una de las cosas más importantes puede ser lle-varles la idea de que “esto” no es una “tarea”, un “compromi-so con el cura”. Nada se “cumple” los domingos. O sí. Cum-plimos con una amistad: acudimos al encuentro de un afectorecíproco. No sentimos, pues, que nos diluimos en la nadasino que, de la nada, somos, al fin, nosotros mismos.

NOTA:* A un año del trágico 11 de septiembre. En memoria de las

víctimas y por la salvación de las almas de los victimarios.

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por Jorge I. DOMÍNGUEZ

¿Es posible imaginar relaciones “formales,correctas y pacíficas” entre Estados Unidos y Cuba?El Doctor Jorge I. Domínguez, estadounidense nacidoen Cuba y Director del Weatherhead Center forInternational Affairs de la Universidad de Harvard,opina en este texto, presentado en un seminariocelebrado en la Universidad de La Habana a fines dela presidencia de William Clinton, que junto a losesfuerzos por promover cambios políticos en Cuba,se han dado en las diferentes administraciones de

Estados Unidos algunas manifestaciones deflexibilización ante la posibilidad de crisis mayores.

El trabajo que presentamos, con la autorizacióndel autor, contiene abundante información deprimera mano y permite pensar que es posibleencontrar soluciones al conflicto, aunque en losúltimos tiempos hayan brotado, como vaticinó elDoctor Domínguez, “un matorral de arbustos” y nolos “frondosos árboles” que, en realidad, ambospueblos desean.

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La política de Estados Unidos ha-cia Cuba desde 1959 ha tenido tresvertientes principales. Una fue impe-dir, o por lo menos limitar el alcancede las repercusiones políticas, mili-tares, económicas, y culturales del

proceso revolucionario en Cuba, y del gobiernoque surge de ese proceso, más allá de sus fron-teras. Otra fue debilitar, socavar y, preferiblemen-te, derrocar al gobierno instalado en Cuba a partirde 1959. Y una tercera fue desarrollar relacionesrelativamente normales de Estado a Estado.

La primera vertiente encarnó el objetivo priorita-rio de la política de Estados Unidos hacia Cuba,con leves excepciones, desde 1959 hasta comien-zos de los 1990s. Ya para esa segunda fecha laUnión Soviética había dejado de existir. EstadosUnidos había triunfado en la guerra fría. Y Cubahabía cambiado los rasgos pertinentes de su po-lítica que provocaban la oposición de Estados Uni-dos. Esta vertiente, por tanto, fue un factor menordurante la década de los 1990s.

La segunda vertiente encuentra sus raíces en1959. Tiene una primera culminación en la inva-sión a Playa Girón en 1961 y en el “terrorismo deEstado” que caracteriza a una parte importantede la política estadounidense hacia Cuba durantela primera mitad de los 1960s, en particular losreiterados intentos por asesinar a Fidel Castro.En esos momentos, su prioridad supera a la dela primera vertiente. Sin embargo, el peso relativode esta segunda vertiente desciende paulatina-mente desde mediados de los 1960s hasta co-mienzos de los 1990s. Resurge a comienzos deesta última década por los mismos motivos quegeneran la pérdida del peso relativo de la primeravertiente. Por primera vez desde comienzos delos 1960s, el derrumbe del gobierno de Cubaparecía posible y Estados Unidos adopta medi-das para acelerar lo que muchos considerabanera la marcha inexorable de la historia. Los prin-cipales instrumentos para lograr ese fin lo fue-ron la “Cuban Democracy Act” de 1992 y la“Cuban Liberty and Democratic Solidarity Act”de 1996, mejor conocidas por los nombres desus principales promotores, la Ley Torricelli( identif icada con el Representante Robert

Torricelli D-N.J.) y la Ley Helms-Burton (identifi-cada con el Senador Jesse Helms R-N.C. y elRepresentante Dan Burton R-Ind.).

La tercera vertiente, es decir, las relaciones “for-males, correctas, y pacíficas” entre ambos gobier-nos, ha recibido menos atención política y acadé-mica que las dos primeras. Su peso relativo hasido casi siempre menor en comparación con losgrandes conflictos que provocaron las dos prime-ras vertientes. Hubo poca justificación académicapara estudiar tales procesos. Hubo también pocajustificación política. Todos los gobiernos de Esta-dos Unidos en las últimas cuatro décadas procla-maron su deseo de promover un cambio de régi-men político en Cuba, aunque hubo matices im-portantes entre ellos con relación a los instrumen-tos a utilizar. No había provecho político en procla-mar una intención de convivir pacíficamente con elgobierno de Cuba. Y éste, a su vez, le ha brindadoparticular atención a esa retórica oficial de Esta-dos Unidos; es más difícil movilizar con credibili-dad a un “pueblo combatiente” si no hay enemigoque combatir. No le ha sido útil ni a uno ni al otrogobierno enfatizar esta tercera vertiente.

Esta ponencia llama la atención a la sorpren-dente importancia que adquirió esta tercera ver-tiente de la política de Estados Unidos hacia Cubasobre todo durante la segunda presidencia deWilliam Clinton. De hecho, la tercera vertiente co-menzó a adquirir mayor importancia a partir de1987-88 cuando ambos países permitieron que elacuerdo migratorio de 1984 entrase en vigor y ne-gociaron la retirada de tropas sudafricanas y cu-banas de Angola. A pesar de los múltiples altiba-jos en las relaciones bilaterales durante los 1990s,y en particular la crisis de febrero-marzo 1996, estatercera vertiente logró un papel fundamental du-rante la segunda mitad de esta década.

Es preciso señalar que la apelación relaciones“formales, correctas, y pacíficas” no implica quesean relaciones cordiales ni mucho menos rela-ciones entre aliados. No se excluye el uso de lacoerción entre gobiernos, la retórica insultante, nila velada amenaza del uso de la fuerza militar siem-pre y cuando su propósito fundamental fuese ladisuasión del adversario. Sí excluye la ejecuciónde medidas concretas, más allá de meras decla-raciones simbólicas o expresiones de deseos

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ideológicos, de cualquier gobierno por derrocar alotro, así como el uso explícito de la fuerza militar.Exige, además, un mínimo de colaboración parapermitir el desarrollo apropiado de relacionesintergubernamentales. No importa si es o no laintención de un gobierno de acercarse a este es-tilo de hacer política exterior; lo que importa es suconducta internacional.

Es también un propósito de esta ponenciaextender, complementar, y en parte corregir, unartículo anterior mío sobre las relaciones bilate-rales.2 Ese artículo ha sido mal leído por algu-nos como si las instancias de relaciones co-rrectas y formales carecieran de importancia, ycomo si las motivaciones ideológicas o de polí-tica interna3 tuvieran primacía en el intento deexplicar las relaciones bilaterales.

La estructura de la ponencia es sencilla. Co-mienzo con una narración de algunos ejemplosde políticas estadounidenses de esta tercera ver-tiente desde comienzos de los 1960s hasta co-mienzos de los 1990s. Describo en mayor detallelas políticas de esta tercera vertiente que coexis-tieron con la aprobación de las leyes Torricelli yHelms-Burton. Prosigo detallando la intensifica-ción de la tercera vertiente durante el segundo quin-quenio de los 1990s. Concluyo analizando seisdimensiones que caracterizan la curiosa autono-mía de las políticas de la tercera vertiente frente alas políticas de las otras dos vertientes, lo quepermite comprender por qué ambos tipos de polí-ticas sobreviven como instrumentos de la política

de Estados Unidos hacia Cuba y por qué es im-probable que la mayor incidencia de la terceravertiente a fines de los 1990s desemboque en uncambio de mayor envergadura en la política esta-dounidense hacia Cuba.

BREVE HISTORIADE UNA VERTIENTE OLVIDADA

DE POLÍTICA EXTERIORUn fundador clave de una política de relaciones

formales y correctas de Estados Unidos hacia elgobierno revolucionario de Cuba en 1959 fue elprimer y único embajador de Estados Unidos enCuba en las últimas cuatro décadas, PhilipBonsal.4 No fue, por supuesto, Bonsal el únicofuncionario de Estados Unidos que apoyó tal en-foque de las relaciones bilaterales, ni tampoco esmi propósito hacer su panegírico. Pero es menes-ter reconocer que, tanto los documentos publica-dos por el Departamento de Estado de EstadosUnidos sobre los años 1959-605 como las memo-rias de Bonsal, constatan que Bonsal abogó pre-cisamente por este tipo de política estadouniden-se hacia Cuba. El ejemplo más diáfano de su pro-clividad por las relaciones intergubernamentalescorrectas fue su respuesta en Marzo de 1959 a laintervención de la Cuban Telephone Company.Bonsal consideró esa medida un error del gobier-no de Cuba pero, al mismo tiempo, reconoció el dere-cho soberano de ese gobierno de adoptarla y decidióque no era su función como embajador de EstadosUnidos representar los intereses particulares de esa

Octubre de 1962:J.F.Kennedy discutecon el alto mando del Ejércitode los Estados Unidosla información obtenidaa través de los vuelos espíassobre Cuba.

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empresa frente al gobierno revolucio-nario. Tampoco Washington instruyóa Bonsal que lo hiciera. Al contrario,Bonsal tomó la iniciativa de acercar-se al Ministerio de Comunicacionesde Cuba para poner a sus autoridades

en contacto con especialistas en Estados Unidosque conocían sobre la regulación y operación delsistema telefónico, para así garantizar el normal fun-cionamiento del servicio.

Durante la crisis bélica de Octubre de 1962, casitodas las dimensiones de las relaciones bilatera-les se paralizaban frente a una guerra que parecíaavecinarse. Hasta se interrumpieron, por ejemplo,los vuelos de aviación civil internacional por deci-siones unilaterales de ambos gobiernos. Sin em-bargo, no se interrumpió la colaboración meteoro-lógica entre los respectivos servicios de ambospaíses.6 Si bien es cierto que el nivel o la profundi-dad de tal colaboración fue muy limitada, se retu-vo el nivel existente anterior al estallido de la cri-sis. Afortunadamente para ambos países, esta co-laboración técnica y profesional ha persistido através de los años y múltiples nuevas crisis.

Las relaciones correctas se desarrollaron durantegobiernos de ambos partidos políticos en EstadosUnidos. Un hito importante en las relaciones deseguridad entre ambos países fue al acuerdo lo-grado durante la presidencia del RepublicanoRichard Nixon para evitar la piratería aérea en elCaribe. A partir de 1968, aumentó la frecuencia delos episodios de piratería aérea entre Cuba y Es-tados Unidos. El nuevo acuerdo se firmó el 15 deFebrero de 1973. Se dirigió principalmente a evitarel secuestro de aviones, y tuvo un impacto positi-vo casi instantáneo. Ambas partes se comprome-tieron a extraditar o a castigar a los secuestrado-res, y a devolver la propiedad secuestrada. Desdeentonces constituye una pieza fundacional de unprimitivo, insuficiente, e insatisfactorio aunque im-prescindible “régimen de seguridad” bilateral queha servido bien a los intereses de ambos pueblos.7

(A partir de la solución de la Crisis de Octubre de1962, existía un régimen de seguridad trilateralentre Cuba, Estados Unidos, y la Unión Soviéticaque se fortaleció paralela y paulatinamente duran-te estos años.8 Ese régimen trilateral desapareció

a comienzos de los 1990s con la desaparición dela misma Unión Soviética).

El gobierno del Presidente Gerald Ford, graciasa la labor de su Secretario de Estado HenryKissinger, dio los pasos iniciales, mediante nego-ciaciones secretas en 1974-75, para establecercontactos de alto nivel con el gobierno de Cuba ypara generar cambios en aspectos importantes dela política de Estados Unidos hacia Cuba. Esta-dos Unidos no obstaculizó, por ejemplo, la deci-sión colectiva del sistema interamericano en 1975de levantar las sanciones económicas impuestasa Cuba durante la década anterior. Además, Esta-dos Unidos unilateralmente modificó la parte desu embargo económico contra Cuba que intenta-ba impedir que las sucursales de empresas esta-

Durante la presidencia de Richard Nixon (1968-1974)se alcanzaron acuerdos para evitar la piratería aérea.

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dounidenses ubicadas en terceros países comer-ciaran con Cuba; el nuevo reglamento emitido en1975 permitió que muchas de esas sucursales es-tablecieran relaciones comerciales con Cuba.9 Asísurgió el comercio entre Cuba y sucursales deempresas estadounidenses, principalmente encomestibles; el valor de este comercio indirectollegó hasta $705 millones en su apogeo en 1990.10

Esta relación comercial se mantuvo hasta que laLey Torricelli anuló el reglamento de 1975 y nueva-mente prohibió tal comercio.

El mayor avance en el desarrollo de las relacio-nes correctas entre ambos gobiernos ocurrió du-rante la presidencia de Jimmy Carter. Muchas delas decisiones adoptadas por ambos gobiernos enaquel momento siguen vigentes al comenzar elsiglo XXI. Se establecieron las respectivas Seccio-nes de Intereses en ambas capitales y se desa-rrollaron las medidas pertinentes para el funciona-miento cotidiano de la representación diplomáticay consular sobre temas bilaterales de rutina. Sellegó a un acuerdo sobre los límites marítimos ypesqueros entre ambos países.11 Aunque no hayasido ratificado por el Senado de Estados Unidos,este acuerdo de facto ha cumplido su cometido.Se autorizan vuelos “charter” entre Miami y LaHabana; ambos gobiernos permiten viajes de cu-banos y de estadounidenses de origen cubanodesde ambos países. Ocurre un primer “diálogo”formal entre funcionarios del gobierno cubano yalgunas figuras de la novedosamente bautizada “co-munidad cubana en el exterior.” Los dos gobier-nos establecen los procedimientos que faciliten lasalida de la cárcel, y la emigración a Estados Uni-dos, de personas que el gobierno de Estados Uni-dos califica como presos políticos o de concien-cia y que el gobierno de Cuba considera crimina-les que atentan contra la seguridad del Estado.12

Si bien las relaciones entre académicos de am-bos países nunca se habían interrumpido del todo,renacieron y se intensificaron a fines de los 1970s,en parte por iniciativa de entidades no guberna-mentales en Estados Unidos como la LatinAmerican Studies Association (LASA), en partepor iniciativa de instituciones cubanas, eimprescindiblemente por la decisión de ambos go-biernos de permitir y, de cierta manera, fomentar

esas relaciones (los nuevos viajes charter las fa-vorecieron, por supuesto). Data de esos momen-tos la colaboración institucional entre entidadesacadémicas de ambos países, donde sigue sien-do fundamental del lado estadounidense el papelde LASA. Un detalle notable, por haber sido in-usual, fue el viaje a universidades de Estados Uni-dos del Ministro de Educación Superior de Cuba,Fernando Vecino Alegret.13

El siguiente paso trascendental fue la firma en1984 del acuerdo migratorio entre ambos gobier-nos, si bien sólo entró en vigor en 1987. Era RonaldReagan presidente de Estados Unidos.14 El hechoque haya sido él quien autorizó ese acuerdo hacontribuido a legitimar, a pesar de altibajos, crisisocasionales, y múltiples dificultades, la posteriorevolución de una relación migratoria bilateral legaly paso a paso más institucionalizada. El acuerdode 1984, reiteradamente ratificado y ampliado ensus incisos fundamentales en años posteriores,ha permitido desde 1987 la emigración, legalmen-te autorizada por ambos gobiernos, de cubanos aEstados Unidos. Ha permitido también concertaroficialmente la devolución por parte de EstadosUnidos a Cuba de personas que ingresaron a Es-tados Unidos ilegalmente y que fueron caracteri-zadas por el gobierno de éste como excluíbles.

Por supuesto, este recuento sólo menciona al-gunos rasgos centrales de una de las tres vertien-tes de la política exterior de Estados Unidos haciaCuba.15 Durante la presidencia de Reagan, por ejem-plo, mucha más importancia tuvieron las otras dosvertientes de política exterior identificadas al co-mienzo de este trabajo. Sin embargo, es precisoreiterar que estas incidencias de relaciones co-rrectas entre ambos gobiernos ocurrieron bajo to-dos los presidentes de Estados Unidos en las dé-cadas de los 1970s y los 1980s, tanto Republica-nos como Demócratas. Con la excepción ya cita-da del impacto de la Ley Torricelli sobre el comer-cio con Cuba de sucursales estadounidenses des-de terceros países, la evidencia empírica señalaque no hubo retrocesos en la tercera vertiente. Lasmedidas que establecieron relaciones correctasentre ambos gobiernos no se anulaban al pasarde un presidente al otro, o de un gobierno de un par-tido al otro. Sigue vigente una relación profesional

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entre los servicios meteorológicos y unapolítica de disuadir la piratería aérea.Siguen funcionando las Secciones deInterés. Persiste la vigencia de losacuerdos migratorios y, en ambos deestos últimos ejemplos, se profundiza

su importancia en la década de los 1990s.

ENTRE TORRICELLI Y HELMS-BURTON:(1) PREFERENCIAS DE LA CASA BLANCALas leyes “Cuban Democracy Act” y “Cuban

Liberty and Democratic Solidarity Act” de 1992 y1996, respectivamente, auspiciadas por RobertTorricelli, Jesse Helms, y Dan Burton, marcaronlas pautas principales de la política de EstadosUnidos hacia Cuba en los 1990s. Otorgaron priori-dad a lo que llamo la segunda vertiente de la polí-tica de Estados Unidos hacia Cuba, es decir, pro-mover un cambio del régimen político en Cuba. Sinembargo, es notable que, en el caso de ambosproyectos de ley, el presidente estadounidense deturno se opuso a su aprobación hasta el últimoinstante. Las preferencias del Ejecutivo no equiva-len a la política de un Estado pero sí señalan lapersistencia de lo que identifico como la terceravertiente de la política estadounidense –las rela-ciones intergubernamentales correctas– inclusiveen los momentos en que tal vertiente tuvo una prio-ridad particularmente reducida.

En 1989, el Senador Connie Mack (R-FL) intro-dujo un proyecto de ley para prohibir el comercioentre Cuba y las sucursales de las empresas es-tadounidenses que operaban desde terceros paí-ses. En 1989, 1990, 1991, y hasta abril de 1992,el Departamento de Estado, en audiencias de lascomisiones pertinentes del Congreso, se opuso ala aprobación de este proyecto porque extendía lajurisdicción de la legislación de Estados Unidosmás allá de sus fronteras. La posición del gobier-no del Presidente George H. W. Bush frente a esteproyecto de ley, propugnado por un Senador delmismo partido político del presidente, cambió so-lamente al calor de la elección presidencial.16

Asimismo, el gobierno del Presidente WilliamClinton se opuso a las versiones iniciales de loque llegaría más tarde a ser la ley Helms-Burton.Esa oposición a una nueva ley se mantuvo a pe-

sar de que Torricelli, fiel aliado político de Clintondurante la elección presidencial de 1992, encabe-zó la comisión de asuntos del hemisferio occiden-tal de la Cámara de Diputados en 1993 y 1994. Apartir de enero de 1995, Burton reemplazó aTorricelli a cargo de esta comisión y Helms asu-mió la jefatura de la comisión de relaciones inter-nacionales del Senado. A pesar de que los Demó-cratas habían perdido el control de ambas cáma-ras en el Congreso, la Casa Blanca sostuvo suoposición a una nueva ley y, en octubre de 1995,logró derrotar, en sus elementos fundamentales, elproyecto de Helms en el Senado.17 El ejecutivo esta-dounidense decidió apoyar la aprobación del proyectode ley Helms-Burton sólo después que la FuerzaAérea de Cuba, el 24 de Febrero de 1996, derribaraa dos avionetas (desarmadas, y de aviación civil) es-tadounidenses sobre aguas internacionales.18

En resumen, la Casa Blanca y el Departamentode Estado mantuvieron una clara oposición a laaprobación de los proyectos de ley Torricelli yHelms-Burton. No fue preferencia presidencial otor-garle a la política de Estados Unidos hacia Cubauna prioridad que obligase al gobierno de ese paísa intensificar sus esfuerzos por acelerar un cam-bio de régimen político en Cuba.

ENTRE TORRICELLI Y HELMS-BURTON:(2) PENTÁGONO Y GUARDACOSTAS

Igualmente notable fue el comportamiento delDepartamento de Defensa de Estados Unidos yde los Guardacostas en los años entre la aproba-ción de las leyes Torricelli y Helms-Burton. El com-portamiento de los servicios uniformados de Esta-dos Unidos, por supuesto, no es autónomo. Res-ponde a las órdenes del presidente de la Repúbli-ca. Sin embargo, podría pensarse que criterios de“guerra fría” y resistencias burocráticas pudieronhaber provocado un comportamiento de estos ser-vicios estadounidenses que contradijeran las con-clusiones apuntadas en la sección anterior sobrelas preferencias de la Casa Blanca. Al contrario,el comportamiento de éstos fue perfectamenteconsistente con la hipótesis que el poder ejecuti-vo le concedía alta prioridad a las relaciones co-rrectas entre Estados soberanos; si hay algunadesviación, esta fue el particular entusiasmo de

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los servicios uniformados norteamericanos por es-tablecer una relación profesional con sus contra-partes Guardafronteras y en las Fuerzas Arma-das Revolucionarias de Cuba.

El gobierno del presidente Clinton autorizó eldesarrollo y ejecución de medidas de confianzamutua militar a partir de 1993, si bien muchas deestas medidas ya se habían discutido durante lapresidencia de Bush. Un objetivo principal fue evi-tar un accidente, o un malentendido, en las rela-ciones bilaterales que pudiere desembocar en unconflicto bélico entre ambos países.19

Guardacostas y Guardafronteras estrecharonsus relaciones de colaboración, intercambiandoinformación para facilitar el rescate de náufragos.Esta colaboración fue particularmente importantedurante la crisis migratoria del verano de 1994cuando muchos cubanos arriesgaron sus vidas enlos intentos de cruzar el Estrecho de la Florida enembarcaciones frágiles.

La colaboración se extendió a la lucha contra elnarcotráfico. En diversos casos, los Guardacos-tas aportaban información y los Guardafronterasarrestaban a los narcotraficantes. El Buró Federalde Inteligencia (FBI) de Estados Unidos comenzótambién a proporcionar información sobre iniciati-vas de grupos terroristas que salían de la Florida.Las instancias federales en Estados Unidos acudie-ron a los tribunales de justicia para impedir y casti-gar acciones terroristas contra Cuba en estos años.20

La relación militar formal y correcta fue espe-cialmente notable en el entorno de la base navalde Estados Unidos en Guantánamo. Siguiendoinstrucciones de Washington, el comandante mi-litar de la base estadounidense comenzó a comu-nicar alguna información sobre ciertos ejerciciosmilitares en la base, previa a sus comienzos. Sibien esta notificación previa no implicaba riesgosmilitares para las fuerzas estadounidenses, ser-vía para establecer un canal de comunicación for-mal entre militares de ambos países. (Las Fuer-zas Armadas Revolucionarias y las TropasGuardafronteras reciprocaron este comportamientoal mismo nivel profesional.)

Esta novedosa relación brindó sus mejores fru-tos durante la crisis migratoria de 1994 que sedesató cuando, el 12 de Agosto, el gobierno deCuba canceló su anterior política de impedir lassalidas no autorizadas del país. Los Guardacos-tas y la Marina de Estados Unidos interrumpieronlas travesías de decenas de miles de cubanos queintentaron, casi inmediatamente, ingresar ilegal-mente a Estados Unidos, cruzando el Estrechode la Florida. Después de su captura, casi 30,000cubanos fueron transportados a la base enGuantánamo. Además, un buen número de cuba-nos intentó emigrar cruzando directamente la fron-tera terrestre entre Cuba y la base estadouniden-se en Guantánamo. Las autoridades militares deambos países, en Guantánamo y su entorno, de-

El mayor avance en el desarrollode las relaciones correctas

entre ambos gobiernosocurrió durante la presidencia

de Jimmy Carter (derecha).En 1984, durante la presidenciade Ronald Reagan (izquierda)

se alcanzó el acuerdo migratorio,aunque su entrada en vigor

fue en 1987.

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sarrollaron una relación profesional yútil para lidiar con una situación ex-traordinariamente compleja y peligro-sa. Ambas partes se comportaron coninteligencia, cordura, y eficacia. Losrespectivos jefes militares se reunie-

ron aproximadamente una vez cada seis sema-nas para discutir los problemas prácticos que estasituación inusitada provocaba de día a día. Apartede lograr la resolución de problemas concretos,estas relaciones evitaban malentendidos y acci-dentes. Estas reuniones continuaron aun despuésde concluida la crisis migratoria. De la parte deEstados Unidos, el militar de más alto rango queparticipó en ellas en 1995 fue el General JohnSheehan, comandante en jefe del Comando At-lántico de Estados Unidos.21

Los militares de ambos países cumplieron susórdenes, tal como debía esperarse. Para los ofi-ciales de las fuerzas armadas de Estados Uni-dos, esta relación fue, además, parte de un apren-dizaje: podían tratar a su contraparte cubana conun alto nivel de profesionalismo y así cumpliríansus propias órdenes más cabalmente. Es posible

que esta relación profesional haya contribuido tam-bién a persuadir al alto mando militar de EstadosUnidos que debería evitarse el uso de la fuerza enla relación con Cuba. A raíz del incidente aéreodel 24 de Febrero de 1996, el alto mando militarno apoyó la opción de una represalia militar con-tra Cuba.22

No hay ninguna evidencia de que las fuerzasarmadas de Estados Unidos hayan sido un factoren la aprobación de ley Torricelli o de la ley Helms-Burton. Por el contrario, estuvieron entre los prin-cipales factores de poder que apoyaron la intensi-ficación de la tercera vertiente en las relacionesbilaterales, es decir, una correcta relación entreEstados. Además, a través de la cooperación mi-litar, Estados Unidos necesariamente otorga ma-yor legitimidad al gobierno de Cuba.

ENTRE TORRICELLI Y HELMS-BURTON:(3) LOS ACUERDOS MIGRATORIOS

Los acuerdos migratorios del 9 de septiembrede 1994 y del 2 de Mayo de 1995 facilitaron unarelación formal y correcta entre los dos Estadossobre un tema fundamental.23 Mediante estos

En 1992William Clinton

(izquierda) derrotóen las elecciones

presidencialesa George Bush

(derecha).Bajo el gobierno

de Clinton se firmaronla Ley Torricelli

y la Ley Helms-Burton.

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acuerdos, Estados Unidos puso fin a varios delos rasgos fundamentales de su política migratoriahacia Cuba desde los 1960s. A partir de estosacuerdos, Estados Unidos garantizó la inmigra-ción legal de no menos de 20,000 cubanos poraño. Además, desde entonces los Guardacostasy la Marina de Estados Unidos operarían sobre lapremisa que los cubanos que intenten cruzar elEstrecho de la Florida no son automáticamenterefugiados políticos. Si bien se les interroga paradeterminar los motivos de su emigración, se pre-sumirá que carecen del derecho de ingresar aEstados Unidos como refugiados o de atenerseal asilo político. Normalmente serían devueltos aCuba. A través de estos acuerdos, Estados Uni-dos establecía una política migratoria hacia Cubasimilar a la ya establecida hacia otros países dela región. Durante los cuatro primeros años deestos acuerdos, Estados Unidos repatrió comopromedio unos 600 cubanos por año.24

Esta política migratoria, por supuesto, socavadirectamente la segunda vertiente de la políticaestadounidense hacia Cuba. Si los inmigrantescubanos no merecen automáticamente la desig-nación de refugiados, ello necesariamente impli-ca que no todos los cubanos son víctimas de sugobierno. Si los balseros capturados en el Estre-cho de la Florida pueden ser repatriados, enton-ces no todos los cubanos sufren violaciones desus derechos humanos al quedarse en Cuba.Ambos gobiernos desarrollaron una relaciónmigratoria normal y correcta.

CONTRA HELMS-BURTON:LA POLÍTICA HACIA CUBA DE CLINTON IIEl hecho más notable de la política hacia Cuba

durante la segunda presidencia de William Clintonfue la anulación de facto de la ley Helms-Burtona pesar de que su contenido formal nunca cam-bió y a pesar de que, formalmente, siguió siendoel instrumento legal fundamental que prescribíala política de Estados Unidos hacia Cuba.25

El primer capítulo de la ley Helms-Burton retie-ne las prohibiciones que ya se encontraban envigor, aunque amenaza a la Organización de Es-tados Americanos, las instituciones financierasinternacionales, y diversos países para disuadirlos

de posibles futuras conductas que, sin embargo,todavía no tenían consecuencias prácticas. Nin-guna sección de este capítulo fue activada porClinton durante su segunda presidencia. El se-gundo capítulo de la ley concierne a la transiciónpolítica futura en Cuba. No ha tenido, por tanto,resultados inmediatos y prácticos más allá de lapublicación de un documento general, requeridopor la ley, sobre la cooperación prevista entreambos países durante la Cuba post-castrista.26

El tercer capítulo de la ley Helms-Burton fue elmás internacionalmente conflictivo. Autorizaba queciudadanos o empresas estadounidenses deman-daran en los tribunales de justicia de EstadosUnidos a empresas radicadas en otros países que“traficaban” económicamente con Cuba medianteinversión o comercio. La ley autorizaba al presi-dente a suspender la aplicación de este capítulo,decisión que tenía que tomar y anunciar cada seismeses. El presidente Clinton ejerció este dere-cho presidencial reiteradamente hasta el fin de sumandato presidencial, anulando así de hecho elaspecto más polémico de la ley.

El cuarto capítulo de la ley exigía la negacióndel derecho de entrada a Estados Unidos a losaltos ejecutivos de empresas que traficaban conCuba, e inclusive a sus familiares más cercanos.Este capítulo de la ley no le otorgaba al presiden-te el derecho para suspenderlo pero el poder eje-cutivo interpretó estas cláusulas en el sentido másrestrictivo posible. Pocas personas fueron direc-tamente afectadas durante el transcurso de lasegunda presidencia de Clinton a pesar de las rui-dosas quejas de los gobiernos cuyos ciudadanosfueron afectados. En resumen, la ley Helms-Burtonsigue teniendo un valor simbólico en la política deEstados Unidos hacia Cuba pero de facto no en-tró en vigor mientras que Clinton fue presidente.

Una razón importante de esta sorprendente ino-perancia del supuesto motor de la política de Es-tados Unidos hacia Cuba fue la oposición de laUnión Europea (UE). El 18 de Mayo de 1998 seconcretó un “entendimiento” sutil y eficaz entreEstados Unidos y la UE. El gobierno de EstadosUnidos estipuló que era la intención del presiden-te Clinton seguir suspendiendo la aplicación del

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tercer capítulo de Helms-Burton cadaseis meses siempre que persistiesela política de la UE, consistente consu Posición Común hacia Cuba adop-tada el 2 de diciembre de 1996, depromover la transición en Cuba hacia

un régimen político de democracia pluralista. Elentendimiento prevé además que el presidenteinicie negociaciones con miembros del Congresopara obtener el derecho a suspender la aplicacióndel cuarto capítulo de la ley a las empresas depaíses europeos que cumplan con la obligaciónque simultáneamente asumía la UE. Por su parte,la UE suspende su queja formal contra EstadosUnidos frente a la Organización Mundial del Comer-cio y, a su vez, se obliga a fortalecer las disciplinascontra expropiaciones y contra las inversiones efec-tuadas en dichos bienes. Elaboraría conjuntamentelistas de reclamaciones de dichos bienes que po-drían incluir las demandas de cubano-americanos.Se acordó que estas disciplinas no serían retroacti-vas; sólo se aplicarían en el futuro.27

Este entendimiento logró una tregua entre Es-tados Unidos y la Unión Europea con relación alas respectivas políticas hacia Cuba. Era un en-tendimiento contingente: los europeos no teníanque comprometerse a hacer nada hasta que Es-tados Unidos no modificase el cuarto capítulo de laley Helms-Burton. Tanto la Casa Blanca como laUE comprendían, sin embargo, que era muy impro-bable que el Congreso de Estados Unidos en esosmomentos aceptase modificar la ley Helms-Burton.El escándalo que vinculaba al presidente Clinton conMónica Lewinsky estaba candente y bajo investiga-ción en los tribunales de justicia y en el Congre-so; ambas cámaras estaban bajo control de losRepublicanos. El presidente se encontraba en unmomento de particular debilidad política. Por tan-to, la Unión Europea podía prometer considerarcambios de sus disciplinas con relación a expro-piaciones a sabiendas que, en verdad, nunca ten-dría que hacerlo. Lo más importante de este acuer-do, por tanto, fue que ambas partes sabían queno lo cumplirían. Y no lo han cumplido.

La oposición de la Unión Europea, y de otrospaíses, sin embargo, motivó a la Casa Blanca aadoptar la política que describimos, es decir, la

anulación de facto de la ley Helms-Burton. Estaanulación protegió los intereses de Estados Uni-dos frente a posibles represalias de otros países,inclusive el riesgo de ser sancionado por la Orga-nización Mundial del Comercio. Pero tuvo comoconsecuencia quizás sorprendente impedir queHelms-Burton afectase en la práctica las relacio-nes entre Cuba y Estados Unidos. Era imposiblesimultáneamente aplicar y anular la Helms-Burton.Curiosamente, por tanto, se fortalecieron paulati-namente algunas relaciones formales y correc-tas entre Cuba y Estados Unidos durante los añosde la Helms-Burton aunque a pesar de ella.

COOPERACIÓN ENTRE CUBA Y ESTADOS UNIDOSDURANTE CLINTON II

La adopción de la Helms-Burton provocó granincertidumbre. Cuba no sabía a qué atenerse. ¿Im-plicaría Helms-Burton un conflicto cada vez másagresivo? De ahí que ambos gobiernos le otor-guen prioridad a los temas de seguridad en losaños que siguen a la aprobación de la Helms-Burton. La limitada pero creciente cooperaciónentre los gobiernos de Cuba y Estados Unidosdurante la segunda presidencia de Clinton se cen-tró por tanto sobre temas de seguridad. Una pie-za fundacional de esta colaboración es la conclu-sión de militares y guardacostas estadouniden-ses que tratan los asuntos cubanos de que Cuba

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«Todos losgobiernosde EstadosUnidosen las últimascuatro décadasproclamaronsu deseode promoverun cambiode régimenpolíticoen Cuba»,afirma el autor.

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no representa una amenaza a la seguridad na-cional de su vecino del norte. Al contrario, lacooperación con Cuba, según ellos, sirve losintereses de Estados Unidos.

En junio de 1998, la Defense Intelligence Agency(DIA) – la agencia del Departamento de Defensaque obtiene, coordina, y analiza la inteligencia mili-tar – emitió sus conclusiones sobre la “amenaza”que Cuba podría representar para la seguridad na-cional de Estados Unidos. Según la DIA, “actual-mente Cuba no representa una significativa amena-za militar para Estados Unidos u otros países de laregión. Cuba tiene pocos motivos para involucrarseen acciones militares más allá de la defensa de suterritorio y de su sistema político.”28

Consecuente con esta conclusión, se siguenampliando las instancias de cooperación en elentorno de la base naval estadounidense enGuantánamo. Se establece una comunicación bi-lateral y directa por computadoras y se usa estacomunicación como procedimiento de rutina. Con-tinúan las reuniones ocasionales entre militaresde ambas fuerzas según sean necesarias. Co-operan para facilitar las operaciones de aviacióncivil y militar en el espacio aéreo de Guantánamo.29

Además, en la primavera de 1996, Estados Uni-dos decidió unilateralmente remover las minas quecircundaban su base naval en Guantánamo. En1961, Estados Unidos instaló unas 50,000 minas

en el entorno de su base; Cuba correspondió ins-talando otras minas en su territorio rodeando labase. En 1996, Estados Unidos retenía 14,000minas alrededor de la base. La iniciativa de elimi-nar las minas que quedaban provino del GeneralSheehan quien llegó a la conclusión que las mi-nas eran ya innecesarias para la seguridad de labase. Esta decisión respondía directamente a lasituación de la base en Guantánamo, y fue toma-da independientemente de las negociaciones in-ternacionales sobre minas o de presiones sobreEstados Unidos para que firmase el tratado inter-nacional que requería la eliminación de todas lasminas en todos los países.

La decisión de la Casa Blanca de remover lasminas a lo largo del perímetro externo de la baseen Guantánamo fue anunciada el 16 de mayo de1996, dos meses después de la aprobación deHelms-Burton; debe considerarse como una me-dida para promover la “confianza” en ese momen-to. El número de minas se redujo a 3,000 parafines de 1997. Todas las minas estadounidenseshabían sido removidas para comienzos de 1999.Fueron reemplazadas por detectores que indica-rían algún movimiento sospechoso del lado cuba-no hacia la base (Las minas del lado cubano no sehan removido). Esta decisión unilateral de EstadosUnidos tiene notable trascendencia militar y política,y por supuesto coincide con la percepción que Cubano representa una amenaza militar.30

En mayo de 1999, además, el General BarryMcCaffrey, director de la política contra elnarcotráfico del gobierno de Estados Unidos, de-claró que, durante los 1990s, el gobierno cubanono fue cómplice de los narcotraficantes cuandoéstos cruzaron su espacio aéreo o marítimo; esoscruces representaron alrededor del 9 por ciento dela cocaína detectada en la zona entre Jamaica,Cuba, y las Bahamas. McCaffrey reconoció losesfuerzos de Cuba por interceptar ese narcotráficopero subrayó que el gobierno cubano carecía delos recursos para capturar las lanchas rápidas quepenetraban sus aguas jurisdiccionales sin previaautorización. McCaffrey señaló su preferencia porintensificar un diálogo oficial con Cuba y recono-ció las ofertas de su gobierno por mejorar la co-operación bilateral sobre este tema.31 El Presidente

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Según elacadémico deHarvard, «esprobable que

en lospróximosaños solo

observemosun matorralde arbustos

y no un bosquede frondosos

árboles».

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Fidel Castro ha reiterado la disposi-ción de su gobierno de cooperar conEstados Unidos para combatir alnarcotráfico; su más detallada presen-tación ocurrió con motivo de la cele-bración del 26 de julio de 1999.32

La relación contra el narcotráfico rebasó losmeros deseos. El 8 de octubre de 1996 – a pocosmeses de la aprobación de la ley Helms-Burton –Guardacostas y Guardafronteras cooperaron paracapturar 1.7 toneladas de cocaína a bordo de laembarcación Limerick. A partir de entonces, ins-tancias de cooperación entre ambos gobiernos serepitieron e intensificaron, en particular a partir deun acuerdo bilateral concertado en julio de 1999que fue indiscutiblemente facilitado por las decla-raciones ya citadas del General McCaffrey. Elacuerdo establece la comunicación telefónica (nosólo por fax) entre Guardacostas y Guardafronteras,coordina las frecuencias de radio para facilitar lacomunicación entre sus buques, y autoriza misio-nes conjuntas para abordar barcos mercantes. Nor-malmente, los Guardacostas proveen informacióny los Guardafronteras ejecutan la captura. Estacolaboración parece haber contribuido a la reduc-ción del uso del territorio cubano pornarcotraficantes en 1999-2000.33

La incertidumbre provocada por el derribamientode las avionetas el 24 de febrero de 1996 y por laadopción de la Helms-Burton llevaron a los dosgobiernos a persistir en, ampliar, y profundizar lasmedidas de confianza mutua. Guardacostas yGuardafronteras colaboraron para impedir la repe-tición de incidentes como el derribamiento de lasavionetas. La cooperación entre ambos se desa-rrolló particularmente a partir de 1996-97 para evi-tar incidentes de violencia con relación a las “floti-llas” de lanchas, yates, y pequeños barcos decubano-americanos que se acercaban a la fronte-ra marítima norte de Cuba para protestar contra elgobierno del presidente Castro. Al aproximarse lafecha cuando se espera la presencia de una floti-lla cubano-americana, la Sección de Intereses deEstados Unidos en La Habana coordina una re-unión de alto nivel entre Guardacostas yGuardafronteras; altos oficiales de los Guardacos-tas estadounidenses visitan La Habana para pla-

near todos los detalles de la cooperación, inclusi-ve en alta mar. Se intercambia información sobrela ubicación de la flotilla, y de los servicios unifor-mados de ambos países, así como el tipo de equi-po de que dispondrán. El día en que viaja la flotillaun oficial Guardacostas estadounidense se en-cuentra presente en La Habana para garantizar lafluidez de la coordinación. Aparte del éxito de evi-tar la repetición de incidentes de violencia en altamar, esta relación ha comunicado seriedad,profesionalismo, e intención y práctica de coope-ración por ambas partes.34 A partir del 2000, unGuardacostas forma parte de la Sección de In-tereses de Estados Unidos en La Habana parafacilitar la colaboración en estos temas y otroscomo la migración y el narcotráfico.

Guardacostas y Guardafronteras continúan sucolaboración para cumplir con los acuerdosmigratorios de 1994-95. Cuba intenta impedir sa-lidas ilegales mientras que Estados Unidos bus-ca impedir entradas ilegales. Ambos países hanpersistido en la ejecución de estos compromisos.

Otro importante tema de seguridad ha sido lainvestigación por parte del FBI del intento de ase-sinar al presidente Castro durante la Séptima Cum-bre Iberoamericana, celebrada en la isla Margari-ta (Venezuela) en octubre de 1997. La investiga-ción involucró a algunas personas cercanas a laFundación Nacional Cubano Americana. El FBIha persistido en diversas acciones contra quie-nes planeen atentados terroristas aunque los fis-cales federales han tenido poco éxito en conven-cer a jurados de la Florida que estos actos debenser condenados.35

Otros cambios amplían y profundizan las rela-ciones formales y correctas entre ambos países.Durante las discusiones relacionadas con losacuerdos migratorios de 1994-95, ambos paísesacordaron reestablecer y modernizar la relacióntelefónica a larga distancia. Retomó el gobiernoestadounidense esta dimensión de su política enmedidas anunciadas el 20 de marzo de 1998 y el5 de enero de 1999. Los vuelos directos entreambos países se reestablecieron, ya no limita-dos a fines humanitarios sino también incluyendola investigación y la docencia académica y lasactividades deportivas, religiosas, periodísticas,

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humanitarias, y culturales, así como se autoriza-ron aeropuertos de partida para estos vuelos envarias ciudades en Estados Unidos, no solamen-te desde Miami. Se han permitido viajes de em-presarios estadounidenses a Cuba, y hasta unaferia de productos farmacéuticos. Se autorizó atodo ciudadano de Estados Unidos a enviar hasta$1200 por año a personas en Cuba (exceptuandoa las autoridades del gobierno y del Partido Co-munista de Cuba). Se facilitó el envío de la ayudahumanitaria, agilizando el envío de comestibles ymedicinas (y, más hipotéticamente, se autoriza-ron ciertas ventas de comestibles y medicinas,aunque bajo circunstancias muy restringidas).36

Por supuesto, el caso más notable de colabo-ración entre los gobiernos de Cuba y Estados Uni-dos ocurrió a raíz del caso del niño Elián González.Naufraga cerca de la costa de la Florida en unintento por parte de su madre (que muere en latravesía) por llegar con él a Estados Unidos. Enviolación de las normas establecidas, elImmigration and Naturalization Service (INS) ubi-ca al niño con sus parientes en Miami. El padrede Elián reclama a su hijo desde Cuba. Poco apoco, los organismos pertinentes del gobierno es-tadounidense, comenzando por el INS que rectifi-ca su error inicial, y los tribunales de justicia apo-yan el retorno del niño a su padre cumpliendo asícon la ley de Estados Unidos y los tratados inter-nacionales a los que éste se atiene. La defensade los intereses del padre en los tribunales dejusticia en Estados Unidos recae sobre uno delos abogados que defendió al presidente Clintonfrente al Senado de Estados Unidos contra la acu-sación constitucional que pudo haber desembo-cado en su destitución. Fue la primera vez encuatro décadas en que el presidente de Cuba y elpresidente de Estados Unidos coincidieron públi-camente, en un tema controversial de interésbinacional y de gran visibilidad, para oponerse apresiones de política interna en Estados Unidos,inclusive oponerse a los criterios expresados porlos candidatos presidenciales de los partidosDemócrata y Republicano.

El 5 de agosto de 1999, por primera vez desde1960, el Senado de Estados Unidos votó a favorde reducir algún tipo de sanción contra el gobier-

no de Cuba. En este caso, por una votación de 70contra 28, el Senado apoyó la eliminación delembargo comercial sobre productos agrícolas ymédicos a Cuba para permitir sus ventas a Cubay la financiación de estas ventas por bancos es-tadounidenses. De hecho, por la férrea oposiciónde los líderes Republicanos en la Cámara de Re-presentantes, la legislación aprobada hasta el mo-mento contiene tantas restricciones que difícilmen-te auspiciaría un renacimiento del comercio bila-teral en estos productos. Sin embargo, ésta y otrasvotaciones en 1999 y 2000 señalan que probable-mente ya existe una mayoría en ambas cámarasa favor de la eliminación del embargo comercialsobre productos agrícolas y médicos y que es sólocuestión de tiempo para que se modifique la le-gislación.37 Tanto es así que el servicio de investi-gación del Departamento de Agricultura ya comen-zó a trabajar sobre las previsibles exportacionesa Cuba en las circunstancias a corto y medianoplazo, y a publicar los resultados preliminares desus investigaciones.38

En resumen, durante la segunda presidencia deClinton se amplía el “régimen de seguridad” sobretemas importantes en la relación bilateral que in-cluyen pero no se limitan al combate contra elnarcotráfico. Ese régimen de seguridad fue unarespuesta racional y bilateral frente a la incerti-dumbre creada a comienzos de 1996. Se desa-rrollan aspectos relativamente normales de la re-lación bilateral que no se percibían desde la pre-sidencia de Carter, en particular con relación aviajes. Se consolida una cooperación migratoriaque rompe con un tercio de siglo de política de Es-tados Unidos hacia Cuba. Y se esbozan las prime-ras posibilidades concretas de modificar otros as-pectos fundamentales de la política estadouniden-se hacia Cuba mientras que queda marginada la leyHelms-Burton en sus principales incisos.

ANÁLISISEsta ponencia no es mentira. Parece ser men-

tira porque quien escucha y lee la información ofi-cial procedente de ambos gobiernos no creeríaque esta tercera vertiente de la relación bilateral si-quiera existe. Por tanto repasemos el comienzo deeste trabajo. Ahí se señala que esta vertiente siem-

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pre ha sido menos importante que lasotras dos, que las relaciones “correc-tas y formales” entre ambos Estadosno implican cordialidad o alianza, yque no excluyen los insultos, el usode la coerción, o las amenazas vela-

das para disuadir. Pero sí excluyen medidas con-cretas, más allá de lo simbólico, por parte de ungobierno para derrocar al otro, así como el usoexplícito de la fuerza militar. Exigen un nivel decooperación bilateral para desarrollar las relacio-nes intergubernamentales. No importa la intenciónde un gobierno; sí importa su conducta. Y la con-ducta del gobierno de Estados Unidos hacia Cubacambió durante el segundo lustro de los 1990s.

Ese cambio no impide pensar que el objetivo prin-cipal de la política de Estados Unidos hacia Cubasigue siendo, según la posición oficial, facilitar una“transición pacífica hacia la democracia en Cuba”.Pero la evolución de los últimos cinco años subra-ya la importancia que adquirió la palabra “pacífi-ca”. Es por eso que el “régimen de seguridad” bila-teral es la pieza fundamental sobre la que se cons-truye esta relación. No en balde se le concedetambién importancia a cumplir con los acuerdosmigratorios. Este régimen de seguridad combatela incertidumbre en las relaciones bilaterales yexige que Estados Unidos otorgue una mayor cuo-ta de legitimidad al actual gobierno de Cuba.

Comparemos, como ejemplo, las consecuencias deeste análisis para las relaciones entre Estados Uni-dos-México y Estados Unidos-Cuba. Precisamenteporque las relaciones entre México y Estados Unidosya son normalmente buenas y crecientementeinstitucionalizadas, Estados Unidos se puede permitirel lujo de insistir sobre sus diferencias restantes con elgobierno de México en temas como el narcotráfico y lamigración. Y precisamente porque las relaciones entreCuba y Estados Unidos son normalmente pésimas ycasi carecen de institucionalización, Estados Unidostiene que concentrarse en la creación de un incipientey débil pero imprescindible régimen de seguridad queprivilegie la cooperación sobre los temas de la migra-ción y del narcotráfico. Los resultados para ambas re-laciones bilaterales son exactamente opuestos. Esta-dos Unidos coopera con Cuba sobre los temas desus peleas con México.

Muchos en el gobierno estadounidense llegan ala conclusión que, además de los genuinos de-seos de favorecer una transición democrática enCuba, Estados Unidos tiene otros tres importan-tes y concretos intereses relacionados con el fu-turo de Cuba. Ellos requieren el cierto nivel de co-laboración ya evidente entre ambos gobiernos, ydejan prever que esta limitada colaboración podríainclusive intensificarse en años venideros. Los in-tereses a mediano y largo plazo son:

a) Cualquier transición que ocurra debe ser ver-daderamente pacífica sin involucrar a las fuer-zas armadas de Estados Unidos ni implicar he-chos de violencia que afecten a ciudadanos deEstados Unidos.

b) Disuadir emigraciones masivas desde Cubatanto durante el actual régimen político como des-pués de un posible cambio de tal régimen.

c) Impedir que Cuba sea usada, con o sin la co-laboración de sus gobernantes actuales o futuros,por narcotraficantes que busquen transitar haciael mercado norteño.

Estos intereses adquieren un mayor peso du-rante los 1990s, en comparación con décadasanteriores, por razones estructurales y coyuntura-les. Cambia la estructura del sistema internacio-nal con el derrumbe de la Unión Soviética y el finde la guerra fría. Estados Unidos no teme ya unaalianza soviético-cubana, que deja de existir sinser reemplazada por una alianza ruso-cubana. Sinesa alianza, Cuba es incapaz de sostener los ele-mentos principales de lo que había sido su políti-ca exterior. Se repliegan sus tropas de todas laslatitudes. Cancela su política de apoyo material ydirecto a movimientos insurgentes. Estos cambiosle permiten a Estados Unidos considerar cuálesserían sus otros intereses en Cuba. Pierde rele-vancia la primera vertiente de la política exterior deEstados Unidos hacia Cuba: Cuba deja de repre-sentar una amenaza que hay que contrarrestar endiversas partes del mundo. Cobran importancia lasegunda y tercera vertientes. El peso propio de lasegunda vertiente –el deseo de facilitar el cambiode régimen político en Cuba– en la política internaestadounidense lleva a algunos a reflexionar sobreotros intereses de Estados Unidos en Cuba: ¿Im-plicaría esa transición una participación militar

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estadounidense? En el contexto de la post-gue-rra fría, pocos en Estados Unidos, fuera de ele-mentos de la derecha cubano-americana, apoyanuna opción de intervención militar.

Hay también un cambio estructural en Cuba. Tan-to se debilita su economía a comienzos de los 1990sque analistas y funcionarios del gobierno de Esta-dos Unidos comienzan a temer una ruptura violentadel régimen político cubano; temen también que unadébil economía aumente la tentación de participaren el narcotráfico o sirva como detonante para unaemigración masiva y desenfrenada.

Los factores coyunturales son también pertinen-tes. El presidente Clinton encara una crisismigratoria en la relación entre Estados Unidos yHaití desde el mismo instante de su toma de po-sesión. El tema migratorio se impone como unade sus prioridades con países vecinos. Se cons-truyen barreras y se fortalecen las patrullas fron-terizas en la frontera entre México y Estados Uni-dos. Y se diseña por tanto una nueva políticamigratoria hacia Cuba. Además, las experienciasde Haití y de algunos países post-comunistas lle-van a la Casa Blanca a preocuparse por la posibi-lidad de un desplome rápido y violento del régi-men político en Cuba, por lo que cobra peso laaseveración que le interesa a Estados Unidos quela transición en Cuba sea pacífica. Finalmente, elnarcotráfico se convierte en el nuevo “malo de lapelícula” en aspectos de las relaciones interna-cionales de Estados Unidos en el contexto dela post-guerra fría; tarde o temprano cobraría laimportancia en la relación Cuba-Estados Uni-dos que se percibió durante el segundo quin-quenio de los 1990s.

De ahí que sea compleja la definición de losintereses de Estados Unidos en Cuba a comien-zos del siglo XXI, y que tal definición sea distintade lo que fue durante la guerra fría.

Sería, sin embargo, un error analítico presumirque la evolución de las relaciones de tercera ver-tiente durante la década pasada implicó una me-joría más generalizada de las relaciones bilatera-les (evidentemente que no fue así), o que deberíahaber tenido ese efecto (impedido por diversasrazones), o que lo tendría en el futuro. Analice-mos, para concluir, las seis características

definitorias de las políticas de la tercera vertiente.1) Desde los 1960s las políticas de tercera ver-

tiente se caracterizaron por cierta autonomía fren-te a las políticas de las dos primeras vertientes.39

Es decir, se pudo intercambiar información sobreciclones durante la segunda mitad de 1962 por-que tal colaboración no fue impedida por el graveconflicto de la crisis de Octubre. Asimismo, esposible mejorar las relaciones entre Guardacos-tas y Guardafronteras en el 2000 a pesar de quesiga siendo la política oficial de Estados Unidosfacilitar un cambio del mismo gobierno en Cubaque autoriza a sus Guardafronteras a cooperarcon los Guardacostas. La existencia de conflic-tos no impide ni prohibe ciertos espacios parala cooperación.

2) Se desprende del comentario anterior quepueden mejorar las relaciones de tercera vertientesin cambiar otros aspectos de la relación bilate-ral. Los acuerdos migratorios de 1994-95 no difi-cultaron la aprobación de la Helms-Burton así comola aprobación de ésta no condujo a la cancelaciónde los acuerdos migratorios. La cooperación detercera vertiente ha sido posible porque ha sido“desenchufada” de las otras políticas estadouni-denses hacia Cuba. La existencia de espacios decooperación no impide ni prohíbe la persistenciade conflictos sobre otros temas.

3) Las políticas de tercera vertiente no presu-men que las partes merezcan reconocimiento po-lítico o moral por la colaboración desarrollada, nies tampoco un obstáculo para lograr esta colabo-ración que un gobierno considere que normalmentela política del otro es inmoral.

4) Las políticas de la tercera vertiente casi siem-pre poseen “sabor técnico”. Las discusionesmigratorias son sobre temas concretos y cuanti-tativos. La cooperación entre Guardacostas yGuardafronteras es profesional, respetuosa, e igual-mente técnica, como lo han sido las relacionesmeteorológicas y científicas.

5) Más sorprendente quizás es que ambas par-tes han seguido cumpliendo sus compromisos apesar de la intervención de otras crisis o la apari-ción de nuevos diferendos.

6) Finalmente, las organizaciones cubano-ame-ricanas de derecha radical han sido generalmente

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incapaces de impedir que se esta-blezcan estas relaciones, o de can-celarlas.

La tercera vertiente permite pero nopromete una “normalización” de las re-laciones entre Cuba y Estados Unidos.

Ese cambio no ha ocurrido hasta el momento, ni esprevisible en meses o años venideros. Su carenciade impacto más general no debe llevarnos a pensarque esta vertiente carezca de importancia – el errorde análisis que provoca esta ponencia. La terceravertiente tiene profundas raíces en la política de Es-tados Unidos hacia Cuba. Hay más y más desarro-lladas raíces a partir de mediados de los 1990s, aun-que por el momento sólo observamos, y es probableque en los próximos años sólo observemos, que brotede esas raíces un matorral de arbustos y no un bos-que de frondosos árboles.

NOTA POSTERIOREste trabajo se preparó para una conferencia

hacia finales de la presidencia de Clinton, y,por tanto, ese enfoque, sigue estando vigente,quizás sorprendentemente ya que no lo pare-cería por la retórica.

1) Se mantiene la colaboración entre Guarda-costas y Guardafronteras.

2) Se amplía la colaboración en el entorno deGuantánamo con anticipo de la llegada de losTalibanes.

3) El Presidente George W. Bush sigue cance-lando la aplicación de la ley Helms-Burton exac-tamente igual que lo había hecho Clinton.

4) Mas allá del tema estrictamente de seguri-dad, el nivel de colaboración se amplia mediantela venta de medicinas y alimentos como respues-ta al huracán Michelle.

Harvard, 31 de Julio de 2002.

NOTAS1 Versión revisada de una ponencia preparada para el se-

minario “Relaciones de Cuba con México, Estados Unidos deAmérica, y Canadá en la Era Post-NAFTA,” celebrado en laUniversidad de La Habana, 11-12 diciembre 2000, bajo losauspicios del Centro de Estudios sobre Estados Unidos(CESEU) de la Universidad de La Habana y el Departamentode Relaciones Internacionales del Instituto Tecnológico Au-tónomo de México. Agradezco los comentarios de los parti-

cipantes en el seminario, en particular a Rafael Hernández,Harold Klepak, y Santiago Pérez. Soy el único responsablede los errores que quedan.

2 “U.S.-Cuban Relations: From the Cold War to the ColderWar,” Journal of Interamerican Studies and World Affairs 39,no 3 (1997): 49-75.

3 Para un análisis de la eficacia y las limitaciones delcabildeo político de organizaciones cubano-americanas, véasePatrick J. Haney y Walt Vanderbush, “The Role of EthnicInterest Groups in U.S. Foreign Policy: The Case of the CubanAmerican National Foundation,” International StudiesQuarterly 43 (1999): 341-361.

4 Philip Bonsal, Cuba, Castro, and the United States(Pittsburgh: University of Pittsburgh Press, 1971), especial-mente 46-48.

5 U.S. Department of State, Office of the Historian, ForeignRelations of the United States, 1958-1960. Volume VI: Cuba(Washington: U.S. Government Printing Office, 1991).

6 Gordon Dunn, “The Hurricane Season of 1963,” MonthlyWeather Review 92, no. 3 (marzo de 1964): 135-136.

7 “Los secuestros: Un boomerang alado,” Cuba internacio-nal 2 (noviembre 1971), 53-54. Sobre las negociaciones,véase Henry Kissinger, Years of Upheaval (Boston: Little, Brown,1982), 419; Granma Weekly Review, 19 de noviembre de1972, 11.

8 Para un análisis del regimen trilateral, véase Jorge I.Domínguez, To Make a World Safe for Revolution: Cuba’sForeign Policy (Cambridge: Harvard University Press, 1989),capítulo 2.

9 U.S. Department of Commerce, Bureau of East-WestTrade, Office of Export Administration, “Modification ofRestrictions on Export Controls to Cuba”, Export AdministrationBulletin, no. 150 (24 de noviembre de 1975).

10 Donna Rich Kaplowitz, Anatomy of a Failed Embargo:U.S. Sanctions against Cuba (Boulder: Lynne Rienner, 1998),218.

11 Granma Weekly Review, 8 de mayo de 1977, 6.12 En general, véase Cyrus Vance, Hard Choices (New York:

Simon and Schuster, 1983), 70-71, 133; U.S. Department ofState, “U.S.-Cuban Relations,” Gist (Julio de 1978): 1-2; WayneSmith, The Closest of Enemies (New York: Norton, 1987), 101-127.

13 Soy testigo del desarrollo de diversos aspectos de lacolaboración entre investigadores cubanos y estadouniden-ses en esos años. Organicé la visita a Harvard del MinistroVecino Alegret. Fui el organizador del programa del Congre-so de LASA celebrado en Pittsburgh, el segundo en el quehubo una participación importante de académicos cubanos.Fui inmediatamente después elegido vicepresidente y presi-dente de LASA; impulsé esas relaciones académicas a pesardel clima político hostil a tal colaboración que caracterizó alos dos primeros años de la presidencia de Ronald Reagan. Asu vez, mi primera visita a Cuba después de la emigración demi familia en 1960 ocurrió en 1979.

14 Para una historia de la relación migratoria entre Cuba yEstados Unidos, véase Jorge I. Domínguez, “Cooperating withthe Enemy? U.S. Immigration Policies toward Cuba”, Western

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Hemisphere Immigration and United States Foreign Policy,comp. Christopher Mitchell (University Park: Pennsylvania StateUniversity Press, 1992).

15 He analizado estas relaciones con más detenimiento enTo Make a World Safe for Revolution, capítulos 1, 2, 8, ypassim.

16 M. D. Kaplowitz and D. R. Kaplowitz, “Cuba and theUnited States: Opportunities Lost and Future Potential,” Cuba’sTies to a Changing World, comp. Donna Rich Kaplowitz(Boulder: Lynne Rienner, 1993), 234-236.

17 U.S. Congress, Congressional Record, 104th. Congress,primera sesión, 24 de octubre de 1995, S15584-S15589;CubaInfo, 7, no. 14 (2 de noviembre de 1995): 1-2.

18 Sobre la decisión del gobierno de Cuba, véase “Statementby H. E. Roberto Robaina González, Minister of Foreign Affairsof the Republic of Cuba, to the Resumed 50th. Session of theUnited Nations General Assembly,” 6 de marzo de 1996.

Sobre la decisión del Consejo de Seguridad de NacionesUnidas concerniente a la responsabilidad de Cuba, véaseUnited Nations Security Council, Resolution 1067, S/Res/1067(1996), 26 de julio de 1996.

19 Estos párrafos se basan en entrevistas confidenciales enWashington en 1993, 1996, y 1997, y en La Habana en1996.

20 CubaInfo, 7, no. 16 (20 de diciembre de 1991): 1.21 Entrevistas confidenciales en Washington en 1993, 1996,

y 1997. Véase también CubaInfo, 8, no. 9 (11 de julio de1996): 2-3.

22 Entrevista confidencial en Washington en 1996.23 Para la apreciación en el mismo sentido de Ricardo

Alarcón, Presidente de la Asamblea Nacional del Poder Po-pular, véase Granma Internacional, 28 de septiembre de 1994,10.

24 Granma, 31 de agosto de 1999.25 El texto y su explicación por parte de los autores de

Helms-Burton se encuentra en U.S. House of Representatives,Cuban Liberty and Democratic Solidarity (Libertad) Act of1996, 104th. Congress, segunda sesión, Report 104-468.

26 Publicado en febrero de 1997, el documento se llama“Support for a Democratic Transition in Cuba”.

27 Instituto de Relaciones Europeo-Latinoamericanas, “40años de revolución en Cuba: ¿Transición hacia dónde?” Do-ssier no. 68 (Madrid: IRELA, 1999), 41-43; Joaquín Roy, Cuba,the United States, and the Helms-Burton Doctrine:International Reactions (Gainesville: University Press of Flori-da, 2000), 125-128; Madeleine Albright, “Statement on U.S.-EU Understanding on Expropriated Property,” Londres, 18 demayo de 2000.

28 U.S. Defense Intelligence Agency, “The Cuban Threat toU.S. National Security”, junio 1998, http://www.defenselink.mil/pubs/cubarpt.htm

29 Hal Klepak, Confidence Building and the Cuba-UnitedStates Confrontation (Ottawa, Canada: Department of ForeignAffairs and International Trade, International SecurityResearch and Outreach Programme, 2000), 21-22.

30 U.S. Department of Defense, DefenseLink News, comosigue: 16 de mayo de 1996, 11 de diciembre de 1997, 15 de

enero de 1998, 20 de enero de 1998, y 29 de julio de1999. Véase http://www.defenselink.mil/news/

31 “Cuba Cooperating to Combat Drug Trade, U.S. OfficialSays,” The New York Times, 8 de mayo de 1999, A3; U.S.Executive Office of the Presidency, Office of National DrugControl Policy, “Testimony of Barry R. McCaffrey, Director,Office of National Drug Control Policy before the SenateCommit tee on Armed Services, Subcommit tee onEmerging Threats and Capabilities, the Department ofDefense’s Role in U.S. Drug Control Policy”, 27 de abril de1999, 22.

32 Texto cortesía de la Sección de Intereses de Cuba enWashington, D.C.

33 Ídem, y entrevistas confidenciales en Miami, 4 defebrero de 1998. Ver también Peter Kornbluh, “Cuba,Counternarcotics, and Collaboration: A Security Issue inU.S.-Cuban Relations”, Cuba Briefing Paper Series, no.24 (Washington, D.C.: Georgetown University, 2000), 8-10.

34 Entrevistas confidenciales en Miami, 4 de febrero de1998. Es notable observar las flotillas rodeadas por mar yaire por las fuerzas de seguridad de ambos países.

35 Un ejemplo público de apoyo al terrorismo por algu-nos sectores de la comunidad cubana en Miami es elartículo de Ricardo R. Sardiña, “La lógica y las bombas enLa Habana,” Diario de las Américas, 12 de agosto de 1997,9A.

36 Sobre las medidas en vigor a partir de enero de 1999,véase http://www.state.gov/www/regions añadiéndole lo si-guiente según el tema: “Travel to Cuba” wha/Cuba/travel.html; “Sale of Medicine” (incluye donaciones) wha/Cuba/medicine.html; “Cuba: Food Sales” /wha/fs_990105_cuba_food.html; “Cuba: Direct Flights,” /wha/fs_990105_cuba_flights.html; “Cuba: Increased People toPeople Contacts,” /wha/fs990105_cuba_contacts.html;“Cuba: Remittances,” /wha/fs_990105_cuba_remit.html;“Implementing Procedures for Family Remittances to Cuba”,/wha/fs_980513_family.html. Ver también “Guidelines onSales and Donations of Medicines and Medical Equipmentto Cuba,” http://www.bxa.doc.gov/factsheets/medsht.htm

37 Entre otros, véase Ana Julia Jatar, Oxford Analytica (19de agosto de 1999); Lizette Alvarez, “House G.O.P. Is Set ToAllow The Sale Of Food To Cuba,” New York Times, 28 dejunio de 2000, A1, A12; American Association for theAdvancement of Science, Science and Human RightsProgram, “The Right to Travel: This Week in Congress”, 28de Julio de 2000, http://www.shr.aaas.org/rtt/legis.htm

38 U.S., Department of Agriculture, Economic ResearchService, “Impacts of Possible Lift ing of U.S. TradeSanctions with Cuba”, 6 de noviembre de 2000, 1-3, http://www.ers.usda.gov/whatsnew/issues/cuba/

39 Desarrollé por primera vez las ideas en estos párrafosen mi “Pipsqueak Power: The Centrality and Anomaly ofCuba”, en The Suffering Grass: Superpowers and Regio-nal Conflict in Southern Africa and the Caribbean, comp.Thomas G. Weiss y James G. Blight (Boulder: LynneRienner, 1992), 73-74.

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Desde hace tres años a la fecha,una nueva aplicación de la ley Sharíatiene lugar en Nigeria. La forma mo-dificada de tal ley, que se aplica sóloen códigos personales a nivel de le-yes habituales, ha sido parte de laconstitución nigeriana desde 1979.La implementa-ción de la nueva for-ma comenzó cuando el estado deZamfara legalizó su introducción eimplementación. Desde entonces, nohubo retorno en la flagrante desobe-diencia del norte a la constituciónnacional. En un estado inicial, losnigerianos sólo pensaron que el cla-mor por la ley Sharía era uno deaquellos trucos por los que los acto-res políticos del norte del país sonrenombrados y estaba destinada a

LA SHARIAdevasta Nigeria

os recientes acontecimien-tos en Nigeria han despeda-zado el país. Las institucio-nes democráticas ya no sonL

respetadas, el gobierno cada veztiene menos poder y las leyes reli-giosas fundamentalistas niegan has-ta las libertades básicas y la digni-dad de los seres humanos. El perio-dista nigeriano y miembro de la Redde Jóvenes Periodistas de la UniónCatólica Internacional de Prensa(UCIP), Emanuel Badejo, describela realidad de Nigeria y nos cuentasobre la importancia de salvaguar-dar los derechos humanos y prote-ger a individuos e instituciones dela creciente injusticia y de las insti-tuciones públicas ilegales.

por Emanuel BADEJO

desaparecer con el tiempo. Tambiénel presidente nigeriano OlusegunObasanjo pensó en la misma línea.Para él, la constitución nigeriana “nopermite a parte alguna del país adop-tar una religión estatal o alguna leyque vaya contra la constitución na-cional”. Desde esta perspectiva, lagente puede “tener su propia formade hacer cosas” pero... ellos “nodeberían golpear sus cabezas contrael muro”. En palabras del DoctorSunday Mbang, presidente de la Aso-ciación Cristiana de Nigeria, CAN,Sharía es una “ley antidemocrática”que niega a los musulmanes sus de-rechos fundamentales establecidosen la constitución nigeriana que hacedel país un estado secular.

A pesar de todas las advertencias, elestado de Zamfara continuó con laimplementación de la ley Sharía al piede la letra en octubre de 1999. Desdeentonces, otros estados del norte loshan seguido. Controversias y choqueshan cobrado muchas vidas en los es-tados de Kano, Kaduna y Kebbi y cau-sado violentas represalias en los es-tados del sudoeste, donde la leySharía es todavía operada como leyhabitual en los musulmanes. A tra-vés de esto, el gobierno en el centroha esquivado la realidad de que laaplicación de la ley Sharía al pie dela letra ofende la constitución de laRepública Federal de Nigeria, la cualclaramente establece que los ciuda-danos tienen libertad religiosa y que

INTERNACIONAL

Un comerciante ofrece ediciones del Corán en Gusau, Nigeria.

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ningún gobierno adoptará una religiónestatal.

Como resultado de esta situación,los promotores de la ley Sharía com-pleta continúan expandiendo sus hori-zontes, mientras razones políticas si-guen impidiendo acciones decisivas departe del gobierno para resolver eltema. Recientemente, por ejemplo,once enfermeras del Centro MédicoFederal Azare en el estado de Bauchi,fueron despedidas por las autoridadesdel hospital debido a su rechazo enadoptar los códigos musulmanes paravestir pantalones y velo, tal como loordenaba el equipo de conducción delDr. S.Y. Saboled. Aún no se han to-mado resoluciones al respecto.

Más recientemente, hubo proclamasy condenas repetidas e inefectivas delgobierno federal acerca del sistema deley Sharía. Para algunos, esto sólo sir-ve para aumentar las trivialidades, por-que varios estados interesados en usarla Sharía en el logro y ejecución defines políticos y objetivos, aún tienensuficiente libertad para el desarrollo desus actividades ilegales.

Es de común conocimiento que losestados del norte de Nigeria estánusando la Sharía como amenaza polí-tica para presionar a los participantesen la negociación por el poder políticoe influenciar sobre él, pero este cono-cimiento no alivia automáticamenteciertos problemas. Las partes afecta-das del país continúan sufriendo eco-nómicamente, y esto es así porquemuchos países participantes no estánmás interesados en consolidar sus pro-gramas o hacerse cargo de las vícti-mas de sus propias penas y agonías.Las industrias, que rechazaron some-terse al poder armado del levantamientoSharía han sido forzadas a plegarsedebido a la falta de materias primas.

La triste verdad es que en cada unade esas instancias, son las masas po-bres las que sufren las consecuenciastotales. En el norte, donde se dice quela Sharía prospera, los adolescentes eincluso los adultos son armados dia-riamente con recipientes, mendigan-do por una vida, mientras aquellos que

los usan para lograr sus objetivos ne-fastos les dan poco por sus esfuer-zos. Los musulmanes que intentanoperar por fuera de sus enclaves in-festados de Sharía, siempre constitu-yen una molestia en la parte sur delpaís, donde la ley no es operativa.Uno está tentado a preguntar si enun país donde los habitantes sontransformados en mendigos y refu-giados en su propia tierra por suscompatriotas, todo en nombre de al-gunas ambiciones políticas y religio-sas, hay alguna esperanza para lasgeneraciones no nacidas.

Es muy triste decir que los agentesde seguridad que supuestamente pro-tegen a los ciudadanos son cómplicesen el crimen Sharía. A menudo estándesprotegidos, y son armas prepara-das en manos de los protagonistas deSharía -los buscadores y vendedoresde poder influyente- quienes piensanque el mejor camino para evangelizaruna doctrina religiosa es fanatizándola.Para ellos, la dignidad y la santidad devidas humanas significan nada. Des-

de su perspectiva, si se salva solamenteun hombre en la superficie de la tie-rra, y su objetivo de “propagar” su fereligiosa -aún fratricida- es logrado,todo está bien. Y así, ellos están te-niendo una especie de navegación tran-quila. Sin claridad, hay estados en elnorte donde los gobernadores parecenser renuentes en aplicar la Sharía enforma completa. Kano es un caso pun-tual. Después de la violencia que matócentenares y destruyó propiedadesevaluadas en millones de naira, el go-bierno de Kaduna parece tener facili-tada una solución dividiendo la metró-polis en dos partes, una cristiana y laotra musulmana, con cada secciónoperando sus propias leyes religiosas-independientemente de otros- y elgobierno asegurando que no haysobreposiciones peligrosas.

La situación no es estable. Ahora, eldinero nigeriano tiene inscripcionesislámicas. Además, los planos y dise-ños arquitectónicos de muchos edifi-cios federales en Abuja, la capital na-cional, son declaradamente islámicos.

LA PREGUNTA EN MUCHOS LABIOS NIGERIANOSES SI EL ESFUERZO DEL GOBIERNO,

APARTE DE SUS CONDENAS ABIERTAS,HA SIDO SUFICIENTE PARA ALIVIAR

LOS SUFRIMIENTOS DE LAS VÍCTIMASDE LA SHARIA Y AYUDAR A PREVENIR

CUALQUIER SITUACIÓN FUTURA.MUCHOS SON DE LA OPINIÓN DE QUE ESTO NO ES ASÍ.

SI HAY ALGUNA AYUDAQUE LOS NO NIGERIANOS PUEDEN OFRECERSOBRE EL TEMA ES CONTINUAR HABLANDO

CONTRA LA APLICACIÓN COMPRENSIVADE LA LEY SHARIA, UN SISTEMA QUE PISOTEA

RUDAMENTE LOS DERECHOS HUMANOS BÁSICOSDE LOS MISMOS CIUDADANOS

QUE CLAMAN POR SU PROTECCIÓN.

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La única cosa que no ha sido llevada a cabo porlos líderes de la política es la legislación que hacea Nigeria un estado islámico.

Varios grupos no musulmanes continúan oponién-dose a estos temas. El Congreso Metropolitano denobles de San Mulumba, así como los compatriotasde todo el país, recientemente advirtieron al gobiernode frenar posteriores intentos de islamizar Nigeria.

Ellos alabaron al ministro de Justicia y fiscal gene-ral de la Federación, el juez Kaw Agabi, quien recien-temente declaró a los medios de prensa que la aplica-ción presente de la Sharía es ilegal, no importa elhecho de que esta declaración no efectuará cambiosen la situación. La Conferencia Episcopal Católica deNigeria reiteró en su comunicado emitido al final delencuentro de febrero de 2002: “Nosotros reafirma-mos la naturaleza secular del estado nigeriano comoestablece la Constitución de la República Federalde Nigeria. El gobierno debería iniciar una discu-sión franca en el tema Sharía, antes que continuardeseando y esperando que desaparezca”.

Esta es la opinión de un sector del país cuyo granproblema es que la mayoría de sus anteriores gober-nantes fueron musulmanes que buscaron poco espa-cio para el compromiso. Menuda sorpresa fue cuan-do el ex militar cabeza del Estado, un aspirante a lapresidencia democrática, unos pocos meses después,“advirtió” al presidente no visitar la parte norte delpaís porque había negado a alguno de ellos la oportu-nidad de implementar la ley “querida por el pueblo”.Y tan querida es la ley que los protagonistas han olvi-dado que algunas partes del norte no son sólo pobla-das por musulmanes y no musulmanes casi en igualproporción, sino que están dominadas por cristianos.El último Sir Ah-mandu Bello, después el Sardaunade Sokoto, ha expresado el deseo de “introducir elCorán en la costa de Lagos”. Esta postura falló. Aúncuando Murtala Muhammed llegó al trono vía golpe

militar en 1976, una de las primeras cosas que hizo fuecamel estado de Zamfara que fue acusado de activida-des fraudulentas, fue simplemente suspendido, mien-tras los pobres y jangebes de Zamfara y SafiraMuhammeds del estado de Sokoto -que son insignifi-cantes humanos- son muchas veces enviados a en-frentar la ira del sistema legal islámico perdiendo miem-bros en el proceso. Muchos nigerianos son de la opi-nión de que en vez de combatir el flagelo amenazantede la Sharía tramada en el gobierno federal del norte,éste debe poner en práctica sus responsabilidades. LaSuprema Corte debería interpretar lo que dice la Cons-titución sobre Sharía en su letra y los estados que yase alinearon en su implementación deberían ser con-sultados para anularla. Aquellos que parecen temera-rios, deberían ser llevados a juicio y sus prédicas de-tenidas hasta obedecer las instrucciones.Mientras tanto, los estados del sur han postulado queno se puede usar los fondos generados desde losestados contaminados de cigarrillos para proveer aestados que están haciendo nada más que colocarseen una postura más dura.En conclusión, una cosa es clara. Esto es un clamorpúblico, lo local e internacional tiene un gran rol acumplir en mitigar la herida de la aplicación de la Sharía.Safiya Mohammed, una mujer condenada a muerte poradulterio en uno de los estados del norte del país, fueposteriormente absuelta por falta de evidencias. Muchosnigerianos son de la opinión de que en este baño desangre, los legisladores de la Sharía fueron presionadospor el volumen del clamor internacional contra tal juicio.Si hay alguna ayuda que los no nigerianos puedenofrecer sobre el tema es continuar hablando contra laaplicación comprensiva de la ley Sharía, un sistemaque pisotea rudamente los derechos humanos básicosde los mismos ciudadanos que claman por suprotección.News and Views, Septiembre 2002.

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La espaciosa y sólida construccióninaugurada en marzo de 1945 por elArzobispo Manuel Arteaga resplande-cía ornada por sus luminosos vitrales,gracias al esfuerzo de la Brigada cons-tructiva y al desvelo de sus laicos, en-cabezados por el Doctor HilarioMaestre y el señor Roberto Corrales,quienes se unieron al Padre Jean PierreHenry para recibir en la puerta al pun-tual invitado, nuestro Cardenal JaimeOrtega Alamino, cuyo rostro transpa-rentaba el regocijo de todos los pre-sentes en el remozado templo.

“Estudiamos aquí hasta los 19 años–me cuentan las hermanas Rosa y AnaLacal Bermudo–. Nos emociona ycongratula mucho poder recordar hoya Sor Guadalupe, a Sor Pilar Cañizares,a Sor Francisca (Kika) a Sor LeocadiaLópez, maravillosas educadoras religio-sas que supieron impregnarnos los va-lores que han guiado nuestras vidas”.Esos fueron criterios compartidos tam-bién por las condiscípulas MartaHernández Amarall y Célida AcostaPérez, quienes agregaron la evocaciónde otras religiosas Hijas de la Caridad.

En su cálida homilía, el Cardenal Or-tega exhortó a responder a la renova-ción exterior de los templos con la re-novación interior de cada uno, “por-que las divisiones y los odios se ven-cen con el amor. La religión cristianaes la religión de la misericordia”. Yafirmó: “no debemos amurallarnos,sino invitar al otro a ser mejor. Cuan-do me preguntan cuál es el por cientode católicos en Cuba suelo responderque no contamos el número de quienes

Reapertura de la Capilla

Santa Teresa de Jesús (Truffín)

por Rogelio Fabio HURTADO*

LA LÍMPIDA MAÑANA DELdomingo 18 de agosto congregó a losfeligreses y a las antiguas alumnas delAsilo-Creche Truffín, de Marianao(128B esquina a 59), para lareinauguración de la Capilla de SantaTeresa de Jesús (Truffín).

acuden a nuestros templos, porque laCasa de Dios es de todos y está abiertapara todos los cubanos.”

A continuación refirió el caso de unacomunidad donde coincidieron recien-temente una profesora universitaria yuna estudiante que, años atrás habíasido “depurada” por aquella: “Y seperdonaron y se reconciliaron. Hemosde escoger a quienes estuvieron algu-na vez contra nosotros –significó elPurpurado. Porque Jesús viene a uniry no a dividir. Han pasado los tiemposen que la Televisión le presentaba a losniños cubanos la burda imagen deaquel Cura Olegario, grosero y odiable.Ahora vemos con satisfacción como enla reparación del Convento-Colegio delos Escolapios de Guanabacoa, se hanesmerado en restaurar la hermosa ima-gen del Sagrado Corazón que preside elpatio. Sabemos que en Cuba han existi-do fronteras, pero estas tienden a dis-minuir cada vez más”, concluyó.

Al concluir la Misa, el Padre Henrytuvo palabras de agradecimiento a lostrabajadores de la Brigada del Arzo-bispado, al ingeniero Franqui Rivero,al arquitecto Roberto Torres y al maes-

tro de obras Julio Hernández. Igual-mente agradeció al artista Ángel Bellola restauración de la imagen de Cristocrucificado, a los vecinos y al perso-nal de la colindante escuela del Minis-terio de la Industria Básica por las mo-lestias causadas.

Después, el señor Roberto Corralesexpresó en nombre de la Comunidadel sentido homenaje a Sor GuadalupeMolina y al resto de las Hermanas dela Caridad que atendieron el Colegiohasta 1961; a las Damas católicasÁurea Diez, Liduvina Quijano, AntoniaHurtado, Otilia Lloret y Georgina Pon-te, quienes se mantuvieron al frentede la Capilla durante muchos años; alos Padres Jesuitas, especialmente alPadre José Rubino, quien fue su titu-lar durante 29 años y a los sacerdotesque le sucedieron: Padre NorbertoLópez, Padre Mariano García, PadreCarlos Cabezas, Padre Vicente Abreu ya su actual sacerdote: Jean Pierre Henry.

Como colofón a tan jubilosa jornada,compartimos una frugal merienda en laexplanada delantera de la Capilla.

* Escritor. Ejerce el periodismo en diver-sas publicaciones cubanas.

Al centro, el Cardenal Jaime Ortega.Izquierda: Padre Nelson Santana, s.j. Derecha: Padre Jean-Pierre Henry.

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EN ESTA ERA POSMODERNA TODAVÍA HAYquienes insisten en un llamado global a la consecución dela tolerancia como ideal supremo para la feliz convivenciaentre los hombres, las ideologías y las naciones. La con-vocatoria, después del 11 de septiembre de 2001, ha ad-quirido un nuevo realce a partir del significado contrariodel término: la explosión del terrorismo como manifesta-ción social absolutamente intolerable nos revela el acto ola decisión de tolerar en su real escueta o, cuando más,mediana dimensión; en tiempos buenos la tolerancia debeser, únicamente, el primer llamado a la conciencia indivi-dual y colectiva para que toda persona llegue a admitir lasdiferencias que con ella tenga el prójimo, siempre y cuan-do las ideas o los actos en cuestión no sean proclives aderivar hacia la irracionalidad.

Hoy las manifestaciones calificadas de intolerables, porlo general encasilladas dentro de la esclusa asfixiante queda cabida a casi todos los ismos (el terrorismo, el fanatis-mo religioso, el totalitarismo...), se nos muestran corpó-reas y bien definidas. La tolerancia, en cambio, es unamasa amorfa representada por una palabra cuya distor-sión alcanza longitudes desmesuradas y de proyeccionesa veces un tanto demoníacas.

Aunque planteado el asunto, prefiero no obviar la direc-triz que dispone la semántica. Tolerar es “sufrir, llevar conpaciencia, permitir algo que no se tiene por lícito, sin apro-barlo expresamente, resistir, soportar”. La definición lin-güística reclama encarar una dicotomía entre el significa-do del vocablo-concepto y la naturaleza misma de la per-sona humana como lógico fin de toda gestión terrena. Si elhombre, como la más completa creación de Dios, es el finde toda obra emprendida por la propia humanidad, la tole-rancia está llamada a convertirse en un medio para llegar ala esencia misma de la persona humana. El hombre ha sidocreado por Dios –que es amor– a Su imagen y semejanza.Entonces la tolerancia, o el acto de tolerar, como el másjusto anhelo para regir el comportamiento y las buenasrelaciones entre las personas y los países, luego de uncorto inicio vivificante, comenzará primero a limitar y mástarde a reducir el caudal de amor que ha recibido el hom-bre como gracia, don de Dios.

La disposición a la tolerancia como el objetivo más altopara el crecimiento de la persona o para la plena articula-

por Emilio BARRETO

ción democrática no es equiparable, ni por asomo, a laserenidad que siembra en el hombre la vocación al respetoy al amor. Las diferencias y las disensiones (lógicas) pue-den llegar a ser toleradas con mayor o menor facilidad,pero quien solo se ha preparado para la práctica de la tole-rancia difícilmente conseguirá respetar y mucho menosamar al prójimo por encima de las divergencias. Ese es elinstante en que la tolerancia empieza a levantar el muroque obstaculiza el progreso individual y social.

Si a escala individual, familiar, o en el grupo de amista-des, la tolerancia a ultranza, sin respeto ni amor, terminapor convertirse en fenómeno involutivo, en freno para eldesarrollo de la familia o para el fluir de la relación amisto-sa, a nivel social: en la interacción entre los gobiernos, las

Un buen análisis de la ética del respeto se desbordaen la obra filosófica de Inmanuel Kant.

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figuras públicas y los diversos grupos sociales que con-forman las distintas capas poblacionarias, el procesoreductible causado por la tolerancia se hace más visible ypor ende más frustrante para cualquier persona de buenavoluntad. A nivel empresarial, social o gubernamental, latolerancia es susceptible de ser empleada, incluso, comoestrategia para demostrar pericia, sagacidad y fuerza. To-lera quien tiene más poder y espacio para la acción. Lavivencia podría ser representada de la siguiente manera: laacción de ocupar o realizar algo en un espacio restringidopor razones no precisamente sólidas o coherentes con lanaturaleza humana, sin que posteriormente el ejecutantereciba un no rotundo de parte de quien tiene a su cargo elarbitrio sobre el espacio donde se desarrolla el hecho, esun suceso delineado por dos figuras: primero la del tolera-do y después la del tolerante. El tolerado ocupa un espa-cio que, el tolerante, conocedor de sus fuerzas y sus ne-cesidades emergentes, decide no clausurar y asumir comoun dejar hacer en medio de algunas restricciones. Al final,la decisión de tolerar redundaría en beneficio del propiotolerante, quien ha conseguido renovar su imagen. Asíqueda atestiguada la ausencia de respeto y de amor, porquela tolerancia no fue practicada con respeto, sino como unatáctica de arquitectura bien acabada. La escena anteriortuerce la disposición de los elementos que la conforman:aquí lo respetado es la maniobra y no la persona públicatolerada, quien ha dejado de ser el fin de la gestión de suprójimo para convertirse en el medio hacia el fin o finali-dad que en ese caso sería la tolerancia disfrazada de trampao ardid. No siempre se siente respeto por lo que se tolera.

Cuando una persona profesa respeto reconoce al próji-mo de principio a fin y repara en él al tiempo en que lotiene en cuenta como el límite a sus propios deseos. Unbuen análisis de la ética del respeto se desborda en la obrafilosófica de Inmanuel Kant, quien pondera el trato entrelas personas. Para Kant, cuando existe respeto aflora li-bremente la voluntad amorosa de reconocer la voluntaddel otro. El respeto recíproco es lo que Kant sitúa en elterreno de la humanidad. El francés Paul Ricoeur, por otraparte, logra redondear una sublimación amorosa del res-peto: quien reconoce al prójimo respeta en éste su derechoa existir y a desempeñar plenamente cualquier labor socialque el respetado escoja. Ese testimonio de respeto deja bienestablecido que el pensamiento y el caminar del respetadopueden señalar una pauta para el comportamiento de quiencon anterioridad había profesado respeto.

El amor, finalmente, es el verdadero estado de bonanzapara la especie humana. La persona cuya conducción so-cial está signada por la capacidad para regalar amor, pro-fesa respeto en todo momento y se halla en condicionespara ejercer la tolerancia por encima de estrategias haciafines bien distantes de la verdadera naturaleza del hombre.

Hace más de diez años escribí una reseña a propósito dela obra de un notable fotógrafo cubano. Después de edita-

da la nota en una revista cultural y publicitaria del Ministe-rio de Cultura otro fotógrafo, mucho más joven que elautor objeto de análisis, me hizo saber su discrepancia conuno de mis criterios pero que, sin embargo, le encantabaverlo publicado. El encantamiento se produjo no porquese hubiese escrito sobre un artista poseedor de una obramerecedora del más enjundioso de los ensayos, sino por lanecesidad imperiosa y humana de apreciar la diferenciacomo savia nutriente de la polémica. El fotógrafo encan-tado por el enfrentamiento con opiniones diversas a la suya,más que tolerar, respetó amorosamente aquella posibilidadpara el intercambio de ideas. El encantamiento iba másallá de la mera aceptación disciplinada que exigía la cultu-ra de diálogo, concepto más cercano a la tolerancia, pues-to de moda en el extinto campo de países socialistas du-rante los últimos años del socialismo real. En Cuba, la de-finición cultura de diálogo fue más o menos llevada ytraída a principios de los noventas del recién clausuradosiglo XX en círculos y ambientes intelectuales más ligadosal periodismo de opinión y al ensayo literario. La anécdotanarrada, correspondiente a mis períodos iniciales comoredactor y reportero, ha quedado en mi memoria comouno los momentos más llamativos de mi todavía jovencarrera periodística.

En este presente convulso, marcado por la lucha contrael terrorismo como manifestación francamente repulsiva,que de pronto nos empuja a la oscuridad omnipresente dela amenaza de las guerras y los conflictos regionales, siem-pre con predisposición al estallido bélico, la tolerancia,como gestión urgente, anuncia una pérdida de tiempo irre-cuperable. Las naciones ubicadas a la cabeza del mundoharían mucho mejor si decidieran invertir gran parte desus esfuerzos en globalizar la ética del respeto. En estaépoca la pretensión más ambiciosa y visible es la de orga-nizar una vida en comunidad. En esa dirección ya se handado pasos grandes y seguros. Uno de los asideros conque cuenta la posmodernidad para el monumental empeñoes Internet. La Red de Redes es, tal vez ahora mismo, elprimer medidor de cuán ineficaz resulta ser la toleranciadesmedida y en exceso permisiva, practicada sin reparosante la ausencia de los límites insoslayables señalados porel respeto y el amor. Pero este no es un mal irremediable:se trata, ante todo, de borrar los estigmas dejados por elmito de la tolerancia flagelada, exonerada del respeto: ele-mento indivisible para calibrar bien los valores humanoshistóricamente sagrados. La primera tarea impostergableradica en no tolerar el individualismo feroz en contraparti-da con la globalización indetenible. La preocupación vo-luntaria y espontánea por la presencia del prójimo, así comopor los problemas de éste, nos catapultaría a la era de lasrelaciones de respeto por encima de la tolerancia. Llegadoese momento podremos dar un hermoso testimonio: eneste planeta toda gestión emprendida con amor tiene unsolo destinatario: el ser humano.

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EN ESTE UNIVERSO DE DIOS

El dicho popular “estoy enganchado alos dulces”, no es sólo una disculpaamable esgrimida por ciertas personasdemasiado glotonas. Psicólogos de laPrinceton University piensan que podríaefectivamente existir algún tipo de“adicción”, semejante a la que implica ladependencia respecto a las drogas.

El azúcar, según estos psicólogos,provoca la producción de opioides na-turales del cerebro, el cual desarrollaráuna adicción frente a éstos, como si fue-ran morfina o heroína. Las drogas tie-nen un mayor efecto, pero el procesoes básicamente el mismo. Es muy difí-cil tratar adicciones, expresan los espe-cialista, pero saber que se deben más aun desorden cerebral que a una falta devoluntad puede ayudar a quienes las su-fren. Este concepto podrá aplicarse tam-bién a las personas que comen de for-ma compulsiva. Científicos delBrookhaven National Laboratory handescubierto que oler comida, o su meradegustación, puede producir un incre-mento en el cerebro de una sustanciaquímica llamada dopamina, unneurotransmisor asociado con la sensa-ción del placer. La activación de los cir-cuitos de motivación estimulados porla dopamina guardan relación con lo queexperimentan las personas con poseenadicción a las drogas.

La Copa Mundial de Fútbol no es laúnica competencia sobre este deporte quese ha celebrado este año en Japón. LaRoboCup, un concurso internacional detecnología de inteligencia artificial y ro-bótica se llevó a cabo en Fukuoka entrelos días 19 y 25 de junio, teniendo como

Una sustancia producida por los tomates consigue repeler a los mosquitos yotros insectos de forma natural, incluso de forma más efectiva y segura quelos repelentes contra insectos más comercializados. Michael Roe, de la Caro-lina State University, cree que la nueva sustancia obtenida de los apetitosostomates podrá producirse de forma competitiva.

Bautizada como IBI-246, ella repele los insectos de una forma efectiva (algoque fue descubierto por accidente), y de manera un tanto más segura. Roe ysus colegas estudiaron el compuesto que forma parte de las defensas naturalesdel tomate contra la acción de los insectos, para ver si podía utilizarse con elobjetivo de controlar los gusanos que se los comen. Después descubrieron quees un magnífico repelente contra los mosquitos y otros insectos. Curiosamen-te, el compuesto ya se usa para fabricar cosméticos, de manera que su toxici-dad ya ha sido estudiada. Esto facilitará su comercialización y posterior pro-ducción de forma más rápida. Entretanto, a cubrirse con tomates.

protagonistas a numerosos robots quecompitieron en varios partidos de “fút-bol” para demostrar sus capacidades.

Naturalmente, la RoboCup no es sólopura diversión. Estos robots no sólo pro-ducen goles capaces de producir envi-dia al propio Ronaldo, sino que la tecno-logía desarrollada para hacer que unasmáquinas jueguen al fútbol también puedeusarse para crear una flota de robots au-tónomos que sean capaces de buscarsupervivientes en lugares donde se haproducido un desastre, para que actúencomo guardias de seguridad o para fun-cionar en situaciones demasiado arries-gadas para los humanos (limpieza de de-sechos radiactivos, zonas peligrosas...).

MUNDIAL DE FÚTBOL ROBÓTICO

TOMATES CONTRA LOS MOSQUITOS¿GULA O ADICCIÓN?

a cargo de Nelson Orlando CRESPO ROQUEilustración: Joel SERRANO ROJAS

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Cada huevo de Avestruz pesaaproximadamente 1,4 kg y tiene unacapacidad de cerca de 1,4 litros.

Un asteroide de unos 800 metros dediámetro (ocho cuadras) se pudo ver elpasado 18 de agosto muy cerca de la Tie-rra. Nuestro llamativo visitante pasó a unadistancia 1,3 veces la que nos separa dela Luna. “Eventos como éste ocurrencada 50 años, más o menos”, comenta-ba Don Yeomans, director del Programade la NASA de Objetos Cercanos a laTierra. “La última vez (que nosotros se-pamos) fue el 31 de agosto de 1925, cuan-do otro asteroide del mismo tamaño pasójusto por fuera de la órbita de la Luna”.

Un grupo de observadores, dirigido porMike Nolan en el gran radiotelescopio deArecibo, Puerto Rico, disparó ondas deradio contra él a medida que se aproxi-maba a la Tierra. Los datos obtenidos deestas ondas permitirán realizar mapastridimensionales de los asteroides, loscuales han sorprendido en varias ocasio-nes a los astrónomos por sus exóticasgeometrías. Algunos resultan ser siste-mas binarios (una roca espacial orbitandoalrededor de otra) e incluso uno que pa-rece un hueso de perro. “No olvidemos,añade Yeomans, que la mayoría de losasteroides no presentan peligro alguno parala Tierra. Pero sí contienen metales va-liosos, minerales y hasta agua que quizáspodríamos utilizar en el futuro. Cuandoasteroides como éste se acercan a la Tie-rra, pero no demasiado, se tiene fácil ac-ceso a ellos, lo cual nos permite estudiar-los y, quizás algún día, visitarlos”.

VISITANTE ROCOSO

El Amazonas descarga almar entre 34 y 121 millonesde litros de agua por segun-do y deposita, diariamente,unos tres millones de tonela-das de sedimentos cerca desu desembocadura.

Una reciente investigaciónsugiere que ciertos tipos de cafépueden ser útiles para prevenirla actividad de los mi-croorganismos que causan lascaries en los dientes.

CAFÉCONTRA LAS CARIES

COLOSAL TORRENTE

HUEVO VOLUMINOSO

· 1,120 millones de toneladas es el peso del agua de los océanos quecada año rompe en las costas.

· 5,972 trillones de toneladas es lo que, según los científicos de laUniversidad de Washington, pesa nuestro planeta.

· 600.000 toneladas de petróleo se ahorran cada día por el uso deenergía generada por centrales hidroeléctricas.

· 30.000 kg de desperdicios han dejado los escaladores en sus expe-diciones al Everest.

· 2 kg es el peso de las bacterias que viven en nuestro cuerpo.

SI DE PESOS SE TRATA:

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C U LTURA Y A R T E

LUEGO DE TRECE AÑOS SIN DIRIGIR –SI DESCONTAMOS CERRADO PORreforma, película que fue brusca e inexplicablemente truncada a mediadosde los 90s.–, Orlando Rojas vuelve a situarse tras las cámaras para realizarla coproducción cubano-española Las noches de Constantinopla, estrena-da a mediados del presente año en nuestros cines, y ahora presente en variosfestivales internacionales.

por Arístides O’FARRILL*

Rojas, quien inauguró una nuevaera en el cine cubano con Papelessecundarios –al punto en que sepuede afirmar (al margen del tiem-po, que ha conseguido hacer mellaen esa obra)– que mar-có un antes y un des-pués en la cinematogra-fía cubana en lo que ala captación de la reali-dad se refiere.

Las noches..., al igualque Papeles..., se ubi-ca en un espacio único,cer rado, s ímbolo depersonajes asfixiados yreprimidos, que remitea Los sobrevivientes, deTomás Gutiérrez Alea,al extremo de que casiparece un remake o, almenos, una puesta aldía de aquella cinta, hoydevenida en clásico.

El entramado argu-mental de Las noches...es muy sugerente: lacaída en coma de unamatriarcal y t iránica

señorona (Verónica Lynn), des-ata las constreñidas ansias de li-bertad de quienes la rodean. Aho-ra bien, el desarrollo que le daRojas a esta idea choca con nu-

merosas piedras en su camino,por ejemplo, insiste en demasía enel homenaje-parodia al cine musi-cal, lo cual diluye la prometedorapremisa. Igual recurre (una vez

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más en el cine cubano) al chistefácil y al esperpento tipo Almodóvar,lo cual, lejos de ayudar a la puesta,la tornan reiterativa, densa, por loque hace añorar las agudezas poéti-cas de Papeles... Por otra parte (con-cesiones de las coproducciones), lainclusión de los españoles Francis-co Rabal y su nieto, Liberto Rabal,no puede ser peor. El primero, re-cientemente fallecido, incorpora a unpersonaje completamente prescindi-ble, tal es así que desaparece sin nin-guna explicación, para luego apare-cer en una secuencia importante peroforzada, aumentando la confusióndel espectador, ya de por sí confun-dido ante las continuas idas y veni-das de los personajes aderezadas porlos ya mencionados números musi-cales, mientras el segundo prácti-camente no actúa. En este sentido,se lleva las palmas el debutante encine Vladimir Villar, quien se des-dobla con increíble facilidad, aun-que es excesivo su afán narcisista-exhibicionista.

Tampoco son orgánicos, ni se jus-tifican en la trama, los guiñoscinéfilos a Algunos prefieren que-marse o a The Cring Game, llegan-do a la popular telenovela Sol debatey, con la Lynn haciendo un fac-símil satírico de aquel famoso per-sonaje que compuso. Aunque eneste sentido hay que destacar quesí funciona el juego intertextual conla cinta Mamá cumple cien años,película con la cual Las noches...,tiene más de un punto de contacto,por ejemplo: los personajes que semuestran muy inseguros de haceruso de su estrenada libertad, coque-teando o sintiendo nostalgia por elAnciem Regime.

Parece que han pesado fuertementelos trece años sin filmar en la carre-ra de Rojas. Sin embargo, hay unascuantas virtudes temáticas que re-saltar en este fallido filme, en parti-cular su énfasis en la necesidad dela libertad, de vivir sin máscaras, sindobleces, aquí radica su mayor lo-gro. Puede ser una cinta fallida, pero

no desdeñable, pues los personajesson seres que viven trasvertidos,ocultando su verdadero rostro, y nome refiero a los bailarines travestís,que funcionan cual metáfora delmetarrelato principal, sino a los querodean a la dictatorial señora; así sunieto, el personaje de Liberto Rabal,supuestamente le escribe loas, cuan-do en realidad lo que le interesa esel erotismo; su hija y sobrina (MaríaIsabel Díaz y Verónica López), porotra parte, acusan una marcada re-presión sexual, mientras que la in-trusa en el caserón (Zulema Clares),vive al lado de un diplomático al queno ama, solo buscando visa para unsueño (como tantas). En fin, sonpersonas carcomidas por el miedo,que viven en la doblez moral, es-condiendo sus verdaderos senti-mientos, y poco a poco van dejan-do de fingir hasta llegar a ser ellosmismos, sin máscaras.

Hay también una serie desimbolismos muy bien logrados: lasalusiones críticas al mercadeo conel patrimonio nacional, las noticiasque emite Radio Exterior de Espa-ña nunca llegan a oírse completas,aludiendo a las dificultades de in-formación que padecemos.

En esta metáfora sobre la necesi-dad de la libertad su eje central partede uno de los grandes tabúes de todasociedad cerrada: el sexo, insinuan-do que éste es sinónimo de desequi-librio, de desorden y por tanto, unade las puntas de lanza de la quebra-dura de un establishment atascado,pero en esto hay algo torcidoéticamente, pues el personaje prin-cipal desencadenante de todo el con-flicto gana un concurso de porno-grafía, otorgado por una fundaciónque se dedica a comercializar estenegocio en Internet. Con esto sugie-re una tesis irresponsable: el tránsitohacia la libertad pasa por el desen-freno sexual. A pesar de esto hay otralectura que prefiero: la de los jóve-nes como motor impulsor de lasnecesarias transformaciones quecualquier sociedad o grupo humano

necesita. Si en Papeles..., eran losúnicos que quedaban a salvo de lasmiserias y mezquindades humanas,aquí son ellos lo que comienzan lapequeña revolución que da al trastecon el matriarcado de la abuela, ha-ciéndole ver que el supuesto cariñoque le profesan está basado en el te-mor y en la simulación más que enun verdadero afecto pues, en defini-tiva, esta les hace hasta sufrir dehambre en aras de salvar un patri-monio que ella misma hace muchotiempo profanó, dando paso a la se-cuencia final donde los personajesdan rienda suelta a una sana alegría,dejando caer sus máscaras al ritmode La engañadora y rompiendo conun pasado que les aprisiona y no lesdeja mirar el porvenir.

Noches..., no representa una no-vedad para el cine cubano, ni tienegrandes méritos artísticos, ni cier-tamente abre caminos para nuestracinematografía, pero sí queda comouna obra interesante, que tiene mássustrato en su trasfondo de lo que asimple vista parece.

* Miembro del Consejo de Redac-ción de la revista Ecos, de SIGNIS.

FICHA TÉCNICALas noches de Constantinopla/Cuba-España/2001/c-114’/ D:Orlando Rojas/ G: Manuel A.Rodríguez, Orlando Rojas/ F:Ángel Alderete/ E: LinaBaniela/ M: Pavel Urkiza/ I:Liberto Rabal, Verónica Lynn,Francisco Rabal, María IsabelDíaz Lago, Zulema Clares,Vladimir Villar.

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A POSTILLAS

ALGUNAS CONSIDERACIONES PREVIASNo me refiero solamente al presente, ni a un solo País.

Tampoco me refiero a las reservas dictadas por la caridadfraterna en cuanto al decir o hacer la verdad íntegra. Poramor, en ocasiones, la verdad se debe silenciar o diferir yesto siempre debe ser consecuencia de un discernimientoético, que no menoscaba el aprecio a la verdad, pero man-tiene su integridad al amparo de la caridad, del amor fra-terno. A lo que me refiero precisamente: -1) a la escasavigencia del aprecio a la verdad, al poco cuidado por man-tener el imperio de la verdad en la conciencia humana, quese debe esforzar por pensar la verdad para que la personaportadora de tal conciencia pueda decir la verdad; -2) a laligereza con la que se da cabida a la mentira en el pensar,en el decir, en el hacer y en el vivir. Mentir es contradecirin radice el imperio de la verdad integral.

En este texto, sin la pretensión de ser exhaustivo, tendréen cuenta el choteo irresponsable, que es una forma dementira, la mentira propiamente dicha y los silencios o

por Monseñor Carlos ManuelDE CÉSPEDES GARCÍA-MENOCAL

dilaciones o manifestación progresiva de la verdad integralpor medio de verdades parciales, lo cual puede ser no so-lamente lícito, en el ámbito de la ética de la verdad, sinoque puede llegar a ser aconsejado por la más genuina cari-dad. Con este texto lo que deseo es compartir parte de mipreocupación por la ausencia de verdad que me parececonstatar en la mayor parte de los hombres y mujeres deeste mundo en el que nos ha tocado vivir y, consecuente-mente, del que somos responsables, que no incluye sola-mente a nuestro País, pero que tampoco lo excluye.

Nadie puede decir de su País que es el mejor en materiade ética en el ámbito de la verdad y de la mentira, ni encuestiones de actitud ante la vida, pero tampoco nadie puededecir que su País es el peor en este ámbito. La ética y laactitud ante la vida, armados por la verdad que es propiade cada situación, no puede ser medida con termómetro ocintas métricas. Se pueden medir el número de habitantes,la extensión, el ingreso per capita, etc., pero no la bondad,los niveles del amor genuino entre los ciudadanos, el al-

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truismo, el compromiso con la verdad, etc. Hay índicesque nos permiten intuir algunas cosas, pero medir... ¡im-posible! ¡Y éstos valores son la realidad que más deberíacontar para calibrar la calidad de un pueblo, no la cantidadde riqueza acumulada o la modernización de sus servicioso la eficacia de sus armamentos!

En Cuba, padecemos una pandemia grave y antigua: elchoteo o relajo criollo o falta de seriedad ante las cosasserias. Y esta es una de las aristas de la carencia de verdado de la mentira del ser y del existir, del pensar, del decir ydel hacer. Aunque al menos tenemos el pudor que, al pare-cer, no tuvieron ni Joseph Goebbels, ni Winston Churchill.Al primero, responsable de la propaganda del Tercer Reich–gobierno de Hitler–, se le atribuye la frase: “Una mentirarepetida muchas veces llega a convertirse en verdad”. Alsegundo, Primer Ministro de la Gran Bretaña durante laSegunda Guerra Mundial, la siguiente: “Una guerra victo-riosa debe ser edificada sobre muchas buenas mentiras”.No sé si habremos tenido cubanos tan “mentirosos”; pro-bablemente sí, pero al menos no han alardeado de tal con-dición, como estos dos hombres tan distintos parecen ha-cerlo con esas frases... si es que de veras las dijeron yantes las pensaron y sopesaron!

Hasta donde me llega la mirada por lecturas y estudiosde Historia, en Cuba y en el resto del Mundo, la presenciade la verdad integral ha sido, casi siempre, escasa y una uotra de las diversas formas de mentira han sido permiti-das, cuando no promocionadas, a título de una visión erró-nea de la tolerancia y de la convivencia, o de la sagacidady la astucia. No ha faltado el título justificativo aportadopor una ideología o filosofía social que ha amparado ladistorsión o negación del compromiso irrenunciable conla verdad, desde el punto de vista de la eficacia o de lasnecesidades existenciales inevitables, despojando así elcompromiso con la verdad de su fundamentaciónontológica, para entregarnos una caricatura de verdad bajoel antifaz de la “funcionalidad de la verdad”.

¿EN DÓNDE ESTÁ LA MENTIRAY EN DÓNDE LA VERDAD?

Entonces, ¿qué entendemos por verdad integral, la quese debe promover, y cuáles son las diversas formas de lamentira, de la que nos deberíamos apartar?

La acepción más cotidiana de “mentira” y, probablemente,la que nos viene a la mente cuando se suscita el tema, es larelacionada con el verbo “decir”. “Decir mentiras” equi-vale a afirmar con palabras lo que sabemos que no es cier-to. Por ejemplo: -) el niño que le dice a sus padres que haido a la escuela y en realidad se ha quedado en la calle o enun parque jugando con los amigos y procede así para evi-tar una reprimenda; -) el cónyuge que asegura al otro cón-yuge que lo ama y que siempre le ha sido fiel y, en reali-dad, no lo soporta y no sale de los brazos de amantes y decorrer aventuras amorosas o simplemente sensuales (que

no es exactamente lo mismo); -) el empleado que afirma asu jefe que ha cumplido con tal encomienda que, en ver-dad, no ha realizado; -) el dirigente político que reitera a supueblo que las cosas en el país o en la situación interna-cional llevan tal camino y sabe que no es así; -)el súbditoque en un país con alguna forma de gobierno autoritario ymás o menos explícitamente represivo, afirma aprobar loque condena y condenar lo que aprueba. Y así, en las di-versas esferas de la existencia, podríamos encontrar nu-merosos ejemplos de “mentiras dichas”. Lógicamente,cuando se dicen mentiras de manera habitual, es porqueen el mundo interior ya se ha dado cabida a esa posibili-dad, la de pensar y hablar mentirosamente, con todo loque esto significa en el ámbito de la ética.

Existen sin embargo, otras formas de mentir, sin decirmentiras. Vayan algunos ejemplos de personas que “mien-ten sin decir mentiras”: -) miente a sí misma la personaque da cabida en su interior, sin discernimiento crítico, acualquier opinión o teoría con aspecto de conveniencia o ala posibilidad de vivir en la mentira o de decir mentiras porcualquier situación existencial en la que entienda que estole conviene; es el pensar la mentira, no pensar la verdad,antecedente del “decir mentiras” al que me he referido alfinal del párrafo anterior, y antecedente también del “hacermentiras”, del “vivir en la mentira”; -) miente el niño o eljoven estudiante que comete fraude en los exámenes; -) mientequien, sin mediar un afecto real o una aprobación de sugestión, en las relaciones con “el jefe”, no se limita a lacorrección debida, propia de la buena educación, sino queextralimita la obsequiosidad y la sonrisa fingidas, con vis-tas a asegurar su posición o a escalar una posición supe-rior; es la típica actitud del adulador; adular y simular sonformas de mentir; -) miente quien teniendo amplias posibi-lidades económicas vive como si fuera pobre y hasta cul-tiva formas externas de pobreza para inspirar la admira-ción que suscita la austeridad y para evitar que los necesi-tados lo molesten con peticiones; -) miente quien, por con-trario, careciendo de una situación económica satisfacto-ria, aparenta externamente tenerla, sacrificando necesida-des sustanciales que no se perciben, para proyectar unstatus social prominente; -) miente quien no pierde oca-sión de decir “verdades negativas” o “chismes” a oídosque se complacen en ello, para ganar fama de bien entera-dos o, peor aún, cuando se trata de los oídos de un supe-rior y los “chismes” tienen que ver con lo que hacen odicen de él los súbditos a sus espaldas, y quien pronuncialos chismes lo hace para conquistar ante dicho superior elhalo de que lo protege, de que él no es como los otros, deque él lo estima, etc.; es el sutil adulador que se instala enla mentira existencial, no porque diga mentiras, suponien-do que los chismes sean ciertos, sino porque no le trasmi-te al superior esos chismes por cariño, sino por ciertointerés personal y actúa por dicha motivación, sin dete-nerse ante el daño ajeno; eso es, de nuevo, adular, con el

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agravante de que se está haciendo daño a la fama de otraspersonas, eso es “actuar mentirosamente”; -) miente quienva al templo con frecuencia y hasta se acerca a los sa-cramentos y realiza actividades caritativas y apostóli-cas en su parroquia, no como exigencia de la Fe, sinocomo búsqueda de una fachada de respetabilidad que,por circunstancias plurales, puede ser conveniente se-gún su juicio. Y así, como en el caso anterior, podría-mos encontrar también otros ejemplos, numerosos, dementiras no dichas, sino pensadas primero y hechas ovividas después. Hacer cosas falsas o instalarse en unasituación falsa de cualquier tipo, es mentir aunque nose mienta con los labios.

Evidentemente, hay grados tanto en las mentiras pensa-das, como en las dichas y en las hechas o existenciales. Osea, hay mentiras más graves que otras, aunque las menosgraves no dejan de ser mentiras y, en principio, no se de-ben ni pensar, ni pronunciar, ni vivir. Quien se sienta com-prometido con una ética de inspiración cristiana o, simple-mente, con los valores humanos mínimos para salvaguar-dar y desarrollar la convivencia humana, debería aborre-cer toda forma de mentira, ya que toda forma de mentira,en principio, es tanto una falta de justicia para con losdemás, que tienen el derecho a la verdad de nuestro pen-samiento, de nuestra palabra, de nuestra acción y de nues-tra vida; cuanto una falta de caridad evangélica fraterna,en sí misma y en sus consecuencias en las relaciones hu-manas, pues no hay amor verdadero, sino caricatura deamor, cuando lo que llamamos amor se sustenta y senutre de realidades falsas: o porque son falsas en sí, oporque resultan serlo en sus motivaciones. Y toda per-sona de buena voluntad es identificable precisamenteporque con su pensamiento, su palabra, su acción y sutalante vital contribuye a crear comunidad humana; afortiori quien se considere cristiano y, por lo tanto, debeasumir que el amor fraterno universal es la suprema leyen las relaciones humanas, es la VERDAD de las rela-ciones humanas.

Ahora bien, una cosa es no pensar mentiras, no hacerlasy no vivir en ellas, y otra es pensar la verdad integral, perono decirla o no hacerla o no vivirla en situaciones concre-tas. Puede darse el caso de que en algunas circunstancias

resulte absolutamente imposible “hacer la verdad”. Puedetambién acaecer que, para alguna persona determinada opara un grupo o para toda una comunidad humana, la evi-dencia de la verdad íntegra sería más dañina que el silen-cio discreto, cuando éste es posible, o las verdades par-ciales que progresivamente podrían llegar a la verdad to-tal. En esas situaciones, que puedan llegar a ser extremas,la mentira no debería ser una opción, pero sí lo pueden serel silencio o esa parcela de verdad en la que no mentimos,pero tampoco arrojamos la verdad íntegra como quienarroja un dardo o hasta un cohete, sin medir las conse-cuencias de esta actitud que, entonces, dejaría de ser en-comiable para convertirse en imprudente.

Por muy diversas razones, no toda persona es capaz deacoger la verdad integral y eso hay que tenerlo siempre encuenta en las relaciones humanas. Por ejemplo, a una per-sona alcoholizada o a una persona transitoria operennemente desajustada, cuyas reacciones violentas seconocen, y que tiene armas en la mano o con poder dispo-nible o en la posibilidad de realizar una amenaza contra unapersona o un grupo, no se le debe decir la verdad quesabemos que exacerbaría su ánimo y lo llevaría a cometertoda suerte de dislates. Lo prudente, lo que se imponeéticamente en tales casos, es el acercamiento a la persona“peligrosa” por otros caminos asequibles, que no jueguencon la verdad, ni se sirvan de la mentira, sino que se haganverdad a base de los silencios y de las medias verdadesoportunas y progresivas. Hace años leí un ensayo sobreeste tema concreto –quisiera recordar el nombre del au-tor–, elaborado a partir de testimonios de personas quevivieron en el entorno de Lenin, de Stalin, de Hitler y deMussolini, hombres desajustados, con mucho poder ycapaces de hacer daño. ¡Cuántas piruetas tuvieron quedanzar algunas personas de su entorno, que tenían unacierta sensibilidad en su conciencia y a los que no resulta-ba posible salirse en el momento de ese entorno para evitarlos males mayores que se habrían derivado de haberlesdado a conocer a los “poderosos desajustados” toda laverdad en relación con alguna persona o alguna situación!

¡Hay tantas situaciones existenciales que nos obligan enconciencia a esta gradualidad en la entrega de la verdad! Quiense esfuerza por evangelizar, no debería dejar de tener en cuenta

EN CUBA, PADECEMOS UNA PANDEMIA GRAVE Y ANTIGUA:EL CHOTEO O RELAJO CRIOLLO O FALTA DE SERIEDAD

ANTE LAS COSAS SERIAS.Y ESTA ES UNA DE LAS ARISTAS

DE LA CARENCIA DE VERDAD O DE LA MENTIRADEL SER Y DEL EXISTIR, DEL PENSAR, DEL DECIR Y DEL HACER

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esta gradualidad como la tuvo Dios en la revelación a Is-rael y como la tuvo Jesús, que en los inicios de Su vidapública imponía frecuentemente la discreción a los queeran testigos de milagros o a los que llegaban a la confe-sión de Su condición mesiánica; actitud que en los estu-dios bíblicos calificamos como “secreto mesiánico”, pre-sente en todos los evangelios sinópticos, que el evangelis-ta Marcos subraya de manera más evidente.

Imposible recorrer en este espacio, casuísticamente,todas las posibilidades, en las que la gradualidad es la op-ción más evangélica y no por eso dejamos de honrar laverdad. Recuerdo variadas situaciones, ajenas al ámbitodel poder político en manos de desajustados –como era elcaso en uno de los párrafos anteriores–, en las que me hevisto involucrado como sacerdote. Hace muchos años, unhombre, creyente en Dios pero no cristiano de firmes con-vicciones, había expresado en muchas ocasiones que sesuicidaría si le diagnosticaban cáncer irremediable. Estehombre enfermó y la esposa, que sí era creyente, fue laque recibió el diagnóstico del médico: cáncer irreversible,no operable. Se debatía entre el deber de no engañar a suesposo y el deber de evitar el suicidio y ayudarlo a bienmorir, con la aceptación de su muerte en esa forma. Evi-dentemente, esta segunda opción exigía no espetarle laverdad en un santiamén, para lo que él no estaba prepara-do, sino dosificar la entrega no con mentiras, sino a basede silencios sobre los resultados de exámenes médicos nocomunicados de inmediato, sino paulatinamente, a base demedias verdades. Exigía también que, mientras tanto, sedebía tratar de ir disponiendo el ánimo del esposo enfer-mo, sin mentirle... Lo cual lograron entre ella y el sacerdo-te amigo y el hombre murió con fortaleza y gran sereni-dad. Habría tantas otras...

No son las atemperaciones por las razones de la genero-sidad, del amor genuino, las situaciones que menoscabanel imperio de la verdad, y acrecientan el de la mentira, sinoprecisamente lo contrario: el imperio de la verdad quedailuminado por la luz cimera de la comprensión del “otro”,del altruismo, del amor y de la misericordia. Son loscondicionamientos históricos y educacionales, por unaparte, y la falta de seriedad responsable, el miedo, el opor-tunismo, el egoísmo y todos los parientes de estas actitu-des, por otra, los que oscurecen el imperio de la verdadintegral para entronizar la mentira en el pensar, el decir, elhacer y el vivir. Y debido a nuestras limitaciones y peca-dos, en esa especie de infierno absurdo, todos podemosser tanto víctimas, como victimarios, más o menos cons-cientes y responsables.

CONDICIONAMIENTOSEN LA ACOGIDA A LA VERDAD

Y es que en la reflexión sobre el tema de la escasa pre-sencia de la verdad en la existencia humana, no podemoseludir otras consideraciones. En primer lugar, que ningún

fenómeno social, y éste sería uno y de muy graves conse-cuencias, nada sucede por generación espontánea. Porejemplo, si a un pueblo –y ahora sí me refiero al nuestro–se le puede señalar como mayor enfermedad la presenciaindiscriminada del anteriormente mencionado “choteo” o“relajo criollo” –recordemos el ensayo de Jorge Mañach,Indagación del choteo–, alguna razón habrá. Algunosanalistas buscarán las causas en los genes y nos diránque nuestro mestizaje, es decir, la combinación de di-versos genes hispanos con los diversos genes africa-nos han dado como resultado este talante de “tirarlotodo a choteo o relajo”, tanto lo que es superficial ypuede ser abordado de esa forma, como las realidadesserias que exigen otro acercamiento, pues lo que es se-rio, con seriedad debe tratarse.

Yo no me conformo con este tipo de explicación de ín-dole meramente genética, que puede llegar a ser un pocofatalista, excluyente de la libertad responsable y, en últimotérmino, es una explicación racista. Prefiero que tales in-dagaciones genéticas vayan acompañadas por la reflexióncrítica acerca de la historia del País y de la educación enlos valores y contravalores que se han promovido a travésde los siglos. Por el lado de la historia, aunque no todo hasido negativo han abundado los hombres y mujeres de luzy las situaciones luminosas –estimo que las opresiones co-loniales y el régimen esclavista del siglo XIX y las dictadu-ras y corrupciones del siglo XX no han dejado de imprimirhuellas en todos los componentes del “ser cubano”. Por ellado de la educación, por todos los medios por los queesta se transmite habitualmente, se puede afirmar, asimis-mo, que no todo ha sido negativo pues, en lo que a ins-trucción se refiere (que es uno de los componentes de laeducación), los planes oficiales de educación republicana

DEJEMOS EL CHOTEOPARA LO QUE CHOTEO MERECEY LA MÁSCARA O EL ANTIFAZ

PARA LOS CARNAVALES(¡QUE NO DUREN MUCHO, POR FAVOR,

Y QUE DE VERAS SEAN FIESTAY EXPANSIÓN QUE AYUDEN A CRECER,

NO A DETERIORO!),NO PARA LA VIDA COTIDIANA,

QUE ES ALGO MUY SERIOY CON SERIEDAD DEBE SER ASUMIDA

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han logrado niveles altos para la media latinoamericana,pero en cuanto a la formación humanista, como conse-cuencia –entre otras causas– de las diversas maneras deentender el conocimiento y el laicismo (a la española, a lanorteamericana o a la soviética, en etapas superpuestas nonecesariamente sucesivas), dichos planes han sido todos,a mi entender, insuficientes y hasta errados, debido a sunaturaleza eminentemente positivista y cientificista, exclu-yente de la fundamentación metafísica razonable y, afortiori, de la fundamentación religiosa, “sobrenatural” dela existencia y de sus valores personales y comunitarios.

Pienso en las cuestiones relacionadas con la compren-sión de la naturaleza humana en todas sus dimensiones,con el sentido mismo de la vida, con la cultura, con lareligión, con la vida familiar y profesional, con la política,con la economía, etc. Y como todo, hasta las mejores“ideas”, puede ser ahogado en choteo o relajo, debido a lacarencia cimentadora que padecemos, sea como conse-cuencia de los genes, sea por causas histórico-sociales yeducacionales, sea por la suma de todos los factores, todopuede quedar excluido del ámbito de su propia verdad yentrar en el de la chabacanería, la superficialidad, la frivo-lidad, la simulación y la mentira integral, en el ser y en elhacer. Se pierden la orientación y la jerarquización de lasrealidades, a veces como escapatoria consciente o incons-ciente de una realidad ingrata, o como mecanismo de de-fensa ante la libertad responsable conculcada, o como ci-nismo –defensivo también– ante las frustraciones socio-políticas o de cualquier índole, que demasiado frecuente-mente han acompañado al cubano a lo largo de su historia.

Los hombres y mujeres de Iglesia, aunque en prin-cipio afirmemos la necesidad de la metafísica y pro-fesemos un credo religioso que debería articulararmónicamente y cimentar toda la existencia, no es-tamos inmunizados contra esa pandemia del choteo orelajo y de la relativización de la verdad propia decada realidad, a favor de la nebulosa de una mentiraen el pensar, en el decir, en el hacer y en el ser oexistir. Y la falta de seriedad se proyecta entoncessobre la existencia cristiana y la tarea evangelizadorade la Iglesia. Y estas se cuentan entre las mayores“mentiras” en las que nos podemos ver enredados,casi sin darnos cuenta de ello.

ALGUNAS REFLEXIONES CONCLUSIVASNo tenemos la exclusiva de este virus. No la tiene el País

y no la tiene la época. Lamentablemente, esta vida en laoquedad o la intemperie, como la califica nuestro CintioVitier en Lo cubano en la poesía, es compartida geográfi-ca, política e históricamente. Subrayo ahora lo de “políti-camente” porque no debe faltar algún ingenuo que atribu-ya ese tipo de males al estilo de la sociedad que vivimosactualmente en Cuba. Cada etapa de nuestra historia hapuesto algo de lo suyo, de lo bueno y de lo malo, y los

últimos cuarenta años, sellados por el socialismo de inspi-ración marxista, no son excepción. De otras cuestiones,no escribo en este momento, pero de ésta, o sea, de laescasa presencia de verdad y de seriedad o responsabili-dad en la existencia del cubano medio, la historia comien-za desde antes de la Revolución e inclusive desde muchoantes de la Primera República (1902). Mañach escribió suensayo cuando no se veía el socialismo en el horizontecubano; otro tanto podríamos afirmar de Lo cubano en lapoesía, de Cintio Vitier y de los múltiples ensayos deDon Fernando Ortiz en los que, por una u otra esquina,aparece nuestro fenómeno. Amén de que bastaría conleer a los propios cubanos del siglo XIX que se ocuparonde este asunto, como los sacerdotes José Agustín Ca-ballero y Félix Varela y los laicos José de la Luz y Caba-llero y José Antonio Saco, sin ignorar las observacio-nes de algunos extranjeros que nos visitaron en aquelmismo siglo y –¿por qué no?– que nos han visitado ohan vivido entre nosotros en el siglo XX.

La constatación es preocupante, pero no debería serparalizante sino estimulante de todo lo bueno que hay ennosotros, de nuestra capacidad de recuperación y de lassemillas fecundas que, en mayor o menor grado degerminación, están sembradas en nuestro pueblo. El estí-mulo de la semilla nos debería proyectar un poco máshacia el futuro, es decir, avivar en nosotros la nostalgiade futuridad, no la nostalgia de efemérides, que no hayque olvidar, pero no deberíamos concentrarnos en ellas ydesgastar en ellas nuestros esfuerzos, como si de las efe-mérides dependiera la solución de la pandemia del choteoy de los demás problemas existenciales que en mayor omenor grado nos aquejan. Me parece que la sanación denuestra cultura nacional en todas sus dimensiones y lasuperación del choteo o relajo que le impide crecer másallá de los crecimientos en instrucción, nos está pidiendola aceptación de la realidad tal cual es, con humildad, sinarrogancia hueca, pero no para quedarnos en ella, pobre yenferma como está, sino para servirnos de ella como tram-polín o rampa de lanzamiento.

No soy competente para hacer una lista de medicamen-tos y, por supuesto, no creo que éstos puedan venir pordonación; tienen que ser de producción nacional y su ela-boración requiere diálogo amplio, no marcado porexclusivismos ni apriorismos; debe ser ecuménico y na-cional y debería conducir, no a prisas e inmediateces, sinoa reflexión y a la interiorización de esos verdaderos reme-dios que, estoy seguro, existen. Dejemos el choteo para loque choteo merece y la máscara o el antifaz para los car-navales (¡que no duren mucho, por favor, y que de verassean fiesta y expansión que ayuden a crecer, no a deterio-ro!), no para la vida cotidiana, que es algo muy serio ycon seriedad debe ser asumida.

La Habana, 9 de agosto de 2002.