música para feos - leer libros...

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Índice

PortadaDedicatòriaElencuentro

CitaEraunviernes...Paséelfindesemana...Peseamiconvencimiento...Yamehabíapuestodosveces...Hereservadounhotel...Lafelicidad...Porquéhasescogido...

LaseparaciónCitaNotomóelavión...Conocíalacanción...Abrilsueleserunmes...Heestadopensando...Otrosábado...Cuatrodemayo...Quincedemayo...Unodejunio...Justodespués...Nosécómopuedotransmitir...

EladiósCitaSegúnmecontaron...AlamadredeRamón...Cuandoagotélosdías...Hanpasadoyanuevemeses...

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Paralasmujeresdemifamilia,dequienestantoheaprendido

Yenespecial,paramitíaAna,inmemoriam

Elencuentro

Weareugly,butwehavethemusic.[1]

LEONARDCOHEN,ChelseaHotel#2

Era un viernes por la noche, o lo que es lo mismo, el momento mástemidoporunamujercomoyo:joven,peroyanotantocomoparatenerelalmaylapiellibresderasguños,yconalgúnrecorridoalasespaldas,pero todavía no tanto comopara comprarmeungatoyno esperar nadamás de la vida. El temor se agrava cuando compruebas que en esemomentofatídiconotienesgrabadoenlaagendadelmóvilelnúmerodenadieaquienpuedasllamarsinquelaperspectivateinspireaburrimiento,asco o lamezcla de ambos. En esa situación, detestable y absurda, bienpuedesucederqueteprestesaprobaralgunasolucióndescabellada.Yesofue,justamente,loqueyohice.

AsífuecomomedejéarrastrarporAlba,lamásdescerebrada,banale imprudente de mis compañeras, a una de sus famosas correríasnocturnas,delasque,desdequeyolaconocía,nohabíasacadonuncanadabueno y símás de un disgusto. Supongo que en la rapidez con que esanochemedejé liarpara loqueAlbanohabíapodido liarmenuncaantesdebiódepesaralgunaclasedeimpulsoautodestructivo.Nopasabapormimejormomento,enningúnsentido:nienlolaboral,nienlopersonal,nien lacorrespondenciademimenteymicuerpocon loquepreferíaqueunayotrofueran.Escuriosolopocoquegobernamosnuestraexistencia.Porque esa noche, en vez de estrellarme, encontré lo único hermoso ylimpioquedeverashetenido.

Dejé queAlba fueramarcándome la ruta: a ella le iba lo de haceritinerariosyamímedabaigualadóndemecondujeran.ParaempezarmellevóaundeplorablerestaurantelibanésdeLavapiés,cuyosuelo,tuvelamala idea de mirarlo, debía desconocer el paso de una fregona desdehacíameses.Enprevencióndeclinéprobarlassalsasymealimentéconlacarne más magra y las verduras menos sospechosas que nos sirvieron.

Albanodejabadehablar, esunade esaspersonasque temenal silenciomás que a la muerte y que dan en sepultar los días bajo una chácharaincesante.Hedeconfesarquenoatendía a lamitadde las cosasquemedecía y, lo que es más ominoso, sólo escuchaba en parte su parloteocuando versaba sobre alguno de los sujetos, sobre todo guiris, y en sumayoría imberbes de Erasmus, que allí cenaban y daban en reparar ennosotras.Sinocabíasuponerquelesatrajerannuestrasalmas,tampocoloqueAlbadecíadeellossesituabaenunplanodemasiadoespiritual.Másquenada,setratabadeponderarsusglúteosysusantebrazos,porlosquetieneverdaderafijación.

Ninguno de aquellos escarceos visuales acabó en nada, entre otrascosas porque los únicos que se nos acercaron a entablar conversaciónfueron dos mozalbetes demasiado crudos y creídos (y de glúteosdemasiado fofos, a juicio de Alba). Una vez que pagamos la cuentacomenzólapartequemáslegustabaamicompañera:elrodaryrodarenbuscadelplan.Segúnsu teoría, refutadamuchasvecesporsudesastrosapráctica, pero no por ello menos persistente, sólo había que crear lasoportunidades suficientes para que la probabilidad de contactosatisfactorio fuera alta. Como yo no tenía ninguna teoría, ni tampocoesperabanadaqueacertaraasatisfacerme,ladejéhacer.

Creoqueprobamosentresocuatroantros,hastaqueacabamos,aesode las tres de la madrugada, en un discobar de la zona de Bilbao, lobastante achispadas como para que yo considerase, y aceptase, laposibilidadde seguir amidesnortadaamigaa lapistamínimadonde seagitabaunaveintenadecolgados,alritmodelamúsicaretroqueatronabaychirriabadesdeunosaltavocesajenosalosavancesdelatecnologíadesonidoenlaúltimadécada.Ellugarerabastantecutre,peromedioenlanariz que por ese preciso motivo había debido de ser el escenario dealguna conquista anterior de Alba; el último cartucho que meter en eltambordelrevólvercuandolanocheempezabayaadespeñarse.Noesqueno hubiéramos ligado en los tugurios anteriores, de hecho habíamosligadoentodos:siemprehaycuatroocincotíoslobastantedesesperadosen cualquier lugar. Las que no estábamos tan desesperadas como paradejarnosengatusarporelpersonalquenossalióalpasoéramosnosotras,pormalquesolieratratarnoslafortuna.

Enlapistaestaba,moviéndomeconmipocagraciahabitual,cuandoen los altavoces empezó a sonar unamelodía que reconocí en seguida.

Peseanohabernacidoyoaúncuandoalcanzóeléxito,habíaperduradoluegolosañossuficientesparaquellegaraaformarpartedemimemoria.Además coincidía que me gustaba la canción, como me gustaba elcantante, uno de esos que desbordan las estrecheces de su tiempo y sulugaryquequizáporesemismomotivotienenpropensiónamalograrseprematuramente.Éstenohabíasidounaexcepción:sehabíamatadoenunaccidente de tráfico cuando yo tenía apenas seis años y él pocomás decuarenta.Al intérprete lo reconocíenseguida,pero tardéunossegundosen recordar el título de la canción: Embrujada. Me gustaba de veras,incluso cuando no estaba bebida, pero noté que con dos gin-tonics mearrastrabadeformairresistibleymedejéllevar.MeolvidédeAlba,delasordidezdelantro,del fracasodemividayde la fealdadde losdías;elque había dejado atrás y el que me esperaba a la vuelta de unas pocashoras, encuantoel solvolvieraaasomarporelhorizontequenunca seveíaenMadrid.Meabandonéal ritmofrenético,aaquellavozqueen lagrabaciónrestallabavibrantecomounlátigoyquedesdehacíaunpardedécadasyanosonabasobrelatierra,alamúsicaquelaacompañabaylaenvolvía.Aráfagasseguíaviéndolotodo:aAlba,mientrascoqueteabaconuno de esos noctámbulos manifiestamente mejorables que se agitabafrenteaellaconmodosdeTravolta;alosmosconesqueprobabansuerteconmigo, pese a mi mirada esquiva; las luces de colores, las paredesnegras; lospiesquemedisputabanlapistayquetratabadenopisar.Sinembargo, a media canción mi mente estaba muy lejos, en una regiónbeatíficasostenidaporelalcoholypor la inconscienciademímisma.Yfueentonces,justoentonces,comosiesesoltarmedetodolodemásfueraelrequisitoindispensable,cuandoeltiemposedetuvoylevi.

Estabarecostadoenlabarra,unanalgaplantadaeneltaburete,unpieen el estribo metálico, un vaso en la mano y mirándome sin disimulo.Mirándomeamí, losupesinelmenorgénerodedudas,sinqueningunade las danzantes que ami alrededor echaban el resto de su poderíomehicieratemerquepodíasermicompetidoraporsuatención.Debíadesersólo un poco más alto que yo, uno setenta y tantos, sin llegar al unoochenta.Eramoreno,decabellosytez,yconservabaelpelo,quellevabamuy corto. Vestía sin pretensiones de ninguna clase, unos vaquerosgastadosyunacamisablanca remangada,desabrochada lo justoparanoparecerunrufián.Leechéabultounoscuarentaycinco,loquemehizosentirunapunzadaqueenseguidaahogué:nipenuriasnierrorespasados

tenían ninguna cabida en aquella noche irresponsable. No diré que elhombre fuera guapo, pero resultaba, o almenos lo bastante paramí.Eldescubrimientomeespoleó,graciasaladesinhibiciónetílica,supongo,yenvezdecortarme,comohabríasidolonormal,imprimíamiscimbreosuna fiereza suplementaria. Mirándole a veces, haciendo como que leignoraba otras, bailé aquella canción como sime fuera la vida en ello,como si ninguna fueramásmía y nadame llamaramás que la voz delcantante tragado antes de tiempo por la fatalidad, cuando pedía a quienquisieraescucharle:

Subealcoche,reinadelanoche,olvidatumalhumor.

Cuando acabó la canciónme sentí exhausta, pero aún tuve arrestosparamirarledefrente,antesderegresarallugarenlabarradondehabíadejadomibebida.Seguíamirándome,muyfijoymuytranquilo.Megustósufaltademiedoydeesperanza,ymeatreví,olaginebraseatreviópormicuenta,acreerqueyolegustabatambién.

Enlabarra,depronto,todosevinoabajo.Mientrassemesecabaelsudor y paladeaba mi gin-tonic aguado, regresó la conciencia, y laconciencia era que iban a dar las cuatro de la mañana, que teníaveintinueveañosmuypasadosyunsex-appealdegamamedia-baja,yquenadaaconsejabadilapidartanpobresactivosconuntipoconmásayerquemañanaalqueasaberporquéparecíahaberlellamadolaatención.Quizáporqueme veía como una chalada, o porquemi coqueteo, en su burdainmadurez,leresultabamorbosamentepatético.

Desde ahí muy bien podría haberme deslizado hasta el bajón máshorroroso,sinohubieraestadoalquiteAlba,acuyoojovigilantenadadeaquelloseescapaba:nimifrenesídanzarínnilaobservaciónalaquemesometíaeldesconocido.Apenasempezabaarondarmeelnubarróncuandoseacercó,sedejócaereneltaburetejuntoalmíoy,consuproverbialfaltadeestiloysunuladiplomacia,meanimó:

—Estábueno.Estáporlalabor.Tíratelo.—Estásloca.—Esoyalosé,desdehaceaños.Nocambiesdetema.—¿Quépuedetener,cincuenta?—exageré.—Hace ejercicio, se nota. Prefiero mojama durita antes que steak

tartarblandengueysinsal.Sitardasmucho,melozampoyo.—Alba,¿túhaspensadoeniraunmédico?—Jamás.Quieromorirmesana.—¿Cuándo calculas que se habrá quitado el anillo? ¿Al salir del

curro?¿Enel coche?¿Antesdeentrar aquí?Yaconozco la cancióny tejuroqueantesderepetirprefierocomermeunacajadegrapas.

—Mo,piensasdemasiado.—NomellamesMo,nosoyunrapero.—Piensasdemasiado,Moni.—Tampocosoyunaretrasada.—Piensasdemasiado,Mónica.Telovoyaquitar.—Estásfatal.—Peorestástú.Ve.Ahora.Ymeempujó,casiimperceptiblemente.—¿Nodeberíaesperaraquevinieraél?—Sonlascuatro,tienescasitreinta,notequedatiempoparajugara

laBellaDurmiente.Vamos,quierovercómotelomeriendas.Hay cosas de las que luego no sabes a quién echarle la culpa.

Mientras caminaba hacia él, procurando parecer segura, dudaba en quécuenta cargaría aquella estupidez: si en la del alcohol, en la de aquellachifladaquemehabíaempujadooenladeladesesperaciónfrentealaqueyomisma,condiscernimientomásquedudoso, tratabadeganar tiempo.Élmeviovenirsinmoverniunsolomúsculo,comouncazadorapostadoobserva acercarse a la presa. Sólo advertí un destello en sus ojos, untemblormínimoen aquella sonrisa tan tenuequebienpodía no sermásqueunrictusenfuncionesdemáscara.

—¿Temolestaquemesienteaquí?—meoídecir,mientrasmeveíaseñalareltaburetevacíojuntoaél.

—No—selimitóareplicar,impertérrito.Logré encaramarme al taburete sin tropezar ni desequilibrarme ni

desgarrarmeelvestido,meacodéenlabarracomohabíavistoquehacíanen las películas, sin tirar nada de lo que había sobre ella, y me quedémirando a la pista con aire absorto. No recuerdo qué música sonaba,tampocomeimportabaespecialmente,peropregunté:

—¿Tegustaestamúsica?Seencogiódehombros.—Esantigua,comoyo.Mehacesentirencasa.

—¿Tanantiguoeres?—Bastante.Aveces,losgestosayudan.Letendílamano.—MellamoMónica—mepresenté.—Esunbonitonombre—opinó,dándomelasuya,tibia.—¿Yeltuyo?—Elmíonomucho,laverdad.—¿Medejasdecidir?—Ramón.Delmontón.—Pues sí. Había fantaseado con algo más exótico, Goran, Milan,

Yuri...Bueno,quéselevaahacer.¿TellamoMoncho?Sonriódeportivamente.—No,esonoslopodemosahorrar.Hasta allí pude llegar con la inercia que traía, pero viendo lo que

poníadesupartealaconversación,apenaslojusto,conunacortesíatanremota,mesentídesfallecer.Saquéfuerzasdedondenolasteníaysalípordondepude,unatajocualquiercosamenosoriginal:

—¿Teapeteceríabailar,Ramón?—No.Peronoesnadapersonal—aclaró—.Nobailonunca.—¿No?—No.—¿Yparaquévienesaunsitiocomoéste?—Para oír la música. Para ver cómo bailan otros. Eso no me

disgusta,cuandoalguienbailabien.Yel sitio...Esde lopocoquequedaabiertodemiépoca.Supongoquemesirvepararecordar.

—Noseastancoqueto.¿Quéañostienes?—Cuarentayseis.¿Ytú?—Diecinueve.—Nolosaparentas—dijo,sinalterarse.—Esporlamalavida,tedeterioraantesdetiempo.—Deberíasdejarla,entonces.—Cuesta.¿Túnotienesningúnvicio?—Alguno.Conmoderación.Yanosoyunchaval.—¿Ypodríaentraryoenelespectrodetusvicios?Meoísoltaraquelloyagradecíquelaluzimpidierapercibirelrubor

que sentía asomarse como fuegoamismejillas.Élnomostró elmenorsigno de desagrado o de asombro. Dio un sorbo a su vaso, se quedó

mirandoduranteunossegundoslapistayconcedió:—Eresespabilada,paratuedad.Seguroqueyalosabes.—¿Quésé?Notitubeó.—Quesí.Elcalorquemeabrasaba lasmejillasseesparcióentoncespor toda

mipersona,comoundulcehormigueoenlosmiembros,uncosquilleoenel estómago y lo que cualquiera que sepa ya sabe en otras partes delcuerpo. Paradójicamente, o no, esomevolviómás insegura.Lasmanosempezaronasudarmeachorros.Tuvequehablar,denuevo.

—¿Aquétededicas?—¿Importa?—Yosoyperiodista—lerevelé—.Peronoestoyenparo,aún.—Esoestábien.—Teimportaunbledo.—No.—Dimealmenos,loquehaces,¿eslegal?Alzólavistaaltecho,comosiselopreguntara.—Casisiempre.Creo.—¿Nomelovasadecir?—Notelovoyadecir.Sutonoeraamable,perosumiradasehabíaendurecido.—Ya veo, crees que me seduce más el misterio, el peligro. No

quieresecharmeabajolailusióndequeeresunmalote.—Nosoyunmalote.Procurohacerelbien.—¿Deveras?—De veras. Aunque a veces no es fácil saber cuándo haces bien y

cuándohacesmal,enestemomentoquenoshatocadovivir.—Esomesuena.Yoqueríaserperiodistacombativa.—Ah.¿Yquétipodeperiodistaeres?—Hagotareasdeproducciónparaunprogramadetelebasura,conun

contrato por obra. Mi trabajo es básicamente llamar por teléfono afamososdetercerayconseguirquevenganaberrearalplatópararetenera laaudiencia.Hoy,porhoy,es loúnicoquepuedohacerparapagarmialquiler,ynocreasquenointentéotrascosas.

—¿Siemprehastrabajadoenlatele?—No, fuibecariaen radioyprensa.Hastaquedejédealegrarles la

vistaalosredactoresjefe,ollegóotraqueselaalegrabamás.—Suenaduro.—Parecequemenosquelotuyo.—Noinsistas.Yatelohedicho:esologuardoparamí.—¿Porqué?—Esmejor.Loséporexperiencia.—¿Mejorocultarloqueunoes?—Notepreocupes,antesdepedirtematrimoniotelodiría.—Anda.¿Hastaesepuntosoytutipo?—Eresbastantemitipo.Volvíaruborizarmeyaagradecerlamalailuminación.—Merevientareconocerlo,perotútambiénelmío—dije.—¿Por qué te revienta? —preguntó, con aire intrigado—. Es un

consueloquealgunavezestascosasseanrecíprocas,¿nocrees?—Nada,paranoiasmías.¿Deverdadnoquieresbailar?—Deverdad.Todavíahoynosécómopude,perolodije,sincasidudarlo:—Entoncespodríamosirnos.—¿Ytuamiga?MevolvíhaciaAlba,quesemagreabayaalotroladodelasalaconel

bailón con el que había ligado en la pista. Era un tipo de hechurasaceptables, sobre todo para el canon de Alba, pero con un aire depropietariodecochetuneadoquehacíapresagiarlopeor.

—Creoqueellayatienesupropioplan.¿Medejasquemeacerqueadespedirme?Seráunsegundo,tampocoquieroestorbar.

—Claro.Ve.Nolleguéhastadondeestabamiamiga.Amediocaminoellamevio

y levantó el pulgar por encimadel hombrodel tipoque lamanejabayacontodasoltura.Luegoabriólapalma,todavíaconelpulgarextendido,yabanicó con ella un par de veces la espalda de su galán. El signo erainequívoco y me excusaba de más ceremonias, de modo que di mediavueltayviquemihombremisteriosoyaestabaenpie.

—¿Vamos?—lepreguntéalllegarasualtura.Meindicóelcaminoconlamanoabierta.—Despuésdeti.Alsaliralacalle,meabofeteóelfríodelanochedemarzo.Fueuna

bofetada silenciosa, pero contundente. Mis oídos zumbaban, el sudor

empezabaacongelarseenmiespaldayestabasobrelaaceraconuntipodelquenoteníani lamenorideadequiéneraniquéhacía,quesólomedaba buena espina y me hacía gracia, del mismo modo en que, si meparaba a mirar en qué me basaba para sacar esa impresión, podíancausármelaotrosmil,decenasdepsicópatasincluidos.

—¿Adónde te apetece ir? —me consultó, como si contemplaracualquierposibilidad.

Estaba muy lejos de tenerlas todas conmigo. De hecho, a cadasegundoque pasabame entrabanmás ganas de echar a correr y dejarloallí,borrarloparasiempreysinexplicaciones,comosolíahacercuandoempezabaasoñarporlanocheyenelsueñoaparecíaunpersonajequemepreguntabaalgoyalquenomeapetecíaresponder:simplementeabortabael sueñoen el acto,medespertaba, yprobaba conotro.Creoque fue lavergüenza (lo del sueño eran fantasmas, pero él era un ser humano decarneyhueso,quemeibaajuzgar)laquemedisuadiódedarlaespantada.Afaltadeunaideamejor,lepropuse:

—¿Meacompañarías?—¿Atucasa?—Estarde.Medaríaseguridad.Sopesóuninstantemioferta.Comodándometiempoaretirarla.—Porquéno.¿Dóndeestá?—Pacífico.—Habráquebuscaruntaxi,entonces.Algodebiódedecirlemicara,másalládemipropósito.—Losiento,notengoningunaHarley—explicó.Leseguílabroma,confiandoenquecaptaraelretintín:—¿Niunbugadeesosconllantas?—Agua. Seat Ibiza, tres puertas y ocho años. No lo saco en estas

ocasionesporquejuraríaquecomopeatóntengomáséxito.—VayaporDios.Esosíqueesunadecepción.Bueno,ahorayaséque

tutrabajonoesloquesedicelucrativo.—Nomucho,laverdad.—Viviréconello.Anda,vamosalaavenidaapararesetaxi.Nos tocóun taxista taciturnoyreconcentrado,comolosonmuchos

de los que hacen lamadrugada.Llevaba una emisora demúsica clásica,comosinofueraconélnadadeloquesesubíaeneltaxiaaquellashoras.Eramúsicaitaliana,barroca,VivaldioCorelli(oGeminianioAlbinoni;

nosoyunaexpertaymásalládelaspiezastípicaslosconfundo).Durantelos primerosminutos nadie abrió la boca. Bajando ya por el paseo delPrado,micompañerodeasientohablóalfin.

—Megustaestaciudad.Ydenoche,más.—Deduzcoquenoeresdeaquí.—Soydeaquí.Perohevividomuchofuera.—¿Yahora?—Aquíestoy.—¿Viviendo?—Tengodondedormir.Meparecióqueeltaxistasalíaporunmomentodesuindiferenciay

nos echaba un vistazo por el retrovisor. Aquella conversación lecertificabaquenoéramosprecisamenteviejos conocidos.Séque esunatontería,peromediounpuntodepudoryenrojecíotravez.

—¿Túeresdeaquí?—preguntómiacompañante.—Detodalavida.Apenashevividofuera,sólounañoenBerlín.—¿Yeso?—Erasmus.Mialemándeberíasermuchomejor.—Noteculpes,seguroquehicisteloquepudiste.—Noestoyyomuysegura.Ytú,¿hasvividoenelextranjero?—Algunavez.—¿Ahsí?¿Enquépaís?Opaíses...—Países.Menos turísticos.Y nunca aprendí el idioma, fuera de las

cuatroocincocosasindispensables.—Estoempiezaaserunpocosádico—protesté—.¿Nomevasadar

nisiquieraunapequeñapistaparaquepuedaimaginar?—Terespondo.Hastadondecreoquedebo.—Oye,¿noserásespía?—No,todolocontrario.Enlaradiosonabaunviolínacelerado,confondodeclavicordio(¿la

Follia de Corelli?). Mientras la oía, sorprendí la mirada de reojo deltaxista. La charla empezaba a captar su atención. Una lástima, no iba apoderseguirsatisfaciendosucuriosidad.Estábamosllegando.

Notuvelamásmínimaoportunidaddepagar,pormásqueinsistíendividiralmenoslacarreraentrelosdos.Tambiénesverdadquesihubieraaceptado repartir los doce euros (como mis amigos alemanes, todavíarecordabaelzusammenodergetrennt[2]deloscamarerosdemistiempos

berlineses) se habría cargado todo su encanto. Al fin me rendí y bajé,mientrasélliquidabaconeltaxista.Unpocoperdidaenmipropiacalle,ditrespasoshaciaelportalymevolvíaesperarlo.Sebajóporlapuertaqueyohabíadejadoabiertayseplantóantemí.

—¿Aquívives?—preguntó,mientrasmirabahaciaarriba.—Aquí —asentí—. Quinientos pavos al mes por cuarenta metros,

peroalmenosnoecholavidayendoyviniendodeltrabajo.—Quinientos.Tampocoestátanmal.—Depende.Siganasapenasmil,pesan.—Desdeluego.Deprontomesentíinútil,desvalida.Elalcoholmehabíaabandonado,

dando paso a mis inseguridades y mis amarguras. Supongo que quiseescapar de ellas, impedir como fuera que tomaran posesión demí otravez.Convozquebradiza,leofrecí:

—¿Quieressubir?Memiró.Nosédescribircómo.Sesuponequemeganolavidacon

laspalabras,omelasganaba,antesdeconvertirmeentelefonistareducidaa la interlocución con pseudopersonajes retardados. Pero todos losadjetivosquesemeocurrenmeparecentorpes,casiimbéciles.Pongamosque estuvo un rato mirándome, sin decir nada, sin prometerme nada,asegurándose,conunadelicadezaquenuncalehabíavistoponeraningúnotrohombre,dequenoibaahacermedaño.Sobretodoestoúltimo.Consumiradamepreparóparaquenomedolieraloqueibaadecirme,yqueibaahacermequedarcomounaidiota:

—No,noquierosubir.—¿Yeso?—salté,nerviosa.—Noteofendas.Megustaría.Peronoquiero.—Noentiendo.Volvióamirarmedeaquelmodo.Cálido.Protector.—Son las reglas. No se puede disparar contra quien no está en

condicionesdedispararteati.Noseríaunblancolegítimo.—Ahoraentiendomenosaún.¿Quéreglassonésas?—Lasqueyoacato.Noloquieroasí.Mejorsinohasbebido,ysino

teveoenlosojosesasganasdemandarlotodoalcarajo.—Ah.—Voyahaceruna cosa.Voy adartemi teléfono.Si te parecebien,

mándameunsmsconunlugaryunahora,paraelsábadoqueviene.Yte

lopiensas,ysientoncesaúnquieres,vas.Ysiyoquiero,iré.—Osea,quenoesseguroquevayas.—Tambiényoaprovecharéparapensármelo.—Bien,veoquehetriunfado.Podemosdecirnosadióssinmás.—Paraeso,notehabríaacompañadohastaaquí.—¿Yacasotieneestoalgúnsentido?—Lotendrásiel sábadoquevienenosvemos.Si túvas.Siyovoy.

Entonceshabremostenidotiempoparanoengañarnos,nitúamí,niyoati, ni cada uno a sí mismo. El sábado que viene los dos estaremos encondicionesdedisparar.Tenlopresente:podrédispararte.

Alpronunciaraquellapalabra,dispararte,susojosseclavaronenlosmíosysumiradamepareciótandulce,tandiáfanaytanseductoraqueunestremecimiento me recorrió el espinazo. Si en aquel momento mehubieraabrazado,mehabríarendidosincondiciones.

—¿Medispararás?—murmuré.—Sivoy,daloporhecho.—Nosésihecomprendidoalgodeloquehasdicho.—Yocreoquesí.Apuntaelteléfono.—Podríasapuntartúelmío.—No.Mejorapuntatú.Asínotecuestanadaarchivarme.Bastarácon

borrarlo,yhabrépasadoportuvidasindejarhuella.—Estábien, comoquieras.Pero te seré sincera: cuandomedespeje

deltodo,lomásprobableesquememueradevergüenzayloborre.Estásdejando pasar una ocasión que lo mismo no vuelve. Por si te da otraimpresión,nosoydelasqueacostumbranahaceresto.

Meobservóconrepentinaseriedad.—Nomedaotraimpresión.Mearriesgaré.Medictólasnuevecifras,lasgrabéenlamemoriademimóvily,sin

decirnadamás,retrocedióporlaacera.Caminóasí,haciaatrás,sindejarde mirarme, muy despacio. Continuó hasta que me vio abrir el portal.Entonces hizoungesto de despedida, sonrió y se dio la vuelta. Se alejócallearribasinvolverseniunasolavez.Mefijéensunuca,suespalda,suspasos regulares y seguros. Algo se me quedó revoloteando en elestómago. Algo muy extraño, que no había conocido nunca antes.Acababande plantarme,muyposiblementemehabían tomado el pelo, ysin embargo, cuando apoyé la cabeza en la almohada y cerré los ojos,sentíquenadadeesotenía lamenor importancia,quetodoestababieny

que,contratodoslospronósticosqueyomismahabíahechoalprincipiode la noche, como quizá no habría sucedido si él hubiera subido yatrapando al vuelo la ocasión me hubiera echado un polvo sobre lamarcha,lavidaerabellayyonoerainfeliz.

Hacíatantoquenolosentía,quesupequenopodríadejardemandarelsms.Medormípensandolugaresdondecitarle,conaqueltemorantiguoaquedecidieranovenir;eltemorqueundíahabíasidolaantesaladelaluzmáshermosa, la luzqueesanocherecé,comolacreyentequeyanoera,paraquevolvieraaacariciarmelapiel.

Paséelfindesemanaencerradaencasa.Elsábadoamanecítantardecomoquiso el cuerpo, a eso de la una. Mi hice algo de comer y dediqué elgrueso de la jornada al zafarrancho de limpieza y lavadoras. Encondicionesnormalespodíazanjarloenunahoraymediaodos(ventajasdehabitarunminipisoyestarsolaenlavida),peroenaquellaocasiónmedemoréalmáximoenesastareasque,aunresultándomeodiosas,ofrecenlaventajadepoderhacerlassinpensar.Dejérelucienteelcuartodebaño,lediunrepasoafondoalacocina,limpiéelpolvohastaelúltimorincón,aspiré las alfombras. Ya puesta, acabé ordenando cajones y estanterías.Seríancercadelassietecuandosalíalbalcón,queaunsingrandesvistas,másalládeltrozodecielodeMadridqueserecortabaentrelosedificios,representaba el lujo asiático demi por lo demás humilde vivienda.Allísola, contemplando los naranjas del ocaso con la mente en blanco, meinvadióunsuaveeinesperadobienestar,quehacíamuchotiempoquenosentíayqueinterrumpió,inoportuno,elsonidodemiteléfonomóvil.Depronto, el tono que le tenía puesto (el mismo que traía de fábrica, unaespecie de caja demúsica con reminiscencias de la banda sonora de laspelículas de Harry Potter) me sonó absurdo y fuera de lugar. Y másabsurdayfueradelugarfuelaconversaciónquemeesperabaalatenderlo.

—Cuenta,tía,cuenta—oí,apenasdescolgué.LavozdeAlbamechirrióeneloído.Mecostóhacermealaideade

quetendríaqueresponderlealgo,ytalvezescucharloqueellatuvieraquedecirme.Todavíaunpocoaturdida,ladesengañé:

—Nohaynadaquecontar.—¿Cómoquenada?¿Ledejasteescapar?—Seescapóél.Yaves.Resultóseruncaballero.—Quécaballeroniquéniñomuerto.

—Meolióladesesperación.Ynoquisoaprovecharse.—Tía,¿tehastomadoalgo?Me ponía enferma que Alba me dijera tía, como si fuéramos dos

adolescentestaradas.Creíahabérseloinsinuado,peronodebíadehaberlohechoconclaridadsuficienteparaqueellalocaptase.Condesgana,lediunpardeexplicacionescomplementarias,hastaquelapersuadídequeenefectohabíaocurridoloqueledecía,queaquelhombresehabíalimitadoaacompañarmeacasaydejarmesanaysalvaenelportal.Cuandosedioporsatisfecha,pasóalcontraataque:

—Puesyosíquetengoalgoquecontarte.Agárrate.Novoyaatormentaraquienpuedaleeresterelatoconlosdetallesde

unanochelocadeAlba.Entreotrascosasporquealosdosotresminutosdejédeescucharlaymesumíenmispensamientosmirandoelatardecer,apenasestorbadaporelruidodefondodesuvoz,cadavezmásremoto:fui alejando el auricular de la oreja hasta oírlo lo justo para advertircuándotomabaaireeintercalaralgúnajáquealimentarasuilusióndequeestabaprestándoleatención.Cuandoalfinsedesahogóypudecolgar,mequedé allí, encogida, esperando la noche que había de propiciar larevelación que aguardaba, la queme tenía en suspenso desde que habíadespertadoaquelsábado.

Esanoche,despuésdemuchasnochessinatrevermeahacerlo,volvíaponermeeldiscodeAmyWinehouse.Ymefuidirectaalcortequemáshacíahonora sunombreenmialmayenmimemoria: aquella canciónquedurantemeseshabíasidounacuchillaquemeabríaencanal,afiladaeinmisericorde.Volvíaescuchar laestrofamaldita, laque tantomehabíaestremecido,arrebatadoyalfindeshecho:

Weonlysaygoodbyewithwords,Idiedahundredtimes,YougobacktoherAndIgobackto,Igobackto...us.[3]

Laúltimavezquelahabíaescuchado,así,siguiéndolaversoaverso,entendiéndolaydejandoque se abrierapaso enmimente, enunade lasmadrugadas más negras y masoquistas de las que guardo memoria,mientrasconvertíalafundademialmohadaenunpañodelágrimas,Amyaúnestabaviva.Tansólounosmesesmástardenoeramásqueuncuerpoinerte en su dormitorio. Cuando supe de su muerte, morí un poco yo

también.Mesacabaunañojusto:alasdosnosecharonalmundoun14deseptiembre, a ella de 1983 y amí del puñetero año deOrwell (ese queacabó inspirando, a su pesar si hubiera vivido para verlo, los realitiestelevisivos de los que procedían algunos de los famosos exprés queafeabanmis días). Su vozme había acompañado, envuelto, acariciado ydestrozado a partes iguales. Porque Amy sabía lo que me pasaba pordentro, y lo había sabido decir tan corto y tan hondo como nadie iba adecirlonunca.Sóloquienlohubieravividopodíasaberlodeaquelmodo,ysóloquienhabíasidotocadaporelsoplodivinopodíatransformarloenunacanciónasí.

Ahora, tres años después, volvía a oírla y de pronto, en lugar deldolorquesolíatraerme,resbalabasobremí,serenaymelancólica.Medijequeerahoradedarporconcluidoaquelduelorecalcitrante.Debíaasumirmipérdidayteníabuenosmotivosparahacerlo:volvíaamiraralfuturo,conunestímulodiscutible,peroloqueimportanoestantoloqueprovocaelcambiocomoelhechodesentirsecapazdecambiar.Siqueríatenerunaoportunidad de encontrar algo queme redimiera demis fracasos, antesnecesitabahacerlaspacesconellos.

Esanoche,mientrasmeescuchaba toda ladiscografíadeAmy,o loqueeslomismo,susdosdiscospublicadosenvidayelpóstumo,Lioness,reconstruí sin ira mi historia con Ernesto. Por primera vez en muchosmeses, los recuerdos fueron incluso dulces, al evocar los primerostiempos: la emoción punzante de aquellos escarceos iniciales, laexcitaciónquetantoaélcomoamínosprovocabalaclandestinidaddeesarelaciónpor tantas razones ilícitaqueestábamosechandoa rodar.Loviotra vez en los días de conquista, con esa alegría irresponsable que eltiempoleiríaquitandoluego,consusonrisadedesquitefrenteatodaslasrenunciasquehabíaidoacumulandoporelcamino.Ymeviamímisma,más guapa,más joven, y tan orgullosa de ser la razónpor la que aquelhombresesentíaencondicionesdecomerseelmundo,saltarsetodaslasreglas, arriesgarlo todo. Luego había hecho muchos esfuerzos pordevaluarlo aunamentira, un fraude sórdidoymiserable: perono, ni susonrisani lamía eran fingidas,ni suplacerni elmío fueron jamásunaimpostura; yo fui su liberación y él fue, también, mi forma deemanciparme.Durante unas semanas embriagadas de sol, al calor de unveranopreparadoparanosotrosporlosdioses,fuimosfelices,radiantes,casiomnipotentes.Ynadadeaquellofueunsueñoniunespejismo,niun

error tampoco: fue lo que él quería y lo que tambiénquería yo, porquesupeseducirleyélsupoestarahí,paraserloqueyosoñaba,loquenuncahabíacreídopoderalcanzar.

Meacordé, también,delañoymedio largoquesiguió.Decómo lanecesidaddeencubrirnuestroasuntolofuegastando,mefuecrispando,lofue desluciendo a él. De esas miradas furtivas en la redacción, que tanprontoerandedeseocomodeodiocomodeamorfebrilydesesperado,quizáelúnicoquemerecesunombre.Demisreproches,demissoledadesnegrasdefindesemana,desusdudas,desusestallidos,deesosviajesdetrabajo de estar todo el día juntos y reconciliarnos para volver ahundirnoscuarentayochohorasdespués.Losmesesinvernalesenlosqueacabó saliendo lo peor demí y lo peor de él, pero en los que tambiénaprendí a quererle, con sus flaquezas, sus desfallecimientos, su empeñoporsergenerosoynuncamezquino,enmediodelderrumbedelailusiónquehabíamosconstruidojuntos.NienlosmomentosenquemásfuriosamepuseconéldejédedarmecuentadequeErnestoeraunbuenhombre.Luego quise degradarlo, considerarlo un cobarde, un canalla, unembaucador.Inclusoesposiblequelolograra,durantealgúntiempo.Peroaquella noche de sábado, con Amy de fondo, admití la pura y desnudaverdad.Nomehabíaengañadoenningúnmomento,niyohabíadejadodesaberloquehabía,aunqueenlaofuscaciónquisierabuscarmelacoartadadelainocenciaburlada.Era,sintrampanicartón,loquememostródesdeel primer instante: un hombre decepcionado de símismo, sumido en eldesánimopor la sumade las decisiones erróneasquepesaban sobre sushombros,queviounarendijadeluzyselanzótrasellacontodasualma,conlomejordesí,ylopusoamispiesmientraslasfuerzaslealcanzarona sostener la sublevación. Un hombre que no era malvado, sino débil,comolosomostodos,cuandoatisbamosalalcancedenuestrosdedosunapizcadelafelicidadydelgocequelavidanosvendesiempretancaros,cuandonosecomplaceennegárnoslos.

Nopodíaolvidarquecuandotodoterminódevenirseabajo,cuandoél asumió que no tenía el coraje, o la energía, o lo que quiera quenecesitaraparaarrojarsuvidaporlabordaytratardesostenerlonuestrocontraelporveniroscuro,separtiólacarapormí,paraquemerenovaranelcontrato,enlugardeecharseaunladoydejarqueotroslehicieraneltrabajo sucio de librarle de mi presencia. Lo recordaba en aquellasreuniones, desencajado, vencido, asqueado de sí mismo, y sin embargo

dando la batalla para que me renovaran y me hicieran de plantilla,defendiendomisméritos como yo jamás habría podido hacerlo porquecreía de veras enmí, porque veía en aquello una causa de justicia y noporquelamalaconciencialeempujaraasostenerunarepresentaciónconlaquedesagraviarme tardeymal.Levidefendermeconverdadera fe,ypor eso fui yo quien decidió, en un arranque de altanería que tendríaocasión de lamentar amargamente, pedir el finiquito y dejar aquelperiódicoqueeradelargoelmejortrabajoquehetenidonunca,ydondetalvezhabríapodidoquedarmeyprosperar.Enaquelmomentopenséqueera la penitencia que me tocaba por mi metedura de pata, y para él, eldesplante que semerecía por su falta de carácter y su resignación a seresclavo de sus ataduras caducadas. En medio de mi frustración, de mirencor,demidesorientación,vivícomountriunfo,mitriunfofinalsobreél, elmomentodehacermis cajasymarcharmealparo,haciéndoleverqueyosíqueteníacojones,nocomoél,yloquesehabíaperdidoyseibaaperderduranteelrestodesuvida.Lacaraqueselequedó,alpobre:esacara desolada y envejecida que fue la última que le vi, y a la que meagarrabacuandoqueríanegarleydepasonegarmeamímisma,negarelamor loco y suplicante y rendido que le había tenido, y que nunca mehabíainspiradonadieantes.Perolaquesepasólossiguientesseismesesllorandotodaslasnoches,mientrasempalmabasustitucionesytrabajosdemierda,fuiyo.Tambiénlaquenodejódemirarlapantalladelteléfonoenlaquejamásvolvióaaparecersunúmero,ylaquesequedórotaymuertademiedo,antelaposibilidaddevolveraquereraalguiendeaquelmodoabsoluto y turbio, del modo en que quieren los que de veras quieren,aunquesepanqueundíalesharámal.

SeguíaviendoconregularidadenelperiódicoelnombredeErnesto,firmandosusartículos.Seguíanestandobienescritos,biendocumentados,bienarmadosdeprincipioafin.Eraunbuenprofesional,elmejorconelquetrabajénunca.Tambiénhabíavistofotossuyasrecientes,por lasquepodíaaveriguarcómoeraahora.Nohabíaengordadomucho,peroselehabíablanqueadobastanteelpelo.Losdíasdemalcafémeempeñabaenverlocomouncincuentónsinatractivo.Losdíasblandos, leadmitíaaúnposibilidades. Nome engañaba, sin embargo: esas posibilidades tendríaque jugarlas alguna otra becaria, y tratar de ser mejor que yo, paraarrancarlo de la red de responsabilidades y temores que lo manteníaprisionero.Yoyalehabíaperdido,porquehabíajugadomalmipartida,y

él la suya conmigo. Como dijo durante una de nuestras peleas, con lalucidez de la desesperanza: ni él había sabido merecerme, ni yo habíasabidoganarmilugar.

Volví a escuchar un par de veces aquella noche la canción de mispecados. La última vez a oscuras, tumbada en el sillón, sin dejar desonreír.Nopodíasabersiélpensabaenmí,amenudooraramente.Pornosaber,nosabíasiyonoeraunadevarias,nisiquieralamásmemorable.Perosupequeaquelloqueyoestabahaciendo,pensarenélyhacerloconamor, sin resentimiento y sin ansiedad, aceptando haberle perdido y nopoderrecuperarle,mehacíamejorymásfelizdeloquehabíapodidosermientrasestabaempeñadaenextenderle lafacturadenuestrodescalabro.Mi corazón sabía desde siempre, aunque amíme hubiera costado tantoadmitirlo,queteníaquelimpiarsedeaquellainmundiciaparapoderseguirprestándomeel servicioque leerapropio.Paravolveraexponerse,conalguienque loharíamejorqueél, alguienqueseríaquienyonecesitabacomo Ernesto no había acertado a serlo. Alguien a quien volveríasiempre,entodaslashorasoscuras,entodaslasorillastristes,entodaslasnochessolitarias.

Peseamiconvencimiento,oquizáacausadeél,nomediprisaenponerel sms. Pasó el lunes. Y el martes. Y el miércoles. Atravesé la semanaentretenidaconlascosassinimportanciaqueeltrabajomeponíaencimade lamesa,dejandoque losdías transcurrierany lasnochesseestiraranbajo la promesa de lo que esperaba que al final iba a venir. No voy aocultarlo: tambiénhubomomentosde inquietud,en losqueelmiedo,entodassus formas,vinoaminarme lamoral.Miedoaescribirleyquenomerespondieraniacudieraalacita;miedoaquemiinseguridadcrónicadecidiera hacer de las suyas,me bloqueara yme impidieramandarle elmensaje; miedo a que una vez él tuviera mi teléfono le diera poracosarme,hacerme llamadasahoras intempestivasoenviarmemensajesdemalgusto.Estaúltimaposibilidadmeparecía lejana,porelhechodequehubierarechazadoapuntarminúmerocuandoselohabíaofrecido,loque parecía revelar su voluntad de no ser una molestia ni invadir laintimidaddenadie.Peronuncasesabe:quiénmeasegurabaqueaquéleraunactosinceroynounatrampapara,unavezquecayeraenella,hacermelavidaimposible.

El jueves,haciael finalde lamañana,estaba intentandopordécimavezlamismagestión.Unadelaspetardasquemásnossubíalaaudiencianoterminabadedecidiradóndeteníamosqueenviarleelcochequedebíarecogerlaytrasladarlaalosestudiosparagrabarelprograma.Yalahabíallamadonueveveces,sinresultado,ymedispuse,conelestoicismoqueelcaso requería, a intentarlo nuevamente.Marqué su número cifra a cifra(pese a necesitarlo amenudo,mi dignidadme prohibía guardarlo en laagendademimóvil)yaguardéel tono.Comoenellaeracostumbre, lodejósonarunbuenrato.

—Hola,cari,espérameunmomento—entróalfinsuinconfundibley

nadabienmoduladavoz.Aquellachica tenía lavirtuddesacarmedequicio.Niaspirabaa su

cariñonimeapetecíaesperarenlíneaaqueterminaseloquequieraquefueraquelateníaocupada:siunanopuedecogerelteléfono,nolocoge,envezdedescolgarydejaralinterlocutoralaespera.Oalmenos,asíescomo yo lo veo. Como mi sueldo, en cualquier caso, dependía de quelograra rematar aquella gestión, respiré hondo yme armé de paciencia.De fondo se oían las voces que le estaba dando a alguien, y que seprolongaron durante un minuto largo. Cuando ya creía que se habíaolvidadodemí,volvióaentrarenlalínea:

—Perdona,chica.Esquelagenteesundesastre.Meacabandehacerunaaveríaenelpeloqueniteimaginas.Aquíestoy,tratandodearreglarloconlaencargadaparaestarmañanapresentable.

—Si quieres, puedes venirte un poco antes mañana. Aviso a laspeluquerasdelateleyseguroquetelosolucionan.

—No,no,yamelovanaarreglaraquí.Pormisovarios.—Comoquieras.Oye,¿sabesyaadóndequieresquetemandemosel

coche?—Acasa.—Muybien—anoté,meneandolacabeza;despuésdetantomarear,a

dondeselemandabaelnoventaporcientodelasveces.—Esosí,Mónica,novolváisamandarmeunputotaxi.—¿Cómodices?—Que no me mandéis un taxi, como a los invitados de segunda.

Mándameuncochedeproducción.ComoaAriadna.Aellaseguroquenolehasmandadountaxinunca,¿aqueno?

—Mira,Cristina,mandamosloquehay,enfuncióndelademandadecada día, y la compañía de taxis con la que trabajamos tiene cochesnuevos,eslaprimeravezquealguiensequejade...

—Medaigual—meinterrumpió—.Yatehedicholoquequiero.Ysivuelves a mandarme un taxi me quejaré donde tú sabes. No te voy aconsentirquemehagasdemenos.Nitúninadie.

Loqueelcuerpomepedía,naturalmente,eramandarlaalamierdayluegomandarle el taximás roñoso que estuviera disponible enMadrid.Parahacerleverquenoleenviábamosuncocheacasaparareconocerlesu estatus, sino porque no nos fiábamos de que semejante zumbada sepresentaraa suhorapara lagrabaciónsidejábamosquevinierapor sus

propios medios. Pero aquella niñata ensoberbecida que no habíaterminadolaESOsabíaelterrenoquepisaba,almenoslosuficientecomopara tener claro que con mi grado y mi máster y todas mis ínfulas deperiodista yo no era enemiga para ella. En su perfil de Twitter, quepromocionaba convenientemente escotada, atesoraba nada menos queochocientosmilseguidores:cuatrocientosmilporcadateta,oloqueeslomismo,cadaunadeellasteníamilvecesmásseguidoresqueyo.Esomeponíaenmilugar,ysiosabainterponermeensucaminomepasaríaporencimacomounbuldózer.Asíquemetraguéelorgulloylerespondí,conmitonomásconciliador:

—Letrasladotuexigenciaaproducción.—Sí,peroprocuraquesecumpla,omequejoigual.—Descuida.Alascincoenpuntolotienesahí.Gracias.Laescaramuzamedejótanmalsabordebocaquemelevantédemi

mesayledijeamijefaquesalíaunmomentoatomarelaire.Noeralaprimera vez ni sería la última, ella ya sabía con quién había estadohablando y hasta habría puesto la oreja, así que se limitó a levantar elpulgarenseñaldeasentimiento.Silosfumadorespodíansalircadaciertotiempo a ahumar la terraza del edificio, los que no lo éramos tambiénteníamos derecho a un desahogo equivalente. Las vistas no eranespectaculares, pero tampoco estaban mal. Al menos, a mí me gustabaaquelpaisajedestartaladode tejadosyazoteasqueformabaelskylinedeMadrid.Laterrazaestabadesiertaaesahorayunsolagradablecaldeabaelaire.Saquélosauricularesymedispuseaoírunacanción,laqueenesemomentodecidierami teléfono.Ledialplayenmodoaleatorio, inspirécon fuerza y cerré los ojos. El azar quiso que fueraCompass,de ZellaDay.Unacanciónquemehabíaatraídoporlamúsica,yacuyaletranuncalehabíaprestadomuchaatención:

Takemetothegardenofyourecstasy,Makemyselfaheavenfromyourfallenleaves...[4]

Fue en esemomento, sin pensarlo ni retrasarlomás, espoleada porestosdosversosyporaquelnuevodesairedemiaperreadavida,cuandolo hice. Busqué su número, que tenía guardado en la memoria delteléfono, y empecé a teclear el mensaje. Lo hice sobre la marcha, sindudarsobreelcuándonieldónde.Alolargodelosdíasysobretododelasnochesanterioreshabíasopesadomúltiplesposibilidades:citarlomás

tardeomáspronto,enun localmuyconcurridooenun lugarsolitario,mástodalagamadeopcionesintermedias.Aquelmediodíadejueves,conla amargura reciente de la humillación que una malcriada acababa deinfligirme, quise que fuera algo que me resarciera de todas las cosasruinesyme sirvierapara construirun recuerdo luminoso, frente a tantamugrecomomerodeaba.Yescribí:

PalaciodeCristaldelRetiro,estesábado.¿Puedesalasseis?

Noloreleísiquiera.Lediaenviaryenesemomentomicorazónseaceleró y empezó a tabletear como una ametralladora. Fue tan violentoquecasihubedeapoyarmepararecuperarelresuello.Comoenunanube,sintiéndomeingrávidaylevementemareada,regreséhacialaoficina.Medisponíaasentarmeotravezanteelordenadorcuandounavibraciónmeavisó desde el bolsillo donde llevaba el móvil. Lo saqué con manotrémula,loencendíyviqueteníaunsms:

Puedo.

Yamehabíapuestodosveces todomiguardarropa cuando a esode lascinco y cuarto de aquel sábado decidí rendirme y dejarme encima unosvaqueros cómodos y una blusa que dejaba entrever algo, pero nodemasiado.Quería ir caminandohaciaelPalaciodeCristal,ynoqueríaverme forzada a hacerlo deprisa. Quería disfrutar del paseo, por siterminaba siendo la mejor experiencia del día. Lo que esperamos nosiempre resulta estar a la altura, pero los instantes de espera, cuando lailusión aún semantiene intacta, y cuando se tiene la intuición de que seesperaalgoquevalelapenayquepodríallegar,sondelaspocosespaciosdeplacidezyplenitudqueconoceelalmahumana.Megustatantocaminar,y esperar, como esperar mientras camino. Recuerdo varias de esascoyunturas,yafueraenveranooeninvierno,oenunaprimaveracomolaqueasomabalosdientesenaquellaúltimasemanademarzo.Ydiríaqueha sido en ellas cuandome he sentido y he sidomejor.Cuando caminohaciaalgoquedeseo,yquecreoquepuedeconcedérseme,todoloquemecruzo se ilumina, empezando por las personas. Esos seres a los que enotros momentos, la mayoría en realidad, borro mentalmente de lospaisajes que se ofrecen a mi contemplación, adquieren en semejantecircunstancia un significado valioso y gratificante. Da igual que seanhombresomujeres,viejosoniños,guaposofeos,pijosomendigos.Conel telónde fondodemisexpectativas semeaparecen iluminadosporunfulgor que los redimey que de pasome redime también amí.Quisierarecordar ahora a quienesme crucé aquella tarde, pero el paseo fue tanapacible que ni siquiera se grabaron en mi memoria los rostros ni lasfiguras.Todoloquevimeparecióbueno,porquederepente,ydespuésdemuchosmesesdelocontrario,yomismameparecíabuenatambién.

Lo que no quita para que estuviera como un flan, ni para que, tan

prontocomodivisélasiluetafamiliardelpalacioentrelaespesuraverdeyreciénestrenadadelRetiro,eltemblorseconvirtieraenunasacudidacasiespasmódica,quemevienlanecesidaddesentarmeduranteunosminutosen un banco cercano para poder aplacar. De paso, hice tiempo, porquehabía llegado con siete minutos de adelanto y mi concepto de lapuntualidadseciñeaunahorquillamásestrecha,tantoantescomodespuésdelahoraestipulada.Aesodelasseismenostresminutosmepuseenpiey caminé derecha y sin prisa hacia la entrada del edificio. Mientrasavanzaba,measaltódeprontounaduda:¿habríaentendidoquelacitaeraanteelpalaciooensuinterior?Lapreposiciónquehabíautilizadoenmimensaje era en, con lo que la segunda interpretación era más queplausible; de hecho, era más propia, y nada extraña tratándose de uninmueble de titularidad municipal abierto al público. A cuenta de estazozobra tuve ocasión de torturarme intensamente durante el brevetrayecto,aunquealfinaloptéporquedarmeplantadaalaentrada,mientrasmemaldecíapormi inexactitudy losnerviossemedescontrolabanmásdeloquemeconvenía.

Noayudóaapaciguarmequedieranlassiete,ylassieteycinco,ylassiete y siete, y allí no apareciera nadie. Me planteé entrar, por si meesperabadentro,measoméunascuantasveces(laventajadelasparedesdecristal,aestosefectos,esquenoocultanelinterior).Alfinal,aunquenolehabía visto desde fuera, acabé rindiéndome y entrando de mala gana abuscarle. Serían aproximadamente las siete y diez cuando deduje que elresultadodesudeliberaciónconsigomismohabíasidoquenomerecíalapena acudir a la cita que le había propuesto. No podía considerarmeestafada,niofendida,entantoquesemehabíaadvertidoexpresamenteesaposibilidad. Lo que sí podía sentirme era defraudada, ninguneada yridícula, porque yo sí había acudido y había estado allí, esperándole,comounaperfectacretina.Sinembargo,decidíreaccionarcondignidad.Me planté ante la puerta e hice una última comprobación a izquierda yderecha.Visto lo visto, que fue nada,me ajusté el bolso en bandolera yechéaandarconparsimoniahaciaelestanque.Podíandejarmeplantada,pero lo quenopodían era impedirmeque aprovechara la tardepara, yaque estaba allí, airearmey hacer una visita amis rincones favoritos delparque.Cuandonadietequiere,siempretequedalaopcióndequererteunpocotú.

Habría caminadounos treinta pasos cuando alguienme llamó, y lo

hizoporminombre,quenimegustanimedisgustaespecialmente,peroquefueextrañoyplacenterooírenaqueljustoinstante.

—Mónica.Losiento.Lasangresehelóenmisvenas.Apretélosdientesymevolví.—Hombre—dije,alverle.Vestíapocomásomenoscomolaotravez,aunquelosvaquerosyla

camisa podían ser otros. La cazadora de cuero, veterana y curtida, mepareciólamisma,aunqueadistintaluznopodíaasegurarlo.

—Tedebounaexplicación—admitió.Meneélacabeza.—No hay excusas para la impuntualidad, nunca. Si uno llega diez

minutos tarde, siempre pudo salir diez minutos antes. En realidad, lohabríahecho,silacitalehubieraimportadolosuficiente.

—Nohellegadotarde.Hehechoalgopeor.—Pormirelojsíestarde.—No acabo de llegar. Llevo media hora aquí. Te he visto venir,

sentarteenaquelbanco,esperaralapuerta,entrar,salir,todo.—¿Mehasestadoespiando?—Observandoconventaja,digamos.Estáfeo,losé.—¿Porqué?—Precaución.Queríavercómotelotomabas.—¿Elqué?—Quepudieranohabervenido.—¿Ycómomeloibaatomar?Estabaavisada.Soycoherente.—Esolosé,ahora.—Oye,¿dequévaesto?—Cicatrices. He conocido mujeres con mal genio. No quiero

conoceraningunamás.Nomehacenbien,niyoaellas.—Yotambiénheconocidohombrestramposos.Tampocomevan.—Hasidounatrampatransitoria.Acabodedesmontarla.—Esotendréqueseryoquienlodecida.—Desdeluego.Aquímetienes.Notengomástrucos.Memostrólaspalmasdesnudas.Nomeconvenció.—¿Eranecesariojugarasíconmigo?—lereproché.—Para probar algo hay que provocarlo. No vale imaginarlo, ni

preguntar.Laimaginaciónylagentemientensiempre.—¿Siempre?¿Esocrees?

—Siemprequebuscanagradar.—Ah.Poresohaselegidoserdesagradable.Yventajista.—Comprendoqueestésmolesta.Tepidoperdónotravez.Ysitehe

molestadomásdeloquepuedesperdonarme,meesfumosinmás.—¿Esfumarte?He tardado una hora ymedia en elegir lo que iba a

ponerme.Ahoratetocaentretenermeunrato,porlomenos.Bajólosojos,risueño.Luegovolvióamirarmeydijo:—Tesientabien,loquetehaspuesto.—Noseaspelota.Asínoloarreglarás.—No soy pelota. Si me conoces, verás que nunca digo lo que no

quierodecir.Malgastéalgunasalivaasíenelpasado.Yano.—Quenodicesnadadeloquenoquieresyameconsta.Porcierto,y

sóloporsaber,¿vasaseguirjugandoalagentesecreto?—Nojuego.Cuentoloquecreoquepuedoydebocontar.—Esonoprometemucho.—Yo no prometo nada. Soy esto que ves, nada más. De promesas

estánlosjuzgadosllenos.Yamínomegustanlosjuzgados.—Uy—exclamé—.Ahínomehassonadonadatranquilizador.—¿Hasestadoenalgunoalgunavez?—No me dedico al narcotráfico, ni a la trata de personas, ni he

llegadoainjuriaranadieconsuficienterepercusión,metemo.—Yo tampoco me dedico a nada de eso, pero me ha tocado pisar

alguno.Ysilosconocieras,tambiénprocuraríasevitarlos.—Vale, mensaje recibido. Quiero ver la exposición que hay en el

palacio,¿meacompañasotúnoeresmuydeexposiciones?—Nosoymuydeexposiciones,peroteacompaño.—Gracias,esotevaleunpunto.Asíqueyatienescero.Loacatóconmansedumbre.—Poralgoseempieza.La exposiciónme había llamado la atención cuando había entrado,

pero tampoco tanto.Loque realmentemeapetecíaerapasarun ratoallídentro, y aprovecharlo para tranquilizarme y tomarle la distancia y lasmedidas ami acompañante, de quien,más allá de su charla lacónica, sumirada y sus gestos, seguía sin saber nada. También, supongo, queríapoderhaceralgúndíaestoquehagoahora,recordarmeallíconél,enlaatmósfera irreal de aquel espacio de paredes transparentes que se teñíandel verde de las hojas de los árboles que tenía alrededor. A tal fin, la

exposición,quetansóloconsistíaenunasmecedorasdesperdigadasporelespacio vacío, conun libro atado al brazode cadauna (alguna clase demetáforadelalectura,deduje,conesalógicapuerilqueabundaenelartecontemporáneo), no podía ser más idónea. Su mayor mérito eraposiblemente no aspirar a poner mucho dentro, sino vaciar al máximoaquel edificio que por sí solo tenía mucha más alma que cualquierpamplinaconquepudieranrellenarlo.Aretazosseveía,entrelascopasdelos árboles, el cielo azul intenso, ese azul puro y rotundo que tiene elfirmamento de Madrid cuando alguna tormenta o algún vendaval lelimpian la cochambre de las calefacciones y los motores diésel que elayuntamientotoleraconinfinitaindulgenciaynotoriodesdénporlasaluddesusciudadanos.

Paseéentrelasmecedoras,hastamesentéenalgunadeellas(habíaunletrero que indicaba que se podía, e incluso hojear los libros, queresultabanestar escritos, todos, en lenguasextranjeras).Meconvertí así,porunmomento,enpiezade laexposición.Cuandomevioallí sentada,Ramónmesondeó,conexquisitaprudencia:

—¿Teapetecequetehagaunafoto?Sevebonito.Mepillócompletamentedesprevenida.Eraloúltimoquebuscaba,lo

últimoqueesperaba,ynosupequéeraloquepretendíaél.—Con tu teléfono, naturalmente—aclaró, como si se percatase de

repentedelaposibleinconvenienciadesuproposición.—Hazlaconeltuyo,siquieres—leofrecí.—Lacámaraesunacastaña.Yasínopodrásguardarla.—No sufras por la calidad. Y me permito suponer que no tendrás

inconvenienteenmandármelaporWhatsApp.Esgratis.—Nousodeeso.—PuesporBluetooth.Hazla,anda.Sacó su teléfono, posé, encuadró, disparó. La foto la tengo ahora

sobreunarepisa,enmarcada.Noesgrancosa,técnicamentehablando:esverdadquelacámaradejaquedesear,aunqueelencuadreyelángulosonbuenos,yrealzanalamodelo.Megustapensarqueeslaprimeravezquememiró de verdad, la primera vez que quiso recordarme.Me gustamicaraenesaimagen,porqueeslacaradequiensesientetratadacomoaunalegustaquelatraten.Megustaelverdedelfondo,yesasensacióndeestarenunbosquebajocubierto,enunescenarioconcebidocomounaburbujaprotectora por alguien que sabía del miedo, y también de cómo

enfrentarlo, con la única arma que logra hacer alguna mella en él, labellezaescurridizadelmundo.

—¿Mehassacadoguapa?—pregunté.—Yodiríaquesí.Aunqueesosiempreessubjetivo.—Nohacefaltaquetecontengas,ahora.—Amímegusta.Parecescontenta.Yenpaz.—¿Nosenotanadaqueestoynerviosa?—No,laverdad.Mepusebruscamenteenpie.Losnervios,nomentía.—Megustaríadarunpaseo.¿Teapetece?—Claro.Tambiénmevendrábienrelajarme.—Notecreo.Tútienesestocontrolado.—¿Esasensacióntedoy?—Desdeelprimerminuto.—Quéva.Estonopuedecontrolarsenunca.Sólopuedesintentarno

salirdemasiadotrasquilado.Ynisiquieraeso,alfinal.—Considerandoesaactitud,mesientohalagada.Salimosytomamosunsendero.Medejóqueeligieraelrumbo,como

laconocedoraqueparecíaser.Tomélamismadirecciónqueantes,haciaelestanque,enlaqueseencontrabamiotrorincónfavoritodelRetiro.Loconfieso:tambiénmeapetecíarecordarleallí.

—¿Hacemuchoquenoteníasunacita?—preguntó.Preferínoengañarle.—Quemeinteresaradeveras,siglos.Deesasqueunasabedesdeel

principioquemásvaldríarehuirlas,notanto.¿Ytú?—Yo no tengo que esforzarme en distinguir. Siglos, de cualquier

tipo.Digamosqueúltimamentehepreferidoevitarlasituación.—Otravezmehalagas.¿Teestáspasandoalpiroposutil?—No.Asíes,simplemente.—¿Yesoporqué?—Noencontrérazonesparabuscarla.Nohayquehacerlascosassin

unarazón.Esunamalamaneradegastareltiempo.—Entonces,¿creesquehayrazonesparaesto?—Meparecequepodríahaberlas.—¿Porqué?—Esascosasnoseexplican.Sesaben.—Dejaquemepongaracional.Noséquiéneres,nosabesquiénsoy.

Noshemosvistounanocheenunantro,esoestodo.—Yhemosvenido,losdos,alcabodeunasemana.—Esonolesumamucho.—Conmenossehanhechofamilias,países,guerras.—Nomeparecesdeltipoinconsciente.—Nolosoy.Ytútampoco.Poresoquisedartetiempo,paraqueno

vinieras,paraquepudierasolvidarte.Perohasvenido.—¿Y?—Yyasabesaquéatenerte.Un escalofrío me recorrió la columna vertebral. Sí, sabía a qué

atenerme, las reglas estaban claras y habían sido enunciadas de formainequívoca.Yasíy todo lehabía llamado,yhabíavenido,a sabiendasyqueriendo. Pero en algún momento habría que pasar de la teoría a lapráctica. Y de pronto eso me importaba, con él, como no me habíaimportadoconlamediadocenadecapullos(nohabíansidomás,perolacifrayaeracomoparaquenomesintieraorgullosa) a losqueenmalahoraleshabíaabiertolasbarrerasysoltadoloscandados.Lamemoriaesbenévolaysabeborrarconeficacialoquenuncadebióhabersidoynadasignifica.Noteníaclaroquelograrareduciraesacategoríaloqueaquelencuentro terminara deparándome. Después de mucho descuidarme ydescuidarmiscosas,aquelloqueríahacerlobien.

Al llegar a mi destino, el monumento a Cajal, le propuse que nossentáramos en uno de los bancos próximos.La temperatura era suave ytodavíaquedabaun ratode luz.Recostadoyenvueltoen su toga, elmásgrande de los científicos españoles veía pasar la posteridad con esedesinterés que me lo había hecho simpático, en algún momento de miadolescencia,yquemellevabaavisitarlesiemprequepodía.

—Seestábienaquí—dijo,apenasnoshubimossentado.—Sí.Poresomegustavenir.Señalóelmonumento.—¿Tuídolo?—indagó,conironía.—Porquéno.Redujobastantelaignoranciadelgénerohumano,yen

especialladelosespañoles,queensutiempoeraingente.Ysiempremehagustadolaestatua,esaindiferenciaquetransmite.

—Creoqueaélnolegustó.—¿Ah,no?¿Ycómolosabes?—Tampocoestoyseguro,nisémuchodelpersonaje,perocuandoyo

era un chaval pasaron por la tele una serie sobre él. Entonces no habíamuchoparaelegirynostragábamostodo,aunquelaserienoestabamal,laverdad.Salíaelmomentoenque inauguraronestaestatua.Nosésieshistórico, el caso es que el Cajal de la serie se cabreaba porque noentendíaporquélehabíanpuestomediodesnudo.

—Novilaserie.Peromeloimagino.AfindecuentaseraunseñordelsigloXIX.Debiódeparecerledemasiadoatrevida.

—Supongoqueelescultorloquequisofuerecordarlocomoalguienmásalládeltiempo.Yporesolovistióderomano.

Noestabamalvisto.Nuncasemehabíaocurrido.Nosabíaaquésededicaba ni qué estudios tenía, tampoco mostraba en ningún momentoerudicióndeningunaespecie,másbienal contrario;peroaquelhombrereuníasensibilidadyperspicacia.Dosbazasparaseducirme,enunmundodondeesosatributosescaseancadavezmás.

—Te diría que me hablases algo más de ti —dije, al cabo de unsilencioqueseprolongósinincomodarme—.Peronosésisemepermitesaberalgomásdelopocoquemehasdichohastaahora.

—Noesungranasunto, tampoco tevayasacreer—observó—.Noquiero que te hagas cargo de mí, ni estoy en condiciones de hacermecargodeti,asíquenocreoquetengademasiadosentido.

—Yonopuedoevitarlacuriosidad.¿Túsí?—Sí. No necesito saber más de ti. Quiero decir, no tienes que

contarmetuvida,niloquehaces,niloquedejasdehacer.Loquequierascontarme está bien, no voy a decirte que nome guste saberlo. Pero nobusco comprometerte de ninguna manera. Prefiero que te sea fácil nollamarme,noverme,sisientesquenoteapetece.Yparaeso,cuantomenosnosenredemoselunoconelotro,mejor.Porahora.

—Eso quiere decir que prefieres que a ti te sea fácil no verme, nollamarme,sisientesquenoteapetece—interpreté,malévola.

—También.Creoenlaigualdad.Deverdad,nodeboquilla.—Al menos, lo tuyo me parece más honesto que la media de tus

congéneres,cuandobuscandondedesahogarse—opiné.—No me entiendas mal. No estaría aquí con alguien que no me

gustasedeveras,yquenomeimportaradealgunaforma.—Ya,deaquellamanera.—No,deverdad.Enaquelmomento,supongo,mesentíinsegura.Sóloesoexplicaque

reaccionaradeunaformaquemeavergüenzarecordar.—Notienesqueecharmanodetantoadornoparaenvolverlasganas

defollar.Noconmigo,niestatarde,porlomenos.—Follaresfácil.Ynovaletanto.—Enesoestamosdeacuerdo.—Nosésidelmismomodo.Creoquenomehasentendido.—Explícamelomejor,entonces.Memirótandefrentequemediomiedo.—Hacedosañosqueno follo—dijo—,ypodríahaber seguidoasí

perfectamenteotrosdos,sinotehubierascruzadoenmicamino.—Andaya—merevolví,apartandolavista.—Puedodemostrarlo.—No,nopuedes.—He traído una canción. Quería que la oyeras un pocomás tarde,

perocreoqueesmejorquetelapongaahora.¿Tedejas?—¿Unacanción?¿Paraqué?—No soy bueno con las palabras. A veces me cuesta decir lo que

siento,yprefieroquealguienlodigapormí.Escucha,porfavor.Mesentítanraraqueledejéhacer.Trasteóensuteléfono,lesubióa

topeelvolumen.Lenta,majestuosa,arrancólacanción:

WhenyouwereherebeforeCouldn’tlookyouintheeye.You’rejustlikeanangel,Yourskinmakesmecry.[5]

Radiohead.Creep. Vi cómo se le humedecían los ojos y lo acepté:tocadayhundida.Apartirdeeseinstante,yyasiempre,lecreí.

—Hereservadounhotel.Me lo dijo con una naturalidad que me desarmó. Confieso que al

principio me resultó desconcertante, incluso algo sospechoso. Por uninstante,mientrasveíaalagentepasarporelpaseoquediscurríajuntoalmonumentoaCajal, llegóaresultarmedemalgusto.Peroluego,apenasrecapacité,lovicongruenteconloquemehabíadichohastaallí,yhastaacabópareciéndomelocontrario,unrasgodeelegancia.Meayudóque,alvermidesconcierto,quisieraexplicármelo:

—Estácerca,esagradable.Penséqueeralamejormaneradeimpedirque pudieras sentirte incómoda, ahora o después. Pero si me heequivocado,notienesmásquedecírmeloycancelolareserva.

Elpuntodepartidaeraqueuna semanaatrásyo lehabía invitadoasubir a mi casa. También, aunque eso no se lo había revelado, ni meapetecía especialmente detallárselo, que ese mismo ofrecimiento se lohabía hecho en su día a un par de individuos que lo habían aceptado,forzándomeaensancharunpocomásmiszonasdeamnesia respectodemipropiabiografía.Siaesapremisaseleuníalamiradafrancaconqueseexplicabayseofrecíaadeshacerlo,simemolestabaodesagradabadealgunaforma,difícilmentepodíaenfadarmeconél.

—¿Enquéhotelhasreservado?—NHAtocha.Es bastante digno, y está aquí al lado.Bueno, y sólo

tienetresestrellas,quehastaahímealcanzalanómina.Megustabasusinceridad,peroalgomeescamó.—Veoqueloconocesbien.¿Quénúmerohago?—¿Cómodices?—¿Acuántashasllevado,antesdemí?Nohizoningúnaspaviento,antemimaliciosasuposición.

—Aninguna—selimitóaasegurar,convozfirme—.Nisiquieraheestado.Hevistolashabitacionesporinternet.

—¿Melotengoquecreer?—Sólosiquierescreerlo,peroeslaverdad.Decidícreerle.Yalgomás.—Te creo —dije—. Y me parece bien. Los dos sabemos a qué

venimos, ninguno puede llamarse a engaño y eso esmérito tuyo. Te loagradezco.¿Quieresquevayamosdandounpaseohaciaallá?

—¿Ahora?—dudó—.¿Noquieresqueantes...?—Paraquéesperarmás.Vamos.Mepuseenpieyletendílamano.Recéparaquenometemblara,y

no lo hizo. Él la tomó y se incorporó a su vez.Quedamos así, frente afrente,mirándonosalosojos,duranteunossegundoslargosyapacibles,apesardelardorquesehacíasentirenmisvenasydiríaquetambiénenlassuyas. Cualquier duda quedó disipada entonces, y el pacto sellado. Noquisesoltarsumanoyéltampocohizoporsoltarla.Echamosaandarsinpremura hacia el Ángel Caído. Quería alargar aquel instante, seguiralimentandolabellezademirecuerdo.Yporunavez,medicuentadequenoestabasolaenesepropósito.

Alpasarjuntoalaestatua,selaseñaléylepregunté:—¿Sabesaquéaltitudestá?—¿Altitud?Puesno.¿Por?—Tienesuaquel:666metrossobreelniveldelmar.—Vaya.—Dicenqueesunacasualidad.¿Túcreesenlascasualidades?—Hastaciertopunto.—¿Y qué opinas de que le levantaran una estatua al diablo? En su

tiempohuboquienseescandalizó.—Haymuchoscanallasconestatua.Yonomeescandalizo.—¿Puedoconfesartealgo?—Siquieres...—Amímecaebien.¿HasleídoelFaustodeGoethe?Meneólacabeza,unpococortado.—Metemoqueno.Soyunlectormediano,atantonollego.—Yo lo leí por esnobismo, supongo.No es entretenido, pero tiene

algoprecioso.Eldiablo,Mefistófeles, queesde largoelpersonajemásinteresantedellibro,seestremecedeamorcuandolosángeleslearrebatan

elalmadeFausto.Deamoralosángeles,¿entiendes?—Entiendo.Meobservó,comprensivo.Depronto,meentróvergüenza.—Perdona,esunapedantería.—No, capto la idea.Y tiene sentido.Amí tambiénme gusta que el

escultorresalteeldolordelángelporsucaída,antesquelamaldadquelehacecaer.Lamaldad,aveces,escuestióndeinterpretaciones.Eldolor,no.Alfinal,eslaúnicaverdadquenosalcanzaatodos.

—Quiennosoiga...Estamoshechosdospecadores—bromeé.—Siempre que lo seamos de buena fe y sin mala intención, y no

creamossermejoresdeloquesomos,Diosnosperdonará.—¿Esocrees?—Esloqueharíayo.Tomamos la sendaquedesciendedesde el ángel endirecciónhacia

Atocha, bajo un firmamento que empezaba a teñirse de esos naranjasescandalososeincendiariosquesoncorrientesenMadrid.Enunospocosminutosestaríamosenelhotel,ynoquisequebrarelsilenciodeaquellospasos finales, el encanto de los restos últimos de la espera.Caminamosasí,callados,delamano,comosienlugardedosdesconocidosfuéramosdos almas hermanas bañadas por el sol que deslumbraba al Luzbel debroncequeacabábamosdedejaratrás.

En la recepción del hotel, Ramón se encargó de todo. También lepidieronmiDNI, que le pasé, algo azorada. Por lo demás, fue el únicomomento tenso de la operación. La recepcionista era unamujer de aireaséptico, que pensaría para sus adentros lo que fuera, pero se cuidó dedispensarnos otra cosa que una amabilidad profesional. Mientrassubíamos en el ascensor, noté cómo mi corazón se aceleraba. Busquéentoncessusojosylosencontré,serenosycálidoscomosiempre.Consupulgarmeacaricióeldorsodelamanoquesujetabaenlasuya:despacio,sinprecipitarse,comodándomeaentenderquesabíaloquesentía,yqueaéllasituaciónnoleimponíamenosqueamí.

Seadelantóaexplorar lahabitación.Noeramuygrande,alrededorde unos quince metros cuadrados. A través de los visillos entraba elresplandor del ocaso, pero apenas bastaba ya para vernos las caras.Encendiólaslucesycorriólacortinagruesaqueservíaparaocultaralacallelavisióndelinteriordelahabitación.Hechoesto,quedamoslosdosenpie,mirándonos,cadaunoaunladodelacama.

—Bueno—dijo.—Bueno—dijeyo.Yentonces,sucedió.Mientrasescriboestaslíneas,nosésiformarán

parte de algoque alguienvaya a leer algúndía, y por tantonadapuedoprever, o descartar, respecto de cuáles serán las expectativas de esehipotéticolectorolectora.Sinembargo,séquehayquienes,alllegaraquí,esperaránquemerecreeenpormenorizadasdescripcionesanatómicas,demecánicasamatoriasyhastadedinámicadefluidos.Sólopuedodecirlesque me dispongo a decepcionarles, y que a efectos de satisfacer susnecesidades, además de una bibliografía en incesante crecimiento,disponendemillonesde terabytesen internet,concuyaespectacularidad,incandescenciaoaberraciónno soy tandesaprensivacomopara intentarcompetir,por loqueésteesbuenmomentoparacambiarde lectura,conmisdisculpasporelmalentendido.

Loquequiero contar, dejando a la imaginacióny la preferenciadecada cual los detalles concretos, son las sensaciones con que se fuearmandomiconviccióndequeaquelhombreeraelhombre.Dequeaunenigmáticoyhastacicateroendarmecuentadesuvida,eralimpioyeradeverdady,porencimadetodo,yoqueríaestarconél.Comenzócuandoterminédequitarlelaropaycasisufrióunaconvulsión.

—¿Estásbien?—pregunté.—Sí—dijo,riéndose—.MepasacomoaMefistófeles.—¿Cómo?—Meestremecemiraraunángel.Ymássinollevanadaencima.—Erestonto.—Enserio.Yhayalgomás.—Qué.—Quehacedosañosquenomeveoenunacomoésta.Telodije,yte

dijequepodíaprobarlo.Aquílatienes,laprueba.—Nohacíafalta.Yatehabíacreído.—¿Seguro?—Alprincipiono—admití—.Peroahorasítecreo.Continuóluego,cuandomedejéirentresusmanosyélmetocóde

aquella forma, comonadiemehabía tocadonunca, con esahambre, esalentitud y esa reverencia; con una dulzura que desbordaba deseo, unameticulosidadquemanteníaarayalaimpacienciayunaferocidadquesecompenetrabaconlamía.Micurrículumamorosomehabíadeparadode

todo:desdeeldistraídohastael acróbata,pasandoporelquenopillaelpaso ni a tiros y el que se las da de saberse comonadie el compás; sinfaltarelquevasinmásalosuyo,elqueestáenotraparteyelquedepuropegajosollegaaempalagaryagobiar.Siemprehecreídoquenadarevelacontantaprofundidadaunapersonacomosuformadejuntarsucuerpoaldeotra,ymiexperienciaeneseterrenomehabíaconducidomásquenadaa la desazón, y de paso a la insatisfacción conmigomisma, salvo muycontadasexcepciones:apenasindultabaaErnestoyalgúnotro.Conaqueldesconocido, sentí que estaba de pronto en un territorio nuevo einexplorado.Supiel,surcadaporunpardecicatricesinusuales,enlasqueno pude dejar de reparar, era suave y recia a la vez; sus manos y susbrazos,fuertesycuidadosos.Sabíairacordandoyvenciendo,agasajandoydoblegando.

Y culminó cuando llegó la hora de la verdad: encontrando, yrindiéndome a la necesidad de entregarle, eso que está en el fondo detodosnosotros,esoqueformapartedenuestrossueñosmásescondidos,yque sóloquien realmentenos conoce, desde antes de conocernos, puedelograrquedesvelemossinavergonzarnosynosavengamosacompartir.Nunca, antes de aquella tarde, me había dejado ir tan abajo por esapendiente; nunca antes, y haciéndolo con él fue cuando lo comprendí,habíatenidoquiensupierajustificarlo,merecerloyhacerlotaninevitable,transparente y placentero como él lo hizo.Me arrepentí en el fondodelalmadehaberleacusadoantesdenobuscarotracosaquetirarseaalguienque parecía estar disponible. No sólo era injusto porque podía haberlohechosietedíasatrásynohabíaquerido,sinoporqueviqueloqueteníaenmentey loque lehabía traídoamí, lejosde lamezquindaddeotros,paraquieneshastaeseverboveníaancho,eraalgotansinmedidaquenohabíapalabraparanombrarlo,salvoquecedierayutilizaralaquequeríayno quería utilizar. Quien sólo te folla te da la libertad de puntuarle yolvidarlo; quien acierta a amarte, y a provocar que le ames, antes odespuésserátucárcel.

Decidimosnosaliracenaryquedarnosenlahabitación.Elserviciode habitaciones del hotel no tenía una gran oferta, pero con un par desándwichespudimoscalmarnuestroapetito.Unavezquedimoscuentadeaquellacenafrugal,volvimosatendernosenlacama,bocarriba,mirandoeltechoconlasmanosentrelazadas.Porunmomentotemíqueélagarraraelmandoyencendiera la televisión,peroaquella idea,por fortuna, sólo

pasópormi cabeza.Con lamano libre alcancémi teléfonomóvil ymepusearecorrerlalistadecanciones.

—¿Algunallamadaperdida?—lomalinterpretó.—No.Ymedaigualsilahay.Estoybuscandounacanción,acabode

acordarmedeella.¿Medejasquetelaponga?—Claro.—Porcierto.¿CómosabíasquemegustabaCreep?—Nolosabía.—Puesahímeganaste.—Loquesí sabíaesque, sialgunavez lahabíasoído,nopodíano

gustarte.Salvoquenotuvierascorazón.Ymedaquetienes.—Tengo—dije,mientrasponíasumanosobremipecho.—Si quieres, cuando volvamos a vernos, elijo otra canción y te la

traigo.Ytúpuedeshacerigual.Aversiacertamos,comohoy.—Esperaaoírlamía,antesdeestartanseguro.—Vaya—exclamó—.Nomehasdichoqueno.—¿Aqué?—Alodevolveravernos.—Seráporquenomeparecemal.Lo dije mirándole, sin inmutarme, como si no significara lo que

significaba:quemehabíaconquistadoymeteníaasumerced.—Niamí—replicó—.Dehecho,megustaría.—Amítambién.Decidido,entonces.Alfindiconlacanción.Pulséelplayyempezóasonar:

QuandtuesprèsdemoiCettechambren’aplusdeparois...[6]

Ramónarrugóelceño,comosinoacabaradeidentificarla.—¿Laconoces?—Mesuena,peronocantadaporunamujer,¿quiénes?—CarlaBruni.LadeSarkozy—expliqué,paraubicarle.—¿Ah,sí?—semostrósorprendido.—Lamisma.—Peroestacanciónjuraríaquelaheoídoenitaliano.—Ysiesperasunpocomás,aellatambién.Se quedó callado, escuchando, y yo con él, hasta que arrancó la

segundapartedelacanción,enelitalianodelaversiónoriginal.

—Ahorasí—la reconoció—.Yyameacuerdo.Se laheoídoaesecantanteitalianodelanarizgrande,ah,¿cómosellama?

—¿FrancoBattiato?—Ése.—Elcieloenunahabitación,setitula.¿Tegusta?—Megusta,sobretodo,queenlahabitaciónestéstú.No me habría importado mucho que mintiera, en aquel momento,

perosentíquelodecíadeverdad.Yesomeinfundióvalor:—Quierodormiraquí.¿Podemos?Metemíaunaexcusa.Nolahubo.—Podemos.—¿Ydesayunarjuntos?—También.Ahora sémás de lo que sabía entonces, de aquella canción.Que el

títulooriginalesIlcieloinunastanza,yquenolacompusoBattiato,sinoun cantante algo mayor que se llama Gino Paoli. Y cuando se la oigocantaracualquieradelosdos,noimportadóndeesténiquéhorasea,semeponelacarnedegallinaymeechoallorar,porque,comoéldijojuntoal ángel, el dolor es la verdad que a todos alcanza, y como escribió elpoeta,enitalianojustamente:Nessunmaggiordolore…

Lafelicidad...Parasersincera,nuncahabíaterminadodecreerenella.Nisiquiera en los mejores momentos con Ernesto, porque sobre aquellosiempre pendían demasiadas amenazas, y aun algo más, elconvencimiento, por su parte y por la mía, aunque no quisiéramosadmitirlo, de que nos traíamos entre manos un juguete que nos habíandado ya roto. La felicidad, ahora puedo recordarlo y contarlo, inclusodebo, existe y es pasear de la mano bajo el sol deMadrid, camino delmetro, después de haber desayunado tranquilamente, y que al llegar almetro cada uno vaya a tomar una dirección distinta y eso no importe.Porquesabesqueesasmanosvolveránaentrelazarseunasemanadespués,que será así y no será de otromodo, salvo que el destino,Dios, pongacadaunoquienlecorresponda,decidadeprontodeshacersupropiaobradeanudarlas,algoquenopuedesucedertanpronto,algoqueenelfondodelcorazónsabesquenovaaocurrir.Lafelicidadessepararseynotenermiedodenovolveraverse,despedirseconunbesorápidoenelandényluegoviajarsentadaenelvagónrumboalasoledaddetucasa,quedesdeque existe el otro, y desde que se produjo el encuentro, ya no es unacondena,sinootrolugardondeesperar,serenayconfiada,laoportunidadde recobrarlo todo, entero y sin menoscabo, mejor aún que en elcomienzo, tan sólo una semana después, siete días que, para variar,tendránunoporunosentido.

Me dijo, durante aquel desayuno, mucho más de lo que me habíadichoantessobresuvida.MecontóquetrabajabafueradeMadrid,quelosfinesdesemanaveníaaverasumadre,queeraviudayestabayamayoryalgodelicadadesalud,yqueteníaporcostumbrepasarlosdomingosconella.Acambio,yolecontémisituaciónfamiliar:tambiéndedicabaamispadreseldomingo,conladiferenciadequelosdosvivíanyamboshabían

vueltoacasarseconotrapersonacon laquenomeentendíademasiado.No podía decir que mi padrastro ni mi madrastra fueran mala gente,simplementeemitíanyrecibíanenotraondayyonohabíalogradonuncasintonizar con ellos ni comprender por qué mi madre y mi padre, quedesde luego no estaban hechos el uno para el otro, y bien hicieron ensepararse,sehabíanamarradoaellos,conquienesnolesveíayomuchamásafinidad.Entodocaso,esonoeraasuntomío;loquesíeracosamíaera dónde y con quién vivía yo, y por eso había agarrado al vuelo laprimeraocasióndenohacerloniconunoniconotra,sinoenmipropionido.Desdeentoncesrepartíaequitativamentemisdomingos,quededicabaporturnoacomerconpapá,ysumujer,ymamá,ysumarido.Sinomeacuerdomal,loquetocabaaquellasemanaeralapaellademimadre.

Esto nos explicamos, el uno al otro, lo que obró el efecto de queningunosesintierapresionadoparaestarjuntosmásalládeldesayuno,yllevó a que acordáramos, sin desconfianzas, volver a vernos el sábadosiguiente.NoconseguíconvencerledequeseinstalaraelWhatsAppensuteléfono(«yamevabastante lento»,alegó),peroquedamosenponernosalgún sms a lo largo de la semana para concretar la siguiente cita. Elprimeromeloenvióél,esamismanoche:

Megustaversalirelsolportucadera.Esmejorqueenlaplaya.

Hacíatantotiempoquenoempezabatanbienunasemanaquesonreídeorejaaoreja.Mepaséunbuenratopensandoquéresponder,aunquenoqueríatardarmásdeloindispensable.Alfinaltecleé:Yamíquequisierasamanecer conmigo. Ya tienes dos puntos.La respuesta no tardó más deunossegundos:Estupendo.Esperoseguirsumando.

Durantelasemananonosescribimosmucho.Ledejéaélquellevarala iniciativa, y por alguna razón, que asocié a su trabajo, siempre meescribía de noche. Eso sí, no falló ni una sola, y la del viernes,confirmandofelizmentemisexpectativas,fuedirectoalgrano:¿Dóndeyaquéhora,mañana?Nodudé:Dondeelotrodía,mismahora.Peroestavezvamos a mi casa. A lo que él contestó lo que había imaginado quecontestaría:¿Estássegura?Yaestoyo,loquemicorazónymicerebro,porunavezfuncionandoalunísono,medictaban:Completamente.

Esa tarde estaba esperándome, de pie ante el Palacio de Cristal,cuando yo llegué, un par deminutos antes de la hora. Sin necesidad de

hablar,tomésumanoylollevéadarunpaseo,algomáslargoquelavezanterior. Pasamos de largo delmonumento aCajal, seguimos camino ynossentamosfrentealquioscodemúsica,enelotroextremodelparque.Estábamosallísentados,disfrutandoensilenciodelatibiatardedeabril,cuandomeatrevíahacerlelapregunta:

—¿Quétallasemana?—Bien.Vaya,comotodas,másomenos.—¿Tutrabajoesmuyrutinario?—A veces sí y a veces no. Pero esta semana ha sido relativamente

tranquila.Laquevieneseráalgomásmovida.—¿Poralgoenparticular?Unasombracruzóporsuexpresión.Comosihubieradichomásde

lo que debía o quería decirme, interpreté. Sin embargo, en seguida serehízoyseesforzóporrecobrarelgestorisueñoyrelajado.

—Ah,no.Novasasonsacarme,Mata-Hari—dijo.—¿Esocrees,queteheseducidoparasacartetussecretos?—Cosasmásrarassehanvisto.Ahoraquelodices,meparecequees

más lógico esoquepensar que a una chica tan joveny tanguapapuedegustarledeverasuncuarentónfeoycascadocomoyo.

—Puesmegustas.Ygraciasporlamentira.—Quémentira.—Ladequesoyguapa.Encuantoalodejoven,notecreeríasloque

tedijeelprimerdía,¿no?—¿Quémedijiste?—Queteníadiecinueve.Fueunaidiotez,estabamuynerviosa.—¿Ah,esquetienesmás?Menudadecepción.—Noseasbobo.Tengodiezmás.—Muyjoven,igualmente.—Yanotanto.—Ytutrabajo,¿quétal?—cambióhábilmentedetercio.—Bien,porqueestasemananomeimportabanadaestarsubempleada

enunpuestomuypordebajodemisposibilidades,tratandoconpersonasalasquedenoserpormisueldoevitaríacomometermeenunjacuzzillenodepirañas.Es laventajaque tienequeen tuvidahayaalgomásalládeltrabajoconloquepuedasilusionarte.

—Esoespeligroso.Nopasesmuchomástiempoasí.—¿Cómo?

—Haciendoalgosinpasión.Medejódescolocada.Calibréloquehabíatrasesaadvertencia.—¿Túsientespasiónporloquehaces?—No siempre, porque eso no suele estar al alcance de casi nadie.

Peroconciertafrecuenciasí,notengoempachoenreconocerlo.Atravesamos luego el Retiro en dirección contraria, buscando la

salida más próxima a mi casa. Mientras caminábamos por el paseo deCoches,yluegoyafueradelparque,amedidaquenosacercábamosamibarrio,volvíasentirlosnerviosdesietedíasatrás.Habíahechounabuenabatida de limpieza y mi vivienda estaba impecable e impoluta, tanordenada comonunca solía tenerla.Por esa parte no estabapreocupada,peronoterminabadeimaginarcómomesentiríaycómomecomportaría,ni cómo se sentiría y cómo se comportaría él, cuando estuviéramos losdosenelestrechoespaciodemiintimidad.

Fuetodomuchomásnaturaldeloquehabíatemido.Enelascensorselimitóaobservarmeconsugestomáscariñosoymeacariciólamejilla.Fueélquienempujólapuerta,unavezllegamosamipiso,ymedejósalirlaprimera.Porunavez,lacerraduranoseatascó.Meapartéaunladoyleinvité a que pasara.Entró sin apresurarse,miró a su alrededor con airecuriosoypronuncióunpiadosoveredicto.

—Estámuybien.Ylohaspuestoconmuchogusto.—Gracias.Mientesdemaravilla.—Nomientonunca,yatedije.¿Tienesunequipodemúsica?—Sí,claro,¿por?Agitóenelairesuteléfonomóvil.—Hetraídounacanción,comoquedamos.—Ahí—leseñalé—.Hayuncableparaenchufarlo.Conectó su teléfono, sin perder más tiempo. Encendió el equipo y

pusolacanción.Antesdequeempezaraasonar,meavisó:—Esdemiépoca.Osea,unaantigualla.Peroamímegusta.

AsfarasmyeyescanseeThereareshadowsapproachingme...[7]

No la había oído nunca. Esa noche supe que se trataba deOld AndWise,deTheAlanParsonsProject,ungrupoquetriunfóenlos70y los80, cuandoyo todavía no existía.La canción en cuestión la sacaron dosañosantesdemivenidaalmundo,yerahermosaperotriste:ibasobreun

hombreque al aproximarse lahora final, viejoy sabio, como rezaba eltítulo,evocabaloquehabíatenidoenlavidayaquieneshabíaquerido,yles pedía a todos que recordaran la amistad y el amor que se les habíapermitidocompartir.Lavozdelcantanteeramuyclaraylaentendítoda.Yahí, como si un sexto sentido me avisara, tuve la primera punzada demiedo.Sinsaberlo,supequeaquellasegundavez,ademásdeldulcesabordel reencuentro y el deseo satisfecho, me aguardaba otro trago másamargo. Ramón tenía algo que decirme, y al pensar en ello no puedosacudirme la idea de que ponerme esa canción fue una manera deprepararme, incluso de quitarle importancia. Entonces él no podíaimaginar,oesoesloquequierocreer,loquehabíadeacabarsintiendoalescucharla.Loqueahora,escuchándola,siento.

—¿Porquéhasescogidoestacanción?—lepregunté.Nome respondió en seguida. Se acercó hastamí,me acarició con

detenimientoloshombrosysonriómisteriosamente.—Cuando laoía conquinceañosnoentendíanipatata—dijo—.El

inglés que nos daban en el instituto dejabamucho que desear. Luego lavida, y sobre todo el trabajo, me han obligado a aprenderlo un pocomejor.Laprimeravezquelaescuchéylaentendímedicuentadequeasumodo elmensaje es invitarte a vivir, mientras puedes y tienes entre lasmanos algoquevale la pena.Quehaydos formasdemorirse, jodidoysintiendoquehastiradoeltiempo,ocomoelhombredelacanción:enpazcontigomismopor lo que hiciste y tuviste y agradecido a quienes te lodieron.Temuereslomismo,peropuedesaceptarlo,porquehascumplidocon tumisión.Esunamúsicaque siempremehaayudadoadisfrutardelosmomentosbuenos.

—Asíexplicada,megusta.—Mealegro.Losdos teníamosdemasiadasedacumuladacomoparaextendernos

en más preámbulos. Lo que puedo y quiero decir de aquella segundanocheesquefueaúnmáslargaeintensaquelaprimera.Nuestroscuerposya se conocían, y nuestras mentes también. Además, estábamos másdescansados y nos sentíamos, ambos, menos inseguros. Al placerdesbocado de la primera vez, se unió esta segunda la diversión dereconocernos y buscarnos los límites, utilizando el mapa que cada unohabía levantado del otro en la exploración de una semana atrás. Lorecuerdosonriente,confiado,sinreservas.Yasíescomomerecuerdoyotambién,yacudeamimemoriaelmomentoenquecomprendí,mientraslosentíaahímismo,palpitandoyestremecidoenelcentrodemiser,que

entreambossehabíafraguadounvínculocomonuncahabíatenidoantesconotro.Unvínculoqueeray seríayaypor siempre, sinnecesidaddeque nadie, más que él y yo, extendiera ninguna clase de certificado,incluso si éloyo,másadelante, tratábamosdenegarloode suplantarloporotro,conalguiendistinto.

Al filo de la medianoche, me levanté y me acerqué al equipo demúsica. Él me siguió con la mirada. A esas alturas, no sólo no meavergonzaba que me viera sin ropa, sino que me provocaba un placersuplementarioelbrillodesusojos,quenoseapagabanunca.

—¿Vasaponermetucanción?—Exacto.—¿Qué has escogido esta vez? ¿También en francés? Tendrás que

traducírmelo,noloentiendo.—No,éstaestáeninglés.Aversilapillas.Subíelvolumen.Porunavez,meimportabanunbledolosvecinos,y

menosquenadielabrujaquevivíadebajo.Yarespondería,cuandotocara,porlainfraccióndelasnormasdelacomunidad.SonóprimerolaguitarrayluegoentrólavozdeRufusWainwright:

Irememberyouwell,intheChelseaHotel,Youweretalkingsobraveandsosweet...[8]

Laescuchóconatención,deprincipioafin,yyoconél,temiendoencualquier momento oír los escobazos de la vecina, que no llegaron aproducirse: Dios protege a los amantes, o aquella noche la bruja habíadoblado la dosis de somníferos. Cuando acabó la música, suspiró y sequedópensativoduranteunossegundos.Luegotradujo:

—«Somosfeos,perotenemoslamúsica».Sonreí,complacida.—Tambiénesmiversofavorito.DetodoslosdeLeonardCohen,que

esquienlacompuso.Mealegraquelohayascazado.—Notienemuchomérito.Perotúnoeresfea.—Niguapa.Yfeaesmivida,enmuchosaspectos.Nomeengaño.—Y la mía —dijo—. Y la de tantos. Pero para nosotros hay una

compensación.Paraotros,ninguna.Debemosestaragradecidos.—Porlamúsica...—Yporesto.Yoteestoyagradecidoporesto.—Notienesquedarmelasgracias.

—Claroquesí.Hayalgoqueleí,enunlibroqueseguramentenuncahabríaleídopormímismo.Loteníauncompañeromientrasestábamosenunsitioconpocasdistraccionesyselopedíparahojearlo.Eraunlibrodecartas,entreunescritoryunaescritora,miamigomedijoquelocompróporque legustabael escritory lehabíandichoqueenaquellas cartas sedesnudabacomoenningúnotroescritosuyo.Yeraverdad.Enunadeellasdecíaalgoquesemequedógrabado:«Siemprehecreídoquelamujerqueseacostabaconmigomehacíaunfavor».Esjustolamismasensaciónquehetenidoyosiempre.

Nosupemuybiencómoencajaraquello.—Nometomeselpelo—protesté.—En serio te lo digo. Y por eso entiendomuy bien otra cosa que

escribía el hombre, en aquella carta. Que siempre que se veía con unamujerenlosbrazos,tratabadecuidarlayquererlalomejorposible,parahacerlesentireseagradecimientoqueleinspiraba.

—¿Recuerdaselnombredelescritor?—Sender, o Sénder, no sé.Mi amigo también me dejó una novela

suya,Imán.Muydura,perobastanteverdadera,mepareció.—¿Ylaescritora?—Deellanomeacuerdo.Yatedigoquesólohojeéel libro,ysi te

soysinceromellamaronmáslascartasdeél.Eraunhombremayorysinpelosenlalengua,quellamabaalpan,pan,yalvino,vino.

Laescritora,ahoralosé,eraCarmenLaforet,yellibro,quesueditortitulóPuedocontarcontigo, reposasobre lamesamientrasescribo.Paraencontrarlonomesirvióningunalibrería:tuvequeacudiraIberlibro,laweb donde aguardan los libros que el mercado olvidó, y que, lo tengocomprobado, a veces son los realmente memorables. La frase que citóRamón la recordaba al pie de la letra. El resto, más o menos. Lo queSenderleescribióaLaforetel29deseptiembrede1970,cuandoRamónsóloteníadosañosyyoeraaúnunaprobabilidadremota(mimadrevivíaenValencia,ymipadreenMadrid),fueesto:

Siempreme pongo del lado de lasmujeres... ajenas. Sé que lamayoría son de la piel deldiablo,perotambiéncreoqueescasisiempreporculpanuestra.Miúnicotimbredegloriaesquetodaslasmujeresquemehantratado(sinunasolaexcepción)dicendemímaravillasydeclaran que fue la mejor época de su vida la que vivieron conmigo. Dirás que soy unpresumido.Perolaverdadesquemerezcoesasopiniones.Atodaslashequerido.Contodashesidoapasionadoytierno.Inclusoconaquellasquenoquería,porqueaesasmicuerpolesagradecíaylesagradecetodavíaenelrecuerdosugenerosidad.

CaigoenqueSendertambiénsellamabaRamón,comoél,ynopuedoevitarpensarqueesaspalabrasnose lasescribióunnovelistaexiliadoyseptuagenario a una escritora tan sagaz y tan sensible como paraablandarle la coraza que se ponía con otros, sino que son suyas, demiRamón,ymientraslascopiomehablaymelasdiceamí.

—Y ese compañero tuyo—aproveché al vuelo aquel hilo que meacababadefacilitar—,¿estambiéntuamigo?

—Sí.Esunbuentipo.Unpocoraro,perobuenagente.Yavessiseráraroqueeltíoescribe,enlosratoslibres.

—¿Quéescribe?—Poesía,yhastatienealgunanovelaamedias.—Yotambiénescribo—confesé.—¿Ah,sí?¿Yquéhasescrito?¿Haspublicadoalgúnlibro?—No.Comotuamigo:poesía,ytengoalgunanovelaamedias.—Vaya,eresunaintelectual.Esomegusta.—¿Cómosellamatuamigo?Titubeóunsegundo,peronomenegósunombre:—Jaime.—A mí me gusta saber que tienes amigos. Y me gusta que hayas

queridodecirmesunombre.¿Esunamigodelosdeverdad?—Sí.Noshemosvistoenalgunaquedabaparacomprobarlo.—¿Ah,sí?¿Melacontarías?—Esoyano.Nohoy.Quiénsabesimásadelante.—Noterminodeentenderporquéteempeñasenguardarteesaparte

detuvida.Megustascomoeres.Notienesporqué.—Hay más de un motivo. Espero poder explicártelo algún día, y

tambiénesperoquelocomprenderás.Ymeloperdonarás.—¿Teavergüenzasdealgodeloquehaces?—No,hastaahora.Noesésalacuestión.—¿Entonces?—Vayamospocoapoco.Eslomejor.Confíaenmí.Meenfurruñé,novoyanegarlo,peroRamónencontrólamanerade

lograrqueloolvidaraenseguidaycompletamente.Nodormimosmuchoesa noche, o digamos que enmi recuerdo semezclan losmomentos desueño y de vigilia, de manera que me resulta difícil deslindar unos deotros.Cuandoahoramiromicama,quecompréanchaparaestaragusto,

durmieraonoacompañada,nopuedoevitarvermeahíconél,ysegúnlosdíaslolamentoomealegro,aunquetiendomásasentiresagratituddelaque él hablaba, porque podría ser un mueble sin más, y sin embargo,gracias a él, es el lugar donde llegué a ser quien soy, de la formamásplenadelaqueguardomemoria.

Aquel desayuno lo preparé yo. Había comprado de todo el díaanterior y me levanté antes que él para hacérselo. Cuando despertó, leaguardabasobrelamesaunfestíndignodeunmarqués.Nuncahesidodeesasmujeresquecreenqueaunhombreseleatrapaporelestómago,dehechosoymásbiendelasquetemenqueaunhombrequevalgadeveraslapenanohaymaneradeatraparlo,peroséqueesunarmaquefrenteamuchos de ellos no deja de ser eficaz. La expresión de Ramón mecertificóquenoerainsensibleaaquelagasajo.

—Diossanto.Eselmejordesayunodemivida.—Puesesparati.—Enserio,siyotecontaraloquehetenidoquedesayunar...—Disfrútalo antes de que se enfríe. Y antes de que al zumo se le

vayan las vitaminas. No es de esos de cartón, con conservantes ycolorantesyempapuzadosdeazúcar.Teloacabodeexprimir.

—Voy a pellizcarme para creerlo. Pero si al fin resulta queme hemuertoestanocheyqueestoesloquehayalotrolado,firmo.

Me gustaría acordarme de qué hablamos durante aquel desayuno,pero lo he olvidado. Pormuy atenta que estés, pormuy consciente queseasdeestarfabricandoesediamantequeluegoguardarásconavariciaenelbolsillo,yquesacarásparaadmirarsubrillounayotravez,cuandolaluz escasee, es imposible retenerlo todo. Lo que sí veo, como si aúnestuvieraantemisojos, es la imagendenuestrosdoscuerposdesnudos,libresdecualquierrigidezdelasqueporlocomúnlosaprisionaban,porlomenos almío.Veo también el rayo de sol entrando por la ventana eiluminando los vasos, los platos, los cubiertos, volviendo translúcido elnaranjadesuzumomientraslobebía.Yveolapazdeesoqueyaéramos,de eso que podíamos ser, no sé si durante meses, años o toda la vida,porque esto nadie lo sabe y los escorpiones de la incomprensión y elreceloacechandebajodecadapiedraqueunapuedaunmaldíaounamalanochelevantar;perosí lobastantecomoparaacogerenmiimaginaciónplanesinéditoseinesperados.

Fue sin embargo al final de aquel desayuno cuandomeesperaba el

mazazoqueRamónnohabíaqueridoasestarmeentodalanoche,yqueleagradezco que retrasara, porque la habría transformado en algomuchomássombríoyquenopodríarecordarcomolarecuerdoahora.Tardóendecirlo,perocuandolodijonoseanduvoconrodeos.

—Mónica —anunció, cariacontecido—. Tengo una noticia regular.Memandanfuera,portrabajo,duranteuntiempo.

Me quedé helada, y almismo tiempo algo en el fondo demi almarecibiólaconfirmacióndeloqueyallevabahorasolfateando.

—¿Untiempo?¿Cuánto?—Cuatromeses.De pronto, era como si me hubieran arrancado de la realidad.Me

costaba articular palabra, quería y no quería saber, quería y no queríapreguntarle,queríaynoqueríaquemerespondiera.

—¿Muylejos?—Unpoco.Tantocomoparanopodervenirenesoscuatromeses.Laluzsehizodegolpeenmicerebro.—Estonoesunasorpresaparati.Yalosabías,¿verdad?Asintió.Aunquenocomoalguiencogidoenfalta.—¿Losabíasyaeldíaquenosconocimos?Volvióaasentir.—Yesporesoporloquenohasqueridocomprometermemásdela

cuenta,nicontarmequéhacesparaganartelavida.—Enparteporeso,sí.Ahíempezaronatemblarmelaspiernas—Yqué...¿Quéesloquequieresquehagamosahora?—Mónica...—Esdecir—salté—,siloquecreesesqueesmejorquelodejemos

aquí,quelodejemosensuspensooacabarlo,yoquésé...Loquenoquieroes que te sientas obligado a hacer ni a decir nada que no quieras decorazón.Estámuybienesodel agradecimiento,peronomedebesnada.Noquieroquememientasparahacérmelomásfácil.

—¿Puedohablar?Sugestoeraextrañamentedistendido.—Habla—lepedí.—Loquequieroespedirtequemeesperesestoscuatromeses,siati

teparecebien,ycomoatiteparezcabienesperarme.Yquecuandovuelvacontinuemos con esto que hemos empezado, porque es lomejor que ha

pasado enmi vida desde hacemucho tiempo.Quiero que sigas estandoahí,siquierestú,yseguirestandoyoparati.

—¿Ycómovaasereso,sitevas?—Hay una cosa que se llama Skype. Lo inventaron unos estonios.

Segúnmecontaron,allíestánmuyorgullososdeellos,porquevieneasercomoelgraninventonacional.Siheconseguidoquemimadreaprendaausarlo,estoyconvencidodequetútambiénpuedes.

—Notieneningunagracia.SéloqueeselSkype.—Notendréconexióntodoeltiempo,peroadiariopuedobuscarun

ratoparaconectarme.Quierohablarcontigotodoslosdías.—Nomegustahablarporwebcam,mesientorara.—Tampoco creo que tenga webcam yo. Pero podemos oírnos, y

escribirnos,todoeltiempoquepodamossacarlosdos.—¿Deverdadmellamarástodoslosdías?—Sinfaltaruno.Serásmirazónparaaguantarlos.Otravezvolvieronaempañársele losojos,comoconlacanciónde

Radiohead. Y aunque seguía escondiéndome cosas y dándome con ellotodoslosmotivosdelmundoparadesconfiar,otravezlecreí.

Deloquenomearrepentínunca.Nimearrepiento.

Laseparación

Laausenciaesaire,queapagaelfuegochico

yavivaelgrande.

Coplapopular(citadaporR.J.SENDER).

No tomó el avión hasta el jueves siguiente. Aunque según me dijo nopodríapasaravermeantes(entoncesfuecuandosupequelaciudaddondetrabajaba eraAlicante, o sea, a cuatrocientos kilómetros), hablamos porteléfono todas las noches. Desde que llegaba a casa, a eso de las ocho,esperabaconansiedadelmomentodesullamada.Mecambiabadeprisaderopa, me preparaba y despachaba la cena y a las nueve en punto,infaliblemente,sonabaelteléfonoyeraél.Megustaríarecordarloquemedijoencadaunadeesastresconversaciones,peromimemoriaguardaunaamalgamadelastres,enlaquepredominalaúltima,laquemantuvimoslavísperadesupartida.Paraquenosenotaselonerviosaqueestaba,lehicelapreguntaderigor:

—¿Yatieneselequipajepreparado?—Prácticamente.—Paracuatromesesmeimaginoquetendrásquellevarteunabuena

maleta.Omásdeuna,alomejor.—Voylomásligeroquepuedo.Sólounbulto.Yeldemano.—¿Hacefríoallídondevas?—Yano.Ydentrodepocoharámásbiencalor.—Supongoquesitepreguntoelpaísnomelodirás.—Suponesbien.Notelodiré.—Eresmalo.—No,todolocontrario.—¿Creesquesoydeesasqueseasustanportodoyquieresevitarque

mepreocupe?YameimaginoquetevasaalgúnpaísdelTercerMundo.Esperoqueporlomenosllevespuestaslasvacunas.

—Todas.Notemasporeso.—¿Ydebotemerporalgomás?

—Tampoco.Sémanejarmeporahí.—Deesonomecabeduda.Me resultaba embarazoso hablar de aquello, de todo lo que tuviera

que ver con su secreto.Cada día que pasaba lo llevaba peor, aunque nopodíaecharlenadaencara.Desdeelprincipiohabíadejadobienclaroquenopodíacontarconquemelodesvelase,yquesialgúndíamepermitíasaberlo sería cuando él tuviera por conveniente. Y yo no me habíaabstenidoporesodevolveraverle,nidelodemás.

—¿Quétaltudía?—cambiódetema.—Túquécrees.—Nosé.Poresopregunto.—Lo llevo fatal desde que sé que voy a pasarme cuatromeses sin

verte. La semana pasada me voló en un suspiro, pero ésta se vaarrastrando como un gusano. Lo que me espera al final no me gusta.Piensoenelviernesymeparecequevoyaasistiramipropiofuneral.

—Noseasasí,mujer.Loimpediré.—¿Ah,sí?¿Ycómopiensasimpedirlo?—¿Aquéhoraestarásencasa?—Sobrelassiete,calculo.—Nadamásllegues,enciendeelordenador.Yahíestaré.—¿Habrásllegadoya?—Sinohayretraso.Ysiquieres,másomenosapartirdeesahora,

cuando tú puedas, podremos hablar el resto de los días. Como reglageneral,yahabréliquidadoeltrabajoyestarétranquilo.

—Deduzcoquevasaviajaraleste.—¿Por?—Sialassieteestássegurodequehabrásterminadoesqueallívas

algunahorapordelante.Portanto,estásmásalestequeaquí.—Eres lista, Mata-Hari, voy a tener que andar con más cuidado

contigo. Aunque el buen espía no revela lo que va averiguando, se loguardaconvistasautilizarloparaaveriguaralgomás.

—Soyunaamateur.¿Heacertado?—Esoparece.Ahorasólotequedaafinareltiro.Total,elabanicode

posibilidadessereducealoquehayentreGreciayAustralia.—Noteríasdemí,encima.—Tienesrazón.Anda,notetortures.Estarébien.Me había sentado junto a la ventana para hablar con él. Eché una

ojeada a la noche que se instalaba ya enmi calle,mientras el tráfico seespaciaba y el rumor de la ciudad se iba amortiguando. Me fijé en unvecinoqueibaatirarlabasura.Levicruzarlacalzada,arrojarlabolsaenlasfaucesdelcontenedor,frotarselasmanosyregresarfinalmentehaciaelbloquedandounacarrerita.Reparéenquellevabapuestaslaszapatillasdeandarporcasa.Unhombrequevolvíaalhogar.Esoqueyonotendríaotravez,sentí,hastaqueRamónvolvieradeesepaísalestequepormásque me empeñara no iba a decirme. Tendría que tratar de arrancarlealgunaotrapista,siqueríallegaraadivinarlo.

—Yallídondevas,¿songuapaslasmujeres?—Lasmujeressonguapasentodaspartes.—Setedabientranquilizar,¿eh?—Eslaverdad.Losquesonfeossonloshombres.—¿Esocrees?—Nolocreo,lotengomuycomprobado.—Noacabadequedarmeclarosiesoquedicesesunhalagoparael

sexofemeninoounlugarcomúnmachista.—Tecomplicas demasiado,Mónica.No se trata dehalagar, ni veas

fantasmasenloquetedigo.Esloquehevivido,unayotravez,nadamás.En todas partes haymujeres bonitas, por dentro y por fuera.Y en todasparteshevistohombresfeos,porfueraypordentro.Mehatocadotratarconellosbastantemásqueconmujeresfeas.

—Vamos,quevasaligartodoloquepuedas.—Esmuypocoprobablequeligue.—¿Porfaltadeocasión?—También.Perosobretodoporfaltadevoluntad.—Ya.Siligas,avísame.Paradejardetachardíasenelcalendario.—¿Vasahaceresodeveras?—Iba,ahorameloestoypensando.—Enesecaso,lomismotedigo—dijo,connaturalidad—.Siligas,

melocuentas.Ysiligastantoquesobro,igual.Novoyaestorbarydeloquepuedesestarseguraesdequenoteguardarérencor.

—Gracias.Eresmuyamable.Aestaúltimaironíasucedióunsilencioenlalínea.Elasuntodelque

hablábamos,ysobretodomiinseguridadalabordarlo,mehabíandejadounmalsabordeboca.Esoeraloqueandabarumiandoyo.Loquerumiabaél era muy diferente, aunque entonces yo no estaba en condiciones de

imaginarlo. Esa noche no comprendí, desde luego, por qué después desostener aquel intercambio de pullas, tan innecesario como inoportuno,cambióradicalmentedetonoparadecirme:

—Enserio.Nuncasientasquemedebesnada.Paramíestarábienloquetúhagas,cuandocreasycomocreasquedebeshacerlo.Telodijeelotrodía:doygraciasportenerte,mientraspueda.Ysiundía,porloquesea,noesasí,nohabráreproches.Daporhechosiempre,dondequieraqueestés,ydondequieraqueestéyo,inclusosinoestoy,quesolamentedeseoquetesonríalavida,yhazloquecreasquehagafaltaparaconseguirlo.Sealoquesea,amímeparecerábien.

Mequedédepiedra.Noentendíaquéveníaaqueldiscurso,quemehabíalargadocasideltirón.Aélnoseleescapómidesconcierto.Paranodejarquefueseamás,supongo,continuóhablando:

—¿Sabes? Siempre he tenido la sensación de que las mujeres, engeneral,tenéismáscapacidaddeverlascapasprofundasdelascosas.Quesabéismás,conmenos información.Lanochequenosconocimos,yo temiraba, pero tú viniste. Tú hiciste que pasara, yo no lo habría podidohacer.Visteloquehabíaantesdequeyoloviera.

—Parasertesincera,noandabayomuyfinaaquellanoche.—Puesno lodemostraste.¿Ysabesotracosa?Estoyconvencidode

quealgunasmujeresnosólosabenmás,sinoquesabensiempre.Esonosedaentreloshombres.Nunca.Deningunamanera.

—¿Ah,no?—No. El hombre que más sabe a veces se comporta como si no

supiera nada, y la caga de la formamás estrepitosa. Hay un chiste quesuelehacermi amigo Jaime: él lo llama la teoría del hombre seguro, elúnicodelquesiemprepuedesfiarte,peronoporqueaciertesiempre,queesono existe, sinoporque, yde eso sí hay, siempremete lapata.Quienreconoceaunodeesos,dice,tieneuntesoro.Nohaymásqueverloquehaceodice;locorrectosiempreserálocontrario.

—Esingeniosalateoría.—Y funciona: él y yo conocemos a más de uno, sin salir de la

empresa donde los dos trabajamos. También hay mujeres idiotas, peroninguna acaba de serlo nunca del todo, ymuchas que saben a veces y avecesno.Siunoquiereasegurarseconunamujer,noquedaotraquedarconunadeesasquetedigo,delasqueaciertansiempre.Lashay.Yolasheconocido,yanadaninadieletengomásrespeto.

—Nosésipreguntartequiénesson,lasquehasconocido.—Quizánoterespondería,simepreguntaras.—Menosaúnmeatrevoapreguntartedequétiposoyyo.—Larespuestasólopodríasentartemalohacertepensarquetedoro

lapíldora,asíqueaesoseguroquenoterespondería.—Touchée.—¿Cómo?—Que te apuntes un tanto. Lo que me has dicho antes es muy

generoso,peronomehace falta.Noquieropoder ligar connadie en tuausencia,niquieroimaginarmeunasituaciónenlaquenoestemosjuntos.Lo que yo quiero es que pasen los cuatro meses y que vuelvas y meabracesfuertehastaquesemeolvidequehasestadofuera.

—Yyosóloquierovolverparaabrazarte.—Entonces,¿quégilipollecesestábamosdiciendo?Seechóareír.Megustabasurisa.Yesanochelanecesitaba.—Nosé.Laverdadesquenomegustanlasdespedidas,nuncasémuy

bien cómo gestionarlas. Tengo una noticia para ti, por cierto. Me heinstaladoelWhatsApp.Cuando llegue tratarédeconseguirmeuna tarjetalocal y así estaremosmás conectados.Por si en algúnmomentoquieresmandarmealgúnmensaje,opuedomandárteloyo.

—Esoestodoundetalle.—Mehandichoquesirveparaenviarenlacesdeinternet.—Ajá.Entreotrascosas.—Puesvoyahacerunaprueba.Mientraspensabaenestanoche,yen

estaconversación,no imaginabacómolapodía terminar.Yasabesqueavecesnosemedabienencontrarlaspalabras.

—Esolodicestú.—Ya soy viejo, sé hasta dónde llego y hasta dónde no. No quiero

despedirmedeti,decirtebuenasnoches,nihastalavuelta,ninadadeeso.Quiero que me prometas que vas a estar bien y luego colgamos y temandoporelWhatsAppelenlaceyloabres.¿Teparece?

—Siempre que antes de colgarme prometas que vas a estar bien yquedentrodecuatromesesestarásaquíparaabrirlojuntos.

—Hecho.Elwhatsappentrósegundosdespuésdecolgar.Pinchéelenlaceyse

abrióunvídeoenelqueAlisonMoyetcantaba,sóloparamí:

AllIneededwastheloveyougave,AllIneededforanotherday,AndallIeverknew,onlyyou.[9]

Conocía lacanción,porsupuesto,aunquenoelvídeo.Eraunaactuaciónendirectode2010,casitreintaañosdespuésdelagrabaciónoriginal.Lacantanteconservabaensumadurezlahonduradesuvozydesumirada,aunquediríaquecomomujer,yafueraporloaprendidoporelcaminoopor otros motivos (entre los que no parecía, por cierto, hallarse lacirugía),selaveíanotablementemásatractivaquetresdécadasatrás.Mesorprendió cómo desmentía el tópico de que el tiempo mejora a loshombresyanosotrasnosarruina.Ypensé,sinelmenorpudor,queestaríadispuesta a prestarme a casi cualquier cosa queme permitiera estar asícuandollegaraaloscincuenta.

Pensé,también,quetodaslascancionesqueélmemandabaeran,añoarribaoabajo,deesos80queamímevieronnaceryenlosqueélhabíavivido su adolescencia y juventud. En cierto modo pertenecíamos amundos diferentes, y lamúsica que escuchábamos y nos enviábamos lodelataba.Su sensibilidad sehabía educadoen tiemposmás ingenuosquelosmíos.Lamúsicaqueamímehabíasaludadoeneldespertaralavidaadulta eramenos pura,más resabiada: a la producción, conmuchomásaparatotecnológico,sesumabaunaespeciedecálculodelosintérpretes,queeratodavíamásvisiblecuandohacíanversionesdemelodíasantiguas:pensé, sin que ello disminuyera su mérito, en Carla Bruni cantando lavieja canción de esos amantes encerrados de Gino Paoli o en el granRufusponiéndolesuvozaladescarnadaevocacióndeLeonardCohendesunocheenelhotelChelseaconlamalogradaJanisJoplin.Losdossabíanqueteníanunmaterialfueradeserieentrelasmanos,ylohacíansuyoconconcienciadel impactoquehabíadecausar sudesnudezenaquellosquehabían formado su paladar con toda la parafernalia sonora de lascancionesdelsigloXXI.Loquenodejabadeserunamaneradepremeditar

elefecto.Al final, la sobreoferta de información, con la generalización de

internetalfilodelmilenio,habíahechounosestragadosdetodoslosquela padecíamos. Unos caprichosos impertinentes que para matar elaburrimientonecesitábamoslamaliciadequiennuncasecasaconnadieysiempre está desconfiando de todo, porque todo puede ser una trampa,porque locoolnoesapegarse,sinomantenersesiempreconunamiradacáusticasobreloquenosrodeaonossalealpaso.Habíaunacanciónqueme ponía frenética, pero que tenía que reconocer que lo resumía demaravilla.Talvezparadespistar,sellamabaIloveit,ylasdoscantantes,más jóvenes todavía que yo, y por eso mismo más ácidas aún, habíanlogradocondensarloenunpardeversos:

You’refromtheseventiesAndI’manineties’bitch.[10]

No soy de creerme todo, y menos la mercancía averiada que lasgeneraciones que me precedieron me han transmitido, desde las leyeslaboralesquepermitenmiexplotaciónilimitadaatravésdecontratosconderechos sólo paramis empleadores, expropiándome el futuro, hasta lademocraciadeamañada fotocuatrienaly trapicheoconstantepordebajode lamesa; sin olvidar ese discurso que reduce elmundo a una partidaentrebuenosymalosdondeoestásconelquetratadevendertelamotooyanoerestrigolimpio.Perotampocomegustaesaactituddisplicente,eseestar de vuelta antes de haber salido que tantos cadáveres hermosos yestúpidosarrojaalascunetasdelavida.

MirévariasveceselvídeodeAlisonMoyet,esanochey lamañanasiguiente, mientras iba en el metro camino del trabajo. El aplomo y laeleganciaquedesprendíaaquellamujerteníanundejedeamargura,loqueexplicaba, quizá, por qué no se había convertido en uno de esos seressatisfechosyadocenadosqueme repelíanyqueenalgunaocasiónhastame habían llevado a sentir un pellizco de resentimiento hacia mismayores.Nosehabíadejadocorromperyprostituirpor losaños,comotantosotros,yporesoeraalguienquemerecíaunrespeto,aunquenuncafaltaría algún imberbe que la viera comouna reliquia.Mepregunté porqué, de todos los vídeos posibles, de todos los vídeos de esa canción(habíaunode1982,quefueelquemesirvióparacomprobarcuántohabíaganadoAlisonenbelleza),Ramónmehabíaenviadojustamenteaquel.Y

quizátodoestonoeranmásqueideascaprichosaspormiparte,perointuíque se identificaba ahí: en ese no haber llegado a hacerse un lugarconfortable en el mundo, habiendo visto lo suficiente como para noolvidarelsaboryelvalordelascosasverdaderas;lasquemuchosdelosmásjóvenesnuncaconocieron,ydelasque,cadavezloteníamásclaro,sacaba el carácter que me atraía, como me atraía, casi me hipnotizaba,aquellamujeralcantar.

Dejé que se consumiera la jornada sin elmenor interés por lo quehacíaparadevengar,queseguramentenomerecer,misueldo.Másdeunavez, a lo largo de aquella semana, habían resonado en mis oídos suspalabrassobrelapasiónqueunodebíasentirporloquehacía,oencasocontrario buscar en otra parte, en otra labor que desempeñar.No podíaestarmásdeacuerdo,peroelmundoseguíasinofrecerme,ynoveíaqueeso fuera a cambiar, otra forma de pagar el alquiler.O tal vez, pensé amododeautoflagelación,loquesucedíaerasimplementequeyonoeralobastante espabilada como para encontrar la vía para salir de aquelatolladero,ybuscarmeunapasiónalaquepoderservirdurantetodaslashorasdetodoslosdías,oporlomenosalgunamásdelascerohorasdedisfrutequemeproporcionabamiempleo.

A eso de las cuatro y cuarto, andaba yo todavía esforzándome porsacudirmeelsopordelasobremesa,meentróunwhatsapp:

¿Oístelacanción?

No pude respondérselo en seguida, porque estaba intentandoorganizarporteléfonoelviajedeunodeloscontertuliosdelprograma,alquehabíaquetraerenestaocasión,yparavariarhabíaquecerrarloconurgencia, desde su casa de la playa en Tarifa (no podía evitar pensar,mientraslebuscabavuelos,queyonuncatendríaunacasadelaplaya,nienTarifa ni enningunaotra parte).Cuando al finme asegurédeque elbilleteestabareservado,tomémimóvilyleescribí:

Unasveinteveces.Quéguapa,Alison.Estoycelosa.

Meloimaginéconesasonrisasuya,quemerendíaal instanteysinremedio.Larespuesta,apaciguadora,nosehizoesperar:

Notienesporqué.Estoyenelaeropuerto.Echándoteyademenos.

Aunque estaba prohibido y me exponía a una amonestación de mijefa, que esa tarde no andaba de demasiado buen humor, no dejé deintercambiarmensajesconéldurantelosquinceminutossiguientes.Noledije ni me dijo nada en particular, o nada que ahora me parezcaespecialmente memorable. Lo que alguien que está a punto a tomar unavión puede ir contando a su interlocutor de esa operación aburrida yrutinaria,yloquealguienquehadeteclearenelmóvilahurtadillasyquetiene el corazón en un puño puede redactar mientras piensa que encualquiermomentoquienloleedejarádeestaralotrolado.

Sícreoquedeborecordaraquíloúltimoqueélescribió,antesdequele obligaran a apagar el teléfono.Me lo aprendí de memoria, como sifuera,ydehechoera,larazónparalevantarmecadamañana,todosycadaunodeloscientoveintedíasqueteníapordelante:

Tengoquedesconectar.Notemuevasdeahí.Volveréporti.

Alleerlo,enmipechoseabrióunhuecomásgrandequeyo.Deahíenadelante,perdidadentrodeesehuecometocabavivir.

Abril suele ser un mes luminoso en Madrid, pero también puededescolgarseconundíagrisyplomizoqueterecuerdaquetodavíanohacemuchoqueseretiróelinviernoyqueaúnfaltaparapoderabandonarseala molicie del verano. Aquel viernes hubo de ser uno de esos díasdesairadosydeslucidos,paraquemecostaramáslevantarme,despuésdeunanochedepocosueño,ymedeprimieramáslavisióndemimesadetrabajo donde se amontonaban los post-it con todas las tareasinsignificantes y sin interés que me tocaba acometer. Las pequeñasmierdas, como llama Frank Underwood, el inefable congresistanorteamericano encarnado por Kevin Spacey enHouse Of Cards, a losvidriososproblemasdelospaletosdesucircunscripciónelectoral,queledistraen y le apartan de vez en cuando de las apasionantes intrigas deWashington.Ladiferenciaentreélyyoeraquelaspequeñasmierdaserantodo mi trabajo, sin que hubiera ninguna intriga apasionante que mecompensara del esfuerzo invertido en ellas. Podía ser una solución,dedicarsea lapolíticacomoFrank.Lospartidostradicionalesestabanenhoras bajas, necesitaban gente para cubrir las deserciones, y habíansurgido nuevas formaciones, con ciertas perspectivas electorales, quetenían muchas plazas que llenar en sus listas. Me consideraba tancapacitadaparahacerdemagogiacomocualquiera,controlababastantelasredessocialesyporañadidurahabíaestudiadotécnicasdecomunicación.Además eramujer, y había partidos donde aplicaban la cuota femenina.Porunmomento,casimehiceilusiones.Perono.

Ni era mi vocación, ni había nadie esperando a que le redimiese.Además, para dedicarse a la política había que tener un programa, unalistadepromesasquenadieesperabaquecumplierasnisiquieraamedias,pero que había que vender con convicción. Y yo no tenía programa

alguno,másalládelanecesidaddeapartaralosqueconsusprivilegioseintereses,osuschanchullos,cerrabanelcaminoaquienessóloteníansusideasy susbrazos,yel trabajoquepodíanhacerconunasyotros,parasalir adelante.Algo demasiado vago, demasiado farragoso y demasiadopueril, en el fondo, para aspirar a que nadie me respaldara. Por nomencionar lasruedasdemolinoconquemetocaríacomulgarencuantomeapuntase.Es lomaloquetienesermiembrodealgo:másprontoquetardepierdeslaposibilidaddedecirqueunodelostuyosesimbéciloqueuno de los de enfrente tiene razón.Y la vida inteligente exigemantenerabiertasambasopciones.Alfinal,miúnicaactividadpolítica,comoladetantosotros,consistiríaenpensarcadacuatroañosquépapeletamedabamenos sarpullidometer en la urna, y era triste, peronomedabanpie acomprometermemás.

Resignada,sobrellevédócilmentemijornadalaboral.Fuirompiendounoporunoaquellospost-it,amedidaqueibasolventandolasgestionesquerepresentabanymientrasibagenerandootros.Calculoquealfinaldeldíahabíauntreintaporcientomásquealinicio,ylomaloeraquealgunodeellosibaatenerquellevármelopararesolverloelfindesemana.Esoeraloquemásmesublevaba:despuésdetodo,losejecutivosquesellevaneltrabajoacasatienencompensaciones,comopodercomprarseuncochedecaprichooveranearenunaislagriega.Alcurrantesobreexplotadoeltrabajo extra sólo le redondea la humillación. Y encima te toca dar lasgracias,portenersueldo.

Alolargodelatarde,entreestayotrasmiserias,miánimosehabíahundido considerablemente. Cuando apagué el ordenador, fui hacia alascensorcasirenqueando,comounperroapaleado.Trasbajarensilenciolasochoplantas,salíalacalle,mearrastréhastaelmetroymedejéllevarpor sus túneles, inerteyvencida.Tenía enmente, todoel rato,quea lassiete,sinolesurgíaningúncontratiempo,ibaapoderhablarconRamón,yaunquenodejabadeilusionarme,deprontosupresencia,reducidaaesamínimaexpresióntelemáticaparalospróximoscuatromeses,nobastabaparacompensartodalaporqueríaqueadiariomeibacayendoenelotroplatillodelabalanza.

Aunasí,cuandolleguéacasa,aesodelasseisymedia,loprimeroquehice fueencendermiMacBook.Estabayabastantebaqueteado,ynoprecisamentealaúltimaenprestaciones,peroresistíabien.Comomuchosde mi generación, abonada al ordenador portátil como solución más

idónea por nuestro nomadismo frecuente y forzoso, le había cogidocariño. En ciertomodo, era nuestro refugio permanente, y el alarde degastarunoseurosmásparatenerunadelasinvencionesdeSteveJobs,elúnicolujoquepodíamospermitirnos.Yaquetocabahabitarinfraviviendasy sobrevivir con infraempleos, consolaba tener la sensación de que enalgoestabaunoeneltopedelagama.

MedicuentadequenoteníainstaladoelSkype.Lohabíatenido,peroporfaltadeusohabíadecididodespejarespacioeneldiscoduro.Metocódescargarlootravezyabrirmeunacuenta,porquenomeacordabadelaquehabíausadoañosatrás.Alahoradeelegirunalias,penséenalgoquepudieragustarle,algoquelerecordaraloquehabíamosvividojuntos.Nomecostómucho:MoniCreep.Comocabíaprever,estabalibre,asíquemeapoderédeél.Loprimeroquehice, encuantomeconectécon lacuentaqueacababadecrearme,fueenviarle la invitacióna ladirecciónquemehabíadado,yqueeramuchomásformalquelamía:RamonSanchPer968.Lastresúltimascifrasremitían,eraobvio,asuañodenacimiento.Loquemediabaentreellasysunombredepilaera todalapistaqueteníasobresusapellidos.

Mesorprendióquelainvitaciónfuerainmediatamenteaceptadayqueenseguidasepusieraenverdeelindicativodelcontacto.Estabaenlínea,ysinperderniunsolosegundosepusoaescribirme:

Hola,MoniCreep,yapenséquehabíasperdidomidirección.

Mi pulso se había acelerado, y entre eso y lo demás no acerté aresponderenseguida.Loprimeroquemesaliófueunaexcusa:

Oye,quesonlassietemenoscuarto.

Apartirdeahícontinuólaconversación.Enestecaso,notengoqueforzar lamemoria,nicorroelriesgodeadornarodeformarnadadeloquedijimos:mebastaconeditar,mínimamente,elarchivoqueentonces,cuandonopodía imaginarmequeundía tendríaque recordar lahistoriacomolohagoahora,elprogramaguardóenautomático.Yestofueloquehablamos,talycomoloalmacenóelSkype:

¿Siempreesperasaúltimahora?Malatécnica.Másvaleadelantarse,

porsilosimprevistos...Muygracioso.¿Vasausarestopararegañarme?Eraunabroma,mujer.Mealegraleerte.¿Todobien,elviaje?Másomenos.Unahoraymediaderetrasoenlaescala.¿Escala?¿Tanlejostehasido?Notantocomoestáspensando.Esunvueloraro.Sabesquecuandodicesalgoasímehacesestrujarmelossesos.Notelosestrujes.¿Cómoestástú?Jodida.Cabreada.Casifuriosa.¿Yeso?Noquieresoírlo,oleerlo,niyoescribirlo.¿Notienesporahíalgunapelículaderisa?¿Unabotellitadevino?Ah, no. No pienso emborracharme sola. Ya se me pasará. ¿Estás

instalado?Enelhotel,oelapartamento,oloquetengas.Unaespeciedeapartamento.Sí,yaestoy,aunqueahoranoteescribo

desdeallí.Parausarlaconexiónainternettengoqueveniraotrositio.¿Estábien?Quierodecir,siesconfortableyeso...Nomepuedoquejar.Agua caliente, calefacción, aire acondicionado

paracuandoempieceahacercalor.Estoycomounpríncipe.Ydondeestásahora,¿cómoes?¿Puedooírte?Unas cabinas. Los tabiques son de papel, se oye todo. Si quieres te

pongounmomentoelmicrófono,peroloquetediganopodráseríntimo.¿Pensabasdecirmealgoíntimo?Esbastanteprobable.Yamedidaquepasenlassemanas,más.Ponmeelmicrófonounmomento,detodasformas.OK.

Me envió la llamada de audio. La acepté. Tardó unos segundosinterminablesenconectar.Cuandoalfinentróelsonidodesumicrófono,lo hizo en forma de chasquido.Al cabo de una sucesión de feos ruidosmetálicos,oíalfinsuvoz.Estabadiciendominombre:

—Mónica,Mónica...—Teoigo,¿meoyes?Hubounretardo,hastaquemecontestó:—Bajoynadaclaro,perosí,conlosauriculares.¿Túamí?—Bajoynadaclarotambién.Ynotengoauricularesamano.

—Puesestamosbuenos.—Tequiero.—¿Qué?—Quetequiero—grité.—Vaya,esonomeloesperaba.—Poresotelodigo.Teodio,también.—¿Porqué?—Porquévaaser.Porirte.—Nomehevenidoaquípormigusto.Teloaseguro.—Túteapuntasteaesoenloquetrabajas,sealoquesea.Asíquealgo

debedegustarte,contodoloqueimplica.—Todosalvonoestarcontigo,ahora,yalgunaotracosa.—¿Porejemplo?—Teoigomuymal.Mejorseguimosporescrito,¿vale?—Vale.

Ahícortólallamada.Yvolvióaescribir:

Mejorasí.Nuncasabesquiénteestáescuchando.¿Soismuchos,ahí?Unoscuantos.Yaquínosólovienegentedemiempresa.Cadavezestoymásintrigada.Lehedadovueltasatodoloquepuedes

ser: ingeniero, técnico de plataformas petrolíferas, cooperante,mercenario,agentedelCNI,yquéséyocuántascosasmás...

Pobre.Meestáshaciendosentirculpable.Lo que no me pega es que seas periodista, eso se nota, o yo lo

notaría, ni tampoco de Médicos sin Fronteras o algo parecido, me lohabríasdicho,conesosiempreseliga.Ynotieneseseselloquetienenlosmédicos,esaformacomodecompadecersesiempredeti...

Noledestantasvueltas.Undíadeéstostelodigo.¿Deveras?Dehecho,estuvepordecírteloantesdeirme.¿Yporquénolohiciste?Eraalgoprecipitado.Prefieroqueseaconmenosprisas.Ya...Oye,ylagenteconlaqueestásallí,¿quétal?Haydetodo.Amuchosnilosconozco.¿Yeso?

Laempresaesgrande.Nonosconocemostodos.¿EstácontigotuamigoJaime?No,estavezno.Vaya,quépena.Me imaginoqueenesa situación seestámejorcon

alguienconelquesetieneconfianza.Qué se le va a hacer. Vendrá dentro de tres meses, así que todavía

tendrétiempodecoincidirconél.Luegoélsequedaráotrostres.¿Haychicas?Sí.¿Jóvenes?También.¿Guapas?Nohetenidotiempodepedirlesquemehaganeldesfileconropade

calleydebaño.Pregúntamemañanayyapodrédartetodoslosdetalles.Cerdo.Tonta.Esperoquealmenosdurmáisenhabitacionesseparadas.Enedificios separados.No tepreocupes,que losqueorganizanesto

yasecuidandequenosdediquemosatrabajar,ynoabuscarnoslíos.Menosmal.¿Ylacomida?Dehambrenomoriremos.Deplacertampoco.Sedejacomer.¿Quétiempohaceporallí?Algodefrescoporlanoche.Tampocomucho.YnoséenMadrid,pero

aquísevehoyunalunaesplendorosa.Nollena,perocasi.Aquínada.Nublado.Mónica...Mereclaman.Mañanaesperopodersacarmásrato.Bueno,esoespero.Mañanaessábado.Esoaquída igual.Segúneldichodel lugar,aquí todos losdías son

lunes.Peromañanaporlatardenotengonadaasignado.Antesdequetevayas...¿Daríatuconexiónparaverunvídeo?SinoesenHD...Nocreo.¿Tepasoelenlace?OK.Pásamelo.Espormantenerlacostumbre,dentrodeloposible.Megustaríaque

desdeallítútambiénsiguierasmandándomecanciones.Muybien,meparecebuenaidea,podemoshacerloasí.¿Tienestiempodeoírla?

Sinoesmuylarga...

Nomehabíadado tiempoabuscarlaantes,asíqueme tocóhacerlosobre la marcha. Por suerte, Google se portó y la conexión se portótambién. Al cabo de medio minuto, le pasé el enlace y le pedí que loabriera. Cuando lo hizo y lo tuvo cargado, los dos le dimos al play almismo tiempo. Escuché hasta que llegó lo que estaba esperando, elmomentoenqueRobeIniestaclamaba,consuvozzarrapastrosa:

Lavidaesrojasitevas,ymederrotaigualqueenlossueños.

Apenashabíanpasadounosinstantescuandoélescribió:

¿Esoesloquesientes?Talcual.¿Sabesqué?Qué.Meparecequeyotambiéntequiero,MoniCreep.

Heestadopensandocómopuedocontar loquesigue.Aquellosmesesdeestar juntossinestarlo, lacomunicacióna lavezcontinuae intermitente,azarosaperosiempreahí.Laproximidadquemehacíasentircuandomeenviabaunwhatsappacualquierhoradeldía,diciéndomequemequeríaoque no estuviera tan seria o que le contara qué estaba haciendo.Otrasvecesmemandabaunacanción,ounafotodelalunallena,enuncieloqueunasnochesparecíalimpioyotrasseveíaborroso,comosialgoquenoerannubesloempañase.Yalmismotiempo,aquelladistanciairreparable,aquella cantidad desconocida de kilómetros que lo reducía a señalesdigitalesenmispantallas.

Hellegadoalaconclusióndequemásvaleresumirloenloquetuvodesignificativo,antesqueextendermeentodocuantohuboyquedaráparasiempreenmimemoria,peronoesindispensableparacomprenderloquequieroquesecomprenda;loqueespero,sinsaberaúnquéharécontodoesto, que haya alguien que quiera comprender. En estos tiempos es tanbaratoelespacio,taninfinitoslosbytesalmacenablesauncosteirrisorio(siempre que nos las sigamos arreglando para olvidar a los niños quemuerenparaextraerelcoltán),quehayquienhaperdidoelsanohábitodeiralgranoytetorturaconsuverborreaocontodaslasfotosquepuedehacer y guardar su smartphone, sin pararse a discernir cuáles son deinterés para alguien que no sea quien habla, escribe o fotografía. Es laúltima torpeza en la que me gustaría incurrir, incluso si lo que aquírecopilonoacabateniendootrolectorqueyomisma,ladudosayomismaquepuedallegarahabitarmipellejopongamosdentrodecuarentaaños,cuandolorecuperededondeentoncesseacostumbreguardarlosjironesdel almaconvertidos en texto, enbuscade loque fui y loque sentí conRamón.

He logrado reducirlo todo, o la esencia de todo, a sieteconversaciones, fragmentos de conversación en algún caso, quereproduciré con las indicaciones mínimas para situar cuándo y en quécontextotuvieronlugar.Paraquesobretodoseoiga,ensupropiavoz,loqueélmedijo,quevieneaser,cadadíamás,loqueesyserásiempreparamí. Poco más puedo contarle al mundo acerca del hombre que supoconvencermeparaquererleauncuandoyanoestéconmigo.

Laprimeraconversaciónfueelprimersábado,19deabril.Comoelresto,salvoqueindiquelocontrario,atravésdelSkype.Alahoraalaquemeconvocóconunwhatsappquemepillóporsorpresa:

Ya tengo mi tarjeta «tucu» (así llamamos en la empresa a losautóctonosdeaquí).¿Tepuedesconectaralascinco?

Pude conectarme, naturalmente. Y a continuación transcribo delarchivodelSkypeloquehablamos,ountrozodeesacharla:

Yateníaganasdehablarcontigo.¿Quétaleseprimerdía?Bien,aterrizando.Mañanaserápeor.Jornadacompleta.Perosimañanaesdomingo.Noaquí.Yatedije,todosnuestrosdíassonlunes.Quéfaena.Esperoqueporlomenostelopaguen.Nocreasquetanto.Unpocomejorqueallí.Elplusquesesuponeque

nosmerecemosporvenirapasarnoscuatromesesalculodelmundo.Oye, ¿qué es eso del tucu?No estarás enArgentina.Hemirado en

WikipediaydicequeeselnombredeunroedordelaPatagonia.Argentinaestáaloeste...Yalosé.Solíaaprobargeografía.Tedijequeestabaaleste,ynomiento.¿Entonces?¿Dedóndevieneeseapodo?La verdad es que no tengo ni idea. He intentado averiguarlo pero

nadielosabe,nisiquieralosquellevanmástiempoaquí.Lomismoelquelepusoesemoteaestagentefueunargentino.Loquenosabríadecirte,silostirosvanporahí,esporquéledioporacordarsedeeseroedor.

Mequedocomoestaba,entonces.Tendrásquebuscarotrapista...

Nopiensorendirme.Soyduradepelar.Esoyalosé.¿Cómovashoy?¿Másanimada?He hecho la compra, la limpieza y la colada. Es un poco patético,

pero con las tareas hechas te queda un regustillo y sientes un bienestarficticioquetehacenolvidarquelavidaesunaputamierda.

Vamos,quesiguestorcida.Yaprocuraréirsuperándolo.Perdona.Nohaynadaqueperdonar.Desahógatetodoloquequieras.Paraeso

metienes.Entreotrascosas,espero.Teechomuchísimodemenos.Meduele.Físicamente.Yyo...Nohagasunmundo.Eltiemposiempreacabapasando.Losdos

primeros meses corren un poco más despacio, pero ya verás los dosúltimos:tedalasensacióndequevascuestaabajo.Compensaloanterior.

Graciasporbuscarargumentosparaanimarme.Hebuscadoalgomás.Abreelenlacequetemando.¿Quées?Unremedioinfalibleparalamelancolía.Unosviejosamigos.

Abríelenlace.Elvídeoteníaunacalidadpésima,peroelsonidoeramásomenosaceptable.Enlaimagen,desenfocada,salíanunosmelenudosdespechugadosconelpeloaloafro.Viguitarras,teclado,batería,todolohabitual en el pop de los 80, y además, esome chocó, un violín y dosviolonchelos.Lacanciónempezabadiciendo:

Iwassearchin’(searchin’)onaone-waystreet,Iwashopin’(hopin’)forachancetomeet...[11]

Dejóquesonaramediacanción,antesdevolveraescribirme.

¿Losconocías?Mentiríasitedijeraquesí.ElectricLightOrchestra.Músicaparadinosaurios.Bueno.Esalegre,porlomenos.Deesosetrataba.¿Entiendeslaletra?Másomenos.Sweettalkingwoman.Mujerquehabladulcemente.Eneltítulooriginales«talkin’»,sinlaGalfinal.Ah.¿Yporquémelamandas?¿Esunaindirecta?¿Porquédiceseso?

Tehedadomotivos.Estoydemasiadogruñona.Losé.Lo mío no son las indirectas, precisamente. Me hace pensar en ti.

Queríaquelosupieras,ytambiénquesetepegaraunpocoelritmo.Megusta.Nolahabíaoídonunca.Normal.Tienetreintaytantosaños.Yolaoíadeniño.Lascanciones

deestagentemerecuerdanlaferiademibarrio,elverano,loscochesdechoque, esa sensaciónde lo agradable quea pesar de todopuede ser lavida.

Aratos.Esagradableahora,sinirmáslejos.Amímegustaríamásdeotramanera.Valoraloquetienes,Mónica.Estamoslejos,peroestamosjuntos.Amí

mepesamenosestaraquí, sabiendoqueestásahí.Leyéndote,aunquenoparesdegruñir.Haceapenasunmesestabasolo, ibatirandosinpenanigloria.Ahoraesdistinto.Ahorapuedopensarenti.Ypienso,todoelrato.

Yyoenti.Peroesoamímeponetriste,ahora.¿Por qué? Lo de estar con alguien es muchas veces una ilusión:

muchasparejasquevespaseandoporahíhaceañosquenoestánelunoconelotro,enrealidad.Túyyononecesitamospasearjuntosparaestarlo.Yo te siento aquí, como si estuviera contigo desde siempre. Como sisiemprefueraaestar.

Enesemomentologróloquepretendía.Animarme.Yescurioso:silopienso,yaunquenoloparezca,diríaqueacertó,alfinal.

Otrosábado,elsiguiente,26deabril.Lasemanahabíasidounauténticodesastre: los días habían ido cayendo sobre mí como capas de hojasmuertas, aislándome de la primavera que estallaba a mi alrededor. Mitristeza y mi malhumor iban a más, y poco me había ayudado que elmiércoles,el juevesyelviernes,comomeavisóporWhatsApp,Ramónnopudieraconectarseporlatarde.Segúnmedijo,teníaquehacerunviajea otro sitio, donde estaría tres días y no podría disponer de conexiónnormal.Devezencuando,alolargodeesetiempo,recibíalgúnmensajesuyo, pero siempre breve. Incluso llegué a estar veinticuatro horas sinsabernadadeél.Ahíaprendílointerminablequepodíallegarahacerseundía.LaalegríaquemediovolveratenerloalotroladodelSkypenomedurómucho.Pormásque tratabade impedirlo, lapesadumbresecolabasin remedio por las rendijas de mis frases, y él acabó notándomelo ysaliéndolealpaso.

¿Quétepasa?Vamos,suéltalo.Yasabesloquemepasa.Puedoadivinarlo.Peroyaquetetengoalotrolado,tepregunto.Estosemevaahacermuylargo.Estoyempezandoadescubrirque

soyunaflojayunahistérica.Medecepcionoamímisma.Notecastiguesporeso.Essuperioramí,nopuedoevitarlo.Siemprequealgo te fastidie,piensaquepodría serpeor.¿Hasvisto

unapelículaquesellamaEljovencitoFrankenstein?Puesno.¿Decuándoes?Buf,ahoraquelopienso, tendráunoscuarentaaños.Normalqueno

laconozcas.Perdona,avecespierdolanocióndeloviejoquesoy.

Labuscaré.Tieneunasecuenciagraciosa.Dospersonajesestándesenterrandoun

cadáverdenoche,aescondidas.Untrabajoasqueroso,diceunodeellos,yelotrodicequebueno,quepodríaserpeor.Elprimero,furioso,preguntacómo,yelotroleresponde:podríallover.Justoentoncessuenauntrueno...

...yempiezaallover.Acántaros.MiamigoJaimelodicedeotramanera.¿Cómo?«Nohaysituación,porangustiosaqueparezca,quenoseasusceptible

deempeorar.»Dicequenoessuyo,se lo tomóprestadoasuabuelo,queerarojoyprofesordeinstitutoypasólasdeCaíndespuésdelaguerra.

Noséyosimeestáayudando,todoesto.Olvídalo,entonces.Ponmemúsica.¿Quétieneshoy?Quería buscar algo optimista, pero me parece que me he dejado

arrastrarporlamorriña.Lahesacadodeunapelícula.¿Cuál?Unaitaliana,dehacepoco,Lagrandebellezza.¿Lahasvisto?No.La veremos cuando vuelvas. Es un poco melancólica, va de un

hombrequerecuerdacómoselehaidolavidabuscandoalgoquenohaencontrado,perotambiénesdivertida,ymuyemocionante.

Nosuenaasícomomuydivertidoeltema.Haymomentosenquesíloes.Nosé,creoquetegustaría.Erabroma.Seguroquesí.Elqueesunmonstruoeselprotagonista,unactorquesellamaToni

Servilo. Y el personaje que interpreta, Jep Gambardella, un crack. Sumayorespecialidadesecharabajolasmentirasdelagente.

Seráuntipoduro.Éseesundeportederiesgo.Nocreas,tienesuladotierno:llora,ytehacellorar.Ylamúsica...Es

lamejorbandasonoraqueheoídoenaños.LacanciónqueteheescogidoesdeuncantantequesellamaAntonelloVenditti.

Dale.

Leenviéelenlace.Eraunvídeoenblancoynegro,conRomacomoescenario.Alprincipioseveíaunárbolysobresutroncounalápidaconuna inscripción: Solo l’amare, solo il conoscere conta.[12] Tras unosplanos de una mujer joven saliendo de su casa, en una calleja romana,

aparecíaelintérprete,unhombreyamaduroyserio,cantando:

Losguardotrovasemprequelloquecercailcuore.Guardandodentromeritrovoiltuodolore...[13]

Me lo recordaba, inevitablemente: aunque él no fuera dado a hacerexhibiciones de su dolor, se lo veía ahí, agazapado, en el fondo de sumirada.Además, la canción se llamabaForever, yhabíapensadoen ellatras nuestra conversación del sábado anterior. A raíz de aquello que élhabíadichodequesentíaquesiempreestaríamosjuntos.

Teamaréporsiempre...Esoesloquedice,¿no?Justo.Nosabíaquesupierasitaliano.Es de lo poco que he podido entender. No está mal. Los italianos

tienenundonparalamúsica,esohayquereconocérselo.Ramón.Dime.Perdonasitemolesta,peronopuedocallármelo.Puesdi.Notecortes.Hedejadoquetehagasdentrodemíunsitiodemasiadogrande.Yno

puedo evitar pensar que no sé casi nada de ti. Ni de tu vida, ni de tufamilia,nidedóndevienes.Pornohablardedóndeestás.

Nomemolestaloquemedices.Esbastanterazonable.¿Y?Preguntaloquequieras.¿Estásseguro?Salvo por mi trabajo, todavía. No te lo tomes como una falta de

respeto. Es justo lo contrario. Cuando te hable de ese asunto, quierodecirtelaverdad,nolargarteuncuento,ycreoquenoeselmomentoaún.

Esque...Tevasareír.¿Porqué?Lopensabaelotrodía.Nisiquierasésiestáscasado.Ésaesfácil.Noestoycasado.Loestuve.¿Cuándo?Puesaver,déjamepensar...Desdeel92hastael...2004.Llevomásde

unadécadarodandosoloporahí,yameheolvidadodecómoera.¿Tieneshijos?Buenapregunta.No lo juraría.Tuveuno,alláporel94.Peroaraíz

deldivorciodecidiócreertodoloqueledecíasumadre.Algunacosaeraverdad,otrasno.Hacesieteañosquenoleveo,nimecogeelteléfono.

Ostras.Esodebedeser...¿Cómodirías?Muydoloroso,¿no?Alprincipio.Luego lovasasimilandoyhaciendocalloalrededorde

los recuerdos.Apartir de ciertomomento, inclusopiensasque es lo quehay que hacer. Él sabe que aquí estoy. Si me necesita, puede llamar. Yacudiré.

¿Ysinotenecesita?Poralgoserá.Nosoydueñodesuvida,nitampocodesucamino.No

tengoningúnderechosobreél.Fuejodidoaprenderlo,peroaprendidoestá.¿Ynolehasllamado,enestosaños?Claro. Incluso tengo sumóvil, ahora.De vez en cuando le recuerdo

que existo y que no espero nada de él, ni siquiera que me crea o meperdone lo que quiera que crea tener contra mí. Que sólo estoy a sudisposición.

¿Y?Nomehadevueltounsolomensaje.Notieneporqué,tampoco.Nohe

dejadodeingresarunsolomesloqueeljuezmeordenóquelepasaraasumadreparaél.Séquevaalauniversidad.Sumadremeenvíalosrecibosdelosgastosextraordinariosquemetocapagaramedias.

¿Quéestudia?Unadeesascarrerasnuevas,derechoyempresarialestodojunto.Buenaelección.Todoestámal,perodeesosiemprehabrátrabajo.Sí.Mealegraquenoseatanborricocomosupadre.¿Túnofuistealauniversidad?Fui,unpardeaños,perolodejé.¿Quéestudiaste?Biológicas,megustabanlosbichos.Lospájaros,sobretodo.¿Yporquénoseguiste?Noesfácildeexplicar.Entoncesteníauncarácterunpocoinestable.

Enfin,elcasoesquesísepuederesumirenpocaspalabras:mereboté,lomandétodoalamierdaymepuseabuscaruntrabajoquepudierahaceren seguida. Lo encontré, y hasta hoy. También coincidió con un malmomento.

¿Puedopreguntarporqué?

Fue cuandomuriómi padre, con cuarenta y seis años, de un tumorcerebralquelofulminó.Eraeltíomásrecioqueheconocidoenlavida.Yentresmeseseraunmontóndetejidosmuertosquehicieroncarbonillaenun horno.Me crucé, lo confieso, y no quise seguir siendo una carga encasa.

¿Tieneshermanos?Tuve,una.Perounanoche,tresañosantesdelamuertedemipadre,

semontóenuncochequenoestabaen lasmejoresmanos.Nosési serámuy científico, pero yo creo que lo de mi hermana tuvo que ver con elcáncerdemipadre.Ysupongoquefueloqueempezóadescentrarmeamí.

Acualquieraleafectaría.Cuando mi padre murió, exploté. Y eso acabó con mi carrera

universitaria,queesdondeempezamosconestahistoriade terrorcon laque no suelo castigar a nadie, si no es imprescindible. Espero que meentiendas.

Teentiendo.Peroyoquierosaberlo.Meayuda.¿Aqué?Aquerertemás.Aquerertemejor.Eres una chica estupenda, Mónica. Estás a tiempo de perder mi

número y de cambiarte de móvil y de apartamento para que no teencuentre.

Esoesloúltimoquepiensohacer.Puedesestarseguro.Allátú...Laverdadesqueestoyorgullosodequemihijoseesfuerce

por tener estudios.Al final yome las heapañado en la vida, peroquienmás sabe tiene más posibilidades de encontrar un camino que valga lapena.

Esunpocotristequeélnolosepa.¿Elqué?Queestásorgullosodeél.Losabrá,siquiere.Sileaportaalgo.Nometorturoporeso.Veoqueengeneralnotetorturaspornada.Estáshechodeunapasta

bastantepococorriente,RamonSanchPer.Semehaceraroquemellamesasí.Nosémás...Sánchez,mipadreseapellidabaSánchez.YPeraltamimadre.Hablandodetumadre...Ya,yaséloqueestáspensando.Telaimaginashechapuré,portodo

loquehatenidoquepasar.Habríasidolonormal.PeroDiossabeaquiénponeaprueba.Mimadreesmásduraqueyo.Estáhechadepedernal.

Nosésilegustaríaoíreso.Nolodigoenmalplan.Mepareceunavirtudporsuparte.Noesque

no tenga sentimientos, claro que los tiene. Pero a la vez es lo bastantefuertecomoparasobreponerseatodo.Aunqueviéndolanolodirías.

¿Porqué?Espocacosa,físicamente,ysiemprehaestadodelicadadesalud.Almenos,aellatodavíalatienes.Unmédicoque tuvo,cuandosequejabadesusachaques, siempre le

decía lo mismo: «mujer enferma, mujer eterna».Mi madre se cabreaba,decíaque erapara justificarsepor lo inútil que el tío era comomédico,peronodebíadeserlotanto.Ahísigueella,yelotrohacemuchosañosquecríamalvas.

¿Cómoestáahora?Bien,dentrodeloquecabe.Contodoslosvaloresdelosanálisispor

lasnubes,peroindestructible.¿Hablasconella?Siemprequepuedo,paratranquilizarla.Deduzcoqueellasítieneelprivilegiodesaberdóndeestás.Másomenos.Tampococreasquedeltodo.Loquepuedoahorrarle,se

loahorro.Noescosadeponerlaapruebamásdelacuenta.Oye,acabasdeasustarme.Nohabráguerraahí,oalgoparecido...Lahahabido,nohacemucho.Comoentantosotrospaíses.Peronote

asustes,noteescriboconruidodeexplosionesdefondo.Es increíble que no hayamos acabado con las guerras. Que siga

habiéndolasysiganganándolasyperdiéndolaslosmismos.¿Quiéneslasganan,segúntú?Lospoderososquelasmontan.Ylosquelaspierdensiempresonlos

débiles,daigualquébanderaacabeondeandosobrelacolina.Esunabuenaimagenesa.¿Noestásdeacuerdo?Sí, bastante. Pero basta de negruras. Dime, ¿qué has hecho estos

días?

Cuatrodemayo.Domingo,yelúltimodíadeunlargopuenteenMadrid.Más largo para pasarlo sola, esperando el momento en que él pudieraconectarse.Unodelosdías,elsábado,nopudoser.Otravezletocabairadondequieraquefuera,sinaccesonormalainternet.Mepreocupabanesassalidasenunpaísqueahorasemeaparecíacomounlugarinseguro,enelquesegúnmehabíadichonohacíamuchoquehabíanestadosonandolostiros,ydondesialgorodabamal,esaconjeturapesimistayalaponíayopormicuenta,muybienpodíanvolverasonar.Habíareleídoesamismamañana nuestra conversación y reparé en que no me había negadocategóricamente que hubiera guerra: se había a limitado a decir que lahabía habido y que no escribía con ruido de fondo de explosiones. Encuanto lo tuve en elSkype, le pregunté abocajarro, paraque semojaramásenlarespuesta.

Algúntirosíquesiguenpegando,no tevoyaengañar.Peronoaquídondeyoestoy.Estoesterritoriocompletamenteseguro.

¿Deverdad?Nomeengañes,porfavor.Bueno, completamente segurono es ya nada, desde el 11-S, perono

másinsegurodeloquepuedasertuapartamento,ahoramismo.Prométemelo.Teloprometo.Desdehaceaños,laguerrahacausadotantosmuertos

en el lugar donde estoy ahora mismo como los que ha causado en tubloque.

Noterminasdedejarmetranquila.Mira, voy a decirte una cosa.He estado en sitios en los que había

peligrodeverdad.Aquíestamosenunbalneario.Si tedijeraqueestoespeligrosomeestaríahaciendoelinteresanteysíqueteestaríamintiendo.

Perosifuerapeligrosotampocomelodirías.Anda,noinsistas.¿Cómohaspasadoeldomingo?Hemaldesayunado.Apenashecomido.Hevistotodoloquemehan

echadoenlatele.Creoquemeestoyvolviendomasoquista.Esonopuedeser,tenemosqueponerleremedio.Empecéanocheaveruna temporadanuevadeMadMen, por sime

distraía,pero la tuvequeapagar.AntesDonDrapermecaíabien.Ahorameparecesimplementeunpichabrava.Ungilipollas.

Nopuedoopinar,nolahevisto.Sigue estando muy bien ambientada, y los guionistas tienen sus

ocurrencias,novoyanegarlo.Peronoestoyconánimodeverla.Puesdéjamequetemandealgo,paraversiteanima.

Letocabaaélenviarmecanción.Mepreguntécuálseríaestavez,yenundeslizmalévolo,delquemearrepentísegúnloestabateniendo,tambiénde qué año del siglo pasado dataría. Mi malicia resultó premonitoria,porqueeraunvídeomuyantiguo,delos80.Conocíaalcantante,aunqueestaba muchomás joven que las últimas veces que lo había visto. Paraempezar,supelo,yaentrecano,seveíatodavíadeunnegroazabache.Mefijéensusrasgos,casiárabes.Habíaleídoporahíqueerasiciliano,loqueno hacía imposible, al revés, la presencia de algún sarraceno entre susantepasados.Lamúsicaeraalegre,comoRamónsolíaelegirla.Reconocílacanción,cantadaenespañol:

Yoquierovertedanzar,comoloszíngarosdeldesierto...

Preferíalaversiónoriginalenitaliano,comoengeneralmesucedíacon todas las canciones de Battiato. Incluso me preguntaba por quétraducirlas, siendo una lengua tan afín. Hasta que supe que durante unaépoca el cantante había sido muy popular en España, tanto que sacabaversiones de todos sus discos en español. Por lo demás, cantar en otrosidiomas era marca de la casa: lo había hecho, entre otros, en francés,alemán, inglés... Incluso di un día, enredando en YouTube, con unaestremecedora versión en árabe de L’ombra della luce, grabada en unconcierto en directo en Bagdad en 1992, un año después de que losavionesdecombatedeBushpadrebombardearanlaciudad.HabíasonadoquizámediacancióncuandoRamónvolvióaescribir:

Quierovertedanzar...Mesuenamejorenitaliano:Vogliovedertidanzare.Bueno,esqueasí,enespañol,escomolaconocíyo.

PenséqueenaquellosañosenlosqueBattiatohabíasidounmúsicodeéxitoenEspañaéleraaúnunadolescente,yqueeraentoncescuandodebíadehaberlaescuchado.Ahoraerauncantante raro,paragente rara,entrelaquemeincluía,yamuchahonra.Megustabasupoesíacríptica,sucantarcomosinesfuerzo,sinquererapabullarconlavozanadie,ya laveztancálido,profundoysugerente.Comovioquenolerespondía,fueRamónquienmeescribió,denuevo:

Veoquenomehasentendido.¿Cómodices?Setratadeunapetición.Directa.Perdona,meheperdido.Yadecíayo.¿Teimportaríaexplicarte?Me cuesta un poco, perome explico. Lo que quiero decirte es justo

eso,quemegustaríavertebailar.Meacuerdomuchasvecesdequeasífuecomo te conocí, bailando. Y también de lo mucho que me gustó cómobailabas.

¿Loestoyentendiendobien?Yodiríaquesí.¿Teparecefueradelugar?Laverdadesquemesorprendeunpoco.Yameimaginaba.¿Quieresdecirqueconectelawebcamy...?Sinoteimporta.Yatedijequenomegustanlaswebcams.Lo recuerdo. Por eso me doy cuenta de que no te estoy pidiendo

cualquiercosa.Ysiresultaquenoteapetece,locomprenderé.¿Teveréyoati?Me temo que no. Sé que eso te pone en desventaja, y que no tengo

derechoapedírtelo.Peroalomejoresporesomismoporloquetelopido.Teequivocas.Tútienesderechoapedirmeloquequieras.Noaspiroatanto...

Daigualaloqueaspires.Esloquehay.Entonces,¿atenderásmipetición?Meharáfaltasacudirmetodalavergüenza,perosí.Gracias.¿Quéquieresquetebaile?Estamismacanción.Sinotevamal.Estábien.Soytodoojos.

Loquesucedióacontinuacióndiríaqueesunodelosmomentosmásextrañosya lavezmásgratificantesdemivida.Diría, también,quemisaptitudescomobailarinasonescasas,ynoestoysegura,pesealacalidaddeloscacharrosdeJobs,dequeélvieragrancosa.Peroparecíahacerleverdadera ilusión, ymegustaba ser capaz de darle algo que le alegraseasí.Meadecentéunpocolaropadeandarporcasaquellevaba,conectélawebcam,mecerciorédeque la imagen le llegababienymepuseenpiedispuestaatodo.Ledialplaydelvídeoeimproviséunbailequefueraconlamúsica.Me dejé llevar por ella y por la voz de Battiato, tratando deacompasarmismovimientosalamelodíaydebailarcomoélcantaba,sinque se notara el esfuerzo. Cuando hube terminado, me senté, casi sinaliento,frentealapantalla.

Nocorteslacámara,todavía.¿Por?Megustaverte.Casihabíaolvidadologuapaqueeres.Gracias.Yahora,¿quéquieresquehaga?Nosésiresponderaeso...Mejorno.

Quince demayo.Festivo enMadrid.En sólo unmes, había aprendido aodiar los festivos con toda mi alma. Que lo fueran no significaba quedispusierademástiempoparahablarconél,yafueraporqueélnohacíafiestaoporque,comoavecessucedía,letocabainclusotrabajarmás.Encambio, los festivoserandíasque teníaenterosparaatormentarmeamímisma,sinquemedistrajerandeesaocupaciónlos tormentos infligidospor otros que implicabami trabajo. Esas tardes interminables dejaba elSkypeabiertoalascuatroolascincoyélseconectabatanprontocomopodía. Aquella tarde entró hacia las seis y media. Algo me comía pordentro y tenía necesidad de sacarlo, de desahogarme, de desatar algunaespecie de catarsis. Había hechomis planes al respecto, pero no estabaseguradeatreverme.

¿CómovalaprimaveraporMadrid?Empalagosa.Estamañanamehedadounpaseopor elBotánico.El

olordelasflorescasipodíamasticarse.Ademásyosoyalérgica,siempremeacuerdocuandoyaestoyempezandoaasfixiarme.

Noserásalérgicaatodaslasflores...Con la del olivo es con la que me pongo a morir. Pero todas me

perjudican,enmayoromenormedida.Quéganasdecastigarte,¿no?Nosólo.TambiénmegustaelBotánico.Ahoraquelopienso,noheentradonunca.¿No?No,sólolohevistodesdefuera,atravésdelaverja.Pues eso hay que solucionarlo. Con el Retiro, es de lo mejor de

Madrid.Tienerinconesquenoparecendeestemundo.Odeestetiempo,

quevieneaserlomismo.Amímehacepensarquehubountiempoenquelagente,oporlomenoslagenterica,sabíavivir.

Cadatiempotienesuafán,decíamiabuela.Losdeéstemepillanmuylejos,aveces.¿Eramaja,tuabuela?Másqueeso.Deellaaprendícasitodolobuenoquesé.¿Ah,sí?Sí.Muriónohacemucho,muymayor.Ymuysabia.Laúltimavezque

la vi supo que no iba a volver a verme y se despidió de una forma quetodavíahoy,cuandolorecuerdo,meponelacarnedegallina.

¿Por?¿Cómosedespidió?Aceptándolo.Aceptandoqueeralaúltimavezqueveíasunieto.Olo

quees lomismo,enseñándomealgomás:queunapersonaquedeverdadhavividoysabedelavidanoserebelaantelamuerte,cuandoessuhora.

Yonoheaprendidoaaceptarlamuerte.Loreconozco.Noestuhora,todavía.Tienestiempoparaaprender.Sigoechándotedemenos.Quierodecir,cadadíamás.Yyo.Ésteeselmesmalo.Elsegundo.Yalovoynotando.Tambiénaquí.Elprimero,másomenos,sepasaen loque tardasen

hacertecargodelosasuntos.Peroahorayalostienessobrelasespaldas,ylamentepuestatodoeldíaenellos.Yencimaempiezaahacercalor.

EnMadridtambién.EsunapenanoestarenMadrid,ahora.MegustaMadridenmayo.¿Yquétegusta?Que la gente se desprende del todo de la piel del invierno. Que

vuelvenaverselosbrazos,loscolores.Quelascarasvuelvenasonreír.Ylaluz.

EnMadridsiemprehayluz.Peroenmayomás.Yelverdedelosárboles.¿Hayárbolesallí?Muypocos.Ynosonverdes.Másbiengrises.Bueno,algoesalgo:yaséquenoestásenlajungla.No,noesésalapalabraqueusaríaparadescribiresto.Cuando te leo me parece que todo lo llevas bien, siempre. Y no

terminode saber si es así deverdado si es solamente loque aparentas,para que yo nome preocupe.No hace falta queme digas lo que haces,pero¿cómovatodo?Nosé,¿vasaliendoeltrabajo?

Sí,vasaliendo.¿Ves?Cuandoerestanlacóniconosésimeestáscontandoalgoosi

respondeslojustoparanomentir,sindecirmenuncanada.Perdona,noera la intención.Paraqueestésmás tranquila,haceya

unoscuantosañosquehagoesto, loquequieredecirque tengobastantedominadostodoslostrucos.Algúndíatesorprendealgo,peropoco.Quiense pasa la vida sobresaltado por su trabajo es que simplemente no sepreparóbien.

Ytúsíestásbienpreparado.Comoelquemás.Créeme.Podríahacerloconlosojosvendados.Muysobradoteveo.Nomeentiendasmal.Loquenoquieroesquetepreocupesporloque

nodebes.Yesqueeslaverdad,estoypreparadoparacosasmuchopeoresquelasquemetocaresolver,ahoramismo.Meinfrautilizan,enelfondo.

Nosécómotomarmeeso.Entoncesnoledesvueltas.Quetelías.Francamente,esoesloúltimoquemeapetecehoy.¿Yquéesloqueteapetece?Porunavez,prefierohacercomotú.¿Asaber?Decirloconunacanción.Aversilareconoces.

Le envié el enlace y aguardé a que me confirmara que lo tenía ypodíaabrirlo.HabíavariasversionesenYouTube,conlatraduccióndelaletra en subtítulos. Pero preferí enviarle la canción sin más, paracontárselayo.Erapartedemiestrategia,aquellatarde.Empezamosaoírlalos dos a la vez, y me fui quedando enredada en los versos que másadelantequeríatraducirle,inclusosinomepreguntaba.

Ichwarsojung,hab’michgeniert,dochhab’esnichtbereut.[14]

Yunpocodespués:

IchkanntemeinenKörpernicht,denAnblicksogescheut,siehatihnmirbeiLichtgezeigt,ichhab’esniebereut.[15]

Yelestribillo,queinvocabalacancióndeEdithPiaf,remachandoelalemánconelfrancésparahacerloaúnmáscontundente:

Ohnon,rienderien,Ohnon,jeneregretterien.[16]

Dejóquesonaralacanciónentera,sinescribirnadahastaquesehuboextinguidolaúltimanota.Sóloentoncesvolvióateclear:

Nolaconocía.¿Quiénesson?Rammstein.Cantanenalemán,¿no?¿Unrecuerdodetustiemposberlineses?Más o menos. Esta canción la sacaron después, pero fue allí, en

Berlín,dondemeaficionéasumúsica.Noloentiendonada,elalemán.Siquierestelatraduzco.Estaríabien.Paraenterarmedealgo.Lacanción se llamaPrimaveraenParís, y cuenta algo así como la

iniciaciónalsexodeunchaval.Porloquesedesprendedelaletra,fueconunaprostituta,enplenaprimavera,enParís.

Ah.Porlamúsicaparecíamásromántica.Loes.Laprostituta leaborda,no lecobra, sededuce,y leenseñaa

descubrirsupropiocuerpo.Aquedejedetenerlemiedoylomuestrealaluz.Loquediceelestribilloestodoeltiempolomismo:Ichhab’esnichtbereut.Nomearrepiento.Nomearrepientodenada.

¿HasestadoenParís?Dosveces.DeniñamispadresmellevaronaEurodisney.Luegofui

enunviajedefindecursoconlagentedelauniversidad.Yonoheidonunca.Yaves.Conozcositiosqueestánatomarporsaco

ysinembargomefaltanlosbuenos,queestánmáscerca.Iremoscuandovuelvas.Siquieres.Hayviajesbaratos.Quiero,aunqueyanoseráprimavera.Elfinaldelveranotampocoestámal.¿Quéquieresdecirmeconlacanción?Nadaenespecial.Megusta.Queríacompartirlacontigo.Vamos,Mónica,queyanosvamosconociendo.¿Túquécrees?

Tengomissospechas.Ysinovandescaminadas,tienegracia.Estamosenlamismaonda...Loquedespuésdetodotampocoesdeextrañar.

¿Ah,no?No.Haceunmesquenotetoco.Devezencuando,meacuerdodetiy

meentranganasdeestarahíy...Yasabes.Pasancomounaráfaga,entreotrascosasporquelasahuyento,nomegustaquedarmefrustrado.

Amímepasaigual.Aunqueenmicaso,nosiemprelasahuyento.Aveces,parasertesincera,merindoymedejollevar.

¿Yadóndetellevan?¿Adóndediríasquemellevan?¿Meestásinvitandoaimaginarlo?Talvez.¿Ah,sí?Ono...Alomejornoteestoyinvitandoaimaginarnada.¿Quéquieresdecir?Notehagaseltonto,meestásentendiendoperfectamente.Elcasoesqueéstenoeselsitiomásadecuadopara...¿Puedevertupantallaalguienmás?No,esono.Lascabinassoncerradas.Entonces, no hay problema. No espero que hagas nada. No me

importaquetúnotengascámara.Latengoyo.Yaquínohaynadie,puedohacerloquequiera.Esmás:voyahacerloquequiero.

¿Estássegura?Enfin,nosésilovoyaresistir.Noquieroqueloresistas.Habráunbañoporahícerca,¿no?Sí,algoasí.Puesnada,yasabesadóndeir,cuandotermine.Eresmala.Nomeimaginabaquetanto.Nuncadijequenolofuera.Alláva.Todoparatusojos.Uf.

Nohabíahechojamásunacosaasí.Noimaginaba,siquiera,quefueracapaz de hacerlo.Como elmuchacho de la canción, siempre he sentidopudor,yarachasespantodemicuerpo.Perolohicecomosi lohubieraestandohaciendotodalavida,yapartirdeciertomomentocerrélosojosyme abandoné a imaginar que era él, quienme exponía a la luz ymedescubríatalycomoera,unavezmás.Nomearrepentí.Nomehepodidoarrepentirnunca.Denada.Denadadenada.

Uno de junio. Un domingo más. Había estado en casa de mi padre,repeliendo preguntas durante toda la comida. A veces se empeñaba endemostrar,conagotadoresinterrogatorios,cuántosepreocupabapormí.Nosabíacómodecirlequenohacíafalta,queyamedabacuenta.Araízdel divorcio, y de los años en quemimadre tuvomi custodia, se habíaesforzado por no ser ese padre de segunda y ausente en que porcomodidad, o acaso por falta de verdadera vocación paternal, seconvierten muchos. Y lo había conseguido, pese a su carácter algodispersoysuslimitadascapacidadesenterrenoscomoelculinario,dondeponíaelhombresumejor intención.Perohaycuestionesen lasquemásprontoquetardeunoestásolo,lessucedetambiénaloshijosdequienesno sedivorcian,ynoconseguíahacerleentenderqueestaba resignadaaesasoledadyquesabía,enpartegraciasalcariñoquenohabíadejadoderecibirporsuparte,enfrentarmeaella.

Pasarmedoshorasymediarespondiéndoleconevasivashabíahechomellaenmiánimo.Mepreguntabasialgúndíapodríacontarlequeestabacon Ramón, y me respondía que difícilmente, mientras se tratara dealguiendequiennisabíaquéhacíaparaganarselavida.Nosevaacasadelpadreconalguienparadecirlemira,ésteeselhombrealquequieroynotengonipuñeteraideadedóndetrabaja.

Estoescasi todo loque recuerdo,para situaraquellaconversación.Loquenoexplica,salvoqueunocreaenconexionesesotéricas,porquéfueentoncescuandosucedióloquesucedió.Loquesícreopoderafirmaresquetodoestabapremeditadoporsuparte,yquemepreparóparaellodesde el primer momento. De hecho, apenas nos habíamos saludadocuandomehizollegarelenlaceconlacanciónqueaquellatardeletocabaelegiraél.Mecogiódeimproviso.Nosolíamoshacerlosinalgunaclase

deintroducción,ylepreguntéquéera.

Ábrela,yescuchalaletra.Conatención.

Otra vez una canción antigua. Otra vez de los 80. El grupo, PinkFloyd,me era familiar sobre todo por un disco, TheWall, sobre el quehabíanhechounapelículaquehabíavisto.Demasiadomarcianaparamigusto,ynoleayudabalapresenciacomoprotagonistadeBobGeldof,untipoquemecansacasitantocomoBono,otroasiduoaeseexhibicionismohumanitario que nunca sabe uno qué gana para los desfavorecidos, acambiodelapropagandaparalosbenefactores.Lacanción,sinembargo,no era de ese álbum, sino del siguiente. El que iba a ser el último delgrupo,antesdequeestallara,hartos losdemásdequeRogerWaters losabdujera de una forma tan escandalosa.Lo curioso es que liberados delyugodeltirano,losotrosmiembrosdelgruponovolvieronahacernadaquemerecieralapena.Eraeltemaquedabatítulo,premonitorio,aaqueldisco,TheFinalCut.Losdosprimerosversoserantortuosos,comotantosotrosdeWaters:

Throughthefish-eyedlensoftearstainedeyes,Icanbarelydefinetheshapeofthismomentintime.[17]

Nopodíanseréstos,estabaclaro,losquecontuvieranelmensajequeRamónqueríahacerme llegar.Seguí escuchando, intrigada, pero toda laintrigadesapareciódegolpecuandolavozcasisusurrantedeWaterscantóestosotros,muchomássencilloseinequívocos:

AndifIshowyoumydarksideWillyoustillholdmetonight?AndifIopenmyhearttoyouAndshowyoumyweakside,Whatwouldyoudo?[18]

Yporsimequedabaalgunaduda,añadíaluego:

Willyousendmepacking?Orwillyoutakemehome?[19]

Confieso queme hizo sentir un escalofrío. Algo grave y en cierto

modo decisivo estaba a punto de suceder. Algo que él había estadoretrasando, pero que al fin había entendido que no podía demorarmás.Dejóquelacanciónsonarahastaelfinalyentoncesescribió:

Tedeboalgodesdehacetiempo.No,nomedebesnada.Sóloloquequierasdar.Deesosetrata,justamente.Sipuedodeciralgo,haslogradoponermenerviosa.No era la intención, te lo aseguro. Al revés, me gustaría que esto

sirvieraparatranquilizarte.Aveces,esconderlascosaslasagranda.Esoesverdad.Tambiénesperoquesirvaparaestarmástranquiloyo.Larazónporla

quemedecidoesporqueconfíoenti.Porqueséquepuedo.Puedesconfiar.Nuncatetraicionaría,enningúnsentido.Lo sé. Para mí no es fácil. Por alguna experiencia del pasado, y

también porque estoy acostumbrado a ciertos prejuicios. Que es muyposible que tú también tengas, y que he aprendido que es mejor nodespertar.

¿Prejuicios?¿Aquéterefieres?La gente se hace su idea sobre todo lo que no conoce. Desconocer

algononosimpidetenerunaopinión.Yhaydetallesquenormalmenteesmejornodaraconocer,porqueesmuydifícilqueseentiendandesdefuera.

Sabesquemetienesenascuas.Pormuypocotiempo,ya.Esto,Mónica,esloquehay.

Enlapantallaapareciólaseñaldevideollamadaentrante.Esoqueríadecirqueteníaunacámara.Probablementequeríadecirquelahabíatenidosiempre, aunque no había querido ponerla hasta entonces. Desplacétemerosa la flecha del ratón y pinché en el botón de respuesta.Con unalentitud exasperante, se abrió la pantalla de suwebcam y tras un par defundidos en negro se aclaró la imagen. Lo que vi, en un principio, mecostó reconocerlo comoRamón.Un hombre con el pelo rapado casi alcero,muymoreno, vestido con un uniforme de camuflaje árido, de losqueseusaneneldesierto.Ahí teníasusecreto,desveladoal finantemí.Era militar. Un guerrero, un soldado. Uno de esos que habían elegidocomo profesión acudir a los lugares donde había guerra y, si así se loordenaban, utilizar las armas contra otra gente a la quepodíanquitar la

vidaconellas.Noesqueestuvieraexpuestoalaguerra:esquelaguerraera su hábitat, su sitio natural; formaba parte de ella y sabía cómodesencadenarlasobreotros.

Nosupecómoreaccionar.Noreaccioné.Ramónmemiraba,yapesardelamalacalidaddelaimagenseveíansusojos,queseguíansiendoesosojos limpiosen losquemehabíamiradoymehabíavisto,delmodoenquenuncahabíalogradovermeantesdeconocerle.

¿Nodicesnada?¿Tantoteimpresiona?Me sorprende. No me lo había imaginado. Aunque ahora que lo

pienso,habríadebido.Nosé,nomedabaseltipode...¿Dequé,deRambo?Descuida.Nosoynadadeeso.Porquéahora,hoy.¿Noloadivinas?Estoyconfundida,noadivinonada.Teloavisé,eldíaquenosconocimos.Sigocomoestaba.Quenoteloocultaría,sitedecíaloquevoyadecirte.¿Quévasadecirme?Quequieroqueseasmimujer.¿Enserio?En serio. No me respondas ahora. Tómate tu tiempo. Yo lo veo tan

clarocomonohevistonadaenlavida.Setratadequetúloveasigual.

Justodespués,añadióquele tocabaentrardeservicioyqueesa tardenopodía quedarsemuchomás.Quizá eligió el día adrede por eso, o quizásobre este detalle sí me mintió, para darme tiempo a asimilar lo queacababadedecirme.Antesdeirse,mecontóqueellugardondeestabasellamaba Camp Arena, al sur de Herat, Afganistán. Si quería, para mitranquilidad,podíacomprobareninternetquesetratabadeunagranbase,bienprotegidayconsupropioaeropuerto,dondeteníasusedeelmandoregional de la ISAF de Afganistán oeste. Nada de un campamento detiendas enmitadde lasmontañas, sino, paraquemehicierauna idea, elmismo sitio donde vivía el general jefe del mando en cuestión. Y losgenerales, me explicó, suelen estar siempre en lugar seguro. Además,aquella región era una de las más estables del país y donde menosinfluencia tenían los talibanes, y desde hacía tiempo estaba totalmentepacificada. Lo último, según pude comprobar, no era del todo cierto.Atenordelasnoticiasdeprensaquerecopiléatravésdelared,laISAFnodesarrollaba operaciones militares de envergadura en esa zona, pero aunasdecenasdekilómetrosdeHerathabíaescaramuzasyataquesen losque el ANA, el ejército nacional afgano, sufría bajas a manos de losinsurgentes.

Con esta información en la cabeza, y con todo lo que sugería y leañadíami imaginación,me tocó irme a la cama, para pasarme la nochedando vueltas y vueltas, atrapada en pensamientos sin salida y cada vezmás espesos y confusos. Cuando sonó el despertador, implacable, a lassieteenpuntocomocadamañana,nocreoquehubieralogradoempalmararribademediahoradesueño,someroytenebroso.

Pocasmañanas he emprendido conmenos espíritu el camino haciaaquel trabajo del que no esperaba nadamás que la transferencia que la

productora seguíahaciendomásomenospuntualmente a finaldemes ami cuenta bancaria. Arrastraba conmigo un cúmulo de sensacionesnegativas:laafrentaquetraslarevelaciónsentíaporeltiempoquehabíavivido en la ignorancia, una ignorancia queme dolíamás, ahora, de loque la había padecido mientras me mantenía en ella; la inquietud dedescubrirqueélsededicabaaunoficiodelqueafindecuentastampocosabía mucho, pero que nunca me había inspirado excesiva simpatía,porqueloasociabasobretodoaindividuosprimariosquenosehacíanlaspreguntasquecualquiera seharíaalempuñarun trastocapazdematarasussemejantes;y,enfin,laangustiaquemeinvadíacuandorecordabasuuniforme y su pelo rapado y lo imaginaba allí, en un país inhóspito einfestado de fanáticos que ardían en deseos de llevarse por delante acualquieruniformadocomoél.

Pasé el día con bastante pena y ninguna gloria, sin que ni siquieralograranmolestarmelasimpertinenciasquemetocabapadecer.Meliaronhastamástardedelohabitual,deloqueaviséaRamónconunwhatsappqueporprimeravezmedioperezaescribirle.Estabahechaunlío.Porunlado,pensarenélmeprovocabadeprontouninvencibledesasosiego;porotro,seguíaqueriendoyechandodemenosalhombrealqueyoconocía,yquenopodíaser,oyoestabamuyciega,unsimulacroparadistraermeyencubrirsuotraidentidad.

Apenas habrían transcurrido diez segundos desde que le habíaenviadoaquelmensajecuandomeentrósurespuesta:

Tranquila.Yoyaheterminadoporhoy.Avisacuandoestés.

Ahoraqueeraconscientedelosdocemilkilómetros(seismildeiday seis mil de vuelta) que recorría nuestra conversación, me fascinó lainmediatez con que podía escribirle, y él a mí. Sólo veinte años atrás,semejante capacidadde conexióny comunicación sólo estabadisponibleparaunospocos.Ahoralateníaensumanocualquiera:incluso,comoerasucaso,quienusabaunatarjetadetelefoníaafgana.

Al final, serían alrededor de las ocho y media cuando pudeconectarme.LasoncedelanocheenHerat,porladiferenciahorariaquesegúnmemolestéenaveriguarteníamosenelhorariodeverano.Lehabíaenviadounwhatsappunosminutosantesymesorprendiónoverletodavíaenlínea.Sinembargo,notardómuchoenaparecer.

Disculpa, desde donde duermo hasta donde están las cabinas deinternethayunpaseo,ytenemosunapequeñaburocraciaparautilizarlas.

¿Burocracia?El empleado filipino de la contrata tiene que apuntar tus datos.

Supongoqueluegolespaganenfuncióndeeso,decuántolasusamos.Ah.¿Cómoestás?¿Cómohaidoeldía?Bueno...¿Yati?A mí bien. Ya te dije. La tarea que hay aquí es sencilla. Poco

movimiento, para el que he tenido en otros sitios. Como dicen losbromistas,estoescomounGranHermanoperodecamuflajeysinpremiosniexpulsiones.Nospasamoseldíaencerradosaquí,labaseesunaespeciedeburbuja.

¿Nosalísalexterior?Algunos, lo creas o no, se pasan aquí cuatro meses sin asomar la

nariz.¿Ytú?Bueno, yo la he asomado alguna vez. Pero poco, y vamos por rutas

muy controladas. Los americanos siempre tienen un dron en el aire,vigilandoqueanadieseleocurranmalasideas.Ylazonaestáencalma.

Noesesoloqueheaveriguado.Olvidabaqueeresperiodista.¿Quéhasaveriguado?Combates conbajas en la zonadeShindand.SegúnGoogleMaps a

unaspocasdecenasdekilómetrosdeahí.Son sólo escaramuzas aisladas, y no sé lo que has visto enGoogle,

pero es más distancia de la que parece, sobre todo con las vías decomunicacióndeaquí.Esoskilómetrosnosondeautopista,precisamente...

Asíytodo,nomeparecequeestétanpacificadocomomedijiste.Anuestrosefectos,sí.Esemarrónselocomeelejércitoafgano.Enlo

quenostocaanosotros,lasituaciónestáestabilizadaynohayincidentes.¿Puedocreerte?Puedes creerme. Y si no, rastrea lo que ha habido en Herat en los

últimosmeses.Paraquelosepastodo,yantesdequelo leasporahí,devezencuandoalgúnespontáneoemplazaunmorterooun lanzacohetesysueltaunpepinazosobre labase.Peroelrecintoes tangrandeyson tanmalos que sólo queman matojos. Hay más probabilidades de que me

alcanceunmeteorito.Esecálculotedejarátranquiloati,peroamí...Quierocreerqueesoesbuenaseñal.Quesigaspreocupándotepormí.¿Quéquieresdecir?Temíaquenoquisierasvolverahablarconmigo.Tampocoesparatanto.Noeresundelincuente.Esocreo.Peromedaquenosoyloquehubieraspreferido.Si te digo la verdad, lo quememolestamás es que no tuvieras la

confianzadecontármeloydecirmedóndeestabas.¿Porqué?¿Quieresqueteseasincero?Preferiblemente.Cuando preguntaste la primera vez, la noche que nos conocimos,

porque no sabía que íbamos a llegar donde hemos llegado.A quien sóloestádepaso,nohayporquécolgarleestamochila.Luego,enparteporti,enpartepormí,yenparteporloquemehanenseñadomisveinteañosdeuniforme.

¿Puedesexplicarte?Porti,porquecuandomecontasteloquehacíasyvicómoerasmedio

la sensación de que tu entorno no era precisamente militarista. Por mí,porqueresponderunapreguntasiemprellevaaotras,ynoqueríaentrarenesafasedemasiadopronto.Yengeneral,porqueheaprendidoquedeesteoficiohaycosasquenopuedencontarse,yotrasquenadiequiereentender.

Tienes razón, nunca he sido militarista. Hace diez años iba a lasmanifasdel«Noalaguerra».Imaginoquelasrecuerdas.

Lasrecuerdo.Hacediezaños,yaves,yoestabaenIrak.¿Yestabasdeacuerdoconaquello?Nomepaganporjuzgaramigobierno,sinoporcumplirsusórdenes.

Losciudadanossabránaquiénleponenlabatutaenlasmanos.Yonopodríaaceptareso.Notealistesnuncaenelejército,entonces.¿Quépreguntaopreguntasquesegúntúibanaocurrírsemeencuanto

losupierasonlasquenoqueríascontestar?Losiento,reportera.Metemoquedarconlaspreguntascorresponde

alentrevistador,noalentrevistado.¿Quéesloquequierespreguntartú?¿Puedopreguntarloquequiera?Cuandotelohecontadoesqueaceptoesaposibilidad.¿Dequéejércitoeres?Nosémuchodeuniformes.

Aquí los uniformes son iguales para todos, tampoco te ayudaríamucho.PerosoymilitardelEjércitodeTierra,deinfantería.

Tampocoentiendodegraduaciones,asíquenipregunto.Heascendidoalgo,nomucho.Soydeloscurrantes,quédateconeso.Ydentrodeeso,¿dequéteocupas?¿Llevasuntanque,unfusil,una

ametralladora,oqué?Hellevadodetodo.Tanquesno,aunqueaquílosllamamoscarros.Sí

hemanejadocosasqueselesparecen.Blindadosderuedasporejemplo.¿Concañónyeso?No,sincañón.Algunoconunaametralladorapesada,todolomás.¿Quéhacesallíahora,exactamente?Esinformaciónclasificada,nopuedodartemásdetalles.Ymenospor

uncanaldecomunicaciónnoseguro,comoéste.¿Nospuedeninterceptarlostalibanes?Nopuededescartarse.Peroesmásporprotocolodeseguridad.Dimesólo,¿tumisiónesconarmas?Sí.¿Hastenidoqueutilizarlas?Desdequelleguéaquísólohedisparadocontralasdianasdelcampo

detirodeunabaseafgana.Ylomásprobable,casialcientoporciento,esqueasíseacomoacabelamisión.Sobreeso,puedesperdercuidado.

Yantesdeestamisión,¿quéesloquehastenidoquehacer?Loquetocaba,encadamomento.¿Nopodríasdarmemásdetalles?Claro.Elejércitomehadadolaoportunidaddeverbastantemundo,

laverdad:Bosnia,Kosovo,Líbano,Irak,Mali,yAfganistán,tresvecesconésta.Siquieressabermás,todoloquesehizoestáenlosperiódicos.

¿Todo?Yameextraña.Bueno,losustancial.Entodocaso,nomeinteresaloquesehizo.Sinoloquetúhiciste.Pues controlar a unos y otros, negociar con ellos, instruirlos, y en

casi todosesossitiosintentarquedejarandematarse,porqueentendersenosevanaentendernienmilaños.Alfinal,tetocamáshablarqueotracosa.Poresomedicuentadequeteníaquemejorarelingléstodoloquepudiera.

¿Enalgunadeesasmisionesvezhastenidoqueabrirfuego?Algunavez.

¿Contraalguien?De lo que suele tratarse es de que alguien no haga algo que iba a

hacer,asíquesí,aveceshayquedispararmásomenosensudirección.Yalgunadeesasveces,¿has...?Yameentiendes.Simepreguntassilehedadoaalguien,novoyaresponder.Tantosi

lohicecomosinoesalgoenloquenodebometerte.Esapartedeloficiocadaunolagestionasolo,yesmejorasí.Nohaymaneradeexplicárselaaotro.

Yaestoymetida.Desdequeestoycontigo.Enesecaso,tendrásquerespondertetú,yonopuedo.Noesjusto.Noesjustoquemepidasquedecidasinsaber.Ponteenlopeor,siquieres.Ydecidesobreeso.¿Así,sinmás?Lo único que puedo decirte es que la diferencia que hay entre un

soldado y un asesino es que el soldado tiene un código, y ese código leexige no hacer daño a quien puede evitárselo. Y que yo siempre lo hecumplido.

Sabesquequierocreerte.Losé,poresonotemiento.¿Ynovasadarmenadamásaloqueagarrarme?Loqueyaes tuyo.Tequiero,Mónica, yquieromorirmecontigo.No

soymuyderezar,perorezoporquepuedasaceptarme.Talcomosoy.He buscado una canción.Me acordé de ella anoche, mientras daba

vueltassinpoderdormir.Megustaríaponértela,ahora.¿Aquéesperas?Mándameelenlace.

Loteníapreparado,asíqueselomandé.Elvídeonomemataba,peroeraeloficialyteníabuensonido.ElgruposellamabaKeane,ylacanción,quemehabíaacompañadodiezañosatrás,enmistiemposuniversitarios,llevabaportítuloelsegundodeestosversos:

Whydon’twegoSomewhereonlyweknow?[20]

Confiabaenqueconesobastaríaparaqueloentendiera.Queyaerademasiado tarde para que yo pudiera juzgarle. Que a pesar de misprejuiciosysussilencios,delaguerra,ladistanciaoelmundoenteroquese pusiera a conspirar en nuestra contra, la respuesta era que sí, que lo

teníaclaroyquenadaqueríaenlavidacomoiraeselugarquesóloélyyoconocíamos,yallí,definitivamente,sersumujer.

No sé cómo puedo transmitir, a quien dé en leer esto y no sea yo, laplacidezqueseadueñódemíunavezqueaceptémidestino,queeraestarasulado,conél:fueraloquefuerayhubieraloquehubieraenesaúltimazonadesombraquesenegabaadesvelar.Losdíastanluminososyplenosquesiguieronaaquellunesenqueledijequesí.Tampocoestoyseguradepoder trasladarle a alguien la certeza con la que tomé mi decisión, nihacérselaentender.Nodispongodeunsoloargumentoquepuedaaportaraquí.Todoloquepuedodeciresqueentreesoshipotéticoslectoreshabráquienes hayan encontrado a la persona que buscaban, y quienes no. Losprimeros ya sabrán de qué estoy hablando, y no necesitan que se loexplique.Losotrosnovanaentendermejamás,pormásquemeesfuerceenpersuadirlos.

Lastressemanassiguientestranscurrieronenmitaddeunapazcomono recordaba haber tenido nunca. Ahora que su secreto estaba aldescubierto,Ramónmehablabaconnaturalidaddesuvidaenlabase, loque comían, cómo eran sus alojamientos, la rutina diaria, incluso dealgunas de las medidas de seguridad, aquellas que podían contribuir aapaciguarmeynoimplicaban,deduje,revelarningúnaspectosensible.Asísupe,porejemplo,quedormíanenunaespeciedecontenedoresmetálicosclimatizadosquellamabanCorimecs,porlamarcacomercialdelinvento,que eran razonablemente habitables y que tenían al lado un refugiosubterráneo que les protegía de sobra en el supuesto de que losbombardearan conmorteros o cohetes, algo que desde queme dijo quepodíasucedernodejabadeobsesionarme.Segúnmeaclaró,lostalibanesno disponían, ni remotamente, de armas capaces de hacerles daño allídentro. Tampoco teníanmedios de puntería nocturna, por lo que teníanqueaprovecharlalunallena,yenesosdíassesolíareforzarlaseguridad

paraponérselomásdifícilyprotegeralpersonal.Tambiénmecontóqueenlabasehabíaamericanos,italianosygente

de otras nacionalidades, y que los italianos solían pasar a la zonaespañola,dondehabíamejorestiendasylacervezaeramásbarata,yellosasuvezpasabanalaitaliana,dondehabíaunrestaurantealqueibanenlasocasiones especiales. Podía comerse a mantel puesto y servían hastalangosta, a un precio bastante asequible. No se me escapaba quecontándometodoesto tratabadenormalizar loquenoeraniunlugarniuna vida normal, para impedir de paso que pensara en lo otro, el paíshostilque los rodeaba,peroenaquellosdíasmedejéengatusar.Avecesnoquieresninecesitassaberlo todo,sinosolamenteaquelloque tesirveparaapuntalarlafeylailusióndevivir.

Era una espléndida noche de junio. Yo andaba algo preocupada,porquequedabanaúnunpardedíasde lunacrecida.Siemprehabíasidomásbiendespistadaparaesascuestiones,peroahoraestabatanpendientedeellascomodeloqueteníaenlanevera.Fielasuestiloysucarácter,éltratabaunavezmásdedisipartodosmistemores:

Notepreocupes.Sontantorpesconlamunicióndelosmorterosquemuchas veces ni explota. Y de la forma que tiran los cohetes, sería unmilagro que acertaran. Por aquí casi todo el mundo se lo toma acachondeo.

Nosécómopodéis...Atodosehaceuno.Esunapenaquenoestésaquíestanoche.Haceunatemperaturaideal

parasalirysentarseatomaralgoenalgunaterraza.Aquítambién.Lomalosonlosmosquitos.Dimequetesiguestomandolapastilladelamalaria.Quesí.Aunquemesientounpocoidiota,aquíselasaltalamitadde

lagente.Laprobabilidaddequetepiqueelmosquitochungoesmuybaja.Medalomismo.Túnodejesdetomarla.Te advierto que hay a quien le provoca alucinaciones, así que a lo

mejor,cuandovuelva,resultaquesemehaidolapinzadeltodo.Nodigasesascosas.¿Hasechadocuentas?Yaestamosa23.Dosmeses,nadamás.Ynadamenos.Vasavercómocorrenlosdíasapartirdeahora.

Ojalá. En todo caso, ahorame lo tomo conmenos impaciencia. Escurioso:alfinalmeayudasaberdóndeestás,aunqueseaallí.

Enmediodeldesiertodelostártaros,comolollamaJaime.Esonoessuyo.Sehacopiadodeltítulodeunlibro.¿Ah,sí?Unanovela.Deunitaliano.DinoBuzzati.Mira,quizáalgunodelosquetenemosporaquíloconoce.Algunoseguroquesí.Si lo llego a saber, te lo habría contado antes. Espero que me

perdones.Teníasrazón,despuésdetodofueunafaltadeconfianza.Teloperdono.Comolodeespiarmeenlaprimeracita.Arrastrarélavergüenzatodalavida.No es para menos. Anda, compénsame. Mándame esta noche una

canciónquemeayudeaolvidaresadesconsideración.Déjamebuscar.Teníapensadaotra,peroacabasdedarmeunaidea.

Meenvióelenlace.Eraunvídeoalgoextraño.Ensuprimeraparte,enunpaisajesoleadoalairelibre,unaniñavestidadeblancosesujetabaenuntrapeciocolgadodeunárbol,apoyandolospiessobreloshombrosdeunniñovestidoconunpantalónrojodetirantes.Elniñoseibaylaniñaquedabasuspendidaenelaire,hastaquecaía.Enlasegundaparte,bajolacarpadeuncirco,unatrapecistasesoltabaderepenteyunpayasocorríaagónicamenteacogerla.Justoahísecortabaelplanoyseveíaalniñodelprincipio,agarrandoalaniña.LacanciónsellamabaALoveSoBeautifuly,segúnmiréluego,sehabíapublicadoen1989,dentrodeMysteryGirl,eldiscopóstumodelcantante,RoyOrbison.Comocuriosidad,lamúsicaeradeJeffLynne,ellíderdelaElectricLightOrchestra,aquellabandademelenudosde losviolonchelos.Aunsinsaber lahistoria,meestremecióoíraquellavoz:

AlovesobeautifulIneveryway.[21]

Enotropasaje, lacanciónhablabadeunamorqueseescurríaentrelos dedos. Pero aquella noche no reparé en ese verso.Me quedé con lamúsicayconlaideadequeasíeralonuestro,belloentodo.

¿Tegusta?

Nopodríanogustarme.Nosé,penséquequizátepodíaparecerempalagosa.Puedequelosea.Peronoconesavoz.¿Haymásversiones?Nosabía.VeoaquíunadeMichaelBolton.Nolaheoído,ésa.Niyo.Nifaltaquehace.¿Sabesqué?Qué.Quetengoquedartelasgracias.¿Por?Pordarlesentidoaestacanción.Atodaslascanciones,inclusoalas

queyasemehabíanolvidado.Anteslasoíacomosifuerandeotro.Yahorano...Ahorasuenanparamíyparati.Comounregalo.Nuestroregalo.

Entonces comprendí lo que compartíamos. Ésa era la palabra: unregalo. Recordarla ahora me pone un nudo en la garganta. Ni él ni yosabíamos que aquella iba a ser, como para Orbison, la última canción.Unas quince horas después, sonó mi móvil y una voz desconocida mepreguntósihablabaconmigo.Trasconfirmárselo,sepresentó:

—SoyelcomandanteMuñoz, la llamodesdeelEstadoMayorde laDefensa,¿estáustedacompañadaenestemomento?

Dijequesí,dubitativa.Yahí,degolpe,elcielofundióanegro.

Eladiós

ErkenneDich selbst bedeutet nicht: BeobachteDich. BeobachteDich ist dasWortderSchlange.Esbedeutet:MacheDichzumHerrnDeinerHandlungen.NunbistDues aber schon, bist Herr Deiner Handlungen. Das Wort bedeutet also: VerkenneDich!ZerstöreDich!alsoetwasBösesundnurwennmansichsehrtiefhinabbeugt,hört man auch sein Gutes, welches lautet: “um Dich zu dem zu machen, der Dubist“.[22]

FRANZKAFKA,CuadernoenoctavoG

Segúnmecontaron,enlaterminologíadelaOTANsellamaungreen-on-blue, o sea, un «verde contra azul». Ése es el código con el que sedescriben los ataques sufridos por tropas de la Alianza a manos deafganos teóricamente no hostiles, de los que están a las órdenes delgobierno de Kabul, encuadrados en las filas del ANA o de la policía,cooperando con las tropas internacionales. Por lo que pude saber, setratabadelaamenazamáspersistenteymásdifícildeneutralizarparalossoldados de la ISAF. Aunque a los afganos leales se les procurabainvestigarparadescartarquesetrataradeinfiltradostalibanes,nosiempresobrabapersonalparacompletarlasunidadesdeestoscuerposarmados,eincluso podía suceder que alguien a quien se había investigado, sinencontrarleconexiónconelenemigo,seconvirtieraenagentedeésteporunsencilloexpediente:nohabíamásqueamenazarleconmataratodasufamiliasinoatacabaalosextranjerosconlosquecolaboraba.Puestoenesadisyuntiva,elafganosabíaquemuyposiblementelaúnicaprotecciónefectivaquepodíaproporcionarasugenteerainmolarsellevándoseaunoccidentalpordelante.

Deacuerdoconlareconstruccióndeloshechosquesedesprendedelrelatooficial,ocurrióduranteunosejerciciosdetiro,enelcampodeesabase afgana de la queme había habladoRamón.Un grupo demilitaresespañoles, entre los que se encontraban él y la otra fallecida, realizabaprácticas con fusiles y con las ametralladoras de dotación de tresblindadosLinceyunRG-31,con losquesehabíandesplazadohastaallídesdelabaseespañoladeHerat.EnunsectorcontiguodelcampodetirounacompañíadereclutasafganoshacíainstruccióndetiroconsusfusilesAK-47. El protocolo de seguridad, precisamente en prevención de losataquesgreen-on-blue,contemplabaquehubieradoscentinelasespañoles,

unoacadaladodelsectordelcampoqueocupaban,parapoderanticiparseacualquiermovimientosospechosodelosafganosamigos.Elataquefuetan simple como eficaz. Con gran parsimonia, un suboficial afgano seacercó a la centinela del lado derecho, con el pretexto de hacerle unaconsulta. La centinela no receló de un individuo que no portaba armalarga.Trabaronconversaciónyenelprimerdescuidoelafganosacóconrapidezuncuchilloque llevabametidoen laparte traseradelpantalónydegollóalamilitarespañola.SinperderunsegundoseapoderódesufusilreglamentarioHKynonecesitó nimontarlo, porqueya tenía bala en larecámara.

Antes de que el resto de los españoles pudiera percatarse, estabavaciando el cargador sobre el grupo. Había cierta distancia y no pudoafinar demasiado el tiro. Como casi todos los militares españoles ibanprotegidosconcascoychaleco,a tresde losquealcanzósólo lescausóheridasleves.Peroelcuarto,Ramón,sehabíaquitadoelcasco.Teníaesamanía,porqueleresultabamuymolestoparahacerpunteríaconsuarma,unfusildeprecisiónAccuracydecalibre7,62.Quisolamalafortunaqueunadelasbalasquedisparóelagresor,antesdequeloabatieraunodelosespañoles con la ametralladora pesada del 12,70 que estaba probando,impactara de lleno en el cráneo del único del grupo que lo llevabadescubierto.Ramónmurióenelacto.

Mecostó lo indecibleasimilarel sucinto relatoqueacabodehacer.Nofuemásqueunadetantasescaramuzas,deunaguerrarecalcitrantequealcabodetreceañosseguíasinextinguirseyqueyahabíacostadolavidaamilesdepersonas,combatientesyciviles,afganosyvenidosdelejosdeAfganistán.Paraquienlohizo,seguramente,unactodelegítimadefensa:yafueracontraaquellosaquienessentíacomoinvasoresoparaconjurarel daño que a los suyos pudieran causar quienes querían expulsar a losextranjeros.Paralasvíctimas,uncrimentraicionero,castigadoenelactoconmunicióndegrueso calibre.Aldespojo enquequedó convertido elatacante después de recibir la rociada de ametralladora ya no iba a sernecesariojuzgarlo.

Paramí,desdequesupeypudeentenderloquehabíasucedido,nadadeesto,sinembargo,eraimportante.Nilasrazonesdeunosyotros,nilascalificacionesqueunosyotrospudierandaraloshechos.Paramí,todoseresumíaentrespalabras:sehabíaido.Yenloqueesastrespalabrasabríanantemí:denuevolasoledad,peroestavezdeunmododiferente.Sabiendo

quehabíaexistido,ycaminadosobre la tierra,ycompartidofugazmentemis pasos, el ser capaz de impedirla, aquel con quien hubiera podidorecorrertodoelcamino.Aquelquedeahoraenadelantesóloibaaserunrecuerdo, en la medida en que mi mente, mi corazón y mis fuerzasalcanzaranaconservarlo.

MellamaronamíporqueunosdíasantesRamónhabíafacilitadomicontacto como el de la persona a quien había de avisarse en caso decualquier incidencia. En el formulario que rellenó a esos efectos meidentificabacomosupareja.Nomepasaroninadvertidaslasfechas.Habíaesperadoaqueyoaceptarasupetición,peronohabíadejadopasarniundíadesdequetuvomirespuestaafirmativa.

Lallamada,porlahora,mesorprendióenlaoficina.Aldecirlequeestaba acompañada, el comandante del EstadoMayor de la Defensa medijo que no tenía buenas noticias, pero que en cualquier caso queríacomunicármelas personalmente, ymepreguntódónde estabapara poderacudiramiencuentro.Medejótananonadadaloqueestabaoyendoquenisiquiera lepregunté cómodemala era la cosa.Ledi ladireccióncomounaautómataymequedéallísentada,conlamiradaperdida.Enseguidasepercataron mis compañeras, acudió mi jefa, y balbucí como pude queacababan de llamarme para darme unamala noticia y que ahora iban avenirunosmilitares a contarme losdetalles.Mi jefapuso caradehabervisto unovni, peroAlba, aunqueno la tenía al corriente demi relaciónconRamón,entendióalvuelo.

Media hora después estaba ante mí el comandante, en persona,acompañado de una psicóloga militar. Entonces fue cuando me dijo,directa, aunque no crudamente, queRamónhabíamuerto.Y empezó esafase: ladel tránsitodel todoa lanada.Loque llamanduelo,queenestecaso, por las circunstancias y la condición de los fallecidos, veníaacompañadodeunaparatoespecial,quenonecesariamenteibaaconfortaraquienesdebíamosasumirlapérdida.Meacordéenseguidadesumadre,a quiendeduje quenohabían avisado, y les pedí que la localizarany leofrecieranelapoyoquemeestabanofreciendoamí.Quesinoteníanmásgentefueranellos,queyoestaríabien.Habíaempezadoaacostumbrarmea la idea de que lo había perdido, y en ese momento, un pensamientoabsurdo,peroalquemefueútilaferrarme,se instalóenelcentrodemivoluntad: si élhabíahechodemí suviuda,debíaestara laalturadeesepapelymostrarme fuerte.De entrada,meayudaba el estupor enqueme

sumía lapresenciadeaquelhombreyaquellamujeruniformadosenmioficina, me prohibí no sólo descomponerme, sino derramar una solalágrima. Pensé que si era capaz él estaría orgulloso de mí. Por muyhumano que fuera, por más derecho que tuviera a dejar que misemocionessedesbordaran,enloqueahoraseavecinabamesentíacomosurepresentante,yquienlorepresentaranopodíaderrumbarse,porqueéljamássehabríaderrumbado.

Nosésimeotorgaalgúnméritoomecertificacomounaanormal,pero lo conseguí. Viví ese día tenebroso, y el siguiente, el del funeral,como si alguien me hubiera administrado un fármaco que anulara elsentimiento.Ymeofrecieron,perolosrechacé.Todoloquemeasistiófueel recuerdo del hombre entero que me había hecho feliz, y que en sudespedida no merecía que yo llorase, porque no se llora por haberrecibidoelmayorregaloqueunserhumanopuededesear.

El acto del funeral tuvo el relieve y la pompa de las grandesocasiones: hubo desfiles, himnos, banderas sobre los dos féretros,imposición de medallas. Por no faltar, ni faltaron los reyes, que luegopasaronaconfortarnosa los familiaresconesegestodecircunspecciónqueaunqueseasentido,ynotengomotivosparacreerquenolofuera,tanpostizo y tan poco verdadero queda en esos actos oficiales con los quetratadepaliarseloquenoadmitepaliativo.Sinceramente,apenaslosvi,nirecuerdoloquemusitaroncuandollegaronamialtura.Loqueocupabaenesosmomentosmimente,hastareventarlelascosturas,eralaañoranzadeRamón,deunlado,ydeotro, la imprevistae insólitacompañíaa laqueaquelladesgraciamehabíaarrojado.

A mi izquierda, la familia de la chica, de mi edad, nacionalizadaespañola de origen colombiano.Dejaba un huérfano de cinco años, queestabaallímuyserio,rodeadodeuncorodemujerescompungidas,alasqueabracécomoalashermanasquenuncatuve.Nopodíadejardepensar,alverlasdoscajascubiertasporlabandera,queaquelviajeRamónnoloemprendía solo, sino en compañía de esa mujer tan brava como paraponerse el uniforme e irse allí, donde los tártaros habían acabado atraiciónconsuvida.Inclusosentíunapunzadadecelos,porqueeraella,ynoyo,quienyacíaahorajuntoaél.Peroapartéenseguidaesesentimientopuerilylosustituíporotrodegratitud.Creíquelomejorquepodíahacerparaexpresarloeradarmiconsueloaquienesllorabansupartida.Beséaaquel niño y dejé que aquellas mujeres (su madre y sus hermanas) se

apoyaran en mí. La muerte nos había hecho iguales, tan iguales comonadie, entre los centenares de personas que había en aquella explanada,podríaserlonunca.

Amiderechahabíaunapresenciaaúnmásperturbadora.Allíestaban,comodebíaser,elhijodeRamónysumadre,aquiennopodíadiscutirelderecho a acompañarlo en semejante tesitura. A ambos les estreché lamano;niloviolentosqueellosestabannilaconfusióndemisemocionesalverlosdieronparamás.El chaval era clavadoa supadre,y teníaquehacer esfuerzos para no venirme abajo cuando lo veía de reojo. En sufavordebodecirquelloró,yquesumadrellorótambién,sinafectaciónysin hacer por evitarlo. No sé qué pensaron del hecho de que yo no lohiciera,perohayasuntosenlavidaenlosqueimportademasiadoloquesientesquedebeshacer,ydemasiadopocoloqueotro,seaquiensea,creaquedeberíashaberhecho.

Cuando nos trajeron la bandera plegada el chico aceptó queme ladieranamí.Lepedíquelaguardaraél.Quise,yaqueyoteníaotros,queéltuviera ese recuerdo de quien le había dado el ser. Y que algún día leinterpelara,ylehicierasentirelorgullodeserhijosuyo.

Luego vino la incineración, en el cementerio de la Almudena, unaceremoniaespartanaenlaquevolvieronapredominarlosuniformes.Altérminodelacto,seacercóamíunhombrevestidodecaquiyconboinaverde. Era de mediana estatura, rubio de ojos azules, y tenía el pechoforrado de emblemas y medallas. Apenas conseguí descifrar lo querepresentaba uno de ellos, el más obvio y de mayor tamaño, prendidosobreelbolsillosuperiorderechodesuguerrera,yformadoporunparde alas con un paracaídas en el centro.Al llegar ami alturame saludómilitarmenteysemedirigióporminombre:

—Mónica,nonosconocemos,peronoqueríadejardesaludarte.Mequedéparada,tratandodeinterpretaraquello.—Me llamo Jaime, sargento Jaime Redondo. Amigo de Ramón, o

algomásqueamigo.Paramí,eracomounhermano.—Sí,losé.Ramónmehablódeti.—Y a mí de ti. Quería dejarte mi tarjeta. Para cualquier cosa que

necesites,aquímetienes.Notienesmásquellamarme.—Muchasgracias.—Lodigodeverdad.Cualquiercosa.Se leveíamuyemocionado,y a lavezdubitativo, como si buscara

unas palabras que no terminaba de encontrar. En ese momento se nosacercaronlospsicólogosmilitaresqueestabantodoelratopendientesdequenonosdesmoronáramos.Jaimeaprovechóparadespedirsedemíconlamismamarcialidaddeantes:hizochocarsustaconesymesaludó,ydepasoaellos,queeranoficialesyportanto(esonolosabíaentonces,peroloséahora)superioresenlajerarquíamilitar.

Al fin, viendoquenoparecíaque fuera a tirarme al sueloni desdeuna ventana, los psicólogos consintieron en dejarme sola conmi padre,quemehabíahechodechóferyacompañante.Aunquemecostó,tambiénle convencí a él de que me dejara sola en casa, y de aplazar lasexplicaciones que tendría que darle antes o después. En cuanto se hubomarchado,agarrélosauricularesysalíalacalle.ApasovivofuihastaelRetiro, y una vez dentro caminé, ya más despacio, hasta el Palacio deCristal.Eraunahermosatardedejunio,yelaire,cálidoyquieto,invitabaasentarsealasombra.Asílohice,conelpalacioalavista.Respiréhondoy busqué la canción. Era una cantante poco conocida, que me habíatropezadoporazarenlared.SellamabaVickyGastelo,ylacanción,Sitúpiensasenmí.Comenzabaconestosversos:

Nosédóndeagarrarmequenosemueva.

Veníanapropósito,peromásaúnestosotros:

Sitúpiensasenmí,sinohadejadodedoler,sinohasvueltoadormircomoabrazadoamíenaquelhotel...

Yentoncessí.Entonceslloré.Hastaquedarmesinlágrimas.

AlamadredeRamónlosmédicoslehabíanrecomendadoquenoacudieraalfuneral.Porloquepudeaveriguar,padecíaunsinfíndedolencias,entreellas una cardiopatía que desaconsejaba exponerla a cualquier clase deemociónintensa.GraciasalcomandanteMuñozmeenterédedóndevivíaydesunúmerode teléfono,yaunqueduranteunpardedíasdudésierapertinente,acabémarcándolo.Melocogióunamujerdevozjuvenilqueseidentificócomosusobrina,alaqueleexpliquéquiénerayledijequesieraposiblemegustaríavisitarla.Miinterlocutoramerespondióqueladejaraconsultarloconellayconlamédicoquelaatendía,yqueencuantolohicieramellamaría.

Cumplió supalabra.Me llamóaldía siguienteymedijoque simeveníabienpodíaacercarmeaverlaaquellamisma tarde.Leagradecí lasgestionesylepropusepasarmealasseis.Leparecióbien.

La mujer vivía en un bloque antiguo, ni demasiado lujoso nidemasiado humilde, en el barrio de la Concepción. De fondo se oía eltráficodelaM-30,ymeimaginélaniñezylaadolescenciadeRamónenlos parques del barrio, acompañado por aquel rumor continuo de laautovía.Imaginé,también,quehastalamuertedelpadreaquellahabíasidounafamiliadeclasemediaconalgunosposibles,peroquealquedarviudalamujersehabíavistoreducidaaunamoderadapobreza,paliadasóloporelhechodedisponerdeunaviviendaenpropiedad.Loquevienaquellacasamehizoratificarestassuposiciones.

Me abrió la puerta una mujer mayor, lo que obró el efecto dedesconcertarme.Noesperabaencontrarmedirectamentecon lamadredeRamón, y algo nome encajaba en aquella desconocida: andaría por lossesenta y pocos, y en absoluto se la veía abatida por la enfermedad. Lamujersediocuentademiconfusiónyseapresuróadisiparla:

—SoylahermanadeMercedes.Rosario.¿Mónica?Asentí.Me tendió en un principio lamano, pero luego se lo pensó

mejorymeabrazóprimerocontimidezyfinalmenteconfuerza.—Encantadadeconocerte.Ygraciasporvenir.Me indicó que pasara y que tomara el pasillo que servía de

distribuidor a la vivienda.Me aventuré por él con cautela,mientrasmefijabaenladecoraciónanticuadaylasparedessedientasdeunamanodepintura. Era una casa triste, y debía de serlo desde mucho antes de latragediaqueacababadeabatirsesobreella,quizádesdelaprimeraquelahabíagolpeado,cuandolamuerteprematuradelahija.

La madre de Ramón me esperaba sentada en una butaca, con unabanicoenlamano.Sinembargo,allídentronohacíademasiadocalor.Laventanaestabaabiertaycorríaelaire,aunquelahermana,segúnvi,estabapendientedeque lacorrientenofueraexcesiva.LamadredeRamóneraunamujerpequeña,decabellosblancosyescasos,peinadosconesmero.Tambiénsuropaseveíapulcraycuidada.

—Asíqueerestú—mesaludó,algobrusca.No supe si se me invitaba exactamente a darle respuesta a aquella

pregunta.Asíytodo,meatrevíatomarlapalabra.—Sí,soyMónica,lanoviadeRamón.Muchogustodeconocerla.Lapalabranoviamesonórara,peronosemeocurrióotramejor.Al

oírla,laancianafruncióelceño,meobservóyjuzgóalfin:—Eresmuyjoven,¿no?—Veintinueve.Casitreinta.—Estehijomío...—dijo,meneandolacabeza—.Definitivamenteno

teníaremedio.Porlomenos,nohabíaperdidoelgusto.Nosabíaquédeciraaquello.Asíquecambiédetema:—Ramón me habló mucho de usted. Me parecía una grosería no

venir a visitarla, si usted no tenía inconveniente. No llevábamosmuchotiempojuntos,perolleguéaestarmuyunidaaél.Megustaríaquecontaraconmigo,sihayalgoenloquepuedaserledeayuda.

Lamujermeobservóconunaespeciederecelo.—Notepreocupes—dijo—,niteechesalaespaldamáscargadela

queyallevarásconlotuyo.Soyunaviejaentiempodedescuento,yyavesquecompañíanomefalta.Mihermanaymisobrinayatienenlapacienciadeaguantarme.Entodocaso,teloagradezco.

Aldecirestoúltimo,suvozsehabíasuavizado.

—Amí nunca me habló de ti—continuó—. Supongo que le daríavergüenza.Desdequepasólodeldivorcio,nosolíacontarmenadadesusamoríos,porquesabíaque tenía tendenciaa liarseconquienno lehacíaningúnbien.Imaginoquelemolestabaqueselodijera.

Sentíacomosiestuvierapasandounexamen,yquemisopcionesdeaprobarloeranprácticamentenulas.Meequivocaba.

—Mealegraverqueestavez,paravariar,nohabíametidolapata—dijo,conrepentinacalidez—.Aunqueseloguardara,yalenotabayoquealgohabía,yquenoleibatanmalcomodecostumbre.Selonotabahastaporlapantallitaesaparahablarporelordenador.Leveíacontento,comonunca.Tetengoquedarlasgraciasporeso.

—Soyyolaqueestáagradecidaporhaberleconocido.—Ramón se equivocó mucho en la vida. Demasiado. Nunca quiso

hacermecaso.Yosabíaquenoteníaquemeterseenelejército,queeradelosquese la jueganyal finalpierden.Perofueelcaminoqueeligió, legustaba,yesoyanotieneremedio.Porlomenos,enalgoacertóantesdemorirse. Se te ve en la cara que eres buena chica. Y que estés aquí,aguantandoestepapelón,tambiénmelodemuestra.

—Noesningúnpapelón.Lequería.Lequiero.—Yyo,niña,conlaguerraquemedio.Aquítienestucasa,perono

paracargarteconnada,sinosialgunaveztefaltacobijo.Selevantóparadespedirmeconunabrazo,quemepermitiósentirlo

liviana y frágil que era. En el metro, mientras regresaba a casa, fuiescuchandounodelosdiscosalosquerecurríapararecordarle:Eve,deaquel grupoque élmehabíadescubierto,TheAlanParsonsProject.Mequedéenganchadaenunadelascanciones,IfICouldChangeYourMind,quemehizopensarenlaconversaciónqueacababadetenerconlamadredeRamón.Megustaba,sobretodo,lapartequedecía:

AttheriskofbringingbackthesorrowanddespairIwoulddoitallagain.[23]

Niellaniyohabíamospodidoapartarledeloqueera,delriesgoquesucarácter le llamabaaasumir.Niellaniyo,milvecesquenoshubierapuestoaprueba,habríamosdejadodeapostarporél.

Cuandoagotélosdíasquemehabíandadodepermisoeneltrabajo,llaméa mi jefa y le dije que no iba a volver y que podía comunicárselo apersonalparaquemehicieranelfiniquito.Estuvomáscomprensivadeloqueesperaba,yesque lamuerte tieneunpoder formidable, frentea losindividuosdeestasociedadquecontantoahíncolaignora;inclusofrentealosquenosonproclivesadejarseconmover,comoeraelcaso.Medijoqueentendíaquenecesitarauntiempoparareponerme,yqueellahablaríacon personal, no para que me hicieran la cuenta, sino para que metramitaranunabaja.No tenía intenciónde irmásaaquellaoficina,perome dejé hacer. El tiempo que estuviera de baja sería más tiempo quepodríamásadelante,siaccedíanadespedirme,cobrarelparo.Séquenoerauncálculomuyhonrado,peroquéleibaahacer:eraunatrabajadoraprecaria, y la precariedad tiende a rebajarte los estándares éticos.Aprovechandoesaprórroga,quenomeplanteabaalargarmásalládedossemanas (yesquemiPepitoGrillopodíadarmealguna tregua,peronoestabadispuestoadejarsesedarindefinidamente,comoeldetantosotros),intentéorganizarmimenteypensarpordónde ibaaencaminarmivida.Séquehayquienante lapérdidadesiste sinmásdehacerseesaclasedepreguntas,peroenmípesabatodoelratoelrecuerdodeRamón,ycasileoíadecirmequenopodíaquedarmeallítirada,queloqueélesperabademíeraquemelevantaseadarlabatallaporserquiendeverasquisieraser.

Comprendí en seguida quehabía algoque tenía quehacer, antes denada.Algoqueteníaqueverconél,yquenecesitabaresolverparapoderdilucidar por dónde seguía el camino. Marqué el número de móvilimpresoenlatarjetadeJaime,elhombredeojosazulesyboinaverdequesemehabíapresentadodespuésdelfuneral.Saltóelcontestador.Tuvequeintentarlovariasveces,hastaquealfin,porlanoche,loencontréalotro

ladodelalínea.Apresuróunadisculpa:—Estabademaniobras,sincobertura,yalosiento.Le expliqué la razón de mi llamada. Quería hablar con él, y en

particularqueríaquemecontaraacercadeRamón;de lomuchoquemedabacuentadequedesconocíayqueél, comocompañerosuyoqueera,teníaquesaber.Enunprincipio,mipeticiónlesuscitóalgunasdudas.Nosemeescapócómosedebatíaentreaccederyponerlímitesaloquepodíacontarme,perodebiódeacordarsedeloquemehabíadicho,queestabaamidisposiciónparacualquiercosa,ysinmásseofrecióaveniraMadridencuantotuvieraundíalibre.Ledijequenohacíafalta,queyonoteníaque ir a trabajar y que no me importaba, al contrario, desplazarme aAlicante.Insistióenvenirél,comosielhechodequeviajarayofueraunadesconsideración que no podía consentir. Sólo dio su brazo a torcercuandoledijeque,sieraposible,queríavertambiéndóndetrabajaba,parateneralgomásdeRamón.

Se ocupó de conseguirme el permiso. O algo más que eso. Elrecibimientoquemedieron,enmicalidaddeviudadeuncompañero,fueabrumador. Cuando llegué a la base, en el coche de Jaime, que vino abuscarmeal tren,meestabanesperandodosmandos,queluegosupequeeran un suboficial mayor y un comandante. Junto a ellos y el propioJaime,aquienseveíaalgotensoensucompañía,fuihastaeledificiodejefatura,dondemellevaronaundespachoinmensoenelquemerecibióyme invitó a sentarme un hombre de la misma edad que los otros dos,cincuentay tantos.Por loquepudeentender,eraelgeneralqueestabaalmandodetodo.Estuvieronmuyatentosconmigo,ytodosellosalabaronlavalía y el valor de Ramón y lamentaron la fatalidad que se lo habíallevado, a traición y sin que pudiera verlo venir. Tras ponerse a midisposición para lo que necesitara, se ofrecieron a enseñarme la base.Durante el recorrido me acompañaron sólo Jaime y el suboficial. Mepermitieron ver dónde hacían la vida los tres grupos de operacionesacuartelados allí y los equipos que los componían. Me explicaron queaquelloeraelMandodeOperacionesEspeciales,o loqueveníaaser lomismo, la unidad del ejército que asumía lasmisionesmás expuestas yespecializadas;incluso,sihacíafalta,detrásdelaslíneasenemigas.Todostenían capacitación como paracaidistas, submarinistas y montañeros, yapartedeesomanejabanexplosivos,armasdeprecisión,comunicaciones.Mientras los escuchabame iba dando cuenta del tipo demilitar que era

Ramón, y de lo poco o nada que me había dejado ver del riesgo querealmentecorría.

Meenseñaronlasdependenciasdelequipoalquepertenecía,enunode los barracones. Tenían una sala común con una mesa grande parareunionesyotraparaeloficialquelomandaba,ademásdelosvestuarios,el almacén de material y el cuarto de las armas, que eran de lo másdiversas.Segúnmedijeron,teníanhastamediadocenaporsoldado.Nolesfaltabadenada,perotampocohabíalamenorconcesiónalconfort.Enlasala común saludé a sus compañeros de equipo, que me estrecharon lamanocongestograve.Aunquemehabíacruzadoconvariasmujeresporlabase,allíerantodoshombres,detreintaañosparaarriba,curtidosyalavezalgocortadosenmipresencia.Algunocasinoseatrevióaapretaraldarmelamano,yalgúnotro,encambio,nopudocontrolarlafuerzayapuntoestuvodetriturármela.

Lesagradecíatodossuacogida,enaquelmundoquemeresultabatanextrañoyquerepresentabalacotidianidaddeRamón.Peroloquedeverasesperaba era elmomento de quedarme a solas con el que había sido sumejoramigo,ydequienesperabapoderirmásalládeltinteoficialque,pesealacordialidadquememostraban,teníaaquelrecorridoporlabase.Meofrecióiracomeralazonadelpuerto,aloqueniporunmomentopenséennegarme.Aunquenoestuvieraparadisfrutarlocomootrasveces,adorocomermirandoelmar.

Antes de salir del acuartelamiento, Jaime cambió el uniforme porropadecivil.Conaquellaindumentariapudecalcularlemejorlaedad:nohabríacumplidoaúnloscuarenta,aunquenolefaltabamucho.Comocasitodos los que había visto allí, salvo alguna excepción, tenía un porteatlético,peroal igualqueelpropioRamónseleveíamásbienparcodecarnes.Porloquemecontó,paraelloselejerciciofísicoeracontinuo,yquemabantodaslascaloríasquepudieraningerir.

Unavezsentadosalamesa,al ladodeunventanalporelquelaluzentrabaa raudales,viqueno sería fácil arrancar la conversación. Jaimeera un tipomás bien contenido, como lo eran por cierto todos los quehabía visto por la mañana. Nada que ver con el estereotipo del Ramboimpulsivoquetantagenteteníaenmentecuandosehablabademilitares,ymásaúndemilitarescomoaquéllos,queestaban,sinolohabíaentendidomal, para ir a los peores fregados.Asumí que era yo quien tendría quetirarledelalengua,ymeapliquéaello.

—Síquemecolocóunabuenatrola—dije.—¿Porquédiceseso?—Por todo,engeneral.Medijoqueestabaen lugarseguro,queno

corríaningúnpeligro.Loquehevistoestamañanamellevaaataralgunoscabos.Puedequelodelataquefueraunafatalidad,unaccidentedifícildeprevenir, perome imagino que lo que tenía allí no era precisamente untrabajoburocrático.Ahoramedanquepensaresassalidasquemedijoquehacía,detresdíasfueradelabase.

Jaimemeobservó,comosopesandoquépodíadecirme.—No temintió—dijo al fin—.Lamisiónera fácil, unade lasmás

fáciles que había hecho en zona de operaciones. Aparte de labores deseguridad, más bien rutinarias, tenía que impartir alguna sesión deinstrucción amilitares afganos, para eso eran las salidas.Deunabase aotrabase,nadadeaventuras.Noteengañaba,créeme.

—¿Esloquecreesquedebesdecirmeparaserleleal?—No, es la pura verdad. Eso y ayudar a soltarse a un chaval más

joven, de los que nunca han estado en zona. Es lo que yomismo haré,dentrodeunpardesemanas,cuandomeembarqueparaallá.

—¿Tevas?¿Tanpronto?—Sí. Si no hubiera pasado nada, tendríamos que haber coincidido

unassemanasallí.Yoveníaaseralgoasícomosurelevo.Entonces recordé que el propio Ramón me lo había dicho. Aquel

hombrenoestabacontándomeloprimeroqueseleocurría.—Nosésitengoderechoapedirteloquevoyapedirte—dije—.Ni

sitúquerrásopodráshacerlo,asíqueprefierodejarloclarodesdeahora.HaycosasqueRamónnomecontó,porquenohubotiempoonoquiso,yque siento que necesito saber. Eres mi mejor oportunidad paraaveriguarlas.Poresohevenidoaquíahablarcontigo.

Jaimeseremovióinquietoenlasilla.—Esto nome resulta nada fácil.Mepides que haga algo que él no

quisohacer.Ysegúnloquepreguntes,algoquealomejornopuedohaceryo tampoco.Haycosas, de esasque imaginoquequieres saber, que soninformaciónclasificada.Meponesenuncompromiso.

Nomedejédisuadir.Meesperabaaquellaresistencia.—Si no consigo saberlo por ti, no pararé hasta averiguarlo, como

sea. Soy periodista, y aunque últimamente he tenido el oficio un pocoabandonado,teaseguroquenosemehaolvidadodeltodo.

Elsargentoparecióponderarmiresolución.—Asíquetepidoquepiensesporunmomento—continué—.Quées

loqueélhabríaquerido:queloqueterminesabiendolosepaporti,oqueloencuentreporotravía,queestarámás lejosde loshechos,yquea lomejormellevaaverlosdeunaformadistorsionada.

—Eresdura,ylista—opinó,sonriente—.Ahoraentiendoporquélegustabas.En fin, habrá que hacer la prueba.Tú ve preguntando, y a verhastadóndepuedollegar,metemoquenomequedaotra.

—¿QuéesloquehacíaRamón?Porloquemehabéisexplicadoestamañana,estáisentrenadosparacasi todo,perome imaginoque luegoeltrabajosereparte.¿Quéesloqueeraél,exactamente?

—Lomismoqueyo.—¿Osea?Jaimeinspiróhondo,antesderesponder.—Tiradordeprecisión.—¿Yesoquéquieredecir?—La palabra vulgar es francotirador. Especialista en disparar a

muchadistanciacontraelenemigo.Yenhacerlosinservisto.Procesé como pude aquella información. Recordaba una película,

Enemigo a las puertas, ambientada en la batalla de Stalingrado, dondehabíadosfrancotiradores,unorusoyotroalemán.Meacordé,también,decómo retrataba a unoy a otro.Conmatices, ambos eranuna especie deasesinosfríos,quecompetíanporverquiénmatabamás.Larevelaciónmeprovocóunasúbitaincomodidad.FrenteaRamón,enelrecuerdo,yfrenteaaquelhombretaciturnoqueteníaantemí.

—Durante años formamos equipo, él y yo —me explicó—. Lostiradores vamos de dos en dos, uno observa y el otro dispara. Con élaprendícasitodoloqueséypasélasexperienciasmásduras,esasquetehacen callo. Ahora, como él, formo equipo con un tirador más joven.Comoentodoslosoficios,hayqueirpasandoeltestigo.Esunapena:lamisión esta de Herat, además de una de las menos comprometidas, eraprobablementelaúltimaqueélibaahacercomotirador.

Yoseguíaabsortaenmispensamientos,viendoaRamónconunfusilcomolosdelapelícula,conmiratelescópica,buscandoconellaalguienaquienponerenlacrucecitayborrardeestemundo.

—Hasmencionadolasexperienciasquevivisteisjuntos—dijealfin—.Megustaríasabercuálesfueron.Noconseguíquemecontaranadade

loquehabíahecho,niahoranienmisionesanteriores.—Unas cuantas.Algunas sinmucho riesgo, como las deKosovo y

Mali.Laspeores,enIraken2004yenAfganistán,lasvecesanterioresquenosmandaronallí,cuandotodavíaformábamospareja.

—¿Enquésentidopeores?—Habíaataques,casicadadía.Enemigointentandomatarnos.Yhubo

quehacerporimpedirlo.Ésaesnuestrafunción,alfinal.—Megustaríaconocerlosdetalles.Jaimememiróentoncesdentrodelosojos.—¿Quédetalles?—Todoslosquequierasypuedascontarme.Asintió,muydespacio.—Puedo explicarte de qué iban, a grandes rasgos. Luegome dices

quémásteinteresa.Ytedigolodeantes.Yaveoquépuedocontaryquéno.EnIrakestábamosadscritosalajefaturadelabrigada,parareforzarlaseguridad de las bases. Cuando llegamos en las provincias queadministrabaEspaña, la situación estabamás omenos tranquila. Parecíaque ibaaserunamisiónsincomplicaciones,peroestandoallíhubounarebeliónentodaregla.LosinsurgenteschiíesdeMuqtadaAlSadrsenosecharon encima, atacaron las bases y no quedó otra que defenderlas.Estuvimosdossemanasliados,enalertacontinua.

—¿YenAfganistán?—Allíeraotraguerra.EntoncesnoestábamosenHerat,sinoenotra

provincia, bastante más complicada. Allí sí que había talibanesacechándonos todo el tiempo. Preparaban emboscadas contra losconvoyesyatacabanlospuestosavanzados.Devezencuandohastahabíaque salir al campo para darles o echarlos para atrás. Nosotros íbamoscomoprotección,delospuestosylabaseydelasoperaciones.

—Ramónsímedijoquehabíatenidoquehacerfuegoalgunavez.Meimaginoquefueenalgunadeesasdosmisiones.

—Enlasdos.—Huboalgoquenoquisodecirme,sinembargo.—¿Elqué?—Siledisteisaalguien.Jaimevolviólavistaalmar.Consemblantesereno,mepreguntó:—¿Túquédirías?—Loquenomegustaríadecir.

—Novasdescaminada.Claroquedimos.Nosentrenamosparahacerblancoaochocientosmetros.Ymuchosnoestabanatanto.

—¿Acuántos?En ese punto, Jaime dejó escapar un suspiro. Luego se me quedó

mirandoduranteunossegundos,sindecirmenada.Pocoapocosuslabiosse distendieron en algo que no terminaba de ser una sonrisa, mientrassacudíamuydespaciolacabeza.Finalmente,dijo:

—Nopodríadecirte,contotalseguridad.Nosiempreveselresultadodeltiro,ysipreguntasporlosmuertos,tampocosabessiempresiaquienle das lo van a poder curar luego o no. En todo caso, entre quieneshacemos esto estámal visto dar cifras.Nuestro estilo no es alardear demuertos.Noesparaesoparaloqueestamos.

—¿Yparaqueestáis?Aquísuslabiosseapretarondepronto.—Para proteger a los nuestros —repuso, con firmeza—. Y para

evitarhacerdañoaquiennorepresentaunaamenaza.Eltiradorestáparaneutralizaraquienrealmentecreapeligro,yanadiemás.

—Entiendo,entonces,queamásdeunomatasteis.—Novoyadartecifras.Séqueélnolohabríahecho.Lehicevermimalestar:—Quisierapodercomprenderlo.Saberacuántos,perosobretodoa

quiénes.Quiéneseranesosalosquedisparasteis.Quéhacían.—¿Teayudaríasitedijeraquiénerayquéhacíaalguno?—Meayudaría.—Notengoclaroquedeba,Mónica.—Yosí tengoclaroquenopararéhasta averiguarlo.No sé si te lo

puedo hacer entender.Necesito saber todo, no tener la sensación de quehayalgoquepreferínoconocerdeloqueeraRamón.

—¿Paraqué?—Parapoderquererlecontodaslasconsecuencias.—¿Esoquieredecirquetodavíacreesquepodríasaceptarle,aunsite

cuentoesoqueintuyesyqueélnotequisocontar?—Sí,locreo.—Nosésihagobien,peromeparecequenopuedonegártelo—se

avino al fin—.Uno de ellos era un francotirador iraquí que acababa depegarleuntiroenlacabezaaunodelosnuestros.Otro,uninfiltradoqueestabadirigiendoconunmóvilelfuegodelosmorterosenemigoscontra

la base. Te aseguro que nunca disparamos a la ligera, siempre tuvimosclaroqueteníamosquehacerlo.Nopuedesdispararcontraunhombrequenoteve,yalquetúleestásviendolacara,casicomoyoahoraveolatuya,sipiensasqueestáshaciendoalgoinmoral.

—¿Nuncatuvisteisremordimientos?—Nunca.De lo único que te arrepientes es de los tiros que debiste

haberacertadoyquefallaste.EnIraksenosescapóunfulanoqueusabaaniños pequeños para pasar lasmuniciones a los que nos atacaban.Y enAfganistán, un francotirador que tenían los talibanes y que en unaoperaciónconjuntacon losafganosnoshizounabaja,uncompañeroalquelemetióunbalazoenelcuello,justoallídondenoteníaprotecciones.Aunquedeesahistoriamejornohablar.

—¿Quéquieresdecir?—Aveceslosquemandanynosabentienentantopeligrocomolos

quetienesenfrente.Ymásvalequelodejeahí.Tratédeentenderloquemeestabacontando,yalmismotiempono

olvidarelcontextoenelqueocurríatodo.Unmundodondelasguerrassehacíanbajocoartadasfalsas,dondesedecíaobrarendefensadelajusticiaylalibertadmientraspordoquiersetolerabalatiraníayloquealapostreseperseguíaeraelbeneficioatodacosta.

—¿Y nunca pensasteis que aquella gente podía tener razón? ¿Queeraisvosotroslosqueestabaisdondenoteníaisqueestar?

—Se te pasa por la cabeza, claro. Pero nosotros no somos quienesdecidimos a dónde vamos, nos limitamos a cumplir las órdenes delgobierno que eligió la gente. Lo mismo cuando nos mandaron ir quecuando nos mandaron que volviéramos. Y estando ya allí, bueno, vescosasquetedanquepensar,yquedesdeaquínoseven.

—¿Cómoporejemplo?—Ya te he contado cómo llegan a usar a los niños, y ni imaginas

cómotratanalasmujeres.EnalgunaspartesdeAfganistán,unamujernoesmuchomás que una cabra, la única diferencia es el precio al que supropio padre la vende.Además, teniendo unamira telescópica, vesmásquenadie,inclusoloquenuncaquisierashabervisto.

—Yasabesloquevoya...—Ya, ya sé, vas a preguntarme qué fue eso que vimos. Podría

empezar y no acabar nunca. Te contaré sólo una cosa, lo que más meimpresionó. Una vez estábamos vigilando un poblado, donde teníamos

informacióndequepodíaesconderseun jefe talibán.Habíaungrupodeniños jugandoa lapelota.Entre los sietey loscatorceaños,calculo.Depronto,elmayordeellosagarróalmáspequeñodelcuello, lohincóderodillasy leobligóahacerleuna felación.Durante todoel tiempo,paraquetehagasunaidea,lotuvimosenlamira.

—¿Ledisparasteis?—No podíamos hacerlo. Nosotros no disparamos contra niños,

aunqueseantanhijosdeputacomoloeraaquél.Loquequierodecirteesque estando allí te das cuenta de que tratas con gente que no tienecompasión,yquenosehacetantaspreguntascomonosotros.

—Eso no es pretexto para dejar de hacérnoslas —dije—. Nuestracivilizaciónsebasajustoeneso,enquenoshacemospreguntas.

—Yesoestámuybien,yparaesoestánlaselecciones,ylospolíticos,queson losquenosmandana losmilitares loque tenemosquehacer, adónde tenemosque ir y cuándo.El caso esque siemprehará falta gentecomo yo o como Ramón, que se la juegue y vaya a donde haga falta,cuando haga falta. Hay mucho odio por ahí fuera, y alguien tiene quecomerseelmarróndeenfrentarseaél,sisetercia.

Quedépensativa.Pormásquelointentaba,inclusolodeseaba,habíaalgoquenoterminabadedigerir.Jaimesediocuenta:

—Noteníaquehabértelocontado.Ramónlodecíasiempre.Estoquehacemosnotenemosmásremedioqueguardarloparanosotros,porqueanadie le puedes trasladar el convencimiento que tú tienes. Lo único quepuedeshaceresasegurartedequehayunmotivoparaloquehaces,ynohacerlonuncasineseconvencimientodetrás.

Deprontomeacordédealgo.Eraalgomuchomásconcreto,quemepermitía escapar a aquel espinosodilemamoral.Escogíutilizarlo comoválvuladeescapeycambiéabruptamentedetema:

—ViqueRamónteníadoscicatrices,unaenelhombroyotraen lapierna.¿Nosabrástú,porcasualidad,cómoselashizo?

Jaimevolvióasonreír.—Algosé,delasdos,perosólofuitestigodeuna.—¿Decuál?—Deladelhombro.Ladelapiernaselahizoenunosejerciciosen

lamontaña,antesdeconocernos.Laotra fueporculpadeunmorterazocon el que quisieron liquidarnos, una vez que nos localizó el enemigo.Apuntabandeaquellamaneraylagranadacayóabastantedistancia,pero

explotóyunaesquirlalealcanzóenelhombro.—¿Yatitepasóalgo?—Nada, ileso,por fortuna.Aunqueeldíaquevolvimosanacer los

dos fue cuando nos soltaron otro morterazo y la granada nos cayó amenosde cuatrometros.Por suerte lahabían armadomalyno explotó.Nosquedamoshipnotizadosmirándolaahíclavada,humeando.Hayquiencree que el francotirador es una especie de jugador de ventaja, que nocorreningúnriesgo,porqueestálejosyoculto.Esovalehastaquepegasel primer tiro. A partir de ahí, como no salgas rápido por patas, y nosiempre se puede, te conviertes en el pájaro que todos quieren cazar.Ytocaapretarlosdientesycruzarlosdedos.

—Nosécómopuedes,enfin,cómopodéis...Jaimeseencogiódehombros.—Alguientienequehacerlo.Poresoenestepuestonohaynadieque

notengaalmenosseisosieteañosdeexperiencia.Yporesosebuscaagente con la cabeza bien plantada sobre los hombros, gente capaz dedecidirporsísola,ydecidirrápido,ydecidirbien.

Alescucharle,sentíqueaquellaconversación,despuésdetodo,estabacumpliendosupropósito:conocermásaRamón,ycomprendermejorporquéeracomoera.Entoncesmefijéenmi interlocutor,enaquelhombrequetambiéntendríasuhistoriaysusrazones,ymevinoalamemorialoqueRamónmehabíacontadoacercadeél.

—Ramónmedijoqueescribíaspoesía.Elfogueadoboinaverdeenrojeciócomouncolegial.—¿Ah,sí?Menosmalquenoesunsecreto.—Tambiénmedijo que te gustabamuchoSender, y que una vez le

dejasteunlibro,unodecartasentreélyotraescritora...Asintió,risueño.—Sí,CarmenLaforet.Estábamosmetidosenunpuestoavanzado,en

Afganistán, aburridos como ostras cuando no nos arreaban. Ya le aviséquenoibaaengancharle,queeralecturaparaescritores.

—Puesledejóhuella.Inclusomecitóalgúnpasaje.—No me digas. Me sorprende. Se puso a leerlo porque le había

pasadoantesImán,unanovelasobrelaguerradeMarruecosquelehabíaimpactadomucho.Yaledijequenoteníanadaquever.

—¿Yhaspublicadoalgo?—Poemassueltosenalgunarevista,solamente.Ahoraandoaversi

mepublicanunpoemarioqueescribíenAfganistán.—¿Sobretuexperienciaallí?—Sí,unaespeciedediario,peroenverso.—Megustaríaleerlo.Yotambiénescribopoesía.—¿Sí?—Aunquenuncahepublicadonada.Medavergüenza.—Yamí,alprincipio.Ymástrabajandoenesto.Lodeserpoetade

caquiesunpocojodido.Nitetomanenseriolospoetasnitampocolosdecaqui.Peroamímegusta.Mesirvededesahogo.

—Enserio,megustaríaleertupoemario.Sinoteparecemal.—Claro, si me dejas tu correo te lo paso. Nunca vienemal que te

critiqueloqueescribesalguienquetengaalgunaideadepoesía.—Soyunasimpleaficionada.—Seguroqueeresmásqueeso.Mesentíalgoextraña.Despuésdeaquelrecorridoporelhorrordela

guerra,ahíestábamos,frentealhorizonteazuldelMediterráneo,hablandodepoesía.Losdosnosquedamoscallados.ApurémicopadevinoyJaimehizoamagoderellenarla.Conungestolehiceverquenoqueríamás.Aquien tiene reciente una pérdida, o cualquier otro sinsabor,más le valepecarpordefecto,alahoradebeber.

—¿Ybien?—preguntó.—¿Cómo?—dije,todavíaabstraída.—Nada,quemegustaríasaberaquéconclusiónllegas,despuésdelo

quetehecontado.Nosé,tengolasensacióndequeheidomáslejosdeloquealomejordebía.Máslejosdeloqueélhabríaqueridoquefuera.Ylaverdad,esomehacesentirmeunpocodesleal.

—Notienesporqué.Creoqueélhabríaqueridoquemecontarasloquemehascontado,nimásnimenos—ledije,ylocreía.

—Ysabiendoloqueahorasabes,¿loaceptas?Nomeapresuréaresponderle.—Nuncapodríahacerloquevosotros,lotengoclaro.Perocreoque

puedoaceptarporquélohacestú.Yporquélohacíaél.—Esoyaesbastante.Mealegra.—Ramón hablabamucho de ti. Repetía muchas de tus frases. Creo

quenosóloteapreciaba,sinoqueteadmirabadeveras.—Yosíqueloadmiraba.Eraeltíomásserioymásdeverdadqueme

hetropezadoenlavida.Denoserporél,noestaríaaquí.

Yaldeciresto,susojossehumedecieron,delamismamaneraquesehumedecíanlosdeRamóncuandolaemociónlesorprendíaconlaguardiabaja.Nodejabadeserunaparadoja,quelaslágrimasempañaranaquellosojosacostumbradosafijarelblancoatravésdelamiradelfusil.Elalmahumana,eseamasijodecontradicciones.

Mellevódevueltaalaestación,dondenosdespedimosconunpardebesosenlamejilla.Antesdesepararnos,volvióadecirme:

—Aquímetienes,paraloquenecesites.Loquesea.—¿Loquesea?—Comosihayquequitardelmedioaalguien.—Noseráparatanto,espero.—Sialgúndíalonecesitas,yalocomprobarás.Enelviajederegreso,mientrasalotro ladode laventanillacaíael

solsobrelallanuramanchega,repasélasimpresionesdelajornada.Habíaencontradoloquehabíaidoabuscar,yesomeinfundíapazymedejabaala vez vacía. Para relajarme, me puse música. Escogí la de uno de loscantantesalosquemásescuchabaenaquellosdías:TinoCasal.Elmismoque sonaba cuando nuestras miradas se cruzaron por primera vez. Meparecíaoírle,aRamón,cuandoCasalcantaba:

Víctimasdeestalocurapocofrecuentedeunamorcontracorriente,tenvaloryquiéremesiempretalcomosoy.

No,yanopodíadecirqueno sabíaquiénera.Elhombrealquenohabíaencontrado,niencontraría,razonesparadejardequerer.

Han pasado ya nuevemeses, y otra primavera se instala sin prisa y sinpausa sobre la tierra. Incluso sobre ésta que ahora me acoge, aunque,pensándolobien,quizáeseverboadmitiríaalgunadiscusión.EscriboestaslíneasdentrodelespaciometálicodeunCorimec,queahorasécómoes,yquésesienteal tenerlocomohabitáculo.Aquídentro lavidaessencilla:unpardeliterasyunamesacompartidaconmicompañeradecuarto,unatenientemédicodelhospitaldesegundoescalónconquecuentalabase.Laque en nomenclatura de la OTAN se denomina Forward Support Base(FSB)Herat.Oloqueeslomismo,BasedeApoyoAvanzado(oAvanzadadeApoyo)deHerat.

Unade lasprimerascosasquecomprendí, cuando tomé ladecisiónde abandonar mi subempleo de telefonista para tratar de recobrar miprofesión, fue que antes o después tenía que venir aquí, almismo lugardondeRamónhabía tenido suúltimamorada.Unavezque se fraguómideterminación, nome resultó demasiado difícil. Hubo épocas en que lapolíticadelMinisteriodeDefensanofavorecíalapresenciadeperiodistasmezclados con las tropas en zona de operaciones, pero ésa no es lapolíticaactual,ylapeticióndequienconstabacomoparejadeunodesuscaídoshabíadeencontrarunaespecialsimpatía.

Lo único que me hizo falta fue buscarme algunos medios queestuvieran dispuestos a respaldarme como reportera freelance: nada quecuestemucho,cuandonadahayqueponerniarriesgar.ElprimeroalqueacudífueErnesto,querespondiócomoesperabaquelohiciera,sinqueenlatransacción,porfortuna,hubieraquemezclarnadadeloquenoshabíaunidopersonalmentetiempoatrás.Asuestela,nomefuedifícilliaraotropar de revistas, una de ellas femenina, para la que preparo un reportajesobrelasmujeresenlamisiónafgana.

Conesacobertura,hepodidovenira labaseyvivircomoélvivió,salvo la parte de llevar colgada un arma.Ahora conozco las cabinas deinternet desde las que hablaba conmigo, el comedor donde repongofuerzasconlacomidaqueélcomía,inclusoelrestauranteitalianodondehe probado en recuerdo suyo la langosta, en una cena a la que meinvitaron varias mujeres militares que trabajan en la base. Tambiénconozcola lunaquebrillaenlanocheveladadearenadeestepaísenelquesomosintrusos,yquenodejadehacérnoslosentir.Olaplacaquelorecuerda, con su nombre, el de su compañera y la fecha, junto almonumentoaloscaídosquehayjustoenfrentedelhospital.

Inclusohepedidopermiso,ymelohanconcedido,paraviajarenunconvoy,embutidaenlapartetraseradeunblindado,concascoychaleco,hasta el lugar donde murió. Una llanura amarilla y desolada, sin másaccidente que alguna escuálida garita, con un fondo demontañas contralasquedisparanparaentrenarselossoldados.

El resto, lo queme están contando en estos días los hombres y lasmujeres que viven aquí (su experiencia de permanecer alejados de susfamiliasdurantemeses,algunoporquintaosextavez,oel tratocon losafganos,conunpardeellosquehablanunbuenespañolmehanpermitidoentrevistarme),esotrahistoria,parasercontadaenotrolugar.Aquísóloquiero recoger aquello que me sirve para alimentar mi amor y mirecuerdo,quenuevemesesdespuéspermanecenincólumes.

Mehetraídoelpoemarioque,fielasupalabra,memandóJaime,yquetodavíanohalogradopublicar.Correnmalostiemposparalapoesía,ynomejoresparalospoetas-soldados.Loleoenmomentoscomoéste,ymeresultademuchaayudaenmimisión,queesimpedirquesobreRamóncaiganlaincomprensiónyelolvido.Meconmuevecuandorenunciandoalverso,yasumiendo,comopocoslaasumirían,lalimitaciónesencialdelamasculinidad,escribecosascomo:

lopeordetodoesquenotenemosniideadenadayesonospasaporquesomosincapacesdeparir;esoesprecisamenteloquenospasa.nosomoscapacesdecrearvida:sólodedestruirla.

O cuando se detiene a desgranar, en primera persona, el código alquesesometensusacciones,alquesesometíanlasdeRamón:

descubrimos vuestras cuevas, descubrimos vuestras posiciones defensivas, descubrimos loszulos de vuestras armas, descubrimos vuestras implosivas trampas, descubrimos vuestras

maniobras y cada uno de vuestrosmovimientos; sin embargo, nunca hemos disparado a unhombreporlaespalda,nuncahemosapuntadoavuestroshijos,nuncahemoshechoblancoavuestroshogares:nunca;nolonecesitamos,niloqueremos,nisiquieranosloplanteamos.

Ytambiénlosversos,especialmentelosquededicaalenemigo:

eldíaylahoralosponéisvosotros:nonosdamoscuentadequenosotrostenemosestetoscoyfamélicorelojyvosotros,eltiempo.

Hehabladovariasvecesconél,alolargodeestosnuevemeses.Hesabido que tienemujer y dos niñas pequeñas, y he quedado en pasarmealgúndíaporAlicanteparaconocerlas,yenqueélmellamará,sialgunavezpasanporMadrid.Lavidalopermitirá,antesodespués,otalvezno,perosientoqueahí, juntoalMediterráneo,oDiossabeenqué lugardelmundo cuando lomandendemisión, viveun trozodeRamón, un trozobuenoygenuinocomoelqueviveenmí.

Sólo ahora, cuando ha pasado el tiempo y llego al final del relato,entiendo para qué escribí las páginas que vienen antes que ésta. Mihistoria, aunque alguno lo crea, no es una elegía, un canto de tristeza,pérdida o desesperación. Todo lo contrario. Algunos, como Ramón, sevanpronto;otrosaguantanmásyalgunosaúnnosabemossinuestravidaserálargaocorta.Peroalfinalnosvamostodos,dejandositioalosquehandeveniryapenasunrastrodehumoanuestraespalda.Nohaynadadetrágicoenello,esnuestranaturaleza,nuestraformadeserenestetiempoyesteespacioquenosalbergayalqueselimitanuestracomprensión.Loquecuentaeseseinstante,laaventurafugazquesenosconcede,cómolavivimosy la recordamos,mientras se nos da la oportunidad.El instanteque yo pude vivir, y puedo recordar y contar todavía, fue un instantedichoso y pleno, y estas páginas son la celebración a la que no puedosustraerme, por un deber de gratitud. Un instante dichoso y pleno queporque fue será, siempre, en alguna dimensión de la realidad o laimaginaciónen laque algúndíavolveremosa encontrarnosy en laquenuncadejaremosdeestarjuntos.Volveremosaoírtodalamúsicaquenosunió,yveremosabrazadosLagrandebellezza,ypasearemosdelamanobajo la primavera de París. De ésta, como de otras cosas, sabía Amy

Winehouse,yparaquenosenosolvidaralodejóenaquellacanciónquehabíadesobrevivirla:

OurdaywillcomeAndwe’llhaveeverything,We’llsharethejoyOnlythelovecanbring.[24]

Noesnecesario,portanto,quemecompadezcáis.Enestemundohaymuchos que no llegan a saber quiénes son, los hay que se mienten, yquienesseescondenyporesquivarlaverdad,esaverdaddeldolorqueatodos nos llama, despachan a otros para que se enfrenten a ella. Yo séquiénsoy,yaesomeciño.SoylaviudadeRamónSánchez,unhombredeuna sola pieza, que nunca quiso esconderse detrás de otros y que supodescubrirmelaluzquemealumbrabadesdedentro.

Francamente,nomehacefaltamás.

Herat-Getafe-Viladecans-Pájara-Tokio-Madrid-Astorga-Alicante,14dejuliode2014-28defebrerode2015

Notaaclaratoriaygratulatoria

Este libro es una historia de ficción.Aunque para narrar las vicisitudesbélicasdeunodesusprotagonistaselautorseinspiróenhechos,personasy situaciones reales, esa parte del relato no debe leerse como trasuntofidedignodelaexperienciadenadie,niaspiraaretrataraningunapersonaconcreta,existenteoquehayapodidoexistir.

Por lodemás,nopuedodejardedar lasgracias, enestaocasión, auna serie de personas que fueron cruciales para que pudiera escribirlo.Para no olvidarme el nombre de ninguna, las aludiré en conjunto. Merefieroaloshombresymujeres,militaresyciviles,españolesydeotrasnacionalidades,conlosquetuvelaoportunidaddeconvivirenlaFSBdeHerat durante una calurosa semana de julio de 2014; sólo me permitodistinguir,ycreoqueelrestomelodisculpará,alosguardiascivilesdelaunidaddePolicíaMilitar,quemedejaroncompartirsuvidacasicomosifueraunodeellos.LamismagratitudalcanzaaloshombresymujeresdelMando de Operaciones Especiales del Ejército de Tierra, con base enRabasa,Alicante,dondemeacogieronymedieronvaliosasclavessobresu trabajo.Creo que también se comprenderá que entre ellos destaque alos integrantesde sus equiposde tiradoresdeprecisión, porpermitirmeasistir a sus ejercicios de tiro y contarme historias que, en algún caso,nuncahabíansalidoalaluz.

Un agradecimiento singular le debo aGuillermo de Jorge, poeta ysoldado de infantería, por permitirme citar como de Jaime poemas queson suyos, ymás en concreto de su poemarioAfganistán: diario de unsoldado.Nosóloveníanapropósito,sinoquedemuestran,paraquienesnolo conciben (olvidando, entre otros, a Cervantes o a Garcilaso) que laplumanosehallaenabsolutoreñidaconlaespada.

LosdichosdeJaime ledebenalgo,ysunombreesmihomenaje,a

las enseñanzas de mi amigo y compañero Jaime Spottorno, con el quecompartíunaatareadadécadadeabogacía,nopocasperplejidadesy,peseatodo,instantesdeprofundayperdurablediversión.

GraciastambiénamihijaLaura,quemepusoenlapistadeunpardecanciones paraMónica, y amimujer,Noemí, por descubrirme aVickyGastelo: nunca se lo agradeceré bastante. Y a la propia Vicky, por lagenerosidadconquequisoquesumúsicasonaraaquí.

Y ya que estamos, tampocome olvido demis lectores de guardia:aparte de Noemí, Laure, Carlos, Juan, Manuel y mis editores, Emili ySilvia.Graciasporestarahí,alquite,comotantasotrasveces.

ListadereproduccióndeMúsicaparafeos

http://open.spotify.com/user/edicionesdestino/playlist/1UQuUmWK6AgvgjPBKE9YgZ

1.Embrujada,TinoCasal2.BackToBlack,AmyWinehouse3.Compass,ZellaDay4.Creep,Radiohead5.Lecieldansunechambre,CarlaBruni6.OldAndWise,AlanParsonsProject7.ChelseaHotel#2,RufusWainwright8.OnlyYou,Yazoo9.IloveIt,IconaPop10.Primermovimiento:Elsueño,Extremoduro11.SweetTalkin’Woman,ElectricLightOrchestra12.Forever,AntonelloVenditti13.Yoquierovertedanzar,FrancoBattiato14.FrühlinginParis,Rammstein15.TheFinalCut,PinkFloyd16.SomewhereOnlyWeKnow,Keane17.ALoveSoBeautiful,RoyOrbison18.Sitúpiensasenmí,VickyGastelo19.IfICouldChangeYourMind,TheAlanParsonsProject20.Talcomosoy,TinoCasal

21.OurDayWillCome,AmyWinehouse

Notas

[1]«Somosfeos,perotenemoslamúsica.»

[2]«Juntooporseparado.»

[3]«Sólodecimosadiósconlaspalabras,/hemuertocienveces,/túregresasaella/yyovuelvoa,vuelvoa...nosotros.»

[4]«Llévamealjardíndetuéxtasis,/hazmeuncielocontushojascaídas...»

[5]«Cuandoestuvisteantesaquí/nopudemirartealosojos./Erescomounángel,/tupielmehacellorar.»

[6]«Cuandoestásjuntoamí/estahabitaciónyanotieneparedes...»

[7]«Hastadondemivistaalcanza/haysombrasqueseciernensobremí...»

[8]«Terecuerdobien,enelhotelChelsea,/hablabastanvalienteytandulce...»

[9]«Todoloquenecesitabaeraelamorquemediste,/todoloquenecesitabaundíamás,/ytodoloquesupealgunavez,sólotú.»

[10]«Túeresdelos70/yyounazorradelos90.»

[11] «Iba buscando (buscando) por una calle de sentido único, / esperando (esperando) que sepresentaraunaoportunidad...»

[12]«Sóloelamar,sóloelconocercuenta.»

[13]«Lamiradaencuentrasiempreaquelloquebuscaelcorazón. /Mirandodentrodemítropiezocontudolor...»

[14]«Yoeratanjoven,/mediovergüenza,/contodo,nomearrepiento.»

[15] «No conocía mi cuerpo, / su vista me espantaba, / ella me lomostró a la luz, / nuncamearrepentí.»

[16]«Oh,no,nadadenada,/Oh,no,nomearrepientodenada.»

[17] «A través de las lentes de ojo de pez de los ojos lacrimosos, / apenas puedo distinguir loscontornosdeestemomento.»

[18]«Ysiteenseñomiladooscuro,/¿aúnmeabrazarásestanoche?/Ysiteabromicorazón/ytemuestromiladodébil,/¿quéharías?»

[19]«¿Mepondrásahacerlasmaletas?/¿Omellevarásacasa?»

[20]«¿Porquénonosvamos/allídondesólonosotrossabemos?»

[21]«Unamortanbello/entodoslossentidos.»

[22]«"Conócete a timismo" no significa: "Obsérvate". "Obsérvate" es la palabra de la serpiente.Significa: "Hazte dueño de tus actos". Pero eso ya lo eres: eres dueño de tus actos. La palabrasignifica pues: "¡Desconócete! ¡Destrúyete!", es decir, algomalo, y sólo si uno se inclinamuchohaciaabajo,oyetambiénsupartebuena,quedice:"parahacerteelqueeres".»

[23]«Aunariesgoderecobrarlapenayladesesperación/volveríaahacerlotodootravez.»

[24]«Nuestrodíavendrá/ylotendremostodo,/compartiremoslaalegría/quesólopuedetraerelamor.»

MúsicaparafeosLorenzoSilvaNosepermitelareproduccióntotaloparcialdeestelibro,nisuincorporaciónaunsistemainformático,nisutransmisiónencualquierformaoporcualquiermedio,seaésteelectrónico,mecánico,porfotocopia,porgrabaciónuotrosmétodos,sinelpermisoprevioyporescritodeleditor.Lainfraccióndelosderechosmencionadospuedeserconstitutivadedelitocontralapropiedadintelectual(Art.270ysiguientesdelCódigoPenal)DiríjaseaCEDRO(CentroEspañoldeDerechosReprográficos)sinecesitareproduciralgúnfragmentodeestaobra.PuedecontactarconCEDROatravésdelawebwww.conlicencia.comoporteléfonoenel917021970/932720447©delafotografíadelaportada,JasonHetherington/Gettyimages©LorenzoSilva,2015www.lorenzo-silva.com©EditorialPlaneta,S.A.(2015)EdicionesDestinoesunsellodeEditorialPlaneta,S.A.Diagonal,662-664.08034Barcelonawww.edestino.eswww.planetadelibros.comPrimeraediciónenlibroelectrónico(epub):ISBN:978-84-233-4947-0(epub)Conversiónalibroelectrónico:Àtona-VictorIgual,S.L.www.victorigual.com