muerto ni en sueÑos

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¿MUERTO? NI EN SUEÑOS Aún recuerdo, la noche aquella en la que desperté desconcertado, con la vaga sensación de haber dormido durante un largo rato, posiblemente fueron días o posiblemente más, la espalda me dolía y al mismo tiempo no tenía fuerzas en ninguno de mis músculos, ya se los dije, como si hubiera relajado mi humanidad durante un tiempo considerable, y mira que yo nunca me quejo; mucho menos de descansar, así que repentinamente abrí los ojos, intentando pues, con esto agarrar un poco de impulso, despertar, des encamorrarme, pero una espesa bruma de oscuridad me segó por completo impidiéndome observar nada en absoluto, no podía ver siquiera mis propios pensamientos, y el silencio, ese silencio era sepulcral, agudo y frió como ningún otro. Aun así no sentí miedo alguno, ni me aprecie alterado o nervioso, por el contrario desperté en plena tranquilidad, poco a poco comencé a menear lentamente mi cuerpo, intentando levantarme de aquel profundo sueño, me concebí tan ligero como nunca antes, sin pensarlo más, bruscamente me puse de pie esperando encontrar un poco de luz que me descubriera donde es que estaba, pero cuál fue mi sorpresa que al erguirme de ese lecho me desenterraba completamente solo tan solo como

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CUENTO DE TERROOR

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MUERTO? NI EN SUEOS

An recuerdo, la noche aquella en la que despert desconcertado, con la vaga sensacin de haber dormido durante un largo rato, posiblemente fueron das o posiblemente ms, la espalda me dola y al mismo tiempo no tena fuerzas en ninguno de mis msculos, ya se los dije, como si hubiera relajado mi humanidad durante un tiempo considerable, y mira que yo nunca me quejo; mucho menos de descansar, as que repentinamente abr los ojos, intentando pues, con esto agarrar un poco de impulso, despertar, des encamorrarme, pero una espesa bruma de oscuridad me seg por completo impidindome observar nada en absoluto, no poda ver siquiera mis propios pensamientos, y el silencio, ese silencio era sepulcral, agudo y fri como ningn otro.Aun as no sent miedo alguno, ni me aprecie alterado o nervioso, por el contrario despert en plena tranquilidad, poco a poco comenc a menear lentamente mi cuerpo, intentando levantarme de aquel profundo sueo, me conceb tan ligero como nunca antes, sin pensarlo ms, bruscamente me puse de pie esperando encontrar un poco de luz que me descubriera donde es que estaba, pero cul fue mi sorpresa que al erguirme de ese lecho me desenterraba completamente solo tan solo como nunca antes me haba enfrentado, recostado en tierra negra, cubierto por el tierno e insipiente rayo de luna que se reflejaba en todo el cielo por las candentes estrellas.Detenidamente mire a mi alrededor esperando encontrar algo entre aquella tenebrosa penumbra, a lo lejos, distingu la silueta bien marcada de formidables y ancestrales rboles, algunos pinos, algunos llorones con las ramas cadas simulando enormes y monstruosas garras, segu mirando hasta llegar al suelo, de ponto me exalte, al mirar todas las tumbas que se extendan entre aquellos quimeras, en ellas haba una cruz y en algunas cuantas una cuadrada placa de mrmol, anunciando con esto a quien pertenecan y la fecha en que haban muerto, al contemplar todo esto, mi primera reaccin fue correr, y corr lo ms rpido que pude, sin rumbo fijo, solo corr y corr hasta alejarme lo suficiente de aquel lugar, sin hacer ningn tipo de ruido, sin buscar respuestas, sin siquiera mirar atrs, solamente corr buscando luz, buscando algo, no s qu, que pudiera calmarme, al sentirme lejano, alent mi paso tratando con esto de mitigar los mpetus, pensando en dar explicacin a lo que me suceda, seguramente esto es una pesadilla y en cualquier momento despertare, o tal vez una fuerte resaca por todo lo que me haba bebido festejando a los difuntos en su da?, y por bromas entre amigos me haban dejado dormido en el campo santo, si eso fue lo que paso una broma y nada ms, me dije en voz alta tratando de apaciguar con esto toda mi angustia, en cuanto me encuentre en casa con mi familia y amigos todos nos reiremos por la malpasada que me di, dije nuevamente tratando de esbozar una sonrisa para calmar los nervios.Segu con paso firme y semi lento, y casi instintivamente, busque el camino hacia mi hogar, camino por el que tantas noches fras como esta haba andado, lentamente, entre la penumbra, distingu esa singular finca de adobe, detallada en blanco, rboles de bamb y buganvilias adornaban la entrada de ese lugar donde tantos buenos y malos recuerdos de mi vida estaban guardados, silenciosamente me acerque a la puerta con la sensacin de estar entrando en un lugar ajeno, un afanoso escalofri recorri hasta lo ms profundo de mis entraas con ese, lento rechinar de aquella fuerte y labrada puerta de madera.Al entrar todos mis sentidos se agudizaron inmediatamente, lo primero que percib debi haber sido un delicioso aroma a flor que me invitaba a entrar, a continuar caminando, lentamente buscando el rastro de fragancia, el adobe de las paredes haca sentir la casa helada en aquellas fechas, pero ahora por el contrario entre ms tiempo estaba, mas calida se volvia, algo dentro de mi evito que prendiera las luces as que decid seguir en la penumbra dejndome llevar por los sentidos, por esa embrujante esencia a flores, unas velas alumbraban la mesa que estaba repleta de colores vivos, entre naranja y amarillo, acerque mi cara y algo ms atrajo mi atencin, delicioso pan de mantequilla cubierto por fina azcar, una gran canasta repleta de fruta fresca y de la temporada, en enormes platos las comidas que eran mis preferidas, el mole rojo mezcla de la ta sabinita, tamales salados y barbacoa de borrego criado en las praderas de mi querida tierra y cocido a horno de piedra y lea, un vaso grande con agua simple, cigarros y botellas de Mezcal, cul fue mi sorpresa al mirar que en el altar de todo este festn le haban colocado una foto ma, de repente, me paralice, no quise pensar en nada no quise sentir nada o mejor dicho no pude pensar ni sentir, como si de momento el alma me hubiera abandonado, dejando as un frio cuerpo vaco.Tena mucha sed, y casi por instinto beb el vaso completo hasta la ltima gota de agua, pero aun as no pude saciar mi sed, tena tanta hambre, as que com, como si no lo hubiera hecho en das, tal vez semanas o tal vez ms, pero ni con el ms grande de los banquetes pude saciar mi hambre, as que prend uno de esos cigarros que fueron de mis ms grandes placeres, el humo sabor a tabaco recorra mi boca y entraba por los pulmones sin dejar, rastro alguno de su esencia, de su olor, de su espesa bocanada. Tome una botella de Mezcal y decid embriagarme, como nunca antes, embriagarme para olvidar as este tan terrible sueo, embragarme hasta caer dormido e inconsciente, embriagarme y perderme entre el fuerte licor, pero ni el ms puro de los destilados pudo saciar mi sed de embriagues por el contrario cada trago se volvia mas inspido, menos licoroso.No pude pensar y no pude sentir, as que por reflejo, asaltado hasta las entraas por el ms puro miedo, escape de aquel lugar al que en algn tiempo llame hogar, si ah del nico lugar que poda hacerme sentir en paz, corr sin saber que buscar, corr sin saber a dnde dirigirme, solo mis pasos que me guiaron por las calles principales de ese Amurallado lugar, tan vacas, como nunca antes haba visto, como si estuvieran de luto, o como si estuvieran muertas, aun as camine por ellas toda la noche sin parar, como las animas en pena, como si por instinto tuviera que cumplir con mi purgatorio, camine y camine sin pensar y sin sentir nada ms que ese escalofriante miedo por todo mi ser.Despert al nuevo da, justo cuando un fuerte rayo de luz acariciaba tibiamente mi rostro, renuente a abrir los ojos por el presente temor de una larga y tenebrosa noche, apret con vigor la quijada, pues ahora era yo el que deseaba no pensar, no sentir y de repente, mi silencio se vio corrompido por fuertes notas musicales que afinaban la trompeta, la guitarra y el violn de un mariachi, que pretenda tocar aquellas cancin que estremecan hasta el alma, pero aun as me resist a aceptar una evidente verdad, pues entonces, a quin le ha de gustar saber que debe que penar sin descansar?, muchos dicen que es el cobro de dios por la vida, muchos otros dicen que es para nunca olvidar, pero que va, pero si yo no poda ni recordar.El mariachi se silenci por completo, para dejar sonar un leve murmullo que a manera de oracin invocaba mi nombre, esa voz que tantas veces escuche al amanecer, si esa dulce voz, frvido por el placer y la esperanza que me provoco pensar haber tenido el peor de los sueos, yo solo imagine que al abrir los ojos contemplara la verdad de avivar una vez ms en mi cama y perderme en esos ojos brujos, recibir una sonrisa de complicidad, as que, me deje llevarLo dems es difcil de explicar, pues cuando uno tiene que penar poco a poco se deja de pensar, de sentir, de recordar, ahora espero el da de muertos solo para volverla a mirar.Autor: Said Herrera vila