mÁster interuniversitario en acuicultura
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MÁSTER INTERUNIVERSITARIO EN
ACUICULTURA
Sustitución del aceite de pescado en piensos para
Seriola dumerili (Pisces: Carangidae): Efectos en
el crecimiento, parámetros nutritivos,
composición corporal y calidad del filete.
TRABAJO DE FIN DE MÁSTER
Alumno:
César Abram Cruz Castellón
Directoras Académicas:
Dra. Ana Tomás Vidal.
Dra. Silvia Martínez Llorens.
VALENCIA, SEPTIEMBRE 2015
Agradecimientos
A mis Directoras Ana Tomás y Silvia Martínez, por la información bibliográfica y
asesoramiento prestado en el experimento y las correcciones del presente informe ya que
sin ellas no podría haber hecho.
Gracias a Ana Isabel Navarro para enseñarme las técnicas para analizar los parámetros,
por su paciencia y apoyo.
Gracias al equipo de Nutrición del Grupo de Acuicultura y Biodiversidad.
Gracias a todos.
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Contenidos Páginas
Abstract-Resumen 2-3
1.- Introducción 4-8
2.- Material y métodos 8
2.1. Condiciones experimentales y ensayo de crecimiento 8-11
2.2. Formulación y preparación de las dietas 11-12
2.3. Análisis químicos 13
2.4. Análisis hematológicos 13
2.5. Índices de crecimiento y parámetros nutritivos 13-14
2.6. Índices biométricos 15
2.7. Análisis de calidad físico, químico, organoléptico y de sabor
de la carne 15-19
2.8. Análisis estadístico 19
3.- Resultados 20-28
4.- Discusión 29-34
5.- Conclusiones 35
6.- Bibliografía 36-49
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Fish oil substitution in Seriola dumerili (Pisces: Carangidae) diets: Effects on
growth, nutritive parameters, body composition and fillet quality.
César, Cruz-Castellón.
Abstract
The effect of total and partial replacement of fish oil (FO) vegetable oils (VO) on growth,
nutritional parameters, body composition and quality of the steak in greater amberjack is
evaluated in this work. At the beginning of the trial, fish (174 g of initial weight) were
fed in triplicated groups with four diets were formulated with 0% (FO 100), 75% (FO 25)
and 100% (with or without probiotic, FO 0 and FO 0+) of fish oil replacement by a
mixture of linseed, sunflower and palm oil. After 109 days of the experiment, no
differences on growth and nutritional parameters were observed. However, the survival
of fish fed with 100% of fish oil dietary replacement showed the lowest survival. Overall,
no significant differences were found in whole body composition. On biometric
parameters, significant differences in viscerosomatic index (VSI) were observed between
fish fed FO 0+ diet and FO 100 and FO 25; as well as on dressout percentage (ID) between
treatments FO 0 and FO 100 and FO. Fatty acids of whole body fish they reflected the
dietary fatty acids profile. Fatty acids production values were higher for those that were
low proportion in diets. Concerning to the haematological parameters, no significant
differences between treatments were showed. However, fish fed without fish oil (with or
without probiotic), presented the lowest cholesterol level and a reduction of lactate
dehydrogenase activity (LDH) and fish fed with 25% fish oil showed the highest glucose
level. Regarding to sensory analysis and meat quality, significant differences were found
lightness, red and yellow index. While for the Chroma and the colour difference no
significant differences were found. Similarly it occurred in the analysis of texture, pH and
humidity. In the organoleptic and taste tests, the panelists did not discriminate among
fillets from fish fed the different experimental diets (F100, FO and FO 25 0) in uncooked
or cooked fillet.
Keywords: sensory analysis, fatty acids, vegetable oils, fish oil, Seriola dumerili.
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Resumen
En el presente trabajo se ha estudiado el efecto de la sustitución total y parcial del aceite
de pescado (AP) por aceites vegetales (AV) sobre el crecimiento, parámetros nutritivos,
composición corporal y calidad del filete en Seriola dumerili. Se trabajó con ejemplares
de un peso inicial de 175 g. Se formularon 4 piensos con un 0% (FO 100), 75% (FO 25)
y 100% (con FO 0+ o sin probiótico FO 0) de sustitución de aceite de pescado por una
mezcla de aceites de linaza, girasol y palma. Después de 109 días de experimentación, no
se observaron diferencias en el crecimiento ni en los parámetros nutritivos. Por el
contrario se pudo comprobar que la supervivencia fue inferior en los tratamientos con el
100% de sustitución del AP. En general, no se encontraron diferencias significativas en
la composición corporal. En los parámetros biométricos, se encontraron diferencias
significativas en el índice viscerosomático (IVS) de los tratamientos FO 100 y FO 25
frente al tratamiento FO 0+, y en el índice de descabezado (ID) entre los tratamientos FO
100 y FO 0. La composición de ácidos grasos del pez entero reflejó la composición del
pienso. Los valores productivos de los ácidos grasos fueron superiores para aquellos
ácidos grasos que se encontraban en menores proporciones en los piensos. Respecto a los
parámetros hematológicos, no se observaron diferencias significativas entre tratamientos
Sin embargo, los peces alimentados sin aceite de pescado (con o sin probiótico),
presentaron un menor contenido en colesterol y una menor actividad de lactato
deshidrogenasa (LDH) y los peces alimentados con el 25% de aceite de pescado
presentaron el mayor contenido en glucosa. En lo referente al análisis sensorial y la
calidad del filete, se encontraron diferencias significativas en la luminosidad, el índice de
rojos y el de amarillos. En las pruebas organolépticas y de sabor, los panelistas no
discriminaron entre los piensos probados (F100, FO 25 y FO 0) ni en crudo, ni cocinadas.
Palabras clave: análisis sensorial, ácidos grasos, aceites vegetales, aceite de pescado,
Seriola dumerili.
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1. Introducción
Según la FAO (2014), la producción mundial de la pesca y la acuicultura proporcionó
unos 136 millones de toneladas de pescado para consumo humano en el 2012 (en el 2011,
hubo 131 millones toneladas de pescado); y un 49 % de esa cantidad correspondió a la
acuicultura (67 millones de toneladas). Mientras que para el año 2013, la producción
mundial acuícola aumento en un 4% (70 millones de toneladas) (FISHSTAT, 2015).
Si bien las cifras indican que el consumo de pescado aumenta cada año; éstas a su vez
indican que hay una mayor presión en la extracción en los recursos pesqueros, siendo uno
de ellos, la extracción de especies pelágicas como la anchoveta Peruana Engraulis
ringens; el jurel Chileno Trachurus murphyi, la anchoa Japonesa Engraulis japonicus, y
entre otros; los cuales son la principal materia prima en la elaboración de harina (HP) y
aceite de pescado (AP) (Perón et al., 2010).
Shepherd & Bachis (2014), indican que el abastecimiento mundial de AP no se está
incrementando, a pesar de la importancia que brindan los ácidos grasos n-3 para la salud.
Asimismo, mencionan que el crecimiento de la demanda y la inseguridad en la oferta del
mismo (AP), están causando un incremento en el precio, lo que está impulsando a las
industrias acuícolas a buscar sustitutos en los aceites vegetales. Tal situación pone en
riesgo la sostenibilidad de la actividad acuícola, ya que el AP es el compuesto principal
para piensos de peces marinos carnívoros, debido a su alta digestibilidad y contenido
suficiente de ácidos grasos esenciales (AGE), en particular a los ácidos grasos altamente
insaturados de cadena n-3 (n-3 HUFA) (Nasopoulou & Zabetakis, 2012).
Por lo tanto, ante esta situación, en los últimos años se ha venido investigando la
sustitución de HP y AP por fuentes vegetales (Bolasina & Fenucci, 2005; Xiao-Yi et al.,
2006; Lupatsch & Kissil, 1997; Kikuchi, 1999; Lee, 2002). En lo que respecta al AP, éste
ha sido sustituido principalmente por aceites de origen vegetal (AV) tales como soja,
palma, colza, lino y girasol en especies tanto marinas, dorada Sparus aurata (Izquierdo
et al., 2003; 2005; Montero et al., 2003; 2008; Martínez–Llorens et al., 2007; Fountoulaki
et al., 2009; Benedito–Palos et al., 2009; 2010; Ganga et al., 2011), sargo picudo
Diplodus puntazo (Almaida–Pagán et al., 2007; Piedecausa et al., 2007; Nogales-Mérida
, 2011), dorada del Pacífico Pagrus auratus (Glencross et al., 2003), lubina
Dicentrarchus labrax (Mourete et al., 2005; Richard et al., 2006), bacalao del Atlántico
Gadus morhua (Mørkøre et al., 2007), pargo negro Acanthopagurs schlegeli (Peng et al.,
2008) así como en especies eurihalinas, tales como el salmón Salmo salar (Grisdale–
Helland et al., 2002; Ruyter et al., 2006; Aslaksen et al., 2007; Olsvik et al., 2007;
Pratoomyot et al., 2008; Turchini et al., 2003; 2011) o en especies continentales como el
bagre Mystus nemurus (Ng et al., 2000) tilapia Oreochromis niloticus (Ng & Wang, 2011;
Teoh et al., 2011), la perca de Murray Maccullochella peelii peelii (Francis et al., 2007)
y el pacú Piaractus mesopotamicus (Tanamati et al., 2009). Estas materias primas tienen
como ventaja su abundancia en el mercado y bajos precios en comparación con el AP.
Aunque, en los últimos años como consecuencia del auge de los biocombustibles, el
precio de las mismas se ha incrementado (FAO, 2008).
5
De igual forma, se han empleado grasas animales para la sustitución del AP, tales como
la manteca de cerdo, el sebo de vaca y la grasa de pollo, tanto en especies marinas como
el sargo picudo D. puntazo, el corvinón ocelado Sciaenops ocellatus, el halibut
Hippoglossus hippoglossus, salmón real Oncorhynchus tshawytscha, perca japonesa
Lateolabrax japonicus y la corvina amarilla Pseudosciaena crocea (Nogales-Mérida
2011; Mugrditchian et al., 1981; Craig & Gatlin, 1995; Xue et al., 2006; Martins et al.,
2009; Wang et al., 2012), como continentales como en la perca Perca flavescens, surubi
moteado Pseudoplatystoma coruscans, trucha marrón Salmo trutta, trucha arco iris O.
mykiss, camarón marino Litopenaeus vannamei, salmón real O. tshawytscha (juveniles)
y surubi Pseudoplatystoma sp.(Heck & Calbert, 1977; Martino et al., 2002; Turchini et
al., 2003; Liu et al., 2004; Zhou et al., 2007; Noffs et al., 2009; Regan et al., 2010) para
sustituir parcialmente al AP.
Además de los estudios mencionados que demuestran que hay un gran interés por
encontrar nuevas fuentes alternativas para sustituir el AP, los AV constituyen candidatos
prometedores para la sustitución del AP. Y esto se debe a que algunos AV tales como el
aceite de soja y aceite de colza son ricos en ácidos grasos poliinsaturados (PUFA),
especialmente linoleico (18:2n-6) y ácidos oleicos (18:1n-9), los cuales, el primero es
muy importante porque es uno de precursores indirectamente en la producción de
eicosanoides, mientras que el último es utilizado preferentemente en los peces como
fuente de energía metabólica (Rodríguez et al., 2009), pero son carentes de n-3 HUFA,
(Guillame et al., 2004). El aceite de palma es también un candidato potencial debido a su
nivel relativamente bajo de 18:2n-6 y abundante de los ácidos palmítico (16:0) y 18:1n-9
(Ng et al., 2003), y su producción ya supera la correspondiente de aceite de soja por lo
que es el aceite vegetal más abundante en todo el mundo (Nord et al.,2009). Además, el
uso del aceite de palma en piensos para el salmón Atlántico y trucha arco iris sobre el
crecimiento y eficiencia del alimento, ha sido comparable a de los peces alimentados con
niveles equivalentes de AP (Torstensen et al., 2000; Rosenlund et al., 2001; Caballero et
al., 2002). Del mismo modo, Badillo-Zapata et al. (2010) en dietas con mezclas de aceites
vegetales como maíz y linaza sobre juveniles de lenguado de California Paralichthys
californicus no encontró diferencias significativas en el crecimiento al comparar en el
tratamiento control (dieta con AP). Sin embargo, a pesar de estos resultados en estos
peces; en los peces marinos el uso de aceites vegetales como única fuente de lípidos es
limitada ya que estas especies tienen una baja capacidad de convertir el ácido linoleico y
linolénico en ácidos araquidónico (AA), eicosapentaenoico (EPA) y docosahexaenoico
(DHA) que son esenciales para peces marinos (Sargent et al., 2002).
Por otro lado, en los peces los principales lugares de almacenaje de los lípidos son el
hígado, el tejido adiposo perivisceral o el músculo, que es la única parte realmente
comestible (Guillame et al., 2004). En numerosas especies como la seriola de aleta
amarilla Seriola lalandi, trucha arco iris O. mykiss, dorada S. aurata, el lenguado de
Califorina P. californicus, y el bacalao de Murray Maccullochella peelii, se ha
comprobado que las dietas ya sean formuladas con AP o AV, conducen a modificaciones
de la composición corporal de los peces (Bowyer et al., 2012; Badillo-Zapata et al., 2010;
Caballero et al., 2002; Izquierdo et al., 2005; Turchini et al., 2011), y en especial en la
composición de los AG. Es decir la naturaleza y el contenido en materias grasas influyen
de manera considerable en la composición de ácidos grasos (AG) corporales (Guillame
et al., 2004). Además cuanto más elevado sea el aporte de lípidos alimentarios, más se
verá disminuido la síntesis de novo de los AG y tendrá lugar el depósito de AG exógenos.
Por tanto, la composición de los AG corporales refleja la de los lípidos alimentarios.
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Por lo que la sustitución del AP por una fuente lipídica alternativa, ya sea vegetal como
animal, no sólo afecta el crecimiento y la eficiencia alimentaria de los peces, sino que
también afecta y de forma muy importante (Turchini et al., 2009), al porcentaje de ácidos
grasos corporales del animal, como consecuencia de la capacidad para biosintetizar
dichos ácidos grasos de la especie objeto de estudio.
Por otro parte, las especies en acuicultura donde son producidas en sistemas
superintensivos e intensivos, están sometidos a condiciones de estrés que se traduce en
bajas tasas de crecimiento y eficiencia alimenticia, así como a la presencia de
enfermedades ocasionadas por patógenos oportunistas (Auro & Ocampo, 1999). Para
sobrellevar estos problemas se ha estudiado el uso de suplementos alimenticios que eviten
la aparición de enfermedades y operen como promotores de crecimiento. Uno de estos
suplementos muy interesantes se enfoca al empleo de probióticos (Robertson et al., 2000;
Verschuere et al., 2000; Gullian et al., 2004; Balcázar et al., 2006) que pueden definirse
como microorganismos que administrados en la dieta promueven el bienestar de los
organismos en acuicultura por medio de la estimulación del sistema inmune, así como del
establecimiento del balance microbiano intestinal mediante la exclusión de
microorganismos potencialmente patógenos (Verschuere et al., 2000; Irianto & Austin,
2002; 2003; Lara et al., 2003). Es así que el empleo de probióticos en los piensos en
acuicultura y su efecto en el crecimiento y supervivencia se ha estudiado en especies
acuícola como, la carpa dorada Carassius auratus, la tilapia nilótica Oreochromis
niloticus (Castro-Barrera et al., 2011; Aly et al., 2008; Abraham et al., 2008). La
importancia del uso de probióticos en acuicultura, se debe a que en los peces; estos
ocuparían y colonizarían sitios en el tracto digestivo particularmente en el epitelio de la
mucosa gastrointestinal lo cual a su vez desplazarían a agentes patógenos y por tanto se
mejora el estado de salud de los organismos (Jöborn et al., 1997, Korkea-Aho et al., 2012;
Lazado et al., 2011; Macey & Coyne, 2006; Merrifield et al., 2010). Así mismo, el empleo
de probióticos mejora las actividades del sistema inmune innato como los fagocitos
(neutrófilos y macrófagos), estadillo respiratorio, la actividad lisozima y la actividad de
la peroxidasa y antiproteasa (Akhter et al., 2015). También se sabe que el empleo de los
probióticos en las dietas pueden causar modificaciones en la microbiota asociada al tracto
gastrointestinal del hospedador y generar efectos beneficiosos como la mejora de la
conversión del alimento y la digestibilidad (Díaz & Martínez-Silva, 2009; Deschrijver &
Ollevier, 2000; ten Doeschate & Coyne, 2008). En efecto una mejora del crecimiento y
eficiencia de alimentación en S. dumerili en dietas con sustitución parcial de la harina de
pescado por harina de soja con o sin Lactobacillus planntarum se debería a las mejoras
en la microbiota instestinal causada por el probiótico (Dawood et al., 2015)
En lo que respecta a la especie de interés del presente trabajo, la importancia se debe a
que es una especie que presenta un elevado crecimiento en comparación con la dorada y
la lubina pudiendo llegar a tener tasas de crecimiento de 5,8 g/día y superar 1 kg en un
año; así como también su aceptación en el mercado mediterráneo (Aviles & Castelló,
2004; Cardona-Pascual, 1993; Lazzari & Barbera, 1989; García-Gómez, 1993). Otra
característica que hace interesante a esta especie, es su buena adaptación a la cautividad,
aceptando una alimentación artificial (García-Gómez, 2000). Así mismo un precio de
mercado actualmente superior a los 13 euros el kilo (precio superior comparado con la
dorada y lubina), hacen de la seriola mediterránea una óptima candidata a la ansiada
diversificación del sector. Por otra parte, destacar la creciente demanda de alevines por
parte de empresas productoras en el Mediterráneo, que ven en esta especie una
oportunidad para la diversificación del engorde de dorada y lubina (Mis peces.com,
7
2015). Sin embargo, a pesar de estas características como especie potencial en
acuicultura, aún sigue siendo una especie en experimentación en la acuicultura española,
en la cual falta mejorar aspectos como la producción de alevines en cautividad,
reproducción, alimentación en todos las fases y el conocimiento de las patologías (OESA,
2013). Pero empresas como Futuna Blue S.L de Cádiz y PROMAN de Granada a pesar
de las dificultades que presenta esta especie en su producción acuícola; han logrado llegar
producir alevines y en el caso de Futuna Blue S.L que inicio sus ensayos de producción
a finales del 2012 y que luego de tener éxito, es en el siguiente año (2013) que logra sus
primeras ventas comerciales a empresas mediterráneas (concretamente 12 000 ejemplares
entre 10 y 15 g). Mientras que esta misma empresa para el 2014 realizó ventas de 17 000
ejemplares con una talla de 14 g a la empresa Niordseas en Calpe, empresa perteneciente
al Grupo Andrómeda (Mis peces.com, 2014). Si bien se está logrando superar los
problemas antes mencionados en la producción acuícola de S. dumerili por parte de las
empresas; para establecer una acuicultura sostenible de esta especie es necesario
identificar efectivas fuentes alternativas de proteína y aceites, y más aún cuando la
producción de la principal fuente de proteína y lípidos en la nutrición acuícola como lo
son las HP y AP, no se están incrementando. Por lo tanto, esto pone de manifiesto la
importancia de los estudios de nutrición en esta especie. Al respecto los estudios de
requerimientos nutricionales de S. dumerili son escasos, pero hay varios trabajos en los
que se estudió el efecto de diferentes formulaciones de dietas para especies del género
seriola, incluyendo S. quinqueradiata, S. lalandi y S. dumerili (TaKii et al., 1989;
Takeuchi et al., 1992; Masumoto et al., 1996; Jover et al., 1999; García-Gómez, 2000;
Watanabe et al., 2000; Tomás et al., 2005; 2008; Miranda & Peet, 2008; Moran et al.,
2009; Booth et al., 2010) y la mayoría de ellos están relacionados con la optimización de
los niveles proteicos, o en la sustitución de HP por otras fuentes animales o vegetales. En
tanto el estudio de fuentes alternativas de lípidos diferentes al AP son aún más escasos y
limitándose únicamente a los trabajos de Khaoian et al. (2014) y Aoki et al., (2000),
donde estudiaron el uso de aceite de hígado de aves, sebo de vaca y aceite de palma en S.
quinqueradiata.
Se sabe que las especies del género seriola necesitan niveles altos relativos de proteínas
(45-55%) en la alimentación para un máximo crecimiento, ya que estas especies son
altamente dependientes de las proteínas para crecer y obtener energía (Masumoto et al.,
1996; Jover et al., 1999; Takakuwa et al., 2006; Tomás et al., 2008).
Las investigaciones centradas en la viabilidad de fuentes alternativas de proteína para S.
dumerili están limitadas a tres trabajos, uno de ellos conducido por algunos de los
miembros del grupo de investigación donde se desarrolló el presente trabajo (Grupo de
Investigación de Acuicultura y Biodiversidad –Universitat Politècnica de València) en el
que se estudió la viabilidad de la harina de soja (Tomás et al., 2005). Mientras que las
investigaciones lípidos por fuentes alternativas para esta especie no se ha estudiado.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que la alimentación con ingredientes alternativos
debe mantener la salud de los peces y la calidad de la carne, que debe ser rica
principalmente en n-3 HUFA, favorable para la salud humana, ya que su ingesta
disminuye la colesterolemia y la aparición de enfermedades cardiovasculares (Rubio,
2002).
8
Por ello, el objetivo de este trabajo fue valorar el efecto de la sustitución de aceite de
pescado por una mezcla de aceites vegetales, teniendo en cuenta que a uno de los
tratamientos se le añadió un probiótico compuesto por Lactobacillus brevis y L. buchneri,
para analizar la repercusión, en el crecimiento y parámetros nutritivos, la composición en
ácidos grasos y en los parámetros sensoriales del filete de la seriola (S. dumerili).
2. Material y métodos
2.1. Condiciones experimentales y ensayo de crecimiento
El trabajo se realizó en el laboratorio de acuicultura (LAC) del Departamento de Ciencia
Animal de la Universitat Politécnica de Valencia. Dicho laboratorio se encuentra
equipado para realización de diversos trabajos experimentales en peces. Está instalación
cuenta con sistema de recirculación de agua marina de 65 m3 de capacidad, sistema de
aireación, sistema de oxigenación en casos de emergencia, sistema de bombeo (3 bombas
de 5.5 kw c/u), pozas de almacenaje de agua marina y dulce, sistema de depuración de
agua a través de un filtro mecánico tipo rotatorio de tambor, biofiltro; así mismo 18
tanques de fibra de vidrio 1750 L, y otros elementos importantes dentro de un sistema de
recirculación de agua marina. Por otro lado, los peces (juveniles de S. dumerili) se
obtuvieron de la empresa Futuna Blue S.L. (Cádiz). Un mes antes de iniciar el
experimento, los peces se aclimataron a las nuevas condiciones del laboratorio. Durante
este periodo los ejemplares se alimentaron con un pienso control a saciedad aparente dos
veces al día durante seis días a la semana. Posteriormente, 300 juveniles con un peso
medio inicial de 175 g fueron distribuidos aleatoriamente (25 peces/tanque) en 12 tanques
de 1750 L de capacidad (1500 L de volumen de agua) (Figura 1). Se formularon 3 piensos
experimentales y un pienso control, los cuales se asignaron de forma aleatoria y por
triplicado a los tanques. El fotoperiodo fue natural y las condiciones de iluminación fue
similar en todos los tanques.
Figura 1. Tanques de la línea 2 en el LAC, donde se llevó a cabo la prueba de crecimiento.
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Al inicio del ensayo tres ejemplares fueron sacrificados y conservados para los análisis
de composición proximal y de ácidos grasos. Tres veces por semana durante los 109 días
del experimento, se tomaron mediciones de la temperatura y concentración de oxígeno
del agua, con un oxímetro portátil (OxyGuard Handy Polaris), (± 0,5 °C y ± 0,1 g. L-1,
respectivamente). La salinidad, mediante un refractómetro (Hanna Instruments) (± 2); el
pH, con una pH-metro portátil OxyGuard Handy pH (± 0,01); las concentraciones de
amonio, nitritos y nitratos, mediante test colorímetro (MERCK) (± 0,01).
La alimentación de los peces durante el experimento fue a saciedad aparente 2 veces por
día (09:00 y 16:00 h), durante los 6 días de la semana por un tiempo de 109 días. El
control de peso de los peces se llevó a cabo mensualmente. Éste se realizó de la siguiente
manera: se bajaba el nivel del agua de cada tanque hasta una altura aproximada de 15 cm
(Figura 2); inmediatamente con un salabre los estos fueron capturados y colocados en
cubas de plástico con agua de los mismos tanques. Se adicionó a razón de 30 mg l-1, el
anestésico aceite de clavo de olor (Guinama, Valencia, España) el cual contiene 87% de
eugenol. Con los organismos anestesiados, se procedió a pesar y a registrar el peso de los
mismos.
Figura 2. Ejemplares de S. dumerili en tanque de experimentación durante el muestreo
mensual.
Al final de la prueba, 9 peces de cada tanque fueron sacrificados, y de ellos se procedió
a realizar una serie de mediciones y tomas de muestras tal y como se indica en la Figura
3.
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7 Peces de cada tanque
Peso y longitud total.
Peso y toma de muestras completas de
hígados, vísceras y grasa visceral.
Extracción de sangre con jeringas
heparanizadas para los análisis
hematoquimicos (solamente de dos
tanques por tratamiento).
Filetes de la carne: 8 del FO 100 y 4
de los FO 25 y FO 0 para los análisis
de calidad.
Peso y longitud total de
todos los ejemplares.
2 Peces de cada tanque para los
análisis de composición
proximal y ácidos grasos.
Peso y longitud total de
todos los ejemplares.
7 Peces de cada tanque
Peso y longitud total.
Peso y toma de muestras completas de
hígados, vísceras y grasa visceral.
Extracción de sangre con jeringas
heparanizadas para los análisis
hematología y bioquímicos.
Filetes: 8 del FO 100 y 4 de los FO 25
y FO 0 para los análisis de calidad.
Figura 3. Esquema de trabajo al final del experimento, donde se indica el número de
ejemplares de S. dumerili utilizados para los diferentes análisis correspondientes.
Para los análisis de composición proximal y ácidos grasos, los peces fueron previamente
triturados en una maquina moledora de carne Kenwood pro 1600 (Figura 4).
La conservación de las muestras se realizó de la siguiente manera: las de sangre se dejaron
reposar a 4 ºC durante 2 horas, y posteriormente fueron enviadas al laboratorio
ICTIOVET S.C.P para los análisis correspondientes. Las muestras para los análisis de
calidad físico- químicos, organoléptico y de sabor de la carne fueron conservadas a – 5 º
C, así como las muestras de hígado, vísceras y grasa visceral. Las de análisis proximal y
ácidos grasos de los peces iniciales y finales, a – 30 º C y – 80 º C, respectivamente.
11
Figura 4. Molienda de ejemplares de S. dumerili para la toma de muestras y análisis de
composición proximal y ácidos grasos.
Durante el experimento, la temperatura del agua fluctuó de 17,0 a 19,1°C. La salinidad
fue de 30 ± 1g L-1. El nivel del oxígeno disuelto fue de 6,7 ± 0,04 mg L-1. El pH vario
desde 7,5 a 7,8. Y los niveles de amonio, nitrito y nitratos se mantuvieron en 0,18 ± 0,07;
0,37 ± 0,05 y 93,2 ± 6,88 mg L-1, respectivamente.
2.2. Formulación y fabricación de las dietas
Se formularon cuatro dietas isolipídicas (15%GB, grasa bruta) e isoproteicas (59%PB,
proteína bruta y un 50%PD, proteína digestible). Las dietas contenían diferentes niveles
de sustitución del aceite de pescado por una mezcla de aceites vegetales. La formulación
y composición de las mismas se muestra en la Tabla 1.
En cuanto a la preparación; estas fueron preparadas en la fábrica de piensos del
Departamento de Ciencia Animal de la Universitat Politécnica de Valéncia. Para ello se
empleó un extruder semiindustrial de la casa Clextral modelo BC45.
12
Tabla 1. Formulación (g Kg-1) y composición proximal (%) de cada una de las dietas.
Materias primas FO 100 FO 25 FO 0
Harina de pescado 350 350 350
Harina de trigo 100 100 100
Gluten de trigo 140 140 140
H. soja desengrasada 185 185 185
H. de carne de Ibérico 110 110 110
Aceite de pescado 95 24 0
Aceite de linaza - 28 38
Aceite de girasol - 21 28
Aceite de palma - 22 29 vMix de multivitaminas y minerales 20 20 20
Composición proximal (% en peso húmedo)
Materia seca 87,4 88,8 89,6
Proteína bruta 51,4 53,8 52,4
Grasa bruta 13,9 13,4 14,8
Cenizas 7,3 9,1 7,4
Humedad 12,6 11,2 10,4
Energía bruta (MJ Kg-1) 21,2 21,1 21,7 v Las vitaminas y la mezcla mineral (los valores son g kg-1, excepto aquellos en paréntesis): Pre mezcla: 25;
Colina, 10; DL-a-tocoferol, 5; ácido ascórbico, 5; (PO4) 2Ca3, 5. Composición Pre mezcla: acetato de
retinol, 1000000 IU kg-1; calcipherol, 500 UI kg-1; DL-a-tocoferol, 10; menadiona sodio bisulfito, 0,8;
hidroclorhidrato de tiamina, 2,3; riboflavina, 2.3; clorhidrato de piridoxina, 15; cianocobalamina, 25;
nicotinamida, 15; ácido pantoténico, 6; ácido fólico, 0.65; biotina, 0,07; ácido ascórbico, 75; inositol, 15;
betaína, 100; polipéptidos 12.
Figura 5. Preparación de la dieta FO 0+ con los probióticos.
Es importante indicar que la dieta FO 0+ (pienso que no se muestra en la Tabla 1), tiene
la misma composición que el pienso FO 0, y se diferencia de esta última porque contenía
los probióticos Lactobacillus brevis y L. buchneri. Está se preparó aplicando con un
pulverizador de plástico 5 ml de los probióticos por cada 500 g de pienso seco (Figura 5).
En cuanto a su composición proximal como materia seca, proteína bruta, grasa bruta,
cenizas, humedad y energía bruta; estos fueron de 88,3; 51,6; 13,9; 7,4; 11,6 y 21,2 (MJ
Kg-1), respectivamente.
13
2.3. Análisis químicos
Los análisis químicos se llevaron a cabo en el Laboratorio de la Unidad de Alimentación
del Departamento de Ciencia Animal de la Universitat Politécnica de Valéncia. Estos
correspondieron a los análisis de composición proximal y ácidos grasos de las dietas, así
como el pescado entero (peces al inicio y al final del experimento); se analizaron de
acuerdo con los procedimientos de AOAC (1990): materia seca (105 °C hasta peso
constante), cenizas (mediante incineración a 550 °C hasta peso constante), la proteína por
el método de Dumas que consiste en la transformación de todas las formas de nitrógeno
en N gaseoso por calcinación y su determinación es por conductividad térmica
(Analizador de proteína LECO CN 628), y la grasa se extrajo con éter dietílico (sistema
de extracción Ankom XT10). Los análisis se realizaron por triplicado.
Los ácidos grasos fueron determinados por síntesis directa de esteres metílicos (FAME),
se prepararon de acuerdo a O'Fallon et al. (2007), y se analizaron por cromatografía de
gases en un cromatógrafo FINNIGAN FOCUS 6C (AI 3000).
2.4. Análisis hematológicos
Al final del experimento 7 peces de cada tanque (pero solamente de dos replicas por
tratamiento) previamente anestesiados se les extrajo muestras de sangre por punción de
la vena caudal usando jeringas heparinizadas como anticoagulante. Inmediatamente las
muestras fueron depositadas en frascos eppendorf rotulados previamente heparinizados y
almacenados en refrigeración a 4ºC para su posterior análisis.
Se realizaron análisis de las concentraciones de glucosa, lactato deshidrogenasa (LDH),
colesterol y triglicéridos fueron determinados por espectrofotometría ultravioleta
sensible. Así también el recuento de número de glóbulos rojos, el cual fue determinado
en cámara Neubauer, el porcentaje de hematocrito por método manual de
microhematocrito, la hemoglobina mediante espectrofotometría y el cortisol por
quimioluminiscencia. Todos estos análisis como se mencionó, fueron realizados por el
laboratorio ICTIOVET S.C.P.
2.5. Índices de crecimiento y parámetros nutritivos
Con los datos de peso total e ingesta total; así como también con los datos de proteína en
el pez; se determinaron los índices de crecimiento y parámetros nutritivos. Estos fueron
calculados según Guillaume et al. (2004), Hardy & Barrows (2002), y Cho & Boureau
(1999), mediante las siguientes formulas:
Tasa de crecimiento instantáneo (TCI), (%/día):
𝑇𝐶𝐼 = 𝐿𝑛𝑃𝑓(𝑔) − 𝐿𝑛𝑃𝑖(𝑔)
𝑛º 𝑑𝑖𝑎𝑠× 100
Dónde:
Pf: Peso final en gramos y Pi: Peso inicial en gramos
14
Coeficiente térmico de crecimiento (CTC):
𝐶𝑇𝐶 = 𝑃𝑓
13 − 𝑃𝑖
13
∑ 𝑇𝑎𝑒𝑓.
Donde:
Pf: Peso final en gramos
Pi: Peso inicial en gramos
∑Tª ef: sumatorio de temperatura efectiva = nº días * (Tª media mensual - 12ºC).
Tasa de alimentación diaria (TAD), (%/día):
𝑇𝐴𝐷 = (𝐼𝑛𝑔𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙(𝑔)
(𝐵𝑖𝑜𝑚𝑎𝑠𝑎𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙(𝑔) + 𝐵𝑖𝑜𝑚𝑎𝑠𝑎𝑖𝑛𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙(𝑔)
2) × 𝑛º 𝑑𝑖𝑎𝑠
) × 100
Coeficiente de eficacia de crecimiento (CEC):
𝐶𝐸𝐶 = (𝐵𝑖𝑜𝑚𝑎𝑠𝑎𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙(𝑔) − 𝐵𝑖𝑜𝑚𝑎𝑠𝑎𝑖𝑛𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙(𝑔) )
(𝑃𝑟𝑜𝑡𝑒𝑖𝑛𝑎 𝑖𝑛𝑔𝑒𝑟𝑖𝑑𝑎)
Índice de conversión del alimento (ICA):
𝐼𝐶𝐴 = 𝐼𝑛𝑔𝑒𝑠𝑡𝑎𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙(𝑔)
(𝐵𝑖𝑜𝑚𝑎𝑠𝑎𝑓𝑖𝑛𝑎𝑙(𝑔) − 𝐵𝑖𝑜𝑚𝑎𝑠𝑎𝑖𝑛𝑖𝑐𝑖𝑎𝑙(𝑔))
Valor productivo de la proteína (VPP), (%):
𝑉𝑃𝑃 = (𝑃𝑟𝑜𝑡𝑒𝑖𝑛𝑎 𝑟𝑒𝑡𝑒𝑛𝑖𝑑𝑎
𝑃𝑟𝑜𝑡𝑒𝑖𝑛𝑎 𝑖𝑛𝑔𝑒𝑟𝑖𝑑𝑎) × 100
Valor productivo de la grasa (VPG), (%):
𝑉𝑃𝐺 = (𝐺𝑟𝑎𝑠𝑎 𝑟𝑒𝑡𝑒𝑛𝑖𝑑𝑎
𝐺𝑟𝑎𝑠𝑎 𝑖𝑛𝑔𝑒𝑟𝑖𝑑𝑎) × 100
Valor productivo de la energía (VPE), (%):
𝑉𝑃𝐸 = ( 𝐸𝑛𝑒𝑟𝑔í𝑎 𝑟𝑒𝑡𝑒𝑛𝑖𝑑𝑎
𝐸𝑛𝑒𝑟𝑔í𝑎 𝑖𝑛𝑔𝑒𝑟𝑖𝑑𝑎) × 100
15
2.6. Índices biométricos
Con los datos obtenidos de las biometrías, se procedió a determinar los índices
biométricos mediante las siguientes expresiones:
Factor de condición (FC):
𝐹𝐶 = (𝑃𝑒𝑠𝑜𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙(𝑔)
𝐿𝑜𝑛𝑔𝑖𝑡𝑢𝑑 (𝑐𝑚)3) × 100
Índice viscerosomático (IVS), (%):
𝐼𝑉𝑆 = 𝑃𝑒𝑠𝑜 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 𝑣𝑖𝑠𝑐𝑒𝑟𝑎𝑠(𝑔)
𝑃𝑒𝑠𝑜 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙(𝑔) × 100
Índice hepatosomático (IHS), (%):
𝑰𝑯𝑺 = 𝑷𝒆𝒔𝒐 𝒉𝒊𝒈𝒂𝒅𝒐(𝒈)
𝑷𝒆𝒔𝒐 𝒕𝒐𝒕𝒂𝒍(𝒈) × 𝟏𝟎𝟎
Índice de grasa visceral (IGV), (%):
𝐼𝐺𝑉 = 𝑃𝑒𝑠𝑜 𝑔𝑟𝑎𝑠𝑎 𝑣𝑖𝑠𝑐𝑒𝑟𝑎𝑙(𝑔)
𝑃𝑒𝑠𝑜 𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙(𝑔) × 100
Índice de descabezado (ID), (%):
𝐼𝐷 = (𝑃𝑒𝑠𝑜𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 (𝑔) − (𝑃𝑒𝑠𝑜𝑣𝑖𝑠𝑐𝑒𝑟𝑎𝑠 (𝑔) + 𝑃𝑒𝑠𝑜𝑐𝑎𝑏𝑒𝑧𝑎 (𝑔))
𝑃𝑒𝑠𝑜𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 (𝑔)
) × 100
Índice de la carne (ICAR), (%):
𝐼𝐶𝐴𝑅 = 100 × (𝑃𝑒𝑠𝑜𝑓𝑖𝑙𝑒𝑡𝑒 (𝑔))
𝑃𝑒𝑠𝑜𝑡𝑜𝑡𝑎𝑙 (𝑔)
2.7. Análisis de calidad del filete: físico, químico, textura, organoléptico y sabor
Las muestras para realizar estos análisis fueron tomadas a partir de los filetes (dos lomos)
de cuatro peces de los tratamientos FO 25 y FO 0 y ocho del tratamiento FO 100. Con un
lomo de la carne de cada pescado se trabajó aspectos del color, pH, humedad, y
compresión al 30% y 90% y con el otro se realizaron pruebas organolépticas y sabor. Es
necesario indicar que para la realización de estos análisis no se consideró trabajar con
muestras del tratamiento FO 0+ debido a que se estaría repitiendo el análisis; es decir
tanto el grupo de peces de este tratamiento y las del FO 0, fueron de peces alimentados
16
con piensos idénticos salvo la del FO 0 + que estaba suplementado con los probióticos.
A continuación se describe cada uno de los análisis.
Color
La medición del color se realizó en seis puntos de la carne del pescado, para ello, se
empleó un espectrofotómetro Konica minolta CM 700d (Osaka, Japón) y el programa
SpectraMagic para medición de muestras de color. El sistema de medición del color
empleado, fue el de sistema espectrofotométrico CIELAB desde 1976. Este sistema de
medición permite la estimación de tres parámetros del color: L*, a*, b*; donde L*
representa la luminosidad, a* representa la posición entre el rojo (si a* > 0) y el verde (si
a* < 0). Análogamente, la coordenada b* define la desviación hacia el amarillo si b*> 0,
hacia el azul si b*< 0. La diferencia de color (ΔE) fue determinada tomando como patrón
las muestras del tratamiento FO 100, de acuerdo con la ecuación 1 (CIE 1986).
El Chroma del color se determinó con la ecuación 2 (CIE 1976).
2*2*2* baLE (1)
2*2** baC (2)
pH
Fue medido con un pH-metro digital Basic 20+ (± 0.01) (Instrumentos Crison, S.A.,
Barcelona, España), se midió y se registró el pH del filete del pescado en seis puntos
diferentes.
Textura
Un equipo TA.XT (Stable MicroSystems, UK) plus analizador de textura y el programa
Texture Exponent 32, se utilizó para medir la textura de la carne del pescado. Se empleó
muestras de 50 mm x 50 mm largo y ancho y grosor de 10 a 15 mm. En total se realizaron
dos mediciones:
1. Una medición a una compresión del 30% (se realizó en la parte superior del filete
sobre seis puntos) utilizando un cilindro de 6 mm y a una velocidad de 1 y 5 mm/s,
con un tiempo de espera de 5 segundos entre las compresiones.
2. Otra medición a un 90% de compresión utilizando un cilindro de 45 mm y en un
sólo punto (se realizó en la parte inferior del filete), y a una velocidad de 10 mm/s.
En ambas pruebas, el parámetro medido fue la dureza (N), adhesividad,
elasticidad, cohesividad, gomosidad y masticabilidad.
17
Humedad
En flaneras de aluminio conteniendo una porción pequeña de arena de mar
(aproximadamente 3g) y varillas de vidrio (Figura 6a), se determinó la humedad de la
carne (de la parte inferior) de seriola. Se pesó 5 g de muestra e inmediatamente se
procedió a triturarlas con las varillas de vidrio. Seguidamente, fueron desecadas en estufa
a 105ºC hasta peso constante (Figura 6b). El propósito de trabajar con la arena de mar, se
debe a que ayuda a realizar una mejor molienda de las muestras y a captar la humedad de
las mimas, y por tanto el tiempo en determinar el análisis se reduce.
Figura 6. Flaneras de aluminio, varillas de vidrio y arena de mar empleados en la
determinación de la humedad de la carne de seriola (a). Estufa (b).
Prueba organoléptica y de sabor
Para el análisis organoléptico y de sabor, filetes crudos de los tratamientos FO 100, FO
25 y FO 0 (de un tamaño aproximadamente de 80 a 125 g) fueron troceados en pequeños
tamaños (aproximadamente de 15 a 20 g). Seguidamente, se formaron grupos y se
confrontaron muestras de los tratamientos FO 100 y del FO 25, FO 100 y del FO 0 (Figura
7). Inmediatamente, un grupo de 9 personas entrenadas realizaron el análisis
organoléptico y de sabor de los dos grupos de muestras. Estos análisis correspondieron a
aspectos de la carne como:
Olor: olor marino, a degradación, a oxidación, olores extraños.
Color: luminosidad y blancura.
Textura: Compacidad, retención de agua, limo superficial, separación de lascas y
elasticidad.
18
Por otro lado, con las mismas muestras sin cocinar y luego cocinadas durante 1 minuto
en un horno microondas a temperatura interna superior de 70ºC (CAC-GL 31-1999), se
procedió a realizar el análisis organoléptico y de sabor de la carne de los siguientes
aspectos:
Color: luminosidad y blancura
Sabor: marino, degradación, oxidación y extraños.
Textura en boca: compacidad, retención de agua y elasticidad.
Figura 7. Muestras de carne de S. dumerili de los tratamientos FO 100, FO 25 y FO 0
para los análisis organoléptico y de sabor.
Todas las pruebas para el análisis organoléptico y de sabor cocinado y sin cocinar se
calificaron con una escala de 1 a 5.
19
Figura 8. Grupo de panelistas realizando el análisis organoléptico y sabor de la carne de
S. dumerili de los tratamientos FO 100, FO 25 y FO 0.
2.8. Análisis estadístico
Los datos se evaluaron mediante un análisis de varianza (ANOVA), siguiendo el diseño
completamente al azar. Para determinar diferencias significativas entre tratamientos, se
aplicó el test de Newman-Keuls, al nivel de significancia del 5%, empleando el programa
estadístico Statgraphics 5.1.
20
3. Resultados
La composición y concentración de los ácidos grasos en las dietas, reflejan las
concentraciones de los tipos de aceites empleados en cada uno de ellos (Tabla 2). Así, las
dietas que contenían como fuente lipídica HP, tenían mayor cantidad de ácidos grasos
esenciales altamente insaturados de cadena n-3 (HUFA n-3). En cambio, en las dietas
donde se empleó como fuente lipídica los aceites vegetales como linaza, girasol y palma;
se caracterizaron por tener mayor concentración de ácidos linoleico y linolénico,
respectivamente.
Tabla 2. Composición de ácidos grasos (g 100 g-1 en peso húmedo) de las dietas.
FO 100 FO 25 FO 0 FO 0+
14:0 0,319 0,249 0,185 0,160
15:0 0,002 0003 0,002 0,002
16:0 1,839 2,045 2,122 1,894
17:0 0,052 0,025 0,018 0,016
18:0 0,494 0,510 0,528 0,482
Σ S 2,707 2,831 2,855 2,554
16:1 0,411 0,289 0,204 0,180
18:1n-9 2,643 3,096 3,663 3,270
18:1n-7 0,384 0,307 0,273 0,245
22:1n-9 0,031 0,004 0,007 0,008
Σ Ms 3,470 3,695 4,147 3,703
18:2n-6 1,233 1,395 1,666 1,508
18:3n-6 0,010 0,009 0,010 0,008
20:3n-6 0,010 0,004 0,004 0,005
20:4n-6 0,099 0,061 0,039 0,036
22:4n-6 0,023 0,020 0,010 0,010
Σ n-6 PUFA 1,375 1,488 1,730 1,567
18:3n-3 0,218 1,095 1,637 1,444
20:3n-3 0,015 0,008 0,006 0,005
20:5n-3 EPA 0,566 0,453 0,311 0,283
22:5n-3 0,126 0,076 0,047 0,046
22:6n-3 DHA 1,264 0,795 0,480 0,448
Σ n-3 PUFA 2,189 2,427 2,481 2,227
Σ n-3 HUFA 1,956 1,324 0,838 0,777
EPA/DHA 0,448 0,569 0,648 0,632
n-6/n-3 0,628 0,613 0,697 0,704
ΣS: Sumatorio de ácidos grasos saturados; Σ Ms: Sumatorio de ácidos grasos monoinsaturados; Σ n-6
PUFA: Sumatorio de ácidos grasos poliinsaturados de cadena n-3; Σ n-3 PUFA: Sumatorio ácidos grasos
poliinsaturados de cadena n-3. Σ n-3 HUFA: Sumatorio de ácidos grasos altamente insaturados de cadena
n-3.
21
Por otro lado, las dietas no influyeron en los índices de crecimiento y parámetros
nutritivos de seriola al final del experimento, ya que no se encontraron diferencias
significativas entre tratamientos (Tabla 3). Sin embargo, sí se encontraron diferencias
significativas en la supervivencia de los peces entre el tratamiento FO 25 y los
tratamientos FO 0 y FO 0+; así como diferencias significativas entre los tratamientos FO
100 y FO 0+ (Tabla 3).
22
Tabla 3. Crecimiento, parámetros nutritivos y supervivencia de S. dumerili al final del experimento.
Dietas
FO 100 FO 25 FO 0 FO 0+
PI (g) 175,2 ± 3,62 171,5 ± 3,62 175,3 ± 3,62 180,8 ± 3,62
PF (g) 422,7 ± 5,25 409,1 ± 5,25 419,3 ± 5,25 422,6 ± 5,25
IP (g) 247,4 ± 7,03 241,0 ± 7,03 244,0 ± 7,03 241,8 ± 7,03
S (%) 89,67 ± 2,88ab 92,67 ± 2,88a 80,33 ± 2,88bc 77,33 ± 2,88c
TCI (% día -1) 0,8 ± 0,013 0,8 ± 0,013 0,8 ± 0,013 0,8 ± 0,013
CTC 0,00294 ± 5,23×10-5 0,00281 ± 6,02×10-5 0,00291 ± 5,23×10-5 0,00295 ± 5,23×10-5
TAD (%) 1,1 ± 0,034 1,1 ± 0,034 1,1 ± 0,034 1,1 ± 0,034
ICA 1,5 ± 0,07 1,5 ± 0,07 1,6 ± 0,07 1,6 ± 0,07
CEC 1,33 ± 0,06 1,28 ± 0,06 1,25 ± 0,06 1,20 ± 0,06 Los valores representan la media ± error estándar (n = 3).Letras distintas en la misma fila indican diferencias significativas a p<0,05.
Test de Newman-keuls. PI: Peso inicial; PF: Peso final; IP: Incremento de peso; CTC: Coeficiente térmico de crecimiento.
TAD: Tasa de alimentación diaria. ICA: Índice de conversión del alimento; CEC: Coeficiente de eficacia de crecimiento; S: Supervivencia.
23
Los análisis de composición proximal tanto de peces al inicio como final del experimento
y valores productivos se muestran en la Tabla 4. Como se puede observar, no se
encontraron diferencias significativas en la grasa, materia seca y cenizas de los peces
alimentados con las diferentes dietas. Por el contrario, los resultados de proteína
mostraron diferencias significativas en los peces finales entre los tratamientos FO 25
(19,5%) y FO 0+ (18,3%). Para el caso de los valores productivos de la proteína, grasa y
energía no se encontraron diferencias significativas entre los tratamientos.
Tabla 4. Composición proximal inicial y final (% en peso húmedo), contenido de energía
bruta (MJ kg-1) y valores productivos en la S. dumerili alimentada con los diferentes
piensos experimentales.
Inicio FO 100 FO 25 FO 0 FO 0+
Materia seca 26,4 30,45 ± 0,31 30,84 ± 0,31 29,64 ± 0,31 30,09 ± 0,31
Proteína 17,94 18,65 ± 0,22ab
19,5 ± 0,22a 18,73 ± 0,22
ab 18,3 ± 0,22
b
Grasa 6,07 8,69 ± 0,35 8,92 ± 0,35 8,58 ± 0,35 9,13 ± 0,35
Cenizas 2,65 2,87 ± 0,16 2,82 ± 0,16 2,79 ± 0,16 2,61 ± 0,16
Energía 6,02 7,18 ± 0,12 7,33 ± 0,12 7,11 ± 0,12 7,32 ± 0,12
VPP (%) 25,7 ± 1,33 26,3 ± 1,33 24,1 ± 1,33 22,5 ± 1,33
VPG (%) 52,6 ± 3,39 56,1 ± 3,39 46,7 ± 3,39 52,3 ± 3,39
VPE (%) 26,1 ± 1,51 26,9 ± 1,51 24,0 ± 1,51 24,7 ± 1,51
Los valores representan la media ± error estándar (n = 3). Letras distintas en la misma fila indican
diferencias significativas a p<0,05. Test de Newman-Keuls. VPP: Valor productivo de la proteína; VPG:
Valor productivo de la grasa; VPE: Valor productivo de la energía.
La composición de ácidos grasos (g 100 g-1 en peso húmedo) de los juveniles de seriolas
alimentados con las diferentes dietas se muestra en la Tabla 5. En comparación con las
dietas FO 25, FO 0 y FO 0+ (dietas con inclusión de AV), la composición de AG
corporales de los ejemplares alimentados con la dieta control (FO 100), presentó niveles
significativamente mayores de 20:3n-6, 20:4n-6 y 22:6n-3; mientras que en los juveniles
alimentados con las dietas con inclusión de AV mostraron niveles significativamente
mayores de 18:3n-3 y una mayor relación EPA/DHA. La cantidad de EPA no difirió
significativamente entre los tratamientos que contenían como fuente de lípidos AP (FO
100 y FO 25) (Tabla 5).
24
Tabla 5. Composición de ácidos grasos (g 100 g-1 en peso húmedo) de todo el cuerpo de
S. dumerili antes y después del periodo de alimentación con las dietas (ver Tabla 1).
Inicio FO 100 FO 25 FO 0 FO 0+
14:0 0,120 0,178 ± 0,009a 0,141 ± 0,009
b 0,119 ± 0,009
b 0,126 ± 0,009
b
15:0 0,007 0,006 ± 0,0003 0,007 ± 0,0003 0,007 ± 0,0003 0,007 ± 0,0003
16:0 0,762 1,20 ± 0,06 1,18 ± 0,06 1,14 ± 0,06 1,21 ± 0,06
17:0 0,017 0,031 ± 0,001a 0,022 ± 0,001
b 0,019 ± 0,001
b 0,020 ± 0,001
b
18:0 0,365 0,46 ± 0,02 0,48 ± 0,02 0,47 ± 0,02 0,51 ± 0,02
Σ Saturados 1,13 1,87 ± 0,10 1,82 ± 0,10 1,76 ± 0,10 1,88 ± 0,10
16:1 0,161 0,296 ± 0,013a 0,225 ± 0,013
b 0,189 ± 0,013
b 0,204 ± 0,013
b
18:1n-9 1,290 2,286 ± 0,126b 2,436 ± 0,126
ab 2,655 ± 0,126
ab 2,900 ± 0,126
a
18:1n-7 0,171 0,306 ± 0,012a 0,261 ± 0,012
ab 0,231 ± 0,012
b 0,259 ± 0,012
ab
22:1n-9 0,013 0,023 ± 0,001a 0,008 ± 0,001
b 0,004 ± 0,001
b 0,004 ± 0,001
b
Σ Ms 1,635 2,911 ± 0,149 2,929 ± 0,149 3,079 ± 0,149 3,368 ± 0,149
18:2n-6 0,967 1,144 ± 0,062b 1,273 ± 0,062
ab 1,313 ± 0,062
ab 1,440 ± 0,062
a
18:3n-6 0,006 0,007 ± 0,0006 0,007 ± 0,0006 0,007 ± 0,0006 0,007 ± 0,0006
20:3n-6 0,005 0,010 ± 0,0007a 0,005 ± 0,0007
b 0,003 ± 0,0007
b 0,003 ± 0,0007
b
20:4n-6 0,409 0,066 ± 0,003a 0,049 ± 0,003
b 0,036 ± 0,003
b 0,039 ± 0,003
b
22:4n-6 0,009 0,016 ± 0,0009a 0,013 ± 0,0009
ab 0,009 ± 0,0009
b 0,010 ± 0,0009
b
Σ n-6 PUFA 1,396 1,244 ± 0,067 1,347 ± 0,067 1,368 ± 0,067 1,500 ± 0,067
18:3n-3 0,256 0,279 ± 0,056c 0,672 ± 0,056
b 0,830 ± 0,056
ab 0,913 ± 0,056
a
20:3n-3 0,007 0,016 ± 0,002b 0,020 ± 0,002
ab 0,023 ± 0,002
ab 0,028 ± 0,002
a
20:5n-3 EPA 0,180 0,281 ± 0,020a 0,220 ± 0,020
ab 0,163 ± 0,020
b 0,173 ± 0,020
b
22:5n-3 0,071 0,138 ± 0,009a 0,102 ± 0,009
b 0,069 ± 0,009
b 0,081± 0,009
b
22:6n-3 DHA 0,525 0,851 ± 0,051a 0,584 ± 0,051
b 0,406 ± 0,051
b 0,446 ± 0,051
b
Σ n-3 PUFA 1,039 1,565 ± 0,120 1,599 ± 0,120 1,490 ± 0,120 1,643 ± 0,120
Σ n-3 HUFA 0,776 1,271 ± 0,080a 0,907 ± 0,080
b 0,638 ± 0,080
b 0,701 ± 0,080
b
n-6/n-3 0,990 0,795 ± 0,052 0,842 ± 0,052 0,933 ± 0,052 0,922 ± 0,052
EPA/DHA 0,342 0,330 ± 0,011b 0,376 ± 0,011
a 0.407 ± 0,011
a 0,386 ± 0,011
a
Letras distintas en la misma fila indican diferencias significativas a p<0,05. Test de Newman-Keuls.
Los valores representan la media ± error estándar (n = 3). Σ Ms: Sumatorio de ácidos grasos
monoinsaturados; Σ n-6 PUFA: Sumatorio de ácidos grasos poliinsaturados de cadena n-3; Σ n-3 PUFA:
Sumatorio ácidos grasos poliinsaturados de cadena n-3.
25
Los resultados de los valores productivos de los principales AG (g 100 g-1 en peso
húmedo) en todo el cuerpo de los juveniles de seriola alimentados con las diferentes dietas
se muestran en la Tabla 6. En comparación con la dieta control, la eficiencia de retención
de los ejemplares alimentados con las dietas con el 100% de mezclas vegetales (FO 0 y
FO 0+) presentaron mayores eficiencias de retención de 17:0, mientras que solamente el
grupo de peces alimentados con la dieta FO 0 presentó eficiencias significativamente
menores de 18:3n-6, 22:4n-6 y 18:3n-3. Por el contrario, se observa para estos mismos
ácidos grasos (con excepción del 18:3n-3), que el grupo de peces alimentados con el
100% de las mezclas vegetales suplementado con el probiótico (FO 0+) no difirió con el
tratamiento control. Para el caso del EPA y DHA no se encontraron diferencias
significativas entre los tratamientos.
Tabla 6. Valores productivos de los ácidos grasos (% en peso húmedo) en la S. dumerili
alimentada con las dietas experimentales.
FO 100 FO 25 FO 0 FO 0+
14:0 51,1 ± 3,47 47,9 ± 3,47 49,9 ± 3,47 51,3 ± 2,83
16:0 59,3 ± 3,07 54,3 ± 3,07 50,5 ± 3,07 52,6 ± 2,51
17:0 58,9 ± 6,67b 73,7 ± 5,44ab 88,7 ± 6,67a 88,5 ± 5,44a
18:0 68,6 ± 4,63 82,0 ± 4,63 79,6 ± 4,63 82,0 ± 3,78
16:1 70,6 ± 5,07 70,0 ± 5,07 78,3 ± 5,07 83,6 ± 4,14
18:1n-9 75,9 ± 5,14 71,9 ± 4,19 74,5 ± 5,47 81,0 ± 4,19
18:1n-7 76,8 ± 4,0 77,5 ± 4,0 75,9 ± 4,0 84,7 ± 3,26
18:2n-6 66,2 ± 3,68 79,6 ± 3,68 69,9 ± 3,68 75,9 ± 3,0
18:3n-6 56,1 ± 2,88a 71,0 ± 3,52a 34,4 ± 3,52b 59,5 ± 3,52a
20:4n-6 55,1 ± 9,58 56,6 ± 9,58 63,5 ± 9,58 73,6 ± 9,58
22:4n-6 67,3 ± 3,53ab 56,1 ± 3,53bc 47,0 ± 3,53c 74,8 ± 3,53a
18:3n-3 93,8 ± 3,24a 65,8 ± 3,24b 45,2 ± 3,24c 67,3 ± 3,24b
20:5n-3 EPA 39,5 ± 5,94 41,2 ± 5,94 38,9 ± 5,94 45,5 ± 5,94
22:6n-3 DHA 64,2 ± 8,91 54,1 ± 7,27 56,3 ± 8,91 63,0 ± 8,91
Los valores representan la media ± error estándar (n = 3). Letras distintas en la misma fila indican
diferencias significativas a p<0,05. Test de Newman-keuls. Σ Ms: Sumatorio de ácidos grasos
monoinsaturados; Σ n-6 PUFA: Sumatorio de ácidos grasos poliinsaturados de cadena n-3; Σ n-3 PUFA:
Sumatorio ácidos grasos poliinsaturados de cadena n-3. Σ n-3 HUFA.
Los parámetros biométricos de las seriolas alimentadas con las diferentes dietas se
presentan en la Tabla 7. Se puede observar que el IVS del tratamiento FO 0+ difirió
significativamente con los tratamientos FO 100 y FO 25 y que dicho tratamiento
correspondió al grupo peces que habían sido alimentados con la dieta en donde se
sustituyó el 100 % el aceite de pescado por mezclas, y que además contenían los
probióticos. Así también se observa que no se encontraron diferencias significativas para
el ID entre los tratamientos FO 25, FO 0 y FO 0+, mientras que sí hubo diferencias
significativas entre los tratamientos FO 100 y FO 0. Para los demás índices somáticos no
se encontraron diferencias significativas.
26
Tabla 7. Parámetros biométricos de S. dumerili al final del experimento.
Los valores representan la media ± error estándar (n = 7). Letras distintas en la misma fila
indican diferencias significativas a p<0,05. Test de Newman-Keuls.
En los parámetros hematológicos y bioquímicos de la sangre de S. dumerili, los niveles
de triglicéridos, cortisol, hemoglobina, así como el número de glóbulos rojos y el
porcentaje de hematocrito, no mostraron diferencias significativas entre los tratamientos
(Tabla 8). Mientras sí se hallaron diferencias significativas en los niveles de colesterol
entre los grupos que contenían AP (FO 100:168,21 y FO 25:151,36 mg dL-1) y los que no
(FO 0: 128,36 y FO 0+: 124,42 mg dL-1). También se encontraron diferencias
significativas en la cantidad de glucosa del tratamiento FO 25 respecto a los tratamientos
FO 100 y FO 0+, y en el nivel de lactato deshidrogenasa del tratamiento FO 100 frente al
resto de tratamientos.
Tabla 8. Hematología y bioquímica de la sangre de S. dumerili al final del experimento.
FO 100 FO 25 FO 0 FO 0+
Col (mg dL-1) 168,21 ± 7,40a 151,36 ± 7,40a 128,36 ± 7,40b 124,42 ± 7,40b
Glc (mg dL-1) 71,62 ± 13,08b 129,14 ± 13,08a 97,21 ± 13,08ab 82,57 ± 13,08b
Trig (mg dL-1) 119,36 ± 7,89 103,79 ± 7,89 107,57 ± 7,89 106,57 ± 7,89
Cortisol (µg dL-1) 6,95 ± 1,88 10,21 ± 1,81 7,01 ± 1,88 10,25 ± 1,81
LDH (mg dL-1) × 104 0,23 ± 0,04a 0,10 ± 0,04b 0,08 ± 0,04b 0,12 ± 0,04b
Hb (g dL-1) 10,12 ± 0,58 9,56 ± 0,66 9,84 ± 0,48 8,79 ± 0,50
G.R (n° × 106 µL-1) 2,87 ± 0,14 2,79 ± 0,16 2,95 ± 0,11 2,73 ± 0,20
Hto (%) 38,89 ± 1,76 42,00 ± 1,99 39,61 ± 1,46 37,41 ± 1,52
Los valores representan la media ± error estándar (n = 7). Letras distintas en la misma fila indican
diferencias significativas a p<0,05. Test de Newman-Keuls. Col: Colesterol; Glc: Glicemia; Trig:
Triglicéridos; LDH: Lactato deshidrogenasa; Hb: Hemoglobina; G.R: Glóbulos rojos; Hto: Hematocrito.
Los análisis físicos, químicos y de textura de la carne de seriola se muestran en la Tabla
9. Se observan para el parámetro luminosidad (L) diferencias significativas del
tratamiento FO 100 respecto a los tratamientos FO 25 y FO 0. En el índice de rojo (a), los
resultados mostraron valores negativos lo cual indicaría que el color de la carne
corresponde a un color verde. Para el caso del índice de amarillo (b), presentaron valores
positivos y se encontraron diferencias significativas entre los tratamiento FO 100 (2,53)
con los tratamientos FO 25 (0,73) y FO 0 (1,0). En tanto en la diferencia de color
(DELTA), no se encontraron diferencias significativas entre la carne de seriola de los
tratamientos FO 25 (4,76) y FO 0 (4,53); por el contrario, el DELTA de estos tratamientos
sí difirió significativamente con el tratamiento control (FO 100: 2,88).
Por otro lado, el perfil de la textura (TPA) de la carne de seriola, indicó que no existen
diferencias significativas entre los tratamientos para cada uno de los parámetros
FO 100 FO 25 FO 0 FO 0+
FC 1,51 ± 0,02 1,50 ± 0,02 1,53 ± 0,02 1,58 ± 0,02
IVS (%) 5,94 ± 0,15b 5,99 ± 0,15b 6.36 ± 0,15ab 6,55 ± 0,15a
IHS (%) 1,69 ± 0,09 1,86 ± 0,09 1,94 ± 0,04 1,96 ± 0,09
IGV (%) 0,36 ± 0,05 0,49 ± 0,05 0,45 ± 0,05 0,45 ± 0,05
ID (%) 72,4 ± 0,32a 72,2 ± 0,32ab 71,2 ± 0,32b 71.9 ± 0,32ab
ICAR (%) 48,5 ± 0,6 48,5 ± 0,6 47,5 ± 0,6 48,6 ± 0,6
27
estudiados (Tabla 9). Es interesante resaltar los valores de adhesividad, ya que valores
negativos indican que la textura de la carne de seriola es pegajosa o adhesiva.
Tabla 9. Características físicas, químicas y textura de la carne de S. dumerili al final del
experimento.
FO 100 FO 25 FO 0
Color
L 34,08 ± 0,29b 35,51 ± 0,41a 35,85 ± 0,41a
a -2,91 ± 0,11b -2,17 ± 0,16a -2,35 ± 0,31a
b 2,53 ± 0,26a 0,73 ± 0,37b 1,00 ± 0,37b
CHROMA 9,30 ± 0,61 9,34 ± 0,86 8,47 ± 0,86
DELTA 2,88 ± 0,20b 4,76 ± 0,28a 4,53 ± 0,28a
Textura
Dureza (N) 229,49 ± 13,36 235,54 ± 18,51 235,74 ± 18,89
Adhesividad (Kg m2/s-2) -15,22 ± 1,04 -13,46 ± 1,45 -13,47 ± 1,48
Cohesividad 0,55 ± 0,005 0,55 ± 0,007 0,56 ± 0,007
Elasticidad 0,80 ± 0,007 0,81 ± 0,010 0,81 ± 0,010
Gomosidad (N) 126,07 ± 6,68 129,07 ± 9,26 130,88 ± 9,45
Masticabilidad (Kg) 101,29 ± 5,18 103,66 ± 7,18 106,26 ± 7,33
Humedad (%) 70,71 ± 0,42 70,82 ± 0,60 71,60 ± 0,60
pH 6,27 ± 0,02 6,32 ± 0,02 6,30 ± 0,02 Los valores representan la media ± error estándar (n= 8 y n=4). Letras distintas en la misma
fila indican diferencias significativas a p<0,05. Test de Newman-Keuls.
Finalmente los resultados de calidad de la carne de seriola que comprendieron una
evaluación organoléptica de muestras crudas, y organolépticas y de sabor de muestras
cocinadas, se muestran en las Tablas 10 y 11, respectivamente.
Se compararon las dos dietas con sustitución del AP con la dieta control de manera
individual. En resumen, los evaluadores no detectaron ninguna diferencia significativa
entre los tratamientos.
28
Tabla 10. Evaluación organoléptica de la carne cruda de S. dumerili al final del
experimento.
FO 0 vs FO 100 FO 25 vs FO 100
FO 0 FO 100 FO 25 FO 100
Olor
Marino 2,11 ± 0,20 1,89 ± 0,20 2,2 ± 0,23 2,0 ± 0,23
Degradación 1,78 ± 0,45 1,56 ± 0,45 1,8 ± 0,50 2,1 ± 0,50
Extraños 1,67 ± 0,44 1,67 ± 0,44 1,9 ± 0,44 1,9 ± 0,44
Color
Brillo 2,22 ± 0,22 2,67 ± 0,22 2,8 ± 0,36 2,9 ± 0,36
Blancura 2,56 ± 0,32 2,56 ± 0,32 3,1 ± 0,34 2,8 ± 0,34
Textura
Compacidad 2,44 ± 0,27 2,00 ± 0,27 2,1 ± 0,33 1,9 ± 0,33
Retención de agua 2,78 ± 0,24 3,11 ± 0,24 3,6 ± 0,29 3,6 ± 0,29
Limo superficial 1,67 ± 0,45 1,78 ± 0,45 1,6 ± 0,42 16 ± 042
Separación de lascas 2,44 ± 0,39 2,5 ± 0,41 2,0 ± 0,23 1,8 ± 0,23
Elasticidad 2,78 ± 0,33 2,25 ± 0,35 2,5 ± 0,22 2,4 ± 0,22
Los valores representan la media ± error estándar (n = 8 y n=4). Letras distintas en la
misma fila indican diferencias significativas a p<0,05. Test de Newman-Keuls.
Tabla 11. Evaluación organoléptica y sabor de la carne cocinada S. dumerili al final del
experimento.
FO 0 vs FO 100 FO 25 vs FO 100
FO 0 FO 100 FO 25 FO 100
Color
Luminosidad 2,33 ± 0,24 2,11 ± 0,24 2,2 ± 0,28 2,7 ± 0,28
Blancura 1,89 ± 0,26 1,89 ± 0,26 2,2 ± 0,2 2,2 ± 0,2
Sabor
Marino 2,00 ± 0,30 2,11 ± 0,30 2,1 ± 0,30 2,1 ± 0,30
Degradación 1,56 ± 0,41 1,56 ± 0,41 1,7 ± 0,42 1,7 ± 0,42
Extraños 1,78 ± 0,46 1,89 ± 0,46 1,7 ± 0,41 2,1 ± 0,41
Textura en boca
Compacidad 2,67 ± 0,33 2,67 ± 0,33 2,8 ± 0,37 2,6 ± 0,37
Retención de agua 2,33 ± 0,32 2,11 ± 0,32 1,9 ± 0,34 2,7 ± 0,34
Untosidad 2,44 ± 0,21 2,44 ± 0,21 2,00 ± 0,27 2,67 ± 0,28
Los valores representan la media ± error estándar (n= 8 y n=4). Letras distintas en la
misma fila indican diferencias significativas a p<0,05. Test de Newman-Keuls.
29
4. Discusión
En primer lugar, es importante resaltar el rápido crecimiento que tiene la S. dumerili,
característica lo que la hace una gran candidata para la acuicultura mediterránea y que
queda totalmente corroborada en el presente trabajo al observar los valores de CTC, que
fluctuaron entre 0,00281 y 0,00295. Si estos valores se comparan con los de otros peces
marinos como la dorada S. aurata, lubina Dicentrarchus labrax y rodaballo Psetta
maxima, que presentan valores medios de 0,00172, 0,00085 y 0,00099 (Mayer et al.,
2008; Alamar et al., 2002; Kaushik, 1998) se evidencia claramente que S. dumerili
presenta mayores CTC y que dicha diferencia se debería en general a que las especies de
este género presentan un rápido crecimiento (Avilés & Castelló, 2004), pudiendo ser hasta
10 veces superior a la de la lubina (Muraccioli et al., 2000).
El análisis de composición de AG de las dietas formuladas con el 100 (FO 100) y 25%
(FO 25) de AP como fuente lipídica, mostró mayores concentraciones de AGE para peces
marinos como lo son el AA, EPA y DHA mientras que como era de esperar, los piensos
formulados con el 100% de mezclas de los aceites de linaza, palma y girasol sin (FO 0) y
con suplementación de probióticos (FO 0+), se caracterizaron por tener mayores
concentraciones de 18:1n-9, 18:2n-6 y 18:3n-3, respectivamente. Esto no supuso un
inconveniente ni en el crecimiento ni en los parámetros nutritivos de la seriola, por lo que
se podría afirmar que todos los piensos cubrieron las necesidades de EPA, DHA y de
ácidos grasos altamente insaturados de cadena n-3. Así pues estos resultados confirman
los de Guillame et al. (2004) que indican unos niveles de EPA y DHA en piensos para
este género se encuentran en un 0,5% de la dieta, aunque quizás en el caso del EPA estén
sobrevalorados ya que con un 0,3% de éste ácido graso en la dieta, como se ha podido
comprobar no ha habido diferencias en el crecimiento.
Por otro lado, el presente estudio indica que todo el AP en piensos para juveniles de
seriola S. dumerili puede ser sustituido por una mezcla de AV (palma, linaza y girasol),
sin ocasionar efectos adversos sobre el crecimiento y parámetros nutritivos. Esto es algo
similar a lo que ocurre en otras especies, como es el caso del lenguado de California P.
californicus (Badillo-Zapata et al., 2010), la dorada S. aurata (Benedito-Palos et al.,
2007), el salmón del Atlántico S. salar (Bell et al., 2002), el bacalao de Murray
Maccullochella peelii peelii (Turchini et al., 2011), trucha arco iris O. mykiss
(Thanuthong et al ., 2011), y en el verrugato Umbrina cirrosa (Segato et al., 2005).
Aunque la sustitución de aceite de pescado por mezclas de aceites vegetales no afectó al
crecimiento y parámetros nutritivos en los juveniles de seriola; sí afectó a la
supervivencia. Sustituciones de un 75% del AP por mezclas de AV afectan
significativamente a la supervivencia de la seriola. Los AG de la dieta influyen en la
composición lipídica de las membranas celulares y sus propiedades físicas, ejerciendo un
efecto profundo sobre la actividad de enzimas asociadas con las membranas y los
receptores, y en la respuesta inmune, ya que muchas de estas respuestas se basan en las
interacciones en la membrana celular de los leucocitos (por ejemplo la producción de
citoquinina). Además, los AG de la dieta pueden afectar la producción de eicosanoides
derivados de ácidos grasos de 20 átomos de carbono (principalmente EPA y AA). Los
eicosanoides incluyen prostaglandinas, leucotrienos y lipoxinas, que están involucrados
en varios procesos fisiológicos como la osmorregulación y la respuesta inmune (Uhing et
al., 1990; Rola-Pleszczynski & Stankov 1993).
30
La supervivencia del tratamiento FO 0+ es un poco contradictoria ya que los peces de
este tratamiento fueron alimentados con la dieta suplementada con los probióticos (L.
brevis y L. buchneri), los cuales son empleados por mejorar la digestibilidad de los
nutrientes y para fortalecer el sistema inmune del huésped (Akhter et al., 2015). De hecho,
en otras especies, como la tilapia Oreochromis niloticus y el lenguado Solea senegalensis
se ha demostrado que el uso de probióticos en dietas mejora la digestibilidad de los
nutrientes y la supervivencia (Aly et al, 2008; García, 2011). Aunque en el salmón del
Atlántico el empleo de probióticos en dietas aumentó la mortalidad, como en el presente
trabajo (Gildberg et al., 1995). Por lo tanto, es posible que los probióticos empleados no
pudieran haber ayudado a fortalecer el sistema inmune en el grupo de peces del
tratamiento FO 0+. Igualmente, el probiótico no pareció mejorar el aprovechamiento de
los nutrientes de la dieta, ya que los resultados obtenidos en los peces alimentados con la
dieta FO 0 (sin probióticos), obtuvieron unos resultados muy similares de tasa de
alimentación, índice de conversión del alimento y coeficiente de eficacia de crecimiento
a los de la dieta control.
Los resultados de composición proximal, energía y valores productivos de los nutrientes
en todo el cuerpo de seriola al final del experimento indican al igual que para los
resultados de crecimiento y parámetros nutritivos que no hay efecto alguno de los piensos
en los mismos. Resultados similares también fueron encontrados en la dorada (S. aurata),
la seriola de aleta amarilla S. lalandi y el bacalao de Murray M. peelii peelii (Fountoulaki
et al., 2009; Bowyer et al., 2012; Turchini et al., 2011). Del mismo modo Benedito-Palos
et al. (2007) no encontraron diferencias significativas en la dorada S. aurata con piensos
con sustituciones del 33, 66 y 100% del AP por mezclas de aceites vegetales como linaza,
palma y colza.
Sin embargo, mientras que dicha sustitución tiene no tiene efecto en el crecimiento, el
efecto sobre la composición de los peces alimentados con AV muestra una modificación
importante en el nivel de ácidos grasos. Así los peces alimentados con aceites vegetales
presentaron un mayor nivel de C18 PUFA (ácidos grasos poliinsaturados 18: 2n-6, 18:
3n- 3 y 18: 1n-9) y niveles reducidos de n-3 HUFA (ácidos grasos altamente insaturados
de serie n-3), especialmente ácido eicosapentaenoico (EPA) y ácido docosahexaenoico
(DHA), con el consiguiente aumento en la relación de ácidos grasos n-6 / n-3. Estos
resultados son acordes a otros estudios que muestran que las composiciones de AG de los
peces marinos son reflejadas por las composiciones de los ácidos grasos de la dieta (Lee,
2001; Sang-Min et al., 2003). Los resultados también demuestran que la seriola (S.
dumerili), no tiene la capacidad de convertir los ácidos 18:2n-6 y 18:3n-3 en n-3 HUFA
y AA; esto es debido a que al igual que ocurre en peces marinos, hay ausencia o escasa
actividad de enzimas elongasas y desaturasas Δ4 y Δ5; las cuales son las encargadas de
convertir los AGE de 18 C en éstos últimos (Guillame et al., 2004). Por lo tanto, los n-3
HUFA y AA deben ser incluidos en las dietas para peces, ya que además son AGE que
tienen una gran importancia sobre la salud humana. En lo que respecta a las
concentraciones de AG encontrados en el presente estudio, podemos mencionar que el
total de AG saturados y n-3 HUFA fluctuaron entre 1,76 - 1,88 y 0,64 – 1,27 (g 100 g-1
en peso húmedo), respectivamente. Si estos valores se comparan con los de otros peces
marinos como el atún, bagre, besugo, jurel y mero que presentan valores medios en ese
orden para los AG saturados de 0,11; 0,40; 0,14; 0,09 y 0,11 (g 100 g-1); y n-3 HUFA de
0,17; 0,38; 0,23; 0,12 y 0,07 (g 100 g-1) pero con la diferencia que estos datos
31
corresponden a la parte comestible del pez (Castro-Gonzales et al., 2004), se evidencia
claramente que los juveniles S. dumerili presenta mayores concentraciones de estos
ácidos grasos lo cual es un buen indicar de la calidad de los peces desde el punto de vista
de la salud humana.
Los valores productivos de los AG de la seriola demuestran que cuando un AG se
encuentra en nivel dietario menor, su eficiencia de retención se verá incrementada y lo
contrario ocurre cuando hay un mayor nivel de AG. Tal situación se observó con el ácido
17:0, donde el pienso FO 100 contenía un nivel más alto de este AG, lo cual explica que
su eficiencia de retención sea significativamente inferior a los tratamientos FO 0 y FO 0+
donde los piensos de estos tratamientos contenían bajos niveles. Asimismo, se puede
observar para el 18:3n-3 que se encontraba en bajas concentraciones en el pienso FO 100,
su eficiencia de retención para este AG fue significativamente superior en comparación
con los demás tratamientos con un valor del 94%. En cuanto a las eficiencias de retención
de los n-3 HUFA como el EPA y DHA, los resultados indican que no hay diferencias
significativas entre tratamientos, lo cual indicaría que estos ácidos grasos soy muy
importantes para los peces; ya que como se observa son retenidos por igual
independientemente si se encuentra en mayores o menores concentraciones en los
piensos. . Un aspecto importante en estos últimos resultados, se debe al hecho de que la
eficiencia de retención del EPA comparado con los demás AG fue la más baja en todos
los tratamientos, por lo que es muy probable que se esté alimentando con exceso de este
AG a la seriola, lo que nos hace suponer que esta especie requiere niveles inferiores del
mismo. Por otro lado, el efecto de los probióticos sobre los valores productivos en los
peces alimentados con el pienso FO 0+ se evidencia en los resultados de los ácidos 18:3n-
6, 22:4n-6, 18:3n-3, EPA y DHA (aunque en estos no se encontraron diferencias
significativas); en donde se puede observar que los valores productivos fueron
significativamente similares al control (excepción para el 18:3n-3) (Tabla 6). Esto podría
deberse a que el probiótico, haya facilitado la biodisponibilidad o la digestibilidad de los
ácidos grasos, al igual que ocurre con otros los nutrientes (Merrifield et al., 2010).
Los resultados biométricos como el factor de condición, índice hepatosomático e índice
de la carne, indicaron que las dietas no tuvieron efectos sobre los mismos. En varios
estudios, altos niveles de sustitución de aceites de pescado por aceites vegetales en la
dieta de peces carnívoros (Caballero et al., 2002, 2003; Francis et al., 2006; Benedito-
Palos et al., 2008) o el uso de aceites vegetales puros con un alto desequilibrio en de
PUFA de C18 PUFA (Caballero et al., 2002, 2003, 2004; Francis et al., 2006), inducen a
un aumento de grasa en el hígado y el IHS, no siendo el caso de seriola. Sin embargo,
similares resultados se encontraron en la lubina de Murray Sander lucioperca y el bacalao
de Murray M. peelii peeli alimentadas con dietas con aceites vegetales (Kowalska et al.,
2010; Mourente et al., 2005). El índice viscerosomático fue significativamente mayor en
el tratamiento FO 0+, lo cual se debería probablemente a que en este tratamiento las
concentraciones de ácidos grasos monoinsaturados y en especial del 18:1n-9 en las
vísceras de este grupo de peces; habrían sido mayores en comparación con los
tratamientos FO 100 y FO 25. Puesto que en la lubina y la perca euroasiática, un elevado
índice viscerosomático se relaciona con mayores concentraciones de ácidos grasos
monoinsaturados y ácido oleico. Siendo este último es uno de los principales ácidos
grasos de reserva de energía el cual es almacenado en las vísceras de estos peces (Lanari
et al., 1999; Xu et al., 2001).
32
Los resultados obtenidos del estudio de hematológico y bioquímico de la sangre de las
seriolas, no mostraron diferencias significativas en las concentraciones de triglicéridos,
hemoglobina, hematocrito, número de glóbulos rojos y cortisol. Del mismo modo
Montero et al. (2003) en la dorada S. aurata determinaron que no había diferencias
significativas en los niveles de cortisol en el plasma entre tratamientos con dietas de aceite
de pescado y mezclas de aceites vegetales como soja, linaza y colza, respectivamente. En
los niveles de colesterol, sí se encontraron diferencias significativas de los tratamientos
FO 100 y FO 25 (168 y 151 mg dL-1) respecto a los tratamientos FO 0 y FO 0+ (128 y
124 gm dL-1). Similares resultados se han encontrado en lubina D. labrax y la dorada
negra Acanthopagrus schlegeli cuando el aceite de pescado fue sustituido con aceites
vegetales (Richard et al., 2006; Peng et al., 2008). Tales resultados encontrados por estos
autores al igual que los encontrados en el experimento, se deben al hecho de que las dietas
con AV son ricos en ácidos grasos como 18:1n-9, 18:2n-6 y 18: 3n-3, los cuales reducen
los niveles de colesterol (Fernández & West, 2005) causado por los niveles de fitosteroles
que tienen estos aceites (Plaza, 2001). Por otro lado, los niveles de colesterol se
encontraron dentro los rangos normarles para peces marinos (Larsson & Fange, 1977).
Las concentraciones de glucosa indican un incremento en todos los tratamientos a medida
que se aumentó el nivel de sustitución del AP por las mezclas vegetales en las dietas.
Seno-O et al. (2008) en juveniles de S. quiquenradiata también encontraron esta
tendencia, aunque en este trabajo la sustitución del aceite de pescado se hizo con un único
aceite de vegetal, en lugar de una mezcla como en el presente estudio. El análisis de la
enzima lactato deshidrogenasa (LDH) nos muestra unos resultados un poco
contradictorios debido a que según Barandica (2010), niveles altos de esta enzima indica
situaciones de estrés, y según lo mencionado por este autor debería haberse encontrado
menor porcentaje de supervivencia en los peces del tratamiento control, ya que la
concentración de LDH fue significativamente mayor en este tratamiento, en comparación
con los demás. Por el contrario en juveniles de Labeo rohita, un porcentaje de
supervivencia del 70% está relacionado a situaciones de estrés con niveles altos de LDH
(35 UI L-1) (Pakhira et al., 2015). Sin embargo no se podría afirmar que el grupo de peces
de este tratamiento; así como de los demás se hubieran encontrado en situaciones de estrés
durante el experimento, esto debido a que no se encontraron diferencias significativas en
los niveles de hemoglobina y hematocrito (Alves et al., 2010).
En el estudio de evaluación organoléptica así como en el análisis de textura y pH tanto en
muestras crudas como cocinadas de la carne de seriola, indica que la sustitución del aceite
de pescado por una mezcla de aceites vegetales, no produce cambios drásticos en las
propiedades organolépticas de la carne de esta especie. Del mismo modo, Montero et al.
(2005), Fountoulaki et al. (2009) y Grigorakis et al. (2009) en lubina y dorada no
encontraron diferencias significativas, aunque estos autores trabajaron con mezclas
individuales de los aceites de soja, linaza, palma respecto a una dieta control con aceite
de pescado y únicamente en muestras de carne cocinada. Sin embargo, algunos han
detectado diferencias sensoriales entre peces alimentados con dietas con aceite de pescado
y dietas con altos niveles de inclusión de aceites vegetales (Izquierdo et al., 2005;
Martínez-Llorens et al., 2007).
33
En tanto la explicación del porque no hay diferencias significativas al menos para el
parámetro compacidad; se debería a que los niveles corporales de ácidos grasos
poliinsaturados (PUFA) y saturados fueron similares en todos los tratamientos; ya que en
la dorada S. aurata se encuentran diferencias significativas en la dureza de la carne
cuando los niveles de PUFA son superiores y los ácidos grasos saturados inferiores en
dietas con sustitución del 80% del AP por aceite de soja (Izquierdo et al., 2005). En
general la no discriminación por parte de los panelistas en la evaluación organoléptica se
debería también a que los resultados de composición proximal no evidenciaron
diferencias significativas (con excepción en la proteína).
Otro aspecto importante además de estos últimos estudios mencionados sobre la calidad
de la carne de seriola donde las mezclas de AV no causaron efecto alguno sobre los
mismos y desde un punto de vista comercial; es el estudio del color. En este sentido el
color de la carne es muy importante, ya que es un atributo sensorial que puede influir en
la elección de la carne de pescado por parte de los consumidores. En el caso del salmón
del Atlántico S. salar, se han observado un mayor índice de rojo (a*) cuando se
alimentaron con dietas con aceite de pescado en comparación con dietas con aceites
vegetales (Regost et al., 2004; Røra et al., 2005). Estos autores atribuyen las diferencias
de color entre los grupos dietarios a mayores concentraciones de astaxantina y
cantaxantina observado en animales alimentados con AP. También en el salmón del
Atlántico, un contenido mayor de astaxantina y mayores valores de índice de rojo (a) se
observaron en animales alimentados con una dieta con 31% de grasa (Bjerkeng et al.,
1997). En el presente estudio, los resultados de las mediciones del color revelaron
mayores índices de claridad (L) significativamente superiores en los tratamientos con las
mezclas de aceites vegetales (FO 25 y FO). En el índice rojo (a*), el grupo de peces
alimentados con la dieta con el 100% de aceite de pescado (FO 100), mostró un valor más
negativo que fue significativamente diferente en comparación con los demás
tratamientos; indicando que la carne de estos peces evidenciaba un intenso color verde lo
que a su vez podría explicar las diferencias en el índice de L en este tratamiento. En cuanto
a las diferencias encontradas en el índice de rojo; estos resultados están de acuerdo a lo
encontrado en la dorada S. aurata, después de ser alimentada con dietas con aceites
individuales de soja, linaza y colza (Izquierdo et al., 2005). Mientras la explicación de los
resultados del presente trabajo se debería a que el grupo de peces del tratamiento control
fueron alimentados con mayores contenidos de n-3 HUFA; ya que en los resultados de
composición corporal de ácidos grasos, los del tratamiento control mostraron mayor
diferencia significativa de estos AG en comparación con lo demás así como también lo
reportó Izquierdo et al. (2005) en la dorada. Respecto al índice de amarillo (b*), en todos
los tratamientos se encontraron valores por encima de 0, lo cual indica que la carne mostró
una tendencia hacia el color amarillo. En tanto se encontraron diferencias significativas
entre el b* del tratamiento control frente a los tratamientos FO 25 y FO 0. Del mismo
Montero et al. (2005) en dietas para lubina D. labrax con sustituciones parciales del aceite
de pescado por aceites de colza, soja y linaza, reportaron un índice de amarillo por encima
de 0. Mientras que en este mismo trabajo un nivel del 60% de aceite de colza mostró un
color de la carne más amarillo, siendo significativamente diferente en el grupo de peces
alimentado con el 100% de aceite de pescado. Este último resultado por parte de estos
autores no concuerda con lo encontrado en el presente estudio donde se indicó que un
índice de amarillo significativamente mayor se encontró en los peces alimentados con la
dieta con el 100% de aceite de pescado.
34
Por otro lado la diferencia de color (DELTA), donde se encontraron diferencias
significativas entre los tratamientos. Estos resultados se deberían a las diferencias
encontradas en los índices de rojo y amarillo en los tratamientos.
El consumo de pescado se asocia generalmente a los beneficios para la salud, debido a
sus altos niveles de n-3 HUFA. Estos AG se ha demostrado que puede prevenir las
enfermedades cardiovasculares y neurológicas (Ruxton et al., 2004; Simopoulos, 2005;
Von Schacky, 2006) y son una marca de calidad para los consumidores. La ingesta diaria
recomendada (RDI) de EPA + DHA se estima en al menos 0,25 g por día para los
individuos humanos sanos (EFSA, 2010). A pesar de los cambios observados en la
composición de ácidos grasos corporales al final del experimento (principalmente EPA y
DHA), que disminuyó a medida que el AP se sustituyó por las mezclas de aceites
vegetales; estos podrían ser restaurados si se alimenta de nuevo con una dieta de 100%
de aceite de pescado, mejorando así la calidad de la carne de pescado (Glencross et al.
2003; Izquierdo et al. 2005), además de reducir al mínimo los cambios histológicos, tales
como las alteraciones hepáticas que se encuentran durante la alimentación con aceite
vegetal, según lo informado por Caballero et al. (2004).
35
5. Conclusiones
Los altos valores medios del CTC (0,00281 y 0,00295) comparados con otras
especies indican que S. dumerili es una especie con mucho potencial para la
acuicultura mediterránea.
El presente estudio indica que sustituciones del 75 y 100% del AP por mezclas de
aceites vegetales como linaza, palma y girasol, no afectó al crecimiento de los
juveniles de S. dumerili.
Sustituciones del 100% del AP por mezclas de AV afectan significativamente a la
supervivencia de S. dumerili.
Los resultados de composición corporal de las seriolas y sus valores productivos
al final del experimento indican que no hay efecto alguno de los piensos en los
mismos.
El perfil de ácidos grasos corporales de seriola reflejó el perfil de las dietas. Y se
demostró que S. dumerili, no tiene la capacidad de convertir los ácidos 18:2n-6 y
18:3n-3 en n-3 HUFA y AA.
No se encontraron efectos de los piensos sobre los parámetros sanguíneos como
triglicéridos, hemoglobina, hematocrito, número de glóbulos rojos y cortisol. Y
los peces alimentados con el 100% de aceite de pescado presentaron un mayor
contenido de colesterol y lactato deshidrogenasa en el plasma.
Los resultados biométricos como el factor de condición, índice hepatosomático e
índice de la carne, indicaron que las dietas no tienen efectos sobre los mismos.
En el estudio de evaluación organoléptica así como en el análisis de textura y pH,
tanto en muestras cocinadas como no cocinadas de la carne de seriola, indica que
la sustitución del aceite de pescado por una mezcla de aceites vegetales, no
produce cambios drásticos en las propiedades organolépticas de la carne de esta
especie.
La características del color de la carne de los juveniles de S. dumerili con
excepción del CHROMA y DELTA, fueron afectados por los piensos.
En general estos resultados demuestran que es posible sustituir todo el aceite de
pescado por las mezclas de aceites empleadas en este experimentó en dietas para
S. dumerili.
36
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