montes, pastos y cañadas - los comunales de navarra
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Captulo 4
Montes, pastos y caadas:Los comunales de Navarra
Beln Arrizabalaga LizarragaNASERSA
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?Qu son los Comunales de Navarra ?
Qu superficie ocupan ?
Dnde estn situados los Montes y pastos comunes ?
Por qu tienen tanta importancia social y econmica ?
Cmo se gestionan esas zonas y espacios naturales ?
Qu usos tienen en la actualidad ?
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A lo largo de la historia, Navarra ha sabido conservary mantener una parte importante de su territorio bajodominio pblico. Esto significa que todos los navarrostenemos derecho a su uso y disfrute, y tambin la res-ponsabilidad de su cuidado con el fin de preservar esariqueza para las generaciones futuras.
El 41% de la superficie total de Navarra son lo quedenominamos montes y pastos Comunales, por esautilizacin que se hace en comn de sus aprovecha-mientos.
Compartir los pastos, las hierbas del monte, los hele-chales, las leas y la madera fue una costumbre an-cestral entre los habitantes de los valles montaeses.Asimismo, la trashumancia de los pastores con reba-os y ganados entre la montaa y las llanuras de la Ri-bera ha sido una prctica corriente desde la prehistoria.
Estas costumbres y pactos ancestrales entre vecinos,se convirtieron en leyes escritas durante la EdadMedia. Dichas leyes, con las lgicas adaptaciones ala realidad de cada poca y a los regmenes polti-cos, se han ido transmitiendo de padres a hijos hastala actualidad.
Gracias a esa manera peculiar de gestionar nuestrosmontes podemos hoy gozar de unos espacios natura-les nicos y emblemticos, donde la fauna y vegeta-cin autctonas conviven en equilibrio con la actividadhumana en sus diversas vertientes: turismo, ganade-ra y aprovechamiento maderero.
La existencia de estos pastos comunales, adems,est permitiendo la supervivencia de una ganaderaextensiva que nos proporciona alimentos de gran ca-lidad y contribuye a conservar ese paisaje.
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Navarra es la nica regin europea que rene en su terri-
torio tres zonas biogeogrficas distintas: Alpina, Atln-
tica, y Mediterrnea, lo que le confiere una alta
biodiversidad y variedad de paisajes. Cuenta por tanto
con unos espacios singulares, pero tambin su forma de
gestionarlos es propia y singular, digna de ser estudiada.
Dichos espacios estn muy ligados a los usos ganaderos,
como veremos en este captulo.
El 57% de la superficie de Navarra es forestal y un 39%
se aprovecha para el cultivo, lo que significa que el 96%
de su territorio mantiene el carcter rural.
No solo es importante la extensin sino tambin la varie-
dad de nuestra riqueza forestal y la calidad de los espa-
cios que se han preservado. En Navarra se encuentra el
mayor bosque de hayas de Europa occidental y conta-
mos con una importante Red de Reservas y Espacios Na-
turales Protegidos algunos tan emblemticos como
Urbasa-Anda o las Bardenas Reales. Todos ellos son
ecosistemas de extraordinario valor natural.
Seguramente ha influido en su conservacin el hecho de
que la propiedad de los montes fuera pblica; que no es-
tuvieran parcelados y repartidos en manos de particulares.
La gestin privada ha llevado, en otras regiones espao-
las, a superponer el inters meramente economico y el
aprovechamiento maderero de los montes por encima de
otros intereses como pueden ser el ecolgico, pastoril y
medioambiental.
Navarra, sin embargo, por su particular historia y su pe-
culiar organizacin administrativa, ha sido capaz de
conservar extensos territorios bajo titularidad pblica.
As, han podido ser gestionados bajo el prisma de un in-
ters comn y con criterios de sostenibilidad y perdura-
bilidad a lo largo del tiempo.
Hoy en da, los terrenos comunales representan el 41%
de la superficie total de Navarra y ms del 60% del
monte es de uso pblico. (1) Se trata, por tanto, de una
propiedad muy extensa. Adems estn repartidos por
toda nuestra geografa, de norte a sur, formando un aba-
nico muy amplio tanto en lo ecolgico como en las orde-
nanzas y formas de gestin, que varan en funcin de la
situacin geogrfica, la tradicin, la importancia y el im-
pacto que tiene su uso en el entorno, el grado de impli-
cacin de las administraciones, el tipo de rgano que lo
gestione, etc.
Los montes pblicos continan suministrando unos re-
cursos fundamentales para la sociedad actual:
l por el mantenimiento de la biodiversidad y la riqueza
medioambiental;
l por los recursos econmicos que aporta en el sector
primario y en el turstico;
l por el beneficio que supone para el equilibrio terri-
torial la fijacin de poblacin en esas reas rurales.
(1) El Departamento de Desarrollo Rural y Medio Ambiente del Gobiernode Navarra actualiza y mantiene desde 1995 el Mapa de Cultivos y Apro-vechamientos de Navarra a escala 1/25.000 y 1/200.000, de donde pro-ceden estos datos.
Navarra cuenta con una amplia Red de Espacios Natu-rales Protegidos. El Parque Natural de Bardenas Rea-les fue declarado por la ONU en el ao 2000 ReservaMundial de la Biosfera. Adems, la red est integradapor otros 3 Parques Naturales (64.933 ha), 3 ReservasIntegrales (487 ha), 38 Reservas Naturales (9.178 ha),28 Enclaves Naturales (931 ha), 2 reas Naturales Re-creativas (459 ha), 17 Zonas de Especial Proteccinpara las Aves, tambin llamadas ZEPAS (79.950 ha), y14 reas de Proteccin de la Fauna Silvestre (2.815 ha). Navarra ha propuesto 42 Lugares de Importancia Co-munitaria (LICs) para su integracin en la Red Natura2000, creada por la Unin Europea para la conserva-cin de la diversidad biolgica. Estos 42 espacios su-ponen el 24% del total de su territorio.
Espacios Naturales Protegidos de Navarra
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131La existencia de bienes comunales en Navarra pro-
viene de pocas muy remotas, de la costumbre que
haba de compartir tierras de pastos entre los veci-
nos del lugar y por la necesidad de los pastores de
trashumar con sus ganados de forma estacional, en
busca de pastos para alimentarlos.
Tradicionalmente, los vecinos de los pueblos y valles
navarros solan unir sus ganados junto con los del con-
cejo o ayuntamiento, y haba un pastor, vaquero o ca-
brero que era el encargado de conducir todo el rebao
o vacada a esos terrenos comunales que se conside-
raban de uso pblico. As se compartan los pastos y
se ahorraba mano de obra.
Los vecinos de otros lugares deban pagar tributos
a los valles y pueblos por llevar sus ganados a pastar
a dichos comunales de titularidad pblica. As sur-
gieron tradiciones ancestrales que an se conservan,
relativas al usufructo de esos pastizales.
Inicialmente las normas se aplicaban segn la cos-
tumbre transmitida de padres a hijos, de forma oral.
En la Edad Media es cuando empieza a legislarse y
ponerse por escrito este derecho consuetudinario. En
el siglo IX ya hay constatacin documental de la exis-
tencia de privilegios por el uso de pastos.
En el ao 882, el rey Sancho Garca concedi privile-
gios de uso de hierbas en las Bardenas a los vecinos
del Valle de Roncal por su ayuda en la lucha contra
los musulmanes, siendo este valle el primer congo-
zante de esas tierras. Pronto se unira el Valle de Sa-
lazar como congozantes y despus otros municipios,
con diferentes privilegios y por diferentes motivos.
Durante la Reconquista, las Bardenas marcaban la
frontera entre los reinos musulmanes y el reino de
Pamplona, primero, y de Navarra despus. Hay cons-
tancia escrita de que la ayuda en las batallas por parte
de los habitantes de los valles pirenaicos se vio com-
pensada con la cesin del uso de las llanuras de las
Bardenas para el pasto de los rebaos de ovejas du-
rante el invierno.
Esto prueba que para esa poca ya estaba configu-
rado y delimitado el territorio de las Bardenas y que el
mismo ya figuraba como patrimonio real, sujeto a de-
rechos de uso, tributos y privilegios.
Origen histrico de losComunales de Navarra
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Las Cortes de Navarra de 1743-44 (ley 37) hacen refe-
rencia en sus textos a dos gneros de tierras que hay en
este reino, unas que estn dentro de los trminos amo-
jonados de los lugares y otras que con el nombre de
montes reales se llaman realengos comunes. Hay que
distinguir por tanto entre tierras comunales, que son his-
tricamente patrimonio de los pueblos, y los Montes o
Comunes reales, que eran dominio de la Corona y des-
pus pasaron a ser del Estado, hasta que fueron trans-
feridos a la titularidad de Navarra en el ao 1987.
A finales de la Edad Media todo lo relativo a los comu-
nales estaba ya fijado legalmente, por escrito. La orga-
nizacin administrativa de los pueblos se rega por los
Fueros Municipales que contenan las reglas de go-
bierno, sus relaciones con los reyes y seores, los im-
puestos y cargas de los vecinos, y los bienes y
aprovechamientos. Cada pueblo navarro tena su fuero
especial. Los montes que eran propiedad del rey o rea-
lengos tenan sus propias leyes, tributos y privilegios.
A lo largo de los siglos se ha ido forjando de este modo
un rgimen de funcionamiento peculiar, sobre unas nor-
mas que han ido evolucionando segn los tiempos y las
necesidades de los habitantes de la regin, a travs de
diversos regmenes polticos. Esa realidad cambiante, sin
embargo, no ha alterado lo que se ha considerado siem-
pre bsico entre los habitantes de este territorio histrico:
la titularidad pblica de esos territorios y el uso en bene-
ficio de todos.
El rey tena derecho de dominio, pero el uso de losMontes era de todos los vecinos
Desde los comienzos de la Reconquista, el rey poda
tener propiedades personales sobre las que ejerca un
poder de dominaticum (dominio) o regala. El rey de Na-
varra tena la prerrogativa de cobrar un tributo u obtener
beneficios a cambio de los usos que hacan los vecinos
de dichas propiedades.
De la explotacin de los montes se obtenan dos bienes
econmicos principales: los pastos y hierbas para el ga-
nado, y la riqueza forestal (madera y lea). De tal forma
que se pagaba un tributo por el aprovechamiento del bos-
que para alimentar el ganado (montazgo) y otro tributo
distinto por talar los bosques (achera). Los tributos se
imponan en el ejercicio del regnum o soberana, que
era una expresin territorial de autoridad y poder. De aqu
le vino por ejemplo el nombre Quinto Real al conjunto
de montes y bosques pirenaicos que lindan con el Valle
Tributo de las Tres vacas
Es el ms antiguo que permanece vigente en Europa.Algunos historiadores remontan su origen al ao 125 a.C.Todos los aos, el 13 de julio, se renen en el mojn fronte-rizo denominado la Piedra de San Martn (Puerto de Ernaz),los alcaldes del Valle de Roncal (Navarra-Espaa) y Baretous(Bearn - Francia)). Los representantes franceses pagan untributo de tres vacas a sus homnimos navarros por el usode las hierbas del puerto. Antes de la entrega de los ani-males, los bearneses, luciendo la bandera francesa, y losroncaleses, ataviados con los trajes tpicos del valle, sellansimblicamente su compromiso de paz mediante la imposi-cin de unas manos sobre otras y la expresin "pax avant"que todos repiten al unsono. Hoy en da se ha convertido enuna popular fiesta de hermandad entre los valles. Tributo de las tres vacas, en la Piedra de San Martin.
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de Baztn, Valle de Erro, Esteribar y Francia, al pagarse la
quinta parte como tributo a los reyes navarros en con-
cepto de aprovechamiento de pastos y monte (siglo XIII).
Con la incorporacin del reino de Navarra a la Corona de
Espaa, la propiedad de esos montes pas a la nueva mo-
narqua reinante, si bien se mantuvieron los derechos his-
tricos, usos y aprovechamientos intactos.
Las leyes de lasCortes de Navarra
La regulacin de los bienes
comunales ha sido ejercida
desde siempre por las Institu-
ciones propias de Navarra,
tanto a travs de las Entida-
des Locales en lo especfico,
por ordenanza y costumbre,
como tambin mediante Leyes de las Cortes de Navarra,
en lo general.
Entre los hitos ms importantes que hay en el terreno le-
gislativo podemos destacar las Cortes celebradas en
Pamplona en 1547, la Novsima Recopilacin de Navarra
(ao 1735) y las Cortes de los aos 1828-29.
Las Cortes de Pamplona (s. XVI) hacen la primera men-
cin de las Sierras de Anda, Enca y Urbasa, diciendo que
son comunes y libres de tiempo inmemorial.
La Novsima Recopilacin de Navarra, de 1735, recono-
ca la existencia de montes reales y recoga derechos y
leyes pactadas en este sentido por las Cortes navarras.
En el ttulo 23 de dicha ley se haca referencia expresa, al
decir que tanto en estos montes como en los dems co-
munes reales el rey sea servido, que ahora, ni en tiempo
alguno no haya de hacer, ni haga merced de venta y
mantenga a los navarros en continuacin de su posesin
inmemorial de gozar quedando la dicha posesin pri-
vativa a su favor, sin consideracin de precaria (ley 24 de
las Cortes de Olite de 1688).
La Ley Paccionada Navarra del 16 de agosto de 1841
confirm las facultades reguladoras de Navarra sobre los
bienes comunales existentes en su territorio, lo que per-
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Pastor en la Bardena.
El concepto de que los bienes comunales sonde todos sin ser de nadie en particular ha venidoinformando su regulacin, por costumbre en losprimeros tiempos y mediante leyes y ordenanzascuando surgieron los rganos de gobierno ennuestros pueblos. As se dice textualmente enla Ley Foral de Comunales (1986)
A lo largo de la historia las normas hanevolucionado segn las necesidades,pero sin modificar lo que siempre se haconsiderado bsico: la titularidad pblicade los comunales y el uso en beneficio de todos.
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miti a las instituciones forales defender esos bienes
frente a los intentos privatizadores. Hay que recordar que
la Ley Paccionada surgi del pacto entre la Dipu-
tacin Foral y el Gobierno de Espaa, para
conciliar el mantenimiento del rgimen
foral navarro de autogobierno con el
nuevo rgimen liberal, centralista,
instaurado por la Constitucin es-
paola de 1837.
As se fueron perfilando los dere-
chos de la Corona y de sus sbdi-
tos respecto a esos montes, que
pasaron a ser de titularidad del Es-
tado en 1865, en herencia de los dere-
chos histricos de dominio que detentaba
la corona espaola, por la Ley de Desamor-
tizacin.
En el ao 1987 estos territorios pa-
saron finalmente a la titularidad
de la Comunidad Foral de Nava-
rra, en aplicacin de la Ley de
Amejoramiento de 1982.
El rgimen de Bienes Comunales de
Navarra actualmente est amparado
por la Constitucin Espaola de 1978 e
incorporado a la ley 13/1982, de 10 de
agosto, de reintegracin y Amejoramiento del Rgi-
men Foral de Navarra.
Las desamortizaciones del siglo XIX y las luchas porconservar o vender los bienes comunales
Desde el punto de vista legislativo, como puede verse, se
ha respetado la regulacin foral y privativa de los bienes
comunales navarros. Aunque este largo camino no es-
tuvo libre de obstculos, en absoluto.
Siempre ha habido conflictos entre quienes queran con-
servar esos derechos histricos y los que pretendan cer-
cenarlos en parte o privatizar completamente el dominio
de los montes, ponerlos en manos de particulares con di-
versos argumentos. En la base de esa lucha estaba el
eterno enfrentamiento entre labradores y pastores. Unos
defendan la necesidad de labrar los comunales y con-
vertirlos en campos de cultivo, sin tener en cuenta que
muchos de esos terrenos estaban dedicados a pas-
tos por el bajo rendimiento agrcola que daban,
al ser terrenos marginales situados en ce-
rros y pendientes. Estos enfrentamien-
tos cobraron especial relevancia en los
siglos XIX y principios del XX.
La doctrina del Liberalismo, impe-
rante durante el siglo XIX, puso en
grave riesgo la conservacin de esos
bienes comunales en manos pbli-
cas, con sus leyes desamortizadoras.
El liberalismo era partidario de vender el pa-
trimonio pblico y dejar la gestin en manos
privadas, por una falsa idea de infrautili-
zacin de esos terrenos en manos del
Estado. Esta ideologa poltica coin-
cidi con un momento histrico de
declive general de la ganadera
frente al aumento de la importancia
econmica de la agricultura. Al
contrario de lo que haba ocurrido
durante la Edad Media y el Siglo de
Oro espaol, donde las organizaciones
ganaderas tuvieron una gran predomi-
nancia econmica y social.
Los terrenos comunales estaban sometidos en su mayor
parte a los usos ganaderos (pastizales) y forestales (ma-
dera y lea). No se podan vender, permutar o transferir
en forma alguna. La ideologa imperante en el siglo
XIX consideraba esos usos poco productivos y se em-
pez a llamar a esas propiedades de manos muer-
tas, por ese motivo. Se preconiz una poltica de
expropiacin de dichos terrenos para ponerlos en manos
de los campesinos y dedicarlos en lo posible al cultivo.
A ese proceso histrico se le llam desamortizacin.
Consisti en poner en el mercado, previa expropiacin
forzosa y mediante una subasta pblica, las tierras y
bienes que hasta entonces no se podan enajenar, ya
fueran de la Iglesia, de los municipios o del Estado.
Esos planes de privatizacin chocaban frontalmente con
las servidumbres y derechos de aguas, pastos y leas
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que esgriman los vecinos que hacan uso de tales te-
rrenos pblicos. As, durante el siglo XIX y a comienzos
del XX se sucedieron los enfrentamientos y motivos de
discordia.
Las desamortizaciones ms importantes fueron las de
Juan lvarez Mendizbal ministro de la reina regente
Mara Cristina de Borbn, en 1836, y la de Pascual Madoz,
ministro liberal de Hacienda por cierto navarro, en 1855.
sta ltima que se ejecut con mayor control y fue la que
alcanz un mayor volumen de tierras y ventas.
Las instituciones de Navarra elaboraron el Catlogo de
Montes de Utilidad Pblica, aprobado en 1912, que de-
claraba tiles un total de 679 montes. De ese modo que-
daron libres de las leyes desamortizadoras. A la cabeza de
la lista figuraban los montes considerados del Estado en
aquel momento, con la nica exclusin de las Bardenas
Reales que estaban sujetas a sus propias Ordenanzas.
Sin embargo en lo referente a los comunales de los pue-
blos, para dar apariencia de cumplimiento de la ley, se
opt por dejar la decisin de enajenar en manos de los
ayuntamientos, a cambio de recibir un beneficio, sin di-
ferenciar tipos de propiedad.
A consecuencia de esto, durante la Desamortizacin, mu-
chos pueblos convirtieron sus bienes propios en comu-
nales para evitar la enajenacin y venta de los mismos.
En cambio hubo otros que optaron por la venta de todos
sus bienes, en parte empujados por concejales que te-
nan afinidad poltica liberal o bien por diversos intereses
econmicos en juego.
Coincide que las desamortizaciones se produjeron en un
momento histrico en el que muchos ayuntamientos na-
varros se encontraban endeudados o en quiebra. Hay
que tener en cuenta que hablamos de los aos inmedia-
tamente posteriores a la Guerra de la Independencia con-
tra Francia (1808-1814), en la cual la gran mayora de los
municipios navarros haban tenido que hacer frente a
unas costossimas contribuciones de guerra. A eso se
sumaron despus las guerras carlistas, para terminar de
agravar el problema. Los ejrcitos de uno y otro bando
exigan a las autoridades municipales la entrega de sumi-
nistros y de raciones para las tropas, exigencias que es-
taban por encima de su capacidad econmica y que
llevaron a muchos pueblos de la Ribera a un gravsimo
endeudamiento.
Por eso, aprovechando las leyes desamortizadoras, mu-
chos ayuntamientos en quiebra tuvieron la tentacin l-
La Desamortizacin promovida por la LeyMadoz de 1855 suscit una fuerte
polmica en Navarra y las Vascongadas, que loconsideraron un ataque a su autonoma foral. En Navarra el planteamiento era que dichosbienes eran forales, no del Estado; luego no
podan ser objeto de enajenacin. Se elabor un Catlogo de Montes de Utilidad
Pblica para evitar su venta.
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gica de sanear su economa mediante la venta o cesin
de algunos usos y propiedades, sufriendo a veces pre-
siones importantes para ello. Estos municipios, en su ma-
yora, estaban ubicados en la Ribera donde se haban
producido los mayores movimientos de tropas.
La enajenacin de terrenos comunales cre descontento
y enfrentamientos entre vecinos en los pueblos afecta-
dos. De ese descontento surgi posteriormente un mo-
vimiento social a favor de la recuperacin de esos bienes
para el patrimonio municipal. Este movimiento se deno-
min corralicero, ya que tena por objeto recuperar las Co-
rralizas de la Ribera, nombre que reciban all en general
los montes comunales.
Estas luchas campesinas enfrentaban a los ms perjudi-
cados, que eran los pastores y los agriculto-
res pobres, con los hacendados ricos de
los pueblos que haban adquirido
esas tierras. En esas disputas el
gran caballo de batalla era el si-
guiente: se vendi la tierra o
solamente lo que en aquel en-
tonces tena un valor real, es
decir, las hierbas?
Las corralizas de la Ribera
Hasta finales del siglo XIX, los munici-
pios de la mitad sur de Navarra, funda-
mentalmente los que rodeaban la Bardena y la
ribera del Ebro, tenan dividido su territorio en dos partes:
el de propiedad comunal y el de propiedad privada. En el
Comunal se integraban las tierras que no resultaban aptas
para el cultivo: los sotos y riberas de los ros, anegables
en las crecidas, y los cerros y montes del secano. Entre
ambas zonas estaba situado el regado, con las tierras de
labor aptas para el cultivo, divididas en parcelas de pro-
piedad privada.
As en bastantes localidades de la ribera del Ebro y zona
media de Navarra, desde Cortes y Corella hasta Cseda y
Cirauqui, existan terrenos muy extensos de monte dedi-
cados al sustento y la cra de ganados. Estaban divididos
por zonas de pastos, cada una con corral para guardar los
animales (ovejas, cabras, caballos, mulos, etc), de donde
le viene etimolgicamente el nombre de corraliza.
Los ayuntamientos arrendaban el aprovechamiento de
esas corralizas. Una parte del arriendo se reservaba para
los ganaderos de la localidad y la otra se sacaba a subasta
pblica. Estos arrendatarios generalmente eran roncale-
ses y salacencos que bajaban en otoo con su ganado
hasta la Ribera y Bardenas, donde invernaban.
Ya en el siglo XVII hay constancia escrita de ayuntamien-
tos que arrendaban sus pastos. La construccin de co-
rrales y balsas para abrevar el ganado corra por cuenta
del municipio, lo mismo que su mantenimiento, y por
tanto tenan un carcter comunal.
El proceso desamortizador del siglo XIX cambi
por completo este panorama, como ya se
ha dicho. No existi uniformidad en
este proceso, ni tampoco un criterio
legal nico. En unos casos se
transmita la plena propiedad
mientras que, en otros, el pue-
blo se reservaba algunos dere-
chos, como el de caza, lea y el
de pasto para las ganaderas con-
cejiles. A pesar de esta diversidad
en las transmisiones de las corrali-
zas, ha sido comn escuchar por los
pueblos que en aquel proceso no se
vendi la propiedad de las corralizas, sino las
hierbas y aguas de ellas. Posteriormente, muchas
localidades intentaron recuperar las corralizas ante los tri-
bunales. Sin embargo, la prescripcin de los derechos
por el paso del tiempo as como los cambios de dueos
sucedidos a lo largo de los aos, dificultaron una solucin
jurdica a un problema que lleg a tener un profundo ca-
lado social.
A finales del siglo XIX y comienzos del XX surgieron mo-
vimientos populares, impulsados por sociedades obreras
comuneras, que reivindicaron muy activamente el re-
torno de comunes y corralizas a los pueblos, y ejercan
presin para ello en sus propios ayuntamientos. A raz de
estos movimientos se produjeron pleitos y en algunos
pueblos se lleg de forma pacfica a convenios con los
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corraliceros e incluso a la compra de corralizas por so-
ciedades de vecinos.
Pero el conflicto corralicero tambin tuvo episodios san-
grientos. En 1884, este conflicto dej cuatro muertos
en Olite. Y en 1914 las movilizaciones reivindicativas en
Olite y Miranda de Arga se saldaron con tres y cuatro
asesinados, respectivamente.
La II Repblica trajo cierta esperanza de arreglo, con la
promesa de una Ley de Reforma Agraria que abaratara
las adquisiciones de las corralizas a sus propietarios.
Sin embargo esta esperanza se trunc con la Guerra
Civil espaola y el rgimen franquista.
El advenimiento de la democracia y la Constitucin es-
paola de 1978 sirvieron para abrir cauces al dilogo,
establecer una legislacin nueva y poner fin a este con-
flicto.
La Ley Foral de Comunales de 1986 supuso una im-
portante modernizacin normativa que vino a reafirmar
el carcter social de esos bienes pblicos, al disponer
que su aprovechamiento y disfrute directo corresponde
a los vecinos ms desfavorecidos. Tambin abri cau-
ces para la recuperacin de esos antiguos bienes ena-
jenados. Consagr la autonoma local, pero bajo la
vigilancia del Gobierno de Navarra, y dot a las entida-
des municipales de medios e instrumentos adecuados
para la defensa y proteccin de los comunales. Derog
la ley vigente en esa materia que databa de 1828.
A comienzos del siglo XX, los montes de titularidad delEstado en el antiguo Reino de Navarra, eran diez: losmontes de Azcoa, La Cuestin, Quinto Real, Erreguerenay Legua Acotada, en la Merindad de Sangesa; los mon-tes Sierra de Urbasa, Anda y La Planilla, en la Merindadde Estella; el monte Aralar, en la Merindad de Pamplona,y las Bardenas Reales, con un rgimen especial, en laMerindad de Tudela. Posteriormente, en 1923 y comoconsecuencia de una permuta con el valle de Erro, elmonte Txangoa pas a ser tambin de titularidad estatal.
Con excepcin del monte Azcoa, que sigui su propioproceso por separado, y de las Bardenas Reales, todoslos dems montes incluidos en esta lista (tambin en elCatlogo de Montes de Utilidad Pblica de Navarra) fue-ron transferidos a la Comunidad Foral por el Real De-creto de 1987.
Cada uno de esos montes ha tenido su propia historiaparticular que no vamos a analizar con detalle, en cuantoa los avatares sufridos a lo largo de los siglos.
No obstante, lo que s puede decirse de todos ellos y elmotivo por el que an se conservan como Montes co-munales o pblicos, es por el sentimiento comn e his-trico que ha existido en todos los navarros de que a laCorona (y al Estado despus) corresponda no un ttulo depropiedad sino los derechos de dominio originario, quellevaban implcitos en s el respeto a un uso consuetudi-nario por parte de todos.
Los antiguos Montesdel Estado
Urbasa, Balcn de Pilatos.
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Sorprende la gran diversidad que hay tanto en cuanto a
las caractersticas ecolgicas y aprovechamientos como
en las formas de gestin de los montes y pastos comu-
nales de Navarra, que varan en funcin de la situacin
geogrfica, la tradicin, la importancia y el impacto que
tiene su uso en el entorno, el grado de implicacin de las
administraciones, el tipo de rgano de gestin, etc.
En la sociedad agraria tradicional, los montes comunales
constituan para los habitantes de los pueblos el principal
mbito de abastecimiento de un conjunto de recursos ne-
cesarios para la vida y la actividad diaria. Les proporcio-
naba lea para cocinar y calentarse, madera, helecho,
pastos para alimentar el ganado, carbn, caza, parcelas
para el cultivo, etc.
Todava hoy siguen generando estos aprovechamientos,
tiles para los vecinos. Adems han surgido nuevas for-
mas de uso de esos montes pblicos, en el mbito de
una nueva sociedad urbana. As, se han convertido en
reas de esparcimiento y ocio al aire libre muy importan-
tes, con un gran atractivo para el turismo en nuestra re-
gin, tambin en escuelas de la naturaleza para las
nuevas generaciones. Sin olvidar los beneficios me-
dioambientales que nos proporcionan, como pulmn na-
tural y base de unos ecosistemas ricos y variados.
Algunos de estos aprovechamientos han ido cayendo en
desuso, durante los ltimos cincuenta aos, por los cam-
bios socioeconmicos que ha habido. En cambio otros
se han potenciado mucho ms, hasta convertirse en
motor importante de nuestras economas rurales.
Los helechales, por ejemplo, tenan gran interspara los ganaderos en el pasado, que usaban el helecho
seco y la hojarasca como cama para el ganado, en las
cuadras y establos. Antao se reservaban zonas de
monte sin pastar, solo para poder obtener este producto
y se sancionaban las cortas y daos. En la actualidad,
con el tipo de instalaciones ganaderas que hay de suelos
emparrillados, apenas se hace uso de estos helechales y
en las granjas que todava usan cama, se ha sustituido el
helecho por paja de cereal que se obtiene de forma ms
mecanizada.
La lea contina siendo hoy en da un producto condemanda entre los vecinos de los pueblos de la Montaa.
Usos actuales de los Montesy Espacios naturales
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La recogida de lea como combustible para los hogares
cumple otros dos fines ms: por un lado limpia los mon-
tes de matorrales y lea seca, para evitar incendios, y en
segundo lugar ayuda a regenerar el bosque. Este apro-
vechamiento era importantsimo en el pasado, cuando las
familias no disponan de otro combustible para cocinar y
calentar sus viviendas. En la actualidad, aunque ha de-
cado bastante su prctica por la existencia del gas y el
gasleo de calefaccin, en muchos pueblos pirenaicos y
de la zona Noroccidental se siguen sorteando lotes de
lea entre las familias.
No hace falta subrayar la gran importancia econ-mica que tiene el aprovechamiento forestal y maderero.Ha sido el motivo principal de la reivindicacin histrica
de Navarra frente al Estado por recuperar la gestin de
estos montes y comunes.
El turismo de naturaleza y ocio constituye unaforma de aprovechamiento muy reciente de nuestros
montes, nacida de esta sociedad industrializada y urba-
nita. No por ello se trata de un asunto menor. Al contra-
rio, el turismo de naturaleza genera importantes ingresos
y se ha convertido en una actividad muy interesante,
digna de tener en cuenta, para el sostenimiento de la eco-
noma de muchos pueblos navarros. Navarra vende cul-
tura y tradiciones, y sobre todo vende paisaje.
Hoy en da el atractivo de nuestros espacios naturales es
innegable para quienes viven inmersos en la sociedad ur-
bana, cada vez ms alejada de la naturaleza. De hecho
constituyen uno de los motivos por el que nos visitan mu-
chos turistas forneos. Adems, genera lugares de ocio
y esparcimiento para la propia sociedad navarra. Sus sen-
deros, pistas y caminos no solo sirven para transportar
madera y ganado, tambin son rutas idneas para la ac-
tividad deportiva. En torno a la mayora de estas zonas se
han abierto Centros de Interpretacin de la naturaleza,
como actividad didctica, que ayudan a conservar y trans-
mitir unos conocimientos y una cultura ancestrales.
Los Pastos comunales y praderas siguen teniendohoy, como ayer, una importancia fundamental para el ali-
mento del ganado. Junto con el maderero, es de hecho
uno de los aprovechamientos de los montes ms rele-
vantes econmicamente y muy interesante desde el
punto de vista ambiental. Disponer de unos buenos pas-
tos y praderas para alimentar el ganado, y que sean ba-
ratos, puede suponer la diferencia entre la supervivencia
y la ruina de una explotacin ganadera familiar. Los mon-
tes comunales ofrecen un alimento de calidad que evita
la compra de piensos en determinadas pocas del ao,
abaratando los costes de produccin. A cambio, la ga-
nadera aporta un beneficio indudable ya que el pastoreo
contribuye a limpiar de maleza los montes.
-
140 Como ya se ha sealado, el 57% del territorio nava-rro es forestal, si bien en esa superficie hay quedistinguir entre las reas forestales arboladas y lasno arboladas, donde se incluyen los helechales, pas-tizales, caadas y zonas de matorrales.
Los pastizales ocupan una superficie de 37.447 ha,es decir el 6% del territorio de Navarra, y son losque tienen mayor vocacin ganadera.
Se considera pastizal de alta montaa a la vegeta-cin herbcea natural que crece en Navarra a partirde los 900-1.000 m de altitud. Est constituida pordiversas especies adaptadas y tienen un aprovecha-miento extensivo nicamente en el perodo estival.Se ubican en las zonas ms altas de la mitad nortey son las que constituyen la mayor parte de los pas-tos comunales. Podemos citar como ms importan-tes los rasos de las Sierras de Aralar, Urbasa yAndia, y toda la franja de montes pirenaicos, desdeQuinto Real hasta Larra, pasando por Sorogain, Asto-bizkar, Ori, Abodi, Txamantxoia, Lakora, Lakartxela,etc. Estos pastos no se agostan en verano, dada la
altura y la suavidad de su clima, y desde muy anti-guo han sido utilizados en comn por los ganaderosque dejan pastar en esos puertos el ganado desde laprimavera hasta finales de otoo.
Por debajo de los 900 m de altitud, se habla senci-llamente de pastos o pastizales. Por lo generalestn ubicados en cerros, montes y llanuras ridasde secano, en la zona media y sur de Navarra. Enocasiones estn situados junto a parcelas dedicadasal cultivo de secano. El ganado pastorea en esaszonas de monte y en los restos de cosecha o rastro-jos que quedan en las parcelas de cultivo. LasBardenas Reales constituyen el ejemplo mscaracterstico.
En torno a estos pastos de uso estacional seconstruyeron chozas y refugios para los pastores yel ganado, y se trazaron vas y caminos decomunicacin que sirvieron tambin como enlaceentre los pueblos, de norte a sur y del este al oeste.Las vas ms importantes se denominaroncaadas.
Datos actuales msrelevantes
-
En una poca en la que tanto se habla dela sostenibilidad medioambiental y de lamultifuncionalidad de la actividad agraria, los
sistemas ganaderos que utilizan estas gran-
des reas de pastos en comn constituyen
un modelo de eficiencia en el aprovecha-
miento de recursos propios y de sostenibili-
dad econmica, social y ambiental.
63%0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% 80% 90% 100%37%
Forestal arboladoForestal no arbolado
Helechal4%Pastizal
6%
Matorral27%
Pastizal
Pastizal dealta montaa
Caadas
Espartal
Carrizal yjuncal
Superficie forestal Superficie de pastizales
19.884,5 ha
12.850,4 ha
2.058,9 ha
1.994,0 ha
659,6 ha
Rebao transitando por una caada.
Distribucin de las superficies y usos forestales en Navarra
-
Cuando la zona de pasto pertenece a un nico trmino
municipal, el uso y disfrute corresponde a sus vecinos,
pudiendo tambin existir acuerdos faceros (2) con otros
municipios.
Puede darse el caso de que el rea de pastos se encuen-
tre enmarcada en dos o ms trminos municipales. En
ese caso la gestin la lleva a cabo una entidad pastoril
(unin, mancomunidad).
Un tercer supuesto es el de aquellos territorios que, sin
pertenecer a un trmino municipal concreto (Bardenas
Reales, Aralar), su uso y disfrute corresponde por tradi-
cin a distintos Municipios y otros entes, y la gestin
de sus recursos se regula desde Juntas integradas por
estas entidades.
Por ltimo, cuando el territorio es propiedad del Go-
bierno de Navarra, caso de Urbasa-Anda, el derecho de
uso es de todos los vecinos de la Comunidad y la regula-
cin de su disfrute corresponde al propio Gobierno Foral.
El marco normativo bsico que regula en Navarra los
aprovechamientos de los bienes comunales, y entre ellos
los pastos en comn, es la Ley Foral 6/1990 de Adminis-
tracin Local. Dentro de este marco, cada rgano de
gestin puede recoger las particularidades o las costum-
bres locales de uso en una Ordenanza especfica. Hay
ordenanzas muy antiguas, que provienen de la poca me-
dieval y todava siguen vigentes, como las que regulan los
pastos del Valle de Roncal o las de la Sierra de Aralar.
La implicacin por parte de las administraciones o del
rgano representativo condiciona en gran medida la
gestin de estos territorios. As, en aquellas zonas
donde la actividad ganadera tiene mayor peso econmico
y social y los sistemas ganaderos son ms dependientes
de estos recursos, las Entidades locales y los rganos de
Gestin de los Pastos Comunales de Navarra
142
Existe una casustica muy variada en la gestinde las diferentes reas de pastos en comn de
Navarra.
(2) Facera: figura de derecho privado que consiste en el disfrutecompartido de cierta heredad por varios municipios, de igual o distinta pro-vincia, comunidad o pas.
-
gestin son ms sensibles a sus problemas y se implican
ms en la gestin y mejora de estos recursos. En gene-
ral estas reas son las de gestin ms directa, con mejo-
res dotaciones de infraestructuras ganaderas y mayor
seguimiento del estado de los pastos (con planes de ma-
nejo anuales), del ganado (identificacin, estado sanita-
rio, accidentes) y de las infraestructuras. En contrapartida
o como consecuencia de ello, son los que exigen mayo-
res tasas por el uso de los recursos pasccolas.
La figura de guardero es una pieza clave en
la gestin de los pastos. El personal y la dedicacin de-
penden de la extensin del rea y la importancia econ-
mica y social que tenga su uso. Suelen depender del
rgano de gestin, y las funciones que realizan son prin-
cipalmente la vigilancia y mantenimiento de las infraes-
tructuras, el control documental del ganado que accede,
el seguimiento de las actuaciones de manejo y mejora de
los pastos, la vigilancia del estado sanitario y de acciden-
tes del ganado y el control del acceso del ganado a zonas
reforestadas.
Las grandes reas de pastos comunales no se utilizan de
forma continua durante todo el ao, sino en determina-
das pocas, para evitar el sobrepastoreo y permitir la re-
generacin vegetal. Las pocas en las que se mantienen
cerrados al ganado, se denominan vedas. Las pocas de
uso dependen de la climatologa de la zona, de que sea
benigna, y tambin de la produccin de hierba.
De acuerdo con estas premisas, existen en Navarra pe-
riodos de veda al uso pasccola en estaciones opuestas,
segn las diferentes reas de pastos. Hay zonas abier-
tas durante la invernada, es decir en otoo-invierno, y
otras abiertas durante la primavera y verano.
Las Bardenas Reales, que estn situadas en el rea me-
diterrnea, cuentan con un clima semirido, excesiva-
mente caluroso y seco en verano pero hmedo y suave
durante el invierno. La mitad de su territorio es tierra de
labor en manejo de ao y vez. La suma de estos fac-
tores lo convierte en un territorio idneo para la alimentar
a los rebaos en el invierno. As, la temporada de pas-
tos comienza el 18 de Septiembre y finaliza
el 24 de Junio.
En cambio en los pastos pirenaicos como Sorogain, las
fechas de acceso son en torno al mes de Mayo, con el
buen tiempo, y se utilizan los pastos hasta Noviembre
que es la poca en la que comienzan las heladas y neva-
das invernales. El rea pirenaica tiene un clima subalpino,
de veranos suaves e inviernos muy fros, y su vegetacin
consiste en pastos herbceos.
La existencia de estas marcadas diferencias ecolgicas y
de uso, y la distancia relativamente corta que hay entre las
reas del norte y sur de la regin es lo que ha fomentado
la trashumancia con el ganado de unos pastizales a otros,
desde la antigedad. Esta prctica ha tenido una gran im-
plantacin en otras pocas. En la actualidad son pocos
los ganaderos que utilizan las caadas y hacen trashu-
mancia, aunque esta costumbre se sigue manteniendo.
La conduccin diaria del ganado, dentro de un valle o
rea de pastos, sigue siendo una prctica habitual entre
los pastores trashumantes de los valles pirenaicos que
Uso estacional y pocas de veda
143
-
144
suben desde los pueblos cercanos hasta Puerto Grande,
Abodi o Sorogain, y tambin en el el valle del Ebro
donde los ganaderos de la Ribera llevan sus rebaos a
las Bardenas. Ese pastoreo diario no lo practican en
cambio los ganaderos estantes usuarios de los pastos
del rea atlntica, que acostumbran a dejar el ganado
dentro de prados cercados da y noche, sin la presencia
continua del pastor.
El nmero de rebaos y cabezas que acuden a los pas-
tos comunales, tanto en la Montaa como en las Bar-
denas, ha descendido mucho en los ltimos aos
respecto a pocas pasadas, fundamentalmente por el
cambio de manejo de las explotaciones. La tendencia
ha sido hacia una mayor estabulacin de los rebaos
con sistemas de alimentacin y productos que se faci-
litan en las propias naves o en zonas de pastos cerca-
nas a las instalaciones.
Las especies domsticas que valorizan los recursos
pasccolas pertenecen hoy en da, en su mayora, a razas
autctonas (pirenaica y betizu en vacuno, latxa y
navarra en ovino y jaca y burguete en caballar). Es
importante resaltarlo porque pone de relieve el mximo
aprovechamiento de recursos que hacen estas razas as
como su ligazn a nuestros ecosistemas naturales, a
cuyo equilibrio contribuyen.
Al margen de esta actividad tradicional, ya se ha hablado
de otros usos de los montes (caza, turismo, etc) que res-
ponden a la demanda actual y a las exigencias de una
sociedad cada vez ms urbana que utiliza esos recursos
para su ocio. Es importante armonizar todas estas de-
mandas y hacer un uso respetuoso y racional de los
espacios naturales, para evitar el deterioro de los mon-
tes y pastizales debido a la utilizacin masiva para di-
versos fines.
Hay normativas encaminadas en esa direccin, aplicables
a todos los usuarios. En todos los montes y pastos co-
munales est prohibido, por ejemplo, circular con veh-
culos de cualquier tipo fuera de las pistas marcadas, para
preservar el medio natural.
Algunos de los nuevos usos tursticos y de ocio han pro-
vocado, debido a la masificacin, algunas alteraciones en
la prctica de los aprovechamientos del monte, que es-
taban regulados por costumbres y ordenanzas milenarias.
Las preocupaciones medioambientales y el respeto hacia
los sistemas de explotacin ganadera tradicionales est
llevando, en algunos casos, a realizar estudios de con-
junto en las grandes reas de Pastos en Comn para su
reordenacin y adecuacin a las necesidades actuales de
forma que se puedan equilibrar los usos tradicionales con
las nuevas demandas.
-
145
Principales reas de PastosComunales de Navarra:
Dada la importancia ganadera, econmica ymedioambiental de estos territorios, pasamosa analizar algunas de las grandes reas depastos comunales y el uso ganadero que se leda en la actualidad.
1. Bardenas Reales
Estn situadas al sureste de la Comunidad Foral.Es el rea ms extensa, con una superficie total de41.770 hectreas.
2.Urbasa-Anda-Lkiz
Situadas al oeste, entre la Navarra atlntica y la me-diterrnea, estas sierras tienen una superficie totalde 24.754 ha y una altitud media de 900-1.000 m.
3.Sierra de Aralar
Se localiza en la zona noroccidental de Navarra,justo en la muga con el Pas Vasco (Guipzcoa).Ocupa una superficie de 2.181 hectreas (208 km2)
4 - 5 Montes de Baztn
Estn situados al norte de Navarra, en la zonaAtlntica. Tiene una superficie de unas 6.848 ha.
6.Alduides-Quinto Real
- Sorogain
Este conjunto est situado al norte de Navarra.Cuenta con una superficie total de unas 4.700 ha.
7 - 8 - 9 - 10Puertos
pirenaicos
Estn dispersos en pleno Pirineo, a gran altitud(entre 1.000 -1.800 m), en la frontera con Francia.Lindan con los valles de Azkoa, Salazar y Roncal,respectivamente.
1
2
36
4
75
89 10
-
Las Bardenas Reales constituyen nuestra rea comunalms extensa y conforman un paisaje de orografa muysingular.
Su historia es muy antigua. La primera constatacin
escrita sobre la concesin de privilegios data del ao
882, cuando el Rey Sancho Garca concede derechos
de pasto al Valle del Roncal, como contraprestacin por
la colaboracin de sus habitantes en la lucha contra los
musulmanes. En los mapas y documentos de la Edad
Media este territorio estaba perfectamente identifi-
cado, figurando como patrimonio del Rey por derecho
de conquista.
En el ao 1705, el rey Felipe V concedi, mediante Real
Cdula, la cesin del goce a perpetuidad y en exclusiva
de las Bardenas Reales a las veintids entidades con-
gozantes en aquella fecha, a cambio de la cantidad de
doce mil reales de ocho.
Antao pastaban en las Bardenas ganados diversos:
146
Las Bardenas Reales estn situadas al sureste de laComunidad Foral. Fue declarado Parque Natural en1999 y Reserva de la Biosfera desde el ao 2000.Ocupa una superficie total de 41.770 hectreas.
Histricamente ha sido el destino principal para elpastoreo de invierno de los rebaos trashumantesde los valles pirenaicos, siendo el final y punto departida de una importante caada que an recorrede norte a sur la geografa navarra, la famosa Ca-ada de los Roncaleses.
Se caracteriza por su clima rido, con una tempera-tura media anual de 14C y una precipitacin mediaanual de 344 mm. Su orografa es plana con multi-tud de cerros o cabezos que sobresalen por encimadel llano y que presentan unas formas esculturalesdebido a la erosin del viento y el agua.
El 50% de su superficie es tierra arable que se de-dica a cultivos extensivos de secano y el 46% sonzonas de pastos.
-
147ovino y caprino fundamental-
mente, pero tambin vacuno y caba-
llar. De hecho, hasta comienzos del
siglo XX, la ganadera ha sido el
aprovechamiento ms importante
de este territorio. A comienzos
de la Edad Moderna podan uti-
lizar la Bardena, de forma tras-
humante, hasta 300.000
ovejas y cabras. Hacia me-
diados del siglo XIX esta cifra
se haba reducido ya a la mitad
y se citan tambin algo menos
de dos mil cabezas de vacuno.
A comienzos del siglo XX, la ganade-
ra va cediendo terreno y privilegios en
favor de la agricultura, con el descenso de la
trashumancia y los cambios en los sistemas ganaderos.
En la actualidad, el aprovechamiento ganadero se en-
cuentra supeditado y depende totalmente del agrcola, si
bien la presencia de ganado sigue siendo relevante. El
territorio est ordenado por distritos agrcolas y gana-
deros, con unos usos muy bien delimitados.
En el ao 2007 utilizaron sus
pastos un total de 104 explotacio-
nes con 114.326 cabezas de ovino
(de raza Navarra). En 2008, fue-
ron 95 explotaciones con
110.420 cabezas. Existe una
limitacin de 1.000 cabezas
de ovino por rebao. Tam-
bin los utilizan 3 explota-
ciones de vacuno bravo;
este tipo de ganadera ha
estado presente de forma
tradicional en las llanuras
bardeneras.
Hay pocas de aprovechamiento y
otras de veda. Los pastos se suelen
aprovechar desde mediados de septiembre
hasta el junio del ao siguiente. Durante el verano la
zona est vedada para el ganado.
Aparte de los usos ganadero y agrcola, las Bardenas
Reales se han convertido hoy en da en un foco de atrac-
cin turstica importante.
Las Ordenanzas que rigen en lasBardenas datan del ao 1820, conreformas posteriores. Los 22 representantes de losentes congozantes forman laJunta General. La Comisin oJunta Permanente es el rganode administracin ordinaria y estcompuesto por siete Vocales, queson elegidos por la Junta General.De entre ellos se elige alPresidente, que desarrolla lasatribuciones propias de losalcaldes de los municipios opresidentes de lasmancomunidades.
Las entidades congozantesde las Bardenas reales son:Arguedas, Buuel, Cabanillas,Cadreita, Caparroso, Carcas-tillo, Corella, Cortes, Falces,Funes, Fustiana, Marcilla,Mlida, Milagro, Peralta, San-tacara, Tudela, Valtierra,Valle del Roncal, Valle delSalazar y Villafranca, y elMonasterio de la Oliva.Todos ellos ostentan elmismo derecho dentro de laComunidad, lo que se tra-duce en un solo voto porcada congozante con inde-pendencia del nmero devecinos que representan.
Monumento al pastor tras-humante en Bardenas.
-
148
Urbasa-Anda y Lquiz
Los Parques Naturales de Urbasa - Anda y Lquiz se en-cuentran situados en la Navarra Media Occidental. Son maci-zos Krsticos de paredes monumentales y cortes escarpados.
Las sierras de Urbasa y Anda conforman una gran mesetade suaves ondulaciones, que est dividida por una profundagrieta o pasillo. Hacen frontera entre la zona Cantbrica yTierra Estella, formando una barrera climtica entre la NavarraAtlntica y la Mediterrnea. Ello les confiere unas caracters-ticas ambientales de transicin, idneas para el desarrollo deuna vegetacin rica y variada. Otra de las caractersticas de este Parque Natural es la au-sencia de ros. El terreno calizo deja que el agua se filtre ydiscurra bajo tierra por numerosas simas y grietas.Aproximadamente el 53% de su superficie est dedicado alpastoreo, son las zonas denominadas rasos de Urbasa yAnda y las de arbolado claro.
El Parque Natural Urbasa-Anda incluye cuatro zonas:
Sierra de Urbasa: 11.399 ha. Sierra de Anda: 4.700 ha. Monte Limitaciones de las Amscoas: 5.190 ha. Reserva Natural del Nacedero del Ro Urederra: 119 ha
La sierra de Lquiz se extiende paralela a Urbasa, al sur,desde el corredor alavs de San Vicente de Arana y SantaCruz de Campezo hasta los valles de Alln y Metauten, conuna longitud de unos 22 km y una superficie de 3.346,7hectreas. Constituye el flanco meridional del valle deAmscoa. Tiene forma alargada y un carcter menos marcado que elde Urbasa, con 4 acuferos principales y amplios pastos.
Localizacin
-
149
Urbasa-Anda son los Montes comunales de Navarra por
excelencia. Por derecho ancestral, todo ciudadano na-
varro puede utilizar estos pastos sin pagar canon alguno.
Desde tiempo inmemorial, el ganado domstico los ha
utilizado intensamente como base alimenticia en la
poca estival. Con la suma de todos estos factores el
conjunto de estos macizos ha desarrollado unas adapta-
ciones pasccolas extraordinarias de alto valor ecolgico,
paisajstico y econmico.
Actualmente, utilizan estos pastos alrededor de 285 ex-plotaciones ganaderas.
El ganado que utiliza los pastos de Urbasa-Anda procede
en su mayor parte de los municipios prximos, situados al
norte y sur de las Sierras. Generalmente son profesionales
del sector con dedicacin exclusiva a vacuno u ovino o ex-
plotaciones mixtas de vacuno-caballar. El ganadero sube
y baja sus animales andando a comienzos y final de tem-
porada, y los visita casi a diario para ver su estado.
El uso ms intenso se produce durante el verano, sobre
todo durante el mes de julio, con presencia de unas 6.300
cabezas de ganado en Urbasa y 7.700 cabezas de ganado
en Anda. En conjunto, la carga ganadera est adecuada
a la superficie de pastos . Los rebaos de ovino son los
ms numerosos y en el ao 1998 sumaron ms de 46.000
cabezas pastando en el conjunto de estos pastizales.
La actividad ganadera permite el mantenimiento de los
caminos y vas pecuarias, y es lo que hace posible hoy en
da la existencia de multitud de paseos naturalsticos por
la zona. La afluencia turstica es importante desde co-
mienzos de primavera hasta finales del otoo y en la ac-
tualidad est regulada, para prevenir afecciones serias al
medio ambiente y tambin por el detrimento que se
puede causar en la calidad de los pastos.
Es importante sealar la existencia de productos alimen-
ticios de calidad ligados por nombre y tradicin a esas
zonas como el queso de Urbasa.
El conjunto de Urbasa y Anda, junto con el monte Limitaciones y el nacedero del ro Urederra, fueron declarados Parque na-tural en 1997. Previamente, en 1996 se haba aprobado el Plan de Ordenacin de los Recursos Naturales de Urbasa y Andia.
En virtud de sus valores naturales, forma parte de Natura 2000. Cuenta con un Centro de Informacin turstica y un rea deInterpretacin de la Naturaleza en la llamada Borda de Severino.
llPamplona
PAS VASCO
NAVARRA
Vista panormica desde el Balcn de Pilatos en la Sierra de Urbasa.
-
150
Entre los meses de mayo y noviembre, la Sierra deAralar se convierte en una gran zona de pastosabierta para el ganado. En esa poca de mejor cli-matologa, resulta fcil encontrar yeguas y caballos,vacas con sus terneros y rebaos de ovejas disemi-nados por las campas herbosas de altura.Alrededor de 65 explotaciones de las localidades li-mtrofes hacen uso de los pastos actualmente.
Aralar se encuentra ubicado en la zona norocci-dental de Navarra, dentro de la Comarca Agraria I.
Es un extenso macizo krstico que compartenNavarra (dos tercios) y Guipzcoa (un tercio) ypresenta un relieve accidentado de valles,bosques de hayas, prados y cimas, salpicado desimas y cuevas.
Tiene un clima muy hmedo y la nieve lo cubredurante el invierno. La temperatura media anuales de 11,3 C y la precipitacin media anual1.399 mm. Alcanza su mayor altura en la cimadel Irumugarrieta (1.431 m).
Ocupa una superficie de 2.181 hectreas (208km2) donde se mezclan roquedos, simas, haye-dos frondosos y pastizales siempre verdes, queconforman una sierra singular.
-
151
El nmero de cabezas ha descendido algo enlos ltimos aos. Alrededor de 7.800 cabezas deovino, unas 600 cabezas de ganado caballar yunas 300 cabezas de vacuno pastan anualmente. El mayor descenso se ha notando en el ganadovacuno; de 507 animales que entraron en la sie-rra en el ao 2006 se ha pasado a 259 en el 2009.
El rgano de gestin de estos montes es la Uninde Aralar - Aralarko Elkartea, una Mancomunidadformada desde el siglo XIV por los 19 municipiosnavarros que se benefician de los aprovechamien-tos vecinales de los pastos, bosques y caza delRealengo de Aralar. Estos municipios son, pororden alfabtico, los siguientes: Arbizu, Arribe,Arruazu, Atallu, Azcrate, Betelu, Echarri-Aranaz,Ganza, Inza, Iraeta, Lacunza, Lizarraga, Lizarraga-bengoa, Razquin, Torrano, Unanua, Uztegui, Villa-nueva de Araquil, Ybar,
Estos montes estn estrechamente ligados a la historia de Navarra, como marco de innumerables luchas fronte-rizas, y son tambin el escenario de muchas leyendas. El caminante puede encontrar abundantes dlmenesdiseminados entre los bosques de hayas y las campas de hierba, como testimonio de la remota presencia humana. En una de sus cimas est situado el famoso santuario romnico de San Miguel in Excelsis (s. X), que conmemorasu leyenda ms famosa, la de Teodosio de Goi que venci al dragn con el auxilio de este arcngel.
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152
Estos pastos estn situados en el Pirineo navarro, enlos puertos de montaa, collados y vertientes despe-jadas, a una altura sobre el nivel del mar que oscilaentre los 800 y los 1.800 m de altitud.
Desde pocas muy remotas, los pastores y ganade-ros suben a esos pastos para alimentar a su ganadoen la temporada estival, ya que el clima suave yhmedo permite mantener la hierba fresca y verdeen los prados durante los meses del verano.
La temperatura media en los meses ms calurososdel ao suele ser de unos 15 C y alcanzan unaprecipitacin media anual de hasta 2.000 mm.
Los pastizales estn situados por lo general en lassolanas y cuentan con pendientes pronunciadas.
ll PamplonaARAGN
LOCALIZACIN
-
Puerto Grande de Roncal
Se enclava dentro del tr-mino municipal de Isaba,en su parte ms septen-trional y abarca una su-perficie global de 600hectreas. El lmite sep-tentrional corre a lolargo de las cumbres pi-renaicas que son fronte-rizas con Francia, en una
longitud de 6,5 km,siendo el monte Lkora
(1843 m) su mayor cota. Se rige segn las Ordenanzas
del Valle de Roncal, que sonmuy antiguas. Los pastos son com-
partidos por ganaderos franceses y ve-cinos de ese valle navarro. Alrededor de 5.000 ovejas, unas 500 vacasy 80 caballos utilizan los pastos de estepuerto de montaa cada ao.
Monte Azkoa
El Monte Comn de la Aezkoa seubica en el cuadrante nordestede Navarra, en la ComarcaAgraria II (Pirineos). Incluyelos trminos de: Nabala(libre), Azpegui, Idopil,Sobar, Orin, Mendigar,Iron (Sariozar libre), Egur-giro y Abodi (libre). Se tratade un territorio de 6.406,3ha, incluido en su prctica to-talidad en el LIC Roncesvalles-Selva de Irati, que albergahbitats considerados como prio-ritarios o de inters comunitario.Constituye una facera internacionalcuyos pastos han sido utilizados durante si-glos por una importante cabaa ganadera proce-dente tanto del propio valle como de Francia. Elnmero de ganaderos que llevan sus rebaos a pastares de unos 61 aezkoanos y 50 franceses (ao 2006).
153
Los rganos que administranestos pastos pirenaicos son lasJuntas de los Vallescorrespondientes y lo hacensegn unas Ordenanzas que seremontan en la mayora de loscasos hasta la poca medieval,con revisiones posteriores.
Normalmente se paga un canon deacceso a los puertos, por cabeza deganado. Durante los meses de pastoreo,los animales permanecen sueltos day noche en la montaa, donde losganaderos los visitanregularmente para comprobarsu estado.
Barrera o paso cana-diense que evita la salida
del ganado.
Abodi
La Sierra de Abodi est si-tuada al norte del municipio
de Ochagava dentro del LIC Roncesvalles-
Selva de Irati. Cuenta con una superficie de
1.210 ha (segn las nuevas ordenanzas de 1976), de las
que el 86% son pastos.Se rige segn las Ordenanzas del Va-
lle de Salazar y los pastos son utilizadospor los vecinos de ese valle navarro.
El tipo de ganado que los utilizaes mayoritariamente vacuno de
raza pirenaica, ganado caba-llar de raza Burguete y el ga-
nado ovino de razaNavarra.
Anualmente suben a estepuerto alrededor de
13.000 ovejas, 600 vacaspirenaicas y unos 170
caballos
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El Lugar de Inters Comunitario (LIC) Monte Alduideest situado al norte de Navarra, en la transicinbiogeogrfica entre la regin atlntica y la alpina.Se extiende por las estribaciones ms occidentalesde la cadena pirenaica, desde Auritz/Burguete hastael extremo oriental de Baztn. Comprende unasuperficie de 9.028,6 ha de los trminos muni-cipales de Luzaide/Valcarlos, Auritz-Burguete,Valle de Erro, Esteribar y Baztn. Aproxima-damente el 93% es de propiedad comunal.
Hay casi 1.000 m de desnivel entre losfondos de valle y los montes demayor altura. La altitud oscila entrelos 525 m en el lmite con Urepel(Francia) y los 1.458 m en la cimadel monte Adi.El clima de la zona es de tipo atln-tico montano. Se caracteriza por tenerprecipitaciones abundantes, suaves tem-peraturas estivales y nieve prolongada ensus cumbres.
Los valores medios anuales varan mucho segn laaltitud: entre 12 C-18 C de temperatura mediaanual, y entre 1.600 y 2.000 mm de pluviometra.
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Dentro del conjunto denominado LICMonte Alduide hay dos reas deMontes comunales que tienen granimportancia, por su extensin, historiay usos. Son:
l Quinto Reall Sorogain
Entrada a los pastos.
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Baztn
El valle de Baztn cuenta ademscon otros pastos comunales de
importancia: estn situados enel puerto de Belate - rdiz y enAritzakun.
El LIC de Aritzakun/Urrit-zate, situado en la fronteracon Francia, tiene una su-perficie de 5.826,5 ha, en sumayora comunal. En su inte-
rior se encuentra localizado elcomunal cercado de Lizartzu.
Los recursos de estos montesson aprovechados actualmente
mediante pastoreo extensivo conganado procedente del propio Valle.
rdiz (470,2 ha) y Belate (552 ha), estn localiza-dos en la parte sur del Municipio. Existen dos po-cas de aprovechamiento: una en verano, paravacuno; y otra en invierno, para ovino y equino.
Sorogain
Se rige por la Ordenanza de aprove-chamiento comunal del Valle deErro y el rgano de gestin es elayuntamiento del propio valle.Ocupa una superficie de 707hectreas.
En los aos 2004 y 2005 en-traron 20 y 21 ganaderos, 8de ellos forneos. En 2008entraron 15 ganaderos delvalle y ninguno forneo.
En cuanto al nmero total decabezas, en los ltimos aos seha notado un descenso de ganadoen los pastos. El nmero de ovinos(raza latxa) ha bajado entre 2006 y 2008de 2.900 a 1.479; el nmero de vacas (pire-naicas) ha aumentado ligeramente de 548 a 616y el nmero de cabezas de caballar (raza Bur-guete) se mantiene en torno a 130-140 ejempla-res por ao.
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Quinto Real es un inmenso bosque decasi 6.000 hectreas, que rodea lasilueta del monte Adi, dondepredominan las hayas quecomparten el paisaje concastaos, robles y alisedas a lolargo de los ros. En la Edad Media era uno de losMontes Reales., de ah provienesu nombre. La quinta era en elmedievo (siglo XIII) la parte que sepagaba a los reyes navarros enconcepto de aprovechamiento de pastosy montes de su propiedad. Alberga una fauna y flora muy ricas,entre las que podemos destacar lapresencia de ciervos, corzos,jabales, palomas, halconesperegrinos y buitres leonados.El ro Arga nace de la unin desus innumerables torrentes.
Quinto Real
El comunal de Quinto Realcomprende una superficie de
2.570.16 ha. Un 53% se usacomo pastizal y el 47% res-
tante, tiene uso forestal.Est gestionado por la man-comunidad de Quinto Real,
rgano constitudo por elValle de Erro y el Valle de Baz-tn que comparten la propie-
dad. La mancomunidad seocupa de la gestin de bosques,pastos, cotos, guardero, infraes-
tructuras, accesos... Los pastos dealtura se aprovechan en general de
mayo a septiembre. Los fondosde los valles, hasta noviembre.
En virtud de un TratadoInternacional de 1856, la
vertiente septentrional deeste comunal es de goce ex-
clusivo y perpetuo de losvecinos de Baigorri (Fran-
cia) que pagan un canonanual por ese uso.
Yeguas en Sorogain
Vacas en los pastosboscosos.
Quinto Real.
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Las caadas
Los movimientos de ganado, en sus distintas varian-tes, como la trashumancia o la trasterminancia , ori-gin unas vas de paso de uso pblico, protegidas porlas leyes generales, que se denominaron caadas.
En la actualidad, se siguen conservando comopatrimonio pblico de todos los navarros. Tras unaetapa de olvido, en la que estuvieron a punto de desa-parecer, en las dcadas de 1980 y 1990 el GobiernoForal procedi al amojonamiento y delimitacin deesas vas as como a su sealizacin, para mante-nerlas abiertas. Est prohibida la ocupacin de lascaadas por parte de particulares para su propio be-neficio, bien para el cultivo, para la construccin, etc.
Proporcionan un gran nmero de beneficios ambien-tales, socioculturales y territoriales, tales como elmantenimiento de la biodiversidad, la prevencin delos incendios forestales, la conservacin de ecosiste-mas de gran valor y el mantenimiento de los pueblos.
Hoy en da, alrededor de un 20% de la red se utilizaan como va para el paso del ganado.
El conjunto de la red de caadas se ha convertidoadems en un recurso turstico-deportivo de primerorden. Se usan como vas verdes y espacios deocio, para hacer senderismo y favorecer el contactodel hombre con la naturaleza .
l Las caadas de Navarra son actualmenteun Bien cultural y un patrimoniopaisajstico que debemos conservar.
l Son autnticos corredores ecolgicos.
l Constituyen el testimonio y legado de unpasado histrico no tan lejano.
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La red de caadas reales une Navarra de norte asur y del este al oeste, con sus ramales ytraviesas. Las vas ms importantes fueron siete:la clebre Caada de los Roncaleses (1), queparte desde los Valles de Belagua y Salazar, enlos Pirineos Occidentales, y baja hasta lasBardenas; la Caada entre Milagro y Azcoa (2);la que une Tauste con la Sierra de Urbasa-Anda(3); la de Murillo el Fruto-Salazar (4); la que vade Corella a Ejea Santa Margarita (5), pasandopor Tudela; la que une Imas con Irache (Estella)(6) y finalmente la Caada Real de lasProvincias (7), que sale del Valle de Salazar ymuere en Areso, en el lmite con Guipzcoa.
Vista area de la Caada Reala su paso por Castillonuevo.
l Caadas Reales: son las vas pecuarias ms rele-vantes de Navarra. Unen zonas de pastos estivalescon zonas de pastoreo de invernada y su anchuramxima es de ochenta metros.
l Travesas y ramales: Son vas secundarias, de 40y 30 m de anchura respectivamente.
saba que...La Caada Real de Las Provincias tiene unalongitud de 52,5 kilmetros y transcurre porlos trminos municipales de Noin, Cendeade Galar, Pamplona, Barain, Berriozar,Berrioplano, Cendea de Iza, Juslapea, Imotz,Basaburua, Larraun y Areso. Es una de lasvas pecuarias ms antiguas de Navarra.Tambin se denomina Caada de los Toros,al haberse utilizado durante siglos como rutatrashumante de los toros que, procedentesdel sur de Navarra, amenizaban las fiestaspopulares de la zona norte y Guipzcoa.
La Caada Real de Las Provincias tiene unalongitud de 52,5 kilmetros y transcurre porlos trminos municipales de Noin, Cendeade Galar, Pamplona, Barain, Berriozar,Berrioplano, Cendea de Iza, Juslapea, Imotz,Basaburua, Larraun y Areso. Es una de lasvas pecuarias ms antiguas de Navarra.Tambin se denomina Caada de los Toros,al haberse utilizado durante siglos como rutatrashumante de los toros que, procedentesdel sur de Navarra, amenizaban las fiestaspopulares de la zona norte y Guipzcoa.
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Caadas RealesTraviesas, pasadasy ramales.
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IMGENES CEDIDAS POR:ITG GANADEROGOBIERNO DE NAVARRA Desarrollo Rural y Medio AmbienteGOBIERNO DE NAVARRA Archivo de Turismo Reyno de Navarra
(Fotgrafos: Patxi Uriz, Larrin&Pimoulier, J. Ederra, Carmen Vila)ICAN (Instituto de Calidad Alimentaria de Navarra)Angel M Eugui PaterninFrancisco Javier Otazu VidartJos Miguel de Andrs SolaM Jos Armendriz Prez de Ciriza
Junto a su innegable valor ecolgico y medioambiental,
los montes comunales de Navarra aportan un indudable
valor socioeconmico.
Fomentan el desarrollo de la ganadera extensiva gracias
a sus pastos herbceos, arbustivos y con arbolado.
As, el uso pasccola de estos territorios ha permitido el
desarrollo de explotaciones ganaderas locales que pro-
ducen alimentos de calidad; generan actividad econ-
mica y asientan a la poblacin en el medio rural.
Los ganaderos conforman el paisaje con su actividad y
gestionan el territorio de manera sostenible cada vez ms
apreciadas por la sociedad; aprovechan unos recursos
(pastos) que de otra forma se perderan, y mantienen una
cultura propia (usos, costumbres, industrias, artesana,
tradiciones, megalitos, arquitectura, etc) de un altsimo
valor etnogrfico y tambin turstico.
La Ganadera en Navarra
Valle de Belagua.