monologo de la rana en la lluvia

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MONOLOGO DE LA RANA EN LA LLUVIA Érase una vez…, una chumbera de color verde indeciso, junto a una charca rebosante de vida, hogar ideal de infinidad de insectos, que daba frutos de corteza morada y pulpa exquisita, cuya vanidad crecía en justa proporción a la de sus abundantes espinas agudas y muy agresivas. Todo iba bien alrededor de la charca, hasta el día en el que se dio cuenta que la gente la miraba de lejos y no se le acercaba para nada. ¿Por qué?, se preguntó. De pronto se le ocurrió que la causa del daño era la rana piel color negro y rosa que roncaba cerca de ella. Indignadísima por el perjuicio del que sintió era objeto, sin pensarlo dos veces ordenó a la rana, de muy mala manera, que se alejara de inmediato. Y la rana piel color negro y rosa, más bien que defender su derecho natural de continuar roncando donde más le placía, y responder con voz de trueno su justa protesta, con voz apacible, solamente dijo: Este día, tú decides chumbera amiga; adiós , y se alejó, dando brincos anchos. Al otoño sigue el solsticio de invierno, y éste en breve anuncia la primavera. La rana, piel color negro y rosa y mirada atenta, estaba de paso y casi no la pudo reconocer. La chumbera, en plena lluvia se había desvigorizado en demasía, sus flores estaban sin néctar y sus espinas no lucían amenazantes como antes. _Vaya, amiga chumbera, tu aspecto luce muy ajado _dijo la rana_, ¿fue el frío penetrante o el estío prolongado? _No _dijo la chumbera_, desde que te fuiste la cochinilla del carmín me ha chupado sin misericordia, día tras día y noche tras noche y no hay manera de recobrar mi vitalidad por mucho que lo intente.

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Érase una vez…, una chumbera de color verde indeciso, junto a una charca rebosante de vida, hogar ideal de infinidad de insectos, que daba frutos de corteza morada y pulpa exquisita, cuya vanidad crecía en justa proporción a la de sus abundantes espinas agudas y muy agresivas.Todo iba bien alrededor de la charca, hasta el día en el que se dio cuenta que la gente la miraba de lejos y no se le acercaba para nada. ¿Por qué?, se preguntó. De pronto se le ocurrió que la causa del daño era la rana piel color negro y rosa que roncaba cerca de ella.

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MONOLOGO DE LA RANA EN LA LLUVIArase una vez, una chumbera de color verde indeciso, junto a una charca rebosante de vida, hogar ideal de infinidad de insectos, que daba frutos de corteza morada y pulpa exquisita, cuya vanidad creca en justa proporcin a la de sus abundantes espinas agudas y muy agresivas.Todo iba bien alrededor de la charca, hasta el da en el que se dio cuenta que la gente la miraba de lejos y no se le acercaba para nada. Por qu?, se pregunt. De pronto se le ocurri que la causa del dao era la rana piel color negro y rosa que roncaba cerca de ella.Indignadsima por el perjuicio del que sinti era objeto, sin pensarlo dos veces orden a la rana, de muy mala manera, que se alejara de inmediato. Y la rana piel color negro y rosa, ms bien que defender su derecho natural de continuar roncando donde ms le placa, y responder con voz de trueno su justa protesta, con voz apacible, solamente dijo: Este da, t decides chumbera amiga; adis, y se alej, dando brincos anchos.Al otoo sigue el solsticio de invierno, y ste en breve anuncia la primavera. La rana, piel color negro y rosa y mirada atenta, estaba de paso y casi no la pudo reconocer. La chumbera, en plena lluvia se haba desvigorizado en demasa, sus flores estaban sin nctar y sus espinas no lucan amenazantes como antes._Vaya, amiga chumbera, tu aspecto luce muy ajado _dijo la rana_, fue el fro penetrante o el esto prolongado? _No _dijo la chumbera_, desde que te fuiste la cochinilla del carmn me ha chupado sin misericordia, da tras da y noche tras noche y no hay manera de recobrar mi vitalidad por mucho que lo intente.Mirndola siempre serena, la rana dijo: Chumbera amiga, reina de la primavera, productora de los ms exquisitos frutos en la transicin temporal, cuando estaba constante a tu lado, en mi dieta rica en protenas y grasas insectiles, las de la cochinilla del carmn, la ms agresiva de esta regin, predominaban. Moraleja: Prejuiciados (circunstancia en la que los argumentos flotan sobre la nada), muchas veces tratamos con desprecio a los dems. Partiendo de supuestos falsos: el monologo de la rana en la lluvia de pronto le pareci a la chumbera que era la causa de su desgracia. Juzg mal, y entonces decidi que era un estorbo: ya no serva para nada. Que desatino! sell