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Seminario Teológico Presbiteriano

Rev. José Manuel Ibáñez Guzmán

Santiago, Diciembre de 2011

Monografía

Orígenes del Pentecostalismo en Chile

Autor: César Pino Caamaño

Trabajo correspondiente al

Ramo Historia IV

Impartido por el

Rev. Oswaldo Fernández G.

Introducción



2

La formación y consolidación de la iglesia Metodista Pentecostal es un proceso que

se lleva a cabo desde 1909. Antes de eso y después de eso surgen elementos trascendentales

para que lleguemos a nuestros días con una realidad pentecostal tan diversa. Dentro de la

realidad pentecostal chilena hay muchas denominaciones aunque sin embargo la Iglesia

Metodista Pentecostal y Evangélica Pentecostal son las mayores, con más historia y con

más influencia. De cualquier manera estas iglesias tienen un origen histórico en un contexto

particular. Chile es el país que da inicio e identidad a esta forma de cristianismo tan

particular y radical.

Sin embargo existen algunas dudas ¿Cómo surge la iglesia pentecostal? ¿Qué

relación tienen la Iglesia Metodista Pentecostal con la Iglesia Evangélica Pentecostal? ¿Qué

detalles de este proceso fueron los marcantes para el desarrollo del pentecostalismo dentro

de Chile? Son dudas que esperan ser respondidas por la presente investigación.



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Orígenes del Movimiento

El origen del movimiento Pentecostal en Chile se remonta hacia 1909, dentro del

contexto de la iglesia Metodista. La llegada de esta iglesia a Chile ocurre por el año 1878,

con la llegada del misionero William Taylor, quien busca fundar una misión de la iglesia

Metodista. Provenía de Estados Unidos y fue también misionero en Inglaterra, Australia,

Asia Menor, Syria, Palestina, etc. Fue con él que inicia el movimiento metodista en Chile.

Su visión de la misión iba de la mano con la educación, lo que le llevó a la formación de

colegios no Católicos, para liberales e hijos de inmigrantes. A esto se sumaron los cultos en

inglés. Hasta aquella época los misioneros normalmente venían a encargarse de los

inmigrantes. Sin embargo esta misión, que tenía una visión de sostenimiento propio, no

prosperó como tal, sino que “resultó imposible y el trabajo pasó a manos de la iglesia Metodista Episcopal de Estados Unidos en 1897”

1.

Taylor trajo consigo a un contingente de profesores y maestros entre los que venía el

Dr. Ira Haynes La Fetra, quien en 1880 fue nombrado Obispo y jefe de la misión en Chile y

que en ese mismo año fundó el colegio Santiago College, actual referente en Educación en

Chile.

Hacia 1890, en Valparaíso el Dr. Haynes La Fetra inicia la Iglesia Metodista, la cual

sería pastoreada posteriormente por el Dr. Willis Collis Hoover. Posteriormente se traslada

a la ciudad de Santiago donde inicia la plantación de la Primera Iglesia Metodista de

Santiago en 1898, la cual estaba ubicada en la intersección de Libertad con Cueto.

En Valparaíso la iglesia queda en manos de los Reverendos Alberto Vidaurre (1890-

1891) quien debe exiliarse en Argentina tras el derrocamiento del presidente Balmaceda; y

José Torregrosa, español invitado por La Fetra (1895-1898), siendo este último quien guía a

la congregación hacia el crecimiento, conformándola y dejándola en 1898 con 54 miembros

1ORELLANA, Luis, El fuego y la nieve: historia del movimiento pentecostal en Chile: 1909-1932, Concepción:

CEEP, 2006, Pág. 27, nota 17.



4

en plena comunión, 80 miembros a prueba y más de 100 simpatizantes 2. Se muda a

Santiago donde trabajaría en el inicio de la Primera Iglesia Metodista en Santiago.

Lo sucede el Rev. Edward Wilson, “quien recibe la Iglesia Metodista de Valparaíso

y comienza aplicando el sistema de clases. El pastor Wilson con su excelente capacidad deorganización y con el sistema de clases hizo florecer la obra hasta tener 249 miembros en

plena comunión en el año 1902”3.

En este año, el Rev. Willis Cellis Hoover se haría cargo de la iglesia de Valparaíso,

nacido en Illinois en 1858, quien en la búsqueda de servir como misionero, siguiendo el

ejemplo de David Livingstone “ofreció sus servicios a (William) Taylor para ir a África…

Taylor respondió, ofreciendo trabajo en Chile”4. De esta manera, llega a Iquique

primeramente con su esposa, Mary Ann Louisa el año 1889, trabajando él como director de

un colegio. Llegan a Valparaíso en 1902 para hacerse cargo de la congregación, pujante y

creciente.

En 1907 llega a sus manos un panfleto con el título de El Bautismo del Espíritu y

Fuego5 lo que le llevó a tener la certeza de la existencia de una experiencia cristiana hasta

entonces no alcanzada por ellos. De esta manera comienza un constante proceso de oración,

ayuno y vigilias en las cuales se le rogaba a Dios que les diera esa experiencia. Desde ese

momento se comienzan a observar experiencias de este tipo, como oraciones más

profundas, llanto, risa, momentos de éxtasis que de manera paulatina se van sucediendo y

acrecentando. Durante todo el año 1908 se observaron estos hechos.

Ya en 1909 las experiencias comienzan a masificarse en la iglesia, lo que va de la

mano con cambios profundos en la vida de las personas de la congregación. De acuerdo a

su relato:

“ Nunca he oído orar en toda mi vida como ahora muchos oran; y puedo agregar que nunca he orado como en estos tiempos. Quiero perderme en Dios, escondido en Él,

2DAZA Zenteno, Luis, Formación de la Iglesia Metodista Episcopal de Valparaíso, 1978, disponible en

http://www.metodistasvalparaiso.cl/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=11 3

Ibíd.4

HOOVER, Mario G., El movimiento pentecostal en Chile del Siglo XX, Santiago: Eben-Ezer, 2002, Pág. 1575

HOOVER, Willis C., Historia del avivamiento pentecostal en Chile, Concepción: CEEP, 2008, Pág. 15

http://www.metodistasvalparaiso.cl/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&id=11





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consumido por Él, de manera que todo hálito le glorifique. Ya no tenemos coro. Las niñas

frívolas que antes lo componían son ahora maravillas de oración y me desahogo en lloro al

oírlas hablar. ¿Qué pensarían allí de un avivamiento sin un gran coro y director de

música? Nosotros tenemos el Director más grande de todos – el Señor Dios Omnipotente –

y Él ha enviado al Espíritu Santo para dirigir todo. El mundo mira y dice “¡Escandaloso!

¡Que desorden!” y todo aquello; pero tenemos tanto gozo en nuestro Direct or, y tanta

confianza que Él sabe más que el mundo, que hemos dejado de preguntar al mundo qué es

lo que le agrada, así el mundo y el diablo se enojan.”

A estas manifestaciones se sumó el crecimiento explosivo de la iglesia, registrando

la escuela dominical promedios de asistencia de 363 a 527 personas en dos meses6. Esto

según Orellana sólo era comparable al origen del metodismo. Sin embargo no todo fue

positivo, sino que se suscitaron diversos problemas por causa del impacto que estaba

teniendo en el resto de la denominación y en las otras iglesias estos sucesos. De hecho hay

un momento que marca un antes y un después en la historia del movimiento. Esto ocurre el

día 12 de septiembre de 1909.

Una miembro de la iglesia de Valparaíso llamada Elena Laidlaw viajó a Santiago

para ir a visitar a su hermana carnal7con la idea de propagar el mensaje del avivamiento que

estaban viviendo como iglesia. Ella fue enviada por la iglesia de Valparaíso con carta de

recomendación del pastor Hoover con la idea de hacer discípulos a todo el mundo. De esta

manera su idea era dar el mensaje en la 1ª y 2ª iglesias de Santiago. No obstante, la

respuesta de los pastores no fue la esperada y en 3 ocasiones se dieron discusiones por

causa de la visita de esta hermana y la reacción local. Por la mañana en la Segunda Iglesia

se vivió un episodio que tiene diversas interpretaciones. Según el Heraldo evangélico Nº

1524:

“El pastor, señor W. T. Robinson, conociendo el carácter y las pretensiones de estamujer de ser profetisa… no le concedió el permiso deseado. Ella [Elena] , haciendo

caso omiso de tal negación, empezó a hablar a gritos, vociferando de una manera

6Ibíd., pág. 41

7Ibíd., pág. 43



6

indescriptible y pretendiendo que su proceder era en efecto del Espíritu Santo en

ella.8”

Sin embargo, el Chile Evangélico plantea lo siguiente:

“Una vez terminadas las clases y reunida la congregación… nuestra hermana

aprovechando este tiempo, pidió permiso a nuest ro pastor…. Pero el señor

Robinson, habiendo tenido conocimiento que ella era de Valparaíso, se opuso

tenazmente, entonando un himno, a fin de ahogar las súplicas de esta hermana y

toda la congregación9”.

De esta manera, como fuese realmente la situación, se dieron hechos inusitados y

que causarían repercusiones posteriores.

El relato de una carta citada por el Rev. Hoover es el siguiente del episodio vivido

en la congregación de la Población Montiel:

“En la tarde en el culto en la Población Montiel la hermana Elena en un espíritu

humilde pidió permiso para hablar en tanto se tomaba la colecta. El pastor dijo que

no. Había una congregación de 170 a 180 y casi todos pedía que le permitieran

hablar, pero lo negó. La congregación salió al sitio para oír a la hermana Elena y

después nos fuimos adentro otra vez, y un hermano en amor fue a abrazar alPastor. Este le dio un empujón y cayó con él, dándose en el filo de una puerta,

rompiendo su cabeza10”

Por su parte, “El Cristiano” del 20 de septiembre de 1909 relata lo siguiente:

“Grande fue nuestra sorpresa al entrar al recinto del culto, al ver alrededor del

púlpito un grupo de hombres y mujeres… Allí nos impusimos de que la “ profetisa”

arriba mencionada trataba de tomar la dirección del culto, deponiendo así de su sagrado puesto al pastor Robinson… decía que había venido a hacer “revelaciones

especiales” que el Padre le había dado. Por un momento aquello pareció

8HOOVER, Mario, Op. Cit. Pág. 286


10HOOVER, Willis, Op. Cit. Pág. 44



7

terminado, pues la “iluminada” con algunos de sus adeptos, salieron del recinto

para seguir en el patio de la Iglesia; pero, no bien hubo el Rev. Hansen dado

comienzo a su sermón… volvieron otra vez alrededor del púlpito acosando a ambos

pastores. El Dr. Robinson… trataba de poner orden, cuando uno de los furiosos

“adeptos” subiose a la plataforma y agarrándole, le hizo rodar por tierra,

hiriéndose la cabeza en dos partes.11”

Finalmente, el culto de la Primera Iglesia terminó con la hermana Elena

encarcelada. El relato de “El Cristiano” es:

“… El Doctor Rice, que quería evitar escándalos, tomó medidas precautorias y

trajo a la policía por si esa mujer perturbaba el orden… Al terminar el culto la

“iluminada” pidió la palabra, contestándole el señor Baumann que deseaba primeramente hablar con ella. A esta observación la “enviada del Señor” no hizo

caso y poniéndose en pie comenzó a arengar a la congregación. Ante esto Mr. Rice

le pidió cortésmente que no continuara. La “humilde sierva” de Dios tampoco

obedeció, viéndose entonces el Dr. Rice obligado a entregarla a la policía… sus

adeptos se opusieron a que la tomara la fuerza pública formando un gran bullicio.

Vino entonces más fuerza pública y la llevaron a la Comisaría.12”

El “Chile Evangélico” por su parte:

“… Una vez que hubo terminado el culto… nuestra hermana… pidió permiso para

hablar después que se hubiese cantado el himno, recibiendo del señor Baumann

respuesta favorable; pero tan pronto, cuando quiso hablar, ve delante de sí un

fornido guardián, el cual había sido invitado por nuestro superintendente del

Distrito, Rev. Dr. W. F. Rice, para que llevara consigo a la hermana, que no había

sido merecedora de la simpatía de ninguno de los reverendos. En virtud de tan poco

honorable proceder, hubo una protesta general; pero que no sirvió para calmar el

ánimo del Rev. Dr. Rice, sino que tomando la dirección de la 7a. Comisaría, pidió


12Ibíd. Pág. 290



8

fuerza armada para venir y llevar presa a la hermana Elena y arrojar a la calle a

toda la iglesia.13”

Estos hechos ocurrieron el día 12 de septiembre de 1909, marcando así un quiebre

entre las iglesias y sus pastores, y, de paso, un antes y un después del movimiento

Pentecostal. Mario Hoover, nieto del Rev. Willis, agrega que en una entrevista a Humberto

Díaz Marchant, quien fuese obispo de la futura iglesia Metodista Pentecostal, éste habría

afirmado que ese día veinte hermanos habrían recibido el bautismo del Espíritu Santo14

.

Tras los hechos del 12 de septiembre, muchos miembros de las congregaciones metodistas

decidieron abandonarlas y comenzaron a reunirse en sus casas de manera clandestina.

Como fuese, estos hechos desencadenaron una serie de repercusiones tanto dentro

del ambiente cristiano como fuera de este, dando al movimiento pentecostal una opinión

pública bastante negativa. Si bien la iglesia seguía creciendo, las críticas aumentaban. El

diario “El Chileno” publicó un reportaje cuyo encabezamiento era “El Nuevo Escobar, la

obra de un embaucador, o de un loco. Gritos, desmayos y bofetadas. Escenas trágico-

cómicas. Detalles completos. Denuncio de la policía. Intervención de la justicia”15

. De

hecho por la Santa Cena varias veces fue citado a declarar debido a que este mismo

reportero le acusaba que daba a la gente “un brebaje que se llamaba sangre del cordero, lo

que les ponía en un letargo y les hacía caer al suelo”.

Frente a estos hechos, la sociedad misionera de Nueva York, de la cual dependía

Hoover fue informada. Así los primeros días de octubre viajaron a Valparaíso desde

Santiago las autoridades metodistas del Rev. Hoover, debido a los artículos del “El

Chileno” y las denuncias a la fuerza pública. Sin embargo el asunto se dejó en manos de la

Iglesia Metodista Episcopal, que celebraría la Conferencia anual en febrero de 1910.

En estas conferencias se acusó al pastor Hoover de:

- Cargo Primero: “enseñanza y diseminación de doctrinas falsas y antimetodistas,

pública y privadamente”

13Ibíd. Pág. 291

14Ibíd. Pág. 298

15HOOVER, Willis, Op. Cit. Pág 47.



9

- Cargo Segundo: “conductas gravemente imprudentes”

Frente a esto la iglesia de Valparaíso mostró un crecimiento inusitado, a vista de los

presentes en la conferencia. Finalmente se optó por retirar los cargos si Hoover tomaba un

año sabático en Estados Unidos, cosa que aceptó. Sin embargo, esa misma noche, no pudo

dormir debido a que su conciencia no le permitía descansar, por lo que decidió renunciar al

día siguiente a la Iglesia Metodista Episcopal. Sin embargo su renuncia no fue aprobada y

continuó al mando de la iglesia de Valparaíso. Posteriormente, en la conferencia trimestral

de la Iglesia Metodista Episcopal la presión fue demasiada para los oficiales de la iglesia de

Valparaíso cosa que les llevó a renunciar. Junto con ellos presentó su renuncia el Rev.

Hoover. Así fue como el 1 de mayo de 1910 Hoover quedó desafectado de esta institución.

A esto se sumó el que los dos grupos que habían salido de la iglesia episcopal le

pidieron su pastoreo. Estos, al salirse de la iglesia formaron en Febrero de 1910 la Primera

y Segunda Iglesia Metodista Nacional. Así, al oficializarse la salida del Rev. Hoover, con la

congregación que salió de Valparaíso formó la Iglesia Metodista Pentecostal. Al enterarse

los hermanos de la Metodista Nacional, le piden que se el superintendente, de tal manera

que las tres se reúnen formando la Iglesia Metodista Pentecostal como denominación.



10

Consolidación

Tras la salida de los grupos de la iglesia Metodista Episcopal tanto de Santiago

como de la iglesia de Valparaíso, estas tres se unieron formando la Iglesia Metodista

Pentecostal, a petición del Rev. Hoover. A estas tres se les sumó un grupo dirigido por el

pastor Tulio Moran, de la iglesia Presbiteriana de Concepción. Este grupo era de cerca de

40 personas, quienes se unieron en forma independiente en 1910. En 1911 se unieron con

Hoover formando parte del movimiento.

Además, un grupo de hermanos de la ciudad de Rio Bueno, proveniente de la

Alianza Cristiana y Misionera decidieron salir guiados por el pastor Carlos del Campo,

uniéndose al movimiento Pentecostal.

Sin embargo, pese a conformarse bajo un nombre denominacional y a ser casi todos

con trasfondo metodista, Hoover no establece una forma de gobierno ni una eclesiología

metodista. De esta manera la conformación de las iglesias es más bien local. Pese a

originarse en los centros urbanos, establece sus congregaciones en la periferia. De esta

manera se transformó en una iglesia de carácter popular y que llegó a las clases más pobres.

A diferencia de las iglesias protestantes que eran de carácter más racional, las pentecostales

enfatizaban la experiencia, cosa que les permitió llegar a los sectores menos cultos.

Dado el entusiasmo de sus miembros, la iglesia creció velozmente, llegando la

primera iglesia de Santiago a multiplicarse en su cantidad de miembros. Las características

de este crecimiento fueron dadas principalmente por el carácter misionero de sus miembros,

el evangelismo en las calles, la migración de creyentes quienes establecían en sus casas

lugares de reunión llegando a convertirse en una congregación. El entusiasmo les llevó a

construir iglesias que velozmente se llenaban, logrando un crecimiento dramático. De

acuerdo a los diarios “Chile Evangélico”, “Chile Pentecostal” y “Fuego de Pentecostés” el

crecimiento pasó de 3 comunidades en 1909 a más de 150 en 1932.

Como los miembros de las congregaciones eran gente de escasos recursos, la

construcción de Templos o el arriendo de locales fue con mucho esfuerzo y fe por parte de

los hermanos. Al independizarse de la misión Metodista perdió todo el apoyo monetario,

quedando a manos de ellos mismos la mantención de la denominación. Esto fue asumido



11

por los miembros, quienes diezmaron de forma sistemática y voluntaria. Por su parte los

pastores tenían un empleo alternativo al pastorado para poder sustentarse. Así la iglesia

pudo mantenerse aún en tiempos de crisis:

“La generosidad de los fieles pentecostales se debió principalmente al entusiasmo, piedad y al fervor religioso que el movimiento en si proyectaba, dando vida a

comunidades bien cohesionadas y con un rostro eminentemente popular.16 ”

En cuanto a la eclesiología, la iglesia era de carácter local e independiente, guiada

por el pastor. Era supervisada y visitada cada 3 meses por el Rev. Hoover quien era quien

ordenaba pastores, recibía miembros y ministraba la Santa Cena, por lo cual su visita era

esperada por las congregaciones. Entre 1910 y 1920 hubo 15 pastores, nueve ordenados por

Hoover.

La comunicación entre iglesias se daba por las visitas del Rev. Hoover, la

circulación de la revista “Chile Pentecostal” y viajes misioneros.

Por lo tanto, durante los primeros 10 años del movimiento, este creció de manera

sistemática, constante y entusiasta. No solo Valparaíso, Santiago y Concepción tenían

congregaciones pentecostales, sino que provincias cercanas comenzaron a recibir hermanos

que, guiados por un cambio de trabajo o visión misionera comenzaban una congregación

donde sea que fuesen comenzando a predicar desde los vecinos hasta los compañeros de

trabajo. Estas reuniones que se daban en sus casas pasaban eventualmente a convertirse en

congregaciones, luego iglesias. Y quien iniciaba la misión era erigido como líder, como

pastor.

Hacia la década de 1920 surgen diversos cambios en Chile, lo que lleva a la iglesia a

entrar en discusiones trascendentales, como lo es por ejemplo, la política. Con el

surgimiento de Arturo Alessandri Palma, los pentecostales fueron motivados a votar poraquel candidato que representaba al pueblo y guiados a seguir las tendencias políticas de

izquierda. Los problemas sociales y laborales estaban en su cúspide y las reformas

prometidas por Alessandri eran alentadoras para los trabajadores, de los cuales estaban

llenas las iglesias pentecostales. Esto llevaría a una eventual libertad de culto, lo que

16ORELLANA, Op. Cit. Pág. 64



12

permitiría un relajo y una autenticación de movimientos dentro del mismo movimiento

pentecostal, a esta altura erigido como una iglesia, una denominación. Es así como surgen

algunos grupos que se alejan de la Iglesia Metodista Pentecostal por diversos motivos.

Un caso es el de la Iglesia Evangélica de los Hermanos. Esta surge el año 1925. Esta

se originó con 2 grupos de hermanos provenientes de las iglesias de Valparaíso y la 1ª de

Santiago, donde pastoreaban Hoover y Manuel Umaña respectivamente. El grupo de

Valparaíso se origina debido a que ante las ausencias de Hoover, Vicente Mendoza es

nombrado como pastor ayudante para quedarse mientras Hoover viajaba. Sin embargo

desarrolló una idea de gobierno un poco más racional que su pastor titular, por lo que éste

lo separó de la iglesia. Al salir, un grupo salió con él, generando la necesidad de pastoreo

para aquellos que salieron, formando comunidades pequeñas. Mientras que el grupo de

Santiago se originó cuando un grupo decidió generar un fondo de ayuda económica que

sería administrado de forma racional. Umaña no estuvo de acuerdo y expulsó a estos

hermanos, con los que salieron unos 40, uniéndose para formar los la Iglesia evangélica de

los Hermanos.

La Misión Wesleyana Nacional surgió en Lota cuando en 1928 un grupo de cerca de

40 personas debió abandonar la iglesia Metodista Episcopal por causa de la experiencia

pentecostal. Víctor Mora fue el pastor que guió a la congregación a esa experiencia. Fue

perseguido por la iglesia Católica y el partido comunista, quienes lo vieron como enemigo.

Así, ese mismo año fue enviado a Curacautín por su iglesia y Manuel Pavez se hizo cargo

de la congregación, la que renunció a la iglesia por completo, yendo a buscar al pastor

Mora para funda así la iglesia Wesleyana Nacional.

Por su parte, la Misión Evangélica Nacional fue una asociación de carácter

pentecostal de hermanos de diversas denominaciones como la Metodista Pentecostal,

Metodista Episcopal, Presbiteriana, De los Hermanos, Wesleyana Nacional, etc. Fuebásicamente un grupo que buscó salir de la ilegalidad, por medio de la búsqueda de la

personalidad jurídica. Su carácter fue desde el principio de apertura, unidad de sus diversos

líderes. Su forma de gobernar fue llamativa ya que fue dirigida por un grupo que buscó el

gobierno democrático y mantener la unidad.



13

Finalmente, acaso la más grande de las separaciones de la iglesia Metodista

Pentecostal fue la ocurrida en enero de 1933. Dentro del grupo de los pastores se habían

polarizado los que estaban apoyando siempre a Hoover y un grupo que se había apartado,

liderado Manuel Umaña Salinas, pastor de la Primera Iglesia Metodista Pentecostal de

Santiago, también llamada Jotabeche. A ellos la había comenzado a incomodar la presencia

y manera de administrar la iglesia del superintendente de la Iglesia. A esto se agrega una

visión nacionalista de la iglesia. El clima se fue tensando desde 1930 hasta que en ese

verano el Pastor Umaña junto con cerca de la mitad de los pastores decidió salir da la

iglesia junto con varios templos que estaban a nombre de los pastores. Umaña asumió la

superintendencia de la Iglesia pero no pudieron sacar a Hoover de Valparaíso.

Curiosamente acuñaron el nombre, tras haberlo inscrito y acuñarlo como propio. De esta

manera, quienes salieron de la iglesia Metodista Pentecostal se llevaron el nombre.

Por su parte el pastor Hoover formó la que sería la Iglesia Evangélica Pentecostal,

formando así las 2 grandes iglesias evangélicas de nuestro país.



14

Conclusión

Los movimientos religiosos son inesperados y diversos, muchas veces carecen de

una lógica histórica y suscitan diversas interpretaciones y comprensiones. Tal es el caso de

la historia del movimiento pentecostal chileno. Es un movimiento autóctono, con

características autóctonas. La forma en cómo surge es llamativa y sus características son

impresionantes. Este grupo de creyentes de la iglesia de Valparaíso se lanza a la búsqueda

de una segunda bendición, del “bautismo con el Espíritu Santo”. Momentos de oración

prolongados y largas vigilias preceden este movimiento. Y detrás de todo, como su líder y

forjador aparece Willis Hoover, hombre creyente, metodista, amante del Señor.

Su interpretación de los hechos que comienzan a ocurrir a su alrededor es absoluta y

en ningún momento llega a dudar de lo real de las manifestaciones que sus ojos ven y que

él mismo vive. Es el Espíritu Santo. Frente a la potencia de la acción de Dios en su vida no

le queda otra a este grupo que salir, irse de la denominación.

Frente a esto la reacción de la iglesia Metodista Episcopal es digna de análisis. Un

profundo movimiento de avivamiento, según Hoover, estaba ocurriendo en frente de sus

ojos y ellos no eran capaces de reconocerlo. Sus cabezas podían más que la evidencia

misma de que el Espíritu Santo estaba siendo derramado en medio de ellos con experiencias

maravillosas y sobrenaturales. Llantos, gritos, éxtasis, arrepentimiento profundo, son todos

frutos de este movimiento. ¿Es errada la reacción de la Iglesia? Al parecer sí, Dios estaba

transformando y trastornando Valparaíso con este movimiento. La asistencia a la escuela

dominical se duplicó en un par de meses y muchos se convertían. ¿Quién es este Dios que

actúa de maneras tan insospechadas? ¿Es el mismo Dios de Israel? La respuesta parece ser

que sí, sin embargo esto rompe la teología de muchos (incluyendo a este autor), que no

caben en sí de cómo la soberanía de Dios se sobrepone de manera clara.

El surgimiento de esta iglesia claramente va a marcara un antes y un después en el

cristianismo en Chile. Ya nunca volverían a ser aquellos pocos pero distinguidos hombres

exclusivamente. Ahora serían aquellos más una gran masa de pueblo, de proles que aman a

Cristo, a quienes Dios se les manifiesta y quienes trastornarían el mundo en nuestro país.

Los famosos canutos.



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Bibliografía

Los textos usados en la construcción del presente trabajo son:

- DAZA Zenteno, Luis, Formación de la Iglesia Metodista Episcopal de Valparaíso,

1978, disponible en

http://www.metodistasvalparaiso.cl/index2.php?option=com_content&do_pdf=1&i

d=11

- HOOVER, Mario G., El movimiento pentecostal en Chile del Siglo XX, Santiago:

Eben-Ezer, 2002, Pág. 157

- HOOVER, Willis C., Historia del avivamiento pentecostal en Chile, Concepción:

CEEP, 2008, Pág. 15

- ORELLANA, Luis, El fuego y la nieve: historia del movimiento pentecostal en

Chile: 1909-1932, Concepción: CEEP, 2006






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