momento ii fundamentaciÓn noolÓgica 1. …
TRANSCRIPT
MOMENTO II
FUNDAMENTACIÓN NOOLÓGICA
1. ANTECEDENTES SITUACIONALES
El lugar de aplicación de esta investigación corresponde en primer lugar
al Centro de Investigación del Agua “Ing. Lenin Herrera”, la cual es una
entidad autónoma ubicada en la Ciudad Universitaria de Maracaibo y adscrita
en su estructura organizacional a la Facultad de Ingeniería de la
Universidad del Zulia (Facultad de Ingeniería LUZ, 2011). Posee la misión de
dirigir, promover y desarrollar las actividades académicas y de
investigación científica y tecnológica relacionadas con el recurso agua y de
estimular, fomentar e instruir acerca de las normas y procesos para el uso
racional del agua, igualmente es un ente encargado de realizar acciones y
gestión de políticas que garanticen el manejo adecuado y conservación
del recurso agua.
El Centro de Investigación del Agua se encuentra integrado por un
equipo humano multidisciplinario, cuyos trabajos han generado productos y
conocimientos de importancia científica y tecnológica, además de una
infraestructura significativa que sirve de apoyo a sus actividades. En su visión
aspira participar activamente en los programas de saneamiento ambiental
24
25
que se realicen en la Universidad del Zulia, así como en la optimización del
uso, manejo y conservación del agua en conjunto con otras Universidades
pertenecientes a la región y al país.
Además de su labor docente en servicio de los miembros de la
comunidad universitaria por medio de las actividades de extensión y
docencia en pre-grado y postgrado y del apoyo ofrecido a los diversos
actores del sector público que se dedican a trabajos relacionados con su
función fundamental; el Centro también ofrece asesorías y servicios a la
empresa privada, lo cual significa aportes al desarrollo de la industria local.
El Centro de estudios del Agua se ha trazado los siguientes objetivos:
Objetivo General: Coordinar la investigación del recurso agua.
Objetivos Específicos:
1. Promover, desarrollar y coordinar la investigación en el campo del
manejo de los recursos de agua y en el desarrollo de técnicas de
tratamientos para aguas potables, residuales e industriales.
2. Fortalecer la docencia en pre-grado en el campo de Saneamiento
Ambiental.
3. Realizar actividades de extensión y servicio en el campo del
saneamiento Ambiental,
4. Además de los objetivos esenciales enunciados anteriormente, sus
actividades podrán extenderse a cualquier sector de las ciencias básicas o
tecnológicas, donde el elemento fundamental de investigación esté relacionado
26
con el Saneamiento Ambiental, se incluye como interés del Centro el desarrollo
futuro de la investigación del medio ambiente aire y suelo.
5. Coordinar y colaborar en proyectos de investigación y trabajos
que realicen los laboratorios de la Facultad de Ingeniería, que estén afiliados
al Centro.
6. Colaborar con otras Facultades o Centros de Investigación de la
Universidad del Zulia, e igualmente con otras Universidades o entidades
dedicadas a la investigación, sujetándose a las normas y procedimientos de
la Universidad del Zulia.
Además de los aspectos ya descrito, el Centro de estudios del Agua
desarrolla las siguientes funciones y servicios: Tesis de pregrado y
postgrado, publicación de artículos, servicios de análisis y de investigación,
asesorías, pasantías, entrenamientos, tópicos especiales, intercambios,
entre otros.
Los servicios de investigación se inician a través del planteamiento de
un problema; una vez que la propuesta sea aceptada por el usuario, se
oficializa el acuerdo a través de la formalización de un convenio o contrato
que respalda las actividades a realizar y como se llevaría a cabo, así como
los costos en los que se incurriría.
A pesar de estas afirmaciones y de la trascendencia de esta entidad, su
funcionamiento también se ha visto afectado por las circunstancias
problemáticas que se enmarcan en el sistema de educación superior pública
27
descritas en el Momento I de este trabajo, entre las cuales puede
mencionarse el recorte presupuestario, las deficiencias en las estrategias
gerenciales y la ausencia de mecanismos apropiados de gestión del
comportamiento humano en el contexto organizacional, que sirvan para
detectar las acciones positivas orientadas al bien deseado o alineadas a los
valores compartidos (Cordero, 2009).
Otro sitio de aplicación de esta investigación, lo constituye Instituto de
Superficies y Catálisis (Insuc), el cual es un centro de investigación experimental
dedicado a soportar el programa de Doctorado en Ingeniería Química, mención:
Catálisis y Superficies (Ingeniería, Facultad de Ingeniería de LUZ, 2011).
El INSUC, fue creado por resolución No. 2921 del 12 de julio de 1991, gracias a
la iniciativa del Eduardo Choren. Doce años más tarde el Consejo Universitario
resuelve elevarlo a la categoría de instituto según resolución No. 9928 del 23 de
octubre de 2003. Posee los siguientes objetivos:
• Investigar de forma básica y aplicada los fenómenos de superficie, en
particular de catalizadores sólidos y fenómenos de absorción.
• Formar especialistas en el área.
• Contribuir a mejorar la formación de docentes e investigadores de la
Universidad del Zulia.
• Colaborar con otros organismos nacionales y del exterior a través del
intercambio de investigadores, visitas, pasantías, congresos, conferencias e
investigadores de posdoctorado.
28
Sus líneas de investigación son:
• Caracterización de Catalizadores Metálicos Óxidos y Sulfuros Soportados.
• Termodinámica de Absorción.
• Estudios de Procesos en la Industria de Refinación y Petroquímica.
El último sitio donde se ubica contextualmente el presente trabajo es el
Centro de Estudios de Corrosión (Ingeniería, Facultad de Ingeniería de LUZ,
2012). Este se crea en 1991 con el propósito fundamental de formar los
recursos humanos capaces de prevenir y corregir los problemas de corrosión
de materiales en el diseño, construcción, mantenimiento y operación de
plantas físicas e industriales venezolanas, mediante la enseñanza de
conocimientos teórico-prácticos e investigación.
Su misión es contribuir en ampliar las fronteras de ciencia, ingeniería y
técnica para prevenir y controlar los problemas de corrosión; su visión es la
formación de profesionales altamente capacitados y competitivos, mediante
una infraestructura académica adecuada a las exigencias tecnológicas
crecientes nacionales e internacionales; y su objetivo fundamental consiste
en formar recursos humanos capaces de prevenir y corregir los problemas de
corrosión de materiales en el diseño, construcción, mantenimiento y
operación de plantas físicas e industriales, mediante la enseñanza de
conocimientos teóricos-prácticos e investigación.
El Centro de Estudios de Corrosión pose las siguientes líneas de
investigación:
29
• Técnicas de Diseño y Control de Corrosión de Estructuras de Concreto
Armado
• Estudios sobre Corrosión Atmosférica, Corrosión Inducida
Microbiológicamente
• Desarrollo de técnicas para pruebas electroquímicas.
• Caracterización y evaluación de Revestimientos Metálicos y No
Metálicos e Inhibidores de Corrosión.
• Microscópica Electrónica.
• Corrosión en la Industria Petrolera y Petroquímica.
2. RESEÑA DE INVESTIGACIONES PREVIAS
Para el presente trabajo se tomaron en cuenta varias investigaciones
las cuales aportan valor antecedente por enfocarse en eventos o actores
similares o por poseer contextos noológicos relacionados. En primer lugar,
cabe destacar el trabajo realizado por Meléndez (2007) titulado “Afectividad
del profesor universitario en espacios pedagógicos”.
La referida investigación se trazó como objetivo general, comprender el
mundo intersubjetivo e intrasubjetivo del profesor tomando en cuenta su
labor y experiencia. De la misma forma, se indagó acerca de la profesión
académica y la acción formadora consecuencia de su relación laboral con la
Universidad. Las conclusiones se obtienen por medio del diálogo teórico-
reflexivo, experiencial y de los resultados estadísticos empleados para
30
interpretar los datos. Se determinó que el 90% de los profesores manifestó
características afectivas relacionadas con una actitud pedagógica adecuada.
Esto representa una contribución importante dado que se reconoce la
importancia de la realidad intersubjetiva en el marco de la labor
organizacional y particularmente en el campo académico y universitario.
Igualmente, la investigación antes señalada emplea una abordaje del
diálogo teórico-reflexivo, experiencial y posteriormente se realiza un análisis
estadístico a fin de la ofrecer conclusiones con respecto a la afectividad de
los actores, lo cual la acerca metodológicamente al abordaje implementado
por el presente trabajo.
Se puede mencionar también el aporte de Payares (2003) en su trabajo
titulado “El caos como metáfora organizacional”, en este se realiza una reflexión
teórico interpretativa acerca de la relación que existe entre las siete Leyes
pertenecientes a la Teoría del Caos y el Desarrollo Organizacional; en tal sentido,
se resalta la comprensión derivada del pensamiento complejo que sirve de
referencia al abordaje bajo esta perspectiva del contexto de las organizaciones, lo
cual deviene de la consideración del universo caótico y de la aplicación posterior
de sus principios al campo laboral, todo a partir del aprovechamiento de las
formas de pensamiento surgidas de las metáforas ontológicas, y su
transformación a través de procesos complejos en ideas y en conocimiento.
La señalada perspectiva acerca de las organizaciones, permite para el
caso del presente trabajo, vislumbrar la necesidad de un abordaje que
31
supere los reduccionismos de la gerencia clásica y un acercamiento a los
planteamientos de la psicología y la filosofía en su aplicación al campo de la
Gestión del Talento Humano dentro de los Centros de Investigación.
Otra investigación que debe ser señalada es la de Sedikides (2008),
titulada “¿Auto-afirmar o Auto-mejorar? Efectos de la retroalimentación auto -
relevante repetida”. El citado trabajo se propone los siguientes objetivos:
determinar si los juicios de retroalimentación cognitiva y afectiva son más
beneficiosos en función de si siguen trayectorias dirigidas al auto-
mejoramiento o a la auto -afirmación, por otra parte se procuró establecer si la
retroalimentación positiva consistente induce la auto-afirmación. Finalmente,
se procuró establecer si el mejoramiento en la retroalimentación induce el
mejoramiento percibido por el participante .
La investigación concluyó que efectivamente, las personas tienden a
mejorar su auto-concepto de manera progresiva en proporción directa de las
mejoras de la retroalimentación que reciben. El procedimiento empleado
constó de los siguientes pasos:
• Estudio 1: 60 sujetos completaron 4 diferentes pruebas psicométricas.
• Los mismos 60 sujetos recibieron información falsa con respecto a sus
capacidades después de cada prueba. Las Valoraciones recibidas fueron
mejoradoras.
• Estudio 2: 50 sujetos completaron 5 rondas de la prueba denominada la
"orientación integradora" (“integrative orientation)
32
• Los mismos 50 sujetos recibieron información falsa con respecto a sus
capacidades después de cada prueba. Las Valoraciones recibidas
fueron mejoradoras.
Las conclusiones de este trabajo fueron las siguientes: Las
retroalimentaciones consistentemente positivas (mejoradoras) se presentaron
al inicio como satisfactorias y útiles, pero fueron percibidas como menos
útiles en el transcurso de retroalimentaciones repetidas.
Las retroalimentaciones mejoradoras, se hicieron menos satisfactorias con
el tiempo cuando estas se refirieron a diferentes capacidades (Estudio 1), pero
no desmejoraron cuando se trataban de una sola habilidad (Estudio 2).
• Las retroalimentaciones mejoradoras fueron percibidas como cada vez
más satisfactorias con el tiempo cua nto más positivas llegaron a ser, pero no
se percibieron como más útiles.
Lo expresado representa un aporte para el presente trabajo, ya que se
reconoce la importancia de la retroalimentación del equipo de trabajo y sus
efectos beneficiosos en la labor de los participantes en la medida que esta es
positiva, igualmente, permitiría sugerir que las actividades que se realicen en
el marco del Análisis del Dialogo Intersubjetivo obtendrían efectos
beneficiosos para los participantes, toda vez que las participaciones de sus
compañeros sirvan para identificar aspectos esperados de su
comportamiento y permitan brindar reconocimiento grupal en relación a los
aportes que cada uno realiza.
33
Otro trabajo de investigación que es útil mencionar es el de Chacín y
otros (2009), titulado “la gerencia en las organizaciones sociales: perspectiva
crítica interpretativa”, el cual discute y analiza la gerencia como proceso
sobre la base de los actores sociales y las dinámicas de la organización que
se caracteriza por las trasformaciones de la temporalidad.
Es un estudio basado en la perspectiva crítica interpretativa y empleó
información obtenida a partir de gerentes de diversos establecimientos
sociales públicos y privados, desde donde se obtuvo la concepción de cada
uno acerca de la gerencia, las funciones y actividades relacionadas con su
hacer gerencial.
La investigación concluye valorando la incorporación de la perspectiva
crítica interpretativa en el abordaje del fenómeno gerencial por cuanto, da
sentido a la experiencia vivida por los actores que forman parte de las
organizaciones sociales, es decir de la gente común, que comparte funciones
y acciones llenas de intencionalidad, de motivos y propósitos, sobre la base
de su propia vida y la de la organización social en la cual convive.
Su valor para la presente investigación radica en su reconocimiento de
la complejidad de las organizaciones sociales, y su trato de los participantes
como gente común, cuya comprensión pasa por la reflexión psicológica de
intencionalidad, motivos y propósitos, sobre la base de su propia vida y la de
la institución social en la cual coexisten.
En último lugar se integra al bagaje de experiencias de investigación
previas, la aportada por Ávila y Martínez (2009), quienes desarrollaron un
trabajo titulado “Reconocimiento e Identidad. Diálogo Intercultural” en donde
34
se realiza un análisis crítico reflexivo acerca de la importancia del
reconocimiento intersubjetivo de la identidad cultural como parte
constituyente del progreso de la autoconciencia moral de los seres humanos
en las sociedades presentes.
A través de la crítica textual, el autor concluye que El multiculturalismo,
a través de la categoría clave del «reconocimiento», ha buscado la
fundamentación de la nueva legitimación política basándose en el
reconocimiento de los derechos culturales. De este modo, el
multiculturalismo ha alcanzado dos importantes objetivos: por una parte, la
universal e igual dignidad sociocultural de las culturas, y por otro lado el
reconocimiento y la tutela de la identidad única de los particulares.
De igual forma, se reconoce que ningún hombre está por encima de su
propia cultura, siendo imposible un «contrato cultural» a semejanza del
«contrato social». De manera tal que existen confines horizontales y
verticales entre las culturas. En consecuencia, el diálogo conlleva a la
trascendencia y a la superación de límites culturales y horizontales.
Evidentemente, desde su perspectiva, este diálogo sobrentiende el diálogo
interreligioso, por cuanto el alma de la cultura es la religión.
Por tanto, representa una contribución importante para este trabajo, en
tanto fundamenta la interacción dialogal como baluarte de la conformación de
valores integrados a nivel individual; y compartidos a nivel grupal, incluso
trans-culturalmente, pues es imprescindible para la paz y la convivencia en el
reconocimiento de aquellas diferencias insoslayables, pero que no deben
impedir el contacto dialógico, enriquecedor y productivo.
35
3. DEFINICIÓN DE LOS EVENTOS DE ESTUDIO
3.1. DIÁLOGO INTERSUBJETIVO (DIS)
3.1.1. ASPECTOS CONCEPTUALES DEL DIÁLOGO INTERSUBJETIVO
Un evento central del presente estudio es el diálogo intersubjetivo, el cual
se define como aquella interacción dialógica que pone de manifiesto la
construcción subjetiva de significados y su socialización constante a través de la
comunicación cotidiana voluntaria o involuntaria (Rizo, 2005); también se define
como una percepción compartida de la realidad, la cual ocurre entre dos o más
personas (Munroe, 2007). Por otra parte, a fin de ahondar en la comprensión
de este concepto, vale la pena señalar lo planteado por Habermas (2008), quien
subraya la faceta vivencial del lenguaje ya que a través de ella puede
establecerse la concordancia comunicativa y dialógica en la sociedad humana.
Ello deviene en que los códigos lingüísticos contengan
representaciones y simbolizaciones, los cuales a través de la línea
discursiva, forjan relaciones sociales. Sin embargo, el sentido del lenguaje
mismo se alcanza durante este proceso de interacción mientras ocurre una
transmisión recíproca de contenidos, de donde se abstrae una comprensión
compartida perteneciente a una dimensión pragmática, alcanzada por los
pasos necesarios de discusión, reflexión y consenso.
La mencionada dimensión pragmática del lenguaje, se haya contenida en
un contexto intersubjetivo idóneo para definir y situar las interacciones
36
comunicacionales donde los discursos generan relaciones significantes. Sin
embargo, esto es imposible si no se suscitan las competencias lingüísticas
capaces de otorgar coherencia a la comunicación; por tanto los participantes
necesitan poseer la capacidad y las condiciones circunstanciales necesarias para
proyectar el sentido de los significados a reflejar por medio de lo expresado. A ello
se debe añadir el irreductible uso de los diversos códigos gestuales, de postura o
entonaciones, tanto orientadoras como complementarias de cuantiosa
información para las palabras concretas empleadas.
Todo ello, ocurre dentro de una marco perceptual donde las
experiencias conjuntas de los actores, se transmiten de manera
intersubjetiva para otorgar significado a cada planteamiento; así, el conjunto
de interpretaciones comunicacionales se nutre de una infinitud de
posibilidades desde la combinación hasta la transformación continua e
interactiva de sentidos, mientras definen la realidad en su evaluación
axiológica de acuerdo con valores interpretados, luego compartidos, de
manera variable según los tipos de interacción predominantes en los grupos
y los encuadres de referencia estructural a los que pertenecen.
Esto es reforzado por lo que refiere Maturo (2010), al plantear que el
espacio intersubjetivo es fundamental en la constitución integral de lo
humano, siendo que el ser hombre pasa de manera ineludible por el ser-con.
Es decir, que siempre existe la presencia de los otros en el yo individual y
que todo encuentro es reciproco, por lo que ese individuo también está
37
presente en los otros. Los planteamientos anteriores son reconciliados en el
campo de la fenomenología , sustentada sobre una ética de la alteridad, la
cual se plantea ir más allá del solipsismo individual hacia la comprensión del
hombre como fuente de una subjetividad trascendental, donde el yo solo se
manifiesta realmente al encontrarse con el otro.
3.1.2. MODELOS TEÓRICOS DEL DIÁLOGO INTERSUBJETIVO
3.1.2.1. LA PERSPECTIVA HEGELIANA
Algunos autores emplean el concepto de Hegel de “reconocimiento”
para la construcción de lo que él llama "una concepción formal de la vida
ética". Con la aspiración de establecer las condiciones necesarias para la
conformación de una identidad pragmática completamente desarrollada (o
auto-relación) que permite a la persona darse cuenta plenamente en sí
misma, del mundo en armonía con los demás. Estas condiciones son formas
de reconocimiento para los rasgos de individualidad, autonomía ,
características particulares y logros de los individuos, adquiridos durante las
relaciones primarias, las relaciones jurídicas y las comunidades basadas en
la solidaridad. Estas condiciones deben funcionar indispensablemente como
criterios normativos en las sociedades para permitir a cada individuo
progresar plenamente (Ikäheimo, 2000).
Por lo tanto, existe una definición axiológica personal que tiene su origen
primario en la interacción social, bajo la condición de ser integrada a la realidad
38
interna del sujeto por un mecanismo intersubjetivo. Sin embargo para Hegel,
antes de ocurrir cualquier internalización de las valoraciones y definiciones
externas, debe haber sucedido una valoración interna, ya que según él, el sujeto
no puede adquirir perspectivas o actitudes de otros si ya no se encuentra
equipado con los medios necesarios para reconocer cualquier cosa como una
actitud hacía el sí mismo. Por ejemplo, el mismo autor usa una metáfora según
la cual, a fin de reconocer algo en el espejo de otro como una imagen de sí
mismo, el sujeto debe poder distinguir lo reconocible de su propia imagen, para
lo cual puede aplicarse el término de “Auto-familiaridad”.
En este mismo orden de ideas, (Frankl, 1983) interpreta la concepción
humana en un marco hegeliano, según su consideración del individuo por
ser lo mismo que es su mundo o, dicho de otra forma, la estructura de un
sujeto puede emanarse de la disposición de su cosmos, donde se interpreta
la existencia de una representación colectiva, no individual, denominada
“alma genérica” del hombre e incluso del animal.
En todo caso, para Ikäheimo (2000) desde la postura hegeliana todo esto
ocurre una vez el punto de vista individual es evolutivamente superado; así, la
conciencia se vuelve capaz de tener sus objetos intencionales que se
correlacionan con el entorno y no pueden ya mantener un punto de vista
puramente separado. En consecuencia, la conciencia se convierte en la
conciencia intersubjetiva mediada y por lo tanto no se habla de dos perspectivas
individuales transcendentes, del sí mismo y del entorno, sino sólo de dos
aspectos de una sola trascendencia, el aspecto práctico y el teórico.
39
Gillespie (2007) por su parte, concibe el surgimiento de la
autoconciencia a través de obtener el reconocimiento de un otro que no es
inferior a uno mismo De acuerdo con la alegoría maestro-esclavo, en un
principio, el yo y el otro se tratan entre sí como objetos físicos, por lo
tanto intentan negar cualquier reconocimiento el uno al otro. Debido a este
rechazo mutuo, el yo y el otro comienzan a entrar en una lucha, cuyo
resultado es una relación de dominación y subordinación, es decir, la
relación amo-esclavo.
El maestro domina al esclavo, por tanto es libre en ese sentido,
mientras el esclavo, después de haber perdido la lucha, está subyugado por
el maestro, por lo tanto no es libre. El esclavo está al servicio
del amo mientras el amo se ve a sí mismo como superior. De acuerdo
con la lógica de reconocimiento en la teoría hegeliana, el
resultado paradójico de esta situación es que el esclavo puede obtener el
reconocimiento del maestro, pero el maestro no puede obtener el
reconocimiento del esclavo. El esclavo lucha por el reconocimiento del
maestro, por lo tanto se esfuerza por una mayor autoconciencia, finalmente
obtiene una igualdad con el maestro.
El maestro, por el contrario, no puede satisfacer la necesidad de
reconocimiento porque el reconocimiento proveniente de su esclavo no tiene
ningún valor. La dinámica interesante descrita es ilustra como la auto -
conciencia, por lo tanto la auto-reflexión, surgen a través de la lucha
constante del sí mismo por el reconocimiento del otro.
40
3.1.2.2. LA PERSPECTIVA DE HABERMAS
Habermas (2008), plantea como la vida depende de las estructuras de
la intersubjetividad lingüística, mantenidas por los mismos medios empleados
por los sujetos para articular el lenguaje y la acción para entenderse entre sí
acerca de alguna cosa existente en el mundo. Así, se concibe la relación
reflectiva de un sujeto consigo mismo en la forma de objeto, como
consecuencia de los encuentros intersubjetivos donde la perspectiva de otros
se internaliza hasta formar parte del sí mismo.
Sin embargo, a diferencia de la perspectiva hegeliana, este autor no
reconoce algún tipo de auto-familiaridad en referencia a cualquier tipo de
núcleo intersubjetivo basado en una auto-conciencia que anteceda a la
experiencia social; en otras palabras, para este autor cualquier sustrato
subjetivo individual no puede existir desprovisto de algún tipo de interacción
con el entorno, pues solo podría explicarse la subjetividad a través de una
“naturalización” intersubjetiva.
Por otra parte, la Teoría habermasiana considera de vital importancia el rol
cumplido por el “lenguaje como mediador del entendimiento”, ya que eleva la
atención puesta en el habla como medio interconectivo humano por excelencia
(Montiel, 2007). En otras palabras, Se considera una racionalidad orientada
hacia la construcción de herramientas discursivas que viabilicen una
racionalidad eficazmente basada en la comunicación, ello a causa de propósitos
comunicativos cuyo origen está en una intersubjetividad basada en las
presuposiciones pragmáticas y a la vez formales de cada acto de habla.
41
Tan significativo es el valor de la interacción humana, que Ikäheimo (2000)
plantea un modelo habermasiano donde no existe un sujeto constituidor ante un
objeto constituido (característico del modelo sujeto-objeto), pues el sujeto no se
ubica sino en un mundo estructurado simbólicamente donde convive con el
resto de los sujetos. Adicionalmente, su enfoque sobre el uso del lenguaje como
medio comunicativo, conlleva a explicar el alcance intersubjetivo a partir de la
fuerza reflexiva cuya argumentación se soporta sobre el entendimiento
intersubjetivo como recurso capaz del logro de consensos.
La dimensión dialógica como racionalidad comunicativa del lenguaje, se
constituye en el medio de comprensión, para analizar la intersubjetividad
siempre presente en la comunicación. Se supone igualmente que el objetivo
con el que se emite la comunicación, es el de alcanzar entendimiento. El
hablante que procura ser entendido a su vez emplea un recurso expresivo
susceptible de comprensión, así se definen ciertos criterios imprescindibles
para el entendimiento consensuado:
• Una locución inteligible, que permita al hablante hacerse entender ante
su oyente.
• El propósito de comunicar un contenido verdadero, que le permita
compartir su saber con el oyente.
• La expresión veraz de las intenciones del hablante a fin de lograr la
confianza del oyente.
• Establecer medios apropiados para que el oyente pueda concordar o
discordar, y finalmente llegar a un consenso.
42
3.1.2.3. LA PERSPECTIVA PSICOANALÍTICA
La intersubjetividad como noción posee relevancia entre los propulsores
del psicoanálisis moderno, donde ha encontrado aplicación en el marco de
las interrelaciones entre analista y analizado, pues se considera que la mente
no puede explicarse como un hecho aislado de su vinculación social.
Un escritor cuya obra en el entorno psicoanalítico le ha brindado
importancia al Diálogo Intersubjetivo es Daniel Stern (1998), quién es autor
de una teoría de la subjetividad y conciencia prelingüística. En sus estudios,
Stern investiga acerca de relaciones tempranas, en relación a las cuales ha
inferido la probabilidad de experiencias subjetivas durante el período
preverbal de los infantes. Ello confirma los postulados tanto de Hegel como
de Habermas en cuanto a lo nuclear en términos de evolución mental, que
constituye la asimilación de definiciones provenientes del entorno social y le
otorga importancia al presente trabajo, dado su énfasis en la participación de
este evento en la vida real de los investigadores.
Todo aquello sigue corroborándose pues Bleichmar (2009) resalta
hallazgos experimentales y fenómenos clínicos originados de la práctica
psicoanalítica, donde la observación de infantes ha permitido reconstruir sus
transformaciones evolutivas mientras se ha establecido que el sentido de sí
mismo se constituye en organizador fundamental del desarrollo.
Igualmente, diversos autores psicoanalíticos favorecen el
establecimiento de una naturaleza relacional intersubjetiva del sí mismo, por
43
tanto propone un modelo de psicoterapia fundamentado en la relación
existente entre padres e hijos, colocando especial énfasis en lo definido
como el “momento presente” de la experiencia intersubjetiva, al demostrar
que es durante el tiempo consagrado al referido diálogo, cuando se logra el
efecto transformador de la psicoterapia.
Es decir, lo fundamental en la psicoterapia son las formas de estar con
otros, lo cual puede ayudar al sujeto a reescribir el pasado y el futuro, aunque
persista la interrogante sobre como problemas relacionales pueden
comunicarse aceleradamente de una manera no verbal. Tales observaciones
apuntan hacia una teoría psicoanalítica, recientemente más orientada hacia una
postura relacional, intersubjetiva y socio-constructivista (Lyons-Ruth, 2000).
Esta postura concibe al encuentro terapéutico como producto de una
co-construcción, donde dos participantes contribuyen de manera bilateral; en
otras palabras, se hacen presentes ambas subjetividades, tanto la del
paciente como la del analista, donde ambos aportan equitativamente al
diálogo que surge entre ellos en términos de forma y de contenido.
Por lo tanto, ha tenido lugar una tendencia a enfatizar la atención
puesta directamente sobre la zona de contacto entre los dos contribuyentes a
la situación analítica y las transacciones implícitas suscitadas entre ellos.
Equivalentemente, las representaciones clínicas buscan reflejar la
participación activa del analista y el paciente en co-construcción de la
actuación o representación que tiene lugar durante sus encuentros, con el
propósito preestablecido de ubicar, como esas actuaciones poseen un
44
correlato en los hechos problemáticos derivados de las interacciones del
paciente con otras personas significativas para él.
Los mencionados aportes constituyen una mayor sustentación para el
valor del facilitador cuando extrapolan a las circunstancias concretas de una
experiencia de aprendizaje o facilitación donde se interviene un proceso
valorativo de los participantes como estrategia para el cambio en términos
axiológicos y su incidencia en eventos asociados a su experiencia cotidiana.
3.1.2.4. LA PERSPECTIVA INTERSUBJETIVA DEL INVESTIGADOR
A los fines del presente trabajo, se ha planteado la necesidad de aplicar
los mencionados aportes dada la incorporación de una mayor sustentación
para el valor del facilitador en el marco de una situación donde
se identifican los contenidos socializados, mientas se experimentan las
circunstancias concretas de una experiencia de aprendizaje donde se
interviene un proceso valorativo de los participantes como estrategia para el
cambio en términos axiológicos y su incidencia en eventos asociados a su
experiencia cotidiana.
Es decir, en los tres planteamientos teóricos presentados se ha
fortalecido la noción de la interacción dialógica intersubjetiva como
determinante en el proceso de incorporación de los valores compartidos al
repertorio axiológico de cada individuo. En tal sentido, las experiencias
obtenidas con pacientes en el campo psicoanalítico pueden ser extrapoladas
a la situación de los investigadores directamente en su campo laboral.
45
En consecuencia, los conceptos del abordaje en el presente del
encuentro psicoanalítico pueden poseer valor significativo en los encuentros
grupales de los participantes en el proceso de Análisis del Diálogo
Intersubjetivo , e incluso proporcionar valor terapéutico a la experiencia
reflexiva que procura comprensión sobre el Autoconcepto y su interacción
con el entorno institucional de un centro de investigación.
Tales consideraciones son importantes aunque no se posea un acuerdo
definitivo sobre la naturaleza fenomenológica en la asimilación de la noción de
Sí mismo en cuanto a su cronología, considerando si esta ocurre antes de
poseer alguna consciencia sobre la realidad del otro, o esta tiene lugar una vez
se ha obtenido alguna especie de contraste diferencial con lo externo. En todo
caso, es muy importante para el presente trabajo considerar la experiencia
social en términos de intercambio comunicacional recíproco como un evento
fundamental en la elaboración autoconceptual de cada actor.
3.1.3. ANÁLISIS DEL DIÁLOGO INTERSUBJETIVO
Para los fines de indagar acerca de la manera como se presenta el
diálogo intersubjetivo se han tomado en consideración los aportes teóricos
antes referidos así como los señalamientos sobre como efectuar un análisis
de dicho diálogo en condiciones de intervención grupal, e investigación
educativa. Ello representa la utilización de un enfoque comunicativo crítico,
donde los significados se construyen comunicacionalmente por medio de la
interacción entre los participantes (Alzina, 2009).
46
Esto incluye al investigador, quién no solo participa en el diálogo con las
otras personas, sino contribuye en la construcción de los significados con la otra
parte involucrada. Bajo este enfoque, se elimina el desnivel metodológico para
integrar el conocimiento, a través de una construcción suscitada en el Diálogo
Intersubjetivo, donde no existe la figura de una persona experta, sino que el
investigador se convierte en un participante más, inmerso en el proceso de
entendimiento y posterior consenso. Como resultado, se genera conocimiento y
se efectúan transformaciones a la realidad.
Por lo tanto, en este enfoque del plano metodológico, no solo se intenta
representar y explicar la realidad, entenderla e interpretarla como objeto de
estudio, sino producir transformaciones, por medio de los distintos
aportes interpretativos, reflexivos y teóricos emanados de los mismos
participantes, bajo la premisa de una investigación dialógica y una
racionalidad compartida intersubjetivamente.
En consecuencia, el análisis del diálogo intersubjetivo asume la utilización
de técnicas de recolección de datos tanto cualitativa como cuantitativa de
manera simultánea, privilegiando las primeras pero sin obviar posibilidad alguna
de complementar la información obtenida. Un esfuerzo semejante requiere la
configuración de situaciones de Diálogo Intersubjetivo fluido y criterios
posteriores y consensuados para categorizar la información recolectada.
A los fines descritos, el análisis del Diálogo Intersubjetivo se lleva a
cabo por medio de un plan de intervención que combina la utilización de
diversas estrategias de facilitación grupal centrada en los procesos de
47
conformación del Auto concepto, según el esquema aportado por Zeus
(2004): Autoconocimiento, Auto verificación y Auto mejoramiento de los
valores como manifestación del bien último para el ser y de la voluntad de
sentido como interés existencial en la consecución de tales valores.
Los mencionados procesos se definen más adelante, sin embargo, es
útil señalar que pueden ser a su ve z englobados dentro de lo que se conoce
como Autoconsciencia, ya que corresponden a un estado del ser consciente
de las emociones y pensamientos propios, así como de los comportamientos
que se presentan junto a ellos.
El mismo autor, señala que suele existir una relación importante entre el
éxito en el logro de objetivos y los niveles de autoconciencia de los
individuos, igualmente, este es un factor mediador en la afinidad establecida
entre los miembros de un equipo de trabajo, por lo que la reflexión que los
participantes realizan acerca de su propia labor, acompañada por la
integración de los valores que comparten con el resto, permite el desarrollo
de competencias para el cambio.
3.1.1.1. AUTOCONOCIMIENTO
Comprensión acerca de los propios estados mentales, incluyendo
creencias, deseos y sensaciones. Este incluye el conocimiento persistente
acerca del yo, particularmente su naturaleza ontológica, condiciones de
identidad y rasgos de carácter (Gertler, 2008). Otros aportes lo relacionan
con la auto-conciencia, definida como una relación reflectiva de un sujeto
consigo mismo en la forma de objeto (Ikäheimo, 2000).
48
En este sentido se procura que los participantes puedan concienciar la
medida en que positivamente se acercan a la consecución de sus propios
valores, comenzando por la reflexión individual y la retroalimentación grupal
con respecto a cuales son y como deberían reflejarse en su vida. Esto desde
una perspectiva holística, presente y positiva, pues no se procura que los
actores refieran sus conductas inapropiadas en términos de metas de
cambio, sino que enfoquen su atención y esfuerzos hacia lo esperado,
adaptativo y positivo (Carrión, 2005).
Para tal fin, la experiencia propiamente dicha del participante será un
factor fundamental para la comprensión esperada, ya que la actividad en
presente, es una representación activa de lo que la persona es. Igualmente,
se procura que los individuos sean capaces de responsabilizarse por sus
propias acciones, internas o externas. Es decir, la autoconciencia se hace
realidad solo si las personas dejan de distanciarse de sí mismas y sus
experiencias, mientras resuelven la dicotomía que les divide entre realidades
supuestas y no aceptadas.
Por lo tanto, Zeus (2007) advierte que una vez que el participante se
ubica en el presente, asume responsabilidad por lo que es y siente, entonces
toma consciencia de sus propias decisiones, según las cuales elige actuar en
una determinada dirección para cada momento, sobre la base de sus valores
personales. Lo cuales deben ser explicitados si es que se quiere vivir en
sintonía con ellos y las posibilidades personales.
49
3.1.1.2. AUTOCONCEPTO
Evaluación positiva o negativa que la persona efectúa acerca de su
propio ser en sus dimensiones, física, mental, social y espiritual. En este
ámbito el autor anterior, aclara que se procura que las personas estén en
conciencia de sí mismas e identificar en su nivel intuitivo el funcionamiento y
toma de decisiones que ha tenido lugar en el campo sujeto a valoración. En
otras palabras, el facilitador procurará que cada participante sea capaz de
explicitar la imagen que posee de sí mismo a fin de lograr congruencia con lo
que externaliza o aspira reflejar a su entorno.
3.1.1.3. AUTOVERIFICACIÓN
Búsqueda de congruencia entre las creencias acerca de sí mismo y la
retroalimentación que recibe como pauta para mantener su consistencia.
(Sedikides, 2002). Aquí se establecen los elementos diferenciadores y se
unifican los criterios de valores sobre la base de la retroalimentación grupal y
las reflexiones personales, para asumir valores consensuados que le otorgan
significado a la existencia como equipo y como individuos dentro del mismo.
Esta es una fase reflexiva y potenciadora del cambio pajo la perspectiva de
comunidad e integración positiva, en la cual se toma consciencia sobre la
percepción que compartida de los participantes y las retroalimentaciones
obtenidas por cada desempeño.
50
3.1.1.4. AUTOMEJORAMIENTO
Búsqueda por fortalecer la percepción positiva sobre sí mismo
(Sedikides, 2002). Acá se establecen las estrategias concretas y los
procesos implicados para orientar los esfuerzos personales en dirección a los
valores socializados intersubjetivamente y los cambios positivos de
acercamiento al bien deseado. Lo cual deviene en la ocurrencia de un
diálogo transformacional (Zeus, 2007), donde los participantes cooperan a un
nivel emocional e intuitivo para la consecución del compromiso y la confianza
superando el determinismo cultural de la labor investigativa.
3.2. VOLUNTAD DE SENTIDO (VS).
Otro evento fundamental de este estudio es la Voluntad de Sentido, la
cual, de acuerdo con Frankl (1994) es: “el hecho fundamental de que el
hombre apunte más allá de sí mismo hacia un sentido que primeramente
debe descubrir y cuya plenitud debe lograr” (p.22). Según lo planteado por
Cato David (2010) este evento es para Frankl el principio fundamental de su
ciencia curativa y debe ser contrapuesto a lo que se considera como
voluntad de placer (Freud) y voluntad de poder (Adler); conceptos ligados a
dos de las grandes escuelas de psicoterapia austriacas.
La Voluntad de Sentido se orienta hacia un descubrir permanente de los
potenciales humanos, ligado a la experiencia continua presente en la vida
cotidiana. Se asocia también con aquella habilidad original para desentrañar
51
el carácter de sentido en las posibilidades más que en las realidades, lo cual
motiva e inspira a las personas a alcanzar una oferta presentada por la vida.
Es posible encontrar Sentido a la vida independientemente del sexo, edad,
religión, coeficiente intelectual, ideología o nivel socioeconómico y en contra
de lo señalado por Maslow, esta empresa no es supeditable a otras
necesidades humanas.
El hombre posee una búsqueda, una necesidad superior por hallar la
conciencia. Siempre está orientado hacia algo que no es él mismo (Frankl,
1983), puede ser un sentimiento al que se siente obligado u otro ser humano
con quien desea estar. De alguna manera, todo ser humano enfoca más allá
del sí mismo, a esto se le llama trascendencia lo cual constituye la esencia
de la misma existencia humana.
En otras palabras, siempre está presente en todos los seres humanos,
pues es una necesidad de origen espiritual ubicada en los más profundo del
ser y cuya insatisfacción deviene en el cuadro de infelicidad preponderante
en la sociedad postmoderna, donde las personas se centran cada vez más
en su propio cuerpo y en la consecución de metas hedonistas carentes de
sentido existencial, orientadas a la búsqueda del confort y la desvalorización
del dolor con un propósito, toda vez que se hacen fóbicos al sufrimiento y
evadirlo se convierte en la meta última de las personas, focalizadas en sí
mismas e incapaces de trascender en su relación con su entorno.
La Voluntad de Sentido, representa el fenómeno más humano y su
frustración produce el Vacío Existencial, lo cual debe considerarse como una
52
condición patológica, donde la propia existencia carece de sentido y se
producen diversas enfermedades psíquicas, particularmente la conocida
como “neurosis noógena”, producto de la insatisfacción presente en las
necesidades del espíritu. Por tal motivo, las personas requieren orientar sus
vidas hacia un valor o bien trascendente más allá de sus propias metas
egoístas, lo cual indirectamente las lleva a la felicidad, en lugar de perseguir
a la felicidad misma, pues ella solo es la consecuencia directa de una
plenitud en el espíritu.
Figura 1: Estructura Ontológica el Ser Humano
El Hombre en busca de sentido Fuente: Frankl (2002)
53
Frankl (1994) plantea que el hombre ansía su propia felicidad
fundamentalmente. En tal sentido, no busca a la felicidad en sí misma sino de
una razón para ser feliz. Cuando el hombre logra asir el mencionado
fundamento, la felicidad surge sin esfuerzo. Esto puede ser ejemplificado para el
caso de la vida sexual de los sujetos, donde la falta de una razón para ser feliz
sexualmente podría asociarse con la frigidez o la impotencia, según sea el caso.
Solo cuando se pierde de vista el fundamento, la razón para ser feliz, es cuando
las personas buscan la felicidad o el placer por sí mismos, nuevamente, lo dicho
se explica ya que el deseo más profundo en el interior del hombre no es el
poder, ni el deseo de placer, pero el deseo de sentido.
El mismo autor señala que sus ideas sobre la motivación humana y el
concepto de un deseo de sentido han sido recientemente confirmados por la
investigación realizada en el Instituto de Psicología Experimental de la
Universidad de Viena por Elisabeth Lukas, las investigaciones se basaron en
las declaraciones de 1340 personas, donde pudo establecerse que ambos, la
realización de un sentido y el encuentro humano, pueden dar al hombre una
base para la felicidad y el placer. Sin embargo, el caso del neurótico esta
aspiración primaria se desvía hacia una búsqueda directa de la felicidad, a
un deseo de placer.
Por el contrario, la felicidad debe ser un efecto secundario de un sentido
realizado o el encuentro con otro ser, por lo tanto la mente neurótica se
54
convierte en el blanco de una intención forzada, también conocida como híper-
intención. El placer se convierte en el contenido y propósito de la atención
humana. Pero cuando la persona neurótica enfoca su mirada en el placer,
pierde de vista su fundamento por lo tanto ya no puede obtener el efecto
deseado. En otras palabras, cuanto más se busca el placer, más se les escapa.
El hombre moderno tiende a hiperreflexión, por ello se ha demostrado que
la auto-interpretación y la auto-actualización posee desde el punto de vista
estadístico, la posición más encumbrada en la jerarquía de valores de
estudiantes norteamericanos. Obviamente, esta es una comprensión de sí
mismo influenciada por un llamado “psicologismo analítico y dinámico” que
predispone a los sujetos considerar que existe siempre una pulsión inconsciente
detrás de toda consciente. Sin embargo, para Frankl el ser humano solo puede
alcanzar su auto-realización, en la misma medida que su vida tiene sentido.
En resumen puede afirmarse que de acuerdo con Viktor Frankl (2001)
todos los seres humanos se encuentran en la búsqueda de un propósito para
sus vidas, un elemento fuera de sí mismos que les permita encontrarle
sentido a sus existencias. Un propósito capaz de proporcionar un “para qué”,
una razón que sirve como marco de referencia en la actuación y que orienta
a aquellos que la poseen para seguir adelante en la vida, aún cuando al
hacerlo deban enfrentar las más difíciles situaciones.
Por lo antes planteado, queda claro que el rol del Terapeuta, viene a ser
primordialmente, hacerle saber a las personas que existe un sentido en sus
55
vidas, distinto de sí mismos, el cual deben descubrir, para luego orientar sus
vidas hacia su alcance. A la vez que tendrán la responsabilidad de
acompañar a quienes se benefician de sus servicios, a lo largo de este
proceso de vivir, para poder explorarse a sí mismos y a su mundo y escoger
de forma sabia, entre las opciones que les plantea el entorno.
En este sentido es muy importante revisar el planteamiento teórico de
Víctor Frankl (1991) a la luz de otras teorías de amplio respaldo en la
comunidad científica; ya que este autor, en el marco de una conferencia
pronunciada en Santiago de Chile, explicó la manera en que su postura se
diferencia de las otras dos escuelas vienesas de psicoterapia, la postura
Freudiana y la Adleriana.
Para Frankl, lo que Freud y Adler conciben como principio del placer y
lucha por la superioridad respectivamente, deben realmente ser definidos
como simplemente un deseo de placer y un deseo de poder. Más
específicamente, el placer representa para Freud una ausencia de molestias
internas, una reducción de tensiones, lo cual en el sentido biológico puede
resumirse en el concepto de homeostasis. En el caso de Adler, la lucha por
el poder no es otra cosa que la necesidad de derrotar un sentimiento de
inferioridad básico que existe en todos los seres humanos.
Frankl (1991), concluye en que estas no son otra cosa que meras
condiciones intrapsíquicas, por lo cual no son razones suficientes para vivir,
ni pueden llegar a satisfacer la necesidad de encontrarle sentido a la
56
existencia. Los sujetos que se enfrascan en dirigir su vida hacia la búsqueda
de placer y/o poder, jamás exploran la realidad más allá de sí mismos, lo cual
solo puede ocurrir en aquellas personas que ya poseen una frustración
importante de su voluntad de sentido.
En otras palabras, la búsqueda de placer y la búsqueda de poder no
son pulsiones que en el caso de la persona sana puedan llevar a alguien a
luchar y a sufrir, manteniéndolos motivados simplemente para el logro de una
homeostasis interna o la superación de un complejo de inferioridad.
Finalmente, puede decirse que solo para aquellas personas frustradas y
con conflictos muy importantes en la búsqueda de un significado para su
existencia, las búsquedas de placer y de poder, se convierten en las
motivaciones más importantes; ya que lo que los seres humanos realmente
anhelan no se encuentra dentro de sí mismos, sino en el mundo exterior. Por lo
tanto, las personas solo desarrollan a plenitud sus cualidades humanas cuando
se dedican a la consecución de un hecho verdaderamente trascendente, para lo
cual se requiere que desvíen su atención de sus propias personas y se
entreguen al servicio de una causa superior a su existencia individual.
Seguidamente, este autor se refiere al Sentido Existencial, el cual termina
por ser un valor, algo muy importante, una meta última a la cual se dedica la
mayor devoción en la búsqueda de un logro. Las cosas más importantes para
los individuos se convierten en sus valores. Ante cada decisión ese valor sirve
para elegir entre las diversas opciones, por lo tanto sus valores le dicen al sujeto
57
cual es la opción correcta, qué debe hacerse y qué no. Más allá de las normas,
los valores pueden regular la conducta efectivamente.
Esta conclusión de Frankl, introduce debidamente el siguiente aspecto
de los valores, tratado a continuación
3.2.1. LA VOLUNTAD DE SENTIDO: VALOR DEL SER
Una importante filósofa española define al valor como todo tipo de cualidad
cuya existencia consiste en algún tipo de bien manifestado en el ser, toda vez
que es apreciado y cultivado por el hombre desde la multivariedad de lo
existente (Cuellar, 2009), la reflexión sobre ello , pasa por la consideración
ontológica y trascendental de lo que es el bien y la compenetración del mismo
con el ser. Ya que aquello que puede catalogarse como bueno, de alguna
manera existe y todo cuanto existe es en algún sentido bueno.
Aquello pues que existe y que es bueno, es por definición apetecible, de
manera que es capaz de movilizar la búsqueda de quien lo considera así. Su
alcance finaliza su seguimiento; sin embargo siempre existe otro “bien” o
dimensiones no alcanzadas del mismo, por lo que la búsqueda de lo bueno
es constante y se deriva en actos que se encaminan a la perfección desde lo
perfectible, camino de crecimiento continuo dada la multivariedad de lo que
existe, ya que posee diversos grados de perfección y en consecuencia
múltiples niveles del ser. Dado que al ser es dada la bondad
connaturalmente, entonces lo bueno y lo existente es también valioso, en
58
relación con el hombre que lo persigue, siendo él mismo un ser y un bien a
ser procurado, y derivado del bien y valor último que no es otro que Dios,
como origen de lo que es y de lo que es bueno.
Este bien no puede confundirse con la ideas de entidad abstracta
puramente lógicas originadas en Platón y Kant, sino que debe concretarse a
lo real y posible en tanto existente y perseguible como hecho imperante en la
trascendencia ontológica, cuya noción es la que origina la perfectibilidad de
lo propio con base a lo apetecible, pero que no desdeña la perfección
ontológica que posee lo existente. Por lo tanto la axiología deviene de lo que
existe, ya sea un hecho natural, cultural o social y sin embargo, solo si es
trascendente, es decir, no circunscrito a las meras fronteras del ente, sino
que va más allá del mismo para que pueda ser deseado.
Por tanto la cultura y los saberes, tanto como lo emanado de lo social,
representan campos generadores de valores para todo y en todo cuanto
existe como bien; desde la naturaleza, el hombre, las ins tituciones y el arte,
hasta Dios. Así los valores, aquello que es deseado por ser bueno y existir,
van más allá incluso de la ética, la cual está metafísicamente hablando,
circunscrita a ellos por tratarse de vida práctica humana que solo abarca un
sector de lo que puede considerarse como bueno, pero que extrae sus
principios de los primeros.
En otro orden de ideas, para la logoterapia de Frankl, existen tres tipos
de valores que intervienen poderosamente en el quehacer humano y que
59
pueden extrapolarse al hecho gerencial mismo (Cato David, 2010), como
dimensión humana sistémica, el primero es el valor de creación, que se ve
representado por aquello en que el hombre trabaja, en el cual se colocan
fuerzas intelectuales o corporales en búsqueda de un fin o resultado, se
considera que este debe cumple con tales premisas, puede llegar a
satisfacer con fuerza la Voluntad de Sentido.
En segundo lugar se encuentran los valores de experiencia, los cuales
se manifiestan en una dimensión de gratuidad, vivencia, encuent ro y amor
por los demás, todo lo cual también participa en los entornos
organizacionales, productivos y de investigación, donde el saber es un bien
deseado y donde la interacción humana brinda la oportunidad de ejercitar el
amor, no solo a las demás personas sino a una causa o un ideal que puede
poseer características existenciales
En tercer y último lugar están los valores de actitud, que se enfatizan
cuando el hombre se encuentra frente a situaciones propias o ajenas donde
se hace necesario enfrentar situaciones contrarias a las propias expectativas,
o donde hay frustración, contradicción o sufrimiento que se escapan de la
capacidad de evasión o supresión por parte del afectado. En este caso las
personas poseen la libertad de escoger que actitud asumir ante una
circunstancia que escapa de su control, a fin de otorgarle un significado, un
“para qué” que le ayude a enfrentar cualquier “como” de la vida.
Cuando el miembro de una organización vive con base a los tipos de
valores mencionados se hace capaz de enfrentar los diversos obstáculos y
60
de cumplir libre y responsablemente con los desafíos que la vida plantea en
sus diversos escenarios, tales como trabajo, familia, sociedad, entre otros.
También en el campo organizacional Blachard y O´Connor (2005)
afirman la importancia de que los miembros de un equipo de trabajo
reflexionen acerca de los valores para enfatizar cuán importante es que su
labor diaria esté enlazada con una misión y unos valores apropiadamente
definidos, lo cual podrá provocar que muchas cosas cambien positivamente
en diversos ámbitos, incluyendo en el área laboral, en el área de las
relaciones entre los trabajadores e incluso en el plano personal.
Sin embargo debe enfatizarse que el verdadero éxito en el proceso de
divulgación y establecimiento de los valores de la Institución no es provocado por
el hecho de pregonar los de forma insistente, sino a través del ejemplo, en el
plano de la realidad, por un proceso de identificación reflexiva y conceptualización
consensual para asumir el compromiso de llevarlos a la práctica constantemente.
La acción debe ser iniciada primeramente por los principales líderes de la
Institución, quienes deben modelar a través de su propio comportamiento y de
sus decisiones, aquello que se espera de los trabajadores.
Los resultados que se obtienen cuando los valores compartidos gobiernan
una Institución son alentadores, ya que una vez que las acciones de todos se
direccionan con sentido y significado de lo que se hace y de “para qué” se hace;
aún aquellos trabajadores con características aparentemente no destacables
pueden llegar a alcanzar logros más allá de lo esperado.
61
3.2.1.1. VALORES Y SENTIDO PERSONALES
Bien manifestado en el ser en su contexto individual. Si bien, se ha
dejado claro que esto no es realmente posible, pues las personas siempre se
definen en relación con otras, para los fines de este trabajo la idea radica en
la definición de valores aplicados o ejemplificados en contextos distintos de
su labor en el Centro de Estudios del Agua. Esto es de suma importancia ya
que algunas veces las personas evitan lo que son como un todo,
asignándose etiquetas que las definen forzosamente al ubicarse en un
determinado contexto. Por tal motivo, la aproximación que se obtiene sobre
lo que los miembros de un equipo valoran en cada faceta de su vida, resulta
de mucha utilidad para la comprensión integral de sus cualidades y el mejor
aprovechamiento de sus potencialidades.
3.2.1.2. VALORES Y SENTIDO COMPARTIDOS
Bien manifestado en el ser en su contexto grupal. Se aplican valores
referidos al entorno organizacional del Centro de Estudios del Agua, en
relación a lo que se percibe como la misión del mismo y las aspiraciones de
perfección y bondad comunicadas y socializadas en el equipo de trabajo. En
este punto se posibilita la formulación de consensos, por medio de los cuales
los participantes concretan acuerdos como pautas de vida y dirección de su
trabajo en su relación con el entorno social, extrayendo coincidencias como
62
puntos donde confluyen los recorridos y transacciones individuales a fin de
otorgarle sentido a la existencia del equipo.
4. FUNDAMENTACIÓN EPISTEMOLÓGICA
Este estudio forma parte de los postulados de la filosofía existencial en
su relación con la psicología humanista, ya que en su concepción sobre el
hombre considera a cada individuo como distinto de todos los demás e
irrepetible históricamente, igualmente enfatiza la aceptación de la realidad en
su devenir y su libertad inalienable para asumir posturas responsables frente
a ella, aún cuando esto represente sufrimiento; por otra parte se enfatiza la
importancia de la interacción social para el desarrollo humano (Frankl, 2000).
Sin embargo, en cuanto a la manera como considera que se debe
representar el conocimiento este estudio se fundamenta en los postulados de
la Teoría de la Complejidad según son propugnados por Edgar Morín (2000),
quien establece que el conocimiento debe abarcar todos las dimensiones de
lo real: la física, la biológica, la antropológica, la socio-política, entre otras .
Así pues, el investigador se sitúa en una posición metodológica donde es
imprescindible abordar la globalidad y a la vez se deben considerar los
principios de recursividad y retroactividad entre sistemas y sub-sistemas,
entre el macrocosmos y el microcosmos, entre lo global y lo parcial.
La presente investigación evita los reduccionismos a los que se ha
sometido la ciencia y en particular el abordaje ontológico del hombre. Por ello
coincide con el modelo de Frankl (Cato David, 2010) al asumir el concepto de
63
ontología dimensional, pues concibe al hombre desde todos los planos
posibles, incluido el espiritual, donde cada dimensión penetra al resto por
completo, en lugar de ser visto de manera fragmentada, ya sea por sus
dimensiones en cuanto a estructura de personalidad o por sus contextos.
Igualmente, se reconoce la pertinencia de la transdisciplinariedad
donde, para la comprensión apropiada de cualquier faceta humana confluyen
las diversas ramas del saber, de acuerdo con la teoría de Frankl no puede
entenderse una sola faceta como la voluntad, sin abarcar al menos la
antropología, la psicoterapia y la filosofía, así como todo hecho humano debe
comprenderse desde los enfoques biológicos, psicológicos o sociológicos de
manera simultánea.
Las posturas aludidas se aplican igualmente a las organizaciones
caracterizadas por su recursividad; pues las personas que las integran,
afectan, son afectadas por la sociedad a través de los mecanismos
intersubjetivos, y a la vez crean a los individuos que la conforman.
Por consiguiente , cada individuo es un reflejo de la sociedad a la que
pertenece, mientras esta es a su vez, es resultado de la acción de cada
individuo por lo conocido como el principio hologramático. Lo sugerido se
traduce en una perspectiva que entiende la relación entre orden y desorden,
donde la entropía regula las interacciones complejas entro los elementos de
lo real, la lógica no lineal, permite enfrentar la incertidumbre y el caos a
través de un pensamiento múltiple, tan diverso que se enfrenta a un mundo
con iguales características.