modernizaciones neoliberales en américa latina

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Universidad de Valparaíso Facultad de Humanidades Instituto de Historia y Ciencias Sociales Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales Texto Base Concurso Ayudante-Alumno América Nombre: Javier Lillo R. Fecha: 22/04/2016

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Modernidad y modernización en América Latina.

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Universidad de Valparaíso

Facultad de Humanidades

Instituto de Historia y Ciencias Sociales

Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales

Texto Base Concurso Ayudante-Alumno América

Nombre: Javier Lillo R.

Fecha: 22/04/2016

Introducción

Después de dos siglos de supuesta vida independiente – temática de la catedra por lo

demás – cabe preguntarse, cual ha sido el recorrido que ha seguido América Latina en sus

distintos procesos de modernización de la sociedad.

En Latinoamérica, bajo una visión de proceso, podríamos afirmar que han existido

hasta ahora, tres proyectos distintos de modernidad, por su puesto, plasmados de distintas

formas según las distintas realidades “nacionales”. El primero, sería un proyecto

oligárquico o una “modernidad oligárquica” si se prefiere, que abarcaría aproximadamente

el siglo XIX entero.

En un segundo intento, luego de la profunda crisis producida por la Gran Depresión

(1929) -la que termino por sepultar el proyecto de la oligarquía- el Estado adquirió un

protagonismo inédito en la economía, a través de la política de Industrialización por

Sustitución de Importaciones, en un renovado proceso de modernización de las sociedades

latinoamericanas.

El tercer proceso, es el que constituye el tema de esta ponencia, a saber, la

modernidad en su etapa neoliberal. Este proceso provocó un quiebre con las estrategias

industrializadoras, para implementar el recetario neoliberal, a mediados de la década de los

setenta, más precisamente, a partir del experimento neoliberal llevado a cabo en Chile

desde 1975 en adelante.

De acuerdo a lo recién planteado, el presente trabajo busca realizar una mirada

regional respecto a las implicancias del nuevo proyecto de modernidad capitalista

introducido en nuestro continente. El objetivo, es generar líneas de reflexión en relación a

los problemáticas que potencialmente se pueden trabajar en torno al proyecto de

modernidad estadounidense adoptado por ciertos países de Latinoamérica.

Antes de proceder con el tema de la ponencia, me parece necesario desarrollar

algunos puntos sobre la modernidad, y la diferencia de esta con el concepto modernización.

Luego desarrollare a grandes rasgos las siguientes interrogantes en torno al neoliberalismo:

¿Corresponde a un proyecto que obedece a intereses de una potencia hegemónica?; ¿Cuáles

fueron las vías políticas y económicas seguida por los gobiernos latinoamericanos que

adoptan el modelo neoliberal?; ¿En qué país se implementó por primera vez una economía

neoliberal?; y ¿Cómo se introdujo la doctrina monetarista en América Latina?

Qué es la modernidad

Qué es lo moderno o cuáles son las particularidades de la modernidad va a ser una

problemática que va a ser abordada, desde el siglo XVIII, en un contexto de discusión

filosófica hegemonizada por las ideas de la Ilustración. Estas ideas están en relación con

concepto tales como libertad, progreso, razón, etc. En contraposición podríamos decir al

pensamiento metafísico, o más religioso1

Antes de pasar a dar ciertas nociones sobre que es la modernidad, me parece

importante primero reflexionar el por qué un fenómeno que surge en Europa y se reflexiona

primero desde allí (al menos hasta el siglo XX), constituye una cuestión que tiene mérito de

ser estudiada.

En este sentido me parece importante el aporte del filósofo latinoamericano Enrique

Dussell quien hace un análisis histórico en torno a la modernidad como un fenómeno

hispano-americano. Según Dussel la primera modernidad temprana, sería la cristiandad

hispano-americana. Propone el filósofo argentino-mexicano que “La revolución completa

en la “comprensión del mundo” - desde un punto de vista ontológico (…) se producirá (…)

por el “descubrimiento” de la “cuarta parte” del mundo (…).2

Desde una óptica filosófica (europea) del siglo XVIII, para Kant Ilustración guarda

relación con “usar el entendimiento propio sin la guía del otro”, es decir autonomía de

pensamiento. Por su parte Hegel entiende que uno de los fundamentos de la modernidad

“(…) es la libertad de la subjetividad”3. Efectivamente la autonomía será uno de los pilares

de la modernidad, entendida como la libertad de pensamiento.

El otro fundamento de la modernidad, además del principio de autonomía, sería el

“dominio racional” que se expandirá producto de un nuevo fenómeno económico-social, a

saber el capitalismo, que implica por un lado autonomía en lo económico, y por el otro la

mencionada expansión del dominio racional o “control sobre la naturaleza y las cosas”.

Este aumento del dominio racional le imprime una “enorme energía transformadora al

modo de producción capitalista, que revoluciona una y otra vez todo lo que encuentra a su

paso”4.

Estas “significaciones imaginarias” de toda modernidad, es un enfoque de

Cornelius Castoriadis (1922 – 1997) utilizado por Jorge Larraín. Según Castoriadis seria

1 Larraín, Jorge, ¿América Latina moderna? Globalización e identidad, LOM ediciones, Santiago, 2011, p. 202 Dussel, Enrique, Política de liberación. Historia mundial y crítica, Editorial Trotta, Madrid, 2007, p. 191.3 Ambas citas en Jorge Larraín, Op. Cit, p. 204 Riesco, Manuel, Parto de un siglo. Una mirada al mundo de la izquierda de América Latina, Editorial USACH, Santiago, 2012, p. 60.

constitutivo de, todos los proyectos inspirados en la modernidad, dos “significaciones

imaginarias”: autonomía y control.5Estas serían la individualidad del periodo moderno.

Modernidad y Modernización

El sociólogo chileno Jorge Larraín plantea como definición estándar de

modernización un “proceso de cambio cultural, social, político y económico que ocurre en

una sociedad que se mueve hacia patrones más complejos y avanzados de organización,

producción, libertad y democratización.”6Por ende un proceso de modernización, anhela en

un estado futuro, cumplir los principios de la modernidad o alcanzar esta. Lo importante es

entender que este no es un proceso univoco, unilineal ni tiene que ver con un proceso de

progreso ascendente. Todo lo contrario, toda modernización es interpretativa, por ende se

puede plantear la institucionalización de las significaciones imaginarias propias de la

modernidad de distintas maneras, por ejemplo, un proyecto puede estar más cargado a una

autonomía más social que individual. O en el caso del capitalismo, esta es una forma de

ampliación del control racional sobre la naturaleza y las cosas, no la única ni menos de

carácter natural.

El carácter de la modernización latinoamericana antes del neoliberalismo

Un breve y esquemático recorrido histórico por América nos lleva a presenciar

procesos de modernización que no se hacen sobre una tabla rasa, sino bajo una “pesada”

herencia colonial. Esta herencia se forja a través de la síntesis del feudalismo español con

las “formaciones sociales pre-colombinas altamente desarrolladas, con poblaciones

indígenas numerosas, asentadas en cultivos de alta productividad y con una estructura

señorial muy sofisticada”7 Esta síntesis se fue forjando durante tres siglos completos en el

periodo colonial, cuyo final va a ser en gran parte a principios del siglo XVIII debido a las

contradicciones que se generaron en la sociedad colonial.

La batalla de Ayacucho (Perú) en 1824 culminaría en gran parte el proceso

emancipatorio – al menos en Sudamérica – dejando de lado la tutela del rey español sobre

las tierras del subcontinente. Se cierra un ciclo, España pierde casi la totalidad de sus

colonias, a excepción de Puerto Rico, Cuba, Filipinas.

Se daría paso a un proyecto modernizador desde América, que bajo la premisa de

las múltiples modernidades, podríamos plantear se constituye de forma diferente a Europa

Occidental, aunque influenciada por ideas y coyunturas del “viejo continente”.

5 Cornelius Castoriadis. El mundo fragmentado, Altamira, Buenos Aires, 1990, p. 156 Jorge Larraín, Op. Cit., p. 27.7 Manuel Riesco, El parto de un siglo. Una mirada al mundo desde la izquierda de América Latina, Editorial USACH, Santiago, 2012, p. 102.

En el plano económico, el proyecto de las facciones oligárquicas que salieron

triunfantes de las batallas de independencia, van a construir una economía de base agraria.

Esta economía se basa en las relaciones de producción en torno a la hacienda, también

conocido como el latifundio. Otra faceta del “proceso de acumulación originaria”, en los

nuevos Estados-Nación americanos, es la intención de insertarse al mercado mundial

(dirigido por Inglaterra), mediante la exportación de materias primas, y como mercado para

los países centrales.

En lo político las embrionarias clases dominantes americanas van a intentar

construir instituciones de carácter liberal, pero imitando los moldes europeos o

estadounidense, es decir se buscan constituir como repúblicas constitucionales o federales,

salvo el caso de Brasil, que se constituye primero como un imperio. Atilio Boron, respecto

al “liberalismo” del Estado Oligárquico plantea lo siguiente: “Si al nivel de la organización

jurídica y del discurso ideológico aquél era liberal, sus prácticas concretas evidencian un

consistente desprecio por la participación de las clases subalternas y la cultura popular”8

Por ejemplo, Diego Portales, uno de los inspiradores de la constitución chilena de

1833, exclamo a su socio José M. Cea en 1822 “La Democracia, que tanto pregonan los

ilusos, es un absurdo en los países como los americanos, llenos de vicios y donde los

ciudadanos carecen de toda virtud, como es necesario para establecer una verdadera

República.9 En el caso del general San Martin, va a escribir a Bernardo O’Higgins lo

siguiente: “Creo estará Ud. convenido de la imposibilidad de erigir estos países en

repúblicas”10

Esta manifiesta contradicción entre el fundamento liberal del Estado con una

mentalidad autoritaria de los “padres de la patria”, significo que en el continente hubieran

constituciones muy efímeras, gobiernos de carácter autoritario como los primeros decenios

conservadores en Chile, el caso de Fructuoso Rivera en Uruguay o una dictadura

propiamente tal como el caso Santa Anna en México.

El modelo oligárquico monoexportador entró en una crisis terminal, luego de la

debacle de la economía mundial en 1929. El impacto de la Gran Depresión sobre las

exportaciones provoco un cuestionamiento del liberalismo económico. Los países

comienzan a formular políticas de Industrialización por Sustitución de Importaciones. El

“Estado Empresario” tuvo un rol central en este nuevo impulso modernizador, cuestión que

8 Boron, Atilio, Estado, capitalismo y democracia en América Latina, CLACSO, Buenos Aires, 2003, p. 103.9 Extracto de Carta de Diego Portales a José M. Cea (marzo de 1822) - Wikisource. Es.wikisource.org. Retrieved 15 April 2016, from https://es.wikisource.org/wiki/Carta_de_Diego_Portales_a_Jos%C3%A9_M._Cea_(marzo_de_1822)10 Carta del 30 de noviembre de 1821, citada por Jorge Larraín, ¿América Latina moderna?, Globalización e identidad (Santiago: LOM, 2011), p. 39.

se materializo en la construcción de centrales eléctricas, redes de distribución de energía,

carreteras, desarrollo de las telecomunicaciones, aerolíneas, usinas etc.11

El robustecimiento del Estado se da también en el gasto y formulación de políticas

sociales. La mayoría de las instituciones, que velan hoy por un relativo bienestar de la

población, surgen en este periodo. Desde la década de 1920, que se comienzan a promulgar

regulaciones sobre la jornada laboral; se construye infraestructura sanitaria y de salud; se

amplía el acceso a la educación superior, engrosando de paso las clases medias del

continente. No esta demás recordar que estos beneficios fueron recibidos principalmente

por los trabajadores urbanos y no por el grueso de la población que aún seguía en el

campo.12

Las modernizaciones neoliberales en Latinoamérica

Contexto

Las modernizaciones neoliberales, que parten con Chile, van a ser aplicadas- por

primera vez- en un contexto de Guerra Fría. Esta guerra es de diseño principalmente

estadounidense, con el propósito de lograr una hegemonía mundial y expandir lo que ellos

consideran “el mundo libre” en contra posición al comunismo soviético. Latinoamérica,

como espacio hegemonizado por EEUU, sobre todo desde el fin de la segunda guerra

mundial en adelante; debe ser entendido en esta relación de carácter imperialista con el

centro (Washington), relación que incidirá en los procesos de modernización, que

reemplazaran el “Estado desarrollista”.

El fin del Estado desarrollista en Latinoamérica va a coincidir con lo que Paul

Krugman llama “la gran divergencia”. Que sería un periodo en la historia que se abre en los

70, que tiene como signo la reversión negativa en el reparto de los ingresos, que contrario a

la precedente “época de oro”, la brecha entre elites económicas y el resto de la población,

se va expandiendo.

La “gran divergencia” tiene un origen político y guarda relación con el “programa

político e intelectual” del gran capital estadounidense, en respuesta a las ideas contrarias

(socialistas, fascistas, comunistas, etc.) al “sistema de libre empresa”13 .Un memorándum

de Lewis Powell (1971)14 para la United States Chamber of Commerce15 planteó la

necesidad por parte de las grandes corporaciones de no desestimar el poder político, ya que

este es necesario como lo han demostrado los sindicatos por ejemplo. Se inauguró así en

11 Riesco, Manuel, Op. Cit., p. 120.12 Ibid, pp. 121-123.13 Fontana, Josep, Por el bien del Imperio. Una historia del mundo desde 1945, Ediciones de Pasado y Presente, Barcelona, 2013, p. 567.14Powell, Lewis. (1971). Reclaim democracy. Estados Unidos: http://reclaimdemocracy.org/powell_memo_lewis/15 Cámara de comercio de Estados Unidos

Estados Unidos y en el mundo una época caracterizada por los ataques a los sindicatos. Se

inauguran nuevas formas de hacer políticas, tales como el financiamiento de campañas

políticas, potentes equipos de “lobby” en las empresas, los famosos “think thanks”, que

crean opinión pública, a través de las encuestas.

El corpus teórico neoliberal se introduce en Latinoamérica en primera instancia

desde la academia. En armonía con el lenguaje de la guerra fría la lucha por “el poder

político” no solo se da en el ámbito militar o desdé lo político. En américa es desde el

conocimiento16 donde comienza a conformarse una “derecha neoliberal”, cuestión que

precisaremos a continuación.

El laboratorio

El neoliberalismo por su parte, nace como una reacción teórica y política contra el

Estado intervencionista y de Bienestar17. Uno de sus principales teóricos fue el austriaco

Friedrich Von Hayek, autor del libro Camino de Servidumbre (1944) y uno de los

fundadores de Mont Pelerin. Pero la vertiente neoliberal que va a llegar a Latinoamérica

escurre desde los teóricos de la Escuela de Chicago, que mediante, un convenio con la

Universidad Católica, logra penetrar una influyente universidad chilena en un primer

momento, y luego institucionalmente durante la dictadura del General Pinochet a mediados

de la década de los 70.

El acuerdo de cooperación entre la Universidad de Chicago y la Universidad

Católica, firmado en 1955, consistió en becas de posgrado para estudiantes chilenos en

Chicago y un intercambio de profesores. Este proyecto “estaba destinado especialmente a

renovar la escuela de economía a partir de preceptos de lo que se consideraba en la

institución norteamericana como la verdadera ‘ciencia económica”. Ello bajo la idea de

“combatir y contrarrestar lo que percibían como una `concepción socialista’ en la

enseñanza de la economía en Chile (estructuralismo cepaliano), y así transformar la

administración económica del país en el lapso de una época18

Posterior al Golpe de Estado contra el gobierno de Salvador Allende, los militares

chilenos no contaban con un plan económico para implantar en el país, ni menos con un

proyecto global elaborado y uniforme para la “refundación nacional”. El único propósito

claro y consensuado de las FFAA era que había que poner fin al  gobierno de la Unidad

Popular y con ello restituir el orden a la nación.

16 Gárate, Manuel, “La Revolución Capitalista de Chile (1973-2003)”, Ediciones Universidad Alberto Hurtado, Santiago, 2014, p. 124.17 Perry, Anderson. Neoliberalismo: un balance provisorio. En libro: La trama del neoliberalismo. Mercado, crisis y exclusión social. Emir Sader (comp.)y Pablo Gentili (comp.). 2ª. Ed.. CLACSO, Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, Buenos Aires, Argentina. 2003. p. 19218 Gárate, Manuel, Op. Cit., pp. 117-118

La historia les permitió a estos nuevos intelectuales orgánicos, pasar de su

primigenia posición marginal en la facultad de economía de la UC, a tener una gran

relevancia en las transformaciones neoliberales de Chile, que se dan con las políticas de

Shock desde 1975 en adelante. El proyecto neoliberal, en su fase experimental comenzaba a

dar sus primeros pasos, las modernizaciones se tradujeron en reformas que provocaron una

ruptura con las políticas del “modelo ISI”. Desde ya “la industria fue desplazada como

motor dinámico del proceso de acumulación en beneficio de aquellos sectores en los cuales

el país podía competir en los mercados mundiales, es decir, la minería, la agricultura, la

silvicultura y la pesca”19

En lo social también se provocaría una ruptura con el modelo anterior. El cambio de

lógica opero en el sentido de cambiar los antiguos derechos por servicios. La

mercantilización de los antiguos derechos sociales, se materializo en Chile en la creación de

las Isapres (salud), AFP (pensiones) y la privatización de gran parte de la educación entre

otros.

Respecto de las industrias nacidas al alero del Estado, el “chicago boy” Sergio de

Castro20, manifestó en una entrevista lo siguiente: “Si hubiera dependido de mí, las habría

vendido todas (las empresas del estado); pero no se podía porque todavía existía al interior

del gobierno la creencia de que algunas de ellas como LAN, ENAMI, Ferrocarriles del

Estado (FFCC), ENDESA, etc., eran estratégicas21

Para finalizar este acápite dedicado al “experimento chileno”, es preciso constatar

que estos cambios –en los patrones de acumulación- se dieron en el marco de un terrorismo

de Estado, nacional y paraestatal, como vino a corroborar el “Plan Cóndor”. Los militares –

con manual de tortura de la CIA en mano - aplicaron los preceptos de la Doctrina de la

Seguridad Nacional (DSN) aprehendidas por los militares en la Escuela de las Américas en

Panamá. La DSN sostiene la plástica tesis sobre el enemigo interno, que permitió a las

distintas “Dictaduras de la Seguridad Nacional” reprimir o de frentón eliminar a

trabajadores sindicalizados, juntas de vecinos, pobladores, militantes de partidos políticos,

y todo aquel que fuera susceptible de ser acusado de comunista.

En el caso chileno, la vía al neoliberalismo, nace en el seno de una dictadura militar,

a diferencia de otros casos como México, Brasil y Argentina. No obstante en estos tres

cumplen un rol fundamental las FFAA y la DSN, que procedieron a desarticular (muchas

veces de forma brutal) las organizaciones potencialmente criticas del futuro modelo.

19 Ibid, p. 20320 Ministro de Hacienda y de Economía durante la dictadura militar de Augusto Pinochet.21 Citado en Garáte, Manuel, Op. Cit., p. 203.

Otros casos

El caso de Chile corresponde al primero, más extremo y de rápida aplicación de las

políticas de shock en el mundo, sin perjuicio de que los gobiernos posteriores hayan

profundizado ciertas lógicas neoliberales. No obstante otros gobiernos de la región, van a

seguir otra vía al neoliberalismo. El ahora denominado “consenso de Washington”22. Junto

con el FMI promoverán los “ajustes estructurales” que aplicarían distintos presidentes.

La denominada “crisis de la deuda” declarada por los países latinoamericanos, va a

funcionar como un catalizador del giro de mercado. El FMI va a presionar para que las

economías latinoamericanas se liberalicen, a condición de renegociar las deudas externas.

Tenemos el caso de México, durante los gobiernos del PRI de Carlos Salinas de

Gortari (1988 – 1994) y Ernesto Zedillo (1994-2000). Durante estos mandatos -siguiendo

las directrices del FMI - se privatizaron empresas del Estado, lo mismo con la banca,

además de fuertes ajustes en el gasto público y la firma de un tratado de libre comercio con

Estados Unidos (NAFTA)23, acción que denunciaría en su primera declaración el Ejercito

Zapatista de liberación Nacional (EZLN).

En el caso Argentino, al igual que en Chile, el primer paso fue modernizar una

Facultad de Economía. Surge en coordinación con el profesor Arnold Harberger - mentor

de los “chicagos boys” chilenos - el “Proyecto Cuyo”. Dicho proyecto es firmado

finalmente en 1961 entre la Universidad de Cuyo (Mendoza), la Escuela de Chicago y la

Universidad Católica de Chile24. Por su parte, correspondió a la dictadura de Videla, poner

los cimientos de la economía neoliberal, sobre todo aquellas relativas a la desmovilización

política de la sociedad, además de las primeras tentativas por privatizar las empresas del

Estado. Finalmente Carlos Menem (1989-1999) va a terminar de liquidar el “estado

empresario” privatizando gran parte de los servicios públicos.

En Brasil, las políticas del consenso de Washington fueron llevadas a cabo por

gobiernos electos democráticamente. Uno de los efectos va a ser la privatización de algunos

activos del Estado, como Telebras en 1997, mismo año que el gobierno federal decide

vender la multinacional Vale S.A. Otras medidas –en las líneas del FMI- guardan relación

con la privatización de bancos Estatales, Leyes de responsabilidad fiscal, el fin del

monopolio estatal en la extracción de petróleo etc.

En Perú, es el general Francisco Morales Bermudez, el encargado de “desmontar la

revolución” de los generales reformistas. Con el fin del atípico caso del gobierno militar de

Velasco Alvarado, la administración del general Francisco M. (1975-1980) va a pavimentar 22 Proclamado durante el año 1992, por John Williamson (economista del FMI y del BM), este “consenso” clamaba por el establecimiento de mejores condiciones para el desarrollo de las inversiones privadas23 Riesco, Manuel, Op. Cit., p. 141.24 Gárate, Manuel, Op. Cit., p.

el camino a las reformas neoliberales con la represión de sindicatos, estudiantes y

campesinos. Se normalizan las relaciones con Estados Unidos y al poco andar se aplican los

planes de ajustes del FMI.25 Finalmente va a ser Alberto Fujimori quien inicia un programa

económico conforme al Consenso de Washington.

Conclusiones

25 Roitman, Marcos, Tiempos de oscuridad. Historia de los golpes de estado en América Latina, Ediciones Akal, Madrid, p. 160.

Es evidente la pluralidad de formas en que penetro el fenómeno del Neoliberalismo,

no obstante, se pueden constatar varías similitudes en los procesos de modernización

neoliberales, al menos lo suficiente para concluir que esta época es de signo

estadounidense, y se inserta en el contexto de la “gran divergencia”. Si bien la influencia de

EEUU se dejó sentir desde la independencia de las otrora colonias españolas, el

neoliberalismo pareciera constituir el último eslabón de la Doctrina Monroe.

Otra conclusión es netamente comparativa entre los casos analizados en la presente

investigación. No quedan dudas que Chile constituyo las modernizaciones neoliberales más

extensivas y extremas de la región. Lo anterior guarda relación, porque durante la dictadura

militar de Pinochet, lograron penetrar desde 1975 los "cuadros” de Chicago Boys a la

administración. De esta forma se pudieron implementar a cabalidad las modernizaciones,

ya que la junta se los permitió y propicio el ambiente represivo, tan bien descrito por la

periodista canadiense Naomi Klein, en la Doctrina del Shock.

A pesar de que el “consenso de Washington” es aplicado en otros casos por

gobiernos civiles, no se puede desconocer el rol represivo de las FF.AA. en sendas

dictaduras que lograron disipar la “amenaza izquierdista” o en clave militar al “enemigo

interno” que pudieron haberse opuesto a las políticas monetaristas.

Por otro lado, no deja de ser interesante que el corpus teórico neoliberal haya

ingresado en Latinoamérica por las universidades. Es evidente la influencia de su tiempo,

ya que la guerra fría-configurada sobre todo desde Estados Unidos-se plantea como una

batalla en todos los frentes, en ese sentido es el elemental el rol que juegan las ideas o los

centros donde imparten estas (universidades). Los casos de la Universidad Católica y de la

Universidad de Cuyo resultan paradigmáticos.

Por último otro papel importante en estas modernizaciones, es el de la deuda, que a

modo de una “neo” diplomacia del dólar, mediante los organismos de Bretton Woods y el

recetario del consenso de Washington, presionan a los países para que renegocien sus

deudas, pero previa adopción de medidas que impulsen las aperturas de sus mercados.