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Programa para promover
el Convenio Núm. 169 de la OIT
(PRO 169)
Oficina Internacional del Trabajo
Ginebra
Tel.: + 41 (0) 22 799 7556
Fax: + 41 (0) 22 799 6344
Correo electrónico: [email protected]
www.ilo.org/indigenous
Boletín
2008
Pueblos indígenas y tribales
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BOLETÍN 2008Pueblos indígenas y tribales
Las ocupaciones tradicionales
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ÍNDICE
Introducción 3
Parte I. Noticias Generales 5
La relación entre el Convenio núm. 169 y la UNDRIP 5
Ratifi cación del Convenio núm. 169 de la OIT por Nepal 6
Aplicación del Convenio núm. 169: mecanismos de consulta y participación 9
PRO 169 en Latinoamérica: hacia una planifi cación concertada y participativa 11
Taller subregional de expertos sobre trabajo infantil indígena 13
La colaboración de la OIT con la Comisión Africana sobre los Derechos Humanos
y de los Pueblos 14
Los pueblos indígenas y el desarrollo económico local 15
Pasantes indígenas en la OIT 16
Parte II. El Convenio núm. 111 de la OIT y las ocupaciones tradicionales de los pueblos indígenas 19
Introducción: los derechos y lo que corresponde hacer 19
El cultivo rotativo: una ocupación tradicional de varios pueblos indígenas en Nepal 20
Ocupaciones tradicionales de los pigmeos Baka de Camerún: la clave para su supervivencia 24
Las ocupaciones tradicionales de los pastores Kenianos 26
Indicadores relevantes para los pueblos indígenas: condición y tendencias en la práctica
de las ocupaciones tradicionales 27
Nuevas publicaciones 30
Contactos 31
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INTRODUCCIÓN:hacia la implementación de los derechos de los pueblos indígenas y tribales1
1 En 2007, la Asamblea General de la ONU
adoptó la Declaración sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas que reafi rma la importancia de
los principios y los enfoques establecidos en el
Convenio núm. 169 de la OIT. Su adopción, por
ende, aporta un ímpetu renovado para promover la
ratifi cación e implementación de dicho convenio.
Asimismo en 2007, España y Nepal lo ratifi caron,
aumentando así a 192 el número de países que
están legalmente vinculados a cumplirlo.
Estos acontecimientos constituyen una voz
alentadora para todos los pueblos indígenas del
mundo y han creado un impulso importantísimo
para aumentar el compromiso y la colaboración en-
tre los organismos de la ONU, los donantes y otros
socios.
Existe un consenso general en cuanto a que se
debe aprovechar este ímpetu al máximo y que el
foco debe estar puesto ahora en la implementación
de modo tal de garantizar que la adopción de la
Declaración de la ONU y la ratifi cación del Conve-
nio núm. 169 de la OIT resulten en un verdadero
impacto y en mejoras para los pueblos indígenas
en sus respectivos países.
Actualmente, la OIT continúa expandiendo su
trabajo para promover los derechos de los pueblos
indígenas y mejorar su situación socioeconómica.
Uno de los elementos clave de esta labor está
a cargo de los órganos de control de la OIT que
supervisan la implementación de los convenios
ratifi cados. A través de ellos, la OIT se embarca
en un diálogo continuo con los gobiernos en torno
al Convenio núm. 169 y otros que son relevantes
para los pueblos indígenas. Esto genera experien-
cias, lecciones aprendidas y buenas prácticas que
son relevantes para todos los actores interesados
en cerrar las brechas que existen en la implemen-
tación de los derechos de los pueblos indígenas.
1 Conforme al Convenio núm. 169, la OIT usa la terminología de pueblos indígenas y tribales para comprender la diversidad de los pue-blos y las situaciones cubiertas bajo ese convenio. Sin embargo, para fi -nes prácticas, en este boletín informativo el término “pueblos indígenas” es usado para referirse a los pueblos en cuestión.
2 Argentina, Bolivia, Brasil, Colombia, Costa Rica, Dinamarca, Do-minica, Ecuador, Fiyi, Guatemala, Honduras, México, Nepal, Países Ba-jos, Noruega, Paraguay, Perú, España y Venezuela.
Asimismo, la OIT cuenta con dos programas de
cooperación técnica para apoyar a los pueblos indí-
genas: el Programa para Promover el Convenio núm.
169 de la OIT (PRO 169), y el Desarrollo Económi-
co Local de los Pueblos Indígenas (IP/LED).
Esto signifi ca que la OIT puede contar con
un gran número de puntos de entrada y enfoques
complementarios que le permiten operar en varios
niveles, en diversas regiones y países, y responder
de modo fl exible a las diferentes necesidades, exi-
gencias y oportunidades que se presentan.
Un camino es el de integrar las cuestiones de
los pueblos indígenas dentro de la OIT, incluyen-
do acciones para explorar las implicancias que los
convenios fundamentales de la OIT tienen para los
pueblos indígenas en relación con la discrimina-
ción, el trabajo infantil y el trabajo forzado.
Este año la OIT se concentra en el uso del
Convenio núm. 111 sobre la discriminación en
el empleo y la ocupación como instrumento para
proteger los derechos de los pueblos indígenas a
dedicarse a sus ocupaciones tradicionales. Entre
éstas se incluyen, por ejemplo, el cultivo rotativo,
el pastoreo como así también la caza y la reco-
lección, que son de una importancia vital para la
economía, cultura e identidad de los pueblos pero
que se encuentran amenazadas en muchos de los
166 países que ratifi caron este convenio.
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Asimismo, la OIT está colaborando con el Gru-
po de Trabajo sobre Poblaciones y Comunidades
Indígenas dependiente de la Comisión Africana de
Derechos Humanos y de los Pueblos, con el objeto
de documentar la protección legal de las comuni-
dades indígenas en una serie de países africanos.
Esto es particularmente importante ya que muchos
países africanos todavía están haciendo esfuerzos
para explorar las implicancias de la Declaración de
la ONU en el contexto específi co de sus países.
Concomitantemente, la OIT está expandiendo sus
esfuerzos de formación de capacidad y capacitación
para sus empleados y socios con el fi n de aumentar
su capacidad para el diálogo y la implementación,
incluso a través de programas de capacitación re-
gional e interregional y a través de oportunidades de
pasantías para jóvenes líderes indígenas.
Este boletín pone de relieve algunas de las ex-
periencias y acontecimientos recientes en la OIT,
pero no ofrece un relato detallado de todas sus
actividades e iniciativas actuales. Por lo tanto, es-
peramos que despierte el interés de nuestros so-
cios en continuar identifi cando oportunidades para
crear asociaciones con miras a la implementación
de los derechos de los pueblos indígenas.
Birgitte Feiring,
Asesora Técnica Principal de PRO 169.
Otra de las iniciativas importantes asumidas
por la OIT ha apuntado a incluir las cuestiones de
los pueblos indígenas en los documentos de estra-
tegia de lucha contra la pobreza (DELP) de Cambo-
ya, Camerún y Nepal3. Estos procesos de país han
resaltado las difi cultades para alcanzar los com-
promisos de las instituciones nacionales e interna-
cionales para que el desarrollo sea realmente más
inclusivo. Sin embargo, la ratifi cación del Conve-
nio núm. 169 por parte de Nepal también ilustra
como un compromiso político fi rme junto con los
esfuerzos concertados y coordinados del gobierno y
de las instituciones indígenas, en cooperación con
las contrapartes internacionales, pueden cambiar
positivamente la agenda de desarrollo de un país.
En los años venideros la OIT continuará explo-
rando, documentando y compartiendo sus expe-
riencias sobre la implementación de los derechos
de los pueblos indígenas. Para ese fi n, la OIT se
ha asociado con organizaciones de pueblos indíge-
nas de todo el mundo que en la actualidad están
realizando investigaciones para documentar casos
específi cos de buenas prácticas para la implemen-
tación de los derechos de los pueblos indígenas.
3 Sobre la base de las difi cultades y oportunidades encontradas en los procesos de estos países, la OIT publicó en marzo de 2008 la guía: “Inclusión de los pueblos indígenas en las estrategias de lucha contra la pobreza - una guía de prácticas».
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refl ejar las obligaciones de los Estados en virtud
de otras fuentes del derecho internacional, como
ser la ley consuetudinaria o los principios genera-
les de la ley1.
Las diferencias en el carácter jurídico de la UN-
DRIP y el Convenio núm. 169 no deberían tener
entidad en el trabajo práctico de la OIT y otros
organismos internacionales para promover los de-
rechos humanos de los pueblos indígenas a tra-
vés de la promoción, el desarrollo de capacidad,
la investigación u otros medios. En este sentido,
el compromiso de los gobiernos con la promoción
y protección de los derechos de los pueblos indí-
genas es fundamental para el trabajo técnico y de
promoción del sistema de las Naciones Unidas.
Implicancias de la OIT y el sistema de las Nacio-
nes Unidas
El artículo 41 de la Declaración de la ONU es-
tablece que:
“Los órganos y organismos especializados del
sistema de las Naciones Unidas contribuirán a la
plena realización de las disposiciones de la pre-
sente Declaración”.
El artículo 42 estipula que:
“Las Naciones Unidas, sus órganos, incluido el
Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas,
y los organismos especializados … promoverán el
respeto y la plena aplicación de las disposiciones
de la presente Declaración y velarán por la efi cacia
de la presente Declaración”.
Varios organismos de la ONU ya están promo-
viendo la Declaración y el Convenio núm. 169
como un paquete de derechos, particularmente en
el contexto de Latinoamérica.
La OIT prevé que con la adopción de la UN-
DRIP, el trabajo del sistema de las Naciones Uni-
1 Se reconoce en virtud de la jurisprudencia del Tribunal Interna-cional de Justicia que las Declaraciones adoptadas por la Asamblea General pueden usarse como evidencia de la ley internacional consue-tudinaria o los principios generales de la ley. También se ha reconocido que las Declaraciones han servido para desarrollar con el tiempo nuevas normas consuetudinarias. Qué normas son vinculantes para los Estados es una cuestión a evaluarse en cada caso en particular.
La relación entre el Convenio
núm. 169 y la UNDRIP
El 13 de septiembre de 2007 la Asamblea
General de la ONU adoptó la Declaración sobre
los derechos de los pueblos indígenas de la ONU
(UNDRIP). Con la adopción de esta Declaración,
las Naciones Unidas ha dado un gran paso en la
promoción y protección de los derechos de los
pueblos indígenas a nivel mundial. La OIT reci-
bió con agrado la adopción de esta Declaración ya
que confi rma el reconocimiento internacional de
los principios y derechos de los pueblos indígenas
consagrados en el Convenio núm. 169.
A continuación explicamos algunas de las prin-
cipales consideraciones que se deben hacer al
contemplar o comparar estos dos instrumentos.
Las disposiciones del Convenio núm. 169 y
de la Declaración son compatibles y se refuerzan
mutuamente. La Declaración trata todas las áreas
cubiertas por el Convenio, y además abarca ciertos
temas que este último no cubre. Ambos constitu-
yen hitos signifi cativos en el reconocimiento y la
protección de los derechos de los pueblos indíge-
nas a nivel internacional.
El Convenio núm. 169 es un tratado interna-
cional que adoptó la Conferencia Internacional del
Trabajo en 1989 y es legalmente vinculante para
los Estados que lo ratifi caron. Los tratados vigen-
tes en un país dado deben ser implementados por
éste de buena fe y, en virtud de la Constitución
de la OIT, sus miembros deben hacer efectivas las
disposiciones de los convenios ratifi cados.
Por el contrario, la UNDRIP es una declaración
adoptada por la Asamblea General de las Nacio-
nes Unidas y este tipo de declaraciones no están
sujetas a ratifi cación y por ende no son legalmen-
te vinculantes. Una declaración adoptada por la
Asamblea General refl eja las opiniones colectivas
de las Naciones Unidas que deben ser tenidas
en cuenta por todos los miembros de buena fe. A
pesar de no tener carácter vinculante, la Decla-
ración tiene relevancia legal. Por ejemplo, puede
PARTE I. NOTICIAS GENERALESPP
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das como un todo para los pueblos indígenas cobre
ímpetu. El abordar las cuestiones de los pueblos
indígenas en forma sistemática y de modo más
coherente, en especial a nivel país, es particular-
mente importante. Con este fi n el Grupo de Apo-
yo Interinstitucional sobre Cuestiones Indígenas
(IASG, por su sigla en inglés) se reunió el 26 y 27
de febrero de 2008 para identifi car cómo el Sis-
tema de las Naciones Unidas puede trabajar más
estrechamente de modo de promover la UNDRIP
y el Convenio núm. 169 como dos instrumentos
complementarios.
En febrero de 2008 el Grupo de las Naciones
Unidas para el Desarrollo (GNUD) emitió Guide-
lines on Indigenous Peoples’ Issues que incluye s
lineamientos para facilitar este proceso. Su obje-
tivo es asistir al sistema de las Naciones Unidas
en la integración de las cuestiones de los pueblos
indígenas en actividades y programas operativos a
nivel país. La OIT ha sido un socio activo en la
preparación de estos lineamientos que toman la
Declaración de la ONU y el Convenio núm. 169
como los principales documentos de referencia.
También se hace mención a otros instrumentos in-
ternacionales como los convenios de la OIT sobre
discriminación, trabajo forzoso y trabajo infantil.
Algunos organismos regionales y nacionales han
comenzado a usar los estándares incluidos en la
Declaración de la ONU como punto de referencia.
La Comisión Africana de Derechos Humanos y de
los Pueblos (ACHPR, por su sigla en inglés), en su
comunicado sobre la Declaración2, manifestó es-
pecífi camente que esto está en línea con la posi-
ción y el trabajo de la ACHPR y que la Declaración
servirá como punto de referencia para sus acciones
destinadas a garantizar la promoción y protección
de los derechos de los pueblos indígenas en el
continente africano. La ACHPR también se refi rió
repetidamente en su trabajo a las disposiciones
del Convenio núm. 169 de la OIT, en particular
a la cuestión de la identifi cación de los pueblos
indígenas en la región africana.
Francesca Thornberry,
Coordinadora, PRO 169.
2 Comisión Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos, Com-muniqué on the UN Declaration on the Rights of Indigenous Peoples, 28 de noviembre de 2007.
Ratifi cación del Convenio
núm. 169 de la OIT por Nepal
Antecedentes
La inclusión de los pueblos indígenas en las
cuestiones de estado es hoy día uno de los princi-
pales desafíos del proceso de paz y de formulación
de la constitución en Nepal. Casi el 40% de la
población Nepalí proviene de comunidades indíge-
nas denominadas adibash janajati, pero su repre-
sentación en el sistema político y administrativo es
pasible de negligencia. El acceso de estos pueblos
a los servicios sociales como la educación, la salud
y el apoyo a la agricultura está muy por debajo
del promedio nacional. Como resultado directo de
esto, la mayoría de las comunidades indígenas en
Nepal se sienten alienadas del estado. Ello está
ampliamente reconocido como una de las causas
de raíz de los 10 años de confl icto armado desde
1996 a 2006, y la rectifi cación de las desigualda-
des históricas resulta ser un paso necesario para
crear un Nepal pacífi co y próspero.
Iniciativas en pos de la ratifi cación
El 22 de agosto de 2007, el Parlamento Interi-
no de Nepal adoptó la decisión de ratifi car el Con-
venio núm. 169 de la OIT y el 14 de septiembre
éste fue ratifi cado ofi cialmente y registrado en la
OIT. Nepal es el primer país del sur asiático en
ratifi car este Convenio. Transcurrieron tres años de
esfuerzos concertados para llegar a la ratifi cación,
y especial crédito se debe asignar a la Federación
Nepalí de Nacionalidades Indígenas (NEFIN) por
su papel proactivo. También se agradece el apoyo
demostrado en el Parlamento a Pari Thapa, Bijaya
Subba, Romi Gauchan and Prakash Gurung, ho-
norables miembros del Parlamento del NCP (UNI-
FIED), CPN (UML), Congreso Nepalí, Congreso
Nepalí (Democrático). Asimismo, agradecemos a
K. B. Gurung, Nagrenda Rai, Prithibi Subba Gu-
rung, Nagendra Chaudhari, I. B. Gurung, Nabin
Chitrakar y Gokarna Rai quienes asumieron un pa-
pel crítico para infl uir a sus respectivos líderes de
sus partidos políticos con el fi n de que apoyaran la
ratifi cación del Convenio. La organización de mu-
jeres indígenas, la organización de estudiantes, los
periodistas indígenas, los académicos y grupos de
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jóvenes también ayudaron al NEFIN para abogar
por la ratifi cación. La Ofi cina de la OIT en Nepal
aportó apoyo técnico y fi nanciero al NEFIN para
sus actividades de promoción y lobby político.
Hasta 2004, la Ofi cina de la OIT en Nepal no
había tenido ningún programa especial que se fo-
calizara en el Convenio núm. 169. Como resulta-
do de ello ni los pueblos indígenas ni el gobier-
no tenían información sobre él. En septiembre de
2003, en mi carácter de Secretario General del
NEFIN, me reuní con la que en aquel entonces
era Directora de la Ofi cina de la OIT en Nepal,
Leyla Tegmo-Reddy, para analizar posibles activi-
dades relacionadas con la ratifi cación del Conve-
nio núm. 169. En esa reunión convinimos que la
OIT apoyaría al NEFIN con un pequeño subsidio
para traducir y publicar el Convenio en Nepalí y
organizar cinco talleres regionales y uno nacional
para abogar por el Convenio núm. 169. Conforme
lo acordado, traduje el convenio al Nepalí y en
2004 el NEFIN publicó 1000 copias y las distribu-
yó entre las organizaciones de pueblos indígenas
y otros organismos interesados. NEFIN organizó
cinco programas regionales de concientización en
Jhapa, Chitwan, Pokhara, Butwal y Nepalgunj y un
programa nacional en Katmandú. Estos programas
permitieron a los activistas indígenas, asesores po-
líticos y ofi ciales gubernamentales familiarizarse
con el Convenio.
Para marcar el evento del Día Internacional de
los Pueblos Indígenas en 2004, el NEFIN organizó
un programa de una semana de duración sobre el
Convenio núm. 169 para los jóvenes y estudian-
tes indígenas, que incluyó una orientación por la
Directora de la OIT en Nepal. En esa ocasión el
principal invitado fue el entonces Primer Ministro
Sher Bahadur Deuba, quien expresó públicamente
el compromiso de ratifi car el Convenio núm. 169,
señalando que el Convenio “es un marco legal útil
para la paz y el desarrollo en un país multicultural
como Nepal”. Este compromiso público del primer
mandatario frente a miles de personas indígenas y
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los medios públicos inspiró al NEFIN para conti-
nuar luchando por su ratifi cación.
En enero de 2005, el NEFIN, en colaboración
con la Fundación Nacional para el Desarrollo de
las Nacionalidades Indígenas (NFDIN) y la Ofi cina
de la OIT, organizó una conferencia nacional de
dos días sobre el Convenio núm. 169 y la creación
de paz en Nepal. Entre sus participantes estuvie-
ron presentes ministros, ofi ciales, líderes políticos,
intelectuales, activistas indígenas, medios de co-
municación y delegados de organismos donantes.
Sobre la base de su experiencia, Ian Chambers, ex
Director de la OIT y Asesor Legal de la ONU para el
proceso de la paz en Guatemala, explicó claramen-
te la importancia del Convenio núm. 169 para la
generación de la paz en un país multicultural como
Nepal. El Primer Ministro Sher Bahadur Deuba re-
pitió su compromiso de ratifi car el Convenio.
Esta conferencia sensibilizó a los ministros,
líderes políticos y burócratas nacionales sobre el
Convenio. Pero el cambio político en el país pertur-
bó el proceso de ratifi cación, ya que poco tiempo
después de su declaración en la conferencia el Pri-
mer Ministro Deuba fue derrocado. Sin embargo,
el NEFIN no se detuvo con sus programas de pro-
moción y publicó las actas de la conferencia jun-
to con un manual de concientización que incluyó
ejemplos de derechos socioculturales, económicos
y políticos de los pueblos indígenas de otros países
amparados por el Convenio.
El proceso de ratifi cación
La situación política difícil de Nepal (2002-
2006) bajo el régimen directo del Rey Gyanendra
proporcionó a los pueblos indígenas una oportu-
nidad de tomar conciencia de sus derechos y de
organizarse mejor. Bajo los auspicios del NEFIN,
los pueblos indígenas participaron activamente en
el movimiento del pueblo y presentaron su agenda
política referente a una democracia inclusiva a tra-
vés de la reestructuración del estado.
Mediante la Proclamación Real del 24 de abril
de 2006, el Rey Gyanendra entregó sus faculta-
des políticas y administrativas al pueblo Nepalí, el
Parlamento disuelto fue reinstaurado y se formó un
gobierno de coalición que comprendía siete parti-
dos políticos. Después de establecido el gobierno
democrático, el NEFIN organizó una serie de pro-
gramas de orientación, concientización y lobby y
cerró las reuniones de consulta para infl uenciar al
gobierno, los miembros del Parlamento y los líde-
res de los partidos políticos para que se ratifi cara
el Convenio núm. 169. La Ofi cina de la OIT en Ne-
pal también estableció el diálogo con el Gobierno.
Todas estas actividades crearon una presión direc-
ta o indirecta en el Gobierno para considerar muy
seriamente la ratifi cación.
Como resultado de ello, el Ministerio de Desa-
rrollo Local elaboró la resolución de ratifi cación y la
presentó ante el Parlamento que la adoptó unáni-
memente. Luego, el Gobierno formó un Comité de
Estudio con los secretarios de todos los ministerios
de línea, para preparar un análisis exhaustivo de la
legislación nacional y del Convenio núm. 169 que
luego fue presentado ante el Gobierno.
El 15 de enero de 2007, los maoistas se incor-
poraron al Parlamento interino y el 1 de abril al
gobierno interino de Nepal. Su participación en el
parlamento interino y luego en el gobierno retrasó
el proceso ya que necesitaban tiempo para estu-
diar el Convenio. El 22 de agosto el NEFIN fi rmó
un acuerdo de 20 puntos con el gobierno y uno
de ellos hacía referencia al Convenio núm. 169.
El mismo día, el Parlamento interino sancionó la
resolución de ratifi cación y el 14 de septiembre el
Ministro de Desarrollo Local notifi có ofi cialmente a
la Ofi cina de la OIT en Nepal.
Implementación
El Gobierno de Nepal ha fi rmado muchos ins-
trumentos y convenios internacionales pero la falta
de implementación continúa siendo un problema.
Se corre el riesgo de que esto también suceda con
el Convenio núm. 169. Pero este Convenio es un
instrumento internacional legalmente vinculante.
Los países fi rmantes están obligados a implemen-
tarlo después de su ratifi cación. Es una cuestión
de orgullo que Nepal haya ratifi cado el Convenio
sin mayores dilaciones y el Gobierno lo percibe
como un marco para el desarrollo de los pueblos
indígenas de Nepal.
Teniendo en cuenta la importancia y relevancia
del Convenio, ya se ha incluido en el Plan interino
de Desarrollo trienal (DELP) de Nepal. Asimismo,
durante la última semana de enero de 2008, el Go-
bierno formó un Grupo de Trabajo de 22 miembros
para hacerse cargo de la implementación. Del 27
al 29 de febrero de 2008, el Ministerio de Desarro-
llo Local, en colaboración con la OIT y el NEFIN,
organizó un taller nacional de tres días para pre-
parar un marco lógico para la implementación del
Convenio. Los participantes del taller provinieron
de las comunidades indígenas, los ministerios de
línea, las agencias donantes y otros actores. Du-
rante esos tres días se trabajó muy intensamente
para preparar un marco lógico para un período de
tres años con un plan de acción prioritario para los
próximos seis meses (marzo-agosto).
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La estrategia de implementación es bastante
ambiciosa: uno de los indicadores de éxito es que
Nepal sea citado como una de las mejores prácti-
cas en el mundo en la implementación de los dere-
chos de los pueblos indígenas. La estrategia inclu-
ye 8 resultados esperados, entre ellos: la creación
de mecanismos de consulta y participación de los
pueblos indígenas en la toma de decisiones, el
planeamiento y el proceso de implementación en
todo nivel; la creación de una Comisión Indígena
semi-jurídica; la revisión de las políticas guberna-
mentales, los programas y el marco legal en línea
con el Convenio; la promoción de la apropiación
y el acceso a la tierra y otros recursos naturales
por parte de los pueblos indígenas; y mejorar la
información referente a la situación de las comu-
nidades indígenas en Nepal, incluído el aporte de
datos desglosados. El plan de actividades incluye
sesiones de instrucción y el desarrollo de capaci-
dad, estudios, revisión y la reforma de leyes y la
apertura de centros de información. Con el fi n de
implementar estas actividades, el Gobierno de Ne-
pal está buscando el apoyo técnico y fi nanciero de
la OIT y otros donantes internacionales.
Dr. Om Gurung,
Asesor y ex Presidente del NEFIN.
Aplicación del Convenio
núm. 169: mecanismos
de consulta y participación
Desde su ratifi cación hasta la fecha, ha habido
considerables progresos en la aplicación del Con-
venio núm. 169. La Comisión de Expertos en Apli-
cación de Convenios y Recomendaciones (CEACR)
de la OIT ha recibido comunicaciones sobre la
aplicación del Convenio y ha realizado exámenes
periódicos de los informes de los Gobiernos, que
refl ejan los principales obstáculos y desafíos para
su plena aplicación. Además, el Consejo de Admi-
nistración de la OIT ha adoptado informes sobre
reclamaciones de pueblos indígenas que conclu-
yen en recomendaciones cuyo seguimiento incum-
be a la CEACR.
Las reclamaciones y comunicaciones recibidas
refl ejan la vitalidad del Convenio y de los procedi-
mientos de control de la OIT. El seguimiento de la
aplicación del Convenio permite observar que en
los últimos años, se ha pasado de escasas disposi-
ciones legales relativas a los pueblos indígenas en
el momento de la adopción del Convenio, a la in-
troducción de los derechos indígenas en las Cons-
tituciones en la década pasada hasta llegar a la
actualidad en que la elaboración de mecanismos
y procedimientos de participación y de consulta
ha devenido un tema insoslayable. En este sen-
tido, el Convenio y los órganos de control están
contribuyendo efi cazmente a la promoción del diá-
logo como principal mecanismo de inclusión de los
pueblos indígenas en los procesos de desarrollo y
de prevención de confl ictos.
En ese contexto se inscribe el último informe
adoptado por el Consejo de Administración sobre
una reclamación relativa al Convenio, el segui-
miento de cuyas recomendaciones corresponde a
la CEACR y constituye una parte esencial y a largo
plazo de su tarea.
El referido informe, de junio de 20073, se refi e-
re a la consulta y la participación con relación a la
exploración y explotación minera, y a la consulta
con relación a la situación jurídica de las tierras.
Respecto de la consulta, el informe manifestó:
“Considerando que el establecimiento de
mecanismos efi caces de consulta y parti-
cipación4 contribuyen a prevenir y resolver 4
confl ictos mediante el diálogo, disminuyen
las tensiones sociales y son el instrumento
previsto por el Convenio para que los planes
y programas de desarrollo sean verdadera-
mente incluyentes, el Comité subraya la ne-
cesidad de desplegar esfuerzos para intentar
generar consensos en cuanto a los procedi-
mientos, de facilitar su acceso dándoles am-
plia difusión y de crear un clima de confi an-
za con los pueblos indígenas que propicie un
diálogo productivo.(…) es consustancial a
toda consulta la instauración de un clima de
confi anza mutua5”.
En cuanto a la consulta y la situación jurídica
de las tierras el informe estableció:
“Tal como lo establecen los artículos 13, 2)
y 15, 2) del Convenio y lo han aplicado de
3 Documento GB 299/6/1.4 Negrillas siempre agregada.5 Parrafo 53.
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10
manera reiterada los órganos de control, el
Convenio no exige que los pueblos indígenas
tengan títulos de propiedad a los fi nes de la
consulta prevista en el artículo 15, 2). La
consulta prevista en el artículo 15, 2) proce-
de respecto de los recursos de propiedad del
Estado que se encuentren en las tierras que
los pueblos interesados ocupan o utilizan de
alguna manera, tengan o no, título de propie-
dad sobre los mismos6”.
Respecto de los estudios de impacto ambiental
y la consulta, el informe dejó sentado que:
“el estudio de impacto ambiental no reem-
plaza la consulta y participación previstos en
el Convenio”
En las conclusiones se tuvo en cuenta la ne-
cesidad de institucionalización de mecanismos de
consulta y participación que por otra parte era
compartida por el Gobierno y la organización re-
clamante:
El Gobierno solicitó que «el procedimiento de
examen de esta reclamación se oriente hacia el
fortalecimiento institucional «y la organización re-
clamante solicitó «la adopción de políticas para el
6 Párrafo 48.
establecimiento del mecanismo institucional de
consulta a los pueblos indígenas; (...)»a 7.
Como resultado se efectuaron las siguientes re-
comendaciones resumidas:
a) se solicitó al Gobierno que establezca consul-
tas previas en los casos de exploración y explotación
de recursos naturales y que asegure la participación
de los pueblos interesados en las diferentes etapas
del proceso, así como en los estudios de impacto
ambiental y los planes de gestión ambiental;
b) se solicitó al Gobierno que realice una eva-
luación, en consulta con los pueblos interesados,
para determinar si los intereses de esos pueblos
fueron perjudicados y en qué medida y si se deter-
mina la existencia de tal perjuicio que asegure una
indemnización equitativa,
c) se instó al Gobierno a iniciar un proceso de
consulta previa al eventual nuevo otorgamiento de
licencias de exploración y explotación en las tierras
(…) con todas las comunidades interesadas que
ocupan o utilizan de alguna manera dichas tierras,
tengan o no título de propiedad;
d) se solicitó al Gobierno que, en consulta con
los pueblos indígenas, tome las medidas necesarias
para garantizar los derechos de propiedad y pose-
sión de los pueblos indígenas sobre las tierras;
7 Párrafo 58.
Foto
: Sam
uel C
arpi
nter
o.
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11
e) se solicitó al Gobierno que, en consulta con
los pueblos indígenas, adopte medidas transitorias
de protección de dichos derechos en tanto se com-
plete el proceso de regularización de las tierras;
f) se invitó al Gobierno a desarrollar una acción
coordinada y sistemática, con la participación de
los pueblos indígenas;
g) se invitó al Gobierno a progresar en la elabo-
ración y adopción de una Ley de Consulta a Pueblos
Indígenas y de una adecuada reglamentación de las
consultas a darse cuando se exploren o exploten los
recursos naturales (minerales, forestales, hídricos
entre otros);
h) invitó a la Ofi cina a proseguir su asistencia y
cooperación técnica con el Gobierno a fi n de facili-
tar el establecimiento del proceso de consulta y de
asistir al Gobierno en la elaboración de la legisla-
ción enunciada en el punto g) de este párrafo;
Es de subrayar que la solicitud formulada por el
Consejo de Administración, invitando a la Ofi cina
Internacional del Trabajo a proseguir su asistencia
y cooperación técnica con el Gobierno en materia
de consulta, refl eja la estrecha relación entre las
recomendaciones de los órganos de control y la co-
operación técnica brindada por la OIT a través de
PRO 169. Esto constituye un nuevo desafío para
asistir a Gobiernos y pueblos indígenas en la insti-
tucionalización de mecanismos de participación y
consulta, los que, como se señaló al principio, se
han transformado en temas insoslayables y de can-
dente actualidad en la agenda de aplicación del
Convenio, tanto para los pueblos indígenas como
para los Gobiernos.
Graciela Jolidon,
Funcionaria jurídica, Equipo de Equidad,
Trabajadores Migrantes y Pueblos Indígenas
y Tribales.
PRO 169 en Latinoamérica:
hacia una planifi cación
concertada y participativa
Luego de la ratifi cación del Convenio núm. 169,
el mayor reto que enfrentan los 13 países que han
ratifi cado dicho Convenio, es la implementación
del mismo de un modo coordinado y sistemático,
y con participación de los pueblos indígenas. Un
problema grave se presenta cuando las acciones
entre las instituciones públicas son incoherentes o
hasta contradictorias. Por ejemplo, una instancia
declara un área como zona de reserva o protegi-
da, y otra la otorga en concesión. Otro problema,
muy frecuente en Latinoamérica, es la inestabili-
dad política de las instituciones encargadas de las
políticas indígenas. De ahí que una tarea central
de PRO 169 en Latinoamérica es brindar asisten-
cia técnica a los estados para que puedan desarro-
llar dicha acción concertada, aún en medio de los
cambios político-institucionales. Un ejemplo de
planifi cación concertada en proceso, lo constituye
el caso peruano.
La instancia pública nacional encargada de las
políticas en materia indígena en Perú ha cambiado
tres veces de nombre y de estatuto jurídico en el
último año, llamándose primero Instituto Nacional
de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperúano
(INDEPA), con un estatuto de organismo público
descentralizado (OPD); luego, Dirección General
de Pueblos Originarios y Afroperuano, dependiente
del Ministerio de la Mujer y el Desarrollo. Y, fi nal-
mente, ha vuelto a recuperar el nombre de INDEPA
y su estatuto de OPD, pero adscrito a este último
ministerio. Esta institución solicitó, a mediados del
2007, la asistencia técnica de la OIT para iniciar
un proceso consultivo, a fi n de elaborar un plan
nacional de implementación de derechos indíge-
nas. Con el apoyo de la OIT se elaboró una hoja
de ruta. La hoja de ruta contempla tres tipos de
acciones, a) eventos de información y formación
para los diferentes actores; b) eventos políticos,
para los actores involucrados en la planifi cación,
esto es, encuentros sectoriales del Estado, los pue-
blos indígenas, y luego un encuentro mixto; y c)
alianzas estratégicas de los actores políticos con
actores sociales comprometidos con los derechos
indígenas, como la academia, ONGs, etc.
La primera tarea fue una jornada sobre el Conve-
nio núm. 169 con todo el personal de la institución
nacional referida, para que se apropiara del Conve-
nio y de la hoja de ruta. La segunda, con el apoyo
de las ONGs, fue un taller abierto de formación so-
bre “La aplicabilidad de los derechos indígenas en
el Perú (Convenio núm. 169 y Declaración ONU)”,
con participación de todos los sectores. Y, luego de
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12
consultas y coordinaciones con las organizaciones
indígenas, concluyó el año 2007 con un taller na-
cional de organizaciones de pueblos indígenas en
el que participaron aproximadamente ochenta per-
sonas de diversos puntos del país. Este taller per-
mitió hacer un diagnóstico sobre el cumplimiento
del Convenio y propuestas para el plan nacional,
desde las prioridades indígenas.
Sin embargo, los cambios de ministros de fi n
de año y una reforma legislativa que nuevamente
implicó cambios para la institución nacional men-
cionada, retrazaron el reinicio de la planifi cación
concertada este año. Felizmente, como los dife-
rentes actores quedaron motivados, siguieron in-
sistiendo por la continuidad del proceso. Luego de
un compás de espera, nuevamente, el ahora INDE-
PA, ha solicitado a la OIT continuar con la asisten-
cia técnica para retomar el plan trazado y hacer los
reajustes que correspondan.
El caso del Perú muestra que puede haber mu-
chas fl uctuaciones políticas que amenazan una
planifi cación concertada, en la medida que afec-
tan la institucionalidad encargada de las políticas
públicas en materia indígena. Sin embargo, hay
que mantener el soporte a los diferentes actores,
para que no se pierda la meta. La meta es el pro-
ceso mismo de coordinación y concertación. En
cada país, habrá que encontrar el modo y los ac-
tores para que se puedan ir impulsando procesos
de planifi cación concertados y participativos, no
obstante los cambios políticos, que son comunes
en la región.
Raquel Yrigoyen,
Consultora de PRO 169, América Latina.
Foto: J. Maillard.
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13
Taller subregional de expertos
sobre trabajo infantil indígena
La OIT y UNICEF han convocado conjuntamen-
te el “Taller subregional de expertos sobre trabajo
infantil indígena”, que tendrá lugar el 27 y 28 de
marzo en Lima, Perú, con el objeto de compartir
los principales hallazgos de tres estudios8 prelimi-
nares sobre trabajo infantil indígena realizados en
Bolivia, Ecuador y Perú y diseñar una estrategia
adecuada para seguir avanzando en el proceso.
En la región, por las condiciones de margina-
ción y exclusión de los pueblos indígenas, los ni-
ños y niñas indígenas están más afectados por las
peores formas de trabajo infantil, por lo cual se
hace necesario contar con enfoques específi cos
para combatir tales formas de trabajo infantil en
este sector de la población.
La Convención sobre los Derechos del Niño
(1990), los Convenios de la OIT en materia del
trabajo infantil: el Convenio núm. 138, sobre la
edad mínima de admisión al empleo (1973) y su
recomendación 146, así como el Convenio núm.
182, sobre las peores formas del trabajo infantil y
la acción inmediata para su eliminación (1999), y
su Recomendación 190, constituyen el marco le-
gal internacional para una acción de los estados
contra el trabajo infantil que desarrollan los niños,
niñas y adolescentes indígenas.
El Convenio núm.169 de la OIT sobre pueblos
indígenas y tribales en países independientes
(1989) da el marco para el cambio de las condi-
ciones en las que viven los pueblos indígenas. Y,
a su vez, este Convenio establece el derecho de
consulta y participación de tales pueblos en los
programas que les afecten. De ahí la necesidad de
consultarles sobre su visión del trabajo infantil y
de las iniciativas orientadas a prevenir y erradicar
dicho trabajo, para que las mismas sean cultural-
mente apropiadas y contribuyan con el fortaleci-
miento de sus derechos.
El taller proporcionará los insumos principales
para la elaboración de un documento de concep-
to sobre las nociones de infancia y pobreza que
tienen los pueblos indígenas y la ubicación que
tiene el trabajo infantil en su cultura. También
establecerá las líneas prioritarias de investigación
8 El Instituto de Estudios Perúanos (IEP) y el Programa de Forma-ción de Maestros Bilingües de la Amazonía Perúana (FORMABIAP) en Perú, la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en Ecuador y el Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS) en Bolivia, han elaborado estudios preliminares, por encargo del Pro-grama IPEC de la OIT.
así como de consulta y participación de las organi-
zaciones indígenas. Dicha participación permitirá
profundizar en la problemática, y determinar cuál
es el “trabajo permitido”, culturalmente defi nido
por dichos pueblos, y cuáles las formas de trabajo
infantil que más bien se derivan de las condiciones
de explotación y pobreza que padecen los pueblos
indígenas y que afectan su desarrollo. Posterior-
mente, con participación de los pueblos indígenas
y de las instancias estatales correspondientes, se
buscará diseñar una estrategia y un plan de acción
que pueda ser asumido por las Comisiones Nacio-
nales de trabajo infantil de los países de la región.
Los documentos fi nales resultado del taller esta-
rán disponibles en: http://www.oit.org.pe/ipec/, una
vez concluido el proceso de elaboración de informes
fi nales. Mayor información en sirti [email protected].
La OIT también ha publicado recientemente las
Directrices para combatir el trabajo infantil entre
los pueblos indígenas y tribales (disponible en es-s
pañol, francés e inglés) con el fi n de proporcionar
una orientación práctica al personal y a los cola-
boradores de la OIT sobre cómo abordar las nece-
sidades y los derechos específi cos de los pueblos
indígenas y así combatir el trabajo infantil entre
los niños indígenas.
Rossana Angeles
Foto
: Mem
o G
arci
a.
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14
La colaboración de la OIT con la
Comisión Africana de Derechos
Humanos y de los Pueblos
África alberga a gran parte de los pueblos in-
dígenas del mundo. Estos pueblos se identifi can
y son identifi cados por otros de acuerdo con una
gama de criterios que pueden variar de país en país
como así también dentro de un mismo país. Sin
embargo, a pesar de la gran diversidad de situacio-
nes y características de los pueblos indígenas en la
región africana, también tienen muchas cosas en
común, como sucede con los pueblos indígenas de
todo el mundo. A la fecha, el concepto de pueblos
indígenas en la región africana ha sido relativa-
mente controversial. Sin embargo, recientemente,
un número de países en África comenzó a tratar las
cuestiones indígenas y los pueblos indígenas como
un grupo específi co con necesidades y derechos
particulares, demostrando así que las cuestiones
indígenas son altamente relevantes para este con-
tinente como los son para otras regiones. Si bien
el debate sobre la defi nición continúa en pié, mu-
chos consideran que no es necesario ni deseable
intentar defi nir a los pueblos indígenas dentro del
contexto regional9.
En mayo de 2001, se estableció el Grupo de Tra-
bajo sobre los Derechos de las Poblaciones/Comu-
nidades Indígenas (WGIP, por su sigla en inglés), s
compuesto por tres comisionados de la Comisión
Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos
(ACHPR, por su sigla en inglés), tres expertos de
comunidades indígenas africanas y un experto in-
9 Report of the African Commission’s Working Group of Experts on Indigenous Populations/Communities, adoptado por la Comisión Africa-na de Derechos Humanos y de los Pueblos Indígenas en su 28o Sesión Ordinaria.
dependiente. Una de las primeras tareas del Grupo
de Trabajo fue examinar el concepto de los pueblos
indígenas en África y estudiar las implicancias de
la carta Africana de los Derechos Humanos y de
los Pueblos en cuanto a los derechos humanos y
el bienestar de los pueblos indígenas en este con-
tinente. El informe fue adoptado en la 34o Sesión
de la ACHPR en noviembre de 2003, y entre otras
cosas, enuncia los criterios para una posible iden-
tifi cación de los pueblos indígenas en África, y
describe algunas de las cuestiones referentes a los
derechos humanos que enfrentan tales pueblos. El
informe también señala que en general, la carta
Africana protege los derechos de los pueblos in-
dígenas y fi nalmente recomienda la necesidad de
una mayor investigación en este ámbito. Sobre la
base de sus recomendaciones, el Grupo de Trabajo
estableció un programa de trabajo que incluyó, en-
tre otros, la investigación sobre las constituciones
y la legislación nacionales africanas.
El informe10 del WGIP, como así también el tra-
bajo continuo de este Grupo de Trabajo, representa
un hito signifi cativo en el análisis de las cuestio-
nes indígenas en África. Recientemente se dieron
nuevos pasos con la adopción de la Declaración
sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas de
las Naciones Unidas. En noviembre de 2007, la
ACHPR emitió un comunicado ofi cial sobre esta
declaración el cual reconoce que la Declaración
está en línea con la posición y el trabajo de la Co-
misión Africana sobre los derechos de los pueblos
indígenas. La Comisión expresó asimismo su con-
fi anza en que la Declaración se convertirá en una
herramienta sumamente valiosa y un punto de re-
ferencia para las acciones de la Comisión Africana
destinadas a promover y proteger los derechos de
los pueblos indígenas en el continente africano11.
En este contexto y con la fi nanciación de la
Comisión Europea, PRO 169 ha emprendido un
proyecto regional para examinar los marcos admi-
nistrativos, legislativos y constitucionales para la
protección de los derechos de los pueblos indíge-
nas en África. Este proyecto está siendo llevado a
cabo con la colaboración del WGIP de la ACHPR,
y su implementación se hace a través del Centro
para los Derechos Humanos en la Universidad de
Pretoria en Sudáfrica.
El proyecto comenzó en 2006, con un taller re-
gional en Yaoundé en el que participaron organiza-
ciones indígenas, gobiernos, ONGs e instituciones
10 Op Cit en la nota 22.t11 Comisión Africana sobre los Derechos de los Pueblos Indíge-
nas, Communiqué on the UN Declaration on the Rights of Indigenous Peoples, 28 de noviembre de 2007. Fo
to: J
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15
académicas con el fi n de defi nir en forma participa-
tiva los principales parámetros de la investigación
y la metodología que debería adoptarse. De los 25
países12 a ser cubiertos a través de investigación
de ofi cina, 10 fueron identifi cados de acuerdo a
criterios específi cos como países en los que se de-
bían hacer visitas para una investigación más ex-
haustiva. Estos países son Argelia, Burundi, Repú-
blica Centroafricana, Egipto, Etiopía, Kenia, Mali,
Namibia, Níger y Sudáfrica. El proyecto producirá
un informe completo de los hallazgos y establecerá
una base de datos de normas relevantes de la le-
gislación africana. Este material estará disponible
en Internet y constituirá una herramienta útil para
las organizaciones indígenas, los gobiernos y las
instituciones académicas.
La investigación se encuentra bastante avanza-
da y ya se han emprendido 15 informes de país. La
investigación inicial indica que no existe ninguna
legislación que específi ca y exclusivamente trate
los derechos de los pueblos indígenas en la región
africana (con la excepción del proyecto de ley so-
bre los derechos de los pueblos indígenas del Con-
go Brazzaville). Sin embargo, existen instrumentos
legislativos más amplios, por ejemplo sobre las
tierras y los recursos naturales, gobernanza tradi-
cional, descentralización y no discriminación, que
12 Estos países son: Argelia, Angola, Botsuana, Burkina Faso, Burundi, Chad, Camerún, República Centroafricana, Congo, República Democrática del Congo, Egipto, Eritrea, Etiopía, Gabón, Kenia, Mali, Ma-rruecos, Namibia, Níger, Nigeria, Ruanda, Sudáfrica, Sudán, Tanzania y Uganda.
pueden usarse como puntos de entrada y marcos
para la protección de sus derechos. Asimismo, si
bien la terminología ofi cial para hacer referencia
a los pueblos indígenas varía, se han establecido
medidas en varios países que están destinadas a
promover los derechos a la representación política,
la educación y el acceso a otros derechos básicos
de grupos específi cos que se autoidentifi can como
pueblos indígenas. Sin embargo, lo que también
resulta claro de la investigación inicial es que la
protección de los derechos de los pueblos indí-
genas en África continúa siendo un gran desafío
a todo nivel. Las leyes que pueden usarse como
puntos de entrada pueden carecer de la falta de
especifi cidades que son necesarias para que sean
de sumo benefi cio para los pueblos indígenas.
Además, sigue habiendo una ausencia general de
reconocimiento en cuanto a la necesidad de me-
didas especiales para garantizar el respeto de los
derechos de estos pueblos y para responder a sus
necesidades específi cas.
Por lo tanto, el proyecto de investigación se
prevé como un primer paso en un proceso, y no
solamente intentará documentar el marco legal
para la protección de los derechos de los pueblos
indígenas en África, sino las mejores prácticas y
proporcionar recomendaciones sobre cómo se pue-
den mejorar los marcos legales y los mecanismos
de implementación.
Francesca Thornberry,
Coordinadora, PRO 169.
Los pueblos indígenas y
el desarrollo económico local
El programa Pueblos Indígenas y Desarrollo
Económico Local (IP/LED, por su sigla en inglés)
es una parte integral de los esfuerzos generales de
la OIT para promover los derechos de los pueblos
indígenas y su desarrollo.
Antes de incursionar en las actividades del pro-
grama IP/LED, es importante resumirlo que impli-
ca el Desarrollo Económico Local o LED. En primer
lugar, las iniciativas LED tienen lugar dentro de
un territorio o o área específi co y a eso se refi ere a
en término local. El tamaño de “local” puede va-
riar de una aldea o pueblo a un área más grande
que implique una amplia gama de actores locales
y pueblos indígenas. Segundo, la palabra económi-
co en LED se refi ere al enfoque estratégico en el o
potencial económico y la movilización de recursos
y activos locales. Por último, el término desarrollo
se refi ere al proceso por el cual las comunidades
indígenas establecen las prioridades de desarrollo.
LED es un proceso de desarrollo participativo que
pertenece y es administrado localmente y se basa
en las necesidades, aspiraciones y apropiación lo-
cales.
El objetivo principal del programa IP/LED para
2008/2009 es trabajar junto con las comunidades
y organizaciones indígenas para crear localidades
indígenas sanas y emprendedoras en las que las
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16
mujeres, hombres y jóvenes contribuyan activa-
mente al desarrollo económico local. La visión es
hacerlo trabajando con la gente local y sus recur-
sos, permitiéndole así a la comunidad construir
de adentro hacia afuera, capitalizando los activos
locales, en lugar de afuera hacia dentro apoyándo-
se en intervenciones externas. Esto les permitirá a
los pueblos indígenas ir convirtiéndose en actores
de cambio y socios en el desarrollo en lugar de
receptores de ayuda y asistencia gubernamental.
Es un modo de fortalecer los territorios indígenas
y también de promover el acceso equitativo a los
mercados de trabajo y los servicios sociales.
Los países prioritarios para 2008/09 son Cam-
boya, Camerún, Indonesia, Kenia, Namibia y Nepal.
En Camboya, el programa apoyará las iniciativas
LED para las comunidades indígenas en Ratanakiri,
una provincia en el noroeste del país. En Camerún,
un importante proyecto LED asistirá a los pueblos
indígenas en la región noroeste. En Indonesia, se
apoyará un programa en marcha de la OIT para los
pueblos indígenas de Papúa para lanzar iniciativas
LED en las áreas seleccionadas. En Kenia, el pro-
grama está trabajando con las comunidades Laiki-
pia Maasai para identifi car y desarrollar estrategias
LED sobre la base de su patrimonio cultural. En
Namibia, se ha desarrollado un importante progra-
ma para el turismo cultural sustentable que incluye
asociaciones con las comunidades de los pueblos
San. En Nepal, un gran proyecto LED está siendo
implementado en los distritos de Dhanusa y Rame-
chhap donde los marginados Tamang representan
más del 20 por ciento de la población total. Los
procesos LED en estos distritos apoyarán la forma-
ción de capacidad, la reducción de la pobreza y la
creación de empleo en comunidades selectas.
Jens Dyring Christensen,
Coordinador, IP/LED.
Pasantes indígenas en la OIT
Como parte de sus esfuerzos en materia de en-
trenamiento y formación de capacidad, la OIT ha
aumentado las oportunidades de pasantías para
jóvenes indígenas, para trabajar en la sede central
de la OIT o en una de sus ofi cinas de campo por
períodos de 3 a 6 meses. Tres de los pasantes que
trabajaron en la OIT durante 2007-8 presentan
una breve reseña de su pasantía y la experiencia
que adquirieron.
Arthuso Malo-ay, de la tribu Higaonon, Filipi-
nas:
Me llamo Arthuso L. Malo-ay, y localmente me
conocen como Datu Pigananawan de la tribu Hi-
gaonon en Bukidnon, en el sudeste de las Filipi-
nas. En 2007, participé en el Programa de Becas
de la Ofi cina del Alto Comisionado de las Naciones
Unidas para los Derechos Humanos (OACNUDH)
para capacitarme en el campo de los derechos hu-
manos internacionales en general y los derechos
indígenas en particular con el fi n de poder asistir a
estas comunidades y proteger y promover sus de-
rechos humanos. Después de cuatro meses como
becario, ingresé a un programa de pasantías de
cuatro meses en la ofi cina subregional de la OIT
para el sudeste asiático en Manila.
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17
Algunas de las tareas que desarrollé fueron las
siguientes: establecer listas de bases de datos de
organizaciones de pueblos indígenas, ONG y orga-
nismos subvencionantes; ayudar con la redacción de
artículos sobre trabajo infantil y otras cuestiones y
preocupaciones en materia indígena para los boleti-
nes informativos y el Programa de Trabajo Decente
de la OIT Manila. Además, asistí en la formulación
de las estrategias de seguimiento a nivel nacional
para promover la ratifi cación del Convenio núm. 169
de la OIT durante una reunión tripartita nacional so-
bre la protección y promoción de los derechos de los
pueblos indígenas. Durante esta reunión solicité po-
der exponer sobre la Declaración sobre los Derechos
de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas.
Durante la pasantía, también participé en reuniones
y consultas relacionadas con las cuestiones de los
pueblos indígenas y tribales e incluso fui testigo del
lanzamiento de la federación tribal de la tribu Tiboli
en en el lago Sebu, Cotabato Sur, y Mindanao. De
estas experiencias aprendí cómo trabaja la OIT para
mejorar las vidas de los pueblos indígenas.
Después de mi pasantía en la OIT, tuve nume-
rosas oportunidades para realizar actividades de
concientización sobre el Convenio núm. 169 de la
OIT en el nivel de la comunidad. Por ejemplo, ac-
tué como especialista para las actividades de de-
sarrollo de liderazgo en la comunidad Mamanwa, y
coordiné un taller para formular un Plan de Domi-
nio Ancestral y Desarrollo Sustentable y Protección
(ADSDPP, por su sigla en inglés) en varias reunio-
nes tribales. Algunos de mis logros al participar
en el programa de pasantía son hacer lobby, crear
alianzas y generar una red de contactos.
Binota Dhamai, comunidad Jumma (Tripura),
Bangladesh:
Me llamo Binota Dhamai y soy de la comuni-
dad indígena Jumma de las Colinas de Chittagong,
en el sudeste de Bangladesh. En 2007, tuve la
oportunidad de participar en el Programa de Becas
Indígenas de la OACNUDH.
Uno de los objetivos principales del programa fue
mejorar la capacidad de los pueblos indígenas así
como también asistirlos en sus respectivas comu-
nidades. Muchos de los organismos especializados
de la ONU contribuyen en el entrenamiento de los
becarios con sesiones especializadas para introdu-
cirlos a sus programas, acciones, mandatos y activi-
dades relacionadas con los pueblos y comunidades
indígenas. Entre estos organismos, la OIT cuenta
con un programa de capacitación especializada de
dos semanas de duración para los becarios.
Una vez que fi nalicé el programa de beca, tuve
la oportunidad de trabajar con PRO 169 en Gine-
bra como pasante durante seis meses. Lo que más
me entusiasmó acerca de la OIT fue que, de todo
el sistema de la ONU, solamente la OIT tiene ins-
trumentos legalmente vinculantes para la protec-
ción de los derechos de los pueblos indígenas.
Como pasante en PRO 169, desarrollé habili-
dades útiles y aprendí sobre muchos temas rele-
vantes (ej. los derechos a las tierras, territorios,
recursos, trabajos tradicionales y discriminación
de género y pueblos indígenas) que me ayudarán
signifi cativamente a medida que continúe mejo-
rando mi propia capacidad y conocimientos sobre
los temas que aquejan a los pueblos indígenas y
tribales. Asimismo, el haber trabajado en estos te-
mas me ha permitido identifi car oportunidades de
coordinación y colaboración.
También me doy cuenta que todavía existen
muchos desafíos para fortalecer la implementación
del programa y la política de PRO 169. Creo que
algunos puntos deben ser considerados a un nivel
institucional más amplio para promover la aten-
ción que se le presta a las cuestiones indígenas
dentro de la OIT. Estas son mis recomendaciones
al respecto:
1. La OIT debería dedicar más recursos humanos
como así también presupuesto para la coopera-
ción técnica con los pueblos indígenas, tanto en
la sede central como en sus ofi cinas de campo.
2. El personal de la OIT de todos los demás depar-
tamentos debería ser más conciente de la cues-
tión indígena de modo tal de estar en una mejor
posición para tratar los temas indígenas dentro
del contexto de su trabajo.
3. Los temas de los pueblos indígenas deberían ser
reconocidos como un elemento fundamental en
el trabajo de la OIT, teniendo en cuenta su man-
dato único respecto de las cuestiones indígenas.
Foto
: Bin
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18
John Ole Tingoi, comunidad Maasai, distrito de
Laikipia, Kenia
Mi relación con la ONU y la OIT comenzó hace
unos años cuando participé en campañas naciona-
les para fomentar el cambio de políticas y la revi-
sión constitucional en Kenia. Nuestro apoyo a nivel
comunidad nos hizo participar en varios foros in-
ternacionales y nuestro contacto con la OIT vino
de varias reuniones que ellos organizaron en Kenia,
como un taller sobre el trabajo infantil en el que
presentamos un caso sobre el sistema educativo no
formal entre la comunidad pastoral de Laikipia.
Como otros pueblos indígenas, la comunidad
Maasai enfrenta cuestiones complejas y a través
de sus organizaciones se ha comenzado a transitar
un proceso para tratar la pobreza a nivel local. Des-
pués de varias reuniones de consulta en la comu-
nidad realizadas en 2003, la comunidad Ilngwesi
Maasai identifi có su potencial y sus desafíos para
mejorar el desarrollo económico local. A través de
la fundación Maasai Cultural Heritage (MCH, por
su sigla en inglés), la comunidad invitó a dos orga-
nismos de la ONU (OIT y OMPI) para visitarlos en
octubre de 2006. De este modo la comunidad y los
organismos tuvieron la oportunidad de conocerse.
En un taller de consulta, la comunidad identifi có
un número de estrategias que deseaba explorar re-
lacionadas con la reducción de la pobreza. Esto
generó una asociación entre la comunidad, y la
OIT y el OMPI. En esta asociación, el factor clave
en el desarrollo de la comunidad es la utilización
de los recursos culturales y naturales respetando la
cultura y el estilo de vida de la comunidad.
Durante el taller se identifi có la necesidad de
que un miembro de la comunidad hiciera una pa-
santía en la OIT para que la MCH se familiarizara
con la OIT e identifi cara áreas de colaboración po-
tencial dentro de la comunidad.
Las buenas prácticas y logros hasta ahora son: •la pasantía ha sido conluida en forma exitosa y
se ha realizado un estudio del mercado para la
comunidad;
La comunidad ha establecido sus prioridades •y se está desarrollando actividades específi cas,
de acuerdo con sus prioridades; y
Un número de grupos comunitarios se han acer- •cado para mostrar su compromiso para trabajar
con miras a mejorar la economía a nivel comu-
nitario.
Algunos de los desafíos identifi cados son:
Manejar cuestiones de propiedad intelectual •para la comercialización de los recursos de
base cultural.
Las expectativas e ideas de colaboración futura
son:
Formación de capacidad para la MCH como orga-•
nización y para la comunidad, como así también
la mejora de la economía local a través de empre-
sas de pequeña escala y la diversifi cación de las
fuentes de sustento. Se prevé que la micro fi nan-
ciación es la herramienta ideal para garantizar la
apropiación, la sostenibilidad y los mecanismos
de rendición de cuentas.
Delinear un plan para facilitar el establecimien-•
to de micro empresas en la comunidad Ilngwesi,
proporcionar apoyo y hacer frente a los desafíos a
medida que surgen y generar formas para prote-
ger y desarrollar el patrimonio cultural y los dere-
chos de propiedad de los Laikipia Maasai.
Esperamos que la comunidad aumente sus ingre-•
sos al mejorar las estrategias de comercialización
y gradualmente la economía para reducir la po-
breza en el largo plazo.
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19
la recolección, pesca, pastoreo, cultivo rotativo, te-
jido y talla, son de base comunitaria y en muchos
casos constituyen la principal fuente de sustento.
Estas ocupaciones son la clave para la continuidad
de las culturas indígenas y su autonomía econó-
mica.
El Convenio núm. 169 de la OIT subraya la ne-
cesidad de reconocer el conocimiento, las habili-
dades y tecnologías específi cas de los pueblos in-
dígenas como base para sus economías tradiciona-
les y el proceso de desarrollo autodeterminado. El
PARTE II. EL CONVENIO NÚM. 111 DE LA OIT Y LAS OCUPACIONESPPTRADICIONALES DE LOS PUEBLOS INDÍGENAS
Foto
: P. D
eloc
he.
Introducción: los derechos y
qué corresponde hacer
Las economías de los pueblos indígenas y triba-
les se basan en las ocupaciones y fuentes de sus-
tento tradicionales. Estas ocupaciones se basan en
un conocimiento especializado del medioambiente
y resultan de generaciones de experiencia en el
cuidado y el uso de sus tierras y recursos natura-
les. Las ocupaciones tradicionales, como la caza,
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20
Asimismo, pueden convertirse en fuente de nuevos
ingresos para los pueblos indígenas a través de la
comercialización de productos tradicionales más
allá de la comunidad, construyendo así un puente
entre las formas de sustento tradicionales y nuevas
y promoviendo el desarrollo con identidad. Existen
muchos ejemplos de comunidades indígenas que
exitosamente integraron sus ocupaciones tradicio-
nales con estrategias para el desarrollo innovadoras
e ideadas con vistas al futuro, incluyendo cazadores
y pescadores del Ártico, pastores en Escandinavia
y África oriental y la integración de cultivos comer-
ciales en los cultivos rotativos en América Latina y
Asia, por mencionar tan solo algunos ejemplos.
En segundo lugar, es igualmente urgente que las
ocupaciones tradicionales de los pueblos indígenas
estén genuinamente reconocidas y promovidas en
las políticas de desarrollo nacionales. Demasiado
a menudo, las estrategias de sustento tradiciona-
les son consideradas improductivas o retrasadas,
o incluso dañinas para el medioambiente, contra-
riamente a la información científi camente compro-
bada. El cultivo rotativo es un buen ejemplo. Se
debería proporcionar a los pueblos indígenas tierra
y otros recursos que necesiten para desarrollar sus
ocupaciones tradicionales. Siempre que sea posi-
ble, el Estado debería proporcionar a los pueblos
indígenas y tribales la asistencia técnica y fi nan-
ciera necesaria para permitirles mantener y desa-
rrollar sus economías tradicionales.
Martin Oelz,
Funcionario jurídico, Equipo de Equidad,
Trabajadores Migrantes y
Pueblos Indígenas y Tribales.
Convenio recalca asimismo que las economías tra-
dicionales deberían ser fortalecidas y promovidas
con la participación de los pueblos indígenas. Esto
no signifi ca que los pueblos indígenas no pueden
decidir buscar nuevas oportunidades económicas,
sino que cuando deseen dedicarse a ocupaciones
tradicionales su derecho de hacerlo debe ser res-
petado y promovido.
En virtud del Convenio núm. 111 de la OIT, que
ha sido ratifi cado por 166 Estados, los gobiernos
deben implementar una política nacional efectiva
para promover la igualdad de oportunidades y tra-
tamiento en relación con el acceso al empleo, y
ocupaciones particulares (incluso las ocupaciones
tradicionales de los pueblos indígenas)1.
¿Cómo se puede promover y proteger el dere-
cho de los pueblos indígenas a ejercer ocupaciones
tradicionales? En primer lugar, parece ser urgente
que quienes formulan políticas y toman decisiones
comprendan que el promover las ocupaciones tra-
dicionales no es solamente una cuestión de dere-
chos humanos, sino que es una acción inteligente.
Al ejercer ocupaciones y adoptar estrategias de sus-
tento tradicionales se previene la pauperización de
los pueblos y de las comunidades indígenas y ga-
rantiza la obtención asegurada de alimentos. Sal-
vaguarda el conocimiento tradicional que es crucial
para la supervivencia y es de gran interés para la
humanidad en su conjunto. Las ocupaciones tradi-
cionales se ejercen respetando el medioambiente.
1 Para más información detallada sobre el Convenio y su relevancia para los pueblos indígenas y tribales ver “Eliminación de la discrimina-ción de los pueblos indígenas y tribales en materia de empleo y ocupa-ción: Guía sobre el Convenio núm. 111 de la OIT”, 2007.
El cultivo rotativo:
una ocupación tradicional
de varios pueblos indígenas
en Nepal
Para muchos pueblos indígenas en Nepal, el
cultivo rotativo sigue siendo un componente cla-
ve para su subsistencia, a pesar de un ambiente
político adverso que desalienta su práctica y no
apoya a quienes lo practican. En este contexto, es
importante reconocer que el cultivo rotativo es un
sistema agrícola tradicional que es parte integran-
te de la trama social y la identidad cultural de las
comunidades indígenas. Por lo tanto, la conversión
forzada a otras formas de uso de la tierra pone en
peligro su estructura social2.
El cultivo rotativo, localmente conocido como
Khoria Kheti y/o i Bhasme, ha estado en uso por
2 Kerkhoff, E. and Sharma E. (2006) Debating Shifting Cultivation in the Eastern Himalayas: Farmers’ Innovations as Lessons for Policy. ICIMOD, Nepal. ISBN-10 92-9115-009-6.
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21
muchas generaciones y continúa siendo la práctica
dominante de uso de la tierra en ciertas partes
ubicadas en 20 de los 75 distritos de las colinas
de Nepal3. Estas áreas en general están en zonas
remotas y son marginales en la producción agrí-
cola, y no cuentan con oportunidades de genera-
ción de dinero. Quienes las practican pertenecen
a varios grupos indígenas (entre ellos Sherpa, Rai,
Limbu, Chepang, Gurung, Magar y Tamang) y en gg
general se encuentran entre los más pobres y mar-
ginados.
El cultivo rotativo se caracteriza por una breve
‘fase de cultivo’ que dura unos pocos años, segui-
da de una ‘fase de barbecho’ relativamente más
larga, que a nivel local es conocida como Lhose.
Lhose se defi nee 4 como el cultivo migratorio ‘tradi-
cional’ o ‘integral’ en que las comunidades indí-
genas limpian y cultivan los bosques secundarios,
y dejan parcelas para regenerarse naturalmente a
través del barbecho de duración mediana a larga.
Este es el tipo de cultivo rotativo común en Nepal,
y las etapas específi cas y características del ciclo
de este cultivo varían de las circunstancias locales.
Sin embargo, la mayoría de quienes lo practican
indican que la fase de cultivo consta de seis eta-
pas: (a) selección del emplazamiento y limpieza de
la tierra, desbroce; (b) secado del desbroce y que-
mado; (c) plantación y cultivo; (d) desmalezado;
(e) cosecha; y (f) sucesión.
Los campesinos cultivan de uno a dos años
hasta que la tierra se torna infértil y surgen de-
masiadas malezas. Tan pronto como decrece la
productividad del cultivo, dejan el área en barbe-
cho y limpian otro lote para cultivar. En décadas
recientes, la presión sobre estas tierras aumentó,
causando una escasez considerable en la fase de
barbecho. Dado que los bosques en barbecho son
la principal fuente de fertilidad de la tierra, tal
escasez perjudica enormemente la seguridad ali-
mentaria a corto plazo como así también la sos-
tenibilidad de largo plazo. Los factores que han
contribuido a la reducción del tiempo de barbecho
son la asignación de tierras para otros propósitos
(por ejemplo, forestación comunitaria y cultivo de
cardamomo) como así también la creciente pre-
sión de población.
3 Regmi, B.R., A. Subedi, K.P.Aryal and B. B. Tamang (2005) Shif-ting Cultivation Systems and Innovations in Nepal, LIBIRD, Pokhara (no publicado).
4 Fujisaka, S.; Hurtado, L.; Uribe, R. (1996) “A Working Classifi ca-tion of Slash-and-Burn Agricultural Systems.” In Agroforestry Systems, 34: 151-169.
La percepción ofi cial del cultivo rotativo
La percepción común del cultivo rotativo entre
quienes toman las decisiones y los profesionales
del desarrollo en Nepal es tendenciosa. El cultivo
rotativo es visto tan solo como un aspecto de la
crisis ambiental y hay poco entendimiento de las
circunstancias técnicas, ambientales y socioeconó-
micas subyacentes y mucha gente incluso niegan o
ignoran su existencia. Como resultado de ello, no
se cuenta con datos precisos sobre el estado actual
y la prevalencia del cultivo rotativo y los sistemas
de sustento de la gente involucrada. El gobierno
como así también las organizaciones de desarro-
llo han criticado el cultivo rotativo como impro-
ductivo, destructivo de bosques y fauna y fl ora y
mal uso de los recursos naturales, y han ignorado
o desalentado su uso. Se lo ve como un signo de
subdesarrollo, con el resultado de que la mayoría
de quienes formulan las políticas sostengan que
este tipo de cultivo no existe en Nepal.
Los programas y proyectos de desarrollo se han
focalizado en los campesinos que se dedican al
cultivo rotativo pero ello no produjo ningún impac-
to en sus vidas, o muy poco, dado que la mayo-
ría de los programas de desarrollo en materia de
agricultura y forestación no son adecuados para la
situación y las necesidades específi cas de quienes
practican el cultivo rotativo.
Asimismo, el hecho de que los campesinos in-
dígenas cuentan con conocimientos y destrezas
especializados que son adaptados a su propio am-
biente y que se han pasado de generación en ge-
neración, signifi ca que moverlos a nuevas áreas,
que incluso no son ecológicamente similares, hace
que mucho de ese conocimiento sea superfl uo. Por
otro lado, sus conocimientos en un nuevo hábitat
con recursos distintos nunca alcanzarán el mismo
nivel de conocimiento y experiencia. En Nepal, el
desarraigo de comunidades de sus propias tierras
tradicionales y base de recursos continúa siendo
una verdadera amenaza.
Derechos a la tierra
La pérdida de tierras es el principal problema
de los campesinos que se dedican al cultivo rota-
tivo. En Nepal, el cultivo rotativo no es una forma
ofi cialmente reconocida de uso de la tierra y los
campesinos no pueden registrar el uso de la tierra
para cultivo rotativo. Incluso se presentan ciertas
complicaciones para registrar su tierra como tierra
para cultivo permanente. Las políticas actuales de
forestación en Nepal han creado un gran problema
legal para estos campesinos. Algunos de ellos han
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22
usado y ocupado tierras por generaciones pero no
tienen un certifi cado de registro de la tierra. Por lo
tanto, el gobierno la considera como tierra estatal
de forestación que no puede ser otorgada como
bosque comunitario o de arrendamiento a grupos
comunitarios. En muchos casos, los miembros de
grupos de usuarios de bosques no son solamen-
te propietarios tradicionales, sino que incluyen
miembros de grupos más poderosos provenientes
de otros lugares. Las consecuencias de ello nunca
han sido analizadas desde la perspectiva específi -
ca de los pueblos indígenas5.
Los campesinos que no tienen certifi cados de
dominio enfrentan el riesgo de ser desalojados de
sus tierras que ocupaban tradicionalmente. En pri-
5 ICIMOD 2007. First International Decade of the World’s Indige-nous People in Asia, 1995-2004. Assessment Synthesis report. ICIMOD, Nepal. ISBN 978 92 9115 069 4.
mer lugar, son percibidos como invasores de tierras
estatales si las usan para agricultura o pastoreo.
Segundo, todas las tierras forestales estatales en
años recientes se han convertido en bosques comu-
nitarios, con el resultado de que, en muchos casos,
los “usuarios tradicionales” han perdido el acceso
y el control. En tercer lugar, solamente se puede
usar tierra registrada como garantía para présta-
mos bancarios, incluso en el Banco de Desarrollo
para la Agricultura. Esta situación de inseguridad
tiene un fuerte impacto en la gestión de las tierras
y la seguridad alimentaria. Por ejemplo, algunos
campesinos han informado que si pudieran obte-
ner un título de propiedad, harían terrazas donde
fuera posible. Sin embargo, dada la situación de
inseguridad de dominio imperante, una inversión
de tal magnitud sería demasiado riesgosa. En los
casos en los que los campesinos corren el riesgo
de ser desalojados de sus tierras, la inseguridad
Foto
: K.P
. Ary
al.
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23
de dominio de las tierras puede también llevar a
la sobreexplotación y a una reducción en las fases
de barbecho.
El cultivo rotativo y el Convenio núm. 169 de la
OIT
El cultivo rotativo es una ocupación tradicional
protegida por los derechos consagrados por los
Convenios núm. 111 y 169 de la OIT. Esto es rele-
vante para aquellos pueblos indígenas e individuos
que todavía practican el cultivo rotativo y se ven
discriminados por ello. Sin embargo, esto también
es relevante para aquellos que ya se inclinaron a
otras ocupaciones, pero que todavía se enfrentan
con la discriminación porque en algún momento se
dedicaron al cultivo rotativo. El aumentar la con-
cientización respecto de estos derechos continuará
siendo relevante a pesar del hecho de que muchos
pueblos opten por dejar de dedicarse a sus ocupa-
ciones tradicionales en el futuro.
De acuerdo con los principios del Convenio
núm. 169, la OIT reconoce que ‘el ser trasladados
fuera de sus territorios tradicionales tiene un serio
impacto en la forma de vida y la identidad cultural
de muchos pueblos indígenas y tribales’6. En con-
secuencia, el cultivo rotativo debería estar formal-
mente reconocido como un método productivo de
uso de las tierras en las planifi caciones y registros
del gobierno, de la misma manera que se recono-
ce las khet (terrazas irrigadas) y las t bari (terrazas i
alimentadas por agua pluvial), junto con varios ti-
pos de forestación. Los muchos componentes del
cultivo rotativo que se encuentran actualmente
prohibidos o desalentados incluyen: 1) barbecho
forestal (ya que se da preferencia a la forestación
permanente); 2) quema controlada; 3) rotación de
campos de cultivo (que está limitada por cuestio-
nes de dominio de tierras); y 4) caza, caza con
trampas, pesca y recolección de alimentos salva-
jes, que son esenciales para cumplir con los ni-
veles mínimos de seguridad y calidad alimentaria
para la mayoría de los campesinos que se dedican
al cultivo rotativo. Se deben implementar medi-
das y disposiciones especiales para permitir que
estas prácticas sean permitadas por grupos selec-
tos sobre la base de su ocupación o condición de
pueblos indígenas, y al mismo tiempo asegurar la
gestión sustentable de los recursos naturales. De
acuerdo con el Convenio núm. 169 de la OIT, tales
“medidas especiales no deberán ser contrarias a
los deseos expresados libremente por los pueblos
interesados” (Artículo 4.2).
6 OIT, 2002. Convenio sobre los Pueblos Indígenas y Tribales. Un Manual.
Conclusiones y recomendaciones
En Nepal, el cultivo rotativo ha sido percibido
muy negativamente y las actitudes ofi ciales han
sido casi universalmente hostiles. Dado que este
tipo de cultivo es la ocupación tradicional y la for-
ma de sustento de los campesinos de varios gru-
pos indígenas en Nepal, debería ser visto como un
impulso importante. Cada grupo tiene sus propios
conocimientos expertos, sus ocupaciones tradicio-
nales y prácticas agrícolas, que se adecuan a las
circunstancias locales y están arraigadas en su cul-
tura e idioma. Quienes toman las decisiones deben
aprender a apreciar los benefi cios de una socie-
dad multicultural en la que los diferentes pueblos
aportan diferentes habilidades, conocimientos y
experiencia y encuentran maneras de aprovechar
esta riqueza. El requisito fundamental es que el
gobierno reconozca el cultivo rotativo como una
práctica aceptable del uso de la tierra.
Resulta importante respetar la relación que
existe entre las ocupaciones tradicionales (incluso
el cultivo rotativo) y la diversidad y supervivencia
cultural y étnica, y reconocer el papel que el culti-
vo rotativo juega en aportar seguridad alimentaria
y sustento para algunas de las partes más margi-
nales de la sociedad.
Algunas recomendaciones generales
Reconocer formalmente el cultivo rotativo y acep-•
tar que prohibir o desalentar este sistema agrícola
antiguo y bien integrado es una acción contrapro-
ductiva en términos del desarrollo, la seguridad
alimentaria y la conservación ambiental.
Reconocer los derechos colectivos de los pueblos •
indígenas a la tierra y a los recursos naturales
necesarios para el cultivo rotativo.
Fortalecer el papel de los campesinos indígenas •
que se dedican al cultivo rotativo en la toma de
decisiones en relación con su desarrollo y sus re-
cursos, a través de la participación y la consulta.
Proporcionar servicios de divulgación apropiados, •
que cuenten con el apoyo de investigaciones que
no sean tendenciosas y aprecien las bondades de
este sistema de cultivo para mejorarlo en lugar
de controlarlo.
Implementar en forma progresiva los Convenios •
Nos. 111 y 169 de la OIT, y aumentar la con-
cientización respecto de la aplicabilidad de estos
instrumentos para proteger los derechos de los
campesinos dedicados al cultivo rotativo.
K.P. Aryal y E.E. Kerkhoff,
Especialistas Agroforestales, ICIMOD
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24
Ocupaciones tradicionales de
los pigmeos Baka de Camerún:
la clave para su supervivencia
En Camerún, el término “pigmeo” se refi ere a
los pueblos Bagyeli, Bakola, Bedzan y Baka, pero
no los diferencia. Los Baka son el grupo más gran-
de , y según los resultados de un censo realizado
por el Padre Delhemme hace más de tres décadas7
son aproximadamente unos 40 000. Su número
exacto es desconocido, ya que desde entonces
no se produjeron estadísticas nacionales para ac-
tualizar esos datos. Los Baka viven en grupos que
7 Belmond Tchoumba, Indigenous and Tribal Peoples and Poverty Reduction Strategies in Cameroon, OIT, 2005.
constituyen clanes8, y ocupan campamentos en las
regiones forestales del sudeste de Camerún. Su es-
tilo de vida se caracteriza por su propia cultura y
actividades específi cas.
Los Baka organizan su tiempo entre el pueblo
(campamento) y el bosque. Sus ocupaciones tra-
dicionales respetan el ambiente natural que todos
comparten. La mayoría de estas ocupaciones no
son lucrativas. El trabajo se organiza y asigna de
acuerdo con ciertos parámetros relacionados con la
organización social y las variaciones estacionales.
Los Baka pueden pasar varios meses al año en
el bosque, cazando y recolectando provisiones y
realizando una amplia variedad de otras activida-
des en el bosque. Los hombres y mujeres raramen-
te trabajan juntos, y la caza es la ocupación prin-
cipal de los hombres. Se desplazan por el bosque
en función de la abundancia de los animales que
capturan solos o en manadas dependiendo del ta-
maño o según lo requieran ciertas prácticas. Na-
turalmente, entre la estación seca y las primeras
lluvias, los hombres también se dedican a la reco-
lección de la miel. Ésta es un recurso esencial para
su alimentación. Simboliza la riqueza y también
tiene una importancia particular ya que sirve para
la dote de las jóvenes9.
Como en la mayoría de las tradiciones pigmeas,
los Baka creen que las mujeres son el verdadero
motor tanto del hogar como de la comunidad. Si
bien sus acciones no son ampliamente evidentes,
su papel es fundamental10. Las mujeres recolectan
productos de la pesca (pescados, langostinos), raí-
ces, hongos, orugas, insectos y caracoles para el
consumo. También recolectan leña para calefac-
ción, hojas, bambú y lianas para construir chozas
(mungulu11), y a veces cortezas para pintura o uso
medicinal.
Cuando los Baka regresan a sus campamen-
tos, se dedican a actividades culturales y algunas
tareas secundarias. Los hombres crean objetos
de arte o herramientas de uso cotidiano (hacha,
lanza, arco, instrumento musical, mortero, pilón,
etc.), mientras que las mujeres se dedican a las
tareas domésticas, construir chozas, tejer o hacer
cestos.
8 En el idioma local “yé”. Es un grupo de familias que comparten los mismos ancestros.
9 Olivier Tegemo, “Les pygmées Baka et la gestion participative des aires protégées au sud-est Cameroun: une étude des zones d’intérêt cynégétique à gestion communautaire à la périphérie du parc de lo-béké”.
10 Luc Sindjoun, “Bibliographie du sexe: Genre, société et politique au Cameroun”. P 184.
11 Chozas pigmeas tradicionales construidas con ramas, lianas y hojas.Fo
to: J
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Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:24Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:24 4.4.2008 16:57:464.4.2008 16:57:46
25
Hoy en día, los Baka se están apartando lenta-
mente de su forma de vida tradicional. Se están
produciendo cambios profundos que afectan las
ocupaciones tradicionales de larga data. Gradual-
mente están cayendo presos de los tiempos que
corren y de los actos del Estado, sucumbiendo
a la fuerte presión política, ambiental y econó-
mica. En esta nueva era de sistemas de produc-
ción, los Baka están perdiendo su espacio. Se
están generando nuevas ocupaciones resultantes
en cambios que a menudo ponen en peligro el
equilibrio del “poder” – los papeles tradicionales
de los hombres y mujeres. Estos cambios están
rompiendo la armonía entre las diferentes gene-
raciones y clanes.
Por estas razones, los Baka se han visto for-
zados al sedentarismo, dado que el régimen de
dominio estatal de las tierras no los favorece;
asimismo, las leyes forestales les prohíben in-
gresar y limitan sus actividades en ciertos tipos
de bosques para los cuales no se les ha otorga-
do derechos de uso. El establecimiento de áreas
protegidas y la concesión para la explotación in-
dustrial de númerosas parcelas de bosque que
se encuentran en sus tierras ancestrales los han
llevado a un ecosistema forestal reducido despo-
jado de varios recursos que son esenciales para
su supervivencia. Ahora lejos de los grandes bos-
ques, no pudiendo cazar, pescar ni recolectar en
ciertos bosques, con difi cultad, los Baka se están
concentrando en actividades agrícolas embriona-
rias. La agricultura se basa esencialmente en pro-
ductos alimenticios para el consumo, pero como
estos productos no satisfacen sus necesidades,
están desarrollando nuevas fuentes de aprovisio-
namiento a través de otras actividades. Este es el
caso, por ejemplo, de “trabajos” en los que los
Baka “venden” su mano de obra a sus vecinos
Bantu. Los Baka toman los trabajos para pagar
deudas, obtener víveres, sal, jabón, vestimenta
y herramientas para cazar, o para ganar un poco
de dinero. Algunos Baka se ven forzados a traba-
jar contra su propia voluntad para evitar el abuso
físico.
En este mismo sentido, la industria maderera,
del turismo y de los safaris emplean a los hombres
Baka como guías ya que son conocidos por sus
amplios conocimientos del bosque. Los hombres,
mujeres y a veces los niños trabajan como “car-
gadores” para los turistas, visitantes y especial-
mente en los emplazamientos para explotación
forestal. Sin embargo, debido a su acceso limita-
do a la educación y la capacitación profesional, y
porque sus derechos y cultura están siendo viola-
dos, los Baka a menudo caen víctimas de la dis-
criminación en el empleo o de pobres condiciones
de trabajo. Quienes trabajan no siempre gozan de
condiciones de trabajo decentes y el pago que re-
ciben es a menudo irrisorio. El jornal que recibe
un pigmeo es menor que el de un Bantu12. Ac-
tualmente, muchos jóvenes Baka se encuentran
desempleados, y muchos de los que han podido
encontrar trabajo están lidiando con el alcoholis-
mo y la toxicomanía. Las jóvenes a menudo están
destinadas a la prostitución que las expone a los
riesgos del VIH y otras infecciones de transmisión
sexual, como lo ha demostrado una campaña de
evaluación organizada por la Fundación Chantal
Biya en la ciudad de Yokadouma en 2003, que
identifi có un 4% de seroprevalencia entre las pig-
meas13.
Estos hallazgos desafortunados nos hacen
concluir que las ocupaciones tradicionales de los
Baka parecen ser una medida elocuente de su
bienestar. Para mitigar las difi cultades que los
aquejan por su voluntad de asumir nuevas opor-
tunidades económicas y empleos externos, cree-
mos que es fundamental que se tomen medidas
especiales para proteger sus derechos, su cultura
y su modo de vida. El Convenio núm. 111 de la
OIT contempla la posibilidad de que se adopten
medidas especiales de acuerdo con lo estable-
cido en otros convenios y recomendaciones de
la OIT, como los Convenios núm. 107 y 16914,
que tratan específi camente la situación de los
pueblos indígenas y tribales15. El Convenio núm.
111 autoriza a los gobiernos que lo ratifi caron
a que tomen medidas especiales para proteger
los derechos, la cultura y el modo de vida de los
pueblos indígenas. Camerún lo ratifi có y, por lo
tanto, debe atenerse a él. Para ello, en el desa-
rrollo de las estrategias nacionales de reducción
de la pobreza, se recomienda que el país pro-
mueva y proteja las ocupaciones tradicionales de
los Baka, que constituyen un área prioritaria para
su desarrollo.
Valerie KENDO YONOU,
Pasante de PRO 169.
12 Arno Rasek and Jutta Schmidt (1997), “Analyse comparative des systèmes de production agricole Baka et Bantou de la région de Djoum”, CED, Yaoundé.
13 ILO/CED, Belmond Tchoumba, Indigenous and Tribal Peoples and Poverty Reduction Strategies in Cameroon, Ginebra, 2005.
14 Todavía no ha sido ratifi cado por Camerún.15 Eliminating discrimination against indigenous and tribal
peoples in employment and occupation. A Guide to ILO ConvenioNo. 111, PRO 169 y el Equipo de Equidad/OIT, Ginebra, 2007.
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26
Las ocupaciones tradicionales
de los pastores Kenianos
Los pastores Kenianos (que incluyen los Maa-
sai, Pokot, Turkana, Samburu y Somalíes) practi-
can una variada gama de sistemas de producción
que dependen de varios tipos de ganado (ganado
vacuno, ovejas, cabras y/o camellos) a menudo
mezclados con otras estrategias de subsistencia
(cultivo, caza, recolección, pesca y trabajo re-
munerado, entre otros). El pastoreo es efectivo y
equitativo en cuanto a compartir los recursos, ya
que prestar, tomar prestado, compartir la leche y
la carne y la migración de ganado garantizan que
los productos de los sistemas pastoriles estén am-
pliamente distribuidos.
Los pastores tienen el derecho de mantener sus
estrategias de subsistencia tradicionales y seguir
practicándolas como parte de su derecho de exis-
tir. Este derecho está amparado en el Convenio
núm. 111 de la OIT, que reconoce las ocupaciones
y formas de empleo tradicionales. El Gobierno de
Kenia, que es parte del Convenio núm. 111 de la
OIT desde 2003, está obligado a buscar políticas y
leyes que promuevan la práctica de las formas tra-
dicionales de ocupación y empleo. Sin embargo,
no ha logrado proporcionar protección a las tierras,
territorio y recursos naturales tradicionales de los
pastores y de los que sus ocupaciones tradiciona-
les dependen.
Quienes formulan políticas sostienen que las
ocupaciones tradicionales constituyen un peligro
para la conservación de la tierra, el agua, el pas-
toreo, y la fauna y fl ora y que estas actividades no
rinden óptimos resultados por unidad de acre de
tierra. Por el contrario, los pastores en Kenia han
estado practicando un sistema de arreo que está
diseñado para hacer frente a las fl uctuaciones en
el clima. Y son las políticas gubernamentales para
las Tierras Áridas y Semi-Áridas (ASAL, por su sigla
en inglés) que los han puesto en una posición más
vulnerable. Restringidos por fronteras y límites, ya
no pueden escapar de la sequía como solían hacer-
lo. Además, la expansión de la labranza y de otras
formas de cerramiento de tierras ha llevado a la
pérdida de muchas de las reservas para la época
de sequía16. Las tierras privadas y las que están
restringidas para la explotación no sólo les han qui-
tado a los pastores una gran extensión de tierras,
sino que han bloqueado las rutas migratorias del
16 Abkula, D.T. and Hamena, M.A.G., 2005, Rain, Prosperity and Peace: Reporting from the Global Pastoralist gathering, Turmi, Ethiopia, Addis Ababa: UN OCHA Pastoralist Communication Initiative.
ganado, debilitando así esta ocupación tradicional.
Se ha señalado claramente que “la preocupación
más urgente para los pastores es la tierra ya que es
tanto un activo como un elemento espiritual que
defi ne su patrimonio cultural e identidad”17. Los
pastores también han sido descritos como comu-
nidades indisciplinadas que causan confl ictos y
delitos transfronterizos debido a su carácter nóma-
da. En consecuencia, la naturaleza sedentaria de
las comunidades agrarias es preferida a la de los
pastores y se han sancionado leyes referentes a las
tierras que promueven la propiedad privada sobre
la tenencia comunal a fi n de promover el cultivo.
También se ha generado la idea errónea de que
la producción pastoral no es económicamente ra-
cional porque no contribuye a la economía nacio-
nal tanto como el cultivo. Sin embargo, el sector
agrícola Keniano representa entre el 20 y 30 % del
producto interno bruto (PIB) mientras que el sec-
tor ganadero sólo representa entre el 10 y el 13%.
Este sector recibe solamente 10% de los gastos
agrícolas del gobierno y menos del 1% del gasto
total. A pesar de ello, se estima que el potencial
17 Kimaiyo, T. J., Ogiek Land Cases and historical Injustices 1902 – 2004, Ogiek Welfare Council.
Foto
: M. C
roze
t.
Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:26Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:26 4.4.2008 16:57:484.4.2008 16:57:48
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de Kenia para exportar productos ganaderos, en
caso de ser explotados adecuadamente, generaría
más ganancias que las provenientes del té y el café
combinados. El sector ganadero representa el 90%
del empleo y más del 95% de los ingresos de una
familia en ASAL, que alberga a un 25% de la po-
blación total de Kenia. La mayor parte del ganado
matado en las principales áreas urbanas proviene
de las áreas pastorales, con una matanza anual de
1,6 millones unidades ganaderas tropicales. El ga-
nado de Kenia proveniente de ASAL tiene un valor
de Kshs. 60.000 millones (U$S 800 millones). El
comercio interno de ganado en las áreas pastorales
solamente produce unos 6.000 millones de shi-
llings Kenianos (U$S 80 millones)18. La base de
esta discriminación contra el pastoreo no se basa,
por ende, en un argumento racional sino en ideolo-
gía y percepciones erróneas. Si se aprovecha inte-
ligentemente y se hace más efi ciente, el pastoreo
tradicional podría mejorar el sustento de los pas-
tores como así también estimular las economías
rurales de las comunidades de Kenia.
Después de muchos años de buscar políticas
erróneas para ASAL y el pastoreo, algunos formula-
dores de políticas están comenzando a darse cuen-
ta de que “una gran amenaza para el desarrollo de
ASAL es” no el pastoreo sino “la creciente conver-
sión de tierras para pastoreo a tierra para cultivo”
dado que “el número de campesinos agricultores
que pueden obtener su sustento de estas áreas
anualmente es signifi cativamente más bajo que el
número de pastores que solamente pueden usar
los recursos de pastura periódicamente19.
18 Gobierno de Kenia (GoK), Ofi cina del Presidente, Programas Es-peciales, 2006a, Draft National Policy for the Sustainable Development of Arid and Semi Arid Lands of Kenya.
19 Kenya agricultural Productivity and Sustainable Land Manage-ment Project, por Kenya Agricultural Research Institute, 2005.
Las concepciones erróneas en las políticas en
torno al pastoreo tradicional derivaron en:
Incentivo a los campesinos agricultores a inva- •dir áreas de pastoreo particularmente en panta-
nos que tradicionalmente proporcionaban áreas
para pastar en la estación seca. Las tierras de
pastoreo han sido alienadas del uso tradicional
y se concentraron en las manos de los ricos,
llevando así a la aparición de terratenientes au-
sentes que tienen poca relación con las comu-
nidades locales.
La expropiación de partes importantes de tie- •rras de pastoreo estratégicas para ser usadas
como tierras para cultivo, cotos de caza, entre-
namiento militar, tierras para forestación y mi-
nería. Esto a su vez restringe las manadas de los
pastores a territorios más pequeños, resultando
así en una degradación ambiental.
El Gobierno invierte fuertemente en áreas de •mucha precipitación donde la concentración de
población humana es alta y donde los retornos
de inversión son considerados mejores a expen-
sas del pastoreo.
Los pastores de Kenia han estado apelando a los
gobiernos para que reconozcan sus derechos colec-
tivos a la tierra y los recursos naturales ya que ello
garantiza la capacidad de estos grupos para que so-
brevivan como pueblo y para que puedan ejercer
sus derechos colectivos fundamentales como el de-
recho de ejercer su ocupación tradicional. Sin em-
bargo, esta apelación está lejos de dar sus frutos y
las organizaciones internacionales como la OIT de-
ben colaborar con ellos para que se cumpla con las
disposiciones del Convenio núm. 111.
Dr. Naomi Kipuri,
Directora Ejecutiva del Arid Lands Institute
en Kenia.
Indicadores relevantes para los
pueblos indígenas: condición
y tendencias en la práctica
de las ocupaciones tradicionales
Trabajo global en torno a los indicadores relevantes
para los pueblos indígenas
El desarrollo de los indicadores sobre el bienes-
tar de los pueblos indígenas y el desarrollo susten-
table ha sido objeto de gran atención durante los
últimos años, incluso en el seno del Foro Perma-
nente para las Cuestiones Indígenas de las Nacio-
nes Unidas (UNPFII), y en el contexto del Conve-
nio sobre la Diversidad Biológica (CDB). También
se ha reconocido que la defi nición de indicadores
culturalmente adecuados y sensibles, que descri-
ben y miden los cambios y las tendencias en la
situación general de los pueblos indígenas consti-
tuye un desafío importante. Pero las acciones re-
cientes podrían resultar en progresos signifi cativos
durante los años venideros.
Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:27Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:27 4.4.2008 16:57:504.4.2008 16:57:50
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En su primera sesión en 2002, el UNPFII,
identifi có como prioridad la adecuada recolección
y desagregación de datos sobre los pueblos indí-
genas. En 2005, el UNPFII apeló al sistema de la
ONU para que redefi niera los indicadores existen-
tes para que fueran más sensibles culturalmente y
que respondieran mejor a las realidades y aspira-
ciones de los pueblos indígenas. Los informes que
llegaron al UNPFII revelaron que algunos procesos
destinados a alcanzar los Objetivos de Desarrollo
del Milenio (ODM), como los proyectos de agua in-
adecuada, podían llevar a la pérdida de tierras y
recursos para los pueblos indígenas y el aumento
de su pobreza. El informe técnico «ODM y Pueblos
Indígenas» por el Grupo Interinstitucional de Apo-
yo sobre Cuestiones Indígenas indicó que las esta-
dísticas a menudo no refl ejan la situación de los
pueblos indígenas o éstas permanecen ocultas en
los promedios nacionales. El informe de auditoría
de la OIT sobre la inclusión de pueblos indígenas
en estrategias nacionales de reducción de pobre-
za20 concluyó que la falta de indicadores que refl e-
jen las percepciones de pobreza y riqueza propias
de los pueblos indígenas es un desafío clave para
superar la pobreza étnica y la exclusión social. La
auditoría mostró también que los indicadores de
pobreza principales pueden hacer caso omiso de
las circunstancias indígenas específi cas e incluso
considerar erróneamente ciertas prácticas indíge-
nas o activos como evidencia de las privaciones
materiales.
En 2006, el UNPFII decidió organizar una se-
rie de talleres sobre los indicadores de pobreza y
bienestar de los pueblos indígenas en diferentes
regiones del mundo, y sobre cómo hacer frente a
estos desafíos y brechas en todas las áreas de su
mandato, como salud, derechos humanos, desa-
rrollo económico y social, medioambiente, educa-
ción y cultura.
20 Ilo, 2005: Ethnic Audit of Selected Poverty Reduction Strategy Papers.
CDB: mantener la diversidad sociocultural de las
comunidades indígenas y locales
El CDB identifi có una necesidad relacionada
para desarrollar Indicadores sobre la Protección
del Conocimiento, Innovaciones y Prácticas Tra-
dicionales, como parte de su marco para evaluar
el progreso hacia la implementación. En 2002,
el CDB adoptó un Plan Estratégico y un Objetivo
para 2010 para reducir signifi cativamente la tasa
de pérdida de la biodiversidad. La Meta 9 del Ob-
jetivo para 2010 es mantener la diversidad de las
comunidades indígenas y locales.
Se adoptó un indicador indirecto – Condición
y tendencias de la diversidad lingüística y la can-
tidad de hablantes de lenguas indígenas – para s
su evaluación inmediata y además el Grupo de
Trabajo Abierto sobre Artículo 8j y Disposiciones
Relacionadas del CDB (WG8j) desarrolló otros in-
dicadores.
En enero de 2006, durante la cuarta reunión
del Grupo de Trabajo Abierto sobre 8j y Disposicio-
nes Relacionadas del CDB, las organizaciones de
pueblos indígenas formaron Grupos de Trabajo so-
bre Indicadores bajo el Foro Indígena Internacional
sobre la Biodiversidad (IIFB). El Grupo de Trabajo
sobre Indicadores del IIFB propuso convocar un
Seminario Internacional de Expertos para conside-
rar de manera holística e integrada el desarrollo de
un número limitado de indicadores signifi cativos
en las siguientes áreas temáticas:
Protección del conocimiento, innovaciones y •prácticas tradicionales;
Mantenimiento del uso sostenible tradicional •(Artículo 10c);
Mantenimiento de los bienes y servicios deriva- •dos de la biodiversidad para apoyar el bienestar
humano; y
Participación efectiva de las comunidades indí- •genas y locales en los Procesos CDB.
Esta iniciativa indígena fue bien recibida por la
VIII Conferencia de Partes (COP8) del CDB en la
Decisión VIII 5G, que también invitó a las partes,
a los organismos de la ONU, los donantes y otros
organismos para apoyar este proceso técnico. Esta
decisión del CDB fue bien recibida también por el
UNPFII, que instó una coordinación más estrecha
entre los varios procesos relacionados con los indi-
cadores relevantes para los pueblos indígenas.
Talleres regionales y temáticos
Las organizaciones indígenas han respondido a
estos desafíos colaborando con la organización de Foto
: Lan
gfi a
Aye
ona.
Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:28Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:28 4.4.2008 16:57:504.4.2008 16:57:50
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varios talleres regionales y temáticos sobre indica-
dores. Estos talleres usaron diferentes tecnologías,
pero todos ellos identifi caron las cuestiones priori-
tarias y destacaron las defi niciones, entendimien-
tos y visiones sobre el bienestar propias de los pue-
blos indígenas en base a los cuales se identifi carán
los indicadores. También resaltaron la importancia
de la participación plena y efectiva de los pueblos
indígenas en el desarrollo de estos indicadores. El
Seminario Internacional de Expertos sobre Indica-
dores Relevantes para los Pueblos Indígenas, el
CDB y los ODM que tuvo lugar en Banaue, Ifugao, M
Filipinas en marzo de 2007, dio como resultado
una reseña global de las áreas prioritarias para de-
fi nir el bienestar de los pueblos indígenas y para
los cuales se necesita mayor información, recolec-
ción de datos e indicadores.
1. Garantía de los derechos a territorios, tierras y
recursos naturales.
2. Integridad del patrimonio cultural indígena.
3. Respeto por la identidad y la no discrimina-
ción.
4. Educación culturalmente adecuada.
5. Control del destino o autodeterminación.
6. Participación plena, informada y efectiva.
7. Salud.
8. Acceso a la infraestructura y a los servicios bá-
sicos.
9. Alcance de las amenazas externas.
10. Bienestar material.
11. Cuestiones de género.
12. Patrones demográfi cos de los pueblos indíge-
nas.
Condición y tendencias en la práctica de las ocu-
paciones tradicionales
Un indicador que el CDB propuso adoptar es:
Condición y tendencias en la práctica de las •ocupaciones tradicionales.
Otros indicadores complementarios que se pro-
pusieron son:
Condición y tendencias en los patrones de uso •de las tierras en los territorios tradicionales indí-
genas y comunidades locales (conservación de s
la tierra, degradación, cambio en título/recono-
cimiento legal, restitución, rehabilitación, áreas
de territorios tradicionales, superfi cie de áreas
legalmente reconocidas, áreas conservadas por
la comunidad y actualmente ocupadas y áreas
indígenas protegidas), y
Tendencias demográfi cas • , (reconocimiento de la
identidad propia de los pueblos indígenas, mor-
talidad/fertilidad, migración, suicidios, benefi -
cios sociales, discriminados por edad y género).
Dado su mandato principal y el conocimiento
experto en cuanto a las cuestiones laborales, el
CDB identifi có a la OIT como un posible socio para
continuar desarrollando el indicador sobre ocupa-
ciones tradicionales, incluso la examinación de la
disponibilidad de datos, la elaboración de una me-
todología para la recolección y gestión de datos y
potencialmente para actuar como centro coordina-
dor del trabajo sobre este indicador.
El Convenio núm. 111 de la OIT sobre discri-
minación en el empleo y la ocupación junto con
el Convenio núm. 169 de la OIT sobre pueblos
indígenas y tribales, proporcionan un marco para
enfrentar la discriminación contra los pueblos in-
dígenas y tribales en el empleo y la ocupación. Los
estudios recientes que la OIT llevó a cabo indi-
can que los pueblos indígenas, ya sean “pastores,
cazadores-recolectores, habitantes de los bosques,
campesinos, trabajadores en la economía informal
o empleados formales, enfrentan altos niveles de
discriminación y pobreza. Las mujeres indígenas
enfrentan una marginación y discriminación adi-
cional basada en el género21.
El próximo año, el trabajo del PRO169 de la
OIT se concentrará en los indicadores para facilitar
el monitoreo de la implementación de los Conve-
nios núm. 111 y 169 de la OIT. Entre las activida-
des se incluirán las siguientes:
Sondeo de los datos disponibles en las estadís- •ticas laborales y conjuntos de datos;
Elaboración de posibles metodologías para la •recolección de datos y su gestión;
Exploración de proyectos pilotos nacionales so- •bre la recolección de datos y el monitoreo sobre
el estado y las tendencias en la práctica de las
ocupaciones tradicionales;
Colaboración estrecha con otros socios poten- •ciales sobre este importante trabajo sobre los
indicadores.
Joji Carino,
Tebtebba Foundation, Coordinador del Grupo
de Trabajo sobre Indicadores de IIFB.
21 PRO169 y Equipo de Equidad de la OIT, Departamento de Nor-mas Internacionales del Trabajo, Eliminating discrimination against in-digenous and tribal peoples in employment and occupation, A Guide to ILO Convention No. 111, 2007.
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NUEVAS PUBLICACIONESNN
Eliminación de la discriminación de los pueblos in-
dígenas y tribales en materia de empleo y ocupa-
ción: guía sobre el Convenio núm. 111 de la OIT.
(también disponible en ingles y francés).
El Convenio núm. 111 de la OIT sobre la Eliminación de la Discrimi-
nación en el Empleo y la Ocupación es aplica a los pueblos indígenas
y altamente relevante para ellos. Es considerado uno de los Convenios
fundamentales de la OIT y ha sido ratifi cado por 166 países. Sin em-
bargo, este instrumento es poco conocido por las organizaciones indí-
genas y la discriminación contra los pueblos indígenas es un tema que
casi no ha sido explorado. Por lo tanto, los objetivos de esta guía son
demostrar la relevancia que el Convenio núm. 111 tiene para la situa-
ción de los pueblos indígenas, facilitar su uso como instrumento para
combatir la discriminación contra los pueblos indígenas y proporcionar
un vistazo general sobre cómo la OIT supervisa su aplicación.
Inclusión de los pueblos indígenas en las estrate-
gias de lucha contra la pobreza: una guía de prácti-
cas sobre la base de las experiencias en Camboya,
Camerún y Nepal (también disponible en inglés y
francés).
Esta guía de prácticas captura las principales experiencias, conclusio-
nes, lecciones aprendidas y recomendaciones emergentes de los proce-
sos nacionales para apoyar la inclusión de las cuestiones que aquejan a
los pueblos indígenas en los documentos de estrategia de lucha contra la
pobreza (DELP) en Camboya, Camerún y Nepal. Ofrece una perspectiva
general sobre las principales implicancias y puntos de entrada para los
pueblos indígenas en la arquitectura actual de la ayuda; proporciona una
guía sobre los pasos a seguir para mejorar la participación de los pueblos
indígenas en los procesos de DELP y ofrece una breve descripción de los
casos de ciertos países sobre los cuales se elaboró la guía.
Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:30Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:30 4.4.2008 16:57:514.4.2008 16:57:51
Si necesita más información o asesoramiento sobre cualquiera de los temas tratados en este boletín o
ejemplares de nuestras publicaciones, por favor no dude en ponerse en contacto con nosotros:
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Sur de Asia
Sarah WebsterNew Delhi
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Camboya
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Camerún
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Martin Oelz
Jurista
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CONTACTOS
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Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:31Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:31 4.4.2008 16:57:574.4.2008 16:57:57
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NOTAS
Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:32Mise Newletter 2008 S.indd Sec1:32 4.4.2008 16:57:574.4.2008 16:57:57
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2008
Pueblos indígenas y tribales
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