misa estacional - archidiocesis de madrid · avanza en la humildad y en caridad. celebra tus...
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MISA ESTACIONAL
Presidida por el Emmo. y Rvdmo. Sr.
Don Carlos Osoro Sierra
Cardenal-Arzobispo de Madrid
CON MOTIVO DEL XXV ANIVERSARIO DE LA DEDICACIÓN
DE LA CATEDRAL DE MADRID E INICIO DEL AÑO JUBILAR MARIANO
Catedral de Santa María la Real de la Almudena Madrid, 15 de junio AD 2018
© De los textos litúrgicos oficiales: CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA
© De la obra: ARCHIDIÓCESIS DE MADRID
EDITA: LIBROS LITÚRGICOS - CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA
Añastro, 1
28033 Madrid
DELEGACIÓN DIOCESANA DE LITURGIA - ARCHIDIÓCESIS DE MADRID
Bailén, 8
28013 Madrid
Depósito legal: M-20302-2018
Imprime: Campillo Nevado, S.A.
C/ Antonio González Porras, 35-37
28019 Madrid
Impreso en España – Junio 2018
RITOS INICIALES
El cardenal-arzobispo y los concelebrantes se dirigen hacía la
puerta principal de la catedral, que permanece cerrada.
Mientras tanto, se cantan las
Letanías de la Virgen
El cantor:
Señor, ten piedad.
El coro y la asamblea:
El cantor:
Cristo, ten piedad.
El coro y la asamblea:
El cantor:
Señor, ten piedad.
El coro y la asamblea:
3
El cantor:
Santa María de la esperanza.
El coro y la asamblea:
El cantor:
Madre de Dios. R. Ruega por nosotros.
Madre de la unidad. R. Ruega por nosotros.
Madre de la familia. R. Ruega por nosotros.
Madre de misericordia. R. Ruega por nosotros.
Virgen inmaculada. R. Ruega por nosotros.
Virgen clemente. R. Ruega por nosotros.
Virgen fiel. R. Ruega por nosotros.
Virgen llena de gracia. R. Ruega por nosotros
Discípula de Cristo. R. Ruega por nosotros.
Madre de la Iglesia. R. Ruega por nosotros.
Bendita entre todas las mujeres. R. Ruega por nosotros.
Salud de los enfermos. R. Ruega por nosotros.
Refugio de los pecadores. R. Ruega por nosotros.
Ayuda de los marginados. R. Ruega por nosotros.
Consuelo de los oprimidos. R. Ruega por nosotros.
Reina del cielo. R. Ruega por nosotros.
Reina de los ángeles. R. Ruega por nosotros.
Reina de todos los santos. R. Ruega por nosotros.
Reina y Señora nuestra. R. Ruega por nosotros.
Reina del mundo. R. Ruega por nosotros.
Reina de la paz. R. Ruega por nosotros.
Ritos iniciales
4
El cantor:
Cristo, óyenos.
El coro y la asamblea:
El cantor:
Cristo, escúchanos.
El coro y la asamblea:
Signación y saludo
El cardenal-arzobispo:
En el nombre del Padre, y del Hijo,
y del Espíritu Santo.
R. Amén.
El cardenal-arzobispo:
La paz esté con vosotros.
La asamblea:
Ritos iniciales
5
El cardenal-arzobispo:
Llenos de alegría, queridos hermanos, nos hemos
reunido para celebrar el vigésimo quinto aniversario de
la dedicación de esta iglesia-catedral de Santa María la
Real de la Almudena, que fue presidida por san Juan
Pablo II.
Con esta celebración de acción de gracias, inaugura-
mos el Año Jubilar Mariano, que se celebrará en esta
misma iglesia-catedral y que nos ayudará a ser, con
María, discípulos misioneros de Jesucristo.
Apertura de la puerta
Finalizada la lectura del acta, se dice el salmo 23 del siguien-
te modo.
Todos:
Esta es la generación que busca al Señor,
que busca tu rostro, Dios de Jacob.
El diácono 1:
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
va a entrar el Rey de la gloria.
El diácono 2:
— ¿Quién es ese Rey de la gloria?
Todos:
— El Señor, héroe valeroso,
el Señor valeroso en la batalla.
Ritos iniciales
6
El arzobispo se acerca a la puerta y llama 3 veces con el asta
del báculo.
El diácono 1:
¡Portones!, alzad los dinteles,
que se alcen las puertas eternales:
Todos:
Va a entrar el Rey de la gloria.
Y se abren las puertas de la catedral.
Oración
El cardenal-arzobispo:
Oremos.
O H, Dios, que de modo inefable has edificado
un templo santo para tu Hijo
en el seno virginal de santa María,
concédenos adorarte
en el Espíritu Santo y en la verdad,
siguiendo fielmente la gracia del bautismo,
para merecer convertirnos nosotros también
en templos vivos de tu gloria.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Y se inicia la procesión de entrada.
Ritos iniciales
7
Canto de entrada
ÁLZATE Y GRITA JUBILOSA
El coro:
1. Entre luces y sombras, peregrina,
la Iglesia nos invita a celebrar
la Pascua de Cristo en nuestra historia,
la gracia, el esplendor de la verdad.
Acude en comunión a la llamada de Aquel
que te precede adonde vas.
Tú misma eres camino
para el hombre sediento caminante de verdad.
El coro y la asamblea:
Ritos iniciales
8
El coro:
2. Camina con fuerza en el Espíritu
dejando lastres, sin mirar atrás,
María es nuestra estrella, no vaciles,
avanza en la humildad y en caridad.
Celebra tus misterios,
son la vida del huérfano que llora en soledad.
Despunte ya la luz del Evangelio,
palabra de la vida y de la paz. R.
Bendición y aspersión del agua bendita
El cardenal-arzobispo:
Queridos hermanos, hace veinticinco años, al inicio
de la celebración de la dedicación de esta catedral, la
asamblea fue rociada con el agua en señal de penitencia
y en recuerdo del bautismo, y el altar y los muros fue-
ron purificados con la misma agua.
Al recordar con gratitud aquel momento, oremos
para que el Señor nos ayude con su gracia, para que
dóciles al Espíritu Santo que hemos recibido, perma-
nezcamos fieles en su Iglesia.
Y todos oran en silencio.
Ritos iniciales
9
Luego, el cardenal-arzobispo dice:
D IOS todopoderoso,
fuente y origen de la vida del alma y del cuerpo,
bendice esta agua, que vamos a usar con fe
para implorar el perdón de nuestros pecados
y alcanzar la ayuda de tu gracia
contra toda enfermedad y asechanza del enemigo.
Concédenos, Señor, por tu misericordia,
que las aguas vivas siempre broten salvadoras,
para que podamos acercarnos a ti
con el corazón limpio
y evitemos todo peligro de alma y cuerpo.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
El cardenal-arzobispo y los obispos auxiliares rocían con el
agua bendecida a la asamblea.
Mientras tanto, se canta:
UN SOLO SEÑOR
El coro y la asamblea:
Ritos iniciales
10
El coro:
1. Llamados a guardar la unidad del Espíritu
por el vínculo de la paz,
cantamos y proclamamos: R.
2. Llamados a formar un solo cuerpo
en un mismo Espíritu,
cantamos y proclamamos: R.
3. Llamados a compartir
una misma esperanza en Cristo,
cantamos y proclamamos: R.
El cardenal-arzobispo:
Por las súplicas y méritos
de la Bienaventurada siempre Virgen santa María,
de los santos apóstoles Pedro y Pablo
y de todos los santos,
os conceda Dios omnipotente y misericordioso
un tiempo favorable
de auténtica y fructuosa penitencia,
un corazón arrepentido y la conversión de vida,
perseverancia en las buenas obras
y, perdonados todos vuestros pecados,
os conduzca hasta la vida eterna.
R. Amén.
Ritos iniciales
11
Himno
GLORIA A DIOS EN EL CIELO
El coro y la asamblea:
El coro:
1. Por tu inmensa gloria te alabamos, te bendecimos,
te adoramos, te glorificamos, te damos gracias, R.
2. Señor Dios, Rey celestial, Dios Padre todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo;
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del Padre; R.
3. tú que quitas el pecado del mundo,
ten piedad de nosotros;
tú que quitas el pecado del mundo,
atiende nuestra súplica;
tú que estás sentado a la derecha del Padre,
ten piedad de nosotros; R.
4. porque solo tú eres Santo, solo tú Señor,
solo tú Altísimo, Jesucristo,
con el Espíritu Santo en la gloria de Dios Padre. R.
El coro y la asamblea:
Ritos iniciales
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Oración colecta
El cardenal-arzobispo:
Oremos.
Y todos oran en silencio. Luego, el cardenal-arzobispo dice:
S EÑOR, que nos haces revivir cada año
el día de la consagración
de este santo templo tuyo,
escucha las plegarias de tu pueblo,
y haz que en este lugar
se te ofrezca siempre un servicio digno
y obtengamos la plenitud de la redención.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo y es Dios
por los siglos de los siglos.
R. Amén.
Ritos iniciales
13
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera lectura
Vi agua que manaba del templo, y habrá vida allí donde llegue el torrente
El lector:
Lectura de la profecía de Ezequiel. 47, 1-2. 8-9. 12
En aquellos días, el ángel me hizo volver a la entrada
del templo del Señor. De debajo del umbral del templo
corría agua hacia el este —el templo miraba al este—.
El agua bajaba por el lado derecho del templo, al sur
del altar. Me hizo salir por el pórtico septentrional y me
llevó por fuera hasta el pórtico exterior que mira al este.
El agua corría por el lado derecho.
Me dijo: «Estas aguas fluyen hacia la zona oriental,
descienden hacia la estepa y desembocan en el mar de
la Sal. Cuando hayan entrado en él, sus aguas serán sa-
neadas. Todo ser viviente que se agita, allí donde
desemboque la corriente, tendrá vida; y habrá peces en
abundancia. Porque apenas estas aguas hayan llegado
hasta allí, habrán saneado el mar y habrá vida allí don-
de llegue el torrente.
En ambas riberas del torrente crecerá toda clase de
árboles frutales; no se marchitarán sus hojas ni se
acabarán sus frutos; darán nuevos frutos cada mes,
porque las aguas del torrente fluyen del santuario; su
fruto será comestible y sus hojas medicinales».
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
15
Salmo responsorial
Sal 83, 3. 4. 5 y 10. 11 (R.: 2; Ap 21, 3b)
El salmista:
Esta es la morada de Dios con los hombres,
con los hombres.
La asamblea:
El salmista:
Mi alma se consume y anhela los atrios del Señor;
mi corazón y mi carne retozan por el Dios vivo. R.
Hasta el gorrión ha encontrado una casa,
la golondrina, un nido donde colocar sus polluelos:
tus altares, Señor del universo,
Rey mío y Dios mío. R.
Dichosos los que viven en tu Casa,
alabándote siempre.
Fíjate, oh Dios, en nuestro Escudo,
mira el rostro de tu Ungido. R.
Liturgia de la Palabra
16
Segunda lectura
Te mostraré la novia, la esposa del Cordero
El lector:
Lectura del libro del Apocalipsis. 21, 9b-14
El ángel me habló diciendo:
«Mira, te mostraré la novia, la esposa del Cordero».
Y me llevó en espíritu a un monte grande y elevado,
y me mostró la ciudad santa de Jerusalén que descendía
del cielo, de parte de Dios, y tenía la gloria de Dios; su
resplandor era semejante a una piedra muy preciosa,
como piedra de jaspe cristalino.
Tenía una muralla grande y elevada, tenía doce
puertas y sobre las puertas doce ángeles y nombres gra-
bados que son las doce tribus de Israel.
Al oriente tres puertas, al norte tres puertas, al sur
tres puertas, al poniente tres puertas, y la muralla de la
ciudad tenía doce cimientos y sobre ellos los nombres
de los doce apóstoles del Cordero.
Palabra de Dios.
R. Te alabamos, Señor.
Liturgia de la Palabra
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Aclamación al Evangelio
El coro y la asamblea:
El cantor: 2 Crón 7, 16a
Elijo y consagro este templo, dice el Señor,
para que esté en él mi nombre eternamente.
El coro y la asamblea:
Aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya, aleluya.
Evangelio
Los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad
El diácono:
El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
+ Lectura del santo Evangelio según san Juan. 4, 19-24
R. Gloria a ti, Señor.
Liturgia de la Palabra
18
El diácono:
E N aquel tiempo, una mujer samaritana dijo a
Jesús: «Señor, veo que tú eres un profeta.
Nuestros padres dieron culto en este monte, y
vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está
en Jerusalén».
Jesús le dice:
«Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este
monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros ado-
ráis a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno
que conocemos, porque la salvación viene de los judíos.
Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los verdade-
ros adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad,
porque el Padre desea que lo adoren así. Dios es espíri-
tu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y
verdad».
Palabra del Señor.
R. Gloria a ti, Señor Jesús.
Homilía
El cardenal-arzobispo hace la homilía.
Liturgia de la Palabra
19
Profesión de fe
Durante el canto del Credo, 4 diáconos inciensan las cruces
que fueron ungidas en las columnas de la catedral el día de
la dedicación.
El cardenal-arzobispo: El coro:
Liturgia de la Palabra
20
La asamblea:
El coro:
La asamblea:
Liturgia de la Palabra
21
El coro:
La asamblea:
El coro:
La asamblea:
El coro:
Liturgia de la Palabra
22
La asamblea
El coro:
La asamblea:
El coro:
Liturgia de la Palabra
23
La asamblea:
El coro:
La asamblea:
El coro:
El coro y la asamblea:
Oración universal
El cardenal-arzobispo:
Integrados en la construcción de la Iglesia, templo con-
sagrado al Señor, y convertidos en morada del Altísimo,
que se complace en habitar con su pueblo, elevemos
nuestra oración a Dios, Padre todopoderoso.
El diácono:
1. Para que nuestra Iglesia diocesana, con su arzobispo
Carlos, los obispos auxiliares, los presbíteros y demás
ministros, crezca visiblemente en nuestro pueblo, y con
su apostolado reúna en la unidad y en el amor a los hi-
jos de Dios que habitan entre nosotros y no conocen a
Jesucristo, roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
2. Para que nuestra Iglesia diocesana, por medio de sus
palabras y sus obras, se manifieste como luz resplande-
ciente y haga que los hombres descubran a través de
ella el Reino de Dios, roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
3. Para que todos los que viven impregnados de mate-
rialismo o bien oprimidos por la miseria y el sufrimiento
descubran y deseen el cielo nuevo y la tierra nueva, de
los que es imagen y primicia la Iglesia que peregrina
aún en el mundo, roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
Liturgia de la Palabra
24
4. Para que todos nosotros, incorporados al pueblo de
Dios por el bautismo, nos gloriemos siempre de formar
parte de la Iglesia y confesemos con valentía ante los
hombres la fe que de ella hemos recibido, roguemos al
Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
5. Para que nuestro hermano Ángel, arzobispo de
Madrid en el momento de la dedicación de esta iglesia-
catedral, disfrute eternamente de los misterios de gracia
y perdón que, en nombre de Jesucristo, nos administró
mientras vivía en la tierra, roguemos al Señor.
R. Te rogamos, óyenos.
El cardenal-arzobispo:
D IOS todopoderoso y eterno,
que, aunque no puedes ser contenido
ni en el cielo ni en la tierra,
te dignas tener una morada
para significar tu presencia entre nosotros,
de manera que podamos invocar en ella tu nombre,
escucha, desde el trono de tu gloria,
nuestras oraciones y concédenos bondadosamente
todo lo que te hemos pedido.
R. Amén.
Liturgia de la Palabra
25
LITURGIA EUCARÍSTICA
Preparación de los dones
Mientras se presentan y se preparan los dones el coro canta
el ALLELUIA, AMEN de G. F. Händel.
El cardenal-arzobispo:
Orad, hermanos,
para que este sacrificio, mío y vuestro,
sea agradable a Dios, Padre todopoderoso.
R. El Señor reciba de tus manos este sacrificio,
para alabanza y gloria de su nombre,
para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
Oración sobre las ofrendas
El cardenal-arzobispo:
A L conmemorar el día
en que te dignaste llenar tu casa
de gloria y santidad,
te rogamos, Señor, que hagas de nosotros
una ofrenda siempre agradable a ti.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
27
PLEGARIA EUCARÍSTICA II
Prefacio
El misterio del templo de Dios, que es la Iglesia
El cardenal-arzobispo:
El Señor esté con vosotros.
La asamblea:
El cardenal-arzobispo:
Levantemos el corazón.
La asamblea:
El cardenal-arzobispo:
Demos gracias al Señor, nuestro Dios.
La asamblea:
Liturgia eucarística
29
El cardenal-arzobispo:
E N verdad es justo y necesario,
es nuestro deber y salvación
darte gracias siempre y en todo lugar,
Señor, Padre santo, Dios todopoderoso y eterno,
por Cristo, Señor nuestro.
Porque en la casa visible
que nos has concedido construir,
donde proteges sin cesar
a la familia que peregrina hacia ti,
manifiestas y realizas de manera admirable
el misterio de tu comunión con nosotros.
Aquí vas edificando para ti
aquel templo que somos nosotros,
y haces que la Iglesia, extendida por toda la tierra,
crezca sin cesar como Cuerpo del Señor,
hasta que la lleves a su plenitud,
en la Jerusalén del cielo, visión de paz.
Por eso, te celebramos en el templo de tu gloria,
y con la multitud de los coros bienaventurados
te bendecimos y glorificamos, diciendo:
Liturgia eucarística
30
Aclamación
SANTO
El coro y la asamblea:
Liturgia eucarística
31
Terminado el Santo, solo el cardenal-arzobispo, dice:
Santo eres en verdad, Señor,
fuente de toda santidad;
El celebrante principal y los concelebrantes:
por eso te pedimos que santifiques estos dones
con la efusión de tu Espíritu,
de manera que se conviertan para nosotros
en el Cuerpo y la Sangre de Jesucristo, nuestro Señor.
El cual, cuando iba a ser entregado a su Pasión,
voluntariamente aceptada,
tomó pan, dándote gracias,
lo partió y lo dio a sus discípulos, diciendo:
T OMAD Y COMED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTO ES MI CUERPO,
QUE SERÁ ENTREGADO POR VOSOTROS.
Del mismo modo, acabada la cena, tomó el cáliz,
y, dándote gracias de nuevo,
lo pasó a sus discípulos, diciendo:
T OMAD Y BEBED TODOS DE ÉL,
PORQUE ESTE ES EL CÁLIZ DE MI SANGRE,
QUE SERÁ DERRAMADA
POR VOSOTROS Y POR MUCHOS
PARA EL PERDÓN DE LOS PECADOS.
HACED ESTO EN CONMEMORACIÓN MÍA.
El celebrante principal:
Este es el Misterio de la fe.
C-A
CC
C-A
Liturgia eucarística
32
Los fieles, pero no los concelebrantes, aclaman:
El celebrante principal y los concelebrantes:
Así, pues, Padre, al celebrar ahora el memorial
de la muerte y resurrección de tu Hijo,
te ofrecemos el pan de vida y el cáliz de salvación,
y te damos gracias
porque nos haces dignos de servirte en tu presencia.
Te pedimos humildemente
que el Espíritu Santo congregue en la unidad
a cuantos participamos
del Cuerpo y la Sangre de Cristo.
El concelebrante primero:
Acuérdate, Señor,
de tu Iglesia extendida por toda la tierra;
y con el papa Francisco,
con mi hermano Carlos,
obispo de esta Iglesia de Madrid,
con nosotros, indignos siervos tuyos,
y todos los pastores que cuidan de tu pueblo,
llévala a su perfección por la caridad.
C. 1º
CC
Liturgia eucarística
33
C. 2º
CC
El concelebrante segundo:
Acuérdate también de nuestros hermanos
que durmieron en la esperanza de la resurrección,
y de todos los que han muerto en tu misericordia;
admítelos a contemplar la luz de tu rostro.
Ten misericordia de todos nosotros,
y así, con María, la Virgen Madre de Dios,
su esposo san José, los apóstoles
y cuantos vivieron en tu amistad
a través de los tiempos,
merezcamos, por tu Hijo Jesucristo,
compartir la vida eterna y cantar tus alabanzas.
El cardenal-arzobispo toma la patena, con el pan consagra-
do, y el diácono el cáliz, y, sosteniéndolos elevados, el carde-
nal-arzobispo y todos los concelebrantes a la vez cantan:
El pueblo aclama:
Liturgia eucarística
34
RITO DE COMUNIÓN
Oración dominical
El cardenal-arzobispo:
El amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazo-
nes con el Espíritu Santo que se nos ha dado; digamos
con fe y esperanza:
Todos:
Padre nuestro, que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
El cardenal-arzobispo:
Líbranos de todos los males, Señor,
y concédenos la paz en nuestros días,
para que, ayudados por tu misericordia,
vivamos siempre libres de pecado
y protegidos de toda perturbación,
mientras esperamos la gloriosa venida
de nuestro Salvador Jesucristo.
R. Tuyo es el reino,
tuyo el poder y la gloria,
por siempre, Señor.
Liturgia eucarística
35
Rito de la paz
El cardenal-arzobispo:
Señor Jesucristo, que dijiste a tus apóstoles:
«La paz os dejo, mi paz os doy»,
no tengas en cuenta nuestros pecados,
sino la fe de tu Iglesia
y, conforme a tu palabra,
concédele la paz y la unidad.
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.
R. Amén.
El cardenal-arzobispo:
La paz del Señor esté siempre con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
El diácono:
En Cristo, que nos ha hecho hermanos con su cruz,
daos la paz como signo de reconciliación.
Y todos se dan la paz.
Liturgia eucarística
36
Fracción del pan
Mientras el cardenal-arzobispo parte el pan eucarístico el
coro canta la súplica CORDERO DE DIOS
El coro y la asamblea:
Liturgia eucarística
37
El cardenal-arzobispo:
Este es el Cordero de Dios,
que quita el pecado del mundo.
Dichosos los invitados a la cena del Señor.
R. Señor, no soy digno de que entres en mi casa,
pero una palabra tuya bastará para sanarme.
Mientras el cardenal-arzobispo comulga el Sacramento,
comienza el
Canto de comunión
LOS QUE COMEMOS UN MISMO PAN
El coro y la asamblea:
El coro:
1. Como el Padre, que vive, me ha enviado,
y yo vivo por el Padre;
quien me come vivirá también por mí. R.
Liturgia eucarística
38
2. El Espíritu que el Padre enviará en mi nombre
os enseñará todo;
hará que recordéis todo lo que os he dicho. R.
3. Os he dado la Palabra de mi Padre,
y el mundo os odia.
Vosotros no sois del mundo,
como yo no soy del mundo. R.
4. No me habéis elegido vosotros a mí,
soy yo quien os ha elegido,
para que vayáis y deis fruto,
y vuestro fruto permanezca. R.
5. Permaneced en mi amor
y yo permaneceré en vosotros,
porque sin mí no podéis hacer nada. R.
6. Como el Padre me ha enviado,
yo también os envío.
Os envío al mundo como ovejas
en medio de lobos. Pero no temáis, confiad en mí. R.
Liturgia eucarística
39
Oración después de la comunión
El cardenal-arzobispo:
Oremos.
T E rogamos, Señor,
que el pueblo a ti consagrado
reciba los frutos y el gozo de tu bendición,
para que vea recompensado en el espíritu
el trabajo material
que ha ofrecido en este día de fiesta.
Por Jesucristo, nuestro Señor.
R. Amén.
Liturgia eucarística
40
RITO DE CONCLUSIÓN
Lectura del decreto del Año Jubilar Mariano
El secretario-canciller da lectura al decreto del Año Jubilar
Mariano.
Himno a Santa María de la Almudena
Finalizada la lectura del decreto, se canta el himno
SALVE, SEÑORA
El coro y la asamblea:
41
El coro:
1. Tú que estuviste oculta en los muros
de este querido y viejo Madrid,
hoy resplandeces ante tu pueblo
que te venera y espera en ti. R.
2. Bajo tu manto, Virgen sencilla,
buscan tus hijos la protección.
Tú eres patrona de nuestra villa,
Madre amorosa, templo de Dios. R.
Oración a Santa María de la Almudena
Finalizado el himno, el cardenal-arzobispo y la asamblea
recitan la oración que san Juan Pablo II compuso para el día
de la dedicación.
Todos:
Virgen de la Almudena, Madre y Señora nuestra,
venimos hasta tu Imagen santa
para venerarte con filial devoción.
En tu honor se construyó esta Catedral,
para que fuera digna morada tuya
y luminoso lugar de encuentro con todos tus hijos.
Tú, que estuviste oculta en murallas del viejo Madrid,
te manifiestas hoy como Madre de inmensa ternura.
Tu nombre de Almudena hace referencia a la fortaleza;
danos constancia firme
para vivir siempre seguros en la fe de la Iglesia.
Mantén vivo y fuerte nuestro amor,
para que ningún obstáculo pueda desviarnos
del camino de la salvación.
Rito de conclusión
42
Enséñanos a verte siempre Madre,
manantial de misericordia, regazo de perdón,
abrazo de la esperanza, puerta de la Gloria.
Llena con tu presencia maternal
la dura soledad de los que sufren.
Acoge con amor los deseos de sus hijos.
Abre nuestros corazones a la alegría del espíritu.
Como excelsa Patrona de Madrid,
bendice y protege a quienes pronuncian cada día,
con devoto amor, tu nombre santo y el de tu Hijo.
Él, que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.
Bendición apostólica
El diácono:
Al finalizar esta solemne celebración de acción de
gracias por el vigésimo quinto aniversario de la dedica-
ción de esta iglesia-catedral de Santa María la Real de
la Almudena y en la apertura del Año Jubilar Mariano
que aquí tendrá lugar, el venerable padre Carlos Osoro
Sierra, por la gracia de Dios y de la Sede Apostólica,
arzobispo de esta santa Iglesia de Madrid, cardenal del
título de Santa María en el Trastévere, en nombre del
romano pontífice imparte la bendición apostólica con
indulgencia plenaria a todos los aquí presentes que ma-
nifiesten verdadero arrepentimiento y hayan confesado
y recibido la sagrada comunión.
Rogad a Dios por nuestro beatísimo padre el papa
Francisco, por nuestro arzobispo Carlos y por la santa
madre Iglesia, y esforzaos en vivir santamente, en plena
comunión con ella.
Rito de conclusión
43
El cardenal-arzobispo:
El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.
El diácono:
Inclinaos para recibir la bendición.
El cardenal-arzobispo:
D IOS, Señor del cielo y de la tierra,
que os ha congregado hoy
para celebrar el aniversario
de la dedicación de esta iglesia-catedral,
multiplique sobre vosotros las bendiciones del cielo.
R. Amén.
El cardenal-arzobispo:
Él, que quiso reunir en su Hijo
a todos los hijos dispersos,
haga de vosotros templo suyo
y morada del Espíritu Santo.
R. Amén.
El cardenal-arzobispo:
Para que así, felizmente purificados de toda mancha,
podáis tener en vosotros a Dios como huésped
y poseer, con todos los santos,
la herencia de la eterna dicha.
R. Amén.
Rito de conclusión
44
El cardenal-arzobispo:
Por intercesión de los santos apóstoles Pedro y Pablo,
os bendiga Dios omnipotente,
Padre, Hijo, y Espíritu Santo.
R. Amén.
Despedida
El diácono:
Glorificad al Señor con vuestra vida.
Podéis ir en paz.
R. Demos gracias a Dios.
Durante la procesión de salida se canta el Himno a la Virgen
de la Almudena del Año Jubilar Mariano.
SIEMPRE ESTUVISTE AQUÍ
La asamblea:
El solista:
1. Aunque surjan murallas en mi corazón
y escondida parezca mi fe
siempre estuviste aquí,
Madre, cerca de mí
para mantenerme en pie.
Rito de conclusión
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Aprendiendo contigo como recorrer
el Camino que es Vida en Jesús,
siempre estuviste aquí,
Madre, cerca de mí.
Juntos seguimos su Luz.
La asamblea:
Rito de conclusión
46
El solista:
2. Vivo tiempos complejos de sombra y dolor,
mil murallas para separar;
La ciudad es Babel
difícil de entender,
exclusión y soledad.
Tú, María, que velas por esta ciudad
y a tus hijos cuidas con amor
dinos cómo llegar
y mil puentes tender
a los que lejos están. R.
3. Madre de la Almudena que cuidas Madrid,
míranos,
que sintamos tu Amor,
que vivamos la fe
para hacer una Nueva Ciudad
donde unidos podamos estar.
Rito de conclusión
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La parte musical de la celebración corre a cargo del Coro de la Catedral de Santa María la Real de la Almudena
dirigido por el M. I. Sr. Félix Castedo Caballero, Maestro de Capilla de la Catedral
CANTOS DE LA CELEBRACIÓN Ritos iniciales
Canto de entrada: Álzate y grita jubilosa (T: C. Franco; M: F. Palazón).
Aspersión: Un solo Señor (T: M. P. de la Figuera; M: L. Deiss).
Himno: Gloria a Dios en el cielo (M: F. Palazón).
Liturgia de la Palabra
Salmo responsorial: Salmo 83 (M: F. Castedo).
Aclamación al Evangelio: Aleluya (M: Popular).
Profesión de fe: Credo (M: Gregoriana).
Liturgia eucarística
Presentación de los dones: Alleluia, Amen del oratorio Judas Macabeo (G. F. Händel).
Aclamación: Santo “Sinodal” (M: F. Palazón).
Aclamación doxología: Amén (M: F. Castedo).
Canto durante la fracción del pan: Cordero de Dios “Sinodal” (M: F. Pala-zón).
Canto de comunión: Los que comemos un mismo pan (M: J. Berthier).
Rito de conclusión
Antífona a la beatísima Virgen María: Salve Señora (T y M: F. Palazón).
Durante la salida: Siempre estuviste aquí (T y M: T. Casado).