Miniguía de uso de móviles, la Red y las

Redes Sociales en las Escuelas Oficiales

de Idiomasi

Alicia González de Sarralde

Lejos, aunque no en el tiempo, queda ya mi asombro al enterarme de

que en el curso 2012/13 se

nos ofrecía por parte del

Cefire un curso de formación

para docentes con el título:

Introducción al uso didáctico

de smartphones, tablets y

pizarra digital.

Hoy no podemos cerrar los

ojos ante el hecho de que el

avance y generalización de

los dispositivos móviles ha convertido el uso del móvil o la tableta en

el aula en una práctica habitual. Nuestro alumnado tiene interiorizado

el uso de estos dispositivos en su imaginario y los mantiene

operativos durante la clase, utilizándolos p.e. para consultar algún

diccionario online o navegar por Internet.

En mis clases (y he de suponer que en las clases de gran parte del

profesorado) esto sucede con gran naturalidad y tanto es así que ni

siquiera me había planteado si en nuestro centro, donde el alumnado

en su mayor parte es mayor de edad, el uso del móvil en el aula está

autorizado o no.

Consultando el Reglamento de Régimen Interno se lee en el artículo

146.1 c): „No se permite el uso privado del móvil durante las clases o

en el transcurso de actividades docentes, a excepción de casos de

extrema necesidad.“

Con esto, veo que la prohibición no es una prohibición en sentido

absoluto, en tanto en cuanto se prohíbe únicamente el "uso privado"

del móvil y no se deduce que esté prohibido el uso del móvil en sí. ¿O

lo he entendido mal?

Informándome en el blog Educ@contic sobre el reglamento en

centros educativos de enseñanza reglada donde estudian menores,

veo que la prohibición, cuyo objetivo fundamental es evitar que se

haga un uso inadecuado del móvil, es en la mayoría de estos centros

bastante tajante. Y comparto la

opinión que se expone en dicho blog

en el sentido de que la prohibición

estricta de usar móviles en los

centros educativos no hace más que

convertir el uso de la tecnología en

un hecho sancionable en sí mismo.

Ahora bien, ¿qué es lo reprobable:

la tecnología en sí o el mal uso que

se le pueda dar?

Y por otro lado, ¿tiene sentido que se prohíban tajantemente los

dispositivos móviles en los centros, haciendo así todavía más

profunda la brecha existente entre la escuela y el entorno social y

tecnológico en que se desenvuelve el alumnado? ¿Podemos seguir

negando las aportaciones de las nuevas tecnologías al aprendizaje y

desarrollo de las competencias básicas?

En mi opinión, ni podemos ni debemos. Pero sí necesitamos una labor

clara de concienciación con la que atajar conductas indebidas. Para

ello podría empezarse en cada centro con la elaboración de unas

bases de uso de la Red y las redes sociales. Al hilo de esto me

planteo: ¿cómo podrían ser estas para nuestro centro, la Escuela

Oficial de Idiomas de Alicante? Esta es mi propuesta:

Como norma general, el uso de móviles dentro del aula estaría

permitido en modo silencio, pudiendo ser utilizados en la

dinámica del aula en los términos en los que dispusiera el/ la

docente.

En el proyecto educativo del centro tendría que constar que la

escuela promoverá el uso de Internet y de las redes sociales

con fines educativos dentro del aula (p.e. mediante el

aprendizaje basado en proyectos) y como estrategia de

autoaprendizaje.

El uso de estos dispositivos en el aula entraña nuevas maneras

de enseñar y aprender, al incorporar actividades que hasta

hace bien poco eran impensables en el aula. Para realizar estas

actividades es necesario conocer las distintas aplicaciones

móviles, con lo que habría que dotar al profesorado de la

formación necesaria para ello.

Se habría de reconocer el derecho que tienen todos los

miembros de la comunidad educativa al uso de la Red y de

dispositivos móviles con fines educativos. Esto implica que

también el alumnado tendría acceso a la clave para wifi en el

centro.

Se habría de reconocer la singularidad de las Escuelas Oficiales

de Idiomas en lo que respecta a la edad del alumnado y por

tanto no se "caparán" por parte de las autoridades educativas

las webs (p.e. de redes sociales como Facebook, Pinterest, etc.)

que estén siendo utilizadas en las dinámicas de aula.

Se habría de consensuar entre todos los sectores de la

comunidad educativa un código de buenas prácticas en el uso

de internet en general y de las redes sociales en particular, así

como promover la conciencia de la importancia de la identidad

y reputación digital. Así por ejemplo, no se podría difundir o

subir a la web ninguna foto ni vídeo de ningún miembro de la

comunidad educativa sin permiso.

El centro pondría a disposición del alumnado dispositivos

móviles (portátiles, tabletas) en la medida de sus posibilidades.

En caso que esto no fuera posible, promovería iniciativas BYOD

(Bring Your Own Device), de modo que el alumnado pudiera

disponer en el centro de sus propios dispositivos móviles

(portátiles, tabletas, móviles, cámaras, etc.) siguiendo siempre

las normas establecidas.ii

El alumnado sería responsable del cuidado de sus dispositivos y

los traería ya cargados al aula.

Por último, el centro no se responsabilizaría en caso de hurto o

de rotura.

Este es mi punto de vista. Sin embargo, soy consciente de que la

redacción de una guía de uso de la Red y de las redes sociales en un

centro educativo es, en base a las implicaciones que conlleva, una

tarea de mucha responsabilidad en la que habría de colaborar un

equipo diverso con representantes de toda la comunida educativa

(equipo directivo, representates del profesorado y del alumnado), con

puntos de vista y aportaciones diferentes.

i Estas reflexiones surgen a raíz del curso Educación conectada en tiempos de redes

(INTEF, abril-mayo 2014) y están publicadas también en mi blog. La fuente de las

fotos: imagen 1; imagen 2. ii No me ha sido fácil encontrar en la web ejemplos de que esta iniciativa se esté

implementando ya en otras EOIs. Tan solo he encontrado que en la EOI de Logroño

se ha optado por aumentar el ancho de banda disponible para que el alumnado

pueda hacer uso en clase de sus dispositivos de acceso a internet.