miguel galindo - colima en el espacio, en el tiempo y en la vida

8/3/2019 Miguel Galindo - Colima en El Espacio, En El Tiempo y en La Vida

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MIGUEL GAUNDO

C o l i m a e n e l e s p a c i o ,

e n e l t i e m p o ye n l a v i d aTERCERA EDICION

«CUJB DEL LIBRO CQUMENSE;»

VolameFl 3

I

B . C 0STA-AM tC EDItOR'

. MEXICO, D. F. ., I



Miguel Galindo

COLIMA EN EL ESPAClO, EN EL

TIEi\IPO Y EN LA VIDA

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MiGUEL GAUNDO

Colima en el espacio,en el tiempo y en la vida

TERCERA EDICI6N

32Q62

«CLUB DEL LIBRO COLIMENSE»

Volumen 3

B. CO STA-AM IC ED ITO R

.... MEXICO, D. F.



La publicaclon original de Colima

en el espacio, en el tiempo r en la

vida, se hizo por la Sociedad Mexi-

cana dc Geografia y Estadfstica. M e -xico, 1929.

2~ edicion, 1963

3\' edici6n, 1976



NOT A A LA TERCERA EDICION

Molivo de particular satisjaccion. lo constituye el

hecho de editor por tercera vez, el exceletue ensayo del

emincnte doctor Miguel GalindO', Colima en el tiempo,

en el espacio y en la vida, cuva segiaula edicion. tam-

bien imprimi6 el "Club del Libro Colimense". Es una,

vision panortimica de ia vida cotidiana, artistica, po-

Utica ycultural de nuestro: tierra, que quizds en do«

horas puede darle una lectura todo colimense;

En esta ocasion, con nueue valumenes dadO's a

la estampa por nuestro Club, nos congratulamos que

ya se cuenta con cerca de medio centenar de a/ilia-

dos, lo que nos permitirti continuar con esta tarea.

Esperamos mur pronto dar a la imprenta el "Ensara

historico, geagrafico y estadistico de Colima", de-

bido a la pluma del investigador J. Maria Rodriguez,que en 1973 reeditamos en forma jotosuitica. y en

eelician fuerade comercio.

En la mcdida que contemos con mayor niimero de

suscriptores, sera posibieseguir siroiendo, como hasta

hoy 1 0 hemos hecho, a nuestro solar colimense.

DANIEL MORENO

Colima-Mexico, diciembre de 1976

'"

7



9

EL DR. MIGUEL GAliNDO

Colima en el Espacio, en el Tiempo y en Ia Vida

no forma parte,ciertamente, de Io mejor de la obra

del doctor Miguel Galindo; carente de unidad, sin

un: claro contenido social es, ante todo, uislumbre y

apuntamiento, bosquejo para una inoestigacion: pus-

terior que hubo de posponerse frente a requirimien-

tos inaplazables planteados por las multiples inquie-

tudes del autor entre las que destaca, en la epoca

en que eltrabajo [ue elaborado para leerse en la,~esi6n respectiva de la Sociedad Mexicana de Ceo-

grafia y Estadistica, la actividad politica

Despues, en el [eauulo transcurso de su vida, otros

empeiios que perjilaron. de/initivamentc su vigorosa

personolldad de insigne educador y maestro de la

juventud colimense; le restaron: Sib tiempo para reoisar

y ampliar no s610 el estudio presentado a la Sociedadde la qne [ue miembro distinguido, sino tantos otros

que, desaiortunadamente, se perdieron. para la mejor

comprension. del desarrollo de la cultura en el Estado,

La prose a ratos desvaida de Colima en el Espacio,

en el Tiempo y en la Vida; el lirismo oue subsume

/recu.~temente la realidad historica hasta conoertirla

en una conseja; ,el dejo a/oristico que rezuma lafrustraci6n en las luchas politicas en queel autor se

. . . . .



via enuuelto y La observaci6n cientutca derioada del

[enomeno socioeconomcio dejormada en escarceos Ii-

terarios no siempre jelices, en modo alguno podrian

llecar a la coclusi6n, en un. primer plano, de que esta

obra no contenga valiosas aportaciones para la. inves-

tigaci6n geognijica e historica del Estado; y, en un

segundo termino, que la misma tnuestre, ni siquiera

aproximadamente, la personalidad del maestro.

En lo geograjico, el estudio del territorio del Es-

tado de Colima por regiones naturales, si se parte

de la epoca -1928- en que diu La;conlerencia, re-

sulta ser uno de los primeros intetuos de aplic-f1ci6n

magistral del metoda descriptive que entraiia e l co-

nacimiento directo y amplio de la zona examinada,

as;' como lasaltas cualidades analuicas del autor. En

cste sentido, el doctor Galindo es [uetue obligada deconsulta para los estudiosos de la geogmjfa y la di-

vision del Estado en cuatro definidas regiones natu-

rales a las que e l denomino "Valle de (jolima", "Re-

gion del Salado","Cuenca del Armeria" y "Region

Solinera", division justificada plenamente en la breve

pero exacta descripcion. de cada una deellas, permitea

comprender a la entidad como una "unidad geogrti-fica" y, en ella, el devenir economico, politico y so-

cial de la poblacion, La determinacion de las regiones

naturales del Estado solo podria ser superada en los

detalles y en lacorrecci6n de algunos elementos que

lacarencia de uri instrumenio adecuado -sus estu-

dios los realiz6 sin una directa colaboraci6n oficial-

no permiti/i delinear con claridad.En la parte historica, es veraad que sin citar las

[uentes relatioas; el doctor Galindo imprimeal pe-

10



.,, . ------, -- -

riodo precolonial un nuevo sentido para proyectar

...,.i' a los "chimalhuacanos del sur" como uencedores de

los tarascos y de los aztccosique pretendieron incur-

sionar dentro de los limites del "imperio colimense",

engrandecido pOl' ese lieroe anonimo que es conocido

simplemente can el nombre de "Rey del Soliman" pero

que, como un: ,nuevo Moises, dido a su pueblo sabias

leyes, le dio una religion y 1 , 0 impulso a ladranui-

tica pero inutil dejensa de su: territorio.

Las gestas heroicas de los colimotes [rente al po-

derio espaiiol: hasia la consolidccion. de 10'que en su

epoca fue el Estado, descritas rdpidamente, sin un i-

dad en et tiempo, son, sin embargo, uri esfuerzo de

sintesis qne es pauta para restablecer ese que debi6

haber sldo un brdlante periodo de La historic local y

qne permitiria dar. exacto contenido valorativo a los

atuiguos pobladores de Colima.La mas importance de la incursion historica que

realiza el doctor Galindo se encuentra en la compro-

baci6n. de que el Estado y sus pobladores han jugado

un papel prepondercnte en la historia de la republica

al inclinarse, no obstante las fuerzas negaiicas que

han pretendido [renarlo, a las causas qne dieron cima

a las insiiiuciones politicos y juridicae del pais.Pero mas oalioso que todo ella resulta ser, en oeste

caso, el hombre, del que la conlerencia que forma este

volumen no puede dar su exacta dimension; solo la

recopilaci6n total de sti obra, imposible ya por la

destruccioti que en gmn parte sufri6 despnh de sti

muerte, y una inoestigacion. de su ejemplar vida que

fecnnd6 los campns de la palitica, de la historic: de

la geografia, de {a literatura, del arte, del periodlsmo

11



y de 1 ( [ enseiuiriza superior, poporcionaruui la elevada

talla 'moral e inteiectual del Maestro.

La 'personalidod del doctor GalindO' no resulta,

pues, jacilrnente dclincable no solo p"O 'rque se desco-

nozca la obra escrita en su madurez yque su po -

breza economica, a lalla de uii editor magtuinimo,

no le permitieron publicar, sino porque, como Nietzs-

che, no era un ser, sino uti esjuerzo cotistatue par

llegar a sa.

Medico por des eo paterna pero no par uocacion,

desde sti adolescencia se intereso por la situaci6n poli-

tim del Esuulo que era an fiel reflejO' de la que atra-

vesaba el pafs. Lucho contra la imposicion militarista,

contra la inestabilidad econ6mica y social y, esencial-

mente, contra la incapacidad de aquellos que par

golpes de azar, de componendas turbias y confabula-ciones, detentaban el poder en S1f, personal beneficia y

en el de sus camarillas.

S1.£ vigor jnven,il, su. diruunismo y 5 1 . £ esperanza,

[ueron puestos a t seroicio del pueblo; r [ue perse-

gnido y vivi6, afortunadamente, aula Iugar del te-

rritorio en donde hubo de esconderse de la estulticia

de las politicos para beneficia de la cultura, ya quesus [recuentes cscapatorias de los pretorianos crearon

la grwgraf£a del Estado a cuyo subsuelo etnicn-hist6rico

descendi6 para aflorar despues a la superjicie con

otros impetus que le mostraroti el sentimiento de su

impotencia en las lides politicas. El, que era uti macs-

tro innato, iquiso transformar la podredumbre polf-

ilea por el espiritul El hombre publico, el hombrepolitizada, no [ueroti la solucion. a sus problemas; com-

prendi6, oporturuunente, qu,e las cuestiones poluicas

nO' resueluen. aun. las problemas humanos.

~ I"

.u

12



. . . .Su. trauma politico puso de manifiesto su capa-

"""'" cidad creadora y rccurri6 todos las caminos can la

sola [uerza del espiritu, adquiriendo una prodigiosa

cultura con la que estabilizo las profundas contra-

diccioues en las que vivi6 hasta 8U madurez inte-

lectual.

Es asi comoel individuo que e l queria ser nace

ante su plena oocacion.: el del maestro que, sin des-

cuidar Sit quehacer vital, se deshace para la entrega

total a sus altunnos en la entonces Escuela Prepa-

ratoria y Normal del Estado. AM, en sus cdtedras

de Ruices Griegas y Latinos, de Arte yUteratura,

de Estetica, se prodiga brillante, tuiico, poniendo ejem-

plo y agitando la tranquilidad de conciencia burgue.

esa de los "filistoos cultioados", Al suprimir los lla-

nuulos "apuntes" de clase, abri6 profundo cauce a

la inquietud de sus discipulos, imponiendo ampliabibliografia que manej6 incariable mente con genial

acierto sin que, par ella, sus expliccciones deja ran

de ser, siempre, [uerues de creacion. y mouimiento,

qu.e etisancharoti el estrecho espacio provinciano y

despertaron fuerzas adormecidas en "sus muchachos",

Sus enseiuinzas se centrati en. esta frase: "conduce

tu vida de manera qu,e realices algun dia aquello para1 0 quetu ercs irreemplasable".

La vida integra, ejemplar y recta del doctor Ga-

lindo, que sinti6 como tinico ptdso el de la juoentud

y que uiilizo s6lo el estestoscopio para sentir los lati-

dos del corazon. del pueblo colimense, mereceti el mo-

desto homenaje que se le rinde can la reedicion. de

Colima en el Espaeio, en el Tiempo y en la Vida."-

LIe. HUMBERTO BARBOSA HELDT.

13



' i i i'I. h'I



15

COLIMA EN EL ESPACIO

EN EL TIE1\4PO Y

EN LA VIDA

'.1:

f; ,

Al escuchar de nuestra presidencia una invi-

taci6n para oeupar vuestro pensamiento en la

sesi6n de esta noche, confiado en la benevolcncia

de los que a est a aula sagrada concurren con es-piritu de la mas elevada cultura y con el entu-

siasmo que han despertado ilustrados consocios

al bosquejar geogrMicamente diferentes partes del

territorio nacional, acepte de buen grado el venir

a presentarmc hoy ante vosotros con la idea

de contribuir a esa labor tan de acuerdo con

nuestro instituto, y en la que parece que practi-

camente colaboramos a la realizaci6n de una de

las ideas expuestas en Ia sesion anterior, con mo-

tivo del programa can que debi6 celebrarse el

primer centenario de nuestra meritisima Socie-

dad: la formaci6n de la Geografia Nacional. Esta

idea ha sido de muchos, y para mi se ha conver-

tido en ardentisimo deseo. Por desgracia, despues

de advertencias juiciosas y muy atendibles razo-

nes de uno de nuestros consocios, clIya superiori-

dad y competencia en esta materia reconozco, mi

ilusion seha desvanecido. Sin embargo, ya que

no se puede formar Ia obra oficial, por decirlo

asi, de la Geografia NacionaI, siquiera trabajos

aislados -veng-an a despertas; el interes sobre las

distintas regiones de nuestra patria, a unificar,



i i '!

II

"

. ,

el criteria, a mezclar los conocimientos, a pre-

parar los materiales con que futuras energfas y

mas afortunadas inteligcncias, puedan formar

la obra cuya realizacion pareee hoy inasequible.

Vay, pues, canfiado en vuestra indulgencia,

a ensayar mi pensamiento en el dibujo, a gran-

des rasgos, de Ia tierra florida en donde pase

algunos alios de mi existencia entregado al tra-

ba jo profesional; de una especie de paraiso te-

rrenal dan de la Naturaleza volco el an fora de sus

mas preciosos dones, como si hubiera querido que

fuera ese pequefio territorio, su muestrario de

10 mas bello y util que encierra en sus tres reinos:

en el mineral, las rnasas de zafiro de sus volcanes

cortan bruscamente el horizontc par el Septentrion,

de donde pareccn desprenderse, como enormes y

ondulantes listones de plata; al Oocidente, el Rio

Maravasco, y al Sur el Coahuayana que forman

las fran teras can J alisco y Michoacan: al Suroeste

las majestuosas y rimbombantes ondas del Oceano

que par no se que extrafia ironia se llama Paci-

fico, pues ha sido sicmpre de una agitaci6n enorme

y estrucndosa, que desde hace mucho tiempo casi

no deja pasaT ana sin poner en sus costas una

esccna de dolor y de tragedia; hondonadas, coli-

nas, barrancas y montafias en que abunda,ya la

roca caliza tan preciosa para las contrucciones ar-

quitectonicas, ya Ia arcilla que a Ia utilidad an-

terior afiade la del usa dornestico y del arte, arte

primitive que nos recuerda el de nuestros ante-

pasados: y cuyos ejemplares regados por todaspartes nos han revel ado la historia de las gene-

16



raciones pasadasrv, pot fin; el linto fecundante,

la tierra vegetal que nutre, vigoriza y alimenta

las plantas de todo .genera desde las resinosas

conifcras propias de dimas frios, hasta las palme-

ras sollozantes de clima tropical. La 'prodliccion

vegetal es abundante y soberbia, como correspon-

de a un terreno tan humedo y accidcntado, de

alturas variadas entre 3,936 metros y el nivel del

mar, y Ia fauna nada deja que desear ni en belleza

ni en utilidad; y todoeso en pequefio espacio,

en una area de 5 205 kil6metros cuadrados.

COLIMA, uno de los Estados mas pequefios

de la Confederaci6n mexicana, oeupa el espacio

determinado por las siguientes coordenadas: 18°

33' 13", Y 19° 27' 9" de Lat. Norte, y 4° 12', 34",

Y 5° 3 3 , ' 20" Long., occidental de Mexico.

La vieja y trillada definici6nde Geografia:

descripci6n de la tierra como morada del hombre,

en mi concepto la mas exacta y adecuada, viene

a mi memoria asociada al metoda descriptive

que con tanto aeierto inicio don Martin Cereceda

y con no menor sigui6 don Juan Palau Vera, meto-.

do que no cs sino el seguido par nuestros textos

de Anatomia Topografica, es decir, la Anatomiaque describe el organismo "por regiones". Como-

do y ventajoso es decribir los lugares par regio-

nes naturales en las que el relieve del suelo, el

clima y las producciones secombinan y forman

una "unidad geognHica" que a la vez explica

las actividades sad ales, y en muchos casos deter-

mina los acontecimientos historicos.Las regiones naturales del 'Estado de Coli-

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/rt;la,son:'eIVallede'Colima, una de l~~~as exten-.

, sasqne desciende encaprichosas.ondulaciones, d eNorte a Sur, prolongando la falda de los volcanes

basta encontrarse con los cerros de Coquina-

tlan y de Jala, de Piscila, los Volcaneillos y los

Copales, que limit an eI Valle por el Sur, entre-

tanto el Rio del Naranjo 10 Iimita al Oriente

por limitar el Estado, y la serrania del Astillero

y el Cerro de Jululuapan 0Cerro Grande 3 ,1 Occ i-

dente. Este valle tiene cuatro salidas; una orien-

'tal que abarca gran parte del Rio del Naranjo;

la cuenca del Rio Salado par donde este se abre

paso para regar la regilm de su nombre, el amplio

conducto por donde elRfo Armerfa se precipita

a laRegion Salinera, y, por ultimo, - I a comuni-

cacion del Valle de Colima con la Depresion del

Maravasco, entreIos eerros del Meco y los Ocotes

al Norte, y de Ia Vicja, San Ger6nimoy la Lima

al Sur.

Aunque el Valle de Colima, por su calidad

de val1e,es poco accident ado, forma parte de la

vertiente occidental de, la Sierra Madre, y descien-

de en declive pronunciado enbusca de Ia playa

arenosa con majestuosas ondulaciones que formanplanicies y hondonodas, don de asientan los pue-

blos, pastan los ganados 0 prosper an los sembra-

dfos, fingiendo :Ilanuras movedizas de esmeralda,

y barrancospor donde encauzan las aguas plu-

viales formando arroyos de corriente precipitada

y peligrosa.

Como el descenso del valle es rapidc.de Nor-te y Noroeste al Sur desde las alturas-volcanicas



.temperaidra-es unifer-"

/mementc ivariada, y el frto polar dela cimaide :

los volcanes desciende hast a convertirse en calor

sofocante en los limites australes de esta region;

que por estas condiciones constituye Ia parte mas

poblada del Estado, 66000' habitantes, con una

producci6n agricola y ganadera sorprendetntes.,

En el primer semestre delano de 1924, salie-

ron pOl' ferrocarril de Colima a diferentes partes

de la Republica, en cantidades anotadas en kilo-

gramos, losproductos siguientes: maiz, 3414700;,

arroz, 478 300; azucar, 141 390y pilonciIlo, 188 140.

En este mismo pcriodo la ganaderia exporto u~a

gran catidad de reses y de cerdos.

Esta region comprende las agrupaciones hu-

manas princip'ales: la capital del Estado con casitreinta mil habi tan tes, y los pueblos de Villa de

Alvarez, Comala, Cuauhtemoc, Coquimatlin y

otros de mcnor importancia, L a industria hija de

las producciones naturales, es Ia corambrerfa,

La+region del Salado esta constituida por dos

agrupaciones montafiosas separadas por eI Rio Sa- '

lado que despues de salir de entre eIIas va a unirseal Rio del Naranjo, Iormado el Coahuayana.

Quedando, por tanto, la parte montafiosa Nor-

oriental, comprendida como entre los brazos de

una' enorme tenaza entre las corrientcs del Sa-"

Iado y del Naran jo. Esta region es de las menos

pobladas pOl; el hombre, y s610 comprende peque-

fias agrupacionesque la habitan obligadas porel .trabajo, como JaIa, Tecolapa, Caletas y Montecris-'



to. En el relieveirregularde las tierras que seex-

tiendcn a los. ladosdel rio, como si fuctan Iasarru-

gas de enorme manto pctrificadas de improviso, se

forman anualmente corrientes effrneras y preci-

pitadas de agua que a£Iuyen a la principal. La

masa montafiosa mas boreal y cercaria al Salado,

pOl' su margen derecha, recibeel nombre de

Cerro del Alcomun, notable en Ia leyenda po-

pular como Iugar estrategico para los bandoleros

que sorprendian las conduct as de dinero en los

tiernpos de las revoluciones heroicas, as! como al

Sur de la regilm se extiende una pequefia plani-

cie limitada por el levantamiento llamado cerro

del Alcuzahuc, a cuyo pie se encuentra Ia laguna

del mismo nombre, laguna encantada y miste-

riosa, segun 1a tradicion infantil de los pueblos

primitives. Cercano a estos lugares, al Norte, seencuentra el pueblo principal de la regi6n,Ixtla-

huacan, cabecera de Ia Municipalidad de su nom-

bre.La caza y la industria textil SOIl las Iuentes

de riqueza de esta region.

La cuenca del Armeria es una regi6n eminen-

temcnte agricola, escondida entre las masas mon-

tafiosas que limitan el Valle, forrnada por las am-plias vegas del do de corriente siIenciosa. La cuen-

ca del Maravasco constituye otra region de doble

.fisonomia, la agricola formada por Ia ' vega iz-

qui erda del rio cuya nombre lleva, y Ia maderera

constituida por las masas montaiiosas que por el

Noroeste limitan el Valle de Colima. Estas dos

ultimas regiones estan casi desplobladas;sola-

20

... ,\



,mente lostrabajadcres-ias habitan de ---'-c_.---

visional.

Finalmente, llamo region salinera, faj~

arenosa y enorme que se extiende :detras de Ias. pequefias serranias mencionadas, en la cual el

relieve, del sueIo cambia constantemente, desde Ia

movediza playa a la duna que Ia limita, al pal-

mar que Ie sigue, al boscaje de arbustos peque-

fios pero de ramazones retorcidas y abundantes, y

a los claros en ,que el .suelo se eneuentra saturado

de sal, de donde es extraidapor procedimientos

relativamente primitivos, pero que constituyen

el aspecto encanrador del paisaje: El monticulo

de tierra en cuya eima se abre el deposito de la

tierra salitrosa que atravesara c1 agua; 1a covaeha

inferior en que se recibe la solucion saturada, la

era en que se extiendc, y regados en la Hanura,

los monticulos de sal extraida, de blancura impe-

cable. La riqueza y la poesia se unen en esta re-

gion; los palmares sollozantes, encanto de la vista

y descanso apacible en las enervantes siestas, ofre- .. ;

cen sus frutos refreseantes en la sombra de su

selva a los paseantes 0 labradores, y producto de

exportacion al eomerciante; 1a sal es una indis-

eutible riqueza, y 1a playa ofreee sus banos .atrac-

tivos que afio par ana sori visitados por gente de·

toda Ia Republica,

En esta region esta comprendido, en su limite

boreal, el puerto de Manzanillo, defendido pcrfec-

tamente de los vientos por sus eerrospr6ximos,

can admirable bahia que deberia haeerlo el pri-

mero de la Nadon, pero conla vida humana cons-

21



- .,pordos'

Laguna deCuyutlan y' Ia de San

La importanciavdel. puerto, a pesardc que

condiciones extrafias no 10 han dejado desarro-Ilarse 'como debiera, puede sospccharse sabiendo

que se calcula en doscientos cincuenta mil pesos

el ingreso mensual de su aduana, pOl' conceptos

mercantiles.

La configuracion general del Estado essensi-

blemente triangular; sus Iimites .aparecen marca-

dos por las corrientes de los rios de Tuxpan, .Na-

ranjo y Coahuayana, 1a misrna con tres nornbres

distintos segun 1 a regi6n, que se dirige de -Norte

a Sur y Sureste hasta encontrar el Oceano en Ia

Boca de Apiza..por las del Rio de Paticajo yCha-

cala 0 Maravasco, que se dirigeprimero al Sur y

luego francamente hacia el Suroeste hasta desem-

bocar en el Puerto de Navidad. Estas corrientes se

desprenden de las elevadas montafias que a un

lade y otro de los vol canes simulan enormes y

-azules aletas 0brazos gigantescos en aetitud de

abrazar el territorio del Estado, que queda com-

prendido entre esas derivaeiones montafiosas y' las

,corrientes que se forman a continuacion, como si105 gigantes de zafiro, el de eabeza canay el que

a vcccs .usa su morri6n de lava, estuvieran sefia-

lando su propiedad que al Suroeste reeorta'la

inquietud infatigable y sonora del Pacifico, que

forma el tercer lado del triangulo isosceles,

'Si pudiera verse el estadode Colima, desde

una grande altura, se observarfa que la partecentral que he llamado Valle de Colima es una



. . . . .. . . .". ' .' ~

plitllide'indhrada . general; per() ..

cular surcada ideiarrugas,' ensumayoria longi-

tudinales, que forman las cuencas de los numero-

50S arroyos que Iecundan sus campos forrajeros 'y

labranuos, siendo la mayor la que' forma Iecho

al rio de Armeria que conio bisectriz del angulo

menor, atraviesa todo el- Estado hast a terminar

en. la .Boca de Pascuales, y teniendo, el Valle,

numerosas huidas planas, especial mente la mayor

hacia eI Oriente, sobre el rio del Naranjo, y la

que Ie sigue en magnitud hacia la region sali-

nera. Se comprende por que el Estado de Colima,

a pesar de su pequefiez de superficie, presenta

los caracteres de grandes territorios; un c1ima va-

dado, a cuyas variaciones corresponden variacio-'

nesen Ia vegetaci6n, en el trabajo yen Ia vida.

Aquella salubre, espiritual y sofiadora en las faI-

das heladas de los volcanes, con sus bosques de

coniferas de hojas filiformes'quc bajan a las po-

blaciones en Ia semana de Dolores para adornar

los "incendios", y enervante y mucllc en el palmas

ruidoso de Ia tierra caliente. .

Como la parte habitada por la casi totalidad

de la poblaci6n es Ia caliente, la menos elevada,esta se puedc tamar como termino de compara-

cion para juzgar de Ia influencia atmosferica, y

en Ia ciudad de Colima,capital del Estado, cada

.habitante soporta una presi6n de catorce. tone-,

ladas. De ahf cierta indolericia, aumcntada par Ia

temperatura; especie de apatia para el trabajo, por

otra parte compensada con la riqueza del sueIo, 1si no fuera pOl-que esa misma riqueza trae para-



! I, I

' I I

'sitos. que, nopor ignorancia .Zoologia; .sino

porprudencia, no' quiero .nombrar, seriaaquel

_que vio eI ilustrecaballero de Ia Triste Figura en

sus suefios de loco y de vidente, que pcrmanecia

-en la "dichosa edad y siglos dichosos a quienes los

antiguos pusieron el nombre de dorados."

La atmosfera, siempre saturada de brisas y de

aromas, presenta a veces sacudidas de huracan, y

en los tiempos precortesianos ocasionaba tantos

incendios en 10 pob1ados cuyas habitaciones en

general eran de madera, que los primitivos habi-:

tantes tenian como uno de sus dioses principales

a Cuecaltzin 0 Huehueteotl, el dios del fuego.

Otro era Tlaloc, el de Ia lluvia porquc esa at-

mosfera alocada a veces, de ordinario es humeda,

las lluvias regulares y frecuentes y los terrenos la-

brantfos dan con frecuencia dos cosechas por afio.

La tierra, por su parte, ha tenido en epocas pasa-

das, convu1siones de histeriaque, unidas a la ac-

tividad volcanica, han dado lugar a grandes estra-

gos ygraves perjuicios para los hombres, los ga-

nados, la agricultura. Los grandes terremotos eran

frecuentes, y entre ellos son muy especialmente

dignos de men cion los de 1816 en que la tierra

pareda tener el baile de San Vito,sacudiendose

por ocho dfas seguidos, y eI tremendo ' sacudi-

miento de 1818, que echo abajo gran numero de

casas y los templos de San Francisco Almoloyan,

Ixtlahuacan, Tecoman, Coquimatlan, Suchitan,

quedando en pie los de Quitzalapa, Tamala y Co-

mala, que eran de zacate, e inundando cl mar lassalinas de Cuyutlan, azolvando los "pozos" y echan-

24



.,'

ab_~j();las casas yenramadas; .Posteriormente

la tierra se iha pacificado, probablemente espan-

tadaxle la belicosidad de los hombres.

- Entrando en algunos otros detalles que rela-

cionan el territorio del Estal:10 de Colima COIl su

habitabilidad, para justi£icar la vieja pero exacta .

definicion, de Geografia, se debe observar que,

a pesar de Ia enorme variabilidad de condiciones

climatericas, se pueden establecer dos _zonas prin-

cipales de fisonomia distinta; la occidental que

comprende los declives cercanos al mar, de atmos-

fera humeda, fecundidad Iujuriosa, aspecto pin-

toresco y calor sofocaute: plena zona torrida, La

oriental es templada, el calor disminuye sucesi-

vamente a medida que se alcja uno de la anterior

y , saliendo de las fronteras politicas del Estado,

S e Ilega a lugares vcrdaderamente frios eneI in-

vierno, sobre todo si traspasamos Ia cresta de la

Sierra y penetrainos a la Mesa Central; Ia atmos-

fera es seca; los veranos quem antes, el ambiente

polvoso, y -Ias poblaciones tambien polvosas, Es

importante tomar en cuenta lugares de la cima de

la Sierra y principios de la Mesa Central, porque

en las epocas precortesianas el Estado politico de

Colima seextendia hasta estas, y las salitreras de

Sayula no son extrafias a sus tragedias hist6ricas.

Con estas zonas varian, evidentemente, las re -

laciones de terreno con trabajo del hombre. En 1a

"ternplada la vegetacion disrnimrye y cl calor de-

crece, y el hombre tiene mas aptitud para el tra-

~ajo; el frio estimula el musculo, y 1a Naturaleza,menos fecunday mas hostil, imponecon mayor im-

25



perio lanecesidad de. traba jar.

cede 'en la zona torrida yhumeda: vegetaci6n

es abundantclo mismo de cereales que de arboles

frutales, y la fecundidad se extiende al reinoani-

mal. En csta, el ganado caballar y vacuno trafdos

par la Conquista han encontrado un suelo tan

apropiado a su desarrollo que, aun despues de las

enconadas luchas que en varias epocas han ensan-

grentado el suelo de la Republica, en esterinc6n

han quedado animales suficientes para comenzar

de nuevo la obra de reconstruccion, sin haber

pasado par las hambres que han atormentado a

otros lugares. EI hombre participa tambien de la

fccundidad de la Naturaleza, y adquiere un ra-

pido desarrollo.

Si par una parte hay suma facilidad .para

satisfacer las necesidades de Ia vida, por la prodi-, galidad de la Naturaleza, en cambio el calor sons-

tante y elevado, Ia humedad, que dificulta la

transpiracion, Ia atmosfera haciendo presion de

catorce toneladas sabre el individua,' dan par'

resultado una cierta lasitud corporal, .una pereza

material e indolencia intelectual para toda em-

presa que signifique gralldes esfuerzos, y hay pro-pension a la vida muelle y tranquila. Sin embar-

go, las altas temperaturas irritan la sangre y pro-

ducen no escasa inclinacion a los actos de violen-

cia; pera, en cambio, la fecundidad de la Natu-

raleza ha origin ado una elevada honradez en 10

relativo a la propiedad, respeto absoluto a 10

,'ajeno. En la historia de las poblaciones colimenses

, se han hecho notables los robos y raterfas, s610

26



. - ... "

pcliticos: ge~erales

. deotras-regiones. Los

nativos de Colima: tienen, por. decirlo iasi, el ins-

tinto invencible de respeto a la propicdad ajena.

Por eso su caracter es franco yservieiaI; las c o -

municaciones Iamiliares abarcan barrios enteros

y eilas traen aparejada indis erecion, ya que en 1a

prestacion de servicios gratuitos-y espontaneos, son

imprescindibles las confideneias, intimas, y Ia fran-

qucza del caracter colimcnse ha sido siempre una

de las mayores atracciones para los extrafios.

Eli estos lugares de floracion inmarcesible

habitaron elementos de 1a raza otomi, de la pri-

mera habitante del territorio mexicano, segun su

ponen algunos etnologos e historiadores cuya opi-

nion comparto.Aquellos otomies nos dejaron las

huellas de su estancia en la region que estudio en

sus monticulos funerarios, y mas que todo en

la imagen, Iabrada en piedra, de "Ia ran a vieja",

Al Norte de la ciudad de Colima se eneuentra

uno de esos monticulos en e1 Iugar llamado "El

Chanal" y rodada entre Ia hierba y confundida

con piedras informes, la en que c1 paciente y pri-

mitivo artista con instrumentos tambien de piedra,

labr6 1a imagen de la rana.

Fue 1a representacion de la madre tierra, la

simbolica ran a, Ia encargada de participar a las

generaciones futuras, la existencia en aquellas

-regiones de miembros de la raza otomi, la raza

primitiva, Ia raza monosilabica que habfa de ca-

len tal', en el transeurso de 105 siglos, los cerebros

. de los mas porfiados investigadores del pasado,

2 7/ '.



Despues de lo~ 'otomies, llegaron Ioajiztecas,

queen su mayoriapasaron hacia el valle de

Mexico, dando vuelta asu izquierda, como si los

volcanes Iueran el "guion" tras delcual debetfancoritinuar su marcha. Pero COIllOpaso a los con-

quistadores, muchos de ellos se quedaron a vivir

atraidos par las Iecundidad del suclo y Ia hermo-

. sura de su paisaje. Alli plantaron su tienda,: sa-

bre todo en los lugares noroccidentales, y son tam"

bien los restos arq ueologicos, tan mal estudiados

todavia, los que reve1an la estancia de tribus

nahoas en estos lugares, comprobados plenamente

por pueblos en que, casi agonizante,subsistc aun

el idioma azteca .

Al Sureste se nota Ia influencia de otras razas,

Ill. tarasca y sobre todo 'Ia tribu popoloca 0 de

los tecos, probable derivacion de Ia mixteca. Son

los mismos aztecas los que revclan esto, y hasta el

lugar (Iue alcanzaron en su invasion: Tecoman.

Es'decir hasta este pueblo llego la invasion pro-

cedente del Sur, que se encontro con las que ha-

bian lleg-ado,por el Norte. De esta conjunci6n

nacio el Reina de Coliman, el dominio del Ian-

tastico Rey Colimote citado par Mota Padilla y

" Tello, del que no nos quedo ni su nombrev por

modestia, segun Mota Padilla; pOl' io breve de su

reinado en opinion del suscrito.

En efecto, Ia formacion del Reino de Coliman

,apenas si precedio diez afios a la conquista espa-

fiola, y los sucesos que le dieron origen fueronlos

siguientes: al pasar algunas de las tribus nahuatla-tas por el territorio del hoy Estado 'de Colima,

.~:

28



procedentes '. Norte, dejaronr-estosde ellas e nlas floridas .faldas de losvolcanes, incitadas .por la

riquezayfecundidad del terreno,

yquedaron,

natural mente, extendidas especialmente en las .re-

giones Norte y Noroeste, en cl radio que alcanz6

la peregrinacion, y que comprendia 10 que he lla-

mado Valle de Colima, dejando libre el terreno

que se extiendc detras de las agrupaciones mon-

tafiosas que 10 Iimitan al Sur y sabre todo al Su-

reste, pOl' donde Ja planicie arenosa que linda concl Oceanoy con las Ialdas de la Sierra Madre Oc-

cidental; sc extiendehasta la cortadura que en

esta forma el rio Balsas, Mczcala ° Zacatula, con-

ductor, como 10 vamos a vel', de las tribus popo-

Iocas que se desprendieron de la Sierra Mixteca y

se esparcieron por todo el gl-an Valle del SUl~

hacia el Norte. Esta migraci6n es interesante yexp1ica porque .Ios popolocas de un as rcgiones,son

los tecos de' otras, En efecto, al desprenderse de Ia

Sierra Mixteca, se esparcieron a medida que el

Gran Valle se ensanchaba; algunos tomaron exac-

tamente la direccion de Sur a Norte y Ilegaron

al tcrritorio que hoy forma el Estado de Puebla;

otros se fueron oblicuamente al No-roeste, hastaIlegar a los contrafuertes que un en las dos Sierras

Madres, la Oriental y la Occidental, contrafuer-

tes a que nuestro consocio el ingenicro Osorio Mon-

dragon propone 11amar sistema tarasco-nahoa, y

yo, sencillamente, Sierra Tarasca 0Sierra Michoa-

cana: los terceros siguieron la margen derecha del

rio Balsashasta trasponer la Sierra Madre Oc-cidental por eI mismo paso del Rio y Iuego con-

29



, Tecoman, ,Y por':Ul~.

otra parte que sig.ii6 la margen izquierda

Balsas, entre est a y la Sierra Madre, traspu-

-sieronla cerca de la desembocadura del Zacatula,

y se extendieron al Sur, formando, entre los de

una y otra parte de Ia Sierra,el hoy Estado de

Guerrero.

As! las cosas, los tecos que llegaron a -Ios con-

trafuertes michoacanos trataron de invadir el te-

rritorio tarasco; pero los bravfos adoradores de

Curicaveri los rechazaron y los persiguieron, En

Ia persecucion siguieron Ia rdireccion que sus an-

tecesores, en su mayorfa, Y algunos trapusieron la

Sierra pDr .otros lugares, dispersandose y formando

los grupos cuyos rest.os constituyen hoy los tecue-

jes o-tecojines de Jalisco; otros descendieron a las

playas uniendose a los que atravesaron Ia Sierrapor la cortadura del Mezcala y fueron a la parte

Sur y Sureste del hoy territorio del Estado de

Colima, siempre perseguidos por los tarascos, quie-

nes aI llegar a un terreno tan fertil, fecundo y

rico, entraron en transacciones con los popolocas,

se alzaroncon el santo y 13 limosna, y no. volvie-

ron a Michoacan, sino que forma ron una nuevaagrupaci6n polftica que sojuzgo a los pueblos az-

tecasque habitan cl Norte. EI capitan que man-

daba la cxpedicion perseguidora fueel "Famoso

Rey Colimote". Su nombreno 'ha quedado en Ia

historia pDr la sencilla razon de que si el no hizo

CaSD de su 'gobierno para. darIe cuenta de su expe-

did6n, 8U gohierno tam poco hizo caso de el, quealfin no era sino uno de tantoscapitanes que se

j



.u",,,..vaLULV> no se preoeuparon

dia en ique, luchando con la corife-

deracion Chimalhuanapor las salitreras de Tza-

coaleo, los tecos dirigidospor tarascos, o sea los co-.

limotes, se pusieron de parte de los chimalhuaca-

nos, y par primera vez, fueron vencidos los ta-

rascos,

Al poco tiempo los mismos pueblos chimalhua- '

canos entran en Iucha y por la misma manzana de

discorlia: las salinas de Tzacoalco.Entonces el

Rey Colimote combatio a los chimalhuacanos para

ponerlos en paz, y la mejor manera que encontro

de conservar esta, fue la de someterlos a sudomi-

nacion, De ahique en visperas .de la conquista el

Reino de Colima abarcara el hoy Estado de Coli-

ma 'Y gran parte del de Jalisco, esto es,toda Ia

confederaci6n chimalhuaeana. Eran, pues, los' teeos,

valientes y aguerridos y no en vano los michoa-

canos los veian can recelo: parece que solo Ies

faltaba aptitud directriz para la lucha;eran bue-

nos, magnificos soIdados, y muy maIos capitanes,

Esto explica que en rnuchos lugares aparezcan en

segundo terrnino y den Iugar a que algunos auto-.

res, como el doctor D. Nicolas Leon, digan que

son restos de una razadestrozada por pueblos

mas fuertes. '

En efecto, los tarascos, cncastillados en .sus

abruptas montafiasique con justicia historica de-

ben llamarse sierra tarasca, 0 sierra michoacana,

fueron atacadospor los aztecas en tiempo de Axa-

ya.catl,y rechazaron vigorosamente las tropas del



soberbio monarca: e n tiempo de

fueroninuovamente atacados, y nuevamente que-

daron victoriosos, irnperando elultimo rey de Mi-

choacan, Tangoaxan II. Este monarca pretendi6

apoderarse de las salinas de Tzacoalco y mando

dos cuerpos de ejercito para que atacaran sirnul-

taneamente a Tonalan y Tzajlan. Pew el cacique

de este sefiorfo, Cuantoma, y su subdito Tzitlali,

despues de sangriento comb ate, fueron derrota-

dos en Acatlan y tuvieron que rctirarse hasta Co-

colan, Par su parte, los de Tonalan y Tlaxomulco

eran tamben derrotados completamente par los ta-

rascos que llegaron hasta Yahualulco,. hacienda

destrozos e incendiando este pueblo. En tan tris-

tes circunstancias, los chimalhuacanos del Sur es-

taban proximos a someterse, cando el Rey de Co-

lima, con una actividad asombrosa y con genio

mas bien politico que miIitar y digno del que

.forma un reino can sus propios perseguidos, se

presento en auxilio de los chimalhuacanos, Ie-

vanto el csplritu decaido de Cuantona y Citlali,

reunio a los caciques Calicentli, Cuitlaxili, Mo-

notlacoya, Opochtli y otros, y forma un pode-

roso ejercito con el que, personal mente, esper6 a

los tarascos en Tzacoalco. Los de Tonalan, alen-

tados porIa conduct a de los colimotes, se reorga·

nizaron a su vez, y forrnaron otro grande ejer-

cito con las tropas de los valicntes capitanes Ato-

loch, Pitaloc, Lilili,Chachi y Coaxicar que, al

mando de C6yotl,volvieron sobre los tarascos, en-

contrandolos en Tlaxomulco, donde se trabo un

desesperado combate en que triunfaron los chimal-

-

32



'.

. al mismo tienipoel rey. de ,-,,-,unl,,'

trozaba completamente a los t(lrascos en las

tes y arenosas playas de Tzacoalco, quedando

ast las salitreras de su laguna en poder de los ehi-

malhuacanos, y por primera vez empafiados los

lauros victoriosos > del imperio michoacano.

Este rapido engrandccimiento del 'imperio co-

limense amenazaba, evidentemente al poder aztec a

yera predicci6n segura de su hegemonia en todo

el territorio. Un nuevo sol aparecia por el Occi-

dente, para mar char hacia e1 Oriente. Esto no po-

dta ser. La fatalidad historica haee que la civi-

Iizacion marche siempre como el so] de nuestro

firmamento: de Oriente a Oceidente. Todo que-

daba preparado para la dominaci6n espafiola: los

tarascos y los chimalhuacanos del Sur.. resentidos

con los de Colima por los. anteriores fracasos, asi

cs que, cuando Hernan Cortes, despues de tomada

Tenoch titl an, mando a sus capitanes a conquistar

otros lugares del territorio, supo par los tarascos

delsometido Tangoaxan II, a quien sus mismos

siibditos vclan con cierto desprecio, Ilamandole

Calzonzi (zapato viejo), que existia el poderoso

imperio colimense.

Mando, pues, a Juan Alvarez Chico y Alonso

Avalos, a su eonquista. Estos eapitanes se divi-

dieron, por estrategia, y Avalos se dirigi6 a los

chimalhuaeanos del Sur, tomandosu derecha por

Zapotlan, Sayula, Tzacoalco, etc., pueblos resen-

tidos con el de Colima, que de buen grado se

sometieron 3.1 espafiol sin esfuerzos ni combates,

con Ia esperanza de vengarse de su anterior y re-

33



tomaron el nombre

biendo este dado parte desu triunfo directamente

a Cortes, haciendo menos a su principal, que era

Alvarez Chico. Este. lleg6 por el Sur a Colima,

digo, pertendia llegar, cuando los valientes coli-

motes Ie salicron al encuentro, derrotandolo com-

pletamente. La coducta de Avalos no era para que

10 Ilamaran en su auxi1io, yse dirigi6 a Cristo-

bal de Olid a Ia saz6n en Zacatula, OUd se uni6

a Alvarez Chico y volvieron sabre los colimotes

que los csperaban en una barranca, probable-

mente en el rio del Naranjo 0 Coahuayana, Ies

. formaron una emboscada, Y destrozaron .al ejercito

de los dos capitanes espafioles, Ruidoso fue ese

nuevo fracaso que mucho disgust6 a Cortes, par

10' que reprendio duramente a Olid, pues que se

reuni6 a Alvarez sin previa aviso. Cortes, ce-

1050 del prestigia de las armas espafiolas, mando

violentamente a Ganzalo de Sandoval a reparar

el doble desastre y este capitan derroc6 completa-

mente a las de Colima, los persiguio por todo su

territorio de Sur a Norte; probablemente en uno

de los combates quedo rmuerto ' el rey cofundido

con otros combaticntes pues nada se pudo saber

.de el, y tambien es probable que la casi totali-

dad de los guerreros haya quedado en el campo

de. batalla, Las pocos dispersos pudieron ocul-

tarse ante Iosvencedares espafioles entre los pad-

ficas; 0 se expatriaron para siempre,

Sandoval volvi6 hacia el Sur en busca del

"Oceano, hasta que 10 encontro, y Iuego regres6 a

-



con suejercitovencedor

Iugares hcrmososy fecundos del suelo colimense ..

Estuvo ialgun tiempo en un pueblo Ilamado Xo-

cotlan, y entretantosus hombre se enamoraron

del terrene. Uegaron al Iugar en que hoy se en-

cucntra la ciudad de Colima; escogida por mu-

ehos de sus compafieros para quedarse aviviralli.

Acepto Sandoval el proyecto, y permanccio en Xo-

cotlan mientras se realizaban los primeros trabajos

encaminados a formar la colonia, a Ia que pusieron

por nombre Villa de San Sebastian, nombre que

no prevalecio, pues Ios vespafioles preguntaban a

los indigenas recien sometidos por el nombre de

aquella tierra; pero can Iasdificultades inheren-

tes al desconocimiento mutuo de los idiomas, los

indigenas contestaban queesa tierra era: 10 que

conquistaron sus abuelos: Collman (Coli, ahuelo;

segun Remy Simon). De ahf la palabra Colima.

Par fin, Sandoval Iundo la Villa; dejando en

ella, como colonos, a Juan Pinzon, Gines Pin-.

zon, Diego Garrido, Cristobal Cabezon, Juan de

Iniestra, Martin de Monjara, Rodrigo de Evia,

Rodrigo Lepuzcano,qnevinieron a America con

Hernan Cortes; Francisco de Sofontes, Alonso de

Arevalo,G6mez de Hoyos, Juan Fernandez, Ro-

drigo de Villacinda, Alonso de Rapalo, Alonso

del Rio, Pedro Comez, Gregorio Ramirez, y Juan

de Aguilar, que vinieron con Panfilo de Narvaez;

Benito Gallego, Hernando de la Pefia, Jorge Ca-

rrillo, Diego de Chavez, Anton LOpez, Conzalo

de Talavera, Juan Perez, MartinJimenez,Rodrigo



1 _. r '; 'J

.Manrique, Ana, ,BartolomeI,6p.ez,

que vinieron'materialmcnte y se agregaron 'a los

conquistadores. El mismo Sandoval formo :el pri-

mer Ayuntamiento y nombro-Ios alcaldes ordina-

rios, yean' e1 resto de su ejercito volvio a dar

cuenta de su hechos a Hernan Cortes.

Hermosa era el sitio, 10 es todavia, escogido por

los espafioles citados para formar su nueva y per-

petua residencia. El rio de Colima, que hoy atra-

vicsa Ia ciudad, era en aquel entonees de cauda-

losa corriente; sus rnargenes pintorescas y sinuo-

sas formaban remansos que invitaban al bafio,

tanto mas tentador cuanto ardienteel clima; abun-

dantes arboles de espeso frondaje proycctaban

fresca y biennechora sombra y ofredan sus sabra-

sos frutos, 10 mismo que las esbeltas y cirnbrado-

ras palmeras de penachos murmurantes. Tentador

como pocos era el paisaje, yean razon atrajo can

su fecundidad y hermosura a los gucrreros que al

pasar 10 contemplaron. Por eso se qued6 una

parte de ellos, se quedaron en los que domino el

instinto agricuItor al guerero. Todavia en algunas

pinturas se percibe 1a esplendidez antigua del pai-

saje en las vegas del rio, hoy urhaniadas; los mo-

demos han destruido la obra de Ia Naturaleza

substituyendola con obras de mala arquitectura:

..las .arboledas frondosas _se han retirado de las-

margenes del. rio en que dejaron Ia armadura los

conquistadores para ponerse a cultivar la huerta,

A 10 Iejos el paisaje es hoy tan hermoso como

10 era cntoncesrIa perversa mana del hombre, no

ha alcanzado a modernizar el encanto de los ama-

-

36

, .:_.:' »:.



·neceres; .llenos dealegria. Los primercs ra yos del

sol cran .recibidos por aquellos hombres como un

saludo de la madre patria y les recordaba que tras

del otro mar estaban sus carinas esperandolos lle-

nos de gloria yfortuna.Las puestas de sol tienen

crepusculos extrafios: mas brill antes que en otros

lugares; el brillo del ceIaje, caprichoso en figu-

ras y en matices tiene reflejos de metal brufiido,

y sus tones rojizos, en la melancolta de las tardes

solitarias evocaban la sangre derramada en Ia con-

quista de aquella tierra, y la epopeya triunfal

que cada uno llevaba adentro del alma. Al me-

diodia limita el horizontc la £aja de cobalto de las

montafias pequefias y silenciosas, y .al Norte las

gigantcscas moles de zafiro de los volcanes, coro-

nados de nieve con reflejos de plata al amacer de

las noches glaciales, y, a veces, el fuego, Ianzaba

al aire su columna de lava, de ondulaciones ere-

cientes y sucesivas, que le recordaba el casco del

capitan conquistador con Sl1 penacho victorioso

rnecido por el viento en e1 fragor de la lucha. As]

nacio Colima.

Bien pronto los colonos trajeron sus mujeres;

tomaron pOl' esposas a las nativas del pats 0 se

unieron a espafiolas que llegaban con sus padres

.0 hermanos,. nuevas colonos que succsivamente se

Iueron agregando a la naciente y creciente co-

Iectividad, y asi se formaron los prirneros hoga-

res que comenzaron a vi vir una vida patriarcal

_y encantadora; las mujeres entregadas a los tra-

bajos domesticos durante c1 dia, mientras los hom-

bres, siernpre en pie de guerra, se dcdicaronal cul-

37

,"':



I II ,

\ 1

I I

I I

I

tivo . ..huertaprimero, . a.~JULl'UL.~U •.'''.

generaldespues y alobscurecer volviari acasa, a

tomar con Ia compafierarle su vida el frugal ali-

mento, y a sentarse a la puertade la habitacion

propiao de los vecinos, para pasar una ados horas

de sabrosa y animada conversacion, antes de en-

tregarse aI ·suefio.

A poco fue mandadocomo Alcalde Mayor don

Francisco Cortes, quien a nombre de su tio don

Hernandohizo

losprimeros

repartimientos de

las poblaciones indfgenas entre los colonos y fue

a conquistar las que aun no estaban sometidas,

rumba al Norte, hasta cerca de Autlan. Casi todos

los pueblos se Ie sometian de buen grado, y s610

hay que citar un combate muy sangriento prece-

dido de un hermosa y hcroico gesto de un capitan

espafiol, contestando a un acto de cobardia delsobrino del Conquistador. Sucedio que al bajar

a un valle, descubrieron una gran poblaci6n,la

de Tintoque, y junto a ella un numerosisimo .ejer-

cito, de mas de 20 000 adornados con plumas y Ile-

vando en la manouna bandera y al verlosCortes

segun refiere el P. Tello, habI6 a sus capitanes del

modo siguiente: "Senores y caballeros, parecemeque somos muy pocos para tanto enemigo yque

pa.ra cada soldado hay mas de mil indiosj tengo

par muy dudoso entrary ganarles su pueblo, y

siescierto que nos han de acabar, mejor sera

que volvamos y no .morir y acabar entre tanto

enemigo." "Y oyendo estas palabras de un capi-

tan que tantos y tan buenos caballeros tria. con~sigo.se afrentaron, y mirandose unos a otros se

-

38



y luego Angel de Villafafia, valiente

hab16 por todos diciendo: "Sefior rcapitan,

es tiempo de decir esas razones y desmayar? t!Que

cosa es volver las espaldas a tim yil gente? [No

muestra usted ser Cortes! Si qui ere usted volverse,

vuclvase, que por vida de Villafafia que han de

dedr: 'aqui .murieron peleando': y no han de

decir: 'aqut los mataro~ huyendo'.y si usted se

anime, que aqui hemos de acabar 0veneer como .

valientes espafioles, Usted se ponga can Dios, y

pongamos orden en nuestro campo y armas, que

es 10 que hace al caso, y no se espante de ver

tanta bandera, que son deviento; echense tambien

banderas de nuestra parte, y sea Iuego."

Cortes atendi6 al consejo, dispuso su gente, se

trab6 el combate que fue .rudo y. sangriento, y

al fin las armas espafiolas se cubrieron de gloria.

Cortes de San Buenaventura fue unos meses AI.

calde Mayor, y se volvio a Mexico a dar cuenta a

su tio de lodescubierto y sometido, asi como con

los repartimientos que habfa hecho. Taldescrip-

cion hizo de aquellas tierras, uue su fama credo

hasta el punto de despertar 10 instintos de ra-pifia de Nufio de Guzman, qui en izo una expedi-

cion de crueldad y bandolerismo po las provincias

de Avalosy par el territorio d Colima, espantable

para aquella epoca: pero qu a O'nl. uedarfan

deslucidas por las hazafias de, 0 scendientcs .

morales de aquel personaje de infausta memoria.

Con don Francisco Cortes de San Buenaven-

tura, Ilegaron :a Colima los primeros misioneros,



. los franciacanos Fr. Juan dePadillay-Fr. Miguel

de Bolonia, que estuvieron en Ia Villa mientras

estuvo Cortes, dieron las instrucciones· necesa-

rias para levantar una iglesia, y se vinieron a

Mexico a informar que aquella mereda el estable-

cimiento de uncurato, que se establecio tan

.pronto como fue posible,encargaudose de el el

senor Presbitero don. Francisco Morales.

Posteriormente fueron a Colima otros francis-

canos, entre ellos Fr. Honorato, que fun do un

convento cercano a la Villa, en un lugar que se

llama actualmente Almoloyan par estar muy cerca

a otro que se llamaba Almolonia, y que es in-

termedio a Almoloyan y Ia Villa de Alvarez. El ob-

jeto de fundal' el convento fue el de ilustrar a los

indios sobre la religion eat61ica y para ello eon-

vocaron a los naturales de los poblados cercanos.

Se levant6 un templo que fue destruido por un

temblor, y cuyas minas pueden verse todavia. Este

es uno de los heehos principales, quiza el mas

trascendental de la historia de Colima. En eI tern- .

plo de San Francisco Almoloyan, 0 mejcr' dieho

en el convento adjunto, nacio la idea de cOIlgre-

gar a los indios y las primeras familias de estos. se agruparon en los alrededores de uno y otro, en

donde, con las tierras para sus jacales, recibieron

las primeras ensefianzas religiosas, y con estas los

primeros gcrmenes de la civilizacion occidental.

Aunque el nucleo de espafioles que fundaron

Colima en el lugar que hoy esta comenzo a desa-

rollarse y formar historia, esta es insignificante,y toda se condensa en rczar y cultivar las huertas

40



Y los gamidos.l1eroloque·puede Ilamarse propia-

mente historia de un pueblo, comienza en Alma-

loyan :Alli sereunieron los indigenas alrededor del

templo espafioljallf se unieron materialmente algu-

nos espafioles a las indigenas y dieron origen a 1a

poblacion mestiza; a111se promovieron los primeros

litigios par el usa de las aguas del Rio de Co-

lima, que Fr. Angel Valencia solicito del Viney;

alli fue donde se iniciaron las gestiones que die-

ron por resultado el nombramiento y visita del

Iicenciado don Lorenzo Lebron de Quifiones, como

visitador de Ia Nueva Galicia; alIi se intentaron

las primcras medici ones de terreno para diluci-

dar la jurisdiccion de las aguas: Almoloyan des-

cubreal histori6grafo el punta en que sc fundo

Colima, precisamente can la documentacion del

mencionado litigio, y si no Iuera par 61 scguirfa-

mos creyendo que el primer asiento de Colima fue

cerca de Caleras, y que los zancudos arrojan ha-

cia el Norte a los primeros colonos; en A1mo1oyan

fue donde los franciscanos pusieron su cuartel

general para civilizar la parte occidental de 1a

confederaci6n chima1huacana, y, finalmente, des-

pues de Iorrnada y desarrollada la poblacion, mes-

tiza, fue en Almoloyan donde comenzaron las pri-

meras conspiraciones en favor de 1a Independen-

cia naciona1. '

Los pueblos indigenas de las regiones coli-

menses no tenian escritura,y s610 los monumen-

tos de piedra nos hablan con S1 1 inmutable y si-

lenciosa 1engua, de la vida, Ia religion y el artede los pueblos seminomadas y Iabradores, Pero

'41



., ... .

,podemosver~'n l~

tura nahoa este Almol()nia;enel jero- ,.

gljfico que representa el agua que Gira. Por eso, el

sfrnbolode Colima, cI escudo que 10 representara,

deberia tener este jeroglifico con las armas espa·

'nolas. Equivocadamente se ha tomado como jero-

glifico de Colima el de ,AIcolman,'y se ha dado

Ia etimologia de este lugar por el de aqueI. Re-

pito que Colima quiere decir 10 qU,econquista-

.ron .nuestros abuelos, y que no es otra cosa que

la contestacion a la pregunta de los espafioles:

Nue lugar es este]", "el que conquistaron nues-

.tros abuelos",

La ruinosa torre del templo de San Francisco

Almoloyan es elmas preciado testigo de la edad

del pasado en Ia region colimcnse: es el monu-

mento mas significativo de su historia. Cuando al

atardecer dora cI sol su ulcerados murosy 'las

.malezas trepadas en sus grietas, presentan un pai-

saje de melancolica hermosura, y el alma pen-

sativa de los que hemos pretendido hacer viviren

el libro el remoto pasado de lasgeneraciones

muertas, seentrega a hondasmeditaciones. El tern-

plo ha caido y apenas tresmurallones quedan

lejos de ia torre, sefialando el paso por la vida deuna poblacion ondulante, primitiva y trabajadora

q,!e en este lugar se reunia para reconcentrar su

pensamiento y elevarlo hacia regionesdesconocidas.

Lo atractivo del paisaje colimense que detuvo

'eq su marcha a los conquistadores que fundaron

la capital, la fecundidad de sus tierras, la abun-dancia de sus huertas, la variedad de sus' flores,

42



,Jo~ indlgenas dela regiOIl yse formar6n idiliosde-

amoral vaiven de la hamaca tendida a la sombra

murmurante 'de los palmares, dos nuevas ordenes

religiosas, la de los mercedarios y Ia de los juani-

nos, .fueron a establecerse a la Villa de Colima,

como se Ie ha llamado siempre, que vive una vida

patriarcal y pintoresca, agreste y devota, EI paisaje

es siempre primaveral. Florones de palrneras ele-

van a1 ciclo sus penachos de abanicos sollozantes.

Arboles fruta1es de tupida Ironda refrescan las

margencs del rio de claras y murmurantes linfas .

que serpenteansaltando guijas y formando estan-

ques. Sobre estos, los "banos", jacales de empa-

lizada y hojas secas de platano (enano), defienden

las desnudeces vergonzantes de las miradas luju-

riosas, y las carnes deHcad~s de los rayos directos

de un sol tropical que inunda el ambiente deintensa luz y de calor sofocante. A un lado y otro

del rio, la modesta casa: ampIio salon, extenso

corriIIo y anchuroso patio con £Ioridoy rustico

jardin. A medio corrillo tendida Ia hamaca: en un

extreme los aperos de labranza y el perro que

duerme la siesta enervante; en el otro hacinados

racimos _de cocos, mangos, naran jos, mameyes ...

En el hogar chisporrotea la lena y mantiene la

lumhre fu1igiilosabajo el cornal de barro en que

la india lugarefia cuece las tortillas para los amos

criollos 0mestizos. En la planicie que se extiende

al lado izquierdo del rio, las casas de mas lujo.

La Iglesia Parroquial, Ia CasaConsistorial, el tern-

plo yconvento de los Mercedarios y las habita-

ciones de los vecinos principales. Al Noroeste, so-

44



bre dees(;ilsacleva~i6n que estan en Ia

margen dcrecha del' rio,el ternplory conven,to de

los franciscanos, ya su _alrededor numerosos ja-

cales de indigenas. En Ia parte boreal del hori-

zonte las enormes masas de zafiro de los volcanes.

Autoridades: la virreinal rcpresentada par el

Alcalde Mayor; la popular pot el Ayuntamiento,.

y la rcligiosa por los Iranciscanos y el Cura, hasta

1608; despues tambien por los juaninos y los mer-

cedarios, 'que IIegaron eneste afio.

Antes de la Independencia vivfa la Villa de

Colima en agradable e indolente mono tonia, di-

vidiendo su actividad entre el cuidado del c~mpo

'y de Ia huerta, el rezo y las aparatosas festividades

religiosas; Algunas veces Ia monotonia se inte-

rrumpe: un trueno extrafio y formidable se escu-

chaba seguido de retumbos subterraneos: se estrc-

mece la tierra: algunas casas caen y se incendian;

loshabitantes salen a la calle presasdel panico,

dirigiendo la mirada inquieta hacia el volcan de

fuego que ostenta un majestuoso rnorrion de es-

pesasnubes que crece y creceen ondulaciones su-

cesivas.

Erupciones volcanicas, temblores e incendios,

son frecuentes. El temblor de 1609 aterrorizoa los

habitantes mas que otros, y par tal motivo se

procedi6 a la elecci6nde un santo tutelar' de la

Villa de Colima que la librara de estos fenomenos..

Se reuni6 el Ayuntamiento para hacer una "rifa

de santos", Iba a comenzar la scsi6n, cuando un

franciscano se acerco al portero de Ia Casa Con-

sistorial diciendole que fuera con los regidores y

, . . ' ,

45



que Iraciscano, si

tase electo, Ies seria buen.patrono-El porterocum-

pli6 el encargo, se Ilego sigilosamente a cadauno de los municipes y Ies pas6el recado del

franciscano. Se verific6 la rifa Y . por tres veces se-

guidas el triunfo de San Felipe de Jesus. Se busco

al franciscano que dio e1 consejo y no se Ie pudo

encontrar: no fue alguno de los existentes en Ia

Villa. Alguien exclamo sorprendido: _"EI Santo

en persona vino a ofrecer sus servicios a la po-blacion." Esta noticia corri6 luego, por todo el

vecindario, cuya alegria y entusiasmo Ilegamn al

delirio. Ayuntamiento y vecinosjuraron solem-

·nemente festejar cada afio ialrsanto vcon las cere-

rnonias de su culto, y ademas con procesiones.vca-

rros aleg6ricos, iluminaciones, etc.

Sesenta afios despues se recibio en Ia Villa laprimera imagen de San Felipe. EI 19 de septiem-

hre de 1668 todos los hombres se prcsentaron

con sus arcabuces a las ocho de la manana en las

·Casas Reales, donde los esperaha el Alcalde Ma-

yor don Francisco Alvarez de Herrera, De allt

partieron dirigidos por este a rrecibir la imagen

·del santo que lIevaron ell procesion a una de lascapillas de Ia parroquia, colocandola en .su altar.

Despueshubo solemnes "visperas",y por Ia noche

IaVilla presentaba.un aspecto pintoresco con Ia

,ihiminaci6n de las casas par candiles de aceite, y

las calles por luminarias movedizas de .reflejos ro-

..jizos y fantasticos,

A medida que pasa el tiempo, los festejos au-

46



"U<;~"ll~ Iasca jas y lospitoi', qu~-

mando cuatro docenas de, coheres. La vispera se

organiza un paseo: publico: el Ayuntamiento, la

Compafiia de MOTOS,ade Caballerfa Espanola y

los vecinos hombres, todos a caballo, se reunen en

la Casa Capitular. De alIi pasan a la del "Capitan

de los Cristianos",en donde los espera acompafiado

del "Alferez de Moros", teniendo bajo undosel

dos 'estandartes con inscripeionesbordadas, uno

blanco sigriificando el beneficia del patronato, y

otro rojo significando el glorioso martirio de San,

Felipe de Jesus. Capitan y Alfcrez toma cada uno

su estandarte y la comitiva se dirige a.Ta Parra-

quia, deja los caballos afuera y pasa a las solemnes

"vfsperas", Terminadas estas vuelven a montar a

caballo y reeorren en procesion las c principalcs

calles, regresando a la Casa Capitular, en' donde

dejan.Ios estandartes a la exhibici6n publica hasta

las diez de la noehe. El dia del Santo se forma

otra vez la comitiva en la Casa Capitular; va a la

iglesia, aye misa y sevuelven a dejar los estandartes,

siendo Iuego obsequiada con nieve, refresco, rna-

mones, soletas... Esto se repie los, cuatro dias

siguientes: a nombre de los eclesiasticos, del C a .pitan de Cristianos, del Alferez de Moros,y de

los pobres, respectivamente, El ultimo rdfa se ve-

rifica una rib para elegir Capitan de Cristianos

y Alferez de Moros para el afio siguiente.

La Revolucion de Independencia acab6 con

estas costumbres populares.,La noticia de esta convulsion social iniciada

47



Ii

i l

1 .1

"I

II I ,

len eIpl,leblo"MDoldrcspor'el'

antes habia sido cura de la parroquia

Ilego a esta poblaci6n por vconducto de las mis-

mas autoridades. EI Intendente de GuadalajaradorrRoque Abarca mando publicar un bando en

esa ciudad y ordeno a las autoridades de todas las

poblaciones de Ia Intendencia, que liicieran 10

mismo, por 10 que el Subdelegado de Colima (10

qlle era Alcalde Mayor antes), mando fijar en los

Iugares publlcos el citado banda, adcmas de darla

a conocer por media de lectura a grito abierto en

las principaIes calles, segun era y es costumbre, en

aquel Iugar y aquellos tiempos necesaria, par falta

de prensa.

El banda decia que habian , llegado al pais

emisarios de Napoelon que pretend ian dividir a

los americanos para dorninarlos Iacilmente, y,'

por tanto, era ohligaci6n del que supiera que se

encontraban forasteros en algunas de las pobla-

ciones de la Intendencia, denunciarlos, por 10 que

recibirfan doscientos pesos de gratificaci6n, y si los

escondian sufririan diez alios de prision. Por otra

parte, tambien se recibieron 6rdencs ,devigilar

mesones y parajcs publicos con un espionaje in-

tenso, 10 que cumplio religlosamente el Subdele-

gada don Juan Linares, protegido de Abarca.

Aquellos .pacificos habitantes fueron sorpren-

didos por esas alarmantes noticias, y echaron a

volar Ia .fantasia, tan fecunda en aquella tierra

toda fecundidad. Y de Ia fantasia se paso a la

accion. En Almoloyan (antes Almolonia) se supo. que habian pasado por juchitlan tres individuos

48

\



que paredan ultramarinos ... ide seguro los cml-

sarios de Napole6n! Como se convocara a cabildo,

antes de la sesion pIaticaban el cura de Alrno-

loyan don Isidoro Reynoso, el capellan don Jose

Antonio Diaz y el senor Manuel Ruiz, indio ve-

cino de Almoloyan, que como el P. Diazmanifesta-

ran que ya hahia guerra en lejanos lugares a In

Villa y que los encmigos habian hecho atroci-

dades, contesto Ruiz:

-Esto ya 10 habia oido a otras personas, por

10 que ereo que estamos en grande peligro.

-Ciertamente =replico el padre Diaz.

-Entonces =insistio Ruiz=, seria bueno avisar

a los demas pueblos a fin de que esten previstos,

y nos unamos para la mutua defensa; pues si

!legare el caso de algun asalto, todos podemos de-

fendernos; pero no, si estamos aislados.-Muy bien me parece este aviso -agreg6 el

padre Diaz- y en todocaso es bueno dar cuenta

de cualquier cosa que se haga al senor Subdele-

gado, 0 a ,su CUTa para formar las providencias

que sean necesarias.

Entraron a cabildo en donde se trataron los

asuntos relativos al servicio de Ia Iglesia, y a lasalida, se ~volvierona forrnar corrilIos.

Despues de acalorada discusion, triunf6 la

opinion de Ruiz, de caracter vivo, fogoso y activo,

y se mando una cita a los alcaldes de los pueblos

para que eoncurrieran a una junta, sin decir el

objeto ni eI motivo, en avisar aI Subdelegado. EI

enviado a ]uluapan, en vez de entregar la cita alalcalde, la entrg6 al Teniente que hada las veccs

< ' ] . 1 )



· i

del Subdelegado. El Teniente 10 entreg6 al Al-

calde -y, luego que la hubo leido, Ie pregunt6

el Teniente al Alcalde:

__:__~Queiensa usted hacer?

=-Concurrir -contest6 el Alcalde.

A 10 que replic6 el Teniente:

-Pues had. usted muy mal. Lo que debe hacer

es participarlo inmediatamente al Subde1egado.

Lo anterior pasaba a eso de las dos de la tarde;

el Alcalde se vio obligado a mandar el aviso al

Subedelegado, con un propio que lleg6 a Colima

al obscurecer. Entre tanto, Ruiz y otras varias per-

sonas, despues de cenar fueron a "hacer ronda",

para vigilar la poblaci6n. Y en Ia ronda andaban,

cuando fueron aprehendidos por orden del Subde-

legado. Aunque fue corta la prision, se necesito

Ia intervencion del senor Cura Reynoso para que

salieran los de la ronda, el Alcalde de San Fran-

cisco y varios vecinos.

Los dias que siguicron fueron de alarm as,

juntas, medidas precautorias, espionajes, Iabrica-

cion de lamas que se mandaron hacer a Tecali-

tlan, destruccion de campanas parahacer cano-

nes, etc., etc.Por fin eI triunfo de Torres en las playas de

Zacoalco, dio lugar a que destacara sobre Colima

un grupo de insurgentes aI mando de su hijo del

mismo nombrc, y de Rafael Arteaga, que llegaron

a Colimael 8 de octubre, tomandola sin resis-

tencia, pues nnos exploradores que habian man-

dado los de Colima, habian vuelto 'poco antes

d;}udQ Ia rioticia, no s610 de los avances de Ia re-

5 0

i" c _ . . . . . 4.

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volucion, sino tambien de que esta iba Capita-

_ neada par el sefior cura Hidalgo, a quien recor-

daban en Colima.

Por desgracia, los insurgentes se portaron como

unos verdaderos bandidos, especialmente Arteaga

que se quedo mandando en Jefe, mientras Torres

volvia a Guadalajara, Ilevandose gran numero de

espafioles aprehendidos, algunos de los cuales Iue-

ron de los mandados degollar por Hidalgo. No

siendolo todos por haberlos librado la intercesion

del senor cura Ramirez que habia sido cura de

Almoloyan y que desde un principio se manifesto

partidario de la independencia, y fue a Guada-

lajara con una comision oficial, y la particular

de las famiIias de interceder por los presos. Entre

tanto, en Colima Arteaga ordenaba que nadie

saliera despues de las ocho de la noche bajo penade muerte, entregandose a los saqueos. Se aprove-

charon de maiz, arroz, algodon, etc., y se entre-

garon a todo genero de atropellos. Grandes do-

lores sufrio Colima en esa epoca, y por largo

tiempo estuvo entre el vaiven de insurgentes y

realistas, y los habitantes no sabian a que atener-

se. Era santo el ideal de Ia independencia, peroIa conducta de los insurgentes no se compadeda

con la belleza del ideal. Cuando eI sefior Cura

Hidalgo, en Guadalajara, se dio cuenta de la

situacion de Colima, publico un banda reproban-

do los desmanes que se cometfan a Ia sombra de

Ia bendita causa de Ia independencia.

Par desgracia nada mas se hizo, sino quitarel encargo de depositario de bienes de europeos

51

3 2 06 2



que tenia don Martin Anguiano, cuya honorabili-

dad era coto a los desmanes, y darla al sefior cura -.

Ramirez, dejando al sefior Anguiano "su conducta

y honor a salvo". EI sefior cura Ramirez, par 10

demas, dcsempefio bien su cometido, ya que era

partidario de la indcpendencia y tambien, como

Aguiano, persona honorable.

Luego se organize cl gobierno insurgente, y

como Ia pohJaci6n era pequefia, no se pudo hacer

sino cambiar nombramicntos entre los mismos que

antes eran realistas, que pasaban a ser insurgentes

can otro encargo.

El capitan realista Jose de Ia Cruz paso a pa-

cificar a1 Sur de Ia Nueva Galicia, con orden de

no perdonar Ja vida a ningun rebelde, "sea de la

clase y condici6n que fuere". Parlier, despues del

sangriento triunfo contra los heroicos hermanosFrancisco y Gordiano Guzman en 1a cuesta de Za-

potlan, y el Iego Gallaga (3 de marzo) mando a

Colima, al Ayuntamiento, una convocatoria para

que se acogieran al indulto. Y como en Colima

carecieran de las fuerzas suficientes para rcpeler .

el ataque, se acogieron a la convocatoria, par 10

que el coronel Del Rio, mandado por Porlier arecnperar Colima, no encontr6 resistencia, Iibran-

dose la poblacion de las 6rdenes sanguinarias de

Cruz. EI 13 de marzo entr6 Del Rio a Colima, y

aunque no persiguin al Ayuntamiento par haberse

sometido de anternano, sf orden6 a1gunas confisca-

eiones, entre otras, las de los .bienes del padre

Jose Antonio Dlaz que, cuando el desastre de Cal-deron, habia ida a San BIas a conseguir cafiones

52



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~ I · · i ~ i ' . ; . '•. . .• .

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-para los insurgentes. Estos, derrotados en la cuesta

de Zapotlan, se diseminan por su territorio, el de

Colima, Sayula, Atoyac, etc.; y no desmayan ape·

sar de su fracases, sino que, divididos en guerrillas,

continuan conservando el rescoldo de Ia lucha

en estas regiones, mientras que en otras se apa·

gaba completamente y en pocas resplandeda con

nuevos vigores. Era la lucha de destruccion; el

incendio de los combustibles antropoI6gicos crea-

dos por Ia mezcla de las razas que habian reci-

bido Ia chispa de la idea Iibertadora, y ese incen-

dio se extendia 0 retrocedia, se avivaba 0 extin-

guia, segun las circunstancias y las variadas con-

diciones del momento.

Entretanto, los caudillos principales de Ia in-

surrecci6n segufan un exodo doloroso hacia el

cadalso, al que se dirigeron como empujados porla mana invisible de la fatalidad, despues del de-

sastrc de Calder6n. La notica de Ia prisi6n y fu-

silamiento de Hidalgo y sus compafieros de he-

roismo y de infortunio, fue publicada por bando

en Colima. A pesar de esto, el Subdelegado don

Jose Sebastian' Sanchez estaba intranquilo; Ie qui •

. taba el suefio el presbttero D. Jose Antonio Dlazque francamente habia dejado la sotana y capita.

taneaba una partida de insurgentes, por 10 que

ponia ofieios a Guadalajara, al Ayuntamiento y

al clero de Colima, a quien juzgaba partidario

de la Independencia (y 10 era). La parte criolla

de Colima vefa estas alharacas del Subedelegado

y se aldheria silenciosamente a la causa de Ia in-

dependencia. Le estaba pasando poco a poco la

. .



I S tuvieron diez dias, tomaron provisiones y se retira-

~ ron al accrearse las fuerzas de don Manuel del

Rio; despues la tomaron dos veces en sangrientos

combates, siendoles quitadas otras tantas, Y s i-

guieron las guerrillas incansables, a pesar de las

derrotas, Entre tanto la Villa qued6 por algun

tiempo en calma, bajo las autoridades realistas.

EI 28 de abril de 1813 se recibio un ejemplar

de la Constitucion Espanola de 1812 can orden de

publicarla y prestarle juramenta, 10 que se ve-

rifico el 11 de julio, con grandes y jubilosas fiestas.

Si la Villa se man tenia en relativa tranquili-

dad, no sucedta 10 mismo en su alrededores; las

guerrillas fueron incansab1es, 10 mismo que sus

perseguidores, y asf se pasa todo el tiempo en que,

a 10 Iejos, desarrollaban sus epopeyas y termina-

ban en el martirio el sefior cura don Jose MarfaMorelos y eI espafiol don Francisco Javier Mina,

hast a Ilegar el abrazo de Acatempan en que se

consuma la independencia,

Colima, refIejo de los movimientos politicos

de Ia capital, as! como festej6 por instrucciones reo

cibidas, la proclamaci6n de la Constituci6n de

1812, festejo tambien al emperador Iturbide.

Las costumbres sociales se habian modificado

un tanto durante las luchas por la independen-

cia; pero conseguida esta, aquellas terminaron y

apenas si turbaba la paz algun trastorno ocasio-

nado par la tirania de las autoridades, con fre-

cuenda representadaspor personas extrafias a la

poblacion, faltas de afecto para ella y s610 intere-

sadas en p.l aprovechamiento de las ventajas que

'.,f.-"

;:'.

" .

55



presentaba su fecundo suclo, Ia ingenuidad de sus

habitantes y la vida patriarcal de la colectividad.

Estas autoridades cambiaban nombre, como cam-biaba el territorio; cuando este, en 1824, se llamo

Territorio, el Subdelegado se Ilamo je£e Politico;

en 1837 fue Distrito del Departamento de Michoa-

c a n para volver a ser territorio en 1846, hasta

1857 en que Ilego a Ia categoria de Estado.

Este acontecimiento pusa a Colima en grande

zozobra, porque ya sc habia vuelto a acostumbrar

a su pacifica vida, religiosa y ranchera, laboriosa

y tranquila. Las salinas eran una mina de dinero;

tan fecundas las sementeras de algod6n que fad-

litaron cl cstablecimiento de tres fabricas de hila-

dos y tejidos; la Armonia, San Cayetano y la Atre-

vida, productoras de mantas de primera calidad;

el cacao y el cafe y sabre todo el fri jol y el mafz,

que alimentaban a esta poblacion parriarcal, y a

otras muchas que se debatian en las violentas con-

vulsiones de la encarnizada lueha de los partidos

liberal y conservador.

Al convertirse Colima en Estado, presento Ia

seria dificultad de la eleccion de Gobernador. Las

ambiciones comenzaron a erguir sus cabezas de ser

piente, enroscandose en camarillas con sus candi-

datos, y el recuerdo de las pasadas luchas sopl6

un halite de intranquilidad y de angustia sabre

las almas. Algunas hubieran preferido que la

serenidad de su tcrruiio permaneciera inalterable,

aunque no subiera la categoria de aquel, que deseguro tendrfa que costar mas sangre. Los vivido-

res del rio revuelto se frotaban las manos henchi-

56



; .

•

dos de satisfaccion: los menos sentfan el goee in-

timo par el triunfo de los prineipios Iibcrales, y no

pocos la amargura de la derrota del partido con-

servador. Este ambiente moral lleno de presagios

funestos, parecio serenarse con 1a iniciativa Ian-

zada par los mas ecuanimes, de que se diera la

gubernatura al en esos momentos J efe Politico,

senor don Manuel Alvarez, que se habia capt ado

las simpatias de Ia poblaci6n. Un aplauso una-

nime respondio a Ia inieiativa, y con ealurosa ova-

cion fue recibido el nombramiento que el Co-

bierno Federal hizo a favor del sefior Alvarez,

como Gobernador provisional, entre tanto se pro·

cedia a la eleccion definitiva. Esta no se dej6 es-

perar mucho, y como estaba trazado el camino

de la tranquilidad y de las garantias, el mismo se-

fior Alvarez resulto electo Gobernador Constitu-

donal del nuevo Estado.

Can buenos auspicios pareclO comenzar su

vida la naciente entidad federativa; pero los res-

coldos de la ambicion y Ia envidia de los fracasa-

dos calentaban las audaeias rebeldes y preparaban

acontecimientos de tragedia. La rebeldia del par·

tido conservador tuvo su resonaneia sangrienta en

la capital del nuevo Estado a fines de agosto de

1857. Los principios conservadores no fueron Ia

causa, pero 5 1 el pretexto para desarrollar un man-

ton con centro politico y margenes de pi1laje y de

bandolerismo.

El 26 de agosto eI dia amanecio nublado, pre·

sagiando tormenta. Esta no tardo en desatarse,

como si el cielo quisiera desarrollar el primer acto

I:,

"

57



del drama. Llovio toda la manana, y a eSO del me-

diodia ceso la tormenta, continuando una menuda ~llovizna de melancolica monotonia. Era la calma

que precede al desastre.

Entre tanto la lluvia inundaba la ciudad, dos

capitanes, Mariano Vejar y Jose G. Rubio promo-

vian un movimiento rebelde, con el pretexto de

secundar el del partido conservador que agitaba

otras regiones de la Republica. Sublevaron Ia guar-

dia del Hospital y se pusieron de acuerdocon los

jefes del Batallon Comonfort. El Gobernador sa-

lio de Palacio a la una de la tarde y se dirigio

tranquilamente a su casa-habitacion, situada en

las hoy calles de la Republica y 5 de Mayo, y poco

despues se sento a la mesa, en union de su fa-

milia.

Eran las dos de la tarde, que seguia lluviosa y

tristona, anunciando tragedia, cuando se escuch6

un disparo de arma de fuego y momentos des-

pues se presentaron en casa del Gobernador varias

personas participandole que se habia sublevado la

Guardia del Hospital, atacando al Batallon Co-

monfort que se rindi6 sin resistencia (como que

sus jefes estaban de acuerdo), e indicandole que

bastaria su sola presencia para sofocar el motin,

El senor Alvarez,cediendo a estas instancias,mand6

ensillar su caballo y citar a los emp1eadosde 1a

aduana, oficina que estaba cerca de su casa, a Una

cuadra, por la calle de la Republica. Los emplea-dos acudieron al llamado, mas a fuerza que volun-

tariamentc, armados con 10 que a mana tuvieron,

58



1 \

se unieron al Gobernador y se dispusieron a sa-

~ IiI' al encuentro de los amotinados.

Estos, pOl' su parte, Ilegaron a la Plaza de la

Libertad y se tendieron en tiradores frente a l

Portal "Brizuela", en tanto que algunos se diri-

gicron a la carcel y dieron libertad a cerca de

cien criminales que se distribuyeron par 1a pobIa-

ci6n cometiendo tropelias al amparo del tras-

torno ocasionado par el motin.

El Gobernador y sus acompafiantes se dirigie-

ron por la calle de la Republica a Ia Plaza, mas

apenas entraban a esta par Ia esquina Noroeste,

cuando sono una descarga y cay6 en tierra el Go-

bernador cerca del extrema occidental del hoy "Por-

tal Medellin". Los acompafiantes se desbandaron

rapidamente. Una "bala de onza" atreveso el pe-

cho del sefior Alvarez, cuyo cadaver qued6 a me-dia calle inundada pOl' el agua de la lluvia, que

lamia la sangre de la herida y la arrastraba co-

rriente abajo.

Siguieron las escenas de pilla je provocadas pOl'

los criminales excarcelados, y la sociedad clamaba

justifica y garantias. Estas fueron dadas par el

sefior coronel don Jose Washington de Velasco

que a la saz6n se encontraba en Colima, desterra-

do pOl' ser adicto al partido conservador, y que

con mucha voluntad y desinteresado patriotismo

se presto a hacerse cargo de la diffcil situacion

que pudo dominar pronto, restableciendo el or-

den y las gar:mtfas. Los promotores del motin

fueron aprehendidos y al tercer dia fusilados por

59



detras, en el "pie de galla", segun era uso y cos-

tumbre ell aq uella epoca.

El sefior Alvarez que como Je£e Politico se

habia hecho aereedor a las simpatias de los coli-

menses, fue hondamente sentido, y su recuerda

aun esta vivo en los escasos supervivientes de

aquellos dias funestos.

EI Gobierno General nombr6 Gobernador pro-

visional al sefior general don Silverio Nunez, y

de aquf en adelante todos los gobernadores delEstado, hasta la feeha, han sido impuestos, ya di-

rectamente, ya mediante simulacra de elecciones.

Algunos han dejado buenos recuerdos como eI

general don Miguel Contreras Medellin que cons-

truyo el Portal que lleva su nombre, el senor don

Francisco Santa Cruz que construy6 el unico tea-

tro que hay en la ciudad, en eI lugar mismo en

que tuviera 5U casa habitad6n el senor cura don

Miguel Hidalgo, y e1 licenciado Enrique O. de la

Madrid que construyo el mercado principal en la

plazue1a del Dulce Nornbre de Jesus. Mas en ge-'

neral, para aquel paraiso, Ia politica ha sido ser-

piente infernal que se ha enroscado al arbol de

5U vida, prodigando a sus habitantes manzanas

de discordia.

No fue el senor Alvarez el unico Gobernador

que deja recuerdo sangriento nimbado de aureola

de simpatia. Hubo otros como don Filomeno

Bravo que fue muy querido y, en virtud del triun-

_ £0 del Plan de Tuxtepec, tuvo que dejar el Gobier-

no en manos del general don Dorotea Lopez, Una

r<l!':ll.i..l)a~1",Q ••h a!:rio...r1 ev 1'l~rb.ula(Lr'i'cu.:>ev•,,1.=am«.

60



Advertidos 105 asaltantes del lugar a que ha-

bia pas ado eI sefior Bravo, intentaron penetrar

al consulado, pero, dice la tradicion, dofia Cami-

Iita, tendio el pabe1l6n de las barras y las estre-

llas frente al cancel diciendoles: "Pasen si pueden",

Los amotinados retrocedieron.

El Gobierno del general Lopez, ya par creer

en la sedicion, ya par haeer investigaciones res-

pecto de los muertos y hcridos en la refriega, or-

dena la prisi6n de Bravo quien, par especial con-

sideraci6n no fue internado en la carcel, sino Ile-

vado a Ia casa del sefior coronel don Mariano

Ruiz, cuya familia estaba ausente. Algunos dias

despues los amigos de don Filomeno intentaron

hacer una horadacion en el muro para proteger

la fuga, par la casa del licenciado don Trinidad

Padilla, niuy amigo de Bravo. Ya este escuchaba

los barretazos, cuando sus amigos, impacientes, se

presentaron un db, a eso de las nueve de la no-

che, frente a la casa, dispuestos a sacarlo par

la fuerza. Entre ellos se recuerdan los siguicntes:

Jesus Torres (hermano del asistente de Bravo),Ignacio Gamiochipi, Miguel Ahumada (despues

gobernador de Chihuahua y de Jalisco), Isabel La-

gas e Inocencio Figueroa, hombres de armas, va-

lientes y resueltos. Atacaron a la guardia, pene-

traron a la prision y sacaron a Bravo Ilevandolo al

Jardin Nunez (entonces Plaza Nueva), en donde

habfan dejado buenos caballos ensillados, y aescape, como centauros en fantastica fuga, salieron

de la ciudad __.

Los fugitivos pasaron par Coquimatlan y la

62



.;!. -~--- ..- .... _.•. -'..

Magdalena donde se les unieron muchos partida-

rios, formando una Iuerte escolta que se dirigio

a "El Marney", permaneciendo a la defensiva. El

Gobierno Federal destaco en su persecucion fuer-

zas pertenecientes al regimiento del coronel Plata,

por 10 que las llamaban "los plateados". Don Fi-

lomeno Bravo, enfermo de reumatismo, sintio que

sus males agravaban con las noches a la intemperie,

y prefirio entregarse a sus perseguidores, rogando

a sus amigos se pusieran a salvo, 10 que consiguio

can grande dificultad, pues se resistian a aban-

donarlo, Se quedo solo, en cl campo, el pie de una

enorme roca. Alli 10 encontro el oficial que iba

como avanzada de los perseguidores, quien se lleg6

a el preguntandole: "~No sabe usted en donde

andan los rebeldes que capitanea Filomeno Bra-

vo?" A 10 que veste contesto: "Yo soy Filomeno

Bravo." Y luego, con su facil palabra.vhablo largo

rata al oficial captandose su simpatia.En esto lle-

gan los demas, y entre estos un sargento apodado

"Capacete", que al vcr a Bravo dijo sefialandolo:

"Este es Filomeno Bravo." Este replica: "Yo mis-

mo 10 he dicho: solo me faltaba ver como agra-

deces que te haya salvado dos veces Ia vida." (Enefccto, esc sargento estuvo en dos ocasiones a punto

de ser Iusilado, y Bravo 10 salvo.) Luego el oficial

dijo a su jefe: "Hombres como este no deben

morir." Pero el jere de los perseguidores no aten-

dio a razones y 10 mando fusilar inmediatamente.

Su cuerpo ensangrentado qued6 bajo Ia arena

junto a la roca enorme Y solitaria , .. Sus amigosjuraron venganza .. :

63



Dos afios despues, eI 30 de junio de 1880, la

casualidad reuni6 en una cantina, entre una y

dos de la tarde, a Juan Nepomuceno Santa Ana,

Miguel Garda Topete, Ignacio Camioehipi, Isa-

bel Lagos y algunos otros amigos de don Filo-

meno Bravo. Todos recordaron Ia feeha siniestra;

Gamiochipi y Lagos el juramenta de venganza.

Salieron estos, se dirigieron a la casa del licen-

ciado Trejo situ ada frente al hoy Teatro Hidalgo.

Trejo se encontraba en el pasillo, en camisa, es-

perando su hora de comer. Entro Lagos mani-

festando deseo de hablarle; los tres pasaron a Ia

casa: la mujer de Trejo se introdujo tambien sos-

pechando algo grave. Gamiochipi le dijo al entrar:

"Venimos pOl' tu vida". Lagos atranc6 la puerta

par dentro. Hubo palabras ofensivas, lucha cuero

po a cuerpo, dos disparos: Ia mujer echo abajola tranca de Ia puerta; lucgo otro disparo: sale

Lagos precipitadamente: unos minutos mas de

lucha entre la mujer y los hombres, y, finalmente,

sale Gamiochi. Quedo tirado en el suelo el cuerpo

ensangrentado del licenciado Trejo con dos balas

en el abdomen y una en la cabeza ...

La tragedia sangrienta de un 30 de junio,tuvo su sangrienta venganza otro 30 de junio ...

Como si estos males no bastaran, poco despues,

en 1883, Ia epidemia de la fiebre amarilla vino

a sembrar el luto y Ia desesperaci6n en la en otros

tiempos alegre ciudad, dejando par muchos afios

un recuerdo siniestro en las memorias atormen-

tadas. Todavia en 1885 se Vela vagar par las

calles a un pordiosero de rara costumbre y de

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i'J - _ !

64

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mas rara fisonomia. Nada tenia de particular la

miseria de su andrajos; pero su semblante amari-

Ilento y enjuto, su mirada incierta y sus ojos enor-memente abiertos y azorados, como si dentro del

alma llevara un terror comprimido y constante, Ie

daban un aspecto extrafio, de cadaverico y es-

pantable como habit ante de tumba. EI infeIiz

paseaba su Iantastica vision de pesadilla par las

calles de la ciudad, recordando a los vecinos su

historia breve y terrible, condensaci6n de innume-

rables tragedias de dolor y de angustia que poco

tiempo antes martirizaban a las famiIias. Mas que

mendigo, pareda un idiota. Su inteligencia habra

huido al desarrollarse el drama mudo y solitario

de una situaci6n suprema. Se presentaba a las

casas de Ia poblacion, Ia vista baja, las manos

juntas sabre el vientre en actitud religiosa, y con

voz de tartamudo rezaba la oracion Hamada "La

Magnifica". Nada mas. Las familias sabian que

ese era su modo de implorar Ia caridad, y Ie ob-

sequiaban algunos alimentos que recibia silenciosa-

mente y se retiraba. Asi paso algunos afios Pau-

lino Zapopa, cuya dolorosa situacion era la con-

secuencia de la no menos dolorosa causada en las

poblaciones costefias por el huracan de Ia muerte

que, con el nombre de "fiebre amarilla", sopl6

sobre el litoral del Pacifico.

En 1883 la fatalidad reuni6 aI Arte y a Ia

epidemia que lIegaron al puerto de Manzanillo

en el monotone, grave y majestuoso oleaje, Unacompama de cantantes a cuya cabeza estaba Ia

eminente Angela Peralta, viajaba en el misrno

65



barco que un enferrno del entonces ignorado mal.

Se deja al enfermo en Manzanillo, temiendo ins-

tintivamente cl contagio de aquella rara enfer-

medad. Por desgracia, algunos pasajeros estaban

inoculados, y cuando llegaron a Mazatlan, la epi-

demia se desarrollo con gran rapidez, envolviendo

en la sombra eterna a la Estrella del Arte y a

toda su compafiia,

EI enfermo que qued6 en Manzanillo sem-

bro el germen malefico en el puerto, de donde

paso a varias poblaciones, hasta llegar a Ia ciu-

dad de Colima, en Ia que se desarrollaron esce-

nas de dolor y de espanto.. La enfcrmedad era

extrafia, desconocida para todos, y el terror se apo-

dero de las conciencias. Las autoridades sintie-ron el vertigo de la locura que las empujo a dar

disposiciones arbitrarias e inhumanas, anhelantes

de contener el avance del siniestro contagio, y,

entre otras, la de que inmediatamente que mu-

riera una persona fuera recogido su cadaver y lIe-

vado a ser sepultado. Esta disposicion era cump1ida

con todo el rigor y exactitud que aconseja elmiedo, por personas que no tenfan mas conoci-

mientos medicos que los de un vuIgo ignorante

y enloquecido, y que no esperaban mas aviso que

el lamento de los deudos, Marchaban los agentes

mortuorios por las solitarias caIIes de Ia ciudad,

y -al escuchar el ruido del carreton en que condu-

dan hacinados, los cadaveres, temblaban las fa-milias, sofocaban sus sollozos,dominaban su duelo,

y con fingida indiferencia en el semblante, se aso-

mahan a fa puerta, como impulsadas por Ia cu-

66



: . : . / :

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.._ . - ----..'-----~-.:_- . . . . . ' . . . .

riosidad, para alejar toda sospecha de tener en-

fermo 0 difunto en casa. Los medicos... los me-

dicos nada podian hacer en el delirio de aquellasituacion, y con soberana injusticia fueron vistos

como los acolitos de la muerte se les suponfa

enferrnedad. Se les aplicco la conseja del perrito:

una familia llama a un medico para que atendie-

ra a un enfermo; aquel receto una bebida; Ia fa-

milia Ia dio a un perri to, y no al enfermo. El

perrito murio algunas horas despues. Al dia si-guiente, muy temprano, se presento eI funebre ca-

rreton, asegurando sus conductores que deberfa

haber un cadaver en la casa, Se les presento el del

perrito ... [prueba contundente de que los medi-

cos mataban antes que curar, y se hula de ellos

mas que de la fiebre! De ahi que esta seguia ha-

ciendo estragos en aquella pobIaci6n delirante.Por desgracia los enfermos presentaban algu-

nas veces aspecto de muerte. Un amigo mio a

quien conod mucho despues, vfctima de Ia fiebre,

sufrio un sincope. La familia, creyendo en su fa-

Ilecimiento, 10 oculto cuidadosamente para tener

eI consuela de veIarlo. Se Ie tendio a medio salon,

en cuyos angnlos se encendieron velas de cera,se mando traer la cajamortuoria y las buenas

gentes se disponian a rezar, cuando el supuesto di-

funto abrio los ojas, lanzo un quejido y se in-

corpore en el Iecho, De los presentes, unos 8 (1

asustaron y huyeron, otros se mortificaron y aCII·

dieron a atender al enfermo, apagaron las hl('c~

y desvanecieron todo detalle de velorio. EI(,II,

fermo se curo, Le conod muchos aiios despues e lM

67



habet escapado de 1a muerte por Ia fiebre y por Ia

ignorancia rigurosa y siniestra de los vigilantes, -

que 10 hubieran scpultado vivo. No todos estu-

vieron en eI mismo caso, y cuando las familias no

pudieron ocultar los Iamentos, apenas expiraba el

enfermo real 0 aparentemente, los vasallos de la

muerte se apoderaban de el, y sin que valieran

suplicas ni protestas, 10 llevaban al panteon y 10

sepultaban. Muchos fueron vivos al sepulcro. Esto

aumentaba eI terror de los habitantes.

Un dia fueron tantos los cadaveres que Ileva-

ron al panteon, que Ueg6 Ia noche y los enterra-

dares dejaron varios insepulsos. Cuando a Ia ma-

nana siguiente se presentaron a continuar su fu-

nebre tarea, Paulino Zapopa, que fue lIevado en-

tre los cadaveres, se encontraba sentado entre ellos

con la razon perdida, y en el semblante la expre-

si6n de terror que conserve toda BU vida. AI verlo

huyeron los sepultureros; mas repuestos de la sor-

presa, tomaron en cuenta Ia inculpaci6n que les

hacia el publico de enterrar enfennos vivos, y vol-

vieron acercandose lentamente a Zapopa que es-

capo de la muerte gracias a que las sombras de

la noche 10 protegieron, interrumpiendo el se-pelio. EI resucitado sana de la fiebre, pero no

de la idiotez y el espanto que exhibia despues por

las calles de Colima, presentandose a las casas,

rezando la "Magnifica" y recibiendo la Iimosna

que Ie daba la piedad de las gentes, con Ia que

vivi6 algunos afios como testimonio ambulante

de los estragos causados en Ia costa del Pacificopor la terrible epidemia. Esta, con Ia precipitaci6n

68



69

de vidas en la Iosa, rompio el pintoresco ceremo-

nial de 1a muerte, que en otros tiempos turbaba

la serenidad de un ambiente monotone y ener-

vante, en que hasta el viento sentia perez a de

moversc: cl calor siernpre intenso; en la hamaca

tendida entre dos pastes que sostienen el amplio

corredor de la casa, caldeado por el sol, el hombre

dormita. La mujer, bafiada en sudor, en la cocina,

que es lin horno, fabrica tortillas y prepara el

alimento. Las calles estrin solitarias y siIcnciosas.

De vez en cuando el silencio se interrumpe par el

grito de un vendedor de fruta 0 de nieve fabrica-

da con hielo traido del volcan a lomo de mula.

De pronto se escucha el sonido Iejano, persis-

tente y cada vez mas cercano de una campanilla ..

Es la campanilla de Simon Borrego que anuncia

una defunci6n. (Quien sera el muerto? El hombre

sacude su pereza, abandona Ia hamaca y se asoma

a la calle. En tcdas las puertas hay hombres y

mujeres esperando que se acerque Simon Borrego,

qui en, sin interrumpir sus campaniIIazos, va di-

ciendo a los que Ie preguntan el nombre de la

persona que acaba de morir:

-2Quiensc murio, Simon Borrego?

-Fulano de Tal.

Siempre la misma pregunta: siempre la misma

contestacion .

Este es el segundo esbozo de la prensa perio-

dica, como Iue el primero el preg6n que en las

esquinas anunciaba las disposicioncs oficiales. Si-

mon Borrego Iue, en Colima, el ultimo represen-tante que tuvo ese "Boletfn ambuIante de 1 a muer-

. . . .



te", tipo social que ha desaparecido en absoluto

con el progreso. Este personaje, agregado a la sa-

cristia, era un peri6dico viviente y gratuito encar-

gada de anunciar las defunciones. EI ceremonial

de esta era aparatoso, terrorifico y contradictorio.

Apenas comienza la gravedad del enfermo, se re-

dacta el testamento que comienza con estas pa-

labras:

"En el nombre del infinito Dios nuestro Sefior

hacedor del cielo y de Ia tierra y de todas las

cosas que· en el mundo, que vive sin comienzo y

reina sin fin, y de 1a bienaventurada Virgen Ma-

ria nuestra sefiora, su bendita Madre a quien to-

dos los pecadores tenemos por abogada en todos

nuestros hechos, quiero que sean todos cuantos

esta carta de testamento vieren, como yo (Fulano

de Tal), vedno que soy de esta Villa de Colima.

"Primeramente mando mi anima a Dios que la

hizo y redimio por su preciosa sangre, haga me-

rito de ella, y el cuerpo a la tierra de 1a que fue

formado.

"Item. Mando que si Dios fuere servido de

llevarme de esta presente vida, mi cuerpo sea

sepultado en ... etc., etc."

Hecho el testamento el enfermo se confiesa,

recibe el Viatico y espera can resignacion la muer-

teoCuando esta se acerca, estan presentes los fami-

Hares y el sacerdote que "ayuda a bien morir",

Al comenzar la agonfa, todos se rodean del lecho

del moribundo, pendientes de su semblante, y el

sacerdote, 0 a falta de el alguno de los familiares

o vecinos, comienza a rezar: "Sal, alma cristiana

70



I.

. , "" .r

de este mundo, en el nombre del Padre que to

crio, del Hijo que te redimio y del Espiritu Santo

que te santifico... " "Acabo" ...,..exclamaalguno

de los circunstantes. EI sacerdote cambia de.rezo ycontinua con la oracion por los muertos. Luego

se pocede a vestir el cadacer "antes de que se en-

fde" y a tenderlo en el suelo, a media pieza 50-

bre una cruz de ceniza y con una teja en la cabe-

cera, para ganar ciertas "indulgencias". Entre-

tanto se acondiciona el salon que constituira la

capilla ardiente, y terminado esto el cadaver secoloca en su lecho, este en medio del sal6n, y

en sus angulos se encienden velas de cera.

Por la noche se encienden frente a Ia casa,

a media calle, una gran Iuminaria que rasga Ia

tiniebla con sus movedizos ref1ejos. Alrededor de

la luminaria se sientan casi todos los hombres que

"velan", y las mujeres, en el interior de la casa,

acompafian a los deudos rezando rosarios a cada

momento.

Amanecer. La primera cIaridad del dia asoma

par Ie Oriente; la luminaria de la calle palidece y

se extingue, quedando solo un menton de ceni-

zas. Comienza a doblar las campanas de la Igle-

sia, si el difunto es de aquellos que pueden darse

el lujo de que se les diga Misa de Cuerpo Pre-

sente, 0 por 10menos honras funebres en el templo.

Vaya 0no e1 cadaver a la Iglesia, una "musica

de viento" (blanda) 10 acompafia hasta el panteon.

Si el difunto es un nino, es de buen tono Ile-

varIo en "camade granadillo", y ademas, 108

nifios de la escuela 10 acompafian I1evando cada

71



uno una cafia can su penacho de hojas verdes, y

formando dos filas que marchan a los compasesruidosos de la banda. Al terminar el sepelio, los

nifios vuelven a sus casas comiendose las cafias

lIenos de contento.

En resumen: el sepelio ha sido una especie de

fiesta, una ceremonia triunfal. EI dolor aterrori-

zante de la muerte se cambia en manifestaci6n de

victoria. Esto refleja Ia indecision del espfritu de

aquellas buenas gentes. El que muere se pre-

senta a un severo juicio particular, ~el falIo es

bueno? iQuU~nsabel ~Esmalo? Tampoco se sabe,

La separacion del mundo significa la entrada en

otro que "es Ia Patria celestial". En cambio, la

vida material se desarrolla en un "valle de hi-

grimas" que sc abandona con la muerte. Si el que

muere es un nino, el triunfo es seguro, un angel

mas que va al cielo. Este triunfo 10 solemnizan

las sonoridades de Ia banda, y las filas de nifios

lIevando en la mana Ia cafia £1orecida,sefial de

1a victoria, que despues les servira de agradable

golosina. .

Estas costumbres han desaparecido para siem-

pre; Ia ficbre amarilla no dio tregua a la capilla

ardiente, y en vez del sonora y ritmico compas de

la "musica de viento", se escuchaba el funebre

trepidar del carreton sabre el mal empedrado piso

de las calles. Murio Simon Borrego, y lejos de

substituirlo par otro, se hizo perdediza la cam-

panilla para que se anunciaran las defunciones te-

miendo a los agentes oficiales jamas que a 1a epi-

demia.

72



~I

. .

En cambio, otras costumbres han permanecido

hasta epoca reciente, desvaneciendose poco a poco

por el progreso social y la transformaci6n mate-

rial de la ciudad, y algunas, ligadas a los peque-

fios poblados, a la religion y a la raza, permane-

cen en pie a pesar del olea je de las pasiones poll-

ticas desencadenado tantas veces contra las Iiber-

tades publicae.

Entre las primeras era muy simpatica y Ilena de

atractivo y encanto, Ia de festejar el dia de San

Juan con acuatico regocijo, acompafiado frecuente-

mente de musica, canto y baile. El recuerdo del

Bautista hacia despertar en las imaginaciones coli-

menses semejanzas entre su rio querido y admi-

rable, y el Jordan embellecido por la tradicion

y Ia leyenda.

Aun no amaneda el dia de San Juan; todavfa

palpitaban en el Oriente las ultimas estrellas,

e interrurnpian el silencio de Ia ciudad los agudos

clarinazos de los grupas de j6venes en animada

conversacion, Se dirigian al rio; en sus amplias y

arenosas vegas cambiaban de tra je, y se zambullian

en los hondables con cntusiasmos infantiles. Cuan-

do la luz del alba iIuminaba el paisaje, hermosa,original y primitivo era el cuadro que se pres en-

taba a la vista: entre las aguas rebullian una mul-

titud juvenil, alegre y juguctona; en las vegas for-

mahan grupos las familias y sus amistades, tenien-

do por centro el sencilIo pero sabroso almuerzo,

en ocasiones adornado con tragos de ponche, me

lodias de violines y acordes de guitarra, que acorn-pafiaban el canto de las que ya habian refres-

73



cado en las aguas cristalinas sus carnes tentadoras,

Las. jovenes de la poblaci6n formada can deriva-

cion del nucleo Ilamado San Francisco Almolo-

yan, por el esfucrzo de los franciscanos, segun se

dijo, poblacion que surgio en tiempos de la inde-

pendencia, como consecuencia de los movimientos

de la lucha, y designada con el nombre de "Los

Martinez" ("hoy Villa de Alvarez"), tomaban como

lugar de cita para festejar el dia de San Juan, la

Fabriea de Hilados y Tejidos de San Cayetano.

En ese Ingar el rio aun conscrva su belleza pri-

mitiva; pero la bullanguera visita preferia los

enormes estanques de mamposterfa que tiene la

la cit ada fabrica, para bafiarse, saliendo del bafio

se dirigian al amplio patio de la finca, en el que

se Icvantan frondosos, soberbios y copudos arbo-

les de mango, a cuya sombra se almuerza y se

bail a casi toda la manana al son de aquellas arpas

de verdad, que solas forman una orquesta. En

ocasiones el regoci jo permaneda hasta que las poli-

cromfas metalicas del crepusculo comenzaban a

morir en los brazos de la tarde.

Hubieramos 0 no pasado todo el db en el acua-

tico festejo, al volver a casa (los de Colima vol-

vian apenas calentaba el sol), las j6venes proce·

dian a cortarse el pelo, no para continuar pe·

lonas, como en los tiempos actuales, sino todo 10

contrario, para lograr que en eI afio se desarro-

llara mucho su cabeIlera, que era considerada

como el mejor adorno que la Naturaleza habia

dado a la herrnosura Iemenina. El corte se hacfa

con cuchillo, sobre un un trozo de "ocote zonen-

74



que", cortandose solamente el extremo de Ia cabe-

...,..., Hera.

Hoy eldia de San Juan no tiene el encanto

de los ticmpos pasados, las costumbres han cam-biado. EI rio que fuera el encanto de los vecinos

ha perdido caudal y belleza; su corriente es mi-

serable; Ia civilizaci6n ha urbanizado sus vegas

;; y los puentes de mamposteria han cortado a la

vista la continuidad de su trayecto.

Asi tambien ha pasado con la pintoresca de·

vocion de San Antonio. En un barrio casi segre-

gado de la ciudad, sobre la margen izquierda del

rio, y al Norte de la ciudad, barrio formado alre-

dedor de Ia fabrica de Hilados y Tejidos de la

Armenta, una familia de apellido Vuelvas, tenia

una imagen de San Antonio, con fama de mila-

grosa. A ella acudfan, afio por ana, las devotas

del Santo, vestidas de indias; alga semejante a 10

que se hace actualmente el dia de la Virgen de

Guadalupe; pero en este se va al templo y en

aquel se .iba a la casa modesta de una obscura

familia, poseedora del santo. Todas aquellas in-

dias que concurrian a "bailarle" a San Antonio.

es que habfan recibido alguna merced de I!l. Ge-

neralmente acudian a implorar su auxilio, segun

Ia fama, las muchachas casaderas, que realmente

bailaban frente al altar del Santo.

• .: Mas ha persistido todavia, apesar de Ia civi-

lizacion y de Ia borrasca de impiedad que ha sa-

cudido nuestra sociedad actual, Ia costumbre de

! tributar homenaje al "Senor del Rancho de Villa".

o Senor de Ia Expiraci6n, venerado en la alden

1 75



que Ilcva aquel nornbre. La tradici6n sefiala el

siguiente origen a la aldea y a la devocion del

santo: Entre los prirneros colonos que fueron a

radicarse a aquellas regiones, hubo uno, de ape-llido Villa, que finco un rancho para dedicarse al

cult iva de la tierra. A su alrededor se agregaron

los rusticos jacales de los peones del campo que el

mismo ocupaban en las campestres Iabores. Algu-

nos comenzaron a fabricarlos de mamposterfa, y el

rancho fue creciendo lentamente, hasta convertirse

en aldea, por 10 que actual mente es impropio el

nornbre que sigue llevando de "Rancho de Villa".

Del sefior Villa, la propiedad paso a manos de

una familia Moreno que tenia entre sus familiares

a un sacerdotc que ejerda su ministerio lejos de

la familia, pero a Ia que visitaba de tarde en

tarde. Desdc 8U primera visita el sacerdote nota la

faIta de alguna imagen que reeibiera el culto co-

lectivo de aquella congregacion de trabajadores.

y prometi6 a sus herman as mandarles Ia de Jesus

Crucificado. Apenas volvio le padre Moreno a su

residencia, cumplio religiosamente Ia promesa. El

valioso obsequio rue recihidocon general bene-

placito de la rancheria y la piedad campesina cris-

talizose Juego en modesta capilla en la que tuvo

su altar y su culto la imagen del crucificado. Este

premio conmilagros la fe da los creyentes, y bien

pronto ex-votos y retablos aparecicron en uno de

los muros del templo, cerca del Cristo, como tes-

timonio de hechos maravillosos, Los primer os son

brazos, piernas eor'azones... los segundos repre-

sentan dueIos y afIieciones que la invocacion al

, I

76



Cristo ha tornado en dichas y alcgrias. En uno

de los retablos sc ve retratado un virtuoso sacer-

dote que yo conod de nino: el P. D. Vicente Pinto.Se cuentan de el rnuchas anecdotas, La cierto es

que era digno disdpulo de Francisco de Asis. En

el retablo aparece perseguido par un ccrdo

furioso, y la leyenda dice que el padre Iue

a Ia hurnildc casa de un enlermo agonizante, 10

confes6 y 1 0 absolvio. Al salir de alli fue atacado

por el diablo en figura de cerdo.Como a una de las senoritas Moreno le pare-

ciera que el Cristo estaba sucio 0 deteriorado, pro-

puso que se "retocara". Toda Ia familia acepto, y

Ia imagen file entre gada a un estatuario. Este la

perdi6 0 la vendio, Pasado el tiempo razonable

para la reparacion, Ia familia Moreno urgi6 al ar-

tista y este entreg6 otra imagen de igua1es di-mensiones diciendo ser Ia primitiva "retocada". Sin

embargo, han continuado los milagros de Ia fe.

En la misma capilla se venera otra imagen

del Crucificado que pasa varios meses de visita

en otros pueblos, especialmente en CoquimatIan,

a donde 10 lIcvan a principios de julio. El martes

de Pascua la imagen vuelve al Rancho de Villa,en donde se recibe al amanecer, con cohctes y dan-

zas. Desde que el alba platea y dora los primeros

celajes, hasta la caida del crepusculo, un rio

humane de doble eorriente inunda el polvoso y pin-

toreseo camino que une a Colima con 1a aldea. En

Ia capilla se dice misa solemne por Ia manana,

hay "exposicion" todo el dia, y se reza el rosario

77



por Ia tarde. Afuera las "danzas", las vendimias

y los visitantes, mantienen febril agitaci6n.

Algunas veces, las lluvias se retardan, la tie-

rra caldeada par el sol, tortura la vegetacion, los

sembradios sufren de sed y los agricultores de te-

mar a la miseria proxima. Entonces la imagen

del Crucificado es lIevada en procesi6n numerosa

y primitiva por los campos resecos, en tanto que

la oracion ingenua y colectiva levanta el vuelo.

A poco las nubes vadan sus anforas sobre Ia tie-

rra ardiente: las plantas se alegran, las aves. tri-

nan y se perfuma cl viento que, con soplos de

juventud, acaricia las sementeras y las alrnas. lEI

milagro se ha hecho! Asi 10 afirma Ia fe de los

campesinos,

Esa fe que aun subsiste en los campos y las

aldeas,ha sido quebrantada en las poblacionesgrandes, sabre todo las ciudades, par las rachas de

atefsmo que han soplado en la guerra civil, y par

la mezc1ade poblacion, consecuencia de la misma.

De ahi que se hayan relajado las costumbres pa-

triacales, sinceras y devotas adema s de pintores-cas, quehadan de Colima un parafso moral,

como 10 ha sido material, antes de que Ia serpientede la pol1tica se enroscara Ia manzana de sus

Intereses, Estos eran vistas por los particulares can

tanto respeto, que los comerciantes no conodan

cajas fuertes para guardar eI dinero, pero ni si-

quiera se les ocurrla encerrarlo en cajas de ma-

dera con una mal hecha Have, sino que permane-

cia en algun rincon de la trastienda, amontonado,sin temor a que empleados a sirvientes tamaran

78



---.--------.-,~-

7 9

10 que no les pertencia. Esta honradez colimense

ha permanecido hasta epocas muy recientes, aun-

que no con la exageraci6n de los tiempos ante-riores, tanto mas, cuanto que comcnzaron a usarse

los billetes de banco y otros documentos. Toda-

via en 1a actualidad la honorabilidad colimense,

en los nativos de alla 0 avecindados desde largo

tiempo, pOl' 10 que respecta al respecto a Ia pro-

piedad, hace un contraste soberano con Ia de otras

poblaciones. Con frecuencia una alhaja perdida enla calle, anda de puerta en puerta, en manos de

cualquier persona, aunque esta sea del pueblo,

bus cando al que la perdi6.

Han persistido tambien algunas diversiones y

pasatiempos, como las corridas de toros y los fa-

mosos "recibimientos". Los dias que preceden al

carnaval, y los tres de este, se organizan corridas

de toros por aficionados. Se constituye Ia plaza en

Vila de Alvarez, 0 en el llano de "La Piedra Lisa".

A las once de Ia manana se forman los vecinos

que a bien 1 0 tienen, todos a caballo, frente al

palacio de Gobierno, y precedidos de dos enormes

peleles, hombre y mujer, con acompafiamiento de

musicas y disparos de cohetes y morteros, se diri-

gen a la "plaza", en donde tambien los que quie-

ren, a caballo 0 a pie, lidian dos ° tres taros sin

orden ni concierto, pero con un regoei jo ingenuo

y espontaneo, que va a terminar en algun patio 0

8a16n dispuesto para el caso, en donde, se sirve un

banquete, y se baila hasta Ia hora de volver a Ia

pIaza de toros a presenciar Ia corrida formal en

donde los toros se Iidian, ya por aficionados de-



signados de antemano, ya por profesionistas con-

tratados al efecto.

Otra diversion era la de las "tapadas de ga-

110s", que esta pr6xima a desaparecer, y que era

muy frecuente en tiempos de mi ya lejana nifiez,

tiempos en los que se escucho por primera vez en

aquella tierra el vals nacional de Juventino Ro-

sas: "Sobre las Olas", en el palco de Ia orquesta

y las cantadoras del Teatro del Pabellon Mexi-

cano, hoy desaparecido. No se que versos cant a-

bari con el vals; mi memoria apenas comenzaba

a darse cuenta de la vida, y me ha sido imposible

recordar ese canto que desperto en mi alma las

primer as emociones esteticas, deleitando mi oido

con la musica y el canto, a la vez que la vista con

Ia evoluci6n de las bailarinas con las que termi-

naba la fiesta de interes y de sangre en que se

apostaba sobre eI valor, la habilidad y energia de

los gall os, cuyo heroismo yo no comprendfa en-

tonces.

Las fiestas de gaUos fueron propagandistas del

arte musical en Colima, pues que generalmente losorganizadores llevaban "cantadoras" de otras par-

tes, que hadan populares las nuevas canciones,

facil y espontaneamente tomadas por el instinto de

imitaci6n del publico. Asf fue como se aclimata-

ron y vivieron largo tiempo, haciendo los deleites

de las tardes veraniegas, a la sombra de los ar-

boles en las huertas frondosas, acompafiadas dearpa 0 de guitarra: "Te volvia a ver", "Un dia

de Gloria", "Si amarme no puedes", "La Paloma

Azul", "La Paloma Cucu", "Corazones de Mar-

80



I

I "t:.

f

mol", "Bien se que no me quieres", "El As", "La

Chorcha" y [tantas otrasl

Tambien fue un factor en el arte popular

colimense (digo el popular, y no el populacho,nuestro arte nacional que es la "expresion musical

del sentimiento de Ia nacion", y no solamente de

los payos), el poeta 0 mas bien musico tapado.

espontaneo e inspirado a quien arrojo hacia aque-

lIas floridas regiones la borrasca politica, Area-

dio Zufiiga y Tejeda. Como alma sentimental y

melancolica, este artista encontro en Ia ruda ysincera franqueza de los colimenses el asilo que

buscaba Ia turbaci6n de su alma. Apenas lleg6

y , segUn la tradicional costumbre de los costefios,

se vio rodeado de amigos y de amigas. EI amor

bien pronto atizo el sentimiento, y estallo en canto

de ruisefior par boca de aquel peregrina, para

arrullar Ia hermosura fernenina de aquella tierra.Por aquel entonces una compafiia formada

en su mayor parte por Ia familia Montenegro,

actuaba en Ia poblacion. La primera actriz, Clo-

tilde Montenegro, de gal1arda figura, ojos de in-

cendio y arrogante adernas, fue una de las musas

inspiradoras, y a ella se debio Ia hermosa canci6n

que en forma de acrostico, llevo par nombre: A

Clotilde Montenegro. Otro detalle de su vida mas

Intimo y doloroso, hizo brotar de su inspiraci6n

aquella fIor de martirio: Suefios del alma, con

petalos de pasion y emponzofiado nectar de celos.

Por otra parte, eI momenta social fue propicio

para el bardo musical, que escribia versos y Ies

dabamelodfa, con una facilidad asombrosa,a veces

81



improvisando del ante de sus amigos. Asi fue como,

al pie de la reja de su amada, en una neche de -1

luna y en union' de algunos amigos, enton6 acorn-

pafiandose con la guitarra aquel idilio de amor

caballeresco: "La luna ya se oculta en occiden-

te ... " Y como estas, otras sentimentales melodias

se popularizaron e hicieron imperecedero el re-

cuerdo del poeta, mas que poeta, musico de me-

lanc6lica ternura, y hast a honores funebres ofi-

dales se Ie hicieron a su muerte, acaecida en aque·

lla ciudad que 10 recibio con los brazos abiertos

y Ie prodigo el carifio de sus propios hi jos.

Entre estes tambien ha habido artistas de gran·

de impresion, y alguno, Joaquin Blancas, que vive

aun, pudo hacer resonar su nombre lejos de aque·

Ila tierra, publicando sus obras musicales, la gene·

ralidad regocijadas, alegres y jubilosas, como na-cidas al calor voluptuoso de una naturaleza genti)

y florida, en alma nacida en aquella tierra, pero

en Ia eual aun palpita en su sangre el alma de

Ia raza hispana. Muy notable fue su jota "Mi trio

guefia".

Otros dos artistas colimenses son dignos de men-

donarse, aunque sus obras han permanecido ine-

ditas: Juan Nava, que desde muy nino tocaba en

un violin de carrizo, y Emerenciano Naran jo. Del

primero se conserva "CabcIlos de Oro" y del se-

gundo un vals que no tiene nombre: pero ambos

trabajos son expresi6n de intensasentimentalidad.

La musica erudita y extranjera fue dada a co-

nocer pOT el sefior profesor don .Jose Levy, de

origen frances, que se radico en Colima; artista

82



l ·\.\;

de grande empuje, form6 el afio de 1883 una or-

questa aprovechando los elementos de la pobla-

cion, entre los cuales se encontraban algunos de

suprema calidad como los compositores citados, y.

ademas, Manuel Galindo (tio del autor) notable

ejecutante en clarinete, y Maximino Mature, ha-

bilisimo violinista. La orquesta que llev6 el nom-

bre de "La Lira Colimense" por espacio de casi

un cuarto de siglo (23 afios) estuvo educando el

gusto colimense y dando a conocer la musica ita-

liana, francesay alemana que se produda en aquel

entonces, pues el senor Levy estaba pendiente de

todas las novedades que aparedan en los cita-

dos paises. En cuanto a 1a Iormacion de profeso-

res de piano 0 al cultivo de este por las c1ases

acomodadas, se puede citar a Cosme Bustos, a la

senora Concepcion Schacht, y a su herman a, Ama-

lia Schacht de Castellanos; a la primera notable

profesora de piano y la segunda de canto. Las

dos de origen aleman. Posteriormente, ya en nues-

tros dias, se han distinguido en el piano los pro·

fesores Manuel Escamilla, Isaac Zamora (maestro

de capiIIa de la catedral) y la senorita Sara Ro-

bles.

La mnsica religiosa 0 el canto llano se ha usa-

do en Colima desde los dias de su fundaci6n;

pero es hast a epoca muy reciente cuando se han

ido instalando los organos en las iglesias, pero de

la capital y luego de los pueblos; en Ia primera

se instalaron en las iglesias de "El Beaterio", cen-

tro de la parroquia primitiva, templo cambiado

de lugar, pues antes ocupaba el que hoy es la

83



Catedral; en la "Sangre de Cristo", en la "Salud". '

En Villa de Alvarez y en Comala. El de la Cate- Jdral es el mas reciente. Fue mandado fabricar a

Alemania por don Adolfo Vogel par orden del

sefior Obispo don Francisco Dfaz Monte, segundo

Obispo de Colima, par los afios de 1888 0 1889.

Los maestros de capilla de que se tiene re-

cuerdo, son don Francisco Morfin que tocaba el

organa de Villa de Alvarez, acompafiado de "Se-

rafin", uno de esos ayudantes de sacristia que

se hacen populares, quien movia los fuelles del

organo colgandose de ellos, Cosme Bustos, musico

notable y de los primeros profesores de piano de

que se tiene memoria en Colima que fue quien

comenz6 a tocar el organo de la catedral; y

despues de este sigui6 en el puesto Isaac Zamo-

ra, que habia sidomandado a estudiar a Guadalaja-

ra por el sefior Obispo don Aten6genes Silva, bajo

la direcci6n del eminente maestro don Francis-

co Godinez. Al hablar de la musica religiosa es

preciso no olvidara don Victoriano Zamora que

fue casi toda su vida cantor oficial del Beaterio,

pudiendose decir, aunque no no conozco la frase,

que fue "Cantor de capilla".

Aunque pocos, Colima ha tenido sus'represen-

tantes en el arte pict6rico como don' Jesus Mar-

tinez Vargas y su hijo Emilio; cl profesor don Luis

Castellanos y sobre todo, la malograda artista se-

norita Mercedes Zamora, hija, por su sangre, de

don Victoriano Zamora y por su arte de la Aca-

demia Nacional de Bellas Artes. Esta senorita fue

una verdadera notabilidad, sobre todo para el

84



85

, .

p31saJe. Ademas de hermosos cuadros represen-

lando aspectos del Valle de Mexico, hechos en

lacapital de la Republica, Ilevo al Iienzo los

mejores paisajes de Colima, que seran doeumen-

tos historicos que hagan vivir ante las generacio-

nes actuales y futuras los restos de aqueIla her-

mosura silvestre, que encaden6 a la tierra el alma

de los conquistadores obligandolos a dejar Ia es-

pada y 1a armadura del guerrero, para tamar la

pica y el azadon y cultivar la huerta.La literatura ha sido mas fceunda en sus dos

extremas manifestaeiones: la filosofia y la poe-

tiea. La primera ha estado ligada, como no podia

menos, a la religion, siendo el Seminario Conci-

liar el nido en que empollaron las mejores inte-

ligencias y en que se desarrollaron vigorosamente

sus energias. EI Seminario, fundado por la piedady el amor al progreso del sefior 'presbitero Gon-

zalez Tinajero, ha sido par largo tiempo el aban-

derado de la eultura colimense, en un principio

indolente y tardio par la embriaguez y voluptuo-

sidad del clima, tanto, que despues de corto tiem-

po de haberse establecido, se cerro par falta de

alumnos: pero la perseverancia del fundador 10.hizo rcnacer prontamente, convirtiendose en el

centro de atraccion de la juventud intelectual que

de todas partes y de todas las c1asessociales, acu-

dia a purificarse en el crisoI de su disciplina, a mo-

delarse en el troqueI de sus catedras, a pulirse can

el buril de su controversias, y a servir de aeieate

y estfmulo a todas las aptitudes con la publici-

dad de sus certamenes y el haIago de sus recom-



pensas. Bien es verdad que el objeto genuino y

primordial del Seminario fue la ilustraci6n de las

personas Ilamadas al ministerio sacerdotal; pero

Ia realidad se plagaba a la frase evangelica: mu-

chos son los Ilamados y pocos los escogidos.Estos

fueron los que ingresaron a la categoria Ievttica,

en tanto que todos los Ilamados recibian la ilus-

traci6n sobre ciencias, filosofia y humanidades,

como se deda entonces, 10 que ahrfa todos los

horizontes a las inteligencias para que ellas esco-

gieran el derrotero que mas cuadraba a sus afi-

ciones particulares; la Filosoffa, en especial Ia Dia-

lcctica, desarrollaba el criterio; Ia Fisica, y la

Quimica llamaban Ia atencion hacia la ingenieria;

Ia Geografia y la Historia haciael derecho y laSociologia; los idiomas de la Grecia clasica y del

Lacio, el castellano y la Retorica y Poetica, invi-

taban al cultivo de la Literatura, y muy pocos han

sido los que no ensayaron su pluma ya en las pro-

sa, ya en el lenguaje metrico. EI Ingles y el fran

ces daban aptitudes para el conocimiento de pue-

blos extranjeros, y el del azteca descorria el telonen e1 escenario de nuestro pasado. Alli, bajo la

direcci6n del hoy anciano IV Obispo de ColimaDr.

D. Amador Velasco, cuando era Rector del Semi-

nario y catedratico de idioma azteca, naci6 en mi

la afici6n al estudio de nuestras Ienguas abori-

genes y de nuestra Arqueologia Prehispanica, asi

fue como el Seminario constituy6 la cepa de la

cultura solimense, siendo accidental la contribu-

cion que le dieran las escuelas secundarias de la

capital de Jalisco 0 de la Republica, como tam-

-

86



i·

bien el Liceo del Estado a que fue en effmera

duraci6n. Por eso la casi totalidad de los escri-

teres colimenses, saeerdotes 0 seglares, ha sido se-

minarista.

Esgrimi6 el cortante acero de su dialectica

contra la Reforma luterana el can6nigo D. J. Ra-mon Arzac; treparon audazmente por las estriba-

ciones del silogismo hasta las cumbres nebuJosas

de la Metafisica los presbiteros Florencio Alvarez

y Alvaro Espinosa; alcanz6 los honores de la borIa

en los esplendores de la Teologia el actual obispo,

Dr. D, Amador Velasco, que sorprendi6 a sus

adversaries en la capital tapatia, mas que por Ia

habilidad en destrozar el argumento de la replica,

por Ia facilidad de hablar cl idioma de Horacio

y de Virgilio can la elegancia y coreccion de los

tiempos clasicos de Roma; lleg6 a los mas subli-

mes arrebatos de la elocuencia sagrada el pres-

bitero D. J. Jesus Carrillo, siendo el primero en

una epoca en que abundaban grandes oradorcs

que honraban el pnlpito: en la aratoria civil y

parlamentaria descollaron los abogados don Miguel

Castro, D. Severo Campero y D. J. Trinidad Pa-

dilla, y en el periodismo beligerante, D. HiginioSanchez, paladin de las ideas religiosas, D. Ata-

nasio Orozco, defensor de las opiniones liberales

y D. Filomeno Medina, jacobino de clara inteli-

gencia y viva imaginacion, enemigo del clero y

del catolicismo, a quien hizo blanco de sus satiras

ingeniosas y mordaces en su scmanario EI Peri co.

En iepoca posterior, tambien lucio las galas de

su regocijado estilo, tanto en pros a como en verso,

37



el pro£esor D. Cenobio Gonzalez, en su periodico

politico El Zancudo.

Han ensayado los estudios historicos y geo-

graficos colimenses los presbiteros Tiburcio Agui-

lar y Petronilo Preciado, y los seglares Ignacio

Rodriguez Viscarra y pro£esor J . Jesus Diaz; laCramatica Castellana tuvo un devoto cultivador

en el pro£esor D. Remigio Rodriguez, que deja

inedita una voluminosa obra y, aunque lejos de

la tierra nata; pero honrandola mas que algUn

otro, el profesor D. Gregorio Torres Quinero ha

publicado varios trabajos relativos a la naci6n a

la que ha dado un soberbio impulso en la senda

del progreso con su metodo onomatopeyico de

Escritura-Lectura, que ha ensefiado a leer a mu-

chas generaciones de mexicanos, porque Torres

Quintero ha llegado a ser honra no solo de Coli-

ma, sino de la Republica.

La inspiraci6n poetica ha £lorecido gallarda-

mente en Colima; sembrada por el ambiente de

hermosura perenne, ha side fecundada por el es-

tudio de la Literatura General en eI Seminario,y dentro de este regada y podada por la Acade-

mia de San Leon Magno, para crecer afuera con

mas 0menos vigor y Iozanfa, segun los tempera-

mentos y las condiciones de sus representantes.

En Ricardo Vejar fIorece can sus Baladas de apa-

cibiIidad y de ensuefio, en Cristian Schmidt con

sus Cantares, de color germanico que nos recuerdael aroma indeciso y penetrante a Ia vez, melanco-

lieo y enigmatico de la poesia de Heine; en Mi-

guel Garda Topete con rojos petalos de patrio-

-

88



i'I1 ;

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t .! · · · · · · · · · f. . : .

1

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tico verso octosilabo que reviven los romanceros

de las pasadas luchas; en Abraham Rangel con

sus silvestres violetas derramadas en las hojas pc"

riodisticas: en Manel Rivera con sus Adelfas yRosas, de esmerado cultivo; en Martin Medina

Leal con azucenas de ingenua blancura y de re-

ligiosa piedad adornando los altares de la Virgen;

en Jorge Inda con ramilletes de alejandrinos so-

noros y pintorescos delicados a esta tierra de su-

premos encantos, en J. Felipe Valle con guirnaldas

de epopeya al amor, al talento y al progreso, y en

J. Carlos Calvillo con rosas de galanteria rega-

das al paso de las mujcres hermosas de su epoca,

EI drama apenas dio una modesta pasionaria en la

sentimental obra de Ignacio Rodriguez: El Angel

de Redencion 0 la Fuerza del Destino y zarzue-

las pastoriles debidas a la pluma de Donato Cam-

pos, musicadas por los artistas de la epoca. En La

Cotorra ensayaron el periodismo Rodrigo Alvarez

(Miles), Luis Ortiz y Ramon Casteblanch.

No ha sido escasa Ia contribuci6n que a la

cultura colimense han dado los obispos, no s610

por el cuidado con el Seminario y el impulso

dado a la ensefianza en ese instituto, sino tambien

por los antecedentes religiosos y familiares que

han presidido siempre el desarrollo de las pobla-

ciones del Estado. Los obispos, en 10 general, se

han presentado mas dignos de San Vicente de Paul

que de San Agustin. Excepcion hecha del jaliscien-

se Dr. D. Aten6genes Silva, que sin faltarle ar-

diente caridad manifesto un empefio entusiasta pOl'

Ia cultura, los otros se han distinguido por aquella

89



virtud, base fundamental del cristianismo, El afio

de 1882 se erigi6 Colima en sede episcopal, y a1 ..

afio siguiente, el 25 de junio hizo su entrada triun-

tal su primer obispo, el Sr. D. Francisco Melit6n

Vargas. Poco despues la fiebre amarilla, segun

qucda dicho, inicio sus estragos en el puerto de

Manzanillo, atacando a varios sacerdotes, par 10

que algunos, en Colima, sc negaban a ir al Iugar

del pe1igro. Visto esto, una tarde, el 25 de agosto,

el Sr. Vargas sigilosamente mand6 ensillar su ca-

ballo y parti6 para ir a ministrar los auxilios es-

pirituaIes, personaImente, a los contagiados. Cuan-

do en Colima se dieron cuenta de esto, fueron a

detenerlo, alcanzandolo en la Hacienda de Teco-

Iapa, de donde 10 ob1igaron a volverse, continuan-

do en su Iugar otros sacerdotes.

Pero los actos de caridad y fraternidad tan nu-merosos y frecuentes, en pobladones de pequefia

densidad, tuvieron grandes consecuencias para el

desarrollo moral e inte1ectua1 de Colima, ya por-

que el obispo queda convertido en cura de pue-

blo de cierta categoria y tiene que entenderse per-

sonalmente con la mayorfa de los feligreses con

una Iamiliaridad que casi borra las clases socia-Ies, ya porque desde Ia J1egada de un nuevo

obispo comienzan los pretextos para verificar reu-

niones y festivales en que los artistas apuran Ia

fantasia, los oradores incendian la elocuencia y

los poetas pulen el estro. .

La extension del ferrocarril hasta eI puerto de

Manzanillo, uniendo a este con Ia capital del Es-

tado y de la Republica, ha tenido para Colima

90



I:

~ ' I : '1 . .. . , • ..;

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I:~I,'I ~1 '1I~

F ·

J

soberbios impuIsos de progreso y forrnidables ja-

lones de regrcsion; sc han modificado las costum-

bres haciendosc mas cultas; pew ha disrninuido el

respeto a la propiedad: se han desarrollado las

industrias, han penetrado las comodidades de los

vehiculos, ha variado la indumentaria, se acabo

la monotonla de la poblacion; forman enorme

grito de silbatos de los automoviles, se han desarro-

Ilado las escuelas. . . y se han trastornado las ideas,

desapareciendo la primitiva ingenuidad y destro-

zandose la unidad que daba fuerza a Ia colectivi-

dad etnica que ha sido presa de bastardas ambi-

ciones, sufriendo mas que otras partes, la capital

y pohlaciones cercanas. La montana ha podido

conservar sus energias como un tesoro guardado

entre los riscos y a la somhra del boscaje, como 10

prueban las recientes luchas en que ha reivin-

dicado, la sangre indigena, la gloria del abori-gen que sacudiera cl polvo dos veces a los ejercitos

dirigidos por Juan Alvarez Chico y Cristobal de

OIid; la sangre de las huestes conquistadoras al

mando de Colima y uno de los prirneros capita-

nes de Hernan Cortes, y Ia sangre mestiza que se

derramara bravamente por la Independencia y la

Reforma, como nacida de dos fuentes de herofsmos

en el supremo epitalamio que arrullara el gorjeo

de la fuente juguetona, brincando en cascadas y

balanceandose en el remanso: que adormeciera el

canto monotone pero misterioso y emocionante de

los palomares, en el vaiven de la hamaca tendida

del tronco de los magos, y despertara con su aplau-

91



so la grita de las aves mafianerassaludando al sol,

antes 'de abandonar la alcoba del ramaje. -

As! es como entre los bosques y los montes, los

riscos y hondondas, se conserva algo el oro legi-

timo de la raza, como el oro metalico en la veta

de la manana, mientras el resto, en los ultimos

trances de su historia, ha sufrido las tiranfas de

tan elimeros como perversos feudalismos sin brillo

y sin blasones.

Guarda aquella tierra de rica desventura, aquel

paraiso en que penetr6 la serpiente de la politica

y se enrosc6 al manzano de sus tesoros, las sagra-

das cenizas de los sercs mas queridos de mi alma;

en olvidada sepultura el padre que me dej6 la

herencia de su honradez inmaculada y para ellaforj6 y tembl6 mi caracter, como forjaba el hierro

en el yunque de su fragua; la madre que me

infundi6 con su sangre Ia altivez ante el destino;

el espiritu batallador, intransigente y caballeresco

de sus antepasados, y el amor al progreso y a la

gloria, y la dulce compafiera de mi vida, ilusi6n

de mi juventud, relampago de Ielicidad en aque-Ila tierra de ensuefio, que alienta en sus vergeles la

floraci6n dolorosa de mis recuerdos.

[T'ierra de bendici6n y de infortunio! La pri-

mero, porque cI cielo volc6 en ella el anfora de

sus mas preciados dones; pusola en las ulrimas

ondulaciones del mando de esmeralda de los vol-

canes, que sirvieron de "guion" a las primitivas triobus trashumantes para que, dando flaneo izquier-

do, llegaran al Valle de Anahuac, y a orilla del

Oceano resonante que besa con espumas las faldas

92



de su traje; llenola de riquezas agricolas y gana-

dcras; perfume su ambiente con emananciones de

SllS selvas tropicales e ilumino sus paisajes de en-

canto indefinible con el puro rosider de sus au-roras y el rutilante fulgor de sus crepusculos y

diola por moradaa gente ingenua, generosa y

franca, con vigores masculinos para el trabajo,

y encanto y hermosura Iemeninas para el hogar.

Pero la ha heridovarias veces eI infortunio; sus

tesoros han sido disputados desde a raiz de la

Conquista, par las hordas de Nufio iBeltran deGuzman, y despues par sus emulos y descendientes.

Por eso la historia de Colima, que debiera ser

narraci6n bucolica de festivales campestres, en

suefios enervantes y amores tropicales, ha tenido

sus actos de tragedia, de sangre y de ignominia,

que deben condenarse con los galopantes endeca-

siIabos del poeta castellano:

"Nunca la ruin bajeza ha merecido

Censura eterna, sino eterno olvido."

Mexico, 31 de julio de 1928_

FIN

93



-_---_--_ -.-_.---~.

MIEMBROS DEL "CLUB DEL LIBRO

COLIMENSE"

Profa. Gloria Gamioehipi

C. P. T. Antonio Meza

Proia. Maria Luisa Ramirez O.

Prof. Jorge Chavez Carrillo

Prof. Manuel Bonilla V.

Lie, Miguel de la Madrid Hurtado

Lie. Francisco Solorzano Bejar

Lie, Daniel Moreno

Lie. RattI Solorzano

Lie. Ricardo Romero Aceves

Lie. Francisco Solorzano Bejar Padilla

Arq. Rodolfo Chavez Carrillo

Prof. Rafael Chavez Carrillo

Dr. Jesus Trujillo Valencia

Prof. Rafael Chavez Carrillo

Prof. Felipe Sevilla del Rio

Sr. Miguel Rubio Lopez

Sr. Enrique Garda Cardenas

Dra. Hermelinda Barreda

Prof. Federico Rangel

Lie. Jose Marfa Sevilla del Rio

Lie. Miguel Angel Mei116n

94



, . . . , .i

,: \

,

\

I tI, ..

)

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II;

1 · : / ,

Lie. Mario Acevedo Manzano

Sr. Eduardo Herrera

Sr. Manuel Rubio

Sr. J . Trinidad Jimenez

Lie. J. Jesus Ocon Heredia

Prof. Pedro Polanco

Lie. Armando Rodriguez Orozco

Prof. Mario Enriquez Casillas

Prof. Vicente Venegas R.

Lie. Senador Antonio Salazar Salazar

Dip. Fernando Moreno Pefia

Sr. Roberto Pizano Saucedo

Lie. Isidoro Morales Fernandez

Sr. Pedro Cesar Torres Ortiz

Sr. Armin Nunez Meza

Sr. Jorge Salazar

Sr. Agustin Gonzalez Villalobos

Lie. Humberto Barbosa Heldt

Lie. Francisco Iiiiguez

Dr. Sabino Gonzalez Suarez

Prof. Juan Oseguera Velazquez

Lie. Mauricio Morales Ocon

Lie. Benjamin Gutierrez

Sf. Luis Orozco LopezProf. Mario Enriquez Casillas

Prof. Rodrigo Rosales

Prof. Jesus Enriquez Casillas

Coordinador

Lie. Daniel Moreno

95



-----,---.---.----

. ~

i I

miguel galindo - colima en el espacio, en el tiempo y en la vida

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