miguel Ángel hernández: presente continuo 13

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  • 8/13/2019 Miguel ngel Hernndez: Presente Continuo 13

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    VIERNES

    Cursos y seminarios. Despiertas temprano enHuesca. Demasiado temprano. Te has trado laropa de deporte para ir al gimnasio del hotel,

    pero en el ltimo momento te arrepientes y subes a lahabitacin. Quiz la prxima vez.La jornada es larga. Cinco conferencias y una mesa

    redonda desde la nueve de la maana a las nueve de lanoche. El tema es el lbum familiar y las maneras en lasque ha cambiado la representacin de la familia en losltimos aos. Entre los ponentes hay de todo: artistas,guionistas, cineastas, antroplogos y t, historiador delarte, que hablas de las obras de arte que reexionan so-bre el pasado para construir relatos familiares. Hablasde la memoria, del recuerdo, del olvido, de la guerra, deltrauma. Y te sientes muy cmodo. Es una charla pareci-da a la que diste en Helsinki hace unos meses, pero aho-ra es en espaol, y puedes improvisar sobre la marcha,saltarte cosas e introducir nuevas ideas. Mientras lo ha-ces piensas en la libertad que permite el lenguaje cuan-do eres t el que lo domina y no al revs.

    En la cena te sientas junto a S., cuyo ltimo cortogan un Goya el ao pasado. Su trabajo te parece muy

    interesante, pero sobre todo su personalidad y sus inte-reses. Conectis de inmediato. Y pasis toda la nochehablando de literatura. Es curioso, comparte contigo au-tores, temas y rutinas de lectura. A veces uno encuentraalmas gemelas de modo fugaz. Y es consciente de queesas personas, si vivieran cerca, seguramente estaranentre sus mejores amigos.

    SBADO

    Ms que literatura. El AVE hacia Madrid sale alas ocho. Te levantas a las seis y media para ha-cer la maleta y llegar a tiempo a la estacin. Ape-

    nas has dormido y el da va a ser tambin intenso. Quie-res ver exposiciones en Madrid y pasar la tarde en el fes-tival Ee. Y el trayecto del tren, las dos horas y pico, loquieres dedicar a escribir el Presente Continuo de la se-

    mana pasada que, una vez ms, lohas dejado para el nal y lo vas a es-

    cribir de un tirn, a partir de laspequeas anotaciones que hasido tomando durante la semana.

    Subes al AVE, sacas el or-denador y comienzas a es-cribir. A los quince minu-tos de viaje, el tren separa. Sigues escribiendo,metido de lleno en los

    recuerdos de la semana. Para no escuchar a la gente delvagn, tienes la msica a todo volumen. Es un manerade abstraerte del entorno y poder concentrarte. Des-pus de un tiempo, vuelves en ti, miras a tu alrededor yte das cuenta de que el tren no se ha movido. Lleva ah

    media hora. Te quitas los auriculares y por n escuchas:se ha roto, nos vamos a quedar aqu hasta que vengaotro tren.

    As, parados, estis ms de tres horas, sin coberturamvil y en medio de ninguna parte. Al nal llega untren. Tenis que bajar todos los viajeros por unaescalera hacia las vas y subir en el otro tren. Comienzaa llover. Hace cada vez ms fro. La Guardia Civil ha ve-nido para ayudar a la gente a acceder al nuevo tren. Noes demasiado fcil subir por la escalerilla que han pues-to all. T no tienes demasiado problema. Pero piensasen las seoras mayores que iban en el asiento de al lado.Haces fotos de la escena. El tren llega a Madrid a las dos,con cuatro horas de retraso. Adis exposiciones.

    Comes con L. y B. en un restaurante cubano. Empe-zis a beber daiquiris para acompaar la yuca y la carnemechada y acabis justo a tiempo para llegar al Crculode Bellas Artes y ver la primera mesa redonda de la tar-de. No tenis entrada. J. llevaba unas cuantas pero an

    no ha llegado. As que os colis. Entris con decisin ynadie os para. Os han visto cara de escritores. O algo as.Entre charla y charla saludas a muchos amigos y co-

    noces a varios escritores y editores. Desvirtualizas a mu-chos que slo conocas a travs de las redes sociales.Cuando los saludas parece que os uniese una granamistad. Es extrao. Ms que conocer, parece que ahorala gente se reconoce. El primer contacto no es exacta-mente el primero. Es una suerte de dj vu siniestro.

    Despus, cena y copas. En el Galds, dejas que G. tepinte los labios de rojo sangre. Mientras estis sentadoshablando de literatura, oyes un estruendo y ves que al-guien est tirado en el suelo. Es R., que ha tropezadocon la puerta y ha tenido una cada monumental. Osacercis corriendo para ver si est bien. Perfectamente.Ha sido un lapsus, dice. La literatura tiene estas cosas.

    La noche se alarga bastante. Se forman parejas extra-as. Os quedis al nal slo unos cuantos. Cuando locierran todo, B. os lleva a un antro cuyo nombre no re-

    cuerdas. Est cerrado. Toca a la puerta durante variosminutos con suavidad diciendo Tony, Tony, Tony. A tite recuerda a Sheldon Cooper. A esas horas todo recuer-da a algo.

    All pides un Oporto que ya no te puedes beber. Tedas cuenta de que a lo largo del da has bebido verm,vino, cerveza, whisky, ron, ginebra y ahora, el Oporto.Slo de pensar en la resaca del da siguiente te entra unmareo. Son ms de las cinco. No puedes seguir la con-versacin. Te adentras hacia el bao con dicultad y porall te encuentras a otros escritores que te saludan. Deci-des que es hora de volver al hotel.

    DOMINGO

    Deseos. La resaca es de las mayores que has te-nido. L. dice esto ha estado a punto de salir

    mal. Y es verdad. El dolor de cabeza es tremendo y eltraslado en taxi hasta Chamartn es duro. Quiz si vomi-taras El viaje va a ser largo. Lo vas a sufrir. Cuando tesubes en el tren, el vagn parece una guardera. Niosque no paran de gritar y dar saltos. Ests rodeado. Va aser largo, s. Sin embargo, como por arte de magia, alabrir La calle Great Jones, de Don DeLillo, el mareo des-aparece. Te sumerges en la lectura y apenas das dos otres cabezadas. Llegas a Murcia siendo persona, pero allevantarte te das cuenta que no puedes ni con tu alma.Te arrastras hasta el coche prometindote no volver a re-petir estas cosas.

    En casa, R. te ha preparado una sorpresa que nocuentas por pudor y que te despierta del todo. Creasque estabas muerto, pero tu libido est por las nubes.Sucede en el sof. Es de los mejores que recuerdas. Des-

    pus de tanto tiempo juntos, el sexo no slo no se ha re-sentido sino que cada vez es mejor. Es diferente, cono-cis ya de sobra el cuerpo del otro. Pero hay algo que si-gue latente desde la primera vez y que revive en cadamomento. Algo secreto, oculto, invisible, que aparececuando menos te lo esperas y hace que sientas la nece-sidad imperiosa y urgente de recorrer de nuevo ese lu-gar que ya habitas. No sabes cmo llamarlo. Amor, claroPero hay algo ms. Deseo. Animal, puro, sin destilar.

    MARTES

    Afectos.Asistes en el Espacio Ptico a la presen-tacin de El verbo de hizo carne, el libro de rela-tos ertico-religiosos de Rubn Castillo. Tienes

    pendiente leerlo. Despus, os quedis un rato hablandoentre amigos sobre arte y literatura. Se produce un pe-queo momento de tensin que, afortunadamente, aca-ba arreglndose al nal. Te das cuenta de que ante la

    cultura no puede uno posicionarse desde un punto devista meramente racional. Es como la vida; est cons-truida a travs de emociones y afectos. Y stos son deli-cados y sensibles.

    JUEVES

    Futuro. Por la maana, conferencia de JosCarlos Somoza sobre Shakespeare y la novelade suspense. La disfrutas y aprendes. Somoza

    es uno de tus escritores favoritos. Es autor de thrillers.Un autor best-seller, se podra decir. Pero su imagina-cin y su capacidad para crear s uspense y tensin esexcepcional.

    Por la tarde, sigues con la literatura y acudes a la pre-sentacin de Edicin anotada de la tristeza, el libro depoemas con el que Jos Alcaraz ha ganado el Premio de

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    Presente continuo

    Profesor de Historia del Arteen la Universidad de Murcia y escritor. Su

    ltimo libro es Intento de escapada

    Miguel ngelHernndez

    Acudes a lapresentacin deEdicin anotada de

    la tristeza, el librode poemas con elque Jos Alcarazha ganado elPremio de PoesaJoven de RNE. Es un libro hermoso,construido a travs de grandes espacios en blanco y

    pequeas notas al pie. Recuerdas que su lectura fuesobrecogedora. La presentacin tambin lo es

    Opiniones

    LaOpininDOMINGO, 24 DE NOVIEMBRE, 201340

    Poesa Joven de RNE. Es un libro hermoso, construido atravs de grandes espacios en blanco y pequeas notasal pie. Recuerdas que su lectura fue sobrecogedora. Lapresentacin tambin lo es. Y acabas con la sensacinde que quiz sea cierto eso de que Murcia es un lugarde escritores. Estn sucediendo muchas cosas. O quizsiempre han sucedido y ahora t les prestas ms aten-cin. Pero acabas teniendo claro que si algo no est encrisis en esta regin, eso es, sin duda, la literatura.

    Despus, en la noche, la presentacin de otra iniciati-va ms: AHARMUR, la asociacin de Historiadores delArte que han iniciado unos jvenes con ganas de hacercosas. Est claro: nadie se queda parado, la gente semueve. Y esto es un signo de esperanza. El futuro seconstruye as. Desde el presente, creando, hacindosever, mostrando que seguimos vivos, que est surgiendovida en medio de toda la mierda que nos rodea. El futu-ro es ahora. En todas estas pequeas grandes cosas.Hay que comenzar a saber verlo.

    La idea de que slo el sector privado crea riqueza y

    empleo es una tontera, fruto de no pensar las cosas.

    En una sociedad de economa mixta como todas las

    del mundo desarrollado la provisin de bienes y ser-

    vicios la realizan el sector privado y el pblico, y am-

    bos contribuyen al PIB y al empleo. Lo que ocurre es

    que en el sector pblico, al no responder a la lgica de

    la cuenta de resultados, no hay verdadera medicin de

    eciencia. Y ese es el problema, sobre todo en mo-

    mentos como ste. Hay un ajuste de eciencia pen-

    diente en el sector pblico, cuyo resultado no tiene por

    qu ser una reduccin del empleo, sino un aumento

    de la cantidad y calidad del servicio. Cada unidad de

    gasto debera estar sometida a una peridica auditora

    de eciencia, publicada en la pgina de la Administra-

    cin, para que el consumidor y nancia-

    dor de los servicios sepa cmo se ges-

    tiona su dinero.

    El ajuste pendiente

    Dos veces breve Pedro de Silva

    Impreso por Miguelngel Hernndez Navarro. Prohibida su reproduccin.