microbios y parasitos

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Diapositiva 1

Microbios Y Parasitos"Nada de afuera que entra en el hombrepuede hacerlo inmundo, ms las cosas que procedendel hombre, esas son las que dejqnmcula en el hombre. "Marc. VII-15El epgrafe que encabeza este captulo es argumento concluyente contra la teora de la infeccin microbiana.La inmundicia que enferma al hombre no entra a su cuerpo por obra de los microbios que vienen de afuera, sino que se elabora en las putrefacciones intestinales de su vientre afiebrado. Esos productos de corrupcin son los que dejan mcula en su cuerpo e impurifican susangre. En lugar, pues, de perseguir microbios en el cuerpo enfermo, debemos combatir su fiebre interna, refrescando sus entraas y congestionando su piel.La doctrina naturista reconoce la existencia de microbios y bacterias, pero niega que estos seres sean causa del desarreglo funcional del organismo.Respirando aire puro, manteniendo buenas digestiones y actividad eliminadora de la piel, riones e intestinos, nadie puede morir, salvo accidente, aunque viva entre microbios.Mientras que se procura instruir al pblico acerca de los peligros que representa al microbio para la vida del hombre, poca importancia se ha dado a la accin de los parsitos, cuya contaminacin es funesta parala Humanidad.La diferencia esencial que existe entre parsitos y microbios est, en que los primeros se nutren de los alimentos con que se mantiene el individuo que los aloja, o a expensas directa de su sangre y materias vivas de su cuerpo, como sucede con las lombrices, la triquina, las chinches, los piojos y el arador de la sarna. En cambio, los microbios se desarrollan en putrefacciones de materias orgnicas, los que al mismo tiempo requieren de substancias muertas y de temperatura de fiebre. El microbio se nutre de estas materias putrefactas cuya disgregacin favorece, haciendo en el cuerpo una obra de saneamiento anloga a la de esas aves que se alimentan de cadveres en descomposicin.As pues, mientras que los parsitos son para el hombre elementos de perturbacin y de muerte, los microbios constituyen un aliado de la vida orgnica porque, nutrindose de substancias perjudiciales para elorganismo, favorecen su remocin y eliminacin, lo que equivale a ayudar al saneamiento de la sangre y los tejidos del/cuerpo.La presencia de microbios no aparece como anormalidad en el iris; en cambio, los parsitos se manifiestan con claras seales de anormalidad. Esta es la mejor prueba contra la teora microbiana cqmocausa de las enfermedades.El microbio est siempre bien donde se el encuentre, pues sus actividades y su vida en todo momento se desarrollan en armona con las leyes inmutables de la Naturaleza. La enfermedad que es anormalidad,desorden, no puede tener por causa una accin armnica y ordenada como la que desempean los microbios. Al culpar al microbio como causante de sus males, el hombre no quiere reconocer su propia obra,porque contraviniendo la Ley Natural cada cual se constituye en el peor enemigo de s mismo.La vida orgnica precisa de la accin microbiana para subsistir y desarrollarse. Sin microbios es imposible la vida vegetal o animal. En efecto, plantas y rboles tienen sus races en la tierra, pero no se alimentan de este elemento. Si los rboles incorporaran la tierra a su economa, a medida que se desarrolla su tronco iran dejando un hoyo a su alrededor, pero ocurre precisamente lo contrario. Las raicillas de rboles y plantas incorporan substancias elaboradas por los microorganismos que actan en la tierra a cierto grado de calor y humedad. Lo mismo ocurre con los alimentos que ingiere el animal. No nos alimentamos de lo que comemos sino de lo que digerimos. Y la digestin es una fermentacin microbiana de los alimentos que slo puede ser benfica cuando se desarrolla a 37 grados centgrados.Segn la teora que atribuye al microbio las enfermedades, un hombre sano puede convertirse en enfermo por una repentina infeccin; sin embargo, la Naturaleza nada hace a saltos, de manera que para pasar del estado de salud al de enfermedad, se requiere de un proceso de desorganizacin cuyo desarrollo es ms o menos lento.La sangre pierde su pureza al respirar aire impuro, por prolongados desarreglos digestivos y por deficiente trabajo eliminador de la piel. La enfermedad, a diferencia del accidente, tiene un origen interno y no extrao al cuerpo.No debemos olvidar que toda infeccin supone siempre laexistencia de dos factores previos en el organismo afectado: terreno impuro, formado por acumulacin de materias orgnicas muertas introducidas mediante nutricin malsana y, adems, temperatura febrilque posibilita la descomposicin, fermentacin y putrefaccin de las materias extraas a los tejidos vivos del cuerpo.Es fcil comprender que si se desea combatir una "infeccin microbiana en un cuerpo enfermo basta con favorecer la eliminacin de los impurezas acumuladas a travs de los intestinos, linones y la piel, por un lado, y combatir la fiebre interna del vientre, por el otro. Nada decazar microbios con antibiticos.Los sntomas agudos de toda "infeccin" nos revelan la "fermentacin" del terreno impuro preexistente. Esta fermentacin, puesto que requiere de fiebre interna, es favorecida por el enfriamiento de la piel que concentra el calor en el interior del vientre. Esto explica que los resfriados se origine y vayan unidos a "infecciones intestinales".A 37 grados centgrados, en el cuerpo humano no hay virulenciasde ningn microbio. Es decir, los microbios virulentos que, con sustoxinas atacan la vida del organismo, se desarrollan todos a temperatura de fiebre, a ms de 37 grados. Mientras mayor es la fiebre, ms txicos son los microbios, porque se alimentan de materias ms corrompidas y, a su vez, eliminan ms venenos, haciendo su presencia ms peligrosa para el cuerpo. Toda "infeccin microbiana" desaparecer mediante el refrescamientodel interior del vientre del enfermo y la actividad eliminadora de su piel, rones e intestinos.Cuando oigamos hablar de infecciones, no olvidemos que ellassuponen putrefaccin de materias orgnicas muertas en un organismoafiebrado o con calentura.Infeccin y putrefaccinInfeccin equivale a corromper por accin extraa al organismo, y putrefaccin, a pudrirse por causa ntima, propia del cuerpo afectado. En otros trminos, la infeccin viene de fuera y la putrefaccin acta desde el propio vientre del enfermo. Para la medicina profesional, las llamadas enfermedades son resultado de infeccin microbiana, aunque no se conozca o constate la presencia del bacilo culpable.Tanto la viruela como todas las afecciones eruptivas de la piel, conocidas con los nombres de sarampin, alergias, escarlatina, erisipela, furunculosis, urticaria, llagas, chancros, etc., revelan actividades defensivas de organismos generalmente jvenes que poseen suficiente vitalidad para provocar por la superficie del cuerpo, crisis eliminadoras de materias corrompidas acumuladas e su interior por herencia o por putrefacciones intestinales crnicas.En estas actividades purificadoras acta una fuerza propiadel organismo afectado que expulsa al exterior materias extraas y perjudiciales. As se explica que no exista microbio de la viruela, como tampoco se ha descubierto el microorganismo actuante en todas las fiebres eruptivas. %En todas estas crisis se trata de una accin que va del interior hacia el exterior del cuerpo, a la inversa de toda infeccin que va de afuera hacia adentro.Se dir que es innegable que la vacuna preserva de la viruela, como lo afirma la propaganda mdica. Sin nimo de polemizar sobre este punto, sostenemos que la vacuna tiene la triste propiedad de paralizar las defensas orgnicas, porque debilita la vitalidad nerviosa encargada de proteger la salud. Sabemos que el sistema nervioso es el dueo de casa del organismo y, como buen padre de familia, est atento a todas sus necesidades y siempre dispuesto a defender su salud y su vida. Si este fiel y diligente poder vital es vctima de la accin debilitadora y mortfera de vacunas, sueros o inyecciones, deja de actuar como fuerza defensiva, como sucedera al jefe de familia de un hogar adormecido por intoxicacin alcohlica.Cuando la defensa orgnica que procuraba expulsar del cuerpo lo perjudicial es sofocada o paralizada, el cuerpo tiene que retener lo malsano que, en combinacin con la ponzoa de la vacuna o los venenos de las medicinas, acortan la vida del sujeto, conducindole a una miserable existencia cargada de achaques y dolores.Las llamadas "infecciones" slo pueden referirse a los parsitos y nunca a los microbios. Una persona se puede infectar con sarna, lombrices, ladillas, chinches, piojos, etc., pero no con microbios, que necesitan encontrar el terreno impuro y la temperatura febril para prosperar en el cuerpo. Las vacunas, sueros, inyecciones, y hasta las transfusiones, son verdaderas "infecciones" porque corrompen el organismo por accin extraa. Lo mismo puede decirse del aire envenenado o del alimento txico.Al evitar las putrefacciones intestinales mediante el EquilibrioTrmico del cuerpo tambin se evitan las infecciones microbianas|