mi vieje virtual transcendental con google maps streetview

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1 | Página Por: Douglas Vélez La primera vez que entendí que los viajes imaginarios, ya no eran tan imaginarios, sino algo más real, fue por allá a mediados de la década de los noventa. En ese entonces tuve la oportunidad de toparme con las nacientes enciclopedias virtuales, Grolier y Encarta. Estas presentaban una opción, en la que se podían ver ciertos parajes maravillosos del mundo, con un ángulo de vista de 360°. Por supuesto que un fanático de los viajes y de la geografía, no podía pasar esto por alto. La experiencia inicial fue deslumbrante. Podía ver todo alrededor de un punto central. No me costó trabajo considerar como propio tal giro, puesto que era como si estuviese metido en algo que se desplazaba de la misma manera, y que me permitía ver por un rectángulo todo lo que había por fuera. Era un corto viaje, pero maravilloso. Estas enciclopedias tenían otra opción parecida, que tenía que ver con imágenes vectoriales en tres dimensiones, o que daban la idea de un ambiente tridimensional. Era así como uno podía sentirse metido dentro de antiguas estructuras, en una actitud de curiosidad total, para aprender respecto a las particularidades de tales edificaciones y por ende, del hombre mismo. Ahora la sensación es máxima, porque ya no se está en un dibujo en tres dimensiones, sino que verdaderamente puedes estar en medio de una situación de calle o si es tu preferencia, dentro de conocidas edificaciones en donde con lujo de detalles, puedes valorar los ambientes, sus acabados, la decoración, paredes, pisos, muebles, cuadros, esculturas, adornos y en fin, todo lo que conforma un espacio interior. Todo esto es ¡esquizofrénico! Ilustración 1: Interior del Museo Metropolitano de N.Y. Aunque en ese entonces ya había escuchado “algo” respecto a la realidad virtual, ciertamente no había nada parecido a Google Maps StreetView; y para ser sincero, tampoco sabía mucho sobre computación e informática y mucho menos conciencia de la 3W y de las TIC´S. Cuando no se puede viajar, los simuladores vienen a ser algo

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Descripción de mi viaje y el placer de todo lo descubierto.

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Page 1: Mi Vieje Virtual Transcendental con Google Maps Streetview

1 | P á g i n a

Por: Douglas Vélez

La primera vez que entendí que los viajes imaginarios, ya no eran

tan imaginarios, sino algo más real, fue por allá a mediados de la

década de los noventa. En ese entonces tuve la oportunidad de

toparme con las nacientes enciclopedias virtuales, Grolier y Encarta.

Estas presentaban una opción, en la que se podían ver ciertos

parajes maravillosos del mundo, con un ángulo de vista de 360°. Por

supuesto que un fanático de los viajes y de la geografía, no podía

pasar esto por alto.

La experiencia inicial fue deslumbrante. Podía ver todo alrededor de

un punto central. No me costó trabajo considerar como propio tal

giro, puesto que era como si estuviese metido en algo que se

desplazaba de la misma manera, y que me permitía ver por un

rectángulo todo lo que había por fuera. Era un corto viaje, pero

maravilloso.

Estas enciclopedias tenían otra opción parecida, que tenía que ver

con imágenes vectoriales en tres dimensiones, o que daban la idea

de un ambiente tridimensional. Era así como uno podía sentirse

metido dentro de antiguas estructuras, en una actitud de curiosidad

total, para aprender respecto a las particularidades de tales

edificaciones y por ende, del hombre mismo.

Ahora la sensación es máxima, porque ya no se está en un dibujo en

tres dimensiones, sino que verdaderamente puedes estar en medio

de una situación de calle o si es tu preferencia, dentro de conocidas

edificaciones en donde con lujo de detalles, puedes valorar los

ambientes, sus acabados, la decoración, paredes, pisos, muebles,

cuadros, esculturas, adornos y en fin, todo lo que conforma un

espacio interior.

Todo esto es ¡esquizofrénico!

Ilustración 1: Interior del Museo Metropolitano de N.Y.

Aunque en ese entonces ya había escuchado “algo” respecto a la

realidad virtual, ciertamente no había nada parecido a Google Maps

StreetView; y para ser sincero, tampoco sabía mucho sobre

computación e informática y mucho menos conciencia de la 3W y de

las TIC´S.

Cuando no se puede viajar, los simuladores vienen a ser algo

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realmente estimulante para un viajero limitado. Los he disfrutado

sobre manera, hasta el punto de hacerme dependiente de todo

aquello que diera una sensación de vuelo. Por supuesto, tuve que

aprender a controlar eso.

Con Google Earth, viajé por el mundo en un sencillo simulador. He

sobrevolado las caídas de agua más conocidas del mundo. Con

satisfacción puedo señalar que he estado sobre las cataratas del Río

Niágara, en la ciudad del mismo nombre, tanto en el lado

canadiense como el americano.

Ilustración 2: entrada a las Cataratas de Niágara, lado canadiense.

Aunque ha pasado mucho tiempo desde esa primera vez, y aún

habiendo superado la experiencia de la contundencia de la

novedad, vuelvo a sentirme maravillado y sorprendido, toda vez que

por intermedio de la herramienta Streetview de Google Maps,

puedo ver claramente detalles impensables en aquel entonces y

detallarlos además desde un punto de referencia más amplio y

variable.

Para curiosear por ahí donde se me ocurra, dentro de esa, no sé si

llamarla “virtualidad”, puedo desplazarme a voluntad

longitudinalmente, devolverme, girar cualquier cantidad de grados a

la derecha, a la izquierda, arriba y hacia abajo; ¡esto es increíble! Y

por si fuera poco, puedo tener vista de águila por intermedio de un

maravilloso zoom. Nunca pensé que podría percatarme de tantos

detalles en las caminerías, caminos, calles y avenidas de todo tipo.

Algo muy bien logrado son las imágenes. Son de primera y parecen

de mentira. La calidad de la resolución es fiel a la realidad de esa

toma. El manejo de la luz es adecuado y es notorio. Todo esto hace

que me sienta como un turista empedernido, caminando por los

hermosos parajes del “Jardín Botánico Nacional Kirstenbosch” de la

Ciudad del Cabo, en Sudáfrica.

La transición entre una situación y otra, dentro del mismo escenario,

es bastante aceptable, puesto que da la idea de avance, sin

embargo, los detalles del desplazamiento, tal como lo conocemos

comúnmente al caminar o al movilizarnos en algún vehículo, se

pierden, porque es como andar por el túnel del tiempo. Sin

embargo, la puesta en la nueva situación no tarda mucho y el

enfoque de la imagen es rápido.

No he podido hacer todos los viajes que quiero, pero con este

recurso de la WWW, me he metido literalmente en los rincones del

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mundo de mayor interés para mí, como por ejemplo Wikiki, Islas

Hawai. No es que esto sustituya el viaje, ¡pero…, cómo alivia!

Ilustración 3: playa en Wikiki, Honolulú, Islas Hawai.

Es muy satisfactorio poder dar testimonio de las llamativas

expresiones de la madre de mi amada esposa, una mujer de 92

años, cuando al ponerla frente a la tecnología y los recursos de la

web, ubica los parajes y rincones mallorquines en los que construyó

una parte de su vida. Oírla hablar de los molinos de viento, las

cuevas, los olivos milenarios, las calles y callejones, plazas, playas,

de todo lo que dejó en la Mallorca de su infancia y juventud, no

tiene precio.

También he podido rememorar locaciones ya visitadas, como por

ejemplo, la costa atlántica del estado de la Florida, en USA. Me he

deleitado a lo grande con todo lo que veo, haciendo comparaciones

de lo pasado con lo que es relativamente nuevo.

Ilustración 4: panorámica de la Catedral de Mallorca.

En ésos días, recuerdo que siempre buscaba comprar un mapa para

conocer las vías transitables y lugares de mayor atractivo turístico.

Ahora, con internet y con StreetVew, quién quiere papel cuando

puedes contar con útiles elementos de navegación y con la

posibilidad de tener, al mismo tiempo en la pantalla, los escenarios

que te gustan y los mapas con proyecciones de edificaciones

tridimensionales, e inclusive mapas satelitales. ¡Mundial!

Yo diría, que lo único que quisiera agregar si pudiera, sería el sonido

y el olor propio de la escena en cuestión. Si esto puede llegar a ser

una realidad algún día, con toda seguridad, yo no hablaría más de

viajes imaginarios o virtuales simplemente, sino más bien, me

referiría siempre a los fabulosos viajes virtuales transcendentales del

programa StreetView de Google Maps.