Mi rincón favorito de Madrid20 de agosto (2014)

Como sabéis, Pereza es una de las más recientes bandas en cantar los encantos de Madrid. Tiene una canción, titulada así, Madrid, que es un rincón por algunos de los mejores lugares de nuestraciudad. Madrid siempre es una gran ciudad, y si, como cantan, se vive enamorado es una ciudad aún mejor. Todos los madrileños tenemos nuestros propios rincones favoritos de Madrid. Yo tengo los míos, rincones que me encantan, rincones en los que me siento a gusto y rincones que no me pueden traer mejores recuerdos. Se me quedan muchos en el tintero, y vosotros tendréis los vuestros y algunos no os gustarán. Pero aquí van…

El Palacio de Cristal del Parque del Retiro. Puede que una de las construcciones más bonitas que tengamos, un lugar donde es imperativo sentarse en su escalinata para disfrutar de todo lo que la rodea.

El Templo de Debod. Una de las cosas más curiosas y bonitas que tenemos en Madrid, y que por suerte se va mostrando bien a la gente. Un lugar donde pasar la tarde y ver uno de los mejores atardeceres de Madrid junto a los de…

La Plaza de Oriente. Todo el entorno que rodea al Palacio Real (Jardines de Sabatini, Campo del Moro, Calle Bailén) me parece una maravilla, pero la Plaza de Oriente como tal más. Aunque últimamente está un poco abandonada, sentarse en el cesped junto a los Jardines del Cabo Noval, con un helado o un café, a ver el atardecer es de lo mejor que se puede hacer en Madrid.

La Gran Vía a la altura de Callao. Mirar a la izquierda, ver al fondo Plaza de España antes todas las carteleras. Mirar a la derecha y ver alfondo el precios Edificio Telefónica, y entre medias GranVía 32 o el Hotel Atlántico. Gente por todos lados, hacia todos lados. Y todo esto debajo del cartelde Schweppes.

Estación de Atocha. Toda la estación. Cada rincón, desde el Jardín Tropical en la antigua terminal, a la vía 6 de Cercanías donde tantos trenes de la C4 he esperado. Cada vestíbulo, cada pasillo, cada salida a la calle.

El Puente de Segovia. No es, a lo mejor para muchos, el más bonito de Madrid, ni el más revolucionario. En el panorama mundial no destacaría nada. Pero muchas veces cruzarlo significa ir a La Riviera, memorias de buenos conciertos. Además, Madrid Río le ha dado cierto empuje. Y las vistas de Madrid son maravillosas desde este punto.

Parque de El Capricho. En las afueras está el que puede ser que sea el parque más bonito de Madrid. Este jardín romántico (en su acepción del Siglo XIX) es uno de los lugares más ideales de la ciudad. Le salva, y a la vez le perjudica, el que esté lejos del centro. Pero es que si no habéis ido os perdéis un lugar de cuento.

El Parque del Oeste. Muy similar al Retiro, pero parece que menos popular entre los madrileños. Para mí, su parte sur, siempre será la mejor.

La Calle San Mateo. Una calle que te lleva de Alonso Martínez a Tribunal. Una de las primeras calles por las que salí de fiesta, con los recuerdos que eso conlleva. Una calle muy madrileña.

La de Plaza Santa Ana. Antes de que se convirtiera en una terraza de bar gigante esta plaza tenía un algo especial. Aún lo tiene, claro. Siempre lo tendrá, ojalá.

El Museo del Prado. Más que el Museo, que también, obviamente, sus alrededores. Los jardines que lo rodean, el entorno entre el Paseo del Prado y la Calle de Alfonso XII. El Botánico. Si no fuera por la nefasta imagen exterior de la Ampliación de Moneo y la dejadez que sufre el Paseo del Prado…

La Calle O’Donnell y el triángulo que forma con Alcalá y Doctor Esquerdo. No sé muy bien el motivo pero esta zona me trae tranquilidad. Edificios bonitos, nuevas apuestas, el Palacio de los Deportes. Una zona donde viviría, sin duda.