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Familias! ¡qué increíble oportunidad tienen para relacionarse con sus hijos a través de la palabra de Dios! Como famil-ia, lean el Salmo 23 y luego discutan algunas de las siguientes preguntas juntos. Sea creativo en sus conversaciones: siéntase libre de usar estas preguntas y respuestas, o use las suyas propias. Oramos para que Dios use este tiempo para fortalecer y alentar a su familia. ¡Que Dios sea glorificado a través de tus conversaciones! 1. ¿En qué se parece Dios al pastor del que acabamos de leer en el Salmo 23?

— (Un pastor cuida a sus ovejas día y noche, conoce las necesidades de sus ovejas y las protege. Del mismo modo, Dios me cuida todos los días y sabe lo que necesito. Sé que mi Pastor se preocupa, guía y me protege ¡Puedo confiar en Él!) 2. Piensa en un momento en que estabas asustado o nervioso. Sabiendo que Dios es nuestro Pastor, ¿de qué maneras El nos calma?

— (Pídale a sus hijos que compartan su historia con usted y escúchalos. Él nos calma a través de Su Palabra, mientras oramos, adoramos, recordamos todo lo que ha hecho por nosotros, mientras vivimos en comunidad con otros cristia-nos, y mientras buscamos consejo piadoso, etc. Puedo confiar en mi Buen Pastor para calmarme cuando tengo miedo o estoy nervioso). 3. ¿De qué maneras podemos escuchar la voz de nuestro Pastor? ¿Ha habido un momento en tu vida cuando escuchaste la voz del Pastor?

— (No podemos escuchar Su voz hasta que conozcamos Su voz. Podemos conocer la voz de Dios al leer la Biblia para aprender más sobre quién es Él, y al tener una relación personal con Él. ¡Creemos en la voz de Dios a través de Su palabra! cuento infantil y recuérdales: “Mi pastor me calma”)

Salmos 23

(1) El Señor es mi pastor, nada me falta;(2) en verdes pastos me hace descansar.

Junto a tranquilas aguas me conduce;(3) me infunde nuevas fuerzas.Me guía por sendas de justiciar

por amor a su nombre.(4) Aun si voy por valles tenebrosos,

no temo peligro algunoporque tú estás a mi lado;

tu vara de pastor me reconforta.

(5) Dispones ante mí un banqueteen presencia de mis enemigos.

Has ungido con perfume mi cabeza;has llenado mi copa a rebosar.

(6) La bondad y el amor me seguirántodos los días de mi vida;

y en la casa del Señorhabitaré para siempre.

¿Estás listo para un desafío? ¡La actividad de hoy implicará un poco de confianza! El Salmo 23: 1-2 dice: “El Señor es mi pastor, no me falta nada. Me hace acostarme en pastos verdes, me lleva junto a aguas tranquilas.

El Señor nos está guiando. Incluso cuando no podemos ver lo que está sucediendo, podemos confiar en que el Señor tiene el control. La actividad de hoy es confiar en tu pareja cuando no puedes ver, ¡cómo podemos confiar en que Dios nos guiará!

¿Qué necesitamos?• Una venda en los ojos (Use una camisa, tela o pañuelo)• Carrera de obstáculos usando varios artículos como muebles, almohadas, juguetes, tazas o cualquier cosa que se te ocurra.

¿Qué hacemos?• Cree un laberinto o una carrera de obstáculos utilizando objetos en su hogar. Esto se puede hacer usando muebles en su casa, colocando diferentes objetos en el suelo para navegar, o creando un laberinto.• Designe a una persona con los ojos vendados y una persona para que sea el navegante.• La persona con los ojos vendados debe confiar en el navegador para guiarlos a través de la carrera de obstáculos o el laberinto.• El navegador puede usar diferentes palabras para ayudar a la persona con los ojos vendados a llegar al otro lado, como: moverse a la derecha, saltar, dar 3 pasos hacia adelante.• ¡Confía en tu pareja para pasar!

Opciones adicionales• Una vez que haya terminado una ronda, ¡cambie quién tiene los ojos vendados y quién es el navegador!• Conviértalo en un desafío y haga que los grupos compitan para ver quién puede pasar primero. ¡Establezca un tem-porizador para ver quién puede hacerlo más rápido!

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