MI ADIÓS SE VA

Al soñar con líneas de colores, con azucenas danzando alrededor, al creer que el viento es un mágico soplo de los dioses, al vivir esperando por los besos que me prometiste, al dejar ver las ganas que tengo de lo sencillo, al sentir que mis caricias aún permanecen en ti, al robarle al tiempo para que mañana lo nuestro fuera eterno, al rogarle a tus manos que humedecieran mi piel reseca por los años, al despertar entre tus senos, al ir de paseo cogido de las manos llenas de recuerdos y al vestirme de azul, presencio que mis días han sido de antaño y de miel.

Hoy la muerte me visitó, me dejó un escrito en mi razón, me llevó por momentos que creí olvidados, me hizo entrega de la nostalgia, me bautizó con las cenizas que aún quedaban de su primera visita, dibujó su esencia entre mis manos, grabó su voz en cada uno de mis huesos, me regaló un disfraz para cuando llegara el momento de partir, me dejó entrever, que mi hoy no tiene más kilómetros.

Repasé cada una de las cartas que dejé en el desván, caminé desnudo por cada uno de los pasillos de la vieja casa, me bañé con varias copas de vino, probé el amargo desprecio de la cordura, recogí las lágrimas y su soneto, me dejé ver de la estupidez y asumí, que si voy ya no hay regreso.

Al decidir que era mejor la soledad que tu fría compañía, al encontrarme entre las penas y las alegrías, al vaciar la basura que acumulé después de los años de creer en la absurda izquierda, al mezclar la ternura con exigencia, al jugar ser siempre el héroe de la historias de amor, al pensar que castigo y educación eran sinónimos, al comprobar que del afán solo queda una fatiga, aprendí que los versos son una excusa de quien no sabe hacer nada más.

Ayer me desperté entre las risas de las fotografías y el encanto del mar; ayer era un crío que todo lo quería experimentar, hoy soy una experiencia que otros quieren probar; ayer eran los rayos y las heladas, hoy es la primavera hecha eternidad; ayer venía en apuros, hoy la calma es postergar; ayer mi cabello era abundante, hoy la alopecia hace su entrada triunfal; ayer eran veinte, hoy son cuarenta y no paro de contar.

Llámame de nuevo el lunes, que el martes no estoy y me voy sin las sandalias porque mis pasos terrenales, ahora son celestiales.

Lic. Gustavo Gómez Reyes(Roxanne)