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MEXICO. TOMO IV. OAZEO IMPRESO FRANCMASON AGOSTO i 0 de 1898. DIRECTOR, JOSE M. MEDINA. NUMERO 18. LA REFORMA RELIGIOSA XXX Por un efecto de circunstancias impre- fíegistrado como artículo de 2a clase, j co, y que, los americanos protestantes, lo ,son también por espíritu nacional y propa- roxnicioxES.—Se publicará eventuahnente. Precio 1gan dista; es decir, queambos son una mis- dentro v fuera déla capital, un centavo. ° ». iiikkh 'iov i > k c«*itin.>i,o.\iu;N<;iA.— Jesús Medina I nía cosa, como americanos, y que solamen- 1*Uucaico, núw . i,B28 I te difieren en la formareligiosa, que no es más que un medio que converge al mismo fin. Jesuitaa y no jesuítas, todos están ahora muy contentos, en la tierra bendita | que fuera de nuestros padres. La experiencia qne desgraciadamente hemos tenido, no concuerda por más qne * hagamos con el optimismo de nuestro céle- vistas, nos toca continuar el ligero análisis i bre dominicano. ¿Donde está ahora, la qne estamos haciendo de la carta de Ma-JIglesia de Jesús? ¿No es verdad que se ha imel Aguas al Arzobispo Labastida, preci I dispersado, y que sus principales males los sámente cuando algunos hechos imbíbita-1 ha ocasionado el despotismo extrangero? bles, demuestran á la faz del mundo, que ¿No ha sido una obra perfectamente jesuí - no estamos muy lejos, si por acaso erramos, 1tica, la venta de San Francisco? ¿No es del digno sendero de la verdad. cierto, que á lo menos cada afio, surgen Una conciencia en vías de su más com- conflictos en las sectas protestantes, y que pleta emancipación, y por lo mismo, se-jen todos se escuchan las quejas que produ- * dienta de libertad, no podía menos de ver Ice la opresión y los gritos qne reclaman la con horror al despotismo papal, y efectiva.-1 libertad? ¡ Ah! no queremos seguir ahora mente le asestó terribles tiros, al tratar de I este rumbo de pésimos recuerdos, pero si vindicarse del cargo de traición, que toda I se duda de nuestras aserciones, aunque sea vía y colectivamente, lanzan contra los jen otra ocasión, marcharemos adelante, protestantes mexicanos, muchos católicos. 1 Pero seanos permitido añadir otras ob- qne Be precian además de Ber apostólicos y | servaciones pnramente políticas, sobre todo romanos. I Desde 47 á la fecha, no han faltado pro- Yémos primeramente la indignación de|yectosde anexión, con sus respectivas in- nn inocente, porque seguramente no eral tentonas de filibusterismo; varias veces se traidor; y vemos también, aquel su candor, jba pretendido comprarnos la mitad de la de qne ya hemos hablado, y*que consistía| Baja California; á pesar de que los suria- en salvar la responsabilidad del carácter | nos se vengarían con gusto de lo que les anexionista d§ los americanos. \ ha pasado, lo mismo ahora que antes, no Por fijarse en la cuestión del jesuitismo, | son nn obstáculo que pudiéram os tom ar Ven algunos de los temores políticos que I como un seguro contra la anexión; m uchos infundía el disgusto de los surianos de lósl creyeron que podrían im pedir que se h i- Kstados Unidos, en la última guerra civil, I cíese la guerra á España, y la guerra se ha no reflexionó lo bastante sobre el hecho 1 hecho; en nombre de la humanidad, y con de que los americanos jesuítas son anexio 1un. espiritu caballeresco, que nos recuerda nista8 por espíritu naqional y por afinidad lia Edad Media, se proclamó que Cuba de religiosa con la mayoría católica de Méxi-|bí a ser independiente, y ya sabemos con

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M E X I C O . TOMO IV.

OAZEOIMPRESO FRANCMASON

AGOSTO i 0 de 1898. DIRECTOR, JOSE M. MEDINA. N U M E R O 18.

LA REFORMA RELIGIOSA

XXXPor un efecto de circunstancias impre-

fíegistrado como artículo de 2a clase, j co, y que, los americanos p ro testan tes, lo,son también por espíritu nacional y p ropa-

roxnicioxES.—Se publicará eventuahnente. Precio 1 gan dista; es decir, queambos son u n a m is-dentro v fuera d éla capital, un centavo. ° ».iiikkh'iov i>k c«*itin.>i,o.\iu;N<;iA.— Jesús Medina I nía cosa, como americanos, y que solam en- 1*Uucaico, n ú w . i,B28 I te difieren en la form areligiosa, que no es

más que un medio que converge al m ism o fin. Jesuitaa y no jesuítas, todos están ahora muy contentos, en la tie rra b e n d ita | que fuera de nuestros padres.

La experiencia qne desgraciadam ente hemos tenido, no concuerda por m ás qne * hagamos con el optimismo de nuestro céle-

vistas, nos toca continuar el ligero análisis i bre dominicano. ¿Donde está aho ra , la qne estamos haciendo de la carta de Ma-JIglesia de Jesús? ¿No es verdad que se h a imel Aguas al Arzobispo Labastida, preci I dispersado, y que sus principales m ales los sámente cuando algunos hechos imbíbita-1 ha ocasionado el despotismo e x tran g e ro ? bles, demuestran á la faz del mundo, que ¿No ha sido una obra perfec tam ente je su í - no estamos muy lejos, si por acaso erramos, 1 tica, la venta de San F rancisco? ¿N o es del digno sendero de la verdad. cierto, que á lo menos cada afio, su rg en

Una conciencia en vías de su más com- conflictos en las sectas p ro testan tes, y que pleta emancipación, y por lo mismo, se-jen todos se escuchan las quejas que p ro d u -

* dienta de libertad, no podía menos de ver Ice la opresión y los gritos qne rec lam an la con horror al despotismo papal, y efectiva.-1 libertad? ¡ Ah! no querem os seguir ah o ra mente le asestó terribles tiros, al tratar de I este rumbo de pésimos recuerdos, p e ro si vindicarse del cargo de traición, que toda I se duda de nuestras aserciones, au n q u e sea vía y colectivamente, lanzan contra los jen otra ocasión, m archarem os ad e lan te , protestantes mexicanos, muchos católicos. 1 Pero seanos perm itido añad ir o tra s ob- qne Be precian además de Ber apostólicos y | servaciones pnram ente po líticas, sobre todo romanos. I Desde 47 á la fecha, no h an fa ltad o p ro -

Yémos primeramente la indignación de |yectosde anexión, con sus respectivas in - nn inocente, porque seguramente no eral tentonas de filibusterism o; varias veces se traidor; y vemos también, aquel su candor, jba pretendido com prarnos la m itad d e la de qne ya hemos hablado, y*que consistía| Baja California; á pesar de que los su ria - en salvar la responsabilidad del carácter | nos se vengarían con gusto de lo q u e les anexionista d§ los americanos. \ ha pasado, lo mismo ahora que an te s , n o

Por fijarse en la cuestión del jesuitismo, | son nn obstáculo que p ud ié ram os to m a r V en algunos de los temores políticos que I como un seguro con tra la an ex ió n ; m u ch o s infundía el disgusto de los surianos de lósl creyeron que podrían im p ed ir que se h i - Kstados Unidos, en la última guerra civil, I cíese la guerra á España, y la g u erra se h a no reflexionó lo bastante sobre el hecho 1 hecho; en nom bre de la h u m an id ad , y con de que los americanos jesuítas son anexio 1 un. espiritu caballeresco, que nos re c u e rd a nista8 por espíritu naqional y por afinidad lia Edad Media, se proclam ó que C uba d e religiosa con la mayoría católica de M éxi-|bí a ser independiente, y ya sabem os con

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2 JíL BOAZEO

qué habilidad, mientras todos los ojos se I cuarto,'versícn lo nuevo. Si no tuviesen las fíjabau en el puerto bloqueado de la Haba I letras hebra i'cas valor ñu mérícó, q u ¡zá se na, se. tomaron á Carite, se han anexado ría disi mudable esta falta, pero no es así,

y no sale bien confundir el número 9 que representa el SHsM, coúel 22 que repre sen ta el 71/v.-

I las islas Hawai, han arrojado á los en baños de Santiago y requieren la cesión de Puer to Rico: hechos todos que no dejan dudar del carácter anexionista de los americanos.

No obstante, en la tantas veces aludida carta, encontramos un punto de contacto con nuestras actuales convicciones, funda das en una experiencia má3 larga que la de Manuel Aguas: él convenía en que había un partido anexionista en los Estados Un i dos; nada más que ese partido eran los je suítas. Nosotros affadimos á la confesión ¡ de la existencia de ese partido, que no se debe clasificar religiosamente: sostenemos simplemente que está compuesto de ame ricanos, y por lo mismo, no creemos que sea patriótico y prudente, entregarles in cautamente la dirección de nuestra Refor ma Religiosa, á título de protectores, por que son ricos y porque son pobres los pro testantes mexicanos, llnoscuantos que tie nen por criterio moral el estómago, serán arrojados á puntapiés de los templos en que cultivan sn abyección, el día en que otros más abyectos y menos costosos se en ganchen al mejor postor: pero ni unos, ni otros, se salvarán de ser condenados por la posteridad, á causa de haber visto el temblor y uo haberse hincado. Por nuestra parte, gracias á Dios, nos lavamos las m:ú¡ nos como Poncio Pilato; y con la concien cia tranquila decimos que hemos procura do probar qne no hay suficiente oro en los Estados Tínidos para comprar nuestra con ciencia, y qne si queremos la Reforma Re ligiosa, aborrecemos ia anexión, qne es el sistema hipócrita de las conquistas moder nas. ' ' ' ' ; .•

J e s ú s M e d in a .

Tampoco estamos ccnformes con que se confunda á los nazarees ñon los nobles, y á los corales con los rubíes y las perlas, como se ve en el versículo siete del capítu- - tulo cuarto; porque si no liemos olvidado los escamoteos zoológicos y convenimos en los lapidarios, venimos á parar en que la Versión Moderna deberá llamarse la Ver

sión Mágica, pues no tiene rival en esta clase de suertes ó de prestidig tación.

J e s ú s Me d in a .

REMITIDOOriente.de México, Julio 23 de 1808.

Al Querido Hermano, José María Medí- ' na, Director de fíÉ i Boazeo”

Presente. -T?Mi querido hermano: Como desde el díaTj

15 del corriente me3, me separé de toda clase de trabajos masónicos en el Supremo.:-:̂ Consejo, j sin embargo, algún hermano ^ continúa colgándome milagros qne no he. * hecho, me valgo de la presente para poner * la verdad eu su lugar, y que sepa el mun-^í do masónico, que ni directa ni indirecta-Tí mente, tengo intervención en asuntos ma- f* sónicos, por más que lleve en mi pecho un altar de profunda veneración y respeto pa- ̂ ra la Orden.

Anticipándoos las gracias por la inser- s¡ ción de la presente, me es grato repetirme como siempre, vuestro hermano.

D o m in g o L e ó n . I

UViRSIOS MOIMSA.

XXXEn las Lamentaciones de Jeremías, ca

pítalo primero, versículo nueve, en vez de decir Teth, dice Tav, y este defecto no se

E l i B O A Z E O . »

ggp^Se venden las colecciones de los tres tomos publicados, al ínfimo precio de 30 centavos, pago adelantado.

, ., - , .. , I Para los pedidos foráneos se admiten es-pnede considerar como ¡raramente trpogra- t V ae ¿ . centa50B. ^ jtico, pues se halla Tepetido en el capitulo i ______________________ ■—segundo, versículo nueve, y en el capítalo| t i p . Literaria, Betiemita* s.

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