Marta Rosales Morales____________________________________________________

METODOLOGÍA Y HABILIDADES DOCENTES

Si en cualquier profesión es necesario pararse de vez en cuando a recapacitar sobre cómo se hace el trabajo y cómo se puede mejorar, es mucho más necesario en aquellas profesiones en las que se trabaja con personas.

Será por esto que Lourdes Bazarra y Olga Casanova se han propuesto ayudarnos a pensar en ello a los docentes publicando en Escuelas Inteligentes: “Metodología y Habilidades Docentes” (Madrid, ARCIX 2009).Utilizan las autoras como hilo conductor de toda la obra los consejos que dos profesores, Marta y Julio, con bastantes años de experiencia, le dan a otro, Lucas, recién llegado a la profesión. En realidad se trata de una metáfora pues son las dos autoras, Lourdes y Olga, las que intentan trasmitir su pasión por esta profesión tan apasionante como es la enseñanza, y lo hacen además desde la perspectiva de dos personas que llevan muchos años estudiando y dando a conocer a través de diferentes publicaciones los cambios vertiginosos que se están produciendo en educación y de los que ellas no sólo son estudiosas sino también actoras, como profesoras con más de 20 años de experiencia.

Comienzan ayudándonos a comprender la realidad actual de la educación y de los nuevos profesores que tienden a repetir los modelos con que fueron enseñados pero, como esos métodos posiblemente ya no sean eficaces con los alumnos, el reto es aprender a enseñar de forma distinta. Para conseguirlo es muy importante el acompañamiento y la reflexión de los docentes con mayor experiencia, como dice el grupo Idea (Marchesi): “la formación, orientación, apoyo y estímulo a los nuevos profesores es una exigencia inexcusable para asegurar el fortalecimiento de la profesión docente”. Es fundamental que los profesores seamos conscientes de que el principal problema de la educación es que las transformaciones sociales y tecnológicas se producen a gran velocidad y el sistema educativo lo hace a un ritmo mucho más lento y esos cambios exigen una redefinición del trabajo del profesor, de su formación y de su desarrollo profesional.Lo cierto es que, como dicen Vaillant y Marcelo, estamos asistiendo al paso de un tipo de sociedad a otro y no podemos quedarnos parados, menos aún en una sociedad como la actual en la que quien posee la información, o la forma de acceder a ella, tiene

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ventaja. Además la sociedad actual hace demandas contradictorias a la escuela, pues, por un lado los padres de los alumnos exigen un tipo de educación para sus hijos que ellos no practican en sus casas, y por otro, las empresas demandan del sistema educativo que formen a los alumnos en habilidades y valores de trabajo en grupo, responsabilidad, iniciativa, etc. que después no utilizan. Es lo que Hargreaves denomina “paradojas”.

A pesar de este panorama, los sistemas educativos han conseguido un avance espectacular en los últimos 30 años, de tal forma que actualmente tenemos los mejores sistemas educativos que jamás hayan existido. Tanto es así que autores como Esteve hablan de la 3ª Revolución Educativa, considerando que las dos anteriores serían la creación de las primeras escuelas en el Antiguo Egipto y la creación de la 1ª red estatal de escuelas en Prusia en el siglo XVIII, respectivamente.

Y si todo esto es así, ¿por qué esa crisis colectiva y la enorme pérdida de prestigio de la profesión docente?. Posiblemente, como apuntan las autoras, porque esos espectaculares cambios y avances en los sistemas educativos han planteado nuevos problemas que no hemos sido capaces de asimilar.

Las autoras se plantean cómo podemos educar en la actualidad.

Para contestar a esta cuestión nos centraremos con las autoras en el Informe Delors que nos dice que educar en la actualidad supone ser capaz de facilitar que los alumnos alcancen los cuatro aprendizajes fundamentales: aprender a conocer, aprender a vivir juntos, aprender a hacer y aprender a ser. Los profesores debemos conseguir que los organismos e instituciones nos vean imprescindibles para la consecución de esos cuatro aprendizajes por parte de los alumnos y además la sociedad debe saber que el primer factor de calidad de cualquier sistema educativo es el profesorado. Para que los nuevos profesores identifiquen esa calidad necesaria en el profesorado, Lourdes y Olga plantean diez grandes interrogantes que cualquier profesor debe hacerse y contestarse. Estas cuestiones, que son de extraordinaria importancia, interrogan sobre los estilos de educación, el bienestar docente, las emociones, las preocupaciones de los profesores, las etapas en el desarrollo profesional, etc. y sobre cómo se llega a ser profesor que alude a

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las cualidades naturales de cualquier profesor y que son: madurez, estabilidad emocional, autocontrol, salud psíquica, saber escuchar, paciencia, fortaleza, sentido de la justicia, respeto a la libertad de los demás… y muchas más, todas ellas definen a una persona con unas características excepcionales, parece que estuvieran definiendo a un héroe o una heroína.

Algo muy parecido ocurre cuando nos hablan las autoras de las habilidades que debe tener un profesor para conseguir que los alumnos progresen en la adquisición del saber, lo que llaman habilidades docentes: dialogar con los alumnos, estimular el interés por aprender, incorporar las tecnologías de la información, orientar a los alumnos, cuidar de su desarrollo afectivo y moral, atender la diversidad, gestionar el aula y el trabajo en equipo, etc. Porque como dice Gª. Amilburu, para dedicarse con éxito a la enseñanza son necesarias tanto las condiciones naturales como una preparación específica, es decir que además de tener unas condiciones naturales muy destacadas, además de querer ser profesor, hay que aprender a serlo y adquirir las competencias docentes, entendiendo éstas con Escudero como el conjunto de valores, creencias y compromisos, conocimientos, capacidades y actitudes que los docentes deben adquirir.

Ahora entramos en el colegio, entramos en el aula y al observarnos dando clase vemos nuestro método de aprendizaje que está sostenido por nuestras creencias sobre las personas, nosotros mismos, la vida, el futuro, los alumnos, el aprendizaje, nuestro papel, la profesión, lo que enseñamos y lo que se aprende con nosotros. Y para ello es necesario reflexionar sobre nuestros métodos, nuestros porqués y sus resultados. El aprendizaje es un viaje y en ese viaje proyectamos nuestras creencias sobre las personas y sobre su inteligencia y su capacidad de aprendizaje. Debemos conocer cuáles son muestras creencias, verbalizarlas, cuestionarlas, contrastarlas, reinventarlas y reflexionarlas. Es por esto que las autoras, a partir de ahora, plantean muchos interrogantes para que el lector se conteste a sí mismo con el fin de conocerse y de conocer lo que piensa sobre la forma de enseñar y aprender y sobre los principios que dan sentido a su metodología, Para ello las tres preguntas fundamentales serían:

¿Qué pienso sobre las personas y su inteligencia?. ¿Qué pienso sobre el aprendizaje? ¿A dónde quiero ir?

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Los profesores tienen que programar y en ese proceso necesitan decidir las estrategias, los materiales y por supuesto la metodología de trabajo más adecuada. Algunos de los métodos de trabajo y aprendizaje que cualquier profesor debe conocer son:

Clases teóricas: Exposición del profesor. Aprendizaje cooperativo: Trabajo en equipo que exige de los

alumnos informarse, sentido crítico, investigación, trabajo compartido, experimentación, etc.

Desarrollo de la creatividad. Utilidad de la red para crear, investigar y compartir: crear

página web, wikis, wikipedia, flickr, crear un blog o un mapa interactivo (José Antonio Milán ha elaborado una guía).

Literatura y cine como herramienta de reflexión, creatividad y ética.

Desarrollo del autoaprendizaje.

El maestro debe ser director de orquesta e investigador y debe convertir el aprendizaje en un espacio de curiosidad, investigación y mejora.Los maestros debemos incluir en nuestro perfil al investigador o como lo llaman las autoras al HolmesProf que nos acompañe descubriendo, innovando y cuestionándonos.Un profesor que no investiga no aprende y si no aprende no puede enseñar bien.Las características del profesor investigador son:

Trabajan en equipo y colaboran Buscan una educación de calidad Analizan y evalúan su propia práctica docente Diseñan nuevas estrategias con las conclusiones Son críticos y creativos Se centran en el conocimiento y la resolución de problemas Tienen su cuaderno de campo.

El instrumento de trabajo que debe acompañarnos en nuestra vida profesional para convertir nuestra práctica educativa en espacio de aprendizaje es el PortFolio.

Terminan las autoras dirigiéndose al nuevo profesor, Lucas, deseando que la lectura le haya servido para aprender y disfrutar que ciertamente es lo que me ha ocurrido a mí.

Marta Rosales Morales____________________________________________________

A modo de conclusión diré que antes de leer el texto no me sentía motivada pues el título me parecía que anunciaba una temática ardua y pesada de leer y de entender, pero a medida que fui leyendo me di cuenta que era mucho más ameno de lo que había imaginado y que se despertaba en mí el interés por seguir leyendo debido a la importancia de esa temática para mi profesión, la enseñanza.Me ha gustado la forma en que plantean las autoras algunos temas mediante preguntas para que vayamos respondiéndonos a nosotros mismos. Me ha gustado la perspectiva desde la que las autoras abordan la realidad de la enseñanza en la actualidad. Y sobre todo quiero resaltar la motivación que ha provocado en mí la idea de que “uno enseña lo que es” porque me ha concienciado un poco más en lo importante que es para una maestra querer mejorar día a día como persona. Por todo, muchas gracias.

BIBLIOGRAFÍA

BAZARRA, L. y O. CASANOVA: Metodología y Habilidades docentes. Colección ARCIX formación, 2009