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X CONGRESO INTERNACIONAL DE INGENIERÍA DE PROYECTOS VALENCIA, 13-15 Septiembre, 2006 METODOLOGÍA PARA LA UBICACIÓN DE ECOPARQUES. APLICACIÓN AL TÉRMINO MUNICIPAL DE CASTELLÓN. A. Gallardo Izquierdo (p) , A. García Gargallo, M.D. Bovea Edo, F. Colomer Mendoza Abstract Uncontrolled ‘micro-landfills’ are a common sight at the edges of country lanes, in the ditches alongside roads, on pieces of waste land and even in protected natural areas in any of our towns and villages. A huge assortment of old belongings, rubble, household appliances and all kinds of municipal waste are dumped in these places. Apart from the clearly unpleasant visual impact they have, such tips lead to the appearance of vectors like rodents and insects that spread diseases and pollute waterways and the atmosphere. In recent years these uncontrolled sites have mushroomed to the point where Town Councils have had to engage teams that work full time to clean them up. The main reasons why this problem has deteriorated are the increased rate at which municipal waste is generated, especially as far as appliances and electronic goods are concerned, and the shortage of facilities where such refuse can be deposited. In the mid-nineties one solution to this problem was the appearance of the so-called eco-parks (also known as transfer centres or resource recovery points), which are facilities that have been specially designed for the collection of these materials. Such services are usually located on the outskirts of towns. Citizens use them to dispose of the waste that is not collected by the regular refuse services, such as bulky items, rubble, hazardous waste, and so forth. If an eco-park is to be successful it has to satisfy two fundamental requirements, namely, it must be conveniently located and offer a good service. In this address we present a methodology for correctly siting an eco-park. To do so we studied the particular case of the town of Castellón by monitoring the variations that took place in the uncontrolled micro-tips over a period of several years before and after assigning a location for today’s eco-park. The most notable findings include having found a correlation between the number of uncontrolled micro-landfills and their distance and accessibility, the influence the eco- park has on the disappearance of these sites and the changes in the composition of the remaining micro- landfills. These results were used to draw up the methodology proposed here, and which was later applied in the siting of a second eco-park. Keywords: uncontrolled micro-landfill, municipal waste, eco-park, resource recovery point, 1250

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X CONGRESO INTERNACIONAL DE INGENIERÍA DE PROYECTOS

VALENCIA, 13-15 Septiembre, 2006

METODOLOGÍA PARA LA UBICACIÓN DE ECOPARQUES. APLICACIÓN AL TÉRMINO MUNICIPAL DE CASTELLÓN.

A. Gallardo Izquierdo (p), A. García Gargallo, M.D. Bovea Edo, F. Colomer Mendoza

Abstract

Uncontrolled ‘micro-landfills’ are a common sight at the edges of country lanes, in the ditches alongside roads, on pieces of waste land and even in protected natural areas in any of our towns and villages. A huge assortment of old belongings, rubble, household appliances and all kinds of municipal waste are dumped in these places. Apart from the clearly unpleasant visual impact they have, such tips lead to the appearance of vectors like rodents and insects that spread diseases and pollute waterways and the atmosphere.

In recent years these uncontrolled sites have mushroomed to the point where Town Councils have had to engage teams that work full time to clean them up. The main reasons why this problem has deteriorated are the increased rate at which municipal waste is generated, especially as far as appliances and electronic goods are concerned, and the shortage of facilities where such refuse can be deposited.

In the mid-nineties one solution to this problem was the appearance of the so-called eco-parks (also known as transfer centres or resource recovery points), which are facilities that have been specially designed for the collection of these materials. Such services are usually located on the outskirts of towns. Citizens use them to dispose of the waste that is not collected by the regular refuse services, such as bulky items, rubble, hazardous waste, and so forth. If an eco-park is to be successful it has to satisfy two fundamental requirements, namely, it must be conveniently located and offer a good service.

In this address we present a methodology for correctly siting an eco-park. To do so we studied the particular case of the town of Castellón by monitoring the variations that took place in the uncontrolled micro-tips over a period of several years before and after assigning a location for today’s eco-park. The most notable findings include having found a correlation between the number of uncontrolled micro-landfills and their distance and accessibility, the influence the eco-park has on the disappearance of these sites and the changes in the composition of the remaining micro- landfills. These results were used to draw up the methodology proposed here, and which was later applied in the siting of a second eco-park.

Keywords: uncontrolled micro-landfill, municipal waste, eco-park, resource recovery point,

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Resumen

Es habitual que en todas las poblaciones se detecten microvertederos ilegales en las márgenes de los caminos, cunetas de carreteras, solares e incluso parajes naturales protegidos. En estos lugares se viertes escombros, enseres viejos, electrodomésticos y todo tipo de residuos urbanos de diferente naturaleza. Tales vertidos provocan, además del impacto visual claramente desagradable, la aparición de vectores como roedores e insectos propagadores de enfermedades y la contaminación de las aguas y la atmósfera.

En los últimos años estos focos incontrolados se han multiplicado, hasta el punto de que los ayuntamientos han tenido que habilitar cuadrillas permanentes de limpieza de estos puntos. El incremento de la generación de residuos urbanos, sobre todo de línea blanca y gris, junto a la falta de instalaciones donde depositarlos han sido las causas principales del agravamiento de este problema.

Como solución, a mediados de los años noventa aparecieron los ecoparques (o centros de transferencia, o puntos limpios), instalaciones preparadas para la recogida de estos materiales. Tales instalaciones se sitúan normalmente en los extrarradios de las poblaciones. El ciudadano transporta a estos lugares los residuos que no son recogidos a otros niveles, como son los voluminosos, aparatos eléctricos y electrónicos, escombros, residuos peligrosos, etc. Para que un ecoparque tenga éxito tiene que cumplir dos requisitos fundamentales: tener una adecuada ubicación y dar un buen servicio.

En esta ponencia se presenta la metodología desarrollada por el grupo INGRES de la Universitat Jaume I de Castellón, para la ubicación correcta de un ecoparque. Para ello se ha utilizado el caso particular de la población de Castellón, habiéndose controlado durante varios años la variación de los microvertederos incontrolados antes y después de ubicar el actual ecoparque. Tales resultados han servido para validar la metodología propuesta y han sido utilizados para la situación óptima del segundo ecoparque.

Palabras clave: microvertederos ilegales, residuos urbanos, ecoparque.

1. Objetivo

El objetivo de este trabajo es demostrar que a la hora de determinar el emplazamiento de un ecoparque, además de tener en cuenta todos los factores que normalmente se recomiendan (accesos, impacto ambiental, ruido, etc.), es necesario hacer un estudio previo de la situación geográfica y de las características de los microvertederos ilegales o clandestinos. Tras el análisis de las circunstancias que llevan a esa situación de contaminación descontrolada del medio, se pueden determinar las causas que motivan a los ciudadanos a actuar de esa manera. Y finalmente, ubicar de forma adecuada la instalación de recogida, de forma que se induzca a los ciudadanos a que lleven allí sus residuos.

En segundo lugar se determinará la metodología para realizar de forma adecuada el proceso de ubicación de la instalación.

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2. Ecoparque.

Los ecoparques (también llamados puntos limpios o centros de transferencia) son instalaciones acondicionadas para la recogida de aquellos residuos urbanos que no se recogen a otros niveles, o aún existiendo su recogida, el usuario prefiere depositarlos en dicha instalación.

Los ecoparques más pequeños son simplemente un recinto cerrado con una valla y varios contenedores dentro del mismo. El ciudadano deposita los residuos, previa separación, en los diferentes contenedores. Se suelen instalar para dar servicio a poblaciones menores de 10.000 habitantes. Los mayores ecoparques disponen de personal propio, báscula de pesada, muelles de descarga, etc., y están dimensionados para poblaciones de hasta 150.000 habitantes. A nivel nacional no hay ninguna normativa que regule estas instalaciones, sin embargo a nivel autonómico, la Generalitat de Cataluña dispone de un reglamento técnico [1] en el que establece tres tipos de instalaciones, en función de la capacidad de servicio, y las características que deben de cumplir.

Para que un ecoparque funcione de forma correcta, es decir dé un buen servicio a los ciudadanos, será necesario tener en cuenta los siguientes aspectos [2]:

• Tipología de residuos admitidos. Cuanto mayor sea la variedad de residuos urbanos admitidos en el ecoparque, mayor éxito tendrá. Los muebles y escombros suponen entre el 85-90% del total de residuos (en peso) que entran, el resto está formado por una variedad muy amplia de materiales, pero que es imprescindible admitir para que no aparezcan tirados en el campo.

• Horario de apertura al público. Debe ser lo más flexible posible para que el ciudadano, en función de su disponibilidad de tiempo libre, tenga la posibilidad de encontrar abiertas las puertas del ecoparque. En el estudio realizado por Gallardo [2] sobre el funcionamiento de los ecoparques, los días de mayor aportación son los sábados (el 20% del total de entradas semanales se producen en este día) y la franja horaria en la que se hay una mayor afluencia de público es de 12-14 horas y de 16-20 horas. Respecto a la variación mensual, existe una clara diferencia entre las poblaciones turísticas y el resto. En las primeras se incrementa la aportación en los meses de julio y agosto mientras que en el resto disminuye.

• Lugar de emplazamiento. Lo recomendado [3] es que han de estar a una distancia menor de 4 kilómetros del núcleo urbano, y a un tiempo de transporte inferior de 15 minutos. Pero además de tener en cuenta estos dos aspectos, es necesario conocer la red viaria del extrarradio, accesos, condiciones ambientales, etc.

En este trabajo se propone como un aspecto más a estudiar en la ubicación de un ecoparque, el análisis previo de la situación de los vertederos clandestinos. Ello puede aportar información muy útil que y de otra forma no sería posible obtener.

3. Metodología para determinar las zonas adecuadas para la ubicación de un ecoparque

La búsqueda de zonas idóneas para instalar uno o varios ecoparques se puede dividir en dos etapas claramente diferenciadas:

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1. En primer lugar, y sobre la base de un estudio de los vertederos ilegales, se ha de determinar un área más o menos extensa donde se prevé que los ciudadanos estarán dispuestos a llevar los residuos a la/s instalación/es.

2. Dentro de esas áreas, y en función de un conjunto de factores más específicos, como accesibilidad, terrenos disponibles, impacto ambiental, etc., se define el emplazamiento exacto de la instalación.

En este trabajo se propone la metodología para llevar a cabo la primera etapa. Básicamente se propone seguir los siguientes pasos:

1. Búsqueda de información. Será necesario conocer los siguientes aspectos de la población:

• Información geográfica: Límites del término municipal, vías pecuarias, zonas protegidas, carreteras y otras infraestructuras.

• Características de la población: núcleos de población, su número de habitantes y su evolución en el tiempo. Zonas industriales y su expansión (Plan General de Ordenación Urbana).

• Características de la gestión de los residuos: Redes de recogida que existen, residuos que se recogen.

• Inventarios de vertederos clandestinos.

2. Determinación de las rutas de inspección. Una vez estudiado el territorio se determinan las rutas de inspección para buscar los vertederos clandestinos. En el plano se determinan las rutas en función de los caminos y carreteras existentes y del tiempo a emplear en cada una (una jornada laboral).

3. Identificación y caracterización de los vertederos clandestinos. Elegida una ruta, se procede a la toma de datos en el campo. Una vez localizado un vertedero, se tomarán las fotografías que se consideren oportunas y se anotarán las características básicas del vertedero: localización en el mapa, acceso, número identificativo, volumen aproximado (con la ayuda de la cinta métrica de cubicará el vertedero), composición de los residuos (residuos de construcción, poda, bolsas de residuos domésticos, residuos peligrosos, materia orgánica, madera, muebles, electrodomésticos, papel cartón, envases de plástico, residuos agrícolas, neumáticos, tierra y grava). Para facilitar la toma de datos se confeccionará una hoja de campo lo más completa posible.

El material necesario para la toma de datos es:

• Cámara fotográfica

• GPS

• Cinta métrica

• Útiles de escritura

• Planos del término municipal a escala 1:25000 de caminos y carreteras.

4. Análisis de los datos:

• Determinación del volumen aproximado de los vertederos y clasificarlos por tamaños.

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• Determinación del volumen total de residuos. Este dato dará una idea del porcentaje de residuos, del total generado, que se vierte de forma ilegal.

• Determinación de la composición de los residuos encontrados en los vertederos. Con ello se puede determinar el origen de las fuentes: industria y sector industrial, agricultura o urbano.

• Determinación de la distribución espacial de los vertederos. Con ello se podrá determinar las causas por las cuales hay zonas donde aparecen más cantidades de residuos. Las razones pueden ser muy diversas y vendrán en relación directa con las características de la población.

5. Determinación del área o áreas más idóneas. En función de la densidad de vertederos ilegales determinada en el análisis anterior, se proponen las zonas con mayor densidad para localizar en ellas los ecoparques. La justificación de esta decisión viene debatida en el siguiente punto. Dichas zonas serán más o menos amplias, y dentro de ellas, y en función de otros factores más específicos se determina el emplazamiento exacto.

4. Localización del segundo ecoparque de Castellón

En el año 1998 se realizó un estudio con el objeto de determinar el número y las características de los vertederos clandestinos que existían en el término municipal de Castellón. En el año 2001, el Ayuntamiento construyó un ecoparque a las afueras de la ciudad, en la zona oeste, con ello pretendía eliminar el gran número de vertederos incontrolados que tenía el término, que suponían, además de un impacto ambiental grave, un desembolso importante de dinero destinado a la limpieza. En el año 2002, ya en colaboración con el Ayuntamiento, se realizó un estudio de investigación para determinar la ubicación de un segundo ecoparque en la ciudad, que redujese aún más estos focos de contaminación. Para dicho trabajo se pesó que sería muy útil realizar otro estudio de localización, siguiendo la metodología establecida en el primero, que determinara cuál había sido la influencia de la construcción del ecoparque en la disminución de estos puntos y en la reducción de su volumen.

En este trabajo se presentan los resultados de los dos estudios y la discusión de los mismos, finalizando con unas conclusiones que han servido para la justificación de la necesidad de este tipo de estudios. Por otro lado, dichas conclusiones se han tenido en cuenta en la ubicación de un segundo ecoparque en Castellón.

4.1 Situación de los vertederos clandestinos en el año 1998. Para localizar y caracterizar los vertederos clandestinos del término municipal de Castellón se siguió la metodología ya descrita. En la primera etapa de búsqueda de información, las fuentes utilizadas fueron: los servicios de limpieza del Ayuntamiento, el Consejo Agrario Municipal y la Guardia Civil. Con todo ello se obtuvo la información necesaria para plantear el trabajo, además de un conjunto de mapas y direcciones sobre los posibles vertidos incontrolados actuales.

En segundo lugar se diseñó un conjunto de rutas de inspección, por vías que fuesen accesibles para un vehículo tipo turismo. La longitud de los recorridos vino determinada por la jornada laboral (6 horas). Los lugares inaccesibles no se estudiaron. En total se trazaron 6 rutas.

Seguidamente se procedió al trabajo de campo. Una vez en ruta, cuando se identificaba un vertedero se inspeccionaba y se obtenía del él toda la información necesaria. Finalmente, rastreado todo el término, se realizó el análisis de los datos. Los resultados obtenidos fueron los siguientes [4]:

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• El total de vertederos encontrados fue de 48. La capacidad y la distribución de tamaños se pueden ver en la tabla 1.

• El volumen total de residuos estimado fue de 13.042 m3. Suponiendo una densidad media de 500 kg/m3 la cantidad en peso sería de 6.521 t. En cuanto a la diversidad de tamaños, éstos se clasificaron en cinco categorías (tabla 1), siendo los más numerosos los vertederos con una capacidad menor de 50 m3.

• La composición de los residuos encontrados en los vertederos era muy variada. Se optó por establecer una clasificación de siete tipos de vertederos, en función de su composición mayoritaria (tabla 2). El número de vertederos de cada tipo se da en la tabla 3.

• Respecto a la distribución geográfica de los vertederos, se muestra en la figura 1. Existen puntos de vertido dispersos por todo el término municipal, pero siempre al lado de las carreteras o caminos principales, en cauces secos y a lo largo de la gran rambla que limita a Castellón por el sur. Aún así, se puede distinguir una zona de mayor concentración en el límite norte del término, cerca del mar, que coincide con una gran acequia. En cuanto a distribución por tamaños, los más grandes si sitúan en la rambla y en la orilla de la gran acequia.

• Existen amplias zonas inaccesibles, por ser privadas o vírgenes, que no presentan ningún tipo de contaminación.

• En algunos puntos de vertido se han colocado contenedores, creando así pseudos puntos de recogida. Sin embargo, se siguen encontrando residuos en el suelo. La causa se debe, en algunos casos, por el insuficiente número de contenedores, y en otros por la naturaleza de los residuos (los más pesados son dejados directamente en el suelo mientras que los más ligeros se encuentran dentro del contenedor).

Capacidad (m3) Número % sobre el total de

vertederos Capacidad total (m3)

50 < 24 50 414,5 50 – 300 15 31,3 2432,5 300 – 500 2 4,2 720

500 – 1000 3 6,3 2050 > 1000 4 8,3 4800 Total 48 100 13.042

Tabla 1. Distribución de tamaños de los vertederos clandestinos y capacidad total de cada categoría en 1998

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Categorías Residuos

Construcción Restos de demolición y construcción: hormigón, ladrillos, azulejos, metales,

cristales, etc. Plásticos Plásticos industriales

Poda y siega Ramas de árboles y arbusto, césped, etc. Mezcla Construcción, plásticos, poda, bolsas de

residuos domiciliarios, madera, vidrio, papel y cartón, electrodomésticos y residuos

eléctricos electrónicos. Mezcla más peligrosos Mezcla más Envases de productos de

limpieza, envases de lubricantes para vehículos, insecticidas, envases de pinturas,

etc. Muebles y electrodomésticos Colchones, somieres, sofás, aparadores, etc.

Agrícolas. Cantidades importantes de fruta en mal estado, principalmente naranjas.

Tabla 2. Categorías utilizadas para caracterizar los vertederos.

Tipo de vertedero Nº de vertederos

Construcción 20 Mezcla (todos los tipos sin peligrosos) 8 Mezcla Peligrosos (todos los tipos más

peligrosos) 15

Construcción, muebles y electrodomésticos 1 Poda y siega 2

Agrícolas 1 Plásticos 1

Total 48

Tabla 3. Número de vertederos de cada tipo en 1998.

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Figura 1. Distribución de los vertederos clandestinos en 1998

4.2 Situación de los vertederos clandestinos en el año 2003. En el año 2003 la situación del sistema de recogida de residuos había variado, ya que desde el año 2002 existe un ecoparque en la zona oeste de la ciudad (figura 2, rectángulo de color verde). Esto hacía pensar que el número de vertederos clandestinos y la cantidad de residuos encontrada sería menor. Por otra parte, la población ha pasado de 137.741 a 153.225 habitantes. Se procedió a realizar el mismo trabajo, ahora con la colaboración del Ayuntamiento, y los resultados obtenidos fueron los siguientes:

• El total de vertederos encontrados fue de 34. La capacidad y la distribución de tamaños se pueden ver en la tabla 4.

• El volumen total de residuos estimado fue de 11.854 m3. Suponiendo una densidad de 500 kg/m3 la cantidad en peso sería de 5927 t. La mayoría del volumen de residuos se concentra en los vertederos más grandes (tabla 4). En el ecoparque se recogieron 318,4 t, de las cuales el 90% eran escombros y voluminosos.

• Respecto a la composición de los residuos encontrados en los vertederos, al igual que en 1998 fue muy variada. En la tabla 5 aparece el número de vertederos de cada tipo.

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• Respecto a la distribución geográfica de los vertederos, se muestra en la figura 2. La zona de mayor concentración es el sureste y este del término municipal. Aparecen pequeños vertidos dispersos por todo el término, siempre al lado de carreteras y caminos principales, en cauces secos y a lo largo de la gran rambla. En la zona cercana al ecoparque la densidad de vertederos es muy baja. En cuanto a distribución por tamaños, los más grandes si sitúan en la rambla.

• Siguen los pseudos puntos de recogida, con los mismos problemas que en año 1998 y debido a las mismas causas.

Capacidad (m3) Número % sobre el total de

vertederos Capacidad total (m3)

50 < 18 53 289 50 – 300 5 15 640 300 – 500 3 9 950

500 – 1000 4 11,5 2250 > 1000 4 11,5 7725 Total 34 100 11854

Tabla 4. Distribución de tamaños de los vertederos clandestinos y capacidad total de cada categoría en 2002

Tipo de vertedero Nº de vertederos

Construcción 2 Mezcla (todos los tipos sin peligrosos) 14 Mezcla Peligrosos (todos los tipos más

peligrosos) 8

Construcción, muebles y electrodomésticos 5 Poda y siega 5

Agrícolas 0 Plásticos 0

Total 34

Tabla 5. Número de vertederos de cada tipo en 2002.

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Figura 2. Distribución de los vertederos clandestinos en 2003 y situación del ecoparque (rectángulo verde).

4.3 Discusión y conclusiones de ambos estudios.

Del estudio realizado en 1998 se pueden obtener las siguientes conclusiones:

• Las cantidades de residuos depositadas en los vertederos son muy elevadas. Considerando que la generación en el año 1998 fue de 55722 t, los residuos encontrados en los vertederos ilegales representan un 12% (considerando que los vertederos son evacuados por completo anualmente). Aún considerando que gran parte de los residuos son escombros, y su procedencia puede ser de la construcción, existen muchos otros formados por muebles, electrodomésticos, etc. cuya procedencia sí es urbano. Por tanto, se hace necesario un ecoparque o mejorar el servicio de la recogida de voluminosos.

• La distribución casi homogénea de los puntos de vertido hace pensar que no existe una zona clara de vertido. Aunque sí hay dos zonas preferidas: la rambla y la acequia, debido posiblemente a que la topografía (existencia de desnivel) ayuda a que los residuos sean descargados mecánicamente, haciendo que el delito que cometa en muy poco tiempo.

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• La idea de poner contenedores en algunos puntos de vertido ilegal no ayuda a su eliminación, sino a su consolidación.

Del estudio realizado en 2002 se pueden obtener las siguientes conclusiones:

• Las cantidades de residuos depositadas en los vertederos son menores que en 1998. La generación en el año 2002 fue de 67.524 t, por lo que los residuos ilegales representan un 8,7%, menor que en 1998.

• La distribución de los puntos de vertido no es homogénea. La zona suroeste tiene un menor número de puntos de vertido, debido probablemente a la existencia del ecoparque. Todavía existe la preferencia por verter grandes cantidades en la gran rambla.

• No coincide la localización de muchos de los puntos pequeños de vertido con la del año 1998. Ello es debido a que en algunos casos se ha conseguido que desaparezcan, pero aparecen otros nuevos.

• La idea de poner contenedores en algunos puntos de vertido ilegal no ayuda a su eliminación, sino a su consolidación.

• Los lugares más idóneos para el vertido ilegal siguen siendo los mismos: cercanos a las carreteras, ramblas y ríos, junto a vallas y muros.

• El ecoparque parece que sólo es utilizado por los ciudadanos de la zona oeste de la ciudad, pues no han desaparecido los vertederos del este. Esto se puede justificar porque los ciudadanos de la zona este necesitan cruzar toda la ciudad para llegar al ecoparque, no existen vías rápidas de circunvalación, y han de emplear mucho tiempo en el trayecto.

De la comparación de ambos estudios de puede concluir lo siguiente:

• Las cantidades de residuos depositadas en los vertederos han disminuido, han pasado del 12% al 8,7% del total generado. El ecoparque ha contribuido a esta rebaja, ya no sólo por las cantidades que recoge, que son pequeñas, sino porque ha aumentado la concienciación de aquellos que sobre todo vierten escombros y voluminosos en cantidades importantes.

• El número de vertederos incontrolados también ha disminuido, se ha pasado de 48 a 34. La disminución de los puntos en la zona sur-oeste es debida a la instalación del ecoparque.

• Los vertederos más grandes se encuentran fuertemente consolidados.

• En la zona sur-este han proliferado numerosos puntos de vertido que no existían con anterioridad. Esto puede deberse al rápido crecimiento de la ciudad hacia esta zona, y también a la gran cantidad de polígonos industriales emergentes.

• Con la creación del ecoparque no se ha detectado una disminución en la zona norte y oeste debido a que no existen vías rápidas de circunvalación de la ciudad, esto hace que los vecinos que vivan es estas zonas, para acceder al ecoparque, situado en el este, tengan que atravesar toda la ciudad.

• La composición de los vertederos es parecida al caso anterior. Aunque en el último trabajo se pudo observar que en los vertederos mayores había más escombros. Esto puede ser debido a que tienen una limitación de peso en el ecoparque (200 kg.). Por lo que cuando se generan mayores cantidades se vierten en el campo.

• Se hace necesario crear al menos otro ecoparque en la zona oeste, entre el casco de la ciudad y el barrio del grao.

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5. Conclusiones

Las causas por las cuales aparecen estos focos incontrolados no pueden ser conocidas o averiguadas del todo si no se conoce el plano de vertederos incontrolados. A través del mismo se pueden determinar muchas de las causas por las cuales los ciudadanos depositan ilegalmente sus residuos en ciertos lugares.

La distribución de los vertederos incontrolados, su volumen y su composición, es un factor más a tener en cuenta en la localización del Ecoparque, pues normalmente estos focos aparecen en los lugares donde es más fácil llegar, existe vías rápidas de comunicación y finalmente los usuarios ya están acostumbrados al sitio.

Finalmente, para poder exigir a los ciudadanos que se comporten de forma cívica, en este caso que no viertan ilegalmente los residuos, es necesario que las autoridades pongan a su servicio las instalaciones y prestaciones adecuadas, además de efectuar campañas informativas continuadas.

Referencias

[1] Ley 6/1993 de 15 de julio, reguladora de los residuos (DOGC nº 1776, de 28.7.1993).

[2] Gallardo A., “Metodología para el diseño de redes de recogida de selectiva de RSU utilizando sistemas de información geográfica. Creación de una base de datos aplicable a España”, Universidad Politécnica de Valencia, Valencia, 2000.

[3] Tchobanoglous G., Theisen H., Vigil S.A. “Gestión Integral de Residuos Sólidos”, McGraw-Hill, Madrid, 1994.

[4] Martínez M.D., Adsuara G. “Vertederos ilegales en el término municipal de Castellón”, Colección de trabajos de la asignatura de Residuos Sólidos, INGRES, UJI, Castellón, 1998.

Correspondencia

Antonio Gallardo Izquierdo. INGRES Ingeniería de residuos. Dpto. Ing. Mecánica y construcción. Universidad Jaume I de Castellón. ([email protected])

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