metalotecnia - tratamientos térmicos. generalidades

Upload: john-mejia-diaz

Post on 06-Jul-2018

215 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    1/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 1 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    MATERIALES I:

    TRATAMIENTOS TÉRMICOS: GENERALIDADES

    por Vicente Lorenzo

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    2/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 2 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    TRATAMIENTOS TÉRMICOS: GENERALIDADES

    1. INTRODUCCIÓN 3

    2. DEFINICIÓN DE TRATAMIENTO TÉRMICO 3

    3. CLASIFICACIÓN DE LOS TRATAMIENTOS TÉRMICOS: 4

    4. EL CALENTAMIENTO EN LOS TRATAMIENTOS TÉRMICOS 8

      4.1 HORNOS PARA TRATAMIENTOS TÉRMICOS 8

      4.2 VELOCIDAD DE CALENTAMIENTO 15

    EJERCICIOS 21

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    3/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 3 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    1. INTRODUCCIÓN 

    En capítulos anteriores se han presentado algunas herramientas que permiten interpretar y

    predecir cuáles son las modificaciones estructurales que provocan los cambios de temperatura

    en las aleaciones metálicas. Estas herramientas son las que se van a emplear en los próximos

    capítulos para describir los cambios estructurales que se producen en los tratamientos térmicos

    de los aceros y, más adelante, en los tratamientos térmicos de otras aleaciones metálicas.

     Los diagramas de equilibrio son los instrumentos que dan información sobre la

    termodinámica del sistema que se pretende estudiar. Un diagrama de equilibrio señala cuál es

    la estructura hacia la que tendería la aleación en cuestión si hubiera evolucionado desde un

    estado de equilibrio hasta las condiciones objeto de estudio siguiendo un proceso

    cuasiestático. Ahora bien, la termodinámica del sistema no predice si ese estado de equilibrio

    se alcanzará en un tiempo razonable o si, por el contrario, el proceso es tan lento que, a

    efectos prácticos, la estructura fuera de equilibrio se puede considerar como estable. Para

    responder a estas cuestiones es necesario contar con información sobre cinética del paso al

    equilibrio. Las curvas T.T.T. u otras representaciones con contenido análogo son las

    herramientas que permiten conocer cuál es la celeridad con que se produce el paso a la

    estructura que marca el diagrama y, por tanto, cuáles son las condiciones en las que se

    alcanzan o no estados de equilibrio.

    2. DEFINICIÓN DE TRATAMIENTO TÉRMICO 

    El término tratamiento térmico hace referencia al proceso tecnológico en el que se somete

    un componente metálico a una variación de temperatura programada con el fin de modificar suestructura en estado sólido y adecuar sus propiedades para los fines a los que se destina. En

    ocasiones, la aplicación del programa de temperatura puede ir acompañada de una

    modificación localizada de la composición química o de la imposición simultánea de unas

    solicitaciones mecánicas prefijadas de modo que se llega a una estructura condicionada por el

    proceso de deformación. Los tratamientos del primero de estos tipos se denominan

    termoquímicos  mientras que los del segundo se conocen con el calificativo de termomecánicos.

     Antes de continuar avanzando, resulta interesante precisar algunos extremos relativos a la

    definición anterior. En primer lugar, hay que señalar que el término estructura debe

    interpretarse en su acepción más amplia. Así, en este contexto, puede hacer referencia, según

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    4/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 4 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    el caso, a la naturaleza y proporción de fases y constituyentes presentes, a la distribución y

    morfología de estos últimos, al estado tensional del componente en cuestión o a la

    heterogeneidad de su composición química. También es importante resaltar que los

    tratamientos térmicos nunca van acompañados de la formación de fases líquidas porque se

    puede llegar a quemar la aleación con la consiguiente pérdida de características. Como

    consecuencia de esto, las temperaturas que se alcanzan en los tratamientos térmicos nunca

    pueden llegar a la de comienzo de fusión que marca la línea de solidus real. Por último hay que

    delimitar el sentido del verbo adecuar aplicado a las propiedades de la aleación. El objetivo de

    un tratamiento térmico no es, en general, alcanzar un valor extremo, ya sea máximo o mínimo,

    de alguna de las propiedades del material si no que, en la mayoría de las ocasiones, lo que se

    pretende es llegar a una solución de compromiso entre ciertas propiedades que resulta

    especialmente favorable para posteriores operaciones de procesado o para la aplicación finalque se va a dar a la pieza tratada.

    3. CLASIFICACIÓN DE LOS TRATAMIENTOS TÉRMICOS: 

    Los tratamientos térmicos propiamente dichos (excluyendo tratamientos termoquímicos y

    termomecánicos) se pueden clasificar atendiendo, entre otros criterios, a la naturaleza de los

    cambios estructurales que provocan. Conforme a este aspecto, los tratamientos térmicos se

    pueden agrupar en tres categorías:

    1. Tratamientos que buscan aproximar la estructura del metal a la de equilibrio: estos

    tratamientos, que se caracterizan por enfriamientos relativamente lentos, reciben el nombre

    genérico de recocidos. Los recocidos se subdividen a su vez en dos tipos diferentes:

    a. Recocidos que buscan modificar la naturaleza, proporción y distribución de los

    constituyentes de aleaciones que pueden sufrir transformaciones de fase en estado

    sólido: estos tratamientos consisten en un calentamiento por encima de alguna

    temperatura crítica seguido de un mantenimiento a la temperatura de recocido que

    garantice que se alcanza el equilibrio y un posterior enfriamiento lento hasta

    temperatura ambiente. En estos procesos es fundamental que la velocidad de

    enfriamiento sea suficientemente lenta al atravesar el intervalo de temperaturas de

    transformación. Una vez superado este rango de temperaturas se puede enfriar con

    mayor velocidad. El ciclo térmico de estos tratamientos se recoge en esquema en la

    figura 3-1.

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    5/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 5 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    Figura 3-1. Programa de variación de temperatura para recocidos del tipo 1(a)

    b. Recocidos que pretenden una aproximación al equilibrio sin modificar la naturaleza ni la

    proporción de las fases presentes. Entre estos objetivos se pueden incluir, por ejemplo,

    la reducción de la energía elástica almacenada en el sistema, la modificación de ladistribución de las fases o de su morfología o la reducción de la heterogeneidad. Todos

    estos procesos de paso al equilibrio son térmicamente activados y, por tanto, su

    velocidad crece al elevar la temperatura. En muchas ocasiones, basta con un

    calentamiento para acercar el metal al equilibrio en un tiempo aceptable. Cuando se

    tratan aleaciones que pueden sufrir transformaciones de fase en estado sólido, los

    tratamientos que buscan conseguir estos fines pueden ser, según el caso,

    supercríticos, subcríticos, intercríticos u oscilantes. En la figura 3-2 se recogen las

    algunas de las posibilidades para los tratamientos de este tipo.

    Figura 3-2. Programas de variación de temperatura para los recocidos del tipo 1-b en aleaciones que no

    sufren o sí sufren transformaciones de fase en estado sólido

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    6/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 6 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    2. En este segundo grupo se incluyen aquellos tratamientos que fijan a temperatura ambiente

    una estructura que no es de equilibrio. Estos tratamientos, que se caracterizan porque los

    enfriamientos con los que finalizan son suficientemente rápidos para evitar la formación de

    las estructuras de equilibrio, se pueden subdividir a su vez en dos clases:

    a. Aquellos que congelan a temperatura ambiente estructuras que corresponden a un

    equilibrio a temperaturas más elevadas. Estos tratamientos reciben, en muchas

    ocasiones, el nombre de tratamientos de solubilización  porque las estructuras que se

    fijan son soluciones sólidas sobresaturadas según se ilustra en la figura 3-3(a). En

    ciertos casos, se puede emplear el término hipertemple  para referirse a este tipo de

    tratamientos.

    b. El segundo grupo incluye aquellos tratamientos designados con el nombre general detemples  que buscan provocar descomposición de fases en equilibrio a temperaturas

    elevadas en otras metaestables tal como se esquematiza en la figura 3-3(b).

    Figura 3-3. Representación esquemática de los ciclos térmicos de los tratamientos del tipo 2.

    3. En la mayoría de las ocasiones, las piezas que han sufrido un tratamiento del tipo 2 no son

    directamente utilizables. Los tratamientos del apartado anterior van, en estos casos,

    seguidos de otro tratamiento que busca obtener una estructura más estable. Los

    tratamientos de este tercer tipo pueden ser de dos clases diferentes dependiendo de la

    naturaleza del tratamiento previo:

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    7/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 7 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    a. Las soluciones sobresaturadas que resultan de los tratamientos de solubilización se

    suelen someter a un calentamiento posterior hasta una temperatura inferior a la del

    solvus para provocar la precipitación del soluto que se encuentra disuelto en exceso

    seguido de un enfriamiento lento. Con estos tratamientos, que se conocen con el

    nombre de maduración  se busca obtener una dispersión fina de las partículas de la

    segunda fase, distribución que resulta especialmente favorable desde el punto de vista

    de las propiedades mecánicas.

    b. Un temple siempre va seguido de un revenido: un tratamiento subcrítico que tiene

    como finalidad descomponer en mayor o menor medida las fases metaestables que se

    formaron en el tratamiento previo. La temperatura de revenido determina generalmente

    la extensión de la descomposición de las fases no estables y, en consecuencia, la

    microestructura y propiedades de la pieza tratada.

    En principio se podría pensar que los tratamientos térmicos que se han clasificado en los

    párrafos anteriores son reversibles, es decir, que los cambios producidos por alguno de ellos

    podrían ser borrados por otro. Así, por ejemplo, se podría pensar que una aleación cuya

    estructura inicial es la de equilibrio se puede someter a tratamientos sucesivos de los grupos 2

    y 3 y, posteriormente, tras un recocido volver al estado original. En la práctica esto no es así

    porque las modificaciones estructurales producidas por los tratamientos térmicos van

    acompañadas de otros efectos químicos y mecánicos que pueden deteriorar de forma

    irreversible el material.

    Los efectos químicos a los que se acaba de hacer referencia surgen como consecuencia

    de la interacción entre la atmósfera del horno en que se realiza el tratamiento y la pieza a

    tratar. Las atmósferas de los hornos pueden contener monóxido y dióxido de carbono,

    hidrógeno, vapor de agua y metano además de nitrógeno y oxígeno. Las proporciones de estos

    gases determinan el carácter de la atmósfera y las modificaciones que pueden provocar en la

    composición química superficial de la pieza. Entre los efectos de las interacciones atmósfera-

    pieza que, habitualmente, no son buscados intencionadamente se pueden incluir la oxidación o

    la descarburación en piezas de acero tratadas.

     A los efectos de tipo químico que se han descrito se superponen otros de tipo mecánico.

    Durante la aplicación de los tratamientos térmicos siempre se desarrollan tensiones en el seno

    de las piezas a tratar como consecuencia de la diferencia de temperaturas y, por tanto, de la

    expansión térmica entre distintos puntos de las mismas. Además, si la aleación a tratar 

    experimenta transformaciones de fase durante el tratamiento, aparecen tensiones cuando

    estos cambios no se producen de forma simultánea en toda la pieza. Sea cual sea el origen de

    los esfuerzos mecánicos, su aparición puede provocar la deformación, el agrietamiento oincluso la rotura de la pieza que se está tratando con la consiguiente inutilización de la misma.

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    8/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 8 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    Más preocupante incluso que lo anterior puede resultar la formación de microgrietas cuyo

    desarrollo pueda provocar su fallo en servicio bajo la acción de tensiones inferiores a la de

    cálculo o el rechazo de la pieza en operaciones de procesado posteriores.

    4. EL CALENTAM IENTO EN LOS TRATAMIENTOS TÉRMICOS 

    Según se acaba de discutir cualquier tratamiento térmico comienza con un calentamiento.

    Como esta etapa es común a todos los tratamientos y no presenta ninguna característica

    específica salvo el valor de la temperatura que se desea alcanzar, se va a describir con cierto

    detalle esta fase inicial antes de pasar a describir los diferentes tratamientos de los aceros.

    4.1 Hornos para tratamientos térmicos

    Las instalaciones que se emplean para el calentamiento de las piezas a tratar se pueden

    clasificar atendiendo a diferentes criterios entre los que se pueden incluir el modo de

    funcionamiento, el tipo de energía empleado para el calentamiento o las características de la

    atmósfera.

    Cuando se aplica el primer criterio, los hornos se pueden clasificar en hornos continuos  y

    hornos de funcionamiento intermitente.

    Los hornos de funcionamiento intermitente son muy versátiles admitiendo gran variedad de

    ciclos térmicos con temperaturas máximas de trabajo que no suelen pasar de los 1300°C y con

    la posibilidad de emplear atmósferas controladas. Como contrapartida, estos hornos requieren

    un trabajo importante de manipulación de piezas de modo que su utilización está normalmente

     justificada tanto por su flexibilidad como por la necesidad de trabajar con productividades

    reducidas cuando se miden en términos de masa de material tratado por unidad de tiempo de

    utilización de horno (este criterio justifica el empleo de hornos de este tipo con gran capacidad

    en tratamientos prolongados).

    Los hornos de mufla son los más sencillos entre los hornos de funcionamiento intermitente.

    Estos hornos están formados por la caja o envolvente metálica, el aislamiento térmico que

    rodea la cámara en cuyo interior se disponen las piezas y el sistema de calentamiento y

    control. En muchas ocasiones, el movimiento de piezas en los hornos de mufla se realiza a

    mano lo que limita el tamaño de las piezas a tratar (figura 4.1). Cuando es necesario tratar 

    piezas que son grandes o de manipulación difícil es necesario recurrir a hornos intermitentes

    con dispositivos que facilitan el desplazamiento relativo de la carga y el horno como los hornos

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    9/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 9 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    con máquina de cargar , de solera móvil  o de carro (figura 4.2), los de ascensor , los de pozo o

    los de campana (figura 4.3).

    Figura 4.1. Horno eléctrico de mufla: en la pared lateral se pueden ver las resistencias de calentamiento.

    Figura 4.2. Horno de solera móvil 

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    10/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 10 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    Figura 4.3. Hornos de campana eléctrico y de gas para recocido de hilo de cobre

    Una alternativa al concepto de horno de cámara son los hornos de sales . Estos hornos de

    constan básicamente de un depósito que contiene un baño de sales fundidas a la temperatura

    de trabajo (figura 4.4). Como el calentamiento se consigue por inmersión de las piezas en las

    sales líquidas, la transmisión de calor es muy eficiente de modo que el equilibrio térmico se

    consigue rápidamente. Además, como no hay contacto entre la atmósfera y la pieza caliente se

    evitan problemas de oxidación y, cuando se considera adecuado, es posible modificar la

    composición de la periferia de la pieza a voluntad ajustando la composición del baño. En

    ciertos casos se pueden emplear metales fundidos en lugar de sales. La utilización de este tipode hornos tiene como inconveniente los problemas asociados a la manipulación de las sales.

    Figura 4.4. Batería de hornos de sales con electrodos sumergidos

    Un procedimiento de calentamiento discontinuo de utilización creciente en la industria son

    los hornos de lecho fluidizado. En estos hornos, las piezas a tratar se sumergen en un lecho de

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    11/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 11 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    alúmina en polvo que se mantiene fluido por el paso de la corriente de los gases de

    combustión. Las velocidades de calentamiento que se consiguen con estos hornos son

    intermedias entre las de los hornos de sales y metales fundidos y los hornos de radiación. Las

    principales ventajas de estos hornos son que, por un lado, es posible controlar la composición

    de la atmósfera y que, por otro lado, el aprovechamiento energético de los gases de

    combustión es máximo ya que la atmósfera se genera en el mismo lecho.

    El método de tratamiento discontinuo que permite obtener los mejores resultados es el

    empleo de hornos de vacío  (figura 4.5). Estas instalaciones, que pueden trabajar con un vacío

    de 10-4

      mbar y admiten temperaturas que llegan hasta los 1600°C, son las menos eficientes

    desde el punto de vista energético y las que requieren las mayores inversiones. Por estas

    razones, sólo se utilizan cuando los sobrecostes están justificados por las exigencias en losresultados del tratamiento de piezas de especial responsabilidad.

    Figura 4.5. Hornos de vacío

    Los hornos continuos constan de los mismos elementos básicos que los hornos de

    funcionamiento intermitente (una o varias cámaras aisladas, sistemas de calentamiento y

    control) junto con un sistema que permite el desplazamiento ininterrumpido de las piezas. Estos

    hornos, que se prestan a una automatización relativamente sencilla, resultan especialmente

    adecuados cuando se han de tratar grandes volúmenes de piezas en condiciones idénticas ya

    que garantizan la obtención de resultados uniformes en la fabricación de series medias o

    grandes. Los hornos de funcionamiento continuo se pueden clasificar atendiendo al sistema de

    movimiento de las cargas en hornos de solera rotatoria y hornos de cámara recta.   Dentro de

    este último grupo caben distintas posibilidades para el sistema de movimiento de las cargas

    como son, por ejemplo, la utilización de rodillos, cintas de malla, bandas continuas, cadenas

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    12/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 12 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    transportadoras , máquinas empujadoras, vigas galopantes, solera vibratoria  o así como

    diferentes combinaciones entre los posibles sistemas de desplazamiento (figura 4.6).

    Figura 4.6. Horno continuo para tratamiento de perfiles de aluminio y horno de cinta para recocido en

    atmósfera controlada de plata en planchas laminadas

    Cuando los hornos de tratamiento se clasifican atendiendo al método de calentamiento se

    pueden considerar dos grandes grupos: los hornos de llama y los eléctricos.

    En el primer grupo se incluyen los hornos de gas , tanto propano, natural como

    manufacturado, y los de fuel , hornos que tienen como ventaja fundamental el bajo coste de la

    energía si bien su control y ajuste resulta más complejo que el de los hornos eléctricos, su

    funcionamiento requiere una intervención humana más importante y su instalación exige contar 

    con equipos de ventilación adecuados. Los hornos de llama con sistema de calentamiento

    directo no son admisibles en ciertos casos como consecuencia de las interacciones entre los

    gases de combustión y la superficie de las piezas a tratar. Para salvar este inconveniente se

    deben emplear tubos radiantes, sistema que permite un calentamiento indirecto y la utilizaciónde atmósferas controladas. En estos casos, los quemadores se encuentran en el interior de

    tubos fabricados con una aleación refractaria o con materiales cerámicos basados en el

    carburo de silicio a lo largo de los cuales circulan los gases de combustión. Estos gases se

    pueden utilizar para precalentar el aire de combustión antes de ser emitidos a la atmósfera con

    lo que se consigue un alto aprovechamiento energético.

    Los hornos eléctricos más empleados para el tratamiento térmico de los metales son los

    hornos de resistencias. Estos hornos son de calentamiento indirecto ya que el calor se

    transmite fundamentalmente por radiación desde una resistencia por la que circula una

    corriente eléctrica. Al trabajar de este modo la temperatura de servicio de las resistencias

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    13/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 13 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    deben ser muy superiores a las de tratamiento térmico lo que obliga a emplear aleaciones

    refractarias. La elección de las aleaciones para resistencias depende de su temperatura de

    trabajo utilizándose aleaciones de base Ni-Cr por debajo de los 1200°C, aleaciones Fe-Cr-Al

    hasta los 1400°C y resistencias especiales fabricadas por técnicas de pulvimetalurgia en

    molibdeno, tántalo o wolframio que permiten trabajar a temperaturas de 1600, 2400 y 2700°C,

    respectivamente. También es posible la utilización de materiales no metálicos como el carburo

    de silicio, el bisiliciuro de molibdeno o el grafito. Cuando la atmósfera del horno resulta

    perjudicial para la vida de las resistencias, se pueden emplear tubos radiantes que las protejan.

    Los hornos de resistencias son menos contaminantes que los de llama, su funcionamiento es

    más silencioso, el control del proceso es más preciso pero los costes de inversión y operación

    son más elevados. Entre los sistemas de calentamiento que se utilizan en los talleres de

    tratamiento y que emplean energía eléctrica hay que incluir también los equipos de inducciónempleados para tratamientos superficiales (figura 4.7) y los hornos de sales con electrodos

    sumergidos (figura 4.4).

    Figura 4.7. Horno de inducción para calentamiento de redondos de acero. La imagen de la izquierda

    muestra el sistema de extracción y la de la derecha la bobina.

    Cuando los hornos se clasifican en función de la naturaleza de su atmósfera se pueden

    distinguir tres tipos básicos: hornos sin control de la atmósfera, hornos de atmósfera controlada

    y hornos de vacío. Las atmósferas de los hornos juegan un papel doble ya que, por un lado,

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    14/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 14 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    evitan que se produzcan reacciones indeseables y, por otro lado, permiten realización de otras

    reacciones que pueden ser de interés en ciertos casos como, por ejemplo, en los tratamientos

    termoquímicos. Las atmósferas de los hornos están formadas por nitrógeno, oxígeno,

    hidrógeno, óxidos de carbono (CO y CO2), vapor de agua y, en ciertos casos, por otros gases

    como, por ejemplo, metano. Las atmósferas controladas pueden ser de carácter oxidante,

    reductor  o neutro. Además, en el caso de las aleaciones férreas, conviene tener presente su

    comportamiento carburante o descarburante. En la figura 4.8 se ha representado el diagrama

    de equilibrio para las reacciones entre mezclas de óxidos de carbono y la austenita saturada

    que ilustra como la composición de la atmósfera determina su carácter. La línea continua

    corresponde al equilibrio 2 CO Í  CO2  + [C] donde [C] representa el carbono disuelto en la

    austenita mientras que la discontinua corresponde al equilibrio Fe + CO2  Í FeO + CO. Por 

    encima de la línea continua, la austenita se descarbura mientras que por debajo el acero se

    enriquece en carbono. A la derecha de la línea discontinua, la segunda reacción está

    desplazada en el sentido de la reducción del CO2 y la oxidación del acero con la consecuente

    formación de cascarilla mientras que a su derecha se produce la reducción del acero. En

    consecuencia, las atmósferas cuyo punto representativo está contenido en la zona 1, son

    carburantes y reductoras, las de la zona 2, descarburantes y reductoras mientras que las de la

    zona 3 son oxidantes y descarburantes.

     

    0.0 0.2 0.4 0.6 0.8 1.0600

    700

    800

    900

    1000

    32

    1

     

       T  e  m  p  e  r  a   t  u  r  a   (   °   C   )

    CO2/CO

    Figura 4.8. Diagrama de equilibrio para las reacciones entre la austenita saturada y los óxidos de carbono

     Antes de continuar con la descripción de las atmósferas de los hornos, conviene precisar 

    que las reacciones indeseables entre la atmósfera y la superficie de las piezas que se van a

    tratar se pueden evitar cuando se trabaja con hornos sin control de la atmósfera. Esto se

    consigue impidiendo su contacto bien por aplicación de pastas protectoras o bien disponiendo

    las piezas en un lecho adecuado como puede ser carbón vegetal o virutas de fundición.

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    15/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 15 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    Para formar las atmósferas controladas es necesario contar con instalaciones auxiliares

    que se conocen como generadores. En los generadores exotérmicos se quema propano o gas

    natural. Tras enfriar los gases de combustión se secan o se hacen pasar por un coabsorbedor 

    que elimina el CO2 y los secan de forma simultánea. Según el caso, se obtienen mezclas de

    CO2, CO, H2  y N2  o de CO, H2  y N2. Una composición típica del gas que se obtiene con el

    primer proceso es %CO = 12, %CO2 = 6 y %H2 = 10. El gas rico (%CO = 12, %H2  = 10) y el

    gas pobre (%CO = 3, %H2 = 2) son productos que se pueden obtener por medio del segundo

    de los procesos citados. En los generadores endotérmicos  se produce la disociación de

    propano o gas natural en presencia de aire y un catalizador de níquel dentro de un recipiente

    que se calienta desde el exterior hasta unos 1000°C, obteniéndose mezclas ricas en nitrógeno

    con CO2, CO y H2  (a título de ejemplo, la composición que se obtiene para una relaciónpropano-aire de 7,6 a 1 y una temperatura de trabajo de 1050°C es %CO2 = 0,25, %CO = 23,

    %H2  = 30,5). Como mecanismo adicional de control de la atmósfera, es posible introducir 

    hidrocarburos gaseosos junto con el gas procedente de los generadores en el interior del horno

    de tratamiento o instilar líquidos orgánicos como, por ejemplo, metanol, etanol o isopropanol.

    Los disociadores de amoníaco  permiten obtener mezclas de hidrógeno y nitrógeno en

    proporción 3 a 1 que resultan adecuadas para ciertos tratamientos superficiales. Por último, en

    ciertos casos, las atmósferas controladas se forman por introducción en el horno de mezclas

    sintéticas  obtenidas a partir de gases industriales.

    Como es fácil comprender, la elección de un horno de tratamiento es un problema complejo

    ya que el abanico de opciones es muy amplio. La selección vendrá determinada en cada caso

    particular por razones relacionadas tanto con la cantidad de metal a tratar, la diversidad de

    tratamientos a utilizar como con factores locales asociados a la disponibilidad y a los costes de

    las diferentes fuentes de energía.

    4.2 Velocidad de calentamiento

    Una velocidad de calentamiento elevada puede resultar interesante desde el punto de vista

    de la productividad pero este modo de proceder puede ser causa de múltiples problemas. Esto

    es así porque cuanto más rápido sea el calentamiento, más importantes son las diferencias de

    temperatura entre distintos puntos de la pieza a tratar y, en consecuencia, mayores resultan las

    tensiones de origen térmico con el consiguiente aumento en el riesgo de deformación o rotura

    de las piezas. Además, en el caso de que el tratamiento requiera superar alguna temperatura

    crítica, las tensiones asociadas al cambio de fase no simultáneo en toda la pieza crecen si la

    velocidad de calentamiento aumenta.

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    16/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 16 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    La figura 4-9 muestra la magnitud de estas diferencias en el calentamiento hasta 850°C de

    una pieza grande. Obsérvese como la diferencia de temperatura entre la periferia y el núcleo

    de la pieza, separados unos 25 cm, crece inicialmente hasta alcanzar valores superiores a los

    100°C muy poco tiempo después de haber encendido el horno. En estas condiciones, la

    periferia no puede expandirse libremente y queda sometida a esfuerzos de compresión y el

    núcleo a esfuerzos de tracción. Cuando la periferia de la pieza alcanza la temperatura crítica

     Ac1, que en este caso es de 730°C, comienza la formación de austenita a partir de la perlita

    presente en esta zona con la consiguiente disminución de volumen. Al cabo de unas 7 horas, la

    descomposición de la perlita en la periferia ha finalizado mientras que en el núcleo no ha

    comenzado de modo que esta zona relativamente rígida impide la libre contracción de la

    periferia. En el momento que se considera, que es especialmente peligroso, la periferia de la

    pieza, que es relativamente plástica por la presencia de la austenita, queda sometida aesfuerzos de tracción mientras que el núcleo, que es relativamente rígido por la presencia de la

    perlita, está sometido a esfuerzos de compresión.

     

    0 5 10 150

    200

    400

    600

    800

    1000

    Núcleo

    Periferia

    Horno

     

       T  e  m  p  e  r  a   t  u  r  a   (   °   C   )

    Tiempo (horas)

    Figura 4-9. Curva de calentamiento de un redondo de acero al carbono con un diámetro de 500 mm en un

    horno que se encuentra inicialmente a temperatura ambiente.

    Es obvio que para minimizar los efectos perniciosos asociados a las tensiones debidas a

    las diferencias de temperatura entre distintos puntos de la pieza a tratar que se desarrollan en

    el calentamiento, hay que procurar la distribución de temperaturas sea lo más homogénea

    posible en todo momento. Se suele admitir que la velocidad de calentamiento es adecuada si la

    diferencia de temperaturas entre puntos separados por una pulgada (2,54 cm) es siempre

    inferior a 20°C. Si este criterio se aplica al caso de la figura 4-9 se puede comprobar que la

    diferencia de temperaturas entre periferia y núcleo alcanza su valor máximo de 180°C al cabo

    de 3,5 horas. Como el gradiente de temperatura promedio es en ese momento de

    18°C/pulgada, el proceso de calentamiento del ejemplo resulta aceptable.

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    17/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 17 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

     Al contrario de lo que sucede para el ejemplo que se está considerado, en la mayoría de

    las ocasiones no se conoce como varía durante el calentamiento la distribución de

    temperaturas en el interior de la pieza que se está tratando de modo que el criterio que se ha

    indicado en el párrafo previo resulta inaplicable. La experiencia demuestra que la pauta anterior 

    es equivalente a que la duración en horas del calentamiento correcto de un redondo desde

    temperatura ambiente hasta 850°C resulta de multiplicar el diámetro en pulgadas del mismo

    por un número comprendido entre 0,5 y 1. Cuando este método se aplica al redondo de la

    figura 4-9 que tiene un diámetro de 20 pulgadas, se concluye que el tiempo de calentamiento

    debe estar entre 10 y 20 horas. Evidentemente, la duración del calentamiento debe

    aproximarse al mayor de los valores que resultan de aplicar este procedimiento siempre que

    sea posible.

    El método para determinar la duración del calentamiento que se acaba de describir es

    directamente aplicable a redondos. Si la geometría de la pieza a tratar no es cilíndrica, ésta se

    puede sustituir por un redondo con la misma relación volumen/superficie a efectos de cálculo

    de la duración del calentamiento, aproximación que funciona tanto mejor cuanto menores son

    las diferencias entre las distintas secciones de la pieza.

    Nótese que el tamaño de la pieza es una variable fundamental a la hora de considerar la

    importancia del efecto que se discute ya que, a igualdad de condiciones de calentamiento,

    cuanto mayor sea la pieza, más elevados resultan los gradientes de temperatura que se

    desarrollan. Por esta razón, no es recomendable introducir piezas grandes frías en hornos que

    se encuentran a temperaturas elevadas.

    Otra característica que juega un papel importante es el tipo de acero a tratar ya que las

    diferencias entre las propiedades térmicas de los distintos grados de aceros son significativas.

     Así, según se puede comprobar en la figura 4.10, la conductividad térmica de los aceros no

    aleados cae suavemente al aumentar su contenido en carbono. Además, la misma figura

    muestra que existen diferencias importantes entre la conductividad térmica de los aceros al

    carbono a temperatura ambiente, que es del orden de los 1000 W/m.K, y la de los aceros

    fuertemente aleados como, por ejemplo, la de un acero inoxidable austenítico del tipo

    X6CrNi19-10 (%C < 0,08; %Cr = 18,00-20,00; %Ni = 8,00-10,50) que es de unos 20 W/m.K..

    Esto quiere decir que las diferencias de temperatura entre distintos puntos de una pieza de

    acero inoxidable austenítico son mayores que las que se observan en una pieza de acero al

    carbono calentada en idénticas condiciones. Además, las tensiones que se desarrollan como

    consecuencia de la aparición de un determinado gradiente de temperatura en un acero

    inoxidable austenítico son mayores que las que aparecen en un acero al carbono. Para justificar la afirmación anterior basta con tener presente que el coeficiente de expansión térmica

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    18/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 18 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    para los aceros al carbono es de 12.10-6

     K-1

      mientras que para aceros inoxidables austeníticos

    puede tomar valores de 20.10-6

      K-1

    . Todas estas razones hacen que el calentamiento de los

    aceros de alta aleación en general deba ser más lento que el de los aceros no aleados.

     

    100 200 300 400 5000

    20

    40

    60

    80

    100

            λ

       (   W   /  m .   °

       C   )

    Temperatura (°C)

    Figura 4.10. Variación con la temperatura de la conductividad térmica, λ, de un hierro electrolítico ( 

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    19/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 19 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

     

    0 60 120 180 2400

    200

    400

    600

    800

    1000

    321

     

       T  e  m  p  e  r  a   t  u  r  a   (   °   C   )

    Tiempo (min)

     

    0 5 10 15 20 25 300

    200

    400

    600

    800

    1000

    321

     

       T  e  m

      p  e  r  a   t  u  r  a   (   °   C   )

    Tiempo (min)

    Figura 4.11. Curvas tiempo-temperatura para el calentamiento de barras de acero al carbono de 25x100 

    mm (1), de 50x175 mm (2) y de 100x200 mm (3) que se introdujeron en un horno de mufla (figura

    superior) y en un horno de sales (figura inferior) a 1000°C 

     Además de la heterogeneidad de la distribución de temperaturas, los cambios de fase que

    no son simultáneos en distintos puntos de la pieza dan lugar a la aparición de tensiones. Como

    norma general, si se respetan los tiempos de calentamiento calculados según el método

    anterior, no debería de haber problemas relacionados con estas tensiones. En cualquier caso,

    cuando se trabaja con aceros de alta aleación, sus efectos se pueden minimizar trabajando con

    dos hornos según se muestra en la figura 4-12. En el primero de los hornos, que actúa como

    horno de precalentamiento, se alcanza una temperatura homogénea inferior a la crítica y,

    posteriormente, se pasa la pieza al segundo que se encuentra a la temperatura de tratamiento.

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    20/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 20 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

     

    0 1 2 3 4 5 6

    0

    40 0

    80 0

    1200

     

       T  e  m  p  e  r  a   t  u  r  a   (   °   C   )

    Tiempo (horas)

    Figura 4-12. Curva de calentamiento para el temple de un cilindro de 103 mm de diámetro fabricado en un

    acero indeformable del tipo D2 (%C = 1,4-1,6; %Mn = 0,20-0,40; %Si = 0,10-0,40; %Cr = 11,50-12,50;

    %Mo = 0,70-0,90; %V = 0,20-1). Los valores marcados se han medido en el centro del redondo.

    La discusión anterior demuestra que la etapa de calentamiento en los tratamientos térmicos

    es compleja de modo que la determinación precisa de las condiciones en las que se debe

    calentar una pieza sólo puede realizarse de forma empírica.

  • 8/17/2019 Metalotecnia - Tratamientos Térmicos. Generalidades

    21/21

    Tratamientos térmicos Fecha:03/12/01 Página 21 de 21

    siderurgia.etsii.upm.es

    EJERCICIOS 

    1. Según la información del catálogo de un fabricante, un horno de mufla para laboratorio con

    una cámara de 2 l de capacidad permite llegar desde temperatura ambiente hasta 1200°C

    en una hora. Estime la potencia del horno suponiendo que el nivel de ocupación de la

    cámara no pasa del 50% y que el rendimiento es de 0,5.

    DATOS:

    Densidad = 5 g/cm3, calor específico = 6,5 cal/mol.K, peso atómico = 60 g/mol

    2. Una plancha metálica con un espesor de 30 mm que se encuentra a temperatura ambiente

    se introduce en un horno de sales de 1000°C. Si el metal no sufre cambios de fase y seadmite en primera aproximación que sus propiedades no cambian significativamente con la

    temperatura, la variación de esta magnitud, que se puede determinar por los métodos que

    se estudian en la asignatura “Termotecnia”, viene dada por las curvas de la figura.

    Las tensiones de origen térmico que se desarrollan en cada punto resultan proporcionales

    a la diferencia entre su temperatura y la media de la placa siendo la constante de

    proporcionalidad E.λ/(1- ν) donde E es el módulo de Young, λ  es el coeficiente deexpansión térmica y  ν el módulo de Poisson.

    •  ¿En qué zonas de la pieza es mayor el riesgo de deformación o agrietamiento?.

    •  ¿Cuál es el momento más peligroso?.

    •  Estime el gradiente de temperaturas al cabo de 0,5 y de 5 s.

    •  ¿Qué valores pueden llegar a alcanzar las tensiones que se desarrollan?.

    •  ¿Cómo varían los resultados anteriores con el espesor de la placa?.

    DATOS:

     E = 210 GPa, λ = 12.10-6

     K-1

    ,  ν = 0,3, k = 50 W/(m.K), ρ = 5000 kg/m3, cp = 0,5 kJ/(kg.K)

     

    0,0 0,1 0,2 0,3 0,4 0,50, 0

    0, 2

    0, 4

    0, 6

    0, 8

    1, 0

    Fo = 0,3

    Fo = 0,1

    Fo = 0,03

    Fo = 0.01

     

       (   T   S  -   T   )   /   (   T

       S  -   T   0

       )

    x/ L