mes de maría 2013

MARÍA REINA, 2013

1

MES DE MARÍA, JUNTO A BERNARDITA CORREA

Preparado por P. Carlos de María Villanueva Quezada

“El más hermoso adorno de una madre, es la piedad de sus hijos”

Querida familia del Oratorio:

Al llegar esta serie de santos y felices días, deseo brindarles un ameno itinerario espiritual en este Mes de María, donde iremos recorriendo día tras día, de la mano de nuestra Buena Madre, breves pasajes de la vida de nuestra querida Bernardita Correa Montes, como miembro eminentísimo del Oratorio, la cual quiere que nos atrevamos como ella, a entregarnos hasta las últimas consecuencias para, como dice la oración, poder ser dignos hijos de la más santa y de la mejor de las Madres.

Hace algún tiempo se recopilaron testimonios inéditos de familiares y amigos de

Bernardita Correa, los que ahora brevemente queremos compartírselos a todos ustedes, para nuestra edificación y crecimiento espiritual. Sin duda serán de un gran provecho leer estas meditaciones en este mes especial, acompañadas de un texto bíblico, una meditación y un compromiso diario.

Bernardita, en este año del Jubileo sacerdotal: 50 años del Padre Fundador y 25 años de

los Primeros Padres y, quiere hacernos vibrar con su mensaje y testimonio heroico de donación a la voluntad de Dios; una mamá joven y alegre de nuestros tiempos, nos quiere enseñar cómo se ama a María, cómo se entrega la propia vida en el dolor, y cómo se recupera en el triunfo y la alegría de la Resurrección.

Nuestra Madre Santísima, en este año de la celebración del vigésimo aniversario de la 7ª

Piedra Fundacional, quiere que nos tomemos en serio el llamado a santificarnos en la oración en familia, en comunidad, como familia vertiente de gracia misionera para el Oratorio y para la Iglesia.

Que nuestras intenciones para este mes bendito, en unión con toda la Iglesia chilena,

sean por el aumento de vocaciones sacerdotales, religiosas y misioneras; por las intenciones del Papa Francisco, y de nuestro Padre Fundador del Oratorio, Padre Sergio Mena. Vivamos este mes en compañía de la Madre del Oratorio, que nos quiere hacer profundamente valientes en la fe, en el desafío de forjar más santos para la Iglesia, para Chile y para nuestro Oratorio Mariano, nacidos de la escuela de María.

Al clausurar este “Año de la fe” y al cumplirse 30 años de tu partida Bernardita, te

expresamos nuestro agradecimiento por tu ejemplo valeroso, incondicional y heroico. La vara ha quedado alta. Nos has legado una gran meta: imitar tu ejemplo, rezar con más fe, pedir a Dios más fortaleza y alegría. El sufrimiento y la muerte no tienen la última palabra, sino que son definitivamente vencidos por Cristo en su Resurrección. Es verdad que descubriste junto a tu esposo que las espinas del dolor redimían. Pero en el silencio de tu corazón, también sabías que envueltas en pétalos de alegría y sencillez, serían un agradable perfume que llegaría hasta el Cielo. Ante Dios supiste la lección. Ahora será nuestro turno aprenderla.

2

Estructura sugerida para cada día: 1.- Oración Inicial del Mes de María 2.- Ofrecimiento e intención del día 3.- Misterio del Santo Rosario del día que corresponda 4.- Lectura bíblica 5.- Texto de vida de Bernardita Correa, meditación, compromiso y oración 6.- Oración Final del Mes de María

Misterios del Santo Rosario Misterios Gozosos, días: lunes y sábado 1) La Anunciación del ángel a la Virgen María. 2) La Visitación de María a Santa Isabel. 3) La Encarnación de Jesús. 4) La Presentación del Niño Jesús en el Templo. 5) La pérdida y el hallazgo del Niño Jesús entre los Maestros de la ley.

Misterios Dolorosos, días: martes y viernes 1) La Agonía de Jesús en el Huerto de los Olivos. 2) La Flagelación de Jesús. 3) La Coronación de espinas. 4) Jesús lleva la Santa Cruz rumbo al Calvario. 5) La crucifixión y muerte de Jesús.

Misterios Gloriosos, días: miércoles y Domingo 1) La Resurrección de Jesús. 2) La Ascensión de Jesús a los Cielos. 3) La Venida del Espíritu Santo en Pentecostés. 4) La Asunción de Santa María a los Cielos. 5) María Santísima es coronada como Reina de toda la Creación.

Misterios Luminosos, día: jueves 1) El Bautismo de Jesús en el río Jordán. 2) El primer milagro: las Bodas de Caná. 3) Jesús invita a la conversión de los pecadores. 4) La Transfiguración en el Monte Tabor. 5) La Institución de la Eucaristía en la Última Cena.

3

Oración Inicial del mes

Oh, María durante el bello mes que te está consagrado, todo resuena con tu nombre y alabanza. Tu santuario resplandece con nuevo brillo y nuestras manos te han elevado un trono de gracia y amor desde donde presides nuestras fiestas y escuchas nuestras oraciones y votos.

Para honrarte hemos esparcido frescas flores a tus pies y adornado tu frente con guirnaldas y coronas.

Más ¡oh María! No te das por satisfecha con estos homenajes; hay flores cuya frescura y lozanía jamás pasan, y coronas que no se marchitan. Éstas son las que esperas de tus hijos, porque el más hermoso adorno de una madre, es la piedad de sus hijos, y la más bella corona que puede depositar a sus pies es la de sus virtudes.

Sí, los lirios que tú nos pides son la inocencia de nuestros corazones; nos esforzaremos, pues, durante el curso de este mes, consagrado a tu gloria, ¡oh Virgen Santa!, en conservar nuestras almas puras y sin mancha, y en separar de nuestros pensamientos, deseos y miradas aún la sombra misma del mal.

La rosa cuyo brillo agrada a tus ojos es la caridad, el amor a Dios y a nuestros hermanos. Nos amaremos, pues, los unos a los otros, como hijos de una misma familia cuya Madre eres, viviendo todos en la dulzura de una concordia fraternal. En este mes bendito, procuraremos cultivar en nuestros corazones, la humildad, modesta flor que te es tan querida y con tu auxilio llegaremos a ser puros, humildes, caritativos, pacientes y esperanzados.

¡Oh María! haz producir en el fondo de nuestros corazones todas estas amables virtudes, que ellas broten, florezcan y den al fin frutos de gracia para poder ser algún día dignos hijos de la más santa y de la mejor de las madres. Amén.

Oración Final del mes

¡Oh María!, Madre de Jesús, nuestro Salvador y nuestra buena Madre, nosotros venimos a ofrecerte, con estos obsequios que colocamos a tus pies, nuestros corazones, deseosos de agradarte y a solicitar de tu bondad, un nuevo ardor en tu santo servicio. Dígnate presentarnos a tu divino Hijo que, en vista de sus méritos y a nombre de su Santa madre, dirija nuestros pasos por el sendero de la virtud. Que haga lucir, con nuevo esplendor, la luz de la fe sobre los infortunados pueblos que gimen por tanto tiempo, en las tinieblas del error; que vuelvan hacia Él y cambien tantos corazones rebeldes, cuya penitencia regocijará su corazón y el tuyo.

Que convierta a los enemigos de su Iglesia, y que, en fin, encienda por todas partes el fuego de su ardiente caridad; que nos colme de alegría, en medio de las tribulaciones de esta vida, y de esperanza para el porvenir. Amén.

4

Día 1 La Irradiación apostólica

Rezamos los misterios del Santo Rosario... Lectura bíblica:

Dice Jesús: “He venido a arrojar un fuego sobre la tierra y ¡cuánto desearía que ya estuviera encendido! Con un bautismo tengo que ser bautizado y ¡qué angustiado estoy hasta que se cumpla!”. (Lc 12, 49-50)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por el P. Sergio Mena: Bernardita, mientras estuvo en cama, que fue un período de dos años más o menos, debido a su enfermedad y a su inmovilidad, se le produjo una fístula próxima al ano. Esta herida no tenía curación posible debido a su estado de salud. Era imposible intervenir quirúrgicamente teniendo problemas como los de ella. Tendría que vivir el resto de sus días con ese sufrimiento adicional. Le producía tremendos dolores cuando iba al baño. Era un dolor diario que se sumaba a todo el resto de los malestares anteriores. A los medicamentos se agregaron calmantes, inyecciones de morfina, y además se le practicaron transfusiones de sangre periódicamente. En cierta ocasión, llevaron a su dormitorio todo el aparataje necesario para hacer un recambio de sangre y debido al nerviosismo del momento o a un tropezón quizás, la sangre se salió de sus envases y dejó la pieza completamente teñida de rojo. El médico estaba muy complicado con la situación y la Bernardita lo único que hizo fue reír y reír burlándose del desastre. Bromeaba con historias de vampiros y con esto logró desarmar y tranquilizar al médico.

Meditación: Al entrar en el Oratorio, nos sumergimos en la gran corriente misionera. La Madre quiere ser más amada y más conocida en el mundo. Por el Cáliz del Envío recibimos la herencia de incendiar el mundo. Dios nos ha llamado para una Gran Tarea. Ya desde el día de nuestro bautismo, hemos sido configurados con Cristo como Sacerdotes, Profetas y Reyes. Al tener el sacerdocio común de los fieles, estamos llamados a ofrecer, a entregarnos, a ser un puente entre Dios y los hombres: llevarle al Padre nuestras intenciones y también a interceder como mediadores por las necesidades personales y familiares. Como Profetas, estamos llamados a anunciar la verdad y a denunciar la mentira. Dicen los Santos Padres que ‘nadie tiene verdadero amor por el bien, si no tiene el proporcional odio y rechazo por el mal’. Y como Reyes estamos llamados a reinar en el Cielo, a tener parte de la comunión de los santos en el Reino que el Padre nos tiene preparado desde el principio de los tiempos. A San Ignacio de Antioquía le llamaban “cristóforo” porque llevaba a la Palabra de Dios a los hermanos más necesitados (Foro=Portador). Y la Palabra, el Verbo, es Cristo Jesús. Estamos llamados en el Oratorio a ser “marióforos”: portadores de María. Que la gracia de la irradiación apostólica nos haga llevarla al corazón de nuestro pueblo.

Compromiso: Me comprometo a vivir la fe en la vida diaria, en las experiencias cotidianas, uniendo fe y

vida, trabajo, estudio y oración; el amor, el afecto y la gratuidad en la ayuda a los demás.

Oremos: Ayúdanos Madre a ser fieles y héroes en las cosas pequeñas del día a día, para que con la

gracia de Dios, podamos ser también fieles y héroes ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

5

Día 2 Esclavos de María


El ángel dijo a María: El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el que ha de nacer será santo y será llamado Hijo de Dios. Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez, y este es ya el sexto mes de aquella que llamaban estéril, porque ninguna cosa es imposible para Dios.

Dijo María: He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra. Y el ángel dejándola se fue. (Lc 1, 35- 38)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por el P. Sergio Mena: En España, en los exámenes del embarazo, a Bernardita le descubren leucemia. En esos tiempos, esta enfermedad tenía cortas esperanzas de vida. Le dijeron: “Señora, tiene que hacerse el aborto. Ese niño no puede vivir. Va en contra de la ciencia, va a morir de todas maneras y va a morir Ud. también. A Ud. podemos prolongarle la vida algunos meses, pero al niño hay que matarlo”. Bernardita y su esposo Arturo habían dado su 3º y 2º grado hacía poco. Sabían el valor sagrado de la vida. Se dieron cuenta que no podían matar a un ser humano, es inmoral y a pesar de este terrible dictamen médico, igual tuvieron su primer bebé que fue Bernardita hija.

Meditación: (extracto de una prédica del P. Sergio el día de la Fundación de la 9ª

Piedra Fundacional) “Simplemente obedecer, solamente obedecer, eso es lo que importa, volverse esclavos del

Señor... tanto, tanto que me está sonando esto de esclavitud mariana ¿no?, tanto me está llamando, como que Dios me está apurando: “Sergio, Sergio, esclavitud mariana”, así como la Virgen María se hizo esclava del Señor, hazte tú esclavo de la Virgen, hazte esclavo de María, yo creo que por ahí va la cosa ¿no es cierto?

Pareciera que estamos muy cerca de una Piedra Fundacional, porque este es un nuevo torrente, un torrente que Dios va a regalar al Oratorio y una fuerza y un talento extraordinario, si nosotros nos hacemos esclavos de María, como lo hizo San Luis María Grignión de Montfort, va a llegar al Oratorio una profundidad que no entendemos la grandeza de lo que Dios va a hacer con esto.

Nos podemos preguntar: ¿dónde está mi libertad? Mi libertad consiste en volverme esclavo del Señor, esa es mi libertad, mi máxima libertad es hacer lo mismo que la mayor de todas las mujeres, la que libremente dijo: “He aquí la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”.

Eso es lo que hay que hacer, eso es radicalismo, eso es ir al fondo del asunto y no quedarse en la superficie. El que se haga esclavo, libremente esclavo de María, grande será la recompensa que le espera, se vendió a Ella y perdió su libertad, Ella va a disponer y ¿a dónde lo va a llevar? A la santidad, a volverse otro Cristo, Cristo en mí y yo en Él, transfigurado en otro Cristo, sufriente, luminoso, gozoso, pero también glorioso finalmente”.

Compromiso: Viviremos nuestra esclavitud mariana este día tratando de no quejarnos por nada.

Oremos: Si confío en ti, oh Madre de Dios, me salvaré; protegido por ti, encadenado a ti, nada

temeré; con tu auxilio, combatiré a mis enemigos y los pondré en fuga: porque ser devoto tuyo es una arma de salvación que Dios da a los que quiere salvar. Amén.

6

Día 3 El Sagrado Corazón


Dijo Jesús a los fariseos y letrados esta parábola: Si uno de vosotros tiene cien ovejas y se le pierde una, ¿no deja las noventa y nueve en el campo y va tras la descarriada, hasta que la encuentra? Y cuando la encuentra, se la carga sobre los hombros, muy contento; y al llegar a casa, reúne a los amigos y a los vecinos para decirles: ‘¡Felicitadme!, he encontrado la oveja que se me había perdido’.

Os digo que así también habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse. (Lc 15, 3-7)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por M. Eliana Bühler: En su enfermedad, Bernardita fue perdiendo peso rápidamente, también debido a los medicamentos

fue perdiendo el cabello, pero eso no le complicaba. Ella siempre lucía su mejor cara y estaba alegre y fresca para recibir a quién quisiera estar con ella. Su agotamiento era puramente físico, porque su espíritu estaba fortaleciéndose minuto a minuto e irradiaba valor y optimismo. Sentía que el dolor que estaba sintiendo debía tener un sentido y ella estaba dispuesta a dárselo.

Meditación:

Es significativo que el signo de nuestra primera Piedra Fundacional sea un simple y sencillo corazón. A pesar de esto, el corazón por pequeño que sea, es lo más profundo de nuestro ser; es la fuente de nuestros sentimientos y emociones; es el que condiciona la fuerza de la entrega.

También Dios, ha querido amarnos de una forma totalmente humana. Quiere hablarnos de persona a persona; de corazón a corazón. Por eso el Sagrado Corazón de Jesús, nos muestra que Dios ha querido tener un corazón humano para sentir el sufrimiento y el dolor con nosotros, para compadecerse de nuestras debilidades, flaquezas e incapacidades; y para que nos encontremos personalmente con el amor divino.

Al entregarle el corazón a la Madre en el Oratorio, además de pedirle la gracia de nunca dejar de autoeducarnos en los grupos marianos; le pedimos también, conformar nuestro corazón al suyo: queremos sentir, vivir, amar y entregarnos como ella. Un conocido refrán dice: ‘un hombre vale lo que vale su corazón’. Por eso queremos en nuestros Oratorios darle nuestro corazón a la Madre. Qué lindo pensar en el Dulce Corazón de María. Su pensamiento nos evoca la paz, la suave ternura y la alegría de tener una Madre que nos ama con un Corazón tan hermoso.

Compromiso:

Besar el corazón de nuestro Oratorio personal como signo de mi compromiso a mi autoeducación en los grupos marianos.

Oremos:

Oh Madre y Reina del Oratorio, que señalas el camino de nuestro peregrinar. Haz que la hoguera de tu Inmaculado Corazón, podamos cultivarla también hoy, para que nuestras lámparas se aviven con una ardiente llama de fe, un pabilo de la esperanza y aceite del amor, como verdaderos hijos de la más santa y la mejor de las Madres. Amén.

7

Día 4 Nuestra Iglesia


Simón Pedro dijo a Jesús: «Tú eres el Cristo, el Hijo de Dios vivo.» Jesús le dijo: «Bienaventurado eres Simón, porque no te ha revelado esto la carne ni la sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. A ti te daré las llaves del Reino de los Cielos; y lo que ates en la tierra quedará atado en los cielos, y lo que desates en la tierra quedará desatado en los cielos.» (Mt 16, 13-19)

Extracto de una carta de Bernardita Correa enviada desde España: Nosotros (Ella y Arturo) estamos del “one” y nos hemos portado muy bien y tratamos de seguir el ideal de la pareja mariana. Creemos que estamos muy bien. Tenemos nuestro pequeño Oratorio y aunque nos cuesta harto, casi todos los días nos ponemos frente a la Madre a pedir, a ofrecer y leer los Evangelios. Le hemos sacado el jugo a la Biblia que nos regaló la Sra. Felipa.

Meditación: A pesar de que los grupos marianos comienzan a funcionar en el año 1969, el Oratorio

Mariano se funda formalmente un día 29 de junio de 1971, fecha en que la Iglesia celebra la fiesta de San Pedro y San Pablo. Este acontecimiento nos marca profundamente. El Oratorio se concibe por lo tanto como una obra netamente eclesial y también misionera.

Estos dos apóstoles, a pesar de ser distintos en sus temperamentos, cultura, actitudes y puntos de vista; lograron fundar y expandir la Iglesia naciente de forma auténtica e intrépida; impulsados por un amor profundo a Jesús y a la salvación de las almas. Nos iluminan con su ejemplo de vida, y nos enseñan cómo podemos ser fieles discípulos y ardientes misioneros en estos nuevos tiempos.

Nuestro Padre Fundador nos une a la Iglesia en el Paso de Pirque con la célebre frase “hasta las últimas consecuencias, pero nunca fuera de la Iglesia”. Posteriormente vendrá la 6ª Piedra Fundacional, el Cáliz del Padre, donde nos remacha la idea de ser fieles hijos adoptivos de la Iglesia, amándola como la Esposa de Cristo.

El Oratorio nace el día en que San Pedro y San Pablo, nacen también para el Cielo. Que esta marca “de fábrica” nos haga ser más fieles en el amor y en la confesión de nuestra fe.

Como nos decía Bernardita en su escrito, que nuestro amor a Dios, se manifieste en la oración desde mi Oratorio personal para unirme vitalmente a toda mi santa Madre, la Iglesia.

Compromiso: Rezamos el Credo como profesión de la fe de nuestra Iglesia.

Oremos: San Pedro y San Pablo se entregaron hasta derramar su sangre por amor a Cristo,

glorificando a Dios con el martirio. Te pedimos Madre entregarnos también por nuestra fe y por el testimonio de vida que expresa nuestra adhesión a Cristo y su enseñanza en la Iglesia.

8

Día 5 Las Vertientes del Oratorio


Dijo Jesús: «Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna». (Jn 4, 13-14)

Extracto de una Bitácora de Bernardita Correa: “Querida Madre; ayúdame a ser más optimista, a ser más alegre, a tener más confianza en Dios.

Me encantaría ser más entregada, a no tener susto, ayúdame Madrecita por favor. Gracias por todo y por toda la gente que se preocupa, ayúdame a ser menos egoísta, tengo que preocuparme de la gente yo también. Te doy gracias por mi esposo Arturo y por los niños que son tan amores. Realmente todo lo que no tengo de salud lo tengo en amor a esta familia que hemos formado, son tantos los detalles que tienen conmigo y a pesar de toda la preocupación y desorganización de la casa, ellos han estado firmes y alegres. Ayúdanos Madre a tener paciencia y a tener mucha confianza en Dios. Gracias Madre”.

Meditación: Así como no existen los ríos sin sus vertientes, ni sus afluentes; ni tampoco funciona el computador sin la fuente de poder que alimenta cada una de sus partes, las Vertientes del Oratorio son los elementos fundamentales que definen dinámicamente la vinculación con el Oratorio; es decir, yo no soy miembro activo del Oratorio si no estoy vinculado vitalmente a cada una de sus cuatro Vertientes que son:

a) La Imagen de la Madre del Pueblo b) El Oratorio como lugar de gracias c) El Fundador como vínculo de unidad d) La Familia del Oratorio Mariano

Escuchemos al Padre Sergio, quien nos profundiza estas ideas: “En la Iglesia hay muchos envíos, carismas y tareas particulares que Dios da. También el Oratorio Mariano ha recibido una red de carismas que se contienen en el Cáliz del Fundador. Asumir el mundo del Movimiento en profundidad significa unirse a las cuatro Vertientes, sin que le falte ni una sola. Que estén vivas y llenas de efectividad en cada miembro del Oratorio Mariano. Si uno se separa de una o queda debilitada una de estas vertientes se va produciendo un lento, un paulatino debilitamiento. En la medida que el amor de la Madre en nosotros nos lleva a superar las separaciones "de pensamiento, palabra, deseo, actos y omisiones", podremos ser vertiente de gracia evangelizadora. Traicionamos y herimos mortalmente la obra de la Madre en la que quisiéramos permanecer inclaudicablemente hasta el fin de la vida. La obra de la Madre exige heroísmo en el amor de por vida, para alcanzar nuestra vocación de ser familia unida vertiente de gracia”. Sin duda, Bernardita bebió directamente de estas Vertientes de gracia, y los frutos que la Madre ha cosechado en ella son frutos de amor generoso por la vida, por la familia y por Dios.

Compromiso: Memorizar y aprender las 4 Vertientes del Oratorio.

Oremos: Te pedimos Madre Santísima que nos llames al cambio de vida en este mes bendito, para

poder ser una familia misionera, unida, vertiente de gracia, consecuente con la vida cristiana. Amén.

9

Día 6 La Mujer Eucarística


Yo soy el pan vivo, bajado del cielo. Si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar, es mi carne por la vida del mundo. El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día. Porque mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí, y yo en él. (Jn 6, 51-56)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por M. Eliana Bühler: Diariamente iban diáconos a dejarle la comunión a su cama. Entraban dispuestos a ver a una mujer decaída y triste. Su misión era infundirle serenidad y valor. Sin embargo, al entrar en su habitación se encontraban con una joven sonriente y valiente. Era ella quien les daba aliento y valor, y al abandonar su habitación, ellos eran quienes salían con un nudo en la garganta. Había que ver a Bernardita ofreciendo sus dolores en su lecho de enferma. Qué entereza, cuanta mansedumbre y entrega absoluta en manos de Dios. No cabía en ella el sentimiento de rebeldía ni el asomo de tristeza. Se sentía muy unida al Señor y eso era toda su fortaleza.

Meditación: Hace casi 7 años, el Señor nos ha bendecido generosamente como Oratorio con la 10º

Piedra Fundacional: “María Reina Eucarística”. Él nos invita a tomarnos de la mano de nuestra Madre, y con Ella correr alegremente a la Eucaristía. Nuestra Madre del Oratorio nos ha ido llevando a cada uno de nosotros, sus hijos, al altar, de manera cada vez más auténtica. Cuando la miramos a Ella, Ella nos invita a mirar a Jesús que nos dice: “Hagan todo lo que Él les diga” (Jn. 2,5). La Reina nos lleva al Rey.

Nuestro Oratorio ha ido madurando poco a poco. También nosotros en la medida que nos hacemos discípulos del Cenáculo donde oramos con fe junto a nuestra Madre, y recibimos la fuerza, la valentía y las gracias para ser discípulos misioneros eucarísticos. No podemos ser discípulos misioneros sin Cristo Eucaristía, fuente y culmen de la vida cristiana.

Nuestro Padre Fundador nos invita a ser un Oratorio Eucarístico, ser hombres y mujeres que van y vienen a la Eucaristía. No hay nada más grande en la vida que entregarnos a Dios, que Él sea el principio y el fin en la vida práctica. Nuestro amor a Jesús debe ser concreto: preparar nuestras Misas: ser agradecidos, hacer comuniones profundas y no sacrílegas, ser adoradores de Jesús en Espíritu y en Verdad.

Ciertamente en la vida de Bernardita, la presencia de Cristo en la Eucaristía, fue clave para darle esa fuerza, serenidad y valor para cargar su cruz. Pidámosle a Jesús el don de la fidelidad a su amor que siempre se renueva y entrega en cada Santa Misa. Con fe y confianza corramos a la Eucaristía. Ahí está nuestro tesoro, porque ahí está nuestro corazón.

Compromiso: Ofrezcamos nuestra comunión en cada Santa Misa por los que viven alejados de Dios Padre, de los sacramentos, de la Iglesia.

Oremos: María Santísima, necesitamos unirnos con Dios a través de la Eucaristía: fármaco de

inmortalidad, antídoto contra la muerte, anticipo del Paraíso. Danos a tu Hijo Divino en cada Santa Misa para alimentar nuestra fe, fortalecer nuestra esperanza e inflamar nuestro amor al Dios que bajó del Cielo, para habitar y quedarse con nosotros. Amén.

10

Día 7 La Acogida Mariana


Jesús dijo a un Doctor de la Ley: Bajaba un hombre de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de salteadores, que, después de despojarle y golpearle, se fueron dejándolo medio muerto. Casualmente, bajaba por aquel camino un sacerdote y, al verle, dio un rodeo. De igual modo, un levita que pasaba por aquel sitio, le vio y dio un rodeo. Pero un samaritano que iba de camino llegó junto a él, y al verle tuvo compasión; y, acercándose, vendó sus heridas, echando en ellas aceite y vino; y montándole sobre su propia cabalgadura, le llevó a una posada y cuidó de él. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y dijo: “Cuida de él y, si gastas algo más, te lo pagaré cuando vuelva.”

¿Quién te parece que fue prójimo del que cayó en manos de los salteadores? El Doctor le dijo: “El que practicó la misericordia con él”. Jesús dijo: Vete y haz tú lo mismo. (Lc 10, 30-37)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por I. Margarita Illanes: “Nos reuníamos en una casa pobre y desprovista ubicada en calle Sazié. Allí nos juntábamos semanalmente en el grupo de novios donde estaba Bernardita. A pesar de ser ella de una familia acomodada, ella se adaptaba a esta pobreza y todo el grupo disfrutaba de estar en un ambiente tan sencillo. Recuerdo que Bernardita era una persona alegre y sencilla. Las veces que veíamos a Bernardita, nunca fue fría, siempre saludaba cordialmente, compartía y acogía. Cuando participábamos en la oración, Bernardita en su reflexión demostraba ser profunda y de oración simple. Bernardita no hacía nada extraordinario. Si uno la miraba podía decir: “Que linda y simpática”. Era una persona muy normal. Bernardita se daba así como ella era. Entregaba mucho a través de su simpleza de vida, su palabra, su mirada, su manera de amar. La reunión de grupo era todas las semanas y estábamos casi siempre en Santa Misa con el Padre Sergio. Recuerdo que Bernardita vibraba con todas las cosas sencillas. Materialmente el Oratorio no tenía nada, era la presencia de Dios que lo transformaba todo”.

Meditación: Vemos en la vida de Bernardita un sello hermoso: su sencillez, profunda espiritualidad y por sobre todo su autenticidad. Ciertamente podemos descubrir en Bernardita, que se entregaba tal cual como ella era. Además, siempre buscó dentro de sí misma, la voz de Dios que sin ella imaginarlo, la llevaría a dar pasos extraordinarios, pasos de santidad. Escoger sufrir, escoger el dolor, escoger dar la vida, sólo puede acontecer si el alma está enamorada completamente en el infinito amor de Dios. Estamos invitados a vivir fielmente nuestra lucha por la santidad en lo cotidiano de nuestra vida: luchar por nuestro cambio de vida, por acoger a los demás, por vivir una profunda espiritualidad mariana. Todo esto, adornado por la sencillez y la alegría. Hermosas flores que caracterizaron la vida diaria de Bernardita. A la luz de esta hermosa parábola del buen samaritano, queremos participar de la misericordia enseñada por Jesús: tener amabilidad, acoger al hermano, acercarnos al necesitado, porque ése es nuestro prójimo: “Ve también tú y haz lo mismo”.

Compromiso: Al ver el rostro de Cristo en la persona del pobre, del enfermo e incluso del borracho o

del indigente, con San Alberto Hurtado nos preguntamos: ¿Qué haría Cristo en mi lugar?

Oremos: Madre Santa, daños entrañas de misericordia para poder compartir aunque sea una

sonrisa, un gesto, o una palabra de afecto con tantos hermanos nuestros en la que su vida se ha hecho estéril y seca, por falta de amor, comprensión, cariño y compañía. Amén.

11

Día 8 Rubén Cárcamo

Rezamos los misterios del Santo Rosario... Lectura bíblica: Hasta el presente, pasamos hambre, sed, desnudez. Somos abofeteados, y andamos errantes. Nos fatigamos trabajando con nuestras manos. Si nos insultan, bendecimos. Si nos persiguen, lo soportamos. Si nos difaman, respondemos con bondad. Hemos venido a ser, hasta ahora, como la basura del mundo y el desecho de todos. No os escribo estas cosas para avergonzaros, sino más bien para amonestaros como a hijos míos queridos. (1Co 4, 12-14)

Texto de la vida de Rubén Cárcamo: (escrito por el P. José Miguel Curutchet) Su mamá nos cuenta que Rubén había estado con ataques toda la noche. Mandó a llamar al Padre

Sergio Mena. Rubén lo recibe como si nunca hubiera estado enfermo. Hablan largamente, como dos horas. El Padre le cuenta la vida y el sacrificio de Bernardita Correa, otra mariana perteneciente a los grupos de matrimonios. El niño se entusiasma. Es un momento de gracia muy especial. Finalmente el P. Sergio le propone ofrecer todos sus sufrimientos por 3 cosas: su pueblo, su familia y las vocaciones sacerdotales del Oratorio Mariano. El niño acepta.

Después de despedirse del Padre Sergio, la Sra. Elisa está curiosa. Sin muchos rodeos pregunta a su hijo: “¿qué hablaste con el padre Mena?” El niño responde sin vacilaciones: “¡Son cosas de hombre, mamá!“. Ella no supo hasta después de su muerte que el niño había ofrecido su vida santamente a Dios.

Meditación: En este día, queremos mirar la figura de Rubén Cárcamo, nuestro apreciado “Capitán de

quince años”. En el comienzo de su vida, parecía ser un niño adolescente cualquiera. Pero la verdad es que el amor de nuestra Madre se iba a manifestar de manera muy especial en él. En el Oratorio le llamamos el “Capitán” por su valentía, por su coraje y también por el tremendo amor que tenía a la Eucaristía.

Sabemos, por su biografía, que cada vez que él llegaba a Santiago a sus tratamientos contra el cáncer, una de las primeras cosas que hacía era pedir la Comunión para recibirla lo antes posible. Cualquier joven de nuestra época, o nosotros mismos, nos preocupamos de tantas cosas, en ciertos momentos de nuestra vida, olvidándonos de Jesús Eucaristía. Y más aún, para Rubén la Eucaristía era tan importante, que varias veces atribuyó sus ataques por no haber recibido la Comunión. No significa esto que la tuviera como un amuleto, sino que ponía toda su confianza filial en Jesús, el Buen Pastor.

Y también debemos contemplar el hermoso acontecimiento de su Misa de funeral: varios niños de su pueblo, Liquiñe, recibieron la Primera Comunión. Para Dios no hay casualidades. Nos queda claro de que el Padre Dios quiso confirmar que estaba recibiendo en el Cielo a un hijo muy querido, porque ese hijo era un amante de la Eucaristía.

Así como el ejemplo de vida de Bernardita, encendió el corazón juvenil de Rubén para imitarla, nuestra Madre nos conceda dar también un buen testimonio de vida ante los demás.

Compromiso: Vivir la Santa Misa como su fuera la primera, la única y la última de mi vida.

Oremos: Gracias Madre por escogerme para tan grande tarea, de llevarte en mi corazón a otros

corazones, no soy digo de esta intimidad, mas tu amor será la razón de mis esfuerzos, de mis desvelos y de mi entrega. Que este fuego tuyo no se apague en mí, ni en los míos, que son tuyos Madre de bondad. Amén.

12

Día 9 El Respaldo humano


Fortaleceos en el Señor y en la fuerza de su poder. Revestíos de las armas de Dios para poder resistir a las acechanzas del Diablo. Porque nuestra lucha no es contra la carne y la sangre, sino contra los Principados, contra las Potestades, contra los Dominadores de este mundo tenebroso, contra los Espíritus del Mal que están en las alturas. (Ef 6, 10-12)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por M. Eliana Bühler: Un día, fue a ver a Bernardita enferma, un hombre a quien ella estimaba muchísimo. Sabía que él estaba sufriendo un grave problema debido a la adicción al alcohol, y quiso hablarle. Cuando se encontraron, ella fue muy clara y entera. En ningún momento quiso empequeñecerlo o parecer prepotente, sino por el contrario, se mostró muy segura y humilde a la vez, alentándolo a mejorar. Le pidió que se hiciera un tratamiento para sanar definitivamente de su problema a cambio de un sacrificio que ella ofrecería desde ese momento hasta el día de su muerte. El trato era que ella dejaría para siempre de tomar sus calmantes y de inyectarse morfina con tal de que él hiciera todo lo posible por recuperarse de su alcoholismo, y junto con eso, pudiera recuperar a su familia, su trabajo y su equilibrio.

Meditación: Queridos hermanos: nuestra vida en el Oratorio se enfrenta a grandes y esperanzadoras

expectativas en este momento. La Madre del Oratorio nos llama a fortalecer nuestro compromiso con la obra; a afianzarnos en nuestra fidelidad con los carismas y Piedras Fundacionales del Oratorio; a robustecer nuestra espiritualidad con los grados y metas que se nos proponen en los grupos marianos de autoeducación, en un marco de libertad, de autenticidad y de profunda convicción en la fe cristiana.

Nos preguntamos con confiado optimismo, aunque sin minusvalorar los problemas que tendremos que afrontar: ¿somos capaces de avalar hidalgamente nuestro respaldo humano que nos corresponde? La respuesta sólo la pueden responder afirmativamente aquellos que tengan un espíritu valiente, heroico y estén prestos a abrazar la bandera del Oratorio, dispuestos a internarse profundamente en las aguas de la vida.

Nuestro Papa Francisco, en su última Encíclica Lumen Fidei, usando una analogía, explica que, “como en la vida diaria, confiamos en ‘la gente que sabe las cosas mejor que nosotros’ - el arquitecto, el farmacéutico, el abogado – así también en la fe necesitamos a alguien que sea fiable y experto en "las cosas de Dios". Y sabemos que la más fiable en las promesas de Dios, la más experta en el encuentro con el Señor, es nuestra Madre Santísima”. ¿Cómo no fiarnos en Ella? ¿Cómo no aprender de esta maestra experimentada como nadie en las cosas de Dios?

El mejor negocio que podemos hacer en esta vida, es colaborar con la gracia con nuestro respaldo humano, como lo vivió Bernardita en sus constantes encuentros con la Madre en el Oratorio, en el encuentro con Jesús en la Comunión frecuente; en su asidua meditación de la Palabra de Dios. Que ella nos infunda con su testimonio de vida, auténticos cooperadores a la gracia de Dios a la conquista de nuestra Gran Tarea.

Compromiso: Rezar desde mi Oratorio Personal por todas aquellas personas que la Madre me ha confiado, para su salvación eterna.

Oremos: Oh Dios, que concedes el perdón de los pecados y quieres la salvación de los hombres,

por intercesión de Santa María la Virgen, y de todos los santos, concede a nuestros hermanos, parientes y bienhechores que han salido ya de este mundo alcanzar la eterna bienaventuranza. Amén.

13

Día 10 María Reina


Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. (Ef 1, 3-4)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por Francisco Correa: El modelo de la Bernardita para mí es muy bueno. Ella, como hermana mayor es mi referente porque me inyecta mucha fuerza y mucho amor para hacer las cosas. Estas cosas no se pueden esconder, no son patrimonio de la familia. Pero sé que también dejó huellas en mucha gente. Mis recuerdos de ella son del día a día pero igual son significativos. Es un deber tratar de mostrar las cosas como fueron. A pesar que ella ya no está, la tengo siempre presente en mi vida. Hace parte de la historia de mi vida. Para mí, el ejemplo de ella: 1º, es el ejemplo de vivir; 2º, la sencillez; 3º, tenía objetivos en la vida y los buscaba de frente. Era amorosamente sincera. Era generosa, se entregaba a los demás, se interesaba por ti, te tenía en cuenta en las conversaciones. Se preocupaba de los demás, de nosotros, que tuviéramos juguetes, etc.

Meditación: Nuestro Oratorio ha descubierto existencialmente que la Madre, es también Reina. Es

una tradición muy antigua la que reconoce que la Virgen María es Reina de toda la Creación como rezamos en el quinto misterio glorioso del Rosario. Esta realeza le viene por ser la Madre del Rey (N. S. Jesucristo), y le ha sido otorgada por Dios mismo. Nuestra patria, en 1929, la coronó como Reina y Patrona de Chile, en su advocación de la Virgen del Carmen. En aquella oportunidad los veteranos del 79 donaron sus medallas, las que fueron fundidas, y con ellas se confeccionaron dos coronas, una para el Niño Dios y otra para la Virgen.

Por esta razón a la Madre del Oratorio, desde la 8ª Piedra Fundacional, la hemos coronado como "Reina de todas las Piedras Fundacionales del Oratorio". Deseamos que ella sea la Reina de nuestra autoeducación; Reina de nuestra santificación; Reina que nos guíe en el seguimiento de Jesús con la Cruz; la Reina que nos lleve a nuevos lugares de misión ya que ella debe reinar en el mundo…

Cada una de estas Piedras Fundacionales debe hacerse carne en el corazón de todos los marianos, y esto se logrará en la medida que María, nuestra Madre, reine en nuestros corazones. Ella, en el Oratorio, fue coronada con el testimonio de vida de Bernardita, Rubén, Juan Carlos y tantos marianos ejemplares que en el Oratorio se santificaron en vida. Ofrezcámosle a Dios, los mismos sentimientos que tuvo nuestra Amantísima Madre con su Hijo Rey del Universo: amor, obediencia, humildad, piedad, fe, misericordia...

Compromiso: Peregrinar próximamente a María Reina, lugar de gracias y bendiciones para toda la

familia del Oratorio.

Oremos: Oh Señora mía, Oh Madre mía, yo me ofrezco enteramente a Vos. Y en prueba de mi

filial afecto, Os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, Oh Madre de bondad, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra. Amén.

14

Día 11 Autoeducación


¿No sabéis que en las carreras del estadio todos corren, mas, uno solo recibe el premio? ¡Corred de manera que lo consigáis! Los atletas se privan de todo; y eso ¡por una corona corruptible!; nosotros, en cambio, por una incorruptible.

Así pues, yo corro, no como a la ventura; y ejerzo el pugilato, no como dando golpes en el vacío, sino que golpeo mi cuerpo y lo esclavizo; no sea que, habiendo proclamado a los demás, resulte yo mismo descalificado. (1Co 9,24-27)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por el P. Sergio Mena: Bernardita junto a Arturo entran al grupo de jóvenes-novios que asesoraba Nelson Maluenda. Participaba con su esposa Nana Raceto y en el que además estaba Isabel Margarita Illanes con su novio Juan Carlos Pacheco. Fue un lindo momento en el que ella entro junto a su novio Arturo del Río. El grupo de novios duró hasta que se casaron los novios y entre medio se falleció Juan Carlos. Se iban a casar el 14 de marzo, con 3 días antes de retiro, como lo hizo Tobías y Sarra. Arturo y Bernardita eran muy idealistas. En los meses de verano, solían ir a Viña pero luego ella le insistía que tenían que volver a reunión de su grupo mariano. René Urrutia se molestaba porque pensaba que el P. Sergio los obligaba a volverse y no disfrutar más de la playa los días Domingos.

Meditación: Un día 29 de junio de 1971, hace 42 años atrás, la Madre aceptó quedarse en su imagen

para derramar sus gracias y bendiciones a todos sus hijos. Ese acto profundamente filial y confiado, lo llamamos “Desafío” y entraña por una parte, un don de Dios; y por otra, un respaldo humano. Constatamos en nuestra historia, que nunca han faltado los grupos marianos de autoeducación, para respaldar la gracia recibida. La Madre sigue suscitando en nuestros corazones a hacer lo que Jesús nos dice que hagamos.

Es así que María se constituye en eje central de nuestras vidas porque ella es la Madre educadora de la fe, cuida que el Evangelio se introduzca en nuestras vidas y produzca abundantes frutos de santidad. Pero para ello debemos dar un ¡sí! verdadero y lleno de amor, acompañado por respaldo, esfuerzo, madurez y compromiso que implica llevar a María en nuestros corazones.

El Padre Fundador al respecto, nos explica: “En el Oratorio condicionamos el establecimiento de María, a la mínima cooperación humana de la presencia de grupos marianos, y esto en forma de un Desafío: "El día en que no hayan grupos marianos que se esfuercen por la autoeducación, entonces se acaba Tu presencia", reza la oración del Desafío. Era una forma de mostrar la realidad de la gracia, que exige en forma esencial, la cooperación humana. Si el hombre le dice no a Cristo, no es posible la salvación de ese hombre. Es un Desafío: el día en que el hombre se niega a seguir a Cristo, lo está echando de su vida. El sentido del Desafío, no era otro que poner consciente la realidad y condicionalidad de la mínima respuesta humana, del imprescindible respaldo humano”.

Compromiso: Preguntarme cómo puedo ser mejor canal de gracia para que la gente conozca más a la

Madre y por ella más a su Hijo.

Oremos: Madre Santísima, te coronamos como Reina de la autoeducación, para que consigas de tu Hijo auténticos grupos marianos de autoeducación, que vayan orientando y guiando su vida a través de metas y grados hacia el amor y conocimiento a Dios y a los hermanos.

15

Día 12 La Piedad Mariana


En aquellos días, se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.

Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo: «Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!» (Lc 1, 39-45)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por Ana María Correa: Desde muy chica, la Bernardita leía la Biblia y el Condorito. Desde los 5 años ya sabía leer. Ella era muy mariana, siempre se veía que creía mucho en la Virgen, rezaba siempre, se quedaba en el mes de María. En las carmelitas, donde ella estudió, le enseñaron mucho eso.

Meditación: Dentro de las enseñanzas de la Iglesia, el Oratorio Mariano capta la verdadera

mariología: la piedad mariana, como punto fundamental del encuentro con Cristo Jesús. De ahí viene la sentencia común: “Por María a Jesús”. María concibe a Jesús y lo entrega en la Iglesia para que así pueda llegar a todos los hombres.

Pablo VI afirmó que la devoción a María es “un elemento cualificador e intrínseco de la genuina piedad de la Iglesia y del culto cristiano”. Es una experiencia vital e histórica propia de nuestros pueblos latinoamericanos.

El Padre Sergio señala en este punto que: “Nuestra respuesta a la Madre debe darse en una cálida vinculación hacia Ella: una piedad mariana afectuosa y sólidamente cimentada en un amor práctico. Diariamente tenemos que darle un tiempo en nuestros oratorios: siempre hablándole, destacándola como protagonista sobrenatural de nuestras vidas.

Estamos llamados a ser apóstoles de María. Para nosotros, el proceso de evangelizar, de irradiar, de ir y evangelizar al mundo, de llegar al pueblo, lo hemos expresado en forma plástica en el simbolismo de la campana: nos invita a llamar, a irradiar apostólicamente. Ya está bueno que nos pongamos maduros y seamos apóstoles. Ella nos invita a ser apóstoles para comenzar una misión mariana que abra la misión cristianizadora. María Santísima siempre abre los caminos del Señor, es la señal de apertura, es estrella que anuncia el sol. Nunca está separada de Jesús; siempre está con Jesús, y Jesús con María. Estamos muy contentos por su obra en nosotros. Nos llenamos de sentimientos de gratitud por lo que nos ha regaloneado”.

Compromiso: Me comprometo a rezar en familia porque rezando en familia, se recupera la capacidad

de amar y de perdonar. “La familia cristiana transmite la fe cuando los padres enseñan a rezar a sus hijos y rezan con ellos”. Benedicto XVI.

Oremos: Te pedimos Madre, que nuestra piedad mariana, nos ayude a obtener un proceso pleno

de autoeducación, que nos lleve hacia la formación de verdaderas personalidades constructoras de familia auténtica. Amén.

16

Día 13 Apostolado del sufrimiento

Rezamos los misterios del Santo Rosario... Lectura bíblica: Ha llegado la hora de que sea glorificado el Hijo de hombre. En verdad, en verdad os digo: si el grano de trigo no cae en tierra y muere, queda él solo; pero si muere, da mucho fruto. El que ama su vida, la pierde; y el que odia su vida en este mundo, la guardará para la vida eterna. (Jn 12, 23-25)

Extracto de una Bitácora de Bernardita Correa: “Querida Madre: ayúdame a ser valiente, a soportar todo por amor a Dios, para que se conviertan los que no conocen a Dios. Madre, me quejo mucho de mis dolores y esto no es nada al lado de lo que sufre mucha gente. Estoy con un poco de susto por lo que me espera, quiero ser más optimista pero me vienen los dolores. Madre ayúdame a sufrir tranquila por favor. Te pido especialmente por Arturo. Para que esté tranquilo que no lo contagie yo con mis quejas, te pido por los niños para que estén bien cuidados. Gracias Madre.”

Meditación: Bernardita en su escrito, da en el blanco en lo que constituye el núcleo de la santidad cristiana: configurarse enteramente con Cristo crucificado. Al respecto, los invito a meditar un hermoso trabajo de nuestro Fundador titulado: ‘El Apostolado del sufrimiento’: “No puede haber apostolado fecundo sin humillación y sin sufrimiento. Esta ley ha sido netamente marcada por el Divino Maestro con una de esas palabras que habrían de revolucionar al mundo: “En verdad les digo, si el grano de trigo no cae en tierra y no muere, permanece infecundo, pero, pero si se muere produce fruto en abundancia”. Jesús mismo es la aplicación viva de esta ley. Sin el calvario, nada se habría hecho y solamente cuando aniquilado de sufrimientos es elevado de la tierra en Cruz, entonces atrae al mundo. María, es la primera de los apóstoles junto a Él. La Virgen es nuestra Madre, sólo porque es Madre de los dolores. Los apóstoles han sido todos grandes pacientes. Todos los apóstoles de María han sido grandes sufrientes también. Montfort, por ejemplo, por sus palabras y por sus escritos ha sido un gran arrastrador de almas y al mismo tiempo fue uno de los más agobiados de dolores y pisoteado por todos. Por eso, si te rechazan y te quitan tus puestos, si te sientes abandonado y humillado, piensa que con eso tú estás construyendo más que nunca: “la semilla que no muere, no puede dar fruto, permanece infecunda.”

Nosotros queremos ser los apóstoles ocultos del gran Reino de nuestra Madre. Es necesario morir para hacer vivir a las almas a la vida de Cristo y de María. Para que el Oratorio pueda llegar a todas las partes del mundo debe tener muchas semillas ocultas, escondidas, que hayan muerto en la tierra, que se hayan entregado totalmente. No en una oficina de sociólogos que organicen el triunfo de la Madre, sino aquellos que clamen al Cielo la gracia. Esos son los que están dispuestos a morir todos los días y a tomar la Cruz de Jesús”.

Compromiso: Ofrezcamos nuestra cruz al Señor para ayudar a la Redención de la humanidad. Como

Bernardita, sintamonos corredentores llevando alegremente nuestras cruces de cada día.

Oremos: Nos dirigimos a ti Santa Madre de Dios con confianza, implorando tu auxilio, por tu

papel en la obra de salvación como corredentora, ejercido por ti durante toda tu vida, y de modo particular a los pies de la Cruz. Queremos abrazarnos también a Cristo Crucificado para poder también cooperar en su obra salvífica.

17

Día 14 Los Carismas del Oratorio


Junto a la Cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: ‘Mujer, ahí tienes a tu hijo’. Luego dice al discípulo: ‘Ahí tienes a tu madre’. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa. (Jn 19, 25-27)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por M. Eliana Bühler: Durante el pololeo con Arturo, ellos se comprometieron firmemente con el Movimiento Mariano

Madre del Pueblo. Todos los sábados por la tarde asistían a sus reuniones para consolidar su fe en una casa antigua en el centro de Santiago: el Oratorio. Aparentemente no tenía ningún atractivo y menos en las tardes de Sábado para dos jóvenes enamorados y entusiastas. Don René, que era un amigo bastante mayor, se impresionaba mucho de verlos todos los fines de semana en reuniones de ese tipo y les decía: "¡Pero chiquillos! ¡Qué están haciendo aquí si los jóvenes están todos divirtiéndose en un día como hoy! ¡Cómo es que no les interesa estar bailando o haciendo otra cosa que no sea estar rezando!" Y ellos sonreían y sentían que no había nada más importante y valioso que estar haciendo lo que hacían: reuniones, charlas y Misa. Esto, imprimía en ellos un sello distinto al común de las parejas.

Meditación: Las características fundamentales que se asumen como propias y de modo particular y que configuran su estructura propia, son llamadas carismas. Nuestro querido Beato Juan Pablo II hablando sobre los Movimientos en la Iglesia, nos dice: “La experiencia de la Iglesia nos enseña que la íntima adhesión espiritual a la persona del Fundador y la fidelidad a su misión, una fidelidad que está constantemente atenta a los signos de los tiempos, son fuente de vida abundante para la propia fundación y para todo el Pueblo de Dios. Vosotros habéis sido llamados a ser partícipes de la gracia que recibió vuestro Fundador y a ponerla a disposición de toda la Iglesia. Porque el carisma de los fundadores se revela como una experiencia del Espíritu y es transmitida a los propios discípulos, para que ellos la vivan, custodien, profundicen y desarrollen constantemente en comunión y para bien de toda la Iglesia”. En nuestro Movimiento del Oratorio, existen cinco carismas que se asumen como propios, nacen de nuestro Fundador y se comunican a todos nosotros. Así, el Oratorio es un:

- movimiento mariano - movimiento en torno a una imagen y a un oratorio - movimiento popular - movimiento pedagógico con una practicidad gradativa (odología) - movimiento buscador de autenticidad

En relación a los carismas del Oratorio, el Padre Sergio escribe: “Ser de María, nunca estará fuera de época. Ser del Oratorio, hombres y mujeres de oración, nunca estará de más. Ser populares, estar con el pueblo, con los pobres, que siempre tendremos con nosotros, nunca será un error. Ser odológicos es ponernos en el estilo del actuar de Dios, y esto nunca quedará obsoleto. Ser auténticos, buscar lo que Dios quiere de cada uno de nosotros, no quedará demás en este mundo ni en la eternidad.”

Compromiso: Memorizar y aprender los 5 carismas del Oratorio.

Oremos: Querida Madre, Dios ha manifestado su obra del Oratorio por medio de nuestro Padre

Fundador, convirtiéndolo en un instrumento esclarecido para nuestros tiempos. Bendícelo a Él y a todo nuestro Oratorio, fiel hasta el fin. Amén.

18

Día 15 El Paso de Pirque


¿Quién nos separará del amor de Cristo?, ¿la tribulación?, ¿la angustia?, ¿la persecución?, ¿el hambre?, ¿la desnudez?, ¿los peligros?, ¿la espada?

Pero en todo esto salimos vencedores gracias a aquel que nos amó. Pues estoy seguro de que ni la muerte ni la vida ni los ángeles ni los principados ni lo presente ni lo futuro ni las potestades ni la altura ni la profundidad ni otra criatura alguna podrá separarnos del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús Señor nuestro. (Rm 8, 35-39)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por I. Margarita Illanes: Bernardita era un alma abierta al Oratorio: asumió la autoeducación, aspiró a la santidad y afrontó la Cruz y finalmente se hizo irradiación apostólica con su testimonio de vida. Dios la tomó para santificarla y para santificar a muchos. Una chiquilla como ella, la manera de ser de ella y la forma como vivió, es santa. Se fue santificando en vida y experimentando su unión con Dios. ¿Qué hacía la Bernardita en el Oratorio? Ella llegó, se encantó y se quedó con la gracia de Dios. Esto no significó que saliera de la vida. Llevó la autoeducación como una gracia del Oratorio, con su actitud, con su firmeza. Bernardita nos aterrizó el cómo ser santos de verdad en el rumbo que Dios nos quiere dar, ser santos en la vida cotidiana, uniendo la vida espiritual y terrenal.

Meditación: Transcribimos un documento de nuestro Padre Fundador acerca del Paso de Pirque:

“...realmente se trata de un paso trascendental de mi vida, que fue determinante para la constitución de la historia previa al Oratorio. El Paso de Pirque, nos enseña a atrevernos a emprender los caminos de Dios, aunque uno sea un joven de 18 años. Cuando la Madre viene con nosotros, uno no puede empezar a dudar, sino que tiene que atreverse. Le temo muchísimo al personaje de la parábola que ocultó su talento, por miedo a perderlo y que su señor se lo cobrara. No se atrevió a usarlo para producir más. La consecuencia de su dejación fue terrible. Dios es exigente y quiere que demos mucho. Si en esa ocasión no hubiera dado el Paso de Pirque, jamás se habría fundado el Oratorio”.

Dios, siendo Omnipotente y Todopoderoso, asombrosamente respeta nuestra libertad personal y hace escribir la historia, con las acciones libres del hombre, con una respuesta humana. La historia del Oratorio, ha pasado asimismo por decisiones libres y voluntarias de su Fundador.

Estamos llamados a asumir el Paso de Pirque y a responsabilizarnos por cada uno de los compromisos que el Oratorio ha tomado con la Madre. Tomemos conciencia de que todos nosotros hemos dependido de ese “sí” que el Padre dio en el Noviciado de Pirque. Todo cuanto somos ahora se lo debemos a la Madre. Cada uno de nosotros se encuentra en esa dimensión de, como Bernardita, darlo todo por el todo, no tener miedo, para hacer así posible que la Obra de la Madre vaya extendiéndose y creciendo cada vez más. Pero, para esto es necesario acelerar nuestro proceso de autoeducación... seamos rápidos en responderle a María: “Querida Madre, ¿qué quieres que haga por ti?”.

Compromiso: Que mi fe me lleve a vivir con coherencia, todas las dimensiones de mi vida en todos los ámbitos y momentos del día a día.

Oremos: Querida Madre, haz que nuestro aporte fundamental a tu Oratorio, para que permanezca

unido, sea nuestra constante disposición a querer comprometernos hasta las últimas consecuencias, nunca fuera de la Iglesia, nunca fuera del Oratorio, nunca sin ti.

19

Día 16 Los Grupos Marianos

Rezamos los misterios del Santo Rosario... Lectura bíblica: Jesús dijo a Simón: «Remad mar adentro, y echad vuestras redes para pescar». Simón le respondió: «Maestro, hemos estado bregando toda la noche y no hemos pescado nada; pero, en tu palabra, echaré las redes». Y, haciéndolo así, pescaron gran cantidad de peces, de modo que las redes amenazaban romperse. Al verlo Simón Pedro, cayó a las rodillas de Jesús, diciendo: «Aléjate de mí, Señor, que soy un hombre pecador». Pues el asombro se había apoderado de él a causa de los peces que habían pescado. Jesús dijo a Simón: «No temas. Desde ahora serás pescador de hombres». Llevaron a tierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron. (Lc 5, 4-11)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por el P. Sergio Mena: Una de las cosas que más me impresionó en este relato, (ver abajo) es la referencia a la

santidad. Sobre eso, yo les decía en una carta dirigida a Uds.: “Indudablemente que no pretendemos canonizar a Bernardita; solo la Iglesia tiene esa autoridad. Pero sí podemos decir que vivió en grado heroico su fe; hasta donde nosotros podemos saber”. Por eso es que nosotros no pretendemos adelantarnos en nada a lo que la Iglesia pueda decir sobre esto. Es verdad que en ella había una clara conciencia de buscar la santidad, como me consta de su oración que ella tenía con ocasión del primer grado que se da en el Oratorio:

“Querida Madre: en este día tan especial para nosotros, te queremos pedir que nos des fuerzas para cumplir con amor nuestros propósitos de entrega y de compromiso con tu Oratorio; propósitos que son los caminos en nuestra búsqueda de la santidad. Te pedimos también que nos ilumines para que al andar por estos caminos lo hagamos con alegría, humildad y firmeza en nuestro ideal cristiano y mariano. Madre; acoge nuestro compromiso formal de buscar a santidad e intercede por nosotros ante Dios para que nos otorgue gracias en esta búsqueda”.

Meditación: En esta meditación, quiero citarles un documento del Oratorio llamado “Coñaripe IV”.

Aquí se narra el inicio de los grupos marianos. Nos cuenta el Padre Sergio: “Un martes 29 de junio de 1969, tenía reunión con el grupo de jóvenes de Cerrillos. La reunión estuvo particularmente mediocre y tibia. Era como para no esperar nada. Los acontecimientos no se estaban dando en conciencia para que yo hiciera un pedido a la Santísima Virgen a que se estableciera en el Oratorio. No había un mínimo respaldo humano para lo que iba a pedirle, como una necesidad primordial para la obra del Oratorio.

Estaba confundido y el panorama estaba bastante oscuro. Se respiraba en ese momento algo de la atmósfera sombría del Paso de Pirque, pero que a la postre ha resultado ser algo divino. A Dios le gusta conducir por el claro-oscuro de la fe.

Debido a ese comportamiento de los jóvenes de Cerrillos: “Los de la cruz de cobre”, comencé a hacerle una oración bastante sentida a la Madre: “Querida Madre: te ruego que te establezcas acá, que derrames tus gracias especiales como Madre del Pueblo. Pero el día que no haya ningún grupo mariano que se esfuerce por su autoeducación, entonces te pido que te vayas del Oratorio. Porque ya no tendrá razón de ser que te quedes con nosotros. (Para eso están los otros Santuarios Marianos)”.

Compromiso: Me comprometo a perseverar en la asistencia regular a mi propio grupo mariano.

Oremos: ¡Oh María, la que en Dios siempre confía, oh María, Reina mía!, alcánzame el don de la

piedad y enséñame a todo dar, para así con Dios hablar. Amén.

20

Día 17 El Envío Misionero

Rezamos los misterios del Santo Rosario...

Lectura bíblica: Jesús se acercó a los discípulos y les dijo: «Me ha sido dado todo poder en el cielo y en la

tierra. Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes bautizándolas en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles a guardar todo lo que yo os he mandado. Y he aquí que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28, 18-20)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por M. Eliana Bühler: A Bernardita, nadie la vio jamás llorar. Quizás, en algún momento se haya enfrentado a su realidad y más de una lágrima debe haber derramado, pero nunca delante de los suyos. Ella era un bastión y así lo sentíamos todos. Decía: “esto es lo mejor que me podía haber pasado”. Parecía tan incomprensible, pero no podía ser otra la razón que sustentaba su vida. Cualquiera de nosotros hubiera querido tener su alegría de vivir, su entrega incondicional a Dios, una relación de pareja tan maravillosa y unos niños tan amorosos. Realmente era como si fuera lo mejor que le hubiera pasado, eso era exactamente lo que demostraba.

Meditación: Treinta y seis años cumplimos ya del Envío. Muchas misiones se han hecho, muchos misioneros se han entregado a la misión, muchos sacrificios y oraciones se han ofrecido para apoyar la misión. Esta gran tarea que nos ha dejado la Madre: “Yo te envío, vayan e incendien el mundo”, la podemos dividir en tres aspectos: A. “Yo te envío...”: La misión tiene como primer aspecto una invitación de Dios, Él nos envía. No somos nosotros los que nos invitamos solos. Esto lo pueden afirmar los misioneros, ¡cómo sintieron que Dios los estaba llamando a la misión! La evangelización es una tarea de toda la Iglesia, que el Oratorio ha asumido de forma especial: llevar el corazón de nuestro pueblo, al Padre Dios de la mano de su Madre. B. “...vayan...”: Esta invitación queda en nada si no hay una respuesta de nosotros. La respuesta a esta invitación de Dios no se limita a los marianos que salen de su país y dedican un tiempo de su vida a la misión, sino que incumbe a todos: niños, jóvenes, señoras, matrimonios. La misión es una actitud de vida permanente, que se puede expresar en palabras y en el ejemplo, pero sobre todo en la oración y el sacrificio. Mucho en este sentido nos enseña Bernardita Correa: con sus dolores ayudó a salvar almas, en su casa, sin salir misionó con un oculto sacrificio. C. “...incendien el mundo”: Este apoyo a la misión se hace concretamente irradiando esa luz como testimonio de vida que el Espíritu Santo ha puesto en nosotros principalmente desde el día de mi propio Bautismo y también del día de mi Confirmación. Seamos fuegos que incendien otros fuegos, antorchas encendidas para iluminar a tantos que viven en tinieblas.

Compromiso: Hacer pequeños sacrificios y oraciones cada día por las misiones del Oratorio.

Oremos: Nos dirigimos a ti Virgen Santa desde este valle de lágrimas para que sigas guiándonos

por Cristo hacia el Padre, especialmente en nuestros momentos de duda, crisis, y sufrimiento. Amén.

21

Día 18 Minoridad


Tened entre vosotros los mismos sentimientos que Cristo: El cual, siendo de condición divina, no retuvo ávidamente el ser igual a Dios. Sino que se despojó de sí mismo tomando la condición de siervo haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre; quien se humilló a sí mismo, obedeciendo hasta la muerte y muerte de cruz. (Fil 2, 5-8)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por el P. Martín Donetch) Ella era muy alegre, muy chispeante. Siempre le preguntaba al Padre Sergio acerca de la Comunidad que estaba recién naciendo. Nunca aludía a su enfermedad. Antes de su enfermedad, en el grado de la Iniciación con Arturo, (12 de septiembre de 1982), ambos estaban bien conscientes de estar luchando por la santidad. El testimonio de Bernardita Correa es muy fuerte, muy grande para la Familia en la lucha y la conquista por la santidad como matrimonio. También el tema de la defensa de la vida: fue como doblemente mártir, tuvo que defender dos veces sus hijos de los intentos de parte de los médicos de querer abortar. Cuando uno habla en la misión de Bernardita, la gente queda impresionada por su gran testimonio de vida. Ella nos da un tremendo ejemplo.

Meditación: El Padre Sergio estaba en Misa predicando a las Hermanas en María Reina. Estaba pensando en la humildad. Luego, consagra el pan y después el vino. Cuando dijo “por muchos” se emocionó profundamente. Y dijo: ¿Cómo puede ser que Dios, siendo Dios, se haya hecho bebé? Nunca entenderemos suficientemente: Dios es Minorita. También había escuchado una parte de la vida de San Agustín, cuando sus discípulos le preguntaron qué era lo más importante en la vida del cristiano, y dijo: “la humildad”. Si queremos un Oratorio lindo, alegre, que no moleste a nadie, hay que ser minorita. Como en la parábola de los convidados a la fiesta: ocupar el último lugar. En la Misa, Dios le manifestó que era una Piedra Fundacional. Llegado el momento del Padre Nuestro, estableció esta nueva Piedra Fundacional, que es la Minoridad. Lo que más ha influido en el Padre Sergio, ha sido la humildad de Dios Niño, de la Virgen, humilde esclava y de San José. Dado que el Niño Jesús de Belén, asumió la pobreza, será el símbolo de esta 14º Piedra Fundacional el Niño Jesús Bebé. El Padre Sergio enseña que “Dios pide ser pequeño para llegar al Cielo. Tal vez la clave es como dijo Santa Teresa: “humildad es verdad”. Todo lo contrario a minoritas es “non serviam” de Satanás. Minoridad es servicio, servir, servir, servir. El Padre Dios espera que todos seamos minoritas”.

Compromiso: Me comprometo a crecer en minoridad con pequeños actos de humildad en mi vida

diaria.

Oremos: Enséñanos Sagrada Familia de Nazaret a que nuestras familias imiten su clima mariano, el clima de resperto, de acogida, y de humildad para ser forjadores de santidad en medio del mundo. Amén.

22

Día 19 El Reino de María


Un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado; lleva al hombro el principado, y es su nombre: Maravilla de consejero, Dios guerrero, Padre perpetuo, Príncipe de paz. Para dilatar el principado con una paz sin límites, sobre el trono de David y sobre su reino. Para sostenerlo y consolidarlo con la justicia y el derecho, desde ahora y por siempre. (Is 9, 6- 7)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por M. Eliana Bühler: Y sucedió que el dolor de Bernardita no fue en vano. Ella lo soportó estoicamente, sin calmantes, con todo lo que eso significaba. Sentir el dolor era una cosa tremenda. No eran dolores suaves ni fáciles de tolerar. Renunciar a los calmantes teniéndolos a la mano era un ofrecimiento de amor que había hecho conscientemente. Y disimular el dolor diariamente, para que los niños y los demás no sufrieran aún más, era otra cosa. Y no sólo eso, muchas personas se beneficiaron posteriormente con su recuperación. El testimonio de generosidad que dio fue un aliciente muy importante para otras personas que tenían problemas similares y fue un ejemplo para muchos que sufrían quejándose de pequeños problemas.

Meditación: Nos dice nuestro Fundador que el Gran Reino de la Santísima Virgen no podrá realizarse sino por el conocimiento y la práctica universal de la devoción sólida y profunda que se apodera del ser entero y penetra toda la vida, como dice San Luis María Grignón de Monfort: “Dios quiere que su Santa Madre sea más conocida, más amada, más honrada que nunca, lo que sucederá sin duda. Los predestinados entran en Gracia y la luz del Espíritu Santo, en la práctica interior y perfecta que yo les iré descubriendo”. Y más formalmente dice: “Ah, cuando vendrá ese tiempo feliz en que María sea establecida dueña y soberana en los corazones para someterlos plenamente al imperio de su único y grande Jesús. Cuándo las almas respirarán a María, como los cuerpos respiran al aire, ese tiempo no vendrá sino cuando se conozca y se practique la devoción que yo enseño y esos grandes hombres que vendrán, esos grandes santos, esos apóstoles de los últimos tiempos que María formará por orden del Altísimo, para arruinar el Imperio de Satanás, y establecer el de Cristo, por su Madre, llegarán a todo el mundo; por sus palabras y sus ejemplos, a su verdadera devoción, por medio de esta devoción a la Santísima Virgen, esos santos personajes llevarán a cabo todo y por este mismo medio, aplastarán donde quiera que vayan la cabeza de la serpiente.”

El Oratorio entero se refiere a nuestra querida Madre, quiere tomarla en serio, a fondo. Es la raíz de nuestro movimiento mariano, que no se queda simplemente en llamarla para que esté Ella presente con nosotros: “Madre quédate en nuestro Oratorio… no te alejes nunca Madre”, eso es lo que nosotros queremos vivir plenamente, este ideal de que María Santísima sea la respiración del Oratorio, que sea el aire que nosotros respiremos.

Compromiso: Que nunca el frío, el calor, el sueño, el cansancio, la “lata”, las “visitas”, sean verdaderos

impedimentos para mis encuentros con la Madre en su Oratorio.

Oremos: María Reina de los grupos marianos te pedimos que sigas junto a nosotros en cada

reunión para que nos manifiestes la voluntad de tu Hijo y tú misma nos ayudes a cumplirla a toda costa y así ser fieles al respaldo humano, no te vayas nunca del Oratorio. Te entregamos nuestro corazón ahora y siempre. Amén.

23

Día 20 La masificación


Realmente, mi proceder no lo comprendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco. Y, si hago lo que no quiero, estoy de acuerdo con la Ley que es buena; en realidad, ya no soy yo quien obra, sino el pecado que habita en mí. (Rm 7,15-17)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por M. Eliana Bühler: En Bernardita, los dolores de la fisura eran fuertes, pero más importante que eso, era salvar la vida de esa persona por quien ella había ofrecido. El sacrificio, el dolor, tenía sentido. Como ella decía: "hemos descubierto que el sufrimiento redime". Pasó un año desde que ella ofreciera su dolor. Día a día, durante doce meses. ¿Quién está dispuesto a soportar un dolor de muelas o una jaqueca por decir lo menos, voluntariamente durante 365 días? ¿Quién quiere ofrecerse? ¿Acaso alguien de nosotros estaría feliz de poder hacerlo por otro ser humano sin quejarse ni una sola vez? ¿Quién bajo la tortura del dolor es capaz de sentirse alegre, sumiso y con ganas de seguir viviendo?... Sólo ella.

Meditación: Sabemos claramente que la primera gran enemiga de nuestra autoeducación en el

Oratorio es la masificación, que muchas veces no nos deja cultivar una personalidad auténtica y firme. Y quién mejor que el Padre Sergio nos exhorte para que luchemos por nuestro proceso de liberación de la masa y del pecado:

“Querida Madre, la masa extiende sus redes por todas partes, la masificación es obra del demonio, en última instancia está avanzando por todas partes, nosotros en parte hemos estado en la masa y fuimos sacados de allí por ti, gracias muchas gracias querida Madre, haz que nunca volvamos a ella, nunca ser juguetes manipulados a larga distancia por el príncipe de las tinieblas. Te agradezco Madre de todo corazón por el amor que nos has tenido porque nos libraste de la masa al darnos el Oratorio Mariano. Quiero encadenarme con un amor fiel a ti y a tus planes, quiero que el Oratorio, poco a poco se vaya haciendo el gran amor de mi vida, mi gran bandera, el modelo que yo sigo.

Cuando fuiste a ofrecer al Niño Jesús al templo, Simeón te dijo que una espada atravesaría tu propia alma. Madre, sin lugar a dudas que derrotar al demonio fue una tarea difícil, que te cubrió de dolor, había que hacerse obediente al Padre, hasta ver a Jesús sangrando por nosotros, y perdonar junto a él cuando él perdono. Sí Madre, la semilla que no muere no puede dar la vida a una nueva planta, es preciso morir. Madre en la Cruz estabas llorando, una espada de dolor atravesaba de dolor tu corazón, pero yo no te he estado consolando porque he sido cobarde y me he dejado arrastrar por la masa y por los instintos, Madre mía, me da pena verte llorar, quisiera enjugar tus lágrimas, tú la más bella de las mujeres, tú inocente, ningún pecado había en ti, ¡Madre mía, cuánto amor! Esa espada de dolor te atravesó el alma en el Gólgota, la cruz que está sobre el altar queremos tomarla y conquistarla, en todos los grupos esa es nuestra gran bandera, vamos a ir conquistando poco a poco, con la entrega de nuestra autoeducación firme, nuestras metas nuestros grados y los compromisos en concreto para sacarlos adelante.”

Compromiso: Llevar el “clima mariano”a donde vaya: casa, micro, trabajo, colegio, universidad, etc.

Oremos: Madre, fuente inagotable de gracia y de bendiciones, dígnate alcanzarnos del Espíritu

Santo los dones que tan profusamente otorgó a los Apóstoles reunidos contigo en el Cenáculo.

24

Día 21 Apostolado Mariano


Predicar el Evangelio no es para mí ningún motivo de gloria; es más bien un deber que me incumbe. Y ¡ay de mí si no predicara el Evangelio! Si lo hiciera por propia iniciativa, ciertamente tendría derecho a una recompensa. Mas, si lo hago forzado, es una misión que se me ha confiado. Ahora bien, ¿cuál es mi recompensa? Predicar el Evangelio entregándolo gratuitamente, renunciando al derecho que me confiere el Evangelio. Efectivamente, siendo libre de todos, me he hecho esclavo de todos para ganar a los más que pueda. (1Cor 9, 16-19)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por I. Margarita Illanes: El año 1976 en el Oratorio, se respiraba el Desafío de la Cruz que se había hecho en este tiempo. Había un ambiente de fe. Dios preparaba a Bernardita para hacerla vivir una situación extrema; la preparaba para una entrega santa. Dios da más gracias a quien le va a pedir más. A Bernardita la Madre le regaló una gracia muy grande como para mantenerse entera en el dolor durante ese tiempo tan prolongado. Lo de la Bernardita es una muestra del tesoro que el Oratorio quiere regalar a sus hijos.

Meditación: Meditamos en este día las líneas que trazó el Padre Sergio para descubrir en el Oratorio

esta veta apostólica. Leamos su pensamiento: “La primera labor requerida para el Reino de María es el apostolado mariano. Recordemos las palabras de San Luis María de Montfort: ‘como buen siervo y esclavo no hay que permanecer ansiosos, sino que apoyado en su protección. Emprender y hacer grandes cosas por esta augusta soberana, es necesario atraer a todo el mundo si es posible a su servicio y a esta verdadera y sólida devoción. Apóstoles de la Santísima Virgen lo seremos en el sitio en que Dios nos ha colocado y en la medida que lo mediten las circunstancias’.

No podemos contentarnos con ser Marianos a medias, Marianos minimalistas, o Marianos tibios, mediocres, ¡No! Marianos hasta la médula de los huesos, queremos ser arrastrados por una vida toda dependiente de María, apóstoles del Reino de María, lo seremos los sacerdotes, valiente e incesantemente, predicando el catecismo, en las reuniones, en las clases, en donde estemos por la palabra, escribiendo, por el micrófono, apóstoles del Reino de María lo seremos todos en todas partes donde quiera que nos lleve la obediencia y la caridad, a la cabecera de los enfermos, en las obras de la juventud, junto a los pequeñitos en las misiones, a todos ellos, los más pequeños a ejemplo de Jesús, que tanto ama a su Madre.

Compromiso: Nunca dejar de hablar de María en nuestro apostolado. Ella será siempre el camino más

seguro, más rápido, más corto y más perfecto para llegar a Cristo.

Oremos: Imprime Santa Madre de Dios en nuestros corazones una gran “M” de María, para

pertenecerte total y absolutamente, y así hacer nuestro corazón, semejante al de Jesús. Amén.

25

Día 22 Manos Unidas

Rezamos los misterios del Santo Rosario... Lectura bíblica: Yo por la ley he muerto a la ley, a fin de vivir para Dios: con Cristo estoy crucificado: y no vivo yo, sino que es Cristo quien vive en mí; la vida que vivo al presente en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Ga 2, 19-20)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por Magdalena Correa: Yo la seguía en edad, con una diferencia de un año. Sin duda era con quién más compartía, y por eso nuestras vivencias son comunes. Un verano, teniendo como 14 años, nos enfermamos de Fiebre Tifoidea. Y como en la casa no iban a poder darnos todo el cuidado que requería esa enfermedad y además por peligro de contagiar al resto de los hermanos, fuimos internadas en un hospital en la sección de enfermos infecciosos. Creo que nunca pensamos que lo íbamos a pasar tan bien. Rápidamente habíamos conquistado al grupo de enfermeras y asistentes porque inundamos el ambiente con bromas y alegría. Daba la impresión de que por donde estuviera Bernardita, todo florecía de optimismo y buen ambiente.

Meditación: En esta meditación, nos referiremos a la 12º Piedra Fundacional, las Manos Unidas, las manos orantes de Durero, que nos muestran cómo se debe rezar. Nos dice nuestro Fundador que: “el mundo del Oratorio tiene que afirmarse en la oración. El Oratorio es un lugar donde se ora. Un movimiento en que no se ora es una contradicción. El Oratorio es para el mundo popular que tiene que llegar a ser un pueblo místico. Y la oración es el medio para nuestra salvación. Y categóricamente lo afirma san Alfonso: "El que reza se salva. El que no reza no se salva". En la oración me uno y me encuentro con Dios. Se parece al Cielo, donde estaré eternamente en su presencia junto a María y a los santos”. El Padre Sergio desea que se formen en el Movimiento, Oratorios vivos, personas vivificadas por el don de la gracia, que experimenten por su oración una unión transformante en Dios, con Dios y para Dios. Aquí descubrimos el gran secreto de la permanente alegría y bondad de Bernardita: era consecuencia directa de su gran amor al Dios de la vida. Y también hallamos nuestra misión al conectarnos siempre con Dios por medio de María: todos nuestros momentos focalizados en Él y todo nuestro ser unido siempre al Señor: mente, corazón, memoria, alma, cuerpo, afectividad. Como lo hicieron los santos y en particular nuestra Madre Santísima que al orar, guardaba las cosas en su corazón. Toda su vida fue una alabanza al Padre, por las grandes cosas que Él había hecho en Ella.

Compromiso: Pedirle a la Madre la gracia de ser Oratorios vivos en el mundo; y vivir, como decía San Alberto Hurtado, ‘con las manos abiertas para dar y las manos juntas para orar’.

Oremos: Querida Madre, en este día te pedimos que acompañes y conduzcas a nuestro

Movimiento por un camino de santidad. Ponemos nuestro respaldo, en esta humilde oración por toda la familia del Oratorio, para que como familia unida podamos sacar adelante la gran tarea misionera de expandir tu obra a todos los pueblos para que seas más conocida y más amada. Amén.

26

Día 23 La Vocación


Juan Bautista se encontraba con dos de sus discípulos. Fijándose en Jesús que pasaba, dice: “He ahí el Cordero de Dios”. Los dos discípulos le oyeron hablar así y siguieron a Jesús. Jesús se volvió, y al ver que le seguían les dice: ¿Qué buscáis? Ellos le respondieron: Rabbí - que quiere decir, "Maestro" - ¿dónde vives? Les respondió: “Venid y lo veréis”. Fueron, pues, vieron dónde vivía y se quedaron con él aquel día. (Jn 1, 35-39)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por M. Eliana Bühler: Cuando Bernardita fue al médico a certificar su embarazo, al leer los exámenes de sangre el médico le expresó claramente: "... Ud. tiene Leucemia. Lo más indicado en este caso es abortar". Imaginamos el doble impacto que tiene que haber recibido. Para nadie es fácil comprender que se está gravemente enferma. Sobre todo cuando se tiene 23 años y se supone que tiene toda la vida por delante. Fuera de eso, saber que estaba esperando un hijo, y que un médico le dijera que no podía tenerlo porque era peligroso para su salud, era inconcebible. “¿Abor-tar? ¡¡Jamás!! Primero su propia muerte”, leemos entre líneas su actitud materna. Tiene que haber sido un duro golpe para ella y Arturo. Choqueados por las noticias que todavía no lograban asimilar, abandonaron la consulta en busca de otra opinión.

Meditación: En nuestros tiempos tan convulsionados y bullados que nos toca vivir, qué importante es

escuchar la voz de Dios. Todos tenemos una vocación, y muy específica. Dios nos llama día a día, a través de nuestra Madre, para que hagamos su voluntad. Probablemente Dios no me va a hablar en circunstancias extraordinarias de mi vida (aunque igual podría suceder); sino, en simples momentos de la diaria cotidianeidad: cuando estamos dentro del Oratorio, una frase que retuve de la prédica de la Misa, un consejo que me dio un hermano de grupo, un texto bíblico que alcancé a leer.

Dice nuestro Fundador que en el silencio del corazón, surgen las grandes decisiones. Y precisamente en el silencio del desierto fue donde se forjaron los grandes profetas: Juan el Bautista, San Pablo y Jesús al inicio de su vida pública.

Cada mañana, al comenzar a rezar las oraciones prescritas para los religiosos, la primera oración del día, el Salmo 94, invita: “Ojalá hoy escuchéis la voz del Señor y no endurezcáis el corazón”.

Es un llamado, una vocación a abrir el corazón al Señor, y no ser testarudos. Para cualquier persona es gravísimo, en términos médicos, endurecer las arterias o las venas, porque ahí se pone en serio peligro nuestra salud. En la vida espiritual, también es grave endurecer el corazón, porque se nos puede morir la vida en el espíritu. Si no amamos a los hermanos, si no vamos a reuniones, sino tomamos el serio la llamada a ser santos, entonces de alguna forma cerramos, endurecemos o esclerotizamos nuestro corazón, con graves consecuencias para nuestra vida de fe.

Abramos nuestro corazón a la voz del Señor que nos pide que le sirvamos en todo momento, en las intenciones, en la caridad, en los altibajos de cada día.

Compromiso: Me comprometo a rezar la oración por las vocaciones después de cada Rosario.

Oremos: Querida Madre del Oratorio, ruégale a tu Hijo el Buen Pastor, que al ver que la mies es

mucha y los obreros son pocos, tenga piedad de su Oratorio Mariano y le envíe muchas y santas vocaciones sacerdotales, religiosas, misioneras y de laicos comprometidos, junto al don maravilloso de la perseverancia. Amén.

27

Día 24 San José


Jesús en su patria, enseñaba en la sinagoga, de tal manera que decían maravillados: ¿De dónde le viene a éste esa sabiduría y esos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María, y sus hermanos Santiago, José, Simón y Judas? Y sus hermanas, ¿no están todas entre nosotros? Entonces, ¿de dónde le viene todo esto? (Mt 13, 54-56)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por Magdalena Correa: La mamá (María Teresa Montes) transmitió a sus hijos ese silencio, al mitigar el dolor de la enfermedad de su marido hacia la familia y especialmente hacia Bernardita, hizo como que todo estaba bien… la Bernardita se mimetizó con ese rasgo de la mamá… o bien fue algo propio de ella. A la mamá se le preguntaba cómo estaba y respondía: “Regio, mijita, ningún problema…” a pesar de que el papá estaba mal, estaba con enfermera, con escaras… Lo importante es que Bernardita lo hizo. Yo creo que la santidad viene de la mamá: aguantar la enfermedad del papá, su tratamiento, sin dinero, tratar de tener a los hijos en colegios buenos… esa es santidad. Todo fue tratar, tratar, pero sin plata… La gran santa es nuestra mamá y el testimonio vivo de la Bernardita es su fruto.

Meditación: Descubrimos, al internarnos en la hermosa familia de Bernardita, que al igual como en

tantos hogares chilenos, ellos también tuvieron que enfrentar aprietos y dificultades. Sin embargo, supieron salir adelante, confiandos en la suma Bondad de Dios que favorece siempre a los humildes y sencillos. La Sra. María Teresa Montes tuvo que lidiar, por ejemplo, para sobrellevar la enfermedad de su marido don Alfonso Correa, conseguir el pan de cada día, generar recursos para la educación de sus 13 hijos. Es el modo de operar de Dios, siempre providente y que no se deja vencer en generosidad, afianzando nuestra fe y confianza en Él. Qué papel importante jugaron los padres de Bernardita en su formación, en cuanto a aprendizaje, a la formación humana, a la transmisión de valores y virtudes, para conseguir los frutos espejados en esta gran mujer de Dios.

Nuestra meditación de hoy estará puesta en la figura paternal de San José, pensemos sólo un instante cómo debió haber sido el clima cálido, lleno de respeto, alegría y paz que inundó la casita de Nazaret. En los años de la vida oculta de la Sagrada Familia de Nazaret, el Hijo de Dios se oculta a la sombra paterna de San José. Él participa del íntimo contacto con este misterio, con pleno y amoroso cuidado, puesta su mirada enternecida en Jesús y en su Madre. Esta es la razón por la que la Iglesia Universal se ha puesto bajo su protección y custodia. Bajo esta luz, los pensamientos y el corazón de la Iglesia, su oración y su culto se dirigen a José de Nazaret. Bajo esta luz se fundamentan las vocaciones matrimoniales y religiosas, toda la vida en familia, llena de la solicitud sencilla y servicial del marido por la mujer, del padre y de la madre por los hijos.

Compromiso: Por mi amor a la Madre, comprometerme a rezar el Santo Rosario todos los días.

Oremos: Glorioso Patriarca San José, cuyo poder sabe hacer posibles las cosas imposibles, ven en

mi ayuda en estos momentos de angustia y dificultad. Toma bajo tu protección las situaciones tan serias y difíciles que te encomiendo, a fin de que tengan una feliz solución. Mi bienamado Padre, toda mi confianza está puesta en Ti. Que no se diga que te he invocado en vano. Y, puesto que lo puedes todo ante Jesús y María, muéstrame que tu bondad es tan grande como tu poder. Amén.

28

Día 25 Padre Fundador


La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta. Ahora subsisten la fe, la esperanza y la caridad, estas tres. Pero la mayor de todas ellas es la caridad. (1Cor 13, 4-7.13)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por el P. Sergio Mena: La visité en las semanas inmediatamente anteriores al fin de su vida y pude vislumbrar en ella a una preciosa piedra fina. Vi una mujer que estaba entregando su vida libre y voluntariamente: entregó su vida por los demás. Había una persona determinada por quien ella ofrecía sus dolores. Cuando ella sufría y entregaba sus sufrimientos, era típico que esa persona lograba superarse. Descubrió el poder salvífico del dolor ofrecido con fe y humildad. En su fotografía está escrito el pensamiento que había descubierto en su vivencia personal y de pareja: “Hemos descubierto que el sufrimiento redime”. Cuando alguien está en esa base espiritual, no de palabras sino en los hechos, se trata de algo muy grande. Esta gracia la ha obtenido la Madre del Oratorio.

Meditación: A la luz del próximo jubileo sacerdotal del P. Sergio Mena, no podemos menos que

alegrarnos por este gran don que Dios nos ha regalado; este enviado suyo para ser nuestro Guía, nuestro Fundador y más que eso: nuestro Padre. Desde su vocación, reconocemos esta estrecha unión a la “Mater” que lo movió para dar un sí demasiado profundo. Estaba llamado a una gran tarea: ser un gran protagonista dentro de la Iglesia y dentro de las propias vidas de cada uno de nosotros. Con toda seguridad, resulta inconcebible el curso que ha tomado nuestra vida hasta hoy, si no fuera porque hemos encontrado a la Madre en el corazón del Padre Sergio.

Así percibimos la importancia de ese “sí” que ha dado nuestro Fundador a la voluntad de Dios… ¿Qué sería de nuestro rumbo propio en la vida si el P. Sergio no hubiera dado ese sí a su vocación y al Paso de Pirque? ¿A qué otro puerto habríamos llegado? Desde que conocimos a la Madre y al Oratorio ciertamente somos otros. El canto que dice: “estoy cambiando en un nuevo ser”, nos indica esta transformación personal.

Con certeza, quedamos como encandilados cuando rezamos los saludos, cuando cantamos los cantos del Oratorio, cuando contemplamos la imagen de la Madre… Pura gracia de Dios, obra de Dios pero también el aporte humano, la respuesta generosa del hombre que quiso ser sacerdote, quiso ser fiel y quiso ser santo. Y hoy más que nunca, con redoblado empeño, quiere ser más entregado, más fiel y más santo.

Gracias Padre Sergio por su sí pronto y generoso. Porque fue fiel al rumbo que Dios le trazó. Llegaremos a Cristo, el puerto seguro, si ponemos a María como timonel de nuestras barcas, Ella nos llevará amorosamente a las playas de la santidad.

Compromiso: En el Rosario, rezar el Padre Nuestro y las tres Ave Marías por la salud y las intenciones de nuestro Padre Fundador.

Oremos: ¡Oh Virgen Clemente, oh Madre del Oratorio! Llévanos a la más suprema santidad por el

camino de la Verdad y de la total obediencia a los planes de Dios. No mires nuestros pecados, ni nuestra débil fe, sino que compadécete de tus hijos y enséñanos a ser santos en tu escuelita mariana. Líbranos de todo mal y cúbrenos siempre con tu manto maternal. Amén.

29

Día 26 Las Piedras Fundacionales


Le dice la gente sentada alrededor de Jesús: «¡Oye!, tu madre, tus hermanos y tus hermanas están fuera y te buscan». Él les responde: «¿Quién es mi madre y mis hermanos?» Y mirando en torno a los que estaban ahí, les dice: «Estos son mi madre y mis hermanos. Quien cumpla la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.» (Mc 3, 32- 35)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por el P. Sergio Mena: Lo que deslumbra en Bernardita es el heroísmo en el amor a sus hijos; el heroísmo con respecto a sus parientes. La santidad es alegre. Bernardita Correa es totalmente laica pero profundamente enraizada en los valores espirituales. Es totalmente esposa, madre, entregada, amistosa, discípula y misionera, comedida, estaba donde tenía que estar.

Meditación: Las Piedras Fundacionales, marcan momentos históricos que pertenecen a la Fundación del Oratorio. El Padre Fundador las crea en estrecha obediencia a Dios y a la Madre. Éstas son:

Piedra Fundacional Fecha Signo

1º. Autoeducación 29 / 06 / 1971 Corazón 2º. Santidad 03 / 11 / 1972 Llave 3º. Cruz 11 / 02 / 1976 Cruz 4º. Envío 03 / 07 / 1977 Cáliz del Envío 5º. Radicación 23 / 12 / 1987 Frontis O. Central 6º. Cáliz del Padre 22 / 02 / 1990 Cáliz del Padre 7º. Cruz de la Familia 18 / 05 / 1994 Cruz de la Familia 8º. Reina del ecumenismo 13 / 01 / 1998 Corona 9º. Esclavitud mariana 07 / 06 / 2004 Cadenas 10º. Eucaristía 31 / 01 / 2007 Cáliz con Hostia 11º. San José 17 / 10 / 2009 San José 12º. Manos unidas 15 / 08 / 2010 Manos orantes 13º. Martirio 24 / 09 / 2011 San Lorenzo

14º. Minoritas 22 / 12 / 2012 Niño Jesús

El Padre Sergio nos ilumina al respecto: “Normalmente decimos que la Madre ha formado el Oratorio, o decimos que el Fundador del Oratorio lo ha fundado, que él ha ido creando cada una de sus Piedras Fundacionales, Piedra tras Piedra. Esta, realidad, es una visión muy inmediatista porque lo que está detrás de todo, es definitivamente mucho más: es la acción de Dios. Por eso mirando el misterio de la última causa y origen de las obras en la Iglesia tenemos que apuntar a la persona del Padre Dios, por eso hay que afirmar que quien ha fundado en último término el Oratorio Mariano es el Padre Dios. Es indudable que no lo hace directamente, como también ocurre en el caso de la Anunciación; allí es el ángel que va a anunciar a María. Todo esto es operancia en Dios; Dios Padre transopera por el Hijo para salvar al mundo y el Hijo, se manifiesta en el mundo para que nosotros podamos creer y salvarnos. Todas las obras de Dios son por medio de su Hijo, que actúa; y Él no lo hace sino por medio de su Iglesia. En lo concreto, es la Santísima Virgen, nuestra Madre del Pueblo, la que actúa, va transformando todo cuanto hay en el Oratorio”.

Oremos: Que el Señor y nuestra Madre nos bendigan y no permitan que nos desviemos hacia las

sendas tortuosas que se oponen a la identidad propia que nos fue regalando la Madre en nuestra historia. Identidad que se ha ido anudando en las catorce Piedras Fundacionales.

30

Día 27 El martirio

Rezamos los misterios del Santo Rosario... Lectura bíblica: El que no toma su cruz y me sigue detrás no es digno de mí. El que encuentre su vida, la perderá; y el que pierda su vida por mí, la encontrará. «Quien a vosotros recibe, a mí me recibe, y quien me recibe a mí, recibe a Aquel que me ha enviado». (Mt 10, 38-40)

Texto de la vida de Bernardita Correa contada por I. Margarita Illanes: Al fondo en una salita el Padre Sergio celebraba la Misa en un lugar muy simple, con banquitas, con un ambiente único. La Eucaristía celebrada era muy íntima, con la presencia viva de la Madre, era un privilegio, había un ambiente especial. La Misa llegaba al corazón. Cosas muy profundas y acogedoras; actitudes humanas que hacía que lo igual se hiciera distinto con la gracia de Dios. Y era el caso de la Bernardita. Y junto al Oratorio, nada externo que llamara la atención, ni estufita, ni comida, ni living, ni cuadros… Eran cosas poco relevantes.

Meditación: En tiempos del Imperio Romano, los gladiadores se despedían del César cuando iban a morir en el coliseo diciendo “Ave César, los que moriremos te saludamos”. Se presentaban ante el César con un ideal de sacrificio total, de ir a la muerte. El término mártir proviene del griego y significa “testigo”, lo mismo que martirio significa “testimonio”. Por lo tanto, los mártires son los testigos de la fe. El martirio en la Piedra Fundacional número 13, tiene esta formulación en el Oratorio: “Alégrate María, llena de gracia, nosotros que vamos a la muerte te saludamos”, porque queremos ser testigos de la fe, de la verdad y de la vida. El símbolo de esta Piedra Fundacional es la parrilla de san Lorenzo. San Lorenzo está de rodillas, lo que indica que hay que rogar y pedir para alcanzar la gracia. El Padre Sergio nos dice: “el martirio es una gracia, no es una fuerza humana, nadie por sus fuerzas puede ser mártir, todos vamos a claudicar ciertamente, todos vamos a negar a Cristo, pero todo lo podemos con la gracia de Dios. Este es un nuevo grado de entrega. Pedir el martirio directamente. Los que van a misionar que estén preparados para el martirio, porque es parte de la vida del misionero”. El P. Sergio no quería poner otra Piedra Fundacional. En la Misa del 24 de septiembre del 2011, después de la homilía no hubo ningún signo. Comienza la Consagración. El Señor le dice: “El signo es que yo quiero que tú te entregues como yo me entrego. No quiero otro signo, no quiero pájaros, ni movimiento de tierra, ni viento. El signo soy yo, que me entrego hasta el martirio”. El Padre Sergio dice entonces: “Quiero, acepto el martirio para toda la familia y para mí en primer lugar.”

Compromiso: Dar mejor testimonio de nuestra fe, especialmente en la participación plena, consciente y atenta en cada Santa Misa.

Oremos: Querida Madre, como Oratorio, haznos arder en el fuego del amor de Cristo para

extender la verdad con entusiasmo. Que los santos mártires nos inspiren con su ejemplo y nos fortalezcan con su intercesión. Amén.

31

ÍNDICE Meditación Tema Día Sugerido Página

1. La Irradiación Apostólica Viernes 8/11 4 2. Esclavos de María Sábado 9/11 5 3. El Sagrado Corazón Lunes 11/11 6 4. Nuestra Iglesia Martes 12/11 7 5. Las Vertientes del Oratorio Miércoles 13/11 8 6. La Mujer Eucarística Jueves 14/11 9 7. La Acogida mariana Viernes 15/11 10 8. Rubén Cárcamo Sábado 16/11 11 9. El Respaldo humano Lunes 18/11 12 10. María Reina Martes 19/11 13 11. Autoeducación Miércoles 20/11 14 12. La Piedad Mariana Jueves 21/11 15 13. Apostolado del sufrimiento Viernes 22/11 16 14. Los Carismas del Oratorio Sábado 23/11 17 15. El Paso de Pirque Lunes 25/11 18 16. Los Grupos Marianos Martes 26/11 19 17. El Envío Misionero Miércoles 27/11 20 18. Minoridad Jueves 28/11 21 19. El Reino de María Viernes 29/11 22 20. La masificación Sábado 30/11 23 21. Apostolado mariano Lunes 2/12 24 22. Manos Unidas Martes 3/12 25 23. La vocación Miércoles 4/12 26 24. San José Jueves 5/12 27 25. Padre Fundador Viernes 6/12 28 26. Las Piedras Fundacionales Sábado 7/12 29 27. El martirio Domingo 8/12 30 Índice 31

mes de maría 2013

Documents