mensajero 145

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Mensajero Año 5 No. 145 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Domingo 05 de enero de 2014 Donativo: $5.00 TLALNEPANTLA CUAUTITLÁN ECATEPEC TEOTIHUACÁN TEXCOCO NEZAHUALCÓYOTL VALLE DE CHALCO Pág. 7 Voz del Pastor Pág. 2 Pág. 9 Pág. 13 Pág. 11 Pág. 12 Una Familia Cristiana es guiada por el amor El Seminario, corazón de la Diócesis La Epifanía Arquidiócesis Metropolitana de Tlalnepantla Tiempo nuevo, talentos nuevos Pág. 10 ¡Un encuentro juvenil diferente! La Evangelización debe sonar

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Periódico Católico de la Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla.

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Page 1: Mensajero 145

MensajeroAño 5 No. 145 Provincia Eclesiástica de Tlalnepantla Domingo 05 de enero de 2014 Donativo: $5.00

TLALNEPANTLA CUAUTITLÁN ECATEPEC TEOTIHUACÁN TEXCOCO NEZAHUALCÓYOTL VALLE DE CHALCO

Pág. 7

Voz del Pastor

Pág. 2

Pág. 9

Pág. 13

Pág. 11

Pág. 12

Una Familia Cristiana es guiada por el amor

El Seminario, corazón de la Diócesis

La Epifanía

Arquidiócesis Metropolitana de Tlalnepantla

Tiempo nuevo, talentos nuevos

Pág. 10

¡Un encuentro juvenil diferente!

La Evangelización debe sonar

Page 2: Mensajero 145

2 Mensajero

Dios siempre ha querido caminar de la mano con sus hijos, y nos habla a través de su palabra indicándonos los cami-nos que nos llevan a la felicidad. Por nuestro libre albedrío, no nos puede obligar a seguirlo, y por eso, cada año que comienza aparece Dios con un mundo de oportunidades para nosotros con el único fin de que vivamos en su paz. El año nuevo por eso es propicio para reflexionar internamen-te a la luz de Dios, para aprender del pasado, disfrutar el presente y construir un futuro mejor.

De la misma manera, si nos detenemos por un momento y hacemos una pausa para mirar hacia atrás, podremos darnos cuenta que nos encontramos exactamente donde nos han traído nuestras acciones pasadas. La clave del triunfo o fracaso para el ser humano, se encuentra justamente en el lugar en el que pone a Dios en cada decisión, hoy que cele-braremos un año más, la Iglesia nos invita a hacer la expe-riencia de vivir cada día de la mano de Dios, hacer nuestra opción fundamental por Él, comprendiendo que el ser huma-no construye su futuro día tras día mediante sus pensamien-tos, palabras y acciones, y estas a su vez van moldeando el presente, y si Dios está por delante, seguramente cada año que Él nos permite vivir, será cada vez mejor y viceversa.

Ahora te digo que el Año Nuevo no es el tiempo para que-jarnos, aunque seguramente tuvimos momentos muy difíci-les, otros en donde parecía que nuestra fe se debilitaba, quizá tuvimos que pasar por experiencias dolorosas y crisis

que golpearon nuestra vida de una forma muy fuerte, sin embargo también, si hacemos memoria con honestidad, recordaremos momentos de sonrisas, de alegría, de gozo, de emoción; esos momentos que no olvidaremos, quizá en donde recibimos una respuesta que tanto esperábamos o en donde Dios nos sorprendió con algo mejor de lo que creía-mos merecer.

Todos, absolutamente todos, tuvimos excelentes momen-tos y también difíciles episodios, pero si hay algo de lo cual podemos estar seguros, aunque cueste trabajo creerlo, es que en cada episodio que nos tocó vivir estuvo a nuestro lado un Dios fiel el cual nos invita a formular los proyectos de nuestro nuevo año tomándolo en cuenta, dándonos la oportunidad de escoger entre vivir el mundo cual lo cono-cemos o cambiarlo en el que deseamos.

Invito por tanto a todos los fieles cristianos, a que abramos el corazón a Dios y nos dejemos conducir por Él para que este Año Nuevo nos brinde paz, amor, salud, armonía, unión, felicidad y prosperidad.

Recuerda, el triunfo de cada proyecto está con Dios. “DIOS TE BENDICE”, bendícelo también. “Fíate de Dios de todo corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos y Él enderezará tus veredas”. ¡FELIZ AÑO NUEVO!

DIRECTORIO

OBISPOS

Excmo. Sr. D. Carlos Aguiar Retes

Arzobispo de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Ricardo Guízar Díaz

Arzobispo Emérito Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Guillermo Or�z Mondragón

Obispo de Cuau�tlán

Excmo. Sr. D. Oscar Roberto Domínguez

Cou�olenc, M.G

Obispo de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Onésimo Cepeda Silva

Obispo Emérito de Ecatepec

Excmo. Sr. D. Héctor Luis Morales Sánchez

Obispo de Nezahualcóyotl

Excmo. Sr. D. Guillermo Francisco Escobar Galicia

Obispo de Teo�huacán

Excmo. Sr. D. Juan Manuel Mancilla Sánchez

Obispo de Texcoco

Excmo. Sr. D. Víctor René Rodríguez Gómez

Obispo de Valle de Chalco

Excmo. Sr. D. Francisco Ramírez Navarro

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

Excmo. Sr. D. Efraín Mendoza Cruz

Obispo Auxiliar de Tlalnepantla

DIRECTOR GENERAL

Mons. Víctor René Rodríguez Gómez

Presidente de la Comisión Provincial para la

Pastoral de la Comunicación

DIRECTORA EN TURNO

Abril Villanueva

SUBDIRECTORMons. Luis Mar�nez Flores

CORRECCIÓN Y ESTILOMaricruz Reyes Lugo

DIAGRAMACIÓN Y DISEÑOSamuel Nájera

COLABORADORES

Equipo de la Pastoral de la Comunicación de la

Provincia Eclesiás�ca de Tlalnepantla

PÁGINA INFANTIL

Comisión Provincial para la Pastoral Profé�ca

Registro en trámite.

Mensajero Es una publicación catorcenal de la Provincia

Eclesiás�ca de Tlalnepantla. Se distribuye en la

Arquidiócesis de Tlalnepantla, y en las Diócesis de

Cuau�tlán, Ecatepec, Texcoco, Teo�huacán,

Nezahualcóyotl y Valle de Chalco.

[email protected]

Voz del Pastor

† Guillermo F. Escobar GaliciaObispo de Teotihuacán

Tiempo nuevo, talentos nuevos

Page 3: Mensajero 145

3Mensajero Editorial

Por: Lic. Norma Peschard Gutiérrez

Muchos somos aún quienes formamos parte de esas generaciones de hombres y mujeres de dos siglos… Hemos vivido la experiencia contrastante de vivir qui-zás una o varias décadas del siglo XX y ahora hemos finalizado ya la primera del siglo XXI. En la Historia de la huma-nidad han sido pocos los hombres y muje-res que han cambiado de “siglo”… y menos aún los que han cambiado de “milenio”.

Muchos de nosotros tenemos la fortuna de ser hombres y mujeres de dos siglos y también de dos milenios. También ya son muchos los pobladores de la tierra que han nacido en el Tercer Milenio y son parte de esta nueva sociedad.

Sin embargo, hablando con algunos contemporáneos, ya entrado este nuevo Milenio, constatamos que no siempre las vivencias de unos y de otros han sido las mismas.

En materia educativa da la impresión de que no basta una adecuación que adap-te los programas y las disciplinas a nue-vos tiempos y lugares.

En nuestro tiempo, ¿será posible lograr entendernos y comunicarnos con perso-nas de sociedades diferentes a la nues-tra?

Tal parece que educar al hombre de “esta sociedad” no es igual que educarlo para una “nueva sociedad”…

En todas las épocas, la educación ha sido una responsabilidad que todas las personas compartimos. La Iglesia se une a este desafío que, a nivel mundial se reconoce como una emergencia educati-va.

El ser humano está llamado a desarro-llarse para afianzar su identidad y alcan-zar su plenitud, lo cual no se puede lograr sino en la mutua relación, vivien-do y creciendo con los demás y para los demás.

Una nueva sociedad

Por: P. Modesto Lule Zavala [email protected]

Me regalaron una tortuga hace más de un año. Pasadas unas semanas me rega-laron tres más para que la primera no estuviera sola. Todas estas vivían en una pequeña pecera. El tiempo pasaba y yo les daba de comer y les cambiaba el agua, aunque no muy seguido. Pero un día una de las tortugas comenzó a tener su caparazón muy blando. Pensé que era porque cambiaba de tamaño o por una forma propia de ellas. A la semana siguiente estaba muerta. Pasó otra sema-na y nuevamente noté que otra de las tortugas que quedaban vivas adquirió blandura en su caparazón. Me preocu-pe, pero no hice muchas cosas para remediar el problema. Al final murieron tres de las cuatro que tenía. Tuvimos que ir al pequeño acuario donde venden peces y tortugas para preguntar sobre el cuidado de los quelonios (otra forma de llamar a las tortugas). Me preguntaron que si les cambiaba el agua de la pecera todos los días, a lo cual respondí que no. Me preguntaron que si les daba de comer constantemente yo les dije que sí, pero que casi no comían. Me pregun-taron que si tenían calentador a lo cual respondí que no. El vendedor de dicho lugar me dijo que ahí estaba el proble-ma. En primer lugar a las tortugas hay que cambiarles el agua todos los días; en segundo, hay que darles de comer; y por último hay que colocarles un calen-tador para que el agua se mantenga en una temperatura entre los 29 y 24 gra-dos centígrados. Si el agua es demasia-do fría las tortugas pierden el apetito, no comen y por ende mueren. Pero tam-bién hay que darles de comer y sobre todo hay que cambiar el agua todos los días.Con todo esto he pensado que la vida

familiar muchas veces (utilizando la metáfora) puede ser como esa pecera y esas tortugas. En la vida de matrimonio nunca debe ser la misma agua que les cubra. Nunca deben ser los mismos tratos, las mismas palabras, las mismas actitudes, los mismos gestos. Si se hace, puede llevar a la rutina. El agua estanca-da se pudre y se hace fétida, insoporta-ble. De igual manera en muchos matri-monios o familias puede suceder esto. La vida echa rutina cansa y se hace inso-portable, necesita entonces vitalidad, frescura, jovialidad y alegría para que sea siempre agradable.Me recomendaron cambiar el agua

todos los días. Yo ahora le digo a usted, cambie el agua de su vida, Jesucristo es la fuente de agua viva. (Jn. 4, 14) Tenga siempre presente a Jesús en su vida; acérquese a los sacramentos, haga ora-ción, reflexione la Palabra de Dios. Esto es cambiar el agua. También en el acua-rio me dijeron que le comprara un calentador. Yo ahora le digo, nunca deje sin calor a su familia. Se puede enfría el ambiente, y al mismo tiempo pueden morir los que vivan dentro. Siempre brinde calor: un tiempo para compartir la vida, pasear, platicar, divertirse, con-vivir. Eso da mucho calor en la familia. Y por último, dele de comer. Alimente a su familia con las buenas obras, con el testimonio, con la caridad. No les aban-done.Después de las recomendaciones me

regalaron otras tres tortugas y pasados los meses dos más. Ya son más de nueve meses que las seis tortugas siguen en su pecera. Cuando me acerco para darles de comer o cambiarles de agua nadan de un lado para otro, no sé si es porque se asusten o por alegría, pero lo que sí sé es que siguen vivas y cada día crecen más.

Al iniciar este año, nos encontraremos con la aproba-ción de diferentes reformas constitucionales: Educa-tiva, Fiscal, Energética, y hablar de estos temas implica que como ciudadanos de este país, nos senti-mos parte de ello, por ser mexicanos. Ante todo, Dios nos invita a velar por la dignidad de la persona, su desarrollo y crecimiento. Dice Julio Boltvinik* que “tenemos que aprender a ser independientes y un pueblo autodeterminado”. Los países exitosos recientes son los que han definido de manera autóno-ma su agenda de desarrollo, creando empresas pro-pias y rechazando el consenso de otras naciones (que supone la desobediencia al poder externo), ésta es la primera condición necesaria del desarrollo. No es extraño que ocurra lo mismo a nivel individual.

Las personas y los pueblos aprenden a hacer lo que

tienen que hacer. Maslow sostiene que hay una ten-dencia innata en los individuos a crecer. Tenemos aquí la segunda condición necesaria del desarrollo: la necesidad. Ante esta necesidad urgente de trans-formar el país (Reforma Energética), se tiene que aprovechar el reto para desarrollar las capacidades nacionales, y no dejar que lo hagan todo las trasna-cionales: exploren, exploten, refinen, transporten y almacenen.

Podemos definir el desarrollo centrándonos en los conceptos de necesidades y capacidades humanas, como ser activo. Dios ha dotado al ser humano para satisfacer sus necesidades mediante el desarrollo de sus capacidades. Aunadas a las capacidades produc-tivas van las capacidades científicas e intelectuales. Se dice que la empresa será 100% extranjera, hablo

en el caso de la Reforma Energética, entonces, no habrá desarrollo empresarial mexicano. Si no hay (lo más probable) participación de la ingeniería nacio-nal, no habrá desarrollo de capacidades tecnológicas.

Parte de la Fe es creer en nuestras propias poten-cialidades (podemos lograr solos el desarrollo si así nos lo proponemos).

Como dice Julio Boltvinik: “La subordinación global es pobreza de espíritu para todos, y para la mayoría, es también pobreza material”.*Julio Boltvinik, académico y político mexicano es colaborador del periódico La Jornada. Ha publica-do los libros: “Índice de progreso social”, “Pobreza y distribución del ingreso en México” y “Para com-prender la crisis capitalista mundial actual”.

La autonomía nos lleva al éxito

Edicto 2/3 Por medio de este Edicto el Juez Eclesiás�co cita al Señor Julio Flores Contreras para presentarse ante este ministerio Eclesiás�co con fines de colaborar en el estudio de la posible nulidad matri-monial. Concertar cita al 5792-6823, con la Notario.

Diócesis de Nezahualcóyotl

Las tortugas y el calentador

Page 4: Mensajero 145

4 MensajeroCaminar Diocesano

Por: CLAT comunicación

El pasado sábado 14 de diciembre, Tlal-nepantla vivió el Cielo Abierto, Adorar a nuestro Señor con cantos y reflexio-nes, con alegría y gozo de sentir en medio de nosotros la presencia de Cris-to Eucaristía, de contemplar y tener un encuentro con nuestro Dios, con la Ver-dad misma, con el Camino, con la Vida.

Unida la Iglesia particular de Tlalne-pantla en oración, tomados de la mano del mismo Cristo y con Él; acompaña-dos en un inicio con Mons. Efraín Men-doza, obispo auxiliar de Tlalnepantla, pudimos sentirnos cobijados y anima-dos por nuestro pastor.

Nos animaron a cantar Mariana Gra-nillo, voz privilegiada de nuestra Arqui-diócesis; Vuelta en U, grupo juvenil muy talentoso proveniente de Mc Kallen Texas; y el muy carismático grupo Emmanuel quienes nos contagia-ron con su espiritualidad y regocijo en el Señor.

Este concierto se dio en un ambiente de unidad, abundante alegría para des-pertar al Amor inmenso de Dios, de poderle hablar en la intimidad, sentirlo muy cerca y llenarnos de su Santo Espí-ritu para continuar caminando por el camino que Él nos haya indicado de acuerdo a la experiencia personal que hayamos tenido con Él.

Al paso del tiempo llegó el momento de la Hora Santa, de ver el esplendor de Dios en la Hostia Consagrada llevada en manos de nuestro arzobispo Carlos Aguiar Retes, quien con su presencia causó gozo y felicidad, escucha y aten-ción, paz y fraternidad. Nos unimos a Él en oración, una oración de acción de gracias por permitirnos caminar como Iglesia en los 50 años que está cum-pliendo nuestra arquidiócesis, en ora-ción suplicante por la paz, y para vernos como hermanos, y para trabajar com-prometidos en el proyecto de salvación de Cristo, confiados en Él y en su Madre

Santísima.Dios en medio de su pueblo es la leva-

dura, la semilla que está germinando entre nosotros, porque su reino ya está aquí.

Que este Cielo Abierto traiga paz por la justicia, la paz que Dios nos ofrece por medio de Jesús realiza el cambio de nuestros corazones, de nuestra forma de vivir.

En este momento preciso de adviento que es justo el periodo privilegiado para convertir nuestro modo de vivir, de la mano con Cristo, con Él y en Él, para hacer de este mundo el mejor lugar, para ofrecer a nuestras familias la ima-gen de Cristo.

Cristo Eucaristía nos llama para pres-tar atención a aquellos que sufren, por los pobres, por los más necesitados por escucharlos y extenderles la mano; por ello le hemos pedido a Cristo Eucaristía con fe, que alimente nuestra esperanza, que queremos hablar de Él, ser testigos de Él ante los demás, para vivir la mise-ricordia, el amor de Dios.

Por: Osmara del Rosario Cruz Rivera

El martes 17 de diciembre 2013 se reali-zó en la Catedral de San Juan Diego, la entronización de la Imagen de nuestro Santo Patrono, donada por la Diócesis de Cuautitlán, siendo Mons. Guillermo Ortiz Mondragón quien presidió la cele-bración. Concelebraron Mons. Víctor René Rodríguez Gómez, obispo de Valle de Chalco y Mons. Héctor Luis Morales Sánchez, obispo de Nezahualcóyotl.

La imagen se recibió en el Centro comunitario Juan Diego donde la comu-nidad encabezada por el obispo de Valle de Chalco, Mons. Víctor René y el obis-po de Cuautitlán Mons. Guillermo lle-varon en procesión hasta la Catedral.

Esta imagen es una bella escultura que en la mano izquierda lleva un sombrero cerca del corazón, el Obispo de Cuautit-lán comentó que el sombrero que trae Juan Diego no es ni de los antiguos mexi-canos, ni de los españoles, es el sombre-

ro del obispo, que Juan Diego nunca se puso en la cabeza y siempre lo llevó cerca del corazón.

Al iniciar la Celebración Eucarística Mons. Guillermo dijo: “Llenos de ale-gría nos reunimos para bendecir a Dios, con la ocasión de exponer a la pública veneración esta noble imagen de San Juan Diego Cuautlatoatzin, que está representando como el peregrino que camina en la fe, dócil al Espíritu Santo y a María la madre del verdadero Dios por quien se vive”, y prosiguió con la bendi-ción de la imagen, en la oración que pronunció glorificó a Dios, porque lleno con los dones del Espíritu a Juan Diego y pidió para que con su palabra y ejemplo proclamemos el evangelio e imitemos sus virtudes.

La procesión de entrada inició con la danza de los concheros quienes con tambores, el sonido del caracol e incien-so dieron un ambiente especial a la cele-bración; enseguida entró la procesión

Se abren los cielos en Tlalnepantla,podemos ver Tu Gloria Señor

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Por: Francisco EsquedaDiócesis de Nezahualcóyotl

En nuestra diócesis se vive la fe de for-mas en las cuales ni siquiera imagina-mos. Al terminar el Año de la Fe un grupo de laicos del municipio de Nezahualcóyotl construyó el Niño Dios más grande del mundo de casi media tonelada de peso y cinco metros de lon-gitud.Esta figura fue elaborada por un grupo

de diseñadores, artistas plásticos, inge-nieros y arquitectos, quienes trabajaron más de tres meses para construir la ima-gen y ya trabajan en la confección del ropón con el que será vestido el próxi-mo 2 de febrero, Día de la Candelaria.La imagen fue exhibida en la Parro-

quia de San Juan de los lagos de la colo-nia Constitución de 1857, y después fue llevada a calle 31, número 13, en la colo-nia Las Águilas, donde estará hasta el 6 de enero.“Es una iniciativa la cual pretende

rescatar nuestras tradiciones. Fue una inversión de 700 mil pesos hasta ahora, en ella trabajaron alrededor de 30 perso-nas”, explicó David Gómez Reséndiz, director de la empresa Morphix Group, que promovió la idea.El Niño Dios es la primera pieza que

realiza este grupo de artistas, quienes pretenden en un futuro crear el naci-miento monumental más grande del mundo.

Visita el portal Diocesanowww.diocesisdeneza.mx

Niño Dios giganteen Nezahualcóyotl

Entronización de

hasta llegar al presbiterio.El Sr. Apolinar Mendoza, a nom-

bre de la diócesis dio la bienveni-da en Náhuatl a la imagen de San Juan Diego y el Pbro. Eugenio Salomón, párroco de Catedral pronunció palabras de bienveni-da.

Por su parte el Sr. Obispo, Víctor René mostró su agradecimiento a Don Guillermo Ortiz, quien un año atrás quiso hacer un regalo muy especial a la Catedral, la ima-gen del Santo Patrón, patrono de la Catedral y de la diócesis y le dio una fraternal bienvenida a él, al Obispo de Nezahualcóyotl, a los sacerdotes, reli-giosos (as) y fieles reunidos en el lugar.

Enseguida se llevó a cabo una Misa en acción de gracias por este acontecimien-to; en la homilía, Mons. Guillermo Ortiz

Mondragón habló de San Juan Diego desde su contexto histórico hasta su vida espiritual, invitándonos a no olvidar nuestras raíces para seguir el ejemplo de humildad, sinceridad y obediencia ante la voluntad de Dios sin dejar a un lado a la Santísima Virgen María.

San Juan Diego

Page 5: Mensajero 145

5Mensajero Caminar Diocesano

Por: CODIPACS Ecatepec

San Juan Ixhuatepec, Tlalnepantla, 19 diciembre 2013. El Seminario de Ecate-pec se vistió de gala para recibir a los sacerdotes de la Diócesis de Ecatepec. En un marco de fraternidad y alegría, el obispo Oscar Roberto Domínguez Cout-tolenc M.G. presidió la tradicional posa-da del Presbiterio de Ecatepec. En el evento, los sacerdotes y seminaristas hicieron la tradicional procesión con los peregrinos pidiendo alojamiento como lo hicieron en Belén la Virgen María y San José hace más de dos mil años. Pos-teriormente los seminaristas presenta-ron una pastorela que deleitó a todos los asistentes. No podían faltar los villanci-cos, que en esta ocasión fueron interpre-tados por los mismos seminaristas con gran entusiasmo.

El presidente municipal de Ecatepec, Mtro. Pablo Bedolla López; el director de gobierno del Ayuntamiento de Ecate-pec, Fernando Caballero Sotelo y el

coordinador de asuntos religiosos, Ing. Pedro Pablo Enríquez estuvieron pre-sentes. El Presidente Municipal dio un mensaje de navidad a los sacerdotes y asistentes.

En esta ocasión tan significativa nuestro obispo Oscar Roberto Domín-guez, dio lectura a su Mensaje de Navi-dad 2013, donde nos invitó a recibir a Jesús en nuestro corazón; también invi-tó a todos los sacerdotes a impulsar el uso de los medios de comunicación, haciendo presentación de los mensajes de twitter que ha enviado, donde cada día son más los seguidores del mensaje del Evangelio a través de este medio.

Un agradecimiento a nuestro obispo Oscar Roberto por su entrega y genero-sidad, a los seminaristas que atendieron con solicitud a los visitantes al semina-rio, a los sacerdotes por su presencia alegre y comprometida, y a todos los que colaboraron con su oración, trabajo y apoyo económico en la realización de esta gran posada 2013.

Por: Samuel Nájera Mata

Tulantongo, Texcoco, Méx. 20 de diciembre 2013. Como todos los años, el Seminario Mayor de Tex-coco abrió sus puertas a la comuni-dad de Texcoco y de Valle de Chal-co, para que ambas diócesis partici-paran junto con los formadores, estudiantes y personal del instituto, en su tradicional posada.

Con visible entusiasmo, sacerdo-tes y seminaristas realizaron, como primera actividad, el rezo del Santo Rosario en la Capilla del Semina-rio, acompañados de la comunidad de fieles, agentes pro seminario y familiares de los seminaristas. Antes de las letanías, el rector del Seminario, Pbro. Jaime Rivas, dio un breve mensaje de bienvenida donde resaltó la importancia de prepararse a la Navidad y recordar por medio de las posadas, los pasa-jes que relatan la disponibilidad, sencillez y amor, que fueron res-puesta a Dios de parte de María y José en la espera del nacimiento de Jesús, por lo que “la posada sin el rezo del Santo Rosario, se reduce a un festejo pagano y sin sentido de lo que represen-ta la Navidad y su verdadero significa-do”, señaló.

Una vez concluido el rosario, los semi-naristas cargaron la imagen de la Santí-sima Virgen María y San José para pedir la posada con el cántico tradicional mexicano a las puertas de la institución responsable de la formación de los futu-ros sacerdotes.

En un ambiente espiritual y festivo, fuimos testigos de la calidad humana del seminario y de sus integrantes, quie-nes en la celebración de su posada ofre-cieron piñatas, que representan los peca-dos, mismas que rompieron los niños

para ganar las gracias del Cielo por la virtud de la perseverancia y la guía de toda la comunidad que canta; dos repre-sentaciones teatrales, y dos momentos musicales con la participación del grupo de Trova “Conquistadores”, de Chimalhuacán, y el romanticismo de La Rondalla del Seminario de Texcoco.

La posada también fue la ocasión para entregar los premios de su Rifa Anual. El Seminario no dejó de agradecer a las Diócesis de Texcoco y Valle de Chalco, a sus obispos respectivos Don Juan Manuel y Don Víctor René, a los sacer-dotes y sus comunidades parroquiales, a los equipos pro seminario y a sus fami-lias, por todo el apoyo que de ellos reci-ben, en especial por sus oraciones a favor del Seminario Mayor de Texcoco en el cual se forman los seminaristas de ambas diócesis.

Alegre posada del Presbiteriode Ecatepec

Posada 2013 del Seminario Mayor de Texcoco

Por: Leandro Medina Cabrera

En un ambiente de alegría, a este pueblo le llueven bendiciones. En el marco del Primer Aniversario de monseñor Víctor René Rodríguez Gómez, como obispo de la Diócesis de Valle de Chalco, se llevó a cabo la ordenación de dos nue-vos diáconos y dos presbíteros.

Congregados en la Catedral de San Juan Diego, pueblo, presbiterado y Obispo; en Celebración Eucarística presidida por S. E. R. Mons. Christophe Pierre, nuncio apostólico, y con la pre-sencia de Mons. Luis Artemio Flores Calzada, primer obispo de Valle de Chal-co y actual titular de Tepic, y del arzo-bispo de Durango, Mons. Héctor Gon-zález Martínez, fue que esta comunidad

recibió agraciado regalo de Dios.La celebración estuvo llena de emo-

ciones, no obstante no ser la primera de su tipo que se efectúa en este recinto, pues aumenta el número de los siervos consagrados a proferir los sacrosantos ministerios hacia el rebaño del Señor. El mensaje en cada una de las lecturas, el salmo, el evangelio y la homilía dictada por Mons. Christophe Pierre, ponen de manifiesto esa maravillosa Gracia Sacramental recibida no solo por los ordenados, sino también por la comuni-dad diocesana a quien prestaran los sagrados servicios.

Los momentos más radiantes, cuando de manos del Nuncio Apostólico se recibió el orden para cada uno de los consagrados; la postración ante el altar,

su revestimiento con las prendas propias de su actual condición y la participación de la Eucaristía. También muy emotivo resultó ver la petición de ben-dición que hicieron los Obispos a los nue-vos presbíteros, para posteriormente besar sus manos recién ungi-das del Espíritu de Dios.

Enhorabuena diáco-nos Jesús Castañeda Valencia, Manuel Tadeo Reséndiz, y presbíteros Juan Alberto Salgado Ramírez y Mario Manuel Ledesma Ibarra, que su minis-

terio y caminar estén siempre ilumina-dos por la presencia de Nuestro Señor Jesucristo, Sumo Sacerdote.

Ordenaciones en Valle de Chalco

Page 6: Mensajero 145

6 MensajeroIglesia Universal / Iglesia México

Amigas y amigos:

En Navidad celebramos que Dios, autor de cuanto existe, se nos acerca de tal manera que se hace uno de nosotros y entra en nuestro mundo y en nuestra historia para rescatarnos de la soledad del pecado y de su más terrible conse-cuencia: la muerte. Jesús nace en Belén para comunicarnos al Espíritu Santo,

convocarnos en su Iglesia y hacernos hijos de Dios.

Por eso el ángel nos dice: “Les anuncio una gran alegría: les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un salvador, que es el Cristo Señor” (Lc 2,10) ¡Jesús viene para hacernos partícipes de la vida plena y eternamente feliz de Dios! Consciente de lo que esto significa, san Gregorio exclamaba: “Si no fuese tuyo ¡Oh Cristo mío! me sentiría criatura finita” (Poemata de ipso). Ser de Cristo significa unirnos a Él y vivir como nos enseña: amando a Dios y aman-do al prójimo.

Este amor es la fuerza capaz de transformar a nuestro país y al mundo, en el que muchos her-manos y hermanas son víctimas de diversas formas de injusticia,

pobreza, desempleo, violencia, explota-ción, trata de personas, corrupción, impunidad, daños a la ecología, y no pocos padecen todavía las consecuen-cias de los recientes desastres naturales. ¡Y qué decir del drama que sufren tantos migrantes y sus familias!

Jesús, nacido en Belén, se nos ofrece como una luz que ilumina el camino que

debemos seguir para superar estas ine-quidades que, como señala el Papa, son la “raíz de los males sociales” (Evange-lii Gaudium, 202). Cristo nos enseña que “la solución nunca consistirá en escapar de una relación personal y com-prometida con Dios que al mismo tiem-po nos comprometa con los otros” (ibíd., 91).

Si no contribuimos cada uno desde nuestra propia responsabilidad en la edificación de una sociedad en la que a todos se haga posible una vida digna y un desarrollo integral, “no habrá pro-gramas políticos ni recursos policiales o de inteligencia que puedan asegurar indefinidamente la tranquilidad. Es el mal cristalizado en estructuras sociales injustas, a partir del cual no puede espe-rarse un futuro mejor” (ibíd., 59).

En su nacimiento, Jesús experimentó muchas adversidades: la carencia de un lugar para que su Madre lo diera a luz (cfr. Lc 2, 7); la amenaza de Herodes, que obligó a su Familia a refugiarse en Egipto (cfr. Mt 2,13-14). Sin embargo, no se dejó vencer, sino que fue capaz de transformar definitivamente la historia humana con el poder del amor.

Como discípulos misioneros suyos, ¡no nos dejemos vencer por las dificul-tades! Suscitemos una cadena de trans-

formaciones que vayan mejorando nues-tra familia, nuestros ambientes, nuestra nación y nuestro mundo, valorando, respetando, promoviendo y defendien-do la vida, la dignidad y los derechos de toda persona, especialmente de los más vulnerables.

Que Santa María de Guadalupe, en quien “vemos que la humildad y la ter-nura no son virtudes de los débiles sino de los fuertes, que no necesitan maltra-tar a otros para sentirse importantes” (Evangelii Gaudium, 288), nos obtenga de Dios la gracia de vivir esta Navidad un encuentro con Jesús, que nos lleve a “hacer equipo” con los demás, más allá de las legítimas diferencias, para gene-rar con paciencia y constancia aquellos dinamismos que fructificarán en impor-tantes acontecimientos históricos (ibíd., 223). ¡Feliz Navidad!

Por los Obispos de México.

+ J. Francisco Card. Robles OrtegaArzobispo de Guadalajara

Presidente de la CEM

+ Eugenio Andrés Lira Rugarcía Obispo Auxiliar de Puebla

Secretario General de la CEM

Queridos hermanos y hermanas de Roma y del mundo entero, ¡feliz Navi-dad!

Hago mías las palabras del cántico de los ángeles, que se aparecieron a los pastores de Belén la noche de la Navi-dad. Un cántico que une cielo y tierra, elevando al cielo la alabanza y la gloria y saludando a la tierra de los hombres con el deseo de la paz.

Les invito a todos a hacer suyo este cántico, que es el de cada hombre y mujer que vigila en la noche, que espera un mundo mejor, que se preocupa de los otros, intentado hacer humildemente su proprio deber.

Gloria a Dios.A esto nos invita la Navidad en primer

lugar: a dar gloria a Dios, porque es bueno, fiel, misericordioso. En este día mi deseo es que todos puedan conocer el verdadero rostro de Dios, el Padre que nos ha dado a Jesús. Me gustaría que todos pudieran sentir a Dios cerca, sentirse en su presencia, que lo amen, que lo adoren.

Y que todos nosotros demos gloria a Dios, sobre todo, con la vida, con una vida entregada por amor a Él y a los hermanos.

Paz a los hombres.La verdadera paz no es un equilibrio

de fuerzas opuestas. No es pura “facha-da”, que esconde luchas y divisiones. La paz es un compromiso cotidiano,

que se logra contando con el don de Dios, con la gracia que nos ha dado en Jesucristo.

Viendo al Niño en el Belén, pensemos en los niños que son las víctimas más vulnerables de las guerras, pero pense-mos también en los ancianos, en las mujeres maltratadas, en los enfermos… ¡Las guerras destrozan tantas vidas y causan tanto sufrimiento!

Demasiadas han destrozado en los últimos tiempos el conflicto de Siria, generando odios y venganzas. Sigamos rezando al Señor para que el amado pueblo sirio se vea libre de más sufri-mientos y las partes en conflicto pongan fin a la violencia y garanticen el acceso a la ayuda humanitaria. Hemos podido comprobar la fuerza de la oración. Y me alegra que hoy se unan a nuestra oración por la paz en Siria creyentes de diversas confesiones religiosas. No perdamos nunca la fuerza de la oración. La fuerza para decir a Dios: Señor, concede tu paz a Siria y al mundo entero.

Concede la paz a la República Cen-troafricana, a menudo olvidada por los hombres. Pero tú, Señor, no te olvidas de nadie. Y quieres que reine la paz tam-bién en aquella tierra, atormentada por una espiral de violencia y de miseria, donde muchas personas carecen de techo, agua y alimento, sin lo mínimo indispensable para vivir. Que se afiance la concordia en Sudán del Sur, donde las

tensiones actuales ya han provocado víctimas y amenazan la pacífica convi-vencia de este joven Estado.

Tú, Príncipe de la paz, convierte el corazón de los violentos, allá donde se encuentren, para que depongan las armas y emprendan el camino del diálo-go. Vela por Nigeria, lacerada por conti-nuas violencias que no respetan ni a los inocentes e indefensos. Bendice la tie-rra que elegiste para venir al mundo y haz que lleguen a feliz término las nego-ciaciones de paz entre israelitas y pales-tinos. Sana las llagas de la querida tierra de Iraq, azotada todavía por frecuentes atentados.

Tú, Señor de la vida, protege a cuantos sufren persecución a causa de tu nom-bre. Alienta y conforta a los desplazados y refugiados, especialmente en el Cuer-no de África y en el este de la República Democrática del Congo. Haz que los emigrantes, que buscan una vida digna, encuentren acogida y ayuda. Que no asistamos de nuevo a tragedias como las que hemos visto este año, con los nume-rosos muertos en Lampedusa.

Niño de Belén, toca el corazón de cuantos están involucrados en la trata de seres humanos, para que se den cuenta de la gravedad de este delito contra la humanidad. Dirige tu mirada sobre los niños secuestrados, heridos y asesina-dos en los conflictos armados, y sobre los que se ven obligados a convertirse

en soldados, robándoles su infancia.Señor, del cielo y de la tierra, mira a

nuestro planeta, que a menudo la codi-cia y el egoísmo de los hombres explota indiscriminadamente. Asiste y protege a cuantos son víctimas de los desastres naturales, sobre todo al querido pueblo filipino, gravemente afectado por el reciente tifón.

Queridos hermanos y hermanas, en este mundo, en esta humanidad hoy ha nacido el Salvador, Cristo el Señor. No pasemos de largo ante el Niño de Belén. Dejemos que nuestro corazón se con-mueva, se enardezca con la ternura de Dios; necesitamos sus caricias. El amor de Dios es grande; a Él la gloria por los siglos. Dios es nuestra paz: pidámosle que nos ayude a construirla cada día, en nuestra vida, en nuestras familias, en nuestras ciudades y naciones, en el mundo entero. Dejémonos conmover por la bondad de Dios.

Mensaje de la CEM en ocasión de la Navidad 2013

Mensaje “Urbi et Orbi del Papa”«Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que Dios ama» (Lc 2,14)

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7Mensajero Evangelización y Misión Continental

Por: CODIPACS Ecatepec

Evangelizar constituye la dicha y vocación propia de la Iglesia, su iden-tidad más profunda, todos como bau-tizados estamos llamado a anunciar, con palabras y acciones, que Jesucris-to es el Camino, la Verdad y la Vida.

Son muchos los creyentes que no participan en la Eucaristía dominical, ni reciben con regularidad los sacra-mentos, ni se insertan activamente en la comunidad eclesial. Existe un alto porcentaje de católicos sin conciencia de su misión se ser sal y fermento en el mundo, con una identidad cristiana débil y vulnerable.

El papa emérito Benedicto XVI, siguiendo el magisterio del papa Pablo VI y el beato Juan Pablo II, nos urge a la tarea evangelizadora: “Al alba del tercer milenio, no solo hay todavía muchos pueblos que no han conocido la Buena Nueva, sino tam-bién muchos cristianos necesitados de que se le vuelva a anunciar persua-sivamente la palabra de Dios, de manera que puedan experimentar concretamente la fuerza del Evange-lio, tantos hermanos están bautiza-dos, pero no suficientemente evangeli-zados”.

A través de su twitter: @Pontifex-_es, el papa Francisco advirtió el pasa-do 19 de agosto a los fieles que: “No podemos ser cristianos a ratos. Si Cristo constituye el centro de nuestra vida, debe de estar presente en todo lo que hacemos”.

La realidad de un mundo que ha perdi-do los signos y valores de nuestra fe, advierte la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades un proceso de

iniciación en la vida cristiana que comience por el kerygma, guiado por la Palabra de Dios y la fuerza del Espíritu Santo, que conduce a un encuentro per-sonal, cada vez mayor, con Jesucristo, perfecto Dios y perfecto hombre, un encuentro que nos lleve a la conversión,

al seguimiento en una comunidad ecle-sial y a una maduración de fe en la prác-tica de los sacramentos, el servicio y la misión.

La evangelización en la Iglesia parte del encuentro con Cristo, que nos lleva a la alegría de ser discípulos misioneros,

experimentando que ser cristiano no es una carga sino un don, hay que avivar el ardiente deseo de invitar a los demás a encontrar a Aquél a quien nosotros hemos encontrado.

Por: Mons. Eugenio Lira, Obispo Auxiliar de Puebla y Secreta-rio General de la CEM

Con frecuencia nos sentimos a oscuras, envueltos por las tinieblas de la soledad, el sin sentido, la pasión desbordada, la desilusión, la envidia, el fracaso, el rencor y la desesperanza; las tinieblas de la incomprensión, la injusticia, la falta de respeto, la infidelidad, la corrupción, la impunidad, la violencia y la muerte, que convierten un matrimo-nio, una familia y una sociedad en una tenebrosa tierra de sombras, en la que, al no ver nada claro, andamos sin rum-bo.

¡Pero esta Navidad resplandece para

nosotros una gran luz! El mensajero de Dios nos dice: “Les traigo una buena noticia, que causará gran alegría: les ha nacido un salvador” ¡Sí! Dios, creador de todas las cosas, se hace uno de noso-tros y entra en nuestro mundo y en nues-tra historia para liberarnos de las cade-nas del pecado, del mal y de la muerte, comunicarnos su Espíritu, reunirnos en su Iglesia y hacernos hijos suyos, ¡partí-cipes de su vida plena y eternamente feliz!

“¡Que nadie se sienta excluido de esta alegría!”, aconseja san León Magno. Como los pastores, corramos a encon-trarnos con Jesús, presente en su Iglesia. ¡Él nos trae la paz, que es fruto del amor! Quien se descubre infinita e

incondicionalmente amado, puede reconciliarse consigo mismo y con los demás, y convertirse en constructor de paz, en su familia y en la sociedad, viviendo de manera justa, sobria y fiel a Dios, como enseña San Pablo.

Pero, ¿por qué si Jesús ha venido a traernos la paz, todavía sigue habiendo inseguridad, violencia y tantas guerras? Porque en lugar de seguir su camino de amor, la mayoría de las veces hemos elegido ser egoístas y usar a la gente como si fuera objeto de placer, de pro-ducción o de consumo.

Jesús, nacido en Belén de la Virgen María, nos enseña que, como ha dicho el papa Francisco, “la solución nunca consistirá en escapar de una relación

personal y comprometida con Dios que al mismo tiempo nos comprometa con los otros”. Un compromiso que debe sostenerse, a pesar de las dificultades, como enseña Jesús, quien a pesar de haber experimentado carencia, rechazo y persecución, transformó la historia de la humanidad con el poder del amor.

¡Hagámoslo en nuestro matrimonio, en nuestra familia, en nuestra sociedad y en nuestros ambientes de vecinos, de estudio y de trabajo, valorando, respe-tando, promoviendo y defendiendo la vida, la dignidad, los derechos y el desa-rrollo integral de toda persona, espe-cialmente de los más vulnerables! Así, todos podremos vivir en paz y procla-mar el amor de Dios día tras día.

En medio de los gozos, esperanzas, tristezas y angustias:

la Evangelización debe sonar

Hoy les ha nacido un Salvador

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8 MensajeroIglesia y Actualidad

Por: Mons. Guillermo Francisco Esco-bar Galicia, Obispo de Teotihuacán

Casi sesenta millones de mexicanos tienen acceso a internet, es decir el 50% de la población, de entre ellos 9 millo-nes son niños, nativos digitales menores de 11 años. En el último año se sumaron 7 millones de internautas. El mundo y las relaciones no se entienden ya sin el uso de esta tecnología. Este hecho tiene muchas repercusiones en la vida del hombre, pues influye de manera con-tundente. Con la aparición de los teléfo-nos inteligentes (smarthphone), se tiene a la mano una pequeña computadora que en cualquier lugar nos pone en con-tacto con una realidad global.

A la Iglesia le interesan también estas herramientas, de hecho, muchos sacer-dotes y obispos ya las están utilizando, a otros nos cuesta más trabajo, no fuimos formados con ellas, pero tampoco que-remos ser ajenos, no podemos ignorar-las, queremos conocerlas para ponerlas al servicio de la evangelización, pues así podremos llegar a mas fieles que no están llegando a nuestros templos, ade-

más para poder ofrecer una palabra, un criterio útil para usar estas nuevas herramientas.

Todos los instrumentos y herramien-tas que surgen inventados por el hombre son en principio buenos, depende de nosotros el uso que les demos y el apro-vechamiento que obtengamos de ellos, aquí radica el primer reto y desafío ante el cual nos enfrentamos, pueden ser una excelente herramienta de trabajo, pero también un medio de alienación y hasta de perversión.

Generalmente quienes crean, comer-cializan y lucran con estas nuevas tec-nologías, no se hacen responsables del uso que se les dé; nos corresponde a nosotros, a los padres de familia, los educadores, estar atentos y dar los crite-rios de su uso para evitar lo que no que-remos de esos medios que están al alcance de todos, sobre todo de los niños y los jóvenes, que son quienes mas los utilizan (de los 12 a los 25 años).

Las nuevas tecnologías no deben hacernos robots, que nos quiten la capa-cidad de razonar, mentes sin alma, pues

lo que es propio del ser humano es su relación con los demás, especialmente con Dios y con sus semejantes. Los sentimientos, el afecto, el amor, deben prevalecer siempre por encima de todo. La ciencia y la tecnología son frías, indiferentes e irracionales, nosotros en cambio somos criaturas libres, amadas

y queridas por Dios y con un fin trascen-dente. Así que el criterio que hay que aplicar aquí es el mismo para todas las cosas creadas: uso moderado y que estén siempre a nuestro servicio, ayu-dándonos a cumplir nuestras metas más elevadas.

Por: Leandro Medina Cabrera

Cuando hablamos de asuntos que tienen que ver con la Iglesia, suponemos que estos solo deben estar sujetos a cuestio-nes de fe…y nada más. También, al mencionar al Estado, creemos que este solo comprende una faceta fría de buró-cratas y gente aislada de toda espiritua-lidad y proyección hacia Dios.

Podríamos confirmar esto al recordar aquel pasaje en donde Nuestro Señor Jesucristo pregunta, ¿a quién corres-ponde la imagen de la moneda que le muestran?: “Al César. Y al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”.

Sin embargo, recordemos también ese escenario donde se da al hombre toda potestad sobre la creación, como admi-nistrador y responsable de los bienes creados por Dios para beneficio de todos, y cómo, en el libro de los Hechos de los Apóstoles encontramos una mues-tra de política para alimentar la convi-vencia social, pues “Vivían unidos en comunidad y todo lo compartían”. Y por supuesto que no hay contradicción en estos versículos, sino más bien comple-mentariedad, pues sabemos “que no solo de Pan vive el hombre, sino tam-bién de toda palabra que sale de la boca

de Dios”.Así pues, la política no es exclusiva

del Estado, ni de los llamados “políti-cos”, siendo que todos somos parte del Estado y todos somos políticos por natu-raleza. Asimismo la Fe no es exclusiva del Clero y quienes detentan algún ministerio, ya que todos somos Iglesia, formando parte de ese cuerpo místico de Cristo. Por consecuencia, debemos participar, asumiendo nuestra responsa-bilidad en estos dos ámbitos para abo-nar a la construcción del tejido social, con un sentido de colaboración e inclu-sión, sobretodo, mirando hacia quienes menos tienen o se encuentran en una situación de desventaja. Así como el legislador y el alcalde, o el obispo y el presbítero deben velar por los intereses generales, así también cada uno de noso-tros debemos ocuparnos por el bienestar común, pues solo de esta manera podre-mos repeler los diversos males que aten-tan contra nuestra sociedad.

Parece complicado, pero tal vez en gran parte es cuestión de propósito y buena voluntad. Podemos empezar con detalles muy simples, como saludar al vecino y dar los buenos días. Barrer nuestra calle o decir “por favor” y “gra-cias”. Llamarle a esa persona que hace

tanto no saludamos, y aclarar de una buena vez ese malentendido que nos distanció. Ayudar con verdadero ánimo y no solo dar limosna, sino crearnos políticas de armonía y sana conviven-cia.

Aprovechando que estamos en época de renovación y buenos deseos, agre-

guemos a nuestra lista de promesas personales el perdón, la tolerancia, el respeto, la paz y, sobre todo, un verda-dero amor al prójimo. Este último, como la muestra más clara de una evi-dente política para vivir en verdadera comunidad.

La Tecnología Digital al Serviciode la Evangelización

Y vivían unidos, ¡en comunidad!

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9Mensajero Celebremos la Fe

Por: Pastoral de la ComunicaciónArquidiócesis de Tlalnepantla

La liturgia es la celebración del Miste-rio Pascual de Cristo, su Muerte, Pasión y Resurrección gloriosa.

En el año litúrgico se prolonga la cele-bración pascual de diferentes formas, conmemorando todos los aspectos de la Pascua de Cristo: el central y el más estricto, su Pasión y Resurrección, y el más amplio desde la Encarnación hasta el Don del Espíritu Santo, que completa la obra salvífica de Cristo y la realiza-ción participativa de este mismo Miste-rio de Salvación en los redimidos y santificados, de una manera especial en la Madre de Cristo, la Santísima Virgen María, pues en él se realizó plenamente nuestra reconciliación y se nos dio la plenitud del culto divino.

La liturgia hace en los fieles bien dispuestos, que todos los actos de la vida sean santificados por la gracia divina que emana del Misterio Pascual, del cual todos los Sacramentos y Sacra-mentales reciben su poder; y hace tam-bién que el uso honesto de las cosas

materiales pueda ordenarse a la santi-ficación del hombre y a la alabanza de Dios.

La celebración litúrgica a lo largo del año, no es solo una conmemora-ción de lo ya acontecido, sino un hecho salvífico que actualiza se hace presente con toda su capacidad salví-fica para ser vivido y experimentado hoy por medio de los signos litúrgicos que nos dirige hacia un contempla-miento, que culminará en La Parusía.

Así todo signo litúrgico es, al mismo tiempo, revelación, rememo-ración y profecía, que nos hace pre-sente el pasado y nos anticipa el futu-ro.

La Iglesia, por una tradición apostó-lica que trae su origen del mismo día de la Resurrección de Cristo, celebra el Misterio Pascual cada ocho Días, en el día que es llamado con razón “Día del Señor” o Domingo.

En el Domingo los fieles deben reu-nirse para que, escuchando la palabra de Dios y participando en la Eucaristía, recuerden la Pasión, la Resurrección y la Gloria del Señor Jesús, y den gracias

a Dios que los hizo nacer a la viva espe-ranza por la Resurrección de Jesucristo de entre los muertos.

Cada año, todo cristiano debe ir con-naturalizándose cada vez más con el misterio salvífico de Cristo; su imagen

tiene que ir imprimiéndose cada vez más clara y profundamente en los que celebran el año litúrgico. El pueblo cristiano va acercándose cada vez más a la Jerusalén celestial.

¿Qué celebra la liturgia?

Por: Pbro. Juan Martínez Medina

La carta a los Hebreos nos hace una perfecta síntesis de lo que es la Epifa-nía: “Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas; en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo” (1,1-2). La Epifanía del Hijo de Dios (Epifanía

quiere decir “manifestación”) se puede decir que fue siempre anunciada a lo largo de toda la Sagrada Escritura. El deseo de un rey ideal, la esperanza del “Día del Señor” y sobre todo la venida del “Mesías”, son las diferentes formas en las que en el pueblo de Israel se fue haciendo patente esa esperanza y ese anhelo. El profeta Isaías –que se caracteriza

precisamente por tener un mensaje emi-nentemente universal y mesiánico-, anuncia que “La Luz” de Dios no sería solo para Israel sino que de alguna mane-ra los otros pueblos la recibirían: “Por-que vimos surgir su estrella y hemos venido a adorarlo”. Habrá un día –anuncia el profeta-, que gentes de todas las partes del mundo vendrán con regalos –oro e incienso-, con camellos y dromedarios, cruzando inclusive el mar, con tal de acercarse a la Luz de Dios. Eso es lo que el Evangelio nos reporta

sucedió cuando nació Jesucristo, “La Luz del mundo”: hasta materialmente las profecías y las esperanzas de Israel se cumplieron, mostrando que, si bien Dios había escogido a un pueblo para que fuera su primogénito, en el misterio del amor de Dios, él ya había decretado que “también los paganos son cohere-deros de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y participes de la misma promesa en Jesucristo”.Al celebrar la gran solemnidad de “La

Epifanía de nuestro Señor Jesucristo”, también celebramos que Cristo, nuestro Señor se manifestó al mundo, represen-tado en esos “magos de oriente”. Cele-bramos que Cristo desde su nacimiento no quiso quedar delimitado a una raza o a una cultura; para nada: Dios al llamar a hombres de otras razas, quiso mostrar que era el Dios de todos los hombres y que todos los hombres podían acercarse con pleno derecho a él, porque él desde el principio de la creación hasta “la plenitud de los tiempos” había querido

que todos los hombres formaran un solo pueblo, independientemente de su raza o cultura. En Cristo el hombre descubre que

todos pertenecemos a la misma raza: la raza de los hijos de Dios. Descubre que todo hombre debe ser iluminado por la Verdadera Luz que es Cristo. “Entraron en la casa y vieron al niño

con María, su madre, y postrándose, lo adoraron”. Al meditar todo este Evan-gelio, me doy cuenta del gran ejemplo de vida y de fe que estos “Magos” nos dan a todos: porque no sólo supieron descubrir los signos que Dios les daba sino que también fueron capaces de caminar y venir de tierras lejanas para encontrarse con el Dios que se les reve-laba. Pero quedó impresionado porque, tal vez más difícil que el venir de lejos siguiendo la estrella de Dios fue el encontrase con un pueblo frío y apático y un rey miserable, mentiroso y asesino. ¿A qué no tendremos que enfrentarnos

para encontrarnos con Jesús? Pido a Dios que el Señor se nos manifieste con la belleza y el gozo con que lo hizo a los pastores, pero que si por alguna razón tenemos que toparnos con gente menti-rosa y miserable, por intercesión de nuestros “Reyes Magos” podamos seguir adelante sin desanimarnos ni entristecernos, hasta lograr estar ante nuestro Dios y entonces ofrecerle lo mejor de nosotros: nuestra vida, nues-tras ganas de vivir, nuestras ganas de adorarle. Que eso es oro molido para él y el mejor incienso que podemos ofre-cerle.

FOTO: "cortesía de Cielo Abierto”

La Epifanía

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10 MensajeroFamilia

Por: CODIPACS Ecatepec

La III Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de los Obispos, que se lleva-rá a cabo en el Vaticano del 5 al 19 de octubre de 2014, abordará el tema de la familia. La Iglesia quiere escuchar los problemas y expectativas que están viviendo hoy en día tantas familias, mostrarse cercana a ellas y ofrecerles de forma creíble la misericordia de Dios y la belleza de la respuesta a su llamada. El tiempo actual presenta una evidente

crisis social y espiritual, ante esto se plantean desafíos pastorales. Hay pro-blemáticas como la difusión de las pare-jas de hecho, que no acceden al matri-monio y que incluso excluyen la idea del mismo. Las uniones de parejas del mismo sexo, que a veces se les concede la adopción de los hijos. Hay situacio-nes que requieren un compromiso pas-toral de la Iglesia: matrimonios mixtos,

inter-religiosos, la familia mono paren-tal; tendencias de pensamientos que desprecian la estabilidad y fidelidad del pacto conyugal; la difusión de la mater-nidad subrogada (alquiler de úteros) y la debilitación o abandono de la fe en la sacramentalidad del matrimonio, entre muchos otros.Por ello, el episcopado mundial “cum

et sub Petro”, considera atentamente estos desafíos. La buena noticia del Evangelio debe ser proclamada en la vida familiar. La doctrina de la fe, con-tenida en la Biblia y en el magisterio de la Iglesia debe ser presentada de manera eficaz. En la Biblia se puede ver Mt 19, 3-12

donde Jesús habla del matrimonio. Gn, 1 26ss donde se habla de la creación del hombre a imagen y semejanza de Dios. El Catecismo de la Iglesia Católica en su número 1660, Gaudium et Spes del Concilio Vaticano II en su número 52,

La encíclica Humanae Vitae de Pablo VI, Familiaris consortio de Juan Pablo II, son algunos documentos que abor-dan este tema. El papa Francisco en variadas ocasiones ha hablado sobre el tema, por ejemplo: Lumen Fidei 50 y

53, y Evangelii Gaudium 212-214. Hoy tenemos el reto de que esa buena nueva que transforma al hombre, llegue a la familia como un espacio privilegia-do del amor de Dios.

Los desafíos pastorales sobre la familia en el contexto de la evangelización

Por: Rafael González Beltrán, ssp.Diócesis de Cuautitlán

En nuestra sociedad, el 90% de la huma-nidad sigue sujeta a relaciones de domi-nación y de miedo. Nuestras relaciones están marcadas por la competencia y el enfrentamiento. En nuestro planeta se libra un conflicto latente o abierto, una guerra armada, económica, psicológica, sexual y amorosa. Hay vencidos, pero no hay vencedores. Todos somos vícti-mas de la soledad del poder y construi-mos un desierto, aunque estemos rodea-dos de cosas y de personas.

Bajo esta lógica de dominación se forman nuevas familias que repiten el conflicto y quedan atrapadas en el miedo y la frustración. Cualquier relación dominante-dominado termina por matar el amor. ¿Cómo podemos pasar de una vida dominada por el miedo a una vida guida por el amor?

El ejemplo de la Familia de Nazaret nos ilumina: José, un hombre justo; María, muchacha que solo está llena de confianza en Dios; Jesús, un bebé inde-fenso que viene a enseñarnos que Él es el camino para superar el miedo, la frus-tración, la soledad y terminar con los desiertos que, apenas sin darnos cuenta, vamos construyendo. Los tres no tenían miedo a la aventura de salvación por la que Dios los iba impulsando.

Nuestros países están llenos de ejérci-tos, policías, cuerpos secretos de seguri-dad pública y privada, redes y agencias de seguridad informática, equipos sofis-ticados, sistemas satelitales que “mero-dean” las comunicaciones y la vida de casi todos. Sin embargo, hoy el ser huma-no tiene más miedo. En consecuencia, tiende a reaccionar manipulando a sus semejantes, agrediendo y repitiendo una lógica de dominación. La mayoría de nuestras conductas son producidas por el miedo: a la separación, a mostrarnos como somos, a cambiar, a la muerte, a

vivir plenamente. Jesús, María y José utilizaron el poder

del amor para crecer como familia y para colaborar en la historia de la reden-ción. No utilizaron el abuso, la amenaza y la humillación para convivir. Toda familia debe nacer de una relación de amor y no degenerar en violencia y agre-sión. Si reconocemos las causas de nues-tros enfrentamientos podremos también reconocer nuestras potencialidades y crecer cristianamente.

Una Familia Cristiana es guiada por el amor

Oración del Papa Francisco a la Sagrada

Familia

Jesús, María y José, en ustedes contemplamos el esplendor del amor

verdadero, a ustedes nos dirigimos con confianza.

Sagrada Familia de Nazaret, haz que también nuestras familias sean lugares de

comunión y cenáculos de oración, auténticas escuelas del Evangelio y

pequeñas Iglesias domésticas.

Sagrada Familia de Nazaret, que nunca más en las familias se vivan experiencias

de violencia, cerrazón y división: que todo el que haya sido herido o escandalizado

conozca pronto el consuelo y la sanación.

Sagrada Familia de Nazaret, que el próximo Sínodo de los Obispos

pueda despertar en todos la conciencia del carácter sagrado e inviolable de la

familia, su belleza en el proyecto de Dios.

Jesús, María y José, escuchen y atiendan nuestra súplica. Amén.

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11Mensajero @joven

Por: María Luisa Urbina, Sofía L. Godínez, Marisela de la Vega, y Edith de la Cruz, comunicadoras parroquia-les de la Vicaría Episcopal San Andrés

Coatlinchán, Texcoco, Méx. El último fin de semana del año, del 27 al 29 de diciembre, el movimiento juvenil Lit-hos quiso despedir el 2013 con un encuentro dirigido por el padre Alejan-dro Valencia Valverde y su equipo de apoyo, en instalaciones del Seminario de Cristo Rey y Santa María de Guada-lupe para Vocaciones en la Edad Adulta. Con una asistencia de 135 jóvenes de diversas parroquias de nuestra diócesis y de las diócesis hermanas de Ecatepec y Teotihuacán.

En estos tres días de encuentro kerig-mático, los temas que reflexionaron fueron: cómo ser feliz; escala de valo-res; grandeza y debilidad humana; de hombre a persona; ventana de Jhoary; situación actual del joven social; liber-tad; Cristo persona a quien amar y en quien confiar; joven rico; oración; María nuestra Madre; y, yo misionero, ¿y tú?

Las dinámicas de trabajo ayudaron a descubrir la forma de pensar de cada joven, les dieron herramientas para asumir su proceso de vida y encontrar los caminos hacia su realización como personas y como hermanos que buscan la unidad y la fraternidad como hijos de un mismo Padre en la confianza, la

justicia y el respeto que la Madre Iglesia proclama, en los ambientes en los que se desarrollan.

En entrevista, el Pbro. Alejandro Valencia, integrante del equipo forma-dor del Seminario de Cristo Rey, señaló que durante 28 años el movimiento Lithos se ha dedicado a la evangeliza-ción de los jóvenes, “son ellos los que realizan esta labor a través de encuen-

tros, veladas, retiros, campamentos, cursos de formación, talleres de lideraz-go, etc. La etapa del joven es hermosa cuando se sabe vivir como Dios espera de nosotros, pero también es muy arriesgada cuando no se conoce a Cris-to, y varios jóvenes lo han constatado con su testimonio de vida”.

El encuentro juvenil concluyó con la Celebración Eucarística que presidió el

Pbro. Felipe González Valverde, rector del Seminario de Cristo Rey. Los padres de familia de los jóvenes participantes del encuentro acudieron a recibir a sus hijos con un ramo de flores, con el compromiso de practicar lo aprendido en esta vivencia, que significó para ellos una experiencia intensa de fin de año.

¡Un encuentro juvenil diferente!«La piedra que desecharon los constructores es ahora la piedra angular» (1 Pe 2, 4-10)

Juan nunca había sido un hombre de fe. Su vida no había sido muy sencilla pero tampoco mucho más complicada que la del común de las personas.

Era una persona pragmática, de aque-llas que creen solamente en lo que ven sus ojos y se ciñen a lo concreto. No era amigo de lo abstracto y creía que Dios era precisamente eso, algo abstracto, sin

rostro, sin cuerpo, que no era tangible ni visible y ante sus ojos eso se parecía peligrosamente al descrédito total.

Era difícil o casi imposible para Juan pensar en un Dios que permitiese la guerra, el hambre, la enfermedad y el dolor. No podía entender el libre albe-drío que Dios da a sus criaturas para llevar sus vidas por los caminos que ellos elijan, pero siempre esperando que lleguen a él y haciendo todo lo posible para que lo hagan.

De todos modos y sin darse cuenta, Juan buscaba a Dios, necesitaba creer, pensar que había algo más que esta vida que tenemos, que existía el Amor con mayúsculas, el más grande, el más inmenso de todos.

Juan no lo sabía, pero lo buscaba. Su vida era una constante búsqueda y si bien Dios está en todas partes, dicen que se percibe más en lo pequeño, que se aloja en los más necesitados y se cobija en aquellos que no tienen dónde hacer-lo.

Una fría mañana Juan caminaba por un parque que se encontraba frente a una iglesia. En las escalinatas de la

misma estaba sentado un hombre con su mano extendida pidiendo limosna. Ese tipo de escenas eran las que hacían dudar a Juan de la existencia de Dios, lo mismo que cuando veía un niño con frío y con hambre o injusticia y desamparo.

Juan seguía buscando creer, pero buscaba en el lugar equivocado. Hasta que un día su búsqueda terminó.

Esa noche, la del mismo día que había visto al hombre pidiendo limosna en la iglesia por la mañana, volvió a pasar por allí y la escena que vio lo movilizó en forma inesperada. Una señora casi tan humilde como el mendigo, le alcanzaba un tazón de sopa caliente y una frazada, algo desgastada, pero que sin dudas combatiría el frío.

Juan se quedó mirando. Alguien cuya humildad era evidente, alguien a quien sin dudas no le sobraba nada, compartía con otro que tenía menos su alimento y su abrigo. Volvió a su casa caminando despacito, si poder sacarse de la mente o, mejor dicho del corazón, el gesto de esa mujer.

No pudo conciliar el sueño, por un lado la pobreza extrema, el cielo como techo, la calle como hogar. Por el otro, la generosidad más absoluta, el amor hacia el otro expresado no en palabras, sino en apaliar la necesidad vital del

prójimo.Él no hubiera hecho eso, no se consi-

deraba un hombre malo o indiferente, pero sabía que jamás se le hubiese ocu-rrido calmar el hambre y el frío de un hombre que vivía en la calle. Sin embar-go, esa humilde mujer, que tenía mucho menos que él, había elegido hacerlo.

Era cierto realmente, Dios nos hace libres. Pensó en cuántas veces había visto gente con hambre y había elegido no hacer nada. Cuantas veces podría haber dicho una palabra que otro nece-sitaba escuchar y había elegido no hacerlo.

Esa humilde mujer, había elegido compartir, acompañar, sanar en cierto modo, en definitiva, había elegido amar.

Juan comprendió que había buscado en lugares donde no suele encontrarse a Dios y que el Señor, para que no siguie-ra dudando de su existencia, había deci-dido presentársele en la figura de esa mujer que daba casi lo que no tenía para ella. Allí sin dudas, estaba Dios.

La vida ya no fue igual para Juan pues había dejado entrar a Dios en ella y sabi-do es que Dios jamás abandona.

Autora: Liana CastelloEncuentos.com

Buscando a Dios

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12 MensajeroDios te llama

Las exigencias actuales en la enseñanza de la Sagrada Escritura, en la Celebración Eucarística y en el anuncio del Evangelio, requiere de una formación específica capaz de responder al entorno multicultural que compone la Diócesis de Cuautit-lán. Por ello, el obispo Don Guillermo Ortiz Mondragón hace la invitación a orar por las vocaciones sacerdotales y religiosas y exhorta a todos los fieles que vean el Seminario Diocesano de Cuautitlán como el corazón de la diócesis donde los jóve-nes, con inquietud a la vida sacerdotal, se preparan para el ministerio de la Palabra, el culto y la santificación.

Así mismo, invita a los jóvenes seminaristas a vivir adheridos a Cristo para ser maestros, sacerdotes y pastores en medio de nuestra realidad social caracterizada por infinidad de ambientes neopaganos, alejados e indiferentes a Dios. En el Semi-

nario se responde a un llamado para ser profeta de esperanza, a partir del encuentro con Cristo.

Tomando en cuenta los desafíos actuales, el Seminario debe ser el corazón donde palpite el encuentro con Cristo, para que el joven, que ha respondido a la inquietud vocacional, pueda encontrar elementos que permitan consolidar el llamado al sacerdocio ministerial. El Seminario, como corazón de la diócesis, debe ser el lugar donde se desborde la pasión por el Evangelio que empuje a los jóvenes llama-dos, a crecer y estrechar la distancia entre ellos y Cristo, dinamismo necesario en el seguimiento de Jesús. El evangelio es para quien lo recibe y lo hace vida. La voca-ción al sacerdocio está motivada por esta pasión en el encuentro con Cristo y el anuncio del Evangelio.

“La educación de los alumnos en el Seminario, debe tender a que se formen verdaderos pastores de almas a ejemplo de Nuestro Señor Jesucristo, Maestro, Sacerdote y Pastor “. (Decreto Optatam Totius, sobre la formación sacerdotal n. 4)

El Seminario, corazón de la Diócesis

Por: P. Gustavo Santana PatiñoDiócesis de Cuautitlán

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1Mensajero 3Iglesia y Cultura

La Arquidiócesis de Tlalnepantla se encuentra en el estado de México y conforman esta Provincia eclesiástica las diócesis de Cuautitlán, Texcoco, Nezahualcóyotl, Valle de Chalco, Eca-tepec y Teotihuacán. Fue erigida como Diócesis de Tlalnepantla por S.S. Paulo VI el 13 de enero de 1964 y consagrada como Iglesia Catedral la que había sido hasta ese momento la Parroquia “Cor-pus Christi” el 23 de agosto del mismo año, fecha que ha servido como referen-te para celebrar el Año Jubilar por el 50 Aniversario de nuestra Iglesia particu-lar: del 23 de agosto de 2013 al 23 de agosto de 2014. Elevada a categoría de Arquidiócesis el 17 de junio de 1989.

Aun cuando la superficie de la Arqui-diócesis es poco extensa (682 km2), posee una densidad demográfica signi-ficativa (alrededor de cuatro millones de habitantes) pues forma parte del área metropolitana de la ciudad de Méxi-co, donde coexisten diversas realida-des socioculturales. Durante siglos los pueblos que recibieron la fe cristina comunicada por los misioneros de la Orden Franciscana observante en el siglo XVI mantuvieron sus costumbres y estilos de vida, ambiente rural y mar-cadamente religioso, sin embargo, a mediados del s. XX en los valles y coli-nas que separaban los pueblos de ori-gen indígena y como resultado de un fenómeno de inmigración e industriali-zación se dio comienzo a la urbaniza-ción de la zona, resultando de ello un mosaico variopinto: pueblos que procu-raron conservar sus tradiciones, colo-nias y fraccionamientos, de pocos recursos económicos las primeras y de clase media los otros, que han venido coexistiendo en una diócesis donde en

un recorrido se puede pasar inmediata-mente de un nivel de vida acomodado a otro que sufre por cubrir las necesidades más básicas. Abunda la gente de todas las edades, lo que ha creado la necesi-dad de una pastoral diversificada, poniendo especial énfasis en los niños y jóvenes, quienes no son ajenos a la cri-sis del país ocasionada por la violencia, distribución y uso de drogas y la desin-tegración familiar. Las familias, y en especial los matrimonios, son destinata-rios de una especial actividad pastoral parroquial y diocesana.

Actualmente existen 199 parroquias, organizadas en siete Zonas Pastorales, donde S.E. Carlos Aguiar Retes acom-pañado de sus obispos auxiliares, Mons. Francisco Ramírez y Mons. Efraín Mendoza, ha dado comienzo a la Visita Pastoral, coincidiendo así con este Año Jubilar. Aun cuando la mayo-ría de las parroquias se encuentran en la zona urbana, en muchas de estas comu-nidades perviven tradiciones locales y santuarios que son frecuentados con gran devoción, en especial la Basílica de Nuestra Señora de Los Remedios, Patrona de la Arquidiócesis, donde se venera una pequeña imagen de la Vir-gen María, traída por un soldado de Hernán Cortés, el conquistador de Méxi-co, y con seguridad la primera imagen en estas tierras. A esta Basílica Menor los fieles y el clero realizan una peregri-nación el primer sábado del mes de octubre.�

Anexo a la Basílica se encuentra el Seminario de Tlalnepantla, sección Teología, el cual cuenta con diez alum-nos. La secciones de Introductorio y Filosofía tienen sus casas en distintos puntos de la Arquidiócesis, con nueve y treinta y un seminaristas respectiva-mente; el Seminario de Tlalnepantla participa también de la alegría por el Año Jubilar, cumple 50 años en 2014 pues se fundó el 4 de agosto de 1964. Durante este tiempo ha proveído la mayor parte de los sacerdotes que inte-gran la Iglesia particular.

El número de sacerdotes que integran la Arquidiócesis es de 270 diocesanos, y alrededor de 80 religiosos. El número

que hay de sacerdotes jubilados es alto, pero también hay sacerdotes jóvenes, la edad promedio de los sacerdotes es de 45-50 años. Las principales tentaciones de nuestros sacerdotes es la falta de comunión y reducir lo pastoral a lo admi-nistrativo, no es algo generalizado, pero se encuentra presente, no por ello el problema fundamental que resultó en la puesta en marcha del Método prospecti-vo fue la falta de conversión pastoral de los sacerdotes.

Los obispos titulares de esta Arquidió-cesis han moldeado con su personalidad y su visión de pastor esta Iglesia. Mons. Felipe de Jesús Cueto (1964-1979), primer obispo, dio comienzo a muchas de las comunidades tanto en lo material como en lo pastoral, erigió la mayoría de las parroquias, instituyó movimien-

tos laicales, integró al clero y al semina-rio en torno a la figura del pastor y como obispo carismático es reconocido y apreciado por muchos sacerdotes que lo conocieron y trataron. Mons. Adolfo Antonio Suárez Rivera (1980-1983), segundo obispo, se preocupó por el Seminario, apoyando la propuesta post-conciliar de integrar el Seminario Inter-diocesano, constituyéndolo con las diócesis que más tarde serían sufragá-

neas. Mons. Manuel Pérez Gil-Gon-zález (1984-1996), tercer obispo y pri-mer arzobispo, convocó y presidió el Primer Sínodo de la Diócesis, consiguió la aprobación de la Proclamación Ponti-ficia del Patronato de la Virgen María en su advocación de Los Remedios sobre la Arquidiócesis, cuyo Santuario Dioce-sano fue declarado Basílica; su empeño fue crucial en el restablecimiento de las relaciones Iglesia-estado en México. Mons. Ricardo Guízar Díaz (1996-2008), segundo arzobispo actualmente emérito, trasladó el Seminario Mayor a la Arquidiócesis, concluyendo así la experiencia de Seminario Interdiocesa-no; convocó una serie de Asambleas Diocesanas que conformaron los pri-meros cuadros para una pastoral dioce-sana orgánica. Mons. Carlos Aguiar

Retes (2008-presente), tercer Arzobis-po, ha buscado la renovación pastoral de la Arquidiócesis buscando hacer vida el concilio Vaticano II, proponien-do la metodología prospectiva y fomen-tando la espiritualidad de la comunión, escribe la primera Carta Pastoral titula-da “Amigos de la vida. Constructores de la Comunión”, actualmente se encuentra realizando la Visita Pastoral en la Arquidiócesis.

Arquidiócesis Metropolitanade Tlalnepantla

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1 Mensajero4 Sección InfantilEpifanía: La manifestación del Señor

Y tú, ¿qué piensas regalarle al niño Jesús en este día?

Ilumina el dibujo de la Epifanía del Señor con los colores más bonitos que tengas

Epifanía signi-

fica "manifestación". Es decir que Jesús se da a conocer al mundo. La celebración gira en torno a la adora-ción a la que fue sujeto el Niño Jesús por parte de los tres Reyes Magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reco-nocimiento del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.

Los Reyes Magos eran conducidos por una gran estrella que los guiaba a donde habría de estar el Rey de Reyes: Jesús. La Tradición de la Iglesia nos dice que estos magos eran hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del Mediterráneo y mante-nían mucho contacto con Dios. De la Biblia sabemos que son sabios de Oriente que trajeron como regalo: oro, incienso y mirra.

El oro significa la condi-

ción de Rey que tiene Jesús. Por lo tanto, lo honramos cuidando que su reino de justicia, paz y amor se extienda por toda la tierra.

El es inciensoun aroma que antiguamente solo se ofrecía a la divinidad. Con esto se reconocía que Jesús es Dios. Por lo

tanto lo reconocemos y alabamos como nuestro Señor y de todo lo que existe.

La es una sus-mirratancia que se untaba en los cuerpos de las personas que morían. Con este regalo, se mostraba que Jesús tam-bién es hombre y habría de morir para salvarnos.

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1Mensajero 5La Sal y Luz del mundo

Por: Pbro. Ramón Hernández Aceve-do, Diócesis de Teotihuacán

Ojeando las sagradas escrituras, me topé con el texto del Génesis: Gén 4, 1-16, y de él me inspiré para ofrecerte esta pequeña reflexión, para ti hermano en

Cristo, fiel laico.Se trata de una ofrenda que dos herma-

nos le hacen a Dios, uno le ofrece de los primeros nacidos y el otro simplemente una ofrenda, así lo dice la escritura. Una es aceptada (Abel) la otra rechazada (Caín) te preguntarás ¿por qué? Bueno, si consideramos a Dios como Padre y como Señor nuestro, tendremos a bien ofrecer siempre lo mejor de nosotros o de lo que hagamos. Pero, ¿qué pasa cuando lejos de ofrecer lo mejor le ofre-cemos lo que sobra o lo peor? Puedo, desde mi punto de vista decirte, que Caín, no lo veía como Padre, le faltaba amor en su corazón, no es que a Dios no le gustarán las legumbres, es que Caín no las ofreció desde su corazón, y Dios

siempre mira el corazón y no las apa-riencias.En ocasiones podemos llegar a con-

fundirnos y pensar que podemos enga-ñar a Dios con la clase de ofrenda que le estamos ofreciendo. ¿De dónde surge esta acción? De la falta de contacto con él que nos hace caer en la monotonía, y llegar a hacer las cosas para Dios solo por hacerlas, por costumbre o por sim-ple rutina, cuando en realidad todo lo que debe ser ofrecido a Dios debe ser ofrecido con excelencia y dando lo mejor que tenemos, entendiendo, que esto solo es posible desde un corazón enamorado, para que así, tu misa, tu confesión, tus obras de caridad, tus rezos, sean desde la convicción hacien-

do de ellos una ofrenda que derrame bendiciones sobre ti.La mala ofrenda, trae inconformidad,

celos, envidia, ira, solo fíjate en Caín, pero el Señor Dios te dice, tú puedes cambiarlo. Por eso, en este año nuevo te invito a que medites: ¿Qué clase de ofrenda estoy ofreciendo a Dios? ¿Le estoy ofreciendo lo mejor de mi tiempo o lo que me sobra? ¿Le estoy ofreciendo lo mejor de mi talento o lo que se necesi-te? ¿Estoy ofreciendo lo mejor de mí o lo que considero necesario? ¿Estoy ofrendando lo mejor que tengo o de lo que me sobra? “El Amor es el principio de todo” para que este Año Nuevo pue-das decir: “Le he ofrecido lo mejor a Dios”.

En este Año Nuevo, hagamos

Por: Isabel Rueda Limón

“A los laicos corresponde, por propia vocación, tratar de obtener el reino de Dios gestionando los asuntos tempora-les y ordenándolos según Dios. Viven ocupados de todos y cada uno de los deberes y tareas del mundo, y en las condiciones ordinarias de la vida fami-liar y social, con las que su existencia está como entretejida. Allí están llama-dos por Dios, para que, desempeñando su propia profesión guiados por el espí-ritu evangélico, contribuyan a la santifi-cación del mundo como desde dentro, a modo de fermento. Y así hagan mani-fiesto a Cristo ante los demás, primor-dialmente mediante el testimonio de su vida, por la irradiación de la fe, la espe-ranza y la caridad” (LG 31).

Antes del Concilio Vaticano II, las celebraciones Eucarísticas se celebra-ban en latín y a espaldas del pueblo; solo acompañaba al sacerdote el monaguillo o el sacristán; existía la religiosidad popular. Después del Concilio, el cual tuvo su apertura hace 51 años (1962), la Iglesia se renueva en lo litúrgico, lo profético y lo social. Es el momento en el que los fieles laicos encuentran mayor impulso a su vida. ¡La hora de los laicos!

La Diócesis de Texcoco fue erigida por el papa Juan XXIII el 30 de abril de 1960, con la bula “Coelestis Civitas Ecclesia”. Para entonces, la diócesis guiada por su Primer Obispo Don Fran-cisco Ferreira y Arreola contaba con la participación de los laicos en algunos organismos de acción pastoral, tales como: la Adoración Nocturna, la Acción Católica, la Vela Perpetua, la Obra de las Vocaciones, la Obras de

Beneficencia Social, la Cofradía del Santísimo Sacramento y la Escuela de la Cruz.

El 18 de mayo de 1978, tomó pose-sión de la diócesis como Segundo Obis-po Mons. Magín C. Torreblanca Reyes. Orientados por tan noble pastor, la diócesis celebró su Primer Sínodo Diocesano en octubre de 1985. Entre las normas generales encontramos que en los Art. 28 y 29, se reconoce como asociaciones públicas de fieles, a la Acción Católica Mexicana, la Congre-gación para la Enseñanza de la Doctri-na Cristiana, la Obra diocesana de las Vocaciones Sacerdotales, la Adoración Nocturna Mexicana y la Asociación de la Santísima Virgen María de Guadalu-pe. Así como también a las asociacio-nes privadas, tales como Movimiento de Cursillos, Movimiento de Cruzados, Movimiento Familiar Cristiano, Movi-miento de Renovación en el Espíritu Santo, a reserva, en ese entonces, de que la Conferencia del Episcopado Mexica-no las inscribiera como pública para toda la nación. A partir de la celebración del Sínodo se establecieron tres crite-rios para la elección y formación de los ministros, así como la constitución de la Escuela de Ministros y Diáconos per-manentes, de acuerdo a sus propios estatutos. En la Diócesis de Texcoco, se aceptan y promueven dos ministerios laicales, con todas las posibilidades que ellos ofrecen en beneficio de la comuni-dad: el Ministerio del Lectorado dentro de la vertiente de la evangelización y el Ministerio del Acolitado, dentro de la vertiente de santificación y caridad.

A partir de 1997, bajo el pastoreo de Mons. Carlos Aguiar Retes, se inaugura el Plan Diocesano de Pastoral en el cual,

la organización de la Acción y Anima-ción Pastoral Diocesana quedó estruc-turada en cinco niveles: Pastoral Comu-nitaria, Pastoral Sectorial, Servicios Pastorales, Pastoral Ministerial y Estructuras Pastorales. Así mismo, se integra el Consejo Diocesano de Lai-cos; espacio de encuentro y de diálogo de los laicos organizados en grupos, movimientos, institutos y asociaciones, quienes sesionan mensualmente.

Actualmente, Mons. Juan Manuel Mancilla Sánchez pastorea a esta dióce-sis desde junio del 2009. Cada organiza-ción apostólica laical cuenta con un sacerdote asesor encargado de orientar y acompañar el ser y quehacer de cada asociación y movimiento de laicos a nivel diocesano. Los que solamente están presentes a nivel parroquia reci-ben el acompañamiento de su párroco.

Las organizaciones apostólicas pre-sentes a nivel diocesano y su número de miembros se aprecian de la manera

siguiente: Camino Neocatecumenal (40); Acción Católica Mexicana (45); Acción Católica Juvenil Mexicana (25); Adoración Nocturna Mexicana (2149); Cursillos de Cristiandad (30); Movimiento Familiar Cristiano (880); Movimiento Juvenil Cristiano (126); Orden Franciscana Seglar (42); Reno-vación Carismática (577); Talleres de Oración y Vida (24); Escuela de Pasto-ral (1137); Encuentros Conyugales (20); Apóstoles de la Palabra (13); y Encuentros Cristianos de Integración Matrimonial (70).

Es a través del Consejo Diocesano de Laicos, que todas las organizaciones apostólicas van asumiendo su integra-ción al Plan Diocesano de Pastoral; con un proceso evangelizador sólido pro-yectan cada vez más su ministerio hacia una pastoral de conjunto y de colabora-ción con sus pastores. Los laicos son la fuerza para la acción pastoral de la Dió-cesis de Texcoco.

Los fieles laicos, testimonio de vida, por la

una ofrenda agradable a Dios

irradiación de la fe, la esperanza y la caridad

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16 Mensajero

Por: Patricia Peña Veloz

El jueves 19 de diciembre de 2013 en la Villa de los Niños, ubicada en Chalco, ante aproximadamente dos mil partici-pantes S.E. Mons. Víctor René Rodrí-guez Gómez, segundo Obispo de Valle de Chalco, en una jornada llena de emo-ción, alegría y participación, hizo la Solemne Proclamación del Plan Dioce-sano de Pastoral.Durante el encuentro se contó con la

presencia del nuncio apostólico, Chris-tophe Pierre; el arzobispo metropolita-no, Mons. Carlos Aguiar Retes; el pri-mer obispo de Valle de Chalco, Mons. Luis Artemio Flores Calzada; el obispo de Teotihuacán, Mons. Francisco Esco-bar Galicia; el obispo de Nezahualcó-yotl, Mons. Héctor Luis Morales Sán-chez; sacerdotes, religiosos (as), laicos que integran los EPAPs y representan-tes de los grupos parroquiales de la dió-cesis.Cuando los obispos entraron al audito-

rio el ambiente era muy emotivo, las religiosas del Santísimo Salvador y Santa Brígida, animaban a todos los presentes con cantos y porras. Los fieles estaban distribuidos por vicarías epis-copales, las cuales se identificaban por colores: verde, vicaría de San Juan Die-go; rojo, vicaría de Santiago Apóstol y azul, vicaría de Ntra. Sra. de la Asun-ción. Las primeras palabras estuvieron a

cargo de Mons. Víctor René quien dijo: “Esta Iglesia es viva, es joven, una Iglesia que quiere ser de rostro huma-no, para que sea la más segura, la más digna y la más bella del mundo y esto lo hacemos todos los aquí presentes, a quienes doy una calurosa y afectiva bienvenida” y agradeció a quienes estu-vieron en las mesas del presídium, obis-pos y representantes de los diferentes sectores de la diócesis.Enseguida el Nuncio Apostólico diri-

gió un mensaje en el que mencionó: “Me alegro de estar presente en este momento tan importante en la historia de su diócesis; Proclamar el Plan Pas-toral, a veces hay personas que no entienden bien, hasta nosotros los sacerdotes, pensamos ¿Para qué un Plan Pastoral? si estoy haciendo muy bien lo que tengo que hacer en mi parroquia. . . pero para ser Iglesia nece-sitamos organizarnos, para integrar en el trabajo diario a todas las dimensio-nes de la Iglesia y ayudarnos, cada uno en su propia responsabilidad, pero trabajando juntos. Por eso la finalidad será formar católicos que sean discí-pulos de Jesús y misioneros, que dejen sus pequeñas seguridades para salir al

encuentro de los que todavía no cono-cen a Cristo”. Después se dio una semblanza de que

se ha realizado para conformar el Plan Pastoral. A partir del año 2003 el primer obispo, Mons. Luis Artemio, convenci-do de que la acción planificada es la respuesta específica y consciente a las necesidades de la evangelización, pro-movió el proyecto diocesano de renova-ción pastoral, fundamentado en la espi-ritualidad de comunión, de misión y la metodología prospectiva, para pasar de una pastoral de mera conservación a una pastoral decididamente misionera. Y el 6 de julio de 2005 en la Basílica de Guadalupe a los pies de la Virgen se asumió de manera oficial el proyecto.Así se fueron consolidando los Equi-

pos Parroquiales de Animación Pasto-ral, con la consecuente capacitación de sacerdotes, religiosos y laicos. Se llevó a cabo la sectorización de las parro-quias, la carta a las familias, las Asam-bleas de Pastoral en sus diferentes nive-les: Parroquial, de Vicaría y Diocesa-nas. En octubre de 2008 fue presentado el

modelo de situación, octubre de 2012 el modelo ideal, en febrero de 2013 el modelo de diagnóstico y finalmente los miembros del EDAP juntamente con el Sr. Obispo Víctor René elaboraron el modelo operativo y lo presentaron ante los responsables de las diferentes comi-siones diocesanas integrados dentro de los cinco niveles de acción pastoral. Este trabajo realizado durante varios

años fue presentado por algunos inte-grantes del EDAP, quienes prepararon con dedicación y espero el material que les tocó exponer; de esta manera se fueron proyectando las diapositivas de los diferentes modelos que integran el Plan Pastoral -situación, ideal, diagnós-tico y operativo-. Al terminar la exposi-ción de cada modelo hubo momentos de animación. Mons. Víctor René Rodríguez Gómez,

Obispo de Valle de Chalco, tomó la palabra y dijo: “Mirar la situación de nuestra diócesis nos permite pensar en común y descubrir que tenemos una historia y una proyección hacia el futu-ro. El problema está en dejar que las cosas simplemente sigan sucediendo, pero el camino de solución está precisa-mente en tomar las riendas de nuestro futuro como diócesis, como parroquias, como familias… nos hemos atrevido a soñar, hemos visto el ideal de Iglesia que anhelamos… una Iglesia que inclu-ya a todos, para ser esos testigos misio-neros de Cristo.El mirar la situación debe llevarnos a

conocer el terreno que pisamos, ver los

obstáculos, pero también descubrir las potencialidades que permitan tener los elementos necesarios para organizar una marcha continúa, sistemática en un proceso de crecimiento teniendo en cuenta dos ejes, la espiritualidad de comunión y la vocación misionera”.Y pidió a todos los presentes ponerse

de pie, para hacer la Proclamación del Plan Diocesano de Pastoral con las siguientes palabras:“Oído el parecer de quienes deben ser

consultados y en el uso de las facultades que me concede el canon 381 & 1 del Código de Derecho Canónico vemos el momento teológico de unir nuestros esfuerzos con este fin por eso hoy Decretamos y Promulgamos en esta magna asamblea el Plan Diocesano de Pastoral que entrará en vigor el primer día del mes de enero del año 2014, como un paso sacramental de la provi-dencia en esta joven Iglesia de Valle de Chalco y estará vigente para su evalua-ción y seguimiento en la próxima Asam-blea Diocesana de Pastoral que deberá celebrarse dentro de tres años. Convocamos a todos los agentes de

pastoral, ministros ordenados, consa-grados y consagradas, a todos los bau-tizados y personas de buena voluntad a sumarse bajo la protección y ejemplo de la Virgen María a esta tarea de la nueva evangelización y misión continental, para que florezca la vida plena y juntos construyamos el reino de Dios en la diócesis más bella del mundo”.La celebración Eucarística fue presidi-

da Mons. Carlos Aguiar Retes, arzobis-po de Tlalnepantla. En su homilía dijo: “Es muy hermoso ver una Iglesia viva y participativa dispuesta a asumir el compromiso de hacer suyo el Plan Dio-cesano de Pastoral, también es bueno que adviertan la necesidad de ciertas renuncias que implican dejar otras actividades, priorizar, tener apertura”

y habló de importancia de la espirituali-dad de la comunión, de saber que cuan-do nos reunimos nos fortalecemos, nos entusiasmamos, nos llenamos de espe-ranza porque no estamos solos. Así mismo habló de la necesidad de abrir nuestra visión y nuestro proyecto para que Dios intervenga en él, para que él transforme todas las realidades y nos permita lograr lo que parece una utopía “la Iglesia más bella del mundo”, pero que dependerá de nosotros si lo realiza-mos.Añadió: “Quisiera decirles desde este

momento como Arzobispo de esta Pro-vincia Eclesiástica, que nuestras dióce-sis juntas formarán la provincia más bella del mundo” y mencionó que cinco diócesis ya están trabajando con esta misma metodología prospectiva, tienen un camino recorrido con las mismas estructuras y el mismo lenguaje e hizo una invitación a trabajar en comunión y a abrir la visión, “debemos tener ese horizonte abierto para que el Espíritu de Dios suscite en nosotros los caminos y las vocaciones necesarias para ayu-dar a que el proyecto de Dios se realice desde nuestras fuerzas, desde la pobre-za de nuestras condiciones…. herma-nos nuestra zona pastoral que está en la periferia de la metrópoli de México, les aseguro que si somos fieles y responde-mos a este llamado que Dios nos hace, de abrir nuestra visión y este horizonte, teniendo un trabajo compartido y en comunión, podremos ayudar a la trans-formación de todo el Valle de México”.Al terminar la Celebración Eucarística

se compartieron los alimentos mientras se tuvo la participación de los hermanos misioneros Serviam, las religiosas del Santísimo Salvador y Santa Brígida, las hermanas de María y finalmente entró a dar un ambiente de fiesta la comparsa de chinelos que animó la celebración.

Solemne Proclamación delPlan Diocesano de Pastoral

Feliz Año Nuevo 2014