memorias de ignacio rull

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INTRODUCCIÓN Santidad.- Espiritualidad, Eucaristía, Reconciliación Originalidad .-Gracia de unidad Necesidad de conocer a Don Bosco.- por necesidad de identidad carismática. Amar a Don Bosco- por que es el gran regalo de Dios. Encarnar a Don Bosco- para llevarlo a los demás Originalidades salesianas; el oratorio, el salesiano coadjutor, sociedad, no congregación. Salesianidad del Tercer Milenio: “ser educadores de la juventud a la santidad” Sin ser mundanos, pero sí debe estarse presente en el mundo aún sobre todo ante lo negativo e injusto, hay que buscar el crecimiento en santidad, personal i comunitariamente. El don más grande de nosotros a los jóvenes es la santidad. UNA VIDA LLENA DE ILUSIÓN y de cambios (síntesis) Del 59 al 60 encuentro con el Señor, cambio de vida en el internado de Sarriá, que se interrumpe, queda cortado así el planteamiento vocacional en su inicio y sobretodo el humano formativo. 66 muerte del cabeza de familia, hay que asumir la explotación agrícola y el taller de forja y metal mecánica, cosas que en las que ya estaba trabajando. 77 inicio de la segunda inquietud vocacional, que desemboca en crisis personal y la propuesta del padre Inspector de Barcelona, a fin de realizar una experiencia de postulantado en el 79. 80 liquidación de los bienes familiares a favor de mis hermanas e ingreso en el noviciado. 81 postnoviciado; Horta – Martí Codolar – Sarriá. 82 Huesca –Resi. 83 Terrassa – Sarriá. 84 habiendo sacado algunos títulos profesionales , salida a Perú, zona misionera andina. 85 encargado del oratorio, de un taller y apoyo a la Misión en Calca 87 vuelta a Montesalvado encargado del taller y el CEO, apoyo en oratorios. 88 Arequipa encargado del taller, clases tecnología, votos perpetuos, apoyo al albergue de niños. 90 encargado del albergue a tiempo completo y exclusivamente. 93 Adjunto a Monseñor Godayol en Ayaviri; como encargado de la granja, asistencia de 16 preseminaristas, secretario general de Cáritas Prelatural; promovemos oratorios en comunidades. 95 Piura, encargado del oratorio y taller de mecánica. 96 Ayacucho encargado del oratorio y clases de religión. 97 Cusco, encargado del albergue y del oratorio. 99 encargo de talleres y administración de la comunidad, cocina y mantenimiento, apoyo al oratorio 2000 Adjunto a Mons. Godayol en Ayaviri; encargado de una parroquia en la zona de selva. 2002 Experiencia de Cresco; domingos oratorio. El proyecto personal del SDB. Coadjutor no debe prescindir del acompañamiento comunitario, de dirección espiritual personal, de la cuenta de conciencia, del PEPSC. PEPSI; no debe ser pues un proyecto aislado o que no tiene en cuenta un contexto vital concreto y al cual se debe por cuestión de pertenencia, no debe ser algo abstracto, sin referencias y ligado a la volubilidad de las propias tendencias o aficiones ni a modismos pasajeros, debe mas bien enmarcarse en el ámbito de los lineamientos, que se señalan en los documentos emanados de los capítulos y que se operativizan a través de proyectos que van encauzando los diferentes niveles, hasta llegar a encauzar este proyecto personal, que tampoco debe llegar a rigidez tal, que no le permita una adaptación a circunstancias cambiantes, lo cual no significa tampoco adquirir tanta flexibilidad, que pierda la adecuada orientación, asi como por el hecho de ser personal, no deja de ser dialogante y constructivo.

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resumen de las memorias del hermano ignacio rull

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Page 1: memorias de ignacio rull

INTRODUCCIÓN

Santidad.- Espiritualidad, Eucaristía, Reconciliación Originalidad .-Gracia de unidad Necesidad de conocer a Don Bosco.- por necesidad de identidad carismática. Amar a Don Bosco- por que es el gran regalo de Dios. Encarnar a Don Bosco- para llevarlo a los demás Originalidades salesianas; el oratorio, el salesiano coadjutor, sociedad, no congregación. Salesianidad del Tercer Milenio: “ser educadores de la juventud a la santidad” Sin ser mundanos, pero sí debe estarse presente en el mundo aún sobre todo ante lo negativo e injusto, hay que buscar el crecimiento en santidad, personal i comunitariamente. El don más grande de nosotros a los jóvenes es la santidad.

UNA VIDA LLENA DE ILUSIÓN y de cambios (síntesis)

Del 59 al 60 encuentro con el Señor, cambio de vida en el internado de Sarriá, que se interrumpe, queda cortado así el planteamiento vocacional en su inicio y sobretodo el humano formativo. 66 muerte del cabeza de familia, hay que asumir la explotación agrícola y el taller de forja y metal mecánica, cosas que en las que ya estaba trabajando. 77 inicio de la segunda inquietud vocacional, que desemboca en crisis personal y la propuesta del padre Inspector de Barcelona, a fin de realizar una experiencia de postulantado en el 79. 80 liquidación de los bienes familiares a favor de mis hermanas e ingreso en el noviciado. 81 postnoviciado; Horta – Martí Codolar – Sarriá. 82 Huesca –Resi. 83 Terrassa – Sarriá. 84 habiendo sacado algunos títulos profesionales , salida a Perú, zona misionera andina. 85 encargado del oratorio, de un taller y apoyo a la Misión en Calca 87 vuelta a Montesalvado encargado del taller y el CEO, apoyo en oratorios. 88 Arequipa encargado del taller, clases tecnología, votos perpetuos, apoyo al albergue de niños. 90 encargado del albergue a tiempo completo y exclusivamente. 93 Adjunto a Monseñor Godayol en Ayaviri; como encargado de la granja, asistencia de 16 preseminaristas, secretario general de Cáritas Prelatural; promovemos oratorios en comunidades. 95 Piura, encargado del oratorio y taller de mecánica. 96 Ayacucho encargado del oratorio y clases de religión. 97 Cusco, encargado del albergue y del oratorio. 99 encargo de talleres y administración de la comunidad, cocina y mantenimiento, apoyo al oratorio 2000 Adjunto a Mons. Godayol en Ayaviri; encargado de una parroquia en la zona de selva. 2002 Experiencia de Cresco; domingos oratorio. El proyecto personal del SDB. Coadjutor no debe prescindir del acompañamiento comunitario, de dirección espiritual personal, de la cuenta de conciencia, del PEPSC. PEPSI; no debe ser pues un proyecto aislado o que no tiene en cuenta un contexto vital concreto y al cual se debe por cuestión de pertenencia, no debe ser algo abstracto, sin referencias y ligado a la volubilidad de las propias tendencias o aficiones ni a modismos pasajeros, debe mas bien enmarcarse en el ámbito de los lineamientos, que se señalan en los documentos emanados de los capítulos y que se operativizan a través de proyectos que van encauzando los diferentes niveles, hasta llegar a encauzar este proyecto personal, que tampoco debe llegar a rigidez tal, que no le permita una adaptación a circunstancias cambiantes, lo cual no significa tampoco adquirir tanta flexibilidad, que pierda la adecuada orientación, asi como por el hecho de ser personal, no deja de ser dialogante y constructivo.

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1.- PRESPECTIVA DEL PASADO , PARA CONSTRUIR UN FUTURO

Proyecto de vida- el pasado. Entendemos; que la vocación aunque parte de las propias aspiraciones, gustos y aptitudes, es capaz de diálogo que lo oriente por una vertiente de inserción en el proyecto Inspectorial POI y el PEPS de la obra capaz de orientar esta vocación, madurando una concreción que no descarta lo primero y lo hace compatible con lo concreto de la misión. En la experiencia personal, este diálogo, se ha llevado quizá con poca profundidad y condicionado a un contexto de falta de personal, con esta dinámica; en el pre- noviciado, se sostuvo el proyecto; a consolidar, como a realizarse en las misiones y como coadjutor (en aquel tiempo, Barcelona, asumió una parte de Africa, Costa de Marfil) una vez realizada la primera profesión, se vio la necesidad de obtener algunos títulos realizando un plan de estudios a seguir, al tercer año, la propuesta de ir al Perú, se consolida entre los inspectores correspondientes ( P. Zamora de Barcelona y P. Gurruchaga del Perú) a donde estoy partiendo sin muchas concreciones en este aspecto, en el Perú este proyecto, no pasa de ser, la convicción, compartida con los pocos superiores que lo requirieron; “ponerme tal como soy, al servicio de la misión en la comunidad a la que sea destinado” se vio la necesidad de un titulo pedagógico, que sacamos en los meses de verano, un grupo que carecíamos de él; si este “proyecto” ha de concretizarse (entiendo que si) creo que ha de hacerse mancomunadamente con los interesados a nivel inspectorial y local que entiendo que son los superiores. Hasta ahora, esto ha sucedido tan poco, que casi no ha sucedido. Por mi parte desde mi opción, por supuesto que asumo el camino de las constituciones como compromiso de perfección y servicio. Lo cual, a la hora de aterrizar en lo concreto, requiere de la concreción de los elementos, que hagan posible este compromiso y servicio. Todo lo expuesto, hasta ahora, está en línea de alcanzar el objetivo de santidad, que puede dar sentido a mi vida consagrada. En los veintitrés años que llevo empeñados en ello, reconozco haber sufrido serias desviaciones, las cuales he podido superar y gracias a Dios, me han servido para robustecer mis convicciones, aunque tal vez suponen un interrogante a un futuro esperanzador de realización en pos de este ideal. Partiendo de la experiencia propia y la de los que alcanzaron la susodicha meta, puedo decir, que hasta ahora, la propuesta de Domingo Savio “aquí está la tela, Ud. haga el traje”, no ha sido recogida por nadie. en mi caso, no he tenido la suerte de un director espiritual, este hecho, motivado por los sucesivos y abundantes cambios, también por un cierto desentendimiento de los implicados, me tiene ahora en la oscuridad de lo inconcreto. Significativo en este sentido, es el caso de Maín, quien crece en sus convicciones y determinaciones, a través de un estrecho diálogo con Don Pestarino, que llega a su plenitud, en el encuentro con Don Bosco. Mi natural inseguridad (y los múltiples fracasos que últimamente he sufrido, han hecho mas patente esta necesidad) me lleva a consultar mucho y a la búsqueda de esta certeza, que me permita asumir el proyecto trazado en las constituciones, con la ilusión y el empeño de antaño. Ojalá encontrara un P. Evasio Garrone, que lograra encarrilarme y si es necesario, me dé el empujoncito, a fin de realizarme en este proyecto, como Don Zatti hizo!. Que me pide el Señor, en estos momentos, en los que un pasado confuso y teñido de errores, ensombrecen el futuro, con este hálito de incomprensión que partiendo de mí mismo, envuelve a cuantos se relacionan conmigo, de manera especial a aquellos que deben decidir el rumbo que debo seguir, (objetivos y lugar) . Se me indica que deje el Perú, sin una razón determinada que lo aconseje… Debo regresar? Desandar lo caminado? Pienso que es mejor revisar lo andado y seguir el camino, procurando “deshacer entuertos”, creo que esto es lo que debo intentar, una decisión tomada después de mucho diálogo, oración y búsqueda de serenidad, que me permita alcanzar una cierta claridad, para mejor llegar a esto, trataré de ir desgranando los recuerdos de lo vivido.

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No tengo grandes aspiraciones; en la línea sencilla del “ponerme tal como soy, al servicio de la misión en la comunidad a la que sea destinado”. Por supuesto que tengo preferencias, (si así se llama a la inclinación a...); son las misiones, los albergues y los oratorios, con esto, no quiero decir que excluyo lo demás, estoy abierto, a lo que en este sentido, dispongan mis superiores, mi agobio, es no ver ni sentir claro, que se me pide... Desde mi 1ra. Profesión, al siguiente año paso a Barcelona, 82 Huesta, 83 Terrassa, 84 Perú. Montesalvado, 85 Calca, 87 otra vez Montesalvado, 88 Arequipa , 93 Ayaviri, 95 Piura, 96 Ayacucho, 97 Cusco , 99 Huancayo, 2000 Sangabán, 2002 Cresco Después de toda esta vorágine de hechos, con panoramas tan diversas y situaciones, tan cambiantes, el año de la canonización de Don Zatti, se me ofrece la oportunidad de formación, desde un lugar fuera de la inspectoría de origen y la actual, en la Región a la que el Perú pertenece; tiempo de reencuentro, compartir, proyectar. Reencuentro con la vocación, conmigo mismo, con Cristo. En cuanto a lo primero, curiosamente, ya hago alusión a la “oscuridad”, fruto de la crisis en que la soledad, de la experiencia de estos dos años misioneros, provocó en mi y que me llevó a hacer la meditación con el “Proyecto de vida” ahí me di cuenta ya que una de las causas de esta crisis era la añoranza; de mis hermanos, de la comunidad, de un quehacer mejor orientado, programado, asumido, con las correcciones fraternas, para reorientar, los retiros comunitarios para ver, una familia con la que gozar y pelear… Supongo que otro de los componentes serios, serían los accidentes sufridos, el pésimo ambiente y los problemas que tenía que afrontar, desde esta soledad y de la cual actualmente, todavía no estoy repuesto (allí creo que a una situación como esta, le llaman susto). Supondría “encontrarme a mí mismo”, superar esta crisis o susto? Al principio, pensé que el lugar, Cresco la comunidad, y las actividades (de estudio mayormente), me podrían ayudar a ello, los problemas surgidos; el esfuerzo que supone para mi ponerme a estudiar y la inconcreción en la que me vi envuelto en esta comunidad lo impidieron y a partir de setiembre, una comunicación con el P. Inspector de Perú, lo agravó mas. De todas maneras el diálogo y el esfuerzo en la oración, en un ambiente de libertad que los favorecían me proporcionaban cierta paz, pero considero no haber superado todavía este problema, trato de realizar el encuentro con Cristo y siento no alcanzar la Resurrección, la Eucaristía no tiene este sabor entusiasta y alegre, que tuvo en “mi normalidad”, cuando la misión era concreta y se definía en el esfuerzo del diario quehacer con los destinatarios. Compartir ha sido enriquecedor con jóvenes coadjutores de diferentes culturas e inspectorías y me supuso una perspectiva nueva de la vocación y del quehacer, que es muy de agradecer, pues ha supuesto un crecimiento a todos los niveles, sin duda, también verme inmerso en el dinamismo de esta juventud en todos los aspectos, al realizar el curso y la vida con ellos. Esto ha producido también un choque (a mi entender) por ambos lados, causando incomprensiones y malos entendidos, por otro lado, fue un compartir en lo superficial, que no caló al ámbito de la oración, tal vez por la falta de profundidad y mutua confianza y también porque como dice el refrán “en todas partes cuecen habas”, y en definitiva la perfección no es fácil alcanzarla. Proyectar es el intento que vengo realizando y que por ahora queda en estas páginas y en la claridad de un proceso, vivido a través de estos veintitrés años, en los que he procurado no imponerme a los designios de la Providencia, aunque reconozco que no siempre lo he conseguido, sobretodo a la hora de seguir con fidelidad, soy consciente, de que simplemente he aceptado las indicaciones que se me han ido dando, sin buscar mis propias conveniencias o caprichos. A fin de tener una mejor idea y aterrizar en lo concreto, intentaré hacer un poco de historia, que quizá pueda iluminar, estas divagaciones que vengo haciendo y dar una forma mas concreta al grado de identificación vocacional, en la dimensión personal, a la vez que presentar un perfil humano en su originalidad, que camina en pos de una realización, según los consejos evangélicos, en un proyecto de vida, delineado por unas Constituciones y Regla de vida, en la Sociedad Salesiana a través de lo que es, en el intento de hacer propio el susodicho proyecto, del cual, se siente unas veces mas cerca que otras y que es consciente, de que en la andadura, esta necesitado de la compañía de hermanos que sigan esta misma dirección, a fin de confrontar con ellos vida.

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POSTULANTADO Y NOVICIADO 79,80,81 A partir de 1977, una creciente inquietud personal en lo vocacional, me remite a las experiencias fuertes tenidas en el internado, después de consultar con algún sacerdote, me decido a abordar el tema con mi tío, salesiano coadjutor cuya figura atrayente, me señala una posibilidad de realización personal como religioso. Al ser interpelado, da largas al asunto, invitándome a considerar otras posibilidades con la indicación de que ello, puede ser fruto de una efervescencia del momento (mis hermanas se iban casando y el implante de la democracia, traía mucho revuelo) como quiera que seguí insistiendo, me mandó a conocer a D. José Luis Carreño, que regresado de la India, quiso montar un aspirantado misionero en Alzuza (Navarra), lo hice y no se me aclaró nada, aunque el inicio del diálogo, me llevó con el tiempo, a una entrevista con el superior, quien determinó enviarme a hacer el postulantado en Badalona, sin abandonar las responsabilidades familiares (el taller y la chacra). Superado este tiempo de prueba y conocimiento mutuo, que supuso para mí un cúmulo de sorpresas, descubrimientos y sobretodo la posibilidad de crecimiento en el plano espiritual y humano, gracias al contacto con los salesianos y las personas que a su alrededor realizaban la labor educativa, catequetica y social, evaluamos la experiencia, que aunque breve, fue rica en contenido, con mucha apertura y franqueza por ambas partes, se decidió el ingreso al noviciado y para ello, la ruptura con el compromiso familiar, que declinó cuantos bienes existían a favor de mis hermanas las cuales asumían el cuidado de mi madre. Quedaban atrás tiempos de pasión por el trabajo, esfuerzo por mejorar y actualizar el patrimonio, lucha social en busca de democracia y libertad, actitudes contestatarias a formas de opresión (oligarquías, prepotencias y formas impositivas) todo esto, ahora dejaba paso a una opción de servicio radical según el Evangelio y el carisma salesiano de Don Bosco, con el objetivo misionero en la mira a través de la figura del coadjutor, Familiares, conocidos y cuantos fueron partícipes del cambio, quedaron asombrados, yo mismo lo estaba; se trataba de dar este ”salto en el vacío”, no sabía a ciencia cierta, que me esperaba. Y resultó ser lo mismo, con la diferencia de no tener nada propio, no hacer por mi cuenta y buscar el bien de aquellos a los que fuese enviado, todo por amor a Dios, que se hace presente, sobre todo a través del necesitado y con la oración A mi madre, le costó asumir este hecho, pero se dio cuenta de que había encontrado mi camino y lo aceptó (la mejor foto que tengo con ella, corresponde al día de mi primera profesión). Claro que a mí también me supuso violencia , pasar de un tipo de vida a otro aceptando cuanto conlleva de renuncia así mismo, una opción de entrega según los consejos evangélicos. Gracias a Dios, tuve buenos maestros, que supieron guiarme y orientarme, animándome en pos de la realización personal en una entrega total, sin reservas.... Ambas etapas se realizaron en obras un tanto complejas y comunidades que se encontraban comprometidas en las mismas; me asignaron tareas bien concretas y tuve muy buen acompañamiento, en el postulantado, pude experimentar el condicionamiento de un fuerte ritmo de trabajo, que tenía la alternancia de los cuidados debidos a un salesiano coadjutor Anciano (Sr. Barbal) enfermo, un joven (Kim) que estudiaba y yo mismo que me asomaba a esta realidad, que desde afuera, creía mas marcada por la oración; poco a poco, fui descubriendo el trabajo, hecho oración, la piedad en la acción, que desempeñaban los miembros de la comunidad y que todo esto, se producía de una manera tan espontánea, que costaba ubicar (no se notaba).

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1980-1981 NOVICIADO En el noviciado, la obra era mas compleja y se ubicaba en una zona bien pobre, yo era el mayor del grupo de novicios, , a unos 10 años de edad, por encima de mis compañeros; de los que empezamos 8, terminamos 7 y quedamos actualmente 2, la comunidad, era bien numerosa, éramos 20 en total y muy misionera, el párroco se fue a Africa, el P. Maestro a Patagonia y el Director, (antiguo Inspector) a Etiopía. Las actividades, empezaban con el rezo de Laudes con la Eucaristía, por la mañana teníamos clases de salesianidad y por las tardes dábamos clases en el colegio y algunas, íbamos a la Confer o hacíamos otras actividades, los fines de semana, se atendía un oratorio bien numeroso (sábado, domingo) muy buen ambiente comunitario con excelentes relaciones con la comunidad educativa que estaba muy integrada a la obra y compenetrada con la comunidad en la que éramos 2 coadjutores novicios y 2 perpetuos, 1 encargado del taller de mecánica y otro de la secretaría. Tanto la comunidad como la obra eran abiertas y sobretodo con el vecindario, se establecieron muy buenas relaciones. Algo parecido ocurría en el postulantado, donde yo era el único postulante y el nivel de las personas, que por allí circulaban, era mas alto. Una etapa llena de novedades y con continuos descubrimientos, nuevas relaciones y amistades, en la que una de las mas sobresalientes, fue la visita de un obispo de Costa de Marfil a fin de presentar el trabajo misionero en sus diócesis por parte de los salesianos de Barcelona dentro del marco del proyecto Africa, emprendido por el P. Viganó, (Rector mayor ya difunto) Q.E.D. y que ahora ya se independizaron de Barcelona La convivencia con muchachos mucho mas jóvenes que yo, se hacía chocante y divertida, mi poca costumbre para el estudio, para la asistencia y para la pedagogía, eran causa de alguna torpeza que causaba hilaridad, una vez me quedé en clase repasando la lección con varios alumnos y sus papás no sabían que pasaba con ellos..., en plástica, no lograba avanzar ni una cuarta parte que los del curso inferior, en una de las tareas que nos dieron arremetí con todo el tema, cuando solamente se nos había pedido una parte... En el dormitorio común, cuando me daba por roncar, todo eran quejas así como cuando tomaba ajos “para preservar la buena salud”... Para formar parte de algún equipo, en deportes, tenía que esperar la caridad de mis compañeros y procurar “no meter la pata”. En donde sí pude aportar mis cualidades, fue como chofer aunque el problema era el desconocimiento vial de la ciudad, una noche me pase mas de media hora intentando salir del anillo periférico, para ir a una clínica, en otras ocasiones, hacía trato con quien iba a acompañar “tú guías y yo manejo”. La casa del postnoviciado, tenía amplias ventanas hacia la calle de salida, desde las habitaciones, que permitían cierta practicidad a la hora de salir, por lo que me llamaron la atención por “saltar por la ventana”. Todo esto y mas que guardo, podía haber ocasionado la animadversión de compañeros y superiores, no fue así y con todos gozaba de buena estima, con un aprecio mutuo que todavía perdura, a pesar de que no permitía que con facilidad me “tomaran el pelo” (me hacía respetar). Hay que destacar la labor que dentro de la complejidad de la obra se desarrollaba, incentivando el quehacer misionero, con la recogida de botellas vacías y papel, en la que involucrábamos, a cuantos querían colaborar, la actividad de mayor envergadura, sin duda se realizaba los sábados y domingos, con el oratorio; deportes básicamente, pero también juegos de mesa, de tiempo libre, competiciones y cine, siempre acompañado de una catequesis, procurando motivar el sentido de pertenencia y orientar a grupos mas comprometidos, conforme iba madurando la persona. Nunca se trató de realizar actividades de manera cerrada, para cada actividad, contábamos con la participación de laicos y seglares, que colaboraban, libre y espontáneamente con nosotros, aunque teníamos momentos de oración, formación y esparcimiento específicos del grupo. En esta época, tuvimos oportunidad de conocer la vida religiosa, a través del contacto con los demás novicios/as que acudían a las clases de la Confer, de los cuales visitamos sus obras y también en la profundización y el contacto que nos ofrecían los retiros hechos en Montserrat y en Manresa, con los benedictinos y los jesuitas respectivamente, sin descuidar lo específico nuestro, sino al contrario potenciándolo, puesto que podíamos contrastar y como antes he descrito, lo que normalmente vivíamos era salesianidad, en la práctica y en el estudio, con el ejemplo de una comunidad tan modélica, completa y rica en ejemplos de vida diaria, en una obra, que ofrecía tantas facetas de la vida salesiana, en un contexto de sencillez y superación, muy en línea de lo que se podía esperar.

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POSTNOVICIADO

El inmediato postnoviciado, se da después de la primera emisión de votos, que tuvo lugar, de modo solemne en el noviciado y del que guardo grato recuerdo, la mejor foto que tengo con mi difunta mamá es de este día, familiares, amigos conocidos me acompañaron, de manera maravillosa e inesperada, todo transcurrió fervorosa, esplendorosa y calurosamente con el templo a rebosar y la emoción en el ambiente. Iniciamos la experiencia, los siete profesos, con dos del año anterior, con la tutela de tres formadores, en una construcción nueva, adosada a una gran obra educativa, desde básica a preuniversitaria, frente a un convento de clausura de las Hnas. contemplativas de laVisitación (salesas); recibía clases en Marti Codolar por la mañana y por la tarde, iba a E P S, donde recibía cursos de mecánica alternando con las clases que debía impartir en la obra susodicha, los domingos, apostolado en una parroquia, fue un tiempo de bastante serenidad, en el que con otra dinámica, tuve mas oportunidades, en todos los aspectos, a fin de madurar el compromiso adquirido, en ambientes ya bastante mas amplios, con posibilidades muy valiosas. En el 82 – 83 me destinaron a Huesca, un albergue de niños allí debo terminar los estudios comenzados en Sarriá, terminándolos con el título de “Técnico Auxiliar de la Industria”, esta etapa me resultó maravillosa por el tipo de obra y la comunidad sencilla y unida, la comunidad, no sabían que me iba a quedar ahí, como personal entre ellos, pues habíamos ido en grupo, para hacer las vacaciones útiles con ellos, Los muchachos estaban agrupados en tres niveles, según iban madurando su crecimiento personal, me asignaron a los medianos, entre los que me encontré el grupo de díscolos, con quienes tuve que aguantar impertinencias de todo tipo, entre las muchas actividades que desarrollamos, hubo una con la cual pude ir ganándolos a todos; desde siempre tuve afición a pedir colaboraciones y con lo que me iba consiguiendo, montaba una tómbola a cuya premiación se accedía por puntos de buena conducta y sus ediciones, coincidían con las entregas de notas de los colegios, esto unido a salidas, pases para piscinas, toros y otros, me permitió granjearme la amistad o al menos el aprecio de todos. . Con los miembros de la comunidad salesiana de la Resi, también logré trabar buena amistad, ahí estuvieron mis hermanas y cuñado de visita y con el decano P. Vivar, devolvimos la visita, yendo a conocer con el, las tierras del Priorato y la Ribera. Dediqué las pocas horas libres al estudio, con el fin de sacar el título de “Técnico auxiliar de la Industria”, con el que en el curso 83-84 me matriculé en Sarriá para acceder al 2do. Grado de FP. Auxiliar . Del 83 al 84, paso a la casa del noviciado, para seguir estudios de automoción mientras colaboraba con las actividades de la casa, es en este empeño antes de terminar el tercer año de segundo grado, que pasa el P. Inspector del Perú, quien me propone ir allá y de acuerdo con el de Barcelona, estoy partiendo en noviembre, después de haber emitido mis segundos votos temporales. Son muchas experiencias y se diría que una lucha constante en la que me estoy debatiendo con éxitos y fracasos, pero con entusiasmo y alegría, en la que me siento acompañado, corregido, animado y aleccionado por mis compañeros y formadores. En este tiempo, se produce la partida del P. Cristobal López a Paraguay y con el soy invitado a participar del envío misionero de Turín del 84, donde voy acompañado por mi hna. Asunnta y la sobrina, después con el P. Juanjo, con quien he compartido la formación en Sarriá, (el se prepara para ir a Costa de Marfil) vamos con las mamás a Zaragoza, donde el Papa, invita a un encuentro con los misioneros y sus mamás . Por fin, en el noviciado se hace la despedida misionera de Cristóbal, en la cual me invitan a participar, con una velada y discursos y una Eucaristía bien emotiva. Vienen los preparativos para el viaje y en Madrid, me encuentro con dos salesianos que son de Perú y hago el viaje en compañía de uno de ellos. En casa, quedaron mis tres hermanas casadas, cada una con casa propia y mi mamá, con tres sobrinos, todos en buena relación gracias a Dios...

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Postnoviciado 84 84-85- Llegada al Perú en noviembre; con Posada, fuimos recibidos en el aeropuerto por el Sr. Cavero, S.D.B. (coadjutor que acompañaba al P. Inspector) y me alojaron en la casa Inspectorial (donde casi siempre me recibieron). Con el P. O´ Tool (que amablemente me invitó) vamos al hospital a ver al P. Pisz, que al cabo de poco tiempo falleció, siendo enterrado en Huancayo, donde conocí al P. Echea entre otros muchos que me fui encontrando estos días, hasta que apareció para la reunión de directores, quien sería el mío, el Padre Godayol, con quien pocos días después partíamos vía Arequipa hacia las misiones del Cusco con el vehículo nuevo que llegó para el P. Pacheco Q.E.P.D., con un grupo de viajeros y repleto de materiales para implementar un taller en Calca y en caravana con el “zapato” (de Godayol) en plenas lluvias. El primer mes, permanecí en Lima, ordenando documentación y conociendo personas y obras. En diciembre, viajamos llevando el Toyota nuevo cargado con material para un taller de metal mecánica, con el p. Godayol, que iba en el suyo con otros misioneros (P. Szetiga) y otros...dos días largos, duró el viaje hasta la casa central de la misión, Calca de allí hasta Montesalvado, ( mi destino) otro día más de camino difícil, con dificultades en un vehículo y presencia de FFAA y guerrillla. Hasta enero, preparativos para acondicionar el lugar para la recepción de alumnos internos, un tanto mayorcitos de procedencia diversa ( unos eran colonos quechuas, mientras otros nativos machinguengas) todo ello bajo la resión y la incertidumbre de la lucha que por estos lugares, libraba el MRTA. En enero, vuelta a Lima al retiro anual y de regreso, empezamos a recibir internos y también las dificultades; no se sigue el hermoso proyecto que existe, el “incaricato” no ejerce y las cosas van complicándose, desorienta tener un proyecto bien definido y ver que no se hace realidad. Daba pena ver a mozos de cerca los 20 años, llorando los fines de semana, porque querían ir a sus casas y esforzándose, por entrar en la disciplina del internado que estaba a mi cargo mayormente y se orientaba por la piedad, estudio y trabajo, en horarios flexibles y ambientes rústicos ( dormir en el suelo, lavar en el río, jugar entre mucha hierba...) llamaba la atención una carpintería al aire libre, bajo un enorme mango. La mecánica, funcionaba en un viejo galpon, que todavía conservaba la maquinaria para fabricar caña (un trapiche), con el comedor, cocina, dormitorio, capilla, que estaba bajo el cuarto del P. Loi, el cual se tuvo que apuntalar. Hay que resaltar las máquinas de las que disponemos, que funcionan con la electricidad de un buen generador a petróleo, que va a ser sustituido, por otro hidroelectrico dentro de tres años y que son de buena calidad. Por fiestas patrias, querían desfilar los muchachos y se entrenaban por su cuenta a la hora del deporte, al avisarles que para ello, había que ir al pueblo a tapar el hueco que la calle hizo la lluvia y provocó el vuelco de un camión, desistieron del propósito. En la cosecha de café, repetidamente, desaparecía el grano tendido a secar, en las noches, rifle en ristre, hice guardia y no aparecía el ladrón, que no era otro, mas que un profesor el cual lo recogía al atardecer (haciéndose ayudar de los alumnos), se lo llevaba al pueblo y al día siguiente, decía que lo habían robado ( y no mentía). El calor de la selva y la buena naranja eran un buen motivo para dejar kilos y con apenas proteínas, el hambre acuciaba, las visitas al gallinero, proporcionaban suplementos y las cáscaras de los huevos vacías hacían sospechar al cuidante, que una serpiente los comía. Otra estratagema, nos trajo la providencia; yendo de pastoral en el carro, se cruzó un pato, que sucumbió bajo la llanta, el dueño se conformó con cobrar el animal a cambio de naranjas y aquel día, comimos pato, supimos cómo transformar las frutas en proteína animal, máximo sí consideramos la fama que me había conseguido de “terror de la carretera andina” con todo, experiencia se iba adquiriendo; la vez que cargada la camioneta de víveres, saliendo de madrugada, con las luces del alba, hubo que reacomodar la carga e irla recogiendo en la medida que pudo recuperarse, pues al soltarse los amarres, se iba regando por el camino. Ya con mas experiencia, hicimos un viaje misionero hasta Matoriato por Chirumbia, dias de recorrido en camioneta, hasta “punta de carretera” seguidos de mas dias de caminata a pie por la selva que da por esta parte a la llanura amazónica por el Marañón, desde donde se divisa el amenazante y polémico “Paititi” Muchas anécdotas mas hay de este tiempo, que no cabe resumir, antes de hacer el traspaso que ya se avecinaba, hacia la zona andina. Los oratorios en las comunidades vecinas, los intentos por aprender el quechua y el machiguenga, las correrías con los muchachos, etc…

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Postnoviciado 86 Desde fines del 85, soy trasladado a Calca, donde se me encarga de un taller, apoyo a la zona misionera y el oratorio, que es de mucha envergadura, unos trescientos participantes organizados por 30 catequistas, tenemos edición sábados y domingos, aportando apoyo alimenticio. En poco tiempo, me choca el machismo reinante; al ver la paliza que un borracho le esta dando a su esposa, trato de intervenir y es ella, quien volviéndose contra mí me dice “gringo sonso, tu a que te metes, mi marido me tiene que pegar”… En el taller hay carestía de alumnos, cuando se dan cuenta de que hay que ensuciarse las manos con los fierros, por lo que la dedicación es mas hacia actividades de otra índole, en el Cusco, me pude conseguir una proyectora de 16 milímetros y la colección de las películas sobre el Sto. Rosario del P. Peyton, en quechua, con las que pudimos hacer una buena campaña catequética y de promoción de la oración y los misterios de nuestra religión. El proyecto misionero de Lares y Amparaes (zona altoandina) va prosperando y exige apoyo en materiales y personal. En Lares, se construye un horno y para ello, hay que traer los elementos y el técnico que sepa hacerlo, al buscarlos y conseguirlos con cierta celeridad, uno de setos técnicos, dudaba de si había sido secuestrado. En Amparaes se acondiciona el Tambo (cooperativa de abastos y comercialización), a la vez que un equipo de enfermeras, técnicos y catequistas, acompañan al misionero en sus giras apostólicas por las comunidades, con la necesidad de llevarles a ellos y el equipo que necesitan, hasta punta de carretera, labor que debo realizar con frecuencia. A medio año, decidimos con el grupo de catequistas y animadores del oratorio, (mas de 50) ir a Lares, en plan de unos dias de convivencia y formación a cargo del P. José Luis, los dias señalados, coinciden con “fiestas patrias”y unos diez muchachos, son seleccionados para el desfile, lo cual les impide salir con nosotros, deseosos de acompañarnos, quedamos que mas tarde, en grupo nos seguían, se les hizo de noche, pues la cosa era ir andando, llegaron pasada la media noche, como no conocían el lugar, empezaron a gritar; “D.Bosco!, María Auxiliadora!”y al escucharlos, les preparamos algo caliente y les cedimos nuestros lechos, todavía calentitos, aprovechando nosotros, de ir a los baños de aguas termales, para acabar de pasar la noche, cumplimos el programa previsto, con una acogida excelente del P. y su gente, regresando al fin todos juntos a pie por donde vinimos. En Lares se consiguen los materiales para instalar el agua potable, cada domingo en la asamblea comunal se dice que hay que ir a la faena, el tiempo transcurre y el cemento corre peligro de malograrse, el “P. José Luis está amargo” dicen las del club de madres, cuando saben el motivo, le prometen empezar mañana mismo y oh milagro! Lo que no pudieron las asambleas, lo hicieron ellas y se habla de machismo? En adelante ya supimos como hacer para conseguir colaboración… Ay que ser buen andariego, para ir desde Lares a Calca (8 horas de buen paso) y para los pulmones y el sistema cardiovascular europeo un reto pasar estos puertos a 4,600 m.s.n.m. , por el camino inca que une ambos sitios, pero el recreo visual que ofrece este periplo es bien gratificante aunque imponen estos macizos cuando hay que hacerlo solo. En este recorrido y otros similares (algunos mas largos y espectaculares) el P. José Luis, encontraba la inspiración para suculentas prosas y poesías. La comunidad religiosa, reunía una riqueza excepcional; encabezada por el Padre Godayol (ahora Obispo) con una fe inquebrantable y madura, gran capacidad organizativa, de trabajo y creativo, amante de la Congregación y la Iglesia y enamorado de los pobres, el mayor, P. Olivera, según el, descendiente de Sinchi Roca (por sus apellidos catalán; Olivera Vidal) jefe de una fábrica de rosarios, viajero incansable, confesor itinerante; la alegría, amabilidad, originalidad y devoción mariana personificados, P. García un santanderino intrépido y algo despistado, con alma oratoriana y poética, luchador por los derechos humanos derrochando y respirando salesianidad,. El P.Pacheco (Q:E.D) párroco y alcalde, quechuísta cusqueño entregado a sus ovejas, en pos de los mejores pastos, Sanzberro, un vasco risueño y simpático, buscador de libertad, que dice las cosas como son y se busca por ello enemigos; para pedir la lluvia, sacaron al “Cristo de los temblores”, los que lo cargaban iban tomados y él exclamó “por esto le llaman de los temblores?” En otra ocasión no querían los “mistis” (señores de Calca) que los comuneros cargasen al “señor del sepulcro” dirigiéndose a estos últimos les dijo: “déjenlos a los mistis que carguen, ya que ellos lo mataron” el Hno. Jossé Gabriel, ex sindicalista, conocedor de fitoterapia, latifundista y catequista quechuahablante, surgido de la propia cultura (comunidad del Suyo). En la selva, una parte de esta

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original comunidad, compuesta por el P. René y el p. Cantt en la parroquia de Quebrada y los P.P. Loi, Polentini y Szeliga en Montesalvado constituyeron el total de esta avanzada misionera, con proyecto común y realización tan diversa. Los animadores del oratorio de Calca, van en aumento y deciden proyectarse a las comunidades vecinas, fundando otros oratorios y proyectamos para fin de año, una operación de solidaridad, que parte de la captación de toda clase de aportes, a fin de preparar un paquete navideño familiar para los necesitados, así se asignan los 38 comunidades por grupos a los catequistas, a fin de que realicen la visita a las familias, para determinar las necesidades de cada una, a la vez que se recaba el aporte a quienes pueden donar ropa, material escolar, medicinas o alimentos, que se van repartiendo en paquetes por familia y según necesidad de cada uno, que serán entregados el mismo día de Navidad, después de la Eucaristía y la fiesta a la que se les convoca en la parroquia con desayuno incluido naturalmente resultó una maravillosa experiencia que nos enriqueció a todos en el sencillo y deseado compartir, hubo cine , deportes, juegos, fiesta y jolgorio toda la mañana. Hubo de acompañarse a una alta personalidad por la zona misionera, en tiempo de lluvias, parecía poco hecho a caminar por esos lugares, un huayco nos cerró el paso, en el intento de abrir camino cayó la noche y en los pacíficos campesinos que regresaban con su chaquitaclla al hombro, veía terroristas armados y en los negros chanchos que merodeaban, temibles pumas, siempre intentando esquivar el abundante barro. Por ser Calca, parte del circuito turístico, recibíamos muchas visitas y había que acompañarlos en los viajes mas bien turísticos, así que un poco, me especialicé en ello, recuerdo con gozo haber acompañado al P.Colomer Q.E.P.D., mi director de postnoviciado, a los parientes de Godayol, de Casimiro y otros muchos, con los que hay una historia que contar de cada uno. Aprendiendo a manejar, una vez se sabía mover el carro, meterse por esos caminos, era buena práctica que quitaba el miedo y se aprendía, también el taller solucionaba muchos problemas con los vehículos, sobretodo de suspensiones rotas, también ahí las pasé moradas, como en casi todas las demás experiencias, sobretodo la vez que entre soldadura y gasolina se armó un incendio que gracias a Dios pude controlar sin mayores problemas y con la ausencia de accidentes en carretera, demostró que el Señor, a través del auxilio poderoso de María y D. Bosco, nos protegía. La implementación del “Tambo multicomunal de Amparaes” exigía frecuentes viajes al Cusco y Amparaes en tiempos en los que la inflación, producía escasez de productos, debido a la especulación y los caminos se volvieron peligrosos, no solo por el mal estado sino también por los frecuentes asaltos, en ambas cosas, también se hizo patente la acción de la Providéncia y pudimos salir airosos, hay que resaltar, el decidido apoyo que encontrábamos en el colegio del Cusco, que nos facilitaba cuanto era menester para esta labor y con los que estábamos en comunicación continua. Uno de los problemas que nos atajaba de cerca y que también pudo irse superando, fue la falta de entendimiento con algunos agentes pastorales de la zona, que hubiera posibilitado mayores logros. Otra dificultad la constituye el estado de violencia que causa bastantes trastornos, tanto con la gente sencilla, que confundiéndonos con terroristas no nos reciben (debido al miedo existente), como con las FFAA que ya hicieron un registro en una parroquia, llevándose al P. preso, como con los subversivos, que abusando de la buena fe de los sencillos, transportan armas y equipos hacia sus bases establecidas en lo escabroso de estas montañas, situación que aprovechan los enemigos de nuestra obra (comerciantes que ven su negocio condicionado por la labor del tambo) para con argucias y calumnias, coartar el desarrollo de este proyecto, que busca la promoción campesina. En lo pastoral, se hace formación de catequistas de manera continuada, a través de cursos, en los centros correspondientes y encuentros, se organiza la catequesis sacramental, a través de las diferentes escuelas y se llega a establecer un convenio con la oficina de educación del estado que regula una labor mancomunada en todo el sector, además de poner en funcionamiento una serie de oratorios en toda la zona. Con el funcionamiento del equipo de técnicos, se dan situaciones de todo tipo, alguna de ellas bien chocante, así a un técnico “biólogo”, le llaman “violador”, por supuesto que no distinguen entre coadjutor y sacerdote, allí todos somos padres o ingenieros…

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Postnoviciado 87

Este año, se divide la comunidad de la misión en dos, con un nuevo director para la zona de selva y aumenta el personal, regreso a Montesalvado, a mi taller, oratorios, clases en el colegio y con los últimos alumnos del CEO. También supone, volver al calor de la selva y al efecto adelgazante de las naranjas, el P. Loi proveé de cuy y un día por semana hay acceso a este manjar, con la particularidad, de que una pareja de voluntarios norteamericanos no les apetece, comer esta especie de rata y viéndome necesitado y seducido por el plato, me lo ofrecen, cosa que naturalmente acepto como manifestación providente, aunque es interpretado mal por alguno, que tampoco ve bien, que por las tardes, me de un chapuzón en el río, pues cruzo en bañador, “la calle” del naranjal y considera exagerado, que para celebrar S. José se pida una cerveza... Hay que ir a Cusco y a la hora de cruzarse esta cordillera y desafiar el largo y abrupto camino, inclemencias del tiempo y ausencia de servicios en el recorrido se tiene que tener buen hígado y mucha confianza en la Providencia; nevó en la altura y gracias a Dios el vehículo es 4 x 4, no ha helado todavía y podemos cruzar con mas de medio metro de nieve en la pista, mientras sigue nevando, algunos puentes hay que pasarlos por encima de los troncos, el problema surge del mal estado de las llantas, dos pinchazos hacen necesaria la reparación en el camino y un tercero, tener que pasar la noche ahí, mientras el compañero va a Cusco a repararlo y regresa con mas parches, el final de viaje, resulta catastrófico, después de los dos días llegamos con una llanta baja y hecha trizas... Los caminos, exigen que los vehículos, estén en condiciones, es increíble ver como los que se dedican a transporte de mercaderia y personas, llevan sus carros, cargados en exceso y en malas condiciones, ahí se ve hecha realidad la frase “Dios es peruano” que algunos emplean para dar confianza, pues aunque accidentes hay, por lógica, podrían ser muchos mas… Los pocos alumnos del CEO, que me han encomendado, son los últimos que va a haber, el colegio es un hecho y se habla de instituto… Además de personal salesiano hay voluntarios de varias nacionalidades, (el año anterior, una voluntaria alemana perdió la vida en un accidente), en el taller hay mas implementación, como en el campo y en otras áreas, la minicentral eléctrica empieza a producir energía, se termina una chanchería, se instala maquinaria para panificación y agroindustria. Todo va mejorando ostensiblemente y este año, pido los votos perpetuos, para ello tengo oportunidad de un retiro en Calca, el director me felicita, por haber sido aceptado en la votación. Con el grupo de internos del CEO, como prácticas de las clases de religión, tomamos la opción de animar los oratorios que funcionan en dos comunidades vecinas, a las que vamos los fines de semana, la alternativa no es bien vista y sin mas se nos corta el soporte alimentario con el que contábamos, como que no hay razón alguna, que avale este proceder y la encargada de alimentos nos sigue proporcionando algo, seguimos realizando este apostolado con bastante eficacia. Termina el año y el CEO, se mantuvieron todos los alumnos, los oratorios vecinos que animamos, todo funciona bien, (al menos con normalidad), en el taller, el trabajo mas frecuente era el de cambiar muelles i soldarlos, para las suspensiones de los carros, los nuestros y los de la parroquia, como cada año, en esta época las lluvias, hacían mas difíciles los caminos, el P.René en uno de estos arreglos, me dijo si lo acompañaría hasta Arequipa, en el viaje que tenía proyectado para fin de año, como que no notaba ninguna benevolencia para conmigo, por parte del nuevo director, le dije que no creía que me diera el permiso para ello, a lo que siguió insistiendo, hasta que le prometí pedirlo y he ahí la sorpresa; enseguida me aceptó, de modo que partimos en medio de intensas lluvias, que en la altura se convertían en nieve, hielo y mucho frío, hasta alcanzar Arequipa, desde donde seguí viaje para realizar el retiro anual, poco pensaba que se avecinaba una tormenta para mí, una vez en Lima, al saludar al P. Giaccomuzzi, entonces inspector, me cayó una “filipica” de la manera mas inesperada, diciéndome que debo cambiar mucho en mis actitudes que escandalizan ala gente y que de momento, me niega los votos perpetuos y me trasladan a Arequipa, para que ahí tenga oportunidad de enmienda, que si se veía efectiva, puede cambiar la decisión tomada mientras que si no es así tendré que irme a casa, claro que me cayó como un jarro de agua fría dandole vueltas al asunto, resultó que el nuevo director había dado pésimos informes y los votos positivos de Montesalvado, ya se volvieron negativos en Lima.

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Arequipa renovación por un año y votos perpetuos 88-89 Después del retiro, donde pude encajar y asumir todo lo sucedido, tuve que regresar a Montesalvado para recoger mis cosas ya que había faltado entereza, para comunicarme que iba a ser cambiado. En el nuevo destino, el P. Antúnez, me asignó el taller de mecánica, junto a un ingeniero alemán de la GTZ que estaba dando inicio al CEO, quedamos en cuidar la secundária, con los maestros, hicimos la programación y colaboramos sin dificultades notorias. En los tiempos libres, acompañaba al P. Antúnez a la Cruz de Apima cada domingo a la misa que allá celebraba, colaborando con algunos vecinos, en dar catequesis y animar algo el oratorio que se intentaba formar, logramos en el segundo año, instalar dos hornacinas, una para una estatua de María Auxiliadora y otra para el Sagrado Corazón. También colaboraba con la Caasa D. Bosco. La comunidad era numerosa y variopinta, en agosto, renové votos con el P. Antúnez y fueron testigos el P. Lalo y el hermano Julián. A pesar de que renovaba por un año, fue un día vivido feliz. A fin de año, tuve un retiro de un mes con los que debíamos profesar los votos perpetuos y en la fiesta de D. Bosco del año entrante, profesamos dos coadjutores y dos clérigos, solemnemente, en la Eucaristía que en la basílica de María Auxiliadora, presidió el Cardenal Landázuri. Después de esta hermosa vivencia, regresé a mi tierra, después de cinco años de ausencia. Encontré bastantes cambios, conocí a las nuevas sobrinas, los que dejé habían cambiado mucho, mi mamá ya empezaba a tener algunos achaques y aquellas montañas y valles, se me habían hecho muy chiquitos, las gentes, no tenían la exquisita acogida, a la que me había acostumbrado en el Perú y todo se me hacía muy nuevo, intentando comunicar mi vivencia en las misiones, me pareció oportuno, aprovechar la oferta que en Madrid me hicieron, de llevar la exposición misionera itinerante, que tuvo mucho éxito, sobretodo en mi pueblo, acompañada de charlas y proyección de diapositivas, en las que me acompañó el P. Peciña (misionero en Africa). Como resultado de todo ello, algunos de los familiares, compañeros y amigos, decidieron formar un grupo, que se autodenominó (amigos del Perú) quienes al notar, que recogía cuanto me ofrecían y que no me lo podría llevar, se dedicaron a escoger, empacar y embalar, máquinas ,herramientas, medicinas, libros, ropa, etc… Y desde entonces hasta ahora, me enviaron tres contenedores, sucesivamente y además, ayudaron a Bósnia, desde su “cuartel” instalado en los locales de la parroquia del pueblo De vuelta a Arequipa, se nota que el Señor, bendice la obra; el P. Casimiro, consigue una ayuda para acondicionar un lugar de descanso en la playa, para ofrecer la oportunidad de llegar allí por turnos a los grupos de jóvenes del oratorio y de las diversas obras dedicadas a la juventud pobre, esta actividad se realizaba organizando un voluntariado para servicios y animación y recabando ayudas para la alimentación e infraestructura y solía tener tres meses de duración. Asimismo el 89 es el año en que el CEO va cogiendo fuerza y madura en una estructura de nueva planta, que empieza a erigirse en la antigua huerta, se habla de una proyección hacia Majes y se asumen grandes proyectos en construcciones metálicas, que permiten un ritmo de prácticas para los alumnos de mucha exigencia y alta calidad, con remuneraciones y metas sustanciosas. Crecen a su vez los oratorios periféricos, llevados por un grupo de cooperadores pujante y entusiasta, apoyado por la familia salesiana toda.La casa Don Bosco, también se va apoyada por una voluntaria alemana y el obsequio que una cantante peruana hace desde Alemania de un carro Mercedes Benz de 5 cilindros a petróleo 4 x4 con capacidad de 9 plazas o 2000 Kg. Carga. Esta temporada, transcurre entre estrecheces y grandes proyectos, posibilidades y parcialidades en un ambiente de comunidad, acogedor, piadoso y familiar que propicia confianza y libertad. Así en el taller se tomaron decisiones drásticas, tanto en la estructura como en el personal, el suministro energético (electricidad) era insuficiente y las instalaciones deficientes, hubo venta de máquinas para adquirir otras y cambio de personal, los alumnos, fabricaban sus propias herramientas y se ocupaban nuevos espacios para los talleres. Los albergados en la Casa Don Bosco. Cultivan la huerta, crian animales, que con el descuido, los perros diezman. El lugar que ocupan es amplio, pero falto de todo. Una Chevrolet de los años 30, se usa para los talleres (transporte y montaje de barandas, puertas, etc.) y para la playa, es una aventura siempre, pero hace el servicio, en un viaje, me avisaron que detuviera el carro con mucho alboroto y al hacerlo, vi un muchacho bajo la llanta,

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me horroricé, lo llevamos al hospital y oh. Milagro! Solo tenía pequeñas lesiones! Llevando materiales en la playa, se hundió una llanta en un pozo negro, sin consecuencias graves!... En el colegio, los muchachos no andaban muy entusiasmados con la técnica, pues sus miras estaban en la universidad y había quien perseguía a los chicos, que hacían tareas en el patio! Curioso era ver cada año, la preparación de muchos papás para el matrimonio y mas todavía el día de la boda masiva que se celebra, después de muchos años de convivientes y acompañados de sus ; a veces numerosos hijos y también algunas veces nietos. El agasajo, suelen celebrarlo allí mismo. La fiesta de María Auxiliadora es bien original, la noche de la verbena hay que vigilar la entrada de alcohol al recinto y como que esto lo suelen los que toman, siempre hay líos. La procesión por varias calles es de admirar y la devoción muy extendida y fuerte, a pesar de que nuestra parroquia es la de los Agustinos. De todas formas la Virgen de Chapi, hace que Arequipa se vuelque a su santuario, a unos 20 Km., en un paraje desértico a primeros de mayo, convirtiéndose el camino en un río humano, que camina en la noche preferentemente, jalonado de tiendas de comida y bebida, pobladas por gente alegre, joven su mayoría. El Misti, volcán que preside la ciudad, es atractivo para la excursión y a la vez dicen que condiciona la vida de las gentes con los días de “nevada” (una carga eléctrica en el ambiente que crispa a todos) Los temblores de todo tamaño y el “terral” (viento que empuja una nube de arena sobre la ciudad). son características de Arequipa, que como contrapartida, tiene una hermosa y productiva campiña. La antigua comunidad, son una serie de cuartos en el segundo piso del colegio, que dan al patio, por el mismo nivel de las clases, en el 16 (al centro), tengo el mío (en la comunidad nueva, no había espacio) el entrar o salir, se convierte forzosamente en un acto público, sobretodo en los momentos de formación del alumnado, frente a una estatua de Don Bosco, colocada en el centro del patio con motivo del centenario de fallecimiento y que ha tenido que protegerse de balonazos con una reja que le da un aspecto algo deprimente. Este año, llega como ecónomo, otro coadjutor, la obra se va volviendo compleja, los proyectos de adecuación de los espacios existentes y de otros nuevos, se suceden sin alcanzar a solucionar los problemas, que la amplitud que la obra va adquiriendo plantea, son muchos los talleres de la parte técnica que hay que ubicar, y sobretodo actualizar y además el planteamiento del CEO es un nuevo proyecto y ambicioso, el decano de la comunidad, es también un coadjutor, el Sr. Valencia ebanista de profesión, que por este tiempo recibe las palmas magisteriales y que se dedica un montón de quehaceres; tiene un taller de reparación de chapas donde además hace las llaves que puedan necesitarse, cuida el mantenimiento y la huerta, donde cría animales y ha plantado unos árboles de palta, que producen excelentes y abundantes frutos, es quien también administra la despensa de la comunidad y dirige los trabajadores. La comunidad, ubicada en un ambiente muy reservado y compuesta por excelentes hermanos, tiene mucho de acogedora y es animada muy acertadamente por el director, con la participación de hermanos jóvenes que contrasta con la de los de mas edad, cada uno desde su originalidad, aportando aquello que es. La CEP, participa en este ambiente, de manera particular, en la fiesta de María Auxiliadora, con un almuerzo de camaradería que se celebra en el jardín y en los encuentros de programación y evaluación durante el año así como de manera espontánea en otras ocasiones. La familia salesiana, encuentra en todos los ámbitos su adecuada inserción, el grupo de cooperadores, crece ostensiblemente, propiciando el crecimiento del oratorio y proyectándose a lo que se llaman oratorios periféricos, donde encuentran lugar de apostolado, alumnos exalumnos y demas miembros de la familia. Cabe señalar también el grupo de la archicofradía de María Auxiliadora, que se ha hecho fuerte y significativo, así como el grupo Renovación, creado como apoyo a la Casa D. Bosco, todos realizan actividades y se hacen presentes, a fin de apoyar y potenciar varios de los apostolados que la obra desarrolla. El empuje y generosidad de los diferentes grupos, hacen surgir experiencias pastorales un tanto nuevas y originales, es así como se van formando los oratorios periféricos, el voluntariado de apoyo a los albergados, el mismo MJS, empieza a dar sus pasos, quedando en rezago la actividad que anteriormente, absorbía la casi totalidad del esfuerzo de los grupos, la climática o casa de veraneo

en la playa, que no por eso queda desatendida, todo lo contrario, hay personal para todo.

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Arequipa 90,91,92

Hay cambios, el P. Antúnez, es destinado a Ayacucho y llega el P. Godayol, este cambio, produce mucha movilidad, mas de la mitad de la comunidad es removida, a mi me encargan la Casa D. Bosco a tiempo completo y con ello la tarea de hacerla crecer y acondicionar. Es el tiempo de vacaciones y los albergados están en sus casas, un total de 14, se convoca a sus familiares y con ellos determinamos reubicar los espacios y acondicionar muebles y útiles; las señoras rehacen los colchones y con los muchachos, limpiamos pintamos y acondicionamos los muebles y equipos, se les propuso formar el club de madres María Auxiliadora, con el fin de atender los servicios de la casa y tener momentos formativos así como una plataforma para obtener ayudas, la presidenta será la encargada de la cocina, con acceso a sueldo, es elegida por el grupo y puede ser removida y así se pone en marcha el curso del 90, con algunos muchachos mas admitidos, el auge que van teniendo los otros sectores de la obra y el acondicionamiento de ambientes, se complementa al admitir mediopensionistas a estudiantes y profesores y la posibilidad de obtener beneficios a través de la apertura de una panadería que además de proporcionarnos este elemento, nos posibilita su venta, al principio es de mala calidad pero pronto le encontramos el truco y además de pan se hace repostería, pasa de un horno a leña a uno eléctrico y de una producción exigua a una salida abundosa y de calidad que hace que mucha gente venga a comprarnos el pan. El número de muchachos va en aumento y se queda chico todo el ambiente, el comedor que funciona a dos y tres turnos, es lo mas grave, por lo que se decide, ocupar el ambiente inferior, trasladando a otra parte, el taller de automotores que ahora allí funciona y se acondiciona este lugar para cocina y comedor, la movida se hace a fin de año, de manera que no hay problema. La organización interna de los albergados, se rige en base a grupos de ocho muchachos con su responsable, se procura que este sea maduro controlando de acuerdo a normas y al horario establecido, la puntualidad, piedad, limpieza, trabajo y estudio, se revisan diariamente estos puntos conmigo y una vez al mes con los responsables, hacemos evaluación general y programación. Toda esta movida, se da naturalmente con el consenso de la comunidad salesiana toda, que ayuda en el desarrollo y ejecución de todos, proporcionando los servicios de sacramentos, se dirige a los beneficiarios con las buenas noches, tardes o días y comparte mesa a menudo. Es necesaria la atención en salud y para ello contamos con el apoyo incondicional y desinteresado de las hermanas Zavala medica una y enfermera la otra, ambas especialistas en pediatría. El lugar que usan para la atención es la antigua cocina, que quedó junto al dormitorio. También se prevén los primeros voluntarios extranjeros a principio del 92 que llegan a ser 15 en agosto, algunos vienen solo para quince días, unos cuantos por un mes y otros por tiempo indefinido, son experiencias que encajan unas mas que otras y que no están tan bien coordinadas desde el lugar de origen, la ONG Madreselva de Madrid. Se ve la necesidad de ir acomodando ambientes y de una escalera central, de acceso y se van sucediendo de manera continuada las obras de acondicionamiento, que se ven favorecidas por el traslado del CEO. a su nueva ubicación. La mutua colaboración entre el “club de madres” y los albergados, se ve favorecida por la buena marcha que llevan los diversos servicios en los que toma parte en común, la apertura del taller de confecciones y la llegada de voluntarios que refuerzan la acción de los grupos de apoyo existentes; Renovación sobre todo, que desde el nacimiento de la obra apoya con su presencia, desde la oración y materialmente, así el seguimiento escolar, alcanza niveles sorprendentes al integrar la acción de monitores- profesores- destinatarios, en la educación en el tiempo libre, el grupo de andinismo se consolida y consigue buena puntuación en el ascenso al Misti; hay partidos entre club de madres- beneficiados - voluntarios, etc.., excursiones que propician el grupo Renovación, se consiguen materiales para la adecuación de viviendas de los albergados y se trabaja con ellos, sus familiares, cooperadores y voluntarios en faenas dominicales, para conseguir estas mejoras. El régimen de internado, supone atención las 24 horas, algún salesiano y los voluntarios, acompañan el descanso en el dormitorio, para no propiciar el desarraigo de los albergados, se propicia el que los fines de semana vayan con los suyos y a los que no tienen a nadie, se les

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consigue una familia sustitutoria, que les acoja estos días y en vacaciones. Al ir a sus casas, tienen la posibilidad de llevar alimentos o alguno de los artículos del bazar, para colaborar con ellos, canjeándolos con los boscos obtenidos. Se constató la circunstancia de que estas ayudas, algunos deudos , se las quitaban a los chicos, para canjearlas por plata para sus vicios… Hubo problemas, debido al descuido en el que los muchachos, eran tenidos por parte de sus tutores; un perdió varios dedos de una mano al explotarle un cohete. En el aspecto de salud, hay que señalar la abnegación y eficiencia que desplegaban las hermanas que llevaban este control, cualquier caso era atendido en todo momento. Así un muchacho que tenía una desviación en la espina dorsal, fue operado con éxito solucionándose el problema felizmente. Es necesario elaborar un proyecto que de unas pautas de crecimiento, enmarcándolo en metas de futuro y de estabilidad, a la vez que concretice lo que se pretende a fin de conseguir las ayudas necesarias, se ve que la utilización del pabellón que ocupamos para este fin, puede albergar a 100 muchachos con los servicios necesarios para un crecimiento de tipo integral, una vez realizado el estudio, se sintetiza en un folleto que sirve para dar a conocer la obra y buscar benefactores, a la vez que se interesa a varios organismos de ayuda para que nos colaboren, en el templo, se coloca una canasta para facilitar las colaboraciones de los fieles, que se dan en ropas, comida o útiles, se designa una asistenta social a tiempo completo, para hacer el seguimiento de los chicos, captación de nuevos destinatarios y de ayudas, pronto mejoran varios aspectos, sobretodo el de la comida, al conseguirse la colaboración en tres mercados diferentes a la semana y productos de varias empresas, las cuales aportan periódicamente donaciones. La ampliación de la casa, se iba realizando ante el asombro y regocijo de todos, llegamos a ser 57 albergados, (el P. Inspector en su visita, ordenó reducir el número que no tenía que sobrepasar los 30) los talleres llegaron a ser 8; panadería, repostería, mecánica, carpintería , zapatería, confecciones, cestería y electricidad, que naturalmente, además de abastecer las necesidades de la casa, servían para formarse los chicos en algún oficio y algunos obtenían pingues ganancias. Se celebró el centenario de la presencia salesiana en el Perú y viajamos un grupo de albergados a saludar al Rector Mayor que vino a Lima. En la formación religiosa, se preparaba a los chicos para los sacramentos, y se procuraba motivarlos para que formaran parte de algún grupo de la F.S., algunos chicos, llegaron a dedicarse los domingos a captar muchachos de la calle, a los que invitaban a conocer la obra, lástima que esta iniciativa, no pudo reforzarse pues los pocos que llegaron a convencer para que vinieran no se adaptaron al tipo de vida que llevábamos y se escaparon llevándose lo que pudieron. En el 92, a la vuelta de la visita que hice a mi familia, a raíz de la exigencia de una parroquia que en Alemania nos apoyaba, de que fuéramos a presentar la obra, teniendo un diálogo con la comunidad, me entero que al director lo habían nombrado obispo de Ayaviri, le sustituyó como director en la obra el P. Zegarra, con la totalidad de los albergados, acompañados bastantes de ellos por familiares o tutores, fuimos a acompañar al nuevo obispo en su toma de posesión, para ello, conseguimos un vagón para nosotros, que estuvo en la estación de Ayaviri durante el festejo, nos trasladó después a Puno y a la noche siguiente, nos llevó de regreso a Arequipa. La presencia de los voluntarios que este año empezaron a llegar, a la vez que ofrecía nuevas posibilidades, también causaba problemas el principal era de integración que hubo quienes no lo lograron superar y el hecho de la afluencia de un grupo tan numeroso, fue debido a la desorganización de la ONG que los enviaba. En conjunto, la valoración fue positiva y su presencia permitió alcanzar metas que no hubieran sido posibles sin ellos, aparte los que lograron identificarse, que los motivó a permanecer en la obra varios años y algunos encontraron su pareja entre las voluntarias peruanas que acudían. Este año, llego el segundo envío de un contenedor que me hicieron desde mi pueblo los “amigos del Perú”, tuvo que descargarse allá en el albergue, pero se lo enviamos a Monseñor llenando un vagón de tren, que lo trasladó a Ayaviri, tanto para la carga como para la descarga en el lugar, se hicieron presentes un grupo de cooperadores, que desde siempre se habían hecho presentes en muchas actividades del albergue y se habían encariñado con Monseñor. El estilo de familia desinteresado y abierto, posibilitaba este hecho, que no es mas que una muestra, de tantos que se pueden citar.

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93- Ayaviri Se trata de un contrato entre Monseñor y el P. Inspector, en el que figuro como “adicto” aunque la expresión creo que no es la correcta, que debería ser adscrito o adjunto, en el lugar ya esta en la misma situación el P. David y en poco tiempo nos acompañará el hermano Bernabé, están allá también cooperadores y las FMA. Me acompañaron tres muchachos del albergue que se quedaron en Nuñoa con el cooperador y un voluntario, que se fue con el P. David a Llalli. Iba con el encargo de una granja , pero al llegar , me ubicó Monseñor en una habitación del preseminario que recién abrió en Ayaviri adjudicándome, además de la granja, el cuidado de 16 seminaristas que por la mañana, salían al colegio o al instituto y por la tarde, nos organizábamos para el trabajo en casa, estudio, deportes y apostolado. Fuimos acomodando los diferentes ambientes en la casa, de una cierta amplitud, reservando un espacio para el Sr. Coaquira, su sobrina y el taller de carpintería, que ocupó hacía medio año entrado. Hacia el mes de octubre, se produjo una crisis en Cáritas Ayaviri y Monseñor me pidió que me hiciera cargo, poniendo en mi lugar a Sor Raquel Arteta QED. En el discurso de traspaso dijo: “se va el general y llega una madre” (nunca me avisó para “corrección fraterna” u otro menester) y con todos los muchachos y los que moraban en la casa, siempre hubo buena relación… En Cáritas, se tuvo que rehacer el equipo (tres salieron despedidos y otros hubo que reubicarlos) la granja, que antes llevaba un Instituto Educativo Rural, pasó a depender de Cáritas y aunque contaba con animales, personal y equipo, no tenía planes de futuro, pues sus instalaciones, fueron dañadas por un ataque terrorista y el Instituto no hacía mas que una labor de sostenimiento. Al elaborar un proyecto, se vio la necesidad de realizar la defensa del río, que cambiaba el curso, adentrándose hacia ella, un plan de regadío y otro de implementación de líneas de producción alternativas y hacia esto nos volcamos, a los trabajadores se les ofreció un supletorio de salario, como participación en beneficios (si los había) en el sector asignado. Cáritas tenía que abandonar los locales que estaba ocupando y para ello, se habían adquirido unos terrenos, en donde se estaba edificando muy lentamente, Monseñor cedió un espacio transitorio, a fin de dejar libres los lugares, destinados a otras funciones y ahí me trasladé desde el preseminario, ante la urgencia con la que Sor Raquel, me urgía en dejar libre el espacio. Se acercan los días de retiro anual. El Sr. Coaquira, hace tiempo que no va a Lima, le tentamos y accede, es un acontecimiento encontrarse con viejos amigos, los lugares donde estuvo ser saludado de los superiores y como no, visitar a una sobrina que está en un convento del Rimac! De vuelta, las lluvias van sitiando Ayaviri; los sacerdotes se ausentaron e ir a Juliaca es una odisea, una FMA. Reparte la comunión y hace una paraliturgia, hasta fines de marzo en que van normalizándose las cosas del clima, pero ahora es la subversión y el delito quienes cobran fuerza. Monseñor recibe cartas de amenaza, estalla una bomba en el despacho del recinto que se usa como almacén y talleres, en la ODEC (debajo de la habitación que ocupa sor Raquel) vuela el Banco de la Nación, se producen choques armados y la violencia lo dificulta todo. Se reorganiza al fin, la institución formando las cáritas parroquiales a fin de descentralizar los servicios y lograr mas autonomía. Somos tres salesianos acompañando a monseñor; un anciano que vivía de forma irregular con unas sobrinas y que monta un taller de carpintería al lado del preseminario, un sacerdote, que es nombrado por Monseñor administrador del Instituto Educativo Rural. Ello, provoca celos entre el personal de la Prelatura, que ven a los salesianos acaparando sitios clave (I.E.R. ,. Cáritas y Seminario) un cambio de estilo. Toda esta situación, se da entrado ya el 94, año en el que estuve en mi tierra y de vuelta, me traje a mi hermana, que decidió acompañarme, se inauguran los nuevos locales de Cáritas de nueva planta que se están construyendo, el nuevo traslado del equipo y material, ubicarse en el nuevo espacio, que todavía no esta terminado y algunos líos mas que se suscitaban, acabó decidiéndome a trasladar mis cosas a las dependencias de la granja, que se hallaba a 18 kilómetros de la ciudad, sin electricidad en plena pampa. Se presentaron proyectos para conseguir los objetivos que nos habíamos propuesto con respecto a la granja y se fueron realizando algunas mejoras.

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Ayaviri 94-95 No todo, son malos vientos el Sr. Valencia, viene desde Arequipa en tren, a visitar a su amigo Coaquira, vamos a recibirle a la estación y no aparece, una llamada telefónica, nos avisa que bajó una estación antes, el P. David va a buscarle, el encuentro es de epopeya uno le pregunta cuantos años estuvieron juntos en Puno, treinta y ocho contesta, y aquel le responde “ya te lo perdoné todo” uno va cargado de remedios y se queja de males, el otro observa diciendo “tus males están en tu cabeza! Mira yo soy mas viejo que tú y no tengo nada; no veo… pero a mi edad…! No escucho… pero a mi edad…”Lo cual no quita que el Sr. Valéncia, le revise todas las máquinas. Se termina la construcción nueva en Cáritas, hay que bendecir y challar y no hay cura; lo hace sor Raquel con mucho garbo y eficiencia, se coloca a la Auxiliadora en la entrada y se estrena el nuevo local, de nuevo debo trasladarme y esta vez, voy con mis cosas a vivir a la granja, donde van alcanzándose metas y poniendo en marcha realizaciones; viajamos a Velille (Espinar) en busca de ovejas para entrar en otra línea, por caminos largos y difíciles, de regreso, una vez descargados los animales, al día siguiente, se rompe uno de los palieres (eje de la llanta) nos libramos de una buena a Dios gracias! En la granja, convocamos a las comunidades vecinas para hacer oratorio los domingos, para ello hacemos trato con los trabajadores de hacer un horno para pan, que ellos hacen, entregándonos la mitad y con eso mas leche, invitamos a desayunar a los chicos, en la actividad me ayudan las FMA., con las chicas de su internado, en la ventana de la panadería sacamos la foto de “la Valponasca”. Nos llega carro nuevo a Cáritas y los estrenamos yendo todo el equipo a un retiro que nos predica el P. Pablo (nuestro capellán) en Copacabana después se ve que el vehículo es muy delicado para estos caminos y hacemos un canje con uno que las FMA., no hacen servir por ser demasiado grande. Llega la Navidad y esta vez , Monseñor y los demás no van a estar, por lo que llamo al Cusco, a donde me invitan a pasarla con ellos, ahí me da un ataque en la vesícula, me trasladan a Lima donde soy operado y voy al retiro anual. Este año en la asamblea prelatural, hubo tempestad; el P. David tuvo que dejar la administración del IER, después de la arremetida que contra él hicieron los agentes pastorales y como que “cuando al vecino veas afeitar”.. hice mi carta de renuncia y a finales de agosto, entregué Cáritas al contador (según me indicó Monseñor) y después la granja, yéndome antes de que estallara la “otra tormenta”, dejando Cáritas bien instalada en la nueva planta y la granja con mejoras suficientes, para que se pudiera montar otra granja, en unos terrenos que se consiguieron, para que la siguiera administrando Cáritas , que la utilizaba a su vez, como plataforma para sus proyectos. Cosa que se hizo, dando lugar a la “granja Pichakani”. Los voluntarios, también hicieron acto de presencia en Ayaviri desde Madrid, Andorra y otros sitios, con realizaciones marcadas por esta impronta SDB.que les lleva a trabajar con jóvenes en el lugar en el que se encuentren, como ya sucedió en Arequipa, aquí se da lo mismo y al ser una obra mas abierta se producen situaciones untando peligrosas que admirablemente, no llegan a tener grandes repercusiones, sucediéndose los envíos. Al principio, Monseñor me propuso si quería quedarme de manera permanente en Ayaviri, solicitar a los superiores un cambio de inspectoría, ya que el contrato solo tenía validez por tres años y estaba sujeto a muchas restricciones. Se trataba de volver a la inspectoría de origen (Barcelona) desde la que me destinarían de manera permanente a Ayaviri, me pareció bien y empecé los trámites, que duraron su buen tiempo, cuando solo faltaba el del P. Inspector de Perú, este me dijo si realmente quería hacer esto, a lo que le contesté afirmativamente, poco podía pensar el desarrollo de los acontecimientos cuando contestaba así pues al presentarme de vuelta en septiembre, el día anterior, llevaba la carta el P. Doménech, por lo que fue necesario llamarle, para que no la entregara dejando sin efecto dicho trámite, que ahora habría supuesto, quedarme en Ayaviri. Toda esta problemática, me supuso una fuerte desazón al tener que abandonar todo el proyecto que habíamos delineado con tanta ilusión notando un cierto sentimiento de fracaso, que fue derivando a través de las dificultades que después fui encontrando, en una depresión, sin enterarme de lo que suponía esto, aunque si notaba bastante merma en mi capacidad de relación y acción, que después se fue agravando, hasta el punto de tener que acogerme a cuidado médico, a mitad del 96, el cual me recetó unos medicamentos, que con la visita a la familia a principio del 97, resolvieron la cuestión, volviendo a la normalidad.

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96 Piura y Ayacucho Llegado a Lima, a principio de septiembre, puse al corriente al P. Inspector de lo sucedido y me envió de inmediato a Piura, Bosconia, donde se estaba ultimando el recinto que albergaría la comunidad, mientras tanto, residíamos en el antiguo colegio, la primera noche, tuve que dormir en el cuarto del P. López, que había viajado a España, para tratamiento de cáncer, allí se encontraban también alojados, los demás miembros de la comunidad; los hermanos Picco y Farfán, junto con los que pertenecían al D.Bosco, P. Moriones y Casimiro, enseguida me indicaron ayudar a un cooperador, que se había hecho cargo de la crianza y comercialización de los pavos, así alternaba la ayuda en ubicar las cosas en su sitio, para poder ocupar la nueva comunidad, la atención al oratorio y la ayuda a Timarqui, en el oratorio, colaboraban además de un nutrido grupo de catequistas, cooperadores y animadores, las FMA, se intentaba organizar la catequesis, conformar y organizar una directiva y prepararnos de cara a las vacaciones útiles, para ello, se contaba con la colaboración de los seminaristas de Magdalena, que el año anterior, ya tuvieron esta experiencia. Hacia el mes de noviembre, nos visitó el P. Michalski, le preparamos una habitación y una noche se puso mal, le atendí yendo al día siguiente a buscar al médico, nos dijo tratarse de una indigestión, se fue agravando hasta morir, allá fue enterrado, con grandes manifestaciones de afecto. Después de la venta de pavos, vino la programación de matanza y congelación para la distribución, que acabó con el año y la salida al retiro anual a Lima. Allá nos encontramos con Monseñor, le ayudé a llevar los bultos y le acompañé en la misa que celebró privadamente, al principio, su actitud no era de acogida como antes, después de conversar, se rehizo la naturalidad en el trato. Parece que mi modo de ser estaba alterado, debido a tantos sucesos, sor María Rada QEPD, se dio cuenta, se me acercó y sin importarle que yo la esquivara, al final me supo orientar, evitándome caer en error. Con la llegada de los seminaristas, a comienzo de año, estrenamos la nueva comunidad en Boscónia y se dio inicio a las vacaciones útiles, que transcurrió en derroche de recursos educativos y pastorales, con salidas a la playa de los oratorianos, fiestas y animación de patios al máximo. Se hizo la evaluación y propuse dar continuidad a lo que suponían las vacaciones útiles, pero se deshecho el plan sin dar alternativas, de manera que se siguió según costumbre. Se presentó el P. Pitlik, como incaricato ya que el P. López, no regresaba debido a su dolencia, las cosas no estaban muy definidas con respecto a la orientación que se le debía dar a la obra, en la comunidad, se decía que había falta de comunicación (también de entendimiento) y se decidió, poner teléfono en cada habitación, se hizo propaganda del CEO pero no interesaba a nadie este tipo de formación. Entre tanto, entre las cosas que se hacían, había un grupo que se aficionó a los instrumentos de una banda, que intenté organizar con la ayuda de un técnico militar, con el P. Casimiro, fuimos a llevar alimentos a un grupo misionero, que vivían en el arenal y golpeé la parte posterior de la camioneta que llevábamos, a los pocos días, con la otra, también tuve otra rozada, aunque no era gran cosa lo ocurrido, se hizo problema y me afectó. La tensión iba en aumento y opté por avisar al P. Inspector, comunicando la idea que me venía aflorando de ir con el P. Bolla, mas al norte, el me hizo ir a Lima, una vez con el me disuadió de esta idea, preguntándome cual sería el director con el que me entendí mas, a lo que le respondí de inmediato que el P. Antúnez, le llamó ahí mismo y aceptándome, me mandó a Ayacucho, allá me encontré con el P. José Luis en la comunidad, que estaba de pastoralista, con clases de religión y viajaba a su tierra, para la visita a sus familiares, se me encomendó sustituirle en su ausencia. Me indicó que hacer y me metí con ganas, en el oratorio hicimos campaña de captación de destinatarios yendo a las escuelas, teníamos reunión de preparación con los catequistas y cooperadores, los días anteriores a la edición del oratorio, para premiar las actividades, instituimos los boscos, según solía hacer en otros sitios, que llamó la atención por lo novedoso. Las clases de religión se daban en base a un libro- guía y sin mucha dificultad, de todos modos no me sentía ubicado, como no me sentía tranquilo, en agosto tuve que ir a Lima para una visita con el psiquiatra, que me recetó unas pastillas, diagnosticando depresión. Se estaba construyendo la Casa D. Bosco, con espacios para los equipamientos de talleres de carpintería, para lo cual estuvimos instalando las máquinas y se contaba con un almacén de madera repleto de material, al colegio venían como alumnos chicos del puericultorio, que después serian los

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que poblarían el internado, aunque el llamado puericultorio, es una obra muy grande en la que se acogen chicos y chicas y cuenta con talleres y escuela propios, en un lugar en cuya parroquia estaba un sacerdote de Tortosa, de la cual recibe apoyo. En el colegio, se instaló una sala de computación, en el teatro se acondicionaron las instalaciones en todo lo que podía ayudar, estaba echando una mano, con el P. Pinto, salíamos a las comunidades. Causó conmoción hacia medio año el hecho de una profesora joven, que aquejada de una dolencia de cáncer falleció al cabo de poco tiempo, tuvimos que cubrir sus clases, hasta que se buscó quien le sustituyera, para las clases que daba en primaria. Se hicieron gestiones en la universidad, que nos propició los vehículos para realizar una salida a Huanta y tener un día de esparcimiento en el río, con los del oratorio, el P. Pinto, era el que proporcionaba lo necesario para el apoyo alimenticio en el oratorio y cuidaba de la comunidad y actos extraordinarios entre los que recuerdo el agasajo al P. Antúnez por el recibir las palmas magisteriales en grado de Amauta y una actuación del grupo folklórico boliviano de los Kjarkas, en el patio del colegio, también las fiestas de la gratitud, cumpleaños y otras mas estuvieron atendidas y muy bien realizadas gracias al esmero y atención del P, que les daba un tono de elegancia y brillantez, estuvo viajando este año, a Arequipa, para su centenario, adonde estuvieron los componentes de la banda, animando la celebración allí pronunció un bonito discurso en la inauguración del monumento a D. Bosco que esta frente al colegio. Con el P. José Luis y el P. Fernando, fuimos a un curso de informática de iniciación de pocos dias, con el que empecé a trabajar con este sistema, alguna cosa. En la visita que nos hizo el P. Vera, como inspector, me avisó de ir a Cusco, para atender la Casa D. Bosco y el oratorio, cosa que me pareció bien linda y me animó. En la ida a ejercicios, me llevé mis cosas y al salir de los mismos fui a mi casa, donde por última vez vería a mi mamá, a final de marzo regresaba a Cusco y mi mamá moría en mayo, no pude ir al entierro por lo inesperado del acontecimiento, cuando llamaron por teléfono a la comunidad del Cusco, no había nadie puesto que después de celebrar la fiesta de María Auxiliadora, habíamos salido todos, (con los muchachos del albergue mas) a Chorrillos, envió mi tío un fax, llamé enseguida al recibirlo, pero ya se había celebrado el entierro, fue muy reconfortante, notar la presencia de tantos salesianos de Barcelona, presididos por el padre Inspector D. Doménech Valls, temí que se me iba a venir otra vez la depresión, que en la visita a casa se me había ido, pero gracias a Dios , el trabajo con los chicos y un ambiente acogedor en la comunidad me ayudaron a ir superando el trauma, que dejó en mi tal hecho. En la visita que esta vez hice a Barcelona, me llevé la sorpresa de que mi tío SDB estaba con tratamiento de cáncer, pero que estaba controlado. Un dato reconfortante, me lo dieron un vecino de mi pueblo y una muchacha, diciéndome que querían venir a Perú, para ejercer su voluntariado, en el transcurso del 97. Siempre ha constituido sorpresa para mi, la generosidad que allí me han demostrado con sus dádivas y con su esfuerzo, otra vez estaban recogiendo materiales, que cuidadosamente escogían, empacaban y preparaban para un próximo envío, que todavía iba a tardar cuatro años en realizarse, pero del que me llevé ya las premisas mas valiosas, dentro de lo que permitía el peso de mi equipaje, me conmovió el gesto y les rogué no quedaran solamente en lo material diciéndoles que lo mas necesario para nosotros, era la oración aunque lo material, buena falta nos hacía también (no se como entendería esto un compañero de colegio, al que llamamos el “camarada Vilá”por la clara filiación al PC y como el un buen grupo de entusiastas miembros del grupo “amigos del Perú” que nunca los ví en el templo…

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CUSCO 97-98

Encontré la Casa Don Bosco y el oratorio, un tanto descuidados y desorganizados, acepté unos cuantos muchachos más y estuvimos unos 24 muchachos en toda la época, en el oratorio, congeniar todos los intereses que allí se manejaban y llegar a constituir equipo estable, fue tarea larga y de poca concreción, el Hno. Alberto, acostumbrado a otra manera de hacer, se fue quitando, dificultando un buen planteamiento, intenté acercar las dos obras buscando una complementariedad, se fue haciendo camino, pero sin llegar a muchas concreciones, le faltaba atractivo al oratorio, las premiaciones eran mucho mejores y abundantes en otros centros cercanos que se dedicaban a la atención juvenil, por otra parte la comunidad no ofrecía el apoyo que cabía esperar, faltaba coordinación hasta el punto, que muchas actividades se desconocían, los retiros de catequistas y de los albergados debían hacerse, sin poder contar con nadie de la comunidad y a la celebración del 10° aniversario de fundación de la obra, no se presentó nadie y la misa la ofició el padre Camahüer, Párroco de Lares (misionero salesiano), que de casualidad coincidió en estar este día y aceptó celebrar. Felizmente el primer año pude contar con el apoyo de un voluntario por tres meses y de Montserrat todo el año, consiguieron que el ambiente cambiara, coordinamos con otros albergues y con uno de ellos, mixto, logramos hacer un retiro en Lares que dirigió el P. Humberto Bolis (del proyecto Matto Grosso) simpatizante y amigo, después fuimos haciendo mas encuentros en una y otra casa. Al inicio encontré resistencia a la propuesta del proyecto (que no era otro, mas que el que dejó el P. Leo) intenté concretizar, poco a poco, fuimos dando cuerpo al mismo, en la medida de lo posible; se organizó el estudio, el tiempo libre, talleres y prácticas de piedad, etc... Creo que conseguí al menos que los muchachos albergados, se sintieran atendidos e integrados con proyecto personal y asumiendo lo que allí se les proponía, y que intentamos concretizar en cinco metas que a diario evaluábamos; piedad, puntualidad, trabajo, estudio y limpieza. Con el oratorio y los catequistas, no se consiguieron unas metas tan claras, pero si se hizo un camino, en el que se logró cierta identificación en la obra, tanto a nivel de oratorianos como de catequistas y animadores, con ellos organizamos grupos de deporte y catequesis, en la labor de captación de destinatarios, fuimos a presentar el oratorio, a las escuelas y colegios de la zona, con los animadores y catequistas, hicimos itinerarios formativos, encuentros y propiciamos la formación permanente, a través de la preparación de la edición del oratorio, con un encuentro semanal en el que se evaluaba la edición anterior y se programaba la próxima, como que varios muchachos del albergue, participaban como animadores en el oratorio, este encuentro, se solía hacer en la casa D.Bosco y servía para una mayor compenetración de las dos obras, aunque teníamos un proyecto distinto en cada una de las obras, se podía complementar en muchos aspectos, que podían realizarse de forma mancomunada en mutua colaboración, estos proyectos eran de largo y corto plazo, se intentaron seguir, aunque a menudo sufríamos falta de recursos y de claridad. Con referencia a la casa D.Bosco, acondicionamos unos terrenos adyacentes y construimos con materiales de deshecho, un invernadero donde hacer producir verduras y en resto de los terrenos, fuimos sembrando alfalfa y habas, también acondicionamos el lugar para la cría de untar de chanchos, conejos y cuyes (con estas dos últimas especies, no hubo mucho éxito) también logramos acondicionar un taller de metalmecánica y otro de carpintería de modo que permitían hacer sus pinitos a los albergados que desarrollaban alguna especialidad, haciendo arreglos para la casa mayormente, también se acondicionó un lugar como dispensario de salud que atendían esporádicamente, estudiantes de esta especialidad y que mas tarde, a través de un convenio con los militares estuvo atendido a diario, por una profesional del ejército al servicio también (y sobretodo) de los alumnos, otro de los ambientes que adecuamos, fue el bazar que funcionaba a base de boscos, como incentivo de las dos obras y que se nutría de cuantos donativos podía conseguirme, el seguimiento académico en los centros a los que iban a estudiar los albergados, exigía un buen esfuerzo, a fin de que la tensión en este ámbito que considerábamos muy importante, no decayera y en algunos casos, se volvía deprimente, debido al desajuste y descontrol de algunos centros, en este campo, fue muy eficaz la actitud de colaboración que nos brindó un “Fe y alegría” regentado por FMM, una de las cuales, no solo nos facilitaba el acceso al centro de algunos de los albergados, sino

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que además, les hacía seguimiento a los que allí estudiaban y me avisaba de las dificultades o eventos que surgían y nos colaboraba cuando podía en nuestras actividades. En junio, se presentaron Jordi i Montserrat, presentados a la comunidad y alojados en la obra, comenzaron inmediatamente y con mucho entusiasmo su integración en las actividades que veníamos desarrollando, su presencia junto a las demás personas que nos iban colaborando, fortaleció el ambiente de familia que intentábamos ir formando, donde todos nos sentíamos involucrados e identificados. Intentamos a modo de reducir costos, montar una cocina de leña, que procedente de la limpieza que hacíamos en el bosque, no tenía uso, al principio la cocinera se puso reticente pero solucionado el problema con el P. Director, que intervino se experimentó hasta que se decidió desde la comunidad, obviar este procedimiento, debido a los humos y a que el lugar donde se hacía no disponía de techo adecuado. Algunos de los albergados, incurrían en actitudes de rebeldía y de insolidaridad, que salían en las evaluaciones periódicas que hacíamos (normalmente cada mes) eso permitía avisar a los interesados a fin de que se corrigieran, cosa que hacíamos todos los que participábamos en estas reuniones y cuando no se enmendaba el entuerto, se procedía a invitar al interesado a abandonar la obra, cosa que muy pocos tuvieron que hacer y que se hizo en el común acuerdo de todos, cuando algún caso y por muy diversas causas. El cuadro de la cena del Señor, que presidía el comedor, lo realizó un artista que nos colaboraba, el cual reflejó en cada uno de los rostros de los discípulos y el Señor, el de los salesianos que hicieron posible la obra. En una de sus visitas, Monseñor Godayol, aceptó comer con nosotros en el albergue, junto con la comunidad, simpatizantes y colaboradores de la obra, si pudimos ofrecer un ágape adecuado, fue gracias a los cerdos que criamos y que ya habíamos sacrificado, el evento que se produjo después de la misa que presidió antes de la cual confesó a quienes quisieron reconciliarse, resultó significativo y agradable. Tuvimos la posibilidad de unos vehículos para medio año, que nos hicieron posible, llevar a todos los del oratorio de paseo a Calca, con lo que se pudo compartir con los de allá y consolidar la obra. Para el Señor de Huanca, es tradición el ir de noche a pié en peregrinación hasta el santuario, que este día concentra multitudes, a recogerlos hay que ir, para facilitar que los mas jóvenes, puedan tomar parte en la fiesta, con sus respectivos catequistas. Al terminar el año escolar, pudimos los dos años, hacer un viaje a Ayaviri donde nos acogieron las FMA, que habían mandado a sus internas a sus casas y con las que teníamos muy buenas relaciones, pues cada vez que venían por el Cusco, atendíamos sus reclamos, en el 98, gracias a la ayuda del P. Hugo pudimos peregrinar al santuario de la Virgen de Copacabana. También hay que recordar, la acogida que les proporcionamos a los miembros del albergue Mosoc Runa de Macosani, que estuvieron de visita varios días en nuestra casa, visitando Cusco y Macchu Picchu, constituyendo un enriquecedor y agradable compartir para todos. A fin de mejorar la alimentación, cada sábado, me llevaba al mercado a los muchachos que querían acompañarme y con ellos, pedíamos colaboración a los vendedores quienes siempre nos favorecían en su mayoría y de paso, ejercitábamos la humildad, esto se convirtió en una especie de rito, al ver los muchachos, la buena disposición de algunos en colaborarnos, que llegaban a regalarnos naranjas compradas en Montesalvado, que de esta manera nos llegaban. Se intentaba colocar en algún trabajo a los muchachos, una vez terminaban los estudios, el mas logrado, quizá fue Primitivo que después de sus estudios en Urubamba, puso en marcha sus tierras y en un encuentro que años después tuvimos, me manifestó su agradecimiento y bienestar. El 98, apareció Milton como voluntario todo el año, colaborando muy bien en ambas obras, aunque a final de año, nos trajo un elemento que hizo desaparecer algunos objetos y que hubo que despedir. Un ex residente, David estaba al frente de otro albergue, nos visitó con sus muchachos, le visitamos nosotros también e hicimos actividades juntos, en un provechoso compartir todos. Con las FMA también tuvimos actividades en común, a raíz de la fiesta del oratorio el 8 de diciembre, ellas vinieron a nuestra casa y nosotros con el oratorio devolvimos la visita fraternal. Celebramos el 10º aniversario de fundación de la casa D.Bosco, se hizo un programa, invitaciones y los únicos que estuvieron ausentes, fueron los hermanos de la comunidad, cosa que me hizo notar la superiora de las FMA, la Eucaristía, la celebró el P.Camaüer que estaba de paso y participó en todo.

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HUANCAYO 99

En Agosto del 98, el P. Piovesán (prelatura de Ayaviri) me invitó a acompañarle a Paucartambo (Río Carbón) misión de los PP. Dominicos, pude hacerlo y ello fue el precedente, para que en febrero del 99 , se me permitiera acompañarle de nuevo, por un período más largo y en compañía de sor Matilde; Milton, al regreso de la experiencia, me avisan que debo trasladarme a Huancayo (técnico) Allí me encuentro con el P. Matías, un clérigo (que a los pocos meses pasaría al colegio) y con Marcos Chero, se me asignan horas de Taller y religión, así como la administración del suplemento que se les cobra a los alumnos para el mantenimiento de la obra y todos nos sentimos involucrados en el oratorio, aunque no se hayan especificado funciones. Procuro organizarme de acuerdo a los encargos recibidos y acoplarme a la dinámica del proyecto pastoral que se está proponiendo y que no se ha realizado como plan para la obra y también hay que ir asumiendo la realidad de esta nueva obediencia, repleta de originalidades, que a medida que voy percibiendo, intento compartir y vivir con la CEP y los distintos destinatarios. A medio año (agosto) se me permite viajar de nuevo a Ayaviri, para asistir a la inauguración de las capillas que el P. Piovesán construyó en varias comunidades de Sangabán (su parroquia). Hay que decir, que a principios de este año, a raíz de la apertura de la comunidad misionera del norte en San Lorenzo, hice una carta ofreciéndome como voluntario para ir allí o en su caso a Ayaviri y como tercera opción, las misiones del Cusco. La segunda mitad del curso, tuvo como relevante; la enfermedad sufrida por el Padre Matias, que supuso un mes de cuidados y recuperación, que felizmente se pudo superar sin estridencias muy notorias y al final de noviembre estaba yo viajando a Barcelona por tres meses, lo cual supuso adelantar exámenes y entregar cuentas de lo que se me había encomendado, cosas que pudieron realizarse sin mayor dificultad.

SANGABAN 2000 – 2001 Regresando de Barcelona a primeros de marzo del 2000, me encuentro en Lima, con dos voluntarios que van a Ayaviri los cuales, deciden acompañarme, al saber que el carro de Sangabán está aquí por disposición de Monseñor y que debo cargar con lo necesario para montar un taller allá, recoger mis cosas en Huancayo y por Ayacucho, ir al nuevo destino. De Huancayo hasta Ayacucho, en tiempo de lluvias no es fácil y allí deciden mis acompañantes, proseguir en avión. El padre Pinto, muestra su afecto y gallardía, acompañándome en el trayecto restante, una vez en Sangabán, comienzan las sorpresas; el P. Piovesán no se fue por capricho al vicariato, había entrado en conflicto con la población y se propuso no regresar, el motivo o detonante fueron las horas de religión en el colegio (única fuente de ingresos) pues Cáritas retiró su proyecto, no hay donde instalar el taller y el generador se encuentra en mal estado intentamos elaborar un programa, sobretodo para la cuaresma y pascua con enlace al mes de mayo (el 24 aniversario del C:E.), se propone el patronazgo de María Auxiliadora, hay oposición de protestantes, pero el 2001 se entroniza una imagen en una gruta construida ex profeso en el patio del C.E., procuramos atender pastoralmente las comunidades y a ello colabora decisivamente el P. Alberto Guiquel de los SS:CC. Q.E.D., se nota la presión de los protestantes y la indiferencia de la gente, con todo celebramos bautismos y primeras comuniones en varios lugares. El 2000 se hizo duro, por la soledad y los contratiempos; tuve un muchacho cleptómano, que acabó en manos del juez por robos, acto seguido, volcó el carro y chocó, arreglado en el 2001, se lo llevó el río, yendo en combi, nos asaltaron y ya sin economía ni esperanzas, escribí a mis superiores poniéndoles al corriente de mi situación, optaron por mandarme a hacer un curso de formación permanente a El Salvador, donde estuve de febrero a noviembre del 2002, mes en el que viajé de nuevo a Barcelona, esta vez para acompañar en sus últimos momentos a mi tío, postergué la vuelta mas de un mes, ya de regreso, voy encontrando bastante cambio y buena acogida, aunque no se define todavía cual será la obediencia, a pesar de haber conversado de inmediato casi con el P. Inspector y el P. Visitador.

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ORACION CONCLUSIVA

Quiero dar gracias a Dios, por el don de la perseverancia que inmerecidamente me concede y también por todos aquellos que me supieron guiar, orientar y animar, sosteniendo y cuajando mi vocación, de manera especial, quiero recordar a mi tío Manuel (QEPD), de quien quisiera imitar su capacidad de amar y hacerse amar, a mi P. Maestro de quien admiro la fortaleza, del P. Colomer (QEPD) la piedad, del hermano Barbal la templanza, de Mons. Godayol su castidad, a sor María Rada por su humildad y de Mons. Antúnez su paciencia. En el bien entendido de que todos son admirables en cualquiera de los dones. Del mismo modo agradezco al Señor, haberme concedido demostrar en este tiempo, que mi amor a la Sociedad de San Francisco de Sales, (que son mis hermanos) y el amor al Perú (que son los jóvenes a quienes me siento enviado), es mayor que mi amor propio. Pido por el Auxilio Poderoso de la Santísima Virgen de Montserrat, que nos sea concedida a todos, la luz necesaria siempre, a fin de conseguir caminar según su santa Voluntad en el espíritu de D. Bosco. Asimismo imploro el perdón de Dios y el de los hermanos, por todas mis debilidades y desaciertos, por todas las veces que he dejado de construir el Amor o bien lo he obstaculizado.