memoria xvii cmp final

Upload: tita-pol

Post on 19-Feb-2018

237 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    1/837

    Vo l. 2 6 N m e ro 2 J u l i o 2 0 0 9

    PUBLICADA POR LA SOCIEDAD MEXICANA DE PSICOLOGA A.C. Y POREL COLEGIO MEXICANO DE PROFESIONISTAS DE LA PSICOLOGA A.C.

    ISSN 0185607-

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    2/837

    Revista Mexicana de Psicologa

    Nmero Especial

    Octubre 2009

    EDITOR INVITADODr. Roberto Oropeza Tena

    REVISORES INVITADOSDr. Aldo Bazn Ramrez

    Lic. Graciela Bermdez Ornelas

    Mtra. Rosala de la Vega Guzmn

    Lic. Violeta del Carmen Fajardo Vargas

    Dra. Martha Fras ArmentaMtra. Mnica Fulgencio Jurez

    Dra. Esther Gmez Prez

    Dra. Ana Luisa Gonzlez-Celis Rangel

    Mtra. Adriana Patricia Gonzlez Zepeda

    Dr. Quetzalcotl Hernndez Cervantes

    Dra. Laura Hernndez Guzmn

    Dr. Eduardo Hernndez Padilla

    Mtra. Gabriela Kann Cedeo

    Dra. Jennifer Lira Mandujano

    Dra. Judith Lpez Pealoza

    Dra. Ana Mara Mndez PugaDra. Gabriela Navarro Contreras

    Dra. Gisela Pineda Garca

    Dra. Mara Elena Rivera Heredia

    Dra. Cecilia Silva Gutirrez

    Mtro. Alejandro Zalce Aceves

    Asistente

    Psic. Abraham Quiroz Rivas

    Responsablidades: El contenido de los materiales publicados representa las opiniones personales de

    sus autores y no constituye la opinin ofcial de la Sociedad que aparecer en la seccin editorial o

    explcitamente indicada. Certifcado de licitud de ttulo y contenido nmeros 6782 y 7292. Indizada en

    Current Contents y Psycinfo.

    Formacin

    Psic. Marco Antonio Prez Casimiro

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    3/837

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    4/837

    Organizado por la Sociedad Mexicana de Psicologa, A.C., El Colegio Mexicano de

    Profesionistas de la Psicologa A.C., la Universidad Americana de Acapulco y la Universidad

    Autnoma de Guerrero

    Comit Organizador

    Dr. Joaqun Caso NieblaPresidente del XVII Congreso Mexicano de Psicologa

    Dr. Roberto Oropeza TenaPresidente del Comit del Programa Cientfco del XVII Congreso Mexicano de Psicologa

    Lic. Jos Luis Aparicio Lpez

    Lic. Adriana Gmez DazCoordinadores del Comit Organizador Local del XVII Congreso Mexicano de Psicologa

    Lic. Violeta del Carmen Fajardo VargasCoordinacin General

    Psic. Marianna Escobar Pacheco

    Psic. Marco Antonio Prez Casimiro

    Apoyo Logstico

    Benefactores

    Lic. Mario Mendoza Castaeda

    Universidad Americana de Acapulco

    Dr. Javier Nieto Gutirrez

    Facultad de Psicologa, Universidad Nacional Autnoma de Mxico

    Dr. Arturo Contreras Gmez

    Universidad Autnoma de Guerrero

    Coleccin Pascual Gutirrez Roldn

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    5/837

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    6/837

    Conferencias PlenariasY

    Conferencias Magistrales

    Nmero especial, octubre 2009 |Revista Mexicana de Psicologa

    1

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    7/837

    Revista Mexicana de Psicologa| Nmero especial, octubre 2009

    Conferencias Plenarias

    La siologa del sueo paradjico y estado de nimoRen Drucker Colin

    Descriptores: sueo paradjico, nicotina, serotonina, colinrgico, depresin

    Ciencia para el desarrollo. El caso del alcohol Podemos pasar de la evidencia a las polticas pblicas?Medina Mora Ma. Elena

    El Colegio NacionalInstituto Nacional de Psiquiatra Ramn de la Fuente

    El alcohol es un factor importante de prdida de salud en el mundo. En 2002 la Organizacin Mundial de la Salud estim que en el mundo habaaproximadamente 2 billones de personas que consuman bebidas alcohlicas y 76.4 millones que presentaban desrdenes atribuidos al consumo. Lacarga de enfermedad, evaluada a partir de los ndices de mortalidad prematura y de das vividos sin salud, es mayor en los pases desarrollados que enaqullos en vas de desarrollo. En Mxico el uso de alcohol ocupa el cuarto lugar como factor de riesgo para la mortalidad despus de alto nivel de glucosaen sangre, alto ndice de masa corporal e hipertensin y como causa de discapacidad ocupa el primer lugar. La cirrosis del hgado es la cuarta causade muerte y los accidentes de trnsito, de los que en una proporcin alta el alcohol estuvo involucrado, la quinta. Mxico rene todas las condicionesde riesgo; el alcohol no se distribuye homogneamente en la poblacin, el ndice de abstemios principalmente entre las mujeres es elevado, el alcohodisponible se concentra en un grupo menor de la poblacin que tiende a consumir grandes cantidades de alcohol por ocasin de consumo, no es unaprctica ligada a los alimentos, se consume con frecuencia fuera del hogar y se practican conductas de riesgo como conducir automviles, maquinaria ocruzar las calles despus de beber. Estos patrones de consumo lo han ubicado, en estudios regionales coordinados por la Organizacin Panamericana

    de la Salud; entre los pases con los mayores niveles de consumo daino. A pesar del importante impacto que el abuso de estos productos tiene en lasalud y en el desarrollo, su manejo no ha recibido la prioridad que merece en el campo de las polticas pblicas, los intereses comerciales han estadopor lo general por encima de los de la salud.En la conferencia se discuten las tendencias de problemas y la evidencia de la efectividad de diferentes polticas pblicas. Se hace una propuesta paramejores respuestas.

    Conferencias Magistrales

    Medicin en epistemologa personal: diseo de instrumento y validacin de constructo mediante modelamiento estructuralCastaeda Figueiras Sandra

    Descriptores: epistemologa personal, construccin de instrumento, validacin de constructo, enseanza de la psicologa

    En la tradicin cognitiva se ha estudiado, extensamente, los procesos de aprendizaje y la ejecucin acadmica, y se ha planteado que stos estninuidos por numerosas variables cognitivas, afectivo motivacionales y sociales, entre otros, los procesos cognitivos de adquisicin, estructuraciny recuperacin del conocimiento, as como los procesos de razonamiento y transferencia y las estrategias de aprendizaje, tambin se han estudiadoprocesos afectivo motivacionales como los de la autorregulacin. Sin embargo, se ha reconocido, que las creencias que tienen los estudiantes acercadel conocimiento a ser aprendido y acerca de su propio aprendizaje, tambin pueden afectar la ejecucin y los resultados de aprendizaje. De esta manerase ha congurado un prometedor desarrollo que nos permitir entender mejor al aprendizaje complejo.La investigacin acerca de la mediacin del aprendizaje a partir de las diferencias en la epistemologa personal de los estudiantes plantea que staspueden explicar las variaciones en el uso y la autorregulacin de los procesos cognitivos y afectivo motivacionales, incluyendo las estrategias deaprendizaje. (Hofer & Pintrich, 1997; Paulsen y Feldman, 2005; Pintrich, 2002 y Schommer, 2002). Si bien los avances en Aprendizaje Estratgico

    Autorregulado han generado mltiples benecios al aprendizaje de los estudiantes universitarios (Castaeda, 1998), las expectativas acerca de un mejoentendimiento del origen y desarrollo de la epistemologa personal de los estudiantes permitir develar la inuencia de factores exgenos como la edad yel gnero, el capital cultural de la familia y el contexto escolar, las experiencias en el bachillerato y en la misma licenciatura sobre la facilitacin o bloqueodel aprendizaje de los estudiantes.

    La epistemologa personal reere, usualmente, a las creencias que tienen los estudiantes al respecto del conocimiento y de cmo se conoce (aprender)y de la manera en la que tales premisas epistemolgicas son parte de e inuyen en los procesos cognitivos del pensamiento y el razonamiento. Sonsistemas de asunciones implcitas manejadas por el estudiante acerca de la naturaleza del conocimiento y su adquisicin (Hofer y Pintrich, 1997).Concretamente, en el dominio instruccional de la psicologa (disciplina multiparadigmtica y por dems compleja), el estudiante debe tomar decisionesimportantes y resolver problemas cruciales para su formacin. En esa medida, el estudio de la epistemologa personal especca a la diversidad de loscomponentes terico - metodolgicos bsicos de esta disciplina podra ofrecer informacin importante para entender el desempeo de los estudiantesen vas de poder optimizarlo.

    Al respecto, consideramos con la literatura, que existen creencias relacionadas con los dominios de conocimiento, y stas podran inuir en las formascomo los estudiantes se enfocan en el estudio. Los estudiantes podran, por ejemplo, tener ciertas creencias en relacin con procesos bsicos como lamotivacin, y otras creencias diferentes en relacin con la sensopercepcin.La identicacin de la estructura de las creencias epistemolgicas ha evolucionado. Aproximaciones a su conceptualizacin han abarcado desde lavisin original de naturaleza unidimensional a aquella donde se conceptualizan bajo una ptica multidimensional. En el enfoque contemporneo, elmultidimensional, Schommer (1984; 1994) propone, en su planteamiento original, cinco categoras de creencias epistemolgicas:

    2

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    8/837

    Nmero especial, octubre 2009 |Revista Mexicana de Psicologa

    Estructura de conocimiento, que va desde el conocimiento como piezas o hechos aislados hasta conceptos integrados,a)La estabilidad del conocimiento, que va desde el conocimiento como algo esttico a algo que esta constantemente cambiando,b)La fuente del conocimiento, que va desde el manejo del mismo a partir de autoridades, ya sea instancias morales, religiosas o cientcas hastac)la idea de que este deriva de la evidencia emprica y el razonamiento,La velocidad con que ocurre el aprendizaje, que va de la idea de que este ocurre rpidamente a aquella en que solo ocurre lentamente y ded)una manera gradual, yLa habilidad para aprender, que va de considerarlo como algo jo que se posee o no al momento de nacer a la idea de que es variable ye)depende de circunstancias relacionadas con la experiencia.

    Schommer (op. cit.) enfatiza que una postura unidimensional en epistemologa personal no describe la complejidad de este fenmeno, por lo quedesarroll un instrumento basado en estas cinco dimensiones.Con b ase en lo anterior, en Mxico, nos dimos a la tarea de desarrollar un primer Instrumento de Epistemologa Personal (IEP), ahora reportado en estetrabajo. Incluye 53 tems tipo Likert, y fue construido a partir de la investigacin en el rea de estudio de las creencias epistemolgicas de los estudiante(Schommer, 1990, 1993; Schommer-Aikins, 2004; Schommer-Aikins, Duell, y Barker, 2003). Los tems fueron diseados para medir las creenciasepistemolgicas de los estudiantes en siete dimensiones independientes: 1) Estructura del conocimiento; 2) Estabilidad del conocimiento; 3) Fuente deconocimiento; 4) Utilidad del conocimiento; 5) Naturaleza del conocimiento; 6) Habilidad para aprender, y 7) Velocidad con que ocurre el aprendizaje.Las primeras cinco dimensiones miden las creencias de los estudiantes acerca de la naturaleza del conocimiento especco y las dos ltimas acerca desu aprendizaje. Los puntajes en la escala varan de acuerdo a cada dimensin. El continuo es diferencial y especco para cada dimensin: puede ir desimple a complejo, de absoluto a tentativo, de jo al nacimiento a modicable, de aislado a integrado, etc. Pero el comn denominador entreellos es que en cada uno una orilla del continuo se ancla, en un extremo a una creencia nave y, en el otro, a una ms sosticada. As, puntajealtos corresponden a creencias ms ingenuas en tanto que los puntajes bajos corresponden a creencias ms desarrolladas (Schommer, 1990). De estamanera se conforman dos estilos de creencias: el dualista (el conocimiento es correcto o incorrecto) y el relativista (el conocimiento es incierto y relativo)Se asumen que dependiendo de la perspectiva adoptada, los estudiantes presentan resultados de aprendizaje diferentes, con mejores desempeos poparte de los relativistas (Perry, 1970; Ryan, 1984).Con esto en mente, interes validar el constructo subyacente a cada uno de los dos estilos resultantes: el ingenuo y el reexivo. Para ello se utilizel anlisis de modelamiento estructural porque nos permita validar constructos y sus relaciones con base en supuestos tericos. En este trabajo sevalidaron constructos relacionados con estilos epistemolgicos.Se presenta el mtodo seguido para realizar un anlisis de modelamiento estructural de los datos derivados de la aplicacin del Instrumento EpistemologPersonal a estudiantes de Psicologa en la materia de Motivacin y Emocin. Se enfatizan los hallazgos en el sentido de la validacin de los dos estilosy se presenta una discusin de las implicaciones para el estudio de la inuencia de la epistemologa personal en el aprendizaje acadmico de temas deprocesos bsicos de psicologa en el nivel superior.

    Repercusiones psicolgicas de la conducta sustentableCorral Verdugo VctorUniversidad de Sonora

    Descriptores: conducta sustentable, psicologa positiva, consecuencias psicolgicas, felicidad, restauracin psicolgica

    Se asume que la sustentabilidad de una sociedad es consecuencia de los comportamientos individuales y grupales de sus ciudadanos, entre los quedestacan las acciones pro-ecolgicas, altruistas, austeras y equitativas (Corral, en prensa). En otras palabras, un colectivo de personas es sustentableen la medida que sus integrantes emprenden acciones de cuidado del medio fsico, cooperan entre s y son solidarios, mantienen un consumo frugal deproductos, y se relacionan unos con otros de manera equitativa (Flavin, 2002; Gardner, 2002). Pero, adems, el grado de sustentabilidad de una sociedadse mide observando las consecuenciasde esas actuaciones.Se han propuesto diferentes indicadores del desarrollo sustentable, pero la mayor parte de los expertos concuerdan en que una sociedad sustentablepresenta niveles satisfactorios en las reas ambiental fsica(acceso a agua potable, manejo de desechos, control de gases de invernadero, etctera)social(justicia social, condiciones de vida, acceso a educacin),poltico/institucional(infraestructura, participacin en ciencia, niveles bajos de corrupcinetctera), y econmica(tasa de actividad econmica, distribucin del ingreso, tasa de empleo, entre otros) (Gouveia, 2002). Muchos de estos indicadoresconstituyen el llamado nivel de desarrollo humano(PNUD, 2005), aunque no se limitan a l. Una sociedad sustentable, por lo tanto, es aquella que da asus integrantes condiciones de acceso a satisfactores de ndole fsica y social, que es equitativa en la distribucin de sus recursos naturales y socialesque promueve el progreso en la adquisicin de conocimientos, y que mantiene intacta la integridad de los recursos naturales.En fechas recientes se ha propuesto un indicador adicional, no tan tangible como los propuestos previamente, pero de gran importancia para las personasel bienestar subjetivo, el cual se relaciona con la felicidadque reporta un individuo y, en general, con su nivel de satisfaccin con la vida (Talbert, 2008)Una sociedad en la que sus ciudadanos practican conductas sustentables debe ser, de acuerdo con este criterio, una sociedad feliz, o por lo menosuna que la coloque en el camino a lograr ese estado. Es un hecho que, tras alcanzar un cierto nivel econmico, la gente ya no reporta incrementos ensus niveles de felicidad acompaando a nuevos aumentos en su ingreso econmico (Gardner y Prugh, 2008; Riechman, 2008). Con el resto de losindicadores sociales, ecolgicos y poltico-institucionales de la sustentabilidad debe ocurrir lo mismo. Por lo tanto, el bienestar subjetivo es claramente

    una consecuencia separada de la sustentabilidad, que debe considerarse.A nivel ocial esto empieza a tomarse en cuenta: Algunos pases europeos y tambin Australia han establecido como objetivo de poltica nacional lograel bienestar subjetivo de sus habitantes y, en un paso ms decidido aun, el reino de Butn, ha declarado que su meta ocial no es ya el crecimientoeconmicoper se, medido como producto nacional bruto sino la felicidad nacional bruta (Gardner & Prugh, 2008). Con esto pretenden elevar los niveleeducativos y combatir la pobreza extrema, preservando, a la vez, el ambiente fsico y las tradiciones culturales de la nacin. Por primera vez en la historiaal menos de manera ocial, se reconoce que la felicidad de las personas es un objetivo de planes y programas gubernamentales y este objetivo se ligade manera explcita a la sustentabilidad.Otra repercusin positiva de la sustentabilidad es la restauracin psicolgica. Denida como un estado de renovacin de los recursos psicolgicosagotados (Hartig, Kaiser & Bowler (2001), la restauracin psicolgica se presenta en aquellas personas sometidas a estrs que entran en contacto concaractersticas naturales del ambiente en el que se desenvuelven. En una sociedad sustentable es ms fcil encontrar estas caractersticas por lo que seespera que una persona que viva en un medio sustentable entre en contacto con ms fuentes de restauracin psicolgica que un individuo que habite enun rea insustentable.Lo anterior tiene un gran signicado para las ciencias de la conducta ya que implica que los niveles de impacto de la sustentabilidad contienen indicadorepsicolgicos. Al estimar qu tan sustentable es una sociedad deben recogerse mediciones de componentes subjetivos psicolgicos como la felicidad, e

    3

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    9/837

    Revista Mexicana de Psicologa| Nmero especial, octubre 2009

    bienestar subjetivo, y la restauracin psicolgica, los cuales debieran ser establecidos como metas en las estrategias de desarrollo sustentable nacionales(Talbert, 2008). La sustentabilidad no slo est determinada por factores psicolgicos, sino que sta tambin genera cambios en los estados y en losprocesos psicolgicos de las personas.El propsito de la presente comunicacin es revisar perspectivas tericas y estudios que ligan a la conducta sustentable con consecuencias psicolgicaspositivas. Para lo anterior, se dene el concepto de conducta sustentable, enmarcndolo dentro de los objetivos de la Psicologa Positiva(Seligmany Csikszentmihalyi, 2000) en vista de que la primera aspira a desarrollar rasgos psicolgicos y comportamientos que benecien al individuo y suscomunidades. Adems, se enumera una serie de antecedentes de investigacin que sugieren que las personas sustentables (pro-ecolgicas, altruistasausteras, equitativas) son ms felices que aquellas que no practican acciones de cuidado del ambiente socio-fsico y que muestran que las comunidadessustentables ofrecen ms oportunidades de restauracin psicolgica.Con todo lo anterior, se concluye que la psicologa juega un papel relevante no slo en la promocin de conductas que benecien al medio ambiente sinoadems, en la bsqueda de condiciones que incrementen el bienestar subjetivo de las personas a travs de sus conductas sustentables.ReferenciasCorral, V. (en prensa). Psicologa de la Sustentabilidad. Un anlisis de lo que nos hace pro-ecolgicos y pro-sociales. Mxico: Trillas.Flavin, C. (2002). Preface. En L. Starke (Ed.), State of the World 2002. A Worldwatch Institute Report on the Progress toward a Sustainable Society. Nueva

    York: W.W. Norton.Gardner, G. (2002). The challenge for Johannesburg: creating a more secure world. En L. Starke (Ed.), State of the World 2002. A Worldwatch Institute

    Report on the Progress toward a Sustainable Society. Nueva York: W.W. Norton.Gouveia, V. (2002). Self, culture and sustainable development. En P. Schmuck y P.W. Schultz (Eds.), Psychology ofSustainable Development. Norwell

    Massachusetts: Kluwer.Gardner, G. & Prugh, T. (2008). Seeding the sustainable economy. En Starke, L. (Ed.), State of the World. New York, W. W. Norton & Company.Hartig, T., Kaiser, F. & Bowler, P. (2001). Psychological restoration in nature as a positive motivation for ecological behavior. Environment & Behavior, 33

    590-607.Riechmann, J. (2008). Hemos de aprender a vivir de otra manera. En J. Riechman (Coord.), En qu estamos fallando? Cambio social para ecologiza

    al mundo.Barcelona: Icaria Editorial.Seligman, M.E.P. y Csikszentmihalyi, M. (2000). Positive psychology: An introduction.American Psychologist, 55, 514.Talbert, J. (2008). Redening progress. En Starke, L. (Ed.), State of the World. New York, W. W. Norton & Company.

    Hasta que la vida nos separe: arrebatos de la pareja contemporneaDaz Loving Rolando

    Universidad Nacional Autnoma de Mxico

    Desde tiempos inmemoriales, la humanidad se embarco en una perenne cruzada por entender todo lo que es e implica la pareja; poetas, pintorescompositores, literatos, lsofos y pensadores han dedicado incontables momentos de su vida a la tarea de expresar y explicar este fenmeno, augurandoque las estrellas desaparecern y las sombras se comern a la luna antes de que algn mortal sea lo sucientemente sabio como para descubrir todolo que existe dentro de esta relacin. En comparsa, nuestra especie ha evolucionado a travs de un largo proceso de cambios y desarrollos biolgicoscentrales en el entendimiento de cualquier fenmeno, entre ellos las vicisitudes de las parejas. Es as que la historia de nuestra especie esta plagada dedescripciones de relaciones de pareja romnticas, violentas, tiernas, interminables, fugaces, pasionales, aburridas, altruistas intolerables e inolvidablesImperecederos encuentros de occidente como los de Marco Antonio y Cleopatra, Lancelot y Guinivere, Abelardo y Eloisa, Romeo y Julieta, Don Juan yDoa Ins, son smbolos de una pasin fsica y una devocin espiritual desbordada. A la vez, incontables estadsticas nos reeren framente a alarmantesporcentajes de divorcio, violencia intrafamiliar, celos, indelidad, conicto y luchas de poder. Estas en ocasiones placidas en otras trridas y en otrassimplemente inspidas relaciones, son ejemplos de la tipicacin de lo que son las vidas en pareja.La incongruencia y multiplicidad en la naturaleza grandiosa, ominosa, trgica, cotidiana y fatal caracterizacin de las relaciones parece ser la normaen la vida cotidiana de diversos espacios socio-culturales. Para poder describir, y por tanto entender cabalmente las relaciones, es necesario hacer unarevisin de su caracterizacin, a travs de la historia, la losofa, la ciencia, y las culturas. Nuestro mayor aleado en esta cuesta, es la investigacin yteoras psico-sociales sobre las percepciones, expectativas, comportamientos, reacciones y emociones sobre relaciones de pareja que orecieron durantela ltima parte del siglo 20.Cabe sealar que los resultados descritos en la literatura sobre los distintos componentes de las relaciones de pareja, presentan en general un patrnconsistente y coherente. Sin embargo, el abocarse a una solo dimensin del fenmeno, la conceptuacin y operacionalizacin inconsistente y el usode muestras pequeas y poco representativas, as como la consideracin e inclusin de pocas variables en cada estudio, ha conducido a resultados enocasiones irrelevantes o que en ocasiones no se replican de un estudio a otro, o de una muestra a otra. La forma de contrarrestar el dbil estado del artees realizando estudios multi-metdicos y multidimensionales basados en teoras claras y sistemticas, dentro de diversos contextos socioculturales, locual contribuir a crear modelos sensibles a la cultura que formarn una integracin lgica de todas las variables y procesos inmersos en las relaciones depareja. A razn de darle sentido al creciente nmero de hallazgos en la investigacin, un enfoque integral donde se incluyan variables como lo biolgicocultural, social, histrico, psicolgico y conductual, debe ser considerado (Daz-Loving y Snchez-Aragn 2002). De hecho, el incluir variables de tipobiolgico que sustentan las inclinaciones naturales de la especie, variables macro-socio-culturales que permiten saber cuales son los parmetros y

    reglas generales de la especie en cuanto a las relaciones inter-personales y su traduccin a premisas socioculturales especcas y variables individualesde evaluacin y conductuales, da un contexto terico-conceptual, en el cual tienen sentido las diferentes investigaciones que se hacen sobre la relacinde pareja. Al utilizar este modelo podemos categorizar correctamente el tipo de relacin bajo estudio, qu componente se est estudiando, el momentohistrico en el que se produce y el contexto social y de relacin en el que se va a dar. Adems, provee de un marco longitudinal, cambiante y dinmicoque representan ms cercanamente la realidad en que se dan las relaciones humanas.Dos dcadas de investigacin (p.e. Daz-Loving, Canales y Gamboa, 1988; Daz-Loving, 1996; Daz Loving y Rivera Aragn, 1998; Daz-Loving, 2004Daz Loving y Armenta Hurtarte, 2006) en torno de las parejas mexicanas, muestra claramente un desazn entre las normas socio-culturales que sirvieroncomo base para la creacin y desarrollo de las relaciones de pareja y las necesidades bio-psquicas de los hombres y mujeres contemporneos. .Buscandoentender la situacin actual, en el presente trabajo se describirn los modelos tericos ms relevantes de las ciencias sociales y del comportamiento y seevaluaran a la luz de investigacin cualitativa y cuantitativa realizada con hombres y mujeres mexicanas desde una visin biolgica, psicolgica, sociay cultural.ReferenciasDaz-Loving, R., (1996). Una Teora Bio-Psico-Socio-Cultural de la Relacin de Pareja. Revista de Psicologa Contempornea, 3 (1), 18-29.Daz-Loving, R., Canales, L. y Gamboa, M. (1988). Desenredando la semntica del amor, La Psicologa Social en Mxico, II, 160-166. Mxico: Ed

    4

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    10/837

    Nmero especial, octubre 2009 |Revista Mexicana de Psicologa

    AMEPSO.Daz Loving, R. y Rivera Aragn, S. (1998). Premisas y Normatividad en la Parejas Mexicanas. La Psicologa Social en Mxico, VII, 129-136. Mxico

    Ed. AMEPSO.Daz-Loving, R. y Snchez Aragn, R. (2002). La psicologa del amor: Una visin integral de la relacin de pareja. Ciudad de Mxico: Editorial Migue

    ngel Porra.Daz-Loving, R. (2004) Una aproximacin Bio-Psico-Socio-Cultural a la procuracin de conductas sanas y al alejamiento de conductas nocivas en la

    relacin de pareja Revista Mexicana de psicologa, 21,2, 157-165Daz Loving, R. y Armenta Hurtarte, C. (2006) Efectos de la cultura, los miembros de la pareja y la interaccin sobre la satisfaccin marital. La Psicologa

    Social en Mxico, XI, 898-903, AMEPSO.

    El enfrentamiento a los problemas. Avances y desafos en una cultura en transicinGngora Coronado Elas Alfonso

    Facultad de Psicologa, Universidad Autnoma de Yucatn

    Descriptores: enfrentamiento, cultura, etnopsicologa, etnopsicometra, multidimensionalidad

    La atencin que se ha dado al estudio del enfrentamiento al estrs y a los problemas de la vida en general, ha sido signicativa sobre todo en los ltimosaos, y se ha ido probando cada vez ms que para su mayor comprensin, debe estudiarse con una visin integral (Aldwin, 1994; Folkman y Moskowitz2004), que incluya tanto las caractersticas del yo con todo lo que supone la personalidad, como las del ambiente social y cultural (Daz Guerrero, 2003Lazarus, 2006).

    Asimismo, se conrma cada vez con mayor consistencia la complejidad, y multidimensionalidad de este concepto, y que su naturaleza supone un procesodinmico, sensible tanto a las demandas del ambiente como a los recursos del individuo, as como a las disposiciones de la personalidad, en todo lo cuaes pieza clave la percepcin y la evaluacin del evento, en relacin con el control (Gngora Coronado, 2000). Por eso, quiz, uno de los temas prioritarioy de mayor desafo an, acerca de este concepto es el que tiene que ver con su medicin (Folkman, y Moskowitz, 2004; Schwarzer y Schwarzer, 1996)no obstante, que pareciera que despus de aos de estudio e intensa investigacin, la naturaleza de este concepto, va llegando a una etapa de madurezy mayor claridad (Folkman, 2004; Lazarus, 2000).En este tema, una de las propuestas tericas ms importantes y quiz la de mayor inuencia psicolgica actual, acerca de este constructo, la propuestade Lazarus y su equipo de colaboradores (Lazarus y Folkman, 1984/1991) quien dene enfrentamiento como Los esfuerzos cognitivos y conductualesconstantemente cambiantes que se desarrollan para manejar (reducir, minimizar, dominar, o tolerar) las demandas especcas externas y/o internas queson evaluadas como que sobrepasan o exceden los recursos del individuo (Folkman y Lazarus, 1980, p. 223; Lazarus y Folkman, 1984/1991, p. 164)

    Adems en su propuesta terica, Lazarus insiste constantemente en que tanto el estrs como el enfrentamiento son parte integral del proceso de laemocin (Lazarus, 2006).Se decidi iniciar la presente lnea de investigacin en el contexto de la cultura mexicana (Yucatn), con una perspectiva terica amplia y tratando de llegaa la raz misma de este concepto, partiendo de la cultura en la cual se presenta, lo cual es la esencia de la etnopsicologa (Daz Guerrero, 1994). En estcontexto, diversos estudios parecen indicar (Daz Guerrero, 2003; Flores, Corts, Gngora y Reyes Lagunes, 2002) que existen premisas socioculturaleque estn teniendo cambios por diversas inuencias, pero tambin parece que permanecen creencias bsicas y esenciales, lo cual lleva a una culturaen transicin.En el Estado de Yucatn se han llevado a cabo diversos estudios de investigacin en relacin con este concepto (Daz- Guerrero, 1994; GngoraCoronado, 2000). En esta lnea de trabajo, a partir de uno de ellos, se ha pretendido aportar tambin informacin acerca de la psicologa del mexicanoSe ha hecho nfasis tambin en la gran importancia que tiene la cultura en la medicin de los constructos psicolgicos, y en el marco de lo que ReyesLagunes (1996) ha llamado el campo de la Etnopsicometra.Inicialmente, se realiz un estudio con 1398 hombres y mujeres de nivel socioeconmico bajo-alto y medio (795 de Mrida la capital y 603 de cincomunicipios del interior del Estado), de cinco diferentes niveles de edad: adolescentes, adolescentes tardos, jvenes adultos, adultos y adultos tardosteniendo como criterio psicolgico de tipicacin la identidad.

    A partir de la tcnica de redes semnticas naturales modicadas (Reyes Lagunes, 1993) empleada en una primera fase, se elabor un instrumento denaturaleza multidimensional y multisituacional, que mide una dimensin duradera y estable (enfrentamiento como rasgo) y una segunda dimensin, mscambiante y temporal: (enfrentamiento como estado). Consta de seis situaciones problema: vida (situacin general: rasgo), salud, familiares, parejaamigos y escuela o trabajo (situaciones ms especcas: estado), con 18 reactivos cada una, y un total de 108. Los estmulos (situaciones) se presentasiempre en forma aleatoria (Reyes Lagunes y Gngora Coronado, 1998).Como parte de los anlisis estadsticos se identicaron los siguientes factores: 1) DirectoRevalorativo; 2) Directo; 3) Revalorativo; 4) Emocionalnegativo; 5) Evasivo; 6) Emocional-evasivo; 7) Social-emocional negativo. El anlisis factorial y los anlisis estadsticos siguientes, llevaron a sealar lapredominancia del enfrentamiento Directo-Revalorativo, tanto para la situacin de rasgo como para la de estado, pero con cierta variacin dependiendotambin de la situacin (Gngora Coronado y Reyes Lagunes, 1999). En segundo lugar las personas participantes responden de manera emocionanegativa y con media inferior a la terica responden en forma evasiva. Sin embargo, el panorama anterior cambia al presentarse la situacin de problemacon la salud, pues la primera respuesta ante esta situacin es emocional evasiva. En los distintos efectos principales encontrados, las mujeres obtuvieron

    mayor puntuacin en el enfrentamiento Emocional-Negativo y los ms jvenes menor puntuacin en el Directo-Revalorativo.Con el n de probar de una manera distinta los resultados obtenidos con la aplicacin de los instrumentos elaborados para medir el enfrentamiento a losproblemas, se pens en el diseo de una situacin complementaria que permitiera de alguna manera observar lo que las personas realmente hacen enuna situacin determinada y no slo lo que dicen que hacen. Esta aproximacin permiti aunque con un nmero pequeo de casos realizar un anlisiscualitativo (Banister, Burman, Parker, Taylor, y Tindall, 1994) que podra ilustrar la importancia de usar metodologas distintas cuando los problemasson complejos. El objetivo, pues de este estudio, fue comparar los resultados obtenidos con ambas metodologas, respecto al enfrentamiento a losproblemas.

    A esta pequea muestra de personas se le aplic adems de la prueba de enfrentamiento, un cuestionario abierto, elaborado para este n especco quconst de una primera parte en la que se les peda que escribieran algn problema reciente que hubieran tenido (de tres meses a la fecha), y que relataranlo quepensaron, sintieron ohicieronal respecto, con el n de cubrir los tres aspectos bsicos del enfrentamiento: cognicin, emocin y comportamientoEn una segunda parte se presentaron problemas hipotticos que se basaron en las 6 situaciones problema del instrumento de enfrentamiento y constaronde dos niveles de intensidad: baja (problemas cotidianos) y alta (problemas graves o crticos). Los niveles de intensidad y de situacin de estos problemase establecieron por un acuerdo de 4 jueces.Los resultados obtenidos con esta aproximacin metodolgica coincidieron con los obtenidos con la prueba de enfrentamiento elaborada. El tipo de

    5

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    11/837

    Revista Mexicana de Psicologa| Nmero especial, octubre 2009

    enfrentamiento predominante fue el directo-revalorativo y los menos preferidos fueron el emocional y el evasivo (Gngora Coronado y Reyes Lagunes2002). El criterio que se sigui para denir el tipo de enfrentamiento fue por jueces y qued determinado por lo que las personas hacan al nal.Otros estudios posteriores han conrmado esta misma tendencia que se podra decir que es ms positiva de los tipos de enfrentamiento en distintasmuestras del estado de Yucatn. Por ejemplo, con policas al medir la asertividad y el enfrentamiento (Roche Canto, 2002). Con estudiantes universitariosde Puerto Rico y Mxico (Vlez Pabn, 2003). Con satisfaccin marital (Prez Bentez, 2004). La relacin entre la autoestima y los estilos de enfrentamientoen mujeres en situaciones relacionadas con la violencia de gnero (Corts Ayala y Flores Galaz, 2004). Atribuciones y tipos de enfrentamiento anteuna situacin de conicto interpersonal realizado con jvenes universitarios (Corts Ayala, Gngora Coronado, Flores Galaz, Betancourt, 2006). Conadolescentes yucatecos acerca de la relacin entre la asertividad, el enfrentamiento y la depresin (Gamboa Cetina y Flores Galaz, 2006). Con jvenesen el que se explor la relacin entre la depresin, caractersticas de sueo largo y corto, consumo de drogas y estilos de enfrentamiento (Moo Estrella

    Arankowsky Sandoval y Gngora Coronado, 2005). Tambin se ha encontrado, esta misma tendencia de enfrentamiento con nios, aunque con lavariante de un enfrentamiento a veces ms directo que directo revalorativo, lo cual se explica, en parte, por la edad y el mismo desarrollo cognoscitivo(Gngora Coronado, Flores Galaz, Corts Ayala, Vzquez Vera y Reyes-Lagunes, 2004).Otro aspecto importante en el estudio de este concepto, es que resulta una tarea actual importante, saber ms acerca de su origen en las personas y suevolucin, lo cual implica cuestiones de cmo y cundo se desarrolla y cmo y dnde cambia en el transcurso de la vida (Aldwin, 1994); para explicarsecmo cambia este concepto en diferentes edades (Kavsek y Seiffge-Krenke, 1996), y para saber, que los cambios que ocurren durante el desarrolloresultan signicativos para entender cmo se eligen y ejecutan diversas estrategias de enfrentamiento (Schnpug y Jansen, 1995). Es por ello, que surgeel inters de estudiar el concepto de enfrentamiento a los problemas en nios de edad escolar, para saber cules pueden ser en principio sus formas deenfrentamiento predominantes tomando como base su percepcin y contexto social y cultural.En congruencia con todo lo anterior, se elabor una prueba de enfrentamiento a los problemas para nios, cuyo proceso de elaboracin se dividi entres fases y en las cuales participaron nios de tres diferentes muestras. En una primera fase, se utiliz un cuestionario con preguntas abiertas, basadoen un trabajo previo (Gngora, 2000) adaptado a estas edades, consistentes en cinco frases incompletas que exploraban el tipo de problema que losnios haban experimentado durante los ltimos tres meses, y tambin lo que pensaron, sintieron e hicieron ante esa situacin. Se encontr que el tipode enfrentamiento que tuvo mayor frecuencia fue el directo, despus el directo-revalorativo y con menor frecuencia aparecen el emocional, el evasivo, erevalorativo y uno que se ha llamado evasivo constructivo.En esta primera fase, se tuvo como objetivo la aproximacin a los principales problemas de nios en edad escolar y en principio a sus formas predominantesde enfrentamiento. Para esto, Gngora, Flores, Corts, Vsquez y Reyes-Lagunes (2004) realizan un estudio exploratorio en el que participaron 354 niosde escuelas primarias pblicas de la Ciudad de Mrida, Yucatn. En una segunda fase se tuvo como objetivo, la construccin de una primera versin de laprueba con base en los resultados de la primera fase y su aplicacin en un estudio piloto (Flores, Corts y Gngora, 2003). Participaron 105 nios de edadescolar. En esta fase, se elaboraron 20 situaciones de problemas en forma de vietas o escenarios de problemas, con base en la informacin reportadapor los nios en la fase previa. Junto con estas situaciones se presentaron cinco opciones de respuesta, de acuerdo con las mismas cinco formas deenfrentamiento propuestas por Gngora y Reyes-Lagunes (1999), las cuales los nios deberan jerarquizar en un orden del 1 al 5.En una tercera fase, como resultado de lo obtenido en el estudio anterior (piloto), se redujo el nmero de vietas a 15 con un total de 75 reactivosy se tuvo como objetivo, identicar las formas de enfrentamiento a los problemas predominantes en los nios y determinar las diferencias por sexoy ecosistema. Se observ que en las distintas situaciones tanto la general de vida (rasgo), como las especcas de salud, familia, amigos y escuela(estado) los nios tambin utilizan con mayor frecuencia el enfrentamiento Directo y el Directo Revalorativo. Los resultados de este estudio conrman queindependientemente de la edad y la naturaleza de los problemas, en el enfrentamiento a ellos, se reeja su complejidad.Se concluye que aun cuando hay avances en el estudio de este concepto se presentan desafos para su mayor comprensin, sobre todo para elaboraprogramas de intervencin que permitan fomentar las mejores formas de enfrentamiento, de acuerdo con la edad, la naturaleza de los problemas ydel contexto. Dadas las condiciones del mundo actual, tan complejo y cambiante, es un desafo el enfrentamiento a los problemas para una adecuadaadaptacin en una cultura en transicin.Referencias

    Aldwin, M. C. (1994). Stress, Coping and development. An integrative perspective. U. S.: The Guilford Press.Banister, P., Burman, E., Parker, I., Taylor, M., y Tindall, C. (1994). Qualitative methods in psychology. A research guide. U. S.: Freeman.Corts. M. L. y Flores, G. M. (2004). Estilos de enfrentamiento y negociacin del conicto en mujeres. Presentado en el II Congreso Mexicano de

    Relaciones Personales. Del 10 al 11 de junio de 2004 en Oaxtepec, Morelos.Corts Ayala, M. L., Gngora Coronado, E. A., Flores Galaz, M. M. y Betancourt, H. (2006). Atribuciones y enfrentamiento a situaciones de conicto

    interpersonal en jvenes.XI Congreso de Psicologa Social. A.M.E.P.S.O. Del 18 al 20 de octubre, Villahermosa, Tabasco.DeLongis, A., & Holtzman, S. (2005). Coping in context: the role of stress, social support, and personality in coping. Journal of Personality. 73 (6), 1-24.Daz-Guerrero, R. (1994). Psicologa del mexicano. Descubrimiento de la etnopsicologa. Mxico: Trillas.Daz-Guerrero, R. (2003). Bajo las garras de la cultura. Psicologa del mexicano 2. Mxico: Trillas.Daz Guerrero, R., y Castillo Vales, V. M. (1981). El enfoque cultura contracultura y el desarrollo cognitivo y de la personalidad en escolares yucatecos

    Revista Nacional del Consejo Nacional para la enseanza e Investigacin en Psicologa, 7 (1), 5-26.Flores, G. M., Corts, A. M. L., Gngora, C. E. A. y Reyes Lagunes, I. (2002). Premisas socioculturales. Entre la permanencia y la transicin. La Psicologa

    Social en Mxico, Vol. IX, 9-16.Flores, M., Corts, L. y Gngora, E. (2003). Validacin Psicomtrica de la Escala de Estilos de Crianza. Ponencia presentada en el XXIX Congreso

    Interamericano de Psicologa realizado del al de julio de 2003 en Lima, Per.Folkman, S., & Moskowitz, J.T. (2004). Coping: Pitfalls and Promise.Annual Review Psychology. 55: 745-773.

    Folkman, S. y Lazarus, R. (1980). An analysis of coping in a middle-aged community sample. Journal of Health and Social Behavior,21, 219-239.Gamboa Cetina, I. P. y Flores Galaz, M. M. (2006). Asertividad, enfrentamiento y depresin en adolescentes yucatecos. La Psicologa Social en MxicoVol. XI, 109-116. Mxico: AMEPSO

    Gngora Coronado, E. A. (1991). Estilos de confrontacin y valores. Tesis de Maestra. Mxico: Universidad Autnoma de Yucatn.Gngora Coronado, E. A. (2000). El enfrentamiento a los problemas y el papel del control. Una visin etnopsicolgica en un ecosistema con tradicin.

    Tesis de doctorado. Mxico: Universidad Nacional Autnoma de Mxico.Gngora, C. E., Flores, G. M., Corts, A. L., Vzquez, N. y Reyes-Lagunes, I. (2004). El enfrentamiento a los problemas en nios: Una aproximacin a su

    estudio en escolares yucatecos. La Psicologa Social en Mxico, Vol. X, 17-24. Mxico: AMEPSO.Gngora Coronado, E. A., Flores Galaz, M. M., Corts Ayala, M. L., Vzquez Vera, N. y Reyes-Lagunes, I. (2006). Desarrollo de una escala para medir e

    enfrentamiento a los problemas en nios.XXXIII Congreso Nacional del Consejo para la Enseanza e Investigacin en Psicologa. Veracruz, Mxico17-19 de mayo.

    Gngora Coronado, E. A., y Reyes Lagunes, I. (1994). La representacin social del yo en adolescentes de tres ecosistemas. La Psicologa Social enMxico, Vol. V, 63-69. Mxico: AMEPSO.

    Gngora Coronado, E. A. y Reyes Lagunes I. (1998). El enfrentamiento a los problemas en jvenes adultos yucatecos. La Psicologa Social en Mxico

    6

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    12/837

    Nmero especial, octubre 2009 |Revista Mexicana de Psicologa

    Vol. VII, 18-23 Mxico: AMEPSO.Gngora Coronado, E. A., y Reyes Lagunes, I. (1999). La Estructura de los Estilos de Enfrentamiento: Rasgo y Estado en un Ecosistema Tradiciona

    Mexicano. Revista Sonoronse de Psicologa, 13 (2), 3-14.Gngora Coronado E. A. y Reyes Lagunes I. (2002). El estudio al enfrentamiento a los problemas: una opcin al dilema: tica Vs. Control experimental

    La Psicologa Social en Mxico. Vol. IX, 896-902.Kavsek, M. J., & Seiffge-Krenke, I. (1996). The differentiation of coping traits in adolescence. International Journal of Behavioral Development, 19 (3)

    651-668.Kleinke, Ch. L. (1998). Coping with life challenges. (2 ed.). U.S.A.:Brooks/Cole.Latack, J. C., & Havlovic, S. J. (1992). Coping with job stress: a conceptual evaluation framework for coping measures. Journal of Organizational Behavior

    13, 479-508.Lazarus, R. S. (2000). Toward Better Research on Stress and Coping.American Psychologist.55 (6), 665-673.Lazarus, R. S. (2006). Emotions and Interpersonal Relationships: Toward a Person-Centered Conceptualization of Emotions and Coping. Journal o

    Personality, 74 (1), 9-46.Lazarus, R. S., y Folkman, S. (1984/1991). Estrs y procesos cognitivos. Mxico: Ediciones Roca.Moo Estrella, J., Arankowsky Sandoval, G., y Gngora Coronado, E. A. (2005). Coping Styles, Depresion and Drug consumption in short and long sleepers

    9thEuropean Congress of Psychology. Granada. 3-8 july.Pearlin, L. I., & Schooler, C. (1978). The structure of coping. Journal of Health and Social Behavior,19, 2-21.Prez Bentez, H. (2004). Estilos de enfrentamiento y satisfaccin marital en habitantes de Mrida. Tesis de licenciatura. Mxico: Universidad Autnom

    de Yucatn.Reyes Lagunes, I. (1993). Las redes semnticas naturales, su conceptualizacin y su utilizacin en la construccin de instrumentos. Revista de Psicologa

    Social y Personalidad,IX, (1), 81-97.Reyes Lagunes, I. (1996). La medicin de la personalidad en Mxico.Conferencia magistral presentada por su autora en el II Congreso Internacional de

    Psicologa. Universidad de las Amricas, Puebla, Mxico.Reyes Lagunes, I. (2001). Aportaciones a la medicin de la personalidad en Mxico. En N. Calleja y G. Gmez-Peresmitr (comp.). Psicologa social

    investigacin y aplicaciones en Mxico (pp. 69-99). Mxico: Fondo de Cultura Econmica.Reyes Lagunes, I. y Gngora Coronado, E. A. (1998). Escala multidimensional y multisituasional de enfrentamiento a los problemas. Proyecto CONACYT

    1084.PH. Universidad Nacional Autnoma de Mxico.Roche Canto, M. T. (2002). Asertividad y enfrentamiento a los problemas en los elementos de la secretara de Proteccin y Vialidad del Estado de Yucatn

    Tesis no publicada de licenciatura.Mxico: Universidad Autnoma de Yucatn.Schwarzer, R. & Schwarzer, Ch. (1996). A critical Survey of Coping Instruments. En V. M. Zeidner y N. S. Endler (Ed). Handbook of coping(pp. 107-132)

    U. S: John Wiley.Vlez Pabn, H. (2003). Estilos de enfrentamiento y su expresin en estudiantes universitarios de Puerto Rico y Mxico. Tesis de Maestra. Mxico

    Universidad Autnoma de Yucatn.Zeidner, M. (1994). Personal and contextual determinants of coping and anxiety in an evaluative situation: A prospective study. Journal of Personality and

    Individual Differences, 16 (6), 899-918.

    Correo elctrnico: [email protected]

    Perspectiva dimensional de la psicopatologa en el DSM-V: Categrico vs dimensionalHernndez-Guzmn Laura

    La concepcin actual de la psicopatologa se basa en una clasicacin categrica de los trastornos psiquitricos. Los sistemas taxonmicos ms usadosson el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disoders; American Psychiatric Association, 2000) y el ICD (International Classication ofDiseases; World Health Organization, 1993), ambos basados en un modelo categrico. A pesar de que el sistema DSM-IV retuvo un enfoque categricose sabe en la actualidad que el DSM-V ya se alejar de esta concepcin y se adherir a una explicacin dimensional de la psicopatologa (Krueger, Watso& Barlow, 2005). Bajo el modelo categrico, la psicopatologa se ha clasicado usando series de criterios discretos, mutuamente exclusivos y exhaustivosSuponen que las personas asignadas a una categora determinada comparten caractersticas relativamente homogneas entre ellas. Se considera queuna persona padece o no un trastorno, y que todas las personas con ese diagnstico se ubican inequvocamente en esa categora diagnstica.Si bien es innegable que las nosologas actuales ofrecen ciertas ventajas, tambin se asocian con problemas serios que entraan una concepcinque difcilmente responde a lo que los datos de investigacin revelan acerca de la psicopatologa. Los diagnsticos categricos resultan en prdida deinformacin, dado que muchos pacientes, podra decirse que la gran mayora, presentan caractersticas de mltiples trastornos. Estos sistemas generanamplias reas de traslape entre los trastornos, circunstancia a la que se ha llamado comorbilidad. Comorbilidad que a largo plazo resultar innecesariasi se concepta la psicopatologa en trminos de dimensiones.No hay datos convincentes que apoyen la existencia de discontinuidades entre las manifestaciones psicopatolgicas, hecho que contradice la dependenciade los sistemas categricos de fronteras bien denidas. Las categoras tienden a fundirse unas con otras y esas fronteras se antojan arbitrarias. Este

    traslape posiblemente explique por qu los estudios basados en anlisis de cmulos han fracasado en su intento por generar resultados consistentes, ypor qu el asunto de la comorbilidad es origen de serios problemas al prescribir los tratamientos y al investigar su ecacia. Estos problemas han llevado aalgunos autores a armar que el sistema dimensional es una forma ms apropiada de representar la psicopatologa (Costa & Widiger, 1994). Son variaslas lneas de investigacin que apoyan una representacin dimensional de este dominio de la psicopatologa (Widiger, 1993).La investigacin en este campo favorece al enfoque dimensional de la psicopatologa. En el modelo dimensional la anormalidad y la normalidad, al iguaque el funcionamiento efectivo o infectivo de los individuos, se ubica a lo largo de un continuo. Los trastornos son simplemente variantes extremas delos fenmenos psicolgicos normales y de los problemas cotidianos. El modelo psicolgico identica y mide las diferencias individuales respecto a losfenmenos psicolgicos, tales como la emocin, la inteligencia, el estado de nimo o la personalidad. Se espera encontrar grandes diferencias de unindividuo a otro. En el sistema categrico, las diferencias entre la normalidad y la anormalidad se marcan por conveniencia o eciencia, pero no sonindicativas de una discontinuidad real entre tipos de fenmenos o tipos de personas. De acuerdo con el sistema dimensional, la desviacin estadsticano se percibe como necesariamente patolgica, aunque las variaciones que cargan en cualquiera de los dos extremos del continuo se consideranpatolgicas, siempre y cuando sean desadaptadas y conduzcan a un funcionamiento inexible.

    7

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    13/837

    Revista Mexicana de Psicologa| Nmero especial, octubre 2009

    Estmulos sexualmente relevantes: su papel en la generacin de la motivacin y excitacin sexualHernndez Gonzlez Marisela

    Instituto de Neurociencias, CUCBA, Universidad de Guadalajara

    Descriptores: estmulos sexuales, motivacin sexual, arousal sexual

    La conducta sexual es una conducta motivada tpica de la especie e indispensable para la sobrevivencia, cuyo inicio y mantenimiento involucra unacompleja serie de interacciones entre dos individuos. La conducta sexual ocurre espontneamente cuando un sujeto detecta estmulos sensorialesexternos especcos (aquellos emitidos por la potencial pareja sexual). Estos son estmulos de relevancia sexual que le resultan atractivos y por endeinducen en el sujeto conductas de aproximacin. A stos estmulos se les denomina Estmulos Incentivos Sexuales, los cuales son especcos de cadaespecie e incluso de cada individuo. En el ser humano, el estmulo con mayor relevancia sexual es la estimulacin mecnica (somatosensorial), que dalugar a un estado de activacin y placer especco. La estimulacin somatosensorial sobre todo proveniente de testculos y pene en el hombre y cltorisvagina y senos en la mujer es la que principalmente genera, de manera ms rpida, un estado de activacin sexual, la cual ocurrir slo despus de quese haya hecho el contacto fsico de la pareja sexual. Sin embargo, antes de que ocurra el contacto fsico y para que se induzca el estado motivado de lossujetos, son otros los estmulos sensoriales que jugarn el papel ms importante, y estos son detectados a distancia. Todos esos estmulos detectados adistancia adquieren un signicado sexual de acuerdo a la asociacin que se haya generado con ellos o al aprendizaje por observacin o social. Por lo quese puede decir que cualquier estmulo puede adquirir connotaciones o signicados sexuales dependiendo de las asociaciones realizadas. Por ejemplopara la rata macho los olores de la hembra en estro, la estimulacin visual por los movimientos que ejecuta y las vocalizaciones ultrasnicas actan comoestmulos incentivos primarios para la induccin de conducta sexual. Tales estmulos incentivos actuan por s mismos para generar un estado motivadoa travs de sus acciones sobre los sistemas neuroqumicos y endocrinos. La generacin de tal estado puede a su vez incrementar la efectividad de losestmulos incentivos y por tanto, activar a los circuitos neurales que median la ejecucin motora de las conductas copulatorias.

    A la fecha, la mayor parte del conocimiento que se tiene sobre los diferentes tipos de estimulacin sensorial, y arousal o activacin sexual, se hanrealizado en animales, sobre todo en la rata. En contraste, en humanos, slo existen unos pocos trabajos en donde se ha evaluado el efecto de laestimulacin auditiva sobre el nivel de activacin sexual y no se tiene conocimiento de trabajos objetivos en donde se evale el efecto de la estimulacingustativa u olfatoria sobre el arousal sexual. Por el contrario, una gran cantidad de investigaciones se han realizado evaluando el efecto de la estimulacinsomatosensorial, principalmente genital, sobre los ndices perifricos y centrales de activacin o arousal sexual, principalmente en hombres durantemasturbacin o ejecucin sexual propiamente dicha. Estos han sido sobre todo utilizando tcnicas de electroencefalografa, potenciales evocados oimagenologa, como resonancia magntica cerebral, tomografa por emisin de positrones o captacin de glucosa. En trminos generales, lo que se haencontrado en relacin a la estimulacin genital ha sido una activacin de la corteza prefrontal y de reas hipotalmicasExisten en particular sonidos especcamente ligados a la ejecucin sexual los cuales pueden ayudar a generar un estado motivado sexual con mayointensidad en el humano. Existen tambin estmulos olfativos caractersticos de los individuos del sexo opuesto que activan neuronas en el bulbo olfatoriode la pareja y que coadyuvan a la motivacin y arousal sexual. Sin embargo, para el humano, son los estmulos visuales con contenido sexual y erticolos ms efectivos para provocar un estado de activacin sexual, el cual es representado en un sustrato neuronal constituido por estructuras corticales(como los lbulos occipital, temporal, parietal y frontal, corteza orbitofrontal y cngulo anterior) as como regiones subcorticales que incluyen a la nsula, eclaustrum, el cuerpo estriado, tlamo, amgdala e hipotlamo.El concepto de motivacin es un constructo hipottico que ha recibido una amplia y extensa variedad de deniciones a travs de la historia y que, deforma general se ha considerado como el conjunto de factores que determinan la probabilidad de ejecutar una conducta en respuesta a estmulosdeterminados. gmo, considera a la motivacin sexual como aquel conjunto de procesos que hacen que un organismo busque contacto sexual con otroorganismo generalmente de la misma especie y del sexo opuesto (gmo, 1999), Pfaus y Scepkowski (2005) la describen como aquella fuerza energticaque genera inters sexual en un determinado momento. La motivacin sexual es un trmino que se reere al mpetu que surge de la estimulacininterna y/o externa para buscar o crear la ocasin de establecer la interaccin sexual y es medida por la disposicin de los organismos para trabajar(gastar energa) y tener acceso a la potencial pareja sexual. Es claro entonces que los sujetos para trabajar o simplemente aproximarse y permanececerca del estmulo incentivo sexual, han experimentado un cambio en su conducta que debi ser generado en respuesta a la deteccin de los estmulosincentivos emitidos por la pareja sexual, estmulos que deben haber sido adecuadamente detectados y procesados por estructuras cerebrales especcasgenerando este estado activado o motivado.En una amplia revisin realizada por Benjamn D. Sachs (2007) se ponen en tela de juicio la gran cantidad de deniciones que se han atribuido aconcepto de arousal o activacin sexual. Las cuales van desde estados emocionales y cognitivos hasta respuestas siolgicas, entre las cuales la msfrecuentemente mencionada es la ocurrencia de ereccin peneana. De ah que Sachs haya propuesto a la ereccin peneana como la medida de orode la activacin sexual, siempre y cuando sta ocurra en un contexto sexual adecuado. As, la activacin sexual ha sido ligada con la respuesta genitade tal manera que si un sujeto tiene una ereccin se dice que est sexualmente activado. Otros, conciben el trmino de activacin sexual como algo msque una respuesta genital, por ejemplo, Bancfroft (2005) la considera como un estado motivado hacia la experiencia de placer sexual, involucrando 1procesamiento de estmulos relevantes, 2) activacin generalizada, 3) motivacin incentiva y 4) respuesta genital.Para que se genere la motivacin sexual, se requieren dos aspectos importantes: 1) que el sujeto presente un medio neural y hormonal interno adecuadoy 2) que se lleve a cabo un adecuado procesamiento de los estmulos incentivos procedentes de la potencial pareja sexual. Si las dos condiciones secumplen, entonces es posible que en los sujetos se genere un estado motivado que los induzca a realizar una serie de actos para lograr la interaccinsexual. Como resultado de lo anterior, si el sujeto logra hacer contacto fsico con la pareja sexual, entonces ser posible que empiece a realizar unaserie de actos propios de la interaccin sexual (caricias y besos en los humanos, estimulacin corporal y genital, etc.) que redundarn en un estado de

    activacin o arousal sexual asociado al proceso de ereccin peneana en el hombre y lubricacin vaginal en la mujer. Pero esto no siempre es as, esposible que un sujeto trabaje arduamente, resuelva complicados laberintos y aprenda tareas con tal de tener acceso a una potencial pareja sin presentaactivacin sexual (ereccin) y por tanto, aparecen desfasados los eventos de motivacin y activacin sexual, en tanto que en otros casos, como poejemplo durante la interaccin sexual propiamente dicha, la motivacin y activacin sexual deben ocurrir simultneamente o de otra manera, no seranposibles las respuestas de intromisin y eyaculacin.

    As, la activacin y la motivacin sexual representan un estado generado por estmulos exgenos y/o endgenos que inducen a la bsqueda de interaccinsexual y a la adecuada ejecucin de la misma; estado en el cual diversas reas del cerebro juegan un papel crtico para la inhibicin o facilitacin de laaccin subsecuente.Pero cules son las estructuras neurales involucradas en la deteccin y procesamiento de los estmulos sensoriales con signicado sexual? Entrelas pocas estructuras que se ha propuesto participan de manera importante en el procesamiento de los estmulos incentivos sexuales en machos es e

    rea Preptica Medial (APM). La lesin bilateral de sta rea suprime la conducta sexual de ratas macho, suprime la conducta de persecucin as comoaquella de aproximacin y suprime el inters por acercarse a olores de hembras receptivas. La amgdala medial (ME) es otra de las estructuras quese ha mostrado participa como un importante sitio de integracin de las seales sensoriales y hormonales. Se ha sugerido que la regin posteromediaamigdalina (MEpd) es la ms especcamente involucrada en el procesamiento de los estmulos con signicado sexual, como fue mostrado en hmsters

    8

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    14/837

    Nmero especial, octubre 2009 |Revista Mexicana de Psicologa

    machos en los cuales disminuy la preferencia por olores del sexo opuesto posterior a la lesin amigdalina. Asimismo, existen tambin datos de que lalesin de la amgdala basolateral altera la capacidad de las ratas para discriminar olores y seales auditivas y visuales, aun cuando su capacidad paradetectarlas permanece intacta. Otros reportes tambin han mostrado el papel crtico de la amgdala en la conducta sexual y en el procesamiento deincentivos sexuales emitidos por la hembra receptiva.En aos recientes, substanciales evidencias se han acumulado indicando el papel crtico de la corteza prefrontal (CPF) en la asignacin del valorincentivo, as como en la motivacin y orden temporal de eventos. Por ejemplo, se ha reportado un mayor umbral para alcanzar la activacin sexual enhmsters lesionados de la corteza cingulada y retrosplenial; adems, se ha mostrado tambin un importante retraso en el inicio de la interaccin sexuade ratas macho con lesin de la corteza prefrontal medial y dorsal a pesar de estar en continua presencia de hembras receptivas.En humanos se tienen evidencias claras de que estas mismas estructuras cerebrales (adems de unas cuantas ms) participan en los procesos dearousal y motivacin sexual, por ejemplo, Beauregard, Levesque y Bourogouin (2001) utilizaron pelculas con contenido sexual y pidieron a los sujetosque inhibieran su deseo sexual ante dichas escenas, se demostr que la activacin sexual generada por las escenas sexuales, provoc un mayor ujosanguneo cerebral de la amgdala derecha, el lbulo temporal anterior derecho y del hipotlamo, mientras que el intento de inhibir la activacin sexual serelacion con el incremento en el funcionamiento de la corteza prefrontal dorsolateral derecha y del cngulo anterior.Mogenson, Jones y Chi Yiu Yim (1980) postularon que la informacin sensorial exteroceptiva y propioceptiva relevante para la ejecucin de las conductasmotivadas que se integra en estructuras del cerebro anterior es procesada y posteriormente transferida a un circuito de transicin de la motivacin a laaccin, en el cual el ncleo accumbens funge como interfase entre las estructuras del sistema lmbico (encargadas de la generacin del estado motivadoy las estructuras del sistema motor (ganglios basales y tallo cerebral). Este circuito de transicin de la motivacin a la accin constituye el sustrato neurabsico de todas las conductas motivadas, incluyendo la conducta sexual humana y la de todos los mamferos.Referencias

    gmo, A. (1999). Sexual motivation an inquiry into events determining the occurrence of sexual behavior. Behavioural Brain Research,105, 129-150.Bancroft, J. (2005).The endocrinology of sexual arousal.Journal of endocrinology, 186, 411-427.Beauregard, M., Levesque, J., & Bourogouin, P. (2001). Neuronal Correlates of conscious self-regulation of emotion. Journal of Neuroscience, 21, 1-6.Mogenson, G.J., Jones, D.L., & Chi Yiu Yim, J. (1980). From motivation to action: Functional interface between the limbic system and the motor system,

    Progress in Neurobiology, 14, 69-97.Pfaus, J.G., & Scepkowski, L.A. (2005). The biologic basis for libido. Current Sexual Health Reports, 2, 95-100.Sachs, B.D. (2007). A contextual denition of male sexual arousal. Hormones and Behavior, 51, 569-578.

    Correo electrnico: [email protected]

    La violencia en la escuela: una perspectiva psicoeducativaGarca Cabrero Benilde

    Divisin de Estudios de Posgrado, Facultad de Psicologa, UNAM

    Descriptores:violencia escolar, tipos de violencia, orgenes de la violencia, discriminacin en la escuela, causas de la violencia.

    Los actos de violencia continan siendo hoy en da una de las grandes preocupaciones de la sociedad actual. La violencia se maniesta en mltiplesformas y en escenarios diversos; en el mbito escolar, estas manifestaciones pueden ser muy evidentes, como por ejemplo: el vandalismo, el maltratoentre compaeros, o el acoso sexual, entre otras, o puede adquirir formas ms sutiles como en el caso de las conductas discriminatorias. Ante estepanorama, existe una clara evidencia de la necesidad de continuar dirigiendo los esfuerzos hacia el estudio y comprensin de la violencia, particularmenteaquellas formas que por su aparente insignicancia, son ms permitidas y ejercidas en los diferentes mbitos sociales, pero especialmente en el cotidianodel mbito escolar: es el caso de la discriminacin.Debido a que los actos de discriminacin pueden ser el origen de mltiples formas de violencia, y a que stos pueden expresarse en los nios a travde prejuicios, estereotipos, ideas o sentimientos negativos, es necesario reconocer la importancia que tienen para explicar los orgenes de la conductaviolenta. En este mismo sentido, se tendr que reconocer el papel primordial que desempean los afectos y las emociones en la expresin y control de ladiscriminacin, pues son estas las que pueden, a travs de adecuadas formas de intervencin, marcar una diferencia en las actitudes asociadas a esoestereotipos, prejuicios, ideas o sentimientos negativos.En vista de que la violencia sigue manifestndose como un problema relevante que no ha podido controlarse, en este trabajo se propone que es necesarioprofundizar en el estudio de sus orgenes y desarrollo, con la nalidad de contribuir al planteamiento de alternativas viables que permitan afrontarsus diversas manifestaciones, particularmente aquellas que tienen lugar en el mbito escolar, tales como: el maltrato entre iguales, los problemas dedisciplina, la agresin fsica, la extorsin, etc.Los bajos ndices de eciencia terminal en casi todos los niveles del sistema educativo, el bajo rendimiento en las evaluaciones de las habilidades bsicasla violencia intra y extrafamiliar, el aumento del divorcio, el incremento en el abuso de sustancias, as como la delincuencia, nos plantean la urgentenecesidad de reexionar sobre qu est pasando en las escuelas y sobre todo cul es el n de la educacin.En trminos generales se considera que el n primordial de la educacin es la formacin de ser humano integral. Pero la educacin en el mbito escolar seenfoca ms a la adquisicin del conocimiento, dejando en un segundo plano los aspectos sociales y afectivos que conforman al ser humano, propiciando

    el desarrollo de seres humanos fragmentados.Aunque la escuela tiene como uno de sus objetivos educativos fomentar valores como el respeto, la tolerancia, la solidaridad, y la responsabilidadentre otros, la realidad de la violencia que se vive en las aulas se est convirtiendo en parte de la vida cotidiana entre alumnos y profesores y con ellolamentablemente, la violencia escolar ha dejado de ser motivo de asombro, lo cual debe ser considerado como una alarma social (Furln, 2003).El estudio del fenmeno de la violencia en las escuelas contempla diferentes mbitos que involucran a los actores y escenarios educativos: el maltratoentre estudiantes (bullying); las agresiones de los profesores hacia sus alumnos; las manifestaciones violentas que viven los profesores por parte de susalumnos, por parte de los directivos de la institucin e incluso de sus mismos compaeros maestros; y las mismas imposiciones de la escuela, que ejercenviolencia sobre todos ellos (Palomero y Fernndez, 2001). Estas condiciones conducen a que los agentes educativos y los alumnos, no slo aprendan aser violentos, si no a justicar la violencia en el contexto educativo.La violencia en las escuelas genera daos fsicos y psicolgicos que se constituyen en factores negativos para el aprendizaje. Estar constantementeexpuesto a la violencia puede provocar limitaciones sociales, emocionales y cognitivas y puede conducir a que se asuman comportamientos de riesgpara la salud, como el uso de sustancias adictivas, y al consumo de tabaco, as como a tener relaciones sexuales precoces, segn seala el informe dePinhero (2006) de la Organizacin de las Naciones Unidas (ONU), al referirse a la violencia contra nios y nias en el mbito escolar.Howard (1995) destaca que la importancia de abordar la violencia escolar como objeto de investigacin se debe a que en la escuela se fomenta

    9

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    15/837

    Revista Mexicana de Psicologa| Nmero especial, octubre 2009

    valores y actitudes en los alumnos que conguran un modelo de conducta social y que de seguir impulsando modelos negativos, alejan a la escueladel ideal educativo planteado en diversos programas escolares. Aunado a esto, otra vctima importante de la violencia en la escuela es, de acuerdo aKodato (2003), el mismo proceso pedaggico y las consecuencias de la violencia pueden abarcar desde la desercin escolar hasta los altos ndices deanalfabetismo. De todo esto surge la relevancia y necesidad que ha adquirido la creacin de programas que promuevan pautas de convivencia entrealumnos y maestros o entre los mismos estudiantes para resolver conictos y minimizar agresiones directas o indirectas que pudieran existir.Los esfuerzos por tratar de entender la etiologa, desarrollo y manifestaciones de la violencia, se han realizado al mismo tiempo que aquellos que seintenta legislarla para detenerla o al menos minimizarla, y por tanto, se han adoptado posturas que surgen de planteamientos tericos y evidencia empricainacabados (Pinker, 2003). Esto ha dado lugar a que se realicen armaciones sin los fundamentos sucientes, como la de que la violencia es una cuestinpatolgica o que es modelada por la cultura y que puede, casi como una enfermedad contagiosa, volverse endmica en ciertos ambientes.

    An cuando estas armaciones pueden ser parcialmente ciertas, necesitamos estudiar con mayor profundidad los orgenes y desarrollo de lasmanifestaciones de la violencia en diversos contextos, de forma tal que podamos proponer intervenciones ajustadas a dichos contextos, en las queintegremos un conocimiento profundo de lo que Beck (2003) ha denominado el lado oscuro de la naturaleza humana, dominado por la envidia, los celosel odio y la intolerancia. Tambin requerimos tomar en consideracin el lado brillante de la naturaleza humana; es decir, la capacidad de nios y niashombres y mujeres de ser afectuosos, compasivos, solidarios y tolerantes con los otros. El conocimiento y manejo de estos dos aspectos, permitir laadopcin de una postura ms equilibrada en torno de la violencia, que permita hacer frente a las creencias que niegan el origen evolutivo de ciertosmecanismos violentos, y que al mismo tiempo evite que se adopten posturas utpicas en las que se exalten o sobreestimen desmesuradamente lasvirtudes cvicas.LAVIOLENCIAESCOLAR

    La violencia escolar es aquella que tiene lugar al interior de los establecimientos educacionales y que sera el resultado del tipo de relaciones existentesentre los integrantes del mundo escolar, los profesores, los estudiantes, los padres y los directivos (Barreiro, 2006).La violencia escolar no es muy distinta de los dems tipos de violencia, aqu tambin hay una intencin de lastimar, daar, discriminar, desaparecer oincluso, deseos de matar al otro. Afecta profundamente el ambiente escolar, reduce el rendimiento de las y los estudiantes y cuerpo docente, deteriora lasrelaciones y en muchos casos provoca que el agredido quiera abandonar la escuela.El castigo fsico, el maltrato psicolgico y el abuso sexual son situaciones que se maniestan en prcticas culturales de abuso hacia las nias, nios yadolescentes al interior de las instituciones educativas (Pinheiro, 2006).No podemos considerar como equivalentes un insulto o una falta a la disciplina, que un episodio de vandalismo o de agresin fsica con un arma. No todoslos comportamientos disruptivos de la escuela son violentos, bien podran llamarse expresin de comportamiento o conducta antisocial en las escuelas

    As podramos distinguir seis tipos o categoras de comportamiento antisocial (Barreiro, 2006):Disrupcin en las aulas:A) Los estudiantes impiden el desarrollo normal de la clase. Esta disrupcin interere con el aprendizaje de la granmayora de los educandos y el que ms molesta a los docentes.Problemas de disciplina, (conicto entre profesorado y alumnos):B) Son conductas que pueden conducir a un menor o mayor grado de violenciadesde un insulto al profesor o una agresin de profesor a alumno (agresin verbal o fsica).Maltrato entre compaeros (bullying):C) El trmino bullying se utiliza para designar intimidacin y victimizacin entre iguales, o sea, entrecompaeros de aula, de escuela, etc. Involucra insultar, vejar, aislar socialmente, ya sea a travs de rumores, lmaciones, o travs deInternet.Vandalismo y daos materiales:D) Esto es estrictamente violencia, primero contra las cosas y segundo contra las personas. Son las conductas dems alto impacto, sin ser las de mayor reincidencia.Violencia fsica (agresiones, extorsiones):E) Este tipo de violencia es la de mayor impacto social y muchas veces lleva incorporado el uso dearmas.

    Acoso sexual:F) es como el bullying, un fenmeno o manifestacin oculta del comportamiento antisocial, que deriva en un problema de gneroIncluye acoso verbal y fsico.

    Segn la sociloga colombiana Marina Camargo Abello (1996), en las escuelas se producen espacios propicios para la violencia y stos seran lassemillas de violencia que luego colaboraran en su oportunidad a la violencia social sembrando ms semillas de violencia. La autora seala que estassemillas de violencia estn ligadas a la gestin institucional a travs de formas autoritarias del ejercicio del poder y la autoridad, a la escasa participacina concepciones y practica antidemocrticas, a la ausencia de valores ciudadanos tales como la tolerancia, el respeto a la diferencia, a la justicia, a lafalta de dilogo, a la desconanza del ser humano, a la falta de negociacin como mecanismo de resolucin de conictos, as como al desconocimientoy respeto hacia las reglas de convivencia, entre otros.La discriminacin adquiere mltiples facetas y se maniesta a travs de diferentes formas, que hacen que sea vista como algo cotidiano y natural. En losnios se expresa a travs de prejuicios y estereotipos (creencias, ideas y sentimientos negativos o positivos hacia ciertos compaeros pertenecientesa un grupo determinado). Cuestiones tales como apodos, insultos hirientes o exclusin de participacin en actividades, pueden ser situaciones que aexagerarse conllevarn a la agresin fsica. La discriminacin se encuentra presente en distintas dimensiones del cotidiano escolar, por ejemplo: en ecurrculo formal y en el oculto, en las relaciones interpersonales entre alumnos as como entre profesores y alumnos, en el material didctico y en lasformas de realizar los procesos de evaluacin y manejar las cuestiones de disciplina.Garca-Cabrero, Haro, Valencia, Del ngel y vila (2007) realizaron una evaluacin de la discriminacin entre nios y nias de 5 y 6 aos de primaria deuna escuela pblica ubicada en una zona marginada del sur de la ciudad de Mxico, con la intencin de averiguar si los nios son vctimas o perpetradorede la violencia. El piloteo de la versin original de la encuesta sobre discriminacin se llev a cabo con 59 alumnos de 5 grado (10 y 11 aos) y 65alumnos de 6 grado (10 a 13 aos). La encuesta se encuentra constituida por 35 preguntas cerradas y 8 preguntas abiertas. Se aplicaron dos versiones

    del Cuestionario, la versin A contena la denicin de discriminacin y la B no inclua la denicin.

    El anlisis de las dos versiones del cuestionario dediscriminacin no revela diferencias en los resultados derivados de las mismas. Las respuestas de los alumnos indican que perciben la discriminacincomo: abuso, falta de respeto, burla, maltrato, exclusin hacia las personas por su manera de pensar, aspecto fsico, ausencia de igualdad de derechosentre las personas, apodos, etcPodemos estar de acuerdo en que la escuela, tal como la conocemos, vive su momento de crisis, luego de dcadas de lucha por expandir y democratizael conocimiento, hoy debe decidir si se abre a las nuevas necesidades de aprendizaje, hacia la diversidad, al aprendizaje de la convivencia, a unaeducacin en actitudes y valores que promuevan la justicia y la equidad y hacia la utilizacin de un nuevo tipo de lenguaje. Debe asimismo tomar unapostura respecto de si decide trabajar en pro de acoger a todos los educandos, no importando las condiciones sociales, psicolgicas, o fsicas, o continacon viejas prcticas que van alejando al sujeto de lo mejor que le puede ofrecer la sociedad: la educacin.ReferenciasBarreriro, T. (2006). Agresividad y violencia. Violencia y Escuela. Revista Novedades Educativas,187, 6-7.Beck, A. T. (2003). Prisioneros del odio. Las bases de la ira, la hostilidad y la violencia.Barcelona: Paids.Camargo, M. (1996).Violencia escolar y violencia social. Ponencia presentada en el Quinto Congreso Nacional de Prevencin y Atencin del MaltratoInfantil, Santaf de Bogot. Disponible en: http://www.acosomoral.org/ pdf/rce34_03ensa.pdf

    10

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    16/837

    Nmero especial, octubre 2009 |Revista Mexicana de Psicologa

    Furln, A. (2003). De la violencia y la escuela. Revista Electrnica de Investigacin Educativa, 5 (2). Disponible en: http://redie.uabc.mx/ vol5no2contenido-furlan.html

    Garca-Cabrero, B., Haro, I., Valencia, A., Del ngel, M. E., vila, N., (2007). Informe Final sobre el Proyecto de Asesora Educativa al Consejo Nacionapara Prevenir la Discriminacin (CONAPRED). Reporte de resultados no publicado.

    Howard, R. M. (1995). La Cultura del Conicto. Las diferencias interculturales en la prctica de la violencia.Barcelona: Paids Ibrica.Kodato, S. (2003). Social Representations of Violence in Brazilian Public Schools. Memorias electrnicas de la Second International Conference on

    Violence in School: Research, Best Practices and TeacherTraining, Qubec: Universit Laval/UNESCO/Observatoire European de la ViolenceScolaire.

    Pinhero, S. (2006). La violencia contra nios, nias y adolescentes. Infome de Amrica Latina en el marco del Estado Mundial de las Naciones Unidas2006. Disponible en: http://www.iin.oea.org/iin/observatorio/ documentos/violencia/Estudio_violencia%20Am%C3%A9rica%20Latina.pdf

    Pinker, S. (2003). The Blank Slate: the Modern Denial of Human Nature.Nueva York: Penguin.

    Correo electrnico: [email protected]

    Rol de la inuencia de pares e interiorizacin de delgadez sobre insatisfaccin corporal y alimentacin no saludableMancilla Daz Juan Manuel

    Unidad de Investigacin Interdisciplinaria en Ciencias de la Salud y Educacin (UIICSE), Divisin de Investigacin y Posgrado, Facultad de EstudiosSuperiores Iztacala, Universidad Nacional Autnoma de Mxico

    Descriptores: grupo de pares, interiorizacin del modelo de delgadez, insatisfaccin corporal, conductas alimentarias no saludables

    La cultura dominante actual promueve la delgadez, de tal manera que un porcentaje importante, principalmente de adolescentes y mujeres jvenespresentan insatisfaccin corporal, contribuyendo esto con prcticas de alimentacin no saludables. Algunos de los factores que han mostrado tener efectossobre el modelo corporal de delgadez son la familia, la publicidad, los medios y la moda; as como la inuencia de los pares. Sin embargo, algunos autoreshan reportado que en contraste con la cultura occidental, tradicionalmente en la cultura Mexicana se ha idealizado un fsico grande y curveado. Siguiendoesta lnea de razonamiento, el propsito de este estudio fue evaluar el rol de la inuencia de grupos de pares y la inuencia de la internalizacin del modelode delgadez sobre la insatisfaccin corporal y conductas de alimentacin no saludables en una muestra comunitaria de estudiantes universitarias. Lasparticipantes (n = 130), fueron reclutadas de una Universidad pblica, ubicada en el norte de la Zona Metropolitana de la Ciudad de Mxico. El mtodo demuestreo fue no probabilstico (por conveniencia). El anlisis del poder estadstico (nivel de = 0.05, poder = 0.95 y tamao del efecto grande) determinun tamao de la muestra mnimo de n = 40. La media de edad de las participantes fue 19.44 (DE= 1.28) aos con una media de ndice de Masa Corpora(IMC) de 24.4 (DE= 3.8). Las estudiantes que aceptaron participar (mediante consentimiento informado) completaron el Test de Actitudes Alimentaria(EAT-40, por sus siglas en ingls), el Cuestionario de Imagen Corporal (BSQ, por sus siglas en ingls) y el Cuestionario sobre Inuencias del ModeloEsttico Corporal (CIMEC). En otra sesin, la antroploga fsica realiz las medidas antropomtricas para estimar el IMC. El anlisis de datos revel quela interiorizacin del modelo de delgadez media la relacin entre la inuencia del grupo de pares con la insatisfaccin corporal y las conductas alimentariano saludables. Los datos de este estudio son discutidos en relacin al apoyo que dan a la hiptesis que seala que la inuencia de la interiorizacin es unimportante mediador sobre la insatisfaccin corporal y las conductas alimentarias no saludables en universitarias mexicanas y contrastar con la hiptesisde que en la cultura Mexicana se idealiza un fsico grande y curveado.

    Agradecimientos: Esta investigacin fue realizada gracias al nanciamiento del CONACYT (registro U 40208-H) otorgado al Dr. Juan Manuel MancillaDaz.

    La dislexia en espaolMatute Villaseor Esmeralda

    Descriptores: dislexia, trastorno del aprendizaje, lectura, aprendizaje, espaol

    La dislexia es un trastorno de neurodesarrollo relacionado con el aprendizaje de la lectura. Existe evidencia de que las caractersticas de la lengua y desu sistema de escritura inciden tanto en la expresin de este trastorno como en la prevalencia del mismo. Como factor relacionado a estas variacionesse destaca el sistema de escritura. Dentro de los sistemas de escritura, los sistemas de tipo alfabtico se ubican dentro de un continuo de acuerdo a latransparencia opacidad de sus caractersticas ortogrcas. El sistema ortogrco del espaol es considera transparente en tanto que el del ingls esopaco. Ahora bien, la mayora de las investigaciones sobre dislexia se han realizado en anglohablantes, y son escasas las investigaciones realizadaen dislxicos hispanohablantes. De lo anterior estriba nuestro inters por conocer las manifestaciones de la dislexia en espaol. En esta presentacinharemos primero una introduccin relacionada con aspectos tericos de la dislexia enfatizando la importancia de realizar estudios en hispanohablantes

    El punto central a atender son los cambios en la manifestacin de la dislexia a travs de del tiempo. Si bien es probable que las caractersticas ortogrcadel espaol faciliten el aprendizaje de la lectura al ser comparadas las ejecuciones de nios hispanohablantes con las de otros que tengan una lengua deortografa ms opaca, nosotros hipotetizamos que en los nios hispanohablantes con problemas de lectura y que cursan distintos grados de primaria, lasdicultades subsisten en un periodo de dos aos y se hacen evidentes al ser comparados con sujetos sin dicultades. Estas deciencias se manifestaren distintas variables relacionadas con la lectura.El grupo de estudio (GE) qued constituido por 39 nios y 21 nias dislxicos, con edades entre 7 y 15 aos y escolaridad desde el 2 hasta el 6 gradode primaria. El grupo control (GC) se form con 60 sujetos de 7 y 12 aos de edad, sin dicultades en el aprendizaje, pareados con los del GE en cuantoa grado escolar, sexo, turno y tipo de escuela. A todos los sujetos se les pidi realizar en forma individual dos tareas: 1). Leer en voz alta un texto narrativode 290 palabras y 2). Narrar con sus propias palabras la historia que haban ledo previamente. Se registraron los siguientes cinco valores en cadasujeto: 1). Velocidad de Lectura , expresada en palabras por minuto (PPM), 2). Nmero de substituciones (modicaciones de palabras durante la lecturaincluyendo adicin, supresin o translocacin de fonemas y cambios de palabras). 3). Nmero de palabras omitidas durante la lectura, 4). Nmero depalabras empleadas para la recuperacin oral del texto (sin incluir preguntas o comentarios ajenos al tema, muletillas ni palabras o frases repetidas) y 5)Recuperacin de la historia, evaluada a partir del nmero de episodios, elementos centrales, elementos accesorios, inferencias y distorsiones; los tresprimeros forman parte del texto original y los dos ltimos no. El procedimiento descrito se llev a cabo en dos evaluaciones (E1 y E2), separadas entre

    11

  • 7/24/2019 Memoria Xvii Cmp Final

    17/837

    Revista Mexicana de Psicologa| Nmero especial, octubre 2009

    s por un lapso de dos aos. El anlisis estadstico se realiz solamente con los pares de sujetos que pudieron ser evaluados en ambas ocasiones (34pares de nios y 17 pares de nias). Los resultados muestran que en ambas evaluaciones el GC super al GE de todas las variables analizadas. Si biense observa un incremento en las puntuaciones de una evaluacin a otra, en la segunda evaluacin, el GE no alcanza las puntuaciones obtenidas por eGC dos aos antes. Los resultados se discuten con relacin a las dos hiptesis vigentes: la hiptesis de secuencia similar, la cual considera que en estetipo de nios, las caractersticas lectoras son semejantes a las de los nios sin este tipo de trastorno a la vez que corresponden a nios ms pequeos La hiptesis de dcit seala que las caractersticas lectoras de los dislxicos son diferentes a las de los lectores tpicos.

    Psicologa y pobreza, una mirada desde la ecologa socialMontero y Lpez Lena Mara

    Universidad Nacional Autnoma de Mxico

    Descriptores: pobreza, ecologa social, desarrollo socio-emocional

    La pobreza, como fenmeno complejo ha sido abordada desde diferentes miradas o aproximaciones. Existen multitud reinvestigaciones, particularmentedentro del rea econmica, que se abocan al estudio de las causas, prevalencia y prospectiva del fenmeno de la pobreza tanto en Mxico como enel mundo. No obstante, existe una interesante paradoja en relacin con el estudio de la pobreza. A pesar de que este fenmeno impacta de diferentesmaneras y a diferentes niveles al sujeto, a la familia y a la sociedad, a la fecha son escasos los estudios especializados que documenten de maneracientca y sistemtica el impacto que tiene la pobreza sobre el desarrollo psicosocial del ser humano. Ante ello, en esta presentacin se representa unaopcin promisoria para solventar la paradoja descrita.El objetivo esencial de esta conferencia es documentar la potencial riqueza conceptual y metodolgica que ofrece abordar el fenmeno de la pobrezadesde una perspectiva ecolgica-social. En este momento en el que la concepcin ecolgica ha trascendido el dominio acadmico y ha alcanzadombitos polticos, es oportuno y necesario perlar dimensiones claras de lo que se entiende por ecologa, y llamar la atencin de que lo ecolgico tambincomprende o debe integrar lo intra, inter y trans personal, es decir lo psicolgico, lo social y lo cultural. En congruencia, en esta presentacin se exponeun interesante vnculo entre los componentes econmico, sociolgico, losco y psicolgico.En esencia los componentes a analizar a lo largo de esta conferencia se ubican en tres niveles: Conceptual. Se expone la contribucin potencial dedisciplinas hasta ahora soslayadas dentro del estudio tradicional de la pobreza, como la psicologa o la losofa. Metodolgico. Se evidencia la capacidadde la psicologa para desarrollar instrumentos directos e indirectos que documenten los diferentes impactos que la pobreza produce en el ujo dedesarrollo humano sin soslayar la necesidad de un abordaje multidisciplinario a dicho fenmeno. Emprico. Se propone encontrar la armona en trminosconcretos y prcticos, en el conocimiento que promueva la calidad de vida en sus diferentes facetas, no solo humana; sino animal, vegetal y por endeplanetaria. Esencialmente, esta conferencia intenta llamar la atencin sobre el aporte potencial que se vincula al conocimiento psicolgico. Desde lapsicologa se puede medir la conducta humana, se pueden derivar perles de comportamientos, se pueden proponer normas de accin para promover lasalud individual y comunitaria.Cabe sealar que la informacin expuesta en esta conferencia se han generado dentro del Laboratorio denominado Ecologa Social y DesarrolloComunitario, adscrito a la Divisin de Estudios de Posgrado de la Facultad de Psicologa, UNAM.

    La secuencia de exposicin consta de tres apartados:Encuadre conceptuala) , donde se exponen algunas precisiones sobre trminos bsicos como: concepto, teora, paradigma, perspectivaconceptual y heurstica. Esto es, se describen de manera breve los fundamentos conceptuales de la perspectiva ecolgica social como unaopcin heurstica para el estudio de la pobreza, asumiendo que el conocimiento cientco representa el puente entre la problemtica de lapobreza y la derivacin de polticas sociales.Caracterizacin de lab) aproximacin ecolgica social,donde se describen y ejemplican los principios distintivos de dicha perspectiva.Evidencia emprica de la investigacin sobre pobreza desde la perspectiva ecolgica social. Se documenta un modelo de determinantesc)ambientales, fsicos, psicolgicos y sociales que permiten explicar el impacto de la pobreza sobre algunos indicadores de salud mental (ejfrecuencia de soledad, nivel de estrs percibido, nivel de depresin, autocontrol, entre otras variables), as como la diversidad de expectativasacadmicas que las madres desarrollan sobre el desempeo acadmico de sus hijos(as) en funcin de las condiciones de pobreza en las quese desarrollan.

    Con la evidencia expuesta se busca fortalecer y consolidar una lnea de investigacin sobre pobreza y desarrollo socio-emocional en el rea de PsicologaComunitaria, dentro de la Facultad de Psicologa de la UNAM. Ello en consecucin de trabajos realizados con anterioridad dentro de este tpico (Monteroy Evans, 2008; Montero, 2007; Montero, 2006; Montero y Montero, 2003; Pea-Ortega y Montero, 2003; Len-Godnez y Montero, 2006; MorenoMorales y Montero, 2006; Yarto-Bernal y Montero, 2006)ReferenciasMontero, M. (2006) La Pobreza desde la Perspectiva Social Ecolgica. XIV Congreso Mexicano de Psicologa. Memoria en Extenso. Septiembre 27-29

    Puerto Vallarta, Mxico. pp. 31-32Montero, M. y Evans, G.W. (2008) Condiciones Ambientales de Nios en Pobreza provenientes de Dos Nichos Culturales: Ciudad de Mxico y zona rura

    de New York, USA. Medio Ambiente y Comportamiento Humano. Vol. 9(1 y 2), 33-46.Montero, G. N. y Montero, M. (2003). Lineamientos de intervencin comunitaria va satlite IMSS-EDUSAT.(Guidelines to community intervention via

    satellite) Mxico, D.F.:IMSS.Pea Ortega, B. y Montero,