memo crítico 4 estrategias de evaluación de los aprendizajes centrados en el proceso

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MEMO CRÍTICO 4 “Estrategias de evaluación de los aprendizajes centrados en el proceso” (M. Inmaculada Bordas, Flor A. Carrera, 2001) Antes de cursar la asignatura de Evaluación en la Educación Superior, en el Magíster en Educación, Mención Docencia para la Educación Superior, dictado en la Universidad UCINF, jamás habría imaginado cuánto me cambiaría el concepto de lo que en realidad significa la evaluación, pues tenía una errada idea de que se reducía a metodologías orientadas a calificar, cuán equivocado estaba, ya que luego de un no agitado andar me percaté de que se trata de algo más relacionado con el proceso de enseñanza aprendizaje en su conjunto, como una herramienta formadora y no formativa como en un inicio creía. Del documento analizado es posible obtener sólidos fundamentos que clarifican la idea primera, en términos de entregar estrategias que permiten mantener el foco en el aprendizaje en tanto se evalúa durante todo el proceso, en donde el aprendizaje y la evaluación se autoalimentan, rescatando evidencias concretas que van dando cuenta del grado en que se va avanzando. Pero una vez más en total coherencia con otros textos que hablan de la ética en la evaluación, se destaca el rol más participante que debe asumir el profesor en la aplicación de instrumentos, donde incluso estos deben ser evaluados a la luz de los resultados que se vayan obteniendo. Ahora bien, desde mi perspectiva, normalmente la práctica docente en general hace gala de un dicho popular que dice “el papel aguanta todo”, pues la verdad es bastante raro por decirlo de alguna manera no tan poco decorosa, encontrar profesores que, primero, tengan asumida esta forma de enseñar y por otro lado dominen un amplio abanico de instrumentos de evaluación y que finalmente tengan la flexibilidad y actitud proactiva de estar monitoreando y variando si es necesario la forma de evaluar, en obediencia a que se estén o no cumpliendo los objetivos. Lo normal es que un profesor tenga y use un número limitado de instrumentos semestralmente, y que producto de varios otros factores que no viene al caso analizar, sea menos participante del proceso enseñanza aprendizaje de sus alumnos o bien tenga un reducido margen de flexibilidad. Segundo Mansilla Andrade 26 de julio de 2013

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Page 1: Memo crítico 4 estrategias de evaluación de los aprendizajes centrados en el proceso

M E M O C R Í T I C O 4

“Estrategias de evaluación de los aprendizajes centrados en el proceso” (M.Inmaculada Bordas, Flor A. Carrera, 2001)

Antes de cursar la asignatura de Evaluación en la EducaciónSuperior, en el Magíster en Educación, Mención Docencia para la Educación Superior,dictado en la Universidad UCINF, jamás habría imaginado cuánto me cambiaría elconcepto de lo que en realidad significa la evaluación, pues tenía una errada idea deque se reducía a metodologías orientadas a calificar, cuán equivocado estaba, ya queluego de un no agitado andar me percaté de que se trata de algo más relacionado conel proceso de enseñanza aprendizaje en su conjunto, como una herramienta formadoray no formativa como en un inicio creía.

Del documento analizado es posible obtener sólidosfundamentos que clarifican la idea primera, en términos de entregar estrategias quepermiten mantener el foco en el aprendizaje en tanto se evalúa durante todo elproceso, en donde el aprendizaje y la evaluación se autoalimentan, rescatandoevidencias concretas que van dando cuenta del grado en que se va avanzando. Perouna vez más en total coherencia con otros textos que hablan de la ética en laevaluación, se destaca el rol más participante que debe asumir el profesor en laaplicación de instrumentos, donde incluso estos deben ser evaluados a la luz de losresultados que se vayan obteniendo.

Ahora bien, desde mi perspectiva, normalmente la prácticadocente en general hace gala de un dicho popular que dice “el papel aguanta todo”,pues la verdad es bastante raro por decirlo de alguna manera no tan poco decorosa,encontrar profesores que, primero, tengan asumida esta forma de enseñar y por otrolado dominen un amplio abanico de instrumentos de evaluación y que finalmentetengan la flexibilidad y actitud proactiva de estar monitoreando y variando si esnecesario la forma de evaluar, en obediencia a que se estén o no cumpliendo losobjetivos. Lo normal es que un profesor tenga y use un número limitado deinstrumentos semestralmente, y que producto de varios otros factores que no viene alcaso analizar, sea menos participante del proceso enseñanza aprendizaje de susalumnos o bien tenga un reducido margen de flexibilidad.

Segundo Mansilla Andrade26 de julio de 2013