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I Congreso de Ciencia Regional de Andalucía: Andalucía en el umbral del siglo XXI PONENCIA 511 TRANSPORTE, INTEGRACIÓN Y DESARROLLO ECONÓMICO. CONVERGENCIA VERSUS DIVERGENCIA Pablo Martín Urbano Universidad Autónoma de Madrid 1.- INTRODUCCIÓN 1 Una cuestión económica controvertida en economía del desarrollo es si existe una tendencia convergente en las disparidades existentes entre las distíntas áreas económicas, países o regiones, o si, por el contrario, la divergencia resulta la irremediable consecuencia de las relaciones entre economías dispares. Tal controversia lógicamente se extiende e, incluso acentúa, cuando se trata de observar esas mismas tendencias asociadas a los procesos de integración. El papel del transporte en esa polémica es también objeto de desencuentros, aunque desde esta perspectiva existe un mayor acuerdo sobre su contribución necesaria aunque no suficiente para el desarrollo y para la integración física de los mercados, si bien no faltan desacuerdos sobre el papel de los gobiernos en cuanto a la provisión de infraestructura y el papel del sector público en el sector. En este trabajo se repasaran algunos de los posicionamientos teóricos de las principales escuelas económicas respecto del transporte y en realación con los procesos de integración y desarrollo, observando la naturaleza convergente o divergente de sus conclusiones, así como la aparición de planteamientos emergentes que aúnan en parte los argumentos tradicionales aquí en uso 2 . 2. LOS PLANTEAMIENTOS CONVERGENTES Dentro de las tesis convergentes, los planteamientos predominantes son los de la escuela neoclásica. Los modelos económicos de tipo neoclásico, que ponen especial énfasis en la oferta, parten de la existencia de una determinada dotación inicial de recursos productivos en las distintas regiones o países. Las disparidades entre éstos evolucionarán de acuerdo con el libre movimiento interterritorial del capital y del trabajo, que buscarán aprovechar los diferenciales positivos de remuneración, la cual determina la tasa de crecimiento de una determinada área. El supuesto inicial parte de la existencia de dos o más regiones o países cerrados y en situación de equilibrio interno, pero con diversos niveles de costes de factores, empleo, renta, etc. La apertura a la influencia recíproca conducirá a la superación del equilibrio originario y la consecución de un nuevo equilibrio interterritorial, siempre y cuando exista libre circulación de factores que permita su óptima localización para maximizar la productividad dentro dro del área. Por tanto, tendrá lugar un flujo de trabajo desde las zonas con bajos salarios hacia las de salario más elevado y un flujo de capital en sentido 1 El trabajo que aqui se presenta se basa en el capítulo primero de la tesis del autor titulado: "Infraestructura, espacio y análisis económico". Véase al respecto, Martín Urbano, P. (1993). 2 . La perspectiva aquí adoptada se sitúa en el campo de la economía espacial. Una perspectiva más amplia donde contextualizar los argumentos recogidos en este trabajo puede verse en García de la Cruz, J. M. (1996).

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  • I Congreso de Ciencia Regional de Andaluca: Andaluca en el umbral del siglo XXI PONENCIA

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    TRANSPORTE, INTEGRACIN Y DESARROLLO ECONMICO.CONVERGENCIA VERSUS DIVERGENCIA

    Pablo Martn UrbanoUniversidad Autnoma de Madrid

    1.- INTRODUCCIN1

    Una cuestin econmica controvertida en economa del desarrollo es si existe una tendencia convergenteen las disparidades existentes entre las distntas reas econmicas, pases o regiones, o si, por elcontrario, la divergencia resulta la irremediable consecuencia de las relaciones entre economas dispares.

    Tal controversia lgicamente se extiende e, incluso acenta, cuando se trata de observar esas mismastendencias asociadas a los procesos de integracin.

    El papel del transporte en esa polmica es tambin objeto de desencuentros, aunque desde estaperspectiva existe un mayor acuerdo sobre su contribucin necesaria aunque no suficiente para eldesarrollo y para la integracin fsica de los mercados, si bien no faltan desacuerdos sobre el papel de losgobiernos en cuanto a la provisin de infraestructura y el papel del sector pblico en el sector.

    En este trabajo se repasaran algunos de los posicionamientos tericos de las principales escuelaseconmicas respecto del transporte y en realacin con los procesos de integracin y desarrollo,observando la naturaleza convergente o divergente de sus conclusiones, as como la aparicin deplanteamientos emergentes que anan en parte los argumentos tradicionales aqu en uso2.

    2. LOS PLANTEAMIENTOS CONVERGENTES

    Dentro de las tesis convergentes, los planteamientos predominantes son los de la escuela neoclsica. Losmodelos econmicos de tipo neoclsico, que ponen especial nfasis en la oferta, parten de la existenciade una determinada dotacin inicial de recursos productivos en las distintas regiones o pases. Lasdisparidades entre stos evolucionarn de acuerdo con el libre movimiento interterritorial del capital ydel trabajo, que buscarn aprovechar los diferenciales positivos de remuneracin, la cual determina latasa de crecimiento de una determinada rea.

    El supuesto inicial parte de la existencia de dos o ms regiones o pases cerrados y en situacin deequilibrio interno, pero con diversos niveles de costes de factores, empleo, renta, etc. La apertura a lainfluencia recproca conducir a la superacin del equilibrio originario y la consecucin de un nuevoequilibrio interterritorial, siempre y cuando exista libre circulacin de factores que permita su ptimalocalizacin para maximizar la productividad dentro dro del rea. Por tanto, tendr lugar un flujo detrabajo desde las zonas con bajos salarios hacia las de salario ms elevado y un flujo de capital en sentido

    1 El trabajo que aqui se presenta se basa en el captulo primero de la tesis del autor titulado: "Infraestructura, espacio y anlisis

    econmico". Vase al respecto, Martn Urbano, P. (1993). 2

    . La perspectiva aqu adoptada se sita en el campo de la economa espacial. Una perspectiva ms amplia donde contextualizar losargumentos recogidos en este trabajo puede verse en Garca de la Cruz, J. M. (1996).

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    inverso ya que la menor remuneracin del capital conlleva altos salarios, obtenindose, por contra, altosrendimientos en las regiones o pases donde el factor trabajo est peor pagado. Los flujosinterterritoriales de capital y trabajo tendrn lugar hasta que se igualen los rendimientos de factores entreel conjunto de regiones o pases.Los desequilibrios espaciales constituyen pues "desfases transitorios" en el proceso de convergencia alargo plazo de las rentas per cpita interterritoriales, subproducto natural de desarrollo econmico.

    La aparicin de dos amplios trabajos de tipo descriptivo analtico -los estudios dirigidos por Perloff1 ypor Kuznets2- dedicados al proceso de crecimiento territorial en los Estados Unidos demostrarnempricamente la existencia de una progresiva convergencia en las rentas per cpita interestatales, lo quese interpret como la corroboracin de las hiptesis neoclsicas.

    Por otra parte, los estudios de Borts al comenzar la dcada de los sesenta3 van a tener una influenciasignificativa tanto por aportar un marco terico en que fundamentar los anlisis sobre las hiptesisconvergentes como por introducir en las teoras del crecimiento espacial los modelos neoclsicos delcrecimiento agregado. Esta sntesis entre crecimiento nacional y crecimiento regional marc la posteriorevolucin de la economa regional que no va a desarrollar un mtodo independiente para aplicar a laproblemtica especfica del proceso de crecimiento regional, abandonando los problemas espaciales.

    Prximos a los planteamientos neoclsicos se encuentran los modelos de infiltracin (filtering-down)4.Estos modelos, originalmente concebidos para la economa norteamericana, presentan una visin deldesarrollo un tanto mecnica, y determinista, que comparte con el modelo neoclsico la idea de que lapersistencia de los desequilibrios espaciales responde a situaciones temporales que dificultan la difusindel desarrollo a todos los territorios.

    Ahora bien, mientras que el modelo neoclsico pone nfasis en la insuficiente movilidad de los factorescomo causa del atraso, en los modelos filtering-down corresponde al rea originaria de atraccin, una vezalcanzado un nivel suficiente de saturacin en la actividad productiva, proyectar la difusin deldesarrollo hacia el rea inmediatamente prxima (entorno territorial).En principio ser el rea ms desarrollada la que atraiga poblacin y actividad productiva del reaadyacente, con una intensidad variable segn las condiciones econmicas y la naturaleza de losproblemas estructurales de sta ltima. Tal relocalizacin de actividad generar problemas de ocupaciny aumento de la demanda, sobre todo, de bienes-salario, originando una disminucin del salario real, loque disparar las retribuciones nominales por encima del resto de las regiones o pases. Si los aumentosno responden a las demandas laborales, la emigracin se detiene, generando problemas de escasez defuerza de trabajo, -especialmente no cualificada- y conteniendo la demanda, fundamentalmenteinmobiliaria, con la consiguiente reduccin de los procesos de atraccin.

    Los sectores ms intensivos en capital inmobiliario y mano de obra no cualificada, ante las restricciones,iniciarn un proceso de descentralizacin productiva, del que se beneficiarn especialmente las reas msprximas, por cuanto, las economas externas son inversamente proporcionales a la distancia al rea deatraccin. La difusin del proceso de desarrollo, que ahora invierte su direccin, afectar a los territoriosms prximas, para extenderse a otras cuando aquellas hayan alcanzado el nivel del umbral de

    1. Perloff, H. S., Dunn, E. S. Jr., Lampard, E. E. y Muth, R. F. (1960).

    2. Kuznets, S., Miller, A. R. y Easterlin, R. A. (1960).

    3. Vase, Borts, G. H. (1960). Igualmente, vid. Borts, G. H. y Stein, J. L. (1964).

    4. Vid, Berry, B. J. K. (1972).

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    saturacin, segn un mecanismo automtico y en cascada que redistribuye con cierta jerarquizacinespacial y temporal los efectos reequilibradores.

    Por tanto, los modelos filtering-down tambin plantean la movilidad de los factores como medio parafavorecer el crecimiento espacial1.

    Muchas han sido las crticas dirigidas hacia los modelos neoclsicos, la mayor parte de las cuales seconcentran en la irrealidad de muchas de sus hiptesis: as la competencia perfecta requiere de supuestossimplificadores difcilmente compatibles con una economa espacial donde la transparencia de losmercados se diluye con la distancia, lo que, por otra parte, limita la competencia, e introduce costes detransporte. En este sentido, baste recordar la importancia concedida a la localizacin en el proceso deformacin de precios en los mercados de competencia oligopolista2. As mismo la consideracin que sehace de los factores polticos, sociales o tecnolgicos es irrelevante, aunque ciertamente, ulterioresdesarrollos han intentado paliar estas objeciones mediante mayores complicaciones de lasmodelizaciones que, por contra, han dificultado su utilizacin.

    Los modelos neoclsicos parten en sus fundamentos de condiciones ideales de trfico, necesarios en laconcepcin de competencia perfecta en que se sustentan. De esta forma, los gastos de transporte sonnulos, todos los puntos del espacio pueden alcanzarse con la misma facilidad, la distancia no introducediferencias de precio, ni preferencias espaciales, ni impide aprovechar las oportunidades. Se trata pues deun sistema ideal de transporte absolutamente irreal lo que viene determinado por el tratamiento trivialdel espacio, la distancia y la localizacin en este tipo de teoras, si bien son factores de una significacinrelevante para explicar el crecimiento interterritorial. Por otra parte, los modelos neoclsicos centran lateora econmica espacial en la asignacin y en la distribucin pero no en la produccin, de dondeproviene la mnima importancia otorgada a las mejoras de la eficiencia territorial que, sin duda, podrabeneficiarse de la puesta en prctica de estrategias referidas al sistema de transporte o de infraestructura,ya que, obviamente estos tienen influencia directa o indirecta sobre el sistema productivo.

    No obstante lo anterior, los hechos han venido a demostrar que slo a largo plazo la posicin de atrasorelativo de determinadas regiones o pases conoce suaves modificaciones. La inexistencia de unainfraestructura de transportes eficiente introduce un elemento de coste en las economas de las reasatrasadas que afecta negativamente a la diversificacin de la produccin regional o nacional. Este hechocontradice los argumentos neoclsicos de convergencia a largo plazo y, en definitiva, la no necesariacorrespondencia entre mejoras territoriales y ganancias generales de la economa, ya que como resultadode una poltica de dotacin de infraestructuras de transporte ineficiente se puede producir una distorsinen la distribucin espacial de actividades y una especializacin territorial que puede no aprovechar lascapacidades productivas de cada reas, en definitiva, suboptimizar el potencial de desarrollo regional onacional.

    3. LAS POSICIONES DIVERGENTES.

    Frente a las posiciones convergentes de los neoclsicos, los argumentos de la divergencia se identificanampliamente con las posiciones keynesianas.

    En este sentido, los modelos de derivacin keynesiana, al contrario que los de corte neoclsico, seapoyan en un enfoque de demanda y pretenden contraponer a las fuerzas espontneas del mercado, queno corrigen los desequilibrios interterritoriales, polticas macroeconmicas de control de la demanda.

    1. Latella, F. (1990).

    2. Chamberlin, E. H. (1956).

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    Se supone que el problema de las reas atrasadas proviene no tanto de la escasez de recursos como de subaja utilizacin. De ah se infiere la necesidad de mejorar la capacidad estructural de de las zonas demenor desarrollo a travs de actuaciones de poltica econmica que relegan la eficiencia econmica enfavor de una mayor equidad. Desde esta perspectiva, la introduccin de las polticas redistributivashabra de servir a las reas menos favorecidas para mantener o impulsar la demanda agregada, vaconsumo o inversin.

    En este contexto, es preciso distinguir los modelos de causalidad acumulativa de los estrictamente dederivacin keynesiana. Los primeros ponen nfasis en la explicacin del papel de los mecanismos demercado como favorecedores de los desequilibrios interterritoriales; los segundos se centran en losresortes para generar el crecimiento econmico (colmar la insuficiencia de la demanda efectiva).La hiptesis del modelo de causalidad acumulativa enlaza la teora de los rendimientos crecientes deAllyn Young con la demanda efectiva de derivacin keynesiana1.

    La tesis principal de estos modelos, cuyas propuestas iniciales desarrollaron Myrdal2 y Hirschman3,sostiene que, dadas ciertas ventajas locacionales determinantes de una desigualdad inicial entreterritorios, el proceso de desarrollo posterior tiende a concentrarse en un rea en vez de difundirseespacialmente. El mercado tiende a favorecer a las regiones o pases con mejores posiciones de partidaen perjuicio de las reas ms atrasadas que, a medida que el desarrollo avanza, vern perder en favor deaquellos comercio, capital y trabajo.La existencia de importantes economas externas y de aglomeracin en las regiones o pases enexpansin explican el proceso continuo de atraccin de recursos, retroalimentado, segn las teoraskeynesianas, por el aumento de la demanda que estimular la inversin, lo que, a su vez, aumentar larenta y la demanda, atrayendo nuevas inversiones, y, por tanto, capital y trabajo de otras reas.Esta difusin centrpeta del desarrollo tiene como contrapartida una situacin de reflujo para las reasdonde se produce el vaciado econmico de recursos, cuya situacin de retroceso econmico oestancamiento no es sino el reflejo de los desequilibrios en el empleo de los recursos regionales onacionales. De aqu se deriva la existencia de un "crculo virtuoso" de creciente desarrollo en el reareceptora de los factores y un "crculo vicioso" que demora el desarrollo en las zonas que los ceden.

    No existe una tendencia natural al reequilibrio de las ventajas o condiciones naturales favorables a laconcentracin de actividades econmicas que han permitido a determinadas reas ser privilegiadas por elproceso de desarrollo. Al contrario, todo proceso de desarrollo econmico lleva implcito un proceso dediferenciacin que beneficia a las reas ya privilegiadas4. En todo caso, no se destaca en su anlisis elpapel de los medios de transporte en este proceso de diferenciacin econmica, si bien es cierto que,especialmente en el planteamiento de Hirschman, se evidencian las relaciones existentes entre lasactividades de las empresas y las condiciones necesarias para llevarlas a cabo, donde la infraestructurajuega un papel relevante en el crecimiento regional o nacional por su condicin de capital social fijocomplementario, e incluso sustitutivo, de actividades directamente productivas debido a sus propiascaractersticas que comprenden las actividades bsicas para garantizar el funcionamiento del conjunto delos sectores productivos.

    1. Planteamiento de Kaldor, recogido por Latella, F., op. cit.

    2. Myrdal, G. (1957).

    3. Hirschman, A. O. (1958).

    4. Myrdal, G., op. cit.

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    Entre aquellas caractersticas, Hirschman seala el hecho de que el capital social fijo permita realizarmuchas de las actividades privadas, de que sus prestaciones sean proporcionadas gratuitamente o aprecios regulados por los poderes pblicos, de que no puedan ser importadas, de que el capital a ellasdestinado presente indivisibilidad de produccin, y de que, finalmente, exijan un gran volumen de capitalcon un rendimiento relativamente bajo1.En este sentido, la creacin de capital social fijo reducira los costes de produccin de las demsactividades y, por tanto, dara lugar a la generacin de nuevos flujos de inversin que, a su vez,induciran un crecimiento de la renta regional o naconal.

    Consecuentemente, el sector pblico puede incidir significativamente en los procesos de desarrollo yasea tirando de la actividad econmica ya sea retardndola en funcin del grado de dotacin de capitalsocial existente. Por tanto, la capacidad infraestructural est en la base del crecimiento espacialdesequilibrado.

    Una variante de la hiptesis enunciada por Myrdal se encuentra en Kaldor (1970)2, quien sostiene que elprincipio de causacin acumulativa se reduce a la existencia de rendimientos crecientes a escala en laindustria manufacturera, entendidos stos en su sentido ms amplio, esto es, incluyendo las economasexternas y de aglomeracin.

    En una economa de libre mercado, el establecimiento de relaciones comerciales entre reasindustrializadas y rurales, favorece a las regiones o naciones ricas que se benefician de los rendimientoscrecientes y que alcanzan virtualmente el monopolio de la produccin industrial por obra de los efectosde escala, restringiendo el desarrollo en las atrasadas3. Por otra parte, el comercio interregional favorecea los territorios ricos ya que la competencia industrial es imperfecta mientras que la agrcola es casiperfecta.

    Asimismo, Kaldor explica la naturaleza acumulativa circular del proceso de crecimiento regional onacional utilizando el concepto "base de exportacin". Afirma que el comportamiento de la produccin yla exportacin de una regin o nacin dependen de dos factores: de una parte del ndice de crecimientode la demanda mundial de los productos de la regin o nacin (factor exgeno), y de otra del movimientode la eficiencia de los salarios en la regin o nacin respecto de las otras zonas productoras (factorendgeno)4.Esta idea de que el desarrollo tiende a localizarse en ciertas reas en detrimento de otras tambin estpresente en el modelo de los polos de desarrollo. Partiendo de la constatacin de que la distribucin deldesarrollo no es uniforme sino selectiva en el tiempo y en el espacio, el concepto de "polarizacin"introducido por Perroux (1955), Paelink (1965), Boudeville (1966), Hansen (1967) y otros autores5, ponede manifiesto la tendencia a la concentracin espacial de la actividad econmica en unas pocas reasprivilegiadas que captan factores productivos y desarrollan relaciones comerciales con otras reas, segnuna dinmica de crecimiento desequilibrado.

    El ple de croissance de Perroux, con clara influencia schumpeteriana, remarca la importancia de lasindustrias lderes (industrias propulsoras) para la generacin del desarrollo debido a tres causasfundamentales: de un lado por su avanzado nivel tecnolgico y a sus posibilidades de transferir esatecnologa directamente o hacia las dems industrias; de otra parte, por su rpido crecimiento, con base

    1. Vid. Biehl, D. y Mnzer, U. A. (1986).

    2. Kaldor, N. (1970).

    3. Ver Scitovsky, T. (1954) y (1959).

    4. Richardson, H. W. (1977).

    5. Vase al respecto, Perroux, F. (1955), Paelink, J. (1965), Boudeville, J. R. (1966) y Hansen, N. M. (1967).

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    en las elevadas elasticidades-renta de las demandas de sus productos y en la dimensin nacional de susmercados; y, finalmente, por sus acusados efectos multiplicadores y polarizadores sobre otros sectores1.La importancia de las infraestructuras es obvia como uno de los requisitos para que se produzca elderrame espacial del desarrollo2.

    La polarizacin espacial del desarrollo se ha intentado resolver trasladando "la idea de polo decrecimiento al espacio geogrfico", mediante la creacin de centros artificiales donde se polarizar eldesarrollo, buscando que se produzcan derrames espaciales sobre el rea adyacente que permitierarecuperar la desventaja del territorio econmicamente ms atrasado. De fondo, el argumento llevaimplcito la idea de "que la concentracin espacial de la actividad econmica es ms eficaz y da lugar aun mayor crecimiento que la dispersin"3.

    Los esquemas interpretativos de tipo estrictamente keynesiano resaltan, como se ha indicado, laimportancia de la demanda efectiva, macroeconmica. Elaborados tras los trabajos de Myrdal y Perroux,estos modelos han ayudado a una mejor comprensin del desarrollo espacial, si bien ms que en suscausas han incidido sobre las condiciones para un reequilibrio de las desigualdades interterritoriales.

    De entre la amplia gama de modelos interpretativos de corte ms estrictamente keynesiano estacan por sugeneralizacin los de multiplicador-acelerador y los de input-output.

    Los modelos de multiplicador-acelerador adaptan mecnicamente a un sistema interregional el anlisiskeynesiano de inversin macroeconmica aunque paradjicamente no consideran el espacio. Se aplicanpor lo general en el anlisis de las reacciones expansivas de un sector, actividad o decisin de gastopblico sobre el desarrollo espacial4. El ms caracterstico entre ellos incide sobre el ciclo comercialinterregional, constituyendo una mezcla de macroeconoma y teora del comercio interregional5. Sesupone que el aumento de las exportaciones en una regin puede estimular su economa, de acuerdo consu estructura productiva industrial, incrementando la actividad econmica del rea en cuestin muy porencima del valor inicial de las exportaciones.

    Los modelos input-output, a los que ms especficamente habra que denominar tcnicas, "explican cmoun estmulo externo, se propaga a toda la economa"6. Al respecto, este modelo "proporciona un marcopredictivo" ms bien que una interpretacin de desarrollo espacial, lo que hace necesario la utilizacin dealguna otra tcnica o modelo complementario para poder explicar el desarrollo territorial7.

    Las crticas dirigidas hacia las teoras de corte keynesiano se centran en su excesivo mecanicismo al darpor supuesto que una ampliacin de algunos componentes de la demanda agregada pondr en marcha unproceso automtico de desarrollo, generando sucesivamente un aumento de la oferta productiva y acontinuacin un aumento de la capacidad de produccin de un determinado territorio. Sin embargo, laspautas de consumo imitativo asumidas por los componentes singulares de la demanda, puede llevar alabandono de los productos y bienes locales, orientando el consumo hacia bienes producidos fuera delrea retrasada, cuya capacidad productiva queda inalterada, y creando, por tanto, demanda en las zonasdesarrolladas. El resultado alcanzado significar un estancamiento de la produccin, aunque pudiera

    1. Richardson, H. W. (1976).

    2. Richardson, H. W. (1986), op. cit.

    3. Richardson, H. W. (1986), op, cit.

    4. Cuadrado Roura, J. R. (1988).

    5. Richardson, H. W. (1977), op. cit.

    6. Marco, L. y otros (1977).

    7. Richardson, H. W. (1977), op. cit.

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    crecer la capacidad de gasto y renta per cpita. Es lo que algunos autores denominan la "falaciakeynesiana"1.

    El circuito keynesiano explica cmo un aumento de la demanda agregada incentiva un aumento de lainversin, que, a su vez, dar lugar a un incremento de la renta con el consiguiente aumento de lademanda e incremento de las inversiones locales que, en ltima instancia, aumentar la capacidadproductiva local. Sin embargo, este circuito se sustituye segn el siguiente planteamiento: el aumento dela demanda agregada induce un aumento de la renta y de las inversiones autnomas, lo que da lugar a unaumento de la demanda de bienes de consumo y de bienes instrumentales no producidos a nivel local,con repercusiones en un aumento de la renta, de las inversiones y del empleo fuera de la zona retrasada.

    Por lo que respecta al transporte, en general, el pensamiento keynesiano carece de la dimensineconmico-espacial. La aplicacin del multiplicador keynesiano al transporte parte del supuesto de quees posible poner en marcha toda una serie de impulsos econmicos en una zona atrasada incrementandosus exportaciones, que producirn un aumento en la actividad econmica en el rea mayor que su valorinicial. El papel del transporte estriba, segn este planteamiento, en que puede ayudar a incrementar elconsumo interno, ya que la mejora de la infraestructura local puede favorecer la reduccin deimportaciones aminorando los costes de transporte a corta distancia, es decir, contribuyendo a lacreacin de mercados ms integrados.

    4. LOS ESQUEMAS ACTUALESEn general, los cuadros de anlisis economcos hoy practicados no han superado las diferencias deapreciacin de los problemas relacionados con las disparides interterritoriales, persistiendo los puntos devista dispares respecto de la superacin del atraso econmico, de la incidencia de la integracin y delpapel del transporte.

    En realidad, la teora econmica sigue sin integrase respecto de la convergencia o divergencia que en eltiempo y el espacio genera la actividad econmica, sin que se hayan producido nuevas aportaciones2. Loque se han producido son ms bien reformulaciones, profundizaciones e incluso una cierta vuelta a lasfuentes que han venido a ratificar los argumentos originales3.

    No obstante, el cambio en las condiciones en que se desenvuelve el desarrollo originado por el choquepetrolero de 1973 y las transformaciones del sistema econmico, especialmente en los pases centrales,ha favorecido el surgimiento de algunas teoras interesantes sobre las cuestiones de referencia.

    Este es el caso de las denominadas teoras del crecimiento endgeno que aportan un cierto aspectosincrtico en relacin con las grades corrientes de pensamiento antes examinadas. En efecto, estasteoras, que a pesar de no constituir todava un cuerpo doctrinal unificado4 o un modelo interpretativopropiamente dicho, significan un nuevo enfoque alternativo a las hiptesis apoyadas en los esquemasneoclsicos o keynesianos, que, por otra parte, se haban mostrado limitadas y, hasta cierto punto,inoperantes.

    En efecto, los modelos de tipo neoclsico y keynesiano inciden la necesidad de una mayor movilidad delos factores productivos que deban ser transferidos desde las reas ms desarrolladas hacia las atrasadas.Las teoras del desarrollo endgeno, en cambio, ponen nfasis en la potenciacin de los factores que

    1. Latella, F., op. cit.

    2. Vese al respecto la sntesis de Cuadrado Roura, J. R. y Garca Greciano, B. (1995).

    3. Vase, Delfaud, P. (1989).

    4. La diversidad terminolgica utilizada para calificar estas teoras muestra la variedad de planteamientos existentes: desarrollo

    autocentrado, desarrollo local, desarrollo endgeno, desarrollo autopropulsado, crecimiento industrial difuso, desarrollo espon tneo.Vid. Cuadrado, J. R. (1988), op. cit.

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    pueden contribuir al desarrollo regional o nacional desde el propio territorio: los recursos naturales y delentorno, el stock de capital social y las estructuras urbanas, el capital fsico y los recursos humanos, lastcnicas de produccin y organizacin, las estructuras sociales e institucionales.

    De esta forma, pueden encontrarse distintas aportaciones y estudios que teniendo como nexo comn elenfoque endgeno adoptan distintas perspectivas para analizar los problemas de desarrollo espacial.Riccardo Cappellin1 distingue a este respecto varios grupos de aportaciones en funcin de los criteriosms destacados en las formulaciones:

    * Los trabajos que hacen ms hincapi en los aspectos "egocntricos" del desarrollo y en la necesidad deuna autonoma regional y, a veces, de "un parcelamiento regional selectivo".

    * Las aportaciones que resaltan el papel de las relaciones de cooperacin entre los actores locales en uncontexto econmico intrarregional para compensar los efectos negativos del automatismo del mercado.

    * Las interpretaciones que enfatizan la perspectiva territorial, considerando el desarrollo nacional comoel resultado de un proceso de "abajo a arriba" e invirtiendo la dinmica de "arriba a abajo" donde eldesarrollo regional era la consecuencia final del proceso de desarrollo.

    * Los estudios que inciden en los cambios operados en las tecnologas de la produccin y del transporteen el rea de difusin de las actividades industriales y de servicios, destacando con ello el nuevo papelestratgico desempeado por las pequeas y medianas empresas y por las economas de aglomeracinque existen en distritos locales especializados en producciones determinadas.

    * Los planteamientos que analizan el papel de los factores locales en relacin con las innovaciones y laconcentracin geogrfica de actividades de alta tecnologa, lo que lleva a reclamar la creacin de centrostecnolgicos de investigacin y polos tecnolgicos o la puesta en marcha de polticas regionales deinnovacin.

    El gran mrito de todas estas contribuciones e investigaciones ha sido haber dado cuerpo y prestanciaeconmica al concepto de desarrollo "endgeno" que significa un giro radical en los objetivos a alcanzarpor la poltica regional que ampliar su campo de accin desde la correccin de los desequilibrioseconmicos interregionales hacia la consecucin de una estructura socioeconmica espacialmenteintegrada.

    Pero la relevancia de tales contribuciones es tanto ms grande en cuanto tal acercamiento presentaflexibilidad y capacidad de adaptacin a las ms diferentes realidades espaciales ya que se asume comofundamento propio la "diversidad" de cada regin, punto de partida para construir el desarrollo local2.

    En consecuencia, sus objetivos se concentran en la dotacin de factores productivos y su crecienteocupacin, as como en los incrementos de productividad, basados en el uso de los recursos locales.

    En este sentido cabe sealar cmo el modelo de crecimiento endgeno coincide con el modeloneoclsico en la importancia otorgada a las condiciones de la oferta de una economa regional, si bien enel planteamiento aqu analizado, las debilidades regionales se consideran de modo desagregado, lo queno permite el modelo neoclsico.

    Por otra parte, el modelo de crecimiento endgeno en la medida que resalta la importancia cualitativa ycuantitativa de los recursos ya sean humanos, empresariales o de capital, as como de los mecanismossociales e institucionales parece sugerir la necesidad de una intervencin activa por parte de los poderes

    1. Cappellin, R. (1989).

    2. Vid. Vzquez Barquero, A. (1993) y Vazquez Barquero, A. y Garofoli, G. (eds) (1995).

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    pblicos, lo que permite encontrar similitudes con el modelo keynesiano, donde los mecanismos ms omenos automticos del mercado eran corregidos desde las actuaciones gubernamentales1.

    No obstante, la propia perspectiva local del modelo de desarrollo endgeno implica una reorientacin delas actuaciones. As, "la concepcin del desarrollo dirigido y la idea de la intervencin y planificacindel Estado2" segn un modelo descendente organizado "desde arriba", se transforma en el esquemaendgeno en otro ascendente, "desde abajo", que concede una mayor relevancia a las autoridades localesque a las polticas regionales externas -realizadas desde el centro-, a la participacin descentralizada ensu articulacin que al mero dirigismo estatal. Por tanto, la redistribucin del poder y la desagregacin delos esquemas nacionales de desarrollo han sido los elementos comunes de los autores que plantean lasposibilidades estructurantes de la infraestructura en general, y de la de transporte, en particular, comocatalizador de las relaciones de desarrollo, tanto endgenas como exteriores a un territorio determinado3.

    En este sentido, la infraestructura, ya sea de tipo red o de tipo puntual, hace referencia al grado deestructuracin del territorio, y su grado de dotacin ser expresivo de las posibiidades de desarrollo yaque a un mayor stock de capital publico mayor contribucin al potencial endgeno del rea.

    Por tanto, los poderes pblicos deben incidir en la mejora o ampliacin de la composicin cualitativa ycuantitativa del capital fijo social existente en un rea dada, por cuanto las infraestructuras sustentan laestructura productiva, facilitando la distribucin y el consumo pblico y privado. La dotacininfraestructuras condiciona en consecuencia la actividad econmica propia y la demanda de inversiones,por cuanto una mejor dotacin implica una mayor productividad de la inversin, constituyendo por tantoua ventaja frente a terceros, ya que la inversin favorecer el incremento de la renta y el empleo.Desde esta revaluacin de los recursos propios -tanto los materiales como los humanos- es posibleenfrentar el reequilibrio interterritorial, y, en consecuencia, favorecer la convergencia de los diversosterritorios.

    Existe pues, una posicin claramente convergente en los planteamientos endgenos, a condicin de queexista una intervencin en favor de los territorios ms desequilibrados.

    Tengase en cuenta que la provisin de los bienes pblicos no est determinada por las espectativas debeneficio, al contrario de lo que ocurre con los bienes privados, de forma que el principio de mercado norige su proceso de produccin, lo que no permite achacar a fallos de mercado la existencia de gravesdesequilibrios en los niveles de equipamiento4.

    5. CONCLUSINLos esquemas neoclsicos, partiendo de la idea de convergencia a largo plazo, plantean la necesidad desuprimir los obstculos que impiden la libre circulacin de factores as como actuar sobre lasdesigualdades regionales amortiguando las imperfecciones del mercado.

    1. Vid. Cappellin, R. (1988), op. cit.

    2. Utrilla de la Hoz, A. (1991).

    3. Vase especialmente, Bielh, D. (1980) y (1989), Biehl, D. (ed.) (1982) y (1986), Biehl, D. y Mnzer, U. A. (1986), Biehl, D. (1988)

    y (1989) y Biehl, D. et al. (1990). 4

    . As planteado, este enfoque tambin retoma argumentos ampliamente utilizados desde la perspectiva estructural en relacin con lapropia definicin de la infraestructura, entendida como bases fsicas y tcnicas de una economa -vase Perpi Grau, R. (1952) yTamames, R. (1991)-, y la integracin como un catalizador del desarrollo que exige "toda una serie de medidas de transformacin" dela estructuras internas -vase Tamames, R. (1988)-.

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    Las teoras de tipo keynesiano, que en general obtienen conclusiones de progresiva divergenciainterregional fomentadas por la dinmica del libre mercado, plantean medidas de intervencin y apoyode los poderes pblicos con objeto de ajustar los desequilibrios regionales.La polmica entre ambas escuelas no se ha resuelto, aunque debe sealarse que en el terreno emprico lasdiferencias han sido menores, al menos hasta los aos ochenta.

    As, aunque ni el pensamiento neoclsico ni tampoco el keynesiano han prestado importancia a losproblemas espaciales y al transporte, paradjicamente unos y otros en sus aplicaciones prcticas hanotorgado una gran importancia a la inversin en infraestructura de transporte como instrumento depoltica de desarrollo.

    Hay que pensar que del lado neoclsico se da por sentado que el funcionamiento del mercado detransportes no puede ser un obstculo a la libre circulacin de personas o mercancas y que del ladokeynesiano se propugnan medidas directas e indirectas para lograr un mayor equilibrio espacial entre lasregiones centrales y su periferia.

    Sin embargo, algunos estudios realizados en los ltimos aos, han puesto de manifiesto que lasinversiones en infraestructura durante los aos sesenta y setenta no tuvieron el significado queaparentemente reflejaba la insistencia de los poderes pblicos en este instrumento de desarrollo regional,constatndose que los niveles de dotacin siguen reflejando las disparidades de desarrollo,correspondiendo una mayor provisin de infraestructura a las regiones ms desarrolladas.

    Ello puede explicar la importancia que las nuevas teoras del desarrollo endgeno, surgidas en los aosochenta conformando un cierto esfuerzo de sntesis entre los postulados de ambas escuelas, dan a lainfraestructura en general, y en consecuencia, a la del transporte.

    En este sentido, el avance de los procesos de integracin econmica y la progresiva mundializacin de laeconoma sitan al transporte como ltimo obstculo a la libre circulacin de factores, servicios ymercancas, de donde proviene el inters de contar con unas infraestructuras de transporte que permitanparticipar del mercado mundial, y de una buena dotacin de recursos materiales y humanos queequilibren las condiciones de competencia y conseguir una parte de la demanda global con que utilizarplenamente las potencialidades econmicas de cada territorio.

    Estos son pues los presupuestos para una convergencia a largo plazo, que est presente en los distintosenfoques de las teoras del desarrollo endgeno.

    Sin embargo, con este planteamiento convergente la controversia no se cierra. Otros autores, hanretomado argumentos que refuerzan la idea de la progresiva divergencia en los niveles de desarrollointerterritorial, especialmente desde el campo de la teora del comercio internacional, dondetradicionalmente surgieron versiones confiadas en el acortamiento a largo plazo de las disparidadesterritoriales1.

    El diferencial de capitalizacin entre las economas desarrolladas y atrasadas, la acentuacin de lacompetencia por atraer la inversin, la creciente capacidad de penetracin del centro tanto por su mayorcapacidad productiva instalada, sus mejores posibilidades comercializadoras como por la crecientereduccin de los obstculos fsicos y econmicos al comercio y la libre circulacin de factores, eldebilitamiento del sector pblico son, entro otros muchos, argumentos que restan posibilidades a laconvergencia y llaman a un cierto pesimismo en la divergencia, que exige mecanismos de compensacin

    1. Vase especialmente Krugman, P. (1992).

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    para las economa ms dbiles, especialmente en el caso de procesos de intregracin donde laheterogeneidad de los participantes es grande1.

    En todo caso, ser la evidencia emprica, como en tantas otras ocasiones quien, an sin cerrar lapolmica, quite o de razones. Pero eso queda fuera del alcance de este trabajo.REFERENCIAS BIBLIOGRFICASBerry, B. J. K. (1972): "Hierarchical Diffusion: the Basis of Development Filtering and Spread in aSystem of Cities", en Hansen, N. M. (ed.): Growth centers in Regional Economic Development, FreePress, Nueva York.

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    1. El caso europeo es un ejemplo de la existencia de estos mecanismos que pretenden compensar la existencia de los costes internos

    debidos a la integracin. Vase sobre el particular, Ruesga, S. M. (1993).

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