masacre

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MASACRE El último tren traía : Hombres elegantísimos de muerta mirada. Hombres descuartizados por todos los males del alma. … Algunos perros negrísimos, arañas peludas, una que otra lechuza, cinco caracoles y un colibrí. El último tren traía : Cadáveres en finos cajones y en estado de putrefacción. Más cadáveres en lonas de abono químico, que olían a masacre, a héroes derrotados. Sobre los cajones venía la bandera y cascos militares. Sobre las lonas un letrero grande : “Abocol, el abono de los colombianos”. El último tren, llegó haciendo ruido de revolución ; ejercito humano que anda por los rieles de la vida llevados de la mano por un alocado conductor. El último tren nos dejó : Jóvenes bellas de traje negro y sabor de sufrimiento. Tres ovejas, dos cerdos, diez cajas de tomate redondo, una papaya gigantesca y una bolsa de cartas sellada con llanto y sangre. Fue el último tren. Venía - dicen - de una manifestación campesina. Y fue el último porque según dicen, sólo quedó en el lugar de donde vino : olor a humo y carne chamuscada, tres pájaros y una gallina que también estaba asustada. Luis Emilio Patarroyo Patiño Email: [email protected]

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Poesía dada a partir de la experiencia de masacres campesinas que se vivieron desde la década del 70 al año 200 en Colombia. Los hechos se relacionan con sucesos propios del año 1989.

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MASACRE El ltimo tren traa : Hombres elegantsimos de muerta mirada. Hombres descuartizadospor todos los males del alma. Algunos perros negrsimos, araas peludas, una que otra lechuza, cinco caracoles y un colibr. El ltimo tren traa : Cadveres en finos cajones y en estado de putrefaccin. Ms cadveres en lonas de abono qumico, que olan a masacre, a hroes derrotados. Sobre los cajones vena la bandera y cascos militares. Sobre las lonas un letrero grande : Abocol, el abono de los colombianos. El ltimo tren, lleg haciendo ruido de revolucin ; ejercito humano que anda por los rieles de la vida llevados de la mano por un alocado conductor. El ltimo tren nos dej : Jvenes bellas de traje negro y sabor de sufrimiento. Tres ovejas, dos cerdos, diez cajas de tomate redondo, una papaya gigantesca y una bolsa de cartas sellada con llanto y sangre. Fue el ltimo tren. Vena - dicen - de una manifestacin campesina. Y fue el ltimo porque segn dicen, slo qued en el lugar de donde vino : olor a humo y carne chamuscada, tres pjaros y una gallina que tambin estaba asustada. Luis Emilio Patarroyo Patio Email: [email protected]