masa, la figura y su cambio (que es el movimiento), hay ... · canes establece entrelos artículos...

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250 Bibliografía canes establece entre los artículos 46 y 52 de la 11 parte de los Principia Philosophiae; reglas que, según Descartes, resuelven todos los casos que se pueden dar en el choque directo de dos cuerpos. En esas Observaciones críticas de Lebiniz podemos leer: «Esta primera regla cartesiana del movimiento es la única completamente verdadera»; en tanto que sobre las demás sostiene que «es falsa e incompatible con la precedente», «no es menos falsa que la precedente», «sólo es verdadera en lo primero», «también es erró- nea»... De 1692 es el primero de los dos trabajos de idéntico titulo, Ensayo de dinámica, recogidos en esta recopilación. Uno, compuesto especialmente para Malebranche y sus amigos, tiene el propósito de ganárselos para su naciente dinámica. Expuesto su contenido more geometrico, en su último párrafo se afirma que «es la fuerza (que es la causa del movimiento) la que existe verdaderamente, de modo que, además de la masa, la figura y su cambio (que es el movimiento), hay otra cosa en la naturaleza corpdrea, a saber: lafiterza» (pág. 54). El otro, último trabajo de este libro, tiene el esclarecedor título de Ensayo de dinámica sobre las leyes del movimiento, donde se muestra que no se conserva la misma cantidad de movimiento, sino la misma cantidad de fuerza absoluta, o bien la misma cantidad de acción motriz (pág. 99). Una acción motriz cuya regla general establece Leibniz en los siguientes términos: «Cualesquiera cambios que puedan producirse entre cuerpos concurrentes, de cualquier número que sean, es preciso que haya siempre la misma cantidad de Acción motriz en un mismo intervalo de tiempo en los cuerpos que concurren ellos solos entre si» (pág. 108). En- tre ambos ensayos encontramos las dos partes del Espécimen dinámico (de las que Leib- niz sólo publicó la primera en 1695), en que se ofrece una síntesis de los motivos que le llevaron a pensar en «fundar la Nueva Ciencia Dinámica» (pág. 55), y que fueron escritas, como reza el título completo, «para admirar las leyes de la naturaleza acerca de la fuerza de los cuerpos y para descubrir sus acciones mutuas y restituirías a sus causas» (págs. 55 y 81). Tanto las notas que acompañan a los textos traducidos como el estudio que precede a los mismos permiten obtener una adecuada comprensión de los antecedentes, el de- sarrollo y la proyección de esta parte de la producción leibniziana, reunida y vertida al castellano por vez primera a partir de las ediciones principales de las obras de Leibniz. José A. MARTÍNEZ MARTÍNEZ DESCARTES, R.: El Mundo o el Tratado de la Luz, cd. preparada por Ana Rioja, Alian- za Univ., Madrid, 1991. La presente edición de «El Mundo o el Tratado de la Luz» si bien no es nueva, ya que existe una relativamente reciente en la Editorial Anthropos, incorpora, no obs- tante, una gran cantidad de aspectos nuevos e interesantes para el estudioso de la Historia de la Filosofía y de la Ciencia. La traducción realizada por A. Rioja ha seguido minu- ciosamente el texto francés, consiguiendo una traducción impecable. Pero hay sobre todo en la Introducción y en las Notas algunos aspectos que considero conveniente resaltar por su importancia e interés. La Introducción sitúa previamente la obra en el contexto de las obras de su autor y en el contexto de su propia biografía: el hastío parisino que parece sufrir Descartes en cierto momento y su necesidad de retirarse del mundo para escribir sobre él, así

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250 Bibliografía

canesestableceentrelosartículos46 y 52 dela 11 partedelosPrincipia Philosophiae;reglasque,segúnDescartes,resuelventodosloscasosque sepuedendaren el choquedirectodedoscuerpos.En esasObservacionescríticasde Lebinizpodemosleer: «Estaprimerareglacartesianadel movimientoes la únicacompletamenteverdadera»;en tantoquesobrelas demássostieneque «es falsae incompatiblecon la precedente»,«no esmenosfalsaque la precedente»,«sólo esverdaderaen lo primero»,«tambiénes erró-nea»...

De 1692 es el primerode losdostrabajosde idéntico titulo, Ensayodedinámica,recogidosen esta recopilación.Uno, compuestoespecialmentepara Malebrancheysusamigos,tiene el propósitodeganárselospara sunacientedinámica. Expuestosucontenidomoregeometrico,en su último párrafose afirma que «es la fuerza(queesla causadel movimiento) la queexisteverdaderamente,de modoque, ademásde lamasa,la figura y su cambio (que esel movimiento), hay otra cosaen la naturalezacorpdrea,a saber:lafiterza» (pág. 54). El otro, último trabajode estelibro, tiene elesclarecedortítulo de Ensayode dinámicasobre las leyesdel movimiento,dondesemuestraqueno seconservala misma cantidaddemovimiento,sino lamismacantidaddefuerzaabsoluta,o bien la mismacantidad de acción motriz(pág. 99). Una acciónmotriz cuyareglageneralestableceLeibnizen lossiguientestérminos:«Cualesquieracambiosquepuedanproducirseentrecuerposconcurrentes,de cualquiernúmeroquesean,esprecisoquehaya siemprela mismacantidaddeAcciónmotriz en un mismointervalodetiempoen loscuerposqueconcurren ellossolosentre si» (pág. 108). En-treambosensayosencontramoslas dospartesdel Espécimendinámico(delas queLeib-niz sólopublicó la primeraen 1695),en que se ofreceunasíntesisde los motivosquele llevaron a pensaren «fundar la NuevaCiencia Dinámica» (pág. 55), y quefueronescritas,comorezael títulocompleto,«paraadmirar las leyesdela naturalezaacercade la fuerzade los cuerposy para descubrirsusaccionesmutuasy restituirías a suscausas»(págs. 55 y 81).

Tantolas notasqueacompañanalos textostraducidoscomoel estudioque precedea los mismospermitenobteneruna adecuadacomprensiónde los antecedentes,el de-sarrolloy la proyecciónde estapartede la producciónleibniziana,reuniday vertidaal castellanopor vezprimeraa partir de las edicionesprincipalesde lasobrasde Leibniz.

José A. MARTÍNEZ MARTÍNEZ

DESCARTES,R.: El Mundo o el Tratadodela Luz,cd. preparadapor AnaRioja, Alian-za Univ., Madrid, 1991.

La presenteedición de «El Mundo o el Tratadode la Luz» si bien no es nueva,ya queexisteunarelativamenterecienteen la Editorial Anthropos, incorpora,no obs-tante,unagrancantidadde aspectosnuevose interesantesparael estudiosodela Historiade la Filosofíay de la Ciencia.La traducciónrealizadapor A. Rioja ha seguidominu-ciosamenteel texto francés,consiguiendouna traducciónimpecable.Perohay sobretodo en la Introducción y en las Notasalgunosaspectosqueconsideroconvenienteresaltarpor su importanciae interés.

La Introducciónsitúapreviamentela obraen el contextode las obrasde su autory en el contextode su propiabiografía:el hastíoparisinoqueparecesufrir Descartesen cierto momentoy su necesidadde retirarsedel mundoparaescribirsobreél, así

Bibliografía 251

como sustemoressobrela condenadeGalileoentornoa la defensadel sistemacoper-nicano. Pero,una vez retirado tambiénel lector al exilio cartesiano,Rioja haceunanálisisdela obraenla queno pierdedevista la situacióndeencrucijadadelacienciaenel momentoenquela tradiciónaristotélicaestabasiendorechazada(cambiarel sis-temageocéntricopor el heliocéntricosuponíarenunciaratodoel esquemaaristotélicodela naturaleza)y seestabaimponiendola nuevaconcepciónmecanicistadel universodela queDescartesserá,precisamente,unapiezaesencial.Sin embargo,frenteaNew-ton, que ha sido consideradodespuésel padrede la mecánicaclásicapor la propiaciencia,y no asíDescartes,las diferenciasseapreciany Rioja las va poniendode ma-nifiesto. Van apareciendoasí, no sólo en la Introducción sino tambiénen las Notasqueacompañanal texto, las diferentesinterpretacionesquedentrodel paradigmame-canicistapuedenhacersea problemasclave como el de la gravedad,el movimientodelos planetas,etc. Se nosofreceestaobrade Descartesen permanentediálogo consuscontemporáneos,predecesoresy sucesoresy así Aristóteles,Galileo o Newton,aparecencomo contrapuntoa la explicacióncartesianade los distintos fenómenosalos que estaobra pretendedar respuesta.

La primerapartedel tratadode Descartespretendeser, como su propio nombreindica, un tratadode Cosmología,acudiendoa los conocidosprincipios básicosde lamecánicacartesiana,extensióny movimiento.Sin embargo,la aparentesimplicidadqueestesistemaencierrasepierdeal tratar temascomo el de la luz que,comoexplicaRioja, no respondeni a un tratamientocorpuscular,ni ondulatorio.Estaambigúedadsuscitadapor el tratamientocartesianode la luz plánteatresaspectosparadójicosqueRioja recogey explica en la Introducción:

En primer lugar, el hechode queestaobra se llame «El Mundo o Tratadode laLuz», a pesarde que el análisisde estaúltima no aparezcahastalas páginasfinalesdel libro. «Parainvestigarquées la luz hay que saberqué es la materia...Y a ellose debeasimismoqueen la lecturade estaobrahayaqueaguardarasusúltimos capí-tulos para que se abordela cuestiónque le da título» (Introducción, p. 76).

En segundolugar, la tesis mantenidacontinuamentepor Descartesdeque la velo-cidaddela luz es instantánea,tesisquenopermiteya, desdeel presupuestomecanicis-ta, afirmar que la luz esun movimiento,sino, en todocaso,un conato,una tendenciaal movimiento.

Y, en tercerlugar, la ya apuntadaanteriormentecomo consecuenciade esto:queno se puedeentenderel tratamientocartesianode la luz ni comocorpuscular,ni comoondulatorio,pues,si bien los ejemplosquea vecesproponeDescartesparecensugerirunahipótesiscorpuscular,la explicacióngeneralque proponedel comportamientodela luz muestraqueéstaesmásbien unaacción,unatendenciaal movimientoque, aun-que se aproximaríamása una hipótesisondulatoria,no llega tampocoa dar unacon-cepción claramenteondulatoriacomo hará despuésHuygens.

Una actualizaday precisadocumentacióncompletanademásla extensaIntroduc-ción y el aparatocritico que Rioja ha aportadoa estaobra, cotejándolaademáscontodosaquellosautoresquehan tratadoel temade la luz enun filósofo como Descartesparaquienel sometimientoa la ortodoxiade suspropiosprincipiosgnoseológicos—laclaridady distinción de las ideas— conviertenestetemaen uno de los másoscuros.

CarmenMATAIX