martin heidegger ser y tiempo - facultad de ciencias ......al principio, se trataba solamente de una...
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Heidegger en castellano
Martin Heidegger Ser y Tiempo
Traduccioacuten proacutelogo y notas de Jorge Eduardo Rivera
Edicioacuten digital de httpwwwphilosophiacl
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A
EDMUND HUSSERL En sentildeal de veneracioacuten
y amistad
Todtnauberg en la Selva Negra 8 de Abril de 1926
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IacuteNDICE
Proacutelogo del Traductor 7 Nota preliminar a la seacuteptima edicioacuten (1953) 11 SER Y TIEMPO 12 INTRODUCCIOacuteN 13 EXPOSICIOacuteN DE LA PREGUNTA POR EL SENTIDO DEL SER 13 CAPIacuteTULO PRIMERO Necesidad estructura y primaciacutea de la pregunta por el ser 13 sect 1 Necesidad de una repeticioacuten expliacutecita de la pregunta por el ser 13 sect 2 La estructura formal de la pregunta por el ser 15 sect 3 La primaciacutea ontoloacutegica de la pregunta por el ser 19 sect 4 La primaciacutea oacutentica de la pregunta por el ser 22
CAPIacuteTULO SEGUNDO La doble tarea de la elaboracioacuten de la pregunta por el ser El meacutetodo de la investigacioacuten y su plan 26 sect 5 La analiacutetica ontoloacutegica del Dasein como puesta al descubierto del horizonte para una interpretacioacuten del sentido del ser en general 26 sect 6 La tarea de una destruccioacuten de la historia de la ontologiacutea 30 sect 7 El meacutetodo fenomenoloacutegico de la investigacioacuten 37 A El concepto de fenoacutemeno 38 B El concepto de logos 41 C El concepto preliminar de la fenomenologiacutea 43
sect 8 El plan del tratado 48 PRIMERA PARTE LA INTERPRETACIOacuteN DEL DASEIN POR LA TEMPOREIDAD Y LA EXPLICACIOacuteN DEL TIEMPO COMO HORIZONTE TRASCENDENTAL DE LA PREGUNTA POR EL SER 50 PRIMERA SECCIOacuteN ETAPA PREPARATORIA DEL ANAacuteLISIS FUNDAMENTAL DEL DASEIN 50 CAPIacuteTULO PRIMERO La exposicioacuten de la tarea de anaacutelisis preparatorio del Dasein 51 sect 9 El tema de la analiacutetica del Dasein 51 sect 10 Delimitacioacuten de la analiacutetica del Dasein frente a la antropologiacutea la psicologiacutea y la biologiacutea 54 sect 11 La analiacutetica existencial y la interpretacioacuten del Dasein primitivo Dificultades para lograr un ldquoconcepto natural del mundordquo 59
CAPIacuteTULO SEGUNDO El estar‐en‐el‐mundo en general como constitucioacuten fundamental del Dasein 62 sect 12 Bosquejo del estar‐en‐el‐mundo a partir del estar‐en como tal 62 sect 13 Ejemplificacioacuten del estar‐en por medio de un modo fundado El conocimiento del mundo 68
CAPIacuteTULO TERCERO La mundaneidad del mundo 72 sect 14 La idea de la mundaneidad del mundo en general 72 A Anaacutelisis de la circunmundaneidad y de la mundaneidad en general 75 sect 15 El ser del ente que comparece en el mundo circundante 75 sect 16 La mundicidad del mundo circundante que se acusa en el ente intramundano 80
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sect 17 Remisioacuten y signo 84 sect 18 Condicioacuten respectiva y significatividad la mundaneidad del mundo 90 B Confrontacioacuten del anaacutelisis de la mundaneidad con la interpretacioacuten del mundo en Descartes 96 sect 19 La determinacioacuten del ldquomundordquo como res extensa 97 sect 20 Los fundamentos de la determinacioacuten ontoloacutegica del ldquomundordquo 99 sect 21 Discusioacuten hermeneacuteutica de la ontologiacutea cartesiana del ldquomundordquo 101 C Lo circundante del mundo circundante y la espacialidad del Dasein 107 sect 22 La espacialidad de lo a la mano dentro del mundo 108 sect 23 La espacialidad del estar‐en‐el‐mundo 110 sect 24 La espacialidad del Dasein y el espacio 115
CAPIacuteTULO CUARTO El estar‐en‐el‐mundo como coestar y ser‐siacute‐mismo El ldquounordquo 119 sect 25 El planteamiento de la pregunta existencial por el quieacuten del Dasein 119 sect 26 La coexistencia de los otros y el coestar cotidiano 122 sect 27 El ser‐siacute‐mismo cotidiano y el uno 130
CAPIacuteTULO QUINTO El estar‐en como tal 135 sect 28 La tarea de un anaacutelisis temaacutetico del estar‐en 135 A La constitucioacuten existencial del Ahiacute 138 sect 29 El Da‐sein como disposicioacuten afectiva 138 sect 30 El miedo como modo de la disposicioacuten afectiva 143 sect 31 El Da‐sein en cuanto comprender 146 sect 32 Comprender e interpretacioacuten 151 sect 33 El enunciado en cuanto modo derivado de la interpretacioacuten 156 sect 34 Da‐sein y discurso El lenguaje 163 B El ser cotidiano del Ahiacute y la caiacuteda del Dasein 169 sect 35 La habladuriacutea 169 sect 36 La curiosidad 172 sect 37 La ambiguumledad 175 sect 38 La caiacuteda y la condicioacuten de arrojado 177
CAPIacuteTULO SEXTO El cuidado como ser del Dasein 182 sect 39 La pregunta por la totalidad originaria del todo estructural del Dasein 182 sect 40 La disposicioacuten afectiva fundamental de la angustia como modo eminente de la aperturidad del Dasein 185 sect 41 El ser del Dasein como cuidado 192 sect 42 Confirmacioacuten de la interpretacioacuten existencial del Dasein como cuidado por medio de la autointerpretacioacuten preontoloacutegica del Dasein 197 sect 43 Dasein mundaneidad y realidad 200 a) Realidad como problema del ser del ldquomundo exteriorrdquo y de su demostrabilidad 201 b) Realidad como problema ontoloacutegico 208 c) Realidad y cuidado 210
sect 44 Dasein aperturidad y verdad 212 a) El concepto tradicional de verdad y sus fundamentos ontoloacutegicos 213 b) El fenoacutemeno originario de la verdad y el caraacutecter derivado del concepto tradicional de verdad 217 c) El modo de ser de la verdad y la presuposicioacuten de la verdad 224
SEGUNDA SECCIOacuteN DASEIN Y TEMPOREIDAD 229 sect 45 El resultado de la etapa preparatoria del anaacutelisis fundamental del Dasein y la tarea de una interpretacioacuten existencial originaria de este ente 229
CAPIacuteTULO PRIMERO La posibilidad del estar‐entero del Dasein y el estar vuelto hacia la muerte 234
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sect 46 La aparente imposibilidad de una aprehensioacuten y determinacioacuten ontoloacutegica del estar‐entero del Dasein 234 sect 47 La posibilidad de experimentar la muerte de los otros y de aprehender al Dasein entero 235 sect 48 Resto pendiente el fin y la integridad 239 sect 49 Delimitacioacuten del anaacutelisis existencial de la muerte frente a otras posibles interpretaciones del fenoacutemeno 243 sect 50 Bosquejo de la estructura ontoloacutegico‐existencial de la muerte 246 sect 51 El estar vuelto hacia la muerte y la cotidianidad del Dasein 249 sect 52 El cotidiano estar vuelto hacia el fin y el concepto existencial plenario de la muerte 251 sect 53 Proyecto existencial de un modo propio de estar vuelto hacia la muerte 256
CAPIacuteTULO SEGUNDO La atestiguacioacuten por parte del Dasein de un poder‐ser propio y la resolucioacuten 263 sect 54 El problema de la atestiguacioacuten de una posibilidad existentiva propia 263 sect 55 Los fundamentos ontoloacutegico‐existenciales de la conciencia 265 sect 56 El caraacutecter vocativo de la conciencia 268 sect 57 La conciencia como llamada del cuidado 269 sect 58 Comprensioacuten de la llamada y culpa 274 sect 59 La interpretacioacuten existencial de la conciencia y la interpretacioacuten vulgar de la conciencia 283 sect 60 La estructura existencial del poder‐ser propio atestiguado en la conciencia 288
CAPIacuteTULO TERCERO El poder‐estar‐entero propio y la temporeidad como sentido ontoloacutegico del cuidado 295 sect 61 Bosquejo del paso metodoloacutegico desde la delimitacioacuten del estar‐entero propio hacia la puesta al descubierto fenomeacutenica de la temporeidad 295 sect 62 El modo existentivo propio del poder‐estar‐entero del Dasein como resolucioacuten precursora 298 sect 63 La situacioacuten hermeneacuteutica alcanzada para una interpretacioacuten del sentido de ser del cuidado y el caraacutecter metodoloacutegico de la analiacutetica existencial en general 303 sect 64 Cuidado y mismidad 308 sect 65 La temporeidad como sentido ontoloacutegico del cuidado 314 sect 66 La temporeidad del Dasein y las consiguientes tareas de una repeticioacuten originaria del anaacutelisis existencial 321
CAPIacuteTULO CUARTO Temporeidad y cotidianidad 324 sect 67 El contenido fundamental de la constitucioacuten existencial del Dasein y el bosquejo de su interpretacioacuten tempoacuterea 324 sect 68 La temporeidad de la aperturidad en general 325 a) La temporeidad del comprender 326 b) La temporeidad de la disposicioacuten afectiva 329 c) La temporeidad de la caiacuteda 335 d) La temporeidad del discurso 338
sect 69 La temporeidad del estar‐en‐el‐mundo y el problema de la trascendencia del mundo339 a) La temporeidad del ocuparse circunspectivo 341 b) El sentido tempoacutereo de la modificacioacuten por la que el ocuparse circunspectivo se convierte en descubrimiento teoreacutetico de lo que estaacute‐ahiacute dentro del mundo 345 c) El problema tempoacutereo de la trascendencia del mundo 352
sect 70 La temporeidad de la espacialidad que es propia del Dasein 354 sect 71 El sentido tempoacutereo de la cotidianidad del Dasein 357
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CAPIacuteTULO QUINTO Temporeidad e historicidad 360 sect 72 Exposicioacuten ontoloacutegico‐existencial del problema de la historia 360 sect 73 La comprensioacuten vulgar de la historia y el acontecer del Dasein 365 sect 74 La constitucioacuten fundamental de la historicidad 369 sect 75 La historicidad del Dasein y la historia del mundo 373 sect 76 El origen existencial del saber histoacuterico en la historicidad del Dasein 377 sect 77 Conexioacuten de la precedente exposicioacuten del problema de la historicidad con las investigaciones de W Dilthey y las ideas del Conde Yorck 382
CAPIacuteTULO SEXTO Temporeidad e intratemporeidad como origen del concepto vulgar de tiempo 389 sect 78 Lo incompleto del precedente anaacutelisis tempoacutereo del Dasein 389 sect 79 La temporeidad del Dasein y el ocuparse del tiempo 391 sect 80 El tiempo de que nos ocupamos y la intratemporeidad 395 sect 81 La intratemporeidad y la geacutenesis del concepto vulgar del tiempo 404 sect 82 Confrontacioacuten de la conexioacuten ontoloacutegico‐existencial de la temporeidad del Dasein y del tiempo del mundo con la concepcioacuten de la relacioacuten entre tiempo y espiacuteritu en Hegel 411 a) El concepto del tiempo en Hegel 411 b) La interpretacioacuten hegeliana de la conexioacuten entre tiempo y espiacuteritu 416
sect 83 La analiacutetica tempoacutereo‐existencial del Dasein y la pregunta ontoloacutegico‐fundamental por el sentido del ser en general 418
NOTAS DEL TRADUCTOR 421
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Proacutelogo del Traductor iquestPor queacute una nueva traduccioacuten espantildeola de Ser y tiempo La traduccioacuten has‐ta ahora existente mdashla de Joseacute Gaos cuya primera edicioacuten data del antildeo 1951 cuan‐do no existiacutea sino una traduccioacuten japonesa de esa obramdash es una realizacioacuten de in‐negable meacuterito que ha servido durante cuarenta y seis antildeos a los lectores de habla hispana La traduccioacuten de Gaos es casi siempre una traduccioacuten fiel al texto alemaacuten En contadas ocasiones se puede detectar pequentildeos errores que en algunos casos son errores puramente materiales pero que otras veces se deben a una incorrecta interpretacioacuten del texto Esto solo no justificariacutea mdashnaturalmentemdash el enorme trabajo de llevar a cabo una nueva versioacuten de una obra tan difiacutecil como es eacutesta de Heidegger El problema de la traduccioacuten de Gaos estriba maacutes bien en la dificultad a veces casi insupera‐ble con que se ve enfrentado el lector cuando intenta comprender el texto espantildeol La experiencia de treinta antildeos de seminarios universitarios y extrauniversitarios sobre Ser y tiempo me ha hecho ver que el texto de Joseacute Gaos es difiacutecilmente utiliza‐ble por personas que carezcan del conocimiento de la lengua alemana Hay en eacutel frases de tal modo enredadas e indescifrables que vuelven enormemente dificulto‐sa la comprensioacuten de un texto ya de suyo difiacutecil de entender Por otra parte mu‐chas veces Gaos traduce como teacuterminos teacutecnicos palabras que son enteramente co‐rrientes en alemaacuten el lenguaje siempre vivo y elocuente de Heidegger se convierte en una lengua riacutegida hirsuta e incluso algo esoteacuterica La inexorable consecuencia con que Gaos mantiene a toda costa y en todos los contextos la traduccioacuten de una determinada palabra aunque la frase espantildeola se convierta de este modo en un galimatiacuteas apenas comprensible es otro de los defectos de la traduccioacuten hasta aho‐ra existente Todo esto y otras cosas que no es del caso detallar son las razones que me movieron a emprender una nueva versioacuten espantildeola de la obra Al principio se trataba solamente de una traduccioacuten para mis cursos y semi‐narios El resultado de ese primer ensayo fue un texto que conservaba todaviacutea algo del lenguaje de Gaos pero que poco a poco se fue transformando en repetidas reelaboraciones hasta fijarse en una versioacuten completa de la obra que sirvioacute duran‐te algunos antildeos para el trabajo con mis alumnos En 1988 con el apoyo del Katholischer Akademischer Austauschdienst y de la Fundacioacuten Alexander von Humboldt elaboreacute en Alemania en constante diaacutelogo con el profesor Friedrich‐Wilhelm von Herrmann una nueva versioacuten de mi propia tra‐
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duccioacuten Conversaciones ocasionales con el profesor Hans‐Georg Gadamer y con el profesor Max Muumlller ayudaron a la comprensioacuten maacutes exacta de algunos pasajes especialmente difiacuteciles Tambieacuten debo mencionar aquiacute algunos encuentros con Franccedilois Feacutedier y con el traductor franceacutes Franccedilois Vezin quienes tuvieron a bien examinar conmigo algunos puntos particulares del texto El resultado de esta nue‐va reelaboracioacuten fue un texto muchiacutesimo maacutes liacutempido y maacutes comprensible Esta segunda versioacuten fue sometida nuevamente a un examen riguroso reali‐zado esta vez en equipo El principio que guioacute el trabajo de este equipo fue que la obra debiacutea hablar en castellano lo cual quiere decir que la fidelidad a un texto no consiste en la repeticioacuten literal de lo dicho en el original sino maacutes bien en la recre‐acioacuten de eso que alliacute estaacute dicho para decirlo en la forma que es propia de la lengua a la cual se lo traduce En este sentido una traduccioacuten es en siacute misma necesaria‐mente una interpretacioacuten y no puede dejar de serlo Si soacutelo se contentara con re‐petir literalmente lo dicho en la lengua de origen en muchas ocasiones la traduc‐cioacuten seriacutea incomprensible o incluso disparatada No se trata tan soacutelo del hecho de que para traducir se deba empezar por hacer una interpretacioacuten del texto mdashcosa por lo demaacutes obviamdash sino que lo que aquiacute afirmamos es que la traduccioacuten misma es ya en siacute una interpretacioacuten Con frecuencia justamente al intentar decir en cas‐tellano lo que estaba dicho en alemaacuten se nos aclaraba el propio texto original Era la traduccioacuten esto es la necesidad de decir en el propio idioma lo que estaba dicho en un idioma ajeno lo que nos forzaba a repensar lo dicho No el modo como esta‐ba dicho sino lo dicho mismo la cosa de la que el texto original hablaba Cada len‐gua tiene sus propias posibilidades de decir las cosas y todo el problema de la tra‐duccioacuten estriba en aprovechar las posibilidades de la propia lengua digo de apro‐vecharlas para decir lo mismo que estaacute dicho en el original pero de un modo dife‐rente del modo que corresponde al genio de la propia lengua Man muss den Mul haben zur freien Uumlbersetzung me deciacutea para animarme Hans‐Georg Gadamer Esta actitud proseguida en forma consecuente nos llevoacute no soacutelo a una nue‐va versioacuten de mi propio texto sino tambieacuten a descubrir alguno que otro pequentildeo error en las ediciones alemanas existentes De esa forma podiacuteamos comprobar nue‐vamente que traducir es iluminar el texto original aunque tambieacuten sea verdadero que muchas veces la traduccioacuten queda muy por debajo del original es lo que po‐driacuteamos llamar con Ortega y Gasset la miseria y el esplendor de la traduccioacuten En el trabajo hecho en equipo con vistas a una tercera versioacuten debo mencio‐nar el valioso aporte de la sentildeora Mariana Kuthe y del profesor Hardy Neumann Esta tercera versioacuten revisada y reelaborada a su vez un par de veces es la que ahora se presenta al puacuteblico Dejo constancia de las diferencias a veces bastante importantes respecto de la primera versioacuten conocida por muchos de mis alumnos y por otras personas interesadas en la obra de Heidegger
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El texto ha sido traducido del tomo II de la Gesamtausgabe y contiene por consiguiente una serie de pequentildeas variantes respecto de las ediciones anteriores de la editorial Max Niemeyer En las ldquoNotas del traductorrdquo se deja constancia en algunos casos de estas diferencias Por otra parte se han antildeadido a la nueva traduccioacuten las notas marginales del Huumlttenexemplar que aparecen en la edicioacuten de la GA Esas notas se ponen al pie de la paacutegina a continuacioacuten de las notas del texto original impreso Estas uacuteltimas estaacuten sentildealadas con nuacutemeros araacutebigos que se renuevan en cada paacutegina mientras que las notas del Huumlttenexemplar aparecen indicadas con letras minuacutesculas tam‐bieacuten renovadas en cada paacutegina La traduccioacuten tiene un tercer tipo de notas las no‐tas del traductor sentildealadas en el texto con nuacutemeros romanos1 los cuales remiten a las paacuteginas finales del libro En ellas ademaacutes de explicarse las razones para una determinada traduccioacuten y de aclararse algunos contenidos particularmente difiacuteci‐les se deja constancia en ciertos casos de algunas de las diferencias del texto de la GA respecto del texto de las ediciones anteriores y se explica la razoacuten de ese cambio Ademaacutes esta edicioacuten sentildeala al margen las correspondientes paacuteginas de las ediciones alemanas de la editorial Niemeyer Es una costumbre que se ha ido intro‐duciendo en todas las traducciones de Ser y tiempo en las distintas lenguas2 La presente traduccioacuten ofrece tambieacuten pequentildeas variantes respecto de to‐das las ediciones alemanas La razoacuten de estas variantes es que los traductores he‐mos detectado en algunos casos errores en las ediciones alemanas los que se han seguido repitiendo en forma invariable hasta hoy apartaacutendose del texto manuscri‐to conservado en Marbach Despueacutes de consultar a los editores de la GA nos he‐mos decidido a traducir seguacuten el original manuscrito y no seguacuten los textos impre‐sos Se trata de poquiacutesimos casos y cada vez se los explica en correspondientes no‐tas de traductor Para terminar debo expresar mis agradecimientos a las muchas personas e instituciones que han colaborado en esta versioacuten o que la han hecho posible Agra‐dezco en primer lugar al profesor Friedrich‐Wilhelm von Herrmann de la Univer‐sidad de Freiburg iBr por su paciente colaboracioacuten en el desciframiento de algu‐nos textos especialmente difiacuteciles Asimismo agradezco al profesor Hans‐Georg Gadamer por sus indicaciones sobre el sentido de algunas expresiones heidegge‐rianas Otro tanto debo decir de las iluminadoras conversaciones con el profesor Ernest Tugendhat a quien manifiesto aquiacute mi gratitud Mis agradecimientos van 1 Modificamos para esta edicioacuten electroacutenica el sistema de notas original Aquiacute las notas tanto de la GA como del H son renovadas tras cada paraacutegrafo mientras que las del traductor al final del libro son continuas [N de E] 2 En este ejemplar la numeracioacuten de paacuteginas originales va entre pareacutentesis y negritas en el cuerpo del texto [N de E]
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tambieacuten al Dr Hermann Heidegger por haber autorizado el uso de una fotografiacutea del manuscrito original Muy particularmente agradezco a la sentildeora Mariana Kuthe por su importante y entusiasta colaboracioacuten en la revisioacuten de la segunda de mis traducciones y al profesor Hardy Neumann de la Universidad Catoacutelica de Val‐paraiacuteso que me ha acompantildeado durante muchos antildeos en esta apasionante y difiacutecil tarea del traducir Mis agradecimientos van tambieacuten a la Fundacioacuten Alexander von Humboldt al Katholischer Akademischer Austauschdienst al Fondecyt de Chile y a la Universidad Catoacutelica de Valparaiacuteso que hicieron posibles algunas de las etapas de este largo trabajo de maacutes de veinte antildeos de duracioacuten Agradezco en forma muy especial a la sentildeorita Carolina Merino por su ab‐negado trabajo en el computador y sus sagaces sugerencias para mejorar el texto Agradezco finalmente al profesor Enrique Muntildeoz por su colaboracioacuten en nume‐rosos detalles de la puesta a punto del texto para la editorial y a la sentildeorita Yerka Trujillo por su ayuda en la elaboracioacuten de las notas del traductor y en el trabajo de correccioacuten de las pruebas
JORGE EDUARDO RIVERA
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Nota preliminar a la seacuteptima edicioacuten (1953) El tratado Ser y Tiempo aparecioacute en la primavera de 1927 en el Jahrbuch fuumlr Philosophie und phaumlnomenologische Forschungi editado por E Husserl (vol VIII) y si‐multaacuteneamente en volumen aparte La presente reimpresioacutenii que aparece como seacuteptima edicioacuten no ha sufrido cambios en el texto pero ha sido nuevamente revisada en lo que respecta a las citas y a la puntuacioacuten Salvo miacutenimas variaciones la paginacioacuten coincide con la de las ediciones anteriores La especificacioacuten ldquoPrimera mitadrdquoiii de las ediciones precedentes ha sido su‐primida Despueacutes de un cuarto de siglo la segunda mitad no podriacutea antildeadirse a la primera sin que eacutesta recibiese una nueva exposicioacuten Sin embargo su camino sigue siendo todaviacutea hoy un camino necesario si la pregunta por el ser ha de poner en movimiento nuestra existencia Para la aclaracioacuten de esta pregunta veacutease tambieacuten la Introduccioacuten a la Meta‐fiacutesica que aparece simultaacuteneamente con esta reimpresioacuten en la misma editorial Ella contiene el texto de un curso dictado en el semestre de verano de 1935
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SER Y TIEMPO
(1) hellipδῆλον γὰρ ὡς ὑμεῖς μὲν ταῦτα (τί ποτε βούλεσθε σημαίνειν ὁπόταν ὄν φθέγγησθε) πάλαι γιγνώσκετε ἡμεῖς δὲ πρὸ τοῦ μὲν ᾠόμεθα νῦν δrsquo ἠπορήκαμενhellip ldquoPorque manifiestamente vosotros estaacuteis familiarizados desde hace mucho tiempo con lo que propiamente quereacuteis decir cuando usaacuteis la expresioacuten lsquoentersquo en cambio nosotros creiacuteamos otrora comprenderlo pero ahora nos encontramos en aporiacuteardquo1 iquestTenemos hoy una respuesta a la pregunta acerca de lo que propiamente queremos decir con la palabra ldquoenterdquo De ninguacuten modo Entonces es necesario plantear de nuevo la pregunta por el sentido del ser iquestNos hallamos hoy al menos per‐plejos por el hecho de que no comprendemos la expresioacuten ldquoserrdquo De ninguacuten modo Entonces seraacute necesario por lo pronto despertar nuevamente una comprensioacuten para el sentido de esta pregunta La elaboracioacuten concreta de la pregunta por el sen‐tido del ldquoserrdquoiv es el propoacutesito del presente tratado La interpretacioacuten del tiempo co‐mo horizonte de posibilidad para toda comprensioacuten del ser en general es su meta provisional La fijacioacuten de semejante meta las investigaciones incluidas en aquel propoacute‐sito y exigidas por eacutel y el camino hacia ese fin necesitan de una aclaracioacuten intro‐ductoria
1 Platoacuten El sofista 244 a
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INTRODUCCIOacuteN
EXPOSICIOacuteN DE LA PREGUNTA POR EL SENTIDO DEL SER
CAPIacuteTULO PRIMERO Necesidad estructura y primaciacutea de la pregunta por el ser
sect 1 Necesidad de una repeticioacuten expliacutecita de la pregunta por el ser (2) Hoy esta pregunta ha caiacutedo en el olvido aunque nuestro tiempo se atribuya el progreso de una reafirmacioacuten de la ldquometafiacutesicardquo Pese a ello nos creemos dispen‐sados de los esfuerzos para volver a desencadenar una γιγαντοδμαχία περί τῆς οὐσίας Sin embargo esta pregunta no es una pregunta cualquiera Ella mantuvo en vilo la investigacioacuten de Platoacuten y Aristoacuteteles aunque para enmudecer desde en‐tonces mdashcomo pregunta temaacutetica de una efectiva investigacioacuten Lo que ellos alcanzaron se mantuvo a traveacutes de muacuteltiples modificaciones y ldquoretoquesrdquo hasta la Loacutegica de Hegel Y lo que en el supremo esfuerzo del pensar le fuera antantildeo arrebatado a los fenoacutemenos si bien fragmentaria e incipientemente se ha convertido desde hace tiempo en una trivialidad No soacutelo eso Sobre la base de los comienzos griegos de la interpretacioacuten del ser llegoacute a constituirse un dogma que no soacutelo declara superflua la pregunta por el sentido del ser sino que ademaacutes ratifica y legitima su omisioacuten Se dice el concep‐to de ldquoserrdquo es el maacutes universal y vaciacuteo Como tal opone resistencia a todo intento de definicioacuten Este concepto universaliacutesimo y por ende indefinible tampoco nece‐sita ser definido Todo el mundo lo usa constantemente y comprende ya siempre lo que con eacutel quiere decir De esta manera lo que estando oculto incitaba y manteniacutea en la inquietud al filosofar antiguo se ha convertido en algo obvio y claro como el sol hasta el punto de que si alguien insiste en preguntar auacuten por ello es acusado de error metodoloacutegico Al comienzo de esta investigacioacuten no es posible discutir en detalle los prejui‐cios que constantemente suscitan y alimentan la conviccioacuten de que no es necesario (3) preguntar por el ser Ellos hunden sus raiacuteces en la ontologiacutea antigua misma Eacutesta por su parte soacutelo podraacute ser adecuadamente interpretada mdashen lo que respecta al terreno de donde han brotado sus conceptos ontoloacutegicos fundamentales y a la justeza de la legitimacioacuten y del nuacutemero de las categoriacuteasmdash siguiendo el hilo con‐ductor de la aclaracioacuten y respuesta de la pregunta por el ser Llevaremos pues la discusioacuten de estos prejuicios tan soacutelo hasta el punto en que pueda verse la necesi‐dad de una repeticioacuten de la pregunta por el sentido del ser Estos prejuicios son tres
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1 El ldquoserrdquoa es el concepto ldquomaacutes universalrdquo τὸ ὄν ἐστι καθόλου μάλιστα πάντων1 Illud quod primo cadit sub apprehensione est ens cuius intellectus includitur in omnibus quaecumque quis apprehendit ldquoUna comprensioacuten del ser ya estaacute siempre impliacutecita en todo aquello que se aprehende como enterdquo2 Pero la ldquouniversalidadrdquo del ldquoserrdquo no es la del geacutenero El ldquoserrdquo no constituye la regioacuten suprema del ente en tanto que eacuteste se articula conceptualmente seguacuten geacutenero y especie οὔτε τὸ γένος3 La ldquouniversali‐dadrdquo del ser ldquosobrepasardquo toda universalidad geneacuterica El ldquoserrdquo es en la nomenclatu‐ra de la ontologiacutea medieval un ldquotrascendentalrdquo (ldquotranscendensrdquo) La unidad de es‐te ldquouniversalrdquo trascendental frente a la multiplicidad de los supremos conceptos geneacutericos quiditativos fue reconocida por Aristoacuteteles como la unidad de la analogiacutea Con este descubrimiento Aristoacuteteles pese a su dependencia respecto del cuestio‐namiento ontoloacutegico de Platoacuten puso el problema del ser sobre una base funda‐mentalmente nueva Pero tampoco eacutel logroacute disipar la oscuridad de estas conexio‐nes categoriales La ontologiacutea medieval discutioacute copiosamente el problema espe‐cialmente en las escuelas tomista y escotista sin llegar a una claridad de fondo Y cuando finalmente Hegel determina el ldquoserrdquo como lo ldquoinmediato indeterminadordquo haciendo de esta definicioacuten la base para todo el ulterior despliegue categorial de su Loacutegica sigue mirando en la misma direccioacuten que la ontologiacutea antigua con la uacutenica diferencia que deja de mano el problema ya planteado por Aristoacuteteles de la uni‐dad del ser frente a la multiplicidad de las ldquocategoriacuteasrdquo quiditativas Por consi‐guiente cuando se dice el ldquoserrdquo es el concepto maacutes universal ello no puede signi‐ficar que sea el maacutes claro y que no esteacute necesitado de una discusioacuten ulterior El con‐cepto de ldquoserrdquo es maacutes bien el maacutes oscuro 2 El concepto de ldquoserrdquo es indefinible Es lo que se ha concluido de su suprema (4) universalidad4 Y con razoacuten mdashsi definitio fit per genus proximum et differentiam specifi‐cam En efecto el ldquoserrdquo no puede ser concebido como un ente enti non additur aliqua natura no se puede determinar el ldquoserrdquo atribuyeacutendole una entidad El ser no es de‐rivable definitoriamente desde conceptos maacutes altos ni puede ser explicado me‐diante conceptos inferiores Pero iquestse sigue de ello que el ldquoserrdquo ya no presente pro‐blemas Ni mucho menos Lo uacutenico que puede inferirse es que el ldquoserrdquo no es algo
a el ente la entidad 1 Aristoacuteteles Met B 4 1001 a 21 2 Tomaacutes de Aquino S Th I‐II q 94 a 2 3 Aristoacuteteles Met B 3 998 b 22 4 Cf Pascal Penseacutees et Opuscules (ed Brunschvieg) 6 Pariacutes 1912 p 169 On ne peut entreprendre de deacutefinir (ecirctre sans tomber dans cette absurditeacute car on ne peut deacutefinir un mot sans commencer par celui‐ci crsquoest soit qursquoon (lsquoexprime ou qursquoon le sous‐entende Donc pour deacutefinir lrsquoecirctre il faudrait dire crsquoest et ainsi employer le mot deacutefini dans sa deacutefinition
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asiacute como un enteb De ahiacute que esa forma de determinacioacuten de los entes justificada dentro de ciertos liacutemites que es la ldquodefinicioacutenrdquo de la loacutegica tradicional mdashloacutegica que tiene ella misma sus fundamentos en la ontologiacutea antiguamdash no sea aplicable al ser La indefinibilidad del ser no dispensa de la pregunta por su sentido sino que precisamente invita a ella 3 El ldquoserrdquo es un concepto evidente por siacute mismo En todo conocimiento en todo enunciado en todo comportamiento respecto de un ente en todo comportarse res‐pecto de siacute mismo se hace uso del ldquoserrdquo y esta expresioacuten resulta comprensible ldquosin maacutesrdquo Cualquiera comprende ldquoel cielo es azulrdquo ldquosoy felizrdquo y otras cosas semejan‐tes Sin embargo esta comprensibilidad de teacutermino medio no hace maacutes que demos‐trar una incomprensibilidad Esta incomprensibilidad pone de manifiesto que en todo comportarse y habeacuterselas respecto del ente en cuanto ente subyace a priori un enigma El hecho de que ya siempre vivamos en una comprensioacuten del ser y que al mismo tiempo el sentido del ser esteacute envuelto en oscuridad demuestra la princi‐pial necesidad de repetir la pregunta por el sentido del ldquoserrdquo La apelacioacuten a lo obvio en el aacutembito de los conceptos filosoacuteficos fundamen‐tales y sobre todo con respecto al concepto de ldquoserrdquo es un dudoso procedimiento si es verdad que lo ldquoobviordquo y soacutelo lo obvio mdashrdquolos secretos juicios de la razoacuten co‐muacutenrdquo (Kant)mdash debe ser y continuar siendo el tema expreso de la analiacutetica (ldquoel que‐hacer de los filoacutesofosrdquo)v La consideracioacuten de los prejuicios nos ha hecho ver que no soacutelo falta la res‐puesta a la pregunta por el ser sino que incluso la pregunta misma es oscura y care‐ce de direccioacuten Por consiguiente repetir la pregunta por el ser significa elaborar de una vez por todas en forma suficiente el planteamiento mismo de la pregunta
sect 2 La estructura formal de la pregunta por el ser (5) La pregunta por el sentido del ser debe ser planteadavi Si ella es una pregunta fundamental o incluso la pregunta fundamental entonces este cuestionar requiere ser hecho transparente en la forma debida Por esto seraacute necesario explicar breve‐mente lo que pertenece a toda pregunta en general para poder comprender desde alliacute el caraacutecter particulariacutesimo de la pregunta por el ser Todo preguntar es una buacutesqueda Todo buscar estaacute guiado previamente por aquello que se busca Preguntar es buscar conocer el ente en lo que respecta al he‐cho de que es y a su ser‐asiacute La buacutesqueda cognoscitiva puede convertirse en ldquoinves‐
b iexclCiertamente que no sino acerca del Ser (Seyn) no puede decidirse nada recurriendo a este tipo de conceptos
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tigacioacutenrdquo es decir en una determinacioacuten descubridora de aquello por lo que se pregunta Todo preguntar implica en cuanto preguntar porhellip algo puesto en cues‐tioacuten [sein Gefragtes] Todo preguntar porhellip es de alguna manera un interrogar ahellip Al preguntar le pertenece ademaacutes de lo puesto en cuestioacuten un interrogado [ein Be‐fragtes] En la pregunta investigadora ed especiacuteficamente teoreacutetica lo puesto en cuestioacuten debe ser determinado y llevado a concepto En lo puesto en cuestioacuten tene‐mos entonces como aquello a lo que propiamente se tiende lo preguntado [das Er‐fragte] aquello donde el preguntar llega a su meta El preguntar mismo tiene en cuanto comportamiento de un ente mdashdel que preguntamdash su propio caraacutecter de ser El preguntar puede llevarse a cabo como un ldquosimple preguntarrdquo o como un cues‐tionamiento expliacutecito Lo peculiar de este uacuteltimo consiste en que el preguntar se hace primeramente transparente en todos los caracteres constitutivos de la pregun‐ta misma que acaban de ser mencionados La pregunta por el sentido del ser debe ser planteada Estamos asiacute ante la ne‐cesidad de examinar la pregunta por el ser teniendo en vista los momentos estruc‐turales anteriormente especificados En cuanto buacutesqueda el preguntar estaacute necesitado de una previa conduccioacuten de parte de lo buscado Por consiguiente el sentido del ser ya debe estar de alguna manera a nuestra disposicioacuten Como se ha dicho nos movemos desde siempre en una comprensioacuten del ser Desde ella brota la pregunta expliacutecita por el sentido del ser y la tendencia a su concepto No sabemos lo que significa ldquoserrdquo Pero ya cuando preguntamos ldquoiquestqueacute es lsquoserrsquordquo nos movemos en una comprensioacuten del ldquoesrdquo sin que podamos fijar conceptualmente lo que significa el ldquoesrdquo Ni siquiera conocemos el horizonte desde el cual deberiacuteamos captar y fijar ese sentido Esta comprensioacuten del ser mediana y vaga es un factumvii Esta comprensioacuten del ser puede fluctuar y desvanecerse cuanto se quiera puede moverse incluso en el liacutemite de un mero conocimiento de la palabra pero esa indeterminacioacuten de la comprensioacuten del ser de la que ya siempre disponemos es ella misma un fenoacutemeno positivo que necesita ser aclarado Sin embargo una (6) investigacioacuten sobre el sentido del ser no puede pretender dar esta explicacioacuten al comienzo La interpretacioacuten de la comprensioacuten mediana del ser soacutelo alcanzaraacute su indispensable hilo conductor cuando se haya elaborado el concepto de ser A la luz del concepto y de las formas de comprensioacuten expliacutecita que le son propias seraacute posi‐ble establecer lo que significa una comprensioacuten del ser oscura o todaviacutea no aclara‐da y cuaacuteles son las especies posibles y necesarias de oscurecimiento y de obstaacuteculo para una aclaracioacuten expliacutecita del sentido del ser La comprensioacuten del ser mediana y vaga puede estar ademaacutes impregnada de teoriacuteas y opiniones tradicionales acerca del ser y esto puede ocurrir de tal ma‐nera que estas teoriacuteas queden ocultas como fuentes de la comprensioacuten dominante
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Lo buscado en la pregunta por el ser no es algo enteramente desconocido aunque sea por lo pronto absolutamente inasibleviii Lo puesto en cuestioacuten en la pregunta que tenemos que elaborar es el ser aque‐llo que determina al ente en cuanto ente eso con vistas a lo cual el ente en cual‐quier forma que se lo considere ya es comprendido siempre El ser del ente no ldquoesrdquo eacutel mismo un ente El primer paso filosoacutefico en la comprensioacuten del problema del ser consiste en no μΰθόν τινα διηγεῑσθαι1 en ldquono contar un mitordquo es decir en no determinar el ente en cuanto ente derivaacutendolo de otro ente como si el ser tuvie‐se el caraacutecter de un posible ente El ser en cuanto constituye lo puesto en cuestioacuten exige pues un modo particular de ser mostrado que se distingue esencialmente del descubrimiento del ente Por lo tanto tambieacuten lo preguntado esto es el sentido del ser reclamaraacute conceptos propios que una vez maacutes contrastan esencialmente con los conceptos en los que el ente cobra su determinacioacuten significativa Si el ser constituye lo puesto en cuestioacuten y si ser quiere decir ser del ente tendremos que lo interrogado en la pregunta por el ser es el ente mismo El ente seraacute interrogado por asiacute decirlo respecto de su ser Para que el ente pueda presentar empero sin falsificacioacuten los caracteres de su ser deberaacute haberse hecho accesible previamente tal como eacutel es en siacute mismo La pregunta por el ser exige en relacioacuten a lo interrogado en ella que previamente se conquiste y asegure la forma correcta de acceso al ente Pero llamamos ldquoenterdquo a muchas cosas y en diversos sentidos Ente es todo aquello de lo que hablamos lo que mentamos (7) aquello con respecto a lo cual nos comportamos de eacutesta o aquella manera ente es tambieacuten lo que nosotros mismos somos y el modo como lo somos El ser se encuentra en el hecho de que algo es y en su ser‐asiacute en la realidad en el estar‐ahiacute [Vorhandenheit]ix en la consis‐tencia en la validez en el existir [Dasein]x a en el ldquohayrdquo iquestEn cuaacutel ente se debe leer el sentido del serb desde cuaacutel ente deberaacute arrancar la apertura del ser iquestEs indife‐rente el punto de partida o tiene alguacuten determinado ente una primaciacutea en la elabo‐racioacuten de la pregunta por el ser iquestCuaacutel es este ente ejemplarc y en queacute sentido goza de una primaciacutea Si la pregunta por el ser debe ser planteada expliacutecitamente y llevada a cabo de tal manera que sea del todo transparente para siacute misma una elaboracioacuten de esta pregunta exigiraacute seguacuten las aclaraciones hechas anteriormente la explicacioacuten del modo de dirigir la vista hacia el ser de comprender y captar conceptualmente su
1 Platoacuten El Sofista 242 c a Todaviacutea el concepto corriente y no otro b Dos preguntas distintas puestas aquiacute una tras otra se presta a malentendidos sobre todo con res‐pecto al papel del Dasein c Se presta a malentendidos El Dasein es ejemplar porque en virtud de su esencia de Da‐sein (el que guarda la verdad del ser) lleva al juego de la resonancia la a‐lusioacuten [Bei‐spiel] que el ser en cuanto tal le hace en su juego con eacutel
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sentido la preparacioacuten de la posibilidad de la correcta eleccioacuten del ente ejemplar y la elaboracioacuten de la genuina forma de acceso a este ente Dirigir la vista hacia com‐prender y conceptualizar elegir acceder ahellip son comportamientos constitutivos del preguntar y por ende tambieacuten ellos modos de ser de un ente determinado del ente que somos en cada caso nosotros mismos los que preguntamos Por consi‐guiente elaborar la pregunta por el ser significa hacer que un ente mdashel que pre‐guntamdash se vuelva transparente en su ser El planteamiento de esta pregunta como modo de ser de un ente estaacute eacutel mismo determinado esencialmente por aquello por lo que en eacutel se pregunta mdashpor el serd A este ente que somos en cada caso nosotros mismos y que entre otras cosas tiene esa posibilidad de ser que es el preguntar lo designamos con el teacutermino Daseinxi El planteamiento expliacutecito y transparente de la pregunta por el sentido del ser exige la previa y adecuada exposicioacuten de un ente (del Dasein) en lo que respecta a su sere iquestNo incurre sin embargo semejante empresa en un evidente ciacuterculo vicio‐so iquestQueacute cosa es sino moverse en un ciacuterculo determinar primero un ente en su ser y sobre esta base querer plantear en seguida la pregunta por el ser iquestNo se ldquosupo‐nerdquo previamente en la elaboracioacuten de la pregunta lo que soacutelo la respuesta nos ha de proporcionar Objeciones formales como la del ldquociacuterculo en la pruebardquo en todo momento faacutecilmente aducibles en el campo de la investigacioacuten de los principios son siempre esteacuteriles en la consideracioacuten de las viacuteas concretas del investigar Ellas no contribuyen en nada a la comprensioacuten de las cosas e impiden penetrar en el campo de la investigacioacuten Pero en realidad no hay ninguacuten ciacuterculo vicioso en ese modo de plantear la pregunta Un ente puede determinarse en su ser sin que sea necesario disponer previamente del concepto expliacutecito del sentido del ser De lo contrario no podriacutea haber hasta ahora ninguacuten conocimiento ontoloacutegico y nadie pretenderaacute negar que (8) lo haya Sin lugar a dudas el ldquoserrdquo ha sido ldquosupuestordquo hasta el diacutea de hoy en to‐da ontologiacutea pero no en cuanto concepto que estuviera a nuestra disposicioacuten mdashno en el sentido en que aquiacute se lo busca La ldquopresuposicioacutenrdquo del ser tiene maacutes bien el caraacutecter de una previa visualizacioacuten del ser en virtud de la cual el ente dado se ar‐ticula provisionalmente en su ser Esta visualizacioacuten del ser que sirve de guiacutea a la investigacioacuten brota de la comprensioacuten mediana del ser en la que desde siempre nos movemos y que en definitivaa xii pertenece a la constitucioacuten esencial del Dasein mismo Semejante ldquopresuposicioacutenrdquo no tiene nada que ver con la postulacioacuten de un princi‐pio indemostrado del que se derivariacutea deductivamente una serie de proposiciones En el planteamiento de la pregunta por el sentido del ser no puede haber en modo d Da‐sein estar sostenieacutendose dentro de la nada del Ser [Seyn] sostenieacutendose en cuanto comporta‐miento [Verhaumlltnis] e No se trata de que en este ente se lea el sentido del ser a Es decir desde el principio
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alguno un ldquociacuterculo en la pruebardquo porque en la respuesta a esta pregunta no se tra‐ta de una fundamentacioacuten deductiva sino de una puesta al descubierto del funda‐mento mediante su exhibicioacuten En la pregunta por el sentido del ser no hay un ldquociacuterculo en la pruebardquo sino una singular ldquoreferencia retrospectiva o anticipativardquoxiii de aquello que estaacute puesto en cuestioacuten mdashel sermdash al preguntar mismo en cuanto modo de ser de un ente Que el preguntar quede esencialmente afectado por lo puesto en cuestioacuten pertenece al sentido maacutes propio de la pregunta por el ser Pero esto no significa sino que el ente que posee el caraacutecter del Dasein tiene una relacioacuten mdashquizaacutes incluso privilegiadamdash con la pregunta misma por el ser Pero con esto iquestno queda ya mostrada la primaciacutea ontoloacutegica de un determinado ente y a la vez presentado el ente ejemplar que debe ser primariamente interrogado en la pregunta por el serb Las consideraciones he‐chas hasta aquiacute no han demostrado la primaciacutea del Dasein ni han zanjado el pro‐blema de su posible o incluso necesaria funcioacuten como ente que debe ser primaria‐mente interrogado Pero en cambio se ha hecho presente algo asiacute como una pri‐maciacutea del Dasein
sect 3 La primaciacutea ontoloacutegica de la pregunta por el ser Con la caracterizacioacuten de la pregunta por el ser al hilo de la estructura for‐mal de toda pregunta en cuanto tal se ha aclarado el caraacutecter peculiar de esta pre‐gunta y se ha hecho ver que su elaboracioacuten y maacutes aun su respuesta demanda una serie de consideraciones fundamentales Pero el caraacutecter particular de la pregunta por el ser soacutelo saldraacute plenamente a luz cuando se la haya delimitado suficiente‐mente en su funcioacuten en su intencioacuten y en sus motivos Hasta aquiacute se ha motivado la necesidad de una repeticioacuten de la pregunta en (9) parte en lo venerable de su origen pero sobre todo en la falta de una respues‐ta determinada e incluso en la ausencia de un planteamiento suficiente de la pre‐gunta misma Pero podriacutea desearse tambieacuten saber para queacute ha de servir esta pre‐gunta iquestSe queda ella en una pura especulacioacuten en el aire sobre las maacutes universales generalidades iquestEs tan soacutelo eso iquestO es por el contrario la pregunta maacutes fundamental y a la vez la maacutes concreta Ser es siempre el ser de un ente El todo del ente seguacuten sus diferentes secto‐res puede convertirse en aacutembito del descubrimiento y la delimitacioacuten de determi‐nadas regiones esencialesxiv Eacutestas por su parte p ej la historia la naturaleza el
b De nuevo como en la p 14 una esencial simplificacioacuten donde sin embargo estaacute pensado lo justo El Dasein no es un caso de ente para la abstraccioacuten representativa del ser pero siacute la morada de la comprensioacuten del ser
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espacio la vida el Dasein el lenguaje etc pueden ser tematizadas como objetos de las correspondientes investigaciones cientiacuteficas La investigacioacuten cientiacutefica reali‐za ingenuamente y a grandes rasgos la demarcacioacuten y primera fijacioacuten de las regio‐nes esenciales La elaboracioacuten de las estructuras fundamentales de cada regioacuten ya ha sido en cierto modo realizada por la experiencia e interpretacioacuten precientiacuteficas del dominio de serxv que define la regioacuten esencial misma Los ldquoconceptos funda‐mentalesrdquo que de esta manera surgen constituyen por lo pronto los hilos conduc‐tores para la primera apertura concreta de la regioacuten Aunque el peso de la investi‐gacioacuten tiende siempre hacia esta positividad su progreso propiamente dicho no se realiza tanto por la recoleccioacuten de los resultados y su conservacioacuten en ldquomanualesrdquo cuanto por el cuestionamiento de las estructuras fundamentales de la correspon‐diente regioacuten impulsado generalmente en forma reactiva por el conocimiento cre‐ciente de las cosas El verdadero ldquomovimientordquo de las ciencias se produce por la revisioacuten maacutes o menos radical (aunque no transparente para siacute misma)xvi de los conceptos funda‐mentales El nivel de una ciencia se determina por su mayor o menor capacidad de experimentar una crisis en sus conceptos fundamentales En estas crisis inmanen‐tes de las ciencias se tambalea la relacioacuten de la investigacioacuten positiva con las cosas interrogadas mismas Las diversas disciplinas muestran hoy por doquier la tenden‐cia a establecer nuevos fundamentos para su investigacioacuten La propia matemaacutetica que es aparentemente la ciencia maacutes rigurosa y maacutes soacutelidamente construida ha experimentado una ldquocrisis de fundamentosrdquo La dispu‐ta entre el formalismo y el intuicionismo gira en torno a la obtencioacuten y asegura‐miento de la forma primaria de acceso a lo que debe ser objeto de esta ciencia La teoriacutea de la relatividad en la fiacutesica nace de la tendencia a sacar a luz en su caraacutecter propio y ldquoen siacuterdquo la textura de la naturaleza misma Como teoriacutea de las condiciones de acceso a la naturaleza misma procura preservar la inmutabilidad de las (10) le‐yes del movimiento mediante la determinacioacuten de todas las relatividades y de esta manera se enfrenta a la pregunta por la estructura de su propia regioacuten esencial es decir al problema de la materia En la biologiacutea despierta la tendencia a interrogar maacutes allaacute de las definiciones de organismo y de vida dadas por el mecanicismo y el vitalismo y a redefinir el modo de ser de lo viviente en cuanto tal En las ciencias histoacutericas del espiacuteritu se ha hecho maacutes fuerte la tendencia a llegar a la realidad histoacute‐rica misma mediante la tradicioacuten y los documentos que la transmiten la historia de la literatura se debe convertir en historia de los problemas La teologiacutea busca una in‐terpretacioacuten maacutes originaria del ser del hombre en relacioacuten a Dios esbozada a partir del sentido de la fe misma y atenida a ella Poco a poco empieza a comprender nuevamente la visioacuten de Lutero de que la sistematizacioacuten dogmaacutetica de la teologiacutea reposa sobre un ldquofundamentordquo que no viene primariamente de un cuestionar inter‐
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no a la fe y cuyo aparato conceptual no soacutelo es insuficiente para responder a la problemaacutetica teoloacutegica sino que ademaacutes la encubre y desfigura Conceptos fundamentales son aquellas determinaciones en que la regioacuten esencial a la que pertenecen todos los objetos temaacuteticos de una ciencia logra su comprensioacuten preliminar que serviraacute de guiacutea a toda investigacioacuten positiva Estos conceptos reciben pues su genuina justificacioacutenxvii y ldquofundamentacioacutenrdquo uacutenicamen‐te a traveacutes de la previa investigacioacuten de la regioacuten esencial misma Ahora bien puesto que cada una de estas regiones se obtiene a partir de un determinado sector del ente mismo esa investigacioacuten preliminar que elabora los conceptos fundamen‐tales no significa otra cosa que la interpretacioacuten de este ente en funcioacuten de la cons‐titucioacuten fundamental de su ser Semejante investigacioacuten debe preceder a las cien‐cias positivas y lo puede El trabajo de Platoacuten y Aristoacuteteles es prueba de ello Esa fundamentacioacuten de las ciencias se distingue principalmente de aquella ldquoloacutegicardquo za‐guera que investiga el estado momentaacuteneo de una ciencia en funcioacuten de su ldquomeacuteto‐dordquo La fundamentacioacuten de las ciencias es una loacutegica productiva en el sentido de que ella por asiacute decirlo salta hacia adelante hasta una determinada regioacuten de ser la abre por vez primera en su constitucioacuten ontoloacutegica y pone a disposicioacuten de las ciencias positivas como claras indicaciones para el preguntar las estructuras asiacute obtenidas Asiacute por ejemplo lo filosoacuteficamente primario no es la teoriacutea de la forma‐cioacuten de los conceptos de la historia ni la teoriacutea del conocimiento histoacuterico o la teo‐riacutea de la historia como objeto del saber histoacuterico sino la interpretacioacuten del ente propiamente histoacuterico en funcioacuten de su historicidad De igual modo el aporte posi‐tivo de la Criacutetica de la razoacuten pura de Kant no consiste en haber elaborado una ldquoteo‐riacuteardquo del conocimiento sino maacutes bien en su contribucioacuten (11) a desentrantildear lo que es propio de una naturaleza en general Su loacutegica trascendental es una loacutegica mate‐rial a priori para la regioacuten de ser llamada naturaleza Pero semejante cuestiona‐miento mdashque es ontologiacutea en su sentido maacutes amplio y con independencia de co‐rrientes y tendencias ontoloacutegicasmdash necesita a su vez de un hilo conductor El pre‐guntar ontoloacutegico es ciertamente maacutes originario que el preguntar oacutentico de las ciencias positivas Pero eacutel mismo seriacutea ingenuo y opaco si sus investigaciones del ser del ente dejaran sin examinar el sentido del ser en general Y precisamente la tarea ontoloacutegica de una genealogiacutea no deductivamente constructiva de las diferen‐tes maneras posibles de ser necesita de un acuerdo previo sobre lo ldquoque propia‐mente queremos decir con esta expresioacuten lsquoserrsquordquo La pregunta por el ser apunta por consiguiente a determinar las condicio‐nes a priori de la posibilidad no soacutelo de las ciencias que investigan el ente en cuanto tal o cual y que por ende se mueven ya siempre en una comprensioacuten del ser sino que ella apunta tambieacuten a determinar la condicioacuten de posibilidad de las ontologiacuteas mismas que anteceden a las ciencias oacutenticas y las fundan Toda ontologiacutea por rico y soacutelidamente articulado que sea el sistema de categoriacuteas de que dispone es en el fondo ciega y
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contraria a su finalidad maacutes propia si no ha aclarado primero suficientemente el sentido del ser y no ha comprendido esta aclaracioacuten como su tarea fundamental La investigacioacuten ontoloacutegica misma rectamente comprendida le da a la pre‐gunta por el ser su primaciacutea ontoloacutegica maacutes allaacute de la mera reanudacioacuten de una tradicioacuten venerable y de la profundizacioacuten en un problema hasta ahora opaco Pero esta primaciacutea en el orden objetivo‐cientiacutefico no es la uacutenica
sect 4 La primaciacutea oacutentica de la pregunta por el ser La ciencia en general puede definirse como un todo de proposiciones verda‐deras conectadas entre siacute por relaciones de fundamentacioacuten Pero esta definicioacuten no es completa ni alcanza a la ciencia en su sentido En cuanto comportamientos del hombre las ciencias tienen el modo de ser de este ente (el hombre) A este ente lo designamos con el teacutermino Dasein La investigacioacuten cientiacutefica no es el uacutenico ni el maacutes inmediato de los posibles modos de ser de este ente Por otra parte el Dasein mismo se destaca frente a los demaacutes entes Por lo pronto seraacute necesario aclarar (12) en forma provisional este caraacutecter eminente del Dasein Para ello la discusioacuten ten‐draacute que anticipar anaacutelisis posteriores que soacutelo entonces seraacuten propiamente demos‐trativos El Dasein no es tan soacutelo un ente que se presenta entre otros entes Lo que lo caracteriza oacutenticamente es que a este ente le va en su ser este mismo ser La consti‐tucioacuten de ser del Dasein implica entonces que el Dasein tiene en su ser una relacioacuten de ser con su ser Y esto significa a su vez que el Dasein se comprende en su ser de alguna manera y con alguacuten grado de explicitud Es propio de este ente el que con y por su ser eacuteste se encuentre abierto para eacutel mismo La comprensioacuten del serxviii es ella misma una determinacioacuten de ser del Dasein1 La peculiaridad oacutentica del Dasein consis‐te en que el Dasein es ontoloacutegico Ser‐ontoloacutegico no significa aquiacute desarrollar una ontologiacutea Si reservamos por consiguiente el teacutermino ontologiacutea para el cuestionamiento teoreacutetico expliacutecito del ser del ente tendremos que designar como preontoloacutegico el ser‐ontoloacutegico del Dasein Pero ldquopreontoloacutegicordquo no significa tan soacutelo un puro estar siendo oacutentico sino un estar siendo en la forma de una comprensioacuten del ser El2 ser mismo con respecto al cual3 el Dasein se puede comportar de esta o aquella manera y con respecto al cual siempre se comporta de alguna determinada 1 Pero ser aquiacute no soacutelo en cuanto ser del hombre (existencia) Esto resultaraacute claro por lo que sigue El estar‐en‐el‐mundo encierra en siacute la relacioacuten de la existencia con el ser en total comprensioacuten del ser 2 Aquel 3 como suyo propio
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manera lo llamamos existenciaxix Y como la determinacioacuten esencial de este ente no puede realizarse mediante la indicacioacuten de un contenido quiditativo sino que su esencia consiste maacutes bien en que este ente tiene que ser en cada caso su ser como suyo se ha escogido para designarlo el teacutermino Dasein como pura expresioacuten de serxx El Dasein se comprende siempre a siacute mismo desde su existencia desde una posibilidad de siacute mismo de ser siacute mismo o de no serlo El Dasein o bien ha escogi‐do por siacute mismo estas posibilidades o bien ha ido a parar en ellas o bien ha creci‐do en ellas desde siempre La existencia es decidida en cada caso tan soacutelo por el Dasein mismo sea tomaacutendola entre manos sea dejaacutendola perderse La cuestioacuten de la existencia ha de ser resuelta siempre tan soacutelo por medio del existir mismo A la comprensioacuten de siacute mismo que entonces sirve de guiacutea la llamamos comprensioacuten exis‐tentiva [existenzielle]xxi La cuestioacuten de la existencia es una ldquoincumbenciardquo oacutentica del Dasein Para ello no se requiere la transparencia teoreacutetica de la estructura ontoloacutegi‐ca de la existencia La pregunta por esta estructura apunta a la exposicioacuten analiacutetica de lo constitutivo de la existencia1 A la trama de estas estructuras la llamamos exis‐tencialidad Su analiacutetica no tiene el caraacutecter de un comprender existentivo sino de un comprender existencial (13) [existenziales] La tarea de una analiacutetica existencial del Dasein ya se encuentra bosquejada en su posibilidad y necesidad en la constitu‐cioacuten oacutentica del Dasein Ahora bien puesto que la existencia determina al Dasein la analiacutetica ontoloacutegica de este ente requiere siempre una visualizacioacuten de la existen‐cialidad Y a esta existencialidad la entendemos como la constitucioacuten de ser del ente que existe Pero ya en la idea de tal constitucioacuten de ser se encuentra la idea del ser en general Y de este modo la posibilidad de llevar a cabo la analiacutetica del Dasein depende tambieacuten de la previa elaboracioacuten de la pregunta por el sentido del ser en general Las ciencias son maneras de ser del Dasein en las que eacuteste se com‐porta tambieacuten en relacioacuten a entes que pueden ser otros que eacutel Ahora bien al Da‐sein le pertenece esencialmente el estar en un mundo La comprensioacuten del ser pro‐pia del Dasein comporta pues con igual originariedad la comprensioacuten de algo asiacute como un ldquomundordquo y la comprensioacuten del ser del ente que se hace accesible dentro del mundo Las ontologiacuteas cuyo tema es el ente que no tiene el caraacutecter de ser del Dasein estaacuten por ende fundadas y motivadas en la estructura oacutentica del Dasein mismo que lleva en siacute la determinacioacuten de una comprensioacuten preontoloacutegica del ser De ahiacute que la ontologiacutea fundamentalxxii que estaacute a la base de todas las otras on‐tologiacuteas deba ser buscada en la analiacutetica existencial del Dasein El Dasein tiene por consiguiente en varios sentidos una primaciacutea sobre to‐do otro ente En primer lugar una primaciacutea oacutentica el Dasein estaacute determinado en su ser por la existencia En segundo lugar una primaciacutea ontoloacutegica en virtud de su
1 Por consiguiente no se trata de una filosofiacutea existencial
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determinacioacuten por la existencia el Dasein es ldquoontoloacutegicordquo en siacute mismo Ahora bien al Dasein le pertenece con igual originariedad mdashcomo constitutivo de la compren‐sioacuten de la existenciamdash una comprensioacuten del ser de todo ente que no tiene el modo de ser del Dasein Por consiguiente el Dasein tiene una tercera primaciacutea la de ser la condicioacuten de posibilidad oacutentico‐ontoloacutegica de todas las ontologiacuteas El Dasein se ha revelado pues como aquello que desde un punto de vista ontoloacutegico debe ser interrogado con prioridad a todo otro ente Pero a su vez la analiacutetica existencial tiene en uacuteltima instancia raiacuteces exis‐tentivas ed oacutenticas Uacutenicamente cuando el cuestionar de la investigacioacuten filosoacutefica es asumido existentivamente como posibilidad de ser del Dasein existente se da la posibilidad de una apertura de la existencialidad de la existencia y con ello la posi‐bilidad de abordar una problemaacutetica ontoloacutegica suficientemente (14) fundada Pero con esto se ha aclarado tambieacuten la primaciacutea oacutentica de la pregunta por el ser La primaciacutea oacutentico‐ontoloacutegica del Dasein fue vista tempranamente pero sin que el Dasein mismo fuese aprehendido en su genuina estructura ontoloacutegica o se convirtiese al menos en problema desde este punto de vista Aristoacuteteles dice ἡ ψυχὴ τὰ ὄντα πώς ἑστιν1 El alma (del hombre) es en cierto modo los entes el ldquoal‐mardquo que es constitutiva del ser del hombre descubre en las maneras de ser de la αἴσθησις y la νόησις todo ente en lo que respecta al hecho de que es y a su ser‐asiacute es decir lo descubre siempre en su ser Esta frase que remite a la tesis ontoloacutegica de Parmeacutenides fue recogida por Tomaacutes de Aquino en una discusioacuten caracteriacutestica Dentro del problema de la deduccioacuten de los ldquotrascendentalesrdquo ed de los caracte‐res de ser que estaacuten maacutes allaacute de toda posible determinacioacuten quiditativo‐geneacuterica de un ente de todo modus specialis entis y que convienen necesariamente a todo ldquoal‐gordquo sea eacuteste el que fuere es necesario que se demuestre tambieacuten que el verum es un transcendens de este tipo Esto acontece mediante el recurso a un ente que por su modo mismo de ser tiene la propiedad de ldquoconvenirrdquo ed de concordar con cual‐quier clase de ente Este ente privilegiado el ens quod natum est convenire cum omni ente es el alma (anima)1 La primaciacutea del ldquoDaseinrdquo sobre todo otro ente que aquiacute aparece pero que no queda ontoloacutegicamente aclarada no tiene evidentemente na‐da en comuacuten con una mala subjetivizacioacuten del todo del ente La demostracioacuten de la peculiaridad oacutentico‐ontoloacutegica de la pregunta por el ser se funda en la indicacioacuten provisional de la primaciacutea oacutentico‐ontoloacutegica del Da‐sein Pero el anaacutelisis de la estructura de la pregunta por el ser en cuanto tal pregun‐ta (sect 2) nos permitioacute descubrir una funcioacuten privilegiada de este ente dentro del planteamiento mismo de la pregunta El Dasein se reveloacute alliacute como aquel ente que
1 De anima Γ 8 431 b 21 Cf ibid 5 430 a 14 ss 1 Quaestiones de veritate qu I a 1 c cf la ldquodeduccioacutenrdquo en cierto modo maacutes rigurosa de los trascen‐dentales parcialmente divergente de la aquiacute citada en el opuacutesculo De natura generis
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es necesario que sea primero suficientemente elaborado desde un punto de vista ontoloacutegico si se quiere que el preguntar se vuelva transparente Pero ahora se nos ha mostrado que la analiacutetica ontoloacutegica del Dasein en general constituye la ontolo‐giacutea fundamental de tal manera que el Dasein viene a ser el ente que en principio ha de ser previamente interrogado respecto de su ser Para la tarea de la interpretacioacuten del sentido del ser el Dasein no es tan soacutelo el ente que debe ser primariamente interrogado sino que es ademaacutes el ente que en (15) su ser se comporta ya siempre en relacioacuten a aquello por lo que en esta pre‐gunta se cuestiona Pero entonces la pregunta por el ser no es otra cosa que la radi‐calizacioacuten de una esencial tendencia de ser que pertenece al Dasein mismo vale decir de la comprensioacuten preontoloacutegica del ser
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CAPIacuteTULO SEGUNDO La doble tareaxxiii de la elaboracioacuten de la pregunta por el ser El
meacutetodo de la investigacioacuten y su plan
sect 5 La analiacutetica ontoloacutegica del Dasein como puesta al descubierto del horizonte para una interpretacioacuten del sentido del ser en generalxxiv
Al sentildealar las tareas implicadas en el ldquoplanteamientordquo de la pregunta por el ser se ha mostrado no soacutelo que es necesario precisar cuaacutel es el ente que ha de hacer las veces de lo primariamente interrogado sino que tambieacuten se requiere una expliacute‐cita apropiacioacuten y aseguracioacuten de la correcta forma de acceso a eacutel Ya hemos diluci‐dado cuaacutel es eacutel ente que desempentildea el papel principal dentro de la pregunta por el ser Pero iquestcoacutemo llegaraacute este ente (el Dasein) a ser accesible y a entrar por asiacute decir‐lo en la mira de la interpretacioacuten comprensora La demostracioacuten de la primaciacutea oacutentico‐ontoloacutegica del Dasein podriacutea llevar‐nos a pensar que este ente debe ser tambieacuten lo primariamente dado desde el punto de vista oacutentico‐ontoloacutegico no soacutelo en el sentido de una ldquoinmediatardquo aprehensibili‐dad del ente mismo sino tambieacuten en el sentido de un igualmente ldquoinmediatordquo dar‐se de su modo de ser Sin lugar a dudas el Dasein estaacute no soacutelo oacutenticamente cerca no soacutelo es lo maacutes cercano mdashsino que incluso lo somos en cada caso nosotros mis‐mos Sin embargo o precisamente por eso el Dasein es ontoloacutegicamente lo maacutes le‐jano Ciertamente a su modo maacutes propio de ser le es inherente tener una compren‐sioacuten de este ser y moverse en todo momento en un cierto estado interpretativoxxv respecto de su ser Pero con ello no queda dicho en modo alguno que esta inmedia‐ta interpretacioacuten preontoloacutegica del propio ser pueda servirnos como hilo conduc‐tor adecuado cual si esa comprensioacuten brotase necesariamente de una reflexioacuten on‐toloacutegica temaacutetica acerca de la maacutes propia constitucioacuten de ser El Dasein tiene maacutes bien en virtud de un modo de ser que le es propio la tendencia a comprender su ser desde aquel ente con el que esencial constante e inmediatamente se relaciona en su comportamiento vale decir desde el ldquomundordquo1 En el Dasein mismo y por con‐siguiente en su propia comprensioacuten (16) de ser hay algo que maacutes adelante se mos‐traraacute como el reflejarse ontoloacutegico de la comprensioacuten del mundo sobre la interpre‐tacioacuten del Dasein La primaciacutea oacutentico‐ontoloacutegica del Dasein es pues la razoacuten de que al Dasein le quede oculta su especiacutefica constitucioacuten de ser mdashentendida en el sentido de la es‐tructura ldquocategorialrdquo que le es propia El Dasein es para siacute mismo oacutenticamente
1 e d desde lo que estaacute‐ahiacute [aus dem Vorhandenen]
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ldquocercaniacutesimordquo ontoloacutegicamente lejaniacutesimo y sin embargo preontoloacutegicamente no extrantildeo Con ello soacutelo se ha sentildealado provisionalmente que una interpretacioacuten de este ente se enfrenta con dificultades peculiares que a su vez se fundan en el modo de ser del objeto temaacutetico y del comportamiento tematizante mismo y no en una deficiente dotacioacuten de nuestra facultad de conocer o en la falta en apariencia faacutecil de remediar de un repertorio adecuado de conceptos Ahora bien como al Dasein no soacutelo le pertenece una comprensioacuten de su ser sino que eacutesta se desarrolla o decae seguacuten el modo de ser que tiene cada vez el Da‐sein mismo puede eacuteste disponer de una amplia gama de formas de interpretacioacuten La psicologiacutea filosoacutefica la antropologiacutea la eacutetica la ldquopoliacuteticardquo la poesiacutea la biografiacutea y la historiografiacutea han indagado por diferentes caminos y en proporciones varia‐bles los comportamientos las facultades las fuerzas las posibilidades y los desti‐nos del Dasein Queda abierta empero la pregunta si estas interpretaciones fueron realizadas con una originariedad existencial comparable a la originariedad que tal vez ellas tuvieron en el plano existentivo Ambas cosas no van necesariamente jun‐tas pero tampoco se excluyen La interpretacioacuten existentiva puede exigir una analiacute‐tica existencial al menos si se comprende el conocimiento filosoacutefico en su posibili‐dad y necesidad Tan soacutelo cuando las estructuras fundamentales del Dasein que‐den suficientemente elaboradas en una orientacioacuten expliacutecita hacia el problema del ser alcanzaraacute la interpretacioacuten del Dasein lograda hasta hoy su justificacioacuten exis‐tencial Una analiacutetica del Dasein debe constituir pues la primera exigencia que plantea el desarrollo de la pregunta por el ser Pero entonces el problema de la ob‐tencioacuten y aseguramiento de la forma de acceso al Dasein se torna plenamente can‐dente Dicho de manera negativa no se debe aplicar a este ente de un modo dog‐maacutetico y constructivo una idea cualquiera de ser y realidad por muy ldquoobviardquo que ella sea ni se deben imponer al Dasein sin previo examen ontoloacutegico ldquocategoriacuteasrdquo bosquejadas a partir de tal idea El modo de acceso y de interpretacioacuten debe ser es‐cogido por el contrario de tal manera que este ente se pueda mostrar en siacute mismo y desde siacute mismo Y esto quiere decir que el ente deberaacute mostrarse tal como es in‐mediata y regularmente en su cotidianidad mediaxxvi En esta cotidianidad no deberaacuten sacarse a luz estructuras cualesquiera o accidentales (17) sino estructuras esencia‐les que se mantengan en todo modo de ser del Dasein faacutectico como determinantes de su ser Es pues con referencia a la constitucioacuten fundamental de la cotidianidad del Dasein como se pondraacute de relieve en una etapa preparatoria el ser de este ente La analiacutetica del Dasein asiacute concebida estaacute orientada por entero hacia la tarea de la elaboracioacuten de la pregunta por el ser que le sirve de guiacutea Con esto se deter‐minan tambieacuten sus liacutemites Ella no puede pretender entregarnos una ontologiacutea
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completa del Dasein como la que sin duda debiera elaborarse si se quisiera algo asiacute como una antropologiacutea ldquofilosoacuteficardquo apoyada sobre bases filosoacuteficamente sufi‐cientes En la perspectiva de una posible antropologiacutea o de su fundamentacioacuten on‐toloacutegica la siguiente interpretacioacuten proporciona tan soacutelo algunos ldquofragmentosrdquo que no son sin embargo inesenciales Pero el anaacutelisis del Dasein no soacutelo es incom‐pleto sino que por lo pronto tambieacuten es provisionalxxvii En un primer momento se contentaraacute con sacar a luz el ser de este ente sin dar una interpretacioacuten de su senti‐do En cambio deberaacute preparar la puesta al descubierto del horizonte para la inter‐pretacioacuten maacutes originaria de ese ser Una vez que haya sido alcanzado este horizon‐te el anaacutelisis preparatorio del Dasein exigiraacute ser repetido sobre una base maacutes alta la propiamente ontoloacutegica La temporeidad se nos mostraraacute como el sentido del ser de ese ente que llama‐mos Dasein Esta averiguacioacuten deberaacute comprobarse por medio de la reinterpreta‐cioacuten de las estructuras del Dasein que habiacutean sido provisionalmente mostradas reinterpretacioacuten que las comprenderaacute como modos de la temporeidad Pero con esta interpretacioacuten del Dasein como temporeidad no habremos dado auacuten la res‐puesta a la pregunta conductora es decir a la pregunta por el sentido del ser en general1 En cambio habraacute quedado preparado el terreno para llegar a esa res‐puesta Se ha insinuado ya que el Dasein tiene como constitucioacuten oacutentica un ser pre‐ontoloacutegico El Dasein es de tal manera que siendo comprende algo asiacute como el ser Sin perder de vista esta conexioacuten deberaacute mostrarse que aquello desde donde el Dasein comprende e interpreta impliacutecitamente eso que llamamos el ser es el tiempo El tiempo deberaacute ser sacado a luz y deberaacute ser concebido genuinamente como el horizonte de toda comprensioacuten del ser y de todo modo de interpretarlo Para hacer comprensible esto se requiere una explicacioacuten originaria del tiempo como horizonte de la comprensioacuten del ser a partir de la temporeidad en cuanto ser del Dasein comprensor del ser Dentro de esta tarea global surge tambieacuten la exigencia de acotar el concepto del tiempo asiacute obtenido frente a la comprensioacuten (18) vulgar del tiempo que se ha he‐cho expliacutecita en la interpretacioacuten que ha decantado en el concepto tradicional del tiempo que se mantiene vigente desde Aristoacuteteles hasta maacutes acaacute de Bergson Seraacute necesario aclarar entonces que y coacutemo este concepto del tiempo y en general la comprensioacuten vulgar del tiempo brotan de la temporeidad Con ello se le devolveraacute al concepto vulgar del tiempo su derecho propio mdashcontra la tesis de Bergson de que el tiempo al que se refiere ese concepto seriacutea el espacio El ldquotiempordquo sirve desde antantildeo como criterio ontoloacutegico o maacutes bien oacutentico de la distincioacuten ingenua de las diferentes regiones del ente Es usual delimitar el ente ldquotemporalrdquoxxviii (los procesos de la naturaleza y los acontecimientos de la histo‐
1 καθόλου καθrsquoαυτό
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ria) frente al ente ldquointemporalrdquo (las relaciones espaciales y numeacutericas) Se suele contrastar el sentido ldquointemporalrdquo de las proposiciones con el transcurso ldquotempo‐ralrdquo de las enunciaciones Se establece ademaacutes un ldquoabismordquo entre el ente ldquotempo‐ralrdquo y lo eterno ldquosupratemporalrdquo y se intenta franquearlo ldquoTemporalrdquo quiere decir en cada uno de estos casos tanto como siendo ldquoen el tiempordquo una determinacioacuten que a decir verdad es bastante oscura El hecho es que el tiempo en el sentido del ldquoestar en el tiempordquo sirve de criterio para la distincioacuten de regiones del ser Coacutemo llega el tiempo a esta particular funcioacuten ontoloacutegica y maacutes aun con queacute derecho precisamente eso que llamamos el tiempo funciona como semejante criterio y por uacuteltimo acaso en este ingenuo uso ontoloacutegico del tiempo se expresa la auteacutentica relevancia ontoloacutegica que posiblemente le compete son cosas que no han sido cuestionadas ni investigadas hasta ahora El ldquotiempordquo ha caiacutedo como ldquopor siacute mis‐mordquo dentro del horizonte de la comprensioacuten vulgar en esta ldquoobviardquo funcioacuten onto‐loacutegica y en ella se ha mantenido hasta ahora En contraste con lo anterior una vez elaborada la pregunta por el sentido del ser deberaacute mostrarse en base a ella que y coacutemo la problemaacutetica central de toda on‐tologiacutea hunde sus raiacuteces en el fenoacutemeno del tiempo correctamente visto y explicitadoxxix Si el ser debe concebirse a partir del tiempo y si los diferentes modos y deri‐vados del ser soacutelo se vuelven efectivamente comprensibles en sus modificaciones y derivaciones cuando se los considera desde la perspectiva del tiempo entonces quiere decir que el ser mismo mdashy no soacutelo el ente en cuanto estaacute ldquoen el tiempordquomdash se ha hecho visible en su caraacutecter ldquotemporalrdquo Pero en tal caso ldquotempo‐ralrdquo no puede ya significar solamente ldquolo que estaacute en el tiempordquo Tambieacuten lo ldquointemporalrdquo y lo ldquosupratemporalrdquo es ldquotemporalrdquo en lo que respecta a su ser Y esto a su vez no soacutelo en la forma de una privacioacuten frente a algo ldquotemporalrdquo en (19) cuanto ente ldquoen el tiempordquo sino en un sentido positivo aunque todaviacutea por aclarar Como la expresioacuten ldquotemporalrdquo se ocupa en el uso linguumliacutestico prefilosoacutefico y filosoacutefico en la significacioacuten ya indicada y como en las investigaciones que siguen la expresioacuten seraacute usada en una significacioacuten diferente llamaremos a la determina‐cioacuten originaria del sentido del ser y de sus caracteres y modos obtenida a partir del tiempo determinacioacuten temporaria [temporale Bestimmtheit]xxx La tarea ontoloacutegica fundamental de la interpretacioacuten del ser en cuanto tal incluye pues el desentrantildea‐miento de la temporariedad del ser [Temporalitaumlt des Seins] Soacutelo en la exposicioacuten de la problemaacutetica de la temporariedad se daraacute la respuesta concreta a la pregunta por el sentido del ser Puesto que el ser soacutelo es captable en cada caso desde la perspectiva del tiempo la respuesta a la pregunta por el ser no puede consistir en una frase aislada y ciega La respuesta seraacute incomprensible si nos limitamos a la repeticioacuten de lo que en ella se dice en forma de proposicioacuten especialmente si se la hace circular a la ma‐nera de un resultado que flota en el vaciacuteo y que soacutelo requiere ser registrado como
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un simple ldquopunto de vistardquo quizaacutes discrepante de la manera usual de abordar las cosas Si la respuesta es ldquonuevardquo es algo que carece de importancia y no pasa de ser una pura exterioridad Lo positivo en ella debe estar en que sea lo suficiente‐mente antigua como para aprender a hacerse cargo de las posibilidades deparadas por los ldquoantiguosrdquo El sentido maacutes propio de la respuesta consiste en prescribir a la investigacioacuten ontoloacutegica concreta que deacute comienzo a la interrogacioacuten investigante dentro del horizonte que habraacute sido puesto al descubierto La respuesta no da maacutes que esto Por consiguiente si la respuesta a la pregunta por el ser debe ofrecernos el hilo conductor para toda futura investigacioacuten de alliacute se sigue que ella no podraacute ser adecuada mientras no nos haga comprender el modo de ser especiacutefico de la ontolo‐giacutea hecha hasta ahora y las vicisitudes de sus problemas de sus hallazgos y fraca‐sos como algo necesariamente ligado al modo de ser del Dasein
sect 6 La tarea de una destruccioacuten de la historia de la ontologiacutea Toda investigacioacuten mdashy no en uacuteltimo teacutermino la que se mueve en el aacutembito de esa pregunta central que es la pregunta por el sermdash es una posibilidad oacutentica del Dasein El ser del Dasein tiene su sentido en la temporeidad Pero esta uacuteltima es tambieacuten la condicioacuten que hace posible la historicidad como un modo de ser tem‐poacutereo del Dasein mismo prescindiendo de si eacuteste es un ente ldquoen el tiempordquo y del modo como lo sea El caraacutecter de la historicidad [Geschichtlichkeit] es previo a lo que llamamos historia [Geschichte] (el acontecer de la historia universal) La (20) histori‐cidadxxxi es la constitucioacuten de ser del ldquoacontecerrdquo del Dasein en cuanto tal aconte‐cer que es el uacutenico fundamento posible para eso que llamamos la ldquohistoria univer‐salrdquo y para la pertenencia histoacuterica a la historia universal En su ser faacutectico el Da‐sein es siempre como y ldquolo querdquo ya ha sido Expresa o taacutecitamente eacutel es su pasado Y esto no soacutelo en el sentido de que su pasado se deslice por asiacute decirlo ldquodetraacutesrdquo de eacutel y que el Dasein posea lo pasado como una propiedad que esteacute todaviacutea ahiacute y que de vez en cuando vuelva a actuar sobre eacutel El Dasein ldquoesrdquo su pasado en la forma propia de su ser ser que dicho elementalmente ldquoacontecerdquo siempre desde su futu‐ro En cada una de sus formas de ser y por ende tambieacuten en la comprensioacuten del ser que le es propia el Dasein se ha ido familiarizando con y creciendo en una in‐terpretacioacuten usual del existir [Dasein] Desde ella se comprende en forma inmediata y dentro de ciertos liacutemites constantemente Esta comprensioacuten abre las posibilida‐des de su ser y las regula Su propio pasado mdashy esto significa siempre el pasado de su ldquogeneracioacutenrdquomdash no va detraacutes del Dasein sino que ya cada vez se le anticipa Esta elemental historicidad del Dasein puede quedarle oculta a este mismo Pero tambieacuten puede descubrirse en cierta manera y volverse objeto de un peculiar
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cultivo El Dasein puede descubrir la tradicioacuten conservarla e investigarla expliacutecita‐mente El descubrimiento de la tradicioacuten y la averiguacioacuten de lo que ella ldquotransmi‐terdquo y del modo como lo transmite puede ser asumido como tarea autoacutenoma El Da‐sein reviste entonces el modo de ser del cuestionar e investigar histoacutericos Pero el saber histoacuterico [Historie] mdasho maacutes exactamente la manera de ser del averiguar histoacute‐rico [Historizitaumlt]mdash soacutelo es posible en cuanto modo de ser del Dasein cuestionante porque este uacuteltimo estaacute determinado en el fondo de su ser por la historicidad Si eacutesta se le oculta al Dasein mdashy mientras se le ocultemdash tambieacuten le seraacute rehusada la posibilidad del preguntar histoacuterico y del descubrimiento de la historia La ausencia de saber histoacuterico no es prueba alguna contra la historicidad del Dasein sino maacutes bien en cuanto modo deficiente de esta constitucioacuten de ser una prueba en su fa‐vor Una determinada eacutepoca puede carecer de sentido histoacuterico [unhistorisch sein] solamente en la medida en que es ldquohistoacutericardquo [ldquogeschichtlichrdquo] Pero si por otra parte el Dasein ha hecho suya la posibilidad que hay en eacutel no soacutelo de hacer transparente para siacute mismo su propia existencia sino tambieacuten de preguntar por el sentido de la existencialidad misma y esto quiere decir de pre‐guntar previamente por el sentido del ser en general y si en este preguntar ha quedado abierta la mirada para la esencial historicidad del Dasein entonces seraacute imposible no ver que el preguntar por el ser cuya necesidad oacutentico‐ontoloacutegica ya ha sido sentildealada estaacute caracterizado tambieacuten eacutel por la historicidad De esta mane‐ra la elaboracioacuten de la pregunta por el ser en virtud del maacutes propio sentido de (21) ser del interrogar mismo en cuanto histoacuterico no podraacute menos de captar la inti‐macioacuten a preguntar por su propia historia ed a volverse historioloacutegica para lle‐gar de este modo por medio de la apropiacioacuten positiva del pasado a la plena pose‐sioacuten de sus maacutes propias posibilidades de cuestionamiento La pregunta por el sentido del ser por su misma forma de llevarse a cabo ed por requerir una pre‐via explicacioacuten del Dasein en su temporeidad e historicidad se ve llevada por siacute misma a entenderse como averiguacioacuten histoacuterica Pero la interpretacioacuten preparatoria de las estructuras fundamentales del Da‐sein vistas en el modo inmediato y medio de su ser modo en el que por lo mismo eacutel es tambieacuten inmediatamente histoacuterico pondraacute de manifiesto lo siguiente el Da‐sein no soacutelo tiene la propensioacuten a caer en su mundo es decir en el mundo en el que es y a interpretarse por el modo como se refleja en eacutel sino que el Dasein que‐da tambieacuten y a una con ello a merced de su propia tradicioacuten maacutes o menos expliacuteci‐tamente asumida Esta tradicioacuten le substrae la direccioacuten de siacute mismo el preguntar y el elegir Y esto vale y no en uacuteltimo teacutermino de aquella comprensioacuten que hunde sus raiacuteces en el ser maacutes propio del Dasein es decir de la comprensioacuten ontoloacutegica y de sus posibilidades de elaboracioacuten La tradicioacuten que de este modo llega a dominar no vuelve propiamente accesible lo ldquotransmitidordquo por ella sino que por el contrario inmediata y regular‐
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mente lo encubre Convierte el legado de la tradicioacuten en cosa obvia y obstruye el acceso a las ldquofuentesrdquo originarias de donde fueron tomados en forma parcialmente auteacutentica las categoriacuteas y conceptos que nos han sido transmitidos La tradicioacuten nos hace incluso olvidar semejante origen Ella insensibiliza hasta para compren‐der siquiera la necesidad de un tal retorno La tradicioacuten desarraiga tan hondamen‐te la historicidad del Dasein que eacuteste no se moveraacute ya sino en funcioacuten del intereacutes por la variedad de posibles tipos corrientes y puntos de vista del filosofar en las maacutes lejanas y extrantildeas culturas y buscaraacute encubrir bajo este intereacutes la propia falta de fundamentoxxxii La consecuencia seraacute que el Dasein en medio de todo ese inte‐reacutes histoacuterico y pese a su celo por una interpretacioacuten filoloacutegicamente ldquoobjetivardquoxxxiii ya no comprenderaacute aquellas elementales condiciones sin las cuales no es posible un retorno positivo al pasado es decir una apropiacioacuten productiva del mismo Hemos mostrado al comienzo (sect 1) que la pregunta por el sentido del ser no soacutelo no ha sido resuelta ni tampoco siquiera suficientemente planteada sino que pese a todo el intereacutes por la ldquometafiacutesicardquo ella ha caiacutedo en el olvido La ontologiacutea griega y su historia que todaviacutea hoy a traveacutes de diversas filiaciones y distorsiones determinan el aparato conceptual de la filosofiacutea son la prueba de que el Dasein (22) se comprende a siacute mismo y al ser en general a partir del ldquomundordquoxxxiv y de que la ontologiacutea que de este modo ha nacido sucumbe a la tradicioacuten una tradicioacuten que la degrada a la condicioacuten de cosa obvia y de material que ha de ser meramente reelaborado (como en Hegel) Esta ontologiacutea griega desarraigada llega a ser en la Edad Media un cuerpo doctrinal consolidado Su sistemaacutetica es todo lo contrario de un ensamblaje en un uacutenico edificio de piezas heredadas de la tradicioacuten Dentro de los liacutemites de una recepcioacuten dogmaacutetica de las concepciones fundamentales del ser tomadas de los griegos hay en esta sistemaacutetica mucho trabajo creativo que auacuten no ha sido puesto de relieve En su formulacioacuten escolaacutestica lo esencial de la ontolo‐giacutea griega pasa a la ldquometafiacutesicardquo y a la filosofiacutea trascendental de la eacutepoca moderna por la viacutea de las Disputationes metaphysicae de Suaacuterez y determina todaviacutea los fun‐damentos y fines de la Loacutegica de Hegel En el curso de esta historia ciertos domi‐nios particulares del ser mdashtales como el ego cogito de Descartes el sujeto el yo la razoacuten el espiacuteritu y la personamdash caen bajo la mirada filosoacutefica y en lo sucesivo orientan primariamente la problemaacutetica filosoacutefica sin embargo de acuerdo con la general omisioacuten de la pregunta por el ser ninguno de esos dominios seraacute interro‐gado en lo que respecta a su ser y a la estructura de su ser En cambio se extiende a este ente con las correspondientes formalizaciones y limitaciones puramente nega‐tivas el repertorio categorial de la ontologiacutea tradicional o bien se apela a la dialeacutec‐tica con vistas a una interpretacioacuten ontoloacutegica de la sustancialidad del sujeto Si se quiere que la pregunta misma por el ser se haga transparente en su propia historia seraacute necesario alcanzar una fluidez de la tradicioacuten endurecida y deshacerse de los encubrimientos producidos por ella Esta tarea es lo que com‐
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prendemos como la destruccioacutenxxxv hecha al hilo de la pregunta por el ser del conteni‐do tradicional de la ontologiacutea antigua en busca de las experiencias originarias en las que se alcanzaron las primeras determinaciones del ser que seriacutean en adelante las decisivas Esta demostracioacuten del origen de los conceptos ontoloacutegicos fundamentales en cuanto investigacioacuten y exhibicioacuten de su ldquocertificado de nacimientordquo no tiene na‐da que ver con una mala relativizacioacuten de puntos de vista ontoloacutegicos Asimismo la destruccioacuten tampoco tiene el sentido negativo de un deshacerse de la tradicioacuten ontoloacutegica Por el contrario lo que busca es circunscribirla en lo positivo de sus posibilidades lo que implica siempre acotarla en sus liacutemites es decir en los liacutemites faacutecticamente dados en el respectivo cuestionamiento y en la delimitacioacuten del posi‐ble campo de investigacioacuten bosquejado desde aqueacutel La destruccioacuten no se compor‐ta negativamente con respecto al pasado sino que su criacutetica afecta al ldquohoyrdquo (23) y al modo corriente de tratar la historia de la ontologiacutea tanto el modo doxograacutefico como el que se orienta por la historia del espiacuteritu o la historia de los problemas La destruccioacuten no pretende sepultar el pasado en la nada tiene un propoacutesito positivo su funcioacuten negativa es soacutelo impliacutecita e indirecta En el marco del presente tratado cuya finalidad es la elaboracioacuten funda‐mental de la pregunta por el ser la destruccioacuten de la historia de la ontologiacutea mdashdes‐truccioacuten que pertenece esencialmente al planteamiento de dicha pregunta y soacutelo es posible dentro de eacutelmdash no puede llevarse a cabo sino en algunas de las etapas deci‐sivas y fundamentales de esa historia De acuerdo con la tendencia positiva de la destruccioacuten seraacute necesario pre‐guntarse en primer lugar si y hasta queacute punto en el curso de la historia de la on‐tologiacutea la interpretacioacuten del ser ha sido puesta temaacuteticamente en conexioacuten con el fenoacutemeno del tiempo y si la problemaacutetica de la temporariedad que para ello es necesaria ha sido y podiacutea ser elaborada al menos en sus fundamentos El primero y uacutenico que recorrioacute en su investigacioacuten un trecho del camino hacia la dimensioacuten de la temporariedad o que maacutes bien se dejoacute arrastrar hacia ella por la fuerza de los fenoacutemenos mismos es Kant Soacutelo una vez que se haya fijado la problemaacutetica de la temporariedad resultaraacute posible proyectar luz en la oscuridad de la doctrina del esquematismo Pero por este camino tambieacuten seraacute posible mostrar por queacute teniacutea este dominio que quedar cerrado para Kant en sus verdaderas dimensiones y en su fun‐cioacuten ontoloacutegica central Kant mismo sabiacutea que se aventuraba en un dominio oscu‐ro ldquoEste esquematismo de nuestro entendimiento con respecto a los fenoacutemenos y a su pura forma es un arte oculto en las profundidades del alma humana cuyos ver‐daderos mecanismos difiacutecilmente arrancaremos nunca a la naturaleza ni pondre‐mos al descubierto ante nuestros ojosrdquo1 Aquello ante lo que Kant retrocede en cier‐
1 Kritik der reinen Vernunft 2 p 180 s
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to modo aquiacute debe ser sacado temaacuteticamente a luz en sus fundamentos si es que el teacutermino ldquoserrdquo ha de tener un sentido verificable En definitiva los fenoacutemenos que en los anaacutelisis que han de seguir seraacuten expuestos bajo el tiacutetulo de ldquotemporarie‐dadrdquo son precisamente aquellos juicios maacutes secretos de la ldquorazoacuten comuacutenrdquo cuya ana‐liacutetica Kant define como el ldquoquehacer de los filoacutesofosrdquo En cumplimiento de la tarea de la destruccioacuten hecha al hilo de la problemaacute‐tica de la temporariedad el presente tratado haraacute una interpretacioacuten del capiacutetulo del esquematismo y desde alliacute de la doctrina kantiana del tiempo Se mostraraacute tambieacuten (24) por queacute Kant teniacutea que fracasar en su intento por penetrar en la pro‐blemaacutetica de la temporariedad Dos cosas son las que hicieron imposible esta pene‐tracioacuten por una parte la completa omisioacuten de la pregunta por el ser y en conexioacuten con ello la falta de una ontologiacutea temaacutetica del Dasein o en teacuterminos kantianos de una previa analiacutetica ontoloacutegica de la subjetividad del sujeto En lugar de ello Kant acepta dogmaacuteticamente la posicioacuten de Descartes no obstante los esenciales perfec‐cionamientos a que la somete Pero ademaacutes su anaacutelisis del tiempo pese a haber retrotraiacutedo este fenoacutemeno al sujeto queda orientado por la comprensioacuten vulgar y tradicional del tiempo lo que en definitiva le impide a Kant desentrantildear el fenoacute‐meno de una ldquodeterminacioacuten trascendental del tiempordquo en su estructura y funcioacuten propias Por efecto de esta doble influencia de la tradicioacuten la conexioacuten decisiva en‐tre el tiempo y el ldquoyo piensordquo queda envuelta en una total oscuridad y ni siquiera lle‐ga a ser problema para Kant Al adoptar la posicioacuten ontoloacutegica cartesiana Kant incurre en una omisioacuten esencial la omisioacuten de una ontologiacutea del Dasein Esta omisioacuten es decisiva precisa‐mente en la liacutenea maacutes propia del pensamiento de Descartes Con el cogito sum Des‐cartes pretende proporcionar a la filosofiacutea un fundamento nuevo y seguro Pero lo que en este comienzo ldquoradicalrdquo Descartes deja indeterminado es el modo de ser de la res cogitans maacutes precisamente el sentido de ser del ldquosumrdquo La elaboracioacuten de los fundamentos ontoloacutegicos impliacutecitos del cogito sum constituye la segunda estacioacuten del camino que remonta destructivamente la historia de la ontologiacutea La interpreta‐cioacuten demostraraacute no soacutelo que Descartes no podiacutea menos que omitir la pregunta por el ser sino tambieacuten por queacute llegoacute a la opinioacuten de que con el absoluto ldquoestar ciertordquo del cogito quedaba dispensado de la pregunta por el sentido del ser de este ente Sin embargo Descartes no se limita a esta omisioacuten ni por consiguiente a dejar en la completa indeterminacioacuten ontoloacutegica la res cogitans sive mens sive animus Descartes lleva a cabo las consideraciones fundamentales de sus Meditationes me‐diante la aplicacioacuten de la ontologiacutea medieval al ente puesto por eacutel como fundamen‐tum inconcussum La res cogitans es determinada ontoloacutegicamente como ens y el sentido de ser del ens para la ontologiacutea medieval queda fijado en la comprensioacuten del ens como ens creatum Dios como ens infinitum es el ens increatum Pero ser‐creado en el sentido maacutes amplio del ser‐producido de algo es un momento estruc‐
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tural esencial del concepto de ser de la (25) antiguumledad El aparente nuevo comien‐zo del filosofar se revela como el injerto de un prejuicio fatal en virtud del cual la eacutepoca inmediatamente posterior habriacutea de omitir la elaboracioacuten de una analiacutetica ontoloacutegica temaacutetica del ldquoaacutenimordquo hecha al hilo de la pregunta por el ser y entendi‐da como una confrontacioacuten criacutetica con la ontologiacutea legada por la antiguumledad Que Descartes ldquodependerdquo de la escolaacutestica medieval y emplea su terminolo‐giacutea lo ve cualquier conocedor de la Edad Media Pero con este ldquodescubrimientordquo no se ha ganado filosoacuteficamente nada mientras quede oscuro el fundamental alcan‐ce que tiene para la eacutepoca siguiente esta influencia de la ontologiacutea medieval en la determinacioacuten o no determinacioacuten ontoloacutegica de la res cogitans Este alcance soacutelo seraacute ponderable una vez que se hayan mostrado el sentido y los liacutemites de la onto‐logiacutea antigua desde la perspectiva de la pregunta por el ser En otras palabras la destruccioacuten se ve enfrentada a la tarea de la interpretacioacuten de las basesxxxvi de la ontologiacutea antigua a la luz de la problemaacutetica de la temporariedad Pero entonces se nos hace manifiesto que la interpretacioacuten antigua del ser del ente estaacute orientada por el ldquomundordquo o si se quiere por la ldquonaturalezardquo en el sentido maacutes amplio de es‐ta palabra y que de hecho en ella la comprensioacuten del ser se alcanza a partir del ldquotiempordquo La prueba extriacutenseca de ello mdashaunque por cierto soacutelo extriacutensecamdash es la determinacioacuten del sentido del ser como παρουσία o como οὐσία con la significa‐cioacuten ontoloacutegico‐temporaria de ldquopresenciardquo El ente es aprehendido en su ser como ldquopresenciardquo ed queda comprendido por referencia a un determinado modo del tiempo mdashel ldquopresenterdquo La problemaacutetica de la ontologiacutea griega como la de cualquier otra ontologiacutea debe tomar su hilo conductor en el Dasein mismo El Dasein es decir el ser del hombre queda determinado en la ldquodefinicioacutenrdquo vulgar al igual que en la filosoacutefica como ζῷον λόγον ἔχον como el viviente cuyo ser estaacute esencialmente determinado por la capacidad de hablar El λἑγειν (cf sect 7 B) es el hilo conductor para alcanzar las estructuras de ser del ente que comparece cuando en nuestro hablar nos referi‐mos a algo [Ansprechen] o decimos algo de ello [Besprechen] Por eso la ontologiacutea antigua que toma forma en Platoacuten se convierte en ldquodialeacutecticardquo Con el progreso de la elaboracioacuten del hilo conductor ontoloacutegico mismo ed de la ldquohermeneacuteuticardquo del λόγος crece la posibilidad de una comprensioacuten maacutes radical del problema del ser La ldquodialeacutecticardquo que era una auteacutentica perplejidad filosoacutefica se torna superflua Por esto (Aristoacuteteles) ldquono teniacutea ya comprensioacutenrdquo para ella [ed no la aceptaba] justa‐mente porque al ponerla sobre un fundamento maacutes radical la habiacutea superado El λἑγειν mismo y correlativamente el νοεῖν mdashed la aprehensioacuten simple de lo que estaacute‐ahiacute en su puro estar‐ahiacute que ya habiacutea sido tomada por Parmeacutenides como guiacutea para la interpretacioacuten del sermdash tiene la estructura (26) temporaria de la pura ldquopre‐sentacioacutenrdquo de algoxxxvii El ente que se muestra en y para ella y es entendido como
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el ente propiamente dicho recibe por consiguiente su interpretacioacuten por referen‐cia al presente es decir es concebido como presencia (οὐσία) Sin embargo esta interpretacioacuten griega del ser se realiza sin un saber expliacute‐cito acerca del hilo conductor que la guiacutea sin conocer ni comprender la funcioacuten on‐toloacutegica fundamental del tiempo sin penetrar en el fundamento que hace posible esta funcioacuten Por el contrario el tiempo mismo es considerado como un ente entre otros entes un ente cuya estructura de ser se intenta captar desde el horizonte de una comprensioacuten del ser que taacutecita e ingenuamente se rige por el propio tiem‐poxxxviii En el marco de la siguiente elaboracioacuten fundamental de la pregunta por el ser no es posible exponer detalladamente la interpretacioacuten temporaria de los fun‐damentos de la ontologiacutea antigua mdashsobre todo en el nivel cientiacuteficamente maacutes alto y puro alcanzado por ella en Aristoacuteteles En su lugar se haraacute una interpretacioacuten del tratado aristoteacutelico del tiempo1 que puede ser tomado como viacutea para discernir la base y los liacutemites de la ciencia antigua del ser El tratado aristoteacutelico del tiempo es la primera interpretacioacuten detallada de este fenoacutemeno que la tradicioacuten nos ha legado Ha determinado esencialmente toda posterior concepcioacuten del tiempo mdashincluida la de Bergson Del anaacutelisis del concepto aristoteacutelico del tiempo resultaraacute tambieacuten retrospectivamente claro que la concep‐cioacuten kantiana del tiempo se mueve dentro de las estructuras expuestas por Aristoacute‐teles y esto quiere decir que la orientacioacuten ontoloacutegica fundamental de Kant mdashpese a todas las diferencias propias de un nuevo preguntarmdash sigue siendo la griega Tan soacutelo cuando se haya llevado a cabo la destruccioacuten de la tradicioacuten ontoloacute‐gica la pregunta por el ser cobraraacute su verdadera concrecioacuten Entonces quedaraacute capacitada para probar en forma cabal el caraacutecter ineludible de la pregunta por el sentido del ser demostrando asiacute en queacute sentido se puede hablar de una ldquorepeti‐cioacutenrdquo de esta preguntaxxxix Toda investigacioacuten en este campo en que ldquola cosa misma estaacute envuelta en espesas tinieblasrdquo2 deberaacute precaverse de una sobrevaloracioacuten de sus resultados Porque semejante preguntar se obliga constantemente a siacute mismo a enfrentar la po‐sibilidad de abrir un horizonte aun maacutes originario y universal de donde pudiera (27) venir la respuesta a la pregunta iquestqueacute quiere decir ldquoserrdquo Sobre tales posibili‐dades soacutelo cabe tratar seriamente y con positivo fruto una vez que se haya desper‐tado nuevamente la pregunta por el ser y se haya alcanzado un campo de confron‐taciones controlables
1 Fiacutesica Δ 10‐14 (217 b29‐224 a17) 2 Kant Kr d r V2 p 121
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sect 7 El meacutetodo fenomenoloacutegico de la investigacioacuten
Con la caracterizacioacuten provisional del objeto temaacutetico de la investigacioacuten (ser del ente o correlativamente sentido del ser en general) pareciera ya estar bos‐quejado tambieacuten su meacutetodo Destacar el ser del ente y explicar el ser mismo es la tarea de la ontologiacutea Pero el meacutetodo de la ontologiacutea resulta altamente cuestiona‐ble si se quiere recurrir a ontologiacuteas histoacutericamente legadas o a tentativas anaacutelogas Como en esta investigacioacuten el teacutermino ontologiacutea se usa en un sentido formalmente amplio la viacutea para la aclaracioacuten de su meacutetodo siguiendo el curso de su historia se nos cierra por siacute misma Con el uso del teacutermino ontologiacutea no estamos proponiendo tampoco una de‐terminada disciplina filosoacutefica entre otras No se trata de responder a las exigencias de una disciplina ya dada sino al reveacutes de que a partir de las necesidades objeti‐vas de determinadas preguntas y de la forma de tratamiento exigida por las ldquocosas mismasrdquo podriacutea configurarse tal vez una disciplina Con la pregunta conductora por el sentido del ser la investigacioacuten se en‐cuentra ante la cuestioacuten fundamental de toda filosofiacutea La forma de tratar esta pre‐gunta es la fenomenoloacutegica Lo que no quiere decir que este tratado se adscriba a un ldquopunto de vistardquo ni a una ldquocorrienterdquo filosoacutefica ya que la fenomenologiacutea no es nin‐guna de estas cosas ni podraacute serlo jamaacutes mientras se comprenda a siacute mismaxl La expresioacuten ldquofenomenologiacuteardquo significa primariamente una concepcioacuten metodoloacutegica No caracteriza el queacute de los objetosxli de la investigacioacuten filosoacutefica sino el coacutemo de eacutesta Cuanto maacutes genuinamente opere una concepcioacuten metodoloacutegica y cuanto maacutes ampliamente determine el cauce fundamental de una ciencia tanto maacutes originaria‐mente estaraacute arraigada en la confrontacioacuten con las cosas mismas y maacutes se alejaraacute de lo que llamamos una manipulacioacuten teacutecnica como las que abundan tambieacuten en las disciplinas teoacutericas El teacutermino ldquofenomenologiacuteardquo expresa una maacutexima que puede ser formulada asiacute ldquoiexcla las cosas mismasrdquo mdashfrente a todas las construcciones en el aire a los (28) hallazgos fortuitos frente a la recepcioacuten de conceptos soacutelo aparentemente legitima‐dos frente a las pseudopreguntas que con frecuencia se propagan como ldquoproble‐masrdquo a traveacutes de generaciones Pero podriacutea objetarse que esta maacutexima es demasia‐do obvia y que por otra parte no hace maacutes que expresar el principio de todo cono‐cimiento cientiacutefico Y no se ve por queacute esta trivialidad haya de incluirse expliacutecita‐mente como caracteriacutestica de una investigacioacuten Efectivamente se trata de ldquoalgo obviordquo y esta cosa obvia la queremos ver de cerca en la medida en que con ello podamos ilustrar el procedimiento de este tratado Nos limitaremos pues a la exposicioacuten del concepto preliminar de la fenomenologiacutea La expresioacuten consta de dos partes fenoacutemeno y logos Ambas remontan a teacuterminos griegos ϕαινόμενον y λόγος Tomado externamente el teacutermino ldquofeno‐
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menologiacuteardquo estaacute formado de un modo semejante a teologiacutea biologiacutea sociologiacutea nombres que se traducen por ciencia de Dios de la vida de la sociedad La feno‐menologiacutea seriacutea pues la ciencia de los fenoacutemenos El concepto preliminar de la feno‐menologiacutea deberaacute ser expuesto mediante la caracterizacioacuten de lo que se quiere de‐cir con cada uno de los componentes de aquel teacutermino mdashrdquofenoacutemenordquo y ldquologosrdquomdash y mediante la fijacioacuten del sentido del nombre compuesto por ellos La historia de la palabra misma surgida presumiblemente en la escuela de Wolff no tiene aquiacute mayor importancia
A El concepto de fenoacutemeno
La expresioacuten griega ϕαινόμενον a la que remonta el teacutermino ldquofenoacutemenordquo deriva del verbo ϕαίνεσθαι que significa mostrarse ϕαινόμενον quiere decir por consiguiente lo que se muestra lo automostrante lo patente ϕαίνεσθαι es por su parte la forma media de ϕαινω sacar a la luz del diacutea poner en la claridad ϕαινω pertenece a la raiacutez ϕα‐ lo mismo que la luz la claridad es decir aquello en que al‐go puede hacerse patente visible en siacute mismoxlii Como significacioacuten de la expre‐sioacuten rdquofenoacutemenordquo debe retenerse pues la siguiente lo‐que‐se‐muestra‐en‐siacute‐mismo lo patente Los ϕαινόμενα ldquofenoacutemenosrdquo son entonces la totalidad de lo que yace a la luz del diacutea o que puede ser sacado a luz lo que alguna vez los griegos identifica‐ron pura y simplemente con τὰ ὄντα (los entes) Ahora bien el ente puede mos‐trarse desde siacute mismo de diversas maneras cada vez seguacuten la forma de acceso a eacutel Se da incluso la posibilidad de que el ente se muestre como (29) lo que eacutel no es en siacute mismo En este mostrarse el ente ldquoparecehelliprdquoxliii Semejante mostrarse lo llamamos parecer Y asiacute tambieacuten en griego la expresioacuten ϕαινόμενον fenoacutemeno tiene la signi‐ficacioacuten de lo que parece lo ldquoaparenterdquo la ldquoaparienciardquo ϕαινόμενον ἀγαθόν quiere decir un bien que parece tal mdashpero ldquoen realidadrdquo no es lo que pretende ser Para la ulterior comprensioacuten del concepto de fenoacutemeno es de fundamental impor‐tancia ver coacutemo lo nombrado en las dos significaciones de ϕαινόμενον (ldquofenoacuteme‐nordquo = lo que se muestra y ldquofenoacutemenordquo = apariencia) tiene por su estructura mis‐ma interna coherencia Tan soacutelo en la medida en que algo conforme a su sentido mismo pretende mostrarse ed ser fenoacutemeno puede mostrarse como algo que eacutel no es puede ldquotan soacutelo parecerhelliprdquo En la significacioacuten ϕαινόμενον (ldquoaparienciardquo) se encuentra ya incluida la significacioacuten originaria (fenoacutemeno = lo patente) como fun‐dante de aqueacutella En nuestra terminologiacutea asignamos el teacutermino ldquofenoacutemenordquo a la significacioacuten positiva y originaria de ϕαινόμενον y distinguimos fenoacutemeno de apariencia como la modificacioacuten privativa de fenoacutemeno Pero lo que ambos teacutermi‐nos expresan no tiene por lo pronto absolutamente nada que ver con lo que en ale‐
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maacuten se llama ldquoErscheinungrdquo ed ldquofenoacutemenordquo en el sentido de ldquomanifestacioacutenrdquo o tambieacuten ldquobloβe Erscheinungrdquo ldquomera manifestacioacutenrdquo Se habla por ejemplo de ldquofenoacutemenos patoloacutegicosrdquo [ldquoKrankheitserscheinun‐genrdquo] Con este teacutermino se mientan anomaliacuteas que se muestran en el cuerpo y que al mostrarse y en tanto que mostraacutendose son indicio de algo que no se muestra en siacute mismo El surgimiento de semejantes anomaliacuteas su mostrarse va a la par con la presencia de perturbaciones que no se muestran en siacute mismas ldquoFenoacutemenordquo como manifestacioacuten ldquode algordquo justamente no quiere decir por consiguiente mostrarse a siacute mismo sino el anunciarse de algo que no se muestra por medio de algo que se muestra Manifestarse es1 un no‐mostrarse Pero este ldquonordquo no debe confundirse de ninguacuten modo con el ldquonordquo privativo que determina la estructura de la apariencia Lo que no se muestra a la manera como no se muestra lo que se manifiesta jamaacutes puede parecer Todas las indicaciones representaciones siacutentomas y siacutembolos tie‐nen esta estructura formal baacutesica del manifestarse por diferentes que ellos sean en‐tre siacute Aunque el ldquomanifestarserdquo no es jamaacutes un mostrarse en el sentido del fenoacute‐meno sin embargo manifestarse soacutelo es posible sobre la base del mostrarse de algo Pero este mostrarse composibilitante del manifestarse no es el manifestarse mismo Manifestarse es anunciar‐se por medio de algo que se muestra Cuando se dicexliv entonces que con la palabra ldquomanifestacioacutenrdquo [ldquoErscheinungrdquo] apuntamos a algo en lo que se manifiesta una cosa que no es ella misma ldquomanifestacioacutenrdquo no queda cir‐cunscrito el concepto de fenoacutemeno sino que ese concepto queda maacutes bien supuesto pero en forma encubierta porque en esta determinacioacuten de (30) la ldquomanifestacioacutenrdquo el teacutermino ldquomanifestarserdquo se emplea en un doble sentido Eso en lo que algo ldquose manifiestardquo quiere decir aquello en lo que algo se anuncia ed no se muestra Y cuando se dice ldquoque no es ella misma lsquomanifestacioacutenrsquo la palabra ldquomanifestacioacutenrdquo tiene el sentido de mostrarse Pero este mostrarse pertenece esencialmente a ldquoaque‐llo en querdquo algo se anuncia Por consiguiente los fenoacutemenos no son jamaacutes manifes‐taciones pero toda manifestacioacuten estaacute en cambio necesitada de fenoacutemenos Si se define el fenoacutemeno acudiendo al concepto ademaacutes poco claro de ldquomanifestacioacutenrdquo entonces todo queda cabeza abajo y una ldquocriacuteticardquo de la fenomenologiacutea sobre esta base es ciertamente una empresa peregrina El teacutermino alemaacuten ldquoErscheinungrdquo puede por su parte significar nuevamen‐te dos cosas primero el manifestarse en el sentido del anunciarse como un no‐mostrarse y luego lo anunciante mismo mdashque en su mostrarse denuncia algo que no se muestra Y por uacuteltimo se puede emplear el vocablo manifestarse [Erscheinen] como teacutermino para el fenoacutemeno en su sentido auteacutentico es decir como mostrarse
1 en este caso
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Si se designa estos tres contenidos diferentes como ldquomanifestacioacutenrdquo [ldquoErschei‐nungrdquo] la confusioacuten es inevitable Pero ella sube esencialmente de grado por el hecho de que el teacutermino ldquoEr‐scheinungrdquo ldquomanifestacioacutenrdquo puede recibir todaviacutea otro significadoxlv Si se concibe lo anunciante que en su mostrarse denuncia lo no‐patente como lo que surge en lo que por siacute mismo no es patente e irradia de eacuteste de tal suerte que se piensa lo no‐patente como lo que por esencia jamaacutes puede ser patentizado entonces manifesta‐cioacuten quiere decir tanto como produccioacuten o como producto pero como un producto que no constituye el verdadero ser del producente es el ldquofenoacutemenordquo [ldquoErschei‐nungrdquo] en el sentido de ldquomero fenoacutemenordquo [ldquobloβe Erscheinungrdquo] Ciertamente lo anunciante asiacute producido se muestra en siacute mismo pero lo hace de tal manera que como irradiacioacuten de lo que eacutel anuncia deja a este uacuteltimo constantemente velado Pero por otra parte este velante no‐mostrar tampoco es apariencia Kant emplea el teacutermino ldquofenoacutemenordquo [ldquoErscheinungrdquo] en este acoplamiento de sentidos Fenoacutemenos son por una parte seguacuten eacutel los ldquoobjetos de la intuicioacuten empiacutericardquo lo que en eacutesta se muestra Esto que se muestra (fenoacutemeno en el sentido genuino y originario) es a la vez ldquofenoacutemenordquo como irradiacioacuten anunciadora de algo que se oculta en aquel fenoacute‐meno En la medida en que al ldquofenoacutemenordquo [ldquomanifestacioacutenrdquo] en el sentido del anunciarse por medio de algo que se muestra le es constitutivo un fenoacutemeno [en sentido propio] y que eacuteste puede modificarse privativamente convirtieacutendose en apariencia tambieacuten la manifestacioacuten puede volverse mera apariencia A una (31) determinada luz puede parecer que alguien tiene las mejillas enrojecidas y la rojez que de este modo se nos muestra puede ser tomada como un anuncio de la presen‐cia de la fiebre y esto por su parte sirve una vez maacutes de indicio de una pertur‐bacioacuten del organismo Fenoacutemeno mdashel mostrarse‐en‐siacute‐mismomdash es una forma eminente de la compa‐recencia de algo En cambio manifestacioacuten significa un respecto remisivo en el ente mismo de tal manera que lo remitente (lo anunciante) soacutelo puede responder satis‐factoriamente a su posible funcioacuten si se muestra en siacute mismo es decir si es ldquofenoacute‐menordquo [ldquoPhaumlnomenrdquo] Manifestacioacuten y apariencia se fundan de diferentes maneras en el fenoacutemeno La confusa variedad de los ldquofenoacutemenosrdquo nombrados por los teacutermi‐nos fenoacutemeno apariencia manifestacioacuten mera manifestacioacuten soacutelo se deja desem‐brollar cuando se ha comprendido desde el comienzo el concepto de fenoacutemeno lo‐que‐se‐muestra‐en‐siacute‐mismo Si en esta manera de entender el concepto de fenoacutemeno queda indetermina‐do cuaacutel es el ente que se designa como fenoacutemeno y queda abierta la cuestioacuten si lo que se muestra es un ente o un caraacutecter de ser del ente entonces se habraacute alcanza‐do solamente el concepto formal de fenoacutemeno Pero si con la expresioacuten ldquolo que se muestrardquo se entiende el ente que mdashdicho kantianamentemdash nos resulta accesible
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mediante la intuicioacuten empiacuterica entonces el concepto formal de fenoacutemeno recibe una legiacutetima aplicacioacuten Tomado en este sentido fenoacutemeno corresponde al concep‐to vulgar de fenoacutemeno Pero este concepto vulgar no es el concepto fenomenoloacutegico de fenoacutemeno En el horizonte de la problemaacutetica kantiana lo que se entiende feno‐menoloacutegicamente por fenoacutemeno puede ilustrarse mdashmutatis mutandismdash en la forma siguiente lo que en los ldquofenoacutemenosrdquo es decir en el fenoacutemeno entendido en senti‐do vulgar ya siempre se muestra previa y concomitantemente aunque no en for‐ma temaacutetica puede ser llevado a una mostracioacuten temaacutetica y esto‐que‐asiacute‐se‐mues‐tra‐en‐siacute‐mismo (ldquoformas de la intuicioacutenrdquo) son los fenoacutemenos de la fenomenologiacutea Porque evidentemente espacio y tiempo tienen que poderse mostrar asiacute tienen que poder volverse fenoacutemeno si Kant pretende formular un enunciado trascendental fundado en las cosas mismas cuando dice que el espacio es el ldquoen doacutenderdquo a priori de un orden Ahora bien si se ha de llegar a comprender el concepto fenomenoloacutegico de fenoacutemeno cualquiera sea el modo como se determine en forma maacutes precisa lo que se muestra es indispensable comprender el sentido del concepto formal de fenoacute‐meno y su legiacutetima aplicacioacuten en la significacioacuten vulgar Antes de fijar el concepto preliminar de la fenomenologiacutea es necesario delimitar la significacioacuten de la pala‐bra λόγος con el fin de aclarar en queacute sentido la fenomenologiacutea puede ser una ldquociencia derdquo los fenoacutemenos
(32) B El concepto de logos
El concepto de λόγος tiene en Platoacuten y Aristoacuteteles tal multiplicidad de senti‐dos que las significaciones tienden a separarse las unas de las otras sin la orienta‐cioacuten positiva de una significacioacuten fundamental Pero en realidad esto es soacutelo una apariencia que habraacute de mantenerse mientras la interpretacioacuten no logre captar adecuadamente el significado fundamental en su contenido primario Si afirmamos que λόγος significa fundamentalmente ldquodecirrdquo [Rede]xlvi esta traduccioacuten literal soacutelo cobraraacute plena validez en virtud de la determinacioacuten de lo que significa el decir mismo La historia ulterior de la significacioacuten de la palabra λόγος y sobre todo las muacuteltiples y arbitrarias interpretaciones de la filosofiacutea posterior encubren constan‐temente la genuina significacioacuten del decir que es suficientemente palmaria Λόγος se ldquotraducerdquo y esto significa siempre se interpreta como razoacuten juicio concepto definicioacuten fundamento relacioacuten Pero iquestcoacutemo puede modificarse tanto el ldquodecirrdquo que λόγος signifique todo lo enumerado y todaviacutea dentro del uso cientiacutefico del lenguaje Incluso cuando se comprende el λόγος en el sentido de enunciado y el enunciado en el sentido de ldquojuiciordquo esta traduccioacuten aparentemente legiacutetima puede
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muy bien no dar en el significado fundamental sobre todo si se concibe el juicio en el sentido de alguna de las ldquoteoriacuteas del juiciordquo hoy en usoxlvii Λόγος no significa y en todo caso no significa primariamente juicio si con esta palabra se entiende un ldquoenlacerdquo o una ldquotoma de posicioacutenrdquo (aprobacioacuten o rechazo) En cuanto decir λόγος significa tanto como δηλοῦν hacer patente aquello de lo que se habla en el decir Aristoacuteteles ha explicitado maacutes precisamente esta fun‐cioacuten del decir como un ἀποϕαίνεσθαι1 El λόγος hace ver algo (ϕαίνεσθαι) vale decir aquello de lo que se habla y lo hace ver para el que lo dice (voz media) o co‐rrelativamente para los que hablan entre siacute El decir ldquohace verrdquo desde ἀπὸhellip des‐de aquello mismo de que se habla En el decir (ἀπόϕανσις) en la medida en que el decir es auteacutentico lo dicho debe extraerse de aquello de lo que se habla de tal suer‐te que la comunicacioacuten hablante haga patente en lo dicho y asiacute accesible al otro aquello de lo que se habla Esta es la estructura del λόγος en cuanto ἀπόϕανσις No todo ldquodecirrdquo tiene este modo de patentizar que es propio del hacer‐ver mostra‐tivo La peticioacuten (εὐχή) por ejemplo tambieacuten patentiza pero de otra manera En su realizacioacuten concreta el decir (el hacer‐ver) tiene el caraacutecter de un ha‐blar (33) de una comunicacioacuten vocal en palabras El λόγος es ϕωνή y maacutes precisa‐mente ϕωνὴ μετὰ ϕαντασίας comunicacioacuten vocal en la que se deja ver algo Y tan soacutelo porque la funcioacuten del λόγος en cuanto ἀπόϕανσις consiste en un hacer‐ver mostrativo de algo el λόγος puede tener la forma estructural de la σύν‐θεσις Siacutentesis no significa aquiacute enlace o conexioacuten de representaciones no significa un operar con procesos psiacutequicos a cuyo propoacutesito seraacute forzoso que surja ensegui‐da el ldquoproblemardquo del modo coacutemo estos enlaces siendo algo interior concuerdan con lo fiacutesico que estaacute fuera El συν tiene aquiacute una significacioacuten puramente apofaacutenti‐ca y significa hacer ver algo en su estar junto con algo hacer ver algo en cuanto algo Y una vez maacutes porque el λόγος es un hacer ver por eso puede ser verdadero o falso Asimismo es de fundamental importancia liberarse de un concepto cons‐tructivo de la verdad que la entiende como ldquoconcordanciardquo Esta idea no es en absoluto primaria en el concepto de la ἀλήθεια El ldquoser verdaderordquo del λόγος es decir el ἀληθεύειν significa en el λέγειν como ἀποϕαίνεσθαι sacar de su ocul‐tamiento el ente del que se habla y hacerlo ver como desoculto (ἀληθές) es decir descubrirlo Asimismo ldquoser falsordquo ψεύδεσθαι significa engantildear en el sentido de encubrir poner una cosa delante de otra (en el modo del hacer‐ver) y de este modo hacerla pasar por algo que ella no es Pero justamente porque la ldquoverdadrdquo tiene este sentido y el λόγος es un mo‐do determinado de hacer ver no debe decirse del λόγος que es el ldquolugarrdquo primario de la verdad Cuando se determina la verdad en la forma que ha llegado a ser
1 Cf De interpretatione cap 1‐6 Ademaacutes Met Z 4 y Eth Nic Z
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usual es decir como algo que conviene ldquopropiamenterdquo al juicio y ademaacutes se apela a Aristoacuteteles en favor de esta tesis no soacutelo esto uacuteltimo es injustificado sino que tambieacuten y sobre todo el concepto griego de verdad queda malentendido ldquoVerda‐derardquo en sentido griego y maacutes originariamente que el λόγος es la αἴσθεσις la simple percepcioacuten sensible de algo La αἴσθεσις apunta siempre a sus ἴδια es de‐cir al ente propiamente accesible soacutelo por ella y para ella como por ejemplo el ver a los colores y en este sentido la percepcioacuten es siempre verdadera Esto significa que el ver descubre siempre colores y el oiacuter descubre siempre sonidos ldquoVerdade‐rordquo en el sentido maacutes puro y originario mdashed de tal manera descubridor que nunca puede encubrirmdash es el puro νοεῖν la mera percepcioacuten contemplativa de las maacutes simples determinaciones del ser del ente en cuanto tal Este νοεῖν no puede encu‐brir jamaacutes jamaacutes puede ser falso podraacute ser a lo sumo una no‐percepcioacuten un ἀγνο‐εῖν insuficiente para un acceso simple y adecuado (34) Lo que no tiene ya la forma de realizacioacuten de un puro hacer ver sino que al mostrar algo recurre cada vez a otra cosa y de este modo hace ver algo como algo asume junto con esta estructura sinteacutetica la posibilidad del encubrimiento Pero la ldquoverdad del juiciordquo es soacutelo la contrapartida de este encubrimiento mdashe d un fenoacutemeno de verdad muacuteltiplemente fundado Realismo e idealismo desconocen con igual radicalidad el sentido del concepto griego de verdad que es la base indispensable para comprender la posibilidad de algo asiacute como una ldquodoctrina de las ideasrdquo como conocimiento filosoacutefico Y como la funcioacuten del λόγος no consiste sino en hacer que algo sea visto en hacer que el ente sea percibido [Vernehmenlassen des Seienden] λόγος puede signifi‐car tambieacuten la razoacuten [Vernunft]xlviii Y como por otra parte λόγος se usa no soacutelo en la significacioacuten de λέγειν sino tambieacuten en la de λεγόμενον (de lo mostrado en cuanto tal) y este uacuteltimo no es otra cosa que el ὑποκείμενον ed lo que ya estaacute siempre ahiacute delante como fundamento de toda posible interpelacioacuten y discusioacuten el λόγος designaraacute en tanto que ὑποκείμενον el fundamento o razoacuten de ser la ratio Y como finalmente λόγος qua ὑποκείμενον puede significar tambieacuten aquello que en el hablar es considerado en cuanto algo aquello que se ha hecho visible en su relacioacuten con algo en su ldquorelacionalidadrdquo el λόγος recibe entonces el significado de relacioacuten y proporcioacuten Esta interpretacioacuten del ldquodecir apofaacutenticordquo basta para la aclaracioacuten de la fun‐cioacuten primaria del λόγος
C El concepto preliminar de la fenomenologiacutea Si nos representamos concretamente lo que se ha alcanzado en la interpreta‐cioacuten de los teacuterminos ldquofenoacutemenordquo y ldquologosrdquo saltaraacute a la vista la iacutentima relacioacuten que
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hay entre las cosas a las que estos teacuterminos se refieren La expresioacuten fenomenologiacutea podriacutea ser formulada en griego de la siguiente manera λέγειν τὰ ϕαινόμενα Pe‐ro como λέγειν quiere decir ἀποϕαίνεσθαι fenomenologiacutea significaraacute entonces ἀποϕαίνεσθαι τὰ ϕαινόμενα hacer ver desde siacute mismo aquello que se muestra y hacerlo ver tal como se muestra desde siacute mismo Eacuteste es el sentido formal de la investigacioacuten que se autodenomina fenomenologiacutea Pero de este modo no se expre‐sa sino la maacutexima formulada maacutes arriba ldquoiexclA las cosas mismasrdquo Seguacuten esto el teacutermino fenomenologiacutea tiene un sentido diferente al de expre‐siones tales como teologiacutea y otras semejantes Eacutestas nombran los objetos de las res‐pectivas ciencias en su contenido quiditativo propioxlix ldquoFenomenologiacuteardquo no desig‐na el objeto de sus investigaciones ni caracteriza su contenido quiditativo La palabra soacutelo da informacioacuten acerca de la manera de mostrar y de tratar lo que (35) en esta ciencia debe ser tratado Ciencia ldquoderdquo los fenoacutemenos quiere decir un modo tal de captar los objetos que todo lo que se discuta acerca de ellos debe ser tratado en directa mostracioacuten y justificacioacutenl El mismo sentido tiene la expre‐sioacuten en el fondo tautoloacutegica de ldquofenomenologiacutea descriptivardquo Descripcioacuten no sig‐nifica aquiacute una manera de proceder como la que tiene lugar por ejemplo en la morfologiacutea botaacutenica mdashuna vez maacutes el teacutermino tiene un sentido prohibitivo abste‐nerse de toda determinacioacuten inevidenteli El caraacutecter de la descripcioacuten misma el sentido especiacutefico del λόγος soacutelo podraacute fijarse a partir de la ldquocosardquo que debe ser ldquodescritardquo ed determinada cientiacuteficamente en el modo de comparecencia propio de los fenoacutemenos La significacioacuten del concepto formal y vulgar de fenoacutemeno auto‐riza a llamar formalmente fenomenologiacutea a toda mostracioacuten del ente tal como se muestra en siacute mismo Ahora bien iquestqueacute es lo que debe tomarse en consideracioacuten para desformali‐zar el concepto formal de fenoacutemeno y convertirlo en un concepto fenomenoloacutegico y coacutemo se distingue eacuteste del vulgar iquestQueacute es eso que la fenomenologiacutea debe ldquohacer verrdquo iquestA queacute se debe llamar ldquofenoacutemenordquo en un sentido eminente iquestQueacute es lo que por esencia necesariamente debe ser tema de una mostracioacuten expliacutecita Evidentemen‐te aquello que de un modo inmediato y regular precisamente no se muestra aque‐llo que queda oculto en lo que inmediata y regularmente se muestra pero que al mismo tiempo es algo que pertenece esencialmente a lo que inmediata y regular‐mente se muestra hasta el punto de constituir su sentido y fundamento1 Ahora bien aquello que eminentemente permanece oculto o recae de nuevo en el encubrimiento o soacutelo se muestra ldquodisimuladordquo no es este o aquel ente sino co‐mo lo han mostrado las consideraciones anteriores el ser del ente El ser puede quedar hasta tal punto encubierto que llegue a ser olvidado y de esta manera enmudezca toda pregunta acerca de eacutel o acerca de su sentido Aquello pues que
1 Verdad del ser
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en un sentido eminente y por su contenido maacutes propio exige convertirse en fenoacute‐meno la fenomenologiacutea lo ha tomado temaacuteticamente ldquoentre manosrdquo como objeto Fenomenologiacutea es el modo de acceso y de determinacioacuten evidenciante de lo que debe constituir el tema de la ontologiacutea La ontologiacutea soacutelo es posible como fenomeno‐logiacutea El concepto fenomenoloacutegico de fenoacutemeno entiende como aquello que se muestra el ser del ente su sentido sus modificaciones y derivados Y este mostrar‐se no es un mostrarse cualquiera ni tampoco algo asiacute como un (36) manifestarse [Erscheinen] El ser del ente es lo que menos puede ser concebido como algo ldquode‐traacutesrdquo de lo cual auacuten habriacutea otra cosa que ldquono aparecerdquo ldquoDetraacutesrdquo de los fenoacutemenos de la fenomenologiacutea por esencia no hay ninguna otra cosa en cambio es posible que permanezca oculto lo que debe convertirse en fenoacutemeno Y precisamente se requiere de la fenomenologiacutea porque los fenoacutemenos inmediata y regularmente no estaacuten dados Encubrimiento es el contraconcepto de ldquofenoacutemenordquo El modo como pueden estar encubiertos los fenoacutemenos es muacuteltiple En pri‐mer lugar un fenoacutemeno puede estar encubierto en el sentido de que auacuten no ha si‐do descubierto No se lo conoce ni se lo ignora En segundo lugar un fenoacutemeno pue‐de estar recubierto Y esto quiere decir alguna vez estuvo descubierto pero ha vuel‐to a caer en el encubrimiento Este encubrimiento puede llegar a ser total pero re‐gularmente ocurre que lo que antes estuvo descubierto todaviacutea resulta visible aun‐que soacutelo como apariencia Pero cuanto hay de apariencia tanto hay de ldquoserrdquo Este encubrimiento en el sentido del ldquodisimulordquo es el maacutes frecuente y el maacutes peligroso porque las posibilidades de engantildeo y desviacioacuten son aquiacute particularmente tenaces Las estructuras de ser disponibles pero veladas en cuanto al fundamento en que arraigan lo mismo que sus correspondientes conceptos pueden reivindicar un cierto derecho al interior de un ldquosistemardquo En virtud de su articulacioacuten constructiva dentro del sistema se presentan como algo ldquoclarordquo que no necesita de mayor justi‐ficacioacuten y que por ende puede servir de punto de partida para una deduccioacuten pro‐gresiva Por su parte el encubrimiento mismo entendido como ocultamiento como recubrimiento o como disimulo tiene una doble posibilidad Hay encubrimientos fortuitos y encubrimientos necesarios estos uacuteltimos son los que se fundan en el modo como estaacute descubierto lo descubierto [Bestandart des Entdeckten]lii Los con‐ceptos y proposiciones fenomenoloacutegicos originariamente extraiacutedos estaacuten expues‐tos por el hecho mismo de comunicarse en forma de enunciado a la posibilidad de desvirtuarse Se propagan en una comprensioacuten vaciacutea pierden el arraigo en su pro‐pio fundamento y se convierten en una tesis que flota en el vaciacuteo La posibilidad de anquilosamiento y de que se vuelva inasible lo que originariamente estaba al ldquoalcance de la manordquo acompantildea al trabajo concreto de la fenomenologiacutea misma Y
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lo difiacutecil de esta investigacioacuten consiste precisamente en hacerla criacutetica frente a siacute misma en un sentido positivo El modo de comparecencia del ser y de las estructuras de ser en cuanto fenoacute‐menos debe empezar por serle arrebatado a los objetos de la fenomenologiacutea De ahiacute se sigue que tanto el punto de partida del anaacutelisis como el acceso al fenoacutemeno y la penetracioacuten a traveacutes de los encubrimientos dominantes requieran una particular precaucioacuten metodoloacutegica La idea de una aprehensioacuten y explicacioacuten (37) ldquoorigina‐riardquo a la vez que ldquointuitivardquo de los fenoacutemenos implica exactamente lo contrario de la ingenuidad de una ldquovisioacutenrdquo fortuita ldquoinmediatardquo e impensada Sobre la base del concepto preliminar de fenomenologiacutea que hemos delimi‐tado puede ahora fijarse tambieacuten la significacioacuten de los teacuterminos ldquofenomeacutenicordquo y ldquofenomenoloacutegicordquo Llaacutemase ldquofenomeacutenicordquo [ldquophaumlnomenalrdquo] lo que se da y es explicita‐ble en el modo de comparecencia del fenoacutemeno en este sentido se habla de estruc‐turas fenomeacutenicas ldquoFenomenoloacutegicordquo [ldquophaumlnomenologischrdquo] es todo lo relativo al modo de la mostracioacuten y explicacioacuten y todo el aparato conceptual requerido en esta investigacioacuten Puesto que fenoacutemeno en sentido fenomenoloacutegico mienta siempre y sola‐mente el ser y ser es siempre el ser del ente para la puesta al descubierto del ser se requeriraacute primero una adecuada presentacioacuten del ente mismo Por su parte el ente deberaacute mostrarse en el modo de acceso que corresponde a su propia condicioacuten De esta manera el concepto vulgar de fenoacutemeno se torna fenomenoloacutegicamente rele‐vante La tarea preliminar de asegurarse ldquofenomenoloacutegicamenterdquo del ente ejemplar como punto de partida para la analiacutetica propiamente dicha ya estaacute siempre bos‐quejada por la finalidad de eacutesta Considerada en su contenido la fenomenologiacutea es la ciencia del ser del ente mdashontologiacutea Al hacer la aclaracioacuten de las tareas de la ontologiacutea surgioacute la necesidad de una ontologiacutea fundamental eacutesta tiene como tema el ente oacutentico‐ontoloacutegicamen‐te privilegiado (el Dasein) y de esta suerte se ve enfrentada al problema cardinal esto es a la pregunta por el sentido del ser en cuanto tal [von Sein uumlberhaupt]1 De la investigacioacuten misma se desprenderaacute que el sentido de la descripcioacuten fenomenoloacute‐gica en cuanto meacutetodo es el de la interpretacioacuten [Auslegung] El λόγος de la fenome‐nologiacutea del Dasein tiene el caraacutecter del ἑρμενεύειν por el cual le son anunciados a la comprensioacuten del ser que es propia del Dasein mismo el auteacutentico sentido del ser y las estructuras fundamentales de su propio ser La fenomenologiacutea del Dasein es hermeneacuteutica en la significacioacuten originaria de la palabra significacioacuten en la que de‐signa el quehacer de la interpretacioacuten Ahora bien en tanto que por el descubri‐miento del sentido del ser y de las estructuras fundamentales del Dasein se abre el
1 Ser mdashno un geacutenero no el ser para el ente en general el lsquouumlberhauptrsquo = καθόλου = en el total de ser del ente sentido de la diferencia
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horizonte para toda ulterior investigacioacuten ontoloacutegica de los entes que no son el Da‐sein esta hermeneacuteutica se convierte tambieacuten en una ldquohermeneacuteuticardquo en el sentido de la elaboracioacuten de las condiciones de posibilidad de toda investigacioacuten ontoloacutegi‐ca Y puesto por uacuteltimo que el Dasein tiene una primaciacutea ontoloacutegica frente a todo otro ente mdashcomo (38) el ente que es en la posibilidad de la existenciamdash la herme‐neacuteutica cobra en cuanto interpretacioacuten del ser del Dasein un tercer sentido especiacute‐fico filosoacuteficamente hablando el primario el sentido de una analiacutetica de la existen‐cialidad de la existencia En cuanto esta hermeneacuteutica elabora ontoloacutegicamente la historicidad del Dasein como condicioacuten oacutentica de la posibilidad del saber histoacuterico ella sirve en seguida de terreno de arraigo para aquello que soacutelo derivadamente puede ser llamado ldquohermeneacuteuticardquo la metodologiacutea de las ciencias histoacutericas del espiacuteritu El ser como tema fundamental de la filosofiacutea no es un geacutenero del ente pero concierne a todo ente Su ldquouniversalidadrdquo debe buscarse maacutes arriba Ser y estructu‐ra de ser estaacuten allende todo ente y toda posible determinacioacuten oacutentica de un ente Ser es lo transcendens por excelencia1 La trascendencia del ser del Dasein es una tras‐cendencia privilegiada puesto que en ella se da la posibilidad y la necesidad de la maacutes radical individuacioacuten Toda apertura del ser como lo transcendens es conoci‐miento trascendental La verdad fenomenoloacutegica (aperturidad del ser) es veritas transcen‐dentalis Ontologiacutea y fenomenologiacutea no son dos disciplinas diferentes junto a otras disciplinas de la filosofiacutea Los dos teacuterminos caracterizan a la filosofiacutea misma en su objeto y en su modo de tratarlo La filosofiacutea es una ontologiacutea fenomenoloacutegica uni‐versal que tiene su punto de partida en la hermeneacuteutica del Dasein la cual como analiacutetica de la existencia2 ha fijado el teacutermino del hilo conductor de todo cuestiona‐miento filosoacutefico en el punto de donde eacuteste surge y en el que a su vez repercuteliii Las siguientes investigaciones soacutelo han sido posibles sobre el fundamento establecido por E Husserl en cuyas Investigaciones Loacutegicas la fenomenologiacutea se abrioacute paso por primera vez Las aclaraciones que hemos hecho del concepto preli‐minar de fenomenologiacutea indican que lo esencial en ella no consiste en ser una ldquoco‐
1 Pero transcendens mdasha pesar de toda su resonancia metafiacutesicamdash no a la manera escolaacutestica ni grecoplatoacutenica del κοινόν sino trascendencia en tanto que lo extaacutetico‐temporeidad‐temporariedad pero iexclrsquohorizontersquo El Ser [Seyn] ha lsquorecubiertorsquo el ente [Seyendes] Pero trascendencia desde la verdad del Ser el Ereignis [acontecer apropiante] 2 lsquoExistenciarsquo en el sentido de la ontologiacutea fundamental e d referida en siacute misma a la verdad del Ser iexcly soacutelo asiacute
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rrienterdquo filosoacutefica real1 Por encima de la realidad estaacute la posibilidadliv La compren‐sioacuten de la fenomenologiacutea consiste uacutenicamente en aprehenderla como posibilidad1 Con respecto a la pesadez y ldquofalta de bellezardquo de la expresioacuten en los anaacutelisis que habraacuten de seguir permiacutetaseme antildeadir la siguiente observacioacuten una cosa es (39) hablar en forma narrativa sobre el ente y otra captar el ente en su ser Para este uacuteltimo cometido con frecuencia faltan no soacutelo las palabras sino sobre todo la ldquogra‐maacuteticardquo Si se me permite una referencia a anteriores investigaciones analiacuteticas acerca del ser por cierto de un nivel incomparablemente superior poacutengase en pa‐rangoacuten algunos pasajes ontoloacutegicos del Parmeacutenides de Platoacuten o el cuarto capiacutetulo del libro seacuteptimo de la Metafiacutesica de Aristoacuteteles con un trozo narrativo de Tuciacutedi‐des y se veraacute las exigencias inauditas que en sus formulaciones hicieron a los grie‐gos sus filoacutesofos Y donde las fuerzas son esencialmente menores y el dominio de ser que se intenta abrir ontoloacutegicamente mucho maacutes arduo que el propuesto a los griegos se acrecentaraacute tambieacuten la complejidad en la formacioacuten de los conceptos y la dureza en la expresioacuten
sect 8 El plan del tratado
La pregunta por el sentido del ser es la maacutes universal y la maacutes vaciacutea pero tambieacuten implica la posibilidad de la maacutes radical individuacioacuten en el Dasein singu‐lar2 La adquisicioacuten del concepto fundamental de ldquoserrdquo y el bosquejo del aparato conceptual ontoloacutegico requerido por eacutel y de sus necesarias modalidades precisan de un hilo conductor concreto La universalidad del concepto de ser no se opone a la ldquoespecialidadrdquo de la investigacioacuten mdashed no se opone a que nos acerquemos a ese concepto por la viacutea de la interpretacioacuten especiacutefica de un ente determinado el Da‐sein que es donde deberaacute alcanzarse el horizonte para la comprensioacuten y la posible interpretacioacuten del ser Pero este ente es en siacute mismo ldquohistoacutericordquo [ldquogeschichtlichrdquo] de tal manera que su aclaracioacuten ontoloacutegica maacutes propia habraacute de convertirse necesaria‐mente en una interpretacioacuten ldquohistorioloacutegicardquo [ldquohistorischrdquo] La elaboracioacuten de la pregunta por el ser se bifurca asiacute en dos tareas a ellas responde la divisioacuten del tratado en dos partes
1 es decir no consiste en ser una corriente de la filosofiacutea trascendental del idealismo criacutetico kantiano 1 Si la siguiente investigacioacuten logra dar algunos pasos hacia la apertura de las ldquocosas mismasrdquo el autor lo debe en primer lugar a E Husserl que durante sus antildeos de docencia en Freiburg con su soliacutecita direccioacuten personal y libeacuterrima comunicacioacuten de investigaciones ineacuteditas familiarizoacute al autor con los maacutes diversos dominios de la investigacioacuten fenomenoloacutegica 2 Propiamente realizacioacuten de la in‐stancia en el Ahiacute [der Instaumlndigkeit im Da]
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Primera parte La interpretacioacuten del Dasein por la temporeidad y la explicacioacuten del tiempo como horizonte trascendental de la pregunta por el serlv Segunda parte Rasgos fundamentales de una destruccioacuten fenomenoloacutegica de la historia de la ontologiacutea al hilo de la problemaacutetica de la temporariedad La primera parte se divide en tres secciones 1 Etapa preparatoria del anaacutelisis fundamental del Dasein 2 Dasein y temporeidad 3 Tiempo y ser1 (40) La segunda parte se articula asimismo de un modo triple 1 La doctrina kantiana del esquematismo y del tiempo como estadio previo de una problemaacutetica de la temporariedad 2 El fundamento ontoloacutegico del cogito sum de Descartes y la recepcioacuten de la ontolo‐giacutea medieval en la problemaacutetica de la res cogitans 3 El tratado de Aristoacuteteles acerca del tiempo como viacutea para discernir la base feno‐meacutenica y los liacutemites de la ontologiacutea antigua
1 La diferencia en la trascendencia La superacioacuten del horizonte en cuanto tal Reversioacuten al origen El estar‐presente desde este origen
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PRIMERA PARTE LA INTERPRETACIOacuteN DEL DASEIN POR LA TEMPOREIDAD1 Y LA EXPLICACIOacuteN DEL TIEMPO COMO HORIZONTE TRASCENDENTAL DE
LA PREGUNTA POR EL SER2
PRIMERA SECCIOacuteN ETAPA PREPARATORIA DEL ANAacuteLISIS FUNDAMENTAL DEL DASEINlvi
Lo primariamente interrogado en la pregunta por el sentido del ser es el en‐te que tiene el caraacutecter del Dasein En su fase preparatoria la analiacutetica existencial del Dasein necesita por su iacutendole peculiar de una exposicioacuten a grandes liacuteneas y de una delimitacioacuten frente a investigaciones aparentemente paralelas (capiacutetulo 1) Manteniendo el punto de partida fijado a la investigacioacuten deberaacute ponerse al des‐cubierto en el Dasein una estructura fundamental el estar‐en‐el‐mundo (capiacutetulo 2) Este ldquoa priorirdquo de la interpretacioacuten del Dasein no es una determinacioacuten recons‐truida de fragmentos sino una estructura originaria y siempre total Pero ella per‐mite diferentes enfoques sobre los momentos que la constituyen Manteniendo constantemente a la vista el todo siempre previo de esta estructura deben distin‐guirse fenomeacutenicamente esos momentos Y asiacute se vuelven objeto del anaacutelisis el mundo en su mundaneidad (capiacutetulo 3) el estar‐en‐el‐mundo como coestar y ser‐siacute‐mismo (capiacutetulo 4) y el estar‐en en cuanto tal (capiacutetulo 5) En base al anaacutelisis de esta estructura fundamental se hace posible indicar de un modo provisional el ser del Dasein Su sentido existencial es el cuidado (capiacutetulo 6)
1 Soacutelo esto en la parte publicada aquiacute [A la nota a Heidegger dice aquiacute claramente que el tomo de Ser y tiempo que fue publicado soacutelo abarca el primero de los dos temas que teniacutea que abarcar la Pri‐mera Parte de la obra N d T] 2 Cf sobre esto el curso del semestre de verano de 1927 dado en Marburg con el tiacutetulo Die Grund‐probleme der Phaumlnomenologie [Los problemas fundamentales de la fenomenologiacutea] [A la nota b En esta no‐ta del Huumlttenexemplar Heidegger dice claramente que el curso del semestre de verano de 1927 titula‐do Los problemas fundamentales de la fenomenologiacutea y publicado en la GA en el tomo 24 equivale a la tercera seccioacuten de la Primera Parte de Ser y tiempo que quedoacute sin publicar Obviamente el texto de este curso no es exactamente lo que habriacutea sido la seccioacuten tercera sino una elaboracioacuten nueva y mu‐cho maacutes extensa del tema que debiacutea tratar esa tercera seccioacuten N d T]
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CAPIacuteTULO PRIMERO La exposicioacuten de la tarea de anaacutelisis preparatorio del Dasein
sect 9 El tema de la analiacutetica del Dasein
El ente cuyo anaacutelisis constituye nuestra tarea lo somos cada vez nosotros mismos1 El ser de este ente es cada vez miacuteolvii En el ser de este ente se las ha este mismo con su ser2 Como ente de este ser eacutel estaacute entregado a su propio ser Es el ser (42) mismo3 lo que le va cada vez a este ente De esta caracterizacioacuten del Dasein re‐sultan dos cosas 1 La ldquoesenciardquo de este ente consiste en su tener‐que‐ser [Zu‐sein]lviii 4 El ldquoqueacuterdquo (essentia) de este ente en la medida en que se puede siquiera hablar asiacute debe con‐cebirse desde su ser (existentia) En estas condiciones la ontologiacutea tendraacute precisa‐mente la tarea de mostrar que cuando escogemos para el ser de este ente la desig‐nacioacuten de existencia [Existenz] este teacutermino no tiene ni puede tener la significacioacuten ontoloacutegica del teacutermino tradicional existentia existentia quiere decir seguacuten la tradi‐cioacuten ontoloacutegicamente lo mismo que estar‐ahiacute [Vorhandensein]lix una forma de ser esencialmente incompatible con el ente que tiene el caraacutecter del Dasein Para evitar la confusioacuten usaremos siempre para el teacutermino existentia la expresioacuten interpretativa estar‐ahiacute [Vorhandenheit] y le atribuiremos la existencia como determinacioacuten de ser solamente al Dasein La ldquoesenciardquo del Dasein consiste en su existencia Los caracteres destacables en este ente no son por consiguiente ldquopropiedadesrdquo que esteacuten‐ahiacute de un ente que estaacute‐ahiacute con tal o cual aspecto sino siempre maneras de ser posibles para eacutel y soacutelo eso Todo ser‐tallx de este ente es primariamente ser Por eso el teacutermino ldquoDaseinrdquo con que designamos a este ente no expresa su queacute como mesa casa aacuterbol sino el ser5 2 El ser que estaacute en cuestioacuten para este ente en su ser es cada vez el miacuteo Por eso el Dasein no puede concebirse jamaacutes ontoloacutegicamente como caso y ejemplar de un 1 cada vez lsquoyorsquo 2 Pero este ser es un estar‐en‐el‐mundo que acontece histoacutericamente 3 iquestCuaacutel [El que consiste en] Tener que ser el Ahiacute y en eacutel afirmarse ante el Ser en cuanto tal [das Seyn uumlberhaupt] 4 que eacutel lsquotienersquo que ser [zu seyn] iexclDestinacioacuten 5 el Ser [Seyn] lsquodelrsquo Ahiacute lsquodelrsquo genitivo objetivo
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geacutenero del ente que estaacute‐ahiacute A este ente su ser le es ldquoindiferenterdquo o maacutes exacta‐mente eacutel ldquoesrdquo de tal manera que su ser no puede serle ni indiferente ni no‐indife‐rente La referencia al Dasein mdashen conformidad con el caraacutecter de ser‐cada‐vez‐miacuteo [Jemeinigkeit] de este entemdash tiene que connotar siempre el pronombre personal ldquoyo soyrdquo ldquotuacute eresrdquo1 Y por otra parte cada vez el Dasein es miacuteo en esta o aquella manera de serlxi Ya siempre se ha decidido de alguna manera en queacute forma el Dasein es cada vez miacuteo El ente al que en su ser le va este mismo se comporta en relacioacuten a su ser como en relacioacuten a su posibilidad maacutes propia El Dasein es cada vez su posibilidad y no la ldquotienerdquo tan soacutelo a la manera de una propiedad que estuviera‐ahiacute Y porque el Dasein es cada vez esencialmente su posibilidad este ente puede en su ser ldquoesco‐gerserdquo ganarse a siacute mismo puede perderse es decir no ganarse jamaacutes o soacutelo ga‐narse ldquoaparentementerdquo Haberse perdido y no haberse ganado todaviacutea eacutel lo puede soacutelo en la medida en que por su esencia puede ser propio es decir en (43) la medi‐da en que es suyo Ambos modos de ser propiedad e impropiedad mdashestas expresio‐nes han sido adoptadas terminoloacutegicamente en su estricto sentido literalmdash se fun‐dan en que el Dasein en cuanto tal estaacute determinado por el ser‐cada‐vez‐miacuteo Pero la impropiedad del Dasein no significa por asiacute decirlo un ser ldquomenosrdquo o un grado de ser ldquoinferiorrdquo Por el contrario la impropiedad puede determinar al Dasein en lo que tiene de maacutes concreto en sus actividades motivaciones intereses y goces Los dos caracteres del Dasein que hemos esbozado la primaciacutea de la ldquoexis‐tentiardquo sobre la essentia y el ser‐cada‐vez‐miacuteo indican ya que una analiacutetica de este ente se ve confrontada con un dominio fenomeacutenico sui generis Este ente no tiene ni tendraacute jamaacutes el modo de ser de lo que solamente estaacute‐ahiacute dentro del mundo Por eso tampoco puede darse temaacuteticamente en el modo de la constatacioacuten de algo que estaacute‐ahiacute Su correcta presentacioacuten es de tal modo poco obvia que ya determinarla constituye una parte esencial de la analiacutetica ontoloacutegica de este ente La posibilidad de hacer comprensible el ser de este ente depende del acierto con que se lleve a ca‐bo la correcta presentacioacuten del mismo Por provisional que sea todaviacutea el anaacutelisis siempre exige asegurarse el correcto punto de partida El Dasein se determina cada vez como ente desde una posibilidad que eacutel es y esto quiere decir a la vez que eacutel comprende en su ser de alguna manera Este es el sentido formal de la constitucioacuten existencial del Daseinlxii Pero esto implica para la interpretacioacuten ontoloacutegica de este ente la indicacioacuten de desarrollar la problemaacutetica de su ser2 partiendo de la existencialidad de su existencia Lo que sin embargo no significa construir al Dasein a partir de una posible idea concreta de existencia Jus‐tamente al comienzo del anaacutelisis el Dasein no debe ser interpretado en lo diferente
1 ed ser‐cada‐vez‐miacuteo quiere decir estar entregado a siacute mismo como propio [Uumlbereignetheit] 2 Mejor de su comprensioacuten del ser
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de un determinado modo de existir sino que debe ser puesto al descubierto en su indiferente inmediatez y regularidad Esta indiferencia de la cotidianidad del Da‐sein no es una nada sino un caraacutecter fenomeacutenico positivo de este ente A partir de este modo de ser y retornando a eacutel es todo existir como es A esta indiferencia coti‐diana del Dasein la llamaremos medianidad [Durchschnittlichkeit] Y puesto que la cotidianidad mediana constituye la inmediatez oacutentica de es‐te ente ella ha sido pasada por alto y sigue sieacutendolo siempre de nuevo en la expli‐cacioacuten del Dasein Lo oacutenticamente maacutes cercano y conocido es lo ontoloacutegicamente maacutes lejano desconocido y permanentemente soslayado en su significacioacuten ontoloacute‐gica Cuando San Agustiacuten pregunta Quid autem propinquius meipso mihi y tiene que responder ego certe laboro hic et laboro in meipso factus sum mihi (44) terra difficul‐tatis et sudoris nimii1 esto vale no solamente de la opacidad oacutentica y preontoloacutegica del Dasein sino en una medida aun mayor de la tarea ontoloacutegica no soacutelo de no errar la forma de ser fenomeacutenicamente maacutes cercana de este ente sino de hacerla accesible en una caracterizacioacuten positiva La cotidianidad media del Dasein no debe empero tomarse como un mero ldquoaspectordquo Tambieacuten en ella e incluso en el modo de la impropiedad se da a priori la estructura de la existencialidad Tambieacuten en ella le va al Dasein en una determina‐da manera su ser con respecto al cual eacutel se las ha en el modo de la cotidianidad mediana aunque soacutelo sea huyendo ante eacutel y olvidaacutendose de eacutel Pero la explicacioacuten del Dasein en su cotidianidad mediana no da tan soacutelo por asiacute decirlo estructuras medias en el sentido de una indeterminacioacuten evanes‐cente Lo que oacutenticamente es en la manera de la medianidad puede muy bien ser aprehendido ontoloacutegicamente en estructuras concisas que no se distinguen estruc‐turalmente de las determinaciones ontoloacutegicas de un modo propio de ser del Da‐sein Todas las explicaciones [Explikate] que surgen de la analiacutetica del Dasein se alcanzan mirando hacia su estructura de existencia Y como estos caracteres de ser del Dasein se determinan desde la existencialidad los llamamos existenciales Se los debe distinguir rigurosamente de las determinaciones de ser del ente que no tiene la forma de ser del Dasein a las que damos el nombre de categoriacuteas Esta expresioacuten se toma y mantiene en su significacioacuten ontoloacutegica primaria Para la ontologiacutea anti‐gua el terreno ejemplar de la interpretacioacuten del ser es el ente que comparece den‐tro del mundo La forma de acceso a eacutel es el νοεῖν o correlativamente el λόγος En ellos comparece el ente Pero el ser de este ente debe ser captable en un λἑγειν (o hacer ver) eminente de suerte que este ser se haga comprensible de antemano en lo que eacutel es y como lo que ya estaacute en todo ente La previa referencia al ser en todo hablar (λόγος) que dice algo del ente es el κατεγορεῖσθαι Esta palabra significa
1 Confessiones lib 10 cap 16
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por lo pronto acusar puacuteblicamente decirle a alguien algo en la cara delante de to‐dos En su uso ontoloacutegico el teacutermino quiere decir algo asiacute como decirle al ente en su cara lo que eacutel es ya siempre como ente ed hacerlo ver a (45) todos en su ser Lo visto y visible en este ver son las κατεγορίαι Ellas abarcan las determinaciones a priori del ente seguacuten las distintas maneras como es posible referirse a eacutel y decir algo de eacutel en el λόγος Existenciales y categoriacuteas son las dos posibilidades fundamenta‐les de los caracteres del ser El respectivo ente exige ser primariamente interrogado en forma cada vez diferente como quieacuten (existencia) o como queacute (estar‐ahiacute en el maacutes amplio sentido) Sobre la conexioacuten de ambas modalidades de los caracteres del ser soacutelo se podraacute tratar una vez aclarado el horizonte de la pregunta por el ser En la Introduccioacuten ya se hizo ver que la analiacutetica existencial del Dasein con‐tribuye a promover una tarea cuya urgencia es apenas menor que la de la pregunta misma por el ser poner al descubierto aquel a priori que tiene que ser visible si la pregunta ldquoqueacute es el hombrerdquo ha de poder ser filosoacuteficamente dilucidada La analiacute‐tica existencial del Dasein estaacute antes de toda psicologiacutea de toda antropologiacutea y a fortiori de toda biologiacutea Al deslindarlo frente a estas posibles investigaciones del Dasein el tema de la analiacutetica puede circunscribirse todaviacutea con mayor precisioacuten Con lo cual su necesidad podraacute tambieacuten demostrarse en forma aun maacutes persua‐siva sect 10 Delimitacioacuten de la analiacutetica del Dasein frente a la antropologiacutea la psicologiacutea y
la biologiacutea Despueacutes de haber hecho un primer bosquejo positivo del tema de una inves‐tigacioacuten siempre es importante caracterizarlo por lo que eacutel excluye a pesar de que tales discusiones sobre lo que no debe suceder faacutecilmente se toman infructuosas Seraacute necesario mostrar que los cuestionamientos e investigaciones hechos hasta ahora apuntando hacia el Dasein1 sin perjuicio de su productividad en los respec‐tivos campos de averiguacioacuten yerran el verdadero problema el problema filosoacutefico y que por ende mientras persistan en este error no pueden pretender siquiera es‐tar capacitados para llevar a cabo aquello a que en el fondo aspiran La fijacioacuten de los liacutemites de la analiacutetica existencial frente a la antropologiacutea la psicologiacutea y la bio‐logiacutea se refiere solamente a la pregunta ontoloacutegica fundamental Desde el punto de vista de una ldquoteoriacutea de las cienciasrdquo esas demarcaciones son necesariamente insuficientes ya por el solo hecho de que la estructura cientiacutefica de dichas discipli‐nas mdashy no la ldquocientificidadrdquo de los que trabajan en su desarrollomdash es hoy entera‐
1 No apuntaban en absoluto hacia el Dasein
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mente cuestionable y necesita de nuevos impulsos que deben brotar de la proble‐maacutetica ontoloacutegica En una orientacioacuten histoacuterica se podriacutea aclarar el propoacutesito de la analiacutetica existencial de la siguiente manera Descartes a quien se atribuye el descubrimiento del cogito sum como punto de partida para el cuestionamiento filosoacutefico (46) mo‐derno investigoacute dentro de ciertos liacutemites el cogitare del ego En cambio deja ente‐ramente sin dilucidar el sum aun cuando eacuteste haya sido tan originariamente esta‐blecido como el cogito La analiacutetica plantea la pregunta ontoloacutegica por el ser del sum Soacutelo cuando eacuteste haya sido determinado podraacute comprenderse el modo de ser de las cogitationes Sin embargo esta ejemplificacioacuten histoacuterica del propoacutesito de la analiacutetica tam‐bieacuten puede inducir a error Una de las primeras tareas de la analiacutetica consistiraacute en hacer ver que si se pretende partir de un yo o sujeto inmediatamente dado se yerra en forma radical el contenido fenomeacutenico del Dasein Toda idea de ldquosujetordquo mdashsi no estaacute depurada por una previa determinacioacuten ontoloacutegica fundamentalmdash comporta ontoloacutegicamente la posicioacuten del subiectum (ὑποκείμενον) por maacutes que uno se de‐fienda oacutenticamente en la forma maacutes enfaacutetica contra la ldquosustancializacioacuten del almardquo o la ldquocosificacioacuten de la concienciardquo La coseidad misma tiene que ser previamente aclarada en su procedencia ontoloacutegica para que se pueda preguntar queacute es lo que debe entenderse positivamente por el ser no cosificado del sujeto del alma de la conciencia del espiacuteritu y de la persona Todos estos teacuterminos nombran determina‐dos dominios fenomeacutenicos ldquosusceptibles de desarrollordquo pero su empleo va siem‐pre unido a una curiosa no necesidad de preguntar por el ser del ente asiacute designa‐do No es pues un capricho terminoloacutegico el que nos lleva a evitar estos teacuterminos como tambieacuten las expresiones ldquovidardquo y ldquohombrerdquo para designar al ente que somos nosotros mismos Pero por otra parte en la tendencia bien comprendida de toda ldquofilosofiacutea de la vidardquo cientiacutefica y seria mdashrdquofilosofiacutea de la vidardquo dice tanto como botaacutenica de las plantasmdash se encuentra la taacutecita tendencia a una comprensioacuten del ser del Dasein1 Lo que resulta sorprendente y en esto estriba su fundamental2 deficiencia es que la ldquovidardquo misma en cuanto modo de ser no se convierte en problema ontoloacutegico Las investigaciones de W Dilthey estaacuten animadas por la constante pregunta por la ldquovidardquo Dilthey intenta comprender las ldquovivenciasrdquo de esta ldquovidardquo en su con‐texto estructural y evolutivo partiendo del todo de esta misma vida Lo filosoacutefica‐mente relevante de su ldquopsicologiacutea como ciencia del espiacuteriturdquo no ha de ser buscado en el hecho de que ella no quiera ya orientarse hacia elementos y aacutetomos psiacutequicos ni recomponer la vida del alma a base de fragmentos antes por el contrario apun‐
1 iexclno 2 No soacutelo en esto sino en que la pregunta por la verdad es entera y esencialmente insuficiente
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te maacutes bien al ldquotodo de la vidardquo y a sus ldquoformasrdquo mdashsino que lo relevante estaacute en que en medio de todo ello Dilthey se hallaba encaminado ante todo hacia la pre‐gunta por la ldquovidardquo Sin embargo aquiacute se muestran tambieacuten con (47) mayor fuerza los liacutemites de su problemaacutetica y del aparato conceptual en que ella tuvo que formu‐larse Pero estos liacutemites los comparten con Dilthey y Bergson todas las corrientes del ldquopersonalismordquo determinadas por ellos y todas las tendencias orientadas hacia una antropologiacutea filosoacutefica Aunque decididamente maacutes radical y diaacutefana la inter‐pretacioacuten fenomenoloacutegica de la personalidad tampoco llega hasta la dimensioacuten de la pregunta por el ser del Dasein A pesar de todas sus diferencias de planteamien‐to de procedimiento y de orientacioacuten en su concepcioacuten del mundo las interpreta‐ciones de la personalidad en Husserl1 y Scheler concuerdan en lo negativo Ya ni si‐quiera plantean la pregunta acerca de lo que es ldquoser‐personardquo Escogeremos como ejemplo la interpretacioacuten de Scheler no soacutelo por ser accesible en los textos2 sino porque Scheler acentuacutea expresamente el ser‐persona en cuanto tal y busca deter‐minarlo por la viacutea de una delimitacioacuten del ser especiacutefico de los actos en oposicioacuten a todo lo ldquopsiacutequicordquo Seguacuten Scheler la persona no debe ser pensada jamaacutes como una cosa o como una substancia ella ldquoes maacutes bien la unidad concomitante e inmediata‐mente vivida del vivir de las vivenciasmdashy no una cosa solamente pensada detraacutes y fuera de lo inmediatamente vividordquo3 La persona no es un ser substancial y coacutesico Tampoco puede agotarse el ser de la persona en ser sujeto de actos racionales regi‐dos por determinadas leyes
1 Las investigaciones de E Husserl sobre la ldquopersonalidadrdquo no han sido auacuten publicadas La orienta‐cioacuten fundamental de la problemaacutetica se muestra ya en el tratado ldquoPhilosophie als strenge Wissen‐schaftrdquo Logos I (1910) p 319 Un amplio desarrollo alcanza la investigacioacuten en la segunda parte de las Ideen zu einer reinen Phaumlnomenologie und phaumlnomenologischen Philosophie (Husserliana IV) cuya pri‐mera parte (cf este Jahrbuch t I 1913) expone la problemaacutetica de la ldquoconciencia purardquo considerada como base para el estudio de la constitucioacuten de toda realidad La segunda parte trae detallados anaacute‐lisis de constitucioacuten y trata en tres secciones los siguientes temas 1 La constitucioacuten de la naturale‐za material 2 La constitucioacuten de la naturaleza animal 3 La constitucioacuten del mundo espiritual (la actitud personalista en oposicioacuten a la naturalista) Husserl comienza su exposicioacuten con estas pala‐bras ldquoDiltheyhellip percibiacutea ciertamente los problemas fundamentales y las direcciones por donde debiacutea orientarse el trabajo pero no llegoacute a las formulaciones definitivas del problema ni a solucio‐nes metodoloacutegicamente segurasrdquo Despueacutes de esta primera elaboracioacuten Husserl le ha seguido la pista a los problemas de una manera aun maacutes penetrante y ha dado a conocer en sus cursos de Freiburg partes esenciales de su trabajo [Pero en su finalidad y en sus resultados todo ello es dife‐rente de lo que aquiacute se quiere y se alcanza] 2 Cf este Jahrbuch t I 2 (1913) y t II (1916) cf especialmente p 242 ss 3 Loc cit II p 243 [A la nota 1 de la paacuteg 73 La primera edicioacuten de Ser y tiempo en la GA citaba por error la paacutegina 385 en vez de la paacutegina 243 que es la correcta Un error semejante ocurre en la nota 3]
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La persona no es ni cosa ni substancia ni objeto Con esto se pone el acento en lo mismo que insinuacutea Husserl4 cuando exige para la unidad de la persona una (48) constitucioacuten esencialmente distinta de la exigida para las cosas naturales Lo que Scheler dice de la persona lo formula tambieacuten para los actos ldquoPero jamaacutes un acto es al mismo tiempo objeto porque es esencial al ser de los actos ser vividos soacute‐lo en la ejecucioacuten misma y dados tan soacutelo en reflexioacutenrdquo5 Los actos son algo no‐psiacute‐quico Pertenece a la esencia de la persona existir solamente en la ejecucioacuten de los actos intencionales y asiacute por esencia ella no es objeto Toda objetivacioacuten psiacutequica y por ende toda concepcioacuten de los actos como algo psiacutequico equivale a una desper‐sonalizacioacuten En todo caso la persona estaacute dada en tanto que ejecutora de actos in‐tencionales enlazados por la unidad de un sentido El ser psiacutequico no tiene pues nada que ver con el ser‐persona Los actos se ejecutan persona es quien ejecuta los actos Pero iquestcuaacutel es el sentido ontoloacutegico del ldquoejecutarrdquo iquestCoacutemo determinar onto‐loacutegicamente de una manera positiva el modo de ser de la persona La cuestioacuten criacute‐tica no puede empero detenerse aquiacute Lo que estaacute en cuestioacuten es el ser del hombre entero ser que se concibe de ordinario como unidad de cuerpo alma y espiacuteritu Cuerpo alma y espiacuteritu pueden por su parte designar sectores de fenoacutemenos te‐maacuteticamente separables con vistas a determinadas investigaciones dentro de cier‐tos liacutemites su indeterminacioacuten ontoloacutegica bien puede no tener importancia Pero cuando lo que estaacute en cuestioacuten es el ser del hombre este ser no puede calcularse aditivamente partiendo de las formas de ser del cuerpo el alma y el espiacuteritu que a su vez tendriacutean auacuten que ser determinadas E incluso para una tentativa ontoloacutegica que procediese de esta manera tendriacutea que presuponerse una idea del ser de ese todo Pero lo que bloquea o lanza por un falso camino la pregunta fundamental por el ser del Dasein es la habitual orientacioacuten hacia la antropologiacutea antiguo‐cris‐tiana cuyos insuficientes fundamentos ontoloacutegicos pasan inadvertidos incluso al personalismo y a la filosofiacutea de la vida La antropologiacutea tradicional comporta lo siguiente l La definicioacuten del hombre como ζὧον λόγον ἔχον en el sentido de animal ratio‐nale Ahora bien el modo de ser del ζὧον es comprendido en este caso como estar‐ahiacute y encontrarse delante El λόγος es un acondicionamiento superior cuyo modo de ser queda tan oscuro como el del ente asiacute compuestolxiii 2 El otro hilo conductor para la determinacioacuten del ser y de la esencia del hombre es teoloacutegico καὶ εἶπεν ὁ θεός ποιήσωμεν ἄνθρωπον κατ εἰκόνα ἡμετέραν καὶ
4 Cf Logos I loc cit 5 Loc cit p 246
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καθ ὁμοίωσιν faciamus hominem ad imaginem et similitudinem nostramlxiv 1 (49) La antropologiacutea teoloacutegica cristiana alcanza a partir de aquiacute y con la simultaacutenea recep‐cioacuten de la definicioacuten antigua una interpretacioacuten del ente que llamamos hombre Pero de la misma manera como el ser de Dios es interpretado ontoloacutegicamente con los medios de la ontologiacutea antigua asiacute tambieacuten y con mayor razoacuten el ser del ens finitum La definicioacuten cristiana sufrioacute una desteologizacioacuten en el curso de la eacutepoca moderna Pero la idea de la ldquotrascendenciardquo que el hombre sea algo que tiende maacutes allaacute de siacute mismo tiene sus raiacuteces en la dogmaacutetica cristiana de la que a nadie se le ocurriraacute decir que haya convertido alguna vez en problema ontoloacutegico el ser del hombre Esta idea de la trascendencia seguacuten la cual el hombre es maacutes que un ser inteligente ha ejercido su influencia en diversas formas Su origen puede ilustrarse con las siguientes citas His praeclaris dotibus excelluit prima hominis conditio ut ratio intelligentia prudentia iudicium non modo ad terrenae vitae gubernationem suppeterent sed quibus transcenderet usque ad Deum et aeternam felicitatem2 ldquoPues que tambieacuten el hombrehellip alce su mirada hacia Dios y hacia su palabra muestra claramente que por su naturaleza es algo nacido maacutes cerca de Dios algo que a Eacutel maacutes se le asemeja algo que busca contacto con Eacutel todo lo cual fluye sin duda de que a imagen de Dios ha sido creadordquo3 Las fuentes decisivas para la antropologiacutea tradicional vale decir la defini‐cioacuten griega y el hilo conductor teoloacutegico indican que maacutes allaacute de una determina‐cioacuten esencial del ente llamado ldquohombrerdquo la pregunta por su serlxv queda en el olvi‐do y que a este ser se lo comprende maacutes bien como algo ldquoobviordquo en el sentido del estar‐ahiacute de las demaacutes cosas creadas Ambos hilos conductores se enlazan en la an‐tropologiacutea moderna con la exigencia metodoloacutegica de partir desde la res cogitans la conciencia la trama de las vivencias Pero en la medida en que tambieacuten las cogita‐tiones permanecen ontoloacutegicamente indeterminadas o se las considera una vez maacutes inexpresa y ldquoobviamenterdquo como algo ldquodadordquo cuyo ldquoserrdquo estaacute fuera de todo cuestionamiento la problemaacutetica antropoloacutegica queda indeterminada en sus fun‐damentos ontoloacutegicos decisivos Lo dicho no es menos vaacutelido de la ldquopsicologiacuteardquo cuyas actuales tendencias an‐tropoloacutegicas son innegables Ni se puede tampoco compensar el fundamento onto‐loacutegico que falta insertando la antropologiacutea y la psicologiacutea en una biologiacutea general En el orden de su posible comprensioacuten e interpretacioacuten la biologiacutea como ldquociencia de la vidardquo se funda en la ontologiacutea del Dasein aunque no (50) exclusivamente en ella La vida es un modo peculiar de ser pero esencialmente soacutelo accesible en el
1 Genesis I 26 2 Calvino Institutio I 15 sect 8 3 Zwingli Von klarheit und gewuumlsse des worts Gottes (Deutsche Schriften I 58)
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Dasein La ontologiacutea de la vida se lleva a cabo por la viacutea de una interpretacioacuten pri‐vativa ella determina lo que debe ser para que pueda haber algo asiacute como un ldquome‐ro vivirrdquolxvi La vida no es ni un puro estar‐ahiacute ni tampoco es un Dasein El Dasein por su parte nunca puede ser ontoloacutegicamente determinado como vida (ontoloacutegi‐camente indeterminada) y ademaacutes otra cosa Con referencia a la falta de una respuesta clara y suficientemente fundada desde el punto de vista ontoloacutegico a la pregunta por el modo de ser de este ente que somos nosotros mismos en la antropologiacutea psicologiacutea y biologiacutea no se ha formula‐do ninguacuten juicio sobre el trabajo positivo de estas disciplinas Pero por otra parte es necesario tener siempre presente que estos fundamentos ontoloacutegicos nunca se dejan inferir hipoteacuteticamente a partir del material empiacuterico sino que por el contra‐rio ellos ya estaacuten siempre ldquoalliacuterdquo en el momento mismo de reunir el material empiacuteri‐co Que la investigacioacuten positiva no vea estos fundamentos y los tome por eviden‐tes no es prueba alguna de que ellos no le sirvan de base y de que no sean proble‐maacuteticos en un sentido maacutes radical que aquel en que puede serlo jamaacutes una tesis de las ciencias positivas1 sect 11 La analiacutetica existencial y la interpretacioacuten del Dasein primitivo Dificultades
para lograr un ldquoconcepto natural del mundordquo La interpretacioacuten del Dasein en su cotidianidad no se identifica empero con la descripcioacuten de una fase primitiva del Dasein cuyo conocimiento pueda ser pro‐porcionado empiacutericamente por la antropologiacutea Cotidianidad no coincide con primiti‐vidad Por el contrario la cotidianidad es un modo de ser del Dasein que eacuteste tiene incluso y precisamente cuando se mueve en una cultura altamente desarrollada y diferenciada Por otra parte tambieacuten el Dasein primitivo tiene sus (51) posibilida‐des no cotidianas de ser asiacute como tiene tambieacuten su cotidianidad especiacutefica La orientacioacuten del anaacutelisis del Dasein por la ldquovida de los pueblos primitivosrdquo puede tener significacioacuten metodoloacutegica positiva en la medida en que los ldquofenoacutemenos pri‐mitivosrdquo son a menudo menos complejos y estaacuten menos encubiertos por una auto‐interpretacioacuten ya ampliamente desarrollada del Dasein El Dasein primitivo habla con frecuencia maacutes directamente desde una inmersioacuten originaria en los ldquofenoacuteme‐nosrdquo (tomando esta palabra en el sentido prefenomenoloacutegico) El aparato concep‐ 1 Pero patentizacioacuten del a priori no es construccioacuten ldquoaprioriacutesticardquo Gracias a E Husserl hemos aprendido no soacutelo a comprender nuevamente el sentido de toda auteacutentica ldquoempiriardquo filosoacutefica sino tambieacuten a manejar el instrumento que ella requiere El ldquoapriorismordquo es el meacutetodo de toda filosofiacutea cientiacutefica que se comprenda a siacute misma Y como apriorismo no tiene nada que ver con construccioacuten la investigacioacuten del a priori exige la correcta preparacioacuten del terreno fenomeacutenico El horizonte inme‐diato que debe prepararse para la analiacutetica del Dasein es el de su cotidianidad mediana
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tual quizaacutes desmantildeado y tosco desde nuestro punto de vista puede contribuir positivamente a un genuino realzamiento de las estructuras ontoloacutegicas de los fenoacutemenos Pero hasta ahora el conocimiento de los primitivos nos ha sido proporciona‐do por la etnologiacutea Y eacutesta se mueve ya desde la primera ldquorecepcioacutenrdquo seleccioacuten y elaboracioacuten del material en determinados conceptos previos e interpretaciones acerca de la existencia humana en general Es cuestionable que la psicologiacutea co‐muacuten e incluso la psicologiacutea y sociologiacutea cientiacuteficas que el etnoacutelogo lleva consigo ofrezcan desde el punto de vista cientiacutefico garantiacutea para una justa posibilidad de acceso y para una adecuada interpretacioacuten y comunicacioacuten de los fenoacutemenos que es necesario investigar Tambieacuten aquiacute se presenta la misma situacioacuten que en las disciplinas mencionadas anteriormente La etnologiacutea misma presupone ya como hilo conductor una suficiente analiacutetica del Dasein Pero como las ciencias positivas no ldquopuedenrdquo ni deben esperar el trabajo ontoloacutegico de la filosofiacutea la marcha de la investigacioacuten no tendraacute el caraacutecter de un ldquoprogresordquo sino de una repeticioacuten y puri‐ficacioacuten que haga ontoloacutegicamente maacutes transparente lo oacutenticamente descubierto1 (52) Aun cuando la delimitacioacuten formal de la problemaacutetica ontoloacutegica frente a la investigacioacuten oacutentica resulte faacutecil la realizacioacuten y sobre todo el planteamiento inicial de una analiacutetica existencial del Dasein no carece de dificultades En la tarea de esta uacuteltima estaacute contenido un desideratum que inquieta desde hace mucho tiem‐po a la filosofiacutea1 en cuyo cumplimiento sin embargo eacutesta fracasa una y otra vez la elaboracioacuten de la idea de un ldquoconcepto natural de mundordquo Para abordar de un modo fructiacutefero esta tarea pareciera ser favorable la riqueza de conocimientos disponibles sobre las maacutes variadas y lejanas culturas y formas del Dasein Pero esto es soacutelo una apariencia En el fondo esta sobreabundancia de conocimientos induce al descono‐cimiento del verdadero problema La comparacioacuten y tipificacioacuten sincreacutetica de todo no da de suyo un auteacutentico conocimiento esencial La ordenacioacuten de una multipli‐cidad en un cuadro general no garantiza una verdadera comprensioacuten de lo que
1 Uacuteltimamente E Cassirer ha hecho del Dasein miacutetico tema de una interpretacioacuten filosoacutefica cf Phi‐losophie der symholischen Formen Segunda Parte Das mythische Denken 1925 Esta investigacioacuten ofre‐ce a la etnologiacutea hilos conductores maacutes amplios Desde el punto de vista de la problemaacutetica filosoacutefi‐ca queda en pie la pregunta si los fundamentos de la interpretacioacuten son suficientemente transpa‐rentes y sobre todo si la arquitectoacutenica y el contenido sistemaacutetico de la Criacutetica de la razoacuten pura de Kant pueden en alguna forma proporcionar el plan para semejante tarea y si no se requiere aquiacute un punto de partida nuevo y maacutes originario El mismo Cassirer ve la posibilidad de ello como lo muestra la nota de la p 16 s donde Cassirer remite a los horizontes abiertos por la fenomenologiacutea de Husserl En un diaacutelogo que el autor pudo sostener con Cassirer con ocasioacuten de una conferencia sobre las ldquoTareas y caminos de la investigacioacuten fenomenoloacutegicardquo dada en la Sede de la Kantgesell‐schaft de Hamburgo en Diciembre de 1923 se mostroacute ya un acuerdo respecto de la necesidad de una analiacutetica existencial como la que se habiacutea esbozado en la conferencia 1 iexclDe ninguacuten modo Porque el concepto de mundo no ha sido ni siquiera comprendido
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queda ordenado El auteacutentico principio ordenador tiene su propio contenido mate‐riallxvii y eacuteste no se encuentra nunca por medio de la ordenacioacuten misma sino que ya estaacute supuesto en ella Asiacute por ejemplo para clasificar imaacutegenes del mundo es necesaria la idea expliacutecita de mundo en general Y si el ldquomundordquo mismo es un cons‐titutivum del Dasein la elaboracioacuten conceptual del fenoacutemeno del mundo exige una visioacuten de las estructuras fundamentales del Dasein Las especificaciones positivas y las consideraciones negativas de este capiacutetu‐lo teniacutean la finalidad de encauzar correctamente la comprensioacuten de la tendencia y de la actitud cuestionante de la interpretacioacuten que va a seguir La ontologiacutea soacutelo puede contribuir indirectamente al desarrollo de las disciplinas positivas ya exis‐tentes Ella tiene por siacute misma una finalidad autoacutenoma si es verdad que por enci‐ma del conocimiento del ente la pregunta por el ser es el aguijoacuten de toda investiga‐cioacuten cientiacutefica
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CAPIacuteTULO SEGUNDO El estar‐en‐el‐mundo en general como constitucioacuten fundamental del Dasein
sect 12 Bosquejo del estar‐en‐el‐mundo a partir del estar‐en como tal En las consideraciones preliminares (sect 9) ya hemos puesto de relieve algu‐nos caracteres de ser que han de iluminar la investigacioacuten ulterior pero que al mismo tiempo recibiraacuten en ella su concrecioacuten estructural El Dasein es un ente que en su (53) ser se comporta comprensoramente respecto de este ser Con ello queda indicado el concepto formal de existencia El Dasein existe El Dasein es ademaacutes el ente que soy cada vez yo mismo Al Dasein existente le pertenece el ser‐cada‐vez‐miacuteo como condicioacuten de posibilidad de la propiedad e impropiedad El Dasein exis‐te siempre en uno de estos modos o en la indiferencia modal de ellos Ahora bien estas determinaciones de ser del Dasein deben ser vistas y com‐prendidas a priori sobre la base de la constitucioacuten de ser que nosotros llamamos el estar‐en‐el‐mundolxviii El punto de partida adecuado para la analiacutetica del Dasein con‐siste en la interpretacioacuten de esta estructura La expresioacuten compuesta ldquoestar‐en‐el‐mundordquo indica en su forma misma que con ella se mienta un fenoacutemeno unitario Lo asiacute primariamente dadolxix debe ser visto en su integridad La irreductibilidad a elementos heterogeacuteneos no excluye una multiplicidad de momentos estructurales constitutivos Lo fenomeacutenicamente dadolxx a que esta expresioacuten se refiere permite en efecto un enfoque triple Si lo examinamos sin perder de vista el fenoacutemeno completo podemos distinguir los siguientes momentos 1 El ldquoen‐el‐mundordquo En relacioacuten a este momento surge la tarea de indagar la estruc‐tura ontoloacutegica del ldquomundordquo y de determinar la idea de la mundaneidad en cuanto tal (cf el cap 3 de esta seccioacuten) 2 El ente que es cada vez en la forma del estar‐en‐el‐mundo Se busca aquiacute lo que preguntamos con el ldquoquieacutenrdquo Debemos determinar en un mostrar fenomenoloacutegico quieacuten es el que es en el modo de la cotidianidad media del Dasein (cf cap 4 de esta seccioacuten) 3 El estar‐en como tal Hay que sacar a luz la constitucioacuten ontoloacutegica de la ldquoin‐idadrdquo misma [der Inheit selbst] (cf cap 5 de esta seccioacuten) Cada vez que se destaque uno de estos momentos constitucionales se destacaraacuten tambieacuten los otros y esto quiere decir que cada vez se tendraacute en vista el fenoacutemeno completo El estar‐en‐el‐
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mundo es ciertamente una estructura del Dasein necesaria a priori que sin embar‐go no es suficiente ni con mucho para determinar plenamente su ser Antes del anaacutelisis temaacutetico particular de los tres fenoacutemenos que hemos destacado deberaacute in‐tentarse una caracterizacioacuten orientadora del momento constitucional mencionado en uacuteltimo lugar iquestQueacute significa estar‐enlxxi Tendemos por lo pronto a completar la expresioacuten antildeadiendo estar‐en ldquoel mundordquo y nos inclinamos a comprender este estar (54) en como un ldquoestar dentro dehelliprdquolxxii Con este teacutermino se nombra el modo de ser de un ente que estaacute ldquoenrdquo otro a la manera como el agua estaacute ldquoenrdquo el vaso y el traje ldquoenrdquo el armario Con el ldquoenrdquo nos referimos a la relacioacuten de ser que dos entes que se extien‐den ldquoenrdquo el espacio tienen entre siacute respecto de su lugar en este espacio El agua y el vaso el traje y el armario ambos estaacuten de la misma manera ldquoenrdquo el espacio [ldquoimrdquo Raum] ocupando un lugar [ldquoanrdquo einem Ort] Esta relacioacuten de ser puede ampliarse por ejemplo el banco [estaacute] en el aula el aula en la universidad la universidad en la ciudad y asiacute sucesivamente hasta el banco ldquoen el espacio universalrdquo Estos entes cuyo estar los unos ldquoenrdquo los otros puede determinarse asiacute tienen todos el mismo modo de ser del estar‐ahiacute como cosas que se encuentran ldquodentrordquo del mundo El estar‐ahiacute ldquoenrdquo un ente que estaacute‐ahiacute el co‐estar‐ahiacute con algo del mismo modo de ser en el sentido de una determinada relacioacuten de lugar son caracteres ontoloacutegicos que nosotros llamamos categoriales un geacutenero de caracteres que pertenecen al ente que no tiene el modo de ser del Dasein En cambio el estar‐en mienta una constitucioacuten de ser del Dasein y es un existencial Pero entonces no puede pensarse con esta expresioacuten en el estar‐ahiacute de una cosa corpoacuterea (el cuerpo humano) ldquoenrdquo un ente que estaacute‐ahiacute El estar‐en no se refiere a un espacial estar‐el‐uno‐dentro‐del‐otro de dos entes que estaacuten‐ahiacute como tampoco el ldquoenrdquo originariamente significa en modo alguno una relacioacuten espacial de este geacutenero1 ldquoinrdquo [en alemaacuten] procede de innan‐ residir habitare quedarse en ldquoanrdquo significa estoy acostumbrado familiarizado con suelo [hacer] algolxxiii tiene la sig‐nificacioacuten de colo en el sentido de habito y diligolxxiv Este ente al que le es inherente el estar‐en asiacute entendido lo hemos caracterizado ya como el ente que soy cada vez yo mismo El vocablo alemaacuten ldquobinrdquo [ldquosoyrdquo] se relaciona con la preposicioacuten ldquobeirdquo [ldquoenrdquo ldquoen medio derdquo ldquojunto ardquo] ldquoich binrdquo [ldquoyo soyrdquo] quiere decir a su vez habito me quedo enhellip el mundo como lo de tal o cual manera familiar ldquoSerrdquo1 como infi‐nitivo de ldquoyo soyrdquo ed como existencial significa habitar enhellip estar familiarizado
1 Cf Jakob Grimm Kleinere Schriften t VII p 247 1 Ser es tambieacuten infinitivo del lsquoesrsquo el ente es
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conhellip Estar‐en es por consiguiente la expresioacuten existencial formal del ser del Dasein1 el cual tiene la constitucioacuten esencial del estar‐en‐el‐mundo El ldquoestar en mediordquo del mundolxxv en el sentido del absorberse en el mundo mdashsentido que tendremos que interpretar todaviacutea maacutes a fondomdash es un existencial fundado en el estar‐en Como lo que pretenden estos anaacutelisis es llegar a ver una estructura originaria del ser del Dasein con cuyo contenido fenomeacutenico debe con‐formarse la articulacioacuten de los correspondientes conceptos ontoloacutegicos y como esta estructura es principialmente inaprehensible mediante las categoriacuteas ontoloacute‐gicas tradicionales tambieacuten este ldquoestar en mediordquo deberaacute ser examinado (55) maacutes de cerca Escogeremos una vez maacutes la viacutea del contraste con algo por esencia onto‐loacutegicamente diferente mdashed con la relacioacuten categorial de ser que expresamos con los mismos teacuterminos Aun a riesgo de explicar ldquocosas obviasrdquo es necesario hacerse fenomeacutenicamente presente de un modo expliacutecito estas distinciones ontoloacutegicas fun‐damentales faacutecilmente evanescentes Sin embargo el estado actual de la analiacutetica ontoloacutegica muestra que auacuten estamos lejos de tener un suficiente dominio de estas ldquocosas obviasrdquo que pocas veces se las ha interpretado en su sentido de ser y que menos aun se ha logrado una acuntildeacioacuten segura de los correspondientes conceptos estructurales El ldquoestar en mediordquo del mundo [das ldquoSein beirdquo der Welt] como existencial no mienta jamaacutes algo asiacute como el mero estar‐juntas de cosas que estaacuten‐ahiacute No hay algo asiacute como un ldquoestar‐juntosrdquo del ente llamado ldquoDaseinrdquo con otro ente llamado ldquomundordquo Es cierto que a veces expresamos el estar‐juntas de dos cosas que estaacuten‐ahiacute diciendo por ejemplo ldquola mesa estaacute lsquojuntorsquo a la puerta [lsquobeirsquo der Tuumlr]rdquo ldquola silla lsquotocarsquo la paredrdquo En rigor nunca se puede hablar aquiacute de ldquotocarrdquo no tanto porque siempre es posible en uacuteltimo teacutermino despueacutes de un examen preciso constatar un espacio intermedio entre la silla y la pared cuanto porque la silla no puede en principio tocar la pared aunque el espacio intermedio fuese nulo Supuesto previo para ello seriacutea que la pared pudiese comparecer ldquoparardquo la silla Un ente puede tocar a otro ente que estaacute‐ahiacute dentro del mundo soacutelo si por naturaleza tiene el modo de ser del estar‐en si con su Da‐sein ya le estaacute descubierto algo asiacute como un mundo desde el cual aquel ente se pueda manifestar a traveacutes del contacto para volverse asiacute accesible en su estar‐ahiacute Dos entes que estaacuten‐ahiacute dentro del mundo y que ademaacutes por siacute mismos carecen de mundo no pueden ldquotocarserdquo jamaacutes ninguno de ellos puede ldquoestar juntordquo al otro La frase adicional ldquoque ademaacutes carecen de mun‐dordquo no debe ser omitida porque tambieacuten un ente que no carece de mundo por ej el Dasein mismo estaacute‐ahiacute ldquoenrdquo el mundo dicho maacutes exactamente puede con cierto derecho y dentro de ciertos liacutemites ser considerado como soacutelo estando‐ahiacute Para ello es necesario prescindir enteramente de la constitucioacuten existencial del estar‐en o no
1 Pero no del ser en general ni menos aun del ser mismomdash a secas
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verla en absoluto Sin embargo no se debe confundir esta forma de considerar al ldquoDaseinrdquo como algo que estaacute‐ahiacute y que no hace maacutes que estar‐ahiacute con una manera de ldquoestar‐ahiacuterdquo que es exclusivamente propia del Dasein Esta manera de estar‐ahiacute no se hace accesible prescindiendo de las estructuras especiacuteficas del Dasein sino soacutelo en la previa (56) comprensioacuten de ellas El Dasein comprende su ser maacutes propio como un cierto ldquoestar‐ahiacute de hechorsquorsquo1 Y sin embargo el ldquocaraacutecter faacutecticordquo del hecho del propio existir [Dasein] es desde el punto de vista ontoloacutegico radicalmente diferente del estar presente faacutectico de una especie mineral El caraacutecter faacutectico del factum Dasein que es la forma que cobra cada vez todo Dasein es lo que llamamos facticidad del Dasein La complicada estructura de esta determinacioacuten de ser soacutelo es captable incluso como problema a la luz de las estructuras existenciales fundamen‐tales del Dasein que ya han sido puestas de relieve El concepto de facticidad impli‐ca el estar‐en‐el‐mundo de un ente ldquointramundanordquo en forma tal que este ente se pueda comprender como ligado en su ldquodestinordquo al ser del ente que comparece para eacutel dentro de su propio mundo Nos limitaremos por ahora a hacer ver la diferencia ontoloacutegica entre el estar‐en como existencial y el ldquoestar‐dentro‐derdquo de un ente que estaacute‐ahiacute en tanto que categoriacutea Cuando delimitamos asiacute el estar‐en con ello no le estamos negando al Dasein toda suerte de ldquoespacialidadrdquo Por el contrario el Dasein tiene eacutel mismo su propia manera de ldquoestar‐en‐el‐espaciordquo la cual sin embargo soacutelo es posible por su parte sobre la base del estar‐en‐el‐mundo en cuanto tal El estar‐en tampoco puede por consiguiente ser ontoloacutegicamente aclarado mediante una caracteriza‐cioacuten oacutentica de modo que se pudiera decir por ejemplo el estar‐en un mundo es una propiedad espiritual y la ldquoespacialidadrdquo del hombre es un modo de ser deri‐vado de su corporalidad [Leiblichkeit] la que a su vez estaacute siempre ldquofundadardquo en la corporeidad fiacutesica [Koumlrperlichkeit] Al decir esto volvemos a encontrar un estar‐ahiacute‐juntas de una cosa espiritual asiacute constituida y de una cosa corpoacuterea con lo que el ser mismo del ente asiacute compuesto viene a quedar enteramente oscuro Soacutelo la com‐prensioacuten del estar‐en‐el‐mundo como estructura esencial del Dasein hace posible la inteleccioacuten de la espacialidad existencial del Dasein Esta inteleccioacuten nos libra de la ceguera respecto de esta estructura o de eliminarla de antemano una eliminacioacuten que no estaacute motivada ontoloacutegicamente aunque siacute ldquometafiacutesicamenterdquo en la ingenua opinioacuten de que el hombre es en primer lugar una cosa espiritual que luego queda confinada ldquoardquo un espacio [ldquoinrdquo einen Raum] En virtud de su facticidad el estar‐en‐el‐mundo del Dasein ya se ha disper‐sado y hasta fragmentado cada vez en determinadas formas del estar‐en La multi‐plicidad de estas formas puede ponerse de manifiesto a modo de ejemplo me‐diante la siguiente enumeracioacuten habeacuterselas con algo producir cultivar y cuidar
1 Cf sect 29
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usar abandonar y dejar perderse emprender llevar a teacutermino averiguar interro‐gar contemplar discutir determinarhellip Estas maneras de estar‐en tienen el modo (57) de ser del ocuparse [Besorgen]lxxvi un modo de ser que deberaacute caracterizarse auacuten maacutes a fondo Maneras de ocuparse son tambieacuten los modos deficientes del dejar de hacer omitir renunciar reposar y todos los modos de ldquonada maacutes querdquo respecto de las posibilidades del ocuparse El teacutermino ldquoBesorgenrdquo ldquoocuparse de algordquo tiene en primer lugar una significacioacuten precientiacutefica y puede significar llevar a cabo reali‐zar ldquoaclararrdquo un asunto La expresioacuten puede significar tambieacuten [en alemaacuten] procu‐rarse algo en el sentido de conseguiacuterselo Ademaacutes se la usa en un giro particular temo [ich besorge] que la empresa fracase ldquoBesorgenrdquo quiere decir aquiacute algo asiacute como temer por alguna cosa En contraposicioacuten con estas significaciones precientiacute‐ficas y oacutenticas la expresioacuten ldquoocuparse de algordquo se usa en la presente investigacioacuten como teacutermino ontoloacutegico (como un existencial) para designar el ser de una deter‐minada posibilidad de estar‐en‐el‐mundo Este teacutermino no se ha escogido porque el Dasein sea ante todo y en gran medida econoacutemico y ldquopraacutecticordquo sino porque el ser mismo del Dasein debe mostrarse como Sorge cuidado A su vez esta expresioacuten deberaacute comprenderse como concepto estructural ontoloacutegico (cf cap 6 de esta sec‐cioacuten) No tiene nada que ver con ldquoafliccioacutenrdquo ldquotristezardquo ni ldquopreocupacionesrdquo de la vida estados que pueden darse oacutenticamente en todo Dasein Todo esto es oacutentica‐mente posible al igual que la ldquodespreocupacioacutenrdquo y la ldquoalegriacuteardquo porque el Dasein entendido ontoloacutegicamente es Sorge cuidado Puesto que al Dasein le pertenece por esencia el estar‐en‐el‐mundo su estar vuelto al mundo es esencialmente ocupa‐cioacuten1 Seguacuten lo dicho el estar‐en no es una ldquopropiedadrdquo que el Dasein tenga a ve‐ces y otras veces no tenga sin la cual eacutel pudiera ser al igual que con ella No es que el hombre ldquoseardquo y que tambieacuten tenga una relacioacuten de ser con el ldquomundordquo ocasio‐nalmente adquirida El Dasein no es jamaacutes ldquoprimeramenterdquo un ente por asiacute decir‐lo desprovisto de estar‐en al que de vez en cuando le viniera en ganas establecer una ldquorelacioacutenrdquo con el mundo Tal relacionarse con el mundo no es posible sino por‐que el Dasein en cuanto estar‐en‐el‐mundo es como es Esta constitucioacuten de ser no surge porque fuera del ente con caraacutecter de Dasein haya tambieacuten otro ente que esteacute‐ahiacute y que se encuentre con aqueacutel Este otro ente puede ldquoencontrarse conrdquo el Dasein soacutelo en la medida en que logra mostrarse desde eacutel mismo dentro de un mundo El decir hoy tan frecuente de que ldquoel hombre tiene su mundo circundanterdquo no significaraacute ontoloacutegicamente nada mientras este ldquotenerrdquo permanezca indetermi‐nado Por lo que respecta a su posibilidad el ldquotenerrdquo estaacute fundado en la constitu‐cioacuten (58) existencial del estar‐en Como ente que es esencialmente de esta manera
1 Ser‐hombre y Da‐sein son aquiacute equivalentes
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el Dasein puede descubrir en forma expliacutecita el ente que comparece en el mundo circundante saber de eacutel disponer de eacutel tener un ldquomundordquo La locucioacuten oacutenticamen‐te trivial de ldquotener un mundo circundanterdquo es un problema desde el punto de vista ontoloacutegico Para resolverlo es necesario determinar de antemano de una manera ontoloacutegicamente suficiente el ser del Dasein Si en la biologiacutea mdashsobre todo nueva‐mente despueacutes de KE von Baermdash se hace uso de esta estructura de ser no por ello debe juzgarse como ldquobiologismordquo el uso filosoacutefico de la misma Porque tam‐poco la biologiacutea puede jamaacutes en cuanto ciencia positiva encontrar ni determinar esta estructura mdashtiene que presuponerla y hacer constante uso de ella1 Pero la estructura misma no puede ser explicitada filosoacuteficamente incluso como un apriori del objeto temaacutetico de la biologiacutea si ella no ha sido previamente comprendida co‐mo estructura del Dasein Soacutelo orientaacutendose por la estructura ontoloacutegica asiacute com‐prendida se puede delimitar a priori por viacutea de privacioacuten la estructura ontoloacutegica de la ldquovidardquo El estar‐en‐el‐mundo en cuanto ocupacioacuten tiene tanto oacutentica como on‐toloacutegicamente la primaciacutea En la analiacutetica del Dasein esta estructura encuentra su interpretacioacuten fundamentante Pero iquestno se mueve exclusivamente en enunciados negativos la determina‐cioacuten de esta constitucioacuten de ser hecha hasta ahora Lo uacutenico que se nos dice es lo que este estar‐en presuntamente tan fundamental no es Efectivamente Pero este predominio de la caracterizacioacuten negativa no es un azar Por el contrario la carac‐terizacioacuten negativa manifiesta la peculiaridad del fenoacutemeno y es asiacute positiva en un sentido genuino que se ajusta al fenoacutemeno mismo La exhibicioacuten fenomenoloacutegica del estar‐en‐el‐mundo tiene el caraacutecter de un rechazo de distorsiones y encubri‐mientos de este fenoacutemeno porque eacutel siempre ya estaacute ldquovistordquo de alguna manera en todo Dasein Y esto es asiacute porque eacutel constituye una estructura fundamental del Da‐sein en tanto que con su ser el Dasein queda ya cada vez abierto para su compren‐sioacuten del ser Pero en forma no menos radical el fenoacutemeno tambieacuten queda la ma‐yor parte de las veces ya erroacuteneamente comprendido o deficientemente interpreta‐do desde un punto de vista ontoloacutegico2 Ahora bien este lsquover en cierta manera pe‐ro la mayor parte de las veces comprender erroacuteneamentersquo no se funda por su parte en otra cosa que en esta misma constitucioacuten de ser del Dasein conforme a la cual el Dasein se comprende ontoloacutegicamente a siacute mismomdash y esto quiere decir comprende tambieacuten su estar‐en‐el‐mundo primero a partir del ente y del ser del en‐te que no es eacutel mismo pero que comparece para eacutel ldquodentrordquo de su mundo3 En el Dasein y para eacutel mismo esta constitucioacuten de ser ya estaacute siempre cono‐cida de alguna manera Ahora bien si ha de llegar a ser reconocida el conocer 1 iquestEstaacute siquiera justificado hablar ahiacute de lsquomundorsquo iexclMaacutes bien entorno [Unigebung] Al lsquodarsersquo de este entorno [lsquoCebersquo] corresponde el lsquotenerrsquo [lsquoHabersquo] El Da‐sein jamaacutes lsquotienersquo mundo 2 iexclCiertamente iexclComo que desde el punto de vista del puro ser eacutel no es en absoluto 3 Una interpretacioacuten de rebote
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[Erkennen]lxxvii que asume expliacutecitamente esta tarea se toma a siacute mismo mdashen (59) cuanto conocimiento del mundomdash como relacioacuten ejemplar del ldquoalmardquo con el mun‐do El conocimiento del mundo (νοεῖν) o correlativamente el hablar del ldquomundordquo y decir algo de eacutel (λόγος) funciona por esto como el modo primario del estar‐en‐el‐mundo sin que este uacuteltimo sea comprendido como tal Ahora bien como esta estructura de ser aunque oacutenticamente experimentada como ldquorelacioacutenrdquo entre un ente (mundo) y otro ente (alma) permanece inaccesible desde un punto de vista ontoloacutegico y como el ser es comprendido ontoloacutegicamente en primer lugar a partir del ente intramundano se intenta concebir la relacioacuten entre aquellos entes sobre la base de estos entes mismos y en el sentido de su ser ed como un estar‐ahiacute El estar‐en‐el‐mundo mdashaunque prefenomenoloacutegicamente experimentado y conoci‐domdash se hace invisible como consecuencia de una interpretacioacuten ontoloacutegicamente inadecuada Ahora se conoce la constitucioacuten del Dasein mdashy ademaacutes como algo obviomdash tan soacutelo en la forma que ella cobra en la interpretacioacuten inadecuada De esta manera ella se convierte en el punto de partida ldquoevidenterdquo para los problemas de la teoriacutea del conocimiento o de la ldquometafiacutesica del conocimientordquo Porque iquestqueacute pue‐de ser maacutes evidente que el hecho de que un sujeto se relacione con un ldquoobjetordquo y viceversa Esta ldquorelacioacuten‐sujeto‐objetordquo se convierte en supuesto necesario Pero todo esto no pasa de ser un supuesto que mdashaunque incuestionable en su factici‐dadmdash resulta sin embargo y precisamente por ello enteramente fatal si su necesi‐dad ontoloacutegica y sobre todo su sentido ontoloacutegico son dejados en la oscuridad Puesto que el conocimiento del mundo [Welterkennen] es tomado habitual‐mente en forma exclusiva como el fenoacutemeno ejemplar del estar‐en y esto no soacutelo para la teoriacutea del conocimiento mdashporque el comportamiento praacutectico es compren‐dido como el comportamiento ldquono‐teoreacuteticordquo y ldquoateoreacuteticordquomdash y como por esta pri‐maciacutea del conocimiento se encamina falsamente la comprensioacuten de su modo de ser maacutes propio el estar‐en‐el‐mundo deberaacute ser examinado maacutes rigurosamente en la perspectiva del conocimiento del mundo y este mismo deberaacute ser hecho visible como ldquomodalidadrdquo existencial del estar‐en sect 13 Ejemplificacioacuten del estar‐en por medio de un modo fundado El conocimiento
del mundo Si el estar‐en‐el‐mundo es una constitucioacuten fundamental del Dasein en la que eacuteste se mueve no soacutelo en general sino especialmente en el modo de la cotidia‐nidad entonces ese estar‐en‐el‐mundo deberaacute ser experimentado ya desde siempre de (60) una manera oacutentica Un total encubrimiento seriacutea incomprensible puesto que el Dasein dispone de una comprensioacuten de ser acerca de siacute mismo por muy in‐determinada que ella sea Pero cuando el ldquofenoacutemenordquo mismo del ldquoconocimiento
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del mundordquo empezoacute a ser tomado en consideracioacuten cayoacute de inmediato en una in‐terpretacioacuten ldquoexternardquo y formal Indicio de ello es el modo todaviacutea hoy usual de entender el conocimiento como una ldquorelacioacuten entre sujeto y objetordquo modo de en‐tender que encierra tanto de ldquoverdadrdquo como de vacuidad Ademaacutes de que sujeto y objeto no coinciden tampoco con Dasein y mundo1 Aunque fuese ontoloacutegicamente posible determinar primariamente el estar‐en desde el estar‐en‐el‐mundo cognoscentelxxviii se dariacutea como primera exigencia la tarea de una caracterizacioacuten fenomeacutenica del conocer como un estar en el mundo y en relacioacuten con el mundo Al reflexionar sobre esta relacioacuten de ser se nos da por lo pronto un ente llamado naturaleza como siendo lo que se conoce En este ente no es posible encontrar el conocimiento mismo Si eacuteste de alguna manera ldquoesrdquo enton‐ces perteneceraacute uacutenicamente al ente que conoce Pero tampoco en este ente la cosa‐hombre el conocimiento es algo que estaacute‐ahiacute En todo caso no es posible constatar‐lo de una manera tan externa como aquella en que se constatan por ejemplo las propiedades corpoacutereas Ahora bien en la medida en que el conocimiento forma parte de este ente sin ser empero una propiedad externa deberaacute estar ldquodentrordquo de eacutel Por consiguiente cuanto maacutes terminantemente se sostenga que el conocimiento estaacute primera y propiamente ldquodentrordquo y maacutes aun que no tiene absolutamente nada del modo de ser de un ente fiacutesico o psiacutequico tanto maacutes libre de supuestos se cree proceder en la pregunta por la esencia del conocimiento y en el esclarecimiento de la relacioacuten entre sujeto y objeto En efecto tan soacutelo ahora puede surgir un proble‐ma vale decir el que se expresa en la siguiente pregunta iquestcoacutemo sale este sujeto cognoscente de su ldquoesferardquo interna hacia otra ldquodistinta y externardquo coacutemo puede el conocimiento tener un objeto coacutemo debe ser pensado el objeto mismo para que en definitiva el sujeto lo conozca sin necesidad de arriesgar el salto a otra esfera En estas muchas y variadas formas de encarar el problema continuamente se omite sin embargo la pregunta por el modo de ser de este sujeto cognoscente a pesar de que su manera de ser ya estaacute constante y taacutecitamente implicada cada vez que se cuestiona su conocer Es verdad que por otra parte se nos asegura que el dentro y la ldquoesfera interiorrdquo del sujeto no se piensan como una ldquocajardquo o una ldquocaacutepsulardquo Pero queacute significa positivamente el ldquodentrordquo de la inmanencia en donde el conocimiento estaacute por lo pronto encerrado y coacutemo se funda el caraacutecter de ser de este ldquoestar dentrordquo del conocimiento en el modo de ser del sujeto sobre esto reina el silencio Sin embargo sea cual fuere el modo como se interprete esta esfera interior por el solo hecho de plantearse la pregunta acerca de coacutemo logra el conocimiento salir ldquofuerardquo de ella y alcanzar una ldquotrascendenciardquo se pone de (61) manifiesto que el
1 iexclCiertamente que no Y tan poco coinciden que ya soacutelo por haberlos puesto juntos incluso la ne‐gacioacuten resulta fatal
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conocimiento aparece como problemaacutetico sin que se haya aclarado antes coacutemo y queacute sea en definitiva este conocimiento que tales enigmas plantea En este planteamiento no se echa de ver algo que hasta en la tematizacioacuten maacutes provisional del fenoacutemeno del conocimiento ya estaacute impliacutecitamente dicho que el conocimiento es una modalidad de ser del Dasein en cuanto estar‐en‐el‐mundo esto es que tiene su fundamento oacutentico en esta constitucioacuten de ser Contra esta apelacioacuten a lo fenomeacutenicamente dado mdashque el conocimiento es un modo de ser del estar‐en‐el‐mundomdash se podriacutea objetar que esa interpretacioacuten del conocer reduce a nada el problema mismo del conocimiento porque iquestqueacute podriacutea preguntarse auacuten si suponemos de antemano que el conocimiento ya estaacute en medio de aquel mundo que eacutel tendriacutea que alcanzar precisamente trascendiendo al sujeto Si se prescinde del hecho de que en la formulacioacuten de la uacuteltima pregunta vuelve a aparecer el ldquopunto de vistardquo constructivo carente de evidencia fenomeacutenica iquestcuaacutel es la instancia para decidir si debe y en queacute sentido debe haber un problema del conocimiento como no sea el propio fenoacutemeno del conocimiento y el modo de ser del que conoce Si preguntamos ahora queacute es lo que se muestra cuando el conocimiento mis‐mo es fenomeacutenicamente constatado tendremos que afirmar que el conocimiento mismo se funda de antemano en un ya‐estar‐en‐medio‐del‐mundo que constituye esencialmente el ser del Dasein Este ya‐estar‐en‐medio‐de no es un mero quedarse boquiabierto mirando un ente que no hiciera maacutes que estar presente El estar‐en‐el‐mundo como ocupacioacuten estaacute absorto en el mundo del que se ocupa Para que el co‐nocimiento como determinacioacuten contemplativa de lo que estaacute‐ahiacute llegue a ser posi‐ble se requiere una previa deficiencia del quehacer que se ocupa del mundo Abste‐nieacutendose de todo producir manejar y otras ocupaciones semejantes la ocupacioacuten se reduce al uacutenico modo de estar‐en que ahora le queda al mero‐permanecer‐jun‐to‐ahellip Sobre la base de este modo de ser respecto del mundo que permite que el en‐te que comparece dentro del mundo soacutelo comparezca en su puro aspecto (εἶδος) se hace posible como modo de esa forma de ser un expliacutecito mirar‐hacia lo asiacute com‐pareciente1 Este mirar‐hacia es siempre un preciso orientarse ahellip un apuntar al en‐te que estaacute‐ahiacute Este apuntar extrae de antemano del ente que comparece un cierto ldquopunto de vistardquo Semejante mirar‐hacia viene a ser eacutel mismo un modo autoacutenomo de estar en medio de los entes intramundanos En el ldquoestarrdquo asiacute constituido mdashcomo abstencioacuten de todo manejo (62) y utilizacioacutenmdash se lleva a cabo la aprehensioacuten de lo que estaacute‐ahiacute La aprehensioacuten se realiza en la forma de un hablar de algo [Ansprechen] y de un hablar que dice algo como algo [Besprechen von etwas als etwas] Sobre la base de esta interpretacioacuten mdashen sentido latiacutesimomdash la aprehensioacuten se convierte en determi‐
1 No por apartar‐la‐vista‐de surge ya el mirar‐haciamdash eacuteste tiene un origen propio y su consecuencia necesaria es aquel apartar‐la‐vista la contemplacioacuten tiene su propia originariedad La mirada hacia el εἶδος exige otra cosa
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nacioacuten Lo aprehendido y determinado puede expresarse en proposiciones y en tanto que asiacute enunciado retenerse y conservarse Esta retencioacuten aprehensora de un enunciado acerca dehellip es ella misma una manera de estar‐en‐el‐mundo y no debe interpretarse como un ldquoprocesordquo por medio del cual un sujeto se procurara repre‐sentaciones de algo las que convertidas asiacute en propiedad quedaran guardadas ldquodentrordquo y con respecto a las cuales pudiera surgir luego ocasionalmente la pre‐gunta acerca de su ldquoconcordanciardquo con la realidad Dirigieacutendose haciahellip y aprehendiendo algo el Dasein no sale de su esfera interna en la que estariacutea primeramente encapsulado sino que por su modo pri‐mario de ser ya estaacute siempre ldquofuerardquo junto a un ente que comparece en el mundo ya descubierto cada vez Y el determinante estar junto al ente por conocer no es algo asiacute como un abandono de la esfera interna sino que tambieacuten en este ldquoestar fuerardquo junto al objeto el Dasein estaacute ldquodentrordquo en un sentido que es necesario entender correctamente e d eacutel mismo es el ldquodentrordquo en cuanto es un estar‐en‐el‐mundo cognoscente Y a su vez la aprehensioacuten de lo conocido no es un regresar del salir aprehensor con la presa alcanzada a la ldquocajardquo de la conciencia sino que tambieacuten en la aprehensioacuten conservacioacuten y retencioacuten el Dasein cognoscente sigue estando en cuanto Dasein fuera En el ldquomerordquo saber acerca de una conexioacuten de ser del ente en la ldquosolardquo representacioacuten del mismo en el ldquopurordquo ldquopensarrdquo en eacutel no es‐toy menos en medio del ente allaacute fuera en el mundo que en una captacioacuten origina‐ria Incluso el olvido de algo en el que aparentemente se borra toda relacioacuten de ser con lo anteriormente conocido debe ser concebido como una modificacioacuten del estar‐en originario y otro tanto hay que decir de toda ilusioacuten y de todo error Las relaciones de fundamentacioacuten ya expuestas de los modos de estar‐en‐el‐mundo constitutivos del conocimiento del mundo muestran claramente lo siguien‐te en el conocimiento el Dasein alcanza un nuevo estado de ser respecto del mundo ya siempre descubierto en el Dasein Esta nueva posibilidad de ser se puede desa‐rrollar en forma autoacutenoma convertirse en tarea y asumir como ciencia la direc‐cioacuten del estar‐en‐el‐mundo Sin embargo el conocimiento no crea por primera vez un ldquocommerciumldquo del sujeto con un mundo ni este commercium surge tampoco por una actuacioacuten del mundo sobre un sujeto El conocimiento es un modo del existir [del Dasein] que se funda en el estar‐en‐el‐mundo Eacutesa es la razoacuten por la cual el estar‐en‐el‐mundo reclama en tanto que constitucioacuten fundamental una previa interpretacioacuten
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CAPIacuteTULO TERCERO La mundaneidad del mundo
sect 14 La idea de la mundaneidad del mundo en general (63) El estar‐en‐el‐mundo deberaacute ser aclarado en primer lugar desde el pun‐to de vista del momento estructural ldquomundordquo La realizacioacuten de esta tarea parece faacutecil y tan trivial que auacuten se sigue creyendo poder prescindir de ella iquestQueacute puede significar describir ldquoel mundordquo como fenoacutemeno Hacer ver lo que se muestra como ldquoenterdquo dentro del mundo El primer paso consistiriacutea entonces en una enumeracioacuten de lo que hay ldquoenrdquo el mundo casas aacuterboles hombres montantildeas astros Podemos describir el ldquoaspectordquo de estos entes y narrar lo que ocurre en ellos y con ellos Pero esto es manifiestamente un ldquoquehacerrdquo prefenomenoloacutegico que no puede ser en absoluto fenomenoloacutegicamente relevante La descripcioacuten queda retenida en el ente Es oacutentica Pero lo que se busca es el ser El ldquofenoacutemenordquo en sentido fenomenoloacutegico fue determinado formalmente como lo que se muestra como ser y estructura de ser Seguacuten esto describir fenomenoloacutegicamente el ldquomundordquo significaraacute mostrar y fijar en conceptos categoriales el ser del ente que estaacute‐ahiacute dentro del mundo Los entes dentro del mundo son las cosas las cosas naturales y las cosas ldquodotadas de valorrdquo La esencia de las cosas se convierte en problema y en la medida en que la esencia de las uacuteltimas estaacute fundada en la esencia de las cosas naturales el tema pri‐mario es el ser de las cosas naturales la naturaleza en cuanto tal El caraacutecter de ser de las cosas naturales de las sustancias que funda todo lo demaacutes es la sustanciali‐dad iquestEn queacute consiste su sentido ontoloacutegico Con esto hemos orientado la investi‐gacioacuten en una direccioacuten inequiacutevoca Pero con ello iquestpreguntamos ontoloacutegicamente por el ldquomundordquo La problemaacute‐tica que acabamos de precisar es sin duda ontoloacutegica Sin embargo aun cuando en ella se lograra la maacutes perfecta explicacioacuten del ser de la naturaleza por medio de los enunciados fundamentales que se nos dan sobre este ente en la ciencia matemaacutetica de la naturaleza esta ontologiacutea no acertariacutea jamaacutes en el fenoacutemeno del ldquomundordquo La naturaleza es ella misma un ente que comparece dentro del mundo y que puede describirse por distintos caminos y en diversos grados iquestDebemos por consiguiente guiarnos en primer lugar por el ente en medio del cual el Dasein estaacute inmediata y regularmente esto es por las cosas ldquodotadas de (64) valorrdquo iquestNo son ellas las que ldquopropiamenterdquo muestran el mundo en que vivi‐mos Tal vez ellas muestren efectivamente de un modo maacutes incisivo eso que llama‐mos el ldquomundordquo Sin embargo tambieacuten estas cosas son entes ldquodentrordquo del mundo
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Ni la descripcioacuten oacutentica del ente intramundano ni la interpretacioacuten ontoloacutegica del ser de este ente aciertan como tales en el fenoacutemeno del ldquomundordquo Ambos modos de acce‐so al ldquoser objetivordquo ldquosuponenrdquo ya el ldquomundordquo y esto de diversas maneras iquestEntonces no puede hablarse en absoluto del ldquomundordquo como de una deter‐minacioacuten del ente intramundano Sin embargo a este ente lo llamamos justamente ldquointramundanordquo iquestEs el ldquomundordquo en definitiva un caraacutecter de ser del Dasein En‐tonces iquestno tendraacute ldquopor lo prontordquo cada Dasein su propio mundo iquestNo se convierte asiacute el ldquomundordquo en algo ldquosubjetivordquo iquestCoacutemo podriacutea en ese caso ser todaviacutea posible un mundo ldquocomuacutenrdquo ldquoenrdquo el que sin duda estamos Y cuando se plantea la pregun‐ta por el ldquomundordquo iquesta queacute mundo nos referimos Ni a eacuteste ni a aqueacutel sino a la mun‐daneidad del mundo en general iquestCuaacutel es el camino para dar con este fenoacutemeno ldquoMundaneidadrdquo es un concepto ontoloacutegico que se refiere a la estructura de un momento constitutivo del estar‐en‐el‐mundo Ahora bien el estar‐en‐el‐mundo se nos ha manifestado como una determinacioacuten existencial del Dasein Seguacuten esto la mundaneidad misma es un existencial Cuando preguntamos por el ldquomundordquo desde un punto de vista ontoloacutegico no abandonamos de ninguacuten modo el campo temaacutetico de la analiacutetica del Dasein Ontoloacutegicamente el ldquomundordquo no es una deter‐minacioacuten de aquel ente que por esencia no es el Dasein sino un caraacutecter del Dasein mismo Lo cual no excluye que el camino de la investigacioacuten del fenoacutemeno ldquomun‐dordquo deba pasar por el ente intramundano y por su ser La tarea de una ldquodescrip‐cioacutenrdquo fenomenoloacutegica del mundo es tan poco evidente que ya la sola adecuada precisioacuten de la misma demanda esenciales aclaraciones ontoloacutegicas De las consideraciones hechas anteriormente y del frecuente empleo de la palabra ldquomundordquo saltan a la vista sus muacuteltiples sentidos El esclarecimiento de esta multiplicidad se logra sentildealando los fenoacutemenos a que apuntan las diversas signifi‐caciones y la conexioacuten entre ellos 1 Mundo se emplea como concepto oacutentico y significa entonces la totalidad del ente que puede estar‐ahiacute dentro del mundo 2 Mundo funciona como teacutermino ontoloacutegico y entonces significa el ser del ente mencionado en el nuacutemero 1 Y asiacute ldquomundordquo puede convertirse en el teacutermino para designar la regioacuten que cada vez abarca una multiplicidad de entes por ej al hablar del ldquomundordquo del matemaacutetico mundo significa la regioacuten de los posibles (65) objetos de la matemaacutetica 3 Mundo puede ser comprendido nuevamente en sentido oacutentico pero ahora no como el ente que por esencia no es el Dasein y que puede comparecer intramunda‐namente sino como ldquoaquello en lo querdquo ldquoviverdquo un Dasein faacutectico en cuanto tal Mundo tiene aquiacute un significado existentivo preontoloacutegico en el que se dan nueva‐mente distintas posibilidades mundo puede significar el mundo ldquopuacuteblicordquo del no‐sotros o el mundo circundante ldquopropiordquo y maacutes cercano (domeacutestico)
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4 Mundo designa por uacuteltimo el concepto ontoloacutegico‐existencial de la mundanei‐dad La mundaneidad misma es modificable seguacuten la variable totalidad estructural de los ldquomundosrdquo particulares pero encierra en siacute el apriori de la mundaneidad en general Nosotros tomaremos terminoloacutegicamente la expresioacuten ldquomundordquo en la sig‐nificacioacuten fijada en el nuacutemero 3 Y si alguna vez se la emplea en el sentido mencio‐nado en primer lugar se haraacute notar esta significacioacuten mediante las comillas La derivacioacuten ldquomundanordquo apunta entonces terminoloacutegicamente a un modo de ser del Dasein y nunca al de un ente que estaacute‐ahiacute ldquoenrdquo el mundo A eacuteste lo lla‐maremos ente del mundo [Weltzugehoumlrig = perteneciente al mundo]1 o intramunda‐no Una mirada a la ontologiacutea usual muestra que junto con haber errado la constitucioacuten del Dasein que es el estar‐en‐el‐mundo se ha pasado por alto el fenoacuteme‐no de la mundaneidad En reemplazo suyo se intenta interpretar el mundo a partir del ser del ente que estaacute‐ahiacute dentro del mundo y que ademaacutes por lo pronto no estaacute en absoluto descubierto es decir a partir de la naturaleza2 La naturaleza mdashcomprendida en sentido ontoloacutegico‐categorialmdash es un caso liacutemite del ser del posi‐ble ente intramundano El Dasein soacutelo puede descubrir al ente como naturaleza en este sentido en un modo determinado de su estar‐en‐el‐mundo Este conocimiento tiene el caraacutecter de una determinada desmundanizacioacuten del mundo La ldquonaturale‐zardquo como concepto categorial global de las estructuras de ser de un determinado ente que comparece dentro del mundo jamaacutes puede hacer comprensible la munda‐neidad3 Asimismo el fenoacutemeno de la ldquonaturalezardquo tomado por ej en el sentido del concepto de naturaleza del romanticismo soacutelo es ontoloacutegicamente comprensible desde el concepto de mundo es decir desde la analiacutetica del Dasein Frente al problema de un anaacutelisis ontoloacutegico de la mundaneidad del mundo la ontologiacutea tradicional mdashcuando llega siquiera a ver el problemamdash se mueve en un callejoacuten sin salida Por otra parte una interpretacioacuten de la mundaneidad del Dasein y de las posibilidades y especies de su mundanizacioacuten deberaacute mostrar por queacute el Dasein en el modo de ser del conocimiento del mundo omitelxxix oacutentica y (66) ontoloacutegicamente el fenoacutemeno de la mundaneidad Pero el factum de esta omisioacuten implica a la vez la advertencia de que se requiere particulares precauciones si se desea lograr para el acceso al fenoacutemeno de la mundaneidad el adecuado punto de partida fenomeacutenico que haga imposible aquella omisioacuten Las indicaciones metodoloacutegicas en este sentido ya fueron dadas El estar‐en‐el‐mundo y consiguientemente tambieacuten el mundo deben convertirse en tema de
1 El Da‐sein justamente estaacute sujeto‐a‐mundo [ist welthoumlrig] 2 lsquoNaturalezarsquo entendida aquiacute kantianamente en el sentido de la fiacutesica moderna 3 iexclsino al reveacutes
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la analiacutetica en el horizonte de la cotidianidad media como el maacutes inmediato modo de ser del Dasein Seraacute necesario examinar el estar‐en‐el‐mundo cotidiano de tal manera que buscando apoyo fenomeacutenico en eacuteste podamos fijar la mirada en el mundo El mundo maacutes cercano al Dasein cotidiano es el mundo circundante [Umwelt] La marcha de la investigacioacuten iraacute desde este caraacutecter existencial del estar‐en‐el‐mundo mediano hacia la idea de la mundaneidad en general La mundaneidad del mundo circundante (la circunmundaneidad) la buscamos a traveacutes de una interpre‐tacioacuten ontoloacutegica del ente que comparece maacutes inmediatamente dentro del mundo circundante La expresioacuten ldquomundo circundanterdquo contiene en el teacutermino ldquocircundan‐terdquo una referencia a la espacialidad El ldquoen‐tornordquo que es constitutivo del mundo circundante no tiene empero ninguacuten sentido primariamente ldquoespacialrdquo El caraacutecter espacial que pertenece indiscutiblemente al mundo circundante se debe aclarar maacutes bien a partir de la estructura de la mundaneidad Desde aquiacute se hace fenomeacute‐nicamente visible la espacialidad del Dasein sentildealada en el sect 12 Ahora bien la on‐tologiacutea ha intentado interpretar precisamente a partir de la espacialidad el ser del ldquomundordquo entendido como res extensa La tendencia extrema hacia semejante onto‐logiacutea del mundo elaborada en contraposicioacuten a la res cogitans mdashla cual no coincide ni oacutentica ni ontoloacutegicamente con el Daseinmdash la encontramos en Descartes El anaacuteli‐sis de la mundaneidad que intentaremos hacer aquiacute puede esclarecerse por con‐traste con esta tendencia ontoloacutegica Dicho anaacutelisis se llevaraacute a cabo en tres etapas A Anaacutelisis de la circunmundaneidad y de la mundaneidad en general B Confron‐tacioacuten ilustrativa del anaacutelisis de la mundaneidad con la ontologiacutea del ldquomundordquo en Descartes C Lo circundante del mundo circundante y la ldquoespacialidadrdquo del Dasein
A Anaacutelisis de la circunmundaneidad y de la mundaneidad en general
sect 15 El ser del ente que comparece en el mundo circundante La exhibicioacuten fenomenoloacutegica del ser del ente inmediatamente comparecien‐te se efectuaraacute al hilo del modo cotidiano del estar‐en‐el‐mundo que tambieacuten (67) llamamos trato en el mundo con el ente intramundanolxxx El trato ya se ha dispersa‐do en una multiplicidad de modos del ocuparse Pero el modo inmediato del trato no es mdashcomo ya fue mostradomdash el conocer puramente aprehensor sino el ocupar‐se que manipula y utiliza el cual tiene su propio ldquoconocimientordquolxxxi La pregunta fenomenoloacutegica se dirige en primer lugar al ser del ente que comparece en dicha ocupacioacuten Para asegurar el ver aquiacute requerido se hace necesaria una observacioacuten previa de caraacutecter metodoloacutegico
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En la apertura y explicacioacuten del ser el ente es siempre lo previa y concomi‐tantemente temaacutetico el tema propiamente dicho es el ser En el aacutembito del presente anaacutelisis el ente pretemaacutetico es lo que se muestra en la ocupacioacuten que tiene lugar en el mundo circundante Este ente no es entonces el objeto de un conocimiento teoreacute‐tico del ldquomundordquo es lo que estaacute siendo usado producido etc Como ente que com‐parece de esta manera cae como tema previo bajo la mirada de un ldquoconocimientordquo que por ser fenomenoloacutegico mira primariamente hacia el ser y cotematiza el ente en cuestioacuten desde esta tematizacioacuten del ser Esta interpretacioacuten fenomenoloacutegica no es por consiguiente un conocimiento de cualidades entitativas del ente sino una determinacioacuten de la estructura de su ser Pero como investigacioacuten de ser ella se convierte en la ejecucioacuten autoacutenoma y expresa de la comprensioacuten de ser que desde siempre pertenece al Dasein y que estaacute ldquovivardquo en todo trato con entes El ente que antecede fenomenoloacutegicamente al tema en este caso lo que estaacute siendo usado lo que se encuentra en proceso de produccioacuten se hace accesible en un transponerse en aquella ocupacioacuten En sentido estricto hablar de ldquotransponerserdquo puede inducir a error porque en ese modo de ser que es el trato de la ocupacioacuten no necesitamos transponernos El Dasein cotidiano ya estaacute siempre en esta manera de ser por ejem‐plo al abrir la puerta hago uso de la manilla El acceso fenomenoloacutegico al ente que comparece de esta manera se logra maacutes bien repeliendo las tendencias interpreta‐tivas que se precipitan sobre nosotros y nos acompantildean las cuales encubren com‐pletamente el fenoacutemeno de parejo ldquoocuparserdquo y con mayor razoacuten tambieacuten al ente tal como comparece desde eacutel mismo en la ocupacioacuten y para ella Estos engantildeosos errores se aclaran si en nuestra investigacioacuten preguntamos ahora iquestcuaacutel es el ente que debe constituir el tema previo y que debe considerarse como terreno fenomeacute‐nico preliminar Se responderaacute las cosas Pero con esta respuesta obvia tal vez ya habremos perdido el terreno fenomeacutenico preliminar que buscaacutebamos En efecto al hablar del ente como ldquocosardquo (res)lxxxii estamos anticipando impliacutecitamente una (68) determina‐cioacuten ontoloacutegica El anaacutelisis que desde esta base interrogue por el ser de ese ente llegaraacute a la cosidad y a la realidad La explicacioacuten ontoloacutegica encontraraacute si sigue por esta viacutea caracteres de ser tales como la sustancialidad la materialidad la ex‐tensioacuten la contiguumlidadhellip Pero el ente que comparece en la ocupacioacuten queda por lo pronto oculto tras este modo de ser y oculto incluso en su comparecer preontoloacutegi‐co Al designar las cosas como el ente ldquoinmediatamente dadordquo se marcha en una direccioacuten ontoloacutegica equivocada aun cuando oacutenticamente quiera decirse algo dis‐tinto Lo que propiamente se quiere decir queda indeterminado O bien se caracte‐rizaraacute esas ldquocosasrdquo como cosas ldquodotadas de valorrdquo iquestQueacute quiere decir ontoloacutegica‐mente ldquovalorrdquo iquestCoacutemo concebir categorialmente este ldquoestar dotadordquo y el inherir de los valoreslxxxiii Aun dejando de lado la oscuridad de esta estructura del estar‐dota‐
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do‐de‐valor iquestacierta ella en el caraacutecter fenomeacutenico del ser de lo que comparece en el trato de la ocupacioacuten Los griegos teniacutean un teacutermino adecuado para las ldquocosasrdquo las llamaban πράγματα que es aquello con lo que uno tiene que habeacuterselas en el trato de la ocupacioacuten (en la πρᾶξις) Sin embargo dejaron ontoloacutegicamente en la oscuridad justo el caraacutecter especiacuteficamente ldquopragmaacuteticordquo de los πράγματα determinaacutendolos ldquopor lo prontordquo como meras cosas1 Nosotros llamaremos al ente que comparece en la ocupacioacuten el uacutetil [Zeug]lxxxiv En el trato pueden encontrarse los uacutetiles para escri‐bir los uacutetiles para coser los uacutetiles para trabajar [herramientas] los uacutetiles para via‐jar [vehiacuteculos] los uacutetiles para medir Es necesario determinar el modo de ser de los uacutetiles y esto habraacute de hacerse tomando como hilo conductor la previa delimitacioacuten de lo que hace del uacutetil un uacutetil de la ldquopragmaticidadrdquo [Zeughaftigkeit]lxxxv Un uacutetil no ldquoesrdquo en rigor jamaacutes Al ser del uacutetil le pertenece siempre y cada vez un todo de uacutetiles [Zeugganzes] en el que el uacutetil puede ser el uacutetil que eacutel es Esen‐cialmente el uacutetil es ldquoalgo parahelliprdquo Las distintas maneras del ldquopara‐algordquo tales co‐mo la utilidad la capacidad para contribuir a la empleabilidad la manejabilidad constituyen una totalidad de uacutetiles [Zeugganzheit] En la estructura del ldquopara‐algordquo hay una remisioacuten de algo hacia algo El fenoacutemeno sentildealado con este teacutermino soacutelo podraacute hacerse visible en su geacutenesis ontoloacutegica en los anaacutelisis que vendraacuten maacutes ade‐lante Por ahora se trata de obtener una visioacuten fenomeacutenica de un complejo remisio‐nal De acuerdo a su pragmaticidad un uacutetil soacutelo es desde su pertenencia a otros uacuteti‐les uacutetil para escribir pluma tinta papel carpeta mesa laacutempara muebles venta‐nas puertas cuarto Estas ldquocosasrdquo no se muestran jamaacutes primero por separado pa‐ra llenar luego un cuarto como suma de cosas reales Lo inmediatamente compare‐ciente aunque no temaacuteticamente captado es el cuarto que por su parte no es lo que se halla ldquoentre las cuatro paredesrdquo en un sentido espacial (69) geomeacutetrico sino un uacutetil‐habitacional Desde eacutel se muestra la ldquodisposicioacutenrdquo de las cosas y en eacutesta cada ldquounordquo de los uacutetiles Antes de cada uno ya estaacute siempre descubierta una totalidad de uacutetiles El trato ajustado al uacutetil que es el uacutenico modo en que eacuteste puede mostrarse genuinamente en su ser p ej el martillar con el martillo no aprehende temaacutetica‐mente este ente como una cosa que se hace presente para nosotros ni sabe en abso‐luto de la estructura pragmaacutetica en cuanto tal El martillar no tiene un mero saber del caraacutecter pragmaacutetico del martillo sino que se ha apropiado de este uacutetil en la for‐ma maacutes adecuada que cabe En este modo del trato que es el uso la ocupacioacuten se subordina al para‐algo que es constitutivo del respectivo uacutetil cuanto menos soacutelo se contemple la cosa‐martillo cuanto mejor se eche mano del martillo usaacutendolo tanto
1 iquestPorqueacute iexclεἶδος ‐ μορφή ‐ ὕλη Pero desde la τέχνη y por consiguiente iexcluna interpretacioacuten lsquoartiacutes‐ticarsquo iexclsi μορφή no fuese pensada como εἶδος ἰδέα
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maacutes originaria seraacute la relacioacuten con eacutel tanto maacutes desveladamente compareceraacute co‐mo lo que es como uacutetil El martillar mismo descubre la ldquomanejabilidadrdquo especiacutefica del martillo El modo de ser del uacutetil en que eacuteste se manifiesta desde eacutel mismo lo llamamos el estar a la mano [Zuhandenheit]lxxxvi Soacutelo porque el uacutetil tiene este ldquoser‐en‐siacuterdquolxxxvii y no se limita a encontrarse ahiacute delante es disponible y ldquomanejablerdquo en el maacutes amplio sentido El puro mirar‐hacialxxxviii tal o cual ldquoaspectordquo de las cosas por agudo que sea no es capaz de descubrir lo a la mano A la mirada puramente ldquoteo‐reacuteticardquo hacia las cosas le falta la comprensioacuten del estar a la mano Sin embargo ese trato que usa y manipula no es ciego sino que tiene su propia manera de ver que dirige el manejo y le confiere su especiacutefica seguridad El trato con los uacutetiles se sub‐ordina al complejo remisional del ldquopara‐algordquo La visioacuten que se da en semejante ldquoplegarse ardquo es la circunspeccioacuten [Umsicht]lxxxix El comportamiento ldquopraacutecticordquo no es ldquoateoreacuteticordquo en el sentido de estar priva‐do de visioacuten y su diferencia frente al comportamiento teoacuterico no consiste solamen‐te en que aquiacute se contempla y alliacute se actuacutea y en que el actuar para no quedarse a ciegas aplica un conocimiento teoacuterico por el contrario la contemplacioacuten es origi‐nariamente un ocuparse asiacute como el actuar tiene tambieacuten su propia visioacuten El com‐portamiento teoreacutetico es un puro e incircunspecto mirar‐hacia No por ser incir‐cunspecto el mirar‐hacia carece de reglas sino que eacutel se da su canon en el meacutetodo Lo a la mano no es conocido teoreticamente ni es primeramente temaacutetico ni siquiera para la circunspeccioacuten Lo peculiar de lo inmediatamente a la mano con‐siste en retirarse por asiacute decirlo ldquoardquo su estar a la mano para estar con propiedad a la mano Aquello con lo que ante todo tiene que habeacuterselas el trato cotidiano no son tampoco los utensilios sino que lo que primariamente nos ocupa y estaacute por (70) ende a la mano es la obra misma lo que en cada caso tiene que ser producido Es la obra la portadora de la totalidad remisional dentro de la cual el uacutetil compa‐rece La obra que se quiere producir y que es el para‐queacute del martillo cepillo y aguja tiene por su parte el modo de ser del uacutetil El zapato es para llevarlo (uacutetil‐zapato) el reloj para ver la hora La obra que comparece con prioridad en el trato de la ocupacioacuten mdashla que se elaboramdash hace comparecer conjuntamente en el uso al que por esencia estaacute destinada el para‐queacute de su empleabilidad Por su parte la obra ya hecha soacutelo es en base de su uso y del complejo remisional de entes descu‐biertos en eacuteste Pero la obra que se quiere producir no es tan soacutelo empleable parahellip sino que el producir mismo es siempre un empleo de algo para algo En la obra hay tambieacuten una remisioacuten a ldquomaterialesrdquo Ella estaacute necesitada del cuero del hilo de los clavos etc El cuero a su vez es producido a partir de las pieles Eacutestas se sacan de animales que han sido criados por otros En el mundo hay tambieacuten animales que no son de criacutea y en la misma crianza ellos se producen en cierto modo por siacute mis‐
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mos Seguacuten esto en el mundo circundante se da el acceso a entes que no teniendo en siacute mismos necesidad de ser producidos ya siempre estaacuten a la mano Martillo alicate clavo remiten por siacute mismos al acero hierro mineral piedra madera mdashes‐taacuten hechos de todo eso Por medio del uso en el uacutetil estaacute descubierta tambieacuten la ldquonaturalezardquo y lo estaacute a la luz de los productos naturales Pero aquiacute la naturaleza no debe entenderse como lo puramente presente mdashni tampoco como fuerza de la naturaleza El bosque es reserva forestal el cerro es cantera el riacuteo energiacutea hidraacuteulica el viento es viento ldquoen las velasrdquo Con el descu‐brimiento del ldquomundo circundanterdquo comparece la ldquonaturalezardquo asiacute descubierta De su modo de ser a la mano se puede prescindir ella misma puede ser descubierta y determinada solamente en su puro estar‐ahiacute Pero a este descubrimiento de la naturaleza le queda oculta la naturaleza como lo que ldquose agita y afanardquo nos asalta nos cautiva como paisaje Las plantas del botaacutenico no son las flores en la ladera el ldquonacimientordquo geograacutefico de un riacuteo no es la ldquofuente soterrantildeardquo La obra producida no soacutelo remite al para‐queacute [Wozu] de su empleo y al de‐queacute [Woraus] de su composicioacuten en condiciones artesanales simples ella remite (71) ademaacutes al portador y usuario La obra se hace a su medida eacutel ldquoestaacuterdquo presente al surgir la obra En la produccioacuten de artiacuteculos en serie tampoco falta esta remisioacuten constitutiva soacutelo que entonces es indeterminada apunta a cualquiera al teacutermino medio Por consiguiente con la obra no comparecen tan soacutelo entes a la mano sino tambieacuten entes que tienen el modo de ser del hombre en cuya ocupacioacuten lo produ‐cido se vuelve a la mano junto con ello comparece el mundo en el que viven los portadores y consumidores mundo que es tambieacuten el nuestro La obra de la que nos ocupamos en cada caso no estaacute solamente a la mano en el mundo privado por ej en el lugar de trabajo sino que lo estaacute en el mundo puacuteblico Con el mundo puacutebli‐co queda descubierta y accesible a cada cual la naturaleza del mundo circundante En los caminos carreteras puentes y edificios la ocupacioacuten descubre la naturaleza en determinada direccioacuten Un andeacuten techado tiene en cuenta el mal tiempo las insta‐laciones del alumbrado puacuteblico la oscuridad ed la particular mudanza de la pre‐sencia y ausencia de la claridad del diacutea la ldquoposicioacuten del solrdquo En los relojes se tiene en cuenta una determinada constelacioacuten del sistema sideral Cuando miramos el reloj hacemos taacutecitamente uso de la ldquoposicioacuten del solrdquo por la que se hace la medi‐cioacuten astronoacutemica oficial del tiempo En el uso de ese uacutetil tan inmediata e inadverti‐damente a la mano que es el reloj se encuentra tambieacuten a la mano la naturaleza del mundo circundante Pertenece a la esencia de la funcioacuten descubridora de todo ab‐sorberse en el inmediato mundo de la obra que seguacuten el modo de absorcioacuten en eacutel el ente intramundano que queda tambieacuten puesto en juego en la obra e d en sus remisiones constitutivas pueda ser descubierto en diversos grados de explicitud y con diversa profundidad de penetracioacuten circunspectiva
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El modo de ser de este ente es el estar a la mano Pero el estar a la mano no debe ser entendido como mero caraacutecter aprehensivo1 como si al ldquoenterdquo inmediata‐mente compareciente se le endosasen luego tales ldquoaspectosrdquo y de esta manera se ldquocolorease subjetivamenterdquo una materia coacutesmica que estariacutea primero presente en siacute Una interpretacioacuten orientada de este modo no advierte que para ello el ente ten‐driacutea que ser comprendido y descubierto primero como algo que soacutelo estariacutea‐ahiacute y que en el curso del trato que descubre el ldquomundordquo y se lo apropia cobrariacutea luego primaciacutea y liderazgo Pero esto va en contra del sentido ontoloacutegico del conocimien‐to acerca del cual hemos hecho ver que es un modo fundado del estar‐en‐el‐mundo El conocimiento no logra poner al descubierto lo que solamente estaacute‐ahiacute sino pasan‐do a traveacutes de lo a la mano en la ocupacioacuten El estar a la mano es la determinacioacuten onto‐loacutegico‐categorial del ente tal como es ldquoen siacuterdquo Pero mdashse diraacutemdash soacutelo ldquohayrdquo lo a la mano a base de lo que estaacute‐ahiacute Pero iquestse sigue de aquiacute mdashsi aceptaacuteramos esta tesismdash que el estar a la mano se funda ontoloacutegicamente en el estar‐ahiacute Sin embargo aunque en el progreso de la interpretacioacuten ontoloacutegica se (72) comprobara que el estar a la mano es el modo de ser del ente inmediatamente des‐cubierto dentro del mundo y aunque se llegara a demostrar incluso su caraacutecter ori‐ginario frente al puro estar‐ahiacute iquestse habraacute conseguido algo con lo hasta aquiacute explici‐tado para la comprensioacuten ontoloacutegica del fenoacutemeno del mundo Porque a decir verdad en la interpretacioacuten de este ente intramundano el mundo ya ha sido siem‐pre previamente ldquosupuestordquo La integracioacuten de estos entes en una suma total no produce ciertamente algo asiacute como un ldquomundordquo iquestHay alguacuten camino desde el ser de este ente hasta la exposicioacuten del fenoacutemeno del mundo1
sect 16 La mundicidadxc del mundo circundante que se acusa en el ente intramundano
El mundo no es en siacute mismo un ente intramundano y sin embargo determi‐na de tal manera al ente intramundano que eacuteste soacutelo puede comparecer y el ente descubierto soacutelo puede mostrarse en su ser en la medida en que ldquohayrdquo mundo Pe‐ro iquestcoacutemo ldquohayrdquo mundo Si el Dasein estaacute oacutenticamente constituido por el estar‐en‐el‐mundo y a su ser le pertenece no menos esencialmente una comprensioacuten de ser de su propio siacute‐mismo por indeterminada que ella sea iquestno tendraacute tambieacuten una comprensioacuten del mundo vale decir una comprensioacuten preontoloacutegica carente de intelecciones ontoloacutegicas expliacutecitas iquestNo se muestra para el ocupado estar‐en‐el‐ 1 El autor se permite hacer notar que desde el semestre de invierno de 19191920 ha dado a conocer reiteradamente en sus cursos el anaacutelisis del mundo circundante y en general la ldquohermeneacuteutica de la facticidadrdquo del Dasein 1 Pero siacute como un caraacutecter de la comparecencia [o encuentro]
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mundo junto con el ente que comparece dentro del mundo e d con su intramun‐daneidad algo asiacute como un mundo iquestNo cae este fenoacutemeno bajo una mirada prefe‐nomenoloacutegica no estaacute sometido a ella desde siempre sin exigir una interpretacioacuten ontoloacutegica temaacutetica iquestTiene el Dasein mismo en el aacutembito de su ocupado absor‐berse en el uacutetil a la mano una posibilidad de ser en la que con el ente intramun‐dano del que se ocupa resplandezca de alguna manera su mundaneidadxci Si esas posibilidades de ser del Dasein pueden ser mostradas en el interior del trato de la ocupacioacuten entonces se abre un camino para ir tras el fenoacutemeno que asiacute resplandece e intentar en cierto modo ldquodetenerlordquo y someterlo a un interroga‐torio respecto de las estructuras que en eacutel se muestran (73) Hay en la cotidianidad del estar‐en‐el‐mundo modos de ocupacioacuten que hacen comparecer al ente sobre el que recae el ocuparse de una manera tal que en eacutel se manifiesta la mundicidad de lo intramundano El ente inmediatamente a la mano puede presentarse en la ocupacioacuten como imposible de usar como no apto para el fin a que estaacute destinado Una herramienta puede estar averiada el material puede ser inapropiado Pese a ello en esta situacioacuten el uacutetil sigue estando a la mano Pero la inempleabilidad no es descubierta por una contemplacioacuten constatadora de propiedades sino por la circunspeccioacuten del trato que hace uso de las cosas En ese descubrimiento de la inempleabilidad el uacutetil llama la atencioacuten Este llamar la aten‐cioacuten presenta al uacutetil a la mano en un cierto no estar a la mano Y esto implica que lo inutilizable soacutelo estaacute‐ahiacute que se muestra como cosa‐usual [Zeugding] con tal o cual aspecto y que en su estar a la mano ya estaba constantemente ahiacute teniendo tal aspecto El puro estar‐ahiacute se acusa en el uacutetil pero para retornar al estar a la mano de lo que es objeto de ocupacioacuten e d de lo que estaacute siendo reparado Este estar‐ahiacute de lo inservible no carece auacuten enteramente de todo estar a la mano el uacutetil que de esta manera estaacute‐ahiacute no es todaviacutea una cosa que soacutelo se encuentra en alguna parte El desperfecto del uacutetil no es todaviacutea un puro cambio en las cosas una mera varia‐cioacuten en las propiedades de algo que estaacute‐ahiacute Pero el trato de la ocupacioacuten no tropieza solamente con lo inempleable den‐tro de lo ya a la mano encuentra tambieacuten aquello que falta lo que no soacutelo no es ldquomanejablerdquo sino que ni siquiera se halla ldquoa la manordquo Una ausencia de esta espe‐cie en tanto que hallazgo de algo que no estaacute a la mano descubre una vez maacutes lo a la mano en un cierto soacutelo‐estar‐ahiacute Al advertirse lo no a la mano lo a la mano reviste el modo de la apremiosidad [Aufdringlichkeit] Mientras con maacutes urgencia se necesita lo que falta cuanto maacutes propiamente comparece en su no‐estar‐a‐la‐mano tanto maacutes apremiante se torna lo a la mano y ello de tal manera que parece perder el caraacutecter de a la mano Se revela como algo que soacutelo estaacute‐ahiacute que sin aquello que falta no puede ser sacado adelante El quedarse sin saber queacute hacer descubre como modo deficiente de una ocupacioacuten el soacutelo‐estar‐ahiacute de un ente a la mano
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En el trato con el mundo de que nos ocupamos puede comparecer lo no a la mano no soacutelo en el sentido de lo inempleable o de lo que en absoluto falta sino como algo ldquono a la manordquo que no falta ni es inempleable pero que obstaculiza la ocupacioacuten Aquello hacia lo que la ocupacioacuten no puede volverse y para lo que ldquono tiene tiempordquo es algo ldquono a la manordquo a la manera de lo que estaacute fuera de lugar en suspenso Esto ldquono a la manordquo estorba y hace visible la rebeldiacutea [Aufsaumlssigkeit] (74) de aquello de que hay que ocuparse inmediata y previamente Con esta rebeldiacutea se anuncia en forma nueva el estar‐ahiacute de lo a la mano como el ser de aquello que sigue estando ahiacute y clama por su despacho Los modos de la llamatividad apremiosidad y rebeldiacutea tienen la funcioacuten de hacer aparecer en lo a la mano el caraacutecter del estar‐ahiacute Lo a la mano no es tan soacutelo contemplado y mirado atoacutenitamente como algo que estaacute‐ahiacute el estar‐ahiacute que enton‐ces se anuncia se encuentra aun atado en el estar a la mano del uacutetil Los uacutetiles no se ocultan aun convirtieacutendose en meras cosas El uacutetil se convierte en ldquotrasto inuacutetilrdquo algo de lo que uno quisiera deshacerse pero en esta misma tendencia a deshacerse de eacutel lo a la mano se muestra como estando todaviacutea a la mano en su empecinado estar‐ahiacute Pero iquestqueacute significa para la aclaracioacuten del fenoacutemeno del mundo esta referencia al comparecer modificado de lo a la mano en el que se revela su estar‐ahiacute Incluso con el anaacutelisis de esta modificacioacuten seguimos estando en el ser de lo intramunda‐no todaviacutea no nos hemos acercado al fenoacutemeno del mundo No lo hemos captado auacuten pero ahora tenemos la posibilidad de poner el fenoacutemeno bajo la mirada En la llamatividad apremiosidad y rebeldiacutea lo a la mano pierde en cierto modo su estar a la mano Pero este uacuteltimo ya estaacute comprendido si bien no temaacute‐ticamente en el trato mismo con lo a la mano No desaparece simplemente sino que en cierto modo se despide de nosotros en la llamatividad de lo inempleable El estar a la mano se muestra todaviacutea una vez maacutes y precisamente aquiacute se muestra tambieacuten la mundicidad de lo a la mano La estructura del ser de lo a la mano en cuanto uacutetil estaacute determinada por las remisiones El peculiar y obvio ldquoen‐siacuterdquo de las ldquocosasrdquo inmediatas comparece en la ocupacioacuten que hace uso de estas cosas sin advertirlas expresamente y que puede tropezar con lo inservible Que un uacutetil sea inempleable implica que la constitutiva remisioacuten del para‐algo a un para‐esto estaacute impedida Las remisiones mismas no son objeto de contemplacioacuten pero estaacuten presentes [sindhelliprdquodardquo] en el someterse de la ocupacioacuten a ellas Ahora bien al impedirse la remisioacuten mdashen la inempleabilidad parahellipmdash la remisioacuten se hace expliacutecita aunque no todaviacutea como estructura onto‐loacutegica sino que se hace expliacutecita oacutenticamente para la circunspeccioacuten que tropieza con el desperfecto del utensilio Con este despertar circunspectivo (75) de la remi‐sioacuten al para‐esto se deja ver eacuteste mismo y con eacutel el contexto de la obra el ldquotallerrdquo entero como aquello en lo que la ocupacioacuten ya estaba El contexto pragmaacutetico
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[Zeugzusammenhang] no resplandece como algo jamaacutes visto sino como un todo ya constantemente y de antemano divisado en la circunspeccioacuten Pero con este todo se acusa el mundo De igual manera el faltar de un ente a la mano cuya disponibilidad cotidia‐na era tan obvia que ni siquiera nos percataacutebamos de eacutel es un quiebre de las cone‐xiones remisionales descubiertas en la circunspeccioacuten La circunspeccioacuten se pierde en el vaciacuteo y soacutelo ahora ve para queacute y con queacute estaba a la mano lo que falta Una vez maacutes se acusa el mundo circundante Lo que asiacute resplandece no es un ente a la ma‐no entre otros ni menos aun algo que estaacute‐ahiacute que pudiera ser fundante del uacutetil a la mano Lo resplandeciente estaacute en el ldquoAhiacuterdquo [im ldquoDardquo] antes de toda constatacioacuten y consideracioacuten Es inaccesible incluso a la circunspeccioacuten en la medida en que eacutesta siempre se dirige hacia entes pero ya estaacute abierto cada vez para la circunspeccioacuten ldquoAbrirrdquo [ldquoErschlieszligenrdquo] y ldquoaperturidadrdquo [ldquoErschlossenheitrdquo] son teacuterminos teacutecnicos que seraacuten usados en adelante en el sentido de ldquodejar abiertordquo mdash ldquoestado de lo que queda abiertordquo ldquoErschlieszligenrdquo no significaraacute por consiguiente jamaacutes lo que esta palabra puede significar tambieacuten en alemaacuten ldquoalcanzar mediatamente a traveacutes de una inferenciardquo Que el mundo no ldquose componerdquo de entes a la mano se muestra entre otras cosas en que junto con el resplandecer del mundo en los modos de la ocupacioacuten que acabamos de examinar acontece una desmundanizacioacuten de lo a la mano de tal suerte que en eacuteste sale a luz el mero‐estar‐ahiacute Para que en la ocupacioacuten cotidiana con el ldquomundo circundanterdquo pueda comparecer el uacutetil a la mano en su ldquoser‐en‐siacuterdquo las remisiones y totalidades remisionales en las que la circunspeccioacuten ldquose absorberdquo deben quedar sin tematizar para eacutesta y maacutes aun para una aprehensioacuten ldquotemaacuteticardquo no circunspeccional El no‐acusarse del mundo es la condicioacuten de posibilidad para que lo a la mano no salga de su no‐llamatividad Y ello constituye la estructura fenomeacutenica del ser‐en‐siacute de este ente Las expresiones privativas tales como no‐llamatividad no‐apremiosidad no‐rebeldiacutea apuntan a un caraacutecter fenomeacutenico positivo del ser de lo inmediata‐mente a la mano Eacutestos ldquonordquo mientan ese caraacutecter que es el contenerse [Ansichhal‐ten] de lo a la mano e d eso que tenemos a la vista al hablar de un ser‐en‐siacute ser en siacute que sin embargo y caracteriacutesticamente atribuimos ldquoen primer lugarrdquo a lo que estaacute‐ahiacute en cuanto temaacuteticamente constatable Si se toma como punto de referencia primario y exclusivo el ente que estaacute‐ahiacute la aclaracioacuten ontoloacutegica del ldquoen‐siacuterdquo resul‐taraacute enteramente imposible Sin embargo si queremos que el hablar de un ldquoen‐siacuterdquo tenga relevancia ontoloacutegica deberaacute exigirse una interpretacioacuten Con (76) mucha frecuencia nos referimos de un modo oacutenticamente enfaacutetico a este en‐siacute del ser y desde un punto de vista fenomeacutenico con razoacuten Pero este recurso oacutentico no basta para satisfacer la necesidad del enunciado ontoloacutegico presuntamente establecido en
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eacutel Los anteriores anaacutelisis muestran claramente que el ser‐en‐siacute del ente intramun‐dano soacutelo es captable ontoloacutegicamente sobre la base del fenoacutemeno del mundo Pero si el mundo puede resplandecer de alguna manera es necesario que ya esteacute abierto Con la posibilidad de acceso para la ocupacioacuten circunspectiva de lo a la mano dentro del mundo ya estaacute previamente abierto el mundo El mundo es por consiguiente algo ldquoen lo querdquo el Dasein en cuanto ente ya siempre ha estado y a lo que en todo expliacutecito ir hacia eacutel no hace maacutes que volver Estar‐en‐el‐mundo seguacuten la interpretacioacuten que hemos hecho quiere decir absorberse atemaacutetica y circunspectivamente en las remisiones constitutivas del es‐tar a la mano del todo de uacutetiles La ocupacioacuten es en cada caso como es sobre la base de una familiaridad con el mundo En esta familiaridad el Dasein puede per‐derse en las cosas que comparecen dentro del mundo y ser absorbido por ellas iquestQueacute es eso con lo que el Dasein estaacute familiarizado iquestPor queacute puede resplandecer la mundicidad de lo intramundano iquestCoacutemo debe entenderse maacutes ajustadamente la totalidad remisional en la que la circunspeccioacuten se ldquomueverdquo y cuyos posibles quie‐bres hacen recaer la atencioacuten sobre el estar‐ahiacute del ente Para responder a estas interrogantes que apuntan a desentrantildear el fenoacuteme‐no y el problema de la mundaneidad se requiere un anaacutelisis maacutes concreto de las es‐tructuras por cuya trama interrogan los cuestionamientos planteados
sect 17 Remisioacuten y signo Al hacer la interpretacioacuten provisional de la estructura de ser de lo a la mano (de los ldquouacutetilesrdquo) quedoacute a la vista el fenoacutemeno de la remisioacuten aunque de un modo tan esquemaacutetico que fue necesario subrayar al mismo tiempo la necesidad de po‐ner al descubierto la procedencia ontoloacutegica de este fenoacutemeno que por lo pronto solamente se sentildealaba Por otra parte quedoacute en claro que la remisioacuten y la totalidad remisional habraacuten de ser en alguacuten sentido constitutivas de la mundaneidad mis‐ma Hasta ahora soacutelo hemos visto resplandecer el mundo en y para determinadas maneras del ocuparse circunmundano de lo a la mano y precisamente con el estar a la mano de eacuteste Mientras maacutes avancemos pues en la comprensioacuten del ser (77) del ente intramundano tanto maacutes amplia y segura seraacute la base fenomeacutenica para poner al descubierto el fenoacutemeno del mundo Partiremos nuevamente del ser de lo a la mano y ahora con el propoacutesito de comprender maacutes a fondo el fenoacutemeno de la remisioacuten misma Con esta finalidad in‐tentaremos el anaacutelisis ontoloacutegico de un uacutetil en el que se pueden encontrar ldquoremi‐sionesrdquo en muacuteltiples sentidos Este ldquouacutetilrdquo son los signos Esta palabra sirve para nombrar diferentes cosas no soacutelo las distintas especies de signos sino tambieacuten el propio ser‐signo‐dehellip puede formalizarse en un geacutenero universal de relacioacuten de tal
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manera que la estructura misma del signo nos deacute un hilo conductor ontoloacutegico pa‐ra una ldquocaracterizacioacutenrdquo de todo ente en general Pues bien los signos son en primer lugar uacutetiles y su especiacutefico caraacutecter pragmaacutetico consiste en sentildealar Son signos en este sentido los hitos de los caminos las piedras limiacutetrofes en los campos el globo anunciador del mal tiempo para la navegacioacuten las sentildealizaciones las banderas los signos de duelo etc El sentildealar puede determinarse como una ldquoespecierdquo de remisioacuten Remitir tomado en un senti‐do formaliacutesimo es relacionar Pero la relacioacuten no funciona como geacutenero para distin‐tas ldquoespeciesrdquo de remisioacuten tales como signo siacutembolo expresioacuten significacioacuten La relacioacuten es una determinacioacuten formal que por viacutea de ldquoformalizacioacutenrdquo es directa‐mente hallable en todo geacutenero de conexiones cualquiera sea su contenido quidita‐tivo y su manera de ser1 Toda remisioacuten es una relacioacuten pero no toda relacioacuten es una remisioacuten Toda ldquosentildealizacioacutenrdquo [ldquoZeigungrdquo] es una remisioacuten pero no todo remitir es un sentildealar Ello implica a la vez que toda ldquosentildealizacioacutenrdquo es una relacioacuten pero no todo relacionar es un sentildealar De esta manera se manifiesta el caraacutecter universal‐formal de la rela‐cioacuten Para la investigacioacuten de los fenoacutemenos de la remisioacuten del signo y con mayor razoacuten de la significacioacuten no se gana nada caracterizaacutendolos como relacioacuten1 En definitiva deberaacute mostrarse incluso que la ldquorelacioacutenrdquo misma a causa de su caraacutecter universal‐formal tiene su origen ontoloacutegico en una remisioacuten Si bien es cierto que el presente anaacutelisis se limita a la interpretacioacuten del signo a diferencia del fenoacutemeno de la remisioacuten sin embargo ni siquiera dentro de estos (78) liacutemites se podraacute investigar adecuadamente toda la variedad de los signos posibles Entre los signos estaacuten los indicios los presagios las trazas las marcas los signos distintivos su sentildealizacioacuten es en cada caso diferente con absoluta prescindencia de lo que cada vez sirve como signo De estos ldquosignosrdquo hay que distinguir la huella el vestigio el monumento el documento el testimonio el siacutembolo la expresioacuten la manifestacioacuten la significacioacuten Estos fenoacutemenos se dejan formalizar faacutecilmente en virtud de su caraacutecter formal de relacioacuten hoy diacutea nos incli‐namos con especial facilidad a someter a todo ente a una ldquointerpretacioacutenrdquo al hilo de semejante ldquorelacioacutenrdquo la cual siempre ldquoestaacute bienrdquo porque en el fondo no dice nada tan poco como el faacutecilmente manejable esquema de forma y contenido Como ejemplo escogeremos un signo que en un anaacutelisis posterior nos servi‐raacute tambieacuten de modelo desde otro punto de vista Uacuteltimamente se ha provisto a los automoacuteviles de una flecha roja giratoria cuya posicioacuten indica cada vez por ejem‐plo en un cruce queacute camino va a tomar el coche La posicioacuten de la flecha es regula‐ 1 Cf E Husserl Ideen zu einer reinen Phaumlnomenologie und phaumlnomelogischen Philosophie 1ordf Parte del Primer Volumen de este Jahrbuch sect 10 ss tambieacuten ya en las Logische Untersuchungen tomo I cap 11 Para el anaacutelisis del signo y la significacioacuten ibid tomo II 1ordf investigacioacuten 1 Fundamental para comprobar la posibilidad de lo pretendido por la logiacutestica
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da por el conductor del vehiacuteculo Este signo es un uacutetil que estaacute a la mano no soacutelo para la ocupacioacuten (conduccioacuten) del conductor Tambieacuten los que no viajan en el vehiacuteculo mdashy precisamente ellosmdash hacen uso de este uacutetil desviaacutendose hacia el lado correspondiente o detenieacutendose Este signo estaacute a la mano dentro del mundo en el todo del contexto pragmaacutetico de los medios de locomocioacuten y los reglamentos del traacutensito Como uacutetil este uacutetil‐sentildealizador estaacute constituido por la remisioacuten Tiene el caraacutecter del para‐algo tiene su especiacutefica utilidad es para sentildealar Este sentildealar del signo puede concebirse como ldquoremitirrdquo Pero es necesario tener en cuenta que este ldquoremitirrdquo que es el sentildealar no es la estructura ontoloacutegica del signo en tanto que uacutetil El ldquoremitirrdquo que es el sentildealar se funda en cambio en la estructura de ser del uacutetil en la utilidad‐para Pero esta sola no basta para hacer de un ente un signo Tambieacuten el uacutetil ldquomartillordquo estaacute constituido por una utilidad pero no por ello el martillo se convierte en signo La ldquoremisioacutenrdquo que es el sentildealar es la concrecioacuten oacutenti‐ca del para‐queacute de una utilidad y determina a un uacutetil a este para‐queacute En cambio la remisioacuten que es la ldquoutilidad parardquo es una determinacioacuten ontoloacutegico‐categorial del uacutetil en cuanto uacutetil Que el para‐queacute de la utilidad cobre su concrecioacuten en el sentildealar es accidental a la estructura del uacutetil en cuanto tal Ya en este ejemplo de signo se deja ver a grandes rasgos la diferencia entre la remisioacuten como utilidad y la remi‐sioacuten como sentildealar Lejos de coincidir entre siacute estas dos cosas hacen posible en su unidad la concrecioacuten de una determinada especie de (79) uacutetil Ahora bien si es cierto que el sentildealar es fundamentalmente distinto del remitir en cuanto estructura del uacutetil no menos indiscutible es que el signo tiene una relacioacuten peculiar e incluso privilegiada con el modo de ser del todo de uacutetiles cada vez a la mano en el mundo circundante y con su mundicidad El uacutetil sentildealizador tiene un uso preferente en el trato de la ocupacioacuten Sin embargo desde un punto de vista ontoloacutegico no es posi‐ble limitarse a la mera constatacioacuten de este factum Se debe aclarar tambieacuten la razoacuten y el sentido de este caraacutecter preferencial iquestEn queacute consiste el sentildealar de un signo La respuesta soacutelo podraacute alcanzarse si logramos precisar cuaacutel es el modo adecuado del trato con el uacutetil sentildealizador En eacutel deberaacute hacerse tambieacuten comprensible de un modo genuino su manera de estar a la mano iquestCuaacutel es el modo adecuado de habeacuterselas con los signos Si tomamos el ejemplo mencionado (el de la flecha) se deberaacute decir lo siguiente el comporta‐miento (ser) adecuado para el encuentro con el signo es el de ldquoapartarserdquo o ldquodete‐nerserdquo ante el coche que viene con la flecha En cuanto toma de direccioacuten el apar‐tarse pertenece esencialmente al estar‐en‐el‐mundo del Dasein Eacuteste siempre estaacute de alguna manera orientado y en camino detenerse y estar detenido son tan soacutelo casos liacutemites de este ldquoestar en caminordquo en una direccioacuten El signo apela a un estar‐en‐el‐mundo especiacuteficamente ldquoespacialrdquo y no puede ser verdaderamente ldquocom‐prendidordquo como signo si nos limitamos a mirarlo y constatarlo como una cosa se‐ntildealadora que estuviera alliacute Ni siquiera si seguimos con la vista la direccioacuten a que
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apunta la flecha y miramos hacia algo que se encuentra en la zona sentildealada por ella compareceraacute verdaderamente el signo El signo se vuelve hacia la circunspec‐cioacuten y acompantildea al trato con las cosas y esto de tal manera que cuando la circuns‐peccioacuten sigue sus indicaciones al ir junto con eacutel pone el correspondiente entorno del mundo circundante en una ldquovisioacuten panoraacutemicardquo expliacutecita Este ver panoraacutemico circunspectivo no aprehende el ente a la mano simplemente recibe una orientacioacuten dentro del mundo circundante Otra posibilidad de experimentar este uacutetil consiste en que la flecha comparezca como algo que forma parte del coche y en tal caso el caraacutecter especiacutefico de la flecha no necesita ser descubierto lo que la flecha sentildeale y coacutemo lo haga puede quedar enteramente indeterminado sin que por ello lo que comparece se convierta en una pura y simple cosa La experiencia de las cosas exi‐ge su propia determinacioacuten frente al inmediato hallazgo de una multiplicidad en muchos sentidos indeterminada de uacutetiles Los signos de la especie descrita permiten el encuentro con entes a la mano o maacutes exactamente hacen que un complejo de ellos se vuelva de tal manera acce‐sible que el trato de la ocupacioacuten pueda darse y asegurarse una orientacioacuten El (80) signo no es una cosa que esteacute en esa relacioacuten que es el sentildealar hacia otra cosa sino que es un uacutetil que lleva a circunspeccioacuten expliacutecita un todo de uacutetiles de tal manera que jun‐to con ello se acusa la mundicidad de lo a la mano En el indicio y el presagio ldquose mues‐trardquo ldquoalgo que estaacute por ocurrirrdquo pero no en el sentido de una cosa que soacutelo se haraacute presente sobrevinieacutendole a lo que ya estaacute‐ahiacute lo ldquoque estaacute por ocurrirrdquo es aquello para lo que nos preparamos o para lo que ldquono estaacutebamos preparadosrdquo porque nos ocupaacutebamos con otra cosa En el vestigio o traza se hace accesible a la circunspec‐cioacuten lo ocurrido lo que ya ha tenido lugar La marca indica ldquoa queacute atenerserdquo Los signos muestran siempre primariamente aquello ldquoen lo querdquo se vive aquello en lo que la ocupacioacuten se mueve queacute es lo que pasaxcii El peculiar caraacutecter pragmaacutetico de los signos resulta especialmente claro en la ldquoinstitucioacuten de signosrdquo Eacutesta se produce en y por una previsioacuten circunspectiva que necesita tener a mano la posibilidad de hacer que en todo momento el respec‐tivo mundo circundante se anuncie a la circunspeccioacuten por medio de un ente a la mano Ahora bien el ser de lo inmediatamente a la mano dentro del mundo tiene ese caraacutecter ya descrito que es el contenerse y no destacarse Y de ahiacute que el trato que se mueve circunspectivamente en el mundo circundante necesite de un uacutetil a la mano que en su caraacutecter de uacutetil asuma la ldquoobrardquo de hacer que lo a la mano llame la atencioacuten Por eso la produccioacuten de tales uacutetiles (de los signos) debe fijarse en su capa‐cidad para llamar la atencioacuten Pero aun cuando ellos sean llamativos en este senti‐do no se los deja estar‐ahiacute en cualquier forma sino que se los ldquocolocardquo de una ma‐nera determinada con vistas a un faacutecil acceso Pero el establecimiento de signos no necesita llevarse a cabo forzosamente como una produccioacuten de uacutetiles que no estaban auacuten a la mano Los signos pueden
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instituirse tambieacuten tomando como signo un ente que ya se tiene entre manos En esta modalidad la institucioacuten de signos manifiesta un sentido aun maacutes originario El se‐ntildealar no se limita a proporcionarnos la capacidad de disponer mediante la circuns‐peccioacuten de un todo de uacutetiles a la mano y del mundo circundante en general la institucioacuten de los signos puede incluso descubrir algo por primera vez Lo que se toma como signo soacutelo es accesible por su caraacutecter de cosa que estaacute a la mano Por ejemplo si en el trabajo del campo el viento sur ldquovalerdquo como signo de lluvia este ldquovalerrdquo o ldquovalor inherenterdquo a esa cosa no es un antildeadido a algo que ya en siacute mismo estuviera ahiacute a la corriente de aire en una determinada direccioacuten geograacutefica El viento sur no estaacute jamaacutes primeramente ahiacute como ese mero suceso meteoroloacutegicamen‐te accesible que luego asumiraacute eventualmente la funcioacuten de un presagio En reali‐dad es la circunspeccioacuten que el trabajo del campo lleva (81) consigo la que descu‐bre por primera vez el viento sur en su ser en la medida en que lo toma en cuenta Se replicaraacute sin embargo que lo que se toma como signo tiene que haberse hecho accesible primero en siacute mismo y haberse aprehendido antes de la institucioacuten del signo Por cierto de alguna manera tiene que ser ya constatable previamente Pero queda en pie la pregunta acerca del modo como estaacute descubierto el ente en este previo comparecer si a la manera de una simple cosa que se encuentra ahiacute o maacutes bien a la manera de un uacutetil no comprendido de un ente a la mano con el que hasta ahora no se sabiacutea ldquoqueacute hacerrdquo y que por lo mismo se ocultaba a la circuns‐peccioacuten A su vez no se debe interpretar tampoco en este caso los caracteres pragmaacuteticos de lo a la mano no descubiertos auacuten circunspectivamente como mera cosidad ofrecida a la aprehensioacuten de lo que soacutelo estaacute‐ahiacute El estar a la mano de los signos en el trato cotidiano y su correspondiente llamatividad que puede ser creada con diferentes propoacutesitos y de distintas mane‐ras no soacutelo atestiguan la no‐llamatividad constitutiva de lo inmediatamente a la mano sino que hacen ver tambieacuten que el signo mismo toma su llamatividad de la no‐llamatividad del todo de uacutetiles ldquoobviamenterdquo a la mano en la cotidianidad como es el caso por ejemplo del conocido ldquonudo en el pantildeuelordquo como signo recor‐datorio Lo que eacuteste tiene que mostrar es siempre algo de lo que es necesario ocu‐parse en la circunspeccioacuten de la cotidianidad Este signo puede indicar muchas y muy variadas cosas A la amplitud de lo indicable por eacutel corresponde la estrechez de su comprensibilidad y de su uso No tan soacutelo porque generalmente su caraacutecter de signo soacutelo estaacute a la mano para el que lo ldquoha instituidordquo sino porque puede vol‐verse inaccesible incluso para eacuteste mismo de modo que se haga necesario un segundo signo para la posible aplicacioacuten circunspectiva del primero El nudo que no puede ser utilizado como signo no pierde por ello su caraacutecter de signo sino que cobra la intranquilizante apremiosidad de algo inmediatamente a la mano Se podriacutea estar tentado a ilustrar el papel preponderante que en la ocupa‐cioacuten cotidiana desempentildean los signos para la comprensioacuten misma del mundo recu‐
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rriendo al abundante uso de signos en la existencia primitiva tal como se puede apreciar por ejemplo en el fetichismo y la magia Sin duda la creacioacuten de signos que se halla a la base de semejante uso no se realiza con una finalidad teoacuterica ni por viacutea de una especulacioacuten teoreacutetica El uso de signos se mantiene aquiacute entera‐mente dentro de un ldquoinmediatordquo estar‐en‐el‐mundo Pero mirando las cosas maacutes de cerca resulta claro que la interpretacioacuten del fetichismo y de la magia al hilo de (82) la idea de signo en general no basta para comprender el modo de ldquoestar a la manordquo del ente que comparece en el mundo primitivo Respecto del fenoacutemeno del signo se podriacutea dar la siguiente interpretacioacuten para el hombre primitivo el signo coincide con lo sentildealado El signo mismo puede hacer las veces de lo sentildealado no soacutelo en el sentido de sustituirlo sino en tanto que el signo mismo es siempre lo sentildealado Pero esta curiosa coincidencia del signo con lo sentildealado no proviene de que la cosa‐signo haya recibido ya una cierta ldquoobjetivacioacutenrdquo y que experimentada como pura cosa sea transferida junto con lo sentildealado a la misma regioacuten de ser de lo que estaacute‐ahiacute La ldquocoincidenciardquo no es una identificacioacuten de cosas previamente aisladas sino un no‐liberarse‐auacuten del signo respecto de lo sentildealado Semejante uso del signo todaviacutea se absorbe enteramente en el estar vuelto hacia lo sentildealado de tal manera que un signo auacuten no puede en absoluto separarse en cuanto tal La coinci‐dencia no se funda en una primera objetivacioacuten sino en la total carencia de ella Pero esto quiere decir que los signos no han sido descubiertos de ninguacuten modo como uacutetiles y que en uacuteltimo teacutermino lo ldquoa la manordquo dentro del mundo no tiene en absoluto el modo de ser del uacutetil Quizaacute tampoco este hilo conductor ontoloacutegico (estar‐a‐la‐mano y uacutetil) aporte nada a una interpretacioacuten del mundo primitivo aunque menos aun lo haraacute la ontologiacutea de la cosidad Pero si la comprensioacuten del ser tiene para el Dasein primitivo y para el mundo primitivo en general una fun‐cioacuten constitutiva tanto maacutes urgente seraacute la elaboracioacuten de la idea ldquoformalrdquo de mundaneidad o correlativamente la de un fenoacutemeno que sea de tal manera modi‐ficable que todos los enunciados ontoloacutegicos seguacuten los cuales en un contexto feno‐meacutenico dado algo no es auacuten o no es maacutes tal cosa reciban un sentido fenomeacutenico po‐sitivo desde lo que ese algo no es La presente interpretacioacuten del signo no teniacutea otra funcioacuten que la de ofrecer el apoyo fenomeacutenico para la caracterizacioacuten de la remisioacuten La relacioacuten entre signo y remisioacuten es triple 1 el sentildealar como posible concrecioacuten del para‐queacute de una utilidad estaacute fundado en la estructura pragmaacutetica en general en el para‐algo (re‐misioacuten) 2 El sentildealar del signo pertenece como caraacutecter pragmaacutetico de un ente a la mano a una totalidad de uacutetiles a un contexto remisional 3 El signo no soacutelo estaacute a la mano con otros uacutetiles sino que en su estar a la mano el mundo circundante se hace cada vez expliacutecitamente accesible a la circunspeccioacuten El signo estaacute oacutenticamente a la mano y en cuanto es este determinado uacutetil desempentildea a la vez la funcioacuten de algo que manifiesta la estructura ontoloacutegica del estar a la mano de la totalidad remisional y de la
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mundaneidad Aquiacute tiene sus raiacuteces el caraacutecter preferencial de este ente a la mano dentro del mundo circundante de la ocupacioacuten (83) circunspectiva Y por consi‐guiente si la remisioacuten misma debe ser el fundamento ontoloacutegico del signo ella no puede ser concebida a su vez como signo La remisioacuten no es la determinacioacuten oacutenti‐ca de un ente a la mano puesto que ella misma es constitutiva del estar a la mano iquestEn queacute sentido es la remisioacuten el ldquosupuestordquo ontoloacutegico de lo a la mano y hasta queacute punto es ella al mismo tiempo por ser tal fundamento ontoloacutegico un constitutivo de la mundaneidad en general
sect 18 Condicioacuten respectiva y significatividad la mundaneidad del mundo Lo a la mano comparece intramundanamente El ser de este ente el estar a la mano se halla por consiguiente en alguna relacioacuten ontoloacutegica con el mundo y la mundaneidad El mundo ya estaacute siempre ldquopresenterdquo [schon ldquodardquo] en todo lo a la mano El mundo ya estaacute previamente descubierto1 en todo lo que comparece aun‐que no lo estaacute en forma temaacutetica Pero puede tambieacuten resplandecer en ciertas for‐mas del trato en el mundo circundante El mundo es aquello desde lo cual lo a la mano estaacute a la mano iquestCoacutemo puede hacer el mundo que comparezca lo a la mano El anaacutelisis hecho hasta aquiacute ha mostrado que el ser de lo que comparece dentro del mundo queda en libertad para la circunspeccioacuten ocupada que cuenta con aquel en‐te iquestEn queacute consiste este previo dejar en libertad y coacutemo ha de ser entendido en cuanto caracteriacutestica ontoloacutegica del mundo iquestCuaacuteles son los problemas que plantea la pregunta por la mundaneidad del mundo La constitucioacuten pragmaacutetica de lo a la mano ha sido dada a conocer como re‐misioacuten iquestCoacutemo puede el mundo dejar en libertad el ser del ente que tiene este mo‐do de ser iquestpor queacute comparece este ente en primer lugar Como formas de remi‐sioacuten hemos mencionado la utilidad para la nocividad la empleabilidad etc El para‐queacute de una utilidad y el en‐queacute de una empleabilidad esbozan cada vez la po‐sible concrecioacuten de la remisioacuten El ldquosentildealarrdquo del signo el ldquomartillarrdquo del martillo no son empero propiedades de un ente No son en absoluto propiedades si con este teacutermino ha de designarse la estructura ontoloacutegica de una posible determina‐cioacuten de las cosas Lo a la mano tiene a lo sumo aptitudes e inaptitudes y sus ldquopro‐piedadesrdquo estaacuten por asiacute decirlo latentes en aqueacutellas asiacute como el estar‐ahiacute en cuan‐to posible modo de ser de un ente a la mano estaacute latente en el estar a la mano La utilidad (remisioacuten) como constitucioacuten pragmaacutetica tampoco es una aptitud de un ente sino la condicioacuten ontoloacutegica de posibilidad para que eacuteste pueda ser determi‐nado por aptitudes Pero entonces iquestqueacute quiere decir remisioacuten Que el ser de lo a
1 despejado [gelichtet]
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(84) la mano tenga la estructura de la remisioacuten significa tiene en siacute mismo el caraacutec‐ter del estar‐remitido [Verwiesenheit] El ente queda puesto al descubierto con vistas a que como ese ente que eacutel es estaacute remitido a algo Pasa con eacutel que tiene su cumpli‐miento en algo El caraacutecter de ser de lo a la mano es la condicioacuten respectiva [Bewandt‐nis]xciii En la palabra Bewandtnis resuena el sentido de dejar que algo quede vuelto hacia algo [bewenden lassen mit etwas bei etwas] La relacioacuten de lo que queda [vuelto haciahellip] con aquello hacia lo que queda vuelto seraacute significada por el teacutermino re‐misioacuten Condicioacuten respectiva es el ser del ente intramundano ser con vistas al cual en cada caso este ente queda puesto primeramente en libertad Como ente eacutel tiene siempre una condicioacuten respectiva Esto que con eacutel pasa que queda vuelto en condi‐cioacuten respectiva haciahellip es la determinacioacuten ontoloacutegica del ser de este ente y no un enunciado oacutentico acerca del ente mismo El teacutermino hacia el cual apunta esta res‐pectividad es el para‐queacute de la utilidad el en‐queacute de la empleabilidad El para‐queacute de la utilidad puede tener a su vez una nueva condicioacuten respectiva por ejemplo este ente a la mano que por eso llamamos martillo estaacute en respectividad con el martillar el martillar lo estaacute con el clavar y consolidar eacuteste lo estaacute con la proteccioacuten contra el mal tiempo y esta uacuteltima ldquoesrdquo por mor del Dasein que necesita protec‐cioacuten es decir por mor de una posibilidad de su ser Cuaacutel sea la condicioacuten respecti‐va de un ente a la mano se determina siempre desde la totalidad respeccional [Bewandtnisganzheit] Por ejemplo la totalidad respeccional constitutiva del estar a la mano de lo que estaacute a la mano en un taller es ldquoanteriorrdquo al uacutetil singular y asi‐mismo lo es la de una granja con todos sus enseres y pertenencias Pero la totalidad respeccional misma remonta en uacuteltimo teacutermino a un para‐queacute que ya no tiene ninguna condicioacuten respectiva maacutes que no es un ente en el modo de ser de lo a la mano dentro del mundo sino un ente cuyo ser tiene el caraacutecter del estar‐en‐el‐mundo y a cuya constitucioacuten de ser le pertenece la mundaneidad misma Este pri‐mario para‐queacute no es ninguacuten para‐esto como posible teacutermino de una respectivi‐dad El primario ldquopara‐queacuterdquo es un por‐mor‐de [Worumwillen] Pero el por‐mor‐de se refiere siempre al ser del Dasein al que en su ser le va esencialmente este mismo ser Esta trama que desde la estructura de la condicioacuten respectiva lleva al ser del Dasein como al verdadero y uacutenico por‐mor‐de no ha de ser examinada por ahora con mayor detencioacuten Previamente el ldquodejar‐estarrdquo [Bewendenlassen]xciv exige una aclaracioacuten tan a fondo que nos permita llevar el fenoacutemeno de la mundaneidad a esa determinacioacuten en la que resulta posible al menos plantear problemas en relacioacuten a eacutel
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Dejar que algo quede como estaacute [Bewendenlassen] significa oacutenticamente den‐tro de un ocuparse faacutectico dejar estar [sein lassen]1 a un ente a la mano tal y como ahora estaacute y para que lo esteacute Este sentido oacutentico del ldquodejar estarrdquo lo entendemos nosotros de un modo radical y ontoloacutegico interpretando de esta manera el (85) sentido que tiene la previa puesta en libertad de lo primeramente a la mano dentro del mundo Dejar ldquoserrdquoxcv previamente no significa hacer o producir el ser de algo sino que quiere decir descubrir en su estar a la mano algo ya ldquoenterdquo y dejarlo asiacute comparecer2 como el ente que tiene este ser Este ldquoaprioriacutesticordquo dejar‐ser [Bewenden‐lassen] es la condicioacuten de posibilidad para que lo a la mano comparezca de tal ma‐nera que el Dasein en el trato oacutentico con el ente asiacute compareciente lo pueda dejar estar en sentido oacutentico A diferencia de este sentido oacutentico el dejar ser entendido ontoloacutegicamente se refiere a la puesta en libertad de todo ente a la mano en tanto que a la mano ya quede eacutel oacutenticamente como estaacute ya sea por el contrario un ente que precisamente no queda oacutenticamente como estaacute sino que inmediata y regular‐mente es algo de que nos ocupamos algo que al descubrirlo no lo dejamos ldquoestarrdquo como estaacute sino que lo elaboramos mejoramos o destruimos El haber‐desde‐siempre‐dejado‐ser que deja en libertad apuntando a la con‐dicioacuten respectiva es un preteacuterito perfecto a priori3 que caracteriza el modo de ser del Dasein mismo El dejar ser entendido ontoloacutegicamente es la previa puesta en libertad del ente con vistas a su estar‐a‐la‐mano dentro del mundo circundante Desde aquello con respecto a lo cual se deja ser queda puesto en libertad el ente que estaacute en condicioacuten respectiva Eacutel comparece para la ocupacioacuten como este ente a la mano En la medida en que a la ocupacioacuten se le muestra un ente es decir en la medida en que eacuteste queda descubierto en su ser eacutel es un ente a la mano en el mundo circundante y no ldquoprimeramenterdquo soacutelo una ldquomateria coacutesmicardquo que estu‐viera‐ahiacute La condicioacuten respectiva misma como ser de lo a la mano soacutelo queda descu‐bierta cada vez sobre la base de un previo estar descubierto de una totalidad res‐peccional [Bewandtnisganzheit] En la condicioacuten respectiva descubierta es decir en 1 El dejar‐Ser [Seyn‐lassen] Cf Vom Wesen der Wahrheit donde el dejar‐ser estaacute pensado a fondo y de una manera enteramente amplia iexclpara todo ente 2 O sea dejar que su ser se despliegue en su verdad [in seiner Wahrheit wesen lassen] 3 En el mismo paacuterrafo se habla de la ldquoprevia puesta en libertadrdquo mdashvale decir (hablando en general) [puesta en libertad] del ser para la posible patencia de los entes lsquoPreviorsquo en este sentido ontoloacutegico se dice en latiacuten a priori en griego πρότερον τῇ φύσει Arist Fiacutesica A 1 maacutes claramente Metafiacutesica E 1025 b 29 τὸ τί ἦν εἶναι lsquoser lo que ya erarsquo lsquolo que cada vez despliega ya previamente su serrsquo [rsquodas jeweils schon voraus Wesendersquo] lo sido [Gewesen] el perfecto El verbo griego εἶναι carece de la forma del perfecto eacuteste es nombrado aquiacute en el ἦν εἶναι No algo oacutenticamente pasado sino lo cada vez previo aquello a que somos remitidos hacia atraacutes [zuruumlckverwiesen] en la pregunta por el ente en cuanto tal en vez de perfecto a priori podriacutea decirse tambieacuten perfecto ontoloacutegico o trascendental (cf la doctrina del esquematismo en Kant)
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lo a la mano que comparece estaacute por consiguiente previamente descubierto lo que hemos llamado la mundicidad de lo a la mano Esta totalidad respeccional previamente descubierta lleva consigo un respecto ontoloacutegico al mundo El dejar‐ser que pone en libertad al ente apuntando a una totalidad respeccional tiene que haber abierto ya de alguna manera aquello mismo con vistas a lo cual lo pone en libertad Y eso con vistas a lo cual lo a la mano en el mundo circundante queda puesto en libertad de tal modo que eacutel llega a ser accesible en primer lugar como ente intramundano no puede ser concebido a su vez como un ente que tenga el mismo modo de ser de lo que ha sido descubierto Es por esencia no descubrible si adoptamos de aquiacute en adelante la expresioacuten estar al descubierto [Entdecktheit] como teacutermino para una posibilidad de ser de todo ente que no tiene el modo de ser del Dasein Ahora bien iquestqueacute significa que eso con vistas a lo cual el ente intramundano es primeramente puesto en libertad haya de ser previamente abierto A ser del Da‐sein le pertenece la comprensioacuten del ser La comprensioacuten tiene su ser en un (86) comprender Si al Dasein le corresponde esencialmente el modo de ser del estar‐en‐el‐mundo tambieacuten seraacute esencialmente propia de su comprensioacuten del ser la com‐prensioacuten del estar‐en‐el‐mundo La apertura previa de aquello con respecto a lo cual se realiza la puesta en libertad de lo que comparece en el mundo no es otra co‐sa que la comprensioacuten del mundo mundo hacia el cual el Dasein en cuanto ente siempre estaacute vuelto en su comportamiento El previo dejar‐ser en respeccioacuten haciahellip se funda en la comprensioacuten de algo asiacute como un dejar‐ser un hacia‐algo de la condicioacuten respectiva y un algo que estaacute en condicioacuten respectiva Todo esto y ademaacutes lo que se halla a su base como el para‐esto en cuanto teacutermino de la condicioacuten respectiva el por‐mor‐de al que en uacuteltima instancia remonta todo para‐queacute todo esto mdashdecimosmdash tiene que estar pre‐viamente abierto en una cierta comprensibilidad iquestY queacute es aquello en lo que el Da‐sein se comprende preontoloacutegicamente como un estar‐en‐el‐mundo En la com‐prensioacuten del contexto referencial ya mencionado desde un poder‐ser asumido en forma expresa o inexpresa en forma propia o impropia por mor del cual eacutel mismo es el Dasein ya se ha remitido a siacute mismo hacia un para‐algo Este uacuteltimo bosqueja un para‐esto como posible haciahellip de un dejar‐ser que por su misma estructura deja que algo quede vuelto hacia otra cosa El Dasein se remite ya desde siempre y cada vez desde un por‐mor‐de a la cosa que estaacute en condicioacuten respectiva es decir deja ya desde siempre y cada vez en la medida en que eacutel es que el ente comparez‐ca como algo a la mano [El conjunto de todo] aquello en lo que el Dasein se com‐prende previamente en la modalidad del remitirse es justo aquello con vistas a lo cual el ente es previamente dejado comparecer El en‐queacute del comprender que se auto‐rremite entendido como aquello‐con‐vistas‐a‐lo‐cual se deja comparecer a los entes que tie‐nen el modo de ser de la condicioacuten respectiva es el fenoacutemeno del mundo Y la estructura
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de aquello a lo que el Dasein se remite es lo que constituye la mundaneidad del mundo Eso en lo que el Dasein ya siempre se comprende de esta manera le es a eacutel originariamente familiar Esta familiaridad con el mundo no exige necesariamente una transparencia teoreacutetica de los respectos constitutivos del mundo como mundo En cambio la posibilidad de una interpretacioacuten ontoloacutegico‐existencial expliacutecita de estos respectos se funda en la familiaridad con el mundo que es constitutiva del Dasein y que a su vez forma parte de la comprensioacuten de ser del Dasein Esta posi‐bilidad soacutelo puede ser asumida expliacutecitamente en la medida en que el Dasein se haya propuesto como tarea la interpretacioacuten originaria de su ser y de sus posibili‐dades asiacute como del sentido del ser en general Ahora bien con los anaacutelisis precedentes no se ha hecho maacutes que descubrir el horizonte en el que se ha de buscar algo asiacute como el mundo y la mundaneidad (87) Para el progreso de la investigacioacuten seraacute necesario en primer lugar aclarar mejor coacutemo se debe entender ontoloacutegicamente la contextura autorremisiva del Dasein El comprender que maacutes adelante seraacute analizado con mayor profundidad (cf sect 31) mantiene en una previa apertura los respectos que han sido examinados ante‐riormente Mantenieacutendose de un modo familiar en ellos se los presenta a siacute mismo como aquello en lo que su remitirse se mueve El comprender se deja remitir en y por esos respectos El caraacutecter respeccional de estos respectos del remitir nosotros lo comprendemos como signi‐ficar [be‐deuten] En la familiaridad con estos respec‐tos el Dasein ldquosignificardquo para siacute mismo se da a entender originariamente su ser y poder‐ser en relacioacuten con su estar‐en‐el‐mundo El por‐mor‐de significa un para‐algo eacuteste un para‐esto eacuteste un teacutermino del dejar ser en respectividad y eacuteste aque‐llo que estaacute en condicioacuten respectiva Estos respectos estaacuten enlazados entre siacute como una totalidad originaria son lo que son en cuanto son este signi‐ficar en el que el Dasein se da previamente a entender a siacute mismo su estar‐en‐el‐mundo Al todo res‐peccional de este significar lo llamamos significatividad [Bedeutsamkeit] Ella es la es‐tructura del mundo es decir de aquello en lo que el Dasein1 ya estaacute siempre en tanto que Dasein El Dasein es en su familiaridad con la significatividad la condicioacuten oacuten‐tica de posibilidad del descubrimiento del ente que comparece en un mundo en el modo de ser de la condicioacuten respectiva (estar a la mano) ente que de esta manera puede darse a cono‐cer en su en‐siacute El Dasein es en cuanto tal cada vez ldquoeacutesterdquo con su ser ya estaacute esencial‐mente descubierto un contexto de entes a la mano el Dasein en la medida en que es ya se ha consignado2 cada vez a un ldquomundordquo que comparece para eacutel a su ser le pertenece esencialmente este estar‐consignado [Angewiesenheit]xcvi
1 El Da‐sein en el que el hombre despliega su ser [der Mensch west] 2 Pero no como accioacuten yoica de un sujeto sino maacutes bien Dasein y ser
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La significatividad misma con la que el Dasein ya estaacute siempre familiariza‐do lleva empero consigo la condicioacuten ontoloacutegica de la posibilidad de que el Dasein comprensor pueda abrir en cuanto interpretante algo asiacute como ldquosignificacionesrdquo las que por su parte fundan la posibilidad de la palabra y del lenguaje1 La significatividad abierta en cuanto constitucioacuten existencial del Dasein de su estar‐en‐el‐mundo es la condicioacuten oacutentica de la posibilidad del descubrimiento de una totalidad respeccional Al determinar de esta manera el ser de lo a la mano (condicioacuten respectiva) e incluso la mundaneidad misma como un contexto remisional iquestno disolvemos el ldquoser sustancialrdquo del ente intramundano en un sistema de relaciones y en la medida (88) en que las relaciones son siempre ldquoalgo pensadordquo no disolvemos el ser del ente intramundano en el ldquopuro pensarrdquo En el campo de la presente investigacioacuten es necesario mantener rigurosa‐mente la distincioacuten repetidas veces recalcada que se da entre las diferentes estruc‐turas y dimensiones de la problemaacutetica ontoloacutegica 1 el ser del ente primeramente compareciente dentro del mundo (estar a la mano) 2 el ser (estar‐ahiacute) del ente que se puede encontrar y determinar en un proceso de descubrimiento autoacutenomo a tra‐veacutes del ente que primero comparece 3 el ser de la condicioacuten oacutentica de posibilidad del descubrimiento del ente intramundano en general la mundaneidad2 del mun‐do El ser mencionado en uacuteltimo lugar es una determinacioacuten existencial del estar‐en‐el‐mundo es decir del Dasein Los dos conceptos de ser primeramente nombra‐dos son categoriacuteas y se refieren a entes cuyo modo de ser es diferente del modo de ser del Dasein El contexto remisional que en cuanto significatividad constituye la mundaneidad puede ser formalmente interpretado como un sistema de relaciones Pero es necesario tener presente que tales formalizaciones nivelan los fenoacutemenos hasta tal punto que eacutestos pierden su contenido fenomeacutenico propio especialmente trataacutendose de respectos tan ldquosimplesrdquo como los que implica la significatividad Es‐tas ldquorelacionesrdquo y ldquocorrelatosrdquo del para‐algo del por‐mor‐de de lo que estaacute en con‐dicioacuten respectiva se oponen por su contenido fenomeacutenico mismo a toda funcio‐nalizacioacuten matemaacutetica por lo demaacutes no son nada puramente pensado por prime‐ra vez puesto en un ldquopensarrdquo sino respectos en que se mueve la circunspeccioacuten ocupada en todo momento Este ldquosistema de relacionesrdquo constitutivo de la munda‐neidad lejos de disolver el ser del ente que estaacute a la mano dentro del mundo posi‐bilita precisamente sobre el fundamento de la mundaneidad del mundo el primer descubrimiento de este ente en su ldquoen‐siacuterdquo ldquosustancialrdquo Y soacutelo cuando el ente intra‐mundano puede llegar a comparecer se da la posibilidad de hacer accesible en el
1 Falso El lenguaje no es un segundo piso sobre otra cosa sino que es el originario desplegarse de la verdad como Ahiacute [Wesen der Wahrheit als Da] 2 Mejor el imperar del mundo [das Walten der Welt]
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aacutembito de este ente lo que solamente estaacute‐ahiacute En razoacuten de su mero‐estar‐ahiacute este ente puede ser determinado matemaacuteticamente desde el punto de vista de sus ldquopro‐piedadesrdquo mediante ldquoconceptos funcionalesrdquo Conceptos funcionales de esta espe‐cie soacutelo son posibles ontoloacutegicamente en relacioacuten a entes cuyo ser tiene el caraacutecter de pura sustancialidad Los conceptos funcionales nunca son posibles sino como conceptos sustanciales formalizados Para que la problemaacutetica especiacuteficamente ontoloacutegica de la mundaneidad pueda destacarse auacuten maacutes niacutetidamente seraacute preciso antes de proseguir este anaacuteli‐sis aclarar la interpretacioacuten de la mundaneidad confrontaacutendola con otra diametral‐mente opuesta (89)
B Confrontacioacuten del anaacutelisis de la mundaneidad con la interpretacioacuten del mundo en Descartes
Soacutelo gradualmente podraacute esta investigacioacuten irse asegurando del concepto de la mundaneidad y de las estructuras implicadas en este fenoacutemeno Puesto que la interpretacioacuten [usual] del mundo toma su punto de partida primeramente en los entes intramundanos y termina por perder de vista el fenoacutemeno del mundo va‐mos a intentar aclarar ontoloacutegicamente esta manera de abordar el problema estu‐diaacutendola en su realizacioacuten quizaacute maacutes extrema Para ello expondremos brevemente los rasgos fundamentales de la ontologiacutea del ldquomundordquo en Descartes nos pregunta‐remos en seguida por los supuestos en que ella se sustenta y trataremos de fijar el caraacutecter de los mismos a la luz de los resultados a que hemos llegado hasta aquiacute Esta disquisicioacuten tendraacute por finalidad dar a conocer los ldquofundamentosrdquo ontoloacutegi‐cos principialmente indiscutidos en que se mueven las interpretaciones del mun‐do posteriores a Descartes y maacutes auacuten las anteriores a eacutel Descartes ve la determinacioacuten fundamental del mundo en la extensio Y dado que la extensioacuten es un momento constitutivo de la espacialidad y que seguacuten Des‐cartes es incluso ideacutentica con ella y que por otra parte la espacialidad es en cierto modo constitutiva del mundo la discusioacuten de la ontologiacutea cartesiana del ldquomundordquo nos depara al mismo tiempo un punto de apoyo negativo para la explicacioacuten posi‐tiva de la espacialidad del mundo circundante y del Dasein mismo En relacioacuten con la ontologiacutea de Descartes vamos a tratar tres puntos a saber 1 La determinacioacuten del ldquomundordquo como res extensa (sect 19) 2 Los fundamentos de esta determinacioacuten on‐toloacutegica (sect 20) 3 Discusioacuten hermeneacuteutica de la ontologiacutea cartesiana del ldquomundordquo (sect 21) Las consideraciones siguientes soacutelo alcanzaraacuten su plena fundamentacioacuten por medio de la destruccioacuten fenomenoloacutegica del cogito sum (cf Segunda Parte Segunda Seccioacuten)
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sect 19 La determinacioacuten del ldquomundordquo como res extensa
Descartes distingue el ego cogito como res cogitans de la res corporea Desde entonces esta distincioacuten determinaraacute ontoloacutegicamente la distincioacuten entre ldquonatura‐leza y espiacuteriturdquo Por muacuteltiples y variadas que sean las modulaciones oacutenticas que fijan el contenido de esta pareja de conceptos opuestos la falta de claridad de sus fundamentos ontoloacutegicos y la de las partes antagoacutenicas mismas tiene su raiacutez inme‐diata en la distincioacuten hecha por Descartes iquestDesde queacute comprensioacuten del ser ha de‐terminado Descartes el ser de estos entes El teacutermino para el ser de un ente que es en siacute mismo es el de substantia Esta expresioacuten mienta tanto el ser del ente que es (90) sustancia vale decir la sustancialidad como el ente mismo una sustancia La ambiguumledad del teacutermino substantia presente ya en el antiguo concepto de οὐσία1 no es casual Para la determinacioacuten ontoloacutegica de la res corporea se requiere la explicacioacuten de la sustancia es decir de la sustancialidad de esta res corporea entendida como sustancia iquestQueacute es lo que constituye propiamente el ser‐en‐siacute‐mismo de la res corpo‐rea iquestCoacutemo entender una sustancia en cuanto tal es decir coacutemo entender su sus‐tancialidad Et quidem ex quolibet attributo substantia cognoscitur sed una tamen est cuiusque substantiae praecipua proprietas quae ipsius naturam essentiamque constituit et ad quam aliae omnes referuntur1 Las sustancias son accesibles en sus ldquoatributosrdquo y cada sustancia tiene una propiedad caracteriacutestica en la que se puede encontrar la esencia de la sustancialidad de esa determinada sustancia iquestCuaacutel es esta propiedad para la res corporea Nempe extensio in longum latum et profundum substantiae corpo‐reae naturam constituit2mdash En efecto la extensioacuten a lo largo ancho y profundo cons‐tituye el ser propiamente dicho de la sustancia corpoacuterea que llamamos ldquomundordquo iquestQueacute le da a la extensioacuten este caraacutecter privilegiado Nam omne aliud quod corpori tri‐bui potest extensionem ptaesupponit3 La extensioacuten es aquella estructura de ser del en‐te en cuestioacuten que ya tiene que ldquoserrdquo antes de todas las demaacutes determinaciones de ser para que eacutestas puedan ldquoserrdquo lo que son La extensioacuten debe ldquoatribuirserdquo prima‐riamente a la cosa corpoacuterea Por consiguiente la demostracioacuten de la extensioacuten y de la sustancialidad del ldquomundordquo caracterizada por aqueacutella se realiza mostrando coacute‐mo todas las demaacutes determinaciones de esta sustancia y en particular las de divi‐sio figura y motus soacutelo pueden concebirse como modi de la extensio y que a la in‐versa la extensio resulta comprensible sine figura vel motu
1 Como tambieacuten y precisamente en el teacutermino ὄν τὸ ὄν = 1 lo ente (el estar siendo) 2 los entes 1 Principia 1 n 53 p 25 (Oeuvres ed Adam‐Tannery vol VIII) 2 Loc cit 3 Loc cit
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Asiacute una cosa corpoacuterea conservando su extensioacuten total puede cambiar de muchas maneras la distribucioacuten de eacutesta seguacuten las distintas dimensiones y presen‐tarse en muacuteltiples formas como una y la misma cosa Atque unum et idem corpus retinendo suam eandem quantitatem pluribus diversis modis potest extendi nunc scilicet magis secundum longitudinem minusque secundum latitudinem vel profunditatem ac paulo post e contra magis secundum latitudinem et minus secundum longitudinem1 La figura es un modus de la extensio y no lo es menos el movimiento pues el (91) motus soacutelo se comprende si de nullo nisi locali cogitemus ac de vi a qua excitatur non inquiramus2 Si el movimiento es una propiedad entitativa de la res corporea pa‐ra ser comprensible en su ser deberaacute ser concebido desde el ser de este mismo ente desde la extensio es decir como puro cambio de lugar Nada que se parezca a la ldquofuerzardquo contribuye en absoluto a la determinacioacuten del ser de este ente Determina‐ciones tales como la durities (dureza) el pondus (peso) y el color pueden quitaacutersele a la materia sin que eacutesta deje de ser lo que es Estas determinaciones no constituyen su ser propio y en la medida en que son se muestran como modos de la extensio Descartes intenta mostrarlo detalladamente en relacioacuten con la ldquodurezardquo Nam quan‐tum ad duritiem nihil aliud de illa sensus nobis indicat quam partes durorum corporum resistere motui manuum nostrarum cum in illas incurrunt Si enim quotiescunque manus nostrae versus aliquam partem moventur corpora omnia ibi existentia recederent eadem celeritate qua illae accedunt nullam unquam duritiem sentiremus Nec ullo modo potest intelligi corpora quae sic recederent idcirco naturam corporis esse amissura nec proinde ipsa in duritie consistit3 La dureza se experimenta en el tacto iquestQueacute nos ldquodicerdquo el sentido del tacto acerca de la dureza Las partes de la cosa dura ldquoresistenrdquo al movi‐miento de la mano por ejemplo al intento de apartarla Si por el contrario los cuerpos duros es decir resistentes cambiaran de lugar con la misma velocidad con que lo hace la mano que ldquova a su encuentrordquo no se llegariacutea nunca a un contac‐to no se experimentariacutea la dureza y por consiguiente la dureza tampoco seriacutea Pe‐ro no se puede entender en modo alguno que por el hecho de retirarse a esta velo‐cidad los cuerpos hubieran de perder algo en su ser corpoacutereo Y si lo conservan tambieacuten en esa nueva velocidad que hace imposible la ldquodurezardquo entonces eacutesta no pertenece al ser de esos entes Eademque ratione ostendi potest et pondus et colorem et alias omnes eiusmodi qualitates quae in materia corporea sentiuntur ex ea tolli posse ipsa integra remanente unde sequitur a nulla ex illis eius (sc extensionis) naturam dependere4 Lo que constituye por consiguiente el ser de la res corporea es la extensio lo omni‐modo divisibile figurabile et mobile lo que se puede alterar en cualquier modo de di‐visibilidad configuracioacuten y movimiento lo capax (92) mutationum lo que se man‐ 1 Loc cit n 64 p 31 2 Loc cit n 65 p 32 3 Loc civ II n 4 p 42 4 Loc cit
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tiene mdashremanetmdash en todas estas mutaciones Aquello que en la cosa corpoacuterea satis‐face la exigencia de esa constante permanencia es lo propiamente ente en ella de tal manera que por ese medio queda caracterizada la sustancialidad de esta sustancia
sect 20 Los fundamentos de la determinacioacuten ontoloacutegica del ldquomundordquo La idea de ser que estaacute a la base de la caracterizacioacuten ontoloacutegica de la res extensa es la idea de sustancialidad Per substantiam nihil aliud intelligere possumus quam rem quae ita existit ut nulla alia re indigeat ad existendum Por sustancia no po‐demos entender sino un ente que es de tal manera que para ser no tiene necesidad de otro ente1 El ser de una ldquosustanciardquo se caracteriza por una no‐necesidad Lo que en su ser no estaacute en absoluto necesitado de otro ente responde en sentido propio a la idea de sustancia este ente es el ens perfectissimum Substantia quae nulla plane re indigeat unica tantum potest intelligi nempe Deus2 Aquiacute ldquoDiosrdquo es un teacutermino pura‐mente ontoloacutegico ya que se lo entiende como ens perfectissimum Pero a la vez lo que en el concepto de Dios estaacute ldquoobviamenterdquo impliacutecito hace posible una interpre‐tacioacuten ontoloacutegica del momento constitutivo de la sustancialidad a saber de la no‐necesidad Alias vero omnes (res) non nisi ope concursus Dei existere posse percipimus3 Todo ente que no es Dios estaacute necesitado de produccioacuten en el sentido maacutes amplio de esta palabra y tambieacuten de conservacioacuten La produccioacuten respecto de lo que estaacute‐ahiacute o bien la no‐necesidad de produccioacuten constituyen el horizonte dentro del cual el ldquoserrdquo es comprendido Todo ente que no es Dios es ens creatum Entre estos dos entes hay una diferencia ldquoinfinitardquo de ser y sin embargo consideramos tanto a lo creado como al creador como entes Empleamos pues el teacutermino ldquoserrdquo con tal am‐plitud que su sentido abarca una diferencia ldquoinfinitardquo Y asiacute podemos con cierto derecho llamar sustancia tambieacuten al ente creado Es cierto que si se lo considera en relacioacuten a Dios el ente creado estaacute necesitado de produccioacuten y conservacioacuten pe‐ro dentro de la regioacuten del ente creado del ldquomundordquo en el sentido del ens creatum hay entes que en relacioacuten a la produccioacuten y conservacioacuten creadas por ejemplo a la del hombre ldquono estaacuten necesitados de otros entesrdquo Tales sustancias son dos la res cogitans y la res extensa Seguacuten esto el ser de la sustancia cuya proprietas distintiva es la extensio seraacute (93) ontoloacutegicamente determinable en principio cuando se haya aclarado el sentido de ser que es ldquocomuacutenrdquo a las tres sustancias a la infinita y a las dos finitas Soacutelo que nomen substantiae non convenit Deo et illis univoce ut dici solet in Scholis hoc esthellip
1 Loc cit n 5 1 p 24 2 Loc cit n 5 1 p 24 3 Loc cit n 5 1 p 24
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quae Deo et creaturis sit communis1 Descartes toca aquiacute un problema que dio mucho que hacer a la ontologiacutea medieval el problema del modo como la significacioacuten del ser afecta a cada uno de los entes de que se habla En los enunciados ldquoDios esrdquo y ldquoel mundo esrdquo afirmamos el ser Pero la palabra ldquoesrdquo no puede decirse de ambos entes en el mismo sentido (συνωνύμως univoce1) puesto que entre ambos hay una diferencia infinita justamente respecto del ser si la significacioacuten del ldquoesrdquo fuese uniacute‐voca o bien lo creado seriacutea pensado como increado o bien lo increado se rebajariacutea a la condicioacuten de creado Por otra parte ldquoserrdquo no es un simple homoacutenimo porque en ambos casos se comprende el ldquoserrdquo La escolaacutestica concibe el sentido positivo de la significacioacuten del teacutermino ldquoserrdquo como una significacioacuten ldquoanaacutelogardquo a diferencia de la uniacutevoca y de la simple identidad del nombre Siguiendo a Aristoacuteteles en el cual mdashcomo en los inicios de la ontologiacutea griega en generalmdash el problema encuentra su primer esbozo se han distinguido diferentes formas de analogiacutea y de acuerdo con ellas se diversifican tambieacuten las ldquoescuelasrdquo seguacuten la manera de comprender la fun‐cioacuten significativa del ser En cuanto a la profundizacioacuten ontoloacutegica del problema Descartes queda muy a la zaga de la escolaacutestica2 maacutes aun elude la cuestioacuten Nulla eius [substantiae] nominis significatio potest distincte intelligi quae Deo et creaturis sit communis3 Al eludir este problema Descartes deja sin examinar el sentido del ser involucrado en la idea de sustancialidad y el caraacutecter de ldquouniversalidadrdquo de esta significacioacuten Es cierto que ni la ontologiacutea medieval ni la antigua cuestionaron lo que significa el ser mismo y por ello no es de extrantildear que una pregunta como la que interroga por el modo de significar del ser no haga ninguacuten progreso en tanto se la pretenda discutir en base a un sentido no aclarado del ser que se ldquoexpresardquo por la significacioacuten Y el sentido ha quedado sin aclarar porque se lo ha considera‐do como cosa ldquoobviardquo2 (94) Descartes no soacutelo elude completamente la pregunta ontoloacutegica por la sustancialidad sino que tambieacuten afirma expliacutecitamente que la sustancia como tal es decir la sustancialidad es inaccesible en siacute misma y por siacute misma Verumtamen non potest substantia primum animadverti ex hoc solo quod sit res existen quia hoc solum per se nos non afficit4 El ldquoserrdquo mismo no nos ldquoafectardquo y por eso no puede ser perci‐bido ldquoEl ser no es un predicado realrdquo3 seguacuten el decir de Kant que no hace maacutes
1 Loc cit n 51 p 24 1 En un sentido invariable [durchgehende Bedeutung] 2 Cf a este propoacutesito Opuscula onmia Thomae de Vio Caietani Cardinalis Lugduni 1580 Tomus III Tractatus V de nominum analogia p 211‐219 3 Descartes Principia I n 51 p 24 2 contentaacutendose con una cierta comprensibilidad 4 Loc cit n 52 p 25 3 que lsquorealmentersquo pertenezca a la quididad [zur Sachheit] al queacute lo uacutenico que nos puede afectar de una u otra manera
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que repetir la frase de Descartes Con esto se renuncia en principio a la posibili‐dad de una problemaacutetica pura del ser y se recurre a una alternativa para alcanzar las determinaciones ya mencionadas de las sustancias Puesto que efectivamente el ldquoserrdquo no es accesible como ente se lo expresa por medio de determinaciones entita‐tivas de los correspondientes entes por medio de atributos Pero no de cualesquie‐ra sino de aquellos que responden en la forma maacutes pura al sentido del ser y de la sustancialidad inexpresamente supuesto En la substantia finita en cuanto res corpo‐rea el ldquoatributordquo primario y necesario es la extensio Quin et facilius intelligimus subs‐tantiam extensam vel substantiam cogitantem quam substantiam solam omisso eo quod cogitet vel sit extensa1 en efecto la sustancialidad es ratione tantum y no realiter1 separable y encontrable como el ente sustancial mismo Con lo dicho se han evidenciado los fundamentos ontoloacutegicos de la determi‐nacioacuten del ldquomundordquo como res extensa esa determinacioacuten se basa en la idea de sus‐tancialidad no soacutelo no aclarada en su sentido de ser sino tenida por inaclarable y expuesta mediante el rodeo a traveacutes de la caracteriacutestica sustancial maacutes importante de la sustancia en cuestioacuten En la determinacioacuten de la sustancia mediante un ente sustancial se encuentra tambieacuten la razoacuten del doble significado de este teacutermino Se apunta a la sustancialidad y se la comprende desde una propiedad entitativa de la sustancia Dado que bajo lo ontoloacutegico se ha puesto lo oacutentico el teacutermino substantia tiene a veces significacioacuten ontoloacutegica y a veces significacioacuten oacutentica pero ordinaria‐mente una borrosa significacioacuten oacutentico‐ontoloacutegica Pero tras esta miacutenima diferen‐cia de significacioacuten se oculta la impotencia frente al problema de fondo al proble‐ma del ser2 Su estudio demanda ldquorastrearrdquo en forma adecuada los equiacutevocos y quien lo intente no se ldquoocupa con meras significaciones verbalesrdquo sino que tiene que aventurarse en la problemaacutetica maacutes originaria de las ldquocosas (95) mismasrdquo para llegar a aclarar tales ldquomaticesrdquo
sect 21 Discusioacuten hermeneacuteutica de la ontologiacutea cartesiana del ldquomundordquo Surge entonces la siguiente pregunta criacutetica esta ontologiacutea del ldquomundordquo iquestbusca en realidad el fenoacutemeno del mundo y si no lo hace determina al menos un ente intramundano en tal forma que en eacutel pueda hacerse visible su mundicidad Ambas preguntas deben responderse negativamente Por el contrario el ente que Descartes intenta en principio comprender ontoloacutegicamente por medio de la exten‐sio es tal que no puede ser descubierto si no se pasa a traveacutes de un ente intramun‐
1 Loc cit n 63 p 31 1 que contiene un queacute [wasgehaltlich] 2 diferencia ontoloacutegica
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dano inmediatamente a la mano Pero aunque esto sea verdadero y por oscura que quede la caracterizacioacuten ontoloacutegica de aquel particular ente intramundano que es la naturaleza vale decir la idea de sustancialidad y el sentido del existit y ad existendum incluidos en su definicioacuten sigue en pie sin embargo la posibilidad de que el problema ontoloacutegico del mundo fuese de alguacuten modo planteado y promovi‐do por una ontologiacutea fundada en la distincioacuten radical entre Dios yo y ldquomundordquo Pero si no se da siquiera esta posibilidad entonces seraacute necesario demostrar en for‐ma expliacutecita que Descartes no soacutelo ofrece posiblemente una determinacioacuten ontoloacute‐gica errada del mundo sino que su interpretacioacuten y los fundamentos de ella con‐duciacutean a pasar por alto tanto el fenoacutemeno del mundo como el ser del ente intra‐mundano inmediatamente a la mano En la exposicioacuten del problema de la mundaneidad (sect 14) se hizo notar la im‐portancia de alcanzar una correcta viacutea de acceso a este fenoacutemeno En la discusioacuten criacutetica del planteamiento cartesiano deberemos preguntar por consiguiente queacute modo de ser del Dasein se establece como el modo apropiado de acceso al ente con cuyo ser entendido como extensio Descartes equipara el ser del ldquomundordquo La uacutenica y auteacutentica viacutea de acceso a este ente es el conocimiento la intellectio especialmente en el sentido del conocimiento fiacutesico‐matemaacutetico El conocimiento matemaacutetico es considerado como aquel modo de aprehensioacuten del ente que puede estar en todo momento cierto de poseer en forma segura el ser del ente aprehendido en eacutel Lo que por su modo de ser es tal que se conforma a las exigencias del ser que es acce‐sible en el conocimiento matemaacutetico es en sentido propio Este ente es aquel que siempre es eso que eacutel es de ahiacute que el ser propio del ente (96) experimentado en el mundo esteacute constituido por aquello de lo que puede mostrarse que tiene el caraacutecter de la permanencia constante vale decir lo remanens capax mutationum Propiamente es lo perdurantemente permanente Lo que es tal lo conocen las matemaacuteticas Lo accesible en el ente por medio de ellas constituye su ser Y asiacute a partir de una deter‐minada idea de ser veladamente implicada en el concepto de sustancialidad y de la idea de un conocimiento que conoce lo que es asiacute se le dictamina por asiacute decir al ldquomundordquo su ser Descartes no se deja dar el modo de ser del ente intramundano por eacuteste mismo sino que basaacutendose en una idea de ser no justificada y de origen no desvelado (ser = permanente estar‐ahiacute) le prescribe en cierto modo al mundo su ldquoverdaderordquo ser Lo que determina su ontologiacutea del mundo no es primariamen‐te el recurso a una ciencia eventualmente apreciada en forma especial las matemaacute‐ticas1 sino la fundamental orientacioacuten ontoloacutegica hacia el ser como permanente estar‐ahiacute cuya aprehensioacuten se lleva a cabo en forma eminentemente satisfactoria por el conocimiento matemaacutetico Descartes realiza de esta manera expliacutecitamente
1 sino la orientacioacuten hacia lo matemaacutetico en cuanto tal μάθημα y ὄν
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la transposicioacuten filosoacutefica que permite que la ontologiacutea tradicional influya sobre la fiacutesica matemaacutetica moderna y sobre sus fundamentos trascendentales Descartes no tiene necesidad de plantear el problema de la viacutea de acceso adecuada al ente intramundano El predominio incuestionado de la ontologiacutea tra‐dicional ha decidido de antemano cuaacutel sea el auteacutentico modo de aprehensioacuten de lo propiamente ente Ese modo consiste en el νοεῖν la ldquointuicioacutenrdquo en sentido latiacutesi‐mo de la cual el διανοεῑν el ldquopensarrdquo es soacutelo un modo fundado de realizacioacuten Y desde esta orientacioacuten ontoloacutegica fundamental establece Descartes su ldquocriacuteticardquo de la otra posible viacutea de acceso intuitivo‐aprehensora a los entes la sensatio (αἴσθη‐σις) contrapuesta a la intellectio Descartes sabe muy bien que el ente no se muestra inmediatamente en su ser verdadero Lo ldquoinmediatamenterdquo dado es este trozo de cera que tiene un deter‐minado color un cierto sabor que es duro friacuteo y produce un cierto sonido Pero esto y en general todo lo que presentan los sentidos carece de importancia ontoloacute‐gica Satis erit si advertamus sensuum perceptiones non referri nisi ad istam corporis humani cum mente coniuctionem et nobis quidem ordinarie exhibere quid ad illam externa corpora prodesse possint aut nocere1 Los sentidos no hacen conocer en absoluto el en‐te en su ser sino que soacutelo anuncian el caraacutecter uacutetil o perjudicial (97) de las cosas ldquoexternasrdquo del mundo para el ser humano corpoacutereo Nos non docent qualia (corpora) in seipsis existant2 por los sentidos no recibimos ninguna informacioacuten sobre el ente en su ser Quod agentes percipiemus naturam materiae sive corporis in universum spec‐tati non consistere in eo quod sit res dura vel ponderosa vel colorata vel alio aliquo modo sensus afficiens sed tantum in eo quod sit res extensa in longum latum et profundum3 A partir de un anaacutelisis criacutetico de la interpretacioacuten hecha por Descartes de la experiencia de la dureza y de la resistencia (cf sect 19) resulta claro cuaacuten poco capaz es Descartes de dejarse dar en su modo propio de ser lo que se muestra en la sensi‐bilidad y con mayor razoacuten auacuten de determinar ese modo de ser La dureza es concebida como resistencia Pero ni eacutesta ni aqueacutella son com‐prendidas en un sentido fenomeacutenico como algo experimentado en siacute mismo y determinable en esta experiencia Resistencia quiere decir para Descartes tanto co‐mo no ceder el puesto es decir no sufrir cambio de lugar La resistencia de una co‐sa significa entonces permanecer en un lugar determinado con respecto a otra cosa que cambia de lugar o lo que viene a ser igual cambiar de lugar a tal velocidad que le permita ser ldquoalcanzadardquo por esa otra cosa Con esta interpretacioacuten de la ex‐periencia de la dureza se extingue el modo de ser de la percepcioacuten sensible y con ello la posibilidad de captar en su ser el ente que comparece en esa percepcioacuten
1 Loc cit 11 n 3 p 41 2 Loc cit 11 n 3 p 41‐42 3 Loc cit n 4 p 42
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Descartes traduce el modo de ser de la percepcioacuten de algo al uacutenico que conoce la percepcioacuten se convierte en una determinada yuxtaposicioacuten de dos cosas extensas que estaacuten‐ahiacute y la relacioacuten de movimiento entre ambas es ella misma en el modo de la extensio que caracteriza primariamente el estar‐ahiacute de la cosa corpoacuterea Es cierto que el posible ldquocumplimientordquo [ldquoErfuumlllungrdquo] de un comportamiento taacutectil exige una especialiacutesima ldquocercaniacuteardquo de lo tangible Pero esto no quiere decir que el contacto y la dureza que en eacutel se pueda manifestar consistan comprendidos onto‐loacutegicamente en la diferente velocidad de dos cosas corpoacutereas Ni la dureza ni la resistencia se muestran en absoluto si no hay un ente que tenga el modo de ser del Dasein o por lo menos el de un viviente De esta manera el anaacutelisis de las posibles viacuteas de acceso al ente intramunda‐no cae para Descartes bajo el dominio de una idea de ser que ha sido tomada de una determinada regioacuten de este ente La idea del ser como permanente estar‐ahiacute no soacutelo da origen a una determi‐nacioacuten (98) llevada hasta el extremo del ser del ente intramundano y a su identifi‐cacioacuten con el mundo en general sino que a la vez impide poner ante la vista de una manera ontoloacutegicamente adecuada ciertos comportamientos del Dasein Con ello queda completamente obstruido el camino para llegar a ver aunque soacutelo fuera el caraacutecter fundado de toda aprehensioacuten sensible e intelectual y a comprenderla como una posibilidad del estar‐en‐el‐mundo Descartes interpreta entonces el ser del ldquoDaseinrdquo cuya constitucioacuten fundamental es el estar‐en‐el‐mundo de la misma manera que el ser de la res extensa esto es como sustancia Pero con estas reflexiones criacuteticas iquestno le estamos exigiendo a Descartes que resuelva un problema enteramente ajeno a su horizonte y ldquodemostrandordquo luego que ese problema no fue resuelto por eacutel iquestCoacutemo podriacutea Descartes identificar un determinado ente intramundano y su ser con el mundo si ni siquiera conoce el fenoacutemeno del mundo ni por ende algo asiacute como una intramundaneidad Una discusioacuten a fondo no debe atenerse soacutelo a las tesis doxograacuteficamente comprobables sino que debe orientarse por la tendencia efectiva de la problemaacute‐tica cuestionada aunque eacutesta no sobrepase los liacutemites de una comprensioacuten vulgar Que Descartes al hablar de la res cogitans y de la res extensa no soacutelo queriacutea plantear el problema del ldquoyo y el mundordquo sino que pretendiacutea solucionarlo radicalmente re‐sulta claro por lo que dice en sus Meditaciones (cf especialmente la I y la VI) Las discusiones precedentes estaban destinadas a mostrar que la orientacioacuten ontoloacutegica fundamental que Descartes toma de la tradicioacuten sin ninguna criacutetica positiva de ella le hizo imposible el descubrimiento de una problemaacutetica ontoloacutegica originaria del Dasein y teniacutea que bloquearle la mirada para el fenoacutemeno del mundo provocando la reduccioacuten de la ontologiacutea del ldquomundordquo a la ontologiacutea de un determinado ente intramundano
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Pero a esto podraacute objetarse que aunque el problema del mundo quede efecti‐vamente encubierto lo mismo que el ser del ente circunmundano que comparece inmediatamente Descartes ha puesto sin embargo el fundamento para la caracte‐rizacioacuten ontoloacutegica del ente intramundano que funda en su ser todo otro ente esto es de la naturaleza material1 Sobre eacutesta como estrato fundamental se edifican los demaacutes estratos de la realidad intramundana En la cosa extensa en cuanto tal se fundan en primer lugar las determinaciones que si bien se muestran como cuali‐dades son ldquoen el fondordquo modificaciones cuantitativas de los modos de la (99) pro‐pia extensio Sobre estas cualidades reducibles se apoyan luego las cualidades espe‐ciacuteficas de lo bello y lo feo lo adecuado e inadecuado lo utilizable e inutilizable si uno se orienta primariamente por la cosidad estas cualidades deben ser considera‐das como predicados de valor no cuantificables mediante los cuales la cosa que primero era soacutelo material queda acuntildeada como un bien Con esta estratificacioacuten la meditacioacuten llega entonces al ente que hemos caracterizado ontoloacutegicamente como el uacutetil a la mano El anaacutelisis cartesiano del ldquomundordquo posibilita asiacute la edificacioacuten se‐gura de la estructura de lo inmediatamente a la mano soacutelo necesita de la comple‐mentacioacuten faacutecil de realizar que de la cosa natural hace una plena cosa usual Pero iquestse puede acceder ontoloacutegicamente por este camino prescindiendo del problema especiacutefico del mundo al ser de lo que comparece inmediatamente dentro del mundo Con la cosidad material iquestno se estaacute poniendo taacutecitamente un ser mdashel constante estar‐ahiacute de una cosamdash que por la ulterior atribucioacuten al ente de predica‐dos de valor no recibe una complementacioacuten ontoloacutegica sino que estos caracteres axioloacutegicos mismos soacutelo son determinaciones oacutenticas de un ente que tiene el modo de ser de la cosa La adicioacuten de predicados de valor no puede darnos ni la maacutes miacute‐nima nueva informacioacuten acerca del ser de los bienes sino que no hace maacutes que presu‐poner tambieacuten para eacutestos el modo de ser del puro estar‐ahiacute Los valores son determina‐ciones que estaacuten‐ahiacute en una cosa Los valores tienen en definitiva su origen ontoloacute‐gico uacutenicamente en la previa posicioacuten de la realidad de la cosa como el estrato fun‐damental Pero ya la experiencia prefenomenoloacutegica muestra en el ente presunta‐mente coacutesico algo que no es plenamente comprensible por medio de la cosidad Por ese motivo necesita el ser coacutesico de una complementacioacuten iquestQueacute significa onto‐loacutegicamente el ser de los valores o esa ldquovalidezrdquo suya que Lotze concebiacutea como un modo de la ldquoafirmacioacutenrdquo iquestQueacute significa ontoloacutegicamente esa ldquoinherenciardquo de los valores a las cosas Mientras estas determinaciones queden en la oscuridad la reconstruccioacuten de la cosa de uso a partir de la cosa natural es una empresa ontoloacute‐gicamente dudosa y esto aun cuando se deje enteramente de lado la radical tergi‐versacioacuten de la problemaacutetica que ese planteamiento lleva consigo Y esta recons‐
1 iexclCriacutetica a la estructuracioacuten de las lsquoontologiacuteasrsquo en Husserl y en general toda la criacutetica a Descartes estaacute hecha aquiacute con esta intencioacuten
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truccioacuten de la cosa usual primeramente ldquodesolladardquo iquestno estaacute necesitada desde el comienzo de una visioacuten previa y positiva del fenoacutemeno cuya totalidad debe restablecerse en la reconstruccioacuten Si la estructura de ser maacutes propia de este fenoacutemeno no fuese primero adecuadamente explicitada iquestno edificariacutea la reconstruccioacuten sin plan algu‐no En la medida en que esta reconstruccioacuten y ldquocomplementacioacutenrdquo de la ontologiacutea tradicional del ldquomundordquo llega en sus resultados al mismo ente de que arrancoacute el anterior anaacutelisis del estar‐a‐la‐mano‐del‐uacutetil y de la totalidad respeccional (100) ella despierta la apariencia de que efectivamente el ser de este ente ha quedado aclarado o que al menos se ha convertido en problema Del mismo modo como Des‐cartes no acierta con la extensio como proprietas en el ser de la sustancia tampoco el recurso a las cualidades ldquovaliosasrdquo logra poner siquiera ante la vista el ser como estar‐a‐la‐mano y menos aun convertirlo en tema ontoloacutegico Descartes agudizoacute el estrechamiento de la pregunta por el mundo a la pre‐gunta por la cosidad natural considerada como el ente primeramente accesible dentro del mundo Consolidoacute la opinioacuten de que el conocimiento oacutentico presunta‐mente maacutes riguroso de un ente seriacutea tambieacuten la viacutea de acceso al ser primario del ente descubierto en ese conocimiento Pero es necesario reconocer al mismo tiempo que tambieacuten los intentos de ldquocomplementarrdquo la ontologiacutea de la cosa se mueven fundamentalmente en la misma base dogmaacutetica que Descartes Hemos indicado ya (sect 14) que el pasar por alto el mundo y el ente que pri‐mero comparece no es algo casual ni un error faacutecilmente reparable sino que se funda en un esencial modo de ser del Dasein mismo Cuando la analiacutetica del Da‐sein haya hecho transparentes aquellas estructuras fundamentales del Dasein que son las maacutes importantes dentro de los liacutemites de esta problemaacutetica cuando se le haya asignado al concepto de ser en general el horizonte de su posible comprensi‐bilidad1 y de esta manera logren hacerse ontoloacutegicamente comprensibles de un modo originario el estar‐a‐la‐mano y el estar‐ahiacute soacutelo entonces la criacutetica que hemos hecho a la ontologiacutea cartesiana del mundo ontologiacutea que es fundamentalmente la usual todaviacutea hoy podraacute ser filosoacuteficamente legitimada Para ello habraacute que mostrar (cf Primera Parte Tercera Seccioacuten) lo siguiente 1 iquestPor queacute se pasoacute por alto en el comienzo de la tradicioacuten ontoloacutegica decisiva para nosotros mdashexpliacutecitamente en Parmeacutenidesmdash el fenoacutemeno del mundo iquestDe doacutende procede el constante retorno de este pasar por alto 2 iquestPor queacute el ente intramundano reemplaza como tema ontoloacutegico al fenoacutemeno pasado por alto 3 iquestPor queacute este ente es encontrado en primer lugar en la ldquonaturalezardquo
1 iexclsic donde a decir verdad lsquocomprensibilidadrsquo [deberaacute entenderse] en funcioacuten del comprender en cuanto proyeccioacuten y eacutesta como temporeidad extaacutetica
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4 iquestPor queacute la complementacioacuten de tal ontologiacutea del mundo sentida como necesa‐ria se realiza con la ayuda del fenoacutemeno del valor Soacutelo cuando se haya respondido a estas preguntas se alcanzaraacute la compren‐sioacuten positiva de la problemaacutetica del mundo se mostraraacute cuaacutel es el origen de su omi‐sioacuten y se haraacute ver el fundamento del derecho a recusar la ontologiacutea tradicional del mundo (101) Las anteriores reflexiones sobre Descartes estaban destinadas a hacer com‐prender que ni el partir aparentemente obvio desde las cosas del mundo ni el orientarse por el conocimiento presuntamente maacutes riguroso del ente dan garantiacutea de que se ha llegado al terreno en el que se pueden encontrar fenomeacutenicamente las estructuras ontoloacutegicas inmediatas del mundo del Dasein y del ente intramunda‐no Ahora bien si se tiene presente que la espacialidad es sin lugar a dudas par‐te constitutiva del ente intramundano en definitiva se hace posible ldquosalvarrdquo el anaacute‐lisis cartesiano del ldquomundordquo Con el descubrimiento radical de la extensio como praesupositum para toda determinacioacuten de la res corporea Descartes preparaba la comprensioacuten de un apriori cuyo contenido seriacutea fijado luego maacutes rigurosamente por Kant Dentro de ciertos liacutemites el anaacutelisis de la extensio es independiente de la omisioacuten de una interpretacioacuten expliacutecita del ser del ente extenso La concepcioacuten de la extensio como determinacioacuten fundamental del ldquomundordquo tiene cierta justificacioacuten fenomeacutenica pero ni la espacialidad del mundo ni la espacialidad primeramente descubierta en el ente que comparece en el mundo circundante ni mucho menos la espacialidad del propio Dasein pueden comprenderse ontoloacutegicamente recurrien‐do a ella
C Lo circundantexcvii del mundo circundante y la espacialidad del Dasein
En el contexto del primer bosquejo del estar‐en (cf sect 12) fue necesario con‐trastar el modo de ser del Dasein con esa manera de estar en el espacio que llama‐mos el ldquoestar dentrordquo El ldquoestar dentrordquo significa que un ente en siacute mismo extenso estaacute encerradoxcviii en los liacutemites extensos de algo extenso Ambos el ente que estaacute dentro y el que lo encierra estaacuten en el espacio y lo estaacuten en el modo del estar‐ahiacute Sin embargo al recusar al Dasein esta forma de estar dentro de un espacio no pre‐tendiacuteamos excluir principialmente de eacutel toda espacialidad sino tan soacutelo abrir el ca‐mino para llegar a ver aquella espacialidad que es esencial al Dasein Esta espacia‐lidad es la que ahora habraacute que investigar Pero dado que tambieacuten el ente intra‐mundano estaacute en el espacio su espacialidad deberaacute estar en una conexioacuten ontoloacute‐
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gica con el mundo1 De ahiacute que sea necesario determinar en queacute sentido el espacio es un constitutivo del mundo de ese mundo que por su parte fue caracterizado como un momento estructural del estar‐en‐el‐mundo En forma especial deberaacute mostrarse que lo circundante del mundo circundante esto es la especiacutefica espacia‐lidad del ente que comparece en el mundo circundante se funda en la mundanei‐dad del mundo en vez de ser el mundo el que estaacute‐ahiacute en el espacio La (102) in‐vestigacioacuten de la espacialidad del Dasein y de la determinacioacuten espacial del mundo se inicia con un anaacutelisis de lo a la mano que estaacute dentro del mundo en el espacio La meditacioacuten recorre tres niveles 1 La espacialidad de lo a la mano dentro del mundo (sect 22) 2 La espacialidad del estar‐en‐el‐mundo (sect 23) 3 La espacialidad del Dasein y el espacio (sect 24)
sect 22 La espacialidad de lo a la mano dentro del mundo Si el espacio entra en la constitucioacuten del mundo en un sentido todaviacutea por determinar no debe extrantildearnos que ya en la caracterizacioacuten ontoloacutegica hecha an‐teriormente del ser de lo intramundano se nos haya tenido que presentar eacuteste co‐mo intraespacial Hasta ahora esta espacialidad de lo a la mano no ha sido conside‐rada fenomeacutenicamente en forma expliacutecita tampoco se ha mostrado su trabazoacuten con la estructura de ser de lo a la mano Eacutesta es ahora la tarea iquestHasta queacute punto en la caracterizacioacuten de lo a la mano hemos tropezado ya con su espacialidad Hemos hablado de lo inmediatamente a la mano No se trata tan soacutelo del ente que comparece antes que otro sino tambieacuten del ente que estaacute ldquoen la cercaniacuteardquo Lo a la mano del trato cotidiano tiene el caraacutecter de la cercaniacutea Si bien se mira esta cercaniacutea del uacutetil queda ya sentildealada en el teacutermino que expresa su ser en el ldquoestar‐a‐la‐manordquo El ente ldquoa la manordquo tiene cada vez una cercaniacutea variable que no se determina midiendo distancias Esta cercaniacutea se regula por el manejo y el uso en un ldquocaacutelculordquo circunspectivo La circunspeccioacuten del ocuparse determina lo que en esta forma es cercano considerando tambieacuten la direccioacuten en la que el uacutetil es accesible en cada momento La cercaniacutea direccionada del uacutetil significa que eacuteste no tiene simplemente su lugar en el espacio como un ente que estaacute‐ahiacute en alguna par‐te sino que en cuanto uacutetil estaacute por esencia colocado instalado emplazado puesto El uacutetil tiene su lugar propio [Platz]xcix o bien ldquoestaacute por ahiacute en alguna parterdquoc lo que debe distinguirse cuidadosamente de un puro encontrarse‐ahiacute en un lugar cual‐quiera del espacio Como lugar propio de este particular ldquouacutetil parahelliprdquo cada lugar propio se determina desde un conjunto de lugares propios reciacuteprocamente orienta‐dos en el complejo de uacutetiles a la mano en el mundo circundante El lugar propio y
1 Por consiguiente el mundo es tambieacuten espacial
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la multiplicidad de lugares propios no deben ser interpretados como el ldquodoacutenderdquo de un simple estar‐ahiacute de las cosas El lugar propio es siempre el preciso ldquoahiacuterdquo o ldquoaquiacuterdquo al que un uacutetil pertenece en propiedad [des Hingehoumlrens eines Zeugs] La ldquoperti‐nenciardquo [Hingehoumlrigkeit] (103) depende siempre del caraacutecter pragmaacutetico de lo a la mano es decir de su pertenencia respeccional a un todo de uacutetiles Pero la perti‐nencia que hace determinables los lugares propios de un conjunto de uacutetiles tiene como condicioacuten de posibilidad el adoacutende en general hacia dentro del cual se le asigna a un determinado complejo de uacutetiles la totalidad de lugares propios Este adoacutende [Wohin] de la posible pertinencia pragmaacutetica que en el trato ocupado se ha‐lla de antemano ante la mirada circunspectiva es lo que nosotros llamamos la zona [Gegend]ci ldquoEn la zona derdquo no significa solamente ldquoen direccioacuten haciardquo sino tambieacuten en los alrededores de algo que estaacute en esa direccioacuten El lugar propio constituido por la direccioacuten y la lejaniacutea mdashla cercaniacutea es soacutelo un modo de eacutestamdash ya estaacute orienta‐do hacia una zona y estaacute dentro de ella Soacutelo si la zona ha sido previamente descu‐bierta es posible asignar y encontrar los lugares propios de una totalidad de uacutetiles circunspectivamente disponible Esta orientacioacuten zonal de la multiplicidad de luga‐res propios de lo a la mano constituye lo circundante el en‐torno‐a‐nosotros del ente que comparece inmediatamente en el mundo circundante Lo inmediatamente dado no es jamaacutes una multiplicidad tridimensional de lugares posibles ocupada por cosas que estaacuten‐ahiacute Esta dimensionalidad del espacio estaacute todaviacutea velada en la espacialidad de lo a la mano El ldquoarribardquo es lo que estaacute ldquoen el cielo rasordquo el ldquoabajordquo lo que estaacute ldquoen el suelordquo el ldquoatraacutesrdquo lo ldquojunto a la puertardquo todos los ldquodonderdquo son descubiertos a traveacutes de los pasos y caminos del quehacer cotidiano e interpretados circunspectivamente jamaacutes son establecidos y catalogados en una consideracioacuten mensurante del espacio Las zonas no se constituyen mediante cosas que estaacuten‐ahiacute juntas sino que ya estaacuten siempre a la mano en los correspondientes lugares propios Los lugares pro‐pios les son asignados a los entes a la mano en la circunspeccioacuten del ocuparse o son descubiertos como tales Lo que estaacute constantemente a la mano y que el estar‐en‐el‐mundo circunspectivo toma en cuenta de antemano tiene por eso su lugar propio El ldquodonderdquo de su estar‐a‐la‐mano es tomado en cuenta en la ocupacioacuten y se orienta hacia los demaacutes entes a la mano De esta manera el sol cuya luz y calor son usados cotidianamente tiene por la variable empleabilidad de aquello que eacutel dis‐pensa sus lugares especiales circunspectivamente descubiertos levante mediodiacutea poniente medianoche Los lugares propios de este ente que estaacute constantemente a la mano de manera variable pero regular se convierten en ldquoindicadoresrdquo fuertes de las zonas que hay en ellos Estos puntos cardinales [Himmelsgegenden] que no tie‐nen todaviacutea necesariamente un significado geograacutefico proporcionan el previo adoacutende de toda particular conformacioacuten de zonas susceptibles de ser ocupadas con
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lugares propios La casa tiene su lado del sol y su lado de la sombra por ellos se orienta la distribucioacuten de los ldquoespaciosrdquo y (104) dentro de eacutestos la disposicioacuten del alhajamiento de acuerdo en cada caso al caraacutecter que tiene como uacutetil Las iglesias y las tumbas por ejemplo estaacuten situadas de acuerdo con la salida y la puesta del sol zonas de la vida y de la muerte desde las cuales el Dasein mismo estaacute determi‐nado desde el punto de vista de sus maacutes propias posibilidades‐de‐ser en el mundo La ocupacioacuten del Dasein a quien en su ser le va este mismo ser descubre previa‐mente las zonas con las cuales eacutel tiene cada vez una relacioacuten decisiva El previo descubrimiento de las zonas estaacute codeterminado por la totalidad respeccional con vistas a la cual lo a la mano es puesto en libertad en su comparecer El estar previamente a la mano de toda zona posee en un sentido aun maacutes originario que el ser de lo a la mano el caraacutecter de lo familiar que no llama la atencioacuten Soacutelo se hace visible en siacute mismo cuando en un descubrimiento circunspectivo de lo a la mano nos sorprende en los modos deficientes del ocuparse Cuando no se en‐cuentra algo en su lugar propio la zona se vuelve con frecuencia por primera vez expliacutecitamente accesible en cuanto tal El espacio que en el estar‐en‐el‐mundo cir‐cunspectivo es descubierto como espacialidad del todo de uacutetiles pertenece siempre al ente mismo como siendo el lugar propio de eacuteste El espacio puro estaacute todaviacutea encubierto El espacio estaacute fragmentado en los lugares propios1 Pero esta espaciali‐dad tiene en virtud de la totalidad respeccional muacutendica de lo espacialmente a la mano su unidad propia El ldquomundo circundanterdquo no se inserta en un espacio pre‐viamente dado sino que su mundaneidad especiacutefica articula en su significatividad el contexto respeccional de una determinada totalidad de lugares propios circuns‐pectivamente ordenados Cada mundo particular descubre siempre la espacialidad del espacio que le pertenece Dejar comparecer lo a la mano en su espacialidad cir‐cunmundana no es oacutenticamente posible sino porque el Dasein mismo es ldquoespacialrdquo en su estar‐en‐el‐mundo
sect 23 La espacialidad del estar‐en‐el‐mundo Si atribuimos espacialidad al Dasein evidentemente ese ldquoser en el espaciordquo deberaacute comprenderse a partir del modo de ser de este ente La espacialidad del Da‐sein mdashel cual por su misma esencia no es un estar‐ahiacutemdash no puede significar ni un encontrarse en alguna parte dentro del ldquoespacio coacutesmicordquo ni un estar‐a‐la‐mano en el lugar propio Ambas cosas son modos de ser de los entes que comparecen dentro del mundo En cambio el Dasein estaacute ldquoenrdquo el mundo en el sentido del ocupado y familiar habeacuterselas con el ente que comparece dentro del mundo Y por consi‐
1 iexclNo se trata precisamente de una peculiar y no fragmentada unidad de lugares propios
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guiente si la espacialidad le corresponde en alguna forma seraacute (105) uacutenicamente sobre la base de este estar‐en Ahora bien la espacialidad de este uacuteltimo presenta los caracteres de la des‐alejacioacuten [Ent‐fernung] y la direccionalidad [Ausrichtung] Desalejacioacuten como modo de ser del Dasein en su estar‐en‐el‐mundo no sig‐nifica para nosotros ni lejaniacuteacii (cercaniacutea) ni distancia [Abstand] Usamos el teacutermino desalejacioacuten en un sentido activo y transitivo El teacutermino mienta una estructura de ser del Dasein respecto de la cual alejar algo ponerlo lejos no es sino un modo de‐terminado y faacutectico Desalejar quiere decir hacer desaparecer la lejaniacutea [Ferne]1 es decir el estar lejos de algo significa por consiguiente acercamiento El Dasein es esencialmente des‐alejador por ser el ente que es hace que el ente comparezca vi‐niendo a la cercaniacutea2 La desalejacioacuten descubre el estar lejos El estar lejos al igual que la distancia es una determinacioacuten categorial del ente que no es Dasein En cambio la desalejacioacuten debe ser entendida como un existencial Soacutelo en la medida en que el ente queda de alguacuten modo descubierto para el Dasein en su estar lejos se hacen accesibles en el ente intramundano mismo ldquolejaniacuteasrdquo y distancias respecto de otro ente Dos puntos y en general dos cosas no estaacuten propiamente ldquoalejadosrdquo el uno del otro ya que por su modo de ser ninguno de estos entes es capaz de desale‐jar No tienen maacutes que una distancia constatable y medible en el des‐alejar3 Des‐alejar es inmediata y regularmente acercamiento circunspectivo traer a la cercaniacutea como son el procurarse [algo] aprestarlo tenerlo a mano Pero tam‐bieacuten determinados modos del puro descubrimiento cognoscitivo del ente tienen el caraacutecter del acercamiento El Dasein tiene una tendencia esencial a la cercaniacutea4 Todos los modos de aceleracioacuten de la velocidad en los que en mayor o menor grado esta‐mos forzados hoy a participar tienden a la superacioacuten de la lejaniacutea Con la ldquoradiordquo por ejemplo el Dasein lleva a cabo hoy por la viacutea de una ampliacioacuten y destruccioacuten del mundo circundante cotidiano una des‐alejacioacuten del ldquomundordquo cuyo sentido pa‐ra el Dasein no podemos apreciar auacuten en su integridad En el des‐alejar no hay necesariamente una expliacutecita apreciacioacuten de la lejaniacutea de un ente a la mano con respecto al Dasein El estar lejos no es comprendido ja‐maacutes como mera distancia Y si es necesario evaluar una distancia se lo hace en re‐lacioacuten a las desalejaciones en las que se mueve el Dasein cotidiano Desde el punto de vista del caacutelculo estas apreciaciones bien pueden ser imprecisas y cambiantes pero ellas tienen en la cotidianidad del Dasein su propia y usualmente comprensi‐ble precisioacuten Decimos aquello estaacute a la distancia de un paso soacutelo a dos pasos ldquoestaacute ahiacute mismordquo Estas medidas expresan no soacutelo que ellas no pretenden hacer una ldquomedicioacutenrdquo propiamente dicha sino que la lejaniacutea apreciada pertenece (106) a un 1 iquestDe doacutende viene la lejaniacutea que es des‐alejada 2 Cercaniacutea y presencia es lo esencial no la magnitud de la distancia 3 Des‐alejar maacutes fuerte que acercamiento 4 iquestHasta doacutende y por queacute El ser qua presencia constante tiene la primaciacutea presentacioacuten
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ente al que se va en ocupacioacuten circunspectiva Pero incluso cuando nos servimos de medidas maacutes exactas y decimos ldquohasta aquella casa hay una media horardquo esta me‐dida debe entenderse soacutelo en un sentido apreciativo ldquoMedia horardquo no son 30 mi‐nutos sino una duracioacuten que no tiene ninguna ldquoextensioacutenrdquo en sentido cuantitativo Esta duracioacuten es interpretada siempre desde ldquoocupacionesrdquo usuales cotidianas Las lejaniacuteas son evaluadas primeramente e incluso alliacute donde se conocen las medidas ldquooficialesrdquo de una manera circunspectiva Como lo desalejado en semejantes esti‐maciones estaacute a la mano conserva su caraacutecter especiacuteficamente intramundano A lo que habriacutea que antildeadir incluso que los caminos que en el trato cotidiano nos llevan al ente desalejado no son todos los diacuteas del mismo largo Lo a la mano del mundo circundante no estaacute‐ahiacute para un contemplador eterno eximido del existir [Dasein] sino que sale al encuentro de la cotidianidad circunspectivamente ocupada del Da‐sein A traveacutes de sus caminos el Dasein no recorre una distancia espacial como una cosa corpoacuterea que estaacute‐ahiacute no ldquodevora kiloacutemetrosrdquo acercamiento y des‐alejacioacuten son cada vez un estar vertido en ocupacioacuten a lo cercano y des‐alejado Un camino ldquoobjetivamenterdquo largo puede ser maacutes corto que otro ldquoobjetivamenterdquo muy corto que es tal vez un ldquopaso difiacutecilrdquo y se le hace a uno infinitamente largo Pero es en este ldquohaceacutersele a unordquo donde el correspondiente mundo llega a estar propiamente a la mano Las distancias objetivas de las cosas que estaacuten‐ahiacute no coinciden con la lejaniacutea o cercaniacutea del ente a la mano dentro del mundo Aunque aqueacutellas puedan ser conocidas con exactitud este saber seraacute siempre ciego no ejerceraacute la funcioacuten de un acercamiento circunspectivamente descubridor del mundo circundante este saber soacutelo tiene sen‐tido en y para un ente que sin medir extensiones estaacute vuelto en ocupacioacuten hacia un mundo que lo ldquoatantildeerdquo Como consecuencia de la primaciacutea que se le atribuye de antemano a la ldquona‐turalezardquo y a la medicioacuten ldquoobjetivardquo de las distancias hay la tendencia a considerar como ldquosubjetivardquo semejante manera de comprender y apreciar la lejaniacutea de las co‐sas Pero eacutesta es una ldquosubjetividadrdquo que descubre quizaacutes lo maacutes real de la ldquoreali‐dadrdquo del mundo y que no tiene nada que ver con una arbitrariedad ldquosubjetivardquo o con ldquoopinionesrdquo subjetivas acerca de un ente que seriacutea ldquoen siacuterdquo de otra manera El desalejar circunspectivo de la cotidianidad del Dasein descubre el ser‐en‐siacute del ldquoverdadero mundordquo del ente en medio del cual el Dasein en cuanto existente estaacute desde siempre La orientacioacuten primaria o exclusiva hacia la medicioacuten de las distancias como modo de evaluar la lejaniacutea de las cosas encubre la espacialidad originaria del estar‐en Lo presuntamente ldquomaacutes cercanordquo no es en absoluto lo que estaacute a la (107) menor distancia ldquode nosotrosrdquo Lo ldquomaacutes cercanordquo es lo que se halla a mediano alcance medianamente lejos de nuestras manos y de nuestra vista Puesto que el Dasein es esencialmente espacial en el modo de la des‐alejacioacuten el trato se mueve siempre en el campo de juego del ldquomundo circundanterdquo desalejado cada vez por eacutel y por eso nuestro oiacuter y ver empieza siempre por saltarse lo ldquomaacutes cercanordquo desde el punto de
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vista de la distancia El ver y oiacuter son sentidos para lo lejano no en virtud de su ma‐yor alcance sino porque el Dasein estaacute preponderantemente en ellos en cuanto de‐salejante Para el que usa lentes por ejemplo tan cercanos desde el punto de vista de la distancia que los tiene ldquoen su narizrdquo este uacutetil estaacute maacutes lejos en su mundo cir‐cundante que el cuadro en la pared del frente Tan poco cercano es que muchas veces por lo pronto nos resulta imposible encontrarlos El uacutetil para ver y el uacutetil pa‐ra oiacuter como es por ejemplo el auricular del teleacutefono tienen el caraacutecter ya sentildealado de la no‐llamatividad de lo inmediatamente a la mano Esto tambieacuten vale por ejemplo de la calle el uacutetil para andar Mientras uno camina la va tocando a cada paso ella parece lo maacutes cercano y real de todo lo a la mano en cierto modo se des‐liza bajo una parte de nuestro cuerpo bajo las plantas de los pies Y sin embargo estaacute maacutes lejos que el conocido que al caminar encontramos ldquoen la callerdquo a la ldquodis‐tanciardquo de veinte pasos Sobre la cercaniacutea y lejaniacutea de lo inmediatamente a la mano en el mundo circundante decide la ocupacioacuten circunspectiva Aquello en medio de lo cual ella estaacute de antemano es lo maacutes cercano y lo que regula toda des‐alejacioacuten Cuando el Dasein pone algo cerca de siacute en la ocupacioacuten esto no significa que lo fije en un lugar del espacio a la menor distancia de alguacuten punto de su cuer‐po ldquoEn la cercaniacuteardquo significa en el aacutembito de lo inmediatamente a la mano en la circunspeccioacuten El acercamiento no toma como punto de referencia la ldquocosa‐yordquo dotada de un cuerpo sino el ocupado estar‐en‐el‐mundo es decir lo que en este estar‐en‐el‐mundo comparece inmediatamente Por eso la espacialidad del Dasein tampoco puede determinarse indicando el lugar en el que estaacute presente una cosa corpoacuterea Es cierto que tambieacuten del Dasein decimos que siempre ocupa un lugar Pero este ldquoocuparrdquo es fundamentalmente distinto del estar‐a‐la‐mano en un lugar propio dentro de una zona La ocupacioacuten de un lugar por parte del Dasein debe concebirse como una desalejacioacuten de lo a la mano en el mundo circundante en una zona previamente descubierta por la circunspeccioacuten El Dasein comprende su aquiacute desde el alliacute del mundo circundante El aquiacute no mienta el doacutende de algo que estu‐viera‐ahiacute sino el en‐medio‐de‐queacute de un desalejante estar‐en‐medio‐dehellip y junto con eacutel la des‐alejacioacuten misma En virtud de su peculiar espacialidad el Dasein no estaacute jamaacutes primeramente aquiacute sino maacutes bien alliacute y desde ese alliacute viene a su aquiacute y esto ocurre una vez maacutes tan soacutelo interpretando su ocupado estar (108) vuelto ha‐ciahellip desde lo que estaacute alliacute a la mano Esto se vuelve enteramente claro si se consi‐dera una caracteriacutestica fenomeacutenica de la estructura de des‐alejacioacuten del estar‐en El Dasein como estar‐en‐el‐mundo se mueve esencialmente en un desalejar Esta des‐alejacioacuten es decir la lejaniacutea de lo a la mano respecto del Dasein mismo el Dasein jamaacutes puede cruzarla Sin duda la lejaniacutea de un ente a la mano con respecto al Dasein puede ser entendida por eacuteste como distancia si se la determina en rela‐cioacuten a una cosa pensada como si estuviera presente en el lugar que el Dasein habiacutea ocupado antes El ldquoentrerdquo de la distancia puede ser posteriormente atravesado por
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el Dasein pero soacutelo si la distancia misma se torna desalejada El Dasein no ha cru‐zado su des‐alejacioacuten sino que maacutes bien la ha llevado y la lleva constantemente consigo porque eacutel es esencialmente des‐alejacioacuten es decir espacial El Dasein no puede deambular eacutel mismo por el aacutembito de sus des‐alejaciones soacutelo puede variarlas El Dasein es espacial en el modo del descubrimiento circunspectivo del espacio y en tal forma que en todo momento tiene un comportamiento des‐alejante respecto del ente que asiacute le sale espacialmente al encuentro El Dasein en cuanto estar‐en des‐alejante tiene a la vez el caraacutecter de la di‐reccionalidad Todo acercamiento ha tomado previamente una direccioacuten hacia una zona dentro de la cual lo des‐alejado se acerca para volverse determinable respecto de su lugar propio El ocuparse circunspectivo es un des‐alejar direccionado En este ocuparse es decir en el estar‐en‐el‐mundo del Dasein mismo estaacute impliacutecita la necesidad de ldquosignosrdquo el signo se hace cargo de la indicacioacuten expresa y faacutecilmente manejable de las direcciones Mantiene expliacutecitamente abiertas las zonas de las que la circunspeccioacuten hace uso el adoacutende de la pertinencia del ir‐hacia del llevar o traer Si el Dasein es tiene ya siempre descubierta su zona en cuanto toma direc‐cioacuten desalejando Tanto la direccionalidad como la des‐alejacioacuten en cuanto modos del estar‐en‐el‐mundo estaacuten previamente dirigidas por la circunspeccioacuten del ocu‐parse De esta direccionalidad provienen las direcciones fijas hacia la derecha y la izquierda Al igual que sus des‐alejaciones el Dasein lleva tambieacuten constantemente consigo estas direcciones La espacializacioacuten del Dasein en su ldquocorporalidadrdquo que implica una problemaacutetica propia que no ha de ser tratada aquiacute se halla tambieacuten caracterizada por estas direcciones Por eso lo a la mano y uacutetil para el cuerpo como por ejemplo los guantes que tienen que seguir los movimientos de la mano debe estar orientado a derecha e izquierda En cambio un (109) instrumento manual tenido en la mano y movido por eacutesta no sigue el movimiento especiacuteficamente ldquomanualrdquo de la mano Por eso aunque sean manejados con la mano no hay marti‐llos derechos e izquierdos Pero debe considerarse auacuten que la direccionalidad propia de la des‐aleja‐cioacuten estaacute fundada en el estar‐en‐el‐mundo Derecha e izquierda no son algo ldquosub‐jetivordquo que corresponderiacutea a un cierto sentimiento del sujeto sino que son direc‐ciones de la orientacioacuten dentro de un mundo ya a la mano ldquoPor el mero sentimien‐to de una diferencia de mis dos ladosrdquo1 jamaacutes podriacutea yo orientarme en un mundo El sujeto dotado del ldquomero sentimientordquo de esta diferencia es un punto de partida constructivo que no toma en cuenta la verdadera constitucioacuten del sujeto seguacuten la cual el Dasein que tiene este ldquomero sentimientordquo ya estaacute y debe estar siempre en un
1 I Kant Was heisst Sich im Denken orientieren (1786) Obras (edicioacuten de la Academia) tomo VIII pp 131‐147
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mundo para poderse orientar Esto puede verse por medio del ejemplo con el que Kant intenta aclarar el fenoacutemeno de la orientacioacuten Supongamos que entro en un cuarto conocido pero oscuro que durante mi ausencia ha sido de tal manera cambiado que todo lo que estaba a la derecha esteacute ahora a la izquierda Para orientarme no me sirve de nada el ldquomero sentimiento de la diferenciardquo de mis dos lados mientras no se haya reconocido un objeto determi‐nado ldquocuyo lugar conservo en la memoriardquo dice Kant como de paso Pero esto no significa otra cosa sino que yo me oriento necesariamente en y por un ya estar sien‐do en medio de un mundo ldquoconocido1rdquo El complejo de uacutetiles de un mundo debe estarle ya dado al Dasein Que yo estoy ya siempre en un mundo no es menos constitutivo para la posibilidad de la orientacioacuten que el sentimiento de una derecha y una izquierda El hecho de que esta constitucioacuten de ser del Dasein sea obvia no autoriza para suprimir su rol ontoloacutegico constitutivo Kant tampoco lo suprime co‐mo no lo hace ninguna otra interpretacioacuten del Dasein Pero el constante uso de esta estructura no dispensa de una exposicioacuten ontoloacutegica adecuada sino que la exige La interpretacioacuten psicoloacutegica de que el yo tiene algo ldquoen la memoriardquo se refiere en el fondo a la constitucioacuten existencial del estar‐en‐el‐mundo Como Kant no ve esta estructura desconoce tambieacuten el contexto cabal que hace posible la orientacioacuten La orientacioacuten hacia la derecha y la izquierda se funda en la esencial direccionalidad del Dasein en general y eacutesta por su parte (110) estaacute esencialmente codeterminada por el estar‐en‐el‐mundo Ciertamente lo que a Kant le interesa no es la interpreta‐cioacuten temaacutetica del orientarse Eacutel quiere mostrar solamente que toda orientacioacuten estaacute necesitada de un ldquoprincipio subjetivordquo Pero aquiacute ldquosubjetivordquo quiere decir a priori Sin embargo el apriori del orientarse hacia la derecha y la izquierda se funda en ese apriori ldquosubjetivordquo que es el estar‐en‐el‐mundo que no tiene nada que ver con una determinacioacuten del Dasein que lo limita de antemano a ser un sujeto sin mun‐do Des‐alejacioacuten y direccionalidad determinan en cuanto caracteres constituti‐vos del estar‐en la espacialidad del Dasein su estar en el espacio intramundano descubierto en ocupacioacuten circunspectiva La explicacioacuten hecha hasta aquiacute de la es‐pacialidad de lo a la mano dentro del mundo y de la espacialidad del estar‐en‐el‐mundo proporciona los supuestos para sacar a luz el fenoacutemeno de la espacialidad del mundo y plantear el problema ontoloacutegico del espacio
sect 24 La espacialidad del Dasein y el espacio
1 Por el orden que me es conocido que mantengo presente ante miacute y conforme al cual hago las [nece‐sarias] transposiciones
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En cuanto estar‐en‐el‐mundo el Dasein ya ha descubierto cada vez un ldquomundordquo Este descubrimiento fundado en la mundaneidad del mundo lo hemos caracterizado como un dejar al ente en libertad en funcioacuten de una totalidad respec‐cional El dejar‐ser liberador se realiza como un remitirse circunspectivo fundado en una previa comprensioacuten de la significatividad Ahora ha quedado mostrado que el circunspectivo estar‐en‐el‐mundo es espacial Y soacutelo porque el Dasein es espacial como des‐alejacioacuten y direccionalidad puede comparecer la espacialidad de lo a la mano en el mundo circundante La puesta en libertad de una totalidad respeccio‐nal es cooriginariamente un des‐alejante y direccionado dejar‐ser en una zona es decir una puesta en libertad de la pertinencia espacial de lo a la mano En la signi‐ficatividad con la que el Dasein estaacute familiarizado en cuanto ocupado estar‐en se da tambieacuten la esencial apertura del espacio El espacio asiacute abierto con la mundaneidad del mundo no tiene todaviacutea nada de la pura multiplicidad de las tres dimensiones En esta inmediata apertura el es‐pacio queda todaviacutea oculto en cuanto puro ldquodonderdquo de una ordenacioacuten de lugares y determinacioacuten de posiciones de caraacutecter meacutetrico Aquello en funcioacuten de lo cual el espacio queda previamente descubierto en el Dasein ya lo hemos hecho ver al mos‐trar el fenoacutemeno de la zona Entendemos la zona como el adoacutende de la posible per‐tenencia del contexto pragmaacutetico a la mano que debe poder comparecer en (111) cuanto direccionalmente desalejado es decir en su lugar propio La pertenencia se determina desde la significatividad constitutiva del mundo y articula el acaacute y allaacute dentro del posible adoacutende El adoacutende en general se bosqueja mediante un todo re‐misional que hunde sus raiacuteces en un por‐mor‐de del ocuparse y dentro del cual se mueve en sus remisiones el dejar‐ser que deja en libertad Aquello que comparece como estando a la mano tiene siempre una condicioacuten respectiva con una zona A la totalidad respeccional que constituye el ser de lo a la mano en el mundo circun‐dante le pertenece una condicioacuten respectiva espacial de caraacutecter zonal En base a ella lo a la mano puede ser encontrado y determinado en su forma y direccioacuten Con el ser faacutectico del Dasein y seguacuten el mayor o menor grado de transparencia de la circunspeccioacuten del ocuparse lo a la mano dentro del mundo queda desalejado y orientado en cierta direccioacuten Dejar que el ente intramundano comparezca lo que es constitutivo del estar‐en‐el‐mundo es un ldquoabrir espaciordquo [ldquoRaumgebenrdquo] Este ldquoabrir espaciordquo que tam‐bieacuten llamamos ordenacioacuten espaciante [Einraumlumen] es dejar en libertad lo a la mano mirando a su espacialidad Esta ordenacioacuten espaciante en cuanto previa donacioacuten descubridora de una posible totalidad de lugares propios respeccionalmente deter‐minada posibilita la correspondiente orientacioacuten faacutectica El Dasein en cuanto ocu‐pacioacuten circunspectiva con el mundo soacutelo puede cambiar una cosa de lugar quitar‐la de ahiacute ldquoordenar cosas en el espaciordquo porque a su estar‐en‐el‐mundo le pertene‐ce el ordenar espaciante entendido como existencial Pero ni la zona previamente
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descubierta ni en general la correspondiente espacialidad estaacuten expresamente ante la mirada La espacialidad estaacute presente en siacute para la circunspeccioacuten en la no‐llamatividad de lo a la mano en cuya ocupacioacuten la circunspeccioacuten se absorbe Con el estar‐en‐el‐mundo el espacio queda descubierto primeramente en esta forma de espacialidad Sobre la base de la espacialidad asiacute descubierta se hace accesible al conocimiento el espacio mismo El espacio no estaacute en el sujeto ni el mundo estaacute en el espacio El espacio estaacute maacutes bien ldquoenrdquo el mundo en la medida en que el estar‐en‐el‐mundo constitutivo del Dasein ha abierto el espacio El espacio no se encuentra en el sujeto ni el sujeto considera el mundo ldquocomo sirdquo eacuteste estuviera dentro de un espacio sino que el ldquosu‐jetordquo ontoloacutegicamente bien entendido es decir el Dasein es espacial en un sentido originario Y porque el Dasein es espacial en la forma descrita el espacio se presen‐ta como apriori Este teacutermino no indica algo asiacute como una previa pertenencia a un sujeto primeramente sin mundo que proyectariacutea desde siacute un espacio Aprioridad quiere decir aquiacute prioridad del comparecer del espacio (en tanto que zona) en el correspondiente comparecer de lo a la mano en el mundo circundante La espacialidad de lo que comparece circunspectivamente en forma inme‐diata puede hacerse temaacutetica para la circunspeccioacuten misma y convertirse para ella en tarea de caacutelculo y medida como ocurre por ejemplo en la construccioacuten de (112) viviendas y en la agrimensura En esta tematizacioacuten de la espacialidad del mundo circundante cuyo caraacutecter es auacuten predominantemente circunspectivo el espacio mismo cae en cierto modo bajo la mirada Al espacio que asiacute se muestra puede atender la mirada puramente observadora renunciando a la uacutenica posibilidad de acceso al espacio que anteriormente se daba vale decir al caacutelculo circunspectivo La ldquointuicioacuten formalrdquo del espacio descubre las posibilidades puras de relaciones espaciales Se da aquiacute una serie de gradaciones en el descubrimiento del espacio puro y homogeacuteneo empezando por la morfologiacutea pura de las figuras espaciales si‐guiendo con el analysis situs hasta llegar a la ciencia puramente meacutetrica del espa‐cio La consideracioacuten de estas conexiones cae fuera de la presente investigacioacuten1 Al aacutembito de los problemas de esta investigacioacuten perteneciacutea soacutelo establecer ontoloacutegi‐camente la base fenomeacutenica para el descubrimiento temaacutetico y la elaboracioacuten del espacio puro El descubrimiento acircunspectivo y puramente contemplativo del espacio neutraliza las zonas circunmundanas convirtieacutendolas en dimensiones puras Los lugares propios y la totalidad de lugares propios del uacutetil a la mano establecida por la circunspeccioacuten se reducen a una multiplicidad de lugares que pueden ser ocupa‐dos por cualquier cosa La espacialidad de lo intramundanamente a la mano pier‐
1 Cf a este respecto O Becker Beitraumlge zur phaumlnomenologischen Begruumlndung der Geometrie und ihrer physikalischen Anwendungen Tomo VI de este Jahrbuch (1923) p 385 ss
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de junto con eacuteste su caraacutecter de condicioacuten respectiva El mundo pierde lo que tie‐ne de especiacuteficamente circundante el mundo circundante se convierte en mundo natural El ldquomundordquo como conjunto de uacutetiles a la mano queda espacializado en una trama de cosas extensas que soacutelo estaacuten‐ahiacute El espacio natural homogeacuteneo soacutelo se muestra por la viacutea de un particular modo de descubrimiento del ente que com‐parece modo que tiene el caraacutecter de una especiacutefica desmundanizacioacuten de la mundi‐cidad de lo a la mano En virtud de su estar‐en‐el‐mundo al Dasein le estaacute presentado siempre mdashaunque no temaacuteticamentemdash un espacio ya descubierto En cambio el espacio mis‐mo queda por lo pronto encubierto en lo que toca a las posibilidades puras impli‐cadas en eacutel de la mera espacialidad de algo Que el espacio se muestre esencialmen‐te en un mundo no dice todaviacutea nada sobre el modo de su ser No necesita tener el modo de ser espacial de algo a la mano o de algo que estaacute‐ahiacute El ser del espacio tampoco tiene el modo de ser del Dasein Del hecho de que el ser del espacio no pueda ser concebido en el modo de ser de la res extensa no se sigue (113) que deba determinarse ontoloacutegicamente como ldquofenoacutemenordquo de esta res mdashno seriacutea diferente de ella en el sermdash ni mucho menos que el ser del espacio pueda identificarse con el de la res cogitans y concebirse como meramente ldquosubjetivordquo prescindiendo incluso del caraacutecter discutible del ser de este sujeto La perplejidad que hasta hoy persiste en la interpretacioacuten del ser del espacio se funda no tanto en un conocimiento insuficiente del contenido objetivo del espa‐cio mismo cuanto en la falta de una radical claridad respecto de las posibilidades del ser en general y de una interpretacioacuten ontoloacutegica conceptual de las mismas Lo decisivo para la comprensioacuten del problema ontoloacutegico del espacio consiste en libe‐rar la pregunta por el ser del espacio de la estrechez de los conceptos de ser fortui‐tamente disponibles y ademaacutes casi siempre toscos y atenieacutendonos al fenoacutemeno mismo y a los distintos modos fenomeacutenicos de espacialidad orientar la problemaacute‐tica del ser del espacio hacia la aclaracioacuten de las posibilidades del ser en general El fenoacutemeno del espacio no constituye ni la uacutenica ni la primaria determina‐cioacuten ontoloacutegica del ser del ente intramundano Menos aun es el espacio lo constitu‐tivo del fenoacutemeno del mundo El espacio soacutelo puede concebirse a partir del mun‐do Al espacio no se llega por la desmundanizacioacuten del mundo circundante sino que la espacialidad puede ser descubierta uacutenicamente sobre la base del mundo y de tal manera que sin embargo el espacio es con‐constitutivo del mundo en razoacuten de la esencial espacialidad del Dasein mismo en lo que concierne a su constitucioacuten fundamental de estar‐en‐el‐mundo
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CAPIacuteTULO CUARTO El estar‐en‐el‐mundo como coestar y ser‐siacute‐mismo El ldquounordquo
El anaacutelisis de la mundaneidad del mundo tuvo constantemente ante la mira‐da el fenoacutemeno del estar‐en‐el‐mundo en su totalidad sin que por ello se destaca‐ran todos sus momentos constitutivos con la misma claridad fenomeacutenica que el fe‐noacutemeno del mundo mismo La interpretacioacuten ontoloacutegica del mundo partioacute del anaacute‐lisis del ente intramundano porque el Dasein en su cotidianidad que sigue siendo en todo momento nuestro punto de vista no soacutelo estaacute de un modo general en un mundo sino que corrientemente se comporta en relacioacuten al mundo de un modo particular inmediata y regularmente el Dasein estaacute absorbido por su mundo Este modo de ser del absorberse en el mundo y por consiguiente el estar‐en sobre el cual ese modo se funda determinan esencialmente el fenoacutemeno que (114) ahora examinamos al preguntar iquestquieacuten es el Dasein en la cotidianidad Todas las estruc‐turas de ser del Dasein y por ende tambieacuten el fenoacutemeno que responde a la pre‐gunta por el quieacuten son modalidades de su ser Su caraacutecter ontoloacutegico es existen‐cial De ahiacute la necesidad de un planteamiento correcto de la pregunta y tambieacuten la necesidad de trazar el camino que ha de servir para poner ante la mirada este nue‐vo aacutembito fenomeacutenico de la cotidianidad del Dasein La indagacioacuten dirigida hacia el fenoacutemeno que permite responder a la pregunta por el quieacuten conduce hacia es‐tructuras del Dasein que son co‐originarias con el estar‐en‐el‐mundo el coestar [Mitsein] y la coexistencia [Mitdasein] En este modo de ser se funda el modo cotidia‐no de ser‐siacute‐mismo cuya explicacioacuten hace visible eso que podemos llamar el ldquosuje‐tordquo de la cotidianidad el ldquoserdquo o el ldquounordquo [das Man] El capiacutetulo sobre el quieacuten del Dasein de teacutermino medio tiene pues la siguiente articulacioacuten 1 El planteamiento de la pregunta existencial por el quieacuten del Dasein (sect 25) 2 La coexistencia de los otros y el coestar cotidiano (sect 26) 3 El ser‐siacute‐mismo cotidiano y el uno (sect 27)
sect 25 El planteamiento de la pregunta existencial por el quieacuten del Dasein La respuesta a la pregunta acerca de quieacuten es este ente (el Dasein) ya fue aparentemente dada con la indicacioacuten formal de las determinaciones fundamenta‐les del Dasein (cf sect 9) El Dasein es el ente que soy cada vez yo mismo su ser es siempre el miacuteo Esta determinacioacuten apunta hacia una estructura ontoloacutegica pero soacutelo eso Al mismo tiempo contiene la indicacioacuten oacutentica aunque rudimentaria de que cada vez este ente es un determinado yo y no otros El quieacuten queda respondido
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desde el ldquoyo mismordquo el ldquosujetordquo el ldquosiacuterdquo [das ldquoSelbstrdquo] El quieacuten es lo que a traveacutes del cambio de los comportamientos y vivencias se mantiene ideacutentico y de esta ma‐nera se relaciona con esa multiplicidad Ontoloacutegicamente solemos entenderlo como aquello que dentro de una regioacuten cerrada y para ella ya estaacute siempre y constante‐mente ahiacute como lo que en un sentido eminente subyace en el fondo de todo lo de‐maacutes es decir como el subiectum Eacuteste tiene en cuanto es ldquoel mismordquociii en medio de la multiplicidad de las diferencias el caraacutecter de la mismidad Aunque se rechace la idea de la sustancia del alma al igual que la cosidad de la conciencia y el caraacutecter de objeto de la persona ontoloacutegicamente se sigue planteando algo cuyo ser conser‐va de un modo expreso o taacutecito el sentido del estar‐ahiacute La sustancialidad es el hilo conductor ontoloacutegico para la determinacioacuten del ente desde el que se responde a la pregunta por el quieacuten Taacutecitamente el Dasein (115) queda concebido de antemano como algo que estaacute‐ahiacute En todo caso la indeterminacioacuten de su ser implica siempre este sentido de ser El estar‐ahiacute es empero el modo de ser de un ente que no es Da‐sein La evidencia oacutentica de la afirmacioacuten de que soy yo el que cada vez es el Da‐sein no debe inducir a pensar que con ello queda inequiacutevocamente trazado el cami‐no de una interpretacioacuten ontoloacutegica de lo asiacute ldquodadordquo Es incluso cuestionable que el contenido oacutentico de aquella afirmacioacuten interprete en forma adecuada lo fenomeacuteni‐camente dado en el existir [Dasein] cotidiano Bien podriacutea ser que el quieacuten del exis‐tir cotidiano no fuese precisamente yo mismo Si en la adquisicioacuten de los enunciados oacutentico‐ontoloacutegicos la presentacioacuten fe‐nomeacutenica del modo de ser del ente mismo ha de mantener la primaciacutea incluso por encima de las maacutes evidentes y usuales respuestas y problemas de ellas derivados entonces la interpretacioacuten fenomenoloacutegica del Dasein deberaacute ser preservada de una tergiversacioacuten de la problemaacutetica en lo relativo a la pregunta que ahora nos planteamos iquestPero no va contra las reglas de toda sana metodologiacutea que el planteamiento de una problemaacutetica no se atenga a los datos evidentes del dominio temaacutetico iquestHay algo maacutes indubitable que el dato del yo Y este ser dado iquestno nos indica que debemos prescindir mdashcon vistas a su elaboracioacuten originariamdash de cualquier otro ldquodatordquo vale decir no soacutelo del ser de un ldquomundordquo sino tambieacuten del ser de otros yordquo Quizaacutes lo dado en esa forma de darse que es la percepcioacuten simple formal y reflexiva del yo sea en efecto evidente Esta evidencia abre incluso el acceso a una problemaacutetica fenomenoloacutegica autoacutenoma que como ldquofenomenologiacutea formal de la concienciardquo tiene una significacioacuten fundamental y determinante Pero dentro del contexto de una analiacutetica existencial del Dasein faacutectico no es posible dejar de preguntar si esa forma de darse del yo abre al Dasein en su coti‐dianidad supuesto que en alguna forma lo abra iquestEs acaso evidente a priori que el acceso al Dasein deba ser una simple reflexioacuten perceptiva sobre el yo de los actos
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iquestY si este modo de ldquoautodarserdquo del Dasein fuese una tentacioacuten para la analiacutetica existencial y una tentacioacuten fundada en el ser mismo del Dasein Quizaacutes al referirse a siacute mismo en forma inmediata el Dasein diga siempre ldquoeacuteste soy yordquo y lo diga en definitiva maacutes fuerte que nunca cuando ldquonordquo lo es iquestY si la razoacuten por la cual el Da‐sein inmediata y regularmente no es eacutel mismo fuese aquella estructura en virtud de la cual el Dasein es siempre miacuteo iquestY si la analiacutetica existencial al (116) tomar como punto de partida el dato del yo cayese en cierto modo en una trampa del Dasein mismo y de una autointerpretacioacuten presuntamente evidente iquestSi en definitiva el horizonte ontoloacutegico para la determinacioacuten de lo accesible en un simple darse que‐dara fundamentalmente indeterminado Siempre es posible claro estaacute decir de es‐te ente sin error oacutentico que ldquoyordquo lo soy Pero la analiacutetica ontoloacutegica que usa esta clase de proposiciones debe someterlas a reservas de principio El ldquoyordquo debe enten‐derse solamente como un iacutendice formal y sin compromiso de algo que en el contexto fenomeacutenico de ser en que eacutel se inserta quizaacutes se revele como su ldquocontrariordquo ldquoNo yordquo no significa entonces en modo alguno un ente que carezca esencialmente de ldquoyoidadrdquo sino que se refiere a un determinado modo de ser del mismo ldquoyordquo por ejemplo a la peacuterdida de siacute [Selbstverlorenheit1] Pero la misma interpretacioacuten positiva que hasta aquiacute hemos hecho del Da‐sein impide partir del dato formal del yo cuando lo que se busca es una respuesta fenomeacutenica suficiente a la pregunta por el quieacuten La aclaracioacuten del estar‐en‐el‐mundo ha mostrado que no ldquohayrdquo inmediatamente ni jamaacutes estaacute dado un mero sujeto sin mundo Y de igual modo en definitiva tampoco se da en forma inmedia‐ta un yo aislado sin los otros1 Pero si ldquolos otrosrdquo ya estaacuten siempre co‐existiendo en el estar‐en‐el‐mundo esta constatacioacuten fenomeacutenica no debe inducimos a conside‐rar la estructura ontoloacutegica de lo asiacute ldquodadordquo como algo obvio y no necesitado de mayor investigacioacuten La tarea consiste en aclarar fenomeacutenicamente la iacutendole de es‐ta coexistenciaciv en la inmediata cotidianidad e interpretarla en forma ontoloacutegica‐mente adecuada Asiacute como la evidencia oacutentica del ser‐en‐siacute del ente intramundano nos lleva a considerar ontoloacutegicamente evidente el sentido de este ser hacieacutendonos pasar por alto el fenoacutemeno del mundo asiacute tambieacuten la evidencia oacutentica del hecho de que el Dasein es siempre miacuteo lleva en siacute la posibilidad de una tergiversacioacuten de la corres‐pondiente problemaacutetica ontoloacutegica Por lo pronto el quieacuten del Dasein no es sola‐mente un problema ontoloacutegico sino que se encuentra tambieacuten oacutenticamente encubier‐to
1 O tambieacuten justamente auteacutentica mismidad frente a la miserable ldquoyoicidadrdquo [Ichlichkeit] 1 Cf los anaacutelisis fenomenoloacutegicos de M Scheler Zur Phaumlnomenologie und Theorie der Sympathiegefuumlhle 1913 anexo p 118 ss asimismo la 2ordf edicioacuten con el tiacutetulo Wesen und Formen der Sympathie 1923 p 244 ss
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(117) iquestQueda entonces simplemente sin hilo conductor la respuesta analiacutetico‐exis‐tencial a la pregunta por el quieacuten De ninguacuten modo Sin embargo de las indicacio‐nes formales dadas maacutes arriba (sectsect 9 y 12) acerca de la estructura de ser del Dasein ejerce esta funcioacuten no tanto eacutesa de la que se ha hablado hasta aquiacute cuanto aquella seguacuten la cual la ldquoesenciardquo del Dasein se funda en su existencia Si el ldquoyordquo es una determinacioacuten esencial del Dasein deberaacute ser interpretada existencialmente A la pregunta por el ldquoquieacutenrdquo soacutelo se podraacute entonces responder mostrando fenomeacutenicamente un determinado modo de ser del Dasein Si soacutelo existiendo cobra cada vez el Dasein su mismidad entonces la estabilidad del siacute‐mismocv reclama no menos que su posible inestabilidad [Unselbststaumlndigkeit] un planteamiento ontoloacutegico‐existencial como el uacutenico modo adecuado de acceder a su problemaacutetica Pero si el siacute‐mismo ldquosoacutelordquo debe concebirse como una forma del ser de este ente parece que esto equivaldriacutea a la disolucioacuten del verdadero ldquonuacutecleordquo del Da‐sein Tales temores se alimentan empero de la erroacutenea opinioacuten de que el ente en cuestioacuten tendriacutea en el fondo el modo de ser de un ente que estaacute‐ahiacute aunque se mantenga alejado de eacutel el caraacutecter masivo de una cosa corpoacuterea puramente pre‐sente Soacutelo que la ldquosustanciardquocvi del hombre no es el espiacuteritu como siacutentesis de alma y cuerpo sino la existencia
sect 26 La coexistencia de los otros y el coestar cotidiano La respuesta a la pregunta por el quieacuten del Dasein cotidiano debe alcanzarse mediante el anaacutelisis del modo de ser en el que el Dasein se mantiene inmediata y regularmente La investigacioacuten se orienta por el estar‐en‐el‐mundo constitucioacuten fundamental del Dasein que determina todo modo de su ser Si habiacutea razoacuten para decir que a traveacutes de la precedente explicacioacuten del mundo ya han quedado puestos ante la mirada los demaacutes momentos estructurales del estar‐en‐el‐mundo tambieacuten la respuesta a la pregunta por el quieacuten deberaacute haber sido preparada en alguna for‐ma por medio de ella La ldquodescripcioacutenrdquo del mundo circundante inmediato por ejemplo del mun‐do en que trabaja el artesano nos hizo ver que con el uacutetil que se estaacute elaborando comparecen ldquotambieacutenrdquo los otros aquellos para quienes la ldquoobrardquo estaacute destinada En el modo de ser de este ente a la mano es decir en su condicioacuten respectiva hay una esencial remisioacuten a posibles portadores en relacioacuten a los cuales el ente a la ma‐no debe estar ldquohecho a la medidardquo Parejamente en el material empleado compare‐ce como alguien que ldquoatienderdquo bien o mal el productor o ldquoproveedorrdquo Por ejem‐plo el campo a lo largo del cual salimos a caminar se muestra como pertenencia (118) de tal o cual y como bien tenido por su duentildeo el libro que usamos ha sido comprado dondehellip regalado porhellip etc La barca anclada a la orilla remite en su
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ser‐en‐siacute a un conocido que hace sus viajes en ella pero tambieacuten como ldquoembarca‐cioacuten ajenardquo sentildeala hacia otros Estos otros que asiacute ldquocomparecenrdquo en el contexto de uacutetiles a la mano en el mundo circundante no son antildeadidos por el pensamiento a una cosa que inmediatamente soacutelo estuviera‐ahiacute sino que esas ldquocosasrdquo comparecen desde el mundo en que ellas estaacuten a la mano para los otros mundo que de antema‐no ya es siempre tambieacuten el miacuteo En el anaacutelisis que hemos hecho hasta ahora el aacutembito de lo que comparece dentro del mundo fue reducido primeramente al uacutetil a la mano o bien a la naturaleza puramente presente esto es a entes que no tienen el caraacutecter del Dasein Esta limitacioacuten era necesaria no soacutelo para simplificar el desa‐rrollo sino sobre todo porque el modo de ser del Dasein de los otros que compa‐recen dentro del mundo se distingue del estar a la mano y del estar‐ahiacute El mundo del Dasein deja pues en libertad un tipo de ente que no soacutelo es enteramente dife‐rente del uacutetil y de las cosas sino que por su modo de ser de Dasein y en la forma del estar‐en‐el‐mundo estaacute eacutel mismo ldquoenrdquo el mundocvii en el que al mismo tiempo comparece intramundanamente Este ente ni estaacute‐ahiacute ni es un ente a la mano sino que es tal como el mismo Dasein que lo deja en libertad‐tambieacuten existe y existe con eacutel Si se quisiese pues identificar el mundo en general con el ente intramundano habriacutea que decir el ldquomundordquo es tambieacuten Dasein Pero la caracterizacioacuten del comparecer de los otros mdashse diraacutemdash vuelve a to‐mar como punto de referencia al Dasein cada vez propio iquestNo empieza tambieacuten ella destacando y aislando al ldquoyordquo de tal manera que luego seraacute necesario buscar una viacutea para pasar desde este sujeto aislado hacia los otros Para evitar este malenten‐dido seraacute necesario considerar en queacute sentido se habla aquiacute de ldquolos otrosrdquo ldquoLos otrosrdquo no quiere decir todos los demaacutes fuera de miacute y en contraste con el yo los otros son maacutes bien aquellos de quienes uno mismo generalmente no se distingue entre los cuales tambieacuten se estaacute Este existir tambieacuten con ellos no tiene el caraacutecter ontoloacutegico de un ldquocordquo‐estar‐ahiacute dentro de un mundo El ldquoconrdquo tiene el modo de ser del Dasein eacutel ldquotambieacutenrdquo se refiere a la igualdad del ser como un estar‐en‐el‐mun‐do ocupaacutendose circunspectivamente de eacutel ldquoConrdquo y ldquotambieacutenrdquo deben ser entendi‐dos existencial y no categorialmente En virtud de este estar‐en‐el‐mundo determi‐nado por el ldquoconrdquocviii el mundo es desde siempre el que yo comparto con los otros El mundo del Dasein es un mundo en comuacuten [Mitwelt] El estar‐en es un coestar con los otroscix El ser‐en‐siacute intramundano de eacutestos es la coexistencia [Mitdasein] (119) Los otros no comparecen en una aprehensioacuten de siacute mismo que empezariacutea por distinguir el propio sujeto inmediatamente presente de los otros sujetos tam‐bieacuten presentes es decir no comparecen en una primaria mirada sobre siacute mismo que hariacutea posible establecer el teacutermino de comparacioacuten de una diferencia Los otros comparecen desde el mundo en el que el Dasein circunspectivamente ocupado se mueve por su misma esencia Frente a las ldquoexplicacionesrdquo teoreticamente elucubra‐das que faacutecilmente se nos imponen para dar cuenta del estar‐ahiacute de los otros seraacute
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necesario atenerse firmemente al dato fenomeacutenico ya mostrado de su comparecer en el mundo circundante Este inmediato y elemental modo mundano de comparecer del Dasein es tan radical que incluso el Dasein propio soacutelo puede ldquoencontrarserdquo pri‐mariamente a siacute mismo si deja de mirar o simplemente auacuten no ve sus propias ldquoviven‐ciasrdquo y el ldquocentro de sus actosrdquo El Dasein se encuentra inmediatamente a ldquosiacute mis‐mordquo en lo que realiza necesita espera y evita mdashen lo a la mano de su inmediato quehacer en el mundo circundante E incluso cuando el Dasein se refiere expliacutecitamente a siacute mismo diciendo yo‐aquiacute esta determinacioacuten local de la persona debe ser comprendida desde la espa‐cialidad existencial del Dasein Al hacer la interpretacioacuten de esta espacialidad (sect 23) insinuamos ya que este yo‐aquiacute no se refiere a un punto privilegiado del espa‐cio el ocupado por la cosa yo sino que se comprende como un estar‐en es decir partiendo del ldquoalliacuterdquo del mundo a la mano en el cual se mueve el Dasein en cuanto ocupacioacuten W v Humboldt1 ha llamado la atencioacuten sobre las lenguas que expresan el ldquoyordquo por medio de un ldquoaquiacuterdquo el ldquotuacuterdquo por un ldquoahiacute ldquoy el ldquoeacutelrdquo por un ldquoalliacuterdquo es decir mdashgramaticalmente formuladomdash que traducen los pronombres personales por ad‐verbios de lugar Podriacutea discutirse cuaacutel es la significacioacuten originaria de los teacuterminos que expresan lugar si la adverbial o la pronominal Pero la discusioacuten pierde su fundamento cuando observamos que los adverbios de lugar se relacionan con el yo en cuanto Dasein ldquoAquiacuterdquo ldquoalliacuterdquo y ldquoahiacuterdquo no son primariamente simples determina‐ciones locales del ente intramundano que estaacute en ciertos lugares del espacio sino caracteres de la espacialidad originaria del Dasein Los presuntos adverbios de lu‐gar son determinaciones del Dasein tienen primariamente significacioacuten existencial y no categorial Pero tampoco son pronombres su significacioacuten es anterior a la dis‐tincioacuten entre adverbios de lugar y pronombres personales La significacioacuten propia‐mente espacial que en relacioacuten al Dasein tienen estas expresiones demuestra empe‐ro que una interpretacioacuten del Dasein no distorsionada por la teoriacutea comprende a eacuteste inmediatamente en su espacialidad es decir en su (120) desalejante y direccio‐nado ldquoestar en mediordquo del mundo ocupaacutendose de eacutel En el ldquoaquiacuterdquo el Dasein sumi‐do en el mundo no habla en direccioacuten a siacute sino que alejaacutendose de siacute en direccioacuten al ldquoalliacuterdquo de algo circunspectivamente a la mano y sin embargo pese a ello se men‐ciona a siacute mismo en su espacialidad existencial El Dasein inmediata y regularmente se comprende desde su mundo y de un modo semejante la coexistencia de los otros comparece en muacuteltiples formas desde lo que estaacute a la mano dentro del mundo Pero incluso cuando los otros son de alguna manera tematizados en su Dasein no comparecen como personas‐cosas que
1 Uumlber die Verwandtschaft der Ortsadverbien mit dem Pronomen in einigen Sprachen (1829) Gesammelte Schriften (herausg von der Preuss Akad der Wiss) tomo VI Seccioacuten 1 pp 304‐330
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estuvieran‐ahiacute sino que los encontramos ldquoen el trabajordquo es decir primariamente en su estar‐en‐el‐mundo Incluso cuando vemos al otro simplemente ldquoestando ahiacute ociosordquo no lo aprehendemos jamaacutes como una cosa‐humana que estuviera ahiacute sino que el ldquoestar ahiacute ociosordquo es un modo existencial de ser el descuidado y desaperci‐bido permanecer en todo y en nada El Dasein coexistente comparece en el mundo Pero mdashse diraacutemdash la expresioacuten ldquoDaseinrdquo muestra con claridad que este ente ldquopor lo prontordquo es irrespectivo a otros aunque sin duda tambieacuten pueda estar ulte‐riormente ldquoconrdquo otros Sin embargo no debe pasarse por alto que empleamos el teacutermino ldquocoexistenciardquo para designar aquel ser con vistas al cual los otros son deja‐dos en libertad dentro del mundo Esta coexistencia de los otros queda intramun‐danamente abierta para un Dasein y asiacute tambieacuten para los coexistentes tan soacutelo por‐que el Dasein es en siacute mismo esencialmente coestar [Mitsein] La afirmacioacuten feno‐menoloacutegica el Dasein es esencialmente coestar tiene un sentido ontoloacutegico‐exis‐tencial No pretende constatar en forma oacutentica que yo no estoy faacutecticamente solo sino que tambieacuten estaacuten‐ahiacute otros de mi propia especie Si algo asiacute se quisiera decir con la frase que el estar‐en‐el‐mundo del Dasein estaacute esencialmente constituido por el coestar el coestar no seriacutea una determinacioacuten existencial que por su forma de ser le correspondiese al Dasein desde siacute mismo sino una condicioacuten que surgiriacutea cada vez por la presencia de los otros El coestar determina existencialmente al Dasein incluso cuando no hay otro que esteacute faacutecticamente ahiacute y que sea percibido Tambieacuten el estar solo del Dasein es un coestar en el mundo Tan soacutelo en y para un coestar puede faltar el otro El estar solo es un modo deficiente del coestar su posi‐bilidad es la prueba de eacuteste Por otra parte el hecho de estar solo no se suprime porque un segundo ejemplar de hombre o diez de ellos se hagan presentes ldquojun‐tordquo a miacute Aunque todos eacutestos y auacuten maacutes esteacuten‐ahiacute bien podraacute el Dasein seguir estando solo El coestar y la (121) facticidad del convivircx no se funda por consi‐guiente en un encontrarse juntos de varios ldquosujetosrdquo Sin embargo el estar solo ldquoentrerdquo muchos tampoco quiere decir por su parte en relacioacuten con el ser de los muchos que entonces ellos solamente esteacuten‐ahiacute Tambieacuten al estar ldquoentre ellosrdquo ellos co‐existen su coexistencia comparece en el modo de la indiferencia y de la extrantildeeza Faltar y ldquoestar ausenterdquo son modos de la coexistencia y soacutelo son posi‐bles porque el Dasein en cuanto coestar deja comparecer en su mundo al Dasein de los otros Coestar es una determinacioacuten del Dasein propio la coexistencia carac‐teriza al Dasein de los otros en la medida en que ese Dasein es dejado en libertad para un coestar mediante el mundo de eacuteste El Dasein propio soacutelo es coexistencia en la medida en que teniendo la estructura esencial del coestar comparece para otros Si el coestar es existencialmente constitutivo del estar‐en‐el‐mundo entonces deberaacute ser interpretado al igual que el trato circunspectivo con lo que estaacute a la ma‐no dentro del mundo que anticipativamente hemos caracterizado como ocupacioacuten
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desde el fenoacutemeno del cuidado que es el modo como el ser del Dasein seraacute determi‐nado en general (cf Capiacutetulo 6 de esta seccioacuten) El caraacutecter de ser de la ocupacioacuten no puede convenir al coestar aun cuando este uacuteltimo modo de ser al igual que la ocupacioacuten sea un estar vuelto hacia un ente que comparece dentro del mundo El ente en relacioacuten al cual el Dasein se comporta en cuanto coestar no tiene empero el modo de ser del uacutetil a la mano sino que es tambieacuten un Dasein De este ente no es posible ldquoocuparserdquo sino que es objeto de solicitud [Fuumlrsorge]cxi Tambieacuten ldquoocuparserdquo de la alimentacioacuten y el vestido o el cuidado del cuerpo enfermo es solicitud Entendemos sin embargo esta expresioacuten paralelamente al uso que hemos hecho del vocablo ldquoocupacioacutenrdquo como un teacutermino que designa un existencial La ldquoFuumlrsorgerdquo en el sentido [que tambieacuten tiene esta palabra en alemaacuten] de institucioacuten social faacutectica se funda en la estructura de ser del Dasein que es el coestar Su urgencia faacutectica deriva del hecho de que inmediata y regularmente el Dasein se mueve en modos deficientes de la solicitud Ser uno para otro estar uno contra otro prescindir los unos de los otros pasar el uno al lado del otro no intere‐sarse los unos por los otros son posibles modos de la solicitud Y precisamente los modos de la deficiencia y la indiferencia mencionados al final caracterizan el con‐vivir cotidiano y de teacutermino medio Estos modos de ser ostentan una vez maacutes el caraacutecter de la no‐llamatividad y de lo obvio que es tan propio de la cotidiana co‐existencia intramundana de los otros como del estar a la mano del uacutetil de que nos ocupamos a diario Estos modos indiferentes del convivir desviacutean faacutecilmente la in‐terpretacioacuten ontoloacutegica inducieacutendola a entender primeramente el estar con los otros como un simple estar‐ahiacute de varios sujetos Aunque parezcan variedades in‐significantes del mismo modo de ser hay sin embargo una diferencia ontoloacutegica esencial entre el ldquoindiferenterdquo encontrarse‐ahiacute‐juntas de cosas (122) cualesquiera y el reciacuteproco no interesarse de los que estaacuten unos con otros Respecto de sus modos positivos la solicitud tiene dos posibilidades extre‐mas Puede por asiacute decirlo quitarle al otro el ldquocuidadordquo y en el ocuparse tomar su lugar reemplazaacutendolo Esta solicitud asume por el otro aquello de que hay que ocu‐parse El otro es arrojado de su sitio retrocede para hacerse luego cargo como de cosa terminada y disponible de lo que constituiacutea el objeto de su ocupacioacuten o bien para desentenderse por completo de ello En este tipo de solicitud el otro puede hacerse dependiente y dominado aun cuando este dominio sea taacutecito y le quede oculto a eacutel mismo Esta solicitud sustitutiva y aliviadora del ldquocuidadordquo determina ampliamente el convivir y afecta por lo general a la ocupacioacuten con lo a la mano Frente a ella estaacute la posibilidad de una solicitud que en vez de ocupar el lugar del otro se anticipa a su poder‐ser existentivo no para quitarle el ldquocuidadordquo sino precisamente para devolveacuterselo como tal Esta solicitud que esencialmente atantildee al cuidado en sentido propio es decir a la existencia del otro y no a una cosa
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de la que eacutel se ocupe ayuda al otro a hacerse transparente en su cuidado y libre para eacutel La solicitud se revela pues como una estructura de ser del Dasein enlaza‐da en sus diferentes posibilidades tanto con el estar vuelto del Dasein hacia el mundo del que se ocupa como tambieacuten con su propio habeacuterselas consigo mismo El estar de los unos con los otros se funda inmediata y a menudo exclusivamente en aquello sobre lo que recae la ocupacioacuten comuacuten Un convivir que deriva de hacer las mismas cosas se mueve la mayor parte de las veces no soacutelo en liacutemites exter‐nos sino que a la vez reviste el modo de la distancia y la reserva El convivir de los que estaacuten dedicados a la misma cosa con frecuencia soacutelo se nutre de la desconfian‐za Por el contrario el compromiso en comuacuten con una misma causa se decide des‐de la existencia [Dasein] expresamente asumida Soacutelo esta auteacutentica solidaridad ha‐ce posible un tal sentido de las cosas que deje al otro en libertad para ser eacutel mismo El convivir cotidiano se mueve entre los dos extremos de la solicitud positi‐va mdashla sustitutivo‐dominante y la anticipativo‐liberadoramdash exhibiendo muacuteltiples formas intermedias cuya descripcioacuten y clasificacioacuten cae fuera de los liacutemites de esta investigacioacuten Si al ocuparse como modo de descubrimiento de lo a la mano le es propia la (123) circunspeccioacuten de igual manera la solicitud estaacute regida por el respeto [Ruumlck‐sicht] y la indulgencia [Nachsicht] Ambos pueden recorrer con la solicitud los res‐pectivos modos deficientes e indiferentes hasta llegar a la falta de respeto y a la ex‐trema indulgencia propia del indiferente El mundo no soacutelo deja en libertad lo a la mano como ente que comparece dentro del mundo sino tambieacuten al Dasein a los otros en su coexistencia Pero este ente dejado en libertad en el mundo circundante es por su maacutes propio sentido de ser un estar‐en el mismo mundo en el que compareciendo para otros coexiste con ellos La mundaneidad fue interpretada (sect 18) como el todo remisional de la signi‐ficatividad En la previa y comprensora familiaridad con eacutesta el Dasein deja com‐parecer lo a la mano puesto al descubierto en su condicioacuten respectiva El contexto remisional de la significatividad se afinca en el estar vuelto del Dasein hacia su ser maacutes propio el cual por esencia no puede tener condicioacuten respectiva sino que maacutes bien es el ser por mor del cual el Dasein mismo es como es Ahora bien seguacuten el anaacutelisis hecho anteriormente al ser del Dasein que a eacuteste le va en su mismo ser le pertenece el coestar con otros Por consiguiente como coestar el Dasein ldquoesrdquo esencialmente por‐mor‐de otros Esto debe entenderse como un enunciado existencial de esencia Tambieacuten cuando un determinado Dasein faacutecti‐co no se vuelve hacia otros cuando cree no necesitar de ellos o cuando por el con‐trario los echa de menos es en el modo del coestar En el coestar en cuanto exis‐tencial por‐mor‐de otros eacutestos ya estaacuten abiertos en su Dasein Esta apertura de los otros constituida previamente por el coestar es pues tambieacuten parte integrante de
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la significatividad es decir de la mundaneidad que es el modo como la significati‐vidad queda afincada en el por‐mor‐de existencial Y por eso la mundaneidad del mundo asiacute constituida en la que el Dasein se encuentra siempre por esencia hace que lo a la mano en el mundo circundante comparezca de tal modo que junto con eacutel como objeto de ocupacioacuten circunspectiva comparezca la coexistencia de otros La estructura de la mundaneidad del mundo es tal que primeramente los otros no estaacuten‐ahiacute junto a otras cosas como sujetos que flotan en el vaciacuteo sino que se mues‐tran en su estar ocupados en el mundo circundante desde lo a la mano de eacuteste La apertura mdashimplicada en el coestarmdash de la coexistencia de otros significa en la comprensioacuten de ser del Dasein ya estaacute dada puesto que su ser es coestar la comprensioacuten de otros Esta comprensioacuten como en general todo comprender no es un dato del conocimiento sino un modo de ser originario y existencial sin el (124) cual ninguacuten dato ni conocimiento es posible El conocimiento reciacuteproco se funda en el coestar comprensor originario Se mueve primeramente de acuerdo con el inmediato modo de ser del estar‐en‐el‐mundo con otros en el conocimiento comprensor de aquello que el Dasein junto con los otros circunspectivamente en‐cuentra y hace objeto de ocupacioacuten en el mundo circundante El ocuparse soliacutecito queda comprendido desde aquello que es objeto de ocupacioacuten y mediante su com‐prensioacuten El otro queda de esta manera abierto primeramente en la solicitud ocu‐pada Pero dado que la solicitud inmediata y regularmente se mueve en los mo‐dos deficientes o tan soacutelo indiferentes mdashen la indiferencia del reciacuteproco pasar de largo frente al otromdash el inmediato y esencial conocimiento mutuo demanda un lle‐gar a conocerse [Sichkennenlernen] Y cuando el conocimiento mutuo llega incluso a perderse en las formas de la reserva del ocultamiento y la simulacioacuten se le hacen necesarios al convivir caminos especiales para acercarse a los otros o para conocer lo que tras ellos se oculta Pero asiacute como el abrirse o cerrarse a otro se funda en el correspondiente mo‐do de ser del convivir e incluso no es otra cosa que este mismo asiacute tambieacuten la apertura expliacutecita del otro mediante la solicitud surge siempre del primario coestar con eacutel Esta apertura temaacutetica aunque no teoreacutetico‐psicoloacutegica del otro se convierte faacutecilmente en el fenoacutemeno que primero cae bajo la mirada para la problemaacutetica teoreacutetica de la comprensioacuten de la ldquovida psiacutequica ajenardquo Y asiacute lo que fenomeacutenica‐mente no es ldquopor lo prontordquo otra cosa que un modo del convivir comprensor es comprendido como lo que ldquoinicialrdquo y originariamente posibilita y constituye la relacioacuten con los otros Ese fenoacutemeno llamado de manera no precisamente feliz ldquoEinfuumlhlungrdquo [ldquoempatiacuteardquo ldquoendopatiacuteardquo]cxii deberiacutea en cierto modo por primera vez tender ontoloacutegicamente el puente desde el propio sujeto dado primeramente solo hacia el otro sujeto que empezariacutea por estar enteramente cerrado
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El estar vuelto a otros es sin duda ontoloacutegicamente diferente del estar vuelto a las cosas que estaacuten‐ahiacute El ldquootrordquo ente tiene eacutel mismo el modo de ser del Dasein En el estar con otros y vuelto hacia otros hay seguacuten esto una relacioacuten de ser de Da‐sein a Dasein Pero esta relacioacuten mdashpodriacutea decirsemdash ya es constitutiva de cada Da‐sein puesto que eacuteste tiene de siacute mismo una comprensioacuten de ser y de este modo se relaciona con el Dasein La relacioacuten de ser para con otros se convierte entonces en la proyeccioacuten ldquoa otrordquo del propio ser para consigo mismo El otro es un ldquodobleterdquo del siacute‐mismo Pero se puede ver faacutecilmente que esta reflexioacuten aparentemente obvia se apoya sobre una base endeble El supuesto a que recurre esta argumentacioacuten no es vaacutelido a saber que el estar vuelto del Dasein hacia siacute mismo es equivalente al (125) estar vuelto hacia otro Mientras no se haya probado de un modo evidente la legi‐timidad de este supuesto seguiraacute siendo enigmaacutetico coacutemo la relacioacuten del Dasein hacia siacute mismo puede abrir al otro en cuanto otrocxiii El estar vuelto hacia otros no es soacutelo una singular e irreductible relacioacuten de ser sino que en cuanto coestar esa relacioacuten ya estaacute dada con el ser del Dasein No puede ciertamente negarse que el conocimiento reciacuteproco que se funda en el coes‐tar depende con frecuencia de la medida en que el propio Dasein se haya compren‐dido a siacute mismo lo cual equivale a decir que depende de la medida en que eacutel haya hecho transparente para siacute mismo y no haya disimulado su esencial coestar con otros lo cual soacutelo es posible si el Dasein ya estaacute siempre con otros en cuanto estar‐en‐el‐mundo No es la ldquoempatiacuteardquo la que constituye el coestar sino que ella es posi‐ble tan soacutelo sobre la base de eacuteste y se torna ineludible por el predominio de los modos deficientes del coestar Que la ldquoempatiacuteardquo no sea un fenoacutemeno existencial originario como tampoco lo es el conocer en general no significa empero que no haya problemas respecto de ella Su particular hermeneacuteutica tendraacute que mostrar que las diferentes posibilida‐des de ser del Dasein mismo falsean y deforman el convivir y el correspondiente conocimiento mutuo impidiendo surgir una auteacutentica ldquocomprensioacutenrdquo y haciendo que el Dasein se refugie en sucedaacuteneos tendraacute que mostrar tambieacuten cuaacutel es la con‐dicioacuten existencial positiva que presupone la posibilidad de la correcta comprensioacuten de los otros El anaacutelisis ha hecho ver que el coestar es un constitutivo existencial del estar‐en‐el‐mundo La coexistencia se muestra como un peculiar modo de ser del ente que comparece dentro del mundo Por el mero hecho de ser el Dasein tiene el modo de ser del convivir Eacuteste no puede concebirse como consecuencia del hacerse presente de varios ldquosujetosrdquo Soacutelo es posible encontrar un cierto nuacutemero de ldquosuje‐tosrdquo cuando los otros que comparecen primeramente en cuanto coexistentes son tratados meramente como ldquonuacutemerosrdquo Semejante ldquonuacutemerordquo de sujetos soacutelo se des‐cubre por medio de un determinado ser con y para los otros Este ldquoirrespetuosordquo
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coestar ldquocuentardquo con los otros sin ldquocontar en serio conrdquo ellos y sin que tampoco quiera ldquotener que verrdquo con ellos El Dasein propio lo mismo que la coexistencia de los otros comparece in‐mediata y regularmente desde el mundo en comuacuten de la ocupacioacuten circunmun‐dana El Dasein al absorberse en el mundo de la ocupacioacuten y esto quiere decir tambieacuten en el coestar que se vuelve hacia los otros no es eacutel mismo iquestQuieacuten es en‐tonces el que ha tomado entre manos el ser en cuanto convivir cotidiano (126)
sect 27 El ser‐siacute‐mismo cotidiano y el uno El resultado ontoloacutegicamente relevante del anaacutelisis anterior del coestar consis‐te en haber hecho ver que el ldquocaraacutecter de sujetordquo del propio Dasein y del Dasein de los otros se determina existencialmente esto es se determina a partir de ciertas for‐mas de ser En las cosas que nos ocupan en el mundo circundante comparecen los otros como lo que son y son lo que ellos hacen En la ocupacioacuten con aquello que se ha emprendido con para y contra los otros subyace constantemente el cuidado por una diferencia frente a los otros sea que soacutelo nos preocupemos de superar la diferencia sea que estando el Dasein pro‐pio rezagado respecto de los demaacutes intente alcanzar el nivel de ellos sea que se empentildee en mantenerlos sometidos cuando estaacute en un rango superior a los otros El convivir sin que eacutel mismo se percate de ello estaacute intranquilizado por el cuidado de esta distancia Dicho existencialmente el convivir tiene el caraacutecter de la distanciali‐dad [Abstaumlndigkeit] Cuanto maacutes inadvertido quede este modo de ser para el Dasein cotidiano tanto maacutes originaria y tenazmente opera en eacutel Ahora bien esta distancialidad propia del coestar indica que el Dasein estaacute sujeto al dominio de los otros en su convivir cotidiano No es eacutel mismo quien es los otros le han tomado el ser El arbitrio de los otros dispone de las posibilidades coti‐dianas del Dasein Pero estos otros no son determinados otros Por el contrario cual‐quier otro puede reemplazarlos Lo decisivo es tan soacutelo el inadvertido dominio de los otros que el Dasein en cuanto coestar ya ha aceptado sin darse cuenta Uno mismo forma parte de los otros y refuerza su poder ldquoLos otrosrdquo mdashasiacute llamados pa‐ra ocultar la propia esencial pertenencia a ellosmdash son los que inmediata y regular‐mente ldquoexistenrdquo [ldquoda sindrdquo] en la convivencia cotidiana El quieacuten no es eacuteste ni aqueacutel no es uno mismo ni algunos ni la suma de todos El ldquoquieacutenrdquo es el impersonal el ldquoserdquo o el ldquounordquo [das Man]cxiv Maacutes arriba se hizo ver que en el mundo circundante inmediato ya estaacute siem‐pre a la mano como objeto de la ocupacioacuten comuacuten el ldquomundo circundanterdquo puacutebli‐co En la utilizacioacuten de los medios de locomocioacuten puacuteblica en el empleo de los ser‐vicios de informacioacuten (perioacutedicos) cada cual es igual al otro Esta forma de convi‐
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vir disuelve completamente al Dasein propio en el modo de ser ldquode los otrosrdquo y es‐to hasta tal punto que los otros desaparecen auacuten maacutes en cuanto distinguibles y ex‐pliacutecitos Sin llamar la atencioacuten y sin que se lo pueda constatar el uno despliega una auteacutentica dictadura Gozamos y nos divertimos como se goza leemos vemos y juz‐gamos sobre literatura y arte como se ve y se juzga pero tambieacuten nos (127) aparta‐mos del ldquomontoacutenrdquo como se debe hacer encontramos ldquoirritanterdquo lo que se debe en‐contrar irritante El uno que no es nadie determinado y que son todos (pero no co‐mo la suma de ellos) prescribe el modo de ser de la cotidianidad El uno tiene sus modos propios de ser La tendencia del coestar que hemos llamado distancialidad se funda en el hecho de que el convivir procura como tal la medianiacutea [Durchschnittlichkeit] Ella es un caraacutecter existencial del uno Al uno le va esencialmente esta medianiacutea en su ser Por eso el uno se mueve faacutecticamente en la medianiacutea de lo que se debe hacer de lo que se acepta o se rechaza de aquello a lo que se le concede o niega el eacutexito En la previa determinacioacuten de lo que es posible o permitido intentar la medianiacutea vela sobre todo conato de excepcioacuten Toda preemi‐nencia queda silenciosamente nivelada Todo lo originario se torna de la noche a la mantildeana banal cual si fuera cosa ya largo tiempo conocida Todo lo laboriosamente conquistado se vuelve trivial Todo misterio pierde su fuerza La preocupacioacuten de la medianiacutea revela una nueva y esencial tendencia del Dasein a la que llamaremos la nivelacioacuten de todas las posibilidades de ser Distancialidad medianiacutea y nivelacioacuten constituyen como modos de ser del uno lo que conocemos como ldquola publicidadrdquo [ldquodie Oumlffentlichkeitrdquo] Ella regula pri‐meramente toda interpretacioacuten del mundo y del Dasein y tiene en todo razoacuten Y esto no ocurre por una particular y primaria relacioacuten de ser con las ldquocosasrdquo ni por‐que ella disponga de una transparencia del Dasein hecha expliacutecitamente propia si‐no precisamente porque no va ldquoal fondo de las cosasrdquo porque es insensible a todas las diferencias de nivel y autenticidad La publicidad oscurece todas las cosas y presenta lo asiacute encubierto como cosa sabida y accesible a cualquiera El uno estaacute en todas partes pero de tal manera que ya siempre se ha escabu‐llido de alliacute donde la existencia urge a tomar una decisioacuten Pero como el uno ya ha anticipado siempre todo juicio y decisioacuten despoja al mismo tiempo a cada Dasein de su responsabilidad El uno puede por asiacute decirlo darse el lujo de que constante‐mente ldquoserdquo recurra a eacutel Con facilidad puede hacerse cargo de todo porque no hay nadie que deba responder por algo Siempre ldquoha sidordquo el uno y sin embargo se puede decir que no ha sido ldquonadierdquo En la cotidianidad del Dasein la mayor parte de las cosas son hechas por alguien de quien tenemos que decir que no fue nadie Asiacute el uno aliviana al Dasein en su cotidianidad Pero no soacutelo eso con este (128) alivianamiento del ser el uno satisface los requerimientos del Dasein en tan‐to que en eacuteste se da la tendencia a tomar todo a la ligera y a hacer las cosas en for‐
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ma faacutecil Y puesto que el uno con el alivianamiento del ser satisface constantemen‐te los requerimientos del Dasein mantiene y refuerza su porfiado dominio Cada cual es el otro y ninguno siacute mismo El uno que responde a la pregunta por el quieacuten del Dasein cotidiano es el nadie al que todo Dasein ya se ha entregado siempre en su estar con los otros Los caracteres de ser del convivir cotidiano que acabamos de exponer mdashdistancialidad medianiacutea nivelacioacuten publicidad alivianamiento del ser satisfac‐cioacuten de requerimientosmdash conforman la inmediata ldquoestabilidadrdquo del Dasein Esta estabilidad no concierne al continuo estar‐ahiacute de algo sino al modo de ser del Da‐sein en cuanto coestar En estos modos de ser el siacute‐mismo del propio Dasein y el siacute‐mismo del otro no han sido encontrados auacuten o se han perdido Se es en el modo de la dependencia y de la impropiedad Esta manera de ser no significa un menoscabo de la facticidad del Dasein asiacute como tampoco el uno considerado como el nadie es una pura nada Por el contrario en este modo de ser el Dasein es un ens realissi‐mum si entendemos esta ldquorealidadrdquo como un ser al modo del Dasein Ciertamente que el uno de la misma manera que el Dasein en general no tiene el modo de ser de lo que estaacute‐ahiacute Mientras maacutes ostensiblemente se comporta el uno tanto maacutes inasible y oculto es pero tanto menos es entonces una nada A una ldquovisioacutenrdquo oacutentico‐ontoloacutegica imparcial el uno se revela como el ldquosujeto maacutes realrsquo de la cotidianidad Y si no es accesible al modo de una piedra que estaacute‐ahiacute esto no decide en lo maacutes miacutenimo acerca de su modo de ser No debe decretarse precipita‐damente que este uno no es ldquopropiamenterdquo nada ni se debe abrigar la opinioacuten de que el fenoacutemeno queda ontoloacutegicamente interpretado cuando se lo ldquoexplicardquo por ejemplo como la consecuencia del estar‐ahiacute de varios sujetos reunidos Sino que por el contrario la elaboracioacuten de los conceptos de ser debe regirse por estos irre‐cusables fenoacutemenos El uno no es tampoco una especie de ldquosujeto universalrdquo que flotara por enci‐ma de muchos singulares A esta concepcioacuten soacutelo se puede llegar cuando el ser de los ldquosujetosrdquo es comprendido de una manera que no corresponde al modo de ser del Dasein y los sujetos mismos son pensados como casos que de hecho estaacuten‐ahiacute de una especie que tambieacuten estariacutea‐ahiacute En esta manera de plantear las cosas no queda otra posibilidad ontoloacutegica que la de entender como especie o geacutenero todo lo que no es un caso El uno no es la especie de cada Dasein ni se lo puede (129) encontrar como una propiedad permanente en este ente El hecho de que la loacutegica tradicional fracase frente a este fenoacutemeno no debe extrantildearnos si pensamos que esa loacutegica tiene su fundamento en una ontologiacutea ademaacutes rudimentaria de lo que estaacute‐ahiacute Por eso resulta radicalmente imposible darle mayor flexibilidad mediante correcciones y ampliaciones Estas reformas de la loacutegica inspiradas en las ldquociencias del espiacuteriturdquo no hacen maacutes que acrecentar la confusioacuten ontoloacutegica
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El uno es un existencial y pertenece como fenoacutemeno originario a la estructura po‐sitiva del Dasein Tambieacuten eacutel presenta distintas posibilidades de concretarse a la ma‐nera del Dasein La fuerza y explicitud de su dominio pueden variar histoacutericamen‐te El siacute‐mismo del Dasein cotidiano es el uno‐mismo [Man selbst] que nosotros distinguimos del siacute‐mismo propio es decir del siacute‐mismo asumido expresamente En cuanto uno‐mismo cada Dasein estaacute disperso en el uno y debe llegar a encontrarse Esta dispersioacuten caracteriza al ldquosujetordquo de ese modo de ser que llamamos la absor‐cioacuten ocupada en el mundo que comparece inmediatamente Que el Dasein sea fa‐miliar a siacute mismo en cuanto uno‐mismo significa que el uno bosqueja la interpreta‐cioacuten inmediata del mundo y del estar‐en‐el‐mundo El uno‐mismo que es aquello por mor de lo cual el Dasein cotidianamente es articula el contexto remisional de la significatividad El mundo del Dasein deja en libertad al ente que comparece en funcioacuten de una totalidad respeccional que es familiar al uno y dentro de los liacutemites impuestos por la medianiacutea de eacuteste El Dasein faacutectico estaacute inmediatamente en el mun‐do en comuacuten descubierto de manera mediana Inmediatamente yo no ldquosoyrdquo ldquoyordquo en el sentido del propio siacute‐mismo sino que soy los otros a la manera del uno Desde eacuteste y como eacuteste me estoy inmediatamente ldquodadordquo a miacute ldquomismordquo Inmediatamente el Dasein es el uno y por lo regular se queda en eso Cuando el Dasein descubre y aproxima para siacute el mundo cuando abre para siacute mismo su modo propio de ser este descubrimiento del ldquomundordquo y esta apertura del Dasein siempre se llevan a cabo como un apartar de encubrimientos y oscurecimientos y como un quebrantamien‐to de las disimulaciones con las que el Dasein se cierra frente a siacute mismo Con la interpretacioacuten del coestar y del ser‐siacute‐mismo en el uno queda contes‐tada la pregunta por el quieacuten de la cotidianidad del convivir Estas consideraciones han aportado a la vez una comprensioacuten concreta de la constitucioacuten fundamental del Dasein El estar‐en‐el‐mundo se ha hecho visible en su cotidianidad y media‐niacutea (130) El Dasein cotidiano extrae la interpretacioacuten preontoloacutegica de su ser del mo‐do de ser inmediato del uno La interpretacioacuten ontoloacutegica sigue por lo pronto esta tendencia interpretativa y comprende al Dasein desde el mundo encontraacutendolo alliacute delante como un ente intramundano No soacutelo esto la ontologiacutea ldquoinmediatardquo del Dasein se hace dar desde el ldquomundordquo tambieacuten el sentido de ser en funcioacuten del cual estos ldquosujetosrdquo entitativos son comprendidos Pero como en este absorberse en el mundo se pasa por alto el fenoacutemeno mismo del mundo vienen a ocupar su lugar los entes que estaacuten‐ahiacute dentro del mundo las cosas El ser del ente que coexiste es concebido como un estar‐ahiacute De esta manera la presentacioacuten del fenoacutemeno positi‐vo del modo inmediato del estar‐en‐el‐mundo cotidiano posibilita la penetracioacuten en las raiacuteces de la falsa interpretacioacuten ontoloacutegica de esta estructura de ser Ella mis‐
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ma en su modo de ser cotidiano es la que inmediatamente yerra respecto de siacute y se encubre a siacute misma Si ya el ser del convivir cotidiano que pareciera acercarse ontoloacutegicamente al puro estar‐ahiacute es fundamentalmente distinto de eacuteste menos aun podraacute conce‐birse como un estar‐ahiacute el ser del siacute‐mismo propio El modo propio de ser‐siacute‐mismo no consiste en un estado excepcional de un sujeto desprendido del uno sino que es una modificacioacuten existentiva del uno entendido como un existencial esencial Pero entonces el caraacutecter de mismo del siacute‐mismo que existe en forma propia queda separado por un abismo ontoloacutegico de la identidad del yo que se mantiene invariable a traveacutes de la multiplicidad de las vivencias
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CAPIacuteTULO QUINTO El estar‐en como tal
sect 28 La tarea de un anaacutelisis temaacutetico del estar‐en En su estadio preparatorio la analiacutetica existencial del Dasein tiene como tema conductor la constitucioacuten fundamental de este ente el estar‐en‐el‐mundo Su fin inmediato consiste en poner fenomeacutenicamente de relieve la estructura unitaria y originaria del ser del Dasein estructura desde la cual se determinan ontoloacutegica‐mente sus posibilidades y maneras ldquode serrdquo Hasta ahora la caracterizacioacuten feno‐meacutenica del estar‐en‐el‐mundo se ha orientado hacia el momento estructural del mundo y hacia la respuesta a la pregunta acerca de quieacuten es este ente en su cotidia‐nidad Pero ya en la primera delimitacioacuten de las tareas de la etapa preparatoria del anaacutelisis fundamental del Dasein hemos anticipado una (131) orientacioacuten acerca del estar‐en en cuanto tal1 ilustraacutendolo por medio de ese modo concreto del estar‐en que es el conocimiento del mundo2 La anticipacioacuten de este momento estructural fundamental teniacutea como pro‐poacutesito mantener desde el comienzo y constantemente el anaacutelisis de cada uno de los distintos momentos en la perspectiva del todo estructural evitando cualquier diso‐lucioacuten y fraccionamiento del fenoacutemeno unitario Ahora es necesario volver a dirigir la interpretacioacuten hacia el fenoacutemeno del estar‐en sin perder de vista lo alcanzado en el anaacutelisis concreto del mundo y del quieacuten Este examen maacutes a fondo del mismo te‐ma no se propone someter tan soacutelo de nuevo y en forma maacutes certera la totalidad estructural del estar‐en‐el‐mundo a la mirada fenomenoloacutegica sino tambieacuten abrir el camino hacia la captacioacuten del ser originario del Dasein el cuidado Pero iquestqueacute maacutes puede mostrarse todaviacutea en el estar‐en‐el‐mundo fuera de los respectos esenciales del estar en medio del mundo (ocupacioacuten) del coestar (so‐licitud) y del ser‐siacute‐mismo (quieacuten) A lo sumo queda todaviacutea la posibilidad de dar‐le al anaacutelisis una mayor amplitud por medio de la determinacioacuten comparativa de las variaciones del ocuparse y la circunspeccioacuten y de la solicitud y el respeto y queda tambieacuten la posibilidad de confrontar al Dasein con todo ente de otro tipo mediante una explicacioacuten maacutes precisa del ser de todo posible ente intramundano Incuestionablemente queda todaviacutea mucho por hacer en esta direccioacuten Lo expues‐to hasta aquiacute necesitariacutea ser completado en muchos sentidos si se quisiera obtener
1 Cf sect 12 2 Cf sect 13
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una elaboracioacuten exhaustiva del apriori existencial de la antropologiacutea filosoacutefica Pe‐ro eacutesa no es la finalidad de la presente investigacioacuten Su propoacutesito estaacute en la liacutenea de una ontologiacutea fundamental Por consiguiente cuando preguntamos temaacuteticamente por el estar‐en no pretendemos en modo alguno acabar con la originariedad de este fenoacutemeno derivaacutendolo de otros es decir sometieacutendolo a una forma inadecua‐da de anaacutelisis a un anaacutelisis que lo resolveriacutea en sus elementos Pero lo inderivable de un fenoacutemeno originario no es excluyente de una posible multiplicidad de carac‐teres ontoloacutegicos constitutivos Si aparecen tales caracteres seraacuten existencialmente cooriginarios El fenoacutemeno de la cooriginariedadcxv de los momentos constitutivos ha pasado frecuentemente inadvertido en la ontologiacutea como resultado de una tenden‐cia metodoloacutegica incontrolada a buscar el origen de todas y cada una de las cosas en un ldquoprimer principiordquo elemental (132) iquestEn queacute direccioacuten es necesario mirar para obtener la caracterizacioacuten fenomeacute‐nica del estar‐en en cuanto tal Obtendremos la respuesta a esta pregunta si recor‐damos lo que ya en la primera indicacioacuten del fenoacutemeno le fue confiado a la mirada fenomenoloacutegica atenta el estar‐en es diferente del estar‐ahiacute‐dentro de una cosa que estaacute‐ahiacute ldquoenrdquo otra cosa que estaacute‐ahiacute el estar‐en no es una propiedad de un sujeto que estaacute‐ahiacute causada o meramente condicionada por el estar‐ahiacute de un ldquomundordquo el estar‐en es un esencial modo de ser de este ente mismo Pero iquestqueacute otra cosa se nos muestra en este fenoacutemeno sino la presencia de un commercium entre un sujeto que estaacute‐ahiacute y un objeto que estaacute‐ahiacute Esta interpretacioacuten se acercariacutea al dato feno‐meacutenico si dijese el Dasein es el ser de este ldquoentrerdquo Engantildeosa seriacutea sin embargo la orientacioacuten hacia el ldquoentrerdquo Sin advertirlo se estariacutea partiendo de una indetermi‐nacioacuten ontoloacutegica de los entes entre los cuales este ldquoentrerdquo despliega su ldquoserrdquo El ldquoentrerdquo ya estaacute comprendido como el resultado de la convenientia de dos entes que estaacuten‐ahiacute Sin embargo la presuposicioacuten de estos entes disuelve de antemano el fe‐noacutemeno y todo intento por recomponerlo a partir de los fragmentos resultantes es una empresa sin esperanza No soacutelo falta el ldquoaglutinanterdquo sino que el ldquoesquemardquo mismo para llevar a cabo la recomposicioacuten ha saltado en pedazos o no se ha mos‐trado nunca antes Lo ontoloacutegicamente decisivo consiste en evitar previamente la disolucioacuten del fenoacutemeno es decir en asegurar su contenido fenomeacutenico positivo La extrema prolijidad que para ello se requiere no es sino expresioacuten del hecho de que algo oacutenticamente obvio ha sido de muchas maneras distorsionado ontoloacutegica‐mente en el modo tradicional de tratar el ldquoproblema del conocimientordquo hasta el punto de llegar a ser invisible El ente que estaacute constituido esencialmente por el estar‐en‐el‐mundo es siem‐pre su ldquoAhiacuterdquo [Da]cxvi En la significacioacuten usual de esta palabra el ldquoahiacuterdquo alude a un ldquoaquiacuterdquo y a un ldquoalliacuterdquo El ldquoaquiacuterdquo de un ldquoyo‐aquiacuterdquo se comprende siempre desde un ldquoalliacuterdquo a la mano en el sentido del estar vuelto hacia eacuteste en ocupacioacuten desalejante y direccionada La espacialidad existencial del Dasein que asiacute le fija a eacuteste su ldquolugarrdquo
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se funda a su vez en el estar‐en‐el‐mundo El ldquoalliacuterdquo es la determinacioacuten de un ente que comparece dentro del mundo El ldquoaquiacuterdquo y el ldquoalliacuterdquo soacutelo son posibles en un ldquoAhiacuterdquo es decir soacutelo si hay un ente que en cuanto ser del ldquoAhiacuterdquo ha abierto la espa‐cialidad Este ente lleva en su ser maacutes propio el caraacutecter del no‐estar‐cerrado La expresioacuten ldquoAhiacuterdquo mienta esta aperturidad esencial Por medio de ella este ente (el Dasein) es ldquoahiacuterdquo [ex‐siste] para eacutel mismo a una con el estar‐siendo‐ahiacute del mundo La imagen oacutentica del lumen naturale en el hombre no se refiere sino a la (133) estructura ontoloacutegico‐existencial de este ente que consiste en que eacutel es en el modo de ser su Ahiacute Que el Dasein estaacute ldquoiluminadordquo [ldquoerleuchtetrdquo] significa que en cuanto estar‐en‐el‐mundo eacutel estaacute aclarado en siacute mismo1 y lo estaacute no en virtud de otro en‐te sino porque eacutel mismo es2 la claridad [Lichtung] Soacutelo para un ente existencial‐mente aclarado de este modo lo que estaacute‐ahiacute puede aparecer en la luz o quedar oculto en la oscuridad Desde siacute mismo el Dasein trae consigo su Ahiacute si careciera de eacutel no soacutelo faacutecticamente no seriacutea sino que no podriacutea ser en absoluto el ente dota‐do de esta esencia El Dasein es3 su aperturidad [Erschlossenheit]cxvii Seraacute necesario pues sacar a luz la constitucioacuten de este ser Pero en la medi‐da en que la esencia de este ente es la existencia la frase existencial ldquoel Dasein es su aperturidadrdquo quiere decir al mismo tiempo que el ser que a este ente le va en su ser es tener que ser su ldquoAhiacuterdquo Ademaacutes de precisar la constitucioacuten primaria del ser de la aperturidad seraacute necesario en conformidad con la tendencia de nuestro anaacute‐lisis hacer una interpretacioacuten del modo de ser en que este ente es cotidianamente su Ahiacute El capiacutetulo que aborda la explicacioacuten del estar‐en en cuanto tal es decir del ser del Ahiacute se divide en dos partes A La constitucioacuten existencial del Ahiacute B El ser cotidiano del Ahiacute y la caiacuteda del Dasein Las dos formas constitutivas y cooriginarias de ser el Ahiacute son para nosotros la disposicioacuten afectiva y el comprender el anaacutelisis de cada una de ellas recibiraacute su ne‐cesaria confirmacioacuten fenomeacutenica mediante la interpretacioacuten de una modalidad concreta importante para la problemaacutetica posterior La disposicioacuten afectiva y el comprender estaacuten cooriginariamente determinados por el discurso Bajo la letra A (la constitucioacuten existencial del Ahiacute) se trataraacuten pues los si‐guientes puntos el Da‐sein como disposicioacuten afectiva (sect 29) el miedo como mo‐dalidad de la disposicioacuten afectiva (sect 30) el Da‐sein en cuanto comprender (sect 31) comprender e interpretacioacuten (sect 32) el enunciado en cuanto modo derivado de la interpretacioacuten (sect 33) Da‐sein discurso y lenguaje (sect 34)
1 Αλήθειαmdash abertura mdash claridad [Lichtung] luz iluminar 2 pero no la produce 3 El Dasein existe soacutelo eacutel existe de esta manera existencia es estar‐fuera salir fuera y estar en la abertura del Ahiacute ek‐sistencia
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El anaacutelisis de los caracteres de ser del Da‐sein es un anaacutelisis existencial Esto quiere decir que estos caracteres no son propiedades de un ente que estaacute‐ahiacute sino formas existenciales esenciales de ser Seraacute pues necesario sacar a luz su modo cotidiano de ser Bajo la letra B (el ser cotidiano del Ahiacute y la caiacuteda del Dasein) se analizaraacuten en correspondencia al fenoacutemeno constitutivo del discurso a la visioacuten que (134) hay en el comprender y en conformidad a la interpretacioacuten propia de eacuteste las siguien‐tes modalidades existenciales del ser cotidiano del Ahiacute la habladuriacutea (sect 35) la cu‐riosidad (sect 36) la ambiguumledad (sect 37) En estos fenoacutemenos se hace visible una forma fundamental del ser del Ahiacute que nosotros interpretamos como caiacuteda un ldquocaerrdquo que ostenta una peculiar forma existencial de movilidad (sect 38)
A La constitucioacuten existencial del Ahiacute
sect 29 El Da‐sein como disposicioacuten afectiva Lo que en el orden ontoloacutegico designamos con el teacutermino de disposicioacuten afecti‐va [Befindlichkeit]cxviii es oacutenticamente lo maacutes conocido y cotidiano el estado de aacutenimo el temple aniacutemico Antes de toda psicologiacutea de los estados de aacutenimo mdashpor lo de‐maacutes auacuten sin hacermdash seraacute necesario ver este fenoacutemeno como un existencial funda‐mental y definirlo en su estructura La imperturbable serenidad el reprimido disgusto de la ocupacioacuten cotidia‐na el alternarse de ambos y la caiacuteda en el mal humor no son ontoloacutegicamente una nada aunque estos fenoacutemenos suelen pasar inadvertidos como lo presuntamente maacutes indiferente y fugaz en el Dasein Que los estados de aacutenimo se estropeen y pue‐dan cambiar soacutelo prueba que el Dasein ya estaacute siempre aniacutemicamente templado La indeterminacioacuten afectiva a menudo persistente monoacutetona y descolorida que no debe ser confundida con el mal humor no soacutelo no es una nada sino que por el contrario precisamente en ella el Dasein se vuelve tedioso a siacute mismo En semejan‐te indeterminacioacuten afectivacxix el ser del Ahiacute se ha manifestado como carga1 iquestPor queacute No se sabe Y el Dasein no puede saber tales cosas porque las posibilidades de apertura del conocimiento quedan demasiado cortas frente al originario abrir de los estados de aacutenimo en los cuales el Dasein queda puesto ante su ser en cuanto Ahiacute Por otra parte el estado de aacutenimo alto puede liberar de la carga del ser que se ha manifestado tambieacuten esta posibilidad afectiva aunque liberadora revela el ca‐raacutecter de carga del Dasein El estado de aacutenimo manifiesta el modo ldquocoacutemo uno estaacute
1 rsquoCargarsquo lo que hay que cargar el hombre estaacute entregado transpropiado al ex‐sistir [Da‐sein] Car‐gar tomar a su cargo la pertenencia al ser mismo
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y coacutemo a uno le vardquo En este ldquocoacutemo uno estaacuterdquo el temple aniacutemico pone al ser en su ldquoAhiacuterdquo En el temple de aacutenimo el Dasein ya estaacute siempre afectivamente abierto co‐mo aquel ente al que la existencia [Dasein] le ha sido confiada en su ser un ser que eacutel tiene que ser existiendo Abierto no quiere decir conocido como tal Y justamente en la maacutes indiferente y anodina cotidianidad el ser del Dasein puede irrumpir co‐mo el nudo factum de ldquoque es y tiene que serrdquo Lo que se muestra es el puro ldquoque esrdquo el de‐doacutende y el adoacutende quedan en la oscuridad Que con pareja cotidianidad el Dasein no ldquocedardquo a tales estados de aacutenimo es decir que no sea (135) doacutecil a su abrir y que no se deje llevar ante lo abierto no es una prueba en contra del dato fe‐nomeacutenico de la aperturidad afectiva del ser del Ahiacute en su ldquoquerdquo [es] sino una con‐firmacioacuten del mismo Por lo regular el Dasein esquiva de un modo oacutentico‐existen‐tivo el ser que ha sido abierto en el estado de aacutenimo desde un punto de vista onto‐loacutegico‐existencial esto significa en eso mismo a lo que semejante estado de aacutenimo no se vuelve se desvela el Dasein en su estar entregado al Ahiacute En el mismo esquivar estaacute abierto el Ahiacute Este caraacutecter de ser del Dasein oculto en su de‐doacutende y adoacutende pero clara‐mente abierto en siacute mismo es decir en el ldquoque esrdquo es lo que llamamos la condicioacuten de arrojado [Geworfenheit]cxx de este ente en su Ahiacute de modo que en cuanto estar‐en‐el‐mundo el Dasein es el Ahiacute El teacutermino ldquocondicioacuten de arrojadordquo mienta la factici‐dad de la entrega a siacute mismo El factum de ldquoque es y tiene que serrdquo abierto en la dis‐posicioacuten afectiva del Dasein no es aquel ldquoque [es]rdquo que ontoloacutegico‐categorialmente expresa el caraacutecter de hecho propio del estar‐ahiacute Este caraacutecter soacutelo es accesible a la constatacioacuten que se origina en la mirada contemplativa En cambio el ldquoque [es]rdquo abierto en la disposicioacuten afectiva debe concebirse como determinacioacuten existencial del ente que es en la forma del estar‐en‐el‐mundo La facticidad no es el caraacutecter de he‐cho del factum brutum de algo que estaacute‐ahiacute sino un caraacutecter de ser del Dasein asumido en la existencia aunque por lo pronto reprimido El ldquoque [es]rdquo de la facticidad jamaacutes puede ser hallado en una intuicioacuten El ente que tiene el caraacutecter de Dasein es su Ahiacute de un modo tal que expliacuteci‐tamente o no se encuentra a siacute mismo en su condicioacuten de arrojado En la disposi‐cioacuten afectiva el Dasein ya estaacute siempre puesto ante siacute mismo ya siempre se ha en‐contrado no en la forma de una auto‐percepcioacuten sino en la de un encontrarse afec‐tivamente dispuesto Como ente que estaacute entregado a su ser el Dasein queda entre‐gado tambieacuten al factum de que ya siempre ha debido encontrarse mdashpero en un en‐contrarse que maacutes que en un directo buscar se origina en un huir El estado de aacutenimo no abre mirando hacia la condicioacuten de arrojado sino en la forma de una conversioacuten o una aversioacuten De ordinario el estado de aacutenimo no se vuelve hacia el caraacutecter de carga que el Dasein manifiesta en eacutel y menos aun cuando se encuentra
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liberado de esa carga en el estado de aacutenimo elevado Esta aversioacuten es siempre lo que es en la forma de la disposicioacuten afectiva Se desconoceriacutea completamente el fenoacutemeno de lo que el estado de aacutenimo abre y coacutemo lo hace si se quisiera poner bajo un mismo denominador con lo (136) abierto lo que el Dasein templado ldquoa la vezrdquo conoce sabe o cree Incluso cuando el Dasein en la fe estaacute ldquosegurordquo de su ldquoadoacutenderdquo o cuando a la luz de la razoacuten cree sa‐ber acerca de su de‐doacutende nada de esto puede oponerse al dato fenomeacutenico de que el estado de aacutenimo pone al Dasein ante el ldquoque [es]rdquo de su Ahiacute que con inexo‐rable enigmaticidad fija en eacutel su mirada Desde un punto de vista ontoloacutegico‐exis‐tencial no hay el menor derecho para rebajar la ldquoevidenciardquo de la disposicioacuten afec‐tiva midieacutendola por la certeza apodiacutectica propia del conocimiento teoreacutetico de lo que simplemente estaacute‐ahiacute Pero no menor es la falsificacioacuten de los fenoacutemenos cuan‐do eacutestos son desplazados al campo de lo irracional El irracionalismo mdashcomo con‐trapartida del racionalismomdash soacutelo habla como bizco de aquello de lo que eacuteste habla como ciego Que un Dasein pueda deba y tenga que ensentildeorearse faacutecticamente con el sa‐ber y el querer de su estado de aacutenimo puede significar en ciertas posibilidades de existir una primaciacutea de la voluntad y el conocimiento Pero esto no debe inducir a negar desde un punto de vista ontoloacutegico que el estado de aacutenimo sea un origina‐rio modo de ser del Dasein en el que eacuteste queda abierto para siacute mismo antes de to‐do conocer y querer y maacutes allaacute del alcance de su capacidad de abertura Y ademaacutes jamaacutes seremos duentildeos de un estado de aacutenimo sin otro estado de aacutenimo sino siem‐pre desde un estado de aacutenimo contrario Alcanzamos asiacute el primer caraacutecter ontoloacute‐gico esencial de la disposicioacuten afectiva la disposicioacuten afectiva abre al Dasein en su con‐dicioacuten de arrojado y lo hace inmediata y regularmente en la forma de la aversioacuten esquiva‐dora Ya en esto se puede ver que la disposicioacuten afectiva es algo muy diferente de la constatacioacuten de un estado psicoloacutegico Tan lejos estaacute de poseer el caraacutecter de una aprehensioacuten reflexiva que toda reflexioacuten inmanente soacutelo puede constatar las ldquovi‐venciasrdquo porque el Ahiacute ya ha sido abierto por la disposicioacuten afectiva El ldquomero esta‐do de aacutenimordquo abre el Ahiacute maacutes originariamente pero tambieacuten lo cierra maacutes obstina‐damente que cualquier no percepcioacuten Es lo que muestra la indisposicioacuten afectiva o mal humor [Verstimmung] En este estado de aacutenimo el Dasein se torna ciego para siacute mismo el mundo circundante de la ocupacioacuten se nubla la circunspeccioacuten del ocuparse se extraviacutea Tan poco refleja es la disposicioacuten afectiva que sobreviene al Dasein precisamente cuando eacuteste irre‐flexivamente se abandona y entrega por entero al ldquomundordquo de la ocupacioacuten El es‐tado de aacutenimo nos sobreviene No viene ni de ldquofuerardquo ni de ldquodentrordquo sino que co‐mo forma del estar‐en‐el‐mundo emerge de eacuteste mismo Pero con esto pasamos desde una delimitacioacuten negativa de la disposicioacuten afectiva frente a la aprehensioacuten
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reflexiva de lo ldquointeriorrdquo hacia una inteleccioacuten positiva de su (137) caraacutecter aperien‐te El estado de aacutenimo ya ha abierto siempre el estar‐en‐el‐mundo en su totalidad y hace po‐sible por primera vez un dirigirse hacia hellip El temple aniacutemico no se relaciona primera‐mente con lo psiacutequico no es un estado interior que luego en forma enigmaacutetica se exteriorizara para colorear las cosas y las personas De esta manera se muestra el segundo caraacutecter esencial de la disposicioacuten afectiva La disposicioacuten afectiva es un modo existencial fundamental de la aperturidad cooriginaria del mundo la coexis‐tencia y la existencia ya que esta misma es esencialmente un estar‐en‐el‐mundo Junto a las dos determinaciones esenciales de la disposicioacuten afectiva que acabamos de explicitar mdashla apertura de la condicioacuten de arrojado y la apertura del estar‐en‐el‐mundo en su totalidadmdash es necesario considerar una tercera que contri‐buye en forma especial a una comprensioacuten maacutes honda de la mundaneidad del mundo Como ya dijimos antes1 el mundo ya previamente abierto deja comparecer al ente intramundano Esta previa aperturidad del mundo propia del estar‐en estaacute con‐constituida por la disposicioacuten afectiva El dejar comparecer es primariamente circunspectivo y no un puro sentir o un quedarse mirando fijamente El dejar com‐parecer de la ocupacioacuten circunspectiva tiene el caraacutecter de un ser concernido [Be‐troffenwerden] como lo podemos ver ahora maacutes claramente a partir de la disposi‐cioacuten afectiva Desde un punto de vista ontoloacutegico la inservibilidad resistencia y amenaza de lo a la mano soacutelo nos pueden concernir porque el estar‐en en cuanto tal se halla de tal manera determinado previamente en su estructura existencial que puede ser afectado en esta forma por lo que comparece dentro del mundo Esta posibilidad de ser afectado se funda en la disposicioacuten afectiva y en cuanto tal ha abierto el mundo en su caraacutecter por ejemplo de amenazante Soacutelo lo que estaacute en la disposicioacuten afectiva del temor o correlativamente de la intrepidez puede descu‐brir el ente a la mano del mundo circundante como algo amenazante El temple de la disposicioacuten afectiva es el constitutivo existencial de la apertura del Dasein al mundo Y soacutelo por pertenecer ontoloacutegicamente a un ente cuyo modo de ser es el del estar‐en‐el‐mundo en disposicioacuten afectiva pueden los ldquosentidosrdquo ser ldquotocadosrdquo y ldquotener sentido parardquo de tal manera que lo que los toca se muestre en la afeccioacuten Eso que llamamos afeccioacuten no podriacutea tener lugar ni siquiera como efecto de la maacute‐xima presioacuten y resistencia y la resistencia misma quedariacutea esencialmente sin des‐cubrir si el estar‐en‐el‐mundo en disposicioacuten afectiva no se encontrase ya consig‐nado a la posibilidad bosquejada por los estados de aacutenimo de ser afectado por el ente intramundano En la disposicioacuten afectiva se da existencialmente un (138) aperiente estar‐consignado al mundo desde el cual puede comparecer lo que nos concierne En efecto desde un punto de vista ontoloacutegico fundamental es necesario confiar el descubrimien‐
1 Cf sect 18
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to primario del mundo al ldquomero estado de aacutenimordquo Una pura intuicioacuten aunque pe‐netrase en las fibras maacutes iacutentimas del ser de lo que estaacute‐ahiacute jamaacutes podriacutea descubrir algo asiacute como lo amenazante El hecho de que en virtud del caraacutecter primariamente aperiente de la dispo‐sicioacuten afectiva la circunspeccioacuten cotidiana se equivoque y caiga con frecuencia en la ilusioacuten es si se lo mide por la idea de un conocimiento absoluto del ldquomundordquo un μὴ ὄν Pero el caraacutecter existencial positivo de la posibilidad de ilusioacuten es abso‐lutamente desconocido por estas apreciaciones ontoloacutegicamente infundadas Preci‐samente en la visioacuten inestable y afectivamente oscilante del ldquomundordquo se muestra lo a la mano en su especiacutefica mundaneidad que es cada diacutea diferente La mirada teo‐reacutetica ya ha reducido siempre el mundo a la uniformidad de lo puramente presen‐tecxxi una uniformidad dentro de la cual sin embargo se encierra una nueva rique‐za de lo que puede ser descubierto en la pura determinacioacuten Pero ni siquiera la maacutes pura θεορία estaacute exenta de tonalidad afectiva lo que soacutelo estaacute‐ahiacute no se le muestra a la mirada contemplativa en su puro aspecto sino cuando eacutesta lo puede dejar venir hacia siacute misma en el apacible demorar junto a [las cosas] en la ῥᾳστώνη y la διαγονή1 No debe confundirse claro estaacute la mostracioacuten del constituirse onto‐loacutegico‐existencial del conocimiento determinativo en la disposicioacuten afectiva del es‐tar‐en‐el‐mundo con un intento de abandonar oacutenticamente la ciencia al ldquosentimien‐tordquo En el marco de la problemaacutetica de esta investigacioacuten no es posible interpre‐tar los diferentes modos de la disposicioacuten afectiva ni sus conexiones de fundamen‐tacioacuten Bajo el nombre de ldquoafectosrdquo y ldquosentimientosrdquo estos fenoacutemenos son oacutentica‐mente conocidos desde antantildeo y han sido tratados desde siempre por la filosofiacutea No es un azar que la primera interpretacioacuten de los afectos sistemaacuteticamente reali‐zada que nos ha sido transmitida no haya sido hecha en el marco de la ldquopsicolo‐giacuteardquo Aristoacuteteles investiga los πάθη en el segundo libro de su Retoacuterica Contra el concepto tradicional de la retoacuterica como una especie de ldquodisciplinardquo la Retoacuterica de Aristoacuteteles debe ser concebida como la primera hermeneacuteutica sistemaacutetica de la cotidianidad del convivir La publicidad en cuanto modo de ser del uno (cf sect 27) no soacutelo tiene en general su propio temple aniacutemico sino que necesita estados de aacutenimo y los ldquosuscitardquo para siacute Apelando a ellos y desde ellos es como habla el ora‐dor El orador necesita comprender las posibilidades (139) del estado de aacutenimo pa‐ra suscitarlo y dirigirlo en forma adecuada Es conocida la manera como la interpretacioacuten de los afectos se prolonga en la Stoa como asimismo su transmisioacuten a la Edad Moderna por medio de la teologiacutea patriacutestica y escolaacutestica Pero lo que no suele advertirse es que la interpretacioacuten ontoloacutegica fundamental de lo afectivo no ha podido dar un solo paso hacia adelan‐
1 Cf Aristoacuteteles Met A 2 982 b 22 ss
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te digno de mencioacuten despueacutes de Aristoacuteteles Por el contrario los afectos y senti‐mientos quedan sistemaacuteticamente clasificados entre los fenoacutemenos psiacutequicos cons‐tituyendo de ordinario la tercera clase de ellos junto a la representacioacuten y la volun‐tad Y de este modo descienden al nivel de fenoacutemenos concomitantes A la investigacioacuten fenomenoloacutegica se debe el meacuterito de haber alcanzado una visioacuten maacutes amplia de estos fenoacutemenos No soacutelo eso recogiendo estiacutemulos prove‐nientes sobre todo de San Agustiacuten y Pascal1 Scheler ha orientado la problemaacutetica hacia las conexiones de fundamentacioacuten entre los actos ldquorepresentativosrdquo y los de ldquointereacutesrdquo Sin embargo tambieacuten aquiacute quedan auacuten en la oscuridad los fundamentos ontoloacutegico‐existenciales del fenoacutemeno de acto en general La disposicioacuten afectiva no soacutelo abre al Dasein en su condicioacuten de arrojado y en su estar‐consignado al mundo ya abierto siempre con su ser sino que ella mis‐ma es el modo existencial de ser en el que el Dasein se entrega constantemente al ldquomundordquo y se deja afectar de tal modo por eacutel que en cierta forma se esquiva a siacute mismo La constitucioacuten existencial de este esquivamiento seraacute aclarada con el fenoacute‐meno de la caiacuteda La disposicioacuten afectiva es un modo existencial fundamental como el Dasein es su Ahiacute No soacutelo caracteriza ontoloacutegicamente al Dasein sino que a la vez en vir‐tud de su caraacutecter aperiente tiene una importancia metodoloacutegica fundamental pa‐ra la analiacutetica existencial Como toda interpretacioacuten ontoloacutegica en general la analiacute‐tica existencial soacutelo puede pedir cuenta por asiacute decirlo acerca de su ser a un ente que ya antes ha sido abierto Y deberaacute atenerse a las maacutes destacadas y amplias posibilidades de apertura del Dasein para recibir de ellas la aclaracioacuten de (140) este ente La interpretacioacuten fenomenoloacutegica deberaacute entregar al Dasein mismo la posibi‐lidad de la apertura originaria y dejarlo en cierto modo interpretarse a siacute mismo Ella se limita a acompantildear esta apertura con el fin de elevar existencialmente a concepto el contenido fenomeacutenico de lo abierto Teniendo en cuenta la interpretacioacuten que se haraacute maacutes adelante de una fun‐damental disposicioacuten afectiva del Dasein de gran importancia ontoloacutegico‐existen‐cial mdashla angustia (cf sect 40)mdash el fenoacutemeno de la disposicioacuten afectiva deberaacute ser ilustrado maacutes concretamente por medio de ese modo determinado que es el miedo
sect 30 El miedo como modo de la disposicioacuten afectiva2 1 Cf Penseacutees loc cit p 185 Et de lagrave vient qursquoau lieu qursquoen parlant des choses humaines on dit qursquoil faut les connaicirctre avant que de les aimer ce qui a passeacute en proverbe les saints au contraire disent en parlant des choses divines qursquoil faut les aimer pour les connaicirctre et qursquoon nrsquoentre dans la veacuteriteacute que par la chanteacute dont ils ont fait une de leurs plus utiles sentences cf sobre esto S Agustiacuten Opera (Migne PL tomo VIII) Contra Faustum lib 32 cap 18 non intratur in veritatem nisi per charitatem 2 Cf Aristoacuteteles Retoacuterica B 5 1382 a 20 mdash 1383 b 11
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El fenoacutemeno del miedo puede ser considerado desde tres puntos de vista analizaremos el ante queacute del miedo el tener miedo y el por queacute del miedo Estos posibles puntos de vista conexos entre siacute no son casuales En ellos sale a luz la es‐tructura de la disposicioacuten afectiva en general El anaacutelisis se complementaraacute indi‐cando las posibles modificaciones del miedo relacionadas en cada caso con dife‐rentes momentos estructurales del mismo El ante queacute del miedo [das Wovor der Furcht] lo ldquotemiblerdquo es en cada caso al‐go que comparece dentro del mundo en el modo de ser de lo a la mano de lo que estaacute‐ahiacute o de la coexistencia No se trata de informar oacutenticamente acerca del ente que repetida y regularmente puede ser ldquotemiblerdquo sino de determinar fenomeacutenica‐mente lo temible en su caraacutecter de tal iquestQueacute es lo propio de lo temible en cuanto tal de lo temible que comparece cuando tenemos miedo El ante queacute del miedo tie‐ne el caraacutecter de lo amenazante Lo amenazante comprende varias cosas 1 Lo compareciente tiene la forma de condicioacuten respectiva de lo perjudicial Se muestra dentro de un contexto respeccional 2 Esta perjudicialidad apunta hacia un deter‐minado aacutembito de cosas que pueden ser afectadas por ella En cuanto asiacute determi‐nada ella misma viene de una zona bien determinada 3 La propia zona y lo que desde ella viene son experimentados como ldquoinquietantesrdquo 4 Lo perjudicial en cuanto amenazante no estaacute todaviacutea en una cercaniacutea dominable pero se acerca En ese acercarse la perjudicialidad irradia y cobra su caraacutecter amenazante 5 Este acercamiento acontece dentro de la cercaniacutea Lo que puede ser dantildeino en grado maacuteximo y se acerca ademaacutes constantemente pero en la lejaniacutea no se revela en su temibilidad Pero acercaacutendose en la cercaniacutea lo perjudicial es amenazante puede alcanzarnos o quizaacutes no A medida que se acerca se (141) acrecienta este ldquopuede pero a la postre quizaacutes nordquo Es terrible decimos 6 Esto significa que lo perjudicial al acercarse en la cercaniacutea lleva en siacute la abierta posibilidad de no alcanzarnos y pasar de largo lo cual no aminora ni extingue el miedo sino que lo constituye El tener miedo en cuanto tal [das Fuumlrchten selbst] es el dejar‐se‐afectar que libera lo amenazante tal como ha sido caracterizado No es que primero se constate un mal venidero (malum futurum) y que luego se lo tema Pero tampoco empieza el miedo por constatar lo que se acerca sino que primeramente lo descubre en su te‐mibilidad Y teniendo miedo el miedo puede enseguida en una expliacutecita mirada observadora aclarar queacute es lo temible La circunspeccioacuten ve lo temible porque estaacute en la disposicioacuten afectiva del miedo El tener miedo en cuanto posibilidad latente del estar‐en‐el‐mundo afectivamente dispuesto mdashvale decir la ldquomedrosidadrdquomdash ha abierto ya de tal manera el mundo que desde eacutel puede acercarse lo temible El poder‐acercarse mismo queda liberado por medio de la esencial espacialidad exis‐tencial del estar‐en‐el‐mundo
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Aquello por lo que el miedo teme [das Worum die Furcht fuumlrchtet] es el ente mismo que tiene miedo el Dasein Soacutelo un ente a quien en su ser le va este mismo ser puede tener miedo El miedo abre a este ente en su estar en peligro en su estar entregado a siacute mismo El miedo revela siempre al Dasein en el ser de su Ahiacute aun‐que en distintos grados de explicitud Y si tememos por la casa y los bienescxxii esto no contradice la definicioacuten recieacuten dada del por‐queacute del miedo Porque el Dasein en cuanto estar‐en‐el‐mundo es siempre un ocupado estar en medio dehellip Inmediata y regularmente el Dasein es en funcioacuten decxxiii aquello de que se ocupa El peligro para eacutel es la amenaza de su estar‐en‐medio‐de El miedo abre al Dasein de un modo pre‐dominantemente privativo Lo confunde y lo hace ldquoperder la cabezardquo Pero el mie‐do junto con hacer ver cierra el estar‐en puesto en peligro de tal manera que cuando el miedo ya ha pasado el Dasein necesita reencontrarse El tener‐miedo‐por en cuanto atemorizarse ante [algo]cxxiv abre siempre pri‐vativa o positivamente y de un modo cooriginario el ente intramundano en su ca‐raacutecter amenazante y el estar‐en en su estar amenazado El miedo es un modo de la disposicioacuten afectiva Pero el tener‐miedo‐por puede estar relacionado tambieacuten con otros y en‐tonces decimos que tememos por ellos Este temer porhellip no toma sobre siacute el miedo del otro Esto queda excluido ya por el hecho de que el otro por quien tememos bien puede por su parte no tener miedo Tememos al maacuteximo por el otro precisa‐mente cuando eacutel no tiene miedo y se precipita temerariamente hacia lo amenazante Temer porhellip es un modo de la disposicioacuten afectiva solidaria con los otros (142) [Mitbefindlichkeit mit den Anderen] pero no es necesariamente un tener‐miedo con ni menos todaviacutea un tener‐miedo‐juntos Se puede temer porhellip sin tener miedo uno mismo Pero en rigor temer porhellip es temer tambieacuten uno mismo [ein sich fuumlr‐chten] Se teme entonces por el coestar con el otro ese otro que podriacutea serle arreba‐tado a uno Lo temible no apunta directamente al que tiene‐miedo‐con El temer porhellip se sabe en cierto modo no concernido pero estaacute sin embargo co‐afectado por estar concernido el Dasein co‐existente por el que teme Por eso el temer porhellip no es una forma atenuada de tener miedo No se trata aquiacute de grados de ldquointensi‐dad emotivardquo sino de modos existenciales Por eso el temer porhellip no pierde tam‐poco su especiacutefica autenticidad cuando ldquopropiamente hablandordquo no experimenta en siacute mismo el miedo Los momentos constitutivos del fenoacutemeno integral del miedo pueden variar De esta manera se dan diferentes posibilidades de ser del tener miedo El acerca‐miento en la cercaniacutea forma parte de la estructura de comparecencia de lo amena‐zante Cuando algo amenazante irrumpe brusca y sorpresivamente en medio del ocupado estar‐en‐el‐mundo con su ldquoaunque todaviacutea no pero posiblemente en cualquier momentordquo el miedo cobra la forma del susto En lo amenazador hay que distinguir pues el inmediato acercamiento de lo amenazante y el modo de compa‐
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recencia del acercarse mismo la repentinidad El ante‐queacute del susto es primera‐mente algo conocido y familiar Pero si por el contrario lo amenazador tiene el caraacutecter de lo absolutamente desconocido el miedo se convierte en pavor Y aun maacutes cuando lo amenazante comparece con el caraacutecter de lo pavoroso y tiene al mismo tiempo el modo de comparecencia de lo que asusta es decir la repentini‐dad el miedo se convierte en espanto Otras variedades del miedo son la timidez la temerosidad la ansiedad el estupor Todas las modalidades del miedo como posi‐bilidades del encontrar‐se afectivo muestran que el Dasein en cuanto estar‐en‐el‐mundo es ldquomiedosordquo Esta ldquomedrosidadrdquo no debe ser entendida oacutenticamente co‐mo una predisposicioacuten faacutectica ldquoparticularrdquo sino como una posibilidad existencial de la esencial disposicioacuten afectiva del Dasein en general posibilidad que sin em‐bargo no es la uacutenica
sect 31 El Da‐sein en cuanto comprender La disposicioacuten afectiva es una de las estructuras existenciales en que se mue‐ve el ser del ldquoAhiacuterdquo Este ser estaacute constituido cooriginariamente con ella por el com‐prender [Verstehen]cxxv La disposicioacuten afectiva tiene siempre su comprensioacuten aun cuando la reprima El comprender es siempre un comprender afectivamente (143) templado Si lo interpretamos como un existencial fundamental1 con ello se mues‐tra que este fenoacutemeno es comprendido como un modo fundamental del ser del Da‐sein En cambio el ldquocomprenderrdquo en el sentido de un posible modo de conocimien‐to entre otros diferente por ejemplo del ldquoexplicarrdquo deberaacute ser interpretado junto con eacuteste como un derivado existencial del comprender primario que es con‐consti‐tutivo del ser del Ahiacute en cuanto tal La investigacioacuten hecha hasta ahora ya ha tropezado con este comprender originario pero sin haberlo tematizado expliacutecitamente Que el Dasein existiendo es su Ahiacute significa por una parte que el mundo es ldquoahiacuterdquo su ser‐ahiacute es el estar‐en Y eacuteste es asimismo ldquoahiacuterdquo como aquello por mor de lo cual el Dasein es En el por‐mor‐de estaacute abierto el existente estar‐en‐el‐mundo en cuanto tal esta aperturidad ha sido llamada comprender1 En la comprensioacuten del por‐mor‐de estaacute coabierta la significatividad que en eacutel se funda La aperturidad del comprender en cuanto aper‐turidad del por‐mor‐de y de la significatividad es cooriginariamente una aperturi‐dad del iacutentegro estar‐en‐el‐mundo La significatividad es aquello en funcioacuten de lo cual el mundo estaacute abierto como tal Que el por‐mor‐de y la significatividad estaacuten
1 en la perspectiva de una ontologiacutea fundamental ed desde la re‐ferencia a la verdad del ser 1 Cf sect 18
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abiertos en el Dasein significa que el Dasein es el ente al que en cuanto estar‐en‐el‐mundo le va su propio ser En el lenguaje oacutentico se usa a veces en alemaacuten la expresioacuten ldquoetwas verstehenrdquo ldquocomprender algordquo [en castellano ldquoentender de algordquo] en el sentido de ldquoser capaz de una cosardquo de ldquopoder hacer frente a ellardquo de ldquosaber hacer algordquo Lo existencial‐mente ldquopodidordquo en el comprender no es una cosa sino el ser en cuanto existir En el comprender se da existencialmente ese modo de ser del Dasein que es el poder‐ser El Dasein no es algo que estaacute‐ahiacute y que tiene por antildeadidura la facultad de po‐der algo sino que es primariamente un ser‐posible El Dasein es siempre lo que puede ser y en el modo de su posibilidad El esencial poder‐ser del Dasein concier‐ne a los modos ya caracterizados del ocuparse del ldquomundordquo de la solicitud por los otros y en todo ello y desde siempre al poder‐ser en relacioacuten consigo mismo por‐mor‐de siacute La posibilidad que el Dasein es siempre existencialmente se distingue tanto de la vaciacutea posibilidad loacutegica como de la contingencia de algo que estaacute‐ahiacute en cuanto que con eacuteste puede ldquopasarrdquo esto o aquello Como categoriacutea modal del estar‐ahiacute posibilidad significa lo que todaviacutea no es real y lo que jamaacutes es necesario Ella es el caraacutecter de lo meramente posible Es ontoloacutegicamente inferior a la realidad y a la necesidad En cambio la posibilidad entendida como existencial es la maacutes originaria y uacuteltima determinacioacuten ontoloacutegica (144) positiva del Dasein por ahora ella soacutelo puede ser tratada preparatoriamente como problema mdashal igual que la existencialidad en general La base fenomeacutenica para poder siquiera verla es el com‐prender en cuanto poder‐ser aperiente La posibilidad en cuanto existencial no equivale a un poder‐ser que flota en el vaciacuteo a la manera de la ldquoindiferencia de la voluntadrdquo (libertas indifferentiae) El Dasein en cuanto afectivamente dispuesto por esencia ya ha venido a dar siempre en determinadas posibilidades por ser el poder‐ser que es ha dejado pasar algu‐nas renuncia constantemente a posibilidades de su ser las toma entre manos o las deja escapar Pero esto significa el Dasein es un ser‐posible entregado a siacute mismo es de un extremo al otro posibilidad arrojada El Dasein es la posibilidad de ser libre para el maacutes propio poder‐ser El ser‐posible es transparente para siacute mismo en dis‐tintos modos y grados El comprender es el ser de un poder‐ser que jamaacutes estaacute pendiente como algo que todaviacutea no estaacute‐ahiacute sino que siendo por esencia algo que jamaacutes estaacute‐ahiacute ldquoesrdquo junto con el ser del Dasein en el sentido de la existencia El Dasein es en el modo de haber siempre comprendido o no comprendido que es de esta o aquella manera Siendo tal comprender ldquosaberdquo lo que pasa consigo mismo es decir con su poder‐ser Este ldquosaberrdquo no proviene de una autopercepcioacuten inmanente sino que pertene‐ce al ser del Ahiacute que es esencialmente comprender Y soacutelo porque el Dasein com‐prendiendo es su Ahiacute puede extraviarse y malentenderse Y en la medida en que el comprender estaacute afectivamente dispuesto y en cuanto tal existencialmente aban‐
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donado a su condicioacuten de arrojado el Dasein ya se ha extraviado y malentendido siempre Eacutel estaacute pues entregado en su poder‐ser a la posibilidad de reencontrarse en sus posibilidades El comprender es el ser existencial del propio poder‐ser del Dasein mismo de tal ma‐nera que este ser abre en siacute mismo lo que pasa consigo mismo Intentaremos ahora apre‐hender maacutes rigurosamente la estructura de este existencial La apertura del comprender concierne siempre a la constitucioacuten fundamen‐tal entera del estar‐en‐el‐mundo Como poder‐ser el estar‐en es siempre un poder‐estar‐en‐el‐mundo El mundo no soacutelo estaacute abierto en cuanto tal como posible signi‐ficatividad sino que la puesta en libertad de lo intramundano mismo deja a este ente en libertad con vistas a sus posibilidades Lo a la mano queda descubierto en cuanto tal en su utilizabilidad empleabilidad perjudicialidad La totalidad respec‐cional se revela como el todo categorial de una posibilidad de interconexioacuten de los entes a la mano Pero tambieacuten la ldquounidadrdquo de los muacuteltiples entes (145) que estaacuten‐ahiacute mdashla naturalezamdash soacutelo se torna descubrible sobre la base de la apertura de una posibilidad suya iquestSeraacute casual que la pregunta por el ser de la naturaleza apunte a las ldquocondicionesrdquo de su posibilidad iquestEn queacute se funda tal preguntar Respecto de eacutel no puede dejar de plantearse la pregunta iquestpor queacute el ente que no tiene el modo de ser del Dasein es comprendido en su ser cuando se lo patentiza en funcioacuten de sus con‐diciones de posibilidad Kant supone quizaacutes con razoacuten que ello es asiacute Pero maacutes que ninguna otra cosa este supuesto mismo necesita ser justificado en su legitimi‐dad iquestPor queacute el comprender penetra siempre hasta las posibilidades en todas las dimensiones esenciales de lo que en eacutel puede ser abierto Porque el comprender tiene en siacute mismo la estructura existencial que nosotros llamamos el proyecto [Ent‐wurf]cxxvi Con igual originariedad el comprender proyecta el ser del Dasein hacia el por‐mor‐de y hacia la significatividad en cuanto mundaneidad de su mundo El ca‐raacutecter proyectivo del comprender constituye la aperturidad del Ahiacute del estar‐en‐el‐mundo como el Ahiacute de un poder‐ser El proyecto es la estructura existencial de ser del aacutembito en que se mueve el poder‐ser faacutectico Y en cuanto arrojado el Dasein lo estaacute en el modo de ser del proyectar El proyectar no tiene nada que ver con un comportamiento planificadorcxxvii por medio del cual el Dasein organizara su ser sino que en cuanto Dasein el Dasein ya siempre se ha proyectado y es proyectan‐te mientras existe El Dasein mientras es ya se ha comprendido y se sigue com‐prendiendo desde posibilidades El caraacutecter proyectivo del comprender implica ademaacutes que el comprender no capta lo que eacutel proyecta mdashlas posibilidadesmdash en forma temaacutetica Ese modo de captacioacuten priva a lo proyectado precisamente de su caraacutecter de posibilidad reducieacutendolo a la condicioacuten de un dato simplemente men‐tado mientras que el proyecto en el proyectar mismo pro‐yecta ante siacute la posibili‐
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dad en cuanto posibilidad y la hace ser tal El comprender en cuanto proyectar es el modo de ser del Dasein en el que eacuteste es sus posibilidades como posibilidades En razoacuten del modo de ser constituido por el existencial del proyecto el Da‐sein seriacutea constantemente ldquomaacutesrdquo de lo que de hecho es si se quisiera y pudiera examinar el contenido de su ser a la manera de un ente que estaacute‐ahiacute Pero nunca es maacutes de lo que faacutecticamente es porque a su facticidad le pertenece esencialmente el poder‐ser Pero el Dasein en cuanto posibilidad tampoco es menos es decir lo que eacutel en su poder‐ser todaviacutea no es lo es existencialmente Y soacutelo porque el ser del Ahiacute recibe su constitucioacuten por medio del comprender y de su caraacutecter proyectivo y porque eacutel es lo que eacutel llega a ser o no llega a ser puede decirse a siacute mismo com‐prendiendo lo que dice ldquoiexclseacute lo que eresrdquo1 El proyecto concierne siempre a la plena aperturidad del estar‐en‐el‐mundo (146) en cuanto poder‐ser tambieacuten el comprender mismo tiene posibilidades que quedan bosquejadas por el aacutembito de todo lo que puede ser esencialmente abierto en eacutel El comprender puede establecerse primariamente en la aperturidad del mun‐do es decir el Dasein puede llegar a comprenderse inmediata y regularmente a partir de su mundo O bien por el contrario el comprender se lanza primariamen‐te en el por‐mor‐de es decir el Dasein existe como siacute mismo2 El comprender o bien es propio un comprender que surge del propio siacute‐mismo en cuanto tal o bien es impropio El ldquoinrdquo del teacutermino ldquoimpropiordquo no implica una ruptura del Dasein respecto de siacute mismo de tal manera que el Dasein ldquosoacutelordquo comprenda el mundo El mundo pertenece a la mismidad del Dasein en cuanto estar‐en‐el‐mundo Tanto el comprender propio como el impropio pueden ser a su vez auteacutenticos o inauteacutenti‐coscxxviii El comprender en cuanto poder‐ser estaacute enteramente impregnado de posi‐bilidad Pero al transponerse en una de estas posibilidades fundamentales el com‐prender no excluye la otra Por el contrario puesto que el comprender concierne siempre a la plena aperturidad del Dasein en cuanto estar‐en‐el‐mundo el transponerse del com‐prender es una modificacioacuten existencial del proyecto en su integridad En la comprensioacuten del mundo siempre estaacute comprendido a la vez el estar‐encxxix la comprensioacuten de la existencia en cuanto tal es siempre comprensioacuten del mundo En cuanto faacutectico el Dasein ya ha puesto siempre su poder‐ser en una de las posibilidades del comprender El comprender en su caraacutecter proyectivo constituye existencialmente eso que llamamos la visioacuten [Sicht]cxxx del Dasein La visioacuten que tiene lugar existencialmente junto con la aperturidad del Ahiacute es el Dasein mismo en sus distintas maneras fun‐damentales de ser ya aclaradas y lo es en todas ellas con igual originariedad como
1 Pero iquestquieacuten tres lsquotuacutersquo Ese que tuacute libraacutendote de ti mismo proyectas al lanzarte decididamenfe hacia adelante vals den du dich los wirfst] mdash el que devienes 2 Pero no como sujeto e individuo ni como persona
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circunspeccioacuten del ocuparse respeto de la solicitud visioacuten de aquel ser por mor del cual el Dasein es siempre como es La visioacuten que apunta primariamente a la existencia en su integridad la llamamos transparencia [Durchsichtigkeit] Escogemos este teacutermino para designar un ldquoautoconocimientordquo bien entendido es decir para indicar que no se trata de la buacutesqueda y contemplacioacuten aprehensora de un siacute‐mis‐mo puntual sino de una toma de posesioacuten comprensora de la plena aperturidad del estar‐en‐el‐mundo a traveacutes de sus momentos estructurales esenciales El ente existente ldquoserdquo tiene a la vista tan soacutelo en la medida en que se ha hecho cooriginaria‐mente transparente en su estar en medio del mundo y en el coestar con los otros como momentos constitutivos de su existencia A la inversa la falta de transparencia del Dasein no proviene primaria ni uacutenicamente de autoilusiones ldquoegoceacutentricasrdquo sino tambieacuten del desconocimiento del mundo (147) Sin embargo es necesario preservar el teacutermino ldquovisioacutenrdquo de un posible mal‐entendido Este teacutermino corresponde a la claridad que es el caraacutecter que hemos atribuido a la aperturidad del Ahiacute El ldquoverrdquo no soacutelo no mienta la percepcioacuten con los ojos del cuerpo sino tampoco mienta la pura aprehensioacuten no sensible de un ente que estaacute‐ahiacute en su estar‐ahiacute Para la significacioacuten existencial de la visioacuten soacutelo se to‐ma en cuenta aquella caracteriacutestica del ver seguacuten la cual eacuteste deja comparecer al descubierto el ente mismo al que tiene acceso Ciertamente todo ldquosentidordquo hace lo mismo dentro de su propio aacutembito de descubrimiento Pero la tradicioacuten filosoacutefica se orientoacute desde un principio primariamente hacia el ldquoverrdquo como modo de acceso al ente y al ser Para mantenerse en esta tradicioacuten se puede formalizar la visioacuten y el ver hasta llegar a un teacutermino universal que caracterice en general todo acceso al ente y al ser Al mostrar coacutemo toda visioacuten se funda primariamente en el comprender mdashla circunspeccioacuten del ocuparse es la comprensioacuten en cuanto comprensioacuten comuacutencxxximdash se le ha quitado a la pura intuicioacuten su primaciacutea la cual corresponde en un plano noeacutetico a la tradicional primaciacutea ontoloacutegica de lo que esta‐ahiacute Tanto la ldquointuicioacutenrdquo como el ldquopensarrdquo1 son derivados ya lejanos del comprender Tambieacuten la ldquointuicioacuten de esenciasrdquo de la fenomenologiacutea se funda en el comprender existencial No es po‐sible pronunciarse acerca de este modo del ver antes de haber obtenido los concep‐tos expliacutecitos de ser y de estructura de ser uacutenica forma posible de que pueda haber fenoacutemenos en sentido fenomenoloacutegico La aperturidad del Ahiacute en el comprender es tambieacuten una manera del poder‐ser del Dasein En el estar proyectado de su ser hacia el por‐mor‐de a una con el estar proyectado hacia la significatividad (mundo) se da la aperturidad del ser en
1 Toacutemese eacuteste como lsquoentendimientorsquo διάνοια pero no se entienda el lsquocomprenderrsquo [ldquoVerstehenrsquo] des‐de el entendimiento [aus Verstand]
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general1 En la proyeccioacuten hacia posibilidades ya se ha anticipado la comprensioacuten del ser En el proyecto el ser estaacute comprendido2 no ontoloacutegicamente concebido El ente con el modo de ser del proyecto esencial del estar‐en‐el‐mundo tiene como constitutivo de su ser la comprensioacuten del ser Lo que antes fue afirmado dogmaacuteti‐camente1 queda ahora mostrado a partir de la constitucioacuten del ser en el que el Da‐sein es su Ahiacute es decir en el comprender Una aclaracioacuten satisfactoria del sentido existencial de esta comprensioacuten del ser que corresponda a los liacutemites de toda la presente investigacioacuten soacutelo podraacute lograrse sobre la base de la interpretacioacuten tem‐poraria del ser Disposicioacuten afectiva y comprender caracterizan como existenciales la (148) aperturidad originaria del estar‐en‐el‐mundo En el modo del temple aniacutemico el Dasein ldquoverdquo posibilidades desde las cuales eacutel es En la apertura proyectante de es‐tas posibilidades eacutel ya estaacute siempre aniacutemicamente templado El proyecto del poder‐ser maacutes propio estaacute entregado al factum de la condicioacuten de arrojado en el Ahiacute iquestNo se torna maacutes enigmaacutetico el ser del Dasein con la explicacioacuten de la estructura exis‐tencial del ser del Ahiacute en el sentido del proyecto arrojado Efectivamente Es nece‐sario que dejemos salir primero a luz toda la enigmaticidad de este ser aunque soacute‐lo sea para fracasar de un modo genuino en la ldquosolucioacutenrdquo y poder asiacute plantear de nuevo la pregunta por el ser del estar‐en‐el‐mundo arrojado y proyectante Para poder poner por lo pronto ante la mirada en forma fenomeacutenicamente suficiente el modo cotidiano de ser del comprender afectivamente dispuesto es de‐cir de la plena aperturidad del Ahiacute se requiere una elaboracioacuten concreta de estos existenciales
sect 32 Comprender e interpretacioacuten El Dasein en cuanto comprender proyecta su ser hacia posibilidades Este comprensor estar vuelto hacia posibilidades por la repercusioacuten que tienen sobre el Dasein esas mismas posibilidades en tanto que abiertas es tambieacuten un poder‐ser El proyectarse del comprender tiene su propia posibilidad de desarrollo A este de‐sarrollo del comprender lo llamamos interpretacioacuten [Auslegung]cxxxii En la interpreta‐cioacuten el comprender se apropia comprensoramente de lo comprendido por eacutel En la interpretacioacuten el comprender no se convierte en otra cosa sino que llega a ser eacutel mismo La interpretacioacuten se funda existencialmente en el comprender y no es eacuteste el que llega a ser por medio de aqueacutellacxxxiii La interpretacioacuten no consiste en tomar
1 iquestCoacutemo lsquoestaacutersquo alliacute esa aperturidad y queacute significa ahiacute Ser [Seyn] 2 Lo que no significa que e] ser lsquosearsquo gracias al proyecto 1 Cf sect 4
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conocimiento de lo comprendido sino en la elaboracioacuten de las posibilidades pro‐yectadas en el comprender De acuerdo con la tendencia de la etapa preparatoria de los anaacutelisis del Dasein cotidiano examinaremos el fenoacutemeno de la interpreta‐cioacuten en el comprender del mundo es decir en la comprensioacuten impropia y maacutes concretamente en su modalidad auteacutentica El ocupado estar en medio de lo a la mano se da a comprender desde la sig‐nificatividad abierta en la comprensioacuten del mundo la condicioacuten respectiva que puede tener lo que comparece Que la circunspeccioacuten descubre quiere decir que ella interpreta el mundo ya comprendido Lo a la mano accede expliacutecitamente a la visioacuten comprensora Todo preparar ordenar arreglar mejorar completar (149) se lleva a cabo en tanto que lo circunspectivamente a la mano es explicitado en su para‐queacute y se hace objeto de un ocuparse que se rige por lo que se ha hecho visible en esta explicitacioacuten Lo que la circunspeccioacuten explicita en su para‐queacute y precisa‐mente en cuanto tal lo expliacutecitamente comprendido tiene la estructura de algo en cuanto algo A la pregunta circunspectiva acerca de lo que sea este determinado ente a la mano la interpretacioacuten circunspectiva responde diciendo es parahellip La indica‐cioacuten del para‐queacute no consiste simplemente en nombrar algo sino que lo nombrado es comprendido en esta forma lo que estaacute en cuestioacuten debe ser considerado como tal Lo abierto en el comprender lo comprendido ya es accesible siempre de un modo tal que en eacutel se puede destacar expliacutecitamente su ldquoen cuanto queacuterdquo El ldquoen cuantordquo expresa la estructura explicitante de lo comprendido es lo constitutivo de la interpretacioacuten El trato circunspectivo‐interpretante con el ente a la mano del mundo circundante que lo ldquoverdquo en cuanto mesa puerta coche o puente no tiene necesidad de exponer tambieacuten en un enunciado determinativo lo circunspectiva‐mente interpretado Toda simple visioacuten antepredicativa de lo a la mano ya es en siacute misma comprensora‐interpretante iquestPero no es la carencia de este ldquoen cuantordquo lo que constituye la simplicidad de la pura percepcioacuten El ver que tiene lugar en esta visioacuten es siempre comprensor‐interpretante Encierra en siacute los respectos remisiona‐les expliacutecitos (del para‐queacute) que son propios de la totalidad respeccional a partir de la cual queda comprendido lo simplemente compareciente La articulacioacuten de lo comprendido en el acercamiento interpretante del ente en la forma de ldquoalgo en cuanto algordquo es previa al enunciado temaacutetico acerca de eacutel No es en eacuteste donde sur‐ge por vez primera el ldquoen cuantordquo sino que en eacutel tan soacutelo se expresa lo que no se‐riacutea posible si no se encontrara alliacute como expresable El que a la simple visioacuten le pueda faltar el caraacutecter expliacutecito de un enunciado no autoriza a negarle a esta vi‐sioacuten toda interpretacioacuten articuladora y consiguientemente la estructura del ldquoen cuantordquo La simple visioacuten de las cosas inmediatas en el habeacuterselas con ellas com‐porta de un modo tan originario la estructura de la interpretacioacuten que precisamen‐te una aprehensioacuten de algo por asiacute decirlo libre de ldquoen cuantordquo demanda una cierta readaptacioacuten El nada‐maacutes‐que‐tener‐ante‐siacute una cosa se da en el puro quedarse
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mirando esa cosa en cuanto ya‐no‐comprenderla Esta percepcioacuten carente de ldquoen cuantordquo es una privacioacuten del simple ver comprensor no maacutes originaria que eacuteste si‐no derivada de eacutel Que el ldquoen cuantordquo no esteacute expresado oacutenticamente no debe in‐ducir a pasarlo por alto como estructura existencial a priori del comprender Pero si ya toda percepcioacuten de un uacutetil a la mano es comprensora‐interpretan‐te y deja comparecer circunspectivamente algo en cuanto algo iquestno quiere entonces (150) decir esto que primero se experimenta una cosa que estaacute puramente ahiacute y que luego se la entiende en cuanto puerta o en cuanto casa Esto seriacutea malentender la especiacutefica funcioacuten aperiente de la interpretacioacuten La interpretacioacuten no arroja cier‐to ldquosignificadordquo sobre el nudo ente que estaacute‐ahiacute ni lo reviste con un valor sino que lo que comparece dentro del mundo ya tiene siempre en cuanto tal una condicioacuten respectiva abierta en la comprensioacuten del mundo y esta condicioacuten queda expuesta por medio de la interpretacioacuten Lo a la mano es comprendido siempre desde la totalidad respeccional Eacutesta no necesita ser aprehendida expliacutecitamente por medio de una interpretacioacuten temaacute‐tica Incluso cuando ha pasado a traveacutes de una interpretacioacuten semejante vuelve nuevamente a la comprensioacuten impliacutecita Y es precisamente en esta modalidad co‐mo ella es el fundamento esencial de la interpretacioacuten circunspectiva cotidiana Es‐ta interpretacioacuten se funda siempre en un haber previo [Vorhabe] La interpretacioacuten en cuanto se apropia de una comprensioacuten se mueve en un comprensor estar vuelto hacia una totalidad respeccional ya comprendida La apropiacioacuten de lo comprendi‐do pero todaviacutea velado realiza siempre el desvelamiento guiada por un punto de vista que fija aquello en funcioacuten de lo cual lo comprendido debe ser interpretado La interpretacioacuten se funda siempre en una manera previa de ver [Vorsicht] que ldquorecor‐tardquo lo dado en el haber previo hacia una determinada interpretabilidad Lo com‐prendido que se tiene en el haber previo y que estaacute puesto en la mira del modo previo de ver se hace entendible por medio de la interpretacioacuten La interpretacioacuten puede extraer del ente mismo que hay que interpretar los conceptos correspon‐dientes o bien puede forzar al ente a conceptos a los que eacutel se resiste por su propio modo de ser Sea como fuere la interpretacioacuten se ha decidido siempre definitiva o provisionalmente por una determinada conceptualidad ella se funda en una mane‐ra de entender previa [Vorgriff]cxxxiv La interpretacioacuten de algo en cuanto algo estaacute esencialmente fundada en el haber previo en la manera previa de ver y en la manera de entender previa La in‐terpretacioacuten no es jamaacutes una aprehensioacuten sin supuestos de algo dado Cuando esa particular concrecioacuten de la interpretacioacuten que es la interpretacioacuten exacta de los tex‐tos apela a lo que ldquoestaacute alliacuterdquo lo que por lo pronto estaacute alliacute no es otra cosa que la ob‐via e indiscutida opinioacuten previa del inteacuterprete que subyace necesariamente en to‐do quehacer interpretativo como aquello que con la interpretacioacuten misma ya estaacute
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ldquopuestordquo es decir previamente dado en el haber previo la manera previa de ver y la manera de entender previa iquestCoacutemo debe entenderse el caraacutecter de esta ldquoprioridadrdquocxxxv iquestBasta con que se diga de una manera formal que se trata de un ldquoapriorirdquo iquestPor queacute pertenece esta estructura al comprender que hemos caracterizado como un existencial fundamen‐tal (151) del Dasein iquestCoacutemo se relaciona con ella la estructura del ldquoen cuantordquo pro‐pia de lo interpretado como tal Evidentemente este fenoacutemeno no puede descom‐ponerse ldquoen partes integrantesrdquocxxxvi iquestPero excluye esto una analiacutetica originaria iquestDebemos considerar semejantes fenoacutemenos como ldquoultimidadesrdquo En tal caso que‐dariacutea en pie la pregunta iquestpor queacute iquestO muestran quizaacutes la estructura de prioridad del comprender y la estructura de en cuanto de la interpretacioacuten una conexioacuten on‐toloacutegico‐existencial con el fenoacutemeno del proyecto Y eacuteste iquestno remite hacia atraacutes hacia una originaria estructura de ser del Dasein Antes de responder a estas preguntas para lo cual no estamos auacuten suficien‐temente preparados hay que investigar si aquello que se nos ha mostrado como es‐tructura de prioridad del comprender y como estructura de en cuanto de la inter‐pretacioacuten no representa ya en siacute mismo un fenoacutemeno unitario fenoacutemeno del que sin duda se hace abundante uso en la problemaacutetica filosoacutefica pero sin que a lo asiacute universalmente usado corresponda una explicacioacuten ontoloacutegica originaria En el proyectar del comprender el ente estaacute abierto en su posibilidad El ca‐raacutecter de posibilidad corresponde cada vez al modo de ser del ente comprendido El ente intramundano en general es proyectado hacia un mundo es decir hacia un todo de significatividad a cuyos respectos remisionales la ocupacioacuten en cuanto estar‐en‐el‐mundo se ha ligado de antemano Cuando un ente intramundano ha sido descubierto por medio del ser del Dasein es decir cuando ha venido a com‐prensioacuten decimos que tiene sentido Pero lo comprendido no es en rigor el senti‐do sino el ente o correlativamente el ser Sentido es aquello en lo que se mueve la comprensibilidad de algo Sentido es lo articulable en la apertura comprensora El concepto de sentido abarca la estructura formal de lo que pertenece necesariamente a lo articulable por la interpretacioacuten comprensora Sentido es el horizontecxxxvii del proyec‐to estructurado por el haber‐previo la manera previa de ver y la manera de entender previa horizonte desde el cual algo se hace comprensible en cuanto algo En la medida en que el comprender y la interpretacioacuten conforman la constitucioacuten existencial del ser del Ahiacute el sentido debe ser concebido como la estructura existencial‐formal de la aper‐turidad que es propia del comprender El sentido es un existencial del Dasein y no una propiedad que adhiera al ente que esteacute ldquodetraacutesrdquo de eacutel o que se cierna en algu‐na parte como ldquoregioacuten intermediardquocxxxviii Soacutelo el Dasein ldquotienerdquo sentido en la medi‐da en que la aperturidad del estar‐en‐el‐mundo puede ser ldquollenadardquo por el ente en ella descubrible Por eso soacutelo el Dasein puede estar dotado de sentido o desprovisto de eacutel
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Esto significa su propio ser y el ente abierto con eacuteste puede ser apropiado en la comprensioacuten o rehusado en la incomprensioacuten Si se mantiene esta fundamental interpretacioacuten ontoloacutegico‐existencial del (152) concepto de ldquosentidordquo entonces todo ente que tenga un modo de ser diferen‐te del modo de ser del Dasein deberaacute ser concebido como sin sentido como esencial y absolutamente desprovisto de sentido ldquoSin sentidordquo no significa aquiacute una valo‐racioacuten sino que expresa una determinacioacuten ontoloacutegica Y soacutelo lo sin‐sentido puede ser un contrasentido Lo que estaacute‐ahiacute en cuanto compareciente en el Dasein puede por asiacute decirlo ir en contra del ser del Dasein como sucede por ejemplo con el desa‐tarse de devastadores fenoacutemenos de la naturaleza Y cuando preguntamos por el sentido del ser la investigacioacuten no se torna por eso profunda ni intenta alcanzar a costa de cavilaciones algo que estuviera detraacutes del ser sino que pregunta por el ser mismo en tanto que inmerso en la com‐prensibilidad del Dasein El sentido del ser no puede ser jamaacutes contrapuesto al en‐te o al ser en cuanto ldquofundamentordquo sustentador del ente puesto que el ldquofundamen‐tordquo soacutelo es accesible como sentido aunque soacutelo fuere como el abismo del sinsenti‐do El comprender en cuanto aperturidad del Ahiacute atantildee siempre a la totalidad del estar‐en‐el‐mundo En todo comprender del mundo estaacute comprendida tambieacuten la existencia y viceversa Ademaacutes toda interpretacioacuten se mueve en la estructura de prioridad ya caracterizada Toda interpretacioacuten que haya de aportar comprensioacuten debe haber comprendido ya lo que en ella se ha de interpretar Este hecho siempre ha sido advertido aunque tan soacutelo en el aacutembito de las formas derivadas del com‐prender y la interpretacioacuten en la interpretacioacuten filoloacutegica La interpretacioacuten filoloacute‐gica pertenece al aacutembito del conocimiento cientiacutefico Este conocimiento pide el ri‐gor de la demostracioacuten evidenciante La demostracioacuten cientiacutefica no debe presupo‐ner lo que ella tiene que demostrar Pero si la interpretacioacuten debe moverse ya siem‐pre en lo comprendido y nutrirse de ello iquestcoacutemo podraacute producir resultados cientiacutefi‐cos sin moverse en un ciacuterculo sobre todo si la comprensioacuten presupuesta se basa por otra parte en el conocimiento ordinario del hombre y del mundo Ahora bien seguacuten las maacutes elementales reglas de la loacutegica el ciacuterculo es un circulus vitiosus Pero de esta manera el quehacer de la interpretacioacuten histoacuterica queda excluido a priori del dominio del conocimiento riguroso Mientras no se elimine este factum del ciacuterculo en el comprender la historiografiacutea tendraacute que resignarse a posibilidades de conoci‐miento menos rigurosas Ella podraacute compensar en cierta medida esta deficiencia mediante la ldquosignificacioacuten espiritualrdquo de sus ldquoobjetosrdquo Pero ciertamente el ideal se‐riacutea incluso en opinioacuten de los propios historiadores que el ciacuterculo pudiese ser evi‐tado y hubiese esperanza de crear alguacuten diacutea una ciencia histoacuterica que fuese tan independiente del punto de vista del observador como presuntamente lo es el conocimiento de la naturaleza
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(153) Sin embargo ver en este ciacuterculo un circulus vitiosus y buscar coacutemo evitarlo o por lo menos ldquosentirlordquo como imperfeccioacuten inevitable significa malcomprender radicalmente el comprender No se trata de adecuar el comprender y la interpretacioacuten a un determi‐nado ideal de conocimiento que no es sino una variedad del comprender que se ha orientado hacia la legiacutetima empresa de aprehender lo que estaacute‐ahiacute en su esencial incomprensibilidad Por el contrario el cumplimiento de las condiciones funda‐mentales de toda interpretacioacuten exige no desconocer de partida las esenciales con‐diciones de su realizacioacuten Lo decisivo no es salir del ciacuterculo sino entrar en eacutel en forma correcta Este ciacuterculo del comprender no es un circuito en el que gire un geacute‐nero cualquiera de conocimientos sino que es la expresioacuten de la estructura existen‐cial de prioridad del Dasein mismo No se lo debe rebajar a la condicioacuten de un circu‐lus vitiosus y ni siquiera a la de un ciacuterculo vicioso tolerado En eacutel se encierra una positiva posibilidad del conocimiento maacutes originario posibilidad que sin embar‐go soacutelo seraacute asumida de manera auteacutentica cuando la interpretacioacuten haya compren‐dido que su primera constante y uacuteltima tarea consiste en no dejar que el haber pre‐vio la manera previa de ver y la manera de entender previa le sean dados por sim‐ples ocurrencias y opiniones populares sino en asegurarse el caraacutecter cientiacutefico del tema mediante la elaboracioacuten de esa estructura de prioridad a partir de las cosas mismas Dado que en virtud de su sentido existencial el comprender es el poder‐ser del Dasein mismo los supuesto ontoloacutegicos del conocimiento histoacuterico tras‐cienden fundamentalmente la idea del rigor de las ciencias maacutes exactas La mate‐maacutetica no es maacutes rigurosa que la historia sino tan soacutelo maacutes estrecha en cuanto al aacutembito de los fundamentos existenciales relevantes para ella El ldquociacuterculordquo en el comprender pertenece a la estructura del sentido fenoacuteme‐no que estaacute enraizado en la estructura existencial del Dasein en el comprender interpretante El ente al que en cuanto estar‐en‐el‐mundo le va su ser mismo1 tiene una estructura ontoloacutegica circular Sin embargo si se tiene en cuenta que el ldquociacutercu‐lordquo cae en el dominio de ser del estar‐ahiacute (consistencia) deberaacute evitarse en general caracterizar ontoloacutegicamente por medio de este fenoacutemeno a un ente como el Da‐sein
sect 33 El enunciado en cuanto modo derivado de la interpretacioacuten Toda interpretacioacuten se funda en el comprender El sentido es lo articulado en la interpretacioacuten y lo bosquejado como articulable en el comprender En la medida
1 Pero este ldquosu ser mismordquo estaacute determinado en siacute por la comprensioacuten del ser ed por el hecho de estar en el claro [Lichtung] de la pre‐sencia donde ni el claro en cuanto tal ni la presencia en cuanto tal llegan a ser tema de una representacioacuten
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en que el enunciado (o ldquojuiciordquo) se funda en el comprender y representa una (154) forma derivada de llevarse a cabo la interpretacioacuten eacutel tambieacuten ldquotienerdquo un sentido Sin embargo el sentido no puede ser definido como algo que se encuentra ldquoenrdquo el juicio junto con el acto de juzgar El anaacutelisis expliacutecito del enunciado en el contexto presente tiene una muacuteltiple finalidad Por una parte en el enunciado se puede hacer ver en forma palpable de queacute manera la estructura del ldquoen cuantordquo constitutiva del comprender y la interpreta‐cioacuten es modificable El comprender y la interpretacioacuten se vuelven asiacute mucho maacutes niacutetidos Por otra parte el anaacutelisis del enunciado tiene un lugar sobresaliente dentro de la problemaacutetica ontoloacutegicofundamental por el hecho de que en los comienzos decisivos de la ontologiacutea antigua el λόγος constituyoacute el uacutenico hilo conductor para el acceso al ente propiamente dicho y para la determinacioacuten del ser de ese ente Fi‐nalmente desde hace mucho tiempo se considera al enunciado como el ldquolugarrdquo primario y propio de la verdad El fenoacutemeno de la verdad se halla tan estrechamen‐te unido al problema del ser que la presente investigacioacuten tropezaraacute necesariamen‐te en su desarrollo con el problema de la verdad e incluso se encuentra ya impliacuteci‐tamente en esa dimensioacuten El anaacutelisis del enunciado debe contribuir a la prepara‐cioacuten de esta problemaacutetica En adelante asignaremos al teacutermino enunciado tres significaciones que han sido extraiacutedas del fenoacutemeno designado por eacutel y que estando unidas entre siacute cir‐cunscriben en su unidad la estructura entera del enunciado 1 Enunciado significa primariamente mostracioacuten Mantenemos asiacute el sentido origi‐nario del λόγος como ἀπόϕανσις hacer ver al ente desde siacute mismo En el enuncia‐do ldquoel martillo es demasiado pesadordquo lo descubierto para la visioacuten no es un ldquosenti‐dordquo sino un ente en la forma del estar a la mano Aunque este ente no se encuentre en una cercaniacutea palpable y ldquovisiblerdquo la mostracioacuten mienta al ente mismo y de nin‐guacuten modo una mera representacioacuten de eacutel ni tampoco algo ldquopuramente representa‐dordquo ni mucho menos un estado psiacutequico del enunciante su representacioacuten de este ente 2 Enunciado significa tanto como predicacioacuten De un ldquosujetordquo se ldquoenunciardquo un ldquopre‐dicadordquo aqueacutel es determinado por eacuteste Lo enunciado en esta significacioacuten no es el predicado sino ldquoel martillo mismordquo En cambio lo enunciante es decir lo determi‐nante estaacute en el ldquodemasiado pesadordquo Lo enunciado en esta segunda (155) signifi‐cacioacuten es decir lo determinado en cuanto tal ha experimentado una reduccioacuten de su contenido en comparacioacuten con lo enunciado en la primera significacioacuten Toda predicacioacuten es lo que es tan soacutelo como mostracioacuten La segunda significacioacuten del enunciado tiene su fundamento en la primera Los miembros de la articulacioacuten predicativa mdashsujeto y predicadomdash surgen dentro de la mostracioacuten No es la deter‐
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minacioacuten la que descubre sino que en cuanto modo de la mostracioacuten empieza precisamente por reducir la visioacuten a lo que se muestra en cuanto tal mdashel martillomdash a fin de hacer por medio de la reduccioacuten expliacutecita de la mirada que lo patente se manifieste expliacutecitamente en su determinacioacuten La determinacioacuten empieza por dar un paso atraacutes en relacioacuten a lo ya patente al martillo demasiado pesado la ldquoposi‐cioacuten del sujetordquo reduce el enfoque del ente a ldquoeste martillo aquiacutersquo a fin de hacer me‐diante la reampliacioacuten del enfoque que lo patente se vea en su determinable deter‐minacioacuten La posicioacuten del sujeto y la posicioacuten del predicado son a una con la apli‐cacioacuten [de eacuteste a aqueacutel] enteramente ldquoapofaacutenticosrdquo en el maacutes estricto sentido de la palabra 3 Enunciado significa comunicacioacuten expresioacuten verbal En cuanto tal tiene relacioacuten directa con el enunciado en la primera y segunda significacioacuten Es un hacer‐ver‐a‐una‐con‐otros lo que ha sido mostrado en la forma de la determinacioacuten Este hacer‐ver‐con comparte con el otro el ente que ha sido mostrado en su determinacioacuten Lo ldquocompartidordquo es el vidente y comuacuten estar vuelto hacia lo mostrado estar vuelto que debe ser afirmado en su caraacutecter de estar‐en‐el‐mundo vale decir en aquel mundo desde el cual comparece lo mostrado El enunciado en cuanto comuacuten‐icacioacuten en‐tendida en este sentido existencial implica el estar expresa do [Ausgesprochenheit] Lo enunciado en cuanto comunicado puede ser ldquocompartidordquo por los otros con el enunciante sin que el ente mostrado y determinado esteacute para ellos mismos en una cercaniacutea palpable y visible Lo enunciado puede ldquoseguir siendo comunicado de unos a otrosrdquo El ciacuterculo de este vidente compartir de unos a otros se ampliacutea Pero al mismo tiempo en esta transmisioacuten de unos a otros lo mostrado puede volver a ocultarse aunque tambieacuten el saber y conocer que surge en este oiacuter decir sigue apuntando al ente mismo y no ldquoafirmardquo mdashcomo podriacutea pensarsemdash un ldquosentido valederordquo que haya ido pasando de mano en mano Tambieacuten el oiacuter decir es un estar‐en‐el‐mundo y un estar vuelto hacia la cosa de la cual se oye hablar La teoriacutea del lsquojuiciordquo inspirada hoy predominantemente en el fenoacutemeno de la ldquovalidezrdquo no podraacute ser discutida aquiacute en forma detallada Contenteacutemonos con sentildealar el caraacutecter en muchos sentidos problemaacutetico de este fenoacutemeno de la ldquova‐lidezrdquo que es considerado desde la eacutepoca de Lotze como un ldquoprotofenoacutemenordquo irre‐ductible Esta condicioacuten la debe ese fenoacutemeno uacutenicamente a su falta de claridad ontoloacutegica No menos oscura es la ldquoproblemaacuteticardquo que ha echado raiacuteces en (156) torno a este iacutedolo verbal ldquoValidezrdquo mienta en primer lugar la ldquoformardquo de la realidad que es propia del contenido del juicio en tanto que eacuteste se mantiene inalterable frente al cambiante proceso ldquopsiacutequicordquo del juzgar En el estado actual de la pregun‐ta por el ser que fue descrito en la Introduccioacuten de este tratado difiacutecilmente podraacute esperarse que la ldquovalidezrdquo en cuanto ldquoser idealrdquo se destaque por una particular
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claridad ontoloacutegica ldquoValidezrdquo significa tambieacuten la vigencia del sentido del juicio vaacutelido respecto del ldquoobjetordquo mentado en eacutel y adquiere asiacute la significacioacuten de vali‐dez objetiva y de objetividad en general El sentido que de esta manera ldquovalerdquo del en‐te y que es ldquointemporalmenterdquo valedero en siacute mismo ldquovalerdquo ademaacutes en el sentido del valor para todo el que juzga racionalmente ldquoValidezrdquo quiere decir ahora caraacutec‐ter vinculativo [Verbindlichkeit] ldquovalidez universalrdquo Y si ademaacutes de todo ello se sos‐tiene una teoriacutea ldquocriacuteticardquo del conocimiento seguacuten la cual el sujeto ldquopropiamenterdquo no ldquosalerdquo hacia el objeto entonces la validez en cuanto validez del objeto objetivi‐dad se funda en la consistencia valedera del verdadero () sentido Las tres signifi‐caciones del ldquovalerrdquo aquiacute expuestas esto es del valer en cuanto manera de ser de lo ideal en cuanto objetividad y en cuanto caraacutecter vinculativo no soacutelo carecen en siacute mismas de transparencia sino que se confunden constantemente enredaacutendose entre siacute La prudencia metodoloacutegica exige que no se tomen como hilo conductor de la interpretacioacuten conceptos tan iridiscentes No restringiremos de antemano el con‐cepto de sentido a la significacioacuten de ldquocontenido del juiciordquo sino que lo entendere‐mos como el fenoacutemeno existencial ya caracterizado en el que se hace visible la es‐tructura formal de lo que puede ser abierto en el comprender y articulado en la interpretacioacuten Si reunimos en una mirada unitaria hacia el fenoacutemeno completo las tres sig‐nificaciones del ldquoenunciadordquo recieacuten analizadas tendremos como definicioacuten que el enunciado es una mostracioacuten que determina y comunica Pero hay que preguntar con queacute derecho entendemos el enunciado como un modo de la interpretacioacuten Si lo es entonces tendraacuten que reaparecer en eacutel las estructuras esenciales de la interpreta‐cioacuten El mostrar del enunciado se lleva a cabo sobre la base de lo ya abierto en el comprender o de lo circunspectivamente descubierto El enunciado no es un com‐portamiento en el aire que por siacute mismo pudiera abrir primariamente el ente sino que se mueve ya siempre sobre la base del estar‐en‐el‐mundo Lo que antes1 (157) se mostroacute en relacioacuten al conocimiento del mundo no es menos valedero del enun‐ciado El enunciado necesita del haber previo de algo abierto que seraacute mostrado en la forma de la determinacioacuten Por otra parte la determinacioacuten implica ya un punto de vista desde el cual se mira hacia lo que hay que enunciar Aquello hacia lo que se apunta en el ente previamente dado asume en la determinacioacuten la funcioacuten de lo determinante El enunciado necesita de una manera previa de ver mediante la cual el predicado que hay que destacar y convertir en atributo se libera en cierto modo de su inexpliacutecita inclusioacuten en el ente mismo Al enunciado en cuanto comunicacioacuten determinativa le pertenece siempre una articulacioacuten de lo mostrado realizada en el plano de la significacioacuten el enunciado se mueve en una determinada conceptuali‐zacioacuten el martillo es pesado la pesantez le pertenece al martillo el martillo tiene la
1 Cf sect 13
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propiedad de la pesantez El modo previo de entender implicado en el enunciado no llama de ordinario la atencioacuten porque el lenguaje lleva siempre consigo una bien elaborada conceptualizacioacuten Al igual que la interpretacioacuten en general el enunciado tiene necesariamente sus fundamentos existenciales en el haber previo la manera previa de ver y el modo previo de entender Pero iquesthasta queacute punto el enunciado es un modo derivado de la interpreta‐cioacuten iquestQueacute se ha modificado en eacutesta Podemos sentildealar esa modificacioacuten atenieacutendo‐nos a casos‐liacutemite de enunciados considerados en la loacutegica como casos normales y como ejemplos de los fenoacutemenos enunciativos ldquomaacutes simplesrdquo Lo que la loacutegica estudia como proposicioacuten enunciativa categoacuterica (ejemplo ldquoel martillo es pesadordquo) lo comprende siempre previamente a todo anaacutelisis ldquode un modo loacutegicordquo Inadver‐tidamente se ha supuesto de antemano como ldquosentidordquo de la proposicioacuten que la cosa‐martillo tiene la propiedad de la pesantez ldquoEn un primer momentordquo en la circunspeccioacuten del ocuparse no hay enunciados de este tipo Pero en cambio la circunspeccioacuten tiene sus formas especiacuteficas de interpretacioacuten que a diferencia del ldquojuicio teoreacuteticordquo mencionado podriacutean expresarse asiacute ldquoel martillo es demasiado pesadordquo o mejor aun ldquodemasiado pesadordquo o bien ldquoiexclel otro martillordquo El modo originario como se lleva a cabo la interpretacioacuten no consiste en la proposicioacuten enunciativa teoreacutetica sino en el hecho de que en la circunspeccioacuten del ocuparse se deja de lado o se cambia la herramienta inapropiada ldquosin decir una sola palabrardquo De la falta de palabras no se debe concluir la falta de interpretacioacuten Por otra parte la interpretacioacuten circunspectiva expresada no es necesariamente por ese solo hecho un enunciado en el sentido ya definido iquestQueacute modificaciones ontoloacutegico‐existenciales hacen surgir el enunciado desde la interpretacioacuten circunspectiva1 El ente tenido en el haber previo el martillo por ejemplo estaacute como uacutetil in‐mediatamente a la mano Si este ente se vuelve ldquoobjetordquo de un enunciado ya (158) con la actitud enunciante se produce de antemano y de un solo golpe una muta‐cioacuten en el haber previo El con‐queacute mdashde caraacutecter a la manomdash del habeacuterselas o del que‐hacer se convierte en un ldquoacerca‐de‐queacuterdquo del enunciado mostrativo La manera pre‐via de ver apunta a algo que estaacute‐ahiacute en lo a la mano Por medio de la mirada con‐templativa y para ella lo a la mano se oculta en tanto que a la mano Dentro del proceso del descubrimiento del estar‐ahiacute que encubre el estar a la mano el ente que comparece estando‐ahiacute es determinado como estando‐de‐tal‐o‐cual‐modo‐ahiacute Ahora por primera vez se abre el acceso a algo asiacute como las propiedades El ldquoqueacuterdquo del decir determinante de lo que estaacute‐ahiacute es extraiacutedo de lo que estaacute‐ahiacute en cuanto tal La estructura de ldquoen cuantordquo de la interpretacioacuten experimenta asiacute una modifi‐cacioacuten El ldquoen cuantordquo ya no llega en su funcioacuten de apropiacioacuten hasta una totalidad respeccional Ha sido apartado de sus posibilidades de articulacioacuten de las relacio‐
1 iquestDe queacute modo puede realizarse el enunciado mediante la modificacioacuten de la interpretacioacuten
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nes remisivas de la significatividad que constituye la circunmundaneidad El ldquoen cuantordquo queda repelido al plano indiferenciado de lo que soacutelo estaacute‐ahiacute Desciende al nivel de la estructura del mero‐dejar‐ver determinativo que hace ver lo que estaacute‐ahiacute Esta nivelacioacuten del originario ldquoen cuantordquo de la interpretacioacuten circunspectiva que lo convierte en el ldquoen cuantordquo de la determinacioacuten del estar‐ahiacute es el privilegio del enunciado Soacutelo asiacute puede eacuteste llegar a ser una pura mostracioacuten contemplativa De este modo el enunciado no puede negar su origen ontoloacutegico en la inter‐pretacioacuten comprensora El ldquoen cuantordquo originario de la interpretacioacuten circunspecti‐vamente comprensora (ἑρμηνεία) seraacute llamado ldquoen cuantordquo hermeneacuteutico‐existen‐cial a diferencia del ldquoen cuantordquo apofaacutentico del enunciado Entre la interpretacioacuten todaviacutea enteramente encubierta en el comprender de la ocupacioacuten y su extrema contrapartida el enunciado teoreacutetico sobre lo que estaacute‐ahiacute hay muacuteltiples grados intermedios Enunciados sobre sucesos del mundo cir‐cundante descripcioacuten de cosas a la mano ldquoinformes de situacioacutenrdquo registro y fija‐cioacuten de una ldquocondicioacuten faacutecticardquo descripcioacuten de un estado de cosas narracioacuten de lo acaecido Estas ldquoproposicionesrdquo no se dejan reducir sin tergiversacioacuten esencial de su sentido a proposiciones enunciativas teoreacuteticas Tienen su ldquoorigenrdquo al igual que eacutestas en la interpretacioacuten circunspectiva Con el avance en el conocimiento de la estructura del λόγος el fenoacutemeno del ldquoen cuantordquo apofaacutentico no podiacutea dejar de mostrarse en alguna forma La mane‐ra como fue visto por primera vez no es casual y no ha dejado de tener su influen‐cia en la historia ulterior de la loacutegica (159) Para la consideracioacuten filosoacutefica el λόγος es tambieacuten un ente y seguacuten la orientacioacuten de la ontologiacutea antigua un ente que estaacute‐ahiacute Lo primero que estaacute‐ahiacute es decir lo primero que encontramos al modo de las cosas son las palabras y la se‐cuencia de palabras en que el λόγος se expresa La primera investigacioacuten de la es‐tructura del λόγος que de este modo estaacute‐ahiacute encuentra una multitud de palabras que estaacuten‐ahiacute juntas iquestQueacute es lo que produce la unidad de este conjunto Tal como lo vio Platoacuten esta unidad proviene del hecho de que el λόγος es siempre un λόγος τινός Por referencia al ente manifiesto en el λόγος las palabras son reunidas en un todo verbal Aristoacuteteles tuvo una comprensioacuten maacutes radical todo λόγος es al mis‐mo tiempo σύνθεσις y διαίρεσις no disyuntivamente o bien lo uno mdashen cuanto ldquojuicio afirmativordquomdash o bien lo otro mdashen cuanto ldquojuicio negativordquo Todo enunciado tanto el que afirma como el que niega tanto el verdadero como el falso es con igual originariedad σύνθεσις y διαίρεσις Mostrar es reunir y separar Sin embar‐go Aristoacuteteles no desarrolloacute el anaacutelisis hasta el punto de preguntarse queacute fenoacuteme‐no es el que dentro de la estructura del λόγος hace posible y a la vez exige carac‐terizar todo enunciado como siacutentesis y diaacuteiresis Lo que con las estructuras formales del ldquoenlazarrdquo y el ldquosepararrdquo o maacutes exac‐tamente con la unidad de ambos debiacutea ser fenomeacutenicamente descubierto es el
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fenoacutemeno del ldquoalgo en cuanto algordquo En virtud de esta estructura una cosa soacutelo es comprendida en funcioacuten de otra cosa en conjuncioacuten con ella y de tal manera que esta confrontacioacuten comprensora junto con reunir a la vez separa lo reunido articu‐laacutendolo en la interpretacioacuten Si el fenoacutemeno del ldquoen cuantordquo queda encubierto y so‐bre todo si queda oculto en su origen existencial a partir del ldquoen cuantordquo herme‐neacuteutico entonces el planteamiento fenomenoloacutegico de Aristoacuteteles para el anaacutelisis del λόγος se desintegra en una superficial ldquoteoriacutea del juiciordquo seguacuten la cual juzgar es enlazar o separar representaciones y conceptos Enlazar y separar pueden ser formalizados auacuten maacutes convirtieacutendose en una ldquorelacioacutenrdquo En la logiacutestica el juicio se resuelve en un sistema de ldquocorrelacionesrdquo y se convierte en objeto de un ldquocaacutelculordquo pero no en tema de una interpretacioacuten ontoloacute‐gica La posibilidad e imposibilidad de una comprensioacuten analiacutetica de la σύνθεσις y de la διαίρεσις de la ldquorelacioacutenrdquo en el juicio en general estaacuten estrechamente vin‐culadas con el correspondiente estado de la problemaacutetica ontoloacutegica fundamental Cuaacuten profundamente influya esta problemaacutetica ontoloacutegica en la interpreta‐cioacuten del λόγος y a la inversa cuaacuten profundo efecto tenga mdashpor curiosa repercu‐sioacuten la concepcioacuten del ldquojuiciordquo sobre la problemaacutetica ontoloacutegica lo muestra el fenoacute‐meno de la coacutepula En esta ldquoligadurardquo se pone de manifiesto en primer lugar que la estructura sinteacutetica ha sido supuesta como cosa evidente y que ella ademaacutes (160) detenta un caraacutecter determinante en la interpretacioacuten Pero si los caracteres puramente formales de la ldquorelacioacutenrdquo y ldquoenlacerdquo no pueden hacer ninguacuten aporte fenomeacutenico a un anaacutelisis del contenido de la estructura del λόγος el fenoacutemeno al que apunta el teacutermino ldquocoacutepulardquo no tiene en definitiva nada que ver con ligadura o enlace El ldquoesrdquo y su interpretacioacuten sea que ese ldquoesrdquo se halle taxativamente expresa‐do en forma linguumliacutestica sea que esteacute indicado en la terminacioacuten verbal entran en el contexto de los problemas de la analiacutetica existencial si es verdad que el enunciar y la comprensioacuten del ser son posibilidades existenciales de ser del Dasein mismo La elaboracioacuten de la pregunta por el ser (cf 1 Parte 3 Seccioacuten) volveraacute a encontrar este peculiar fenoacutemeno de ser que aparece dentro del λόγος De momento se trataba tan soacutelo de dejar en claro mediante la demostracioacuten del caraacutecter derivado del enunciado con respecto a la interpretacioacuten y el compren‐der que la ldquoloacutegicardquo del λόγος estaacute enraizada en la analiacutetica existencial del Dasein El reconocimiento de la insuficiente interpretacioacuten ontoloacutegica del λόγος agudiza ademaacutes la visioacuten del caraacutecter no originario de la base metodoloacutegica en que se apo‐ya la ontologiacutea antigua El λόγος es experimentado como algo que estaacute‐ahiacute e inter‐pretado como tal asimismo el ente mostrado por eacutel tiene el sentido de un estar‐ahiacute Este sentido de ser queda sin diferenciar frente a otras posibilidades de ser de tal manera que al mismo tiempo el ser en el sentido formal de ser‐algo se amalgama
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con eacutel sin que se haya podido lograr siquiera una clara separacioacuten regional de am‐bos1
sect 34 Da‐sein y discurso El lenguaje Los existenciales fundamentales que constituyen el ser del Ahiacute es decir la aperturidad del estar‐en‐el‐mundo son la disposicioacuten afectiva y el comprender El comprender lleva consigo la posibilidad de la interpretacioacuten es decir de la apro‐piacioacuten de lo comprendido Dado que la disposicioacuten afectiva es cooriginaria con el comprender ella se mantiene en una cierta comprensioacuten Asimismo a la disposi‐cioacuten afectiva le es propia una cierta interpretabilidad En el enunciado se hizo visi‐ble un uacuteltimo derivado de la interpretacioacuten El esclarecimiento de la tercera acep‐cioacuten del enunciado la comunicacioacuten (o expresioacuten verbal) condujo al concepto del decir y del hablar concepto que hasta ese momento habiacutea quedado intencional‐mente sin considerar El hecho de que soacutelo ahora se tematice el lenguaje deberaacute ser‐vir para indicar que este fenoacutemeno tiene sus raiacuteces en la constitucioacuten existencial de la aperturidad del Dasein El fundamento ontoloacutegico‐existencial (161) del lenguaje es el discurso [Rede]cxxxix En el anaacutelisis anteriormente realizado de la disposicioacuten afectiva del comprender de la interpretacioacuten y del enunciado ya hemos hecho uso constan‐te de este fenoacutemeno pero sustrayeacutendolo por asiacute decirlo a un anaacutelisis temaacutetico El discurso es existencialmente cooriginario con la disposicioacuten afectiva y el com‐prender La comprensibilidad ya estaacute siempre articulada incluso antes de la inter‐pretacioacuten apropiadora El discurso es la articulacioacuten de la comprensibilidad Por eso el discurso se encuentra ya a la base de la interpretacioacuten y del enunciado Lo articulable en la interpretacioacuten y por lo mismo maacutes originariamente ya en el dis‐curso ha sido llamado el sentido A lo articulado en la articulacioacuten del discurso lo llamamos el todo de significaciones Eacuteste puede descomponerse en significaciones Las significaciones por ser lo articulado de lo articulable estaacuten siempre provistas de sentido Si el discurso como articulacioacuten de la comprensibilidad del Ahiacute es un existencial originario de la aperturidad y la aperturidad por su parte estaacute consti‐tuida primariamente por el estar‐en‐el‐mundo el discurso deberaacute tener tambieacuten esencialmente un especiacutefico modo de ser mundanocxl La comprensibilidad afectiva‐mente dispuesta del estar‐en‐el‐mundo se expresa como discursocxli El todo de signifi‐caciones de la comprensibilidad viene a palabra A las significaciones les brotan pa‐labras en vez de ser las palabras las que entendidas como cosas se ven provistas de significaciones
1 Husserl
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La exteriorizacioacuten del discurso es el lenguaje Esa totalidad de palabras en la que el discurso cobra un peculiar ser ldquomundanordquo puede de esta manera en cuan‐to ente intramundano ser encontrada como algo a la mano El lenguaje puede de‐sarticularse en palabras‐cosas que estaacuten‐ahiacute El discurso es existencialmente len‐guaje porque el ente cuya aperturidad eacutel articula en significaciones tiene el modo de ser del estar‐en‐el‐mundo en condicioacuten de arrojado y de consignado al ldquomun‐dordquocxlii 1 Como estructura existencial de la aperturidad del Dasein el discurso es constitutivo de la existencia del Dasein Al hablar discursivo le pertenecen las posi‐bilidades del escuchar y del callar En estos fenoacutemenos se torna enteramente clara la funcioacuten constitutiva del discurso para la existencialidad de la existencia En primer lugar seraacute necesario desentrantildear la estructura del discurso en cuanto tal El discurso es la articulacioacuten ldquosignificanterdquo de la comprensibilidad del estar‐en‐el‐mundo estar‐en‐el‐mundo al que le pertenece el coestar y que siempre se mantiene en una determinada forma del convivir ocupado Este convivir es discur‐sivo en el modo del asentir y disentir del exhortar y prevenir en cuanto discusioacuten consulta e intercesioacuten y tambieacuten en el modo de ldquohacer declaracionesrdquo y de hablar en el sentido de ldquohacer discursosrdquo Discurrir es discurrir sobrehellip El sobre‐queacute del discurso no tiene necesariamente y la mayor parte de las veces no tiene siquiera de hecho el caraacutecter de tema de un enunciado determinativo (162) Tambieacuten una or‐den se da sobre algo el deseo lo es de alguna cosa La intercesioacuten no estaacute despro‐vista de algo sobre lo que recae El discurso tiene necesariamente este momento es‐tructural por ser parte constitutiva de la aperturidad del estar‐en‐el‐mundo y por‐que en su estructura propia estaacute preformado por esta constitucioacuten fundamental del Dasein Aquello acerca de lo cual se discurre en el discurso estaacute siempre ldquotrata‐dordquocxliii desde un determinado punto de vista y dentro de ciertos liacutemites En todo discurso hay algo que el discurso dice lo dicho en cuanto tal en el respectivo desear preguntar pronunciarse sobrehellip En lo asiacute dicho el discurso se comunica El fenoacutemeno de la comunicacioacuten mdashcomo ya se indicoacute al hacer su anaacutelisismdash debe ser comprendido en un sentido ontoloacutegicamente amplio La ldquocomunicacioacutenrdquo enunciativa por ejemplo informar acerca de algo es un caso particular de la comu‐nicacioacuten entendida en un sentido existencial fundamental En eacutesta se constituye la articulacioacuten del convivir comprensor Ella realiza el ldquocompartirrdquo de la disposicioacuten afectiva comuacuten y de la comprensioacuten del coestar La comunicacioacuten no es nunca un transporte de vivencias por ejemplo de opiniones y deseos desde el interior de un sujeto al interior de otro La coexistencia ya estaacute esencialmente revelada en la dis‐posicioacuten afectiva comuacuten y en el comprender comuacuten El coestar es compartido ldquoexpliacute‐
1 Para el lenguaje la condicioacuten de arrojado es esencial
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citamenterdquo en el discurso es decir eacutel ya es previamente aunque sin ser todaviacutea compartido por no haber sido asumido ni apropiado Todo discurso sobrehellip que comunica algo mediante lo dicho en el discurso tiene a la vez el caraacutecter del expresarse [Sichaussprechen]cxliv En el discurrir el Da‐sein se expresa no porque primeramente estuviera encapsulado como algo ldquointe‐riorrdquo opuesto a un fuera sino porque como estar‐en‐el‐mundo comprendiendo ya estaacute ldquofuerardquo Lo expresado es precisamente el estar fuera1 es decir la correspon‐diente manera de la disposicioacuten afectiva (el estado de aacutenimo) que como ya se hizo ver afecta a la aperturidad entera del estar‐en El iacutendice linguumliacutestico de ese momen‐to constitutivo del discurso que es la notificacioacuten [Bekundung] del estar‐en afectiva‐mente dispuesto lo hallamos en el tono de la voz la modulacioacuten el tempo del dis‐curso ldquoen la manera de hablarrdquo La comunicacioacuten de las posibilidades existencia‐les de la disposicioacuten afectiva es decir la apertura de la existencia puede convertir‐se en finalidad propia del discurso ldquopoetizanterdquo El discurso es la articulacioacuten en significaciones de la comprensibilidad afec‐tivamente dispuesta del estar‐en‐el‐mundo Sus momentos constitutivos son el sobre‐queacute del discurso (aquello acerca de lo cual se discurre) lo discursivamente dicho en cuanto tal la comunicacioacuten y la notificacioacuten [Bekundung] Eacutestas no son propiedades que se puedan recoger en el lenguaje por la sola viacutea empiacuterica sino (162) caracteres existenciales enraizados en la constitucioacuten de ser del Dasein que hacen ontoloacutegicamente posible el lenguaje En la forma linguumliacutestica faacutectica de un de‐terminado discurso algunos de estos momentos pueden faltar o bien pasar inad‐vertidos El hecho de que frecuentemente no se expresen ldquoen palabrasrdquo no es sino el iacutendice de un modo particular de discurso ya que el discurso como tal comporta siempre la totalidad de las estructuras mencionadas Los intentos hechos para aprehender la ldquoesencia del lenguajerdquo se han orien‐tado siempre hacia alguno de estos momentos concibiendo el lenguaje al hilo de la idea de ldquoexpresioacutenrdquo de ldquoforma simboacutelicardquo de comunicacioacuten declarativa de ldquomani‐festacioacutenrdquo de vivencias o de ldquoconfiguracionesrdquo de vida Sin embargo para una de‐finicioacuten plenamente satisfactoria del lenguaje no se ganariacutea nada con reunir en for‐ma sincretiacutestica estas muacuteltiples determinaciones parciales Lo decisivo es elaborar previamente por medio de la analiacutetica del Dasein la totalidad ontoloacutegico‐existen‐cial de la estructura del discurso La conexioacuten del discurso con el comprender y la comprensibilidad se aclara por medio de una posibilidad existencial propia del mismo discurso el escuchar [Houmlren] No por casualidad cuando no hemos escuchado ldquobienrdquo decimos que no hemos ldquocomprendidordquo El escuchar es constitutivo del discursocxlv Y asiacute como la locucioacuten verbal se funda en el discurso asiacute tambieacuten la percepcioacuten acuacutestica se funda
1 el Ahiacute condicioacuten de expuesto [Ausgesetztheit] en tanto que lugar abierto
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en el escucharcxlvi El escuchar a alguien [das Houmlren aufhellip] es el existencial estar abierto al otro propio del Dasein en cuanto coestar El escuchar constituye incluso la primaria y auteacutentica apertura del Dasein a su poder‐ser maacutes propio como un es‐cuchar de la voz del amigo que todo Dasein lleva consigo El Dasein escucha por‐que comprende Como comprensor estar‐en‐el‐mundo con los otros el Dasein estaacute sujeto en su escuchar a la coexistencia y a siacute mismo y en esta sujecioacuten del escu‐char [Houmlrigkeit] se hace solidario de los otros [ist zugehoumlrig] El escucharse unos a otros en el que se configura el coestar puede cobrar la forma de un ldquohacerle casordquo al otro de un estar de acuerdo con eacutel y los modos privativos del no querer‐escu‐char del oponerse obstinarse y dar la espalda Sobre la base de este primario poder‐escuchar existencial es posible eso que llamamos el oiacuter [Horchen] que fenomeacutenicamente es algo maacutes originario que lo que la psicologiacutea define como el oiacuter ldquoinmediatordquo vale decir sentir sonidos y percibir ruidos Tambieacuten el oiacuter tiene el modo de ser del escuchar comprensor Nunca oiacutemos ldquoprimeramenterdquo ruidos y complejos sonoros sino la carreta chirriante o la motoci‐cleta Lo que se oye es la columna en marcha el viento del norte el paacutejaro carpinte‐ro que golpetea el fuego crepitante Para ldquooiacuterrdquo un ldquopuro ruidordquo hay que adoptar una actitud muy artificial y (164) complicada Ahora bien el hecho de que oigamos en primer lugar motocicle‐tas y coches sirve como prueba fenomeacutenica de que el Dasein en cuanto estar‐en‐el‐mundo se encuentra ya siempre en medio de los entes a la mano dentro del mundo y de ninguacuten modo primeramente entre ldquosensacionesrdquo que fuera necesario sacar primero de su confusioacuten mediante una forma para que proporcionaran el trampo‐liacuten desde el cual el sujeto saltariacutea para poder llegar finalmente a un ldquomundordquo Por ser esencialmente comprensor el Dasein estaacute primeramente en medio de lo com‐prendido Y asimismo cuando nos ponemos expresamente a escuchar el discurso del otro comprendemos en primer lugar lo dicho o mejor auacuten estamos de antemano con el otro en el ente acerca del que se habla No oiacutemos en cambio primeramente el sonido de las palabras Incluso alliacute donde el hablar es confuso o la lengua extran‐jera escuchamos en primer lugar palabras incomprensibles y no una diversidad de datos acuacutesticos En el escuchar ldquonaturalrdquo de aquello sobre lo que se discurre podemos sin duda prestar a la vez oiacutedo al modo del decir a la ldquodiccioacutenrdquo pero esto soacutelo es posi‐ble en una previa con‐comprensioacuten de lo dicho en el discurso pues soacutelo asiacute se da la posibilidad de valorar la adecuacioacuten del modo del decir a aquello que constituye el tema acerca del cual se discurre De un modo semejante el discurso de respuesta procede inmediata y direc‐tamente de la comprensioacuten de aquello sobre lo que recae el discurso y que ya estaacute ldquocompartidordquo en el coestar
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Soacutelo donde se da la posibilidad existencial de discurrir y escuchar se puede oiacuter El que ldquono puede escucharrdquo y ldquonecesita sentirrdquocxlvii puede tal vez precisamente por eso oiacuter muy bien El puro oiacuter por oiacuter [Nur‐herum‐houmlren] es una privacioacuten del comprender escuchante El discurrir y el escuchar se fundan en el comprender El comprender no se logra ni a fuerza de discurrir ni por el hecho de afanarse en andar a la escucha Soacutelo quien ya comprende puede escuchar El mismo fundamento existencial tiene esa otra posibilidad esencial del dis‐currir que es el callar El que en un diaacutelogo guarda silencio puede ldquodar a entenderrdquo es decir promover la comprensioacuten con maacutes propiedad que aquel a quien no le fal‐tan las palabras No por el mucho hablar acerca de algo se garantiza en lo maacutes miacute‐nimo el progreso de la comprensioacuten Al contrario el prolongado discurrir sobre una cosa la encubre y proyecta sobre lo comprendido una aparente claridad es de‐cir la incomprensioacuten de la trivialidad Pero callar no significa estar mudo El mudo tiene por el contrario la tendencia a ldquohablarrdquo Un mudo no soacutelo no (165) demues‐tra que puede callar sino que incluso carece de toda posibilidad de demostrarlo Y de la misma manera el que es por naturaleza taciturno tampoco muestra que calla y que puede callar El que nunca dice nada no tiene la posibilidad de callar en un determinado momento Soacutelo en el auteacutentico discurrir es posible un verdadero ca‐llar Para poder callar el Dasein debe tener algo que decir1 esto es debe disponer de una verdadera y rica aperturidad de siacute mismo Entonces el silencio manifiesta algo y acalla la ldquohabladuriacuteardquo El silencio en cuanto modo del discurso articula en forma tan originaria la comprensibilidad del Dasein que es precisamente de eacutel de donde proviene la auteacutentica capacidad de escuchar y el transparente estar los unos con los otros Puesto que el discurso es constitutivo del ser del Ahiacute es decir de la disposi‐cioacuten afectiva y el comprender y que Dasein quiere decir estar‐en‐el‐mundo el Da‐sein en cuanto estar‐en que discurre ya se ha expresado en palabras El Dasein tie‐ne lenguaje iquestSeraacute un azar que los griegos cuya existencia cotidiana tomaba predo‐minantemente la forma de diaacutelogo y que ademaacutes ldquoteniacutean ojosrdquo para ver hayan determinado la esencia del hombre en la interpretacioacuten prefilosoacutefica y filosoacutefica del Dasein como ζῷον λόγον ἔχον2 La interpretacioacuten posterior de esta definicioacuten del hombre como animal rationale sin ser ldquofalsardquo encubre sin embargo el terreno fenomeacutenico de donde esta definicioacuten del Dasein fue tomada El hombre se muestra en ella como el ente que habla Esto no significa que el hombre tenga la posibilidad de comunicarse por medio de la voz sino que este ente es en la forma del descubri‐miento del mundo y del mismo Dasein Los griegos no tienen ninguna palabra
1 iquesty queacute se ha de decir (el Ser) 2 El hombre como el que lsquorecogersquo recogieacutendose en el Ser mdash desplegaacutendose en la abertura del ente (pero este uacuteltimo en el trasfondo)
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para el lenguaje ellos comprendieron este fenoacutemeno ldquoinmediatamenterdquo como dis‐curso Pero como en la reflexioacuten filosoacutefica el λόγος fue visto preponderantemente como enunciado la elaboracioacuten de las formas y elementos constitutivos del discur‐so en sus estructuras fundamentales se llevoacute a cabo al hilo de este logos La gramaacuteti‐ca buscoacute su fundamento en la ldquoloacutegicardquo de este logos Pero eacutesta se funda en la onto‐logiacutea de lo que estaacute‐ahiacute El inventario fundamental de las ldquocategoriacuteas de la signifi‐cacioacutenrdquo transmitido despueacutes a la linguumliacutestica y todaviacutea hoy fundamentalmente en vigor tiene como punto de referencia el discurso entendido como enunciado Si se toma en cambio este fenoacutemeno con la radical originariedad y amplitud de un exis‐tencial surge la necesidad de buscar para la linguumliacutestica fundamentos ontoloacutegicos maacutes originarios La liberacioacuten de la gramaacutetica respecto de la loacutegica requiere previa‐mente una comprensioacuten positiva de la estructura fundamental a priori del discurso en general entendido como un existencial y no puede llevarse a cabo ulteriormen‐te por medio (166) de correcciones y complementaciones del legado de la tradicioacuten Con este propoacutesito habriacutea que preguntar por las formas fundamentales de una po‐sible articulacioacuten en significaciones de todo lo que puede ser comprendido y no soacutelo de los entes intramundanos conocidos de un modo teoreacutetico y expresados en proposiciones La doctrina de la significacioacuten no es el resultado espontaacuteneo de la amplia comparacioacuten del mayor nuacutemero de variadas lenguas Tampoco seriacutea sufi‐ciente adoptar el horizonte filosoacutefico en el que Wv Humboldt planteoacute el problema del lenguaje La doctrina de la significacioacuten arraiga en la ontologiacutea del Dasein Su auge y decadencia penden del destino de eacutesta1 En definitiva la investigacioacuten filosoacutefica deberaacute decidirse de una vez por to‐das a preguntar cuaacutel es el modo de ser que le conviene al lenguaje iquestEs el lenguaje un uacutetil a la mano dentro del mundo o tiene el modo de ser del Dasein o ninguna de las dos cosas iquestCuaacutel es el modo de ser del lenguaje para que pueda haber una ldquolengua muertardquo iquestQueacute significa ontoloacutegicamente que una lengua pueda desarro‐llarse y decaer Poseemos una ciencia del lenguaje pero el ser del ente tematizado por ella es oscuro incluso el horizonte para la pregunta que lo investiga estaacute encu‐bierto iquestEs un azar que las significaciones sean inmediata y regularmente ldquomunda‐nasrdquo que esteacuten esbozadas por la significatividad del mundo y que incluso sean a menudo predominantemente ldquoespacialesrdquo o es eacuteste un ldquohechordquo ontoloacutegico‐existen‐cial necesario y por queacute La investigacioacuten filosoacutefica deberaacute renunciar a una ldquofiloso‐fiacutea del lenguajerdquo para pedir informacioacuten a las ldquocosas mismasrdquo adoptando la condi‐cioacuten de una problemaacutetica conceptualmente clara
1 Sobre la doctrina de la significacioacuten veacutease E Husserl Logische Untersuchungen tomo II investiga‐ciones 1a 4a y 6a Tambieacuten la versioacuten maacutes radical de la problemaacutetica en Ideen 1 loc cit 123 ss p 255 ss
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La presente interpretacioacuten del lenguaje no teniacutea otra finalidad que mostrar el ldquolugarrdquo ontoloacutegico de este fenoacutemeno dentro de la constitucioacuten de ser del Dasein y sobre todo preparar el siguiente anaacutelisis que siguiendo el hilo conductor de un fundamental modo de ser del discurso y en conexioacuten con otros fenoacutemenos intenta‐raacute hacer visible en forma ontoloacutegicamente maacutes originaria la cotidianidad del Da‐sein
B El ser cotidiano del Ahiacute y la caiacuteda del Dasein Al remontar hacia las estructuras existenciales de la aperturidad del estar‐en‐el‐mundo la interpretacioacuten en cierto modo ha perdido de vista la cotidianidad del Dasein El anaacutelisis debe recuperar ahora este horizonte fenomeacutenico que fuera (167) antes temaacuteticamente planteado Surgen entonces las siguientes preguntas iquestcuaacuteles son los caracteres existenciales de la aperturidad del estar‐en‐el‐mundo cuando este estar‐en‐el‐mundo se mueve en la cotidianidad en el modo de ser del uno iquestTiene el uno una disposicioacuten afectiva particular una forma peculiar de com‐prender discurrir e interpretar La respuesta a estas preguntas se vuelve maacutes apre‐miante si recordamos que el Dasein inmediata y regularmente se absorbe en el uno y es dominado por eacutel En cuanto arrojado en el estar‐en‐el‐mundo iquestno estaacute el Da‐sein arrojado ante todo precisamente en lo puacuteblico del uno iquestY queacute significa este caraacutecter puacuteblico sino la especiacutefica aperturidad del uno Si el comprender debe ser concebido primariamente como el poder‐ser del Dasein entonces seraacute necesario partir de un anaacutelisis del comprender e interpretar que son propios del uno si se quiere establecer cuaacuteles son las posibilidades de su ser que el Dasein abre y hace suyas en cuanto uno Ahora bien estas posibilidades muestran por su parte una esencial tendencia de ser de la cotidianidad Y eacutesta una vez explicitada ontoloacutegicamente en forma suficiente deberaacute revelar por uacutelti‐mo un modo de ser originario del Dasein de tal manera que a partir de eacutel se haga ostensible en su concrecioacuten existencial el fenoacutemeno de la condicioacuten de arrojado al que ya nos hemos referido Ante todo seraacute necesario aclarar en base a algunos fenoacutemenos particulares la aperturidad del uno dilucidando el modo de ser cotidiano del discurso de la vi‐sioacuten y de la interpretacioacuten En relacioacuten a esos fenoacutemenos no estaacute demaacutes advertir que la interpretacioacuten tiene un propoacutesito puramente ontoloacutegico y que estaacute muy le‐jos de una criacutetica moralizante del Dasein cotidiano y de cualquier tipo de aspiracio‐nes propias de una ldquofilosofiacutea de la culturardquo
sect 35 La habladuriacutea
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La expresioacuten ldquohabladuriacuteardquo [ldquoGerederdquo]cxlviii no debe entenderse aquiacute en sentido peyorativo Terminoloacutegicamente significa un fenoacutemeno positivo que constituye el modo de ser del comprender y de la interpretacioacuten del Dasein cotidiano Ordina‐riamente el discurso se expresa y ya se ha expresado siempre en palabras El dis‐curso es lenguaje Pero entonces en lo expresado en el lenguaje subyace una com‐prensioacuten e interpretacioacuten En su condicioacuten de expresado el lenguaje lleva en siacute un estado interpretativo de la comprensioacuten del Dasein Este estado interpretativo al igual que el lenguaje mismo no se reduce a estar‐ahiacute sino que su ser es tambieacuten eacutel a la manera del Dasein Al estado interpretativo estaacute entregado el Dasein en for‐ma inmediata y dentro de ciertos liacutemites constantemente eacutel regula y (168) distri‐buye las posibilidades del comprender mediano y de la correspondiente disposi‐cioacuten afectiva La expresioacuten linguumliacutestica alberga en el todo articulado de sus conexio‐nes de significacioacuten una comprensioacuten del mundo abierto y cooriginariamente con ella una comprensioacuten de la coexistencia de los otros y del propio estar‐en Esta comprensioacuten que estaacute depositada en la expresioacuten linguumliacutestica concierne tanto a la manera alcanzada o recibida como se descubre el ente cuanto a la correspondien‐te comprensioacuten del ser y a las posibilidades y horizontes disponibles para una ul‐terior interpretacioacuten y articulacioacuten conceptual Pero por sobre la simple referencia al factum de este estado interpretativo del Dasein seraacute necesario preguntar ahora por el modo existencial de ser del discurso ya expresado o en viacuteas de expresarse Si el discurso no puede ser concebido como algo que estaacute‐ahiacute iquestcuaacutel es su ser y queacute nos dice eacuteste fundamentalmente acerca del modo cotidiano de ser del Dasein El discurso que se expresa es comunicacioacuten La tendencia de su ser consiste en llevar al que escucha a una participacioacuten en el estar vuelto aperiente hacia lo di‐cho en el discurso En virtud de la comprensibilidad media ya impliacutecita en el lenguaje expresa‐do el discurso comunicado puede ser comprendido en buena medida sin que el que escucha se ponga en una originaria versioacuten comprensora hacia aquello sobre lo que recae el discurso Maacutes que comprender al ente del que se habla se presta oiacutedos soacutelo a lo hablado en cuanto tal Eacutel es lo comprendido el sobre‐queacute tan soacutelo a me‐dias superficialmente se apunta a lo mismo porque todos comprenden lo dicho movieacutendose en la misma medianiacutea El escuchar y el comprender quedan de antemano fijos en lo hablado en cuanto tal La comunicacioacuten no hace ldquocompartirrdquo la primaria relacioacuten de ser con el ente del que se habla sino que todo el convivir se mueve en el hablar de los unos con los otros y en la preocupacioacuten por lo hablado Lo que le interesa es que se ha‐ble El haber sido dicho el dictum la expresioacuten garantiza la autenticidad del habla y de su comprensioacuten asiacute como su conformidad con las cosas Y puesto que el ha‐blar ha perdido o no ha alcanzado nunca la primaria relacioacuten de ser con el ente del
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que se habla no se comunica en la forma de la apropiacioacuten originaria de este ente sino por la viacutea de una difusioacuten y repeticioacuten de lo dicho Lo hablado en cuanto tal al‐canza ciacuterculos cada vez maacutes amplios y cobra un caraacutecter autoritativo La cosa es asiacute porque se la dice La habladuriacutea se constituye en esa repeticioacuten y difusioacuten por cuyo medio la inicial falta de arraigo se acrecienta hasta una total carencia de fun‐damentocxlix Y ademaacutes la habladuriacutea no se limita a la repeticioacuten oral sino que se propaga en forma escrita como ldquoescribiduriacuteardquo El hablar repetidor (167) no se fun‐da aquiacute tan soacutelo en un oiacuter decir Se alimenta tambieacuten de lo leiacutedo a la ligera La com‐prensioacuten media del lector no podraacute discernir jamaacutes entre lo que ha sido conquistado y alcanzado originariamente y lo meramente repetido Maacutes aun la comprensioacuten media no querraacute siquiera hacer semejante distincioacuten ni tendraacute necesidad de ella puesto que ya lo ha comprendido todo La carencia de fundamento de la habladuriacutea no le impide a eacutesta el acceso a lo puacuteblico sino que lo favorece La habladuriacutea es la posibilidad de comprenderlo todo sin apropiarse previamente de la cosa La habladuriacutea protege de antemano del peligro de fracasar en semejante apropiacioacuten La habladuriacutea que estaacute al alcance de cualquiera no soacutelo exime de la tarea de una comprensioacuten auteacutentica sino que desarrolla una comprensibilidad indiferente a la que ya nada estaacute cerrado El discurso que forma parte esencial de la estructura de ser del Dasein cuya aperturidad contribuye a constituir tiene la posibilidad de convertirse en habladu‐riacutea y en cuanto tal de no mantener abierto el estar‐en‐el‐mundo en una compren‐sioacuten articulada sino maacutes bien de cerrarlo y de encubrir asiacute el ente intramundano Para esto no se necesita tener la intencioacuten de engantildear La habladuriacutea no tiene el modo de ser de un consciente hacer pasar una cosa por otra El desarraigado haberse dicho y seguirse diciendo basta para que el abrir se convierta en un cerrar En efec‐to lo dicho es comprendido siempre en primer lugar como ldquodicienterdquo esto es co‐mo descubriente Y de esta manera al no volver al fundamento de las cosas de que se habla la habladuriacutea es siempre y de suyo una obstruccioacuten Esta obstruccioacuten se agrava aun maacutes por el hecho de que la habladuriacutea en la que se presume haber alcanzado la comprensioacuten de aquello de que se habla cohiacute‐be en virtud de esta presuncioacuten misma toda nueva interrogacioacuten y discusioacuten re‐primieacutendolas y retardaacutendolas de una manera peculiar Esta forma de interpretar las cosas propia de la habladuriacutea ya estaacute instalada desde siempre en el Dasein Muchas cosas son las que primeramente llegamos a conocer de esta manera y no pocas las que nunca iraacuten maacutes allaacute de semejante com‐prensioacuten media El Dasein no logra liberarse jamaacutes de este estado interpretativo co‐tidiano en el que primeramente ha crecido En eacutel desde eacutel y contra eacutel se lleva a cabo toda genuina comprensioacuten interpretacioacuten y comunicacioacuten todo redescubri‐miento y toda reapropiacioacuten No hay nunca un Dasein que intocado e incontami‐nado por este estado interpretativo quede puesto frente a la tierra virgen de un
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ldquomundordquo en siacute para solamente contemplar lo que le sale al paso El predominio del estado interpretativo puacuteblico ha decidido ya incluso sobre las (170) posibilida‐des del temple afectivo es decir sobre el modo fundamental como el Dasein se de‐ja afectar por el mundo El uno bosqueja de antemano la disposicioacuten afectiva de‐termina lo que se ldquoverdquo y coacutemo se lo ve La habladuriacutea que tiene semejante modo de cerrar es el modo de ser de la comprensioacuten desarraigada del Dasein Pero no tiene lugar a la manera de un esta‐do simplemente presente en un ente que estaacute‐ahiacute sino que por estar existencial‐mente desarraigada acontece en la forma de un permanente desarraigo Esto signi‐fica ontoloacutegicamente lo siguiente el Dasein que se mueve en la habladuriacutea tiene en cuanto estar‐en‐el‐mundo cortadas las relaciones primarias originarias y genuinas con el mundo con la coexistencia y con el propio estar‐en Se mantiene en suspen‐so y sin embargo sigue estando en medio del ldquomundordquo con los otros y en relacioacuten consigo mismo Soacutelo un ente cuya aperturidad estaacute constituida por el discurso afectivamente comprensor es decir que en esta estructura ontoloacutegica es su Ahiacute es su ldquoen‐el‐mundordquo tiene la posibilidad de ser de semejante desarraigo que lejos de constituir un no‐ser del Dasein es por el contrario su maacutes cotidiana y obstinada ldquorealidadrdquo Pero en lo obvio y autoseguro del estado interpretativo medio se desliza la fatalidad de que bajo su amparo se oculta al propio Dasein lo desazonante de este estar en suspenso en el que el Dasein puede aproximarse cada vez maacutes a una carencia total de fundamento
sect 36 La curiosidad En el anaacutelisis del comprender y de la aperturidad del Ahiacute en general se ha hecho referencia al lumen naturale y se ha llamado a la aperturidad del estar‐en cla‐ridad del Dasein claridad soacutelo en la cual se hace posible algo asiacute como una visioacuten La visioacuten fue concebida teniendo presente el modo fundamental del abrir del Da‐sein es decir el comprender entendido en el sentido de la genuina apropiacioacuten del ente respecto del cual el Dasein puede comportarse en virtud de sus posibilidades esenciales de ser La constitucioacuten fundamental de la visioacuten se muestra en una peculiar tenden‐cia de ser propia de la cotidianidad la tendencia al ldquoverrdquo Designaremos esa ten‐dencia con el teacutermino curiosidad [Neugier]cl que tiene la caracteriacutestica de no limitar‐se solamente al ver sino de expresar la tendencia a una particular forma de en‐cuentro perceptivo con el mundo Interpretaremos este fenoacutemeno desde una pers‐pectiva fundamental de caraacutecter ontoloacutegico‐existencial sin restringirlo al mero co‐nocimiento el cual ya tempranamente y no por azar fue concebido en la filosofiacutea
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griega como ldquoplacer de verrdquo El tratado que ocupa el primer lugar en la coleccioacuten de los tratados de Aristoacuteteles relativos a la ontologiacutea comienza con la (171) siguien‐te frase πάντες ἄντρωποι τοῡ εἰδέναι ὀρέγονται ϕύσει1 En el ser del hombre se da esencialmente el cuidado por el ver Con esta frase se introduce una indagacioacuten que busca poner al descubierto el origen de la investigacioacuten cientiacutefica del ente y de su ser partiendo de ese modo de ser del Dasein Esta interpretacioacuten griega de la geacutenesis existencial de la ciencia no es casual En ella se llega a la comprensioacuten ex‐pliacutecita de lo que ya estaba bosquejado en la frase de Parmeacutenides τὸ γὰρ αὐτὸ νο‐εῑν ἐστίν τε καὶ εἶναι El ser es lo que se muestra en una pura percepcioacuten intuitiva y soacutelo este ver descubre el ser La verdad originaria y auteacutentica se halla en la pura intuicioacuten Esta tesis constituiraacute en adelante el fundamento de la filosofiacutea occidental En ella encuentra su motor la dialeacutectica hegeliana que soacutelo es posible sobre esa base Esta extrantildea primaciacutea del ldquoverrdquo fue advertida sobre todo por San Agustiacuten dentro del contexto de la interpretacioacuten de la concupiscentia2 Ad oculos enim videre proprie pertinet el ver pertenece propiamente a los ojos Utimur autem hoc verbo etiam in ceteris sensibus cum eos ad cognoscendum intendimus Pero usamos tambieacuten la pala‐bra ldquoverrdquo para los otros sentidos cuando nos ponemos en ellos para conocer Neque enim dicimus audi quid rutilet aut olefac quam niteat aut gusta quam splendeat aut palpa quam fulgeat videri enim dicuntur haec omnia En efecto no decimos oye coacutemo brilla o huele coacutemo luce o gusta coacutemo resplandece o palpa coacutemo irradia sino que en todos estos casos decimos mira decimos que todo esto se ve Dicimus autem non solum vide quid luceat quod soli oculi sentire possunt pero tampoco decimos sola‐mente mira coacutemo resplandece cosa que soacutelo los ojos pueden percibir sed etiam vi‐de quid sonet vide quid oleat vide quid sapiat vide quam durum sit Decimos tambieacuten mira coacutemo suena mira coacutemo huele mira coacutemo sabe mira lo duro que es Ideoque generalis experientia sensuum concupiscentia sicut dictum est oculorum vocatur quia vi‐dendi officium in quo primatum oculi tenent etiam ceteri sensus sibi de similitudine usur‐pant cum aliquid cognitionis explorant Por eso se llama ldquoconcupiscencia de los ojosrdquo a la experiencia de todos los sentidos en general porque cuando se habla de cono‐cer los otros sentidos hacen suya por una cierta analogiacutea la operacioacuten del ver en la que los ojos tienen la primaciacutea (172) iquestQueacute pasa con esta tendencia a la sola percepcioacuten iquestQueacute estructura existen‐cial del Dasein se da a conocer en el fenoacutemeno de la curiosidad El estar‐en‐el‐mundo se absorbe inmediatamente en el mundo del que se ocupa La ocupacioacuten estaacute dirigida por la circunspeccioacuten que descubre lo a la mano y lo conserva en su estar descubierto La circunspeccioacuten proporciona a toda realiza‐
1 Metafiacutesica A 1 980 a 21 2 Confessiones lib X cap 35
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cioacuten y ejecucioacuten el modo de proceder los medios la ocasioacuten justa el momento oportuno La ocupacioacuten puede detenerse cuando interrumpe su actividad para descansar o cuando termina de hacer lo que estaba haciendo En el reposo la ocu‐pacioacuten no desaparece pero la circunspeccioacuten queda libre desligada del mundo del obrar En el reposo el cuidado [Sorge] se sumerge en la circunspeccioacuten ahora libre El descubrimiento ciscunspectivo del mundo del obrar tiene el caraacutecter de ser del des‐alejar La circunspeccioacuten que ha quedado libre ya no tiene nada a la mano de cuyo acercamiento hubiera de ocuparse Por ser esencialmente des‐alejante la cir‐cunspeccioacuten se procura nuevas posibilidades de des‐alejamiento y esto significa que dejando lo inmediatamente a la mano tiende hacia el mundo distante y ajeno El cuidado se convierte en buacutesqueda de las posibilidades de ver el ldquomundordquo tan soacutelo en su aspecto reposando y demorando [junto a eacutel] El Dasein busca lo lejano solamente para acercaacuterselo en su aspecto El Dasein se deja llevar uacutenicamente por el aspecto del mundo y en este modo de ser procura deshacerse de siacute mismo en cuanto estar‐en‐el‐mundo sustrayeacutendose de su estar entre los entes inmediatamen‐te a la mano en la cotidianidad Pero cuando la curiosidad queda en libertad no se preocupa de ver para comprender lo visto es decir para entrar en una relacioacuten de ser con la cosa vista sino que busca el ver tan soacutelo por ver Si busca lo nuevo es soacutelo para saltar nueva‐mente desde eso nuevo a otra cosa nueva En este ver el cuidado no busca una cap‐tacioacuten [de las cosas] ni tampoco estar en la verdad mediante el saber sino que en eacutel procura posibilidades de abandonarse al mundo Por eso la curiosidad estaacute ca‐racterizada por una tiacutepica incapacidad de quedarse en lo inmediato Tampoco busca por consiguiente el ocio del detenerse contemplativo sino maacutes bien la inquietud y excitacioacuten de lo siempre nuevo y los cambios de lo que comparece En esa incapaci‐dad de quedarse en las cosas la curiosidad busca la constante posibilidad de la dis‐traccioacuten La curiosidad no tiene nada que ver con la contemplacioacuten admirativa del ente con el θαυμάζειν no estaacute interesada en que el asombro la lleve a un no‐com‐prender maacutes bien procura un saber pero tan soacutelo para haber sabido Los dos mo‐mentos constitutivos de la curiosidad la incapacidad de quedarse en el mundo cir‐cundante y la distraccioacuten hacia nuevas posibilida des fundan el tercer caraacutecter esen‐cial de este fenoacutemeno que nosotros (173) denominamos la carencia de morada [Auf‐enthaltslosigkeit] La curiosidad se halla en todas partes y en ninguna Esta modali‐dad del estar‐en‐el‐mundo revela un nuevo modo de ser del Dasein cotidiano en el que eacuteste se desarraiga constantemente La habladuriacutea controla tambieacuten los caminos de la curiosidad diciendo lo que se debe haber leiacutedo y visto El estar en todas partes y en ninguna que caracteri‐za a la curiosidad estaacute entregado a la habladuriacutea Estos dos modos de ser cotidia‐nos del discurso y la visioacuten no estaacuten solamente ahiacute el uno junto al otro en su ten‐dencia desarraigadora sino que uno de ellos arrastra consigo al otro La curiosidad
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para la que nada estaacute cerrado y la habladuriacutea para la que nada queda incompren‐dido garantizan para siacute mismas es decir para el Dasein que es de esta manera la presunta autenticidad de una ldquovida plenamente vividardquo Pero con esta presuncioacuten se muestra un tercer fenoacutemeno que caracteriza la aperturidad del Dasein cotidiano
sect 37 La ambiguumledad Cuando en el convivir cotidiano comparece algo que por su modo de ser es accesible a cualquiera algo de lo que cualquiera puede decir cualquier cosa pronto se hace imposible discernir entre lo que ha sido y no ha sido abierto en una com‐prensioacuten auteacutentica Esta ambiguumledad no se extiende solamente al mundo sino tambieacuten al convivir en cuanto tal e incluso a la relacioacuten del Dasein consigo mismo Todo parece auteacutenticamente comprendido aprehendido y expresado pero en el fondo no lo estaacute o bien no lo parece y en el fondo lo estaacute La ambiguumledad no concierne tan soacutelo a la disposicioacuten y libre trato de lo accesible en el uso y la frui‐cioacuten sino que ya se ha establecido firmemente en el comprender en cuanto poder‐ser y en el modo del proyecto y de la presentacioacuten de las posibilidades del Dasein No soacutelo cada cual conoce y discute lo presente y lo que acontece sino que ademaacutes cada uno puede hablar de lo que va a suceder de lo auacuten no presente pero que ldquoen realidadrdquo debiera hacerse Cada uno ha presentido y sospechado ya siempre y de antemano lo que otros tambieacuten presienten y sospechan Ese estar en la pista y estarlo soacutelo de oiacutedas mdash quien verdaderamente estaacute en la pista de una cosa no lo dicemdash es la forma maacutes insidiosa como la ambiguumledad presenta posibilidades al Dasein para despojarlas en seguida de su fuerza Porque supuesto que alguna vez se realizare efectivamente lo que uno pre‐sentiacutea y sospechaba la ambiguumledad ya habraacute cuidado de que el intereacutes por la cosa (174) realizada se desvanezca de inmediato En efecto este intereacutes soacutelo se mantiene en el modo de la curiosidad y habladuriacutea mientras se deacute la posibilidad de un mero‐presentir‐en‐comuacuten sin mayor compromiso Ese estar‐con‐el‐otro cuando y mien‐tras uno estaacute en la pista renuncia al compromiso con el otro cuando lo presentido llega a realizarse Porque con esta realizacioacuten el Dasein se ve siempre forzado a retornar a siacute mismo La habladuriacutea y la curiosidad pierden su poder Y ademaacutes se vengan de ello Frente a la realizacioacuten de aquello que se presentiacutea en comuacuten la ha‐bladuriacutea tiene faacutecilmente a mano la constatacioacuten de que tambieacuten uno podriacutea haber‐lo hecho puesto que al fin y al cabo uno tambieacuten lo habiacutea presentido En uacuteltima instancia la habladuriacutea estaacute incluso molesta porque lo que ella habiacutea presentido y exigido siempre ahora sucede realmente Pues con eso se le ha arrebatado nada me‐nos que la oportunidad de seguir presintiendo
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Pero en la medida en que el tiempo del Dasein comprometido en el silencio de la realizacioacuten o del auteacutentico fracaso es diferente y desde el punto de vista puacute‐blico esencialmente maacutes lento que el tiempo de la habladuriacutea la cual ldquovive maacutes de prisardquo esta habladuriacutea ya habraacute llegado mucho antes a otra cosa a lo que cada vez es lo maacutes nuevo Eso que antes se presentiacutea y que ahora ha sido realizado llega demasiado tarde respecto a lo maacutes nuevo La habladuriacutea y la curiosidad cuidan en su ambiguumledad de que lo genuina y recientemente creado ya haya envejecido para la opinioacuten puacuteblica en el momento de hacer su aparicioacuten Soacutelo podraacute llegar a ser li‐bre en sus posibilidades positivas cuando la habladuriacutea que lo encubre baya perdi‐do su eficacia y el intereacutes ldquocomuacutenrdquo se haya extinguido La ambiguumledad del estado interpretativo puacuteblico presenta el hablar previo acerca de algo y el presentir de la curiosidad como el verdadero acontecer y califi‐ca a la realizacioacuten y al actuar de cosa adventicia y sin importancia La comprensioacuten del Dasein en el uno se equivoca pues constantemente en sus proyectos en relacioacuten a las genuinas posibilidades de ser Ambiguo el Dasein lo es siempre ldquoAhiacuterdquo es de‐cir en la aperturidad puacuteblica del convivir donde la maacutes bulliciosa habladuriacutea y la curiosidad maacutes ingeniosa mantienen el ldquoquehacerrdquo en marcha alliacute donde cotidia‐namente todo sucede y en el fondo no sucede nada Esta ambiguumledad facilita siempre a la curiosidad lo que ella busca y le da a la habladuriacutea la apariencia de que en ella se decide todo Pero este modo de ser de la aperturidad del estar‐en‐el‐mundo impregna totalmente el convivir en cuanto tal El otro se hace por lo pronto ldquopresenterdquo [ldquodardquo] en virtud de lo que se ha oiacutedo de eacutel en virtud de lo que de eacutel se dice y se sa‐be En medio del convivir originario lo primero que se desliza es la habladuriacutea Cada uno se fija primero y ante todo en el otro coacutemo se iraacute a comportar y queacute iraacute a (175) decir El convivir en el uno no es de ninguacuten modo un estar‐juntos acabado e indiferente sino un tenso y ambiguo vigilarse unos a otros un secreto y reciacuteproco espionaje Bajo la maacutescara del altruismo se oculta un estar contra los otros Es necesario sin embargo advertir que la ambiguumledad no tiene en modo al‐guno su origen en una deliberada intencioacuten de disimulo y tergiversacioacuten ni es pro‐vocada tampoco por el Dasein singular Subyace en el convivir en cuanto arrojado en un mundo Pero ella estaacute oculta puacuteblicamente y uno se defenderaacute siempre de que esta interpretacioacuten del modo de ser del estado interpretativo del uno sea acer‐tada Seriacutea un malentendido pretender confirmar la explicacioacuten de estos fenoacuteme‐nos mediante el asentimiento del uno Los fenoacutemenos de la habladuriacutea de la curiosidad y de la ambiguumledad han sido expuestos en una forma tal que ha hecho aparecer entre ellos una conexioacuten de ser Seraacute necesario ahora aprehender de manera ontoloacutegico‐existencial el modo de ser de esta conexioacuten El modo de ser fundamental de la cotidianidad debe ser com‐
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prendido en el horizonte de las estructuras de ser del Dasein alcanzadas hasta aquiacute
sect 38 La caiacuteda y la condicioacuten de arrojado Habladuriacutea curiosidad y ambiguumledad caracterizan la manera como el Da‐sein es cotidianamente su ldquoAhiacuterdquo es decir la aperturidad del estar‐en‐el‐mundo En cuanto determinaciones existenciales estos caracteres no son algo que estaacute‐ahiacute en el Dasein sino que contribuyen a constituir su ser En ellos y en su conexioacuten de ser se revela un modo fundamental del ser de la cotidianidad que nosotros llamamos la caiacuteda [Verfallen] del Daseincli Este teacutermino no expresa ninguna valoracioacuten negativa su significado es el si‐guiente el Dasein estaacute inmediata y regularmente en medio del ldquomundordquo del que se ocupa Este absorberse enhellip tiene ordinariamente el caraacutecter de un estar perdido en lo puacuteblico del uno Por lo pronto el Dasein ha desertado siempre de siacute mismo en cuanto poder‐ser‐siacute‐mismo propio y ha caiacutedo en el ldquomundordquo El estado de caiacuteda en el ldquomundordquo designa el absorberse en la convivencia regida por la habladuriacutea la curiosidad y la ambiguumledad Lo que antes hemos llamado impropiedad del Dasein1 recibiraacute ahora una determinacioacuten maacutes rigurosa por medio de (176) la interpreta‐cioacuten de la caiacuteda Sin embargo im‐propio o no‐propio no debe ser entendido en mo‐do alguno a la manera de una simple negacioacuten como si en este modo de ser el Da‐sein perdiera pura y simplemente su ser La impropiedad no mienta una especie de no‐estar‐ya‐en‐el‐mundo sino que ella constituye por el contrario un modo emi‐nente de estar‐en‐el‐mundo en el que el Da‐sein queda enteramente absorto por el ldquomundordquo y por la coexistencia de los otros en el uno El no‐ser‐siacute‐mismo representa una posibilidad positiva del ente que estando esencialmente ocupado se absorbe en un mundo Este no‐ser debe concebirse como el modo de ser inmediato del Da‐sein en el que eacuteste se mueve ordinariamente Por consiguiente el estado de caiacuteda del Dasein no debe ser comprendido co‐mo una ldquocaiacutedardquo desde un ldquoestado originalrdquo maacutes puro y maacutes alto De ello no soacutelo no tenemos ninguna experiencia oacutentica sino tampoco posibilidades y cauces ontoloacutegi‐cos de interpretacioacuten El Dasein en cuanto cadente ha desertado ya de siacute mismo entendido como faacutectico estar‐en‐el‐mundo ha caiacutedo no en algo entitativo con lo que pudiera llegar o no llegar quizaacutes a tropezar en el transcurso de su ser sino que ha caiacutedo en el mundo en ese mismo mundo que forma parte de su ser La caiacuteda es una determina‐cioacuten existencial del Dasein mismo y no dice nada acerca del Dasein en cuanto ente
1 Cf sect 9
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que estaacute‐ahiacute o acerca de relaciones simplemente presentes con alguacuten ente del que pudiera ldquoprocederrdquo o con el que el Dasein posteriormente hubiese llegado a tener un commercium La estructura ontoloacutegico‐existencial de la caiacuteda seriacutea tambieacuten mal entendida si se le quisiera atribuir el sentido de una mala y deplorable propiedad oacutentica que en una etapa maacutes desarrollada de la cultura humana pudiera quizaacutes ser eliminada En la primera alusioacuten al estar‐en‐el‐mundo en cuanto constitucioacuten funda‐mental del Dasein y asimismo en la caracterizacioacuten de sus momentos estructurales constitutivos quedoacute sin considerar en el anaacutelisis de aquella constitucioacuten de ser su [concreto] modo fenomeacutenico de ser Se describieron ciertamente los posibles mo‐dos fundamentales del estar‐en la ocupacioacuten y la solicitud Pero la pregunta por el modo de ser cotidiano de ellos quedoacute sin examinar Tambieacuten se nos mostroacute que el estar‐en no tiene nada que ver con un enfrentamiento puramente contemplativo o activo es decir con un estar‐ahiacute‐juntos de un sujeto y un objeto Sin embargo no pudo menos de quedar la apariencia de que el estar‐en‐el‐mundo funciona como una armazoacuten riacutegida dentro de la cual se desenvolveriacutean los posibles comporta‐mientos del Dasein en relacioacuten a su mundo sin tocar la ldquoarmazoacutenrdquo misma en su ser Pero esta presunta ldquoarmazoacutenrdquo contribuye tambieacuten a constituir el modo de ser del Dasein El fenoacutemeno de la caiacuteda pone de manifiesto en forma palpable una mo‐dalidad existencial del estar‐en‐el‐mundo La habladuriacutea abre para el Dasein el estar vuelto comprensor hacia su mun‐do (177) hacia los otros y hacia siacute mismo pero de tal manera que este estar vuelto haciahellip tiene la modalidad de un estar suspendido en el vaciacuteoclii La curiosidad abre todas y cada una de las cosas pero de tal manera que el estar‐en se halla en todas partes y en ninguna La ambiguumledad no oculta nada a la comprensioacuten del Dasein pero soacutelo para retener al estar‐en‐el‐mundo en ese desarraigado ldquoen todas partes y en ningunardquo Con la aclaracioacuten ontoloacutegica del modo de ser del estar‐en‐el‐mundo cotidia‐no que asoma en estos fenoacutemenos alcanzaremos la determinacioacuten existencial sufi‐ciente de la estructura fundamental del Dasein iquestQueacute estructura muestra la ldquomovi‐lidadrdquo de la caiacuteda La habladuriacutea y el estado interpretativo puacuteblico en ella implicado se consti‐tuyen en el convivir La habladuriacutea no estaacute‐ahiacute dentro del mundo por siacute misma co‐mo un producto desvinculado de ese convivir Tampoco se deja diluir y convertir en un ldquouniversalrdquo que por no pertenecer esencialmente a nadie no seriacutea ldquopropia‐menterdquo nada y soacutelo tendriacutea lugar ldquorealmenterdquo en el Dasein individual que habla La habladuriacutea es el modo de ser del convivir mismo y no surge en virtud de deter‐minadas circunstancias que actuaran ldquodesde fuerardquo sobre el Dasein Pero si es el Dasein mismo quien en la habladuriacutea y en el estado interpretativo puacuteblico se con‐fiere a siacute mismo la posibilidad de perderse en el uno de caer en la carencia de fun‐
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damento esto significa que el Dasein prepara para siacute mismo la constante tentacioacuten de caer El estar‐en‐el‐mundo es en siacute mismo tentadorcliii De esta manera convertido para siacute mismo en tentacioacuten el estado interpreta‐tivo puacuteblico retiene al Dasein en su estado de caiacuteda Habladuriacutea y ambiguumledad el haberlo visto y comprendido todo crean la presuncioacuten de que la aperturidad asiacute disponible y dominante del Dasein seriacutea capaz de garantizarle la certeza autentici‐dad y plenitud de todas las posibilidades de su ser La autoseguridad y determina‐cioacuten del uno propaga una creciente falta de necesidad en relacioacuten al modo propio del comprender afectivamente dispuesto La presuncioacuten del uno de alimentar y di‐rigir la ldquovidardquo plena y auteacutentica procura al Dasein una tranquilizacioacuten para la cual todo estaacute ldquoen perfecto ordenrdquo y todas las puertas estaacuten abiertas El cadente estar‐en‐el‐mundo que es para siacute mismo tentador es al mismo tiempo tranquilizante Sin embargo esta tranquilidad en el ser impropio no conduce a la quietud e inactividad sino al ldquoajetreordquo desenfrenado El estar caiacutedo en el ldquomundordquo no se (178) torna ahora precisamente quieto La tranquilizacioacuten tentadora acrecienta la caiacutedacliv Desde el punto de vista particular de la interpretacioacuten del Dasein puede surgir ahora la opinioacuten de que la comprensioacuten de las maacutes extrantildeas culturas y la ldquosiacutentesisrdquo de ellas con la propia llevariacutean a la total y por primera vez auteacutentica acla‐racioacuten del Dasein acerca de siacute mismo Una curiosidad abierta en todas las direccio‐nes y un infatigable afaacuten de conocerlo todo simulan una comprensioacuten universal del Dasein Pero en uacuteltimo teacutermino queda indeterminado e incuestionado queacute es lo que propiamente hay que comprender queda sin comprender que la comprensioacuten mis‐ma es un poder‐ser que soacutelo ha de ser liberado en el Dasein maacutes propio En este tranquilizado y omni‐rdquocomprensorrdquo compararse con todo el Dasein se precipita en una alienacioacuten en la que se le oculta su maacutes propio poder‐ser El cadente estar‐en‐el‐mundo en cuanto tentador‐tranquilizante es al mismo tiempo alienanteclv Pero a su vez esta alienacioacuten no puede significar que el Dasein quede faacutecti‐camente arrancado de siacute mismo al contrario ella impulsa al Dasein a un modo de ser caracterizado por los maacutes exagerados ldquoautoanaacutelisisrdquo que se aventura en todas las posibilidades de interpretacioacuten hasta el punto de que las ldquocaracterologiacuteasrdquo y ldquotipologiacuteasrdquo que de aquiacute surgen llegan a ser ilimitadas Esta alienacioacuten que le cierra al Dasein su propiedad y posibilidad aunque soacutelo sea la posibilidad de un auteacutenti‐co fracaso no lo entrega sin embargo a un ente que no es eacutel mismo sino que lo fuerza a la impropiedad es decir a un posible modo de ser de siacute mismo La aliena‐cioacuten tentadora y tranquilizante de la caiacuteda lleva en su propia movilidad a que el Dasein se enrede en siacute mismo Los fenoacutemenos de la tentacioacuten tranquilizacioacuten alienacioacuten y del enredarse en siacute mismo caracterizan el modo de ser especiacutefico de la caiacuteda A esta ldquomovilidadrdquo del Dasein en su ser propio nosotros la llamamos el despentildeamiento [Absturz] El Da‐sein se precipita desde siacute mismo en siacute mismo en la carencia de fundamento y en lo
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inane de la cotidianidad impropia Sin embargo el estado interpretativo puacuteblico oculta al Dasein esta caiacuteda interpretaacutendola como ldquoprogresordquo y ldquovida concretardquo La forma de movilidad del despentildeamiento que se precipita en y se mueve dentro de la carencia de fundamento del impropio estar en el uno arranca constan‐temente a la comprensioacuten del proyectar de posibilidades propias y la arrastra den‐tro de la aquietada presuncioacuten de poseerlo todo o de alcanzarlo todo Este constan‐te sacar fuera de la condicioacuten de propio mdashy pese a ello simularla siempremdash junto con el movimiento de arrastre hacia dentro del uno caracteriza la movilidad de la caiacuteda como torbellinoclvi La caiacuteda no determina tan soacutelo existencialmente al estar‐en‐el‐mundo El (179) torbellino pone de manifiesto tambieacuten el caraacutecter de lanzamiento y de movili‐dad de la condicioacuten de arrojado condicioacuten que en la disposicioacuten afectiva del Da‐sein puede imponeacutersele a eacuteste mismo La condicioacuten de arrojado no soacutelo no es un ldquohecho consumadordquo sino que tampoco es un factum plenamente acabadoclvii Es propio de la facticidad de este factum que el Dasein mientras es lo que es se halla en estado de lanzamiento y es absorbido en el torbellino de la impropiedad del uno La condicioacuten de arrojado en la que la facticidad se deja ver fenomeacutenicamente pertenece a ese Dasein al que en su ser le va este mismo ser El Dasein existe faacutecti‐camente Pero esta caracterizacioacuten de la caiacuteda iquestno ha destacado un fenoacutemeno que va directamente en contra de la determinacioacuten con la que se indicoacute la idea formal de existencia iquestPuede concebirse al Dasein como un ente a cuyo ser le va su poder‐ser si precisamente este ente se ha perdido en su cotidianidad y ldquoviverdquo lejos de siacute en la caiacuteda La caiacuteda en el mundo soacutelo constituye empero una ldquopruebardquo fenomeacutenica en contra de la existencialidad del Dasein si se concibe al Dasein como un yo‐sujeto aislado como un siacute‐mismo puntual del cual eacutel se apartariacutea En tal caso el mundo seriacutea un objeto La caiacuteda en el mundo seriacutea reinterpretada ontoloacutegicamente y con‐vertida en un estar‐ahiacute a la manera de un ente intramundano En cambio si mante‐nemos firmemente que el ser del Dasein tiene la estructura del estar‐en‐el‐mundo ya mostrada resultaraacute evidente que la caiacuteda en cuanto modo de ser de este estar‐en representa la prueba maacutes elemental en pro de la existencialidad del Dasein En la caiacuteda no estaacute en juego sino el poder‐estar‐en‐el‐mundo aunque en e] modo de la impropiedad El Dasein soacutelo puede caer porque lo que a eacutel le va es e] estar‐en‐el‐mundo por medio del comprender y la disposicioacuten afectiva A la inversa la exis‐tencia propia no es nada que flote por encima de la cotidianidad cadente sino que existencialmente soacutelo es una manera modificada de asumir esta cotidianidad El fenoacutemeno de la caiacuteda no nos da algo asiacute como una ldquovisioacuten nocturnardquo del Dasein una propiedad oacutentica que pudiera servir para complementar el aspecto inocuo de este ente La caiacuteda desvela una estructura ontoloacutegica esencial del Dasein
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mismo estructura que lejos de determinar su lado nocturno conforma maacutes bien en su cotidianidad la totalidad de sus diacuteas Por consiguiente la interpretacioacuten ontoloacutegico‐existencial tampoco hace nin‐guna declaracioacuten oacutentica acerca de la ldquocorrupcioacuten de la naturaleza humanardquo y no porque le falten los medios que seriacutean necesarios para probarla sino porque su (180) problemaacutetica es anterior a todo pronunciamiento sobre corrupcioacuten e incorrup‐cioacuten La caiacuteda es un concepto ontoloacutegico de movimiento Oacutenticamente no queda decidido si el hombre estaacute ldquoembebido en el pecadordquo en un status corruptionis si pe‐regrina en un status integritatis o si se encuentra en un estadio intermedio el status gratiae Pero fe y ldquoconcepcioacuten del mundorsquo en la medida en que se pronuncien en tal o cual sentido si declaran algo sobre el Dasein como estar‐en‐el‐mundo ten‐draacuten que retornar a las estructuras existenciales que se han mostrado supuesto que sus enunciados aspiren al mismo tiempo a una comprensioacuten conceptual La pregunta que ha guiado este capiacutetulo apuntaba al ser del Ahiacute Su tema fue el de la constitucioacuten ontoloacutegica de la aperturidad que pertenece esencialmente al Dasein Su ser se constituye en la disposicioacuten afectiva el comprender y el discur‐so El modo cotidiano de ser de la aperturidad estaacute caracterizado por la habladuriacutea la curiosidad y la ambiguumledad Estos fenoacutemenos muestran la movilidad de la caiacute‐da con los caracteres esenciales de la tentacioacuten la tranquilizacioacuten la alienacioacuten y el enredarse en siacute mismo Pero con este anaacutelisis se ha puesto al descubierto en sus rasgos fundamenta‐les el todo de la constitucioacuten existencial del Dasein y se ha alcanzado el fundamen‐to fenomeacutenico para la interpretacioacuten ldquorecapitulanterdquo del ser del Dasein como cui‐dado
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CAPIacuteTULO SEXTO El cuidado como ser del Dasein
sect 39 La pregunta por la totalidad originaria del todo estructural del Dasein El estar‐en‐el‐mundo es una estructura originaria y constantemente total En los capiacutetulos precedentes (Primera Seccioacuten capiacutetulos 2‐5) esa estructura ha sido aclarada fenomeacutenicamente en su caraacutecter de todo y mdashsiempre sobre esta basemdash tambieacuten en sus momentos constitutivos La visioacuten preliminar del todo del fenoacuteme‐no que presentamos al comienzo1 ha perdido ahora la vacuidad que es propia de un primer bosquejo general Ciertamente la multiplicidad fenomeacutenica de la consti‐tucioacuten de este todo estructural y de su modo de ser cotidiano puede faacutecilmente obstruir la mirada fenomenoloacutegica unitaria hacia el todo en cuanto tal Pero esta mirada debe quedar lo maacutes libre posible y debe ser preparada en la forma maacutes se‐gura ahora que planteamos la pregunta a la que se orienta la etapa preparatoria (181) del anaacutelisis fundamental del Dasein en general iquestcoacutemo ha de ser determinada desde un punto de vista ontoloacutegico‐existencial la totalidad del todo estructural que se ha mostrado El Dasein existe faacutecticamente Se pregunta entonces por la unidad ontoloacutegi‐ca de la existencialidad y la facticidad o por la esencial pertenencia de eacutesta a aqueacute‐lla El Dasein tiene en virtud de la disposicioacuten afectiva que esencialmente le perte‐nece un modo de ser en el que es llevado ante siacute mismo y abierto para siacute en su con‐dicioacuten de arrojado Pero la condicioacuten de arrojado es el modo de ser de un ente que siempre es eacutel mismo sus posibilidades de tal suerte que se comprende en y desde ellas (se proyecta en ellas) El estar‐en‐el‐mundo al que le pertenece con igual ori‐ginariedad el estar en medio de lo a la mano y el coestar con otros es siempre por mor de siacute mismo Pero el siacute‐mismo es inmediata y regularmente el siacute‐mismo impro‐pio el uno‐mismo El estar‐en‐el‐mundo ya estaacute siempre caiacutedo La cotidianidad me‐dia del Dasein puede ser definida por consiguiente como el estar‐en‐el‐mundo caden‐temente abierto arrojado‐proyectante al que en su estar en medio del ldquomundordquo y coestar con otros le va su poder‐ser maacutes propio iquestSeraacute posible captar en su totalidad este todo estructural de la cotidianidad del Dasein iquestSeraacute posible poner de tal manera unitariamente de relieve el ser del Dasein que desde eacutel se pueda comprender la esencial cooriginariedad de las es‐tructuras mostradas y sus correspondientes posibilidades existenciales de modifi‐
1 Cf sect 12
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cacioacuten iquestHay alguna viacutea para llegar fenomeacutenicamente a este ser sobre la base del actual planteamiento de la analiacutetica existencial Negativamente dicho la totalidad del todo estructural no puede ser alcanza‐da fenomeacutenicamente por medio de un ensamblaje de elementos Este ensamblaje requeririacutea un plano arquitectoacutenico El ser del Dasein sobre el cual se apoya ontoloacute‐gicamente el todo de las estructuras en cuanto tal se nos hace accesible en una mi‐rada completa que atraviesa este todo en busca de un fenoacutemeno originariamente uni‐tario que ya estaacute presente en el todo y que funda ontoloacutegicamente cada uno de los momentos de la estructura en su posibilidad estructural La interpretacioacuten ldquounifi‐cadorardquo no podraacute por consiguiente ser un simple compendio de lo alcanzado has‐ta ahora La pregunta por el caraacutecter existencial fundamental del Dasein es esen‐cialmente diferente de la pregunta por el ser de un ente que estaacute‐ahiacute La experien‐cia cotidiana circunmundana orientada oacutentica y ontoloacutegicamente al ente intra‐mundano no es capaz de presentar al Dasein ante el anaacutelisis ontoloacutegico de un mo‐do oacutenticamente originario Asimismo tampoco la percepcioacuten inmanente (182) de las vivencias puede servir de hilo conductor ontoloacutegicamente suficiente Por otra parte el ser del Dasein no ha de ser deducido de una idea del hombre A partir de la interpretacioacuten del Dasein hecha hasta aquiacute iquestseraacute posible encontrarla viacutea de acce‐so oacutentico‐ontoloacutegica al Dasein exigida por eacutel mismo como la uacutenica adecuada A la estructura ontoloacutegica del Dasein le pertenece la comprensioacuten del ser Siendo el Dasein estaacute abierto para siacute mismo en su ser La disposicioacuten afectiva y el comprender constituyen el modo de ser de esta aperturidad iquestHabraacute en el Dasein alguna disposicioacuten afectiva comprensora que lo deje abierto para siacute mismo en for‐ma eminente Si la analiacutetica existencial del Dasein necesita mantener una primordial clari‐dad respecto de su funcioacuten ontoloacutegico‐fundamental entonces deberaacute buscar para la realizacioacuten de su tarea preliminar que consiste en sacar a luz el ser del Dasein una de las maacutes amplias y originarias posibilidades de apertura impliacutecita en el Dasein mismo El modo de la apertura en la que el Dasein se lleva ante siacute mismo debe ser tal que en ella se haga accesible en una forma por asiacute decirlo simplifica‐da Con lo abierto en ella la totalidad estructural del ser buscado deberaacute entonces salir a luz de un modo elemental Como una disposicioacuten afectiva que satisface estas exigencias metodoloacutegicas se pondraacute a la base del anaacutelisis el fenoacutemeno de la angustia La elaboracioacuten de esta disposicioacuten afectiva fundamental y la caracterizacioacuten ontoloacutegica de lo abierto en ella en cuanto tal arrancaraacute del fenoacutemeno de la caiacuteda y delimitaraacute la angustia fren‐te al fenoacutemeno afiacuten del miedo analizado maacutes arriba La angustia en cuanto posibi‐lidad de ser del Dasein junto con presentar al Dasein mismo en ella abierto pre‐senta tambieacuten el fundamento fenomeacutenico para la captacioacuten expliacutecita de la totalidad originaria del ser del Dasein Este ser se revelaraacute como cuidado La elaboracioacuten
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ontoloacutegica de este fenoacutemeno existencial fundamental exige una delimitacioacuten frente a ciertos fenoacutemenos que a primera vista podriacutean ser identificados con el cuidado Tales fenoacutemenos son la voluntad el deseo la inclinacioacuten y el impulso El cuidado no puede ser derivado de ellos puesto que ellos mismos estaacuten fundados en aqueacutel La interpretacioacuten ontoloacutegica del Dasein como cuidado al igual que todo anaacutelisis ontoloacutegico estaacute muy lejos con lo logrado por ella de lo que es accesible a la comprensioacuten preontoloacutegica del ser y con mayor razoacuten aun al conocimiento oacutenti‐co del ente No debe sorprender que lo conocido en el saber ontoloacutegico le parezca extrantildeo al entendimiento comuacuten cuando lo relaciona con lo uacutenico que le es oacutentica‐mente familiar Sin embargo tambieacuten el punto de partida oacutentico de la (183) inter‐pretacioacuten ontoloacutegica aquiacute intentada del Dasein como cuidado podriacutea parecer re‐buscado y teoreticamente inventado para no decir nada de la violencia que podriacutea verse en el hecho de que se prescinda totalmente de la tradicional y acreditada definicioacuten del hombre Se hace necesaria pues una comprobacioacuten preontoloacutegica de la interpretacioacuten existencial del Dasein como cuidado La hallaremos al mostrar que el Dasein ya desde antiguo hablando de siacute mismo se interpretoacute como cuidado (cura) aunque soacutelo haya sido preontoloacutegicamente La analiacutetica del Dasein que se interna hasta el fenoacutemeno del cuidado debe preparar la problemaacutetica ontoloacutegico‐fundamental es decir la pregunta por el sentido del ser en general Con el fin de orientar expliacutecitamente nuestra mirada en esa direc‐cioacuten partiendo de lo hasta ahora logrado y yendo maacutes allaacute del problema particular de una antropologiacutea existencial a priori seraacute necesario volver a examinar maacutes a fon‐do aquellos fenoacutemenos que se hallan en estrecha conexioacuten con la pregunta que nos guiacutea la pregunta por el ser Esos fenoacutemenos son en primer lugar los modos de ser explicitados hasta ahora mdashel estar a la mano y el estar‐ahiacutemdash que determinan al en‐te intramundano de caraacutecter diferente al del Dasein Puesto que hasta hoy la pro‐blemaacutetica ontoloacutegica ha comprendido el ser primariamente en el sentido del estar‐ahiacute (ldquorealidadrdquo realidad del ldquomundordquo) y ha dejado sin determinar ontoloacutegicamen‐te el ser del Dasein seraacute menester que so‐metamos a examen la conexioacuten ontoloacutegi‐ca entre cuidado mundaneidad estar a la mano y estar‐ahiacute (realidad) Esto condu‐ciraacute a una determinacioacuten maacutes precisa del concepto de realidad dentro del contexto de una discusioacuten de los planteamientos epistemoloacutegicos orientados por esta idea del realismo e idealismo El ente es independientemente de la experiencia conocimiento y aprehen‐sioacuten por medio de los cuales queda abierto descubierto y determinado En cambio el ser soacutelo ldquoesrdquo en la comprensioacutena de aquel ente a cuyo ser le pertenece eso que lla‐
a Pero esta comprensioacuten [debe entenderse] como escuchar Lo que sin embargo no significa jamaacutes que el lsquoSerrsquo sea s6lo lsquosubjetivorsquo sino que ser [debe ser entendido] (qua ser de lo ente) qua diferencia lsquoenrsquo el Da‐sein en cuanto arrojado de (el arrojamiento)
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mamos comprensioacuten del ser El ser puede por consiguiente no estar conceptuali‐zado pero nunca queda completamente incomprendido Desde la antiguumledad la problemaacutetica ontoloacutegica reunioacute mdashe incluso a veces identificoacutemdash el ser y la verdad En este hecho se documenta aunque quizaacutes oculta en sus fundamentos originarios la necesaria conexioacuten entre ser y comprensioacutena Para que la pregunta por el ser quede suficientemente preparada se requiere pues la aclaracioacuten ontoloacutegica del fenoacuteme‐no de la verdad Esta aclaracioacuten se realizaraacute en primer lugar en base a lo que la interpretacioacuten precedente ha ganado en los fenoacutemenos de la aperturidad y del estar al descubierto de la interpretacioacuten y del enunciado (184) La conclusioacuten de la etapa preparatoria del anaacutelisis fundamental del Dasein abarcaraacute pues los siguientes temas la disposicioacuten afectiva fundamental de la an‐gustia como modo eminente de la aperturidad del Dasein (sect 40) el ser del Dasein como cuidado (sect 41) confirmacioacuten de la interpretacioacuten existencial del Dasein como cuidado por medio de la autointerpretacioacuten preontoloacutegica del Dasein (sect 42) Dasein mundaneidad y realidad (sect 43) Dasein aperturidad y verdad (sect 44)
sect 40 La disposicioacuten afectiva fundamental de la angustia como modo eminente de la aperturidad del Dasein
Es una posibilidad de ser del Dasein la que deberaacute darnos ldquoinformacioacutenrdquo oacutentica acerca del Dasein mismo como ente Tal informacioacuten soacutelo es posible en la aperturidad que pertenece al Dasein y que se funda en la disposicioacuten afectiva y el comprender iquestEn queacute medida es la angustia una disposicioacuten afectiva eminente iquestDe queacute modo en la angustia el Dasein es llevado ante siacute mismo por su propio ser de tal manera que el ente que la angustia abre en cuanto tal pueda ser determinado fenomenoloacutegicamente en su ser o que esta determinacioacuten pueda al menos recibir una preparacioacuten suficiente Con el fin de acercarnos al ser de la totalidad del todo estructural tomare‐mos como punto de partida los anaacutelisis concretos de la caiacuteda que acabamos de de‐sarrollar La absorcioacuten en el uno y en el ldquomundordquo del que nos ocupamos manifies‐ta una especie de huida del Dasein ante siacute mismo como poder‐ser‐siacute‐mismo propio Este fenoacutemeno de la huida del Dasein ante siacute mismo y ante su propiedad pareciera empero ser el menos indicado para servir de fundamento fenomeacutenico para la in‐vestigacioacuten que va a seguir En esta huida el Dasein justamente no se pone ante siacute mismo Darse la espalda a siacute mismo en conformidad con el rasgo maacutes propio de la caiacuteda lleva lejos del Dasein Sin embargo al investigar esta clase de fenoacutemenos es necesario cuidarse de no confundir la caracterizacioacuten oacutentico‐existentiva con la in‐
a por consiguiente entre ser y Dasein
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terpretacioacuten ontoloacutegico‐existencial o lo que es igual de no pasar por alto los fenoacute‐menos positivos de aqueacutella que sirven de base para eacutesta Es cierto que en la caiacuteda el modo propio de ser‐siacute‐mismo estaacute existentiva‐mente cerrado y repelido pero este estar cerrado es soacutelo la privacioacuten de una apertu‐ridad que se manifiesta fenomeacutenicamente en el hecho de que la huida del Dasein es una huida ante siacute mismo En el ante‐queacute de la huida el Dasein viene precisamen‐te ldquotrasrdquo de siacute Tan soacutelo en la medida en que el Dasein es llevado por esencia onto‐loacutegicamente ante siacute mismo por su propia aperturidad puede tambieacuten huir ante siacute mismo Es cierto que el ante‐queacute de la huida no queda aprehendido en este (185) ca‐dente darse la espalda ni menos aun experimentado en una vuelta hacia atraacutes Pe‐ro en cambio al darle la espalda el ante‐queacute queda abierto ldquoAhiacuterdquo El oacutentico‐exis‐tentivo darse la espalda en razoacuten de su caraacutecter de apertura ofrece fenomeacutenica‐mente la posibilidad de entender ontoloacutegico‐existencialmente el ante‐queacute de la hui‐da en cuanto tal Dentro del oacutentico ldquolejos derdquo que se halla en el darse la espalda el ante‐queacute de la huida puede ser comprendido y conceptualizado en una vuelta ha‐cia atraacutes fenomenoloacutegicamente interpretativa Seguacuten esto la orientacioacuten del anaacutelisis por el fenoacutemeno de la caiacuteda no exclu‐ye en principio la posibilidad de averiguar ontoloacutegicamente algo acerca del Da‐sein que ha sido abierto en dicho fenoacutemeno Por el contrario precisamente aquiacute es donde la interpretacioacuten queda menos expuesta a una autocomprensioacuten artificial del Dasein Ella no hace maacutes que explicar lo que el Dasein mismo abre oacutenticamen‐te La posibilidad de avanzar hacia el ser del Dasein por medio de una interpreta‐cioacuten que va siguiendo los pasos de un comprender afectivamente dispuesto es tan‐to mayor cuanto maacutes originario es el fenoacutemeno que sirve metodoloacutegicamente de disposicioacuten afectiva aperiente Que la angustia cumpla con estas condiciones es por lo pronto una mera afirmacioacuten Para el anaacutelisis de la angustia no carecemos enteramente de preparacioacuten Es cierto que auacuten queda oscura su conexioacuten ontoloacutegica con el miedo Manifiestamente hay entre ambos una afinidad fenomeacutenica Indicio de ello es el hecho de que ambos fenoacutemenos quedan ordinariamente indiferenciados y que suele designarse como angustia lo que es miedo y como miedo lo que tiene el caraacutecter de angustia Inten‐taremos acercarnos al fenoacutemeno de la angustia por pasos contados La caiacuteda del Dasein en el uno y en el ldquomundordquo de la ocupacioacuten la hemos lla‐mado una ldquohuidardquo ante siacute mismo Pero no todo retroceder antehellip ni todo dar la es‐palda ahellip es necesariamente una huida El retroceder por miedo ante lo abierto por el miedo ante lo amenazante tiene el caraacutecter de la huida La interpretacioacuten del miedo como disposicioacuten afectiva hizo ver lo siguiente el ante‐queacute del miedo es siempre un ente perjudicial intramundano que desde una cierta zona se acerca en la cercaniacutea y que no obstante puede no alcanzamos En la caiacuteda el Dasein se da la espalda a siacute mismo El ante‐queacute de este retroceder debe tener en general el caraacutec‐
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ter del amenazar pero eso ante lo que el Dasein retrocede es un ente de la misma iacutendole del ente que retrocede es el Dasein mismo El ante‐queacute de este retroceder no puede concebirse como algo ldquotemiblerdquo porque lo temible siempre (186) comparece como ente intramundano La uacutenica amenaza ldquotemiblerdquo la amenaza descubierta en el miedo proviene siempre de un ente intramundano Por consiguiente el darse la espalda propio de la caiacuteda tampoco es un huir que esteacute fundado en un miedo ante un ente intramundano Un caraacutecter de huida asiacute fundado es tanto menos propio del darse la espalda cuanto que eacuteste precisa‐mente se vuelve hacia el ente intramundano absorbieacutendose en eacutel El darse la espalda propio de la caiacuteda se funda maacutes bien en la angustia y eacutesta a su vez hace posible el miedo Para la comprensioacuten de lo que quiere decir aquiacute la huida cadente del Dasein ante siacute mismo es necesario traer a la memoria el estar‐en‐el‐mundo como constitu‐cioacuten fundamental de este ente El ante‐queacute de la angustia es el estar‐en‐el‐mundo en cuanto tal iquestCoacutemo se distingue fenomeacutenicamente eso de lo que la angustia se an‐gustia de aquello ante lo que el miedo tiene miedo El ante‐queacute de la angustia no es un ente intramundano De ahiacute que por esencia no pueda estar en condicioacuten res‐pectiva La amenaza no tiene el caraacutecter de una determinada perjudicialidad que afecte a lo amenazado desde el punto de vista de un poder‐ser faacutectico particular El ante‐queacute de la angustia es enteramente indeterminado Esta indeterminacioacuten no soacutelo deja faacutecticamente sin resolver cuaacutel es el ente intramundano que amenaza sino que indica que los entes intramundanos no son en absoluto ldquorelevantesrdquo Nada de lo que estaacute a la mano o de lo que estaacute‐ahiacute dentro del mundo funciona como aquello ante lo que la angustia se angustia La totalidad respeccional mdashintramundanamen‐te descubiertamdash de lo a la mano y de lo que estaacute‐ahiacute carece como tal de toda importancia Toda entera se viene abajo El mundo adquiere el caraacutecter de una total insignificancia En la angustia no comparece nada determinado que como amena‐zante pudiera tener una condicioacuten respectiva Por consiguiente la angustia tampoco ldquoverdquo un determinado ldquoaquiacuterdquo o ldquoalliacuterdquo desde el que pudiera acercarse lo amenazante El ante‐queacute de la angustia se carac‐teriza por el hecho de que lo amenazante no estaacute en ninguna parte La angustia ldquono saberdquo queacute es aquello ante lo que se angustia Pero ldquoen ninguna parterdquo no significa simplemente ldquonadardquo sino que implica la zona en cuanto tal la aperturidad del mundo en cuanto tal para el estar‐en esencialmente espacial Por consiguiente lo amenazante no puede tampoco acercarse desde una cierta direccioacuten dentro de la cercaniacutea ya estaacute en el ldquoAhiacuterdquo mdashy sin embargo en ninguna parte estaacute tan cerca que oprime y le corta a uno el alientomdash y sin embargo en ninguna parte En el ante‐queacute de la angustia se revela el ldquono es nada no estaacute en ninguna parterdquo La rebeldiacutea del intramundano ldquonada y en ninguna parterdquo viene a significar fenomeacutenicamente que el ante‐queacute de la angustia es el mundo en cuanto tal La (187) completa falta de significatividad que se manifiesta en el ldquonada y en ninguna par‐
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terdquo no significa una ausencia de mundo sino que por el contrario quiere decir que el ente intramundano es en siacute mismo tan enteramente insignificante que en virtud de esta falta de significatividad de lo intramundano soacutelo sigue imponieacutendose toda‐viacutea el mundo en su mundaneidad Lo que oprime no es esto o aquello pero tampoco todo lo que estaacute‐ahiacute en su conjunto a la manera de una suma sino la posibilidad de lo a la mano en general es decir el mundo mismo Una vez que la angustia se ha calmado el hablar cotidiano suele decir ldquoen realidad no era nadardquo En efecto este modo de hablar acierta oacutenti‐camente en lo que era El decir cotidiano atantildee a un ocuparse y a un hablar de lo a la mano Aquello ante lo que la angustia se angustia no es nada de lo a la mano dentro del mundo Pero esta nada de lo a la mano que es lo uacutenico que el decir coti‐diano de la circunspeccioacuten entiende no es una nada total La nada del estar a la mano se funda en el maacutes originario ldquoalgordquoa en el mundo Sin embargo por esencia eacuteste pertenece ontoloacutegicamente al ser del Dasein en cuanto estar‐en‐el‐mundo Si por consiguiente la nada es decir el mundo en cuanto tal se ha mostrado como el ante‐queacute de la angustia esto significa que aquello ante lo cual la angustia se angustia es el estar‐en‐el‐mundo mismob El angustiarse abre originaria y directamente el mundo en cuanto mundo No se trata de que primero se prescinda reflexivamente del ente intramundano y se piense tan soacutelo el mundo ante el cual surgiriacutea entonces la angustia sino que por el contrario la angustia como modo de la disposicioacuten afectiva abre inicialmente el mundo en cuanto mundo Sin embargo esto no significa que en la angustia quede conceptualizada la mundaneidad del mundo La angustia no es soacutelo angustia antehellip sino que como disposicioacuten afectiva es al mismo tiempo angustia porhellip Aquello por lo que la angustia se angustia no es un determinado modo de ser ni una posibilidad del Dasein En efecto la amenaza misma es indeterminada y por consiguiente no puede penetrar amenazadoramen‐te hacia este o aquel poder‐ser concreto faacutectico Aquello por lo que la angustia se angustia es el estar‐en‐el‐mundo mismo En la angustia se hunde lo circunmunda‐namente a la mano y en general el ente intramundano El ldquomundordquo ya no puede ofrecer nada ni tampoco la coexistencia de los otros De esta manera la angustia le quita al Dasein la posibilidad de comprenderse a siacute mismo en forma cadente a par‐tir del ldquomundordquo y a partir del estado interpretativo puacuteblico Arroja al Dasein de vuelta hacia aquello por lo que eacutel se angustia hacia su propio poder‐estar‐en‐el‐mundo La angustia aiacutesla al Dasein en su maacutes propio estar‐en‐el‐mundo que en cuanto comprensor se proyecta esencialmente en posibilidades (188) Con el ldquoporrdquo
a Por lo tanto lo dicho aquiacute no tiene justamente nada que ver con lsquonihilismorsquo b como determinante del Ser en cuanto tal lo absolutamente inesperado e insoportable ‐lo que pro‐voca extrantildeeza
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del angustiarse la angustia abre pues al Dasein como ser‐posible vale decir como aquello que eacutel puede ser uacutenicamente desde siacute mismo y en cuanto aislado en el aislamiento La angustia revela en el Dasein el estar vuelto hacia el maacutes propio poder‐ser es decir revela su ser libre para la libertad de escogerse y tomarse a siacute mismo entre manos La angustia lleva al Dasein ante su ser libre parahellip (propensio in hellip) la propie‐dad de su ser en cuanto la posibilidad que eacutel es desde siempre Pero este ser es al mismo tiempo aquel ser al que el Dasein estaacute entregado en cuanto estar‐en‐el‐mundo Aquello por lo que la angustia se angustia se revela como aquello ante lo que ella se angustia el estar‐en‐el‐mundo La identidad del ante‐queacute y del por‐queacute de la angustia se extiende incluso al angustiarse mismo porque eacuteste en cuanto dispo‐sicioacuten afectiva es un modo fundamental del estar‐en‐el‐mundo La identidad exis‐tencial del abrir y lo abierto de tal manera que en este uacuteltimo queda abierto el mundo como mundo y el estar‐en en tanto que poder‐ser aislado puro y arrojado deja en claro que con el fenoacutemeno de la angustia se ha hecho tema de interpretacioacuten una disposicioacuten afectiva emi‐nente Asiacute la angustia aiacutesla y abre al Dasein como un solus ipse Pero este ldquosolipsis‐mordquo existencial lejos de instalar a una cosa‐sujeto aislada en el inocuo vaciacuteo de un estar‐ahiacute carente de mundo lleva precisamente al Dasein en un sentido extremo ante su mundo como mundo y consiguientemente ante siacute mismo como estar‐en‐el‐mundo Una vez maacutes la interpretacioacuten y el decir cotidiano del Dasein nos ofrecen la prueba maacutes imparcial de que la angustia en cuanto disposicioacuten afectiva funda‐mental tiene esta manera de abrir Anteriormente se ha dicho que la disposicioacuten afectiva manifiesta el modo ldquocomo uno estaacuterdquo En la angustia uno se siente ldquodesazo‐nadordquoclviii Con ello se expresa en primer lugar la peculiar indeterminacioacuten del ldquona‐da y en ninguna parterdquo en que el Dasein se encuentra cuando se angustia Pero la desazoacuten [Unheimlichkeit] mienta aquiacute tambieacuten el no‐estar‐en‐casa [Nichtzuhause‐sein] En la primera indicacioacuten fenomeacutenica de la constitucioacuten fundamental del Da‐sein al aclarar el sentido existencial del estar‐en a diferencia de la significacioacuten ca‐tegorial del ldquoestar dentrordquo el estar‐en fue caracterizado como un habitar enhellip es‐tar familiarizado conhellip1 Este caraacutecter del estar‐en se hizo luego maacutes concretamente visible por medio de la publicidad cotidiana del uno que introduce en la cotidiani‐dad media del Dasein la tranquilizada seguridad de siacute mismo el claro y evidente ldquoestar como en casardquo [Zuhause‐sein]2 En cambio la (189) angustia trae al Dasein de vuelta de su cadente absorberse en el ldquomundordquo La familiaridad cotidiana se de‐rrumba El Dasein queda aislado pero aislado en cuanto estar‐en‐el‐mundo El
1 Cf sect 12 2 Cf sect 27
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estar‐en cobra el ldquomodordquo existencial del no‐estar‐en‐casa [Un‐zuhause] Es lo que se quiere decir al hablar de ldquodesazoacutenrdquo [ldquoUnheimlichkeitrdquo] Ahora resulta fenomeacutenicamente visible ante queacute huye la caiacuteda en tanto que huida No huye ante un ente intramundano sino precisamente hacia eacutel en cuanto ente en el que la ocupacioacuten perdida en el uno puede estar en tranquila familiari‐dad La huida cadente hacia el estar‐en‐casa de la publicidad es una huida ante el no‐estar‐en‐casa es decir ante la desazoacuten que se encuentra en el Dasein en cuanto estar‐en‐el‐mundo arrojado y entregado a siacute mismo en su ser Esta desazoacuten persi‐gue constantemente al Dasein y amenaza aunque no en forma expliacutecita su cotidia‐no estar perdido en el uno Esta amenaza puede muy bien ir faacutecticamente unida a una plena seguridad y a una carencia de necesidades de la ocupacioacuten cotidiana La angustia puede surgir en las situaciones maacutes anodinas No necesita siquiera de la oscuridad de esa oscuridad en la que uno de ordinario maacutes faacutecilmente se desazo‐na En una forma especial en la oscuridad no hay ldquonadardquo que ver si bien el mundo sigue justamente estando ldquopresenterdquo e incluso con mayor insistencia Cuando interpretamos ontoloacutegico‐existencialmente la desazoacuten del Dasein como aquella amenaza que lo afecta viniendo desde eacutel mismo con ello no se afir‐ma que siempre la desazoacuten sea comprendida en este sentido en la angustia faacutectica La manera cotidiana como el Dasein comprende la desazoacuten es el cadente darse la espalda que ldquoatenuacuteardquo el no‐estar‐en‐casa Pero la cotidianidad de este huir mues‐tra fenomeacutenicamente que la angustia pertenece como disposicioacuten afectiva funda‐mental a la constitucioacuten esencial del Dasein que es el estar‐en‐el‐mundo constitu‐cioacuten que en cuanto existencial jamaacutes consiste en un estar‐ahiacute sino que tambieacuten ella misma es en uno de los modos del Dasein faacutectico es decir en la disposicioacuten afectiva El tranquilo y familiar estar‐en‐el‐mundo es un modo de la desazoacuten del Dasein y no al reveacutes El no‐estar‐en‐casaa debe ser concebido ontoloacutegico‐existencialmente como el fenoacutemeno maacutes originario Y soacutelo porque la angustia determina desde siempre en forma latente el estar‐en‐el‐mundo puede eacuteste tener miedo en cuanto es un estar en medio del ldquomundordquo ocupaacutendose de eacutel en una disposicioacuten afectiva Miedo es angustia caiacuteda en el ldquomun‐dordquo angustia impropia y oculta en cuanto tal para siacute misma (190) Faacutecticamente la mayor parte de las veces el estado de aacutenimo de la desazoacuten queda tambieacuten existentivamente incomprendido Dado el predominio de la caiacuteda y de lo puacuteblico la ldquoverdaderardquo angustia es ademaacutes infrecuente A menudo la angus‐tia estaacute ldquofisioloacutegicamenterdquo condicionada Este factum es en su facticidad misma un problema ontoloacutegico no soacutelo es un problema la averiguacioacuten oacutentica de su causa y de la forma de su decurso El desencadenamiento fisioloacutegico de la angustia soacutelo es posible porque el Dasein se angustia en el fondo de su ser
a (Despropiacioacuten) [Enteignis]
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Aun menos frecuentes que el hecho existentivo de la verdadera angustia son los intentos de interpretar este fenoacutemeno en su fundamental constitucioacuten y funcioacuten ontoloacutegico‐existencial Las razones para ello radican en parte en la omisioacuten de una analiacutetica existencial del Dasein en cuanto tal y particularmente en el desconoci‐miento del fenoacutemeno de la disposicioacuten afectiva1 La infrecuencia faacutectica del fenoacute‐meno de la angustia no puede sin embargo despojarlo de su aptitud para asumir una funcioacuten metodoloacutegica fundamental en la analiacutetica existencial Por el contrario la infrecuencia del fenoacutemeno es un iacutendice de que el Dasein pese a quedar habitual‐mente oculto a siacute mismo en su caraacutecter propio en virtud del estado interpretativo puacuteblico del uno puede sin embargo ser abierto en forma originaria en esta dispo‐sicioacuten afectiva fundamental Ciertamente es esencial a toda disposicioacuten afectiva abrir siempre el estar‐en‐el‐mundo en su totalidad seguacuten todos sus momentos constitutivos (mundo (191) estar‐en siacute‐mismo) Pero soacutelo en la angustia se da la posibilidad de una apertura privilegiada porque ella aiacutesla Este aislamiento recobra al Dasein sacaacutendolo de su caiacuteda y le revela la propiedad e impropiedad como posibilidades de su ser Estas posibilidades fundamentales del Dasein Dasein que es cada vez el miacuteoa se mues‐tran en la angustia tales como son en siacute mismas no desfiguradas por el ente intra‐mundano al que el Dasein inmediata y regularmente se aferra iquestEn queacute medida esta interpretacioacuten existencial de la angustia ha alcanzado una base fenomeacutenica para responder a la pregunta rectora por el ser de la totalidad del todo estructural del Dasein 1 No es un azar que los fenoacutemenos de la angustia y del miedo habitualmente confundidos entre siacute hayan entrado en el horizonte de la teologiacutea cristiana tanto oacutentica como ontoloacutegicamente aunque esto uacuteltimo dentro de muy estrechos liacutemites Ello ocurrioacute cada vez que el problema antropoloacutegico del ser del hombre con respecto a Dios cobroacute primaciacutea y que la problemaacutetica se orientoacute por fenoacuteme‐nos tales como la fe el pecado el amor el arrepentimiento Veacutease la doctrina de S Agustiacuten acerca del timor castus y servilis de la que trata frecuentemente en sus escritos exegeacuteticos y en sus cartas Sobre el temor en general cf De diversis quaestionibus octoginta tribus qu 33 de metu qu 34 utrum non aliud amandum sit quam metu carere qu 35 quid amandum sit (Migne PL XL Augustinus VI p 22 ss) Lutero ademaacutes de tratar el problema del temor dentro del contexto tradicional de una in‐terpretacioacuten de la poenitentia y contritio lo hace en su comentario al Geacutenesis y aquiacute ciertamente de un modo muy poco conceptual pero desde el punto de vista de la edificacioacuten maacuteximamente efi‐caz cf Enarrationes in genesin cap 3 WW (Erl Ausg) Exegetica opera latina tom I 177 ss S Kierkegaard es quien maacutes hondamente ha penetrado en el anaacutelisis del fenoacutemeno de la angustia y ciertamente una vez maacutes dentro del contexto teoloacutegico de una exposicioacuten ldquopsicoloacutegi‐cardquo del problema del pecado original Cf El concepto de la angustia 1844 Ces Werke (Diederichs) tomo 5 a No egoiacutesticamente sino arrojado para ser asumido
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sect 41 El ser del Dasein como cuidado Si queremos captar ontoloacutegicamente la totalidad del todo estructural debe‐remos preguntar en primer lugar el fenoacutemeno de la angustia y lo abierto en ella iquestes capaz de dar en forma fenomeacutenicamente cooriginaria el todo del Dasein de modo tal que la mirada que busca la totalidad pueda encontrar su cumplimiento en lo asiacute dado El conjunto de lo que alliacute se encuentra puede ser resumido en la si‐guiente enumeracioacuten formal el angustiarse en cuanto disposicioacuten afectiva es una manera de estar‐en‐el‐mundo el ante‐queacute de la angustia es el estar‐en‐el‐mundo en condicioacuten de arrojado aquello por lo que la angustia se angustia es el poder‐estar‐en‐el‐mundo Por consiguiente el fenoacutemeno de la angustia tomado en su totalidad muestra al Dasein como un estar‐en‐el‐mundo faacutecticamente existente Los caracte‐res ontoloacutegicos fundamentales de este ente son la existencialidad la facticidad y el estar‐caiacutedoclix Estas determinaciones existenciales no son partes de un compositum al que pudiera alguna vez faltarle una de ellas sino que conforman una trama ori‐ginaria que constituye la totalidad del todo estructural que se busca En la unidad de dichas determinaciones del ser del Dasein este ser puede ser aprehendido en cuanto tal iquestCoacutemo deberaacute caracterizarse esta unidad El Dasein es un ente al que en su ser le va este mismo ser El ldquoirlerdquo se ha aclarado en la estructura de ser del comprender en cuanto proyectante estar vuelto hacia el maacutes propio poder‐ser Este poder‐ser es aquello por mor de lo cual el Da‐sein es en cada caso tal como es El Dasein en su ser ya se ha confrontado cada vez con una posibilidad de siacute mismo El ser libre para el poder‐ser maacutes propio y con ello para la posibilidad de la propiedad e impropiedad se muestra con origi‐naria y elemental concrecioacuten en la angustia Pero estar vuelto hacia el poder‐ser maacutes propio significa ontoloacutegicamente que en su ser el Dasein ya se ha anticipado siempre a siacute mismo El Dasein ya siempre estaacute ldquomaacutes allaacute de siacuterdquo pero (192) no como un comportarse respecto de otros entes que no son eacutel snio maacutes bien en cuanto es‐taacute vuelto hacia el poder‐ser que eacutel mismo es A esta estructura de ser del esencial ldquoirlerdquo la llamamos el anticiparse‐a‐siacute del Daseinclx Ahora bien esta estructura concierne al todo de la constitucioacuten del Dasein El anticiparse‐a‐siacute no es una tendencia aislada en un ldquosujetordquo sin mundo sino que caracteriza al estar‐en‐el‐mundo Pero eacuteste junto con estar entregado a siacute mismo ya estaacute siempre arrojado en un mundo La entrega del Dasein a siacute mismo se muestra originaria y concretamente en la angustia El anticiparse‐a‐siacute maacutes plenamente com‐prendido significa anticiparse‐a‐siacute‐estando‐ya‐en‐un‐mundo Tan pronto como esta es‐tructura esencialmente unitaria ha sido fenomeacutenicamente vista se aclara tambieacuten lo expuesto maacutes arriba al hacer el anaacutelisis de la mundaneidad El resultado de ese anaacutelisis fue que el todo remisional de la significatividad constitutiva de la munda‐neidad se ldquoafincardquo en un por‐mor‐de La trabazoacuten del todo remisional de los muacutel‐
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tiples respectos del ldquopara‐algordquo con aquello que al Dasein le va no es la soldadura de un ldquomundordquo de objetos que esteacute‐ahiacute con un sujeto Es maacutes bien la expresioacuten fenomeacutenica de la constitucioacuten originariamente total del Dasein cuya totalidad ha quedado ahora expliacutecitamente puesta de relieve como un anticiparse‐a‐siacute‐estando‐ya‐enhellip Dicho de otra manera el existir es siempre existir faacutectico La existenciali‐dad estaacute determinada esencialmente por la facticidad Y a su vez el faacutectico existir del Dasein no soacutelo es en general y de un modo indiferente un poder‐estar‐en‐el‐mundo en condicioacuten de arrojado sino que ya estaacute siempre absorto en el mundo de la ocupacioacuten En este cadente estar en medio dehellip se acusa expliacutecita o impliacutecitamente comprendido o no comprendido el huir ante la desazoacuten que habitualmente queda oculta junto con la angustia latente porque el caraacutecter puacuteblico del uno reprime todo lo que no es familiar En el anticiparse‐a‐siacute‐estando‐ya‐en‐un‐mundo se incluye de modo esencial el cadente estar en medio de lo intramundanamente a la mano de la ocupacioacuten La totalidad existencial del todo estructural ontoloacutegico del Dasein debe con‐cebirse pues formalmente en la siguiente estructura el ser del Dasein es un anti‐ciparse‐a‐siacute‐estando‐ya‐en‐(el‐mundo‐) en‐medio‐de (el ente que comparece dentro del mundo) Este ser da contenido a la significacioacuten del teacutermino cuidado [Sorge]clxi que se emplea en un sentido puramente ontoloacutegico‐existencial Queda excluida de su significacioacuten toda tendencia de ser de caraacutecter oacutentico tal como la preocupacioacuten o correlativamente la despreocupacioacuten (193) Por ser el estar‐en‐el‐mundo esencialmente cuidado en los precedentes anaacute‐lisis ha sido posible concebir como ocupacioacuten [Besorgen] el estar en medio del ente a la mano y como solicitud [Fuumlrsorge] el estar con los otros en cuanto coexistencia que comparece en el mundo El estar‐en‐medio‐dehellip es ocupacioacuten porque como modo del estar‐en queda determinado por la estructura fundamental de este uacutelti‐mo es decir por el cuidado El cuidado no caracteriza por ejemplo tan soacutelo a la existencialidad separada de la facticidad y de la caiacuteda sino que abarca la unidad de todas estas determinaciones de ser Por consiguiente cuidado tampoco quiere decir primaria y exclusivamente el comportamiento del yo respecto de siacute mismo tomado en forma aislada La expresioacuten ldquocuidado de siacuterdquo [ldquoSelbstsorgerdquo] por analogiacutea con Besorgen [ocupacioacuten ed cuidado de las cosas] y Fuumlrsorge [solicitud ed cuida‐do por los otros] seriacutea una tautologiacutea Cuidado no puede referirse a un particular comportamiento respecto de siacute mismo puesto que este comportamiento ya estaacute on‐toloacutegicamente designado en el anticiparse‐a‐siacute ahora bien en esta determinacioacuten quedan tambieacuten incluidos los otros dos momentos estructurales del cuidado el ya‐estar‐en y el estar‐en‐medio‐de En el anticiparse‐a‐siacute en cuanto estar vuelto hacia el maacutes propio poder‐ser radica la condicioacuten ontoloacutegico‐existencial de la posibilidad del ser libre para posibi‐lidades existentivas propias El poder‐ser es aquello por mor de lo cual el Dasein es
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en cada caso como faacutecticamente es Ahora bien en la medida en que este estar vuelto hacia el poder‐ser estaacute determinado por la libertad el Dasein puede compor‐tarse tambieacuten involuntariamente en relacioacuten a sus posibilidades puede ser impropio como de hecho sucede de un modo inmediato y regular El por‐mor‐de propio que‐da sin asumir el proyecto del poder‐ser del siacute mismo que‐da abandonado a la dis‐posicioacuten del uno En el anticiparse‐a‐siacute el ldquosiacuterdquo mienta pues en este caso el siacute‐mis‐mo del uno‐mismo Tambieacuten en la impropiedad el Dasein se anticipa esencialmen‐te a siacute de la misma manera como el cadente huir del Dasein ante siacute mismo muestra todaviacutea aquella estructura de ser seguacuten la cual a este ente le va su ser El cuidado en cuanto totalidad estructural originaria se da existencialmente a priori ldquoantesrdquo es decir desde siempre en todo faacutectico ldquocomportamientordquo y ldquositua‐cioacutenrdquo del Dasein Este fenoacutemeno no expresa pues en modo alguno una primaciacutea del comportamiento ldquopraacutecticordquo sobre el teoacuterico La determinacioacuten pura‐mente con‐templativa de algo que estaacute‐ahiacute no tiene menos el caraacutecter del cuidado que una ldquoaccioacuten poliacuteticardquo o un distraerse recreativo ldquoTeoriacuteardquo y ldquopraxisrdquo son posibilidades de ser de un ente cuyo ser debe ser definido como cuidado Y eacutesta es la razoacuten por la cual ha de fracasar tambieacuten todo intento de reducir el fenoacutemeno del cuidado en su indestructible totalidad esencial a ciertos actos o tendencias particulares tales como la voluntad y el deseo o el impulso y la (194) inclinacioacuten o correlativamente de reconstruirlo a partir de ellos La voluntad y el deseo arraigan ontoloacutegicamente de un modo necesario en el Dasein como cuidado y no son simples vivencias ontoloacutegicamente indiferentes que tuvieran lugar en una ldquocorrienterdquo enteramente indeterminada en su sentido de ser Esto no es menos vaacutelido para la inclinacioacuten y el impulso Tambieacuten ellos hasta donde es posible encontrarlos en estado puro en el Dasein se fundan en el cuida‐do Lo cual no excluye que el impulso y la inclinacioacuten sean tambieacuten ontoloacutegica‐mente constitutivos de los entes que soacutelo ldquovivenrdquo Pero la estructura ontoloacutegica fundamental del ldquovivirrdquo es ya por siacute misma un problema y eacuteste soacutelo puede ser tratado por la viacutea de una privacioacuten reductiva a partir de la ontologiacutea del Dasein El cuidado es ontoloacutegicamente ldquoanteriorrdquo a estos fenoacutemenos pero ellos pue‐den ciertamente ser ldquodescritosrdquo en forma adecuada dentro de ciertos liacutemites sin que todo el horizonte ontoloacutegico haya sido necesariamente aclarado o siquiera co‐nocido Para la presente investigacioacuten ontoloacutegico‐fundamental que no pretende elaborar una ontologiacutea completa y temaacutetica del Dasein ni menos una concreta an‐tropologiacutea baste con una referencia al modo como estos fenoacutemenos estaacuten existen‐cialmente fundados en el cuidado El poder‐ser por mor del cual el Dasein es tiene el modo de ser del estar‐en‐el‐mundo Ese poder‐ser implica pues ontoloacutegicamente una relacioacuten con el ente intramundano El cuidado es siempre bien sea tan soacutelo privativamente ocupacioacuten y solicitud En el querer un ente ya comprendido es decir proyectado en su posi‐
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bilidad es tomado como un ente del que hay que ocuparse o correlativamente al que hay que llevar a su ser por medio de la solicitud Por eso al querer le pertenece siempre algo querido que ya se ha determinado desde un por‐mor‐de Los mo‐mentos constitutivos de la posibilidad ontoloacutegica del querer son pues los siguien‐tes la previa aperturidad del por‐mor‐de en general (anticiparse‐a‐siacute) la aperturi‐dad del aacutembito de lo que puede ser objeto de ocupacioacuten (mundo como el donde del ya‐estar) y el proyectarse comprensor hacia un poder‐ser relativo a una posibi‐lidad del ente ldquoqueridordquo A traveacutes del fenoacutemeno del querer asoma la subyacente totalidad del cuidado En cuanto faacutectico el proyectarse comprensor del Dasein ya estaacute siempre en medio de un mundo descubierto De eacuteste toma sus posibilidades y lo hace prime‐ramente siguiendo el estado interpretativo del uno Esta interpretacioacuten ha limita‐do de antemano las posibilidades disponibles al aacutembito de lo conocido asequible tolerable de lo que se debe y acostumbra hacer Esta nivelacioacuten de las posibilida‐des del Dasein a lo inmediatamente disponible en la cotidianidad lleva (195) a ca‐bo al mismo tiempo una reduccioacuten de lo posible en cuanto posible La cotidiani‐dad media del ocuparse se vuelve ciega respecto de la posibilidad y se aquieta en lo meramente ldquorealrdquo Esta quietud no excluye una intensa actividad en el ocuparse sino que la suscita Lo querido no son en este caso nuevas y positivas posibilida‐des sino que ldquotaacutecticamenterdquo lo disponible es modificado de tal manera que surja la apariencia de que sucede algo No obstante el aquietado ldquoquererrdquo regido por el uno no equivale a una extincioacuten del estar vuelto hacia el poder‐ser sino que es soacutelo una modificacioacuten del mismo El estar vuelto hacia las posibilidades se revela entonces ordinariamente como un mero desear En el deseo el Dasein proyecta su ser hacia posibilidades que no soacutelo quedan sin asumir en la ocupacioacuten sino que ni siquiera se piensa ni espera que se cumplan Por el contrario el predominio del anticiparse‐a‐siacute en la modali‐dad del mero deseo lleva consigo una falta de comprensioacuten para las posibilidades faacutecticas El estar‐en‐el‐mundo cuyo mundo ha sido primariamente proyectado co‐mo un mundo de deseos se ha perdido irremediablemente en lo disponible pero de tal manera que siendo este uacuteltimo lo uacutenico a la mano a la luz de lo deseado sin embargo jamaacutes logra satisfacer El deseo es una modificacioacuten existencial del pro‐yectarse comprensor que sumido en la condicioacuten de arrojado se limita a antildeorar las posibilidades Esta antildeoranza cierra las posibilidades lo presente en el antildeorar desi‐derativo se convierte en el ldquomundo realrdquo El deseo pre‐supone ontoloacutegicamente el cuidado En la antildeoranza el ya‐estar‐en‐medio‐dehellip tiene la primaciacutea El anticiparse‐a‐siacute‐estando‐ya‐enhellip queda correspondientemente modificado La antildeoranza cadente revela la inclinacioacuten [Hang] del Dasein a ser ldquovividordquo por el mundo en el que cada vez estaacute siendo La inclinacioacuten muestra el caraacutecter de la salida en busca de algohellip
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[Aussein aufhellip] El anticiparse‐a‐siacute se ha perdido en un ldquotan‐soacutelo‐siempre‐ya‐en‐medio‐dehelliprdquo El ldquohacia‐algordquo de la inclinacioacuten es un dejarse arrastrar por aquello que la inclinacioacuten antildeora Cuando el Dasein se deja absorber por una inclinacioacuten lo que propiamente ocurre no es que soacutelo se deacute una inclinacioacuten sino que la estructura entera del cuidado queda modificada Enceguecido el Dasein pone al servicio de la inclinacioacuten todas sus posibilidades Por el contrario el impulso ldquoa vivirrdquo es un ldquohaciardquo que tiene en siacute mismo la fuerza propulsora Es un ldquohacia allaacute a toda costardquo El impulso procura reprimir otras posibilidades Tambieacuten aquiacute el anticiparse‐a‐siacute es impropio aunque la fuerza invasora del impulso provenga del mismo que lo experimenta El impulso puede atropellar la disposicioacuten afectiva y el comprender Pero el Dasein no es (196) enton‐ces ni jamaacutes un ldquomero impulsordquo al que pudieran sobrevenirle de vez en cuando comportamientos de control y direccioacuten sino que en cuanto modificacioacuten del estar‐en‐el‐mundo en su integridad el Dasein impulsivo es desde siempre cui‐dado En el impulso puro el cuidado no ha quedado todaviacutea liberado si bien es eacutel quien hace ontoloacutegicamente posible que el Dasein esteacute propulsado desde siacute mis‐mo En la inclinacioacuten en cambio el cuidado estaacute siempre atado Inclinacioacuten e im‐pulso son posibilidades enraizadas en la condicioacuten de arrojado del Dasein El im‐pulso ldquoa vivirrdquo no puede ser aniquilado la inclinacioacuten a ser ldquovividordquo por el mundo no puede ser extirpada Pero ambos en cuanto y soacutelo en cuanto se fundan ontoloacute‐gicamente en el cuidado pueden ser modificados oacutentico‐existentivamente por eacuteste en tanto que propio El teacutermino ldquocuidadordquo mienta un fenoacutemeno ontoloacutegico‐existencial funda‐mental que sin embargo no es simple en su estructura La totalidad ontoloacutegicamen‐te elemental de la estructura del cuidado no puede ser reducida a un ldquoelementordquo oacutentico ldquoprimordialrdquo asiacute como el ser tampoco puede ldquoser explicadordquo por los entes Al teacutermino de esta investigacioacuten podraacute verse que la idea del ser en general no es maacutes ldquosimplerdquo que el ser del Dasein La definicioacuten del cuidado como anticiparse‐a‐siacute‐estando‐ya‐enhellip medio‐dehellip muestra con claridad que incluso este fenoacutemeno se halla estructuralmente articulado en siacute mismo Pero iquestno es esto un indicio fenomeacute‐nico de la necesidad de seguir examinando la cuestioacuten ontoloacutegica hasta sacar a luz un fenoacutemeno aun maacutes originario que sirva de fundamento ontoloacutegico a la unidad y totalidad de la multiplicidad estructural del cuidado Antes que la investigacioacuten examine este problema se requiere una apropiacioacuten retrospectiva maacutes rigurosa de lo interpretado hasta aquiacute con vistas a la pregunta ontoloacutegico‐fundamental por el sentido del ser en general Pero antes aun seraacute necesario mostrar que lo ontoloacutegica‐mente ldquonuevordquo de esta interpretacioacuten es oacutenticamente muy antiguo La explicacioacuten del ser del Dasein como cuidado no fuerza al Dasein a entrar en una idea previa‐
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mente pensada sino que conceptualiza existencialmente algo que ya estaacute oacutentico‐existentivamente abierto sect 42 Confirmacioacuten de la interpretacioacuten existencial del Dasein como cuidado por
medio de la autointerpretacioacuten preontoloacutegica del Dasein En las interpretaciones precedentes que llevaron finalmente a la exposicioacuten del cuidado como ser del Dasein lo importante era alcanzar los fundamentos onto‐loacutegicos adecuados para el ente que somos nosotros mismos y que llamamos (197) ldquohombrerdquo Para ello fue necesario que desde el comienzo nuestro anaacutelisis se apar‐tara de la direccioacuten tradicional pero ontoloacutegicamente confusa y principialmente cuestionable representada por la definicioacuten usual del hombre Si se la mide por eacutesta la interpretacioacuten ontoloacutegico‐existencial podraacute parecer extrantildea especialmente si el ldquocuidadordquo se entiende de un modo puramente oacutentico como ldquopreocupacioacutenrdquo y ldquoafliccioacutenrdquo Por esta razoacuten seraacute oportuno aducir ahora un testimonio preontoloacutegico aunque su fuerza demostrativa sea ldquosolamente histoacutericardquo Tengamos sin embargo presente que en este testimonio el Dasein se expre‐sa acerca de siacute mismo en forma originaria sin estar determinado por interpretacio‐nes teoreacuteticas y sin proponeacuterselas Tengamos tambieacuten en cuenta que el ser del Da‐sein estaacute caracterizado por la historicidad si bien este punto deberaacute ser primero ontoloacutegicamente demostrado Si el Dasein es ldquohistoacutericordquo en el fondo de su ser un decir que viene de su historia y que a ella retorna y que ademaacutes es anterior a toda ciencia cobra un peso particular aunque no puramente ontoloacutegico La compren‐sioacuten del ser iacutensita en el Dasein mismo se expresa preontoloacutegicamente El testimo‐nio citado maacutes adelante serviraacute para aclarar que la interpretacioacuten existencial no es una invencioacuten sino que en cuanto ldquoconstruccioacutenrdquo ontoloacutegica tiene un fundamen‐to y en este fundamento el bosquejo de sus rasgos elementales La siguiente autointerpretacioacuten del Dasein como ldquocuidadordquo estaacute formulada en una antigua faacutebula1 Cura cum fluvium transiret videt cretosum lutum sustulitque cogitabunda atque coepit fingere dum deliberat quid iam fecisset Jovis intervenit 1 El autor encontroacute esta prueba documental preontoloacutegica de la interpretacioacuten ontoloacutegico‐existencial del Dasein como cuidado en el artiacuteculo de K Burdach Faust und die Sorge Deutsche Vierteljahrschrift fuumlr Literaturwissenschaft und Geistesgeschichte I (1923) pp 1 ss Burdach muestra que Goethe tomoacute de Herder y reelaboroacute para la segunda parte de su Fausto la faacutebula de la cura transmitida como faacutebula 220 de Hyginio Cf especialmente pp 40 ss El texto se cita seguacuten F Buumlcheler Rheinisches Museum t 41 (1886) p 5 la traduccioacuten alemana es de Burdach op cit pp 41 s
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rogat eum Cura ut det illi spiritum et facile impetrat cui cum vellet Cura nomen ex sese ipsa imponere Jovis prohibuit suumque nomen ei dandum esse dictitat dum Cura et Jovis disceptant Tellus surrexit simul suumque nomen esse volt cui corpus praebuerit suum sumpserunt Saturnum iudicem is sic aecus iudicat (198) lsquotu Jovis quia spiritum dedisti in morte spiritum tuque Tellus quia dedisti corpus corpus recipito Cura enim quia prima finxit teneat quamdiu vixerit sed quae nunc de nomine eius vobis controversia est homo vocetur quia videtur esse factus ex humorsquo Al atravesar Cura un riacuteo ve un gredoso barro y cogieacutendolo meditabunda lo comenzoacute a modelar Mientras piensa en lo que hiciera Juacutepiter se presenta Piacutedele Cura le deacute espiacuteritu y faacutecilmente lo consigue Como Cura quisiese darle su propio nombre nieacutegase Juacutepiter y exige se le ponga el suyo Mientras ellos discuten interviene tambieacuten la Tierra pidiendo que su nombre sea dado a quien ella el cuerpo diera Tomaron por juez a Saturno y eacuteste equitativo juzga lsquoTuacute Juacutepiter porque el espiacuteritu le diste en la muerte el espiacuteritu y tuacute Tierra pues le diste el cuerpo el cuerpo recibid reteacutengalo Cura mientras viva porque fue la primera en modelarlo Y en cuanto a la disputa entre vosotros por el nombre llaacutemesele hombre ya que del humus ha sido hechorsquo Este testimonio preontoloacutegico cobra una especial significacioacuten por el hecho de que no soacutelo ve el ldquocuidadordquo como aquello a lo que el Dasein humano pertenece ldquodurante toda su vidardquo sino porque esta primaciacutea del ldquocuidadordquo se presenta en co‐nexioacuten con la conocida concepcioacuten del hombre como compuesto de cuerpo (tierra) y espiacuteritu Cura prima finxit este ente tiene el ldquoorigenrdquo de su ser en el cuidado Cu‐ra teneat quamdiu vixerit este ente no queda abandonado por su origen sino reteni‐do por eacutel y sometido a su dominio mientras ldquoestaacute en el mundordquo El ldquoestar‐en‐el‐mundordquo tiene la impronta del ser del ldquocuidadordquo Recibe su nombre (homo) no en consideracioacuten de su ser sino por relacioacuten a aquello de que estaacute hecho (humus) En queacute consista el ser ldquooriginariordquo de lo asiacute configurado lo decide Saturno el ldquotiem‐
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pordquo1 La determinacioacuten preontoloacutegica de la esencia del (199) hombre que se expresa en esta faacutebula ha fijado asiacute desde el comienzo la mirada en aquel modo de ser que domina por entero su peregrinar temporal en el mundo La historia del significado del teacutermino oacutentico ldquocurardquo permite incluso entre‐ver nuevas estructuras fundamentales del Dasein Burdach2 llama la atencioacuten acer‐ca de un doble sentido del teacutermino ldquocurardquo el cual no significa solamente ldquoafaacuten an‐siosordquo sino tambieacuten ldquocuidadordquo y ldquodedicacioacutenrdquo Seacuteneca escribe asiacute en su uacuteltima car‐ta (ep 124) ldquoDe las cuatro naturalezas que existen (aacuterbol animal hombre Dios) las dos uacuteltimas que son las uacutenicas dotadas de razoacuten se distinguen entre siacute en que Dios es inmortal y el hombre mortal El bien de uno vale decir el de Dios lo reali‐za su naturaleza el del otro el del hombre el cuidado (cura) unius bonum natura perficit dei scilicet alterius cura hominisrdquo La perfectio del hombre mdashel llegar a ser eso que eacutel puede ser en su ser libre para sus maacutes propias posibilidades (en el proyecto)mdash es ldquoobrardquo del ldquocuidadordquo Pe‐ro el ldquocuidadordquo determina tambieacuten con igual originariedad la iacutendole radical de es‐te ente seguacuten la cual estaacute entregado al mundo de que se ocupa (condicioacuten de arro‐jado) El ldquodoble sentidordquo de la ldquocurardquo mienta una sola constitucioacuten fundamental en su doble estructura esencial de proyecto arrojado La interpretacioacuten ontoloacutegico‐existencial no es en relacioacuten a la interpretacioacuten oacutentica una mera generalizacioacuten oacutentico‐teoreacutetica Tal generalizacioacuten significariacutea tan soacutelo que todos los comportamientos del hombre estaacuten marcados oacutenticamente por la ldquopreocupacioacutenrdquo y regidos por una ldquodedicacioacutenrdquo a algo La ldquogeneralizacioacutenrdquo es ontoloacutegico‐aprioriacutestica No se refiere a propiedades oacutenticas que se presenten constan‐temente sino a una estructura de ser ya subyacente en cada caso Soacutelo ella hace ontoloacutegicamente posible la designacioacuten oacutentica de este ente como cura La condicioacuten existencial de la posibilidad de las ldquopreocupaciones de la vidardquo y de la ldquodedicacioacuten [a algo]rdquo debe concebirse como cuidado en un sentido originario es decir ontoloacute‐gico Por otra parte la ldquogeneralidadrdquo trascendental del fenoacutemeno del cuidado y de todos los otros existenciales fundamentales tiene la amplitud requerida para (200) proporcionar el terreno en que se mueve toda interpretacioacuten oacutentica del Da‐sein propia de una concepcioacuten del mundo tanto si en ella se lo comprende como ldquopreocupacioacuten vitalrdquo y penuria como si se lo entiende de un modo opuesto
1 Cf el poema de Herder Das Kind der Sorge (Suphan XXIX 75) 2 Loc cit p 49 Ya en la Stoa el teacutermino μέριμνα estaba consagrado y vuelve a presentarse en el NT en la traduccioacuten de la Vulgata como sollicitudo El enfoque del ldquocuidadordquo que ha orientado la precedente analiacutetica existencial del Dasein se le fue aclarando al autor a traveacutes de los intentos de una interpretacioacuten de la antropologiacutea augustiniana mdashes decir greco‐cristianamdash en relacioacuten a los principios fundamentales de la ontologiacutea de Aristoacuteteles
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El ldquovaciacuteordquo y ldquogeneralidadrdquo con que las estructuras existenciales se presentan en un plano oacutentico tiene su propia precisioacuten y plenitud ontoloacutegica La totalidad de la constitucioacuten del Dasein no es por consiguiente algo simple en su unidad sino que muestra una articulacioacuten estructural que se expresa en el concepto existencial del cuidado La interpretacioacuten ontoloacutegica del Dasein ha llevado la autointerpretacioacuten preontoloacutegica de este ente como ldquocuidadordquo al concepto existencial del cuidado Sin embargo la analiacutetica del Dasein no tiene como finalidad una fundamentacioacuten ontoloacutegica de la antropologiacutea su objetivo es una ontologiacutea fundamental Es eacutesta quien si bien en forma taacutecita ha determinado la marcha de las meditaciones he‐chas hasta ahora la eleccioacuten de los fenoacutemenos y los liacutemites hasta donde debe llegar el anaacutelisis Pero ahora con vistas a la pregunta rectora por el sentido del ser y a su elaboracioacuten seraacute necesario que la investigacioacuten se asegure expliacutecita‐mente de lo lo‐grado hasta este momento Tal finalidad no podraacute sin embargo alcanzarse me‐diante una siacutentesis extriacutenseca de lo ya dilucidado Por el contrario lo que al co‐mienzo de la analiacutetica existencial soacutelo pudo ser esbozado en sus liacuteneas generales deberaacute profundizarse ahora con la ayuda de lo ya alcanzado a fin de lograr una comprensioacuten maacutes acabada del problema
sect 43 Dasein mundaneidad y realidad La pregunta por el sentido del ser soacutelo es posible si se daclxii algo asiacute como una comprensioacuten del ser Al modo de ser del ente que llamamos Dasein le pertenece la comprensioacuten del ser Cuanto maacutes adecuada y originaria haya podido resultar la explicacioacuten de este ente con tanto maacutes seguridad el proceso ulterior de la elabora‐cioacuten del problema ontoloacutegico‐fundamental llegaraacute a su meta En la ejecucioacuten de las tareas de la etapa preparatoria de una analiacutetica exis‐tencial del Dasein se ha hecho la exeacutegesisclxiii del comprender del sentido y de la interpretacioacuten [Auslegung] El anaacutelisis de la aperturidad mostroacute ademaacutes que con eacutesta el Dasein mdashen conformidad con su fundamental constitucioacuten de estar‐en‐el‐mundomdash queda cooriginariamente desvelado en lo que respecta al mundo al estar‐en y al siacute‐mismo En la faacutectica aperturidad del mundo queda ademaacutes codes‐cubierto el ente intramundano Esto implica que el ser de este ente en cierta mane‐ra ya es comprendido siempre aunque no ontoloacutegicamente conceptualizado (201) en forma adecuada La comprensioacuten preontoloacutegica del ser abarca ciertamente a to‐do ente esencialmente abierto en el Dasein pero la comprensioacuten del ser no se ha articulado auacuten de acuerdo a los diferentes modos de serclxiv Por otra parte la interpretacioacuten del comprender ha mostrado que inmediata y regularmente eacuteste seguacuten el modo de ser de la caiacuteda ya se ha emplazado en la
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comprensioacuten del ldquomundordquo Incluso alliacute donde no se trata soacutelo de experiencia oacutenti‐ca sino tambieacuten de comprensioacuten ontoloacutegica la interpretacioacuten del ser se orienta en primer lugar por el ser del ente intramundanoa El ser de lo inmediatamente a la mano se pasa por alto y el ente es concebido primero como un conjunto de cosas (res) que estaacuten‐ahiacute El ser cobra el sentido de realidad [Realitaumlt]1 La sustancialidad se convierte en la determinacioacuten fundamental del ser Correspondiendo a este despla‐zamiento de la comprensioacuten del ser tambieacuten la comprensioacuten ontoloacutegica del Dasein entra en el horizonte de este concepto de ser El Dasein al igual que cualquier otro ente tambieacuten estaacute realmente ahiacute De esta manera el ser en general adquiere el sentido de realidadb El concepto de realidad tiene pues una peculiar primaciacutea en la proble‐maacutetica ontoloacutegica Esta primaciacutea obstruye el camino hacia una genuina analiacutetica existencial del Dasein e impide incluso dirigir la mirada hacia el ser de lo inmedia‐tamente a la mano dentro del mundo Finalmente ella fuerza a la problemaacutetica del ser en general a orientarse en una falsa direccioacuten Los demaacutes modos de ser son determinados negativa y privativamente con respecto a la realidad Por este motivo no soacutelo la analiacutetica del Dasein sino tambieacuten la elaboracioacuten de la pregunta por el sentido del ser en general deben ser arrancadas de su unila‐teral orientacioacuten por el ser en el sentido de realidad Es necesario demostrar que la realidad no soacutelo es un modo de ser entre otros sino que ontoloacutegicamente se halla en una determinada conexioacuten de fundamentacioacuten con el Dasein el mundo y el es‐tar a la mano Esta demostracioacuten demanda una discusioacuten a fondo del problema de la realidad de sus condiciones y liacutemites Bajo el tiacutetulo de ldquoproblema de la realidadrdquo se entremezclan diferentes cues‐tiones 1 acaso se daclxv siquiera el ente que presuntamente ldquotrasciende la concien‐ciardquo 2 acaso esta realidad del ldquomundo exteriorrdquo puede ser demostrada suficiente‐mente 3 supuesto que este ente sea real hasta queacute punto es conocible en su ser‐en‐siacute 4 queacute significa en general el sentido de este ente vale decir la realidad La consideracioacuten que expondremos a continuacioacuten del problema de la realidad desa‐rrolla tres puntos en relacioacuten con la pregunta ontoloacutegico‐fundamen tal vale decir a) realidad como problema del ser del ldquomundo exteriorrdquo y de su (202) demostra‐bilidad b) realidad como problema ontoloacutegico c) realidad y cuidado
a) Realidad como problema del ser del ldquomundo exteriorrdquo y de su demostrabilidad
a Distinguir aquiacute φὐσις ἰδέα οὐσία substantia res objetividad estar‐ahiacute 1 Cf maacutes arriba p 116 ss y p 125 s b lsquoRealidadrsquo como lsquoefectividadrsquo [Wirklichkeit] y realitas como lsquoquididadrsquo posicioacuten intermedia del con‐cepto de lsquorealidad objetivarsquo en Kant
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En el orden de las preguntas acerca de la realidad que hemos enumerado la pregunta ontoloacutegica mdashqueacute significa propiamente realidadmdash es la primera Sin em‐bargo a falta de una problemaacutetica y de una metodologiacutea ontoloacutegica pura esta cuestioacuten mdashsi es que alguna vez fue planteada expliacutecitamentemdash no pudo menos de entremezclarse con la discusioacuten del ldquoproblema del mundo exteriorrdquo puesto que el anaacutelisis de la realidad soacutelo es posible sobre la base de un adecuado acceso a lo real Ahora bien desde siempre se consideroacute al conocimiento intuitivo como el modo propio de aprehensioacuten de lo real El conocimiento intuitivo ldquoesrdquo un comportamien‐to del alma de la conciencia En la medida en que a la realidad le pertenece el ca‐raacutecter del en‐siacute y de la independencia la pregunta por el sentido de la realidad se enlaza con la pregunta por la posibilidad de la independencia de lo real ldquocon res‐pecto a la concienciardquo o lo que es igual por la posibilidad de la trascendencia de la conciencia hasta la ldquoesferardquo de lo real La posibilidad de un anaacutelisis ontoloacutegico suficiente de la realidad depende de la medida en que haya sido aclarado en su ser aquello de lo que debe haber independencia aquello que debe ser trascendido Soacutelo asiacute se haraacute tambieacuten ontoloacutegicamente comprensible el modo de ser del trascender Finalmente es necesario establecer el modo primario de acceso a lo real en el sen‐tido de resolver la cuestioacuten de si en definitiva el conocimiento es capaz de asumir esta funcioacuten Estas investigaciones que son previas a todo posible cuestionamiento ontoloacute‐gico de la realidad han sido desarrolladas en la precedente analiacutetica existencial En ella se hizo ver que el conocimiento es un modo fundado de acceder a lo real Lo real por su misma esencia soacutelo es accesible como ente intramundano Todo acceso a un ente tal se funda ontoloacutegicamente en la constitucioacuten fundamental del Dasein en el estar‐en‐el‐mundo El estar‐en‐el‐mundo tiene la constitucioacuten de ser auacuten maacutes originaria del cuidado (anticiparse a siacute‐estando ya en un mundo‐en medio del ente intramundano) La pregunta si hay siquiera un mundo y si acaso su ser pueda demostrarse es en cuanto pregunta que plantea el Dasein como estar‐en‐el‐mundo mdashiquesty quieacuten otro podriacutea plantearlamdash una pregunta sin sentido Ademaacutes estaacute afectada de am‐biguumledad El mundo en cuanto el doacutende del estar‐en y el ldquomundordquo en cuanto ente (203) intramundano en cuanto ldquoen queacuterdquo del absorberse de la ocupacioacuten quedan confundidos o no han sido auacuten distinguidos Pero el mundo estaacute esencialmente abierto con el ser del Dasein y el ldquomundordquo ya estaacute siempre descubierto con la aper‐turidad del mundo Sin embargo el ente intramundano precisamente en el sentido de lo real de lo que soacutelo estaacute‐ahiacute puede quedar todaviacutea encubierto Pero incluso lo real mismo soacutelo es descubrible sobre la base de un mundo ya abierto Y tan soacutelo so‐bre esta base puede lo real quedar todaviacutea oculto La pregunta por la ldquorealidadrdquo del ldquomundo exteriorrdquo queda planteada sin que se aclare previamente el fenoacutemeno del mundo en cuanto tal Faacutecticamente el ldquoproblema del mundo exteriorrdquo se orienta en
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todo momento por el ente intramundano (las cosas y los objetos) Y de esta manera tales discusiones conducen hacia una problemaacutetica ontoloacutegicamente casi inextrica‐ble El embrollo de las cuestiones la confusioacuten de lo que se quiere demostrar con lo que se demuestra y con aquello con lo que se hace la demostracioacuten se puede ver en la ldquoRefutacioacuten del Idealismordquo de Kant1 Kant llama ldquoescaacutendalo de la filosofiacutea y de la razoacuten humana universalrdquo2 la falta de una demostracioacuten perentoria de la ldquoexis‐tencia de las cosas fuera de nosotrosrdquo que sea capaz de eliminar todo escepticismo El mismo Kant propone una demostracioacuten semejante presentaacutendola como funda‐mentacioacuten del siguiente ldquoteoremardquo ldquoLa mera conciencia empiacutericamente determi‐nada de mi propia existencia demuestra la existencia de los objetos en el espacio fuera de miacuterdquo3 En primer lugar debe advertirse expresamente que Kant usa el teacutermino ldquoDaseinrdquo [ldquoexistenciardquo] para designar la manera de ser que en la presente investi‐gacioacuten nosotros llamamos ldquoestar‐ahiacuterdquo [ldquoVorhandenheitrdquo] ldquoConciencia de mi existen‐ciardquo significa para Kant conciencia de mi estar‐ahiacute en el sentido de Descartes El teacutermino ldquoexistenciardquo significa tanto el estar‐ahiacute de la conciencia como el estar‐ahiacute de las cosas La demostracioacuten de la ldquoexistencia de las cosas fuera de miacuterdquo se apoya en que a la esencia del tiempo le pertenecen cooriginariamente el cambio y la permanen‐cia Mi estar‐ahiacute es decir el estar‐ahiacute de una multiplicidad de representaciones da‐da en el sentido interno es un estar cambiando que estaacute ahiacute Ahora bien la deter‐minacioacuten temporal presupone algo que estaacute persistentemente ahiacute Pero este ldquoalgordquo no puede estar ldquoen nosotrosrdquo ldquoya que justamente mi existencia en el tiempo tiene que ser determinada por medio de eso que es permanenterdquo4 Con el cambio ldquoen miacuterdquo empiacutericamente dado estaacute por consiguiente necesariamente (204) tambieacuten puesto empiacutericamente algo permanente que estaacute‐ahiacute ldquofuera de miacuterdquo Esto perma‐nente es la condicioacuten de posibilidad del estar‐ahiacute del cambio ldquoen miacuterdquo La experien‐cia del estar‐en‐el‐tiempo de las representaciones implica cooriginariamente algo cambiante ldquoen miacuterdquo y algo permanente ldquofuera de miacuterdquo Sin duda esta demostracioacuten no es una inferencia causal y no estaacute por consi‐guiente afectada por los inconvenientes de esta uacuteltima Kant propone aquiacute una es‐pecie de ldquoprueba ontoloacutegicardquo a partir de la idea de un ente temporal A primera vista puede parecer que Kant ha abandonado el punto de partida cartesiano de un 1 Cf Kritik der reinen Vernunft2 p 274 ss y las adiciones correctivas en el Prefacio a la 2a edicioacuten p XXXIX nota asimismo ldquoDe los paralogismos de la razoacuten purardquo loc cit p 399 ss especialmente p 412 2 Loc cit Prefacio nota 3 Loc cit p 275 4 Loc cit p 275
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sujeto que puede ser hallado aisladamente Pero esto no es sino apariencia El he‐cho de que Kant necesite una demostracioacuten de la ldquoexistencia de las cosas fuera de miacuterdquo indica que eacutel toma como punto de apoyo para la problemaacutetica el sujeto el ldquoen miacuterdquo La demostracioacuten misma se desarrolla tambieacuten partiendo del cambio empiacuterica‐mente dado ldquoen miacuterdquo En efecto el ldquotiempordquo que sirve de soporte a la prueba soacutelo es experimentado ldquoen miacuterdquo Eacutel proporciona el punto de apoyo para el salto demos‐trativo hacia el ldquofuera de miacuterdquo Kant subraya ademaacutes que ldquoEl [idealismo] proble‐maacutetico quehellip sostiene solamente nuestra impotencia para demostrar por experien‐cia inmediata una existencia fuera de la nuestra es razonable y conforme con una concienzuda mentalidad filosoacutefica vale decir que antes que se haya encontrado una demostracioacuten suficiente no debe hacerse ninguacuten juicio tajanterdquo1 Pero incluso si se hubiese renunciado a la primaciacutea oacutentica del sujeto aislado y de la experiencia interna la posicioacuten de Descartes seguiriacutea sin embargo ontoloacute‐gicamente vigente Lo que Kant demuestra mdashuna vez aceptada la legitimidad de la demostracioacuten y de su fundamentomdash es la necesidad del estar‐ahiacute juntos de un ente cambiante y un ente permanente Pero esta yuxtaposicioacuten de dos entes que estaacuten‐ahiacute no implica siquiera que un sujeto y un objeto esteacuten‐ahiacute juntos E incluso si esto fuese demostrado seguiriacutea sin embargo estando encubierto lo ontoloacutegicamente decisivo la constitucioacuten fundamental del ldquosujetordquo es decir del Dasein como estar‐en‐el‐mundo Que lo fiacutesico y lo psiacutequico esteacuten‐ahiacute juntos es desde un punto de vista oacutenti‐co y ontoloacutegico enteramente diferente del fenoacutemeno del estar‐en‐el‐mundo La distincioacuten y conexioacuten del ldquoen miacuterdquo y el ldquofuera de miacuterdquo es supuesta por Kant y de hecho con razoacuten pero ciertamente sin ella si nos atenemos al sentido de su demostracioacuten Asimismo tampoco queda demostrado que aquello que siguiendo el hilo del tiempo resulta vaacutelido del estar‐ahiacute juntos de lo cambiante y permanente (205) sea tambieacuten aplicable a la conexioacuten del ldquoen miacuterdquo y el ldquofuera de miacuterdquo Ahora bien si se viera el todo de la distincioacuten y conexioacuten del ldquodentrordquo y ldquofuerardquo supuesto en la demostracioacuten si se comprendiera ontoloacutegicamente lo que en esta suposicioacuten queda supuesto se derrumbariacutea la posibilidad de considerar la demostracioacuten de la ldquoexistencia de las cosas fuera de miacuterdquo como algo necesario y que auacuten sigue faltando El ldquoescaacutendalo de la filosofiacuteardquo no consiste en que esta demostracioacuten auacuten no haya sido hecha hasta ahora sino maacutes bien en que tales demostraciones sigan siendo esperadas e intentadas Semejantes expectativas propoacutesitos y exigencias provienen de un insuficiente planteamiento ontoloacutegico de aquello con respecto a lo cual deberiacutea demostrarse la ldquoexistenciardquo de un ldquomundordquo independiente y ldquoexteriorrdquo No son las demostraciones las insuficientes sino que lo insuficiente es la determinacioacuten del mo‐do de ser del ente que realiza y exige la demostracioacuten Por eso puede surgir la apa‐riencia de que con la demostracioacuten del necesario estar‐ahiacute‐juntos de dos entes que
1 Loc cit p 274275
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estaacuten‐ahiacute se haya demostrado o por lo menos hecho demostrable tambieacuten algo acerca del Dasein en cuanto estar‐en‐el‐mundo El Dasein entendido correctamen‐te se resiste a tales demostraciones porque en su ser eacutel es ya siempre lo que las tar‐diacuteas demostraciones creen necesario hacerle ver demostrativamente La tergiversacioacuten del problema no quedariacutea superada si de la imposibilidad de probar la ldquoexistenciardquo de las cosas fuera de nosotros se quisiera inferir que ella ldquosoacutelo puede admitirse en virtud de una creenciardquo1 En tal caso seguiriacutea en pie el su‐puesto de que en el fondo el ideal seriacutea que se pudiera aducir una prueba Al limi‐tarse a una ldquocreencia en la realidad del mundo exteriorrdquo se reafirma el in‐apropia‐do planteamiento del problema aun cuando se reconozca expliacutecitamente la ldquolegiti‐midadrdquo de dicha creencia Se acepta en principio la exigencia de una prueba aun‐que se intente satisfacerla por un camino diferente del de una demostracioacuten estric‐ta2 Incluso si se quisiera apelar a que el sujeto debe suponer y que inconsciente‐mente (206) ya siempre supone la ldquoexistenciardquo del ldquomundo exteriorrdquo seguiriacuteamos partiendo constructivamente de un sujeto aislado Con ello no se acertariacutea mejor en el fenoacutemeno del estar‐en‐el‐mundo que cuando se intenta demostrar el estar‐ahiacute‐juntos de lo fiacutesico y lo psiacutequico Con tales suposiciones el Dasein llega siempre ldquode‐masiado tarderdquo porque realizando esta suposicioacuten en cuanto ente mdashy de otra ma‐nera ella no es posiblemdash ya estaacute siempre en cuanto ente en un mundo ldquoAnteriorrdquo a toda suposicioacuten y comportamiento del Dasein es el ldquoapriorirdquo de su constitucioacuten de ser en el modo de ser del cuidado Creer con o sin razoacuten en la realidad del ldquomundo exteriorrdquo demostrar satis‐factoria o insatisfactoriamente esta realidad suponerla expliacutecitamente o no todos estos intentos incapaces de aduentildearse en plena transparencia del terreno en que se mueven suponen un sujeto primeramente sin mundo o lo que es igual un sujeto inseguro de su mundo y que en definitiva necesitariacutea asegurarse primero de un mundo Desde un comienzo el estar‐en‐un‐mundo dependeriacutea entonces de una aprehensioacuten una suposicioacuten certeza o creencia es decir de un comportamiento que no es sino un modo fundado del estar‐en‐el‐mundo El ldquoproblema de la realidadrdquo es decir el problema de la ldquoexistenciardquo y de‐mostrabilidad de un mundo exterior se revela como un imposible y no porque de eacutel se deriven aporiacuteas insolubles sino porque el ente mismo que constituye el tema
1 Loc cit Prefacio nota 2 Cf W Dilthey Beitraumlge zur Loumlsung der Frage vom Ursprung unseres Glaubens an die Realitaumlt der Aussenwelt und seinem Recht (1890) Ges Schr V 1 p 90 ss En forma inequiacutevoca dice Dilthey ya al comienzo de este tratado ldquoPorque si ha de haber para el hombre una verdad universalmente vaacutelida es necesario que seguacuten el meacutetodo por primera vez expuesto por Descartes el pensar se abra un camino desde los hechos de la conciencia hacia la realidad exteriorrdquo op cit p 90
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de este problema se niega por asiacute decirlo a semejante cuestionamiento El proble‐ma no estriba en demostrar que ldquoexistardquo y coacutemo ldquoexistardquo un ldquomundo exteriorrdquo si‐no en mostrar por queacute el Dasein tiene en cuanto estar‐en‐el‐mundo la tendencia a empezar por una ldquoteoriacutea del conocimientordquo en la que sepulta el ldquomundo exteriorrdquo en la nada para hacerlo luego resucitar mediante demostraciones La razoacuten de ello se encuentra en la caiacuteda del Dasein y en el consiguiente desplazamiento de la com‐prensioacuten primaria del ser hacia el ser en cuanto estar‐ahiacute Cuando dentro de esta orientacioacuten ontoloacutegica el cuestionamiento es ldquocriacuteticordquo lo uacutenico que inmediatamen‐te encuentra como ente que estaacute‐ahiacute con certeza es una pura ldquointerioridadrdquo Una vez desintegrado el fenoacutemeno originario del estar‐en‐el‐mundo se realiza sobre la base de lo que auacuten queda en pie es decir del sujeto aislado su ensamblaje con un ldquomundordquo En esta investigacioacuten no es posible examinar in extenso las numerosas tenta‐tivas de solucioacuten al ldquoproblema de la realidadrdquo que han ido surgiendo dentro de las distintas formas de realismo e idealismo y de las posiciones intermedias Aunque en todas estas tentativas podraacute encontrarse sin lugar a duda un fondo de auteacutenti‐co (207) cuestionamiento seriacutea absurdo pretender llegar a una solucioacuten satisfacto‐ria del problema sopesando lo acertado de cada posicioacuten En cambio es necesario llegara la conviccioacuten fundamental de que las diversas corrientes de la teoriacutea del co‐nocimiento no yerran propiamente desde el punto de vista de las teoriacuteas del cono‐cimiento sino que por haber omitido la analiacutetica existencial del Dasein no logran siquiera dar con el terreno requerido para una problemaacutetica fenomeacutenicamente se‐gura Este terreno tampoco puede alcanzarse mediante ulteriores rectificaciones fe‐nomenoloacutegicas de los conceptos de sujeto y concienciaa Tal procedimiento no da garantiacutea de que pese a todo no se siga con el mismo inadecuado planteamiento del problema Con el Dasein en cuanto estar‐en‐el‐mundo ya estaacute siempre abierto el ente intramundano Esta afirmacioacuten ontoloacutegico‐existencial parece coincidir con la tesis del realismo seguacuten la cual el mundo exterior ldquoexisterdquo realmente En la medida en que la afirmacioacuten existencial no niega la ldquoexistenciardquo del ente intramundano esa afirmacioacuten concuerda en el resultado mdashdoxograacuteficamente por asiacute decirlomdashcon la tesis del realismo Pero se distingue fundamentalmente de todo realismo por el he‐cho de que eacuteste sostiene que la realidad del ldquomundordquo necesita ser demostrada y que ademaacutes es demostrable Precisamente estas dos cosas quedan negadas en el enunciado existencial Lo que separa a eacuteste plenamente del realismo es la ceguera ontoloacutegica de este uacuteltimo En efecto el realismo trata de explicar oacutenticamente la realidad por medio de conexiones reales de interaccioacuten entre cosas reales
a Saltar dentro del Da‐sein
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El idealismo por opuestoa e insostenible que sea en sus resultados tiene fren‐te al realismo una ventaja fundamental siempre que no se malentienda a siacute mismo como idealismo ldquopsicoloacutegicordquo Cuando el idealismo insiste en que el ser y la reali‐dad soacutelo estaacuten ldquoen la concienciardquo con ello expresa la comprensioacuten de que el ser no puede explicarse por medio de los entes Pero como no queda claro que aquiacute acon‐tece una comprensioacuten del ser y queacute dice ontoloacutegicamente esta comprensioacuten del ser ni coacutemo es ella posible ni queda tampoco claro que ella pertenece a la constitucioacuten de ser del Daseinb el idealismo construye su interpretacioacuten de la realidad sobre el vaciacuteo Que el ser no pueda explicarse por los entes y que la realidad soacutelo sea posi‐ble en la comprensioacuten del ser no dispensa en modo alguno de preguntar por el ser de la conciencia de la res cogitans El previo anaacutelisis ontoloacutegico de la conciencia misma es una consecuencia inevitable de la tesis idealista Soacutelo porque el ser estaacute ldquoen la concienciardquo es decir soacutelo porque es comprensible en el Dasein puede este uacuteltimo comprender y conceptualizar caracteres ontoloacutegicos tales como la indepen‐dencia el ldquoen siacuterdquo y la realidad misma Y (208) tambieacuten soacutelo por eso resulta circuns‐pectivamente accesible un ente ldquoindependienterdquo como algo que comparece dentro del mundo Si el teacutermino idealismo equivale a la comprensioacuten del hecho de que el ser ja‐maacutes es explicable por medio de entesc sino que ser es siempre lo ldquotrascendentalrdquo respecto de todo ente entonces el idealismo representa la uacutenica posibilidad ade‐cuada de una problemaacutetica filosoacutefica En tal caso Aristoacuteteles no fue menos idealis‐ta que Kant Pero si el idealismo significa la reduccioacuten de todo ente a una concien‐cia o sujeto que soacutelo se distinguiriacutean por quedar indeterminados en su ser y en el mejor de los casos negativamente caracterizados como ldquono coacutesicosrdquo entonces este idealismo no es metodoloacutegicamente menos ingenuo que el maacutes burdo realismo Queda todaviacutea la posibilidad de plantear la problemaacutetica de la realidad an‐tes de adoptar un determinado ldquopunto de vistardquo Es lo que expresa la tesis de que todo sujeto es lo que es soacutelo para un objeto y viceversa Pero en este plantea‐mien‐to formal los miembros de la correlacioacuten al igual que esta misma quedan ontoloacutegi‐camente indeterminados En el fondo sin embargo no cabe duda de que el todo de la correlacioacuten es necesariamente pensado como siendo ldquode alguna manerardquo y por consiguiente con referencia a una determinada idea de ser Pero si previamente se ha asegurado el terreno ontoloacutegico‐existencial mediante la exposicioacuten del estar‐en‐el‐mundo aquella correlacioacuten podraacute ser considerada ulteriormente como una rela‐cioacuten formalizada y ontoloacutegicamente indiferente
a entieacutendase opuesto a la experiencia ontoloacutegico‐existencial b y que el Dasein [pertenece] al desplegarse [Wesen] del ser en cuanto tal c Diferencia ontoloacutegica
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La discusioacuten de los supuestos impliacutecitos en las tentativas de solucioacuten del problema de la realidad tan soacutelo mediante una teoriacutea del conocimiento muestra que aqueacutel tiene que ser reasumido como problema ontoloacutegico dentro de la analiacutetica existencial del Dasein1 (209)
b) Realidad como problema ontoloacutegico
Si el teacutermino realidada nombra el ser del ente intramundano que estaacute‐ahiacute (res) mdashy no es otra cosa lo que se entiende por realidadmdash esto significa para el anaacutelisis de este modo de ser que el ente intramundano soacutelo puede ser concebido on‐toloacutegicamente si se ha aclarado el fenoacutemeno de la intramundaneidad Ahora bien la intramundaneidad se funda en el fenoacutemeno del mundo el cual a su vez como momento esencial de la estructura del estar‐en‐el‐mundo pertenece a la constitu‐cioacuten fundamental del Dasein El estar‐en‐el‐mundo por su parte estaacute ontoloacutegica‐mente articulado en la totalidad estructural del ser del Dasein caracterizada ya co‐mo cuidado Pero de este modo quedan especificados los fundamentos y horizon‐tes que es necesario aclarar previamente para hacer posible el anaacutelisis de la reali‐dad Soacutelo dentro de este contexto se hace ontoloacutegicamente comprensible el caraacutecter del en‐siacute El ser del ente intramundano fue interpretado en los anaacutelisis hechos maacutes arriba tomando como punto de referencia este contexto problemaacutetico2 Sin duda se puede hacer dentro de ciertos liacutemites una caracterizacioacuten feno‐menoloacutegica de la realidad de lo real sin que se haya explicitado su base ontoloacutegico‐existencial Es lo que intentoacute Dilthey en el tratado de que hemos hablado maacutes arri‐ba Lo real es experimentado en el impulso y en la voluntad Realidad es resistencia o maacutes exactamente ldquoresistentidadrdquo [Widerstaumlndigkeit] La dilucidacioacuten analiacutetica del 1 Recientemente Nicolai Hartmann siguiendo el ejemplo de Scheler ha fundado su teoriacutea del cono‐cimiento ontoloacutegicamente orientada sobre la tesis de que el conocer es una ldquorelacioacuten entitativardquo [ldquoSeinsverhaumlltnisrdquo] Cf Grundzuumlge einer Metaphysik der Erkenntnis 2a ed aumentada 1925 Ahora bien a pesar de sus diferencias en lo que respecta al punto de partida fenomenoloacutegico tanto Sche‐ler como Hartmann desconocen por igual que la ldquoontologiacuteardquo de orientacioacuten tradicional fracasa fren‐te al Dasein y que precisamente la ldquorelacioacuten entitativardquo implicada en el conocimiento (cf maacutes arri‐ba p 86 ss) obliga a una revisioacuten radical de esa ontologiacutea y no soacutelo a su perfeccionamiento criacutetico Al subestimar el impliacutecito alcance de los efectos del planteamiento de una relacioacuten de ser que no ha sido aclarada ontoloacutegicamente Hartmann se ve llevado a un ldquorealismo criacuteticordquo que en el fondo es enteramente ajeno al nivel de su problemaacutetica Acerca de la concepcioacuten que Hartmann tiene de la ontologiacutea cf ldquoWie ist kritische Ontologie uumlberhaupt moumlglichrdquo en la Festschrift fuumlr Paul Natorp 1924 pp 124 ss a realidad no en el sentido de quididad 2 Cf sobre todo sect 16 La mundicidad del mundo circundante que se acusa en el ente intramundano sect 18 Condicioacuten respectiva y significatividad La mundaneidad del mundo sect 29 Dasein como dis‐posicioacuten afectiva Acerca del ser‐en‐siacute del ente intramundano sect 20
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fenoacutemeno de la resistencia es lo positivo en dicho trata‐do y la mejor verificacioacuten concreta de la idea de una ldquopsicologiacutea descriptiva y analiacuteticardquo Pero la verdadera eficacia del anaacutelisis del fenoacutemeno de la resistencia queda inhibida por el caraacutecter que cobra la problemaacutetica de la realidad en la teoriacutea del conocimiento El ldquoprinci‐pio de la fenomenalidadrdquo no le permite a Dilthey llegar a una interpretacioacuten onto‐loacutegica del ser de la conciencia ldquoTanto la voluntad como su obstaacuteculo se presentan dentro de la misma concienciardquo1 El modo de ser del ldquopresentarserdquo el sentido de ser del ldquodentrordquo la relacioacuten de ser de la conciencia con lo real mismo todo ello estaacute necesitado de una determinacioacuten ontoloacutegica La omisioacuten de esta uacuteltima se debe en definitiva a que Dilthey dejoacute sin diferenciar ontoloacutegicamente la vida esa vida ldquomaacutes atraacutesrdquo de la cual ciertamente es imposible ir Pero la interpretacioacuten ontoloacutegica del Dasein no significa un retroceso oacutentico hacia otro ente El hecho de que Dilthey haya sido refutado en el plano de (210) la teoriacutea del conocimiento no puede impe‐dir sin embargo hacer fructiacutefero lo positivo de sus anaacutelisis que quedoacute precisa‐mente incomprendido en esas refutaciones Es asiacute como uacuteltimamente Scheler ha retomado la interpretacioacuten de la reali‐dad propuesta por Dilthey2 Scheler sostiene una ldquoteoriacutea voluntativa de la existen‐ciardquo Existencia es entendida aquiacute en el sentido kantiano de estar‐ahiacute El ldquoser de los objetos soacutelo es dado en forma inmediata en relacioacuten al impulso y la voluntadrdquo Scheler no se limita a insistir al igual que Dilthey en que la realidad nunca nos es dada primariamente en el pensar y la aprehensioacuten sino que pone sobre todo el acento en el hecho de que el conocer mismo no consiste en juzgar y que el saber es una ldquorelacioacuten entitativardquo Tambieacuten para esta teoriacutea vale sustancialmente lo que hemos dicho acerca de la indeterminacioacuten ontoloacutegica de los fundamentos en Dilthey Pero el anaacutelisis onto‐loacutegico de los fundamentos de la ldquovidardquo no puede insertarse ulteriormente a la ma‐nera de una infraestructura porque eacutel sustenta y condiciona el anaacutelisis de la reali‐dad y la explicacioacuten plenaria de la ldquoresistentidadrdquo y de sus supuestos fenomeacuteni‐cos La resistencia comparece cuando no se logra pasar a traveacutes de algo que se pre‐senta como obstaacuteculo a una voluntad de pasar‐a‐traveacutes Ahora bien con esta uacutelti‐ma ya ha sido abierto aquello hacia lo que el impulso y la voluntad tienden La indeterminacioacuten oacutentica de aquello ldquohacia lo quehelliprdquo no debe pasarse ontoloacutegica‐mente por alto ni menos aun concebirse como una nada El tender ahellip que tropie‐za con una resistencia (y ninguna otra cosa podriacutea ldquotropezarrdquo con ella) se encuen‐ 1 Cf Beitraumlge op cit p 134 2 Cf Die Formen des Wissens und die Bildung conferencia de 1925 notas 24 y 25 Nota al corregir las pruebas en la coleccioacuten de trabajos Die Wissensformen und die Gesselschaft recieacuten aparecida (1926) Scheler acaba de publicar su estudio sobre ldquoErkenntnis und Arbeitrdquo (p 233 ss) anunciado desde mucho tiempo atraacutes La seccioacuten VI de este trabajo (p 455) presenta dentro del contexto de una valo‐racioacuten criacutetica de Dilthey una exposicioacuten maacutes detallada de la ldquoteoriacutea voluntativa de la existenciardquo
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tra ya en medio de una totalidad respeccional Ahora bien la patencia de esta uacuteltima se funda en la aperturidad del todo remisional de la significatividad La experiencia de la resistencia es decir el descubrimiento de lo resistente por medio del impulso soacutelo es ontoloacutegicamente posible sobre la base de la aperturidad del mundo La resistentidad carac‐teriza el ser del ente intramundano Las experiencias de resistencia soacutelo determi‐nan faacutecticamente la amplitud y direccioacuten del descubrimiento del ente que compa‐rece dentro del mundo La suma de estas experiencias no conduce a la apertura del mundo sino que la presupone El ldquore‐rdquo de la resistencia y su ldquohacer frenterdquo estaacuten sostenidos en su posibilidad ontoloacutegica por el estar‐en‐el‐mundo previamente abierto (211) La resistencia tampoco es experimentada en un impulso o voluntad que se ldquopresentenrdquo aisladamente El impulso y la voluntad se revelan como modifi‐caciones del cuidado Soacutelo un ente que tiene este modo de ser es capaz de tropezar con lo resistente como algo intramundano Cuando se determina por consiguiente la realidad por la resistentidad es necesario hacer una doble observacioacuten en pri‐mer lugar que con ello soacutelo se ha encontrado uno de los caracteres de la realidad entre otros y luego que para la resistentidad ya se ha supuesto necesariamente un mundo abierto La resistencia caracteriza al ldquomundo exteriorrdquo en el sentido del en‐te intramundano pero nunca en el sentido del mundo La ldquoconciencia de la realidadrdquo es mdashella mismamdash un modo del estar‐en‐el‐mundo Toda ldquoproblemaacutetica del mundo ex‐teriorrdquo remite necesariamente a este fenoacutemeno existencial fundamental Si el cogito sum hubiera de servir como punto de partida de la analiacutetica exis‐tencial del Dasein no soacutelo seriacutea necesario invertir sus teacuterminos sino que ademaacutes se requeririacutea una nueva verificacioacuten ontoloacutegico‐fenomeacutenica de su contenido La pri‐mera afirmacioacuten seriacutea entonces el ldquosumrdquo en el sentido de yo‐estoy‐en‐el‐mundo En cuanto tal ente ldquoyo soyrdquo en la posibilidad de estar vertido hacia diferentes com‐portamientos (cogitationes) como modos de estar en medio del ente intramundano En cambio Descartes afirma que las cogitationes estaacuten‐ahiacute y que junto con ellas estaacute presente un ego como res cogitans carente de mundo
c) Realidad y cuidado
ldquoRealidadrdquo es un teacutermino ontoloacutegico que se refiere al ente intramundano Si se lo usa como designacioacuten de este modo de ser en general entonces el estar a la mano y el estar‐ahiacute seriacutean modos de la realidad Pero si se conserva esta palabra en su significacioacuten tradicionala entonces ella mienta el ser en el sentido del puro estar‐ahiacute de las cosas Pero no todo estar‐ahiacute es un estar‐ahiacute de las cosas La ldquonaturalezardquo
a actual
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que nos ldquorodeardquo es sin lugar a dudas un ente intramundano pero no tiene el modo de ser ni de lo a la mano ni de lo que estaacute‐ahiacute a la manera de una ldquocosa naturalrdquo Como quiera que se interprete este ser de la ldquonaturalezardquo todos los modos de ser del ente intramundano estaacuten ontoloacutegicamente fundados en la mundaneidad del mundo y por ende en el fenoacutemeno del estar‐en‐el‐mundo A partir de aquiacute surge la evidencia de que la realidad no tiene una primaciacutea entre los modos de ser del en‐te intramundano y que menos aun podriacutea caracterizar ontoloacutegicamente en forma adecuada al mundo y al Dasein En el orden de las conexiones ontoloacutegicas de fundamentacioacuten y de la posibi‐lidad de una justificacioacuten categorial y existencial la realidad queda remitida al fenoacute‐meno del cuidado Pero que la realidad se funde ontoloacutegicamente en el ser (212) del Dasein no puede significar que lo real soacutelo pueda ser lo que eacutel es en siacute mismo uacuteni‐camente si existe y mientras exista el Dasein Ciertamente tan soacutelo mientras el Dasein es decir mientras la posibilidad oacuten‐tica de comprensioacuten del ser es ldquohayrdquo ser Si el Dasein no existe la ldquoindependen‐ciardquo tampoco ldquoesrdquo ni tampoco ldquoesrdquo el en‐siacute Nada de esto es entonces comprensible ni incomprensible Y entonces tampoco el ente intramundano puede ser descubier‐to ni quedar en el ocultamiento En tal caso no se puede decir que el ente sea ni que no sea Ahora mientras la comprensioacuten del ser es y por ende la comprensioacuten del estar‐ahiacute podemos decir que entonces el ente seguiraacute todaviacutea siendo La recieacuten caracterizada dependencia del ser mdashno de los entesmdash respecto de la comprensioacuten del ser es decir la dependencia de la realidad mdashno de lo realmdashres‐pecto del cuidado preserva la ulterior analiacutetica del Dasein de una interpretacioacuten no criacutetica aunque siempre asediante en la que el Dasein es comprendido siguien‐do el hilo conductor de la idea de realidad Tan soacutelo la orientacioacuten en la existencia‐lidad ontoloacutegicamente interpretada en forma positiva ofrece la garantiacutea de que en el curso efectivo del anaacutelisis de la ldquoconcienciardquo o de la ldquovidardquo no se deslice subrepti‐ciamente un sentido de realidad aunque soacutelo fuere indiferente Que el ente que tiene el modo de ser del Dasein no pueda ser concebido des‐de la realidad y la sustancialidad lo hemos expresado por medio de la siguiente te‐sis la sustancia del hombre es la existenciaclxvi La interpretacioacuten de la existencialidad como cuidado y el deslinde de este uacuteltimo respecto de la realidad no significa em‐pero el fin de la analiacutetica existencial sino que hace tan soacutelo aparecer maacutes vivamen‐te el entrelazamiento de los problemas que surgen en conexioacuten con la pregunta por el ser y sus posibles modos y con la pregunta por el sentido de estas modalizacio‐nes tan soacutelo si la comprensioacuten del seres se hace accesible el ente en cuanto ente tan soacutelo si un ente que tiene el modo de ser del Dasein es la comprensioacuten del ser es posible como ente
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sect 44 Dasein aperturidad y verdad La filosofiacutea ha asociado desde antantildeo la verdad con el sera El primer descu‐brimiento del ser del ente hecho por Parmeacutenides ldquoidentificardquo el ser con la com‐prensioacuten aprehensora del ser τὸ γὰρ αὐτὸ νοεῑν ἐστίν τε καὶ εἶναι1 Aristoacuteteles en su bosquejo de la historia del descubrimiento de las ἀρχαί2 hace notar que los (213) filoacutesofos que lo precedieron guiados por ldquolas cosas mismasrdquo se vieron forza‐dos a seguir indagando αὐτὸ τὸ πρᾶγμα ὡδοποίησεν αὐτοῑς καὶ συνηνάγκασε ζητεῑν3 El mismo hecho lo describe tambieacuten con las siguientes palabras ἀναγκα‐ζόμενος δ᾽ ἀκολουθεῑν τοῑς φαινομένοις4 se vio forzado (Parmeacutenides) a seguir lo que se mostraba en siacute mismo En otro pasaje se dice ὑπ᾽ αὐτῆς τῆς άληθείας ἀναγκαζόμενοι5 investigaban forzados por la ldquoverdadrdquo misma Aristoacuteteles carac‐teriza esta investigacioacuten como un φιλοσοφεῑν περὶ τῆς άληθείας6 como un ldquofilo‐sofarrdquo acerca de la ldquoverdadrdquo o tambieacuten como un ἀποφαίνεσθαι περὶ τῆς άλη‐θείας7 como un hacer‐ver mostrativo que apunta a la ldquoverdadrdquo y se mueve dentro de su aacutembito La filosofiacutea misma es determinada como ἐπιστήμη τις τῆς άληθεί‐ας8 como una ciencia de la ldquoverdadrdquo Pero a la vez es caracterizada como ἐπιστή‐μη ἣ θεωρεῑ τὸ ὄν ᾗ ὄν9 como una ciencia que contempla al ente en cuanto ente es decir desde el punto de vista de su ser iquestQueacute significa aquiacute ldquoinvestigar acerca de la lsquoverdadrsquoldquo ciencia de la ldquover‐dadrdquo iquestSe convierte la ldquoverdadrdquo en tema de esta investigacioacuten en el sentido de una teoriacutea del conocimiento o de una teoriacutea del juicio Manifiestamente no porque ldquoverdadrdquo significa lo mismo que ldquocosardquo que ldquoaquello que se muestra en siacute mis‐mordquo Pero entonces iquestqueacute significa la expresioacuten ldquoverdadrdquo si puede usarse como teacutermino para designar el ldquoenterdquo y el ldquoserrdquo Pero si la verdad estaacute con pleno derecho en una conexioacuten originaria con el ser entonces el fenoacutemeno de la verdad entra en el aacutembitob de la problemaacutetica de la ontologiacutea fundamental Pero entonces iquestno tendraacute que comparecer este fenoacutemeno tambieacuten en la etapa preparatoria del anaacutelisis fundamental de la analiacutetica del Da‐sein iquestEn queacute conexioacuten oacutentico‐ontoloacutegica estaacute la ldquoverdadrdquo con el Dasein y con esa a Diels Fragm 3 1 φὐσις es ya en siacute ἀλήθεια porque κρύπτεσθαι φιλεῑ 2 Met A 3 Loc cit 984 a 18 s 4 Loc cit 986 b 31 5 Loc cit 984 b 10 6 Loc cit 983 b 2 cf 988 a 20 7 Loc cit a 1 993 b 17 8 Loc cit 993 b 20 9 Loc cit F l 1003 a 21 b no soacutelo eso sino medio a medio
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determinacioacuten oacutentica del Dasein que nosotros llamamos comprensioacuten del ser iquestEs posible mostrar a partir de la comprensioacuten del ser la razoacuten por la cual el ser va ne‐cesariamente junto con la verdad y eacutesta con aqueacutel Son preguntas que no se pueden soslayar Y puesto que el ser efectivamente ldquova juntordquo con la verdad el fenoacutemeno de la verdad ya ha sido tratado en los anaacuteli‐sis precedentes aunque no en forma expliacutecita ni bajo este nombre Pero ahora con vistas a la profundizacioacuten del problema del ser deberemos delimitar expliacutecitamen‐te el fenoacutemeno de la verdad y precisar los problemas que eacutel implica Para tal fin no seraacute suficiente resumir los resultados de los anteriores anaacutelisis (214) sino que la in‐vestigacioacuten deberaacute tomar un nuevo punto de partidaa El anaacutelisis partiraacute del concepto tradicional de verdad y procuraraacute poner al des‐cubierto sus fundamentos ontoloacutegicos (a) Desde esos fundamentos se tornaraacute visi‐ble el fenoacutemeno originario de la verdad A partir del fenoacutemeno originario de la ver‐dad seraacute posible mostrar el caraacutecter derivado del concepto tradicional de verdad (b) Esta investigacioacuten dejaraacute en claro que la pregunta por la ldquoesenciardquo de la verdad ne‐cesariamente implica tambieacuten la pregunta por el modo de ser de la verdad A una con ello se esclareceraacute el sentido ontoloacutegico de la afirmacioacuten de que ldquohay verdadrdquo y el tipo de necesidad que ldquonos obliga a suponerrdquo que ldquohayrdquo verdad (c)
a) El concepto tradicional de verdad y sus fundamentos ontoloacutegicos Tres son las tesis que caracterizan la concepcioacuten tradicional de la esencia de la verdad y la opinioacuten vigente acerca de su primera definicioacuten 1 El ldquolugarrdquo de la verdad es el enunciado (el juicio) 2 La esencia de la verdad consiste en la ldquoconcor‐danciardquo del juicio con su objeto 3 Aristoacuteteles el padre de la loacutegica habriacutea asigna‐do la verdad al juicio como a su lugar originario y puesto en marcha la definicioacuten de la verdad como ldquoconcordanciardquo No nos proponemos hacer aquiacute una historia del concepto de verdad historia que soacutelo podriacutea presentarse sobre la base de una historia de la ontologiacutea Algunas particulares referencias a cosas conocidas serviraacuten para introducir las consideracio‐nes analiacuteticas Aristoacuteteles dice παθήματα τῆς ψυχῆς τῶν πραγμάτων ὁμοιώματα1 las ldquovivenciasrdquo del alma los νοήματα (ldquorepresentacionesrdquo) son adecuaciones de las cosasclxvii Esta afirmacioacuten que de ninguacuten modo se presenta como una expliacutecita defi‐nicioacuten esencial de la verdad contribuyoacute a desarrollar la ulterior formulacioacuten de la
a Aquiacute estaacute el lugar apropiado para arriesgar el salto en pleno Da‐sein 1 De interpret 1 16 a 6
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esencia de la verdad como adaequatio intellectus et rei S Tomaacutes de Aquino1 que pa‐ra su definicioacuten remite a Avicena quien por su parte la tomoacute del Libro de las Defini‐ciones de Isaac Israelis (siglo X) usa tambieacuten los teacuterminos de correspondentia y conve‐nientia para expresar la adaequatio (215) En el siglo X1X la teoriacutea neokantiana del conocimiento estigmatizoacute con fre‐cuencia esta definicioacuten de la verdad como expresioacuten de un realismo ingenuo y me‐todoloacutegicamente retrasado declaraacutendola incompatible con un cuestionamiento que haya pasado por la ldquorevolucioacuten copernicanardquo de Kant Se olvida que como ya Brentano lo hizo notar el mismo Kant se atiene a este concepto de verdad hasta el punto de que ni siquiera lo somete a discusioacuten ldquoLa antigua y ceacutelebre cuestioacuten con la que se pretendiacutea poner en apuro a los loacutegicoshellip es la siguiente iquestQueacute es la verdad La definicioacuten nominal de la verdad como la concordancia del conocimiento con su objeto se admite y se da por supuesta aquiacutehelliprdquo2 ldquoSi la verdad consiste en la concordancia de un conocimiento con su objeto este objeto deberaacute por esto mismo distinguirse de los otros porque un conoci‐miento que no concuerda con el objeto al que se refiere es falso aun cuando con‐tenga algo que pueda valer de otros objetosrdquo3 Yen la introduccioacuten a la Dialeacutectica trascendental dice Kant ldquoLa verdad o la apariencia no estaacuten en el objeto en cuanto intuido sino en el juicio que recae sobre eacutel en cuanto pensadordquo4 Sin duda la caracterizacioacuten de la verdad como ldquoconcordanciardquo adaequatio ῾ὀμοἱωσις es muy general y vaciacutea Pero alguna justificacioacuten habraacute de tener cuan‐do se mantiene a pesar de las maacutes heterogeacuteneas interpretaciones del conocimiento que es el soporte de este importante predicado Preguntamos ahora por los funda‐mentos de esta ldquorelacioacutenrdquo iquestQueacute es lo que en este todo relacional adaequatio intellectus et rei queda taacutecitamente com‐puesto iquestQueacute caraacutecter ontoloacutegico tiene lo compuesto mismo iquestQueacute quiere decir en general el teacutermino ldquoconcordanciardquo La concordancia de algo con algo tiene el caraacutecter formal de una relacioacuten de algo a algo Toda con‐cordancia y por ende tambieacuten la ldquoverdadrdquo es una relacioacuten Pero no toda relacioacuten es concordancia Un signo apunta hacia lo sentildealado El sentildealar es una relacioacuten pero no una concordancia del signo con lo sentildealado Pero manifiestamente tampoco to‐da concordancia mienta algo asiacute como la convenientia de la que se habla en la defini‐cioacuten de verdad El nuacutemero 6 concuerda con 16 ‐ 10 Los nuacutemeros concuerdan (216) son iguales en lo que respecta al cuaacutento La igualdad es una forma de concordan‐cia A esta uacuteltima le pertenece estructuralmente algo asiacute como un ldquorespecto ardquo iquestCon respecto a queacute concuerdan los teacuterminos relacionados en la adaequatio En la aclaracioacuten de la ldquorelacioacuten de verdadrdquo hay que atender tambieacuten a la particularidad 1 Cf Quaest disp de veritate q I art1 2 Kritik drV2 p 82 3 Loc cit p 83 4 Loc cit p 350
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de los miembros de la relacioacuten iquestCon respecto a queacute concuerdan el intellectus y la res iquestOfrecen ellos en su modo de ser y en su contenido esencial algo con respecto a lo cual puedan concordar Y si la igualdad es imposible en razoacuten de la falta de homogeneidad de ambos iquestseraacuten entonces (el intellectus y la res) quizaacutes semejantes Ahora bien el conocimiento debe ciertamente ldquodarrdquo la cosa tal como ella es La ldquoconcordanciardquo tiene el caraacutecter relacional de un ldquotal‐comordquo iquestDe queacute manera es posible esta relacioacuten como relacioacuten entre el intellectus y la res A partir de estas pre‐guntas se deja ver que para aclarar la estructura de la verdad no basta simplemente con suponer este todo relacional sino que es necesario preguntar hacia atraacutes hacia el contexto ontoloacutegico que sustenta este todo en cuanto tal iquestSeraacute necesario para ello desarrollar la problemaacutetica propia de una teoriacutea del conocimiento de la relacioacuten sujeto‐ objeto o podraacute limitarse el anaacutelisis a la in‐terpretacioacuten de la ldquoconciencia inmanente de la verdadrdquo permaneciendo asiacute ldquoden‐tro de la esferardquo del sujeto Seguacuten la opinioacuten general verdadero es el conocimien‐to Ahora bien el conocimiento consiste en juzgar En el juicio es necesario estable‐cer la siguiente distincioacuten el acto de juzgar en cuanto proceso psiacutequico real y lo juzgado como contenido ideal De eacuteste se dice que es ldquoverdaderordquo En cambio el proceso psiacutequico real estaacute presente o no lo estaacute Por consiguiente lo que estaacute en la relacioacuten de concordancia es el contenido ideal del juicio y por ende esta relacioacuten afecta a la conexioacuten entre el contenido ideal del juicio y la cosa real como aquello acerca de lo cual se juzga iquestEs la concordancia por su modo de ser real o ideal o ninguna de estas dos cosas iquest Coacutemo debe concebirse ontoloacutegicamente la relacioacuten entre un ente ideal y algo que estaacute realmente ahiacute Porque sin lugar a dudas debe haberla y en el juzgar faacutectico no soacutelo debe haberla entre el contenido del juicio y el objeto real sino tambieacuten entre el contenido ideal y la ejecucioacuten real del juicio iquesty no deberaacute darse aquiacute mdashevidentementemdash en forma maacutes iacutentima iquestO no es acaso liacutecito preguntar por el sentido ontoloacutegico de la relacioacuten entre lo real y lo ideal (la μέθεξις) Pero la relacioacuten debe tener una cierta subsistencia [soll bestehen]clxviii iquestQueacute significa ontoloacutegicamente subsistencia [Bestand] iquestQueacute podriacutea oponerse a la legitimidad de esta cuestioacuten iquestEs un azar que este problema no se haya movido de su sitio desde hace maacutes de dos milenios iquestNo se (217) encontraraacute la tergiversacioacuten del problema ya en su planteamiento inicial en la separacioacuten mdashno aclarada ontoloacutegicamentemdash de lo real y lo ideal Y si se toma en consideracioacuten el acto ldquoefectivordquo de juzgar acerca de lo juzga‐do iquestno seraacute injustificada la separacioacuten de la ejecucioacuten real y el contenido ideal iquestNo se nos parte la realidad efectiva del conocimiento y del juicio en dos maneras de ser o ldquoestratosrdquo cuya recomposicioacuten no logra jamaacutes acertar en el modo de ser del conocimiento iquestNo tiene razoacuten el psicologismo cuando se cierra frente a esta sepa‐racioacuten aunque eacutel tampoco aclara ontoloacutegicamente el modo de ser del acto que piensa lo pensado ni lo conoce siquiera como problema
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El recurso a la distincioacuten entre la ejecucioacuten del juicio y el contenido del juicio no contribuye a la solucioacuten del problema del modo de ser de la adaequatio sino que solamente pone de manifiesto que la aclaracioacuten del modo de ser del conocimiento mismo se torna ineludible El anaacutelisis requerido para esto deberaacute esforzar‐se en po‐ner al mismo tiempo ante la mirada el fenoacutemeno de la verdad que es caracteriacutestico del conocimiento iquestCuaacutendo se hace la verdad fenomeacutenicamente expliacutecita en el co‐nocimiento mismo Se hace fenomeacutenicamente expliacutecita cuando el conocimiento se acredita como verdaderoclxix La autoacreditacioacuten le da al conocimiento la seguridad de estar en la verdad Por consiguiente la relacioacuten de concordancia se volveraacute visi‐ble dentro del contexto fenomeacutenico de la evidenciacioacuten Supongamos que alguien de espaldas a la pared formula el siguiente juicio verdadero ldquoEl cuadro que cuelga en la pared estaacute torcidordquo Este enunciado se evi‐dencia cuando el que lo enuncia se vuelve hacia la pared y percibe en ella el cuadro torcido iquestQueacute es lo evidenciado en esta evidenciacioacuten iquestCuaacutel es el sentido de la confirmacioacuten del enunciado iquestSe constata acaso una concordancia del ldquoconoci‐mientordquo o de lo ldquoconocidordquo con la cosa que estaacute en la pared Siacute y no ello depende de si se interpreta en forma fenomeacutenicamente adecuada la expresioacuten ldquolo conoci‐dordquo iquestA queacute estaacute referido el enunciante cuando hace su juicio sin percibir el cuadro sino ldquotan soacutelo representaacutendoselordquo iquestA ldquorepresentacionesrdquo acaso Ciertamente que no si representacioacuten significa aquiacute el acto de representarse algo en cuanto proceso psiacutequico Tampoco estaacute referido a representaciones en el sentido de lo representa‐do si por ello se entiende una ldquoimagenrdquo de la cosa real que estaacute en la pared Por el contrario el enunciado ldquomeramente representativordquo estaacute referido mdashen virtud de su sentido maacutes propiomdash al cuadro real en la pared Eacuteste y no otra cosa es lo mentado Toda interpretacioacuten que interponga aquiacute cualquier otra (218) cosa a la que el enun‐ciado meramente representativo hubiera de referirse adultera el contenido feno‐meacutenico acerca de aquello sobre lo cual recae el enunciado El enunciar es un estar vuelto hacia la cosa misma que es iquestY queacute es lo que se evidencia mediante la per‐cepcioacuten Tan soacutelo esto que lo que percibo es el mismo ente al que se referiacutea el enun‐ciado Se comprueba que el estar vuelto enunciante hacia lo enunciado es una mos‐tracioacuten del ente que el enunciado descubre el ente hacia el que estaacute vuelto Se evi‐dencia el caraacutecter descubridor del enunciado En el proceso evidenciante el conocer queda referido uacutenicamente al ente mismo Es en este mismo por asiacute decirlo donde se juega la comprobacioacuten El ente mismo se muestra tal como eacutel es en siacute mismo es decir que eacutel es en mismidad tal como el enunciado lo muestra y descubre No se comparan representaciones entre siacute ni tampoco en relacioacuten a la cosa real Lo que ha de evidenciarse no es una concordancia del conocer y el objeto ni menos aun de lo psiacutequico y lo fiacutesico pero tampoco es una concordancia de ldquocontenidos de concien‐ciardquo entre siacute Lo que necesita ser evidenciado es uacutenicamente el estar‐descubierto del ente mismo de el en el coacutemo de su estar al descubierto Este estar al descubierto se
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comprueba cuando lo enunciado esto es el ente mismo se muestra como el mismo Comprobacioacuten significa lo siguiente mostrarse del ente en mismidad1 La comprobacioacuten se realiza sobre la base de un mostrarse del ente Esto soacutelo es posible si el conoci‐miento enunciador y autocomprobatorio es por su propio sentido ontoloacutegico un estar vuelto descubridor hacia el ente real mismo Que el enunciado sea verdadero significa que descubre al ente en siacute mismo Enuncia muestra ldquohace verrdquo (ἀπὀφανσις) al ente en su estar al descubierto El ser‐verdadero (verdad) del enunciado debe entenderse como un ser‐descubridor La ver‐dad no tiene pues en absoluto la estructura de una concordancia entre conocer y objeto en el sentido de una adecuacioacuten de un ente (sujeto) a otro (219) (objeto) A su vez el ser‐verdadero en cuanto ser‐descubridor soacutelo es ontoloacutegica‐mente posible en virtud del estar‐en‐el‐mundo Este fenoacutemeno en el que hemos reconocido una constitucioacuten fundamental del Dasein es el fundamento del fenoacuteme‐no originario de la verdad Este uacuteltimo deberaacute ser examinado ahora maacutes a fondo b) El fenoacutemeno originario de la verdad y el caraacutecter derivado del concepto tradicional de
verdad Ser‐verdadero (verdad) quiere decir ser‐descubridor iquestPero no es eacutesta una definicioacuten extremadamente arbitraria de la verdad Con determinaciones concep‐tuales tan forzadas claro estaacute que puede lograrse eliminar del concepto de verdad la idea de la concordancia Este dudoso logro iquestno tendraacute que pagarse reduciendo a nada la antigua y ldquobuenardquo tradicioacuten Pero la definicioacuten aparentemente arbitraria soacutelo contiene la necesaria interpretacioacuten de lo que la maacutes remota tradicioacuten de la filo‐sofiacutea antigua ya barruntoacute en sus oriacutegenes y comprendioacute al mismo tiempo de un modo prefenomenoloacutegico El ser‐verdadero del λόγος en cuanto ἀπόφανσις es el ἀληθεύειν en el modo del ἀπόφαίνεσθαι un hacer ver al ente en su desocultacioacuten (en su estar al descubierto) sacaacutendolo fuera del ocultamiento La ἀλήθεια que en los textos arriba citados es identificada por Aristoacuteteles con el πρᾶγμα y los φαινό‐μενα significa las ldquocosas mismasrdquo aquello que se muestra el ente en el coacutemo de su 1 Sobre la idea de la evidenciacioacuten como ldquoidentificacioacutenrdquo cf Husserl Logische Untersuchungen 2 tomo II 2a parte Investigacioacuten VI Sobre ldquoevidencia y verdadrdquo ibid sectsect 36‐39 p 115 ss Las exposiciones usuales de la teoriacutea fenomenoloacutegica de la verdad se limitan a lo dicho en los Prolegoacutemenos criacuteticos (tomo I) y hacen notar su relacioacuten con la doctrina de la proposicioacuten de Bolzano En cambio se dejan intactas las interpretaciones fenomenoloacutegicas positivas que difieren radicalmente de la teoriacutea de Bolzano El uacutenico que desde fuera de la investigacioacuten fenomenoloacutegica acogioacute positivamente dichas investigaciones fue E Lask cuya Logik der Philosophie (1911) estaacute fuertemente determinada por la In‐vestigacioacuten VI (sobre las intuiciones sensibles y categoriales p 128 ss) de la misma manera como su Lehre vom Urteil (1912) lo estaacute por las secciones relativas a la evidencia y la verdad ya men‐cionadas
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estar al descubierto iquestY seraacute acaso un azar el hecho de que en uno de los fragmentos de Heraacuteclito1 mdashlos documentos filosoacuteficos maacutes antiguos que tratan expliacutecitamente del λόγοςmdash trasluzca el fenoacutemeno de la verdad recieacuten expuesto es decir la verdad en el sentido del estar al descubierto (no‐ocultacioacuten) Al λόγος y a aquel que lo dice y comprende Heraacuteclito contrapone los que carecen de comprensioacuten El λόγος es φράζων ὅκως ἔχει dice coacutemo se comporta el ente En cambio para los que no comprenden queda oculto λανθάνει lo que hacen ἐπιλανθάνονται ellos olvi‐dan es decir vuelve a hundiacuterseles en el oculta‐miento Por consiguiente al λόγος le es inherente la no‐ocultacioacuten la ἀ‐λήθεια La traduccioacuten de este vocablo por la palabra ldquoverdadrdquo y sobre todo las determinaciones conceptuales teoreacuteticas de esta expresioacuten encubren el sentido de la comprensioacuten prefilosoacutefica que subyaciacutea para los griegos ldquocomo cosa obviardquo en el uso del teacutermino ἀλήθεια (220) El recurso a este tipo de pruebas documentales deberaacute cuidarse de no caer en una desenfrenada miacutestica de la palabra sin embargo forma parte en definitiva del quehacer de la filosofiacutea preservar la fuerza de las maacutes elementales palabras en que se expresa el Dasein impidiendo su nivelacioacuten por el entendimiento comuacuten a un plano de incomprensibilidad que a su vez opera como fuente de pseudoproble‐mas Lo que anteriormente2 en una interpretacioacuten en cierto modo dogmaacutetica se expuso acerca del λόγος y la ἀλήθεια ha recibido ahora su justificacioacuten fenomeacuteni‐ca La ldquodefinicioacutenrdquo de la verdad que hemos propuesto no es un repudioclxx de la tra‐dicioacuten sino su apropiacioacuten originaria y lo seraacute maacutes claramente aun si se logra de‐mostrar que y coacutemo la teoriacutea filosoacutefica teniacutea que llegar a la idea de la concordancia en virtud del fenoacutemeno originario de la verdad La ldquodefinicioacutenrdquo de la verdad como un estar al descubierto y ser‐descubridor tampoco es la mera aclaracioacuten de una palabra sino que surge del anaacutelisis de aque‐llos comportamientos del Dasein que solemos llamar en primera instancia ldquoverda‐derosrdquo Ser‐verdadero en tanto que ser‐descubridor es una forma de ser del Dasein Aquello que hace posible este descubrir mismo necesariamente deberaacute ser llama‐do ldquoverdaderordquo en un sentido maacutes originario Los fundamentos ontoloacutegico‐existencia‐les del descubrir mismo ponen por primera vez ante la vista el fenoacutemeno maacutes originario de la verdad Descubrir es una forma de ser del estar‐en‐el‐mundo La ocupacioacuten circuns‐pectiva y la que se queda simplemente observando descubren los entes intramun‐danos Eacutestos llegan a ser lo descubierto Son ldquoverdaderosrdquo en un segundo sentido Primariamente ldquoverdaderordquo es decir descubridor es el Dasein Verdad en sentido
1 Cf Diels Fragmente der Vorsokratiker Heraacuteclito fragm 1 Z 2 Cf p 55 ss
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derivado no quiere decir ser‐descubridor (descubrimiento) sino ser‐descubierto (estar al descubierto) El anaacutelisis de la mundaneidad del mundo y del ente intramundano que se hizo maacutes arriba ha mostrado sin embargo lo siguiente el estar al descubierto del ente intramundano se funda en la aperturidad del mundo Ahora bien la aperturi‐dad es el modo fundamental como el Dasein es su Ahiacute La aperturidad estaacute consti‐tuida por la disposicioacuten afectiva el comprender y el discurso y concierne coorigi‐nariamente al mundo al estar‐en y al siacute‐mismo La estructura del cuidado como anticiparse‐a‐siacute mdashestando ya en un mundomdash en medio del ente intramundano im‐plica la aperturidad del Dasein EL estar al descubierto tiene lugar con ella y por ella por consiguiente soacutelo con la aperturidad del Dasein se ha alcanzado el fenoacuteme‐no maacutes originario de la verdad Lo mostrado maacutes arriba (221) respecto de la consti‐tucioacuten existencial del Ahiacute1 y en relacioacuten al ser cotidiano del Ahiacute2 no se referiacutea sino al fenoacutemeno maacutes originario de la verdad En tanto que el Dasein es esencialmente su aperturidad y que por estar abierto abre y descubre es tambieacuten esencialmente ldquoverdaderordquo El Dasein es ldquoen la verdadrdquo Este enunciado tiene un sentido ontoloacutegi‐co No pretende decir que el Dasein esteacute siempre o siquiera alguna vez oacutentica‐mente iniciado ldquoen toda la verdadrdquo sino que afirma que a su constitucioacuten existen‐cial le pertenece la aperturidad de su ser maacutes propio Recogiendo lo que ya hemos alcanzado se puede formular el sentido exis‐tencial plenario de la proposicioacuten ldquoel Dasein es en la verdadrdquo por medio de las si‐guientes precisiones 1 A la constitucioacuten de ser del Dasein le pertenece esencialmente la aperturi‐dad en general Eacutesta abarca el todo de aquella estructura de ser que ha sido explicita‐da por medio del fenoacutemeno del cuidado Al cuidado le pertenece no soacutelo el estar‐en‐el‐mundo sino tambieacuten el estar en medio de los entes intramundanos Coorigi‐nario con el ser del Dasein y su aperturidad es el estar al descubierto de los entes intramundanos 2 A la constitucioacuten de ser del Dasein le pertenece como constitutivum de su aperturidad la condicioacuten de arrojado En esta uacuteltima se revela que el Dasein en cuan‐to miacuteo y en cuanto eacuteste [concretiacutesimo] ya estaacute cada vez en un determinado mundo y en medio de un determinado ciacuterculo de determinados entes intramundanos La aperturidad es esencialmente faacutectica 3 A la constitucioacuten de ser del Dasein le pertenece el proyecto el aperiente es‐tar vuelto hacia su poder ser El Dasein en cuanto comprensor puede comprender‐se desde ldquoel mundordquo y los otros o desde su maacutes propio poder‐ser Esta uacuteltima po‐sibilidad implica que el Dasein se abre para siacute mismo en y como el maacutes propio
1 Cf p 158 ss 2 Cf p 189 ss
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poder‐ser Esta aperturidad propia muestra el fenoacutemeno de la verdad maacutes origina‐ria en el modo de la propiedad La aperturidad maacutes originaria vale decir la maacutes propia en la que el Dasein puede estar en cuanto poder‐ser es la verdad de la exis‐tencia Eacutesta alcanzaraacute su determinacioacuten ontoloacutegico‐existencial dentro del contexto de un anaacutelisis de la propiedad del Dasein 4 A la constitucioacuten de ser del Dasein le pertenece la caiacuteda Inmediata y (222) regularmente el Dasein estaacute perdido en su ldquomundordquo El comprender en tanto que proyectarse hacia las posibilidades de ser se ha emplazado alliacute El absorberse en el uno significa el dominio del estado interpretativo puacuteblico Lo descubierto y lo abierto lo estaacute en el modo del disimulo y de la obstruccioacuten que resultan de la ha‐bladuriacutea la curiosidad y la ambiguumledad El estar vuelto hacia el ente no ha desapa‐recido pero estaacute desarraigado El ente no queda enteramente oculto sino que estaacute justamente descubierto pero a la vez disimulado se muestra mdashpero en el modo de la apariencia Parejamente lo ya antes descubierto vuelve a hundirse en el disimu‐lo y el ocultamiento A fuer de esencialmente cadente el Dasein estaacute por su misma cons‐titucioacuten de ser en la ldquono verdadrdquo Este teacutermino al igual que el de la ldquocaiacutedardquo se usa aquiacute en un sentido ontoloacutegico Toda ldquovaloracioacutenrdquo oacutentica negativa debe ser excluida cuando se lo usa en este sentido analiacutetico‐existencial A la facticidad del Dasein son inherentes la obstruccioacuten y el encubrimiento El sentido ontoloacutegico‐existencial ple‐nario de la proposicioacuten ldquoel Dasein estaacute en la verdadrdquo implica cooriginariamente que ldquoel Dasein estaacute en la no‐verdadrdquo Pero tan soacutelo en la medida en que el Dasein estaacute abierto tambieacuten estaacute cerrado y soacutelo en la medida en que con el Dasein ya estaacute siempre descubierto el ente intramundano semejante ente queda mdashen cuanto es algo que puede comparecer intramundanamentemdash encubierto (oculto) o disimula‐do De ahiacute que el Dasein tenga tambieacuten la esencial necesidad de apropiarse ex‐pliacutecitamente de lo ya descubierto en lucha contra la apariencia y la disimulacioacuten y la de asegurarse siempre de nuevo del estar al descubierto Y maacutes auacuten ninguacuten nuevo descubrimiento se realiza sobre la base de un completo ocultamiento sino maacutes bien a partir de un estar al descubierto en el modo de la apariencia El ente tiene el aspecto dehellip es decir ya estaacute en cierto modo al descubierto pero en forma disimulada La verdad (el estar al descubierto) debe empezar siempre por serle arrebata‐da al ente El ente es arrancado al ocultamiento Todo estado faacutectico de descubri‐miento es siempre algo asiacute como un robo iquestSeraacute un azar que los griegos para decirla esencia de la verdad usaran una expresioacuten privativa (ἀ‐λήθεια) iquestNo se acusa en este modo de expresarse del Dasein una comprensioacuten originaria de su propio ser que es sin embargo tan soacutelo una comprensioacuten preontoloacutegica del hecho de que el estar‐en‐la‐no‐verdad constituye una determinacioacuten esencial del estar‐en‐el‐mun‐do
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Que la diosa de la verdad que conduce a Parmeacutenides lo ponga ante los dos caminos vale decir el del descubrimiento y el del ocultamiento no significa sino que el Dasein ya estaacute siempre en la verdad y en la no‐verdad El camino del descu‐brimiento soacutelo se alcanza en el κρίνειν λόγω en el discernimiento (223) compren‐sor de ambos y en la decisioacuten por uno de ellos1 La condicioacuten ontoloacutegico‐existencial para la determinacioacuten del estar‐en‐el‐mundo por la verdad y la no‐verdad se encuentra en esa constitucioacuten de ser del Da‐seina que hemos caracterizado como el proyecto arrojado Ella es un momento consti‐tutivo de la estructura del cuidado El resultado de la interpretacioacuten ontoloacutegico‐existencial del fenoacutemeno de la verdad ha sido el siguiente 1 Verdad en el sentido maacutes originario es la aperturidad del Dasein aperturidad a la que pertenece tambieacuten el estar al descubierto de los entes intramundanos 2 EL Dasein estaacute cooriginariamente en la verdad y en la no‐verdad Estas afirmaciones soacutelo podraacuten volverse plenamente comprensibles dentro del horizonte de la interpretacioacuten tradicional del fenoacutemeno de la verdadb si se lo‐gra mostrar 1 que la verdad entendida como concordancia tiene su origen en la aperturidad y que lo tiene en virtud de una determinada modificacioacuten 2 que el modo mismo de ser de la aperturidad lleva a que aparezca en primer lugar ante la mirada su modificacioacuten derivada y que eacutesta dirija la explicacioacuten teoreacutetica de la es‐tructura de la verdad El enunciado y la estructura del enunciado vale decir el ldquoen cuantordquo apofaacuten‐tico estaacuten fundados en la interpretacioacuten y en la estructura de la interpretacioacuten esto es en el ldquoen cuantordquo hermeneacuteutico y maacutes originariamente auacuten en el comprender y en la aperturidad del Dasein Ahora bien la verdad es considerada usualmente como un caraacutecter distintivo del enunciado asiacute derivado De este modo las raiacuteces de la verdad del enunciado remontan hasta la aperturidad del comprender2 Maacutes allaacute de esta mera indicacioacuten de la procedencia de la verdad del enunciado seraacute necesa‐rio mostrar ahora en forma expliacutecita el caraacutecter derivado del fenoacutemeno de la concor‐dancia El estar en medio del ente intramundano mdashel ocuparsemdash es descubridor Pero a la aperturidad del Dasein le pertenece esencialmente el discurso3 El Dasein
1 K Reinhardt (cf Parmenides und die Geschichte der griechischen Philosophie 1916) ha comprendido y resuelto por primera vez el problema tan debatido de la conexioacuten de las dos partes del poema de Parmeacutenides aunque sin mostrar en forma expliacutecita el fundamento ontoloacutegico de la conexioacuten de la ἀλήθεια con la δόξα ni su necesidad a del Da‐sein y por consiguiente de la in‐sistencia [Instaumlndigkeit] b Asiacute nunca llegaraacuten a serlo 2 Cf maacutes arriba sect 33 El enunciado como modo derivado de la interpretacioacuten 3 Cf sect 34
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se (224) expresa a siacute mismo mdashen cuanto descubridoramente vuelto hacia el ente Y en cuanto tal en el enunciado el Dasein se expresa a siacute mismo acerca del ente des‐cubierto El enunciado comunica el ente en el coacutemo de su estar al descubierto El Dasein que recibe esta comunicacioacuten se pone a siacute mismo (al percibirla) en el descu‐bridor estar vuelto hacia el ente del que se habla El enunciado expresado contiene en aquello ldquoacerca de lo cualrdquo habla el estar al descubierto del ente Este estar al descubierto se conserva en lo expresado Lo expresado se convierte de alguna ma‐nera en un ente a la mano dentro del mundo que puede ser recibido y vuelto a de‐cir a otros En virtud de la conservacioacuten del estar al descubierto lo expresado que ahora estaacute a la mano tiene en siacute mismo una relacioacuten con el ente acerca del cual eacutel es un enunciado El estar al descubierto es siempre un estar al descubierto dehellip Tambieacuten en el hablar repetidor el Dasein llega a estar vuelto hacia el ente mismo del que habla Pero estaacute y se considera dispensado de una originaria reejecucioacuten del acto descubridor de ese ente El Dasein no necesita colocarse ante el ente mismo en una experiencia ldquoori‐ginariardquo y sin embargo su ser queda vuelto hacia ese ente El Dasein no se apro‐pia del estar al descubierto [del ente] mediante un acto propio de descubrimiento sino que en amplia medida se apropia de eacutel oyendo decir lo que se dice El absor‐berse en lo dicho pertenece al modo de ser del uno Lo expresado en cuanto tal se hace cargo del estar vuelto hacia el ente descubierto en el enunciado Pero si este ente ha de ser objeto de una apropiacioacuten expliacutecita en su estar al descubierto enton‐ces el enunciado deberaacute evidenciarse como descubridor Pero el enunciado que ha sido expresado es un ente a la mano y lo es de tal manera que en cuanto conserva en siacute el estar al descubierto tiene en siacute mismo una relacioacuten con el ente descubierto La evidenciacioacuten de su ser‐descubridor significa ahora evidenciacioacuten de la relacioacuten que tiene con el ente el enunciado que conserva el estar al descubierto El enuncia‐do es un ente a la mano El ente con el que eacutel en cuanto descubridor guarda rela‐cioacuten es un ente intramundano a la mano o correlativamente un ente que estaacute‐ahiacute La relacioacuten misma se presenta de esta manera como estando‐ahiacute Pero la relacioacuten consiste en que el estar al descubierto que se conserva en el enunciado es siempre un estar al descubierto dehellip El juicio ldquocontiene algo que vale de los objetosrdquo (Kant) Pero la relacioacuten misma al transmutarse en una relacioacuten entre cosas que estaacuten‐ahiacute cobra ahora el caraacutecter de un estar‐ahiacute El estar al descubierto dehellip se convierte en la conformidad que estaacute‐ahiacute de un ente que estaacute‐ahiacute (el enunciado expresado) con un ente que estaacute‐ahiacute (el ente del que se habla) Y si se considera la conformidad sola‐mente como una relacioacuten entre entes que estaacuten‐ahiacute es decir si el modo de ser de los miembros de la relacioacuten es comprendido indiferenciadamente como un mero estar‐ahiacute entonces la relacioacuten se muestra como la concordancia simplemente presente de dos entes que estaacuten‐ahiacute
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Cuando el enunciado ha sido expresado el estar al descubierto del ente cobra (225) el modo de ser de lo a la mano dentro del mundo Ahora bien en la medida en que en el estar al descubierto e n c u a n t o e s u n e s t a r a l d e s c u b i e r t o d ehellip persiste una rela‐cioacuten a algo que estaacute‐ahiacute el estar al descubierto (ver‐dad) se convierte a su vez en una rela‐cioacuten que estaacute‐ahiacute entre entes que estaacuten‐ahiacute (intellectus y res) El fenoacutemeno existencial del estar al descubierto fundado en la aperturidad del Dasein se convierte en una propiedad simplemente presente que auacuten lleva consigo un caraacutecter relacional y que en cuanto tal queda dislocada en una relacioacuten entre cosas que estaacuten‐ahiacute La verdad como aperturidad y como estar vuelto descu‐bridor hacia el ente descubierto se ha convertido en verdad entendida como con‐cordancia entre entes que estaacuten‐ahiacute dentro del mundo Con ello queda demostrado el caraacutecter ontoloacutegicamente derivado del concepto tradicional de verdad Sin embargo lo que en el orden de las conexiones de fundamentacioacuten onto‐loacutegico‐existenciales es lo uacuteltimo pasa oacutentica y faacutecticamente por ser lo primero y maacutes inmediato Pero la necesidad de este factum se funda a su vez en el modo de ser del Dasein mismo Absorbieacutendose en los quehaceres de la ocupacioacuten el Dasein se comprende desde lo que comparece dentro del mundo El estar al descubierto que forma parte del descubrir es algo que dentro del mundo encontramos inme‐diatamente en lo expresado Pero no es soacutelo la verdad lo que comparece como algo que estaacute‐ahiacute sino que de un modo general la comprensioacuten del ser comprende to‐do ente en primer lugar como estando‐ahiacute La reflexioacuten ontoloacutegica inmediata so‐bre la ldquoverdadrdquo que primero comparece oacutenticamente comprende a su vez el λόγος (enunciado) como un λόγος τινός (enunciado sobrehellip estar al descubierto dehellip) pero interpreta este fenoacutemeno como algo que estaacute‐ahiacute y en funcioacuten de su posible estar‐ahiacute Pero dado que ese estar‐ahiacute es identificado con el sentido del ser en general no puede siquiera surgir la pregunta si acaso este modo de ser de la ver‐dad y la estructura con que ella se presenta en primer lugar son o no originarios Es la propia comprensioacuten del ser inmediatamente dominante en el Dasein y todaviacutea hoy no superada d e un mo d o r a d i c a l y e x p l iacute c i t o la que encubre el fenoacutemeno originario de la verdad Pero a la vez no se debe pasar por alto que entre los mismos griegos que fueron los primeros que desarrollaron en forma cientiacutefica esta comprensioacuten inme‐diata del ser e impusieron su dominio estaba tambieacuten viva la comprensioacuten origi‐naria aunque preontoloacutegica de la verdad y que ella se haciacutea valer mdashpor lo menos en Aristoacutetelesmdash incluso en contra del encubrimiento impliacutecito en su ontologiacutea1 (226) Aristoacuteteles no defendioacute jamaacutes la tesis de que el ldquolugarrdquo originario de la ver‐dad sea el juicio Dice maacutes bien que el λόγος es la forma de ser del Dasein que puede ser tanto descubridora como encubridora Esta doble posibilidad es lo que hay
1 Cf Eth Nic Z y Met θ 10
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de caracteriacutestico en el ser‐verdadero del λόγος el λόγος es el comportamiento que puede tambieacuten encubrir Y como Aristoacuteteles nunca sostuvo dicha tesis tampoco pudo hallarse en condicioacuten de ldquoextenderrdquo el concepto de verdad desde el λόγος hacia el puro νοεῖν La ldquoverdadrdquo de αἴσθησις y de la visioacuten de las ldquoideasrdquo es el descubri‐miento originario Y tan soacutelo porque la νόησις descubre de una manera primaria tambieacuten el λόγος puede tener en cuanto διανοεῖν una funcioacuten descubridora La tesis seguacuten la cual el ldquolugarrdquo genuino de la verdad es el juicio no soacutelo apela injustificadamente a Aristoacuteteles sino que por su contenido significa ademaacutes un desconocimiento de la estructura de la verdad El enunciado no soacutelo no es el ldquolugarrdquo primario de la verdad sino que al reveacutes en cuanto modo de apropiacioacuten del estar al descubierto y en cuanto forma de estar‐en‐el‐mundo el enunciado se funda en el descubrir mismo o lo que es igual en la aperturidad del Dasein La ldquoverdadrdquo maacutes originaria es el ldquolugarrdquo del enunciado y la condicioacuten ontoloacutegica de posibilidad para que los enunciados puedan ser verdaderos o falsos (descubridores o encubridores) La verdad entendida en su sentido maacutes originario pertenece a la constitu‐cioacuten fundamental del Dasein El teacutermino verdad designa un existencial Pero con esto queda ya bosquejada la respuesta a la pregunta por el modo de ser de la ver‐dad y por el sentido que tiene la necesidad de presuponer que ldquohay verdadrdquo
c) El modo de ser de la verdad y la presuposicioacuten de la verdad El Dasein en cuanto constituido por la aperturidad estaacute esencialmente en la verdad La aperturidad es un modo de ser esencial del Dasein ldquoHayrdquo verdad soacutelo en cuanto y mientras el Dasein es El ente soacutelo queda descubierto cuando y patentizado mientras el Dasein es Las leyes de Newton el principio de contradiccioacuten y en gene‐ral toda verdad soacutelo son verdaderos mientras el Dasein es Antes que hubiera al‐guacuten Dasein y despueacutes que ya no haya ninguacuten Dasein no habiacutea ni habraacute ninguna verdad porque en ese caso la verdad en cuanto aperturidad descubrimiento y es‐tar al descubierto no puede ser Antes que las leyes de Newton fueran descubiertas no eran ldquoverdaderasrdquo de lo cual no se sigue que fueran falsas ni mucho menos que se volveriacutean falsas si ya no fuera oacutenticamente posible ninguacuten estar al descu‐bierto Esta ldquorestriccioacutenrdquo tampoco implica una disminucioacuten del (227) ser‐verdadero de las ldquoverdadesrdquo Que las leyes de Newton no eran antes de eacutel ni verdaderas ni falsas no pue‐de significar que el ente que ellas muestran en su descubrir no haya sido antes Ta‐les leyes llegaron a ser verdaderas por medio de Newton en virtud de ellas ciertos entes se hicieron accesibles en siacute mismos para el Dasein Con el estar al descubierto
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del ente eacuteste se muestra precisamente como el ente que ya era antes Esta forma de descubrir es el modo de ser de la ldquoverdadrdquo Que hay ldquoverdades eternasrdquo soacutelo quedaraacute suficientemente demostrado cuando se logre probar que el Dasein fue y seraacute por toda la eternidad Mientras es‐to no se pruebe la frase no dejaraacute de ser una afirmacioacuten fantaacutestica que no cobra legitimidad por el hecho de que ordinariamente es ldquocreiacutedardquo por los filoacutesofos En virtud de su esencial modo de ser conforme al Dasein toda verdad es relativa al ser del Dasein iquestSignifica esta relatividad que toda verdad sea ldquosubjetivardquo Si se in‐terpreta ldquosubjetivordquo como ldquosometido al arbitrio del sujetordquo entonces ciertamente que no En efecto el descubrir en conformidad con su sentido maacutes propio sustrae el enunciado al arbitrio ldquosubjetivordquo y enfrenta al Dasein descubridor con el ente mismo Y precisamente porque la ldquoverdadrdquo es en cuanto descubrir un modo de ser del Dasein puede estar sustraiacuteda a su arbitrio La misma ldquovalidez universalrdquo de la verdad arraiga uacutenicamente en el hecho de que el Dasein puede descubrir y dejar en libertad al ente en siacute mismo Soacutelo asiacute este ente puede ser en siacute mismo vinculante pa‐ra todo posible enunciado es decir para toda mostracioacuten que recaiga sobre eacutel La verdad rectamente comprendida iquestquedaraacute siquiera afectada en lo maacutes miacutenimo por el hecho de que ella soacutelo es oacutenticamente posible en el ldquosujetordquo y que se sostiene o cae con el ser de eacuteste A partir del modo de ser de la verdad existencialmente concebida resulta ahora tambieacuten comprensible el sentido de la presuposicioacuten de la verdad iquestPor queacute debemos presuponer que hay verdad iquestQueacute significa ldquopresuponerrdquo iquestQueacute quiere decir ldquodebemosrdquo y ldquonosotrosrdquo iquestQueacute significa ldquohay verdadrdquo La verdad la presupone‐mos ldquonosotrosrdquo porque siendo nosotros en el modo de ser del Dasein estamos ldquoen la verdadrdquo No la presuponemos como algo ldquofuerardquo de nosotros o ldquosobrerdquo noso‐tros con respecto a lo cual nos comportariacuteamos de la misma manera como lo hace‐mos con respecto a otros ldquovaloresrdquo No somos nosotros los que presuponemos la ldquoverdadrdquo sino quea es ella la que hace ontoloacutegicamente posible que nosotros poda‐mos ser de tal modo que ldquopresupongamosrdquo algo Soacutelo la (228) verdad hace posible algo asiacute como una presuposicioacuten iquestQueacute significa ldquopresuponerrdquo Significa comprender algo como el fundamen‐to del ser de otro ente Semejante comprensioacuten de un ente en sus conexiones de ser soacutelo es posible en base a la aperturidad es decir al ser‐descubridor del Dasein Presuponer la ldquoverdadrdquo quiere decir entonces comprenderla como algo por mor de lo cual el Dasein es Ahora bien el Dasein mdashen virtud de la estructura de ser del cuidadomdash se anticipa siempre a siacute mismo Es un ente al que en su ser le va su maacutes propio poder‐ser Al ser y poder‐ser del Dasein en cuanto estar‐en‐el‐mundo le
a iexclpor el contrario la esencia de la verdad nos implanta en lo previo de lo que se nos dice [des Zugesagten]
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pertenece esencialmente la aperturidad y el descubrir Al Dasein le va su poder‐estar‐en‐el‐mundo y en eacutel le va el ocuparse circunspectivamente descubridor con el ente intramundano En el anticiparse‐a‐siacute del cuidado en cuanto constitucioacuten de ser del Dasein se encuentra la presuposicioacuten maacutes originaria Como este presuponerse le pertenece al ser del Dasein tambieacuten ldquonosotrosrdquo debemos presuponernos ldquoa nosotros mismosrdquo en cuanto determinados por la aperturidad Este ldquopresuponerrdquo constitutivo del ser del Dasein no se refiere al ente que no tiene el modo de ser del Dasein mdashy que tambieacuten es ademaacutes de aqueacutelmdash sino que se refiere uacutenicamente al Dasein mismo La verdad presupuesta o el ldquohayrdquo con el que se debe determinar su ser tiene el modo de ser o el sentido de ser del Dasein mismo La presuposicioacuten de la verdad debe‐mos ldquohacerlardquo nosotros porque ella ya estaacute ldquohechardquo con el ser del ldquonosotrosrdquo Debemos presuponer la verdad ella debe ser en cuanto aperturidad del Da‐sein asiacute como eacuteste mismo debe ser cada vez miacuteo y eacuteste Todo ello pertenece a la esencial condicioacuten de arrojado del Dasein en el mundo iquestHa decidido alguna vez el Dasein libremente y por siacute mismo y podraacute decidir jamaacutes si quiere o no venir a la ldquoexis‐tenciardquo ldquoEn siacuterdquo es imposible comprender por queacute los entes deban ser descubiertos por queacute hayan de ser la verdad y el Dasein La refutacioacuten usual del escepticismo es decir de la negacioacuten del ser o de la conocibilidad de la ldquoverdadrdquo se queda a medio camino Lo que ella muestra en una argumentacioacuten formal es solamente que cuan‐do se juzga se presupone la verdad Es la apelacioacuten al hecho de que la ldquoverdadrdquo es inherente al enunciado y de que el mostrar es por su sentido mismo un descubrir Pero queda sin aclarar por queacute tiene que ser asiacute cuaacutel es la razoacuten ontoloacutegica de esta necesaria conexioacuten de ser entre el enunciado y la verdad Asimismo queda total‐mente oscuro el modo de ser de la verdad y el sentido del presuponer y de su fun‐damento ontoloacutegico en el Dasein mismo Y se (229) desconoce ademaacutes que aun cuando nadie juzgara se presupondriacutea la verdad ya por el solo hecho de que el Dasein es Un esceacuteptico no puede ser refutado de la misma manera como no se puede ldquodemostrarrdquo el ser de la verdad El esceacuteptico si faacutecticamente es en el modo de la ne‐gacioacuten de la verdad tampoco necesita ser refutado En la medida en que eacutel es y se ha comprendido en este ser habraacute extinguido en la desesperacioacuten del suicidio el Da‐sein y por ende la verdad La verdad no puede ser demostrada en su necesidad porque el Dasein no puede someterse a siacute mismo a demostracioacuten Asiacute como no se ha demostrado que haya ldquoverdades eternasrdquo tampoco se ha demostrado que algu‐na vez mdashcomo en el fondo creen las refutaciones del escepticismo a pesar de su propio empentildeomdash haya habido un ldquoverdaderordquo esceacutepticoclxxi Quizaacutes los haya habi‐do con maacutes frecuencia de lo que se imagina la ingenuidad de las tentativas dialeacutec‐tico‐formales de tomar por sorpresa al ldquoescepticismordquo De esta manera al preguntar por el ser de la verdad y por la necesidad que tenemos de presuponerla se parte de un ldquosujeto idealrdquo lo mismo que al preguntar
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por la esencia del conocimiento El motivo expliacutecito o taacutecito para ello es la exigen‐cia legiacutetima pero que ha de ser fundamentada ontoloacutegicamente de que el tema de la filosofiacutea sea el ldquoapriorirdquo y no meros ldquohechos empiacutericosrdquo Pero iquestse satisface esta exigencia partiendo de un ldquosujeto idealrdquo iquestNo es eacuteste un sujeto fantaacutesticamente idea‐lizado Con semejante concepto del sujeto iquestno perdemos justamente el apriori del sujeto puramente ldquofaacutecticordquo es decir del Dasein iquestNo pertenece a la condicioacuten del apriori del sujeto faacutectico esto es a la facticidad del Dasein el estar cooriginaria‐mente en la verdad y en la no‐verdad Las ideas de un ldquoyo purordquo y de una ldquoconciencia en generalrdquo no contienen en modo alguno el apriori de la subjetividad ldquorealrdquo y de esta manera ambas ideas pa‐san por alto o no ven en absoluto los caracteres ontoloacutegicos de la facticidad y de la constitucioacuten de ser del Dasein El rechazo de una ldquoconciencia en generalrdquo no signi‐fica la negacioacuten del apriori asiacute como tampoco la posicioacuten de un sujeto idealizado garantiza que la aprioridad del Dasein esteacute fundada en las cosas mismas La afirmacioacuten de ldquoverdades eternasrdquo y la confusioacuten de un sujeto absoluto idealizado con la ldquoidealidadrdquo del Dasein fenomeacutenicamente fundada son restos de teologiacutea cristiana que hasta ahora no han sido plenamente erradicados de la pro‐blemaacutetica filosoacutefica El ser de la verdad estaacute en conexioacuten originaria con el Dasein Y tan soacutelo (230) porque el Dasein estaacute constituido por la aperturidad es decir por el comprender eso que llamamos el ser puede llegar a ser comprendido la comprensioacuten del ser es posible Ser mdashno el entemdash soacutelo lo ldquohayrdquo en tanto que la verdad es Y la verdad es tan soacutelo mientras el Dasein es y en la medida en que es Ser y verdad ldquosonrdquo coorigina‐rios Queacute significa que el ser ldquoesrdquo cuando debe distinguiacuterselo de todo entea soacutelo podraacute ser preguntado concretamente una vez que se haya aclarado en general el sentido del ser y el alcance de la comprensioacuten del ser Soacutelo entonces seraacute posible hacer un anaacutelisis originario del concepto de una ciencia del ser en cuanto tal y de sus posibilidades y modalidades Y frente a esta investigacioacuten y a su verdad seraacute nece‐sario determinar ontoloacutegicamente el caraacutecter y la verdad de la investigacioacuten que consiste en el descubrimiento del ente La respuesta a la pregunta por el sentido del ser estaacute todaviacutea pendiente iquestQueacute contribucioacuten ha hecho a la elaboracioacuten de esa pregunta el anaacutelisis fundamen‐tal del Dasein que hemos realizado hasta aquiacute Con la puesta al descubierto del fe‐noacutemeno del cuidado se ha aclarado la constitucioacuten de ser del ente a cuyo ser le pertenece eso que llamamos la comprensioacuten del ser Al mismo tiempo el ser del Dasein quedoacute delimitado frente a ciertos modos de ser (tales como el estar a la ma‐no el estar‐ahiacute la realidad) que caracterizan a los entes que no tienen el modo de
a Diferencia ontoloacutegica
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ser del Dasein Tambieacuten se ha aclarado el comprender mismo y de este modo se ha garantizado a la vez la transparencia metodoloacutegica del procedimiento comprensor‐interpretativo de la interpretacioacuten del ser Si con el fenoacutemeno del cuidado hemos llegado a la constitucioacuten originaria del ser del Dasein entonces seraacute tambieacuten posible conceptualizar sobre esta base la comprensioacuten del ser que se da en el cuidado es decir circunscribir el sentido del ser Pero iquestha quedado abierta con el fenoacutemeno del cuidado la constitucioacuten ontoloacute‐gico‐existencial maacutes originaria del Dasein La multiplicidad de estructuras que se da en el fenoacutemeno del cuidado iquestrepresenta la totalidad maacutes originaria del ser del Dasein faacutectico La investigacioacuten hecha hasta ahora iquestha logrado poner ante nuestra vista al Dasein como un todo
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(231) SEGUNDA SECCIOacuteN DASEIN Y TEMPOREIDAD
sect 45 El resultado de la etapa preparatoria del anaacutelisis fundamental del Dasein y la
tarea de una interpretacioacuten existencial originaria de este ente iquestQueacute se ha logrado con el anaacutelisis preparatorio del Dasein y queacute es lo que se busca Hemos encontrado la constitucioacuten fundamental del ente temaacutetico el estar‐en‐el‐mundo cuyas estructuras esenciales se centran en la aperturidad La totali‐dad de este todo estructural se reveloacute como cuidado En el cuidado estaacute contenido el ser del Dasein El anaacutelisis de este ser tomoacute como hilo conductor lo que anticipa‐damente fue definido como la esencia del Dasein la existencia1 Formalmente este teacutermino quiere decir lo siguiente el Dasein es en cuanto poder‐ser comprensor al que en tal ser le va este ser como el suyo propio El ente que es de esta manera lo soy cada vez yo mismo La elaboracioacuten del fenoacutemeno del cuidado proporcionoacute una mirada al interior de la constitucioacuten concreta de la existencia esto es a su coorigi‐naria conexioacuten con la facticidad y la caiacuteda del Dasein Se busca la respuesta a la pregunta por el sentido del ser en general y previa‐mente la posibilidad de una elaboracioacuten radical de esta pregunta fundamentala de toda ontologiacutea Pero la puesta al descubierto del horizonte dentro del cual se vuel‐ve inmediatamente comprensible algo asiacute como el ser en general equivale a la acla‐racioacuten de la posibilidad de la comprensioacuten del ser en general la cual pertenece por su parte a la constitucioacuten del ente que nosotros llamamos Dasein2 Sin embargo la comprensioacuten del ser en cuanto momento esencial del ser del Dasein soacutelo podraacute ser aclarada en forma radical una vez que el ente a cuyo ser ella pertenece haya sido originariamente interpretado en siacute mismo por lo que respecta a su ser iquestPodemos considerar la caracterizacioacuten ontoloacutegica del Dasein en tanto que cuidado como una interpretacioacuten originaria de este ente iquestCon queacute patroacuten se debe evaluar la originariedad o falta de originariedad de la analiacutetica existencial del Da‐sein iquestQueacute quiere decir propiamente originariedad de una interpretacioacuten ontoloacutegi‐ca 1 Cf sect 9 a pero por medio de la cual la lsquoonto‐logiacutearsquo a la vez se transforma (cf Kant und das Problem der Me‐taphysik seccioacuten IV) 2 Cf sect 6 sect 21 sect 43
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La investigacioacuten ontoloacutegica es un posible modo de interpretacioacuten [Ausle‐gung] interpretacioacuten que fue caracterizada como la elaboracioacuten y apropiacioacuten de un (232) comprender1 Toda interpretacioacuten tiene su haber previo su manera previa de ver y su manera de entender previa Si como interpretacioacuten teoreacutetica [Interpreta‐tion] ella se convierte en tarea expliacutecita de una investigacioacuten entonces el todo de estos ldquosupuestosrdquo llamado por nosotros la situacioacuten hermeneacuteutica necesita ser pre‐viamente aclarado y asegurado en y desde una experiencia fundamental del ldquoobje‐tordquo que queremos patentizar La interpretacioacuten ontoloacutegica que debe poner al des‐cubierto el ente en lo que respecta a la constitucioacuten de ser que le es propia se ve obligada a llevar al ente temaacutetico por medio de una primera caracterizacioacuten feno‐meacutenica al haber previo al cual deberaacuten ajustarse todos los pasos ulteriores del anaacutelisis Pero a la vez eacutestos necesitan ser dirigidos por la posible manera previa de ver que apunta al modo de ser del ente en cuestioacuten Haber previo y manera previa de ver bosquejan entonces al mismo tiempo el repertorio de conceptos (manera de entender previa) a que deben ser elevadas todas las estructuras de ser Pero una interpretacioacuten ontoloacutegica originaria no demanda tan soacutelo una si‐tuacioacuten hermeneacuteutica garantizada por su adecuacioacuten a los fenoacutemenos sino que de‐be asegurarse expliacutecitamente de que ha hecho entrar en el haber previo el todo del ente temaacutetico Asimismo tampoco basta un primer bosquejo aunque fenomeacutenica‐mente fundado del ser de este ente La manera previa de ver que apunta hacia el ser debe maacutes bien alcanzarlo en la unidad de los correspondientes y posibles mo‐mentos estructurales Soacutelo entonces podraacute plantearse y responderse con seguridad fenomeacutenica la pregunta por el sentido de la unidad de la totalidad‐de‐ser del ente entero iquestPodemos decir que el anaacutelisis existencial del Dasein realizado hasta ahora haya surgido de una situacioacuten hermeneacuteutica tal que garantice la originariedad re‐querida desde un punto de vista ontoloacutegico‐fundamental iquestSe puede a partir del resultado obtenido mdashel ser del Dasein es el cuidadomdash progresar hacia la pregunta por la unidad originaria de este todo estructural iquestQueacute sucede con la manera previa de ver que ha guiado hasta aquiacute el proce‐dimiento ontoloacutegico La idea de la existencia ha sido perfilada como un poder‐ser comprensor al que le va su ser mismo Pero en tanto que cada vez miacuteo el poder‐ser queda libre para la propiedad o impropiedad o para la indiferencia modal de ellas2 Hasta aquiacute la interpretacioacuten tomando pie en la cotidianidad media se ha li‐mitado al anaacutelisis del existir indiferente o impropio Es verdad que por este camino tambieacuten nos ha sido posible y hasta necesario alcanzar una determinacioacuten concre‐ta de la existencialidad de la existencia Sin embargo la caracterizacioacuten (233) onto‐
1 Cf sect 32 2 Cf sect 9
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loacutegica de la constitucioacuten de la existencia ha adolecido de una falla esencial Existen‐cia quiere decir poder‐ser pero tambieacuten poder‐ser propio Mientras la estructura existencial del poder‐ser propio no sea incorporada en la idea de existencia le fal‐taraacute originariedad a la manera previa de ver que guiacutea la interpretacioacuten existencial iquestY queacute sucede con el haber previo de la situacioacuten hermeneacuteutica en que nos encontramos iquestCuaacutendo y en queacute forma se ha asegurado el anaacutelisis existencial de que al tomar pie en la cotidianidad haciacutea entrar al Dasein entero mdasha este ente des‐de su ldquocomienzordquo hasta su ldquofinalrdquomdash en la mirada fenomenoloacutegica tematizante Hemos afirmado ciertamente que el cuidado es la totalidad del todo estructural de la constitucioacuten del Dasein1 iquestPero no se renuncia ya en el punto de partida de la interpretacioacuten a la posibilidad de poner bajo la mirada al Dasein como un todo En efecto cotidianidad es precisamente el ser ldquoentrerdquo el nacimiento y la muerte Y si la existencia determina el ser del Dasein y la esencia de la existencia estaacute co‐constituidaa por el poder‐ser entonces mientras exista el Dasein pudiendo ser tendraacute siempre que no ser todaviacutea algo Un ente cuya esencia consiste en la exis‐tencia se resiste esencialmente a la posibilidad de ser aprehendido como un ente entero La situacioacuten hermeneacuteutica no soacutelo no se ha asegurado hasta ahora el ldquoha‐berrdquo del ente entero sino que cabe incluso preguntarse si este ldquohaberrdquo es siquiera alcanzable y si una interpretacioacuten ontoloacutegica originaria del Dasein no tendraacute que fracasar mdashpor el modo de ser del ente temaacutetico mismo Una cosa se ha vuelto imposible de desconocer el anaacutelisis existencial del Da‐sein hecho hasta aquiacute no puede reivindicar para siacute la originariedad En el haber previo es‐taba siempre tan soacutelo el ser impropio del Dasein y eacuteste en tanto que no entero Si la interpretacioacuten del ser del Dasein como fundamento de la elaboracioacuten de la pre‐gunta ontoloacutegica fundamental debe llegar a ser originaria entonces ella tendraacute pri‐mero que sacar existencialmente a luz el ser del Dasein en su posible propiedad e integridadclxxii Y asiacute surge la tarea de introducir al Dasein entero en el haber previo Pero esto significa desarrollar primero de una vez por todas la cuestioacuten del poder‐estar‐enteroclxxiii de este ente En el Dasein mientras eacutel es queda siempre auacuten algo (234) pendiente que eacutel puede ser y seraacute Pero a este resto pendienteclxxiv pertenece el ldquofinrdquo mismo El ldquofinrdquo del estar‐en‐el‐mundo es la muerte Este fin perteneciente al poder‐ser es decir a la existencia limita y determina la integridad cada vez posible del Dasein El haber‐llegado‐a‐finb clxxv del Dasein en la muerte y por consiguiente el estar‐entero de este ente soacutelo podraacute empero ser incorporado en forma fenomeacute‐nicamente adecuada al examen del posible estar‐entero cuando se haya logrado un
1 Cf sect 41 a a la vez que por el estar‐ya b lsquoEstarrsquo‐vuelto‐hacia‐el‐fin [o lsquoserrsquo‐de‐cara‐al‐Fin]
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concepto ontoloacutegicamente suficiente esto es un concepto existencial de la muerte Ahora bien si hablamos de un modo que sea conforme al Daseina la muerte soacutelo es en un existentivo estar vuelto hacia la muerteb La estructura existencial de este estar [o ser] se revela como la constitucioacuten ontoloacutegica del poder‐estar‐entero del Dasein Por consiguiente el Dasein existente entero se deja introducir en el haber previo existencial iquestPero puede el Dasein existir entero tambieacuten propiamente iquestCoacutemo debe‐raacute entonces determinarse la propiedad de la existencia si no es con vistas a un exis‐tir propio iquestDe doacutende tomaremos el criterio para ello Manifiestamente el Dasein mismo deberaacute ofrecernos en su ser la posibilidad y el modo de su existencia pro‐pia si es que eacutesta no ha de serle oacutenticamente impuesta ni inventada ontoloacutegica‐mente Ahora bien el testimonio de un poder‐ser propio lo da la conciencia mo‐ralclxxvi Al igual que la muerte este fenoacutemeno del Dasein exige una interpretacioacuten genuinamente existencial Eacutesta nos llevaraacute a ver que en el querer‐tener‐conciencia se da un poder‐ser propio del Dasein Pero esa posibilidad existentiva que es el que‐rer‐tener‐conciencia tiende por su sentido de ser a determinarse existentivamente por medio del estar vuelto hacia la muerte Con la exhibicioacuten de un poder‐estar‐entero propio del Dasein la analiacutetica exis‐tencial se asegura la constitucioacuten del ser originario del Dasein pero al mismo tiem‐po el poder‐estar‐entero propio aparece como un modo del cuidado Con ello se asegura tambieacuten el terreno fenomeacutenico adecuado para una interpretacioacuten origina‐ria del sentido del ser del Dasein Ahora bien el fundamento ontoloacutegico originario de la existencialidad del Dasein es la temporeidad Soacutelo desde ella resulta existencialmente comprensible la totalidad estructural articulada del ser del Dasein en tanto que cuidado La inter‐pretacioacuten del sentido del ser del Dasein no puede detenerse en esta averiguacioacuten El anaacutelisis tempoacutereo‐existencial de este ente necesita de la comprobacioacuten concreta Las estructuras ontoloacutegicas del Dasein ya alcanzadas tienen que ser retrospectiva‐mente puestas al descubierto en su sentido tempoacutereo La cotidianidad se revela como modo de la temporeidad Mediante esta repeticioacuten del anaacutelisis fundamental preparatorio del Dasein se volveraacute a la vez maacutes transparente el fenoacutemeno mis mo de la temporeidad Desde ella se hace entonces comprensible por queacute el Dasein (235) en el fondo de su ser es y puede ser histoacuterico y por queacute puede en cuanto his‐toacuterico desarrollar un saber histoacutericoclxxvii Si la temporeidad constituye el sentido originario del ser del Dasein y si a este ente en su ser le va este mismo ser entonces el cuidado tendraacute que hacer uso del ldquotiempordquo y por consiguiente contar con ldquoel tiempordquo La temporeidad del Dasein desarrolla el ldquocoacutemputo del tiempordquo El ldquotiempordquo experimentado en eacuteste es el as‐
a si se piensa en conformidad a la esencia del Dasein b Ser del no‐ser
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pecto fenomeacutenico inmediato de la temporeidad De eacutel brota la comprensioacuten coti‐diana y vulgar del tiempo Y eacutesta se despliega en el concepto tradicional del tiem‐po El esclarecimiento del origen del ldquotiempordquo ldquoen el querdquo comparece el ente in‐tramundano del tiempo como intratemporeidad pone de manifiesto una esencial posibilidad de temporizacioacuten de la temporeidad Con esto se prepara la compren‐sioacuten para una temporizacioacuten aun maacutes originaria de la temporeidad En ella se fun‐da la comprensioacuten del ser que es constitutiva del ser del Dasein La proyeccioacuten de un sentido del ser en general se puede llevar a cabo en el horizonte del tiempoa La investigacioacuten contenida en la presente seccioacuten recorre pues los siguien‐tes estadios la posibilidad del estar‐entero del Dasein y el estar vuelto hacia la muerte (capiacutetulo 1) la atestiguacioacuten por parte del Dasein de un poder‐ser propio y la resolucioacuten (capiacutetulo 2) el poder‐estar‐entero propio y la temporeidad como sen‐tido ontoloacutegico del cuidado (capiacutetulo 3) temporeidad y cotidianidad (capiacutetulo 4) temporeidad e historicidad (capiacutetulo 5) temporeidad e intratemporeidad como ori‐gen del concepto vulgar del tiempo (capiacutetulo 6)1
a Pre‐sencia [An‐wesenheit] (llegada y acontecer apropiante [Ankunft und Ereignis]) 1 En el siglo XIX S Kierkegaard abordoacute expresamente el problema de la existencia en cuanto proble‐ma existentivo y lo pensoacute con profundidad Sin embargo la problemaacutetica existencialb le es de tal modo ajena que desde un punto de vista ontoloacutegico Kierkegaard es enteramente tributario de He‐gel y de la filosofiacutea antigua vista a traveacutes de eacutel De ahiacute que filosoacuteficamente haya maacutes que aprender de sus escritos ldquoedificantesrdquo que de los teoreacuteticos con la excepcioacuten del tratado sobre el concepto de la angustia b Entieacutendase la de la ontologiacutea fundamental ed la que se dirige a la pregunta por el ser como tal pregunta
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CAPIacuteTULO PRIMERO La posibilidad del estar‐entero del Dasein y el estar vuelto hacia la muerte
sect 46 La aparente imposibilidad de una aprehensioacuten y determinacioacuten ontoloacutegica
del estar‐entero del Dasein Lo insuficiente de la situacioacuten hermeneacuteutica de la que surgioacute el precedente anaacutelisis del Dasein debe ser superado En vista de la necesidad de alcanzar el haber (236) previo del Dasein en su integridad se deberaacute preguntar si este ente en cuan‐to existente puede siquiera hacerse accesible en su estar‐entero Por la imposibili‐dad de esto uacuteltimo parecen abogar importantes razones que arraigan en la consti‐tucioacuten de ser del Dasein mismo La posibilidad de un estar‐entero de este ente contradice manifiestamente el sentido ontoloacutegico del cuidado que constituye la totalidad del todo estructural del Dasein El momento primario del cuidado el ldquoanticiparse‐a‐siacuterdquo quiere decir en efecto el Dasein existe siempre por mor de siacute mismo ldquoMientras estaacute siendordquo hasta su fin se comporta en relacioacuten a su poder‐ser Incluso cuando todaviacutea existiendo no tiene nada maacutes ldquoante siacuterdquo y ha ldquocerrado su cuentardquo su ser estaacute todaviacutea determi‐nado por el ldquoanticiparse‐a‐siacuterdquo La desesperanza por ejemplo no arranca al Dasein de sus posibilidades sino que es solamente un modo peculiar del estar vuelto hacia estas posibilidades No menos encierra un ldquoanticiparse‐a‐siacuterdquo el ldquoestar dispuesto a todordquo sin ilusiones En efecto este momento estructural del cuidado dice inequiacute‐vocamente que en el Dasein siempre hay algo que todaviacutea falta que como poder‐ser de siacute mismo no se ha hecho auacuten ldquorealrdquo En la esencia de la constitucioacuten funda‐mental del Dasein se da por consiguiente una permanente inconclusioacuten El inacaba‐miento significa un resto pendiente de poder‐ser Pero tan pronto como el Dasein ldquoexisterdquo de tal manera que en eacutel ya no haya absolutamente nada pendiente enton‐ces ya se ha convertido tambieacuten a una con ello en un no‐existir‐maacutes La elimina‐cioacuten de lo que falta de ser equivale a la aniquilacioacuten de su ser Mientras el Dasein en cuanto ente es jamaacutes habraacute alcanzado su ldquointegridadrdquo Pero si la alcanza este logro se convierte en la absoluta peacuterdida del estar‐en‐el‐mundo Entonces ya nunca maacutes seraacute experimentable como ente La razoacuten de la imposibilidad de experimentar oacutenticamente al Dasein en su integridad entitativa y por consiguiente de determinarlo ontoloacutegicamente en su estar‐entero no estriba en una imperfeccioacuten de la facultad cognoscitiva El impedi‐mento estaacute por el lado del ser de este ente Lo que no puede en absoluto ser de la
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manera como la experiencia pretende aprehender al Dasein se sustrae principial‐mente a la posibilidad de ser experimentado Pero iquestno resulta entonces una em‐presa desesperada descifrar en el Dasein la integridad ontoloacutegica de su ser El ldquoanticiparse‐a‐siacuterdquo como momento esencial de la estructura del cuidado no se deja suprimir Pero iquestes igualmente concluyente lo que de ahiacute deduciacuteamos iquestNo se llegoacute mediante una argumentacioacuten meramente formal a la imposibilidad (237) de captar al Dasein entero iquestO no se habraacute concebido en el fondo al Dasein inadvertidamente como algo‐que‐estaacute‐ahiacute al que en todo momento se le desliza por delante un no‐estar‐todaviacutea‐ahiacute La argumentacioacuten iquesthabraacute comprendido el no‐ser‐auacuten y la ldquoanticipacioacutenrdquo en un genuino sentido existencial Al hablar de ldquofinrdquo y de ldquointegridadrdquo iquestnos hemos ajustado fenomeacutenicamente al Dasein La expresioacuten ldquomuerterdquo iquestteniacutea una significacioacuten bioloacutegica o una significacioacuten ontoloacutegico‐existen‐cial iquestteniacutea siquiera una significacioacuten definida en forma suficientemente segura iquestSe han agotado efectivamente todas las posibilidades de hacer accesible al Dasein en su integridad Estas preguntas reclaman una respuesta antes de que se pueda descartar co‐mo fuacutetil el problema de la integridad del Dasein La pregunta por la integridad del Dasein tanto la existentiva en busca de un posible poder‐estar‐entero como la existencial que interroga por la constitucioacuten de ser del ldquofinrdquo y la ldquointegridadrdquo lle‐va consigo la tarea de un anaacutelisis positivo de fenoacutemenos de existencia hasta ahora pospuestos El centro de estas consideraciones lo ocuparaacute la caracterizacioacuten onto‐loacutegica del haber‐llegado‐a‐fin que es propio del Dasein y la acuntildeacioacuten de un con‐cepto existencial de la muerte Estas investigaciones se articularaacuten de la siguiente manera la posibilidad de experimentar la muerte de los otros y de aprehender al Dasein entero (sect 47) el resto pendiente el fin y la integridad (sect 48) delimitacioacuten del anaacutelisis existencial de la muerte frente a otras posibles interpretaciones del fe‐noacutemeno (sect 49) bosquejo de la estructura ontoloacutegico‐existencial de la muerte (sect 50) el estar vuelto hacia la muerte y la cotidianidad del Dasein (sect 51) el cotidiano estar vuelto hacia la muerte y el concepto existencial plenario de la muerte (sect 52) pro‐yecto existencial de un modo propio de estar vuelto hacia la muerte (sect 53)
sect 47 La posibilidad de experimentar la muerte de los otros y de aprehender al Dasein entero
Alcanzar la integridad del Dasein en la muerte es al mismo tiempo una peacuterdida del ser del Ahiacute El paso a no‐existir‐maacutes [nichtmehrdasein] saca precisamen‐te al Dasein fuera de la posibilidad de experimentar este mismo paso y de com‐prenderlo en tanto que experimentado Sin duda esta experiencia le estaacute vedada a cada Dasein respecto de siacute mismo Tanto maacutes se nos impone entonces la muerte de
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los otros Asiacute un llegar del Dasein a su fin resulta ldquoobjetivamenterdquo accesible El Da‐sein puede lograr ya que eacutel es por esencia un coestar con los otros una experiencia de la muerte Este darse ldquoobjetivordquo de la muerte deberaacute posibilitar tambieacuten una delimitacioacuten ontoloacutegica de la integridad del Dasein iquestConduce al fin propuesto este faacutecil recurso tomado del modo de ser del Dasein (238) en cuanto convivir que consiste en escoger como sustituto para el anaacutelisis de la integridad del Dasein al Dasein de los otros que ha llegado a su fin Tambieacuten el Dasein de los otros al alcanzar en la muerte su integridad es un no‐existir‐maacutes en el sentido de no‐estar‐maacutes‐en‐el‐mundo iquestNo quiere decir el mo‐rir salir‐del‐mundo perder el estar‐en‐el‐mundo Sin embargo el no‐estar‐maacutes‐en‐el‐mundo del que ha muerto es todaviacutea mdashen rigormdash un estar en el sentido del me‐ro‐estar‐ahiacute de una cosa corpoacuterea compareciente En el morir de los otros se puede experimentar ese extrantildeo fenoacutemeno de ser que cabe definir como la conversioacuten de un ente desde el modo de ser del Dasein (o de la vida) al modo de ser del no‐existir‐maacutes El fin del ente qua Dasein es el comienzo de este ente qua mero estar‐ahiacute Sin embargo esta interpretacioacuten de la conversioacuten del Dasein en mero‐estar‐ahiacute yerra el fenoacutemeno en la medida en que el ente que queda no se reduce a una mera cosa corpoacuterea El mismo cadaacutever ahiacute presente sigue siendo desde un punto de vista teoreacutetico un objeto posible de la anatomiacutea patoloacutegica cuya manera de comprender queda orientada por la idea de la vida Lo meramente‐presenteclxxviii es ldquomaacutesrdquo que una cosa material sin vida En eacutel comparece un no‐viviente que ha perdi‐do la vida Pero tampoco esta caracterizacioacuten de lo auacuten remanente agota en su integridad el dato fenomeacutenico en lo relativo al Dasein El ldquodifuntordquoclxxix que a diferencia del ldquomuertordquo le ha sido arrebatado a sus ldquodeudosrdquo es objeto de una [particular] ldquoocupacioacutenrdquo en la forma de las honras fuacutenebres de las exequias del culto a las tumbas Y esto ocurre porque el difunto en su modo de ser es ldquoalgo maacutesrdquo que un mero uacutetil a la mano objeto de posible ocupacioacuten en el mundo circundante Al acompantildearlo en el duelo recordatorio los deudos estaacuten con eacutel en un modo de la solicitud reverenciante Por eso la relacioacuten de ser para con los muertos tampoco debe concebirse como un estar ocupado con entes a la mano En semejante coestar con el muerto el difunto mismo no ex‐siste faacutecticamen‐te maacutes [ist hellip nicht mehr faktisch ldquodardquo] Sin embargo coestar quiere decir siempre es‐tar los unos con los otros en el mismo mundo El difunto ha abandonado y dejado atraacutes nuestro ldquomundordquo Desde eacuteste los que quedan pueden estar todaviacutea con eacutel Mientras maacutes ajustadamente se aprehenda el fenoacutemeno del no‐existir‐maacutes del (239) difunto tanto maacutes claramente se mostraraacute que semejante coestar con el muerto justamente no experimenta el verdadero haber‐llegado‐a‐fin del difunto Es cierto que la muerte se nos revela como peacuterdida pero maacutes bien como una peacuterdida
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que experimentan los que quedan Sin embargo al sufrir esta peacuterdida no se hace accesible en cuanto tal la peacuterdida‐del‐ser que ldquosufrerdquo el que muere No experimen‐tamos en sentido propio el morir de los otros sino que a lo sumo solamente ldquoasistimosrdquo a eacutel Y aun cuando fuese posible y viable representarse ldquopsicoloacutegicamenterdquo el morir de los otros cuando se asiste a eacutel con eso no quedariacutea en modo alguno capta‐da la manera de ser que estaacute en cuestioacuten vale decir el morir como llegar‐a‐fin Lo que estaacute en cuestioacuten es el sentido ontoloacutegico del morir del que muere como una posibilidad de ser de su ser y no la forma de la coexistencia y del seguir existiendo del difunto con los que han quedado El expediente de tomar la muerte experimen‐tada en otros como tema para el anaacutelisis del fin y de la integridad del Dasein no consigue dar ni oacutentica ni ontoloacutegicamente lo que eacutel cree poder dar Pero sobre todo la referencia al morir de otros como tema sucedaacuteneo para el anaacutelisis ontoloacutegico de la conclusioacuten y de la integridad del Dasein reposa sobre un supuesto acerca del cual podriacutea mostrarse que es un total desconocimiento del modo de ser del Dasein Este supuesto consiste en la opinioacuten de que un Dasein puede a voluntad ser sustituido por otro de tal manera que lo que resulta inexpe‐rimentable en el propio Dasein se vuelva accesible en el ajeno Pero iquestes este su‐puesto efectivamente tan infundado Entre las posibilidades de ser del convivir en el mundo figura indiscutible‐mente la reemplazabilidad de un Dasein por otro En la cotidianidad del ocuparse se hace variado y constante uso de esta reemplazabilidad Todo ir ahellip todo contribuir conhellip es reemplazable en el aacutembito del ldquomundo circundanterdquo de la ocupacioacuten in‐mediata La amplia variedad de maneras sustituibles de estar‐en‐el‐mundo se ex‐tiende no soacutelo a los modos usuales del convivir puacuteblico sino que atantildee asimismo a las posibilidades del ocuparse limitadas a determinados ciacuterculos y restringidas a ciertas profesiones clases sociales y edades de la vida Pero tal sustitucioacuten es siem‐pre por su sentido mismo una sustitucioacuten ldquoenrdquo y ldquoen relacioacuten conrdquo algo es decir en el ocuparse de algo Ahora bien el Dasein cotidiano se comprende inmediata y regularmente desde aquello de que suele ocuparse ldquoSe esrdquo lo que se hace Con res‐pecto a este ser al comuacuten absorberse cotidiano en el ldquomundordquo de la ocupacioacuten la reemplazabilidad no soacutelo es posible sino que es incluso un constitutivum del convi‐vir Aquiacute un Dasein puede y hasta tiene que (240) ldquoserrdquo el otro dentro de ciertos liacutemites Sin embargo esta posibilidad de sustitucioacuten fracasa completamente cuando se trata de la sustitucioacuten de la posibilidad de ser que constituye el llegar‐a‐fin del Dasein y que como tal le da a eacuteste su integridad Nadie puede tomarle al otro su mo‐rir Bien podriacutea alguien ldquoir a la muerte por otrordquo Sin embargo esto siempre signifi‐ca sacrificarse por el otro ldquoen una causa determinadardquo Semejante morir porhellip no puede empero significar jamaacutes que de este modo le sea tomada al otro su muerte
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El morir debe asumirlo cada Dasein por siacute mismo La muerte en la medida en que ella ldquoesrdquo es por esencia cada vez la miacutea Es decir ella significa una peculiar posibi‐lidad de ser en la que estaacute en juego simplemente el ser que es en cada caso propio del Dasein En el morir se echa de ver que la muertea se constituye ontoloacutegicamente por medio del ser‐cada‐vez‐miacuteo y de la existencia1 El morir no es un incidente si‐no un fenoacutemeno soacutelo existencialmente comprensible y esto en un sentido especia‐liacutesimo que habraacute que centildeir todaviacutea maacutes de cerca Pero si el ldquoterminarrdquo en cuanto morir constituye la integridad del Dasein entonces el ser de la integridad misma tiene que ser concebido como fenoacutemeno existencial del Dasein cada vez propio En el ldquoterminarrdquo y en el estar‐entero del Dasein constituido por aqueacutel no ha lugar por esencia ninguna sustitucioacuten La sali‐da propuesta desconoce este hecho existencial cuando toma el morir de los otros como tema sucedaacuteneo para el anaacutelisis de la integridad De esta manera el intento de hacer accesible de un modo fenomeacutenicamente adecuado el estar‐entero del Dasein ha vuelto a fracasar Pero el resultado de estas reflexiones no es meramente negativo Aunque en forma elemental ellas se hicie‐ron con la vista puesta en los fenoacutemenos La muerte ha sido sentildealada como fenoacute‐meno existencial Con esto la investigacioacuten recibe una orientacioacuten puramente exis‐tencial hacia el Dasein cada vez propio Para el anaacutelisis de la muerte en tanto que morir soacutelo queda la posibilidad de llevar este fenoacutemeno a un concepto puramente existencial de otro modo habriacutea que renunciar a su comprensioacuten ontoloacutegica Ademaacutes al caracterizar el paso del Dasein a no‐existir‐maacutes en tanto que no‐estar‐maacutes‐en‐el‐mundo se ha mostrado que el salir‐del‐mundo del Dasein en el sentido del morir debe ser distinguido de un salir‐del‐mundo de lo solamente vi‐viente El terminar de un ser vivo lo expresamos en nuestra terminologiacutea con el vo‐cablo fenecer [Verenden]clxxx La diferencia soacutelo puede hacerse visible trazando (241) los liacutemites entre el terminar del Dasein y la cesacioacuten de una vidaclxxxi 2 Es cierto que tambieacuten el morir se deja concebir de un modo bioloacutegico‐fisioloacutegico Pero el concep‐to meacutedico del ldquoexitusrdquo no coincide con el concepto del fenecer De la consideracioacuten hecha hasta aquiacute sobre la posibilidad ontoloacutegica de cap‐tar la muerte resulta claro al mismo tiempo que la interpolacioacuten inadvertida de entes de otra iacutendole (estar‐ahiacute o vida) amenaza enturbiar la interpretacioacuten de este fenoacutemeno e incluso ya el primer darse adecuado del mismo A esto soacutelo se puede hacer frente si se busca para el anaacutelisis que habraacute de seguir una determinacioacuten on‐toloacutegica suficiente de los fenoacutemenos constitutivos que son el fin y la integridad
a El respecto del Dasein para con la muerte la muerte misma = su llegada‐entrada el morir 1 Cf sect 9 2 Cf sect 10
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sect 48 Resto pendiente el fin y la integridad
Dentro del marco de la presente investigacioacuten la caracterizacioacuten ontoloacutegica del fin y de la integridad soacutelo puede ser provisional Para llevarla a cabo en forma suficiente se requeririacutea no soacutelo exponer la estructura formal del fin en general y de la integridad en general sino que se necesitariacutea tambieacuten desarrollar sus posibles variantes estructurales regionales es decir desformalizadas referidas a cada preci‐so geacutenero de entes y determinadas desde su ser Esta tarea presupone a su vez una interpretacioacuten positiva y suficientemente precisa de los modos de ser que posi‐bilitan una divisioacuten por regiones del todo del ente Ahora bien la comprensioacuten de estos modos de ser exige una idea clara del ser en general Una adecuada realiza‐cioacuten del anaacutelisis ontoloacutegico del fin y de la integridad tropieza no soacutelo con la ampli‐tud del tema sino tambieacuten con la dificultad principial de que para la ejecucioacuten de esta tarea debe suponerse ya encontrado y conocido precisa‐mente lo que se busca en esta investigacioacuten (el sentido del ser en general) Las consideraciones siguientes estaacuten orientadas sobre todo a aquellas ldquova‐riantesrdquo del fin y de la integridad que como determinaciones ontoloacutegicas del Da‐sein deberaacuten guiar una interpretacioacuten originaria de este ente Sin perder jamaacutes de vista la constitucioacuten existencial del Dasein antes expuesta deberemos intentar deci‐dir en queacute medida los conceptos de fin y de integridad que inmediatamente se nos (242) presentan a pesar de su indeterminacioacuten categorial son ontoloacutegicamente ina‐decuados para el Dasein Maacutes allaacute del mero rechazo de tales conceptos seraacute nece‐sario que les asignemos positivamente su regioacuten especiacutefica Con ello se consolida la comprensioacuten para el fin y la integridad en la modalidad de existenciales lo que garantiza la posibilidad de una interpretacioacuten ontoloacutegica de la muerte Pero si el anaacutelisis del fin y de la integridad del Dasein toma una orientacioacuten tan amplia esto no puede significar con todo que los conceptos existenciales de fin y de integridad deban alcanzarse por la viacutea de una deduccioacuten Por el contrario es necesario extraer del Dasein mismo el sentido existencial de su llegar‐a‐fin y mostrar coacutemo semejante ldquoterminarrdquo puede constituir un estar‐entero del ente que existe Lo dicho hasta aquiacute acerca de la muerte se puede formular en tres tesis 1 Al Dasein le pertenece mientras estaacute siendo un no‐todaviacutea que eacutel habraacute de ser ‐ un resto siempre pendiente 2 El llegar‐a‐su‐fin de lo que es siempre en el modo de no‐haber‐llegado‐auacuten‐al‐fin (el contra‐ser respecto de lo pendiente) tiene el caraacutecter de un no‐existir‐maacutes [Nichtmehrdasein] 3 El llegar‐a‐fin implica para cada Dasein un modo de ser absolutamente insustituible Hay en el Dasein una permanente ldquono‐integridadrdquo imposible de abolir que encuentra su fin con la muerte Pero la circunstancia fenomeacutenica de que al Dasein
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mientras estaacute siendo le ldquopertenecerdquo este no‐todaviacutea iquestpuede interpretarse como resto pendiente iquestA queacute tipo de ente nos referimos cuando hablamos de resto pen‐diente La expresioacuten apunta a lo que si bien le ldquopertenecerdquo a un ente sin embargo auacuten le falta El estar pendiente en tanto que faltar se funda en la pertenencia de una cosa a otra [Zugehoumlrigkeit] Estaacute pendiente por ejemplo el saldo de una deuda Lo pendiente no es auacuten disponible La cancelacioacuten de la ldquodeudardquo como liquidacioacuten del saldo significa el ldquoingresordquo o sucesivo antildeadirse del resto por cuyo medio el no‐todaviacutea por asiacute decirlo se va llenando hasta que la suma adeudada esteacute ldquojun‐tardquo Estar pendiente quiere decir por consiguiente el no‐estar‐todaviacutea‐junto de lo que debiera estar junto Ontoloacutegicamente tenemos aquiacute el no estar a la mano de ciertas partes que habriacutea que reunir a las que ya estaacuten a la mano y que tienen el mismo modo de ser que eacutestas las que a su vez no sufren modificacioacuten en su mo‐do de ser por el ingreso de las restantes La no‐totalidad vigente se suprime por la reunioacuten acumuladora de las partes El ente en el que hay todaviacutea algo pendiente tiene el modo de ser de lo a la mano El estar junto o correlativamente el no‐estar‐junto fun‐dado en aqueacutel lo caracterizamos nosotros como suma Pero este no‐estar‐junto que pertenece a aquella modalidad del estar‐junto el (243) faltar en tanto que resto pendiente no sirve en modo alguno para caracte‐rizar ontoloacutegicamente el no‐todaviacutea que como muerte posible forma parte del Da‐sein En efecto este ente no tiene en absoluto el modo de ser de un ente a la mano dentro del mundo El estar el ente junto como lo estaacute el Dasein ldquoen su transcursordquo hasta haber consumado ldquosu carrerardquo no se constituye mediante una ldquosucesivardquo acumulacioacuten de entes ya de suyo de alguna manera y en alguna parte a la mano El Dasein no llega a estar junto cuando colma su no‐todaviacutea sino que entonces preci‐samente no es maacutes El Dasein ya existe siempre precisamente de tal manera que ca‐da vez incluye su no‐todaviacutea iquestPero no hay alguacuten ente al que siendo como es le pueda pertenecer un no‐todaviacutea sin que este ente deba tener el modo de ser del Dasein Se puede decir por ejemplo a la luna le falta todaviacutea el uacuteltimo cuarto para estar llena El no‐todaviacutea se reduce con el ir menguando de la sombra encubridora Pero al ocurrir esto la luna ya estaacute siempre ahiacute como un todo Prescindiendo de que la luna incluso como luna llena jamaacutes puede aprehenderse por entero el no‐to‐daviacutea no significa aquiacute en modo alguno un no‐estar‐todaviacutea‐juntas las partes com‐ponentes sino que atantildee uacutenicamente a la aprehensioacuten percipiente Pero el no‐toda‐viacutea que forma parte del Dasein no es soacutelo provisional y ocasionalmente inaccesible a la experiencia propia y ajena sino que no ldquoesrdquo todaviacutea ldquorealrdquo en absoluto El pro‐blema no atantildee a la aprehensioacuten del no‐todaviacutea del Dasein sino a su posible ser o correlativamente no ser El Dasein tiene que devenir es decir ser eacutel mismo lo que todaviacutea no es Y asiacute para poder determinar comparativa‐mente el modo de ser carac‐
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teriacutestico del Dasein del no‐todaviacutea deberemos considerar un ente cuyo modo de ser tenga el caraacutecter del devenir El fruto inmaduro por ejemplo va al encuentro de su madurez Pero este ir madurando no consiste en modo alguno en que lo que eacutel no es todaviacutea venga a antildeadiacutersele a la manera de algo que auacuten‐no‐estaba‐ahiacute El fruto mismo se encamina hacia la madurez y este encaminarse caracteriza su ser como fruto Nada de lo que imaginablemente se le pudiera agregar podriacutea eliminar la inmadurez del fruto si este ente no viniera por siacute mismo a la madurez El no‐todaviacutea de la inmadurez no significa la falta de algo extriacutenseco que indiferente al fruto pudiese llegar a estar presente en y con eacutel Se refiere a eacutel mismo en su modo especiacutefico de ser La suma auacuten no completa es ldquoindiferenterdquo en su condicioacuten de a la mano frente al resto fal‐tante que no estaacute auacuten a la mano En rigor ella no puede ser ni indiferente (244) ni tampoco no indiferente frente a eacutel En cambio el fruto en maduracioacuten no soacutelo no es indiferente frente a la inmadurez como frente a un otro de eacutel mismo sino que ma‐durando eacutel es la inmadurez El no‐todaviacutea ya estaacute incorporado en su propio ser y esto no como una determinacioacuten cualquiera sino como constitutivum Respectiva‐mente tambieacuten el Dasein ya es siempre mientras estaacute siendo su no‐todaviacutea1 Lo que en el Dasein constituye la ldquono‐integridadrdquo su constante anticiparse‐a‐siacute no es ni un resto pendiente para la totalidad de una suma ni menos un no‐ha‐berse‐hecho‐auacuten‐accesible sino un no‐todaviacutea que un Dasein por ser el ente que es tiene que ser cada vez Al mismo tiempo la comparacioacuten con la inmadurez del fruto muestra sin embargo pese a una cierta concordancia diferencias esenciales Tomarlas en cuenta significa reconocer la indeterminacioacuten de lo dicho hasta aquiacute acerca del fin y del terminar Aun cuando el madurar el ser especiacutefico del fruto como modo de ser del no‐todaviacutea (de la inmadurez) concuerde formalmente con el Dasein en que en un sentido todaviacutea por precisar tanto eacuteste como aqueacutel ya es cada vez su no‐todaviacutea sin embargo esto no puede significar que la madurez como ldquofinrdquo y la muerte como ldquofinrdquo coincidan tambieacuten respecto de la estructura ontoloacutegica del fin Con la madu‐rez el fruto se consuma iquestPero es acaso la muerte a la que el Dasein llega una consu‐macioacuten en este sentido Es cierto que con la muerte el Dasein ha ldquocon‐sumado su cursordquo iquestHa agotado tambieacuten con ello necesariamente sus posibilidades especiacutefi‐cas iquestNo le son maacutes bien arrebatadas Tambieacuten el Dasein ldquoinacabadordquo termina Por otra parte el Dasein no necesita llegar a la muerte para alcanzar la madurez sino que por el contrario bien puede haberla ya sobrepasado antes del fin La mayor 1 La diferencia entre todo y suma ὅλον y πᾶν totum y compositum es conocida desde Platoacuten y Aris‐toacuteteles Esto no quiere decir sin embargo que haya sido reconocida ni elevada a concepto la sistemaacute‐tica de la modalidad categorial ya implicada en esta distincioacuten Como punto de partida para un anaacutelisis detallado de las estructuras en cuestioacuten cf E Husserl Logische Untersuchungen tomo II 3ordm investigacioacuten ldquoZur Lehre von den Ganzen und Teilenrdquo
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parte de las veces termina en el inacabamiento o incluso quebrantado y desgas‐tado Terminar no quiere decir necesariamente consumarse La pregunta acerca del sentido en que deba en definitiva concebirse la muerte en tanto que terminar del Da‐sein se hace entonces maacutes apremiante Terminar significa por lo pronto acabarse y eacuteste a su vez tiene distintos sentidos ontoloacutegicos La lluvia se acaba No estaacute maacutes ahiacute El camino se acaba Este terminar no hace desaparecer el camino sino que el acabarse determina en este caso el camino en su efectivo estar‐ahiacute Terminar en cuanto acabarse puede (245) significar por consiguiente pasar al no‐estar‐ahiacute o bien llegar precisamente a estar‐ahiacute por medio del fin El terminar entendido en esta uacuteltima forma puede a su vez o bien configurar el estar‐ahiacute de un ente inconcluso mdashun camino en construc‐cioacuten se interrumpemdash o bien constituir la ldquoconclusioacutenrdquo de un ente que estaacute‐ahiacute con la uacuteltima pincelada el cuadro queda concluido Pero el terminar en cuanto llegar a estar concluido no implica necesaria‐mente consumacioacuten En cambio es necesario que lo que ha de consumarse alcance su eventual conclusioacuten La consumacioacuten es un modo fundado de la ldquoconclusioacutenrdquo Por su parte eacutesta soacutelo es posible como determinacioacuten de algo que estaacute‐ahiacute o de algo a la mano Tambieacuten el terminar en el sentido del desaparecer puede todaviacutea modificar‐se seguacuten el modo de ser del ente La lluvia ha terminado es decir ha desaparecido El pan se ha terminado es decir se ha consumido no es maacutes disponible como algo a la mano Mediante ninguno de estos modos del terminar se puede caracterizar adecuadamen‐te la muerte como fin del Dasein Si se entendiera el morir en cuanto haber‐llegado‐a‐fin en el sentido de un terminar del tipo recieacuten mencionado se supondriacutea al Da‐sein como algo que estaacute‐ahiacute o como algo a la mano En la muerte el Dasein no estaacute consumado ni simplemente ha desaparecido ni mucho menos ha llegado a estar concluido tampoco es enteramente disponible como algo a la mano Antes bien asiacute como el Dasein mientras esteacute siendo ya es constantemente su no‐todaviacutea asiacute eacutel es tambieacuten siempre ya su fin El terminar a que se refiere la muerte no significa un haber‐llegado‐a‐fin del Dasein [Zu‐Ende‐sein] sinoa un estar vuelto hacia el fin de parte de este ente [Sein zum Ende] La muerte es una manera de ser de la que el Dasein se hace cargo tan pronto como eacutel es ldquoApenas un hombre viene a la vida ya es bastante viejo para morirrdquo1
a la muerte en cuanto morir 1 Der Ackermann aus Boumlhmen editado por A Bernt y K Burdach (Vom Mittelalter zur Reformation For‐schungen zur Geschichte der deutschen Bildung editado por K Burdach tomo III 2ordf parte) 1917 cap 20 p 46
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El terminar como estar vuelto hacia el fin exige ser ontoloacutegicamente aclara‐do desde el modo de ser del Dasein Y presumiblemente tambieacuten soacutelo a partir de la determinacioacuten existencial del terminar se haraacute comprensible la posibilidad de un no‐todaviacutea de la existencia que estaacute ldquoantesrdquo del ldquofinrdquo Soacutelo la aclaracioacuten existencial del estar vuelto hacia el fin nos daraacute tambieacuten la base suficiente para definir en queacute sentido se puede hablar de una integridad del Dasein supuesto que esta integri‐dad deba constituirse mediante la muerte en tanto que ldquofinrdquo El intento de llegar a una comprensioacuten de la integridad propia de la existen‐cia partiendo de una aclaracioacuten del no‐todaviacutea y pasando por la caracterizacioacuten del (246) terminar no ha conducido a la meta Soacutelo ha mostrado negativamente que el no‐todaviacutea que el Dasein es en cada caso se resiste a ser interpretado como un resto pendiente El final que el Dasein existiendo estaacute vuelto queda inadecuadamente determinado mediante un haber‐llegado‐al‐fin Pero a la vez la meditacioacuten teniacutea como objeto dejar en claro que su marcha debiacutea invertirse La caracterizacioacuten posi‐tiva de los fenoacutemenos en cuestioacuten (no‐ser‐todaviacutea terminar integridad) soacutelo se lo‐graraacute mediante una clara orientacioacuten que apunte a la constitucioacuten de ser del Da‐sein Ahora bien esta claridad se afianzaraacute negativamente frente a posibles desvia‐ciones por medio de la inteleccioacuten de la filiacioacuten regional de las estructuras del fin y de la integridad que van ontoloacutegicamente en sentido opuesto al Dasein La interpretacioacuten analiacutetico‐existencial positiva de la muerte y de su caraacutecter de fin debe llevarse a cabo al hilo de la constitucioacuten fundamental del Dasein alcan‐zada hasta aquiacute del fenoacutemeno del cuidado
sect 49 Delimitacioacuten del anaacutelisis existencial de la muerte frente a otras posibles interpretaciones del fenoacutemeno
La intencioacuten precisa de la interpretacioacuten ontoloacutegicaa de la muerte debe fijar‐se previamente por medio de una expliacutecita toma de conciencia de aquello acerca de lo cual ella no puede preguntar y sobre lo cual en vano se esperariacutea de ella informa‐cioacuten o indicacioacuten La muerte en sentido latiacutesimo es un fenoacutemeno de la vida La vidab debe ser comprendida como un modo de ser al que le pertenece un estar‐en‐el‐mundo Este modo de ser soacutelo puede precisarse ontoloacutegicamente en forma privativa y con refe‐rencia al Dasein Tambieacuten el Dasein se deja considerar como pura vida Para el cuestionamiento bio‐fisioloacutegico eacutel entra entonces en la regioacuten de ser que conoce‐mos como el mundo animal y vegetal En este campo se pueden registrar oacutentica‐
a e d ontoloacutegico‐fundamental b si nos referimos a la vida humana de otra manera no‐ lsquomundorsquo
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mente datos estadiacutesticos sobre la duracioacuten de la vida de las plantas de los animales y de los hombres Se pueden establecer relaciones entre la duracioacuten de la vida la reproduccioacuten y el crecimiento Pueden investigarse las ldquoclasesrdquo de muerte las cau‐sas los ldquomecanismosrdquo y los modos como ella se hace presente1 A la base de esta investigacioacuten oacutentico‐bioloacutegica de la muerte subyace una problemaacutetica ontoloacutegica Queda por preguntar coacutemo se determina desde la esencia ontoloacutegica de la vida la de la muerte De alguna manera la investigacioacuten oacutentica (247) de la muerte ya ha zanjado siempre esta cuestioacuten En ella operan pre‐concep‐tos mayor o menormente aclarados acerca de la vida y de la muerte Eacutestos necesi‐tan ser bosquejados por medio de la ontologiacutea del Dasein A su vez dentro de la ontologiacutea del Dasein previa a una ontologiacutea de la vida el anaacutelisis existencial de la muerte estaacute subordinado a una caracterizacioacuten de la constitucioacuten fundamental del Dasein Al terminar del viviente lo hemos llamado fenecer En la medida en que el Dasein tambieacuten ldquotienerdquo su muerte fisioloacutegica vital aunque no oacutenticamente aislada sino codeterminada por su modo originario de ser y en la medida en que el Dasein tambieacuten puede terminar sin que propiamente muera y que por otra parte como Dasein no perece pura y simplemente nosotros designaremos a este fenoacutemeno in‐termedio con el teacutermino dejar de vivir [Ableben]clxxxii En cambio reservamos el teacutermi‐no morir para la manera de ser en la que el Dasein estaacute vuelto hacia su muerte Seguacuten esto debe decirse el Dasein nunca fenece Pero soacutelo puede dejar de vivir en la me‐dida en que muere La investigacioacuten meacutedico‐bioloacutegica del dejar de vivir puede lo‐grar resultados y estos resultados pueden ser tambieacuten ontoloacutegicamente significati‐vos a condicioacuten de que se haya asegurado la orientacioacuten fundamental para una interpretacioacuten existencial de la muerte iquestO deberaacuten acaso concebirse la enfermedad y la muerte en general mdashincluso en un plano meacutedicomdash primariamente como fenoacute‐menos existenciales La interpretacioacuten existencial de la muerte precede a toda biologiacutea y ontolo‐giacutea de la vida Pero ella sirve tambieacuten de fundamento a toda investigacioacuten histoacuteri‐co‐biograacutefica y psicoloacutegico‐etnoloacutegica de la muerte Una ldquotipologiacuteardquo del ldquomorirrdquo como caracterizacioacuten de los estados y maneras en que se ldquoviverdquo el dejar de vivir supone ya el concepto de la muerte Por otra parte una psicologiacutea del ldquomorirrdquo in‐forma maacutes sobre el ldquovivirrdquo del ldquomurienterdquo que sobre el morir mismo Esto no es si‐no el reflejo del hecho de que el Dasein no muere en primer lugar o incluso no muere propiamente con y en la vivencia del dejar de vivir faacutectico Asimismo las concepciones de la muerte en los pueblos primitivos y sus comportamientos frente a la muerte en la magia y el culto sirven primariamente para aclarar su compren‐
1 Sobre este tema cf la acabada exposicioacuten de E Korschelt Lebensdauer Altern und Tod 3ordf ed 1924 Y especialmente la abundante bibliografiacutea p 414 ss
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sioacuten del Dasein mdashpero la interpretacioacuten de esa comprensioacuten necesita de una analiacuteti‐ca existencial y de un correspondiente concepto de la muerte Por otra parte el anaacutelisis ontoloacutegico del estar vuelto hacia el fin no implica ninguna toma de posicioacuten existentiva respecto de la muerte Cuando se determina la muerte como ldquofinrdquo del Dasein es decir del estar‐en‐el‐mundo no se toma con ello ninguna decisioacuten oacutentica acerca de si ldquodespueacutes de la muerterdquo sea posible auacuten otro ser superior o inferior si el Dasein ldquosiga viviendordquo o si al ldquosobrevivirserdquo sea (248) ldquoinmortalrdquo Sobre el ldquomaacutes allaacuterdquo y su posibilidad lo mismo que sobre el ldquomaacutes acaacuterdquo nada se zanja oacutenticamente como si hubieran de proponerse para la ldquoedifica‐cioacutenrdquo normas y reglas de comportamiento ante la muerte El anaacutelisis de la muerte se mantiene sin embargo puramente ldquoen el maacutes acaacuterdquo en la medida en que su in‐terpretacioacuten del fenoacutemeno soacutelo mira al modo como la muerte en cuanto posibili‐dad de ser de cada Dasein se hace presente dentro de eacuteste No podraacute justificadamente y con sentido ni siquiera preguntarse en forma metodoloacutegica‐mente segura queacute hay despueacutes de la muerte sino una vez que eacutesta haya sido comprendida en la plenitud de su esencia ontoloacutegica Quede aquiacute sin decidir si una pregunta semejante es siquiera posible como pregunta teoreacutetica La interpretacioacuten ontoloacutegica de la muerte desde el maacutes acaacute precede a toda especulacioacuten oacutentica sobre el maacutes allaacute Por uacuteltimo cae fuera del aacutembito de un anaacutelisis existencial de la muerte lo que podriacutea ser examinado bajo el tiacutetulo de una ldquometafiacutesica de la muerterdquo Las preguntas coacutemo y cuaacutendo ldquoentroacuterdquo la muerte ldquoen el mundordquo queacute ldquosentidordquo pueda y deba tener dentro de la omnitud del ente en tanto que mal y sufrimiento no soacutelo suponen necesariamente una comprensioacuten del caraacutecter de ser de la muerte sino tambieacuten la ontologiacutea de la omnitud del ente en total y especialmente la aclaracioacuten ontoloacutegica del mal y de la negatividad en general El anaacutelisis existencial tiene una prioridad metodoloacutegica frente a las cuestio‐nes de una biologiacutea psicologiacutea teodicea y teologiacutea de la muerte Tomados oacutentica‐mente sus resultados muestran la peculiar formalidad y vaciedad de toda caracteri‐zacioacuten ontoloacutegica Esto sin embargo no debe ser un obstaacuteculo para ver la rica y compleja estructura del fenoacutemeno Si ya el Dasein en cuanto tal no es jamaacutes accesi‐ble a la manera de algo que estaacute‐ahiacute puesto que a su modo de ser le pertenece de una forma peculiar el ser‐posible tanto menos deberaacute esperarse poder descifrar faacute‐cilmente la estructura ontoloacutegica de la muerte si es verdad que la muerte es una posibilidad eminente del Dasein Por otra parte el anaacutelisis no puede atenerse a una idea casual y arbitraria‐mente excogitada de la muerte Esta arbitrariedad soacutelo puede prevenirse mediante una previa caracterizacioacuten ontoloacutegica del modo de ser en el que el ldquofinrdquo se hace presente dentro de la cotidianidad media del Dasein Para ello seraacute necesario tener plenamente presentes las estructuras de la cotidianidad expuestas maacutes arriba Que en un anaacutelisis existencial de la muerte resuenen tambieacuten posibilidades existentivas
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del estar vuelto hacia la muerte forma parte de la esencia de toda investigacioacuten on‐toloacutegica Tanto maacutes expresamente deberaacute la conceptualizacioacuten existencial ir acom‐pantildeada de una desvinculacioacuten existentiva y esto de un modo particular en rela‐cioacuten con la muerte ya que en ella el caraacutecter de posibilidad del Dasein se deja (249) desvelar en la forma maacutes aguda La problemaacutetica existencial no tiene otra meta que la exposicioacuten de la estructura ontoloacutegica del estar vuelto hacia el fin que es propia del Dasein1
sect 50 Bosquejo de la estructura ontoloacutegico‐existencial de la muerte Las consideraciones acerca del resto pendiente del fin y de la integridad dieron como resultado la necesidad de interpretar el fenoacutemeno de la muerte en cuanto estar vuelto hacia el fin partiendo de la constitucioacuten fundamental del Da‐sein Soacutelo asiacute podraacute aclararse en queacute medida es posible en el Dasein mismo confor‐me a su estructura de ser una integridad lograda por medio del estar vuelto hacia el fin La constitucioacuten fundamental del Dasein se hizo visible como cuidado El sig‐nificado ontoloacutegico de esta expresioacuten fue formulado en la siguiente ldquodefinicioacutenrdquo anticiparse‐a‐siacute‐estando‐ya‐en (el mundo) en‐medio del ente que comparece (den‐tro del mundo)2 Quedan asiacute expresados los caracteres fundamentales (250) del ser del Dasein en el anticiparse‐a‐siacute la existencia en el estar‐ya‐enhellip la facticidad en 1 La antropologiacutea elaborada en la teologiacutea cristiana mdashdesde S Pablo hasta la meditatio futurae vitae de Calvinomdash ha tenido siempre presente la muerte en la interpretacioacuten de la ldquovidardquo mdashW Dilthey cuyas verdaderas tendencias filosoacuteficas apuntaban a una ontologiacutea de la ldquovidardquo no pudo descono‐cer la conexioacuten de eacutesta con la muerte ldquoY finalmente la relacioacuten que maacutes honda y general‐mente determina el sentimiento de nuestra existencia es la de la vida vuelta hacia la muerte en efecto la limitacioacuten de nuestra existencia por la muerte es siempre decisiva para nuestra comprensioacuten y nuestra apreciacioacuten de la vidardquo Das Erlebnis und die Dichtung 2ordf ed p 212 Uacuteltimamente G Sim‐mel ha incorporado tambieacuten expresamente el fenoacutemeno de la muerte en la determinacioacuten de la ldquovi‐dardquo aunque sin una clara distincioacuten entre la problemaacutetica oacutentico‐bioloacutegica y la ontoloacutegico‐existen‐cial Cf Lebensanschauung Vier metaphysische Kapitel 1918 p 99‐153‐ Para la presente investigacioacuten veacutease especialmente K Jaspers Psychologie der Weltanschauungen 3ordf ed 1925 p 229 ss espec p 259‐270 Jaspers concibe la muerte al hilo del fenoacutemeno por eacutel sacado a luz de la ldquosituacioacuten‐liacutemiterdquo cu‐ya significacioacuten fundamental estaacute por encima de toda tipologiacutea de las ldquodisposicionesrdquo e ldquoimaacutegenes del mundordquo Rud Unger ha recogido las sugerencias de W Dilthey en su escrito Herder Novalis und Kle‐ist Studien uumlber die Entwicklung des Todesproblems im Denken und Dichten von Sturm und Drang Zur Romantik 1922 Sobre su planteamiento de la cuestioacuten Unger ofrece una reflexioacuten fundamental en la conferencia titulada Literaturgeschichte als Problemgeschichte Zur Frage geisteshistorischer Synthese mit besonderer Beziehung auf W Dilthey (Schriften der Koumlnigsberger Gelehrten Gesellschaft Geistes‐wiss Klasse I 1 1924) Unger ve claramente el significado de la investigacioacuten fenomenoloacutegica Para una fundamentacioacuten maacutes radical de los ldquoproblemas de la vidardquo ibid p 17 ss 2 Cf sect 41
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el estar en medio dehellip la caiacuteda La muerte (o el estar vuelto hacia el fin) deberaacute de‐jarse determinar a partir de estos caracteres si es verdad que ella pertenece al ser del Dasein en un sentido eminente Por lo pronto habraacute que aclarar en un primer esbozo coacutemo en el fenoacutemeno de la muerte se revelan la existencia la facticidad y la caiacuteda del Dasein La interpretacioacuten del no‐todaviacutea como resto pendiente y por ende tambieacuten la del extremo no‐todaviacutea del fin del Dasein ha sido rechazada como inadecuada En efecto ella implicaba la tergiversacioacuten ontoloacutegica del Dasein que lo convierte en un ente que estaacute‐ahiacute Haber‐llegado‐a‐fin quiere decir existencialmente estar vuelto hacia el fin El extremo no‐todaviacutea tiene el caraacutecter de algo respecto a lo cual el Da‐sein se comporta El fin amenaza al Dasein La muerte no es algo que auacuten no esteacute‐ahiacute no es el uacuteltimo resto pendiente reducido a un miacutenimo sino maacutes bien una inmi‐nencia [Bevorstand]clxxxiii Para el Dasein en cuanto estar‐en‐el‐mundo pueden sin embargo ser inmi‐nentes muchas cosas El caraacutecter de inminencia no caracteriza de suyo a la muerte Al contrario esta interpretacioacuten podriacutea ademaacutes favorecer la idea de que la muerte debiera ser comprendida en el sentido de un acontecimiento intramundanamente proacuteximo a comparecer Inminente puede ser por ejemplo una tormenta la trans‐formacioacuten de la casa la llegada de un amigo es decir entes que estaacuten‐ahiacute o que es‐taacuten a la mano o coexisten La inminencia de la muerte no tiene un ser de esta espe‐cie Pero al Dasein le puede ser tambieacuten inminente por ejemplo un viaje una discusioacuten con otros una renuncia a lo que el Dasein mismo puede ser posibilida‐des propias de ser que se fundan en el coestar con otros La muerte es una posibilidad de ser de la que el Dasein mismo tiene que ha‐cerse cargo cada vez En la muerte el Dasein mismo en su poder‐ser maacutes propio es inminente para siacute En esta posibilidad al Dasein le va radicalmente su estar‐en‐el‐mundo Su muerte es la posibilidad del no‐poder‐existir‐maacutes Cuando el Dasein es inminente para siacute como esta posibilidad de siacute mismo queda enteramente remitido a su poder‐ser maacutes propio Siendo de esta manera inminente para siacute quedan desata‐dos en eacutel todos los respectos a otro Dasein Esta posibilidad maacutes propia e irrespec‐tiva es al mismo tiempo la posibilidad extrema En cuanto poder‐ser el Dasein es incapaz de superar la posibilidad de la muerte La muerte es la posibilidad de la radical imposibilidad de existir [Daseinsunmoumlglichkeit] La muerte se revela asiacute como la posibilidad maacutes propia irrespectiva e insuperable Como tal (251) ella es una inmi‐nencia sobresaliente Su posibilidad existencial se funda en que el Dasein estaacute esen‐cialmente abierto para siacute mismo y lo estaacute en la manera del anticiparse‐a‐siacute Este momento estructural del cuidado recibe en el estar vuelto hacia la muerte su maacutes originaria concrecioacuten El estar vuelto hacia el fin cobra mayor claridad fenomeacutenica
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