maría de nazaret, virgen fiel a la palabra, que del ángel una noche escuchó, y ella tan sólo...
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María de Nazaret, Virgen fiel a la Palabra,
que del ángel una noche escuchó,
y ella tan sólo respondió:
“Hágase lo que has dicho, he aquí
la esclava del Señor”.
María, María,
te llenaste del Espíritu de Dios.
María, María,
la Esperanza se hizo vida por amor.
María de Nazaret
vive siempre en la presencia del Señor.
María vive con fe
sostenida en Aquel que la escogió.
Dios te salve, María, llena eres de gracia,
el Señor es contigo, bendita tú entre las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
AVE MARÍA, AVE MARÍA,
AVE MARÍA, AVE MARÍA.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte, amén,
ahora y en la hora de nuestra muerte, amén
ESTRELLA Y CAMINO
PRODIGIO DE AMOR
DE TU MANO, MADRE,
HALLAMOS A DIOS.
Todos los siglos están mirando hacia ti,
todos escuchan tu voz temblando en un sí,
cielos y tierra se dan en tu corazón
como un abrazo de paz, ternura y perdón.
Quiero decir que sí,
como tú, María,
como tú, un día,
como tú, María.
Quiero negarme a mí,
como tú, María,
como tú, un día,
como tú, María.
Quiero entregarme a Él,
como tú, María,
como tú, un día,
como tú, María.
María, alégrate, el Señor se ha fijado en ti.
La belleza de tu alma ha enamorado al Creador.
No temas, tu gozo es Él.
Su Espíritu desciende hoy
y la gracia se derrama hasta llenar tu corazón.
El mejor regalo es tu Sí, María.
Hágase en mi según tu palabra.
He aquí la esclava del Señor (Bis).
Tu cuerpo, azucena en flor,
da la carne al hijo de David.
Eres madre porque nada hay imposible para Dios.
La canción más bella es tu Sí, María.
Hágase en mi según tu palabra.
He aquí la esclava del Señor (Bis).
Llena de gracia, María, acoge a tu Señor.
Llena de gracia, María, eres Madre de Dios.
La oración más pura es tu Sí, María.
Hágase en mi según tu palabra.
He aquí la esclava del Señor (Bis)
GRACIAS, MADRE, POR TU PRESENCIA,
TÚ NOS LLEVAS A JESÚS.
GRACIAS, MADRE, POR TU SILENCIO,
TÚ ILUMINAS NUESTRA FE.
Gracias porque eres muy sencilla,
gracias porque eres llena de gracia,
gracias Madre, gracias.
Gracias por tu vida tan callada,
gracias porque vives la Palabra,
gracias Madre, gracias.
Tantas cosas en la vida
nos ofrecen plenitud
y no son más que mentiras
que desgastan la inquietud.
Tú has llenado mi existencia
al quererme de verdad,
yo quisiera madre buena amarte más.
En silencio escuchabas
la Palabra de Jesús,
y la hacías pan de vida
meditando en tu interior.
La semilla que ha caído
ya germina y está en flor,
con el corazón abierto cantaré.
AVE MARÍA, AVE MARÍA,
AVE MARÍA, AVE MARÍA.
Desde que yo era un niño
has estado junto a mí,
y guiado de tu mano
aprendí a decir “sí”.
Al calor de la esperanza
nunca se enfrió mi fe,
y en la noche más oscura fuiste luz.
No me dejes, madre mía,
ven conmigo al caminar,
quiero compartir mi vida
y crear fraternidad.
Muchas cosas en nosotros
son el fruto de tu amor,
la plegaria más sencilla cantaré.