marco andré barquero argüello ciudad universitaria rodrigo
TRANSCRIPT
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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
SISTEMA DE ESTUDIOS DE POSGRADO
Análisis comparativo de la tasa libre de litiasis en paciente con litos renales de 10 a 20 mm
tratados con ureteroscopia vs litotripsia extracorpórea con onda de choque en el Hospital
San Juan de Dios, entre enero de 2018 y julio de 2020
Tesis sometida a la consideración de la Comisión del Programa de Estudios de Posgrado en
Urología para optar al grado y título de Especialista en Urología
Marco André Barquero Argüello
Ciudad Universitaria Rodrigo Facio
Costa Rica, 2021
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DEDICATORIA Y AGRADECIMIENTO
Este trabajo va dedicado a mi familia, mi novia y mis amigos, sin ellos no habría logrado
llegar tan lejos. Agradezco el que siempre estuvieran ahí para escucharme, para alentarme o
simplemente para distraerme del cansancio físico y emocional que conlleva esta carrera, esto
también es de ustedes.
Agradezco, asimismo, a todo aquel que en su momento se detuvo al menos un segundo para
colaborar con un poco de su conocimiento y su sabiduría en este proceso de formación.
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Esta tesis fue aceptada por la Comisión del Programa de Estudios de Posgrado en Urología
de la Universidad de Costa Rica, como requisito parcial para optar por el grado académico
de especialista en Urología.
_______________________________________
Dr. Andrés Rodríguez Valverde
Especialista en Urología
Coordinador Nacional del Posgrado en Urología
_______________________________________
Dr. Carlos Rodríguez Anchía
Especialista en Urología
Tutor
_______________________________________
Marco Barquero Argüello
Sustentante
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TABLA DE CONTENIDO
Dedicatoria y agradecimiento ii
Tabla de contenido iv
Resumen v
Lista de tablas vi
Lista de figuras vii
Lista de abreviaturas viii
Capítulo I: Introducción 1
1.1 Objetivos 2
1.1.1 Objetivo principal 2
1.1.2 Objetivos secundarios 2
Capítulo II: Materiales y métodos 4
Capítulo III: Marco teórico 6
3.1 Epidemiología y etiología 6
3.1.1 Epidemiologia y etiología en Costa Rica 7
3.2 Introducción e indicaciones para el tratamiento de los cálculos renales 8
3.3 Modalidad de tratamiento para la litiasis renal 9
3.3.1 Nefrolitotomía percutánea 10
3.3.2 Litotripsia extracorpórea por onda de choque 11
3.3.2.1 Historia 11
3.3.2.2 Métodos y principios físicos 12
3.3.2.2.1 Generador electrohidráulico 12
3.3.2.2.2 Generador electromagnético 12
3.3.2.2.3 Generador piezoeléctrico 13
3.3.2.3 Complicaciones 15
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3.3.2.4 Contraindicaciones 16
3.3.3 Ureteroscopia 16
3.3.3.1 Historia 16
3.3.3.2 Técnica quirúrgica 17
3.3.3.3 Complicaciones 18
3.3.3.4 Contraindicaciones 19
3.4 Tratamiento de la urolitiasis según el tamaño de los cálculos 19
3.4.1 Cálculos menores a 10 mm 19
3.4.2 Cálculos mayores a 20 mm 20
3.4.3 Cálculos de 10mm a 20 mm 20
3.5 Ureteroscopia versus litotripsia extracorpórea con ondas de choque 22
3.5.1 Tasa libre de litiasis 22
3.5.2 Complicaciones 23
3.5.3 Características del lito 23
3.5.4 Características del paciente 24
3.5.5 Características del equipo 25
3.5.6 Costo efectividad 26
3.6 Mejora en la aplicación del tratamiento para el aumento de la TLL 26
3.6.1 Predicción de la TLL previo a la cirugía 26
3.6.2 Mejoría de la técnica quirúrgica y uso de catéter ureteral prequirúrgico 27
3.6.3 Reducción de complicaciones 28
3.6.4 Seguimiento con imágenes 29
Capítulo IV: Resultados 27
Capítulo V: Conclusiones 38
Bibliografía 40
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RESUMEN
Introducción: La litiasis renal es una de las patologías urológicas más frecuentes a nivel mundial, lo mismo ocurre a nivel nacional y sus consecuencias pueden llegar a ser devastadoras para los pacientes, por lo cual su adecuado abordaje es primordial para el tratamiento efectivo y oportuno. Uno de los grupos de pacientes en que existe mayor controversia en cuanto a cuál modalidad de tratamiento ofrece mejores resultados son los pacientes con litos de 10 a 20 mm en los que, tanto con los tratamientos endourológicos como con la litotripsia extracorpórea por onda de choque, se reporta una adecuada resolución de la litiasis con mínimas complicaciones asociadas.
Objetivos: El objetivo principal es determinar si existe diferencia en la tasa libre de litiasis en los pacientes tratados con ureteroscopia versus aquellos tratados con litotripsia extracorpórea por ondas de choque. Este estudio se realizó en el Hospital San Juan de Dios, entre el 1 de enero de 2018 y el 1 de agosto de 2020. Entre los objetivos secundarios se incluye la comparación dentro del mismo grupo de pacientes del tiempo quirúrgico, la estancia hospitalaria, las complicaciones asociadas y los factores que puedan predisponer a una mayor o menor tasa libre de litiasis.
Materiales y métodos: Basado en la lista de pacientes brindada por el servicio de estadística del Hospital San Juan de Dios, se revisaron las imágenes y expedientes de los pacientes sometidos a ureteroscopia y litotripsia extracorpórea por ondas de choque en el intervalo de tiempo señalado en el objetivo principal. Se plantearon como criterios de inclusión todos aquellos pacientes que se hubieran realizado un estudio tomográfico con o sin contraste en el año previo a la cirugía, la misma debía ser el primer intento quirúrgico para la resolución de un lito único con un diámetro mayor que no fuese menor a 10 mm y que no excediera los 20 mm y que estuviera localizado en el sistema calicial, pelvis renal, unión ureteropiélica o uréter proximal.
Resultados: Se revisaron 245 pacientes sometidos a ureteroscopia y 62 a litotripsia extracorpórea por ondas de choque, de los cuales solo 26 y 18 pacientes, respectivamente, cumplían con los criterios de inclusión. Los pacientes sometidos a ureteroscopia se encontraban libres de litiasis en 38% versus un 11% de los pacientes sometidos a litotripsia extracorpórea por ondas de choque, con un tiempo quirúrgico promedio de 105 minutos en el primer grupo y 63 minutos para el segundo; este último dato arrojó diferencia significativa en los distintos grupos analizados, no así las complicaciones ni la tasa libre de litiasis.
Conclusiones: Los pacientes con litiasis entre 1 y 2 cm localizados en el sistema calicial, pelvis renal, unión ureteropiélica o uréter proximal tratados con ureteroscopia presentan una mayor tasa libre de litiasis al compararla con la tasa de los pacientes sometidos a litotripsia extracorpórea por ondas de choque en el Hospital San Juan de Dios, dicha diferencia no es significativa y se encuentra por debajo de los valores reportados en la literatura.
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LISTA DE TABLAS
Tabla 1: Indicaciones para la remoción activa de cálculos renales, tomado de las guías
europeas para el manejo de la litiasis renal, página 9
Tabla 2: Características de pacientes con litos de 10 a 20 mm tratados con ureteroscopia vs
litotripsia extracorpórea por ondas de choque. Enero, 2018 - Agosto, 2020, página 32
Tabla 3: Características del lito en pacientes tratados con ureteroscopia vs litotripsia
extracorpórea por ondas de choque. Enero, 2018 - Agosto, 2020, página 34
Tabla 4: Características de la cirugía e internamiento en pacientes tratados con ureteroscopia
vs litotripsia extracorpórea por ondas de choque. Enero, 2018 - Agosto, 2020, página 35
Tabla 5: Colocación previa de catéter ureteral en pacientes tratados con ureteroscopia vs
litotripsia extracorpórea por ondas de choque. Enero, 2018 - Agosto, 2020, página 36
Tabla 6: Distribución de pacientes tratados con ureteroscopia vs litotripsia extracorpórea por
ondas de choque según complicaciones y tipo de complicación. Enero, 2018 - Agosto, 2020,
página 37
Tabla 7: Tipo de estudio de imágenes analizado posterior a la cirugía en pacientes tratados
con ureteroscopia vs litotripsia extracorpórea por ondas de choque. Enero, 2018 - Agosto,
2020, página 38
Tabla 8: Comparación de tasa libre de litos en pacientes tratados con ureteroscopia vs
litotripsia extracorpórea por ondas de choque. Enero, 2018 - Agosto, 2020, página 38
Tabla 9: Comparación de tasa libre de litos según sexo, presencia de catéter ureteral previo,
estudio de imagen control y localización del lito en pacientes tratados con ureteroscopia vs
litotripsia extracorpórea por ondas de choque. Enero, 2018 - Agosto, 2020, página 40
Tabla 10: Comparación de tasa libre de litos en pacientes tratados con ureteroscopia flexible
vs ureteroscopia rígida. Enero, 2018 - Agosto, 2020, página 40
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LISTA DE FIGURAS
Figura 1 Esquema de un generador de ondas electrohidráulico obtenido de Campbell-Walsh,
Urología, 10ma ed., página 13
Figura 2 Esquema de un generador de ondas electromagnético obtenido de Campbell-Walsh,
Urología, 10ma ed., página 14
Figura 3 Esquema de un generador de ondas piezoeléctrico obtenido de Campbell-Walsh,
Urología, 10ma ed., página 14
Figura 4 Algoritmo para el tratamiento quirúrgico de la litiasis renal, modificado de las guías
europeas para el manejo de litiasis renal, página 21
Figura 5 Selección de pacientes sometidos a litotripsia extracorpórea por onda de choque
según los criterios de exclusión del estudio, enero 2018 - agosto 2020, página 30
Figura 6 Selección de pacientes sometidos a ureteroscopia según los criterios de exclusión
del estudio, enero 2018 - agosto 2020, página 31
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LISTA DE ABREVIATURAS
CRI: Cirugía retrograda intrarrenal
DLP: Distancia lito piel
GCI: Grupo calicial inferior
GCM: Grupo calicial medio
GCS: Grupo calicial superior
LEOCh: Litotripsia extracorpórea por onda de choque
MAE: Médico asistente especialista
NLPC: Nefrolitotomía percutánea
PIV: Pielograma intravenoso
RSA: Radiografía simple de abdomen
TC: Tomografía axial computarizada
TLL: Tasa libre de litos
UH: Unidades Hounsfield
URS: Ureteroscopia
UP: Uréter proximal
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1
CAPÍTULO I
INTRODUCCIÓN
La patología litiásica de la vía urinaria es una de las enfermedades urológicas no neoplásicas
más comunes e importantes a nivel mundial, afecta a casi todos los grupos etarios y por lo
general implica múltiples consultas al servicio de emergencias. Lo anterior, además de
afectar en forma importante la calidad de vidas de los pacientes, representa un impacto
económico importante. Suele manifestarse como episodios recurrentes de dolor intenso,
infecciones del tracto urinario y/o daño renal, por lo que se debe tratar de manera oportuna y
efectiva.
Costa Rica es un país con una alta tasa de pacientes que padecen de cálculos a nivel de la vía
urinaria, distintos factores, ya sea climáticos, dietéticos, genéticos o por comorbilidades
asociadas como el síndrome metabólico, favorecen a esto. Por lo anterior y tomando en
consideración sus posibles complicaciones el manejo adecuado de dicha patología debe ser
prioritario.
Los avances que se viven día con día en la medicina permiten ampliar el conocimiento
científico de distintas patologías y desarrollar tecnologías que facilitan su manejo y el campo
de la urología no es la excepción, sin embargo, mientras no logremos prevenir la enfermedad
la morbilidad que se asocia a la urolitiasis persistará a pesar de estos avances.
Existe en las distintas guías clínicas a nivel mundial recomendaciones claras, basadas en
evidencia, que facilitan el manejo de cálculos con características específicas y señalan el
abordaje quirúrgico de primera línea según la localización y el tamaño de la litiasis, e
inclusive en casos selectos se propone como primera opción de tratamiento el manejo
expectante o con terapia médica expulsiva con alfa bloqueadores.
2
No obstante, uno de los grupos que presenta mayor debate y es objeto de constantes
discusiones respecto a su manejo, es el de los litos renales de 10 a 20 mm en los que se
plantean el abordaje endourológico con una ureteroscopia (URS) y la litotripsia
extracorpórea por onda de choque (LEOCh) como las opciones de tratamiento idóneas, con
mínimas complicaciones y una tasa libre de litos (TLL) equiparables.
La decisión del tratamiento que se aplique a los pacientes con cálculos que presenten las
características previamente mencionadas dependerá además, de las características del
paciente, del equipo disponible y de la experiencia del cirujano tratante, lo mismo no es
excepción en nuestro país y será objeto de análisis en este trabajo.
1.1 Objetivos
Tomando en cuenta las consideraciones de la introducción anterior, se han establecido los
siguientes objetivos para la presente investigación:
1.1.1 Objetivo principal
Determinar si existe diferencia en la tasa libre de litiasis de aquellos pacientes con litos de
10 a 20 mm tratados con ureteroscopia vs litotripsia extracorpórea por ondas de choque en el
Hospital San Juan de Dios entre el 1 de enero de 2018 y el 1 de agosto de 2020.
1.1.2 Objetivos secundarios
1.1.2.1 Establecer los beneficios de ambas terapias mediante la comparación del tiempo
quirúrgico, la estancia hospitalaria posterior a la cirugía y las complicaciones asociadas de
los pacientes con litos de 10 a 20 tratados con URS vs LEOCh en el Hospital San Juan de
Dios entre el 1 de enero de 2018 y el 1 de agosto de 2020.
3
1.1.2.2 Determinar si existen factores predisponentes que lleven a una mayor o menor tasa
libre de litiasis en pacientes con litos de 10 a 20 mm tratados con URS vs LEOCH del 1 de
enero de 2018 al 1 de agosto de 2020.
1.1.2.3 Valorar si el tipo de ureteroscopia empleado tiene relevancia estadística en la TLL de
pacientes con litos de 10 a 20 mm tratados por vía endourológica del 1 de enero de 2018 al 1
de agosto de 2020.
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CAPÍTULO II
MATERIALES Y MÉTODOS
Se solicitó al servicio de estadística del Hospital San Juan de Dios el listado de pacientes
sometidos a URS (rígida y flexible) y LEOCh en el lapso del 1 de enero de 2018 al 1 de
agosto de 2020. Se plantearon como criterios de inclusión aquellos pacientes que:
o Se hubieran realizado, en el año previo a la cirugía, un estudio tomográfico de
abdomen y pelvis con o sin contraste.
o Tuvieran un lito único en el riñón tratado que estuviera localizado en el sistema
calicial, pelvis renal, unión ureteropiélica o uréter proximal.
o Tuvieran un cálculo renal con un diámetro mayor que no fuese menor a 10 mm
y que no excediera los 20 mm
o Se estuvieran sometiendo a un primer intento quirúrgico para resolución de su
patología litiásica, esto sin tomar en cuenta procedimientos previos para
derivación urinaria.
Se realizó una revisión del expediente digital y/o físico, así como de las imágenes, previo y
posterior a la cirugía en el sistema digital de Resolution MD. A todos aquellos pacientes que
cumplieran con los distintos criterios de inclusión, se les recolectó la siguiente información:
la edad, el sexo, la lateralidad de su patología, el tiempo quirúrgico, la estancia hospitalaria
posterior a la cirugía, si tenían o no un catéter uretral previo, y si presentaron complicaciones
en los 30 días posteriores a la cirugía. Se anotó para la estancia hospitalaria: 1 día para todos
aquellos pacientes con procedimientos ambulatorios, y 2 días para los que pasaron una o más
noches en el hospital.
En cuanto a las imágenes radiológicas, se realizó un análisis exhaustivo de la tomografía
axial computarizada (TC) previa a la cirugía, la cual incluía la medición del lito en su
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diámetro anteroposterior, lateral y longitudinal, así como su ubicación y las unidades
Hounsfield (UH) promedio, y que se hubiera determinado que el paciente tenía un estudio
contrastado (TC o PIV) o radiografía simple de abdomen (RSA) posterior a la cirugía que
confirmara la presencia o no de litiasis residual. Se catalogó como libre de litiasis todos
aquellos pacientes sin litiasis residual o con litos ≤ de 4mm.
Para todos los pacientes sometidos a LEOCh se utilizó el litotriptor MODULITH® SLK de
la marca Karl Storz, mientras que los pacientes sometidos a ureteroscopia fueron tratados de
dos maneras: a) con ureteroscopio rígido de la marca Olympus con diámetro mayor de 9.8 Fr
y con ayuda de cámara y pantalla 2D, o b) con ayuda del sistema LithoVue™ de Boston
Scientific; en ambos abordajes se realizó litotripsia intracorpórea con ayuda de una fibra de
láser de holmio. Tanto la LEOCh como la ureteroscopia fueron guiadas con fluoroscopia en
todos los casos estudiados.
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CAPÍTULO III
MARCO TEÓRICO
En el siguiente apartado se explicará las perspectivas teóricas y conceptuales que orientan la
presente investigación.
3.1 Epidemiología y etiología
La litiasis renal es una de las principales patologías urológicas a nivel mundial, su incidencia
varía según la región donde se estudie, por lo cual depende mucho de su geografía, etnia,
dieta y factores genéticos; pero, en términos generales, su prevalencia oscila entre el 1% y el
20%, y es más frecuente que se presente en hombres de raza blanca con un pico de incidencia
entre la cuarta y sexta década de vida.
La patología litiásica suele ir de la mano de pacientes que habitan zonas cálidas, áridas o
secas, o de pacientes con trabajos que los exponen al calor o deshidratación. Así mismo la
carga genética y los factores dietéticos son un factor más importante incluso que la geografía
o la ocupación, lo que explica que la prevalencia y riesgo se correlacionen directamente con
el índice de masa corporal.
La etiología de la litiasis renal involucra una amplia y compleja cascada de eventos
relacionados con el metabolismo y pasaje del filtrado glomerular a través de la nefrona que
escapa al objetivo de este estudio, el cual se enfoca en el tratamiento de dicha patología; sin
embargo, es importante recalcar que la composición final de los cálculos es básica en el
posterior diagnóstico y tratamiento de estos.
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El principal componente de los cálculos renales suele ser el calcio en sus distintas
composiciones y el oxalato de calcio el compuesto que se encuentra presente en más de un
50% de los cálculos renales. La hidroxiapatita y brushita son otros compuestos de calcio que
pueden ser encontrados en los cálculos renales, así como el ácido úrico, la estruvita y la
cistina, por mencionar los más frecuentes.
La importancia de la composición del cálculo renal tiene cabida en cuanto a su tamaño,
dureza y radiopacidad, características que como se mencionará más adelante, son importantes
para el diagnóstico, la selección de un tratamiento óptimo y el seguimiento post quirúrgico
que se le pueda ofrecer al paciente.
3.1.1 Epidemiologia y etiología en Costa Rica
Costa Rica cumple con las condiciones geográficas y climáticas de las zonas con más altas
incidencias de litiasis renal; dicha característica, sumada a la raza latina como segunda en
incidencia a nivel mundial, es un sinónimo de una prevalencia estimada similar a la de países
industrializados, a pesar de la poca evidencia objetiva.
Si a esto le sumamos que la litiasis renal suele asociarse a comorbilidades como hipertensión
arterial, diabetes mellitus, obesidad, síndrome metabólico, así como una educación
nutricional pobre en nuestro país, se tiene el escenario perfecto para una incidencia al alza de
la litiasis renal a nivel país.
Uno de los pocos estudios de litiasis renal a nivel de nuestra región muestra una distribución
por sexo mayor en hombres, con una mediana de edad de 45 años en ambos sexos y una
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mayor incidencia de cálculos de calcio, y los de oxalato de calcio e hidroxiapatita son los
más frecuentes. Todos estos datos se equiparan con los presentes a nivel mundial e invitan a
un mayor estudio de la litiasis en nuestro país.
3.2 Introducción e indicaciones para el tratamiento de los cálculos renales
Una vez hecho el diagnóstico de la litiasis renal, esta se puede clasificar según su tamaño, su
localización y sus características en estudios radiológicos, y el tamaño es el principal factor
para determinar el abordaje inicial, el cual se divide normalmente en grupos con litos menores
de 10 mm, otro de litos mayores de 20 mm y una zona gris intermedia de litos de entre 10
mm y 20 mm.
Los avances tecnológicos han desplazado la cirugía abierta como opción de tratamiento
primario y se prefiere el uso de abordajes menos invasivos. Para ellos, las características del
paciente toman tanta relevancia como el tamaño o la localización de los cálculos, el hábito
corporal, las anomalías renales o las comorbilidades del paciente; por ello deben ser tomadas
en cuenta previo a la selección del tratamiento.
Las técnicas mínimamente invasivas para el tratamiento de la litiasis renal han evolucionado
y continúan haciéndolo drásticamente en los últimos 30 años. Aparte del manejo
observacional o la terapia médica expulsiva con alfa bloqueadores, se cuenta, como opciones
de tratamiento de preferencia, con la litotricia con onda de choque extracorpórea y con la
cirugía endoscópica, ya sea con ureteroscopia o nefrolitotomía percutánea (NLPC).
Otros procedimientos menos utilizados son la quemolisis oral o percutánea, que es poco
utilizada hoy en día, o la cirugía robótica y laparoscópica, en casos de cálculos complejos
9
con pacientes adecuadamente seleccionados, y que asimismo desplaza la cirugía abierta
como una opción de primera línea, pero que, a pesar de ser menos utilizada, de igual manera
sigue siendo un recurso válido.
Las indicaciones para la remoción activa de un cálculo van de la mano con su crecimiento,
con la obstrucción que pueda asociar deterioro renal, así como con las comorbilidades y
preferencias del paciente. Una lista detallada de ellas se anota en el Tabla 1.
Tabla 1: Indicaciones para la remoción activa de cálculos renales, tomado de las guías
europeas para el manejo de la litiasis renal, modificado de las guías europeas para el
manejo de litiasis renal
Aumento del tamaño del cálculo
Pacientes con alto riesgo de formación de nuevos litos
Cálculos obstructivos
Infección urinaria asociada
Cálculos sintomáticos
Cálculos mayores a 15 mm o menores cuya observación no está indicada
Preferencia del paciente
Comorbilidades asociadas
Otros (ejemplo: situación social o profesión)
3.3 Modalidad de tratamiento para la litiasis renal
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La resolución quirurgica de la patología litiásica es muy versátil, la misma dependerá tanto
de la experiencia del especialista y las herramientas con que cuente, como de las
características del paciente y del lito a tratar. El abordaje puede darse por vía endoscópica
por medio de la NLPC y la URS, por abordajes no invasivos como la LEOCH y en la minoría
de casos por medio de cirugía abierta, laparoscópica o robótica, a continuación, se detallan
particularidades de la NLPC, URS y LEOCh.
3.3.1 Nefrolitotomía percutánea
La nefrolitotomía percutánea es el procedimiento estándar para litos grandes de más de 2 cm,
pero también es utilizada en casos especiales de cálculos renales con diámetros menores. En
términos generales, es el procedimiento quirúrgico con mejores TLL, sin embargo, va de la
mano con mayor comorbilidad y complicaciones más severas.
Esta cirugía consiste en el acceso percutáneo guiado por imágenes del sistema colector, por
el cual, con equipo rígido o flexible, se logra la fragmentación y extracción del lito. Dichos
tractos de acceso al riñón usualmente van de los 24 Fr a 30 Fr; sin embargo, con el
advenimiento de la Miniperc y Microperc, se han logrado accesos aún menores, con TLL
comparables.
En términos generales, la NLPC puede realizarse en posición prono o supina, sin presentar
ventajas una sobre la otra; la punción puede realizarse guiada por ultrasonido o fluoroscopia
y la dilatación del tracto de acceso puede ser con instrumento rígido, semiflexible o balones
dilatadores. Todo lo anterior usualmente según las preferencias y experiencia del cirujano,
así como el equipo disponible.
11
De igual manera este tipo de procedimiento permite la fragmentación con equipo neumático,
ultrasónico y/o láser lo cual aumenta la gamma de equipo disponible para la remoción de la
litiasis, la selección de este equipo varía según las características del lito, las preferencias del
cirujano, el uso de equipo rígido o flexible y el diámetro del acceso utilizado.
Este procedimiento está contraindicado en pacientes embarazadas, presencia de discrasias
sanguíneas o infecciones urinarias activas: y, dentro de las complicaciones que presenta, en
orden de incidencia, se anotan: la fiebre, el sangrado con necesidad de transfusión, lesiones
torácicas, sepsis, lesión de víscera hueca y otros órganos abdominales, embolismo pulmonar,
presencia de urinoma post quirúrgico y la muerte.
3.3.2 Litotripsia extracorpórea por onda de choque
La LEOCH es una manera no invasiva, rápida y segura de tratar la litiasis renal, sin embargo
se deben cumplir características específicas para poder obtener mejores resultados, a
continuación más detalles respecto a esta modalidad de tratamiento.
3.3.2.1 Historia
La LEOCh, tal y como su nombre lo indica, hace referencia al uso de energía para formar
ondas de choque que dividen el material delante de ellas según su punto de enfoque. Dicho
procedimiento fue introducido en 1980 y revolucionó el manejo de la litiasis renal al lograr
desplazar la cirugía abierta.
La empresa alemana Dornier fue la pionera del tratamiento con ondas de choque y fue en
1980 con el HM1 (modelo humano 1 por sus siglas en inglés) cuando el Dr. Chaussy realizó
el primer tratamiento en humanos, para que ya en 1984 la FDA o administración de
12
medicamentos y alimentos por sus siglas en inglés, lograra aprobar el litotriptor HM3,
instrumento ampliamente utilizado como referencia por muchos años.
Hoy en día, debido a los avances que se han desarrollado en técnicas percutáneas y
endourológicas, la LEOCh es un procedimiento que ha entrado en desuso, pues el mercado
y la producción de tecnologías asociadas ha disminuido, lo cual tiene como consecuencia que
la introducción de la LEOCh de alta frecuencia sea uno de los pocos avances encontrados en
la literatura que podrían inclinar la balanza hacia el uso de esta técnica.
3.3.2.2 Métodos y principios físicos
Los elementos básicos de la LEOCh son el generador de ondas, el focalizador de ondas o
lente acústico, el medio de acoplamiento y el control radiológico o ultrasónico de la
localización y fragmentación del lito. Actualmente existen tres tipos de generadores de ondas
de choque: los electrohidráulicos, electromagnéticos y los piezoeléctricos.
3.3.2.2.1 Generador electrohidráulico
Con el generador electrohidráulico se produce una onda de choque mediante la descarga de
una chispa debajo del agua, el electrodo se encuentra sumergido en el centro de una
semielipsoide reflectora y genera vaporización en el fluido. La onda se focaliza mediante un
reflector elipsoidal en medio acuoso para lograr impactar los cálculos. Un ejemplo de este
generador se encuentra en el litotriptor Doriner HM3 y dentro de sus ventajas se encuentra
su eficiencia para fragmentar los cálculos, mientras que su fluctuación de la presión de un
choque a otro y la breve vida media del electrodo son sus puntos en contra (ver figura 1).
3.3.2.2.2 Generador electromagnético
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En generador electromagnético, utilizado en el litotriptor Modulith de Storz, un impulso
eléctrico mueve una membrana en un cilindro de choque y genera la onda que se focaliza
mediante lentes acústicas, y luego se transmite por un cojín de agua. Este tipo de generador
tiene la ventaja de ser más controlable y reproducible que los electrohidráulicos, además de
que introduce la energía a través de una amplia superficie cutánea, lo que disminuye el dolor.
En su contra presenta que se logra conseguir un punto focal pequeño con altas densidades de
energía, lo que se traduce a una tasa más elevada de hematomas subcapsulares (ver figura 2).
Figura 1 Esquema de un generador de ondas electrohidráulico obtenido de Campbell-
Walsh, Urología, 10ma ed.
3.3.2.2.3 Generador piezoeléctrico
14
En el generador piezoeléctrico las ondas se generan por la expansión súbita de un elemento
de cerámica excitado por un pulso de alta frecuencia y energía, las ondas por su parte se
focalizan mediante un disco esférico cóncavo. Estos generadores son más duraderos y tienen
una mayor precisión de enfoque, además poseen una baja densidad de energía que permite
su uso sin anestésico, sin embargo, puede producir potencia insuficiente y menor eficacia
(ver figura 3).
Figura 2 Esquema de un generador de ondas electromagnético obtenido de Campbell-
Walsh, Urología, 10ma ed.
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Figura 3 Esquema de un generador de ondas piezoeléctrico obtenido de Campbell-Walsh,
Urología, 10ma ed.
En cuanto a la fragmentación del cálculo, este es consecuencia de la falla del material que lo
compone, dicha falla se genera por las tensiones mecánicas producidas directamente por la
onda de choque o indirectamente por el colapso de las burbujas de cavitación. Este proceso
es un mecanismo dinámico y se produce luego de la acumulación de lesiones inducidas por
la LEOCh dentro del cálculo.
Dentro de los mecanismos específicos para la fragmentación de los litos, se encuentran: la
fractura conminuta del cálculo, la compresión circunferencial del cálculo secundario a las
diferencias en la velocidad del sonido entre el lito y el líquido circundante, el estrés por
fricción, la amplificación de las tensiones dentro del cálculo en función de su geometría o
superenfoque, y la cavitación por burbujas y su comportamiento dinámico.
3.3.2.3 Complicaciones
A diferencia de la NLPC y la URS, las complicaciones asociadas a la LEOCh suelen ser
menos y menores, las mismas dependen de: el tamaño del lito, la cantidad de ondas, la
intensidad y la frecuencia con que se administren dichas ondas, la presencia de gérmenes
urinarios y las comorbilidades asociadas.
16
La complicación más frecuente se asocia a los fragmentos litiásicos y es el crecimiento de
fragmentos residuales. Otras complicaciones asociadas a la carga litiásica son el cólico renal
y la calle litiásica que se presentan hasta en un 4% y 7%, respectivamente.
Otras complicaciones no asociadas al cálculo son: el espectro de complicaciones infecciosas,
que abarca desde bacteriuria hasta sepsis urinaria y que se presentan hasta en un 23% de los
casos; la hematuria y los hematomas renales subcapsulares asintomáticos y sintomáticos
(≤1%).
Existen casos reportados de complicaciones más severas como arritmias, eventos
cardiovasculares severos o lesiones de víscera hueca, bazo o hígado. Existe, además, una
relación entre la LEOCh, la diabetes mellitus y la hipertensión arterial, que se cree va más de
la mano con la enfermedad litiásica de fondo que con su tratamiento.
3.3.2.4 Contraindicaciones
A pesar de ser un tratamiento seguro, la LEOCh no debe utilizarse en: embarazos, desórdenes
de coagulación no compensados, infecciones urinarias no controladas, malformaciones
esqueléticas severas, obesidad, aneurismas arteriales cercanos al lito por tratar, ni en
pacientes con obstrucción urinaria distal al sitio donde se encuentra el cálculo renal.
3.3.3 Ureteroscopia
A pesar de la seguridad de la LEOCh, la URS es uno de los procedimientos más utilizados
en la actualidad debido a los avances tecnológicos que ha tenido esta rama de la cirugía renal.
3.3.3.1 Historia
17
El primer uso reportado de la ureteroscopia data de 1964 luego de que Marshall lograra
observar un lito ureteral al pasar un ureteroscopio a través de un cistoscopio 26 Fr, el mismo
no contaba con un canal de trabajo y su flexibilidad era subóptima. Con la ayuda del
desarrollo de canales de trabajo e irrigación, puntas flexibles y equipos de menor diámetro,
para la década de los años 80 se logra la primera URS exitosa en humanos en 1987.
Ya para 2001 se contaba con ureteroscopios con mayor deflexión y, con el desarrollo de
sistema de imágenes digital, se produjeron ureteroscopios digitales y flexibles para el año
2006. Actualmente, se cuenta con una amplia gama de ureteroscopios, rígidos, flexibles con
amplios ángulos de deflexión de al menos 270°, digitales, con fibra óptica y con diámetros
menores que facilitan su utilización.
Durante las últimas tres décadas se ha logrado mejorar la calidad de imagen, durabilidad y
miniaturización de los ureteroscopios, y también se han mejorado, paralelamente, los
accesorios utilizados en este tipo de cirugía y se ha planteado, incluso, la idea de la adaptación
robótica del procedimiento para contrarrestar los problemas de ergonomía del cirujano. Todo
esto ha sumado para generar un interés creciente en el uso de la URS en detrimento de la
LEOCh.
3.3.3.2 Técnica quirúrgica
La URS o cirugía intrarrenal retrógrada (CIR) es un procedimiento con múltiples pasos y
diferentes propuestas según la experiencia del cirujano y el equipo utilizado. Generalmente
consiste en el abordaje retrogrado del sistema colector que se realiza preferiblemente bajo
anestesia general, esto debido a que algunos pacientes pueden sentir dolor según la altura del
bloqueo espinal, presentar movimientos que compliquen la cirugía e, incluso, podrían ocurrir
18
traumas ureterales debido a la inadecuada relajación del uréter o movimientos respiratorios
bruscos.
El procedimiento debe ser realizado con ayuda de fluoroscopia, el paciente se coloca en
posición de litotomía y, con la ayuda de un cistoscopio, se emplean una o dos guías ureterales
que facilitan el acceso con un ureteroscopio rígido o la colocación de camisas ureterales para
el uso de ureteroscopios flexibles. Otros instrumentos utilizados son los dilatadores
ureterales, los catéteres ureterales, las canastas para cálculos, los medios de irrigación, el
medio de contraste y una fibra láser que varía su grosor según el lito a tratar.
Actualmente, se utilizan fibras de láser de holmio, las cuales son efectivas para todo tipo de
cálculos sin importar su composición. Los cálculos son fragmentados por un efecto
fototérmico producido luego de que la radiación del láser es absorbida por el agua dentro de
la piedra al crear vapor que presuriza y rompe el lito. Las variables de los litotriptores láser
incluyen: la energía (J), la frecuencia (Hz) y la duración de la pulsación; y se modifica según
el tamaño y localización del cálculo, las preferencias del cirujano y la anatomía del paciente.
Para una fragmentación en litos más pequeños que pueden ser extraídos con canasta, se utiliza
una energía de 1 o 2 Julios con una frecuencia baja (3-5 Hz) y, de ser necesario, un pulso
corto; mientras que la pulverización del lito se logra con una energía baja (0.2-0.5 J) y una
frecuencia alta de no menos de 10 Hz con una pulsación larga. Una opción de tratamiento es
el efecto de palomitas que se logra con alta energía y alta frecuencia, y se utiliza en caso de
que haya múltiples fragmentos que requieran ser disminuidos de tamaño.
Tal y como se mencionó anteriormente, dicho procedimiento involucra múltiples pasos que
pueden ser modificados u omitidos según la experiencia y preferencias del cirujano sin
19
traducirse en diminución de la TLL o aumento de complicaciones de manera significativa.
Algunos ejemplos son el uso de una segunda guía de seguridad facilitadora del acceso al
sistema colector, el uso o no de camisas ureterales que faciliten el paso del ureteroscopio
flexible y la salida de fragmentos litiásicos o el uso o no de catéter ureteral posterior a la
cirugía.
3.3.3.3 Complicaciones
Se presentan del 9% al 25% de los casos, sin embargo, en la mayoría de ellos se trata de
complicaciones menores que no requieren intervención. En menos del 1% de los casos
existen complicaciones graves, como avulsión o estrechez ureteral, y el principal factor de
riesgo es la perforación ureteral previa. Algunas de las complicaciones frecuentes son;
hematuria macroscópica, infección urinaria, calle litiásica, dolor o síntomas urinarios de
vaciamiento.
3.3.3.4 Contraindicaciones
Aparte de problemas relacionados con la anestesia o infecciones urinarias no tratadas, no
existen contraindicaciones específicas para la URS. Esto permite su utilización en casos
especiales como pacientes anticoagulados o con alteraciones hematológicas, presencia de
anomalías anatómicas o esqueléticas y pacientes obesos.
3.4 Tratamiento de la urolitiasis según el tamaño de los cálculos
Tal y como se mencionó anteriormente, una vez que se cumple la indicación para la remoción
activa de un lito, el tamaño cumple un papel indispensable para la selección del abordaje
20
quirúrgico ideal. A continuación, se describen las recomendaciones para la selección de
tratamiento según el tamaño del cálculo (ver figura 4).
3.4.1 Cálculos menores a 10 mm
Pacientes con litos poseedosres de estas dimensiones suelen presentarse con cólico renal y
cálculos que descienden por el uréter. Hasta el 95% de cálculos menores de 4mm se cree que
pueden presentar expulsión espontánea, por lo que se prefiere un manejo conservador para
los litos menores de 5 mm.
A aquellos pacientes con cálculos de 5mm a 10 mm, se les puede ofrecer terapia médica
expulsiva con alfa bloqueadores, en caso de encontrarse a nivel del uréter distal. En caso de
encontrarse en uréter proximal o riñón, o de no haber resuelto luego de 4-6 semanas con
terapia médica, la primera opción de tratamiento recae en la LEOCh.
En estos pacientes, la URS suele presentar mayores TLL en un único tiempo quirúrgico, sin
embargo, va de la mano con mayor cantidad de complicaciones duración de la cirugía y
estancia hospitalaria; no obstante, suele ser un tratamiento de primera línea en pacientes
obesos, con cálculos ureterales distales o litos del polo inferior con características anatómicas
que predispongan a una falla de la LEOCh.
3.4.2 Cálculos mayores a 20 mm
Existe un amplio consenso para que a pacientes con cálculos mayores a 20 mm o coraliformes
se les ofrezca como primera línea de tratamiento la NLPC; sin embargo, no siempre es una
21
opción de tratamiento y aquellos pacientes anticoagulados, con un posible tumor renal,
embarazo o infecciones no tratadas, no pueden ser sometidos a este procedimiento y se deben
buscar alternativas.
Las anomalías renales o el hábito del paciente son otras particularidades que han de ser
tomadas en cuenta a la hora de hacer una NLPC y, de no poder realizarla, la CIR o la LEOCh
son las opciones terapéuticas que se deben tomar en cuenta, con una menor TLL al
compararla con hasta el 95% obtenido con la NLPC.
3.4.3 Cálculos de 10mm a 20 mm
En los casos de cálculos de 10 mm a 20 mm, en particular, se consideran como primera línea
de tratamiento tanto la LEOCh, la CRI y la NLPC, siendo la LEOCh la que suele
recomendarse como primera opción ante su seguridad y baja tasa de complicaciones, sin
embargo, las opciones endourológicas reducen la necesidad de un segundo procedimiento y,
consecuentemente, una mayor TLL, de la mano de mayor comorbilidades, principalmente la
NLPC.
22
Figura 4 Algoritmo para el tratamiento quirúrgico de la litiasis renal, modificado de las
guías europeas para el manejo de litiasis renal.
Tanto la LEOCh como la URS presentan TLL similares y complicaciones leves; no obstante,
con el advenimiento de nuevas tecnologías, es la URS la que ha tomado más relevancia en
los últimos años, principalmente en el manejo de cálculos duros, de polo inferior o en
pacientes obesos o con alteraciones renales y/o esqueléticas.
3.5 Ureteroscopia versus litotripsia extracorpórea con ondas de choque: Selección de
tratamiento para litos de 10 a 20 mm
Tal y como se ha expuesto en los párrafos anteriores, en presencia de paciente con cálculos
renales de 10 mm a 20 mm, tanto la LEOCh como la URS son opciones viables de
tratamiento. No existe un consenso en cuanto a cuál utilizar como primera línea y la
23
comparación de ambos procedimientos ha sido tema de discusión por mucho tiempo. La
primera presenta como ventaja su seguridad, sin embargo, la URS permite una más rápida
TLL con menos intervenciones. A continuación, se describen algunas consideraciones por
tomar en cuenta previo a la selección de tratamiento.
3.5.1 Tasa libre de litiasis
La TLL para la LEOCh oscila, de manera general, entre un 72% y un 90%, mientras que en
el caso de la URS la misma varía entre un 65% y un 92%; sin embargo, con una mala
selección de pacientes, ambas pueden llegar a ser tan bajas como un 17% y un 20%. En
ambos abordajes la TLL es comparable y no significa una variable que incline la balanza
hacia el uso de una u otra modalidad.
Dejando de lado la NLPC, que presenta una TLL mayor a la LEOCh y a la URS, se debe
tomar en cuenta que, tanto en la LEOCh como en la URS, la TLL en pacientes con litos de
10 mm a 20 mm va a variar según las características del lito, del paciente, del equipo utilizado
y de la experiencia del cirujano. Dichas variables serán discutidas en las secciones siguientes.
Lo que sí se debe tomar en cuenta es que a pesar de que las TLL varían y terminan siendo
comparables para ambos procedimientos, sí está bien establecido que la necesidad de
retratamiento y la recurrencia por crecimiento de fragmentos residuales son mayores en la
LEOCh que en la URS, esto sin importar la dieta o trasfondo metabólico del paciente, por lo
que es un aspecto que debe ser tomado en cuenta y expuesto al paciente por tratar.
3.5.2 Complicaciones
24
Una de las ventajas de la LEOCh es su seguridad. Las complicaciones de la misma son en su
mayoría leves y suelen resolverse sin necesidad de intervenir al paciente; no obstante, las
complicaciones en la URS también suelen ser menores y significan mayor problema para los
pacientes. Varios estudios comprueban dichas ventajas y desventajas, y evidencian que son
comparables para ambas cirugías, sin presentar diferencia significativa, por lo que, a pesar
de que se deben tener siempre presentes, no benefician la selección de uno u otro abordaje.
3.5.3 Características del lito
En cuanto al cálculo renal per se, existen tres variables por tomar en cuenta: la primera de
ellas corresponde al tamaño o carga litiásica. La TLL en pacientes tratados con LEOCh es
inversamente proporcional al tamaño de la piedra y, conforme aumente el tamaño, menor
será la probabilidad de un procedimiento exitosos libre de litiasis en un único tiempo
quirúrgico; es por ello que los litos mayores de 2 cm no se suelen tratar con LEOCh.
La segunda característica que se debe evaluar ya sea por medio de la TC o por medio de
estudios previos de otras litiasis, es la composición y dureza de los litos. La LEOCh tiene el
inconveniente de no ser efectivo con litos duros, a diferencia de la URS en la cual el láser de
holmio suele fragmentar cualquier tipo de lito. Los litos de oxalato de calcio, brushita o
cistina, suelen ser duros y pacientes con este tipo de litos no responden adecuadamente a la
fragmentación por LEOCh.
La tercera variable por tomar en cuenta es la localización del lito; tal y como se observa en
la figura 4, el tratamiento variará según el cálculo que se encuentre en el polo inferior del
riñón versus cualquier otra localización, ya que hasta un 35% de los cálculos renales se
25
encuentran en el polo inferior y esto va de la mano con una menor TLL, especialmente para
la LEOCh, donde hasta un 75% de los pacientes puede permanecer con litos residuales que
pueden crecer y requerir retratamiento. La ureteroscopia flexible presenta mejores TLL y es
la opción ideal para estos litos en particular.
3.5.4 Características del paciente
Retomando la localización de los cálculos renales en el polo inferior del riñón, existen
variantes en la anatomía renal de cada paciente que pueden ser favorables o desfavorables
para una mejor aclaración de los restos de cálculos renales en el grupo calicial inferior (GCI)
luego de la LEOCh. Tales variantes son: la presencia de un ángulo infundibular agudo (45-
70°), un infundíbulo angosto (≤5mm) o un cáliz largo (≥10 mm), en estos casos es mucho
mayor la probabilidad de una baja TLL con la LEOCh y se prefiere la URS.
Como se observó anteriormente, no existen contraindicaciones absolutas para la
ureteroscopia; sin embargo, sí las hay para la LEOCh y deben ser descartadas antes de
escoger esta modalidad como la opción de tratamiento preferible. Una de esas
contraindicaciones es la obesidad; muchas máquinas de LEOCh tienen límites de peso que
limitan su uso, pero el principal problema es que la mayoría de litotriptores presenta una
distancia focal no mayor a 15 mm, por lo que la distancia lito piel (DLP) no se recomienda
que sea mayor de 10 mm a 12 mm y debe ser evaluada por una TC previa a la cirugía.
Asimismo, en casos de obesidad que contraindique la LEOCh, la URS toma ventaja.
3.5.5 Características del equipo
26
Los avances tecnológicos en los últimos años se han enfocado en la mejora de los
instrumentos endourológicos, su miniaturización y mejor calidad. Los ureteroscopios de un
solo uso han venido a suplantar los reutilizables que presentaban cierta fragilidad y altos
costos de reparación. De igual forma la calidad de imagen digital ha mejorado y permite una
visualización del lito similar a la obtenida con fibra óptica.
Otra particularidad es la amplia deflexión de los ureteroscopios, la cual permite el abordaje
de cálculos del polo inferior, a diferencia de los rígidos o de la LEOCh, que no tiene, como
se mencionó en secciones previas, la misma efectividad con litos ubicados en esta zona del
sistema colector.
Por su parte, los litotriptores también pueden variar su efectividad entre ellos. El estándar de
referencia, a la hora de comparar estos mecanismos, es el modelo HM3 de Dornier; sin
embargo, los generadores electrohidráulicos varían en cuanto a los siguientes aspectos: la
energía entregada en el punto focal, el área focal es mayor, su utilización es difícil sin
anestesia y los electrodos tienen una vida corta. Estas deficiencias han logrado mejorarse,
mas no así la efectividad de las nuevas tecnologías.
3.5.6 Costo efectividad
La mejoría de las nuevas tecnologías de litotriptores ha permitido su utilización ambulatoria
bajo sedación, lo cual permite su uso ambulatorio y disminuye la estancia intrahospitalaria;
además, en la mayoría de los estudios es significativamente más corta comparada con la URS
y disminuye así los gastos con este tipo de procedimiento.
27
A pesar de su efectividad, la CIR es un procedimiento costoso, porque la inversión no solo
involucra el ureteroscopio flexible, sino los accesorios necesarios para su adecuado uso, tales
como: las guías ureterales, las camisas de acceso, las canastas, el equipo de fibra láser, entre
otros; y, a pesar de no ser tan costoso como una NLPC, sí presenta diferencia con la LEOCh,
con un costo promedio significativamente mayor por paciente.
3.6 Mejora en la aplicación del tratamiento para el aumento de la TLL
Una de las razones por las cuales se puede llegar a preferir la URS en comparación a la
LEOCh es la necesidad de una menor cantidad intervenciones para la resolución completa de
la patología litiásica, algunos de los datos que pueden mejorar la TLL se mencionan a
continuación.
3.6.1 Predicción de la TLL previo a la cirugía
La idea de estudiar previo a la cirugía todos los detalles relacionados al paciente y su litiasis
radica en el poder aplicar el tratamiento más adecuado para una resolución completa,
idealmente en un tiempo quirúrgico y evitando complicaciones asociadas. La calidad de vida
de los pacientes con cálculos renales se ve deteriorada y la individualización de cada caso es
primordial para una adecuada selección del tratamiento. Para esto existen puntajes que nos
pueden predecir un tratamiento exitoso tanto para la LEOCh como para la URS.
En el caso de la URS, se puede utilizar el puntaje de Resorlu-Unsal para determinar la TLL
basado en la dimensión, la localización y el número de litiasis, así como la presencia de
malformaciones renales y el ángulo infundibular en caso de litos de CI. Para ello, se otorga
1 punto por cada variable y la calificación total se enumera entre 0 y 4, siendo la TLL menor
28
en pacientes con puntaje ≥3. Otros puntajes, como el propuesto por la Universidad Nacional
de Seúl o por Ito y colaboradores, incluyen la cantidad de sitios del riñón con cálculos por
tratar o la experiencia del cirujano con estimaciones de la TLL similares.
En el caso de la LEOCh, el sistema de estimación de la Triple D es la prueba más utilizada e
involucra tres parámetros medidos por TC: la DLP, la densidad del cálculo y el volumen del
mismo. Este se calcula según dichos parámetros cumplan el valor de corte para volumen (≤
150 mm3), DLP (≤ 12 cm) o densidad (≤ 600 UH), y a mayor puntaje mejor TLL estimada.
La localización en GCI se ha propuesto como una cuarta variable para la prueba de la
Cuádruple D.
3.6.2 Mejoría de la técnica quirúrgica y uso de catéter ureteral prequirúrgico
En el caso de la LEOCh la selección del paciente y experiencia del cirujano son
indispensables para una TLL óptima, no existe consenso en la manera de aplicar la LEOCh,
pero algunas recomendaciones incluyen una frecuencia de onda menor, un aumento paulatino
de la energía aplicada en lugar de un inicio a energía máxima, un adecuado acople del
paciente al generador de las ondas, y una visualización adecuada y continua del lito en
tratamiento.
Por su parte, la variabilidad de la técnica limita, para la URS, la estandarización del
procedimiento; sin embargo, recomendaciones como el uso de anestesia general que permiten
el uso de apnea para evitar la movilización del riñón, el uso de una segunda guía de seguridad
o una camisa ureteral para el acceso del ureteroscopio flexible, la adecuada visibilidad de la
fibra láser en la pantalla del endoscopio y el uso de bombas de presión para una adecuada
irrigación, facilitan la fragmentación y pueden aumentar la tasa de éxito en un solo tiempo.
29
Otra variable que se ha propuesto puede mejorar la TLL, ya sea en la LEOCh o en la URS,
es el uso de un catéter ureteral previo a la cirugía, el mismo puede realizar una dilatación
pasiva del uréter y facilitar el acceso al sistema colector, o facilitar el pasaje de restos de
cálculos luego de la LEOCh; sin embargo, en ninguno de los dos casos se ha demostrado que
mejore la TLL, por lo que su uso no se recomienda como una práctica estándar.
3.6.3 Reducción de complicaciones
Las complicaciones per se de la LEOCh y la URS son menores; sin embargo, una adecuada
selección de los pacientes y un estudio completo de ellos van de la mano con un porcentaje
menor de complicaciones. La profilaxis antibiótica es controversial y no se cuenta con un
régimen estandarizado; pero, en casos de pacientes con catéter ureteral previo, bacteriuria o
historia de cálculos infectados, se ven beneficiados con su aplicación.
Otras recomendaciones incluyen un adecuado control del dolor; no obstante, no existen
recomendaciones específicas y puede emplearse desde el uso de antiinflamatorios en sus
distintas vías de administración hasta el bloqueo subcostal con lidocaína. El uso de alfa
bloqueadores como terapia médico expulsiva posterior a la LEOCh y la URS acelera el paso
de los fragmentos ureterales, aumenta la TLL y mejora el control del dolor.
3.6.4 Seguimiento con imágenes
La presencia de litos residuales representa un alto riesgo de recurrencia y es que, tal y como
se ha mencionado en secciones anteriores, se requiere un estudio, previo a la selección del
tratamiento, con una TC que nos brinde información importante tanto de la anatomía del
30
paciente como de las características del cálculo; sin embargo, a la hora de dar seguimiento
posterior al tratamiento, no existe una unificación de criterios de cuándo y cómo realizarlo.
Las imágenes post quirúrgicas realizadas muy pocos días posterior al procedimiento pueden
dar resultados falsos positivos ante la presencia de restos pequeños que pueden ser
expulsados espontáneamente, por lo que es preferible el control de al menos cuatro semanas
luego del procedimiento. Al compararse con el ultrasonido, el pielograma intravenoso (PIV)
o la radiografía simple de abdomen (RSA), el estudio con mayor sensibilidad (93%) y
especificidad (97%) es la TC; sin embargo, preocupa la exposición a la radiación, la cual
puede ser menor con el uso de TC con bajas dosis de radiación.
CAPÍTULO IV
RESULTADOS
Durante el período del estudio se reportaron 245 URS y 62 LEOCh, del total solo 44 pacientes
cumplieron los criterios de inclusión, a los cuales el 40.9 % (18/44) se les practicó LEOCh y
el restante 50.1% (26/44) se sometieron a URS (ver figura 5 Y 6).
31
Figura 5 Selección de pacientes sometidos a litotripsia extracorpórea por onda de choque
según los criterios de exclusión del estudio, enero 2018 - agosto 2020
De los 62 pacientes anotados en el grupo de LEOCh, 18 presentaban litiasis múltiple, 17 no
contaban con una TC previo a la cirugía, 4 no contaban con las dimensiones estipuladas en
el estudio, 2 tenían intentos previos para resolución de su litiasis, otros 2 presentaban datos
incompletos y 1 paciente recibió LEC por historia de catéter ureteral calcificado (ver figura
5).
32
Figura 6 Selección de pacientes sometidos a ureteroscopia según los criterios de exclusión
del estudio, enero 2018 - agosto 2020
En cuanto a los 245 pacientes del grupo de URS, 58 pacientes presentaban litiasis múltiple,
57 presentaban litos en uréter medio o distal, 31 no cumplían con las dimensiones adecuadas,
31 se habían realizado ureteroscopia por otra patología distinta a litiasis, 30 no presentaban
TC previo a la cirugía, 6 habían tenido intento previo para resolver su litiasis y otros 6
presentaban datos incompletos (ver figura 6).
33
La distribución según sexo evidenció que el de los hombres fue el más frecuente y que
representaba el 56.0% (10/18) dentro del grupo de LEOCH, y el 73.0% (19/26) en los casos
de URS. La media, según grupo etario, fue de 52.0 años (DE:12.0) para el grupo con LEOCH
y de 50.0 años (DE:16.0) para el grupo con URS. La distribución por sexo y la media de edad
entre los grupos no demostró contar con diferencias significativas (p>0.05), como se aprecia
en la tabla 2.
Tabla 2: Características de pacientes con litos de 10 a 20 mm tratados con ureteroscopia vs
litotripsia extracorpórea por ondas de choque, enero, 2018 - agosto, 2020.
Caracteríscas generals LEOCH, N = 181 URS, N = 261 valor p2
Sexo 0.23 Masculino 10 / 18 (56.0%) 19 / 26 (73.0%)
Femenino 8 / 18 (44.0%) 7 / 26 (27.0%)
Edad (años) 52 (12) 50 (16) 0.63 1 n / N (%); Media (Desviación estándar) 2 Prueba de Chi-Cuadrado; Welch Two Sample t-test
Elaboración propia
Al evaluar las características del lito, se evidenció que el lado con mayor presencia fue el
izquierdo para ambos grupos, documentándose en el 61.0% (11/18) de los pacientes de
LEOCH y el 58.0% (15/26) de los pacientes en el grupo de URS. En cuanto a la localización
del lito dentro del sistema colector, se halló que la localización más frecuente para ambos
grupos fue el uréter proximal (UP), la cual se documentó en el 33.0% (6/18) del grupo de
LEOCH y en el 46.0% (12/26) en el grupo de URS. Los litos GCI junto con los cálculos de
la pelvis renal fueron los segundos más frecuentes en el grupo de LEOCH, con un 28.0%
(5/18), y los terceros más frecuentes en el grupo de URS con un 19.0% .(6/26).
34
La evaluación de las dimensiones evidenció una media de ancho de 10.8 mm (DE:4.6) para
el grupo de LEOCH y de 10.2 mm (DE:2.9) para el grupo de URS; la media en el largo fue
de 10.1 mm (DE: 3.2) en el grupo de LEOCH y de 9.2 (3.2) mm en el de URS; y para el alto
se documentó una media de 13.4 mm (3.2) y de 13.8 mm (DE: 2.9) para el grupo de LEOCH
y URS, respectivamente. La evaluación de la densidad del lito, según las Unidades
Hounsfield, evidenció una media de 990 UH (DE: 226) para el grupo de LEOCH y de 1021
UH (DE:228) para el grupo de URS. La clasificación de UH, según punto de corte, mostró
que la presencia de litos de menos de 1000 UH fue la condición más frecuente para el grupo
con LEOCH en el 72.0% (13/18) de los casos; contrario a lo evidenciado para el grupo de
URS, en el cual prevalecieron los litos con valores mayores o iguales a 1000 UH, al
representar el 58.0% (ver tabla 3). (15/26).
Con respecto a las características de la cirugía y tiempo de internamiento, se evidenció que
para ambos grupos el primer cirujano más frecuente fue un médico asistente especialista
(MAE) con un 56.0% (10/18) para el grupo LEOCH y un 73.0% (19/26) para el grupo URS,
sin demostrar diferencias significativas respecto a las cirugías en las que se anota como
primer cirujano a un residente en formación (p=0.23). La duración del procedimiento, según
tipo de cirugía, evidenció una media de 63 minutos (DE: 25.0) para la LEOCH y de 105
minutos (DE:34) para las URS, lo cual demostró diferencias significativas entre los grupos
(p<0.001).
Tabla 3: Características del lito en pacientes tratados con ureteroscopia vs litotripsia
extracorpórea por ondas de choque, enero, 2018 - agosto, 2020
Características LEOCH, N = 181 URS, N = 261
Lateralidad Izquierda 11 / 18 (61.0%) 15 / 26 (58.0%)
Derecha 7 / 18 (39.0%) 11 / 26 (42.0%)
35
Localización Ureter proximal 6 / 18 (33.0%) 12 / 26 (46.0%)
Pelvis renal 5 / 18 (28.0%) 6 / 26 (23.0%) Grupo calicial inferior 5 / 18 (28.0%) 5 / 26 (19.0%)
Grupo calicial medio 1 / 18 (5.6%) 3 / 26 (12.0%) Grupo calicial superior 1 / 18 (5.6%) 0 / 26 (0.0%)
Dimensiones (mm)
Ancho 10.8 (4.6) 10.2 (2.9) Largo 10.1 (3.2) 9.2 (3.2)
Alto 13.4 (3.2) 13.8 (2.9)
Unidades Hounsfield-(UH) 909 (226) 1,021 (228) Categorías Unidades Hounsfield-(UH)
Mayor o igual a 1000 UH 5 / 18 (28.0%) 15 / 26 (58.0%) Menor a 1000 UH 13 / 18 (72.0%) 11 / 26 (42.0%) 1 n / N (%); Media (Desviación estándar) Elaboración propia
La determinación del tiempo del internamiento evidenció para ambos grupos que los
procedimientos ambulatorios (1 día o menos) fueron los más frecuentes, correspondientes a
94.0% (17/18) de las LEOCH y 62.0% (16/26) para el grupo de URS, sin demostrarse
diferencias significativas entre grupos (p=0.16) (ver tabla 4).
Tabla 4: Características de la cirugía e internamiento en pacientes tratados con
ureteroscopia vs litotripsia extracorpórea por ondas de choque, enero, 2018 - agosto, 2020
36
Características LEOCH, N = 181 URS, N = 261 valor p2
Cirujano 0.23 MAE 10 / 18 (56.0%) 19 / 26 (73.0%)
Residente 8 / 18 (44.0%) 7 / 26 (27.0%) Duración de cirugía(minutos) 63 (25) 105 (34) <0.001
Tiempo internamiento (días) 0.16
1 17 / 18 (94.0%) 16 / 26 (62.0%)
2 1 / 18 (5.6%) 6 / 26 (23.0%) 3 0 / 18 (0.0%) 2 / 26 (7.7%)
4 0 / 18 (0.0%) 1 / 26 (3.8%) 6 0 / 18 (0.0%) 1 / 26 (3.8%) 1 n / N (%); Media (Desviación estándar) 4 Pearson's Chi-squared test; Prueba de T-Student
Elaboración propia
Dentro de las características de los pacientes, previo a la cirugía, y las complicaciones
presentes, se evidenció que el 28.0% (5/18) de los pacientes del grupo de LEOCH y el 15.0%
(4/26) de los pacientes sometidos a URS tenían un catéter ureteral colocado previo a la
cirugía, sin diferencia significativa respecto al grupo sin catéter ureteral (p=0.45), como se
aprecia en la tabla 5.
Tabla 5: Colocación previa de catéter ureteral en pacientes tratados con ureteroscopia vs
litotripsia extracorpórea por ondas de choque, enero, 2018 - agosto, 2020
LEOCH, N = 181 URS, N = 261 valor p2
37
Presencia de catéter previo 0.45
No 13 / 18 (72.0%) 22 / 26 (85.0%) Sí 5 / 18 (28.0%) 4 / 26 (15.0%)
1 n / N (%) 2 Prueba exacta de Fisher
Elaboración propia
Al evaluar las complicaciones en los 30 días posteriores a la cirugía, se evidenció que se estas
se presentaron en el 17.0% (3/18) dentro del grupo de LEOCH y en el 3.8% (1/26) de los
pacientes sometidos a URS. Las complicaciones del grupo de LEOCH correspondían a las
de grado I, según la clasificación Clavien – Dindo, contrario a lo observado en el grupo de
URS donde el único paciente en el cual se documentaron complicaciones falleció en las 24h
posteriores al procedimiento (grado V). La comparación de las complicaciones y su tipo no
evidenció diferencias significativas entre los grupos (p>0.05), como se observa en la tabla 6.
La evaluación de los estudios de imágenes posterior a la cirugía evidenció que el control post
quirúrgico más frecuente para el grupo de LEOCH fue por medio de RSA y TC, ambos en
un 50.0% (9/18) de los casos y, para el grupo con URS, el control fue en su mayoría por
estudios contrastados, por medio de TC en el 46.0% (12/26) y de PIV en el 12% (3/26), para
un total de 58.0% (15/26). Es importante anotar que no se encontraron imágenes post
quirúrgicas para uno de los pacientes sometidos a URS, el tipo de estudio de imagen post
quirúrgico no presentó significancia estadística (p=0.45), como se muestra en la tabla 7.
Tabla 6: Distribución de pacientes tratados con ureteroscopia vs litotripsia extracorpórea
por ondas de choque según complicaciones y tipo de complicación, enero, 2018 - agosto,
2020
38
Complicaciones LEOCH, N = 181 URS, N = 261 valor p2
Complicaciones 0.29 No 15 / 18 (83.0%) 25 / 26 (96.0%)
Sí 3 / 18 (17.0%) 1 / 26 (3.8%) Complicaciones según grado* 0.25
Grado I 3 / 3 (100.0%) 0 / 1 (0.0%)
Grado II 0 / 3 (0.0%) 0 / 1 (0.0%) Grado III 0 / 3 (0.0%) 0 / 1 (0.0%)
Grado IV 0 / 3 (0.0%) 0 / 1 (0.0%) Grado V 0 / 3 (0.0%) 1 / 1 (100.0%)
1 n / N (%), *Según la clasificación Clavien-Dindo para procedimientos quirúrgios 2 Prueba exacta de Fisher
Elaboración propia
A la hora de analizar la tasa libre de litos, se evidenció que el 11.0% (2/18) de los pacientes
en el grupo de LEOCH no presentaba imágenes sugestivas de litiasis en el estudio de imagen
post quirúrgico, mientras que en el grupo de pacientes tratados con URS este número
correspondió al 38.0% (10/26), sin presentar significancia estadística entre los tipos de
cirugía (p=0.06), como se muestra en la tabla 8.
Tabla 7: Tipo de estudio de imágenes analizado posterior a la cirugía en pacientes tratados
con ureteroscopia vs litotripsia extracorpórea por ondas de choque, enero, 2018 - agosto,
2020
LEOCH, N = 181 URS, N = 261 valor p2
Imagen de control postquirúrgico 0.45
RSA 9 / 18 (50.0%) 10 / 26 (38.0%)
TC 9 / 18 (50.0%) 12 / 26 (46.0%) PIV 0 / 18 (0.0%) 3 / 26 (12.0%)
39
Desconocido 0 / 18 (0.0%) 1 / 26 (3.8%) 1 n / N (%) 2 Prueba exacta de Fisher Elaboración propia
Tabla 8: Comparación de tasa libre de litos en pacientes tratados con ureteroscopia vs
litotripsia extracorpórea por ondas de choque, enero, 2018 - agosto, 2020
LEOCH, N = 181 URS, N = 261 valor p2
Libre litos 0.06
No 16 / 18 (89.0%) 15 / 26 (58.0%) Sí 2 / 18 (11.0%) 10 / 26 (38.0%)
Desconocido 0 / 18 (0.0%) 1 / 26 (3.8%) 1 n / N (%) 2 Prueba exacta de Fisher Elaboración propia
A la hora de comparar la tasa libre de litos en distintos grupos previamente seleccionados, se
observa que para el grupo de LEOCH los pacientes hombres se anotan como libres de litiasis,
en el 25.0% (2/8) de los casos, y que ninguna mujer quedó libre de litiasis. En el caso de
pacientes con o sin catéter ureteral, los primeros se anotan libres de litiasis en un 20.0% (1/5),
contra un 7.7% (1/13) de los pacientes sin catéter ureteral. La totalidad de los pacientes
reportados libres de litiasis (2/2) tuvo control post quirúrgico con RSA, lo cual significa el
22.0% (2/9) de todos los pacientes controlados con RSA; por su parte, los pacientes
controlados con estudios de imágenes contrastados no se anotan libres de litiasis (0/9). Por
último, la localización en el GCI no evidenció pacientes libres de litiasis (0/5), no así las
demás localizaciones en las cuales el 15% (2/13) de pacientes se anota libre de litiasis.
Ninguno de estos datos presentó evidencia significativa.
40
Para el grupo con URS se evidenció que la distribución de la tasa libre de litos fue mayor en
el sexo femenino en el 43.0% (3/7) de los pacientes, contra un 37.7% (7/19) de los hombres.
Una tasa libre de litos del 75.0% (3/4) en los pacientes con antecedente de tener catéter
ureteral previo a la cirugía mostró ventaja al compararlo con los pacientes sin catéter, los
cuales presentaron una tasa del 32.0% (7/22). Al comprar el control post quirúrgico con la
RSA vs estudios contrastados, se observó que los primeros tuvieron una TLL del 60.0%
(6/10), mientras que los segundos presentaron un 27.0% (4/15). En cuanto a la localización
de los litos, los pacientes con litos en una posición distinta al GCI tienen una TLL del 43.0%
(9/21), comparada con un 20.0% (1/5) de los pacientes con litos del GCI. Al igual que en el
grupo de LEOCH, la comparación de la TLL para cada una de las categorías no demostró
diferencias significativas (p>0.05), como se puede observar en la tabla 9.
Por último, se realizó, en este mismo grupo de pacientes tratados con URS, la comparación
según el tipo de instrumento utilizado, ya fuera flexible o rígido. El primero grupo
mencionado presentó una TLL del 40.0% (4/10 y, por su parte, los pacientes sometidos a
ureteroscopia rígida se catalogaron como libres de litiasis en un 37.5% (6/16) de los casos
(ver tabla 10).
Tabla 9: Comparación de tasa libre de litos según sexo, presencia de catéter ureteral previo,
estudio de imagen control y localización del lito en pacientes tratados con ureteroscopia vs
litotripsia extracorpórea por ondas de choque, enero, 2018 - agosto, 2020
N LEOCH1 valor p2 N URS1 valor p2
Sexo
Masculino 8 2/8 (25.0%) 0.18 19 7/19 (37.0%) 0.31 Femenino 10 0/10 (0.0%) 7 3/7 (43.0%) Presencia JJ previo
Sí 5 1/5 (20.0%) 0.49 4 3/4 (75.0%) 0.38 No 13 1/13 (7.7%) 22 7/22 (32.0%)
41
Estudio de control
PIV-TC 9 0/9 (0.0%) 0.47 15 4/15 (27.0%) 0.12 RSA 9 2/9 (22.0%) 10 6/10 (60.0%)
Localización CI 5 0/5 (0.0%) 0.99 5 1/5(20.0%) 0.69 Otra localización 13 2/13 (15.0%) 21 9/21(43.0%)
1 n / N (%), 2 Prueba exacta de Fisher Elaboración propia
Tabla 10: Comparación de tasa libre de litos en pacientes tratados con ureteroscopia flexible vs ureteroscopia rígida, enero, 2018 - agosto, 2020
N UT1 valor p2
Tipo de ureteroscopia
Flexible 10 4/10(40.0%) 0.51
Rígida 16 6/16(37.5%) 1 n / N (%), 2 Prueba exacta de Fisher
Elaboración propia
42
CAPÍTULO V
CONCLUSIONES
Con el presente trabajo de investigación se logra concluir que la epidemiología de los
pacientes concuerda con la postulada globalmente, con una relación de hombres y mujeres
de casi 2:1 y un promedio de edad dentro del pico de incidencia que reporta la literatura
consultada.
En cuanto al objetivo general del estudio, se observa que, a pesar de una mayor TLL presente
en pacientes tratados con URS, esta no representa un hallazgo significativo en comparación
con la TLL obtenida en pacientes tratados con LEOCh, estos valores no son comparables con
las TLL que se exponen a nivel mundial y deben ser puestas a revisión para localizar los
puntos de inflexión que llevan a la misma.
En este estudio la TLL no varió de manera significativa según el sexo del paciente, la
presencia de catéter ureteral previo, el estudio de imagen utilizado para seguimiento o la
localización del lito. Sin embargo, es importante mencionar dos aspectos: el primero es que
existió una mayor TLL en pacientes controlados con RSA; y el segundo se refiere a que, a
pesar de que la recomendación de las guías internacionales sugiere el uso de URS en
pacientes con litos en GCI, el 28% de los pacientes tratados con LEOCh versus el 19% de
los pacientes tratados con URS presentaban litos en este sitio.
Este hecho sumado a que el 27.4% de los pacientes sometidos a LEOCh en el tiempo del
estudio, así como que el 23.2% de los pacientes sometidos a URS no contaban con un estudio
tomográfico previo a la cirugía, sugiere que se deben estandarizar la selección de pacientes
y parámetros que se han de cumplir previo a ser sometidos a un procedimiento quirúrgico
43
específico. En este mismo apartado, el 28% de los pacientes sometidos a LEOCh contaban
con cálculos duros de más de 1000 UH, factor que predispone una menor TLL.
En cuanto al tipo de ureteroscopio utilizado, no existió diferencia significativa en cuanto a la
TLL de pacientes tratados con equipo rígido vs ureteroscopio flexible. Lo que sí presentó
diferencia significativa y debe ser tomado en cuenta es que la URS simboliza un
procedimiento con mayor tiempo quirúrgico al compararse con la LEOCh, lo cual no se ve
reflejado en la estancia hospitalaria que, a pesar de presentar internamientos aislados más
prolongados, fue en su mayoría un procedimiento ambulatorio.
Por último, no se reportaron complicaciones transoperatorias en ninguno de los pacientes
ingresados en el estudio y, a pesar de que la tasa de complicaciones fue mayor en los pacientes
sometidos a LEOCh, no hay diferencias significativas respecto a los pacientes que consultan
al servicio de emergencias y los parámetros no se salen de lo estipulado en la literatura
consultada; no obstante, el deceso de un paciente posterior a la realización de la URS se sale
de lo usual y debe ser puesto a revisión para determinar las comorbilidades asociadas al
mismo.
44
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