marcadores sociales ii

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USO DE.S EI{ SNTAGMAS I\OMNALE,S PLM

I-aura Matteo

1. PRESENTACION.

En este trabajo se aborda el condicionamiento funcional de -s final de palabra en sintag-

mas nominales plurales (SNpl), en el español hablado en Montevideo.

Numerosas investigaciones han constatado que la caída de -s final de palabra es un fenó-

meno muy extendido en el español y en el poftugués (Terrell 1975, I978a y 1978b, De

Granda 1988 y 1994, Cepeda 1995, Elizaincín e.a. 1987, Barrios I996ay 1999, Pereira

Scherre 1988, 1996a y 1996b, De Souza Campos y Rodrígues 1992). En las hablas vernacu-

Iares de contacto entre español y portugués este fenómeno se acentúa. Por ejemplo,Elizain-

cín e.a. (1987) encontraron que en los dialectos porlugueses hablados en el Uruguay, son

muy frecuentes los SNpl con ausencia de concordancia de número. Esto ocurre no solamen-

te en los SN que tienen como única marca de plural la -s (como enlas casas), sino también

en aquéllos en que la marca cle plural se realiza a través del morfema -es (como en los

señores).

En varios estudios se ha constatado que la conservación de -s en morfemas de plural

ocurre r¡ás frecuentemente en el determinante que en el nombre. En sus trabajos sobre el

español del Paraguay, por ejemplo, De Granda (1988 y 1994) menciona enffe los principales

f'actores que favorecen la elisión de -s, justamente el contexto sintáctico con indicación

redundante de pluralidad'.

De Souza Campos y Rodrígues (1992), al igual que otros estudiosos del fenómeno,

han demostrado que existe una no aleatoriedad de presencia-ausencia de marcas de

plural en los elementos del SN. Esto quiere decir que hay factores lingüísticos que

inciden en la decisión del hablante por mantener o no las marcas de plural en general,

y el segmento -s en particular.

El corpus empleado para el presente estudio fue elaborado a partir de las 48 grabaciones

con informantes montevideanos, mencionadas en la lntroducción de este libro.

I Los factores sociales que influyen en ese sentido son: el bilingüismo, la localización rural. los sociolectos

inferiores urbanos, las situaciones informales y el sexo masculino'

tr

ii

i$'iffl.rfil

,'t

93

El estudio se restringió a las siguientes estructuras de Determinante + Nombre:. Artículo + Nombre. Numeral + Nombre. Demosffativo + Nomhe. Posesivo + Nombre. Indefinido + NombreDado el alto númelo de ocurrencias existente en algunos casos, se fijó un límite de 30 pr:

la estructura Artículo + Nombre, y 20 para Numeral + Nombre, para cada uno de los int't-,1-

mantes relevados. El total de ocurrencias manejadas fue de 2796,luego de haberse desc¡¡.-do los siguientes casos:

a. SN que contenían alguna palabra exüanjera, del tipo mis hobbies,los punk.

b. SN que, por el contexto fonológico de la -s final (delante de otra /s/, lÑ o lff , ofredificultades de discriminación auditiva; ej.: Ias esperanzas (se...),los jerarcas, las.

zadas.

c. SN constituidos por las formas otros y dentás; ej.: los ottos, los demás.

d. SN con determinantes o sustantivos morfológicamente invariables para la cate-sona ¿inúmero; ej.: los miércoles, las crisis.

En este artículo sólo se estudiará el comportamiento de la -s del morfema plural. =i:tomar en consideración si quedan rastros de marcación morfológica de plural (comtr e:

señore). Es decir, no se considerará en conjunto la presencia o ausencia del mort-ema iplural, sino solamente el condicionamiento funcional de -s como parte de dicho morten:¿

L l--l-.

ftr.:-

2. DATOS GEI\ERALES.

Dentro de los SNpl contabilizados,

fueron las siguientes:

a. uso de -s en los dos miembros del

tus antigos

L,u'to,\ esquen'ms

b. uso de -s sólo en el determinante:

los tipo

esas personü

c. uso de -s sólo en el nombre:

la cosas

poco docuntentos

d. ausencia de -s en ambos miembros del SN; en estos casos se infiere la condicró:' pluralidad a h'avés de otra marca mor{osintáctica:

lo dirigentelapiedra (caían)

las posibilidades de mantenimiento N caída cÍe

Sl*l:

94

Las estructuras Numeral+Nombre, a su

alrsencia cle -s sólo en el sustantivo,

cttutru¡ r¿ñ,os

tfos ilrc se s

vez, pueden realizarse a través de la presencia oya que el determinante es invari¿rble:

la más fiecuente, seguida por la[-os datos del CUADR0 1 muestran clue la opcií:n ¿¿ es

opciíln Ó, ios casos t: 3; ,¡ solt Inuy infrecuetttes.

Par'

sencia

CUADRO 1. aso de -s en SNpl, por lipo de tleternúnantes del SNpl.

su parte, la estructura Numeral+Nombre presenta un porcentaje muy elevado de au-

de -s en el nombre (CUADRO 2).

Num+(N+s) Num+(lt{+6) hf-

53. r ,X7.8 721

CAADRO 2. aso de -s en SNpl en estruchras Nt¿nutal+Notnbre-

Los datos anteriores coinciden con las investigaciones de Barrios e. a. (1989) para elespañol de Montevideo, y De Souza Cunpos y Rodrígues (1992) para el portugués del

Brasil. En ambos trabajos se constató que la primera posición (a la izquierda del núcleo)

t'avorece la presencia de marcas, y que los deteminantes favorccen la conservación de -s,

mientras que los sustantivos y los adjetivos favorecen su elisión.

Desde un punto de vista funcional, este comportamiento podria interpretarse teniendo en

cuenta que la primera posición cumple la función de anunciar la pluralidad; de este modo,esta m¿uración se vuelve redundante en las posiciones siguientes y, por lo tanto, prescindi-

bie.

En la presente muestra del habla de Montevideo, algunos de los pocos casos hallados deltipo (Det-s)+(N+s) o (Ders)+(N-s) fueron los siguientes:

mi responsabilidade

esto tnonxento

Ia cosas

La concentración de ocurrencias en las opciones I y 2 sugiere que, en los SNpl, la ausencia

¡\<4.

(Det+s)+(l{+s)b"

(tr)et+s)+(N+0)

t\L.

{t}et+ú)+(l\.i+s)

d.(Ilet+s)+(f{+s) lrJ=

artículos + I\demostrativosposesivos + F{

indefinidos +

Tkrtal

+ N

l\

17 "8

5 3.9

63.6

54.8

51.1

50" I

33.s

35.9

38.8

45.0

0.6

3.9

{),.\ ¿,t

1.1

tlLt

8.5

0.4

3.9

2.5

1210

152

22A

'427

2796

95

de =s es un fenómeno que afecta susüancialmente al nombre. Por este motivo, de aquí en más el

informe se centrará en est¿Ls dos opciones, que totalizan en conjunto 2719 ocurrencias.

, El CUADRO 3 indica la existencia de una situación altamente variable, ya que la presen-

cia de -s en el nombre ocun€ aproxirnadan¡ente en la rnitad de los casos.

(Det+s)+(N+s) (Det+s)+(N+O) N-

52.8 47 .t 27 19

CUADRO 3. Uso - no uso de -s en los nambres de los SNp/.

Ahora bien, existe una tendencia a una mayor conseruación de -s en el nombre cuandoéste está precedido por demostrativos y posesivos (CUADRO 4). Por el connario, numeralesy artículos son los determinantes que más favorecen la ausencia de -s en el nombrc.

(Det+s)+(N+s) (Det+s)+(N+O) N=

posesrvos

demostrativosindefinidosnumeralesartículos

6_3.9

6 r.65 8.5

52.r48.6

36.0

39.3

41.5

47.8

51.3

219t a-,IJJ

400

727r24A

CUADRO 4- Uso - no uso de -s en los nombres de los SNp\se gítn cate goría gramatical del determinante.

3. CORRELATOS SOCIALES.

3.1. Nivel de instrucción y sexo.

Desde el momento en que el modelo lingüístico que se imparte a través de la educación

fbrmal se identifica con el uso de -s, puede esperane que los individuos de NA tengan

porcentajes de retención mayores que los de NB. Llama la atención, de todos modos, laclaridad con que se manifiesta la marcación social; en efecto, los porcentajes de retención en

el NA y de no retención en el NB son prácticamente iguales, de modo que los hablantes de

NA se muestran predominantemente acordes con la norma estiándar, y los de NB predomi-nantemente hansgresores de la misma.

De todos modos, también en el NA la ausencia de -s en los nombres de los SNpl es

relativamente fi'ecuente, lo que indica que ni siquiera en los hablantes más instruidos laincidencia normativa induce comportamientos de carácter categórico.

(Det+s)+(lr{+s) (Det+s)+(N+O) i\-t{AI\B

7 L.l32.1

28.8

67.8

t146t273

96

CUADRG 5. dlso - tto ttso de -s en los nontÍsres de los S¡úp/, por nivel de instrttccién"

La tendencia mucho más acentuada por pafie de los informantes de NA hacia la retencióndel segmento sibilante, se mantiene sea cual sea la estructura del SNpl (CUADRO 6). En los

sintagmas con demostrativos y posesivos, la diferencia porcentual entre niveles es sin em-

bargo algo menor que en los demás casos.

por nivel de instrucción.

Los datos obtenidos no permiten apreciar diferencias enffe el comportamiento de hom-bres y mujeres (CUADRO 7).

(Det+s)+(l\+s) (Det+s)+(N+O) N_

hombresmujeres

52.353.3

47.646.6

r348137 T

CAADRO 7. Uso - no uso de -s en las nombres de los SNpl" por sexo.

Sin embargo, el compoÍamiento de hombres y mujeres varía según el nivel social al que

pertenecen (CUADRO 8). Mientras que en el NA los hombres tienen porcentajes algo supe-

riores a las mujeres, en el NB se da el caso confario. Además, en el NA la diferencia entre

hombres y mujeres es menos acentuada que en el NB.

(Det+s)+(N+s) (Det+s)+(N+O) t{-

NA hombresNA mujeres

NB hombresNB mujeres

73.t69.3

28.8

35.4

26.9

3A.l

7 r.264.6

117129

631

642

CAADRO 8. Uso - no uso de -s en los nombres de los SNpl, por nivel d.e instrucción y sexo.

3.2 Edad.

Las edades 1 y 3 tienen un compoÍamiento lingüístico muy similar, mientras que la edad

2 presenta un uso de -s bastante inf'erior al de las otras edades (CUADRO 9).

(Det+s)+(f¡i+s) (Det+s)+(1.{+O) N-

edad 3edad 2edad 1

5t .141.2

59.3

42.558.740.6

9Al875

931

articulo+N numeral+N demostrativo+N p0sesivo+N indefinido+N

NA

NB

66.9N=672

26.9N=568

7 6.A

N=30035.3

N=427

72.5N=80

45.2

N=53

78.7I.{= 132

4t.3N=87

72.rN-262

32.6

N=138

CUADRO 6. Uso de -s en los notnbres de los SNpl" según cafegoría gramafical del determinanfe,

CUADRO 9. Uso - no uso de -s en los nombres de los SIYpl, por edad.

97

La ausencia de -s en

los dos niveles sociales

I{B de esa edad los que

el nombre de los SNpl ocume más frecuenternente en la edad 2, en

considerados. De todos modos, sorl justamente los informantes de

alcanzan porcentajes de caída más elevados (CLIADRO 10).

(Det+s)+(N+s) (Det+s)+(N+O) N=

l{A edad 3

l{A edad 2NA edad 1

NB edad 3IYB edad 2NB edad 1

7 5.s60.976.2

35.419.8

40.6

24.5

39. l23.8

64.6

80.259.4

498456492

409

419445

CUADRO 10. (Jso - no uso de -s en los nombres d.e lns SNpl, por nivel de instntcción y edad.

Al analizar el cruzamiento de las variables edad y sexo, se observa una relaüva homoge-

neidad enfre los distintos subgrupos, excepto en los hombres de edad 2, que tienen una

preferencia mayü por la variante no eslándar (CUADRO 11). Las mujeres de edad 2 son

también las que presentan los porcentajes más bajos dentro del sexo femenino.

(Det+s)+(N+s) (Det+s)+(N+O) N=

hombres edad 3hombres edad 2hombres edad 1

mujeres edad 3mujeres edad 2mujeres edad 1

59.9

36.061.5

55.1

47.457.2

40.1

63.4

38.5

44.9

53.042.8

432458458

4154t7419

CIIADRO II. {.Jso - no uso de -s en los nombres de los SNpI, por sexo y edad.

100

90

80

7A

60

50

40

30

20

10

0

edad 3 edad 2 edad 1

98

GRAFICO 1. Uso de (Det+s,)+(N+s), por nivel de htstrucción, sexo y edad.

Todos los subgrupos de NA se ubican muy por encima de los de NB (GRAFICO 1). Porotra pafte, dentro del NA los subgrupos de edad 2 se mantienen por debajo del resto de las

edades, sea cual sea el sexo de los informantes.

La tendencia hacia un menor uso de -s en la edad 2 se repite en cada uno de los subgrupos

del NB, sólo que entre los hombres la diferencia es mucho mayor que entre l¿rs mujeres. Loshombres de NB de edadZ se erigen como el subgrupo social más alejado del modelo noffna-tivo, con un porcentaje de retención extremadamente bajo.

4. COMPC}RTAMIENTOS INDWIDUALES.

El comportamiento de los montevideanos es más homogéneo en el NA que en el NB. En

el primer caso la diferencia de rango es de 4lva, mientras que en el segundo es de7l.27a(cuADRO 12).

7o NA NB

96-1009t-9586-90

81-8s76-807Í-7566-74ó1-6556-605l-5546-s04t-4536-4031-3526.342L-25

L6-2010-15s- 10

0-5

rr, -r, -!- -t--¡. /¡ -¡,i-

-, .r, -l- {,

-!. r!. ., -t.

.l-

.!.

.!. rL

>k**:¡:F*

\}

4.

.L .1.

4-

-!¡ r¡¡ rr- rr,z¡\ .¡r .¡! ?>

.!, .!.

-:\

.,

.!- .9 .:, .1.

-t- -t-.i- ,¡

'¡ -F

,¡,

CAADRO 12. Uso de -s en los nombres de los SNpl, por informante.

5. CONCLUSIONES.

El uso de -s como marca de plural en los SNpl ha demostrado tener un claro condiciona-miento lingüístico funcional, básicamente en relación con:

. la ubicación de -s (la retención ocuffe prácticamente siempre en el determinante, mien-tras que puede no darse en el nombre).

. la categoría gramatical del determinante del SNpl (la ausencia de -s es menos acentua-

da cuando el nombre está precedido por Lln artículo o por un numeral).

Asimismo, este fenómeno ha demostrado ser sensible a la correlación social, sobre todo

de carácter esrático: cuanto más bajo es el nivel de instrucción de los hablantes, más proba-

bilidades tienen de elidir la -s en el nombre de los SNpl. La importancia de este factor social

en relación con la eventual incidencia de los otros dos factores sociales (edad y sexo) permite

inferir que la caída de -s en los SNpl funciona como un claro marcador de nivel social.

Finalmente, dado que las dos variantes aparecen en todos los subgrupos sociales estudia-

dos, podemos establecer que se hata de un marcador probabilístico; esta caracterización se

atenúa en los informantes hombres de edad 2 y NB, en que la ausencia de -s en el nombre se

presenta como casi obligatoria.

r00

USO DE HABER MAS SINTAGMA NOMINAL PLI.]RAL

Laura MafteoI-aura Musto

RosannaPeveroni

. PRBSENTACIÓN.

En este informe abordamos el estudio de un fenómeno morfosintiáctico variable en el,¡bla de Montevideo: eluso de haberen construcciones con sintagma nominal plural (SNpl)t.

Ei tipo de variación que aquí se discute es la que ocurre en secuencias coma Habíafiestas, Habíattfresl¿s. Mientras que la estructura no concordante es considerada como la "correc-:" desde el punto de vista normativo, la concord¿rnte suele ser rechazada por los puristas deliiomar. De todos modos, y más allá de las recomendaciones prescriptivas, el uso de larrma concordante está verdaderamente extendido en el habla de Montevideo.

\ os encontramos frente a un caso de variación morfosintáctica, en cuyo tratamiento inte-:sa determinar si el uso de una u ofa variante implica cambios en el significado referencial.:n relación con esto, Lavanderu (1984:45) propone

"clebilitar la condiciótt de que el significado deba ser el miuno para todas lus.for-nns altentantes, 7t reemplazarla por unn condiciút de cotnparubilidad furrcioncl" .

Esta autora indica dos condiciones para el análisis de variantes sinrácticas:

" I ) que pueda probarse que son portadoras de sígnificación social y estilístict¿r...) y 2) que puedn probarse que son un tipo cle insttumento del lenguaje serne-jarúe a las variables fonológicas, es deciü elententos cuya propiedad definitoriaes une covariación anrztifi.cable y con respecto a los caales las relaciones de

.ftecuencias ntisntas son la.s que señalan difercncias" fu.a5-a6)

Con respecto a la primera condición, la normativa inrpzfiida en la escuela señala que la'Ítlla no concordante es la estándart, y que la concordante es "incorecta". A paftir de esto,

l¿mbién reievarnos las construcciones con /rr¿ce r más SNpl, espelando encontrar una vadación sinrilar-a laJe Jtaber. Sin embargo, sobre un total de 120 construcciones con hacer,hubo sólo dos trcurrencias con lar,rrma concordante ('\,arr a l¿acer <:así tlos ¿rñ¡¡.r" y "hncían tres nteses").?or cottcorlanc¡a la Real Academia Española (1973: 386) entiende "la igtnldad de génerc y- ntímeft, entre,¡l.ietit'o rt cttlícttlo 1t suslantivo, 1' la igualdad cle número y persona entre el verbo ),su sujexi'.\nrnron (1987:325) entiende por esttindar aqr.rello que "(it) is considered to be correcf atd s¡teuker.s usitg-,tlier varieties ¿tre corrccted üt tlrc ¿liretf iott of tlte stantlurd varieh;' .

lnr1\-¡t

nuestra idea inicial es que el uso de la forma concordante en el español de Montevideo puede

estar en relación con la variable nivel de instrucción, de manera tal que el porcentaje de

aparición de la forma concordante sería mayor en hablantes de NB que en hablantes de NA.En cuanto a la segunda condición, se ffata de un rasgo cuantificable; son precisamente las

relaciones de frecuencia las que van a señalar diferencias entre un grupo social y otro.

Fontanella de Weinberg (1992) ha estudiado la variación de haber alo largo de la historia

del español bonaerense, encontrando que desde el siglo XVII coexisten las formas "imper-

sonal-existencial" (no concordante) e "intrar-rsitivo-existencial" (concordante):

" Podenn,s afirmar que La vari{tciótt que ltoy existe entre haber irnpersottal-exis-

tetrcial t haber intransitivo-existencial es el resultado de un amplio proceso de

cambio epe podentos ctbsentar en los ciuco siglos de español antericano. pero

dlue en realidad arranca dos mil años atrás -v aburca diversos usos de hnber conto

nticleo verbal y cotn.o auxilia4 desarrolladas a partir de su original valor posesi-

vo" (1992:44).

Esta vmiación obedece, según Fontanella de Weinberg, a la acción de dos fuerzas opues-

tas: por un lado, una tendencia conservadora del lenguaje apoyada por la normativa, eviden-

ciada a su vez por la insistencia de los gramáticos en preservar la forma impersonal-existen-

cial; por otro lado, una presión del sistema de la lengua por ubicar al verbo ltaber en unas¡.rbclase más amplia de verbos intransitivos existenciales.

Desde su posición normativa, la Real Académica Española (1973) señala que en estas

consüucciones el verbo ltaber ttene un uso impersonal: el sujeto queda indetetminado, y el

SN que le sigue cumple la función de objeto directo, Sin ernbergo, reconoce que en algunas

provincias españolas y en algunos países latinoamericauosa, los verbos lnber y lncer, en

construcciones donde indican existencia o presencia, son interpretados como verbos perso-

nales. Casos de concordancia se encuentran también, en fbnna esporádica, en cierlos autores

clásicos como Cervirntes.

2. DATOS GENERALES.

Tiabajamos con la muestra de 48 hablantes montevideanos adultos indicada en la Intro-ducción de este libro. Se contabiiizaron 111 ocurrencias de lwber más SNpl, exceptuando

ias formas del Presente Indicativo, ya que en ellas no existe variación.

Se descartaron además los siguientes casoss:

a. SN compuestos por un elemento singular y otro plural:

"lwbía wto o dos edificios altos"

"había un peral, ciruelos"

Ver. por ejemplo,Quilis (19tt3) y Bentivoglio y Sedano (1985),

En todos estos casos descaltados, ei verbo haber siempre se presentó en singular.45

1ii2

b. esffucturas en que el SN aparece en el turno del interlocutor:

"(¿y hay robos por acá por el barrio?)"Si, hn htlbido"

A partir de los datos analizados, pudimos comprobar que aunque el uso más frecuente es

el que atiende a la propuesta normativ4 una de cada tres ocurrencias se presenta con la

formalruber enplural (CUADRO I).

haber singular haber plural

64.8 35. r

CaADRO L Uso dehatur singular - plural.

3. CONTEXTOS LINGÜÍSTTCOS.

3.1. Forma verbal.

En el CUADRO 2 se indican las ocurrencias de cada una de las formas verbales que

aparecieron en el corpus. Como vemos, la gran mayoúa corresponde a construcciones con

h ab íaJnb ían y hub o -hubie ron.

haber singular haber plural hü:

1- había / kahía¡e2* huho / hubieron3- ha FsabidqVha habids4* Eeabía hahidolEraE¡ían fuabidE¡

5- haynlhayax?

S- h¿ebiex'a/TauEtÉex"an

7- perífnasis

66"2

5S.ü

ó6.6$.ü

1ü{i.ü

10ü"s

611.0

33.7

50"t)''t4 aji. J

r0ü"00.s

ü"ü

40"0

83

L4aJI-L

'!J

2

5

CLIADRO 2. Uso de haber sircguÍar * plural, segiut Jbrmas verbales.

3.2. Formas verbales simples y perifnásticas.

Si se obs.'r'r¿r el uso de haber en las formas verbales simples y perifrásticas, es posible

constatar que las formas singulares son más frecuentes en los tiempos verbales simples que

en los perifrásticos (CUADRO 3). Una explicación de este comportamiento podr'ía ser que,

por su mayor complejidad, en las eshlcturas perifrásticas el uso no esÍándar de haber apare-

ce más "disimulado" (It{aro y Lemle 1977).

haber singular haber phrral N-

formas simplesformas perifrrísticas

65.655.5

-A -'

-1+.J

44.4

102

9

CUADRO 3. [Jso de haber singulnr - p.lurüL, segírrc fonnas verbstes símples a perifrdstbas.

103

33. hetérito indefinido y pretérido imperfecto.

El grado de "saliencia" también infiuye según las características morfológicas de los tiemposverbales. Si nos atenemos al razonamiento anterior, las formas plurales deberían ser másfrecuentes en las construcciones con pretérito impedecto que en las construcciones conpretérito indefinido, cosa que efectivamente ocurre (CUADRO 4). La forma no estándar dehaber pasa más desapercibida en el imperfecto que en el pretérito indefinido, porque ladiferencia enÚ:e lmbía y habían se reduce a un solo fonema, mienüas que en el pretéritoindefinido las variantes tienen una morfología más divergente (hubo - hubieron).

haber singular haber plural ¡{-pretérito indefinidopretérito imperfecto

66.2

50.0

aa -,JJ. /

s0.083

t4

CUADRO 4. {Jso de haber síngular - plural, segítn tiempo verbal.

3.4. Oración principal o zubordinada.

Otro aspecto lingüístico interesante en relación con las observaciones anteriores, tieneque ver con la ubicación de haber denffo de una oración principal o subordinada:

oración principal: "habían materias de un semestre"

oración subordinada:"entonces tú bajabas dos, tres escalones que habían"

En la oración subordinada hay un uso relativamente más frecuente de las formas conhnber phxal que en las oraciones simples (CUADRO 5). De hecho, cuando haber está enuna oración simple es miás probable que no concuerde con el SNpl que le sigue, mientras quesi se encuentra en una oración subordinada, es más probable que sí lo haga.

haber singular haber plural N-

oración simpleoración subordinada

69.645.4

30.354.5

89

22

CUADRO 5, aso de }orber sittgular - plural, según oraciones simples o subord.inadas.

Siguiendo con el razonamiento de Naro y Lemle, podría considerarse que si el verbolnber está en una oración subordinada pasa más desapercibido en relación con su antece-dente, que si está en una oración principal.

3.5. Rasgos semánticos del SN.

Bentivoglio y Sedano (1985) han estudiado el verbo haber impersonal en el habla deCaracas, tomando como valiables lin-rüísticas los rasgos semiánticos del SN: [+/- humano] r'

[+/- plural]. El rasgo [+ humano] indica que el SN posee un referente que es humano, mien-tras que el rasgo [+ plural] refiere a la reiteración de la idea de pluralidad por medio de:

104

)S

a_t5

lll

1,.IL

ia

to

"un rnodfficado4 indefinido o numeral, que explícitamente indique pluralidrtd;

presencfut de dos o más FFNN coordinadas,lo que sugiere idea de pluralidad;

posición preverbal de ta FN plural, sea por extraposición sea por constituir la

FN el antecedente de una cláusula relattva cuyo verbo es haber" (pág. 8)'

Aplicando estos criterios para identificar los rasgos del SN que aparecen en las construc-

ciones con haber de nuestro colpus, encontramos que los rasgos [+ plural] y [- humano]

favorecen más la aparición de la forma concordante que los rasgos [- plwal] y [+ humano],

respectivamente (CUADROS 6 y 7).

haber singular haber plural N-

[+ plural][- plural]

s6.578.5

43.4

2r.469

42

C{IADRO 6. (Jso de haber singular - plural, según rasga [+/- plural] del SN.

haber singular haber plural fr{=

[+ humano]

[- humano]73.561"0

26.438.9

34

7'.7

CaADRO 7. IJso de l:oibel. singular - plural según rasgo [+/' humana] d¿l SN-

4. CORRELATOS SOCIALFÁ.

4.1,. Nivel de instrucción y sexo.

Las formas estándares (lzaber singular) son mucho más frecuentes en el NA que en el NB

(CUADRO 8). Mientras que los informantes de NA tienen un porcentaje muy bajo de for-

mas con concordancia, los de NB presentan porcentajes muy importantes de las dos varian-

tes, lo que implica una variabilidad muy acentuada.

haber singular haber plural N=

NAI\B

78"9

50.0

2r.as0.0

57

54

CAADRO 8. Uso de lwber síngulat - plural, por nivel de instruccinn.

En su trabajo sobre el habla de Caracas, Bentivoglio y Sedano encontraron porcentajes de

formas concordantes superiores a los nuestro s: 80% de formas concordantes en el nivel bajo,

527o en el nivel medio, y 457a en el nivel alto.

En Montevideo, las mujeres usan más las formas sin concordancia que los hombres (CUA-

DRO 9). Este comportamiento coincide con los resultados de otros estudios sociolingüísti-

cos, que han constatado un comportamiento más respetuoso de la norma entre las mujeres

que enffe los hombres.

fnan,]P

bo

te-

de'i r.jl

ln-

l i]5

haber singular haber plural N-

hombresrnujeres

s7 .6

I t.l42.328.8

52

59

CUADRO 9. Uso de haber singular - plural, por sexo.

Los hombres y mujeres del NA tienen porcentajes muy similares de formas estándares,

mientras que, siguiendo un patrón de comportamiento sociolingüístico recurrente, las dife-rencias de sexo en el NB son más acentuadas (CUADRO 10).

haber singular haber plural ftl=

l{A hombresNA mujeres

Nts hornbres

NB mujeres

B 1"8

71 .L

40.0

62.s

18.2

22"9

60.0

31 "5

22

35

3024

CaADRO 10. Uso de hafur singular - plural, por nivel de instrucción y sexo.

4.2. Edad.

El estudio de la variable edad tomada en conjunto no evidencia ningún tipo de avance de

la forma no estándar (CUADRO 11). Por el conffario, los hablantes de edad 1 usan muchomás la forma estándar que los hablantes de las otras dos edades. Por offa parte, son los

informantes de edad 2 los que tienen un comportamiento menos acorde con la normativa.

haber singular haber plural ¡{-

Edad 3Edad 2Edad I

63.348.0

84.6

36.652.015.3

6025

26

CUADRO Il. Uso de lla;fur singulnr - plural, por edad.

Los hablantes de NA presentan porcentajes mayores de la forma estándar que los de NB.sea cual sea su edad (CUADRO l2). Las diferencias de comportamiento por nivel son mayo-

res en las edades I y 3.

Dentro de cada nivel de instrucción, las formas estándares son siempre más fiecuentes.

siendo los jóvenes de NA el grupo más acorde con la norma. En los dos niveles la edad 2 es.

por el contrario, la que menos usa la forma estándar. Es interesante observar que en e-(e

grupo etario hubo un avance en el uso de la forma no estándar en relación con la edad 3, perc,

que ese avance no siguió en los informantes de edad 1. Estos no sólo utilizan la forma srr.

concordancia más que los informantes de edad 2, sino también más que los de edad 3 de su.respectivos niveles sociales.

r06

haber singular haber plural N-

I.{A edad 3NA edad 2NA edad 1

NB edad 3I\B edad 2NB edad 1

80.057.r94.4

5I .436.3

62.5

20.042.9

5.6

18.6

63.7

37 .5

25

t4l8

35

1l8

CUADRO D. aso de haber singtúar - plural, por nivel de instruccíón y edad.

Estos datos niegan cierta intuición existente en muchos montevideanos preocupados porpreservar la corrección en el lenguaje, de que la forma plural es un fenómeno que está

avanzando cadavez más. Podría buscarse una explicación a esta intuición en el hecho de que

los hablantes de edad 2 y de NA presentan porcentajes inusitadamente elevados de la formaconcordante. De este grupo forman paÍe muchos individuos que, por su profesión, están

tiecuentemente expuestos al público en los medios de comunicación. Como se espera que

quienes actúan en esos medios deben manejar un español "correcto", el uso de la forma noestándar de haber llama inmediatamente la atención a los puristas del idioma, que interpre-tan (en'óneamente) que la forma plural de haber estáavanzando.

Por fin, podría entenderse el uso menos frecuente de la forma no estándar en la edad 1

como una reacción de la comunidad lingüística contra ese uso, reacción instrumentada sobre

todo a fravés del sistema educativo.

La interrelación entre edad y sexo nos indica que las mujeres tienen porcentajes muysuperiores de la forma estándar en todas las edades, excepto en la edad 1, en que son supera-

das por los hombres (CUADRO 13).

haber singular haber plural fr{=

hombres edad 3hombres edad 2hombres edad Imujeres edad 3mujeres edad 2mujeres edad 1

57 .t0.0

r00.0

72.0

66.6

t 5.0

42.9

100.0

0.0

28.4a1 1JJ. J

25

35

7

r0

25

l8r6

CUADRO 13. Uso de haber singulnr - plural, por sexo y edad.

Al considerar conjuntamente las tres variables sociales (GRÁFICO 1), podemos apreciarque es en la edad 2 donde se presentan siempre los porcentajes más bajos de la forma están-

dar', con excepción de las mujeres de NB, donde la edad 1 es la más transgresora de Ia norma.

Las mujeres presentan porcentajes mayores de la forma estándar para las edades 2 y 3 en

los dos niveles; en la edad 1 se da lo opuesto: son los hombres los que presentan porcentajesmayores. También es interesante resaltar el comportamiento idéntico que presentan los hom-bres de edad 1 y de edad 2 para ambos niveles.

L0l

100

90

80

7A

60

50

40

30

20

10

0

edad 3 edad 2 edad 1

gnÁf rcO L Ilso de hafur singular, por nivel de instrucción, sexo y edad.

5. COMFORTAMIENTOS INDIVIDUALES.

El anáüsis de cada uno de los 48 informantes montevideanos, deja en evidencia la grandiscrepancia que existe en los comportamientos individuales (CUADRO 14). Una constata-ción particularmente interesante es que en ambos niveles sociales predominan los hablantescon comportamientos categóricos: algunos usan siempre la forma concordante, y otros usansiempre la forma no concordante. A nivel individual, pues, no siempre ocurre la variaciónque sí se constata como una característica de la comunidad.

Vo NA NB

96-10091-9586-90

8l-8576-807l-7566-7061-6556-6051-5546-504t-4536-4031-3526-302t-2st6-2010-1s5-100-s

**{<*****

**

***

:F:f**:F**:F*

****)F***

>F*

.t,

*:F****>i<**:ak:¡<*

CUADRO 14. Uso de lnber síngular, por informante.

108

6. CONCLUSIONES.

El comportamiento de los hablantes montevideanos en las construcciones de haber m6sSNpl, evidencia la incidencia de una serie de factores lingüísticos, y también sociales. Elnivel de instrucción, sobre todo, influye en la elección de la construcción normativamente"correcta", aunque no de un modo que permita afirmar que estamos frente a un claro marca-dor de estatus social.

El empleo de formas como habían o hubieron no puede catalogarse como un rasgo parti-cularmente estigmatizante en el habla de Montevideo, porque muchos montevideanos deNA usan estas formas no sólo en forma variable, sino incluso categórica.

r09