manuel j. cobos

Download Manuel J. Cobos

If you can't read please download the document

Upload: ronald-g-soria

Post on 02-Jul-2015

735 views

Category:

Documents


15 download

TRANSCRIPT

-1-

MANUEL J. COBOS, SU VIDA Y SU OBRA

Dr. Octavio Latorre T.

INVESTIGACION FINANCIADA POR EL PROYECTO ARAUCARIA GALPAGOS AGENCIA ESPAOLA DE COOPERACIN INTERNACIONAL

Quito, octubre 30, 2002

-2-

INDICE I. La Isla Chatham o San Cristbal I.1 Primeras colonizaciones de la Isla Chatham (San Cristbal) I.2 Villamil en Chatham Descripcin de Puerto Chico por Villamil I.3 La poca de la Orchilla y la llegada de Cobos a Chatham. 1860. I.4 Manuel J. Cobos en Mxico I.5 Cobos inicia su gran empresa. 1879 I.6 La Nueva Organizacin de Galpagos I.7 La Jefatura Territorial de Galpagos I.8 El crecimiento del Pequeo Imperio de Manuel J. Cobos II. El apogeo del Progreso II.1 El Progreso como centro industrial II.2 La poblacin de la hacienda El Progreso II.3 La Organizacin y vida en la hacienda el Progreso II.4 Sistema de control y castigo II.5 La Hacienda El Progreso en 1904. III.- La Conjuracin III.1 Intentos anteriores de liberacin III.2 La Conjuracin Final. III.3 El Dia fatal: 15 de enero de 1904 III.4 Escape de los peones y conjurados III.5 Prisin de los fugitivos. Febrero de 1904. III.6 Las Comisiones a Galpagos III.7 El juicio contra los asesinos de Cobos III.8 La Controversia sobre el tiranicidio IV. Evaluacin Final PARTE SEGUNDA V. El Progreso despus de la muerte de Cobos V.1 La Hacienda el Progreso en 1905 V.2 Nicols Martnez en Galpagos. 1906-1907 V.3 Rogerio Alvarado en Galpagos. 1908 V.4 Comienza el final de El Progreso. V.5 ltimos tiempos. 1945-2000 V. 6 Restos del Ingenio

-3-

-4-

MANUEL J. COBOS: SU VIDA Y SU OBRA1836 - 1904I.- La Isla Chatham o San Cristbal I.1 Primeras colonizaciones de la Isla Chatham (San Cristbal) Los piratas ingleses no nos dejaron descripciones ni noticias de la isla, excepto quiz las descripcin de Dampier de la llegada de la expedicin de 1684, en la que tambin participaba Cowllie, el autor de un relato y del primer mapa ingls en el que, la la King Charles Darwin island est ubicado entre las islas Floreana, Espaola y San Cristbal, pero que no se identifica con ninguna de ellas. Los balleneros debieron frecuentar la isla en busca de las tortugas y fueron ellos, seguramente los que dieron el nombre a la Baha Naufragio o Wreck Bay por algn percance sucedido en la difcil entrada . Hay una descripcin muy curiosa de unos balleneros que cargaban tortugas desde un acantilado a los botes. Los primeros habitantes de la Isla. Los primeros habitantes de la isla Chatham vinieron de la Isla Floreana, durante la primera colonizacin de Jos Villamil (1832-37) y haba recibido el nombre de Mercedes en honor de la esposa del Presidente Flores. El Capitn ingls, nacido en Jamica, William Lawson el ayudante del colonizador la haba explorado y estudiado las posibilidades de sta y de cada una de las islas. La primera elegida para una nueva colonizacin fue la isla Santiago y un pequeo grupo de 24 personas se estableci en ella, en 1836. La segunda isla explorada fue la Chatham y el General Pedro Mena, que se haba refugiado en la las islas huyendo de las furias del Presidente Rocafuerte, fue enviado poco despus a ella, probablemente en 1837. Por la misma poca, siguiendo la sugerencia del Capitn Lawson, Villamil propuso al Gobierno dejar libre el ganado (vacuno, caballar y asnal) en las principales islas para aprovechar el pasto natural. Las elegidas fueron la Mercedes- Chatham; la Olmedo-Santiago; La Bolivia- Santa Cruz y la Albemarle- Isabela. Este ganado se produjo con rapidez y ser despus el origen de negocios espordicos de Villamil y Pedro Mena, pero sobre todo de litigios posteriores, cuando el colonizador o sus descendientes quisieron reclamar los derechos exclusivos sobre el citado ganado. I. 2 Villamil en Chatham La primera descripcin de la isla Chatham proviene de la pluma del mismo Villamil, quien luego del primer fracaso de la colonizacin de la isla Floreana en 1841, quiso explorar otras posibilidades, entre ellas las de la isla Mercedes. En 10 de junio de 1844 publicaba su informe al gobierno sobre las islas y describe su primera visita a isla Mercedes en 1842 que le impresion desde el primer momento. Dice as:

-5En su cabezo del sud, haciendo frente al oeste se halla una baha semicircular. De la punta S.O parte un arrecife cubierto que se prolonga hasta el mismo paralelo de la punta N.O dejando clara una entrada de menos de media milla. Los vientos jenerales soplan del S.E. Con bordos cortos el buque de mayor calado puede penetrar en el fondo de la baha y fondear en siete brazas fondo arena blanca, a distancia de seis cables de tierra; pero necesita prctico, porque con ms bonanza los arrecifes cubiertos son engaosos y por consiguiente de mucho peligro. Cuando penetr en la baha y despus de haber dado fondo fue tal mi entusiasmo que exclam sin estudio: ni Puertocabello es mejor que esto, y le qued naturalmente a la baha el nombre de Puertocabello. Se desembarca a pie enjuto en una playa de arena blanca. A treinta pasos del desembarcadero se halla una salina de setenta varas de largo quince de ancho, con corta diferencia; y aunque esta salina se agua a veces, con corto trabajo puede hacerse permanente, y ser suficiente para la poblacin que pueda sostener esta parte de la isla. Al penetrar con direccin al N.E. se encuentra un pedregal como de cuatro millas que no poda transitarse a bestia; pero con el trabajo de seis hombres en veinte das, se ha mejorado de tal modo que las bestias (asnos) lo andan a trote y es indudable que con treinta hombres se hara carretero en cuarenta das. Pasado el pedregal se cae en pampas, que interrumpidas por pequeos bosques y por un plano ascendente en ngulo, como de 15, se elevan hasta la falda de los cerros que se hallan a quince millas del pedregal. En estas pampas se encuentran, aqu y all porcin de pequeas lagunas de agua exquisita; y en tres quebradas formadas por los cerros corre el agua con tanta rapidez que es necesario asirse de alguna rama para no ser llevado por la corriente. Desgraciadamente estas quebradas desembocan al este, donde no hay fondeadero conocido hasta ahora. Si solo una de estas quebradas desembocase en Puertocabello o al oeste, donde todo es fondeadero, el valor de la isla sera inmenso. Con todo, de Puertpocabello una embarcacin menor puede hacer a la aguadas del este un viaje al da cmodamente; por consiguiente un buque puede proveerse de agua sin dificultad. Desde el borde del pedregal, la tierra es cultivable, y va mejorando considerablemente hasta la falda de los cerros; produce con lujo cuando se siembra y los bosques abundan en maderas de construccin, como matasarna, guayacn, huayavo, mollallo y otras de menos duracin; ventaja de que absolutamente carece la Floriana. Solo la abundancia de ratas frustra en parte las esperanza del cultivador, que al fin ha tenido que sembrar para s y para ellas; pero no parece difcil destruirlas o cuando menos ahuyentarlas. ........ f) Jos Villamil La colonizacin de Chatham continu en los siguientes aos pero Villamil tena otros intereses en otras islas y sobre todo, la bsqueda del guano, primero por su propia cuenta y luego en consorcio con varios norteamericanos. El General Mena qued encargado de sus intereses junto con el Capitn William Gurney que fue nombrado Primer Alcalde de Chatham en diciembre del 1843. Mena radicado en la isla con su familia, expandi los cultivos y mantuvo un pequeo comercio con el continente para poder sobrevivir, pues Villamil desde 1845 se encontraba en Estados Unidos con alguna funcin oficial y buscando socios para la bsqueda y explotacin del guano, que, segn crea, poda encontrar en las islas. El General Mena actuaba como gobernador del Archipilago en 1852, abandonado a su suerte pues la pequea guarnicin haba sido llamado al continente por el peligro de la

-6invasin del General Flores, cuando repentinamente se present en Chatham el tristemente famoso Pirata del Guayas Manuel Briones con un grupo de foragidos, luego de capturar la ballenera norteamericana George Howland. Vena a aprovisionarse antes de tomar el rumbo al continente. Mena fue tomado preso y cuando se dirigan a Guayaquil, fue asesinado y su cuerpo lanzado a los tiburones. En la dcada de 1850 la colonia de Chatham languidece, aunque Villamil la visita repetidas veces, pero solo en busca del guano y luego para sus tres ltimos intentos de recuperar su fortuna con el negocio de los cueros y grasa animal. En el ltimo intento tiene por socio a un nrdico de apellido Norton, casado con una dama ecuatoriana, a quien vende la mitad de sus derechos sobre el ganado remontado de Chatham. Norton fue tomado preso por un Coronel Fernndez y en ruta a la isla Isabela fue sentenciado a muerte y fusilado, aunque relatos posteriores afirmaban que se suicid cuando era llevado a clarificar muchas acusaciones de piratera en el archipilago. Villamil, anciano y pobre, abandon sus planes de colonizacin y de negocios. Muri en 1866. I.3 La poca de la orchilla y la llegada de Cobos a la isla Chatham. 1860. En 1860 un ballenero norteamericano descubri en Galpagos la orchilla, un liquen muy apreciado entonces en tintorera. Varios comerciantes de la pennsula de Santa Elena, como Jos Antonio Rubira, organizaron costosas expediciones para recoger la orchilla en las islas. Los esfuerzos no compensaron los ingentes gastos que suponan fletar barcos para una larga navegacin, reclutar peones, llevar provisiones y un mnimo de equipamiento del continente. Aqu aparece el genio empresarial de Cobos que se dio cuenta de los errores de sus competidores por los gastos innecesarios de los viajes. Su proyecto es ms lgico: instalarse previamente en una de las islas, Chatham; mantener chozas y cultivos bsicos para alimentacin de sus peones. Manuel J. Cobos era oriundo de Cuenca y haba emigrado muy temprano a Chanduy donde fundaron la casa de comercio Cobos y Hermanos que en 1863 era considerada una de las ms prsperas de la Pennsula de Santa Elena.1. Ese mismo ao Manuel, es presidente del Consejo Cantonal de Santa Elena y por la misma poca, su hermano Angel ocupa varios cargos pblicos en Chanduy y Santa Elena. Los dos hermanos tienen problemas con otras autoridades del sector, que les acusan de violencia y arbitrariedades. Angel tuvo que ir a la crcel por haber atacado a un fiscal. La inusitada subida de los hermanos Cobos en una tierra extraa y a tan temprana edad (menos de 25 aos) podra indicar que quiz nacieron en Chanduy y no en Cuenca, como ordinariamente se dice. El hallazgo de su partida de nacimiento llevar a dilucidar esta duda. Jos Monroy. Desde esta poca aparece unido en negocios y en lazos familiares con Manuel J. Cobos. Era oriundo igualmente de Cuenca, establecido en Chanduy y socio en los negocios de la empresa Cobos y Hermanos. En 1866 Manuel contrae matrimonio con Adelaida Monroy, hermana de Jos Monroy y de esa unin nacern Adelaida Mara Amelia de Jess y Jos Francisco, como aparecen en las partidas de

1

AHBM, Guayaquil,Vol. 717, 1872, Catastro de contribuyentes, Cobos y Hermanos, 30.000 pesos.

-7bautismo del 16 y 20 de diciembre de 1871, vsperas de su viaje a Mxico.2 Estas tres personas no vuelven a aparecer en la vida de Cobos. Murieron o se quedaron en Mxico?. No sabemos. Los cultivos de Cobos en Chathan fueron creciendo rpidamente y gracias a su visin empresarial, debi darse cuenta de la posibilidades que le ofreca la isla. El nombre de El Progreso vino ya de aquel tiempo, pues Teodoro Wolf que lo visit en 1875 ya le llama con ese nombre. Igualmente el chileno Vital Gormaz en el mismo ao y donde encontr una poblacin de 37 individuos.3 Los primeros cultivos agrcolas destinados a sostener a sus peones que recolectaban la orchilla fue el primer paso, pero pronto su visin comercial le llev al negocio de los cueros y carne salada, aprovechando la abundancia de reses en la misma isla y en otras vecinas. La poca o ninguna vigilancia de las autoridades le permitiran tomar cualquier ruta para sus exportaciones, basadas principalmente en el contrabando. Para 1869 Manuel dispona de dos balandras, la Paulita Salinas y Estrella del Norte para viajar de Chanduy a Galpagos, cargar la orchilla, cueros y carne y dirigirse a Panam donde poda venderlos a mejor precio, adquirir all otros productos y presentarse luego en Chanduy como si llegara directamente de Galpagos. Ese mismo ao tena ya dos juicios de contrabando en Guayaquil, pese a que haba encabezaba un movimiento de respaldo de Santa Elena a la revolucin de Garca Moreno (enero 1969) Poco tiempo despus solicitaba al gobierno la adjudicacin de cuatro millas cuadradas de la isla , lo que indicara que tena ya grandes planes para cultivarla. Le fue negada la peticin y en los meses siguientes el nuevo presidente sacaba a licitacin la explotacin de la orchilla de Galpagos. La gan Jos Valdizn poderoso comerciante espaol casado con la ecuatoriana Carmen Rubira y establecido en Santa Elena por varios aos y pas a establecerse en la isla Floreana. El negocio de la orchilla no result lucrativo, como ya haba previsto Manuel J. Cobos, pues supona gastos innecesarios y largos y constantes viajes. Valdizn se dedic a la agricultura y convirti a la isla Floreana en una prspera hacienda. Desgraciadamente se empe en llevar trabajadores con problemas con la ley, lo cual da el ambiente de la hacienda y al final terminaron con la vida de don Jos (1878). I.4 Manuel J. Cobos en Mxico. Los negocios en la Isla Chatham y la explotacin de los cueros del ganado remontado que originalmente haba sido llevado por Villamil, como se dijo, alarmaron a los descendientes de Villamil que acudieron al Presidente Garca Moreno. En su contestacin les aseguraba ste, que Cobos no se presentara en las islas, porque haba firmado la orden de captura. Al mismo tiempo haba ordenado en febrero de 18712

Partidas de bautismo, El Sagrario, Guayaquil, 1871. Diciembre 16 de 1871. Bautismo de Jos Fancisco (de 45 das), hijo legtimo de Manuel J. Cobos y Adela Monroy. Padrinos, Jos Monroy y Sra. Elvira Monroy. Diciembre 20 de 1871; bautismo de Adelaida Mara Amelia de Jess, hija legtima de Manuel Cobos y Adelaida Monry... . 3 Gormaz, V. El Archipilago de Galpagos, Servicio Hidrogrfico de la Marina de Chile, Santiago, 1890, p. 20.

-8al Gobernador de Guayas y al Teniente Poltico de Chanduy el secuestro de los bienes y captura de Manuel y Jos por faltamiento a la autoridad. No fueron encontrados, pues probablemente haban salido ya hacia Mxico, por lo que fueron acusados de desertores de las Guardias Nacionales. 4 Aos despus Manuel relataba su aventura en Mxico: El 70 (1870) otro ballenero descubri extensos bosques de orchilla en la costa occidental de la Baja California (Mjico). Asociado de nuevo a mis hermanos y el Capitn descubridor, a fines de aquel ao, recalamos a aquellas playas, Baha Magdalena, comenzando in continenti nuestras operaciones con 300 braceros ecuatorianos que tres meses despus habamos acumulado. Nueve aos permanecimos all, viendo al fin satisfechos nuestros afanes, cuando la guerra ruso-turca del 78-79 que amenazaba conflagrar Europa, paralizaron su industria fabril, causndonos enormes prdidas, que accidentalmente nos trajeron aqu. 5 No aparece claro cundo viaj Cobos a Mxico o si volvi a Chanduy ms de una vez, quiz para el bautismo de sus hijos en diciembre de 1871. En cambio Jos Monroy se encarg de reclutar braceros en Guayaquil y llevarlos a Mxico. En julio de 1871 reclama al gobierno por el retraso de una de sus naves con 70 trabajadores, pues haba sido acusado por el Gobernador Santisteban, de llevar a Mxico desertores y gente con problemas con la ley. 6 Monroy debi hacer por lo menos cuatro viajes llevando braceros a California y la ruta debi ser siempre por las propiedades de Chatham, donde podan aprovisionarse y hacer aguada. Indudablemente la previsin de Cobos surti efecto. Cuntos de los braceros llevados por Cobos y Monroy regresaron? Es difcil saberlo. Hay indicios de que organiz ms de una hacienda y no sera de admirar que hayan quedado all como peones. 7 Los compaeros de la aventura fueron, adems de Monroy, su hermano menor ngel y Jos Antonio Rubira. Los campos de Chatham quedaron a cargo de varias familias de trabajadores (unos hablan de ocho, otros de 12), que deban descuajar bosques para convertirlos en potreros, iniciar las primeras plantaciones de caa, domesticar ganado, etc. La aventura de la orchilla lleg a su fin en 1878 cuando el liquen perdi valor en el mercado internacional. Cobos atribuye a la guerra ruso-turca que afect a las fbricas de Europa. Tradicionalmente se suele atribuir ms bien al invento de las anilinas por Alemania que resultaban ms baratas y fciles de procesar.

4

Comunicacin del Teniente Poltico de Chanduy al Gobernador de Guayas, febrero 6 de 1871. AHBM, Guayaquil, Vol. 689, 1871, s.f. El Capitn Manuel J. Cobos tena 34 aos, casado, comerciante, desertor . Capitn Federico Monroy, 31 aos, soltero, comerciante, desertor. Capitn Angel cobos, 28aos, soltero, comerciante., desertor. 5 Comunicacin de Manuel J. Cobos al Ministro de lo Interior. Diario La Nacin, Guayaquil, 12 de junio de 1890, p. 8. 6 Archivo Nacional de Historia, Quito, tomo 710. Comunicacin al Ministro de lo Interior, 7de julio de 1871. 7 El autor recibi una curiosa llamada del consulado de Mxico, por el ao de 1992, que preguntaba sobre un Sr. Cobos que apareca como dueo de unas haciendas de Baja California.

-9I. 5 Cobos inicia su gran empresa. 1879.

Cobos debi acumular una buena fortuna en California, gracias a la orchilla, lo que le permitira ms tarde organizar la hacienda El Progreso con numerosos trabajadores, desde su llegada en 1879 y ampliar los campos de cultivo para sus planes industriales. Como empresario previsivo, traa claros proyectos al regresar al Ecuador y los expona aos ms tarde, recordando sus primeras dificultades. En mayo del 79 vine a esta isla donde hall una mediana plantacin de caa de azcar de 4 aos de vida, productora, con buen xito. Fui a Guayaquil y propuse a antiguos amigos mos la formacin de una Compaa agrcola con un capital de $ 50.000 en acciones para un Ingenio que elaborara 50.000 libras diarios. Todos aprobaron mi idea o proyecto, pero replicaron qu garantas tendr este capital en un teatro de criminales asesinos, si U. sucumbiera?. Objecin sin rplica, que sell mis labios, helando al mismo tiempo por el momento mi corazn.... Si desde entonces hubiese obtenido este capital, en 4 aos lo hubiera reembolsado dejando en pie la hacienda. 8 Cobos emprendi su magno proyecto en Chatham, esta vez solo. Jos Monroy que siempre le haba acompaado, pero ahora no aparece sino muy espordicamente. Tuvo algo que ver la muerte o distanciamiento de su esposa?. Nada sabemos. Suponemos ms bien que se instal en Guayaquil como su representante o corresponsal de sus negocios. Aparece muy pocas veces, una de ellas en agosto de 1899 defendiendo la causa de Cobos contra unos celadores (policas) que reclamaban por algunos contratos. Despus de la muerte de Cobos, Jos Monroy aparece tambin como su representante y albacea de Josefina Cobos Baquerizo. El centro de sus actividades fue el Progreso, a unos 8 kilmetros de Puerto Chico (hoy Baquerizo Moreno) en el sector agrcola ms rico de la isla. Los cultivos irn creciendo desde las pocas hectreas encontradas en 1879 hasta las 3.000 que se calculaban en el ao de su muerte. Los primeros trabajadores de la hacienda fueron probablemente voluntarios, llevados de los campos de la costa, entre ellos, Manuel Olaya que aparecer en mltiples veces, padre de numerosa familia y que se libr de ser fusilado en 1882. A estos se sumaron unos cien peones de la hacienda de Jos Valdizn, asesinado en 1884. Los trescientos peones de la isla deseaban abandonarla cuanto antes, pues la consideraban maldita. Entre los cien que pasaron a Chatham estaba el carpintero Federico Salazar, que construy el atad para el entierro de Valdizn y que le tocar hacer lo mismo para los de Cobos y Leonardo Reina en 1904. La primera preocupacin de Cobos de ampliar los terrenos para los futuros proyectos, no le impidi volver al antiguo comercio de los cueros de res, de la pesca, aceite de tortuga y otros productos, en todo lo cual tena larga experiencia que fueron mencionados entre los robados por lo peones en el prrafo anterior. Muy probablemente sigui tambin con la recoleccin de la orchilla, como se puede deducir

Comunicacin de Manuel J. Cobos al Ministro de lo Interior. Diario LA NACION, Guayaquil, 12 de junio de 1890, p. 8.

8

- 10de la visita a la isla del chileno Vidal Gormaz en 1887, que no pudo entrevistar a Cobos, porque estaba recogiendo el liquen en una de las islas. 9 No sabemos cuando comenz a llevar trabajadores con problemas con la ley o en alguna manera forzados, aunque ya en 1880 hubo una fuga de 14 peones que lograron capturar un barco ballenero el Laura y obligaron al Capitn a llevarles a la zona de Santa Elena. Los peones robaron equipos y productos de la hacienda, de que se aprovech luego el ballenero 10 En los primeros aos Cobos reclam repetidas veces porque el gobierno enviaba gente indeseable que producan problemas en la hacienda. No sera de extraar que la gobernacin de Guayaquil hubiera enviado penados, dada la costumbre de ver al Archipilago como el sitio ideal para delincuentes por la distancia que haca casi imposible las molestas fugas y por la posibilidad de subsistir con los alimentos esenciales (agua, tortugas, aves, etc.). Adems, estaba siempre la tentacin de llevar gente con problemas, como ya haba ocurrido con Valdizn, para intentar reformarlos o para tener mano de obra barata. El mismo Cobos haba llevado a Mxico, por lo menos desertores a los que poda tratar con dureza, sabiendo que no podan reclamar ante las autoridades. El primer intento de rebelin de los trabajadores tuvo lugar en 1882 y que termin con el fusilamiento de cinco de ellos. La nacin entraba en una poca de convulsin por la revolucin contra el gobierno dictatorial de Veintemilla. El Archipilago careca de autoridades y de guarnicin y la nica voluntad era la de Cobos. Fueron apresados seis sospechosos de la conspiracin y puestos en prisin. El patrn quiso hacer un escarmiento, dar una leccin a todos sobre quin mandaba en la hacienda aunque salvando apariencias de justicia. Ante la ausencia de autoridades organiz un plebiscito en el que todos deban dar su voto de vida o muerte. Todos fueron condenados a ser fusilado. Manuel Olaya fue perdonado a ltimo momento por los ruegos de su mujer, Jess Gonzlez y por la intercesin del contador de la hacienda, el argentino Antonio Snchez. Parece lgico pensar que nadie poda oponerse a la voluntad de Cobos sin peligrar su vida. El resultado fue unnime. Una madrugada fueron fusilados y sepultados el mismo da. La noticia se supo en Guayaquil muy pronto y se public en los peridicos con comentarios muy duros contra el patrn, sobre todo cuando un oficial de Marina que haba estado en la isla y recogido datos de primer mano inform de los hechos a las autoridades y a la prensa. Angel Cobos, el hermano menor de Manuel respondi a los artculos de la prensa, especialmente a los del diario El Comercio de Guayaquil, defendiendo a su hermano y presentando las muertes como legtima defensa personal en medio del ambiente de

Gormaz, Vidal : El Archipilago de Galpagos, Servicio Hidrogrfico de la Marina de Chile, Santiago, 1890, p. 20. 10 AHBM, Guayaquil, Gobernacin, Vol. 854 (sin foliar). Testificacin de Cobos sobre el juicio de un falso hundimiento. El Paylebot Laura que luego de simular un falso hundimiento para recobrar el seguro, es tomado por 14 peones de Chatham y obligado a llevarles a Santa Elena. El capitn tiene que matar a dos peones, aunque se queda con todos los equipos, armas y productos robados de la hacienda El Progreso.

9

- 11hostilidad de los delincuentes sacados de las crceles de Guayaquil y como decisin de los padres de familia de los peones de la isla, encaminada a defender a sus hijas. 11 El caso revela el carcter de Cobos y la poltica que ser su norma en adelante en la hacienda: no habra all sino una sola voluntad. Tambin se puede sospechar que un buen nmero de peones eran penados, los que haban daado ya el ambiente de El Progreso. La impresin de la muerte de los cinco compaeros, no fue olvidada nunca y renaci con toda su fuerza el da del asesinato de Cobos, como veremos ms tarde. I.6. La nueva organizacin poltica de Galpagos. La Convencin Nacional de 1883 daba una nueva Carta Constitucional a la Repblica y en ella Galpagos tomaba un nuevo carcter poltico. El Art. 120 deca: El Archipilago de Galpagos y en general, todos los lugares que, por su aislamiento y distancia, no pueden ser regidos por leyes comunes, lo sern por especiales. Dejaba de ser provincia y tomaba el nombre de Territorio Insular, dependiente de la Provincia del Guayas y sera en adelante regida por una Ley Especial que fue promulgada el 15 de agosto de 1885. Buscaba organizar mejor la administracin de las islas y promover su colonizacin. 12 La administracin de las islas quedaba a cargo de un Jefe Territorial con un secretario, un Inspector de Polica con seis celadores (policas). Estas autoridades, aunque no se especificaba, eran elegidas por el ejecutivo. Las atribuciones del Jefe Territorial eran: cuidar de la integridad territorial, proteger la migracin, fomentar la colonizacin y desarrollo, cuidar de la tranquilidad y el orden, fomentar la educacin, imponer justicia, visitar continuamente el territorio del Archipilago e informar cada seis meses al ejecutivo sobre la situacin de las islas. Irnicamente, la nica funcin que pudo cumplir adecuadamente el Jefe Territorial fue la ltima y gracias a los informes del segundo Jefe Territorial, Pedro Jaramillo, disponemos de abundantes datos de la situacin de la Isla Chatham. La Ley Especial poda ser bien intencionada, pero en la prctica no funcion ni poda funcionar por la distancia y sobre todo por la poca importancia que daban los gobiernos al Archipilago por los escasos resultados que haba dado en los cincuenta aos desde la anexin de Jos Villamil. Casi todo qued como letra muerta, dada la situacin tan extraa donde la poblacin de la isla se identificaba con los peones de la hacienda y donde todo, subsistencia, seguridad, comunicaciones y la misma justicia dependan de la voluntad del dueo de la hacienda, Manuel J. Cobos, como veremos ms adelante. El promover la colonizacin se haba convertido en una de las preocupaciones del Gobierno para aprovechar las supuestas fuentes de riqueza, para justificar la presenciaExposicin de Angel Cobos a los redactores de El Telgrafo para justificar el ajusticiamiento de cinco peones en Chatham. Diario los Andes, Quito, 23 de mayo de 1882, p. 3. Cita otros casos sucedidos en las islas, como el asesinato de Valdizn, el de Levick, Goodnow en I. Chvez, contra Manuel Zarde y otro anterior contra el mismo Cobos, de los que tenemos pocas noticias. 12 Federico Trabuco: Constitucin de la Repblica del Ecuador sancionada por la Convencin reunida en Quito. 1883. Ley Especial del Archipilago de Galpagos. Quito, Edit. Universitaria.11

- 12de las autoridades ecuatorianas y sobre todo para enfrentar las amenazas desde el exterior, ya que varias potencias, especialmente Estados Unidos tenan puesta su mira en las islas como defensa natural del proyectado Canal de Panam. El mismo ao de 1883 el gobierno, gracias a la oportuna intervencin de Antonio Flores Jijn, haba logrado neutralizar la pretensin del gobierno del Presidente Arthur de Estados Unidos, que basado en los informes de su Secretario de Estado Baines, lleg a declarar a Galpagos res nullius (tierra de nadie) y pona en duda la soberana ecuatoriana en las islas. 13. La Ley Especial de Galpagos en el Art. 11 al tratar de la colonizacin, aada: La anterior disposicin es sin perjuicio de los derechos que tiene la Compaa Suizo-Escandinava de la colonizacin de Galpagos, segn contrato de 8 de 1884. 14 El proyecto se inici en 1882 y estaba dirigido por el suizo Adolfo Beck y el noruego Alfred Tronchin. El Ecuador vea con buenos ojos tal colonizacin, por la admiracin que siempre ha tenido nuestra gente por los nrdicos. Cuando todo pareca que llegar al xito y los colonos noruegos se aprestaban a embarcarse, el Ecuador se neg a quitar una de las exigencias del contrato, la solicitud de la carta naturalizacin previa y adquirir la nacionalidad ecuatoriana.15. Esta exigencia desalent a los promotores y a los colonos y suspendi el proyecto. Mucho se ha discutido sobre el inters de los noruegos por colonizar Galpagos y la exigencia tan radical del Ecuador por la naturalizacin de aquellos. Para algunos, la medida exigida por el Ecuador era esencial para defender la soberana, pues se poda sospechas que los noruegos eran la cabeza de puente de los intereses extranjeros que queran presionar al Ecuador para la venta de las islas. El inters de los noruegos por Galpagos volvera cuarenta aos ms tarde, en 1926. I.6. La Jefatura Territorial de Galpagos. La administracin del Archipilago quedaba a cargo de un Jefe Territorial con su secretario y un Inspector de polica con sus seis celadores que cuidaban de la seguridad. La situacin real de tales autoridades, como ya se ha indicado, fue siempre lastimosa, pues sin los medios necesarios para cumplir y hacer cumplir sus funciones, terminaban convirtindose en meros figurones, como bien indicaba Nicols Martnez en 1907: Sirven nicamente para decir que existen representantes del Gobierno, pero no pueden hacer nada. El primer Jefe Territorial fue Juan B. Trevio nombrado en 1884, pero regres en septiembre del mismo ao aquejado de una repentina y misteriosa demencia. Le reemplaz el coronel retirado Pedro Jaramillo, una figura ms bien opaca que permaneci en la isla por varios perodos. Al comienzo quiso asentar su autoridad eOrtiz Crespo, Gonzalo: El Imperialismo y las Islas Galpagos. Cuenca, Mimeogrf. 1980. El Nacional, 2 de octubre de 1885, p. 1 15 Carta de A. Beck al Ministro de lo Interior del Ecuador. El Nacional, 1 de enero de 1886 y respuesta del Ministro, Modesto Espinoza. El Nacional, enero 1 de 1886.14 13

- 13independencia y se opuso a ciertas arbitrariedades de Cobos, pero termin amoldndose a la situacin de Galpagos, en donde todo dependa de la voluntad de aquel. Debemos agradecer, como hemos dicho, a sus informes enviados fielmente cada seis meses, pero en los que casi nunca vuelve a mencionar una crtica contra el patrn de la hacienda. El Jefe Territorial, el Coronel Federico Irigoyen fue el nico que se atrevi a desafiar a Cobos por haber impuesto un cruel castigo de azotes a una mujer de apellido Faras, a finales de siglo, pero lo hizo cuando un buque de la Marina Ecuatoriana se hallaba en el puerto y en l se retir a Guayaquil, donde inici un juicio contra Cobos. El juicio no prosper y fue archivado, porque nadie se atrevi a testificar contra el dueo de la hacienda. I.8 El crecimiento del Pequeo Imperio de Manuel J. Cobos. Llamamos imperio por el dinamismo de este empresario pero tambin por el poder tan grande que lleg a tener sobre la isla de Chatham o San Cristbal. El perodo de veinticinco aos que dur este pequeo imperio se puede dividir en dos etapas, con el ao de 1889 como fecha divisoria. La primera etapa como hacienda agrcola que aumenta sus cultivos en preparacin para la segunda etapa en que se convierte en centro industrial, con la instalacin del Ingenio de Azcar. Ya se dijo que Cobos, mientras estaba en Mxico, haba dejado un grupo de familias en el Progreso con el encargo de despejar bosques para potreros y campos de caa. La llegada de Cobos orient los trabajos a una economa de subsistencia para el centenar de trabajadores (agricultura y ganadera), para un moderado comercio de pieles, pescado, carne seca y aceite de tortuga, pero el inters mayor era ampliar los cultivos de caa para la segunda etapa. Al mismo tiempo experimentaba con otros cultivos, alguno de los cuales fueron una gran fuente de ingreso, como el caf. Los informes semestrales del Jefe Territorial Coronel Pedro Jaramillo son algo variables, pero indican el estado floreciente de la hacienda. As el de 30 de mayo de 1888 daba los siguientes datos sobre la ganadera de la hacienda: Ganado vacuno 370 Yeguarizo 300 Mulares 60 Cerdos 104 Chivos 40 Los cultivos agrcolas para1887 eran de 168 cuadras, segn el mismo Jefe Territorial, sin contar los potreros: Caa de azcar 80 cuadras Caf 30 cuadras Pltano 3 cuadras Papas 5 cuadras Frjoles 3 cuadras Yuca 30 cuadras Maz 6 cuadras Otros (legumbres) 11 cuadras En los primeros aos se mola la caa por fuerza animal para fabricar alcohol, aguardiente, miel y un anisado bastante aceptable. De la miel, suponemos que se elaboraba la panela.

- 14El caf tuvo un xito notable, luego de haber experimentado con unas treinta plantas cerca de la casa. Al ver los resultados, se prepararon 40 cuadras para unas 30.000 plantas que producan, para 1891, una cantidad suficiente para exportar al continente. Alex Mann, el ingls que estuvo muy cerca de los acontecimientos, calculaba en 1905 que haba ms de 100.000 cafetos de muy buena calidad, que seguan produciendo muchos aos despus de la muerte de su dueo. II. El Apogeo de el Progreso

II. 1 El Progreso como centro industrial. Los planes de Cobos al regresar de Mxico no eran simplemente de cultivar los campos de Chatham sino de convertirla en un centro industrial de primer orden con un ingenio de azcar como centro. Al no tener el respaldo suficiente de sus amigos, tuvo que esperar varios aos que los aprovech para preparar los caaverales, caminos, muelle, conduccin de agua, etc. gracias a los capitales que haba acumulado en Guayaquil y Mxico. La ley de 1885 permita importar equipos, maquinaria y herramientas sin impuestos, por lo que aprovech para solicitar, a finales de 1888 a Glasgow la maquinaria completa que se instal entre 1889 y 1891, bajo la supervisin de tcnicos ingleses. Nos han quedado dos descripciones muy detalladas del Ingenio, una de Alex Mann seguramente de la primera poca, es decir a finales de siglo, y que le impresion mucho, y la de Nicols Martnez de 1907. Las dos se complementan, por lo que vale la pena conocerlas: La produccin de azcar es de unas 500 toneladas al ao, adems de una gran cantidad de alcohol y ron blanco, hecho de los residuos de la caa El pueblo, que ocupa una porcin central, est situado a una elevacin de unos 1.200 pies sobre el nivel del mar y contienen una fbrica para la elaboracin del azcar y licores, muy bien montada y de un modelo moderno. La maquinaria es principalmente de manufactura de Glasgow y de ltimo modelo; hay un molino para la caa, un proceso de triple efecto y un caldero al vaca, separadores centrfugos y un gran nmero de accesorios. Las caas llevadas a la fbrica son pasadas por entre inmensos rodillos de hierro colado y el jugo exprimido cae por un filtro para separar la materia vegetal ms gruesa. El rechazo, llamado aqu bagazo , se esparce en un patio para secarlo y sirve despus como combustible para los calderos. El jugo, que es de un color amarillo cremoso, debe tratarse enseguida para evitar la fermentacin, ya que las sustancia azucarada se transformara en un azcar invertida, amarga, si no se neutralizan los cidos que se encuentran en el jugo. Esto se realiza muy simplemente al calentar el jugo con un poco de agua-cal en tanques especiales de lminas de hierro. Se pasa luego a grandes tanques de unos 500 galones de capacidad y al ser calentados por medio de serpentinas de cobre y vapor, las impurezas suben a la superficie como espuma y son retiradas manualmente. El siguiente paso: el jugo es bombeado a la unidad llamada triple efecto y luego al caldero al vaco, aparatos similares en su accin, que realizan la evaporacin del agua del jugo a una temperatura baja para no quemarla y para formar un grano grueso. Cuando el jugo llega al punto apropiado de granulacin, que se ve a travs de un panel de cristal grueso en el caldero al vaco, se apaga

- 15el vapor y la carga se precipita en forma de melaza a los tanques de enfriamiento. Se pasa luego a un recipiente circular que gira a gran velocidad, llamado centrfuga, que expulsa el lquido remanente del jugo y retiene el azcar granulado, la cual est lista para el mercado. Hay, por supuesto otros detalles menos importantes, pero necesarios, como el blanquear el azcar, mas la operacin ordinaria no va ms all de lo descrito. La espuma y la miel que salen de las centrfugas se diluyen en agua, se fermentan y se fabrica el alcohol y el ron blanco, que es un brandy nativo. 16 Simultneamente a la instalacin de la fbrica estaba la conduccin de agua entubada desde las alturas de la isla y la necesitaba en relativa abundancia para la maquinaria, el regado de los campos y para la poblacin que iba en aumento. Felizmente la isla tiene algunas fuentes de agua muy cerca de la poblacin y otras en las alturas. Manuel J. Cobos encarg el trabajo a su compaero fiel Felipe Lastra que le haba seguido de California. La conduccin del agua no era tan fcil pues deba cruzar quebradas y desniveles a largo de siete kilmetros desde las montaas hasta la poblacin. El Jefe Territorial Pedro Jaramillo expresaba ya en 1889 sobre las obras realizadas para la conduccin de agua: Aun cuando cerca de esta poblacin hay un manantial de agua pura de donde nos proveemos, existe un canal artificial que desciende de las montaas centrales de la isla para entrar en una caera de fierro de un kilmetro por donde llega a la fbrica de azcar para las funciones de la maquinaria siete millas de extensin recorre este acueducto, pasando al borde de altas rocas perpendiculares canalizadas a pico y atrasando tres puentes tendidos entre zanjas profundas. Los autores Jos Bognoly y Jos Moiss Espinoza que visitaron la obra en 1904, se expresan as: Siete son las tomas de agua y llegan al Progreso por una combinacin de caeras y canales de zinc, cal y piedra y tubos, en un recorrido de unos 6 kilmetros, meritorio esfuerzo para un profano. 17 Esta obra impresion demasiado a la primera comisin enviada luego del asesinato de Cobos en 1904 y queran llevar a Felipe Lastra a trabajar en las instalaciones del Agua Potable de Guayaquil. En cambio, Nicols Martnez, un profesional en la materia, anotaba: El agua llega a la hacienda por un canal de zinc, de construccin particular, fabricado por un individuo que parece no ha tenido la menor nocin de hidrulica. 18 La obra, de todos modos, dio vida a la fbrica, a la poblacin que pronto lleg a 400 habitantes y riego los caaverales y campos de cultivo. Las instalaciones actuales siguen el mismo trazado de Laztra pero con mejores estudios tcnicos.

16 17

Mann Thomas: Yatching in the Pacific, London, 1909, p.30-32. Bognoly J. Y Espinoza, J. Las Islas Encantadas de Galpagos, Guayaquil, 1917, pag. 23. 18 Martnez, Nicols: Impresiones de un viaje, Quito, 1911, p.60.

- 16Los caminos: La extensin de la hacienda, el transporte de los productos sobre todo de la caa al Ingenio y el azcar al puerto, supona una red vial muy grande. Se calculaba en dos leguas de caminos de la hacienda. Veamos la descripcin de Nicols Martnez: Parte un camino carretero de cinco y media millas hasta llegar al ingenio Progreso de donde se prolonga hacia el este once millas, recorriendo el centro de la isla, para ir a terminar en dos ramales en direccin N.E. y S.E. de tres millas cada uno. Esta camino carretero ha sido formado por el propietario seor Cobos, rompiendo la roca volcnica en su mayor extensin, por lo que fuera ardua y costosa empresa. 19 En la seccin central estaban los caminos ms amplios que confluan en el ingenio por donde corra un ferrocarril estilo Decauville sobre rieles porttiles y arrastrado por bueyes, para el transporte de la caa en la poca de la zafra. El nuevo Jefe Territorial Juan Jos Pino calculaba en 1904 en dos leguas la longitud de las lneas del ferrocarril. Otra obra notable fue el muelle de madera en el puerto que permita a los buques acoderarse para la fcil carga y descarga y de donde partan lneas frreas hacia las bodegas cercanas. Dos balandras, por lo menos, transportaban los productos de la isla hacia Guayaquil durante todo el ao o recorran algunas islas para la explotacin de las tortugas, de que hablaremos despus, el comercio del azufre, de los cueros y de la pesca. El azufre fue explotado en forma limitada de los volcanes de la isla Isabela, hasta que se instal en ella Antonio Gil en 1897 y una causa de desavenencia fue la intencin de Cobos de seguir explotndolo. Cerca de la poblacin del Puerto Chico se encontr una buena mina de cal que result muy oportuna y provechosa, no solo para el comercio sino sobre todo para el proceso del blanqueo del azcar en el ingenio. Debi ser una mina bastante grande, aunque el Jefe Territorial, con frecuencia exagerado, informaba que era inagotable, pues solo en 1888 se haban sacado ms de 3.000 quintales. De todos modos, haba suficiente cal para exportar y en los diarios de Guayaquil aparecan avisos sobre su bondad y abundancia. Una fuente de riqueza, como ya se ha dicho fue el comercio de pieles de ganado vacuno. Equipos de cazadores deban matar y completar semanalmente, un buen nmero de pieles. La carne se aprovechaba en mnima cantidad para el alimento de los peones de la hacienda y para preparar el charque (carne seca o salada) que se exportaba al continente. En el juicio de 1904 se citaron muchos crueles castigos de azotes aplicados a los cazadores por no cumplir con la tarea. Tareas semejantes se imponan a los pescadores, que deban completar una cantidad mnima de peces desentraados y secados. La pesca del bacalao se intensificaba a finales de ao para exportar al continente, pues era la comida obligada para ciertos das de la cuaresma de las comunidades catlicas y ms especialmente para el tradicional plato de la fanesca del Viernes Santo, uno de cuyos componentes es el bacalao seco. El bacalao de Galpagos lleg a ser casi el pescado obligado para tales platos. Todos estos productos de exportacin no significaban un rubro notable, pero si sumamos todos ellos (caf, azufre, cueros, pescado, cal y sobre todo, aceite de tortuga)19

Martinez, Nicols: Impresiones de un viaje a Galpagos, 2. Ed. Quito, 1924, p. 47.

- 17era un recurso que poda sostener los gastos ordinarios, permitiendo capitalizar libremente las ventas del azcar. Los dems cultivos de la hacienda ( hortalizas, patatas, otoy, yuca, frutas, etc.) eran, casi todos para consumo interno de la creciente poblacin que lleg, a finales de siglo a 400 personas. II.2 La poblacin de la hacienda El Progreso. Los artculos de los periodistas que visitaron la isla luego del asesinato de Cobos en 1904 lanzaron la noticia de que la poblacin de El Progreso estaba compuesto de delincuentes y vagos enviados de las crceles de Guayaquil. Esta noticia se generaliz y se ha repetido siempre sin mayor anlisis. Los primeros grupos fueron indudablemente voluntarios, como los que regresaron de Mxico (como Lastra y Valverde), que no debieron ser muchos. A estos se juntaron los cien y ms peones salidos de Floreana en 1879, luego del asesinato de Jos Valdizn. Algunos trabajadores llegaron de la costa ecuatoriana invitados por el mismo Cobos, entre ellos Manuel Olaya que se libr de la muerte en 1882, como ya se dijo. En el juicio de 1904 declara que trabaj 25 aos en la isla. 20 El nmero de penados enviados a Galpagos en los primeros aos debieron ser pocos porque no los necesitaba todava luego de recibir a los 100 peones de Floreana. La protesta de Cobos de que el gobierno se empeaba en enviar gente fuera de ley, lo confirmara. En el censo1887 hecho por el Jefe Territorial solo aparecen siete confinados. 21 El informe de 1891, cuando se terminaba de instalar el ingenio, se habla de 216 pobladores de los que121 eran conciertos. La poltica nacional, como se ha repetido, de considerar a las islas como el presidio ideal, por la distancia, por la existencia bsica de agua y alimentos indispensables y por la esperanza de convertirlos en colonos, iba a causar innumerables problemas en esta poca y en el futuro. En los aos posteriores el nmero de forzados fueron en aumento, pero no todos ellos eran delincuentes formales o criminales. Cabe mencionar tres grupos principales, adems de los delincuentes, Los presos por deudas: Cobos pagaba a los acreedores y recuperaba la deuda con el trabajo en la isla. Tena la ventaja de que todo dependa del patrn tanto en valor del salario como los recargos por viaje, precios de los productos que se vendan en la hacienda y sobre todo, en la facilidad de alargar indefinidamente la pena con una oportuna multa o castigo. No pocos estaban condenados de por vida, porque les iba a ser imposible pagar la deuda con tan bajos salarios. Algunas autoridades de Guayaquil iniciaron la costumbre de limpiar las calles de la ciudad de los vagos y mal entretenidos, muchachos y jvenes que vagaban por la urbe para enviarlos a las islas o a la Marina,. En el juicio de 1904 un buen porcentaje de los trabajadores estaban entre los 25 y 30 aos y haban permanecido ms de diez aos en la isla. Otro caso, quiz el ms dramtico fue el de Jernimo Beltrn, que haba viajado con su madre es pos de su padre que20 21

Declaraciones de Manuel Olaya, Diario El tiempo, febrero 27 de 1904, pg. 3 Censo de la poblacin enviado por el Jefe Territorial. Archivo Nacional de Historia, Quito, tomo 98.

- 18llevaba ya algunos aos en San Cristbal. Cuando tena doce aos muri su madre. Al morir poco despus su padre, recibi la notificacin de que deba firmar un pagar por la deuda dejada por ste. En 1904 esa deuda haba subido a 700 sucres, una cantidad imposible de pagar. La migracin de las mujeres a las islas haba seguido un camino similar pero 22 con una desproporcin muy grande con los hombres. En el mejor de los casos haba una mujer por cuatro hombres y no era raro que llegara una por diez, lo que aumentaba la tensin y desasosiego general. Es ms, el ingls Alex Mann que conoci este ambiente atribua a esta desproporcin la causa ms grave de problemas de la hacienda: Estoy convencido que dos causas han ocasionado las insurrecciones y crmenes perpetrados en estas islas: la primera, pero no la principal, la mezcla de criminales con trabajadores respetables; la segunda, el prescindir de una de las leyes esenciales de la naturaleza, la debida proporcin entre los sexos, un error que han cometido ltimamente las autoridades de Inglaterra con los trabajadores chinos de Transvaal y los lastimosos efectos que han ocasionado con los vicios consiguientes del juego y de las reacciones anormales con el licor en que la desesperacin transforma al hombre obediente en un villano peligroso. y porque es difcil convencer a una mujer decente a ir a residir a una isla donde el crimen se ha mantenido impune por muchos aos. Y el escritor Nicols Martnez corroboraba lo dicho cuando deca: Indudablemente la causa principal para los crmenes y desrdenes de toda clase en la isla, ha sido siempre la escasez de mujeres; pues la proporcin respecto de los hombre no llegaba al 15% y debido a esto se ve la anomala que una sola persona pertenezca a tres o cuatro personas. 23 El ambiente moral de la hacienda no poda ser bueno ni tampoco parece que era una preocupacin de Cobos. Al contrario, muchos peones acusaban a Cobos de fomentar la inmoralidad, de su inclinacin a las muchachas adolescentes y de que era propagaban la sfilis en la poblacin. Puede ser que, como se ha dicho, muchas acusaciones aparecieron cuando Cobos no poda defenderse, pero algunos casos concretos se presentaron durante el juicio, como la violacin de una de las hijas de Manuel Olaya, aprovechando que ste se hallaba en otra isla. II.3 La organizacin y vida en la hacienda El Progreso. Es difcil imaginar la vida en una isla que se convirti en un intenso centro industrial y comercial , donde las tareas se multiplicaban en diversas formas y con una poblacin tan heterognea que dependa de una sola voluntad.. La hacienda se inici segn el modelo agrcola de la Sierra ecuatoriana, donde el patrn era la ltima palabra y las tareas diarias estaban dirigidas por uno o ms mayordomos. Estos personajes eran claves pues se convertan en los hombres de confianza y en los intermediarios entre el patrn y los trabajadores. Cobos mostr su fino conocimiento de sus hombres al escoger a los ms valiosos. Aun el caso del mayordomo Elas Puertas confirma lo dicho, pues, aunque fue el asesino, mostr que era un lder de primera clase.

22 23

Mann, Alex : Yatching in the Pacific. London 1909, p. 37. Martnez Nicols: Impresiones de un viaje, Quito, 1917, pag. 103.

- 19Las ocupaciones y organizacin de El Progreso se ampliaron y complicaron cuando se convirti en un centro industrial y comercial. El da de trabajo comenzaba muy temprano, a las cinco de la maana, para aprovechar la luz matutina. A medio da se interrumpa el trabajo para una comida comunal, el tristemente recordado pingui, un cocido de pltano, patatas, carne y huesos, condimentada a veces con agua salada, que produca trastornos estomacales, como mencionaba el Jefe Territorial. 24. Solo el hambre de peones desnutridos obligaba a tomar una comida tan poco apetitosa. La jornada duraba ordinariamente hasta la cuatro de la tarde y aun hasta la noche, cuando deban terminar una tarea de zafra, de embarcar o de desembarcar una de balandras en su viaje a Guayaquil, etc. Se trabajaba los siete das de la semana y durante todo el ao con muy pocos descansos. Esto no era extrao en la poca del liberalismo manchesteriano (finales del siglo XIX), cuando se obligaba a trabajar hasta doce y quince horas, todo el ao, sin seguros y con frecuencia con unos sueldos de hambre. Manuel J. Cobos se mostr como un empresario de primer orden, capaz de enfrentar los ms difciles desafos, capaz de manejar los ms difciles grupos de hombres y todo en una isla alejada de los centros financieros, comerciales y administrativos. Lastimosamente cre un mundo en donde los valores humanos eran muy bajos y donde, como dice Alex Mann, tena que mantener una disciplina rgida a fuerza del ltigo y de la bala. La responsabilidad de Cobos en formar ese mundo es innegable. El control del trabajo se haca con el sistema colonial de las rayas, marcadas en un cuaderno y segn las cuales se pagaban los sueldos o se descontaban las deudas. Lgicamente, dependa del patrn o de los contadores el que se guardara la honradez mnima. No sabemos cul era el jornal de un pen porque todos los libros de cuentas fueron quemados en da del asesinato de Manuel J. Cobos. Suponemos que no pasaba de un sucre, pues se inclua en los gastos, la casa, la comida y otros servicios. Jernimo Beltrn, el pen sanguinario, declaraba en el juicio de 1904 que ganaba dos reales en monedas de cuero o de papel, que no alcanzaba ni para el pan y lo dems sacbamos fiado, con lo que iba en aumento la deuda. En todo caso, el valor de la moneda para los peones era simblico, pues el circulante en la hacienda era propio y no serva sino para adquirir lo necesario en los almacenes de la hacienda, donde ms de un empleado de Cobos ( se hizo famoso y odiado un tal Arturo Chica) aprovechaba para explotar a sus compaeros o ganarse la voluntad del patrn. Las monedas de la isla eran, al comienzo de suela, luego fueron cambiadas por piezas de cobre y de otra sustancia parecida al actual plstico, para terminar con vales impresos en la imprenta Mercantil de Guayaquil. Tales monedas eran, lgicamente ilegales. Un periodista de El Telgrafo que acompa a la primera comisin luego de la muerte de Cobos, escriba: la moneda circulante en San Cristbal es emitida en el ingenio y consiste en fichas de 5 y 20 centavos y billetes de 50 centavos, un sucre y 5 sucres. Las

En su informe, el Jefe Territorial Pedro Jaramillo acota: Aunque en la I. Santiago se tiene una excelente sal, con mucha frecuencia

24

- 20monedas que los viajeros hicimos circular durante nuestra permanencia, eran recibidas con claras manifestaciones de placer y asombro. 25 Los peones que llegaron a Guayaquil despus del asesinato y que haban permanecido en la isla por varios aos, no disponan de dinero legal y apenas conocan el valor de las monedas corrientes. La responsabilidad de las autoridades en estas y otras arbitrariedades cometidas en la isla, fue grande y dio origen a serias controversias durante el juicio de 1904. Por otro lado hay que comprender tambin que tales funcionarios. Al depender en todo de la hacienda, no tenan otra opcin que cerrar los ojos a la realidad de la hacienda. Nicols Martnez nos ha dejado el testimonio ms directo de la situacin de las autoridades en la isla, luego de su larga estada en 1906-1907: Si el Jefe Territorial no cerraba los ojos cuando Cobos cometa algunos de los atentados que refieren, y si protestaban, de qu manera hubiera podido hacerse respetar, si no tena vveres y se hallaba solo y como abandonado en medio del ocano? Naturalmente, tena entonces que convertirse en cmplice del nico seor y dueo de la isla bajo la pena de morirse de hambre. Al oir hablar de una colonia en esta isla, crea encontrar en ella algo semejante, pero haba estado engaado; pues no es as, ya que lo nico que hay es una hacienda y todos los habitantes, inclusive el Jefe Territorial y las dems autoridades, hasta el pen ms infeliz, estn sujetos y dependen de ella, porque la propietaria de los nico buques que hacen los viajes entre la Costa y la isla, y la nica que tiene vveres y otros artculos de primera necesidad, y que los puede vender, y al fin, la nica que puede hacerse obedecer, porque cuenta con los medios para ello. Actualmente las autoridades civiles que residen en la isla, no son otra cosa que meros figurones y sirven nicamente para decir que existen representantes del Gobierno, pero no pueden hacer nada26 La situacin de las autoridades era lastimosa: sin una nave para trasladarse de una isla a otra, sin posibilidad de abastecerse sin depender del patrn de la hacienda, con frecuencia hospedadas en casuchas mientras reparaban la casa de gobierno que no era, con frecuencia sino una pequea casa de caa, y lo que es peor, sin dinero para pagar a Cobos por la comida. Los Jefes Territoriales se quejan constantemente del abandono en que les tena el gobierno, sobre todo por el retraso de sus sueldos, lo que impeda pagara Cobos por la comida y aun se vea obligados a solicitar prstamos para enviar a sus familias en el continente.27 Conocemos muy pocos casos en que los Jefes Territoriales se enfrentaron al dueo de la hacienda. Pedro Jaramillo protest de ciertas actuaciones de Cobos, pero a la larga tuvo que someterse y en los largos aos en la hacienda, no vuelve a mencionar la menor falla en la isla. A mediados de la ltima dcada del siglo, el Coronel Federico Irigoyen, molesto por las arbitrariedades, quiso imponer su autoridad.. En las montaas fra de la isla cuidaba de los rebaos Liborio Escalante, apodado Cacaseno , medio idiota. El Jefe Territorial enDiario El Telgrafo, Guayaquil, 12 de marzo de 1904, p. 2 Martnez, Nicols: Impresiones de un Viaje, Quito, 1917, pp. 98-99 27 Comunicacin del Jefe Territorial Pedro Jaramillo al Gobernador de la Provincia del Guayas, Nov. 18 de 1888. Archivo Biblioteca Municipal, Guayaquil, Vol. 942, 1888, s.f.26 25

- 21una de sus visitas le encontr totalmente desnudo y oblig a Cobos a darle vestidos. En medio de frecuentes enfrentamientos, Irigoyen protest cuando Cobos conden a Rosa Agustina Faras a recibir quinientos palos, por una falta relativamente pequeo. Era un castigo que le ocasionara, sin duda, la muerte. El Jefe Territorial le denunci y renunci a su cargo, aprovechando que un buque de la Marina ecuatoriana haba llegado a puerto El juicio se prolong en Guayaquil por largo tiempo hasta que fue encarpetado, pues los testigos y jueces fueron acallados por el dinero de Cobos. Las mismas autoridades de Guayaquil no podan permitir que saliera a descubierto su complicidad al haber enviado penados a la isla contra las prohibicin de las leyes. II.4. Sistema de control y castigo. El manejo de una poblacin tan diversas y en una situacin tan compleja requera una extraordinaria habilidad, pero al mismo tiempo un sistema efectivo de control y fuerza. Cobos se mostr un maestro en casi todos los campos. Ya hemos ponderado su conocimiento de los hombres de confianza y de la sabia seleccin de sus capataces que eran los hombres claves no solo para la eficacia del trabajo, pero sobre todo para la seguridad del Ingenio y de su propia vida. El varias veces mencionado Alex Mann describe el mtodo de Cobos para mantener domesticada a la poblacin: Cobos mantuvo su comunidad unida con mano firme asignando a cada hombre su diaria tarea e imponiendo castigos corporales severos a aquellos que no la cumplan, sin detenerse en la flagelacin inhumana, la tortura y aun el asesinato. Por estos medios mantuvo a sus esclavos sujetos y contra sus decretos, toda resistencia era vana, ya que era muy servido por un sistema de espionaje, debido al miedo que se le tena. 28 No era posible mantener una poblacin tan numerosa, solamente a fuerza de terror por casi 25 aos, sin usar otras ayudas, entre las que podemos indicar las siguientes: 1.- Mantena a un grupo de fieles incondicionales, entre los que figuraban los que le acompaaron desde Mxico, Lastra , Felipe y Santiago y otros. 2.- La colaboracin y el encubrimiento de las autoridades que, como ya se ha dicho, no se atrevan a enfrentrsele. Los mismos guardias o celadores, se convertan en funcionarios de la hacienda y sus armas podan ser usadas solamente en su favor. El sistema de guardias nacionales, una forma de conscripcin militar, se converta en una institucin que poda ser usada para proteger al dueo de la hacienda, pues el mismo Manuel era el capitn de las guardias, sus hombres de confianza eran sus lugartenientes y, como jefe supremo, guardaba las armas del estado en uno de los cuartos contiguos a su alcoba. . 3.- La cadena de espas y oportunistas que por ciertos privilegios eran capaces de delatar a sus compaeros. Al parecer Cobos usaba a varios de ellos con mucha habilidad, especialmente a ciertos esbirros como Arturo Chica que explotaba a todos desde el almacn de vveres, a la mujeres livianas y hasta a los nios.

28

Mann Alex: Yatching in the Pacific, London, 1909.

- 22Indudablemente el ambiente social de la poblacin no era sano y se volva ms tenso an por el factor sexual ya mencionado (la desproporcin entre hombre y mujeres), y la poca moralidad en la mayora de la poblacin. La situacin se volva incontrolable en las noches de baile, cuando el patrn conceda unas horas de descanso, por ao nuevo, por su cumpleaos, por los de los hombres de confianza, para dar la bienvenida a nuevos trabajadores o cuando haba que descargar un barco etc. Los trabajos se alzaban a las cuatro de la tarde y se reunan en la sala de baile, que no era sino una choza maloliente y oscura alumbrada por un mechero que despeda poca luz y mucho humo. La orquesta se compona de una vieja guitarra, un destemplado violn y un vetusto acorden. Aquellos bailes se volvieron tristemente famosos por las orgas y crmenes que se cometan cuando el alcohol suprima las inhibiciones y dejaba libre la tendencias sexuales reprimidas. La comisin enviada a investigar el asesinato de Cobos en 1904 y el citado escritor Nicols Martnez pudieron presenciar varios casos de violencia originada por los celos. Durante el juicio de 1904 varios trabajadores hablaron de los escndalos provocados en una escuela de baile promovida por Angel, un hijo de Manuel y que se convirti en el centro de los mayores escndalos y orgas. Con todo, hay que considerar que tales acusaciones podan ser, al menos, exageradas y lanzadas cuando Cobos ya no poda defenderse. Manuel J. Cobos no cuidaba de la moral de sus sbditos y ms bien se le acusaba que sus desrdenes sexuales, sus arbitrariedades con las mujeres de los peones y sobre todo de su preferencia por las adolescentes. Mas de un pen acus al patrn de haber sido el principal propagador de la sfilis en la isla. Los castigos utilizados por Cobos para domesticar a los recin llegados y mantener la disciplina de la poblacin era el mtodo ms usado en la hacienda. Es cierto que las declaraciones de los peones durante el juicio pueden aparecer exagerados, como el nmero de los azotes, pero muchos datos fueron corroborados por otros medios, como las cicatrices en las espaldas de muchos causados por azotes, el destierro de Camilo Casanova, los muertos en la Isla Santiago, etc. El castigo ms frecuente eran los azotes (con sus sinnimos de palos, bejucos, ltigos, foetes) dados, muy de maana luego de atarlos a un palo a corta distancia de la casa. Muy pocos, al parecer, se libraron de tales castigos aplicados por intentos de rebelin, robos, por no cumplir una tarea o por cualquier descuido, como en el caso de Liborio Escalante (alias Cacaseno), ya citado. Algn tiempo despus fue sentenciado a 200 palos por haber perdido unas ovejas atacadas por los perros salvajes. Muri a consecuencia del castigo. Algunos casos que se repitieron en las declaraciones de los testigos en el juicio de 1904, fueron: Andrs Caicedo, luego de los azotes fue encerrado en una bodega y fue encontrado dos das despus muerto y comido por las ratas. Narciso Guerrero, recibi 500 palos. Fue encontrado muerto cuatro das ms tarde y comido por las ratas. Hortensia Rodrguez, sentenciada a 500 azotes que deba darlos su esposo y como este no pudo continuar, tuvo que sufrir l mismo.

- 23Rosa Agustina Faras, un caso ya mencionado, fue sentenciada a 500 azotes que le destrozaron sus espaldas. Pedro Catuto, cazador de ganado, fue uno de los ms castigados. Pese a haber cazado ms de 300 reses, reciba de 20 a 30 palos por cada cuero que no completaba la tarea29. Los destierros a islas desiertas eran frecuentes, pero estaban reservados para faltas ms graves (conspiracin, asesinatos o intentos de asesinato, amenazas contra la vida del patrn, etc.) y eran a la vez una forma de castigo o sentencia de muerte, en que las autoridades no podan objetar, pues se los disfrazaba de comisiones especiales. Las islas seleccionadas eran Santa Cruz, despoblada en ese entonces, pero donde podan sobrevivir en los campos superiores, ya que tiene en el interior, fuentes de agua dulce. La otra isla preferida era la Santiago, pero el ser condenado a ese lugar equivala a sentencia de muerte, por la falta de agua permanente. Se mencionaron por lo menos 15 destierros, varios de los cuales fueron encontrados muertos o haban desaparecido. Los casos comprobados fueron los siguientes: Jos R. Gordao, cuyos restos fueron encontrados por una nave chilena, en fecha no precisa. Raymundo Guardado, cuyos restos fueron encontrados en la isla Santiago por la expedicin de Adolfo Beck, como nos cuenta Ruth Rose : La expedicin en que viajaba Adolfo Beck encontr en la I. Santiago el esqueleto de un hombre con unos pocos utensilios regados junto a l y bajo una lona sujeta a unos maderos para protegerse del achicharrante sol. Muy seguro que era el cuerpo de Raymundo Guardado, otra de las vctimas que Cobos haba deportado y condenado a una terrible muerte.30 Un oficial de la Marina ecuatoriana, Mateo Feraud, capitn de la balandra Margarita perteneciente a Cobos, a su regreso de las islas, inform al gobernador sobre el destierro del pen de apellido Fajardo a la Isla Santa Cruz. Deba dejarle en el puerto Garrapatero. Compadecido, le regal algunas cosas que le permitieran sobrevivir, y luego quiso llevarle a Guayaquil para entregarle a las autoridades. Lastimosamente, estaban muy escasos de vveres para esta larga navegacin y tuvo que dejarle en la isla. En Guayaquil present el caso a las autoridades para tratar de recuperar al desterrado y aun estaba dispuesto a declarar contra Cobos. Algunos diarios se hicieron eco de aquella queja, pero aparentemente no se hizo nada.31 Joseph Slevin, uno de los cientficos de la Expedicin de la Academia de Ciencias de California, narra el encuentro con uno de los desterrados a la Isla Santa Cruz, en 1905. Cerca de una fuente de agua encontramos los restos de una choza de paja que luego supimos en Villamil que perteneci a un negro que haba sido arrojado a la isla por Manuel J. Cobos, el dueo de la plantacin de Chatham. Vimos a este hombre en Villamil y nos dijo que haba estado por un ao entero viviendo de carne cruda de tortuga y algunas conchas que pudo capturar. Fue encontrado por un barco que pasaba y llevado a Villamil.

29 30

Las declaraciones aparecan en los diarios de Guayaquil, principalmente en El Tiempo, abril de 1904. Rose, Ruth: The Man and the Galpagos, en W.Beebe, Galpagos Worlds End, New York, 1924. 31 Diario Los Andes, Guayaquil, 10de noviembre de 1888, p. 2

- 24El caso ms conocido y comprobado fue el de Camilo Casanova, desterrado a Santa Cruz probablemente en 1901. Haba sido un soldado de caballera del revolucionario Eloy Alfaro y enviado a Galpagos por una acusacin de asesinato. Al comienzo se entendi bien con Cobos que le dio el cargo de chaln o domador de potros, luego de guardafaro en el puerto. Sus problemas comenzaron cuando fue obligado a trabajar en los campos y bajo la frrea disciplina de la hacienda. Su carcter independiente no se sujetaba a los caprichos de patrn y de los capataces. Varias veces sufri la justicia (azotes) de Cobos, pero de cada una sala furioso y decidido a vengarse del tirano. Cierto da fue encontrado fuera del trabajo por el mayordomo de confianza Francisco Valverde y al recriminarle, Camilo salt y atac con su machete, causndole algunas heridas. Fue sentenciado a 400 palos , pero todava se atrevi a lanzar amenazas de muerte contra Cobos. Fue llevado a Santa Cruz por el mayordomo Elas Puertas y cuatro peones que trataron de animarle. Le entregaron por cortesa de Cobos, un perol de agua , un machete, un cuchillo sin punta y una pequea hacha. Sus compaeros le regalaron 18 cajas de fsforos y algunas piezas de vestir. La experiencia de Camilo en la isla fue la de un Robinson Crusoe. Los primeros das fueron de desesperacin, pues tema que no podra sobrevivir. Dorma en la playa y coma pescado o tortugas y tunas y cactus, para calmar la sed.. Al fin se anim a construir una primera choza y luego se intern en la isla, pero regresaba a la playa con la esperanza de que algn barco le pudiera sacar de aquel destierro. Mantena gran cantidad de ramas para prender fuego cuando viera algn barco que pasara. Un buen da dio con unas plantaciones dejadas por algunos que le haban precedido, tales como Otilio Carrin, Jos Hurtado, Heliodoro Quinez y otros. Mayor sorpresa fue cuando encontr gallinas y pollos. Fue visitado por yates extranjeros que le trataron muy bien y le dejaron alimentos, pero nadie quiso sacarle de la isla, pese a sus ruegos y lgrimas. Despus de cada visita, se senta ms desesperado que antes, hasta que la necesidad de sobrevivir le obligaba a reiniciar sus cultivos. As pas ms de tres aos. Un da vio que se acercaba un pequeo vapor a la isla. Camilo arregl sus andrajos y cabello y esper en la orilla. El buque ech anclas frente a l y descendi un bote con el mismo comandante de la nave y un distinguido caballero. Bajaron a tierra y le llamaron por su nombre, lo que le son extrao, pues largos aos nadie le haba llamado. Eran el nuevo jefe territorial, Juan Jos Pino y el Comandante del vapor Cotopaxi de la Armada del Ecuador. Venan por l, pues se haban enterado de su destierro. Manuel J. Cobos haba sido asesinado unos dos meses antes. No estaba todava libre, porque pesaba sobre l la acusacin de haber dado muerte a un tal Viteri, en la isla Floreana. Ofreci a sus libertadores los frutos de la isla, recogi las pocas cosas que tena y subi al bote. Al alejarse de la playa se fij en un letrero levantado sobre una de las ltimas rocas de la baha: Se ruega no sacar a este hombre, porque es veinte veces criminal. Todo se le hizo claro, por qu nadie quera sacarle de la isla. Era la justicia de Cobos.32 II. 5 La Hacienda el Progreso en 1904. El poder econmico de Cobos haba llegado a su mxima capacidad que puede resumirse en lo siguiente: La poblacin de la hacienda era de 400 personas, todos peones de la hacienda, menos las tres autoridades (Jefe Territorial, Intendente de polica, secretario) y seis celadores o policas. No ha sido posible aclarar cuntos de ellos eran peones verdaderamente voluntarios y cuntos forzados, primero, porque32

Una relacin completa de la aventura de Camilo Casanova se encuentra en la obra del mismo autor, La Maldicin de la Tortuga, Historias trgicas de las Islas Galpagos, 4a. edicin, Quito, 2001.

- 25todava quedaba un grupo de peones antiguos que le haban acompaado desde Mxico a los que se juntaron los primeros voluntarios invitados por Cobos, como Manuel Olaya y los cien antiguos trabajadores de Valdizn. Segundo, los presos por deudas que haban llegado como trabajadores aparentemente libres (conciertos), pero bajo el convenio de Cobos con los acreedores. Por lo mismo no eran estrictamente penados. Tercero, las autoridades de Guayaquil no queran aparecer como cmplices al enviar criminales al Archipilago, prohibido por las leyes. Esto explicara que en los tres censos enviados por el Jefe Territorial Pedro Jaramillo, muy pocos constan como penados, aunque en realidad el nmero debi ser mucho mayor. Los cultivos haban llegado a unas 3.000 cuadras (hectreas), incluidos los pastos, es decir la casi totalidad de la seccin sur de la isla, por lo menos desde el Cerro San Joaqun hasta el mar. Alex Mann habla de 10.000 acres Los campos estaban cercados con alambre de pa, en la parte superior para impedir el paso de los animales remontados que destruan los sembros. Cuatrocientas cuadras eran de caa de una clase selecta que competa con la del continente. La produccin del Ingenio de azcar era, al comienzo (1892, segn Alex Mann) de unos 500 quintales, luego debi aumentar mucho ms. Se transportaba a Guayaquil en dos balandras la Josefina Cobos, y la Manuel J. Cobos. Como subproductos del ingenio estaban varios licores, principalmente el ron y un anisado bastante aceptable. Tambin se produca miel y panela. Los productos de exportacin adems de los dichos estaban el caf, el aceite de tortuga, la cal, el pescado, la carne seca o salada, los cueros de res. En pocas cantidades los granos. Ya no poda exportar azufre porque los volcanes de la Isabela estaban controlados por Antonio Gil y las relaciones con Cobos se haban enfriado, precisamente porque ste se empeaba en seguir explotando el azufre y las tortugas de la isla. El control de la poblacin haba dado resultado: los mayordomos y peones fieles mantenan los trabajos y la disciplina sin tener que intervenir Cobos. Este se haba mostrado ms flexible en algunos detalles, como en la copa de licor que se reparta a las cinco de la maana. Manuel tena ya unos 67 aos y a pesar de su edad, no haba perdido su vigor y capacidad de trabajo. Se hablaba, sin embargo que Cobos se senta ya cansado y pensaba vender la hacienda (se calculaba su precio en 500.000 dlares), y retirarse a Lima para contraer matrimonio con una dama de apellido Tbara. III. La CONJURACION. Enero de 1904. III.1 Intentos anteriores de liberacin

El ambiente de la hacienda, como hemos descrito, no era tranquilo, antes por el contrario, se poda comparar con un campo de concentracin, donde imperaba la nica voluntad de Cobos, gobernando con vara de hierro y haciendo depender su vida de su revlver al cinto, como dice el citado Alex Mann. En tal ambiente, al deseo de libertad se sumaba el deseo de venganza y desquite, como se refleja en varias declaraciones del juicio de 1904. Los intentos de asesinato debieron ser frecuentes, pero era difcil que consiguieran algo, cuando Cobos estaba muy bien protegido y los trabajadores y detenidos carecan de armas de fuego. Reacciones separadas terminaban

- 26generalmente en crueles castigos de azotes o en destierro a diferentes islas. Hay algunos casos extremos, entre otros el de Cuadrado que termin su vida entre los horrores de hambre y sed en la Isla Santiago y el de Camilo Casanova en la isla Chvez (Santa Cruz).33 Si queran tener xito, deban tener un plan muy bien organizado. Los complots debieron ser frecuentes, pero siempre pudo el patrn adelantarse y capturar a los cabecillas, que generalmente eran criminales avezados. Ya hemos mencionado el final del complot de 1882 que termin en el fusilamiento de cinco peones, luego de un seudo plebiscito. Cobos actuaba como dueo y seor de vidas y bienes. En 1888 se descubri otro complot dirigido por el criminal Raymundo Espinosa (alias Cumbira) que buscaba, segn los informes de Cobos y del Jefe Territorial, asesinar al patrn, autoridades, hombres de confianza del patrn y a todos los que no plegaran, luego de lo cual, huiran a Panam en las dos balandras, Chatham y Margarita, pertenecientes a la hacienda. Las represalias fueron muy duras y como siempre, no hubo ningn proceso judicial ni revelacin de pruebas. En 1902 se informaba que un nuevo complot dirigido por un tal Cisneros que estuvo a punto de tener xito. Deba iniciarse con el incendio de los caaverales (canteros) y la confusin consiguiente dara oportunidad para un atentado contra Cobos y sus guardias. Fall como los anteriores, pero la estratagema qued en la mente de algunos que intentaran seguirla. El Jefe Territorial recin nombrado, Leonardo Reyna se dio cuenta del ambiente de la hacienda y del peligro de un levantamiento Solicit mayores fuerzas policiales, como nico medio de prevenirla y, a la vez, amenaz a los trabajadores con mayores castigos. Posiblemente sus amenazas causaron su muerte. Veamos la situacin de la Hacienda en enero de 1904. El Jefe Territorial, Sr. Leonardo Reyna, era un hombre de edad y haba llegado a la isla en 1902. Sus actuaciones seguan el modelo de las autoridades anteriores, es decir, sobrevivir en una situacin que tena mucho de contradictoria, como hemos repetido. Viva en la Casa de Gobierno a escasos cien metros de la casa de Cobos. El Comisario de Polica era otro anciano, Don Felipe Baluarte Ugarteche que las ltimas semanas viva en el Puerto, para restablecer su salud, aprovechando el clima ms benigno. Los seis guardias se repartan entre las tres autoridades: el Jefe Territorial, el Comisario y Manuel J. Cobos, en turnos de vigilancia de da y de noche. Los dos celadores asignados cuidar al dueo de la hacienda la noche del asesinato eran uno Manuel Morn y Juan Fuentes. El Ingenio funcionaba da y noche a cargo del Ingeniero Campbell, un ingls. Los turnos de los trabajadores eran de seis horas. Una campana en el Ingenio sonaba cada hora y responda otra junto a la Casa de la Hacienda. Era el nico reloj oficial. La casa de Cobos era una casa grande de madera de dos plantas. Nicols Martinez la describe muy bien, as: La Casa de habitacin de don Manuel J. Cobos es de aspecto muy feo, como todo edificio de madera que no haya sido pintado, pero, en cambio, es amplia y33

La historia de Camilo, muy semejante a la de Robinson Cruzoe se puede leer en la obra del autor: La Maldicin de la Tortuga, Historias trgicas de las Islas Galpagos, Cuarta edicin, Quito, Impr. Seal, 2001.

- 27cmoda, y adems como se halla construida sobre una eminencia, permite dominar desde ella, tanto al Ingenio como a la pequea poblacin que forman las habitaciones de los trabajadores. No tiene acceso sino por un solo costado, y constituye as una verdadera fortaleza, desde la cual, Cobos hubiera podido defenderse perfectamente el da de su asesinato, al no ser herido a traicin. De las galeras y corredores de la casa se goza de hermosas vistas que no me canso de admirar : al pie del lado del mar se encuentran en primer trmino , los grandes edificios del Ingenio , dominados por la alta chimenea, detrs un bosque frondoso de naranjos y otros rboles coposos, del que sobresalen algunas palmeras, luego grandes caaverales y potreros, entremezclados de grupos de bosques y corpulentos rboles aislados; ms lejos, los bosques grises y las rocas negras de la regin baja, y a la distancia, el mar infinito de color azul obscuro, interrumpido en su uniformidad por las lejanas islas de Hood, Floreana, Barrington y Chvez o Indefatigable. Al lado contrario, se hallan las casas de los peones y empleados, en su mayor parte cubiertas con paja de caa, y al centro de esta especie de pueblo, la semiderruda casa de gobierno, cuyo aspecto lamentable con los caaverales, potreros y bosques de naranjos, guabos y pltanos , que se hallan dominados por un cerro alto, de faldas muy tendidas que termina en una cpula redonda. 34 La nica entrada lateral conduca a las bodegas y almacenes del primer piso y por una estrecha escalera se llegada a la sala superior, muy amplia rodeada de habitaciones y dependencias, como la contadura, y junto a ella un cuarto que serva de crcel. . En la esquina S.E. del edificio estaba la alcoba de Cobos y desde all poda ver el camino de acceso, todo el pueblo y los campos. Desde su alcoba se llegaba a un altillo que dominaba toda la hacienda. Al costado norte de la casa se encontraban varios edificios bajos, como la bodega, la panadera con un horno redondo de ladrillo y el almacn, que rodeaban a unas hermosas rocas que dominaban la llanura del Ingenio, situado a unos 200 metros ms abajo. III.2 La Conjuracin Final. Fue originada por situaciones inesperadas, ms que por un proceso calculado, ya que fue dirigida por uno de los mayordomos de mayor confianza del patrn, Elas Puertas, un mulato colombiano de innegables cualidades de lder. Elas Puertas tena todas las prerrogativas de un dirigente y poda salir de la isla cuando quisiera. Se hablaba que tena antecedentes penales porque haba dado muerte a un trabajador en la zona de Naranjal en el continente, pero Cobos le haba ganado y puesto al frente de una de las balandras de pesca y luego como mayordomo para dirigir los principales trabajos agrcolas de la hacienda. Resulta por lo mismo irnico que la capacidad de Cobos para escoger y seleccionar a sus dirigentes hubiera fallado con su mejor sujeto. Durante el juicio se revel un detalle interesante: Cobos haba legado 300 sucres en el testamento de 1897 cuando estuvo seriamente enfermo, lo que indicara el aprecio que le tena. Qu le llev a Puertas a cometer el crimen que le haca perder aquellos privilegios?. Es difcil entender sus intenciones, aunque en la declaracin ante el juez durante el juicio que hace algn tiempo haba concebido el proyecto de asesinar al Sr. Cobos,34

Martnez, Nicols: Impresiones de un viaje a Galpagos, Quito, 1911, p. 45-46.

- 28porque dicho seor habale escrito al Sr. Miguel Nez (Jefe Territorial) una carta en la cual le deca que trate de salir de Puertas; que esto le resinti profundamente y que crey, porque el mismo seor Nez le mostr la carta y que vieron otros ms.35 Resentimiento? Venganza? Amargura?. Deseo de liberar a todos de la opresin de Cobos?. En la entrevista al corresponsal de diario El Tiempo Puertas confesaba que haba sido pen concierto de Cobos por 12 aos y que haba sido trabajador de confianza, pero que se cans de ver tanto ultraje y ver morir de hambre a la gente; que quiso hacer lo mismo que los liberales hicieron con el Presidente Garca Moreno.36 La conjuracin se inici, segn algunos, con la prdida de un revlver en los caaverales y que fue a parar a manos de Puertas, como l mismo lo confes en sus declaraciones durante el juicio. Una arma se volva importante para cualquier intento y Puertas crea que poda dirigirlo fcilmente. Los autores Bognoly y Espinosa, que visitaron la isla apenas dos meses despus del asesinato y pudieron hablar con algunos de los conjurados y conocedores del complot, hablan de tres alternativas que fueron consideradas para liberarse de la tirana de Cobos: el enviar una comunicacin a las autoridades del gobierno revelando la terrible situacin de la isla; un atentado del cocinero Jaime, que tena acceso al patrn y a sus habitaciones y poda dispararle, y finalmente un incendio masivo de los canteros que sera aprovechado para liquidar a Cobos y a sus guardias. Si en realidad consideraron tales alternativas, indicara que buscaban una solucin rpida y evitando una masacre generalizada. La primera alternativa, si es que se pens, indicara que tenan esperanza en la justicia. Fue rechazada cuando no pudieron encontrar una persona que llevara la comunicacin a las autoridades. Parece muy dudoso que se haya considerado o muy ingenuo, pues no tena la menor posibilidad de xito. Era como las trtolas contra las escopetas, un grupo de penados y desterrados contra el dueo de la hacienda y las autoridades, en muchos aspectos cmplices de lo que suceda en las Islas. Un juicio, si es que se llegaba a ese punto, hubiera sido el enfrentamiento entre los conjurados con fama de criminales y Manuel J. Cobos, y era fcil suponer a qu lado se inclinara la balanza. La segunda tambin fue descartada cuando el cocinero Jaime se ech a temblar cuando pusieron el revlver en su mano. No quedaba sino la tercera opcin: el incendio de los canteros que causara una gran confusin durante la cual, Elas Puertas poda acercarse a Cobos y liquidarle. Cuntos fueron los conjurados?. No lo sabemos, pero por el movimiento de los peones la maana del crimen, debieron pasar de 10. El cocinero Jaime, durante el juicio afirmaba que luego de los disparos de Puertas oy un murmullo de gritos y vivas de un grupo numeroso. Todo se precipit cuando Cobos tom preso a Jos Prieto, un negro colombiano paisano y protegido de Puertas. Distaba mucho Prieto de ser un angelito: vago, bebedor y pendenciero, tena fama de incorregible y varias veces haba sufrido la justicia de Cobos. Cierto da en que recibi una reprimenda, se le oy decir: Cuando ser el da en que vea arder los canteros. En un ambiente de expectativa, una frase as podra ser muy reveladora.

35 36

Declaracin de Puertas ante el juez. El Tiempo, Guayaquil, abril 6 de 1904, p. 2 Diario El Tiempo, Guayaquil, marzo 23, 1904, p. 2

- 29Prieto fue tomado preso y entregado a la polica con orden de ponerlo en la barra, para darle a la maana siguiente 400 palos. Fue encerrado en uno de las habitaciones de la casa del patrn. Al conocer tal decisin el Jefe Territorial exclam: Han de ser 500 porque tengo orden del Gobernador de Guayaquil para darles palos y hasta fusilarlos. Si fue verdad que lo dijo, haba firmado su sentencia de muerte. Tanto el dueo de la hacienda como Elas Puertas se daban perfecta cuenta del momento crucial: Prieto poda confesar y descubrir los secretos de la conspiracin. Puertas estaba seguro que hablara y denunciara a los cabecillas. Su vida dependa, pues, de un hilo y no le quedaba sino adelantarse y actuar antes de ser descubierto. La reaccin de los dems debi ser de pnico, ya que conocan a Cobos que les fulminara en el acto. Se volvieron a Puertas que logr de alguna manera controlarlos esa noche. Escena del crimen. Como ya se vio por la descripcin que hace Nicols Martnez, las habitaciones de Cobos estaban en el primer piso alto al que se llegaba por una estrecha escalera que daba a una amplia sala, alrededor de la cual se ubicaban los diversos cuartos, oficinas y dependencias. La esquina sur estaba ocupada por un cuarto alargado, llamado la galera que serva con frecuencia de prisin y en donde se encontraba Prieto y un tal Carranza. A continuacin estaba la contadura y oficina del ayudante, en donde se guardaban los libros de cuentas, los papeles de la hacienda y las armas del Estado y de los policas. En la esquina S.E. estaba la oficina y a continuacin el dormitorio de Cobos. Formando ngulo haba otro cuarto que tena comunicacin con aqul y desde el cual dispar cuando estaba herido. Seguan diversos cuartos hasta terminar en la cocina, diagonal al dormitorio del patrn. En la sala principal y en el corredor vigilaban los celadores de turno, con fusil y 5 balas, que se relevaban cada 5 o 6 horas. Esa noche estaba de guardia Juan fuentes que fue luego reemplazado por Manuel de Jess Morn, quien presenci el asesinato. En el ngulo exterior del edificio estaba una campana que sonaba cada hora y era replicada por otra del ingenio, para marcar el tiempo y los turnos. III.3 El da fatal. 15 de enero de 1904. La campana anunci las tres de la maana en que se cambiaban los turnos del Ingenio. A las cuatro se levant el ingeniero Campbell, cruz la poblacin en direccin del ingenio donde les esperaba su ayudante Joaqun Garca. Cuando pasaba frente a la casa de la hacienda, distingui una figura conocida, que bien protegida de un poncho, se diriga a la entrada. Elas Puertas le salud pausadamente y el ingls le contest con afabilidad como lo haca todos los das. Campbell sigui su camino hacia el corral de mulas para revisar las tareas del da. Eran casi las cinco de la maana. Cuando son la campana la poblacin comenz a moverse y algunos trabajadores se dirigieron a la casa de Cobos, como suceda con frecuencia, para pedir licencia para no trabajar aquel da. En el almacn contiguo, el joven Daniel Zabala, ahijado de Cobos abra las puertas y reparta la copita de aguardiente a los mayordomos y peones. El celador Morn, sentado en una esquina de la sala, frente al cuarto de Cobos, dormitaba mientras haca su turno de guardia. Otros trabajadores que tenan sus puestos en la casa de la hacienda, como el cocinero Jos Jaime que tena que preparar el desayuno, acudan presurosos.

- 30Pancho Valverde, el viejo fiel del patrn, se encontr con Puertas a la entrada de la casa. - Viejito, le dijo Puertas abrazndole, interceda usted con el patrn para liberar a Prieto de los latigazos a que est condenado. Valverde contest que aquello era imposible, porque su patrn estaba dispuesto a descubrir todo y dar un escarmiento. Su resolucin era irrevocable. Agreg, como si estuviera enterado de la conjuracin. - Hoy habr en esta hacienda maldita la de Dios es Cristo; yo mejor quisiera morir para no ver nada. Puertas pregunt entonces, si el patrn an dorma, a lo que Valverde contest afirmativamente. - Quiero dijo Puertas- solicitar algunas licencias que piden los peones y adems recibir rdenes para los trabajos de hoy. 37 Mientras se desarrollaba este dilogo, algunos trabajadores se iban acercando a la casa, por diversos motivos: Uldarico Garca que corra la lista de los peones; Carlos Romero,un muchacho de unos doce aos que sola curar la pierna de Cobos; un tal Manuel Morn., y otros. Por las actuaciones inmediatas se puede colegir que la mayor parte de los que se acercaban a la casa estaban comprometidos con la conjuracin: Jos Mara Cevallos, Heliodoro Quiones (colombiano), Pedro Jos Jimnez, Jernimo Beltrn, Elas Ramirez, Rafael Hernndez y otros. Uldarico Garca ciertamente estaba en la conjuracin, pues abandonando su puesto de correr lista, subi y despert a Cobos. Los celadores nada hicieron para impedirlo, seguramente porque estaban acostumbrados a ello. Cobos haba pasado una noche mal por el dolor de la pierna y apareci en la sala en paos menores y de muy mal humor. Cruz los pocos metros que le separaban del silln-mecedora y se sent, como era costumbre, vuelto ligeramente hacia su alcoba y por lo mismo parcialmente de espaldas a la escalera por donde seguan subiendo los peones. Llam primeramente a Carlitos Romero para que le curase la llaga, mientras atenda a los peones que pedan licencias. Neg a todas porque haba concedido ya algunas el da anterior y se presentaban trabajos urgentes. Detrs de los solicitantes y en espera de que Cobos estuviera libre, aguardaba Puertas con algunos de los conjurados, en creciente tensin. Cuando los peones se alejaron desalentados por la negativa, aprovech Puertas para adelantarse y colocarse a menos de tres metros del patrn, quien, algo inclinado, segua la curacin de la llaga de su pierna. Jos Jaime se mova en la cocina preparando el desayuno acompaado de L. Ludea que sola escurrirse todas las maanas para tomarlo all, dada la amistad que tena con el cocinero. Morn el celador, miraba indiferente la escena desde el rincn de la sala, sin sospechar nada. En la planta baja y en el edificio adyacente se oa la conversacin de los peones, mientras tomaban la copita de aguardiente. Los mayordomos y ayudantes hacan sonar las palas y azadones antes de alejarse por los caminos de los llanos.

37

Bognoly y Espinosa: Las Islas encantadas, 1905, p. 85.

- 31En el exterior comenzaba a clarear con las primeras luces, mientras que en el interior la oscuridad era casi completa, excepto por el candil que iluminaba la sala y proyectaba largas sombras y ayudaba al muchacho a curar la herida. Pese a la confusin de los detalles de las declaraciones posteriores, es posible reconstruir lo que sucedi, al menos en sus lneas principales. Puertas estaba en pie, sujetando nerviosamente el revlver bajo el pecho y mirando al patrn que segua sentado en la mecedora en espera de que Romero terminara la curacin. Cobos levant la mirada esperando otra peticin. Puerta pidi algunas licencias para otros peones, pero fueron negadas en forma tajante. Luego de unos segundos de expectativa, Puertas se decidi a pedir el perdn o la conmutacin de la pena para su paisano Prieto. La negativa fue ms tajante an: No!. Bognoly y Espinoza aaden una respuesta ms larga: Ya t sabes que mis rdenes aqu se cumplen al pie de la letra y los ltigos a Prieto se ejecutarn hoy a las siete, en mi presencia. Los que resulten culpables en el proyectado incendio de los canteros, los fusilar inmediatamente. 38 Los dados estaban echados. Los testimonios de los presentes, Romero y Morn coinciden en lo que vino a continuacin: - Don Manuel, usted no le va a dar palos a Prieto. - S! - Usted no mata ms!. En la declaracin del juicio, Puertas aade que le apostrof su conducta tirnica y sacando su revlver le hizo dos disparos, hirindole gravemente.39 El muchacho Romero afirma que Puertas le dijo: - Usted no va a dar palos a Prieto- y sacando el revlver dispar. Cobos no dijo nada sino que se retir a su cuarto sosteniendo el calzoncillo con la mano. 40 Relaciones pos