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Indice

Prólogo

INTRODUCCION

Capítulo 1LOS ALMACENES DE PLAGUICIDAS

Elección del lugarDiseño y estructura de los edificios

Capítulo 2EL ALMACENAMIENTO DE PLAGUICIDAS

Disposición y altura de las pilas de recipientes

Capítulo 3TIEMPO DE CONSERVACION DE LOS PLAGUICIDAS

Pedidos de plaguicidas y tiempo de conservaciónInspección de las existencias y tiempo de conservaciónExistencias con fecha vencidaEliminación de plaguicidas con fecha vencida e inutilizables

Capítulo 4SISTEMAS DE PLANIFICACION Y REGISTRODE LAS EXISTENCIAS DE PLAGUICIDAS

Sistemas de registro

Capítulo 5TRANSPORTE LOCAL DE LOS PLAGUICIDAS

Capítulo 6DERRAMES, PERDIDAS Y ELIMINACION DE LOS RECIPIENTESY LOS PRODUCTOS QUIMICOS

DerramesPérdidasEliminación

Capítulo 7DESCONTAMINACION

iii

1

3

34

9

9

11

12121212

13

13

17

19

192021

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PersonalRopa protectoraAlmacenes y vehículos

Capítulo 8PRINCIPALES SITUACIONES DE EMERGENCIA

IncendiosInundacionesDestrucción

Capítulo 9SEGURIDAD PERSONAL Y ROPA PROTECTORA

Protección general del cuerpoProtección de las manosCalzadoProtección de los ojosProtección contra la inhalaciónDelantales de protección

ANEXOS

1. Equipos esenciales para un almacén de plaguicidas2. Procedimientos de rutina en el manejo de un almacén

de plaguicidas3. Diez reglas para el almacenamiento y el manejo adecuados

de existencias de plaguicidas

BIBLIOGRAFIA

232323

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272727282828

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34

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Prólogo

La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO)preparó este manual en el marco de su Proyecto GCP/INT/572/NET sobre prevencióny eliminación de existencias indeseadas de plaguicidas en Africa y el CercanoOriente, financiado por el Gobierno de los Países Bajos. El texto fue redactado por elInstituto Nacional de Recursos (National Resources Institute, NRI) con sede enChatham, Reino Unido, y revisado por el Servicio de Protección Vegetal (AGPP) dela FAO. Las ilustraciones fueron realizadas por un diseñador del NRI.

A pesar del limitado alcance geográfico del proyecto, se considera que el manualpodrá aplicarse con provecho en muchos países, especialmente para el manejo y elcontrol de plaguicidas almacenados.

Esta obra se ha publicado para su distribución entre los países miembros de la FAO.Teniendo en cuenta la fundamental importancia del manejo de plaguicidas, sería útilrecibir más informaciones u observaciones al respecto, que podrían utilizarse pararevisiones futuras. También se recomienda consultar las Directrices provisionalespara prevenir las existencias de plaguicidas caducados, de la FAO, y Technicalguidelines on disposal of bulk quantities of obsolete pesticides in developingcountries, una publicación conjunta FAO/PNUMA/OMS. Se ruega enviar las even-tuales observaciones o sugerencias al Jefe del Servicio de Protección Vegetal, FAO,Viale delle Terme di Caracalla, 00100 Roma, Italia; télex 610181 FAO I; fax (39-6)52256347.

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Introducción

La mayor parte de los plaguicidas son sustancias químicas que se utilizanpara eliminar las plagas. Pertenecen a este grupo los insecticidas, funguicidas,herbicidas, nematicidas, rodenticidas, acaricidas y molusquicidas, que seemplean, respectivamente, para combatir las plagas de insectos, eliminarenfermedades micóticas y malas hierbas, y matar nematodos, ratas yratones, ácaros y garrapatas, y caracoles que transmiten enfermedades. Losplaguicidas también pueden provocar la muerte de otros organismos, y ensu mayor parte son venenosos para los seres humanos.

Según estimaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS, 1986)cada año un millón de personas se envenenan con insecticidas y 20 000personas mueren por ignorar los riesgos que comporta la manipulación deestas sustancias. La OMS clasifica los plaguicidas sobre la base de su dosisletal (DL) oral o dérmica. Estableciendo el número de miligramos deingrediente activo por kilogramo de peso corporal que se necesita paraprovocar la muerte del 50 por ciento de una muestra de animales deexperimento (generalmente ratas), se calcula una dosis denominada DL50.Posteriormente cada insecticida se clasifica en una de las cuatro categoríassiguientes: categoría Ia, extremadamente peligroso; Ib, muy peligroso;II, moderadamente peligroso; y III, ligeramente peligroso.

Normalmente los plaguicidas deben almacenarse antes de ser utilizados.Se relatará aquí un suceso que ilustra la enorme importancia de aplicarprácticas adecuadas para el almacenamiento y control de las existencias deplaguicidas, especialmente cuando se trata de productos químicos extrema-damente peligrosos.

En 1978, en un depósito de plaguicidas que tenía goteras en el techo sehabían conservado, durante algunos años, tambores metálicos que conte-nían dieldrín (un compuesto organoclorado muy peligroso que ha dejado deutilizarse a causa de sus efectos perjudiciales para el medio ambiente). Lastapas de los tambores se habían oxidado, y en parte corroído. Un asistentedel jefe del almacén quiso inspeccionar unos tambores con fecha vencidaque se encontraban en el fondo; para hacerlo se trepó a los de la partedelantera y fue saltando de tambor en tambor, pero la tapa de uno de elloscedió bajo el peso de su cuerpo. El asistente se hundió hasta la cintura en lasolución de química. Pocas horas después moría, envenenado por el dieldrínque había inhalado y absorbido a través de la piel.

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Capítulo 1

Los almacenes de plaguicidas

doméstico o para el ganado, ya que éstas podríancontaminarse a raíz de pérdidas o derrames que seproduzcan en el almacén (Figura 2).

El lugar no debe hallarse en una zona con capa freáticaalta, que podría ser propensa a inundaciones estacionales(Figura 3), ni tampoco en las inmediaciones de un cursode agua capaz de inundar las zonas ribereñas en ciertastemporadas del año.

ELECCION DEL LUGAREl lugar elegido para establecer un nuevo almacén deplaguicidas no debe estar cerca de las viviendas, nitampoco de hospitales, escuelas, tiendas, mercados dealimentos, depósitos de piensos o tiendas de artículosdiversos (Figura 1).

Asimismo debe estar lejos de los cursos de agua,pozos y otras fuentes de suministro de agua para uso

FIGURA 1El almacén de plaguicidas debe estar lejos de las viviendas.

FIGURA 2El almacén de plaguicidas debe estar situado a buena distancia de losríos y masas acuáticas, para evitar que la contaminación químicapueda llegar a las aguas y envenenarlas.

FIGURA 3El depósito de plaguicidas no se debe instalar en una zona propensaa inundarse, especialmente durante las lluvias estacionales.

FIGURA 4El depósito de plaguicidas debe tener tres lados libres para permitir, en caso de emergencia, el acceso de los equiposde extinción de incendios.

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4 Los almacenes de plaguicidas

Disposición internaLa disposición del almacén (Figura 6) debe prever:

• la menor manipulación posible de los recipientes deplaguicidas, para evitar que se produzcan derramesy pérdidas;

• el acceso directo desde el exterior, sin necesidad depasar a través de otro edificio;

• una zona de trabajo bien iluminada y ventilada parael despacho y reenvasado de los plaguicidas, queesté ubicada a cierta distancia de la entrada delalmacén;

• el espacio necesario para almacenar los recipientesvacíos y las existencias con fecha vencida, en esperade su eliminación.

La oficina del jefe de almacén debe estar separada dela zona de almacenamiento.

Es necesario contar con instalaciones para que elpersonal se lave; si no se dispone de agua corriente seutilizarán sistemas alternativos.

La ropa de protección se debe guardar en un lugarseparado de los plaguicidas.

Los herbicidas no deben almacenarse en el mismolugar que los insecticidas u otros plaguicidas, porejemplo rodenticidas y funguicidas (Figura 7). De este

El almacén debe ser de fácil acceso para los vehículosque transportan los plaguicidas. Lo ideal sería que, encaso de emergencia, por lo menos tres lados del edificioresultaran accesibles para los vehículos y equipos deextinción de incendios (Figura 4).

DISEÑO Y ESTRUCTURA DE LOS EDIFICIOSPrincipios generalesEl almacén debe ser suficientemente grande como paracontener las cantidades de plaguicidas que se planeadepositar en él. Con respecto a este volumen debecalcularse una capacidad superior en un 15 por ciento,a fin de permitir el movimiento de las existencias y darcabida a posibles necesidades futuras, más el espacionecesario para el despacho y el reenvasado de losplaguicidas y para colocar los recipientes vacíos. Tam-bién debe haber una buena ventilación para evitar quese acumulen vapores de plaguicidas e impedir que latemperatura ambiente alcance valores demasiado altos;esto es particularmente importante en los países tropi-cales y subtropicales que normalmente tienen tempera-turas diurnas elevadas. Los pisos deben ser de cementoliso e impermeable, para evitar la absorción de losderrames y facilitar la limpieza (Figura 5).

FIGURA 5Diagrama de un almacén de plaguicidas en el que se evidencian las características del edificio; la oficina del jefedel almacén está separada del depósito (la figura no está en escala).

Iluminacióncentral

Ventanascon rejas

Zócalos Pisoimpermeable

Colectorde la paredColector interno

Oficina del jefe del almacén,separada del depósito

Techo conventilador

Ventiladorcon rejilla

Rejillas

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Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de plaguicidas 5

FIGURA 7Pared divisoria del almacén: separa los distintos tipos de plaguicidas y sirve de cortafuego interno.

Zona libre paratrasvasar plaguicidas,

comprimirrecipientes, etc.

Zona paraalmacenar

recipientes vacíos

Equipos dedescontaminación

y lavado Entrada

Equipos dedescontaminación

Zócalo y cerco entodo el perímetro

Rampas

Colectorcon rejilla

Equipos deextinción deincendios

Salida deemergencia

Pareddivisoria

cortafuego

FIGURA 6Disposición del almacén: la figura (que no está en escala) ilustra la distribución de las instalaciones.

Portal

Rampa

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6 Los almacenes de plaguicidas

modo se evitará que compuestos químicos peligrososcontaminen sustancias que no son venenosas para losseres humanos.

EstructuraLo ideal sería que el techo fuera de un material ligero,por ejemplo un sustituto del amianto o bien fibra devidrio, a fin de que en caso de incendio se derrumbe,permitiendo así la salida del humo y los vapores yevitando explosiones. Sin embargo, el material emplea-do no debe ser tan frágil como para que se lo lleve elviento en caso de fuertes tormentas estacionales ociclones.

Las paredes del almacén deben estar dotadas decanales externos que dirijan hacia un colector los pro-ductos químicos derramados.

Las paredes internas deben ser lisas y no presentargrietas ni salientes, a fin de permitir una fácil limpieza.

Si existen soluciones alternativas para la ventilacióne iluminación del almacén, es preferible que éste notenga ventanas; si éstas son indispensables deberán

resguardarse de la luz solar directa (que podría recalen-tar los productos químicos y provocar su descomposi-ción) y dotarse de rejas para impedir la entrada depersonas no autorizadas.

El almacén debe contar con buena iluminación natu-ral o eléctrica (200 lux) a fin de que las etiquetas de losrecipientes se puedan leer con facilidad.

Puesto que las chispas pueden ocasionar incendios,las conexiones eléctricas deben aislarse con materialmineral, o bien se debe usar cable armado con conexio-nes resistentes al fuego y al polvo.

El piso debe estar hecho de un material impermeableo bien de listones colocados sobre un colector revestidode cemento, en el que puedan desaguar los derramespara ser neutralizados. La superficie del suelo debepresentar una ligera elevación en los bordes a fin deevitar que las pérdidas goteen hacia el exterior deledificio, o que penetre en éste el agua de las inundacio-nes. Las paredes del almacén se deben levantar sobrezócalos, que se revestirán con material impermeablehasta la altura de 14 cm. También es conveniente

FIGURA 9Pared cortafuego.

FIGURA 8Almacén de plaguicidas: paredes y cerco externo con zócalos dotados de rampas.

Cerco externo

Techo dematerial ligero

Rampas Zócalos

Cortafuego

Rampa sobre el zócalo

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Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de plaguicidas 7

construir un zócalo en torno a todo el terreno delalmacén, como precaución ulterior para reducir losriesgos de grave contaminación ambiental. Los zócalosdel almacén y del cerco externo deben estar dotados derampas de hormigón para permitir el acceso de losvehículos (Figura 8).

Se debe disponer de un punto de abastecimiento deagua, estática o por tuberías, en el que también habrájabón para que el personal pueda lavarse las manos y lacara y descontaminarse en caso de salpicaduras acci-dentales de los productos químicos.

Debe haber un colector exterior, revestido de hormi-gón, que recoja las pérdidas y derrames para su neutra-lización y remoción. Es necesario impedir que las aguascontaminadas lleguen al sistema principal de drenaje oa los cursos de agua; esto significa que deberá haberdesagües que las lleven a los colectores.

Los distintos sectores del almacén deberían estarseparados por paredes, que servirán de cortafuego(Figura 9).

Además de las puertas de entrada debería haber unasalida de emergencia, situada preferiblemente en el otroextremo del almacén.

La ventilación es una de las exigencias más importan-tes, ya que previene la acumulación de vapores dentrodel almacén. Los vapores tóxicos pueden ser nocivospara la salud de quienes trabajan en el almacén, mien-tras que los inflamables comportan riesgos de incendio.Además, la ventilación mantiene baja, dentro de loposible, la temperatura del almacén, y esto es importan-te porque en un ambiente más fresco los plaguicidas sedeterioran más lentamente y por lo tanto tendrán unaduración mayor. Las temperaturas elevadas provocan ladesestabilización de muchos plaguicidas, lo que en

FIGURA 10Señales de peligro que se expondrán en el almacén y en los recipientes.

Nota: «Aislamiento» significa almacenar en un ambiente separado de los otros por una pared cortafuego. «Separar» significa almacenar en distintas zonas del mismo cuarto.Extraído de GIFAP, 1988a.

SEÑALDE PELIGRO

SEÑALDE PELIGRO

3 Líquidos inflamables;punto de inflamación: 55 oCo menos (fondo rojo)(3 Líquidos combustibles;punto de inflamaciónsuperior a 55 oC)

2 Gas inflamable(fondo rojo)

En aislamiento; serequieren equipos aprueba de explosioneso almacenamientoal aire libre

No se deben excederlas 250 toneladas amenos que losrecipientes seanresistentes al fuegoSe recomienda noexceder las 250toneladas

Separar de losproductosinflamables ocombustibles

Los requisitoslegales puedenexigir su aislamientosi es sumamentetóxico (LD50 oral<25 mg/kg)

4.1 Sólidos inflamables(fondo de franjasverticales rojas y blancas)

Se recomienda noexceder las 250toneladas

En aislamiento;se recomiendaalmacenar alaire libre

4.2 Combustibilidadespontánea (mitadinferior roja, mitadsuperior blanca)

4.3 Peligrososi se moja(fondo celeste)

En aislamiento.¡No usar aspersores!Proteger de la lluvia

No hay limitación; sino es combustible,utilizar como barrerade separación.

CLASEDE PELIGRO

METODO DEALMACENAMIENTO

CLASEDE PELIGRO

METODO DEALMACENAMIENTO

PELIGROSOSI SE MOJA

COMBUSTIBILIDADESPONTANEA

SOLIDOSINFLAMABLES

LIQUIDOINFLAMABLE

GASINFLAMABLE

AGENTEOXIDANTE

VENENO

CORROSIVO

5 Sustanciasoxidantes(fondo amarillo)

(Fondo blanco)

Diversos tipos desustancias peligrosas

Mantener separadode plaguicidasenvasados enrecipientesmetálicos

PELIGROSONO ALMACENAR

CERCA DEALIMENTOS

6.1 Sustanciasvenenosas(fondo blanco)

8 Sustanciascorrosivas(fondo blancoy negro)

(Fondo blancoy negro)

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8 Los almacenes de plaguicidas

casos excepcionales puede incluso provocar explosio-nes.

La zona de ventilación debe ser equivalente a 1/150de la superficie del suelo, o bien las puertas que dan alexterior deben quedar abiertas durante seis horas porsemana como mínimo. En los depósitos de grandesdimensiones se deben instalar ventiladores aspirantes,preferiblemente con interruptor de reloj. Es necesariodisponer de ventilación tanto en el techo como al niveldel suelo (con rejillas para impedir la entrada de lospájaros y las ratas) a fin de extraer los humos livianos,el aire caliente y los vapores pesados.

Almacenamiento temporalDurante ciertas operaciones, por ejemplo para la luchacontra la langosta, es posible que se necesite almacenartemporalmente los plaguicidas fuera del almacén prin-cipal. En este caso se aplicarán los mismos principiosbásicos: mantener los plaguicidas en un lugar seguro(rodeados por un cerco o dentro de un vehículo);almacenarlos dentro de un edificio o en cualquier caso

bajo techo, a fin de evitar que estén expuestos a la luzsolar directa; mantenerlos en un ambiente seco, frescoy adecuadamente ventilado, especialmente si se en-cuentran dentro de un vehículo que podría recalentarsesi queda al sol.

SeñalesEn el exterior del almacén deberá colocarse un cartel, enel idioma o idiomas locales, con el símbolo de peligrode muerte (calavera con huesos cruzados). El carteldeberá decir: «Plaguicidas. Peligro. Sólo se permite laentrada de las personas autorizadas».

En lugares estratégicos situados dentro y fuera delalmacén deberá haber señales bien visibles que digan:«Prohibido fumar o entrar con llamas cubiertas o des-cubiertas».

También debe haber una lista de códigos cromáticosque se expondrán en el almacén y en los recipientes.Existen etiquetas autoadhesivas para colocar en losrecipientes de metal y de plástico. Las listas de la Figura10 aparecen en un documento del GIFAP (1988a).

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Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de plaguicidas 9

Capítulo 2

El almacenamiento de los plaguicidas

Como principio general, los sistemas de almacena-miento deben ser flexibles y adaptables.

DISPOSICION Y ALTURA DE LAS PILASDE RECIPIENTESLas existencias deben disponerse de una manera quepermita utilizar en primer lugar las más viejas («saleprimero lo que entró primero») y evitar la acumulaciónde existencias con fecha vencida. Los recipientes sedeben ordenar de la forma que permita reducir lo másposible su manipulación, evitando así daños mecánicosque podrían ocasionar pérdidas de los recipientes. Sedebe organizar el espacio con orden, dejando pasillos de

un metro de ancho que se marcarán en el suelo, entre losestantes o las pilas (Figura 11), a fin de permitir una fácilinspección y dejar pasar el aire (Figura 12). De estemodo será posible efectuar una limpieza inmediata encaso de derrames o pérdidas, que se podrán detectarrápidamente. Hay que evitar que sea necesario subirsea los recipientes de plaguicidas para poder llegar a otrosrecipientes, ya que los tambores metálicos dañados ocorroídos podrían ceder fácilmente bajo el peso de unapersona, y ésta quedar contaminada por su contenidocon consecuencias incluso fatales.

Se debe utilizar material de estibar (tablones y ladri-llos) para no colocar los recipientes directamente sobre

FIGURA 11Filas marcadas y numeradas de recipientes metálicos de plaguicidas, apilados sobre paletas.

FIGURA 12Pasillo que permite la circulación del aire y el acceso a las filas de plaguicidas apilados.

Paleta

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10 El almacenamiento de los plaguicidas

el suelo. Las pilas de recipientes deben formarse sobrepaletas (Figura 13). Es necesario que la corrosión oca-sionada por emanaciones de humedad o derrames desustancias químicas se observe tempestivamente, y quese tomen las medidas apropiadas.

Los preparados en polvo, gránulos y polvos humec-tables se conservarán en cajas de cartón durante elalmacenamiento, para evitar que se aglutinen. Lospreparados concentrados, y sobre todo los envasados enbotellas de vidrio, también se deben conservar en cajasde cartón a fin de que no se rompan.

La altura de los estantes no debe exceder los dos metros;de este modo no será necesario utilizar escaleras.

Los recipientes apilados sobre cada paleta no tienenque alcanzar una altura superior a 107 cm. La altura delas pilas de recipientes y cajas de cartón será la adecuadapara garantizar su estabilidad (Figura 14), y dependerádel material de que estén hechos los envases (Cuadro 1).

CUADRO 1Número máximo de recipientes que pueden apilarseuno sobre otro

Tipo de envase Número de Número de envasesunidades apiladas apilados sobre

sobre la paleta de base cada paleta

Tambores de acero (200 l) 1 3-4

Tambores de acero (menos de 200 l) 2 3-4

Tambores de fibra (200 l) 1 3

Tambores de fibra (menos de 200 l) 2 3

Tambores de plástico (200 l) 1 2

Tambores de plástico (menos de 200 l) 2 2

Bolsas de papel 4-5 3

Bolsas de plástico 4-5 3

Cajas de fibra que contienen latas 4-6 3-4

Cajas de fibra que contienen envasesblandos (botellas o sobres de plástico) 4-6 2

Cajas de madera 2-4 3-4

FIGURA 13Almacenamiento (temporal) de plaguicidas fuera del depósito, rodeados por un cerco y apilados sobre paletascon una disposición similar a la del almacén.

FIGURA 14Las pilas demasiado altas resultan difíciles de manejar, y los recipientes de la base tienden a aplastarse.

Cerco externo

Paleta Zócalo

Pila de recipientes de plaguicidas

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Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de plaguicidas 11

Capítulo 3

Tiempo de conservaciónde los plaguicidas

La eficacia biológica de los plaguicidas disminuyegradualmente con el tiempo. El tiempo de conservaciónde un plaguicida es el período durante el cual éste puedealmacenarse antes de que comience su deterioro, y encasi todos los casos se trata de un tiempo limitado.Como parte de la tecnología moderna de formulaciónde plaguicidas, los métodos de envasado y las prácticasde almacenamiento tienden a prolongar lo más posibleesta duración. Los fabricantes indican en el recipientecuál es tiempo de conservación del plaguicida, peromuchos de estos productos pueden ser utilizables largotiempo después del vencimiento de la fecha indicada.Para la mayor parte de los plaguicidas se indica untiempo de conservación de dos años como mínimo apartir de la fecha de fabricación, pero este tiempo serámás breve si los productos no se almacenan en formaadecuada (por ejemplo, en caso de conservación atemperaturas elevadas). La renovación de las existen-cias debe organizarse teniendo en cuenta el tiempo quepuede haber durado el tránsito de los plaguicidas desdela fábrica hasta el almacén.

Los plaguicidas envasados en recipientes sellados

pueden modificarse con el tiempo, principalmente dedos maneras:

• El ingrediente activo puede sufrir cambios quími-cos y descomponerse en productos que tal vez noposean propiedades plaguicidas; de este modo dis-minuirá la concentración del ingrediente activooriginal.

• La formulación de un plaguicida se puede descom-poner, con la posibilidad de que forme un precipita-do de escamas, cristales o fangos que impide mez-clar el producto o aplicarlo con rociadores.

Un compuesto organoclorado como el endosulfán esquímicamente muy estable, pero otros tipos de prepara-dos pueden descomponerse con mayor rapidez. Losorganofosfatos son mucho menos estables, por lo quegeneralmente tienen un período de conservación másbreve. Los preparados en polvo y polvos humectablestienden, con más facilidad que los líquidos contenidosen recipientes sellados, a descomponerse y aglutinarsecomo consecuencia de las temperaturas elevadas, losaltos porcentajes de humedad, la fuerte luz solar o lacompactación a presión.

FIGURA 15El encargado de un almacén deplaguicidas controla las fechasindicadas en las etiquetas de losrecipientes.

FECHA

Page 15: Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de

12 Tiempo de conservación de los plaguicidas

es haciendo analizar por el fabricante o por un labora-torio independiente una muestra del producto, y deter-minando la dosis en consecuencia. Una vez efectuadoeste examen, la fecha en que se ha realizado se debehacer constar en los tambores. No son recomendableslos métodos de tanteo que intentan determinar la efica-cia del plaguicida utilizando concentraciones y dosis deaplicación progresivamente más altas.

ELIMINACION DE PLAGUICIDAS CON FECHAVENCIDA E INUTILIZABLESEl objetivo principal de las buenas prácticas de almace-namiento es reducir al mínimo la necesidad de elimina-ción de existencias, ya que desechar plaguicidas com-porta muchos problemas. Sin embargo, llegado el casoserá necesario deshacerse de las existencias obsoletas.Los procedimientos de contabilidad del almacén debe-rán permitir que se cancelen de los libros las existenciasviejas, es decir, debe haber algún sistema que permitaeliminar del almacén los plaguicidas inutilizables. Sinembargo, no siempre el almacenero tiene autoridad parahacerlo, de modo que las existencias tienden a seguirregistradas aunque ya no sean utilizables. Si no existeun sistema que permita cancelar de los libros losplaguicidas y posteriormente deshacerse de ellos, losproductos obsoletos pronto se transformarán en unpeligro, cuando sus recipientes se deterioren y comiencena perder.

PEDIDOS DE PLAGUICIDAS Y TIEMPODE CONSERVACIONA la hora de encargar plaguicidas, es necesario tener encuenta su tiempo de conservación y su ritmo de utiliza-ción (Figura 15). No encargue más productos de los quenecesita para un año. Si se pide una cantidad superior ala que es posible utilizar durante el período de conser-vación del plaguicida, se acumularán existencias confecha vencida y surgirán problemas para su elimina-ción, además de las consiguientes pérdidas financieras.

INSPECCION DE LAS EXISTENCIAS Y TIEMPODE CONSERVACIONLas existencias presentes en el almacén de plaguicidasdeben inspeccionarse regularmente para detectar even-tuales signos de deterioro, por ejemplo, aglutinación delos productos en polvo, sedimentación o gelificación delos líquidos, y cambio de color debido a oxidación. Eltiempo de conservación se reduce con rapidez una vezque los recipientes se han abierto y vaciado parcialmen-te. La renovación de las existencias debe organizarse demanera tal que se asegure que, una vez abiertos losrecipientes, su contenido se utilizará con la mayorrapidez posible. Los recipientes no sellados que contie-nen polvos y polvos humectables no deben conservarsedurante más de un año.

Los recipientes no sólo pueden deteriorarse a causa defactores externos (climáticos, biológicos y mecánicos),sino que también es posible su corrosión desde elinterior por acción de los plaguicidas que contienen.Los concentrados emulsionables son particularmentepropensos a corroer las zonas más débiles del recipien-te, especialmente a lo largo de las soldaduras (Figura16) o en los puntos donde su revestimiento internopresenta imperfecciones. El grado de acidez de algunosplaguicidas aumenta durante el almacenamiento, y estohace más probable la corrosión de los recipientes desdeel interior. El cambio de color de un plaguicida es señalde este tipo de corrosión, por lo que se debe prestaratención a este aspecto durante las inspecciones.

EXISTENCIAS CON FECHA VENCIDAA menudo la etiqueta del plaguicida no contiene infor-mación sobre su tiempo de conservación. Cuando estoocurre se debe suponer que éste es de dos años, a menosque en el momento de la compra se pueda obtenerinformación más precisa del fabricante o el distribuidor.

Las existencias con fecha vencida podrían de todosmodos ser utilizables si no se ha producido la descom-posición del preparado. La única manera de verificarlo

FIGURA 16Recipiente corroído que pierde plaguicida por una soldadura lateral.

Pérdida poruna soldaduracorroída

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Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de plaguicidas 13

Capítulo 4

Sistemas de planificación y registrode las existencias de plaguicidas

Los almacenes de plaguicidas deben contar con un sistemaadecuado de planificación de existencias y mantenerregistros de los productos que reciben, conservan y entre-gan. No deben encargarse más plaguicidas que los que senecesitan o los que es posible almacenar adecuadamente.Los mayores problemas se han presentado en casos en queno existía un sistema de planificación, no se había capaci-tado al almacenero para su utilización, o éste sencillamen-te no lo había aplicado. Sin un sistema de registro esposible que se encarguen cantidades excesivas deplaguicidas y se tenderá a entregar o vender primero lasexistencias recibidas más recientemente, ya sea porque lasmás viejas son menos accesibles o porque el cliente deseaun producto «fresco».

Dado que los plaguicidas tienen un tiempo de conser-vación limitado, es esencial que sólo se encargue lacantidad del producto que se necesita para satisfacer lasnecesidades, y que las ventas se realicen respetando elprincipio de que «sale primero lo que entró primero». Sino se aplica este procedimiento se acumularán existen-cias de plaguicidas con fecha vencida en recipientes quese van deteriorando, sobre todo en los rincones másoscuros del almacén.

Estas existencias no solamente representan una pér-dida financiera para el propietario del almacén (sea ésteel gobierno, una junta de mercadeo, una cooperativaagrícola, un vendedor mayorista o minorista de pla-guicidas o un agricultor), sino que también constituyenun peligro para el personal que trabaja en el almacén yplantearán un problema ambiental cuando llegue elmomento de deshacerse de ellos. Los movimientos delos productos químicos que entran y salen del almacénse deben registrar cuidadosamente. Esta informaciónpodría ser necesaria para quien presta servicios deurgencia en caso de desastre, por ejemplo una brigadaantiincendio, a fin de poder evaluar el volumen deplaguicidas involucrado en el incidente.

SISTEMAS DE REGISTROEl sistema de registro adoptado dependerá del tamañoy la función del almacén y de las exigencias contables

de su propietario. El lugar donde se conservan losregistros debe estar separado del almacén de plaguicidas.

Almacén pequeñoEn el nivel mínimo, por ejemplo en el caso de unpequeño agricultor que sólo almacena unos pocos reci-pientes de plaguicidas, no es necesario, ni generalmenteposible, aplicar un sistema complicado de registro.Pero incluso el pequeño agricultor deberá respetar lassiguientes prácticas, que son esenciales en todo alma-cén de plaguicidas, cualquiera sea su tamaño:

• En cada recipiente que se deposite en el almacén sedebe anotar su fecha de compra o de llegada.

• Cerciorarse de que todos los recipientes tenganetiquetas adecuadas, y de que éstas no se despegueny se mantengan limpias y legibles; habrá que reem-plazar las etiquetas que estén en malas condiciones.

Además, el pequeño agricultor debe conservar lasfacturas, notas de entrega o recibos obtenidos en rela-ción con las compras de plaguicidas fuera del almacén.Esto le permitirá recurrir al proveedor en caso deurgencia o de que necesite ulterior asesoramiento.Asimismo el agricultor deberá conservar las fichas deseguridad de los productos, que se podrán solicitar alproveedor o al fabricante.

Almacén grandeEn cualquier almacén que supere las dimensiones deldel pequeño agricultor, se necesitará alguna forma desistema de registro. El sistema adoptado dependerá delas circunstancias. Los registros deben conservarse enun lugar separado del de las existencias de plaguicidas,a fin de que no resulten destruidos en caso de undesastre importante (por ejemplo, incendio, inunda-ción, terremoto, huracán, o destrucción durante con-flictos civiles).

Los registros deben mantenerse como hojas de unlibro contable, o bien en ficheros. También podría sernecesario disponer de un duplicado de los registros, talvez en forma simplificada, cerca de las existenciasmismas. También en este caso se debe solicitar al

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14 Sistemas de planificación y registro de las existencias de plaguicidas

RECUADRO 1

Notas sobre el ejemplo de hoja de registro

Número de referencia. Debe incluir referencias a lafactura o nota de entrega y a la ubicación del plaguicida enel almacén (número de receptáculo, estante o fila).

Identificación del plaguicida. Debe registrarse tanto eltipo de plaguicida como su nombre común y su marcacomercial, incluyendo detalles sobre el tipo de preparadoy la concentración.

Origen del plaguicida. Siempre que sea posible deberáincluirse información tanto sobre el fabricante primariocomo sobre el proveedor local (y, si lo hay, un número deteléfono local al que se pueda llamar en casos de urgen-cia). También es necesario anotar de dónde viene elplaguicida, ya que existe un considerable movimiento deexistencias de estos productos.

Unidades de envasado y de entrega. Estas puedenvariar: el plaguicida podría estar contenido en tamboresmetálicos de 200 litros o en latas de un litro envasadas encajas de 20 latas cada uno, siendo la lata de un litro launidad utilizada para las ventas o entregas.

Fecha de recepción. Es quizás la información más impor-tante, por lo que es esencial que quede registrada. Tam-bién debe anotarse en los recipientes, junto con la fecha devencimiento (Figura 17).

Notas. Se debe solicitar información al proveedor acercadel tiempo de conservación (fecha de vencimiento) delproducto, de cualquier requisito particular para su almace-namiento, riesgos particulares y otros detalles, que seincorporarán al formulario de registro como instruccionespara el almacenero.

Operaciones realizadas y manejo de las existencias.Deben anotarse meticulosamente todos los detalles de larecepción y entrega de los productos, y habrá que registrarlas inspecciones periódicas de las existencias con lasiniciales de quien las ha efectuado. Asimismo se añadiránnotas claras sobre el estado de los recipientes y sobre sucontenido en el momento de la inspección.

Eliminación. En caso de eliminación de las existenciascon fecha vencida, se debe dejar constancia de elloespecificando qué método se ha empleado para deshacer-se del plaguicida y de su envase, así como la localizaciónde los vertederos, etc.

Ejemplo de hoja de registro de existenciasen un almacén de plaguicidas

Tipo de plaguicida .................... Insecticida OP N° de ref ................... Inv. 29/5[R3]

Nombre común ............................................................................................................ Cloripirifos

Nombre comercial ............................................................................................................. Dursban

Formulación/concentración ................................................................................. %ce, 400 g/litro

Fabricante/proveedor ................................................................................Dow Elanco, EE.UU.

Cantidad (de envases convenida para la entrega) .......... 1 000 envases de plástico de 2,5 litros

Cantidad de envases primarios ............................................................. 4 envases de 250 cajas

Fecha de recepción ................................................................................. 20 de diciembre de 1994

Fecha de vencimiento ............................................................................. 1º de diciembre de 1996

Notas: (tiempo de conservación; condicionesespeciales de almacenamiento;frecuencia de las inspecciones) ........................................... Tiempo de conservación: dos años;

mantener las cajas selladas; inspeccionar cada seis meses;verificar eventuales roturas de los recipientes de plástico

Fecha Cantidad Existencias Notas (Inspección deentregada remanentes existencias: notas sobre

las condiciones, etc.;iniciales del almacenero)

(litros) (litros)

25 de diciembre 1994 650 1 850

6 de junio de 1995 Inspección deexistencias; no haydaños. (*)

10 de junio de 1995 1 300 550 Control de existencias. (*)

10 de septiembre de 1995 548 Inspección de existencias:dos envases conpérdidas, eliminados. (*)

30 de septiembre de 1995 548 –

Registro de la eliminación de existencias con fecha vencida ......... Pérdidasabsorbidas con aserrín, que luego se quemó;envases fraccionados pasados al almacén II

y contenido trasvasado a otros recipientes

(*): iniciales del almacenero.

.

FIGURA 17Escribiendo sobre una tablilla sujetapapeles,

un almacenero registra la fecha de llegadade las nuevas existencias de plaguicidas

e inspecciona sus condiciones.

Page 18: Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de

Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de plaguicidas 15

proveedor o al fabricante una cierta cantidad de fichasde seguridad del producto.

Los registros deben ser precisos y suficientementedetallados como para permitir que un nuevo almaceneropueda hacerse cargo de sus funciones sin necesidad deconsultar al anterior.

Los plaguicidas tienen un tiempo de conservaciónlimitado, y los lotes de productos comprados en dife-rentes momentos podrían presentar variaciones en suformulación y envasado. Es importante que se utiliceuna hoja de registro separada para cada entrega de losdiferentes plaguicidas que va recibiendo el almacén.

La autoridad nacional encargada de la adquisición deplaguicidas necesita recibir regularmente informaciónactualizada sobre las existencias que se conservan en lasdistintas localidades del país; por consiguiente, losalmacenes deben estar en condiciones de proporcionartal información.

En el recuadro se presenta un ejemplo de posible hoja

de registro de un almacén de plaguicidas. Esta permitecontrolar todo lo que ha ocurrido con cada entrega de unplaguicida determinado desde el momento de su recep-ción, incluidas las inspecciones, la incorporación delproducto al inventario y los controles correspondientes,así como las ventas o entregas, el análisis de lasexistencias una vez vencida su fecha máxima de conser-vación y la eliminación de las mismas en caso decomprobarse su deterioro.

Un registro bien llevado es señal de que el almacénfunciona adecuadamente, y es esencial para reducir almínimo el derroche de existencias o los daños ocasio-nados por accidentes. El supervisor del almacén debecerciorarse de que éste dispone de un sistema apropiadoy de que el almacenero lo aplica en todo momento. Esteúltimo debe recibir capacitación para utilizar el sistemade registro, y tener la responsabilidad de su manteni-miento.

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Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de plaguicidas 17

Capítulo 5

Transporte local de los plaguicidas

FIGURA 18Transporte local de plaguicidas en un vehículo de carga: si el vehículo lleva también otros materiales éstos deben ir en una secciónaislada, pero en ningún caso pueden ser alimentos.

El transporte de plaguicidas junto con otros productosha sido la causa de graves casos de envenenamiento.Puede ocurrir, por ejemplo, que los movimientos delvehículo ocasionen pérdidas de los recipientes deplaguicidas, y que éstas contaminen productos alimen-ticios como harina o arroz que se transportan en bolsasen el mismo camión. Cuando estos alimentos lleguen asu destino habrá personas que los consumirán y seenfermarán; situaciones de este tipo han provocadomiles de muertes por envenenamiento. Es necesariorespetar algunos principios básicos:

• Los alimentos, piensos o productos de gran consu-mo no deben transportarse en un mismo camiónjunto con plaguicidas (Figura 18).

• Nunca se han de transportar recipientes de plaguicidasque estén abiertos o tengan pérdidas.

• Si se hace necesario transportar recipientes deplaguicidas junto con otros productos, los primerosdeben colocarse en un compartimiento aislado ysujetarse en su lugar mediante correas o cuerdas.

• Los recipientes de plaguicidas se cargarán de mane-ra tal que no resulten dañados durante el transporte,que sus etiquetas no se borren y que no puedanmoverse y caer fuera del camión en las carreterasaccidentadas (es necesario que la carga esté biensujeta).

• El conductor del camión o los funcionarios delferrocarril deben estar informados de que la cargaconsiste en plaguicidas tóxicos, y recibir instruccio-nes sobre las medidas que deben tomarse en casoemergencia (choque, incendio, derrame). Asimis-mo, de ser posible, se les deberán proporcionar lasfichas de seguridad del producto.

• La carga de plaguicida deberá inspeccionarse aintervalos regulares durante el transporte, y habráque limpiar inmediatamente cualquier derrame,pérdida u otra forma de contaminación. En caso deque el derrame se produzca cuando el vehículo estáen movimiento, éste se ha de detener inmediatamen-te para interrumpir el derrame, y se procederá alimpiar el producto derramado.

• Si la pérdida es grande será preciso impedir queotras personas se acerquen, y cubrir el derrame contierra, arena, etc. (Figura 19); de ninguna manera sedebe intentar lavarlo con agua u otras sustancias.

• Una vez descargados los plaguicidas, se inspeccio-nará todo el camión, incluidos los encerados y otrosaccesorios, a fin de detectar cualquier signo dederrames o pérdidas y descontaminarlo antes de quevuelva a partir.

• Los recipientes de plaguicidas se deben cargar ydescargar cuidadosamente (Figura 20); la mayor

Productosalimentarios

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18 Transporte local de los plaguicidas

parte de las pérdidas durante el almacenamiento sedeben a daños ocasionados durante el transporte y lamanipulación de los recipientes.

• Los nuevos envíos que se reciben se deben controlarpara cerciorarse de que no haya pérdidas o tapasflojas; de ser necesario se procederá inmediatamen-

te a reenvasar el producto. Asimismo se sustituiránlas etiquetas rotas o ilegibles. Se debe disponer deuna reserva de recipientes nuevos vacíos a los quepueda trasvasarse el producto contenido en losenvases dañados.

FIGURA 19Un tambor de plaguicida se ha caído del camión ocasionando un derrame; el conductor lo cubre de tierra,manteniendo a las personas a distancia prudencial.

FIGURA 20Los plaguicidas se descargan con cuidado del vehículo de transporte a fin de evitar daños a los recipientes, que podrían ocasionar pérdidas;el almacenero examina la nota de entrega.

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Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de plaguicidas 19

Capítulo 6

Derrames, pérdidas y eliminación de losrecipientes y los productos químicos

impermeable (estanco) u otro material no absorbente,ya que en caso de pisos absorbentes de ladrillo, tierra omadera la única manera de descontaminarlos podríaconsistir en la remoción y sustitución de la partecontaminada.

Derrame de líquidosNo se debe regar el suelo con una manguera, ya que

de este modo sólo se conseguiría dispersar el plaguicidaen una superficie mayor.

En el almacén debe haber un recipiente que contengauna reserva de un material absorbente como aserrín,arena o tierra seca.

Es necesario usar unos guantes protectores y unamáscara facial de caucho nitrilo.

Se debe esparcir aserrín, arena o tierra seca sobre lasuperficie donde se ha producido el derrame, y esperarunos minutos hasta que el material esparcido absorba elproducto químico.

El aserrín, la arena o la tierra seca que han absorbidoel producto derramado se deben barrer, o recoger conuna pala, y colocar en un recipiente con la indicación delcontenido, donde se conservarán hasta su posterioreliminación (Figura 21).

Los plaguicidas son materiales biológicamente activos,y potencialmente peligrosos para la salud humana ypara el medio ambiente. A menudo es muy difícil lograruna descontaminación completa y una efectivaeliminación de estos productos; por consiguiente, unode los objetivos más importantes de un buen manejo delos almacenes es reducir al mínimo las posibilidades dederrames y pérdidas y la acumulación de existenciascon fecha vencida.

DERRAMESIncluso en los almacenes mejor organizados habrá

derrames de vez en cuando, especialmente cuando losconcentrados se reenvasan y se vierten en otros recipientes.Los derrames deben limpiarse inmediatamente; en casode derrames importantes siempre debe haber dos personaspara ocuparse de su limpieza.

Si el derrame no se limpia, el producto derramadopuede corroer otros recipientes; el personal del almacénpodría pisarlo y contaminarse, y además el plaguicidapuede despedir humos tóxicos e inflamables. Si no seeliminan rápidamente, los productos químicosderramados pueden ser absorbidos por el suelo. Por estemotivo es necesario que los pisos sean de hormigón

FIGURA 21El almacenero debe barrer cuidadosamente la arena o el aserrín que han absorbido el derrame, ycolocarlos en un recipiente que la autoridad nacional recogerá y transportará a un vertedero central.

ARENA ASERRIN

DESPERDICIOSTOXICOS

PARA SERELIMINADOS

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20 Derrames, pérdidas y eliminación de los recipientes y los productos químicos

FIGURA 22Un almacenero inspecciona una pérdida de un recipiente deplaguicida.

Derrames de sólidosLos polvos, polvos humectables y gránulos pueden

levantar polvo si se barren sin utilizar un materialabsorbente. En el almacén debe haber un recipiente deaserrín, arena o tierra seca, en un lugar fácil de alcanzar encaso de emergencia.

Es necesario utilizar guantes protectores y una máscarafacial de caucho nitrilo.

El aserrín, la arena o la tierra seca se humedecerán y seaplicarán con una pala en toda la superficie del derrame.

El aserrín, la arena o la tierra húmedos que contienen elmaterial derramado se deben barrer o palearcuidadosamente y colocar en un recipiente, con laindicación del contenido, para su posterior eliminación(Figura 21).

Después de haber barrido, si es necesario más de unavez, se debe usar un cepillo duro montado en una barrapara restregar la zona del derrame con agua y un jabón odetergente fuerte. El agua jabonosa que quede se debeabsorber con un trapo de piso, y no enjuagar con más agua.

PERDIDASLas pérdidas de los recipientes constituyen un

problema importante en el almacenamiento y transportede plaguicidas (Figura 22). Su causa principal es unamanipulación ruda, que provoca abolladuras en lostambores, debilita en parte las soldaduras y afloja loscierres (tapas, cápsulas y tapones). Otras causas dedaños mecánicos son los pinchazos o abrasiones duranteel transporte, cuando los paquetes y recipientes se rozanentre sí o bien contra las paredes de un camión que viajapor terrenos irregulares y caminos accidentados.

Las pérdidas también se producen como consecuenciade la corrosión del recipiente, que a su vez puede seracelerada por los daños mecánicos (por ejemplo, lasabolladuras podrían desgarrar el revestimiento de lostambores). La corrosión puede comenzar en el interiordel recipiente, y en este caso su causa primaria es elplaguicida mismo o los productos de su descomposición.Otra posibilidad es que la corrosión comience desdeafuera, ya sea porque el recipiente se oxida al estaralmacenado en un ambiente húmedo o bien porque locontaminan las pérdidas de otros recipientes cercanos.Muchos concentrados emulsionables (ce) sonsumamente corrosivos. Algunos de ellos, y en particularel monocrotofos, el dicrotofos, el ciclorvos y elfosfamidón, son incompatibles con el acero, de modoque deben envasarse en recipientes de plástico o aluminioo bien en recipientes de acero que tengan unrevestimiento interno. Algunos plaguicidas se disuelvenen solventes orgánicos que no siempre se pueden envasaren tambores de plástico.

Los recipientes pueden perder también por otrasrazones; por ejemplo, la fuerte luz solar es capaz dedegradar algunos recipientes de plástico como botellasy bolsas. Los roedores pueden dañar los recipientes depapel, cartón o fibra, y las termitas pueden atacar elpapel y el cartón.

Es necesario inspeccionar regularmente los almacenes,por lo menos cada dos meses. Puesto que es muy difícilmover recipientes viejos, oxidados y con pérdidas sinque se corran riesgos, toda pérdida de un recipiente sedebe resolver inmediatamente.

Normalmente la única manera de resolver una pérdidaes reenvasar el material en un recipiente sano. Seríapreferible utilizar recipientes nuevos, si se dispone deellos, pero para este fin pueden utilizarse tambiénrecipientes viejos de distinto tipo y tamaño (que tambiénson útiles para el almacenamiento temporal de losproductos de los derrames). Previamente a su utilizaciónestos recipientes se deberán descontaminar a fondo(véase la próxima sección) y privar de sus viejasetiquetas.

Los plaguicidas se deben reenvasar en recipientes delmismo material de los envases originales, ya que existenincompatibilidades entre algunos productos químicos ydeterminados materiales. Lo ideal sería utilizar untambor que antes haya contenido el mismo producto,pero si esto no es posible el recipiente que se utilice sedeberá haber limpiado perfectamente de su contenidoanterior a fin de evitar la contaminación cruzada.

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Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de plaguicidas 21

Inmediatamente se debe copiar toda la información dela etiqueta vieja en una etiqueta nueva, que se haráadherir firmemente al nuevo recipiente. Hay que escribirla fecha del reenvasado (y la de la recepción original) enel nuevo recipiente, y cerciorarse de que el materialreenvasado se utilice antes que el contenido en suenvase original.

ELIMINACIONEliminación de recipientes de plaguicidas

Muchos son los accidentes que ha ocasionado el uso derecipientes vacíos de plaguicidas para almacenar agua yalimentos. Un envase vacío que haya contenido unplaguicida nunca se podrá limpiar perfectamente, por loque se deberá eliminar mediante procedimientos quegaranticen que no se utilizará para otros fines. Sin embargo,es prudente conservar en el almacén de plaguicidasvarias muestras de los distintos tipos de recipientes, quese habrán limpiado cuidadosamente y se utilizarán parareenvasar el contenido de los recipientes dañados yalmacenar el material de los derrames y pérdidas hasta sueliminación final.

Los recipientes vacíos en espera de ser eliminados sealmacenarán en una zona especial y segura del almacénde plaguicidas, a fin de garantizar que nadie los robe o losutilice para otros fines.

Antes de ser desechados los recipientes vacíos sedeberán limpiar lo mejor posible, a fin de reducir almínimo tanto los riesgos como el desperdicio delplaguicida restante. Los recipientes que conteníanconcentrados emulsionables o polvos humectables sedeben enjuagar con agua varias veces; el agua de los

enjuagues se añadirá al tanque rociador hasta que éstealcance el volumen necesario. Posteriormente losrecipientes se pueden limpiar con una mezcla de agua,detergente y soda cáustica (Figura 23). Los recipientes depreparados líquidos se pueden limpiar con keroseno(parafina) o gasoil; el líquido de los enjuagues (pequeñascantidades, de aproximadamente 5 litros) se recogerá y seenviará posteriormente a una localidad central donde lasautoridades nacionales se encargarán de eliminarlo deuna manera segura e inocua para el medio ambiente.

Siempre que no estén fuertemente contaminados, losrecipientes de cartón y tableros de fibra se quemarán alaire libre (Figura 24). Sin embargo, las cajas de cartónque hayan contenido herbicidas con ácido fenólico nodeben quemarse, ya que los productos de su combustiónpodrían perjudicar los cultivos situados incluso a grandistancia. El cartón, el papel y la yuta sumamentecontaminados se deben recoger y enviar, junto con losdemás residuos tóxicos, a los centros nacionales deeliminación de desechos peligrosos.

Los recipientes que se han vueltos inutilizables, losproductos de los procedimientos de descontaminación,los derrames y las pérdidas, y el líquido de enjuague delos recipientes que no se haya añadido al tanque derociado, deben recogerse para su posterior envío a unalocalidad central en la que las autoridades nacionales seencargarán de su eliminación.

Los recipientes de vidrio se deben romper; los tamboresde acero, así como los recipientes de metal y de plástico,se pincharán y aplastarán (Figura 25) (no pinchar losrecipientes de aerosoles) antes de enviarlos a una localidadcentral para su eliminación por las autoridades nacionales.

FIGURA 23Descontaminación de un recipiente de plaguicida: el recipiente se lava por fuera y por dentro conagua y detergente. El líquido de enjuague muy contaminado se debe conservar para ser desechadojunto con otros residuos tóxicos importantes.

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22 Derrames, pérdidas y eliminación de los recipientes y los productos químicos

FIGURA 25Destrucción de un recipiente de metal para impedir que sevuelva a utilizar. La autoridad nacional lo recogerá para sueliminación en un vertedero central.

FIGURA 24Eliminación de un recipiente de cartón ligeramente contaminadopor plaguicida; se quema en una hoguera, cerciorándose de queel personal encargado no respire el humo.

Direccióndel viento

Eliminación de los plaguicidas no deseadosLa forma más satisfactoria de deshacerse de los

plaguicidas consiste en utilizarlos para los fines a losque están destinados según las instrucciones de laetiqueta. Por este motivo no debe encargarse nialmacenarse una cantidad de plaguicidas que supere lasnecesidades de un año, a fin de que no queden remanentesuna vez cumplidos los dos años del tiempo deconservación de los productos. Solamente se deberetirar del almacén la cantidad de plaguicida que puedausarse en las operaciones de un día, y sólo se debemezclar la cantidad que quepa en el tanque rociador.

Sin embargo, surgirán situaciones en las que seránecesario eliminar concentrados de plaguicidas, ya seaporque las existencias tienen fecha vencida y se haverificado que son inutilizables, o porque ya no estáregistrado el uso del producto para su propósito original.En caso de que sea necesario desechar cantidades muygrandes habrá que solicitar el asesoramiento profesionalde los proveedores y de las autoridades nacionales.

Si se trata solamente de unos pocos kilogramos olitros de plaguicida, estos deben recogerse para suposterior envío a una localidad central donde lasautoridades nacionales se encargarán de eliminarlos.La mejor manera de deshacerse de cantidades mayoresde productos consiste en quemarlas en un incineradorespecial (a 1 200 oC); esto no significa que sea seguroquemarlas en una hoguera a una temperatura más baja.La incineración requiere equipos especiales que prevénla supresión de los productos de combustión. Sinembargo, esto va más allá de la capacidad de losalmaceneros de plaguicidas, por lo que será necesariorecurrir a la autoridad nacional competente.

Otra forma de deshacerse de los plaguicidas esdevolverlos al proveedor, o bien entregarlos a unespecialista en eliminación de desechos tóxicosdesignado por la autoridad nacional.

La forma más segura de deshacerse del plaguicida esdevolverlo al proveedor o a la autoridad nacional. Laeliminación de estos productos exige métodos químicoscomo la hidrólisis alcalina y ácida. También puedeemplearse la oxidación, la reducción y el rociado en elsuelo, o dejar que la sustancia escape a la atmósfera,pero todos estos métodos requieren competenciasespecializadas. En la mayor parte de los casos el productofinal sigue siendo tóxico. Los almaceneros no debenocuparse directamente de la eliminación del plaguicida,sino recurrir para ello a la autoridad nacional competente.

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Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de plaguicidas 23

Capítulo 7

Descontaminación

FIGURA 26Un almacenero se descontamina lavándose enérgicamentecon agua y jabón; sus ropas protectoras, lavadas por separado,están colgadas a pleno sol para que se sequen.

FIGURA 27Lavado de la parte posterior de un camión que ha transportadoplaguicidas; para descontaminarlo se utiliza agua y detergente.

PERSONALLos plaguicidas que entran en contacto con la pielpueden penetrar rápidamente en el cuerpo. Para unadescontaminación eficaz de las superficies corporaleses necesario:

• actuar inmediatamente, aplicando grandes cantida-des de jabón y agua;

• efectuar un lavado extremadamente enérgico.Toda persona que se contamine con un plaguicida

debe despojarse de sus ropas y restregar rápida yenérgicamente la parte afectada de su cuerpo con aguay jabón. Después de ello deberá enjaguarse cuidadosa-mente y frotarse con una toalla hasta que la piel estéseca (Figura 26).

ROPA PROTECTORALa ropa protectora contaminada se debe lavar a fondousando un detergente industrial y efectuando variosenjuagues. La ropa protectora no se debe lavar juntocon la otra ropa de la familia. Para lavar las prendas deprotección se deben usar guantes, y agua caliente si lahay. Una vez lavada, la ropa de protección se debecolgar a secar a pleno sol.

Si una superficie amplia de la tela se ha contaminadocon los concentrados tóxicos y es posible sustituir laprenda de protección, lo mejor que se puede hacer esdestruirla quemándola.

ALMACENES Y VEHICULOSCuando se producen derrames y pérdidas, el agua, eljabón y el detergente suelen ser los materiales que estánmás a mano para la descontaminación. También puedenresultar de utilidad otros productos químicos que sevenden para usos domésticos o comerciales comunes.

Los compuestos organofosforados se pueden tratarcon hipoclorito de sodio (lejía) y carbonato de sodio(sosa para lavar), que resultan útiles para la descontami-nación y pueden aplicarse después del fregado inicialcon agua y jabón.

Los compuestos organoclorados son productos quí-micos persistentes para los que puede utilizarse amo-níaco doméstico y sosa de lavar, aunque el métodoprincipal es el de restregar con agua y detergente.

Los carbamatos se deben restregar con sosa de lavaro con un jabón fuerte.

Los vehículos de transporte se deben descontaminara fondo no bien se observan pérdidas o derrames. De locontrario existe el riesgo de que se contaminen losproductos que el camión transportará posteriormente,que incluso podrían ser alimentos (Figura 27). Laspérdidas se deben limpiar de la misma manera que enlos almacenes. El líquido contaminado resultante dellavado del vehículo se debe absorber con aserrín, arenao tierra seca y conservar en un recipiente, que se llevarápara su eliminación a un vertedero central.

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Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de plaguicidas 25

Capítulo 8

Principales situaciones de emergencia

liante, desecante y esterilizante del suelo) es un pode-roso agente oxidante que se inflama con facilidad y sólodebería venderse en preparados que contengan tambiénuna sustancia ignífuga (una vez abierto un recipiente declorato de sodio, se debe utilizar inmediatamente todosu contenido).

En el exterior de los almacenes de plaguicida se debencolocar carteles bien evidentes con advertencias como«Plaguicidas - Peligro: se prohíbe la entrada a las perso-nas no autorizadas» y «Prohibido fumar y entrar conllamas descubiertas», junto con los símbolos correspon-dientes. Estas reglas se deben respetar estrictamente.

En el almacén debe haber extintores (de polvo odióxido de carbono, no de agua), que deberán controlar-se regularmente. También se deberá disponer de aguaestática o corriente (que de todos modos se necesita,junto con el jabón, para la descontaminación), y decubos de arena o tierra (que también se necesitan paraabsorber cualquier pérdida o derrame de plaguicidaslíquidos) que resultarán útiles para neutralizar peque-ños incendios (Figura 28).

Se debe informar a la estación de bomberos de lalocalidad de la existencia del almacén y de los peligros

Las principales situaciones de emergencia suponen unriesgo mucho mayor en un almacén de plaguicidas queen otros sitios.

INCENDIOSEl objetivo primordial del diseño y la gestión de losalmacenes de plaguicidas consiste en reducir el riesgode incendios: más vale prevenir que curar.

Los plaguicidas, especialmente si se trata de prepara-dos líquidos, presentan mayor riesgo de incendio por-que los solventes utilizados en su formulación (aceitesy destilados de petróleo) tienen puntos de inflamaciónbajos y pueden vaporizarse fácilmente a las temperatu-ras normales. En los almacenes mal ventilados sepueden acumular vapores pesados cerca del suelo, si lostambores quedan abiertos o no se limpian los derrameso pérdidas. Una chispa eléctrica, una llama descubierta,o incluso los rayos del sol concentrados por un recipien-te de vidrio, pueden provocar una explosión, y despuésde la explosión se propagará el fuego.

Se sospecha que algunos polvos humectables puedenencenderse por combustión espontánea, mientras que elclorato de sodio (que se utiliza como herbicida, defo-

FIGURA 28Extinción de un pequeño incendio en un almacén de plaguicidas, mediante paladas de arenao tierra que se extraen de un recipiente.

ARENA

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26 Principales situaciones de emergencia

Las ropas y equipos protectores utilizados por losbomberos deberán descontaminarse a fondo después desu uso.

INUNDACIONESEn los países tropicales es común que se produzcaninundaciones durante la temporada de lluvias. En estecaso los almacenes de plaguicidas corren peligros par-ticulares.

Los recipientes de cartón o papel en los que estánenvasados muchos plaguicidas se ablandan al mojarse,por lo que pueden tener pérdidas o abrirse violentamen-te. Otros recipientes, y en particular los tamboresparcialmente vacíos que contienen líquidos, pueden serarrastrados por la inundación. Cualquiera de estassituaciones puede producir contaminación ambientalen una zona amplia; los suministros de agua puedenresultar contaminados, y los recipientes de plaguicidaspodrían constituir un peligro para las personas que losencuentren.

DESTRUCCIONSi se considera el peligro que comportan los incendios,las inundaciones y la destrucción en el curso de conflic-tos civiles, salta a la vista la importancia de conservarlos registros de las existencias en un lugar que resulteseguro en caso de emergencia. Los registros de lascantidades y tipos de plaguicidas involucrados seránsumamente valiosos durante los intentos posteriores delimpiar la zona, encontrar los recipientes que faltan yevaluar el riesgo ambiental y las pérdidas financierasque ha provocado el incidente.

que comporta. Es muy útil colocar en el exterior delalmacén un cartel con los nombres y direcciones de susresponsables (incluidos los que tienen las llaves deldepósito) a fin de que sea posible ponerse en contactocon ellos en caso de urgencia.

Si se produce un incendio, es esencial que se intentecontener el derrame de plaguicidas de los recipientesque se queman y explosionan en el almacén. De allí lanecesidad de prever algún tipo de zócalo en la construc-ción del almacén; estos zócalos también impiden que elagua utilizada para apagar el fuego, que inevitablemen-te será contaminada por los plaguicidas, contamine a suvez el vecindario y, por consiguiente, el medio ambien-te en general.

No es posible impedir que los productos de combus-tión como humo y vapores contaminen la atmósfera,pero un techo liviano pensado para que se derrumbefácilmente en caso de incendio permitirá, por lo menos,que los vapores se eleven por encima de quienescombaten el incendio (Figura 29).

Los incendios de almacenes de plaguicidas que con-tienen compuestos organofosforados y carbamatos pue-den ser sumamente peligrosos para quienes intentanextinguirlos; éstos no deben situarse nunca a favor delviento con respecto al incendio, y han de utilizar entodos los casos aparatos respiratorios.

Se debe evitar el uso de mangueras antiincendio queechan chorros de agua en fase líquida, ya que éstospueden dispersar el plaguicida, especialmente los pre-parados en polvo, en una vasta superficie. Tambiénhabrá que tener cuidado para impedir que dichas man-gueras se arrastren por el agua contaminada.

FIGURA 29Almacén de plaguicidas en llamas: el techo ligero se ha derrumbado, evitando así una explosión.

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Manual sobre el almacenamiento y el control de existencias de plaguicidas 27

Capítulo 9

Seguridad personaly ropa protectora

FIGURA 30Este almacenero usa, encima de la camisa y los pantalones, unamáscara, una protección para los ojos, guantes y un delantal, a fin deprotegerse de las salpicaduras cuando transfiere de un recipiente aotro un plaguicida concentrado.

suspenden en agua, gránulos o polvos. Los guantes decaucho natural no ofrecen una protección suficientecontra productos como los concentrados emulsionablesy los plaguicidas de volumen muy bajo.

Antes de quitarse los guantes, es necesario enjaguarlospor fuera con agua; además, los guantes se deben lavarpor dentro y por fuera y dejar secar después de cada díade uso. Es necesario examinarlos regularmente paradetectar eventuales señales de desgaste o rasgaduras,especialmente entre los dedos.

CALZADOLas botas de goma altas hasta la pantorrilla brindanprotección contra una vasta gama de productosplaguicidas diluidos. El calzado de cuero no es adecua-do, porque absorbe algunos productos plaguicidas y nose puede descontaminar. Los pantalones deben llevarsefuera de las botas, para impedir que entren en ellaseventuales pérdidas o salpicaduras.

Mientras esté trabajando con los plaguicidas no coma,no beba, no fume. Antes de fumar o comer, láveseenérgicamente las manos y la cara con agua y jabón.Lávese las manos también antes de usar el excusado.Para manipular y trasladar plaguicidas dentro del al-macén es preciso ponerse algún tipo de ropa protectora.En las temperaturas elevadas de los climas tropicaleshúmedos puede resultar incómodo usar ropa adicionalde protección, de modo que lo ideal sería almacenarsolamente aquellos tipos y preparados de plaguicidasque no requieren ropa protectora. Sin embargo, estoprobablemente no será posible en la mayor parte de loscasos.

PROTECCION GENERAL DEL CUERPOLos indumentos que se utilicen deben ser de mangaslargas, y cubrir la parte inferior del cuerpo y las piernas.También se debe usar calzado (botas o zapatos) y algopara cubrirse la cabeza. Muchos tipos de ropa que seusan normalmente en los países tropicales y subtro-picales proporcionan de todos modos una buena protec-ción general del cuerpo, pero la ropa de trabajo debeestar en buen estado de conservación y no tener rasga-duras o partes gastadas por las que los plaguicidaspuedan entrar y contaminar la piel. La ropa de trabajo,incluido el calzado, se debe lavar con agua y jabón uotro detergente después de cada día en que se hayautilizado, y separadamente de otras ropas.

PROTECCION DE LAS MANOSCuando se vierten o transfieren plaguicidas de unrecipiente a otro es necesario ponerse guantes de mate-riales resistentes a los productos químicos (Figura 30).Estos deben adaptarse cómodamente a las manos, y sersuficientemente flexibles como para que quien los usapueda asir firmemente los recipientes de plaguicidas.Además deben ser tan largos como para cubrir por lomenos la muñeca.

Los guantes de caucho nitrilo o de neopreno brindanuna buena protección contra una vasta gama de produc-tos plaguicidas, especialmente los que se disuelven o

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28 Seguridad personal y ropa protectora

PROTECCION DE LOS OJOSSe utilizarán anteojos de protección o máscaras facialespara proteger los ojos de las salpicaduras (Figura 30), ycuando se transfieren productos en polvo. En los climashúmedos y cálidos las máscaras faciales resultan másfrescas; además éstas no se empañan con tanta facilidadcomo los anteojos. Aunque la protección que brindanlas gafas de seguridad es insuficiente, usarlas es mejorque no tener protección alguna. Las máscaras y gafas sehan de lavar después del uso para eliminar toda conta-minación. También se debe disponer de los elementosnecesarios para lavarse los ojos.

PROTECCION CONTRA LA INHALACIONSe debe contar con una reserva suficiente de mascarillaslivianas desechables, que protegen la boca y la narizcuando se manipulan productos en polvo. Estasmascarillas deben desecharse después de ser usadas.También debe haber en el almacén máscaras de vaporo respiradores que cubren la mitad de la cara, concartuchos de vapores orgánicos.

DELANTALES DE PROTECCIONLos delantales son una prenda protectora adicional degran utilidad para los operaciones de carga, la manipu-lación de preparados concentrados y la limpieza de losrecipientes antes de su eliminación. Los delantales omandiles de PVC, caucho nitrilo o neopreno, o bien losdelantales desechables realizados en materiales depolietileno, proporcionan una protección adicional ade-cuada para este tipo de operaciones. El delantal debecubrir la parte delantera del cuerpo, desde el cuellohasta las rodillas. Al igual que el resto de los equipos deprotección, los delantales se deben lavar después deluso e inspeccionar regularmente para cerciorarse deque no estén dañados.

Si el almacén no dispone de prendas de protección, laautoridad nacional responsable del suministro o ladistribución de plaguicidas debe garantizar que se leproporcionen. Se debe pedir a los donantes y a los pro-veedores de plaguicidas que faciliten estos indumentos.

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Anexos

1. EQUIPOS ESENCIALES PARA UN ALMACEN DE PLAGUICIDAS

Revestimiento de polietileno grueso para el suelo (si la superficie de éste no es de hormigónu otro material impermeable)Material de estiba para el suelo (ladrillos, tablones)Paletas de maderaRampas en la entrada para contener pérdidasPuertas de entrada con cerrojo para impedir la entrada de personas no autorizadasRejas en las ventanas y ventiladores, para impedir la entrada de personas no autorizadasRecipiente con material absorbente: arena, aserrín o tierra secaPalaCepillo de mango largo con cerdas durasCepillo de mango corto y cuboSuministro de agua, o recipiente de agua, con jabónSolución detergenteLlaves de horquilla para los tamboresEmbudos metálicosEquipo de extinción de incendios:

extintormanta resistente al fuego

Ropa protectora:casco o gorra de telagafas de seguridad, anteojos o máscara facial (adosada al casco)máscaras contra el polvo o los humos ligerosmáscaras de vapor o respiradores que cubren mitad de la cara para emergencias, concartuchos de vapor orgánicosguantes o manoplas de caucho nitrilo o neoprenopantalones de trabajodelantales de caucho nitrilo o neoprenobotas de goma dura o neopreno

Recipientes vacíos de plaguicidas (preferiblemente tambores de salvamento, que puedancontener la totalidad del producto de un tambor de 200 litros)Bolsas vacías para reenvasar el contenido de los recipientes sumamente dañados o conpérdidasEtiquetas autoadhesivas de advertencia para los tamboresEquipo de primeros auxilios en caso de emergencia:

botiquín de primeros auxilioscamilla y mantaequipo para lavarse los ojos

Hojas de registro de existencias

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2. PROCEDIMIENTOS DE RUTINA EN EL MANEJO DE UN ALMACENDE PLAGUICIDAS

En general1. El almacenero debe ponerse la ropa protectora esencial (pantalones de trabajo ybotas) a su llegada al almacén.

2. Cada día debe efectuarse una rápida inspección de los tambores y recipientes a finde cerciorarse de que no haya habido pérdidas o derrames durante la noche.

3. Las pérdidas o derrames de plaguicidas se deben limpiar inmediatamente utilizandolos métodos descritos en las págs. 19 y 20.

4. Los tambores y recipientes deben ser objeto de una inspección mensual exhaustivaa fin de detectar eventuales pérdidas en las partes selladas, soldaduras partidas o zonascorroídas.

5. Los tambores viejos o que tengan pérdidas se deben eliminar, trasfiriéndose sucontenido a recipientes vacíos. Para ello se debe usar la ropa protectora apropiada yse deben tomar las precauciones descritas en las págs. 27 y 28. Los recipientes quelos sustituyen se deberán sellar y etiquetar nuevamente.

6. La transferencia de productos químicos a nuevos recipientes se deberá indicar enla hoja de registro de existencias.

7. Cada mes se controlarán las fechas indicadas en las etiquetas de los recipientes, ylas existencias con fecha vencida se separarán para su eliminación. Se deberánsustituir todas las etiquetas que estén en malas condiciones.

Cuando llega al almacén un envío de plaguicidas8. Se debe inspeccionar la parte posterior del vehículo de transporte para verificar sihay pérdidas, y los recipientes a fin de constatar que no haya derrames o cierres rotos;ante cualquier pérdida será necesario descontaminar el vehículo. Los productosquímicos contenidos en recipientes con pérdidas o soldaduras partidas se transferirána recipientes vacíos que se hallen en buenas condiciones, después de lo cual sevolverán a etiquetar.

9. Los recipientes de plaguicidas se deben descargar cuidadosamente del vehículo quelos ha entregado. Es necesario examinar la nota de entrega; en una hoja del registrode existencias se preparará una lista de control de los productos químicos que lleganal almacén.

10. Los recipientes de productos químicos que se conservan en el almacén debencolocarse en el suelo sobre material de estiba y apilarse, si es necesario, mediante eluso de paletas de madera.

11. En la lista de existencias del registro debe figurar la localización de los recipientesde productos químicos dentro del almacén.

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Al retirar plaguicidas del almacén para la lucha contra las plagas12. Antes de colocar recipientes de plaguicidas en el vehículo de transporte seránecesario verificar las condiciones de este último. Asimismo habrá que cerciorarse deque no se transporten alimentos en el mismo vehículo.

13. La eliminación de plaguicidas que se hallaban en el almacén se debe registrar enel registro de existencias.

14. Las existencias que se depositen primero en el almacén deben ser también las quesalgan primero.

15. Los recipientes de plaguicidas se deben cargar en el vehículo de transporte conmucho cuidado. Al conductor se le proporcionará una nota de entrega.

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3. DIEZ REGLAS PARA EL ALMACENAMIENTO Y EL MANEJO ADECUADOSDE EXISTENCIAS DE PLAGUICIDAS

1. Los almacenes de plaguicidas no deben estar localizados en zonas urbanasdensamente pobladas o en sus inmediaciones, ni tampoco en las cercanías de masasacuáticas.

2. La capacidad de almacenamiento (superficie total de almacenamiento) debe sersuficiente para almacenar las existencias totales de plaguicidas de que se disponga encualquier momento.

3. Cada almacén debe contar con:• suficientes aberturas de ventilación como para evitar temperaturas innece-

sariamente elevadas;• suelos fabricados o recubiertos con hormigón o cemento impermeable (como

medida temporal los suelos se podrán cubrir con una hoja gruesa y dura depolietileno);

• rampas y entradas para contener cualquier pérdida importante dentro delalmacén;

• puertas que puedan atrancarse y rejas en las ventanas y orificios de ventilación,a fin de impedir la entrada de personas no autorizadas.

4. La superficie del suelo del almacén se debe organizar en bloques separados porpasillos. Lo ideal sería que el contorno de los bloques se pintara en el suelo. Cadabloque debe contener solamente un producto. Debe haber suficiente espacio entre losbloques como para mover libremente los recipientes, permitir su inspección yremediar las pérdidas. Los tambores se deben apilar de manera tal que todos ellospuedan inspeccionarse desde los pasillos que separan a los distintos bloques. Lostambores y bolsas se deben almacenar sobre paletas. El número de recipientes que seapilan unos sobre otros no debe exceder las recomendaciones para el apilado del tipode recipiente en cuestión. Si se forman pilas demasiado altas, esto puede dificultar elacceso a los recipientes y provocar la rotura de los recipientes que se hallan en la partemás baja.

5. Los almacenes de plaguicidas deben contener solamente plaguicidas. Todos losdemás artículos u objetos se deben retirar del almacén.

6. Los plaguicidas con fecha vencida deben mantenerse separados de las existenciasoperacionales.

7. Cada almacén deberá disponer de los siguientes elementos para hacer frente a lassituaciones de emergencia:

• algunas bolsas de aserrín y/o arena para absorber los derrames o pérdidas deplaguicidas;

• un cierto número de recipientes vacíos (preferiblemente tambores de salvataje,a los que pueda trasvasarse todo el contenido de un tambor de 200 litros) ybolsas vacías para reenvasar el contenido de los recipientes sumamente daña-dos o con pérdidas;

• pala y cepillo;• extintor de incendios;

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• equipo protector para que el personal pueda hacer frente a las emergencias(guantes de caucho nitrilo o neopreno, botas de goma, pantalones de trabajo,anteojos, máscaras de vapor o respiradores que cubren la mitad de la cara concartuchos de vapor orgánico);

• suministro de agua corriente, o un recipiente de agua para lavarse las manos yla cara si se contaminan;

• los elementos necesarios para lavarse los ojos.

8. El contenido de los recipientes con pérdidas o sumamente dañados se debe trasvasara recipientes apropiados. Los plaguicidas reenvasados se etiquetarán inmediatamente.Es necesario efectuar inspecciones regulares de los almacenes. Toda pérdida ocontaminación se ha de limpiar inmediatamente.

9. Los almaceneros deben mantener un registro de las existencias que tienen a su cargo,mientras que a nivel central se mantendrá un registro separado de las existenciaspresentes en el país. Los datos registrados incluirán: para los plaguicidas que llegan,fecha de llegada, tipo de preparado, cantidad, tamaño de la unidad, fecha defabricación, proveedor y origen; para los productos que salen, fecha de salida, tipo depreparado, cantidad, tamaño de la unidad y destino. Estos registros se deberánactualizar regularmente.

10. Se debe aplicar sistemáticamente el principio de que «sale primero lo que entróprimero». En otras palabras, hay que terminar siempre las entregas viejas antes deempezar a usar las nuevas.

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Bibliografía

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