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Manual de Buenas Prácticas en el uso y consumo de la energía
en las Bibliotecas del Ayuntamiento de Madrid
Manual de Buenas Prácticas en el uso y
consumo de la energía en las Bibliotecas del
Ayuntamiento de Madrid
Septiembre 2017
Manual de Buenas Prácticas en el uso y consumo de la energía
en las Bibliotecas del Ayuntamiento de Madrid
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ÍNDICE
1. INTRODUCCIÓN .......................................................................... 3
2. OBJETO Y ALCANCE .................................................................... 3
3. BUENAS PRÁCTICAS .................................................................. 3
3.1. ILUMINACIÓN ........................................................................................................ 4
3.2. EQUIPOS OFIMÁTICOS ......................................................................................... 7
3.3. ASCENSORES ........................................................................................................ 8
3.4. CLIMATIZACIÓN .................................................................................................... 8
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1. INTRODUCCIÓN
El Ayuntamiento de Madrid, desde la Dirección General de Sostenibilidad y Control
Ambiental del Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad y la Dirección General de
Bibliotecas, Archivos y Museos del Área de Gobierno de Cultura y Deportes han impulsado y
promovido el uso racional de la energía y la eficiencia energética. Para ello, se ha
impulsado la puesta en marcha de sistemas de gestión de la energía en las bibliotecas
municipales. Para iniciar el proyecto se han seleccionado algunas de las bibliotecas del
Ayuntamiento de Madrid.
2. OBJETO Y ALCANCE
Con este Manual de Buenas Prácticas se pretende dar a conocer las principales pautas
que se pueden llevar a cabo en el uso de las instalaciones de las bibliotecas con el fín de
lograr una reducción en el consumo de la energía.
Este Manual se elabora en el marco de la implantación de un sistema de gestión de la
energía en bibliotecas municipales.
3. BUENAS PRÁCTICAS
En las Bibliotecas incluidas en el ámbito de aplicación de este manual, el mayor consumo
de energía lo constituye principalmente la climatización y la iluminación, con más del 75%
del consumo total.
Hay que indicar que el consumo de energía a lo largo del año es variable en climatización y
constante en iluminación.
Además de estos dos consumos de energía, hay otros consumidores: ordenadores,
fotocopiadoras, ascensores, calderas de agua caliente sanitaria (ACS), etc.
A continuación, en el desarrollo de este apartado, se presentan una serie de actuaciones
de Buenas Prácticas que pueden implantar tanto los trabajadores como los usuarios de las
bibliotecas.
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En los consejos y actuaciones a llevar a cabo, se han tenido en cuenta las posibilidades de
actuación de trabajadores y usuarios en aspectos relacionados con:
3.1. ILUMINACIÓN
La iluminación constituye una parte muy importante en el consumo energético total de las
bibliotecas.
Hoy en día la iluminación ofrece una variedad de medidas que pueden llevarse a cabo con
el objetivo de lograr ahorros importantes en el consumo de energía.
Las medidas pueden ser:
Sin embargo, es importante recordar que el aprovechamiento de la luz solar permite
reducir el consumo de energía en iluminación.
El uso de luminarias de alto rendimiento, que incorporen equipos de bajo consumo y
lámparas de alta relación lumen/vatio, o el uso de sistemas de regulación y control
adecuados a las necesidades de las zonas que se iluminan.
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En cuanto al tipo de lámpara para iluminación interior:
Cuando una zona necesita un mayor nivel de iluminación o el periodo de iluminación sea
largo, es recomendable sustituir las lámparas incandescentes por lámparas fluorescentes
compactas con equipo incorporado. Este tipo de lámparas consumen alrededor de un 80%
menos de electricidad que las lámparas incandescentes. Además, duran hasta 12 veces
más y al tener que ser sustituidas con menor frecuencia, los costes de mantenimiento son
menores.
Si el tiempo que van a estar apagadas las lámparas fluorescentes es inferior a 20 o 30
minutos, interesa mantenerlas encendidas, por ser superior el ahorro que se consigue por
la mayor duración de las lámparas que el costo de energía consumida en dicho período.
Se recomienda la sustitución de lámparas halógenas convencionales (potencia de 50 W) y
sus transformadores electromagnéticos (potencia de 10 W) por otras de alta eficacia
(potencia de 35 W) y transformadores electrónicos (0 W).
Se recomienda utilizar lámparas de vapor de sodio de alta presión en vez de las de vapor
de mercurio de alta presión, porque tienen una mayor eficacia luminosa (lumen/vatio).
La suciedad en lámparas, difusores y luminarias reduce el flujo de luz emitido, siendo
necesario el encendido de más puntos de luz con el consiguiente aumento del consumo de
energía.
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La limpieza de los cristales de las ventanas y de paredes y techos permite un mayor
aprovechamiento de la luz natural, con el consiguiente ahorro en energía.
Se recomienda no encender ni apagar constantemente las zonas donde estén instalados
tubos fluorescentes, ya que el encendido es el momento de mayor consumo y además
reduce la vida útil de la lámpara.
Hay que tener en cuenta que el flujo luminoso de las lámparas es diferente de unas a otras
y que además disminuye con el tiempo. Es importante seguir los consejos del fabricante y
sustituirlas una vez finalizado el tiempo de vida útil, porque la emisión luminosa es baja y
el consumo energético alto.
“Frente a una bombilla convencional de 100 W, una bombilla equivalente de bajo consumo
(20 W) evita, a lo largo de su vida útil, la emisión a la atmósfera de casi media tonelada de
C02, supone un ahorro de energía de 640 kWh y de 72 € en la factura eléctrica”. (FUENTE:
IDAE).
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3.2. EQUIPOS OFIMÁTICOS
El consumo de energía debido al uso de los ordenadores es elevado dado el número de
equipos de este tipo que normalmente existen en los centros y también debido a que
permanecen encendidos muchas horas al día.
Si es posible, se utilizarán ordenadores con etiqueta “energy star” u otras etiquetas de este
tipo. Este tipo de etiquetas identifican a los equipos ofimáticos que son energéticamente
eficientes.
Apagar el ordenador cuando no se esté trabajando con él en periodos superiores a una
hora. Cuando los equipos no vayan a ser utilizados en períodos largos de tiempo, se
recomienda la desconexión total de la corriente eléctrica.
Si es posible, utiliza monitores con etiqueta “energy star” u otras etiquetas de este tipo, ya
que el consumo de energía en modo “Sleep” es muy bajo.
Los salvapantallas con fondo negro consumen menos energía.
Las impresoras y fotocopiadoras tienen la posibilidad de activar el modo "ahorro de
energía", "ahorro de energía", “Sleep” o “Stand by”.
Se recomienda apagar las impresoras y fotocopiadoras si no están en uso.
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3.3. ASCENSORES
El mayor consumo de energía en los ascensores tiene lugar durante el arranque, además,
en la mayoría de los ascensores la iluminación interior permanece encendida las 24 horas
al día y los 365 días al año. Todo ello supone un gasto de energía que puede reducirse con
la instalación de sistemas de iluminación de bajo consumo y sistemas de apagado
automático, sin olvidar la aplicación de prácticas eficientes en el uso de los ascensores.
3.4. CLIMATIZACIÓN
La climatización, junto con la iluminación, constituye el mayor consumo de energía en las
bibliotecas.
Para reducir el consumo de energía en climatización se pueden llevar a cabo distintas
actuaciones:
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Durante las horas soleadas, subir las persianas para aprovechar el calor del Sol. Durante la
tarde-noche, en cambio, si se mantienen cerradas se conserva el calor en el interior.
Las cortinas en las ventanas evitan la pérdida de calor.
Los radiadores de la calefacción no estarán cubiertos por obstáculos que dificulten la
transmisión del calor y estarán apagados si las salas están vacías. Hay que tener en cuenta
que el radiador eléctrico es el sistema menos eficiente de calefacción.
Hay que tener en cuenta que el nivel recomendado se sitúa entre los 20 ºC y 22 ºC en
función del tipo de actividad que se desempeñe.
Además de estas recomendaciones, en ocasiones es necesario realizar modificaciones en
las instalaciones, llevando asociados mayores costes:
Sustitución de equipos por otros con energéticamente más eficientes. Por ejemplo, el
rendimiento energético de una caldera de gas es mayor que el de una caldera de gasóleo.
Además, si consideramos la tecnología, las calderas de condensación o de baja
temperatura aprovechan más calor del combustible que las calderas convencionales,
logrando rendimientos energéticos más elevados.
Correcto mantenimiento. Para que las instalaciones de climatización funcionen
correctamente y con menores consumos energéticos es importante realizar un correcto
mantenimiento.
Sustitución de equipos por otros energéticamente más eficientes.
Los termostatos de aire acondicionado para refrigeración estarán ajustados en unos 25º C.
Buenas
prácticas en el
uso de
instalaciones
Modificación
de las
instalaciones
Correcto
mantenimiento
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“Una temperatura de 20º es suficiente para mantener el confort en una vivienda en
invierno. Por cada grado que aumentamos la temperatura, se incrementa el consumo de
energía en aproximadamente un 7%. La temperatura ideal en los dormitorios puede ser,
entre 3 y 5º C inferior, al resto de la vivienda”. Fuente: IDAE.