manifiesto de córdoba,argentina, 1918

4
Primavera de 1997 año 3 Nº9 ENCUENTRO XXI 10 HOMBRES de una república libre, aca- bamos de romperla últimacadenaque, en ple- no sigloXX,nosatabaa la antiguadominación monárquicay monástica. Hemosresuelto lla- mar a todas las cosas por el nombre que tie- nen. Córdoba se redime. Desde hoy conta- mos para el país una vergüenza menos y una libertadmás. Los doloresque quedanson las libertadesquefaltan. Creemosno equivocar- nos,lasresonanciasdelcorazónnosloadvier- ten-, estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana. La rebeldíaestalla ahora en Córdoba y es violentaporqueaquílos tiranosse habían ensoberbecidoy eranecesarioborrarparasiem- preel recuerdode los contrarrevolucionarios de Mayo. Lasuniversidadeshansidohastaaquí elrefugioseculardelosmediocres,larentade losignorantes,lahospitalizaciónseguradelos inválidosy -loqueespeoraún-ellugarendon- detodaslasformasdetiranizary deinsensibi- lizarhallaronla cátedraquelasdictara. Las universidadeshanllegadoa serasíelreflejode estas sociedades decadentes, que se empeñan enofrecereltristeespectáculodeunainmovi- lidadsenil. Poresoesquelacienciafrentea estascasasmudasy cerradas,pasasilenciosao entramutiladay grotescaalservicioburocráti- co. Cuandoen un raptofugazabresuspuertas a los altos espíritus es paraarrepentirseluegoy hacerlesimposiblelavidaensurecinto. Poreso es que, dentrode semejanteré- gimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizarla enseñanza,y el ensanchamien- tovitaldelosorganismosuniversitariosnoes elfrutodeldesarrolloorgánico,sinoelaliento delaperiodicidadrevolucionaria. Nuestro régimen universitario-aún el másreciente-es anacrónico. Estáfundadoso- breuna especiede derechodivino:el derecho divinodelprofesoradouniversitario. Secreaa sí mismo. En él nace y en él muere. Mantiene un alejamientoolímpico. La FederaciónUni- versitariade Córdobase alzaparalucharcon- traesterégimeny entiendequeenellolevala vida. Reclama un gobiernoestrictamentede- mocráticoy sostienequeel demos universita- rio,lasoberanía,elderechodedarseelgobier- no propio radica principalmenteen los estu- diantes.El conceptode autoridadquecorres- ponde y acompaña a un director o a un maes- troenunhogardeestudiantesuniversítariosno puedeapoyarseen la fuerzade disciplinasex- trañasa lasustanciamismadelosestudios. La autoridad, en un hogar de estudiantes, no se ejercitamandando,sino sugiriendoy amando: enseñando. Si no existeunavinculaciónespiritual entreel queenseñay el queaprende,toda en- señanzaeshostily deconsiguienteinfecunda. Toda la educación es una larga obra de amor a los que aprenden. Fundar la garantía de una Manifiesto de Córdoba Argentina, 1918 LA JUVENTUD ARGENTINA DE CÓRDOBA A LOS HOMBRES LIBRES DE SUDAMÉRICA

Upload: nacho-ponce-lopez

Post on 19-Jun-2015

1.192 views

Category:

Documents


4 download

DESCRIPTION

Este es documento cumple un doble rol en la historia de latinoamerica: por un lado, es una fuente historica de valor incalculable por su implicancia que tuvo en el largo proceso de reforma universitaria que se dio en los ´20 y en los ´60 en el continente; por otro, constituye en un elemento de enseñanza historica para el movimiento universitario del presente.

TRANSCRIPT

Page 1: Manifiesto de Córdoba,Argentina, 1918

Primavera de 1997 año 3 Nº9 ENCUENTRO XXI10

HOMBRES de una república libre, aca-bamos de romper la última cadena que, en ple-no siglo XX, nos ataba a la antigua dominaciónmonárquica y monástica. Hemos resuelto lla-mar a todas las cosas por el nombre que tie-nen. Córdoba se redime. Desde hoy conta-mos para el país una vergüenza menos y unalibertad más. Los dolores que quedan son laslibertades que faltan. Creemos no equivocar-nos, las resonancias del corazón nos lo advier-ten-, estamos pisando sobre una revolución,estamos viviendo una hora americana.

La rebeldía estalla ahora en Córdoba yes violenta porque aquí los tiranos se habíanensoberbecido y era necesario borrar para siem-pre el recuerdo de los contrarrevolucionariosde Mayo. Las universidades han sido hasta aquíel refugio secular de los mediocres, la renta delos ignorantes, la hospitalización segura de losinválidos y -lo que es peor aún- el lugar en don-de todas las formas de tiranizar y de insensibi-lizar hallaron la cátedra que las dictara. Lasuniversidades han llegado a ser así el reflejo deestas sociedades decadentes, que se empeñanen ofrecer el triste espectáculo de una inmovi-lidad senil. Por eso es que la ciencia frente aestas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa oentra mutilada y grotesca al servicio burocráti-co. Cuando en un rapto fugaz abre sus puertasa los altos espíritus es para arrepentirse luego yhacerles imposible la vida en su recinto.

Por eso es que, dentro de semejante ré-gimen, las fuerzas naturales llevan amediocrizar la enseñanza, y el ensanchamien-to vital de los organismos universitarios no esel fruto del desarrollo orgánico, sino el alientode la periodicidad revolucionaria.

Nuestro régimen universitario -aún elmás reciente- es anacrónico. Está fundado so-bre una especie de derecho divino: el derechodivino del profesorado universitario. Se crea así mismo. En él nace y en él muere. Mantieneun alejamiento olímpico. La Federación Uni-versitaria de Córdoba se alza para luchar con-tra este régimen y entiende que en ello le va lavida. Reclama un gobierno estrictamente de-mocrático y sostiene que el demos universita-rio, la soberanía, el derecho de darse el gobier-no propio radica principalmente en los estu-diantes. El concepto de autoridad que corres-ponde y acompaña a un director o a un maes-tro en un hogar de estudiantes universítarios nopuede apoyarse en la fuerza de disciplinas ex-trañas a la sustancia misma de los estudios. Laautoridad, en un hogar de estudiantes, no seejercita mandando, sino sugiriendo y amando:enseñando.

Si no existe una vinculación espiritualentre el que enseña y el que aprende, toda en-señanza es hostil y de consiguiente infecunda.Toda la educación es una larga obra de amor alos que aprenden. Fundar la garantía de una

Manifiesto de CórdobaArgentina, 1918

LA JUVENTUD ARGENTINA DE CÓRDOBA A LOS HOMBRES LIBRES DE SUDAMÉRICA

ENCUENTRO XXI 24/10/97, 3:23 PM10

Page 2: Manifiesto de Córdoba,Argentina, 1918

11ENCUENTRO XXI Primavera de 1997 año 3 Nº9

IZQUIERDA Y UNIVERSIDAD

paz fecunda en el artículo conminatorio de unreglamento o de un estatuto es, en todo caso,amparar un régimen cuartelario, pero no unalabor de ciencia. Mantener la actual relaciónde gobernantes a gobernados es agitar el fer-mento de futuros trastornos. Las almas de losjóvenes deben ser movidas por fuerzas espiri-tuales. Los gastados resortes de la autoridad queemana de la fuerza no se avienen con los quereclaman el sentimiento y el concepto moder-no de las universidades. El chasquido del láti-go sólo puede rubricar el silencio de los incons-cientes o de los cobardes. La única actitud si-lenciosa, que cabe en un instituto de ciencia esla del que escucha una verdad o la del que ex-perimenta para crearla o comprobarla.

Por eso queremos arrancar de raíz en elorganismo universitario el arcaico y bárbaroconcepto de autoridad que en estas casas deestudio es un baluarte de absurda tiranía y sólosirve para proteger criminalmente la falsa dig-nidad y la falsa competencia. Ahora adverti-mos que la reciente reforma, sinceramente li-beral, aportada a la Universidad de Córdobapor el doctor José Nicolás Matienzo, sólo havenido a probar que el mal era más afligentede lo que imaginábamos y que los antiguos pri-vilegios disimulaban un estado de avanzadadescomposición. La reforma Matienzo no hainaugurado una democracia universitaria, hasancionado el predominio de una casta de pro-fesores. Los intereses creados en torno de losmediocres han encontrado en ella un inespe-rado apoyo. Se nos acusa ahora de insurrectosen nombre de un orden que no discutimos, peroque nada tiene que hacer con nosotros. Si elloes así, si en nombre del orden se nos quiereseguir burlando y embruteciendo, proclamamosbien alto el derecho sagrado a la insurrección.Entonces la única puerta que nos queda abier-ta a la esperanza es el destino heroico de lajuventud. El sacrificio es nuestro mejor estí-mulo; la redención espiritual de las juventudes

americanas nuestra única recompensa, puessabemos que nuestras verdades lo son -y dolo-rosas- de todo el continente. ¿Que en nuestropaís una ley -se dice- la ley de Avellaneda, seopone a nuestros anhelos? Pues a reformar laley, que nuestra salud moral lo está exigiendo.

La juventud vive siempre en trance deheroísmo. Es desinteresada, es pura. No hatenido tiempo aún de contaminarse. No seequivoca nunca en la elección de sus propiosmaestros. Ante los jóvenes no se hace méritosadulando o comprando. Hay que dejar queellos mismos elijan sus maestros y directores,seguros de que el acierto ha de coronar susdeterminaciones.

En adelante, sólo podrán ser maestros enla futura república universitaria los verdaderosconstructores de almas, los creadores de ver-dad, de belleza y de bien.

La juventud universitaria de Córdobacree que ha llegado la hora de plantear estegrave problema a la consideración del país yde sus hombres representativos.

Los sucesos acaecidos recientemente enla Universidad de Córdoba, con motivo de laelección rectoral, aclaran singularmente nues-tra razón en la manera de apreciar el conflictouniversitario. La federación universitaria deCórdoba cree que debe hacer conocer al país ya América las circunstancias de orden moral yjurídico que invalidan el acto electoral verifica-do el 15 de junio. Al confesar los ideales y prin-cipios que mueven a la juventud en esta horaúnica de su vida, quiere referir los aspectos lo-cales del conflicto y levantar bien alta la llamaque está quemando el viejo reducto de la opre-sión clerical. En la Universidad Nacional deCórdoba y en esta ciudad no se han presencia-do desórdenes; se ha contemplado y se contem-pla el nacimiento de una verdadera revoluciónque ha de agrupar bien pronto bajo su banderaa todos los hombres libres del continente. Refe-

ENCUENTRO XXI 24/10/97, 3:23 PM11

Page 3: Manifiesto de Córdoba,Argentina, 1918

Primavera de 1997 año 3 Nº9 ENCUENTRO XXI12

MANIFIESTO DE CORDOBA

riremos los sucesos para que se vea cuánta ra-zón nos asistía y cuánta vergüenza nos sacó a lacara la cobardía y la perfidia de los reacciona-rios. Los actos de violencia, de los cuales nosresponsabilizamos íntegramente, se cumplíancomo en el ejercicio de puras ideas. Volteamoslo que representaba un alzamiento anacrónicoy lo hicimos para poder levantar siquiera el co-razón sobre esas ruinas. Aquéllos representantambién la medida de nuestra indignación enpresencia de la miseria moral, de la simulacióny del engaño artero que pretendía filtrarse conlas apariencias de la legalidad. El sentido moralestaba oscurecido en las clases dirigentes porun fariseísmo tradicional y por una pavorosa in-digencia de ideales.

El espectáculo que ofrecía la asambleauniversitaria era repugnante. Grupos amoralesdeseosos de captarse la buena voluntad del fu-turo rector exploraban los contornos en el pri-mer escrutinio, para inclinarse luego al bandoque parecía asegurar el triunfo, sin recordar laadhesión públicamente empeñada, el compro-miso de honor contraído por los intereses de laUniversidad. Otros -los más- en nombre delsentimiento religioso y bajo la advocación dela Compañía de jesús, exhortaban a la traicióny al pronunciamiento subalterno. (¡Curiosa re-ligión que enseña a menospreciar el honor y adeprimir la personalidad!: ¡religión para venci-dos o para esclavos!). Se había obtenido unareforma liberal mediante el sacrificio heroicode una juventud. Se creía haber conquistadouna garantía y de la garantía se apoderaban losúnicos enemigos de la reforma. En la sombralos jesuitas habían preparado el triunfo de unaprofunda inmoralidad. Consentirla habría com-portado otra traición. A la burla respondimoscon la revolución. La mayor expresaba la sumade la regresión, de la ignorancia y del vicio.Entonces dimos la única lección que cumplíay espantamos para siempre la amenaza deldominio clerical.

La sanción moral es nuestra. El derechotambién. Aquéllos pudieron obtener la sanciónjurídica, empotrarse en la ley. No se lo permi-timos. Antes de que la iniquidad fuera un actojurídico irrevocable y completo, nos apodera-mos del salón de actos y arrojamos a la cana-lla, sólo entonces amedrentada, a la vera delos claustros. Que esto es cierto, lo patentizael hecho de haber, a continuación, sesionadoen el propio salón de actos la federación uni-versitaria y de haber fírmado mil estudiantes,sobre el mismo pupitre rectoral, la declaraciónde huelga indefinida.

En efecto, los estatutos reformados dis-ponen que la elección de rector terminará enuna sola sesión, proclamándose inmediatamen-te el resultado, previa lectura de cada una delas boletas y aprobación del acta respectiva.Afirmamos sin temor de ser rectificados, quelas boletas no fueron leídas, que el acta no fueaprobada, que el rector no fue proclamado yque, por consiguiente, para la ley, aún no exis-te rector de esta Universidad.

La juventud universitaria de Córdoba afir-ma que jamás hizo cuestión de nombres ni deempleos. Se levantó contra un régimen admi-nistrativo, contra un método docente, contraun concepto de autoridad. Las funciones pú-blicas se ejercitaban en beneficio de determi-nadas camarillas. No se reformaban ni planesni reglamentos por temor de que alguien en loscambios pudiera perder su empleo. La consig-na de “hoy para ti, mañana para mí” corría deboca en boca y asumía la prominencia de esta-tuto universitario. Los métodos docentes esta-ban viciados de un estrecho dogmatismo, con-tribuyendo a mantener a la Universidad apar-tada de la ciencia y de las disciplinas moder-nas. Las lecciones, encerradas en la repeticióninterminable de viejos textos, amparaban elespíritu de rutina y de sumisión. Los cuerposuniversitarios, celosos guardianes de los dog-

ENCUENTRO XXI 24/10/97, 3:23 PM12

Page 4: Manifiesto de Córdoba,Argentina, 1918

13ENCUENTRO XXI Primavera de 1997 año 3 Nº9

IZQUIERDA Y UNIVERSIDAD

mas, trataban de mantener en clausura a la ju-ventud, creyendo que la conspiración del si-lencio puede ser ejercitada en contra de la cien-cia. Fue entonces cuando la oscura universi-dad mediterránea cerró sus puertas a Ferri, aFerrero, a Palacios y a tantos otros, ante el te-mor de que fuera perturbada su plácida igno-rancia. Hicimos entonces una santa revolucióny el régimen cayó a nuestros golpes.

Creímos honradamente que nuestro es-fuerzo había creado algo nuevo, que por lomenos la elevación de nuestros ideales mere-cía algún respeto. Asombrados, contemplamosentonces cómo se coaligaban para arrebatarnuestra conquista los más crudos reaccionarios.

No podemos dejar librada nuestra suer-te a la tiranía de una secta religiosa, ni al juegode intereses egoístas. A ellos se nos quiere sa-crificar. El que se titula rector de la Universi-dad de San Carlos ha dicho su primera pala-bra: “Prefiero antes de renunciar que quede eltendal de cadáveres de los estudiantes”. Pala-bras llenas de piedad y de amor, de respetoreverencioso a la disciplina; palabras dignas deljefe de una casa de altos estudios. No invocaideales ni propósitos de acción cultural. Se sien-

te custodiado por la fuerza y se alza soberbio yamenazador. ¡Armoniosa lección que acaba dedar a la juventud el primer ciudadano de unademocracia universitaria! Recojamos la lec-ción, compañeros de toda América; acaso ten-ga el sentido de un presagio glorioso, la virtuda un llamamiento a la lucha suprema por lalibertad; ella nos demuestra el verdadero ca-rácter de la autoridad universitaria, tiránica yobcecada, que ve en cada petición un agravioy en cada pensamiento una semilla de rebe-lión.

La juventud ya no pide. Exige que se lereconozca el derecho a exteriorizar ese pen-samiento propio en los cuerpos universitariospor medio de sus representantes. Está cansadade soportar a los tiranos.

Si ha sido capaz de realizar una revolu-ción en las consciencias, no puededesconocérseles la capacidad de intervenir enel gobierno de su propia casa.

La juventud universitaria de Córdoba,por intermedio de su federación, saluda a loscompañeros de la América toda y les incita acolaborar en la obra de libertad que se inicia.

Dardo de Cúneo: “La Reforma Universitaria (1918-1930)”. Biblioteca Ayacucho. Caracas – Ve-nezuela. 1978..págs. 3-7

ENCUENTRO XXI 24/10/97, 3:23 PM13