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La conservación del suelo es la utilización de medidas de protección y mejoramiento, de tal manera que se controle la erosión y se mejore la fertilidad del suelo. Para conservar y mejorar el suelo se deben considerar 4 aspectos:

1) Proteger la superficie del suelo; para evitar el arrastre del agua es necesario proteger con covertura vegetal porque facilita la infiltración y mantiene la humedad.

2) Reducir el largo de la pendiente; disminuye la velocidad de escorrentía (de agua y partículas), ayudando a facilitar la penetración del agua en el suelo.

3) Reducir la inclinación de la pendiente; se evita la escorrentía superficial y aumenta la infiltración, generalmente con terrazas y zanjas en curvas de nivel.

4) Incorporación de materia orgánica; mejora la fertilidad de suelo al incorporar compost, lo que favorece la penetración y retención del agua.

El tipo de terraza a utilizar se determina por la pendiente del terreno:

Terraza de base ancha – se usa con pendiente 4 – 8 %

Terraza de base mediana – se usa con pendiente 12 – 16 %

Terraza de base estrecha – se usa con pendiente 18 – 30 %

ZANJAS DE INFILTRACIÓN Las zanjas de infiltración son pequeños canales de forma rectangular que reducen la velocidad del agua que proviene de las partes altas. La finalidad de estas zanjas es captar y acumular el agua para que la puedan aprovechar las raíces de las plantas. En suelos arcillosos; se recomienda una pendiente de 1 a 2% para retirar el exceso del agua, además sirve como zanja de desviación. En suelos arenosos; es posible mantener una pendiente de 0% porque infiltra fácilmente el agua. Se debe tomar en cuenta la precipitación en la zona, si llueve mucho se realizan zanjas de desviación; si llueve poco, se construyen zanjas de infiltración.

MANEJO Y CONSERVACIÓN DEL SUELO

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Construcción de la zanja:

Realizar el trazado en curvas de nivel utilizando el nivel “A”.

Es recomendable realizar en terrenos sin arar para la exactitud del trazado.

La apertura de la zanja debe tener la forma de una batea para garantizar la infiltración en el suelo.

Las dimensiones de la zanja pueden ser: parte superior de un ancho de 50 cm, el fondo de 40 cm y el alto de 40cm.

Para el almacenamiento y filtración del agua, se realizan diques de contención a lo largo de la zanja a cada 5 m.

Para proteger el talúd de la zanja se recomienda sembrar pasto con fines forrajeros para dar mayor protección.

Ventajas:

Existe mayor infiltración de agua en el suelo y evita la escorrentía superficial.

No se requiere mucha mano de obra.

Mejora la cosecha producida en las terrazas.

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Cuidados en la zanja de infiltración:

Se debe evitar la destrucción de la zanja por los animales.

Estas prácticas requieren de mantenimiento cada vez que se llene con tierra.

No se puede usar en suelos superficiales, es decir, en suelos delgados, porque pueden saturarse aún con bajas precipitaciones.

TERRAZAS DE FORMACIÓN LENTA

Son estructuras que pueden derivar de las zanjas preventivamente excavadas en un predio. Permiten aprovechar mejor la tierra, evitar la pérdida de suelo lográndose un mayor aprovechamiento del agua en el suelo. Estas terrazas se forman en un periodo de 3-5 años. La distancia entre las terrazas depende de la pendiente, tipo de suelo, precipitación y la clase de cultivo. Las terrazas de formación lenta se deben construir en terrenos de pendiente moderada. Pasos para la construcción:

Observar la topografía del terreno o parcela.

Ubicarse en el centro del terreno y empezar el trazado.

La tierra excavada se debe colocar en la parte superior para formar un camellón.

Permitir una inclinación de 1% en el terreno para la evacuación de los excesos del agua.

Apisonar y sembrar con gramíneas forrajeras para estabilizar el talud del camellón.

Plantar árboles frutales o arbustos nativos en los linderos que protejan los cultivos realizados entre las zanjas.

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Ventajas:

Mejora la fertilidad del suelo.

Controla la erosión y favorece la retención de la humedad.

Mejora el aprovechamiento del material vegetal.

Permite optimizar el uso del agua y aumenta la producción.

No requiere de mucha mano de obra.

Esta práctica se puede utilizar en todo tipo de suelo y clima. La práctica nos demuestra que es ideal la combinación de terrazas de formación lenta con zanjas de infiltración en contorno. En el muro de la terraza se utiliza materiales de la zona (piedras, ramas, champas, arbustos de porte bajo) siguiendo las curvas de nivel. Cuando se realiza una combinación con terrazas de piedra, es importante hacer una buena cimentación cuyo ancho aproximado de 30 a 50 cm y la altura de muro no debe exceder de 1,30 m.

Terrazas con talud de piedra, madera o ramas.

Son muros o barreras de piedra que se construyen transversalmente a la máxima pendiente del terreno y están dispuestas a lo largo de las curvas de nivel. El objetivo es interceptar el agua de escorrentía que proviene de la ladera. También se les llama terrazas de banco o terrazas de absorción. Pasos para su construcción:

Se debe hacer un reconocimiento del terreno y verificar la profundidad del suelo (mínimo 30 cm).

Determinar el ancho de la terraza y las dimensiones del ancho del cimiento.

El ancho de la terraza debe ser lo más largo posible, y dependerá del tipo de suelo y el esfuerzo del agricultor.

Se excava un canal para el cimiento apartando la tierra fértil.

Sobre el canal se van pircando las piedras más grandes abajo y las más pequeñas arriba. En el acaso de utilizar ramas se entierran estacas a 1 metro de distancia siguiendo la curva de nivel, posteriormente éstas estacas servirán de sostén para colocar ramas y maderas que formarán el talud de la terraza.

Cuando se termina la construcción se nivela la plataforma y se hecha la tierra fértil extraída.

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Ventajas:

En el talud de las terrazas se puede aprovechar la siembra de pastos o cualquier otra planta.

Se aprovecha mejor en terrenos pedregosos.

Controla totalmente la erosión, reduce la velocidad del agua y favorece su retención.

Cuando se construye bien puede mantenerse por muchos años.

Se puede combinar con medidas agronómicas; siembras en contorno, barreras vivas, rotación de cultivos, aplicación de abonos verdes, y otros.

La nivelación de los bordes facilita a que el agua de lluvia se infiltre totalmente y se distribuya en forma uniforme.

Cuidados que se deben tomar en cuenta:

No se recomienda la construcción en terrenos bastante erosionados.

Se debe tener cuidado de no construir en laderas con pendiente muy inclinadas (mayor a 40%) porque reduce el área cultivable.

La altura del talud no deberá ser mayor a 1,30 m. porque afectaría su estabilidad. El ancho de la terraza y la altura del talud, están determinados por la pendiente del terreno ( máximo 40% de inclinación), profundidad de suelo (mayor a 30 cm) y la disponibilidad de material de construcción.

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Control de cárcavas. Dadas las condiciones de pendiente y el largo de éstas, el agua va excavando surcos que van profundizando y evolucionando hasta formar zanjas mayores y más profundas. La práctica consiste en construir diques o tacos, pequeñas barreras u obstáculos en forma transversal a la cárcava, a fin de disminuir la velocidad del agua de escorrentía y evitar su crecimiento en profundidad y anchura. El material a usarse en la contrucción de diques está en función de la disponibilidad de material en el lugar (piedras, tierra arcillosa, champas, ramas, palos, etc.) Para resolver en forma completa este problema es necesario implementar una serie de prácticas en forma integral. Por ejemplo, se puede combinar este tipo de obra con el establecimiento de plantas nativas de fuerte enrraizamiento. ¿Cómo se originan las cárcavas?:

Se produce cuando se concentra el agua de lluvia en las depresiones naturales.

El exagerado volumen de agua en los canales, provoca el desbordamiento y la ruptura del canal.

Cuando existe un descuido y la falta de protección en los cursos de agua.

En terrenos de pendiente fuerte, que se encuentran desprotegidos de cobertura vegetal, produciéndose arrastre de suelo por acción de la rápida escorrentía del agua. En algunos casos también se producen por acción del viento.

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Causas que originan la formación de cárcavas.

Mal manejo del suelo y del agua.

Falta de vegetación sobre el suelo.

Mala orientación de los surcos en las zonas de pendiente. Protección de cultivos con barreras vivas. Son hileras de plantas perennes y de crecimiento denso, sembradas perpendicularmente a la pendiente (curvas a nivel). Las plantas se siembran una cerca de otra para formar una barrera continua. Los beneficios que se logra con esta práctica es la regulación de microclima, protege a los cultivos, impiden que el flujo del agua adquiera una velocidad erosiva, mejora las condiciones de fertilidad y la humedad del suelo. Las barreras así construidas forman de modo natural terrazas en el relieve de las laderas. Con esta práctica se favorece la infiltración del agua en el suelo, reduciendo la escorrentía superficial y la pérdida de nutrientes. Ventajas:

Las plantas ayudan a formar terrazas y aumentan la biomasa mediante el trasplante y siembra de especies.

Las hojas y ramas que caen al suelo se descomponen, sirven de materia orgánica y forman un colchón o esponja favoreciendo una mayor retención del agua en el suelo.

Las especies recomendadas para el establecimiento de barreras vivas son aquellas plantas de crecimiento arbustivo y que generen un ambiente favorable al control de plagas. Se debe evitar la plantación de eucalipto y el pino.