maldito amor.pdf

5
Ya no había vuelta atrás, aquel asunto no era precisamente de esos en los que puedes decidir si salirte o no, sin embargo lo que experimentó a continuación fue una catarata de colores chillones con bananas flotando en la corriente, siguiendo la dirección de los colores, cayó por el abismo y aterrizó dentro de un agujero de color amarillo, cuando llegó al fondo se dio cuenta de que todo el tiempo hubo detrás de ella un hombre con aspecto deplorable, cabellos rubios rizados hechos un asco, desgreñados y con rastro de alguna vez haber sido cuidado, un pantalón negro destrozado y una camisa inexistente, en las comisuras de los codos y en los pies había una gran cantidad de puntos causados por las constantes inyecciones de heroína, al verlo salió corriendo a abrazarlo, pues la distancia entre ambos se había multiplicado absurdamente, cuando iba a mitad de camino, todo desapareció. Diablos Dijo una voz en tono de decepción. Solo pruebas esto por primera vez y casi te mueres, realmente me sorprendes.

Upload: mario-daniel-ojeda-cuello

Post on 25-Jul-2015

1.417 views

Category:

Documents


1 download

TRANSCRIPT

Ya no había vuelta atrás, aquel asunto no era precisamente

de esos en los que puedes decidir si salirte o no, sin embargo

lo que experimentó a continuación fue una catarata de

colores chillones con bananas flotando en la corriente,

siguiendo la dirección de los colores, cayó por el abismo y

aterrizó dentro de un agujero de color amarillo, cuando llegó

al fondo se dio cuenta de que todo el tiempo hubo detrás de

ella un hombre con aspecto deplorable, cabellos rubios rizados

hechos un asco, desgreñados y con rastro de alguna vez haber

sido cuidado, un pantalón negro destrozado y una camisa

inexistente, en las comisuras de los codos y en los pies había

una gran cantidad de puntos causados por las constantes

inyecciones de heroína, al verlo salió corriendo a abrazarlo,

pues la distancia entre ambos se había multiplicado

absurdamente, cuando iba a mitad de camino, todo

desapareció.

–Diablos –Dijo una voz en tono de decepción–. Solo pruebas

esto por primera vez y casi te mueres, realmente me

sorprendes.

En ese momento se dio cuenta de que se encontraba en la

realidad, en la cual era una mujer agonizando por culpa de

una droga alucinógena, una vez se recuperó de la conmoción

que acababa de sufrir, miró a su interlocutor, quien resultó

ser el hombre de su fantasía.

–Te necesito, así que si esta es la única forma en que puedo

tenerte, me moriré contigo.

–Eres muy estúpida, no quiero tenerte conmigo, esto es algo

que solo yo deseo, así que no intentes alejarme de ello ni

darte más importancia.

–Te amo, ¿Eso no te importa?

–¿De veras quieres que te responda?

–Eres un maldito, si sabes lo que siento por ti, ¿Por qué no

haces algo al respecto?

–Debí dejarte morir hace un minuto, así no estaría

soportándote ahora.

–Maldito amor, ¿Por qué te haces esto? ¿Por qué la droga?,

hay muchas otras adicciones, podías escoger el sexo, pero

¿Por qué algo que no puedo manejar?

–Porque me da la gana, además, el sexo termina en algún

momento y no sucede todo el tiempo, esto es el cielo, puedo

ver a los ángeles si quiero y cuando quiera.

–Si esto se pone de este tamaño, seguiré con mi intento, pero

no creo que sea gran idea la heroína, creo que intentaré con

algún opioide.

–Haz lo que te de la puta gana, me da igual lo que hagas,

dejaste de importarme en el momento en que mataste todo

aquello que me mantenía con vida.

-¡Yo no la maté! ¡Sabes que fue un accidente! ¿Crees que

mataría a mi propia hermana?, si dejaras de culparme y de

culparte tal vez no estaríamos en esta situación, supera todo

eso y ven conmigo a vivir una vida normal.

–Así no soy yo, no me pidas eso, puedo verla cada vez que

me inyecto, hablo con ella todo el tiempo, sigue tan hermosa

como siempre, discúlpame, pero debo verla en unos minutos o

se enojará.

–¡Estás loco! Está muerta, no hay nada que puedas hacer,

déjalo ya.

–Lo siento, no quiero, la quiero para mí, y si te quieres

interponer, te mataré.

–Eres un desgraciado, haz causado desgracia a una familia

feliz, si nunca hubieses llegado a nuestras vidas nunca hubiese

sucedido esta maldita tragedia, lo peor de todo es que me

siento culpable, siento que al amarte he traicionado a mi

hermana.

–Piensa lo que quieras, o puedes preguntárselo, sabes cómo

verla, es tu decisión.

–Me voy, creo que ya ha sido suficiente, pero has de saber

que volveré, y me meteré a ese infierno para sacarte y

amarte, así tenga que matarte para hacerlo.

Semanas después de esa conversación y armada con un frasco

con píldoras de hidrocodona y 200 gramos de meta-

anfetamina, los cuales fueron duros de conseguir sin levantar

sospechas, se presentó en ese callejón donde antes había

tenido cierta conversación, la imagen que se mostraba

delante de su presencia era la de un vago de cabello rubio

dando gritos confusos de felicidad. Una vez preparado un

coctel narcótico ya practicado con anterioridad, procedió a

actuar rápido y desaparecer de esta realidad,

inmediatamente apareció ante la puerta del infierno,

dispuesta a sacar a su amor, o morir en el intento.