m12. perspectivas y desarrollos de la hipnosis clínica

Upload: itaca120

Post on 11-Oct-2015

11 views

Category:

Documents


0 download

TRANSCRIPT

  • Perspectivas y desarrollos de la hipnosis clnica

    (comentarios sobre el futuro de la hipnosis)

    Mdulo

    12

    Especialista Universitario en Hipnosis Clnica Pgina 1 de 6

    PERSPECTIVAS Y DESARROLLOS DE LA HIPNOSIS CLNICA

    Perspectivas y desarrollos de la hipnosis clnica

    (comentarios sobre el futuro de la hipnosis) Antonio Capafons Bonet

    Si un buen predictor del comportamiento futuro es el comportamiento pasado, puede

    afirmarse con una fundada rotundidad que a la hipnosis le espera un futuro largo, vehemente y

    repleto de altibajos. Esa ha sido su historia desde hace casi 200 aos. No obstante, perfilar ms

    detenidamente y atreverse a proponer una prospectiva de la hipnosis, implica afirmaciones

    mucho ms arriesgadas que la anterior. Conociendo el presente y el pasado, las afirmaciones

    sobre el futuro son deducciones acerca de lo posible, ms que impresiones de lo que uno

    asume que le gustara que ocurriera, o que espera que as sea. No obstante, es difcil deslindar

    lo uno de lo otro. Por lo tanto, arropndome con las nociones de lo previsible y de lo deseable,

    adems de lo ineludible, me atrever a sugerir y pronosticar de una forma no determinista,

    acerca del futuro de la hipnosis. Para ello, quiz sea lo ms oportuno retomar el trabajo de

    Sarbin (1999) en el que pronostic que en el futuro la hipnosis, desde una perspectiva terica,

    se organizar en torno a una construccin social que asumir la nocin de que las personas

    hipnotizadas son agentes involucrados en un dilogo con quien les hipnotiza, abandonando as

    nociones mecanicistas, que implican un monlogo (el hipnotizador) y una pasividad de quien es

    hipnotizado. Desde esta concepcin de la hipnosis, Sarbin predice un incremento del uso de

    metforas y los constructos relacionados con posiciones socio-cognitivas y cognitivo-

    comportamentales. En ello coincide con Lynn y Fite (1998) y Kirsch (1998): la hipnosis necesita

    ser des-construida y vuelta a construir, y en este sentido las aportaciones cognitivo-

    comportamentales seguirn incrementando su influencia, en la medida que reconocen al

    hipnotizado como un agente activo, que interpreta, se marca objetivos, y determina sus

    respuestas calificadas como hipnticas.

    En este sentido, una de las derivaciones de la reconstruccin de la hipnosis es el nfasis por

    las definiciones. Y, efectivamente, ya se dio un intento de reformulacin de lo que realmente

    se mide en las escalas de sugestionabilidad hipntica (Kirsch, 1997), y incluso la propia

    divisin 30, de la American Psychological Association (Society of Psychological Hipnosis) ha

    promovido una nueva definicin de Hipnosis (APA, 2004), sustituyendo a la anterior (APA,

    1993) con bastante ms desacierto que acierto, primando la ambigedad en el texto, y

    eliminando aspectos importantes como la especificacin de la hipnosis como tcnica y como

    campo de estudio e investigacin. Por lo tanto, una tarea a realizar en un futuro inmediato ser

    reconceptualizar una vez ms el mbito de investigacin de la hipnosis, su definicin y

    conceptos asociados. Posiblemente, a ello (y por ello) se siga con el desmantelamiento de la

    terminologa psicopatologiforme (Capafons, 2001) asociada a la hipnosis, como puedan ser lo

  • MM 1122.. PPeerrssppeeccttiivvaass yy ddeessaarrrroollllooss ddee llaa hhiippnnoossiiss ccllnniiccaa

    Especialista Universitario en Hipnosis Clnica Pgina 2 de 6

    trminos de susceptibilidad, alteracin de conciencia, trance, alucinaciones, etc., en pro de

    una terminologa ms acorde a los resultados de la investigacin (Lynn & Fite, 1998), y del

    cambio en el paradigma, indicado ya por Sarbin (1999).

    Precisamente, en el proceso de cambio del paradigma es probable que se busque el

    surgimiento de uno nuevo que sintetice las pugnas a veces vitrilicas de los aos 60 y 70,

    incluso de la actualidad. En este sentido, la bsqueda de los correlatos biolgicos y psicolgicos

    de las sugestionabilidad hipntica ser, y de hecho es, una lnea de abundante trabajo, que

    tambin sufre y sufrir transformaciones en los conceptos y metodologas que usen. La

    neurociencia entrar en la hipnosis como un arroyo de deshielo en un lago de alta montaa, tal

    como sugieren las publicaciones especializadas, como, por ejemplo, los nmeros 51

    monogrficos del International Journal of Clinical and Experimental Hypnosis (Benham, 2003),

    destinados a la neurociencia, cerebro, acotamiento y desarrollo epistemolgico de las causas de

    la hipnosis (Killeen & Nash, 2003), etc.

    Lo anterior llevar parejo, probablemente, la necesidad de un cambio en la aplicacin

    clnica y de la diseminacin de la hipnosis. Tal y como indica Sarbin (1999), debera

    desaparecer la retrica de lo misterioso en el mbito de los profesionales clnicos que usan la

    hipnosis, en favor de la retrica, defendida por el propio Freud, del dilogo, de la cura a travs

    del habla, y no a travs del monlogo. Un cambio de perspectiva (Capafons, 2002), puede

    facilitar la aceptacin de la hipnosis por parte de muchos clientes, tambin por parte de muchos

    clnicos, y por la sociedad en general.

    No obstante, si desaparece la retrica de lo misterioso, mgico y oculto en la hipnosis, ser en

    buena medida por la investigacin y su diseminacin. Por ello, auguramos que la investigacin

    sobre la memoria, y los efectos de la hipnosis sobre ella, seguir desarrollndose, y se

    destinarn esfuerzo a diseminar los riesgos de un mal uso de la hipnosis para recuperar

    informacin reprimida, implcito en el desconocimiento de la realidad acerca de la hipnosis y

    memoria: es decir, que la hipnosis no incrementa la precisin de la memoria, y puede colaborar

    en el desarrollo de falsos recuerdos (Capafons & Mazzoni, en prensa). Al tratar de evitar la

    iatrogenia de un mal uso de la hipnosis, necesariamente la investigacin deber intentar seguir

    con la validacin emprica de los efectos clnicos de la hipnosis. Ya en el 2002, la revista

    mencionada lneas arriba destin un nmero monogrfico a la valoracin de la hipnosis como

    una tcnica empricamente sustentada (Nash, 2000). Las conclusiones (Lynn, Kirsch, Barabasz,

    Cardea, & Patterson, 2000) fueron alentadoras, pero as mismo denotaban la necesidad de

    incrementar la calidad y cantidad de los estudios que incluyen a la hipnosis como una

    herramienta clnica, especialmente en el caso de los nios, del trastorno de estrs post-

    traumtico, y en medicina. Estudios posteriores (Alarcn, Cabaas, & Capafons, 2003; Liossi,

    2003; Liossi & Hatira, 2003; Liossi & White, 2001; Montgomery, David, Winkel, Silverstein., &

    Bovbjerg, 2002) retoman esta necesidad tratando de revisar y mejorar la calidad de la

    evidencia emprica de las intervenciones que integran a la hipnosis.

    En esta empresa se invita tambin a los clnicos a participar en la tarea de mejorar el estatus

    emprico de la hipnosis. As, Borckardt y Nash (2002) muestran a los aplicados cmo pueden

    unir esfuerzos con los investigadores profesionales. Algo que deber seguir desarrollndose en

    un futuro, para superar el divorcio y disloque que se da entre el conjunto de investigadores que

    estudian los elementos bsicos de la hipnosis y los que la aplican en la clnica.

    En este sentido, no slo la implicacin en tareas investigadoras de los clnicos sera

    determinante, sino que el desarrollo de nuevos procedimientos clnicos y aplicados

  • MM 1122.. PPeerrssppeeccttiivvaass yy ddeessaarrrroollllooss ddee llaa hhiippnnoossiiss ccllnniiccaa

    Especialista Universitario en Hipnosis Clnica Pgina 3 de 6

    derivados de la investigacin bsica, ayudara a aceptar el cambio de paradigma por parte

    del conjunto de los profesionales aplicados. Este puede ser el caso de la versin espaola de la

    hipnosis despierta (Capafons, 1999), conjunto de procedimientos que lleva asociado un

    lenguaje y modelo conceptual derivado esencialmente de una perspectiva experimental y

    cognitivo-comportamental. El modelo de intervencin de la hipnosis despierta abarca los

    principales elementos de la aplicacin clnica de la hipnosis, aunque desde una perspectiva

    cognitivo-comportamental: una presentacin de la hipnosis (Capafons, 2001; en prensa a), una

    evaluacin clnica de la sugestionabilidad hipntica, la aplicacin de las sugestiones hipnticas y

    auto-hipnticas, manejo del fracaso en las sugestiones, etc., y supone que la persona puede

    usar la hipnosis manteniendo su actividad cotidiana, hablando, con los ojos abiertos, etc.

    (Capafons, 1999, 2001; en prensa a, en prensa, b). Sus procederes conllevan actuaciones muy

    diferentes de las habituales de la hipnosis por relajacin, y todos sus componentes han sido

    estudiados empricamente (Alarcn, Capafons, Bayot, & Cardea, 1999; Capafons, Alarcn, &

    Hemmings, 1999; Cardea, Alarcn, Capafons, & Bayot, 1998; Martnez-Tendero, Capafons,

    Weber, & Cardena, 2001; Reig, Capafons, Bayot, & Bustillo, 2001). Este modelo suele

    sorprender y atraer a los clnicos, y est siendo acogido con intereses en mbitos

    internacionales (Capafons, en prensa a, en prensa b), lo que augura una consistente

    diseminacin.

    Posiblemente la hipnosis despierta sea una de las vas futuras en las que la hipnosis

    adoptar el modelo del dilogo propuesto por Sarbin (1999) tambin entre los clnicos. Si fuera

    este el caso, la hipnosis despierta funcionara como un puente de unin entre ciencia bsica y

    aplicacin profesional. Si se desarrollara este lazo entre los dos mbitos, devendr en un

    elemento que comenzar a marcar enormes diferencias con los de alternativas que siguen

    ahondando en el divorcio ciencia-aplicacin (programacin neurolingstica, prcticas

    ericksonianas, etc.).

    Otros desarrollos novedosos de la hipnosis que se atisban implican la introduccin de la

    tecnologa, como la realidad virtual (Patterson, Tininenko, Schmidt, & Sharar, 2004), incluso

    su aplicacin a travs de ordenador e internet. Y ello nos lleva al campo de la formacin. El

    futuro de la hipnosis pasar por la repercusin aplicada que tenga. Por lo tanto, se deber hacer

    especial hincapi ya no slo en la colaboracin, sino en la formacin de los profesionales

    aplicados en los resultados empricos de la investigacin sobre la hipnosis, tanto en las

    evidencias que sustenten sus mtodos, como en los procesos bsicos y resultado

    experimentales sobre ella: por ejemplo, adems del tema de la memoria, es importante conocer

    por los clnicos que la sugestionabilidad hipntica se puede desarrollar, que las sugestiones

    post-hipnticas dependen del contexto y atribuciones de la persona, o que el observados oculto

    es un artefacto experimental ms que una hecho constatado, que el paradigma de simulacin

    no es til para capturar la esencia de la hipnosis, o que la literalidad se da ms en los que

    simulan estar hipnotizados (Capafons, 2001). Por ello, la formacin en y la diseminacin de la

    hipnosis cientfica es un camino ineludible para los profesionales que deseen utilizarla y

    extender su uso, y ah las universidades y asociaciones cientfico-profesionales tienen una

    desafo importante a superar. Si no se hace de esta forma, la hipnosis de espectculo, la

    hipnosis lega, y sus negocios iatrgenos, se extendern consolidando el paradigma y retrica

    de lo misterioso, del monlogo, torpedeando en su lnea de flotacin al paradigma de la hipnosis

    como dilogo, de la persona activa y agente responsable de sus actos, que Sarbin (1999)

    propone. Adems, con el desarrollo del paradigma y retrica de lo misteriosos se consolidara,

    con toda seguridad, la prohibicin del uso de la hipnosis en el sistema de salud pblico espaol

    (BOE 10/2/94, n35). En este sentido, tanto los gobernantes, como el pblico en general,

    manifiestan tremendas carencias formativas e informativas sobre la hipnosis cientfica, como es

  • MM 1122.. PPeerrssppeeccttiivvaass yy ddeessaarrrroollllooss ddee llaa hhiippnnoossiiss ccllnniiccaa

    Especialista Universitario en Hipnosis Clnica Pgina 4 de 6

    natural. La diseminacin de la hipnosis en estos colectivos tambin ser fundamental para el

    desarrollo de la hipnosis como procedimiento y campo de estudio en Espaa, y no slo en ella,

    sino tambin en el resto del mundo. De ah el inters renovado en evaluar, conocer y modificar

    las creencias inadecuadas y mitos sobre la hipnosis tanto en EE.UU. (Green, 2003; Hawkins &

    Bartsch, 2000), como en Espaa (Capafons, 2002; Capafons, et al., en prensa; Capafons,

    Cabaas, Espejo, & Cardea, en prensa).

    Por lo tanto, la supervivencia de la hipnosis cientfica, especialmente en Espaa, pasar,

    seguramente, no slo por diseminarla entre los cientficos y los profesionales aplicados, si no

    por diseminarla entre sus posible usuarios, ltimos destinatarios (el pblico) y entre quienes

    pueden regular su utilizacin: en este caso el concepto de eficiencia deber enarbolarse como

    nueva bandera para convencerles de que la hipnosis es algo a promocionar e integrar en los

    sistemas de salud y educativos (curricula de las universidades). Otros temas como la relacin

    de la hipnosis con el concepto placebo (Kirsch, 1994, 1999), estados alterados y experiencia

    anmalas (Cardea, Lynn, & Krippner, 2000), sern ejemplos de nuevos desarrollos e intereses

    de quienes investigan en el campo de la hipnosis, por lo que, previsiblemente, surgirn nuevos

    objetos de estudio, temas y reas, que ahora, paradjicamente, no se pueden prever. En este

    sentido, trataremos de dificultar que la historia nos demuestre cun limitada es nuestra

    prospectiva y torpe nuestro pensamiento, dejando una amplia puerta abierta a que la hipnosis

    inicie y desarrolle caminos que no podemos contemplar en la actualidad. Debemos contar,

    entre los elementos del pronstico, con la suerte en otras reas del conocimiento que afecten

    directamente a nuestras ideas sobre lo hipntico, con el azar y con los cambios polticos, que

    pueden variar ostensiblemente todo lo indicado lneas arriba. En definitiva, la hipnosis

    progresar por el camino que elijamos quienes la practicamos, y lo que el futuro global de este

    planeta le depare.

    De todas formas, la hipnosis puede tomar un rumbo, previsible, donde los refinamientos en las

    definiciones de la propia hipnosis, de sus conceptos, de sus mtodos de investigacin bsica

    (neurociencia), y aplicada (criterios, por ejemplo, de Chambless & Hollon, 1998), y la mejora en

    la formacin de los usuarios (profesionales y sus clientes/pacientes) y gobernantes sern los

    actores principales. Si no fuera ese el caso, la muerte cerebral de la hipnosis y el auge de la

    hipnosis de espectculo y lega estarn garantizados. Ya le ocurri en el pasado, y podra volver

    a ocurrirle, si tal y como indicbamos al inicio de este texto, el comportamiento pasado, es un

    buen predictor del comportamiento futuro.

    Referencias bibliogrficas

    Alarcn, A., Cabaas, S., & Capafons, A. (2003). Panorama actual de la hipnosis para el alivio

    del dolor en nios Revista de la Asociacin Profesional de Terapia y Modificacin de

    Conducta, nmero 2. http://cvu.rediris.es/pub/bscw.cgi/d418050/n28.doc

    Alarcn, A., Capafons, A., Bayot, A., & Cardea, E. (1999). Preference between two methods of

    active-alert hypnosis: Not all techniques are created equal... American Journal of Clinical

    Hypnosis. 41, 269-276.

    American Psychological Association (Society of Psychological Hypnosis) (2004). Division 30 new

    definition of hypnosis. Psychological Bulletin, 13, 13.

    American Psychological Association, Division of Psychological Hypnosis. (1993). Hypnosis.

    Psychological Hypnosis, 2, 3.

    Benham, G. (2003). Editorial. International Journal of Clinical and Experimental Hypnosis, 51,

    95.

  • MM 1122.. PPeerrssppeeccttiivvaass yy ddeessaarrrroollllooss ddee llaa hhiippnnoossiiss ccllnniiccaa

    Especialista Universitario en Hipnosis Clnica Pgina 5 de 6

    Borckardt, J.J., & Nash, M.R. (2002). How practitioners (and others) can make scientifically

    viable contributions to clinical-outcome research using the single-case time-series design.

    The International Journal of Clinical and Experimental Hypnosis, 50, 114-148.

    Capafons, A. (1999). La hipnosis despierta setenta y cuatro aos despus. Anales de Psicologa,

    15, 77-78.

    Capafons, A. (2001). Hipnosis. Madrid: Sntesis.

    Capafons, A. (2002): Dissemination of hypnosis: Dont change the name, change the

    perspective. Hypnosis International Monographs, 6, 225-236.

    Capafons, A. (en prensa a). Clinical applications of waking hypnosis from a cognitive-

    behavioral perspective: From efficacy to efficiency. Contemporary Hypnosis.

    Capafons, A. (en prensa b). Waking hypnosis for waking people: Why from Valencia?

    Contemporary Hypnosis.

    Capafons, A., Alarcn, A. & Hemmings, M. (1999). A metaphor for hypnosis. Australian Journal

    of Clinical and Experimental Hypnosis, 27, 158-172.

    Capafons, A., Cabaas, S., Alarcn, A., Espejo, B., Mendoza, ME., Chaves, J.F., & Monje, A.,

    (en prensa). Effects of different types of preparatory information on attitudes toward

    hypnosis. Contemporary Hypnosis.

    Capafons, A., Cabaas, S., Espejo, B., & Cardea, E. (en prensa). Confirmatory factor analysis

    of the Valencia scale on attitudes and beliefs toward hypnosis: An international study.

    International Journal of Clinical and Experimental Hypnosis.

    Capafons, A. & Mazzoni, G. (en prensa): Es lo peligroso de la hipnosis el hipnoterapeuta?:

    hipnosis y falsos recuerdos. Papeles del Psiclogo.

    Cardea, E., Alarcn, A., Capafons, A. & Bayot, A. (1998). Effects on suggestibility of a new

    method of active-alert hypnosis: Alert hand. International Journal of Clinical and

    Experimental Hypnosis, 45, 280-294.

    Cardea, E., Lynn, S.J., & Krippner S. (Eds.) (2000). Varieties of Anomalous Experience:

    Examining the Scientific Evidence. Washington, D.C.: American Psychological Association.

    Chambless, D.L., & Hollon, S.D. (1998). Defining empirically supported therapies. Journal of

    Consulting and Clinical Psychology, 66, 7-18.

    Green, J.P. (2003). Beliefs about hypnosis: Popular beliefs, misconceptions, and the importance

    of experience. International Journal of Clinical and Experimental Hypnosis, 51, 369-381.

    Hawkins, R., & Bartsch, J. (2000). The effects of an educational lecture about hypnosis.

    Australian Journal of Clinical and Experimental Hypnosis, 28, 82-99.

    Killeen, P.R., & Nash, M.R. (2003). The four causes of hypnosis. Intenational Journal of Clinical

    and Experimental Hypnosis, 51, 195-231.

    Kirsch, I. (1994). Clinical Hypnosis as a nondeceptive placebo: Empirically derived techniques.

    American Journal of Clinical Hypnosis, 37, 95-106.

    Kirsch, I. (1997). Suggestibility or hypnosis: What do our scales really measure?. International

    Journal of Clinical and Experimental Hypnosis, 3, 212-225.

    Kirsch, I. (1998). Deconstructing and constructing hypnosis. Contemporary Hypnosis, 15, 166-

    170.

    Kirsch, I. (1999). Hypnosis and placebos: Response expectancy as a mediator of suggestion

    effects. Anales de Psicologa, 15, 99-110.

    Liossi, C. (2003). Using hypnosis in the paediatric oncology setting. Australian Journal of Clinical

    and Experimental Hypnosis, 31, 32-40.

    Liossi, C., & Hatira, P. (2003). Clinical hypnosis in the alleviation of procedure-related pain in

    pediatric oncologuy patients.. The International Journal of Clinical and Experimental

    Hypnosis, 51, 4-28.

    Liossi, C., & White, P. (2001). Efficacy of clinical hypnosis in the enhancement of quality of life

    of terminally ill cancer patients. Contemporary Hypnosis, 18, 145-160.

  • MM 1122.. PPeerrssppeeccttiivvaass yy ddeessaarrrroollllooss ddee llaa hhiippnnoossiiss ccllnniiccaa

    Especialista Universitario en Hipnosis Clnica Pgina 6 de 6

    Lynn, S.J., & Fite, R. (1998). Will the false memory debate increase acceptance of the

    sociocognitive model of hypnosis? Contemporary Hypnosis, 15, 171-174

    Lynn, S.J., Kirsch, I., Barabasz, A., Cardea. E., & Patterson, D. (2000). Hypnosis as an

    empirically supported clinical intervention: The state of the evidence and a look to the

    future. International Journal of Clinical and Experimental Hypnosis, 48, 239-259.

    Martnez-Tendero, J., Capafons, A., Weber, V., & Cardea, E. (2001). Rapid Self-Hypnosis: A

    new self-hypnosis method and its comparison with the Hypnosis Induction Profile.

    American Journal of Clinical Hypnosis, 44, 3-11

    Montgomery, G.H., David, D., Winkel, G., Silverstein, J.H., & Bovbjerg, D. (2002). The

    effectiveness of adjuntive hypnosis with surgical patients: A meta-analysis. Anesthesia and

    Analgesia, 94, 1639-1645.

    Nash, M.R. (2000). The status of hypnosis as an empirically validated clinical intervention: A

    preamble to the special issue. International Journal of Experimental and Clinical Hypnosis,

    48, 107-112.

    Patterson, D.R., Tininenko, J.R., Schmidt, A.E., & Sharar, S.R. (2004). Virtual reality hypnosis.

    A case report. International Journal of Clinical and Experimental Hypnosis, 52, 27-38.

    Reig, I., Capafons, A., Bayot, A., & Bustillo, A. (2001). Suggestion and degree of pleasantness

    of rapid self-hypnosis and its abbreviated variant. Australian Journal of Clinical and

    Experimental Hypnosis, 29, 152-164.

    Sarbin, T.R. (1999). Whiter hypnosis? A rhetorical analysis. En I. Kirsch, A. Capafons, E.

    Cardea & S. Amig (Eds.), Clinical hypnosis and self-regulation: Cognitive-behavioral

    perspectives (pp. 105-116). Washington, D.C.: American Psychological Association.