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LA POLARIDAD NEGATIVA ENFÁTICA EN ESPAÑOL: UN ESTUDIO DIACRÓNICO Y COMPARATIVO* MONTSERRAT BATLLORI Universitat de Girona M. LLUÏSA HERNANZ Universitat Autònoma de Barcelona 0. INTRODUCCIÓN Esta investigación se centra en el estudio de la polaridad enfática en español medieval y moderno desde una perspectiva comparativa en que se aportan asimismo datos relevantes del catalán. Más concretamente, se abordará el análisis del adverbio poco -así como de su correlato poc en catalán- en ciertas configuraciones en las que su interpretación ha expe- rimentado una transformación desde su valor básico de carácter cuanti- tativo al de marcador de polaridad negativa con un cierto matiz enfáti- co. A lo largo de dicho análisis se integrará un conjunto de construc- ciones que constituyen un contrapunto significativo –en el plano de la polaridad positiva– del paradigma objeto de estudio. El marco teórico del que partimos para dar cuenta del fenómeno que nos ocupa se basa en las recientes propuestas en torno a la periferia izquierda oracional desarrolladas a partir del trabajo de Rizzi (1997), así como en la noción de gramaticalización formulada en Roberts y Roussou (2003). Nuestro eje de atención prioritario va a ser, pues, la polaridad enfá- tica, en particular el análisis de los procesos diacrónicos involucrados en la expresión de dicho tipo de polaridad, bien sea en su variante negati- va o positiva. La idea central que preside este trabajo es que la situación tipificada por poco en español medieval y moderno no representa sino una manifestación particular –y en parte difuminada– de un fenómeno Análisis del discurso: lengua, cultura, valores (Actas I Congreso) * La investigación que subyace a este trabajo ha sido financiada por los proyectos BFF2003-08364-CO2-02 (Ministerio de Ciencia y Tecnología, y FEDER), 2001SGR 00150 (DURSI, Generalitat de Catalunya), y 2002 BEAI 00117 (DURSI, Generalitat de Catalunya) para M.L. Hernanz, y por el MCyT (HUM2005-08149-C02-02/FILO) y por la Generalitat de Catalunya (2005SGR00568) para M. Batllori. 062 - Batllori-Hernanz 4/1/08 14:16 Página 1

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LA POLARIDAD NEGATIVA ENFÁTICA EN ESPAÑOL: UN ESTUDIO DIACRÓNICO Y COMPARATIVO*

MONTSERRAT BATLLORIUniversitat de Girona

M. LLUÏSA HERNANZUniversitat Autònoma de Barcelona

0. INTRODUCCIÓN

Esta investigación se centra en el estudio de la polaridad enfática enespañol medieval y moderno desde una perspectiva comparativa en quese aportan asimismo datos relevantes del catalán. Más concretamente, seabordará el análisis del adverbio poco -así como de su correlato poc encatalán- en ciertas configuraciones en las que su interpretación ha expe-rimentado una transformación desde su valor básico de carácter cuanti-tativo al de marcador de polaridad negativa con un cierto matiz enfáti-co. A lo largo de dicho análisis se integrará un conjunto de construc-ciones que constituyen un contrapunto significativo –en el plano de lapolaridad positiva– del paradigma objeto de estudio. El marco teóricodel que partimos para dar cuenta del fenómeno que nos ocupa se basaen las recientes propuestas en torno a la periferia izquierda oracionaldesarrolladas a partir del trabajo de Rizzi (1997), así como en la nociónde gramaticalización formulada en Roberts y Roussou (2003).

Nuestro eje de atención prioritario va a ser, pues, la polaridad enfá-tica, en particular el análisis de los procesos diacrónicos involucrados enla expresión de dicho tipo de polaridad, bien sea en su variante negati-va o positiva. La idea central que preside este trabajo es que la situacióntipificada por poco en español medieval y moderno no representa sinouna manifestación particular –y en parte difuminada– de un fenómeno

Análisis del discurso: lengua, cultura, valores (Actas I Congreso)

* La investigación que subyace a este trabajo ha sido financiada por los proyectosBFF2003-08364-CO2-02 (Ministerio de Ciencia y Tecnología, y FEDER), 2001SGR 00150(DURSI, Generalitat de Catalunya), y 2002 BEAI 00117 (DURSI, Generalitat de Catalunya)para M.L. Hernanz, y por el MCyT (HUM2005-08149-C02-02/FILO) y por la Generalitat deCatalunya (2005SGR00568) para M. Batllori.

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de alcance más general y de contornos más precisos si se considera a laluz de un tratamiento comparativo de la polaridad.

La estructura de este trabajo es como sigue. En la primera sección seabordarán las nociones de polaridad enfática y de foco contrastivo, asícomo las similitudes sintácticas y semánticas existentes entre ambos con-ceptos. A continuación, se analizará el comportamiento en españolmedieval y moderno del cuantificador poco y se argüirá que, en posiciónfocalizada, dicho elemento tiende a interpretarse como una marca depolaridad negativa de carácter enfático –fenómeno que en el caso de sucorrelato poc en catalán se ha consolidado plenamente. En la seccióntercera se mostrará que la situación tipificada por los citados cuantifica-dores dispone de un contrapunto llamativo dentro del ámbito de lapolaridad positiva: el adverbio bien en su uso como marca afirmativaenfática (en español y otras lenguas románicas). Finalmente, en la sec-ción cuarta se defenderá que los datos empíricos presentados puedenser objeto de generalizaciones relevantes en el marco de la propuesta deRoberts y Roussou (2003) sobre el cambio lingüístico, la gramaticaliza-ción y el reanálisis.

1. POLARIDAD NO MARCADA Y POLARIDAD ENFÁTICA

Antes de adentrarnos en la discusión pormenorizada de los datos,conviene detenerse brevemente en la caracterización de la nociónmisma de polaridad enfática, noción que ha recibido particular atencióndentro de la moderna teoría lingüística, muy especialmente a partir deltrabajo pionero de Laka (1990). Dicha autora propone, en efecto, sub-sumir dentro de una única proyección, la categoría funcional SS, trestipos de fenómenos estrechamente conectados entre sí, a la vez que rela-cionados con el valor de verdad de la oración: la negación, la afirmacióny el énfasis (véase Laka, 1990: 103). En lo que respecta a la vinculaciónentre negación y afirmación, se trata, como es bien sabido, de los dosvalores que puede adoptar la polaridad de una oración:

(1) a. Hoy no ha llovidob. Hoy ha llovido AFIRMACIÓN NEUTRA

El par de ejemplos de (1) ilustra la clásica asimetría entre negación yafirmación, consistente en el carácter no marcado de la segunda (1b)–carente de manifestaciones formales específicas– respecto de la prime-ra (1a), presidida por la presencia del adverbio no. Nótese, sin embargo,que existe una segunda opción para formular una afirmación en espa-ñol, basada en el recurso al adverbio sí:

(2) Hoy sí ha llovido AFIRMACIÓN ENFÁTICA

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Tal como ha sido observado por diferentes autores, (2) no represen-ta un mero contrapunto positivo de (1a), sino un caso de afirmaciónenfática, cuyas propiedades sintácticas, semánticas y discursivas divergennetamente de las que posee una afirmación neutra o no marcada como(1b). Así, desde un punto de vista semántico-discursivo, (2) se caracte-riza por poseer un valor contrastivo –en tanto que deniega una nega-ción previa– del que carece una afirmación neutra como (1b). Buenaprueba de ello es que una afirmación enfática, a diferencia de una afir-mación neutra, no puede en ningún caso constituir una respuesta ade-cuada a preguntas del tipo de (3a), que exigen respuestas interpretadascomo información nueva:

(3) a. ¿Qué ha sucedido?b. Hoy no ha llovido = (1a)c. Hoy ha llovido = (1b)d. #Hoy sí ha llovido = (2)

En lo que respecta a las diferencias sintácticas entre (1b) y (2), éstasquedan claramente ilustradas en su comportamiento divergente respec-to de los procesos que implican movimiento-qu –interrogativas, excla-mativas, focalización, etc. Los contrastes de (4) muestran que dichomovimiento es, en efecto, incompatible con la polaridad enfática:

(4) a. ¿Por qué (no) ha llovido?b. *¿Por qué sí ha llovido?

(5) a. ¿Qué ha comido Julia?b. *¿Qué sí ha comido Julia?

La polaridad enfática –positiva o negativa– presenta por lo demássimilitudes notables con los casos de foco contrastivo, cuya característi-ca esencial consiste en poner de relieve un constituyente oracional quese interpreta como información nueva (véase Zubizarreta, 1999):

(6) a. PEPITO bebe cerveza (y no Julia)b. CERVEZA bebe Pepito (y no vino tinto)

Siguiendo a Holmberg (2001:154), asumiremos que los fenómenosde foco contrastivo (6) y de polaridad enfática (2) pueden ser someti-dos a un análisis sintáctico y semántico similar. En el plano semántico,cabría hablar en ambos casos, en efecto, de un operador que toma dosargumentos, una presuposición y una aserción. Ello se ilustra en (7) para(6b) y en (8) para (2):

(7) Presuposición: Pepito bebe Aserción: x es cerveza, no vino tinto

(8) Presuposición: Hoy Polx ha llovidoAserción: x es afirmativo, no negativo

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Desde un punto de vista sintáctico, lo que caracterizaría a ambos pro-cesos de focalización sería el “movimiento explícito al dominio de SC”(véase Holmberg 2001:154). Ello queda claramente reflejado, en el casode (6b), en la posición del CD cerveza, que se ha visto desplazado desdesu posición básica postverbal a una posición prominente en la periferiaizquierda de la oración, lo que paralelamente conlleva la inversión delorden sujeto-verbo. Compárese a ese respecto (6b) con su correlatoneutro de (9):

(9) Pepito bebe cerveza

Algo semejante sucede con la polaridad enfática, que –de forma simi-lar a los procesos de traslado de un elemento-qu– induce el movimientode V a C, proceso que da lugar a la inversión del orden entre sujeto yverbo. Compárense a ese respecto (10) y (11):

(10) a. ¿Qué ha comido María?b *¿Qué María ha comido?

(11) a. Sí ha comido Maríab. *Sí María ha comido

Una vez asentadas a grandes rasgos las bases para la caracterizaciónde la noción de polaridad enfática, cabe referirse al análisis sintáctico quea ésta le corresponde frente a la polaridad neutra. En consonancia conlas propuestas recientes que subsumen negación y afirmación dentro deuna misma categoría funcional SPol(aridad) o PolP (véase Laka 1990,entre otros autores), asumiremos que las marcas de polaridad (bien seael adverbio negativo no o los rasgos fonéticamente nulos correspon-dientes a la afirmación neutra) se alojan bajo dicho nudo, que tomamando-c sobre la oración (ST / IP). Ello se ilustra en (12):

(12) [CP ....[PolP [Pol’ [Pol0 [IP ...]]]]]

La representación de (12) da cuenta de ejemplos como los de (1),esto es, de la polaridad neutra o no marcada. Ahora bien, en el caso dela polaridad enfática, ya se ha indicado que –de forma semejante al fococontrastivo– implica movimiento al dominio de SC (o CP), en concretoal nudo SFoco (o FocusP), que es el locus, dentro de la periferia izquierdaoracional, que acoge (entre otros) los elementos provistos de rasgosenfáticos (véase Rizzi 1997). Dicha situación puede esquematizarse de laforma indicada en (13) (véase Holmberg 2001):

(13) [CP .... [FocusP PolP ... [tPolP [IP ...]]]]

De acuerdo con esta manera de ver las cosas, la forma sí que emergeen (2) y oraciones similares es un marcador cuyos rasgos de polaridadpositiva se legitimarían en SPol y desde esta posición se movería a SFoco

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para cotejar el rasgo enfático del que asimismo está dotado, lo que arro-jaría la representación de (14):

(14) [CP .... [FocusP síi ... [PolP ti [IP ...]]]]

La hipótesis básica que vamos a defender en este trabajo es que los pro-cesos de focalización son una fuente importante de creación, como con-secuencia de un fenómeno de gramaticalización, de términos de polaridadenfática –positiva y negativa– en español y otras lenguas románicas. En lasección siguiente vamos a centrarnos en el análisis de poco en españolmedieval y moderno, así como de su contrapunto poc en catalán.

2. LA POLARIDAD NEGATIVA ENFÁTICA EN ESPAÑOL Y EN CATALÁN: DATOS DIACRÓNICOS Y COMPARATIVOS

El cuantificador poco –al igual que mucho, entre otros– es una forma queaparece normalmente en posición postverbal con la significación propiade un adverbio de cantidad. Dichos adverbios pueden emerger asimismoen posición preverbal –posición que no se corresponde con la distribucióncanónica de tales cuantificadores1. Desde los inicios, el uso de poco (ymucho) con valor cuantitativo se documenta tanto en posición postverbalcomo preverbal, según se muestra en (15a) y (15b), respectivamente:

(15) a. Et sé que el que bive poco et seguro vale más que el que bivemucho et con miedo et en lazería. [Calila: p. 308]

b. PARMENO: Pues yo con ellos no biviría contento y tengo porhonesta cosa la pobreza alegre. Y aún más te digo, que no los quepoco tienen son pobres, mas los que mucho desean. Y por esto,aunque más digas, no te creo en esta parte. [Celestina: p. 123]

La anteposición de poco, sin embargo, no responde a un fenómenode reordenación meramente estilística de palabras, sino que se hallasometida a una restricción interesante, como es el hecho de que exigecontigüidad respecto del verbo (véase Kovacci, 1999: 733). Ello quedapatente tanto en (15b) como en los ejemplos de (16):

(16) a. Que oy los yfantes ami por amo non abran; // Curielos qui quier,ca dellos poco min cal. [Çid: vv. 2356-2357]

b. Pues, la buena nuestra dicha madre vejota poco curó de guardarmatrimonio, salvo tomar consejo del monico por aver mala vejés.E ¿sabes por qué non se llama patrimonio salvo matrimonio? Porlos grandes cargos, penas e dolores que la muger soporta ante delparto encargoso, en el parto doloroso, después del parto, en criar-

1 El siguiente contraste corrobora la citada afirmación:(i) a. Tosía mucho últimamente

b. ?Mucho tosía últimamente

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le, enojoso. Por ende, se llama, de parte de la madre, matrimo-nio, lo qual poco pensó la vieja curtida. ¡Aya, pues, mala vida yesto deste mundo por depedida! [CORDE, 1438. AlfonsoMartínez de Toledo, Arcipreste de Talavera (Corbacho), ed. deMarcella Ciceri, Espasa-Calpe, Madrid, 1990: p. 258]

c. A los huessos de la racheta poco acaesce quebrantamiento: porcuanto ellos son muy duros. Mas acaesceles apartamiento.[CORDE: 1493. Anónimo. Traducción del Tratado de cirugía de Guidode Cauliaco. Madrid, BN 1196]

d. CALISTO: Poco sabes de firmeza. [Fernando de Rojas, Comedia deCalisto y Melibea, Fadrique Alemán de Basilea, Burgos, 1499, fol. 4r.]

La existencia de la citada restricción, que no rige cuando se temati-za un constituyente2, puede considerarse un indicio inequívoco de quela anteposición de poco en español medieval y preclásico obedece –aligual que sucede en español actual– a un proceso de focalización (véaseKovacci, 1999: 733). Un elemento de juicio adicional a favor de estahipótesis nos lo proporciona la posición del sujeto, que en los procesosde focalización aparece tras el verbo.3 Dicha inversión del orden sujeto-verbo se halla explícitamente atestiguada en los ejemplos de (17):

(17) a. CELESTINA: Señora, este es otro y segundo punto, [el qual] si túcon tu mal sofrimiento no consientes, poco aprovechará mi veni-da, y si como prometiste lo sufres, tú quedarás sana y sin deubda,y Calisto sin quexa y pagado. [Celestina: p. 243]

b. [...] dizen aduerbial mente granditer: mas poco esta en vso estetal aduerbio. [CORDE: 1490. Alfonso de Palencia, Universal voca-bulario en latín y en romance: fol. 184v]

c. En una de las últimas entrevistas que me hicieron en Francia, elperiodista, encantado con esta España nuestra tan moderna en laque los gays se casan y el Gobierno es paritario (poco sabía él que auna pareja de gays la apalearon en una piscina de la Elipa o de (sic)que todos los subsecretarios son hombres), me comentó [...] [LucíaEtxebarria, Ser puta (o puto), La Vanguardia, Magazine, 13/08/06]4

2 Nótese, en efecto, que la tematización del objeto directo a María en (i) no es incompa-tible con la presencia de elementos (como la semana pasada) que interfieran entre dichoconstituyente y el verbo, contrariamente a lo que sucede con poco en (ii):

(i) a. La semana pasada a María la vimos preocupadab. A María la semana pasada la vimos preocupada

(ii) a. La semana pasada poco comisteb. *Poco la semana pasada comiste

3 La agramaticalidad de (ib) y (iib) avala la afirmación precedente:(i) a. Mucho has madrugado tú hoy

[ej. de Kovacci (1999:734)]b. *Mucho tú has madrugado hoy

(ii) a. Poco se imagina María lo sucedidob. *Poco María se imagina lo sucedido

4 Agradecemos a la Profesora Gemma Rigau que nos llamara la atención sobre este ejem-plo.

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La anteposición de los adverbios cuantitativos aparece tambiéndocumentada en catalán medieval, según se muestra en los ejemplos de(18):

(18) a. Mas poc profitara si érem enseyatz e no érem reemutz, on perassò demanam per El ésser resemutz quant cridam cantan la sego-na antífena diens: “O Adonay, e duc, so és guisador, de la casad’Irael, veni a reebre-nos ab lo bras estès!”. [CICA: Vides de SantsRosselloneses: p. 14]‘Pero poco aprovechará si [...]’

b. Per la qual causa se plorà mot fortment, e pensà-se que poc li pro-fitaria la sua probretat volenterossa si ab Sen Gregori recebiagasardó, qui era tan ric-hom en lo món. [CICA: Vides de SantsRosselloneses: p. 301]‘[…] y se pensó que poco le aprovecharía su [...]’

c. La segona rasó és per so car la Glesa dejuna e ora: per so que pocaya de la carn, e per so que la carn sia amagrida, e que gasayn así les àn [CICA: Vides de Sants Rosselloneses: p. 471] ‘[...] para que poco/no tome de la carne [...]’

d. E nós dixem a la regina: “Avets esguardat què han feit aquestssarraïns, con són entrats alegrament denant nós e no·s són esqui-vats del nostre mal, sinó que s’o han passat leugerament?” E eladix: “No m’i havia pensat, mas bé entén que ver deÿts que pocacura n’an, e poch dixeren que us en venjarien ne us pregaren queus en venjàssets”. [ Jaume I, Crònica: p. 362.16-21]5

‘[...] y no dijeron que os vengarían (de ellos), ni os rogaron queos vengaseis’

En estos y otros ejemplos, poco/poc adoptan diferentes matices queoscilan entre una interpretación focalizada en que persiste su valorinherentemente cuantitativo –en estrecha conexión con el significadodel verbo al que modifican– y una interpretación negativa, como en(18d), cuyo desencadenante último hay que buscarlo en un fenómenode ámbito. Formulado en términos más precisos, el movimiento depoco/poc al nudo SFoco –posición desde la que tales adverbios poseenámbito oracional– acarrearía un progresivo debilitamiento de la rela-ción originaria que éstos mantenían con el verbo en su ubicación bási-ca en ST/IP 6:

5 Agradecemos al Profesor Jordi Bruguera, editor de la Crònica de Jaume I, que nos hayafacilitado este ejemplo del catalán medieval en que poch presenta el mismo valor negativoque se documenta en algunas variantes del catalán actual.

6 Las causas que propician dicho deslizamiento semántico exigen un análisis más deta-llado del que podemos ofrecer aquí. Cabe observar, no obstante, que la relación entre modi-ficación cuantitativa y polaridad enfática es un fenómeno atestiguado más allá del caso quenos ocupa (véase Bosque 1999; Rodríguez Ramalle 2005, entre otros autores). Esa mismasituación es extensible, en efecto, a ciertos adverbios de manera cuando emergen en posi-ción preverbal, como sucede con bien, según veremos en la sección § 3.

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(19) [CP .... [FocusP pocoi ... [PolP ti [IP ... ti ...]]]]

Dicha valencia negativa queda netamente atestiguada –tal comoanota Llorens (1929:83)– en aquellos casos en que poco –de forma seme-jante a la marca negativa no (véase Bosque 1994)– legitima la presenciade un término de polaridad negativa7. Así sucede con ninguno (véaseMartins, 2000) y nada en (20a) y (20b), respectivamente:

(20) a. La carne syn el anima a ninguno poco aprouecha et non es nin-guna cosa [Filiberto 56,16. (Wagenaar 1930:38), citado en Llorens(1929:83) y Camus (2006: 43a)]

b. Poco vos cumple a vos saber de mi fidalguía nada. [PCG.(Wagenaar 1930:53), citado en Llorens (1923:83) y en Camus(2006: 43c)]

En síntesis, a la vista de estos datos parece plausible sugerir que pocohabría sufrido un proceso de gramaticalización consistente en un debi-litamiento de su valor como cuantificador asociado a la denotación ver-bal (véase Bosque y Masullo, 1998) y su posterior reanálisis como marcade negación con un matiz enfático. Con todo, por razones en las que novamos a adentrarnos aquí, dicho proceso no se ha consolidado en espa-ñol8,contrariamente a lo que sucedió en catalán.

Frente a lo que ocurre en español, en efecto, en donde la ambiva-lencia de poco persiste hasta nuestros días, en algunas variantes dialecta-les del catalán –i.e. el catalán de Girona, del Rosselló, del Vallespir y delConflent–9 la gramaticalización de su equivalente poc se ha consumadoplenamente. Así se observa en los ejemplos de (21), en los que poc legi-tima los términos de polaridad negativa que aparecen subrayados:

(21) a. Los manestrals poch tenian feyna, molts dias se morian gent demiseria [Cròn. Guerra Indep. Penedès]Los trabajadores poco tenían trabajo, muchos días moría gente demiseria‘Los trabajadores no tenía trabajo […]’

b. Poc hi he estat mai, a BarcelonaPoco he estado nunca, en Barcelona‘No he estado nunca, en Barcelona’

7 El paradigma de (i) aporta evidencia empírica adicional a favor del paralelismo existenteentre poco y no en cuanto a su capacidad para legitimar términos de polaridad negativa:

(i) a. Poco le importa a nadie mi vida privada b. No le importa a nadie mi vida privadac. *Le importa a nadie mi vida privada

8 Nótese que el fenómeno de gramaticalización plena que no se llega a consolidar conpoco sí aparece atestiguado en el caso del compuesto tampoco, cuyo significado originario haderivado en una valencia inequívocamente negativa. Véase al respecto Llorens (1929:83), dequien tomamos el ejemplo que sigue:

(i) La y griega tan poco io no veo de que sirve. [Nebrija, 1,5]9 Véase Rossich (1996) para un estudio de esta construcción en catalán.

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c. Poc he vist ningú a la biblioteca de la facultatPoco he visto a nadie en la biblioteca de la facultad‘No he visto a nadie en la biblioteca de la facultad’

d. Poc ha fet res avuiPoco ha hecho nada hoy‘No ha hecho nada hoy’

Tal como muestran las traducciones literales de (21), la particulari-dad de estos ejemplos respecto de los datos del español reside en elhecho de que poc ha perdido en ellos toda relación con el verbo, por loque dicho adverbio no puede ser analizado como un elemento focali-zado. Nótese, en efecto, que si semejante opción fuera factible, se pre-diría erróneamente la buena formación de secuencias como (22):

(22) a. *Hi he estat poc mai, a BarcelonaHe estado poco nunca, en Barcelona

b. *He vist poc ningú a la biblioteca de la facultatHe visto poco a nadie en la biblioteca de la facultad

De forma similar, postular un proceso de focalización para dar cuen-ta de las construcciones de (21) prediría erróneamente, una vez más,que (a) y (b) en (23)-(24) son construcciones sinónimas, lo que distade ser cierto, según muestran las glosas:

(23) a. Poc he vist la Maria aquest estiu (23a) ≠ (23b)No he visto a María este verano

b. He vist poc la Maria aquest estiuHe visto poco a María este verano

(24) a. Poc he treballat avui (24a) ≠ (24b)No he trabajado hoy

b. He treballat poc avuiHe trabajado poco hoy

Ahora bien, si en las construcciones de (21) poc no nace como modi-ficador del SV dentro de IP/ST, de ello se sigue necesariamente que larepresentación de (19) es a todas luces inadecuada para dar cuenta delcomportamiento de dicho adverbio, cuyo funcionamiento hemos mos-trado que se corresponde con el de un marcador negativo. Dicha valen-cia negativa (y enfática) quedaría correctamente reflejada en el análisisde (25):

(25) [CP .... [FocusP poci ... [PolP ti [IP...]]]]

La comparación entre (19) y (25) revela la existencia de una asime-tría llamativa entre poco en español y poc en algunas variantes dialectalesdel catalán. Así las cosas, cabe preguntarse si el proceso de gramaticali-zación experimentado por poc es inédito en español. En contra de loque a primera vista pudiera parecer, existen pruebas empíricas conclu-

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yentes para sostener que la situación tipificada por poc es extensible, enel ámbito de la polaridad positiva, al español. Tal como vamos a ver acontinuación, la gramaticalización sufrida por la forma bien desde suvalor básico como adverbio de manera al de marcador de polaridadpositiva enfática constituye un contrapunto interesante al fenómenodiscutido más arriba.

3. LA POLARIDAD POSITIVA ENFÁTICA EN ESPAÑOL

Tal como se acaba de indicar, bien es un adverbio que en su acepciónbásica funciona como un modificador de manera asociado a la denota-ción del verbo. Tanto en español actual como en español medieval ymoderno, bien aparece habitualmente en posición postverbal:

(26) a. Et yo sabía bien tu malvestad et tu loçanía [Calila: p. 169]b. Oy una gallina e antier un gallo: yo veo bien mi duelo, aunque me

lo callo. [CORDE, 1438. Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste deTalavera (Corbacho), ed. de Marcella Ciceri, Espasa-Calpe, Madrid,1990: p. 166]

c. Tú dices bien, Sancho. [CE: Cervantes, Don Quijote de la Mancha]

De forma semejante a lo que se ha reseñado a propósito de los cuan-tificadores poco, mucho en (15b), (16) y de los constituyentes oraciona-les en general –véase (6)-, bien puede asimismo aparecer en posiciónpreverbal y adoptar una interpretación enfática:

(27) a. Bien lo sabedes que yo non puedo mas [Çid, v.:3311]b. El Çid que bien nos quiere nada non perdera [Çid, v.:1389]c. Si del campo bien salides, grand ondra auredes vos [Çid, v.: 3565]d. Pues, bien puede e deue ser notada la locura de cada uno...

[CORDE, 1438. Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera(Corbacho), ed. de Marcella Ciceri, Espasa-Calpe, Madrid, 1990: p.57]

Que la anteposición de bien obedece en estos y otros ejemplos a unproceso de focalización canónico y no a una mera reordenación estilís-tica de elementos es un hecho que viene avalado por la posición delsujeto, que tiende a situarse en posición postverbal, como resultado delmovimiento de V a C. Nótese a ese respecto el paralelismo entre losejemplos de (28) y los de (17):

(28) a. Bien sepa el abbat que buen galardon dello pendra [Çid, v.:386]b. Si Dios quisiere que desta bien salgamos nos [Çid, v.:3461]c. Pero bien sé yo, señor, que Tú eres tan misericordioso... [CORDE,

1438. Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera(Corbacho), ed. de Marcella Ciceri, Espasa-Calpe, Madrid, 1990: p.112]

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Si esta manera de ver las cosas es acertada, cabe suponer que el aná-lisis que corresponde a bien en (27) y (28) no difiere sustancialmentedel análisis postulado para poco en (19). En otras palabras, bien se habríatrasladado a SFoco desde su posición básica en ST / IP, según se ilustraen (29):

(29) [CP .... [FocusP bieni ... [PolP ti [IP ... ti ...]]]]

La representación de (29) capta adecuadamente las diferenciasinterpretativas entre los enunciados de (26) y los de (27)-(28): en el pri-mer caso, bien se comporta como un adverbial de manera vinculado alverbo, mientras que en el segundo a esa función básica se le superponeun matiz enfático, cuya traducción semántica, de carácter presuposicio-nal, se ha formulado en (7), y que sintácticamente se manifiestamediante el movimiento del citado adverbio a la periferia oracional.

Al igual que sucede con poco/poc, la focalización de bien abre el cami-no hacia una paulatina relajación de la relación originaria entre verboy adverbio, y la subsiguiente adopción de un matiz intensivo por partede éste, cuyo ámbito pasa a ser toda la oración. Bajo esa nueva inter-pretación, bien, más que denotar la manera como se produce el eventoverbal, denota que dicho evento realmente tuvo lugar10. Se trata, por con-siguiente, de una intensificación de la polaridad positiva del enunciado,que en lo esencial mantiene notables similitudes con el proceso experi-mentado –en el plano de la polaridad negativa– por el cuantificadorpoco/poc.

La aparición de bien en posición preverbal –como se ha reseñadomás arriba a propósito de poco– provoca asimismo frecuentes fluctua-ciones entre la lectura adverbial y la polar. Con todo, existen factoresgramaticales, amén de los puramente contextuales, que favorecen unau otra interpretación. Así, en los ejemplos siguientes, la lectura adver-bial de manera resulta inequívocamente favorecida en detrimento de la

10 Conviene precisar que el contraste entre ambas interpretaciones resulta más o menosacusado en función de las características léxico-semánticas del verbo. Nótese, en efecto, queen el caso del par mínimo de (i) la interpretación que resulta favorecida en (ib) no es laenfática, sino la intensiva:

(i) a. Los niños han comido bienb. Bien han comido los niños

Por lo demás, es importante señalar que el fenómeno que nos ocupa es una manifesta-ción particular de un fenómeno de alcance muy general, cuyas raíces hay que buscarlas enla forma de significar de los adverbios de manera. Éstos –tal como señala Bosque (1999:220)– “son implícitamente gradativos”, es decir, tienden a cuantificar sobre las propiedadesque los predicados denotan. Así, por ejemplo, cuando afirmamos que “María es tremenda-mente feliz” no nos estamos refiriendo a una determinada manera de ser feliz, sino más bienal hecho –sigue observando Bosque (1999: 220) – de que la felicidad se manifiesta en gradoextremo. Por razones de espacio, no podemos profundizar aquí en esta cuestión. En relacióncon el ejemplo anteriomente anteriormente mencionado, véase también Rodríguez-Ramalle(2005: 517).

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lectura polar, debido a la presencia del subjuntivo en (30a), el nexosubordinante si en (30b) y la marca de gradación muy en (30c)11:

(30) a. Bien sepa el abbat que buen galardon dello pendra =(28a)

b. Si del campo bien salides, grand ondra auredes vos =(27c)

c. E muy bien sabes tu que ... [CE: General Estoria IV]

Algo más tenue resulta, por el contrario, el valor de manera en ejem-plos como los de (31) o incluso los de (32), en donde la existencia deun proceso de tematización podría considerarse –en este segundo caso–un indicio a favor de la interpretación polar:

(31) a. Pues, bien puede e deue ser notada la locura de cada uno =(27d)

b. Pues bien sé yo, señor, que Tú eres tan misericordioso... =(28c)

c. Este tal bien ve que non sale tal ganançia de rrueca ... [CORDE,1438. Alfonso Martínez de Toledo, Arcipreste de Talavera(Corbacho), ed. de Marcella Ciceri, Espasa-Calpe, Madrid, 1990: p.150]

(32) a. Bien lo sabedes que yo non puedo mas [Çid, v.:3311] =(27a)

b. Bien lo sabemos que el algo gaño [Çid, v.:2576]c. Nos bien la sabemos aquesta Razon [Çid, v.:3229]

Por último, la lectura de polaridad enfática se impone netamente ala adverbial en ejemplos como los de (33), dado que los predicados queen ellos aparecen son incompatibles con la presencia de un modifica-dor de manera:

(33) a. Con tantas lágrimas acompañaba la enamorada pastora las pala-bras que decía, que bien tuviera corazón de acero quien de ellasno se doliera. [Cerv. Gal. Cuervo (1886), s.v. bien]

b. Bien viene a verme cuando me necesita [M. Moliner (1975), s.v.bien]

c. Éste fue su atento regalo al terminar ingeniería. Nada más justo.Esto bien me lo debía en pago de la educación y de los buenosprincipios que yo le inculqué, como quien dice, a pie de cuna.[CREA: Francisco Nieva, La señora tártara. Junta de Castilla-LaMancha, Toledo, 1991]

Los datos de (33) resultan particularmente relevantes a los efectosde este trabajo, por cuanto atestiguan de forma inequívoca la rupturade la relación semántica entre bien y el predicado verbal, y por ende el

11 Para un análisis de las restricciones sintácticas asociadas a la interpretación intensiva debien, véase Hernanz (2006).

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funcionamiento de dicho adverbio como marcador de polaridad positi-va enfática. Está claro, en efecto, que si bien se hubiera trasladado enellos desde su posición básica dentro del SV a SFoco –véase (29)–, se pre-diría erróneamente la gramaticalidad de (34). Nótese el paralelismoentre las secuencias mal formadas de (34) y las de (22):

(34) a. *Tiene bien corazón de acerob. *Viene bien a verme cuando me necesitac. *Esto me lo debía bien

Llegados a este punto, podemos concluir que el proceso de gramati-calización experimentado por bien en español12, frente a lo que sucedecon el adverbio poco, es comparable –en el campo de la polaridad posi-tiva– al del marcador de polaridad negativa enfática poc en catalán, talcomo se pretendía demostrar. Si ello es así, la representación que captaadecuadamente la situación tipificada en los datos de (33) no puede serla de (29), sino la que se recoge en (35):

(35) [CP .... [FocusP bieni ... [PolP ti [IP...]]]]

4. DE LA FOCALIZACIÓN A LA POLARIDAD ENFÁTICA: LA TRAYECTORIA DE LAGRAMATICALIZACIÓN13

En esta última sección se analizarán los mecanismos implicados en lacreación de marcadores de polaridad enfática a partir de un proceso defocalización previo. Antes de examinarlos, sin embargo, cabe recordarque dentro de la GGT se establece un estrecho paralelismo entre elcambio lingüístico y el proceso de adquisición del lenguaje, en tantoque ambos son concebidos como el resultado de la fijación de valoresparamétricos (véase Lightfoot, 1991 y 1999; Kroch, 2000, entre otrosautores). Así, el cambio lingüístico se relaciona directamente con lamodificación en la fijación de los valores de los parámetros establecidosen la Gramática Universal (GU), lo cual concierne también a la distri-bución de las categorías funcionales (véase Cinque 1999) en las distin-tas lenguas naturales o en los distintos estadios de una misma lengua.

Esta manera de ver las cosas abre el camino a la comparación de len-guas –y con ello al análisis (micro)paramétrico– como método eficazpara obtener generalizaciones relevantes, por cuanto la noción de pará-metro es translingüística.

En este marco, de acuerdo con Roberts y Roussou (2003), la grama-ticalización consiste en un reanálisis “hacia arriba” –’upward’ reanalysis–

12 Y lo mismo cabe decir de sus correlatos románicos (bé / ben en catalán, bien en francés,ben en italiano, etc.), tal como ha sido anotado por diversos autores: véase Hernanz (2006).

13 “Grammaticalization path”, en términos de Roberts y Roussou (2003).

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y, por consiguiente, en una modificación en la asignación del valor deun determinado parámetro, que mantiene correlación a su vez con laexpresión de una proyección funcional. Además, la gramaticalización,cuyo reflejo evidente es el desgaste semántico o cambio de significado,puede comportar la pérdida de un movimiento –Move– y la inserciónléxica o fusión –Merge– de la forma gramaticalizada en la proyecciónfuncional que marca la variación paramétrica.

Así las cosas, desde esta perspectiva teórica, podemos afirmar quepoc/bien, al ser reanalizados como palabras negativas o positivas enfáti-cas, sufren un proceso de gramaticalización que comporta una modifi-cación en el valor de un determinado parámetro y, como consecuencia,en la expresión de una proyección funcional SPol.

Como se ha visto, en el caso de la gramaticalización de poc, del cata-lán, y de bien, del español, caracterizado en (25) y (35), respectivamen-te, este proceso presenta notables similitudes. En lo sustancial compor-ta la pérdida del movimiento del adverbio desde la posición interna enel SV hasta el SPol y, como consecuencia, la subsiguiente fusión (Merge)en SPol. En términos de Roberts y Roussou (2003), dicho proceso degramaticalización se expresaría de la siguiente forma:

(36) Bien / pocCAMBIO ESTRUCTURAL:[CP .... [FocusP bieni / poci... [PolP ti [IP ... ti ...]]]] > > [CP .... [FocusP bieni / poci... [PolP ti [IP...]]]]CAMBIO PARAMÉTRICO:Pol* Move > Pol* Merge

CAUSAS:Desgaste semántico –pérdida del valor de manera de bien y del valorcuantitativo de poc– y reanálisis como marcas de polaridad positiva ynegativa, respectivamente.

En virtud del rasgo enfático de que están dotados, los citados elemen-tos sufrirán posteriormente un desplazamiento al nudo funcional SFocopara cotejar dicho rasgo. Dado que se trata de un movimiento de Pol aFocus, el resultado tiene una lectura de polaridad enfática (véase 8).

En contraposición, la polaridad negativa enfática del español –i.e. elcaso de poco– constituye un proceso más costoso, por cuanto supone elmantenimiento del movimiento a SFoco por parte de un adverbio cuan-titativo cuyo estatuto originario es el de un minimizador14 interno alpredicado –véase (19), repetido como (37)–15, lo que va en detrimentode la operación más económica de fusión (véase Roberts y Roussou2003: cap. 5):

14 Véase el caso de point en francés, mica del italiano, etc. 15 Recuérdese que en su traslado a SFoco el adverbio poco pasa por SPol, lo que le faculta

para legitimar términos de polaridad negativa, tal como se ilustra en (20).

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(37) Poco[CP .... [FocusP pocoi ... [PolP ti [IP ... ti ...]]]]

Nos hallamos, pues, ante un proceso aparentemente semejante alanterior, en tanto que también aquí se produce un movimiento a SFoco.Sin embargo, en este segundo caso, el punto de partida del movimien-to no es SPol, sino una posición interna dentro del SV en ST/IP. Portanto, el énfasis no recaerá en la polaridad sino en el propio elementodesplazado (véase 7); de ahí que las construcciones de poco en españoldiverjan crucialmente en su interpretación de las de bien en esta lenguay de las de poc en catalán.

Observamos, por tanto, que aun cuando en algunas variantes dialec-tales del catalán la gramaticalización afecta tanto a la polaridad afirma-tiva enfática (bé, ben) como a la polaridad negativa enfática (poc), enespañol solamente se atestigua en la polaridad afirmativa enfática(bien). Dejamos para futuros trabajos dilucidar el porqué de dicha asi-metría e investigar la posibilidad de que exista alguna variante hispa-noamericana que haya consolidado la gramaticalización de la polaridadnegativa enfática de la misma forma que el catalán.

5. CONCLUSIÓN

En este estudio se conjuga la propuesta sobre la estructura de la peri-feria izquierda oracional de Rizzi (1997) con la teoría de la gramatica-lización postulada por Roberts y Roussou (2003), con el objetivo dedemostrar que la focalización constituye una fuente de creación de mar-cas de negación o afirmación con valor enfático. Se observa que en oca-siones la polaridad negativa enfática sigue el mismo proceso de grama-ticalización que se da en la expresión de la polaridad afirmativa enfáti-ca (véase Hernanz, 1999 y 2006). En otros casos, como en español, encambio, se mantiene un proceso más costoso en que el adverbio cuan-titativo o minimizador no llega a gramaticalizarse, a pesar de poder legi-timar términos de polaridad negativa.

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