luis miguel córdoba ochoa - movilidad geográfica , capital cosmopolita y relaciones de méritos....

8/19/2019 Luis Miguel Córdoba Ochoa - Movilidad geográfica , capital cosmopolita y relaciones de méritos. Las élites del imp…

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BARTOLOMÉ YUN CAsAuLLA(dir.)

LAS REDESDEL IMPERIO

,

Elites sociales en la articulación

de la Monarquía Hispánica, 1492-1714

Marcial Pons HistoriaUniversidad Pablo de Olavide

2009


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La edición de este libro ha contado con la ayuda del «Gmpo de lnvcstigaci6n deExcelencia» de la Junta de Andalucfa, «Europa, el Mundo Mediterráneo y su DifusiónAtlántica». Universidad Pablo de Olavide (Sevilla).

Índice

Agradecinlientos " . 9

Introducción. Entre el imperio colonial y 'la monarquía compuesta.Élitcs y territorios en la Monarquía Hispánica (ss. XVI y XVIJ), Harto.lomé Ylln Casalilla " .."................................. 11

Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizaciÓn escrita de los Jitulares del "CO- pyright». bajo las sanciones establecida~ en las leyes, la reproducción fotal o parcial de esta obm por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la rcprogmfía y el tratamiento infonnáticu,y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o prést


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s índice

Estrcl:hando lazos: peqllcí'ía diplomacia y redes aristocráticas intcrna~c:.ionalcs. La amistad entre Marco Antonio Colonna y los príncipes e JeEbol i,Nicolelfo BaZ2ono 173

PARTE lIJPORTUGAL Y CASTILLA. ¿AMISTADES PELIGROSAS?

Títulos portugueses y matrimonios mixtos en la Monarquía Catól'lca,

Ma/alda Soares da CWI!Ja "........ 20S

Dc l~ raYf1de. ~or.lUgal a la frontera de gucITa: los Muscarcnhas y [as prác tIca s nobl1 1ana s de supervivencia política dur


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Movilidad geográfica, capital cosmopolitay relaciones de méritos. Las élites del imperio

entre Castilla, América y el Pacífico

Luis Miguel CÓRDOBAOCHOAUniversidad Nacional de Colombia-Sede de Medellín

Durante el siglo XVI se creó en Europa un sistema de vinculación deélites nobiliarias


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2 A. CASTILLO (comp.) Escribir y leer en el siglo de 'Cervantes, Barcelona, :1999. LostrAbajos de Bauza han abierto un fél1il campo de estudio sobre el papel de li!escritura en laEdnd Moderna en España. Véase F. BaUZA, Iriwgen y propaganda. Capítulos de fa Histo-ria Cll!lII({l{ del reinado de Felipe 11, Madrid, 1998. También Corre manuscrito. VI/a his-toria cultUral del Siglo de Oro, Madrid, 2001. Para un artículo de Bauza más relaciol1tldocon el terna de este artículo, véase, (cMemoria y memorias. La experiencia imperial y lasformas de comunicación}" en R. ClIARTJE llyA. FEROS (d¡rs.) Europa, América y el mundo.lI"empos hisfóricos, Madrid, 2006, pp. 107-124.

3 Sobre el Consejo de rndias, véase E. SCJlAFER,El Consejo Real y Supremo de Indi{)s,2 lomos, Sevilla, 1935. .

4 S. D E DIOS, Gracia, merced y patrollazgo real. Úl C6mara de C~slifla cll!!"e 1474 y15'10. Madrid. 1993.

información escrita para la asegurar la administración de los ten'1to-rios dcl Nuevo Mundo o de los enclaves POltugueses en África y Asia.En el caso particular de Portugal y Castilla la progresiva importanciaque adquirió la escritura para facilitar el gobierno desde del siglo xvrecibió un extraordinario impulso gracias a los nuevos descubrimien-tos en el Atlántico '.

La formación de los imperios del siglo XVI implicó la creación deinstituciones de alcances globales destinadas a obtener las informa-ciones necesaúas para la administración del gobierno, la justicia y lahacienda en los nuevos territorios. Tal fue el caso del Consejo de ln-ciias, cuyas oncinas recibían la información manus~rita que enviabadesde América y Filipinas una pulsante red de escribanos, oficiales,

soldados y hombres del clero '.I

Para que ello fuera posible las primeras generaciones de los solda-dos españoles que participaron en el Nuevo Mundo debieron aprender a relacionarse con la Corte por medio de la eseritnra. Dadas las distan-cias entre Indias y España y las pocas posibilidades de acudir perso-nalmente a la Corte, ellos registraron en forma escrita sus descripcio-nes, sus relatos, sus recomendaciones, sus peticiones y sus denunciassobre el Nnevo Mundo.

Como la pretensión de los soldados, miembros de] clero y oficia-les era la de obtener mercedes por sus servicios en el Nuevo Mundo,aproximadamente desde 1510, o un poco antes, en las Antillas o enTierra Firme ellos consideraron que sus méritos podrían ser presen-tados ante la Corona sigu:iendo un modelo bien conocido en España,

pues desde finales del siglo xv la nobleza castellana se habituó a pre-sentar ante ésta peticiones de gracia y merced en las que exponía los

méritos adquiridos en la lucha de reconquista y que eran estudiadas por la Cámara de Castilla, un organismo vinculado. al Consejo Real'.

:;60 Luis 'Miguel Córdoba Ochoa

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Movilidad geográfica, capital cosmopolita y relaciones de méritos.. 361

Cuando se crearon .losprimeros asentamientos españoles en las Anti-lIas,los hombres que llegaron al Nuevo Mundo)' que esperaban pre-mios por sus acciones, los solicitaron por medio de testimonios es-critos similares a las peticiones de gracia y merced de la noblezacastellana en el siglo xv. Uno de los testimonios 'más antiguos de estetipo fue el de Pedro Sánchez, un presbítero que furrnó parte de la ar-mada que llevó Diego de Nicuesa a Veragua. Este memorial fue ela-

borado en la ciudad de Santa María de la Antigua dcl Darién en agostode 1514'. Sánchez solicitó al alcalde de Santa María que por cuantohabía estado en la anuada de Nieuesa y después en Nombre de Dios,en Panamá, en donde prestó sus oficios)' donde dijo haber pasado mu-chos trabajos, necesitaba hacer una información de sus servicios con

base en unas preguntas que el alcalde debía hacer bajo juramento a lostestigos presentados por Sánchez. Era un interrogatorio sencillo desti-nado a probar que, en efecto, Sánchez era presbítero, que había aCOJll-

pañado la Armada de Nieuesa, que ejerció su oficio en Nombre deDios y en Santa María, que gastó en ello cinco años, y que nunca fueremunerado por sus servicios 6.

Inicialmente, las relaciones buscaban demostrar la participaci6nde los soldados en Jas primeras incursiones españolas en el Caribe, por Jo cual merecían algún premio, que era casi por estar en el grupode los vivos y no de :Ios muertos. Eran memoriales en los que altn nose encontraba,presente ese sentido histórico que caracterizará las rela-ciones que clespué. se escribirán desde Nueva España o Perú. El sen-tido azaroso de los primeros años en las Antillas también estaba pre-sente en las tclacioncs escritas en la década de 1510. En eIJas hayinformación sobre los inciertos y trágicos vagabundeos de los cspaño-

5 Archivo General de Indias (AGl). P


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les por las costas del Caribe y sobre los choques entre españoles e in-dígenas, pero aún no hay esa intcnsa preocupación por la geografía ytampoco se indaga COIlespecial interés por la lealtad de los solicitan-tes de prebendas, como sí ocurrió después de los alzamientos del Perú.Sin embargo, fue en esta etapa en la que se aprendió a presentar pavo-rosas matanzas indígenas como hechos de naturaleza heroica, como lodenunció después Las Casas 7.

El Caribe no produjo las liquezas esperadas y antes de la eonqnistade México ¡as relac'iones estaban marcadas por la típica retórica del sa-elificio por la Corona. Se entendía que las dificultades en las Antillas

formaban parte de la vida del soldado, pero aún no existía la idea deque ese sacrificio podía presentarse ligado a la creación de un gran im-

perio, lo cnal sólo comenzó a incorporarse en las relaciones despuésde la campailél de Hcrnán Cortés. Una relación previa a la conquista deMéxico fue la de Bcrnardino de Quesada, un vecino de ,Cuba, quienen 1516 presentó sus méritos ante la Casa de Contratación 8. Como enel caso anterior, fue una relación que se formó con preguntas muy ge-nerales que por Jo menos debían probar que los testigos sí conocían aQuesada, y que era uno de los primeros soldados que pasó,de La Espa-ñola a Cuba con Diego de Velázqucz y que participó en diferentes cam-

pañas en las que arriesgó su vida por el rey. No había más, ni asomo des'leños imperiales, ni grandeza. Los individuos aun no tenían la habili-dad para inscribir sus vidas en un proyecto dc tipo universal.

La conquista de México y la Monarquía Universal

Sin embargo la conquista de México cambió por completo las ex- pectativas que tenían los españoles sobre el Nuevo Mundo, que estabanmarcadas por ,la pobreza y el desastre poblacional de las Antillas. Asi-mismo, modificó en profundidad la idea de los horizontes hacia Jos cua-les los españoles podrían llevar sus propias vidas. Un singularejemplode la fonna como se utilizó la escritura como un poderoso medio para

presentar sus méritos a Carlos 1 fueron las cartas de relación de HemánCortés, quien en la segunda escribió clconocido Y',rieo relato sobre susalida de Cuba al mando de la annada creada por el gobernador Velás-quez, el asentamiento y fundación de Veracruz, la marcha llacia Teno-

7 Como se sabe la Brev{simo relación de la dcstrucci'ón de las Indias orrccc una visióncomplctílmcntc opuesta a las rdacioncs hechas por Jos soldados:

R AGl, Patronato, 50, R. l. Méritos y Servicios de Bemardino de Quesada.

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chtitlán, el encuentroeon Moctezuma y la pérdida de la ciudad', Ya nose trataba de demostrar que se había contado con suerte para sobrevivir en el Darién, por ejemplo, sino que las cartas de Cortés se ocupaban deotro problema, que era el de dominar una eultura sofisticada y rica quehabía sido capaz de vencer transit0l1amente las tropas españolas. Lasrelaciones de los hombres que acompañaron a Cortés presentan un altosentido'de lo político que tenía poco lugar en las relaciones previas.

El cambio que suscitó la conquista de México en la forma en la quelos soldados presentaban ante la Corona sus propias vidas fue deci-

sivo, pues ellos y sus homólogos en Perú, o en el Nuevo Reino de Gra-nada, buscaron crear un tipo' de interrogatorio que mostrara que el su-frimiento y la pobreza, típicos de los cuestionarios del Darién, teníanun fin diferente, que era la creación de otro reino tan importante comoel de Castilla, otra Nueva España, como sin modestia llamó Cortesa las tierras de los mexieas. Para eJlo era necesario tener un elevadogrado de control en las preguntas a fin de señalar que estas vidas es-taban unidas a la suelte del imperio y que eran vidas marcadas por unsentido histórico y no dominadas por el albur.

La sincronía entre los hechos de México y la elección de Car-Jos 1 como emperador no pasó inadvertida por los soldados del NuevoMundo. Ellos incorporaron en sus peticiones y en su propia proyec-ción como grupo de conquistadores la aspiración del dominio univer-sal que caracterizaba a la figura del emperador. Los soldados más cuI-tas comenzaron a utilizar argumentos en sus peticiones en los que eraclaro que entendían que de ahora en adelante ellos eran la última fron-tera, y laprimera, en otro sentido, de la formación de una MonarquíaUniversal, o Católica 10

Después de México las relaciones exigían una nueva habilidad re-tórica para demostrar que había una conexión entre las vidas de los

9 H. COHTÉS,Cartas de Re/ación, edic ión de M. HERNÁNOEZ SÁNCJlEz-BARDi\, Madrid,2000. La segunda carta-reiaciáJ1, del 30 de octubre de 1520, fue publicada en noviembre de1522 Cilla imprcnta de J. Cronbcljercn Sevilla, con lo cual la ret6rica imperial de la mismafue bien conocida en el ámbito de los soldados del Nuevo Mundo.

1(} Sobre los difcrentes sentidos del concepto de monarquía, véase A. ÁLVARCZ-OSO.

RtO ALVARIÑO y B . J. GARCfA GARCfA (cds.),La Monarqu[a de las Naciones. Patria, nacióny naturaleza etlla Monarqll[a de Espmia, Maddd. Fundaci6n Carlos de Ambercs, 2004.También A. M. BERNAL, E.11Jaria, proy ect o inac abad o. Costes/beneficios de/Imperio, Flln~daci6n Cal'Oljna~Marcial Pons, 2005, cap. ll; LI. A. TIlOMPSON, «C


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11 Sobre la importancia que tuvo la milicia como actividad que pCrlTlilía l~ movilidadsocial en el s iglo XV], véase R . P UDDU, El soldado gemilhombre .Autorretnjfo de l/lJa socie-

dad guerrera: La E.I '[Jwiadel siglo XVI, Barcelona, 1984; F. EDELMAYJ,R, «Soldados del Sa-cro Imperio en el Mediterráneo en l a épuca de Felipe J J» , en B . ANA:rRA)'F. MANCONI, Sar-degna, Spagllo e ~'I(jliilalial1i nell'elti di FiJippo ll, Cagliari, 1999.

)2 Sobre los elemenlOS de identificación de los conquistadores, véase J. DURAND, Larransjormaci6n social del conquistador, 2 lomos, México Dr, 19 5 3; F . DE SOW\NO, «Elconquistador hispano: señas de identidad», en F. DE SOLANOer al., Proceso hisf6rico alconquistadur. Madrid, 1988. .

13 Un cuidadoso estudio comparativo en el que se analizan las huestes de Cortés, Piza-rro, Hcrcdia, Durán,.Valdivia y las tres tropas que coincidieron en la sabanu de Bogotá se

Como las relaciones de - méritos y servicios se hadan mediantecuestionarios con los que 'se interrogaban un numero variable de tes.-ljgos, ellas sirvieron para que la estructura jerárquica de 'los soldadosespañoles ,conociera las.pregüntas que los capitanes más destacados-como Cortés, Pizarra o Bela1cázar- hacían para obtener las gran-des recompensas que esperaban, como los títulos de marquesado o lasgobernaciones vitalicias. Cada soldado qne testificaba a favor de uncapitán español era un potencial peticionario que ya sabéa cuales pre-guntas debla hacer pal"a so'licitar premios acorde a sus servicios. Esereiterado ejercicio de preguntar y repreguntar contribuyó a crear une/has del conquistador que era común ti las Indias dada la intensa cir-culación que se dio en el XVIpor el continente 13

soldados de Indias y los nuevos postulados iri1periales de la monar-qUÍn. Po r esto las relaciones de. méritos y servicios se convirtieron enun sofisticado medio de información. Las transfonnaeiones que ellastuvieron fueron una evidencia: ele la complejidad que adquir.ió la pre-sencia española en el Nuevo Mundo, del nuevo sentido político queadquirió la Corona después que el rey se convirtió en el emperador,y de que dicho sentido fue comprendido por estos soldados. El gradode sofisticación de las relacioncs nos rcvela que hubo un cambio rá-

pido en la forma de representar las vidas propias 11: Las preguntas qnese fueron incorporando a las relaciones, y que los soldados más hu-mildes aprendían de los capitanes más poderosos, mucstran una ex-hubcrancia en la representación personal y una clani percepción de

que en el Nuevo Mundo la condición de privilegio no la daba única-mente el origen noble. En otras palabras, los 'soldados que se estabanconstituyendo en las cabbas de Indias y queestá;' negociando los al-cai1ces de sus poderes c-oilla Corona estaban seleccionando ~n nuevorepertorio de los atribuLas que debían identificar a las élites en Indiasy que nO coincidían de forma precisa con los que identificaban a lasélites dc la PenénsuJ" 1 '.

encuentra en C. GÓMEZ y J. MARCHENA, {(Los señores de la gucna en la conquista», AIJII(¡- ,.io de Estlltiios Americano,l', t. XUI, Sevilla, J 985, pp. 127-215.

14 AGl, Santo Domingo, 9, N, 5. Méritos y servicios de Diego de Ordás, 1521.

. Movilidad gcügrMka. capital cosmopolita y relaciones de méritos... 365

La experiencia de Méx ico se prestó para que en las relaciones re-lativas a ésta los primeros soldados hicieran preguntas específicas

acerca del singular valor que adquirieron los conocimientos geogrú-

ficos, esenciales para una monurquia compuesta y el funcionamiento

de un imperio que unía territorios lejanos., que serían claves para quelos hombres de Canés llegaran a salvo a TenoehLitlán desde Veraeruz.Éste fue el caso ele Diego ele Ordás, quien, en una relación elaboradaen Santo Domingo el J4 de septiembre de J521, rememoró que era el

capitán de uno de los nav.íos que"envió Cortés n Yucntán a buscar a dos

«crisüailos cautivos» por años en la península de Yucatán, uno de. Joscuales, Jerónimo de AguiJar, fue el traductor de Cortés. También hizosaber que era él el que había subido a una sierra muy alla que se veía

desde Cholula y que arrojaba humo. ÉSLa resultó ser el volcán dc 1'0- pocatépetl, en la cima del cual vio la boca de fuego y elesde cuyas fal-das divisó, al otro laelo de elonde estaba la tropa española, la ciudadde Tenochtitlán. Decía que uno ele sus méritos era haber descubiertodesde las alturas e 1 e l volcán un cam.ino para ir seguros a esta c iL l daclevitando las emboscadas que los mexicns les tendrían prcpm'udas 14.

Las relaciones posteriores a la toma de Tenochtitlán incluían pregun.Lasque subrayaban el papel que cumplieron los sol dacios en los comba-tes e identificaban los nuevos tCITitorios por los cuales sc desplazaban aniíz de sus canlpañas desde Tenochtitlán. Así ocurrió con Juan Januni-lIo, un hidalgo que estuvo alIado de Conés desde su primera cnmpm,ay que preguntaba a los testigos si sabían que por la confianza que éstele tenía lo nombró para dirigir las tropas de la retaguardia y como ca- pitán de UIio de los trece bergantines que permitió la toma definitiva deTenoehtitlán. Pera además, la relación de Jaramillo trazó un rápido es-

bozo de los lugares en los cuales estuvo por órdenes de COJiés o aliadosnyo como alférez. Fue uno elelos fundadores de Segura de la Fronteray también estuvo con Cortés en Panuco y en la campaña el e Flonduras.Habitualmente si un soldaclo habéa mantenido a olros hombres sin re-cursos procuraba .informar sobre este hecho como una pnlcba de su ge-nerosidad. Jarami110 lo hizo pero aclvÍJiió que daba cobijo y alimento ensu casa a muchos hijosdalgos pobres, aun endeudándose para hac~rlo,

porque sabía que ellos iban a México a servir al rey. Así pues, no se Ira-taba de mostnu' que se practicaba la generosidad por. sí misma, sino queella servéa para sosLener el proyecto de la monarquía.

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366 Luis Miguel Córdoba Dehoa Movilidad geográfica. capital cosmopoliL1 y relaciones de méritos .. 36 7

La penetración de los españoles hasta Tenoehtitlán rompió los lí-

mites geográficos del Caribe al tiempo que la forma como se creía

que era adecuado representarse ante la Corona. Las nuevas pregun-

tas de las relaciones de méritos muestran un aprendizaje acerca de la

imagen que los individuos deseaban proyectar sobre ellos que no se

había dado previamente en el Caribe y que se constituyó en un capi-

tal político permanente de los soldados allí, luego en Perú, en Chileo en Luzón.

Los encomenderos del Perú y crisis de la lealtad con la Corona

La conquista del Perú permitió que el reducido grupo de españo-

les que estuvieron con Pizarra en la captura de Atahualpa obtuviera

las encomiendas, las pensiones y los títulos necesarios Rara consti-

lUir una élite con un poder más concentrado que la de Nueva España

y cuyo control fue más delicado. La vastedad de los territorios que al-

canzaron a reconocer los hombres de Pizarra o de Almagro --{;on su

fracasada expedición por los Andes hasta Chile- acentuó la impor-

tancia que se dio a los conocimientos' geográficos de territorios leja-

nos y dispersos como un valioso capital que era básico para crear las

rutas de los nuevos sistemas mercantiles que atravesarían las distin-

tas regiones del imperio. La compleja red que aseguraba que la plata

de Potosí llegara hasta la Casa de Contratación en Sevilla era uno de

estos ejcmplos,

En la década de 1530 las noticias de las inauditas riquezas del

Pcrú arrastraron hacia allí a cientos de soldados desde el Caribe y de

Nueva España. Esos soldados fueron los primeros en presentar vi-

das cuyo marco geográfico, de dimensiones continentales, rompía

los precedentes acerca de la experiencia bélica de los soldados es-

pañoles, pues podían mostrar que habían pasado de Santo Domingo

a Nucva España, de allí a Honduras,-a Nicaragua y luego a Quito, el

Perú, el Titicaca, Chile .." Cuando el Consejo de lndias comenzó a

crear una red de oficiales vinculados a las Audiencias y a las oficinas

de la Real Hacienda reprodujo el sistema de circulación continental

del cual fueron pioneros los soldados de Nueva España que después

pasaron al Perú,

Por ejemplo, en 1539 Diego de Sandoval informó desde la ciudad

de Quito que estuvo en las campañas de Pedro de Alvarado en Gua-

temala y que cuando este pasó al Perú, Sandovallo acompañó hasta

Riobamba en donde entró al servicio de Sebastián de Be1alcázar, ellu-

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gmteniente al que Pizarra le encargó el control del reino de Quito",

En 1556 Luis de Quesada, quien residía en Cuzco, afirmó que cuando

las minas de Potosí estaban arruinadas él instruyó a su criado Pedro

Hemández pm'a que ellas fueran beneficiadas con el azogue. Según

Quesada, ello le produjo al rey un incremento de 450.000 pesos anua-

les en'los quintos ", En ambos casos historias que se desalTollm'on en

el Perú partieron de la experiencia mexicana ya que el beneficio de la

plata por medio del azogue fue desarrollado primero por mineros vas-

cos en la Nueva España. La circulación de conocimientos en el seno

de las redes de relación personal yen forma de desplazamientos indi-

viduales se cstaba convirtiendo así en un aspecto fundamental del fun-cionamiento del impc:i0'

La dura competcncia por el reconocimiento real forzó a los solda-

dos a buscar novedosos aspectos con los cuales pudieran resaltar su

importancia para la Corona, Fue el caso de Rodrigo Núñez de Bobadi-

Ila, qnien era tesorero en Quito y que informó de sus grandes pérdidas

en esclavos y bienes en Tiena Firme y en Perú. Para ponderar un Pa!'-

ticular tipo de servicio preguntó a sus testigos si era cierto que «como

buen servidor ha tratado de traer a esta tierra mucho ganado, yeguas,caballos, ovejas, puercos}> 17.

Los enfrentamientos entre pizalTistas y almagristas y la posterior

rebelión de Gonzalo Pizarra, cuyos hombres derrotaron y ascsinm'on

al vin'ey Bla'sco Núñez Vela, se prestaron para que en las rehleiones de

mérito? qne recibió el Consejo de Indias en la década de 1540 ocupara

un lngar central la demostración de la lealtad al rey, algo sobre lo cual pocas veces se indagaba en la década de 1510 18, Un ejemplo típico fue

el de Rodrigo de Salazm', quien, bajo las órdenes del licenciado Vaca

de Castro, capturó a Almagro el Mozo y que ocupó un papel prepon-

derante en la dcrrota de Gonzalo Pizarra. En relaciones como la suya

10que importaba era comprobm' que ante las amenazas internas de los

mismos soldados rebeldes contra la Corona se habían asumido gran-

des riesgos, Eran informaciones que exploraban el problema dc la co-

l~AG(. Patronato, 93, N. 9, R, 3, Méritos y servicios de Diego de Sandoval, Quito,19 de noviembre de 1539.

16 AGI, Patronato, 99, N. 2, R. 1, Meritas y servicios de Luis de Quesada, 1556.

17 AGI, Patronato, 93. N. 10, R. 3, Méritos y servicios de Rodrigo Núñcz de Boha-dilla,.Quito, ]540.

IS Acerca de la conflictiva sociedad CIl el Pen"i véase, J. LOCKIIART, El mundo hispano- peruano, 1532-1560, México, 1982. A. M. LORANDl, Ni ley, lIi rey, ni homhre virtuoso. Gue-

rra y Sociedad en el virreinato del Perú. Siglos xvi y XI'lI, Barcelona, 2002. S. E. RAM!REZ.Contactos culturales y conflictos transcl/lrurales en el PerLÍdel siglo xvi. Lima, 2002.


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368 Luis Mi guel Córdoba Ochoa Movilidad geográfica, capital cosll lopolitD. y rclacioncfi Je méritos .. 369

hesión interna de los soldados de la conquista y de su lealtad. Así, Sa-lazar preguntaba, por ejemplo, que si sabían que porque no había que-rido salir de Quito en compañía de Almagro el Mozo a dar batalla algobernador Vaca de Castro, los soldados de este


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370 Luis Miguel C6rdoba Ochoa J\.1ovilidad gcognífica, capital cosmopolita y relaciones de méritos ... 371

de otra forma no se vería el engaño de las «mil mentiras y falsedades»

que recibía en Jas peticiones.

El interés crucial que tenía para la Corona la lealtad después de es-

tos hechos rápidamente obligó a los nuevos solicitantes de recompen-

sas a incluir varias preguntas en las que los testigos debían corroborar

que no se había estado en ningún motin o alzamiento. En ese extenso

y dilatado camino de informaciones que iba desde la Corte a Sevilla, a

Santo Domingo, a México, a Panamá, al Pacífico, a los Andes, los sol~

dados comenzaron él ,invocar nuevas pruebas de lealtad que, como se-

ñaló el dominico al rey, eran más que dudosas.

Las Filipinas, las élites en las antípodas y la identidad

mediante la gnel'l'a

.Durante la primera mitad del XVI la extensión, compleJidad y diver-

sidad de aspectos con los que se enriquecieron las relaciones de mé-

ritos y servicios fueron el testimonio de la magnitud de la expansión

te!Titorial que tuvo la Monarquía Hispánica en el siglo XVI. En una so-

ciedad que desde el siglo xv vivió un proceso de fortalecimiento de la

escritura, las distancias entre el centro de la monarquía y los territo-

rios de! Nuevo Mundo forzaron a estas nuevas élites a hacer de la pro-

pia representación por medios escritos su principal elemento de vin-

culación con la Corte. Igualmente el proceso de transformación de las

relaciones como tipos documentales muestra cómo a medida que se

ocupaban nuevos territorios, se extendían las distancias y se crispabael ambiente político en el Nuevo Mundo, esas élites de encomenderos

fueron redefiniéndose a sí mismas en función de los servicios que po-

drían prestar a la Corona y de las necesidades de ésta.

Las relaciones que se enviaron en las décadas de 1540 y 1550 in-

dican que la movilización de hombres desde e! Caribe y México ha-

cia el Perú. generó un sólido conocimiento geográfico entre estos in-

dividuos y que ellos advirtieron que el hecho de haber circulado por

el continente les daba un valor que era necesario para la Corona en

momentos en que tomaba fuerza e l ideal de una monarquía univer-

sal. La movilidad geográfica, que en las primeras décadas era expli-

cable por la búsqueda de riquezas, cristalizó a mediados del XVI con

la definición del vasto e intrincado tejido que comunicaba los cen-

tros urbanos y mineros con los puertos y con las IUtas marítimas que

servía la flota española. Para el Consejo de Indias los soldados que

más se habían desplazado por el continente americano eran capaces

de presentar las informaciones más agudas y adecuadas para las mis-

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mas necesid,rdes de la monarquía. La escala de su aprendizaje era

continental, o global después que Miguel López de Legazpi ocupó

las Filipinas y fundó en la isla de Luzón a Manila en 1571. Ese en-

riquecimiento personal que daba la movilidad en el continente no

pasó desapercibido y quizás sea una de las razones por las que el

Consejo promovió una política de traslados regulares de Jos presi-

dentes,y oidores, y de oficiales de la Real Hacienda entre las diferen-

tes audienéias de Indias 21 •

La ocupación de las Filipinas reforzó la .idea de que la movilidad

por los nuevos mundos constituía una riqueza personal intransferi-

ble porque representaba más experiencia y capacidad para gobemar

O para combatir, por ejemplo. El control de las islas se hizo con base

en Ja experiencia militar que Jos hombres de Legazpi adquirieron en

Nueva España. La población nativa de las islas fne distribuida en en-

comiendas según el.modelo de Nueva España, de donde salió la expe-

dición de López de Legazpi y donde el vivió desde 154522

Con el control de Filipinas el Consejo de Indias recibió una

nueva oleada de relaciones de méritos y servicios de los soldados

que acompañaron a Legazpi, que esperaban encomiendas y que no

estaban en condiciones de ocupar puestos de privilegio en el com-

petido escenario de la Nueva España, En sns peticiones hablaban

de nuevos probleJ11as, como fue su participación en los enfrenta-

mientos con 'los portugueses que estaban en las islas, las recomen-

daciones que hadan para conservar las islas, enfrentar el Japón y

para expandirse háeia China. Fue el caso de Hernán López de León,

quien era Alguacil Mayor de Manila, y que en 1575 se solicitó a Le-gazpi que autoriZara una relación de sus' servicios para presentar-

los en México. Por ellos constaba que era hijodalgo, que de tiempo

atrás tenía la confianza de Legazpi, que 10 acompañó en su expedi-

ción y que estuvo en la guerra contra los portugueses por el control

21 Sobre la dimensión global de las élitcs de la Monarquía Calólica, véase S. GRUZ!}I-

SKI,«Passcurs y élilCS "católicas" en las Cuatro Paltes del Mundo o los inicios de la muo-

dialización (1580-1640)>, en S. O'PHELANGODOY Y C. SALAZA.R-SOLER, Passeurs, media-

dores culturales y agentes d e la primera globalizaci6n en el mundo ibérico, Lima. 2005;

S. SUDRAIIMANYAN,«Sobre comparacionos y conex iones : no tas sobre e l es tud io de los imperios ibéricos de ultramar, 1490~lG40», en R. CHARTlER y 1\. FEROZ (dirs.), Europa, Amé-

rica)' el Mundo. Tiempo.~ hist6ricos, Mndrid, 2006, pp. 239-262.12 La historia de la ocupación de las Filipinas y de las complejas relaciones de los es-

paiióles. con las poblaciones del archipiélago, con Japón, con China y las Malucas, rue

descrita por el oidor Antonio de Morga en un libro qne en buella hora ha editado el Fondo

de Cultura. A. DE MORGA,

Sucesos de las Islas Filipinas (México, 1609). edición de F. Pf:,-RU JO , México DE 2007 .


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de las islas 23. La relación de López de León se centraba en el hcchode quc la larga cxpcricncia que adquirió en México lo capacitaba

para asumir oficios de importancia en Filipinas, pues pedía que sele diera el título de regidor. En otras palabras, en la década de 1570ya había tal'experiencia acumulada en Indias que los soldados de- bían dcmostrar que habían prestado sus servicios en dos o tres au-

dicncias difercntes 24.

D AGI, l~atronato, 52. R. 5, Méritos y servicios de Hernán Lópcz de León, Manila,

1575.2~Otro de los sol~lados de Filipinas, Juan d'e ~orón, quien estuvo en la conquista de

LU7.óll, interrogaba a loS testigos sohre su particil)m.:ión previa en una jornada en la Flo-rida. AGI. Patronato, 52, R. 3,Mélitos y servicios de Juan de Morón, P,may, 8 de julio de1570. Otro, Gabriel Rivera, que tenia ellítuJo de alguacil mayor de la annHda de Legazpireclamaba que pese a sus servicios el gobernador le dio un repartimiento qtÍe ya ~taba des-

poblado. También hacia énfasis en su participación en los combatcs contra los portugue-ses cn la isla de Cchú. AGI, Patronato, 52, R. 6, Méritos y servicios oc Gabriel oc Rivera,Manila, n1af7-O de 1572.

2~ Éste fue el caso del Nucvo Reino de Granada en donde se autorizaron campaiías'contra los grupos 'indígenas de la 'cuenca uel río Magdalena que nLlnea habí,m sido domi-nados bajo el pretexto de que eran rebeldes, El interés de esa región radicaba en la riqueziI

aurífera y en los beneficios que le daría a la Real Hacienda.2~ Un a ampliH revisión sobre la gu~n'a en c'l mundo hispáilicQ se PHedc ver en E. GAR-

elA HERNÁN y D.MM11J (eds.), Guerra y Sociedad en la Monarqu(a HispálJica. Política, es-trate¡.:ia y cultura en la Europa Moderna. (1500.1700),2 tomos, Madrid, 2006.

:La ocupación de Filipinas se presentó en los años en los que se es-taba reactivando un nuevo ciclo de guerras en diferentes partes del

Nuevo Mundo después de que en 1550 el príncipe Felipe había prohi- bido la continuación de las campañas de conquista. Tras años de ges-tiones en la Corte por parte de los soldados de Indias para que se auto-

rizaran las conquistas, éstas fueron pennitidas en] 559 bajo el nombrede campañas de pacificación. La estrategia para solicitar las nuevascampañas se basó en el argumento de que grupos indígenas que ocupaban tierras ricas en el oro y plata que urgía la Corona se habían re- belado y que por ello se justificaba la gllerra 25.

Las décadas de 1560 y dc 1570 se caracterizaron por una movili-zación hacia la guerra, como ocurrió en la región de la Chichimec3, enChile, en el Perú con Tupac Amaró o en el Nuevo Reino de Granada.Pero la guerra cra de nuevo la preocupación centnd de la monarquíaen Europa dcspués de la rebclión dc los en los Países Bajos en 156626•La invasión de Filipinas se presentó en un ambiente en el que la iden-tidad con la monarquía se presentaba mediante la pm1icipación en lasguerras que esta enfrentaba. Para reclamar premios era fundamentaldemostrar que era se era un hombre «bien entendido eH cosas de las

372 LLlIS Miguel Córdoba Ochoa j. 13

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Movilidad geográfica, capital cosmopolita y relaciones c i t : . mérito s... 3 73

g'uerras», como hablaba acerca de sí mismo Juan de Medrano, un sol-dado de Filipinas quc había luchado allí con los portugucses y COJllosnativos de las islas 27,

La tendencia dc los soldados a desplazarse hacia aquellos sitios cndonde .parecían abrirse promesas de recompensas, gracias a las gue-rras que cllos mismos nccesitaban promover, fue un tipo de prácticaque aprovechó cl Conscjo de Indias para formar un cuerpo dc oficia-les expertos en las cosas del Nuevo Mundo gracias a que en sus carre-ras como gobernadorcs,fiscales; tesorcros, oidores habían adquiridoexperiencia en diferentes tel'ritorios, Sin embargo, sus respuestas y eltipo de soluciones que proponían para los problemas locales formaronuna cultura política cOlnún sobrc la guerra en el Nuevo Mundo pucsto

que dada la abundante circnlación de hombres y de noticias se sabía,con ,la tardanza natural, desde luego, acerca de los hechos en las dife-rentes audiencias de Indias 28.

Con la coronación de Felipe JI como rey de POltugal sc abrieron posibilidades para que sus súbditos castellanos y portugucses cjcrcie-ran sus oficios cn tcrritorios que antes de 1580 les estaban vedados por la separación de las dos Coronas. En algnnos casos ellos prcscntaronrelaciones de méritos en las que demostraban que hab.ian actuado conigual mérito en las jurisdicciones de Portugal o de Castilla. Ellos fue-ron los casos más singulares por su movil,idnd geográfica y cosmopo-litismo. Podría ponerse el cjemplo del rico comerciantc portugués deMacao Bartolom6 Báez Landero, quicn cn 1586 presentó nna relaciónen la qucseñaló cstar en la ruina por servirle al rey. El estaba vivicndoen Macao hada veintiocho años y en 1583 le correspondió usar su prestigio en Cantón para rescatar al padre jesuita Alonso Sánchez. aquien el gobernador ele Filipinas, Gonzalo Honquillo cnvió sin éxitoallí para que obtuviera pnra los españoles los mismos privilegios quelos portugucses tenían en los pnertos de China 29 Bñez comcrciaba dcmanera intensa entre China y 1apón y, según el padrc Alonso Sánchez,en Japón 10 llamaban «el rcy de los portugueses» ". Dcspués de jurar

21 AGI, Patronato. 52, R. 9, Servicios y méritos de Juan Medrano, rvfanila, enero de

1575.1H Un ejemplo fue el d e Bernardo de Vargas Machuca, quien, después de servir corno

soldado en las guerras del Magdalena en cl Nucvo Reino de Granada, publicó, en 1599, Milicia y descripci6n de la Indias, texto en el ctlul explieuha cómo se debería realizar laguerra en el Nuevo Mundo.

2~AGl, PalIonato, 53, R. 2, Servicios y méritos dc Uanolomé Báe~ Lundcro, Ma-

nila, 19 de abril de 1586.30 AG1, PiÍipinas, 79, N 15, Relación breve de la jornada quc el P. AJan so Sánc1lc". dc


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la Compañía de JcslÍ:;; hizo por hordcn y parczcr del SR. D. Gonzalo Ronquillo de Peña-losa, govcrnador de Philipinas, y del Sr. obispo y oficiales de S, M. desde la Isla el e LUZÓlly ciudad de Manila a .los Rcynm; de la China,-ManiJa, abril-junio, 15S3. Este documento

ha sido transcrito por M. Qllé Rodríguez. http://wwwupf.cdu/fhuma/ccao/proyectes/chc/

s i6/snnchcz2.htm. El jesuita no consiguió su objetivo. pues los chinos le advirtieron a él ya Jos esp


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El valor de los conocimientos geográficos

sentido, Sande llamaba la atención a que el dominio de Indias había

creado conocimientos m.ilüares propios de estas y que p;;trecía necesa-

rio atender al valor de las ex perieneias locales para evitar el fracaso de

los soldados llegados directamente de las guerras de Europa.

«armas y mpa con que se cubrir de paño y frm;adas y con que curtlf las llagas que se hazcllque para esto es bueno el so¡iman y cardenillo porque como es tierra caliente tras cualquier

llaga entra can.;er en mojándose".lbíd.

J~ 'Ull comentario apHrte merecen las cartas que la Comua recibió dcsd~ Filipinas

o China escritas por portugueses en ];¡sque le inforrn~ban al nuevo monarca acerca de

la compleja geografía insular y de las evcntu3les campañas que se podrían ejecutar para

conquistar los «ricos reinos de la China». Por ejemplo, e n 1584 el padre jesuita portugués,Fmflcisco de Carvajal. que hacia diecisiete años vivía en Japón, recomendaba al rey nada

menos que la conquista de China, pues ello lo favorecía el hecho de «ser comúnmente

gente delir;josa e afeminada cm cxper;ial os nabres)" AGI, Patronato, 25, R, 21, Carta tle

Francisco Carvajal, tleseripci6n de rilipinas y Japón, Mucrlo, 25 de junio de 1584,

H F. DE SOLANO (ed.), Cuestionarios para laformadón de la:. Rell ícia fle.l' Geo gráf icas

de lf1tiitLl', Six/as XV/-XIX, Madrid, Centro de Es{udias Históricos. 19R¡S.

El valor que los soldados y oficiales ell América y Asia reconocie-

ron en el conocimiento geográfico llevó a que .Iainformación que se in-

sertaba en las relaciones de méritos sobre la geografía de los nuevos te-

rritorios adquiriera tanta importancia que en la scgunda mitad del XVl el

Consejo recibiera memOliaIcs en los que los soldados sólo hablaban de

la geografía de las diferentes provincias 36 Al explicar las características

de las costas, de la orografía, la ubicación de las poblaciones indígenas

y sus peculiaridades, al proponer nuevas rutas para el crecimiento del

comercio, estos soldados y oficiales no ponían el énfasis de sus Jnéritos

en los hechos de la guerra, de los que ya se sabía que podían ser enga-

ñosos. sino en su capacidad para sintetizar sus experiencias personales

en informaciones útiles para la expansión de la nionarqufa.

En 1578 el Consejo de lndias envió a América el primer cuestiona-

rio geográfico, formado por cincuenta preguntas, pma que fuera res-

pondido en las deferentes Audiencias y cabildos. Este cuestionario

eonlribuyó a darles a los soldados el lenguaje y Jos medios para for-

malizar sus conocim.ientos y puso en marcha un proceso circular me-diante el cual las informaciones de los indianos daban origen a nuevas

pregnnlas del Consejo y estas alerlaban a los soldados sobre Jos nue-

vos problemas acerca c.Ielos cuales el Consejo esperaba ser imormado

y que a ellos les podrían representar un premio por la calidad de las in-formaciones proporcionadas 37.

Movilidad geográfica. capital cosmopoJila y relaciones de m éritos.. . 377

Por ejemplo, en la cléeada de 1590, Miguel de Olabarría, un ve-

cino de Chile, escribjó en España lIna relación sobre esa provincia en

la que describía al detalle las diferentes provincias de Chile, narraba

cada una de las fracasadas campañas de Jos españoles par£i controlar

el territorio, explicaba las causas de estos fracasos y proponía medi-das para evitar los errores en la gucna]8,

Para los gobernadores resultó importante poder explicar las funda-

ciones de nuevas ciudades de acuerdo con las necesidades globa'les de

la monarquía. Así, en 1583 el gobernador de Antioquia, uhieada entre

las planicies del Caribe y las cordilleras que .llevaban hacia Quito y el

Perú, se tomó el trabajo de indicar cómo la fundación de dos pueblos en

las zonas mineras de .los ríos Cauca y Nechi eran útiles para la Corona porque permitirían viajar desde el Caribe al Perú por tielTa y ev.itar el

arrjcsgado y malsano tránsito por Panamá, Su opjnión era que la funda-

ción de las ciudades debería atender a las necesidades estratégie'L' de la

monarquía y mI sólo a caprichos pasajeros de los gobcmauorcs.

Rodas explicó como al avanzar desde el puerto de Cáeeres por el

río Cauea se podría llegar hasta el puerto de Mompox en el río Mag-

dalena y después haslae! puerto de Carlagena de Indias. El párrafo en

c'I que Rodas descrjbía la imp 0rl


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378 Luis Miguel Córdoba Ochoa

La cruta dc Rodas indicaba cuan bien se había entendido en el úl-

timo tercio del siglo XV] que los soldados deberían ser más que hombres

de mmas y que sus decisiones deberírul vincularse a la política de la mo-

narquía. La creación de una ruta segura para ir del Caribe al Perú le pa-

recía a Rodas un servicio tan adecuado como las fingidas' conquistas.

Final

La pcnetración de .Jos españoles en el Nuevo Mundo hizo nece-

sario que los mismos soldados buscaran crear mecanismos de infor-

mación destinados a demostrar que ellos constituían un tipo de súb-ditos que si no tenía nobleza de origen, si la tenía por sus méritos. El

aprendizaje de la forma más adecuada para presentarse a la Corona

comenzó de manera simpld en las Antillas y el Darién, pero las com-.

plejas experiencias de México, el Pelú o Chile exigieron que los sol-

dados de Indias buscaran las preguntas adecuadas para señalar cómo

esas experiencias los habían afectado. La progresiva extensión del

área bajo la influencia española en América creó un flujo de infor-

mación en élites de soldados-encomenderos que aprendían unos deotros cómo podrían tender un vínculo entre sus violentas vidas y los

propósitos casi teleológicos de la Monarquía Católica. Igualmente

ellos buscaron hacer de su vinculación a la guerra un sólido atributo

de identidad con la Corona, algo que aprovechó el Consejo de Indias

para la toma de decisiones acerca de la promoción de oficiales y sol-

dados en Indias y en Filipinas.

De este modo, la creciente complejidad interna del imperio, su

enorme variedad de situaciones locales y regionales, revalorizó el co-

nocimiento de cUas. Aquellos que, como los capitanes o las élites de

funcionarios fueron capaces de acumular conocimientos locales su-

ficientes para conformar una formación y un capital cosmopolita en-

contraron en este hecho una forma de promoción y ascensión social.

Al tiempo que esto era así, ese tipo de capital se conformaba como una

forma de mérito que, junto con otras, estaba Uamada a hacer tamba-

learse viejos valores de adscripción social. Los lazos entre la -Penín-sula, el Atlántico y el.vasto mundo del Pacífico creaban, de este modo,

tensiones que estarían a la base de profundos cambios, a veces no bien

advertidos, en cada una de las sociedades locales que conformaban la

monarquía compuesta de los Austrias.

luis miguel córdoba ochoa - movilidad geográfica , capital cosmopolita y relaciones de méritos....

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